Sunteți pe pagina 1din 18

EXTRICACIÓN E INMOVILIZACIÓN

Introducción.

En la era moderna, el trauma se ha convertido en una grave amenaza para la vida, especialmente
en los menores de 45 años, cuya primera causa de muerte, la constituyen los accidentes
vehiculares, a lo anterior hay que agregar todos aquellas personas que no fallecen pero que
quedan con daños severos permanentes o parciales, alterando la calidad de vida propia y la de sus
familiares. Chile no es la excepción a ésta regla, constituyendo el trauma la tercera causa de
muerte, con tasas de 71 por 100.000 habitantes, aproximadamente 11% de todas las muertes del
país y la primera en menores de 45 años, además es responsable del 10% de los ingresos
hospitalarios anuales.

Existe consenso mundial en señalar, que aquellas personas que sufren accidentes, y no mueren de
inmediato, tienen grandes posibilidades de sobrevivir, a pesar de lesiones graves, siempre y
cuando reciban atención médica especializada y oportuna, inicialmente desde el inicio del trauma,
y en el lugar del accidente. Este período crítico se ha denominado “la hora dorada del trauma“,
pasado éste lapso de tiempo, la mortalidad aumenta rápidamente, si no se realizan las
intervenciones apropiadas.

Otro hecho importante a considerar, es que muchas muertes o secuelas en los accidentes, se
deben a acciones o procedimientos inadecuados, por tanto, un principio a respetar siempre por
los reanimadores es “no causar más daño al paciente, del que ya tiene“.

El proceso de liberar al accidentado de un vehículo, recibe el nombre de “extricación”, que


significa desencarcelar. Existen 3 tipos de extricación :

Extricación básica: transferencia de un lesionado inmovilizado, desde el sitio del accidente hasta
un centro asistencial sin necesidad de practicar maniobras de liberación.

Extricación media: considera la participación de grupos de rescate equipados para maniobras de


extricación e inmovilización. La extricación debe ser rápida (el factor tiempo es fundamental para
el pronóstico del paciente), y garantizar un lugar sin riesgos para completar las maniobras de
reanimación (seguridad de los reanimadores).

Extricación pesada: procedimiento de alta complejidad y/o peligroso, necesario para el manejo de
severas deformaciones estructurales, atrapamientos, derrumbe de grandes edificaciones y/o
catástrofes colectivas. Requiere de elementos especializados, como herramientas hidráulicas y
otras.

Generalmente, se trata de situaciones que involucran una gran cantidad de víctimas y ello obliga a
priorizar la atención. Durante todo el proceso de rescate y extricación se debe mantener el control
y la protección del paciente para evitar daños secundarios.
Principios de la extricación:

La extricación, es un proceso metodológico, por lo tanto, se debe respetar una secuencia de


trabajo:

1. Seguridad de la escena: se debe dimensionar y cuantificar el escenario de la emergencia,


además de determinar la condición de seguridad, tanto para el paciente, como para el
reanimador. Si la escena es insegura, para la integridad del personal de salud, “ no se debe
intervenir “. En éste punto, además considerar el uso de elementos de protección contra
sustancias nocivas, protección térmica, protección biológica y elementos de alta visibilidad
y retrorreflectantes para el trabajo de noche. En las rutas de alta velocidad, poner mucho
cuidado con el desplazamiento de los vehículos. Estar atento al derrame de combustible y
al tendido eléctrico si lo hubiere, por la posibilidad de estar en contacto con él o los
vehículos accidentados, y por el potencial riesgo de electrocución. Considerar el peligro de
derrumbe de estructuras inestables.
2. Determinar y localizar a las víctimas: con el objetivo de organizar los recursos
disponibles.
3. Estabilización del vehículo siniestrado: de modo de evitar desplazamientos, que
pudieran provocar daños al paciente y/o a los reanimadores. Se deben desinflar los
neumáticos, poner cuñas, desconectar la batería, etc. Medidas que quedan a cargo de
personas entrenadas y con equipos apropiados, en nuestro país los bomberos.
4. Acceso a las víctimas:: por el lugar más apropiado y seguro. La rapidez va a estar
determinada por el potencial peligro del lugar, tanto, para los pacientes como para los
reanimadores.
5. Atención a los lesionados: aplicar las medidas de soporte básico (el ABC, y estabilización
de columna vertebral), inclusive si estuvieran atrapados o en PCR.
6. Extricar a los pacientes: utilizando dispositivos manuales o mecánicos, según sean las
circunstancias.
7. Transportar a los pacientes: inmovilizados y con las medidas de soporte necesarias para
su condición, al servicio de urgencia más cercano o al centro más resolutivo para la
emergencia del paciente. En éste punto, reevaluar el ABC, y realizar evaluación
secundaria.
8. Informar al servicio de urgencia: número y condición de o las víctimas.

