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Patricia Carrascosa
Carlos Capuñay
Agradecimientos
AUTORES
PRÓLOGO
Es un verdadero placer y un privilegio escribir el Prólogo del libro titulado “Histerosalpingografía Virtual”.
Este texto representa un esfuerzo mayor de la Dra. Patricia Carrascosa junto a colaboradores de Diagnóstico
Maipú, una Institución líder en estudios por imágenes en Argentina.
Los diferentes capítulos expresan claramente las ventajas que la histerosalpingografía virtual es capaz
de ofrecer, tanto por la rapidez del estudio, menor radiación y molestias, pero fundamentalmente por una
calidad de estudios superlativa a través de las diferentes modalidades de reconstrucción de imágenes, que
pueden apreciarse a lo largo de este tratado y que representan una experiencia en más de 7 mil pacientes
estudiadas con este procedimiento.
Los equipos de última generación en TC, han permitido una visualización confiable de las trompas de Fa-
lopio en tiempo real, durante la inyección del medio de contraste, logrando así imágenes endoscópicas que
comparan muy bien con aquellas obtenidas por la endoscopía instrumental.
En síntesis, nos encontramos frente a una tecnología de avanzada, desarrollada desde sus comienzos con
entusiasmo, inteligencia y disciplina en su investigación, que creemos significa un adelanto en la evaluación
y tratamiento de la paciente infértil, de allí, nuestras más calurosas felicitaciones a todos los responsables
de haber logrado un texto útil e informativo, que seguramente será de provecho para todos los clínicos con
un interés directo e indirecto en Medicina Reproductiva.
Profesor de Ginecología
Universidad de California, San Francisco, USA
Autores .............................................................................................................. v
La tomografía computada (TC) es el método de Antes de profundizar los conceptos de esta nueva
diagnóstico por imágenes de alta complejidad más generación de tomógrafos, se realizará una breve des-
utilizado en la práctica clínica. Nació a principios de cripción de la técnica y la evolución desde sus inicios.
los años 70 de manos del ingeniero inglés Sir Godfrey
N. Hounsfield (1-3) y ha sufrido numerosos cambios CONCEPTOS BÁSICOS
tecnológicos a lo largo de cuatro décadas, transfor-
mándose en la actualidad en el pilar de los métodos El equipo de TC permite obtener imágenes de sec-
por imágenes en el estudio del paciente con lesiones ciones axiales (transversales) al eje del cuerpo huma-
tumorales fuera del sistema nervioso central. El de- no, basando su funcionamiento en la medición de la
sarrollo de la tomografía helicoidal o volumétrica y la atenuación que sufre el haz de rayos X en cada voxel
incorporación a fines de los años 90 de la tecnología al atravesar las diferentes estructuras anatómicas de
multislice, han generado un gran impacto en la capa- la región en estudio. Dicha absorción de la radiación
cidad diagnóstica de la técnica (4-10). La comunidad ionizante está establecida por el coeficiente lineal de
médica dispone de una gran diversidad de estudios atenuación particular de cada materia o substancia
no invasivos por TC que han ido modificando los al- que es atravesada por el haz de rayos X. El producto
goritmos tradicionales de prevención y tratamiento. final es una matriz de números, a cada uno de los cua-
Entre ellos las angiotomografías de diversos territo- les se le asigna un tono de gris para crear finalmente
rios vasculares, incluyendo las arterias coronarias y la imagen tomográfica habitual. La escala adoptada
el mapeo venoso pulmonar en pacientes con fibrila- universalmente es la de unidades Hounsfield, la cual
ción auricular refractaria candidatos a ablación por asigna al agua el valor 0 y al aire -1000.
radiofrecuencia, o la tomografía y perfusión cerebral
en pacientes con patología isquémica cerebral aguda. COMPONENTES DE UN TOMÓGRAFO
Otro grupo de estudios es el que incluye aquellos que
utilizan las técnicas de reproceso virtual de imágenes, Gantry
destacando la colonoscopía virtual, un procedimiento
diagnóstico que a lo largo de más de 15 años de su El gantry constituye el armazón sobre el cual se en-
aparición ha logrado afianzar un lugar en el screening samblan el tubo de rayos X, la corona de detectores,
del cáncer colorectal, y la recientemente desarrollada el sistema de enfriamiento, los censores de posición y
técnica de histerosalpingografía virtual. velocidad, el sistema de rotación del tubo, el montaje
hidráulico para la inclinación del gantry, el sistema
Es importante hacer énfasis en que gran parte del ex- de ascenso, descenso y frenado de la camilla y los
celente desempeño y rol actual que la TC ocupa en la micrófonos y parlantes para la intercomunicación con
toma de decisiones de diversas entidades clínicas, se ha el paciente (Figura 1.1). El paciente es introducido a
producido con el advenimiento de los nuevos equipos de través del gantry durante la realización del examen.
múltiples filas de detectores, que brindan una excelente
resolución temporal y espacial, optimizando al máximo Sistema de generación de rayos X
el empleo de las sustancias de contraste endovenoso y
logrando con la incorporación de innovadoras técnicas Tubo de rayos X y colimador
de procesamiento de los datos crudos, una significativa
reducción en la dosis de radiación a la que los pacientes El tubo es el dispositivo de vacío que genera el haz
son expuestos en la práctica cotidiana (11-17). de rayos X. Está compuesto en uno de sus extremos
4 Histerosalpingografía Virtual
Figura 1.1: Fotografía del gantry de un tomógrafo multi- Figura 1.2: Composición de un tubo de rayos X.
slice de tercera generación.
Capítulo 1 | Aspectos técnicos de la Tomografía Computada Multislice 5
Generación 3
Reducción de los artefactos
Técnica de Reconstrucción Iterativa Básica
Generación 2
Remoción parcial del ruido de la imagen
Imagen basada en el filtrado
Generación 1
Rápida
Retroproyección filtrada
que constituye una imagen de tomografía se deno- crear reconstrucciones multiplanares o tridimensio-
mina voxel. Las imágenes isotrópicas son aquellas nales de alto impacto diagnóstico. En la era de la
que están constituidas por voxeles cuyos ejes x, y y TCH, el desafío de lograr imágenes isotrópicas en
z son iguales; es un voxel cúbico o isotrópico (10). una sola apnea y abarcando una larga longitud no
En la TCH, las imágenes están constituidas por voxe- era todavía posible. Un modo de incrementar la re-
les cuya longitud en el eje z es mayor en relación a solución longitudinal y de obtener un voxel cúbico
los ejes x e y (Figura 1.6). Si bien esta configura- al mismo tiempo es adquirir en forma simultánea
ción otorga una muy buena resolución espacial en múltiples imágenes, utilizando además una rápida
el plano de adquisición generando imágenes axiales velocidad de rotación del gantry.
de alto detalle anatómico, resulta insuficiente para
A B
C D
Figura 1.5: Sistemas de tomografía computada. A. Primera generación. B. Segunda generación. C. Tercera generación.
D. Cuarta generación.
8 Histerosalpingografía Virtual
Tipo de resolución
la zona externa los detectores con el doble de espe- pertenece a la de menor intensidad y no participa
sor (1 mm; 1,25 mm; 1,5 mm respectivamente). en la formación de la imagen, siendo descartada. A
mayor número de detectores, mayor es el número
C. Bandejas con detectores adaptativos: las filas de intervalos inter-detector y menos eficiente es la
están diseñadas con detectores de espesor variable, dosis de radiación.
el cual se incrementa desde la región central a la
zona periférica de la bandeja. Pitch
gún cada paciente el mejor protocolo de estudio. La ALARA que hace referencia a la frase en inglés “as
incorporación de la reconstrucción iterativa avanzada low as reasonably achievable” (tan bajo como sea
de imágenes, junto con el uso de filtros, nuevos dise- alcanzable) que recomienda establecer adecuados
ños de detectores, colimadores y sistemas de selec- puntos de corte y modificar los parámetros de ad-
ción automática de la corriente del tubo de rayos X quisición para optimizar al máximo la dosis de radia-
que la adapta según la contextura física del paciente, ción, al mismo tiempo que mantiene una calidad de
permiten ajustar al máximo la dosis mínima de radia- imagen aceptable en todos los estudios de TC. Este
ción necesaria para generar una imagen tomográfica tema se explica de manera detallada en el capítulo de
de calidad diagnóstica, en conjunción con el principio radiación (véase Capítulo 14).
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12 Histerosalpingografía Virtual
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Capítulo 2 | El nacimiento de una nueva técnica diagnóstica 13
Hace 12 años surgía en un centro de diagnósti- en 1994 y luego otras aplicaciones como la valoración
co por imágenes de la zona norte del gran Buenos de otros segmentos del aparato digestivo, el árbol
Aires, en la localidad de Vicente López, la idea de traqueobronquial y el sistema urinario fueron explo-
estudiar la cavidad uterina y las trompas con tomo- radas (2-4). Sin embargo no se habían desarrollado
grafía computada, utilizando una técnica similar a la aplicaciones para el estudio del aparato ginecológico.
del estudio radiológico tradicional de histerosalpin- Es por ello que surge la inquietud de tratar de reali-
gografía: eran los albores de la histerosalpingografía zar a través de tomografía computada un estudio que
virtual (HSGV). evaluara el cérvix, el útero y las trompas.
En este capítulo se relata como nació la técnica, Los equipos de tomografía computada que se uti-
cómo se fue modificando con el transcurso del tiem- lizaban en aquel entonces eran tomógrafos helicoi-
po y el avance tecnológico y cuándo comenzó a apli- dales que permitían adquirir estudios de una región
carse clínicamente hasta llegar a convertirse en un en forma volumétrica. Sin embargo, debido a que
método de uso cotidiano. no eran equipos muy veloces (tiempos de rotación
de tubo de 1 segundo), los barridos se efectuaban
Para ello se divide el desarrollo en cinco etapas: en tiempos prolongados y con espesores de corte
aún gruesos (4 mm) lo cual no permitía la detección
Etapa I: Nacimiento de la HSGV con equipos he- de lesiones de pequeño tamaño. Tampoco era fac-
licoidales. tible la obtención de imágenes isotrópicas, es decir,
sin pérdida de resolución en los distintos planos del
Etapa II: Mejora de esta nueva modalidad con la espacio. A pesar de estas limitaciones, el equipo de
incorporación de la tomografía computada multislice investigación de Diagnóstico Maipú realizó un pro-
de 4 filas. tocolo de investigación con el fin de poder verifi-
car hasta dónde se podía obtener información del
Etapa III: Avances de la HSGV con la introduc- aparato genital femenino con el uso de las técnicas
ción de equipos multislice de 16 filas. virtuales disponibles, para lo cual se compararon los
resultados obtenidos con estudios de histerosalpin-
Etapa IV: Optimización de la técnica con los equi- gografía convencional (HSG), estudio de elección
pos de 64 filas. Comienzo de su aplicación en forma para evaluar el aparato ginecológico por radiología,
asistencial. con los primeros intentos de estudios de histerosal-
pingografía a través de tomografía computada a los
Etapa V: Nuevos alcances de la HSGV con equipos que se los denominó HSGV. El equipo con el que
de 256 cortes. Obtención de estudios en tiempo real se inició esta investigación era un tomógrafo heli-
y con ultra-baja dosis de radiación. coidal marca Picker, modelo PQ5000, de una única
fila de detectores. La forma de realización inicial
ETAPA I de la HSGV fue similar a una HSG. Con la pacien-
te posicionada en la camilla del tomógrafo y pre-
La HSGV surge a principios del año 1998. Por aquél via asepsia perineal se colocaba un espéculo con el
entonces las técnicas de estudios virtuales se aplica- fin de distender la cavidad vaginal. Posteriormente
ban fundamentalmente en el estudio del colon. La co- se higienizaba la región cervical y se clampeaba el
lonoscopía virtual nació de la mano del Dr. Vining (1) cuello cervical con una pinza erina, colocándose a
14 Histerosalpingografía Virtual
continuación una cánula metálica a través de la cual generó un gran entusiasmo en los investigadores ya
se instilaba contraste iodado puro para distender la que esta nueva modalidad otorgaba la oportunidad
cavidad uterina (Figura 2.1). Como resulta de la des- de evaluar la patología uterina de diversas mane-
cripción, el procedimiento era prácticamente igual al ras: bidimensional, tridimensional y con el empleo
de un estudio de HSG, con lo cual el disconfort que de imágenes endoscópicas virtuales (Figura 2.2). De
se le producía a la paciente era el mismo. La úni- esta manera la HSGV aportaba algunos beneficios,
ca ventaja del estudio virtual en esta primera eta- aunque pocos, para la paciente en cuanto a la rea-
pa consistió en que la paciente no requería efectuar lización del estudio; admitía la evaluación de la ca-
ningún tipo de movimiento durante la adquisición vidad uterina de una forma más completa otorgan-
de las imágenes, como es necesario en el examen do información más precisa; y facilitaba con mayor
radiológico tradicional. A su vez, el tiempo total del exactitud un resultado diagnóstico. Sin embargo, la
nuevo procedimiento era significativamente más cor- limitación primordial era la imposibilidad de evaluar
to (15 minutos versus 30 minutos respectivamente). las trompas uterinas. Por tal motivo, la HSGV aún no
El estudio virtual tenía una duración de adquisición podía competir con la técnica tradicional que otorga-
de aproximadamente 45 segundos y el espesor de ba una visión completa del aparato ginecológico. Los
corte utilizado era de 4 mm. El prolongado tiempo primeros resultados se mostraron en el 21er Con-
de escaneo y el grosor del corte no permitían eva- greso Internacional de Radiología llevado a cabo en
luar las trompas uterinas; no obstante pudo lograr- Argentina en septiembre de 2000 (5).
se la visualización de la cavidad endometrial. Esto
Figura 2.1: Instrumental utilizado en el estudio de histerosalpingografía convencional. Cánula metálica con oliva de
goma; cánula metálica con oliva metálica; pinza erina.
Capítulo 2 | El nacimiento de una nueva técnica diagnóstica 15
A B
C D
Figura 2.2: Imágenes de HSGV obtenidas con un tomógrafo helicoidal. A. Reconstrucción multiplanar en plano coronal
que muestra una silueta uterina normal. B. Endoscopía virtual de la cavidad uterina. C. Reconstrucción multiplanar en
plano axial que muestra una imagen de defecto de relleno sobre el cuerno derecho compatible con pólipo endometrial
(flecha). D. Reconstrucción multiplanar en plano coronal donde se aprecia marcado hidrosalpinx derecho (flecha).
A B
Figura 2.3: Imágenes de HSGV obtenidas con un tomógrafo multidetector de 4 filas. Estudio normal. A. Imagen en
máxima intensidad de proyección en plano coronal. B. Imagen de endoscopía virtual.
A B
C
Figura 2.4: Imágenes de HSGV obtenidas con un tomógrafo multidetector de 4 filas. Pobre visualización de las trompas
uterinas. A. Imagen en máxima intensidad de proyección en plano coronal. B. Reconstrucción 3D en plano coronal obli-
cuo. C. Imagen de endoscopía virtual.
Capítulo 2 | El nacimiento de una nueva técnica diagnóstica 17
Figura 2.5: Instrumental utilizado en el estudio de histerosalpingografía virtual. Cánula plástica con oliva de goma.
18 Histerosalpingografía Virtual
A B
C
Figura 2.6: Imágenes de HSGV obtenidas con un tomógrafo multidetector de 16 filas. Visualización incompleta de las
trompas uterinas. A. Imagen en máxima intensidad de proyección en plano coronal. B. Reconstrucción 3D en plano co-
ronal oblicuo. C. Imagen de endoscopía virtual.
Capítulo 2 | El nacimiento de una nueva técnica diagnóstica 19
A B
C
Figura 2.7: Imágenes de HSGV obtenidas con un tomógrafo multidetector de 16 filas. Pólipo endometrial (flecha).
A. Reconstrucción multiplanar en plano coronal. B. Reconstrucción 3D en plano coronal. C. Imagen de endoscopía virtual.
20 Histerosalpingografía Virtual
A B
C
Figura 2.8: Imágenes de HSGV obtenidas con un tomógrafo multidetector de 16 filas. Hidrosalpinx bilateral. A. Imagen
en máxima intensidad de proyección en plano coronal. B. Reconstrucción 3D en plano coronal. C. Imagen de endoscopía
virtual de la trompa uterina derecha.
A B
Figura 2.9: Imágenes de HSGV obtenidas con un tomógrafo multidetector de 64 filas. Mioma submucoso (flechas).
A. Imagen en máxima intensidad de proyección en plano sagital. B. Imagen de endoscopía virtual.
A B
C D
Figura 2.10: Imágenes de HSGV obtenidas con un tomógrafo multidetector de 64 filas. Sinequias uterinas (flechas).
A. Imagen en máxima intensidad de proyección (MIP) en plano axial. B. Imagen MIP en plano coronal. C. Reconstrucción
3D en plano coronal. D. Imagen de endoscopía virtual.
22 Histerosalpingografía Virtual
A B
C
Figura 2.11: Imágenes de HSGV obtenidas con un tomógrafo multidetector de 64 filas. Útero septado completo. A. Imagen en
máxima intensidad de proyección en plano coronal. B. Reconstrucción 3D en plano coronal. C. Imagen de endoscopía virtual.
Una variante innovadora y de sumo valor fue in- al iodo fue una de ellas. Basados en la experiencia
troducida en esta etapa. Los estudios comenzaron a de realizar estudios vasculares en pacientes alérgi-
realizarse sin la necesidad de que el médico que efec- cos a los contraste iodados con gadolinio (13, 14),
túa el procedimiento permaneciera en la sala durante contraste utilizado habitualmente en los exámenes
el escaneo. Para tal fin, el equipo de investigación de de resonancia magnética, se pensó en la posibilidad
Diagnóstico Maipú diseñó un dispositivo que permi- de utilizar al gadolinio como contraste alternativo
tió conectar la cánula con una bomba inyectora y así para estas pacientes. Se diseñó entonces un proto-
efectuar la instilación de la dilución de contraste de colo de investigación y se testeó su performance. Se
manera automática (Figura 2.12). Este logro cumplió realizaron estudios comparativos evaluando la mejor
con dos objetivos: (i) que el contraste pudiera apli- dilución a utilizar, la manera de tinción, la calidad de
carse a flujo lento y constante reduciendo el discon- imagen y los resultados diagnósticos (Figura 2.13).
fort de la paciente durante la distensión de la cavidad
uterina; (ii) que el médico que efectuaba el estudio Se concluyó que el gadolinio resulta un contraste
no se expusiera a la radiación durante el examen. útil para ser utilizado en este grupo de pacientes,
sin influir en la certeza diagnóstica del método (15).
Surgieron nuevas inquietudes. La imposibilidad de Su única limitación es el costo, tres veces mayor al
realizar los estudios de HSGV a pacientes alérgicas contraste iodado hipo-osmolar.
Capítulo 2 | El nacimiento de una nueva técnica diagnóstica 23
A B
C D
Figura 2.13: Imágenes de HSGV obtenidas con un tomógrafo multidetector de 64 filas con el uso de gadolinio.
A. Imagen en máxima intensidad de proyección en plano coronal. B. Reconstrucción 3D en plano coronal. C. D. Imágenes
de endoscopía virtual.
24 Histerosalpingografía Virtual
A B
C D
Figura 2.14: Imágenes de HSGV obtenidas con un tomógrafo multidetector de 256 cortes. Pólipo cervical (flechas). Se
aprecia también obstrucción tubaria izquierda. A. Reconstrucción multiplanar en plano coronal. B. Imagen en máxima
intensidad de proyección en plano coronal. C. Reconstrucción 3D en plano coronal. D. Imagen de endoscopía virtual.
Capítulo 2 | El nacimiento de una nueva técnica diagnóstica 25
A B
Figura 2.15: Imágenes de HSGV obtenidas con un tomógrafo multidetector de 256 cortes. Sinequia cervical (flechas). Se
aprecia también ligera dilatación tubaria distal derecha. A. Imagen en máxima intensidad de proyección en plano coronal.
B. Imagen de endoscopía virtual.
A B
C
Figura 2.16: Imágenes de HSGV obtenidas con un tomógrafo multidetector de 256 cortes. Adenomiosis uterina a nivel
fúndico (flechas). A. Imagen en máxima intensidad de proyección en plano coronal. B. Reconstrucción 3D en plano coronal.
C. Imagen de endoscopía virtual.
26 Histerosalpingografía Virtual
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hysterosalpingography in the evaluation of female
Capítulo 3 | Protocolo de estudio e interpretación 27
En el presente capítulo se detalla la forma de rea- Se realiza una radiografía digital exploradora (Scout
lización del estudio, que consiste en: View) previa a la adquisición del estudio (Figura 3.4).
• Preparación de la paciente previa al estudio. Se coloca una cánula plástica de 10F en el orificio
• Preparación de la paciente durante el estudio. cervical externo (Figura 3.5) y se instilan aproxima-
• Parámetros técnicos a utilizar en los equipos. damente 15 ml de una mezcla de contraste y solución
• Formas de reproceso y análisis de la información. fisiológica al 70%. La solución se aplica con una bom-
• Reporte final de hallazgos y presentación del estu- ba inyectora a una velocidad de 0,3 ml/seg (Figura
dio al médico derivante. 3.6). El objetivo de realizarlo en forma automática es
• Complicaciones. lograr una presión y velocidad constantes y suaves
• Aceptación y disconfort de las pacientes al estudio que reducen el disconfort durante el procedimiento y
de HSGV. aseguran una distensión uterina óptima.
28 Histerosalpingografía Virtual
A B
C D
E F
Figura 3.1: Reconstrucción isotrópica de la tomografía computada multidetector. A. Se muestra una figura de un cubo que
representa el volumen adquirido del estudio tomográfico. La adquisición de la TC es axial pero cuando la misma es obtenida
con un espesor de corte muy pequeño y cuando entre corte y corte hay interpolación de imágenes de un 50%, es posible
reconstruirlas en cualquier plano del espacio sin pérdida de resolución. Esto se conoce como Isotropía. B. Reconstrucción
tridimensional con ventana de transparencias, conocida como Volume Rendering. La misma exhibe el cuello, silueta uterina
y trompas. C, D. Reconstrucciones en Máxima Intensidad de Proyección (MIP) que muestran el aparato ginecológico en su
totalidad en este formato tridimensional. Las reconstrucciones MIP identifican muy bien las trompas uterinas. E, F. Vistas
endocópicas virtuales: muestran vistas endoluminales de la región ístmico-cervical y del fondo uterino.
Capítulo 3 | Protocolo de estudio e interpretación 29
A B
C D
Figura 3.2: Hallazgos asociados. El estudio de HSGV permite evaluar las estructuras extra-ginecológicas intra-pélvicas brin-
dando una información complementaria. Los hallazgos pueden ser de diversa etiología. A. Lesión osteolítica en alerón ilíiaco
izquierdo (flecha). B. Artrosis sacroilíaca bilateral (flecha). C. Islote óseo en techo acetabular derecho (flecha). D. Atrofia de
masas musculares en región pélvica derecha (flecha).
Figura 3.3: Posición de la paciente en la camilla del tomógrafo para realizar el estudio de HSGV.
30 Histerosalpingografía Virtual
A B
Figura 3.4: Scout view: radiografía digital exploradora. A. Scout view de la pelvis. En el mismo se planifica el estudio a
realizar. B. Scout view con plan a adquirir.
Figura 3.5: Cánula 10F que se utiliza para realizar el estudio de HSGV.
El comienzo de la adquisición se realiza a los 30 se- radiación. A su vez los equipos de 256 filas permi-
gundos luego de iniciada la instilación del contraste. ten utilizar una forma de reconstrucción denominada
iterativa que ayuda a disminuir aún más la dosis de
Como se mencionara anteriormente, para realizar radiación, sin perder calidad en la imagen (14).
los estudios de HSGV se necesitan equipos de 64 fi-
las o más que adquieran las imágenes en menos de Una vez adquiridas, las imágenes son transferidas
5 segundos. Los tomógrafos con menor número de a la estación de trabajo donde se efectúan diversos
filas de detectores obtienen estudios en tiempos más tipos de reconstrucciones.
prolongados, de 10 segundos aproximadamente, im-
posibilitando la evaluación correcta de las trompas de
Falopio en todos los casos. Tabla 3.1: Parámetros técnicos de HSGV con
diferentes equipos.
Los equipos de TCMS de 256 ó 320 filas de detec- Equipos 64 filas 256 filas
tores ejecutan esta técnica en tan sólo 1,5 segundos
haciendo de esta modalidad un estudio en tiempo
Espesor de corte 0,9 0,625
real pudiendo visualizar cuando el contraste pasa de
la región ampular al peritoneo (11-13) (Figura 3.7). Intervalo de
0,45 0,3
reconstrucción
PARÁMETROS TÉCNICOS A UTILIZAR
EN LOS EQUIPOS Kv 100 80
Figura 3.6: Bomba inyectora para la aplicación del contraste en forma automática.
A B
C D
Figura 3.7: Estudio de HSGV con 256 cortes en tiempo real. A, B, C, D. Imágenes en Volume Rendering en distintas
vistas que muestran un útero de morfología conservada. Existe dilatación tubaria bilateral (flechas amarillas) con pasaje
de contraste a peritoneo conservado. Se observa cuando el medio de contraste sale a través de la región ampular de las
trompas (flechas rojas).
32 Histerosalpingografía Virtual
Se utilizan varios algoritmos de post-proceso que Las reconstrucciones multiplanares curvas logran
consisten en reconstrucciones multiplanares, recons- desplegar en un único plano todo el aparato gineco-
trucciones en máxima intensidad de proyección (MIP), lógico evitando superposición de estructuras anató-
reconstrucciones en ventana de transparencias (Volu- micas y permitiendo una evaluación detallada de las
me Rendering) y vistas endoscópicas (EV) (15, 16). mismas en un único plano (Figura 3.10).
A B
C
Figura 3.8: Reconstrucciones multiplanares. Pólipo pediculado endometrial. A. Imagen en plano axial magnificada de
útero en retroversoflexión que muestra un pólipo pediculado. Se observa claramente la cabeza (flecha amarilla) y el
pedículo (flecha roja) que se extiende hacia el cervix. B. Reconstrucción oblicua del pólipo pediculado. C. Reconstrucción
sagital que muestra el pólipo pediculado.
Capítulo 3 | Protocolo de estudio e interpretación 33
A B
C
Figura 3.9: Reconstrucciones multiplanarares de mioma submucoso con proyección intraluminal. A. Imagen axial que
exhibe una lesión sobreelevada que se proyecta de la pared lateral derecha hacia la luz uterina compatible con mioma
submucoso (flecha). B. Reconstrucción coronal que identifica la misma lesión (flecha). C. Reconstrucción sagital del
mioma (flecha).
34 Histerosalpingografía Virtual
A B
C
Figura 3.10: Reconstrucción multiplanar curva del cervix, útero y trompas. A. Se observa una imagen en plano sagital
que muestra la posición del útero en anteversoflexión. B. Se traza una línea por el eje central del cervix y útero para
lograr desplegar el aparato ginecológico en un único plano sin superposición de estructuras anatómicas. C. Reconstruc-
ción curva que muestra el aparato ginecológico desplegado en forma bidimensional.
Capítulo 3 | Protocolo de estudio e interpretación 35
Figura 3.11: Reconstrucción MIP de las trompas uterinas normales. Las mismas son de fino grosor pero resultan de fácil
visualización.
Figura 3.12: Reconstrucción MIP. Se observa dilatación ampular bilateral (flechas amarillas) con pliegues engrosados
(flecha roja).
36 Histerosalpingografía Virtual
A B
C D
Figura 3.13: Hidrosalpingx izquierdo. A, B, C, D. Reconstrucciones MIP en diversas vistas que muestran trompa derecha
de morfología normal (flecha amarilla) y trompa izquierda dilatada (flecha roja).
Figura 3.14: Oclusión tubaria unilateral. Reconstrucción MIP de un útero arcuato. Se observa trompa uterina derecha
de morfología normal con permeabilidad de contraste a peritoneo (flecha amarilla). La trompa izquierda se encuentra
ocluída (flecha roja).
Capítulo 3 | Protocolo de estudio e interpretación 37
A B
C
Figura 3.15: A. Hidrosalpingx izquierdo. Reconstrucción en MIP que muestra hidrosalpingx bilateral con Cotte negativa
(flechas). B, C. Reconstrucciones VR en diferentes vistas que muestran similares hallazgos (flechas).
