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El análisis multinivel aplicado al reconocimiento y protección de los derechos nos permite conocer la
real situación de estos en un OJ integrado por diferentes niveles.
El Dº internacional ha dedicado sus esfuerzos a la consolidación del reconocimiento y protección de
los derechos con clara aspiración universal. La UE ha recorrido un largo camino hasta lograr disponer
de un elenco propio y codificado de derechos fundamentales: la Carta de Derechos Fundamentales.
Al que la Carta ha ensanchado y formalizado el multinivel español de producción externa en materia
de derechos, las reformas de varios EEAA caracterizadas, entre otros aspectos, por la incorporación
de un catálogo propio de derechos, ha ampliado el multinivel español de producción interna. Todas
estas aportaciones, externas e internas, han consolidado un sistema multinivel en España de
manifiesta complejidad.
Una adecuada aproximación al sistema multinivel de los derechos en nuestro país nos llevará a
distinguir el nivel constitucional y el nivel legislativo, teniendo en cuenta que este último es, así
mismo, un nivel complejo en la medida en que nos encontramos con legislación de desarrollo de la
CE, EEAA y legislación autonómica.
Entendiendo por fuentes del Dº el origen de las normas jurídicas, se han aceptado como tales el Dº
escrito, la jurisprudencia, la costumbre, los principios generales del Dº y, en el ámbito constitucional,
las convenciones constitucionales.
La Constitución es la primera de las fuentes escritas en nuestro OJ, ya que es la norma sobre la
producción de las normas. Además, es fuente en sentido pleno, al ser origen mediato e inmediato de
derechos y obligaciones.
El OJ se puede definir como un conjunto sistemático de normas. Se rige por diversos principios,
destacando los de:
1. Jerarquía. Clasifica las normas del OJ en función de su rango normativo.
2. Competencia. Distingue las normas en función del órgano que tenga atribuida la facultad de
su elaboración.
El OJ contiene asimismo valores, principios e instituciones que las propias normas expresan o aluden.
En él coexisten normas de diverso rango, así como normas emanadas de centros legislativos de
distintos niveles territoriales.
Según el art. 1.1 LOTC, el TC, “como intérprete supremo de la Constitución, es independiente de los
demás órganos constitucionales y está sometido solo a la CE y a la presente LO”.
La CE otorga valor de cosa juzgada a las sentencias del TC desde el día siguiente a su publicación en
el BOE, con los votos particulares, si los hubiere, y sin que quepa recurso alguno contra ellas. Las
SSTC que declaren la constitucionalidad de una norma con fuerza de ley y las que no se limiten a la
estimación subjetiva de un derecho, tienen efectos erga omnes.
La jurisprudencia del TC es fuente del Dº. Destacan sus sentencias interpretativas, en las que el TC
realiza una interpretación de uno o más preceptos legales en relación con uno o más artículos
constitucionales, determinando la interpretación válida, y las sentencias manipulativas, que evitan
declarar la inconstitucionalidad de una ley alterando en cierta medida su tenor literal, con lo que
varía el contenido dispositivo de la norma.
Las Constituciones configuran el poder como una construcción de la sociedad o del pueblo, en la cual
éste se reserva zonas de libertad e instrumentos de participación y control efectivos, de modo que el
poder no pueda nunca pretender ser superior a la sociedad, sino sólo su instrumento. La
formalización de las Constituciones en documentos escritos y codificados pretende plasmar en la
norma de las normas los principios esenciales de la comunidad política.
La tradición constitucional española se decantó por considerar la Constitución como una norma más
del OJ, limitándose a ofrecer cobertura jurídica a la actuación de las fuerzas políticas. La Constitución
republicana de 1931, por el contrario, declaró la supremacía de la Constitución sobre el resto del OJ,
creando un Tribunal de Garantías Constitucionales.
La CE actual, en su art 9.1, proclama: “Los ciudadanos y los poderes públicos están sujetos a la
Constitución y al resto del OJ”. La CE es un texto normativo pleno. Esta vigencia inmediata ha tenido
gran trascendencia en materia de derechos y libertades. Según ha declarado el TC:
1. La sujeción a la CE es consecuencia obligada de su carácter de norma suprema.
2. La CE es la norma fundamental directamente aplicable y alegable ante los tribunales
ordinarios.
3. La CE es norma jurídica y no una declaración programática.
5 – CONTENIDO DE LA CE Y DERECHOS
6.1 – Referencias sobre la doctrina constitucional sobre incorporación de derechos a los EEAA
La entrada en vigor de la Constitución posibilitó el desarrollo normativo del Título VIII,
transformando profundamente el modelo de Estado. Este modelo de Estado no ha dejado de
completarse. Los inicales EEAA siguieron literalmente el art 147.1 CE: “Los Estatutos serán la norma
básica de cada CCAA”. Sin embargo, en la primera década del siglo XXI comenzó un proceso de
revisión de los EEAA, que intensifican sus rasgos identitarios, perfeccionan la arquitectura
constitucional y clarifican el reparto competencial.
Una de las características más notables de este proceso de revisión de los Estatutos es la
incorporación de títulos dedicados específicamente a los derechos, lo que ha planteado problemas
jurídicos de interés, como la posición y funcionalidad de estos derechos estatutarios dentro del OJ.
1 – LA CONSTRUCCIÓN EUROPEA
Derecho originario, compuesto por los Tratados constitutivos y sus reformas. Es vinculante para
todos los EEMM y directamente aplicable siempre que el propio Tratado no difiera tal aplicación a
una norma ulterior.
Derecho derivado, formado por las normas emanadas de las instituciones de la UE. Las más
destacadas son:
1. Reglamentos. Normas generales con eficacia plena, de aplicación obligatoria y directa en
todos sus elementos y para todos los EEMM.
2. Directivas. Actos del Consejo o la Comisión que obligan a los EEMM en cuanto al objetivo,
pero dejando a éstos la elección de las formas y medios para lograr tal objetivo.
3. Decisiones. Actos jurídicos normativos de aplicación directa e inmediata en uno o varios
EEMM, sin precisar la intervención de éstos. No tienen carácter general, sino individual, y
han de ser notificadas al destinatario.
Derecho complementario, integrado por normas de desarrollo de las normas del Derecho derivado.
Efecto directo. Permite su invocación por los nacionales en sus respectivas jurisdicciones. Este efecto
directo afecta al Derecho originario y a los Reglamentos.
En el caso de las Directivas, se suele considerar un efecto indirecto, si bien, en ciertos casos, podrían
tener efecto directo si cumplen las siguientes condiciones, según el TJ:
1. Ser clara y precisa y no estar sometida a reserva alguna por parte del Estado en cuestión.
2. No requerir para su ejecución de ningún otro acto jurídico comunitario.
3. No dejar al Estado margen de apreciación en cuanto a su aplicación.
Primacía. El Derecho comunitario constituye un OJ propio que se integra en el OJ de los EEMM y que
prima sobre la aplicación de cualquier norma interna. Como consecuencia de este principio:
1. El Derecho comunitario y el Derecho interno no se rigen por el principio de jerarquía, sino
por una variante del principio de competencia.
2. No rige entre ambos el principio de ley posterior, ya que una norma nacional posterior a
una comunitaria no puede restar eficacia a ésta.
Por otro lado, existe un control a posteriori de los Tratados mediante el recurso y la cuestión de
inconstitucionalidad. Ante una sentencia estimatoria de inconstitucionalidad, tanto el
incumplimiento como la declaración de inconstitucionalidad de alguna de las partes del Tratado
pueden llegar a generar responsabilidad internacional del Estado.
3 – LOS DERECHOS EN LA UE
La doctrina del TJ ha logrado introducir el respeto por los derechos fundamentales como criterio de
validez del Derecho comunitario, así como contribuir a la consolidación del principio de primacía,
consolidando su propia posición como institución comunitaria.
El argumento básico del TJUE es que la interpretación del “mejor estándar” menoscabaría el principio
de primacía del Derecho de la UE, ya que permitiría que un EM pusiera obstáculos a la aplicación de
actos del Derecho de la Unión plenamente conformes con la Carta, recordando en su jurisprudencia
que dicho principio es una característica esencial del ordenamiento comunitario.
De todo este proceso se entiende que el sistema multinivel se construye a través del consenso en la
elaboración del Derecho de la Unión.
La CDFUE fue proclamada en el Consejo Europeo de Niza de 2000. Sin embargo, no fue incorporada
con fuerza jurídica vinculante a los Tratados ni al Derecho comunitario, aunque el Parlamento sí
adoptó la decisión de aplicarla en el ámbito interno.
El contenido de la Carta se ha incorporado a la Parte II del proyecto de Constitución Europea.
El primero, referido a los límites de los derechos reconocidos. Así, el contenido esencial de dichos
derechos queda protegido al determinar que cualquier límite deberá ser establecido en la Ley. Sólo
podrán introducirse límites respetando el principio de proporcionalidad, cuando sean necesarios y
respondan a objetivos de interés general reconocidos por la Unión o a la necesidad de protección de
los derechos y libertades de los demás.
El segundo, establece que los derechos reconocidos en la Carta tienen su fundamento en los
Tratados comunitarios o en el TUE, y se ejercerán en las condiciones y límites determinados por
éstos.
El tercero establece que, en la medida en que la Carta contenga derechos que correspondan a los ya
garantizados por el CEDH, su sentido y alcance serán iguales a los que les confiere dicho Convenio,
salvo que el Derecho comunitario le otorgue una protección mayor.
El primer objetivo de la Carta es hacer que los derechos fundamentales contenidos en ella sean lo
más efectivos posible en la UE. El respeto de los derechos fundamentales fomentará la confianza
entre los EEMM, de los ciudadanos y de esto con los poderes públicos nacionales y europeos.
Los criterios de actuación prioritaria de la Comisión son:
1. Reforzar la cultura de los derechos fundamentales en la Comisión.
2. Tomar en consideración la Carta en el proceso legislativo.
3. Velar porque los EEMM respeten la Carta al aplicar el Derecho de la UE.
Los derechos fundamentales garantizados por el Convenio Europeo y los que son fruto de las
tradiciones constitucionales comunes de los EEMM, formarán parte del Derecho de la Unión como
principios generales.
2 – LA ONU
La Corte tiene también competencias consultivas, pudiendo acudir a ella tanto la Asamblea como el
Consejo General.
La Corte tendrá competencia en todos los litigios que las partes le sometan y en todos los asuntos
previstos en la Carta de Naciones Unidas o en los tratados o convenios vigentes.
El Estatuto de la Corte establece las bases conforme a las cuales la Corte decide sobre las
controversias que se le someten:
1. Las convenciones internacionales que establecen reglas reconocidas expresamente por los
Estados litigantes.
2. La costumbre internacional como prueba de práctica internacional aceptada como Derecho.
3. Los principios generales reconocidos por las Naciones.
4. Las decisiones o doctrina de los juristas de mayor competencia de las distintas naciones.
La ONU tiene seis órganos principales: Asamblea General, Consejo de Seguridad, Consejo Económico
y Social, Consejo de Admón Fiduciaria, Corte Internacional de Justicia, Secretaría.
4 – EL CONSEJO DE EUROPA
Con sede en Estrasburgo, contó en principio con un Comité de Ministros y una Asamblea.
Posteriormente se crearon la Comisión y el TEDH, asumiendo este las funciones garantía de los
derechos y libertades tras la aprobación del Protocolo 11º.
