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Derecho Constitucional II

TEMA 2 – CONSTITUCIONALISMO MULTINIVEL: DERECHOS DE


PRODUCCIÓN INTERNA

1 – CONSTITUCIONALISMO MULTINIVEL: CONCEPTO

El concepto de constitucionalismo multinivel es fruto de la complejidad de los ordenamientos


jurídicos actuales. El multinivel puede configurarse como un paradigma autónomo en el marco del
proceso de integración europeo, dirigido a explicar la complejidad jurídica aplicable a los sistemas
integrados por subsistemas.
La necesidad de interpretación multinivel del ordenamiento no se centra en los niveles de
producción jurídica nacional y europea, sino que requiere integrar otros niveles, tanto internos
(como los OJ de las CCAA en España) como externos (Dº internacional en sentido estricto).

El OJ español es un ordenamiento complejo en el que coexisten normas de distinta jerarquía,


naturaleza, ámbito de aplicación y diferente origen. En nuestro OJ encontramos normas emanadas
del Estado Central, de las CCAA y de organismos o instituciones de ámbito internacional.

El sistema multinivel permite la incorporación al ordenamiento de normas de otros niveles por lo


que, una vez integradas, pasan a ser consideradas normas internas, con independencia de su
procedencia.

2 – CONSTITUCIONALISMO MULTINIVEL Y DERECHOS FUNDAMENTALES

El análisis multinivel aplicado al reconocimiento y protección de los derechos nos permite conocer la
real situación de estos en un OJ integrado por diferentes niveles.
El Dº internacional ha dedicado sus esfuerzos a la consolidación del reconocimiento y protección de
los derechos con clara aspiración universal. La UE ha recorrido un largo camino hasta lograr disponer
de un elenco propio y codificado de derechos fundamentales: la Carta de Derechos Fundamentales.
Al que la Carta ha ensanchado y formalizado el multinivel español de producción externa en materia
de derechos, las reformas de varios EEAA caracterizadas, entre otros aspectos, por la incorporación
de un catálogo propio de derechos, ha ampliado el multinivel español de producción interna. Todas
estas aportaciones, externas e internas, han consolidado un sistema multinivel en España de
manifiesta complejidad.
Una adecuada aproximación al sistema multinivel de los derechos en nuestro país nos llevará a
distinguir el nivel constitucional y el nivel legislativo, teniendo en cuenta que este último es, así
mismo, un nivel complejo en la medida en que nos encontramos con legislación de desarrollo de la
CE, EEAA y legislación autonómica.

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3 – Dº DE PRODUCCIÓN INTERNA. LAS FUENTES DEL Dº Y LA CE COMO FUENTE DEL Dº

Entendiendo por fuentes del Dº el origen de las normas jurídicas, se han aceptado como tales el Dº
escrito, la jurisprudencia, la costumbre, los principios generales del Dº y, en el ámbito constitucional,
las convenciones constitucionales.

La Constitución es la primera de las fuentes escritas en nuestro OJ, ya que es la norma sobre la
producción de las normas. Además, es fuente en sentido pleno, al ser origen mediato e inmediato de
derechos y obligaciones.

El OJ se puede definir como un conjunto sistemático de normas. Se rige por diversos principios,
destacando los de:
1. Jerarquía. Clasifica las normas del OJ en función de su rango normativo.
2. Competencia. Distingue las normas en función del órgano que tenga atribuida la facultad de
su elaboración.

El OJ contiene asimismo valores, principios e instituciones que las propias normas expresan o aluden.
En él coexisten normas de diverso rango, así como normas emanadas de centros legislativos de
distintos niveles territoriales.

3.1 – Constitución jurisprudencial del TC


Las resoluciones de los órganos jurisdiccionales en el desarrollo de sus competencias constituyen
también fuente del Dº: la jurisprudencia.

Según el art. 1.1 LOTC, el TC, “como intérprete supremo de la Constitución, es independiente de los
demás órganos constitucionales y está sometido solo a la CE y a la presente LO”.
La CE otorga valor de cosa juzgada a las sentencias del TC desde el día siguiente a su publicación en
el BOE, con los votos particulares, si los hubiere, y sin que quepa recurso alguno contra ellas. Las
SSTC que declaren la constitucionalidad de una norma con fuerza de ley y las que no se limiten a la
estimación subjetiva de un derecho, tienen efectos erga omnes.

La jurisprudencia del TC es fuente del Dº. Destacan sus sentencias interpretativas, en las que el TC
realiza una interpretación de uno o más preceptos legales en relación con uno o más artículos
constitucionales, determinando la interpretación válida, y las sentencias manipulativas, que evitan
declarar la inconstitucionalidad de una ley alterando en cierta medida su tenor literal, con lo que
varía el contenido dispositivo de la norma.

3.2 – Jurisprudencia y nuevos derechos


La actividad jurisdiccional del TC ha permitido definir nuevos derechos con base a otros reconocidos
en la CE o en sus valores o principios, y redefinir el contenido esencial y el alcance de derechos
constitucionales para dar respuesta a nuevas situaciones y demandas sociales.
Aunque en la CE no exista norma expresa en este sentido, es legítimo que el TC, como máximo
intérprete de la Constitución, pueda definir o redefinir nuevos derechos siempre que se mantenga
dentro de los cauces de la interpretación. Así ha sucedido con el derecho a la libertad sexual, a la
reproducción o a la objeción de conciencia de los médicos, entre otros.

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4 – LA CE COMO NORMA SUPREMA EN EL SISTEMA MULTINIVEL

4.1 – Fundamento de la concepción normativa de la CE


Los primeros textos constitucionales codificados aparecen a final del siglo XVIII: la Constitución de
EEUU de 1787, surgida del deseo de independencia, y poco después la francesa, como oposición al
absolutismo monárquico.

Las Constituciones configuran el poder como una construcción de la sociedad o del pueblo, en la cual
éste se reserva zonas de libertad e instrumentos de participación y control efectivos, de modo que el
poder no pueda nunca pretender ser superior a la sociedad, sino sólo su instrumento. La
formalización de las Constituciones en documentos escritos y codificados pretende plasmar en la
norma de las normas los principios esenciales de la comunidad política.

4.1 – Valor normativo supremo de la CE


La supremacía de la Constitución frente a las demás leyes fue confirmada en EEUU con la resolución
del caso Madison vs. Madbury en 1803. En ella, el Juez Marshall, Presidente del TS, consideró que la
Constitución es la norma suprema de la comunidad política y que, por ello, las demás leyes deberían
respetar sus principios.

La tradición constitucional española se decantó por considerar la Constitución como una norma más
del OJ, limitándose a ofrecer cobertura jurídica a la actuación de las fuerzas políticas. La Constitución
republicana de 1931, por el contrario, declaró la supremacía de la Constitución sobre el resto del OJ,
creando un Tribunal de Garantías Constitucionales.

La CE actual, en su art 9.1, proclama: “Los ciudadanos y los poderes públicos están sujetos a la
Constitución y al resto del OJ”. La CE es un texto normativo pleno. Esta vigencia inmediata ha tenido
gran trascendencia en materia de derechos y libertades. Según ha declarado el TC:
1. La sujeción a la CE es consecuencia obligada de su carácter de norma suprema.
2. La CE es la norma fundamental directamente aplicable y alegable ante los tribunales
ordinarios.
3. La CE es norma jurídica y no una declaración programática.

5 – CONTENIDO DE LA CE Y DERECHOS

5.1 - Estructura interna de la CE


La CE consta de 169 artículos más un preámbulo (que no tiene valor normativo). Está estructurada
en 11 Títulos, 4 Disposiciones Adicionales (derechos forales y de régimen fiscal de Canarias), 9
Disposiciones Transitorias, una Disposición Derogatoria (que afecta a todas las disposiciones
contrarias a la CE) y una Disposición Final, estableciendo que la CE entrará en vigor el mismo día de
su publicación.

5.2 – Parte dogmática y parte orgánica de la CE


La parte dogmática de la CE contiene los grandes valores, principios y opciones del régimen,
mientras que la parte orgánica contiene la regulación de los órganos y poderes públicos. Es una
Constitución completa y, como otros textos fundamentales europeos, contempla la regulación básica
del Estado. Incluye un amplio catálogo de derechos y libertades, contenidos sobre todo en el Título I.
La parte dogmática se encuentra en posición de coordinación y subordinación de la parte orgánica,
de forma que ésta sirve para garantizar el sistema liberal y democrático de convivencia establecido
en aquella.
La parte dogmática encierra lo decisivo y orientador, siendo su instrumento la organización estatal.

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6 – LOS DERECHOS EN LOS EEAA REFORMADOS

6.1 – Referencias sobre la doctrina constitucional sobre incorporación de derechos a los EEAA
La entrada en vigor de la Constitución posibilitó el desarrollo normativo del Título VIII,
transformando profundamente el modelo de Estado. Este modelo de Estado no ha dejado de
completarse. Los inicales EEAA siguieron literalmente el art 147.1 CE: “Los Estatutos serán la norma
básica de cada CCAA”. Sin embargo, en la primera década del siglo XXI comenzó un proceso de
revisión de los EEAA, que intensifican sus rasgos identitarios, perfeccionan la arquitectura
constitucional y clarifican el reparto competencial.
Una de las características más notables de este proceso de revisión de los Estatutos es la
incorporación de títulos dedicados específicamente a los derechos, lo que ha planteado problemas
jurídicos de interés, como la posición y funcionalidad de estos derechos estatutarios dentro del OJ.

Los derechos estatutarios deben distinguirse de los derechos fundamentales reconocidos en la


Constitución: los derechos estatutarios vinculan únicamente al legislador autonómico y son
aplicables en su ámbito territorial, mientras que los derechos fundamentales tienen ámbito
nacional.

6.2 – Derechos, principios y garantías de los EEAA


Aunque los derechos incorporados en los EEAA reformados presentan similitudes, no hay una
absoluta identidad entre ellos. Una gran mayoría se relaciona con materias sobre principios de
política social y económica, materias referidas a derechos fundamentales y a aspectos no regulados
en la CE pero incluidos en documentos internacionales o en la UE.
Junto a estas materias, los nuevos EEAA incorporan también principios rectores y garantías.

Entre los principios rectores podemos encontrar:


1. La prestación de unos servicios públicos de calidad.
2. La lucha contra el sexismo, la xenofobia, homofobia y el belicismo.
3. El acceso de las personas mayores a unas condiciones de vida digna e independiente, etc.

Como garantías de los derechos reconocidos pueden reconocerse las siguientes:


1. Vinculación de los poderes públicos y de los particulares a los derechos.
2. Protección jurisdiccional, estableciendo la posibilidad de interponer recurso ante la
jurisdicción correspondiente, por violación de los derechos estatutarios.
3. Efectividad de los principios rectores.
4. Defensa de los derechos, a través del Defensor del Pueblo u órganos similares.

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TEMA 3 – CONSTITUCIONALISMO MULTINIVEL. Dº DE PRODUCCIÓN
EXTERNA: DERECHOS FUNDAMENTALES EN LA UE

1 – LA CONSTRUCCIÓN EUROPEA

1.3 – El Derecho de la Unión


El Derecho comunitario y los Derechos internos de los EEMM se relacionan a partir del principio de
competencia. El sistema multinivel del Derecho comunitario está formado por:

Derecho originario, compuesto por los Tratados constitutivos y sus reformas. Es vinculante para
todos los EEMM y directamente aplicable siempre que el propio Tratado no difiera tal aplicación a
una norma ulterior.

Derecho derivado, formado por las normas emanadas de las instituciones de la UE. Las más
destacadas son:
1. Reglamentos. Normas generales con eficacia plena, de aplicación obligatoria y directa en
todos sus elementos y para todos los EEMM.
2. Directivas. Actos del Consejo o la Comisión que obligan a los EEMM en cuanto al objetivo,
pero dejando a éstos la elección de las formas y medios para lograr tal objetivo.
3. Decisiones. Actos jurídicos normativos de aplicación directa e inmediata en uno o varios
EEMM, sin precisar la intervención de éstos. No tienen carácter general, sino individual, y
han de ser notificadas al destinatario.

Derecho complementario, integrado por normas de desarrollo de las normas del Derecho derivado.

1.4 – La eficacia del Derecho de la UE: el efecto directo y la primacía


La eficacia del Derecho comunitario se asienta sobre dos pilares fundamentales:

Efecto directo. Permite su invocación por los nacionales en sus respectivas jurisdicciones. Este efecto
directo afecta al Derecho originario y a los Reglamentos.
En el caso de las Directivas, se suele considerar un efecto indirecto, si bien, en ciertos casos, podrían
tener efecto directo si cumplen las siguientes condiciones, según el TJ:
1. Ser clara y precisa y no estar sometida a reserva alguna por parte del Estado en cuestión.
2. No requerir para su ejecución de ningún otro acto jurídico comunitario.
3. No dejar al Estado margen de apreciación en cuanto a su aplicación.

Primacía. El Derecho comunitario constituye un OJ propio que se integra en el OJ de los EEMM y que
prima sobre la aplicación de cualquier norma interna. Como consecuencia de este principio:
1. El Derecho comunitario y el Derecho interno no se rigen por el principio de jerarquía, sino
por una variante del principio de competencia.
2. No rige entre ambos el principio de ley posterior, ya que una norma nacional posterior a
una comunitaria no puede restar eficacia a ésta.

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1.5 – Articulación entre la Constitución nacional y la Europa constitucional: el sistema multinivel de
producción externa
España ingresó en la UE en 1986 junto a Portugal. El Capítulo 3º del Título III de la CE 1978 se dedica
íntegramente a los Tratados internacionales con vistas a este ingreso.

Existen dos niveles de relación entre el Derecho comunitario y el Derecho interno:


1. Infraconstitucional. Con reglas de resolución de conflictos entre ambos ordenamientos.
2. Constitucional. De mayor calado, pudiendo distinguirse entre conflictos de colisión y de
confluencia entre ambos ordenamientos.

La CE ha previsto un control previo de la constitucionalidad de los Tratados, ya que: “La celebración


de un Tratado internacional que contenga estipulaciones contrarias a la CE exigirá la previa revisión
constitucional”. Se puede instar el procedimiento por parte del Gobierno o de cualquiera de las
Cámaras.

Por otro lado, existe un control a posteriori de los Tratados mediante el recurso y la cuestión de
inconstitucionalidad. Ante una sentencia estimatoria de inconstitucionalidad, tanto el
incumplimiento como la declaración de inconstitucionalidad de alguna de las partes del Tratado
pueden llegar a generar responsabilidad internacional del Estado.

3 – LOS DERECHOS EN LA UE

3.1 – Los derechos y libertades en los Tratados constitutivos


La ausencia de una declaración de derechos en los Tratados constitutivos de las Comunidades
europeas se debió a la orientación esencialmente económica de las mismas, pese a la proyección a
largo plazo de una posible unión política.
Dicha ausencia se vio paliada en parte por la inclusión de la libertad de circulación y la prohibición de
discriminación en relación con la nacionalidad y el sexo entre las competencias reconocidas a las
instituciones comunitarias en el Tratado de Roma.

En 1979, la Comisión adopta el Memorándum sobre la adhesión de las Comunidades Europeas a la


Convención sobre Protección de los derechos humanos y las libertades fundamentales.

La progresiva incorporación de principios y derechos se hizo patente en el Acta Única Europea y el


Tratado de la UE, el de Ámsterdam y, sobre todo, el de Niza, con la proclamación de la Carta de
Derechos Fundamentales.

3.2 – Los derechos y libertades en el Acta Única


El Acta Única Europea es la primera revisión fundamental de los Tratados constitutivos, y se
compromete a la defensa de los derechos y libertades a través del reconocimiento contenido en las
Constituciones de los EEMM, en el Convenio de Roma y en la Carta Social Europea. Fijaba como
objetivo la consecución de un espacio única, con libre circulación de personas, mercancías y
capitales, lo que llevó a la adopción de dos convenidos intergubernamentales:
1. Convenio de Dublín, sobre el tratamiento por un EEMM de las solicitudes de asilo.
2. Convenio Schengen, creando un espacio sin fronteras entre ocho EEMM (inicialmente).

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3.3 – Los derechos y libertades en el Tratado de la UE (Maastricht)
El Tratado de la UE se firmó en Maastricht en 1992. Contenía los principios inspiradores de la UE:
1. Principio de identidad nacional.
2. Principio de democracia.
3. Principio de respeto y garantía de los derechos y libertades.

El Tratado de la UE se enfrentaba al problema de que la progresiva integración económica no había


tenido su paralelo en la correspondiente unión política. Con respecto a los derechos y libertades, el
Tratado consagró:
1. La incorporación por remisión al Convenio de Roma.
2. Los derechos fundamentales tal y como se derivan de las tradiciones constitucionales de los
EEMM.
3. Los resultantes de la jurisprudencia del TJ en base a los apartados anteriores.

La doctrina del TJ ha logrado introducir el respeto por los derechos fundamentales como criterio de
validez del Derecho comunitario, así como contribuir a la consolidación del principio de primacía,
consolidando su propia posición como institución comunitaria.

3.4 – Los derechos y libertades en el Tratado de Ámsterdam


El Tratado de Ámsterdam consolidó el estatus de ciudadano comunitario estableciendo: “La UE se
basa en los principios de libertad, democracia, respeto de los derechos humanos y de las libertades
fundamentales y el Estado de Derecho, principios que son comunes a los EEMM”. Así mismo,
mantuvo la declaración de respeto de los derechos fundamentales reconocidos en el Convenio de
Roma.

El Tratado de Ámsterdam profundiza en el reconocimiento de los derechos sociales, asumiendo la


Comunidad como objetivo propio la promoción de dichos derechos. Así establece que: “Cada EEMM
garantizará la aplicación del principio de igualdad de retribución entre trabajadores y trabajadoras
para un mismo trabajo o para un trabajo de igual valor”.
Así mismo, garantiza el derecho de los EEMM a realizar una discriminación positiva con relación al
sexo menos representado con el fin de asegurar la plena igualdad entre hombres y mujeres en la vida
laboral.
4 - EL TRIBUNAL DE JUSTICIA DE LA UE Y LOS DERECHOS FUNDAMENTALES

4.1 – La doctrina del TJUE y los derechos fundamentales


El TJUE ha realizado una importante función de garantía de los derechos en el ámbito del
ordenamiento de la UE.
La doctrina del TJUE estableció que no resultaba posible interpretar el Derecho comunitario a la luz
de los derechos fundamentales reconocidos en los ordenamientos de los EEMM. Se afirmó así una
posición conforme a la cual el Derecho comunitario es un Derecho autónomo que no precisa de la
concurrencia de otros ordenamientos para su plena validez.
Dos Sentencias posteriores aportaron un nuevo criterio de interpretación confirmando que los
derechos fundamentales de la persona forman parte de los ppios grales del Derecho comunitario y
afirmando que correspondía al TJ determinar un cierto elenco de derechos, utilizando como criterio
las tradiciones constitucionales comunes a los EEMM.
Por otro lado, los TC de Italia y Alemania han cuestionado la doctrina del TJUE, al considerar que la
ausencia de un catálogo de derechos fundamentales en el ordenamiento comunitario podía hacer
posible que el Derecho comunitario incurriera en una posible violación de los derechos
fundamentales reconocidos en las respectivas Constituciones nacionales.

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4.2 – El TJUE y la interpretación de la Carta de los Derechos Fundamentales
La cláusula de salvaguardia de la aplicación preferente del “mejor estándar” de la Carta permitiría
que, en un sistema multinivel de protección de los derechos fundamentales, como el europeo,
pudiera aplicarse norma que en cada caso resultara más favorable y ofreciera una mayor protección
al derecho fundamental implicado. Pero el TJUE se ha alejado de esta posibilidad en su sentencia
Melloni, negando la posibilidad de que, en ese caso concreto, se puedan aplicar las normas del
ordenamiento interno (CE y legislación española) en lugar del Derecho de la UE (en este caso, lo
previsto en relación con la orden de detención europea).

El argumento básico del TJUE es que la interpretación del “mejor estándar” menoscabaría el principio
de primacía del Derecho de la UE, ya que permitiría que un EM pusiera obstáculos a la aplicación de
actos del Derecho de la Unión plenamente conformes con la Carta, recordando en su jurisprudencia
que dicho principio es una característica esencial del ordenamiento comunitario.

De todo este proceso se entiende que el sistema multinivel se construye a través del consenso en la
elaboración del Derecho de la Unión.

5 – LA CARTA DE LOS DERECHOS FUNDAMENTALES DE LA UE

5.1 – La elaboración de la CDFUE


El Consejo de Colonia de 1999 adoptó una Decisión relativa a la elaboración de una Carta de
Derechos Fundamentales de la UE, que debería tomar como base derechos y principios reconocidos
en el Convenio de Roma, así como las tradiciones constitucionales comunes de los EEMM,
considerando asimismo los derechos económicos y sociales reconocidos en la Carta Social Europea y
en la Carta comunitaria de los derechos sociales fundamentales de los trabajadores.

La CDFUE fue proclamada en el Consejo Europeo de Niza de 2000. Sin embargo, no fue incorporada
con fuerza jurídica vinculante a los Tratados ni al Derecho comunitario, aunque el Parlamento sí
adoptó la decisión de aplicarla en el ámbito interno.
El contenido de la Carta se ha incorporado a la Parte II del proyecto de Constitución Europea.

5.2 y 5.3 – Estructura y contenido de la CDFUE


Aquí va la estructura en sus partes y arts que no voy a memorizar. Si quieres puedes buscarlo :-P

5.4 – Disposiciones generales que rigen la interpretación y la aplicación de la CDFUE


5.4.1 – Ámbito de aplicación
Las disposiciones de la Carta están dirigidas a las instituciones y órganos de la UE, respetando el
principio de subsidiariedad, así como a los EEMM únicamente cuando apliquen el Derecho de la UE.

La Carta no crea ninguna competencia ni misión nueva para la Comunidad, y no modifica


competencias y misiones definidas por los Tratados. El art 51 confirma una conclusión obligada de la
aplicación del principio de subsidiariedad y del hecho de que la Unión sólo dispone de competencias
de atribución. Los derechos fundamentales garantizados en la Unión sólo son efectivos en el marco
de las competencias que definen los Tratados. Por tanto, la obligación de las instituciones de la Unión
de promover los principios establecidos en la Carta sólo se pueden producir dentro de los límites de
las citadas competencias.

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5.4.2 – Alcance de los derechos garantizados en la CDFUE
El art 52 de la Carta establece el alcance los derechos contenidos en la misma. Este precepto tiene
tres apartados.

El primero, referido a los límites de los derechos reconocidos. Así, el contenido esencial de dichos
derechos queda protegido al determinar que cualquier límite deberá ser establecido en la Ley. Sólo
podrán introducirse límites respetando el principio de proporcionalidad, cuando sean necesarios y
respondan a objetivos de interés general reconocidos por la Unión o a la necesidad de protección de
los derechos y libertades de los demás.

El segundo, establece que los derechos reconocidos en la Carta tienen su fundamento en los
Tratados comunitarios o en el TUE, y se ejercerán en las condiciones y límites determinados por
éstos.

El tercero establece que, en la medida en que la Carta contenga derechos que correspondan a los ya
garantizados por el CEDH, su sentido y alcance serán iguales a los que les confiere dicho Convenio,
salvo que el Derecho comunitario le otorgue una protección mayor.

5.4.3 – Nivel de protección de los derechos de la CDFUE


Una interpretación literal de la cláusula de salvaguardia de la aplicación preferente del “mejor
estándar” permitiría concluir que su objetivo es garantizar la aplicación del máximo nivel de
protección que ofrezcan el Derecho de la unión, el de los EEMM y el Derecho internacional.
La conclusión sería que el nivel de protección de la Carta no podrá ser inferior al garantizado por el
CEDH, el sistema de derechos de los Estados y los Convenios Internacionales, sin embargo, esta
interpretación ha sido negada por el TJUE en su sentencia Melloni.
El TJUE afirma que la invocación por un EM de las disposiciones del Derecho nacional, incluso si son
de rango constitucional, no puede afectar a la eficacia del Derecho de la Unión en el territorio de ese
Estado.

5.4.4 – Prohibición del abuso del Derecho


El precepto que pone fin a la CDFUE prohíbe el abuso del Derecho: “Ninguna de las disposiciones de
la presente Carta podrá ser interpretada en el sentido de que implique un derecho cualquiera a
dedicarse a una actividad o a realizar un acto tendente a la destrucción de los derechos y libertades
reconocidos en la presente Carta o a limitaciones más amplias de estos derechos y libertades que las
previstas en la presenta Carta”.

6 – ESTRATEGIA PARA LA APLICACIÓN EFECTIVA DE LA CDFUE POR LA UE

El primer objetivo de la Carta es hacer que los derechos fundamentales contenidos en ella sean lo
más efectivos posible en la UE. El respeto de los derechos fundamentales fomentará la confianza
entre los EEMM, de los ciudadanos y de esto con los poderes públicos nacionales y europeos.
Los criterios de actuación prioritaria de la Comisión son:
1. Reforzar la cultura de los derechos fundamentales en la Comisión.
2. Tomar en consideración la Carta en el proceso legislativo.
3. Velar porque los EEMM respeten la Carta al aplicar el Derecho de la UE.

La Comisión se compromete a presentar un informe anual con dos objetivos prioritarios:


1. Realizar un balance coherente en lo referente a la implementación de la Carta.
2. Permitir un intercambio anual con el Parlamento Europeo y el Consejo.

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7 – LA ADHESIÓN DE LA UE AL CONVENIO PARA LA PROTECCIÓN DE LOS DH Y DE LAS LLFF

El TUE contempló la previsión de la adhesión de la UE al Convenio para la Protección de los Derechos


Humanos y las Libertades Fundamentales.
Dicha adhesión debe garantizar que “la adhesión no afecte a las competencias de la Unión ni a las
atribuciones de sus instituciones”, y no constituirá en ningún caso un procedimiento adicional de
resolución de conflictos entre los EEMM.

Los derechos fundamentales garantizados por el Convenio Europeo y los que son fruto de las
tradiciones constitucionales comunes de los EEMM, formarán parte del Derecho de la Unión como
principios generales.

El Consejo de Europea viene trabajando en la articulación de medidas que hagan posible la


incorporación de la UE al Convenio Europeo desde hace años.
Como indica C. Fernández, la adhesión de la Unión al CEDH contemplará el sistema multinivel de
protección de los derechos fundamentales, pero la articulación de los diferentes sistemas
jurisdiccionales de control debe realizarse con sumo cuidado y precisión.

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TEMA 4 – CONSTITUCIONALISMO MULTINIVEL. DERECHO DE
PRODUCCIÓN EXTERNA: DERECHOS EN EL NIVEL INTERNACIONAL

1 – LAS GARANTÍAS INTERNACIONALES DE LOS DERECHOS

Con el objeto de asegurar la protección de los derechos y libertades, en el ámbito internacional se


han elaborado y suscrito por parte de diversos países tratados, convenios o pactos que recogen los
derechos y libertades de las personas, y se han creado medios de garantía de los mismos, tanto
institucionales como jurisdiccionales.
Las organizaciones internacionales más relevantes que se han ocupado de la protección y garantía de
los derechos y libertades son: la ONU, el Consejo de Europa y la UE.

2 – LA ONU

2.1 – Creación de la ONU


La ONU se creó tras la II Guerra Mundial con los fines de preservar la paz, la justicia, promover el
progreso social y reafirmar la fe en los derechos fundamentales, la dignidad y el valor de la persona
humana y en la igualdad de derechos de hombres y mujeres y de las naciones grandes y pequeñas.
La Carta de las Naciones Unidas determina así mismo que la organización promoverá la efectividad y
el respeto universal de los derechos y libertades fundamentales de todos, sin hacer distinción por
motivos de raza, religión, sexo o nacionalidad.

2.2 – Elaboración de la Carta de las Naciones Unidas


El trabajo de la Comisión de Derechos Humanos creada por la ONU llevó a la elaboración y
aprobación de la Carta Internacional de Derechos Humanos, que comprende:
1. La Declaración Universal de Derechos Humanos.
2. El Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales y Culturales.
3. El Pacto internacional de Derechos Civiles y Políticos y sus Protocolos Facultativos.

Asimismo, la ONU ha adoptado otros textos de reconocimiento de derechos específicos o tutela de


determinadas categorías de personas:
1. Convención para la Prevención y Sanción del delito de genocidio.
2. Convención sobre los Derechos políticos de la Mujer.
3. Convención sobre la eliminación de todas las formas de discriminación racial.
4. Convención sobre la eliminación de todas las formas de discriminación contra la mujer.
5. Convención contra la tortura y otros tratos o penas crueles.
6. Convención sobre los derechos del niño.

2.3 – Nivel de garantías


Con dependencia directa del Secretario General, surge el Alto Comisionado de las Naciones Unidas
para la tutela de los derechos y libertades.
Los diferentes tratados de la ONU han generado los correspondientes órganos de promoción y tutela
de los derechos y libertades, en forma de comités especializados.
Dichos Comités pueden recibir denuncias individuales previa aceptación del Estado concreto, salvo
en el caso del Comité contra la Tortura, que posee tal facultad de investigación aún sin
reconocimiento de competencia por parte del Estado en cuestión.
Recientemente se han creado los Tribunales Penales Internacionales, en relación con crímenes de
guerra.

