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UNIVERSIDAD DE COSTA RICA

FACULTAD DE CIENCIA AGROALIMENTARIAS


ESCUELA DE AGRONOMÍA

PROYECTO DE GRADUACIÓN PRESENTADO PARA OPTAR POR EL GRADO DE


LICENCIADO EN AGRONOMÍA:

ESTUDIO DE LA FERTILIDAD DE LOS SUELOS DE COSTA RICA CON BASE


EN LOS REGISTROS DE LOS ANÁLISIS DEL LABORATORIO DE SUELOS Y
FOLIARES DEL CIA/UCR DURANTE EL PERÍODO 2006-2010

Juan Carlos Méndez Fernández

Ciudad Universitaria Rodrigo Facio


San Pedro, Costa Rica

2012
Estudio de la fertilidad de los suelos de Costa Rica con base en los registros de los análisis del
Laboratorio de Suelos y Foliares del CWUCR dura nte el período 2006-2010

Juan Carlos Méndez Fernández

Proyecto de graduación presentado a la Comisión de Trabajos Finales de la Escuela de Agronomía


para optar por el grado de Licenciado en Agronomía:

Directora del Proyecto

Carlos Henríquez Henríquez, Ph.D. Miembro del Tribunal

Miembro del Tribunal

Miembro del Tribunal

Eric Guevara Berger, Ph.D Director de la Escuela

Juan Carlos Méndez Femández Sustentante

ii
Dedicatoria

A mis padres Juan Carlos y Yamileth por su apoyo durante estos años, y a mis hermanos
Carmen, Javier, Jacob y Dahiana. El esfuerzo y sacrificio ha sido de todos de alguna u otra
manera.

A Michelle, su paciencia y su apoyo han sido pilar fundamental durante este proceso.

A todas esas personas que permanecen en el anonimato y que tienen la noble tarea de hacer
que el alimento llegue a nuestras mesas. Esas personas que son la razón de nuestro trabajo.
Los Agricultores de Costa Rica.

iii
Agradecimientos

A Dios Todopoderoso, por la vida, la salud y los deseos de trabajar.

A la profesora, M.Sc. Floria Bertsch Hernández, directora del proyecto y coordinadora del
Laboratorio de Suelos y Foliares, por su constante guía y dedicación en la elaboración de
este trabajo. Por poner su confianza en mí para desarrollar este proyecto y por la
oportunidad brindada durante este tiempo.

A los profesores, Dr. Carlos Henríquez y Dr. Alfredo Alvarado por sus aportes y
sugerencias, que sin duda alguna han enriquecido este trabajo.

Al Dr. Felipe Arauz y al Dr. Eric Guevara, por su colaboración y por el interés mostrado.

Al Lic. Ramón Masis por asistencia en aspectos relacionados con la elaboración de mapas.

iv
Lista de Contenidos
Lista de Figuras _______________________________________________________ vii

Lista de Cuadros _______________________________________________________ ix

Lista de Anexos _________________________________________________________ xi

Resumen _____________________________________________________________ xii

I. Introducción _________________________________________________________ 1

II. Objetivos ___________________________________________________________ 3

1. Objetivo General __________________________________________________________ 3

2. Objetivos Específicos _______________________________________________________ 3

III. Revisión de Literatura________________________________________________ 4

1. Importancia del diagnóstico del estado de fertilidad de los suelos __________________ 4

2. Uso de los análisis de suelos como herramienta de diagnóstico _____________________ 5

3. Uso de registros de análisis y bases de datos en el monitoreo y mapeo de la fertilidad de


los suelos _________________________________________________________________ 7

IV. Metodología _______________________________________________________ 12

1. Compilación de la base de datos general de los análisis de suelo___________________ 12

2. Ordenamiento y depuración de la base de datos utilizada en la realización del trabajo 14

3. Análisis de los datos de la base final de trabajo ________________________________ 17


a) Caracterización de la base de datos final de trabajo __________________________________ 17
b) Procesamiento y análisis de la información obtenida a partir de la base de datos final de
trabajo________________________________________________________________________17

4. Elaboración de los mapas de fertilidad de suelos _______________________________ 23

V. Resultados y discusión________________________________________________ 25

1. Características de la base de datos de análisis de suelos del LSF/CIA-UCR utilizada en


el presente estudio ________________________________________________________ 25
a) Aspectos generales de la compilación de la base de datos _____________________________ 25
b) Distribución y procedencia de los registros de la base de datos utilizada en el presente estudio 27

v
2. Estado actual de la fertilidad de los suelos agrícolas de Costa Rica y su comparación con
respecto al año 1986 _______________________________________________________ 36
a) Parámetros de acidez (pH, Acidez, % Saturación de Acidez y Suma de Cationes) __________ 37
i. Situación nacional y provincial de los problemas de acidez _______________________ 39
ii. Situación a nivel cantonal de los problemas de acidez ___________________________ 42
iii. Distribución de los problemas de acidez en Costa Rica __________________________ 46
b) Bases Intercambiables (Ca, Mg y K) y CICE ______________________________________ 52
i. Situación de las bases intercambiables a nivel nacional __________________________ 53
ii. Situación de las bases intercambiables a nivel provincial ________________________ 54
iii. Situación del Ca y Mg intercambiables a nivel cantonal _________________________ 56
iv. Distribución de los problemas de Ca y Mg en Costa Rica ________________________ 62
v. Situación del K intercambiable a nivel cantonal _______________________________ 66
vi. Distribución de los problemas de K en Costa Rica _____________________________ 68
c) Relaciones Catiónicas_________________________________________________________ 70
i. Situación de las relaciones catiónicas a nivel nacional y provincial _________________ 71
ii. Distribución de los desequilibrios catiónicos en Costa Rica ______________________ 73
d) Fósforo y elementos menores (Zn, Mn, Fe, Cu) ____________________________________ 77
i. Fósforo _______________________________________________________________ 77
ii. Elementos menores ______________________________________________________ 84
e) Síntesis del estado de fertilidad de los suelos agrícolas de Costa Rica en 2010 _____________ 92
i. Priorización de las principales limitantes a nivel nacional ________________________ 92
ii. Principales limitantes en la fertilidad de los suelos a nivel regional ________________ 96
iii. Distribución general de los valores de los registros de la base de datos para las diferentes
variables _____________________________________________________________ 102

VI. Conclusiones ______________________________________________________ 112

VII. Literatura Citada _________________________________________________ 115

VIII. Anexos _________________________________________________________ 127

vi
Lista de Figuras
Figura 1. Estructura y composición de la base de datos general recopilada a partir de los registros
del LSF/ CIA-UCR en el período 2006-2010. ................................................................ 13
Figura 2. Estructura y composición de la base de datos final luego de concluir el proceso de
depuración y ordenamiento. ............................................................................................ 16
Figura 3. Esquema del proceso de compilación y depuración para la obtención de la base de datos
de trabajo final................................................................................................................. 16
Figura 4. Estructura de la hoja programada para el cálculo del porcentaje de muestras
perteneciente a cada categoría establecida para las diferentes variables y cantones. ...... 19
Figura 5. Hoja de datos resumen con la información del porcentaje de muestras pertenecientes a
cada categoría tanto para el año 1986 como en el 2010. ................................................. 19
Figura 6. Escenarios posibles planteados para definir el porcentaje mínimo de diferencia para
considerar los cambios relevantes, según la cantidad de muestras en cada cantón. ........ 22
Figura 7. Esquema del proceso de ordenamiento y análisis para la obtención de información a
partir de la base de datos de trabajo final. ....................................................................... 22
Figura 8. Estructura de la tabla de atributos en el programa Quantum GIS de la capa de cantones
utilizada para la elaboración de los mapas de fertilidad de los años 1986 y 2010. ......... 24
Figura 9. División territorial de los cantones de Costa Rica y su respectivo código de
identificación. A la derecha: detalle de los cantones del Valle Central . ........................ 28
Figura 10. Áreas correspondientes a zonas protegidas en el territorio de Costa Rica . .................... 28
Figura 11. Categorización de los cantones según la cantidad de registros de análisis de suelos en los
años 1986 y 2010. ........................................................................................................... 30
Figura 12.Número de cantones pertenecientes a las diferentes categorías establecidas según la
cantidad de muestras para el año 1986 y 2010. ............................................................... 31
Figura 13.Porcentaje de muestras con problemas de pH (< 5,5) en los diferentes cantones del país
en los años 1986 y 2010. ................................................................................................. 48
Figura 14.Porcentaje de muestras con problemas por acidez intercambiable (> 0,5 cmol(+)/L) en
los diferentes cantones del país en los años 1986 y 2010. .............................................. 49
Figura 15.Porcentaje de muestras con problemas por saturación de acidez (> 10%) en los
diferentes cantones del país en los años 1986 y 2010. .................................................... 50
Figura 16.Porcentaje de muestras con problemas por baja suma de bases (< 5 cmol(+)/L) en los
diferentes cantones del país en los años 1986 y 2010. .................................................... 51
Figura 17.Porcentaje de muestras con problemas de Calcio (< 4 cmol(+)/L) en los diferentes
cantones del país en los años 1986 y 2010 ...................................................................... 64
vii
Figura 18.Porcentaje de muestras con problemas de Magnesio (< 1 cmol(+)/L) en los diferentes
cantones del país en los años 1986 y 2010. ..................................................................... 65
Figura 19.Porcentaje de muestras con problemas de Potasio (< 0,2 cmol(+)/L) en los diferentes
cantones del país en los años 1986 y 2010. ..................................................................... 69
Figura 20.Porcentaje de muestras con problemas de desbalance de Potasio con respecto a Calcio
(Ca/K > 25) en los diferentes cantones del país en los años 1986 y 2010. ..................... 75
Figura 21. Porcentaje de muestras con problemas de desbalance de Potasio con respecto a
Magnesio (Mg/K >15) en los diferentes cantones del país en los años 1986 y 2010. .... 75
Figura 22. Porcentaje de muestras con problemas de desbalance de Potasio con respecto a Calcio
y Magnesio (Ca+Mg/K>40) en los diferentes cantones del país en los años 1986 y 2010.
…………………………………………………………………………………………. 76
Figura 23.Porcentaje de muestras con problemas de desbalance de Magnesio con respecto a
Potasio (Mg/K<2,5) en los diferentes cantones del país en los años 1986 y 2010. ........ 76
Figura 24.Porcentaje de muestras con problemas de Fósforo (< 10 mg/L) en los diferentes cantones
del país en los años 1986 y 2010. .................................................................................... 83
Figura 25.Porcentaje de muestras con problemas de Zinc (< 2 mg/L) en los diferentes cantones del
país en los años 1986 y 2010. .......................................................................................... 90
Figura 26.Porcentaje de muestras con problemas de Manganeso (< 5 mg/L) en los diferentes
cantones del país en los años 1986 y 2010. ..................................................................... 91
Figura 27. Porcentaje de muestras con problemas en las diferentes variables estudiadas en los años
1986 y 2010. .................................................................................................................... 92
Figura 28.Cantidad de fertilizantes (líquidos y granulados) importados en Costa Rica del año 1991
al 2001. Fuente MIDEPLAN (2002). .............................................................................. 94
Figura 29.Importaciones de fertilizantes potásicos, nítricos y compuestos realizadas por Costa Rica
del año 2000 al 2010. Fuente: SEPSA (2011). ................................................................ 94
Figura 30. Fertigramas con las principales limitantes químicas expresadas porcentualmente que
presentan los suelos en las diferentes regiones de Costa Rica. ..................................... 101
Figura 31.Histogramas de frecuencias de la distribución de los valores en los análisis de suelos para
las variables pH, acidez, Ca, Mg, K y P. ....................................................................... 107
Figura 32.Histogramas de frecuencia de la distribución de los valores en los análisis de suelos para
las variables Zn, Mn, Fe y Cu. ...................................................................................... 108
Figura 33. Histogramas de frecuencias de la distribución de los porcentajes de saturación de Ca,
Mg, K y acidez. ............................................................................................................. 111

viii
Lista de Cuadros
Cuadro 1.Variables químicas del suelo evaluadas en el presente trabajo y su respectiva
categorización (Basado en Bertsch 1986). ...................................................................... 18
Cuadro 2. Cantidad total y porcentaje de análisis recopilados en la elaboración de la base de datos
utilizada en el presente estudio........................................................................................ 26
Cuadro 3. Área, número y % de incremento de la cantidad de muestras en las bases de datos de
análisis de suelos en los estudios realizados en 1986 y 2010 a nivel provincial. ............ 29
Cuadro 4. Listado de cantones con el mayor y menor número de registros en la base de datos final
compilada en el 2010. ..................................................................................................... 32
Cuadro 5.Cantidad relativa de muestras (%) que proceden de los principales cultivos en los
cantones con mayor cantidad de registros en la base de datos final. ............................... 33
Cuadro 6. Principales cultivos asociados con las muestras de la base de datos final y su distribución
porcentual según la provincia de procedencia (números en rojo indican provincia con
mayor porcentaje de aporte de muestras en cada cultivo). .............................................. 35
Cuadro 7. Porcentajes de muestras con problemas en los diferentes parámetros indicadores de
acidez en 1986 y 2010 para cada una de las provincias de Costa Rica. .......................... 40
Cuadro 8. Cantones con problemas de acidez en 1986 y en 2010 (según % de saturación de acidez
y al menos dos índices más). ........................................................................................... 44
Cuadro 9. Otros cantones con problemas de acidez en 1986 o en 2010 (según % de saturación de
acidez y al menos dos índices más). ................................................................................ 45
Cuadro 10. Porcentajes de muestras con problemas de baja CICE y bases intercambiables (Ca, Mg
y K) en 1986 y 2010 para cada una de las provincias de Costa Rica. ............................. 55
Cuadro 11. Cantones con problemas de Calcio (< 4 cmol(+)/L) en 1986 y en 2010....................... 57
Cuadro 12. Otros cantones con problemas de Calcio (< 4 cmol(+)/L) en 1986 o en 2010.............. 58
Cuadro 13. Cantones con problemas de Magnesio (< 1 cmol(+)/L) en 1986 y en 2010. ................ 59
Cuadro 14. Otros cantones con problemas de Magnesio (< 1 cmol(+)/L) en 1986 o en 2010. ....... 61
Cuadro 15. Cantones con problemas de Potasio (< 0,2 cmol(+)/L) en 1986 y en 2010. ................. 66
Cuadro 16. Otros cantones con problemas de Potasio (< 0,2 cmol(+)/L) en 1986 o en 2010. ........ 67
Cuadro 17. Ámbitos óptimos para las diferentes relaciones catiónicas. .......................................... 71
Cuadro 18.Porcentajes de muestras con problemas de desbalances en las diferentes relaciones
catiónicas en 2010 para cada una de las provincias de Costa Rica. ................................ 72
Cuadro 19.Porcentajes de muestras con problemas de Fósforo en 1986 y 2010 para cada una de las
provincias de Costa Rica. ................................................................................................ 78

ix
Cuadro 20. Cantones con problemas mayores problemas de Fósforo (más de 90% con <10 mg/L) y
menos problemas con este elemento (menos de 50% con <10 mg/L) en 1986 y en 2010
………………….. ........................................................................................................... 80
Cuadro 21. Porcentajes de muestras con problemas elementos menores (Zn, Mn, Fe, Cu) en 1986 y
2010 para cada una de las provincias de Costa Rica. ...................................................... 84
Cuadro 22. Cantones con problemas de Zinc (< 2 mg/L) en 1986 y en 2010. ................................ 85
Cuadro 23. Otros cantones con problemas de Zinc (< 2 mg/L) en 1986 o en 2010......................... 86

x
Lista de Anexos

Anexo 1. Lista de cantones por provincia y con su respectivo código………………………….. 127

Anexo 2. Comparación del estado de la fertilidad de los suelos agrícolas entre los años 1986 y 2010
para los diferentes cantones de Costa Rica……………………………………………128

Anexo 2. 1. Cantones de la provincia de San José . ...................................................... 128


Anexo 2. 2. Cantones de la provincia de Alajuela . ...................................................... 132
Anexo 2. 3. Cantones de la provincia de Cartago . ....................................................... 136
Anexo 2 4. Cantones de la provincia de Heredia .......................................................... 138
Anexo 2. 5. Cantones de la provincia de Guanacaste . ................................................. 140
Anexo 2. 6. Cantones de la provincia de Puntarenas . .................................................. 144
Anexo 2. 7. Cantones de la provincia de Limón . ......................................................... 148

Anexo 3. Agrupamiento de cantones según la región a la que pertenecen ……………………….150

xi
Resumen
Estudio de la fertilidad de los suelos de Costa Rica con base en los registros de los análisis del
Laboratorio de Suelos y Foliares del CIA/UCR durante el período 2006-2010

Estudiante: Juan Carlos Méndez Fernández Directora: Floria Bertsch Hernández, M.Sc.

Palabras clave: manejo de datos, cantones de Costa Rica, características de fertilidad, limitantes
nutricionales, fertigramas regionales.

El monitoreo del estado de la fertilidad de los suelos es un aspecto de suma importancia en todo
sistema agroproductivo, y el uso de bases de datos con los registros de análisis realizados por un
laboratorio de rutina se convierte en un instrumento con gran potencial para identificar las
principales limitantes en los suelos de una región o país. Con el objetivo de analizar el estado de la
fertilidad de los suelos agrícolas de Costa Rica y su evolución en el tiempo, se recopiló una base de
datos con los análisis realizados por el Laboratorio de Suelos y Foliares del Centro de
Investigaciones Agronómicas durante los años 2006-2010. Los registros fueron organizados según
su procedencia y se determinó el porcentaje de muestras con valores considerados “problemáticos”
para las variables pH, acidez intercambiable, % SA, suma de bases, Ca, Mg y K intercambiables y
sus respectivas relaciones, así como P y elementos Zn, Mn, Fe y Cu. La información se representó
por medio de mapas en los que se mostró la distribución de los principales problemas y los cambios
ocurridos en comparación con el trabajo de Bertsch (1986). Además se elaboraron fertigramas para
mostrar las principales limitantes nutricionales en cada una de las regiones de Costa Rica, y por
medio de histogramas de frecuencia se representó la distribución general de los valores de cada
variable analizada. Los resultados muestran un aumento en el país de los problemas de acidez y de
Zn; y en el caso del P se muestra una disminución en el porcentaje de muestras deficientes y en su
distribución en el territorio se distinguen tres zonas bien diferenciadas. En el caso del Ca y Mg hubo
una disminución en el porcentaje de muestras con problemas aunque su distribución muestra una
tendencia similar a la de 1986; el K por su lado no muestra cambios de mayor relevancia. A nivel
nacional el P (58%) es la limitante más frecuente en los suelos de Costa Rica, seguido por los
problemas pH bajo (53%) y alta acidez intercambiable (37%). Luego se encuentran los bajos
niveles de Zn (30%) y de K (28%), al igual que los altos % SA (28%). Posteriormente están los
bajos niveles de Ca (26%), Mg (23%) y Mn (15%) disponibles, y por último los bajos contenidos
de Fe (6%) y Cu (3%), los cuales no representa una limitante importante por deficiencia en Costa
Rica y que por el contrario la mayoría de las muestras presentan valores muy por encima de sus
niveles críticos, sin que ello implique necesariamente algún inconveniente para el desarrollo de los
cultivos. Se concluye que el uso de bases de datos fue de utilidad para diagnosticar las principales
limitantes nutricionales, así como para observar su distribución espacial y cambios en el tiempo. En
aspectos de manejo se recomienda: (i) contrarrestar la acidificación producida por la aplicación de
fertilizantes nitrogenados amoniacales, (ii) prestar atención a la fertilización con K para compensar
los posibles desbalances ante las aplicaciones frecuentes de enmiendas calcáreas y dolomíticas y
(iii) trabajar en la búsqueda de opciones para una corrección más permanente del Zn.

xii
I. Introducción

El monitoreo y registro del estado de la fertilidad de los suelos es un aspecto de suma


importancia en todo sistema de producción agrícola, ya que los rendimientos y por ende, los
beneficios que se puedan obtener de dicho sistema productivo, dependen en gran medida de la
capacidad que tenga el factor suelo para proveer a la plantación todos los nutrimentos necesarios
para su óptimo crecimiento.

El análisis químico de la cantidad de nutrimentos disponibles por medio de una solución


extractora, es una de las herramientas más prácticas y accesibles con las que cuenta el profesional
en agronomía al momento de realizar un diagnóstico confiable del estado nutricional de los
suelos. Esta herramienta permite identificar y priorizar fácilmente las limitantes para la
producción que se presentan en un sitio en específico, y es una fuente de información importante
de conocer cuando se elabora un plan de manejo nutricional de un determinado cultivo.

A pesar de la alta variabilidad intrínseca que presentan los suelos aún en áreas pequeñas,
debido a la heterogeneidad en su material parental, condiciones climatológicas, relieve e
inclusive por diferencias en el manejo, es posible identificar, por medio de un banco de datos que
contiene los resultados de los análisis de suelos, los principales factores que limitan la producción
en cierta región.

En este sentido, al hacer un ordenamiento sistemático y una interpretación adecuada de la


información obtenida a partir de los registros de los análisis de suelos, es posible formarse una
idea clara de los problemas a los que se podría enfrentar un productor o un profesional en
agronomía al trabajar en una región determinada.

Ante esta situación, se hace evidente la utilidad práctica que tiene el uso de las bases de
datos de los laboratorios de análisis de suelos como una herramienta de apoyo al diagnóstico
nutricional, ya que entre los usos que se puede hacer de las mismas está el de generar
información que permita evaluar las tendencias que se presentan actualmente en el estado de
fertilidad de los suelos.

1
Al realizar el presente estudio con una base de datos como la del Laboratorio de Suelos y
Foliares del Centro de Investigaciones Agronómicas (LSF-CIA) en la cual se recopila la
información de los análisis de 5 años, se pretende identificar de forma general cuáles son las
principales limitantes que se presentan en los suelos agrícolas de Costa Rica, tanto a nivel
cantonal, como regional y nacional.

El manejo de este tipo de bases de datos, en conjunto con un adecuado proceso de análisis
e interpretación, permite generar mapas que representan la frecuencia y distribución de los
principales problemas referentes a la fertilidad de los suelos. De esta forma, es posible sintetizar
la información proveniente de los miles de análisis de suelos que han sido realizados por el
laboratorio para que estén a disposición de una forma accesible y de fácil comprensión para
muchos usuarios.

Con la realización del presente trabajo se pretende generar información que permita
monitorear la evolución en las características químicas del suelo, estableciendo una comparación
con el trabajo realizado anteriormente por Bertsch (1986). Lo anterior debido a que por diversas
razones como lo son, el cambio en el uso de la tierra, el incremento del área sembrada bajo un
sistema intensivo de cultivo y la introducción de prácticas de manejo que anteriormente no eran
tan frecuentes, es posible que algunas de las principales características químicas de los suelos
hayan variado con el transcurrir de los años.

Por lo tanto, con la elaboración del presente estudio se intenta proveer al sector agrícola
nacional de una herramienta con información actualizada sobre el estado de la fertilidad de
los suelos dedicados a la producción agrícola en Costa Rica; con el fin de que pueda ser utilizada
como una herramienta de apoyo en el diagnóstico nutricional por parte de los diferentes actores
involucrados en el sector agroproductivo.

Es importante anotar que, debido a la metodología empleada en la elaboración de este


trabajo y al origen de la información que compone la base de datos, los resultados aquí obtenidos
son representativos únicamente de los suelos que se encuentran bajo uso agrícola, por lo cual se
deben de excluir aquellas regiones que representan áreas protegidas y aquellas zonas donde
predomina el desarrollo urbano.

2
II. Objetivos
1. Objetivo General
 Analizar de forma general el estado de la fertilidad de los suelos agrícolas de Costa
Rica mediante el uso de la información recopilada de los análisis del Laboratorio de
Suelos y Foliares (LSF) del Centro de Investigaciones Agronómicas (CIA/UCR)
durante el período 2006-2010.

2. Objetivos Específicos
 Compilar, ordenar y depurar la base de datos de los análisis de suelo del LSF
realizados durante el período 2006-2010.

 Caracterizar la evolución del estado nutricional de los suelos agrícolas en la actualidad


con relación al estudio realizado previamente por Bertsch en 1986.

 Elaborar, a partir de la base de datos, mapas en los que se muestren las principales
características químicas de los suelos que se encuentran bajo uso agrícola en los
diferentes cantones de Costa Rica.

 Analizar las principales características de fertilidad de los suelos agrícolas de Costa


Rica a nivel nacional, regional y cantonal con el fin de identificar las principales
limitantes nutricionales que pueden afectar los cultivos en los diferentes sitios del
país.

3
III. Revisión de Literatura

1. Importancia del diagnóstico del estado de fertilidad de los suelos

La identificación y priorización de los factores que limitan el adecuado crecimiento de las


plantas en un sistema de producción agrícola es fundamental al momento de proponer y ejecutar
las medidas de manejo que se deben adoptar. Con relación a los factores nutricionales, diversas
teorías han sido planteadas a través del tiempo para explicar la respuesta de las plantas ante la
limitación de uno o varios nutrimentos (Rubio et al. 2003).

La “ley del mínimo” o “el concepto del barril” formulado por von Liebig en 1840
establece que el crecimiento y la producción vegetal están limitados por un único factor en un
momento determinado (Bertsch 1998). Mitscherlich por su parte en el año 1909 replanteó esta
teoría indicando que el rendimiento es influenciado por diversos factores, es decir, las limitantes
a la producción no están en función de un solo elemento, sino que están influenciadas por
diversos componentes actuando al mismo tiempo (Black 1993; Wallace 1993).

La teoría de las limitantes múltiples por otro lado señala que si el crecimiento está siendo
condicionado por un recurso en particular, la planta concentrará gran parte de su energía en
adquirir dicho recurso, en detrimento de los demás. Lo anterior ocasionaría un desbalance final
en el cual el crecimiento de la planta estaría siendo limitado por varios elementos al mismo
tiempo (Rubio et al. 2003).

A pesar de los diferentes postulados citados anteriormente, lo importante de resaltar es lo


necesario que resulta identificar los recursos que limitan la productividad de una plantación.
Etchevers y Padilla (2007) mencionan que el éxito de un programa de fertilización depende en
gran medida de la oportunidad y precisión con que se aplique un sistema de diagnóstico del
estado nutricional, ya que disponiendo de dicha información es posible racionalizar el uso de
fertilizantes, al tiempo que se optimizan los beneficios obtenidos del sistema productivo.

Fageria et al. (1997) señalan que los desórdenes de tipo nutricional se pueden presentar en
todos los tipos de suelo, afectando de manera significativa los rendimientos de los cultivos, y que
por dicha razón estos deben ser corregidos; sin embargo el primer paso para lograrlo es
identificar de manera adecuada la causa de dicho desorden. Al respecto Marschner (1995) señala

4
que conocer tanto la disponibilidad de nutrimentos en la solución del suelo como el estado
nutricional de las plantas es de suma importancia en el manejo de la nutrición de un cultivo.

2. Uso de los análisis de suelos como herramienta de diagnóstico

Con el objetivo de identificar de manera correcta el estado nutricional de los cultivos,


tradicionalmente se ha hecho uso de diversas herramientas. El análisis de suelos y de tejido
vegetal, la observación de síntomas visuales en el campo y la respuesta de los cultivos a la
aplicación de fertilizantes son algunos de los métodos de diagnóstico que se utilizan con mayor
frecuencia alrededor del mundo (Fageria et al. 1997).

El análisis químico de la disponibilidad de nutrimentos en el suelo es considerado por


diversos autores uno de los métodos más eficientes y confiables para realizar un diagnóstico
adecuado de la fertilidad de los suelos, y a diferencia del análisis de tejidos, no requiere que la
planta que se va a fertilizar esté en el campo, por lo que el método tiene un mayor alcance de
predicción en el tiempo (García y Ciampitti 2010).

De acuerdo con Bertsch (1998), el análisis de suelos consiste en extraer por medio de
soluciones químicas cantidades de elementos de la fracción intercambiable y de la solución del
suelo, las cuales presentan una buena correlación con las concentraciones de los elementos
disponibles para las plantas. Este tipo de análisis es considerado un procedimiento rápido y de
bajo costo para obtener información de la disponibilidad de nutrimentos, sin embargo su
efectividad está muy ligada a los estudios de calibración y correlación que se hayan realizado
previamente y a la adecuada interpretación que se haga de la información suministrada por el
análisis (Cordero y Miner 1975, Sánchez 1981).

Henríquez et al. (1995) mencionan que las etapas de calibración y correlación son de
suma importancia en la interpretación de un análisis de suelos, ya que como resultado de estas
etapas se obtienen los niveles críticos, los cuales permiten interpretar en primera instancia los
resultados de los análisis, para posteriormente realizar las recomendaciones de fertilización
respectivas.

En Costa Rica se han hecho esfuerzos para afinar la información de cómo interpretar los
análisis de suelos con fines de fertilidad (Universidad de Costa Rica 1975; Bertsch 1986;

5
Meléndez y Molina 2001). Sin embargo, solo en algunos cultivos se han establecido niveles
críticos específicos, por ejemplo en palma aceitera (Ramírez 2008) y banano (Arias et al. 2003).

Otro aspecto que se debe considerar para que el análisis de suelos tenga validez como
herramienta de diagnóstico es el proceso de recolección de la muestra. Sabbe y Marx (1987)
mencionan que es necesario realizar un muestreo representativo del área que se desea evaluar,
para lo cual se deben considerar un número adecuado de puntos de muestreo (no menos de 15) así
como su distribución espacial, esto con el objetivo de contrarrestar la variación vertical,
horizontal y temporal que se presentan en los suelos.

Como herramienta de diagnóstico, los objetivos que se persiguen con la elaboración de un


análisis de suelo son los siguientes: (i) servir como índice de disponibilidad de nutrimentos, (ii)
ser un parámetro para predecir la respuesta a diferentes prácticas de manejo y (iii) ser la base
sobre la cual se den recomendaciones de fertilización (García y Ciampitti 2010). Estos autores
mencionan además la importancia que tienen los diagnósticos basados en los análisis de suelos,
no solo desde el punto de vista de productividad, sino también desde el punto de vista de
sostenibilidad ambiental, ya que al contar con una estimación confiable de la disponibilidad de
nutrimentos es posible reducir la contaminación del suelo y del agua causados por las
aplicaciones excesivas de fertilizantes.

Desde este punto de vista, McLaughlin et al. (1999) califican el análisis de suelo como un
componente importante en el desarrollo de la agricultura sostenible en muchos países, debido a la
capacidad que tiene esta herramienta de detectar concentraciones potencialmente tóxicas de
elementos, tanto para las plantas como para las personas y el ambiente en general.

Sin embargo, Sierra et al. (2010) advierten sobre la importancia de tener en consideración
que el análisis de suelo tiene como función estimar sólo la cantidad de elementos potencialmente
disponibles para la planta y no la cantidad exacta de estos que serán extraídos por el cultivo. Por
tal motivo, este instrumento debe ser visto únicamente como un medio de diagnóstico y no se
debe sobreestimar la información que de él se obtenga.

Para hacer un uso adecuado de la información obtenida por medio de los análisis es
importante conocer cuáles son las fortalezas y debilidades que tiene este método de diagnóstico.
Entre las variables químicas que presentan una menor variación en las determinaciones de
laboratorio, y por lo tanto un mayor grado de confiabilidad, están el pH (0-5%) y la acidez, Ca,

6
Mg, K (10-15%). Por otro lado, entre los elementos que presentan un mayor rango de variación,
es decir que no constituyen necesariamente una fortaleza de los análisis en nuestro medio, están
los elementos menores (Zn, Fe, Mn, Cu) y el P y S, los cuales presentan un rango de variación
que oscila entre 15-30% (Corrales et al. 2005).

No obstante, dada la relevancia que tienen algunos elementos como el P y el Zn en Costa


Rica, debido a que frecuentemente se encuentran como limitantes en los suelos (Bertsch 1986), es
importante contar con algún tipo de información que mejore o facilite el manejo que se debe de
hacer de estos nutrimentos. Lo mismo ocurre en el caso del B, elemento que forma parte de
muchas fórmulas completas de fertilización (cafetaleras principalmente) y para el cual no se
cuenta con una determinación confiable de su disponibilidad en el suelo.

Por otro lado, el conocer las variables que representan las fortalezas de los análisis y tener
una alta confiabilidad en la información que ellas brindan, permite tener una idea clara del
comportamiento general de la mayoría de elementos en el suelo. Por ejemplo, en ocasiones la
sola corrección del pH basta para mejorar la disponibilidad de algunos elementos en el suelo
(Villalobos y Killorn 2001), al tiempo que se neutralizan iones como Al+3, H+ y Mn+2,
responsables de la mayoría de los problemas de acidez en los suelos tropicales (Molina 1998).

En Costa Rica existen al menos 15 laboratorios, de instituciones públicas y privadas,


donde se realizan análisis de suelos de forma rutinaria (Corrales et al. 2005); lo cual representa
una cantidad significativa de lugares donde se brinda el servicio y proporciona una idea de la
importancia que tiene el uso de dicha herramienta en el diagnóstico nutricional.

3. Uso de registros de análisis y bases de datos en el monitoreo y mapeo de la


fertilidad de los suelos

Además de las herramientas anteriormente mencionadas, el uso de bases de datos y de los


registros de los análisis es otro instrumento de gran valor en el estudio de la fertilidad de los
suelos. Bertsch (1998) hace referencia a este conjunto de datos acumulados y ordenados como un
parámetro real para valorar los cambios sufridos dentro de un sistema de producción agrícola
debido a diferentes prácticas de manejo y a las variaciones naturales ocurridas en el suelo.

7
Bertsch et al. (2002), haciendo uso de la información recopilada de los análisis de suelos
de los diferentes lotes sembrados con café y caña de azúcar en la Hacienda Juan Viñas,
establecieron un programa de manejo de la nutrición de acuerdo a las necesidades específicas de
cada sitio. Además haciendo uso de la base de análisis con que se contaba y de software aplicado
a los Sistemas de Información Geográfica (SIG), documentaron la evolución en el tiempo que
tuvieron algunas de las características químicas del suelo como resultado de diferentes prácticas
de manejo.

Otra aplicación que se ha hecho del uso de registros de análisis de suelo, es para
identificar las principales restricciones edáficas que se puedan presentar en una región específica
para un determinado cultivo. Un ejemplo de ello es lo realizado por Ferrufino y Meneses (2003)
al utilizar los análisis de 727 perfiles para mapear las principales características físicas y químicas
del suelo que pueden representar una limitación a la producción de banano, piña, palmito y pastos
en una región boliviana. Con ello se logró identificar el manejo que se debería hacer a la
plantación, de acuerdo con las principales limitantes encontradas (P, bases, acidez) y la tolerancia
de cada cultivo a estas condiciones.

Cochrane et al. (1985) compilaron la información disponible de varios países


sudamericanos para elaborar una base de datos. Con ello estos autores realizaron una descripción
y mapeo de las tierras bajas de América del Sur, de acuerdo con sus características climáticas,
topográficas y las diferentes variables edáficas. Estudios como estos han sido de gran relevancia
en los programas de transferencia de tecnología en las respectivas regiones, ya que los mapas
elaborados a partir de estos trabajos muestran de manera concisa las limitantes edáficas que se
presentan en cada uno de los sistema de cultivo estudiados.

Vanmechelen et al. (1997) elaboraron un reporte a nivel europeo con el objetivo de


mostrar la información existente en cuanto a la influencia del clima en las propiedades químicas
del suelo y los efectos de las deposiciones atmosféricas en dichas propiedades y en la calidad de
los suelos de los bosques de dicho continente. Para ello utilizaron una base de datos compuesta
de más de 4.500 reportes provenientes de 23 países, logrando de esta forma una densidad
aproximada de 1 muestra por cada 256 km2 de área boscosa. En el análisis de los datos, estos
autores dividieron todas las variables estudiadas en cinco categorías (excepto para los metales
pesados) y escogieron los límites de cada una siguiendo un patrón simétrico a partir de una clase

8
central. En el caso de las variables que no siguieron una distribución normal, la definición de los
límites de cada clase se hizo aumentando gradualmente la diferencia entre los límites de clase
mayores y menores, buscando así obtener una distribución similar a una variable normal.

En Brasil estudios de este tipo han sido realizados con diferentes fines, haciendo uso de la
información proveniente de una serie de análisis de una región específica. Con el uso de esos
datos y ayuda de programas SIG, Souza et al. (2009) caracterizaron la variabilidad y
disponibilidad de Cu y Zn en suelos de la región de Vinhedos. Este estudio permitió identificar
algunas regiones donde se presentan cantidades de Cu y Zn que puedan resultar tóxicas para los
cultivos, y por lo tanto pueden considerarse como una limitante a la producción. Por su parte
Bönisch et al. (2004) representaron a través de mapas, usando el interpolador Kriging, diferentes
variables químicas (K y Al intercambiables, suma de bases, CIC, saturación de bases) utilizando
los datos provenientes de diferentes fuentes de la región del Estado de Santa Catarina.

De igual manera en Costa Rica, Henríquez et al. (2005) demostraron la utilidad de esta
técnica al comparar las características químicas de los suelos de tres sistemas de producción en la
Hacienda Juan Viñas, Jiménez, Cartago. Estos autores concluyeron que la distribución de las
características de la fertilidad del suelo, estuvieron relacionadas con el manejo agronómico del
sitio y que el uso de dicho interpolador fue de utilidad para predecir la distribución de las
propiedades químicas evaluadas.

En nuestro país algunos estudios han sido realizados con el objetivo de caracterizar la
fertilidad de los suelos en diferentes regiones. Fuentes (1972) y Castellanos (1972) evaluaron las
principales características nutricionales de los suelos de la zona oeste y este del cantón de
Oreamuno, abarcando un área aproximada de 900 hectáreas y usando como referencia un total de
90 muestras de suelos para el caso del estudio realizado en el sector oeste y un área similar con
un total de 71 muestras de suelos para el estudio realizado en el sector este. Estos autores
dividieron las variables químicas del suelo evaluadas (pH, acidez, Ca, Mg, K intercambiables, P
soluble y materia orgánica) en diferentes categorías y con base en ellas, ilustraron por medio de
mapas la distribución aproximada de cada una de dichas variables en estas regiones.

Sancho et al. (1989) realizaron un estudio de los suelos de la finca de La Escuela de


Agricultura de la Región Tropical Húmeda (EARTH), donde además de las características de
fertilidad realizaron una clasificación de los suelos utilizando un nivel de generalización

9
taxonómica de subgrupos, y determinaron su capacidad de uso. Los mapas de las características
químicas del suelo se realizaron basándose en un número aproximado de 300 muestras. Con este
estudio se definieron los suelos de esta región con una fertilidad de baja a moderada, y con base
en los análisis efectuados los autores realizaron recomendaciones de los cultivos que se adaptan a
las condiciones edáficas presentes en la finca; además proporcionaron recomendaciones de
fertilización para dichos cultivos con el objetivo de corregir las limitantes encontradas.

Otros estudios han sido planteados con el objetivo de caracterizar la fertilidad de los
suelos de diferentes regiones del país; ejemplos de ello son los trabajos hechos por Ramírez
(1987) y Molina (1973) en las zonas de Río Frío y Guanacaste respectivamente. Sin embargo
estos trabajos fueron efectuados teniendo como base una cantidad reducida de análisis, ya que su
objetivo principal era el caracterizar a nivel general las propiedades nutricionales de ciertas
unidades edáficas características de dichas regiones. A pesar de ello su aporte en el estudio del
estado de la fertilidad de los suelos en las zonas donde fueron realizados es de gran importancia,
ya que en su momento permitieron visualizar las diferencias que se pueden encontrar entre los
suelos de una misma zona.

Bornemiza et al. (1978) y Valverde et al. (1978), con el fin de caracterizar la


disponibilidad de S en los suelos de Costa Rica y establecer la respuesta de las plantas de sorgo
(Sorghum bicolor) a la aplicación de fertilizantes azufrados, evaluaron los contenidos de este
elemento, tanto en muestras de suelo como del subsuelo provenientes de la región Atlántica Norte
y de la Vertiente Pacífica. De acuerdo a los resultados encontrados los autores recomiendan
considerar este elemento dentro de los programas de fertilización en estas regiones del país. Otros
trabajos de este tipo han sido realizados en Costa Rica para analizar el contenido de
oligoelementos catiónicos en la Península de Nicoya (Vega et al.1986) y para evaluar la
influencia que tiene las propiedades de los suelos del Pacifico Sur en el contenido de Mn
intercambiable (Flores et al. 1979a) y de Cu y Zn extraíbles (Flores et al. 1979b).

Arias et al. (2010) realizaron una caracterización tanto taxonómica como química de los
suelos bananeros de la Vertiente Atlántica costarricense, tomando como referencia 24 unidades
de muestreo ubicadas en diferentes fincas, distribuidas en las 11 cuencas hidrográficas que
componen las llanuras aluviales del Caribe. Estos autores mencionan la presencia de dos sectores
claramente identificados en esta región, separados por la subcuenca de los ríos Vueltas-Silencio-

10
Parismina, los cuales presentan propiedades morfológicas, taxonómicas y químicas diferenciadas,
entre las que sobresalen el contenidos de bases y la capacidad de intercambio catiónico.