Hoy el Consejo de Europa cuenta con 47 miembros, manteniendo los fines fundacionales de defensa
de la paz, la justicia y la unión de sus miembros para la consecución del progreso económico y
social, en torno a la idea del Estado de Derecho y reconocimiento de los derechos humanos y
libertades fundamentales.
El Protocolo 11º dio respuesta a los problemas surgidos del aumento de las demandas de protección,
así como a la necesidad de reforzar la eficacia de la protección de los derechos humanos y libertades
fundamentales contenidos en el Convenio.
La reforma que supuso sobre el procedimiento anterior pretendía:
1. Simplificar la estructura, creando un Tribunal único y permanente.
2. Reforzar el carácter judicial del sistema, haciéndolo obligatorio.
3. Abolir del papel decisivo del Comité de Ministros.
El Tribunal podrá cancelar una demanda en cualquier momento del procedimiento si se comprueba
que el demandante no está dispuesto a mantenerla, que el litigio ha sido ya resuelto o que por
cualquier otro motivo no resulte justificado proseguir con el examen de dicha demanda.
Sin embargo, el Tribunal deberá continuar con el examen de la demanda si así lo exige el respeto a
los derechos humanos garantizados en el Convenio o sus Protocolos.
5.5 – La sentencia
Las sentencias fundamentadas de las Salas podrán ser remitidas a la Gran Sala en un plazo de tres
meses.
Un colegio de cinco Jueces de entre sus miembros aceptará la demanda de remisión si plantea una
cuestión grave de interpretación o aplicación del Convenio o sus Protocolos. La sentencia de la Gran
Sala será definitiva.
Las sentencias deben ser motivadas y públicas, adoptándose por unanimidad o por mayoría, en cuyo
caso puede unirse a la sentencia el voto particular del Juez discrepante. La sentencia se remite al
Comité de Ministros, que vela por su ejecución.
El actual Título I: De los derechos y deberes fundamentales, proviene del Título II del Anteproyecto
de Constitución, si bien los 37 artículos originales pasaron a ser 46.
Las fuerzas políticas se dividieron ante la cuestión de cómo tratar el catálogo de derechos en el texto
constitucional:
- UCD defendió una enmienda al art 13 del Anteproyecto en la que se declaraba que la CE
aceptaba los derechos reconocidos en diversos convenios y tratados internacionales,
omitiendo una relación expresa de derechos y libertades.
- PSOE y AP defendían la incorporación expresa de un catálogo detallado de derechos,
libertades y deberes. Esta tesis fue la que finalmente prosperó.
Sin embargo, se estableció que las normas relativas a los derechos fundamentales y libertades
públicas deben ser interpretadas conforme a la DUDH y los tratados y acuerdos internacionales sobre
la materia ratificados por España.
2. Capítulo II: Derechos y libertades. Se inicia con el art 14, que trata la igualdad ante la ley de
todos los españoles, y se subdivide en dos Secciones:
a. Sección I: de los derechos fundamentales y las libertades públicas: vida e integridad
física y moral, libertad de culto, expresión…
b. Sección II: de los derechos y deberes de los ciudadanos: derechos y obligaciones
militares, deberes fiscales, derecho al matrimonio, a la propiedad privada…
La CE no reconoce diferente naturaleza a las libertades públicas y a los derechos. Las diferencias
residen en las diferentes garantías normativas, jurisdiccionales e institucionales que reciben.
Derechos fundamentales
Esta denominación está muy extendida en el ámbito internacional y, específicamente, en el Derecho
de la UE y la jurisprudencia del TIJ. El catálogo de derechos elaborado por la UE se denomina Carta de
Derechos Fundamentales.
En el contexto nacional, son derechos fundamentales los contenidos en la Sección 1ª del Capítulo II
del Título I de la CE, cuyo desarrollo requiere LO y que reciben las máximas garantías normativas,
institucionales y jurisdiccionales.
Garantías institucionales
La garantía institucional obliga los poderes públicos a dotar de una regulación precisa a una
determinada institución citada en la CE, que proteja su pervivencia e impida su desnaturalización.
Inicialmente, este tipo de protección se otorgó a determinadas instituciones públicas, más tarde, se
amplió a instituciones de Derecho privado y, finalmente, a instituciones sociales.
El TC define los derechos estatutarios por contraposición a los derechos fundamentales contenidos
en la CE. Además, los primeros sólo competen al legislador autonómico y, según su naturaleza, están
vinculados al área de competencia de la propia CA.
Por otro lado, dentro del sistema constitucional democrático, asentado en el concepto de Estado de
Derecho, es donde la lucha por las libertades se ha desenvuelto más ampliamente, limitando la
acción del poder político y articulando las garantías precisas para que la esfera de libertad de los
individuos puedan ejercerse con plena autonomía.
Hoy día debe admitirse una mutua influencia entre ambas corrientes: el positivismo ha incorporado
valores y principios considerados inherentes al ser humano, y el iusnaturalismo se ha positivizado
cuando tales valores y principios se han incorporado al OJ.
La justicia podría definirse como el objetivo del Derecho para la realización de la condición humana.
La libertad es el valor básico que da sentido a los demás. Sin libertad no existe justicia, ni podemos
hablar de verdadera igualdad.
Con respecto a la relación entre valores y principios, ambos se complementan. Los valores
proporcionan criterios de interpretación, mientras que los principios pueden alcanzar una
proyección normativa.
En España, el TC afirma que la dignidad es el rango o categoría de la persona como tal, que deben
respetar tanto los poderes públicos como los ciudadanos.
La naturaleza jurídica de los derechos y libertades es doble: unos derechos se configuran como
derechos públicos subjetivos, mientras que otros se constituyen como elementos objetivos del
propio OJ.
El TC recoge un enfoque institucional de los derechos y libertades. El orden objetivo de valores
contenido en los derechos es doble:
1. Valores superiores del OJ constitucionalizados en el art 1.1 (libertad, igualdad, justicia, y
pluralismo político), de forma que todos los derechos deben ser interpretados de
conformidad con estos valores.
2. Cada uno de los derechos reconocidos en la CE puede ser portador en sí mismo de un orden
propio de valores que el intérprete debe precisar mediante las reglas de interpretación
habituales.
Podemos distinguir dos tipos distintos de requisitos para el ejercicio de los derechos:
Requisitos subjetivos. Referidos a quién tiene reconocido el derecho en cuestión. Dentro de ellos
podemos encontrar:
1. Titularidad: personas físicas, jurídicas, instituciones y grupos.
2. Capacidad: capacidad jurídica y capacidad de obrar.
3. Nacionalidad: nacionales (y asimilados), comunitarios y extranjeros.
4. Edad: mayoría y minoría de edad.
Con carácter general, el OJ exige que el sujeto posea una determinada capacidad que le permita ser
titular del derecho en cuestión. El OJ distingue:
1. Capacidad jurídica: capacidad de ser destinatarios de los efectos jurídicos previstos por la
norma y, por tanto, titular de los derechos subjetivos que de ella se derivan. Es reconocida
por nuestro OJ tanto a persona físicas como jurídicas.
2. Capacidad de obrar: representa la posibilidad de participar en el mundo jurídico en general.
Requiere la previa existencia de la capacidad jurídica y de la titularidad del derecho afectado.
En determinados casos puede ser suplida por otra persona (menores de edad, incapacitados
judicialmente, etc.).
3. Titularidad. Reconocimiento del OJ a favor de un sujeto como destinatario de un derecho
concreto. Requiere la previa existencia de capacidad jurídica pero no así de la capacidad de
obrar, que puede ser suplida por un tutor o representante.
En casos concretos, las personas jurídicas tienen fines políticos, en cuyo caso el reconocimiento de
sus derechos implica también favorecer el acceso de los ciudadanos a otros derechos individuales.
Así sucede, por ejemplo:
1. Con los partidos políticos, que son asociaciones privadas que articulan funciones
constitucionales.
2. Con el derecho que se reconoce a las personas físicas y jurídicas para crear centros docentes.
3. Con la constitucionalización como derecho fundamental de la autonomía universitaria.
Por último, señalar que el TC parece haber reconocido, con carácter excepcional, la titularidad de
algunos derechos a grupos que carecían de personalidad jurídica en sentido estricto.
Por tanto, para determinar quién sea el titular de un derecho en cada caso, debe acudirse al texto
constitucional. Pero es también necesaria la consulta a los tratados internacionales, a la legislación
de desarrollo y a la jurisprudencia del TC.
La titularidad no es una capacidad general, sino que tiene que ver con el derecho concreto de que se
trate dicha titularidad.
En la CE existe una cláusula abierta por la cual serán los tratados y las leyes las que determinen el
estatus de los extranjeros en materia de derechos y libertades, dentro de los reconocidos en el Título
I.
El TC ha declarado que la expresión “libertades públicas” debe ser interpretada en un sentido amplio
y, por tanto, comprende también los derechos. También ha señalado que los extranjeros gozan en
España de los derechos vinculados a la dignidad personal reconocida en el art 10 CE. Sin embargo,
el derecho de sufragio se reconoce únicamente para los españoles, salvo lo que, como indica la CE,
atendiendo a criterios de reciprocidad, pueda establecerse por tratado o por ley para el derecho de
sufragio activo y pasivo en las elecciones municipales.
2. Ley reguladora del derecho de asilo y de la condición de refugiado. Tiene por objeto cumplir
el mandato de la CE en relación a que una ley establecerá los términos en que los ciudadanos
de otros países y los apátridas gozarán del derecho de asilo y de la condición de refugiado.
3. Ley de extradición pasiva. Regula la extradición pasiva con todas las garantías.
7. 2 – Legislación de menores
Aquí va toda la legislación internacional, europea, estatal y autonómica que no voy a memorizar
En la legislación sobre los derechos de los menores se han consolidado ciertos principios generales
que articulan el marco jurídico imprescindible para su regulación:
3. Principio de interés superior del menor: la ley prima el interés superior de los menores
sobre cualquier otro interés legítimo que pudiera concurrir.
4. Principio de audiencia: derecho a ser oído. La legislación sobre menores tutela también la
posibilidad de que el menor manifieste su voluntad en el marco del ejercicio de los derechos
que le correspondan.
1.1 - Concepto
En la regulación constitucional de los derechos y libertades es cada vez más frecuente la exigencia de
que la ley respete su contenido esencial. Sin embargo, la CE no determina cuál sea ese contenido
esencial y, por tanto, las controversias deben ser resueltas por el propio TC.
Esta idea de contenido esencial trata de que el desarrollo de un derecho no destruya su contenido
material convirtiéndolo en un derecho puramente formal.
El Convenio Europeo de DH prohíbe cualquier acto que pueda llevar a la destrucción de los derechos
fundamentales, y la Carta de los DFUE determina que cualquier limitación de los derechos
reconocidos en este texto debe ser establecida por ley y respetar su contenido esencial.
El TC aprecia cierta recepción de esta tesis en numerosas sentencias relativas a los derechos y
libertades en la que éstos aparecen con una doble naturaleza jurídica: subjetiva y objetiva.
1. Tratar de acudir a lo que suele llamarse la naturaleza jurídica o el modo de configurar cada
derecho: hay que tratar de establecer una relación entre el lenguaje que utilizan las
disposiciones normativas y el metalenguaje (ideas generalizadas y convicciones
generalmente admitidas entre los juristas).
2. Tratar de buscar los intereses jurídicos protegidos como núcleo de los derechos subjetivos,
pudiendo hablar, según el TC, de una especialidad del contenido del derecho para hacer
referencia a la parte de dicho contenido que es absolutamente necesaria para que los
intereses jurídicamente protegibles que dan vida al derecho resulten real y efectivamente
protegidos.