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2.4 – La Corte Internacional de Justicia
Con sede en la Haya, fue instituida por la Carta de las Naciones Unidas como órgano judicial de la
ONU y está compuesto por 15 miembros. Sólo los Estados pueden ser parte en los casos sometidos
a la Corte.

La Corte tiene también competencias consultivas, pudiendo acudir a ella tanto la Asamblea como el
Consejo General.
La Corte tendrá competencia en todos los litigios que las partes le sometan y en todos los asuntos
previstos en la Carta de Naciones Unidas o en los tratados o convenios vigentes.

El Estatuto de la Corte establece las bases conforme a las cuales la Corte decide sobre las
controversias que se le someten:
1. Las convenciones internacionales que establecen reglas reconocidas expresamente por los
Estados litigantes.
2. La costumbre internacional como prueba de práctica internacional aceptada como Derecho.
3. Los principios generales reconocidos por las Naciones.
4. Las decisiones o doctrina de los juristas de mayor competencia de las distintas naciones.

3 – AGENCIAS Y OTROS ORGANISMOS DE LA ONU

La ONU tiene seis órganos principales: Asamblea General, Consejo de Seguridad, Consejo Económico
y Social, Consejo de Admón Fiduciaria, Corte Internacional de Justicia, Secretaría.

4 – EL CONSEJO DE EUROPA

4.1 – Creación del Consejo de Europa


La II Guerra Mundial motivó la búsqueda de una reconstrucción pacífica y unida de los países
afectados, imponiéndose que tal unión se verificara en torno a un catálogo mínimo de derechos y
libertades que aseguraran una organización social justa.
Tras el Congreso de la Haya, se crea el Consejo de Europa, formado por Bélgica, Holanda,
Dinamarca, Luxemburgo, Francia, Gran Bretaña, Irlanda, Noruega, Suecia e Italia.

Con sede en Estrasburgo, contó en principio con un Comité de Ministros y una Asamblea.
Posteriormente se crearon la Comisión y el TEDH, asumiendo este las funciones garantía de los
derechos y libertades tras la aprobación del Protocolo 11º.

Hoy el Consejo de Europa cuenta con 47 miembros, manteniendo los fines fundacionales de defensa
de la paz, la justicia y la unión de sus miembros para la consecución del progreso económico y
social, en torno a la idea del Estado de Derecho y reconocimiento de los derechos humanos y
libertades fundamentales.

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4.2 – El Convenio Europeo para la protección de los derechos del hombre y las libertades
fundamentales
Conocido también como Convenio de Roma, no se limita a reconocer o promover los derechos, sino
que los garantiza con una eficacia mayor de la que había sido habitual hasta el momento.
Los derechos reconocidos en el Convenio pueden agruparse en tres niveles:

Derechos intangibles e inderogables


1. Derecho a la vida.
2. Prohibición de tortura o tratos inhumanos o degradantes.
3. Prohibición de la esclavitud y la servidumbre.
4. Principio de legalidad penal e irretroactividad de las penas más severas.
5. Derecho a la tutela judicial de los derechos.

Derechos de carácter general


1. Prohibición de trabajos forzados.
2. Derecho a la libertad y la seguridad, a la tutela judicial, a ser juzgado en un plazo razonable, a
la limitación de la duración de la prisión preventiva, los derechos de la defensa y el habeas
corpus y derecho de reparación en caso de detención ilegal.
3. Derecho a contraer matrimonio y fundar una familia.
4. Derecho a un recurso efectivo ante instancia nacional previa para la tutela de los derechos
reconocidos en el Convenio.
5. Principio de no discriminación.

Derechos restringidos, sometidos al margen de apreciación de los Estados


1. Derecho de respeto a la vida familiar y privada, al domicilio y la correspondencia.
2. Libertad de pensamiento, conciencia y religión.
3. Libertad de expresión, opinión y de recibir o comunicar información.
4. Libertad de reunión pacífica y libertad de asociación, derecho a fundar sindicatos y afiliarse a
éstos.

4.3 – La Carta Social Europea


En 1961 se firmó en Turín la Carta Social Europea, completada y enmendada por Protocolos
Adicionales. En ella se reconoce el objetivo común de promover y proteger los derechos sociales.

4.4 – Otros Convenios


1. Convenio para la prevención de la tortura y de las penas o tratos inhumanos
2. Convenio Europeo sobre el Estatuto del trabajador emigrante
3. Convenio sobre protección de las personas por el tratamiento informatizado de datos de carácter
personal.
4. Convenio Marco para la protección de las minorías nacionales.
5. Convenio sobre biomedicina y derechos humanos y Protocolo sobre prohibición de clonación
humana.

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5 – EL SISTEMA DE PROTECCIÓN: EL TRIBUNAL EUROPEO DE DERECHOS HUMANOS

El Protocolo 11º dio respuesta a los problemas surgidos del aumento de las demandas de protección,
así como a la necesidad de reforzar la eficacia de la protección de los derechos humanos y libertades
fundamentales contenidos en el Convenio.
La reforma que supuso sobre el procedimiento anterior pretendía:
1. Simplificar la estructura, creando un Tribunal único y permanente.
2. Reforzar el carácter judicial del sistema, haciéndolo obligatorio.
3. Abolir del papel decisivo del Comité de Ministros.

5.1 – Composición y estructura interna del TEDH


El TEDH está integrado por un número de Jueces igual al de las Altas Partes Contratantes, que serán
elegidos entre juristas de reconocida competencia por la Asamblea Parlamentaria, por mayoría
absoluta de votos.
Una vez elegidos (por 6 años), los Jueces son independientes y no representan a sus respectivos
países. Son reelegibles y pueden estar en activo hasta los 70 años.
Durante el ejercicio de sus funciones gozan de determinados privilegios e inmunidades y no pueden
ser detenidos ni perseguidos en los territorios de los EEMM por opiniones o votos emitidos en el
desempeño de sus funciones.

El Tribunal puede actuar en:


1. Pleno: reunión de todos sus miembros. Elige al Presidente, a uno o dos Vicepresidentes, a los
Presidentes de Sala, a los secretarios y aprueba su reglamento.
2. Comités: formados por tres Jueces.
3. Salas: formadas por siete Jueces.
4. Gran Sala: integrada por 17 Jueces.

5.2 – Funciones del TEDH


El TEDH entiende de todos los asuntos relativos a la interpretación y aplicación del Convenio y sus
Protocolos.
Pueden acceder al Tribunal los Estados o los nacionales (personas físicas o jurídicas), y tiene
funciones consultivas a instancia del Comité de Ministros.

5.3 – Presentación de la demanda


El plazo para acudir al Tribunal es de 6 meses a partir de la fecha de resolución interna definitiva
(dentro del EEMM).
No admitirá ninguna demanda a título individual que sea anónima o sea esencialmente la misma
que otra ya examinada con anterioridad.
Considerará inadmisible cualquier demanda individual cuando lo planteado en ella resulte
incompatible con el contenido del Convenio o sus Protocolos o esté manifiestamente infundada o
resulte abusiva.

El Tribunal podrá cancelar una demanda en cualquier momento del procedimiento si se comprueba
que el demandante no está dispuesto a mantenerla, que el litigio ha sido ya resuelto o que por
cualquier otro motivo no resulte justificado proseguir con el examen de dicha demanda.

Sin embargo, el Tribunal deberá continuar con el examen de la demanda si así lo exige el respeto a
los derechos humanos garantizados en el Convenio o sus Protocolos.

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5.4 – Tramitación de la demanda
Una vez admitida la demanda, el Tribunal procederá al examen contradictorio con los
representantes de las partes implicadas y realizará las indagaciones pertinentes. Seguidamente
promoverá un arreglo amistoso, que respete los términos del Convenio y sus Protocolos.
Si se alcanza tal acuerdo, el Tribunal cancelará el asunto mediante resolución, en un procedimiento
confidencial.
Si el Tribunal aprecia violación del Convenio o sus Protocolos, y el Derecho interno solo puede
reparar de modo imperfecto, concederá al demandante una satisfacción equitativa.

5.5 – La sentencia
Las sentencias fundamentadas de las Salas podrán ser remitidas a la Gran Sala en un plazo de tres
meses.
Un colegio de cinco Jueces de entre sus miembros aceptará la demanda de remisión si plantea una
cuestión grave de interpretación o aplicación del Convenio o sus Protocolos. La sentencia de la Gran
Sala será definitiva.

Las sentencias de las Salas son definitivas si:


1. Las partes declaran que no recurrirán a la Gran Sala.
2. La remisión a la Gran Sala no se ha producido dentro del plazo de tres meses.
3. El Colegio de la Gran Sala rechaza la demanda remitida.

Las sentencias deben ser motivadas y públicas, adoptándose por unanimidad o por mayoría, en cuyo
caso puede unirse a la sentencia el voto particular del Juez discrepante. La sentencia se remite al
Comité de Ministros, que vela por su ejecución.

5.6 – Función consultiva del TEDH


El TEDH puede emitir opiniones consultivas a petición del Comité de Ministros sobre cuestiones
jurídicas relativas a la interpretación del Convenio o sus Protocolos.
La Gran Sala examina las solicitudes de opiniones consultivas, adoptando su informe por mayoría de
votos.
Cada Juez puede formular opinión separada (concordante o disidente), o bien presentar una
Declaración de Disconformidad.

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TEMA 5 – LOS DERECHOS EN LA CE 1978

1 – DERECHOS Y LIBERTADES: EL TÍTULO I DE LA CE 1978

1.1 – El proceso constituyente


La CE 1978 fue elaborada a través del método de consenso: cada partido político cedió en alguno de
sus postulados con objeto de alcanzar un resultado final común.

El actual Título I: De los derechos y deberes fundamentales, proviene del Título II del Anteproyecto
de Constitución, si bien los 37 artículos originales pasaron a ser 46.

Las fuerzas políticas se dividieron ante la cuestión de cómo tratar el catálogo de derechos en el texto
constitucional:
- UCD defendió una enmienda al art 13 del Anteproyecto en la que se declaraba que la CE
aceptaba los derechos reconocidos en diversos convenios y tratados internacionales,
omitiendo una relación expresa de derechos y libertades.
- PSOE y AP defendían la incorporación expresa de un catálogo detallado de derechos,
libertades y deberes. Esta tesis fue la que finalmente prosperó.
Sin embargo, se estableció que las normas relativas a los derechos fundamentales y libertades
públicas deben ser interpretadas conforme a la DUDH y los tratados y acuerdos internacionales sobre
la materia ratificados por España.

1.2 – Estructura del Título I


El Título I: De los Derechos y Deberes Fundamentales, se inicia con el art 10, que trata la dignidad de
la persona, el reconocimiento de los derechos como fundamento del orden político y la paz social.
El Título I se estructura después en cinco Capítulos:
1. Capítulo I: De los españoles y los extranjeros. Nacionalidad, mayoría de edad y derechos de
los extranjeros.

2. Capítulo II: Derechos y libertades. Se inicia con el art 14, que trata la igualdad ante la ley de
todos los españoles, y se subdivide en dos Secciones:
a. Sección I: de los derechos fundamentales y las libertades públicas: vida e integridad
física y moral, libertad de culto, expresión…
b. Sección II: de los derechos y deberes de los ciudadanos: derechos y obligaciones
militares, deberes fiscales, derecho al matrimonio, a la propiedad privada…

3. Capítulo III: Principios rectores de la política social y económica. Protección de la familia,


acceso a la cultura, derecho a una vivienda digna...

4. Capítulo IV: De las garantías de las libertades y derechos fundamentales. Garantías


normativas e institucionales y Defensor del Pueblo.

5. Capítulo V: Suspensión de los derechos y libertades. Suspensión en caso de estado de sitio o


excepción, suspensión individual de derechos.

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2 – DERECHOS CONSTITUCIONALES, DERECHOS FUNDAMENTALES Y GARANTÍAS
INSTITUCIONALES

2.1 – Conceptos previos


Es conveniente considerar ciertos conceptos previos:

Derecho objetivo: conjunto de preceptos o normas que integran un OJ.


Derecho subjetivo: conjunto de facultades que se reconocen al sujeto para que actúe en el uso de su
libertad.
Derecho público subjetivo: derecho subjetivo exigible frente al Estado o los poderes públicos. Es la
manifestación expresa de una parcela de la autonomía individual, con la correspondiente limitación a
la actuación estatal.
Libertades públicas: representan grandes libertades del sujeto que no se agotan en su privacidad,
teniendo una manifestación social. Suelen ser así las que se ejercitan por el sujeto colectivamente o
tienen trascendencia esencialmente externa: libertad de expresión, de culto, de enseñanza…

La CE no reconoce diferente naturaleza a las libertades públicas y a los derechos. Las diferencias
residen en las diferentes garantías normativas, jurisdiccionales e institucionales que reciben.

2.2 – Derechos constitucionales, derechos fundamentales y garantías institucionales


Derechos constitucionales
Son los derechos reconocidos en la CE, sin entrar a analizar su alcance ni sus garantías.

Derechos fundamentales
Esta denominación está muy extendida en el ámbito internacional y, específicamente, en el Derecho
de la UE y la jurisprudencia del TIJ. El catálogo de derechos elaborado por la UE se denomina Carta de
Derechos Fundamentales.
En el contexto nacional, son derechos fundamentales los contenidos en la Sección 1ª del Capítulo II
del Título I de la CE, cuyo desarrollo requiere LO y que reciben las máximas garantías normativas,
institucionales y jurisdiccionales.

Garantías institucionales
La garantía institucional obliga los poderes públicos a dotar de una regulación precisa a una
determinada institución citada en la CE, que proteja su pervivencia e impida su desnaturalización.
Inicialmente, este tipo de protección se otorgó a determinadas instituciones públicas, más tarde, se
amplió a instituciones de Derecho privado y, finalmente, a instituciones sociales.

La diferencia entre derecho fundamental y garantía institucional se fundamenta en que son


sistemas de protección diferentes en función del destinatario (persona o institución) y del fin
perseguido.

2.3 – Derechos estatutarios


Avanzada la primera década de este siglo, algunos EEAA acometieron procedimientos de reforma
que incluyeron catálogos de derechos y referencias a principios y valores, provocando la necesidad
de integrar esta nueva realidad jurídica en el sistema multinivel español de derechos y libertades.

El TC define los derechos estatutarios por contraposición a los derechos fundamentales contenidos
en la CE. Además, los primeros sólo competen al legislador autonómico y, según su naturaleza, están
vinculados al área de competencia de la propia CA.

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2.4 – Derechos legales
Son el desarrollo legislativo de los derechos constitucionales. Aquellos reconocidos exclusivamente
en la ley, es decir, no recogidos como tales en la CE. Afecta, por ejemplo, a los reconocidos en los
tratados y convenios internacionales en los que España sea parte.

2.5 – Derechos en la UE y en el ámbito internacional: remisión


Incluyen los derechos comunitarios de aplicación directa en España por aplicación del principio de
competencia entre el OJ interno y el comunitario, con aplicación preferente de este último en el
ámbito de las competencias cedidas.

3 – FUNDAMENTO DE LOS DERECHOS Y LIBERTADES

3.1 – Iusnaturalismo vs. positivismo


La discusión acerca del fundamento de los derechos y libertades se centra en dos corrientes:
1. Iusnaturalista: el ordenamiento debe reconocer ciertos derechos metajurídicos que son
inherentes a la naturaleza del hombre.
2. Positivista: los derechos solo existen como tales si, cuando son incorporados al OJ,
encuentran su fundamento en la iniciativa jurídico-política.

Por otro lado, dentro del sistema constitucional democrático, asentado en el concepto de Estado de
Derecho, es donde la lucha por las libertades se ha desenvuelto más ampliamente, limitando la
acción del poder político y articulando las garantías precisas para que la esfera de libertad de los
individuos puedan ejercerse con plena autonomía.

Hoy día debe admitirse una mutua influencia entre ambas corrientes: el positivismo ha incorporado
valores y principios considerados inherentes al ser humano, y el iusnaturalismo se ha positivizado
cuando tales valores y principios se han incorporado al OJ.

3.2 – Los valores y principios como fundamento de los derechos


El art 1.1 CE incorpora como valores superiores del OJ la libertad, la igualdad, la justicia y el
pluralismo político. Dichos valores poseen una triple dimensión:
1. Fundamentadora de los principios, derechos e instituciones que contiene la CE.
2. Orientadora del OJ.
3. Crítica, en cuanto a servir de parámetro de valoración de hechos o conductas.

La justicia podría definirse como el objetivo del Derecho para la realización de la condición humana.

La libertad es el valor básico que da sentido a los demás. Sin libertad no existe justicia, ni podemos
hablar de verdadera igualdad.

La igualdad se ha manifestado en la CE especialmente en la igualdad ante la ley, que prohíbe toda


discriminación; y la igualdad real y efectiva, que exige a los poderes públicos actuaciones positivas
para procurarla.

Con respecto a la relación entre valores y principios, ambos se complementan. Los valores
proporcionan criterios de interpretación, mientras que los principios pueden alcanzar una
proyección normativa.

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3.3 – La dignidad como fundamento de los derechos
La constitucionalización de la dignidad de la persona representa el reconocimiento de la superioridad
e importancia que corresponde al hombre por el hecho de serlo.
En el ámbito internacional:
1. La DUDH proclama la fe de la ONU en la dignidad y el valor de la persona humana.
2. El Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos considera que la libertad, la justicia y la
paz del mundo tienen por base la dignidad inherente a todos los miembros de la familia
humana y sus derechos iguales e inalienables.
3. La UE incluyó la dignidad humana en el articulado de la Carta de Derechos Fundamentales
proclamada por el Consejo Europeo en Niza.
4. La Convención Americana sobre Derechos Humanos establece asimismo que toda persona
tiene derecho al respeto de su honra y al reconocimiento de su dignidad.

En España, el TC afirma que la dignidad es el rango o categoría de la persona como tal, que deben
respetar tanto los poderes públicos como los ciudadanos.

4 – NATURALEZA DE LOS DERECHOS

La naturaleza jurídica de los derechos y libertades es doble: unos derechos se configuran como
derechos públicos subjetivos, mientras que otros se constituyen como elementos objetivos del
propio OJ.
El TC recoge un enfoque institucional de los derechos y libertades. El orden objetivo de valores
contenido en los derechos es doble:
1. Valores superiores del OJ constitucionalizados en el art 1.1 (libertad, igualdad, justicia, y
pluralismo político), de forma que todos los derechos deben ser interpretados de
conformidad con estos valores.
2. Cada uno de los derechos reconocidos en la CE puede ser portador en sí mismo de un orden
propio de valores que el intérprete debe precisar mediante las reglas de interpretación
habituales.

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TEMA 6 – REQUISITOS PARA EL EJERCICIO DE LOS DERECHOS

1 – REQUISITOS PARA EL EJERCICIO DE LOS DERECHOS

Podemos distinguir dos tipos distintos de requisitos para el ejercicio de los derechos:

Requisitos subjetivos. Referidos a quién tiene reconocido el derecho en cuestión. Dentro de ellos
podemos encontrar:
1. Titularidad: personas físicas, jurídicas, instituciones y grupos.
2. Capacidad: capacidad jurídica y capacidad de obrar.
3. Nacionalidad: nacionales (y asimilados), comunitarios y extranjeros.
4. Edad: mayoría y minoría de edad.

Requisitos procedimentales. Referidos a cómo y cuándo pueden ejercerse los derechos. El


procedimiento tiene carácter finalista. La finalidad de los derechos puede ser:
1. Genérica: engloba todos los derechos y persigue favorecer el desarrollo de la persona en el
contexto de la sociedad en la que viva.
2. Concreta: cuando se refiere a un derecho concreto, determina el objetivo que el sujeto
pretende obtener con su ejercicio.

2 – CAPACIDAD JURÍDICA Y CAPACIDAD DE OBRAR: CONCEPTOS GENERALES

Con carácter general, el OJ exige que el sujeto posea una determinada capacidad que le permita ser
titular del derecho en cuestión. El OJ distingue:

1. Capacidad jurídica: capacidad de ser destinatarios de los efectos jurídicos previstos por la
norma y, por tanto, titular de los derechos subjetivos que de ella se derivan. Es reconocida
por nuestro OJ tanto a persona físicas como jurídicas.
2. Capacidad de obrar: representa la posibilidad de participar en el mundo jurídico en general.
Requiere la previa existencia de la capacidad jurídica y de la titularidad del derecho afectado.
En determinados casos puede ser suplida por otra persona (menores de edad, incapacitados
judicialmente, etc.).
3. Titularidad. Reconocimiento del OJ a favor de un sujeto como destinatario de un derecho
concreto. Requiere la previa existencia de capacidad jurídica pero no así de la capacidad de
obrar, que puede ser suplida por un tutor o representante.

La personalidad y la capacidad jurídica se adquieren con el nacimiento y se pierden con la muerte.

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3 – TITULARIDAD DE LOS DERECHOS

3.1 – Personas físicas y jurídicas


3.1.1 – Personas físicas
Es persona física el sujeto primario y esencial del catálogo constitucional de derechos. Algunos
derechos vienen atribuidos a la persona física por su propia naturaleza (matrimonio…).
Por otro lado, el reconocimiento de determinados derechos a las personas jurídicas deriva de la
necesidad del tráfico o de la convivencia, con objeto de tutelar aspectos concretos de su
desenvolvimiento en la sociedad. La finalidad genérica de los derechos reconocidos a estos entes
debería promover y favorecer el desarrollo de las personas en el seno de la sociedad.

En casos concretos, las personas jurídicas tienen fines políticos, en cuyo caso el reconocimiento de
sus derechos implica también favorecer el acceso de los ciudadanos a otros derechos individuales.
Así sucede, por ejemplo:
1. Con los partidos políticos, que son asociaciones privadas que articulan funciones
constitucionales.
2. Con el derecho que se reconoce a las personas físicas y jurídicas para crear centros docentes.
3. Con la constitucionalización como derecho fundamental de la autonomía universitaria.

3.1.2 – Personas jurídicas privadas


Además de la titularidad de los derechos que les atribuye la CE, se reconocen otros derechos a las
personas jurídicas.
Las personas jurídicas no gozan de todos los derechos reconocidos a las personas físicas, pero la
titularidad de las personas jurídicas en relación con algunos derechos y libertades fundamentales rige
para las personas jurídicas nacionales en la medida en que, por su naturaleza, resulten aplicables a
ellas.

El reconocimiento de la titularidad de algunos derechos a las personas jurídicas permite, no sólo la


defensa de sus legítimos intereses, sino, principalmente, la tutela indirecta de los derechos e
intereses de las personas individuales que las componen.

3.1.3 – Personas jurídicas públicas e instituciones públicas y grupos


El reconocimiento a las personas jurídicas privadas de algunos derechos persigue la tutela de los
intereses de las personas físicas que las forman. Por ello, la jurisprudencia del TC no ha avalado el
reconocimiento de derechos a personas jurídicas e instituciones públicas, ya que éstas forman
parte del Estado y tal reconocimiento podría llevar a una cierta confusión entre sujeto y destinatario
de los derechos, reconociéndoles únicamente el derecho a la tutela judicial efectiva como único
derecho constitucional, que corresponde a todas las personas físicas y jurídicas a quienes el OJ
reconocer capacidad para ser parte en un proceso y está sujeta a la potestad jurisdiccional de Jueces
y Tribunales.
Sin embargo, la proliferación de entidades públicas que actúan con cierta independencia podría
llevar a la necesidad de revisar esta doctrina.

Por último, señalar que el TC parece haber reconocido, con carácter excepcional, la titularidad de
algunos derechos a grupos que carecían de personalidad jurídica en sentido estricto.

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3.2 – La titularidad de los derechos en la CE
En nuestro sistema de derechos podemos distinguir los siguientes supuestos en relación con la
atribución de la titularidad:
1. Titularidad de determinados derechos atribuida a personas físicas o personas jurídicas.
2. Titularidad de un derecho atribuida tanto a personas físicas como jurídicas.
3. Titularidad de un derecho atribuida a la persona física pero ésta, por carecer de capacidad
de obrar, no pueda ejercerlo directamente y precisa de un representante.
4. Titularidad que depende de la existencia de otro requisito subjetivo (edad, capacidad…).

Por tanto, para determinar quién sea el titular de un derecho en cada caso, debe acudirse al texto
constitucional. Pero es también necesaria la consulta a los tratados internacionales, a la legislación
de desarrollo y a la jurisprudencia del TC.

La titularidad de los derechos constitucionales es irrenunciable, como ha confirmado el TC en varias


sentencias, aunque sí puede renunciarse el ejercicio concreto de un derecho en una circunstancia o
caso determinado.

4 – NACIONALIDAD ESPAÑOLA, TITULARIDAD Y EJERCICIO DE LOS DERECHOS

La CE establece que la nacionalidad española se adquiere, se conserva y se pierde de acuerdo con lo


establecido en la ley.
Las diferencias para el acceso y el libre ejercicio de los derechos entre nacionales y no nacionales
deben estar firmemente fundamentadas en principios y criterios constitucionales y legales, y tener
como horizonte del principio de igualdad.
El valor, el principio y el derecho de igualdad enmarcan el ordenamiento multinivel español. La CE
contiene otras referencias a la igualdad, como el establecimiento de los mismos derechos y
obligaciones para todos los españoles en cualquier parte del territorio español.

La titularidad no es una capacidad general, sino que tiene que ver con el derecho concreto de que se
trate dicha titularidad.

La jurisprudencia constitucional admite ciertas matizaciones en la aplicación del principio de igualdad


en relación con la descentralización territorial. El TC ha avalado la posibilidad de que los EEAA
incorporen derechos, pero ha interpretado dicho contenido vinculándolo al ámbito competencial de
cada CA y rebajando su naturaleza jurídica a la de principios en muchos casos.

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5 – LOS CIUDADANOS DE LA UNIÓN COMO TITULARES DE LOS DERECHOS

El TUE conformó la ciudadanía europea y con ella se ha consolidado un estatus de ciudadano


europeo singular. Los ciudadanos europeos de cualquiera de los EEMM son sujetos del Derecho de la
UE y específicamente de los derechos fundamentales reconocidos en este ámbito.

El TFUE ha regulado también las cuestiones relativas a la nacionalidad y a la ciudadanía europea y ha


establecido que los ciudadanos de la Unión son titulares de los derechos y están sujetos a los
deberes establecidos en los tratados, y que tienen, entre otros, los siguientes derechos:
1. De circular y residir libremente en el territorio de los EEMM.
2. De sufragio activo y pasivo en las elecciones al Parlamento Europeo y en las municipales del
EM en que residan.
3. De acogerse a la protección de las autoridades diplomáticas y consulares de cualquier EM.
4. De formular peticiones a las instancias europeas en una de las lenguas de los tratados y que
le contesten en la misma lengua.

6 – LOS EXTRANJEROS COMO TITULARES DE LOS DERECHOS

6.1 – Los derechos de los extranjeros en la CE


La CE recoge los criterios básicos en torno al reconocimiento y ejercicio de los derechos de los
extranjeros en España, estableciendo que: “Los extranjeros gozarán en España de las libertades
públicas que garantiza el presente título en los términos que establezcan los tratados y la ley”.

En la CE existe una cláusula abierta por la cual serán los tratados y las leyes las que determinen el
estatus de los extranjeros en materia de derechos y libertades, dentro de los reconocidos en el Título
I.

El TC ha declarado que la expresión “libertades públicas” debe ser interpretada en un sentido amplio
y, por tanto, comprende también los derechos. También ha señalado que los extranjeros gozan en
España de los derechos vinculados a la dignidad personal reconocida en el art 10 CE. Sin embargo,
el derecho de sufragio se reconoce únicamente para los españoles, salvo lo que, como indica la CE,
atendiendo a criterios de reciprocidad, pueda establecerse por tratado o por ley para el derecho de
sufragio activo y pasivo en las elecciones municipales.

6.2 – La legislación de desarrollo en materia de derechos de los extranjeros


El art 13 CE ha sido desarrollado por la siguiente normativa:

1. LO de Derechos y Libertades de los extranjeros en España y su integración social (LODLEIS).


Reconoce a los extranjeros los derechos inherentes a la persona humana y distingue entre
los extranjeros que se encuentran legalmente en España de los que no poseen esta
condición. Los primeros gozan, entre otros, de derecho de libre circulación, reunión y
manifestación, sindicación y huelga, etc.

2. Ley reguladora del derecho de asilo y de la condición de refugiado. Tiene por objeto cumplir
el mandato de la CE en relación a que una ley establecerá los términos en que los ciudadanos
de otros países y los apátridas gozarán del derecho de asilo y de la condición de refugiado.

3. Ley de extradición pasiva. Regula la extradición pasiva con todas las garantías.

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7 – LA EDAD

7.1 – Edad, capacidad de obrar y titularidad de los derechos


La CE ha establecido que los españoles son mayores de edad a los 18 años.
La mayoría de edad es un elemento de incidencia directa en el reconocimiento de la titularidad y de
la capacidad de obrar de las personas físicas. En nuestro sistema de derechos podemos distinguir dos
casos en relación con la edad y la titularidad:
1. Que el menor de edad no sea titular del derecho por ser la edad un requisito necesario para
su ejercicio (p.e. derecho de sufragio).
2. Que el menor de edad ostente la titularidad pero que, por carecer de la capacidad de obrar
que conlleva la minoría de edad, no pueda ejercer el derecho y precise de un representante.

