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RADIOGRAFÍA DE LA TELEVISIÓN ARGENTINA

Mirta Varela

17-oct-51: TV argentina inicia sus transmisiones regulares – Canal 7, dependiente de LR3 Radio Belgrano de Jaime Yankelevich.
Emite los discursos del Día de la Lealtad.
- Canal 7 había sido instalado mediante inversiones del Estado, con importaciones de USA.
- Su interés inicial está ligado a la condición de innovación tecnológica y al status que otorga la posesión de un receptor.
1960: comienzan a funcionar 3 canales privados.
- 60’s: crecimiento sostenido de la audiencia; más cobertura territorial; expansión del horario de transmisión.
- TV: punto de inflexión en la hist de los medios nacional. Contábamos con una temprana e importante industria editorial, radio e
intentos para consolidar la industria cinematográfica, pero la TV se enfrenta con dificultades.

UN PROYECTO CARO Y DIFÍCIL


- Se pone en evidencia la necesidad de asimilar el nuevo invento a los anteriores con los que conformaría un continuum (foto,
cine, radio, TV). Ni siquiera tenía un nombre estable. Había falta de claridad respecto del funcionamiento y las aplicaciones del
invento.
- El modo de acceso al TV también diferirá de los modos de apropiación de la radio: del tallercito para el armado casero al
electrodoméstico comprado en cuotas.
La TV resulta cara.
Además la TV no ofrece la posibilidad de emitir (sólo recibe), que había sido una de las claves iniciales del desarrollo de la radio
y del interés de uno de sus protagonistas: el radioaficionado.
- 40’s: se instalan servicios públicos y canales comerciales en otros países y las publicaciones técnicas (Ej. Mundo Técnico) dan
cuenta cabal e interesadamente de estos eventos.  En la Argentina, todavía no había TV.

UN GRAN ESFUERZO PARA TRANSMITIR LA HISTORIA


- Para la 1era transmisión, Yankelevich compra equipos Standard Electric, así como aparatos receptores (entre 400 y 5000).
Los medios apenas registran la aparición del nuevo medio, opacado por la reaparición de Eva luego de su reposo.
La TV vendría a ratificar a la Argentina dentro de los primero países del mundo.
- La TV tardará mucho en desplazar a la radio. Lo que se piensa entonces como una de las características principales del medio:
su transparencia, objetividad.
- contexto furor peronista  la TV, como artilugio técnico, es ejemplo de los logros alcanzados y al mismo tiempo es el eslabón
de una serie indefinida de progreso que la Argentina esta poniendo en marcha.

LA ARGENTINA LLEGÓ TARDE


- Durante los primeros días, el interés se concentra en las transmisiones; la recepción apenas merece comentarios.
- Empieza a haber actores y conductores que firman contrato con Canal 7.
- En las fotos de los espectáculos hay pocas diferencias con un escenario teatral o radial, por eso se toma la cámara y
camarógrafos. La ostentación de sus mediaciones técnicas es casi el único plus que exhibe la TV.

- No sólo USA y UK se había adelantado a la Argentina, México, Cuba y Brasil también. Argumentos/excusas argentinas: el
hecho que halla llegado con retraso nos beneficia porque ahora tenemos tecnología de punta, tenemos el equipo televisor más
potente del mundo. No sólo se acude al optimismo o a la hipérbole, en los argumentos de la época, se recurre a valores nacionales
como el territorio  las condiciones geográficas han favorecido por demás la recepción; gracias a la pampa, etc. Clisé
nacionalistas eran la muestra más elocuente de la negación de nuestra condición de periferia.
- La relación tecnología/progreso/nación que había ocupado un lugar importante en nuestra cultura se quiebra; la TV es prueba de
ello. Todos los intentos de los medios por minimizar esto, no hicieron sino ponerlo en evidencia.
La Argentina llega tarde: no sólo debe comprar sus equipos afuera, también deben mandar a técnicos a capacitarse a otra parte, o,
peor, traer técnicos que supervisen nuestro trabajo.

EL CONTEXTO LATINOAMERICANO
- Con respecto a América Latina, nuestro atraso no fue significativo.
- 1950: México, Cuba y Brasil
Surgen por iniciativa de empresarios de otros medios y son financiados por ellos. Los mismos se ocuparon de la venta de
receptores.
Especialmente en Cuba se desata una competencia feroz.
Se apuntó a una expansión territorial.
Estos modelos iniciales no durarán luego. En Brasil se producirá un cambio en 1965 y en Cuba, la Revolución pondrá un corte al
sistema.
- Argentina: la existencia de un solo canal que emitía para una sola ciudad y que era estatal marcaba una primera diferencia.
- Tanto la compra de equipos a USA, con la presencia de sus técnicos, así como las conexiones económicas con empresas yanquis
definen los modelos televisivos del continentes.
- 1952: Venezuela; 1958: Perú; 1959: Chile.

PRECARIEDAD Y EXPERIMENTACIÓN
- Comienzos. Toda la programación se emitía en vivo. Recién en 1959 se comienza a experimentar con el video tape. El canal
funcionaba en el Teatro Alvear donde había dos “estudios”. Se necesitaban 45 minutos entre programas para el desarme y
montaje de las escenografías. En el medio se exhibían documentales o cortos del Pájaro Loco.
Durante esta primera época, la TV no resultaba atractiva para los prestigiosos autores, directores o actores. El cine, teatro y radio
siguieron siendo los lugares de consagración. En consecuencia, en el mundo de la TV había mucha gente joven, con poca
experiencia.  El ascenso era muy rápido: de cámara a director de cámaras a director integral; Ej. Blackie: cantante – canto en un
programa - comenzó a producir su programa – 2 años desp era la directora artística del canal.
Este clima atrajo a artistas del círculo del teatro independiente o del cine de autor. Encuentran en la TV un modo de producción
relativamente continuo con esos espacios alternativos. [Se podría decir que los que exaltan esa forma de producción,
nostálgicamente, hacen de la necesidad una virtud]
- Poco había visto TV de otros países. Era escaso lo que podía verse en nuestro país, apenas unas series como “Cisco Kid”.
Recién en los 60’s, llegarían a ocupar franjas importantes de la programación.

LA TELEVISIÓN TRASNACIONAL: UN NUEVO IMPACTO


- 60’s: expansión de las cadenas yanquis en casi toda Latinoamérica.
- 1956: comienzan a fabricarse los primeros TVs nacionales  mucho más baratos  se convierte en un fenómenos de masas.
Ya no se limita a la transmisión de espectáculos como fútbol, cine o teatro, sino que produce géneros y formatos específicos
(teleteatro, comedia familiar, concursos, etc.)  video tape.
Paradójicamente, la especificidad técnica de la TV resultará una limitación durante esta etapa. Habrá que esperar hasta el final de
la década para que el “en vivo” sea utilizado como recurso y no como una limitación.
¿EL DESGASTE DE LOS ACTORES?
- Lo que a los inicios había sido percibido como progreso, incluso desde el mundo del espectáculo, hacia mediados de los 60
empieza a cambiar. Aparecen voces críticas a la TV  Graciela Borges: la TV quema, gasta a los artistas que aparecen mucho en
las pantallas hogareñas. Se habla de agotamiento de los géneros; de la repetición.
- Aparecen obras criticando a la TV por sus efectos en los niños, en los cambios de las costumbres familiares.

