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EL GRABADO OLMECA DE XOC, CHIAPAS, MÉXICO

Susanna Ekholm-Miller
New World Archaeological Foundation
Brigham Young University

(The Olmec Rock Carving at Xoc, Chiapas, México)


Apareció originalmente en Papers of the New World Archaeological Fondation Number
Thirty-Two, 1973. Brigham Young University, Provo, Utah.

INTRODUCCIÓN

Hace algunos años Michael Coe me mostró la fotografía de un petrograbado obviamente olmeca,
publicada por Wolfang Cordan (1964, Fig. 14) en un apartado dedicado a Chiapas de la relación de
sus viajes a través de México, realizados por ese investigador alemán a mediados de los 50´s. El
grabado se reportó en las cercanías de El Real cerca del Río Jataté (Bernal presentó recientemente
un dibujo [1969:167. Fig. 34], que parece haber sido hecho a partir de esa fotografía, e interpretó
su ubicación como Batehaton [o Bachajón]). Dado que en ese tiempo yo trabajaba con la New
World Archaeological Foundation y vivía en Chiapas, Coe me sugirió establecer la ubicación exacta
de la figura, la cual aparentemente no había sido vista desde el viaje de Cordan.

Es obvia la importancia de tal roca grabada. Son raros los descubrimientos que sugieren una
presencia olmeca en esa área de bosque húmedo tropical en las tierras bajas orientales de Chiapas
(Müellerried, 1957, Map. 4). Se han reportado objetos portátiles de estilo olmeca, tales como
hachas, supuestamente cercanos al área del ámbar de Simojovel (Stirling 1957:233, Pl 70a). Hasta
donde sé, el petrograbado en el sitio ahora conocido como Xoc es la única evidencia olmeca in
situ.

La ubicación que da Cordan de la roca grabada (primero en identificar dicha piedra como olmeca,
pero la llamó “Chac”) fue intencionalmente vaga (1964: 108-122 passim). Sin embargo, una
revisión de los reportes del área revela que otros exploradores también habían visitado el sitio o
sabían de éste.

En 1926 el arqueólogo Enrique Juan Palacios participó en una expedición a Chiapas bajo los
auspicios del gobierno mexicano. Cuando viajaba de El Real a Ocosingo, dijo del sitio de Xoc:

No lejos (habla del arroyo Las Delicias), háyanse la finca El Porvenir y el rancho Chac,
donde se encuentra una figura precolombina grabada en las peñas; díselo su propietario,
el señor Albores (Palacios 1928: 155).

En esa expedición estuvo presente el escritor, B. Traven (Traven Torsvan). Sin embargo, hasta
1928 éste llegó al sitio de Xoc y fotografío la roca grabada (mencionado en Blom y Duby 1957, Vol.
2, p. 243); en un reciente obituario de B. Traven en una revista mexicana se publicó esa fotografía
como uno de los descubrimientos más interesantes de Traven en la Selva Lacandona (Suárez
1969). De acuerdo con Cordan (1964:118) Traven visitó el sitio de nuevo en 1930.

En 1928 se organizó otra expedición para explorar el oriente de Chiapas. Esta fue la John Geddins
Gray Memorial Expedition de la Universidad de Tulane. Entre los exploradores estaba Frans Blom,
quien reportó el sitio de Xoc en un breve recuento de su viaje:

(Antes de llegar a la Martinica sobre el río Chachpuyil:). Caminamos por buenos senderos y
avanzamos hacia el rancho San Antonio. En nuestro camino visitamos las ruinas del rancho
El Xac (Shak) donde un dios tigre maya está labrado sobre una roca y donde la casa del
rancho está rodeada por multitud de antiguos montículos (Blom 1929:9) .

En esta segunda expedición estuvo presente Carlos Basauri como representante del gobierno
mexicano. Él también visitó el sitio y lo reportó brevemente en su sumario, el cual, de manera
confusa, fue publicado como un apéndice del libro de Palacios acerca de la anterior expedición.

El escribió:

FINCA EL XHAC (no confundir con S. Gregorio EL Xhac, cercano a Comitán). Hay varias
ruinas extendidas y una figura de un sacerdote-tigre, grabada en la roca viva (Basuari
1928:200).

En una publicación ligeramente más tardía Basauri (1931: 14) incluye la misma descripción del Xoc.

No fue sino hasta 1957 que Xoc se mencionó de nuevo, en el recorrido que abarcó toda la Selva
Lacandona por Frans Blom y Gertrude Duby:

Xoc: Entre Martinica y Porvenir. Varios edificios en ruinas, montículos de piedra. Una
figura de un sacerdote o dios-tigre labrado sobre una roca (Blom y Duby 1957, Vol.2,
p.243).

La Martinica aparece en el mapa que acompaña ese libro, pero no Porvenir. Xoc se observa
ubicado en el lado oriental del Arroyo Chapuyil, aproximadamente a 11 km al suroeste de la
colonia La Galeana. Sin embargo, con esa información, estaba segura que podía volar en una nave
pequeña a los ranchos del área general y encontrarlo sin dificultad.

Como se puede notar, el nombre del rancho (y por tanto del sitio) ha tenido muchas variaciones,
tantas como el número de visitantes. Decidí aceptar el último nombre utilizado por Blom y Duby:
Xoc. Así evitamos las connotaciones inherentes en “Chac”, el nombre del dios maya de la lluvia.

Gareth W Lowe, director del campo de la NWAF, aprobó un viaje de dos días para encontrar el
sitio en 1968. El sintió que si lo encontrábamos, a pesar de que nuestro programa de trabajo no
permitía ningún tiempo adicional para un buen muestreo, sería un buen principio obtener la
posición exacta y mejores fotografías del grabado en la roca. A lo largo de esa breve expedición
recibí mucha ayuda de Eduardo Martínez E., topógrafo de la NWAF.
No obstante, Xoc fue fácil de localizar. Volamos desde Tuxtla Gutiérrez al rancho llamado
Chapayal, ya que su “pista” de aterrizaje estaba ligeramente en mejores condiciones que la de El
Porvenir (Xoc forma parte del rancho El Porvenir propiedad del Sr. Javier Albores de Comitán y
Altamirano). Los residentes saben del rancho de Xoc y de la roca grabada (los cuales lo llaman
“pintura”); nos prestaron sus caballos, y en una hora y media estuvimos frente al grabado
(frontispicio). En nuestro corto tiempo en Xoc limpiamos y fotografiamos el grabado en la roca e
hicimos un mapa preliminar del sitio.

