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Control de lectura: Rudolf Carnap La superación de la metafísica por medio del análisis lógico del
Rudolf Carnap y Gaston Bachelard, ambos físicos y filósofos, se preocupan por los criterios
involucrados en la Ciencia para definir sus conceptos. Aunque el tema a tratar por ambos
Para Carnap, el fin que persigue su trabajo, es poder usar las reglas del lenguaje y la lógica moderna
para establecer un criterio de demarcación. Carnap busca plantar una aduana que exija se
identifiquen aquellas áreas del pensamiento que quieren hacerse pasar por científicas. Para ello, va
a establecer criterios de significado, así si hay conceptos que no cumplan con lo establecido, deben
Una proposición, para que tenga significado, debe cumplir al menos dos cosas; Tener contenido
empírico y ser lógicamente coherente. Si alguien se despierta un día con la fabulosa idea de querer
investigar si los verbos son de color azul o verde, sería imposible hacerlo, porque esto ni siquiera es
de manera incompatible. Aunque es posible involucrar a los verbos y colores en una función
con estás pseudoproposiciones es que no se pueden verificar en la experiencia. Por lo tanto, no sería
entonces estamos simplemente en el terreno de la ficción donde cada quien puede decir lo que le
venga en gana. Esto puede permitirse en la literatura, pero no la Ciencia. Tampoco podría yo, darme
a la tarea de investigar si hay triángulos de cuatro lados, ya que al ser éste un concepto analítico, el
cual se define por el número de sus lados, sería contradictorio, las reglas de la lógica no permitirían
complejas o porque no tengamos la tecnología aun para comprobarlas, sino porque son por
Para Carnap, los conceptos tendrán significado si es posible retrotraerlos a sus elementos empíricos.
La base empírica es la que determina los significados. Para hacer esto, es necesario fijar la forma de
la proposición elemental, que hace referencia a la sintaxis de la palabra. Debemos usar la manera
correcta de dirigirnos a las palabras para eliminar la posibilidad de confusión. Así para la palabra
ladrillo, le correspondería “x es un ladrillo”, donde “X” puede ser cambiado por otros conceptos y
proposiciones que aclaren más el significado. Pero aquellos conceptos por los cuales “X” es
intercambiable, tienen que derivar en algún momento en lo que Carnap llama proposiciones
protocolares. Estás proposiciones últimas son aquellas de observación, tienen su base en la realidad
Una palabra que no pueda seguir su camino deductivo hasta enunciados de observación, no serán
significativas. Este criterio nos sirve para eliminar las definiciones arbitrarias, ya no podemos definir
completamente por decreto, si alguien quiere que su expresión tengan sentido, debe usar la
derivación lógica hasta tocar alguna proposición protocolar y así sabremos, según el modelo de
Carnap explica que la investigación metafísica está llena de pseudoproposiciones y por lo tanto no
puede ser considerada una Ciencia. El problema es que la forma gramatical de un lenguaje permite
crear ciertas expresiones que no tienen sentido, pero que muchas veces, logran camuflarse y esto
lleva a mal entendidos irresolubles (propios de la metafísica). Carnap somete a prueba la lectura
sobre la Nada de Heidegger. Aquí, Heidegger se pregunta por la naturaleza de la Nada, pero al
hacerlo, pone a ésta como un sustantivo, al cual es posible adjudicarle predicados y acciones. El
problema, nos dice Carnap, es que el hecho de que podamos usar el término Nada como un nombre
propio, no lo vuelve uno. No porque en el lenguaje ordinario que usamos día a día nos sea posible
hablar de la nada como lo hace Heidegger, ésta se llenará de significado. La forma correcta de hablar
de la nada, sería para Carnap, expresiones tales como “No hay nada allá dentro”. Así darle a la nada
El problema entonces es que la gramática del lenguaje común permite estas expresiones, las cuales
a no tener significado por estar mal usadas nos llevan a sinsentidos como la “investigación” sobre la
“Nada” que pretende Heidegger. Para Carnap, la metafísica está llena de conceptos vacíos y
psudoproposiciones. Por lo tanto no es posible hacer Ciencia con ella y lo más que pueden
“significar” sus conceptos son actitudes emotivas, que claro está, no es esto a lo que quieren referir
los metafísicos cuando escriben sus libros. Pero dado a que no en sus proposiciones hay conceptos
que no refieren a entidades empíricas, tienen que ser declarados incongruentes y epistémicamente
insignificantes.
