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Nacional de La Plata

CATEDRA DE INGENIERIA SANITARIA I

CAPITULO 6

POTABILIZACION DEL AGUA


(Coagulación, Floculación, Sedimentación, Filtración)

PROFESOR: ING. JORGE GARRIDO

AÑO 2018

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SISTEMAS COLOIDALES EN MEDIO ACUOSO

CONCEPTOS INTRODUCTORIOS
Como se expresó anteriormente, en las soluciones las partículas dispersas del soluto poseen el tamaño de las moléculas
o de los iones, con diámetros máximos de 0,005 μm. En el otro extremo, en las suspensiones o dispersiones groseras, las
partículas dispersas (que son insolubles), tienen tamaños mucho mayores (al menos 0,1 μm) y, por lo tanto, pueden
resultar visibles a simple vista o con un microscopio común.
Los coloides, en cambio, presentan partículas dispersas que no se disuelven en el dispersante y su tamaño está
restringido aproximadamente en el siguiente entorno de diámetros: mayores de 0,005 μm y menores de 0,1 μm. Como
puede apreciarse, sus diámetros son intermedios entre los correspondientes a las partículas dispersas que forman las
soluciones y las suspensiones. Los coloides son sistemas microheterogéneos, es decir, sistemas que a simple vista
parecen homogéneos pero por observación con el microscopio de campo oscuro dejan ver su heterogeneidad. Las
partículas que forman la fase dispersa de los coloides pueden ser de tres tipos:
a.- aglomerados de átomos metálicos (ejemplo: coloides de oro, etc.),
b.- aglomerados voluminosos de iones de sustancias muy poco solubles (ejemplo: silicatos,
Hidróxidos insolubles, cationes poliméricos del elemento aluminio, etc.),
c.- moléculas relativamente grandes (proteínas, almidón, látex, caucho, grasas, etc.).

ALGUNAS PROPIEDADES DE LOS SISTEMAS COLOIDALES


Los sistemas coloidales son estables, es decir, no sedimentan espontáneamente y sus componentes no pueden
separarse por simple filtración o centrifugación.
Las partículas de los coloides pueden dispersar la luz incidente y esto es lo que provoca la turbidez o falta de
transparencia de estos sistemas, por ejemplo, el de algunas aguas naturales. Este fenómeno se denomina efecto de
Tyndall – Faraday) y es directamente proporcional al tamaño de las partículas.

Las partículas de los coloides pueden


dispersar la luz incidente y esto es lo que
provoca la turbidez o falta de transparencia de
estos sistemas, por ejemplo, el de algunas
aguas naturales. “efecto Tyndall – Faraday”

Las partículas dispersas de los coloides están en continuo movimiento y, entre choque y choque entre ellas, los
movimientos son rectilíneos. Esto ha sido observado por Brown y puede ser apreciado con un microscopio de campo
oscuro.
También presentan los fenómenos de difusión, presión osmótica. La superficie específica de los coloides en general es
muy alta por lo cual es de esperar que los coloides exhiban una gran capacidad de adsorción de sustancias.
Los coloides tienen propiedades electrocinéticas. Esto significa que las partículas dispersas de los coloides poseen carga

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eléctrica y que, al ser introducidas en un campo eléctrico, se trasladan al polo eléctrico de signo opuesto a su carga
(electroforesis). A bajos valores de pH la carga eléctrica es generalmente positiva y, a valores más altos de prevalece la
carga negativa; es de esperar que en valores de pH intermedios las partículas coloidales pueden no tener carga eléctrica.
En general los coloides de las aguas naturales suelen presentar carga negativa y además, al estar constituida por
partículas insolubles, la fase dispersa presenta altos valores de superficie específica (unidades: m 2 g-1) lo que explica la
gran capacidad de los coloides para adsorber sustancias (iónicas u orgánicas).

CLASIFICACIÓN DE COLOIDES
A.- Según los estados de agregación de las fases dispersadas y del dispersante los coloides reciben diferentes
denominaciones. En los “soles” el dispersante es un medio líquido y las partículas dispersas son sólidas y de tamaño
coloidal.
B.- Según la afinidad que manifiesten las partículas dispersas por el medio dispersivo, los soles se clasifican en:

+ Soles liófilos, en los que las partículas sólidas manifiestan afinidad por el dispersante; las partículas y el dispersante
quedan atraídos a través de fuerzas secundarias, que, aunque más débiles que los enlaces químicos, contribuyen a la
estabilización del sistema. En los casos que el medio dispersante sea el agua a estos sistemas coloidales se los
denomina soles hidrófilos; ejemplos de éstos son los coloides de albúmina, almidón, gelatina, jabones, proteínas, etc.