LA LLEGADA DEL HOMBRE A LA LUNA: UN RITUAL GLOBAL


- 1969: transmisión de la llegada del hombre a la luna  hecho de alto impacto televisivo.
En nuestro país, no se pudo ver todo. A último momento, la NASA comunica que no se podrá utilizar el satélite INTELSAT II
para la transmisión a los países latinoamericanos. Mónica Cahen D’Anvers, la cara visible del hecho acá, relató varias veces la
precariedad técnica para la emisión del “alunizaje” cuando se lo compara con otros países.
- La memoria del Cordobazo (1969) ha quedado indisociablemente unida para los argentinos a los relatos de Sergio Villarroel y a
un puñado de imágenes que le otorgaron cercanía, inmediatez y trascendencia nacional a los acontecimientos públicos.
- Hubo un temprano y casi desmesurado crecimiento de la televisión por cable en el país –comparando con algunos países
desarrollados- que tuvo entre sus causas una deficiente recepción técnica de los canales del interior del país, que los llevó a buscar
otras alternativas.
- TV se ha convertido en la única fuente de información y entretenimiento para una buena parte de los argentinos que carecen de
recursos suficientes para otros consumos culturales.

LOS ORÍGENES DE LA TELEVISIÓN PRIVADA


GUILLERMO MASTRINI

Lo que ha caracterizado el desarrollo de la televisión argentina es el predominio de un modelo competitivo que concede libertad de
radiodifusión a instituciones públicas o privadas mediante un régimen de licencias. Un sistema así estructurado debería conducir a
elevar la calidad de los mensajes, a partir de la competencia entre los diversos emisores en la captación de la audiencia y el fomento
de la pluralidad de opiniones.

Por su parte, el estado careció de una política cultural coherente y se limitó a sancionar el marco regulatorio de la radiodifusión, en
tanto dejó que la iniciativa privada se hiciera cargo de generar una propuesta informativa y cultural. En Argentina el poder político
ha intervenido en la adjudicación de licencias de medios con el objetivo de que la propiedad de los mismos no entrara en
contradicción de las ideas. Como esto no fue posible los gobiernos de turno se apropiaron de los medios en los comienzos de su
gestión e intentaron privatizarlos. El objetivo del presente artículo es analizar las políticas relacionadas con la televisión entre 1955
y 1965. En dicho período se conformó un sistema de medios del que derivan dos de sus principales características históricas:
concentración de la propiedad y dependencia del capital extranjero. Es imperioso acercar algunos elementos que permitan
comprender la relación entre poder político y TV argentina.

Leyes, decreto y estatización


En 1965, durante la presidencia de Illia se reglamento por decreto la Ley de radiodifusión de 1957. Incorporaba el artículo 43 que
establecía que el plazo de las licencias sería de 15 años y que estos se contarían a partir de la salida al aire de los canales. Sin
embargo esto se contradecía con la ley 15460 que determinaba que el plazo se contaba a partir de la adjudicación de las licencias.
En 1972 en el gobierno de Lanusse se dispuso la derogación del artículo 43 del decreto de 1965. De esta forma recobró valor de la
ley de 1957 y en 1973 expiraron las licencias de los canales 9, 11 y 13.

En el gobierno peronista se dispuso llamar a un nuevo concurso para adquirir las licencias y revertir al patrimonio del Estado la
explotación de las emisoras. Esta medida se completo el 24 de junio de 1975 con la expropiación de las productoras que eran las
que controlaban las emisiones. De esta forma se cierra el primer capítulo de la historia de la TV privada argentina.

La política comunicacional del gobierno militar


En el gobierno de Perón (1946–1955) el gobierno se había apropiado del manejo, directo o indirecto de todos los medios de
comunicación. Sin embargo, en 1953, se sancionó por primera vez una Ley de Radiodifusión y en 1954 se privatizaron las radios.
La situación de la radio al momento de producirse el golpe del 55 era la siguiente: existían tres cadenas (Belgrano, Splendid y El
Mundo). La primera de ellas incluía a la única emisora de TV existente en Buenos Aires, Canal 7.

El 1-oct-55 fue sancionado el decreto 170/55 que declaró nulas las adjudicaciones realizadas en 1954 por el gobierno peronista y
facultó al Estado para nombrar interventores en las emisoras privadas. Como complemento se dictó el decreto 686/55 se ratificó
que el Estado administraría los bienes de las emisoras, cuyos titulares quedaban desposeídos hasta que se decidiera definitivamente
que hacer con los medios. En 1956 se conoció el informe final de la comisión investigadora en las radioemisoras privadas que
significó una condena al manejo de los medios por parte del peronismo. Sin embargo a partir del nombramiento de Ángel Cabral
como Ministro de Comunicaciones la política de medios del nuevo gobierno militar cobró un nuevo impulso.

La primera medida fue la creación de la comisión administradora de las redes de radiodifusión privada, mediante el decreto 1731
de febrero de 1957. En dicho decreto se mencionó la posibilidad de adquirir licencias televisivas. Se derogó la ley de radiodifusión
peronista. El 26 de julio se dictó el decreto 866/57 que llamaba a sancionar una nueva ley de radiodifusión y establecía la
privatización de los medios. Uno de los objetivos del gob militar fue dejar establecida una estructura de medios acorde con sus
intereses. Consecuencia del decreto de julio se sancionó la ley de radiodifusión (15460/57) que buscaba el reencauzamiento de la
radiodifusión y TV en todo el país, impedir repetir el control oligopólico. Para ello se fijó una cantidad máxima de emisoras para
cada titular y se prohibió la participación del capital extranjero. El espíritu de la ley era evitar la participación del peronismo en la
propiedad de los medios audiovisuales. Las licencias se entregaban por 15 años, sus titulares debían ser argentinos y como máximo
podían aspirar a una estación de radio y a un canal de TV. Alguna de las modificaciones fue la eliminación de la cláusula que
impedía a los socios o accionista de empresas periodísticas, editoriales o cinematográficas presentarse a la licitación. En cambio se
mantuvo la prohibición de participar en la licitación a personas que hubieran desempeñado un cargo en el gob peronista.

