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MATERIALES I:
1. EL MICROCONSTITUYENTE AUSTENITA: 3
2. DESCOMPOSICIÓN ISOTÉRMICA DE LA AUSTENITA 5
2.1 TRANSFORMACIONES DIFUSIVAS: 7
2.2 TRANSFORMACIONES DESPLAZATIVAS 8
3. TRANSFORMACIONES A R’ 9
4. TRANSFORMACIONES A R’’’ 13
5. TRANSFORMACIONES A R” 17
EJERCICIOS 22
1. EL MICROCONSTITUYENTE AUSTENITA:
La austenita es uno de los constituyentes del diagrama Fe-Fe3C que no está presente a
temperatura ambiente en los aceros al carbono recocidos. Sin embargo, este constituyente
puede aparecer a temperatura ambiente en algunos aceros aleados o en ciertos aceros no
aleados siempre que se enfríen desde el estado austenítico con suficiente rapidez.
Los diagramas de fase binarios Fe-X, donde X representa a cualquiera de los posibles
elementos de aleación, se pueden clasificar en dos grandes grupos atendiendo al efecto que
los aleantes ejercen sobre la forma del campo γ. Ciertos elementos de aleación tienden a
ampliar el intervalo de temperaturas de existencia de la austenita deprimiendo la temperatura
A3 y elevando la temperatura A4 dando lugar a diagramas como el de la figura 1-1(a). Estos
elementos que estabilizan la austenita se conocen con el nombre de gammágenos. Otros
aleantes, sin embargo, tienden a contraer el campo γ ampliando el intervalo de estabilidad de la
ferrita (figura 1-1(b)). Estos elementos de aleación son conocidos como alfágenos.
(a) (b)
Figura 1-1. Efecto de los aleantes gammágenos (a) y alfágenos (b) sobre la forma del campo γ en
sistemas binarios Fe-X
• Los aleantes gammágenos son de tres tipos: metales que forman cristales c.c.c., metales
con estructura similar a la de la austenita y los solutos que entran por inserción ya que los
intersticios de la solución sólida γ son mayores que los de la α. El ejemplo más importante
de aleante gammágeno con estructura c.c.c. es el níquel, el manganeso es un ejemplo de
aleante gammágeno del segundo tipo y el carbono y el nitrógeno los son del tercero.
Conviene señalar que el efecto gammágeno de estos últimos aleantes es más pronunciado
que el de los que forman soluciones sólidas de sustitución extensas en la austenita.
• Los aleantes alfágenos son aquéllos que se disuelven con mayor facilidad en la ferrita que
en la austenita. El efecto estabilizador de la ferrita de algunos de estos aleantes llega hasta
el punto de suprimir la transformación austenítica de la ferrita δ. Un ejemplo de este tipo de
comportamiento aparece en el sistema Fe-Cr (figura 1-2): la única solución sólida que
aparece en las aleaciones con porcentajes de cromo superiores al 13% es la ferrita.
Figura 1-2: Diagrama de fases Fe-Cr. Obsérvese que la froma del bucle γ no se ajusta exactamente a
lo mostrado en la figura 1-1(b).
La austenita es una solución sólida con estructura c.c.c. cuyo parámetro varía con el
contenido en carbono de acuerdo con la ley:
Algunas de las propiedades de la austenita vienen determinadas por su sistema cristalino y son
comunes a todas ellas: es el más denso y dúctil entre los constituyentes de los aceros. Otra
propiedad común a todas las austenitas es su carácter no magnético. Otras propiedades de la
austenita, en cambio, dependen en gran medida de su composición química. Así, por ejemplo,
la resistencia a la tracción de la austenita puede variar dentro de márgenes relativamente
amplios, entre 700 y 1500 MPa mientras que el alargamiento a la rotura puede presentar
valores que van del 30 al 60%. La respuesta al ataque químico también depende de la
composición de la austenita: así, mientras que la austenita de los aceros Hadfield (aleaciones
para moldeo con %C = 1-1,4 y %Mn = 12-14) es coloreada por el nital, es necesario utilizar
reactivos especiales o un ataque electrolítico para revelar los bordes de grano de la austenita
de los aceros inoxidables.
El interés de estudiar el constituyente austenita radica en que gran parte de los detalles
estructurales de los aceros y, en consecuencia, de sus propiedades, vienen determinados por
las condiciones en las que la austenita presente a temperaturas elevadas se descompone en el
enfriamiento hasta temperatura ambiente. Esto es así tanto para productos sin tratamiento
térmico como, por ejemplo, perfiles laminados en caliente cuya microestructura depende de la
velocidad del enfriamiento que sigue a la conformación, como para todos aquellos productos
tratados térmicamente desde temperaturas superiores a A1.
Figura 2-1. Historia térmica que se impone para estudiar la descomposición isotérmica de la austenita.