Según este criterio, se vulneraría el contenido esencial de un derecho cuando queda sometido a
limitaciones excesivas que lo hacen impracticable.
El respeto al contenido esencial de los derechos del Capítulo II no debe llevarnos a considerar que el
resto de derechos constitucionales podrían ser regulados de manera que quedaran desnaturalizados
o resultaran impracticables, ya que el valor normativo supremo de la Constitución obliga a:
1. Interpretar y aplicar sus normas de manera plena y eficaz
2. Observar el carácter de los derechos como instituciones jurídicas constitucionalmente
reconocidas y dotadas de un sentido propio.
3. Preservar esa naturaleza e identidad propias al legislador ordinario.
El respeto al contenido esencial de los derechos del Capítulo II es una reiteración garantista
frecuente en la CE, producto de las circunstancias históricas en las que se elaboró el texto
constitucional, y del deseo de los constituyentes de romper con los principios del régimen anterior.
El TC ha defendido el carácter limitado de los derechos que, por tanto, no son absolutos, sino que
deben articularse en un sistema en el que sea posible el ejercicio de todos ellos.
Algún sector doctrinal ha defendido que algunos derechos constitucionales son absolutos. Avala esta
posición la redacción de algún precepto constitucional, como sucede con la integridad física y moral,
afirmando la CE que nadie puede ser sometido a tortura ni a penas o tratos inhumanos o
degradantes.
Límites constitucionales
Límites genéricos: se refieren al sistema constitucional de derechos. Se pueden subclasificar en:
1. Límites derivados de los valores y principios constitucionales y de las exigencias del Estado
social y democrático de Derecho.
2. Límites derivados del mandato contenido en el art 10.2 CE, que obliga a interpretar las
normas relativas a los derechos y libertades fundamentales de conformidad con la DUDH y
los tratados y acuerdos internacionales sobre la materia en que España sea parte.
Límites legales
La legislación de desarrollo puede incorporar ciertos límites:
1. Límites generales: si afectan al sistema de derechos en su conjunto.
2. Límites colectivos: si afectan a un grupo determinado de derechos.
3. Límites específicos: si afectan a un solo derecho.
Límites jurisprudenciales
Son límites definidos por la jurisprudencia (TC, TEDH, TJ y Tribunales nacionales ordinarios). El TC
señaló que los límites de los derechos no quedan circunscritos a los que expresamente contenga la
CE y a los que deriven del libre ejercicio de los derechos reconocidos en la misma, sino que también
hay límites mediatos, sólo directamente emanados de la CE, pero necesarios para preservar otros
derechos o bienes constitucionales protegidos.
Garantías institucionales
La garantías provienen de la tutela por una institución, unipersonal o colegiada, creada al efecto.
P.e., el Alto Comisionado para los Derechos Humanos de las Naciones Unidas.
Garantías jurisdiccionales
Representada por el TJ que tiene competencias para el control del Derecho de la UE.
Garantías institucionales
En el ámbito del Derecho comunitario también se han creado instituciones de tutela como el
Defensor del Pueblo Europeo.
1 – LA INTERPRETACIÓN
La relación entre texto y contexto tiene lugar a través de la mediación del intérprete, configurando el
llamado “círculo hermenéutico”.
2 – NORMAS DE INTERPRETACIÓN Y CE
El TC ha señalado que los derechos deben interpretarse de acuerdo al favor libertatis, favoreciendo:
1. El ejercicio del libre derecho hasta donde no vulnere otro derecho o bien protegido por la CE.
2. La mayor efectividad del derecho.
3. La manifestación de la fuerza expansiva de los derechos.
El Derecho comunitario y el Derecho de producción interna de los EEMM se rigen por el principio de
competencia, no existiendo jerarquía entre uno y otro, sino aplicación preferente del Derecho
comunitario en los EEMM en las materias de competencia de la UE.
Las garantías son instrumentos jurídicos de aseguramiento de los derechos y libertades y, por tanto,
del valor normativo de la Constitución.
La eficacia de los derechos y libertades requiere que dichos instrumentos jurídicos permitan
restablecer o preservar los derechos fundamentales de los ciudadanos ante actuaciones de los
poderes públicos o de otros ciudadanos que los amenacen o vulneren.
2 – GARANTÍAS NORMATIVAS
La CE otorga la garantía de la rigidez constitucional a todos los derechos, con las siguientes
matizaciones:
1. Los derechos fundamentales quedan protegidos mediante el procedimiento agravado, de
donde se deduce la intención del constituyente de dotarlos de una protección reforzada.
2. Los demás derechos constitucionales gozan de la protección que representa el
procedimiento de reforma ordinario.
Además, la CE establece que no podrán regularse mediante Decreto-Ley, entre otros, los deberes y
libertades de los ciudadanos regulados en el Título I.
Al respecto se distinguen dos tesis:
1. La opinión restrictiva, que postula que dicha prohibición se refiere exclusivamente a los
derechos fundamentales.
2. La opinión extensiva, que considera que se refiere a todos los derechos contenidos en el
Título I.
El problema más importante es saber, en cada caso, cuál es el contenido esencial de un derecho
concreto.
El TC ha ido delimitando lo que debe entenderse por contenido esencial de un derecho. En un primer
momento representaba para el TC una restricción de la potestad legislativa del Estado, pues no podía
invadir esa esfera esencial. Se postula pues, que ninguna limitación introducida por el legislador
puede estar justificada si desconoce o desnaturaliza el derecho.
2.5 – Derechos-garantía
Algunos instrumentos de tutela se presentan bajo la forma de derechos concretos que garantizan
aspectos de otro del cual dimanan. La CE ofrece ejemplos significativos: el derecho a la intimidad
personal concreta un aspecto de la libertad personal. El más destacado es el derecho a la tutela
judicial efectiva, configurado como un derecho-garantía de todos los demás derechos.
3 – GARANTÍAS JURISDICCIONALES
Son aquellas que pueden ser instadas para prevenir o reparar la vulneración de un derecho. Estos
medios de aseguramiento pueden manifestarse en forma de procesos, ya sean judiciales ordinarios o
especiales, o de mecanismos de garantía que operan dentro de dichos procesos. En la CE podemos
distinguir entre:
1. Protección jurisdiccional genérica: tutela de los derechos y libertades a través de las
garantías jurisdiccionales que son comunes a todos los bienes e intereses del OJ.
2. Protección jurisdiccional específica: tutela que puede obtenerse a través de procedimientos
o instancias creados exclusivamente para el aseguramiento de los derechos y libertades.
Contenido
El derecho a la tutela judicial efectiva tiene un contenido complejo, ya que en su denominación se
comprenden también los derechos:
1. De acceso a los jueces y tribunales
2. A obtener un fallo de los órganos fundado en Derecho
3. Y a que el fallo se cumpla o ejecute, y el recurrente sea repuesto en su derecho o, en su
caso, compensado.
El derecho a la tutela judicial efectiva prohíbe la indefensión, y las partes en conflicto pueden alegar
y probar lo que convenga a su derecho.
Titularidad
El sujeto del derecho a la tutela judicial efectiva es tanto la persona física como la jurídica.
Legitimación
La CE reconoce legitimación para interponer el recurso a:
1. El Presidente del Gobierno
2. El Defensor del Pueblo
3. 50 Diputados o 50 Senadores
4. Los órganos colegiados ejecutivos de las CCAA y, en su caso, las Asambleas de las mismas.
El hecho de que los particulares no se encuentren legitimados permite afirmar que el recurso de
inconstitucionalidad es un medio de control de los propios poderes públicos respecto de la actividad
legislativa de las Cortes.
Plazo de interposición
La LOTC establece un plazo de tres meses para su interposición, a partir de la publicación de la ley,
disposición o acto con fuerza de ley, debiendo presentar la demanda de impugnación ante el TC.
El Presidente del Gobierno y los órganos ejecutivos de las CCAA disponen de un plazo de nueve
meses, siempre que se cumplan una serie de requisitos establecidos en la LOTC.
Tramitación
Una vez que la demanda sea admitida a trámite, el TC debe dar traslado de la misma al Congreso y
al Senado, por medio de sus Presidentes, o al Gobierno, por medio del Ministerio de Justicia.
En el supuesto de que el objeto del recurso fuera una ley o disposición con fuerza de ley dictada por
una CA, se dará traslado también a los órganos legislativo y ejecutivo de la Comunidad afectada a fin
de que puedan personarse en el procedimiento y formular las alegaciones oportunas.
Tramitación
Según la LOTC, el órgano judicial:
1. Sólo podrá plantear la cuestión una vez concluso el procedimiento y dentro del plazo para
dicar sentencia o resolución judicial.
2. Se debe concretar la ley o norma con fuerza de ley que se cuestiona y el precepto
constitucional que se supone infringido.
3. Se debe explicar en qué medida la decisión del proceso depende la validez de la norma en
cuestión.
El planteamiento de la cuestión origina la suspensión del proceso judicial hasta que el TC se
pronuncie sobre su admisión. Si se admite la cuestión, el proceso permanecerá suspendido hasta
que el TC lo resuelva definitivamente.
A su vez, el TC puede plantear una autocuestión de inconstitucionalidad al Pleno del Tribunal, para
que se pronuncie sobre la posible expulsión de OJ de un precepto conflictivo.
El TC establece que el recurso de amparo procederá contra disposiciones, actos jurídicos o simple
vía de hecho de los poderes públicos del Estado, las CCAA y demás entes públicos de carácter
territorial, corporativo o institucional, así como de sus funcionarios, que violen cualquiera de los
derechos y libertades protegidos por este recurso.
Legitimación
Están legitimados para interponer recurso de amparo:
1. Toda persona física o jurídica que invoque un interés legítimo.
2. El Defensor del Pueblo.
3. El MF, por actos o decisiones sin valor de ley, emanados de las Cortes o de cualquiera de sus
órganos, o de las Asambleas legislativas de las CCAA.
Tramitación
El recurso de amparo se inicia mediante demanda y debe ser objeto de admisión a trámite.
La Sección, por unanimidad de sus miembros, debe acordar mediante providencia la admisión del
recurso, en todo o en parte, siempre y cuando concurran los siguientes requisitos:
1. Que la demanda cumpla los requisitos de la propia LO.
2. Que el contenido justifique una decisión sobre el fondo por parte del TC en razón de su
especial trascendencia constitucional.
Suspensión
La interposición del recurso de amparo no suspende los efectos del acto o sentencia impugnados,
pero, cuando la ejecución de éstos produzca un perjuicio al recurrente que pudiera hacer perder su
finalidad al amparo, puede acordarse la suspensión total o parcial, siempre y cuando la suspensión
no ocasione perturbación grave a un interés constitucionalmente protegido, ni a los derechos
fundamentales o libertades de otra persona.
Sentencia
La sentencia que resuelva el recurso de amparo podrá estimarlo o denegarlo. En caso de estimación,
la sentencia contendrá alguno los siguientes pronunciamientos:
1. Declaración de nulidad de la decisión, acto o resolución que hayan impedido el pleno
ejercicio de los derechos o libertades protegidos, con determinación de la extinción de sus
efectos.
2. Reconocimiento del derecho o libertad pública.
3. Restablecimiento del recurrente en la integridad de su derecho o libertad, con la adopción
de las medidas necesarias para su conservación.
4.2 – El MF
El MF está integrado en el Poder Judicial, aunque se le reconoce autonomía funcional. Ejerce sus
funciones a través de órganos propios, conforme a los principios de unidad de actuación y
dependencia jerárquica, y con sujeción a los principios de legalidad e imparcialidad.