A B
Figura 3.16: Miomas submucosos en evaluación MIP vs VR. A. Reconstrucción MIP de útero que se muestra levemente
irregular sin evidencia de otras alteraciones. B. Imagen Volume Rendering que pone en evidencia dos imágenes de de-
fecto de relleno en la cavidad uterina (flechas) no identificables en el formato MIP.
38 Histerosalpingografía Virtual
Figura 3.17: Estenosis cervical. Se observa una reducción del calibre del cervix en forma difusa (flecha).
Figura 3.18: Irregularidades parietales. Se observa pared uterina irregular a expensas de pliegues engrosados (flecha).
Figura 3.19: Pólipo endometrial. Se observa una lesión elevada sobre la pared uterina lateral (flecha).
Capítulo 3 | Protocolo de estudio e interpretación 39
A B
Figura 3.20: Hidrosalpingx bilateral. A, B. Diferentes vistas de hidrosalpingx bilateral.
A B
C D
Figura 3.21: Pólipo endometrial en endoscopía virtual (flechas). A. Se observa endoluminalmente una imagen so-
breelevada compatible con pólipo endometrial. Dicha imagen se corrobora con otras formas de reprocesado. B. Imagen
axial. C. Imagen MIP. D. Reconstrucción VR.
Capítulo 3 | Protocolo de estudio e interpretación 41
A B
C D
Figura 3.22: Intravasación de contraste moderada. A, B. Reconstrucciones en MIP en donde se observa esta compli-
cación (flecha). C, D. Similares hallazgos en las imágenes VR.
A B
Figura 3.23: Intravasación de contraste severa. A. Reconstrucción MIP. B. Reconstrucción VR.
42 Histerosalpingografía Virtual
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Capítulo 4 | Anatomía radiológica normal 45
A B
C D
E
Figura 4.1: Desarrollo embriológico. A-E. Proceso de diferenciación sexual femenina. (a, tabique genital; b, conducto
mesonéfrico de Wolf; c, conducto paramesonéfrico de Müller).
Capítulo 4 | Anatomía radiológica normal 47
A B
C D
E F
interno en la región del istmo. La forma y tamaño epitelio glandular o mucíparo. Este epitelio no forma
del cuello uterino sufren variaciones de acuerdo a la una superficie lisa y plana en el conducto, sino que
edad, el momento del ciclo menstrual y el número se dispone en pliegues longitudinales múltiples que
de partos de la paciente. En una mujer nulípara el se proyectan hacia la luz del canal y dan lugar a pro-
cuello es fusiforme y el orificio cervical externo es yecciones papilares. A su vez produce en el estroma
de localización central y pequeño; en la mujer que cervical invaginaciones que constituyen las criptas,
ya ha tenido un hijo en cambio, es voluminoso y el también denominadas glándulas endocervicales (Fi-
orificio cervical externo presenta el aspecto de una gura 4.4). En los estudios de HSGV, estas glándulas
hendidura ancha, elongada. se visualizan como estructuras saculares de peque-
ño tamaño proyectadas sobre las paredes del canal
El canal o conducto cervical atraviesa el endo- cervical. En ocasiones, al dilatarse, pueden ser pro-
cérvix, comunica la vagina con la cavidad uterina minentes, apreciándose como saliencias pseudodi-
y comprende del orificio cervical interno al externo. verticulares de tamaño variable (Figura 4.5).
Su diámetro y longitud presentan una gran variación
de acuerdo a la edad y según el momento del ci- El istmo es la porción más corta del útero, ubicada
clo hormonal (Figura 4.3). El conducto cervical está entre el sector superior del cuello y sector bajo del
recubierto por epitelio cilíndrico, también llamado cuerpo uterino (Figura 4.6).
A B C
Figura 4.3: Estudio de HSGV. Cuello uterino y variantes de la normalidad. A. Imagen MIP en plano coronal que muestra
un canal cervical de calibre y morfología habitual. B. Imagen MIP en plano coronal que muestra un canal cervical estre-
cho. C. Reconstrucción 3D que muestra un canal cervical amplio, con visualización de los pliegues normales.
A B C
Figura 4.4: Revestimiento del canal cervical. A. Esquema que muestra el revestimiento epitelial del canal cervical, con plie-
gues longitudinales que se proyectan a la luz y dan origen a proyecciones papilares e invaginaciones o criptas. B,C. Imagen
de HSGV MIP en plano sagital y reconstrucción 3D en plano coronal que muestran los pliegues longitudinales característicos
del canal cervical (flechas).
Capítulo 4 | Anatomía radiológica normal 49
A B
C D
E F
Figura 4.5: Estudio de HSGV. Canal cervical amplio con glándulas prominentes. A. Imagen axial. B. Reconstrucción mul-
tiplanar coronal. C. Imagen en máxima intensidad de proyección en plano coronal. D. Reconstrucción 3D en plano coronal
oblicuo. E, F. Imágenes de endoscopía virtual.
50 Histerosalpingografía Virtual
Figura 4.6: Istmo uterino. Imagen de HSGV en máxima intensidad de proyección en plano coronal en donde se aprecia
el istmo uterino (flecha).
A B
C D
Figura 4.7: Estudio de HSGV. Anatomía normal de la cavidad uterina. A. Imagen en máxima intensidad de proyección (MIP)
en plano axial. B. Imagen MIP en plano coronal. C. Reconstrucción 3D en plano coronal. D. Imagen de endoscopía virtual.
52 Histerosalpingografía Virtual
A B
C D
Figura 4.8: Estudio de HSGV. Pliegues longitudinales prominentes (flechas) a nivel de la cavidad endometrial. A. Imagen
en máxima intensidad de proyección en plano axial. B. Reconstrucción 3D en plano coronal, vista posterior. C, D. Imá-
genes de endoscopía virtual.
A B
Figura 4.9: Estudio de HSGV. Intravasación de contraste al miometrio y a plexos venosos periuterino (flechas amarillas)
y pelviano (flechas rojas). A, B. Imágenes en máxima intensidad de proyección en plano coronal.
Capítulo 4 | Anatomía radiológica normal 53
La pared de la trompa de Falopio se compone de Cuando las trompas uterinas conservan su per-
tres capas: mucosa, muscular y serosa. La mucosa meabilidad normal, el contraste endocavitario ad-
presenta pliegues que se proyectan hacia la luz y ministrado opacifica todas las porciones tubarias y
aumentan en complejidad desde la zona medial a la pasa a la cavidad peritoneal a través del infundíbulo
zona lateral de la trompa. Los pliegues se unen en (Figura 4.18). El patrón de dispersión del contraste
el infundíbulo donde se continúan con las fimbrias. depende principalmente de la cantidad administrada
La capa muscular se compone de los músculos cir- y del tiempo de retardo entre el comienzo de la in-
culares y longitudinales. El epitelio de revestimiento yección y la adquisición de las imágenes.
de la mucosa está formado por células columnares
ciliadas y no ciliadas. El epitelio ciliado y los pliegues La opacificación incompleta o la falta de pasa-
de la mucosa impulsan el óvulo hacia la cavidad ute- je de contraste al peritoneo no son infrecuentes y
rina. En contraste con el óvulo, el líquido secretado no necesariamente indican obstrucción patológica.
por el epitelio tubario avanza hacia la fimbria de la Existen otras situaciones como el espasmo cornual,
trompa y se libera en la cavidad peritoneal. tapones mucosos o insuficiente cantidad de contras-
te inyectado que pueden simular una obstrucción
Hallazgos normales tubaria (Figura 4.19) (11).
A B
Figura 4.10: A. Esquema de la anatomía normal de las trompas uterinas. Los segmentos tubarios se dividen en intra-
mural, ístmico y ampular. B. Esquema de las estructura de la pared tubaria en los diferentes segmentos.
A B
Figura 4.11: HSGV mostrando la anatomía normal del útero y de las trompas uterinas. A. Imagen en máxima intensidad
de proyección en plano coronal. B. Reconstrucción 3D en plano coronal.
A B
Figura 4.12: A. HSGV mostrando la trompa izquierda normal desplegada con sus tres porciones: intramural, ístmica
y ampular (flechas amarillas), y amplio pasaje de contraste a peritoneo (flecha roja). B. Vista coronal oblicua donde se
visualiza la porción intramural de ambas trompas (flechas).
Capítulo 4 | Anatomía radiológica normal 55
A B
Figura 4.13: A. HSGV mostrando que la trompa uterina izquierda se encuentra desplazada hacia abajo (flecha). B. Con ven-
tana de partes blandas se logra visualizar una masa anexial heterogénea causante del desplazamiento tubario (asterisco).
A B
Figura 4.14: HSGV donde se observa la trompa izquierda dilatada y desplazada hacia arriba (flecha), probablemente por
retracción secundaria a secuelas de proceso inflamatorio pelviano previo. A. Imagen en máxima intensidad de proyección
(MIP), vista coronal. B. Imagen MIP, vista desplegada.
56 Histerosalpingografía Virtual
A B
C
Figura 4.15: A, B. Lucencias cornuales. HSGV donde se visualizan tenues imágenes lineales hipodensas en la región
cornual de ambos lados (flechas). Además, la trompa uterina izquierda se encuentra obstruida. C. Otro estudio de HSGV
normal donde se visualizan las lucencias cornuales (flechas).
Figura 4.16: Trompa normal desplegada. Con los programas de post-procesamiento vasculares se logra desplegar la
trompa uterina en un plano. De esta manera se puede medir con exactitud el diámetro y el área de circunferencia en
cada una de sus porciones.
Capítulo 4 | Anatomía radiológica normal 57
A B
Figura 4.17: A. Pliegues ampulares. HSGV corte axial muestra defectos de relleno lineales y regulares a nivel de la
región ampular de la trompa izquierda (flecha), compatibles con pliegues normales. B. Vista endoscópica donde se visua-
lizan pequeñas imágenes sobre-elevadas correspondientes a pliegues tubarios (flechas).
A B
Figura 4.18: A. Pasaje de contraste a peritoneo. HSGV muestra normal opacificación de la cavidad uterina, de las trom-
pas y con adecuado pasaje de contraste a la cavidad peritoneal en ambos lados. B. Otro caso con permeabilidad tubaria
bilateral y útero con morfología arcuata.
58 Histerosalpingografía Virtual
A B
Figura 4.19: HSGV en una paciente de 26 años con diagnóstico de infertilidad. A. En la primera adquisición se visualiza
opacificación incompleta de la trompa uterina izquierda (flecha). B. En una segunda adquisición se observa normal opacifi-
cación de la trompa izquierda con pasaje de contraste a la cavidad peritoneal (flecha). Se infiere que la causa de la pseudo-
obstrucción podría estar relacionada a espasmo o insuficiente cantidad de contraste administrado.
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Capítulo 5 | Patología cervical 63
Las anormalidades cervicales que pueden ser eva- Las causas de estenosis cervical patológica están
luadas por la Histerosalpingografía virtual (HSGV) relacionadas a sinequias post-quirúrgicas o causas
incluyen diversos tipos de patologías como cambios post-infecciosas.
en el calibre cervical, dilatación o estenosis, sine-
quias e irregularidades parietales con pliegues en- El calibre del cérvix se reduce en forma focal o
grosados, lesiones polipoideas, divertículos y cica- difusa lo cual puede generar trastornos en pacientes
trices de cesárea. Todas ellas constituyen patología que requieran tratamientos de inseminación.
benigna. La patología maligna como el carcinoma
cervical puede ser detectada por la HSGV sólo en El cérvix es difícil de evaluar por las distintas mo-
estadios avanzados y su rol es limitado (1-5). dalidades diagnósticas, especialmente en los estu-
dios de HSG debido a su ubicación, angulación y
A continuación se describen cada una de las diversas superposición con la región cérvico-uterina en situa-
patologías cervicales y se muestran las imágenes típi- ciones de tracción insuficiente (6-8) (Figura 5.1).
cas de las mismas por la HSGV y también, en forma
complementaria, con otros métodos diagnósticos. Sin embargo, con la HSGV, que no requiere trac-
ción ya que posee un software que permite reali-
CÉRVIX ESTENÓTICO zar reconstrucciones bidimensionales y tridimensio-
nales, y así evaluar el cérvix sin sectores ciegos.
El calibre reducido del cérvix puede ser un hallaz- La capacidad de angular el aparato ginecológico
go patológico, aunque en ciertos casos puede deber- en cualquier dirección permite su evaluación desde
se a una variante de la normalidad. cualquier vista (Figura 5.2) (9, 10).
A B
Figura 5.1: Estudio de Histerosalpingografía convencional que muestra superposición parcial del cervix con el sector proximal
del cuerpo uterino debido a insuficiente tracción, no permitiendo una correcta evaluación de todo el aparato ginecológico.
64 Histerosalpingografía Virtual
Las reconstrucciones multiplanares, en máxima En los casos de estenosis focales proximales o dis-
intensidad de proyección (MIP) y volume rendering tales es posible navegar en el lumen cervical normal
(VR) son muy útiles en la detección de la estenosis e identificar con claridad el sitio de la reducción de
cervical. Las imágenes virtuales complementan el calibre (Figura 5.4).
diagnóstico (Figura 5.3) (11, 12).
A B
Figura 5.2: Estudio de HSGV de cervix normal. A, B. Reconstruciones volumen rendering que muestran al cervix desde
distintos ángulos que permiten su correcta evaluación sin necesidad de tracción.
A B C
Figura 5.3: Estudio de HSGV que muestra estenosis cervical (flechas). A. Reconstrucción MIP. B. Reconstrucción VR.
C. Endoscopía virtual.
Capítulo 5 | Patología cervical 65
A B
C D
Figura 5.4: Imágenes endoscópicas de una estenosis cervical. A. Preestenosis. B. En el sitio de la estenosis. C. Post-
estenosis proximal. D. Post-estenosis distal.
HSG: muestra defectos de relleno en la luz cervi- Las sinequias pueden ser localizadas (Figura 5.7)
cal locales o difusos (Figura 5.5). El llenado progre- o difusas (Figura 5.8). La HSGV evalúa su extensión
sivo de la luz es fundamental para no tener falsos a través de las diferentes reconstrucciones.
66 Histerosalpingografía Virtual
A B
Figura 5.5: Sinequias en estudio de HSG. Se observan defectos de relleno, de aspecto irregular a nivel de la luz cervical
compatible con sinequias (flechas).
A B
C D
Figura 5.6: A, B. Reconstrucciones en MIP que muestran defectos de relleno lineales en el centro del canal cervical
(flechas) correspondiente a sinequias. C. Reconstrucción VR: muestra similares hallazgos (flecha). D. Endoscopía virtual:
exhibe tejido irregular sobre pared lateral izquierda (flecha).
Capítulo 5 | Patología cervical 67
A B
C D
Figura 5.7: Sinequias cervicales en estudio de HSGV. A. Imagen axial a nivel del cervix distal que muestra imagen líneal
que trascurre por el centro del mismo (flecha). Dicha línea posee densidad de partes blandas y corresponde a sinequia
endocervical. B. Reconstrucuón MIP que expone un defecto de relleno en la luz cervical adyacente a la pared lateral iz-
quierda (flecha). C. Reconstrucción VR: muestra similares hallazgos (flecha). D. Endocopía virtual: ilustra un tabique que
separa la luz cervical correspondiente a la sinequia (flecha).
68 Histerosalpingografía Virtual
A B
Figura 5.8: Sinequias cervicales extensas en estudio de HSGV. A. Reconstrucción MIP coronal en donde se observa un cer-
vix irregular con defectos de relleno compatibles con sinequias (flecha). B. Reconstrucción VR coronal que exhibe similares
hallazgos (flecha).
Las reconstrucciones VR exhiben el trayecto longi- HSG: permite observar la presencia de lesiones
tudinal de los pliegues correlacionando con los ha- de defectos de relleno si poseen un tamaño consi-
llazgos vistos en las reconstrucciones multiplanares derable (19, 20) (Figura 5.10). Si son de pequeño
y las vistas endoscópicas confirman las formas de tamaño son más difíciles de detectar.
visualización previas (Figura 5.9)
HSGV: exhibe las lesiones polipoideas como un
PÓLIPOS tejido sobreelevado que se proyecta al interior del
cérvix (4, 5, 13). Los de pequeño tamaño reducen
Los pólipos son lesiones elevadas que se encuentran parcialmente la luz (Figura 5.11) mientras que los
con frecuencia en mujeres mayores de 20 años que de mayor tamaño la obstruyen (Figura 5.12).
han tenido hijos. Son raros en mujeres jóvenes que no
han empezado a menstruar. Tienen bordes lisos y ta- Las reconstrucciones multiplanares muestran la
maño variable. Pueden ser únicos o múltiples. La ma- densitometría de partes blandas de los pólipos, so-
yoría de las pacientes presenta un pólipo único. bre las cuales se toman las medidas de los mismos
(Figura 5.13).
Aparecen como respuesta anormal al aumento de
niveles de estrógeno, por inflamación crónica u obs- Las reconstrucciones VR son también muy valio-
trucción de los vasos sanguíneos en el cuello uterino. sas ya que ponen en evidencia el defecto de relleno
Pueden ser asintomáticos o bien producir síntomas en el lugar del pólipo. Las imágenes de endoscopía
tales como: virtual exhiben la vista endoluminal del pólipo.
Capítulo 5 | Patología cervical 69
A B
C D
Figura 5.9: Pliegues engrosados en HSGV. A. Reconstrucción coronal MIP que muestra un pliegue engrosado en el cervix
que se extiende desde el sector proximal hasta el sector distal. B. Reconstrucción coronal VR: muestra hallazgos simila-
res. C, D. Vistas endoscópicas virtuales que ilustran endoluminalmente el pliegue engrosado (flecha).
70 Histerosalpingografía Virtual
A B
Figura 5.10: A, B. HSG con pólipo pediculado cervical. La cabeza del pólipo se proyecta hacia el sector ístmico cervical.
A B
C D
Figura 5.11: Pólipo cervical de gran tamaño. A. Reconstrucción multiplanar: muestra pólipo en cervix (flecha). B. Re-
construcción VR: similares hallazgos. C, D. Vistas endoscópicas virtuales del pólipo.
Capítulo 5 | Patología cervical 71
A B
C D
Figura 5.12: A, B, C. Imágenes coronal, axial y sagital que muestran gran pólipo cervical que obstruye en forma signi-
ficativa la luz del mismo (flechas). D. Endoscopía virtual.
Figura 5.13: Mediciones de pólipo en Reconstrucción multiplanar. Se observa una imagen sobreelevada a nivel de la pared
lateral de la región cervical distal. Se muestra la medición de los diámetros transverso y anteroposterior.
72 Histerosalpingografía Virtual
Los divertículos constituyen herniaciones de la pared La cicatriz de cesárea se localiza en la región íst-
del cérvix que se proyectan sobre cualquiera de sus mico-cervical y en la mayoría de los casos produce
paredes. No representan un hallazgo de importancia. una irregularidad en el sector de la cicatriz, con dila-
taciones de diverso tamaño y adelgazamiento de la
Las herniaciones pueden detectarse por la HSG y pared a ese nivel (Figura 5.16). Estos hallazgos se
la HSGV (1-3). observan correctamente sobre las imágenes sagita-
les en las reconstrucciones multiplanares en donde
HSG: muestra una dilatación focal en una pared se puede medir el espesor de la pared cervical en el
cervical de bordes definidos (Figura 5.14). sitio de la cicatriz. Las reconstrucciones VR ponen en
evidencia las dilataciones post-quirúrgicas y otorgan
HSGV: identifica similares hallazgos a los obser- información volumétrica (1-5).
vados por la HSG, con la ventaja de brindar imáge-
nes tridimensionales y endoscópicas en las cuales La información obtenida en cuanto a la reducción
se puede detectar el cuello del divertículo de forma del espesor de la pared, así como el volumen de
intra-luminal (Figura 5.15). la dilatación podrían brindar una información útil al
ginecólogo en cuanto al mayor o menor riesgo de
complicaciones en un embarazo futuro.
Figura 5.14: Divertículo por HSG. Se observa un divertículo sobre la pared lateral izquierda del cervix (flecha).
Capítulo 5 | Patología cervical 73
A B C
Figura 5.15: Divertículo por HSGV. A. Reconstrucción MIP. Se visualiza divertículo sobre pared lateral izquierda (flecha).
B. Reconstrucción VR. Se identifican similares hallazgos (flecha). C. Vista endoscópica: se observa el cuello diverticular
(flecha).
A B
C D
Figura 5.16: Cicatriz de cesárea por HSGV. A. Reconstrucción multiplanar con espesor de 10 mm que muestra un sector
de dilatación en el sector istmico-cervical (flecha). B. Reconstrucción MIP coronal que señala con mayor claridad dicha
área (flecha). C. Reconstrucción MIP sagital que exhibe el sector de dilatación hacia la cara anterior (flecha). D. Recons-
trucción VR sagital oblicuo que muestra similares hallazgos (flecha).
74 Histerosalpingografía Virtual
cual se basa el tratamiento. La correcta evaluación linfáticos pelvianos y/o lumboaórticos desde la fosa
de cada una de estas fases es determinante para la obturatriz, (vi) infiltración del espacio vésico-cérvico-
conducta terapéutica. vaginal y/o del espacio recto-vaginal y (vii) metásta-
sis a distancia.
El sistema TNM de la American Joint Committee on
Cancer (AJCC) ha sido integrado a los estadios acep- La definición de TNM y la agrupación de los estadios
tados por la FIGO incluyendo los datos del examen han sido actualizados en la 7° edición, reflejando la
físico y del diagnóstico por imágenes (36). nueva estadificación adoptada por la FIGO, la cual ya
no considera el estadio 0 (Tis). Además las lesiones
El informe de los estudios por imágenes deben visibles macroscópicamente, aun con invasión su-
incluir: (i) tamaño del tumor, (ii) profundidad de la perficial, son consideradas como T1b/IB (36).
invasión miocervical, (iii) grado de extensión de la
invasión parametrial (parametrios laterales y utero- En las tablas 5.1 a 5.4 se muestra el sistema ac-
sacros), informando si llega hasta la pared pelviana, tualizado y unificado de estadificación para cáncer
(iv) infiltración vaginal, (v) evaluación de los ganglios de cuello uterino.
Tabla 5.1: Estadificación de cáncer de cuello uterino de acuerdo a los criterios unificados de la AJCC y
FIGO. Tumor Primario (T).
Cat. Estadio
TNM FIGO
T1 I Carcinoma cervical confinado al útero (la extensión al cuerpo no debe ser tenida en cuenta).
Carcinoma invasor diagnosticado sólo mediante microscopía. Invasión del estroma con una
T1a** IA profundidad máxima de 5 mm y una extensión horizontal ≤7 mm. El compromiso del comparti-
mento vascular, venoso o linfático no afecta la clasificación.
T1a2 IA2 Invasión estromal >3 mm y ≤5 mm en profundidad, con una extensión horizontal ≤7 mm.
T1b IB Lesión clínicamente visible confinada al cuello uterino o lesión microscópica mayor que T1a/IA2.
Carcinoma cervical que invade más allá del útero, pero no compromete la pared pélvica o el
T2 II
tercio inferior de la vagina.
T2b IIB Tumor con invasión de parametrios, sin llegar a la pared pelviana.
Tumor que se extiende a la pared pélvica y/o compromete el tercio inferior de la vagina y/o
T3 III
causa hidronefrosis o alteración de la función renal.
T3a IIIA El tumor compromete el tercio inferior de la vagina, sin extensión a la pared pélvica.
T3b IIIB El tumor se extiende a la pared pélvica y/o causa hidronefrosis o alteración de la función renal.
El tumor invade la mucosa de la vejiga y del recto y/o se extiende más allá de la pelvis (el ede-
T4 IVA
ma bulloso no es suficiente para clasificar un tumor como T4).
* FIGO ya no considera el estadio 0 (Tis).
** Todas las lesiones visibles macroscópicamente, aún con invasión superficial, son consideradas como T1b/IB.
76 Histerosalpingografía Virtual
Tabla 5.2: Estadificación de cáncer de cuello Tabla 5.4: Estadificación de cáncer de cuello
uterino de acuerdo a los criterios unificados de la uterino de acuerdo a los criterios unificados de
AJCC y FIGO. Nódulos Linfáticos Regionales (N). la AJCC y FIGO. Estadio anatómico - Grupos
Cat. Estadio pronósticos (FIGO 2008).
TNM FIGO
Estadio T N M
Los ganglios linfáticos regionales Estadio 0* Tis N0 M0
NX
no pueden ser evaluados. Estadio I T1 N0 M0
No hay ganglios linfáticos regionales Estadio IA T1a N0 M0
N0
metastásicos. Estadio IA1 T1a1 N0 M0
Presencia de ganglios linfáticos Estadio IA2 T1a2 N0 M0
N1 IIIB
regionales metastásicos. Estadio IB T1b N0 M0
Estadio IB1 T1b1 N0 M0
Estadio IB2 T1b2 N0 M0
Estadio II T2 N0 M0
Tabla 5.3: Estadificación de cáncer de cuello Estadio IIA T2a N0 M0
uterino de acuerdo a los criterios unificados de la Estadio IIA1 T2a1 N0 M0
AJCC y FIGO. Metástasis a Distancia (M). Estadio IIA2 T2a2 N0 M0
Cat. Estadio Estadio IIB T2b N0 M0
TNM FIGO
Estadio III T3 N0 M0
La clasificación de FIGO define los procedimien- Las ventajas más importantes de la RM y la TCMS
tos diagnósticos que se requieren para la evaluación son la rapidez de adquisición y la alta resolución es-
pre-tratamiento como la biopsia, la conización cer- pacial. La RM posee mayor resolución que la TCMS
vical y la histeroscopía. pero requiere adquirir múltiple planos. La TCMS
utiliza cortes finos de 1mm de espesor que pueden
Los métodos de imágenes no invasivos permiten luego reconstruirse en múltiples planos sin pérdida
visualizar el tumor en estadios avanzados y a su vez de resolución. Sin embargo no posee la misma reso-
observar el compromiso de estructuras adyacentes lución tisular que la RM por lo tanto la información
como la vejiga y el recto. Para ello la Resonancia es mucho más limitada, especialmente con aquellos
Magnética (RM) y Tomografía Computada Multislice estudios de alta resolución (Figura 5.18).
(TCMS) son herramientas útiles ya que permiten vi-
sualizar la lesión y a través de estudios específicos La RM detecta a través de estudios de alta resolu-
como la Colonoscopía virtual o la Urotomografía o ción pequeños cánceres cervicales e invasión de pa-
Uroresonancia observar el compromiso visceral. rametrios (40, 52). La TCMS es el método de elec-
ción para descartar metástasis pulmonares.
La RM permite observar la presencia tumoral, de-
terminar su tamaño, invasión a parametrios y eva- La HSGV no tiene un rol preponderante en el diag-
luar extensión a distancia a través de estudios de nóstico de este tipo de tumor. Puede mostrar hallaz-
alta resolución (Figura 5.17). gos en forma incidental en una paciente que concu-
rre a realizarse un estudio de HSGV por otra causa
La RM y la TCMS son modalidades que permiten la (Figura 5.19).
estadificación pre-operatoria (37-39).
Capítulo 5 | Patología cervical 77
A B
C D
Figura 5.17: RM de pelvis. A, B. Planos sagitales T2 que muestran masa heterogénea en la región cervical que se ex-
tiende hacia el tejido adyacente posterior tomando contacto con la pared anterior del recto. C, D. Planos axiales que
muestran similares hallazgos.
A B
C D
Figura 5.18: A. TCMS, reconstrucción sagital de la pelvis que muestra útero con aumento de tamaño de la región cer-
vical. B. TCMS, vista axial. Se observan similares hallazgos. C. RM plano sagital T2. Se observa masa heterogénea en
cervix ligeramente hiperintensa con pequeñas áreas hiperintensas focales. D. RM plano axial. Se observa masa cervical
que toma contacto con la pared anterior del recto.
Figura 5.19: HSGV de cáncer de cervix. Se observa irregularidad luminal en la región cervical (flecha).
