Documente Academic
Documente Profesional
Documente Cultură
El personal de salud debe estar preparado para reconocer y predecir los diversos patrones
de traumatismos e identificar las causas probables en ausencia de una historia coherente,
cuando el paciente no está en condiciones de entregar información y en la ausencia de
testigos fidedignos debemos intentar reconstruir el evento con los datos aportados por la
escena, para tener una rápida idea de las lesiones o sospecharlas y la magnitud que
podrían tener estas.
Evaluación de la escena
Con todo esto podríamos decir que la Cinemática del Trauma correspondería a
“Evaluación de un evento traumático que nos permite sospechar o determinar los daños
resultantes provocados por las fuerzas y movimientos involucrados”
Ec = masa X (velocidad)2
2
Esto nos indica que, si la Masa aumenta al doble la energía producida aumenta
al doble, en cambio si la Velocidad aumenta al doble la energía cinética
resultante se cuadruplica, al igual que los daños ocasionados.
Cavitación:
La cavitación ocurre cuando los tejidos impactados por un objeto móvil se desplazan
fuera del punto de impacto y lejos de la trayectoria del objeto
Por ejemplo, un cuchillo clavado en la piel impacta menos partículas tisulares que un
golpe de puño en la misma zona. Por otro lado como la densidad de pulmones, corazón,
músculos o costillas es muy diferente entre sí, la cavidad creada en el pulmón será mucho
menor que la creada en el tejido muscular próximo.
Una estructura anatómica se lesiona directamente al ser impactada por otra estructura
por ejemplo :
Primera colisión: las estructuras del automóvil impactan con una estructura móvil o fija
(otro automóvil, un árbol, una pared, etc.).
Segunda colisión: las estructuras corporales impactan contra estructuras del vehículo
(concepto de lesiones por compresión).
Tercera colisión: los órganos internos sufren desaceleración por lo que pueden
desgarrarse o convertirse en un proyectil interno pudiendo impactar contra sus
estructuras óseas de sostén.
Las lesiones por desaceleración de órganos internos (tercera colisión), pueden afectar a
diferentes niveles:
TRAUMA VEHÍCULAR
Impactos frontales:
El ocupante de un asiento delantero sin cinturón de seguridad puede tener dos formas de
lesión: hacia abajo o por mecanismo inferior, o hacia arriba o por mecanismo superior
En el modo inferior, el pasajero se desliza del asiento y las rodillas se desplazan hacia
delante, golpeando generalmente el borde inferior del tablero. Las fuerzas se transmiten
por medio de los fémures a las caderas y a la pelvis, produciéndose fractura-luxación de
rodillas, fractura de los fémures y fractura-luxación de cadera. El impacto de los pies sobre
el suelo causa fracturas y luxaciones y lesiones de partes blandas por debajo de las
rodillas. Como la parte superior del cuerpo se desplaza hacia delante, golpea el volante, el
tablero y el parabrisas, con resultado de lesiones de cara, cabeza, cuello, tórax
y abdomen.
En el modo superior, la cara y la cabeza son los primeros puntos que golpean el
parabrisas, seguidos del tórax. Se producen lesiones de cara y cabeza, y se presentan
lesiones de la columna cervical por extensión o por compresión. La lesión directa de la
parte anterior del cuello por impacto contra el volante y el parabrisas puede producir
graves lesiones traqueales.
El patrón lesional de un conductor con un impacto frontal, según la incidencia, es el
siguiente:
Lesión craneal 16%
Lesión facial 37%
Lesión cervical 10%
Lesión toracoabdominal 46%
Impactos posteriores:
El choque por detrás provoca brusca aceleración del cuerpo. Como la cabeza posee un
nivel de aceleración mayor que los hombros y el tronco, los movimientos de hiperflexión o
hiperextensión pueden producir desde un esguince cervical hasta un daño medular,
dependiendo de las fuerzas aplicadas y del grado de sujeción de la cabeza.
El apoyo cervical de los ocupantes anteriores de un vehículo debe reunir las siguientes
características:
• debe prevenir el latigazo
• estar a la altura de centro de gravedad del cráneo
• estar a una distancia no mayor de 10 cms, por riesgo de daño cervical .
La energía del impacto es transferida como movimiento de aceleración; mientras mayor
es la diferencia de velocidad entre los móviles, mayor es la fuerza del impacto. La
magnitud del daño es la resultante de la diferencia de la velocidad de los dos vehículos
que impactan. Por ejemplo, el impacto generado por la colisión de un vehículo
estacionado (0 km/hr) con otro vehículo que se desplaza a 70 km/hr, es de 70 km/hr.