Funciones
La CE atribuye a estos órganos la función de promover la acción de la justicia en defensa de la
legalidad, de los derechos de los ciudadanos y del interés público tutelado por la ley, de oficio o a
instancia de parte, así como velar por la independencia de los Tribunales y procurar ante éstos la
satisfacción del interés social.
La Ley Reguladora del Estatuto del MF especifica que corresponde a éste “velar por el respeto de las
instituciones constitucionales y de los derechos fundamentales y libertades públicas con cuantas
actuaciones exija su defensa”.
Facultades
Para el cumplimiento de sus funciones, el MF posee un conjunto de competencias, entre las que
destacan:
1. Interponer recurso de amparo ante el TC, en los casos y formas previstos legalmente.
2. Intervenir en los procesos de que conoce el TC en defensa de la legalidad en la forma en que
las leyes establezcan.
3. Intervenir en procesos judiciales de amparo.
4. Defender la legalidad de los procesos contencioso-advos en que intervenga.
Funciones
Para el cumplimiento de sus fines, el Defensor del Pueblo debe supervisar la actividad de la Admón
dando cuenta a las CG a través de un informe anual y de otros informes sobre aspectos concretos.
La CE le encomienda la defensa de todos los derechos del Título I. Sus funciones son:
1. Inspección y comprobación del funcionamiento de los servicios públicos.
2. Orientación y propuesta sobre las medidas necesarias para la subsanación de anomalías en
dichos servicios.
3. Defensa jurisdiccional de los derechos y libertades a través de su legitimación para
interponer recurso de inconstitucionalidad y de amparo.
El Convenio Europeo de DH establece que, encaso de guerra u otro peligro público que amenace la
vida de la nación, cualquier Alta Parte Contratante podrá tomar medidas que deroguen las
obligaciones previstas en el Convenio, en la medida estricta que exija la situación y siempre que no
contradigan otras obligaciones derivadas del Derecho internacional.
2 – LA SUSPENSIÓN DE DERECHO EN LA CE
La suspensión de derechos ya aparecía en las Constituciones de 1812, 1837, 1845, 1869, 1876 y
1931, así como en la LO del Estado durante el régimen franquista.
El art 55 CE incorpora la suspensión de derechos en dos modalidades:
1. Ante la declaración de estado de alarma, sitio o excepción.
2. Suspensión de derechos individuales.
Se trata de medidas de carácter excepcional ya que la suspensión afecta a derechos y libertades del
ciudadano (salvo la suspensión del conflicto colectivo).
El estado de alarma no habilita para la suspensión de estos derechos. Paradójicamente, la
declaración del estado de guerra o la propia situación bélica no conlleva la posibilidad de
suspensión de derechos.
4 – ESTADOS EXCEPCIONALES
Dicha declaración tendrá carácter temporal, decayendo las medidas adoptadas bajo su vigencia en el
momento de expirar la declaración. La declaración no interrumpe el normal funcionamiento de los
poderes constitucionales del Estado. Sin embargo, en el estado de sitio, la autoridad militar puede
asumir competencias que normalmente no ejerce.
Los actos y disposiciones de la AAPP adoptados durante la vigencia del estado excepcional son
impugnables en vía jurisdiccional, teniendo derecho a indemnización los perjudicados en sus
personas, derechos o bienes.
Efectos
El Decreto inicial declarando el estado de alarma debe contener las medidas para el restablecimiento
de la normalidad, que pueden ser completadas por decretos posteriores.
Las medidas son las siguientes:
1. Limitar la circulación o permanencia de personas y vehículos en horas y lugares
determinados.
2. Practicar requisas temporales de todo tipo de bienes e imponer prestaciones personales
obligatorias.
3. Intervenir y ocupar transitoriamente fábricas, industrias o locales de cualquier naturaleza,
excepto domicilios privados.
4. Limitar el uso de servicios o consumo de artículos de primera necesidad.
5. Impartir las órdenes necesarias para asegurar el abastecimiento de los mercados y el
funcionamiento de los servicios afectados.
El RD por el que se declara el estado de alarma para la normalización del servicio público esencial del
transporte aéreo
Con motivo de la huelga que llevaron a cabo los controladores en 2010, el Gobierno declaró el estado
de alarma para la normalización del servicio público esencial del transporte aéreo. Se encomendó
transitoriamente al Mº de Defensa las facultades de control de tránsito aéreo atribuidas a AENA.
Se disponía también que el Jefe del Estado Mayor del Ejército del Aire debía adoptar todas las
decisiones necesarias sobre el tráfico aéreo. A tal efecto, debía activar los recursos de control y exigir
la presencia en sus puestos de los controladores civiles.
La adopción de este RD por el Gobierno suscitó controversia entre juristas y ciudadanos, ya que se
puso en duda si era posible que el Gobierno delegara en una autoridad militar la gestión de la una
situación de alarma.
El RD se aprobó por un plazo inicial de 15 días, que fue prorrogado hasta el 17 de enero de 2011.
Declaración y plazos
El Gobierno puede solicitar el Congreso la autorización para declarar el estado de excepción que
puede aprobar la solicitud en los términos en que fue enviada por el Gobierno o introducir
modificaciones. La prórroga por otros 30 días debe ser aprobada por el Congreso según el mismo
procedimiento.
Una vez aprobado por el Congreso, el Gobierno puede declarar el estado de excepción por Decreto
del Consejo de Ministros. En caso de requerir nuevas medidas, el Gobierno debe solicitar nueva
aprobación del Congreso.
En caso de que el ámbito territorial esté comprendido en una sola CCAA, la autoridad gubernativa
coordinará su actuación en el Gobierno de dicha CCAA.
El Gobierno puede poner fin al estado de excepción antes del plazo previsto mediante Decreto del
Consejo de Ministros, dando inmediata cuenta al Congreso.
Inviolabilidad del domicilio: la autoridad podrá disponer inspecciones y registros domiciliarios para
el esclarecimiento de presuntos delitos o para el mantenimiento del orden público.
Declaración y plazo
La competencia para declarar el estado de sitio corresponde en exclusiva al Congreso de los
Diputados, por mayoría absoluta, determinando el ámbito territorial, la duración y las condiciones,
siempre a propuesta del Gobierno.
Efectos
El Estado de sitio acumula los efectos de los dos estados anteriores, más la suspensión de las
garantías jurídicas del detenido del art 17 CE.
El Gobierno asumirá todas las facultades extraordinarias previstas en la propia declaración y en la LO
del estado de sitio, y designará la autoridad militar que, bajo la dirección del Ejecutivo, ejecute las
medidas que procedan.
Designada la autoridad militar, publicará y difundirá los oportunos bandos que contengan las
medidas necesarias.
La declaración del estado de sitio puede determinar que algunos delitos comunes queden bajo la
jurisdicción militar.
5.1 - Concepto
Tiene la finalidad de evitar la necesaria declaración del estado de excepción o de sitio para suspender
derechos cuando se trate de investigar actos cometidos por bandas armadas o elementos
terroristas.
Sobre la suspensión del secreto de las comunicaciones, éstas podrán ser interceptadas por la
autoridad gubernativa sin autorización judicial, debiendo comunicar inmediatamente la intervención
al juez, quien podrá revocarla.
La trascendencia del modelo de Estado de Derecho radica en que sólo en el seno de una organización
política que postule y defienda los principios democráticos, que proteja la libertad y la dignidad de la
persona, pueden explicarse reivindicaciones y derechos que en otros regímenes carecerían de
sentido (como la igualdad).
2.2 – La igualdad en el Estado liberal y en el Estado social: igualdad formal e igualdad real
En el Estado liberal de Derecho, la igualdad se articuló en torno al concepto de igualdad formal,
entendida como igualdad ante la ley, que se proyecta en dos dimensiones:
1. La igualdad jurídica de todos los ciudadanos (abolición de privilegios).
2. La generalidad de la ley.
Esta concepción de igualdad ante la ley resultó insuficiente, aunque no puede afirmarse que resultó
ineficaz.
La igualdad en la ley vincula al legislador de la ley y del reglamento, y se vulnera cuando la norma
distingue, sin justificación razonable, supuestos de hecho iguales.
La igualdad en la aplicación del Derecho vincula al operador jurídico que debe aplicar la norma. Se
vulnera la igualdad en la aplicación de la ley cuando un operador jurídico interpreta la norma en un
supuesto concreto de manera distinta (perjudicial) a como lo venía haciendo en casos anteriores
sustancialmente iguales.
La igualdad en el contenido de la ley no significa la obligación de que la norma dé siempre y en todo
caso un trato idéntico a todos los supuestos similares. La igualdad ante la ley no opera respecto de
personas o grupos que se rigen por estatutos distintos. Resulta así compatible con un trato
diferenciado, siempre que las situaciones o sujetos posean algún rasgo distintito que justifique la
distinción.
El TC se ha apoyado en la igualdad como valor supremo para resolver casos concretos. Ello se traduce
en la eficacia derogatoria de la CE de todas aquellas disposiciones que no son susceptibles de
reconducirse al marco constitucional por vías interpretativas, y la de la extensión del amparo que el
principio de igualdad reclama a todas aquellas situaciones de desigualdad que persistan a la entrada
en vigor de la CE.
La propia fórmula del Estado social y democrático de Derecho y los principios del art. 9.2 CE se
proyectan sobre la igualad como criterios interpretadores que permiten determinar si, en el caso
concreto, ha habido o no discriminación.
El art 37 de la LO 1/2004 da nueva redacción al art. 153.1 CP que tomaba en cuenta el sexo del
agresor a efecto de imposición de pena. Este precepto fue cuestionado ante el TC al considerarse
que, en materia panel, no cabía esta distinción. El TC resolvió la cuestión de inconstitucionalidad
estableciendo un nuevo subtipo agravado para un círculo de personas más restringido, con la
siguiente redacción: “El que por cualquier medio o procedimiento causare a otro menoscabo
psíquico o una lesión no definidos en este Código, o golpease y maltratase de obra a otro sin causarle
lesión, cuando la ofendida sea o haya sido esposa, o mujer que esté o haya estado ligada a él por una
análoga relación de afectividad, aún sin convivencia, o persona especialmente vulnerable”.
A efectos de este artículo del CP, el legislador fundamenta la distinción entre hombre y mujer en su
voluntad de sancionar más unas agresiones que entiende son más graves y más reprochables
socialmente.
En sentencias diversas, el TC equipara al hombre en los derechos que tenían algunas mujeres por
distintas razones, eliminando así la diferencia de trato favorable que las mujeres recibían de algunas
normas. También declaró inconstitucional el establecimiento de la Ley de la Seguridad Social de que
sólo las viudas podían tener derecho a percibir pensión de viudedad.
Estas resoluciones pusieron fin a la aplicación de normas protectoras para las mujeres con las que
existía el peligro de que se consolidara una posición de inferioridad de éstas en el mundo laboral,
peligro señalado por el TC, que estableció que la prohibición de discriminación por razón de sexo
exige la eliminación en principio de las normas protectoras del trabajo femenino, que pueden
suponer un obstáculo para el acceso real de la mujer al empleo en igualdad de condiciones que los
varones.
Podríamos decir que las acciones positivas tienen su fundamento constitucional en lo que hemos
denominado la igualdad promocional.
Resulta necesario diferenciarlas de las acciones protectoras. El sujeto de la acción positiva no es un
individuo (mujer) débil, sino un individuo (mujer) postergada socialmente.