Capítulo 5 | Patología cervical 79
realiza mediante un catéter muy fino en el que se por dos líneas que pasan por el eje longitudinal del
colocan los embriones seleccionados y se introduce canal cervical y uterino, la posición del útero, y la
por vía vaginal a través del canal cervical hasta la presencia de variantes anatómicas y de patología
cavidad uterina (53). La evaluación de la anatomía cervical. Los hallazgos de la HSGV fueron comparados
del cuello y del endocérvix es fundamental para de- con la prueba cervical y el grado de correlación fue
terminar el éxito y la factibilidad del procedimiento. calculado mediante el método kappa de Cohen. Para
La prueba cervical de transferencia se realiza en for- el análisis se consideraron dos grupos: pacientes con
ma rutinaria antes de la transferencia embrionaria. prueba cervical normal cuando el canal cervical fue
Consiste en el paso a través del canal cervical de un permeable y aquéllas con prueba cervical anormal,
catéter de transferencia que se introduce hasta el ter- cuando el canal cervical no fue permeable, cuando
cio superior de la cavidad endometrial. Permite cono- hubo algún grado de resistencia al paso del catéter o
cer las características del canal endocervical y puede cuando no se logró el contacto con el fondo uterino.
realizarse mediante guía ecográfica para observar Para calcular las diferencias entre ambos grupos se
exactamente el sitio donde se colocan los embriones. utilizó la prueba t de Student cuando la distribución
Existe una menor frecuencia de complicaciones y di- de la variable fue normal.
ficultades durante el procedimiento de transferencia
embrionaria y una mejor tasa de éxito de embarazo e Se observó una buena correlación (r = 0,92) en
implantación en pacientes que se realizaron la prue- la evaluación de la permeabilidad del cuello uterino
ba cervical previa a la transferencia (54). entre ambos métodos. En el 65% de las pacientes,
la prueba cervical fue exitosa y no traumática (nor-
Una transferencia embrionaria puede resultar di- mal). En este grupo de pacientes, la HSGV mostró
fícil si se asocia a un procedimiento traumático. Las un canal cervical normal en el 92% de los casos.
causas que pueden producir esta dificultad incluyen El ángulo cérvico-uterino promedio fue de 132° (Fi-
la presencia de estenosis cervical, pólipos o sin- gura 5.20); y en el 95% de las pacientes de este
equias endocervicales, la necesidad de utilizar una grupo, el ángulo cérvico-uterino fue mayor a 90°.
pinza de tracción o la provocación de hemorragia al En el 8% de los casos con prueba cervical normal,
cateterizar. Una transferencia traumática se asocia la HSGV demostró 3 pólipos cervicales menores de
a bajas tasas de embarazo y a un incremento de 5 mm y 2 sinequias que no provocaban estenosis de
implantes ectópicos. En casos de que la prueba cer- la luz cervical.
vical determine que la transferencia corre riesgo de
ser dificultosa, se puede realizar una evaluación his- En el 35% de las pacientes, la prueba cervical fue
teroscópica del canal cervical y tratar algunas cau- considerada anormal. En este grupo, la HSGV mos-
sas corregibles como estenosis del canal o pólipos tró 5 pólipos cervicales (Figura 5.21), 6 sinequias
cervicales (55). (Figura 5.22), y 3 con canal cervical sinuoso (Fi-
gura 5.23). El ángulo cérvico-uterino promedio fue
En nuestro centro se evaluó la utilidad de la HSGV de 76° (Figura 5.24). Hubo dos pacientes donde la
en pacientes que requerían transferencia embrionaria. HSGV fue normal y no se pudo identificar la proba-
Para ello se comparó la prueba del catéter cervical ble causa de prueba cervical anormal.
con la HSGV en la evaluación del cérvix antes de la
transferencia embrionaria. No hubo diferencias significativas en el calibre ni
en la longitud del canal cervical entre ambos grupos,
Se estudiaron 100 pacientes con antecedentes de aunque se identificó una paciente con prueba cervi-
infertilidad. El día del examen, un ginecólogo realizó cal anormal y estenosis cervical.
la prueba del canal cervical con un catéter de Wallace.
Luego se realizó una HSGV con un tomógrafo de 256 Se pudo concluir que existe una buena correlación
cortes. Las imágenes tomográficas fueron evaluadas entre la HSGV y la prueba de catéter cervical en la
por un radiólogo, y se determinaron la permeabilidad evaluación de la permeabilidad del cuello uterino. La
del cuello uterino mediante el pasaje del contraste HSGV proporciona además información anatómica
a la cavidad endometrial, el calibre y la longitud del útil para identificar la causa probable del fracaso de
canal cervical, el ángulo cérvico-uterino determinado la transferencia de embriones.
80 Histerosalpingografía Virtual
Figura 5.20: Reconstrucción sagital MIP: se muestra la angulación que poseen el cuerpo y cuello uterino de 151º.
A B
Figura 5.21: A. Reconstrucción sagital MIP: se observa defecto de relleno en cervix compatible con pólipo (flecha).
B. Reconstrucción Volume Rendering vista coronal: se identifica claramente el pólipo (flecha).
A B
Figura 5.22: A. Reconstrucción coronal MIP: se observa irregularidad en cervix con imagen lineal hipodensa compatible
con sinequia (flecha). B. Endoscopía virtual: se observa tejido que se extiende desde pared anterior a posterior (flecha).
Capítulo 5 | Patología cervical 81
A B
Figura 5.23: Cervix sinuoso (flechas). A. Reconstrucción MIP sagital en positivo. B. Reconstrucción MIP sagital en negativo.
Figura 5.24: Reconstrucción multiplanar sagital: se observa ángulo ístmico cervical reducido.
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Capítulo 6 | Patología de la cavidad uterina 85
Las causas de infertilidad por factor uterino po- La sonohisterografía es un examen menos invasivo
seen una prevalencia del 10%. que la HSG que permite evaluar la cavidad uterina
adecuadamente a través de la instilación de solución
El útero participa en funciones claves en el proceso fisiológica (21). Sin embargo, no es ampliamente
reproductivo que involucran el transporte espermá- utilizada ya que no brinda información del cérvix
tico, la implantación embrionaria y la nutrición fetal. ni de las trompas uterinas por lo cual es necesario
Es por ello que las anomalías uterinas congénitas y complementarla con otros métodos diagnósticos.
adquiridas tales como variantes anatómicas (útero
unicorne, bicorne, septado, etc.), pólipos endome- La resonancia magnética es un estudio que se utiliza
triales, sinequias intrauterinas y miomas pueden in- fundamentalmente para el diagnóstico de las malfor-
fluir negativamente sobre la fertilidad (1-7). maciones uterinas (22-24). No obstante, no permite
evaluar en forma asociada la patología intra-luminal
La patología uterina se clasifica en patología in- así como tampoco brinda información tubaria.
traluminal y patología mural. La intraluminal incluye
diversas alteraciones que pueden encontrarse en el La histeroscopía es el método gold standard para la
interior de la cavidad uterina. En el presente capítu- evaluación del útero, con la desventaja de que requiere
lo se tratan las mismas en forma exclusiva. anestesia (25). Es un método diagnóstico y terapéuti-
co. Se lo utiliza comúnmente para confirmar hallazgos
Existen diversos métodos diagnósticos para la eva- sospechosos en otros medios diagnósticos (26).
luación de la cavidad uterina como la histerosalpin-
gografía convencional (HSG) (8-11), la sonohistero- Actualmente está disponible una nueva herramien-
grafía (12-14), la resonancia magnética (15, 16) y la ta diagnóstica no invasiva, la histerosalpingografía
histeroscopía (17, 18). Las tres primeras modalidades virtual (HSGV) (2,5). La misma brinda, en escasos
son exclusivamente diagnósticas mientras que la his- segundos y con muy baja dosis de radiación, exce-
teroscopía es un estudio diagnóstico y terapéutico. lente información del útero y permite, en forma si-
multánea, evaluar el cérvix, las trompas y la patolo-
La HSG es el método más comúnmente utilizado gía asociada intrapélvica.
en el estudio de las pacientes infértiles ya que es
de fácil realización y bajo costo. Sin embargo, es Dentro de la patología intra-luminal existen diversas
un método relativamente invasivo ya que requiere alteraciones que pueden hallarse en el interior del útero:
un pinzamiento del cuello uterino con el objetivo de • Sinequias.
fijar la cánula a través de la cual se instilará el con- • Secuelas de infecciones endometriales.
traste endouterino (19, 20). A ello se le agrega la • Otros procesos endometriales:
necesidad de efectuar tracción en el momento de • Hipoplasia.
adquirir las imágenes para desplegar las estructu- • Pólipos endometriales.
ras del aparato ginecológico y evitar superposición • Adenomiosis.
de las mismas que impidan visualizar y detectar • Neoplasias:
la patología. La invasividad de este procedimiento • Miomas submucosos.
conlleva posibles complicaciones como sangrado, in- • Carcinoma de endometrio.
fecciones y reacciones vasovagales por el disconfort • Dispositivos intrauterinos.
intra-estudio. • Cambios postquirúrgicos.
86 Histerosalpingografía Virtual
Las manifestaciones clínicas suelen ser trastornos Las reconstrucciones en máxima intensidad de pro-
menstruales como amenorrea, oligomenorrea, abor- yección (MIP) pueden exhibir sectores de irregulari-
tos a repetición, infertilidad o parto prematuro. dad de la pared uterina, aunque constituyen la for-
ma de reconstrucción que brinda menor información
La Sociedad Americana de Fertilidad y Medicina para la valoración de esta patología (Figura 6.8).
Reproductiva clasifica a las sinequias de acuerdo a
los hallazgos observados en los estudios radiológi- Las reconstrucciones volume rendering muestran
cos, histeroscópicos y cambios menstruales deter- sectores de defectos de relleno en el sitio de locali-
minando de acuerdo a los mismos la severidad de zación de las sinequias (Figura 6.9).
las mismas.
La endoscopía virtual expone lesiones endolumina-
Las pacientes se presentan con disfunción mens- les que se proyectan hacia la luz de la cavidad uterina
trual, infertilidad, abortos a repetición o complicacio- con forma irregular que reducen la luz de la misma.
nes post-embarazo. La asociación de infertilidad y sin- El menor o mayor compromiso de la cavidad depende
equias se conoce como Sindrome de Asherman (30). de la extensión de las sinequias (Figura 6.10).
Los métodos diagnósticos útiles para su diagnósti- Se extraen las sinequias y luego se administran
co son HSG, HSGV e histeroscopía (31-37). antibióticos en forma post-operatoria por una se-
mana. En el post-operatorio se suministran estró-
• HSG: las sinequias uterinas se observan como de- genos dos veces por día durante 30 días y luego
fectos de relleno que distorsionan la morfología de la medroxyprogesterona durante 7 días consecutivos.
cavidad uterina. Poseen forma irregular, angulada y En general, luego del mes de tratamiento se observa
no presentan movilidad (Figura 6.1). Se diferencian mejoría de la morfología uterina y de los síntomas
fácilmente de los pólipos endometriales ya que los aunque la tasa de fertilidad no se modifica en forma
mismos poseen bordes regulares (38) (Figura 6.2). significativa (41, 42).
Capítulo 6 | Patología de la cavidad uterina 87
A B
C
Figura 6.1: A, B, C. Sinequias uterinas por HSG. Se observan múltiples defectos de relleno en la cavidad uterina con
bordes irregulares (flechas) compatibles con sinequias.
A B
Figura 6.2: Pólipos uterinos por HSG. A. Pólipo pequeño en la pared lateral derecha de la silueta uterina (flecha). B. Pólipo
de gran tamaño en el sector medial de la cavidad uterina (flecha).
88 Histerosalpingografía Virtual
A B
C
Figura 6.3: Sinequias en fondo uterino adyacente al cuerno izquierdo. A. Reconstrucción MIP en vista coronal que mues-
tra una imagen lineal (flecha) a nivel del fondo uterino compatible con sinequia. B. Reconstrucción VR que ilustra simila-
res hallazgos (flecha). C. Vista virtual hacia el fondo uterino que exhibe una banda lineal que une las paredes anterior y
posterior del útero (sinequia) (flecha).
Capítulo 6 | Patología de la cavidad uterina 89
A B
C D
Figura 6.4: Sinequias en cuerpo uterino. A. Reconstrucción sagital MIP, que muestra un útero en anteversoflexión, el
cual presenta mútiples imágenes de defecto de relleno en su interior compatibles con sinequias (flechas). B. Endoscopía
virtual que ilustra lesiones endoluminales. C, D. Reconstrucciones VR en distintas vistas que exhiben irregularidades en
las paredes correspondientes a las sinequias (flechas).
A B
Figura 6.5: Sinequias uterinas. A. Reconstrucción coronal MIP, que muestra útero con bordes irregulares (flecha) debido
a la presencia de sinequias. B. Reconstrucción VR que ilustra similares hallazgos.
90 Histerosalpingografía Virtual
A B
Figura 6.6: Sinequias difusas. A, B. Reconstrucciones MIP en distintas vistas que muestran un útero bicorne con DIU en
cuerno izquierdo (flecha). Se observan múltiples defectos de relleno intraluminal en cuerpo y sector proximal de ambos
cuernos compatibles con sinequias difusas.
A B
C D
Figura 6.7: Sinequias difusas. A. Reconstrucción coronal multiplanar que muestra útero con un tejido intraluminal en
los sectores proximal y medio compatible con sinequias. B. Reconstrucción coronal MIP que exhibe un útero de forma
irregular con defectos intraluminales (flecha). C, D. Imágenes de endoscopía virtual que ilustra útero con pared irregular
debido a las sinequias difusas (flechas).
Capítulo 6 | Patología de la cavidad uterina 91
Figura 6.8: Reconstrucción MIP para la evaluación de sinequias. Las imágenes en MIP poseen limitaciones para idetificar
patología intraluminal como sinequias, pólipos, etc. Su utilidad es principalmente para la evaluación de las trompas.
Figura 6.9: Reconstrucción VR para la evaluación de sinequias. La reconstrucción es ideal para la valoración de esta
patología ya que el sitio de ubicación de las sinequias muestra áreas de defecto de relleno. Sumado a la información con
respecto a la morfología de las mismas ayuda a hacer un diagnóstico preciso.
Figura 6.10: Endoscopía virtual para la evaluación de sinequias. Ofrece imágenes intraluminales que brindan la localiza-
ción, extensión y compromiso de dicha patología.
92 Histerosalpingografía Virtual
A B
C D
Figura 6.11: A, B. Reconstrucciones MIP: se observa útero totalmente deformado, con bordes irregulares debido a si-
nequias extensas. C. Reconstrucción VR: ilustra similares hallazgos. D. Endoscopía virtual: cavidad uterina reducida por
tejido que la obstruye.
Capítulo 6 | Patología de la cavidad uterina 93
Es una patología que puede observarse en pacien- • Ecografía: muestran un endometrio engrosado ma-
tes jóvenes debido a disfunción ovárica o por el uso yor de 10 mm (Figura 6.14). Pueden observarse tu-
de anticonceptivos orales, aunque es más frecuente mores ováricos productores de estrógenos asociados.
en mujeres mayores con menopausia prematura.
• HSGV: expone un endometrio irregular que se
El endometrio atrófico produce una irregularidad aprecia en las reconstrucciones multiplanares, volu-
difusa de las paredes uterinas. men rendering y endoscopías virtuales.
Los métodos para su diagnóstico son HSG y HSGV. Reconstrucciones multiplanares: se observan már-
genes irregulares de la luz. Impresiona como un en-
• HSG: Muestra un útero con irregularidades difusas dometrio con poliposis difusa en donde no existe una
parietales y aspecto espiculado (46, 47) (Figura 6.12). lesión preponderante sino múltiples lesiones elevadas
que se proyectan a la luz (Figura 6.15).
• HSGV: Las diversas formas de reconstrucción bi-
dimensional y tridimensional muestran un útero con Volume rendering: exhibe márgenes uterinos irre-
paredes espiculadas difusas (39, 40) (Figura 6.13). gulares, asociados con frecuencia a una cavidad re-
Estas irregularidades pueden también identificarse ducida por la hipertrofia endometrial (Figura 6.16).
en forma endoluminal a nivel de todas las paredes.
Endoscopía virtual: expone una cavidad uterina
pequeña con márgenes irregulares con mucosa de
aspecto polipoideo difuso (Figura 6.17).
A B
C D
Figura 6.13: Útero hipoplásico por HSGV. A, B. Reconstrucciones MIP en distintas vistas que muestran un útero de
pequeño tamaño de bordes irregulares. C. Reconstrucción VR que ilustra similares hallazgos. D. Endoscopía virtual que
ejemplifica bordes endoluminales con irregularidades.
Figura 6.14: Ecografía transvaginal de endometrio hiperplásico. Se observa corte longitudinal del útero con endometrio
engrosado, que alcanza los 14 mm de espesor (flecha).
Capítulo 6 | Patología de la cavidad uterina 95
A B
Figura 6.15: Reconstrucción multiplanar de un endometrio hiperplásico. A. Reconstrucción coronal con ventana de par-
tes blandas. B. Reconstrucción sagital con ventana de partes blandas que muestra una cavidad uterina irregular.
Figura 6.16: Imagen VR de un endometrio hiperplásico. Se identifica útero con borde y paredes irregulares a expensas
del endometrio engrosado.
Figura 6.17: Endoscopía virtual de un endometrio hiperplásico. Se observa una cavidad irregular a expensas de paredes
con imágenes sobreelevadas difusas (flechas).
96 Histerosalpingografía Virtual
Pólipos endometriales rara vez malignizan. Sólo un 0,5% de los casos pue-
de corresponder a carcinoma endometrial (50-52).
Los mismos constituyen sobre-elevaciones focales
del endometrio. Contienen glándulas, estroma fibroso En cuanto a la morfología los hay sésiles (Figura
y vasos. Ocurren con mayor frecuencia en la 5º dé- 6.18) o pediculados (Figura 6.19). Los pediculados
cada. Su crecimiento es hormono-dependiente. Se pueden inclusive protruir a través del orificio cervical
estima que afectan a un 11%-24% de las mujeres in- interno (Figura 6.24).
fértiles (49).
Aparecen como únicos (Figura 6.20) o múltiples
Como factores de riesgo se encuentran la edad, (Figura 6.21). En un 75% de los casos son únicos.
la hipertensión arterial, la diabetes y el tratamiento
hormonal con Tamoxifeno entre otros. Su tamaño es variado, desde escasos milímetros
(Figura 6.22) hasta alcanzar un par de centímetros
Los pólipos pueden ser asintomáticos o bien aso- (Figura 6.23).
ciarse a sangrado uterino. Son lesiones benignas y
A B
C D
Figura 6.18: Pólipo sésil. A. Imagen axial en ventana de partes blandas que muestra lesión elevada en cara anterior de
cuerpo uterino compatible con pólipo sésil (flecha). B, C. Reconstrucciones multiplanares con ventana de partes blandas
en planos coronal y sagital respectivamente que ilustran lesión polipoidea a nivel del cuerpo uterino (flecha). D. Endos-
copía virtual que exhibe el pólipo endoluminalmente (flecha).
Capítulo 6 | Patología de la cavidad uterina 97
A B
Figura 6.19: Pólipo pediculado. A. Reconstrucción multiplanar con ventana de partes blandas en plano sagital que mues-
tra un pólipo pediculado. La cabeza del mismo se dirige al fondo uterino. B. Endoscopía virtual que muestra la morfología
del mismo desde el cervix.
A B
C D
Figura 6.20: Pólipo endometrial único (flechas). A. Reconstrucción multiplanar con ventana de partes blandas en plano coronal
que muestra lesión elevada única a nivel del fondo uterino adyacente al cuerno izquierdo compatible con pólipo. B. Reconstruc-
ción multiplanar con ventana de partes blandas en plano coronal con espesor de 10 mm que ilustra similares hallazgos. C. Re-
construcción VR que ilustra similares hallazgos. D. Endoscopía virtual. Se observa claramente la lesión elevada endoluminal.
98 Histerosalpingografía Virtual
A B
Figura 6.21: Pólipos endometriales mútiples. A. Reconstrucción MIP que muestra útero de forma conservada sin eviden-
cia de otros hallazgos. Esta reconstrucción no visualiza correctamente las lesiones endoluminales. B. Reconstrucción VR
que ilustra la presencia de dos lesiones elevadas de pequeño y gran tamaño (flechas) a nivel de la pared uterina cercana
al cuerno derecho.
A B
C D
Figura 6.22: Pólipo endometrial milimétrico. A. Imagen axial con ventana de partes blandas que muestra lesión elevada en la
pared lateral izquierda del útero (flecha) compatible con pólipo. B, C. Reconstrucciones MIP y VR en plano coronal que muestran
pequeño defecto en la pared lateral izquierda (flecha). D. Endoscopía virtual que muestra endoluminalmente el pólipo (flecha).
Capítulo 6 | Patología de la cavidad uterina 99
A B
C
Figura 6.23: Pólipo endometrial de gran tamaño. A. Reconstrucción sagital con ventana de partes blandas que muestra
gran lesión elevada en pared anterior (flecha) compatible con pólipo. B. Reconstrucción VR en plano sagital oblicuo que ilus-
tra gran defecto de relleno en cara anterior (flecha). C. Endoscopía virtual que ilustra endoluminalmente el pólipo (flecha).
El diagnóstico de esta patología puede realizarse destacar que la HSG no brinda información de la pa-
con los siguientes métodos diagnósticos: ecografía, red uterina sino únicamente de la luz.
HSG, HSGV e histeroscopía (53).
• HSGV: esta modalidad posee diversas formas de re-
• Ecografía: muestran un engrosamiento inespecífi- construcción (bidimensionales, tridimensionales y en-
co o bien una masa intracavitaria única o múltiple ro- doscópicas) que permiten no sólo visualizar una lesión
deada de líquido o endometrio normal (Figura 6.24). intrauterina sino también caracterizarla (34, 35, 56).
• HSG: exhibe defecto de relleno único (Figura 6.25) o Las reconstrucciones multiplanares con ventana de
múltiple (Figura 6.26). Es fundamental realizar un lle- partes blandas muestran a los pólipos como lesiones
nado progresivo de la cavidad uterina con el fin de no elevadas de la pared uterina que se proyectan hacia
perder la visualización de pequeñas lesiones (54,55). la cavidad con densidad de partes blandas (Figura
6.27). En ciertos casos se observan burbujas aéreas
En ciertos casos requiere otro método diagnóstico intrauterinas que también se proyectan hacia la ca-
para definir si ese defecto corresponde a un pólipo o vidad endometrial pero poseen densidad aérea, lo
bien a un mioma con proyección submucosa. Cabe que facilita su diagnóstico diferencial (Figura 6.28).
100 Histerosalpingografía Virtual
Figura 6.24: Pólipo endometrial por ecografía. Imagen redondeada hiperecogénica en sector medio del endometrio (flecha).
Figura 6.25: Pólipo endometrial por HSG. Se observa defecto de relleno redondeado a nivel del cuerpo uterino adyacente
al fondo y cercano al cuerno derecho (flecha) compatible con pólipo.
Figura 6.26: Pólipos endometriales por HSG. Se observan múltiples defectos de relleno de diversos tamaños a nivel de
la cavidad uterina compatible con poliposis uterina (flechas).
Capítulo 6 | Patología de la cavidad uterina 101
A B
Figura 6.27: Pólipos endometriales por HSGV. A, B. Reconstrucciones sagital y coronal con ventana de partes blandas
que muestran lesiones elevadas de distinto tamaño (flechas) compatibles con pólipos endometriales.
A B
C
Figura 6.28: Burbuja aérea. A, B. Reconstrucciones multiplanares coronal y sagital que muestran burbuja área en cuer-
no uterino izquierdo (flecha). La densidad de la burbuja es típica de aire y permite diferenciarla claramente de un pólipo
uterino. C. Endoscopía virtual. Ilustra una lesión elevada que puede confundir con pólipo, para ello se requiere utilizar las
otras formas de evaluación (flecha).
102 Histerosalpingografía Virtual
Las reconstrucciones MIP no resultan de mucha uti- En otro trabajo randomizado prospectivo, Pérez-
lidad en la evaluación de la patología intraluminal ute- Medina y cols. (57) evaluaron el efecto de la poli-
rina ya que en la mayoría de los casos no muestran pectomía en pacientes infértiles previo a la insemi-
las lesiones intrauterinas (Figura 6.29). Se usan con nación intrauterina (IIU). Observaron que la tasa de
mayor frecuencia para evaluar las trompas uterinas. embarazo fue del 64% en el grupo de polipectomía
en comparación con el 28,8% en el grupo control
Las reconstrucciones VR son de suma utilidad para (P<0,0001). El 65% de los embarazos que suce-
el diagnóstico de pólipos endometriales ya que mues- dieron en los primeros 3 meses post-cirugía fueron
tran defectos de relleno en el sitio donde se localizan espontáneos antes de iniciar las IIU, por lo cual se
y esto permite confirmar los hallazgos identificados concluyó que los pólipos ejercen una influencia ne-
en las reconstrucciones multiplanares (Figura 6.30). gativa sobre la fertilidad.
Por último las imágenes endoscópicas virtuales El tratamiento consiste generalmente en la extir-
son las que muestran el o los pólipos con vistas en- pación del pólipo, polipectomía, y suele realizarse
doluminales. Las vistas pueden tener orientación mediante histeroscopía.
desde el cérvix hacia el fondo uterino (Figura 6.31)
o desde el fondo hasta el cérvix. En ellas es posible Otra forma de eliminar los pólipos, de pequeño ta-
evaluar el tamaño y la morfología del pólipo. maño, es raspando la cavidad uterina (curetaje).
Figura 6.29: Reconstrucción MIP. Se observa con dificultad un defecto de relleno en cuerpo uterino (flecha).
Capítulo 6 | Patología de la cavidad uterina 103
A B C
Figura 6.30: Pólipos endometriales. A. Reconstrucciones multiplanares. B. Reconstrucción VR. C. Endoscopía virtual.
Figura 6.31: Endoscopía virtual por HSGV. Se observa lesión sobrelevada endoluminal compatible con pólipo.
• HSG: muestra un útero con paredes irregulares y Las vistas endoscópicas exhiben los cuellos de las
sectores de dilataciones glandulares que se localizan dilataciones en forma endoluminal (Figura 6.34).
en sector superior y fondo del mismo (Figura 6.33).
Figura 6.33: Adenomiosis por HSG. Se observa útero con bordes espiculados predominantemente en el fondo. Proyec-
ciones glandulares a la pared miometrial (flecha).
Capítulo 6 | Patología de la cavidad uterina 105
A B
C
Figura 6.34: Adenomiosis por HSGV. A. Reconstrucción MIP que muestra dilatación glandular única a nivel del sector me-
dial del fondo uterino compatible con foco de adenomiosis (flecha). B. Reconstrucción VR que muestra similares hallazgos
(flecha). C. Endoscopía virtual. Se observa en el fondo uterino el cuello diverticular en el sector medial (flecha).
Es el cáncer ginecológico más frecuente en países • HSG: dependiendo del tamaño del tumor se evi-
desarrollados. La edad promedio es 60 años (62,63). dencia un defecto de relleno irregular focal o difuso
El 75% de los casos se presentan en período post- en casos de carcinomas avanzados.
menopáusico y 25% en período peri-menopáusico
(5% en menores de 40 años). • HSGV: se demuestra una masa de tamaño varia-
ble y bordes irregulares que protruye hacia la ca-
Los factores de riesgo más frecuentes son: nu- vidad uterina. Posee densidad de partes blandas,
liparidad, menopausia tardía, obesidad, diabetes y pudiendo ser heterogénea debido a la presencia de
tratamiento con estrógenos sin oposición. áreas de necrosis o hemorragia. Puede comprome-
ter la pared uterina.
106 Histerosalpingografía Virtual
DISPOSITIVOS INTRAUTERINOS lograr la ubicación exacta del dispositivo para una ex-
tracción segura.
Los dispositivos intruterinos (DIU) se utilizan para
prevenir embarazos. Existe una variedad de ellos, Los métodos que brindan esa información son: la
algunos de los cuales poseen medicación hormonal ecografía, HSG y HSGV. Éstos permiten evaluar la
que reduce la tasa de sangrado menstrual. Su uso localización exacta y determinar la integridad del
puede asociarse a complicaciones como retención DIU que se observa con alta densidad dentro de la
intrauterina, sangrado, endometritis, salpingitis y luz uterina (Figura 6.35). Es posible medir la distan-
perforación uterina (64, 65). cia al fondo de la pared uterina.
La endometritis y la salpingitis pueden producir ad- La histeroscopía se utiliza para la extracción del
herencias y posteriormente asociarse a infertilidad. DIU que migró hacia el miometrio, mientras que, si
existe perforación de la pared uterina, se requiere
En los casos en los cuales pudo haber desplaza- una laparoscopía para su remoción.
miento del DIU con localización posterior, es necesario
A B
C D
Figura 6.35: DIU intrauterino. A. Imagen axial con ventana de partes blandas que muestra un DIU intrauterino (fle-
cha). B, C. Reconstrucciones MIP en distintas proyecciones que muestran el DIU. D. En la reconstrucción VR el DIU no
es identificado.