Impactos laterales:
Existen dos escenarios posibles:
• Vehículo impactado que permanece en el lugar: la energía del impacto se transforma en
daño al vehículo más que en desplazamiento.
• Cuando el vehículo es desplazado por la fuerza del impacto lo que ocurre es que el
vehículo "se mueve debajo de los ocupantes".
La columna cervical, por su movilidad, tolera menos las fuerzas centrífugas, de tal modo
que las fracturas cervicales son más frecuentes en los choques laterales que en los
posteriores. Los órganos alejados de la línea media del cuerpo están en mayor riesgo
durante los impactos laterales, y pueden producirse graves fracturas pélvicas (ipsilaterales
al impacto).
En el caso de que el vehículo no sea desplazado, las lesiones serán por compresión de
estructuras del vehículo sobre las estructuras anatómicas del ocupante.
Cuando el vehículo se desplaza, aumenta la posibilidad de daño de la columna cervical, ya
que la cabeza se inclina y rota en dirección contraria al tronco.
IMPACTO LATERAL
FUERZA
TEC 52%
Lesión de Torax 76%
Lesión de Abdomen 17%
Lesión de Pelvis 55%
Impactos rotacionales:
Los impactos con deslizamiento lateral producen un componente rotacional; ello origina
una fuerza centrífuga que comprime a los ocupantes contra la carrocería del vehículo. Un
choque rotacional puro es raro y suele asociarse con lesiones leves. Más frecuente es que
exista un componente rotacional en otras formas de impacto.
Frontal 50 – 60%
Lateral 22 – 35%
Volcamiento 8 – 15%
Posterior 3 – 5%
Múltiple 3 – 6%
Las víctimas expulsadas del vehículo tienen seis veces más probabilidades de fallecer que
las que no fueron eyectadas, de allí la importancia del uso del cinturón de seguridad.
Según datos de la NHTSA, el cinturón de seguridad evita, sólo en América, 10.000 muertes
cada año. El uso apropiado del cinturón de seguridad transfiere los efectos de la fuerza del
impacto a la pelvis y al tórax.
Atropellos.
Adulto.
Primer impacto sobre extremidades inferiores (fracturas tibio-peronéas)
Segundo impacto sobre el automóvil (lesiones toraco-abdominales)
Tercer impacto por caída al piso.
Todo niño golpeado por un automóvil debe ser considerado como víctima de un trauma
multi-sistémico, requiriendo rápida atención y traslado. Debido a su estatura, los niños
son golpeados a un nivel más alto de su cuerpo, recibiendo con más frecuencia impactos
toraco-abdominales y cefálicos (TEC), aumentando significativamente el riesgo de muerte.
Además, debemos considerar que en el niño:
Las caídas desde gran altura producen fuerzas de desaceleración en el plano vertical que
causan patrones identificables de lesiones contusas, dependiendo de la altura de la caída,
de la situación de la víctima al chocar y de los factores que determinan la transferencia y
la absorción de la energía, así como de la superficie del impacto. En posición de pie, las
fuerzas del impacto se transmiten a través de pies y talones, tibia, peroné, fémur, pelvis y
columna vertebral; pueden lesionarse algunas de estas estructuras o todas ellas.
Los impactos directos de cabeza reparten las fuerzas sobre cabeza, columna vertebral,
hombros y cintura pélvica. La mayoría de las caídas de más de 16 metros
(aproximadamente cuatro pisos) son necesariamente mortales, pero está demostrado que
hay personas que, milagrosamente, llegan a salvarse.
Lesiones penetrantes:
La lesión traumática tiene lugar cuando la energía aplicada al tejido produce la rotura o
alteración anatómica, con cambios microscópicos y macroscópicos. Los cuadros
traumáticos suelen ser complejos; el traumatismo penetrante puede tener un
componente contuso asociado al mismo y viceversa, en tanto que el traumatismo
explosivo puede ir asociado con lesiones incisas y contusas.
La energía cinética que un objeto agresor imparte a los tejidos corporales es representada
por la fórmula anteriormente descrita. Cuando un objeto impacta alguna estructura del
cuerpo, su energía es intercambiada por la energía que provoca aplastamiento de esas
células y las rechaza en su trayectoria (Cavitación). En el caso de un proyectil, a mayor
tamaño de éste, mayor número de partículas impactarán y mayor será el intercambio de
energía.
El daño causado por una lesión penetrante puede ser estimado clasificando los objetos
penetrantes en tres categorías: Efecto de lesión por arma blanca.