En casos excepcionales, el OJ permite que un menor de edad pueda manifestar directamente su


voluntad respecto de un derecho del que es titular aunque no tenga capacidad de obrar respecto del
mismo (p.e. autorización para el matrimonio de menores de edad).

7. 2 – Legislación de menores
Aquí va toda la legislación internacional, europea, estatal y autonómica que no voy a memorizar

7.3 – Los derechos de los menores y principios de actuación de las AAPP


La CE establece que la mayoría de edad se adquiere a los 18 años. A partir de este momento, y si no
existe otra causa de restricción, el sujeto adquiere la titularidad de aquellos derechos que requieren
mayoría de edad y el pleno ejercicio de todos los que tenía.

En la legislación sobre los derechos de los menores se han consolidado ciertos principios generales
que articulan el marco jurídico imprescindible para su regulación:

1. Principio de reconocimiento máximo de derechos: tendencia general a extender los


derechos.

2. Principio de tutela directa y subsidiaria: la tutela directa se encomienda a los progenitores


o, en su caso, a los tutores del menor, y la tutela subsidiaria es asumida, en general por los
poderes públicos.

3. Principio de interés superior del menor: la ley prima el interés superior de los menores
sobre cualquier otro interés legítimo que pudiera concurrir.

4. Principio de audiencia: derecho a ser oído. La legislación sobre menores tutela también la
posibilidad de que el menor manifieste su voluntad en el marco del ejercicio de los derechos
que le correspondan.

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TEMA 8 – CONTENIDO ESENCIAL Y LÍMITES DE LOS DERECHOS.
CLASIFICACIÓN DE LOS DERECHOS Y LIBERTADES

1 – CONTENIDO ESENCIAL DE LOS DERECHOS

1.1 - Concepto
En la regulación constitucional de los derechos y libertades es cada vez más frecuente la exigencia de
que la ley respete su contenido esencial. Sin embargo, la CE no determina cuál sea ese contenido
esencial y, por tanto, las controversias deben ser resueltas por el propio TC.

Esta idea de contenido esencial trata de que el desarrollo de un derecho no destruya su contenido
material convirtiéndolo en un derecho puramente formal.
El Convenio Europeo de DH prohíbe cualquier acto que pueda llevar a la destrucción de los derechos
fundamentales, y la Carta de los DFUE determina que cualquier limitación de los derechos
reconocidos en este texto debe ser establecida por ley y respetar su contenido esencial.

1.2 – La concepción institucional de los derechos


Los derechos individuales son a la vez instituciones jurídicas y derechos subjetivos.
Los derechos que reconoce la CE constituyen, desde esta perspectiva, instituciones jurídicas
constitucionalmente protegidas, con un contenido propio, que no pueden ser desnaturalizadas ni
por la legislación que regule su ejercicio, ni con la imposición de límites que las conviertan en
impracticables.

El TC aprecia cierta recepción de esta tesis en numerosas sentencias relativas a los derechos y
libertades en la que éstos aparecen con una doble naturaleza jurídica: subjetiva y objetiva.

1.3 – Delimitación del contenido esencial de un derecho


El problema más importante es cuál es el contenido esencial de un derecho concreto.
El TC señaló que, para tratar de aproximarse a la idea de contenido esencial, cabe seguir dos pasos:

1. Tratar de acudir a lo que suele llamarse la naturaleza jurídica o el modo de configurar cada
derecho: hay que tratar de establecer una relación entre el lenguaje que utilizan las
disposiciones normativas y el metalenguaje (ideas generalizadas y convicciones
generalmente admitidas entre los juristas).

2. Tratar de buscar los intereses jurídicos protegidos como núcleo de los derechos subjetivos,
pudiendo hablar, según el TC, de una especialidad del contenido del derecho para hacer
referencia a la parte de dicho contenido que es absolutamente necesaria para que los
intereses jurídicamente protegibles que dan vida al derecho resulten real y efectivamente
protegidos.

Según este criterio, se vulneraría el contenido esencial de un derecho cuando queda sometido a
limitaciones excesivas que lo hacen impracticable.

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1.4 – Contenido esencial y desarrollo legislativo de los derechos
La CE establece la obligación de respeto al contenido esencial de los derechos regulados en el
Capítulo II, Título I. Por tanto, esta garantía del desarrollo legislativo de los derechos no se refiere a
la totalidad de los derechos constitucionales ni legales, si no tan sólo a un grupo específicos de
derechos.

El respeto al contenido esencial de los derechos del Capítulo II no debe llevarnos a considerar que el
resto de derechos constitucionales podrían ser regulados de manera que quedaran desnaturalizados
o resultaran impracticables, ya que el valor normativo supremo de la Constitución obliga a:
1. Interpretar y aplicar sus normas de manera plena y eficaz
2. Observar el carácter de los derechos como instituciones jurídicas constitucionalmente
reconocidas y dotadas de un sentido propio.
3. Preservar esa naturaleza e identidad propias al legislador ordinario.

El respeto al contenido esencial de los derechos del Capítulo II es una reiteración garantista
frecuente en la CE, producto de las circunstancias históricas en las que se elaboró el texto
constitucional, y del deseo de los constituyentes de romper con los principios del régimen anterior.

2 - EL CARÁCTER LIMITADO DE LOS DERECHOS

El TC ha defendido el carácter limitado de los derechos que, por tanto, no son absolutos, sino que
deben articularse en un sistema en el que sea posible el ejercicio de todos ellos.
Algún sector doctrinal ha defendido que algunos derechos constitucionales son absolutos. Avala esta
posición la redacción de algún precepto constitucional, como sucede con la integridad física y moral,
afirmando la CE que nadie puede ser sometido a tortura ni a penas o tratos inhumanos o
degradantes.

Hoy, el problema jurídico-constitucional de los derechos y libertades se refiere tanto a su


reconocimiento como a sus límites y garantías y, por ello, resulta esencial determinar el alcance de
su regulación en el texto constitucional, así como la posición jurídica de los derechos y libertades con
los que puedan entrar en colisión. En este aspecto, las funciones de la ley y la jurisprudencia son
esenciales como vehículo de desarrollo de la CE, sin que la ley sustituya a la CE y sin que el Juez
sustituya a la ley.

3 – TIPOS DE LÍMITES DE LOS DERECHOS

Límites constitucionales
Límites genéricos: se refieren al sistema constitucional de derechos. Se pueden subclasificar en:
1. Límites derivados de los valores y principios constitucionales y de las exigencias del Estado
social y democrático de Derecho.
2. Límites derivados del mandato contenido en el art 10.2 CE, que obliga a interpretar las
normas relativas a los derechos y libertades fundamentales de conformidad con la DUDH y
los tratados y acuerdos internacionales sobre la materia en que España sea parte.

Límites colectivos: cuando afectan a un grupo determinado de derechos constitucionales.

Límites específicos: cuando aluden a un solo derecho.

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Límites internacionales
Son los derivados de los compromisos de Derecho internacional convencional adquiridos por el
Estado mediante su incorporación a organizaciones internacionales, o los generados como
consecuencia de la ratificación de convenios y TI sobre la protección de los derechos y libertades o
sobre sus garantías.

Límites de Derecho comunitario


Obligan a los EEMM por aplicación del principio de competencia.

Límites legales
La legislación de desarrollo puede incorporar ciertos límites:
1. Límites generales: si afectan al sistema de derechos en su conjunto.
2. Límites colectivos: si afectan a un grupo determinado de derechos.
3. Límites específicos: si afectan a un solo derecho.

Límites jurisprudenciales
Son límites definidos por la jurisprudencia (TC, TEDH, TJ y Tribunales nacionales ordinarios). El TC
señaló que los límites de los derechos no quedan circunscritos a los que expresamente contenga la
CE y a los que deriven del libre ejercicio de los derechos reconocidos en la misma, sino que también
hay límites mediatos, sólo directamente emanados de la CE, pero necesarios para preservar otros
derechos o bienes constitucionales protegidos.

4 – CLASIFICACIÓN DE LOS DERECHOS

4.1 – Clasificación cronológica


Circunscribiéndose al Estado de Derecho, en función de la Teoría de las generaciones:
1. Derechos de 1ª generación. Estado liberal.
2. Derechos de 2ª generación. Estado liberal.
3. Derechos de 3ª generación. Estado social.
4. Derechos de 4ª generación. Estado social.

4.2 – Clasificación por la fuente de producción


1. Derechos constitucionales. Los incluidos en la CE 1978.
2. Derechos reconocidos en convenios y TI. Los incorporados al ordenamiento interno a través
de fuentes internacionales aplicables en nuestro país.
3. Derechos comunitarios. Derechos incorporados a los tratados y modificaciones posteriores,
y la recepción realizada por el Derecho derivado de la UE.
4. Derechos estatutarios. Derechos vinculados a las competencias de las CCAA y cuya
constitucionalidad ha sido confirmada por el TC.
5. Derechos legales. Derechos reconocidos en las leyes.

4.3 – Clasificación por su contenido


1. Del ámbito privado.
2. De la esfera privada.
3. Del ámbito político.
4. Del ámbito económico.

4.4 – Clasificación por su naturaleza


1. Derecho de libertad o inmunidad.
2. Derecho de prestación.

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4.5 – Clasificación por el sujeto
1. Derechos individuales.
2. Derechos colectivos.

5 – POR SUS GARANTÍAS

5.1 – Garantías constitucionales


Derechos máximamente tutelados
Los derechos de mayor nivel de garantías son los comprendidos en la Sección 1ª del Capítulo II,
Título I, que vinculan a todos los poderes públicos, requieren LO para su desarrollo sometida a
control de constitucionalidad y respeto del contenido esencial, reciben tutela preferente y sumaria y
pueden ser recurridos al amparo del TC.

Derechos con tutela casi máxima


Se incluye el derecho a la igualdad y la actualmente objeción de conciencia. Ambos reciben iguales
garantías que los derechos fundamentales.

Derechos con garantías de nivel medio


Regulados en la Sección 2ª del Capítulo II, Título I, que también vinculan a todos los poderes
públicos, aunque su desarrollo legislativo se haya mediante ley ordinaria. Requieren respeto de su
contenido esencial pero no gozan de tutela preferente y sumaria ni de recurso de amparo.

Derechos y principios de nivel mínimo


Principios de la política social y económica recogidos en el Capítulo III del Título I, que reciben
garantías sustancialmente menores a los anteriores. El reconocimiento, respeto y protección de
estos principios informarán la legislación positiva, la práctica judicial y la actuación de los poderes
públicos.

5.2 – Garantías internacionales


Derechos dotados de garantías diplomáticas
Representan el menor nivel de garantías aun reconociendo su importancia y eficacia en el ámbito
internacional.

Derechos dotados de garantías legales


Cuando se encuentran reconocidas expresamente en textos jurídicos de aplicación en los Estados
parte, que comprometen a los mismos a su cumplimiento.

Derechos dotados de garantías jurisdiccionales


Representan el máximo nivel de garantías jurídicas. Es el caso del TEDH en relación con los derechos
reconocidos en el CEDH.

Garantías institucionales
La garantías provienen de la tutela por una institución, unipersonal o colegiada, creada al efecto.
P.e., el Alto Comisionado para los Derechos Humanos de las Naciones Unidas.

5.3 – Garantías en el ámbito de la UE


Garantías incorporadas a los Tratados constitutivos y sus modificaciones posteriores
Los tratados constitutivos y sus sucesivas modificaciones han incorporado al ordenamiento de la UE
diversas garantías, algunas de las cuales, además, han sido desarrolladas mediante del Derecho
derivado.

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Garantías reconocidas en el Derecho derivado
Se han incorporado competencias legislativas al Derecho de la UE, a través de la acción normativa de
las diferentes instituciones de la UE.

Garantías jurisdiccionales
Representada por el TJ que tiene competencias para el control del Derecho de la UE.

Garantías institucionales
En el ámbito del Derecho comunitario también se han creado instituciones de tutela como el
Defensor del Pueblo Europeo.

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TEMA 8 – LA INTERPRETACIÓN DE LOS DERECHOS Y LIBERTADES

1 – LA INTERPRETACIÓN

1.1 Concepto y caracteres de la interpretación: la interpretación de la Constitución y la


interpretación constitucional
La interpretación jurídica es el conjunto de procesos lógicos que atribuyen significado a una norma
o describe el sentido de sus enunciados. Está relacionada con la aplicación de la ley y configura una
actividad creadora de Derecho por parte de los Jueces.

Hay que distinguir la interpretación de la Constitución, limitada al propio texto constitucional, de la


interpretación constitucional, que alcanza a los principios y valores y su aplicación a todo el
ordenamiento.
Las reglas propias de la interpretación constitucional son las siguientes:
1. Debe buscar la compatibilidad entre los preceptos y principios contenidos en la CE.
2. Supone fijar reglas válidas para la Admón y para el legislador.
3. Los aplicadores de la CE deben buscar la voluntad objetiva del constituyente: lo dicho en el
precepto en relación con su contexto.
4. Ha de ser posible una actualización del programa constitucional sin caer en rupturas,
mutaciones constitucionales silenciosas ni revisiones apócrifas.

1.2 – La interpretación del Derecho constitucional


1.2.1 – El método hermenéutico clásico
Este método acepta cuatro elementos de interpretación:
1. Gramatical.
2. Histórico.
3. Lógico.
4. Sistemático.

El TC ha resaltado la necesidad de realizar una interpretación integradora, ya que la CE forma un


todo, de acuerdo con lo que sería una interpretación sistemática. Este método atribuye al texto una
doble relevancia:
1. Es un punto de partida para la captación del sentido de las normas.
2. Es límites de la interpretación, que nunca puede ir contra el tenor literal del texto.

1.2.2 – El método axiológico integrador


Según este método, la interpretación de la CE ha de tener en cuenta:
1. El orden de valores subyacentes al texto constitucional.
2. El sentido y realidad de la CE como elemento del continuo proceso real de integración de la
comunidad.

1.2.3 – El método tópico problemático


Afirma el carácter práctico de la interpretación constitucional así como el carácter abierto de la CE,
que dificulta la subsunción de los hechos en sus preceptos.
La interpretación consistirá en una discusión del problema entre varios aplicadores-intérpretes, que
se sirven de varios puntos de vista. Los distintos tópicos tendrán como función:
1. Servir de orientación al intérprete.
2. Constituir una guía de discusión de los problemas.
3. Permitir la decisión del problema jurídico en cuestión.

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1.2.4 – El método hermenéutico concretizador
Este método considera que, en la lectura de un texto normativo, hay una precompresión de su
sentido por parte del intérprete, existiendo varios presupuestos de la tarea interpretativa:
1. Presupuestos subjetivos: precomprensión en la obtención del sentido del texto
constitucional.
2. Presupuestos objetivos: contexto o situación en que se aplica.

La relación entre texto y contexto tiene lugar a través de la mediación del intérprete, configurando el
llamado “círculo hermenéutico”.

1.2.5 – El método normativo estructurante


Considera que la norma comprende parte de la realidad social. Contempla los siguientes principios
de la interpretación constitucional:
1. Principio de unidad de la Constitución: implica evitar antinomias entre las normas
constitucionales.
2. Principio de efecto integrador: da preferencia a los criterios que favorezcan la integración
política y social y el refuerzo de la unidad política, respetando el pluralismo.
3. Principio de máxima efectividad: según el TC, la ley debe ser interpretada de la forma más
favorable para la efectividad de todos los derechos y la máxima aplicación de su contenido.
4. Principio de conformidad funcional: el órgano que interprete la CE no puede llegar a un
resultado que subvierta el esquema organizatorio-funcional constitucionalmente
establecido.
5. Principio de concordancia práctica: ha de evitarse el sacrificio de unos bienes jurídicos frente
a otros. Se basa en el principio de igual valor de los bienes constitucionales, negando
jerarquía alguna entre ellos.
6. Principio de fuerza normativa de la Constitución: da prevalencia a los puntos de vista que
garanticen la máxima eficiencia y permanencia de la CE.
7. Principio de interpretación conforme a la CE: en caso de normas plurisémicas debe darse
preferencia al sentido conforme a la CE.

2 – NORMAS DE INTERPRETACIÓN Y CE

2.1 – Normas de interpretación en la CE


CC: las reglas sobre interpretación de las normas del Título Preliminar y los arts 2 y 3 CC son aplicales
en su mayor parte a todo el OJ, manteniéndose en el CC por tradición histórica.
CE: el art 10 CE establece que las normas relativas a los DF y a las libertades que la CE reconoce se
interpretarán conforme a la DUDH y los tratados y acuerdos internacionales sobre la materia
ratificados por España.

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2.2 – Interpretación conforme a la CE
Según el TC, a partir de la entrada en vigor de la CE, todos los poderes públicos deben interpretar la
ley conforme a la CE, rechazando la aplicación de una regla que conduzca a un resultado opuesto al
que el precepto constitucional considera deseable.

La CE es la norma fundamental y fundamentadora de todo el OJ, de manera que toda ley o


disposición opuesta a la misma ha de ser derogada. La CE es una norma unitaria en la que cada
precepto encuentra su sentido pleno valorándolo con los demás, de acuerdo con una interpretación
sistemática.

El TC ha confirmado que la CE incorpora un sistema de valores que requiere una interpretación


finalista de la CE, sin desechar ninguna palabra por considerarla vana y buscando la proporcionalidad
entre los actos y sus consecuencias.

El TC no considera determinante el criterio histórico para establecer la adecuación o no de una


norma a la CE. El legislador ordinario no puede dictar normas meramente interpretativas de la CE,
mientras que el TC sí puede dictar sentencias interpretativas con carácter vinculante para todos los
poderes públicos.

3 – LA INTERPRETACIÓN DE LOS DERECHOS Y LIBERTADES

3.1 – Normas constitucionales y legales sobre interpretación de los derechos y libertades


La CE establece que las normas relativas a los derechos y libertades fundamentales se interpretarán
conforme a la DUDH y los tratados y acuerdos internacionales sobre la materia ratificados por
España. Además la DHUD, este criterio de interpretación abarca los siguientes acuerdos
internacionales:
ONU: Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos, PI de Derechos Económicos y Sociales,
Convenio sobre la eliminación de todas las formas de discriminación, Convenio de los Dchos del Niño.
Consejo de Europa: Convenio europeo de DH, Convenio de biomedicina y DH, Protocolo de
prohibición de la clonación humana.
UE: Tratados constitutivos, el de Maastricht, el de Ámsterdam, el de Niza proclamando la CDFUE.

El TC ha otorgado carácter interpretativo de las normas constitucionales a los tratados y convenios


internacionales, pero ha negado que éstos sean parámetro de la constitucionalidad. Deben
considerarse a efectos de interpretación, pero no de validez.

3.2 – El alcance de la norma interpretadora del art 10.2 CE


El art 10.2 CE alude a los DF y libertades públicas. La doctrina y la jurisprudencia denominan
habitualmente como DF a los contenidos en la Sección 1ª del Capítulo II del Título I CE. A juicio de la
cátedra, la norma de interpretación del art 10.2 debe aplicarse también a los derechos del Capítulo III
(principios de política social y económica).

3.3 –La jurisprudencia del Tribunal Europeo de DH como criterio interpretativo


El TC estableció que la jurisprudencia del TEDU podía entenderse comprendida en las menciones del
art 10.2 CE. Desde entonces, el TC ha utilizado dicha jurisprudencia como criterio de interpretación
en numerosas sentencias.

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3.4 – Criterios sobre interpretación de los DD y LL
Los derechos y libertades:
1. Deben interpretarse conforme a los valores y principios constitucionales.
2. Requieren una interpretación sistemática.
3. Deben interpretarse conforme a la CE y no conforme a la ley.
4. En caso de conflicto entre derechos, la interpretación debe buscar la función que la CE
determina para el derecho en cuestión.
5. No tienen carácter absoluto y su ejercicio puede ser limitado en ciertos supuestos.

El TC ha señalado que los derechos deben interpretarse de acuerdo al favor libertatis, favoreciendo:
1. El ejercicio del libre derecho hasta donde no vulnere otro derecho o bien protegido por la CE.
2. La mayor efectividad del derecho.
3. La manifestación de la fuerza expansiva de los derechos.

3.5 – La interpretación de los derechos contenidos en los tratados internacionales


La incorporación de los tratados internacionales al derecho interno mediante su publicación oficial
fusiona su validez internacional e interna. Los derechos contenidos en un tratado son, en el
ordenamiento español, derechos con rango de ley, que habrán de interpretarse conforme a la CE,
siéndoles aplicables el resto de los criterios interpretativos mencionados anteriormente.

3.6 – La interpretación de los derechos contenidos en el Derecho comunitario


El derecho comunitario originario está integrado por los tratados constitutivos de las Comunidades y
por sus modificaciones.
El derecho comunitario derivado es el generado por las instituciones comunitarias.

El Derecho comunitario y el Derecho de producción interna de los EEMM se rigen por el principio de
competencia, no existiendo jerarquía entre uno y otro, sino aplicación preferente del Derecho
comunitario en los EEMM en las materias de competencia de la UE.

El TC ha confirmado la vinculación del Reino de España al Derecho comunitario, lo que no significa


que se dote a las normas del Derecho comunitario de rango y fuerza constitucional. Según el TC, el
Derecho comunitario no integra el canon de constitucionalidad bajo el que haya que examinar las
leyes del Estado español.

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TEMA 9 – TUTELA JUDICIAL EFECTIVA. GARANTÍAS DE LOS
DERECHOS Y LIBERTADES

1 – GARANTÍAS DE LOS DERECHOS Y LIBERTADES

La validez y reconocimiento de los derechos y libertades se encuentra en la eficacia de sus garantías.


La Declaración de los Derechos del Hombre y del Ciudadano afirmaba que una sociedad en la cual no
se asegurara la garantía de los derechos y existiera separación de poderes, carecía de Constitución.

Las garantías son instrumentos jurídicos de aseguramiento de los derechos y libertades y, por tanto,
del valor normativo de la Constitución.
La eficacia de los derechos y libertades requiere que dichos instrumentos jurídicos permitan
restablecer o preservar los derechos fundamentales de los ciudadanos ante actuaciones de los
poderes públicos o de otros ciudadanos que los amenacen o vulneren.

Algunas garantías constitucionales precisan desarrollo legislativo, otras se encuentran expresadas


en el texto constitucional y otras poseen rango legal y no constitucional.
En los Estados modernos, las garantías se extienden en los mismos ámbitos que los derechos a los
que aseguran, pudiendo distinguir un ámbito interno y uno internacional.

2 – GARANTÍAS NORMATIVAS

Son disposiciones constitucionales y legales de carácter preventivo que impiden la posible


vulneración de los derechos y libertades, protegen el catálogo que de ellos recoja el texto
fundamental y salvaguardan su contenido. Las garantías normativas se caracterizan por integrarse en
el recurso del propio derecho de manera que con su regulación y su ejercicio queda implícita su
tutela. Estas garantías son las siguientes:
1. Vinculación de los poderes públicos a los derechos
2. Rigidez constitucional
3. Garantías de su desarrollo legislativo: reserva de ley
4. Garantías sobre el contenido de los derechos y libertades
5. Derechos-garantía
6. Exenciones de obligaciones
7. Exigencias y prohibiciones a la actuación de los poderes públicos

2.1 – Vinculación de los poderes públicos a los derechos


La consecuencia directa e inmediata del reconocimiento del valor normativo supremo de la CE es la
supeditación a sus principios del resto de la legislación y la vinculación de todos los ciudadanos y
los poderes públicos a la misma y al resto del OJ.
Los derechos y libertades deben, no sólo ser respetados por los poderes públicos, sino que también
son eficaces en las relaciones entre particulares.
Los poderes públicos deben quedar vinculados por los derechos contenidos en el Capítulo III, puesto
que el reconocimiento y respeto de los principios reconocidos en él informará la legislación positiva,
la práctica judicial y la actuación de los poderes públicos.

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2.2 – La rigidez constitucional
En su Título X, La CE incorpora las previsiones a cerca de su propia reforma, estableciendo un
procedimiento de reforma ordinario y un procedimiento agravado.
El procedimiento ordinario permite abordar la modificación de cualquiera de sus preceptos, salvo las
materias reservadas al procedimiento agravado:
1. Título preliminar
2. Derecho fundamentales de la Sección 1ª, Capítulo II, Título I
3. La Corona, Título II
4. La revisión total de la CE

La CE otorga la garantía de la rigidez constitucional a todos los derechos, con las siguientes
matizaciones:
1. Los derechos fundamentales quedan protegidos mediante el procedimiento agravado, de
donde se deduce la intención del constituyente de dotarlos de una protección reforzada.
2. Los demás derechos constitucionales gozan de la protección que representa el
procedimiento de reforma ordinario.

2.3 – Garantías de su desarrollo legislativo: la reserva de ley


En materia de derechos y libertades, la CE establece el principio de reserva de ley genérica para
determinados derechos, pero este principio se convierte en reserva de LO para el desarrollo de los
derechos fundamentales.
Para su aprobación, modificación o derogación, la LO requiere voto favorable de la mayoría absoluta
del Congreso en una votación final sobre el conjunto del proyecto.

Además, la CE establece que no podrán regularse mediante Decreto-Ley, entre otros, los deberes y
libertades de los ciudadanos regulados en el Título I.
Al respecto se distinguen dos tesis:
1. La opinión restrictiva, que postula que dicha prohibición se refiere exclusivamente a los
derechos fundamentales.
2. La opinión extensiva, que considera que se refiere a todos los derechos contenidos en el
Título I.

2.4 – Garantías sobre el contenido de los derechos y libertades


En la regulación de los derechos y libertades es cada vez más frecuente la exigencia de que la ley
respete su contenido esencial.
La idea de un contenido esencial representa la prohibición de que se regule un derecho de manera
que desfigure y difumine los límites del derecho hasta hacerlo irreconocible. Se trata pues de que el
desarrollo de un derecho no destruya su contenido material, convirtiéndolo en un derecho
puramente formal.

El problema más importante es saber, en cada caso, cuál es el contenido esencial de un derecho
concreto.
El TC ha ido delimitando lo que debe entenderse por contenido esencial de un derecho. En un primer
momento representaba para el TC una restricción de la potestad legislativa del Estado, pues no podía
invadir esa esfera esencial. Se postula pues, que ninguna limitación introducida por el legislador
puede estar justificada si desconoce o desnaturaliza el derecho.

2.5 – Derechos-garantía
Algunos instrumentos de tutela se presentan bajo la forma de derechos concretos que garantizan
aspectos de otro del cual dimanan. La CE ofrece ejemplos significativos: el derecho a la intimidad
personal concreta un aspecto de la libertad personal. El más destacado es el derecho a la tutela
judicial efectiva, configurado como un derecho-garantía de todos los demás derechos.

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2.6 – Exenciones de obligaciones
Es un medio de aseguramiento de derechos y libertades consistente en prohibir que el sujeto sea
obligado a realizar determinados actos que pondrían en peligro el libre ejercicio de alguno de sus
derechos constitucionales. Por ejemplo, la CE establece que nadie podrá ser obligado a declarar
sobre su ideología, religión o creencias.

2.7 – Obligaciones y prohibiciones de la actuación de los poderes públicos


Ciertas garantías de los derechos y libertades provienen del establecimiento de ciertos controles y
exigencias a la actuación de los poderes públicos:
1. Cuando se exige dar entrada a la opinión o actividad de particulares en materia de
enseñanza.
2. Cuando se requiere resolución judicial previa a determinados actos de los poderes públicos,
como la suspensión o disolución de asociaciones o la entrada en domicilios particulares.
3. Cuando se prohíbe realizar determinados actos que podrían alterar el libre ejercicio de los
derechos y libertades, como la censura previa.

3 – GARANTÍAS JURISDICCIONALES

Son aquellas que pueden ser instadas para prevenir o reparar la vulneración de un derecho. Estos
medios de aseguramiento pueden manifestarse en forma de procesos, ya sean judiciales ordinarios o
especiales, o de mecanismos de garantía que operan dentro de dichos procesos. En la CE podemos
distinguir entre:
1. Protección jurisdiccional genérica: tutela de los derechos y libertades a través de las
garantías jurisdiccionales que son comunes a todos los bienes e intereses del OJ.
2. Protección jurisdiccional específica: tutela que puede obtenerse a través de procedimientos
o instancias creados exclusivamente para el aseguramiento de los derechos y libertades.

3.1 – Protección jurisdiccional genérica


3.1.1 – LA TUTELA JUDICIAL EFECTIVA
Concepto
La CE establece que “Todas las personas tienen derecho a obtener la tutela efectiva de los jueces y
tribunales en el ejercicio de sus derechos e intereses legítimos, sin que, en ningún caso, pueda
producirse indefensión”.
Y añade que todos tienen derecho al Juez ordinario predeterminado por la ley, a la defensa y
asistencia de un letrado, a ser informados de la acusación formulada contra ellos, a un proceso
público sin dilaciones indebidas y con todas las garantías, a utilizar los medios de prueba
pertinentes para su defensa, a no declarar contra sí mismos, a no confesarse culpables y a la
presunción de inocencia.