Estudios más generales, en los que se abarcan grandes áreas de nuestro país, y en los que
se ha hecho uso de bancos de datos de mayor magnitud también han sido realizados. Por ejemplo,
Alfaro (1999) y Chaves y Araya (2007) recopilaron la información proveniente de algunos
análisis efectuados en los suelos cañeros de la región del Valle Central Occidental y de la Zona
Norte (Los Chiles y San Carlos) respectivamente. Con base en dichos análisis, estos autores
realizaron una caracterización de las propiedades químicas de los suelos agrícolas, logrando así
identificar las principales limitantes en lo que respecta a la fertilidad de los suelos agrícolas
dedicados a la caña en estas regiones.

Por su parte el ICAFE elaboró una serie de trabajos con el objetivo de caracterizar la
fertilidad de los suelos dedicados al cultivo del café y de esta forma dar recomendaciones de
manejo específicas para cada una de las regiones en donde se realizó el estudio. Con ayuda de
programas SIG, Chaves et al. (2008, 2009a, 2009b, 2010), categorizaron las variables químicas
del suelo en niveles de alto, medio y bajo y elaboraron los mapas del estado nutricional de los
suelos de las regiones cafetaleras de Los Santos, Coto Brus, y Pérez Zeledón.

Finalmente hay que hacer referencia al estudio de Bertsch (1986) quien hizo uso de una
base de datos de análisis de suelos con más de 13.000 registros, los cuales agrupó de acuerdo al
cantón, y utilizó para caracterizar el estado de fertilidad de los suelos en todo el país. Entre los
principales aportes realizados por este trabajo está la identificación de las principales limitantes,
en cuanto a fertilidad, que presentan los suelos según la región a la que pertenecen. Además la
elaboración de los mapas en donde se sintetizó toda la información proveniente de la base de
datos de los análisis de suelos constituyó una nueva herramienta para la época que facilitó la
comprensión del estado nutricional de los suelos de Costa Rica.

Este estudio constituye precisamente el punto de partida y la principal referencia para la


realización del presente proyecto, ya que la metodología aquí empleada está basada en gran parte
en el trabajo realizado por Bertsch (1986) y además, con base en él es que se pretende
caracterizar la evolución de las principales propiedades químicas de los suelos agrícolas de
nuestro país con el transcurrir de los años.

11
IV. Metodología

El presente proyecto se realizó tomando como referencia los registros de análisis de


suelos efectuados por el Laboratorio de Suelos y Foliares del Centro de Investigaciones
Agronómicas de la Universidad de Costa Rica (LSF/CIA-UCR) durante el período 2006-2010. A
partir de la compilación y el ordenamiento de estos registros se obtuvo la información necesaria
para iniciar con la ejecución del trabajo.

1. Compilación de la base de datos general de los análisis de suelo

Como primer paso en la elaboración del proyecto, se compiló una base de datos con todos
los análisis de suelos realizados por el LSF entre los años 2006 y 2010. En dicha base se
incluyeron los resultados de todos los análisis hechos por el laboratorio para determinar la
disponibilidad de nutrimientos en el suelo, a través de las diferentes metodologías utilizadas de
forma rutinaria.

Entre las metodologías contempladas en la compilación de la base de datos general,


estuvieron las siguientes:

i) la denominada "metodología de rutina" que utiliza para la determinación de los


nutrimentos disponibles las soluciones extractoras KCl 1N (relación 1:10) para acidez,
Ca y Mg; y Olsen Modificada (relación 1:10, NaHCO3 0,5N, EDTA disódica 0,01M,
Superfloc 127, pH 8,5) para K, P, Zn, Fe, Mn y Cu;

ii) Mehlich 3 (relación 1:10, HOAc 0,2N, NH4NO3 0.25 N, NH4F 0,015N, HNO3
0,013N, EDTA 0,001M, pH 2,5) con la cual se analizan todos los elementos excepto
acidez que se determina por medio de KCl;

iii) Acetato de Amonio (NH4Ac, pH 7), que se utiliza para la determinación de CIC y
bases, principalmente con fines de clasificación.

Dichas determinaciones son efectuadas por el LSF según las metodologías descritas por
Díaz-Romeu y Hunter (1978) y Henríquez et al. (1995).

La información de los análisis del laboratorio fue extraída a una hoja de cálculo (formato
xls del programa Microsoft Excel 2010) por medio de un sistema de consulta que tiene el LSF

12
para los registros que ha venido acumulando en su banco de datos desde el año 2006. Esta hoja
electrónica (denominada base de datos general) está compuesta por un grupo de columnas en las
cuales se registra la información relacionada con la procedencia de las muestras (Cultivo,
Provincia, Cantón y Localidad) y con otra serie de columnas que contienen información para
identificar las muestras a lo interno del laboratorio (ID del laboratorio, fecha de inscripción, tipo
de análisis, número de solicitud). Seguido de estas columnas se registra la información
concerniente propiamente a los resultados de los análisis efectuados (valores de pH, acidez, Ca,
Mg, K, CICE, % SA, P, Zn, Mn, Fe, Cu y los cálculos de las relaciones catiónicas). Un ejemplo
de la composición y estructura de la base de datos general se muestra en la Figura 1.

Para verificar si en la base de datos general se encontraban todos los registros de análisis
efectuados en cada año (de 2006 a 2010), se utilizó la columna llamada ID LAB (ver Figura 1).
Los datos de esta columna representan un código empleado a lo interno del laboratorio para
identificar cada uno de las muestras que se registran, y así poder llevar un control del número de
muestras analizadas durante cada período. Este código, el cual consiste en un consecutivo anual
de números, fue utilizado en el proceso de verificación de manera tal que si se evidenciaba un
salto o corte en dicho consecutivo, se anotaba el número correspondiente de los análisis faltantes,
para realizar posteriormente una búsqueda individual de estos datos en los registros del LSF, y de
esta forma, si era pertinente, incorporarlos en forma manual a la base de datos general.

Figura 1. Estructura y composición de la base de datos general recopilada a partir de los registros del
LSF/ CIA-UCR en el período 2006-2010.

13
2. Ordenamiento y depuración de la base de datos utilizada en la realización
del trabajo

Una vez recopilados todos los análisis en la base de datos general, incluidos los registros
faltantes, se procedió a seleccionar aquella información que se utilizaría durante la realización del
proyecto, esto con el fin de generar una base de datos final, que fue sobre la cual se trabajó y se
obtuvieron los resultados del presente estudio.

De esta manera, haciendo uso de filtros de búsqueda en la hoja de cálculo del programa
Microsoft Excel 2010, sobre la base de datos general, se procedió en primera instancia a
seleccionar los registros que cumplieran con dos criterios amplios de clasificación:

i) Se seleccionaron todos aquellos registros pertenecientes a muestras recolectadas en


suelos agrícolas de Costa Rica, excluyendo aquellos análisis pertenecientes a muestras
provenientes de otros países,

ii) Se seleccionaron únicamente los registros de análisis realizados por la metodología de


rutina, o sea con las soluciones extractoras KCl-Olsen Modificada.

La razón por la que se decidió trabajar sólo con los análisis hechos mediante esta
metodología fue porque es la más utilizada de manera rutinaria en la mayoría de los laboratorios
de análisis de suelos del país, y es para la que se cuenta con mayor respaldo de investigación y
con la que se han obtenido los mejores resultados de correlación y calibración para suelos de
Costa Rica (Cordero y Miner 1975).

Además, otra razón fundamental por la que se decidió realizar el presente estudio
únicamente con los análisis efectuados con esta metodología, es para poder establecer una
comparación con respecto al trabajo realizado por Bertsch en 1986, el cual tuvo como base un
total de 13.765 registros de análisis de laboratorio realizados por el Ministerio de Agricultura y
Ganadería (MAG) durante el período 1978-1980 con estas mismas soluciones extractantes, KCl y
Olsen Modificada.

Una vez que fueron seleccionados los análisis según los dos criterios generales
mencionados anteriormente, se efectuó un segundo proceso de selección de la información a
utilizar. Este proceso fue mucho más detallado y exhaustivo que el anterior ya que se requirió de
la revisión de cada uno de los registros compilados de manera individual.

14
En este segundo proceso se excluyeron todos aquellos análisis en los cuales no fue posible
identificar de forma precisa la procedencia de las muestras, ya sea a nivel de provincia o de
cantón. Además, tomando como referencia el documento publicado en el Diario La Gaceta,
número 100 del 29 de mayo de 2009 en el que se describe la división territorial administrativa
oficial de Costa Rica, se verificó, en los casos donde existiera algún tipo de duda, los cantones de
los cuales procedían las muestras, basándose además en la información proporcionada por la
columna “localidad” presente en la base de datos.

Además, fueron excluidos todos los reportes en los cuales, por medio de la columna
“etiqueta” que contiene la descripción dada por el usuario al momento de registrar las muestras,
se lograra identificar que pertenecían a ensayos o pruebas de campo, esto con la finalidad de
evitar que se diera un sesgo al momento de realizar el análisis de la información, ya que
generalmente los experimentos aportan muchos datos de un mismo sitio y no necesariamente
reflejan la condición natural del suelo.

Otro criterio utilizado para la discriminación de ciertos datos fue la exclusión de todos
aquellos análisis claramente identificados como pertenecientes a estratos inferiores al horizonte
superficial del suelo (profundidades mayores a 20 cm) con el fin de homogenizar de la mejor
manera posible toda la información proveniente de los análisis de suelo. Con este procedimiento
se garantizó que los datos utilizados pertenecieran únicamente al estrato que comúnmente se
asocia con la fertilidad de un suelo (Sánchez 1981).

Una vez que se terminó el proceso de depuración y verificación de los datos que
compondrían la base final, se incorporaron dos columnas adicionales, las cuales contenían un
número de identificación único para cada muestra (diferente al ID LAB, ya que éste se repite
cada año) y la región del país a la cual pertenece cada cantón, según la regionalización propuesta
por MIDEPLAN (2009). En la Figura 2 se muestra la estructura de la base de datos final
empleada en la obtención de resultados del presente estudio.

15
Figura 2. Estructura y composición de la base de datos final luego de concluir el proceso de depuración y
ordenamiento.

En la Figura 3 se resume de manera simplificada el proceso de compilación y depuración


de los datos hasta llegar a la obtención de la base final de trabajo.

Figura 3. Esquema del proceso de compilación y depuración para la obtención de la base de datos de
trabajo final.

16
3. Análisis de los datos de la base final de trabajo
a) Caracterización de la base de datos final de trabajo

Terminado el proceso de depuración de la base de datos, se procedió a ordenar y clasificar


los análisis según la provincia y el cantón de procedencia. En esta etapa se realizó también un
recuento de la cantidad de datos de cada cantón y el total por provincia, esto con el fin de
establecer las regiones en las cuales el estudio presenta una mayor fortaleza en lo que respecta a
la cantidad de análisis.

Además con el fin de facilitar el procesamiento y representación de la información, a cada


cantón se le asignó un código, el cual fue tomado del documento publicado en el Diario La
Gaceta mencionado anteriormente. La lista de los 81 cantones del país con su respectivo código
se puede consultar en el Anexo 1.

Para iniciar con el análisis de la información, se realizó una caracterización cuantitativa y


cualitativa de la muestra total de análisis con la que se trabajó. Dicha caracterización consistió en
la obtención de estadísticas descriptivas referentes al tamaño de la base de datos y a la
distribución de la misma a nivel nacional.

Adicionalmente, haciendo uso de tablas dinámicas en el programa Excel se realizó una


caracterización de la procedencia de las muestras en cada provincia según su cultivo. Para ello
fue necesario hacer nuevamente una revisión de la base de datos final, ya que en muchas
ocasiones se requirió un reagrupamiento de los datos según el cultivo con la finalidad de hacer
categorías más amplias; por ejemplo cultivos como la papa, zanahoria, remolacha, entre otros,
fueron categorizados como un solo grupo denominado hortalizas, mientras que muestras
provenientes de cultivos como teca, melina, entre otros, fueron incluidos en la categoría de
forestales.

b) Procesamiento y análisis de la información obtenida a partir de la base de datos


final de trabajo

Para el manejo de la información del estado de la fertilidad de los suelos en las diferentes
regiones de Costa Rica, se procedió a calcular tanto a nivel de provincia como de cantón, el
porcentaje de muestras pertenecientes a las categorías alta, media y baja definidas para cada
variable por Bertsch (1986), con el fin de establecer las respectivas comparaciones con este

17
estudio y de esta forma observar si han existido cambios en la fertilidad de los suelos agrícolas de
Costa Rica con el transcurrir de los años que separan ambas series de datos. En el Cuadro 1 se
detallan las variables a analizar en el presente estudio, así como los valores para cada categoría.

Cuadro 1. Variables químicas del suelo evaluadas en el presente trabajo y su respectiva categorización
(Basado en Bertsch 1986).

Categorías
Variable Unidad Bajo Medio Alto
pH - ≤ 5,5 5,5 - 6,5 ≥ 6,5
Parámetros Acidez cmol(+)/L ≤ 0,5 0,5 - 1,5 ≥ 1,5
de acidez Saturación de acidez % ≤ 10 10-50 ≥ 50
Suma cationes cmol(+)/L ≤5 5 - 25 ≥ 25
CICE ≤5 5 - 25 ≥ 25
CICE y Ca ≤4 4 - 20 ≥ 20
cmol(+)/L
Bases Mg ≤1 1-5 ≥5
K ≤ 0,2 0,2 - 0,6 ≥ 0,6
Ca/Mg ≤2 2-5 ≥5
Relaciones Ca/K ≤5 5 - 25 ≥ 25
-
Catiónicas Mg/K ≤ 2,5 2,5 - 15 ≥ 15
Ca+Mg/K ≤ 10 10 - 40 ≥ 40
P ≤ 10 10 - 20 ≥ 20
Py Zn ≤2 2 - 10 ≥ 10
elementos Mn mg/L ≤5 5 - 50 ≥ 50
menores Fe ≤ 10 10 - 100 ≥ 100
Cu ≤2 2 - 20 ≥ 20

La información de la cantidad y el porcentaje de muestras correspondiente a cada


categoría, para cada una de las variables estudiadas así como para los diferentes cantones, se
obtuvo programando una hoja de cálculo en el programa Microsoft Excel 2010, lo que permitió
definir valores diferentes en cada categoría, al tiempo que se pueden especificar más clases en
caso de que fuera necesario. La estructura de la hoja de cálculo programada se muestra en la
Figura 4.

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Figura 4. Estructura de la hoja programada para el cálculo del porcentaje de muestras perteneciente a
cada categoría establecida para las diferentes variables y cantones.

Una vez calculados los porcentajes de muestras pertenecientes a cada categoría, para todas
las variables y en todos los cantones, se procedió a crear una nueva hoja donde se organizó la
información recién recabada. La importancia de haber organizado la información en dicha hoja
de esta manera es que permitió incluir de una forma compatible los datos correspondientes a las
frecuencias calculadas por Bertsch (1986) y así poder tener toda la información necesaria para
realizar la comparación con dicho estudio en un mismo lugar y de una forma accesible. Esto
significó que también, toda la información de frecuencias aportada por el estudio de Bertsch
(1986) fue nuevamente digitada e incorporada a esta nueva hoja de datos.

Figura 5. Hoja de datos resumen con la información del porcentaje de muestras pertenecientes a cada
categoría tanto para el año 1986 como en el 2010.

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Seguidamente por medio de una tabla dinámica referida a la hoja de cálculo mostrada en
la Figura 5, se elaboraron los cuadros finales comparativos (Anexo 2). En estos cuadros se
presentan los porcentajes de muestras pertenecientes a las categorías bajo, medio y alto,
obtenidos tanto en el año 1986 como en el 2010, para las 17 variables estudiadas (Cuadro 1) y
todos los cantones del país analizados. Solo quedaron excluidos los cantones Alajuelita, Montes
de Oca y Tibás (provincia de San José) por no contar con muestras ya sea en el año 1986 o en el
2010, o bien por tener una cantidad muy reducida (menos de 5).

Además, para valorar si los cambios sufridos en los porcentajes de muestras de las
categorías bajo, medio y alto habían sido de relevancia para cada variable y cantón del país entre
los resultados obtenidos en el año 1986 y en la actualidad, se establecieron “niveles mínimos de
diferencia” haciendo una estimación estadística de la diferencia entre las dos medias
poblacionales. Estos niveles se establecieron tomando en consideración la cantidad de muestras
con las que contaba cada cantón en ambos períodos.

Se establecieron así 3 clases que consistieron en: (i) cantones que presentaron un número
de muestras mayor a 300 tanto en 1986 como en 2010 se estableció como nivel mínimo de
diferencia un 5%; (ii) cantones en los cuales la cantidad de muestras de al menos un período
osciló entre las 75 y 300 el nivel mínimo de diferencia establecido fue de 10%; (iii) y para los
casos en los que la cantidad de muestras fue de entre 40 y 75 en al menos una de las series de
datos, el nivel definido fue de 15%.

De esta forma, todas las comparaciones entre las proporciones de la clase (i) que
superaron el 5% de diferencia entre los valores de 1986 y 2010 produjeron valores de Z cuya
probabilidad fue igual o menor a 10% (p≤0,10), el cual fue el nivel de significancia seleccionado
para realizar esta comparación. Del mismo modo todas las comparaciones hechas dentro de los
parámetros definidos para la clase (ii) y (iii) y que tuvieron una diferencia igual o mayor a 10% y
15% respectivamente entre ambos períodos produjeron valores de Z con una probabilidad ≤ 0,10.

En los casos en los que alguno de los dos períodos en un cantón presentara una cantidad
de muestras menor a 40, no se consideró para efectos de realizar la comparación, debido a la poca
cantidad de datos disponibles.

20
El cálculo del valor Z se realizó por medio de la siguiente fórmula:

( ) ( )

donde:
p1= valor del % de muestras en una determinada categoría (alto, medio, bajo) en el año 1986
q1= 1-p1
p2= valor del % de muestras en una determinada categoría (alto, medio, bajo) en el año 2010
q2= 1-p2
n1= cantidad de muestras en el año 1986 para un determinado cantón
n2= cantidad de muestras en el año 2010 para un determinado cantón

Además, haciendo uso de la función distribución normal estándar en el programa Excel,


se obtuvo el valor de la probabilidad de Z para los distintos escenarios planteados que se pudieran
presentar.

Basado en los respectivos niveles mínimos de diferencia establecidos para cada cantón,
según el número de muestras, se definieron tres diferentes situaciones:

i) Cantones en los cuales se consideran de importancia los cambios ocurridos en el


porcentaje de muestras pertenecientes a alguna categoría (alto, medio, bajo);
representados por la letra “C”.

ii) Cantones en los cuales no se considera de importancia los cambios ocurridos en el


porcentaje de muestras pertenecientes a alguna categoría (alto, medio, bajo);
representados por la letra “I”.

iii) Cantones en los cuales no se establecieron comparaciones debido a la baja cantidad de


muestras ya sea en el estudio hecho en el año 1986, en el 2010 o en ambos casos;
representados con las letras “SD”.

Una vez elaborados los cuadros finales comparativos (Anexo 2) con la respectiva columna
que indica si la diferencia entre los porcentajes es superior al nivel mínimo establecido o no, se
procedió a sintetizar la información en cuadros resumen en los cuales se muestra y se compara
únicamente los cantones que presentan un alto porcentaje de muestras problemáticas en
determinada variable, y su situación con respecto a los resultados obtenidos por Bertsch (1986).

21
Escenario 1 Escenario 2 Escenario 3
Diferencia con 5% Diferencia con 10% diferencia con 15%
(p<0,10) (p<0,10) (p<0,10)

n p q n p q n p q
Caso 1 300 0,55 0,45 Caso 1 75 0,5 0,5 Caso 1 40 0,45 0,55
Caso 2 300 0,6 0,4 Caso 2 75 0,6 0,4 Caso 2 40 0,6 0,4
Z= 0,107 Z= 0,108 Z= 0,087

n p q n p q n p q
Caso 1 300 0,15 0,85 Caso 1 75 0,1 0,9 Caso 1 40 0,05 0,95
Caso 2 300 0,2 0,8 Caso 2 75 0,2 0,8 Caso 2 40 0,2 0,8
Z= 0,053 Z= 0,042 Z= 0,019

n p q n p q n p q
Caso 1 300 0,9 0,1 Caso 1 75 0,85 0,15 Caso 1 40 0,8 0,2
Caso 2 300 0,95 0,05 Caso 2 75 0,95 0,05 Caso 2 40 0,95 0,05
Z= 0,010 Z= 0,019 Z= 0,019

n p q n p q n p q
Caso 1 300 0,3 0,7 Caso 1 75 0,25 0,75 Caso 1 40 0,25 0,75
Caso 2 300 0,35 0,65 Caso 2 75 0,35 0,65 Caso 2 40 0,4 0,6
Z= 0,095 Z= 0,089 Z= 0,073

Figura 6. Escenarios posibles planteados para definir el porcentaje mínimo de diferencia para considerar
los cambios relevantes, según la cantidad de muestras en cada cantón.

En la Figura 7 se ilustra de manera esquemática el proceso llevado a cabo para obtener los
cuadros de información que permiten comparar el estado actual de la fertilidad de los suelos
agrícolas en los diferentes cantones de Costa Rica con respecto al año 1986.

Figura 7. Esquema del proceso de ordenamiento y análisis para la obtención de información a partir de la
base de datos de trabajo final.
22
También, tomando como referencia la información detallada por MIDEPLAN (2009) de
los cantones que componen las 6 regiones en las que se divide el país, se procedió a elaborar
fertigramas en los que se muestra de manera porcentual la frecuencia con que se presentan, a
nivel regional, problemas con las variables de mayor relevancia y que constituyen las fortalezas
de los análisis químicos de suelos. Para el caso de la región Huetar Atlántica, la representación
por medio de fertigramas se realizó dividiéndola en dos secciones: región Huetar Atlántica Norte
(cantones de Pococí y Guácimo) y región Huetar Atlántica Sur (cantones de Siquirres, Matina,
Limón y Talamanca). Esta división se realizó debido a la reconocida diferencia en cuanto al
origen y a las propiedades químicas que presentan los suelos de estas dos regiones, reportadas por
diversos autores entre los que resalta recientemente el trabajo de Arias et al. (2010).

Para concluir, se elaboraron histogramas de frecuencia de todas las variables estudiadas


en el presente trabajo para visualizar de manera general la frecuencia y distribución con de los
valores de cada variable. En este apartado se incluyeron además como variables los porcentajes
de saturación de cada una de las bases (Ca, Mg y K) con el fin de explorar el comportamiento
general de estos parámetros, los cuales están siendo en la actualidad incorporados en la
interpretación de los análisis suelos.

4. Elaboración de los mapas de fertilidad de suelos


Una vez procesada la información de la base de datos final de trabajo, se procedió a
representar por medio de mapas a nivel cantonal, la frecuencia con que se presentan problemas
para cada una de las variables que se mencionan en el Cuadro 1. Para todas las variables, excepto
el P que contó con cuatro clases debido a la alta frecuencia con que presenta deficiente en los
suelos, se establecieron tres clases para realizar la representación por medio de mapas. Estas
clases se establecieron de la siguiente manera con el objetivo de poder comparar los resultados
con los mapas obtenidos por Bertsch (1986):

i) Cantones con menos de 25% de frecuencia de muestras con problemas.

ii) Cantones entre 25 y 50% de frecuencia de muestras con problemas.

iii) Cantones con más de 50% de frecuencia de muestras con problemas.

23
Para la elaboración de estos mapas se tomó como referencia la capa de cantones del Atlas
2008 elaborado por el Instituto Tecnológico de Costa Rica (ITCR) y se hizo uso de un programa
de código abierto, aplicado al manejo de Sistemas Información Geográfica, llamado Quantum
GIS (versión1.7.0).

A la capa de cantones, disponible en formato shapefile (.shp), se le vinculó la información


recopilada en la hoja de datos resumen obtenida previamente. Para realizar esta vinculación fue
necesario transformar la información de dicha hoja a un formato columnar, con ayuda de una
tabla dinámica, ya que esta es la manera más apropiada de ordenar la información para que sea
compatible con la tabla de atributos del archivo shp.

La estructura de la tabla de atributos que muestra el programa Quantum GIS y que fue
utilizada como base para elaborar los mapas tanto del año 1986 como del 2010, para las
diferentes variables, se muestra en la Figura 8.

Figura 8. Estructura de la tabla de atributos en el programa Quantum GIS de la capa de cantones


utilizada para la elaboración de los mapas de fertilidad de los años 1986 y 2010.

24
V. Resultados y discusión

1. Características de la base de datos de análisis de suelos del LSF/CIA-UCR


utilizada en el presente estudio

a) Aspectos generales de la compilación de la base de datos

La base de datos general estaba compuesta por un cantidad de 54.436 registros, dentro de
los cuales se contemplan todos los análisis realizados por LSF durante el período indicado y se
incluyen las muestras a las que se les determinó, por medio del análisis químico completo, la
disponibilidad de nutrimentos con las soluciones extractoras KCl-Olsen Modificada y Mehlich 3;
así como aquellas a las que se les realizó otro tipo de determinación, como por ejemplo: CIC y
Bases en Acetato de Amonio, Carbono y Nitrógeno total, entre otros.

De acuerdo con los dos criterios generales de selección expuestos en la metodología, se


realizó un proceso inicial de depuración de la base de datos general, con el fin de homogenizar de
la mejor manera la información que se utilizaría para realizar el presente estudio. Del total de los
análisis compilados en la base de datos general, únicamente el 57%, es decir 30.877 reportes,
corresponden a análisis procedentes de suelos bajo algún tipo de manejo agrícola en Costa Rica y
determinados haciendo uso de las soluciones extractoras KCl-Olsen Modificada.

En el caso de los análisis efectuados con la otra metodología comúnmente empleada por
el LSF en la determinación de disponibilidad de nutrimentos (Mehlich 3), se decidió excluirlos
del presente estudio por dos razones principales: la primera se debe al hecho de que no es posible
combinar los resultados de dos metodologías diferentes, salvo que se establezcan las respectivas
correlaciones. En el caso de las metodologías que emplean las soluciones extractoras KCl-Olsen
Modificada y Mehlich 3, en Costa Rica, solo para los elementos Ca y Mg se han establecido
correlaciones definidas entre estas dos metodologías con valores de pendiente cercanos a 1
(Bertsch et al. 2005), es decir que la cantidad que se extrae de estos elementos con KCl es muy
similar a la obtenida al hacer la determinación por medio de Mehlich 3. El resto de los elementos
no guardan ese mismo grado de asociación para las condiciones de pH dominantes en los suelos
de Costa Rica, por lo tanto no es posible mezclar ambas metodologías al momento de analizar la
información.

25
La segunda razón se debe a que la mayoría de las muestras analizadas por medio de la
solución Mehlich 3 vienen de sitios muy específicos en donde se encuentran plantaciones
comerciales que son manejadas por medio de agricultura de precisión y dedicadas especialmente
al cultivo de palma aceitera y banano, lo cual puede sesgar los datos de una determinada región
debido al elevado número de muestras por unidad de área que se toman en estas plantaciones.

También se descartaron un total de 7.047 resultados de análisis (23% del total de registros
de KCl-Olsen Modificada) en un segundo proceso de depuración que consistió en una revisión
exhaustiva y detallada de los análisis efectuados con la solución KCl-Olsen Modificada. De esta
manera, se excluyeron las muestras provenientes de ensayos o pruebas de campo, de estratos
inferiores a la capa arable del suelo (profundidad mayor a 20 cm), o de procedencia confusa (a
nivel de cantón o provincia).

La base de datos final de trabajo está compuesta por una cantidad total de 23.860 registros
de análisis procedentes de suelos agrícolas de Costa Rica, lo cual significa un incremento de 73%
en la cantidad de análisis utilizados para obtener la información del presente estudio, en
comparación con el trabajo realizado por Bertsch (1986).

Con respecto al proceso de verificación del lugar de procedencia que se realizó se logró
identificar un total de 2.055 análisis a los cuales se les debió realizar una corrección del cantón de
origen, esto representa alrededor de 7% del total de los registros que componen la base de datos
final de trabajo.

En el Cuadro 2 se presenta un resumen de la cantidad de análisis que componen las bases


de datos general y final, así como la cantidad de registros excluidos en los diferentes procesos de
selección.

Cuadro 2. Cantidad total y porcentaje de análisis recopilados en la elaboración de la base de datos


utilizada en el presente estudio.

% de muestras
Número de
con respecto a
muestras
Total KCl-Olsen
Base de datos Completa 54.436 100% -
KCl-Olsen Modificada 30.877 57% 100%
Excluidos de KCl-Olsen Modificada 7.047 13% 23%
Con corrección de lugar 2.055 4% 7%
Base de datos para estudio 23.860 44% 77%

26
b) Distribución y procedencia de los registros de la base de datos utilizada en el
presente estudio

Para realizar una adecuada interpretación de la información presentada en este trabajo y


conocer mejor los alcances del mismo, deben considerarse la cantidad total de análisis de suelo
utilizados, la distribución geográfica y procedencia de las muestras que componen la base de
datos y los principales cultivos a los cuales se encuentran asociados dichos análisis.

En primera instancia, es importante aclarar que los resultados obtenidos por medio de este
estudio reflejan únicamente la información de los suelos que se encuentran bajo algún tipo de
actividad agrícola, razón por la cual se deben excluir:

 las zonas correspondientes a las áreas protegidas y de conservación, que según el


INEC (2010) representan alrededor del 25% del territorio total de Costa Rica
(Figura 10).
 las principales zonas urbanas ubicadas especialmente en la región central del país.

Debido a lo anterior, cabe señalar que a pesar de que en los cuadros y mapas se representa
la totalidad del territorio con el fin de facilitar su comprensión y ubicación (Figura 9), la
información expuesta en este estudio debe ser manejada con cautela y con un adecuado criterio
de interpretación; los resultados no se deben generalizar a las regiones que se encuentren bajo
algún otro tipo de uso de suelo que no sea con fines agrícolas.

En la Figura 10 se puede observar cómo en algunos cantones la representatividad de la


información obtenida se limita únicamente a una pequeña proporción del área total, debido a que
la mayoría del territorio de esas regiones está cubierto por áreas protegidas. Algunos ejemplos de
cantones que se encuentran en esta condición son: La Cruz (510) en Guanacaste; San Ramón
(202) en Alajuela; Buenos Aires (603), Osa (605) y Golfito (607) en Puntarenas; Limón (701),
Pococí (702) y Talamanca (704) en la provincia de Limón; Paraíso (302), Turrialba (305),
Oreamuno (307) y El Guarco (308) en Cartago; y Vázquez de Coronado (111) y Dota (117) en
San José.

27
Figura 9. División territorial de los cantones de Costa Rica y su respectivo código de identificación. A la
derecha: detalle de los cantones del Valle Central (Referencia: Atlas 2008, ITCR).

Figura 10. Áreas correspondientes a zonas protegidas en el territorio de Costa Rica (Referencia Atlas
2008, ITCR).

En lo que respecta a la distribución, a nivel provincial, de los 23.860 registros que


componen la base de datos, Alajuela es la provincia que presenta el mayor número de análisis
realizados durante el período 2006-2010, con un total de 5.979 registros, seguida por Cartago con
una cantidad de 5.066 análisis, y Guanacaste con 3.837. Por otro lado las provincias que

28
presentan una cantidad menor de análisis durante este período son Puntarenas (3.044), San José
(2.445), Limón (2.264) y Heredia (1.225).

Un aspecto que es importante de señalar en cuanto al número de muestras por provincia es


el incremento porcentual en la cantidad de datos utilizables para realizar el presente estudio con
respecto al trabajo realizado por Bertsch (1986). En el Cuadro 3 se puede observar que las
provincias de Cartago y Limón son las que presentan un mayor incremento (269 y 227%
respectivamente) en la cantidad de muestras disponibles para generar información acerca del
estado de la fertilidad de los suelos, mientras que en las provincias de San José y Heredia el
porcentaje de incremento fue menor, probablemente debido al cambio en el uso del suelo que se
ha venido generando en los sectores centrales de estas provincias, especialmente hacia la
industria, comercio y urbanismo (INEC 2010).

Cuadro 3. Área, número y % de incremento de la cantidad de muestras en las bases de datos de análisis
de suelos en los estudios realizados en 1986 y 2010 a nivel provincial.

Número de muestras
2
Provincia Área (km ) 1986 2010 % incremento
Alajuela 9.758 4.417 5.979 35%
Cartago 3.125 1.374 5.066 269%
Guanacaste 10.141 2.212 3.837 73%
Puntarenas 11.266 2.003 3.044 52%
San José 4.967 1.966 2.445 24%
Limón 9.189 692 2.264 227%
Heredia 2.657 1.100 1.225 11%
TOTAL 51.101 13.764 23.860

Para realizar una adecuada interpretación de los resultados expuestos se debe tener
presente que no todos los cantones cuentan con una cantidad igual de registros. En aquellos
lugares donde hay una mayor cantidad de muestras analizadas es donde este estudio puede
presentar una mayor fortaleza.

Con el fin de visualizar mejor las regiones donde hay una mayor cantidad de muestras, y
por ende una mayor confiabilidad de los resultados obtenidos, en la Figura 11 se presenta una
categorización de los cantones de acuerdo con la cantidad de muestras que presentan, tanto en el
año 1986 como en el 2010. Esta categorización se hizo tomando en consideración el número de

29
muestras establecido para definir los porcentajes mínimos de diferencia entre los valores de las
variables en los años 1986 y 2010, expuestos previamente en la metodología. De esta forma se
puede visualizar las regiones en las que se dio un aumento o disminución considerable en la
cantidad de muestras.

Figura 11. Categorización de los cantones según la cantidad de registros de análisis de suelos en los años
1986 y 2010.

En la Figura 11 los cantones representados con color rojo son aquellos que cuentan con
una cantidad de muestras inferior a 40, por lo que la solidez de los resultados obtenidos en estos
sectores es menor, y la información que se exprese tanto al momento de analizar las
características químicas actuales de los suelos como al hacer las respectivas comparaciones con el
año 1986, se debe tomar como de baja representatividad.

A nivel general y exceptuando los cantones del Valle Central (zonas urbanas de San José
y Heredia principalmente, de poca importancia agrícola especialmente en la actualidad), se puede
observar que en la mayoría de los casos los cantones se mantuvieron en la misma categoría o
inclusive aumentaron la cantidad de muestras. En el caso de Los Chiles y Guatuso en la Zona
Norte, de Tarrazú y León Cortés en la Zona de los Santos, Nandayure en la Península de Nicoya,
y de Siquirres en el Zona Atlántica, donde estos cantones pasaron de tener menos de 40 muestras
a tener cantidades entre 75 y 300, o inclusive más de 300, lo que implica que en estas regiones la

30
fortaleza de los resultados de este estudio es mayor y que probablemente la actividad agrícola
también se ha incrementado, en comparación a 1986.

Por otro lado, algunos cantones como Hojancha (Guanacaste), Esparza (Puntarenas) y
Turrubares (San José) mantienen una condición de pocos análisis en ambos períodos, y otros
como Aserrí y Acosta muestran una disminución en la cantidad de registros que presentan
actualmente, en comparación con el año 1986.

En la Figura 12 se aprecia claramente que la cantidad de cantones con menos de 40


muestras en las bases de datos utilizadas para realizar los respectivos estudios en los años 1986 y
2010 es similar, lo cual indica que en una cantidad parecida de cantones la fortaleza de ambos
estudios es limitada. En la misma figura es posible observar cómo la cantidad de cantones en el
presente estudio con un número de muestras superior a 300 duplica a la del año 1986, lo que
supone un aumento en la representatividad del presente estudio en estas regiones.

Figura 12. Número de cantones pertenecientes a las diferentes categorías establecidas según la cantidad
de muestras para el año 1986 y 2010.

A nivel cantonal, una característica importante de anotar en la distribución de los registros


de la base de datos del 2010 es que los 15 cantones que presentan la mayor cantidad de muestras
representan alrededor del 56% del total de análisis que componen la base de datos, mientras que
los 15 cantones que cuentan con menos de 40 muestras representan apenas 1% del total de
registros.

31
En muchos casos los cantones que presentan las mayores cantidades de registros son los
que tienen una mayor área, por ejemplo San Carlos (3.435 km2), Sarapiquí (2.349 km2), Turrialba
(1.397 km2) y Los Chiles (1.264 km2), mientras que los cantones con menor cantidad de registros
están en la mayoría de los casos ubicados dentro del Gran Área Metropolitana y de superficie
reducida, por ejemplo Tibás (8 km2), Belén (13 km2), Montes de Oca (16 km2) y Moravia (29
km2) . En el Cuadro 4 se enumeran los cantones que presentan la mayor cantidad de registros en
la base de datos final, así como aquellos que presentan el menor número de análisis.

Cuadro 4.Listado de cantones con el mayor y menor número de registros en la base de datos final
compilada en el 2010.

Cantones con más Número de Cantones con menos Número de


cantidad registros cantidad registros
1 San Carlos 1.690 1 Alajuelita 0
2 Cañas 1.216 2 Tibás 1
3 Carrillo 1.087 3 Belén 3
4 Los Chiles 1.004 4 Montes de Oca 4
5 Pococí 972 5 Turrubares 10
6 Jiménez 963 6 Flores 12
7 Turrialba 879 7 Hojancha 13
8 Corredores 850 8 Aserrí 23
9 Cartago 810 9 San José 24
10 Paraíso 759 10 Curridabat 28
11 Alajuela 714 11 San Rafael 28
12 Oreamuno 656 12 Esparza 30
13 Upala 637 13 Escazú 34
14 Tarrazú 629 14 Acosta 37
15 Sarapiquí 594 15 Moravia 39
Total 13.460 Total 286

Otro aspecto importante de conocer, además de la cantidad y la distribución geográfica


que presentan los registros que componen la base de datos final de trabajo, es la procedencia de
las muestras según el cultivo al cual están asociadas.

La importancia de organizar los datos de acuerdo con el cultivo de procedencia radica en


dos razones principales. La primera es que permite formarse una idea del nivel tecnológico
empleado en las plantaciones a partir de las cuales se extrajeron las muestras, debido a que en
muchas ocasiones las diferencias en el manejo empleado entre dos o más cultivos son
significativas. La segunda razón es que permite visualizar los cultivos que tienen un mayor

32
impacto en los resultados que se obtengan en cada región, esto a pesar de que existen otros
laboratorios públicos y privados que brindan servicios de análisis de suelos en regiones y cultivos
específicos, por ejemplo CORBANA (cultivo de banano en la Zona Atlántica), ICAFE y
CAFESA (cultivo de café en diferentes regiones del país), y PINDECO (cultivo de piña
especialmente en el cantón de Buenos Aires) (Corrales et al. 2005).

En el Cuadro 5 se presenta el porcentaje de muestras pertenecientes a los dos principales


cultivos de cada uno de los 15 cantones con mayor cantidad de análisis realizados durante el
período 2006-2010. En este cuadro se puede evidenciar que en los cantones de la Zona Norte
(San Carlos, Sarapiquí y Upala) el cultivo de la piña representa un porcentaje importante de las
muestras presentes en la base de datos, lo cual está asociado probablemente al incremento
sostenido en el área dedicada a este cultivo que se ha venido dando en esta región en los últimos
años (SEPSA 2011).

Cuadro 5. Cantidad relativa de muestras (%) que proceden de los principales cultivos en los cantones con
mayor cantidad de registros en la base de datos final.

Cantón ero do Acumulado (%)


Cultivo (1 ) % Cultivo (2 ) %
1 San Carlos Piña 30,4 Forestales 14,9 45,3
2 Cañas Caña 79,8 Granos y semillas 13,1 92,9
3 Carrillo Caña 71,2 Melón y Sandía 17,2 88,4
4 Los Chiles Forestales 63,7 Cítricos 12,3 76,0
5 Pococí Banano y plátano 28,9 Palmito 28,6 57,5
6 Jiménez Caña 42,7 Café 39,2 81,9
7 Turrialba Caña 19,1 Café 16,8 35,9
8 Corredores Palma 64,6 Granos y semillas 15,8 80,4
9 Cartago Hortalizas 37,6 Ornamentales 33,4 71,0
10 Paraíso Café 32,7 Hortalizas 27,6 60,3
11 Alajuela Ornamentales 45,6 Café 14,01 59,6
12 Oreamuno Hortalizas 34,6 Pastos y Forrajes 26,5 61,1
13 Upala Granos y Semillas 37,5 Piña 30,1 67,6
14 Tarrazú Café 90,5 Forestales 7,31 97,8
15 Sarapiquí Piña 35,9 Ornamentales 19,9 55,8

33
Con respecto a la procedencia según el cultivo, se puede mencionar el alto porcentaje de
muestras provenientes de plantaciones forestales en la Zona Norte (cantones de Los Chiles y San
Carlos), lo cual se puede asociar con las exigencias de certificación para realizar esta actividad en
la zona (caracterización de los suelos), y también el caso del cantón de Tarrazú, de reconocida
tradición cafetalera, y donde más del 90% de las muestras están asociadas a este cultivo, por lo
que los resultados obtenidos para esta región serán prácticamente relacionados con suelos
dedicados al cultivo de café.