Para que quede perfectamente definido un proceso de este tipo no sólo hay que fijar las
temperaturas de austenización, TA, y de descomposición, Td, además hay que caracterizar de
un modo preciso cuál es la estructura de la austenita que se descompone. Esta estructura
viene definida por dos parámetros:
En los procesos controlados por difusión se llega a agregados de ferrita y carburos cuya
morfología depende de la temperatura Td. Para valores inferiores pero próximos a la
temperatura crítica A1, se producen transformaciones, conocidas como Ar’, que conducen a
productos de descomposición formados por láminas alternadas de ferrita y carburos. Si las
temperaturas de descomposición son menores la austenita se descompone dando productos
en los que los carburos presentan una morfología globular y la ferrita aparece en forma de
placas que pueden estar agrupadas en paquetes o no. Estas últimas transformaciones se
conocen como Ar”.
Los experimentos demuestran que la cinética de estas transformaciones viene descrita por
una ecuación de Avrami:
n
f(t) = 1 – exp(-kt ) [2.1]
donde f(t) es la fracción transformada en el instante t mientras que k y n son parámetros que
están relacionados con las particularidades de los procesos de nucleación y crecimiento de las
nuevas fases.
En las curvas de la figura 2-2, que se han construido empleando la ecuación [2.1], se
puede apreciar que la cinética de estas transformaciones viene dada por una curva de tipo
sigmoidal en la que se pueden distinguir tres etapas:
• Período de incubación: esta etapa está controlada por la nucleación: empiezan a formarse
los núcleos de las nuevas fases y la descomposición de la austenita es relativamente lenta.
• Cuando se han formado suficientes núcleos, el proceso de transformación pasa a estar
controlado por el crecimiento. Como todavía queda mucho material por transformar, el
transporte predomina y la evolución es rápida.
• Una vez que el material por transformar está casi agotado, la velocidad de transformación
se hace de nuevo muy pequeña.
1.00 0.003
f(t) = 1 -exp (- πN G t / 3 )
3 4
Frecuencia de nucleación:
-3 -1
0.75 N = 1000 cm s
Velocidad de crecimiento:
0.002
df(t)/dt (s )
-5
G = 3.10 cm/s
f(t)
0.50
-1
0.001
0.25
0.00 0.000
100 1000
Figura 2-2. Cinética de una transformación difusiva con crecimiento lineal tridimensional y frecuencia de
nucleación constante, condiciones que se dan para la formación de la perlita. Los valores de los
parámetros son los que corresponden a la descomposición isotérmica de la austenita de un acero no
aleado de composición eutectoide a una temperatura próxima a los 680°C
Las transformaciones Ar’’’ de la austenita son las que se producen para los valores más
reducidos de la temperatura de descomposición, Td. Como todas las transformaciones
desplazativas se producen sin difusión y, por tanto, la composición química de la fase
transformada, la martensita en este caso, debe coincidir con la composición química de la fase
que se transforma, la austenita. Ya se ha apuntado con anterioridad que la composición de la
austenita puede no coincidir con la del acero y, en consecuencia, la de la martensita, tampoco.
∆T ∆T t
(a) (b) (c)
Figura 2-3. Extensión de la descomposición Ar’’’ de la martensita, f, en función del subenfriamiento ∆T
= MS - Td para las transformaciones martensíticas atérmicas (a), atérmicas con estallido (b) y del tiempo
de permanencia, t, para las isotérmicas (c)
3. TRANSFORMACIONES Ar’
λ = cte. / ∆T [3.1]
∆T = Ar – Td [3.2]
1
Los resultados experimentales, que son del tipo de los mostrados en la figura 3-1, demuestran
que la constante K viene a estar entre 5 y 10 µm/°C.
Figura 3-1. Variación del espaciado interlaminar de los constituyentes Ar’, λ, con el subenfriamiento,
∆T según los resultados experimentales de distintos autores.
• Sorbita: término introducido por Osmond en el año 1900 para denominar a un constituyente
descubierto por Sorby que aparecía oscuro tras ataque con nital y que no se podía resolver
con el microscopio óptico. Estudios posteriores demostraron que este constituyente Ar’,
que se forma a temperaturas de descomposición comprendidas entre los 600 y los 650°C,
es de tipo laminar con espaciados interlaminares que, según resulta de medidas de
microscopía electrónica, van desde los 0,10 a los 0,25 µm (micrografía 3-1).
Micrografía 3-1. Sorbita de un acero indeformable 100Cr6 normalizado (%C = 1, %Mn = 0,28, %Si =
0,20, %P = 0,013, %S = 0,010 y %Cr = 1,5).