Contenido
El derecho a la tutela judicial efectiva tiene un contenido complejo, ya que en su denominación se
comprenden también los derechos:
1. De acceso a los jueces y tribunales
2. A obtener un fallo de los órganos fundado en Derecho
3. Y a que el fallo se cumpla o ejecute, y el recurrente sea repuesto en su derecho o, en su
caso, compensado.
El derecho a la tutela judicial efectiva prohíbe la indefensión, y las partes en conflicto pueden alegar
y probar lo que convenga a su derecho.

Titularidad
El sujeto del derecho a la tutela judicial efectiva es tanto la persona física como la jurídica.

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3.1.2 – EL RECURSO DE INCONSTITUCIONALIDAD
Concepto y competencia
La CE atribuye el control de la constitucionalidad al TC. El recurso de inconstitucionalidad procede
contra leyes y disposiciones normativas con fuerza de ley que pudieran haber vulnerado cualquier
precepto de la CE.
Así pues, se trata de una garantía jurisdiccional genérica que opera tanto en la protección de los
derechos y libertades como en otros aspectos contenidos en el texto constitucional.

Legitimación
La CE reconoce legitimación para interponer el recurso a:
1. El Presidente del Gobierno
2. El Defensor del Pueblo
3. 50 Diputados o 50 Senadores
4. Los órganos colegiados ejecutivos de las CCAA y, en su caso, las Asambleas de las mismas.

El hecho de que los particulares no se encuentren legitimados permite afirmar que el recurso de
inconstitucionalidad es un medio de control de los propios poderes públicos respecto de la actividad
legislativa de las Cortes.

Plazo de interposición
La LOTC establece un plazo de tres meses para su interposición, a partir de la publicación de la ley,
disposición o acto con fuerza de ley, debiendo presentar la demanda de impugnación ante el TC.
El Presidente del Gobierno y los órganos ejecutivos de las CCAA disponen de un plazo de nueve
meses, siempre que se cumplan una serie de requisitos establecidos en la LOTC.

Tramitación
Una vez que la demanda sea admitida a trámite, el TC debe dar traslado de la misma al Congreso y
al Senado, por medio de sus Presidentes, o al Gobierno, por medio del Ministerio de Justicia.
En el supuesto de que el objeto del recurso fuera una ley o disposición con fuerza de ley dictada por
una CA, se dará traslado también a los órganos legislativo y ejecutivo de la Comunidad afectada a fin
de que puedan personarse en el procedimiento y formular las alegaciones oportunas.

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3.1.3 – LA CUESTIÓN DE INCONSTITUCIONALIDAD
Concepto
Cuando, durante un procedimiento judicial, el juez deba aplicar una ley de la que no está seguro de
su constitucionalidad, planteará al TC una consulta, de oficio o a instancia de parte, quedando el
procedimiento en suspenso hasta que el TC decida sobre la consulta.
Así, los jueces y tribunales adquieren la facultad de interpretar la ley en función de la CE, realizando
una comparación entre ellas, de la que se deriva una consecuencia jurídica que, en su caso,
fundamentará la elevación de la cuestión de inconstitucionalidad ante el TC.
La cuestión de inconstitucionalidad posibilita la depuración del OJ de normas preconstitucionales
contrarias a la CE.

Tramitación
Según la LOTC, el órgano judicial:
1. Sólo podrá plantear la cuestión una vez concluso el procedimiento y dentro del plazo para
dicar sentencia o resolución judicial.
2. Se debe concretar la ley o norma con fuerza de ley que se cuestiona y el precepto
constitucional que se supone infringido.
3. Se debe explicar en qué medida la decisión del proceso depende la validez de la norma en
cuestión.
El planteamiento de la cuestión origina la suspensión del proceso judicial hasta que el TC se
pronuncie sobre su admisión. Si se admite la cuestión, el proceso permanecerá suspendido hasta
que el TC lo resuelva definitivamente.
A su vez, el TC puede plantear una autocuestión de inconstitucionalidad al Pleno del Tribunal, para
que se pronuncie sobre la posible expulsión de OJ de un precepto conflictivo.

3.2 – Protección jurisdiccional específica


Es aquella que el OJ ha creado específicamente para la defensa de uno o más derechos
constitucionales, sean o no fundamentales. Por el momento en que se producen, se diferencian en:
1. Garantías jurisdiccionales específicas a priori: constituyen actos jurisdiccionales que tutelan
un derecho específico.
2. Garantías jurisdiccionales específicas a posteriori: se articulan a través del Habeas Corpus,
del procedimiento preferente y sumario ante los tribunales ordinarios y del recurso de
amparo ante el TC.

3.2.1 – PROCEDIMIENTO PREFERENTE Y SUMARIO


La defensa de los derechos máximamente tutelados se realizará mediante un procedimiento basado
en los principios de preferencia y sumariedad:
1. La preferencia implica un mandato del legislador para que articule los procedimientos
adecuados de la tutela, de modo que los procesos relativos a estos derechos sean incoados
inmediatamente después de la presentación del escrito en el que quede planteada la
pretensión que los motivó, sin esperar el turno que les pudiera corresponder
ordinariamente.
2. Sumariedad: proceso que tiene limitado su objeto, los medios de prueba y otros elementos
del proceso a fin de conseguir una mayor celeridad en la tramitación. Estos procedimientos
carecen de fuerza de cosa juzgada material y la misma pretensión puede volver a ser
debatida en un proceso posterior.

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3.2.2 – RECURSO DE AMPARO COMO GARANTÍA ESPECÍFICA DE LOS DERECHOS FUNDAMENTALES
Concepto
Los derechos protegidos por el recurso de amparo coinciden con los que son objeto de tutela
preferente y sumaria:
1. La igualdad consagrada en el art 14 CE.
2. Los derechos fundamentales de la Sección 1ª, Capítulo II, Título I.
3. La objeción de conciencia al servicio militar.

El TC establece que el recurso de amparo procederá contra disposiciones, actos jurídicos o simple
vía de hecho de los poderes públicos del Estado, las CCAA y demás entes públicos de carácter
territorial, corporativo o institucional, así como de sus funcionarios, que violen cualquiera de los
derechos y libertades protegidos por este recurso.

Carácter subsidiario del recurso de amparo


Antes de acudir al recurso de amparo es preciso agotar la vía ante los tribunales ordinarios.
Su incidencia es subjetiva, pues tutela el derecho a instancia del particular, y objetiva, pues tutela
también el ordenamiento constitucional, del que son parte fundamental los derechos y libertades.

Legitimación
Están legitimados para interponer recurso de amparo:
1. Toda persona física o jurídica que invoque un interés legítimo.
2. El Defensor del Pueblo.
3. El MF, por actos o decisiones sin valor de ley, emanados de las Cortes o de cualquiera de sus
órganos, o de las Asambleas legislativas de las CCAA.

Tramitación
El recurso de amparo se inicia mediante demanda y debe ser objeto de admisión a trámite.
La Sección, por unanimidad de sus miembros, debe acordar mediante providencia la admisión del
recurso, en todo o en parte, siempre y cuando concurran los siguientes requisitos:
1. Que la demanda cumpla los requisitos de la propia LO.
2. Que el contenido justifique una decisión sobre el fondo por parte del TC en razón de su
especial trascendencia constitucional.

Suspensión
La interposición del recurso de amparo no suspende los efectos del acto o sentencia impugnados,
pero, cuando la ejecución de éstos produzca un perjuicio al recurrente que pudiera hacer perder su
finalidad al amparo, puede acordarse la suspensión total o parcial, siempre y cuando la suspensión
no ocasione perturbación grave a un interés constitucionalmente protegido, ni a los derechos
fundamentales o libertades de otra persona.

Sentencia
La sentencia que resuelva el recurso de amparo podrá estimarlo o denegarlo. En caso de estimación,
la sentencia contendrá alguno los siguientes pronunciamientos:
1. Declaración de nulidad de la decisión, acto o resolución que hayan impedido el pleno
ejercicio de los derechos o libertades protegidos, con determinación de la extinción de sus
efectos.
2. Reconocimiento del derecho o libertad pública.
3. Restablecimiento del recurrente en la integridad de su derecho o libertad, con la adopción
de las medidas necesarias para su conservación.

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4 – INSTITUCIONES DE GARANTÍA

4.1 – Garantía parlamentaria


El Parlamento asume, entre otras, la función de controlar la actividad del Gobierno, a través de la
cual puede incidir en el aseguramiento de los derechos y libertades mediante preguntas,
interpelaciones o comisiones de investigación. Sin olvidad que corresponde al Parlamento la
aprobación y enmienda de los proyectos de ley que presente el Gobierno.

4.2 – El MF
El MF está integrado en el Poder Judicial, aunque se le reconoce autonomía funcional. Ejerce sus
funciones a través de órganos propios, conforme a los principios de unidad de actuación y
dependencia jerárquica, y con sujeción a los principios de legalidad e imparcialidad.

Funciones
La CE atribuye a estos órganos la función de promover la acción de la justicia en defensa de la
legalidad, de los derechos de los ciudadanos y del interés público tutelado por la ley, de oficio o a
instancia de parte, así como velar por la independencia de los Tribunales y procurar ante éstos la
satisfacción del interés social.
La Ley Reguladora del Estatuto del MF especifica que corresponde a éste “velar por el respeto de las
instituciones constitucionales y de los derechos fundamentales y libertades públicas con cuantas
actuaciones exija su defensa”.

Facultades
Para el cumplimiento de sus funciones, el MF posee un conjunto de competencias, entre las que
destacan:
1. Interponer recurso de amparo ante el TC, en los casos y formas previstos legalmente.
2. Intervenir en los procesos de que conoce el TC en defensa de la legalidad en la forma en que
las leyes establezcan.
3. Intervenir en procesos judiciales de amparo.
4. Defender la legalidad de los procesos contencioso-advos en que intervenga.

4.3 – El defensor del pueblo


Designación, mandato y cese
El Defensor del Pueblo es un Alto Comisionado de las CG al que se atribuye la defensa de los
derechos comprendidos en el Título I. Ejercerá las funciones que le encomiende la CE y la propia LO.
Puede ser designado cualquier español mayor de edad que se encuentre en el pleno disfrute de sus
derechos civiles y políticos.
La LO del Defensor del Pueblo establece una serie de incompatibilidades para fortalecer la posición
de independencia que esta institución precisa. Además, el Defensor del Pueblo no está sujeto a
mandado alguno, y dispone de inviolabilidad por las manifestaciones o actos que formule en el
desempeño de su cargo, así como de inmunidad, no pudiendo ser detenido salvo en caso de
flagrante delito.

Funciones
Para el cumplimiento de sus fines, el Defensor del Pueblo debe supervisar la actividad de la Admón
dando cuenta a las CG a través de un informe anual y de otros informes sobre aspectos concretos.
La CE le encomienda la defensa de todos los derechos del Título I. Sus funciones son:
1. Inspección y comprobación del funcionamiento de los servicios públicos.
2. Orientación y propuesta sobre las medidas necesarias para la subsanación de anomalías en
dichos servicios.
3. Defensa jurisdiccional de los derechos y libertades a través de su legitimación para
interponer recurso de inconstitucionalidad y de amparo.

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TEMA 10 – LA SUSPENSIÓN DE DERECHOS

1 – LA SUSPENSIÓN DE DERECHOS: CONCEPTO, ORIGEN Y EVOLUCIÓN

La suspensión de los derechos constitucionales surge ante la aparición de circunstancias


extraordinarias en la sociedad, como un instrumento de defensa del orden constitucional con el
objeto de restablecer la situación de normalidad alterada por dichas circunstancias.
Su origen está en la “Martial Law” inglesa, en cuya virtud la Corona y todo ciudadano podían repeler
por la fuerza cualquier insurrección o resistencia violenta ante la ley. En Francia también se
incorporó tras la Revolución a través de la institución de “Etat de siege”. También la Constitución
alemana incluyó cuatro tipos de estados excepcionales.

El Convenio Europeo de DH establece que, encaso de guerra u otro peligro público que amenace la
vida de la nación, cualquier Alta Parte Contratante podrá tomar medidas que deroguen las
obligaciones previstas en el Convenio, en la medida estricta que exija la situación y siempre que no
contradigan otras obligaciones derivadas del Derecho internacional.

2 – LA SUSPENSIÓN DE DERECHO EN LA CE

La suspensión de derechos ya aparecía en las Constituciones de 1812, 1837, 1845, 1869, 1876 y
1931, así como en la LO del Estado durante el régimen franquista.
El art 55 CE incorpora la suspensión de derechos en dos modalidades:
1. Ante la declaración de estado de alarma, sitio o excepción.
2. Suspensión de derechos individuales.

3 – LA SUSPENSIÓN DE DERECHOS DEL APARTADO 1 ART 55 CE

3.1 – Derechos que pueden ser suspendidos


Previa declaración de estado de sitio o excepción (no de alarma), podrán ser suspendidos los
siguientes derechos constitucionales (la mayoría fundamentales):
1. Derecho a la libertad personal y a la seguridad, límite de 72h de detención preventiva y
habeas corpus.
2. Información al detenido, asistencia letrada y derecho a no declarar (sólo para el estado de
sitio).
3. Inviolabilidad del domicilio y secreto de las comunicaciones.
4. Libertad de circulación y residencia.
5. Libertad de expresión y derecho a la información, secuestro de publicaciones.
6. Derecho de reunión y derecho de huelga.
7. Conflictos colectivos.

Se trata de medidas de carácter excepcional ya que la suspensión afecta a derechos y libertades del
ciudadano (salvo la suspensión del conflicto colectivo).
El estado de alarma no habilita para la suspensión de estos derechos. Paradójicamente, la
declaración del estado de guerra o la propia situación bélica no conlleva la posibilidad de
suspensión de derechos.

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3.2 – Carácter excepcional de las medidas de suspensión de derechos
La CE establece que no podrá procederse a la disolución del Congreso mientras estén declarados
algunos de los estados de alarma, sitio o excepción.
Si el Congreso estuviera disuelto al producirse la declaración de uno de estos estados, las
competencias de la Cámara serán asumidas por la Diputación Permanente. Por otro lado, el Senado
posee las competencias de autorización, control y toma de conocimiento de la declaración de estos
estados excepcionales.
Por otra parte, el texto constitucional prohíbe que se inicie un procedimiento de reforma
constitucional en tiempo de guerra o bajo la vigencia de los estados de alarma, sitio o excepción. Sin
embargo, no se prohíbe expresamente que continúe un proceso de reforma constitucional iniciado
con anterioridad.

3.3 – Temporalidad, ámbito territorial y sujetos afectados


La declaración de cualquiera de los estados de alarma, sitio o excepción tiene carácter temporal y
puede quedar circunscrita a un ámbito territorial determinado dentro del territorio nacional.
Este carácter temporal confirma la naturaleza extraordinaria de las medidas restrictivas, cuyo fin no
debe ser otro que restablecer la normalidad social y/o política alterada.
Los sujetos afectados por la declaración serán los que se encuentren dentro del ámbito territorial
señalado en dicha declaración o todas las personas que se encuentren en el país, si ésta afectara a
todo el territorio nacional.

4 – ESTADOS EXCEPCIONALES

4.1 – Aspectos y disposiciones comunes a los estados de alarma, sitio y excepción


La LO de los Estados de Alarma, Sitio y Excepción establece que la declaración de dichos estados
procederá cuando circunstancias extraordinarias hiciesen imposible el mantenimiento de la
normalidad mediante los poderes ordinarios de las autoridades competentes.
Así mismo, la LO establece que las medidas a adoptar y la duración de la declaración serán las
estrictamente necesarias para asegurar el restablecimiento de la normalidad, y proporcionadas a las
circunstancias.

Dicha declaración tendrá carácter temporal, decayendo las medidas adoptadas bajo su vigencia en el
momento de expirar la declaración. La declaración no interrumpe el normal funcionamiento de los
poderes constitucionales del Estado. Sin embargo, en el estado de sitio, la autoridad militar puede
asumir competencias que normalmente no ejerce.

Los actos y disposiciones de la AAPP adoptados durante la vigencia del estado excepcional son
impugnables en vía jurisdiccional, teniendo derecho a indemnización los perjudicados en sus
personas, derechos o bienes.

4.2 – El estado de alarma


Presupuesto fáctico
El estado de alarma puede declararse cuando se produce una situación de anormalidad social por:
1. Catástrofes o desgracias públicas.
2. Crisis sanitarias (epidemias y casos de contaminación grave).
3. Paralización de los servicios públicos si no se garantizan los servicios mínimos.
4. Situaciones de desabastecimiento de productos de primera necesidad.

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Declaración y responsabilidad
La competencia para declarar el estado de alarma corresponde al Gobierno, que podrá declararlo en
todo o en parte del territorio nacional.
La declaración se produce mediante decreto del Consejo de Ministros, figurando el ámbito
territorial, la duración y los efectos del estado de alarma. No podrá exceder de 15 días, pudiendo ser
prorrogado por el Congreso, que fijará las condiciones de la prórroga.

En cuanto a las acciones y efectos, la autoridad competente será el Gobierno o el Presidente de la


CCAA, por delegación, si la declaración afecta sólo a una CCAA.
Todas las autoridades civiles de la AAPP del territorio afectado, los integrantes de los cuerpos de
Policía de la CCAA o corporaciones locales y demás funcionarios y trabajadores al servicio de las
mismas quedarán bajo las órdenes directas de la autoridad competente, en cuanto sea necesario
para la protección de personas, bienes o lugares.
El incumplimiento o resistencia a las órdenes de la autoridad competente será sancionado con
arreglo a las leyes. En el caso de funcionarios, podrán ser suspendidos dando traslado al juez y al
superior jerárquico.

Efectos
El Decreto inicial declarando el estado de alarma debe contener las medidas para el restablecimiento
de la normalidad, que pueden ser completadas por decretos posteriores.
Las medidas son las siguientes:
1. Limitar la circulación o permanencia de personas y vehículos en horas y lugares
determinados.
2. Practicar requisas temporales de todo tipo de bienes e imponer prestaciones personales
obligatorias.
3. Intervenir y ocupar transitoriamente fábricas, industrias o locales de cualquier naturaleza,
excepto domicilios privados.
4. Limitar el uso de servicios o consumo de artículos de primera necesidad.
5. Impartir las órdenes necesarias para asegurar el abastecimiento de los mercados y el
funcionamiento de los servicios afectados.

En caso de catástrofes, desgracias públicas, crisis sanitarias, epidemias o situaciones de


contaminación grave, la autoridad competente podrá adoptar medidas para luchar contra las
enfermedades contagiosas, proteger el medio ambiente y las relativas a materia de aguas y
protección de incendios.

El RD por el que se declara el estado de alarma para la normalización del servicio público esencial del
transporte aéreo
Con motivo de la huelga que llevaron a cabo los controladores en 2010, el Gobierno declaró el estado
de alarma para la normalización del servicio público esencial del transporte aéreo. Se encomendó
transitoriamente al Mº de Defensa las facultades de control de tránsito aéreo atribuidas a AENA.
Se disponía también que el Jefe del Estado Mayor del Ejército del Aire debía adoptar todas las
decisiones necesarias sobre el tráfico aéreo. A tal efecto, debía activar los recursos de control y exigir
la presencia en sus puestos de los controladores civiles.
La adopción de este RD por el Gobierno suscitó controversia entre juristas y ciudadanos, ya que se
puso en duda si era posible que el Gobierno delegara en una autoridad militar la gestión de la una
situación de alarma.
El RD se aprobó por un plazo inicial de 15 días, que fue prorrogado hasta el 17 de enero de 2011.

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4.3 – El estado de excepción
Presupuesto fáctico
Según la LO de los estados de alarma, sitio y excepción, el estado de excepción será declarado
cuando el libre ejercicio de los derechos y libertades los ciudadanos, el normal funcionamiento de las
instituciones democráticas, el de los servicios públicos esenciales para la comunidad, o cualquier otro
aspecto del orden público, resulten tan gravemente alterados que el ejercicio de las potestades
ordinarias fuera insuficiente para restablecerlo y mantenerlo.
Normalmente se trata de alteraciones del orden público que responden a motivaciones políticas.
Para que proceda su declaración, deben producirse:
1. La grave alteración del orden público
2. Y la imposibilidad de restablecerlo por medios ordinarios.

Declaración y plazos
El Gobierno puede solicitar el Congreso la autorización para declarar el estado de excepción que
puede aprobar la solicitud en los términos en que fue enviada por el Gobierno o introducir
modificaciones. La prórroga por otros 30 días debe ser aprobada por el Congreso según el mismo
procedimiento.

Una vez aprobado por el Congreso, el Gobierno puede declarar el estado de excepción por Decreto
del Consejo de Ministros. En caso de requerir nuevas medidas, el Gobierno debe solicitar nueva
aprobación del Congreso.
En caso de que el ámbito territorial esté comprendido en una sola CCAA, la autoridad gubernativa
coordinará su actuación en el Gobierno de dicha CCAA.

El Gobierno puede poner fin al estado de excepción antes del plazo previsto mediante Decreto del
Consejo de Ministros, dando inmediata cuenta al Congreso.

Derechos afectados por el estado de excepción


Libertad personal: la autoridad podrá detener a cualquier persona si existen sospechas fundadas de
que vaya a provocar alteración del orden público, dando traslado al juez en 24 horas.

Inviolabilidad del domicilio: la autoridad podrá disponer inspecciones y registros domiciliarios para
el esclarecimiento de presuntos delitos o para el mantenimiento del orden público.

Secreto de las comunicaciones: la autoridad podrá intervenir toda clase de comunicaciones si es


necesario para esclarecer hechos delictivos o mantener el orden público.

Libertad de circulación: la autoridad puede intervenir y controlar toda clase de transportes y su


carga, así como prohibir la circulación de personas y vehículos en horas y lugares determinados.
Podrá exigirse a personas determinadas, en razón de la peligrosidad asociada a estas para el
mantenimiento del orden público, que comuniquen con antelación cualquier desplazamiento fuera
de su localidad de residencia.

Libertad de expresión y derecho a la información: la autoridad puede suspender publicaciones,


emisiones de radio y TV, proyecciones cinematográficas y representaciones teatrales, así como
secuestrar publicaciones, sin ejercer censura previa.

Derecho de reunión: la autoridad puede someter a autorización previa o prohibir reuniones y


manifestaciones, así como disolver reuniones o manifestaciones que puedan celebrarse, salvo de las
de los partidos políticos, sindicatos y asociaciones empresariales que se celebren en cumplimiento de
sus fines y funciones constitucionales.

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Derecho de huelga y al conflicto colectivo: la autoridad puede prohibir el ejercicio de tales derechos.

Otras medidas: incautación de armas o explosivos, requerimiento a extranjeros para comparecer o


renovar su permiso de residencia, intervención de industrias o comercios o suspensión temporal de
actividades.

4.3 – El estado de sitio


Presupuesto fáctico
Puede declararse cuando se produzca o amenace producirse una insurrección o acto de fuerza contra
la soberanía o independencia de España, su integridad territorial o el ordenamiento constitucional,
que no pueda resolverse por otros medios.

Declaración y plazo
La competencia para declarar el estado de sitio corresponde en exclusiva al Congreso de los
Diputados, por mayoría absoluta, determinando el ámbito territorial, la duración y las condiciones,
siempre a propuesta del Gobierno.

Efectos
El Estado de sitio acumula los efectos de los dos estados anteriores, más la suspensión de las
garantías jurídicas del detenido del art 17 CE.
El Gobierno asumirá todas las facultades extraordinarias previstas en la propia declaración y en la LO
del estado de sitio, y designará la autoridad militar que, bajo la dirección del Ejecutivo, ejecute las
medidas que procedan.
Designada la autoridad militar, publicará y difundirá los oportunos bandos que contengan las
medidas necesarias.

La declaración del estado de sitio puede determinar que algunos delitos comunes queden bajo la
jurisdicción militar.

Las autoridades civiles continuarán en el ejercicio de todas las competencias no conferidas a la


autoridad militar.

5 – LA SUSPENSIÓN INDIVIDUAL DE DERECHOS

5.1 - Concepto
Tiene la finalidad de evitar la necesaria declaración del estado de excepción o de sitio para suspender
derechos cuando se trate de investigar actos cometidos por bandas armadas o elementos
terroristas.

5.2 – Regulación de la suspensión individual de derechos


Puede ser suspendido el secreto de las comunicaciones, la inviolabilidad del domicilio y el plazo
máximo de 72 horas para detención preventiva para la que la LECr habilita una prórroga de 48 horas.

En cuanto a la inviolabilidad del domicilio, se modifica el requisito de intervención judicial, de manera


que la policía debe informar inmediatamente al juez de cualquier detención realizada en un
domicilio.

Sobre la suspensión del secreto de las comunicaciones, éstas podrán ser interceptadas por la
autoridad gubernativa sin autorización judicial, debiendo comunicar inmediatamente la intervención
al juez, quien podrá revocarla.

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TEMA 11 – LA IGUALDAD: VALOR, PRINCIPIO, DERECHO Y
ELEMENTO TRANSVERSAL DEL SISTEMA MULTINIVEL DE DERECHOS

1 – LA DIFERENCIACIÓN SOCIAL Y LA IGUALDAD

La integración del ser humano en grupos organizados se ha basado siempre en la asignación de


distintos roles. Esta distribución generaba una distinta posición dentro del grupo y, a través de ella,
una diferente consideración y valoración de la persona.
Ciertas diferencias entre las personas (factores físicos, edad, sexo…) han sido el origen de la
desigualdad social en las sociedades primitivas.

La creciente complejidad de las sociedades terminó generando otros factores de diferenciación


social: el nacimiento, la riqueza, la reputación y la división sexual del trabajo a partir de la
consolidación del sistema de propiedad.
Es en época muy cercana cuando comienza a notarse un esfuerzo por atenuar las consecuencias de
las diferencias originarias y por erradicar las diferencias institucionales y jurídicas. Nacen así las
reivindicaciones a favor de la igualdad entre distintos sectores de la población.

2 – LA IGUALDAD EN EL ESTADO DE DERECHO

2.1 – Los principios del Estado de Derecho


La necesidad de controlar el poder político y someterlo a normas jurídicas alentó la aparición de una
forma de organización estatal que se ha conocido como Estado de Derecho.
Éste pretende consolidar un modelo de Estado presidido por la idea central de la limitación jurídica
del poder.
El poder queda subordinado y controlado por el Derecho, el cual determina los márgenes de su
actividad y los medios que debe utilizar para alcanzar los fines concretos que el mismo Derecho debe
definir.

La trascendencia del modelo de Estado de Derecho radica en que sólo en el seno de una organización
política que postule y defienda los principios democráticos, que proteja la libertad y la dignidad de la
persona, pueden explicarse reivindicaciones y derechos que en otros regímenes carecerían de
sentido (como la igualdad).

2.2 – La igualdad en el Estado liberal y en el Estado social: igualdad formal e igualdad real
En el Estado liberal de Derecho, la igualdad se articuló en torno al concepto de igualdad formal,
entendida como igualdad ante la ley, que se proyecta en dos dimensiones:
1. La igualdad jurídica de todos los ciudadanos (abolición de privilegios).
2. La generalidad de la ley.
Esta concepción de igualdad ante la ley resultó insuficiente, aunque no puede afirmarse que resultó
ineficaz.

Posteriormente, el Estado social transforma el principio de igualdad en un instrumento de


transformación social.
Será el constitucionalismo posterior a la II GM el que definitivamente incorpora esta nueva vertiente
del principio de igualdad, que ahora emerge como igualdad material, que coexiste con el más
tradicional principio de igualdad formal en sus manifestaciones de igualad ante la ley e igualdad en la
ley.

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La igualdad material es una excepción al principio de igualdad y se manifiesta precisamente como
una excepción de la obligación de aplicar rigurosamente el principio de igualdad ante y en la ley, a la
vez que representa la obligación de los poderes públicos de asumir la acción transformadora que
implica el Estado social.

3 – LA IGUALDAD EN LA CE Y SU INTERPRETACIÓN POR EL TC

3.1 – La plural recepción constitucional del principio de igualdad


La proclamación de la fórmula constitutiva del Estado social y democrático de Derecho obliga a un
reconocimiento de la igualdad coherente con los principios imperantes en el constitucionalismo de
finales del s. XX. El tratamiento de igualdad en la CE se ha materializado en distintas vertientes:
1. Como valor superior del OJ.
2. Como igualdad material, o igualdad real y efectiva.
3. En el art. 14 CE se ha incorporado el más tradicional principio de igualdad formal, o igualdad
ante y en la ley.
4. A lo largo del texto hallamos manifestaciones derivadas de la cláusula general del art 14 CE.

Esta pluralidad de reconocimiento constitucional de la igualdad puede reconducirse a dos categorías:


1. Criterios inspiradores contenidos en los arts. 1.1 y 9.2 CE.
2. Cláusula conferidora del derecho del art 14 CE, ya que el resto de manifestaciones concretas
lo son de la cláusula general contenida en dicho artículo.

