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Facultad de Artes UACH

Técnicas de Dirección Coral

Análisis musical y contextual de


la Obra.
Bitácora de Ensayos.

Alumna: Vianney Estefanía Medina Acosta 284002

Maestra: M.A Lizeth Alba González

28 de Mayo de 2018
ANALISIS DE LA PARTITURA

TRES PALABRAS N° 451:

El arreglo a 4 voces de esta pieza es hecho por la asociación cultural “Orfeón


Moratalaz” de Madrid, a cargo del Director Félix Barrena.

El estilo de esta pieza es un bolero y pertenece a la época moderna.-

El término bolero puede utilizarse de múltiples maneras. Su uso más frecuente se


asocia a un género musical de ritmo lento que surgió en Cuba a mediados del
siglo XIX.

El bolero, que puede bailarse, se caracteriza por la melancolía de sus letras y por
su compás de dos por cuatro. En su primera etapa sus canciones se interpretaban
en peñas y bares, aunque luego se afianzó en su estilo romántico y se hizo muy
popular como música para el desarrollo de serenatas.

José Vivanco Sánchez, alias “Pepe”, está considerado como uno de los pioneros
del bolero. Chavela Vargas, Javier Solís, Alfredo Sadel y Lucho Gatica son otros
de los grandes exponentes de la primera etapa de este género.

Aunque a partir de 1960 el bolero perdió popularidad, a fines del siglo XX comenzó
a recuperarla gracias a cantantes como Luis Miguel, Cristian Castro y Alejandro
Fernández y a compositores como Armando Manzanero.

Cabe destacar que, en su desarrollo histórico, el bolero dio lugar a varios


subgéneros, como el bolero ranchero (que se combina con la música ranchera de
México) y el bolero son (influenciado por el son de Cuba).

Dada la lentitud de su ritmo, el bolero es ideal para que lo bailen parejas que no
posean mucha destreza o bien para disfrutarlo en fiestas o veladas íntimas.
Aprender los pasos básicos no es difícil aunque, dado que se trata de música,
requiere de memorización, coordinación y, una vez interiorizado todo, práctica
constante hasta alcanzar un buen rendimiento.

Osvaldo Farrés, autor de más de 300 famosos boleros en las décadas de los 40’s
a los 70’s. Demostrando una enorme habilidad para idear melodías, y una de las
mejores fue Tres palabras N°451.

El género puede gustar más o menos, pero la calidad musical de composiciones


como ésta parece incuestionable y queda avalada por versiones jazzísticas como
las de Brad Mehldau, Charlie Haden, Joe Henderson, o la bossa nova que hicieron
de ella Kenny Burrell y Coleman Hawkins. Pero un bolero sin letra no es un bolero
y de Nat King Cole fueron las estupendas primeras Tres palabras que muchos
escuchamos.

La romántica y popular tonada que impuso récord en América latina y Estados


Unidos al venderse un millón de discos en apenas seis meses, la escribió en una
sola noche ante el comentario en chanza de la célebre cantante y actriz mexicana
Chela Campos (1922-1982).

Cuando en otra de sus giras triunfales a Cuba, la conocida “Dama del bastón de
cristal” la bolerista más popular de Latinoamérica, se entrevistó en la emisora
CMQ con el ya también afamado compositor, para solicitarle que escribiera para
ella una canción romántica como tema central de su nueva película.

-Tengo que confiarle mi estimada señora- y Farrés lo admitió con la modestia que
le caracterizaba -que a veces no me llega la musa y tardo muchos meses para
escribir una canción. Además, le agradezco que no me llame maestro, porque no
soy maestro de nada…
-No se me haga, por favor, señor Farrés- le contestó Chela algo sorprendida y a
manera de broma, quizás para ganarse la confianza del connotado escritor -Estoy
segura que usted sólo con tres palabras, puede componer un bolero…
La respuesta de la atractiva cantante, fue tal vez un reto y un compromiso para el
autor de “Acércate más”, “Toda una vida”, “No me vayas a engañar”, “Quizás,
quizás, quizás” y otras tantas renombradas melodías. Esa misma noche en su
residencia, comenzó a desglosar la lacónica oración “tres palabras” con sentido
lírico y rítmico: “Oye la confesión/ de mi secreto/ nace de un corazón/ que está
desierto…”