Podemos diferenciar tres sectores interesados en la licitación:


 Sector industrial, con presencia principal de los fabricantes y vendedores de aparatos receptores;
 Sector industrial cultural se mostró interesado;
 Sectores sociales vinculados al mundo político y cultural incursionaron en la licitación.

En el plano económico se encontraban distintos sectores de la industria, así como representantes del campo y del comercio. Los
aspirantes pertenecían a la burguesía que era la única clase social en condiciones de aportar capitales necesarios para desarrollar la
TV. La iglesia se mostró indiferente al medio.

Los nuevos canales


El 5-mar-58 comenzó la evaluación de las mismas por parte de la Comisión de Adjudicaciones. La comisión expidió los resultados
el 18-abr-58. Luego de aplicar el pliego aconsejó al poder ejecutivo rechazar todas las propuestas presentadas para la TV en Bs. As.
y dejar el concurso en desierto. Sin embargo, a comienzos de abril, comenzó a funcionar una junta evaluadora formada por miembros
de la dirección general de radiodifusión. Sus informes parecen destinados a contestar a la otra comisión y aconsejar al PEN que se
adjudiquen licencias de TV.

Aramburu firmó el decreto ley 6287 por el cual se otorgaban licencias para instalar canales de TV a las empresas cadete, Dicon, y
Río de la plata TV. La diversidad de criterios que existía entre una comisión y otra puede explicarse a partir de las diferentes
opiniones que había dentro del gob militar. Un grupo, la comisión de adjudicaciones, pretendió dejar en libertad de acción al
gobierno electo de Frondizi. Otro sector tuvo en claro dejar el sistema de radiodifusión en manos confiables.

Río de la plata TV, adjudicataria del canal 13, surgió a partir de un acuerdo de figuras de la UCR con representantes de la elite
agropecuaria. La empresa Dicon, administradora de canal 11, se formó alrededor de la figura del padre de Héctor Grandinetti.
Finalmente la empresa cadete que obtuvo la licencia de canal 9 estaba encabezada por Kurt Lowe y contaba entre sus accionistas a
varios empresarios de la industria cultural y a algunos militares. Ninguno de los tres adjudicatarios tenía relación con el peronismo.

Desembarcan las cadenas extranjeras


El principal problema fue que si bien los licenciatarios pertenecían a los sectores más pudientes de la sociedad argentina, la suma a
invertir era muy grande. Fue así que los licenciatarios debieron salir a buscar capitales al exterior. Los encontraron en las grandes
cadenas estadounidenses: CBS, NBC, ABC, que desarrollaban entonces una política de expansión continental. Como la ley prohibía
la participación de capital extranjero en los canales, la relación se estableció mediante productoras de programas controladas por
los estadounidenses. Estas empresas se dedicaban sólo a reproducir contenidos y, por lo tanto, quedaban fuera del marco jurídico
de la ley de radiodifusión, pero, en realidad, eran las que detentaban el control de los canales de la TV.
Por lo tanto, referirse a las productoras es escribir sobre el ingreso del capital estadounidense en la incipiente industria televisiva
nacional. Canal 13 dependía de PROARTEL, que a través de la figura de Goar Mestre acercó al grupo CBS-Time Life. La NBC
detentaba los debunteres de telecenter que producía los programas de canal 9.

Canal 11 pertenecía a la cadena ABC. Esta situación se agudizo cuando, durante la época del 60, se instalaron más de 20 canales
privados en el interior del país. En término formales se mantenía la explotación individual pero la circulación de productos quedaba
centralizada a partir de la producción de programas realizados exclusivamente en Buenos Aires. De esta manera dos de las tres
principales directrices habían quedado desvirtuadas: la prohibición de la participación del capital extranjero y la formación de
cadenas.

El “éxito” del modelo


Aramburu: la licitación estuvo más que nada enfocada a definir un sistema comunicacional, a revertir el sistema de propiedad de
los medios derivado del peronismo. Esto busca resaltar la incapacidad para definir otro tipo de políticas audiovisuales por parte de
los gobiernos democráticos que le siguieron. A partir de estas disposiciones se conformo un modelo televisivo caracterizado por la
inversión privada y la explotación comercial de la radiodifusión. En la década del 90, dicho rigor recobró valor. En el gobierno de
Menem se relajaron nuevamente las disposiciones que impedían la participación de capital extranjero en el sector audiovisual y se
alentó a la conformación de oligopolios. Ésta política no fue cuestionada por De la Rúa.

La estructura de medios actual presenta un alto grado de concentración de la propiedad, incipiente rearticulación de las cadenas y
alta participación del cap extranjero.

CINCUENTA AÑOS NO ES NADA. LA PROGRAMACIÓN EN LA HISTORIA DE LA TV.


LUIS BUERO
Evolución de TV en Argentina en cinco etapas:
Etapa 1.
Día de la Lealtad peronista. La inauguración de la TV argentina fue registrada de manera por entusiasta por diarios. Los publicistas
se dan cuenta del nacimiento del nuevo campo de trabajo e incitaba a los anunciantes de radio a pasar a la TV. Población no tenía
televisores. Radio seguía siendo el medio de comunicación ideal para sectores poderosos.
Diez años de TV pública de Canal 7. Profesionales provenían del cine, teatro y radio. Espacios eran comprados por empresas
comerciales o agencias de publicidad, el canal no era patrocinador de todos sus programas. Ej: “operación cero”, “todo el año es
navidad”, “teleteatro a la hora del té”. Había animadores y conductores, como Thorry, Blackie, Miranda. Popular pareja Cibrián-
Campoy. Plano del deporte: “Cabalgata deportiva Gillette”, transmisión de boxeo. Cine en la pantalla chica con periodistas que
comentaban los estrenos, también había grupos de cronistas de espectáculos.

Los contenidos de la TV privada


60-74  etapa 2.
Hay revolución comercial y tecnológica, cobran vigor las mediciones de audiencia. Dos máquinas que se comercializaban de
videotape: Ampex y la RCA Victor. Argentina adopta Ampex, programas son grabados en anchos carreteles de cinta, de forma
completa, sin cortes, a modo de archivo.
60-66: surgen canales privados de la Capital y principales ciudades del interior. Bs. As.: Canal 9 Cadete, junio 60, provenían de la
industria cinematográfica; julio 61, transmite Teleonce. 13 Proartel, octubre 60, del cubano Goar Mestre, crea un estilo de
programación familiar de shows musicales, comedias y ciclos de sketches cómicos; crea la función de director – productor,
producían programas y vendían segundos publicitarios a través de gerencia comercial. Canal se transforma en broadcasting,
productor de contenidos, y los anunciantes apoyaban o auspiciaban pero no necesariamente compraban los espacios de
programación.
Canal 9 intentó reeditar éxitos del canal estatal y no funcionó, en el 63 pasa a manos de Romay que privilegia programación de
carácter nacional, especialmente telenovelas.
Canal 11 con especialización en rubro periodístico, estrenos de cine y series.
Todos los canales privados tuvieron en sus comienzos un “padrino” estadounidense. Grandes cadenas aportaban capitales,
tecnología y programaciones.
70’s: Canal 7 inaugura ciclo de “grandes novelas” y programación infantil. Los canales del interior fueron incorporados lentamente
a las máquinas Ampex, recibían en diferido la programación de Capital Federal y muchas veces filmada en pantalla. Esto y la baja
calidad de la definición de imagen de transmisión por aire una vez pasados los 60 km. de la antena transmisora, hicieron pensar a
pioneros en la necesidad de crear circuitos cerrados de TV en pequeños pueblos  gérmen de la industria de la TV por cable.
1974: los canales privados son expropiados por el gobierno justicialista. 1976 dictadura toma control del país.