Técnicas de extricación en accidente vehicular


La situación más frecuente es el atrapamiento secundario a un accidente de tránsito. Puede haber
víctimas aplastadas por deformación de estructuras o bien solamente un simple confinamiento en
un espacio restringido.
La extricación no debe iniciarse o intentarse mientras no se haya logrado una correcta
estabilización del vehículo siniestrado en cuyo interior se encuentran las víctimas; pueden ocurrir
bruscos cambios de posición de toda la estructura debido a maniobras aparentemente sencillas o
por el ingreso de personal de rescate al interior del espacio siniestrado.
Es necesario proceder a un correcto acuñado de ruedas o fijación con cuerdas si el móvil está
volcado. Asegurarse de que la llave de contacto se encuentre en posición desconectada. A
menudo los móviles de reanimación no cuentan con elementos como los señalados, por tanto, es
necesario solicitar apoyo de vehículos especializados en rescate vehicular.
La estructura de un vehículo se encuentra diseñada para brindar seguridad y protección a sus
pasajeros. En caso de una gran deformación que impida el acceso al interior será necesario que los
equipos especializados de bomberos retiren algunas piezas (puertas o techo). Especial cuidado se
debe tener con los vidrios que se encuentran indemnes pero sujetos a un marco deformado, ya
que una ligera presión sobre ellos puede bastar para que estallen, lanzando fragmentos en todas
direcciones.
Si el vehículo cuenta con Airbag y no se desplegó tras el impacto, es preciso tomar algunas
precauciones. El airbag está diseñado para activarse frente a un impacto frontal (y no se despliega
si la colisión es posterior, lateral o por volcamiento). Durante el rescate, un movimiento brusco
puede provocar su despliegue con consecuencias graves para víctimas y rescatadores, evite el área
de despliegue del airbag. Cuando la bolsa ha sido desplegada pequeñas partículas de polvo de
hidróxido de sodio pueden causar irritación ocular o contaminar heridas.
Las maniobras de liberación del conductor atrapado por la columna de la dirección, el tablero o los
pedales, deben ser ejecutadas por personal entrenado.
Es vital recordar y reiterar que las maniobras de extricacion e inmovilización vehicular solo deben
ser realizadas por el equipo de reanimación solo si la escena es segura y si la víctima no se
encuentra atrapada, ya que los móviles de reanimación no cuentan con personal entrenado ni
equipos para rescate vehicular por lo que el apoyo multiinstitucional con bomberos es
fundamental.
Una vez estabilizado el vehículo y asegurado el entorno del rescate, ingresa un rescatador al
vehículo con dos objetivos fundamentales: asegurar la columna cervical del accidentado y, si está
consciente, darle apoyo y tranquilizarlo. Si es posible, simultáneamente, realizará la evaluación
primaria (ABC).
La columna cervical se fija desde atrás colocando una mano a cada lado de la cara, de modo que
los dedos meñiques queden bajo la barbilla, y los pulgares a nivel de las orejas. Esta posición no
debe abandonarse jamás, mientras la víctima no se encuentre debidamente inmovilizada sobre
una tabla espinal o chaleco de extricación.

En otras ocasiones y dependiendo del tipo de accidente la fijación de la columna cervical será
necesario realizarla desde el costado del vehículo por dentro o fuera de él, o por delante si fuese
La columna cervical se asegura aplicando un collar cervical preformado de manera de darle una
forma “fisiológica” desde el pecho del paciente hacia arriba. El tamaño se elige midiendo desde la
base del cuello hasta una línea imaginaria que pasa a nivel del ángulo del maxilar. Una vez que el
collar cervical está en posición, se procede a fijar el tórax con un chaleco de extricación

Estos elementos se introducen entre el respaldo del asiento y la espalda del paciente, evitando la
movilización excesiva del lesionado. Durante todo este procedimiento, el operador que mantiene
la columna cervical debe permanecer en su sitio, sin dejar de mantener la fijación de la cabeza del
paciente, si no fuese posible, se debe transferir la fijación a otro reanimador una vez puesto el
collar cervical. Luego de protegida la Columna cervical se debe instalar el chaleco de extricación,
tipo Kedrick, elemento ideado en ladécada de los 70, el objetivo principal fue desarrollar un
sistema de inmovilización versátil que pudiese adaptarse a las irregularidades y deformaciones de
un espacio confinado ya sea en el interior de un vehículo o en una estructura colapsada, que nos
da además la posibilidad de arrastre de los pacientes o elevación por medio de polipastos o
helicópteros gracias a la estructura y disposición de sus correas de tracción.