En el Cuadro 6, a nivel de provincia, se muestran los principales cultivos (o grupos de


ellos) a los cuales están asociados los registros de la base de datos final, así como su desglose
porcentual. Es posible observar que el cultivo del café (13,2%) es el que presentó el mayor
porcentaje de aporte de muestras a la base de datos y que la mayoría provienen de cantones de la
provincia de San José (Desamparados, Dota, León Cortés, Tarrazú y Pérez Zeledón
principalmente), seguido por el cultivo de caña de azúcar (11,2%) cuya procedencia es
mayoritariamente de la provincia de Guanacaste y cultivos ornamentales (11,1%) los cuales
provienen en conjunto en más de 70% de las provincias de Alajuela y Cartago.

Nuevamente se debe mencionar el caso particular de los cultivos de piña y banano, ya que
a pesar de ser dos de las actividades agrícolas con mayor área de manejo en Costa Rica (45.000 y
42.900 ha respectivamente en 2010 según SEPSA 2011), con alto grado de tecnificación, sería de
esperar un mayor uso del análisis de suelos como herramienta de diagnóstico, sin embargo la baja
cantidad relativa de muestras enviadas al LSF en comparación al área de cultivo, podría deberse
al hecho de que en el país existen laboratorios que prestan servicios, de manera muy específica,
para el análisis de suelos de estos cultivos.

Otro caso particular es el del cultivo de la palma, el cual a pesar de contar con grandes
extensiones dedicadas a su cultivo, 57.000 ha en 2010 (SEPSA 2011), ubicadas principalmente
en los cantones de Parrita, Aguirre y Corredores, su bajo porcentaje de participación (3,1%) con
respecto al total de las muestras se debe a que la gran mayoría de los análisis de suelos realizados
para este cultivo son determinados utilizando la solución extractora Mehlich 3, los cuales fueron
excluidos del análisis por aspectos metodológicos.

34
Cuadro 6. Principales cultivos asociados con las muestras de la base de datos final y su distribución
porcentual según la provincia de procedencia (números en rojo indican provincia con mayor
porcentaje de aporte de muestras en cada cultivo).

% del total de % de muestras según provincia


Cultivo
muestras Alajuela Cartago Guanacaste Heredia Limón Puntarenas San José
Café 13,2% 16,0% 26,4% 0,5% 7,8% 0,0% 10,3% 39,1%
Caña de Azúcar 11,2% 4,0% 21,7% 67,8% 0,7% 0,0% 0,3% 5,7%
Ornamentales 11,1% 39,3% 32,9% 0,5% 9,8% 13,8% 0,3% 3,3%
Forestales 9,2% 44,1% 1,5% 12,4% 2,0% 2,0% 26,4% 11,6%
Granos y Semillas 8,2% 24,8% 2,0% 36,6% 0,3% 1,0% 29,6% 5,7%
Hortalizas y Verduras 6,8% 11,2% 76,2% 2,7% 3,4% 0,6% 1,9% 4,0%
Piña 6,1% 76,4% 0,6% 2,0% 14,9% 5,4% 0,7% 0,1%
Pastos y Forrajes 5,4% 23,5% 40,5% 5,0% 7,3% 1,6% 6,7% 15,4%
Banano y Plátano 5,4% 5,3% 3,7% 0,1% 4,3% 78,3% 8,3% 0,0%
Palma 3,1% 0,0% 0,0% 0,0% 0,0% 2,7% 97,3% 0,0%
Melón y Sandía 2,4% 3,2% 0,9% 65,4% 0,0% 0,0% 28,5% 2,0%
Frutales 1,9% 27,8% 10,6% 3,2% 1,9% 24,8% 11,9% 19,8%
Palmito 1,6% 5,6% 2,0% 0,0% 5,6% 86,7% 0,0% 0,0%
Cítricos 1,6% 58,6% 7,3% 29,6% 1,3% 0,3% 1,3% 1,6%
Raíces y Tubérculos 0,5% 66,9% 1,6% 2,4% 4,7% 18,9% 4,7% 0,8%
N.I* 10,4% 24,2% 28,2% 13,4% 7,0% 5,9% 12,6% 8,6%
Otros 1,9% 29,3% 23,9% 10,5% 3,7% 16,6% 10,3% 5,7%
Todas las muestras 100% 25,1% 21,2% 16,1% 5,1% 9,5% 12,8% 10,2%

* NI= indican registros cuyo cultivo de procedencia no fue identificada por el usuario al momento de
inscribir la muestra.

35
2. Estado actual de la fertilidad de los suelos agrícolas de Costa Rica y su
comparación con respecto al año 1986

Para la elaboración del presente apartado, se utilizó como referencia el trabajo


hecho por Bertsch en 1986 y los registros compilados en la base de datos de los análisis
realizados por el LSF/CIA-UCR durante el período 2006-2010. Se debe aclarar que a pesar
de que los análisis utilizados en el estudio de Bertsch fueron efectuados durante el período
1978-1980, al hacer la comparación se hará referencia al años 1986 por ser el la fecha en
que se publicó dicho trabajo.

El objetivo propuesto para este punto es comparar el estado actual de las principales
características químicas del suelo con respecto al estudio del año 1986. De esta forma se
busca analizar cuáles son las principales limitantes de fertilidad, que en la actualidad se
presentan en los suelos que se encuentran bajo algún tipo de uso agrícola en Costa Rica, y
comparar si la frecuencia con que se presentan dichas limitantes es la misma que en el
pasado.

Para simplificar el manejo de la información y la compresión de las principales


conclusiones alcanzadas en este apartado, los resultados se presentan divididos en cuatro
secciones, según las distintas variables analizadas: Parámetros de acidez, Bases
Intercambiables y CICE, Relaciones Catiónicas, P y Elementos Menores. Además se
incluye una sección final de síntesis, donde se resumen los resultados alcanzados durante el
presente trabajo comparativo, así como algunas características generales del estado actual
de la fertilidad de los suelos de Costa Rica.

Como resultado del proceso de ordenamiento y análisis de la información recabada,


se elaboraron los mapas comparativos a nivel cantonal en los que se muestra de manera
gráfica la distribución en el territorio nacional de la frecuencia con que se presentan los
problemas de fertilidad de los suelos en la actualidad y en el pasado. Además de los mapas,
cada sección está compuesta por una serie de cuadros resumen donde se compara de
manera numérica los resultados de mayor relevancia que se desprenden del presente
estudio. Los cuadros donde se presentan de manera detallada los resultados de todos los
cantones analizados, con todas sus variables y categorías, pueden ser consultados en el
Anexo 2.

36
a) Parámetros de acidez (pH, Acidez, % Saturación de Acidez y Suma de Cationes)

Los problemas de acidez, junto con los bajos niveles de N, constituyen una de las
principales limitantes que se presentan en los suelos de las regiones tropicales
(Bartholomew 1973, Hedin et al. 2009), ya que esta característica influye de manera
significativa en las demás propiedades químicas del suelo que pueden afectar directamente
los rendimientos de los cultivos, como lo son el aumento en la solubilidad de elementos
tóxicos (por ejemplo Al y Mn), o bien deficiencias y desbalances entre los elementos
catiónicos (Abruña et al. 1975).

Para diagnosticar los problemas de acidez de un suelo generalmente se utilizan


varios parámetros, con el fin de determinar no solo la severidad del problema, sino que
también para visualizar la verdadera causa que repercute de manera negativa en el
rendimiento de los cultivos.

El pH en agua, debido a la facilidad que presenta para su determinación, es uno de


los parámetros comúnmente utilizados para diagnosticar los efectos negativos potenciales
que pueden traer los problemas de acidez. Con la medida de este parámetro es posible
estimar el comportamiento que tendrán la mayoría de los elementos minerales en el suelo.
A pesar de ello, al ser únicamente una medida de la concentración de protones disueltos en
la solución del suelo, no tiene la capacidad para precisar las verdaderas causas responsables
del problema (Porta et al. 2003).

En suelos fuertemente meteorizados, con valores de pH menores a 5,5 es frecuente


encontrar problemas de toxicidad por la solubilización de Al (Sánchez 1981), al tiempo que
se incrementa la pérdida de bases intercambiables y disminuye la disponibilidad de P y
algunos elementos menores (Lora 1988, Krishnaswamy y Ritcher 2002; Schargel 2011).
Sin embargo, en suelos volcánicos o con altos contenidos de materia orgánica, es posible
encontrar valores de pH menores a 5,5 sin que esto represente mayores problemas de acidez
para el adecuado crecimiento de las plantas, ya que esto ocurre debido a la disociación de
los grupos carboxilo (-COOH) provenientes de la materia orgánica (Alvarado et al. 2001).

Otro parámetro utilizado en el diagnóstico de este problema es la acidez


intercambiable, determina por medio del desplazamiento de los iones ácidos de las

37
posiciones de intercambio catiónico en el complejo coloidal con una solución de sales,
como por ejemplo KCl 1N. En los suelos tropicales esta variable se encuentra asociada
esencialmente con el contenido de Al intercambiable, que es en última instancia el
responsable de los principales problemas de acidez en los suelos de la región por la
toxicidad directa que ocasiona en las raíces (Kamprath 1973; Henríquez y Cabalceta 2012).
La influencia que tenga el valor de este parámetro en el crecimiento de los cultivos
dependerá en gran medida del grado de tolerancia genética al Al (Sánchez y Salinas 1983)
y de la cantidad de bases presentes en el complejo de cambio; sin embargo a nivel general
se considera que valores superiores a 0,5 cmol(+)/L de acidez intercambiable comienzan a
ser perjudiciales en la mayoría de los casos.

La suma de bases intercambiables o suma de cationes (Ca+Mg+K) es otro


parámetro utilizado para diagnosticar los problemas de fertilidad presentes en algunos
suelos ácidos, debido a que en muchas ocasiones la condición de baja disponibilidad de
bases constituye una limitante mayor que la propia toxicidad por iones ácidos (Sánchez
1981).

En suelos de textura gruesa (franco arenosa o arenosa) con baja capacidad de


intercambio de cationes efectiva (CICE) y en condiciones de alta precipitación, la
extracción de cationes por parte de los cultivos, aunada a la pérdida de bases por
lixiviación, constituye una de las causas principales de acidez, ya que las posiciones
anteriormente ocupadas por el Ca y Mg, son tomadas por iones con carácter ácido. Una
sumatoria de bases menor a 5 cmol(+)/L se considera como limitante en el potencial
productivo de los suelos (Bertsch 1998). Otros autores (Sarmiento 1990, Schargel 2011)
cuantifican y subdividen los suelos en función de la suma de bases que presentan
(cmol(+)/L) como: hiperdistróficos (< 1), distróficos (1–2), hipodistróficos (2,1–5);
mesotróficos (5–10) y eutróficos (>10).

El cuarto factor utilizado en el diagnóstico de este tipo de problemas es el


porcentaje de saturación de acidez (% SA), en el cual se integran para fines de su cálculo,
los dos parámetros mencionados anteriormente (acidez intercambiable y suma de bases). El
% SA hace referencia a la cantidad relativa de acidez intercambiable que hay en un suelo
con respecto a la capacidad de intercambio catiónica efectiva, es decir, es la proporción de

38
sitios de intercambio que están ocupados por iones ácidos (H+ y Al+3 principalmente) en
relación a todos los cationes disponibles en el suelo ligados a las posiciones de intercambio
de la fracción coloidal.

El alto porcentajes de saturación de acidez es al que en la mayoría de los casos se le


atribuye los problemas por toxicidad y la disminución del crecimiento radical, y es el
parámetro que mejor se ha relacionado con la pérdida de rendimiento en suelos ácidos
(Abruña et al. 1975, Zapata 2004); este indicador es, además, muy útil para estimar la
severidad de un problema de acidez (Bertsch 1998). A pesar de que en términos generales,
un porcentaje de saturación de acidez deseable oscila entre el 10% y 25%, la tolerancia a
altos porcentajes de saturación de Al en la solución del suelo depende esencialmente de la
especie con que se trabaje e inclusive hay diferencias importantes aún entre variedades y
cultivares de una misma especie (Sánchez y Salinas 1983, Garvin y Carver 2003, Zapata
2004).

De esta forma, es posible encontrar cultivos como la yuca, que toleran porcentajes
de saturación de acidez de hasta 60%, otros como algunas variedades de frijol y arroz en los
que se recomienda que este valor no supere 10-15% (Molina 1998) o 0% como la teca
(Alvarado y Fallas 2004). Sin embargo, con porcentajes mayores de 60% puede existir una
afectación importante en el crecimiento de casi todos los cultivos, debido a que con estos
valores de saturación se pueden alcanzar niveles mayores de 1 ppm de Al en la solución del
suelo (Sánchez 1981), y a valores menores de 10% muy pocas especies cultivadas muestran
síntomas visuales o reducción en el rendimiento por toxicidad de iones Al.

i. Situación nacional y provincial de los problemas de acidez

En lo que respecta a los problemas de acidez en los suelos agrícolas de Costa Rica,
se puede señalar que, tomando como referencia tres de los cuatro parámetros mencionados
anteriormente (pH, Acidez Intercambiable y % de Saturación de Acidez), ha habido
actualmente un incremento, con respecto al año 1986, en la cantidad de muestras con
problemas de este tipo. Mientras que en el año 1986 43% de las muestras presentaban
valores de pH por debajo del nivel crítico (5,5), en la actualidad el 53% se encuentran en
esa condición. Además ocurrió un incremento sustancial en la cantidad de muestras con
problemas por alta acidez intercambiable (valores mayores a 0,5 cmol(+)/L) pasando de

39
una frecuencia de 20% en 1986 a 37% en 2010, así como en la cantidad de muestras con
%SA mayor a 10% (de 21% en 1986 a 27% en la actualidad).

De los cuatro parámetros utilizados en el diagnóstico de los problemas de acidez,


únicamente la suma de cationes presentó a nivel general una disminución en la frecuencia
con que se encuentran en niveles por debajo de 5 cmol(+)/L (29% en 1986 contra 22% en la
actualidad), tomando como referencias las muestras provenientes de todo el territorio
nacional.

Según los resultados mostrados en el Cuadro 7, en el 2010 las provincias con mayor
frecuencia de problemas de acidez son Heredia (especialmente en la parte norte) y San José
(en el sur de esta provincia), ya que además de presentar altos contenidos de aluminio
intercambiable y de %SA son las que muestran la mayor frecuencia de registros con pH y
suma de bases por debajo de los niveles críticos.

Seguidamente se encuentran las provincias de Alajuela, Limón y Cartago, que si


bien, en más de la mitad de las muestras presentan bajos valores de pH, la frecuencia de
análisis que tienen problemas por altos contenidos de aluminio intercambiable y bajas bases
es menor.

En las provincias de Puntarenas y Guanacaste es donde se presentan menores


frecuencias de problemas de acidez, y es precisamente en esta última donde se hallan los
valores más bajos de muestras con problemas de este tipo, considerando los cuatro
parámetros expuestos en el Cuadro 7.

Cuadro 7. Porcentajes de muestras con problemas en los diferentes parámetros indicadores de


acidez en 1986 y 2010 para cada una de las provincias de Costa Rica.

pH Acidez Saturación de Acidez Suma Cationes


< 5,5 > 0,5 cmol(+)/L > 10 % < 5 cmol(+)/L
Provincia
1986 2010 1986 2010 1986 2010 1986 2010
San José 46% 68% 25% 57% 24% 47% 32% 35%
Alajuela 62% 69% 28% 41% 29% 34% 34% 29%
Cartago 60% 56% 33% 41% 35% 31% 45% 24%
Heredia 55% 73% 26% 59% 32% 51% 44% 43%
Guanacaste 6% 12% 1% 6% 1% 3% 10% 3%
Puntarenas 23% 44% 9% 28% 10% 12% 15% 11%
Limón 39% 64% 13% 51% 15% 28% 26% 20%

40
En el Cuadro 7 se puede observar para las variables pH, Acidez y % SA que, en
todas las provincias, excepto Cartago, se dio una tendencia al incremento en la frecuencia
de las muestras de suelos que presentan problemas relacionados con esos parámetros. Por
otro lado, en lo que respecta a la suma de cationes, únicamente en la provincia de San José
se presentó un leve aumento en la frecuencia de los registros con problemas por bajos
niveles de bases; en el resto de las provincias más bien bajaron.

Las variables que tuvieron los mayores cambios con respecto a 1986 son la acidez
intercambiable y el pH, y no así el %SA, que a pesar de que mostró un aumento en la
frecuencia de muestras con valores por arriba del 10%, este cambio no es tan evidente
como lo fue en el caso de las variables pH y acidez intercambiable.

Este menor aumento en la frecuencia de problemas por altos % SA puede estar


relacionado con el incremento general en los niveles de bases intercambiables en los suelos,
ya que, como se mencionó anteriormente, el parámetro % SA depende para su estimación
no solo de la acidez intercambiable, sino también de la CICE, la cual involucra
directamente el contenido de cationes intercambiables en el suelo.

Estos resultados pueden interpretarse como un indicio de que con el transcurrir de


los años se ha dado un cambio en el manejo que se hace en los suelos dedicados a la
producción agrícola en lo que a fertilidad se refiere, y específicamente en el manejo del
encalado. Se refleja claramente que hay una disminución en la frecuencia de problemas por
bajas bases, lo cual se puede deber a un mayor uso de enmiendas calcáreas o dolomíticas en
la actualidad. El aumento en la cantidad de suelos con problemas por bajos pH, puede ser
provocado por el uso reiterado e intensivo de fertilizantes nitrogenados amoniacales
(Molina 1998), los cuales provocan una acidificación progresiva del medio donde se
aplican debido a la liberación de iones H+, producto del proceso de hidrólisis del amonio en
el suelo (Tisdale et al. 1985). Esto parece indicar que a pesar de que se están usando con
mayor frecuencia materiales encalantes, estos no han logrado contrarrestar el efecto
acidificante de los fertilizantes amoniacales aplicados en forma intensiva.

En adición a lo anterior, no se debe obviar el hecho de que hubo un aumento


significativo en la cantidad de muestras provenientes de algunas regiones, que en el pasado
presentaron poca cantidad de registros para realizar el respectivo estudio (Figura 11), lo

41
cual pudo influir en los resultados obtenidos en esas zonas del país. Algunas de estas
nuevas áreas bajo cultivo, son además, zonas más ácidas que las usadas en el pasado.

ii. Situación a nivel cantonal de los problemas de acidez

A nivel cantonal se encontró que Grecia (203), Tarrazú (105), Sarapiquí (410),
Naranjo (206), León Cortés (120) y Pérez Zeledón (119) presentaron los problemas más
frecuentes de acidez en la actualidad (más de 50% de frecuencia) (Cuadro 8), esto tomando
como referencia el %SA y al menos dos parámetros más utilizados en el diagnóstico de este
problema y que generalmente corresponden a las variables acidez intercambiable y pH.

A estos cantones se le debe agregar Desamparados (103), el cual a pesar de que en


1986 no figuraba en lista de cantones problemáticos por alto %SA (pero sí con altos niveles
de acidez intercambiable), en esta ocasión se encuentra como uno de los que presenta este
problema con mayor frecuencia, ya que casi el 70% de las muestras provenientes de este
cantón presentan valores de %SA mayor a 10%, y 90% valores de pH por debajo de 5,5
(Cuadro 9). Se puede notar que 6 de estos cantones más problemáticos en acidez están
asociados con el cultivo del café, lo que permite señalar que probablemente algunas
prácticas de manejo practicadas en esta actividad estén contribuyendo con esta tendencia.
También podría ser que problemas de erosión que exponen subsuelos más ácidos tengan
influencia en los resultados obtenidos.

Con respecto a los cantones considerados por Bertsch (1986) con alta frecuencia de
problemas de acidez (más de 50% de frecuencia), en el Cuadro 8 se puede apreciar que
únicamente Grecia (203) y Sarapiquí (410) mantienen esa condición en la actualidad,
mientras que otros cantones como Heredia (401) y Dota (117) si bien es cierto permanecen
en la lista de cantones con problemas, su frecuencia ha disminuido, e inclusive es posible
observar otros cantones como Los Chiles (214) y Buenos Aires (603) que en 1986
catalogaban como muy ácidos, que según los resultados obtenidos en el 2010 no se reportan
con problemas de acidez.

Sin embargo, la situación de estos dos últimos cantones es particular, debido a que
en el caso de Los Chiles en 1986 no se contaba con una cantidad adecuada de muestras
como para considerar esos resultados representativos (20 muestras), mientras que en la
actualidad sí se cuenta con una mayor cantidad de registros (1.004 muestras).
42
En el caso de Buenos Aires, los resultados obtenidos durante el 2010 deben
manejarse con cautela, debido a que gran parte del territorio de este cantón se encuentra
cultivado con piña, y en el estudio actual no se cuenta con los análisis de suelos
provenientes de esas plantaciones, debido a las razones expuestas anteriormente (muestras
analizadas en otros laboratorios).

En el Cuadro 9 se puede observar otra lista de 14 cantones (9 de ellos con más de 40


muestras) en los cuales el problema de acidez no era reportado como frecuente en el año
1986, y que en la actualidad entre el 25 y 50% de las muestras provenientes de estos
lugares presentan problemas de este tipo. Entre esta lista de cantones, cabe resaltar por su
importancia agrícola y por el número de muestras con que cuentan, el caso de los cantones
de Pococí (702), La Cruz (510), Guatuso (215) y Alvarado (306), que tal y como se puede
apreciar en las Figuras 14 y 15 respectivamente, han incrementado la frecuencia con que
presentan problemas de altos valores de acidez intercambiable y de %SA.

El caso contrario se presenta en los cantones de El Guarco (308), Cartago (301) y


Oreamuno (307) ubicados en la provincia de Cartago y Zarcero (211) ubicado en Alajuela,
en los cuales para el año 2010 no se reportan entre los cantones con problemas frecuentes
de acidez, pero que para el año 1986 sí tenían esta condición.

Estos tres cantones cultivan preferencialmente hortalizas, lo cual hace suponer que
en los últimos años se ha venido realizando un buen manejo de la acidez en estos cultivos.
Ramírez et al. (2008) confirman esta tendencia al comparar los valores de 246 muestras de
suelos volcánicos en la cuenca media del río Reventado, estratificadas por edad de uso de la
tierra en el cultivo de la papa desde 0 hasta 70 años, encontraron que el %SA disminuyó
desde 10 hasta 2%, el pH se mantuvo constante durante el mismo período, la CICE
aumentó de 6 hasta 14 y la suma de bases desde 5 hasta 15 cmol(+)/L, respectivamente,
mientras que el P aumentó de 42 hasta 156 a una tasa de incremento anual de 2,3 mg/L.

43
Cuadro 8. Cantones con problemas de acidez en 1986 y en 2010 (según % de saturación de acidez y al menos dos índices más).

1986 2010
% de muestras % de muestras
% Saturación Acidez Suma Acidez Suma
pH % Saturación Acidez pH
Acidez intercambiable cationes intercambiable cationes
Número Entre Mayor a Menor a Entre Mayor a Menor a Número Entre Mayor a Menor a Entre Mayor a Menor a
Cantón de de
Muestras 10-50% 50% 5,5 0,5-1,5 1,5 5 Muestras 10-50% 50% 5,5 0,5-1,5 1,5 5
Grecia 203 423 54 6 84 42 9 69 367 45 33 89 31 50 70
Tarrazú 105 11 36 9 82 27 9 64 629 54 17 88 24 56 33 Más de
Sarapiquí 410 219 57 11 81 36 20 74 594 44 23 84 38 37 61 50%
Naranjo 206 306 34 8 80 25 17 47 256 54 7 86 45 26 42 en
León Cortés 120 22 22 14 41 18 18 36 97 45 13 82 34 33 38
2010
Pérez Zeledón 119 573 38 5 69 31 9 48 561 37 17 72 39 23 50
Heredia 401 139 57 1 73 28 9 66 114 42 6 70 34 27 34
Palmares 207 165 37 7 92 27 33 22 97 38 9 78 15 42 15
Jiménez 304 43 21 7 53 23 19 14 963 44 3 75 39 20 35
Dota 117 106 52 2 84 49 11 38 156 38 8 76 38 32 22
Turrialba 305 469 33 7 66 19 14 59 879 39 7 72 36 23 29
Poás 208 176 26 0 67 18 1 42 302 39 6 75 37 12 42 Entre
San Ramón 202 148 27 5 80 13 13 37 273 35 7 81 32 15 30 25 y
Atenas 205 499 23 2 78 18 15 14 41 34 7 85 27 37 10
50%
Santo Domingo 403 138 29 1 63 22 9 43 85 36 5 60 42 13 24
Paraíso 302 213 30 9 66 16 26 22 759 32 8 60 17 33 14 en
Coto Brus 608 164 34 3 62 13 5 71 337 36 4 62 29 7 52 2010
San Carlos 210 1.295 25 3 55 19 7 37 1.690 31 8 74 29 19 33
Siquirres 703 36 47 0 75 25 28 31 302 27 2 67 34 13 25
Valverde Vega 212 163 31 1 73 22 4 34 77 27 0 71 47 0 16
Santa Bárbara 404 88 34 0 60 19 2 70 104 25 1 42 22 5 22
Flores 408 4 75 0 100 50 25 75 12 25 0 75 25 17 25

Números resaltados con rojo representan cantones con más de 50% de frecuencia de problemas en 1986 según Bertsch (1986).
En % de saturación de acidez y acidez intercambiable se debe sumar el valor de las dos columnas (categorías) para conocer el porcentaje acumulado con problemas.

44
Cuadro 9. Otros cantones con problemas de acidez en 1986 o en 2010 (según % de saturación de acidez y al menos dos índices más).

1986 2010
% de muestras % de muestras
% Saturación Acidez Suma % Saturación Acidez Suma
pH pH
Acidez intercambiable cationes Acidez intercambiable cationes
Número Entre Mayor a Menor a Entre Mayor a Menor a Número Entre Mayor a Menor a Entre Mayor a Menor a
Cantón de de
Muestras 10-50% 50% 5,5 0,5-1,5 1,5 5 Muestras 10-50% 50% 5,5 0,5-1,5 1,5 5
Desamparados 103 225 57 12 90 28 58 30
Los Chiles 214 20 20 30 80 30 30 70 Más de
Buenos Aires 603 132 35 25 70 35 24 53 50%
San Rafael 405 28 39 7 93 39 21 36
Pococí 702 972 36 5 71 39 15 31
San Pablo 409 74 36 3 85 43 22 7
Puriscal 104 69 38 3 86 25 35 9
Hojancha 511 13 31 15 69 15 46 15
Aserrí 106 23 22 4 74 52 17 13
Curridabat 118 28 39 0 68 46 18 11
La Cruz 510 233 31 1 76 36 6 27
San Mateo 204 48 27 2 73 40 15 15 Entre 25
Guatuso 215 221 23 5 76 28 10 27 y 50%
Barva 402 97 27 9 47 19 15 40
Acosta 112 37 41 3 54 19 38 3
San Isidro 406 114 25 2 66 24 9 18
Alvarado 306 487 26 0 46 25 2 36
El Guarco 308 103 25 15 73 18 26 38
Cartago 301 239 23 18 67 15 27 34
Zarcero 211 99 40 0 67 10 3 54
Oreamuno 307 172 29 1 38 17 4 67

En % de saturación de acidez y acidez intercambiable se debe sumar el valor de las dos columnas (categorías) para conocer el porcentaje acumulado con problemas.

45
iii. Distribución de los problemas de acidez en Costa Rica

En las Figuras de la 13 a la 16 se ilustra por medio de mapas, la distribución de las


regiones que presentan los mayores problemas de acidez, según los parámetros señalados
anteriormente. Para complementar la información presentada, o en caso que se desee revisar
los resultados específicos de un determinado cantón, se recomienda consultar el Anexo 2.

Un aspecto importante de mencionar es que en muchas regiones donde la frecuencia


de problemas por altas acidez intercambiable no es tan alta, sí es posible observar una
frecuencia alta de muestras con pH por debajo de 5,5 (Figuras 13 y 14). Bertsch (1986) señala
como una causa de dicha diferencia el hecho de que hay una gran abundancia de suelos
volcánicos bajo manejo agrícola, y que en estos suelos gran parte de la acidez se debe a los
iones H+ disociados a partir de la materia orgánica y no necesariamente a la generada por el
Al.

Sin embargo en comparación con el año 1986, en la actualidad se ha venido


evidenciando un aumento, a nivel general, en la frecuencia y en las regiones donde se
presentan suelos con valores de pH menores a 5,5. Ante esta situación, otra posible causa que
podría explicar este incremento es la expansión de la agricultura hacia áreas más marginales,
y el incremento en el manejo intensivo de la fertilización nitrogenada amoniacal sin un
aumento paralelo de su neutralización.

En la Figura 13 se evidencia que prácticamente solo en los cantones de la provincia de


Guanacaste (excepto Santa Cruz) y algunos del Pacífico Central (Puntarenas, Parrita y
Garabito) no se presentaron problemas por bajos valores de pH. En los demás sitios del país
es posible observar que la frecuencia con que se dan valores bajos de pH fue mayor, y
generalmente coincide con aquellas áreas en las cuales predominan los suelos de origen
volcánico y los suelos más meteorizados (Ultisoles).1

La acidez intercambiable y el porcentaje de saturación de acidez, representados en las


Figuras 14 y 15 respectivamente, siguen un patrón de distribución muy similar en el
porcentaje de muestras que presentan problemas por altos valores en estas variables. En este
caso, nuevamente las regiones que registran las mayores frecuencias con acidez alta coinciden
con aquellas en donde se encuentran principalmente los Ultisoles, especialmente en algunos

1
Según consulta efectuada en el mapa de órdenes y subórdenes de suelos de Costa Rica (no publicado aún),
revisado en el 2011 por el M.Sc. Rafael Mata.

46
sectores de los cantones de Upala, San Carlos, Sarapiquí y Pococí. En los Ultisoles son
reconocidos los problemas severos de acidez ocasionados principalmente por el alto grado de
meteorización, la baja CICE y las condiciones de alta precipitación a la que están expuestos
estos suelos (Bertsch et al. 2000).

También llama la atención el aumento de problemas de acidez en suelos


característicamente aluviales y altos en bases de ambos litorales dedicados a monocultivos
altamente tecnificados en el manejo nutricional. El efecto de las aplicaciones localizadas (en
bandas de fertilización) de fertilizantes nitrogenados amoniacales en un abundante número de
ciclos en los suelos dedicados al cultivo del banano han sido ampliamente documentados
(Segura et al. 1999, Serrano 2003, Serrano et al. 2010).

En cuanto a la suma de bases, en la Figura 16 se reafirma lo expuesto anteriormente en


el Cuadro 7, ya que se evidencia de forma clara la disminución, con respecto a 1986, del
número de cantones con bajos niveles de bases intercambiables. En esta figura es posible
apreciar cómo tanto en los cantones de la provincia de Guanacaste como en los del litoral
Pacífico, pertenecientes a Puntarenas, no se evidenciaron problemas por bajas bases, debido a
las características de los materiales aluviales que dieron origen a estos suelos.

Se puede apreciar claramente cómo en la Zona Norte y la Vertiente Atlántica Norte,


así como en algunos cantones de la Zona Sur del país, es donde persisten los problemas por
bajos niveles de bases. Sarapiquí (410), Grecia (203) y Coto Brus (608) se presentan en la
actualidad como las regiones donde se dan con mayor frecuencia (más de 50%) niveles de
suma de cationes intercambiables por debajo de 5 cmol(+)/L.

Además se puede notar la disminución en la frecuencia con que se presentan bajos


niveles de bases en algunas regiones donde predominan los suelos Andisoles (por ejemplo:
Cartago (301), Oreamuno (307) y Zarcero (211)), lo cual es probable que se deba
principalmente a la aplicación de enmiendas calcáreas por el uso intensivo que se da a los
suelos de estas regiones (cultivos hortícolas principalmente), ya que este tipo de suelos, si
bien es cierto no presentan problemas de acidez acentuados, naturalmente son bajos en bases
y su contenido depende en gran medida del tipo de ceniza que los originó (Alvarado et al.
2001, Ramírez et al. 2008, Méndez y Bertsch 2011).

47
Figura 13. Porcentaje de muestras con problemas de pH (< 5,5) en los diferentes cantones del país en los años 1986 y 2010.

48
Figura 14. Porcentaje de muestras con problemas por acidez intercambiable (> 0,5 cmol(+)/L) en los diferentes cantones del país en los años 1986 y 2010.

49
Figura 15. Porcentaje de muestras con problemas por saturación de acidez (> 10%) en los diferentes cantones del país en los años 1986 y 2010.

50
Figura 16. Porcentaje de muestras con problemas por baja suma de bases (< 5 cmol(+)/L) en los diferentes cantones del país en los años 1986 y 2010.

51
b) Bases Intercambiables (Ca, Mg y K) y CICE

El Ca, Mg y K son elementos ampliamente reconocidos como nutrimentos


esenciales para el adecuado desarrollo de todas las especies vegetales, y la mayoría de sus
funciones han sido claramente identificadas debido al rol fundamental que desempeñan en
procesos fisiológicos claves (por ejemplo el Mg en fotosíntesis), a sus funciones
estructurales (el Ca como componente de la pared celular y lámina media) y de
osmoregulación y transporte (el K en transporte de azúcares) (Marschner 1995).

A nivel del sistema suelo, en el caso del Ca y Mg las dos principales fases que
tienen mayor influencia en la nutrición de los cultivos son: la fracción soluble y la
intercambiable. Estos elementos comparten características muy parecidas debido a la
similitud en algunas de sus propiedades químicas (radios atómicos y divalencia) y en sus
ciclos biogeoquímicos, esto a pesar de que en el suelo la fracción de Ca suele ser mayor
que la de Mg y que a nivel de planta cumplen funciones muy diferenciadas (Fassbender y
Bornemisza 1987, Marschner 1995, Bertsch 1998).

En el caso del K, además de las fracciones mencionadas anteriormente para el Ca y


Mg, hay que agregar, por la importancia que tiene en el ciclo de este elemento a nivel de
suelo, la fracción fijada, la cual se encuentra principalmente ubicada entre las capas de
minerales primarios (feldespatos y micas) y secundarios (ilita y vermiculita). Esta fracción
a mediano y largo plazo es de gran importancia, desde el punto de vista nutricional, ya que
sirve como reservorio para restituir el K de la fracción intercambiable que es extraído del
sistema, ya sea por el consumo mismo de los cultivos o bien, por las pérdidas que se dan
por lixiviación (Molina 1985, Sparks 2000).

Por esta razón, además de contar con los datos de los análisis de suelo tradicionales,
los cuales no son suficientes para predecir las disponibilidad a mediano y largo plazo del
K, sería conveniente contar con algunos parámetros indicadores de la velocidad a la que es
restituido el K hacia las posiciones de intercambio y hacer una correlación con el tipo y
cantidad de arcilla predominante en el suelo (Henríquez 1996). Sin embargo en la práctica
esto es difícil de determinar.

52
Para efectos de interpretación de los análisis químicos de la disponibilidad de
nutrimentos, de acuerdo con Bertsch (1986) se consideran como niveles críticos, 4
cmol(+)/L de Ca, 1 cmol(+)/L de Mg en la solución KCl 1N, y 0,2 cmol(+)/L de K en
Olsen Modificada.

En cuanto a la capacidad de intercambio catiónica efectiva (CICE), se puede decir


que es una medida de la fertilidad potencial que posee un suelo, ya que se refiere a los sitios
de intercambio, con carga negativa, donde son adsorbidos tanto los iones ácidos (Al, H)
como las bases intercambiables (Ca, Mg, K, Na).

Esta característica de los suelos depende en gran medida del tipo de arcilla
predominante en el complejo coloidal, así como del tipo de carga asociada a cada una de
ellas (Sposito 2000), las cuales pueden ser permanentes si son originadas por sustituciones
isomórficas en las capas de las arcillas 2:1, o bien de tipo variable sí son dependientes del
pH del medio, ya que al aumentar este valor se incrementa la ionización de los grupos
hidroxilo (-OH) presentes en la materia orgánica, la alofana, o en los hidróxidos de Fe y Al,
lo cual trae consigo un aumento de cargas negativas en la superficie de los coloides
(Fassbender 1978, Bertsch 1998, Arias et al. 2010).

i. Situación de las bases intercambiables a nivel nacional

Al analizar el estado actual de la CICE y de la cantidad de bases intercambiables en


los suelos agrícolas de Costa Rica, y establecer una comparación con respecto a 1986, es
necesario hacer el análisis de la situación desde dos perspectivas diferentes.

Por un lado se tiene que, al analizar la frecuencia con que se presentan problemas
por bajas cantidades de Ca y Mg intercambiables, hay una notable disminución en el
porcentaje de muestras con valores por debajo del nivel crítico establecido. Actualmente a
nivel nacional, solo una de cada cuatro muestras presenta deficiencias por bajos niveles de
Ca y Mg (26 y 23% respectivamente), mientras que en el pasado dichos valores rondaban
alrededor de 35%.

En el caso de la CICE, que en el año 1986 se reportaba con valores por debajo de 5
cmol(+)/L en el 24% de las muestras, en la actualidad únicamente el 15% del total de
registros presentaron esta condición. Sin embargo, a pesar de que a nivel general hay una

53
disminución en la frecuencia de suelos con baja CICE, los resultados de esta variable no
deben ser tomados como un indicador directo de mejoría en el estado de la fertilidad de los
suelos, ya que además de las bases intercambiables la CICE contempla también la acidez, y
es probable que en muchos casos esos sitios de intercambio estén ocupados por iones
ácidos, ya que tal y como se pudo observar en el apartado anterior, hay también un aumento
a nivel general de suelos con altos valores de acidez intercambiable.

En el caso de la variable K se presenta un escenario distinto al que se encontró en el


caso de las variables Ca y Mg, ya que con este elemento se evidenció un aumento en el
porcentaje de análisis con valores por debajo de su nivel crítico (0,2 cmol(+)/L). Mientras
que en el año 1986 había 22% de muestras deficientes en K a nivel nacional, para el año
2010 el 28% de las muestras se encuentran en esta condición.

Si bien es cierto este cambio en el K no se debe considerar como drástico pues hubo
un incremento únicamente de 6% a nivel nacional, sí es importante resaltar que mientras en
años anteriores las bases que con mayor frecuencia se encontraban deficientes eran el Ca y
Mg, en la actualidad los tres cationes se presentan por debajo de sus respectivos niveles
críticos en porcentajes muy similares. En términos generales 1 de cada 4 muestras de suelo
provenientes de suelos agrícolas de Costa Rica presenta problemas en al menos una de estas
tres variables (Ca, Mg o K).

ii. Situación de las bases intercambiables a nivel provincial

A nivel provincial, en el Cuadro 10 se puede observar que, para el caso de la


variable CICE, en todas las provincias del país hubo un descenso en el porcentaje de
muestras con valores bajos, y es en Cartago el sitio donde se presentó la mayor
disminución, pasando de 35% en 1986 a 16% en la actualidad. Estos cambios, como ya se
mencionó, pueden estar asociados con el tipo de manejo que se esté dando a los suelos de
esta región, ya que al poseer un tipo de carga variable principalmente, al realizar prácticas
que tiendan a elevar el pH del suelo la cantidad de sitios de intercambio catiónico
aumentará (Fassbender 1978, Ramírez et al. 2008).

Puntarenas y Guanacaste son las provincias donde hubo un menor cambio con
respecto a 1986, lo cual resulta coherente pues son los sitios donde el porcentaje de
muestras con baja CICE fueron menores, debido a las características propias de las arcillas

54
predominantes en los suelos de estas regiones, producto de las frecuentes deposiciones
aluviales, las cuales son, en su mayoría, del tipo 2:1 con una alta superficie específica
(Bornemisza et al. 1978; Sancho et al. 1984).

Cuadro 10. Porcentajes de muestras con problemas de baja CICE y bases intercambiables (Ca, Mg
y K) en 1986 y 2010 para cada una de las provincias de Costa Rica.

CICE Calcio Magnesio Potasio


< 5 cmol(+)/L < 4 cmol(+)/L <1 cmol(+)/L < 0,2 cmol(+)/L
Provincia
1986 2010 1986 2010 1986 2010 1986 2010
San José 28% 21% 38% 40% 33% 33% 19% 22%
Alajuela 28% 19% 43% 36% 39% 25% 21% 37%
Cartago 35% 16% 51% 27% 53% 30% 27% 21%
Heredia 37% 28% 52% 47% 53% 46% 20% 28%
Guanacaste 9% 2% 13% 4% 22% 4% 19% 34%
Puntarenas 14% 9% 17% 13% 17% 12% 27% 25%
Limón 22% 14% 32% 23% 29% 24% 34% 20%

Además en el Cuadro 10, se observa que si bien en todas las provincias, excepto en
San José que presenta valores muy semejantes a los de 1986, hubo una disminución en el
porcentaje de muestras deficientes en Ca y Mg.