Series famosas en blanco y negro


Hubieron series norteamericanas en Canal 7, “Patrulla de caminos”, “El llanero solitario”, “Caso kid”, etc.
70’s: “Bonanza”, “En la cuerda floja”, “Los intocables” etc. Series de vaqueros eran dobladas por mejicanos. Dibujos animados.
70’s: Series de kung fu, “Los ángeles de Charlie”, Columbo”. 80’s: “La Brigada A”, “La familia Ingalls”. Policiales: “El percio del
deber”. 90’s: Friends, Seinfeld, Código X, Millenium, La niñera. Se incorporaron a la sociedad sus modismos, códigos y palabras.

La televisión militar
Durante el Proceso de Reorganización Nacional se da la tercera etapa de la TV argentina, signada por el cambio tecnológico de
1978 que da origen a ATC, y que implicó la adopción de la norma PAL-N para transmitir colores. Programación: “Videoshow” 
se viaja por el mundo filmando con una pequeña cámara Panasonic.
Canal 13: programas de humor “Porcelandia”, “Mi cuñado”, etc. Almuerzos con Mirtha Legrand, hay magazines de noticias y
telenovelas.
Canal 11: programas políticos que perduran luego del golpe del '76
En 1980 se realiza una reunión de propietarios de canales de cable en Lincoln. En 81 y 82 nace Video Cable Comunicación y
Cablevisión en la zona norte de Gran Buenos Aires y se mudan a la Capital. Se genera un auge de la TV por cable en Argentina.
Apertura de 1200 canales permite el ingreso al mercado laboral de 25000 personas. Se separa el concepto de canales broadcasting
(los de TV abierta) del de distribuidores de señales (canales de cable).
1986. Se comienzan a utilizar satélites para transmisión de video, audio, datos y las empresas del rubro ofrecen hasta setenta canales
en su paquete de señales nacionales y extranjeras. La TV abierta adopta una nueva forma de programación más segmentada, donde
los ciclos están dirigidos a franjas de público específicas. Los canales (aún estatales) luego de la vuelta a la democracia tratan de
reflejar el pasado en comedias sociales dramáticas en formato de unitarios (Compromiso, Nosotros y los miedos, Hombres de ley,
etc.)
Canal 9 único privado de Alejandro Romey, en 1984, marca hitos de teleaudiencia, como con imitadores, programas de
entretenimiento (Si lo sabe cante, cante con Galán (8))

La TV digital de los '90


Llegada de TV digital supone un cambio radical. Se busca producir imágenes de alta definición y se abren puertas a la futura
introducción de servicios como recepción móvil de TV, la interactividad; la TV a la carta o los servicios multimedia.
Años 90 se caracterizaron por dos tendencias:
a- La desregulación de toda traba que impedía la formación de multimedios y el hecho de que los grandes operadores salieron
a comprar canales de cable en el interior del país para formar redes o cadenas con vistas a unir todos los servicios por un
proveedor (telefonía, Internet, TV). Se liberaron las señales y frecuencias y los canales volvieron a ser privados. Grupo Clarín
a cargo de Canal 13. Las telefónicas extranjeras y otros grupos trasnacionales se incorporan al mercado local.
b- Es la era de la TV “light”, de contenidos pasteurizados (Hola Susana, Videomatch), y los ciclos de chimentos. Este tipo de
programación fue priorizada por Telefé, sociedad en la que participan distintas empresas, como grupo Atlántida.
En los 90 tomó vigor Canal 2, América, del empresario Eurnekian, forma parte de un multimedio que contenía El Cronista, varias
radios y Cablevisión. Empresario Carlos Ávila, produce “Fútbol de primera”, lidera la productora de Torneos y Competencias.
Sandler crea la señal programas femeninos “Utilísima”. Humor en programas de Ginzburg y Francella.
También nacen programas infantiles: “Chiquititas” de Telefé; Canal 13 ofrece “Clave de sol”, “Montaña Rusa”.
TV empobrecida económicamente por falta de anunciantes se dedica a “talks” y “reality shows”

Reality shows: Metáfora de postmodernidad. No poseen contenido. No participan personas de mérito intelectual o espiritual que
enriquezcan al espectador. La TV es un negocio y no un arte. Su utilización como forma de inversión por grupos empresarios impide
reconocer que un medio de comunicación masivo debe cumplir una función social.