En junio de 1972 Gareth Lowe aprovechó un segundo viaje a Xoc para obtener más información
acerca del sitio incluyendo el grabado olmeca. En esa ocasión nuestro equipo fue más grande; me
acompañaron Gareth Lowe, Eduardo Martínez, Alejandro Sánchez y Artur C. Miller. Volamos en
dos avionetas pequeñas desde Comitán al rancho Chapayal , donde nos enfrentamos con varios
problemas. Como la temporada de lluvias había iniciado, los arroyos numerosos es taban tan
crecidos, que los caballos con carga no podían cruzar; tuvimos que vadear en ríos rocosos con
agua y lodo hasta la cintura hasta alcanzar el cruce superior del Chapuyil. Ahí nos detuvimos,
montamos campamento, y partimos hacia Xoc, sólo con el equipo mínimo. Esos problemas
redujeron nuestro tiempo de estancia en Xoc a menos de un día y medio.

Cuando llegamos al ranchito de Xoc en nuestra segunda visita, la primera decepción fue que éste
estaba abandonado y la casa ya casi en ruinas. Pero es imposible describir la conmoción y la
angustia que sentimos cuando nos aproximamos a la cara de la roca donde Eduardo Martínez y yo
habíamos visto anteriormente la magnífica figura olmeca. El grabado ya no estaba. Había sido
brutalmente removido en su totalidad. Aparentemente retirado a cincel de la cara de la roca,
probablemente despedazado (ver figura 18), pues una capa de 30 cm de la roca habían sido
removidos y una gran pila de fragmentos de la piedra yacía en la base. Sin embargo, no
encontramos en los fragmentos algún rastro definitivo de talla. Asumimos que la superfici e
grabada estaba en camino al mercado de las antigüedades, de seguro en muchas piezas, dado que
siendo la roca una caliza aprovecharon las fisuras para cortarla fácilmente. He incluido en este
artículo la mayor cantidad posible de nuestras fotografías de 1968 de este importante grabado
olmeca, ya que diferentes ángulos e iluminación pueden ayudar a su identificación y revelar
detalles distintos. En ese segundo viaje teníamos la esperanza de tomar nuevas y mejores
fotografías para la presente publicación.

EL SITIO

Ubicación geográfica

Xoc se localiza a 914 msnm, en tierras altas, justo al oriente de la Selva Lacandona en el municipio
de Ocosingo, el cual es el territorio de un inmenso sistema de ríos (Fig. 1). El sitio está cercano a
los tributarios del río Tzaconejá, el cual fluye hacia el este hasta el río Jataté. El río Jataté fluye
hacia el sureste y luego gira hacia el noreste y se convierte en el río Lacantún. Ese río navegable
vacía sus aguas en el gran río Usumacinta, que corre del norte hacia el oeste y eventualmente
hacia el Golfo de México.
Como se menciona arriba en la introducción, encontramos que el sitio de Xoc se ubica sobre una
terraza aluvial alta en el oeste del Arroyo Chapuyil, un arroyo largo y de flujo rápido. Al lado este
del Chapuyil, aproximadamente equidistante de Xoc, está el rancho El Porvenir al norte y el rancho
El Chapayal en el sur. El arroyo Chapuyil, un tributario del río Tzaconejá, varía grandemente en
tamaño: cuando lo cruzamos en nuestro arribo en junio de 1972, con unos cuantos días de lluvias
torrenciales se agrandó tanto que necesitamos vadearlo (tenía al rededor de 25 pies de ancho) por
áreas donde el agua relativamente superficial nos daba hasta el pecho. En la estación seca es fácil
cruzarlo escalando sobre las piedras.

El tributario del arroyo Chapuyil es el pequeño arroyo Xoc, el cual bisecta el sitio de Xoc ce rca del
origen del arroyo en un cerro alto hacia el oeste del sitio. En temporada de secas el Xoc es un
arroyo frío y claro que desaparece bajo tierra al este del sitio; en la temporada de lluvias se vuelve
muy ancho y con varios pies de profundidad y fluye sobre el terreno h acia el arroyo Chapuyil.
Pequeños ramales de arroyos corren en todas direcciones. Pasando el rancho el arroyo se divide y
se alimenta con numerosos vertientes que proceden de riachuelos del cerro y llegan al pastizal,
con una fuente tributaria mayor saliendo debajo de una cornisa de caliza en lo alto de un
barranco.

Geológicamente, el oriente-centro de Chiapas es una región de “una serie de calizas marinas


clásticas, plegadas y falladas” (West 1964, Fig. 2) con infinidad de mogotes, o cerros de lados
escarpados, así como arroyos que desaparecen en cavernas de caliza” (West 1964: 68). El área
está intermedia entre el tipo de bosque tropical de tierras bajas, selva, que se encuentra en zonas
como las de Bonampak en el este y la tierra fría de altas montañas con áreas como las de San
Cristóbal y Comitán al oeste y al sur respectivamente. El terreno es variado, pero con una suave
inclinación hacia el Oriente, de tal manera que en todos los mapas climatológicos de la región de
Xoc caen en los límites de diferentes climas. Vivó (1964: 205-15, Fig. 14) muestra varias zonas
distintas cubriendo en general el área de Xoc: Amv´, un clima tropical húmedo de áreas bajas; Cfa,
un clima templado húmedo; y Cwa, un clima templado con una temporada de secas. En Xoc y
Chapayal hay a una temporada de secas muy corta mayormente marcada en marzo y abril con
ligeras lluvias en diciembre, enero y febrero. Cuando visitamos Xoc durante la temporada “seca”
de 1968, llovía un poco cada día. El suelo derivado de calizas, cuando está húmedo, es muy negro
y pegajoso, pero se seca rápidamente bajo el sol tropical. La mayoría de las áreas con pendiente
son suelos secundarios bien drenados.