A diferencia de lo reportado por Bertsch (1986), que menciona que en las provincias
de Cartago y Heredia los problemas por Ca y Mg son muy frecuentes y se presentan en más
de la mitad de las muestras, en esta ocasión ninguna provincia presentó esta condición. Por
su lado las provincias de Guanacaste y Puntarenas continúan siendo los lugares donde se da
con menor frecuencia problemas por bajos niveles de estos cationes (4 y13% para Ca, 4 y
12% para Mg, respectivamente).

Al igual que a nivel nacional, el panorama por provincias con el K es diferente al


que se presenta con el Ca y Mg, ya que se evidenció un aumento en el porcentaje de
muestras deficientes en este elemento en las provincias de San José, Heredia y en mayor
medida en Alajuela y Guanacaste, en donde 37 y 34% de las muestras respectivamente
presentan valores por debajo del nivel crítico.

Únicamente en Limón se encontró una disminución considerable (de 34% en 1986


a 20% en 2010) en la frecuencia de muestras con problemas de K. Estos resultados pueden
estar asociados con las altos requerimientos de este elemento y a las aplicaciones intensivas
de fertilizantes potásicos que se hacen en plantaciones bananeras (Hernández 1985, Medina

55
2008), ya que del total de las muestras provenientes del cultivo de banano utilizadas en el
presente estudio, el 80% de ellas son de la provincia de Limón (Cuadro 6).

iii. Situación del Ca y Mg intercambiables a nivel cantonal

Con respecto a la situación del Ca a nivel cantonal, en el Cuadro 11 se presentan los


cantones con problemas frecuentes por bajos nivel de Ca, tanto en 1986 como en 2010, y en
el Cuadro 12 se muestran aquellos cantones que presentaban problemas por deficiencia de
este elemento en 1986 y en la actualidad no, o viceversa.

Estos resultados indican que el problema de bajos niveles de Ca en los suelos se ha


reducido. De los 24 cantones que en 1986 tenían una frecuencia de problemas de Ca mayor
a 50% en la actualidad únicamente ocho mantienen esa condición (Cuadro 11) (se toman en
cuenta Naranjo (206) y Poás (208) que aunque en 2010 su frecuencia fue menor que en
1986, según los parámetros establecidos se considera que no hubo cambios).

Cantones como Barva (402), Heredia (401), Pococí (702), Turrialba (305), Santo
Domingo (403), Oreamuno (307), Santa Bárbara (404) y Dota (117) han mostrado una
reducción significativa en la cantidad de registros que presentan problemas por bajos
niveles de Ca. Si bien es cierto, estos cantones aún permanecen catalogados como lugares
con problemas por deficiencia en este elemento, su frecuencia ha disminuido ya que en la
actualidad se encuentran en la categoría de entre 25 y 50% de frecuencia (Cuadro 11).

Otros cantones como La Unión (303), Zarcero (211), Guácimo (706), Buenos Aires
(603) y San Mateo (204) (todos ellos con más de 40 muestras) que en el pasado fueron
catalogados como frecuentemente deficientes en Ca (más de 50%), hoy en día no presentan
problemas considerables por bajas cantidades disponibles de este elemento (Cuadro 12).

56
Cuadro 11. Cantones con problemas de Calcio (< 4 cmol(+)/L) en 1986 y en 2010.

1986 2010
Cantón Estado
muestras % muestras %
Grecia 203 423 77% 367 77% I
Sarapiquí 410 219 84% 594 65% B Más de
Coronado 111 246 83% 282 63% B
Goicoechea 108 74 79% 72 60% B
50% en
Coto Brus 608 164 74% 337 57% B 2010
Pérez Zeledón 119 573 52% 561 52% I
Naranjo 206 306 54% 256 48% I
Barva 402 122 60% 97 47% B
Poás 208 176 54% 302 47% I
León Cortés 120 22 41% 97 42% S.D
Heredia 401 139 71% 114 42% B
Tarrazú 105 11 64% 629 40% S.D
San Carlos 210 1.295 45% 1.690 40% B
San Rafael 405 59 49% 28 39% S.D
Alvarado 306 63 40% 487 38% I
Desamparados 103 41 27% 225 37% A Entre 25
Pococí 702 281 54% 972 35% B
San Ramón 202 148 44% 273 34% B
y 50%
Los Chiles 214 20 80% 1.004 32% S.D en 2010
Turrialba 305 469 63% 879 31% B
Santo Domingo 403 138 51% 85 29% B
Oreamuno 307 172 72% 656 29% B
Moravia 114 29 28% 39 28% S.D
Santa Bárbara 404 88 81% 104 27% B
Siquirres 703 36 47% 302 26% S.D
Dota 117 106 50% 156 26% B
Guácimo 706 65 60% 292 25% B
Flores 408 4 75% 12 25% S.D

I= se considera igual con respecto a 1986; B= bajó la frecuencia del problema; A= aumentó la frecuencia del
problema; SD= sin datos suficientes para establecer comparaciones.
Números resaltados con rojo representan cantones con más de 50% de frecuencia de problemas en 1986 según
Bertsch (1986).

Finalmente existe otro pequeño grupo de cantones, entre los que destacan Jimenez
(304), Guatuso (215), La Cruz (510) y Upala (213), los cuales anteriormente no eran
reportados con problemas de bajo Ca disponible y que en la actualidad presentan una
frecuencia de entre 25 y 50% de muestras deficientes en Ca (Cuadro 12). Se debe anotar
que en el caso de estos cantones (excepto Upala), en el pasado tenían una cantidad muy

57
inferior de muestras en comparación con las que presentan actualmente, lo cual pudo haber
influido en la representatividad de los resultados obtenidos anteriormente.

Haciendo un balance general, de los 42 cantones que en 1986 eran catalogados con
algún tipo de frecuencia de problemas por deficiencia de Ca, de los cuales 24 lo eran con
problemas muy frecuentes (más de 50%) en la actualidad solo 27 presentan algún tipo de
estos problemas, y de ellos únicamente 8 se encuentran en la categoría de más de 50% de
frecuencia. Por su parte un nuevo grupo de 6 cantones que anteriormente no aparecían con
problemas de Ca en la actualidad sí presentan esa condición dentro de la categoría de entre
25 y 50% de frecuencia.

Cuadro 12. Otros cantones con problemas de Calcio (< 4 cmol(+)/L) en 1986 o en 2010.

1986 2010
Cantón
muestras % muestras %
La Unión 303 72 64%
Zarcero 211 99 62% Más de
Buenos Aires 603 132 58% 50%
San Mateo 204 48 50%
Jiménez 304 963 38%
Guatuso 215 221 35%
La Cruz 510 233 32%
Aserrí 106 23 30%
Upala 213 637 29%
Curridabat 118 28 29%
Alajuela 201 496 45%
Cartago 301 239 43% Entre 25
El Guarco 308 103 41% y 50%
Valverde Vega 212 163 39%
Tilarán 508 519 38%
Orotina 209 141 31%
Corredores 610 190 30%
Palmares 207 165 30%
Paraíso 302 213 30%
San Isidro 406 132 26%

58
En lo que respecta a la situación del Mg a nivel cantonal en el Cuadro 13 se enlistan
los cantones con una alta frecuencia de muestras deficientes en este elemento (más de
50%), así como aquellos que presentan porcentajes de 25-50% de muestras con bajos
niveles de Mg intercambiable, tanto en el año 1986 como en la actualidad.

Cuadro 13. Cantones con problemas de Magnesio (< 1 cmol(+)/L) en 1986 y en 2010.

1986 2010
Estado
Cantón muestras % muestras %
Grecia 203 423 76% 367 66% B
Sarapiquí 410 219 73% 594 60% B Más de
Pérez Zeledón 119 573 55% 561 55% I
Coto Brus 608 164 80% 337 54% B
50% en
Barva 402 122 70% 97 54% B 2010
Naranjo 206 306 64% 256 52% B
Goicoechea 108 74 70% 72 47% B
Alvarado 306 63 48% 487 47% I
San Rafael 405 59 54% 28 46% S.D
León Cortés 120 22 32% 97 45% S.D
Poás 208 176 61% 302 44% B
Heredia 401 139 70% 114 40% B
Santa Bárbara 404 88 75% 104 39% B
Pococí 702 281 54% 972 38% B
Guácimo 706 65 49% 292 34% B Entre 25
San Ramón 202 148 39% 273 33% I y 50%
Turrialba 305 469 62% 879 32% B en 2010
Tilarán 508 519 68% 44 32% B
Oreamuno 307 172 79% 656 30% B
Tarrazú 105 11 73% 629 28% S.D
Zarcero 211 99 78% 198 27% B
San Isidro 406 132 41% 114 27% B
Coronado 111 246 48% 282 26% B
San Carlos 210 1.295 37% 1.690 25% B
Flores 408 4 75% 12 25% S.D

I= se considera igual con respecto a 1986; B= bajó la frecuencia del problema; A= aumentó la frecuencia del
problema; SD= sin datos suficientes para establecer comparaciones.
Números resaltados con rojo representan cantones con más de 50% de frecuencia de problemas en 1986 según
Bertsch (1986).

59
Al igual que lo encontrado para la variable Ca, el Mg muestra una reducción
considerable en la cantidad de cantones con alta frecuencia de muestras que tienen valores
de este elemento menores a 1 cmol(+)/L. De los 22 cantones que en 1986 tenían una
frecuencia mayor a 50% con problemas de Mg, solo 6 presentan esa condición
actualmente; de los restantes, en 12 hay una disminución en el porcentaje de muestras a
valores de entre 25 y 50%, mientras que 4 de ellos en la actualidad no se reportan como
problemáticos (Los Chiles (214), Santo Domingo (403), Valverde Vega (212) y Buenos
Aires (603)) (Cuadro 14).

Entre los cantones que tienen los porcentajes mayores de muestras deficientes en
Mg, todos ellos excepto Barva presentan también los mayores porcentajes de muestras
deficientes en Ca, lo cual evidencia que en los lugares donde se presentan problemas por
bajos niveles de Ca es común encontrar también bajas cantidades de Mg disponible. Esta
situación se debe a la similitud en el comportamiento de estos elementos en el suelo y a la
composición que tienen los materiales parentales que les dan origen (Fassbender y
Bornemisza 1987).

En el Cuadro 14 se muestra la lista de cantones que en el estudio realizado en 1986


fueron catalogados como problemáticos en cuanto a la variable Mg y que en la actualidad
no presentan dicha condición, o bien aquellos que en el presente estudio se encontraron que
sí presentan problemas y que anteriormente no.

Únicamente tres cantones se añaden a la lista actual de zonas con problemas por
bajos niveles de Mg, y de ellos solo Jiménez (304) presenta una frecuencia mayor a 50%,
mientras que 16 cantones que anteriormente eran reportados como problemáticos en Mg
actualmente no se encuentran en esa condición.

Otro aspecto que sirve como evidencia de la disminución de los problemas de Mg


en los suelos de Costa Rica es que aún entre los cantones con los mayores porcentajes de
muestras deficientes hay una disminución considerable del problema. Por ejemplo, en 1986
el cantón de Coto Brus (608) era el que presentaba mayores porcentajes de problemas con
80% de muestras deficientes en Mg y en la actualidad registra 54%, y el cantón de Grecia
(203) que es el que en la actualidad presentó los porcentajes mayores de deficiencia de este
elemento (66%), anteriormente tenía 76%. En el caso en que se desee consultar el resultado
60
de una zona en particular en el Anexo 2 se presenta el detalle con los resultados obtenidos
para cada cantón, tanto en el año 1986 como en el 2010.

Cuadro 14. Otros cantones con problemas de Magnesio (< 1 cmol(+)/L) en 1986 o en 2010

1986 2010
Cantón
muestras % muestras %
Jiménez 304 963 51%
Los Chiles 214 20 65%
Más de
Santo Domingo 403 138 61%
Valverde Vega 212 163 56% 50%
Buenos Aires 603 132 54%
Desamparados 103 225 40%
Montes de Oro 604 53 26%
Cartago 301 239 48%
Dota 117 106 43%
El Guarco 308 103 38%
Alajuela 201 496 37% Entre
Montes de Oca 115 4 36%
Corredores 610 190 33%
25 y
San Mateo 204 48 33% 50%
Palmares 207 165 29%
Paraíso 302 213 29%
Aserrí 106 66 26%
Esparza 602 39 26%
Siquirres 703 36 25%

61
iv. Distribución de los problemas de Ca y Mg en Costa Rica

En las Figuras 17 y 18 se muestran la categorización de los cantones según la


frecuencia con que se presentan problemas por bajos niveles de Ca y Mg respectivamente,
tanto en el año 1986 como en 2010. Se puede observar que a pesar de la disminución en la
frecuencia con que se presentan problemas por estos dos elementos en los cantones de
Costa Rica, su distribución a nivel nacional sigue un patrón muy similar a la que se
presentaba en el año 1986. En los cantones de la provincia de Guanacaste y en los del
litoral Pacífico los problemas de Ca y Mg no se presentaron ni siquiera en el 25% de las
muestras. Por otro lado, en las regiones donde predominan los suelos más meteorizados
clasificados principalmente como Ultisoles (Zona Norte, Los Santos y Pérez Zeledón) y los
suelos originados a partir de la influencia de cenizas volcánicas (Cordilleras de Guanacaste
y Central) es donde se concentró el mayor porcentaje de muestras deficientes en estos
elementos.

La baja cantidad de Ca y Mg aprovechable por las plantas en los Ultisoles se


encuentra ligada a diversos factores que influyen en la disponibilidad de estos elementos.
Entre dichos factores sobresale el hecho que son suelos con altos % SA y con una baja
capacidad de retención de cationes, debido al constante proceso de desgaste y
meteorización al que se han visto sometidos a lo largo de los años. Además, usualmente
estos suelos se encuentran en zonas húmedas tropicales donde la precipitación es intensa y
abundante, lo cual propicia el lavado de los elementos catiónicos a los estratos inferiores
del perfil del suelo (González 1989).

En el caso de los Andisoles, al ser usualmente suelos con una capacidad de


intercambio catiónica efectiva intermedia (5-10 cmol(+)/L) o inclusive baja, por ejemplo
los Andisoles de la Zona Sur (cantones de Corredores y Coto Brus) o los cercanos a los
cráteres que tienen textura gruesa, es frecuente encontrar que contienen bajos niveles de Ca
y Mg. Además, con los Andisoles del Valle Central se tiene que, al ser los más utilizados
para fines agrícolas, especialmente en los cultivos de café y hortalizas, el impacto que
tienen las actividades del hombre puede inducir a que se incremente el lavado de cationes,
producto de la acidez residual de muchos fertilizantes (Alvarado et al. 2001)

62
En la Vertiente Caribe Aluvial, es posible distinguir claramente dos zonas con
características diferenciadas. En la parte noreste de esta Vertiente, donde se ubican los
cantones de Pococí y Guácimo están los suelos Inceptisoles con influencia volcánica y
fertilidad media, donde es frecuente encontrar bajos niveles de Ca y Mg, y en la parte
sureste donde se ubican los cantones de Siquirres, Matina y Limón se encuentran los suelos
cuyo origen se dio a partir de aluviones de origen sedimentario depositados por
inundaciones frecuentes, donde predominan los suelos con altos contenidos de bases (Arias
et al. 2010). Estas diferencias en los contenidos de Ca y Mg intercambiable entre las dos
regiones se pueden evidenciar en las Figuras 17 y 18.

A diferencia del Mg, en la Zona Norte el Ca presentó una distribución espacial más
amplia en la frecuencia con que se presenta en niveles bajos, ya que en cantones como
Santa Cruz (503) en Guanacaste y Upala (213), Los Chiles (214) y Guatuso (215) en
Alajuela es más común encontrar suelos con bajos niveles de Ca que de Mg, esto según los
resultados encontrados en el análisis hecho para el año 2010. En el año 1986 estos cantones
no presentaban esta condición, sin embargo esos resultados pueden estar relacionados al
bajo número de muestras con que se contaban de esas regiones.

63
Figura 17. Porcentaje de muestras con problemas de Calcio (< 4 cmol(+)/L) en los diferentes cantones del país en los años 1986 y 2010

64
Figura 18. Porcentaje de muestras con problemas de Magnesio (< 1 cmol(+)/L) en los diferentes cantones del país en los años 1986 y 2010.

65
v. Situación del K intercambiable a nivel cantonal

En esta sección se efectúa el análisis detallado del elemento K, cuyos resultados,


como ya se estableció anteriormente, muestran un patrón de distribución de las zonas con
bajos contenidos de este elemento, muy diferente al que se expuso anteriormente en el caso
del Ca y Mg.

En el Cuadro 15 se puede observar que el cantón de Los Chiles (214) es el que


presentó los mayores porcentajes de muestras deficientes en este elemento (tres de cada
cuatro muestras), seguido del Golfito (607) (dos de cada cuatro con problemas). Sin
embargo, en comparación con el año 1986 se ha reducido la cantidad de cantones con más
de 50% de frecuencia de bajo K en sus muestras, como por ejemplo los cantones de San
Mateo (204) en Alajuela, Coto Brus (608) en el sur de Puntarenas y Guácimo (706) en
Limón.

Cuadro 15. Cantones con problemas de Potasio (< 0,2 cmol(+)/L) en 1986 y en 2010.
1986 2010
Cantón muestras % muestras % Estado
Los Chiles 214 20 90% 1.004 73% S.D Más de 50%
Golfito 607 90 29% 183 51% A en 2010
Nicoya 502 132 25% 125 49% A
Nandayure 509 39 38% 184 47% S.D
Pérez Zeledón 119 573 31% 561 47% A
San Mateo 204 48 58% 48 46% I
Guatuso 215 9 33% 221 44% S.D
Sarapiquí 410 219 34% 594 44% A
Esparza 602 39 36% 30 43% S.D
Barva 402 122 45% 97 43% I
La Cruz 510 72 29% 233 42% I
San Carlos 210 1.295 29% 1.689 42% A Entre 25
Coto Brus 608 164 57% 337 39% B y 50%
Hojancha 511 36 61% 13 38% S.D en 2010
Turrialba 305 469 41% 879 37% I
Jiménez 304 43 30% 963 36% I
Santa Cruz 503 131 25% 74 35% I
Coronado 111 246 32% 282 32% I
Alvarado 306 63 30% 487 31% I
Parrita 609 529 26% 480 31% A
Guácimo 706 65 51% 292 28% B
Orotina 209 141 36% 54 28% I
Buenos Aires 603 132 45% 186 25% B

I= se considera igual con respecto a 1986; B= bajó la frecuencia del problema; A= aumentó la frecuencia del
problema; SD= sin datos suficientes para establecer comparaciones.
Números resaltados con rojo representan cantones con más de 50% de frecuencia de problemas en 1986 según
Bertsch (1986).

66
De acuerdo con lo expuesto al inicio de esta sección, se pudo constatar que a nivel
general, tomando en cuenta las muestras provenientes de todo el país, hubo un aumento de
22% a 29% de muestras con problemas por bajos niveles de K. Sin embargo como se puede
observar en el Cuadro 15 en la mayoría de los cantones que presentaban problemas en 1986
y en la actualidad, los porcentajes de muestras deficientes no varían en gran proporción.

En el Cuadro 16 se observa que hay 10 cantones que en el 1986 eran considerados


como problemáticos en K y que en la actualidad no presentan esa condición, pero hay otros
9 cantones que anteriormente no se reportaban con problemas frecuentes y que actualmente
sí. Sin embargo la diferencia a nivel general es probable que se deba al alto número de
muestras provenientes de cantones con problemas por bajo K, como por ejemplo Cañas
(506) (1.216 registros) y Carrillo (507) (1.087 registros), y no necesariamente a un aumento
o variación en la distribución de las zonas con problemas de este elemento.

Cuadro 16. Otros cantones con problemas de Potasio (< 0,2 cmol(+)/L) en 1986 o en 2010.

1986 2010
Cantón muestras % muestras %
Turruburares 116 10 70% Más de
Siquirres 703 36 50% 50%
Goicoechea 108 72 39%
Cañas 506 1.216 39%
Carrillo 505 1.087 37%
Grecia 203 367 36%
Upala 213 637 36%
Montes de Oro 604 53 32%
Poás 208 302 31%
Limón 701 74 30%
León Cortés 120 97 28%
Entre 25
Tarrazú 105 11 45%
y 50%
Pococí 702 281 44%
El Guarco 308 103 40%
Garabito 611 5 40%
Heredia 401 139 37%
Tilarán 508 519 35%
San Ramón 202 148 28%
Matina 705 80 26%
Zarcero 211 99 25%
Corredores 610 190 25%

67
vi. Distribución de los problemas de K en Costa Rica

Esta situación se puede confirmar en la Figura 19, donde se aprecia que la


distribución de las zonas con problemas de K a nivel nacional fue muy similar en los
períodos de 1986 y en 2010. Esto es un indicio de que, contrario a lo que ocurrió con el Ca
y Mg, la situación con el K no ha variado en gran medida con el transcurrir de los años y
que las diferencias que se dan a nivel general se deben a ciertas zonas muy localizadas
donde, el problema de K es frecuente y además cuentan con un gran número de muestras.

De acuerdo con Bertsch (1986) las deficiencias de K comúnmente se encuentran


asociadas a suelos viejos, muy meteorizados o con material parental pobre en este
elemento. Otra razón que comúnmente ocasiona que se reporten bajos niveles de K en los
análisis de suelo es la presencia de arcillas 2:1, las cuales presentan gran capacidad de
retención de este elemento en sus superficies externas e internas lo que ocasiona un
comportamiento particular de este en el suelo (Henríquez 1996).

Al relacionar los resultados mostrados en la Figura 19 con el mapa de órdenes y


subórdenes de suelos de Costa Rica2, se puede observar que en las regiones donde hay
mayores problemas por bajos niveles de K predominan esencialmente 3 tipos de suelo: los
clasificados como Humults en las Llanuras del Norte y en la Zona Sur, suelos clasificados
como Ustalfs ubicados principalmente en la Península de Nicoya y en algunas regiones del
Pacifico Central, así como los parches de Usterts localizados principalmente en los
cantones de Cañas y Nicoya.

En cuanto al manejo de los fertilizantes potásicos, pese a su relevancia para los


cultivos, especialmente aquellos que acumulan azúcares por ejemplo frutas, caña de azúcar
y hortalizas (Marschner 1995), no parece habérsele dado la atención requerida en el lapso
entre los dos estudios. Esta situación se podrá visualizar con más detalle en la sección
siguiente, cuando se analice la relación que mantiene este elemento con respecto a los otros
dos cationes intercambiables (Ca y Mg).

2
Según consulta efectuada en el mapa de órdenes y subórdenes de suelos de Costa Rica (no publicado aún),
revisado en el 2011 por el M.Sc. Rafael Mata.

68
Figura 19. Porcentaje de muestras con problemas de Potasio (< 0,2 cmol(+)/L) en los diferentes cantones del país en los años 1986 y 2010.

69
c) Relaciones Catiónicas

Las limitaciones para la absorción de los elementos catiónicos ocurren cuando las
cantidades de estos nutrimentos son bajas en la solución del suelo y en ocasiones cuando
los niveles de estos nutrimentos son adecuados pero se presentan problemas por
antagonismos y desbalances (Briceño y Carvajal 1973, Molina 1973, Cabalceta 1992).

Las relaciones catiónicas son un índice que sirve para estimar el balance entre las
bases intercambiables en el suelo (Ca, Mg, K). De acuerdo con Fassbender (1978) el valor
de estos cocientes (Ca/Mg, Ca/K, Mg/K, Ca+Mg/K), en conjunto con los valores absolutos
de los cationes intercambiables, son de gran importancia en el diagnóstico e interpretación
si son asociadas con el desarrollo de un cultivo específico. La información obtenida a partir
de estos cocientes debe ser considerada como un criterio de diagnóstico complementario y
según Henríquez (1989), el uso de estas relaciones se debe enfocar únicamente en la
identificación de suelos en los que se presentan problemas extremos entre bases, y no deben
ser utilizadas con fines de realizar recomendaciones de fertilización. Utilizar estas
relaciones como un criterio para corregir los desequilibrios y ajustarlos dentro de un “rango
ideal” puede ser inconveniente tanto desde el punto de vista de producción como desde el
punto de vista económico (Carvajal 1985, Henríquez 1889).

McLean et al. (1983), encontraron que la correlación entre las relaciones Mg/K y
Ca/Mg y los rendimientos obtenidos en diferentes cultivos fueron bajas. Por tal motivo, el
uso las relaciones como herramienta de diagnóstico debe ir acompañado de otros
parámetros de interpretación. Por ejemplo, Mehlich (1967) encontró en un estudio hecho en
suelos cafetaleros de Kenya, que el nivel crítico de K es de 0,2 cmol(+)/L si la relación
Ca+Mg/K es menor a 10, pero si el valor de dicho cociente es mayor a 10 el valor del nivel
crítico para el elemento K es de 0,4 cmol(+)/L.

En Costa Rica, Briceño y Carvajal (1973) reportaron los rangos óptimos de las
relaciones entre cationes en suelos cultivados de café. Sin embargo, a pesar de que estos
ámbitos fueron obtenidos estudiando la respuesta que tuvo el cafeto, su uso se ha
generalizado para otros cultivos y tipos de suelo. Estos ámbitos son los utilizados tanto por
Bertsch (1986) como en el presente estudio, con el fin de visualizar las regiones donde hay
mayor posibilidad de encontrar problemas por desbalance catiónico. Dichos ámbitos

70
reportados como óptimos para las diferentes relaciones (Briceño y Carvajal 1973), y por
fuera de los cuales se esperaría un desequilibrio entre bases, se incluyen en el Cuadro 17:

Cuadro 17. Ámbitos óptimos para las diferentes relaciones catiónicas.

Ámbito
Relación Menor al ámbito Mayor al ámbito
recomendado
Ca/Mg Ca desbalanceado 2-5 Mg desbalanceado
Ca/K Ca desbalanceado 5-25 K desbalanceado
Mg/K Mg desbalanceado 2,5-15 K desbalanceado
Ca+Mg/K Ca y Mg desbalanceados 10-40 K desbalanceado

En el presente estudio el objetivo de calcular estos parámetros es para identificar las


regiones donde es más probable que exista un problema de desbalance con alguno de los
elementos catiónicos, sin que esto signifique necesariamente que el desequilibrio exista y
que tendrá repercusiones en el rendimiento de un determinado cultivo.

i. Situación de las relaciones catiónicas a nivel nacional y provincial

En el Cuadro 18 se presenta el porcentaje de muestras, a nivel provincial, que tienen


algún tipo de desbalance con cualquiera de las bases intercambiables (Ca, Mg, K). El
desbalance de Ca, ya sea con respecto a Mg o a K, es un problema poco común de
encontrar a nivel nacional, ya que en ninguna de las provincias el porcentaje de muestras
con problemas por Ca desbalanceado superó el 25%. En Guanacaste es donde se presentó el
mayor porcentaje de muestras con Ca desbalanceado con respecto al Mg, sin embargo
dicho porcentaje es de tan solo uno de cada cinco registros (20%), por lo que se podría
considerar que no es un problema que se da con mucha frecuencia.

Con respecto a los desbalances de Mg, se puede observar que es en las provincias
del Valle Central donde este elemento se encuentra frecuentemente desbalanceado, ya sea
con respecto al Ca (en Cartago y Heredia), y con una mayor incidencia y una distribución
más amplia con respecto al K (San José, Cartago y Heredia).

71
Cuadro 18. Porcentajes de muestras con problemas de desbalances en las diferentes relaciones
catiónicas en 2010 para cada una de las provincias de Costa Rica.

Ca/Mg Ca/K Mg/K Ca+Mg/K


Provincia Muestras <2 >5 <5 >25 <2,5 >15 <10 >40
San José 2.445 13% 22% 8% 20% 31% 7% 23% 15%
Alajuela 5.979 11% 15% 9% 39% 23% 20% 19% 32%
Cartago 5.066 5% 27% 7% 21% 34% 4% 22% 14%
Heredia 1.225 14% 28% 16% 14% 47% 3% 35% 8%
Guanacaste 3.837 20% 4% 1% 74% 4% 62% 3% 70%
Puntarenas 3.044 17% 19% 2% 77% 5% 48% 4% 69%
Limón 2.264 6% 18% 6% 41% 19% 22% 13% 35%

En lo que respecta al desequilibrio del elemento K, se evidencia que éste se


encontró frecuentemente desbalanceado con respecto al Ca en las provincias de Guanacaste
y Puntarenas, donde aproximadamente 3 de cada 4 muestras presentan esta situación.
Además, en Limón y Alajuela (principalmente en los cantones del norte de esta provincia)
este problema también se presentó de forma frecuente, aunque con una incidencia menor en
comparación con Guanacaste y Puntarenas, donde además es posible observar que el K está
de manera frecuente desbalanceado con relación al Mg (relación Mg/K > 15).

Al analizar la relación Ca+Mg/K a nivel provincial (Cuadro 18) se observa que es


precisamente en esas 4 provincias (Guanacaste, Puntarenas, Alajuela y Limón) donde este
cociente superó el valor de 40 (límite superior del ámbito considerado óptimo) con mayor
frecuencia, es decir que el K se encuentra en cantidades muy bajas con respecto a los otros
dos elementos catiónicos, y es Guanacaste la provincia donde la incidencia de dicho
problema fue mayor (70% de las muestras).

El caso contrario, donde el Ca y Mg se encuentran desbalanceados frecuentemente


con respecto al K (relación Ca+Mg/K < 10), se presentó únicamente en la provincia de
Heredia, la cual tiene 35% de las muestras en esta condición, debido a los bajos niveles de
Ca y Mg disponibles en los suelos y especialmente en el cantón de Sarapiquí; sin embargo,
tal y como se detallará más adelante es posible encontrar esta situación en otras regiones
del Valle Central.

A nivel general, considerando todos los análisis de la base de datos del 2010 se tiene
que los desbalances que con mayor frecuencia se presentaron en los suelos agrícolas de

72
Costa Rica son aquellos en los que el K esta desbalanceado con respecto al Ca, o a ambos
Ca y Mg (relación Ca/K > 25, con 43% de las muestras, y Ca+Mg/K > 40 con 36% de los
registros). Estos valores reflejan un incremento importante, con respecto al año 1986, ya
que anteriormente la frecuencia con que se daban estos desequilibrios a nivel nacional eran
de 30%, y 25% para las relaciones Ca/K > 25 y Ca+Mg/K > 40, respectivamente.

El aumento en la frecuencia de muestras con escasez de K con respecto al Ca y Mg


es un indicio más que sirve para apoyar el escenario planteado en la sección anterior. Por
un lado se tiene un incremento en la cantidad de Ca y Mg disponibles, producto del uso
reiterado de enmiendas calcáreas y dolomíticas en algunas zonas del país, y por otro, al no
evidenciarse un aumento proporcional en el uso de fertilizantes potásicos, hay un
incremento en la incidencia de problemas por bajos niveles de K. especialmente en ciertas
regiones. Esto además, se puede ver reflejado en el hecho de que anteriormente había un
mayor porcentaje de muestras que evidenciaban un desbalance de Mg con respecto a K
(Mg/K < 2,5 con 33% de las muestras), y en la actualidad este desbalance ha disminuido a
un 22%.

ii. Distribución de los desequilibrios catiónicos en Costa Rica

En las Figuras 20 a la 23 se presenta la distribución en el territorio nacional de los


cantones con problemas por desequilibrios catiónicos en la actualidad, así como la
respectiva comparación con la situación encontrada por Bertsch (1986). Si se desea conocer
el porcentaje de frecuencia con que se presentan desequilibrios entre bases para un cantón
en específico, así como su variación con respecto a 1986 se puede consultar el Anexo 2.

Con respecto a la relación Ca/K con valores por encima de 25, la cual es la que
presenta los mayores porcentajes de problemas, la distribución a nivel nacional sigue la
misma tendencia que se presentaba en 1986 (Figura 20), lo cual es un reflejo de lo
acentuado que suelen ser los problemas por este desbalance en ciertas zonas de Costa Rica
(algunas regiones de Guanacaste, Litoral Pacífico y Sureste de la Región Atlántica).

El efecto de antagonismo Ca/K en muy conocido y se ha demostrado en Costa Rica


desde hace muchos años en tabaco, café y otros cultivos (Briceño 1970). Ante esta
situación se debe resaltar la importancia que tiene la fertilización potásica en estos sitios, ya
que este desbalance puede afectar la absorción del K por parte de los cultivos (Fassbender y

73
Bornemisza 1987), máxime si se continúan realizando aplicación de enmiendas calcáreas
que eleven los niveles de Ca y Mg en el suelo.

En el caso del cociente Mg/K > 15, la tendencia que presenta fue muy similar a la de
la relación Ca/K > 25, aunque de forma menos generalizada (Figura 21) y predominante en
los cantones de Guanacaste y del Pacifico, así como los de la región Sureste del Atlántico
(Matina, Limón y Talamanca). Esta distribución con K desequilibrado, tan marcada en el
país, se puede confirmar al observar el comportamiento de la relación Ca+Mg/K > 40
(Figura 22), donde observa como sólo en la Región Central del país y algunos cantones de
la Región Atlántica Norte (Sarapiquí, Pococí y Guácimo) el K no se encontró de manera
frecuente en alguna situación de desbalance.

En el Valle Central y Atlántico Norte es posible observar con frecuencia que el


catión que tuvo los mayores problemas de desbalance fue el Mg, especialmente con
respecto al K (Figura 23, Mg/K < 2,5). Esto significa que es muy probable que en estas
regiones el Mg sea el catión más limitante para la producción de los cultivos, debido a dos
razones principales: la frecuencia con que se presenta deficiente (Figura 18), y la situación
de desequilibrio con respecto a las otras bases. A pesar de lo anterior y con el transcurrir de
los años, se evidencia una disminución considerable de los desequilibrios del elemento Mg
y de su distribución en el territorio nacional.

74
Figura 20. Porcentaje de muestras con problemas de desbalance de Potasio con respecto a Calcio
(Ca/K > 25) en los diferentes cantones del país en los años 1986 y 2010.

Figura 21. Porcentaje de muestras con problemas de desbalance de Potasio con respecto a
Magnesio (Mg/K >15) en los diferentes cantones del país en los años 1986 y 2010.

75
Figura 22. Porcentaje de muestras con problemas de desbalance de Potasio con respecto a Calcio
y Magnesio (Ca+Mg/K>40) en los diferentes cantones del país en los años 1986 y 2010.

Figura 23.Porcentaje de muestras con problemas de desbalance de Magnesio con respecto a


Potasio (Mg/K<2,5) en los diferentes cantones del país en los años 1986 y 2010.

76
d) Fósforo y elementos menores (Zn, Mn, Fe, Cu)

i. Fósforo

De las dos formas predominantes de P en el suelo, la fracción inorgánica está


asociada básicamente con la presencia de sesquióxidos amorfos y cristalinos (P-Al y Fe) así
como compuestos calcáreos (P-Ca), mientras que en las formas orgánicas predominan el P
lábil, además de aquel presente en los ácidos fúlvicos y húmicos (Saljnikov y Cakmak
2011). Sin embargo, la baja concentración y solubilidad de este elemento en los suelos,
hacen del P un nutriente crítico, que limita, de manera frecuente, la producción y el
crecimiento vegetal, sobre todo en suelos tropicales muy meteorizados o dominados por
materiales de bajo grado de cristalización en Andisoles.

En suelos tropicales, generalmente si no se realizan aplicaciones de altas cantidades


de fertilizantes fosfatados los rendimientos de los cultivos suelen ser bajos, especialmente
en suelos rojos, o bien en los derivados de cenizas volcánicas que tienen la capacidad de
fijar grandes cantidades de este elemento. Por esta razón, y con la finalidad de establecer
las prácticas de manejo adecuadas para este elemento, es muy importante tener en cuenta su
dinámica en el suelo, en especial al momento de interpretar los resultados de los análisis de
laboratorio (Kamprath 1974). No obstante los requerimientos de P o la habilidad de los
cultivos para producir con bajos niveles de P disponible en el suelo es variada y algunos de
ellos como la yuca y especies arbóreas acidófilas llegan a producir sin mayores problemas
(Herrera et al. 1999).

Para determinar la disponibilidad de P en el suelo, se han utilizado gran cantidad de


metodologías de extracción, entre ellas Truog, Bray I y II, Morgan Modificado, Mehlich (y
sus respectivas modificaciones) y Olsen (Kamprath 1973b, Cabalceta 1993). En Costa Rica,
la metodología empleada comúnmente en los análisis de rutina es la que utiliza la solución
Olsen Modificada y el nivel crítico definido para la mayoría de los cultivos es de10 mg/L
(Bertsch 1986).

En lo que respecta a la situación del P en los suelos agrícolas de Costa Rica, a nivel
nacional hay una importante disminución en la frecuencia con que este elemento se
encuentra por debajo de su nivel crítico en la solución Olsen Modificada, pasando de estar

77
deficiente en el 74% de las muestras en 1986 a tener actualmente 58% de las muestras en
esa condición.

Sin embargo, el P continúa siendo el elemento mineral más limitante para la


producción de los cultivos en los suelos de Costa Rica, superado únicamente por la baja
disponibilidad de N, que no es contemplado en este estudio. Esta situación se debe no solo
a la alta frecuencia con que se encuentra deficiente para las plantas en forma natural en los
suelos del país, sino también, a la gran diversidad de interacciones en el sistema suelo que
sufren los productos fertilizantes aplicados, que tienden predominantemente a estabilizarlo
(Fassbender y Bornemisza1987). Según sea el tipo de suelo de que se trate, el P puede estar
menos disponible para las plantas debido a las diferentes reacciones mediante las cuales se
adsorba o se retenga (Kamprath 1973b).

En el Cuadro 19 se observa que en todas las provincias hubo una reducción en la


cantidad de muestras con bajos niveles de P, a excepción de Puntarenas, provincia que
junto con Guanacaste, presenta los mayores porcentajes de frecuencia de problemas con
este elemento en la actualidad; en ambos casos, 3 de cada 4 muestras son deficientes en P.

Cuadro 19. Porcentajes de muestras con problemas de Fósforo en 1986 y 2010 para cada una de las
provincias de Costa Rica.

Fósforo
< 10 mg/L
Provincia
1986 2010
San José 68% 56%
Alajuela 78% 70%
Cartago 56% 31%
Heredia 65% 45%
Guanacaste 81% 74%
Puntarenas 75% 76%
Limón 80% 48%

Cartago es la provincia que presentó el menor porcentaje de muestras con


problemas por bajo P, sin embargo estos resultados no necesariamente significan que exista
un alto contenido natural de P en los suelos de esta región, sino que más bien se debe a la
gran capacidad fijadora que tienen los suelos originados a partir de cenizas volcánicas

78
predominantes en esta provincia (Alvarado et al. 2001, Ramírez et al. 2008). Esta situación
obliga a que sean aplicadas altas cantidades de este elemento para cumplir con los
requisitos nutricionales de algunos cultivos hortícolas altamente demandantes de P, como el
caso de la papa, cuyo nivel crítico de P en el suelo ha sido establecido en 50 m/L de P,
extraído con la solución Olsen Modificada (Soto 2001).

Además de Cartago, las provincias de Heredia y Limón son las únicas que
presentaron a nivel general menos de 50% de deficiencias de P de acuerdo con los
resultados encontrados en el 2010. En este punto cabe resaltar el caso de Limón, ya que
anteriormente era una de las provincias con mayor incidencia de niveles bajos de P en los
suelos, y fue la que presentó una mayor disminución en la actualidad, especialmente en los
cantones de Pococí y Matina.

En el Cuadro 20 se enlistan los cantones que presentaron de manera muy frecuente


problemas por bajos niveles de P (más de 90% de frecuencia), asi como aquellos en los que
se presenta este problema con menor frecuencia (menos de 50%). Esta categorización se
realizó de esta manera con el objetivo de hacer los resultados comparables con los que
reporta Bertsch (1986) para este elemento, y se hizo diferente a la de los demás elementos
debido a que la mayoría de cantones presentaron frecuencias mayores al 50%, lo cual
dificultaría la presentación de la información. Por razones prácticas, del Cuadro 20 fueron
excluidos los cantones con menos de 40 muestras en alguno de los dos períodos, con el fin
de limitar la discusión solo a aquellos cantones donde la fortaleza y representatividad de
este estudio es mayor. Nuevamente, si se desea conocer los resultados de un cantón
especifico se puede consultar el Anexo 2.

Al presente, los cantones de Los Chiles (214), Guatuso (215) y La Cruz (510),
ubicados en la Zona Norte del país, así como San Mateo (204) de Alajuela y Golfito (607)
en el Sur de Puntarenas son los que tienen con mayor frecuencia problemas por bajos
niveles de P en los suelos, todos ellos con más de 90% de sus muestras con cantidades
inferiores a 10 mg/L. Ninguno de esos cantones quedaron señalados en el estudio anterior,
problamente debido al bajo número de muestras analizado en el trabajo de Bertsch (1986).