3.2 – La cláusula del art. 14 CE


Empieza el art. 14 CE: “Los españoles son iguales ante la ley…”.
Es unánime la opinión, confirmada por el TC, de que el derecho a la igualdad contenido en el art. 14
comprende las dos vertientes de igualdad aparecidas en el Estado liberal: la igualdad en la
aplicación del Derecho y la igualdad en la ley.

La igualdad en la ley vincula al legislador de la ley y del reglamento, y se vulnera cuando la norma
distingue, sin justificación razonable, supuestos de hecho iguales.
La igualdad en la aplicación del Derecho vincula al operador jurídico que debe aplicar la norma. Se
vulnera la igualdad en la aplicación de la ley cuando un operador jurídico interpreta la norma en un
supuesto concreto de manera distinta (perjudicial) a como lo venía haciendo en casos anteriores
sustancialmente iguales.
La igualdad en el contenido de la ley no significa la obligación de que la norma dé siempre y en todo
caso un trato idéntico a todos los supuestos similares. La igualdad ante la ley no opera respecto de
personas o grupos que se rigen por estatutos distintos. Resulta así compatible con un trato
diferenciado, siempre que las situaciones o sujetos posean algún rasgo distintito que justifique la
distinción.

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3.3 – La igualdad promocional (art. 1.1 CE) y la igualdad real efectiva (art. 9.2 CE)
La igualdad promocional
La CE incorpora, junto a la igualdad formal o ante la ley, otros aspectos del principio de igualdad.
Entre ellos, la igualdad promocional, que representa el compromiso del Estado social y democrático
de Derecho en la consecución de este ideal y su consagración en todos los ámbitos de la sociedad.
Jurídicamente, los valores poseen valor normativo supremo y habilitan para fundamentar en ellos un
recurso de inconstitucionalidad, pero también proyectan un contenido que permite concretar y
resolver casos particulares.
El sistema de principios y valores constitucionales obliga a una interpretación de la CE y de las leyes
que sea acorde con el carácter finalista de dichos principios y valores.

El TC se ha apoyado en la igualdad como valor supremo para resolver casos concretos. Ello se traduce
en la eficacia derogatoria de la CE de todas aquellas disposiciones que no son susceptibles de
reconducirse al marco constitucional por vías interpretativas, y la de la extensión del amparo que el
principio de igualdad reclama a todas aquellas situaciones de desigualdad que persistan a la entrada
en vigor de la CE.

La igualdad real y efectiva


La igualdad formal fue completada por un nuevo concepto de igualdad: la igualdad real y efectiva.
La CE incorpora este concepto en su art. 92.2, que establece: “Corresponde a los poderes públicos
promover las condiciones para que la libertad y la igualdad del individuo y de los grupos en los que se
integra sean reales y efectivas, remover los obstáculos que impidan o dificulten su plenitud, y facilitar
la participación de todos los ciudadanos en la vida política, económica, cultural y social”.

La propia fórmula del Estado social y democrático de Derecho y los principios del art. 9.2 CE se
proyectan sobre la igualad como criterios interpretadores que permiten determinar si, en el caso
concreto, ha habido o no discriminación.

3.4 – Prohibición de discriminación


El art 14 CE establece que no podrá prevalecer discriminación alguna por razón de nacimiento, raza,
sexo, religión o cualquier otra condición personal o social.
El derecho a la igualdad permite cierta diferencia de trato, siempre que sea razonable, es decir, que
cumpla fine constitucionales y sea proporcional.

El TC ha sentado doctrina en orden a distinguir, en relación con el sexo, la discriminación directa e


indirecta y, respecto a la primera, la discriminación directa expresa y la discriminación directa
oculta.
La discriminación directa ha sido definida por el TC como aquel tratamiento diferenciado perjudicial
en razón del sexo donde este sea objeto de consideración directa. Y la discriminación indirecta como
aquella en la que la diferencia de trato es formalmente correcta y no aparece directamente vinculada
al sexo, pero genera unas consecuencias discriminatorias sobre un colectivo concreto por razón de su
sexo.

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3.5 – Diferencias admitidas por razón de sexo
Como regla general, será inconstitucional la diferencia de trato que venga motivada exclusivamente
por el sexo de la persona afectada. La condición femenina no es suficiente para justificar la
diferenciación.
En la jurisprudencia del TC se aprecia una línea doctrinal que da cobijo a determinadas
diferenciaciones por considerarlas compatibles con lo establecido en el art 14 CE:
1. Supuestos laborales en los que el puesto de trabajo está necesariamente vinculado al sexo:
la exclusión de la mujer de un puesto de trabajo para el que se requería una gran fuerza
física.
2. Supuestos de desigualdades consagradas en la CE o derivadas, en apariencia, directamente
de ella: tal es el caso de la preferencia del varón sobre la mujer en el orden sucesorio al
trono.

3.6 – Violencia de género. La jurisprudencia sobre el art. 153.1 CP


La ley define la violencia de género como todo acto de violencia física y psicológica, incluidas las
agresiones a la libertad sexual, las amenazas, las coacciones o la privación arbitraria de la libertad.

El art 37 de la LO 1/2004 da nueva redacción al art. 153.1 CP que tomaba en cuenta el sexo del
agresor a efecto de imposición de pena. Este precepto fue cuestionado ante el TC al considerarse
que, en materia panel, no cabía esta distinción. El TC resolvió la cuestión de inconstitucionalidad
estableciendo un nuevo subtipo agravado para un círculo de personas más restringido, con la
siguiente redacción: “El que por cualquier medio o procedimiento causare a otro menoscabo
psíquico o una lesión no definidos en este Código, o golpease y maltratase de obra a otro sin causarle
lesión, cuando la ofendida sea o haya sido esposa, o mujer que esté o haya estado ligada a él por una
análoga relación de afectividad, aún sin convivencia, o persona especialmente vulnerable”.

A efectos de este artículo del CP, el legislador fundamenta la distinción entre hombre y mujer en su
voluntad de sancionar más unas agresiones que entiende son más graves y más reprochables
socialmente.

La finalidad principal de la LO 1/2004 es evitar las agresiones que se producen en el ámbito de la


pareja como consecuencia del dominio del hombre sobre la mujer.

3.7 – La jurisprudencia de la equiparación


Se usa este término para referirse a aquellas sentencias del TC que extienden conquistas en el
terreno de la igualdad de sexo que, hasta el momento, no gozaba de las mismas.

En sentencias diversas, el TC equipara al hombre en los derechos que tenían algunas mujeres por
distintas razones, eliminando así la diferencia de trato favorable que las mujeres recibían de algunas
normas. También declaró inconstitucional el establecimiento de la Ley de la Seguridad Social de que
sólo las viudas podían tener derecho a percibir pensión de viudedad.

Estas resoluciones pusieron fin a la aplicación de normas protectoras para las mujeres con las que
existía el peligro de que se consolidara una posición de inferioridad de éstas en el mundo laboral,
peligro señalado por el TC, que estableció que la prohibición de discriminación por razón de sexo
exige la eliminación en principio de las normas protectoras del trabajo femenino, que pueden
suponer un obstáculo para el acceso real de la mujer al empleo en igualdad de condiciones que los
varones.

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3.8 – Acciones positivas y discriminación inversa
La discriminación positiva se refiere a cualquier medida adoptada para corregir o compensar una
discriminación presente o pasada o para impedir que la discriminación se produzca en el futuro.

Podríamos decir que las acciones positivas tienen su fundamento constitucional en lo que hemos
denominado la igualdad promocional.
Resulta necesario diferenciarlas de las acciones protectoras. El sujeto de la acción positiva no es un
individuo (mujer) débil, sino un individuo (mujer) postergada socialmente.

Las acciones positivas en sentido estricto o moderado tienden a situar al sexo minusvalorado en la
misma posición de partida que el otro sexo en relación con el ejercicio de sus derechos o el acceso a
bienes y servicios. Se trata de garantizar mínimamente la igualdad de oportunidades y nivelar la
desigualdad en origen.

Las medidas de discriminación inversa inciden directamente en el resultado, estableciendo


condiciones o requisitos que pueden llegar a provocar diferencias notables entre los sexos cuyo
único fundamento es la igualdad de resultado que se persigue con este tipo de acciones.

4 – LA LO 3/2007 PARA LA IGUALDAD EFECTIVA DE MUJERES Y HOMBRES

4.1 - Introducción
En 2007 se aprobó la LO para la igualdad efectiva de mujeres y hombres. Las CCAA han sido
especialmente receptivas sobre este tema y han elaborado leyes de igualdad, además de las
específicas sobre esta materia incorporadas en los EEAA reformados. Dicha ley incorpora dos
directivas al OJ: igualdad de trato y aplicación del principio de igualdad de trato entre hombres y
mujeres en cuanto al acceso al empleo, a la formación y a las capacidades profesionales y las
condiciones de trabajo.

4.2 – Principios de la Ley de igualdad de hombres y mujeres


La Ley de Igualdad española se basa en los siguientes principios:
1. Principio de prevención de conductas antidiscriminatorias.
2. Principio de establecimiento de políticas activas para hacer valer el principio de igualdad
sobre diversos ámbitos del OJ y la realidad social, cultural y económica.
3. Principio de transversalidad, derivado del anterior.
4. Principio territorial, por el cual la Ley de Igualdad se aplica a las políticas públicas en todo el
país.
5. Principio de aplicación tanto al ámbito público como al privado.
6. Principio de aplicación de las acciones positivas.
7. Principio de distinción entre discriminación directa e indirecta.
8. Principio de inversión de la carga de la prueba. Corresponde a quien estableció la medida
presuntamente discriminatoria probar que no lo es. Este principio no es aplicable al proceso
penal.

4.3 – Objeto y ámbito de la Ley de Igualdad


El objeto de la Ley es hacer efectivo el derecho a la igualdad de trato y de oportunidades entre
hombres y mujeres y, específicamente, eliminar la discriminación de la mujer en cualquier ámbito o
condición y especialmente en la esfera política, civil, laboral, social y cultural.

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4.4 – Igualdad de trato y de oportunidades en el acceso al empleo, en la formación y promoción
profesionales y en las condiciones de trabajo
Se establece que se respetará la igualdad de trato y de oportunidades entre hombres y mujeres en el
ámbito del empleo público y privado en:
1. El acceso al empleo.
2. La formación profesional.
3. Las condiciones de trabajo.
4. La afiliación sindical.
Sin embargo, el mismo artículo dice que no será discriminación por razón de sexo cuando, por la
naturaleza del trabajo o característica profesional del puesto de trabajo, exista una diferencia de
trato.

4.5 – Acoso sexual y acoso por razón de sexo


Serán acciones discriminatorias el acoso sexual y el acoso por razón de sexo. También será
discriminatorio exigir una condición o requisito para el ejercicio de un derecho.
La propia Ley define el acoso sexual como “cualquier comportamiento verbal o físico, de naturaleza
sexual, que produzca el efecto de atentar contra la dignidad de una persona, creando un entorno
intimidatorio, degradante u ofensivo”.

4.6 – Prohibición de discriminación por embarazo o maternidad


La Ley de Igualdad dice que es discriminación directa por razón de sexo el trato desfavorable a las
mujeres relacionado con el embarazo o la maternidad.
El TC ha confirmado reiteradamente que se produce discriminación cuando las diferencias
injustificadas se fundan, no sólo en el sexo de la víctima, sino en la concurrencia de razones que
tengan una conexión directa con el sexo de la persona, como sucede con el embarazo.
La amplia jurisprudencia del TC ha confirmado también que el despido de una trabajadora
embarazada es nulo, incluso si está en periodo de prueba. El Estatuto de los Trabajadores regula
pormenorizadamente esta cuestión.

4.7 – Acciones positivas


La Ley introducirá acciones positivas para las mujeres cuando las medidas de igualdad no puedan
reparar las situaciones de desigualdad en un caso concreto. Estas medidas se aplicarán mientras
existan situaciones concretas de desigualdad y deben ser proporcionadas y razonables para
conseguir el objetivo perseguido en cada caso.

4.8 – Presencia equilibrada de mujeres y hombres en órganos e instituciones


Se garantizará una presencia equilibrada de hombres y mujeres en las instituciones públicas y
puestos de responsabilidad. La presencia será tal que en ningún caso cualquiera de los dos sexos
tendrá ni más del 60% ni menos del 40$.
Por otra parte, la LO de Régimen Electoral ha establecido que en las listas electorales debe haber una
representación equilibrada de ambos sexos.

4.9 - Educación
Los currículos de hombres y mujeres serán valorados en las mismas condiciones de igualdad y se
facilitará la incorporación de la mujer en los diferentes niveles de dirección y supervisión educativa.
También se aplicará en el ámbito de la actividad artística y creación y producción intelectual.

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4.10 – Integración del principio de igualdad en las políticas de salud
Las AAPP garantizarán el derecho a la salud de hombres y mujeres evitando que por sus diferencias
biológicas se produzca algún tipo de discriminación.
Las AAPP favorecerán:
1. La promoción de las mujeres en el área de la salud.
2. El fomento de la investigación científica que atienda las diferencias entre hombres y mujeres.
3. La protección y mejora laboral de la mujer en el área de la salud.
4. La integración del principio de igualdad en las organizaciones sanitarias.
5. La presencia equilibrada de hombres y mujeres en puestos de responsabilidad sanitarios.
6. Tratamiento y obtención de tratamientos desagregados del sexo siempre que sea posible.

4.11 – Sociedad de la información


Todos los programas públicos de desarrollo de la sociedad de la información incorporarán el principio
de igualdad entre hombres y mujeres. El Gobierno queda obligado a promover la incorporación de la
mujer en la sociedad de la información mediante programas específicos que le permitan el acceso y
la formación en tecnologías de la información. La Ley también prohíbe el lenguaje sexista en los
medios de comunicación.

4.12 – Igualdad en el Ejército y en las Fuerzas Armadas


Las normas sobre personal de las FFAA procurarán la efectividad del principio de igualdad entre
hombres y mujeres. También se aplica el principio de igualdad en las normas reguladoras de las
Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado.
La diferencia entre la regulación del principio de igualdad en las FFAA y en las Fuerzas y Cuerpos de
Seguridad del Estado radica en que en las primeras se procurará la efectividad del principio de
igualdad, mientras que en las segundas se promoverá la igualdad efectiva entre hombres y mujeres.

4.13 - Protección
La igualdad entre hombres y mujeres es un principio informador del OJ, por lo que cualquiera puede
recabar su tutela ante los tribunales. Corresponde a las personas físicas y jurídicas con interés
legítimo recabar esa tutela.

4.14 – Modificación legislativa


Una gran cantidad de leyes han sido modificadas para incorporar el principio de igualdad entre
hombres y mujeres, como la LOPJ, la Ley sobre la Jurisdicción contencioso-adva, etc.

5 – LA JURISPRUDENCIA CONSTITUCIONAL SOBRE LA LEY PARA LA IGUALDAD DE


HOMBRES Y MUJERES

El TC concluyó que tanto la LO de Régimen Electoral donde se postulaba la paridad entre hombres y
mujeres en las listas electorales, como la Ley para la igualdad de hombres y mujeres aprobada por la
Comunidad Vasca, ponen de relieve la búsqueda de la igualdad formal y material entre hombres y
mujeres, y constituye una pieza fundamental del Derecho internacional y de los Derechos Humanos.

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TEMA 12 – DERECHO A LA VIDA, A LA INTEGRIDAD FÍSICA Y MORAL.
PROHIBICIÓN DE TORTURAS Y TRATOS INHUMANOS

1 – LOS DERECHOS DEL ART 15 CE. SIGNIFICADO CONSTITUCIONAL

Con el art 15 comienza la Sección 1ª, Capítulo II, Título I CE, que recibe el título de “Derechos
fundamentales y libertades públicas”. La CE ha otorgado a estos derechos y libertades las máximas
garantías del ordenamiento constitucional, incluida la reserva de LO para su desarrollo y el recurso
de amparo ante el TC.

Para un sector doctrinal, el derecho a la vida es el presupuesto físico para el ejercicio de los demás
derechos y libertades, ya que sin la existencia física no cabe ejercicio de ningún otro derecho.
Así entendido, el derecho a la vida debería ser un derecho de carácter absoluto en tanto su
restricción llevaría a la eliminación del sujeto.

Por otro lado, el mismo art 15 prohíbe la tortura y los tratos inhumanos o degradantes y se declara
abolida la pena de muerte, salvo lo dispuesto por leyes penales militares en tiempos de guerra.

2 – EL DERECHO A LA VIDA

2.1 – Naturaleza jurídica


El derecho a la vida del art 15 CE se ha interpretado como un derecho de inmunidad frente al poder
público.
Esta tesis ha sido corroborada por el TC, que ha manifestado que del art 15 no se deriva una libertad
personal que permita a la persona decidir si vivir o morir.

2.2 – Concepto de persona en la CE


La CE utiliza una variada terminología para referirse a los titulares de los distintos derechos: el
hombre, la mujer, los ciudadanos, los españoles… y utiliza términos como “todos” en su art 15.
El concepto de persona en la CE es relativo al ya nacido y, según los derechos y libertades concretos,
puede referirse todos los nacidos, mayores, menores, capaces, incapaces, o bien acotar el sujeto de
cada derecho a los mayores de edad que gocen de la plenitud de sus derechos.
Los constituyentes no se plantearon de manera general la protección del no nacido a efectos del
conjunto de derechos y libertades y sí tan solo en la regulación del art 15 CE que reconoce el derecho
a la vida.

2.3 – Proceso constituyente e interpretación del término “todos” en el art 15 CE


El término “todos” fue objeto de discusión en sede constituyente. El diputado de Alianza Popular
solicitó, mediante una enmienda in voce, que se sustituyera el término “persona” por el de “todos”,
con el fin de ampliar la protección al no nacido. Se produjo la votación de la enmienda y quedó
aprobada, consagrándose el término “todos” en el actual art 15 CE.

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2.4 – La titularidad del derecho a la vida del nasciturus
Se ha afirmado que el derecho constitucional a la vida es, antes que nada, el derecho a la propia
existencia fisiobiológica. Este es un concepto naturalístico.

Podríamos afirmar que no es necesaria la condición jurídica de persona para obtener la protección
del OJ constitucional, pero, de igual manera, puede sostenerse que la respuesta del OJ en orden a
proteger la vida humana puede diferir en razón de los distintos estadios biológicos.

La CE se refiere a la persona ya nacida en relación con la titularidad de los derechos y libertades, tesis
que parece confirmarse en la STC de despenalización de ciertos supuestos del aborto en la que el TC
negó la titularidad del derecho a la vida reconocido en el art 15 CE.

La CE no contiene previsiones específicas sobre el problema jurídico del tratamiento de la fase


embrionaria fuera del útero materno y desconectado del proceso de gestación.

El TC reconoció que los derechos no son absolutos, ni siquiera el derecho a la vida, y que, en
consecuencia, podía ceder ante determinadas situaciones de conflicto con otros derechos de la
mujer.

2.5 – La regulación del aborto


La reforma del CP de 1985 introdujo el art 417 bis, que declara que no sería punible el aborto
practicado por un médico bajo su dirección, cuando concurra alguna de las siguientes circunstancias:
1. Que sea necesario para evitar un grave peligro para la vida o la salud física o psíquica de la
embarazada, y así conste en un dictamen emitido con anterioridad a la intervención.
2. Que el embarazo sea consecuencia de un hecho constitutivo de delito de violación, siempre
que el aborto se practique dentro de las 12 primeras semanas de gestación, y que el delito
hubiera sido denunciado.
3. Que se presuma que el feto habrá de nacer con graves taras físicas o psíquicas, siempre que
el aborto se practique dentro de las 22 primeras semanas de gestación.

España ha adoptado el sistema de indicaciones en relación con el aborto. Para esta tesis, la vida es
un valor en sí misma y merece protección, pero en determinadas circunstancias no puede exigirse a
la mujer la continuación del embarazo.

2.6 – El derecho a la reproducción humana


La reproducción humana, un derecho con fundamento constitucional
La CE no reconoce un derecho expreso a tener hijos. Los avances de las técnicas de fecundación in
vitro permiten plantear si la existencia o no de un derecho a la reproducción humana, si no expreso
en el texto constitucional, sí con fundamento en el mismo. Uno de los argumentos más relevantes en
apoyo de dicha tesis es que, si el OJ no determina expresamente los límites de la libertad humana en
determinado ámbito, el sujeto puede actuar en él con plena autonomía.

En la CE puede defenderse la existencia del derecho a la libertad como “derecho autonomía que, en
principio, postula la no injerencia de los poderes públicos en la esfera de autonomía personal”.
Esta interpretación del derecho a la libertad permita dar solución, además de a los problemas
derivados de la reproducción artificial, a otros varios como los concernientes a la donación de
órganos, tratamientos médicos, eutanasia, etc.

La reproducción humana asistida


Aquí van varios nombres de leyes muy largas y sentencias del TC que ni pongo ni voy a memorizar.

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2.7 – Reconocimiento de la autonomía para la gestión del final de la propia vida
El TC no ha aceptado que el derecho a la muerte (eutanasia) se encuentre incluido en el contenido
esencial del derecho a la vida del art 15 CE.
No obstante, la Ley Reguladora de la autonomía del paciente regula las denominadas instrucciones
previas que, aunque no pueden denominarse normas eutanásicas, sí reconocen el derecho del
paciente a decidir sobre su propio cuerpo en el contexto de un tratamiento médico, incluso si
acontece el fallecimiento. Dicha Ley establece que:
1. Una persona mayor de edad, capaz y libre, puede decidir anticipadamente su voluntad, con
objeto de que esta se cumpla en el momento en que llegue a situaciones en las que no sea
capaz de expresarlas personalmente.
2. Cada servicio médico está obligado a cumplir la voluntad expresada, llegado el caso.
3. No serán aplicadas las instrucciones previas contrarias al OJ.
4. Las instrucciones previas tienen eficacia en todo el territorio nacional y podrán ser revocadas
en cualquier momento.

3 – EL DERECHO A LA INTEGRIDAD FÍSICA Y MORAL

3.1 - Concepto
El derecho a la integridad física y moral protege a la persona contra:
1. Cualquier acción que lesione su cuerpo.
2. Cualquier acción relativa a su cuerpo realizada sin su consentimiento.
3. Cualquier acción que perturbe o lesione su integridad moral o psicológica.

La Carta de DFUE incluye una serie de supuestos concretos para la protección de la integridad física
en el marco de la medicina y la biología, disponiendo que se respetarán en particular:
1. El consentimiento libre e informado de la persona de que se trate, de acuerdo con la ley.
2. La prohibición de las prácticas eugenésicas, en particular las que tienen como finalidad la
selección de las personas.
3. La prohibición de que el cuerpo humano o partes del mismo sean objeto de lucro.
4. La prohibición de clonación reproductora de seres humanos.

3.2 – Ámbito del derecho a la integridad física y moral


Este derecho no sólo protege contra las acciones que directamente pretenden lesionar a la persona,
sino también contra acciones realizadas sobre su cuerpo sin autorización del titular. Afecta a las
acciones médicas que requieren consentimiento del titular.

Un caso particular son las pruebas biológicas de paternidad, en las que el TC ha declarado
prevalentes el interés social, el orden público y el derecho de los menores, sobre el derecho del
particular.
Supuesto semejante es el de los registros corporales, respecto de los cuales el TC señala que el
derecho a la integridad física y moral no queda vulnerado cuando tales registros deban realizarse en
el marco de una prueba judicial, prevista por la ley y acordada por la autoridad judicial, respetando el
principio de proporcionalidad.
En el mismo sentido, el TC ha matizado su posición en los casos de extracción de cabellos y fluidos.

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4 – PROHIBICIÓN DE TORTURAS Y TRATOS INHUMANOS O DEGRADANTES

4.1 - Concepto
El art 15 CE prohíbe las torturas y los tratos inhumanos o degradantes.
Las torturas y los tratos inhumanos o degradantes son “nociones graduadas de una misma escala,
que en todos sus tramos denotan la causación, sean cuales fueran los fines, de padecimientos
físicos o psíquicos ilícitos e infligidos de modo vejatorio para quien los sufre”.
En el caso más leve vulnerará el derecho a la integridad física y moral y, en el más grave, atentará
contra el derecho a la vida, si se llegara a causar la muerte.

4.2 - Ámbito
Respecto de la prohibición de las torturas y de los tratos inhumanos o degradantes, es jurídicamente
relevante determinar en cada caso si las acciones infligidas al sujeto constituyen o no torturas o
tratos inhumanos o degradantes.
Vulneran lo establecido en el art 15 CE las penas de innecesaria intensidad que puedan considerarse
inhumanas o atentatorias a la dignidad de la persona. En ocasiones, las acciones producidas sobre el
sujeto no pueden ser consideradas como actos de tortura o tratos inhumanos (intervenciones
médicas).

5 – ABOLICIÓN DE LA PENA DE MUERTE

5.1 - Concepto
La pena de muerte consiste en la privación de la vida. En muchos países se avanza hacia su abolición,
pero no se ha logrado en otros muchos.
Los OJ muestran básicamente tres posiciones en relación a la pena de muerte:
1. Abolición de la pena de muerte para todos los delitos.
2. Abolición para los delitos comunes, pero manteniéndola para delitos o situaciones
específicas.
3. Mantenimiento de la pena de muerte tanto para delitos comunes como de otra naturaleza.

5.2 – La abolición de la pena de muerte en la CE


Los EEMM del Consejo de Europa firmaron el Protocolo nº 6 a la Convención Europea de Derechos
del hombre y Libertades fundamentales que prohíbe la pena de muerte. Conforme a este
protocolo, los EEMM quedan obligados a abolir la pena de muerte en tiempos de paz, aunque se
permita que el Derecho interno contemple dicha pena en tiempos de guerra o de peligro inminente
de guerra.

España mantuvo la pena de muerte (salvo en la II República) hasta la aprobación de la CD 1978, que
elevó a rango constitucional la abolición de la pena de muerte, salvo la previsión relativa a las leyes
penales militares.

5.3 – La pena de muerte para tiempos de guerra


La redacción del art 15 CE no constitucionaliza la pena de muerte para tiempos de guerra, sino que
deja abierta esa posibilidad, reconociendo al legislador ordinario un ámbito de discrecionalidad
dentro del cual puede incluir o no la máxima pena para tiempos de guerra, posibilidad que está
sujeta a determinados requisitos:
1. La reserva de LO para la aprobación de las leyes penales militares.
2. Presupuesto de hecho: tiempos de guerra.
En un Estado de Derecho, la guerra es un concepto jurídico determinado y en el actual OJ español es,
sobre todo, un concepto jurídico constitucional. La CE establece que “Al Rey corresponde, previa
autorización de las Cortes Generales, declarar la guerra y hacer la paz”.

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TEMA 13 – LA LIBERTAD IDEOLÓGICA Y RELIGIOSA

1 – LAS LIBERTADES DEL ART 16 CE

El art. 16 CE consagra la libertad religiosa, ideológica y de culto, declara la aconfesionalidad del


Estado, el derecho a no declarar sobre la propia ideología y la obligación de que el Estado mantenga
relaciones de cooperación con la Iglesia católica y las demás confesiones.
Las libertades del art 16 CE representan el reconocimiento de una esfera de autonomía del individuo
en aquellos ámbitos de su vida que afectan a sus convicciones más íntimas.

Hay que distinguir las diferentes libertades reconocidas por el art 16 CE, ya que este precepto
constitucionaliza cuatro derechos o libertades distintas: la libertad ideológica, la religiosa, la de culto
y el derecho a no declarar sobre la propia ideología, religión o creencia.
Aunque la CE les otorgue iguales garantías, la diferencia resulta procedente pues el contenido
esencial de cada uno de estos derechos es distinto y, por ello, también lo serán los límites a su
ejercicio que puedan resultar legítimos.

2 – LA LIBERTAD IDEOLÓGICA

2.1 - Concepto
Esta libertad se manifiesta en tres aspectos:
1. Una garantía e inmunidad que protege al sujeto contra las perturbaciones de esa esfera de
libertad por parte de los poderes públicos.
2. Una garantía de libre manifestación de sus opciones ideológicas.
3. Una garantía contra las perturbaciones de terceros.

Esta libertad tiene una dimensión interna, el derecho a adoptar una determinada posición
intelectual ante la vida, y una dimensión externa, el derecho a expresar las propias ideas sin sufrir
sanción por ello ni padecer la injerencia de los poderes públicos.

2.2 – La libertad ideológica y su relación con otros derechos y libertades


La libertad ideológica es una concreción del valor de libertad de la que derivan otros derechos y
libertades. Un ejemplo es la libertad de enseñanza, respecto a la cual el TC manifiesta que implica
tanto el derecho a crear instituciones educativas, como el de los profesores a desarrollar libremente
su función dentro de los límites propios del puesto docente, y el derecho de los padres a elegir la
formación religiosa y moral que desean para sus hijos.
En igual sentido, la libertad ideológica se conecta con la libertad de expresión.