El bosque permanece en las áreas bajas a lo largo de los ríos que no han sido taladas y en algunos
cerros alrededor del valle hay árboles como caoba, roble, cedro, amate, higo o matapalo,
higotomate, liquidámbar y ceiba (Fig. 2). En las faldas de las montañas más altas y fantásticamente
bellas, tales como aquellas que se elevan a lo lejos al oeste del sitio, hay bosques vírgenes de pino.
El denso bosque tropical cubre un poco la falda de las montañas donde aún no se ponen las
milpas. Es difícil imaginar cómo pudo haber sido la vegetación en los tiempos precolombinos,
antes de la introducción de los animales de pastoreo. Las investigaciones futuras en algunas áreas
menos habitadas pueden clarificar esto, pero es probable que la agricultura estuvo confinada a
zonas limitadas, y que algunas sabanas pueden haber sido endémicas al piso del valle.
El venado aún es abundante en el área y lo cazan los habitantes, quienes son cultivadores de maíz
en las pocas colonias, cuidadores y vaqueros de ganado mayor en los ranchos. Ellos también cazan
a grandes felinos (jaguar, ocelote) además pequeños mamíferos por sus pieles. Nos dijeron que
había mono aullador en las montañas cercanas. Nosotros vinos pericos, tucanes y cuervos así
como muchas aves pequeñas. Esta es también la tierra del magnífico e histórico pájaro quetzal , de
los cuales hay ejemplos disecados que decoran los hogares de Comitán. La gente local pesca
frecuentemente en el arroyo Chapuyil pequeñas variedades de peces. Todos los arroyos tienen
abundancia de shuti, caracoles de agua dulce, vimos también cangrejo en el arroyo Xoc.

DESCRIPCIÓN

El sitio de Xoc está localizado en dos valles al este de una serranía de altas montañas. En el valle
más al oeste está por lo menos una cueva y multitud e arroyos. El agua de los arroyos, con una
configuración de abanico de corrientes pequeñas, se junta en una sola corriente para formar el
arroyo Xoc, el cual fluye a través del segundo valle pequeño donde se ubica la mayor parte del
sitio (Fiog. 3).

Al norte del arroyo Xoc, más adelante del sitio, hay un área de tierra con una pendiente suave
hacia el Oriente. Sobre la parte más alta en el oeste esta un grupo de montículos habitacionales
muy bajos que no pudimos mapear. Justo al este de éstos está la casa del rancho con varias
construcciones pequeñas, la mayoría actualmente en ruinas. También asociado con el rancho
justo debajo de la casa al este hay una vieja rueda de molino que alguna vez se movió gracias al
agua de un canal pequeño derivado del arroyo Xoc; se usó para la obtención del jugo de la caña
que se plantaba en el rancho.

Más abajo y al este del área del rancho está el afloramiento rocoso del cual forma parte la piedra
con la figura grabada. En la parte baja de la pendiente que baja suavemente hacia el noroeste, hay
varias corrientes pequeñas. Algunas son discontinuas; se observan en la superficie y luego
desaparecen para seguir su recorrido bajo tierra. Parece que en algún tiempo el lecho del arroyo
Xoc estaba un poco más hacia el norte de lo que se encuentra hoy día; el sendero sigue
parcialmente un viejo lecho de arroyo. No hemos visto el sitio durante lo más intenso de la
temporada de lluvias, pero pensamos que toda el área al norte del arroyo probablemente queda
completamente inundada en tales tiempos. Parte de éste está cubierto actualmente con matas
descuidadas de plátano y café así como de grandes y fuertes plantas de chaya o mala mujer
(Cnidoscolus aconitifolius) y muchos otros árboles silvestres y plantas. La roca grabada da hacia el
Oriente y mira hacia un área relativamente húmeda y de pendiente suave. La porción de esta zona
de nivel fértil que yace bajo la roca grabada de Xoc pudo haber estado poblada y cultivada por los
realizadores de la figura, pero la densa vegetación y el tiempo limitado no nos permitieron hacer
las excavaciones necesarias para determinar la extensión y naturaleza de la ocupación antigua.

La tierra al lado sur del arroyo Xoc, ahora un pastizal, es algo alta y no muestra evidencia de que se
haya inundado. Ahí se ubica un segundo grupo de montículos, formando una plaza irregular, siete
de éstos en el área plana y por lo menos uno sobre una colina natural baja (Figs. 4 y 5).
A unos cuatrocientos cincuenta metros al norte de la casa del rancho hay una colina cubierta de
pasto de alrededor de diecisiete metros de alto con lados terraceados. En la cima, en el extremo
sur, hay un montículo pequeño hecho de piedra de unos tres metros de altura (Figs. 5 y 6).
Colectamos algunos tiestos de la superficie de este montículo los cuales parecen ser del periodo
Clásico Tardío. Hacia el centro de la parte alta de esta colina está un montículo bajo de dos metros
de altura asociado con una cancha de juego de la pelota hecha de piedra (Fig. 7). La falta de
tiempo impidió cualquier exploración de esta área.

La mayoría de las colinas a lo largo del valle del Chapuyil debajo de Xoc son restos modestos de
antiguas estructuras –platafomas y montículos habitacionales muchas de veces de piedra cortada.
Muchos de éstos presumiblemente pertenecen más o menos al mismo periodo de los montículos
y la cancha de juego de la pelota de la colina en Xoc, pero la evidencia de una ocupación más larga
en el área esperará hasta que se realice en ésta un reconocimiento apropiado.

LA ROCA GRABADA OLMECA DE XOC

La figura de Xoc fue grabada en la cara de una gran roca, parte de un afloramiento de caliza (Fig.
8). Esta presentó una superficie idealmente vertical y uniforme para el grabado iniciando varios
pies por encima del terreno mirando hacia el Oriente.

La figura de siete pies de altura (2.13 m.) es un hombre que muestra las características
extremidades gruesas olmecas, sin cuello y pies pequeños (Figs. 9 y 10). La figura está de perfil,
excepto por el pecho y los brazos que están de frente.

La figura viste un taparrabo que termina en un gran elemento cuadrangular. Sus tobillos y su
muñeca derecha llevan bandas dobles, su muñeca izquierda una banda simple. Hay indicaciones
tenues de que pudo haber tenido un collar. De la orejera circular de la figura cuelga un elemento
curvo parecido a una borla decorada que parece estar hecho de un material suave; tales
decoraciones de apariencia suave para orejera son raras en las representaciones olmecas.

El tocado es típico de aquellos hechos por los escultores olmecas cuando están liberados de las
limitaciones de su alrededor, por ello es tan alto y elaborado. Un motivo común olmeca que lleva
en la banda de la cabeza es el elemento de bandas cruzadas o Cruz de San Andrés.

