Documente Academic
Documente Profesional
Documente Cultură
El efecto túnel es uno de los efectos más extraños y característicos de la mecánica cuántica, y
la separa por completo de la mecánica clásica. Contra-intuitivo y sorprendente, este efecto es
de particular importancia debido a su sencillez, y ocupa un lugar en la cultura popular
comparable al del gato de Schrödinger, el principio de incertidumbre o la posibilidad de que
una partícula esté en dos lugares al mismo tiempo.
Esta probabilidad suele ser pequeña incluso en el mejor de los casos, pero lo importante es
que es distinta de cero. Para un objeto macroscópico, desafortunadamente, la probabilidad de
tunelaje es tan pequeña – una parte en diez a las varias decenas – que ningún experimento
realista podría observarlo. En el mundo microscópico, en cambio, este efecto se observa
fácilmente y ha acumulado una buena variedad de aplicaciones tecnológicas.
Un buen ejemplo de dichas aplicaciones es la microscopía electrónica por efecto túnel (STM
por sus siglas en inglés), una de las técnicas de microscopía electrónica disponibles con mejor
resolución. En esta técnica se coloca una punta conductora junto a la muestra y se aplica un
campo eléctrico entre las dos, que favorece el flujo de electrones hacia la punta conductora.
electrones
punta conductora
corriente
muestra vacío
Este campo eléctrico, sin embargo, no es suficientemente fuerte como para extraer a los
electrones de la muestra, con lo cual estos sienten una barrera de energía potencial que no
pueden sobrepasar clásicamente. El efecto túnel, en cambio, les permite “colarse” a través de
esta barrera y llegar a la punta conductora, generando una corriente perfectamente medible, y
que depende con sensibilidad finísima de la distancia entre la punta y la muestra (ya que una
barrera demasiado larga hace el tunelaje mucho más difícil), dándole a esta microscopía una
resolución particularmente fina.
En la física atómica y molecular el efecto túnel también juega un papel importante, pues los
electrones moleculares también pueden tunelarse a través de las barreras de energía potencial
que se generan cuando un campo eléctrico
energía intenta arrancarlos sin ser suficientemente
fuerte como para superar los campos eléctricos
átomo o atómicos. Así, incluso un campo eléctrico
molécula relativamente débil puede arrancarle electrones
a átomos o moléculas.
Adicionalmente, si bien el campo eléctrico externo debe ser uno o dos órdenes de magnitud
más débil que los campos atómicos, eso de todas maneras significa que debe ser
absurdamente intenso en términos macroscópicos, muchos órdenes de magnitud por encima
de los que pueden generarse estáticamente. Un láser, en cambio, puede fácilmente generar
campos intensos al concentrar energías relativamente modestas en tiempos muy cortos –
millonésimas de microsegundo – y volúmenes muy pequeños.
Para observar ionización por efecto túnel, es necesario un pulso relativamente fuerte (para
distorsionar el potencial atómico lo suficiente como para crear una barrera) y de frecuencia
baja (para eliminar otros mecanismos y para darle tiempo al tunelaje, que al ser poco
probable es relativamente lento). Cumplidos estos requisitos, los electrones moleculares
quedan sujetos a fuerzas eléctricas que forman una barrera de energía potencial como la
mostrada arriba y pueden escapar usando el efecto túnel, lo cual se ha podido observar
experimentalmente desde finales de los años 80.
¿Por qué interesan estas interacciones? En años recientes, la posibilidad de generar pulsos de
láser de duración corta –incluso de uno o dos ciclos ópticos de duración – ha permitido el
estudio de la estructura y dinámica molecular con resoluciones temporales que hasta hace
poco estaban confinadas al reino de la fantasía. Desde hace poco es posible observar, en
tiempo real, los movimientos de los núcleos dentro de moléculas sencillas, y una de las metas
centrales de esta área de la física es lograr observar efectos dinámicos en los electrones (que
por su menor masa son mucho más rápidos) con resolución comparable a las escalas de
tiempo en las que ocurren.
Es por ello que las interacciones son centrales en este campo, pues nos permiten ir más allá
de la estructura atómica y molecular (que se entiende, esencialmente, a la perfección) y
observar efectos dinámicos interesantes. A la larga, este entendimiento conlleva la
posibilidad de estudiar reacciones químicas en tiempo real, y de generar técnicas nuevas y
útiles de espectroscopía para el estudio de sistemas químicos y biológicos.
En nuestro caso, hemos podido desarrollar un formalismo claro, con sólidas bases físicas, y
suficientemente exacto para describir estas interacciones. Este formalismo va más allá de la
aproximación estándar del campo, que considera que durante el proceso de tunelaje el ion
molecular está “congelado”, lo cual puede ser dudoso en ciertas circunstancias.
orbitales electrón
moleculares saliente
núcleos
molécula: N2 pantal a
¿Cómo se observan estas interacciones? En general, cada estado energético dentro de la
molécula corresponde a una distribución distinta de dónde se encuentra el electrón dentro de
la molécula, y con ello a distintas “órbitas” (al grado limitado en que la mecánica cuántica
permite que ese concepto tenga sentido) con distintas velocidades en distintas direcciones. Al
momento de cruzar el túnel debajo de la barrera de energía potencial, el electrón saliente lleva
consigo información valiosa sobre la estructura interna del estado energético del que
proviene, y esta información se observa en la distribución angular a la salida del túnel.
cambio en la
distribución angular
Ahora bien, ¿qué importancia tiene este proceso? Nuestra descripción del proceso de
ionización por efecto túnel detalla un mecanismo de interacción con el ion molecular con
sólidas bases físicas y predice detalles que serán medibles pronto, con nuevas técnicas
experimentales. En términos más generales, este mecanismo marca la primera descripción
teórica de interacciones entre sistemas cuando uno de ellos está durante un proceso de
tunelaje.
Es decir, hasta ahora se ha considerado que mientras hay partículas dentro de la región
prohibida en la mecánica clásica, todas las demás variables del sistema están congeladas
(aunque por supuesto no hay escasez de descripciones con interacciones antes y después del
tunelaje). De confirmarse experimentalmente – y eso es nuestra meta actual, tanto del lado
teórico como en colaboración con grupos experimentales – ello marcaría la primera
observación concreta de una interacción que ocurre mientras un sistema está desafiando
abiertamente las leyes de la mecánica clásica.
Bibliografía
V. S. Popov. Tunnel and multiphoton ionization of atoms and ions in a strong laser field
(Keldysh theory) (Review Article). Phys.-Usp. 47 no. 9 pp. 855-885 (2004). doi:10.1070/
PU2004v047n09ABEH001812.
X. M. Tong, Z. X. Zhao y C. D. Lin. Theory of molecular tunneling ionization. Phys. Rev. A 66
no.3, 033402 (2002). doi:10.1103/PhysRevA.66.033402.
L. Torlina y O. Smirnova. Time-dependent analytical R-matrix approach for strong-field
dynamics. I. One-electron systems. Phys. Rev. A 86 no. 4, 043408 (2012). doi:10.1103/
PhysRevA.86.043408.
L. Torlina, M. Ivanov, Z. B. Walters y O. Smirnova. Time-dependent analytical R-matrix
approach for strong-field dynamics. II. Many-electron systems. Phys. Rev. A 86 no. 4, 043409
(2012). doi:10.1103/PhysRevA.86.043409.
E. Pisanty. Under-the-barrier electron-ion interaction during tunnel ionization. Tesis de maestría.
Imperial College London, 2012.