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RUMBOS TS, año III, Nº 3, 2008

Interculturalidad, migración y ciudadanía universal


Lilia Núñez Cortijo*

Resumen
El artículo desarrolla los aspectos centrales de la relación entre interculturalidad,
migración y ciudadanía universal. Se cuestiona el concepto tradicional de ciudadanía
a la luz de los actuales movimientos migratorios, poniendo de relieve el tema de los
derechos fundamentales de las personas que migran.

Palabras clave: Ciudadanía, migración, interculturalidad, derechos.

Para alcanzar los Objetivos de Desarrollo y erradicar definitivamente la pobreza,


primero hay que construir sociedades inclusivas y diversas en términos culturales
(Informe de Desarrollo Humano. PNUD, 2004)

R
esulta difícil entender la cultura y el mundo contemporáneo, a medida que
más específicamente, el desarrollo tiende a globalizarse cada vez más, se nos
*cultural de los pueblos sin el in- revela como un mosaico cultural, mucho
tercambio de grupos humanos de distinto más complejo, diverso y en muchos as-
origen, de sus tradiciones, de sus costum- pectos aún desconocido.
bres, conocimientos y creencias. En ése Los estados modernos, adoptan el
sentido la cultura debe ser entendida concepto de nación en un sentido monolí-
como un patrimonio de la humanidad y en tico del término (una etnia, una cultura,
tanto tal, la cultura producida por hom- una historia, la dominante) y optan por
bres y mujeres en distintos contextos y negar o invisibilizar toda diferencia. La
momentos históricos es un legado que de- delimitación de fronteras geopolíticas di-
bemos conocer y enriquecer. La migración vide los territorios conquistados y con ello
humana ha sido por excelencia el vehículo disgrega el mapa de las culturas ancestra-
que ha permitido a través del tiempo enri- les. Es el caso de las culturas quechua y
quecer nuestros modos culturales, y; si aymara en el norte y la cultura mapuche
bien desde el origen de la propiedad pri- en el sur de Chile. Ha pasado dos siglos de
vada, los grupos que se hicieron de deter- tal acontecimiento y a pesar del etnocidio,
minados dominios (territoriales, sociales, tales culturas siguen vivas y evolucionadas
económicos, políticos) han pretendido como muchas otras en la región, recor-
mostrarse como culturas “superiores”, dándonos que las culturas no mueren por
justificando con ello prácticas de extermi- decreto. Ahora bien, que las sociedades
nio, colonizadoras, o modelos asimila- modernas siguen siendo pluriétnicas y por
cionistas respecto de las culturas por ellos lo tanto culturalmente diversas, no es un
consideradas “inferiores” o “minoritarias”; tema nuevo, lo nuevo es admitir que lo
son, y el hacerlo nos abre un campo axio-
*
lógico interesante.
Trabajadora Social, Investigadora de la migración
contemporánea. lnunezcortijo@yahoo.es


    

    

  
INTERCULTURALIDAD, MIGRACIÓN Y CIUDADANÍA UNIVERSAL

Se dice que un estado-nación es plu- cas. Resulta evidente (basta solo revisar la
riétnico o multicultural cuando en su te- prensa o algunas páginas en Internet)
rritorio coexisten diversas etnias y cultu- como la migración transnacional ha lo-
ras, lo que no necesariamente implica grado despertar las fobias y los miedos,
contacto recíproco entre éstas, conside- larvados en los mitos de la otredad. Se
rando las distancias espaciales, sociales, reeditan los nacionalismos chauvinistas y
económicas, o los grados de endogamia los patrioterismos de distinto tipo. Al dis-
que pueda conservar cada grupo y que curso oficial (gobiernos de países de ori-
tiene su límite en la tolerancia con una gen y destino de migrantes) le cuesta ad-
pervivencia que puede no estar exenta de mitir que la migración actual es consus-
tensión o conflicto; mientras que la inter- tancial a la liberalización de fronteras- que
culturalidad nos habla de un contacto o desde que el capitalismo internacionalizó
entrecruzamiento interétnico, de estilos de la economía -se abrieron para dar paso a
vida, tradiciones, costumbres, que va más los capitales, mercancías y trabajadores;
allá de la simple tolerancia entre grupos estrategia actualmente promovida por casi
diferentes; es el contacto “cara a cara” que todos los estados para impulsar su desa-
permite el mestizaje étnico y/o cultural.
rrollo y crecimiento económico y no sólo
Cualquiera fuera el caso, la necesidad
por el mercado como se suele hacer creer.
humana del encuentro y el diálogo (o la
La ausencia de políticas migratorias con-
negociación) entre grupos y culturas que
gruentes con ésta realidad ha hecho mu-
comparten un territorio, se torna cada vez
cho más complejo el abordaje del tema.
una necesidad política y un imperativo
moral impostergable, si realmente quere- Sin embargo es claro que la migración
mos dar pasos seguros que afirmen nues- en el presente siglo “ha venido para que-
tras débiles democracias y desperdiciadas darse” y eso nos obliga a pensarla crítica-
economías latinoamericanas. No es posi- mente a fin de gestionarla adecuadamente.
ble avanzar en procesos de integración Se requiere de enfoques que nos permitan
regional sin un entendimiento intercultu- ver, entender y abordar la migración con-
ral en América Latina. Así parecieron temporánea en sus distintas dimensiones
haber entendido los gobiernos de los paí- e implicancias. La ONU ha anunciado que
ses del norte americano y europeo, quie- a consecuencia del cambio climático, al
nes después de enfrentarse en dos grandes menos 50 millones de personas tendrán
guerras deciden aliarse, para no perder su que emigrar de sus lugares de origen en el
hegemonía en el planeta. En materias ci- 2010 cifra que irá en aumento hasta equi-
viles, se abordan los asuntos multicultu- parar la actual cifra de migrantes interna-
rales y de reconocimiento de ciudadanía cionales (según previno Samir Amin en el
supranacional proceso que se fue consoli- reciente III Foro Social Mundial de las
dando durante la segunda mitad del siglo Migraciones). Es decir a las razones eco-
XX, pero que se empezó a tensionar ante nómicas y políticas, se suma la ambiental,
el fenómeno del siglo: la migración riesgo del cuál no está exenta ninguna re-
humana contemporánea. gión del planeta. Las respuestas humani-
En un sentido, no es tanto la presencia tarias (léase asistenciales o paliativas) ya
de personas de distinto origen nacional, lo no son suficientes. Se requieren por tanto
que genera reacciones adversas frente a la diagnósticos y políticas integrales y sus-
migración contemporánea en los lugares tentables, con enfoques claros y transver-
de destino de migrantes, sino la de perso- sales. Los científicos sociales tienen mu-
nas de determinadas características étni- cho que decir en ésta materia.