Procedimiento:
Idealmente el chaleco de extracción debiera ser aplicado por tres reanimadores, uno de ellos
controlando la columna cervical en forma manual y los restantes en su postura. El chaleco está
constituido por tres partes llamadas: alas cefálicas, alas torácicas y correas de fijación, (ver figura
superior) Una vez inmovilizada la columna cervical, primero en forma manual y luego con collar
cervical, se ubicará un reanimador a cada lado del paciente, y luego en coordinación con el que
controla el cuello, uno de ellos, desplazará el tórax del paciente hacia adelante dejando un espacio
entre la espalda y el asiento del vehículo , el otro reanimador. por el lado contralateral introducirá
el chaleco, primero por las alas cefálicas evitando mover o chocar con los brazos del reanimador
que fija el cuello, y luego por las alas torácicas, cuando el chaleco sea ajustado a la espalda del
paciente se volverá a la posición vertical, enseguida se desplegarán las alas cefálicas a un costado
de la cabeza y luego las alas torácicas a un costado del torax, para seguir con el ajuste de las
correas, desde la abdominal hacia la torácica sin apretarlas al tórax.
Cada correa tiene un color distinto con el objeto de evitar la confusión en la zona de trabajo.
Luego de ajustada la correa torácica superior tome las alas torácicas y ejerza un tirón hacia arriba
de tal modo que el chaleco quede ajustado justo debajo de las axilas, realizada esta operación
finalice el ajuste de las correas aplicando presión suave pero firme, en caso de mujeres
embarazadas puede obviarse la correa abdominal, y en caso de la mujer con pechos voluminosos
ajuste las correas torácicas superiores por sobre éstos. A continuación, coloque la almohadilla
detrás de la cabeza del paciente, recuerde que la mayoría de la gente posee una anteropulsión de
cabeza y cuello, por lo tanto, al llevarlo a la posición de alineación el cuello tenderá a alinearse
provocando incomodidad y eventualmente disyunción de alguna posible lesión oculta, sobre todo
en pacientes seniles. Ajustada la almohadilla despliegue las alas cefálicas alrededor de la cabeza y
fije con las correas una por la frente y la otra por el mentón, en este momento Ud. Puede soltar el
control de la cabeza. Para terminar con la postura del chaleco de extricación, dos reanimadores
deben ajustar las correas inguinales, que son correas que viniendo desde posterior en la base del
chaleco, deben pasar por el centro de los glúteos, cara interna del muslo, en éste punto los
operadores deben intercambiarse las correas y efectuar una tensión en dirección cefálica,
terminado esto deben devolverse las correas para finalmente rodear la zona inguinal y ajustarse
en la parte inferior de las alas torácicas, en éste momento, el paciente se encuentra en
condiciones de ser retirado del vehículo o lugar en la forma más segura para todos. Ello se puede
hacer por la puerta del mismo lado, del lado contralateral, por alguna puerta trasera o a través de
lunetas o parabrisas convenientemente despejados. En todo momento debe mantenerse la
fijación de la columna cervical cuando se usa tabla corta, y rotar a la persona de una manera que
permita dejarla en la posición más favorable para “depositarla” sobre la tabla espinal larga. Luego,
si es preciso, se le hace deslizar hasta la posición definitiva. Cuando se usa chaleco de extricación,
la fijación manual de columna cervical no es necesaria ya que una vez finalizada su postura el
sistema en sí está diseñado para dar estabilidad a la cabeza y el tronco al realizar los movimientos
de rotación desde sus asas laterales

Especial cuidado se requiere respecto de las piernas: un rescatador debe hacerse cargo de ellas,
asegurando que no queden atrapadas o se lesionen secundariamente al momento de rotar al
accidentado. Cuando use chaleco de extricación no olvide soltar ligeramente las correas inguinales
para no incomodar al paciente al adoptar la posición decúbito supino en la tabla larga.
inmovilizado sobre la tabla espinal, se traslada a un lugar seguro, y allí se termina de fijar con el
uso de correas, se colocan las almohadillas de fijación cervical laterales. Recién en ese momento,
la persona que ingresó al vehículo y se hizo cargo del accidentado puede dejar de asegurar la
columna cervical al usar tabla de extricación. La víctima del accidente, debidamente
“empaquetada”, está ahora en condiciones de ser trasladada a un centro asistencial o para realizar
la evaluación secundaria.