2.3 – Regulación y límites de la libertad ideológica


La libertad ideológica no tiene más límites que el necesario para el mantenimiento del orden público
protegido por la ley.
El TC ha reiterado que la libertad ideológica reconocida en la CE no otorga a los ciudadanos el
derecho de faltar a sus obligaciones constitucionales o legales por motivo de conciencia.
En cualquier caso, esta libertad no ampara las manifestaciones, campañas o expresiones de carácter
racista o xenófobo que puedan conculcar el derecho al honor de terceros o su dignidad.

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3 – LA LIBERTAD RELIGIOSA Y DE CULTO

3.1 – La libertad religiosa como derecho de 1ª generación


Conforme a la teoría de las generaciones, la libertad religiosa pertenece la 1ª generación de
derechos, aunque la evolución del Estado ha llevado a que, actualmente, haya adquirido
connotaciones de prestación que permitirían su ubicación en la 3ª generación.

El Convenio Europeo de Derechos Humanos reconoce la libertad de pensamiento, de conciencia y


religión, estableciendo que:
1. Toda persona tiene derecho a la libertad de pensamiento, de conciencia y religión. Este
derecho implica la libertad de cambiar de religión o de convicciones, así como manifestar su
religión o sus convicciones individual o colectivamente, en público o en privado.
2. La libertad de manifestar su religión o convicciones no puede ser objeto de más restricciones
que las que constituyan medidas necesarias, en una sociedad democrática.
Igualmente, la Carta de Derechos Fundamentales de la UE reconoce estas libertades e incorpora el
reconocimiento del derecho a la libertad de conciencia de acuerdo con las leyes nacionales que
regulen su ejercicio.

3.2 - Concepto
La CE dio paso a un Estado aconfesional al afirmar que ninguna confesión religiosa tendrá carácter
estatal. La consecuencia es que los valores, principios o preceptos de ninguna religión pueden servir
de parámetro ni de orientación a la legislación civil.
La libertad religiosa garantiza al sujeto la posibilidad de actuar con total independencia en este
campo y sin injerencias de los poderes públicos.
Sin embargo, este principio de aconfesionalidad en la CE es matizado en orden a exigir a los poderes
públicos que tengan en cuenta las creencias religiosas de la sociedad española, manteniendo las
correspondientes relaciones de cooperación con la Iglesia católica y con las demás confesiones. Así,
el Estado ha suscrito Acuerdos con la Santa Sede y con otras confesiones.

El principio de aconfesionalidad se manifiesta también en la imposibilidad de reconocer


automáticamente validez a las resoluciones dictadas por los tribunales eclesiásticos. Estas
resoluciones no pueden ser recurridas en amparo ante el TC, ya que tal recurso solo cabe contra
actos de los poderes públicos o de otras instituciones públicas, funcionarios o agentes.

3.3 – Titularidad y desarrollo normativo


La titularidad de las libertades reconocidas en el art 16 CE puede corresponder tanto a las personas
físicas como a las jurídicas.
La libertad religiosa es un derecho individual pero también tiene una vertiente colectiva en el
derecho de culto, que es el ejercicio externo de la libertad religiosa.

En las relaciones que el Estado debe mantener con las distintas confesiones religiosas, el derecho de
libertad religiosa aparece como presupuesto tanto de los acuerdos celebrados entre la Iglesia
católica y el Estado como de los tres acuerdos posteriores con confesiones no católicas. Todos ellos
aparecen redactados en el sentido de tutela de los derechos comunitarios antes que de los derechos
individuales.
La libertad religiosa ha sido desarrollada por la LO de Libertad Religiosa y ha recibido un amplio
desarrollo normativo.

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3.4 – Principios generales de la Ley de Libertad Religiosa
La LORL establece la obligación del Estado de garantizar el derecho fundamental a la libertad
religiosa y de culto, proclama la igualdad de trato con independencia de las creencias religiosas, no
pudiendo alegar motivos religiosos para impedir a nadie el ejercicio de cualquier trabajo o actividad o
el desempeño de funciones públicas.

En cuanto a la libertad de culto, la LORL establece el derecho de las iglesias, confesiones y


comunidades religiosas a establecer lugares de culto o de reunión con fines religiosos, a designar y
formar a sus ministros y a divulgar su propio credo, sea en territorio nacional o extranjero.

La LORL determina que para la aplicación real y efectiva de estos derechos, los poderes públicos
adoptarán las medidas necesarias para facilitar la asistencia religiosa en los establecimientos
militares, hospitalarios, penitenciarios y otros bajo su dependencia, así como la formación religiosa
en centros docentes públicos.

3.5 – Límites a la libertad religiosa


La LORL establece como único límite la protección del derecho de los demás al ejercicio de sus
libertades públicas y derechos fundamentales, así como la salvaguardia de la seguridad, la salud y
la moral pública.

Expresamente, se excluyen las actividades, finalidades y entidades relacionadas con el estudio de


fenómenos psíquicos o parapsicológicos o la difusión de valores humanísticos o espirituales u otros
fines ajenos a los religiosos.

4 – EL DERECHO A NO DECLARAR SOBRE LA PROPIA IDEOLOGÍA, RELIGIÓN O CREENCIAS

El TC afirma que la libertad religiosa comprende la libertad de expresar una concreta opción
confesional en el ámbito social, y a la libertad ideológica le corresponde el correlativo derecho de
expresarla.
También señala el TC que el derecho constitucional a no declarar las creencias, principios religiosos e
ideología no resulta vulnerado cuando el propio sujeto solicitara una prestación o exención al Estado,
como era el caso del objetor de conciencia para ser eximido de un deber constitucional.

5 – LA OBJECIÓN DE CONCIENCIA

5.1 - Concepto
La objeción de conciencia es toda pretensión contraria a la ley motivada por razones axiológicas.
Los elementos necesarios son:
1. La existencia de una norma jurídica, con un contenido que pueda afectar a las creencias
religiosas o morales del individuo, cuyo contenido no puede obviarse sin incurrir en sanción.
2. La existencia de un dictado inequívoco de la conciencia individual opuesto al mandato
jurídico.
3. La ausencia en el OJ de normas que permitan diluir el conflicto entre la norma y la conciencia
individual.
4. La manifestación del propio sujeto sobre el conflicto surgido entre la norma y su conciencia,
sin que sea relevante la mera presunción sobre la existencia de conflicto.

La objeción de conciencia no es considerada un derecho fundamental respecto del cual el Estado


queda obligado a tutelar y garantizar, sino una forma de dar solución a la tensión entre la conciencia
individual y las normas del Estado.

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5.2 – La objeción de conciencia al servicio militar
La CE sólo ha regulado expresamente un tipo de objeción de conciencia: la del servicio militar.
Actualmente, la desaparición del servicio militar obligatorio ha dejado vacío de contenido este
precepto que en su momento suscitó una viva polémica.
El TC concluyó que la objeción de conciencia al servicio militar no era un derecho fundamental. No
se reconoció el derecho a ser objetor, sino a un derecho a ser declarado objetor, siempre que se
cumplieran los requisitos establecidos legalmente.

5.3 – Otros posibles supuestos de objeción de conciencia en la CE


Nuestro ordenamiento constitucional no puede dar una única respuesta al problema de la objeción
de conciencia, la cual puede encontrar apoyo en las siguientes tesis jurídicas:
1. La objeción de conciencia como parte del contenido esencial de las libertades del art 16 CE.
2. La objeción de conciencia como una exención de obligaciones constitucionales.
3. Cuando el deber jurídicamente establecido no posea rango constitucional
4. Si la CE no incorpora expresamente la posibilidad de objetar ante un deber constitucional
concreto.

En nuestro OJ la objeción no puede recibir una idéntica regulación, puesto que los diversos tipos de
objeción no poseen un único estatus constitucional.

5.4 - Titularidad
La titularidad de la exención de un deber por reconocimiento de una causa de objeción de conciencia
corresponde exclusivamente a la persona física por tratarse, en todo caso, de situaciones
personalísimas que no pueden darse en el caso de personas jurídicas.

El problema de la titularidad es un problema de límites de Derecho. En ocasiones, el sujeto está fuera


del supuesto de hecho o, por circunstancias concretas, tal derecho puede modularse o incluso
restringirse legítimamente.
Conforme a esta opinión, se está fuera del concepto de objeción de conciencia cuando el presunto
titular no sea destinatario de ningún deber jurídico, cuando carezca de la madurez necesaria para
poseer conciencia moral o cuando, en el caso concreto, no estemos en presencia de un auténtico
conflicto de conciencia.

Hay que señalar que los extranjeros pueden ser titulares del derecho por la clara similitud con lo
establecido respecto de las libertades religiosas e ideológicas, que les corresponden en los mismos
términos que a los españoles.

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TEMA 14 – LIBERTAD Y SEGURIDAD. PRINCIPIO DE LEGALIDAD Y
DERECHOS DEL PRIVADO DE LIBERTAD. LIBERTAD DE CIRCULACIÓN
Y RESIDENCIA

1 – LOS DERECHOS DEL ART 17 CE

El art 17 CE se refiere a: (si quieres memorizarlo, coge la CE)


1. Derecho a la libertad y a la seguridad.
2. Detención preventiva y prisión provisional.
3. Derechos del detenido (que no del privado de libertad, ese es otro artículo).
4. Habeas corpus.

2 – LA LIBERTAD PERSONAL Y LA SEGURIDAD

2.1 – La libertad personal: concepto y recepción constitucional


La libertad personal es un derecho fundamental, pero también ha sido considerada por la doctrina
como un derecho básico inseparable de la dignidad de la persona.
El TC ha establecido que la libertad constitucionalizada en el art 17 CE es la libertad física y que, por
tanto, la protección de la misma radica en la regulación estricta y garantista de los límites a dicha
libertad física.

La redacción del art 17 CE reconoce a la persona un ámbito de autodeterminación personal que le


permite actuar sin injerencias de los poderes públicos, garantizando de manera expresa que los
límites de la libertad, en especial la detención y la prisión, no se realizarán de manera abusiva ni
arbitraria.

La CE asigna a este derecho una doble faz:


1. Se reconoce y tutela un ámbito de autonomía que no puede ser vulnerado y que se configura
como un verdadero derecho público subjetivo.
2. Se establece la obligación de los poderes públicos de adoptar las medidas necesarias para
hacer efectivo dicho derecho.

2.2 – Límites a la libertad personal


El art 17 CE establece en qué marco único pueden regularse los límites a este derecho:
1. Con observancia a lo establecido en el mismo artículo.
2. En los casos y formas previstos en la ley.

El TC ha establecido que el legislador no puede configurar supuestos de privación de libertad que no


correspondan a la finalidad de protección de bienes, derechos o valores constitucionalmente
reconocidos, o que por su grado de indeterminación crearan una inseguridad superable sobre un
modo de aplicación efectiva.

La LO modificadora del CP introdujo como penas privativas de libertad la prisión preventiva y la


localización permanente. Por su parte, el CP establece que el Tribunal podrá acordar la suspensión de
la prisión permanente si se cumplen los requisitos establecidos legalmente.
La inclusión de la prisión permanente revisable en el CP ha suscitado la polémica de la doctrina.

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2.3 – Derecho a la seguridad
La seguridad a la que alude el art 17 CE es la seguridad personal, que se manifiesta en el derecho de
la persona a no soportar perturbaciones procedentes de cualquier medida gubernativa o policial u
otras similares que alteren su tranquilidad.
La seguridad regulada en este precepto es un derecho de prestación, que obliga a los poderes
públicos a adoptar las medidas precisas y las políticas de seguridad ciudadana necesarias para
garantizar este derecho a toda la población. Como derecho de carácter personal, le corresponde
tanto a nacionales como a extranjeros, no así a las personas jurídicas.

2.4 – Detención preventiva y prisión provisional


Conforme al art 17 CE, la detención preventiva no podrá durar más de 72 horas. Pero este plazo
puede ser ampliado de manera excepcional respecto de personas concretas cuando se dieran las
circunstancias establecidas legalmente.
La puesta a disposición judicial no implica siempre la presencia física del detenido ante el Juez, sino
que basta que el detenido quede bajo el control y la decisión del órgano judicial.
En España, la detención puede ser judicial, por los Cuerpos de Seguridad, detención preventiva por el
MF o realizada por cualquier persona.

La prisión provisional es la privación de libertad, también provisional, pero de carácter más estable y
de ámbito temporal mayor. Es una medida cautelar de carácter excepcional, ya que supone una
privación de libertad que no tiene como fin “la simple averiguación de los hechos o la realización de
diligencias”, pero tampoco responde al cumplimiento de una condena.

2.5 – Derechos del detenido


Los derechos del detenido tienen su fundamento constitucional en la presunción de inocencia que
reconoce el art 25 CE. Estos derechos son los siguientes:
1. A ser informado de forma inmediata y comprensible de sus derechos y de las razones de su
detención.
2. A no declarar ni a decir la verdad si es imputado (los testigos sí tienen esta obligación, en
caso contrario podrían incurrir en delito de falso testimonio). El detenido no está obligado a
declararse culpable y puede declarar parcialmente.
3. A asistencia letrada en las diligencias policiales y judiciales, en los términos establecidos por
ley.
4. A ser visitado por un ministro de su religión, por un médico, o por parientes o personas con
quienes esté relacionado por intereses. Deberá permitírsele con las condiciones prescritas en
el reglamento de cárceles, siempre que no afecte al secreto y éxito del sumario.

2.6 – Habeas corpus


La LO del Habeas Corpus desarrolla la garantía constitucional que permite, a todo aquel que se
encuentre detenido o privado de libertad, solicitar ser puesto de inmediato a disposición judicial.
Esta Ley considera personas detenidas ilegalmente:
1. Las detenidas, de cualquier modo, sin que concurran los supuestos legales.
2. Las que estén ilícitamente internadas en cualquier lugar.
3. Las que lo estuvieran por plazo superior al señalado en las leyes.
4. Las privadas de libertad a quienes no se hayan respetado los derechos que la CE y las leyes
procesales garantizan a toda persona detenida.

Están legitimados para solicitar el procedimiento:


1. El detenido, su cónyuge, descendientes, ascendientes y hermanos.
2. El Defensor del Pueblo, el MF y el Juez instructor competente que puede iniciar de oficio el
proceso.
3. El abogado del detenido, siempre que haya sido apoderado a tal efecto.

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La solicitud ha de cursarse ante el Juzgado de guardia del lugar donde se halle el privado de libertad
o bien del lugar donde se hubiera tenido última noticia de su paradero.
El Juez competente adoptará las resoluciones oportunas para conocer de inmediato el estado del
privado de libertad. Éste será puesto a disposición judicial en el plazo de 72 horas desde que se cursó
la solicitud, sin que quepa excusa de ningún tipo por quien se encuentra a su cargo.
Una vez examinado el solicitante del habeas corpus por el Juez competente, éste dictará resolución
en el acto decidiendo sobre la legalidad o ilegalidad de la privación de libertad y ordenando, en cada
caso, la continuación de la detención o la inmediata puesta en libertad del detenido.

3 – LOS DERECHOS DEL ART 25 CE: PRINCIPIO DE LEGALIDAD Y DERECHOS DEL PRIVADO
DE LIBERTAD

El art 25 CE establece que nadie podrá ser condenado o sancionado por acciones u omisiones que, en
el momento de producirse, no constituyan delito, falta o infracción adva, según la legislación vigente
en aquel momento.

El principio de legalidad se fundamenta en tres grandes principios:


1. Respeto al OJ.
2. Seguridad ciudadana y jurídica (toda acción tiene alcance penal y advo, incluso para los
poderes públicos).
3. Libertad del ciudadano que, para ser efectiva, éste debe conocer las consecuencias de sus
actos.
El principio de legalidad debe cumplir siempre con el principio de reserva de ley.
Los supuestos en los que esté afectada la libertad personal y el desarrollo del art 25 CE, deberán ser
regulados mediante LO, nunca por otro medio.

En cuanto a los derechos del privado de libertad, el art 25 CE declara que las penas privativas de
libertad y las medidas de seguridad deben estar orientadas a la reeducación y reinserción social.
Este precepto prohíbe, además, los trabajos forzados.

4 – LIBERTAD DE CIRCULACIÓN Y DE RESIDENCIA

El art 19 reconoce tres derechos distintos:


1. A elegir libremente residencia.
2. A entrar y salir libremente de España.
3. A circular libremente por territorio nacional.

Estos derechos tienen límites directamente relacionados con la seguridad ciudadana y pueden ser
restringidos en los supuestos de declaración del estado de sitio o excepción, en caso de huelga,
porque la persona afectada sea menor de edad o incapaz y estar sometida a la patria potestad o a
tutela, así como en todos los supuestos de privación o restricción de libertad derivados de acciones
policiales y/o judiciales previstas en la ley.
Además, las libertades de circulación y residencia tienen otro de sus límites en el respeto a la
propiedad privada.

En cuanto a su titularidad, corresponde a los españoles y, en los términos señalados en los tratados
y la ley, a los extranjeros. Respecto de las personas jurídicas, sólo cabe predicar la libertad de
residencia.

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TEMA 15 – DERECHO AL HONOR, LA INTIMIDAD Y LA PROPIA
IMAGEN. INVIOLABILIDAD DEL DOMICILIO Y SECRETO DE LAS
COMUNICACIONES

1 – LOS DERECHOS DEL ART 18: SIGNIFICADO CONSTITUCIONAL

Los derechos recogidos en el art 18 CE protegen la esfera más privada del individuo. Los dos
principales son el derecho a la intimidad y el derecho al honor, ya que la inviolabilidad del domicilio,
el secreto de las comunicaciones y la limitación de la informática pueden considerarse comprendidos
en el derecho a la intimidad, mientras que el derecho a la imagen parece ubicarse en el ámbito del
derecho al honor.
El legislador ordinario ha desarrollado estos derechos en una sola norma: la LO de protección civil
del derecho al honor, a la intimidad personal y familiar y a la propia imagen.

2 – EL DERECHO AL HONOR

2.1 – Concepto y titularidad


El derecho al honor puede tener una significación relativa y ser valorado de manera distinta en
función de los grupos sociales, relatividad que influye en su régimen jurídico. No existe un concepto
definido del derecho al honor. El TC lo ha calificado de concepto jurídico indeterminado.

El concepto de derecho al honor se relaciona con la reputación y fama de una persona, su prestigio
profesional o su dignidad personal.
La caracterización conceptual del derecho al honor se ha visto completada por dos elementos
definidores de su contenido:
1. La íntima conexión entre del derecho al honor y la dignidad de la persona
constitucionalizada en el art 10 CE.
2. Y su carácter personal, que hace del derecho al honor un derecho de las personas
individualmente consideradas.

Pueden ser titulares del derecho al honor tanto las personas físicas como las jurídicas.

2.2 – Derecho al honor, libertad de expresión y derecho a la información


El TC definió los parámetros de análisis en los casos de colisión de estos derechos, y que algún autor
clasifica de la siguiente manera:
1. La no existencia de derechos fundamentales absolutos, ni de límites absolutos a éstos.
2. La delimitación de los derechos enfrentados, distinguiendo entre la libertad de información
y de expresión por un lado, y el derecho al honor, a la intimidad y a la propia imagen por
otro.
3. La importancia de los criterios de ponderación.
4. La especial consideración que debe tener la intención de injuriar.

Para resolver estos conflictos, la jurisprudencia constitucional ha sentado tres criterios convergentes:
1. Valorar el tipo de libertad ejercitada, tomando en consideración el papel preponderante del
derecho a la información.
2. Considerar el interés público de la información en los casos de conflicto entre el derecho al
honor y el derecho a la información.
3. La condición de personaje público de quien alega la vulneración de su derecho al honor.

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3 – DERECHO A LA INTIMIDAD PERSONAL

El derecho a la intimidad personal y familiar permite al sujeto mantener su ámbito personal y familiar
fuera de la acción y conocimiento de terceros.
Ni la CE ni la LO definen en qué consiste la intimidad. Para concretar su alcance debemos acudir a la
interpretación que se ha hecho de este derecho y a sus implicaciones y relaciones con otros bienes y
derechos.

En cuanto a su titularidad, pueden serlo las personas físicas, tanto nacionales como extranjeras.
Por las peculiaridades de este derecho, conviene distinguir entre la persona física privada y aquella
que posee cierta relevancia pública. En estos casos, el derecho a la intimidad puede verse matizado.
Destacar la dificultad para otorgar la titularidad de este derecho a las personas jurídicas, ya que no
son titulares de derecho de la personalidad y no tienen ámbito de vida privada personal o familiar
que pudiera verse hipotéticamente vulnerado.

4 – DERECHO A LA PROPIA IMAGEN

Este derecho es, en cierta medida, una manifestación tanto del derecho al honor como del derecho a
la intimidad personal. Por ello, la perturbación de la propia imagen puede dañar también el honor.
El uso de la imagen de una persona sin su autorización puede vulnerar el derecho a su intimidad. El
derecho a la propia imagen comprende, en suma, el derecho a controlar la difusión del aspecto más
externo: el de la figura humana.

El TC ha confirmado que debe tomarse en cuenta la actividad profesional, laboral o la relevancia


pública de la persona que alega la violación de su derecho como uno de los criterios para ponderar el
derecho a la propia imagen con la libertad de expresión y el derecho a la información.

Sólo las personas físicas pueden ser titulares de este derecho. Las personas jurídicas no pueden serlo
por las connotaciones físicas que conlleva el mismo.

5 – LO 1/1982 DE PROTECCIÓN CIVIL DEL DERECHO AL HONOR, A LA INTIMIDAD


PERSONAL Y FAMILIAR Y A LA PROPIA IMAGEN

La LO detalla los actos que pueden tener la consideración de intromisiones ilegítimas:


1. Emplazamiento en cualquier lugar de medios aptos para grabar o reproducir la vida íntima
de las personas.
2. Divulgación de hechos relativos a la vida privada de una persona o familia que afecten a su
reputación.
3. Revelación de datos privados de una persona o familia conocidos a través de la actividad
profesional de quien los revela.
4. Captación, reproducción o publicación de la imagen de una persona en momentos de su
vida privada o fuera de ellos, salvo los casos previstos legalmente.
5. Utilización del nombre, la voz o la imagen de una persona con fines publicitarios.
6. Imputación de hechos o manifestación de juicios de valor de modo que lesionen la dignidad
de otra persona.

No se aprecia vulneración de estos derechos cuando haya consentimiento por parte del sujeto,
consentimiento que puede ser revocado en cualquier momento.

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6 – LIBERTAD INFORMÁTICA Y PROTECCIÓN DE DATOS: EL RECONOCIMIENTO
JURISPRUDENCIAL DEL DERECHO A LA PROTECCIÓN DE DATOS

La protección del derecho a la intimidad de los ciudadanos requiere que éstos puedan conocer la
existencia de aquellos ficheros automatizados donde las AAPP conservan datos de carácter personal
que les conciernen, así como cuáles son esos datos personales en poder de las autoridades.
La ley debe proteger este derecho regulando las debidas garantías.

La Ley de Protección de Datos de carácter personal se puede sintetizar en los siguientes puntos:
1. La tutela se atribuye y organiza al margen de la distinción público-privado.
2. La toma en consideración acerca de si el tratamiento de datos es automatizado o no.
3. Las reglas de protección y tutela en función de que los datos se obtengan con o sin el
consentimiento del afectado.
4. La relevancia máxima del consentimiento.
5. Las medidas para que el sujeto recupere el control sobre la información que le afecte,
cuando esta hubiera sido obtenida por terceros sin su consentimiento. Para ello se reconoce
al sujeto:
a. El derecho a ser informado de la recogida de los datos personales.
b. El derecho a oponerse a que sean tratados y almacenados.

7 – LA INVIOLABILIDAD DEL DOMICILIO

La CE declara que el domicilio es inviolable, y prohíbe la entrada de cualquier persona en el mismo


sin autorización del titular, salvo en caso de flagrante delito o mediante resolución judicial previa.
Para el otorgamiento de la autorización, el Juez debe comprobar:
1. Que el interesado es el titular del domicilio en el que se autoriza la entrada.
2. Que el acto cuya ejecución se pretende (la entrada) tiene una apariencia de legalidad.
3. Que la entrada es necesaria y que la misma se lleve a cabo sin más limitaciones al derecho.
4. Que figuren de manera precisa los aspectos temporales de la entrada.

Según la CE, se pueden considera domicilios algunas propiedades que no son exactamente una casa
o un piso, como terrenos privados, una tienda de campaña, la habitación de un hotel, etc.
En cuanto a su titularidad, pueden serlo tanto las personas físicas como las jurídicas.

El CP regula los delitos de allanamiento de morada, domicilio de personas jurídicas y


establecimientos abiertos al público.

8 – EL SECRETO DE LAS COMUNICACIONES

Este derecho otorga al sujeto la posibilidad de mantener fuera del conocimiento de otros las
comunicaciones realizadas por cualquier medio, en especial por vía postal, telegráfica, telefónica o
email.
El secreto de las comunicaciones queda violado tanto si se intercepta la comunicación como si se
toma conocimiento del contenido aunque el mensaje llegue a su destinatario. Por otro lado, este
derecho cubre tanto el contenido del mensaje como otros datos igualmente relevantes, como la
identidad de los interlocutores.
En cuanto a su titularidad, pueden serlo tanto las personas físicas como las jurídicas. También
corresponde a los menores de edad en el ámbito familiar, aunque la doctrina se ha manifestado a
favor de reconocer también el derecho de los padres a controlar las comunicaciones de sus hijos.
El secreto de las comunicaciones goza también de protección penal.

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TEMA 16 – LIBERTAD DE EXPRESIÓN Y DERECHO A LA
INFORMACIÓN. DERECHO A LA EDUCACIÓN Y LIBERTAD DE
ENSEÑANZA

1 – LOS DERECHOS Y LIBERTADES DEL ART 20 CE

El art 20 CE reconoce y protege los siguientes derechos:


1. A expresar y difundir libremente pensamientos, ideas y opiniones mediante la palabra o
cualquier medio de reproducción.
2. A la comunicación y creación literaria, artística, científica y técnica.
3. A la libertad de cátedra.
4. A comunicar y recibir libremente información veraz por cualquier medio de difusión.
El ejercicio de estos derechos no puede restringirse mediante ningún tipo de censura previa.
Estas libertades tienen su límite en el respeto de los derechos reconocidos en el Título I CE, en los
preceptos y leyes que lo desarrollen y, especialmente, en el derecho al honor, la intimidad, la propia
imagen y la protección de la juventud y la infancia.
Sólo podrá acordarse el secuestro de publicaciones, grabaciones y otros medios de información en
virtud de resolución judicial.
El TC ha señalado que el art 20 CE garantiza los derechos subjetivos y la existencia de una
comunicación pública libre.
Por su ubicación, estos derechos gozan de las garantías reforzadas de los demás derechos y
libertades.

1.1 – La Ley de Transparencia, acceso a la información pública y buen gobierno


1.1.1 – Objeto y principios
La Ley de Transparencia fija como objeto:
1. Ampliar y reforzar la transparencia de la actividad pública.
2. Regular y garantizar el derecho de acceso a la información relativa a dicha actividad.
3. Establecer las obligaciones de buen gobierno que deben cumplir los responsable públicos, así
como las consecuencias derivadas de su incumplimiento.

1.1.2 – Obligaciones
La Ley establece la obligación de suministrar información relevante, estableciendo que todas las
personas físicas y jurídicas estarán obligadas a suministrar a la Admón u organismo que corresponda,
toda la información que se les requiera. Esta obligación se extiende también a los adjudicatarios de
contratos del sector público.
Igualmente, la Ley establece la obligación de publicar y hacer accesible la información relevante de
carácter institucional, organizativa y de planificación. Los sujetos incluidos en este ámbito de
aplicación deben hacer pública, como mínimo, la información relativa a los actos de gestión adva con
repercusión económica o presupuestaria relativa a convenios, contratos, subvenciones y ayudas,
retribuciones percibidas anualmente por altos cargos o declaraciones de compatibilidad.

1.1.3 - El portal de transparencia


La Ley de 2013 crea un Portal de Transparencia dependiente del Ministerio de la Presidencia, para
facilitar el acceso de los ciudadanos a toda la información a la que se refiere la Ley.
El Portal debe contener la información articulada conforme a los principios de:
1. Accesibilidad con vistas a facilitar la búsqueda de información.
2. Interoperatividad: la información será publicada conforme al Esquema Nacional de
Interoperatividad.
3. Reutilización: la información publicada irá en un formato reutilizable.

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1.1.4 – El derecho de acceso a la información pública y sus límites
La Ley de Transparencia configura un derecho de acceso a la información pública por parte de los
ciudadanos. Este derecho se aplicará también en el ámbito autonómico de conformidad con las
correspondientes competencias de las CCAA.
La Ley también regula los límites de este derecho estableciendo que podrá ser limitado cuando
acceder a la información suponga un perjuicio para la seguridad nacional, la defensa, las relaciones
exteriores, la seguridad pública, la prevención, investigación y sanción de los ilícitos penales, advos o
disciplinarios, la protección del medio ambiente y otras especialmente protegidas.

La aplicación de estos límites seguirá los criterios de justificación y proporcionalidad a su objeto y


finalidad de protección de los intereses públicos o privados.
Esta Ley incluye también una amplia regulación sobre la protección de los datos personales y el
procedimiento para ejercer el derecho de acceso a la información pública regulado en la norma.