Bachelard, no intenta crear un criterio de demarcación para saber cuándo un concepto corresponde
al terreno empírico o al metafísico y así poder expulsar a los segundos del campo de los primeros.
Para Bachelard, los conceptos de la Ciencia siempre tendrán su carga metafísica, y por lo tanto será
posible estudiarlos filosóficamente. Bachelard, va a proponer una unión entre ambos saberes, que
lejos de ser incoherente, es por el contrario, recomendable y complementaria. La Ciencia vista como
un organismo que se desarrolla, que se supera con cada avance, necesita no de una sola filosofía,
sino de un conjunto de pensamientos que den sentido al desarrollo científico en sus etapas
particulares. Cada concepto científico guarda relación no solo con la realidad empírica, sino con un
conjunto de ideas que se asientan en dicho concepto y lo hacen coherente. Pero como la Ciencia
está en devenir, como no es un organismo completo y cerrado, sino que es abierto, se va creando,
es necesario entender las afinidades y discrepancias que hay entre el mismo concepto al avanzar la
ciencia. Racionalismo y empirismo, son para Bachelard, dos caras de la misma moneda ya que uno
necesita al otro para complementarse y adquirir pleno sentido. El empirismo sin articularse al
pensamiento no podría ser pensado, pero también un racionalismo que no se aplica, que no aterriza
Bachelard, confiado en que la Ciencia avanza, y si todo concepto de ciencia cambia con los adelantos
Ciencia, una progreso no solo científico sino también uno filosófico, ya que siempre hay un soporte
desarrollo, por lo tanto es posible encontrar el carácter filosófico específico de cada etapa de avance
de dicho concepto. En el primer nivel que nos presente Bachelard, la masa es vista como el volumen
de alguna cosa. Pero es fácil notar con la más ligera interacción que hay objetos que tienen menos
volumen que otros y son aun así más pesados. Es necesario hacer una pequeña reformulación y
asignarle a la masa la cualidad intensiva, la masa empieza a ser vista como algo que tiene cantidad.
balanza nos acerca más a una noción general de masa. La masa aquí es entendida como una noción
inmediata, sumergida en un seco empirismo. La tercera etapa es la masa de Newton, aquí la masa
es comprendida ya no de manera aislada, sino en completa correlación con otros términos que son
la que la definen y le dan sentido. La masa llega a ser para Newton, el resultado de una relación
matemática entre la aceleración y la fuerza. Aquí, no es tan fácil aceptar el realismo, la masa ya no
es esa noción aislada, sino que obedece a una relación y la forma de entender ésta es haciendo uso
al menos partir la realidad en dos y aceptar la realidad de las leyes que le dan sentido al concepto
de masa. La masa de Einstein es la siguiente. En ella al contrario que con Newton, la masa ya no solo
entra en relación con otros elementos para medirse, sino que ella misma es esa relación, no es
posible seguir separando la masa y explicándola como si fuera una entidad aislada. La masa ya no
es solo pensada en relación hacia fuera determinable matemáticamente, sino que se reconoce la
interior de la masa, propiedades como la velocidad que se pensaban como separadas de la masa
involucran cambios hacia dentro de ésta. La masa ya no puede seguir pensada como elemento
simple, sino como complejo, pero aun así es vista como un elemento para los fenómenos físicos. La
quinta noción es la física de Dirac. En ella, la masa se entiende como la manera de propagación. Lo
complicado de esta noción es que suelta un presupuesto que todas las concepciones de masa deban
por hecho; la masa corresponde a un solo objeto. Dirac, gracias al cálculo de propagación se percata
de que hay dos tipos de masa correspondiente a un mismo objeto. La primera cuadra perfectamente
con todas etapas de masa anteriores. La segunda a éstas porque el resultado es un cálculo de masa
negativo. La masa negativa rompe con la noción más intuitiva sobre el mundo, y prefiere hacer caso