EL PERIODISMO ARGENTINO DE INTERPRETACIÓN EN LOS ’60 Y ’70. EL ROL DE PRIMERA PLANA Y LA


OPINIÓN
JOSÉ LUIS BERNETTI
PARTE II: EL DIARIO LA OPINIÓN

El periodismo de opinión en la Argentina reconoce un punto de inflexión decisivo en la década del 70. La aparición del matutino
La Opinión, dirigido por Timerman, Constituye una referencia. Timerman trata de iniciar en La Opinión una etapa más acabada y
completa de la que había insinuado en Primera Plana. Había llegado el momento cultural para hacer un diario como Le Monde,
que era la referencia internacional planteada por Timerman. El diario francés tenía en 1970 el prestigio de ser uno de los más
calificados por el mundo después de la WWII aunque su modelo editorial era tan riguroso en la densidad de su información y su
perspectiva analítica, como en la soledad de su propuesta de postguerra. Un diario en Bs. As. de características similares a “Le
Monde deberá adaptarse a posibilidades de su mercado. Le Monde es un diario que se ocupa de todos los temas y cuyo lector no
necesita comprar otro. En Bs. As. es impensable un diario semejante a éste y que a la vez pueda enfrentar a Clarín o La Razón. El
esquema de un diario como Le Monde en la Argentina sóolo alcanzaría un público minoritario. Por eso debía ser más barato en los
costos y en el tiraje menor. No un primer diario sino uno de complemento, para lectores que ya han comprado otro y no necesitan
enterarse superficialmente de todo, si no a fondo de algunas cosas que les importan. El diagnóstico sobre el periodismo gráfico
Argentino de la época consignaba: “Hay muchas noticias, pero poca información. Por ello, la idea fuerza del proyecto proponía que
al lector había que darle todas las fuentes, pero también ayudarlo a ordenar y encuadrar esa información.
Este modelo tuvo también severas exigencias planteadas por el procesamiento industrial. En ésa época, el tema de la imprenta para
sacar un diario era gravísimo y la que se tenía a mano era la de Aleman. Este era un taller muy deficiente e incorporarle fotos iba,
seguramente, a arruinar la estética del diario que, ya de por sí, era bastante limitada cuando nació. El matutino nació el 4-may-71
con 24 páginas, tamaño tabloide y una edición dominical más extendida, por su luego famoso suplemento cultural.
La crítica al estilo Primera Plana fue incluida de manera enérgica en los principios y ello se transmitido a la redacción. En ese
sentido Le Monde era un buen modelo. Fría objetividad, desprejuicio para tratar cualquier tema, pero auténtico desprejuicio que no
significaba adhesión encubierta. El lenguaje no es una hipótesis, ni un campo de experimentaciones literarias, sino un vehículo para
comunicar hechos, ideas, opiniones. Se formó una redacción de características muy significativas y la política de empresa fue la de
cambiar las condiciones económicas de los periodistas. Junto a este incentivo se planteaba un doble movimiento de seducción
convocante: el del prestigio ganado por Timerman con sus experiencias en Primera Plana y Confirmado y el de la personalización
del trabajador de prensa que pasó a firmar sus notas. Esta individualización del periodista, rompía con el anonimato practicado en
los grandes diarios de la época como La Nación, La Prensa, La Razón y Clarín.
La Opinión era un diario con problemas técnicos severos, por las dificultades de su taller. Por ellos, se comenzaban a cerrar páginas
desde la 2 p.m. y se cerraba ese proceso cada hora, dejando la tapa y contratapa para el final. Pero esta vocación periodística se
insertaba en u momento histórico-social de amplia combatividad sindical –la época de la CGT de los Argentinos, el Cordobazo y
fuertes movimientos de democratización sindical- que tuvieron su presencia en la prensa. Ese marco de justicialismo en el segundo
retorno de Perón conduce a Timerman a una dura explosión anti-peronista y de exaltada defensa de la propiedad privada. Los
zigzagueos del titular de La Opinión en su orientación política durante la breve historia del medio ilustran la compleja y
contradictoria relación de la comunicación social argentina y la perspectiva democrática. En el origen de La Opinión, la posición
del editorial del medio fue definidamente anti-lanussista. Las presiones de los mecanismos de distribución de diarios bloquearon el
desarrollo del proyecto y forzaron la mano de Timerman para girar hacia el presidente Lanusse. Esa fue la segunda etapa del diario;
es el momento más brillante del diario con el pleno desarrollo de su producción en el área cultural y rica descripción de las múltiples
posiciones del peronismo y la izquierda. El anti-peronismo de Timerman se compromete con el proyecto de Lanusse y lucha por la
derrota de Perón. El regreso de Perón y su victoria dejan a Timerman sumamente enfrentado al gobierno que arriba. Intenta colocarse
en el marco de la política del Perón reconciliador. Sin embargo, en el momento en el que Timerman se siente amenazado La Opinión
se colocó en auspicio de la llegada de los militares al poder para superar el caos peronista. Luego de marzo de 1976, la dictadura
cayó sobre Timerman. Lo secuestraron, incautaron La Opinión pero luego lo liberaron, expulsándolo del país.
El signo distintivo del medio fue su capacidad de interpretación y también el eje de sus conflictos. La idea central del diario era que
opinaba sobre todo y por allí se explican los conflictos. Había diferencias entre Clarín, La Nación y La Opinión. Principalmente,
los dos primeros tenían ausencia de firmas. La autonomización de la redacción producto del estilo de la conducción aplicada por
Timerman para incentivar la polémica y las voces diversas, se manifestaban como una redacción horizontal frente a las verticales
como La Nación y Clarín. A su vez, La Opinión constituye el antecedente de un diario claramente renovador del periodismo
argentino de los años 80 como Página 12 y, en general, uno de los puntos de partida tanto del llamado periodismo de investigación
como del periodismo de interpretación en sus variantes argentinas.

LA CULTURA DE UN SIGLO.AMÉRICA LATINA EN SUS REVISTAS


Sondereger
Los años 70:ideas,letras,artes en Crisis.
Del intelectual comprometido al intelectual revolucionario. La radicalización política de los intelectuales implicó la determinación
de los valores políticos sobre los culturales,revolución y revisión será la doble impronta de su programa estético ideológico. La
revista Crisis salió en mayo de 1973. Alguno de los q escribieron fueron Sábato, Gelman,Galeano.
Las líneas fundantes de Crisis proponen la revisión y relectura de la historia argentina,revisiónny revalorización de los géneros
menores (el circo,telenovela,el policial)revisión de la tradición.
A mediados de los 70 ciertos tópicos(nacionalismo,latinoamericanismo,antiimperialismo,tercermundismo)ya estaban
instalados.En Crisis adquieren la espesura de la insistencia.La silueta del combatiente se superpone a la del trabajador.La revista
pone en escena artistas a quienes legitima su condición de trabajadores o su práctica política e intelectuales que entre”intelectual y
argentino” votan por lo segundo,son intelectuales cuyo objetivo es “la conquista de una identidad cultural nacional y
latinoamericana”.La revista en el contexto americano,quiere ser útil en el marco mayor de las luchas de liberación y se mira a sí
misma como “un aporte a la cultura nacional desde una perspectiva renovada y totalizadora”
En un principio funcionaba con entrevistas y ensayos,desde el 75 y hasta su cierre luego del golpe de estado del 76 las historias de
vida pasaron a ser el eje del relato(testimonian la crisis en carne y hueso) Al comienzo durante el gob peronista y hasta la crisis
con Isabel Perón Crisis plantea con nitidez su programa: por un lado, la discusión historiográfica,por otro, una redefinición de las
jerarquías simbólicas en la concepción de la cultura q pretende integrar el romancero popular, las telenovelas o el teatro del
oprimido, con la narrativa, el cine o el teatro “cultos”.Entre el viejo y el nuevo orden la revista inscribe la conciencia de los 70:
del intelectual comprometido al intelectual revolucionario.
En el 75 las pugnas en el interior del movimiento peronista y una suerte de estallido de los debates existentes como consecuencia
de la crisis política general se expresarán en Crisis como desgarramiento de la unidad primera.La lógica de la revista se
modifica(Galeano se aleja x seguridad),el material debe ser aprobado x la Secretaría de Prensa de Videla y atravesada x las
consecuencias del golpe de estado salen unos pocos números más.
Crisis diseña una historia “real” contrapuesta a la historia “oficial” y responde a las necesidades de un público q ya había
incorporado nuevos hábitos de lectura. Funda su legitimidad cultural sobre un reenvío al pasado en el cual el movimiento
peronista es considerado como el movimiento social y político que expresa la síntesis de las luchas sociales en Argentina después
de 1945. El golpe del 55 q derrocó a Perón representa el punto de ruptura en la historia del país y el primer gob peronista como
instancia fundacional. La adhesión al movimiento peronista forma parte de la adhesión a los movimientos revolucionarios de Am
Latina y el tercer mundo.
Revisión y revolución organizan el programa estético ideológico de la revista Crisis y sostienen su intervención político-moral, si
construir una nueva historiografía es escribir una verdad que había sido escamoteada,desarmar la jerarquía de las producciones
simbólicas es liberarlas de una falsedad,disolver,imaginariamente, las diferencias sociales. En abril de 1986 Crisis es editada
nuevamente,venden el nombre a Colodrero y aparece una vez más durante 2 años desde sept de 87.La presencia de Galeano y
Ford como asesores muestran una intención: recuperar el espíritu de la Crisis de la primera.Sin embargo, tensionados x la
necesidad de elaborar respuestas de los desafíos de una época nueva y x la nostalgia de la “Crisis de los años 7r0” ninguno de los
2 intentos logra superar su condición de memoria.

