Sunteți pe pagina 1din 1

1.

Daño a la vida de relación, se configura cuando, a raíz del hecho dañoso, la víctima ve afectada su normal
capacidad para desarrollar su personalidad en el ambiente social. La privación objetiva de desarrollar tareas
normales, afectaría la vida en relación o social de la víctima.
2. El perjuicio de afecto, es el agravio subjetivo que sufren determinadas personas vinculadas a la víctima.
3. Daño estético, surge con la pérdida del normal aspecto físico de la persona, modificaciones que deben ser
apreciables y que no necesariamente deben ser monstruosas o resultar en una deformidad, basta con una
modificación física irregular, que afecte a la víctima en su desarrollo social o individual.
4. Daño sexual, es la disminución de la función sexual, que afecte la reproducción, el goce de la libido y la
madurez sexual.
5. Daño psíquico, es la perturbación de la personalidad del damnificado, alterando su equilibrio o agravando un
desequilibrio preexistente, con carácter patológico.
6. Daño al proyecto de vida, afectaría la libertad de decisión para definir un proyecto existencial, la
imposibilidad del desarrollo de la personalidad que se había previsto. Es una afección continuada y que se
desarrolla durante el futuro de la persona

El voto emitido en autos "REYES, MARTA MONICA RUFINA C/ BOGNANNI, SERGIO ALEJANDRO Y
OTRO – ORDINARIO – DAÑOS Y PERJ. – ACCIDENTES DE TRÁNSITO – RECURSO DE APELACIÓN
– EXPTE. N° 828625/36”, del 25- 04- 2012 es hasta ahora el más completo y correcto de los analizados, ya que
a pesar de su corta extensión y pudiendo haber profundizado más en las valoraciones y proyecciones de las
lesiones, el vocal realiza una correcta valoración del daño con su consecuente cuantificación apoyada en
parámetros objetivos como son las citas jurisprudenciales, sin dejar obviamente de utilizar su arbitrio judicial al
analizar las diferencias de la citas entre sí y del caso concreto, valorando especialmente la circunstancias del
caso.
Esta de acuerdo el vocal con la autora Matilde Zavala de González en cuanto a la publicación de los montos
indemnizatorios mediante las nuevas tecnologías informáticas y las publicaciones especializadas, para lograr así
cierta entidad y objetividad al momento de determinar indemnización por daño moral, postura ya plasmada por
el tribunal superior de justicia.
Aclara que dicha ponderación de indemnizaciones fijadas por precedentes jurisprudenciales es sólo orientador y
flexible, ya que es necesario siempre la valoración de las circunstancias especiales de cada caso, por el juez.
Una vez realizado este primer encuadre general el vocal pasa a describir las lesiones físicas de la actora a raíz
del accidente, presentando la misma una incapacidad parcial y permanente del 30% de la total obrera, más un
15% de incapacidad psiquiátrica por estrés postraumático.
Luego procede a realizar una valoración sencilla de las circunstancias propias de la víctima y como las lesiones
afectarían su vida.
Una vez determinada la existencia de la lesión espiritual, y analizada la extensión de la misma en el caso
concreto, se procede a cuantificar el daño apoyándose en tres fallos anteriores similares, marcando las
diferencias entre uno y otro.
Recién terminado este itinerario intelectual es que el vocal determinada suma de $30.000 (treinta mil pesos)
como indemnización.
Siete meses después resuelve “COMINI, EDUARDO JOSE C/ MUNICIPALIDAD DE CORDOBA –
ORDINARIOS – OTROS – RECURSO DE APELACION – EXPTE. Nº 1864798/36”, de fecha 05- 12- 2012,
realizando el mismo procedimiento, con la diferencia que aquí la valoración es aún más menguada limitándose
a la mención de las lesiones y sus consecuencias quirúrgicas, sin ahondar como, efectivamente, repercutirá en la
victima

S-ar putea să vă placă și