Capítulo 6 | Patología de la cavidad uterina 107
A B
Figura 6.36: Cicatriz de cesárea por HSG. A, B. Se observan en diferentes vistas de HSG dilataciones en la región
istmico-cervical compatibles con cicatriz de cesárea (flechas).
108 Histerosalpingografía Virtual
Se observó que las pacientes con cesárea previa Después de la realización de los estudios de HSGV
poseían un espesor parietal de 5,3 mm, mientras que la paciente se efectuó una cirugía en la cual se con-
las del grupo control el espesor fue de 11,5 mm. firmó el diagnóstico y se reparó la fístula.
Hubo un caso de una paciente con una compli- Cabe mencionar que la importancia de un diagnós-
cación post-quirúrgica identificándose una fístula tico preciso en este tipo de pacientes permite saber
uterina. Dicha paciente presentaba un espesor mio- con exactitud la integridad del sector de la cicatriz,
metrial de 2 mm y con un sector de discontinuidad el espesor de la pared y la toma de decisión de un
de 1 mm a través del cual se observaba filtración de embarazo seguro. Véase también Capítulo 10.
contraste hacia la cavidad peritoneal.
A B
C
Figura 6.37: Útero unicorne con cicatriz de cesárea. A, B. Reconstrucciones MIP en plano axial y sagital que ilustran un
útero unicorne con cicatriz de cesárea (flechas). C. Reconstrucción VR sagital que exhibe similares hallazgos (flecha).
Capítulo 6 | Patología de la cavidad uterina 109
A B
Figura 6.38: Útero con cicatriz de cesárea (flechas). A. Reconstrucción MIP en plano coronal que muestra cicatriz de
cesárea. B. Reconstrucción VR en plano coronal que exhibe similares hallazgos.
A B
C D
Figura 6.39: Útero con cicatriz de cesárea (flechas). A. Imagen axial con ventana de partes blandas. B, C. Reconstruc-
ciones MIP en distintas proyecciones. D. Reconstrucción VR en plano sagital oblicuo que ilustra similares hallazgos.
110 Histerosalpingografía Virtual
A B
Figura 6.40: Útero con cicatriz de cesárea. A, B. Reconstrucciones MIP en proyección sagital que muestran la cicatriz
de cesárea y sus diámetros (flechas).
A B
C D
Figura 6.41: Útero con cicatriz de cesárea. Medición de su volumen. A. Reconstrucción MIP en proyección coronal que
muestra la cicatriz de cesárea (flecha). B. Reconstrucción VR en plano coronal que ilustra similares hallazgos (flecha). C,
D. Reconstrucciones MIP en distintas proyecciones que muestran la medición del volumen de la cicatriz de cesárea.
Capítulo 6 | Patología de la cavidad uterina 111
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Capítulo 7 | Patología de la pared uterina 115
Clasificación
Teniendo en cuenta el número:
- Únicos.
La clasificación tradicional de los miomas se basa
- Múltiples.
en la localización del tumor en el espesor de la pared
uterina y los divide en submucosos, intramurales y
Teniendo en cuenta su disposición: subserosos (Figura 7.3).
- Sésil.
- Pediculado. Miomas submucosos
Tabla 7.2: Procesos degenerativos del mioma. Tabla 7.3: Clasificación de los miomas submucosos.
mencionan las dos clasificaciones propuestas para yección en la superficie serosa debe ser menor del
diferenciar a los leiomiomas submucosos en base al 50% de su volumen. Cuando son de gran tamaño
componente intramural del tumor, de importancia al generan un importante aumento del útero, el cual
momento de decidir la técnica quirúrgica y de prever adquiere un aspecto lobulado y globuloso, con dis-
el éxito del procedimiento (Figura 7.4) (11, 12). torsión de su morfología (13).
Los miomas intramurales o intersticiales están lo- Los miomas subserosos crecen hacia la superficie
calizados en el espesor del miometrio y no distor- externa del útero, y más del 50% del volumen del
sionan la cavidad endometrial. Pueden sin embargo mioma debe sobresalir de la superficie serosa. Pue-
deformar el contorno uterino externo, pero la pro- den adoptar una configuración sésil o pediculada.
A B
C D
Figura 7.1: Miomatosis uterina. Útero aumentado de tamaño, globuloso, con áreas de calcificación (flechas amarillas) y
degeneración hialina (flechas rojas). Imágenes de tomografía computada. A, B. Cortes en plano axial. C. Reconstrucción
multiplanar en plano sagital. D. Reconstrucción multiplanar en plano coronal.
118 Histerosalpingografía Virtual
A B
C D
Figura 7.2: Mioma subseroso a nivel de la pared anterior del útero, con signos de necrosis (flechas). Estudio de HSGV.
A. Imagen en máxima intensidad de proyección (MIP) en plano axial. B. Imagen MIP en plano sagital. C. Imagen MIP en
plano coronal. D. Imagen de endoscopía virtual. Dada la localización subserosa, la cavidad uterina no muestra alteraciones.
A B
Figura 7.4: Miomas submucosos. A. Clasificación de Wamsteker. B. Clasificación de Labastida.
A B
C D
Figura 7.5: Resonancia magnética de pelvis ginecológica que muestra un núcleo miomatoso submucoso (flechas). A. Ima-
gen en plano axial ponderada en T1. B. Imagen en plano axial ponderada en T2 con saturación grasa. C. Imagen en plano
axial ponderada en T2. D. Imagen en plano sagital ponderada en T2.
A B
C D
E F
Figura 7.7: Mioma submucoso a nivel de la pared anterior del útero (flechas). Estudio de HSGV. A. Imagen en máxima
intensidad de proyección (MIP) en plano coronal. B. Imagen MIP en plano sagital. C. Reconstrucción 3D en plano sagital.
D. Reconstrucción 3D en plano coronal, vista anterior. E, F. Imágenes de endoscopía virtual.
122 Histerosalpingografía Virtual
A B
C D
Figura 7.8: Resonancia magnética de pelvis ginecológica. Útero bicorne, con presencia de pequeños miomas subserosos
(flechas amarillas) e intramurales (flechas rojas). A. Imagen en plano axial ponderada en T2. B. C. Imágenes en plano
coronal ponderadas en T2. D. Imagen en plano sagital ponderada en T2.
Figura 7.9: Corte sagital de ecografía transvaginal donde se aprecia un pequeño mioma intramural anterior (flecha ama-
rilla) y un mioma intramural que contacta con la serosa a nivel del fondo uterino (flecha roja).
Capítulo 7 | Patología de la pared uterina 123
Figura 7.10: Corte sagital de sonohisterografía donde se aprecia la extensión intracavitaria de un mioma submucoso (flecha).
A B
Figura 7.11: Ecografía transvaginal donde se aprecia un mioma submucoso (flechas amarillas). Nótese el desplazamien-
to de la interfaz endometrio-miometrial (flecha roja). A. Corte coronal. B. Corte sagital.
Figura 7.12: Histerosalpingografía convencional que muestra la impronta a nivel del fondo del útero de dos miomas
submucosos (flechas).
124 Histerosalpingografía Virtual
La HSG ha demostrado una mejor evaluación en de los miomas intramurales no es sencilla y muchas
las imágenes de relleno parcial, con la particularidad veces imposible. Miomas intramurales puros no se
de persistir el defecto de relleno en las imágenes de logran diagnosticar a no ser que muestren cambios
llenado máximo (Figura 7.13). Los leiomiomas intra- en su densidad secundarios a la presencia de dege-
murales de gran tamaño distorsionan el tamaño y la neración intratumoral. Los fenómenos de fibrosis o
forma del útero; pero esto es difícil de apreciar si la calcificación generan una mayor densidad en el mio-
cavidad uterina no se ve involucrada. En ocasiones el ma, mientras que la degeneración hialina, grasa o la
líquido en la cavidad peritoneal puede delimitar la si- necrosis producen una menor densidad. Estas modi-
lueta uterina y en forma indirecta demostrar un útero ficaciones en la densidad ayudan a diferenciarlos del
globuloso y agrandado (2,4). En diferentes revisiones, resto del miometrio normal (Figura 7.16). Cuando el
el método ha mostrado una especificidad del 97%, mioma intramural deforma el contorno externo o bien
pero con muy baja sensibilidad, de sólo un 9% (4). se comporta como un mioma subseroso, la identifi-
cación es más sencilla. El método permite visualizar
La valoración y caracterización de los miomas por todo el espesor parietal y las regiones adyacentes al
HSGV es un gran desafío. Si bien existen similitudes útero, lo que junto con el uso de las diferentes he-
con el método radiológico tradicional, la capacidad rramientas de post-procesado de las imágenes, en
del procedimiento es superior. En cuanto a la iden- particular las reconstrucciones multiplanares con es-
tificación de miomas submucosos, es más fácil su pesor de 4-5 mm y ventana de partes blandas brin-
medición, y es posible en ocasiones determinar el da una mejor visión de la pared, de sus cambios de
porcentaje de extensión intramural, permitiendo dis- densidad y de la deformación de los contornos de la
criminar entre los miomas tipo II y III (Figura 7.14 silueta uterina (Figuras 7.17, 7.18 y 7.19). La sensi-
y 7.15). No obstante, al no poder identificar la línea bilidad y especificidad para la detección de miomas
mio-endometrial, no es factible distinguir entre póli- submucosos es de 91,7% y 100%; para los miomas
pos sésiles y miomas submucosos con la misma fa- subserosos, de 81,8% y 97,4%; y para los intramu-
cilidad que en el estudio ecográfico. La identificación rales de 65,4% y 92,6% respectivamente (16).
A B
Figura 7.13: Histerosalpingografía convencional con llenado progresivo. A, B. En ambas exposiciones se aprecian defectos
de relleno endocavitarios sobre el margen uterino derecho secundarios a la presencia de miomas submucosos (flechas).
Capítulo 7 | Patología de la pared uterina 125
A B
C D
E F
Figura 7.14: Mioma submucoso tipo II (flechas). Estudio de HSGV. A. Imagen en máxima intensidad de proyección (MIP) en
plano coronal. B. Imagen MIP en plano sagital. C. Reconstrucción 3D en plano coronal, vista anterior. D. Reconstrucción 3D en
plano coronal, vista anterior oblicua izquierda. E. Imagen de endoscopía virtual. F. Corte coronal de ecografía transvaginal.
126 Histerosalpingografía Virtual
A B
C D
E
Figura 7.15: Miomas submucosos tipo III (flechas). Estudio de HSGV. A. Imagen en máxima intensidad de proyección
(MIP) en plano axial. B. Imagen MIP en plano sagital. C. Reconstrucción 3D en plano coronal, vista posterior oblicua
izquierda. D. Imagen de endoscopía virtual. E. Imagen de histeroscopía convencional con CO2.
Capítulo 7 | Patología de la pared uterina 127
A B
C D
E F
Figura 7.16: Miomatosis uterina. Se aprecia un mioma subseroso (flechas amarillas), un mioma intramural calcificado
(flechas rojas) y un mioma intramural (asterisco) sólo visible en el estudio ecográfico. A. Corte sagital de ecografía transva-
ginal. B. Corte coronal de ecografía transvaginal. C. Imagen de HSGV en máxima intensidad de proyección (MIP) en plano
coronal. D. Imagen de HSGV MIP en plano sagital. E. Reconstrucción 3D de HSGV en plano axial, vista superior. F. Imagen
de HSGV, vista endoscópica virtual. Dada la localización de los miomas, la cavidad uterina no muestra alteraciones.
128 Histerosalpingografía Virtual
A B
C D
E F
Figura 7.17: Mioma intramural sobre la pared uterina derecha, que aumenta el tamaño de la silueta uterina y deforma
su contorno (asterisco). Estudio de HSGV. A. Reconstrucción multiplanar en plano axial, con ventana de partes blandas.
B. Reconstrucción multiplanar en plano coronal, con ventana de partes blandas. C. Imagen en máxima intensidad de
proyección en plano coronal. D. Reconstrucción 3D en plano coronal, vista superior. Se aprecia el desplazamiento de la
cavidad uterina hacia el lado izquierdo. E, F. Imágenes de endoscopía virtual. Dada la localización del mioma, la cavidad
uterina no muestra alteraciones endoluminales.
Capítulo 7 | Patología de la pared uterina 129
A B
C D
E
Figura 7.18: Miomas subserosos. Se aprecia un mioma subseroso sésil sobre el margen uterino derecho (flechas amari-
llas), y otro mioma subseroso pediculado sobre el margen izquierdo (flechas rojas). Estudio de HSGV. A, B. Reconstruc-
ciones multiplanares en plano axial, con ventana de partes blandas. C. Reconstrucción multiplanar en plano sagital, con
ventana de partes blandas. D. Reconstrucción multiplanar en plano coronal, con ventana de partes blandas. E. Imagen
de endoscopía virtual. Dada la localización de los miomas, la cavidad uterina no muestra alteraciones.
130 Histerosalpingografía Virtual
A B
C D
Figura 7.19: Aumento del tamaño uterino secundario a la presencia de un mioma subseroso posterior (asterisco).
Estudio de HSGV. A. Reconstrucción multiplanar en plano axial. B. Reconstrucción multiplanar en plano sagital. C. Re-
construcción multiplanar en plano coronal. D. Imagen de endoscopía virtual. Dada la localización del mioma, la cavidad
uterina no muestra alteraciones.
La RM pélvica es la modalidad de imágenes más focales, con señal hipointensa con respecto al mio-
certera para evaluar el tamaño, localización, y nú- metrio en las secuencias T2 (Figuras 7.20 y 7.21).
mero de los leiomiomas. Basada en su gran discri- La RM diferencia claramente un útero agrandado por
minación tisular, la RM permite distinguir claramente adenomiosis, la cual se manifiesta con un área mal
la línea endometrio-miometrial, localizar de manera definida, hipointensa con áreas hiperintensas en su
exacta al mioma y su relación con la cavidad endo- interior, de uno agrandado por miomas múltiples.
metrial y diferenciar los miomas submucosos de pó- Se ha postulado también su utilidad en la valoración
lipos endometriales. En RM el útero miomatoso apa- de la respuesta al tratamiento con análogos de la
rece generalmente aumentado de tamaño, agranda- GnRH (17).
do y lobulado. Los miomas se aprecian como masas
Capítulo 7 | Patología de la pared uterina 131
A B
C D
E F
Figura 7.20: Resonancia magnética de pelvis ginecológica que muestra miomas intramurales a nivel de la pared anterior
del miometrio. El de mayor tamaño (flechas amarillas) impronta sobre la línea Z, mientras que el de menor tamaño es
puramente intramural (flechas rojas). A, B, C, D. Imágenes en plano sagital ponderadas en T2. E, F. Imágenes en plano
coronal ponderadas en T1 con supresión grasa sin contraste.
132 Histerosalpingografía Virtual
A B
C D
E F
Figura 7.21: Resonancia magnética de pelvis ginecológica que muestra mioma subseroso sobre la pared uterina izquierda,
que aumenta el tamaño de la silueta uterina y deforma su contorno (asterisco). Se aprecia un contorno bien delimitado, con
señal y realce heterogéneo. A. Imagen en plano axial ponderada en T1 con supresión grasa sin contraste. B. Imagen en
plano axial ponderada en T1 con supresión grasa con contraste. C. Imagen en plano coronal ponderada en T1 sin contraste.
D, E, F. Imágenes en plano coronal ponderada en T2.
Capítulo 7 | Patología de la pared uterina 133
A B
C D
E F
Figura 7.22: Resonancia magnética de pelvis ginecológica que muestra múltiples focos de adenomiosis (flechas). Se aprecia
marcado incremento asimétrico del espesor del miometrio con engrosamiento de la línea Z mayor a 12 mm. A, B. Imágenes
en plano axial STIR. C, D. Imágenes en plano coronal ponderadas en T2. E, F. Imágenes en plano sagital ponderadas en T2.
Capítulo 7 | Patología de la pared uterina 135
A B
C D
E F
Figura 7.23: Resonancia magnética de pelvis ginecológica en una paciente con adenomiosis. Se aprecia marcado incremento
del espesor del miometrio sobre la cara anterior, con engrosamiento de la línea Z mayor a 12 mm (flechas). A, B. Imágenes
en plano coronal ponderadas en T2. C, D, E, F. Imágenes en plano sagital ponderadas en T2.
136 Histerosalpingografía Virtual
A B
Figura 7.24: Foco de adenomiosis en ecografía transvaginal. Se aprecia incremento focal y asimétrico del espesor del
miometrio a nivel del fondo (flechas amarillas), el cual muestra una ecogenicidad heterogénea y la presencia de pequeños
quistes miometriales (flechas rojas). A. Corte sagital. B. Corte coronal.
A B
C
Figura 7.25: Hallazgos típicos de adenomiosis por histerosalpingografía convencional. A, B, C. En las exposiciones de
llenado progresivo se aprecian múltiples proyecciones lineales y saculares que se tiñen con el contraste inyectado y se
proyectan en el espesor del miometrio, más allá del contorno normal de la cavidad endometrial (flechas).
Capítulo 7 | Patología de la pared uterina 137
A B
C
Figura 7.26: Adenomiosis focal a nivel del fondo uterino (flecha). Estudio de HSGV donde se aprecian una proyección
sacular que se tiñe con el contraste inyectado y se proyecta en el espesor del miometrio, más allá del contorno normal de
la cavidad endometrial. A. Imagen en máxima intensidad de proyección en plano coronal. B. Reconstrucción 3D en plano
coronal, vista superior. C. Imagen de endoscopía virtual.
138 Histerosalpingografía Virtual
A B
C D
Figura 7.27: Hallazgos típicos de adenomiosis difusa a nivel del fondo uterino. Imágenes de HSGV en donde se aprecian
múltiples proyecciones lineales y saculares que se tiñen con el contraste inyectado y se proyectan en el espesor del mio-
metrio, más allá del contorno normal de la cavidad endometrial (flechas). A. Imagen en máxima intensidad de proyección
en plano coronal. B, C. Reconstrucciones 3D en plano coronal. D. Imagen de endoscopía virtual.
Capítulo 7 | Patología de la pared uterina 139
A B
C D
Figura 7.28: Hallazgos de adenomiosis difusa a nivel del fondo uterino. Imágenes de HSGV en donde se aprecian pro-
yecciones lineales y saculares que se tiñen con el contraste inyectado y se proyectan en el espesor del miometrio, más
allá del contorno normal de la cavidad endometrial (flechas). A. Imagen en máxima intensidad de proyección en plano
coronal. B, C. Reconstrucciones 3D en plano coronal. D. Imagen de endoscopía virtual.
140 Histerosalpingografía Virtual
A B
C D
E F
Figura 7.29: Adenomiosis difusa a nivel de la pared posterior del útero. En este caso, en el estudio de HSGV sólo se aprecia
un aumento difuso del espesor del miometrio (flecha amarilla) y una cavidad endometrial agrandada y deformada. A. Recons-
trucción multiplanar en plano coronal. B. Imagen en máxima intensidad de proyección en plano coronal. C. Reconstrucción
multiplanar en plano sagital. D. Reconstrucciones 3D en plano sagital. E. Reconstrucciones 3D en plano axial, vista superior.
F. Imagen de endoscopía virtual. Se aprecia la deformidad generada sobre la cavidad endometrial (flecha blanca).
Capítulo 7 | Patología de la pared uterina 141
A B
C D
Figura 7.30: Adenomiosis difusa a nivel de la pared lateral derecha del útero. En estudio de HSGV sólo se aprecia un au-
mento difuso del espesor del miometrio y una cavidad endometrial agrandada y deformada. A. Reconstrucción multipla-
nar en plano coronal, con ventana de partes blandas. B. Imagen en máxima intensidad de proyección en plano coronal.
C. Reconstrucciones 3D en plano coronal. D. Imagen de endoscopía virtual.
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Capítulo 7 | Patología de la pared uterina 143
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Capítulo 8 | Anomalías uterinas congénitas 145
Las anomalías uterinas congénitas se generan por Al comprender el defecto en el desarrollo embrioló-
un defecto en la fusión o reabsorción de los con- gico es posible entender el potencial de malformacio-
ductos de Müller, en cualquier etapa del desarrollo nes congénitas asociadas de otros órganos (17-20).
embrionario.
La malformaciones renales que pueden ocurrir son
Las anomalías müllerianas son causa de infertilidad la agenesia o ectopia renal (21). Menos frecuentes
por lo cual la identificación correcta de las mismas es son las malformaciones óseas como escápula anor-
fundamental para determinar el mejor tratamiento a mal, costillas supernumerarias o fusionadas y fusión
seguir. Debido a que pueden existir embarazos nor- de columna vertebral (sindrome de Klippel-Feil).
males en mujeres con anomalías congénitas, las mal-
formaciones uterinas habitualmente sólo se detectan También se han descripto malformaciones cardía-
en pacientes con trastornos de fertilidad, por ende la cas asociadas. La morbilidad está incrementada en
prevalencia de anomalías congénitas reportadas en la cierto tipo de malformaciones en las cuales existen
población general está probablemente subestimada. obstrucciones müllerianas con la presencia de he-
mato-salpinx (retención de sangre en las trompas
La prevalencia de anomalías utero-vaginales es de de Falopio), hematocolpos (retención de sangre en
aproximadamente del 1-3% (1-7) en la población la vagina).
general. Las pacientes con anomalías pueden tener
dificultad para quedar embarazadas; sin embargo es Una vez que se sospecha la presencia de una ano-
mayor el riesgo de pérdida de embarazo alcanzando malía congénita es necesario hacer métodos diag-
un 3% (3, 4, 8-13). nósticos para su confirmación y determinación de la
terapeútica adecuada.
Algunas anomalías pueden corregirse por histeros-
copía y otras por cirugía laparoscópica. El 25% de las pacientes con anomalías tendrán
trastornos de fertilidad (13, 22, 23). Clínicamente
Las malformaciones uterinas se hacen clínicamen- pueden producirse amenorrea primaria, abortos es-
te evidentes en diferentes etapas dependiendo de pontáneos precoces y a repetición y alteraciones en el
características específicas o asociación con otros parto con anomalías de ubicación del feto (24, 25).
desórdenes. En un recién nacido se puede presentar
como una masa pélvica o abdominal palpable debi- Se pueden asociar a otras malformaciones genita-
do a una obstrucción vaginal o uterina, asociado a les, urológicas (25%) o rectales. La agenesia renal
fluido intra-luminal. es la anomalía asociada más frecuente, también se
encuentran la ectopía renal, la displasia renal quísti-
En una adolescente con retraso de la menarca o ca y la duplicación del sistema colector.
amenorrea primaria con o sin retención de líquido en
el útero (hematometra) o vagina (hematocolpos) pue- Existen factores extrauterinos e intrauterinos como
de presentarse como tumor intra-abdomnal doloroso. la exposición a la radiación ionizante, infecciones in-
Algunas pacientes poseen dolor cíclico. Las anomalías trauterinas y uso de drogas con efecto teratogénico
pueden mostrar problemas variados de infertilidad, como la talidomida o el estrógeno sintético utilizado
como abortos espontáneos a repetición, partos pre- en la década del 70 que se asocian a defectos de
maturos y retardo fetal intrauterino (14-16). desarrollo genital.
146 Histerosalpingografía Virtual
A B
C D
Figura 8.1: Útero hipoplásico en HSGV. A. Imagen axial con ventana de partes blandas que muestra un útero en retrover-
soflexión lateralizado hacia la izquierda de aspecto hipoplásico (flecha amarilla). Se observan ambas trompas permeables
(flechas rojas). B. Reconstrucción axial MIP que exhibe un útero pequeño (flecha), trompas de morfología normal. C. Recons-
trucción VR en coronal, ilustra similares hallazgos. D. Endoscopía virtual: se observa cavidad pequeña.
148 Histerosalpingografía Virtual
A B
C D
Figura 8.2: Tipos de útero unicorne. A. Útero unicorne sin cuerno rudimentario. B. Útero unicorne con cuerno rudimentario
comunicante. C. Útero unicorne con cuerno rudimentario no comunicante. D. Útero unicorne con cuerno rudimentario no
comunicante sin cavidad.
Capítulo 8 | Anomalías uterinas congénitas 149
A B
C D
E F
Figura 8.3: Útero unicorne. Comparación de modalidades diagnósticas. A. Imagen de HSG, que muestra útero unicorne
que se localiza hacia derecha (flecha). La trompa es de forma y tamaño normal. B. Imagen de RM axial T2 con satura-
ción grasa que exhibe el útero unicorne (flecha). C, D, E. Reconstrucciones MIP y VR de HSGV que identifican similares
hallazgos. F. Endoscopía virtual.
150 Histerosalpingografía Virtual
A B
C D
E F
Figura 8.4: Útero unicorne. Comparación entre HSGV y RM. A. Reconstrucción MIP que ilustra la morfología del útero
unicorne hacia la derecha. B. Reconstrucción MIP que muestra únicamente morfología típica del útero unicorne. C. Recons-
trucción VR que exhibe similares hallazgos. D. Vista endoscópica virtual que ilustra un único cuerno. E, F. RM en plano axial
en secuencias T2 con y sin saturación grasa que evidencia la forma del útero unicorne.
Capítulo 8 | Anomalías uterinas congénitas 151
A B
C D
E F
Figura 8.5: Útero unicorne con pólipo cervical. A. Imagen axial con ventana de partes blandas que muestra una imagen
sobreelevada endocervical de 2,5 x 3,0 mm compatible con pólipo. B. Reconstrucción MIP coronal oblicua de un útero
unicorne. Se observa un pequeño defecto en el sector cervical (flecha). C. Endoscopía virtual que exhibe el pólipo (fle-
cha). D. Endoscopía virtual magnificada. E. Reconstrucción VR coronal. Útero unicorne con defecto en la región cervical
(flecha). F. Imagen axial de RM en secuencia T2 con saturación grasa que muestra útero unicorne sin lograr identificar
el pólipo cervical.
152 Histerosalpingografía Virtual
Cada ducto mülleriano desarrolló su propio he- En la Figura 8.7 se muestra un caso comparati-
miútero y cérvix. No existe comunicación de las ca- vo de las tres modalidades. Es posible observar las
vidades endometriales. En un 75% de los casos se ventajas de la HSGV gracias a su reprocesado múlti-
observa un septum vaginal asociado que, a su vez, ple, bidimensional, tridimensional y endoscópico.
puede complicarse con un hematometrocolpos.
En la Figura 8.8 se muestra un útero didelfo con
Los úteros didelfos no obstructivos son usualmente patología polipoidea asociada y RM normal.
asintomáticos, mientras que los que presentan obs-
trucción vaginal unilateral manifiestan dismenorrea.
A B
C D
E F
Figura 8.7: Útero didelfo comparación entre HSG, RM e HSGV. A. HSG que muestra un útero didelfo. Se observan dos cavida-
des uterinas independientes con falta de comunicación entre ambas cavidades. B. Imagen HSG en negativo; ilustra similares
hallazgos a Figura A. C. HSGV: Reconstrucción MIP axial de un útero didelfo. Se observan dos hemicavidades uterinas que
no se encuentran comunicadas. Cada una de ellas posee una trompa de forma conservada (flecha) con pasaje de contraste a
peritoneo (asterisco). D. HSGV: Reconstrucción VR coronal que ilustra la morfología del útero didelfo. E, F. Imágenes de RM
en plano coronal en secuencias T2 que muestran dos cavidades endometriales independientes desde la región cervical hasta
el sector uterino.
154 Histerosalpingografía Virtual
A B
C D
E F
Figura 8.8: Útero didelfo con pólipos intrauterinos. HSGV. A. Imagen axial con ventana de partes blandas que muestran
dos regiones cervicales (flechas rojas) y dos cavidades uterinas (flechas amarillas). La hemicavidad derecha muestra un
pólipo de 3,2 mm. B. Reconstrucción MIP axial. Se observan dos hemicavidades uterinas que no se encuentran comu-
nicadas. Las trompas son permeables (flechas). C. Reconstrucción VR coronal. Se observan dos defectos de relleno en
el cuerno derecho compatibles con pólipos endometriales (flechas). D, E. Imágenes axiales en secuencias T2 con y sin
saturación grasa que exhiben el útero didelfo, sin embargo no se logran hallar los pólipos observados por la HSGV debido
a la menor resolución de la RM. F. Imagen coronal en T2 que muestran 2 hemicavidades no comunicadas (flechas).