79
Cuadro 20. Cantones con problemas mayores problemas de Fósforo (más de 90% con <10 mg/L)
y menos problemas con este elemento (menos de 50% con <10 mg/L) en 1986 y en
2010.

1986 2010
Cantón muestras % Cantón muestras %
Garabito 611 5 100% Los Chiles 214 967 97%
Guatuso 215 9 100% La Cruz 510 233 96%
Más de
Tilarán 508 519 98% Guatuso 215 220 95%
San Mateo 204 48 96% 90% Golfito 607 183 93%
Coto Brus 608 164 95% San Mateo 204 48 92%
Jiménez 304 43 95% Naranjo 206 252 48%
Más de
León Cortés 120 22 95% Coronado 111 270 48%
90% Siquirres 703 36 94% Pococí 702 967 48%
Hojancha 511 36 92% Siquirres 703 300 47%
Orotina 209 141 91% Desamparados 103 224 44%
San Carlos 210 1.295 91% Dota 117 156 42%
Bagaces 504 339 90% Santa Ana 109 93 34%
Los Chiles 214 20 90% San Isidro 406 102 32%
Escazú 102 38 48% Matina 705 515 32%
Cartago 301 239 46% Zarcero 211 192 31%
Paraíso 302 213 38% Alvarado 306 475 30%
Santo Domingo 403 138 38% Goicoechea 108 60 30%
Menos
Santa Ana 109 90 35% Alajuela 201 695 26%
Moravia 114 29 31% de 50% Poás 208 292 23%
Flores 408 4 25% Santo Domingo 403 84 23%
San Isidro 406 132 23% Paraíso 302 754 20%
Menos Montes de Oca 115 21%
4 Heredia 401 114 19%
de 50% Oreamuno 307 172 14% Santa Bárbara 404 96 19%
Palmares 207 94 18%
Oreamuno 307 624 15%
El Guarco 308 387 15%
La Unión 303 100 10%
Cartago 301 788 8%
Valverde Vega 212 77 8%
San Pablo 409 74 3%

Números resaltados con rojo representan cantones que mantienen la misma categoría con respecto al trabajo
de Bertsch (1986).
Para simplificar la información expuesta sólo se consideran cantones con un número de muestras mayor a 40.

80
En relación con los cantones con menos frecuencia de problemas de P, la lista de 6
cantones de 1986 se triplicó en el estudio del 2010. La información presentada en el Cuadro
20 se sintetiza en la Figura 24, donde se puede visualizar la categorización de los cantones
según la frecuencia con que se presentan bajos niveles de P disponible. Se puede apreciar
que únicamente en los cantones de la Región Central del país es donde se encontraron
menores porcentajes de muestras con problemas de P, lo cual coincide con los resultados
encontrados por Bertsch (1986). No obstante también es visible cómo se ha ampliado el
área con menos problemas, especialmente hacia la región Atlántica.

Se debe anotar nuevamente que la causa principal por la que las cantidades de P en
los análisis de suelo están frecuentemente muy por encima del nivel crítico se debe
esencialmente a las altas aplicaciones de P que se practican en estos suelos, debido a la alta
capacidad de retención de este elemento que tiene la alofana, la cual es el coloide
predominante en los suelos derivados de origen volcánico (Ospina 1974, Soto 1998).

De igual manera, la disminución a nivel general de la frecuencia con que se


presentaron niveles de P por debajo de 10 mg/L en la Región Atlántica, podría asociarse al
incremento de las zonas con plantaciones manejadas bajo un sistema intensivo de
fertilización fosforada en cultivos como los ornamentales, palmito, frutas, y raíces y
tubérculos. Lo anterior puede estar estrechamente relacionado con la apertura de la
carretera hacia esa zona, inaugurada después de que se realizó el primer estudio.
Adicionalmente, es importante anotar que en la actualidad hay un mayor uso de los análisis
de suelos como herramienta de diagnóstico en esta provincia, según se pudo constatar en el
Cuadro 3.

Según los resultados encontrados en el presente estudio, se pueden distinguir en


Costa Rica tres zonas bien marcadas donde se presenta la mayor incidencia de problemas
con este elemento (Figura 24).

Por un lado, está la región noroeste del país desde Grecia hasta La Cruz, incluyendo
San Carlos, Los Chiles, Guatuso y Upala, y la región del Pacifico Central y Sur, a partir del
cantón de Parrita hasta la frontera sur, incluyendo Buenos Aires, las cuales son las zonas
que presentaron la mayor frecuencia de problemas por bajo P (más de 75%). En estas

81
regiones hay un predominio de suelos Ultisoles3, los cuales se caracterizan por su bajo
contenido natural de P disponible y por una alta capacidad de fijación de este elemento en
forma de óxidos de Fe y Al (Fox et al. 1974; Bertsch et al. 2000), lo que ayuda a que se dé
una acentuación de este problema.

Por otro lado está la región correspondiente a los cantones cercanos a la Península
de Nicoya y el Pacifico Central (hasta el cantón de Garabito), donde si bien es cierto
existen problemas por bajos niveles de P (entre 50-75% de las muestras) estos no son tan
frecuentes como los descritos anteriormente en la Zona Norte y Sur. En estos suelos es
probable que la baja disponibilidad de P este asociada principalmente a los altos contenidos
de Ca, lo cual hacen menos disponible el P al formar fosfatos cálcicos (Kamprath 1973,
Sancho et al. 1984).

3
Según consulta efectuada en el mapa de órdenes y subórdenes de suelos de Costa Rica (no publicado aún),
revisado en el 2011 por el M.Sc. Rafael Mata.

82
Figura 24. Porcentaje de muestras con problemas de Fósforo (< 10 mg/L) en los diferentes cantones del país en los años 1986 y 2010.

83
ii. Elementos menores

En cuanto a la situación de los elementos menores y su comparación con respecto al


estado que presentaban en 1986, el Zn continúa siendo el microelemento que con mayor
frecuencia representa una limitante para la producción. A nivel del país, en la actualidad,
30% de las muestras presentaron contenidos de Zn disponible menores a 2 mg/L, mientras
que en 1986 era 25% de las muestras las que presentaban esta condición. Considerando
otros estudios diferentes al trabajo de Bertsch (1986) donde se afina el nivel crítico de Zn, y
se establece para algunos órdenes de suelos en valores de 3 mg/L (Molina y Bornemisza
2006), se tendría que en la actualidad el 49% de las muestras presentan valores inferiores a
este nivel, lo cual indica que a nivel nacional la frecuencia con que se reportan suelos
deficientes en este elemento es una de cada dos muestras.

A nivel provincial (Cuadro 21), Puntarenas continúa siendo la provincia con mayor
porcentaje de muestras con bajos niveles de Zn, a pesar de que hubo una disminución de
9% con respecto al año 1986. Por otro lado en Alajuela se evidencia un aumento
considerable en el porcentaje de muestras deficientes en Zn, duplicando en el 2010 (30%)
el porcentaje reportado por Bertsch en 1986 (15%).

Cuadro 21. Porcentajes de muestras con problemas elementos menores (Zn, Mn, Fe, Cu) en 1986 y
2010 para cada una de las provincias de Costa Rica.
Zinc Manganeso Hierro Cobre
< 2 mg/L < 5 mg/L < 10 mg/L < 2 mg/L
Provincia
1986 2010 1986 2010 1986 2010 1986 2010
San José 27% 27% 24% 25% 2% 1% 1% 3%
Alajuela 15% 30% 9% 6% 1% 0% 0% 0%
Cartago 15% 14% 27% 17% 1% 0% 1% 1%
Heredia 10% 25% 35% 16% 0% 0% 1% 1%
Guanacaste 35% 38% 35% 14% 14% 15% 2% 1%
Puntarenas 53% 44% 29% 16% 21% 3% 4% 2%
Limón 31% 40% 22% 20% 5% 0% 4% 3%

La provincia de Cartago por su parte, continúa siendo la zona donde se presentaron


con menor frecuencia problemas por bajos niveles de Zn, manteniéndose en un porcentaje
prácticamente igual al que se reportó en 1986.

A nivel cantonal (Cuadro 22), en el 2010 se encontraron 11 cantones (8 de ellos con


más de 40 registros) en los cuales el porcentaje de muestras deficientes en Zn supera el
50%. De estos, 5 de ellos también tenían esta condición en el año 1986 (Buenos Aires

84
(603), Esparza (602), San Mateo (204), Nicoya (502) y Santa Cruz (503), mientras que en
los otros 6 (Los Chiles (214), Golfito (607), Montes de Oro (604), Coto Brus (608), Aserrí
(106) y Turrubares (116)) si bien es cierto antes eran reportados como problemáticos, en la
actualidad tuvieron una tendencia a incrementar la incidencia del problema.

Cuadro 22. Cantones con problemas de Zinc (< 2 mg/L) en 1986 y en 2010.

1986 2010
Estado
Cantón muestras % muestras %
Turruburares 116 16 38% 10 70% SD
Buenos Aires 603 132 60% 186 68% I
Golfito 607 90 42% 183 64% A
Esparza 602 39 51% 30 63% SD
Aserrí 106 66 29% 23 61% SD Más de
Los Chiles 214 20 45% 1.004 60% SD 50% en
Montes de Oro 604 103 37% 53 57% A 2010
San Mateo 204 48 58% 48 56% I
Nicoya 502 132 74% 125 54% B
Santa Cruz 503 131 55% 74 54% I
Coto Brus 608 164 46% 337 52% I
Carrillo 505 167 34% 1.087 49% A
Corredores 610 190 43% 850 47% I
Pérez Zeledón 119 573 36% 561 46% A
Acosta 112 250 50% 37 46% SD
Orotina 209 141 40% 54 44% I
Pococí 702 281 46% 972 42% I Entre 25
Puntarenas 601 461 51% 359 41% B
Abangares 507 86 26% 52 40% I
y 50%
Parrita 609 529 78% 480 40% B en 2010
Garabito 611 5 40% 59 39% SD
Matina 705 80 26% 537 35% I
Atenas 205 499 37% 41 34% I
Grecia 203 423 26% 367 33% A
Talamanca 704 135 26% 87 30% I

I= se considera igual con respecto a 1986; B= bajó la frecuencia del problema; A= aumentó la frecuencia del
problema; SD= sin datos suficientes para establecer comparaciones.
Números resaltados con rojo representan cantones con más de 50% de frecuencia de problemas en 1986 según
Bertsch (1986).

85
Adicionalmente, en el Cuadro 23 se observa otro grupo de 14 cantones en los que
anteriormente no se reportaban problemas frecuentes por bajos niveles de Zn y que en la
actualidad sí, y tres de ellos (La Cruz (510), Guácimo (706) y Limón (701)) con porcentajes
de frecuencia mayores a 50%. Por otro lado, hay 11 cantones (2 de ellos con más de 50%
de frecuencia) que anteriormente eran catalogados en la lista de lugares con problemas de
Zn y en la actualidad no se reportan con esta condición.

Cuadro 23. Otros cantones con problemas de Zinc (< 2 mg/L) en 1986 o en 2010.

1986 2010
Cantón muestras % muestras %
La Cruz 510 233 56%
Guácimo 706 292 54%
Mas de
Limón 701 74 51%
Hojancha 511 36 83% 50%
Liberia 501 490 60%
León Cortés 120 97 49%
Sarapiquí 410 594 42%
Cañas 506 1.216 35%
San Carlos 210 1.690 34%
Puriscal 104 69 33%
Nandayure 509 184 32%
Siquirres 703 302 31%
Turrialba 305 879 30%
San Ramón 202 273 29%
Osa 605 292 27% Entre 25
Escazú 102 34 26% y 50%
Aguirre 606 172 38%
Goicoechea 108 74 38%
El Guarco 308 103 35%
Jiménez 304 43 35%
Guatuso 215 9 33%
Mora 107 106 31%
Bagaces 504 339 30%
Tarrazú 105 11 27%
Flores 408 4 25%

86
En la Figura 25 se muestran la distribución de los cantones que presentan con más
frecuencia problemas por bajos niveles de Zn, tanto en 1986 como en el año 2010. Se puede
constatar que a nivel general en el territorio costarricense se ha dado un incremento en las
zonas con problemas con este elemento, anteriormente circunscritas a los cantones ubicados
cerca de la costa Pacífica y algunos de la Región Atlántica. En la actualidad los sitios donde
es frecuente encontrar bajos niveles de Zn se han extendido hacia la Zona Norte del país en
cantones como San Carlos y Sarapiquí, y se han acentuado aún más hacia el sector Caribe
por ejemplo en Limón (701), Guácimo (706), Siquirres (704) y Turrialba (305) (Cuadro
23).

Las razones a las cuales se les puede asociar estos bajos niveles de Zn dependen de
la zona de la que se trate, ya que de las demás propiedades del suelo (pH principalmente) y
la influencia del clima en una región especifica dependerá el comportamiento de este
elemento en el suelo (Lindsay 1991).

De esta forma mientras en los cantones cercanos a la provincia de Nicoya es


frecuente encontrar valores de pH por encima de 6, los cuales hacen que el Zn sea poco
soluble (Jeffery y Uren 1983), existen otras condiciones como en los suelos de la Zona
Norte (por ejemplo: Sarapiquí y San Carlos) y de la Zona Sur (por ejemplo: Pérez Zeledón
y Buenos Aires), donde predominan condiciones de pH bajos, lo cual ocasiona que haya un
aumento en la solubilidad de este elemento y al encontrarse en condiciones de alta
precipitación es muy probable que se pierda por lixiviado (Sánchez 1981). Ambos extremos
en las condiciones de pH pueden asociarse con deficiencias de Zn (Bertsch 1998).

A lo anterior hay que sumarle el hecho de que es probable que estos resultados estén
influenciados por la apertura en los últimos años de nuevas áreas agrícolas (como es el caso
del cultivo de la piña en la Zona Norte) con suelos más marginales, en los cuales los
contenidos de Zn son naturalmente bajos, o que por alguna práctica de manejo se
intensifique su pérdida del sistema.

Es probable igualmente, debido al manejo que se hace de forma habitual del Zn y en


general de los demás elemento menores, las medidas para corregir sus carencias no estén
enfocadas a remediar los problemas a nivel de suelo, sino que, al detectarse problemas por

87
deficiencia de estos elemento, se realicen aplicaciones foliares que ayuden a superar esta
situación únicamente por un ciclo de cultivo y no de forma permanente.

Otra posible razón que podría justificar este aumento en la frecuencia con que se
dan problemas de Zn, es la priorización que generalmente se hace para corregir en primera
instancia los problemas causados por elementos mayores, o bien por acidez en los terrenos
recién abiertos a cultivos, dejando relegado a un segundo plano la corrección de problemas
de los elementos menores, y en este caso en particular del Zn.

En cuanto a la situación de los demás elementos a nivel nacional, en el caso del Mn,
éste pasó de encontrarse bajo en el 26% de las muestras en 1986 al 15% en el año 2010. En
las provincias de San José (25%) y Limón (20%) es donde la frecuencia de muestras con
problemas de Mn mayormente se han reportado, mientras que en la provincia de Alajuela
es donde dicho valor ha sido menor con apenas 6% de todas las muestras provenientes de
esa provincia.

A nivel cantonal, actualmente sólo 5 cantones presentan porcentajes mayores a 50%


de muestras deficientes en Mn, de los cuales únicamente Vázquez de Coronado (111) y
Goicoechea (108) tienen más de 40 muestras, mientras que otros 10 presentan porcentajes
entre 25-50% de muestras con valores por debajo de 5 mg/L de Mn entre los que sobresalen
por su importancia agrícola y número de muestras los cantones de Guácimo (706), Pérez
Zeledón (119) y Corredores (610).

En la Figura 26 se observa la distribución actual de los cantones con problemas por


bajos niveles de Mn y su comparación con respecto al año 1986. Se puede apreciar cómo en
algunos cantones de la provincia de Guanacaste, especialmente los que están ubicados
cerca de la Península de Nicoya, la incidencia de muestras con bajos niveles de Mn
disminuyó, y que las zonas más problemáticas en este elemento se concentraron sobretodo
en cantones del Valle Central, especialmente de la provincia de San José.

En el caso de los elementos Fe y Cu, se confirma el panorama reportado por Bertsch


(1986), ya que en ambos casos el porcentaje de muestras con deficiencia de estos
nutrimentos no superó el 3% a nivel nacional. En el caso del Fe únicamente en Guanacaste
se reportó un 15% de las muestras con valores de este elemento soluble por debajo de 10
mg/L, mientras que en las demás provincias este valor no supera el 3%.
88
Esta situación particular de la provincia de Guanacaste se debe al predominio de
suelo con pH con valores de entre 6 y 6,5 o mayores, los cuales al igual que en el caso del
Mn hacen que el Fe sea poco soluble (Lindsay 1991). Por el contrario, en el resto del país
es frecuente encontrar niveles altos de Fe soluble debido a los altos contenidos de óxidos de
Fe que hay en los suelos tropicales (especialmente Ultisoles) (Sánchez 1981), por la
presencia de condiciones de pH menores a 5,5 y a la abundancia de este elemento en forma
soluble en los suelos derivados de cenizas volcánicas (Fassbender 1978, Bertsch et al.
1984).

En el caso del Cu, se considera que este no es una limitante a la producción por
encontrarse en valores por debajo de su nivel crítico, ya que ni a nivel provincial (Cuadro
21) ni cantonal se presenta deficiente en porcentajes importantes. Por el contrario este
elemento ha sido ampliamente documentado como tóxico en algunas regiones del país
(cantones de Osa (605) y Corredores (610)) producto de aplicaciones reiteradas de
productos para control fitosanitario en el pasado, especialmente en plantaciones bananeras
(Cordero y Ramírez 1979, Pérez y Bornemisza 1986).

89
Figura 25. Porcentaje de muestras con problemas de Zinc (< 2 mg/L) en los diferentes cantones del país en los años 1986 y 2010.

90
Figura 26. Porcentaje de muestras con problemas de Manganeso (< 5 mg/L) en los diferentes cantones del país en los años 1986 y 2010.

91
e) Síntesis del estado de fertilidad de los suelos agrícolas de Costa Rica en 2010

i. Priorización de las principales limitantes a nivel nacional

Al hacer un balance, a nivel general, en la comparación del estado de la fertilidad de


los suelos agrícolas de Costa Rica entre los años de 1986 y 2010, se encontró que hubo
cambios considerables en algunas de las variables evaluadas, presentándose una mejoría en
algunas de ellas, mientras que otras presentaron una tendencia hacia la acentuación de un
determinado problema. Esto demuestra, en primera instancia, que la fertilidad de los suelos
es dinámica, y que, como elemento en común al cual se pueden asociar muchos de los
cambios, se encuentra el manejo que se ha venido haciendo en los suelos de los aspectos
referentes a la fertilización.

En la Figura 27, siguiendo el orden de mayor a menor frecuencia en el porcentaje de


muestras con valores problemáticos, se presenta el estado actual de la fertilidad de los
suelos del país: el P (58%) es la limitante más común en los suelos de Costa Rica, seguido
por los problemas de acidez (tanto por bajo pH (53%) como por alta acidez
intercambiable (37%)). Luego se encuentran los bajos niveles de Zn (30%) y de K
(28%), al igual que los altos % SA (28%). Posteriormente están los bajos niveles de Ca
(26%), Mg (23%) y Mn (15%) disponibles, y por último los bajos contenidos de Fe (6%)
y Cu (3%), los cuales no representan una limitante importante por deficiencia en los suelos
de Costa Rica.

Figura 27. Porcentaje de muestras con problemas en las diferentes variables estudiadas en los años
1986 y 2010.

92
En términos comparativos con 1986, en la Figura 27 se observa que a pesar de la
disminución porcentual de los problemas por bajo P, en la actualidad este elemento sigue
siendo una de las principales limitantes en nuestros suelos. Por otro lado, contrario a lo
encontrado por Bertsch (1986), la cual menciona que en Costa Rica los bajos niveles de
bases son una limitante más frecuente que la acidez por sí misma, en la actualidad es
posible observar que los problemas de acidez superan en frecuencia a los bajos niveles de
bases, convirtiéndolos en este sentido en una mayor limitante que la baja cantidad de
cationes intercambiables.

En síntesis, mientras que en 3 de los 4 parámetros utilizados comúnmente en el


diagnóstico de problemas de acidez (pH, Acidez y % SA), así como en el comportamiento
del Zn hubo un incremento en el porcentaje de muestras con problemas, la situación con las
variables P, Ca, Mg y Suma de Bases (SB) evidenció una mejoría en sus respectivos niveles
a nivel nacional. El otro de los elementos fundamentales, el K, se mantuvo prácticamente
sin alteración.

En general, podría suponerse que la mayoría de las prácticas de manejo relacionadas


con la fertilización están realizándose con mayor intensidad que en el pasado, y como
resultado del mayor uso de las herramientas de diagnóstico disponibles (análisis de suelos y
foliares). No obstante, no se ha logrado practicarlas en forma totalmente balanceada, de
modo que en la actualidad se presentan las tendencias anteriormente mencionadas:

 Disminución de problemas de Ca, Mg y P


 Aumentos de problemas de Acidez y Zn
 Comportamiento estable del K

Lo anterior hace suponer, en primera instancia que, en términos generales, se está


haciendo en la actualidad un uso más intensivo de fertilizantes nitrogenados amoniacales,
los cuales tienen una capacidad acidificante en la solución del suelo que si no se controla
conduce a una disminución en el pH del medio, lo que puede conducir posteriormente a una
mayor solubilización de iones con carácter ácido como el Al.

En la Figura 28 se observa como durante la década de los años 90 e inicios del


2000, se dio un incremento en las importaciones de fertilizantes en Costa Rica, tanto
líquidos como granulares. Además en la Figura 29 se puede ver que durante la pasada

93
década hubo un incremento sostenido (excepto en 2009) en las cantidades de fertilizantes
nitrogenados, potásicos y compuestos que se importaron, lo cual apoya la hipótesis de que
parte del incremento en los problemas de pH y de acidez intercambiable se debe al uso
intensivo de estos fertilizantes. También podría mencionarse el efecto de las lluvias ácidas,
las cuales se han incrementado en los alrededores de los volcanes Poás, Irazú y Turrialba en
el Valle Central, del Rincón de la Vieja y Arenal en Guanacaste (Rodríguez et al 1995,
Mora 1995, Alvarado 2012).

Figura 28.Cantidad de fertilizantes (líquidos y granulados) importados en Costa Rica del año 1991
al 2001. Fuente MIDEPLAN (2002).

Figura 29.Importaciones de fertilizantes potásicos, nítricos y compuestos realizadas por Costa Rica
del año 2000 al 2010. Fuente: SEPSA (2011).

94
Otro aspecto importante que se refleja en este estudio y que podría parecer
contradictorio al anterior, es que también se ha incrementado sustancialmente la aplicación
de enmiendas dolomíticas y calcáreas, lo cual se observa en la disminución de la frecuencia
de los problemas de Ca y Mg.

Al presentarse ambos fenómenos de manera simultánea, se puede argumentar que si


bien es cierto se están aplicando materiales calcáreos y dolomíticos con mayor reiteración
que antes, éstos no han sido lo suficientemente efectivos para contrarrestar la acidificación
inducida por las actividades agrícolas, principalmente por la aplicación de fertilizantes
nitrogenados amoniacales.

Serrano (2003) menciona que en estos suelos aluviales de las Llanuras del Caribe el
pH disminuyó de 6,5 a 5,1 y la acidez intercambiable se incrementó de 0,07 a 1,16
cmol(+)/L como consecuencia del uso de fertilizantes de reacción ácida y de la lixiviación
de bases en el agua de drenaje en un período de 2 años.

Adicionalmente, la disminución en el porcentaje de muestras con bajos niveles de P


hace suponer una mejoría en el manejo de la fertilización con este elemento en los últimos
años. Sin embargo debido a la complejidad en el comportamiento de este nutrimento en el
suelo es importante evaluar en cada caso las medidas de manejo que se estén adoptando.

En relación con el K, no se observan cambios relevantes ni en frecuencia ni en la


distribución a nivel nacional; esto a pesar de que en la actualidad se tiene mayor
disponibilidad para hacer uso de los análisis de suelos como herramienta de diagnóstico,
además de una abundante oferta de fertilizantes potásicos. Por el contrario, los desbalances
en relación con Ca y Mg tienden a verse acentuados en varias regiones del país.

El Zn, como elemento menor con mayor frecuencia de problemas no ha recibido,


indudablemente, la atención necesaria para corregir sus deficiencias directamente en el
suelo. Por lo tanto, es un elemento que debería considerarse como prioritario en
investigación en el corto plazo.

95
ii. Principales limitantes en la fertilidad de los suelos a nivel regional

Con el objetivo de evaluar los factores que más comúnmente limitan la producción
agrícola en las diferentes regiones de Costa Rica se elaboraron fertigramas con las variables
que se consideran constituyen las mayores fortalezas del análisis de suelo, debido tanto a su
importancia agronómica como por la confiabilidad de los datos obtenidos a partir de los
análisis de laboratorio para dichas variables.

De acuerdo con Corrales et al. (2005) en el caso de pH, Ca, Mg, y K los
porcentajes de variación en sus determinaciones son los menores, lo cual implica que
constituyen las principales fortalezas de los análisis químicos de suelos. En el caso de la
acidez, P y Zn, a pesar de contar con mayores porcentajes de variación en las
determinaciones de laboratorio, son importantes de considerar debido a su importancia en
la agricultura. Además, otras variables como % SA y la Suma de Cationes, cuyo cálculo
se deriva partir de otros parámetros dados por el análisis, se incluyen debido a su
importancia en el diagnóstico del estado nutricional de un suelo.

Los fertigramas son representaciones gráficas (comúnmente compuestos por anillos


concéntricos) que permiten exhibir los resultados de los análisis de suelos de una forma
fácilmente comprensible, de manera que se puedan hacer comparaciones visuales de las
características químicas de un suelo en diferentes localidades o tiempos de muestreo. De
acuerdo con Batista (2009) los fertigramas son una forma más sencilla para que la
información pueda ser entendida por los productores, al tiempo que permite al técnico en
agricultura explicar de mejor manera las medidas correctivas a tomar, de acuerdo con la
información mostrada en los gráficos.

En este caso, con la finalidad de representar la información proveniente de los


23.860 análisis que componen la base de datos utilizada en el presente estudio, los
fertigramas se elaboraron de forma tal que representen el porcentaje de muestras con
problemas para cada variable mencionada anteriormente, de manera que se pueda visualizar
fácilmente cuál es la limitante que se da con mayor frecuencia en cada región.

Para definir las diferentes regiones se utilizó como base la regionalización del país
propuesta por el Ministerio de Planificación Nacional y Política Económica (MIDEPLAN).
Es importante anotar que si bien es cierto, esta división obedece a criterios políticos y

96
sociales (y no necesariamente a criterios edáficos), las diferencias que se pueden encontrar
en términos de fertilidad de suelos entre las diferentes zonas del país son marcadas (y con
utilidad práctica). Sin embargo, el objetivo de esta división regional es que sirva como
punto de partida para que en un futuro se pueda afinar aún más la regionalización tomando
en consideración las variaciones entre los principales ordenes de suelo que predominan en
el país.

Las 6 regiones en que se divide el país según el MIDEPLAN (2009) son las
siguientes: Región Chorotega, Pacifico Central, Brunca, Central y Huetar Norte y Atlántica.
La lista completa de los cantones que pertenecen a cada región se puede consultar en el
Anexo 3. Únicamente en el caso de la región Huetar Atlántica se realizó una subdivisión
adicional, debido a las marcadas diferencias que se encuentran en cuanto a fertilidad y
origen de los suelos entre la parte noreste y suroeste de esta región (Arias et al. 2010) y
porque la forma en que está organizada la base de datos (a nivel cantonal) permitió hacer
dicha separación de forma bastante aproximada.

En la Figura 30 se muestran los fertigramas elaborados para cada una de las


regiones mencionadas anteriormente. En ellos se incluye dos anillos de colores verde y
rojo, los cuales representan los valores de 25 y 50% respectivamente, y se grafican con el
fin de que sirvan como un patrón de referencia para comparar fácilmente qué tan frecuente
se presentan problemas en cada una de las variables.

De esta forma, variables cuyo punto de referencia se ubica dentro del círculo color
verde indican que la frecuencia con que se dan problemas con ese parámetro (según los
niveles críticos establecidos) es menor a 25%, mientras que si dicho punto se ubica entre
los círculos verde y rojo indica problemas con incidencias entre 25 y 50%.
Consecuentemente, los puntos correspondientes a determinada variable que se encuentren
por fuera del anillo rojo indican frecuencias mayores a 50%, por lo que se consideran
limitantes que se dan con bastante recurrencia en esa zona, según los resultados de este
estudio.

Como denominador común y en concordancia con todo lo señalado en las otras


secciones del trabajo, se tiene que el P es la variable que presenta uno de los valores más
frecuentemente deficientes en todas las regiones del país, siendo más marcado el problema

97
en las regiones Chorotega, Pacífico Central, Huetar Norte y Brunca donde
aproximadamente 75% de las muestras presentan valores de P por debajo de 10 mg/L. En la
Región Central es donde esta variable se presentó con valores problemáticos de menor
frecuencia, lo cual se relaciona directamente con la procedencia de la mayoría de las
muestras incluidas en esta región, ya que vienen principalmente de suelos derivados de
cenizas volcánicas con alta capacidad de fijar este elemento, tal y como se comentó
anteriormente.

Otro elemento altamente deficiente (más de 50% de frecuencia) en todas las


regiones (excepto la Central) es el Zn. Los problemas con esta variable se acentúan más
notablemente en las regiones Chorotega, Pacifico Central y Brunca, donde
aproximadamente 3 de cada 4 muestras presentan valores de deficientes en este elemento.

En la Región Central, que es donde menor frecuencia de problemas de Zn se


presentan (aunque sí existen), estos valores se pueden asociar a la bioacumulación de este
elemento en suelos derivados de cenizas volcánicas que se encuentran bajo cultivo
(Alvarado et al. 2001).

Peralta y Bornemisza (1981) al analizar los contenidos de Zn soluble en la solución


Olsen Modificada en 6 suelos Andisoles de la Región Central encontraron que únicamente
uno de ellos presentó valores por debajo de 3 mg/L de Zn en los primeros 20 cm de suelo.
Sin embargo varios autores citados por Alvarado et al. (2001) mencionan respuesta a la
aplicación de este elemento en cultivos como café, fresa, papa y caña de azúcar.

Es importante anotar que para efectos de calcular los porcentajes de muestras con
problemas de Zn se utilizó el valor de 3 mg/L, reportado por Díaz.Romeu y Hunter (1978)
a nivel general para todos los suelos del país como el nivel crítico de concentración y el
mismo fue encontrado por Molina y Bornemisza (2006) como nivel crítico para suelos
Andisoles y Vertisoles.

Ante esta situación, si se considera como nivel crítico para Zn el valor de 3 mg/L, y
no 2 mg/L, utilizado anteriormente para fines de comparativos con los resultados
encontrados por Bertsch (1986), se tiene que a nivel general la frecuencia de problemas de
Zn ascendió al 49% de las muestras, lo cual lo convierte, después del P, en el limitante que
con mayor frecuencia se da en los suelos agrícolas de Costa Rica.

98
En lo que respecta al estado a nivel regional de los elementos Ca y Mg es posible
identificar 3 regiones donde prácticamente no se dieron problemas por niveles bajos de
estos nutrimentos. Dichas regiones corresponden a la Chorotega (provincia de Guanacaste),
el Pacifico Central, y la Región Huetar Atlántica Suroeste, donde los contenidos de Ca y
Mg difieren considerablemente con respecto a los que se encontraron en la parte Noreste de
esta región.

En la parte Central del país y en la Zona Sur (Región Brunca) los problemas por
bajos niveles de Ca y Mg podrían considerarse moderados, ya que aproximadamente el
25% de las muestras provenientes de estas zonas presentan valores por debajo de los
niveles considerados críticos para esos elementos. Por otro lado en la Región Huetar Norte
es donde más se acentuaron los problemas por bajo Ca (43% de las muestras), mientras que
la mayor frecuencia por bajos niveles de Mg se presentó en la parte Noreste de la Región
Huetar Atlántica, con 37% de las muestras con esta condición.

En el caso del K, se destacan las regiones Chorotega y Huetar Norte como las que
presentaron mayores problemas con este elemento, mostrando valores por debajo del nivel
crítico (0,2 cmol(+)/L) en el 34 y 48% de las muestras, respectivamente. En el caso de la
Región Chorotega (Guanacaste) es importante resaltar el hecho de que este elemento
además de encontrarse con frecuencia en niveles deficientes, es común que este también en
condición de desbalance con respecto a Ca y Mg, lo que dificulta aún más su
aprovechamiento por parte de los cultivos, razón por la cual es imprescindible considerarlo
en los programas de fertilización básicos que se realizan en la región.

Los resultados obtenidos a nivel regional coinciden con la distribución mostrada en


la Figura 19 presentada anteriormente, en la cual se pudo constatar que los cantones
cercanos a la Península de Nicoya y los ubicados en la Zona Norte son algunos de los que
presentaron con mayor frecuencia los problemas por bajos niveles de K.

Con respecto a los parámetros de acidez analizados en este apartado (pH, acidez
intercambiable, %SA y suma de cationes), en este caso sirven para confirmar los aspectos
más relevantes planteados anteriormente. A nivel general, en ciertas regiones como la
Huetar Norte y la sección Noreste de la Huetar Atlántica, los problemas por bajo pH y alta
acidez intercambiable constituyen una limitante más común que los problemas por baja

99
sumas de cationes intercambiables, lo cual puede estar asociado al uso de zonas más
marginales en lo que respecta a la fertilidad de suelos para la incorporación de ciertos
cultivos extensivos como piña.

Además, llama la atención el caso de la región Huetar Atlántica Suroeste, la cual a


pesar de no poseer problemas frecuentes con ninguno de los cationes intercambiables en
términos absolutos, el porcentaje de muestras con pH bajo y acidez intercambiable alta
superó el 50%, lo cual se puede relacionar de manera directa con el uso intensivo de
fertilizantes nitrogenados con efecto residual de acidez en las plantaciones de banano
predominantes en la región.

En la Región Central del país es importante anotar que las variables pH y acidez son
las que más comúnmente se encuentran presentando valores problemáticos, por encima de
cualquier otra variable analizada, lo cual es un reflejo una vez más del efecto del manejo de
la fertilización en los cultivos provenientes de esta zona (café y hortalizas principalmente).

En síntesis, al ordenar de mayor a menor la frecuencia con que se presentan


problemas con las diferentes variables evaluadas en este apartado para cada una de las
regiones se tienen los siguientes resultados:

Mayor frecuencia Menor frecuencia


Región Variables
Brunca P Zn pH Acidez K Ca Mg SA Suma cationes
Central pH Acidez P SA Ca Mg K Zn Suma cationes
Chorotega P Zn K pH Acidez Ca Mg % SA Suma Cationes
Norte P pH Zn K Acidez Ca % SA Suma Cationes Mg
Pacífico Central P Zn pH K Acidez % SA Ca Mg Suma Cationes
Atlántica Suroeste pH Zn Acidez P % SA K Ca Suma Cationes Mg
Atlántica Noreste pH Zn P Acidez Mg % SA Ca Suma Cationes K

100
Figura 30. Fertigramas con las principales limitantes químicas expresadas porcentualmente que presentan los suelos en las diferentes regiones de
Costa Rica.
101
iii. Distribución general de los valores de los registros de la base de datos para las
diferentes variables

Con el objetivo de visualizar la distribución general y los rangos de valores que con
mayor frecuencia se presentan en las principales características químicas de los suelos agrícolas
de Costa Rica, se elaboraron histogramas de frecuencia, organizados de la siguiente manera: en
primer lugar se presentan las variables de pH y acidez en conjunto con los elementos
considerados mayores en la nutrición de los cultivos (Ca, Mg, K, P) (Figura 31). Posteriormente
se muestra la distribución para los elementos menores (Zn, Mn, Fe y Cu) (Figura 32); y
finalmente se presentan las variables de porcentajes de saturación, tanto de acidez como para
cada una de las bases (Ca, Mg y K) (Figura 33), los cuales sirven como un criterio
complementario para evaluar el estado de la fertilidad de los suelos.

Los histogramas son representaciones gráficas de gran utilidad que permiten observar la
distribución por clases, que siguen las variables continuas. Al mismo tiempo, a través de estas
figuras se pueden obtener los valores de las frecuencias acumuladas en cada clase (representada
en este caso por medio de la línea roja en cada figura).

Para la obtención de los histogramas mostrados en las Figuras 31 a 33 en primera


instancia se utilizaron todos los análisis de la base de datos final de trabajo (23.860 registros) para
así obtener una distribución preliminar de los valores de cada variable. Al observarse la
existencia de una “cola de valores” con baja frecuencia ubicados hacia la derecha del histograma,
es decir valores extremos altos, se decidió, utilizar un criterio agronómico y excluir dichos
registros de la representación final, ya que estos valores indican claramente en ocasiones la
presencia de algún tipo de error en la muestra.

De esta forma para todas las variables analizadas, excepto para el pH y los porcentajes de
saturación, se realizó un “recorte” de los datos en el percentil 90 para su presentación final en los
histogramas, de esta forma se excluyeron el 10% de los datos de cada una de las variables que
presentaron valores extremos. Para el caso del pH, esta variable fue la que presentó la
distribución más cercana al tipo normal, teniendo un coeficiente de asimetría de 0,46; sin
embargo para este caso se decidió excluir el 5% de los datos iniciales y finales (de 0 hasta
percentil 5 y de 95 a percentil 100) que son valores extremos bajos y altos, y representan
condiciones extremas completamente atípicas a lo normal en los suelos agrícolas de Costa Rica

102
(por ejemplo valores de pH menor a 3 y mayor a 9) lo cual hace suponer nuevamente algún tipo
de error en la muestra.

Al analizar precisamente esta variable, se puede apreciar que al considerar únicamente el


90% de los datos se obtiene un rango que va desde 4,4 hasta 6,7. Por lo tanto, encontrar valores
de pH por fuera de ese ámbito en suelos de Costa Rica es una situación poco común. Además es
posible observar que dentro de ese rango la mitad de las muestras presentaron valores menores a
5,5; lo cual significa que en estos suelos hay mayor probabilidad de encontrar problemas por
solubilidad de Al. El otro 50% de las muestras representan suelos con valores de pH por encima
del valor crítico.

Suelos con problemas muy acentuados por bajo pH (menor a 4,5) se presentaron
únicamente en el 7% del total de las muestras analizadas (considerando el 5% excluido
previamente de los histogramas), mientras que los suelos que tuvieron una tendencia más alcalina
(valores mayores a 6,5) representan el 8% del total de los análisis. Estos datos se pueden
corroborar observando la Figura 31, en la que se muestra como la gran mayoría de los valores de
pH de los suelos de Costa Rica se encuentra cercanos al nivel establecido como crítico de 5,5.

En el caso de la acidez intercambiable, el 37% del total de los datos presentaron valores
por encima del 0,5 cmol(+)/L, de los cuales el 10% contempla valores por encima de 2
cmol(+)/L, lo que puede significar problemas severos por toxicidad de Al, en especial si el
contenido de bases de esos suelos es bajo. No obstante, tal y como se puede observar en la Figura
31, al no considerar los valores extremadamente altos de acidez, la distribución de los datos de
acidez intercambiable tienden a estar sesgados hacia la izquierda, es decir la mayoría de los
registros presentaron valores menos problemáticos al nivel crítico de 0,5 cmol(+)/L.

Con los elementos Ca y Mg, se tiene que el 90% de los datos presentan valores máximos
de 24 y 9 cmol(+)/L respectivamente, por lo que encontrar suelos con cantidades disponibles de
Ca y Mg por encima de estos niveles es poco común a nivel general en Costa Rica, y se pueden
asociar especialmente a ciertas zonas del país, como ocurre en los suelos aluviales en la Zona Sur
o en la Provincia de Guanacaste, donde el 25% y 37% de las muestras provenientes de esta región
tienen valores de Ca y Mg por encima de los aquí indicados.

Además, al excluir el 10% de valores extremos se tienen que el 28 y 26% de las muestras
presentan valores por debajo del nivel crítico respectivo para Ca y Mg, y que en ambos casos

103
alrededor del 10% de los análisis tienen valores muy bajos de estos elementos (menos de 2
cmol(+)/L de Ca y menos de 0,5 cmol(+)/L de Mg). Sin embargo, es importante anotar que esta
situación de severidad de bajos contenidos de Ca y Mg es muy marcada en la provincia de
Heredia, y especialmente en el cantón de Sarapiquí, donde alrededor del 42% de las muestras
presentaron valores extremos de deficiencia de Ca y en 31% deficiencias severas de Mg. Otros
cantones como Grecia, Pérez Zeledón y Coto Brus también presentan esta condición es un
porcentaje considerable de sus muestras (más de 20%).