+ Soles liófobos, en los que las partículas no tiene afinidad por el líquido dispersante sino más vale todo lo contrario. En
los casos en los que el medio dispersivo sea agua a estos coloides se los denomina soles hidrófobos; algunos ejemplos
de éstos son los coloides de arcillas (o silicatos poliméricos), azufre, carbón, metales, óxidos metálicos insolubles,
hidróxidos metálicos insolubles, sales insolubles.

¿POR QUÉ RAZONES LOS SOLES SON SISTEMAS ESTABLES?


Todos los sistemas no coloidales que posean altos valores de superficie específica son inestables y sedimentan
espontáneamente. En esta transformación espontánea las partículas dispersas del sistema se aglutinan unas con otras,
forman partículas más voluminosas, más estables y con eso el sistema consigue transformarse en otro sistema de menor
superficie específica y, por lo tanto, más estable. Esto es lo que ocurre en los siguientes ejemplos:
a.- Un sistema está formado por varias gotas separadas del líquido mercurio; la superficie específica del sistema se podrá
calcular como el cociente entre la suma de las superficies de todas las gotas y la masa del mercurio. Si damos a las gotas
la oportunidad que se pongan en contacto, espontáneamente se aglutinarán formando una sola gota; en este estado final
la superficie específica del sistema es menor y por lo tanto es más estable.
b.- Dentro de un vaso transparente colocamos un poco de agua, un poco de aceite y posteriormente agitamos para
homogeneizar; luego dejamos reposar. Al principio el contenido mostrará una apariencia turbia, luego se observará la
aparición de gotitas de aceite en el seno del agua; con el tiempo veremos que las gotitas de aceite se hacen cada vez más
grandes y que ascienden, esto es, sedimentan hacia arriba de acuerdo a que su densidad es menor que la del agua.
¿Qué ha ocurrido? Al dispersar el aceite, insoluble en el agua, se ha formado una suspensión, un sistema de alto valor de
superficie específica y por lo tanto inestable. Espontáneamente las gotas de aceite se han ido aglutinando para disminuir
la superficie específica y así se ha formado un sistema más estable.

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Ya se había indicado que los sistemas coloidales son sistemas estables, esto es, que sus partículas dispersas no
sedimentan espontáneamente. También se había dicho que, como la fase dispersada es casi insoluble, todas y cada una
de sus partículas dispersas exhiben sus superficies por lo que los sistemas coloidales poseen una gran superficie
específica, es decir, altos valores de superficie por unidad de masa dispersa. ¿Cómo es que los soles tienen altos valores
de superficie específica y no sedimentan espontáneamente?

a.- ¿Por qué los soles liófobos son estables?