    

    

 
RUMBOS TS, año III, Nº 3, 2008

¿POR QUÉ ABORDAR LA MIGRACIÓN CON UN compartidos, valores que encuentran su


ENFOQUE INTERCULTURAL? expresión más universalista en los derechos
humanos, que buscan traducirse no sólo en
“Para garantizar el crecimiento, la es- normas jurídicas y políticas, sino funda-
tabilidad y la solidez de la gobernabilidad mentalmente en voluntades y conductas
democrática en las sociedades cada vez cotidianas que deben ser interiorizadas en
más plurales del siglo XXI, se debe fo- la vertiente subjetiva de la vida individual y
mentar la libertad cultural… un derecho colectiva. Se trata de reeducar nuestros
tan esencial para el desarrollo humano, sentimientos, nuestros afectos y emociones,
como lo es la democracia” (PNUD, 2004). descuidadas por el pragmatismo calculador
Los enfoques pueden ser diversos, uno y el racionalismo utilitario. Las conductas
de ellos, es el que ve en la migración discriminatorias y excluyentes son enseña-
humana contemporánea una oportunidad das y aprendidas, por lo tanto están lejos de
para atreverse a replantear visiones cons- ser “patrones” inamovibles, pudiendo ser
ciente o inconscientemente etnocéntricas modificadas. El no reconocernos, el no ver-
acerca del “otro”, en este caso del extran- nos; nos lleva al ostracismo, al aislamiento
jero, del inmigrante y de sus modos cultu- a la vida en gueto, al sin-sentido, a la infeli-
rales, no sólo por razones éticas, económi- cidad, una forma de muerte espiritual; por
cas, jurídicas o políticas, sino también por cuanto, un signo de madurez psíquica, teó-
razones prácticas, de sentido común, de rica y epistemológica es el ejercicio de re-
salud social, cognitiva y mental. De allí la conocerse recíprocamente, como humanos,
necesidad de investigar el tema sin las como iguales, como ciudadanos, sujetos de
anteojeras que nos coloca nuestros pro- derechos inviolables, moralmente capaces
pios prejuicios intelectuales. Tenemos la de llegar a consensos políticos, en un clima
mala costumbre de jerarquizar las diferen- de respeto por las diferencias. En la línea de
cias y de aludir a la diversidad (como a la José Pérez Tapias, no es suficiente tener
migración) solo como un problema o con- una conciencia sobre los propios derechos,
flicto. Se trata de una distorsión teórica que si estos no están entendidos como políti-
responde a la lógica monocultural y uni- camente equiparables con los derechos del
formizadora, a la que ya hemos hecho alu- otro. Por cuanto “…una formación política
sión, generadora de identidades excluyen- moralmente asentada, implica educar en
tes, propia del etnocentrismo, incapaz de esta radicalidad ética que supone partir de
hacerse cargo de la diferencia, que ha ca- los derechos del otro para llegar a los
racterizado durante siglos las prácticas de míos. La garantía de colocar primero los
instituciones públicas y privadas (inclu- derechos del otro radica en que con ellos
yendo las educativas) en nuestros países y estoy seguro que van los míos” (Pérez Ta-
que nos ha colocado de espaldas unos a pias, 1999). La dinámica del reconoci-
otros, impidiendo una convivencia respe- miento mutuo es fundamental para el diá-
tuosa y democrática entre las personas. logo y el encuentro intercultural. El recí-
Descubrir y apropiarse de las oportu- proco reconocimiento entre los grupos
nidades que nos ofrece la migración humanos diferentes dentro de una misma
(inmi/emi) humana, reconocer a la diver- nación, pero también entre naciones veci-
sidad cultural –de colectividades nativas y nas, está por encima de las fronteras cul-
extranjeras– como una riqueza y no como turales, es una especie de “ecumenismo
una amenaza (como lo propone S. cultural” que requiere superar los mitos de
Huntington), es asumir la pluralidad como la otredad y una aceptación ética de las
un valor democrático, que nos abre al diá- sociedades mestizas que hemos ido
logo intercultural, sobre la base de valores construyendo.