Para el elemento K se tiene que el 90% de las muestras presentaron como valor máximo
0,93 cmol(+)/L, con lo cual es poco común en Costa Rica encontrar suelos con niveles de K por
encima de este valor, siendo Cartago la región donde con mayor frecuencia se presentó esta
condición (20% de los casos). Sin embargo es probable que se deba a la intensiva fertilización
que se realiza con este elemento en los cultivos predominantes en la zona. En la Figura 31 se
puede observar que el 30% de los datos presentó valores de K disponible inferiores al nivel
crítico, mientras que el 52% de las muestras presentaron niveles de K adecuados para la mayoría
de los cultivos (entre 0,2-0,6 cmol(+)/L de K).

En la Figura 31 también es posible observar que un porcentaje considerable de muestras


presentan valores extremadamente bajos de este elemento, presentándose inclusive en un 10% de
las muestras valores de K por debajo de 0,1 cmol(+)/L. Este problema es especialmente
acentuado en cantones como Los Chiles, donde el 44% de los registros presentan valores menores
a 0,1 cmol(+)/L de K, y en otros como Golfito, Pérez Zeledón y San Carlos (más de 20% de
muestras por debajo de este valor).

En el caso del P, se encontró que en el 10% de los análisis estudiados las cantidades de
este elemento disponible fueron mayores de 60 mg/L, de los cuales únicamente el 6% de ellos
presentaron valores por encima de 100 mg/L. Estos resultados indican que la gran mayoría de los
suelos en Costa Rica presentan niveles menores de 60 mg/Kg de P disponible. En las regiones
donde los valores son elevados esto se debe esencialmente a la constante aplicación de grandes
cantidades de este elemento por medio de fertilizante (por ejemplo en Cartago el 18% de las
muestras tienen valores mayores a 100 mg/L).

Por otro lado, en la Figura 31 se puede observar además que un porcentaje importante de
muestras presentó niveles de P extremadamente bajos, presentándose inclusive muestras con

104
valores menores de 5 mg/L en alrededor del 40% de los casos, esto quiere decir que a nivel
nacional 4 de cada 10 análisis registran niveles de P por debajo de 5 mg/L. Esta situación es
especialmente marcada en algunos cantones de la Zona Norte del país, como por ejemplo Los
Chiles, Guatuso y La Cruz en donde inclusive la severidad del problemas es tal que más del 60%
de las muestras presentaron valores menores a 2 mg/L de P disponible en Olsen Modificado.

Esta situación reafirma una vez más la magnitud de la limitación que representa este
elemento en los suelos tropicales y en este caso específico en Costa Rica, ya que a pesar de que a
nivel general se detectó una disminución en el porcentaje general de muestras con problemas de
bajo P, es posible hallar aún casos como los anteriores de regiones donde los niveles de este
nutrimento pueden llegar a ser extremadamente limitantes.

En lo que respecta a los elementos menores en la Figura 32 se muestran los histogramas


con la distribución de los valores para estas variables. En el caso del Zn, se reafirma su condición
de ser el microelemento que más comúnmente se encuentra deficiente en los suelos de Costa
Rica. Con base en los registros del laboratorio se pudo determinar que el 90% de los análisis para
el elemento Zn presentan un ámbito de valores entre 0 y 9 mg/L, y valores fuera de este ámbito
son poco comunes en nuestras condiciones. Cartago es la región donde con mayor frecuencia se
encuentran suelos con niveles de Zn por encima de ese rango (22% de las muestras). Además, al
considerar únicamente los datos ubicados dentro de ese rango se tiene que la mitad de ellos
presentan valores por debajo del nivel de 3 mg/L, considerado por algunos autores como el nivel
crítico de concentración de este elemento en el suelo.

Con el elemento Mn el panorama que se presenta es diferente al caso del Zn, ya que
únicamente un 15% del total de las muestras analizadas presentan niveles bajos de este elemento.
Además concentraciones de Mn que oscilen entre 5 mg/L (nivel crítico) y 75 mg/L se
encontraron en el 75 % de los suelos, lo cual refleja lo común que es hallar valores con estas
magnitudes en los suelos de Costa Rica.

Sólo el 10% de los análisis presentaron niveles de Mn por encima de 75 mg/Kg, los cuales
se encontraron principalmente en la provincia de Alajuela, la cual, en forma individual, duplica el
promedio general con un 20% de los datos presentando valores mayores a 75 mg/Kg.

105
En el caso del elemento Fe se tiene que es poco común encontrar este elemento como
limitante en los suelos del trópico, lo cual se confirma viendo la distribución que presentan los
valores de esta variable con respecto a su nivel crítico. Por el contrario, en muchas ocasiones se
teme más bien que este elemento se encuentre en concentraciones muy elevadas que pueden
causar toxicidad o deficiencia de otros nutrimentos por antagonismo. En los suelos de Costa Rica
es común encontrar que el Fe se encuentre muy por encima de su nivel crítico (10 mg/L) sin que
se presenten problemas de toxicidad. Es este caso se encontró que alrededor del 37% de los
suelos presentan niveles de Fe entre 10 y 100 mg/L, y que un 51% presentan valores entre 100 y
300 mg/L, lo cual indica que es bastante común encontrar dichos niveles de Fe en los suelos de
Costa Rica. Valores por encima de 300 mg/L de Fe soluble en Olsen Modificado en el suelo se
encontraron únicamente a nivel general en alrededor del 10% de los casos, y es en las provincias
de San José (26%), Cartago (15%) y Heredia (13%) donde con mayor frecuencia se dan estos
valores.

Finalmente en el caso del Cu, se encontró que el 90% de los datos se sitúan en el ámbito
de 0-20 mg/L de este elemento. Únicamente en algunos cantones como Heredia, La Unión,
Naranjo, Palmares y San Pablo (todos ellos cafetaleros y ubicados en el Valle Central) y en el
cantón de Osa en la Zona Sur, es donde el porcentaje de muestras con valores de Cu por arriba de
20 mg/L supera el 40%, lo cual es posible que se deba a la intensa aplicación de agroquímicos ya
sea en el pasado o en la actualidad, que causa la acumulación de este elemento en el suelo debido
a su baja movilidad. En la Figura 32 se puede observar que aproximadamente el 50% de las
muestras de presentan valores de Cu disponible entre 2 y 10 mg/L, mientras que valores entre 10
y 20 mg/L se hallaron en el 38% de los casos.

106
Figura 31.Histogramas de frecuencias de la distribución de los valores en los análisis de suelos para las variables pH, acidez, Ca, Mg, K y P.
Líneas azules verticales representan los niveles críticos reportados para cada variable.
107
Figura 32. Histogramas de frecuencia de la distribución de los valores en los análisis de suelos para las variables Zn, Mn, Fe y Cu.
Líneas azules verticales representan los niveles críticos reportados para cada elemento.

108
Con respecto a los porcentajes de saturación de bases, representados en la Figura 33, los
histogramas fueron realizados utilizando la totalidad de los datos, y solo en el caso del K se
excluyeron únicamente 68 registros de 23.860 (0,28% de los datos) debido a que presentaban
valores extremos que se desvían por completo de la situación considerada entre los ámbitos
normales para esta variable. También en el caso de la saturación de acidez se excluyeron el 5%
de los datos, los cuales representaban valores con más de 50% de saturación de acidez.

Los porcentajes de saturación de bases, al igual que en el caso de la relaciones catiónicas,


constituyen un criterio complementario al valor absoluto de la concentración de cationes al
momento de interpretar la situación que tienen estos nutrimentos en el suelos, ya que reflejan de
manera porcentual los sitios de intercambio catiónico efectivo (CICE) que son ocupados por cada
uno de estos elementos.

Con el fin de comparar los resultados obtenidos con los valores teóricos ideales de
porcentaje de saturación de cada una de las bases, en la Figura 33 se representa por medio de las
líneas azules verticales los ámbitos que se consideran adecuados para la saturación de Ca, Mg y
K, reportados por diversos autores y sintetizados por Henríquez (1989). En el caso del % SA la
línea azul representa el valor de 10%, por debajo del cual no se considera que existan problemas
de toxicidad por aluminio para casi ningún cultivo.

Para el caso del porcentaje de saturación de Ca (% SCa) los valores teóricos indican que
idealmente un suelo debe tener entre un 65 y 85% de saturación de Ca en sus sitios de
intercambio. En los suelos de Costa Rica, se puede observar (Figura 33) un amplio rango de
valores para esta variable, que va desde unos pocos valores menores a 15% hasta valores de
saturación de más de 90%. Además, se puede observar que de la totalidad de análisis
contemplados en este estudio alrededor del 62% coinciden sus valores dentro de este ámbito,
mientras que el 36% se encuentra por debajo del límite inferior y únicamente un 2% están por
encima del límite superior de este ámbito. Estos resultados reflejan que a pesar de que más de la
mitad de los análisis de suelos presentan una condición ideal de saturación de Ca, una proporción
importante de ellos se encuentra desbalanceada ya sea con respecto a iones ácidos o bien con
respecto a otros cationes intercambiables, según los resultados obtenidos por medio de estos
parámetros.

109
En el caso del Mg, una situación diferente a la del elemento Ca se presenta ya que según
los porcentajes de saturación de Mg ideales (% SMg), cuyos valores oscilan entre 5 y 13%,
únicamente el 16% de las muestras analizadas presentan esta condición, mientras que el 82% de
ellas presentan valores por encima del límite superior de ese ámbito, alcanzado en algunas
ocasiones valores de más de 30% de saturación de Mg (en el 12% de los casos). A nivel general
los cantones pertenecientes a la provincia de Guanacaste y en especial los cercanos a la Península
de Nicoya son los que presentan los mayores porcentajes de saturación de Mg, ya que a nivel
provincial el 98% de las muestras presentan valores por encima de 13% de saturación de Mg.

Con el porcentaje de saturación de K (% SK) se tiene que casi la totalidad de las muestras
oscilan en valores que van desde 0 hasta 20% de saturación. Además en la Figura 33 se puede
observar como al utilizar los criterios de % de saturación se tiene que es precisamente el K el que
se encuentra en mayor proporción por debajo de los valores teóricos, ya que el 46% de las
muestras presentan valores por debajo del límite inferior establecido en 3%, mientras que un 36%
se encuentra dentro del rango ideal de un suelo químicamente balanceado (3-7%).

Los desequilibrios de K presentados anteriormente por medio de las relaciones catiónicas


se pueden apreciar nuevamente por medio de este parámetro especialmente en Puntarenas y
Guanacaste, donde el 79 y 76% de las muestras respectivamente presentan % SK muy bajos, lo
cual es una evidencia adicional del desbalance que sufre este elemento en esa regiones.

Con respecto al % SA se encontró que únicamente alrededor del 5% de los datos de la


base final de trabajo presentan problemas extremos de saturación de acidez, con valores por
encima de 50%, lo cual indica que a nivel general es poco frecuente encontrar problemas muy
severos por alta saturación de acidez. Sin embargo en algunos cantones como en Grecia (33%),
Sarapiquí (23%) y Pérez Zeledón y Tarrazú (17%) la severidad de este problema sí es más
evidente. Con los demás registros que presentan problemas de altos % SA (mayor a 10%), se
tiene que el 14% de ellos tienen problemas que se pueden considerar como leves (entre 10 y 25%
de SA), mientras que un 8% tienen problemas medios

110
Figura 33. Histogramas de frecuencias de la distribución de los porcentajes de saturación de Ca, Mg, K y acidez.
Líneas azules verticales representan rangos óptimos reportados en la literatura (% saturación de Ca, Mg y K) o nivel crítico (%SA).

111
VI. Conclusiones

 La recopilación de la información proveniente de los análisis de suelos efectuados


por el Laboratorio de Suelos y Foliares CIA-UCR, constituyó una herramienta útil
para identificar los principales problemas de fertilidad en los suelos agrícolas de
Costa Rica, al tiempo que permitió visualizar los principales cambios ocurridos en
el período comprendido entre los años 1986 y 2010.

 Adicionalmente, el ordenamiento sistemático de dicha información sirvió como


base para la elaboración de los mapas que muestran la distribución de las
principales limitantes de fertilidad de los suelos en el territorio costarricense,
logrando así que la información proveniente de miles de análisis esté disponible de
una forma comprensible y accesible a diversas personas.

 Con respecto al trabajo realizado por Bertsch en 1986, se pudo encontrar que en la
actualidad han habido cambios considerables en varias de las características
químicas del suelo, por ejemplo, variables como pH, acidez, y Zn han incrementado
la frecuencia con que aparecen con valores problemáticos en los suelos de Costa
Rica; mientras que otras como Ca, Mg y P muestran una disminución en la cantidad
de problemas.

 A pesar de que por las características de la base de datos empleada en este trabajo
no es posible conocer directamente las causas de dichos cambios en el tiempo, es
posible vislumbrar tres de las razones principales por las cuales se pueden haber
dado dichos cambios: la primera es un mayor manejo que se está haciendo de los
suelos agrícolas en el país, reflejado en la disminución de problemas de Ca y Mg
(aplicación de enmiendas) y de P (aplicación de fertilizantes), así como en el
incremento de problemas por bajo pH, lo cual se puede relacionar con un mayor uso
de fertilizantes con efecto residual acidificante. La segunda razón es que la poca
cantidad de muestras presentes en ciertas zonas del país en años anteriores puede

112
haber influido en los resultados obtenidos en esas regiones. Adicionalmente, los
cambios en el uso del suelo en ciertas regiones del país hacia cultivos más
intensivos (por ejemplo piña), o bien, la ampliación de la frontera agrícola hacia
áreas más marginales puede haber influido en las diferencias encontradas.

 A pesar de los cambios encontrados en algunas variables, es importante anotar que


la distribución en el territorio nacional de las zonas con problemas sigue un patrón
muy similar al encontrado por Bertsch en 1986. Este es el caso que se encuentra en
la distribución de los problemas por bajas cantidades de bases intercambiables, de
los problemas de acidez, o bien de desbalances catiónicos como por ejemplo el caso
del desbalance de K con respecto a Ca y Mg. Esta situación confirma la acentuación
de ciertas características químicas del suelo en las diferentes regiones del país.

 Tanto la metodología como la base de datos empleada para la elaboración de este


trabajo se pueden tomar como una referencia para la elaboración de futuras
investigaciones aplicadas a una región específica o a un cultivo determinado; por
ejemplo si se quisiera evaluar el impacto de una actividad específica en los suelos
de una región.

 Con la realización de los fertigramas por regiones se pudo constatar diferencias


importantes en cuanto a las principales limitantes químicas del suelo que tiene cada
una de las regiones del país, esto a pesar de que esta regionalización está basada
principalmente en criterios económicos y sociales, y no tanto edáficos. Ante esta
situación, con este trabajo se deja un portón abierto para que en un futuro se
profundice aún más en trabajos de este tipo, estableciendo diferentes zonificaciones
basadas en otros criterios que puedan influir de manera más directa en el estado de
la fertilidad de los suelos, por ejemplo clima, relieve, vegetación, tipos de suelo,
entre otras.

 Con la elaboración de los histogramas de frecuencia fue posible observar la


distribución general que tienen los valores de las diferentes variables estudiadas,
113
haciendo posible identificar fácilmente de manera gráfica la frecuencia con que se
presentan valores extremos (tanto bajos como altos). Sin embargo es importante
resaltar el hecho de que, a pesar que en ocasiones los valores extremos representan
un porcentaje muy bajo del total de las muestras, es probable que dichos valores se
encuentren concentrados en una región específica. Un ejemplo de esto es lo
encontrado en el caso del % SA, el cual a pesar de que a nivel general solo el 5% de
las muestras presentaban valores de saturación por encima de 50%, hay cantones
como Grecia y Sarapiquí donde problemas de este tipo son acentuados y se
presentan en más del 20% de las muestras.

 Finalmente, es importante enfatizar en tres aspectos claves a considerar con relación


al manejo de la fertilidad de los suelos agrícolas de Costa Rica:
o Contrarrestar la acidificación que se está produciendo por la aplicación de
fertilizantes nitrogenados amoniacales
o Prestar mayor atención a la fertilización con K para compensar los
desbalances que se puedan dar ante las aplicaciones frecuentes de enmiendas
calcáreas y dolomíticas
o Trabajar en la búsqueda de opciones que permitan una corrección más
permanentes del Zn

114
VII. Literatura Citada

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VIII. Anexos

Anexo 1. Lista de cantones por provincia y con su respectivo código.

SAN JOSE CARTAGO PUNTARENAS


SAN JOSE 101 CARTAGO 301 PUNTARENAS 601
ESCAZU 102 PARAISO 302 ESPARZA 602
DESAMPARADOS 103 LA UNION 303 BUENOS AIRES 603
PURISCAL 104 JIMENEZ 304 MONTES DE ORO 604
TARRAZU 105 TURRIALBA 305 OSA 605
ASERRI 106 ALVARADO 306 AGUIRRE 606
MORA 107 OREAMUNO 307 GOLFITO 607
GOICOECHEA 108 EL GUARCO 308 COTO BRUS 608
SANTA ANA 109 HEREDIA PARRITA 609
ALAJUELITA 110 HEREDIA 401 CORREDORES 610
CORONADO 111 BARVA 402 GARABITO 611
ACOSTA 112 SANTO DOMINGO 403 LIMON
TIBAS 113 SANTA BARBARA 404 LIMON 701
MORAVIA 114 SAN RAFAEL 405 POCOCI 702
MONTES DE OCA 115 SAN ISIDRO 406 SIQUIRRES 703
TURRUBARES 116 BELEN 407 TALAMANCA 704
DOTA 117 FLORES 408 MATINA 705
CURRIDABAT 118 SAN PABLO 409 GUACIMO 706
PEREZ ZELEDON 119 SARAPIQUI 410
LEON CORTES 120 GUANACASTE
ALAJUELA LIBERIA 501
ALAJUELA 201 NICOYA 502
SAN RAMON 202 SANTA CRUZ 503
GRECIA 203 BAGACES 504
SAN MATEO 204 CARRILLO 505
ATENAS 205 CAÑAS 506
NARANJO 206 ABANGARES 507
PALMARES 207 TILARAN 508
POAS 208 NANDAYURE 509
OROTINA 209 LA CRUZ 510
SAN CARLOS 210 HOJANCHA 511
ZARCERO 211
VALVERDE VEGA 212
UPALA 213
LOS CHILES 214
GUATUSO 215

127
Anexo 2. Comparación del estado de la fertilidad de los suelos agrícolas entre los años 1986 y 2010 para los diferentes cantones de Costa Rica.

Anexo 2. 1. Cantones de la provincia de San José (Cuadro 1 de 2).

Cantón San José Escazú Desamparados Puriscal Tarrazú Aserrí Mora Goicoechea Santa Ana
Año 1986 2010 1986 2010 1986 2010 1986 2010 1986 2010 1986 2010 1986 2010 1986 2010 1986 2010
# de muestras 49 24 38 34 41 225 159 69 11 629 66 23 106 97 74 72 90 96

pH
Bajo ≤5,5 24% 21% S.D 21% 9% S.D 46% 90% C 55% 86% C 82% 88% S.D 61% 74% S.D 14% 52% C 20% 26% I 17% 45% C
Medio 5,5-6,5 76% 58% S.D 79% 71% S.D 54% 4% C 45% 13% C 18% 10% S.D 38% 13% S.D 74% 47% C 79% 69% I 82% 50% C
Parámetros de acidez

Alto >6,5 0% 21% S.D 0% 21% S.D 0% 5% I 0% 1% I 0% 2% S.D 1% 13% S.D 7% 1% I 1% 4% I 1% 5% I


Ac cmol(+)/L
Bajo ≤0,5 92% 83% S.D 97% 85% S.D 71% 14% C 68% 41% C 64% 20% S.D 74% 30% S.D 91% 70% C 89% 86% I 100% 75% C
Medio 0,5-1,5 4% 13% S.D 3% 15% S.D 19% 28% I 22% 25% I 27% 24% S.D 18% 52% S.D 6% 25% C 8% 14% I 0% 22% C
Alto >1,5 4% 4% S.D 0% 0% S.D 10% 58% C 10% 35% C 9% 56% S.D 8% 17% S.D 3% 5% I 3% 0% I 0% 3% I
% SA
Bajo ≤10 92% 83% S.D 97% 94% S.D 76% 32% C 88% 59% C 55% 29% S.D 79% 74% S.D 95% 85% C 82% 79% I 100% 85% C
Medio 10-50 4% 17% S.D 3% 6% S.D 22% 57% C 11% 38% C 36% 54% S.D 19% 22% S.D 5% 15% C 18% 21% I 0% 13% C
Alto >50 4% 0% S.D 0% 0% S.D 2% 12% I 1% 3% I 9% 17% S.D 2% 4% S.D 0% 0% I 0% 0% I 0% 2% I
Suma Cationes
Bajo ≤5 4% 17% S.D 11% 9% S.D 22% 30% I 6% 9% I 64% 33% S.D 21% 13% S.D 7% 15% I 73% 56% C 0% 10% C
Medio 5-25 96% 83% S.D 89% 88% S.D 73% 66% I 63% 59% I 27% 66% S.D 76% 61% S.D 82% 70% C 26% 44% C 98% 88% C
Alto >25 0% 0% S.D 0% 3% S.D 5% 4% I 31% 32% I 9% 0% S.D 3% 26% S.D 11% 14% I 1% 0% I 2% 2% I
CICE cmol(+)/L
Bajo ≤5 4% 17% S.D 11% 9% S.D 10% 5% I 3% 4% I 46% 9% S.D 17% 9% S.D 6% 10% I 69% 50% C 0% 8% I
Medio 5-25 96% 83% S.D 89% 88% S.D 85% 88% I 65% 59% I 45% 91% S.D 80% 65% S.D 83% 75% I 30% 50% C 97% 90% I
Alto >25 0% 0% S.D 0% 3% S.D 5% 6% I 32% 36% I 9% 0% S.D 3% 26% S.D 11% 14% I 1% 0% I 3% 2% I
Ca cmol(+)/L
Bajo ≤4 10% 21% S.D 16% 12% S.D I 11% 14% I S.D 24% 30% S.D 11% 18% I 0% 11%
Bases y CICE

27% 37% 64% 40% 79% 60% C C


Medio 4-20 90% 79% S.D 84% 88% S.D 71% 60% I 67% 64% I 27% 60% S.D 73% 70% S.D 78% 69% I 20% 40% C 100% 86% C
Alto >20 0% 0% S.D 0% 0% S.D 2% 2% I 22% 22% I 9% 0% S.D 3% 0% S.D 11% 13% I 1% 0% I 0% 2% I
Mg cmol(+)/L
Bajo ≤1 8% 21% S.D 13% 12% S.D 24% 40% C 4% 4% I 73% 28% S.D 26% 9% S.D 7% 16% I 70% 47% C 3% 17% C
Medio 1-5 92% 75% S.D 71% 74% S.D 64% 51% I 52% 55% I 27% 70% S.D 68% 52% S.D 76% 62% C 29% 53% C 86% 80% I
Alto >5 0% 4% S.D 16% 15% S.D 12% 9% I 44% 41% I 0% 2% S.D 6% 39% S.D 17% 22% I 1% 0% I 11% 3% I
K cmol(+)/L
Bajo ≤0,2 2% 21% S.D 5% 21% S.D 7% 2% I 9% 22% I 45% 9% S.D 21% 0% S.D 8% 11% I 20% 39% C 6% 7% I
Medio 0,2-0,6 41% 17% S.D 76% 47% S.D 61% 64% I 59% 38% C 55% 61% S.D 44% 43% S.D 46% 43% I 61% 50% I 37% 46% I
Alto >0,6 57% 63% S.D 19% 32% S.D 32% 34% I 32% 41% I 0% 30% S.D 35% 57% S.D 46% 45% I 19% 11% I 57% 47% C

Valores resaltados en amarillo representan entre 25 y 50% de frecuencia de problemas en una variable y los resaltados en rojo más de 50%.
C= cambio de condición con respecto 1986; I= igual condición que 1986; SD= no comparable por pocos datos (según parámetros explicados en Metodología)
Los cantones de Alajuelita, Montes de Oca y Tibás no se incluyen debido a que no cuentan con muestras en la actualidad.

128
Anexo 2.1. Cantones de la provincia de San José (continuación Cuadro 1 de 2).

Cantón San José Escazú Desamparados Puriscal Tarrazú Aserrí Mora Goicoechea Santa Ana
Año 1986 2010 1986 2010 1986 2010 1986 2010 1986 2010 1986 2010 1986 2010 1986 2010 1986 2010
# de muestras 49 24 38 34 41 225 159 69 11 629 66 23 106 97 74 72 90 96

Ca/Mg
Bajo ≤2 10% 13% S.D 11% 3% S.D 5% 6% I 11% 41% C 0% 13% S.D 10% 52% S.D 6% 3% I 9% 3% I 8% 3% I
Medio 2-5 82% 71% S.D 84% 68% S.D 76% 73% I 85% 42% C 45% 75% S.D 76% 43% S.D 88% 85% I 77% 85% I 58% 66% I
Relaciones catiónicas

Alto >5 8% 17% S.D 5% 29% S.D 19% 20% I 4% 17% I 55% 12% S.D 14% 4% S.D 6% 12% I 14% 13% I 34% 31% I
Ca/K
Bajo ≤5 10% 0% S.D 3% 0% S.D 10% 12% I 2% 3% I 0% 14% S.D 4% 35% S.D 2% 3% I 26% 3% C 0% 2% I
Medio 5-25 86% 88% S.D 50% 53% S.D 66% 81% C 49% 52% I 73% 81% S.D 73% 30% S.D 70% 71% I 70% 72% I 79% 82% I
Alto >25 4% 13% S.D 47% 47% S.D 24% 7% C 49% 45% I 27% 5% S.D 23% 35% S.D 28% 26% I 4% 25% C 21% 16% I
Mg/K
Bajo ≤2,5 29% 25% S.D 29% 12% S.D 34% 51% C 6% 19% I 46% 37% S.D 26% 39% S.D 14% 24% I 54% 15% C 27% 30% I
Medio 2,5-15 69% 71% S.D 53% 65% S.D 61% 47% I 72% 41% C 45% 63% S.D 68% 43% S.D 78% 68% I 45% 83% C 64% 67% I
Alto >15 2% 4% S.D 18% 24% S.D 5% 2% I 22% 41% C 9% 0% S.D 6% 17% S.D 8% 8% I 1% 1% I 9% 3% I
Ca+Mg/K
Bajo ≤10 27% 8% S.D 18% 9% S.D 24% 33% I 8% 12% I 27% 32% S.D 12% 35% S.D 8% 23% C 54% 13% C 7% 13% I
Medio 10-40 73% 83% S.D 45% 50% S.D 61% 61% I 51% 46% I 46% 65% S.D 73% 35% S.D 70% 58% C 42% 76% C 80% 77% I
Alto >40 0% 8% S.D 37% 41% S.D 15% 5% I 41% 42% I 27% 2% S.D 15% 30% S.D 22% 20% I 4% 11% I 13% 10% I
P mg/L
Bajo ≤10 67% 42% S.D 48% 68% S.D 63% 44% C 83% 75% I 82% 52% S.D 74% 61% S.D 71% 55% C 65% 30% C 35% 34% I
Medio 10-20 14% 29% S.D 26% 7% S.D 17% 21% I 14% 9% I 9% 18% S.D 9% 13% S.D 20% 13% I 15% 15% I 9% 14% I
Alto >20 19% 29% S.D 26% 25% S.D 20% 34% I 3% 16% I 9% 31% S.D 17% 26% S.D 9% 32% C 20% 55% C 56% 52% I
Zn mg/L
Bajo ≤2 2% 17% S.D 8% 26% S.D 20% 20% I 22% 33% I 27% 24% S.D 29% 61% S.D 31% 14% C 38% 8% C 10% 23% C
P y Micronutrientes

Medio 2-10 86% 54% S.D 89% 56% S.D 68% 52% C 76% 58% C 73% 71% S.D 70% 30% S.D 69% 74% I 45% 76% C 90% 57% C
Alto >10 12% 29% S.D 3% 18% S.D 12% 28% C 2% 9% I 0% 5% S.D 1% 9% S.D 0% 11% C 17% 15% I 0% 20% C
Mn mg/L
Bajo ≤5 59% 29% S.D 42% 32% S.D 17% 18% I 6% 1% I 0% 4% S.D 12% 0% S.D 11% 16% I 76% 88% I 38% 13% C
Medio 6-50 37% 71% S.D 55% 68% S.D 73% 73% I 63% 67% I 64% 64% S.D 70% 78% S.D 86% 76% I 24% 13% I 61% 83% C
Alto >50 4% 0% S.D 3% 0% S.D 10% 9% I 31% 32% I 36% 32% S.D 18% 22% S.D 3% 7% I 0% 0% I 1% 4% I
Fe mg/L
Bajo ≤10 2% 0% S.D 0% 0% S.D 3% 0% I 9% 3% I 0% 0% S.D 3% 0% S.D 4% 1% I 0% 0% I 1% 0% I
Medio 10-100 67% 33% S.D 45% 41% S.D 34% 8% C 72% 38% C 27% 8% S.D 45% 43% S.D 66% 28% C 35% 6% C 42% 33% I
Alto >100 31% 67% S.D 55% 59% S.D 63% 92% C 19% 59% C 73% 92% S.D 52% 57% S.D 30% 71% C 65% 94% C 57% 67% I
Cu mg/L
Bajo ≤2 2% 0% S.D 0% 0% S.D 0% 3% I 2% 0% I 0% 3% S.D 3% 17% S.D 2% 5% I 3% 0% I 0% 1% I
Medio 2-20 41% 75% S.D 95% 94% S.D 100% 95% I 80% 84% I 73% 92% S.D 94% 83% S.D 98% 79% C 59% 89% C 99% 89% C
Alto >20 57% 25% S.D 5% 6% S.D 0% 3% I 18% 16% I 27% 5% S.D 3% 0% S.D 0% 15% C 38% 11% C 1% 10% I

Valores resaltados en amarillo representan entre 25 y 50% de frecuencia de problemas en una variable y los resaltados en rojo más de 50%.
C= cambio de condición con respecto 1986; I= igual condición que 1986; SD= no comparable por pocos datos (según parámetros explicados en Metodología)
Los cantones de Alajuelita, Montes de Oca y Tibás no se incluyen debido a que no cuentan con muestras en la actualidad.
129
Anexo 2.1. Cantones de la provincia de San José (Cuadro 2 de 2).

Cantón Coronado Acosta Moravia Turrubares Dota Curridabat Pérez Zeledón León Córtes
Año 1986 2010 1986 2010 1986 2010 1986 2010 1986 2010 1986 2010 1986 2010 1986 2010
# de muestras 246 282 250 37 29 39 16 10 106 156 37 28 573 561 22 97

pH
Bajo ≤5,5 30% 21% I 30% 54% S.D 17% 46% S.D 38% 60% S.D 84% 76% I 30% 68% S.D 69% 72% I 41% 82% S.D
Medio 5,5-6,5 68% 76% I 69% 43% S.D 83% 54% S.D 62% 40% S.D 16% 23% I 70% 18% S.D 30% 26% I 59% 15% S.D
Parámetros de acidez

Alto >6,5 2% 4% I 1% 3% S.D 0% 0% S.D 0% 0% S.D 0% 1% I 0% 14% S.D 1% 1% I 0% 2% S.D


Ac cmol(+)/L
Bajo ≤0,5 99% 94% I 69% 43% S.D 100% 72% S.D 100% 60% S.D 40% 29% C 100% 36% S.D 60% 38% C 64% 33% S.D
Medio 0,5-1,5 1% 6% I 14% 19% S.D 0% 26% S.D 0% 40% S.D 49% 38% C 0% 46% S.D 31% 39% C 18% 34% S.D
Alto >1,5 0% 0% I 17% 38% S.D 0% 3% S.D 0% 0% S.D 11% 32% C 0% 18% S.D 9% 23% C 18% 33% S.D
% SA
Bajo ≤10 90% 90% I 77% 57% S.D 100% 85% S.D 94% 80% S.D 46% 54% I 100% 61% S.D 57% 46% C 64% 41% S.D
Medio 10-50 10% 10% I 21% 41% S.D 0% 15% S.D 6% 20% S.D 52% 38% C 0% 39% S.D 38% 37% I 22% 45% S.D
Alto >50 0% 0% I 2% 3% S.D 0% 0% S.D 0% 0% S.D 2% 8% I 0% 0% S.D 5% 17% C 14% 13% S.D
Suma Cationes
Bajo ≤5 71% 49% C 9% 3% S.D 10% 23% S.D 19% 0% S.D 38% 22% C 3% 11% S.D 48% 50% I 36% 38% S.D
Medio 5-25 29% 51% C 68% 81% S.D 90% 77% S.D 50% 70% S.D 62% 76% C 97% 89% S.D 49% 33% C 64% 61% S.D
Alto >25 0% 0% I 23% 16% S.D 0% 0% S.D 31% 30% S.D 0% 2% I 0% 0% S.D 3% 17% C 0% 1% S.D
CICE cmol(+)/L
Bajo ≤5 68% 44% C 4% 3% S.D 7% 21% S.D 19% 0% S.D 28% 10% C 3% 0% S.D 43% 38% I 32% 28% S.D
Medio 5-25 32% 56% C 69% 65% S.D 93% 79% S.D 50% 70% S.D 72% 87% C 97% 100% S.D 54% 43% C 68% 71% S.D
Alto >25 0% 0% I 27% 32% S.D 0% 0% S.D 31% 30% S.D 0% 3% I 0% 0% S.D 3% 19% C 0% 1% S.D
Ca cmol(+)/L
Bajo ≤4 13% 5% S.D S.D 19% 20% S.D 11% 29% S.D I S.D
Bases y CICE

83% 63% C 28% 28% 50% 26% C 52% 52% 41% 42%
Medio 4-20 17% 37% C 70% 81% S.D 72% 72% S.D 50% 60% S.D 50% 72% C 89% 68% S.D 46% 33% C 59% 57% S.D
Alto >20 0% 0% I 17% 14% S.D 17% 0% S.D 31% 20% S.D 0% 3% I 0% 4% S.D 2% 15% C 0% 1% S.D
Mg cmol(+)/L
Bajo ≤1 48% 26% C 8% 8% S.D 10% 23% S.D 12% 0% S.D 43% 21% C 11% 14% S.D 55% 55% I 32% 45% S.D
Medio 1-5 52% 73% C 61% 62% S.D 90% 77% S.D 44% 70% S.D 56% 78% C 89% 86% S.D 43% 30% C 68% 49% S.D
Alto >5 0% 1% I 31% 30% S.D 0% 0% S.D 43% 30% S.D 1% 2% I 0% 0% S.D 2% 16% C 0% 5% S.D
K cmol(+)/L
Bajo ≤0,2 32% 32% I 15% 8% S.D 3% 23% S.D 6% 70% S.D 13% 13% I 0% 0% S.D 31% 47% C 9% 28% S.D
Medio 0,2-0,6 50% 51% I 48% 54% S.D 14% 21% S.D 75% 30% S.D 67% 28% C 38% 21% S.D 47% 46% I 73% 54% S.D
Alto >0,6 18% 17% I 37% 38% S.D 83% 56% S.D 19% 0% S.D 20% 59% C 62% 79% S.D 22% 7% C 18% 19% S.D

Valores resaltados en amarillo representan entre 25 y 50% de frecuencia de problemas en una variable y los resaltados en rojo más de 50%.
C= cambio de condición con respecto 1986; I= igual condición que 1986; SD= no comparable por pocos datos (según parámetros explicados en Metodología)
Los cantones de Alajuelita, Montes de Oca y Tibás no se incluyen debido a que no cuentan con muestras en la actualidad.
130
Anexo 2.1. Cantones de la provincia de San José (continuación Cuadro 2 de 2).

Cantón Coronado Acosta Moravia Turrubares Dota Curridabat Pérez Zeledón León Córtes
Año 1986 2010 1986 2010 1986 2010 1986 2010 1986 2010 1986 2010 1986 2010 1986 2010
# de muestras 246 282 250 37 29 39 16 10 106 156 37 28 573 561 22 97

Ca/Mg
Bajo ≤2 38% 34% I 26% 8% S.D 41% 3% S.D 12% 10% S.D 6% 7% I 0% 0% S.D 6% 8% I 5% 5% S.D
Medio 2-5 57% 57% I 58% 65% S.D 55% 82% S.D 82% 90% S.D 72% 63% I 89% 75% S.D 63% 51% C 50% 63% S.D
Relaciones catiónicas

Alto >5 5% 8% I 16% 27% S.D 4% 15% S.D 6% 0% S.D 22% 29% I 11% 25% S.D 31% 41% C 45% 32% S.D
Ca/K
Bajo ≤5 15% 7% I 8% 0% S.D 55% 0% S.D 0% 0% S.D 12% 8% I 22% 11% S.D 11% 5% C 23% 6% S.D
Medio 5-25 81% 79% I 48% 59% S.D 45% 90% S.D 50% 30% S.D 77% 80% I 78% 86% S.D 75% 54% C 45% 81% S.D
Alto >25 4% 13% I 44% 41% S.D 0% 10% S.D 50% 70% S.D 11% 12% I 0% 4% S.D 14% 41% C 32% 12% S.D
Mg/K
Bajo ≤2,5 31% 7% C 20% 16% S.D 48% 38% S.D 12% 0% S.D 36% 22% C 62% 75% S.D 41% 34% C 45% 42% S.D
Medio 2,5-15 65% 90% C 56% 70% S.D 52% 62% S.D 50% 50% S.D 61% 78% C 38% 25% S.D 57% 50% C 55% 53% S.D
Alto >15 4% 3% I 24% 14% S.D 0% 0% S.D 38% 50% S.D 3% 0% I 0% 0% S.D 2% 16% C 0% 5% S.D
Ca+Mg/K
Bajo ≤10 38% 16% C 14% 3% S.D 62% 46% S.D 6% 0% S.D 25% 20% I 54% 54% S.D 25% 18% C 32% 22% S.D
Medio 10-40 58% 76% C 45% 65% S.D 38% 51% S.D 44% 40% S.D 69% 76% I 46% 46% S.D 67% 49% C 59% 68% S.D
Alto >40 4% 9% I 41% 32% S.D 0% 3% S.D 50% 60% S.D 6% 4% I 0% 0% S.D 8% 34% C 9% 10% S.D
P mg/L
Bajo ≤10 67% 48% C 69% 86% S.D 31% 21% S.D 88% 100% S.D 66% 42% C 73% 11% S.D 73% 81% C 95% 60% S.D
Medio 10-20 21% 19% I 13% 11% S.D 25% 11% S.D 12% 0% S.D 21% 26% I 16% 22% S.D 15% 13% I 5% 17% S.D
Alto >20 12% 33% C 18% 3% S.D 44% 68% S.D 0% 0% S.D 13% 31% C 11% 67% S.D 12% 6% C 0% 23% S.D
Zn mg/L
Bajo ≤2 15% 4% C 50% 46% S.D 0% 0% S.D 38% 70% S.D 22% 24% I 3% 7% S.D 36% 46% C 0% 49% S.D
P y Micronutrientes

Medio 2-10 79% 79% I 46% 54% S.D 97% 77% S.D 62% 30% S.D 76% 62% C 89% 86% S.D 64% 52% C 100% 39% S.D
Alto >10 6% 17% C 4% 0% S.D 3% 23% S.D 0% 0% S.D 2% 14% C 8% 7% S.D 0% 1% I 0% 11% S.D
Mn mg/L
Bajo ≤5 44% 57% C 12% 5% S.D 21% 36% S.D 31% 0% S.D 3% 10% I 43% 50% S.D 19% 41% C 0% 5% S.D
Medio 6-50 55% 42% C 85% 86% S.D 76% 64% S.D 63% 80% S.D 73% 78% I 57% 50% S.D 62% 51% C 95% 80% S.D
Alto >50 1% 0% I 3% 8% S.D 3% 0% S.D 6% 20% S.D 24% 12% C 0% 0% S.D 19% 8% C 5% 14% S.D
Fe mg/L
Bajo ≤10 0% 0% I 6% 3% S.D 0% 0% S.D 19% 0% S.D 0% 0% I 0% 0% S.D 1% 2% I 0% 0% S.D
Medio 10-100 16% 7% I 63% 59% S.D 3% 0% S.D 56% 30% S.D 19% 8% C 49% 14% S.D 45% 29% C 50% 21% S.D
Alto >100 84% 93% I 31% 38% S.D 97% 100% S.D 25% 70% S.D 81% 92% C 51% 86% S.D 54% 69% C 50% 79% S.D
Cu mg/L
Bajo ≤2 0% 1% I 5% 5% S.D 0% 0% S.D 0% 0% S.D 0% 3% I 0% 0% S.D 1% 1% I 9% 11% S.D
Medio 2-20 90% 94% I 94% 95% S.D 52% 72% S.D 100% 80% S.D 98% 96% I 70% 46% S.D 97% 97% I 91% 88% S.D
Alto >20 10% 5% I 1% 0% S.D 48% 28% S.D 0% 20% S.D 2% 1% I 30% 54% S.D 2% 2% I 0% 1% S.D

Valores resaltados en amarillo representan entre 25 y 50% de frecuencia de problemas en una variable y los resaltados en rojo más de 50%.
C= cambio de condición con respecto 1986; I= igual condición que 1986; SD= no comparable por pocos datos (según parámetros explicados en Metodología)
Los cantones de Alajuelita, Montes de Oca y Tibás no se incluyen debido a que no cuentan con muestras en la actualidad.
131
Anexo 2. 2. Cantones de la provincia de Alajuela (Cuadro 1 de 2).