Y en igual contexto interpretativo ante la inquietud de la protagonista estelar del


film “Del rancho a la televisión” junto a Luis Aguilar y María Victoria y de “La isla
de la pasión” con David Silva y Pedro Armendáriz, completó el segundo verso de
su inspiración: “Son tres palabras/ solamente mis angustias/ y esas palabras son
como me gustas…”

Al otro día, complacido, telefoneó a Chela para darle a conocer que sus “Tres
palabras” ya eran canción. Sin embargo, ninguno de los dos podía entonces
suponer que aquel bolero iba a ser una de las melodías más famosas y de mayor
difusión en los países de habla hispana al igual que “Quizás, quizás, quizás” y de
casi todas las otras tonadas románticas de su creación.
Tres semanas después al regresar a México, la Dama del bastón de cristal la
estrenó en su programa estelar en la emisora Xefo que animaba el locutor Don
Pedro de Lille.

A mediados del año 1943 “Tres palabras” fue interpretada y grabada igualmente
por célebres cantantes en inglés y español, entre ellos Nat “king” Cole, quien la
popularizó en Estados Unidos y América latina, al igual que Engelbert
Humperdinck, Doris Day, Josephine Baker, Bing Crosby, Edith Piaf, Johnny
Mathis, Charles Aznavour, Pedro Vargas, Toña La negra, Raphael, Javier Solís,
Olga Guillot, Hugo Romaní, Sara Montiel, Lucho Gatica, Eddie Gormé, Luis
Miguel y muchos más.

También fue tema musical central de varias películas mexicanas y


norteamericanas, la de mayor proyección “Música maestro” (Make mine music) de
Walt Disney en la voz de Andy Russel.
-Nunca pensé que “Tres palabras” circundaría el mundo- convino con templanza al
recibir la placa de reconocimiento por su prestigiosa obra musical en el Segundo
Festival de la OTI en 1984, un año antes de morir en Nueva Jersey.

Hoy, a los 51 años de su desaparición física, sus boleros, sones, guarachas y


congas y hasta una zarzuela, se siguen cantando y oyendo en todo el planeta
como reconocimiento a su obra inmortal.

Oye la confesión
De mi secreto,
Nace de un corazón
Que está desierto.

Con tres palabras


Te diré todas mis cosas,
Cosas del corazón
Que son preciosas.

Dame tus manos, ven,


Toma las mías
Que te voy a confiar
Las ansias mías.

Son tres palabras,


Solamente mis angustias,
Y esas palabras son:
Cómo me gustas.
COMPOSITOR:

Osvaldo Farrés, nacido Osvaldo Farré,


(Quemado de Güines, Cuba, 13 de enero 1902 –
New Jersey, EUA, 22 de diciembre 1985) fue un
compositor cubano. Es célebre por sus más de
300 canciones compuestas, especialmente
sus boleros que le dieron fama internacional,
siendo uno de los artistas cubanos más
interpretado fuera de la isla.

Osvaldo nació en 1902 en la pequeña ciudad


cubana de Quemado de Güines, en la antigua
provincia de Las Villas, actual Villa Clara. Su
padre Fernando, era natural de Ceja de Pablo (Corralillo) y su madre Caridad
de Santa Isabel de las Lajas en la provincia de Cienfuegos. Su maestra Francisca
Díaz al ver sus aptitudes, le dijo que su pueblo le quedaba pequeño, que debía
viajar a la capital.

Se trasladó a La Habana con 25 años donde estudió dibujo, trabajando en


distintos empleos, como escaparatista, montador de muelles en una colchonería,
pintor paisajista, mensajero en bicicleta o empleado de banca hasta que se
estableció como ilustrador para una empresa de publicidad. En esta empresa se
encargó de la publicidad de la cerveza Polar y el jabón La Llave. También realizó,
entre otros encargos el diseño de algunas de las carrozas del carnaval de La
Habana. Aquí permaneció largo tiempo hasta que comenzó a realizar sus primeras
composiciones casi sin proponérselo, según sus propias palabras:

… Jamás pensé convertirme en un compositor. Ni la canción ni la música entraban en mis


planes, y mucho menos había imaginado que hubiese podido vivir de ella….