Las acciones positivas en sentido estricto o moderado tienden a situar al sexo minusvalorado en la
misma posición de partida que el otro sexo en relación con el ejercicio de sus derechos o el acceso a
bienes y servicios. Se trata de garantizar mínimamente la igualdad de oportunidades y nivelar la
desigualdad en origen.
4.1 - Introducción
En 2007 se aprobó la LO para la igualdad efectiva de mujeres y hombres. Las CCAA han sido
especialmente receptivas sobre este tema y han elaborado leyes de igualdad, además de las
específicas sobre esta materia incorporadas en los EEAA reformados. Dicha ley incorpora dos
directivas al OJ: igualdad de trato y aplicación del principio de igualdad de trato entre hombres y
mujeres en cuanto al acceso al empleo, a la formación y a las capacidades profesionales y las
condiciones de trabajo.
4.9 - Educación
Los currículos de hombres y mujeres serán valorados en las mismas condiciones de igualdad y se
facilitará la incorporación de la mujer en los diferentes niveles de dirección y supervisión educativa.
También se aplicará en el ámbito de la actividad artística y creación y producción intelectual.
4.13 - Protección
La igualdad entre hombres y mujeres es un principio informador del OJ, por lo que cualquiera puede
recabar su tutela ante los tribunales. Corresponde a las personas físicas y jurídicas con interés
legítimo recabar esa tutela.
El TC concluyó que tanto la LO de Régimen Electoral donde se postulaba la paridad entre hombres y
mujeres en las listas electorales, como la Ley para la igualdad de hombres y mujeres aprobada por la
Comunidad Vasca, ponen de relieve la búsqueda de la igualdad formal y material entre hombres y
mujeres, y constituye una pieza fundamental del Derecho internacional y de los Derechos Humanos.
Con el art 15 comienza la Sección 1ª, Capítulo II, Título I CE, que recibe el título de “Derechos
fundamentales y libertades públicas”. La CE ha otorgado a estos derechos y libertades las máximas
garantías del ordenamiento constitucional, incluida la reserva de LO para su desarrollo y el recurso
de amparo ante el TC.
Para un sector doctrinal, el derecho a la vida es el presupuesto físico para el ejercicio de los demás
derechos y libertades, ya que sin la existencia física no cabe ejercicio de ningún otro derecho.
Así entendido, el derecho a la vida debería ser un derecho de carácter absoluto en tanto su
restricción llevaría a la eliminación del sujeto.
Por otro lado, el mismo art 15 prohíbe la tortura y los tratos inhumanos o degradantes y se declara
abolida la pena de muerte, salvo lo dispuesto por leyes penales militares en tiempos de guerra.
2 – EL DERECHO A LA VIDA
Podríamos afirmar que no es necesaria la condición jurídica de persona para obtener la protección
del OJ constitucional, pero, de igual manera, puede sostenerse que la respuesta del OJ en orden a
proteger la vida humana puede diferir en razón de los distintos estadios biológicos.
La CE se refiere a la persona ya nacida en relación con la titularidad de los derechos y libertades, tesis
que parece confirmarse en la STC de despenalización de ciertos supuestos del aborto en la que el TC
negó la titularidad del derecho a la vida reconocido en el art 15 CE.
El TC reconoció que los derechos no son absolutos, ni siquiera el derecho a la vida, y que, en
consecuencia, podía ceder ante determinadas situaciones de conflicto con otros derechos de la
mujer.
España ha adoptado el sistema de indicaciones en relación con el aborto. Para esta tesis, la vida es
un valor en sí misma y merece protección, pero en determinadas circunstancias no puede exigirse a
la mujer la continuación del embarazo.
En la CE puede defenderse la existencia del derecho a la libertad como “derecho autonomía que, en
principio, postula la no injerencia de los poderes públicos en la esfera de autonomía personal”.
Esta interpretación del derecho a la libertad permita dar solución, además de a los problemas
derivados de la reproducción artificial, a otros varios como los concernientes a la donación de
órganos, tratamientos médicos, eutanasia, etc.
3.1 - Concepto
El derecho a la integridad física y moral protege a la persona contra:
1. Cualquier acción que lesione su cuerpo.
2. Cualquier acción relativa a su cuerpo realizada sin su consentimiento.
3. Cualquier acción que perturbe o lesione su integridad moral o psicológica.
La Carta de DFUE incluye una serie de supuestos concretos para la protección de la integridad física
en el marco de la medicina y la biología, disponiendo que se respetarán en particular:
1. El consentimiento libre e informado de la persona de que se trate, de acuerdo con la ley.
2. La prohibición de las prácticas eugenésicas, en particular las que tienen como finalidad la
selección de las personas.
3. La prohibición de que el cuerpo humano o partes del mismo sean objeto de lucro.
4. La prohibición de clonación reproductora de seres humanos.
Un caso particular son las pruebas biológicas de paternidad, en las que el TC ha declarado
prevalentes el interés social, el orden público y el derecho de los menores, sobre el derecho del
particular.
Supuesto semejante es el de los registros corporales, respecto de los cuales el TC señala que el
derecho a la integridad física y moral no queda vulnerado cuando tales registros deban realizarse en
el marco de una prueba judicial, prevista por la ley y acordada por la autoridad judicial, respetando el
principio de proporcionalidad.
En el mismo sentido, el TC ha matizado su posición en los casos de extracción de cabellos y fluidos.
4.1 - Concepto
El art 15 CE prohíbe las torturas y los tratos inhumanos o degradantes.
Las torturas y los tratos inhumanos o degradantes son “nociones graduadas de una misma escala,
que en todos sus tramos denotan la causación, sean cuales fueran los fines, de padecimientos
físicos o psíquicos ilícitos e infligidos de modo vejatorio para quien los sufre”.
En el caso más leve vulnerará el derecho a la integridad física y moral y, en el más grave, atentará
contra el derecho a la vida, si se llegara a causar la muerte.
4.2 - Ámbito
Respecto de la prohibición de las torturas y de los tratos inhumanos o degradantes, es jurídicamente
relevante determinar en cada caso si las acciones infligidas al sujeto constituyen o no torturas o
tratos inhumanos o degradantes.
Vulneran lo establecido en el art 15 CE las penas de innecesaria intensidad que puedan considerarse
inhumanas o atentatorias a la dignidad de la persona. En ocasiones, las acciones producidas sobre el
sujeto no pueden ser consideradas como actos de tortura o tratos inhumanos (intervenciones
médicas).
5.1 - Concepto
La pena de muerte consiste en la privación de la vida. En muchos países se avanza hacia su abolición,
pero no se ha logrado en otros muchos.
Los OJ muestran básicamente tres posiciones en relación a la pena de muerte:
1. Abolición de la pena de muerte para todos los delitos.
2. Abolición para los delitos comunes, pero manteniéndola para delitos o situaciones
específicas.
3. Mantenimiento de la pena de muerte tanto para delitos comunes como de otra naturaleza.
España mantuvo la pena de muerte (salvo en la II República) hasta la aprobación de la CD 1978, que
elevó a rango constitucional la abolición de la pena de muerte, salvo la previsión relativa a las leyes
penales militares.
Hay que distinguir las diferentes libertades reconocidas por el art 16 CE, ya que este precepto
constitucionaliza cuatro derechos o libertades distintas: la libertad ideológica, la religiosa, la de culto
y el derecho a no declarar sobre la propia ideología, religión o creencia.
Aunque la CE les otorgue iguales garantías, la diferencia resulta procedente pues el contenido
esencial de cada uno de estos derechos es distinto y, por ello, también lo serán los límites a su
ejercicio que puedan resultar legítimos.
2 – LA LIBERTAD IDEOLÓGICA
2.1 - Concepto
Esta libertad se manifiesta en tres aspectos:
1. Una garantía e inmunidad que protege al sujeto contra las perturbaciones de esa esfera de
libertad por parte de los poderes públicos.
2. Una garantía de libre manifestación de sus opciones ideológicas.
3. Una garantía contra las perturbaciones de terceros.
Esta libertad tiene una dimensión interna, el derecho a adoptar una determinada posición
intelectual ante la vida, y una dimensión externa, el derecho a expresar las propias ideas sin sufrir
sanción por ello ni padecer la injerencia de los poderes públicos.
3.2 - Concepto
La CE dio paso a un Estado aconfesional al afirmar que ninguna confesión religiosa tendrá carácter
estatal. La consecuencia es que los valores, principios o preceptos de ninguna religión pueden servir
de parámetro ni de orientación a la legislación civil.
La libertad religiosa garantiza al sujeto la posibilidad de actuar con total independencia en este
campo y sin injerencias de los poderes públicos.
Sin embargo, este principio de aconfesionalidad en la CE es matizado en orden a exigir a los poderes
públicos que tengan en cuenta las creencias religiosas de la sociedad española, manteniendo las
correspondientes relaciones de cooperación con la Iglesia católica y con las demás confesiones. Así,
el Estado ha suscrito Acuerdos con la Santa Sede y con otras confesiones.
En las relaciones que el Estado debe mantener con las distintas confesiones religiosas, el derecho de
libertad religiosa aparece como presupuesto tanto de los acuerdos celebrados entre la Iglesia
católica y el Estado como de los tres acuerdos posteriores con confesiones no católicas. Todos ellos
aparecen redactados en el sentido de tutela de los derechos comunitarios antes que de los derechos
individuales.
La libertad religiosa ha sido desarrollada por la LO de Libertad Religiosa y ha recibido un amplio
desarrollo normativo.
La LORL determina que para la aplicación real y efectiva de estos derechos, los poderes públicos
adoptarán las medidas necesarias para facilitar la asistencia religiosa en los establecimientos
militares, hospitalarios, penitenciarios y otros bajo su dependencia, así como la formación religiosa
en centros docentes públicos.
El TC afirma que la libertad religiosa comprende la libertad de expresar una concreta opción
confesional en el ámbito social, y a la libertad ideológica le corresponde el correlativo derecho de
expresarla.
También señala el TC que el derecho constitucional a no declarar las creencias, principios religiosos e
ideología no resulta vulnerado cuando el propio sujeto solicitara una prestación o exención al Estado,
como era el caso del objetor de conciencia para ser eximido de un deber constitucional.
5 – LA OBJECIÓN DE CONCIENCIA
5.1 - Concepto
La objeción de conciencia es toda pretensión contraria a la ley motivada por razones axiológicas.
Los elementos necesarios son:
1. La existencia de una norma jurídica, con un contenido que pueda afectar a las creencias
religiosas o morales del individuo, cuyo contenido no puede obviarse sin incurrir en sanción.
2. La existencia de un dictado inequívoco de la conciencia individual opuesto al mandato
jurídico.
3. La ausencia en el OJ de normas que permitan diluir el conflicto entre la norma y la conciencia
individual.
4. La manifestación del propio sujeto sobre el conflicto surgido entre la norma y su conciencia,
sin que sea relevante la mera presunción sobre la existencia de conflicto.
En nuestro OJ la objeción no puede recibir una idéntica regulación, puesto que los diversos tipos de
objeción no poseen un único estatus constitucional.
5.4 - Titularidad
La titularidad de la exención de un deber por reconocimiento de una causa de objeción de conciencia
corresponde exclusivamente a la persona física por tratarse, en todo caso, de situaciones
personalísimas que no pueden darse en el caso de personas jurídicas.
Hay que señalar que los extranjeros pueden ser titulares del derecho por la clara similitud con lo
establecido respecto de las libertades religiosas e ideológicas, que les corresponden en los mismos
términos que a los españoles.