Extricacion Rápida:
Este es un procedimiento, en que el tiempo es de suma importancia, sea porque el paciente está
en graves condiciones y necesita atención rápida o porque la escena es insegura o puede llegar a
hacerlo, Ej.: Derrame de combustible, incendio del vehículo, etc. Se utiliza inmovilización manual
de columna cervical, postura de collar cervical, inmovilización manual de columna, postura en
tabla larga, y empaquetamiento en lugar seguro, todo esto en el menor tiempo posible. No olvide
nunca “usted soluciona el problema, no se hace parte de el”, en el prehospitalario no existen los
héroes.
Extricación de salvataje:
También conocido como “tirón de salvataje “, ésta es una maniobra de urgencia y sólo debe usarse
en determinadas circunstancias y por reanimadores entrenados. No utiliza ningún tipo de
dispositivo hasta sacar el paciente fuera del vehículo, por tanto, las posibilidades de movilización
de segmentos dañados es mucho mayor.

Indicaciones:
1. Escena insegura o potencialmente insegura, tanto para el paciente como para el rescatista.
2. Paciente inestable con lesiones graves que requieran atención inmediata.
3. Cuando un paciente estable me impide llegar a otro en estado grave.
Básicamente se describen 2 formas de extricación de salvataje.
Tecnica 1.
• Una de las manos del reanimador fija la cabeza del paciente.
• Al mismo tiempo, una de las mejillas del reanimador se fija a una de la víctima.
• La otra mano del operador rodea la espalda del paciente, pasándola debajo del brazo hasta
alcanzar la muñeca.
• Tomar la muñeca y llevarla contra el cuerpo del lesionado inmovilizando el tronco.
• Fijar con el torax del reanimador un costado del paciente, luego traccionar del vehículo y
arrastrar hasta un lugar seguro.
• Sentar al lesionado en bloque y luego fijar la columna cervical por anterior y posterior para
llevarlo al decúbito supino.

Técnica 2.
• Pasar ambos brazos del reanimador, bajo las axilas del lesionado, fijando la cabeza con ambas
manos.
• Fijar torax del operador a la espalda o costado de la víctima.
• Traccionar desde las axilas del paciente realizando movimientos en bloque.

• Sentar al lesionado en bloque, fijar columna cervical por anterior y posterior para llevarlo al
decúbito supino.

Accidentes de Motocicletas:

Sin duda los accidentes de motocicletas constituyen la mayoría de las veces situaciones de mucha
gravedad para las víctimas debido a la inestabilidad propia del vehículo como a las velocidades que
alcanzan. En colisiones de alto impacto y velocidad se agrega el mecanismo de eyección, que
provoca un aumento en el índice de gravedad de los traumatismos recibidos por los ocupantes.
El casco, es sin duda, el elemento de protección más importante para los motociclista, por tanto,
debe cumplir con ciertos requisitos: debe estar certificado por el país de origen, debe estar bien
ajustado a la cabeza, la visera no debe estar rayada ni trizada, debe poseer ventilación para que la
respiración no empañe la mica, no ocupar jamás un casco dañado.
Cuando se produce un accidente de motocicleta, el casco puede salirse con el impacto, otras veces
permanece con el paciente, en éste caso y con el objetivo de no provocar lesiones extras, es muy
importante que los reanimadores sepan y dominen la técnica de remoción del casco.