Cantón Alajuela San Ramón Grecia San Mateo Atenas Naranjo Palmares Poás
Año 1986 2010 1986 2010 1986 2010 1986 2010 1986 2010 1986 2010 1986 2010 1986 2010
# de muestras 496 714 148 273 423 367 48 48 499 41 306 256 165 97 176 302

pH
Bajo ≤5,5 51% 34% C 80% 81% I 84% 89% I 58% 73% C 78% 85% I 80% 86% I 92% 78% C 67% 75% I
Medio 5,5-6,5 48% 56% C 20% 19% I 16% 9% C 42% 25% C 22% 12% I 20% 14% I 8% 20% C 33% 23% I
Parámetros de acidez

Alto >6,5 1% 10% C 0% 0% I 0% 2% I 0% 2% I 0% 2% I 0% 1% I 0% 2% I 0% 2% I


Ac cmol(+)/L
Bajo ≤0,5 86% 73% C 74% 53% C 49% 19% C 88% 46% C 67% 37% C 58% 29% C 40% 42% I 81% 51% C
Medio 0,5-1,5 12% 20% C 13% 32% C 42% 31% C 12% 40% C 18% 27% I 25% 45% C 27% 15% C 18% 37% C
Alto >1,5 2% 7% I 13% 15% I 9% 50% C 0% 15% C 15% 37% C 17% 26% I 33% 42% I 1% 12% C
% SA
Bajo ≤10 81% 79% I 68% 58% C 40% 22% C 88% 71% C 75% 59% C 58% 38% C 56% 53% I 74% 55% C
Medio 10-50 19% 18% I 27% 35% I 54% 45% C 12% 27% C 23% 34% I 34% 54% C 37% 38% I 26% 39% C
Alto >50 0% 3% I 5% 7% I 6% 33% C 0% 2% I 2% 7% I 8% 7% I 7% 9% I 0% 6% I
Suma Cationes
Bajo ≤5 34% 18% C 37% 30% I 69% 70% I 33% 15% C 14% 10% I 47% 42% I 22% 15% I 42% 42% I
Medio 5-25 65% 80% C 62% 69% I 31% 26% C 67% 79% I 70% 68% I 52% 57% I 77% 73% I 58% 58% I
Alto >25 1% 1% I 1% 1% I 0% 4% I 0% 6% I 16% 22% I 1% 1% I 1% 11% C 0% 0% I
CICE cmol(+)/L
Bajo ≤5 29% 12% C 24% 21% I 60% 47% C 25% 8% C 10% 2% I 30% 22% I 7% 2% I 34% 30% I
Medio 5-25 70% 86% C 75% 78% I 40% 49% C 75% 85% I 74% 76% I 69% 77% I 91% 86% I 66% 70% I
Alto >25 1% 1% I 1% 1% I 0% 4% I 0% 6% I 16% 22% I 1% 1% I 2% 12% C 0% 0% I
Ca cmol(+)/L
Bajo ≤4 45% 21% I 50% 17% 20% 12% I I 30% 20% I
Bases y CICE

C 44% 34% C 77% 77% C 54% 48% C 54% 47%


Medio 4-20 54% 78% C 55% 66% C 23% 19% I 50% 79% C 70% 71% I 46% 52% I 70% 71% I 46% 53% I
Alto >20 1% 1% I 1% 1% I 0% 4% I 0% 4% I 10% 17% I 0% 1% I 0% 9% I 0% 0% I
Mg cmol(+)/L
Bajo ≤1 37% 21% C 39% 33% I 76% 66% C 33% 15% C 14% 7% I 64% 52% C 29% 19% C 61% 44% C
Medio 1-5 58% 75% C 58% 66% I 23% 29% C 67% 75% I 57% 61% I 34% 46% C 62% 70% I 39% 56% C
Alto >5 5% 4% I 3% 1% I 1% 5% I 0% 10% I 29% 32% I 2% 2% I 9% 11% I 0% 0% I
K cmol(+)/L
Bajo ≤0,2 12% 11% I 28% 23% I 14% 36% C 58% 46% I 14% 5% I 6% 3% I 2% 2% I 18% 31% C
Medio 0,2-0,6 50% 36% C 32% 45% C 66% 53% C 38% 48% I 42% 37% I 42% 52% I 46% 42% I 68% 53% C
Alto >0,6 38% 53% C 40% 32% I 20% 11% C 4% 6% I 44% 59% I 52% 45% I 52% 56% I 14% 15% I

Valores resaltados en amarillo representan entre 25 y 50% de frecuencia de problemas en una variable y los resaltados en rojo más de 50%.
C= cambio de condición con respecto 1986; I= igual condición que 1986; SD= no comparable por pocos datos (según parámetros explicados en Metodología)
132
Anexo 2.2. Cantones de la provincia de Alajuela (Continuación Cuadro 1 de 2).

Cantón Alajuela San Ramón Grecia San Mateo Atenas Naranjo Palmares Poás
Año 1986 2010 1986 2010 1986 2010 1986 2010 1986 2010 1986 2010 1986 2010 1986 2010
# de muestras 496 714 148 273 423 367 48 48 499 41 306 256 165 97 176 302

Ca/Mg
Bajo ≤2 9% 7% I 7% 6% I 7% 21% C 2% 4% I 18% 7% I 4% 3% I 9% 7% I 3% 2% I
Medio 2-5 75% 69% C 84% 77% I 77% 65% C 77% 90% I 78% 80% I 63% 64% I 78% 75% I 61% 75% C
Relaciones catiónicas

Alto >5 16% 24% C 9% 17% I 16% 13% I 21% 6% I 4% 12% I 33% 33% I 13% 18% I 36% 24% C
Ca/K
Bajo ≤5 17% 10% C 20% 12% I 35% 31% I 2% 0% I 8% 5% I 39% 25% C 23% 4% C 10% 10% I
Medio 5-25 75% 77% I 60% 65% I 61% 59% I 40% 40% I 61% 73% I 56% 73% C 67% 86% C 83% 70% C
Alto >25 8% 13% C 20% 23% I 4% 10% C 58% 60% I 31% 22% I 5% 3% I 10% 10% I 7% 21% C
Mg/K
Bajo ≤2,5 49% 35% C 41% 38% I 74% 51% C 12% 6% I 19% 15% I 79% 82% I 52% 34% C 53% 29% C
Medio 2,5-15 47% 60% C 53% 53% I 25% 43% C 73% 65% I 66% 76% I 20% 18% I 43% 66% C 47% 68% C
Alto >15 4% 5% I 6% 8% I 1% 5% I 15% 29% I 15% 10% I 1% 1% I 5% 0% I 0% 3% I
Ca+Mg/K
Bajo ≤10 41% 21% C 34% 32% I 58% 51% C 12% 6% I 17% 10% I 67% 59% I 49% 18% C 25% 22% I
Medio 10-40 54% 69% C 51% 51% I 40% 41% I 42% 44% I 58% 76% C 30% 39% I 44% 75% C 73% 65% I
Alto >40 5% 10% I 15% 17% I 2% 8% C 46% 50% I 25% 15% I 3% 2% I 7% 7% I 2% 14% C
P mg/L
Bajo ≤10 68% 26% C 74% 67% I 78% 78% I 96% 92% I 68% 54% I 72% 48% C 55% 18% C 71% 23% C
Medio 10-20 18% 14% I 16% 23% I 16% 11% C 2% 6% I 20% 17% I 18% 26% I 24% 23% I 20% 14% I
Alto >20 14% 60% C 10% 10% I 6% 11% C 2% 2% I 12% 29% C 10% 26% C 21% 59% C 9% 63% C
Zn mg/L
Bajo ≤2 13% 15% I 9% 29% C 26% 33% C 58% 56% I 37% 34% I 11% 18% I 4% 10% I 12% 8% I
P y Micronutrientes

Medio 2-10 82% 70% C 86% 68% C 70% 63% C 42% 40% I 59% 61% I 82% 74% I 90% 78% C 84% 60% C
Alto >10 5% 15% C 5% 3% I 4% 4% I 0% 4% I 4% 5% I 7% 7% I 6% 11% I 4% 32% C
Mn mg/L
Bajo ≤5 15% 17% I 1% 2% I 8% 10% I 23% 4% C 4% 5% I 6% 4% I 1% 1% I 16% 14% I
Medio 6-50 81% 78% I 44% 73% C 83% 49% C 75% 85% I 74% 83% I 76% 90% C 43% 67% C 82% 83% I
Alto >50 4% 6% I 55% 25% C 9% 41% C 2% 10% I 22% 12% I 18% 7% C 56% 32% C 2% 2% I
Fe mg/L
Bajo ≤10 1% 0% I 1% 0% I 1% 0% I 0% 0% I 4% 0% I 0% 0% I 0% 0% I 0% 0% I
Medio 10-100 58% 49% C 53% 23% C 62% 18% C 88% 40% C 57% 34% C 55% 15% C 21% 12% I 86% 29% C
Alto >100 41% 51% C 46% 77% C 37% 82% C 12% 60% C 39% 66% C 45% 85% C 79% 88% I 14% 71% C
Cu mg/L
Bajo ≤2 0% 1% I 0% 0% I 0% 0% I 0% 0% I 2% 2% I 0% 0% I 0% 2% I 0% 0% I
Medio 2-20 74% 77% I 61% 76% C 73% 93% C 100% 96% I 89% 85% I 41% 41% I 42% 47% I 90% 82% I
Alto >20 26% 22% I 39% 24% C 27% 7% C 0% 4% I 9% 12% I 59% 59% I 58% 51% I 10% 18% I

Valores resaltados en amarillo representan entre 25 y 50% de frecuencia de problemas en una variable y los resaltados en rojo más de 50%.
C= cambio de condición con respecto 1986; I= igual condición que 1986; SD= no comparable por pocos datos (según parámetros explicados en Metodología)
133
Anexo 2.2. Cantones de la provincia de Alajuela (Cuadro 2 de 2).

Cantón Orotina San Carlos Zarcero Valverde Vega Upala Los Chiles Guatuso
Año 1986 2010 1986 2010 1986 2010 1986 2010 1986 2010 1986 2010 1986 2010
# de muestras 141 54 1295 1690 99 198 163 77 429 637 20 1004 9 221

pH
Bajo ≤5,5 39% 41% I 55% 74% C 67% 32% C 73% 71% I 31% 68% C 80% 74% S.D 11% 76% S.D
Medio 5,5-6,5 57% 44% I 45% 24% C 32% 45% C 26% 29% I 68% 30% C 20% 26% S.D 89% 23% S.D
Parámetros de acidez

Alto >6,5 4% 15% I 0% 1% I 1% 22% C 1% 0% I 1% 3% I 0% 0% S.D 0% 0% S.D


Ac cmol(+)/L
Bajo ≤0,5 85% 87% I 74% 52% C 87% 85% I 74% 53% C 91% 68% C 40% 76% S.D 100% 62% S.D
Medio 0,5-1,5 14% 13% I 19% 29% C 10% 14% I 22% 47% C 8% 27% C 30% 21% S.D 0% 28% S.D
Alto >1,5 1% 0% I 7% 19% C 3% 1% I 4% 0% I 1% 5% I 30% 3% S.D 0% 10% S.D
% SA
Bajo ≤10 87% 91% I 72% 61% C 60% 84% C 68% 73% I 95% 77% C 50% 83% S.D 100% 72% S.D
Medio 10-50 13% 9% I 25% 31% C 40% 16% C 31% 27% I 5% 22% C 20% 17% S.D 0% 23% S.D
Alto >50 0% 0% I 3% 8% I 0% 0% I 1% 0% I 0% 1% I 30% 1% S.D 0% 5% S.D
Suma Cationes
Bajo ≤5 18% 4% I 37% 33% I 54% 18% C 34% 16% C 12% 24% C 70% 20% S.D 11% 27% S.D
Medio 5-25 74% 70% I 62% 65% I 46% 80% C 66% 84% C 88% 70% C 30% 80% S.D 89% 72% S.D
Alto >25 8% 26% C 1% 2% I 0% 2% I 0% 0% I 0% 7% C 0% 0% S.D 0% 0% S.D
CICE cmol(+)/L
Bajo ≤5 16% 2% I 30% 22% C 52% 14% C 28% 12% C 11% 16% C 70% 11% S.D 11% 19% S.D
Medio 5-25 76% 72% I 69% 76% C 48% 84% C 72% 88% C 89% 76% C 30% 89% S.D 89% 80% S.D
Alto >25 8% 26% C 1% 2% I 0% 2% I 0% 0% I 0% 8% C 0% 0% S.D 0% 0% S.D
Ca cmol(+)/L
Bajo ≤4 9% 21% 22% 21% 29% S.D 22% 35% S.D
Bases y CICE

31% C 45% 40% C 62% C 39% C C 80% 32%


Medio 4-20 62% 70% I 54% 59% C 38% 77% C 61% 78% C 79% 68% C 20% 68% S.D 78% 65% S.D
Alto >20 7% 20% I 1% 1% I 0% 3% I 0% 0% I 0% 2% I 0% 0% S.D 0% 0% S.D
Mg cmol(+)/L
Bajo ≤1 18% 4% I 37% 25% C 78% 27% C 56% 18% C 11% 13% I 65% 7% S.D 22% 21% S.D
Medio 1-5 69% 63% I 60% 71% C 22% 69% C 44% 82% C 83% 68% C 35% 92% S.D 78% 77% S.D
Alto >5 13% 33% C 3% 4% I 0% 4% I 0% 0% I 6% 20% C 0% 1% S.D 0% 1% S.D
K cmol(+)/L
Bajo ≤0,2 36% 28% I 29% 42% C 25% 8% C 15% 0% C 22% 36% C 90% 73% S.D 33% 44% S.D
Medio 0,2-0,6 48% 65% C 50% 47% I 39% 32% I 35% 47% C 53% 51% I 10% 25% S.D 67% 50% S.D
Alto >0,6 16% 7% I 21% 11% C 36% 60% C 50% 53% I 25% 13% C 0% 2% S.D 0% 5% S.D

Valores resaltados en amarillo representan entre 25 y 50% de frecuencia de problemas en una variable y los resaltados en rojo más de 50%.
C= cambio de condición con respecto 1986; I= igual condición que 1986; SD= no comparable por pocos datos (según parámetros explicados en Metodología)
134
Anexo 2.2. Cantones de la provincia de Alajuela (Continuación Cuadro 2 de 2).

Cantón Orotina San Carlos Zarcero Valverde Vega Upala Los Chiles Guatuso
Año 1986 2010 1986 2010 1986 2010 1986 2010 1986 2010 1986 2010 1986 2010
# de muestras 141 54 1295 1690 99 198 163 77 429 637 20 1004 9 221

Ca/Mg
Bajo ≤2 4% 2% I 8% 15% C 3% 4% I 1% 0% I 2% 11% C 10% 16% S.D 0% 5% S.D
Medio 2-5 92% 91% I 77% 76% I 54% 47% I 45% 91% C 89% 84% C 90% 74% S.D 89% 87% S.D
Relaciones catiónicas

Alto >5 4% 7% I 15% 9% C 43% 48% I 54% 9% C 9% 6% I 0% 10% S.D 11% 8% S.D
Ca/K
Bajo ≤5 4% 0% I 10% 8% I 18% 12% I 14% 12% I 5% 4% I 0% 0% S.D 0% 7% S.D
Medio 5-25 49% 24% C 67% 47% C 80% 74% I 84% 88% I 62% 40% C 70% 26% S.D 44% 54% S.D
Alto >25 47% 76% C 23% 45% C 2% 14% C 2% 0% I 33% 56% C 30% 74% S.D 56% 39% S.D
Mg/K
Bajo ≤2,5 8% 2% I 33% 14% C 88% 54% C 83% 48% C 19% 8% C 15% 4% S.D 11% 12% S.D
Medio 2,5-15 73% 59% I 61% 64% I 12% 46% C 17% 52% C 67% 63% I 65% 48% S.D 78% 73% S.D
Alto >15 19% 39% C 6% 21% C 0% 1% I 0% 0% I 14% 29% C 20% 47% S.D 11% 14% S.D
Ca+Mg/K
Bajo ≤10 6% 0% I 25% 14% C 69% 33% C 44% 40% I 12% 9% I 15% 2% S.D 0% 13% S.D
Medio 10-40 57% 39% C 60% 49% C 30% 60% C 55% 60% I 61% 45% C 65% 32% S.D 44% 54% S.D
Alto >40 37% 61% C 15% 37% C 1% 7% I 1% 0% I 27% 46% C 20% 66% S.D 56% 33% S.D
P mg/L
Bajo ≤10 91% 70% C 91% 84% C 50% 31% C 64% 8% C 89% 82% C 90% 97% S.D 100% 95% S.D
Medio 10-20 6% 20% I 7% 12% I 20% 14% I 24% 10% C 10% 14% I 10% 3% S.D 0% 4% S.D
Alto >20 3% 9% I 2% 4% I 30% 56% C 12% 82% C 1% 4% I 0% 1% S.D 0% 1% S.D
Zn mg/L
Bajo ≤2 40% 44% I 9% 34% C 7% 5% I 11% 6% I 2% 17% C 45% 60% S.D 33% 14% S.D
P y Micronutrientes

Medio 2-10 57% 54% I 85% 65% C 76% 77% I 81% 56% C 94% 80% C 55% 39% S.D 67% 85% S.D
Alto >10 3% 2% I 6% 2% I 17% 18% I 8% 38% C 4% 3% I 0% 1% S.D 0% 1% S.D
Mn mg/L
Bajo ≤5 19% 4% C 9% 4% C 10% 18% I 12% 13% I 6% 2% I 5% 1% S.D 11% 1% S.D
Medio 6-50 70% 87% C 64% 53% C 87% 78% I 86% 87% I 75% 35% C 80% 72% S.D 89% 29% S.D
Alto >50 11% 9% I 27% 43% C 3% 5% I 2% 0% I 19% 63% C 15% 27% S.D 0% 71% S.D
Fe mg/L
Bajo ≤10 6% 0% I 0% 0% I 0% 1% I 0% 0% I 0% 0% I 0% 0% S.D 0% 0% S.D
Medio 10-100 75% 52% C 63% 20% C 54% 41% C 63% 21% C 74% 37% C 10% 27% S.D 89% 34% S.D
Alto >100 19% 48% C 37% 79% C 46% 59% C 37% 79% C 26% 63% C 90% 73% S.D 11% 66% S.D
Cu mg/L
Bajo ≤2 1% 0% I 0% 0% I 0% 0% I 0% 0% I 0% 0% I 0% 0% S.D 0% 0% S.D
Medio 2-20 86% 91% I 85% 93% C 99% 95% I 60% 92% C 88% 92% I 95% 100% S.D 100% 98% S.D
Alto >20 13% 9% I 15% 7% C 1% 5% I 40% 8% C 12% 8% I 5% 0% S.D 0% 2% S.D

Valores resaltados en amarillo representan entre 25 y 50% de frecuencia de problemas en una variable y los resaltados en rojo más de 50%.
C= cambio de condición con respecto 1986; I= igual condición que 1986; SD= no comparable por pocos datos (según parámetros explicados en Metodología)
135
Anexo 2. 3. Cantones de la provincia de Cartago (Cuadro 1 de 1).

Cantón Cartago Paraíso La Unión Jiménez Turrialba Alvarado Oreamuno El Guarco


Año 1986 2010 1986 2010 1986 2010 1986 2010 1986 2010 1986 2010 1986 2010 1986 2010
# de muestras 239 810 213 759 72 102 43 963 469 879 63 487 172 656 103 410

pH
Bajo ≤5,5 67% 38% C 66% 60% I 35% 41% I 53% 75% C 66% 72% C 41% 46% I 38% 42% I 73% 39% C
Medio 5,5-6,5 32% 51% C 34% 27% I 65% 55% I 47% 25% C 33% 25% C 59% 53% I 62% 54% I 27% 44% C
Parámetros de acidez

Alto >6,5 1% 11% C 0% 13% C 0% 4% I 0% 0% I 1% 2% I 0% 2% I 0% 4% I 0% 17% C


Ac cmol(+)/L
Bajo ≤0,5 58% 75% C 58% 50% I 90% 83% I 58% 41% C 67% 41% C 98% 73% C 79% 77% I 56% 73% C
Medio 0,5-1,5 15% 23% I 16% 17% I 10% 14% I 23% 39% C 19% 36% C 2% 25% C 17% 22% I 18% 20% I
Alto >1,5 27% 1% C 26% 33% I 0% 3% I 19% 20% I 14% 23% C 0% 2% I 4% 2% I 26% 7% C
% SA
Bajo ≤10 59% 86% C 61% 60% I 89% 87% I 72% 53% C 60% 54% C 97% 74% C 70% 80% I 60% 88% C
Medio 10-50 23% 14% I 30% 32% I 11% 13% I 21% 44% C 33% 39% C 3% 26% C 29% 20% I 25% 8% C
Alto >50 18% 0% C 9% 8% I 0% 0% I 7% 3% I 7% 7% I 0% 0% I 1% 0% I 15% 4% C
Suma Cationes
Bajo ≤5 34% 15% C 22% 14% I 54% 9% C 14% 35% C 59% 29% C 33% 36% I 67% 24% C 38% 9% C
Medio 5-25 65% 80% C 77% 83% I 46% 90% C 63% 65% I 36% 68% C 67% 64% I 33% 75% C 54% 74% C
Alto >25 1% 5% I 1% 3% I 0% 1% I 23% 0% C 5% 3% I 0% 0% I 0% 1% I 8% 17% I
CICEcmol(+)/L
Bajo ≤5 17% 12% I 9% 4% I 47% 7% C 2% 22% C 51% 20% C 29% 30% I 62% 20% C 26% 6% C
Medio 5-25 82% 82% I 90% 93% I 53% 92% C 75% 78% I 43% 77% C 71% 69% I 38% 79% C 66% 76% I
Alto >25 1% 5% I 1% 3% I 0% 1% I 23% 0% C 6% 3% I 0% 0% I 0% 1% I 8% 18% C
Ca cmol(+)/L
Bajo ≤4 43% 19% 30% 17% 64% 15% 23% 38% I 41% 9%
Bases y CICE

C C C C 63% 31% C 40% 38% 72% 29% C C


Medio 4-20 57% 78% C 69% 81% C 36% 85% C 56% 62% I 33% 66% C 60% 62% I 28% 71% C 53% 84% C
Alto >20 0% 3% I 1% 2% I 0% 0% I 21% 0% C 4% 3% I 0% 0% I 0% 0% I 6% 7% I
Mg cmol(+)/L
Bajo ≤1 48% 19% C 29% 18% C 72% 10% C 12% 51% C 62% 32% C 48% 47% I 79% 30% C 38% 10% C
Medio 1-5 47% 71% C 68% 76% I 28% 89% C 65% 46% C 35% 63% C 52% 51% I 21% 67% C 41% 56% C
Alto >5 5% 10% I 3% 6% I 0% 1% I 23% 2% C 3% 5% I 0% 2% I 0% 3% I 21% 35% C
K cmol(+)/L
Bajo ≤0,2 18% 4% C 14% 6% I 19% 4% C 30% 36% I 41% 37% I 30% 31% I 10% 16% I 40% 9% C
Medio 0,2-0,6 38% 30% I 42% 44% I 49% 29% C 68% 38% C 46% 43% I 46% 49% I 73% 44% C 38% 29% I
Alto >0,6 44% 66% C 44% 50% I 32% 67% C 2% 26% C 13% 20% C 24% 20% I 17% 40% C 22% 62% C

Valores resaltados en amarillo representan entre 25 y 50% de frecuencia de problemas en una variable y los resaltados en rojo más de 50%.
C= cambio de condición con respecto 1986; I= igual condición que 1986; SD= no comparable por pocos datos (según parámetros explicados en Metodología)
136
Anexo 2.3. Cantones de la provincia de Cartago (Continuación Cuadro 1 de 1).

Cantón Cartago Paraíso La Unión Jiménez Turrialba Alvarado Oreamuno El Guarco


Año 1986 2010 1986 2010 1986 2010 1986 2010 1986 2010 1986 2010 1986 2010 1986 2010
# de muestras 239 810 213 759 72 102 43 963 469 879 63 487 172 656 103 410

Ca/Mg
Bajo ≤2 8% 7% I 7% 3% I 0% 2% I 11% 2% I 10% 8% I 6% 2% I 7% 8% I 18% 7% C
Medio 2-5 69% 80% C 76% 66% I 79% 79% I 84% 58% C 73% 64% C 57% 57% I 49% 68% C 73% 82% I
Relaciones catiónicas

Alto >5 23% 13% C 17% 31% C 21% 19% I 5% 40% C 17% 27% C 37% 40% I 44% 24% C 9% 11% I
Ca/K
Bajo ≤5 18% 13% I 16% 4% C 15% 10% I 0% 7% I 11% 7% I 5% 3% I 26% 6% C 5% 4% I
Medio 5-25 71% 74% I 69% 83% C 82% 86% I 58% 62% I 71% 59% C 78% 76% I 70% 81% C 60% 79% C
Alto >25 11% 13% I 15% 14% I 3% 4% I 42% 31% I 18% 33% C 17% 21% I 4% 13% I 35% 17% C
Mg/K
Bajo ≤2,5 48% 40% I 39% 34% I 62% 45% C 5% 40% C 33% 30% I 27% 27% I 80% 34% C 19% 21% I
Medio 2,5-15 48% 58% I 55% 63% I 38% 54% C 70% 57% I 61% 56% I 73% 72% I 20% 63% C 63% 76% C
Alto >15 4% 2% I 6% 2% I 0% 1% I 25% 3% C 6% 14% C 0% 1% I 0% 3% I 18% 3% C
Ca+Mg/K
Bajo ≤10 36% 38% I 32% 17% C 43% 35% I 5% 23% C 26% 17% C 16% 10% I 54% 21% C 17% 18% I
Medio 10-40 57% 55% I 56% 75% C 56% 63% I 56% 54% I 62% 56% C 75% 80% I 45% 71% C 54% 70% C
Alto >40 7% 8% I 12% 8% I 1% 2% I 39% 23% C 12% 27% C 9% 10% I 1% 8% I 29% 11% C
P mg/L
Bajo ≤10 46% 8% C 38% 20% C 58% 10% C 95% 53% C 82% 60% C 59% 30% C 14% 15% I 52% 15% C
Medio 10-20 13% 5% I 16% 11% I 32% 12% C 5% 16% I 12% 17% C 24% 27% I 9% 16% I 26% 5% C
Alto >20 41% 87% C 46% 69% C 10% 78% C 0% 31% C 6% 23% C 17% 43% C 77% 69% I 22% 80% C
Zn mg/L
Bajo ≤2 18% 6% C 10% 16% I 2% 10% I 35% 12% C 18% 30% C 2% 6% I 4% 10% I 35% 13% C
P y Micronutrientes

Medio 2-10 73% 70% I 79% 64% C 90% 67% C 65% 79% I 77% 65% C 81% 77% I 83% 62% C 60% 58% I
Alto >10 9% 24% C 11% 20% I 8% 24% C 0% 9% I 5% 6% I 17% 18% I 13% 29% C 5% 29% C
Mn mg/L
Bajo ≤5 23% 24% I 8% 11% I 72% 23% C 7% 18% I 26% 9% C 35% 21% I 41% 21% C 23% 13% C
Medio 6-50 69% 71% I 73% 71% I 28% 74% C 91% 72% C 68% 72% I 65% 77% I 57% 64% I 61% 76% C
Alto >50 8% 6% I 19% 18% I 0% 4% I 2% 10% I 6% 19% C 0% 1% I 2% 15% C 16% 12% I
Fe mg/L
Bajo ≤10 2% 0% I 0% 2% I 0% 0% I 19% 0% C 0% 0% I 0% 0% I 0% 0% I 2% 0% I
Medio 10-100 23% 21% I 23% 26% I 51% 10% C 14% 17% I 42% 10% C 51% 34% C 15% 14% I 17% 28% C
Alto >100 75% 79% I 77% 72% I 49% 90% C 67% 83% C 58% 89% C 49% 66% C 85% 86% I 81% 72% I
Cu mg/L
Bajo ≤2 2% 1% I 0% 1% I 0% 1% I 12% 0% I 1% 1% I 0% 1% I 1% 0% I 4% 0% I
Medio 2-20 90% 75% C 73% 76% I 81% 52% C 70% 83% I 90% 82% C 98% 94% I 88% 75% C 94% 91% I
Alto >20 8% 24% C 27% 23% I 19% 47% C 18% 17% I 9% 18% C 2% 5% I 11% 25% C 2% 8% I

Valores resaltados en amarillo representan entre 25 y 50% de frecuencia de problemas en una variable y los resaltados en rojo más de 50%.
C= cambio de condición con respecto 1986; I= igual condición que 1986; SD= no comparable por pocos datos (según parámetros explicados en Metodología)
137
Anexo 2. 4. Cantones de la provincia de Heredia (Cuadro 1 de 1)

Cantón Heredia Barva Santo Domingo Santa Bárbara San Rafael San Isidro Belén Flores San Pablo Sarapiquí
Año 1986 2010 1986 2010 1986 2010 1986 2010 1986 2010 1986 2010 1986 2010 1986 2010 1986 2010 1986 2010
# de muestras 139 114 122 97 138 85 88 104 59 28 132 114 199 3 4 12 0 74 219 594

pH
Bajo ≤5,5 73% 70% I 49% 47% I 63% 60% I 60% 42% C 46% 93% S.D 67% 66% I 2% 0% S.D 100% 75% S.D 85% S.D 81% 84% I
Medio 5,5-6,5 24% 27% I 51% 51% I 37% 38% I 40% 46% I 54% 7% S.D 33% 32% I 63% 67% S.D 0% 25% S.D 15% S.D 19% 15% I
Parámetros de acidez

Alto >6,5 3% 3% I 0% 2% I 0% 2% I 0% 12% C 0% 0% S.D 0% 2% I 35% 33% S.D 0% 0% S.D 0% S.D 0% 0% I


Ac cmol(+)/L
Bajo ≤0,5 63% 39% C 94% 66% C 69% 45% C 79% 73% I 76% 39% S.D 78% 68% C 100% 100% S.D 25% 58% S.D 35% S.D 44% 25% C
Medio 0,5-1,5 28% 34% I 6% 19% C 22% 42% C 19% 22% I 17% 39% S.D 18% 24% I 0% 0% S.D 50% 25% S.D 43% S.D 36% 38% I
Alto >1,5 9% 27% C 0% 15% C 9% 13% I 2% 5% I 7% 21% S.D 4% 9% I 0% 0% S.D 25% 17% S.D 22% S.D 20% 37% C
% SA
Bajo ≤10 42% 52% I 89% 64% C 70% 59% C 66% 74% I 80% 54% S.D 86% 73% C 100% 100% S.D 25% 75% S.D 61% S.D 32% 33% I
Medio 10-50 57% 42% C 11% 27% C 29% 36% I 34% 25% I 20% 39% S.D 14% 25% C 0% 0% S.D 75% 25% S.D 36% S.D 57% 44% C
Alto >50 1% 6% I 0% 9% I 1% 5% I 0% 1% I 0% 7% S.D 0% 2% I 0% 0% S.D 0% 0% S.D 3% S.D 11% 23% C
Suma Cationes
Bajo ≤5 66% 34% C 52% 40% C 43% 24% C 70% 22% C 39% 36% S.D 18% 18% I 0% 0% S.D 75% 25% S.D 7% S.D 74% 61% C
Medio 5-25 34% 66% C 48% 58% I 57% 76% C 30% 76% C 61% 64% S.D 82% 82% I 98% 100% S.D 25% 75% S.D 93% S.D 25% 38% C
Alto >25 0% 0% I 0% 2% I 0% 0% I 0% 2% I 0% 0% S.D 0% 0% I 2% 0% S.D 0% 0% S.D 0% S.D 1% 1% I
CICE cmol(+)/L
Bajo ≤5 57% 11% C 44% 33% C 25% 8% C 62% 16% C 34% 4% S.D 15% 9% I 0% 0% S.D 50% 0% S.D 0% S.D 66% 45% C
Medio 5-25 42% 89% C 56% 65% I 75% 92% C 38% 82% C 66% 96% S.D 85% 91% I 98% 100% S.D 50% 100% S.D 100% S.D 33% 54% C
Alto >25 1% 0% I 0% 2% I 0% 0% I 0% 2% I 0% 0% S.D 0% 0% I 2% 0% S.D 0% 0% S.D 0% S.D 1% 1% I
Ca cmol(+)/L
Bajo ≤4 49% 39% S.D 26% 21% I 6% 0% S.D 75% 25% S.D 15% S.D 84% 65%
Bases y CICE

71% 42% C 60% 47% C 51% 29% C 81% 27% C C


Medio 4-20 29% 58% C 40% 51% C 49% 71% C 19% 73% C 51% 61% S.D 74% 79% I 92% 100% S.D 25% 75% S.D 85% S.D 15% 35% C
Alto >20 0% 0% I 0% 2% I 0% 0% I 0% 0% I 0% 0% S.D 0% 0% I 2% 0% S.D 0% 0% S.D 0% S.D 1% 1% I
Mg cmol(+)/L
Bajo ≤1 70% 40% C 70% 54% C 61% 25% C 75% 39% C 54% 46% S.D 41% 27% C 2% 0% S.D 75% 25% S.D 7% S.D 73% 60% C
Medio 1-5 29% 53% C 30% 46% C 39% 75% C 25% 58% C 46% 54% S.D 58% 73% C 95% 100% S.D 25% 75% S.D 93% S.D 26% 39% C
Alto >5 1% 7% I 0% 0% I 0% 0% I 0% 3% I 0% 0% S.D 1% 0% I 3% 0% S.D 0% 0% S.D 0% S.D 1% 1% I
K cmol(+)/L
Bajo ≤0,2 37% 13% C 45% 43% I 5% 8% I 18% 8% C 22% 0% S.D 5% 2% I 0% 0% S.D 0% 0% S.D 0% S.D 34% 44% C
Medio 0,2-0,6 35% 45% I 34% 39% I 43% 51% I 54% 45% I 15% 54% S.D 26% 46% C 20% 0% S.D 75% 33% S.D 9% S.D 53% 49% I
Alto >0,6 28% 42% C 21% 18% I 52% 41% C 28% 47% C 63% 46% S.D 69% 52% C 80% 100% S.D 25% 67% S.D 91% S.D 13% 7% I

Valores resaltados en amarillo representan entre 25 y 50% de frecuencia de problemas en una variable y los resaltados en rojo más de 50%.
C= cambio de condición con respecto 1986; I= igual condición que 1986; SD= no comparable por pocos datos (según parámetros explicados en Metodología)
138
Anexo 2.4. Cantones de la provincia de Heredia (Continuación Cuadro 1 de 1).