La prisión provisional es la privación de libertad, también provisional, pero de carácter más estable y
de ámbito temporal mayor. Es una medida cautelar de carácter excepcional, ya que supone una
privación de libertad que no tiene como fin “la simple averiguación de los hechos o la realización de
diligencias”, pero tampoco responde al cumplimiento de una condena.
3 – LOS DERECHOS DEL ART 25 CE: PRINCIPIO DE LEGALIDAD Y DERECHOS DEL PRIVADO
DE LIBERTAD
El art 25 CE establece que nadie podrá ser condenado o sancionado por acciones u omisiones que, en
el momento de producirse, no constituyan delito, falta o infracción adva, según la legislación vigente
en aquel momento.
En cuanto a los derechos del privado de libertad, el art 25 CE declara que las penas privativas de
libertad y las medidas de seguridad deben estar orientadas a la reeducación y reinserción social.
Este precepto prohíbe, además, los trabajos forzados.
Estos derechos tienen límites directamente relacionados con la seguridad ciudadana y pueden ser
restringidos en los supuestos de declaración del estado de sitio o excepción, en caso de huelga,
porque la persona afectada sea menor de edad o incapaz y estar sometida a la patria potestad o a
tutela, así como en todos los supuestos de privación o restricción de libertad derivados de acciones
policiales y/o judiciales previstas en la ley.
Además, las libertades de circulación y residencia tienen otro de sus límites en el respeto a la
propiedad privada.
En cuanto a su titularidad, corresponde a los españoles y, en los términos señalados en los tratados
y la ley, a los extranjeros. Respecto de las personas jurídicas, sólo cabe predicar la libertad de
residencia.
Los derechos recogidos en el art 18 CE protegen la esfera más privada del individuo. Los dos
principales son el derecho a la intimidad y el derecho al honor, ya que la inviolabilidad del domicilio,
el secreto de las comunicaciones y la limitación de la informática pueden considerarse comprendidos
en el derecho a la intimidad, mientras que el derecho a la imagen parece ubicarse en el ámbito del
derecho al honor.
El legislador ordinario ha desarrollado estos derechos en una sola norma: la LO de protección civil
del derecho al honor, a la intimidad personal y familiar y a la propia imagen.
2 – EL DERECHO AL HONOR
El concepto de derecho al honor se relaciona con la reputación y fama de una persona, su prestigio
profesional o su dignidad personal.
La caracterización conceptual del derecho al honor se ha visto completada por dos elementos
definidores de su contenido:
1. La íntima conexión entre del derecho al honor y la dignidad de la persona
constitucionalizada en el art 10 CE.
2. Y su carácter personal, que hace del derecho al honor un derecho de las personas
individualmente consideradas.
Pueden ser titulares del derecho al honor tanto las personas físicas como las jurídicas.
Para resolver estos conflictos, la jurisprudencia constitucional ha sentado tres criterios convergentes:
1. Valorar el tipo de libertad ejercitada, tomando en consideración el papel preponderante del
derecho a la información.
2. Considerar el interés público de la información en los casos de conflicto entre el derecho al
honor y el derecho a la información.
3. La condición de personaje público de quien alega la vulneración de su derecho al honor.
El derecho a la intimidad personal y familiar permite al sujeto mantener su ámbito personal y familiar
fuera de la acción y conocimiento de terceros.
Ni la CE ni la LO definen en qué consiste la intimidad. Para concretar su alcance debemos acudir a la
interpretación que se ha hecho de este derecho y a sus implicaciones y relaciones con otros bienes y
derechos.
En cuanto a su titularidad, pueden serlo las personas físicas, tanto nacionales como extranjeras.
Por las peculiaridades de este derecho, conviene distinguir entre la persona física privada y aquella
que posee cierta relevancia pública. En estos casos, el derecho a la intimidad puede verse matizado.
Destacar la dificultad para otorgar la titularidad de este derecho a las personas jurídicas, ya que no
son titulares de derecho de la personalidad y no tienen ámbito de vida privada personal o familiar
que pudiera verse hipotéticamente vulnerado.
Este derecho es, en cierta medida, una manifestación tanto del derecho al honor como del derecho a
la intimidad personal. Por ello, la perturbación de la propia imagen puede dañar también el honor.
El uso de la imagen de una persona sin su autorización puede vulnerar el derecho a su intimidad. El
derecho a la propia imagen comprende, en suma, el derecho a controlar la difusión del aspecto más
externo: el de la figura humana.
Sólo las personas físicas pueden ser titulares de este derecho. Las personas jurídicas no pueden serlo
por las connotaciones físicas que conlleva el mismo.
No se aprecia vulneración de estos derechos cuando haya consentimiento por parte del sujeto,
consentimiento que puede ser revocado en cualquier momento.
La protección del derecho a la intimidad de los ciudadanos requiere que éstos puedan conocer la
existencia de aquellos ficheros automatizados donde las AAPP conservan datos de carácter personal
que les conciernen, así como cuáles son esos datos personales en poder de las autoridades.
La ley debe proteger este derecho regulando las debidas garantías.
La Ley de Protección de Datos de carácter personal se puede sintetizar en los siguientes puntos:
1. La tutela se atribuye y organiza al margen de la distinción público-privado.
2. La toma en consideración acerca de si el tratamiento de datos es automatizado o no.
3. Las reglas de protección y tutela en función de que los datos se obtengan con o sin el
consentimiento del afectado.
4. La relevancia máxima del consentimiento.
5. Las medidas para que el sujeto recupere el control sobre la información que le afecte,
cuando esta hubiera sido obtenida por terceros sin su consentimiento. Para ello se reconoce
al sujeto:
a. El derecho a ser informado de la recogida de los datos personales.
b. El derecho a oponerse a que sean tratados y almacenados.
Según la CE, se pueden considera domicilios algunas propiedades que no son exactamente una casa
o un piso, como terrenos privados, una tienda de campaña, la habitación de un hotel, etc.
En cuanto a su titularidad, pueden serlo tanto las personas físicas como las jurídicas.
Este derecho otorga al sujeto la posibilidad de mantener fuera del conocimiento de otros las
comunicaciones realizadas por cualquier medio, en especial por vía postal, telegráfica, telefónica o
email.
El secreto de las comunicaciones queda violado tanto si se intercepta la comunicación como si se
toma conocimiento del contenido aunque el mensaje llegue a su destinatario. Por otro lado, este
derecho cubre tanto el contenido del mensaje como otros datos igualmente relevantes, como la
identidad de los interlocutores.
En cuanto a su titularidad, pueden serlo tanto las personas físicas como las jurídicas. También
corresponde a los menores de edad en el ámbito familiar, aunque la doctrina se ha manifestado a
favor de reconocer también el derecho de los padres a controlar las comunicaciones de sus hijos.
El secreto de las comunicaciones goza también de protección penal.
1.1.2 – Obligaciones
La Ley establece la obligación de suministrar información relevante, estableciendo que todas las
personas físicas y jurídicas estarán obligadas a suministrar a la Admón u organismo que corresponda,
toda la información que se les requiera. Esta obligación se extiende también a los adjudicatarios de
contratos del sector público.
Igualmente, la Ley establece la obligación de publicar y hacer accesible la información relevante de
carácter institucional, organizativa y de planificación. Los sujetos incluidos en este ámbito de
aplicación deben hacer pública, como mínimo, la información relativa a los actos de gestión adva con
repercusión económica o presupuestaria relativa a convenios, contratos, subvenciones y ayudas,
retribuciones percibidas anualmente por altos cargos o declaraciones de compatibilidad.
2 – LA LIBERTAD DE EXPRESIÓN
Respecto a su titularidad, corresponde tanto a personas físicas como jurídicas. Les corresponde a
todos los ciudadanos y les protege frente a cualquier injerencia de los poderes públicos, incluso
frente a la propia ley cuando ésta intente fijar otros límites que los admitidos en la propia CE.
2.2 – Posición preferente de la libertad de expresión y del derecho a la información sobre otros
derechos
El TC ha acuñado la doctrina de la posición preferente de la libertad de expresión y del derecho a la
información en su concurrencia con otros derechos.
La jurisprudencia del TC ha indicado que el valor preponderante de las libertades del art 20 CE sólo
puede ser apreciado y protegido cuando se ejercitan en conexión con asuntos que son de interés
general, por las materias y por las personas, y que contribuyan a la formación de la opinión pública.
Las libertades del art 20 CE no sólo son derechos fundamentales de cada persona, sino que también
significan el reconocimiento y garantía de la opinión pública libre, que es una institución ligada de
manera inescindible al pluralismo político, valor esencial del Estado democrático.
3.1 - Concepto
El derecho a la información comprende la transmisión de datos y noticias veraces. El requisito de
veracidad es esencial en su configuración jurídica.
Al respecto, la LO del Derecho de Rectificación establece que: “toda persona natural o jurídica tiene
derecho a rectificar la información difundida por cualquier medio de comunicación social, de hechos
que le aluden, que considera inexactos y cuya divulgación pueda causarle perjuicio”.
El derecho de rectificación debe ejercitarse mediante escrito de rectificación dirigido al Director del
medio de comunicación, dentro de los siete días naturales siguientes al de su publicación.
3.3 - Titularidad
El derecho a comunicar información corresponde a todas las personas.
De este derecho pueden ser titulares las personas jurídicas, como las empresas dedicadas a la
información y a la comunicación.
En cuanto al secreto profesional, permite al informador negarse a desvelar sus fuentes informativas
a través de las que ha obtenido la noticia frente a la propia empresa, los poderes públicos y frente a
terceros. El titular es el informador.
Este derecho es una concreción del derecho a expresar y difundir libremente pensamientos, ideas y
opiniones. Aunque se enuncia constitucionalmente como un solo derecho, los aspectos protegidos
son plurales.
Así, queda protegido el derecho a la producción, a la creación intelectual, literaria, artística,
científica o técnica.
La Ley aborda entre otros muchos aspectos, la regulación de la gobernanza del sistema español de
ciencia, tecnología e innovación; lo relativo al personal investigador; las medidas para la difusión y
transparencia de los resultados de la investigación y producción científica y técnica; y el fomento y
coordinación de la investigación científica y técnica en la AGE.
5 – LA LIBERTAD DE CÁTEDRA
La libertad de cátedra se constituye en unos de los derechos más relevantes de la actividad de los
docentes y protege las actividades investigadoras y docentes a través de un conjunto de garantías
que aseguran:
1. La ausencia de perturbaciones en el ejercicio investigador y docente.
2. La autonomía y participación y facultades de actuación respecto a dicho ejercicio.
El TC ha señalado que son titulares de este derecho todos los docentes, cualquiera que fuera el
nivel de enseñanza en que se desenvuelvan sus actividades, y en la doble vertiente de libertad
docente y libertar investigadora.
Se trata de una libertad frente al Estado, cuyo contenido puede verse modulado en función de:
1. La naturaleza pública o privada del centro docente.
2. El nivel o grado educativo al que corresponde el puesto docente.
En los centros públicos, la libertad de cátedra tiene un contenido negativo uniforme que habilita al
docente para resistir cualquier mandato de dar a su enseñanza una orientación ideológica
determinada.
En el nivel de enseñanza universitaria alcanza su máxima expresión, pues es más amplia por la
madurez del alumno y del contenido más reglado del mensaje educativo.
7.1 – Concepto
La educación implica un proceso instructivo y formativo que determinados sujetos realizan sobre
otros, disponiendo para ello de un determinado grado de conocimientos y de autoridad
institucionalmente reconocida.
