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Identificación de averías por sobretensión en

Transformadores
Fenómenos transitorios en las redes eléctricas
Las averías que pueden presentarse en transformadores debidas a sobretensiones de tipo
atmosférico (directas o indirectas), debidas también a maniobras repetitivas o incluso a las averías
por sobretensión que los transformadores pueden experimentar a causa de las oscilaciones de alta
frecuencia (> 10 kHz) motivadas por la electrónica de potencia tan presente en todos los sectores
económicos: industrial, comercial, energético, etc. Incluyendo el doméstico.

Por ejemplo, en las últimas décadas se han observado casos de perforación de los arrollamientos
de media tensión en transformadores que alimentan rectificadores (convertidores con diodos o
tiristores), comprobándose que la deformación de la tensión de alimentación es el origen de estos
problemas.

En este post nos referimos a la forma de identificar las marcas tan características que este tipo de
averías dejan en los devanados de los transformadores y al desconcierto que representan en el
usuario cuando observa que las protecciones por sobreintensidad no responden a estos
incidentes. Suelen ser tan extrañas estas averías que, en la mayoría de los casos, se producen en
los periodos de menor carga, cuando no se realizan maniobras en la instalación o cuando la
meteorología está totalmente en calma.

Efectivamente, en el momento en que se origina la sobretensión, si no avería instantáneamente el


transformador, se produce en él un debilitamiento del aislamiento que va degradándolo
paulatinamente hasta que días, semanas incluso meses después, en el momento más
insospechado se desencadena la avería, con la sorpresa del usuario que no puede comprender lo
sucedido, ¿Por qué las protecciones no han actuado a tiempo?... Las protecciones de
sobreintensidad no pueden actuar contra las sobretensiones y solo lo hacen cuando la avería del
transformador ya es un hecho, es decir, no actúan en estos casos, sobre la causa sino sobre el
efecto.

Recordemos que las sobretensiones pueden ser perjudiciales, no solamente por su amplitud o
valor de cresta sino también por la extraordinaria velocidad de variación de la tensión (dV/dt),
cuando el impacto de este voltaje en forma de onda de frente brusco incide en los terminales del
transformador, la diferencia de potencial a que se ven sometidos los devanados, no solamente es
excesiva, sino que tampoco se distribuye uniformemente a lo largo del arrollamiento (figura 1).
Cada espira recibe un cierto incremento de carga eléctrica antes de elevar su propio potencial,
mediante el cual puede transmitirla a la espira siguiente, y esta, tras el mismo proceso, a la
siguiente y así hasta el extremo opuesto del devanado. La propagación de la carga no es
instantánea, contribuyendo a retrasarla la autoinducción de las espiras y a acelerarla la capacidad
entre ellas, ya que estas funcionan como condensadores, formados por cada dos elementos a
distinto potencial, separados por el aislante del conductor, los condensadores así formador se
presentan en derivación sobre la inductancia de las espiras facilitando así el desplazamiento de las
cargas eléctricas.
Figura 1

De todos modos, el retraso en la propagación de la onda de potencial es inevitable en el


arrollamiento, y como consecuencia se acumula este en las espiras de entrada, dando lugar a una
diferencia de potencial entre espiras que excede (centenares incluso millares de veces) a la
normal; el aislamiento entre ellas, cuya rigidez dieléctrica es incomparablemente superior a la
tensión de servicio por espira, resulta insuficiente bajo el efecto de estos impactos de voltaje y se
perfora saltando la chispa generalmente entre las primeras espiras de entrada del arrollamiento de
media tensión por presentar un mayor número de espiras que el de baja tensión y por tanto una
mayor diferencia de potencial entre las espiras de entrada, ésta limpia perforación dieléctrica es la
manera o marca distintiva para reconocer este tipo de averías por sobretensión en los
arrollamientos de los transformadores (figuras 2 a y 2 b).

Figura 2 a: Avería por sobretensión en bobina de MT de un transformador seco


Figura 2 b: Avería por sobretensión en bobina de MT de un transformador en baño de aceite

Los onduladores, rectificadores, cicloconvertidores y cargas no lineales que alimentan los


transformadores, producen, de forma repetitiva, escarpadas y rápidas variaciones de tensión de
fase respecto a tierra (dV/dt = 1050 V/µs) llegando a alterar el aislamiento de tal forma que con el
tiempo, causará una perforación del aislante y por ello, un contacto entre espiras que dejará fuera
de servicio el transformador (figura 3).

Figura 3

Este tipo de sobretensiones se transfieren (multiplicando su amplitud por la relación de


transformación) en el transformador desde la BT a la MT, como se observa en la figura 4, que
representa la tensión vista en el secundario de un transformador 20/0.4 kV.
Figura 4: Transferencia de la sobretensión al devanado de media tensión

Para evitar estas transferencias de tensiones de la BT a la MT y viceversa, se podrán disponer


entre los devanados de baja tensión y media tensión pantallas electrostáticas con puesta a tierra
que permitirán hacer la función de filtro y limitaran los gradientes de potencial (dV/dt).

Después de numerosos estudios, se ha observado la necesidad de proteger los transformadores,


contra las oscilaciones de alta frecuencia (> 10 kHz), debidos a la presencia de convertidores
estáticos con filtros pasivos, susceptibles de eliminar estas oscilaciones y mantener las amplitudes
en valores aceptables.

Según las aplicaciones, es posible, conociendo los parámetros de la instalación, proponer un filtro
adaptado para proteger el transformador, como por ejemplo un filtro RC en el lado de BT.

Ejemplo: Si la potencia instalada de onduladores es igual o superior al 30% de la potencia del


transformador, es muy recomendable instalar un filtro RC en el lado de BT.

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