Sin embargo, algunas otras características de la figura son aún más inusuales.

La figura de Xoc parece ser una representación de una combinación hombre -pájaro (sin embargo,
no se debe descartar completamente la posibilidad de que sea un hombre-jaguar olmeca). Sus pies
tienen garras, tres al frente de cada pie y una atrás (Figs. 11 y 12). Aunque el pie derecho de la
figura estaba parcialmente dañado por fractura, se puede ver que el grabado de las garras es
extrañamente diferente en cada pie, casi como si las hubieran hecho distintos escultores. Las
garras en el pie derecho de la figura están dibujadas de manera más burda, largas, delgadas y muy
juntas; en el pie izquierdo éstas están cuidadosamente labradas, más redondeadas y separadas. La
cara (Fig. 13 ) parece llevar una especie de máscara de ave muy reminiscente de aquell as de
“sacerdotes” grabados en los acantilados de Chalcatzingo (Piña Chan 1955: 69; Gay 1971, Fig. 17;
Cook de Lenoanard 1967, Fig. 1; Grove 1968, Fig.3). El relieve de la cara es el de mayor diferencia,
dado que el ojo es bastante profundo y la depresión circular en la esquina de la boca es aún más
profunda. Desafortunadamente, la parte baja de la cara está dañada, de manera que se desconoce
la forma exacta de la boca o pico. Es probable que tal daño no fuera intencional –otras áreas de la
figura están igualmente muy dañadas y todo ello parece ser el resultado de desgaste natural.

En su mano derecha la figura lleva un objeto parecido a un bastón (Fig. 14). En su presente estado,
el objeto se mira como un cuchillo, con rayas proyectadas como para indicar el filo. Sin embargo,
estoy segura que la parte similar a un cuchillo, que se ve al frente de la pierna de la figura, es una
adición relativamente reciente. La línea es superficial y muy delgada y completamente distinta a
las labradas en cualquier otra parte de la figura. La línea que define la pierna de la figura está
también distintivamente continua y corta al cuchillo a la mitad. Sin embargo, el re -labrado tiene
por lo menos cuarenta y cuatro años, puesto que la fotografía tomada por B. Traven en 1928
muestra el cuchillo completo como parte del labrado.

Colgando de su cinturón y cubriendo su cadera izquierda la figura viste una prenda de protección.
Dentro de sus bordes en las esquinas inferiores hay motivos trilobulados o de “goteo”.

Finalmente, otro elemento sobresaliente del grabado es el gran bulto u objeto parecido a una
placa sostenida por el brazo izquierdo de la figura (Fig. 15). El diseño en éste parece ser una planta
de maíz que tiene mazorcas con borla sobre un tallo y tres hojas pequeñas en lo alto. Un ejemplo
interesante de asimetría ocurre en los pares inferiores de “mazorcas”, dado que una se curva
hacia adentro mientras todas las otras se curvan hacia a fuera. El tallo, dividido en dos
verticalmente e interrumpido por dos círculos, corre a todo lo largo del objeto. Debajo del brazo
de la figura ya no continúan las triples bandas horizontales con pares de mazorcas u hojas. En su
lugar esta una banda horizontal distinta, extremadamente erosionada y rota, la cual tiene líneas
cortas indescifrables –curvas, diagonales, verticales y horizontales.

Igualmente, junto a la figura, entre el tocado y el objeto parecido a una placa, hay un cartucho
glífico liso cuadrado.

El área más finamente trabajada es la cara de la figura. En la mayor parte del diseño la naturaleza
rugosa de la piedra aún prevalece; en el área facial el escultor cortó un poco más profundo en la
piedra para dar una superficie fina con elementos cuidadosamente modelados.

ICONOGRAFÍA Y ESTILO

El grabado en la roca de Xoc es, por su iconografía y estilo, claramente olmeca. Hay algunas
similitudes iconográficas entre éste y otro bajorrelieve olmeca de Pijijiapan (Piedra 2), en la Costa
del Pacífico en Chiapas (Navarrete 1969, Fig. 3, Lam. 2). La figura principal en el grupo de Pijijiapan
muestra una perspectiva muy similar que la de Xoc aunque las caras miran en direcciones
opuestas. El grabado en pijijiapan es más pequeño, mucho más burdo y actualmente más
erosionado, pero sujeto al brazo doblado de esa figura hay una e specie de placa o bulto. En la
mano de su brazo izquierdo sujeta un objeto pequeño y redondo quizá comparable al objeto
original semejante a un bastón que sujeta la figura de Xoc (Los grabados en la rocas de Pijijiapan
serán publicado por la NWAF en su Paper 35 por Carlos Navarrete).

Recientemente fue descubierta una estela pequeña de estilo olmeca en San Miguel Amuco,
Guerrero (Grove y Paradis 1971). Tiene una figura de pie burdamente labrada que
iconográficamente recuerda a la figura de Xoc y su cara mira en la misma dirección. Los brazos de
la figura portan un objeto grande y largo, posiblemente un bulto de plantas. En la mano derecha
de la figura puede estar un objeto pequeño. Lo más interesante es el hecho de que la figura tiene
labrado encima de la boca un pico definido.

La similitud en la iconografía de estas tres piedras grabadas (Xoc, Pijijiapan, Amuco), todas
olmecas “provinciales”, es intrigante. Otras figuras similares portando grandes objetos en la curva
del brazo son los de Las Victorias, El Salvador (Boogs 1950, Fig. 1; Baudez 1970, Pl. 1).

La adición de garras de pájaro en los pies de la figura de un hombre en el relieve olmeca es única,
aunque el ave en la iconografía olmeca no fue algo excepcional (Drucker 1952, Fig. 59, Joralemon
1971: 67-70) y probablemente tiene una amplia distribución reconocida.

Las figuras pequeñas en el Petroglífo 2 en Chalctzingo, mencionadas arriba, exhiben muchas


similitudes con la figura de Xoc. El área de la boca de la figura de Xoc estaba dañada, pero es
posible que la figura tuviera o portara un pico de ave similar a los de las figuras del Petroglífo 2.
Sus bragueros son también similares atados con largos elementos cuadrados, y las bandas de la
cabeza en sus tocados están cruzadas como en la figura de Xoc. Quizá los muchos motivos
similares a plantas asociados con las figuras de Chatcalzingo tengan un significado similar al
portado por la figura de Xoc.