La LOGSE configura el sistema educativo conforme a los valores y principios de la CE, asentado en el
respeto de los derechos y libertades reconocidos en ella, y conforma a la LO del Derecho a la
Educación (LODE).
La LODE establece que todos los españoles tienen derecho a una educación básica que les permita el
desarrollo de su propia personalidad y la realización de una actividad útil a la sociedad. La educación
será obligatoria y gratuita en el nivel de educación general básica.
La LODE dispone que la educación estará orientada por los principios y derechos constitucionales
para el cumplimiento de los siguientes fines:
1. Pleno desarrollo de la personalidad del alumno.
2. Formación en el respeto de los derechos y libertades fundamentales y en el ejercicio de su
tolerancia.
3. Adquisición de hábitos intelectuales y técnicas de trabajo, así como de conocimientos
científicos, técnicos, humanísticos, históricos y estéticos.
4. Capacitación para el ejercicio de actividades profesionales.
5. Formación en el respeto de la pluralidad lingüística y cultural de España.
6. Preparación para participar activamente en la vida social y cultural.
7. Formación para la paz, la cooperación y la solidaridad entre los pueblos.
8 – LIBERTAD DE ENSEÑANZA
La LODE establece que dicha Ley regirá para todos los centros docentes, salvo los universitarios. Esta
Ley distingue entre centros privados y centros públicos.
En cuanto a su titularidad, corresponde tanto a las personas físicas como a las jurídicas. La
atribución de esta libertad a los extranjeros depende de lo que la ley determine al efecto.
1.1 - Concepto
La LO del Derecho de Reunión establece que, a los efectos de la propia Ley, “se entiende por reunión
la concurrencia concertada y temporal de más de veinte personas, con finalidad determinada”.
La Ley ha optado por el número de veinte personas como podría haber optado por otro. Es
indiferente el lugar en que concurran las personas, si bien, según sea o no de tránsito público, el
régimen será distinto.
Junto a las reuniones, la CE cita las manifestaciones. Ambas pertenecen a la misma categoría,
aunque la manifestación es una especie concreta de reunión en la que, junto con la unión de varias
voluntades en busca de un fin común, debe darse también la “publicidad del problema o la defensa
de intereses, no ya en el ámbito de los propios manifestantes, sino ad extra, a modo de mensaje
dirigido a los restantes ciudadanos y/o poderes públicos”.
La CE sólo ampara las reuniones pacíficas y sin armas y requiere, además, que la intención de ejercer
este derecho sea notificada a la autoridad gubernativa, si está previsto que la manifestación
transcurra por la vía pública.
La autoridad gubernativa asume la obligación de proteger las reuniones y manifestaciones frente a
quienes traten de impedir o menoscabar el lícito ejercicio de este derecho.
1.2 – Titularidad
La titularidad de este derecho pertenece a las personas físicas. La LO del derecho de reunión
menciona a las personas jurídicas, pero para atribuirles la responsabilidad que corresponda a
promotores y organizadores, no como titulares del derecho de reunión.
2 – DERECHO DE ASOCIACIÓN
La organización interna y el funcionamiento de las asociaciones deben ser democráticos, con pleno
respeto al pluralismo, declarando nulos de pleno derecho los pactos, disposiciones estatutarias y
acuerdos que desconozcan cualquiera de los aspectos del derecho fundamental de asociación.
En cuanto a su titularidad, no se especifica en la CE, pero la LO del derecho asociación establece que
todas las personas tienen derecho a asociarse libremente para la consecución de fines lícitos y
declara que las entidades públicas podrán ejercitar este derecho entre sí o con particulares, de lo que
se deduce que la titularidad corresponde tanto a personas físicas como jurídicas.
3 – PARTIDOS POLÍTICOS
3.1 - Concepto
Los partidos políticos tienen su fundamento jurídico constitucional en el derecho fundamental de
asociación.
El TC afirmó que un partido es una forma particular de asociación, no son órganos del Estado. Se
trata de asociaciones cualificadas por la relevancia constitucional de sus funciones, que se resumen
en su vocación de integrar, media e inmediatamente, a los órganos titulares del poder público a
través de los procesos electorales.
3.2 - Creación
La LO de Partidos Políticos establece que los españoles podrán crear libremente partidos políticos
conforme a lo dispuesto en la CE y en la propia LO.
La LO consagra la libertad positiva y negativa de afiliación de este tipo específico de asociaciones al
declarar que dicha afiliación es libre y voluntaria.
El legislador ha reservado a los españoles el derecho de crear partidos políticos, ahora bien, dado
que esa reserva debe conectarse con el derecho de participación política de los extranjeros cuando
se les reconozca el derecho de sufragio, tanto activo como pasivo, dicha restricción no puede afectar
al derecho de los extranjeros a afiliarse a los partidos políticos ya constituidos, ni traducirse en
ninguna limitación de los derechos derivados de la afiliación.
El Ministerio del Interior inscribirá al partido político en los 20 días siguientes y, si se aprecian
defectos formales, se informará a los promotores para que lo subsanen, dando un nuevo plazo de 20
días para ello.
Si de la documentación se deducen ilícitos penales, el Ministro del Interior queda obligado a dar
traslado al MF dentro del plazo de 20 días.
Los afiliados a los partidos sólo podrán ser expulsados o sancionados con privación de derechos
mediante un procedimiento contradictorio, en el que se respeten las garantías necesarias y el
derecho a la defensa del afiliado.
Procedimiento
Legitimidad
La iniciativa para instar la disolución judicial de un partido corresponde al Gobierno y al MF, aunque
el Congreso o el Senado pueden instar al Gobierno para que inicie el trámite oportuno. El Gobierno
queda obligado a tramitar la solicitud, previa deliberación del Consejo y con apoyo en alguna causa
de disolución de las recogidas en la LO de Partidos Políticos.
Inicio
El procedimiento se iniciará mediante demanda presentada ante la Sala Especial del TS, a la que se
adjuntarán los documentos que acrediten la concurrencia de los motivos de ilegalidad.
Sentencia
La Sentencia, que podrá declarar la disolución del partido o desestimar la demanda, no será objeto
de recurso alguno, salvo de amparo ante el TC. Será ejecutiva desde el momento de su notificación.
Si se decreta disolución, la Sala ordenará la cancelación de la inscripción registral del partido, y el
fallo producirá los efectos que determina la LO.
La Sentencia puede declarara también la inexistencia o no de vinculación del partido ilegalizado con
las candidaturas presentadas por las agrupaciones de electores.
Si el Tribunal desestima la demanda, ésta sólo podrá reiterarse si se presentan nuevos elementos de
hecho ante el TS.
Durante la tramitación del proceso, la Sala, de oficio o a instancia de parte, podrá adoptar cualquiera
de las medidas cautelares previstas en la LEC.
4 – DERECHO DE SINDICACIÓN
En cuanto a su titularidad, pertenece tanto a las personas físicas como a las jurídicas. Los
extranjeros en España tendrán el mismo derecho y en las mismas condiciones siempre que obtengan
autorización de estancia o residencia en España.
En cuanto a su titularidad, pertenece a los trabajadores, pero las facultades en que consiste su
ejercicio, en cuanto acción colectiva y concertada, corresponden tanto a los trabajadores como a sus
representantes y a las organizaciones sindicales.
6 – DERECHO DE PETICIÓN
El objeto del derecho de petición podrá referirse a cualquier asunto o materia comprendidos en el
ámbito de competencias del destinatario, con independencia de que afecten exclusivamente al
peticionario o sean de interés colectivo o general.
Este derecho debe ejercitarse por escrito, aunque puede utilizarse cualquier medio, incluso
electrónico, siempre que permita acreditar su autenticidad.
Toda persona física o jurídica, prescindiendo de su nacionalidad, puede ejercer este derecho,
individual o colectivamente, sin que de su ejercicio pueda derivarse perjuicio alguno para el
peticionario. Sin embargo, puede exigirse responsabilidad a quienes, con ocasión del ejercicio del
derecho de petición, incurriesen en delito o falta.
6.2 - Tramitación
La LO del derecho de petición señala el procedimiento para la tramitación de este derecho:
1. Recibido el escrito de petición, la autoridad a la que se dirija procederá a comprobar si se
cumplen los requisitos previstos por la Ley y declarará su inadmisión o tramitará la petición.
2. Si el escrito de petición no reuniera los requisitos, o no reflejara los datos necesarios con la
suficiente claridad, se requerirá al peticionario para subsanar los defectos en un plazo de
quince días. Si no lo hiciera, se tendrá por desistido.
3. Se podrá requerir al peticionario para que aporte datos o documentos complementarios que
obren en su poder o pueda obtener y que resulten imprescindibles para la tramitación. Si el
peticionario no aporta esta documentación, no conllevará la inadmisibilidad de la petición.
El derecho de petición es susceptible de tutela judicial preferente y sumaria y, subsidiariamente, de
recurso de amparo.
1 – DERECHO DE PARTICIPACIÓN
En cuanto al ámbito material de este derecho, se refiere a asuntos públicos, expresión que parece
aludir a la participación política, aunque no agota aquí su contenido, ya que deben incluirse en este
ámbito otras modalidades de participación social, económica, cultural o judicial, siempre que tengan
relevancia pública.
Respecto de su titularidad, corresponde a los ciudadanos, término que alude de forma directa a la
persona física. En cuanto a los partidos políticos, no se les reconoce titularidad, pero se les atribuye
un interés legítimo a que se respeten las condiciones para el ejercicio del sufragio.
Para definir aún más el tipo de mandato de los representantes, la CE establece que los miembros de
las CG no están ligados por mandato imperativo alguno, lo que implica que los representantes no
pueden recibir instrucciones en el desenvolvimiento de su función.
El sistema representativo debe reunir determinados caracteres para que pueda imbricarse en un
sistema democrático:
1. Un sistema democrático para la elección de los representantes, de manera que la
participación del pueblo sea una manifestación libre, igual, directa y secreta.
2. Un sistema de control eficaz de la actuación de los representantes, tanto en los aspectos
jurídicos como respecto de la responsabilidad política, que sólo puede garantizarse a través
de elecciones periódicas.
La iniciativa ciudadana europea viene a completar la clara opción europea por la democracia
representativa.
Para el desarrollo de este derecho se dictaron una serie de Reglamentos directamente aplicables en
todos los EEMM. Partiendo de estas normas, cabe aproximarse a la configuración actual de la
iniciativa ciudadana europea a través de sus principios, su definición, sus promotores y firmantes, y
los aspectos más relevantes de su procedimiento.
2.1 - Principios
Como principios del procedimiento y de los requisitos para la tramitación de una iniciativa
ciudadana, el Reglamento establece la claridad, sencillez y proporcionalidad, de manera que se
fomente la participación de los ciudadanos y la Unión sea accesible. Así se obliga a garantizar a todos
los ciudadanos de la Unión condiciones similares a la hora de apoyar una iniciativa ciudadana,
independientemente del EM al que pertenezca.
2.2 - Definición
El Reglamento define la iniciativa ciudadana como aquella presentada a la Comisión por la que se
invita a ésta a presentar una propuesta adecuada sobre cuestiones acerca de las cuales los
ciudadanos estimen que se requiere un acto legislativo de la Unión, para los fines de aplicación de
los Tratados, siempre que hayan recibido el apoyo de más de un millón de firmantes (con
capacidad) y procedan de, al menos, ¼ parte de los EEMM.