Su primer éxito fue una guajira-son realizada en 1937 que tituló Mis Cinco Hijos
(Pedro, Pablo, Chucho, Jacinto, José) y que fue interpretada por Miguelito
Valdés y la Orquesta Casino de la Playa. Se cuenta que esta pieza surgió cuando
estando en los estudios de la radio habanera CMQ preparando un anuncio para la
cerveza Polar en compañía de cinco muchachas un locutor dijo "¡...ahí está
Osvaldo Farrés con sus cinco hijas!". Como consecuencia de esta broma se
comprometió a escribir una canción con ese título, que terminó convirtiendo a las
hijas en hijos.

Tres años después se pudo ver este tema en un cortometraje musical del mismo
nombre producido por la Cerveza Polar, con dirección de Ernesto Caparrós,
interpretado por el cantante José Fernández "Valencia" y con arreglos del
maestro Gilberto Valdés.

Su fama internacional comenzó hacia 1940 cuando la cantante mexicana Toña la


Negra hizo popular su bolero Acércate Más. El barítono colombiano Carlos
Ramírez decidió incluir el tema en su interpretación en la película musical de
la Metro Goldwin Mayer Easy to Wed, protagonizada por Esther Williams y Lucille
Ball, con la letra traducida al inglés con el título Come Closer to Me.

En 1943 creó uno de sus mejores boleros Toda una vida así como Estás
Equivocada. Este mismo año se convirtió en compositor exclusivo de la cadena de
radio CMQ, donde realizó el programa publicitario La Hora Polar y posteriormente
el exitoso Bar Melódico de Osvaldo Farrés que se emitía desde finales del
cuarenta, y en la década siguiente se convertirá en un programa en la televisión
CMBF TV y posteriormente en CMQ Televisión en horario de máxima audiencia, a
las 9 de la noche los miércoles.

En el programa entrevistaba a los artistas y contaba anécdotas con gran


desenfado con lo que creó un formato novedoso que se copiaría posteriormente
en otros países. Por el Bar Melódico pasaron los mejores artistas cubanos y
muchos extranjeros que visitaron la isla, entre ellos Josephine Baker, Sara
Montiel, Nat King Cole o Maurice Chevalier. El programa se mantuvo durante 13
años entre los primeros puestos de audiencia. Además en Nochebuena emitía el
espectáculo La Cena de las Estrellas, con las actuaciones de importantes artistas,
y cada mes La Sala de Conciertos, dedicada a la música lírica.
En una encuesta de una asociación de periodistas cubanos realizada entre 1943 y
1944 se le considera el compositor más destacado de Cuba. Además en esta
época continúa con su labor como publicista.

En los años siguientes compone los boleros , No me Vayas a Engañar (1945), el


célebre Quizás, Quizás, Quizás (1946) y No, No y No (1947). En 1944 estrena el
bolero Para que Sufras y compone la música del film cubano Hitler Soy Yo,
dirigido por Manuel Alonso.

Conoció a su mujer Fina del Peso cuando trabajaba como publicista para la
Cerveza Polar, poco después de componer Cinco Hermanos. Fina acompañaba a
su hermana, la actriz Asunción del Peso en la emisora de CMQ. Osvaldo le
dijo: "¿esas piernas son suyas o se las prestó un ángel?". La relación no fue fácil,
ella era casi una niña y él era casi 30 años mayor que ella y divorciado de un
matrimonio anterior pese a ser un católico devoto. La familia de ella intentó impedir
la relación enviándola a vivir con su tía fuera de La Habana. Él le hizo saber que
escuchara su programa en CMQ La Hora Polar. En este sonó el bolero Toda una
vida interpretado por Pedro Vargas "El Tenor de las Américas", que él había
compuesto para ella. Fina dijo acerca de este momento que "...sabía que ya
amaba a aquel hombre que me llevaba 30 años, y para siempre". Ella se convirtió
posteriormente en la coordinadora de El Bar Melódico, actuando ocasionalmente
ante las cámaras.