Capítulo 8 | Anomalías uterinas congénitas 155
A B
Figura 8.9: Grafico de útero bicorne. A. Completo. B. Parcial.
A B
Figura 8.10: Útero bicorne por ecografía. A. Imagen que muestra el fondo uterino con la indentación típica a nivel del
fondo del útero bicorne. B. Imagen transversa que muestra ambas cavidades endometriales.
156 Histerosalpingografía Virtual
• RM: proporciona información de la pared miometrial Las reconstrucciones bidimensionales con venta-
externa mostrando la morfología típica con indenta- na de partes blandas muestran las cavidades endo-
ción del fondo mayor a 1 cm (Figura 8.13). metriales en diversos planos coronales y sagitales
así como también la pared miometrial, mostrando
• HSGV: Esta nueva modalidad diagnóstica es ex- hallazgos similares a la RM, con fondo uterino con
tremadamente útil en el estudio de las anomalías miometrio indentado.
uterinas debido a que evalua la luz y la pared del
útero (Figuras 8.14 y 8.15). De esta manera permite En este tipo de reconstrucción también se evalúa
caracterizar la anomalía uterina con una alta preci- la presencia de patología intraluminal asociada a ni-
sión diagnóstica a la vez que evalúa la presencia de vel cervical, uterino o tubario como la presencia de
patología endoluminal que puede asociarse (Figuras pólipos y sinequias entre otros (Figura 8.18).
8.16 y 8.17).
La gran resolución espacial de esta nueva moda-
La HSGV utiliza distintas formas de reconstrucción lidad permite identificar lesiones milimétricas, brin-
bidimensionales, tridimensionales y endoscópicas dando su localización exacta.
para el diagnóstico y clasificación de las malforma-
ciones uterinas.
Figura 8.11: Útero bicorne por HSG. La separación de ambos cuernos es >105°, típico de esta anomalía.
Figura 8.12: Útero bicorne por HSG. Se ilustra que cada cuerno uterino se continúa con una trompa de Falopio.
Capítulo 8 | Anomalías uterinas congénitas 157
A B
Figura 8.13: Útero bicorne por RM. A. Imagen axial en secuencia T2 que muestra útero bicorne. Se observa el fondo
de la pared miometrial con la identación típica (flecha). B. Imagen coronal en secuencia T2. Se ilustran ambos cuernos
uterinos con tamaño asimétrico.
A B
C D
Figura 8.14: Útero bicorne por HSGV. A,B. Reconstrucciones MIP y VR en plano coronal que muestran la morfología
uterina, con una hendidura en su margen medial (flechas). C, D. Vistas endoscópicas.
158 Histerosalpingografía Virtual
A B
C D
E F
Figura 8.15: Útero bicorne por HSGV y su correlación con HSG. A. Reconstrucción coronal que muestra la morfología de
la cavidad uterina con dos cuernos. B. Reconstrucción MIP coronal que ilustra similares hallazgos. C. Reconstrucción VR
coronal exhibe adicionalmente la morfología de la pared miometrial con hendidura típica (flecha). D. Vista endoscópica
que ilustra endoluminalmente los cuernos uterinos, los cuales tienen lumen asimétrico. E, F. Imágenes de HSG que ex-
hiben exclusivamente la morfología de la cavidad uterina.
Capítulo 8 | Anomalías uterinas congénitas 159
A B
C D
E F
Figura 8.16: Útero bicorne por HSGV con patología polipoidea asociada. A, B. Reconstruciones multiplanares en vistas
coronal y sagital con ventana de partes blandas que muestran pólipos endometriales (flechas). C. Reconstrucción MIP co-
ronal que ilustra útero bicorne. D. Reconstrucción multiplanar coronal de 5 mm de espesor que muestra la morfología de la
cavidad uterina con dos cuernos uterinos. E. Reconstrucción VR coronal que exhibe adicionalmente defecto de relleno en el
cuerno izquierdo compatible con pólipo (flecha). F. Vista endoscópica que muestra endoluminalmente el pólipo (flecha).
160 Histerosalpingografía Virtual
A B
C D
E F
Figura 8.17: Útero bicorne por HSGV con pólipos múltiples. A. Vista axial con ventana de partes blandas que muestra un
pólipo en cuerno uterino derecho (flecha). B. Reconstrucción multiplanar en vista coronal con ventana de partes blandas
que ilustra dos lesiones elevadas en cuerno derecho (flechas). C. Reconstrucción multiplanar coronal de 5 mm de espesor
que exhibe similares hallazgos. D. Reconstrucción MIP coronal. Este tipo de reconstrucción tiene dificultad para identifi-
car las lesiones endoluminales. Sin embargo muestra claramente la morfología uterina. E, F. Reconstrucciones VR que
muestran tridimensionalmente el útero con dos defectos de relleno compatibles con pólipos (flechas).
Capítulo 8 | Anomalías uterinas congénitas 161
A B
C D
Figura 8.18: A. Reconstrucción sagital con ventana de partes blandas. Se observa pequeño pólipo en cuello distal (flecha).
B, C. Reconstrucción MIP y VR de útero bicorne. La imagen en VR muestra el fondo indentado. D. Endoscopía virtual.
Existen dos tipos diferentes de reconstrucciones Además, si existe patología sobreelevada intralumi-
tridimensionales; las reconstrucciones en máxima nal la identifica con claridad.
intensidad de proyección (MIP) y las reconstruccio-
nes volume rendering (VR) (Figura 8.19). Las imágenes endoscópicas virtuales muestran
la luz endocervical y endouterina (Figura 8.20). Se
Las reconstrucciones MIP muestran la morfología observa una alteración en la morfología normal del
uterina, proporcionando una información similar a fondo uterino, sin embargo por esta forma de repro-
la brindada por la HSG pero en formato tridimensio- ceso no es posible diferenciar un útero septado de
nal. Esta reconstrucción es la que menos informa- otro bicorne. Las vistas virtuales también evidencian
ción aporta. patología intraluminal asociada.
A B
Figura 8.19: Reconstrucciones tridimensionales de HSGV de útero bicorne. A. Reconstrucción MIP coronal que muestra
útero bicorne completo. B. Reconstrucción VR coronal exhibe adicionalmente la pared miometrial (flecha).
A B
Figura 8.20: Vistas endoscópicas de úteros bicornes. A. El lumen de ambos cuernos es asimétrico. B. El lumen de ambos
cuernos es similar.
Capítulo 8 | Anomalías uterinas congénitas 163
A B
C D
Figura 8.21: Comparación de útero bicorne entre HSGV y RM. A. Reconstrucción VR coronal de útero bicorne con de-
fecto de relleno compatible con pólipo en cuerno derecho (flecha). B. Vista endoscópica que muestra endoluminalmente
el pólipo. C. Imagen sagital de RM en secuencia T2 que muestra útero en retroversoflexión. D. Imagen axial de RM en
secuencia T2 que exhibe la morfología del útero bicorne. No se identifica ningún pólipo por este método.
164 Histerosalpingografía Virtual
A B
C D
Figura 8.22: Comparación de útero bicorne entre HSG, RM e HSGV. A. HSG de útero bicorne. Se observan ambos cuernos
uterinos con un ángulo intercornual que sugiere útero bicorne. B. RM axial secuencia T2 de útero bicorne. Se observan
ambos cuernos uterinos y la pared miometrial que presenta leve hendidura en su margen externo (flecha). C. HSGV
reconstrucción multiplanar de 5 mm de espesor de útero bicorne. Similar a la RM, la HSGV permite la evaluación del
miometrio. Se detecta leve hendidura medial (flecha). D. Reconstrucción VR coronal que muestra similares hallazgos a la
reconstrucción multiplanar.
Capítulo 8 | Anomalías uterinas congénitas 165
A B
Figura 8.25: Útero arcuato por RM. A. Imagen axial en secuencia T2 con saturación grasa. Se observa el fondo de la
cavidad endometrial con forma cóncava (flecha). B. Imagen axial en secuencia T1 que ilustra similares hallazgos.
A B
Figura 8.26: Útero arcuato por HSGV. A. Reconstrucción VR coronal que muestra imagen típica de útero arcuato. B. Recons-
trucción MIP coronal que ilustra similares hallazgos.
Capítulo 8 | Anomalías uterinas congénitas 167
A B
C D
E F
Figura 8.27: Útero arcuato por HSGV y RM. A. HSGV. Imagen axial con ventana de partes blandas que muestra útero ar-
cuato con pólipo endometrial en fondo cercano al cuerno izquierdo (flecha). B. HSGV. Reconstrucción MIP coronal que ilustra
una falta de relleno en el sitio de localización del pólipo (flecha). C. HSGV. Reconstrucción VR coronal que exhibe similares
hallazgos (flecha). D. RM axial secuencia T2 con saturación grasa que muestra el útero arcuato. No se logra identificar el
pólipo endometrial. E. RM axial secuencia T2 sin saturación grasa. Ilustra similares hallazgos a figura D. F. RM axial secuen-
cia T1. Esta secuencia es útil para evaluar la morfología de la pared miometrial.
168 Histerosalpingografía Virtual
El útero septado puede ser completo, cuando el La exactitud diagnóstica es del 55% para diferen-
septum comienza en el fundus en la línea media ciar el útero septado del bicorne.
y llega al orificio cervical externo. En un 25% de
los casos puede extenderse al margen superior de Un ángulo <75° entre ambos cuernos es sugestivo
la vagina. Existe también el útero septado parcial, del útero septado (Figura 8.29). Mientras que si el
siendo el septum de longitud variable. mismo es >105° es más probable que sea un útero
bicorne. Sin embargo, estas mediciones pueden su-
La morfología externa del útero puede ser convexa, perponerse en ambas patologías. Una distancia in-
plana o levemente cóncava (<1,0 cm). La configura- tercornual <4 cm es sugestivo de útero septado.
ción externa del margen uterino es crucial para dife-
renciarlo del útero bicorne. En cuanto al tratamiento, se indica resección del
septum por histeroscopía. Esto mejora la tasa de
Los diversos métodos diagnósticos (ECO, HSG, RM, nacimientos y reduce el número de abortos.
HSGV) brindan información específica.
A B
Figura 8.28: Gráfico de úteros septados. A. Septado completo: se observa un septum que se extiende hasta el cuello
uterino. B. Septado incompleto: el septum se extiende hasta el sector medio de la cavidad endometrial.
Capítulo 8 | Anomalías uterinas congénitas 169
• RM: En este método el útero se observa de tama- uterinas debido a que permite la observación intra-
ño normal. Sin embargo cada cavidad endometrial luminal así como también de la pared (Figuras 8.31
se muestra más pequeña. y 8.32). De esta manera puede caracterizar la ano-
malía uterina con una alta precisión diagnóstica a la
La señal del septum es isointensa con respecto al vez que evalúa la existencia de patología endolumi-
fondo y paredes laterales. nal asociada (Figura 8.33).
La RM permite ver bien la forma del fondo uterino La HSGV utiliza distintas formas de reconstrucción
(Figura 8.30). bidimensionales, tridimensionales y endoscópicas
para el diagnóstico y clasificación de las malforma-
• HSGV: Esta nueva modalidad diagnóstica es ex- ciones uterinas.
tremadamente útil en la evaluación de las anomalías
A B
Figura 8.29: Útero septado por HSG. A. Mediciones para diagnosticar útero septado por HSG. El ángulo intercornual
debe ser <75° y la distancia intercornual <4 cm. B. La misma imagen sin las medidas.
A B
Figura 8.30: Útero septado por RM. A. RM axial secuencia T2, muestra dos cuernos uterinos, y pared miometrial con
fondo convexo (flecha). B. RM axial secuencia T1. Esta secuencia es útil para evaluar la morfología de la pared miome-
trial. Puede verse claramente el borde externo convexo (flecha).
170 Histerosalpingografía Virtual
A B
C D
Figura 8.31: Útero septado por HSGV. A. Vista axial con espesor de 10 mm con ventana de partes blandas que muestra
útero septado, con miometrio convexo (flecha). B, C. Reconstrucciones MIP y VR coronal que muestra similares hallazgos.
D. Endocopía virtual. Se observa el septo que divide la cavidad endometrial y ambos cuernos uterinos.
Capítulo 8 | Anomalías uterinas congénitas 171
A B
C D
Figura 8.32: Útero septado por HSGV. A. Vista axial con espesor de 10 mm con ventana de partes blandas que muestra
útero septado, con miometrio convexo (flecha). B, C. Reconstrucciones MIP y VR coronal oblicua que exhiben similares
hallazgos. D. Endoscopía virtual. Se observa el septo que divide la cavidad endometrial y ambos cuernos uterinos.
172 Histerosalpingografía Virtual
A B
C D
E F
Figura 8.33: Útero septado por HSGV y RM. A. Vista axial con espesor de 10 mm en ventana de partes blandas que muestra
útero septado. Miometrio convexo (flecha amarilla). Se observa además hidrosalpinx izquierdo (flecha roja). B, C. Recons-
trucciones MIP y VR coronal oblicua que exhibe similares hallazgos. D. Endoscopía virtual. Se observa el septo que divide la
cavidad endometrial y ambos cuernos uterinos. E, F. Imágenes axiales de RM en secuencias T2 con y sin saturación grasa
que muestran la morfología del útero pero no pueden analizar la morfología de las trompas.
Capítulo 8 | Anomalías uterinas congénitas 173
Las reconstrucciones bidimensionales con ventana VR son las más útiles por brindar información de la
de partes blandas permiten visualizar las cavidades luz y de la pared (Figura 8.35).
endometriales en diversos planos coronales y sagi-
tales. Al mismo tiempo proporcionan una informa- Las imágenes endoscópicas virtuales muestran la
ción exacta de la pared miometrial mostrando, en el luz endocervical y endouterina. Se observa una alte-
caso del útero septado, un margen uterino cóncavo ración en la morfología normal del fondo uterino, sin
(Figura 8.34). embargo por esta forma de reproceso no es posible
diferenciar un útero septado de otro bicorne (Figura
En este tipo de reconstrucción también se evalúa 8.36). Las vistas virtuales también destacan la pa-
la presencia de patología intraluminal asociada a ni- tología intraluminal asociada.
vel cervical, uterino o tubario, pólipos y sinequias
entre otros. SECUELA DE EXPOSICIÓN A DES
La gran resolución espacial de esta nueva moda- Sucede en pacientes que fueron expuestas a estró-
lidad permite identificar lesiones milimétricas, brin- genos sintéticos los cuales pueden inducir hipertrofia
dando su localización exacta. miometrial del útero fetal con forma de T. Existe un
riesgo aumentado de desarrollar un carcinoma de
Las reconstrucciones tridimensionales comple- vagina. Consituyen anomalías uterinas complejas.
mentan el diagnóstico, aunque las reconstrucciones
A B
Figura 8.34: Reconstrucciones multiplanares. A. Útero septado parcial. B. Útero septado completo.
174 Histerosalpingografía Virtual
A B
Figura 8.35: Útero septado por reconstrucciones tridimensionales. A. Imagen VR que ilustra la pared miometrial. B. Recons-
trucción MIP que no permite evaluar el miometrio, solamente la luz uterina.
A B
Figura 8.36: Útero septado por vistas endoscópicas. A. Imagen endoscópica virtual de HSGV en donde se observa el
septo en el medio de la cavidad uterina. B. La histeroscopía convencional ilustra similares hallazgos.
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El factor tubario es una de las principales causas el óptimo diagnóstico y tratamiento de las pacien-
asociadas a infertilidad en las mujeres. Existen di- tes. En este capítulo se expondrán los fundamentos
versas condiciones patológicas que afectan a las anatómicos y el espectro de hallazgos normales y
trompas uterinas y, por lo tanto, interfieren con el patológicos de las trompas uterinas en estudios de
normal transporte del óvulo a través de las mismas. HSGV.
El proceso más frecuente es la enfermedad inflama-
toria pelviana, que representa un amplio espectro ESTUDIO DE LAS TROMPAS UTERINAS
que incluye la salpingitis, el piosalpinx y el absceso
tubo-ovárico. Otras entidades frecuentes, y algunas La histerosalpingografía es el estudio que se ha
más raras, pueden comprometer las trompas de Fa- utilizado para la evaluación inicial de las pacientes
lopio. El diagnóstico diferencial con otras entidades con infertilidad. Además de permitir una valoración
pelvianas es de suma importancia para el manejo morfológica de la cavidad uterina, la histerosalpin-
de las pacientes. Existen diversos métodos diagnós- gografía aporta información importante acerca de la
ticos que se utilizan para el estudio de las trompas anatomía de las trompas uterinas y la evaluación
uterinas. La histerosalpingografía es la modalidad de la permeabilidad tubaria (Figura 9.1). Se puede
que se ha utilizado tradicionalmente para investigar documentar también la distribución del material de
el factor tuboperitoneal. La ecografía y la resonan- contraste dentro de la cavidad pelviana e inferir en
cia magnética (RM) presentan limitaciones para la forma indirecta un posible factor adherencial. Sin
visualización directa de las trompas. En los últimos embargo, los resultados para el diagnóstico de obs-
años se han desarrollado mejoras en estos méto- trucción tubaria (sensibilidad del 65% y especifici-
dos, como la sono-histerosalpingografía y RM-his- dad del 80%) son limitados al comparar con la lapa-
terosalpingografía, pero todavía no han alcanzado roscopía (2). Por este motivo, otras técnicas fueron
una adecuada resolución para el diagnóstico de la y son constantemente testeadas para la evaluación
patología tubaria. La laparoscopía es el método de de la permeabilidad tubaria. En las ecografías de ru-
referencia y se reserva para la confirmación de los tina no se pueden visualizar las trompas uterinas,
hallazgos radiológicos y para fines terapéuticos. La a menos que estén dilatadas, o cuando existe sufi-
histerosalpingografía virtual (HSGV) es una nueva ciente cantidad de líquido libre en la cavidad pelvia-
modalidad diagnóstica que utiliza un procedimiento na que permita individualizarlas en el espesor del li-
similar al estudio convencional basado en estudios gamento ancho (3). Otra técnica consiste en realizar
de tomografía computada. Mediante la opacificación una evaluación ecográfica luego de la inyección de
de la cavidad uterina y de las trompas de Falopio se solución fisiológica dentro del fondo de saco pelvia-
obtienen imágenes volumétricas de alta resolución no. En estos casos, no se evalúa la permeabilidad
espacial, lo que permite una alta calidad de las imá- tubaria, sino solamente el calibre de las trompas.
genes y navegación endoscópica virtual (1). Una técnica modificada se denomina sonohisterosal-
pingografía, en la cual se inyecta líquido a través de
El incremento del uso de las imágenes diagnósti- la cavidad uterina y se controla por vía ecográfica el
cas obliga a la familiarización con una amplia varie- pasaje hacia la cavidad (4-5). Esta técnica, no per-
dad de procesos patológicos que afectan a las trom- mite evaluar la anatomía tubaria. La medicina nu-
pas uterinas. El conocimiento de la enfermedad de clear también fue utilizada para la valoración de la
las trompas uterinas y su apariencia en imágenes en permeabilidad tubaria mediante la detección de ra-
condiciones normales y patológicas es crucial para dionúclidos en la cavidad peritoneal que previamente
178 Histerosalpingografía Virtual
fueron colocados en el fondo vaginal. Esta técnica de los casos y hubo una prevalencia del 10% de
se denomina histerograma nuclear, con limitaciones embarazos ectópicos luego del procedimiento. Todas
en la evaluación morfológica de las trompas y en las novedosas técnicas descriptas, todavía requieren
la detección de obstrucción tubaria unilateral (6). una adecuada evaluación en estudios controlados y
Recientemente se han publicado experiencias de randomizados de gran escala en búsqueda de altos
evaluación de las trompas uterinas con resonancia niveles de evidencia científica (11).
magnética (7-9). Si bien los resultados son prome-
tedores, existen limitaciones en cuanto a la resolu- ENFOQUE RADIOLÓGICO
ción espacial y, por consiguiente, en la visualización
completa de las trompas y de la anatomía intratuba- Las alteraciones tubarias se clasifican desde el
ria. El diagnóstico definitivo y el tratamiento de las punto de vista radiológico en aquellas que afectan la
afecciones tubarias se realiza mediante intervención visualización tubaria, el calibre, los defectos de re-
quirúrgica a través de laparoscopía o laparatomía. lleno y su morfología. La ausencia o la visualización
Cuando se combina la visualización directa de las parcial de las trompas uterinas podría corresponder
trompas con la inyección de azul de metileno por vía a una variedad de factores técnicos o procesos pato-
histeroscópica, se comprueba la permeabilidad. La lógicos. Por lo tanto, este hallazgo es inespecífico y
evaluación interna de las trompas se puede lograr puede estar relacionado a una insuficiente cantidad
mediante la introducción del laparoscopio a través de contraste, espasmos cornuales o tapones muco-
de una pequeña incisión realizada por el cirujano. sos (12). Durante el estudio de HSGV se evitan es-
De esta manera se puede visualizar el patrón de tas circunstancias con una adecuada preparación de
pliegues y de la mucosa, especialmente en la región la paciente y un procedimiento protocolizado (13).
ampular o dilatada de las trompas. Esta técnica se La administración de antiespasmódicos orales una
denomina falloscopía. También se puede acceder a hora antes del examen evita los espasmos tubarios
la visualización interna completa a través de la canu- y la presencia de tapones mucosos (14). Mediante
lación de un microhisteroscopio, conocida como sal- una administración controlada del medio de con-
pingoscopía. En los últimos años fue desarrollada la traste con bomba inyectora se calcula el momento
salpingografía selectiva guiada por fluoroscopía, un exacto de la adquisición de las imágenes aseguran-
procedimiento intervencionista para pacientes con do un volumen de contraste que sea suficiente para
oclusión tubaria proximal (10). Las tasas de éxitos la opacificación completa de la cavidad uterina y de
de repermeabilización y visualización de la anatomía las trompas. Una cantidad excesiva sería contrapro-
distal de la trompa fueron del 76 al 95%. Aunque ducente para la visualización tubaria debido a que
también la reoclusión fue observada en el 15 a 30% el material de contraste vertido a la cavidad peri-
A B
Figura 9.1: A. Histerosalpingografía mostrando la anatomía normal de las trompas uterinas y el pasaje de contraste a
la cavidad peritoneal. B. Imagen negativa de histerosalpingografía convencional donde se aprecia la morfología y per-
meabilidad tubaria.
Capítulo 9 | Patología tubaria 179
toneal podría distribuirse rodeando a las mismas. cambio, cuando la oclusión es postquirúrgica, en ge-
Por lo tanto, el cálculo del momento de la adqui- neral la visualización es parcial y la obstrucción es a
sición de las imágenes cobra una vital importancia nivel del istmo (Figura 9.3).
para el éxito del estudio, evitando repeticiones con
el consiguiente aumento en la dosis de radiación. Las dilataciones tubarias suelen deberse a enfer-
Las obstrucciones patológicas pueden ocurrir a cual- medad pelviana inflamatoria o endometriosis (Figu-
quier nivel. Cuando la etiología es inflamatoria, sue- ra 9.4). Cuando la dilatación se asocia a obstrucción
le comprometer la porción ampular (Figura 9.2). En se denomina hidrosalpinx (Figura 9.5).
A B
Figura 9.2: Obstrucción tubaria distal. A, B. HSGV con imágenes MIP en plano axial y axial oblicuo desplegado donde
se observa la ausencia de pasaje de contraste a través de la trompa izquierda, la cual se opacifica hasta su porción distal
(flechas).
A B
Figura 9.3: Obstrucción tubaria post-quirúrgica. A, B. HSGV con reconstrucciones MIP axial y coronal que muestran opa-
cificación parcial e incompleta de la trompa uterina derecha con punto de stop a nivel del istmo tubario (flecha amarilla),
en una paciente con antecedentes de embarazo ectópico y salpinectomía. Nótese que la trompa izquierda se encuentra
dilatada (flecha roja).
180 Histerosalpingografía Virtual
A B
Figura 9.4: Dilatación tubaria. Se visualiza una leve dilatación ampular de la trompa uterina izquierda y con escaso pa-
saje de contraste a peritoneo (flecha roja). La trompa derecha presenta un calibre normal (flecha amarilla). A. HSGV con
reconstrucción MIP. B. HSGV con reconstrucción 3D.
A B
Figura 9.5: Hidrosalpinx. A. HSGV mostrando marcada dilatación de la trompa uterina derecha (flecha amarilla), sin
pasaje de contraste a peritoneo. En cambio, la trompa izquierda se visualiza con calibre normal y amplio pasaje de con-
traste (flecha roja). B. Otro caso de hidrosalpinx unilateral derecho (flecha amarilla). La trompa izquierda está amputada
en la porción ístmica (flecha roja).
Capítulo 9 | Patología tubaria 181
Los defectos de relleno dentro de las trompas son Las alteraciones de la morfología tubaria se ma-
raros y pueden visualizarse como lesiones sobrele- nifiestan como irregularidades de su contorno o con
vadas endoluminales en las imágenes de endoscopía un patrón arrosariado que alterna estenosis y dila-
virtual. La presencia de burbujas aéreas introducidas taciones segmentarias. La salpingitis ístmica nodosa
junto al procedimiento del estudio es fácilmente iden- se presenta como múltiples y pequeñas dilataciones
tificado debido a su densidad, y no deben ser consi- seudodiverticulares de la trompa que generalmente
deradas patológicas (Figura 9.6). Los pólipos tuba- comprometen la porción ístmica (Figura 9.9). Otros
rios son más frecuentemente observados en la región procesos inflamatorios y cambios postquirúrgicos
proximal de las trompas (Figura 9.7). En cambio, en pueden alterar el contorno tubario y simular una
la región ampular se observan con mayor frecuencia salpingitis nodosa, aunque la forma de presentación
defectos de relleno lineales e irregulares que corres- más común es el patrón arrosariado (Figuras 9.10 y
ponden a sinequias intratubarias, generalmente rela- 9.11) (15).
cionadas a procesos inflamatorios (Figura 9.8).
Figura 9.6: Burbuja aérea. Corte axial de HSGV mostrando un defecto de relleno focal de baja densidad en la región
ampular de la trompa izquierda (flecha) correspondiente a una burbuja aérea.
A B
Figura 9.7: Pólipo tubario. A. HSGV con reconstrucción MIP donde se evidencia una falta de opacificación completa de la
trompa uterina izquierda. B. Corte axial ampliado en la región cornual donde se identifica una imagen sobre-elevada de 3 mm
en proyección de la porción intramural de la trompa uterina izquierda (flecha), causante de la obstrucción tubaria.
182 Histerosalpingografía Virtual
A B
C D
Figura 9.8: Sinequias intra-tubarias. A, B. Cortes axial y sagital a nivel de la trompa uterina izquierda, la cual se encuen-
tra dilatada y con evidencia de imágenes de defecto de relleno lineales e irregulares en su interior (flechas). C, D. Vista
endoscópica virtual confirmando la presencia de sinequias intra-tubarias.
Figura 9.9: HSGV donde se visualiza irregularidad del contorno tubario con presencia de múltiples y pequeños seudodi-
vertículos, hallazgos característicos de salpingitis ístmica nodosa.
Capítulo 9 | Patología tubaria 183
A B
Figura 9.10: Cambios morfológicos post-inflamatorios. A. HSGV muestra alteración de la morfología de ambas trompas
manifestado por irregularidades de su contorno o con un patrón arrosariado que alterna estenosis y dilataciones segmen-
tarias (flechas). B. Imagen 3D con otro caso donde se visualizan cambios morfológicos tubarios secuelares.
A B
Figura 9.11: Paciente de 28 años de edad con antecedentes de enfermedad pélvica inflamatoria. Se visualizan cambios
morfológicos post-inflamatorios: irregularidad del contorno de la cavidad uterina y dilatación segmentaria de la porción
proximal de la trompa uterina derecha (flechas). A. Imagen MIP. B. Imagen 3D.
184 Histerosalpingografía Virtual
El hallazgo característico es la presencia de múlti- con leve irregularidad en casos leves, hasta afectación
ples y pequeños seudodivertículos bilaterales, aun- extensa de todas las porciones tubarias con innume-
que dependiendo de la severidad de la enfermedad, rables y grandes dilataciones diverticulares (17).
se puede visualizar compromiso de un corto segmento
A B
Figura 9.12: HSGV en una paciente de 33 años con antecedentes de enfermedad pélvica inflamatoria. Se observa dila-
tación de la región ampular de la trompa uterina izquierda con escaso pasaje de contraste, sin dispersión en la cavidad lo
que sugiere loculación y bloqueo por adherencias secuelares (flecha). A. Imagen 3D. B. Imagen MIP.