Estos proyectiles provocan una cavidad temporal mucho más grande y producen daño y
lesión sobre un área más amplia de lo que se aprecia en la evaluación inicial. La evaluación
de los sitios de las heridas por bala puede proporcionar información valiosa sobre las
potenciales lesiones. Existen, por ejemplo, claras diferencias entre el orificio de entrada y
el orificio de salida de un proyectil.
Las balas pueden clasificarse según su composición, forma o características. Las balas
homogéneas están fabricadas con una única sustancia (ej. plomo). Las revestidas tienen,
por lo general, un núcleo de plomo recubierto por otro metal (ej. acero). Las encapsuladas
tienen un núcleo cubierto por una gruesa capa de aleación metálica. Las
semiencapsuladas tienen parte del núcleo al descubierto, por lo general la punta, lo que
produce deshilachamiento y fragmentación en el tejido, aumentando el potencial lesivo.
La Convención de Ginebra de 1949 estableció que todos los proyectiles bélicos debían
estar totalmente encapsulados para originar menor daño a los tejidos, pero esta
regulación suele ignorarse.
Proyectil y transferencia de la energía:
La cantidad de energía cinética que existe en el momento del impacto y el grado en que se
transfiere a los tejidos son los principales factores que rigen el potencial lesivo. Los
cañones estriados aumentan el giro del proyectil sobre sí mismo, induciendo velocidades
angulares elevadas; por tanto, la energía cinética tiene también un componente
rotacional. La ecuación de la energía cinética muestra que el aumento de la velocidad
tiene teóricamente una repercusión más intensa sobre la energía que un aumento
proporcional de la masa: duplicando la masa, la energía sólo se duplica.
Además de las características del proyectil y del arma utilizada, la lesión potencial estará
determinada, en último término, por la energía cinética desarrollada por el proyectil.
Dado que la velocidad disminuye cuanto mayor es la distancia desde el origen, también
disminuyen la energía cinética y el potencial lesivo. Según la energía residual al impacto y
la proporción de esta energía que se transfiere a los tejidos, son posibles tres resultados:
el proyectil puede no penetrar la piel, se puede producir una herida penetrante (sólo de
entrada) o puede producirse una herida perforante (entrada y salida).
La cantidad de energía transferida a los tejidos aumenta aún más con los proyectiles que
se forman y fragmentan. Cuando el área de transferencia de energía aumenta, la
proporción de transferencia de energía también lo hace; a menos que el proyectil perfore
el tejido, se transfiere toda la energía cinética. Las desviaciones del eje longitudinal del
proyectil de la trayectoria en línea recta, o cabeceo, aumenta la tasa de transferencia de
energía a los tejidos y es independiente de la velocidad y de la masa. El cabeceo tras la
penetración depende del previo del impacto, de la forma del proyectil y de la situación del
centro de gravedad del mismo. La mayor tasa de transferencia de energía ensancha las
cavidades permanente y temporal, con lo que aumenta el potencial lesivo. La munición
encapsulada que suele resistir a la deformación, puede salir del tejido sin mucha pérdida
de energía y producir a la vez heridas menos graves. Cuando el proyectil sale del cuerpo
acompañado por fragmentos secundarios (huesos y otros tejidos), origina una herida de
salida con bordes evertidos que en el 60% de los casos es mayor que la de entrada. Las
heridas se alteran y contaminan con materiales con los que choca el proyectil antes de
penetrar en el tejido (ej. vestidos, maderas, vidrios). Estos choques también pueden
aumentar la deformación y la fragmentación del proyectil.
Dado que existe suficiente velocidad (y por tanto energía) para penetrar la piel, se origina
una herida cuyo tamaño y forma depende del calibre y forma del proyectil.
Con las armas modernas, estos problemas tienen probablemente escasa importancia para
el mecanismo de la lesión. Sin embargo, el cabeceo y el volteo (rotación hacia delante del
centro de gravedad) en el interior del tejido son importantes para el mecanismo de la
herida.En su trayectoria a través del tejido, todos los proyectiles indeformables, todos los
que son afilados y algunos con puntas romas cabecean 180o para acabar con la base hacia
delante. La distancia desde el orificio de entrada al punto en el cual el cabeceo se hace
manifiesto varía según las armas y la munición; por ejemplo, la bala del M-16 no se
fragmenta o cabecea en los primeros 12 cms. de los tejidos blandos que atraviesa ni
produce una cavitación temporal importante antes de una penetración de 12 cms.
Los proyectiles que viajan a mayor velocidad que el sonido originan ondas de choque que
les preceden a través del tejido. Aunque estas ondas pueden producir presiones elevadas
(hasta 100 atm), tiene una duración muy corta (unos 2 mseg) y probablemente no
contribuyen a la lesión.