2 – LA LIBERTAD DE EXPRESIÓN

2.1 - Concepto y titularidad


La libertad de expresión es la piedra angular de todo régimen político. Permite al sujeto manifestar
ideas, pensamientos, ideologías, creencias y opiniones a terceros, sea en ámbitos privados o se
realicen con mayor publicidad y ante un colectivo amplio. Es una libertad que demanda la
abstención de los poderes públicos y su protección contra posibles ataques de terceros.

El TC la ha definido como libertad de expresión en sentido estricto. Según el TC, el art 20 CE


incorpora dos derechos distintos:
1. Libertad de expresión: cobija pensamientos, ideologías y opiniones.
2. Derecho a la información: en una doble dirección, comunicarla y recibirla.
En cuanto a la libertad de expresión, la veracidad es totalmente irrelevante en los mensajes y
comunicaciones realizadas.

Respecto a su titularidad, corresponde tanto a personas físicas como jurídicas. Les corresponde a
todos los ciudadanos y les protege frente a cualquier injerencia de los poderes públicos, incluso
frente a la propia ley cuando ésta intente fijar otros límites que los admitidos en la propia CE.

2.2 – Posición preferente de la libertad de expresión y del derecho a la información sobre otros
derechos
El TC ha acuñado la doctrina de la posición preferente de la libertad de expresión y del derecho a la
información en su concurrencia con otros derechos.
La jurisprudencia del TC ha indicado que el valor preponderante de las libertades del art 20 CE sólo
puede ser apreciado y protegido cuando se ejercitan en conexión con asuntos que son de interés
general, por las materias y por las personas, y que contribuyan a la formación de la opinión pública.

Las libertades del art 20 CE no sólo son derechos fundamentales de cada persona, sino que también
significan el reconocimiento y garantía de la opinión pública libre, que es una institución ligada de
manera inescindible al pluralismo político, valor esencial del Estado democrático.

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3 – EL DERECHO A LA INFORMACIÓN

3.1 - Concepto
El derecho a la información comprende la transmisión de datos y noticias veraces. El requisito de
veracidad es esencial en su configuración jurídica.

El derecho a la información afecta más directamente a los profesionales de la información y a las


empresas informativas.
Se establece un deber específico de diligencia del informador, a quien se le puede exigir que lo que
transmita como hechos haya sido objeto de previo contraste con datos objetivos. En el caso de que
no se cumpla este deber de diligencia, se priva al que así hubiera actuado de la garantía
constitucional prevista en el art 20 CE.

El ordenamiento constitucional no presta tutela a una conducta negligente ni a la de quien


comunique como hechos simples rumores o invenciones, pero sí ampara la información rectamente
obtenida y difundida, aún cuando su total exactitud sea controvertible.

3.2 – Requisitos para el ejercicio del derecho a la información


El ejercicio autónomo de la libertad de expresión queda matizado en el caso del derecho a la
información, cuyo ejercicio requiere las siguientes condiciones:
1. La información deber ser libre, sin que pueda aplicarse ningún tipo de censura previa.
2. La información debe ser de interés público y los datos deben ser verificables.
3. La información debe ser objetiva, neutral, plural y veraz.
4. Debe incluirse un procedimiento de rectificación.

Al respecto, la LO del Derecho de Rectificación establece que: “toda persona natural o jurídica tiene
derecho a rectificar la información difundida por cualquier medio de comunicación social, de hechos
que le aluden, que considera inexactos y cuya divulgación pueda causarle perjuicio”.
El derecho de rectificación debe ejercitarse mediante escrito de rectificación dirigido al Director del
medio de comunicación, dentro de los siete días naturales siguientes al de su publicación.

3.3 - Titularidad
El derecho a comunicar información corresponde a todas las personas.
De este derecho pueden ser titulares las personas jurídicas, como las empresas dedicadas a la
información y a la comunicación.

3.4 – Cláusula de conciencia y secreto profesional


La LO reguladora de la cláusula de conciencia declara que es un derecho constitucional que tiene por
objeto garantizar la independencia en el desempeño de su función profesional, en virtud de la cual
los profesionales tienen derecho a solicitar la rescisión de su relación jurídica con la empresa de
comunicación en que trabajen por las siguientes causas:
1. Cuando en el medio se produzca un cambio sustancial de la orientación informativa o de las
líneas ideológicas.
2. Cuando la empresa les traslade a otro medio del mismo grupo que, por su género o líneas,
suponga una ruptura patente de la orientación profesional del informador.
Los profesionales pueden negarse, motivadamente, a participar en la elaboración de informaciones
contrarias a los principios éticos de la comunicación, sin que ello pueda suponer sanción.

En cuanto al secreto profesional, permite al informador negarse a desvelar sus fuentes informativas
a través de las que ha obtenido la noticia frente a la propia empresa, los poderes públicos y frente a
terceros. El titular es el informador.

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4 – DERECHO A LA PRODUCCIÓN Y CREACIÓN CIENTÍFICA, ARTÍSTICA Y TÉCNICA

Este derecho es una concreción del derecho a expresar y difundir libremente pensamientos, ideas y
opiniones. Aunque se enuncia constitucionalmente como un solo derecho, los aspectos protegidos
son plurales.
Así, queda protegido el derecho a la producción, a la creación intelectual, literaria, artística,
científica o técnica.
La Ley aborda entre otros muchos aspectos, la regulación de la gobernanza del sistema español de
ciencia, tecnología e innovación; lo relativo al personal investigador; las medidas para la difusión y
transparencia de los resultados de la investigación y producción científica y técnica; y el fomento y
coordinación de la investigación científica y técnica en la AGE.

5 – LA LIBERTAD DE CÁTEDRA

La libertad de cátedra se constituye en unos de los derechos más relevantes de la actividad de los
docentes y protege las actividades investigadoras y docentes a través de un conjunto de garantías
que aseguran:
1. La ausencia de perturbaciones en el ejercicio investigador y docente.
2. La autonomía y participación y facultades de actuación respecto a dicho ejercicio.

El TC ha señalado que son titulares de este derecho todos los docentes, cualquiera que fuera el
nivel de enseñanza en que se desenvuelvan sus actividades, y en la doble vertiente de libertad
docente y libertar investigadora.

Se trata de una libertad frente al Estado, cuyo contenido puede verse modulado en función de:
1. La naturaleza pública o privada del centro docente.
2. El nivel o grado educativo al que corresponde el puesto docente.
En los centros públicos, la libertad de cátedra tiene un contenido negativo uniforme que habilita al
docente para resistir cualquier mandato de dar a su enseñanza una orientación ideológica
determinada.
En el nivel de enseñanza universitaria alcanza su máxima expresión, pues es más amplia por la
madurez del alumno y del contenido más reglado del mensaje educativo.

6 – LÍMITES A LAS LIBERTADES DEL ART 20

6.1 – Prohibición de censura previa


El art 20 CE establece que los derechos regulados en el mismo no pueden quedar sometidos a ningún
tipo de censura previa, con lo que se garantiza su contenido propio.
Por censura previa debemos entender cualesquiera medidas limitativas de la elaboración o difusión
de una obra, especialmente el hacerla depender del previo examen oficial de su contenido.

6.2 – Límites derivados del ejercicio de otros derechos


El art 20 CE señala los siguientes límites expresos a las libertades contenidas en él:
1. El respeto a los derechos reconocidos en el Título I y a los preceptos de las leyes que lo
desarrollen (lo que afecta a la ratificación de tratados internacionales y al Derecho
comunitario).
2. El respeto al derecho al honor, la intimidad, la propia imagen y la protección de la juventud y
la infancia.
Respecto de este último, la LO de protección jurídica del menor establece el principio general de que
toda actuación habrá de tener fundamentalmente en cuenta el interés del menor y no interferir en
su vida escolar, social o laboral.

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7 – DERECHO A LA EDUCACIÓN

7.1 – Concepto
La educación implica un proceso instructivo y formativo que determinados sujetos realizan sobre
otros, disponiendo para ello de un determinado grado de conocimientos y de autoridad
institucionalmente reconocida.

La CE garantiza el pluralismo interno de los centros, orientado a la consecución de los valores,


principios y derechos del sistema democrático español.

La LOGSE configura el sistema educativo conforme a los valores y principios de la CE, asentado en el
respeto de los derechos y libertades reconocidos en ella, y conforma a la LO del Derecho a la
Educación (LODE).

La LODE establece que todos los españoles tienen derecho a una educación básica que les permita el
desarrollo de su propia personalidad y la realización de una actividad útil a la sociedad. La educación
será obligatoria y gratuita en el nivel de educación general básica.

7.2 – Contenido y titularidad


La CE establece que todos tienen derecho a la educación. El Estado está obligado a satisfacer este
derecho y, por tanto, debe eliminar aquellos obstáculos que impidan o dificulten su ejercicio.

La LODE dispone que la educación estará orientada por los principios y derechos constitucionales
para el cumplimiento de los siguientes fines:
1. Pleno desarrollo de la personalidad del alumno.
2. Formación en el respeto de los derechos y libertades fundamentales y en el ejercicio de su
tolerancia.
3. Adquisición de hábitos intelectuales y técnicas de trabajo, así como de conocimientos
científicos, técnicos, humanísticos, históricos y estéticos.
4. Capacitación para el ejercicio de actividades profesionales.
5. Formación en el respeto de la pluralidad lingüística y cultural de España.
6. Preparación para participar activamente en la vida social y cultural.
7. Formación para la paz, la cooperación y la solidaridad entre los pueblos.

La titularidad de este derecho pertenece exclusivamente a la persona física nacional y, en los


términos señalados en la CE, también a los extranjeros.

8 – LIBERTAD DE ENSEÑANZA

8.1 – Concepto y titularidad


La libertad de enseñanza es una actividad encaminada a la transmisión de un determinado cuerpo de
conocimientos y valores. Permite y habilita a los particulares para la creación de centros docentes y
les reconoce la facultad de organizarlos, incluso con ideario propio, y dirigirlos de conformidad con la
ley que, en España, permite la creación de centros privados y públicos.

La LODE establece que dicha Ley regirá para todos los centros docentes, salvo los universitarios. Esta
Ley distingue entre centros privados y centros públicos.

En cuanto a su titularidad, corresponde tanto a las personas físicas como a las jurídicas. La
atribución de esta libertad a los extranjeros depende de lo que la ley determine al efecto.

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8.2 – El derecho de los padres a que sus hijos reciban una formación religiosa y moral acorde con
sus propias convicciones
Este derecho constitucional permite a los padres exigir, tanto en los centros públicos como en los
privados, que se respeten los criterios que ellos determinen en relación con la formación religiosa y
moral de sus hijos en el marco de lo establecido en la ley. Pero no implica, sin embargo, el derecho
de los padres a elegir un centro concreto.

La LODE reconoce expresamente el derecho de los padres a:


1. Que sus hijos reciban una educación conforme a los fines establecidos en la CE y en la propia
LO.
2. Escoger un centro docente distinto de los creados por los poderes públicos.
3. Que sus hijos reciban la formación religiosa y moral que esté de acuerdo con sus propias
convicciones.
4. Estar informados sobre el progreso del aprendizaje e integración socio-educativa de sus hijos
5. Participar en el proceso de enseñanza y aprendizaje de sus hijos.
6. Participar en la organización, funcionamiento, gobierno y evaluación del centro educativo.
7. Ser oídos en las decisiones que afecten a la orientación académica de sus hijos.

8.3 – Enseñanza de la democracia


La UNESCO alentó a los Estados a trabajar por una oferta educativa que incorporase los valores
democráticos al sistema de enseñanza.
La LO de Educación presta atención a la denominada educación para la ciudadanía, a la que sitúa en
un lugar muy destacado en el conjunto de las actividades educativas. Esta asignatura se debe
impartir en determinados cursos de educación primaria y secundaria obligatoria y bachillerato.

La propia LO establece que la finalidad de esta asignatura es la de ofrecer al estudiante un espacio de


reflexión y análisis acerca de las características fundamentales y el funcionamiento de un régimen
democrático, de los principios y obligaciones contenidos en la CE, en los tratados y en las
declaraciones universales de derechos humanos. La LO puntualiza que:
1. La Educación para la Ciudadanía no puede considerarse alternativo o sustitutoria de la
enseñanza religiosa.
2. Los contenidos no se identifican ni están en contradicción con la práctica democrática que
debe inspirar el conjunto de la vida escolar.

9 – LA ENSEÑANZA SUPERIOR Y LA AUTONOMÍA UNIVERSITARIA

9.1 – Configuración de la enseñanza superior


Las diferentes enseñanzas universitarias han sido competencia exclusiva del Estado hasta la llegada
del Proceso Bolonia. La Declaración de Bolonia originó el establecimiento del Espacio Europeo de
Educación Superior, que pretende la armonización de los distintos sistemas educativos, no sólo de la
UE, sino de otros Estados europeos no pertenecientes a la Unión (Rusia, Turquía).
La Declaración se articula en torno a acciones relativas a:
1. Un sistema de grados académicos comparables.
2. Un sistema basado fundamentalmente en dos ciclos: el primero, orientado al mercado
laboral, con una duración mínima de tres años (Grado), y el segundo de especialización
(Máster).
3. Un sistema de acumulación y transferencia de créditos ECTS.
4. La movilidad de estudiantes, docentes e investigadores.
5. La cooperación en lo que respecta a la garantía de calidad.
La mayoría de las Universidades españolas ha adaptado o están en proceso de adaptación de sus
enseñanzas al marco de la Declaración de Bolonia, con resultados diversos.

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9.2 – La autonomía de las Universidades
La Ley reconoce la existencia de Universidades públicas y privadas. El reconocimiento de la
autonomía de éstas se constituye no sólo en un derecho fundamental, sino en una garantía de otros
derechos y principios, como la libertad de enseñanza, el libre desarrollo de la personalidad o la
libertad de cátedra.

El contenido de la autonomía universitaria se concreta en tres aspectos:


1. Autogobierno, que permite a las Universidades dotarse de sus propios Estatutos y regular en
ellos su estructura interna y funcionamiento, conforme a la LO de Universidades.
2. Autonomía académica, a través de la cual las Universidades aprueban sus propios planes de
estudio.
3. Autonomía financiera, que les permite administrar y distribuir ingresos públicos y privados, y
aplicarlos conforme a sus propias decisiones.

La actividad de la Universidad, así como su autonomía, se fundamentan en el principio de libertad


académica, que se manifiesta en las libertades de cátedra, investigación y estudio.

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TEMA 17 – DERECHO DE REUNIÓN. DERECHO DE ASOCIACIÓN.
PARTIDOS POLÍTICOS. DERECHO DE SINDICACIÓN. DERECHO DE
HUELGA. DERECHO DE PETICIÓN

1 – DERECHO DE REUNIÓN Y MANIFESTACIÓN

1.1 - Concepto
La LO del Derecho de Reunión establece que, a los efectos de la propia Ley, “se entiende por reunión
la concurrencia concertada y temporal de más de veinte personas, con finalidad determinada”.
La Ley ha optado por el número de veinte personas como podría haber optado por otro. Es
indiferente el lugar en que concurran las personas, si bien, según sea o no de tránsito público, el
régimen será distinto.

Junto a las reuniones, la CE cita las manifestaciones. Ambas pertenecen a la misma categoría,
aunque la manifestación es una especie concreta de reunión en la que, junto con la unión de varias
voluntades en busca de un fin común, debe darse también la “publicidad del problema o la defensa
de intereses, no ya en el ámbito de los propios manifestantes, sino ad extra, a modo de mensaje
dirigido a los restantes ciudadanos y/o poderes públicos”.

La CE sólo ampara las reuniones pacíficas y sin armas y requiere, además, que la intención de ejercer
este derecho sea notificada a la autoridad gubernativa, si está previsto que la manifestación
transcurra por la vía pública.
La autoridad gubernativa asume la obligación de proteger las reuniones y manifestaciones frente a
quienes traten de impedir o menoscabar el lícito ejercicio de este derecho.

La LO excluye de su regulación determinados tipos de reuniones:


1. Las que se celebren por personas físicas en sus propios domicilios, o en locales públicos o
privados por razones familiares o de amistad.
2. Las que celebren los partidos políticos, sindicatos, fundaciones, comunidades de propietarios
y demás entidades legalmente constituidas en lugares cerrados, para sus propios fines y
mediante convocatoria que alcance exclusivamente a sus miembros u otras personas
nominalmente invitadas.
3. Las que celebren los profesionales con sus clientes en lugares cerrados para los fines propios
de su profesión.
4. Las que se celebren en unidades, buques y recintos militares, a las que se refieren las Reales
Ordenanzas de las Fuerzas Armadas.

1.2 – Titularidad
La titularidad de este derecho pertenece a las personas físicas. La LO del derecho de reunión
menciona a las personas jurídicas, pero para atribuirles la responsabilidad que corresponda a
promotores y organizadores, no como titulares del derecho de reunión.

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1.3 – Límites
Para que la reunión de un colectivo quede comprendida en el ámbito del derecho fundamental de
reunión es requisito inexcusable que la reunión sea pacífica y sin armas.
La autoridad podrá suspender o disolver las reuniones y manifestaciones en los siguientes
supuestos:
1. Cuando se consideren ilícitas de conformidad con las leyes penales.
2. Cuando se produzcan alteraciones del orden público, con peligro para personas o bienes.
3. Cuando se hiciera uso de uniformes paramilitares por los asistentes.

La LO de protección de la seguridad ciudadana ha incluido previsiones expresas sobre el


mantenimiento y restablecimiento de la seguridad ciudadana que afectan al ejercicio del derecho de
reunión. Esta Ley permite también disolver las concentraciones de vehículos en las vías públicas y
retirar aquellos o cualquier otra clase de obstáculo que impida, ponga en peligro o dificulte la
circulación por la vía.
Las medidas que se adopten en reuniones o manifestaciones para el restablecimiento de la seguridad
deben ser proporcionadas a las circunstancias.
El TC ha señalado que la alteración del orden público debe contener necesariamente amenaza para la
persona o los bienes.

2 – DERECHO DE ASOCIACIÓN

2.1 – Concepto y titularidad


El derecho de asociación supone la creación de una estructura organizativa de carácter permanente
que puede operar jurídicamente. Habilita al sujeto para unirse de forma estable a otros para la
consecución de fines legales, sujetándose a determinadas normas, algunas vinculantes e impuestas
por el OJ, y otras dispositivas.

En el derecho de asociación pueden observarse:


1. Una vertiente positiva, que permite al sujeto asociarse sin requerir autorización previa.
2. Una vertiente negativa, que protege al sujeto contra la asociación obligatoria.

La organización interna y el funcionamiento de las asociaciones deben ser democráticos, con pleno
respeto al pluralismo, declarando nulos de pleno derecho los pactos, disposiciones estatutarias y
acuerdos que desconozcan cualquiera de los aspectos del derecho fundamental de asociación.

En cuanto a su titularidad, no se especifica en la CE, pero la LO del derecho asociación establece que
todas las personas tienen derecho a asociarse libremente para la consecución de fines lícitos y
declara que las entidades públicas podrán ejercitar este derecho entre sí o con particulares, de lo que
se deduce que la titularidad corresponde tanto a personas físicas como jurídicas.

2.2 – Ámbito de aplicación


La LO del derecho de asociación define el ámbito de aplicación, señalando que se incluyen en esta
Ley todas las asociaciones que no tengan fin de lucro y que no estén sometidas a un régimen
asociativo específico. La propia Ley señala las asociaciones que se rigen por su legislación específica:
1. Partidos políticos, sindicatos y organizaciones empresariales.
2. Iglesias, confesiones y comunidades religiosas.
3. Federaciones deportivas.
4. Asociaciones de consumidores y usuarios.
5. Cualesquiera otras reguladas por leyes especiales.
Quedan expresamente excluidas las comunidades de propietarios y de bienes, cooperativas y
mutualidades, así como las uniones temporales de empresas y agrupaciones de interés económico.

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2.4 – Asociaciones prohibidas o ilegales
Las asociaciones que persigan fines o utilicen medios tipificados como delito son ilegales. Se
prohíben las asociaciones secretas y las de carácter paramilitar.
El CP enumera las asociaciones que deben considerarse ilícitas y punibles penalmente:
1. Las que tengan por objeto cometer algún delito o, después de constituidas, promuevan su
comisión.
2. Las bandas armadas, organizaciones o grupos terroristas.
3. Las que, teniendo un fin lícito, empleen medios violentos o de alteración o control de la
personalidad para su consecución.
4. Las organizaciones de carácter paramilitar.
5. Las que promuevan la discriminación, el odio o la violencia contra personas, grupos o
asociaciones por razón de su ideología, religión o creencias.
6. Las que promuevan el tráfico ilegal de personas.

2.5 – Disolución por resolución judicial


La exigencia de resolución judicial para la disolución de una asociación es una garantía del propio
derecho fundamental de asociación, ya que excluye los actos gubernamentales de disolución,
encomendándolos al poder judicial.
El CP habilita a Jueces y Tribunales para acordar la disolución de la asociación ilícita en los casos
previstos en el propio CP. La resolución debe adoptarse en forma de auto o sentencia.

3 – PARTIDOS POLÍTICOS

3.1 - Concepto
Los partidos políticos tienen su fundamento jurídico constitucional en el derecho fundamental de
asociación.
El TC afirmó que un partido es una forma particular de asociación, no son órganos del Estado. Se
trata de asociaciones cualificadas por la relevancia constitucional de sus funciones, que se resumen
en su vocación de integrar, media e inmediatamente, a los órganos titulares del poder público a
través de los procesos electorales.

Las principales funciones de los partidos políticos son:


1. Expresar el pluralismo político.
2. Concurrir a la formación y manifestación de la voluntad popular.
3. Ser instrumentos fundamentales para la participación política.

La CE declara el principio de libertad de creación y funcionamiento de los partidos políticos, en el


marco constitucional de la ley y con obligación de funcionamiento y estructura democráticos.
La LO del derecho de asociación señala que los partidos políticos se regirán por su legislación
específica.

3.2 - Creación
La LO de Partidos Políticos establece que los españoles podrán crear libremente partidos políticos
conforme a lo dispuesto en la CE y en la propia LO.
La LO consagra la libertad positiva y negativa de afiliación de este tipo específico de asociaciones al
declarar que dicha afiliación es libre y voluntaria.

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3.3 - Titularidad
Los promotores de un partido político deben ser personas físicas, mayores de edad, que se
encuentren en pleno ejercicio de sus derechos, no estén sujetos a ninguna condición legal para el
ejercicio de los mismos y no hayan sido penalmente condenados por asociación ilícita o por alguno
de los delitos graves previstos en el CP. De esta forma se excluye a las personas jurídicas.

El legislador ha reservado a los españoles el derecho de crear partidos políticos, ahora bien, dado
que esa reserva debe conectarse con el derecho de participación política de los extranjeros cuando
se les reconozca el derecho de sufragio, tanto activo como pasivo, dicha restricción no puede afectar
al derecho de los extranjeros a afiliarse a los partidos políticos ya constituidos, ni traducirse en
ninguna limitación de los derechos derivados de la afiliación.

3.4 – Constitución y adquisición de la personalidad jurídica


Los promotores de un partido político deben formalizar el acuerdo constitutivo mediante la
aprobación de un acta fundacional, que deberá constar en documento público y contener, al menos:
1. La identificación personal de los promotores:
2. La denominación del partido.
3. Los integrantes de los órganos directivos provisionales.
4. El domicilio.
5. Los estatutos por los que habrá de regirse.

La personalidad jurídica de los partidos políticos se adquiere mediante su inscripción en el Registro


de Partidos Políticos del Ministerio del Interior, para lo cual los promotores presentarán el acta
fundacional, acompañada de aquellos documentos que acrediten el cumplimiento de los requisitos
previstos en la LO.

El Ministerio del Interior inscribirá al partido político en los 20 días siguientes y, si se aprecian
defectos formales, se informará a los promotores para que lo subsanen, dando un nuevo plazo de 20
días para ello.
Si de la documentación se deducen ilícitos penales, el Ministro del Interior queda obligado a dar
traslado al MF dentro del plazo de 20 días.

3.5 – Organización y funcionamiento internos


La estructura interna y el funcionamiento de los partidos políticos deberán ser democráticos, y con el
funcionamiento siguiente:
1. Una asamblea general del conjunto de sus miembros será el órgano superior de gobierno
del partido, que podrá actuar directamente o por medio de compromisarios. A la Asamblea
General le corresponde adoptar los acuerdos más importantes en relación con la vida del
partido.
2. El nombramiento y la disolución de órganos directivos se realizarán mediante sufragio libre
y secreto.
3. Una reglas internas sobre convocatorias de las reuniones de los órganos colegiados
garanticen el derecho de información de los miembros, la inclusión de los asuntos en el
orden del día, de la reglas de deliberación y adopción de acuerdos.
4. Un procedimiento de control democrático de los dirigentes elegidos.

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Derechos de los afiliados
Todos los afiliados gozan de iguales derechos:
1. Participar en las actividades del partido y en los órganos de gobierno y representación.
2. Ejercer el derecho de voto.
3. Ser elector y elegible para los cargos del partido.
4. Ser informado de la composición de los órganos directivos y de admón o sobre decisiones
adoptadas por los primeros.
5. Impugnar acuerdos de los órganos del partido que estimen contrarios a la ley o a los
estatutos.

Los afiliados a los partidos sólo podrán ser expulsados o sancionados con privación de derechos
mediante un procedimiento contradictorio, en el que se respeten las garantías necesarias y el
derecho a la defensa del afiliado.

3.6 – Disolución y suspensión judicial


Además de por decisión voluntaria de sus miembros, sólo puede procederse a la disolución o
suspensión de un partido político por decisión de la autoridad judicial competente. La resolución
que confirme la disolución surtirá efectos desde su anotación en el Registro de Partidos, previa
notificación del propio partido o del órgano judicial que decrete la disolución.

La disolución judicial será acordada únicamente en los siguientes casos:


1. Cuando el partido incurra en supuestos tipificados como asociación ilícita.
2. Cuando vulnere de forma continuada, reiterada y grave la exigencia de una estructura
interna y un funcionamiento democrático.
3. Cuando su actividad vulnere de forma reiterada y grave los principios democráticos o
persiga deteriorar o destruir el régimen de libertades o imposibilitar o eliminar el sistema
democrático.

Procedimiento
Legitimidad
La iniciativa para instar la disolución judicial de un partido corresponde al Gobierno y al MF, aunque
el Congreso o el Senado pueden instar al Gobierno para que inicie el trámite oportuno. El Gobierno
queda obligado a tramitar la solicitud, previa deliberación del Consejo y con apoyo en alguna causa
de disolución de las recogidas en la LO de Partidos Políticos.

Inicio
El procedimiento se iniciará mediante demanda presentada ante la Sala Especial del TS, a la que se
adjuntarán los documentos que acrediten la concurrencia de los motivos de ilegalidad.

Tramitación de admisión por la Sala


La Sala procederá al emplazamiento del partido afectado y de las personas electas en candidaturas
presentadas por agrupaciones de electores, dándoles traslado de la demanda para que puedan
comparecer en el plazo de ocho días. Transcurrido el plazo, la Sala analizará la admisión inicial de la
demanda pudiendo inadmitirla mediante auto si concurre alguna de las causas siguientes:
1. Que se hubiera interpuesto por persona no legitimada o no debidamente presentada.
2. Que no se cumplan los requisitos sustantivos o de forma para su admisión.
3. Que la demanda carezca de fundamento.

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Admisión y tramitación de la demanda
Una vez admitida, se emplazará al demandado para la contestación por un plazo de veinte días. Si las
partes lo han propuesto en sus escritos de demanda o de contestación, o la Sala lo considera
necesario, se abrirá un periodo de prueba que se regirá en cuanto a plazos y sustanciación por la LEC.
Del conjunto de la prueba practicada se dará vista a las partes, que podrán formular sus alegaciones
en un plazo de veinte días, transcurridos los cuales el proceso quedará visto para sentencia.

Sentencia
La Sentencia, que podrá declarar la disolución del partido o desestimar la demanda, no será objeto
de recurso alguno, salvo de amparo ante el TC. Será ejecutiva desde el momento de su notificación.
Si se decreta disolución, la Sala ordenará la cancelación de la inscripción registral del partido, y el
fallo producirá los efectos que determina la LO.
La Sentencia puede declarara también la inexistencia o no de vinculación del partido ilegalizado con
las candidaturas presentadas por las agrupaciones de electores.
Si el Tribunal desestima la demanda, ésta sólo podrá reiterarse si se presentan nuevos elementos de
hecho ante el TS.
Durante la tramitación del proceso, la Sala, de oficio o a instancia de parte, podrá adoptar cualquiera
de las medidas cautelares previstas en la LEC.

Efectos de la sentencia decretando la disolución del partido


Tras la notificación de la sentencia acordando la disolución, procederá el cese inmediato de toda la
actividad del partido disuelto. El incumplimiento de esta disposición dará lugar a responsabilidad.
Se presumirá fraudulenta y no procederá la creación de un nuevo partido o la utilización de otro ya
inscrito en el Registro que continúe o suceda la actividad de uno declarado ilegal y disuelto.
La disolución determinará la apertura de un proceso de liquidación patrimonial. El patrimonio neto
resultante se destinará por el Tesoro o a actividades de interés social o humanitario.