Extracción del casco:

Es primordial en la extracción del casco no perder de vista que éste por su forma esferoidal es un
elemento potencialmente inestable, debido a que su mayor radio (torque) facilita que cualquier
movimiento altere su estado de estabilidad y lo haga girar, poniendo en riesgo la indemnidad de la
columna cervical. Al acercarse al paciente, si sospecha compromiso de conciencia o inconciencia,
no le hable hasta que UD. Fije fuertemente el casco al suelo. Realice A,B,C primarios y proceda a
tomar posición de cuclillas hacia la cabeza del paciente, sostenga el casco con ambas manos de tal
modo que los dedos fijen la cabeza al casco sobre el reborde mandibular. Los antebrazos
envolverán el resto del casco. Una vez realizada la toma, proceda a alinear la cabeza si es que no
existe contraindicación. Un segundo operador cortará los sistemas de fijación del casco, no se
debe perder tiempo en removerlos, luego posará una mano bajo el cuello evaluando su
indemnidad y la otra fijará el reborde mandibular, enseguida el primer reanimador tomará la
región lateral del casco y traccionará hacia fuera de tal modo de dar espacio a las orejas para salir,
con movimientos de vaivén deslice el casco, cuando lleve retirado el 50% gírelo en un solo sentido
ascendente de tal forma de seguir la curvatura del cráneo y evitar el resalte que ocasiona el
occipucio. Retirado el casco posiciónese nuevamente en la cabeza para tomar control sobre ella
con alineación manual, el segundo reanimador dejara su posición para colocar collar cervical.
Inmovilización:
La inmovilización (o empaquetamiento), también es un procedimiento, que debe respetar una
serie de reglas y secuencias, debe ser realizado por personas idóneas, ya que de esto va a
depender, el evitar lesiones innecesarias al manipular a un paciente que ha sufrido un trauma, sea
este accidente de tránsito, atropello, caídas, clavados, etc.
Los mecanismos específicos de daño, que provocan lesión de columna son: carga axial, flexión o
hiperextensión excesivas, hiperotación, flexión lateral súbita o excesiva y estiramiento. Las
lesiones pueden presentarse en formas aisladas o combinadas, que es lo más frecuente. Siempre
debe sospecharse lesión de columna o extremidades, en las siguientes situaciones:

1. Cualquier mecanismo con impacto violento sobre cabeza, cuello, tronco, pelvis o extremidades.
2. Accidentes que impliquen aceleración, desaceleración o flexión lateral súbitas.
3. Caídas de altura significativas.
4. Volcamientos sin cinturón de seguridad, eyecciones en movimiento, o víctimas de explosión.
5. Clavados en agua poca profunda.
El proceso de inmovilización debe realizarse idealmente en decúbito supino, sobre una tabla rígida
y en posición neutral alineada de cabeza y cuello, tronco, pelvis y extremidades, todo ello con el
fin de evitar, cualquier movimiento de columna que pudiese resultar en lesión de médula espinal.

La inmovilización del paciente debe respetar los siguientes principios:


1. Evaluar seguridad de la escena.
2. Determinar nivel de conciencia
3. Aplicar el ABC con control columna cervical
4. Inmovilización manual alineada (siempre que se pueda). Postura de collar cervical.
5. Inmovilización desde cabeza a pies, utilizando dispositivos mecánicos, ajustando las correas,
cuando sea necesario.
6. Reevaluar el ABC y la respuesta neurológica.

Inmovilización manual de la cabeza:


Cuando existe sospecha de inestabilidad de la columna vertebral o no es posible descartarla, es
imperioso practicar inmediatamente la inmovilización manual alineada de la cabeza. Se toma la
cabeza con ambas manos y, suavemente, siempre que no exista contraindicación, se moviliza
hasta alinearla con el eje del cuerpo . Se mantiene en posición neutral alineada ejerciendo mínima
tracción, limitando los movimientos anteroposteriores, laterales y rotacionales. Sólo en el paciente
en posición sentado o de pie debe hacerse tracción axial suficiente (para descargar el peso de la
cabeza sobre el eje cervical y del resto de la columna).
Debe mantenerse la inmovilización manual hasta que se complete la inmovilización mecánica de la
cabeza, del cuello y del tronco.

• Inmovilización por anterior: fije la cabeza con ambas manos abiertas en abanico sobre las
regiones laterales, ubique los pulgares sobre los malares y los meñiques sobre las mastoides o en
dirección a ella, luego traccione axialmente y alinee con el eje del tronco
Además de facilitar el procedimiento de traslado, movilizar la cabeza llevándola a la posición
alineada representa un riesgo mucho menor que transportar al paciente con la cabeza en posición
angulada.
Está absolutamente contraindicado movilizar la cabeza hasta la posición neutra si esta maniobra
provoca cualquiera de los siguientes efectos:
• Espasmo de los músculos del cuello
• Incremento del dolor
• Aparición o aumento de signología neurológica: parestesias o adormecimientos, hormigueo,
trastornos de la motilidad.
• Compromiso de la vía aérea o de la ventilación.
En cualquiera de estas circunstancias, la cabeza se debe inmovilizar en la posición en que se
encontraba al momento de la primera evaluación.