También se pueden encontrar similitudes iconográficas entre la figura de Xoc y las esculturas que
proceden de las cercanías de la “zona nuclear” olmeca en la Costa del Golfo. Existe una similitud
particular con la Estela 1 de El Viejón (Bernal 1969, Lám. 70). La figura de Xoc parece haber llevado
una prenda que le cubría hombres y pecho (¿algún tipo de collar?), similar a la que aún se ve en la
figura de El Viejón. El objeto sostenido por la mano derecha de la figura de El Viejón que parece
una planta (¿maíz?) es reminiscencia del motivo parecido a una planta en la extraña placa portada
la figura de Xoc.

Los motivos trilobulados (¿agua?) que decoran el objeto cuadrangular o prenda que cuelga al lado
del cinturón de la figura de Xoc se pueden comparar con motivos similares de “goteo” en otras
varias piezas olmecas (ver el Motivo 146 de Joralemon [1971:16}).

El tocado de la figura de Xoc encuentra su similitud más cercana en los tocados de las figuras de
pie en la estela olmeca aparentemente tardía de Alvarado (Stirling 1965, Fig. 18, b). En ambos
casos suben desde atrás de la cabeza y luego se doblan para unirse a elementos verticales. En la
parte más alta del mismo hay en ambos un elemento protuberante y cónico.

Algunas veces, muchos objetos olmecas pequeños y labrados, especialmente las hachas, tienen
elementos iconográficos similares a los de la figura de Xoc. Un hacha así, de procedencia
desconocida, está la ilustrada por Covarrubias (1957, Fig. 33, derecha; Coe 1965, Fig. 19). Tiene
máscara bucal, un motivo U encima del ojo, bandas cruzadas en el tocado, un ornamento flexible
que cuelga de su oreja y una motivo protuberante y alto en la parte alta del tocado; el motivo de
planta en tres partes que se proyecta de este último puede ser referencia al mismo tipo de motivo
de planta tripartita que sobresale en el extremo superior de la placa en l a figura de Xoc.

Otra hacha, que se dice procede de Simojovel, Chiapas (Coe 1965, Fig. 17=), también parece
mostrar similitudes con el grabado de Xoc. Nuevamente están las bandas cruzadas en la base del
tocado y un motivo protuberante en lo alto; también e stán presentes los motivos de plantas
pequeñas. Las bandas horizontales en el hacha, con su decoración aleatoria (en las bandas
inferiores) nos recuerdan la banda horizontal de la placa en la figura de Xoc que tiene debajo del
brazo.

Quizá debido a los motivos comunes semejantes a plantas en las hachas se puede decir que la
“placa” sostenida por la figura de Xoc es una representación simbólica de un hacha de piedra
(frecuentemente de jade). Desde luego, el tamaño es completamente diferente (por lo general l as
hachas tienen alrededor de 25 cm de largo, mientras que el largo de la placa en la figura de Xoc es
casi la mitad de la altura de la figura), pero la forma de la placa no es diferente de la de un hacha.
Esta idea parece particularmente atractiva cuando uno compara la placa y sus motivos vegetales
con las hachas que tienen iconografía simplificada y abstracta de plantas y tales como una
publicada por Drucker (1952, Fig. 47, b; Coe 1965. Fig. 48). El hacha, un objeto portátil, puede
haber tenido alguna importancia en los asentamientos olmecas “provinciales” y, a través de
licencias artísticas hacerlo visible, dándole aquí dimensiones impresionantes como un símbolo
particular. No pretendo simplificar los conceptos involucrados. Los motivos en las hachas, lo s
cuales tienen un reportorio de motivos más amplio que sólo plantas, y sus posibles significados
están fuera del alcance del presente artículo descriptivo. El objeto sostenido por las figura de Xoc y
sus representaciones en muchas hachas pueden también simplemente referir al mismo concepto
o cosa similar.

La figura de Xoc estilísticamente también cae definitivamente dentro de la tradición artística


olmeca. Las características olmecas de los relieves grabados de figuras humanas son el cuerpo
corto y rechoncho sin cuello, un bulto detrás de la cabeza, brazos y piernas gruesos, y pies
pequeños. Todas esas características ocurren, por ejemplo, en la Estela de La Venta, la Estela 1 de
El Viejón y las rocas grabadas de Pijijapan. El énfasis en lo curvilinear, más en líneas angulares, tan
característico del arte olmeca en general, es evidente de manera clara en el grabado de Xoc.

Sin embargo, también se distinguen en el grabado de Xoc características estilísticas notablemente


diferentes de otras rocas con grabados olmecas. Una es el carácter de las líneas usadas para
formar la figura y sus motivos asociados. Estas son profundos acanalados o surcos en la piedra. La
única excepción es el área de la cara, la cual está finamente labrada. Con excepción de la Estela de
Amuco, que tiene las líneas crudamente realizadas en la piedra, las otras piedras con grabados
olmecas están hechas mediante corte parcial, quitando el espacio negativo, es decir, el fondo,
para definir la figura; en tales casos, la figura forma un plano más alto que el fondo. El fondo del
grabado de Xoc, por el contrario, está en el mismo plano que el de la figura.

Ambos extremos de las líneas cortadas profundamente de la figura de Xoc están suavizadas por
redondeo, y esa técnica da a las formas la apariencia de que están redondeadas; por tanto, la
forma de la figura de Xoc parece voluminosa, tridimensional, a pesar de que el método olmeca
tradicional de cortar para quitar el fondo y dejar una figura más elevada sea verdaderamente más
tridimensional. Esta redondez de la forma en el grabado de Xoc es una característica de estilo que
se asocia con la mayoría de las esculturas olmecas. Es interesante que esta misma técnica para
definir la figura mediante líneas acanaladas también es evidente en algunas de las figuras de los
Danzantes de Monte Albán I.