La teoría DLVO (Derjaguin, Landau, Verwey, Overbeek) establece que en todos los sistemas en los que se encuentran
partículas dispersas existen entre ellas fuerzas repulsivas y atractivas. Las repulsivas son de tipo electrostático y las de
atracción son del tipo van der Waals las que se hacen más significativas cuando las partículas están muy próximas. La
estabilidad de los sistemas coloidales nos está indicando que las fuerzas repulsivas entre las partículas dispersas
prevalecen sobre las atractivas.
Cuando las partículas dispersas se acercan por sus movimientos brownianos, predominan las fuerzas repulsivas y las
partículas se repelen y no se acercan más. En esta distancia de máximo acercamiento las fuerzas atractivas son muy
débiles y no pueden manifestarse, todo lo cual produce que las partículas dispersas no se juntan o aglomeran para
sedimentar.
Se ha demostrado que todas las partículas insolubles dispersas de los soles liófobos poseen la misma carga eléctrica. Así
es posible entender que cuando las partículas dispersas, siguiendo su tendencia natural a disminuir la superficie
específica, se acerquen para aglutinar, la acción repulsiva de la carga eléctrica hará que se separen y será imposible la
aglutinación y la consecuente sedimentación. Las partículas coloidales que nos interesan en este curso, generalmente,
son silicatos complejos los que, en las condiciones ambientales comunes, presentan partículas de carga eléctrica
negativa.
En diferentes épocas se han conocido varios modelos que intentaron explicar la estabilidad de las partículas dispersas de
los coloides hidrófobos. Una integración de estos modelos conocidos propone que cada partícula dispersa, con cierta
carga eléctrica, se encuentra rodeada de cationes (denominados “contraiones”). Éstos últimos, según el “modelo de la
doble capa”, se disponen alrededor de la partícula en dos capas:
a) capa “fija”, o capa de Stern, la más cercana y fija a la partícula, que no alcanza a neutralizar el potencial
eléctrico de la misma,
b) capa “difusa”, formada por otros iones positivos adicionales atraídos más débilmente por la partícula negativa y
en cierto grado rechazada por la capa de Stern y dispersada por la propia agitación térmica. En esta capa hay un déficit
de aniones (denominados coiones) pues la partícula coloidal de carga negativa los repele y aleja; sin embargo, la
concentración de los coiones es más alta a medida que la distancia a la partícula se hace cada vez mayor. La capa difusa
puede ser asumida como una atmósfera de carga iónica que rodea a la partícula junto a su capa fija y, en toda distancia,
la densidad de la carga eléctrica neta es la diferencia de concentración entre iones positivos y negativos, siendo máxima
cerca de la partícula coloidal y tiende a cero a la distancia en la que las concentraciones de iones positivos y negativos se
igualan. Todos estos conceptos pueden ser visualizados en las figuras 3 y 4:

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El potencial eléctrico que genera la partícula negativa a su alrededor es máximo en su superficie y luego declina:
bruscamente hasta la capa fija y lentamente (de manera exponencial) en la capa difusa hasta anularse en la solución. Se
denomina potencial Z al valor que tiene el potencial donde se unen la capa fija y la difusa. Desde ya debe quedar claro
que cuanto más alto sea el potencial Z mayor será la repulsión de las partículas del sol y por lo tanto este será más
estable. En condiciones de altos valores absolutos de Z la repulsión electrostática será significativa y, por lo tanto, para
que las partículas dispersas puedan acercarse deberán poseer altos valores de energía cinética para poder vencer la
barrera de potencial que impone Z, pero, a las temperaturas que generalmente presentan las aguas, esto no ocurre y, por
lo tanto, los soles de las aguas son estables.
La figura 5 muestra esquemáticamente estas ideas e indica también que el potencial Z de un dado sol puede ser
modificado por variación en la composición del medio que rodea las partículas, como ser por cambio en la concentración
de los iones.

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La variación de la concentración de los iones H+(ac) de los medios acuosos también modifica el valor del potencial Z. En
las siguientes gráficas se presenta la situación general para los medios acuosos naturales corrientes.

Se denomina punto isoeléctrico al valor del


pH en el que el potencial Z es igual a cero.
En este punto las partículas no se repelen y
la aglutinación de las mismas es inevitable.

La presencia de ciertas fuerzas de atracción de tipo químico (van der Waals: dipolo instantáneo-dipolo inducido, dipolo-dipolo,
dipolo-dipolo inducido, puente hidrógeno) hace factible la aglutinación de las partículas aún antes de que el valor del potencial Z llegue
a cero. Es por ello que si se desea un sol estable (que las partículas del coloide se repelan) se debe asegurar que el pH se ajuste al valor en
el potencial Z sea 30 mV superior o inferior al del punto isoeléctrico. Esto queda resumido en la siguiente gráfica en la que se indica que
la región de inestabilidad en cuanto al pH está comprendida en 4 ≤ pH ≤ 7,5.

b.- ¿Por qué los soles liófilos son estables?


Dos son los posibles mecanismos de estabilización de los soles liófilos.
1.- carga eléctrica: al igual que en los liófobos, todas las partículas dispersas de un dado sol liófilo pueden tener la
misma carga eléctrica; la acción repulsiva de la carga eléctrica produce la separación de las partículas y no puedan
aglutinarse y sedimentar. Según el tipo de sol liófilo, existen condiciones experimentales (por ejemplo, según el valor del
pH del sol) en las que la carga eléctrica de todas las partículas dispersas es negativa, otras condiciones en las que todas
tendrán carga positiva y otras condiciones en las que todas las partículas dispersas no tendrán carga eléctrica.
2.- fuerzas atractivas entre las partículas dispersas y las moléculas del dispersante : la existencia de fuerzas de
atracción por las moléculas del dispersante hace que cada partícula dispersada se encuentre rodeada de una nube más o
menos extensa de moléculas del dispersante lo cual atenúa la tendencia de las partículas dispersas a acercarse y
aglutinar. En el caso de los soles hidrófilos las partículas dispersas se rodearán de una atmósfera de moléculas de agua
por medio de las fuerzas secundarias denominadas puente hidrógeno y/o dipolo-dipolo.