4 – DERECHO DE SINDICACIÓN

4.1 – Concepto y titularidad


En la CE, el derecho fundamental de sindicación tiene una vertiente positiva (el derecho a afiliarse) y
una vertiente negativa (el derecho a no afiliarse, que protege al trabajador contra la afiliación
obligatoria). La LO de libertad sindical proclama que todos los trabajadores tendrán derecho a
sindicarse libremente para la promoción y defensa de sus intereses económicos y sociales.

La libertad sindical ejercida a título individual comprende los siguientes derechos:


1. A fundar sindicatos sin autorización previa, así como a suspenderlos o extinguirlos por
procedimientos democráticos.
2. A afiliarse o a separarse del que estuviera afiliado.
3. A elegir libremente a sus representantes dentro del sindicato.
4. A la actividad sindical.

Por otro lado, las organizaciones sindicales tienen derecho a:


1. Redactar los estatutos y el reglamento, organizar su admón interna y sus actividades.
2. Constituir federaciones y organizaciones internacionales.
3. No ser suspendidas ni disueltas sino mediante resolución judicial.
4. El ejercicio de la actividad sindical en la empresa o fuera de ella.

En cuanto a su titularidad, pertenece tanto a las personas físicas como a las jurídicas. Los
extranjeros en España tendrán el mismo derecho y en las mismas condiciones siempre que obtengan
autorización de estancia o residencia en España.

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5 – DERECHO A LA HUELGA

5.1 – Concepto y titularidad


El derecho a la huelga permite al trabajador suspender su actividad laboral como muestra de
discrepancia por las condiciones laborales y para la defensa de sus intereses.
El TC estimó que el derecho de huelga puede quedar sometido por ley a algún tipo de formalidades,
siempre que no sean arbitrarias, que tengan por objeto proteger otros bienes e intereses
constitucionalmente protegidos, y que no sean tan rígidas que hagan imposible el ejercicio del
derecho.

Como límite al derecho de huelga, la CE ha establecido el mantenimiento de los servicios esenciales


de la comunidad, sin señalar el alcance del concepto de “servicios esenciales”.
Al respecto, el TC ha afirmado que los servicios esenciales son aquellas actividades industriales o
mercantiles de las que se derivan prestaciones vitales o necesarias para la vida de la comunidad.
Como bienes e intereses esenciales hay que considerar los derechos fundamentales, las libertades
públicas y los bienes constitucionalmente protegidos.

En cuanto a su titularidad, pertenece a los trabajadores, pero las facultades en que consiste su
ejercicio, en cuanto acción colectiva y concertada, corresponden tanto a los trabajadores como a sus
representantes y a las organizaciones sindicales.

6 – DERECHO DE PETICIÓN

6.1 – Concepto y titularidad


El derecho de petición permite a cualquier persona dirigirse a los poderes e instituciones públicas,
administración o autoridad, así como a los órganos de dirección y admón de los organismos
vinculados o dependientes de AAPP, respecto de las materias de su competencia.

El objeto del derecho de petición podrá referirse a cualquier asunto o materia comprendidos en el
ámbito de competencias del destinatario, con independencia de que afecten exclusivamente al
peticionario o sean de interés colectivo o general.
Este derecho debe ejercitarse por escrito, aunque puede utilizarse cualquier medio, incluso
electrónico, siempre que permita acreditar su autenticidad.

Toda persona física o jurídica, prescindiendo de su nacionalidad, puede ejercer este derecho,
individual o colectivamente, sin que de su ejercicio pueda derivarse perjuicio alguno para el
peticionario. Sin embargo, puede exigirse responsabilidad a quienes, con ocasión del ejercicio del
derecho de petición, incurriesen en delito o falta.

6.2 - Tramitación
La LO del derecho de petición señala el procedimiento para la tramitación de este derecho:
1. Recibido el escrito de petición, la autoridad a la que se dirija procederá a comprobar si se
cumplen los requisitos previstos por la Ley y declarará su inadmisión o tramitará la petición.
2. Si el escrito de petición no reuniera los requisitos, o no reflejara los datos necesarios con la
suficiente claridad, se requerirá al peticionario para subsanar los defectos en un plazo de
quince días. Si no lo hiciera, se tendrá por desistido.
3. Se podrá requerir al peticionario para que aporte datos o documentos complementarios que
obren en su poder o pueda obtener y que resulten imprescindibles para la tramitación. Si el
peticionario no aporta esta documentación, no conllevará la inadmisibilidad de la petición.
El derecho de petición es susceptible de tutela judicial preferente y sumaria y, subsidiariamente, de
recurso de amparo.

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TEMA 18 – DERECHO DE PARTICIPACIÓN Y DE SUFRAGIO. SISTEMA
ELECTORAL

1 – DERECHO DE PARTICIPACIÓN

1.1 – Concepto y titularidad


La CE reconoce expresamente el derecho de los ciudadanos a participar en los asuntos públicos,
directamente o a través de procesos electorales. La participación da unidad al sistema democrático,
siendo fundamento del propio sistema.
No obstante, el derecho de participación no habilita a los ciudadanos para exigir su participación en
todos los asuntos públicos pues, como dice el TC, se requiere un especial llamamiento o una
especial competencia, si se trata de órganos públicos, o una especial legitimación si se trata de
entidades o sujetos de Derecho privado.

En cuanto al ámbito material de este derecho, se refiere a asuntos públicos, expresión que parece
aludir a la participación política, aunque no agota aquí su contenido, ya que deben incluirse en este
ámbito otras modalidades de participación social, económica, cultural o judicial, siempre que tengan
relevancia pública.

Respecto de su titularidad, corresponde a los ciudadanos, término que alude de forma directa a la
persona física. En cuanto a los partidos políticos, no se les reconoce titularidad, pero se les atribuye
un interés legítimo a que se respeten las condiciones para el ejercicio del sufragio.

1.2 – El derecho de acceso a cargos y funciones públicas


El derecho a acceder a cargos públicos comprende también el derecho a permanecer en los mismos
en condiciones de igualdad.
Los particulares pueden acudir al recurso de amparo en la medida en que las leyes establezcan
condiciones discriminatorias.
Ostentan la titularidad del derecho de acceso a los cargos públicos los ciudadanos, primero, como
candidatos a un cargo representativo, y luego como parlamentarios.

1.3 – Formas de participación política: participación directa y participación indirecta o


representativa
La imprescindible participación de los ciudadanos que define el sistema democrático puede
realizarse por diversos medios:
1. Participación directa: ejerciendo directamente las funciones y facultades inherentes al
funcionamiento de la comunidad.
2. Participación indirecta o representativa: delegando en unos representantes las funciones de
organización de la comunidad durante periodos determinados de tiempo.
3. Complementando ambos sistemas, articulando la participación ciudadana tanto a través de
la participación directa como a través de la elección de representantes.

La participación indirecta o representativa, en la cual el derecho fundamental de participación en los


asuntos públicos se manifiesta en la elección libre de representantes, es la forma más extendida en
las democracias actuales.

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1.4 – Participación indirecta o representativa
El parlamento es la institución representativa por excelencia, en sus ámbitos territoriales
correspondientes: las CG y los Parlamentos autonómicos. Todos ellos son instituciones
representativas, así como los Ayuntamientos, las Diputaciones Provinciales y los Cabildos.

Para definir aún más el tipo de mandato de los representantes, la CE establece que los miembros de
las CG no están ligados por mandato imperativo alguno, lo que implica que los representantes no
pueden recibir instrucciones en el desenvolvimiento de su función.

El sistema representativo debe reunir determinados caracteres para que pueda imbricarse en un
sistema democrático:
1. Un sistema democrático para la elección de los representantes, de manera que la
participación del pueblo sea una manifestación libre, igual, directa y secreta.
2. Un sistema de control eficaz de la actuación de los representantes, tanto en los aspectos
jurídicos como respecto de la responsabilidad política, que sólo puede garantizarse a través
de elecciones periódicas.

2 – INSTITUCIONES DE PARTICIPACIÓN DIRECTA EN EL ÁMBITO EUROPEO

La iniciativa ciudadana europea viene a completar la clara opción europea por la democracia
representativa.
Para el desarrollo de este derecho se dictaron una serie de Reglamentos directamente aplicables en
todos los EEMM. Partiendo de estas normas, cabe aproximarse a la configuración actual de la
iniciativa ciudadana europea a través de sus principios, su definición, sus promotores y firmantes, y
los aspectos más relevantes de su procedimiento.

2.1 - Principios
Como principios del procedimiento y de los requisitos para la tramitación de una iniciativa
ciudadana, el Reglamento establece la claridad, sencillez y proporcionalidad, de manera que se
fomente la participación de los ciudadanos y la Unión sea accesible. Así se obliga a garantizar a todos
los ciudadanos de la Unión condiciones similares a la hora de apoyar una iniciativa ciudadana,
independientemente del EM al que pertenezca.

Además, se establece el principio de igualdad y el de información y asesoramiento informal, por el


que se obliga a la Comisión Europea a ofrecer a los ciudadanos la información útil y asesoramiento
general para la tramitación de las iniciativas ciudadanas, especialmente en lo que respecta los
criterios de registro.

2.2 - Definición
El Reglamento define la iniciativa ciudadana como aquella presentada a la Comisión por la que se
invita a ésta a presentar una propuesta adecuada sobre cuestiones acerca de las cuales los
ciudadanos estimen que se requiere un acto legislativo de la Unión, para los fines de aplicación de
los Tratados, siempre que hayan recibido el apoyo de más de un millón de firmantes (con
capacidad) y procedan de, al menos, ¼ parte de los EEMM.

La iniciativa ciudadana europea tiene como interlocutor a la Comisión Europea, mientras que en los
EEMM, en general, el interlocutor es el Parlamento.

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2.3 – Promotores y firmantes
Los organizadores son personas físicas que forman el comité de ciudadanos, responsable de la
preparación de la iniciativa y de su presentación y tramitación. Los firmantes son aquellos que,
firmando una declaración de apoyo, avalan la propuesta ciudadana.
El TUE fijó el número de firmantes en 1 millón, y el Reglamento establece que deben proceder de, al
menos, la ¼ de los EEMM.

Respecto de los organizadores de la iniciativa, se establece que sean personas físicas y que se
constituyan en un comité de ciudadanos de, como mínimo, siete miembros residentes en al menos
siete EEMM (cada uno de una nacionalidad distinta).

2.4 – Registro de la iniciativa


Con el fin de cumplir con el principio de transparencia y evitar que se recojan firmas para una
iniciativa que no reúna los requisitos establecidos, la Comisión procede al registro de las iniciativas,
una vez comprobado que reúnen los requisitos necesarios.
Registrada la iniciativa, los promotores pueden comenzar a solicitar el apoyo ciudadano de la misma.
Entonces, la Comisión publica la propuesta en su web específica de iniciativas ciudadanas y abre el
plazo para la recogida de firmas.

El Reglamento exige una serie de datos mínimos para poder registrar una iniciativa ciudadana. Si, por
incumplimiento de estos requisitos, la Comisión rechaza el registro, ha de informar a los
organizadores de las razones y de los posibles recursos de que disponen para oponerse a él.
Si se retira la iniciativa, debe quedar constancia de la misma en el Registro.

2.5 – Recogida de firmas y plazo


Los organizadores de la iniciativa son los responsables de la recogida de firmas, para lo que disponen
de un plazo de 12 meses desde la fecha de su registro. Las firmas pueden recogerse en papel o
electrónicamente, siempre en los modelos previstos y en una de las lenguas oficiales en las que esté
registrada la iniciativa.
Los ciudadanos no pueden firmar más de una vez una determinada iniciativa, pero no está prohibido
que apoyen varias, incluso contrarias entre sí.
Recogidas las firmas requeridas, los EEMM se encargan de verificar y certificar las declaraciones de
apoyo.

2.6 – Procedimiento de examen de una iniciativa ciudadana por la Comisión


Una vez concluida la recogida de firmas y cumplidos el resto de los trámites, la propuesta se remite a
la Comisión, que ha de publicarla sin demora en su Registro y proceder a recibir a los organizadores
para que puedan exponer con detalle las cuestiones a las que se refiere la iniciativa.
En el plazo de tres meses, la Comisión emitirá una comunicación con sus conclusiones finales. Esta
comunicación debe ser notificada a los organizadores, al Parlamento Europeo y al Consejo, además
de hacerse pública.

El Reglamento habilita para que los organizadores puedan disponer de un trámite de audiencia
pública con las instituciones y órganos de la Unión, previamente a que la Comisión se pronuncie.

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3 - INSTITUCIONES DE PARTICIPACIÓN DIRECTA EN EL ÁMBITO NACIONAL

3.1 – El referéndum
El referéndum es un instrumento de participación directa que permite someter al pueblo una
consulta concreta o un texto normativo legislativo. En este último caso, recibe el nombre de
referéndum legislativo, o constituyente cuando versa acerca de la CE o sus reformas.
En todos los casos, el referéndum se celebra por sufragio universal, igual, directo, libre y secreto.
La circunscripción será la provincia y, a estos efectos, constituirán circunscripción electoral las
ciudades de Ceuta y Melilla.

3.2 – El referéndum de ámbito nacional en la CE


La CE recoge dos tipos: el referéndum consultivo y el referéndum de reforma constitucional.

El referéndum consultivo
Las decisiones políticas de especial trascendencia podrán ser sometidas a referéndum consultivo de
todos los ciudadanos. Este referéndum es convocado por el Rey a propuesta del Presidente del
Gobierno, previa autorización del Congreso de los Diputados adoptada por mayoría absoluta.
En términos generales, el referéndum se somete al régimen electoral general en lo que no se aponga
a la LO sobre regulación de las distintas modalidades de referéndum.

El proceso de democracia directa en que consiste el referéndum se articula a través de los grupos
políticos, en similares términos a como se producen los procesos electorales.
En cuanto al contenido de la pregunta, la CE señala que versará sobre decisiones políticas de
especial trascendencia. En principio pues, queda excluida la posibilidad de someter al pueblo un
texto legislativo.

En nuestra Constitución es un instrumento político del Gobierno, asistido por la mayoría absoluta del
Congreso, que previsiblemente sólo se utilizará cuando existan fundadas garantías de lograr un
resultado afirmativo.

El referéndum de reforma constitucional


La CE ha establecido dos procedimientos de reforma constitucional: el procedimiento ordinario y el
procedimiento agravado. Este último se aplica para las revisiones totales del texto constitucional y
a las modificaciones que afecten al Título Preliminar, a la Sección 1ª del Capítulo II del Título I y al
Título II.

Una vez aprobada una reforma constitucional por el procedimiento agravado, será sometida a
referéndum para su ratificación. La aprobación del proyecto por este procedimiento y la necesidad
de celebrar el referéndum deben ser comunicadas por las CG al Presidente del Gobierno, que queda
obligado a tramitar dicha convocatoria dentro del plazo de 30 días y a su celebración dentro de los 60
días siguientes.

El resto del articulado no comprendido en las materias de la reforma agravada, queda sujeto al
procedimiento de reforma ordinario. Aprobada la reforma por las CG, será sometida a referéndum
cuando así lo soliciten, al menos, 1/10 parte de los miembros de cualquiera de las Cámaras. Se
trata pues de un referéndum facultativo para los parlamentarios. Si éstos no solicitaran el
referéndum en el plazo previsto, la reforma se considera concluida.

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3.3 – La iniciativa popular legislativa en el ámbito nacional
La iniciativa popular legislativa es un instrumento de participación directa de los ciudadanos, en este
caso, en el proceso legislativo en su momento inicial.
Pueden ejercerla los ciudadanos españoles mayores de edad que se encuentren incluidos en el
Censo Electoral.

Materias excluidas
La LO relaciona una serie de materias excluidas de la iniciativa popular legislativa:
1. Las materias propias de LO.
2. Las materias de naturaleza tributaria.
3. Las relativas a la prerrogativa de gracia.
4. Las referidas a la planificación de la actividad económica y a los PGE.

Requisitos
En cuanto a los requisitos, la LO exige que la iniciativa popular legislativa se ejerza mediante la
presentación de una proposición de ley:
1. Consistente en un texto articulado de carácter normativo precedido de una exposición de
motivos.
2. Con una relación de los miembros que componen la Comisión promotora de la iniciativa,
con expresión de los datos personales de todos ellos.
3. Y que dicha propuesta sea avalada, al menos, por 500.000 electores cuyas firmas hayan sido
autenticadas en la forma que la misma ley establece.

Tramitación
La proposición de ley debe depositarse ante la Mesa del Congreso, que examinará la documentación
y se pronunciará sobre su admisibilidad en un plazo de quince días. Son causa de inadmisión aquellas
propuestas que:
1. Versen sobre materias excluidas o materias inconexas entre sí.
2. No hayan cumplido los requisitos establecidos. Si se trata de un defecto subsanable, se
otorgará un mes de plazo a los promotores para que complementen la documentación.
3. Exista previamente en cualquiera de las Cámaras un proyecto o una proposición de ley
sobre el mismo asunto.
4. Sean reproducción de otra iniciativa presentada durante la legislatura.

Una vez que la Mesa del Congreso comunica a los promotores que su proposición de ley ha sido
admitida, comienza el proceso de recogida de firmas, para lo que la LO habilita un plazo de seis
meses, que puede ser prorrogado por tres meses cuando concurra una causa mayor apreciada por
la Mesa. Agotado el plazo sin que se entreguen las firmas, caducará la iniciativa.

4 – ÁMBITO REGIONAL

En el ámbito de las CCAA se han reconocido también el referéndum y la iniciativa popular legislativa
como institutos de iniciativa directa. En cuanto al referéndum, debemos distinguir:
1. El referéndum de iniciativa autonómica.
2. El referéndum de aprobación de los EEAA.
3. El referéndum de reforma estatutaria, así como el referéndum sobre la incorporación de
Navarra al País Vasco.

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4.1 – Referéndum de iniciativa autonómica
Este referéndum ha tenido una sola aplicación en España, en la consulta popular celebrara para la
constitución de la CA andaluza.
El art 143 CE establece el procedimiento de acceso a la autonomía de carácter general, afirmando
que la iniciativa del proceso autonómico corresponde a todas las Diputaciones interesadas y a las dos
terceras partes de los municipios cuya población represente, al menos, la mayoría del censo electoral
de cada provincia o isla.
Las autonomías así constituidas pueden, transcurridos cinco años y mediante reforma del Estatuto,
ampliar sucesivamente sus competencias dentro del marco constitucional.

La CE ha establecido otro procedimiento mediante el cual, determinadas CCAA, pueden alcanzar el


nivel superior de competencias desde su constitución.

Este referéndum, al haberse completado el mapa autonómico español con la aprobación de los
Estatutos de Ceuta y Melilla, ha agotado sus posibilidades de aplicación.

4.2 – Referéndum de aprobación de los EEAA elaborados por el procedimiento del art. 151
Para los casos en los que se accedió a la autonomía por vía del art 151, la CE estableció que serían los
Diputados y Senadores pertenecientes al territorio afectado los que elaborarían un proyecto de
Estatuto.
Dicho proyecto se sometía a la Comisión Constitucional del Congreso para que, junto con una
delegación de diputados y senadores que habían redactado el proyecto, alcanzaran una redacción
definitiva del mismo.
Si se alcanzaba el acuerdo, el proyecto debía someterse a referéndum en las provincias
comprendidas en el ámbito territorial del proyectado Estatuto. Tras el voto favorable, las Cámaras
ratificaban el texto y el Rey lo sancionaba y promulgaba como Ley.
Si no se alcanzaba el acuerdo, el texto debía ser tramitado por las CG como proyecto de ley.
Finalizada la tramitación, el proyecto de Estatuto debía ser sometido a referéndum en las provincias
comprendidas en el ámbito territorial afectado. En caso de ser aprobado por mayoría en cada
provincia, se procedía a su promulgación.

4.3 – Referéndum de reforma estatutaria


Para los Estatutos que hubieran nacido al amparo de la vía del art 151, la CE exige que cualquier
reforma que se realice en los mismos deberá ser sometida a referéndum.
La LO sobre regulación de las distintas modalidades de referéndum establece que, para la
modificación de los EEAA, el referéndum requerirá previamente el cumplimiento de los trámites
formales establecidos en ellos o, en su defecto, de los que fueran precisos para su aprobación,
debiendo ser convocado en el plazo de 6 meses desde el cumplimiento de los mismos.

5 – ÁMBITO MUNICIPAL

Referéndum: La Ley de Régimen Local y la LO del Referéndum permiten la articulación de este


instituto de democracia directa en el ámbito municipal. En base a ello, las CCAA han adoptado
distintas posiciones en cuanto a la incorporación o no del referéndum municipal en sus territorios.

Régimen de Concejo Abierto: Esta institución de democracia directa permite la participación directa
de los vecinos en la adopción de decisiones. Funcionan en Concejo Abierto:
1. Los municipios de menos de 100 habitantes y aquellos que lo usen tradicionalmente.
2. Los que así lo aconsejen, por situación geográfica, mejor gestión de sus intereses u otra
circunstancia.

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6 – SISTEMA ELECTORAL

6.1 - Concepto
Es el conjunto de reglas conforme a las cuales se produce el fenómeno electoral, se asignan los
escaños a los distintos candidatos según la fórmula adoptada y, en su caso, se resuelven los recursos
suscitados.
Todo el sistema electoral debe diseñarse respetando las siguientes reglas básicas:
1. Imparcialidad.
2. Adecuación histórica a las tradiciones e instituciones del país.
3. Control del excesivo fraccionamiento de las fuerzas políticas.
4. Pluralidad de opciones políticas, esencia de la democracia.

6.2 - Elementos
Derecho de sufragio
Es la capacidad que el OJ reconoce a los ciudadanos para participar, mediante su voto, en los asuntos
públicos. Este derecho tiene dos vertientes:
1. Derecho de sufragio activo: capacidad para ser elector y emitir el voto.
2. Derecho de sufragio pasivo: capacidad para ser candidato.

Todos los procesos electorales en España se celebran por sufragio universal de los mayores de 18
años que estén censados y en pleno uso de sus derechos.
Carecen del derecho de sufragio:
1. Condenados por sentencia firme a la pena principal o accesoria de privación del derecho de
sufragio, durante el tiempo que se haya establecido.
2. Declarados incapaces por sentencia firme.
3. Internados en hospital psiquiátrico.

La circunscripción electoral
Es el territorio en el cual los votos emitidos por los electores constituyen el fundamento para el
reparto de escaños a los candidatos, de manera independiente a los votos emitidos en otras zonas
electorales.
Las circunscripciones electorales pueden dividirse en dos grupos básicos:
1. Uninominales, en las cuales está en liza un solo escaño, también llamadas distritos.
2. Plurinominales, en las que deben cubrirse dos o más escaños.

Cuando la circunscripción abarca todo el territorio nacional, hablamos de colegio nacional único.

La forma de la candidatura
Podemos distinguir dos formas de candidatura:
1. Personal, en la que se incluye un solo nombre.
2. En lista, que puede subdividirse en:
a. Listas abiertas: el elector establece el orden de sus preferencias.
b. Listas cerradas: que pueden ser bloqueadas, si el orden de los candidatos no es
variable y el elector sólo puede optar por dar su apoyo o no a la lista completa, o no
bloqueadas, donde el orden es variable.

El Congreso de los Diputados se elige mediante listas cerras y bloqueadas, no así el Senado.

La fórmula del escrutinio (todo el rollo que no pongo porque es un lío gordísimo y nunca sale en los
exámenes)

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Censo electoral
El derecho de sufragio es un derecho individual pero de ejercicio colectivo. La elección la realiza el
cuerpo electoral, que está formado por aquellas personas que reúnen los requisitos establecidos por
el OJ:
1. Poseer capacidad.
2. Estar en posesión de sus derechos políticos.
3. Estar incluido en el Censo electoral.

El Censo electoral está constituido por los ciudadanos que tienen reconocido el derecho de sufragio y
se publica con suficiente antelación a la fecha de celebración de cualquier proceso electoral,
abriéndose un plazo para subsanar posibles errores.

Campaña electoral
Es el periodo de tiempo que habilita el OJ para que los partidos y los candidatos puedan exponer sus
programas políticos a los ciudadanos.
Durante este periodo, los poderes públicos que convoquen un proceso electoral pueden realizar una
campaña de carácter institucional destinada a informar a los ciudadanos sobre la fecha de la
votación, el procedimiento para votar y los requisitos y trámites del voto por correo, pero, en ningún
caso pueden orientar el sentido del voto. La campaña institucional debe realizarse en espacios
gratuitos de los medios de comunicación públicos.
Uno de los problemas fundamentales de la realización de campañas electorales es su financiación.
Los OOJJ han establecido normas a fin de que todos los partidos y candidatos realicen la campaña en
términos de igualdad.
En España, la campaña electoral dura 15 días.

Administración electoral
Cuida de la legalidad del proceso electoral desde su inicio hasta la asignación final de los escaños. El
TC ha afirmado que la administración electoral tiene naturaleza de AAPP.
Está integrada por:
1. Junta Electoral Central
2. Juntas Electorales Provinciales
3. Juntas Electorales de Zona y, en su caso, de CCAA.
4. Mesas electorales.

7 – RÉGIMEN ELECTORAL ESPAÑOL

7.1 – Elecciones municipales


Los Ayuntamientos se integran por Concejales y Alcaldes. Los Concejales son elegidos por los vecinos
directamente, mediante sufragio universal, igual, libre y secreto. Una vez elegidos popularmente los
Concejales, se procede a la elección del Alcalde.

La CE permite que los Alcaldes sean elegidos por los Concejales o por los vecinos, pero la LOREG ha
optado por la primera opción, determinando que pueden ser candidatos a Alcalde los Concejales que
hubieran encabezado sus respectivas listas electorales.

Si ninguno de los candidatos obtiene mayoría absoluta, es proclamado Alcalde el concejal que
encabece la lista más votada en ese municipio. En caso de empate se resuelve por sorteo.

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7.2 – Elección de las Diputaciones Provinciales
El órgano de gobierno de la provincia es la Diputación, cuyos miembros son designados mediante el
mismo sistema proporcional de las demás elecciones, pero de forma indirecta, pues la designación
se lleva a cabo en función del número de concejales obtenidos por cada partido en las elecciones
municipales de la provincia.
Una vez celebradas las elecciones locales, la Junta de Zona forma una lista con el número de
diputados que corresponden a cada formación política que haya obtenido algún concejal dentro del
partido judicial correspondiente.
Los concejales de cada partido o formación política, reunidos de forma independiente, eligen, entre
ellos mismos, a quienes hayan de ocupar los puestos de diputados provinciales de su partido.

7.3 – Elección de los Cabildos insulares canarios


La LOREG establece unas normas especiales para la elección de los miembros de los Cabildos
insulares canarios, determinando que en cada una de estas islas se elegirá, en urna distinta de la
destinada a la elección de los Concejales, un número determinado de Consejeros insulares en
proporción al número de residentes en cada isla. Será Presidente del Cabildo insular el candidato
primero de la lista más votada.

7.4 – Elecciones autonómicas


Los miembros de las Asambleas Legislativas de las CCAA son elegidos mediante el mismo sistema
electoral que los Ayuntamientos, por sufragio universal, directo, libre, secreto e igual, de la población
de cada CCAA.
Las Asambleas Legislativas de las CCAA designan también un número determinado de Senadores.

7.5 – Elección del Congreso y del Senado


Congreso de los Diputados
Se fija como circunscripción la provincia. Ceuta y Melilla estarán representadas por un Diputado cada
una de ellas.
Se establece una representación mínima de cada circunscripción que la ley ha fijado en dos
Diputados.
Las candidaturas se presentan en listas cerradas y bloqueadas, con el mismo número de candidatos
que escaños se elijan en cada provincia, más algunos suplentes.
Se establece la barrera electoral del 3% de los votos emitidos válidamente
Conforme a la CE, el Congreso de compondrá de un mínimo de 300 y un máximo de 400 Diputados.
La LOREG ha fijado el número de diputados en 350 distribuidos como sigue:
1. A cada provincia le corresponde un mínimo inicial de dos diputados y, a Ceuta y Melilla uno
respectivamente. En total 102 diputados.
2. Los 248 restantes se distribuyen entre las provincias en proporción a su población.

Senado
Se elegirán cuatro Senadores por provincia, salvo las islas, Ceuta y Melilla.
En las provincias insulares, cada isla que posea Cabildo o Consejo insular propio constituye una
circunscripción a efectos de elección de Senadores.

7.6 – Elecciones al Parlamento Europeo


Tienen derecho de sufragio activo en las elecciones al PE los españoles y residentes en España que,
sin haber adquirido la nacionalidad española tengan:
1. La condición de ciudadanos de la UE.
2. Los mismos requisitos que pide la ley a los españoles para ser elector y gocen del derecho de
sufragio activo en el EM de origen.
Para que un ciudadano no español de la UE pueda ejercer el derecho de voto en España, deberá
haber optado previamente en tal sentido.

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