La inmovilización manual de la cabeza puede realizarse de diferentes modalidades según


encontremos al paciente:
Decúbito supino: la cabeza puede ser inmovilizada desde posición cefálica o caudal. Tome la
cabeza con ambas manos en forma de abanico, siempre sobre superficies óseas, ejerza leve
tracción y alinéela con el eje del tronco.

Decúbito prono: fije la cabeza por posterior con manos en abanico (dedos ampliamente abiertos),
mantenga ésta posición ejerciendo leve tracción axial, mientras se gira al paciente en bloque hasta
llevarlo a posición supina.
Posición bípeda o sedente: en esta posición la cabeza puede ser inmovilizada, utilizando un
abordaje anterior, lateral o posterior.

Inmovilización por posterior: tome la cabeza con ambas manos, traccionela en sentido axial para
descargar el peso del cuerpo, luego alinéela con el eje del tronco. No suelte ésta posición, incluso
después de la postura del collar cervical, sino hasta completar la Inmovilización en tabla larga.
Inmovilización por lateral: con una mano fije la columna cervical y cabeza posterior, con la otra
fije la región del maxilar superior, luego realice tracción axial y alinee con el eje del tronco

Inmovilización por anterior: fije la cabeza con ambas manos abiertas en abanico sobre las
regiones laterales, ubique los pulgares sobre los malares y los meñiques sobre las mastoides o en
dirección a ella, luego traccione axialmente y alinee con el eje del tronco
Collares cervicales: Los collares cervicales no inmovilizan, pero protegen la columna cervical de la
compresión y contribuyen a reducir el rango de movimientos de la cabeza. El mejor collar es capaz
de reducir en un 75% el rango de flexión (otros movimientos sólo en un 50% o menos). Los collares
representan un elemento importante de la inmovilización, pero siempre deben ser utilizados como
parte de la inmovilización manual o mecánica de la columna cervical.

Los dispositivos prehospitalarios de inmovilización (chaleco, tabla corta o larga) no consiguen


evitar completamente movimientos muy ligeros: aseguran externamente al paciente, pero la piel y
los músculos se desplazan ligeramente sobre la estructura esquelética aún cuando el paciente esté
extremadamente bien inmovilizado. Además, hay que tener presente que en la mayor parte de las
situaciones de rescate se suscitan movimientos al trasladar la tabla y la camilla, así como debido a
la aceleración y desaceleración propias del trayecto a bordo de una ambulancia.
Para que el collar cervical sea efectivo, debe colocarse sobre la cintura escapular. No obstante, aún
así permite movimientos a nivel de C6, C7 y T1, pero previene la compresión de las vértebras. La
cabeza se inmoviliza por debajo del ángulo de la mandíbula. El collar cervical rígido permite que la
inevitable carga entre la cabeza y el tronco sea eliminada de la columna cervical y transferida al
collar, minimizando casi completamente la compresión cervical.
Asimismo, la porción rígida anterior del collar proporciona un área de soporte firme y segura a
nivel del cuello para cruzar sobre ella la correa inferior de fijación de la cabeza.
Es importante elegir la medida de collar y la presión de cierre adecuadas para cada paciente.
 Un collar muy corto no es efectivo, pues permitirá flexión significativa.
 Un collar muy largo causará hiperextensión. Un collar flojo no es efectivo para limitar el
movimiento de la cabeza, y puede cubrir la barbilla anterior, la boca y la nariz,
obstruyendo la vía aérea del paciente.
 Un collar muy apretado puede comprimir las venas del cuello.
Un collar adecuado y bien aplicado debe permitir que el paciente abra la boca y no debe
entorpecer el adecuado manejo de la vía aérea o de la aspiración de vómitos, si fuera preciso. La
selección del collar adecuada se realiza midiendo con los dedos la distancia entre la base del cuello
y línea imaginaria al ángulo de la mandíbula, proyectando esta medida en el collar, desde marca
indicativa de este hacia abajo.
El collar cervical se aplicará sólo después de que la cabeza ha sido alineada a una posición neutral.
Si el paciente no se encuentra en una posición neutral alineada, el uso de cualquier collar
actualmente disponible para uso prehospitalario es extremadamente peligroso y está
contraindicado.