Bernal (1969:55) afirmó que “la escultura olmeca … tiene poca conexión con la arquitectura” dado
que el pensaba que la arquitectura olmeca no era imponente –las plataformas fueron construidas
de tierra más que de piedra como lo fueron en civilizaciones posteriores y las casas y temp los
fueron de materiales perecederos. Yo pienso, sin embargo, que el incremento y perfección de los
bajorrelieves en las estelas de La Venta durante el horizonte tardío olmeca sugiere que la escultura
olmeca en el área nuclear (heartland) de la Costa del Golfo durante las fases tardías estaba
respondiendo a cambios en la organización arquitectónica. En San Lorenzo uno encuentra una
predominancia de escultura de bulto; en La Venta durante las últimas fases predominan los
grabados planos en bajorrelieve. La escultura plana, de dos dimensiones, es más fácil de alinear
con ciertos tipos de arquitectura; las masivas construcciones de tierra de lo olmeca temprano de
San Lorenzo puedo haber estado complementada por escultura masiva en bulto, mientras que un
tipo de arquitectura más tardía, de la cual sabemos poco en La Venta, pudo haber requerido
grabados planos que pudieran verse desde un solo lado, es decir, en una posición de plaza.

Otra razón para el incremento de las esculturas en relieve en el área nuclear olmeca pudo haber
estado relacionada con un cambio de interés en las funciones de la escultura como medios de
registro de ciertos eventos. Las escenas de las estelas en La Venta muestran figuras en acción –
hablan sobre eventos rituales o históricos. Ciertamente los grabados sobre una superficie plana
son medios más prácticos para relatar historias pictóricamente. La necesidad de registrar tales
historias puede ser una razón del surgimiento de la escultura en relieve en el área nuclear olmeca
–debido a la aparición de la imagen narrativa olmeca.

La roca grabada de Xoc es una escultura en relieve fuera de lo que entendemos hoy como el área
nuclear olmeca. El grabado no está asociado con arquitectura monumental; tiene una orientación
natural más que realizado por el hombre. Como las figuras en bajorrelieve en el área nuclear
olmeca, particularmente en La Venta, la figura de Xoc, parcialmente vestido con una traje de ave,
en actitud de caminar y cargando una hacha (¿?), claramente representa un evento mítico, ritual o
histórico.

Sin embargo, a diferencia de los grabados en bajorrelieve del área nuclear olmeca, el grabado de
Xoc está ejecutado con un estilo de líneas acanaladas profundas que enfatiza la tridimensionalidad
de la figura más que la bidimensionalidad evidente en las estelas de La Venta.
Yo sugiero que un maestro escultor procedente de la región de la Costa del Golfo pudo estár
comisionado para realizar la figura de Xoc. Es imposible juzgar, en el actual estado de
conocimiento, de dónde pudo proceder ese escultor, cuándo lo hizo ni cuál fue su bagaje en la
tradición escultórica. Es apropiado preguntar, si el grabado de Xoc es una referencia consciente a
la tradición de escultura de bulto del área nuclear temprana. Pero esto parece irreconciliable con
la presencia de ese alto tocado elaborado el cual usualmente se encuentra en los grabados planos
de los horizontes tardíos olmecas.

EVIDENCIA CERÁMICA Y ARTEFACTUAL

El primero y breve reconocimiento que se hizo en Xoc no incluyó una excavación de prueba para
obtener materiales cerámicos debido a la falta de tiempo. Una excavación somera en la base de la
figura grabada solo produjo algunos tiestos muy erosionados e indeterminados. El área fue
excavada completamente varias veces en el pasado. Cordan reporta que cuando el visitó el sitio le
dijeron que el área debajo del grabado ya había sido excavada; sin embargo, el re-excavó hasta el
fondo y dijo que encontró “dos pequeñas hachas rituales de jade y una de cobre ” (Cordan 1964:
118).

También en el primer viaje hicimos una recolección rápida de cerámica de superficie en el área de
montículos a lo largo del arroyo al sureste de la roca grabada, Como el área es un pastizal, la
recolección de tiestos de superficie fue difícil. Solo encontramos tiestos extremadamente
erosionados post-olmecas pero por otra parte no identificables. Cordan excavó en varios de esos
montículos reportando el hallazgo de “un hacha sacrificial” decorada con una cabeza labrada
(Cordan 1964: 120).

El segundo viaje a Xoc tuvo el propósito de recuperar una muestra de cerámica, pero debido a las
limitaciones de tiempo impuestas por las dificultades inesperadas para llegar al sitio, la muestra
fue en efecto muy pequeña.

Excavamos un pozo pequeño en el lado sureste del Montículo 3 (Fig. 2). El primer nivel de 20 cm
tuvo humus negro, y, hacía el fondo del nivel, una capa de rocas pequeñas de caliza. Los pocos
tiestos en este material están completamente erosionados. El segundo nivel de 20 cm produjo
suelo café y más tiestos. El tercer nivel de 20 cm produjo tiestos similares sobre la superficie de un
suelo amarillo y arenoso que estaba estéril.

No obstante, tuvimos mejor suerte en el arroyo mismo. Observamos tiestos en la orilla derecha,
debajo del nivel del agua (Fig. 2) y en las pozas en los canales donde al agua corre más
rápidamente. Después de vadear mucho en el arroyo frío y claro determinamos que el río cortó
todo extremo del área de montículos, y quizá se llevó lejos una plataforma. En algún punto y bajo
el nivel de agua se pueden ver restos empotrados de muros bajos de piedra. Los tiestos en el agua
se encuentran por debajo de los montículos, a un nivel varios pies debajo del nivel de la plaza
actual. Desafortunadamente, sin visor para nadar usualmente sol o los tiestos naranja brillante
pueden ser recolectados del lodo de las orillas del río y de los depósitos de limo en el lecho del
arroyo.
Los tres niveles del pozo de prueba excavado en el sureste del Montículo 3 contuvieron dos tipos
de tiestos relacionados muy fuertemente con tipos de Chiapa de Corzo. Estos fueron del Grupo
Nicapa con Engobe y del Grupo Mundet con Engobe, en ambos consisten de tipos engobados
anaranjado-rojo con una superficie cerosa. El primero generalmente pertenece a tiempos de
Chiapa III tardío (Fase Escalera) y el segundo a Chiapa IV (Fase Francesa).

El primer nivel solo contuvo fragmentos pequeños de cerámica –sin bordes. El segundo y tercer
nivel contuvieron algunos tiestos cuya forma puede ser identificable . Entre los tiestos del Grupo
Nicapa con Engobe parece haber platos de base plana y paredes curvo-divergentes así como ollas.
Entre los tiestos del Grupo Mundet con Engobe hay platos de fondo plano con paredes curvo -
divergente de labio evertido similares a los encontrados en el río (ver abajo).

También se encontraron varios ejemplos de shuti (caracoles de río) con la punta rota, indicativo de
que probablemente se comieron al molusco.

