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)

CepÍrur-o V
El AurocoNrRATo

Esta figura se presenta cuando una misma persona interviene


en un negocio jurídico invistiendo dos o más calidades jurídicas
distintas.
Puede definirse el autocontrato en la siguiente forma ,,es el
acto realizado por una sola persona en el cual ella actú a ala vez
como parte directa y como representante de la otra parte o como
representante de ambas pafies o como titular de dos patrirnonios
que le pertenecen".
Lo que caracterizael autocontrato es que en un acto jr-rrídico
bilateral, y que por lo mismo requiere de la voluntad de dos o más
partes, una sola persona actúa en un doble carácter;sea como parte
directa y como representante de la otra parte, o como r"pr"r"ntun-
te de las dos partes entre quienes se celebra el contrato, sea como
titular de dos patrimonios a los que afecta el contrato.
El autocontrato supone necesariamente la existencia de dos o
más patrimonios cuya propiedad o representación coffesponcle a
un solo sujeto de cJerecho que, en virtud de su declaración de vo-
luntad crea entre ellos una relación jurídica de obligación.
Puede darse en los siguientes casos:
48 Henr.¡A¡r TnoNcoso LlRnonop - Clnlos Álvnnnz Cn

A) En materia de representación, situación que se presenta cuan-


do: I
El contratante actúa por sí mismo y ala vez colno represen-
1.
tante legal o contractual de otra persona, y
z.El contratante concurre en el mismo acto cotno representan-
te legal o convencional de dos o rnás personas naturales o jurídi-
cas.
Esta distinción tiene especial importancia, porque reconoce,
en este último caso, que la contraposición de inter:eses es menos
lmarcada. Evidentemente existe peligro de este tipo de interven-
lción de una rnisma persona representando dos posiciones en el
jcontrato, por !o que los autores son más bien contrarios a esta
I
I

ifigura.

B. Cuandc una persona tiene dos patrimonios o fracciones de


patrimonios sometidas a regímenes jurídicos distintos.
En relación con este punto hay que señalar que tradicional-
mente ha prevalecido la opinión sustentada porAubry y Rau sobre
lla unidad del patrimonio. Según ellos el patrimonio por ser un
iatributo de la personalidad Y, Por consiguiente, inseparable de la
lpersona, era uno solo.
i

t-u tendencia moderna es aceptar la pluralidad de patrimonios,
ipues ven ell éste un conjunto de bienes activos y pasivos afectos a
lun fin determinado. Siendo así es posible que una sola persona
I

Itenga diversos patrimonios sometidos a regímenes jurídicos dis-


itintos.
Ii Notu ralezaiurídica del autocontrato:
Este es un aspecto bastante complicado, pues estamos ante una
I ifiguto juúdica que sale de la nomenclatura clásica, ya que en un
jacto jurídico bilateral, colllo lo es el contrato, que por su esencia
1,

l, l-ir*u requiere de la concufrencia de dos o más partes, interviene


iuna sola persoi"Ia.
l

ri
'

ii
r'.. y.l.
CoNrnnros

Hay diversas teorías que tratan de explicar la naturalezajurídi-


ca del autocontrato:
Para algunos el autocontrato es un verdadero contrato, en ei
cual concurren las dos voluntades que se precisan para generar un
acto jurídico bilateral, ellas son la del representante y la del repre-
sentado. En el fondo, lo que en realidad sostienen es que más que
un vínculo jurídico entre personas distintas, se trata de uno entre
patrimonios distintos que se ven afectados por obra de una sola
voluntad.
otros, en cambio, estiman, que el autocontrato es un acto jurí-
dico unilateral que produce efectos contractuales (Demogue, Ales-
sandri). Sostienen que el contrato requiere necesariamente del acuer-
do de voluntades de dos o más partes, de tal modo que si éste no
existe no hay contrato, y en el autocontrato dicho acuerdo no se
presenta, no puede extremarse la ficción parapoder sostener que
existe un acuerdo entre dos o más voluntades, cuando en la reali-
dad una sola está generando el acto jurídico.
Por otra parte, en la actualidad no puede sostenerse que el con-
trato celebrado por medio de representante, sea generado por el
representado, es claro que es la voluntad del representante la que
concurre y genera el acto.
Indican, además, que en el autocontrato interviene la de una
sola persona, que inviste dos calidades diferentes y habiendo una
sola no puede sostenerse que existe contrato, porque éste supone
necesariamente un acuerdo de voluntades.
Tampoco aceptan que el contrato más que un vínculo entre
personas es uno entre patrimonios. Los actos jurídicos, en general,
en definitiva son vínculos entre patrimonios, desde qlle crean,
modifican, transfieren o transmiten, y extinguen derechos. Es evi-
dente que el contrato produce efectos patrimoniales, pero lo que lo
caracterizaes el acuerdo de voluntades, y éste no se da en el auto-
contrato.
HenNAN Tno¡¡coso LnnRoNoe - Cnnlos ÁLv¡nsz CrD
50

Por ello estiman que el alltocontrato es un acto


jurídico unila-
teral, ya que nace de la voluntad de una sola persgnu,
per: quP
produce electos contractuales, porque genera los mismos efectos
que si el acto so originara en un acllerdo de voluntades.
Procedencia de la autocontratación: ''

Tiende a admitirse con dos,condiciones:


que no podrá
a) Que no esté legalmente protribida. Es evidente
otorgarse un autocontrato si la ley 1o ha excluido expresamente'
como sucede e n el att. 412 que prohíbe a los curadores celebrar
suyos'
contratos en qne tengan interés ellos o ciertos parientes
también en el art. 1800 relacionado con el 2144.
b) Que haya sido autorizado expresamente o no exista
conflic-
to deinterés. Fjemplo de los primeros son los arts'
2144y 2145'
Discutible ár fo tegitimidad de la autocontratación en el caso
r pero no
en que no esté ni expresamente prohibida ni autotizada,
haya contraPo sición de interés en la gestión del representante.
,Podría sostonerse que las prohibiciones legales señaladas
son
a estos
manifestaciones de una regla general para negar validez
porque las pro-
actos, pero la nrayoría se inclina por reconocérsela,
en la
hibiciones son de derecho estricto y las existentes se fundan
contraposición de intereses.
que
No hay en ia legislación positiva chilena una disposición
i
1,

inclu-
prohíba el autc,:ontrato, como tampoco una que lo autorice,
l

l.

so ta expresión autocontrato no es empleada


por el legislador. Pero'
este pro-
existen una serle de normas que consideran aisladamente
blema, y del análisis del conjunto de ellas se concluye:
i1") Que el rutocontrato es posible en Chile'
\2") Que por regla general es válido'
Bát* diitrr,s disposiciones cabe destacar los siguientes artícu-
'
los del Código Civil: 410,412,1800, 2144 y 2145
I inad-
Por últirno, es necesario destacar que el autocontrato es
misibleenmat::riajudicial.Nosepueclesostenerr"rnjtricioconsi-
Conrnnros 5l

go mismo. una l ersona que inviste la calidad de guardador no


puede litigar con él mismo como representante legal del pupilo.
En relación con este aspecto debe tenerse presente lo dispuesto eÁ
los artículos 1 54, 506,263 inc. 1o. Todas estas normas dejan en
claro que el representante legal de una persona no puede litigar
consigo mismo arumienclo las dos calidades que inviste.

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