Inmovilización del tronco:


Independiente del dispositivo que se utilice, el tronco debe ser inmovilizado de tal manera que no
pueda desplazarse hacia arriba, hacia abajo ni hacia los lados. El dispositivo se fija al tronco y éste
al dispositivo, de tal manera que la cabeza y el cuello queden fijos. Las regiones torácicas,
lumbares y sacras deben tener soporte adecuado y no se deben mover. El dispositivo debe, en
primer lugar, fijarse al tronco, para así evitar angulación en la columna cervical al ajustar las
correas correspondientes al tronco.
Existen diversos métodos para sujetar e inmovilizar el dispositivo al tronco. La fijación debe
establecerse tanto a nivel del tórax y de los hombros como a nivel de la pelvis, para evitar la
compresión y el movimiento lateral de las vértebras. Para el tronco superior, la fijación será
sobre los hombros y a través de las axilas o sobre el tórax; para el tronco inferior, se aplicará una
correa sobre las crestas ilíacas y correas en asa a nivel de ingle. El dispositivo que se está utilizando
en la actualidad son las correas llamadas tipo” pulpo”.
Las correas tipo pulpo son un conjunto de correas unidas por una central, Generalmente son 5
correas en pares: cefálico, torácico, pélvico, femoral y podálico. La unión entre ellas permite que la
transmisión de la carga en situación de posiciones forzadas, se transmita a todos las correas
produciendo una repartición de las fuerzas en todos sus brazos, limitando las probabilidades de
que alguna de ella se suelte por sobrecarga. Mejora sustancialmente la fijación y contacto de sus
cierres (velcros) con ello mejora la capacidad de inmovilizar e impedir movimientos en todos sus
planos. La postura obliga al equipo de reanimación a trabajar en una forma secuencial a cada lado
del paciente organizando por si sola la inmovilización.
Procedimiento:
Primero se pone el pulpo sobre el paciente, ubicando sus correas a nivel de cada manilla de la
tabla. La postura se inicia por cefálico, un reanimador a cada lado del paciente y en forma
secuencial va colocando las primeras correas, éstas tienen una disposición oblicua, y pasan por
sobre la cintura escapular, luego se continúa de la misma forma con las torácicas, y así hasta
alcanzar las podálicas. Los brazos pueden quedar bajo las correas torácicas o por sobre la primera
correa adosada al tórax, y luego en el retorno se fija el brazo al tórax., esta constituye la mejor
opción ya que permite liberar rápidamente el brazo para algún procedimiento o control de presión
arterial.

Colocado el pulpo se procede con los inmovilizadores laterales, y no antes ya que si tenemos fija la
cabeza antes de fijar el tórax, y el paciente pudiera requerir lateralizarse para vomitar su cabeza
quedaría fija a los laterales y el tronco quedaría desplazado en relación al eje céfalo caudal del
cuerpo provocando una disyunción justo por debajo de C1 pudiendo provocar una eventual
lesión. Por el contrario si tenemos control manual de la cabeza en esta situación se podrá regular
ese desplazamiento lateral junto con el tórax.
Para retirar el pulpo, se procede primero con los laterales, luego se realiza control manual de la
cabeza y posteriormente se retiran las correas guardándolas inmediatamente desde podálico a
cefálico.
Inmovilización de la cabeza.
Una vez que se ha inmovilizado el tronco, se debe asegurar la cabeza sobre el dispositivo utilizado.
Debido a su forma cilíndrica, la cabeza no puede ser estabilizada sobre una superficie plana
solamente con correas, vendas o cinta adhesiva, pues ello no impedirá ciertos movimientos
rotatorios y laterales. Asimismo, debido al ángulo de la frente y a la naturaleza deslizante de la piel
húmeda y del pelo, no es confiable la sujeción con sólo una correa o venda. La inmovilización
adecuada de la cabeza se puede lograr colocando almohadillas o sábanas enrolladas alrededor de
ella y luego fijando todo en bloque con vendas o con cinta adhesiva.

