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BINCULACION ENTRE PADRE Y HIJO

Hablar y escuchar cuidadosamente son dos destrezas que juegan un papel muy
importante en el éxito escolar de su niño. Los niños pequeños aprenden las
destrezas del lenguaje que necesitarán para tener éxito aprendiendo a leer a
través de lo que escuchan a sus padres decir, las charlas entre los miembros de
su familia y cómo son alentados a responder. Por ejemplo, los niños que no
escuchan mucha conversación o a quienes no se les alienta a hablar y participar,
suelen tener problemas al aprender a leer, lo cual puede causarles retrasos en su
desarrollo escolar. Además, los niños que no han aprendido a escuchar con
cuidado frecuentemente tienen problemas siguiendo instrucciones o prestando
atención en clase.

Imagínese que el hablar con su niño es como un juego de tenis con palabras – en
vez de una pelota – rebotando de un lado de la cancha al otro. Aparte unos
momentos para hablar en cualquier lugar donde se encuentren. Por ejemplo:

A - Al caminar con su niño o en el autobús, hable con él sobre lo que está


haciendo en la escuela. Pida que le cuente sobre qué sucedió en la asamblea o
durante un viaje de estudios. Señale y hable con él sobre las cosas que ven
mientras caminan – anuncios cómicos, carros nuevos, personas interesantes.

ß - Al hacer compras en la tienda, hable con su niño sobre los precios, las
diferencias entre las marcas de los alimentos y cómo escoger las mejores
frutas y vegetales. Dele instrucciones para encontrar ciertos productos, y
pídale que los busque.

C - Al preparar la cena familiar, pida que el niño le ayude a seguir los pasos en
una receta. Hable con él sobre lo que puede suceder si eliminan un paso o
si se les olvida incluir un ingrediente.

E - Al hacer reparaciones en la plomería o arreglar una mesa quebrada, pida


que el niño le pase las herramientas que usted le nombra. Hablen sobre los
pasos requeridos para completar la tarea. Explíquele qué está haciendo y
por qué. Pregúntele si tiene alguna sugerencia sobre cómo se debe hacer
alguna cosa.

F - Al ver la televisión juntos, hable con su niño sobre los programas. Si están
viendo uno de sus programas favoritos, pídale que le hable acerca de lo
personajes del programa, que le diga cuáles le gustan más y cuáles no le
gustan, y quienes son los actores. Haga comparaciones con algún programa
que le gustaba a usted cuando tenía la misma edad que su hijo.
ß Al leer un libro con su niño, tome una pausa de vez en cuando y hable con
él sobre lo que está sucediendo en la historia. Ayúdele a relacionar los
eventos en el libro con los eventos de su vida. “¡Mira qué alto es ese
edificio! ¿Te acuerdas que vimos edificios así cuando fuimos a Chicago?”
Pídale que le relate de qué se trata el libro en sus propias palabras.
Pregúntele si encontró palabras nuevas en el libro y ayúdele a determinar
qué significan.

También es muy importante que usted le demuestre que le interesa lo que el


niño dice y piensa. Demuéstrele que usted sabe como escucharle atentamente:

ß Cuando su niño le hable, deje de hacer lo que está haciendo y préstele


toda su atención. Mírelo a los ojos y hágale preguntas que le indiquen
que usted le está escuchando: ¿Así que cuándo es que le vas a ayudar a
tu abuelito con el arreglo de su carro?”

ß Cuando su niño le diga algo, de vez en cuando repita lo que le dijo para
darle a entender que usted le está escuchando: “¡Así que el autobús se
descompuso dos veces!”

Un niño con un buen vínculo con un adulto sabe y siente que es importante para
esa persona, mientras que el adulto, normalmente la madre, siente lo mismo con
respecto a su hijo.

Este sentimiento en el niño, el sentirse importante y tenido en cuenta, es la base


de una buena autoestima y de la seguridad en sí mismo, con las que funcionará el
resto de su vida.