A B
Figura 9.13: Hidrosalpinx bilateral. Muestra marcada dilatación de ambas trompas uterinas, sin pasaje de contraste al
peritoneo. A. Imagen MIP. B. Imagen 3D.
186 Histerosalpingografía Virtual
A B
Figura 9.14: Muestra una disposición anormal hacia atrás y arriba de ambas trompas, las cuales presentan dilatación am-
pular (fechas), secundaria a retracción adherencial por endometriosis crónica. A. HSGV con reconstrucción MIP. B. Recons-
trucción 3D.
Capítulo 9 | Patología tubaria 187
A B
Figura 9.15: Paciente de 29 años con antecedentes de endometriosis. A. HSGV con reconstrucción MIP muestra opacifi-
cación parcial e incompleta de la trompa uterina derecha (flecha). B. Corte axial de HSGV donde se identifica una imagen
redondeada discretamente hiperdensa (asterisco) sugerente de endometrioma en región anexial derecha.
A B
Figura 9.16: Pólipo tubario. A. Imagen desplegada de la trompa izquierda mostrando un defecto de relleno focal con
base de implantación en la pared posterior que obstruye la luz en forma parcial (flecha), compatible con pólipo tubario.
B. Imagen endoscópica virtual confirmando el pólipo intratubario (flecha).
188 Histerosalpingografía Virtual
Figura 9.17: HSGV en una paciente de 32 años de edad con antecedentes de cirugía tubaria; muestra oclusión tubaria
izquierda postquirúrgica (flecha).
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Capítulo 10 | Cambios morfológicos post-tratamiento 193
A B
C D
Figura 10.1: Estudio de HSGV que muestra útero en anteversoflexión aumentado de tamaño con la presencia de mioma
subseroso anterior, con finas calcificaciones periféricas (asterisco). A. Imagen axial en máxima intensidad de proyección
(MIP). B. Imagen MIP en plano sagital. C. Reconstrucción 3D en plano sagital. D. Imagen de endoscopía virtual que
muestra una cavidad endometrial normal.
A B
Figura 10.2: Estudio postquirúrgico de HSGV que muestra útero en anteversoflexión de tamaño conservado. A. Imagen
en máxima intensidad de proyección en plano sagital. B. Reconstrucción 3D en plano sagital.
Capítulo 10 | Cambios morfológicos post-tratamiento 195
A B
C D
E F
Figura 10.3: Estudio de HSGV que muestra una imagen elevada sobre la pared posterior del útero que protruye a la cavidad
endometrial compatible con mioma submucoso (flechas). A. Imagen en máxima intensidad de proyección (MIP) en plano
axial. B. Reconstrucción multiplanar de 5 mm de espesor en plano coronal. C. Imagen MIP en plano coronal. D. Reconstrucción
3D en plano coronal, vista posterior. E, F. Imágenes de endoscopía virtual.
196 Histerosalpingografía Virtual
A B C
Figura 10.4: Imágenes de histeroscopía convencional. A. Mioma submucoso sobre la pared posterior de la cavidad ute-
rina (flecha). B. Miomectomía. C. Lecho post-quirúrgico.
A B
C D
Figura 10.5: Estudio de HSGV post-miomectomía. Se observa una cavidad endometrial sin lesiones endoluminales.
A. Imagen en máxima intensidad de proyección (MIP) en plano axial. B. Imagen MIP en plano coronal. C, D. Imágenes
de endoscopía virtual.
Capítulo 10 | Cambios morfológicos post-tratamiento 197
A B
Figura 10.6: Ecografía transvaginal. Presencia de mioma intramural sobre la pared lateral derecha de 44 x 42 x 41 mm,
con un volumen aproximado de 39 cm3 (asterisco). A. Corte transversal. B. Corte transversal con Doppler.
A B C
Figura 10.7: A, B, C. Imágenes de histerosalpingografía convencional post-tratamiento de embolización. Se aprecia
llenado progresivo de una cavidad irregular sobre el espesor de la pared uterina derecha (flechas rojas), con la presencia
de trayecto fistuloso con la cavidad endometrial (flechas amarillas).
198 Histerosalpingografía Virtual
A B
C D
E F
Figura 10.8: Estudio de HSGV post-tratamiento de embolización. Se aprecia llenado progresivo de una cavidad irregular
sobre el espesor de la pared uterina derecha (flechas rojas), con la presencia de trayecto fistuloso con la cavidad endo-
metrial (flechas amarillas). A. Reconstrucción multiplanar de 5 mm de espesor en plano coronal. B. Imagen en máxima
intensidad de proyección en plano coronal. C. Reconstrucción 3D en plano coronal. D. Imagen de endoscopía virtual que
muestra el orificio de la fistula en la pared derecha de la cavidad endometrial. E. Imagen de endoscopía virtual a nivel
del trayecto fistuloso. F. Imagen de endoscopía virtual de la cavidad residual post-embolización sobre el espesor de la
pared uterina derecha.
Capítulo 10 | Cambios morfológicos post-tratamiento 199
A B
C D
Figura 10.9: Estudio de HSGV que muestra útero septado parcial en retroversoflexión. Se aprecia la configuración externa
normal del útero (flechas amarillas) y el tabique que divide la cavidad endometrial (flechas rojas). A. Imagen en máxima
intensidad de proyección en plano coronal. B, C. Reconstrucciones 3D en plano coronal. D. Imagen de endoscopía virtual.
200 Histerosalpingografía Virtual
A B
C D
Figura 10.10: Estudio de HSGV de control posterior al tratamiento histeroscópico. Se aprecia remoción del septo uterino
y la presencia de una pequeña impronta a nivel del fondo correspondiente al remanente postquirúrgico habitual (flechas).
A. Imagen en máxima intensidad de proyección en plano coronal. B, C. Reconstrucciones 3D en plano coronal. D. Imagen
de endoscopía virtual.
Capítulo 10 | Cambios morfológicos post-tratamiento 201
A B
C D
Figura 10.11: Estudio de HSGV que muestra útero bicorne en retroversoflexión. Se aprecia la configuración externa cón-
cava del útero (flechas) y la divergencia de los cuernos uterinos. A. Reconstrucción multiplanar de 5 mm de espesor en
plano coronal. B. Imagen en máxima intensidad de proyección en plano coronal. C. Reconstrucción 3D en plano coronal.
D. Imagen de endoscopía virtual.
202 Histerosalpingografía Virtual
A B
C D
Figura 10.12: Estudio de HSGV de control posterior a la metroplastia realizada para corrección del útero bicorne. Se aprecia
una cavidad endometrial más amplia. A. Reconstrucción multiplanar de 5 mm de espesor en plano coronal. B. Imagen en máxi-
ma intensidad de proyección en plano coronal. C. Reconstrucción 3D en plano coronal. D. Imagen de endoscopía virtual.
SINEQUIAS Caso 6
Las adherencias intrauterinas representan cicatri- Paciente de 29 años, G2-P0-A2, con infertilidad
ces en la cavidad uterina resultante de una infec- secundaria de 3 años de evolución, y antecedentes
ción o trauma. La remoción por vía histerosocópica de dos abortos con legrado. Como parte del algorit-
es hoy el procedimiento más utilizado y considera- mo diagnóstico, la paciente realiza una HSGV que
do de referencia para el diagnóstico y tratamiento demuestra la presencia de una cavidad endometrial
(20, 21). La técnica más segura, menos traumática irregular, con defectos de relleno lineales, irregu-
y más precisa consiste en la adhesiolisis, mediante la lares y gruesos correspondientes a sinequias. Se
combinación de disección quirúrgica y electrocirugía, aprecia también la presencia de núcleo miomatoso
y la administración postoperatoria de altas dosis de subseroso (Figura 10.13). Se procede al tratamiento
estrógenos, y/o progestágenos y antibióticos, impor- histeroscópico de las sinequias y a la resección lapa-
tantes en la prevención de la recurrencia. El uso de roscópica del mioma. La HSGV de control llevada a
dispositivos anticonceptivos intrauterinos luego de la cabo a los 3 meses muestra la remoción incompleta
resección de la sinequias es considerado de utilidad de las adherencias, con una sinequia residual en las
por algunos grupos, mientras que otros proponen el cercanías del cuerno uterino derecho. No se aprecia
uso de ácido hialurónico como alternativa (22-24). el mioma subseroso (Figura 10.14).
Capítulo 10 | Cambios morfológicos post-tratamiento 203
A B
C D
E F
Figura 10.13: Estudio de HSGV que muestra la presencia de sinequias a nivel de la cavidad uterina (flechas). Se aprecia
también un mioma subseroso sobre la pared lateral izquierda (asterisco). A. Imagen en máxima intensidad de proyección
(MIP) en plano coronal. B. Imagen MIP en plano sagital. C. Reconstrucción 3D en plano coronal. D. Imagen MIP en plano
axial. E, F. Imágenes de endoscopía virtual.
204 Histerosalpingografía Virtual
A B
C D
E F
Figura 10.14: Estudio de HSGV de control post-tratamiento. Persisten sinequias a nivel de la cavidad uterina sobre el
cuerno derecho (flechas). No se aprecia el mioma subseroso sobre la pared lateral izquierda. A. Imagen en máxima in-
tensidad de proyección (MIP) en plano coronal. B. Imagen MIP en plano sagital. C. Reconstrucción 3D en plano coronal.
D. Imagen MIP en plano axial. E, F. Imágenes de endoscopía virtual.
Capítulo 10 | Cambios morfológicos post-tratamiento 205
A B
C D
Figura 10.15: Estudio de HSGV. Presencia de pólipo en cavidad endometrial (flechas). El canal cervical no muestra
alteraciones. A. Imagen de endoscopía virtual. B. Imagen axial del canal cervical. C. Imagen en máxima intensidad de
proyección en plano coronal. D. Imagen de endoscopía virtual.
206 Histerosalpingografía Virtual
A B
C D
E F
Figura 10.16: Estudio de HSGV de control, posterior a la resección de pólipo endometrial. Se identifica imagen lineal
endoluminal a nivel cervical compatible con sinequia (flechas). La cavidad endometrial no muestra lesiones endolumina-
les. A. Imagen axial del canal cervical. B. Imagen axial de la cavidad endometrial. C. Imagen en máxima intensidad de
proyección en plano coronal. D. Reconstrucción 3D en plano coronal. E. Imagen de endoscopía virtual del canal cervical.
F. Imagen de endoscopía virtual de la cavidad endometrial.
Capítulo 10 | Cambios morfológicos post-tratamiento 207
A B
C D
E F
Figura 10.17: Imágenes de HSGV en pacientes con antecedentes de cesárea. El tamaño del nicho postquirúrgico es
variable (flechas). A, B. Imagen en máxima intensidad de proyección (MIP) en plano sagital e imagen de endoscopía
virtual en una paciente con un nicho pequeño. C, D. Imagen MIP en plano sagital e imagen de endoscopía virtual en una
paciente con un nicho de tamaño mediano. E, F. Imagen MIP en plano sagital e imagen de endoscopía virtual en una
paciente con un nicho de mayor tamaño.
Capítulo 10 | Cambios morfológicos post-tratamiento 209
A B
C D
E F
Figura 10.18: Imágenes de HSGV que evalúan el nicho (flechas) en una paciente con cicatriz de cesárea. A, B, C. Imágenes
en máxima intensidad de proyección en plano sagital que miden los diámetros y la profundidad de la secuela post-quirúrgica.
D. Reconstrucción 3D en plano sagital. E, F. Reconstrucciones 3D de superficie con medición del volumen del nicho.
210 Histerosalpingografía Virtual
A B
Figura 10.19: Imágenes de histerosalpingografía convencional que muestran una dehiscencia a nivel de la cicatriz de
cesárea (flechas). A. Vista coronal. B. Vista lateral.
A B
C D
Figura 10.20: Imágenes de HSGV que muestran una dehiscencia a nivel de la cicatriz de cesárea (flechas). A. Imagen
en máxima intensidad de proyección en plano coronal. B. Reconstrucción 3D en plano coronal. C, D. Imágenes de en-
doscopía virtual.
Capítulo 10 | Cambios morfológicos post-tratamiento 211
A B
C D
Figura 10.21: Imágenes de HSGV que muestran el nicho de la cicatriz de cesárea (flechas amarillas) y el pasaje del con-
traste instilado hacia la cavidad peritoneal, compatible con fístula útero-peritoneal (flechas rojas). A, B. Imágenes en máxi-
ma intensidad de proyección (MIP) en plano sagital. C. Imagen MIP en plano coronal. D. Reconstrucción 3D vista anterior.
212 Histerosalpingografía Virtual
A B
C D
E F
Figura 10.22: Imágenes de HSGV que muestran el tamaño del nicho de la cicatriz de cesárea y el orificio de la fístula úte-
ro-peritoneal (flecha). A. Imagen en máxima intensidad de proyección (MIP) en plano sagital. B. Imagen MIP en plano coro-
nal. C. Imagen MIP en plano sagital, que muestra un importante adelgazamiento de la pared miometrial de sólo 1,7 mm de
espesor. D. Reconstrucción 3D de superficie con medición del volumen del nicho. E, F. Imágenes de endoscopía virtual.
Capítulo 10 | Cambios morfológicos post-tratamiento 213
A B
Figura 10.23: Imágenes de HSGV que muestran amputación de la trompa uterina derecha (flechas) en una paciente con
antecedente de embarazo ectópico. A. Imagen en máxima intensidad de proyección en plano coronal. B. Reconstrucción
3D vista coronal.
214 Histerosalpingografía Virtual
A B
C D
Figura 10.24: Imágenes de HSGV que muestran amputación de ambas trompas uterinas (flechas) debido a la resección
quirúrgica en una paciente con hidrosalpinx bilateral y endometriosis. A. Imagen en máxima intensidad de proyección (MIP)
en plano axial. B. Imagen MIP en plano coronal. C. Reconstrucción 3D vista axial. D. Reconstrucción 3D vista coronal.
Capítulo 10 | Cambios morfológicos post-tratamiento 215
A B
C
Figura 10.25: Resección quirúrgica de la trompa uterina izquierda por embarazo ectópico (flechas amarillas). Hidrosal-
pinx derecho secundario a endometriosis (flechas rojas). A. Imagen de histerosalpingografía convencional. B. Imagen en
máxima intensidad de proyección de HSGV, plano coronal. C. Reconstrucción 3D de HSGV, vista coronal.
A B
Figura 10.26: Imágenes de HSGV post-tratamiento laparoscópico del hidrosalpinx derecho. La trompa uterina muestra
una leve dilatación residual ampular (flechas amarillas), con pasaje de contraste a peritoneo (flechas rojas). A. Imagen
en máxima intensidad de proyección en plano coronal. B. Reconstrucción 3D vista coronal.
216 Histerosalpingografía Virtual
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Capítulo 11 | Hallazgos incidentales 219
de forma integral. Es imperativo considerar aquí la exámenes complementarios para aclarar su diag-
importancia radical del tiempo extra dedicado por el nóstico. Las lesiones de importancia moderada sue-
médico imagenólogo a la exploración del resto de la len ser diagnósticos dudosos o indeterminados, de
pelvis blanda y ósea. Es necesario analizar la totali- allí la ansiedad que provoca su incertidumbre. Aquí
dad de las imágenes axiales adquiridas y darles un la re-evaluación es fundamental y su seguimiento
tratamiento diferente al de la evaluación uterina. depende de cada situación particular. Un ejemplo
son las lesiones óseas inespecíficas, que requieren
Como fue mencionado con anterioridad, la fre- la evaluación con nuevos estudios por imágenes a
cuencia de estas lesiones incidentales es baja de- corto o mediano plazo. Los hallazgos potencialmen-
bido a que la mayoría de las pacientes son jóvenes, te importantes son extremadamente raros en este
asintomáticas, y que se encuentran en plan de es- grupo de pacientes. Son los que podrían afectar el es-
tudio por infertilidad. Los hallazgos inesperados de tado de salud del paciente. A pesar de la infrecuencia,
bajo significado clínico representan la mayor parte siempre se debe estar atento y a la pesquisa de estos
de los reportes y generalmente no requieren otros hallazgos por su alto impacto en la morbi-mortalidad.
A B
Figura 11.1: Hallazgos con importancia clínica alta. A, B. Imágenes de HSGV con ventana de partes blandas, en plano
coronal y sagital donde se observa una formación ovoidea en región anexial izquierda (flecha) de densidad heterogénea
y tabiques internos, sugerentes de masa ovárica sospechosa de malignidad. Requiere continuar con el algoritmo diag-
nóstico para su caracterización.
Capítulo 11 | Hallazgos incidentales 221
A B
Figura 11.2: Hallazgos con importancia clínica moderada. A, B. Imágenes de HSGV con ventana de partes blandas en
plano axial y coronal que muestran una lesión ovoidea mayor a 4 cm (flechas) en proyección de la región anexial dere-
cha, con paredes bien definidas y densidad hipodensa homogénea. Corresponde a una masa ovárica indeterminada, que
requiere una reevaluación diferida con método específico.
A B
Figura 11.3: Hallazgos con importancia clínica baja. A. Corte axial de HSGV que muestra dos imágenes focales con den-
sidad cálcica (flechas) en la región baja de la cavidad pelviana, correspondientes a calcificaciones vasculares (flebolitos)
y no deben ser confundidas con litiasis en la vía urinaria. B. Corte axial de HSGV muestra deformidad del canal raquídeo
sacro por la presencia de quiste perirradicular (flecha roja) y esclerosis degenerativa en el sector anterior de ambas ar-
ticulaciones sacro-ilíacas (flechas amarillas).
222 Histerosalpingografía Virtual
A B
Figura 11.4: Ovarios normales. A, B. Imágenes de HSGV en plano axial y coronal donde se visualizan ambos ovarios de
tamaño y morfología normal (flechas) rodeadas de material contraste en la cavidad.
Capítulo 11 | Hallazgos incidentales 223
A B
Figura 11.5: Paciente de 34 años con ovarios poliquísticos. A. Imagen axial de HSGV muestra ovario derecho aumenta-
do de tamaño (flecha); no se logra apreciar la estructura interna. B. Corte coronal de RM ponderada en T2 de la misma
paciente muestra ambos ovarios agrandados con múltiples folículos de pequeño tamaño (flechas).
A B
Figura 11.6: Quiste hemorrágico. A. HSGV, corte coronal con ventana de partes blandas, muestra lesión ovoidea en
región anexial derecha (flecha) que presenta una densidad mayor que la vejiga (asterisco), sugerente de quiste hemo-
rrágico. B. Corte axial de RM ponderada en T1 muestra lesión ovoidea en el interior del ovario izquierdo (flecha) que
presenta una señal hiperintensa lo que sugiere contenido hemorrágico (endometrioma).
224 Histerosalpingografía Virtual
Figura 11.7: Teratomas. Corte axial de TC muestra dos lesiones focales heterogéneas (flechas) con áreas de densidad
grasa, alternando con focos sólidos y calcificaciones puntiformes, siendo compatibles con teratomas.
A B
C D
Figura 11.8: Carcinoma de ovario. A. Corte axial de HSGV con ventana de partes blandas muestra formación ovoidea con den-
sidad heterogénea (flecha) en el sector anterior izquierdo de la cavidad pelviana. B. RM en secuencia T2. C. T2 con saturación
grasa. D. T1 con saturación grasa. Muestran la misma lesión con señal heterogénea, predominantemente hiperintensa en T1 e
hipointensa en T2 y con múltiples septos internos (flechas), sugerente de neoplasia quística mucinosa de ovario.
Capítulo 11 | Hallazgos incidentales 225
A B
Figura 11.9: Divertículos colónicos. A. Imagen axial de HSGV con ventana de partes blandas de una paciente de 35
años, que muestra formaciones diverticulares aisladas en el colon sigmoides (flechas), sin signos de complicaciones.
B. Corte axial de HSGV, en otra paciente de 41 años que también presenta aisladas imágenes diverticulares de mayor
tamaño en el colon sigmoides (flechas), sin complicaciones.
226 Histerosalpingografía Virtual
A B
C D
Figura 11.10: Fístula salpingo-colónica. Paciente de 38 años de edad con diagnóstico de infertilidad y antecedentes de
enfermedad inflamatoria pélvica. A. En corte axial de HSGV se identifica material de contraste en el interior de asa de
colon sigmoideo (flecha). B. Con la reconstrucción en máxima intensidad de proyección (MIP) se logra observar la trompa
derecha normal, mientras que la trompa izquierda se encuentra interrumpida en su porción media y relacionada con el
material de contraste en el tubo digestivo (flecha). C. Imagen MIP en plano sagital muestra la continuidad de la trompa
uterina izquierda con el asa colónica adyacente (flecha). D. Vista 3D donde se demuestra que el material se ha extrava-
sado en un asa de colon sigmoideo (flecha), correspondiente a fístula salpingo-colónica.
PATOLOGÍA DE LA CAVIDAD PELVIANA patología ovárica maligna, entre otras causas (12).
Las colecciones inflamatorias suelen ser sintomáticas,
Es infrecuente hallar procesos patológicos de la ca- por lo cual el estudio de HSGV estaría contraindicado.
vidad pelviana en los estudios de HSGV. La presen- En caso de detectarlas se observan como colecciones
cia de pequeñas cantidades de líquido libre es con- líquidas organizadas de paredes gruesas. También se
siderada como fisiológica y es imperceptible en los pueden diagnosticar las herniaciones del contenido
exámenes de HSGV debido a que se mezcla con el pelviano a través de los anillos inguinales, crurales,
material de contraste que pasa a la cavidad a través obturatriz y de la pared abdominal anterior (Figura
de las trompas. Una mayor cantidad de líquido libre 11.11). En estos casos hay que evaluar el contenido
se cataloga como ascitis y se observa en casos de herniario y los signos que sugieran complicaciones.
Capítulo 11 | Hallazgos incidentales 227
Existen varias cadenas ganglionares que son es- La HSGV tiene la virtud de evaluar las estructu-
taciones de diseminación linfática de procesos pa- ras óseas con calidad tomográfica. Así, los cambios
tológicos regionales, tales como las cadenas ilíacas, degenerativos de las articulaciones sacro-ilíacas, de
inguinales, presacras y mesentéricas. La detección la sínfisis pubiana y de las caderas son fácilmente
y evaluación de los ganglios se basa en su tamaño detectados (Figura 11.13). Estos hallazgos son más
y forma. Cuando el diámetro ganglionar en el eje frecuentes en pacientes mayores de 35 años. Otros
corto es mayor a 10 mm, es considerada adenome- hallazgos habituales son los islotes óseos que se
galia. Los criterios morfológicos de patología gan- presentan como imágenes focales regulares de alta
glionar comprenden los márgenes irregulares, una densidad (Figura 11.14). Cuando las lesiones son
densidad heterogénea y signos de necrosis central indeterminadas, ya sean líticas o blásticas (Figura
(14). Cuando se detectan estas linfadenopatías en 11.15), se evalúan las características intrínsecas, y
los exámenes de HSGV se deberá reportar y reco- por lo general requieren estudios complementarios a
mendar su investigación (Figura 11.12). fin de establecer una aproximación diagnóstica.
A B
Figura 11.11: Anillo inguinal complaciente. A, B. Cortes axial y coronal de HSGV donde se visualiza protrusión de tejido
adiposo a través del canal inguinal izquierdo (flechas).
A B
Figura 11.12: Ganglios linfáticos. A. Corte coronal de HSGV que muestra ganglios linfáticos inguinales bilaterales (fle-
chas). B. Corte axial de HSGV donde se identifica adenomegalia inguinal izquierda (flecha).
228 Histerosalpingografía Virtual
A B
Figura 11.13: Artrosis. A. Reconstrucción multiplanar en plano coronal muestra esclerosis de la superficie articular del ace-
tábulo izquierdo, asociado a las geodas subcondrales (flecha), como signos de cambios degenerativos artrósicos. B. Corte
axial muestra cambios degenerativos en ambas articulaciones sacro-ilíacas, manifestados por esclerosis de las superficies
articulares (flechas).
A B
Figura 11.14: A. Corte axial muestra imagen focal hiperdensa en la cabeza femoral izquierda (flecha), compatible con
islote óseo. B. Corte axial muestra múltiples y pequeños islotes óseos en huesos ilíacos y ambos fémures, en una paciente
con osteopoiquilia.
Capítulo 11 | Hallazgos incidentales 229
Figura 11.15: Corte axial que muestra lesión focal hiperdensa (blástica) de 10 mm y con un tenue halo hipodenso en el
hueso ilíaco izquierdo (flecha amarilla), de características indeterminadas. Nótese además falta de fusión del arco poste-
rior de la vértebra sacra (flecha roja).
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230 Histerosalpingografía Virtual
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Capítulo 12 | Errores diagnósticos 231
En cada estudio de histerosalpingografia virtual Un diagnóstico falso negativo es un error que ocu-
(HSGV) existe el peligro potencial de realizar un rre cuando no se logra identificar una lesión que
diagnóstico incorrecto. La HSGV ha demostrado re- realmente existe. La experiencia de estas falsas in-
sultados de sensibilidad y especificidad similares al terpretaciones fue adquirida durante los protocolos
estudio de histerosalpingografía convencional (1, 2). de investigación que a lo largo de varios años se rea-
Sin embargo, hay un gran número de falsas inter- lizaron en nuestra institución para la validación del
pretaciones que pueden afectar la validez general del método. Cuando se toma conocimiento de la exis-
método; la estrategia más eficiente para prevenirlos tencia de estos potenciales errores, y se aplican las
es simplemente tener conocimiento de que existen. soluciones para evitarlos, raramente ocurren (7). Un
En la curva de aprendizaje se deben reconocer y re- estudio de HSGV en óptimas condiciones técnicas es
solver apropiadamente los errores diagnósticos, que considerado un examen con pocos falsos negativos
surgen por falsos positivos y negativos. y, por lo tanto, con un valor predictivo negativo alto.
Así, la validez del estudio también depende conside-
De todas maneras, un considerable número de fal- rablemente de la ocurrencia de falsos negativos.
sos diagnósticos pueden ser prevenidos, pero no to-
dos. La realización de estudios diagnósticos con una FALSOS POSITIVOS
adecuada preparación y un apropiado procedimiento
técnico es importante para limitar los factores que Seudopólipos
implican los errores (3). También es esencial que
el radiólogo esté familiarizado con el espectro de En los estudios de HSGV, las lesiones sobre-ele-
hallazgos normales y patológicos para una correcta vadas pueden ser caracterizadas en forma correc-
interpretación de los exámenes de HSGV. ta en la mayoría de los casos. Incluso la detección
de pequeñas lesiones se logra gracias a la mayor
En ocasiones las falsas interpretaciones conllevan resolución espacial de los estudios realizados con
algún significado clínico (4). El diagnóstico falso po- tomografía multislice (8). Sin embargo, existe una
sitivo es un error perceptivo que ocurre cuando se variedad de hallazgos que pueden simular lesiones
detecta una lesión donde en realidad no existe anor- polipoideas. Para tratar de minimizar estas situacio-
malidad alguna (5). En los estudios de HSGV, por nes, es fundamental implementar una rigurosa pre-
lo general sucede cuando existen imágenes sobre- paración y un procedimiento estandarizado. Una de
elevadas en la cavidad uterina que simulan lesiones las causas frecuentes de errores es la persistencia
polipoideas o cuando, ante la falta de opacificación de restos de secreciones mucosas endocavitarias
de las trompas uterinas, se interpretan como obs- (Figura 12.1). Suelen presentarse como estructuras
truidas. Un hallazgo falso positivo puede llevar a la lineales libres o con un extremo apoyado en la su-
realización de un estudio complementario innecesa- perficie endometrial. En otras ocasiones, están bien
rio, con las preocupaciones, costos y riesgos asocia- adheridos a la pared y adquieren un aspecto redon-
dos que esto implica. Incluso el diagnóstico erróneo deado, simulando verdaderos pólipos sésiles (Figura
puede determinar un cambio en la conducta tera- 12.2). Para evitar la presencia de secreciones resi-
péutica. Asimismo, los falsos positivos afectan a la duales se recomienda realizar los estudios siempre
especificidad y al valor predictivo positivo cuando se luego de finalizado el periodo menstrual. También,
evalúa la validez del método (6). en caso de dudas diagnósticas, se puede realizar una
Capítulo 12 | Errores diagnósticos 233
y su morfología es regular (Figura 12.5). Una situa- pueden ser confundidas con lesiones que provocan
ción que favorece su aparición se presenta cuando defectos de relleno en los histerosalpingogramas (Fi-
no se logra una distensión óptima de la cavidad. En gura 12.7). Esta situación no se replica en la HSGV,
ocasiones, los pliegues pueden generar confusión debido a que la densidad aérea de las burbujas se
cuando la protrusión es más focal y bulbosa que li- distingue fácilmente en los cortes tomográficos bidi-
neal (Figura 12.6). mensionales (Figura 12.8). Sólo adquieren una apa-
riencia similar a un pólipo en las imágenes tridimen-
Una causa frecuente de error en estudios de HSG sionales y de navegación virtual (Figura 12.9); de
ocurre ante la presencia de burbujas aéreas que allí la importancia de utilizar todas las herramientas
se introducen en la cavidad a través de la cánula de análisis para una correcta interpretación de los
durante el procedimiento del estudio. Las burbujas hallazgos.