Exilio
Farrés era amigo de Carlos Prío, el que fuera el último presidente democrático de
Cuba antes del golpe de Fulgencio Batista. Prío le pidió un tema musical para su
campaña presidencial y Farrés, junto a Tony Fergo, compuso una conga: Ahí
viene la aplanadora con Prío adelante y el pueblo atrás. Tras la victoria de Prío en
1948, éste le dijo que le pidiera lo que quisiera por su canción a lo que Farrés
contestó: "se la escribí al amigo, no al presidente".
Tras el golpe de Batista y la consecuente revolución y llegada al poder de Fidel
Castro Farrés decidió abandonar Cuba: "Tenemos que irnos, esto será un
desastre", le dijo a su mujer. Aprovechando un contrato para escribir
una zarzuela en España abandonó la isla en 1962 y ya nunca volvió. El régimen
cubano le declaró traidor, pese a haberle galardonado anteriormente con la Orden
de Carlos Manuel de Céspedes, la más alta distinción que concedía el gobierno.
Su casa en La Habana fue saqueada y sus propiedades quemadas en la calle.

Farrés se estableció en West New York, donde vivió el resto de su vida hasta su
muerte en 1985. Allí creó su propia productora Osvaldo Farrés Music
Corporation que administró la publicación de sus temas en Estados Unidos.

Obra
Según el musicólogo Cristóbal Díaz Ayala, Farrés "le canta al amor y a la mujer en
una forma directa y sencilla que no es lo mismo que simple".
Farrés no tocaba ningún instrumento musical y carecía de formación musical
formal, siendo incapaz de leer o escribir música. Cuando componía, le venía la
letra y la melodía a la vez. Cuando tenía la canción la memorizaba, a veces con
ayuda de su mujer, y la tarareaba en una grabadora. Posteriormente pasaba la
grabación a alguien con conocimientos musicales para transcribirla, con frecuencia
su amigo Fernando Mulens que trabajó con él en su programa de radio.

Algunos autores cubanos llegaron incluso a dudar de la paternidad de sus obras


ya que ni solía acudir a las reuniones de la Sociedad de Autores ni se le oía
interpretar sus obras.

Farrés es célebre internacionalmente gracias a las versiones que hicieron de sus


temas numerosos artistas de todo el mundo. Tal vez la más popular en el ámbito
anglosajón fue la versión de Quizás, Quizás, Quizás que hizo Nat King Cole en
1958 con letra de Joe Davis, que no se ceñía al texto en español. Otra versión
célebre de este tema es la que interpretó Sara Montiel en el film Bésame.

Además de los mencionados, otros artistas notables que han interpretado su obra
son: Edith Piaf, Cantinflas (En el mar, en el film Sube y baja), Doris
Day (Perhaps), Eydie Gorme, John Serry Sr. (Tres Palabras) , Pedro
Vargas, Chavela Vargas (Toda una vida y Acaríciame) Charles Aznavour, María
Dolores Pradera (Toda una vida y Quizás, quizás, quizás), Luis
Miguel, Sandro (Toda una Vida y Quizás, quizás, quizás), Luis Miguel (Tres
Palabras), América Crespo, Paco de Lucía, Antonio Machín, Celia Cruz, Lucho
Gatica, Elio Pinza, Omara Portuondo, Xavier Cugat, Olga Guillot, Bing
Crosby, Julio Iglesias, Wilbert Alonzo Cabrera, Luis Miguel, Buena Vista Social
Club y otro centenar de músicos e intérpretes.

El tema preferido de Farrés era su bolero Madrecita, dedicado a su madre y que


se hizo un tema muy popular en la época, siendo tradicionalmente cantado aún
hoy en el día de la madre en muchos países latinoamericanos. Se da la paradoja
de que su madre nunca pudo escuchar la canción por estar sorda cuando la
compuso en el año 1954.