La iniciativa ciudadana europea tiene como interlocutor a la Comisión Europea, mientras que en los
EEMM, en general, el interlocutor es el Parlamento.
Respecto de los organizadores de la iniciativa, se establece que sean personas físicas y que se
constituyan en un comité de ciudadanos de, como mínimo, siete miembros residentes en al menos
siete EEMM (cada uno de una nacionalidad distinta).
El Reglamento exige una serie de datos mínimos para poder registrar una iniciativa ciudadana. Si, por
incumplimiento de estos requisitos, la Comisión rechaza el registro, ha de informar a los
organizadores de las razones y de los posibles recursos de que disponen para oponerse a él.
Si se retira la iniciativa, debe quedar constancia de la misma en el Registro.
El Reglamento habilita para que los organizadores puedan disponer de un trámite de audiencia
pública con las instituciones y órganos de la Unión, previamente a que la Comisión se pronuncie.
3.1 – El referéndum
El referéndum es un instrumento de participación directa que permite someter al pueblo una
consulta concreta o un texto normativo legislativo. En este último caso, recibe el nombre de
referéndum legislativo, o constituyente cuando versa acerca de la CE o sus reformas.
En todos los casos, el referéndum se celebra por sufragio universal, igual, directo, libre y secreto.
La circunscripción será la provincia y, a estos efectos, constituirán circunscripción electoral las
ciudades de Ceuta y Melilla.
El referéndum consultivo
Las decisiones políticas de especial trascendencia podrán ser sometidas a referéndum consultivo de
todos los ciudadanos. Este referéndum es convocado por el Rey a propuesta del Presidente del
Gobierno, previa autorización del Congreso de los Diputados adoptada por mayoría absoluta.
En términos generales, el referéndum se somete al régimen electoral general en lo que no se aponga
a la LO sobre regulación de las distintas modalidades de referéndum.
El proceso de democracia directa en que consiste el referéndum se articula a través de los grupos
políticos, en similares términos a como se producen los procesos electorales.
En cuanto al contenido de la pregunta, la CE señala que versará sobre decisiones políticas de
especial trascendencia. En principio pues, queda excluida la posibilidad de someter al pueblo un
texto legislativo.
En nuestra Constitución es un instrumento político del Gobierno, asistido por la mayoría absoluta del
Congreso, que previsiblemente sólo se utilizará cuando existan fundadas garantías de lograr un
resultado afirmativo.
Una vez aprobada una reforma constitucional por el procedimiento agravado, será sometida a
referéndum para su ratificación. La aprobación del proyecto por este procedimiento y la necesidad
de celebrar el referéndum deben ser comunicadas por las CG al Presidente del Gobierno, que queda
obligado a tramitar dicha convocatoria dentro del plazo de 30 días y a su celebración dentro de los 60
días siguientes.
El resto del articulado no comprendido en las materias de la reforma agravada, queda sujeto al
procedimiento de reforma ordinario. Aprobada la reforma por las CG, será sometida a referéndum
cuando así lo soliciten, al menos, 1/10 parte de los miembros de cualquiera de las Cámaras. Se
trata pues de un referéndum facultativo para los parlamentarios. Si éstos no solicitaran el
referéndum en el plazo previsto, la reforma se considera concluida.
Materias excluidas
La LO relaciona una serie de materias excluidas de la iniciativa popular legislativa:
1. Las materias propias de LO.
2. Las materias de naturaleza tributaria.
3. Las relativas a la prerrogativa de gracia.
4. Las referidas a la planificación de la actividad económica y a los PGE.
Requisitos
En cuanto a los requisitos, la LO exige que la iniciativa popular legislativa se ejerza mediante la
presentación de una proposición de ley:
1. Consistente en un texto articulado de carácter normativo precedido de una exposición de
motivos.
2. Con una relación de los miembros que componen la Comisión promotora de la iniciativa,
con expresión de los datos personales de todos ellos.
3. Y que dicha propuesta sea avalada, al menos, por 500.000 electores cuyas firmas hayan sido
autenticadas en la forma que la misma ley establece.
Tramitación
La proposición de ley debe depositarse ante la Mesa del Congreso, que examinará la documentación
y se pronunciará sobre su admisibilidad en un plazo de quince días. Son causa de inadmisión aquellas
propuestas que:
1. Versen sobre materias excluidas o materias inconexas entre sí.
2. No hayan cumplido los requisitos establecidos. Si se trata de un defecto subsanable, se
otorgará un mes de plazo a los promotores para que complementen la documentación.
3. Exista previamente en cualquiera de las Cámaras un proyecto o una proposición de ley
sobre el mismo asunto.
4. Sean reproducción de otra iniciativa presentada durante la legislatura.
Una vez que la Mesa del Congreso comunica a los promotores que su proposición de ley ha sido
admitida, comienza el proceso de recogida de firmas, para lo que la LO habilita un plazo de seis
meses, que puede ser prorrogado por tres meses cuando concurra una causa mayor apreciada por
la Mesa. Agotado el plazo sin que se entreguen las firmas, caducará la iniciativa.
4 – ÁMBITO REGIONAL
En el ámbito de las CCAA se han reconocido también el referéndum y la iniciativa popular legislativa
como institutos de iniciativa directa. En cuanto al referéndum, debemos distinguir:
1. El referéndum de iniciativa autonómica.
2. El referéndum de aprobación de los EEAA.
3. El referéndum de reforma estatutaria, así como el referéndum sobre la incorporación de
Navarra al País Vasco.
Este referéndum, al haberse completado el mapa autonómico español con la aprobación de los
Estatutos de Ceuta y Melilla, ha agotado sus posibilidades de aplicación.
4.2 – Referéndum de aprobación de los EEAA elaborados por el procedimiento del art. 151
Para los casos en los que se accedió a la autonomía por vía del art 151, la CE estableció que serían los
Diputados y Senadores pertenecientes al territorio afectado los que elaborarían un proyecto de
Estatuto.
Dicho proyecto se sometía a la Comisión Constitucional del Congreso para que, junto con una
delegación de diputados y senadores que habían redactado el proyecto, alcanzaran una redacción
definitiva del mismo.
Si se alcanzaba el acuerdo, el proyecto debía someterse a referéndum en las provincias
comprendidas en el ámbito territorial del proyectado Estatuto. Tras el voto favorable, las Cámaras
ratificaban el texto y el Rey lo sancionaba y promulgaba como Ley.
Si no se alcanzaba el acuerdo, el texto debía ser tramitado por las CG como proyecto de ley.
Finalizada la tramitación, el proyecto de Estatuto debía ser sometido a referéndum en las provincias
comprendidas en el ámbito territorial afectado. En caso de ser aprobado por mayoría en cada
provincia, se procedía a su promulgación.
5 – ÁMBITO MUNICIPAL
Régimen de Concejo Abierto: Esta institución de democracia directa permite la participación directa
de los vecinos en la adopción de decisiones. Funcionan en Concejo Abierto:
1. Los municipios de menos de 100 habitantes y aquellos que lo usen tradicionalmente.
2. Los que así lo aconsejen, por situación geográfica, mejor gestión de sus intereses u otra
circunstancia.
6.1 - Concepto
Es el conjunto de reglas conforme a las cuales se produce el fenómeno electoral, se asignan los
escaños a los distintos candidatos según la fórmula adoptada y, en su caso, se resuelven los recursos
suscitados.
Todo el sistema electoral debe diseñarse respetando las siguientes reglas básicas:
1. Imparcialidad.
2. Adecuación histórica a las tradiciones e instituciones del país.
3. Control del excesivo fraccionamiento de las fuerzas políticas.
4. Pluralidad de opciones políticas, esencia de la democracia.
6.2 - Elementos
Derecho de sufragio
Es la capacidad que el OJ reconoce a los ciudadanos para participar, mediante su voto, en los asuntos
públicos. Este derecho tiene dos vertientes:
1. Derecho de sufragio activo: capacidad para ser elector y emitir el voto.
2. Derecho de sufragio pasivo: capacidad para ser candidato.
Todos los procesos electorales en España se celebran por sufragio universal de los mayores de 18
años que estén censados y en pleno uso de sus derechos.
Carecen del derecho de sufragio:
1. Condenados por sentencia firme a la pena principal o accesoria de privación del derecho de
sufragio, durante el tiempo que se haya establecido.
2. Declarados incapaces por sentencia firme.
3. Internados en hospital psiquiátrico.
La circunscripción electoral
Es el territorio en el cual los votos emitidos por los electores constituyen el fundamento para el
reparto de escaños a los candidatos, de manera independiente a los votos emitidos en otras zonas
electorales.
Las circunscripciones electorales pueden dividirse en dos grupos básicos:
1. Uninominales, en las cuales está en liza un solo escaño, también llamadas distritos.
2. Plurinominales, en las que deben cubrirse dos o más escaños.
Cuando la circunscripción abarca todo el territorio nacional, hablamos de colegio nacional único.
La forma de la candidatura
Podemos distinguir dos formas de candidatura:
1. Personal, en la que se incluye un solo nombre.
2. En lista, que puede subdividirse en:
a. Listas abiertas: el elector establece el orden de sus preferencias.
b. Listas cerradas: que pueden ser bloqueadas, si el orden de los candidatos no es
variable y el elector sólo puede optar por dar su apoyo o no a la lista completa, o no
bloqueadas, donde el orden es variable.
El Congreso de los Diputados se elige mediante listas cerras y bloqueadas, no así el Senado.
La fórmula del escrutinio (todo el rollo que no pongo porque es un lío gordísimo y nunca sale en los
exámenes)
El Censo electoral está constituido por los ciudadanos que tienen reconocido el derecho de sufragio y
se publica con suficiente antelación a la fecha de celebración de cualquier proceso electoral,
abriéndose un plazo para subsanar posibles errores.
Campaña electoral
Es el periodo de tiempo que habilita el OJ para que los partidos y los candidatos puedan exponer sus
programas políticos a los ciudadanos.
Durante este periodo, los poderes públicos que convoquen un proceso electoral pueden realizar una
campaña de carácter institucional destinada a informar a los ciudadanos sobre la fecha de la
votación, el procedimiento para votar y los requisitos y trámites del voto por correo, pero, en ningún
caso pueden orientar el sentido del voto. La campaña institucional debe realizarse en espacios
gratuitos de los medios de comunicación públicos.
Uno de los problemas fundamentales de la realización de campañas electorales es su financiación.
Los OOJJ han establecido normas a fin de que todos los partidos y candidatos realicen la campaña en
términos de igualdad.
En España, la campaña electoral dura 15 días.
Administración electoral
Cuida de la legalidad del proceso electoral desde su inicio hasta la asignación final de los escaños. El
TC ha afirmado que la administración electoral tiene naturaleza de AAPP.
Está integrada por:
1. Junta Electoral Central
2. Juntas Electorales Provinciales
3. Juntas Electorales de Zona y, en su caso, de CCAA.
4. Mesas electorales.
La CE permite que los Alcaldes sean elegidos por los Concejales o por los vecinos, pero la LOREG ha
optado por la primera opción, determinando que pueden ser candidatos a Alcalde los Concejales que
hubieran encabezado sus respectivas listas electorales.
Si ninguno de los candidatos obtiene mayoría absoluta, es proclamado Alcalde el concejal que
encabece la lista más votada en ese municipio. En caso de empate se resuelve por sorteo.
Senado
Se elegirán cuatro Senadores por provincia, salvo las islas, Ceuta y Melilla.
En las provincias insulares, cada isla que posea Cabildo o Consejo insular propio constituye una
circunscripción a efectos de elección de Senadores.