A3 γ
A cm
Td
α + Fe C
3
c c'
Figura 3-2. Construcción debida a Hultgren que permite determinar la composición de los productos Ar’ en
función de la temperatura de descomposición isotérmica de la austenita: cuando la austenita de un acero
con % C = c se descompone a la temperatura Td, se forma un agregado Ar’ con composición c’ y ferrita
Transformaciones de la austenita. Fecha:20/11/01 Página 11 de 22
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Micrografía 3-2. Troostita de un acero moldeado (%C = 1,20, %Mn = 7, %Si = 0,30, %P = 0,030, %S =
0,020, %Mo = 1).Esta estructura se obtuvo por descomposición de la austenita a 550°C durante 3 h.
Como resumen de la discusión anterior hay que destacar que, en sentido estricto, hoy no
cabe hacer distinción entre los distintos constituyentes Ar’ ya que la única diferencia entre ellos
radica en el espaciado interlaminar. En el caso de la sorbita y la troostita, el espaciado
interlaminar está por debajo de la resolución del microscopio óptico y, en consecuencia, resulta
lógico que fueran considerados como constituyentes diferentes de la perlita cuando la
microscopía óptica era la técnica experimental más sensible empleada en metalografía. La
utilización de técnicas experimentales más sensibles, como la microscopía electrónica, hacen
hoy innecesaria tal distinción, siendo el término perlita el más extendido en la actualidad para
referirse a estos constituyentes, si bien es posible encontrar textos que todavía mantienen
dicha terminología.
4. TRANSFORMACIONES Ar’’’
Puede resultar sorprendente que se estudien las transformaciones Ar’’’ antes que las Ar”
pero conviene hacer las cosas de este modo por motivos metodológicos. Las transformaciones
Ar” comparten ciertas características con las Ar' y otras con las Ar''', de modo que se
comprenden mejor tras entender los comportamientos extremos.
Las transformaciones que se producen cuando los subenfriamientos son muy grandes
producen un cambio de estructura cristalina sin que haya difusión. En estos casos, el cambio
de fase se produce por movimiento cooperativo de átomos dando lugar a cizallamientos que
facilitan la acomodación de las tensiones provocadas por la deformación de la red cristalina. La
estructura cristalina de las fases que se forman en estas transformaciones viene determinada
por la geometría del cristal que se transforma debiendo existir coherencia entre ambas fases:
hay ciertas relaciones entre determinados planos de la fase transformada y otros de la fase sin
transformar como, por ejemplo, las que se conocen como relaciones de Kurdjumov y Sachs:
{111} || {101} y <110> || <111> donde los subíndices M y γ se refieren a la martensita y a la
γ M γ M
austenita, respectivamente.
que se aplica a aceros de temple y revenido con contenidos medios de carbono con una
precisión de ± 25°C y se obtuvo por regresión a partir de los datos correspondientes a 189
aceros normalizados. Cualquiera de estas expresiones empíricas muestra que, en general, los
aleantes deprimen la temperatura MS y, entre ellos, el que provoca un efecto más acusado es
el carbono.
% 50
de
au 40
ste
nit 30
a
ret 20
eni
da
10
0
0.0 0.2 0.4 0.6 0.8 1.0 1.2 1.4
% de carbono
Figura 4-2. Variación del porcentaje en volumen de austenita retenida con el contenido de carbono en
aceros no aleados templados en agua desde el estado austenítico
La martensita de los aceros puede aparecer con dos morfologías diferentes dependiendo
del contenido en carbono:
• Martensita en listones: es la morfología que aparece para los contenidos en carbono más
reducidos, %C < 0,5. En este caso se observan listones paralelos agrupados en paquetes
que, en la mayoría de los casos, no se resuelven en microscopía óptica. Pueden aparecer
Para contenidos de carbono entre el 0,5 y el 1%, la martensita aparece con morfologías
mixtas.
La martensita es un constituyente duro y frágil como corresponde a un metal con una red
cristalina muy deformada y con una densidad de dislocaciones muy elevada. El endurecimiento
de la martensita debe ser mayor cuanto más elevada sea la deformación de la red o, lo que es
lo mismo, cuanto más elevada sea la cantidad de carbono disuelta en la misma. Este efecto
viene descrito por la fórmula de Just:
Cabe preguntarse cuál es el sentido del párrafo anterior que describe una transformación
que sufre en el calentamiento la martensita α en un contexto de discusión de las
transformaciones isotérmicas que sufre la austenita. El motivo de introducir la martensita β en
este momento es que este constituyente también se puede formar en la transformación
isotérmica de la austenita o en sus enfriamientos continuos. Cuando una austenita sufre una
transformación Ar’’’ a temperatura superior a la ambiente, la martensita α que se forma
Transformaciones de la austenita. Fecha:20/11/01 Página 16 de 22
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inicialmente puede pasar a martensita β durante la permanencia isotérmica. Del mismo modo,
la martensita α que se forma a las temperaturas más altas durante el enfriamiento continuo de
la austenita se puede transformar en β si el enfriamiento es suficientemente lento. Esta
condición es necesaria porque la transformación martensita α → martensita β es de tipo
difusivo: su extensión es función tanto de la temperatura como del tiempo (ver micrografía 4-1).