LA TIPOGRAFÍA DE PLOMO. LOS GRANDES MEDIOS GRÁFICOS EN LA ARGENTINA Y SU POLÍTICA


EDITORIAL DURANTE 1976-83.
MARTÍN MALHARRO Y DIANA LÓPEZ GIJSBERTS

LA PRENSA DEL PROCESO


El 24 de marzo 1976 se anuncia el golpe de Estado que anunciaba y anhelaba la prensa gráfica argentina. Medios gráficos: buscaban
dar consenso sobre la necesidad del derrocamiento de María Estela Martínez de Perón.
Los medios adhirieron al golpe del 76 y sostuvieron su pretendido objetivo de instaurar el orden para facilitar la restauración de la
democracia.
Junta Militar: instala censura en medios de comunicación; en principio por 48 hs., pero luego reforzó la medida y estableció penas
a medios que informaran sobre terrorismo de Estado, sobre la actividad de grupos subversivos y en general sobre la actividad
política.
Medios o periodistas que buscaban eludir la censura eran intimidados, secuestrados y asesinados. Los diarios eran clausurados.

LA DIFUSIÓN DEL DISCURSO LEGITIMADOR DE LA DICTADURA


El gobierno militar se encargó de legitimar su interrupción en la vida democrática, remarcando en sus discursos públicos que se
estaba en una guerra, en la que la subversión y penetración marxista en todos los ámbitos de la sociedad eran los grandes enemigos
que había que eliminar.
Diarios se encargaban de transcribir los discursos de los militares que integraban el grupo del gobierno, remarcando en letra negrita
los conceptos más fuertes y en los editoriales reforzaban la idea del peligro subversivo y la actitud salvadora de los militares. Ej.:
La Nación, 1977: “la desaparición de algunas personas es una consecuencia no deseada de esta guerra”. La Prensa, 1976:
“destrucción de la guerrilla”. Transcribían discursos.
Se estaba en guerra con varios ámbitos, como educativo, cultural, social y los militares pretendían ganar todos esos frentes, lo que
los habilitaba para censurar y reprimir todas las actividades de ese tipo que no coincidieran con los ideales del “ser argentino”.
Medios no cuestionaban la intervención militar en esas áreas.
2-abr-76: La Prensa anuncia la promulgación de la ley universitaria que prohíbe la militancia. 9-abr: se informa que se elimina de
la currícula escolar las asignaturas relacionadas con las ciencias sociales, el diario anuncia así el “Fin de la propaganda política en
las escuelas”.
A pesar de la complicidad mediática, la Junta Militar impulsó la censura y fijó pautas de lo que se podía o no informar. La Secretaría
de Estado de Prensa y Difusión elaboró un comunicado denominado “Principios y Procedimientos para ser seguidos por los medios
de comunicación”, firmado por el director de Prensa, Corti. Medios deberían alentar los valores fundamentales que contribuyen a
la integridad de la sociedad. Se aconsejaba:
 Publicar informaciones chequeadas por fuentes y nunca de carácter sensacionalista
 No entrar en campos que no son de debate público por sus efectos sobre una audiencia que no está educada o porque ellos
son inapropiados por su edad física y mental
 Eliminar palabras obscenas e imágenes vulgares
 Tender hacia el uso correcto del lenguaje nacional
 Prohibir la propaganda subliminal
 Eliminar la opinión de personas que no están calificadas o no tienen autoridad específica para dar opinión sobre asuntos de
interés público. Esto incluye entrevistas y/o encuestas en la calle.
Clarín el 22-abr-76 publica un artículo “El Gobierno y los diarios”. Allí se explicaba que la información oficial sería centralizada
por la SEPYD (Secretaría de Estado de Prensa y Difusión) de la Junta Militar y se entregó a los medios una “cartilla” a la que
ajustarían su accionar, junto con las normas a cumplir para facilitar el desempeño del censor. La preparación de las ediciones del
25-mar-76 (todavía de la nota de Clarín) estuvo reglada por esos documentos. Las normas iniciales obligaban a: 1) enviar un juego
por triplicado de las pruebas galeras de la edición a tirar, formadas por el Secretario de Redacción y responsables a la Dirección de
Difusión. 2) Una de las copias era devuelta por el Jefe de Difusión con las correcciones o tachas necesarias. Las otras dos copias
eran retenidas para el análisis de censura posterior. 3) Las correcciones ordenadas debían ser estrictamente respetadas y 4) La única
fuente informativa sería la SEPYD.
Al mediodía del 26 se decide aliviar la censura, no se enviarían más pruebas.
La Junta Militar mantenía frecuentes reuniones con los directivos de los medios nacionales, extranjeros y representantes de gremios
periodísticos. Los diarios informaban sobre esos encuentros, elogiando y remarcando la amabilidad del Presidente, la buena
disposición y las garantías dadas en cada encuentro al respeto de la libertad de prensa.
El 24-abr-76, La Prensa informa: “La Secretaría de Prensa hizo saber que a partir del jueves último queda prohibido informar,
comentar o hacer referencia a términos relativos a hechos subversivos, aparición de cadáveres y muertes de elementos subversivos
y/o de integrantes de la FFAA o de Seguridad, a menos que sea informado por una fuente oficial responsable.
5-jun-76, La Nación informa sobre la ley 21.323 que pensaba a quien realizase actividades políticas cuyo artículo tercero afectaba
directamente el desempeño de medios periodísticos: Art. 3- serán reprimidos con prisión de un mes a un año los responsables de
cualquier medios de comunicación o información pública que difundan o propaguen hechos, comunicaciones o imágenes que se
vincules con las conductas incriminadas en el art 1, como asimismo aquel que efectúe propaganda o difusión. El art 1 penaba con
prisión de 1 mes a 3 años al que realizara actividades políticas, tareas de organización y difusión ideológica, recaudación de fondos
y uso de símbolos o emblemas partidarios.
Diarios argentinos se encargaron de informar sobre la muerte y desaparición de personas, sin atribuírselo directamente al aparatos
estatal, también la prensa extranjera asumió esa tarea y sí se atrevió a sugerir la responsabilidad militar en ella. El gobierno se
encargó de desautorizar a esos medios y acusarlos de ser parte de una campaña de desprestigio.
La buena relación entre la prensa y la dictadura se mantuvo hasta los años 80, cuando el inicio de la crisis económica y la presión
de organismos internacionales motivo que la prensa comenzará a otorgar más espacio en sus páginas y a conceder más veracidad a
las denuncias internacionales sobre la violación de DDHH que se cometía en el país. Pasaron a publicar informes completos sobre
violación de DDHH que efectuaban organismos como Amnistía Internacional o el gobierno yanqui.