La mayoría de los tiestos de la mejor colección que se ubicó a la orilla del río son simi lares a los del
Grupo Mundet con Engobe de Chiapa de Corzo, especialmente al; Mundet Rojo: Variedad Pulido.
Sin embargo, éstos tienen una pasta suave y arenosa, diferente a la mayoría de los ejemplares de
Chiapa de Corzo y Mirador. Ese grupo es típico de la parte tardía de Chiapa IV (Fase Francesa
tardía). La forma principal es la de cajete de fondo plano y paredes recto-divergentes con borde
evertido (Fig. 16); el borde frecuentemente está recurvado (Fig. 16, a-c). Un ejemplo decorado
(Fig. 17, a) se parece al Rafael Inciso de Chiapa de Corzo: Variedad Rafael, también del Grupo
Mundet con Engobe.

Un tiesto pequeño presenta restos de diseño al negativo en negro. Este fragmento parece
relacionado al Grupo Nicapa con Engobe de Chiapa de Corzo perteneciente a Chiapa II I-IV (Fases
Escalera-Francesa) especialmente al Nicapa Anaranjado-resistente: Variedad Nicapa, el cual
contiene desgrasante de ceniza volcánica.

También se recuperaron del río algunas piezas pequeñas de cerámica negra. Son similares al
Grupo Libertad con Engobe de Chiapa de Corzo, especialmente el Cintalapa Estriado-compuesto:
Variedad Cintalapa, también perteneciente a Chiapa IV (Fase Francesa). Éstas son platos de base
plana y paredes recto-divergentes (Fig. 17, b).

La muestra del río también incluyó varios fragmentos de ollas de tipo indefinido.

Un tiesto, localizado en un paso del río, parece ser de un periodo de tiempo distinto. Es un
fragmento de una base circular con engobe anaranjado, quizá similar a las cerámicas del Grupo
Bella Alisado-anaranjado: Variedad de Bella de Chiapa IX-X (Fases Laguna-Maravillas).

También fueron comunes en esta colección los ejemplos de shuti con la punta rota. Encontramos
una posible herramienta de piedra, una mitad de nódulo de pedernal.
DISCUSIÓN

En nuestro breve trabajo en el sitio no resolvimos el problema de como fechar el grabado en la


roca de Xoc. Como es evidente en la discusión previa, yo considero que el grabado en la roca de
Xoc cae en la tradición olmeca de grabado en piedra. Y, como discutí antes, el grabado de Xoc
parece estar estilística e iconográficamente relacionado de manera muy cercana a otras piezas
“provinciales” olmecas. Ninguna de esas figuras grabadas provinciales ha sido fechada
estratigráficamente, sólo han sido identificadas estilística e iconográficamente como “olmecas”.

He comparado cercanamente la figura de Xoc con los relieves grabados olmecas de Pijijiapan, en la
Costa del Pacífico. La cerámica procedente de este sitio de Pijijiapan que N avarrete piensa está
relacionada con los grabados, es comparable a la fase San Lorenzo de San Lorenzo Tenochtitlán en
el sur de Veracruz (Navarrete 1969: 189-91)

Desafortunadamente, la estela de San Miguel Amuco, Guerrero, con la cual también comparé
iconográficamente la figura de Xoc, tampoco puede fecharse aún; los tiestos excavados están lejos
del área general en la cual se encontró, ninguno es del Preclásico (Louise Paradis, comunicación
personal, abril, 1971).

El sitio-zona de Chalchuapa en El Salvador que incluye a Las Victorias y los grabados en cantos
rodados, tiene una secuencia cerámica completa que inicia con un complejo cerámico semejante
al Cuadros ( Complejo Cerámico Tok; Sharere 1969: 13). Los grabados olmecas en un canto rodado
parecido a una estela en Padre Piedra, en la Depresión Central de Chiapas, parece ser de la misma
fase Olmeca Temprano o Cotorra (Chiapa I) del sitio, aunque aquí la estratigrafía no es
enteramente adecuada (Lowe, en Green y Lowe 1967: 67-68).

Ninguno de los ejemplos anteriores proporciona un fechamie nto adecuado para las piedras (en
todo caso, el fechamiento de monumentos de piedra a través de los materiales de su entorno está
lleno de dificultades). Quizá la asociación más cercana es la de las piedras de Pijijiapan con el
depósito Cuadros que se ubica cerca de éstas. Sin embargo, el problema persiste, dado que un
fechamiento Cuadros parece muy temprano para los grabados. Es equi valente a la fase San
Lorenzo de San Lorenzo donde la escultura en relieve es excesivamente rara. Existen lazos más
cercanos, iconográfica e estilísticamente, entre la figura de Xoc y la escultura algo tardía de La
Venta y de otros sitios de la Costa del Golfo.

Los materiales cerámicos más antiguos que encontramos en Xoc, como se describió antes,
posiblemente fechan para la transición de Chiapa III a Chiapa IV(la transición en las fases Escalera y
Francesa, Mamom). La forma predominante de plato de fondo plano de paredes recto-divergente
con borde evertido y extendido, parece estar muy relacionado a la definida tradición maya del
Preclásico más que con las cerámicas aún más tardías procedentes de La Venta las cuales
raramente incluyen platos de borde evertido (Drucker 1952: 109, Fig. 36, d). Por ello pensamos
que simplemente no encontramos el material cerámico coetáneo con el grabado en la piedra. Esto
no es para nada sorprendente dada la escasa cantidad de excavaciones de prueba que realizamos.
Probablemente más excavación revelará la presencia de cerámica de una ocupación más
temprana relacionada con los olmecas, probablemente del periodo de La Venta o Dili (Chiapa II).

EL SIGNIFICADO DEL GRABADO EN LA ROCA

¿Por qué se hizo ese fino grabado olmeca en la cara de la roca de Xoc? Es un ejemplo excelente de
grabado olmeca –verdaderamente es un fino grabado en cualquier estándar del arte. El grabado
sugiere que un escultor olmeca de primera calidad fue traído (quizá del centro cultural – el área
nuclear de la Costa del Golfo) para ejecutarlo.

El significado de la escultura depende en gran manera de la naturaleza de la ocupación olmeca en


el área. Desde luego eso no lo sabemos, y podemos saberlo parcialmente solo a través de
excavación extensiva.