En el caso de los chalecos, la inmovilización se logra utilizando las “orejeras” laterales que forman
parte del chaleco. Las piezas laterales, las prefabricadas y las improvisadas, se colocan a ambos
lados de la cabeza y se fijan con vendas. La cinta superior se apoya en la frente directamente sobre
el reborde orbitario superior, impidiendo la flexión. Se debe tensar firmemente. La cinta inferior
pasará sobre las piezas laterales y sobre la porción anterior rígida del collar cervical, ejerciendo
una presión suficiente como para limitar el movimiento pero sin comprometer la ventilación ni el
retorno venoso. No se debe utilizar nunca algún sistema de sujeción en la barbilla ya que esto
impide la apertura bucal.

Inmovilización de las piernas y pies:


El propio peso de los pies así como su centro de gravedad determina que roten hacia fuera. La
transmisión de este movimiento hacia la cadera puede generar lesiones secundarias si existe una
fractura en pierna o en cadera. Para evitar el movimiento rotatorio, los pies se fijan uno contra
otro una vez que el paciente se encuentra sobre la tabla larga y antes de fijar las piernas.
Las piernas se inmovilizan a la tabla con dos o más correas: una proximal a las rodillas (a nivel del
tercio medio de los muslos), y otra distal a la rodilla.
Para que las piernas mantengan su posición, se pueden fijar con una cinta que las rodee o
colocando sábanas o rollos laterales entre las piernas y los bordes de la tabla larga.

Inmovilización de los brazos:


Los brazos se fijan aplicando una correa a nivel de los antebrazos, pero no deben incluirse dentro
de las correas que pasan sobre las crestas ilíacas o las ingles, pues podrían comprometer la
circulación de las manos. Por otra parte, se corre el riesgo de que estas correas no proporcionen
inmovilización adecuada ni de tronco ni de brazos

Técnicas de inmovilización:
Inmovilización desde posición decúbito supino, el orden de trabajo debe ser:
• Seguridad de la escena
• Fije manualmente la columna cervical luego hable al paciente para determinar el nivel de
conciencia.
• Realice ABC
• Coloque el collar cervical desde el costado derecho al izquierdo del paciente, luego continúe
fijando manualmente la columna cervical
• Evaluación secundaria
• Los reanimadores que van a girar al paciente se ubican al lado contrario de la postura de la tabla
larga. El operador que se encuentra a nivel del tórax ubica una de sus manos sobre el hombro del
paciente, la otra a nivel de la pelvis o la muñeca contra el cuerpo de la víctima. El otro operador
coloca una de sus manos a nivel de la cresta iliaca y la otra bajo la rodilla

• Girar al paciente en bloque. Recuerde que el operador que controla la cabeza dirige y el que está
a nivel del tórax marca el ritmo de la maniobra.
Cuando el paciente se encuentra en decúbito lateral, el operador que está a nivel del torax evalúa
la columna dorsolumbar en busca de lesiones
• Solicitar a una cuarta persona que ubique la tabla espinal bajo el paciente, luego complete el giro
en bloque hasta depositar a la víctima en la tabla.
• Para alinear al paciente sobre la tabla, se debe tomarlo desde los hombros y la pelvis, realizando
movimientos deslizantes hacia caudal y cefálico.
• Completar empaquetamiento con postura de inmovilizadores laterales de cabeza, ajuste de
correas, uso de rollos y férulas cuando sea necesario.

Inmovilización desde decúbito prono:


• Seguridad de la escena
• Determine nivel de conciencia, al mismo tiempo fije manualmente la columna cervical por
posterior
• Realice ABC
• Llevar al paciente a decúbito supino sobre la tabla larga con movimientos en bloque desde un
costado con dos operadores manteniendo siempre la inmovilización manual de cabeza. El paciente
se debe girar siempre hacia el lado que está mirando su cara.
• Postura de collar cervical
• Evaluación secundaria
• Alineación
• Completar empaquetamiento con el resto de los dispositivos.

Inmovilización desde posición bípeda:


• Seguridad de la escena
• Determine nivel de conciencia, al mismo tiempo fije cabeza manualmente desde atrás o por
delante
• Realice ABC
• Postura de collar cervical
• Colocar la tabla larga por detrás del paciente, fíjela con una de sus rodillas con una de sus
caderas, y con el pie en la base para evitar desplazamientos
• Tome la tabla por debajo del nivel de las axilas del paciente por ambos costados
• Descienda la tabla lentamente, al menos en dos tiempos para permitir al operador que tiene el
control de la cabeza poder reubicar sus manos
• Una vez en el piso alinear y completar empaquetamiento.

S-ar putea să vă placă și