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COAGULACIÓN-FLOCULACIÓN DE LOS SOLES DE LAS AGUAS
Se trata de un proceso complejo que, según algunos especialistas, comprende dos etapas: a) la coagulación, en la que
se anulan todas las fuerzas repulsivas que mantienen separadas las partículas dispersas, b) la floculación, en la que las
partículas dispersas, ya desestabilizadas, se mueven dentro del líquido hasta hacer contacto unas con otras y formar
mallas porosas tridimensionales denominados “floc” que sedimentan espontáneamente. La coagulación ocurre por el
agregado de un coagulante y dura apenas unos segundos; la floculación es espontánea y su duración depende de la
velocidad de transporte de las partículas desestabilizadas y de la propia sedimentación de los flocs siendo determinante
en esto el movimiento browniano y los gradientes de concentración que aparecen durante el proceso.
La coagulación-floculación se emplea para fines muy variados. Para la temática referida a este curso podemos citar,
entre otros: a) eliminación de los soles orgánicos e inorgánicos de las aguas y la consecuente eliminación o reducción de
la turbiedad y el color de las mismas, b) eliminación de microorganismos, algas y plancton, etc.
Para que las partículas coloidales se aproximen a distancias tales que puedan aglutinarse debe ocurrir: a) que se
neutralicen las cargas eléctricas, b) que se comprima la doble capa.

Coagulación por neutralización de las cargas eléctricas


Este fenómeno puede ocurrir:
a) por cambio de la concentración de los iones que determinan el potencial del coloide,
b) por la adsorción de iones con carga del mismo signo que los contraiones y que sean capaces de reemplazar a
éstos en la capa fija. La adsorción de los contraiones puede ser un fenómeno electrostático o químico. Para la adsorción
electrostática se debe tener en cuenta la regla de Schulze y Hardy la que indica que “la precipitación de un sol es
efectuada por aquel ión del electrolito añadido que tenga una carga opuesta en signo a la de las partículas coloidales y el
efecto de dicho ión se incrementa tanto más cuanto mayor sea el número de cargas que posea”. Además, se debe tener
presente que a menor tamaño la adsorción electrostática es más eficiente. Como se presentará más adelante, los
productos de la hidrólisis de los cationes aluminio y hierro (III) tienen cargas que van desde +5 hasta -1 y son eficientes
para desarrollar el efecto que nos ocupa. En la adsorción química prevalecen fuerzas de atracción (puente hidrógeno,
covalentes, iónicas, etc.) entre las moléculas adsorbidas y las superficies de los coloides y aquellas quedarán adheridas
en puntos fijos. Cuanto mayor sea la superficie a cubrir más coagulante hay que agregar y serán más fácilmente
adsorbidos los coagulantes grandes que los pequeños. Los polímeros coagulantes exponen gran cantidad de centros
activos por molécula en donde las partículas coloidales pueden adsorberse. De esta forma, según La Mer, se forman
“puentes” lo cual facilita la formación de flocs más grandes, estables y de simple sedimentación.

Coagulación por compresión de la doble capa


Por agregado de electrolitos se incorporan contraiones en la capa difusa, ésta se contrae y se disminuyen las
fuerzas repulsivas. La disminución del espesor de la doble capa es más importante que la reducción del potencial Z.

Otra forma de hacer sedimentar las partículas


Se trata de la denominada “Coagulación por incorporación” (o de barrido) la que podríamos catalogar como
pseudo-coagulación. Ocurre cuando al agua a tratar se le agrega una sustancia que podríamos denominar
“pseudocoagulante” la que por reacción química con el agua forma sustancias insolubles (o muy poco solubles), como los

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hidróxidos metálicos de aluminio o de hierro (III), las cuales precipitan arrastrando con ellos a las partículas coloidales y
partículas suspendidas. Este tipo de remoción de soles es la que más frecuentemente se produce a los valores habituales
de pH y temperatura de las aguas. La “coagulación por barrido” no excluye las demás, puede ser simultánea o posterior a
las de otro tipo.