Micrografía 4-1. Martensita beta de un acero de herramientas con %C = 1, %Mn = 2,25, %Si = 0,30,
%P = 0,020, %S = 0,018, %Cr = 1, %Mo = 1,30 templado al aire desde 1000° y revenido a 200°C durante
una hora. El fondo claro es de austenita retenida.
5. TRANSFORMACIONES Ar”
Esta ecuación muestra que todos los elementos de aleación tienden a desplazar las
transformaciones hacia temperaturas más reducidas y que, entre ellos, el carbono es el que
más estabiliza la austenita.
Las transformaciones bainíticas presentan algunos aspectos en común con los dos tipos de
transformaciones que ya se han descrito. Así, las transformaciones Ar” conducen a la
formación de agregados de ferrita y carburos como las transformaciones Ar’. Para que las
cosas sucedan de este modo es necesario que haya difusión pero existe una diferencia
importante entre ambos casos: el único elemento de aleación que se difunde a temperaturas
menores que BS es el carbono. Pero, en estas condiciones, el carbono sólo se difunde a
distancias muy cortas de modo que, en lugar de formarse láminas de carburos como en el caso
de las transformaciones Ar’, los carburos aparecen en forma de partículas submicroscópicas.
Dependiendo de la temperatura de descomposición de la austenita, las bainitas pueden
presentar morfologías en placas o en listones análogas a las de la martensita. Las similitudes
con las transformaciones Ar’’’ van más allá, se ha comprobado que existen relaciones de
coherencia entre la bainita y la austenita que se descompone y que las transformaciones Ar”
van acompañadas de cizallamientos que producen distorsiones superficiales.
sobresaturada en las zonas de austenita fuertemente deformadas (figura 5-1 (b)), proceso que
se repite dando lugar a la formación de haces con subunidades paralelas que presentan
orientaciones cristalográficas muy próximas. El carbono disuelto en la ferrita sobresaturada,
que no es una fase estable, se segrega para formar precipitados de cementita y disolverse en
la austenita (figura 5-1 (c)). La disolución de carbono en la austenita tiende a hacerla
progresivamente más estable al reducir su temperatura BS, finalizando la transformación
isotérmica cuando la temperatura BS de la austenita enriquecida en carbono se hace menor
que Td. Como consecuencia de lo anterior, la descomposición Ar” isotérmica de la austenita no
llega a ser completa, aumentando su extensión cuando la temperatura de transformación
disminuye.
Micrografía 5-1: bainita superior del mismo acero moldeado de la micrografía 3-2. La austenita
obtenida en el hipertemple mantuvo a 450° durante 8 horas.
extremadamente finos, su ancho es de unos pocos nanómetros y su largo del orden de las
centenas de nanómetros, y precipitan de forma coherente: suelen aparecer alineados a
60° respecto al eje de las placas de ferrita. Los haces de la bainita inferior son más
estrechos que los de la superior, apareciendo en microscopía óptica con una morfología
acicular.
Micrografía 5-2. Bainita inferior del mismo acero de las micrografías 3-2 y 5-1. Esta estructura se
obtuvo al descomponer la austenita resultante del hipertemple a 500°C durante 5 horas.
Bainita Bainita
superior inferior
Rm (MPa) 1600-2000 1700-2300
HRC 43-55 55-60
A (%) 10-3 6-1
Estos resultados no son difíciles de explicar: los constituyentes con estructura más fina son
más duros y resistentes pero menos dúctiles. Además de estas diferencias existen otras más
sutiles asociadas a la distribución de los carburos que vale la pena discutir. La figura 5-2
muestra que al reducir la temperatura de transformación la resistencia de la bainita superior
tiende a aumentar mientras que la temperatura de transición dúctil-frágil crece. Al alcanzar el
intervalo de temperaturas de formación de la bainita inferior, la resistencia sigue creciendo y se
produce una caída por salto brusco en la temperatura de transición. La mayor tenacidad de la
bainita inferior se debe a que los carburos precipitados en el interior de las agujas de ferrita
dificultan la propagación de las grietas.
80
Temperatura de transición
60
dúctil-frágil (°C)
40
20
Bainita Bainita
superior inferior
0
Figura 5-2. Relación entre la temperatura de transición dúctil-frágil y la resistencia a la tracción para
aceros de bajo contenido en carbono (0,05-0,15%) con estructuras bainíticas.
EJERCICIOS:
-2
f = 1 –exp(-1,10.10 . ∆T).