    

    

  
INTERCULTURALIDAD, MIGRACIÓN Y CIUDADANÍA UNIVERSAL

HACIA UNA CIUDADANÍA UNIVERSAL sí mismo/a, es mirar el mundo desde


nuevas perspectivas; lo que llevado al
En la universalización de la moderni- ejercicio político implica un proceso de
dad, el migrante cosmopolita, se ha con- enriquecimiento personal y social” (Cal-
vertido en el “ciudadano universal”. derón, 2004). De otro lado, el migrante que
Con el desperfilamiento de las políticas contribuye a la economía y al desarrollo de
asimilacionistas, respecto de los inmigran- una nación está en capacidad de ejercer
tes y colectividades nativas, algunos países ciudadanía aunque carezca del re-
empiezan (desde los 70’ del siglo XX en el conocimiento legal en un momento parti-
caso de Canadá) adoptan políticas con enfo- cular de su vida. Al sumarse a la búsqueda
que multicultural, tema que plantea un de- del bien común y ejercer responsabilidades
bate que se traslada en los 90’ hacia Estados cívicas, a la que lo obliga su pertenencia de
Unidos y de allí al resto del continente. hecho a una comunidad política, gana la
Adela Cortina, propone una ética intercul- nación y gana el migrante. No resulta por
tural que no se limite a una mera coexisten- ello exagerado afirmar que en la
cia entre las culturas, o a un respeto (pasivo) universalización de la modernidad (globa-
de sus diferencias, sino a abrir un diálogo lización) el migrante cosmopolita, se ha
que permita dilucidar conjuntamente lo convertido en el “ciudadano universal”,
que cada cultura considera irrenunciable aquel que puede –si quiere- cambiar de
para construir desde todas ellas una convi- nacionalidad o seguir participando de la
vencia más justa y feliz. Añade que para vida política de su país de origen (comu-
llevar a cabo este proyecto, es necesario nidades políticas en el exterior), o ejercer
afrontar problemas antropológicos, psicoló- una doble militancia (en países donde
gicos, éticos, políticos y jurídicos (Cortina, ejercen derecho al voto). Después de todo
2005). Dicho en términos sencillos, se trata es en general reconocido que los millones
de desaprender lo aprendido durante siglos, migrantes que viven fuera de sus países no
de redefinir viejos conceptos como el de sólo están aportando activamente al desa-
patria, nación y ciudadanía, desde un en- rrollo del país de acogida sino que también
foque cosmopolita. Supone volver a pensar- remesan en forma importante a sus co-
nos y re-crear nuestras identidades y enten- munidades de origen contribuyendo con el
derlas no como una esencia, sino como lo desarrollo de éstas.
que realmente son: una construcción (cultu- En el momento de redactar este artí-
ral, teórica, política, ideológica) y que para culo dos hechos importantes ocurren en
ser auténticas deberán considerar la plura- este ámbito: 1) La ciudadanía ecuatoriana
lidad social y cultural como elemento aprobó una nueva constitución que entre
indispensable. otras cosas, reconoce estatuto jurídico a la
Desde esta perspectiva es posible en- migración de entrada y de salida, es decir,
tender que la migración de personas es por elimina la figura del migrante “ilegal”, de-
adición una migración de ciudadanos e clara libre tránsito fronterizo y otorga ga-
identidades políticas. Los/las migrantes rantías sociales y jurídicas a la comunidad
enfrentados en un nuevo escenario cultural migrante. 2) En Viña del Mar (Chile) se
pueden ser capaces de reconstruir o resig- realiza la conferencia "El rol de las univer-
nificar valores fundamentales como: solida- sidades en la formación del ciudadano
ridad, deber cívico, participación, ciudada- universal" propuesto por los organizadores
nía, etc., dotándoles de un nuevo sentido, como uno de los principales desafíos que
por que como dice Leticia Calderón, enfrenta la educación superior en nuestros
“… migrar, es una forma de reinventarse a países. Algo nuevo está pasando.

 
    

    

 

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