Sunteți pe pagina 1din 2

CARACTERISTICAS DE LA IGLESIA DE MACEDONIA

Un estudio cuidadoso de 1 y 2 de Tesalonicenses, Filipenses y Hechos 16-17 y alusiones a las


iglesias de Macedonia que se encuentran en 2 Corintios 8:11 y Romanos 15 sugiere cinco
características distintivas de estas importantes congregación cristianas primitivas. El reflexionar
acerca de estas características es instructivo para las iglesias contemporáneas que tratan de vivir y
expresar su fe en el presente.

Primero, los cristianos de Macedonia fueron conocidos ampliamente por la autenticidad y


sinceridad de su fe. En 1 de Tesalonicenses, 1.7, Pablo alabo a los creyentes de Tesalónica por ser
ejemplo para otros creyentes en toda Macedonia y Acaya. En el versículo que sigue, Pablo les
aseguro que su buena reputación se había esparcido más allá de su territorio hasta el punto que
ya el no tenía que hablar a otros acerca del ejemplo de los macedonios. Su positiva reputación de
fidelidad cristiana se había esparcido por todas partes por las palabras de aquello que predicaban
el evangelio de un extremo al otro del imperio Romano. En Filipenses 1.6, el apóstol de los gentiles
declaro su confianza que Dios continuaría la obra que había comenzado en los cristianos de
Macedonia hasta el día de regreso de Cristo.

Segundo, las congregaciones de Macedonia tenían buena reputación por la diversidad de sus
miembros y de sus líderes. Ellas eran congregaciones tanto de judíos como de gentiles. (Hch.16-
17). Una mujer de negocios de Tiratira llamada Lidia jugo un papel importante en la fundación de
la iglesia de los filipenses, la cual tenía miembros entre los cuales había una joven esclava que
había sido liberada de posesión demoniaca y el guarda de la cárcel romana en Filipos. Un simple
examen de los nombres en Filipenses refleja la gran diversidad de la congregación. El nombre de
Epafrodito se asocia con la adoración a la diosa griega del amor, Afrodita. Uno se pregunta si el
nombre sugiere que el haya estado asociado con el culto de la prostitución asociado con los ritos
de la fertilidad de la diosa Afrodita. Nombres como Evodia (Prospero viaje) y Sintique (Buena
Suerte) puede ser un reflejo de la preocupación en Macedonia con predecir la buena fortuna y la
predicción del futuro. Si esto es así, tal vez en esos nombres encontramos también la
preocupación de Pablo concerniente a que Satanás destruyera el trabajo anterior de Pablo con
estos nuevos creyentes (1 Ts 3.1-5). Tal vez la posterior evaluación de Pablo de aquellos nuevos en
la fe puede servirnos para recordad que Dios puede y alcanza a personas de ambientes
anticristianos, los ayuda a mantenerse firmes en su fe y los usa para la edificación de su iglesia
(vv.6-9).

Esto nos trae la tercera característica de las iglesias de Macedonia. La evidencia bíblica sugiere
que, de su interés en comprender, ellos eran todavía susceptibles de caer en las falsas doctrinas
que les podían apartar del camino. Así que Pablo exhorto a los cristianos macedonios a que
estuviesen prevenidos contra aquellos que usaban en el engaño, la mentira y la adulación para su
propio enriquecimiento económico y la gratificación de su ego (2.4-6). En la carta más gentil y
amorosa del Nuevo Testamento, Pablo consideró necesario usar un lenguaje fuerte en extremo
para prevenir a los filipenses que se guardaran de los “perros” de los “malos obreros” y de los
“mutiladores del cuerpo” (Fil 3.2), aquellos que insistían que los gentiles debían convertirse al
judaísmo y obedecer los ritos de la ley antes de que pudieran ser cristianos. El fervor sin un
fundamento sólido de fe con frecuencia es contraproducente porque tiende a acusar que los
creyentes se preocupen por lo novedoso y lo esotérico. Los creyentes de hoy necesitan conocer
tanto lo que ellos creen como por qué lo creen. De otra manera, como los macedonios, podemos
también olvidar que debe haber consistencia entre nuestras convecciones doctrinales y nuestra
ética diaria. (1Ts 4).

Cuarto, y en una nota más positiva, Pablo repetidamente exaltó a los cristianos de Macedonia por
su generosa respuesta a las necesidades de los judíos cristianos en Jerusalén. La congregación de
Macedonia, predominante gentil, no contuvo su voluntad de proveer apoyo material para sus
hermanos y hermanas en Cristo que estaban sufriendo. Las diferencias étnicas, la herencia cultural
y las convicciones teológicas no tuvieron sentido cuando se trataba de aliviar el sufrimiento, salvar
vidas y dar esperanza. Por tanto, Pablo pudo libre y honestamente exaltar la generosidad de los
creyentes macedonios tanto a los corintios (2Co 8.1-5, 11,9) como a los romanos (Ro 15.26)

Finalmente, la carta a los Filipenses es un monumento permanente que demuestra la gratitud que
los cristianos macedonios sentían hacia Pablo, su pastor fundador y muy fiel amigo. En esta carta,
llena de gozo, el anciano apóstol reflejo con cuanta frecuencia los filipenses habían orado por el en
tiempos de necesidad. El les dio gracias por los recursos materiales que le enviaron proveyendo
para aliviar sus problemas económicos. El los alabo por enviar a Epafrodito para ayudarle durante
su encarcelamiento. Los cristianos de Macedonia parecen haber sido dotados con el don de
expresar la gratitud en forma tangible hacia aquellos que Dios había usado para traerles el
evangelio a ellos. En una era dispuesta a deshacerse de los ancianos, olvidando a los ausentes,
abandonando a los débiles y asiendo negligentes con aquellos que nos habían ayudado cuando
éramos jóvenes en la fe, los cristianos contemporáneos, como hicieron nuestros antecesores en
Macedonia, necesitamos buscar las oportunidades para cuidar de aquellos que, en días pasados,
cuidaron tanto de nosotros.

S-ar putea să vă placă și