LOS ATAQUES A LA LIBERTAD DE PRENSA


Algunos medios gráficos se atrevieron a cuestionar la política del gobierno militar e informar sobre el arresto y desaparición de
personas, sobre cadáveres y otras modalidades de represión. Casi un centenar de periodistas desaparecieron y muchos medios
gráficos sufrieron clausuras temporarias o definitivas. Los principales diarios La Nación, La Prensa y Clarín informaban sobre las
clausuras pero no las cuestionaban. Ej.: La Prensa publica que se clausuró el diario El Independiente de la Rioja, por publicar que
la intervención militar “tiene presa a una cantidad de gente que no ha hecho nada”
La Nación publica el 13-sept-76 el informe anual de ADEPA (Asociasión de Editores de Periódicos de la Argentina) que reclamaba
que debían eliminarse las restricciones a la prensa, respecto de ciertas restricciones al derecho a informar ratifican su posición a
favor de la libertad de información. Se publica también que delegados de Argentina y Brasil denuncian ante la SIP (Sociedad
Interamericana de Prensa) problemas de intimidación colectiva y censuras y presiones económicas.
Al gobierno militar no le bastó con aplicar clausuras y comenzaron arrestos, desapariciones y asesinatos de periodistas. La mayoría
de los diarios informaron estos hechos con un estilo cauto en la selección de palabras sin repudiar el hecho ni vincularlo con el
gobierno militar.
Desapariciones de los periodistas Zelmar Michelini y Héctor Gutiérrex Ruiz, que fueron encontrados asesinados en un auto, se
atribuyeron a la guerrilla subversiva, para desprestigiar a la República. La Nación publica un comunicado de la ADEPA: Hay
riesgos de ejercer el normal ejercicio de la actividad periodística.
Diario La Opinión comienza a cuestionar la política represiva del gobierno militar y le valió la clausura, el secuestro de ediciones
y la detención de periodistas. Se arresta el 16 de abril a su director Jacobo Timmerman. Los diarios nacionales parecían avalar las
sospechas del gobierno militar. Q sospechas?
Buenos Aires Herlard fue otro diario que denunció el terrorismo de estado y luego sufrió represión estatal, dio a conocer
desaparición de personas, hallazgos de cadáveres, denuncias de aplicación de torturas y reclamo de familiares. 23-abr-77 el director
del diario, Robert Cox fue detenido, por la publicación de un cable de agencia extranjera sobre una conferencia de prensa en Roma
por tres líderes montoneros. Decide exiliarse del país. Neilson, quien sucedió a Cox también recibe amenazas.
Hacia los ‘80, tras la caída del Banco de Intercambio Regional y el fin de la “plata dulce”, la actitud de los principales medios
gráficos cambió y comenzaron a criticar el rumbo económico, a informar más ampliamente sobre el tema de la violación de DDHH
y asumir una defensa ante la clausura de medios y la agresión a periodistas. Comenzaron a ser más “duros” los informes de la
ADEPA.
1981. ADEPA da a conocer un informe que es publicado por La Prensa: conductas e intentos de atacar la libertad de prensa en
casos de intervención de diarios, censura previa de diarios, privación arbitraria de libertad de periodistas, etc. Le quitan la publicidad
oficial al diario La Prensa.
1982 se refuerza la censura de los medios gráficos por la Guerra de Malvinas. El 1-mayo se dan a conocer las pautas que debían
seguir los medios para transmitir instancias del conflicto bélico. Con excusa de preservar la seguridad nacional se intentó encubrir
la derrota que sufrían las fuerzas militares. Clarín reproduce la disposición del gobierno militar: Pautas para la Seguridad Nacional,
se tiene que evitar difundir información que produzca pánico, atente contra la unidad nacional, reste credibilidad o contradiga la
información oficial, pueda generar disturbios sociales, alterando el orden interno, genere sentimientos o actitudes agresivas respecto
de personas o intereses de la comunidad británica en el país, procedente del exterior. Evitar difundir información que sin provenir
de fuente oficial se refiera a operaciones militares argentinas. Provenientes del exterior, exalte el poderío bélico británico y minimice
el propio.
Supuesta violación por parte de la agencia Noticias Argentinas lleva a su clausura durante tres días, lo que motivó fuertes críticas y
llevó a terminar la clausura a las 48 hs.
Los diarios comenzaron a dar más espacio a denuncias por la actividad represiva del Estado, lo que llevó al gobierno militar a
intentar restringir nuevamente lo que se publicaba. La presión de los medios y entidades periodísticas obligó al gobierno a salir a
desmentir las restricciones y la existencia del memorando.
Junta Militar advierte a los medios de comunicación que utilizará todos los recursos legales y facultades emergentes de su poder de
facto para resguardar el orden, la seguridad pública y el respeto a las instituciones (publicado por Clarín)
En febrero de 1983, el gobierno militar “denunció” la existencia de una campaña mediática contra las FFAA a través de
declaraciones de dirigentes partidarios y de publicaciones periodísticas.
Los ataques a la prensa continuaron aún cuando el régimen agonizaba.

