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APRENDER EN
CONTEXTOS DESFAVORECIDOS
Palabras Claves:
- Problemas de Aprendizaje
- Inclusión educativa
- Educación y Pobreza
- Diversidad Cultural
Referencias Bibliográficas:
Español:
desfavorecidos, 2014)
Inglés:
- Dalkilic, M., & Vadeboncoeur, J. A. (2016). Regulating the child in early childhood
education: The paradox of inclusion. Global Studies of Childhood, 6(1), 17-30.
Este artículo da cuenta sobre la experiencia realizada por el equipo docente del CEIP Antonio
Machado de Mérida, quienes desde el conocimiento de la realidad del entorno y del mismo
centro, se proponen distintas metas y estrategias para entregar una educación de calidad y
romper el círculo de la desigualdad, tanto para sus alumnos, como para el entorno que los
circunda.
La experiencia realizada parte con un acercamiento a la realidad del contexto en el que está
situado el centro, como también, la propia de éste. Es así como se hace mención que está
ubicado entre dos barriadas; siendo una de sus características socioeconómicas la presencia
mayoritaria de la etnia gitana, altos índices de pobreza y exclusión social. También, se ve
afectado por una alta tasa de analfabetismo, alto índice de delincuencia y tráfico de drogas.
Respecto a la realidad del centro, éste posee un alumnado del 96% de etnia gitana, niveles
alarmantes de absentismo escolar y abandono temprano de la escolarización.
Ahora bien, nos parece importante destacar una de las premisas en las cuales se basaron los
docentes del Centro para dar inicio a sus prácticas de éxito, proponiendo que “El fracaso
escolar del alumnado no debe atribuirse exclusivamente al alumnado, también están
fracasando la educación, la escuela que lo escolariza, la familia y la sociedad en general”
(Mérida E. D., 2013). Ya que si los docentes hubiesen comenzado por la idea de atribuir la
responsabilidad solamente al alumno y no tuviesen la mirada sobre las posibilidades que
posee cada uno de ellos, se hubiera perpetuado la desigualdad, desesperanza y las quejas. Es
así como estos profesionales de la educación se dieron cuenta que la ayuda no solo la
necesitaba el alumno sino también la familia y el entorno que lo rodeaba.
Para ello se trabajó en la búsqueda de un mayor
logro educativo a través de experiencias como: “grupos interactivos, tertulias literarias
dialógicas, ludoteca, huerto semillero dialógico; como también, a través del fomento de las
TIC en el Centro con un blog propio, pizarras digitales, aulas informáticas, entre otros”
(Mérida E. D., 2013). Asimismo, en relación a la necesidad de reducir el absentismo y
abandono escolar (factor de fracaso) se trabajó a través de: “campañas de sensibilización para
la escolarización en Educación Infantil, comisión protocolo y plan de absentismo en el centro,
proyecto “Súbete al carro”, para sensibilizar sobre la importancia de la educación y la
continuidad en ESO” (Mérida E. D., 2013). Reconociendo, además, la necesidad de abrir el
centro a la participación de las familias y el entorno, se fomentaron las asambleas familiares,
formación de familiares y comisiones en las que se involucraron a los padres en la búsqueda
de mejoras del centro. Y para favorecer la integración social de los alumnos, se crean distintos
talleres, proyectos institucionales, actividades extraescolares y celebraciones pedagógicas;
encuentros y visitas con instituciones del sector.
Es así como frente a lo anteriormente señalado se evidenciaron como logros, un mayor éxito
educativo en todos los alumnos: mejoras en los resultados de todos los niveles educativos;
una reducción del absentismo: de porcentajes cercanos al 40%, se redujo a un porcentaje
cerca del 16,49%; mejora de la convivencia de los miembros de toda la comunidad:
disminuyeron los conflictos y aumentó el diálogo; mejora del nivel de participación e
implicación de la familia: aumento de la participación de las familias y mayor apoyo de las
metas propuestas; mayor participación de los alumnos en los espacios integrativos de la
ciudad: los alumnos adquirieron habilidades necesarias de comportamiento para las salidas y
celebraciones pedagógicas; y por último, se evidencia un cambio de actitud en el
profesorado: disminuyeron las quejas y aumentó el trabajo colaborativo.
Respecto a lo anteriormente expuesto nos parece favorable el que se haya abordado dicho
problema desde una mirada más integral de la persona, considerando no solo su aprendizaje
en lo académico, sino que también, potenciar en si a la persona, desde sus procesos de
aprendizaje, contexto familiar y social. Con lo
que, al mirar la realidad de algunos establecimientos educacionales presentes en lugares
desfavorecidos de nuestra propia ciudad, cabe preguntarnos: ¿Influye la creencia del profesor
frente a la realidad de sus alumnos, en el proceso de superación o transformación de éstos?
Y también, a pesar que estudios científicos revelan que nuestro cerebro es modificable; desde
la práctica docente y frente a la realidad en que viven muchos niños en situación de
vulnerabilidad: ¿será que a pesar de que el niño se encuentre en un contexto desfavorecido,
creemos que, en verdad, este se puede superar y llegar más allá de lo que ya sabe, generándose
así “su nivel de desarrollo potencial”? (Mazzarella, 2001).
Para finalizar y ante todo lo expresado, como también, frente a una mirada crítica al
profesorado actual, nos lleva dicho artículo a preguntarnos: ¿Son realmente los docentes
promotores de cambio, superación y transformación desde su actuar pedagógico, para tantos
niños, niñas y jóvenes que viven en contextos de mayor pobreza? Es otro de los elementos
que se podrían investigar hoy.
Niveles de desempeño