Prueba de la popularidad de su música, baste indicar que en una peregrinación


que realizó al pueblo de Belén, el conductor que le llevaba puso en la radio una
versión en hebreode Quizás. Tras identificarse como el autor, el chófer en un
gesto de respeto paró el coche y con un pastor que estaba casualmente en ese
lugar improvisaron un dúo de la canción.
En 1980 Selecciones del Reader's Digest publicó una entrevista en la que dijo:

“La música, al igual que los perfumes, es portadora de elementos intangibles que, unidos
a una mirada, o al roce de una manos, hacen posible el nacimiento de un romance que,
extendiéndose más allá de ese momento, puede prolongarse toda una vida”.

Algunos de sus temas más célebres son:

Caminando, caminando, bolero.


Ya ves así pienso yo, bolero.
Toda una vida, bolero.
Tres palabras, bolero.
Todo lo diré cantando, bolero.
Piensa bien lo que me dices, bolero.
No sé que voy hacer, bolero.
No, no y no, bolero.
No me vayas a engañar, bolero.
Madrecita, bolero canción.
Estás equivocada, bolero.
Esta noche o nunca, bolero.
Ella es preciosa, bolero canción.
Dime si te vas conmigo, bolero.
Déjate querer, bolero canción.
Chinita chinito, canción rítmica.
Acércate más, bolero canción.
Acaríciame, canción.
Teresa, Guaracha.
Un caramelo para Margot.
A eso llegarás, bolero.
En el mar, bolero son.
Imán, canción.

Orquestas que han creado arreglos sinfónicos con estas melodías


Mantovani
BBC de Londres
Henry Manzini
Ronnie Aldrich
One Hundred String
Enoch Light and the Light Brigade
Teacher y Ferrandi Orquesta
El maestro desde sus comienzos como compositor, recibió la gran ayuda de sus
compatriotas cubanos, interpretes todos de sus canciones los cuales las
popularizaron en Cuba y fuera de ella.
Premios y galardones
 Diploma de reconocimiento de los Estados Unidos durante el año del
bicentenario.
 Diploma de reconocimiento y Medalla de La Sociedad de Autores y
Compositores de Francia (SACEM).
 Diploma especial de reconocimiento de la Broadcast Music INC de Nueva
York por el éxito que supuso su música en la radio y la televisión
norteamericana, por las canciones Acércate mas, Tres palabras, Quizás,
quizás, quizás que tuvieron más de un millón de emisiones.
 Placa de bronce con su efigie en reconocimiento de la Confederación de
Trabajadores Hispanos (CATHA).
 Placa en el Sexto Festival de la OTI donde reconocieron su obra musical y
literaria en 15 de septiembre de 1984.
 Muchísimos trofeos de distintas entidades patrióticas y artísticas, así como
periódicos y revistas cubanos.
 Recibió la Orden de Carlos Manuel de Céspedes, la más alta distinción
concedida por la República de Cuba y un diploma pergamino de La
Sociedad de Compositores y Artistas Mexicanos.
 En 1942 por acuerdo unánime de los 15 concejales que constituían el
ayuntamiento de Quemado de Güines y refrendado por el Alcalde Municipal
Dr. Armando Pérez Arriete fue nombrado Hijo Predilecto de la ciudad; se
realizaron verbenas cuyas recaudaciones fueron destinadas a la
construcción de un hospital de maternidad. Farrés invitó a numerosos
artistas entre ellos Germán Pinelli, Obdulia Breijo y Rosita Fornés para que
cooperaran con el éxito de la verbena.
BITACORA DE ENSAYOS.

Todos los integrantes del ensamble que voy dirigir son de la facultad, 2 de
décimo, 4 de octavo y 2 de sexto semestre, como ya tienen los principios básicos
para la lectura musical, antes del primer ensayo, les di la pieza con 2 semanas de
anticipación para que fuera que el primer ensayo fuera con más fluidez. Esto lo
hice porque al principio traté de ver horarios en los que todos pudiéramos coincidir
pero no cuadraban, entonces les propuse darles 2 semanas para que cada uno la
checara, la fuera estudiando, para así solo la última semana antes de la
presentación (martes 22 mayo al viernes 25 mayo) hacer los 4 ensayos, para
darles algunas cuanta indicaciones de las dinámicas y de ciertos pasajes rítmicos.