El 40% de la población no consiguió un buen vínculo en la infancia

El 60% de la población tuvo en su momento un vínculo estable que les otorga


seguridad y confianza y les ayuda a establecer relaciones sociales sanas y
competentes.mama-y-su-hija.jpg

Esto hace que quede un 40% restante (que se dice pronto) de personas que no
consiguieron estar realmente vinculados con ningún adulto y que han crecido
convencidos de que nadie les va a ayudar porque son menos importantes o
porque no merecen esa ayuda. Ibáñez comenta al lo siguiente al respecto:

No confían en que pedir ayuda les vaya a servir de algo, y no la piden, o lo hacen
con gran escenificación emocional, pero sin esperar respuesta.

El diálogo en la familia A través del diálogo, padres e hijos se conocen mejor,


conocen sobre todo sus respectivas opiniones y su capacidad de verbalizar
sentimientos.
Los niños sin atención pierden motivación.

Para un niño, es de gran relevancia que sus padres muestren interés en sus
actividades tanto de la vida diaria como en las escolares. Al mostrarlo, ayudarás a
tus hijos con su autoestima y a tener éxito escolar.

Un padre involucrado con sus hijos es un padre con voz, que puede luchar y
desempeñar un papel central para batallar por la educación que necesitan y
merecen sus pequeños.

Uno de los grandes problemas hoy en día, es que cada vez se toma menos en
cuenta el rol de los padres en la vida familiar, asegura Paloma Valladares Ortiz,
psicóloga especialista en Educación.

La estudiosa del tema mencionó, que en la actualidad, los niños se quedan mucho
tiempo solos en casa porque los padres se ven obligados, por las necesidades
económicas, a salir a trabajar todo el día. Por lo mismo, los padres no muestran
interés por falta de tiempo y los niños a causa de su soledad, pierden la
motivación que surge en el hogar.

Este es el primer eslabón que se rompe entre los padres y los hijos. Se pierde la
vigilancia en la educación y en las actividades rutinarias de los niños, recalcó
Valladares.

La psicóloga aclaró que la escuela es muy importante para la educación de los


hijos pero que nada se lograría, sin el apoyo e interés de la familia.

"La escuela sí es la principal fuente de educación en el niño sin embargo, para que
esto se dé tiene que estar la familia atrás, porque antes de que vaya el niño la
escuela el primer contacto que tiene con el exterior es por medio de la familia".

"Si se pierde esta parte, es cuando el niño puede encontrar muchos problemas
sobre todo entre los ocho y los diez años, puede empezar a desarrollar conflictos
de identificación y ya no será tan fácil encontrarse a sí mismo, todo esto por la
falta de la autoridad de los padres", dijo.

Las consecuencias puede ser devastadoras, la psicología infantil asegura que


algunos factores que presentarán los niños de padres que no se ocupan de la
educación de sus hijos son: Desequilibrio mental ante la posibilidad de ser
rechazado por sus padres, aislamiento, pérdida de autoestima, culpa y vergüenza,
depresiones y delincuencia juvenil.

Por el contrario, la experta explicó que cuando hay un apoyo familiar en la


educación del niño, cuando la familia es la primera que promueve la educación, el
niño tiene un auto-concepto mucho más fuerte y la fuerza para desenvolverse por
sí mismo.

Recalcó, que es muy importante que la familia apoye a sus hijos tanto el ámbito
escolar como en sus relaciones sociales.

"Con el apoyo familiar el niño aprende rutinas y lo que tiene que hacer, que está
bien y que está mal y también a convivir con los demás, asunto de suma
importancia".

Algunas investigaciones en el tema han demostrado que los niños mejoran en la


escuela cuando los padres tienen comunicación frecuente con los maestros y
además se involucran en las actividades del colegio.

¡Decídete hacerlo! Además de involucrarte con sus maestros y su institución,


pregúntales todos los días como les fue en la escuela y revisa sus tareas.
Escúchalo y comparte sus intereses tales como deportes y pasatiempos. Tus hijos
lo agradecerán siendo adultos funcionales en el área académica y también social.

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