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2.4.

- IMPORTANCIA ECONÓMICA DEL CULTIVO

El girasol es ampliamente conocido en México desde hace michos años como una planta
de ornato; sin embargo, se ha convertido en un cultivo de gran importancia industrial para
la obtención de aceite y elaboración de alimentos concentrados para la ganadería y la
avicultura (SAG, 1970).

El cultivo de girasol a nivel mundial representa poco menos del 10% de la superficie total
de las oleaginosas, mientras que en México se han logrado un promedio de 95 ha/año
en el período 2000-2007. A partir del 2008, el Comité Nacional del Sistema Producto
Oleaginosas en México inició un programa de fomento al cultivo proyectando llegar a
sembrar en el 2012 una superficie de 12,500 ha (Navarro, et al., 2012).

2.4.1.- Valor nutrimental

El consumo de girasol se basa en los aquenios (semilla). El contenido graso medio de


las semillas es de un 30%. El aceite de girasol se obtiene por prensado de la semilla. Su
componente mayoritario es el ácido linoleico (más del 60%), al que sigue el oleico (más
del 20%). Pese a su composición, este aceite resulta relativamente estable, a pesar de
su elevado contenido en ácidos grasos insaturados, posee un sabor aceptable sin tener
que sufrir un proceso de hidrogenación, como ocurre con el de soja, lo cual puede
deberse a la presencia de ácido oleico en concentraciones elevadas (Gil Hernández y
Ruiz López, 2010).

El girasol se distingue también por su riqueza en vitamina E antioxidante: 25 g de semillas


bastan para cubrir las necesidades diarias. Son muy ricas en ácido fólico (vitamina B9),
verdaderamente excepcional, y su aporte de vitaminas del grupo B y minerales es muy
elevado (Liégeois, 2012).

2.4.2.- Usos

Es comestible, medicinal y ornamental. Con él se elaboran aceites ya que es sumamente


rico en ácidos graso insaturados. También se producen tostadas, panes, masitas,
ensaladas, budines, barritas de cereal, ensaladas de frutas y yogures (SAGARPA, 2017).
El precio del aceite de girasol impide su uso en otras áreas de la industria. Sin embargo,
gracias a sus propiedades semisecativas se ha encontrado utilización para producción
de ciertas pinturas, barnices y plásticos. Es utilizado para la manufactura de jabones y
detergentes. También se ha explorado su uso como "carrier" de pesticidas, y en la
producción de agroquímicos, surfactantes, adhesivos, plásticos, suavizantes, lubricantes
y pinturas para cobertura, así como su potencial como combustible alternativo para
motores diésel.

2.5.- EXIGENCIA DEL CULTIVO

2.5.1.- Clima

Se desarrolla en cualquier tipo de clima y suelos. Tolera sequias y soporta bajas


temperaturas (2 a 4°C) en etapa del primer par de hojas (SAGARPA, 2017).

La temperatura es el factor más importante en el control de la germinación de semillas


siendo la óptima cercana a los 26°C, con temperaturas máximas de 40°C y mínimas
entre 3 y 6°C. El umbral de temperatura de suelo (0 a 5 cm) a partir del que se inician
normalmente las siembras es de entre 8 y 10ºC. Temperaturas menores demoran la
emergencia afectando el vigor de las plántulas, la eficiencia de implantación y el
rendimiento (Díaz-Zorita et al., 2003).

2.5.2.- Suelo

El girasol explora muy bien el terreno, aprovechando los elementos nutritivos disponibles,
extrayendo cantidades relativamente importantes de nitrógeno, fósforo y potasio y
agotando en muchos casos suelos bien provistos (Gómez Arnau, 1988). Este cultivo
prefiere suelos arcillo-arenosos, con agua freática a pequeña profundidad, ricos en
materia orgánica y permeables. Se debe evitar los suelos demasiados arenosos, así
como los demasiado pesados y fríos. Tampoco son adecuados los suelos salinos o
pedregosos, así como los de reacción acida o fuertemente alcalina (Guerrero García,
1999).

Se siembra de 0 hasta los 1000 msnm con altos rendimientos, aunque puede sembrarse
hasta los 2500. Al igual que muchos otros cultivos extensivos, requiere que el suelo tenga
un buen drenaje (SAGARPA, 2017).

2.5.3.- Precipitación

El girasol tiene un comportamiento aparentemente contradictorio en cuanto a las


relaciones hídricas. Su eficiencia en el uso del agua es muy baja: por cada metro cubico
de agua consumida solo produce 2 o 3 kilos de materia seca frente a 4 o 7 kilos en los
casos de soja y sorgo, respectivamente. Es una planta que controla mal la perdida de
agua por transpiración y la “despilfarra” cuando la tiene disponible en abundancia. Por
ello sus necesidades totales para expresar el máximo potencial de producción son
elevadas, del orden de 500 a 650 mm (5000-6500 m3/ha) (Gómez Arnau, 1988).Las
precipitaciones anuales no deben superar los 400 mm.

2.5.4.- Fecha de siembra

La fecha de siembra está determinada por el inicio de la temporada de lluvias, además


se debe tomar en cuenta que, durante la época de maduración de los capítulos, las
posibilidades de lluvia sean mínimas. En la Zona Media la siembra del girasol puede
iniciarse desde el 15 de junio y como límite el 20 de julio (Inifap, 2016).

2.5.5.- Humedad

El girasol consume importantes cantidades de agua, durante la época de crecimiento


activo y en el proceso de formación y llenado de las semillas. El consumo de agua será
máximo durante el periodo de formación del capítulo, ya que el girasol toma casi la mitad
de la cantidad total de agua necesaria. La secreción de néctar está influida por la
humedad atmosférica durante la floración.

2.5.6.- pH

AL igual que muchos otros cultivos extensivos, requiere que el suelo tenga un buen
drenaje; además, no tolera suelos muy ácidos (pH mayor a 4,5) (SAGARPA, 2017).

Literatura citada

Navarro, A. J. A.; Osuna, A. J. D.; Avalos, C. R.; Sánchez, H. M.; Gutiérrez, P. E. y Meza,
S. R. (2012). Manejo de la fertilización en la producción de girasol.

Gil Hernández, A. y Ruiz López, M. (2010). Tratado de nutrición. Madrid: Medica


Panamericana.

Liégeois, V. (2012). Las legumbres y los frutos secos. México: De Vecchie.

SAGARPA (2017). (pdf). Oleaginosas canola, cártamo, girasol y soya mexicanas.


Planeación agrícola nacional 2017-2030.

Díaz-Zorita, M., G. A. Duarte y E. P. Díaz-Zorita. 2003. El cultivo de girasol. Cuadernillo


Informativo No. 7, ASAGIR. Buenos Aires, Argentina.

Gómez Arnau J. (1988). El cultivo del girasol. Ministerio de Agricultura, Pesca y


Alimentación. Núm. 20/88 HD.

Guerrero García, A. (1999). Cultivos herbáceos extensivos. Madrid: Mundi-Prensa.

Instituto Nacional de Investigaciones Forestales, Agrícolas y Pecuarias, (2016). Paquete


tecnológico para girasol de temporal ciclo agrícola primavera verano 2016.

Instituto Nacional de Investigaciones Agrícolas, SAG. (1970). El Cultivo de girasol en la


Mesa Central. México. Circular, CIB Núm. 30

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