Descripción del posible mecanismo por el que un agregado de FeCl 3 a las aguas puede producir “coagulación por
barrido”.

El cloruro férrico es altamente soluble en agua, de modo que se disocia en sus iones constitutivos y siendo el Fe +3 un
catión altamente ácido, este se hidroliza y al PH habitual de las aguas residuales, entre 6 y 8 este forma Fe(HO)3 de muy
baja solubilidad, el cual precipita como un sólido que en su recorrido arrastra sólidos en suspensión y coloides.

En la figura usted puede observar la floculación de las arcillas del agua del río Paraná luego del agregado de coagulantes
(se trata del mismo vaso de precipitados fotografiado en cuatro momentos diferentes)

COAGULANTES
Los coagulantes pueden ser divididos en dos grupos: “metálicos” (que en su composición existen elementos
metálicos) y “polielectrolitos” (son polímeros).
Coagulantes metálicos
Existen tres tipos de coagulantes “metálicos”: sales de aluminio, sales de hierro y otros.
Sales de aluminio
Los coagulantes que contienen al elemento aluminio (sulfato de aluminio, sulfato de aluminio amoniacal y cloruro de
polialuminio) son de buena performance porque producen flocs más o menos pesados.

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El sulfato de aluminio es el más usado, concretamente se usa la sal octadecahidratada Al 2(SO4)3.18 H2O, la que
en agua se encuentra disociada en sus iones hidratados:
Al2(SO4)3 (s) + 6 H2O ↔ 2 [Al(H2O)6)]3+(ac) + 3 SO42- (ac)
Los cationes aluminio hidratados y los polímeros son rápidamente adsorbidos por las partículas produciendo su
desestabilización.
Por otro lado, si las bases de la “alcalinidad del agua” se agotaran, los cationes Al3+(ac) se hidrolizan con las propias
moléculas de agua formándose:
[Al(H2O)6)]3+(ac) + H2O (l) ↔ [Al(H2O)5 (OH)]2+(ac) + H3O+(ac)
con la consecuente disminución del pH que ciertamente es más brusco que en el caso de la reacción del catión Al3+(ac)
con la “alcalinidad del agua”. Este producto se hidroliza y polimeriza y puede precipitar como Al(OH) 3 o, por encima de
determinado pH, disolverse como [Al(OH)4]-(ac).

Los coagulantes metálicos son muy sensibles al pH y a la alcalinidad de las aguas. Si el valor del pH no está dentro del
rango adecuado, la coagulación-floculación es pobre y la turbiedad remanente del agua es más alta. Ver al respecto la
siguiente figura.

Según la figura, si el pH es aproximadamente 6,8, la dosis del coagulante no afecta prácticamente la turbiedad
remanente. Pero si el pH es cercano a 6,0, para obtener la menor turbiedad remanente será conveniente usar una alta
dosis de coagulante, por ejemplo 60 mg L-1.

Cloruro de polialuminio
El cloruro de polialuminio es un conjunto de sustancias cuya fórmula general puede esquematizarse
Aln(OH)mCl(3n-m).H2O donde 0 < m < 3n. Son posibles, por ejemplo, las siguientes sustancias: Al(OH)Cl 2, Al(OH)2Cl,
Al2(OH)Cl5, Al2(OH)2Cl4, Al2(OH)3Cl3, Al2(OH)4Cl2, Al2(OH)5Cl, etc. Cualquiera de estas sustancias se disocian en el agua,
posteriormente se hidrolizan y polimerizan formándose el polímero catiónico de alta carga [AlO 4Al12(OH)24(H2O)12]7+.