Ensayo 1.-

En el primer ensayo estuvieron todas las voces completas (2 personas por cuerda)
como les entregué la pieza con anterioridad, ya tenían la melodía, y 6 personas de
las 8 vieron la melodía con la letra.

Comencé mi ensayo con un ejercicio de vocalización rápido y sencillo, de I-V-I con


la vocal “u” estos para lograr una uniformidad en el sonido de cada uno de mis
integrantes.

Luego como es el mismo texto para todas las voces, la repasamos sin melodía
para los 2 que todavía no la tenían con letra.

Pedí que se escucharan para que cada voz estuviera con un buen balance en
cuestión al volumen, después a cada uno le di la nota, y empecé a dirigirlos, hubo
un momento en el que perdí mi pulso por darle la entrada a las sopranos y altos,
pero ellos como ya la tenían estudiada le siguieron y lo que hice fue acomodarme
rápido. Noté que los tenores y los bajos arrastraban un poco el tempo.

Ensayamos la pieza hasta la página 4, antes de pasar a la repetición de la primera


página.
Ensayo 2.-

En este ensayo faltó uno de los bajos (en el ensayo anterior me dijo que solo iría
al primer y último ensayo por cuestiones de su trabajo) y una de las altos, lo que
hice aquí fue pedirles nivelar las voces, tenores y sopranos bajar solo un poco el
volumen, y a la alto y al bajo, subir un poquito el volumen por ese desequilibrio.
Repasamos toda la pieza de principio a fin, aquí les indiqué la cuestión de las
dinámicas que vienen marcadas en la partitura, en especial los crescendos y
decrescendos. Les mencioné que el corte de la pagina 3 en el ultimo sistema debe
ser muy claro, deben cortar conmigo.

Hubo partes en donde uno de los tenores seguía desfasándose y esto hacia que
los demás bajaban también el pulso y me hacían bajar el pulso a mí, los paré y les
pedí que cuidaran mucho el pulso y que me vieran para que no se atrasaran, hubo
mejoría en la siguiente vuelta que le dimos a la pieza.

Nota: uno de los tenores en alguna parte estaba dando 2 o 3 notas chuecas, el
siguiente ensayo tengo que darle solución a esta cuestión.

Ensayo 3.-

El tercer ensayo quise experimentar ya que en el ensayo pasado, uno de los


tenores estaba dando notas chuecas. Mi plan fue quedarme con lo que estaban
teniendo ciertos problemas con alguna parte de la pieza.

Este día repase a cada una de las voces pero sin el piano, para darme cuenta que
tan afinados estaban dando su melodía. Las altos tenían muy bien su voz, las 2
sopranos también, solo que una de ellas no estaba dando el volumen requerido, y
efectivamente uno de los tenores no tenía tan bien su línea cuando lo hacía solo
(el otro tenía muy bien su melodía) y el bajo también tenía bien su voz, pero como
en este ensayo solo estaba uno de los bajos, le pedí a él que se quedara, y dejé
que se fueran las 2 altos, y el tenor y la soprano que tenían su voz bien.

Fue algo complicado porque hacía falta la voz de la alto, esto hizo que no se
escuchara la armonía completa, las demás voces se sentían algo
descompensadas, ayudé a la soprano cantando su voz junto con ella para darle
confianza, y logré que subiera más el volumen.

Dimos varias vueltas a la pieza y el tenor iba mejorando su afinación.

Nota: dirigí sin partitura para asegurarme que las entradas de cada voz y las
dinámicas las tuviera de memoria…. El final es el que tengo inseguro todavía,
tengo que trabajarlo.

Ensayo 4.-

En el ensayo final estuvimos ajustando detalles, faltaron las 2 altos (se les
complicó ir) y una de las sopranos, tenores y bajos estaban completos, estuvimos
repasando cosas de los ensayos anteriores, como el pulso (que no se fueran
quedando atrás) que las entradas de cada voz estuvieran claras, que los cortes
fueran precisos por parte mía, y que respetaran cada uno de los silencios.

Nota: esta vez yo tenía más claro las entradas de cada quien, los cortes que tenía
que hacer y las dinámicas, lo hice sin partitura y hubo mejoría de mi parte.

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