Cantón Heredia Barva Santo Domingo Santa Bárbara San Rafael San Isidro Belén Flores San Pablo Sarapiquí
Año 1986 2010 1986 2010 1986 2010 1986 2010 1986 2010 1986 2010 1986 2010 1986 2010 1986 2010 1986 2010
# de muestras 139 114 122 97 138 85 88 104 59 28 132 114 199 3 4 12 0 74 219 594

Ca/Mg
Bajo ≤2 10% 7% I 0% 4% I 4% 2% I 8% 1% I 5% 0% S.D 3% 2% I 12% 0% S.D 0% 0% S.D 5% S.D 16% 26% C
Medio 2-5 79% 72% I 56% 41% C 58% 75% C 65% 54% C 66% 71% S.D 45% 49% I 81% 100% S.D 100% 75% S.D 77% S.D 79% 54% C
Relaciones catiónicas

Alto >5 11% 21% C 44% 55% C 38% 22% C 27% 45% C 29% 29% S.D 52% 49% I 7% 0% S.D 0% 25% S.D 18% S.D 5% 20% C
Ca/K
Bajo ≤5 23% 25% I 10% 5% I 35% 6% C 30% 13% C 29% 21% S.D 15% 6% I 24% 0% S.D 0% 17% S.D 16% S.D 26% 20% I
Medio 5-25 73% 56% C 67% 70% I 60% 88% C 66% 84% C 63% 79% S.D 80% 93% C 69% 100% S.D 100% 83% S.D 84% S.D 70% 61% I
Alto >25 4% 19% C 23% 25% I 5% 6% I 4% 4% I 8% 0% S.D 5% 1% I 7% 0% S.D 0% 0% S.D 0% S.D 4% 19% C
Mg/K
Bajo ≤2,5 48% 58% I 39% 39% I 78% 45% C 64% 67% I 73% 75% S.D 79% 58% C 46% 0% S.D 0% 75% S.D 82% S.D 47% 36% C
Medio 2,5-15 51% 38% C 61% 58% I 21% 54% C 36% 33% I 27% 25% S.D 21% 42% C 51% 100% S.D 100% 25% S.D 18% S.D 52% 60% I
Alto >15 1% 4% I 0% 3% I 1% 1% I 0% 0% I 0% 0% S.D 0% 0% I 3% 0% S.D 0% 0% S.D 0% S.D 1% 4% I
Ca+Mg/K
Bajo ≤10 50% 45% I 27% 22% I 51% 31% C 53% 40% C 69% 54% S.D 57% 25% C 49% 0% S.D 75% 42% S.D 66% S.D 48% 33% C
Medio 10-40 46% 42% I 63% 60% I 47% 67% C 47% 58% C 24% 46% S.D 39% 75% C 45% 100% S.D 25% 58% S.D 34% S.D 48% 56% I
Alto >40 4% 13% I 10% 19% I 2% 2% I 0% 2% I 7% 0% S.D 4% 0% I 6% 0% S.D 0% 0% S.D 0% S.D 4% 11% I
P mg/L
Bajo ≤10 71% 19% C 77% 59% C 38% 23% C 77% 19% C 76% 36% S.D 23% 32% I 68% 0% S.D 25% 17% S.D 3% S.D 88% 67% C
Medio 10-20 18% 18% I 20% 17% I 29% 24% I 8% 27% C 19% 36% S.D 20% 24% I 22% 33% S.D 75% 17% S.D 4% S.D 9% 15% I
Alto >20 11% 63% C 3% 24% C 33% 54% C 15% 54% C 5% 28% S.D 57% 44% C 10% 67% S.D 0% 67% S.D 93% S.D 3% 18% C
Zn mg/L
Bajo ≤2 22% 13% I 11% 10% I 10% 8% I 15% 11% I 14% 11% S.D 4% 5% I 3% 0% S.D 25% 0% S.D 3% S.D 10% 42% C
P y Micronutrientes

Medio 2-10 71% 79% I 88% 69% C 89% 91% I 82% 77% I 83% 89% S.D 92% 75% C 83% 33% S.D 75% 75% S.D 93% S.D 86% 57% C
Alto >10 7% 8% I 1% 21% C 1% 1% I 3% 13% I 3% 0% S.D 4% 19% C 14% 67% S.D 0% 25% S.D 4% S.D 4% 1% I
Mn mg/L
Bajo ≤5 24% 19% I 25% 5% C 46% 44% I 16% 21% I 31% 4% S.D 8% 5% I 87% 33% S.D 0% 33% S.D 0% S.D 20% 16% I
Medio 6-50 71% 76% I 71% 95% C 54% 56% I 84% 78% I 69% 96% S.D 84% 90% I 13% 67% S.D 75% 58% S.D 97% S.D 72% 73% I
Alto >50 5% 4% I 4% 0% I 0% 0% I 0% 1% I 0% 0% S.D 8% 4% I 0% 0% S.D 25% 8% S.D 3% S.D 8% 11% I
Fe mg/L
Bajo ≤10 2% 0% I 2% 1% I 0% 1% I 0% 0% I 0% 0% S.D 0% 0% I 0% 0% S.D 0% 0% S.D 0% S.D 0% 0% I
Medio 10-100 32% 21% C 83% 45% C 46% 12% C 64% 42% C 53% 4% S.D 34% 8% C 78% 67% S.D 0% 25% S.D 0% S.D 29% 13% C
Alto >100 66% 79% C 15% 54% C 54% 87% C 36% 58% C 47% 96% S.D 66% 92% C 22% 33% S.D 100% 75% S.D 100% S.D 71% 87% C
Cu mg/L
Bajo ≤2 3% 3% I 0% 1% I 0% 0% I 0% 0% I 0% 0% S.D 0% 1% I 0% 0% S.D 0% 0% S.D 0% S.D 1% 1% I
Medio 2-20 91% 44% C 87% 91% I 92% 89% I 76% 51% C 78% 68% S.D 74% 82% I 35% 67% S.D 75% 58% S.D 8% S.D 84% 93% I
Alto >20 6% 54% C 13% 8% I 8% 11% I 24% 49% C 22% 32% S.D 26% 18% I 65% 33% S.D 25% 42% S.D 92% S.D 15% 6% I

Valores resaltados en amarillo representan entre 25 y 50% de frecuencia de problemas en una variable y los resaltados en rojo más de 50%.
C= cambio de condición con respecto 1986; I= igual condición que 1986; SD= no comparable por pocos datos (según parámetros explicados en Metodología)

139
Anexo 2. 5. Cantones de la provincia de Guanacaste (Cuadro 1 de 2).

Cantón Liberia Nicoya Santa Cruz Bagaces Carrillo Cañas


Año 1986 2010 1986 2010 1986 2010 1986 2010 1986 2010 1986 2010
# de muestras 490 277 132 125 131 74 339 532 167 1087 201 1216

pH
Bajo ≤5,5 2% 48% C 2% 15% C 0% 4% I 5% 9% I 1% 2% I 5% 2% I
Medio 5,5-6,5 74% 50% C 62% 54% I 89% 45% C 87% 75% C 84% 70% C 88% 59% C
Parámetros de acidez

Alto >6,5 24% 2% C 36% 31% I 11% 51% C 8% 16% C 15% 28% C 7% 39% C
Ac cmol(+)/L
Bajo ≤0,5 99% 79% C 98% 96% I 100% 96% I 96% 98% I 99% 99% I 100% 98% I
Medio 0,5-1,5 1% 16% C 1% 2% I 0% 4% I 2% 2% I 1% 1% I 0% 1% I
Alto >1,5 0% 4% I 1% 2% I 0% 0% I 2% 0% I 0% 0% I 0% 0% I
% SA
Bajo ≤10 100% 89% C 99% 99% I 100% 100% I 97% 100% I 100% 100% I 99% 100% I
Medio 10-50 0% 9% I 1% 1% I 0% 0% I 3% 0% I 0% 0% I 1% 0% I
Alto >50 0% 2% I 0% 0% I 0% 0% I 0% 0% I 0% 0% I 0% 0% I
Suma Cationes
Bajo ≤5 4% 11% I 0% 0% I 0% 3% I 2% 1% I 1% 0% I 11% 0% C
Medio 5-25 91% 75% C 8% 15% I 22% 34% I 91% 63% C 68% 40% C 81% 40% C
Alto >25 5% 14% I 92% 85% I 78% 64% I 7% 36% C 31% 60% C 8% 60% C
CICE cmol(+)/L
Bajo ≤5 4% 6% I 0% 0% I 0% 3% I 1% 1% I 1% 0% I 11% 0% C
Medio 5-25 91% 80% C 8% 15% I 22% 34% I 92% 63% C 68% 40% C 81% 39% C
Alto >25 5% 14% I 92% 85% I 78% 64% I 7% 36% C 31% 60% C 8% 60% C
Ca cmol(+)/L
Bajo ≤4 8% 15% I 1% 0% I 0% 22% 5% 1% I 1% 0% I 12% 0%
Bases y CICE

C C
Medio 4-20 88% 73% C 11% 17% I 32% 18% I 90% 73% C 76% 48% C 83% 62% C
Alto >20 4% 13% I 88% 83% I 68% 61% I 5% 27% C 23% 52% C 5% 38% C
Mg cmol(+)/L
Bajo ≤1 13% 12% I 2% 0% I 0% 1% I 5% 3% I 6% 0% I 13% 1% C
Medio 1-5 78% 73% I 28% 14% C 17% 27% I 84% 34% C 55% 28% C 72% 20% C
Alto >5 9% 15% I 70% 86% C 83% 72% I 11% 63% C 39% 72% C 15% 80% C
K cmol(+)/L
Bajo ≤0,2 5% 13% I 25% 49% C 25% 35% I 7% 16% C 14% 37% C 17% 39% C
Medio 0,2-0,6 67% 57% I 60% 44% C 60% 50% I 31% 63% C 36% 45% I 41% 45% I
Alto >0,6 28% 29% I 15% 7% I 15% 15% I 62% 21% C 50% 18% C 42% 16% C

Valores resaltados en amarillo representan entre 25 y 50% de frecuencia de problemas en una variable y los resaltados en rojo más de 50%.
C= cambio de condición con respecto 1986; I= igual condición que 1986; SD= no comparable por pocos datos (según parámetros explicados en Metodología)

140
Anexo 2.5. Cantones de la provincia de Guanacaste (Continuación Cuadro 1 de 2)

Cantón Liberia Nicoya Santa Cruz Bagaces Carrillo Cañas


Año 1986 2010 1986 2010 1986 2010 1986 2010 1986 2010 1986 2010
# de muestras 490 277 132 125 131 74 339 532 167 1087 201 1216

Ca/Mg
Bajo ≤2 1% 4% I 3% 15% C 1% 43% C 6% 17% C 2% 13% C 4% 34% C
Medio 2-5 74% 91% C 53% 84% C 95% 57% C 77% 76% I 76% 86% C 80% 64% C
Relaciones catiónicas

Alto >5 25% 5% C 44% 1% C 4% 0% I 17% 7% C 22% 1% C 16% 2% C


Ca/K
Bajo ≤5 2% 5% I 1% 0% I 0% 7% I 6% 0% C 1% 1% I 3% 0% I
Medio 5-25 61% 63% I 4% 2% I 8% 19% I 73% 33% C 51% 21% C 63% 13% C
Alto >25 37% 32% I 95% 98% I 92% 74% C 21% 67% C 48% 78% C 34% 86% C
Mg/K
Bajo ≤2,5 23% 22% I 2% 0% I 0% 4% I 32% 4% C 24% 3% C 15% 1% C
Medio 2,5-15 67% 59% I 36% 9% C 31% 28% I 57% 49% C 44% 29% C 70% 24% C
Alto >15 10% 19% I 62% 91% C 69% 68% I 11% 47% C 32% 68% C 15% 75% C
Ca+Mg/K
Bajo ≤10 8% 17% I 0% 0% I 0% 11% I 17% 1% C 7% 3% I 9% 1% I
Medio 10-40 70% 55% C 8% 5% I 13% 19% I 65% 39% C 50% 23% C 68% 16% C
Alto >40 22% 29% I 92% 95% I 87% 70% C 18% 60% C 43% 74% C 23% 83% C
P mg/L
Bajo ≤10 73% 61% C 84% 73% C 78% 71% I 90% 87% I 69% 68% I 57% 71% C
Medio 10-20 21% 25% I 9% 18% I 14% 14% I 7% 6% I 17% 15% I 31% 19% C
Alto >20 6% 15% I 7% 9% I 8% 15% I 3% 7% I 14% 17% I 12% 10% I
Zn mg/L
Bajo ≤2 60% 25% C 74% 54% C 55% 54% I 30% 21% C 34% 49% C 20% 35% C
P y Micronutrientes

Medio 2-10 40% 70% C 26% 44% C 44% 42% I 70% 76% C 65% 51% C 80% 62% C
Alto >10 0% 6% I 0% 2% I 1% 4% I 0% 3% I 1% 1% I 0% 3% I
Mn mg/L
Bajo ≤5 26% 8% C 35% 7% C 17% 23% I 18% 8% C 26% 13% C 32% 19% C
Medio 6-50 72% 65% I 61% 77% C 80% 58% C 79% 52% C 63% 81% C 67% 73% I
Alto >50 2% 27% C 4% 16% C 3% 19% C 3% 40% C 11% 6% I 1% 8% I
Fe mg/L
Bajo ≤10 4% 1% I 64% 20% C 46% 19% C 6% 7% I 26% 25% I 8% 16% I
Medio 10-100 75% 44% C 35% 79% C 53% 76% C 86% 67% C 72% 53% C 86% 74% C
Alto >100 21% 55% C 1% 1% I 1% 5% I 8% 26% C 2% 22% C 6% 10% I
Cu mg/L
Bajo ≤2 1% 1% I 9% 1% I 2% 20% C 5% 0% I 1% 0% I 1% 0% I
Medio 2-20 98% 95% I 91% 92% I 97% 78% C 93% 98% C 97% 98% I 99% 99% I
Alto >20 1% 4% I 0% 7% I 1% 1% I 2% 2% I 2% 2% I 0% 1% I

Valores resaltados en amarillo representan entre 25 y 50% de frecuencia de problemas en una variable y los resaltados en rojo más de 50%.
C= cambio de condición con respecto 1986; I= igual condición que 1986; SD= no comparable por pocos datos (según parámetros explicados en Metodología)
141
Anexo 2.5. Cantones de la provincia de Guanacaste (Cuadro 2 de 2)

Cantón Abangares Tilarán Nandayure La Cruz Hojancha


Año 1986 2010 1986 2010 1986 2010 1986 2010 1986 2010
# de muestras 86 52 519 44 39 184 72 233 36 13

pH
Bajo ≤5,5 2% 6% I 10% 14% I 8% 6% S.D 36% 76% C 3% 69% S.D
Medio 5,5-6,5 89% 63% C 88% 84% I 90% 73% S.D 64% 24% C 97% 31% S.D
Parámetros de acidez

Alto >6,5 9% 31% C 2% 2% I 2% 21% S.D 0% 1% I 0% 0% S.D


Ac cmol(+)/L
Bajo ≤0,5 100% 88% I 100% 91% I 100% 99% S.D 94% 58% C 100% 38% S.D
Medio 0,5-1,5 0% 8% I 0% 9% I 0% 1% S.D 6% 36% C 0% 15% S.D
Alto >1,5 0% 4% I 0% 0% I 0% 0% S.D 0% 6% I 0% 46% S.D
% SA
Bajo ≤10 100% 96% I 98% 95% I 100% 100% S.D 96% 68% C 100% 54% S.D
Medio 10-50 0% 4% I 2% 5% I 0% 0% S.D 4% 31% C 0% 31% S.D
Alto >50 0% 0% I 0% 0% I 0% 0% S.D 0% 1% I 0% 15% S.D
Suma Cationes
Bajo ≤5 0% 0% I 29% 11% C 0% 0% S.D 13% 27% I 0% 15% S.D
Medio 5-25 60% 54% I 71% 89% C 21% 14% S.D 86% 57% C 47% 54% S.D
Alto >25 40% 46% I 0% 0% I 79% 86% S.D 1% 15% I 53% 31% S.D
CICE cmol(+)/L
Bajo ≤5 0% 0% I 27% 11% C 0% 0% S.D 10% 14% I 0% 15% S.D
Medio 5-25 60% 54% I 73% 89% C 21% 13% S.D 89% 70% C 47% 54% S.D
Alto >25 40% 46% I 0% 0% I 79% 87% S.D 1% 16% I 53% 31% S.D
Ca cmol(+)/L
Bajo ≤4 0% 2% I 14% 3% 0% S.D 17% 0% 15% S.D
Bases y CICE

38% C 32% C
Medio 4-20 67% 60% I 62% 86% C 18% 16% S.D 82% 53% C 61% 54% S.D
Alto >20 33% 38% I 0% 0% I 79% 84% S.D 1% 15% I 39% 31% S.D
Mg cmol(+)/L
Bajo ≤1 1% 6% I 68% 32% C 0% 0% S.D 7% 23% C 0% 15% S.D
Medio 1-5 58% 42% C 32% 68% C 28% 14% S.D 82% 59% C 8% 54% S.D
Alto >5 41% 52% I 0% 0% I 72% 86% S.D 11% 18% I 92% 31% S.D
K cmol(+)/L
Bajo ≤0,2 3% 13% I 35% 20% I 38% 47% S.D 29% 42% I 61% 38% S.D
Medio 0,2-0,6 49% 46% I 52% 61% I 41% 40% S.D 57% 55% I 36% 46% S.D
Alto >0,6 48% 40% I 13% 18% I 21% 13% S.D 14% 3% I 3% 15% S.D

Valores resaltados en amarillo representan entre 25 y 50% de frecuencia de problemas en una variable y los resaltados en rojo más de 50%.
C= cambio de condición con respecto 1986; I= igual condición que 1986; SD= no comparable por pocos datos (según parámetros explicados en Metodología)
142
Anexo 2.5. Cantones de la provincia de Guanacaste (Continuación Cuadro 2 de 2)

Cantón Abangares Tilarán Nandayure La Cruz Hojancha


Año 1986 2010 1986 2010 1986 2010 1986 2010 1986 2010
# de muestras 86 52 519 44 39 184 72 233 36 13

Ca/Mg
Bajo ≤2 0% 29% C 0% 0% I 2% 15% S.D 10% 6% I 19% 0% S.D
Medio 2-5 78% 48% C 40% 45% I 85% 83% S.D 90% 86% I 78% 100% S.D
Relaciones catiónicas

Alto >5 22% 23% I 60% 55% I 13% 2% S.D 0% 8% I 3% 0% S.D


Ca/K
Bajo ≤5 0% 0% I 2% 2% I 0% 0% S.D 1% 0% I 0% 8% S.D
Medio 5-25 45% 42% I 71% 64% I 23% 2% S.D 57% 58% I 3% 38% S.D
Alto >25 55% 58% I 27% 34% I 77% 98% S.D 42% 42% I 97% 54% S.D
Mg/K
Bajo ≤2,5 15% 13% I 32% 23% I 0% 0% S.D 7% 3% I 0% 8% S.D
Medio 2,5-15 57% 42% I 67% 77% I 33% 16% S.D 75% 72% I 11% 46% S.D
Alto >15 28% 44% C 1% 0% I 67% 84% S.D 18% 25% I 89% 46% S.D
Ca+Mg/K
Bajo ≤10 6% 6% I 11% 7% I 0% 0% S.D 8% 1% I 0% 15% S.D
Medio 10-40 46% 46% I 75% 77% I 21% 7% S.D 57% 67% I 3% 31% S.D
Alto >40 48% 48% I 14% 16% I 79% 93% S.D 35% 32% I 97% 54% S.D
P mg/L
Bajo ≤10 56% 85% C 98% 59% C 85% 85% S.D 89% 96% I 92% 100% S.D
Medio 10-20 24% 6% C 1% 18% C 13% 9% S.D 3% 3% I 8% 0% S.D
Alto >20 20% 10% I 1% 23% C 2% 6% S.D 8% 1% I 0% 0% S.D
Zn mg/L
Bajo ≤2 26% 40% I 6% 14% I 21% 32% S.D 21% 56% C 83% 15% S.D
P y Micronutrientes

Medio 2-10 74% 48% C 91% 80% I 79% 65% S.D 69% 42% C 17% 77% S.D
Alto >10 0% 12% I 3% 7% I 0% 3% S.D 10% 1% I 0% 8% S.D
Mn mg/L
Bajo ≤5 14% 29% I 70% 39% C 5% 14% S.D 5% 1% I 39% 0% S.D
Medio 6-50 80% 62% C 30% 61% C 62% 72% S.D 67% 58% I 58% 46% S.D
Alto >50 6% 10% I 0% 0% I 33% 14% S.D 28% 41% I 3% 54% S.D
Fe mg/L
Bajo ≤10 34% 25% I 0% 0% I 31% 12% S.D 0% 3% I 44% 15% S.D
Medio 10-100 61% 56% I 81% 16% C 67% 83% S.D 65% 54% I 56% 23% S.D
Alto >100 5% 19% I 19% 84% C 2% 5% S.D 35% 43% I 0% 62% S.D
Cu mg/L
Bajo ≤2 3% 4% I 0% 2% I 0% 2% S.D 7% 3% I 0% 0% S.D
Medio 2-20 97% 96% I 98% 98% I 90% 90% S.D 83% 93% I 97% 54% S.D
Alto >20 0% 0% I 2% 0% I 10% 8% S.D 10% 3% I 3% 46% S.D

Valores resaltados en amarillo representan entre 25 y 50% de frecuencia de problemas en una variable y los resaltados en rojo más de 50%.
C= cambio de condición con respecto 1986; I= igual condición que 1986; SD= no comparable por pocos datos (según parámetros explicados en Metodología)
143
Anexo 2. 6. Cantones de la provincia de Puntarenas (Cuadro 1 de 2).

Cantón Punternas Esparza Buenos Aires Montes de Oro Osa Aguirre


Año 1986 2010 1986 2010 1986 2010 1986 2010 1986 2010 1986 2010
# de muestras 461 359 39 30 132 186 103 53 118 292 172 215

pH
Bajo ≤5,5 3% 22% C 36% 23% S.D 70% 60% C 30% 42% I 38% 38% I 41% 73% C
Medio 5,5-6,5 79% 50% C 64% 67% S.D 23% 36% C 70% 58% I 59% 57% I 59% 27% C
Parámetros de acidez

Alto >6,5 18% 28% C 0% 10% S.D 7% 4% I 0% 0% I 3% 4% I 0% 0% I


Ac cmol(+)/L
Bajo ≤0,5 100% 90% C 97% 83% S.D 41% 57% C 99% 81% C 77% 65% C 91% 57% C
Medio 0,5-1,5 0% 10% C 3% 10% S.D 35% 29% I 1% 17% C 13% 26% C 7% 34% C
Alto >1,5 0% 0% I 0% 7% S.D 24% 14% C 0% 2% I 10% 9% I 2% 8% I
% SA
Bajo ≤10 100% 97% I 100% 87% S.D 40% 78% C 97% 77% C 85% 92% I 96% 92% I
Medio 10-50 0% 3% I 0% 13% S.D 35% 15% C 3% 23% C 14% 4% I 4% 8% I
Alto >50 0% 0% I 0% 0% S.D 25% 6% C 0% 0% I 1% 4% I 0% 0% I
Suma Cationes
Bajo ≤5 0% 3% I 8% 17% S.D 53% 13% C 18% 23% I 7% 4% I 9% 2% I
Medio 5-25 31% 29% I 84% 23% S.D 43% 63% C 62% 60% I 44% 26% C 57% 44% C
Alto >25 69% 67% I 8% 60% S.D 4% 23% C 20% 17% I 49% 70% C 34% 54% C
CICE cmol(+)/L
Bajo ≤5 0% 2% I 5% 17% S.D 48% 7% C 17% 23% I 4% 2% I 6% 1% I
Medio 5-25 31% 30% I 87% 23% S.D 48% 69% C 63% 60% I 43% 28% C 58% 41% C
Alto >25 69% 68% I 8% 60% S.D 4% 24% C 20% 17% I 53% 71% C 36% 57% C
Ca cmol(+)/L
Bajo ≤4 1% 4% I 10% 17% S.D 16% 22% 25% I 9% 5% I 13% 3%
Bases y CICE

58% C C
Medio 4-20 32% 32% I 85% 27% S.D 39% 67% C 56% 60% I 49% 26% C 54% 71% C
Alto >20 67% 64% I 5% 57% S.D 3% 17% C 22% 15% I 42% 69% C 33% 27% I
Mg cmol(+)/L
Bajo ≤1 0% 7% C 26% 20% S.D 54% 10% C 22% 26% I 7% 3% I 8% 1% I
Medio 1-5 33% 26% C 61% 13% S.D 39% 47% I 59% 57% I 74% 58% C 52% 23% C
Alto >5 67% 66% I 13% 67% S.D 7% 43% C 19% 17% I 19% 39% C 40% 76% C
K cmol(+)/L
Bajo ≤0,2 18% 21% I 36% 43% S.D 45% 25% C 13% 32% C 19% 23% I 21% 19% I
Medio 0,2-0,6 48% 61% C 49% 57% S.D 31% 67% C 43% 49% I 69% 58% C 71% 63% I
Alto >0,6 34% 18% C 15% 0% S.D 24% 8% C 44% 19% C 12% 19% I 8% 18% C

Valores resaltados en amarillo representan entre 25 y 50% de frecuencia de problemas en una variable y los resaltados en rojo más de 50%.
C= cambio de condición con respecto 1986; I= igual condición que 1986; SD= no comparable por pocos datos (según parámetros explicados en Metodología)
144
Anexo 2.6. Cantones de la provincia de Puntarenas (Continuación Cuadro 1 de 2)

Cantón Punternas Esparza Buenos Aires Montes de Oro Osa Aguirre


Año 1986 2010 1986 2010 1986 2010 1986 2010 1986 2010 1986 2010
# de muestras 461 359 39 30 132 186 103 53 118 292 172 215

Ca/Mg
Bajo ≤2 4% 11% C 3% 3% S.D 15% 20% I 0% 2% I 3% 7% I 12% 21% I
Medio 2-5 78% 72% C 79% 93% S.D 75% 65% C 77% 77% I 58% 49% I 72% 76% I
Relaciones catiónicas

Alto >5 18% 17% I 18% 3% S.D 10% 15% I 23% 21% I 39% 44% I 16% 3% C
Ca/K
Bajo ≤5 1% 0% I 0% 3% S.D 11% 2% I 3% 2% I 0% 0% I 2% 2% I
Medio 5-25 1% 17% C 54% 7% S.D 79% 33% C 62% 45% C 24% 12% C 16% 13% I
Alto >25 78% 82% I 46% 90% S.D 10% 65% C 35% 53% C 76% 87% C 82% 86% I
Mg/K
Bajo ≤2,5 2% 5% I 5% 7% S.D 23% 4% C 31% 17% I 3% 2% I 2% 2% I
Medio 2,5-15 53% 38% C 74% 17% S.D 76% 59% C 59% 70% I 69% 62% I 52% 38% C
Alto >15 45% 57% C 21% 77% S.D 1% 37% C 10% 13% I 28% 36% I 46% 60% C
Ca+Mg/K
Bajo ≤10 1% 1% I 0% 7% S.D 31% 4% C 12% 8% I 2% 1% I 3% 2% I
Medio 10-40 31% 21% C 67% 7% S.D 64% 38% C 63% 53% I 26% 21% I 21% 18% I
Alto >40 68% 78% C 33% 87% S.D 5% 58% C 25% 40% I 72% 78% I 76% 80% I
P mg/L
Bajo ≤10 62% 61% I 87% 100% S.D 78% 88% C 73% 75% I 81% 67% C 87% 79% I
Medio 10-20 26% 20% C 5% 0% S.D 17% 8% I 21% 19% I 19% 27% I 12% 11% I
Alto >20 12% 19% C 8% 0% S.D 5% 4% I 6% 6% I 0% 6% I 1% 10% I
Zn mg/L
Bajo ≤2 51% 41% C 51% 63% S.D 60% 68% I 37% 57% C 19% 27% I 38% 20% C
P y Micronutrientes

Medio 2-10 47% 56% C 49% 37% S.D 40% 32% I 61% 43% C 77% 71% I 62% 70% I
Alto >10 2% 3% I 0% 0% S.D 0% 1% I 2% 0% I 4% 1% I 0% 9% I
Mn mg/L
Bajo ≤5 28% 23% I 20% 53% S.D 31% 8% C 20% 11% I 14% 9% I 6% 3% I
Medio 6-50 61% 70% C 72% 40% S.D 66% 57% I 70% 87% C 73% 71% I 65% 25% C
Alto >50 11% 6% I 8% 7% S.D 3% 35% C 10% 2% I 13% 21% I 29% 72% C
Fe mg/L
Bajo ≤10 41% 14% C 5% 0% S.D 1% 3% I 2% 0% I 2% 3% I 6% 0% I
Medio 10-100 55% 63% C 59% 83% S.D 29% 38% I 77% 34% C 72% 74% I 72% 34% C
Alto >100 4% 23% C 36% 17% S.D 70% 59% C 21% 66% C 26% 23% I 22% 66% C
Cu mg/L
Bajo ≤2 6% 5% I 5% 3% S.D 0% 3% I 12% 0% I 1% 3% I 6% 0% I
Medio 2-20 93% 92% I 92% 97% S.D 99% 95% I 84% 89% I 57% 57% I 77% 74% I
Alto >20 1% 3% I 3% 0% S.D 1% 3% I 4% 11% I 42% 40% I 17% 25% I

Valores resaltados en amarillo representan entre 25 y 50% de frecuencia de problemas en una variable y los resaltados en rojo más de 50%.
C= cambio de condición con respecto 1986; I= igual condición que 1986; SD= no comparable por pocos datos (según parámetros explicados en Metodología)
145
Anexo 2.6. Cantones de la provincia de Puntarenas (Cuadro 2 de 2)

Cantón Golfito Coto Brus Parrita Corredores Garabito


Año 1986 2010 1986 2010 1986 2010 1986 2010 1986 2010
# de muestras 90 183 164 337 529 480 190 850 5 59

pH
Bajo ≤5,5 18% 39% C 62% 62% I 6% 45% C 28% 40% C 0% 7% S.D
Medio 5,5-6,5 75% 56% C 37% 37% I 74% 49% C 59% 55% I 100% 63% S.D
Parámetros de acidez

Alto >6,5 7% 5% I 1% 1% I 20% 6% C 13% 5% I 0% 31% S.D


Ac cmol(+)/L
Bajo ≤0,5 89% 65% C 82% 65% C 98% 69% C 95% 77% C 100% 100% S.D
Medio 0,5-1,5 4% 29% C 13% 29% C 1% 19% C 4% 20% C 0% 0% S.D
Alto >1,5 7% 6% I 5% 7% I 1% 12% C 1% 3% I 0% 0% S.D
% SA
Bajo ≤10 91% 89% I 63% 61% I 98% 91% C 92% 93% I 100% 100% S.D
Medio 10-50 7% 8% I 34% 36% I 2% 8% C 8% 7% I 0% 0% S.D
Alto >50 1% 3% I 3% 4% I 0% 2% I 0% 0% I 0% 0% S.D
Suma Cationes
Bajo ≤5 9% 8% I 71% 52% C 2% 3% I 24% 8% C 0% 2% S.D
Medio 5-25 35% 39% I 28% 44% C 21% 28% C 30% 12% C 20% 47% S.D
Alto >25 56% 53% I 1% 4% I 77% 69% C 46% 79% C 80% 51% S.D
CICE cmol(+)/L
Bajo ≤5 4% 6% I 70% 43% C 2% 1% I 24% 8% C 0% 2% S.D
Medio 5-25 40% 41% I 29% 53% C 21% 28% C 30% 12% C 20% 46% S.D
Alto >25 56% 53% I 1% 4% I 77% 71% C 46% 80% C 80% 53% S.D
Ca cmol(+)/L
Bajo ≤4 13% 8% I 3% 5% I 8% 0% 15% S.D
Bases y CICE

74% 57% C 30% C


Medio 4-20 38% 45% I 26% 40% C 30% 39% C 28% 16% C 40% 42% S.D
Alto >20 49% 47% I 0% 3% I 67% 56% C 42% 75% C 60% 42% S.D
Mg cmol(+)/L
Bajo ≤1 16% 9% I 80% 54% C 2% 2% I 33% 8% C 0% 2% S.D
Medio 1-5 43% 30% C 19% 42% C 11% 23% C 34% 22% C 0% 41% S.D
Alto >5 41% 62% C 1% 4% I 87% 75% C 33% 69% C 100% 58% S.D
K cmol(+)/L
Bajo ≤0,2 29% 51% C 57% 39% C 26% 31% C 25% 15% I 40% 17% S.D
Medio 0,2-0,6 58% 46% C 34% 56% C 68% 61% C 37% 44% I 20% 32% S.D
Alto >0,6 13% 2% C 9% 5% I 6% 7% I 38% 41% I 40% 51% S.D

Valores resaltados en amarillo representan entre 25 y 50% de frecuencia de problemas en una variable y los resaltados en rojo más de 50%.
C= cambio de condición con respecto 1986; I= igual condición que 1986; SD= no comparable por pocos datos (según parámetros explicados en Metodología)
146
Anexo 2.6. Cantones de la provincia de Puntarenas (Continuación Cuadro 2 de 2)

Cantón Golfito Coto Brus Parrita Corredores Garabito


Año 1986 2010 1986 2010 1986 2010 1986 2010 1986 2010
# de muestras 90 183 164 337 529 480 190 850 5 59

Ca/Mg
Bajo ≤2 7% 34% C 7% 8% I 4% 38% C 1% 10% I 20% 27% S.D
Medio 2-5 59% 45% C 69% 63% I 95% 58% C 75% 68% I 80% 71% S.D
Relaciones catiónicas

Alto >5 34% 21% C 24% 29% I 1% 4% I 24% 22% I 0% 2% S.D


Ca/K
Bajo ≤5 1% 1% I 20% 6% C 0% 1% I 3% 1% I 0% 10% S.D
Medio 5-25 13% 7% I 56% 67% C 5% 9% I 55% 17% C 0% 36% S.D
Alto >25 86% 92% I 24% 26% I 95% 91% I 42% 82% C 100% 54% S.D
Mg/K
Bajo ≤2,5 8% 3% I 35% 21% C 2% 1% I 12% 4% I 0% 8% S.D
Medio 2,5-15 49% 22% C 65% 76% C 19% 20% I 83% 52% C 40% 53% S.D
Alto >15 43% 75% C 0% 3% I 79% 79% I 5% 45% C 60% 39% S.D
Ca+Mg/K
Bajo ≤10 2% 2% I 29% 17% C 1% 1% I 7% 1% I 0% 19% S.D
Medio 10-40 23% 7% C 57% 68% C 4% 11% C 66% 27% C 0% 29% S.D
Alto >40 75% 91% C 14% 15% I 95% 88% C 27% 72% C 100% 53% S.D
P mg/L
Bajo ≤10 70% 93% C 95% 80% C 79% 88% C 64% 72% I 100% 51% S.D
Medio 10-20 24% 7% C 4% 5% I 20% 11% C 26% 21% I 0% 22% S.D
Alto >20 6% 0% I 1% 15% C 1% 1% I 10% 7% I 0% 27% S.D
Zn mg/L
Bajo ≤2 42% 64% C 46% 52% I 78% 40% C 43% 47% I 40% 39% S.D
P y Micronutrientes

Medio 2-10 56% 36% C 53% 41% C 22% 55% C 55% 43% C 60% 61% S.D
Alto >10 2% 0% I 1% 7% I 0% 5% C 2% 10% I 0% 0% S.D
Mn mg/L
Bajo ≤5 49% 8% C 4% 10% I 46% 7% C 30% 30% I 60% 17% S.D
Medio 6-50 40% 65% C 95% 87% I 46% 53% C 69% 60% I 40% 69% S.D
Alto >50 11% 27% C 1% 2% I 8% 39% C 1% 11% I 0% 14% S.D
Fe mg/L
Bajo ≤10 15% 1% C 0% 0% I 33% 3% C 8% 1% I 80% 2% S.D
Medio 10-100 76% 68% I 94% 69% C 66% 64% I 79% 73% I 20% 61% S.D
Alto >100 9% 31% C 6% 31% C 1% 33% C 13% 26% C 0% 37% S.D
Cu mg/L
Bajo ≤2 16% 1% C 0% 1% I 1% 1% I 6% 1% I 0% 5% S.D
Medio 2-20 81% 94% C 80% 70% C 90% 80% C 64% 81% C 80% 78% S.D
Alto >20 3% 5% I 20% 30% I 9% 18% C 30% 18% C 20% 17% S.D

Valores resaltados en amarillo representan entre 25 y 50% de frecuencia de problemas en una variable y los resaltados en rojo más de 50%.
C= cambio de condición con respecto 1986; I= igual condición que 1986; SD= no comparable por pocos datos (según parámetros explicados en Metodología)

147
Anexo 2. 7. Cantones de la provincia de Limón (Cuadro 1 de 1).

Cantón Limón Pococí Siquirres Talamanca Matina Guácimo


Año 1986 2010 1986 2010 1986 2010 1986 2010 1986 2010 1986 2010
# de muestras 95 74 281 972 36 302 135 87 80 537 65 292

pH
Bajo ≤5,5 14% 53% C 49% 71% C 75% 67% S.D 28% 44% C 13% 65% C 63% 48% C
Medio 5,5-6,5 69% 45% C 51% 25% C 22% 26% S.D 66% 54% C 81% 29% C 37% 44% I
Parámetros de acidez

Alto >6,5 17% 3% I 0% 4% I 3% 7% S.D 6% 2% I 6% 6% I 0% 8% I


Ac cmol(+)/L
Bajo ≤0,5 92% 55% C 90% 46% C 47% 53% S.D 80% 77% I 96% 38% C 94% 68% C
Medio 0,5-1,5 8% 22% I 6% 39% C 25% 34% S.D 2% 11% I 1% 36% C 6% 26% C
Alto >1,5 0% 23% C 4% 15% C 28% 13% S.D 18% 11% I 3% 27% C 0% 6% I
% SA
Bajo ≤10 97% 76% C 82% 59% C 53% 71% S.D 84% 89% I 98% 90% I 80% 77% I
Medio 10-50 3% 20% C 17% 36% C 47% 27% S.D 12% 8% I 2% 9% I 20% 20% I
Alto >50 0% 4% I 1% 5% I 0% 2% S.D 4% 3% I 0% 0% I 0% 3% I
Suma Cationes
Bajo ≤5 4% 7% I 45% 31% C 31% 25% S.D 4% 6% I 0% 0% I 49% 24% C
Medio 5-25 38% 35% I 55% 64% I 69% 42% S.D 36% 38% I 21% 21% I 51% 76% C
Alto >25 58% 58% I 0% 4% I 0% 33% S.D 60% 56% I 79% 79% I 0% 0% I
CICE cmol(+)/L
Bajo ≤5 4% 5% I 40% 20% C 22% 19% S.D 0% 2% I 0% 0% I 48% 21% C
Medio 5-25 38% 35% I 60% 75% C 78% 46% S.D 39% 41% I 21% 16% I 52% 79% C
Alto >25 58% 59% I 0% 4% I 0% 35% S.D 61% 56% I 79% 83% I 0% 0% I
Ca cmol(+)/L
Bajo ≤4 4% 7% I S.D 8% 7% I 0% 1% I
Bases y CICE

54% 35% C 47% 26% 60% 25% C


Medio 4-20 40% 43% I 46% 61% C 53% 44% S.D 40% 44% I 30% 27% I 40% 75% C
Alto >20 56% 50% I 0% 4% I 0% 29% S.D 52% 49% I 70% 72% I 0% 0% I
Mg cmol(+)/L
Bajo ≤1 6% 3% I 54% 38% C 25% 25% S.D 1% 3% I 0% 0% I 49% 34% C
Medio 1-5 58% 36% C 43% 57% C 64% 46% S.D 35% 32% I 31% 25% I 49% 64% C
Alto >5 36% 61% C 3% 5% I 11% 29% S.D 64% 64% I 69% 74% I 2% 2% I
K cmol(+)/L
Bajo ≤0,2 24% 30% I 44% 22% C 50% 24% S.D 14% 22% I 26% 9% C 51% 28% C
Medio 0,2-0,6 65% 47% C 41% 52% C 44% 41% S.D 70% 67% I 72% 60% C 38% 53% I
Alto >0,6 11% 23% I 15% 26% C 6% 35% S.D 16% 11% I 1% 31% C 11% 19% I

Valores resaltados en amarillo representan entre 25 y 50% de frecuencia de problemas en una variable y los resaltados en rojo más de 50%.
C= cambio de condición con respecto 1986; I= igual condición que 1986; SD= no comparable por pocos datos (según parámetros explicados en Metodología)
148
Anexo 2.7. Cantones de la provincia de Limón (Continuación Cuadro 1 de 1).

Cantón Limón Pococí Siquirres Talamanca Matina Guácimo


Año 1986 2010 1986 2010 1986 2010 1986 2010 1986 2010 1986 2010
# de muestras 95 74 281 972 36 302 135 87 80 537 65 292

Ca/Mg
Bajo ≤2 6% 22% C 8% 5% I 14% 10% S.D 17% 10% I 7% 3% I 6% 5% I
Medio 2-5 48% 73% C 70% 76% I 81% 65% S.D 73% 85% C 78% 86% I 77% 71% I
Relaciones catiónicas

Alto >5 46% 5% C 22% 19% I 5% 25% S.D 10% 5% I 15% 12% I 17% 24% I
Ca/K
Bajo ≤5 3% 4% I 10% 12% I 3% 4% S.D 2% 0% I 0% 1% I 3% 4% I
Medio 5-25 10% 19% I 69% 70% I 53% 50% S.D 17% 17% I 4% 20% C 77% 76% I
Alto >25 87% 77% I 21% 18% I 44% 45% S.D 81% 83% I 96% 80% C 20% 20% I
Mg/K
Bajo ≤2,5 5% 4% I 30% 32% I 11% 15% S.D 1% 0% I 0% 1% I 37% 20% C
Medio 2,5-15 53% 36% C 68% 62% I 70% 69% S.D 54% 39% C 19% 48% C 58% 74% C
Alto >15 42% 59% C 2% 6% I 19% 17% S.D 45% 61% C 81% 51% C 5% 6% I
Ca+Mg/K
Bajo ≤10 5% 7% I 21% 24% I 8% 8% S.D 4% 0% I 0% 1% I 17% 10% I
Medio 10-40 13% 22% I 67% 63% I 50% 58% S.D 18% 18% I 4% 25% C 71% 76% I
Alto >40 82% 72% I 12% 13% I 42% 34% S.D 78% 82% I 96% 74% C 12% 14% I
P mg/L
Bajo ≤10 78% 59% C 86% 48% C 94% 47% S.D 74% 81% I 69% 32% C 74% 62% I
Medio 10-20 17% 26% I 11% 31% C 6% 31% S.D 22% 16% I 29% 50% C 26% 14% I
Alto >20 5% 15% I 3% 21% C 0% 22% S.D 4% 2% I 2% 18% C 0% 24% C
Zn mg/L
Bajo ≤2 22% 51% C 46% 42% I 0% 31% S.D 26% 30% I 26% 35% I 14% 54% C
P y Micronutrientes

Medio 2-10 78% 43% C 52% 52% I 97% 64% S.D 73% 67% I 70% 61% I 80% 35% C
Alto >10 0% 5% I 2% 6% I 3% 5% S.D 1% 3% I 4% 4% I 6% 11% I
Mn mg/L
Bajo ≤5 16% 9% I 36% 22% C 11% 16% S.D 10% 15% I 19% 13% I 8% 37% C
Medio 6-50 77% 72% I 63% 74% C 61% 72% S.D 85% 67% C 81% 77% I 74% 62% I
Alto >50 7% 19% I 1% 3% I 28% 13% S.D 5% 18% C 0% 10% C 18% 2% C
Fe mg/L
Bajo ≤10 16% 1% I 0% 0% I 0% 0% S.D 11% 0% C 6% 0% I 0% 0% I
Medio 10-100 79% 64% C 65% 37% C 28% 45% S.D 80% 77% I 89% 78% C 69% 49% C
Alto >100 5% 35% C 35% 62% C 72% 55% S.D 9% 23% C 5% 22% C 31% 51% C
Cu mg/L
Bajo ≤2 11% 3% I 1% 4% I 0% 0% S.D 6% 6% I 6% 0% I 0% 10% I
Medio 2-20 89% 97% I 93% 95% I 97% 98% S.D 93% 94% I 94% 99% I 98% 89% I
Alto >20 0% 0% I 6% 1% I 3% 2% S.D 1% 0% I 0% 1% I 2% 1% I

Valores resaltados en amarillo representan entre 25 y 50% de frecuencia de problemas en una variable y los resaltados en rojo más de 50%.
C= cambio de condición con respecto 1986; I= igual condición que 1986; SD= no comparable por pocos datos (según parámetros explicados en Metodología)
149
Anexo 3. Agrupamiento de cantones según la región a la que pertenecen (según MIDEPLAN 2009).

BRUNCA CENTRAL HUETAR ATLANTICA


BUENOS AIRES ACOSTA MORAVIA GUACIMO
CORREDORES ALAJUELA NARANJO LIMON
COTO BRUS ALAJUELITA OREAMUNO MATINA
GOLFITO ALVARADO PALMARES POCOCI
OSA ASERRI PARAISO SIQUIRRES
PEREZ ZELEDON ATENAS POAS TALAMANCA
BARVA PURISCAL
CHOROTEGA BELEN SAN ISIDRO HUETAR NORTE
ABANGARES CARTAGO SAN JOSE GRECIA*
BAGACES CURRIDABAT SAN PABLO GUATUSO
CANAS DESAMPARADOS SAN RAFAEL LOS CHILES
CARRILLO DOTA SAN RAMON SAN CARLOS
HOJANCHA EL GUARCO SANTA ANA SARAPIQUI
LA CRUZ ESCAZU SANTA BARBARA UPALA
LIBERIA FLORES SANTO DOMINGO
NANDAYURE GOICOECHEA TARRAZU PACIFICO CENTRAL
NICOYA HEREDIA TIBAS AGUIRRE
SANTA CRUZ JIMENEZ TURRIALBA ESPARZA
TILARAN LA UNION TURRUBARES GARABITO
LEON CORTES VALVERDE VEGA MONTES DE ORO
MONTES DE OCA VAZQUEZ DE CORONADO OROTINA
MORA ZARCERO PARRITA
SAN MATEO

* Para fines del presente trabajo se consideró el cantón de Grecia dentro de la Región Huetar Norte debido a que la mayoría de las muestras provienen del distrito de Rio Cuarto,
incluido por MIDEPLAN (2009) dentro de esta región.

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