LA INFORMACIÓN VELADA
Las desapariciones y el hallazgo de víctimas de torturas llegaban al lector pero de manera velada, breve, indirecta. Esto se debía en
parte a la censura, pero también a la autocensura o al argumento de la supuesta objetividad informativa. Ej.: “En un basural fueron
hallados tres cadáveres”.
Los diarios daban a conocer las desapariciones a través de la publicación de los numerosos pedidos de habeas corpus que se
presentaban en la justicia. El diario la prensa fue quien más remarcaba que “un grupo de personas” que perpetraba los secuestros se
había “identificado como integrantes de las fuerzas de seguridad”. En todo momento se aclaraba que las denuncias que ellos
publicaban constaban en determinado juzgado o comisaría, justificando así su publicación. La prensa implementará la novedad de
publicar “desapariciones” que denunciaban directamente los familiares en la sede del diario.
Estas noticias no aparecían en tapa o en lugares destacados del diario, sino que generalmente eran relegadas a las páginas finales,
entre informaciones variadas, tal vez para evitar el ojo censor. La prensa, en una elección que no puede interpretarse como casual
o inocente, generalmente publicaba estas denuncias de desaparecidos en la misma hoja que los avisos de sepelios o en las paginas
de remates o temas rurales.
La prensa se unió al reclamo de información, pero sin cuestionar directamente el papel jugado por las autoridades militares en los
secuestros. Videla tampoco eludía hablar públicamente del tema de los desaparecidos, aunque trataba de contextualizarlo en una
supuesta “guerra” interna.
Superficialmente, la prensa se atrevido a informar sobre la derivación judicial de una denuncia por tortura a un detenido; y también
difundió una información publicada por el Buenos Aires Herald sobre el fusilamiento de un detenido (2-abr-77).

Durante los primeros años de la dictadura, los diarios también informaban sobre la cantidad de personas que salía del país, en
muchos casos amparadas por embajadas extranjeras o por Altos Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR).
Ej.: 1-ago-76, La Prensa: “Partieron del país dos grupos de refugiados”. En otras ocasiones, era el gobierno militar quien
proporcionaba la lista de personas “expulsadas” del país “ante la necesidad de preservar la paz social y la seguridad interior”.
En 1977, comenzaron a agruparse las Madres de Plaza de Mayo y a reclamar por la aparición de sus hijos. Será el diario la prensa
el primero que publicara una solicitud firmada por Madres, titulada “Sólo pedimos la verdad”. La prensa y la nación informaran
sobre las primeras marcas de los familiares de desaparecidos a la Casa Rosada o al Congreso para entregar petitorios y exigir la
aparición de sus hijos. Ya en los años 80, los diarios concederían mas espacio a la denuncia de las violaciones de los DDHH. Si
bien siempre habían informado sobre las visitas de delegaciones de Amnistía Internacional, el tema estaría más presente en las
portadas y tendría una cobertura más extensa. 24-mar-77. La prensa anunciaba que “Rechazóse un informe de Amnistía
Internacional” y transcribía el comunicado del gobierno militar respecto al informe. Remarcaba que en el país se respetaba la
Declaración Universal de los DDHH y la declaración americana de Bogotá. Los diarios comenzaron a dar mayor credibilidad a los
informes de AI, sus reclamos de esclarecimientos o sus denuncias por malos tratos a detenidos; a la vez que continuaban informando
la actividad de las Madres y las detenciones que sufrían en sus manifestaciones.
El 3-feb-83, el diario Clarín anunciaba en tapa que los militares “Entregarían el poder en diciembre” y semanas más tarde, en su
edición de 21 de marzo, publicaba en portada un título que no podía dejar de provocar la repulsa y el estremecimiento del lector:
“Compromiso militar para luchar contra la subversión. Lo asumirán las FFAA para el caso de que haya un rebrote sedicioso.
Actuarán cuando `lo disponga el futuro gobierno constitucional`”.

LA PROHIBICIÓ Y QUEMA DE LIBROS


Centenares de libro de las más variadas temáticas y dirigidos a los más diversos públicos fueron prohibidos e incluso quemados en
hogueras. El justificativo: que eran libros de tendencia marxista, que eran contrarios a la moral occidental cristiana, que no respondía
al sentir nacional, que eran inmorales.
El Ministerio del Interior y la Secretaría de Comunicaciones se encargaron de disponer las prohibiciones, encomendándole al Correo
Central y la Aduana el control de los libros y la confiscación de aquellas obras que figuraban en “las listas negras” de autores
prohibidos. Esta operación se llamó Operación Claridad. Su objetivo fue la represión cultural y la confección de “listas negras” para
la “depuración ideológica” en el ámbito de la cultura y la educación de aquellas personas calificadas como marxistas, ideólogos
terroristas, peronistas e izquierdistas. Asimismo, se realizaron tareas de inteligencia y espionaje a personalidades de las artes, la
cultura y el periodismo, numerosas terminaron desaparecidas.
Ej. Julio Cortázar era “peligroso”, Borges “sin antecedentes marxistas”, pero había que “seguirlo de cerca”.
Se allanaron editoriales: Siglo XXI  finalmente cerró sus puertas; Eudeba, se secuestraron ejemplares; CEAL; Ediciones La Flor;
Editorial Grijalbo.
Abril 1976. El gobierno realizó una gran quema de libros en Córdoba e invitó a periodistas para que lo presenciaran, vanagloriándose
de ello. La Prensa: “Material impreso subversivo fue quemado en Córdoba”. Justificación: “el ejército quemaba esa documentación
perniciosa, que afecta al intelecto y nuestra manera de ser cristiano, a fin de que no quede ninguna parte de esos libros, folletos y
revistas, se tomó esta resolución para que se evite con este material continuar engañando a nuestra juventud sobre el verdadero bien
que representan nuestro símbolos nacionales, nuestra familia, nuestra Iglesia y, en fin, nuestro más acervo espiritual, sintetizado en
Dios, Patria y hogar”.
La prohibición de libro era legitimada por decretos que los militares daban a conocer a través de su publicación en la prensa gráfica
que, de nuevo, no criticará la censura que implicaban estas medidas.
También comenzaron a censurar libros infantiles. Algunas de las excusas: “por tener una finalidad de adoctrinamiento que resulta
preparatoria a la tarea de captación ideológica propia del accionar subversivo”.
Se controló y censuró la bibliografía empleada en los tres niveles de enseñanza. Textos del período peronista y otros libros de
lectura, diccionarios, etc.
En muchas ocasiones, fueron entidades civiles las que se encargaron de desprestigiar y denunciar a libros de enseñanza. Denuncias
de la Liga de Cultura Laica.
En los 80, la censura no cesó, a pesar del resquebrajamiento del consenso mediático que había gozado la gestión militar, lo que
ocasionaba que con mayor insistencia se cuestionara la represión militar en todos sus ámbitos, incluso el cultural. O tal vez fue por
eso la mayor insistencia en controlar la literatura y las publicaciones a que se podía acceder.
6-feb-80. La prensa informaba sobre la censura: “Se manifestaron contra la censura escritores, autores teatrales, artistas plásticos,
actores, directores cinematográficos, expresando que donde los hombres no pueden comunicar libremente su pensamiento, ninguna
de las otras libertades está segura”,
Ernesto Sábato denunciaba restricciones obra su obra Abaddón el exterminador por parte del Ministerio de Cultural y Educación.

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