A B
Figura 12.3: Secreciones mucosas: A. HSGV con vista MIP donde se visualiza un defecto de relleno lineal en la región
ístmica de la cavidad endometrial (flecha). B. Una adquisición posterior demuestra cambio de posición del defecto de
relleno, por lo que interpreta como secreción mucosa móvil (flecha).
A B
Figura 12.4: Pliegues uterinos. Se visualizan defectos de relleno lineales paralelos al eje del útero, correspondientes a
la prominencia de pliegues uterinos. A. HSGV vista axial. B. Vista 3D.
234 Histerosalpingografía Virtual
A B
Figura 12.5: Pliegues uterinos prominentes: A. Vista 3D de HSGV que muestra la prominencia lineal de los pliegues
uterinos (flechas). B. Vista endoscópica virtual donde se observan los pliegues como imágenes sobre-elevadas alargadas
siguiendo el eje longitudinal del útero (flechas).
A B
Figura 12.6: Pliegue uterino. Se visualiza una impronta en la cara anterior de la cavidad uterina (flechas) que correspon-
de a un pliegue uterino de aspecto bulboso y que simula una lesión polipoidea. A. Vista 3D. B. Endoscopía virtual.
Capítulo 12 | Errores diagnósticos 235
A B
Figura 12.7: Burbujas aéreas. A. HSG convencional que muestra pequeños defectos de relleno en la región cornual de-
recha que simulan lesiones endometriales (flechas). B. Imagen que demuestra que los defectos de relleno se movilizaron
en una adquisición inmediatamente posterior (flecha), siendo compatibles con burbujas aéreas.
A B
Figura 12.8: Burbuja aérea. Se visualiza una imagen de defecto de relleno a nivel de la región cornual derecha (flechas).
A. Vista 3D. B. Imagen en MIP.
236 Histerosalpingografía Virtual
A B
Figura 12.9: Burbuja aérea. A. Vista endoscópica virtual que muestra una imagen sobre-elevada en la región fúndica
que simula una lesión polipoidea (flecha). B. Imagen 2D demuestra que la imagen presenta densidad aire (flecha), siendo
compatible con burbuja aérea.
A B
Figura 12.10: Seudo-obstrucción tubaria. A. HSGV, vista en MIP, que muestra opacificación parcial e incompleta de la
trompa uterina izquierda (flecha), simulando una obstrucción tubaria. B. Adquisición inmediatamente posterior donde se
observa el relleno completo de la trompa izquierda, con pasaje de contraste a la cavidad peritoneal (flecha).
A B
Figura 12.11: Lucencias cornuales. Se visualizan pequeños defectos de relleno en ambas regiones cornuales (flechas),
que carecen de valor patológico. A. Imagen en MIP. B. Imagen en 3D.
238 Histerosalpingografía Virtual
A B
Figura 12.12: Dilatación glandular. A. HSGV vista coronal en MIP mostrando una opacidad redondeada seudo-diverti-
cular adyacente del lado derecho del canal cervical (flecha), correspondiente a una dilatación glandular cervical. B. Vista
endoscópica virtual donde se visualiza el orificio que comunica con la dilatación glandular (flecha).
A B
Figura 12.13: Cicatriz de cesárea. A. Vista 3D que muestra una dilatación seudo-diverticular a nivel de la región ístmica
(flecha) en una paciente con antecedentes de cesárea, compatible con cicatriz. B. Vista MIP donde se visualiza otra dila-
tación en región ístmica correspondiente a cicatriz de cesárea (flecha).
Capítulo 12 | Errores diagnósticos 239
A B
Figura 12.14: Técnica con sonda balón. Paciente multípara que presentó abundante reflujo del material de contraste
con la técnica habitual. Se requirió la inserción de sonda balón (flecha) para la administración del contraste y relleno de
la cavidad endometrial. A. HSGV vista sagital. B. HSGV vista coronal.
240 Histerosalpingografía Virtual
A B
Figura 12.15: Mioma intramural. A. HSGV en plano axial mostrando útero unicorne izquierdo (flecha). B. RM ponderada en
T2 en el mismo plano muestra un mioma intramural sobre la pared uterina derecha (flecha), imperceptible en la HSGV.
A B
Figura 12.16: Adenomiosis profunda. A. HSGV vista sagital que muestra útero en anteversoflexión, sin alteraciones evi-
dentes. B. RM ponderada en T2 en el mismo plano muestra un área hipointensa maldefinida en la pared uterina posterior
(flecha) que no es visible en la HSGV.
segunda adquisición de imágenes, donde los restos Otro caso de malinterpretación es cuando los plie-
mucosos suelen modificar su posición y morfología gues uterinos son prominentes y simulan lesiones
con respecto a la primera (Figura 12.3), mientras sobre-elevadas tanto a nivel endocervical como en-
que una lesión polipodea se mantiene fija y de igual dometrial (Figura 12.4). Los pliegues son de etiolo-
forma. Las secreciones lineales también pueden gía desconocida, y podrían están conformados por la
confundirse con sinequias cuando están firmemente disposición de haces musculares longitudinales en la
adheridas a la pared uterina en ambos extremos. pared uterina. También se ha descripto que corres-
En estos casos, los antecedentes de procedimientos ponden a remanentes de la fusión de los conductos
invasivos y de procesos ginecológicos infecciosos, y mullerianos (9). En la mayoría de los casos se distin-
la apariencia fibrosa e irregular de las adherencias guen con facilidad debido a que se disponen en for-
ayudan a realizar el diagnóstico diferencial. ma alargada en paralelo al eje longitudinal uterino
A B
Figura 12.1: Secreciones mucosas: A. HSGV con vista MIP donde se visualiza imagen de defecto de relleno lineal adya-
cente a la pared anterior (flecha), correspondiente a secreciones. B. Vista endoscópica virtual que muestran las secre-
ciones mucosas (flecha).
A B
Figura 12.2: Secreciones mucosas: A. Vista coronal 2D que muestra una pequeña imagen lineal que impronta la cara
antero-lateral izquierda de la cavidad endometrial baja (flecha). B. Vista endoscópica virtual donde se observa el aspecto
polipoideo que adquiere la secreción mucosa residual (flecha).
Capítulo 12 | Errores diagnósticos 241
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Capítulo 13 | Utilidad del gadolinio en pacientes alérgicas 243
Nuevos avances en medicina reproductiva han ge- Dentro del grupo de contrastes liposolubles, el li-
nerado una demanda de métodos por imágenes más piodol es una mezcla de ácidos grasos iodados. Por
específicos en la identificación de causas de esterili- su posible efecto de producir embolización grasa a
dad y otros desórdenes ginecológicos. los pulmones, persistencia del contraste en el peri-
toneo como resultado de la falta de absorción y por
Los métodos tradicionales que se utilizan para la la necesidad de hacer una placa tardía pasada a las
evaluación del aparato ginecológico consisten en 24 hs, se desistió de la utilización general de este
ecografía, histerosalpingografía convencional y re- medio de contraste para las histerosalpingografías
sonancia magnética. Cada uno de ellos provee infor- convencionales.
mación valiosa en la evaluación del sistema repro-
ductor femenino, aunque los mismos son comple- Dentro del grupo de contrastes hidrosolubles exis-
mentarios y en conjunto proveen una información ten dos grupos de acuerdo a sus características fisi-
integral (1). coquímicas; iónicos y no iónicos. Los materiales de
contraste iónicos son soluciones hiperosmolales con
Es por ello que la introducción de la tomografía respecto al plasma, o sea algunos de estos fármacos
multislice (TCMS) ha favorecido la evaluación gine- tienen osmolalidades hasta cinco veces superiores al
cológica no invasiva a través de un estudio cono- mismo. Estos contrastes fueron los que se utilizaron
cido con el nombre de histerosalpingografía virtual inicialmente para realizar los estudios de HSGV.
(HSGV). El mismo permite a través de una adqui-
sición volumétrica obtener información del cérvix, Los no iónicos, con la gran ventaja de tener una
útero y trompas así como de la pelvis. La HSGV re- menor osmolalidad, presentan una tasa menor de
procesa las imágenes obtenidas en formatos mul- reacciones adversas moderadas y graves, aunque
tiplanares (sagitales y coronales), tridimensionales no existe evidencia científica que reduzcan las reac-
(con diferentes ventanas) y vistas endoscópicas. ciones mortales. Estos son los contrastes que se uti-
Este nuevo método permite una evaluación integral lizan actualmente para realizar las HSGV de rutina.
en un único estudio y por eso resulta más aceptado
por los pacientes. Por otro lado es menos invasivo Se desconoce el mecanismo exacto responsa-
que la histerosalpingografía convencional y posee ble de las reacciones adversas secundarias al uso
menor número de complicaciones (2-6). de medios de contraste. El factor más claramente
identificado hasta el momento es la osmolalidad. Es
La HSGV es un método que se realiza habitual- ideal que ésta sea similar o la más baja posible con
mente con contraste iodado, sin embargo en pa- respecto a la del plasma.
cientes con antecedentes alérgicos, la utilización del
mismo está contraindicada. En el momento de decidir qué contraste utilizar el
objetivo es tratar de reducir al máximo la posibilidad
Existen diferentes medios de contraste iodados de que el paciente presente una reacción adversa.
que han sido utilizados a través de los años para las Éstas pueden tener diferente causa y severidad.
histerosalpingografías. Estos medios se clasifican en
dos categorías, dependiendo si son de base oleosa En cuanto a la causa las reacciones adversas se
(liposolubles) o acuosa (hidrosolubles). pueden clasificar en dos tipos básicos:
244 Histerosalpingografía Virtual
Tóxicas: Se producen por acción de la estructura Leves: Son las más frecuentes con el 99% del to-
química del compuesto sobre células de los vasos tal de las reacciones. Incluyen síntomas tales como
sanguíneos, proteínas circulantes y sistemas enzi- náuseas, calor generalizado, enrojecimiento de la
máticos, provocando cambios hemodinámicos en cara. No necesitan tratamiento, y ceden espontá-
dichos órganos y estructuras. Si bien pueden ocu- neamente en pocos minutos.
rrir en todas las personas, resultan más frecuentes
cuando existen enfermedades asociadas que predis- Moderadas: constituyen el 1% del total de las
ponen al daño renal o cardíaco. reacciones adversas. Se presentan como urticaria
difusa, edema, broncoespasmo leve y vómitos. Re-
Tales reacciones están en relación con la cantidad quieren tratamiento casi inmediato.
de contraste inyectado y suelen ser reversibles, sal-
vo por daño grave en enfermedad preexistente. Graves: Se trata de urticaria generalizada, ede-
ma de laringe, hipotensión, broncoespasmo o shock.
Se añade la deshidratación como condición clínica Pueden aparecer en aproximadamente el 0,1% del
que predispone a daño renal. Por eso se recomien- total de las reacciones y requieren internación. Even-
da siempre que los pacientes estén bien hidratados, tualmente pueden conducir a la muerte por paro car-
como una manera sencilla de evitar daño renal o díaco, o daño neurológico irreversible por hipotensión
clínico. e hipoxia. Este tipo de reacciones son poco frecuen-
tes en pacientes que realizan este tipo de estudio.
Pseudoalérgicas o anafilactoideas: Son reac- Se asocian con más frecuencia con aplicaciones de
ciones que ocurren en algunas personas por acción contraste endovenoso y no endocavitario.
directa de los materiales de contraste sobre células
del organismo que almacenan mediadores químicos Por lo tanto en el caso de pacientes con antecedentes
que, al liberarse, pueden provocar manifestaciones de alergia al iodo lo puede reemplazar por el gadolinio.
de tipo alérgicas como urticaria, edema, asma, rini-
tis y shock. En las reacciones alérgicas verdaderas o El equipo de Investigación de Diagnóstico Maipú
anafilácticas, el anticuerpo responsable de la libera- realizó un trabajo de investigación con el objetivo de
ción de las sustancias es la inmunoglobulina E (IgE). testear el gadolinio para la realización de este tipo
de estudios.
Una reacción al material de contraste en los es-
tudios de HSGV en la actualidad, es poco común El gadolinio, que es una sustancia paramagnética
debido a que se utiliza contraste no iónico de baja utilizada en resonancia magnética, ha sido utilizado
osmolaridad. como medio de contraste en las histerosalpingogra-
fias para evitar posibles problemas creados por las
También está la posibilidad de una reacción sisté- sustancias de contraste iodado.
mica como la intravasación linfática o venosa, even-
to que puede encontrarse en los estudios de HSGV. Hay que recordar que el gadolinio es un medio de
Los estudios de HSGV se efectúan con contraste di- contraste más seguro que el contraste iodado. Se
luído al 70% lo que significa que la mayoría del vo- ha descrito una tasa de 0,0003% de reacción anafi-
lumen que se instila endocavitariamente constituye láctica severa en la literatura y una tasa de efectos
solución fisiológica y sólo unos escasos mililitros de adversos de 0,01%, en las inyecciones endoveno-
contraste hipoosmolar (aproximadamente 4 ml). sas. Por consiguiente el posible efecto por aplicación
endocavitaria es aún menor.
La intravasación en la HSGV produce un patrón
reticular de múltiples imágenes lineales hiperdensas En la gran mayoría las reacciones adversas son
que representa opacificación de los vasos en la pa- leves, incluyendo nauseas, vómitos, dolor de cabeza
red uterina. El aumento de la presión intrauterina y y mareos. La erupción cutánea, ronchas o urticaria
la cirugía uterina reciente son factores predisponen- son las más frecuentes y muy rara vez puede ha-
tes, pero puede ocurrir en pacientes sin anteceden- ber broncoespasmo. Las reacciones anafiláticas son
tes de anormalidades uterinas. muy poco frecuentes (0,001% a 0,01%).
En cuanto a la severidad, las reacciones adversas Nuestro grupo de investigación evaluó la utilidad
pueden ser divididas en: del gadolinio como agente de contraste para realizar
Capítulo 13 | Utilidad del gadolinio en pacientes alérgicas 245
HSGV y estudió el realce intraluminal, la calidad de 0,5 segundos; 120 kV y 100-150 mAs, con una dura-
imagen y el discomfort de pacientes comparado con ción promedio de cada escaneo de 4 segundos.
HSGV realizada con contraste iodado, con el fin de
determinar si el gadolinio podría utilizarse como con- Los estudios realizados con contraste iodado, se
traste alternativo en pacientes alérgicos. hicieron con una dilución al 15% en solución salina,
y al 40% en los efectuados con gadolinio. Se utiliza-
Se estudiaron 50 pacientes con diagnóstico de ron 20 ml de dilución en cada estudio.
infertilidad por HSGV realizada con un tomógrafo
computado de 64 detectores (Brilliance 64; Philips Se evaluó el realce endoluminal en ambos estudios
Medical Systems, Cleveland, OH, USA). En 25 pa- para lo cual se colocó una región de interés (ROI)
cientes, la HSGV se realizó con contraste iodado y en en el canal cervical y en la cavidad uterina (Figura
las otras 25 con gadolinio. Los parámetros técnicos 13.1). Se realizó un análisis cuantitativo para la ca-
utilizados fueron los mismos para ambas adquisicio- lidad de imagen por un radiólogo experimentado con
nes: cortes de 0,9 mm espesor; 0,45 mm corrida de una escala del 0 al 10.
mesa, pitch 0,64; tiempo de rotación del gantry de
A B
C D
Figura 13.1: Análisis de densidades en estudios realizados con iodo y con gadolinio. A, B. Mediciones de regiones de
interés (ROIs) en cervix y útero en estudio iodado. C, D. Mediciones de ROIs en cervix y útero en estudio con gadolinio.
246 Histerosalpingografía Virtual
En forma complementaria, cada paciente comple- Una vez la paciente en la sala y ubicada sobre la
mentó un cuestionario informando el disconfort produ- camilla del tomógrafo en posición ginecológica, se
cido en el estudio. El mismo se clasificó en 5 grados: procedió a la asepsia de la región perineal previa a
• Grado 0: sin disconfort la colocación del espéculo. Una vez ubicado el cuello
• Grado 1: disconfort leve uterino, se realizó la asepsia del mismo. Se obtuvo
• Grado 2: disconfort moderado un scout view (radiografía digital exploradora) con el
• Grado 3: disconfort severo fin de planificar el estudio previo a la instilación de la
• Grado 4: Intolerable solución contrastada (Figura 13.2). Se colocó inme-
diatamente después en el orificio cervical externo,
DESCRIPCIÓN DEL PROCEDIMIENTO DE HSGV un catéter plástico de fino calibre a través del cual
se instiló la dilución de contraste (Figura 13.3). Para
La preparación previa de la paciente fue similar a ello se utilizó una bomba inyectora a una velocidad
la del estudio de histerosalpingografía convencional. de 0,3 ml/seg (Figura 13.4). La adquisición del estu-
Sin embargo debido a la no invasividad del procedi- dio se realizó con modulación del tubo para reducir
miento no se requirió el uso profiláctico de antibió- la dosis de radiación dependiendo del tamaño del
ticos. Las contraindicaciones para la realización del paciente en el eje z.
estudio fueron embarazo e infección activa pélvica.
Todas las HSGV se realizaron entre el día 7 al 10 del Después de adquiridas las imágenes las mismas
ciclo menstrual. Todos los pacientes debieron abs- fueron enviadas a una estación de trabajo con el fin
tenerse de mantener relaciones sexuales desde el de reprocesarlas en formatos bidimensionales, tridi-
primer día de sangrado menstrual hasta 48 hs pos- mensionales y endoscópicos.
teriores a la realización del examen.
A B
Figura 13.2: Scout view: radiografía digital exploradora. A. Scout view de la pelvis. En el mismo se planifica el estudio
a realizar. B. Scout view con plan a adquirir.
Figura 13.3: Foto de cánula plástica que se utiliza para aplicar el contraste endocavitario.
Capítulo 13 | Utilidad del gadolinio en pacientes alérgicas 247
Figura 13.4: Foto del equipo de tomografía computada multidetector y de la bomba inyectora. La bomba permite aplicar
el contraste en forma automática.
p=0,07 (95%
En cuanto a los resultados, no hubo complicaciones 9,29 8,83
CI–0,05 to 0,96)
en los estudios realizados con iodo ni con gadolinio.
248 Histerosalpingografía Virtual
A B
C D
Figura 13.5: Formas de reconstrucción en estudio con iodo. A. Reconstrucción multiplanar sagital: permite visualizar
la posición de anteversión uterina. B. Reconstrucción MIP: se observa el aparato ginecológico en su totalidad con mayor
evaluación de las trompas. C. Reconstrucción VR: muestra tridimensionalmente todo del aparato ginecológico. D. Vista
endoscópica virtual: visualización del interior de la cavidad uterina.
Capítulo 13 | Utilidad del gadolinio en pacientes alérgicas 249
A B
C D
Figura 13.6: Formas de reconstrucción en estudio con gadolinio. A. Reconstrucción multiplanar sagital: permite visua-
lizar la posición de anteversión uterina. B. Reconstrucción MIP: ilustra el aparato ginecológico en su totalidad con mayor
evaluación de las trompas. C. Reconstrucción VR: muestra tridimensionalmente todo del aparato ginecológico. D. Vista
endoscópica virtual: visualización del inetrior de la cavidad uterina.
250 Histerosalpingografía Virtual
A B
C D
Figura 13.7: Sinequias intrauterinas en estudio con iodo. Se observan defectos de relleno centrales a la cavidad uterina
(flechas). A. Reconstrucción MPR. B, C. MIP. D. La endoscopia virtual muestra tejido intraluminal que reduce el lumen de
la cavidad uterina (flechas).
Capítulo 13 | Utilidad del gadolinio en pacientes alérgicas 251
A B
C D
Figura 13.8: Sinequias intrauterinas en estudio con gadolinio. Se observan defectos de relleno adyacente a la pared
lateral izquierda de la cavidad uterina (flechas) A. Reconstrucción multiplanar coronal. B. Imagen MIP en plano coronal.
C. Imagen VR en plano coronal, vista posterior. D. Endoscopia virtual muestra tejido intraluminal que reduce el lumen de
la cavidad uterina (flecha).
252 Histerosalpingografía Virtual
A B
C D
Figura 13.9: Pólipo endometrial en estudio con iodo. A. Reconstrucción sagital con tejido de partes blandas: se observa
lesión elevada a nivel del fondo uterino (flecha). B, C. Reconstrucciones VR que muestran en diferentes incidencias de-
fecto de relleno (flecha). D. Endoscopia virtual: se observa la lesión elevada compatible con pólipo (flecha).
Capítulo 13 | Utilidad del gadolinio en pacientes alérgicas 253
A B
C D
Figura 13.10: Pólipos endometriales en estudio con gadolinio. A. Reconstrucción sagital con ventana de partes blandas. Se
visualizan 2 lesiones elevadas, una a nivel de la pared anterior y otra en el fondo uterino (flechas). B, C. Reconstrucciones
VR en diferentes incidencias que muestran dichas lesiones en las reconstrucciones tridimensionales (flechas). D. Endoscopía
virtual: se observan los pólipos en forma virtual (flechas).
254 Histerosalpingografía Virtual
A B
C D
Figura 13.11: Mioma submucoso en estudio con iodo. A. Reconstrucción sagital con ventana de partes blandas: se observa
mioma intramural con proyección submucosa en cara anterior del útero (flecha). B. Reconstrucción en MIP en plano sagital:
muestra similares hallazgos (flecha). C. Reconstrucción VR: pone en evidencia el defecto de relleno producido por el mioma
submucoso (flecha). D. Endoscopía virtual: se observa el mioma submucoso protruyendo hacia la cavidad (flecha).
Capítulo 13 | Utilidad del gadolinio en pacientes alérgicas 255
A B
C D
Figura 13.12: Mioma submucoso en estudio con gadolinio. A. Reconstrucción coronal con ventana de partes blandas se
observa mioma intramural con proyección submucosa en pared lateral izquierda (flecha). B. Reconstrucción en MIP en
plano coronal muestra deformación de la cavidad uterina. C. Reconstrucción VR: pone en evidencia el defecto de relleno
producido por el mioma submucoso (flecha). D. Endoscopía virtual: se observa el mioma submucoso protruyendo hacia
la cavidad (flecha).
256 Histerosalpingografía Virtual
A B
C D
Figura 13.13: Hidrosalpinx derecho en estudio con iodo. A, B. Reconstrucciones MIP. C, D. Reconstrucciones VR.
A B
Figura 13.14: Hidrosalpinx bilateral en estudio con gadolinio. A. Reconstrucción MIP. B. Reconstrucción VR.
Capítulo 13 | Utilidad del gadolinio en pacientes alérgicas 257
BIBLIOGRFÍA
Los beneficios de la tomografía computada (TC) puede minimizar mediante la prevención del uso in-
son inmensos y han revolucionado la práctica de la adecuado de los métodos diagnósticos y con la opti-
medicina. Desde sus inicios, las aplicaciones de la mización de los estudios que se realizan para obtener
TC se extendieron a diferentes regiones y áreas del la mejor calidad de imagen con la menor dosis de
cuerpo, permitiendo grandes avances en el diagnós- radiación.
tico no invasivo de numerosas enfermedades. En la
actualidad, la mayor parte de la radiación aplicada Debido al constante desarrollo tecnológico y a los
para fines diagnósticos surge del uso de la TC (1, 2), numerosos trabajos de investigación en TC que des-
de la medicina nuclear y de la fluoroscopía. Más aún, criben nuevas y prácticas aplicaciones, la cantidad
en la última década y con el advenimiento de la TC de estudios seguirá aumentando como suele ocu-
multislice (TCMS), hubo un incremento sostenido de rrir durante los muchos años que se requieren para
la utilización de esta modalidad en todo el mundo, que una nueva técnica alcance su equilibrio. En este
con el consecuente aumento en la dosis de radiación proceso la comunidad radiológica cumple un rol im-
en la población (3). Este hecho ha llamado la aten- portante en el manejo y control de los factores que
ción de las autoridades sanitarias, de la comunidad influyen sobre la dosis de radiación que recibe el
médica en general y, especialmente, de los radiólo- paciente. Cada uno de ellos debe ser analizado te-
gos, convirtiéndose en un tema de suma importancia niendo en cuenta la edad, género y estado de salud.
e interés a nivel mundial. El conocimiento de los parámetros técnicos y su mo-
dificación adaptada para cada caso en estudio, per-
La preocupación global por las posibles consecuen- mite ajustar la dosis necesaria y evitar una radiación
cias de las altas dosis de radiación derivó en una excesiva (10). Además, en los últimos años se han
tendencia a disminuir la radiación generada por los desarrollado nuevas herramientas que logran redu-
estudios de TC (4, 5). La mayor evidencia existente cir en forma sustancial la dosis de radiación de la TC,
sobre los riesgos potenciales se basa en publicacio- sin disminuir significativamente la calidad diagnósti-
nes que describen la relación entre la exposición a ca del estudio (11).
la radiación ionizante en los supervivientes del bom-
bardeo atómico de Japón y el desarrollo de cáncer y LA RADIACIÓN Y LA HISTEROSALPINGOGRAFÍA
enfermedades cardiovasculares (6, 7). Hasta la ac-
tualidad los trabajos publicados no presentan eviden- La histerosalpingografía (HSG) es un procedimien-
cia estadística concluyente de efecto carcinogénico, y to radiológico para la evaluación de la cavidad ute-
por lo tanto de riesgo conocido, en dosis menores a rina y de las trompas de Falopio que se ha utilizado
100 mSv. Más aún, la carcinogénesis ha sido inferida principalmente en el algoritmo diagnóstico de las
por cálculos estadísticos y extrapolaciones ya que no pacientes con infertilidad primaria o secundaria. La
ha transcurrido tiempo suficiente para la aparición de preocupación reciente sobre los riesgos de la radia-
neoplasias en individuos expuestos a la radiación de ción relacionada con modalidades diagnósticas, es
la TC (8, 9). A pesar de los datos derivados de los mayor aún en estudios de HSG debido a que la re-
supervivientes de la bomba atómica en Japón y otros gión anatómica examinada afecta a las gónadas, y
eventos que sugieren que la expansión del uso de las pacientes que se someten a estos estudios com-
técnicas de imagen que utilizan radiación ionizante prenden un grupo etario joven que desean quedar
resultaría en una mayor incidencia de cáncer en la embarazadas.
población expuesta, el problema probablemente se
Capítulo 14 | Dosis de radiación 261
A B C
Figura 14.1: Evolución de la radiación en estudios de histerosalpingografía virtual. A. Imagen axial con un equipo de 64 filas
de detectores, utilizando 120 kV y 250 mA (2,5 mSv), los mismos parámetros técnicos que un estudio de TC pelviana. Se
aprecia una adecuada discriminación tisular entre los tejidos blandos y una escasa cantidad de ruido en la imagen. B. Ima-
gen axial adquirida con un equipo de 64 filas de detectores, con parámetros técnicos de 120 kV y 120 mA (1,1 mSv), donde
se aprecia un alto contraste entre la cavidad endometrial teñida y las estructuras adyacentes. Se logró ajustar la dosis de
radiación sin detrimento en la calidad de las imágenes. C. Imagen axial obtenida con un equipo de 256 filas de detectores,
utilizando 80 kV y 100 mA (0,3 mSv). Con esta técnica se obtiene una reducción significativa de la radiación, pero existe un
incremento del ruido de la imagen; sin embargo, gracias a reconstrucciones de suavización de datos crudos, se logra una
mejora en la calidad de la imagen, sin alterar el rendimiento diagnóstico.
helicoidales debido a un defecto geométrico, llama- ruido en la imagen. El último factor es ocasional y
do efecto penumbra (20). Otra de las razones es propio del procedimiento; se refiere a la necesidad
la colimación fina necesaria de 1 mm o menor, en de adquisiciones de imágenes adicionales en casos
búsqueda de obtener una mayor resolución espa- en que la primera toma sea incompleta o insuficien-
cial, pero con el costo inevitable del incremento en te, lo que aumentaría la dosis de radiación para la
la dosis efectiva para tratar de lograr disminuir el paciente.