El área de la Selva Lacandona que se ubica más abajo hacia el oeste y al norte permanece en
términos generales sin exploración arqueológica. Tenemos nombre y ubicaciones de algunos
sitios, usualmente sitios mayas más tardíos, pero tenemos solo una idea una de la cultura olmeca
posiblemente subyaciente. Las cerámicas procedentes de fases tempranas como Escalera y
Francesa se han encontrado en varios sitios en el Río Usumacinta y sus tributarios, así que éstas y
ocupaciones más tempranas sin duda se extendieron a través del occidente del área maya. Por
ejemplo, Palacios describe el sitio de Medellín, sobre el Río Santo Domingo (Cañón de la Soledad),
cruzando el Río Tzaconejá de Xoc, donde le obsequiaron una figurilla olmeca muy buena de piedra
verde que se dijo procedía de ese mismo sitio (Palacios 1928: 98, Fig. 63b). La cerámica que él
ilustró incluye ejemplos obviamente del Preclásico de El Amparo, cerca de Santa Elena Poco Uinic
(1928, Fig. 107).

Aún no tenemos forma de rastrear la aparente incursión olmeca en el área oriente -central de
Chiapas o las razones para ésta. Las posibles razones para la presencia olmeca son muchas . Pudo
haber sido presión poblacional en el área nuclear que causó que colonos buscaran nuevas tierras
fértiles en las áreas arboladas rivereñas de la selva. Quizá fue una dispersión por motivos
religiosos. Puedo haber sido la búsqueda y comercio de artículos específicos de esta área, quizá
quetzales, loros y resina de liquidámbar o algún otro artículo aún no reconocido. ¿Pudo la figura
de Xoc, con su iconografía del maíz(¿?), representar la dispersión del cultivo del maíz en el área?
Lowe (en Green y Lowe 1967: 50-60) ha sugerido que los olmecas pudieron haber sido los agentes
de esta dispersión hacia el sureste en Chiapas.

Igualmente, es probable que una población contemporánea con los olmecas o relacionada con
éstos se estableció a lo largo de esta región, al igual que en otras partes de Chiapas (Lowe, in
Green and Lowe 1969: 68, 1971: 222-24)y el relieve de Xoc es simplemente el único grabado en
roca que conocemos (pueden existir otros) de un simbolismo común para la población. Lo más
probable es que sea una complicada combinación de razones. Hasta que no se haga más trabajo
cualquier afirmación acerca del problema es pura especulación.
También es especulativo, no obstante, el significado de la escultura de Xoc. Uno se pregunta si es
una persona o un concepto. Si es una persona, ¿su vestido de pájaro –las garras y la máscara de
ave-indica alguna especie de sacerdote o vidente o si más bien representa a un líder político? Si la
figura representa un concepto, ¿es una deidad olmeca venerada por la población del área?¿El
aspecto del ave de la figura refiere a la esencia dual de un “espíritu animal acompañante” (nagual;
Vogt 1971: 31-35) de una persona o de un pueblo?

El hecho de que este lugar particular (¿y este asentamiento?) se eligiera para una representación
labrada, muy probablemente tuvo algún fundamento histórico que nunca sabremos. El sitio-zona
incluye muchos arroyos y ojos de agua, pero no esto no es para nada lo único en esta área
entrecruzada por arroyos. Xoc debe haber sido el hogar de una persona particularmente
importante o la localidad de un evento religioso y/o social lo suficientemente importante para que
los olmecas encargaran el labrado de un relieve verdaderamente fino en la imagen narrativa. Es
interesante que varios de los labrados olmecas provinciales conocidos (Xoc, Pijijiapan, Amuco, Las
Victorias) todos parecen tener motivos iconográficos relacionados, sugiriendo que los grabados
específicamente refieren a algún aspecto de ciertos centros olmecas lejanos de la Costa del Golfo.

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Más tristes que las limitaciones de la arqueología es el hecho de que esta publicación puede ser el
último registro del monumento de Xoc, ya que éste fue despiadadamente arrancado de la cara de
la roca en algún momento entre 1968 y 1972 (Fig. 18).
Figura 1: Mapa de la cuenca del río Jataté mostrando la ubicación de Xoc y otros sitios
arqueológicos conocidos. Adaptado del mapa “La Selva Lacandona y Tierras Colindantes de Frans
Blom (Blom y Duby 1957)
Figura 2: Plano del sitio de Xoc.
Figura 4: Uno de los montículos bajos en la parte sur del sitio. Se ve un hombre y un niño en la
cima del Montículo 7. Al frente el pastizal que cubre toda el área. Al fondo la selva baja
impenetrable que hizo imposible la exploración de varias partes del sitio.

Figura 5: Algunos de los montículos bajos en la parte sur del sitio. Se observa a Eduardo Martínez
sobre el Montículo 3, una de los más grandes de éste grupo. No se ve en la fotografía pero a la
derecha está el arroyo Xoc que separa esta área de aquella donde se ubica la roca con el grabado.
Fotografía tomada en 1968.
Figura 6: Vista desde el noreste del grupo sur de montículos. Al fondo la colina alta sobre la que
desplantan dos montículos y una cancha de juego de pelota. En primer plano se pueden ver
algunos montículos del grupo sur. En la cima de la colina, al centro de la imagen, se puede
observar el montículo del extremo sur. A la distancia, más allá de la colina, las altas montañas
cubiertas de pino. Fotografía tomada en 1968.

Figura 7: Vista de una pequeña sección al interior del lado noreste de la cancha de juego de la
pelota hecha de bloques trabajados de caliza. Esta fotografía fue tomada en 1968 y muestra la
cancha completamente cubierta por pasto. En 1972 el área ya estaba cubierta por arbustos y
árboles pequeños y no la visitamos.
Figura 8: El grabado en la roca de Xoc. Fotografía tomada en 1968.
Figura 9: Vista de la figura olmeca del grabado en la roca de Xoc. El grabado tiene 2.14 m (7 pies)
de altura, medida en proyección vertical desde la parte alta del tocado hasta la parte más baja de
las garras. Fotografía tomada en 1968.
Figura 10: Vista de la figura olmeca del grabado en la piedra de Xoc con la líneas remarcadas con
gis. Las líneas de figura fueron remarcadas con el fin de hacer más visibles los detalles en la
fotografía. El gis tiene el efecto desafortunado de hacer que el grabado parezca más burdo de lo
que en realidad es. Fotografía tomada en 1968.

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