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Coagulantes polielectrolitos
Se trata de polímeros, cuyas masas moleculares oscilan entre 10 4 a 107, que generalmente se usan a bajas
concentraciones (0,01 a 1 mg L-1) ya que cada molécula de polímero aporta gran cantidad de centros activos para la
fijación de las partículas coloidales. Ejemplo: la poliacrilamida en dosis de 0,1 mg/L produce 1013 segmentos/L.
Los hay de origen natural, por ejemplo, en los componentes de la penca de la tuna o del nopal, o en ciertas
semillas o algas. Los hay sintéticos, fundamentalmente poliamidas derivadas de la acrilamida:
O
H2C = C – C – NH2
H
De acuerdo a su estructura química, algunos son eléctricamente neutros, pero también los hay catiónicos y
aniónicos; estos dos últimos grupos reciben la denominación “polielectrolitos”.
De acuerdo a La Mer estos polímeros pueden ser agregados al agua como coagulante único (sin emplear
coagulante metálico), o agregados antes del coagulante metálico, o como adyuvantes de la floculación agregándolos
después del coagulante metálico. Según este especialista, es recomendable agregar los polielectrolitos después del
coagulante metálico; de esta forma, los microflocs formados por el coagulante metálico se unen sobre los sitios activos de
las moléculas poliméricas de lo cual resultan flocs con mayor número de núcleos, más estables y de sedimentación más
veloz. De todas formas el tiempo que debe transcurrir entre los agregados entre uno y otro tipo de coagulante se debe
estimar mediante la experiencia para cada caso en particular.

Diagramas de coagulación
Generalmente el proceso de coagulación de los soles presentes en las aguas naturales involucra varios
mecanismos que pueden ser simultáneos o no y complementarse. Para poder conocer qué tipo de coagulación se
produce preponderantemente para una situación particular suelen utilizarse los “diagramas de coagulación”.
Para el sulfato de aluminio, estos diagramas indican:
a) Coagulación por barrido: dosis superiores a 15 mg/L y pH entre 5,5 y 9,0; óptimo: dosis entre 30 y 60 mg/L y valores de
pH entre 6,7 y 8,3.

b) Coagulación por adsorción-neutralización: dosis de coagulante entre 3 mg/L y 15 mg/L con valores de pH entre 5,0 y
7,0. A pH menores de 5,0 puede llegarse al mismo fenómeno con dosis comprendidas en el entorno 15 mg/L < dosis < 60
mg/L.

COLOR DE LAS AGUAS .


El color de las aguas puede deberse a la presencia de sustancias “húmicas”, esto es, proveniente de vegetales o
de la descomposición de los mismos, o bien por la presencia de sustancias orgánicas extraídas de los suelos. Se trata de
sustancias de altas masas moleculares (200 a 50000 unidades de masa) que, en general, presentan características
ácidas y aumentan su intensidad del color cuando el medio acuoso posee valores más altos de pH. Dado que sus
moléculas son de gran tamaño, muchas de las sustancias que otorgan color a las aguas se presentan en estado coloidal;
en estos casos, la coagulación-floculación logra disminuir la turbidez y la intensidad del color de las aguas tratadas.

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ENSAYO DE JARRAS
Dado la gran cantidad de variables que influyen en el proceso, es muy complejo determinar a priori las
condiciones para la mejor coagulación-floculación de las aguas. Para ese fin, lo mejor es simular un proceso de
laboratorio en condiciones muy parecidas a las que se llevarán a cabo para el tratamiento de las aguas. Este proceso se
denomina ensayo de jarras el que se conoce desde 1920 y sigue siendo sumamente útil en la actualidad. Esta
determinación experimental cobra especial relevancia en las etapas previas al diseño de una planta de tratamiento.

Previamente al ensayo propiamente dicho se determinarán experimentalmente los siguientes parámetros del
agua a tratar: temperatura, turbiedad, color, pH, alcalinidad, concentración de los cationes hierro y manganeso y de los
aniones arsénico y fluoruros.
Básicamente el ensayo consiste en mezclar dentro de seis vasos de precipitados, 1 L del agua a tratar con
concentraciones crecientes del coagulante elegido y proceder a la agitación de los seis sistemas a determinados
velocidades y tiempos. Luego de transcurrido un tiempo para la sedimentación de los flocs. Posteriormente de cada vaso
se extrae un volumen de sobrenadante y sobre éste se hacen las determinaciones de interés. La dosis óptima para la
coagulación-floculación será aquella que produzca la mayor remoción de la turbidez.

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GRADIENTE DE VELOCIDAD PARA LA ADOPCION DEL MECANISMO DE AGITACION (COAGULACION) Y TAMBIEN
PARA FLOCULACION (MEZCLA LENTA):

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DOSIFICADORES DE COAGULANTE, FLOCULANTE Y DEMAS PRODUCTOS QUIMICOS:

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85
86
87
TIPOS DE FILTRO:

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89
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TIPOS DE TRATAMIENTOS DE POTABILIZACION EN FUNCION DE LA CALIDAD DEL AGUA CRUDA:

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