262 Histerosalpingografía Virtual
El empleo de parámetros técnicos de adquisición Así una reducción del nivel de mAs efectivo por un
adecuados entre los que debemos destacar la co- factor de 4, duplica el ruido de las imágenes. De
limación, el pitch, el voltaje y la corriente del tubo la misma manera, cuando se reduce el voltaje del
de rayos X, tiene un efecto directo sobre la dosis de tubo y se genera una menor cantidad de fotones
radiación que recibe cada paciente. A continuación, que penetran los tejidos con menos poder debido a
se detallará el manejo de estas variables, que de- su energía disminuida, el ruido se incrementa. Sin
terminan las diferentes estrategias para disminuir al embargo, el efecto negativo de una imagen ruidosa
mínimo posible la radiación, sin provocar un detri- es contrarrestado por un aumento en el contraste
mento en la calidad de las imágenes. de la imagen. Cuando se utilizan contrastes positi-
vos, el contraste entre una lesión y los tejidos que la
La elección de los parámetros técnicos rodean depende fundamentalmente del voltaje utili-
zado. Para bajos voltajes, el contraste entre estruc-
La dosis efectiva depende en primer término de turas de bajo número atómico (lesión endoluminal)
la cantidad de radiación usada durante el examen, y alto número atómico (yodo o bario) aumenta, con-
relacionándose en forma directa con el nivel de mAs trarrestando en parte el incremento del ruido en la
(miliamper segundo) efectivo. Este último está de- imagen. Por tal motivo, para una misma dosis de ra-
terminado por la corriente del tubo (en mA), el tiem- diación, la disminución de la potencia del tubo brin-
po de rotación del tubo (en segundos) y el pitch. Con da la mejor relación contraste-ruido (Figura 14.3).
el adecuado manejo de estos parámetros se puede
evitar una exposición excesiva a la radiación. La for- La búsqueda de una adecuada relación contraste-
ma más fácil de reducir la dosis es disminuyendo la ruido tiene como objetivo primario lograr una buena
corriente del tubo, con un tiempo de rotación bajo, nitidez de las imágenes para una óptima visualiza-
y un pitch estable cercano a 1. Esto se determina ción en las reconstrucciones 2D y 3D (Figura 14.4).
teniendo en cuenta la edad, el género, la contextura Además, para obtener imágenes de alta calidad, la
física y la región a examinar de cada paciente, entre resolución espacial debe ser isotrópica, esto significa
otros factores (21, 22). que no existe decremento de la calidad de imagen
al cambiar el plano de visualización de la misma.
Otro elemento que influye en forma directa sobre Con los equipos de TCMS se pueden obtener colima-
la dosis efectiva es el voltaje del tubo (Figura 14.2). ciones de cortes muy finos, incluso submilimétricos,
En la mayoría de los estudios se utilizan 120 kilo- permitiendo aumentar la resolución espacial. Pero a
voltios (kV), aunque un voltaje mayor (140 kV) o medida que el espesor de corte es menor, el ruido
menor (80 ó 100 kV) puede ser útil en situaciones de la imagen aumenta. Este efecto se minimiza en
específicas. Sin embargo, la elección del voltaje del parte por la combinación de los cortes al momento
tubo tiene un gran impacto en la dosis efectiva: en de realizar la reconstrucción de las imágenes, dismi-
comparación con el uso estándar de 120 kV, cuando nuyendo el ruido y aumentando la nitidez.
se utilizan 140 kV (por ejemplo, en pacientes obe-
sos) existe un incremento en la dosis efectiva por un Por último, hay que tener en cuenta también que
factor de 1,3 a 1,6. Asimismo, cuando se opta por los protocolos con baja dosis pueden afectar en oca-
utilizar 100 kV (por ejemplo, en pacientes delgados) siones en forma negativa la calidad de visualización
se logra una reducción por un factor 1,5 a 1,7; y de los órganos intra-pelvianos extra-ginecológicos.
cuando se usan 80 kV (por ejemplo, en pacientes Sin embargo, la detección de patología pelviana con
pediátricos) la reducción alcanza un factor de 3 a 4. relevancia clínica no ha variado significativamente
cuando se utilizan bajas dosis. La International Com-
Efecto de la radiación en la calidad del estudio mission on Radiological Protection (ICRP), mediante
el principio ALARA (de la sigla en inglés, “tan bajo
La calidad de los estudios de histerosalpingografía como sea razonablemente posible”), recomienda es-
virtual está determinada por el ruido, el contraste tablecer adecuados puntos de corte y modificar los
y la nitidez de las imágenes. El ruido depende di- protocolos de adquisición para optimizar al máximo
rectamente de la cantidad de radiación, la cual a la dosis de radiación, manteniendo al mismo tiempo
su vez, de acuerdo al mAs efectivo y voltaje utili- una calidad de imagen aceptable en todos los estu-
zados determina el número de fotones generados. dios de TC (4).
Capítulo 14 | Dosis de radiación 263
A B C
Figura 14.2: El voltaje del tubo es un factor determinante en la dosis de radiación y en la calidad de la imagen. A. Ima-
gen axial con 80 kV-100 mA. B. Imagen axial con 100 kV-100 mA. C. Imagen axial con 120 kV-100 mA. Se puede apre-
ciar que con la disminución del voltaje del tubo se incrementa el ruido, pero la visualización de la patología endoluminal
es aún posible con kilovoltaje bajo. Sin embargo, recién con la aplicación de la reconstrucción iterativa se logra una dis-
minución del ruido y mejora en la calidad de la imagen permitiendo la utilización de técnicas con bajo voltaje de tubo.
A B C
Figura 14.3: Efecto de los parámetros técnicos en la calidad de las imágenes 2D. Se muestran cortes axiales de tres
diferentes combinaciones de la voltaje y corriente del tubo en estudios de histerosalpingografía virtual con reconstrucción
en máxima intensidad de proyección (MIP). A. 80 kV-100 mA; B. 100 kV-120 mA; C. 120 kV-150 mA. Se observa que la
permeabilidad tubaria es evaluable con las diferentes técnicas utilizadas.
A B C
Figura 14.4: Efecto de los parámetros técnicos en la calidad de las imágenes 3D. Navegación endoscópica virtual de la
cavidad uterina con tres diferentes combinaciones de la voltaje y corriente del tubo. A. 80 kV-100 mA; B. 100 kV-120 mA;
C. 120 kV-150 mA. Si bien la calidad de la imagen se modifica, la visibilidad de la cavidad se conserva con las diferentes
técnicas utilizadas.
264 Histerosalpingografía Virtual
NUEVAS TÉCNICAS Y ESTRATEGIAS PARA necesidad de escanear el tejido del cuerpo adyacen-
OPTIMIZAR LA DOSIS DE RADIACIÓN te a los límites superior e inferior del volumen en
estudio, requerida para las reconstrucciones de los
Mejoras en el diseño de los equipos primeros y últimos cortes. Este efecto de sobre-es-
caneo en el eje longitudinal z se incrementa a me-
Con la constante evolución tecnológica de la TC, dida que se amplía la cobertura total, es decir, con
se han desarrollado diferentes aplicaciones para mi- la cantidad de filas de detectores. Los recientemen-
nimizar la exposición a la radiación en cada exa- te incorporados equipos de 256 filas de detectores,
men. Cuando se incorporaron los equipos multisli- producirían un aumento en la dosis de radiación por
ce, la dosis efectiva fue mayor en comparación con el efecto de sobre-escaneo, cuando se los utiliza con
los equipos de una sola fila de detectores, debido el modo helicoidal (24). Por tal motivo, de acuerdo
al efecto penumbra. Éste se genera por el diseño al área y tipo de estudio a llevar a cabo, estos equi-
geométrico ineficiente del tubo que genera un haz de pos se deben operar, para el estudio de regiones pe-
rayos X con una cierta cantidad de fotones que caen queñas, en el modo axial que alcanza una cobertura
por fuera de las filas de detectores activas, aplicándo- cercana a los 10 cm en un solo disparo del tubo.
se especialmente para los equipos de 4 filas de detec-
tores (23). Los posteriores diseños de 16, 64 y 256 fi- Modulación del tubo
las de detectores han minimizado el efecto penumbra,
con la consiguiente disminución de la radiación (Figura Muchos investigadores han demostrado la relación
14.5). Esta mejora se ha logrado con algoritmos que que existe entre la contextura física del paciente y el
permiten un seguimiento del punto focal durante la ruido, y por consiguiente, de la calidad de la imagen.
emisión del haz de protones. Además, al incremen- Como se ha referido anteriormente, la estrategia
tar la cobertura longitudinal con un mayor número más simple para evitar dosis de radiación excesiva
de filas de detectores, se limitan a pocas las instan- o insuficiente es personalizar los protocolos de estu-
cias donde la penumbra cae por fuera de los detec- dios y adaptarlos para cada paciente en particular.
tores activos. A su vez, y para lograr una mejor optimización de la
radiación, los fabricantes de equipos han desarrolla-
Otra fuente de ineficiencia de la radiación en los do herramientas automáticas que permiten ajustar
equipos helicoidales, incluidos los multislice, es la la dosis de radiación en cada paciente, teniendo en
Figura 14.5: Efecto penumbra: en los equipos helicoidales de una fila de detectores el haz de rayos X coincide con la co-
bertura de los detectores. En los equipos con múltiples filas de detectores, ciertos fotones caen por fuera de los detectores
(efecto penumbra); pero a medida que aumenta el número de fila de detectores, se incrementa la cobertura longitudinal
y se limitan las instancias donde la penumbra cae por fuera de los detectores.
Capítulo 14 | Dosis de radiación 265
cuenta principalmente la contextura física (25). Es- Las dos técnicas de modulación en forma conjunta
tas herramientas reciben el nombre de modulación logran ajustar con exactitud y reducir sinérgicamente
del tubo y consisten en dos estrategias. En una de un 40% la dosis de radiación aplicada a cada paciente.
ellas el equipo calcula el espesor del cuerpo durante
el escanograma inicial, y a partir de esa medición Reducción del ruido por reproceso de los
se estima en forma automática la corriente del tubo datos crudos
adecuada para el estudio del paciente (11). De esta
manera se logran ajustes más exactos y una reduc- Independientemente de la estrategia que se utilice
ción promedio de la radiación total cercana al 25%. para disminuir la dosis de radiación, su efecto ne-
La segunda forma de modulación tiene en cuenta las gativo se manifiesta por un aumento del ruido de la
variaciones del espesor del cuerpo en el eje longitudi- imagen. Una forma de minimizar la imagen ruidosa
nal z del paciente y las resistencias al haz de rayos X consiste en una técnica de reproceso de los datos
ofrecida por los tejidos de las diferentes áreas en es- crudos, aplicando un algoritmo de suavización de
tudio (26). Esta modulación se realiza en tiempo real los datos crudos denominada iterativa que disminu-
y en forma simultánea durante la rotación del tubo; ye en forma substancial el ruido y mejora la calidad
así, la corriente disminuye en áreas delgadas y rela- de las imágenes, con el costo de reducir levemente
tivamente “transparentes” a los rayos X, y aumenta su nitidez (27). Con esta técnica se pueden realizar
en áreas de gran espesor y donde existen tejidos protocolos de estudios con baja dosis de radiación
con alta resistencia a los fotones, como por ejemplo sin disminuir la calidad del examen (Figura 14.7).
en la pelvis (Figura 14.6).
Figura 14.6: Modulación del tubo. En el gráfico se muestran tres curvas: la línea amarilla representa un estudio sin modu-
lación e indica que la dosis empleada no se modifica durante el estudio. La línea roja corresponde a la modulación que es
calculada en forma automática por el equipo durante el escanograma determinando una dosis adecuada para la región en es-
tudio. La línea azul representa la modulación del tubo que se realiza en tiempo real corte por corte en el eje z longitudinal.
266 Histerosalpingografía Virtual
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260 Histerosalpingografía Virtual
Los estudios de HSG se realizan mediante control se han modificado en búsqueda de la mejor calidad
fluoroscópico. Durante la introducción gradual del de imágenes, de los mejores resultados, y también,
medio de contraste se efectúan varias exposiciones de la menor dosis de radiación posible. En sus co-
y tomas radiográficas para documentar el llenado mienzos, los estudios de histerosalpingografía virtual
de la cavidad uterina, la opacificación de las trom- fueron realizados con los mismos parámetros técnicos
pas y el pasaje de contraste a peritoneo. El tiempo empleados en los exámenes rutinarios de TC pelviana.
promedio de exposición a la fluoroscopía que se em- Para el estudio de un área de 15 cm de longitud, con un
plea durante el examen es de 2 minutos, mientras voltaje de tubo de 120 kV y una corriente de 250 mA,
que el número de radiografías obtenidas es de 6 en la dosis efectiva estimada es de 2,6 mSv (18). En estos
promedio para cada estudio de HSG. Ambas expo- estudios, los parámetros de adquisición, entre ellos la
siciones, la fluoroscópica y la radiográfica, irradian dosis de radiación, fueron ajustados para obtener una
primariamente a las gónadas y determinan la dosis imagen que permitiera distinguir contrastes sutiles
de radiación empleada (12). de densidades entre diferentes estructuras de partes
blandas, y también para disminuir el ruido de la ima-
Los efectos deletéreos asociados a la HSG se re- gen. Pero cuando se examina específicamente un
fieren al riesgo radiogénico nocivo sobre el futuro órgano distendido (útero y trompas) con material de
embrión, así como el riesgo de inducción de cáncer contraste positivo (hiperdenso), se crea una gran di-
en la mujer expuesta (13). La unidad científica más ferencia de atenuación entre la cavidad uterina y los
utilizada para las mediciones de las radiaciones es el tejidos adyacentes. De esta forma, el alto contraste
milisievert (mSv). Cada órgano y tejido tienen una existente entre dichas estructuras permitió realizar
diferente sensibilidad a la radiación; por lo tanto, el modificaciones en los protocolos de escaneo y dis-
riesgo radiogénico varía en cada estudio de acuerdo minuir la dosis de radiación en forma significativa. El
al área explorada y a la técnica empleada. El término factor corregido fue la corriente del tubo, utilizando
dosis efectiva hace referencia a la cuantificación de entre 100 y 150 mA, dependiendo de la contextura
la radiación teniendo en cuenta las sensibilidades re- física de las pacientes. Además se redujo el volumen
lativas de los diferentes tejidos expuestos (14). Exis- de examen a 10 cm ajustando el plan de estudio a
ten pocos datos en la literatura que se refieren a la la región de interés. La dosis efectiva estimada con
dosimetría de la radiación en procedimientos de HSG. estos parámetros varía entre 0,9 y 1,3 mSv (19).
La dosis efectiva de la HSG fue informada en sólo dos Recientemente, con la incorporación de nuevos pro-
publicaciones (12, 13). En un estudio reciente se re- gramas que realizan reconstrucciones de datos cru-
portó una estimación de los riesgos asociados a la dos con el fin de disminuir el ruido y mejorar la re-
HSG (15). Sin embargo, existe una notable variación solución de las imágenes (reconstrucción iterativa),
en la técnica de HSG utilizada en diferentes centros se logró reducir el voltaje del tubo sin detrimento
con respecto a la cantidad de exposición fluoroscó- en la calidad del estudio. Así los protocolos actuales
pica (0,3 a 8,5 minutos) y el número de radiografías emplean 80 kV y 100-150 mA, con una dosis efectiva
obtenidas (0 a 14) (13). Así, la dosis efectiva calcu- estimada de 0,3-0,4 mSv (Figura 14.1). En la tabla
lada para un estudio de HSG que utiliza 2 minutos 14.1 se muestra una comparación de la dosis de ra-
de radioscopía y 6 exposiciones radiográficas es de diación utilizada en diferentes estudios radiográficos
5 mSv. Además, hay que tener en cuenta que exis- y tomográficos.
ten diferentes sistemas de control radioscópico: con-
vencional, a distancia y digital, por lo que los datos FACTORES QUE INFLUYEN SOBRE LA DOSIS
presentados previamente pueden no ser aplicables a DE RADIACIÓN EN ESTUDIOS DE
pacientes sometidos a procedimientos de HSG con el HISTEROSALPINGOGRAFÍA VIRTUAL
uso de diferentes equipos y parámetros técnicos, y
según el caso se deberá realizar una dosimetría para Desde el punto de vista teórico, existen tres razo-
cada paciente en particular (16, 17). nes principales que incrementarían la dosis de radia-
ción en los estudios de histerosalpingografía virtual.
EVOLUCIÓN DE LA DOSIS DE RADIACIÓN EN Una de ellas es la realización de los estudios con
LA HISTEROSALPINGOGRAFÍA VIRTUAL equipos multislice, teniendo en cuenta que estos es-
tudios deben realizarse con tomógrafos de 64 o más
Desde el desarrollo de la histerosalpingografía filas de detectores. Sin un correcto ajuste de los
virtual hace más de 10 años, la tecnología ha evo- parámetros de adquisición, esto implica una mayor
lucionado y los parámetros técnicos de adquisición dosis de radiación en comparación con los equipos
268 Histerosalpingografía Virtual
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La infertilidad, según lo establecido por la Sociedad hacia el útero, y los procesos patológicos que ocu-
Americana de Medicina Reproductiva, es la incapaci- rren en el útero, tanto en la pared como en el interior
dad o imposibilidad de lograr un embarazo después de la cavidad uterina o bien en la cavidad abdomino-
de doce meses de exposición a actividad sexual, sin pelviana y que pueden ser causales de infertilidad.
protección contraceptiva. Afecta al 15-20% de las
parejas en edad reproductiva y su etiología es di- En el presente, existen diversos métodos diagnós-
versa (1-3). Esterilidad e infertilidad son términos ticos disponibles para el estudio de la paciente infér-
que en ocasiones se utilizan de manera intercam- til aunque ninguno de ellos cumple con todos los cri-
biable, no obstante es importante mencionar que terios antes mencionados (1, 6). Los exámenes que
en ciertas circunstancias definen poblaciones dife- se utilizan rutinariamente como primera línea son
rentes. En la literatura española, la definición de la la ecografía transvaginal y la histerosalpingografía
palabra esterilidad es la incapacidad de lograr un convencional. Existen otros que son utilizados para
embarazo, mientras que infertilidad hace referencia complementar y/o corroborar la información obteni-
a la imposibilidad de llevar un embarazo a término da con los exámenes iniciales, como la resonancia
(el embarazo es interrumpido en algún momento), magnética para la evaluación de pacientes con en-
y hace referencia a aquellas mujeres con pérdidas dometriosis, adenomiosis, miomatosis o anomalías
recurrentes de embarazo. uterinas, o la histeroscopía diagnóstica. Actualmente
se dispone de un nuevo método de diagnóstico por
La infertilidad se clasifica como primaria cuando imágenes: la histerosalpingografía virtual (HSGV).
la pareja nunca ha logrado un embarazo y secunda-
ria cuando ya ha logrado alguna vez un embarazo y
presenta dificultades para lograr un embarazo nue-
vamente (4).
Tabla 15.1: Causas ginecológicas de infertilidad
Las causas son atribuibles a la mujer en el 40% de femenina.
los casos, al hombre en el 30%, secundaria a ambos
miembros de la pareja en el 10-15%, y en el 15-20% Factor tubo-peritoneal 30%
por causas desconocidas o inexplicables, lo que se
denomina esterilidad sin causa aparente (1, 5). En la
Trastornos de la ovulación 40%
Tabla 15.1 se enumeran los motivos más frecuentes
de infertilidad, relacionados con el factor femenino.
Factor cervical 10%
Los estudios diagnósticos juegan un rol fundamental
en la determinación de las posibles causas de infertili-
dad y así permiten decidir la mejor conducta terapéu- Trastornos de la fase lútea 5%
tica según la patología y/o trastorno hallado (1, 6).
Factor uterino 5%
Focalizando la atención al factor femenino, los
exámenes deben permitir identificar las patologías
que puedan comprometer a las trompas, que son las Factores idiopáticos 10%
encargadas de transportar los gametos y embriones
270 Histerosalpingografía Virtual
Este examen brinda información similar al de una patología uterina asociada. Es por ello que el diag-
histerosalpingografía convencional pero con mayor nóstico de la paciente infértil requiere la evaluación
detalle anatómico y precisión diagnóstica, y provee completa del aparato ginecológico, en búsqueda de
a su vez información semejante a la de una reso- información del cérvix, útero, trompas y ovarios
nancia magnética para la evaluación de malforma- para detectar todo el espectro de la patología.
ciones uterinas (7-10). El uso de esta nueva técnica
requiere de una etapa de aprendizaje para su inter- De los estudios mencionados previamente, ningu-
pretación, tanto para el médico especialista en imá- no evalúa en forma completa y precisa el aparato gi-
genes como para el ginecólogo o médico derivante. necológico en su totalidad. La histerosalpingografía
Es por tal motivo que para que la HSGV se utilice convencional no brinda información de los ovarios,
ampliamente se requiere de un mayor conocimiento mientras que la HSGV proporciona una información
de la misma por la comunidad ginecológica. limitada de los mismos. Sin embargo, ambas mo-
dalidades permiten la valoración cervical y uterina
El examen diagnóstico ideal para el estudio de la y son el método diagnóstico ideal para determinar
infertilidad debería ser una técnica certera en la de- la permeabilidad de las trompas uterinas. La HSGV
terminación de las diversas alteraciones a nivel de tiene la ventaja de su mayor resolución espacial y
todo el sistema reproductor femenino; tener una la posibilidad de detectar patología de menor tama-
alta resolución espacial para poder identificar lesio- ño. La ecografía y la resonancia magnética, por otro
nes de escasos milímetros hasta otras patologías lado, evalúan el útero y los ovarios con gran preci-
de mayor tamaño, brindando información exacta en sión, brindando información limitada de las trompas.
cuanto a su localización y extensión; ser accesible a Es por ello que dichas modalidades se complemen-
la mayor cantidad de mujeres que lo necesiten (uni- tan unas con otras para obtener una información in-
versalidad); y ser seguro para las pacientes. Cada tegral del sistema reproductor femenino.
uno de las modalidades diagnósticas enumeradas
previamente cumple con algunos de los criterios APORTE DE LA
mencionados en el estudio diagnóstico ideal, com- HISTEROSALPINGOGRAFÍA VIRTUAL
plementándose entre sí y siendo cada una más útil
de acuerdo a la patología de cada paciente. La HSGV brinda en la actualidad la posibilidad de
contar con un método de diagnóstico por imágenes
ESTUDIO DEL FACTOR FEMENINO novedoso, que se realiza a través de una adquisición
volumétrica de tomografía computada multislice de
El estudio de la infertilidad, focalizada en el fac- la región de la pelvis menor luego de la instilación de
tor femenino, comprende una serie de estudios de contraste en la cavidad uterina. El procedimiento es
laboratorio e imágenes que incluyen los diferentes de corta duración y muy bien tolerado por las pacien-
sistemas y órganos que pueden estar involucrados y tes. Aquellas quienes ya han sido sometidas a un es-
ser causales de dicha infertilidad (1, 6). Entre ellos tudio de histerosalpingografía convencional refieren
se enumeran los siguientes: una clara diferencia, con un menor disconfort oca-
sionado durante el examen de HSGV. Esto es debi-
1) Estudios hormonales: estradiol, prolactina, pro- do fundamentalmente a que la HSGV no requiere de
gestágenos, hormona folículo estimulante, hormona maniobras invasivas como erinar y/o traccionar del
luteinizante, factor anti-mülleriano, perfil tiroideo. cuello uterino lo cual, no sólo disminuye el dolor, sino
también minimiza el número de potenciales compli-
2) Estudios infectológicos: cultivo del flujo vaginal caciones como sangrados, hematomas e infecciones
y moco cervical (gérmenes comunes, Chlamydia, (7, 9). Por otro lado, la adquisición de las imágenes
Mycoplasma y Ureoplasma). se realiza en escasos segundos y con muy baja dosis
de radiación (0,3 y 0,6 mSv). Estos valores dependen
3) Estudios por imágenes: ecografía transvaginal, principalmente de la posibilidad de trabajar con bajos
sonohisterografía, histerosalpingografía convencio- kilovoltajes (80 kV) y el uso de los nuevos algoritmos
nal, resonancia magnética e HSGV. de reconstrucción de imágenes que permiten, a pe-
sar de la baja técnica radiológica utilizada, obtener
En las pacientes con trastornos de infertilidad, una imagen con excelente calidad diagnóstica. Esta
se considera al factor tubo-peritoneal como uno de nueva forma de reconstrucción de los datos crudos es
los principales, existiendo en ciertos casos también conocida como reconstrucción iterativa avanzada.
Capítulo 15 | Aplicaciones clínicas 271
Entre los aportes más importantes que brinda la similares a la histeroscopía diagnóstica, facilitando
HSGV se destaca la evaluación del canal cervical. la diferenciación entre miomas submucosos y póli-
El método permite estudiar el canal en forma inte- pos (Figuras 15.2 y 15.3).
gral brindando información de suma importancia al
ginecólogo especialista en reproducción acerca de Otro de los aportes importantes del procedimiento
la forma y el trayecto (dirección y angulación) del es la posibilidad de otorgar información del contorno
canal y orientarlo sobre las posibles dificultades con uterino y de la pared, con lo cual se pueden carac-
las que se puede encontrar en el momento de la terizar mejor las malformaciones uterinas y los mio-
transferencia de los embriones o de la inseminación mas submucosos (grado de proyección a la cavidad
intrauterina (Figura 15.1). La HSGV tiene como ca- endometrial) y determinar la conducta terapéutica
racterística distintiva el brindar imágenes endoscó- más adecuada (Figuras 15.4 y 15.5).
picas virtuales del canal cervical y la cavidad uterina
A B
Figura 15.1: Estudio de HSGV. Evaluación del canal cervical. A. Imagen en máxima intensidad de proyección en plano
sagital, donde se realiza la medición del ángulo cervical. B. Imagen de endoscopía virtual con valoración de los pliegues.
A B
Figura 15.2: Estudio de HSGV. Mioma submucoso en cara anterior del útero (flechas). A. Imagen en máxima intensidad
de proyección en plano sagital. B. Imagen de endoscopía virtual.
272 Histerosalpingografía Virtual
A B
Figura 15.3: Estudio de HSGV. Pólipo endometrial en pared posterior (flechas). A. Reconstrucción 3D en plano coronal,
vista postero-lateral izquierda. B. Imagen de endoscopía virtual.
A B
C D
Figura 15.4: Estudio de HSGV. Valoración de mioma submucoso en cara anterior del útero (flechas). A. Imagen en
máxima intensidad de proyección (MIP) en plano sagital. B. Imagen MIP en plano coronal. C. Reconstrucción 3D en plano
coronal, vista anterior. D. Imagen de endoscopía virtual.
Capítulo 15 | Aplicaciones clínicas 273
A B
C D
E F
Figura 15.5: Estudio de HSGV. Útero septado parcial. A. Reconstrucción multiplanar de 10 mm de espesor en plano
coronal. B. Imagen en máxima intensidad de proyección (MIP) en plano coronal. C. Reconstrucción 3D en plano coronal.
D. Imagen de endoscopía virtual. E. Imagen MIP en plano coronal luego de la remoción del tabique uterino. F. Imagen
de endoscopía virtual post-tratamiento.
274 Histerosalpingografía Virtual
En la Tabla 15.2 se enumeran las principales ven- - Evaluación del canal cervical.
tajas de la HSGV en comparación con el método ra- - Evaluación endoscópica virtual del canal cervical
diológico convencional. y de la cavidad uterina.
- Evaluación del contorno/superficie externa del
útero.
- Evaluación endoluminal de las trompas uterinas.
A B
C D
Figura 15.6: Estudio de HSGV. Valoración de las trompas uterinas. Dilatación de la trompa uterina izquierda (flechas). A. Ima-
gen en máxima intensidad de proyección (MIP) en plano coronal. B. Reconstrucción 3D en plano coronal. C, D. Imágenes de
endoscopía virtual.
Capítulo 15 | Aplicaciones clínicas 275
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