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Clasificación

de los contratos

Derecho
Privado III

1
Clasificación de los
contratos

Clasificación en el Código Civil y


Comercial
El Código Civil y Comercial de la Nación establece la clasificación de los
contratos en el Capítulo II, del Título II, Libro Tercero.

Contratos unilaterales y bilaterales


Dadas las obligaciones que surgen al momento de celebrar los contratos, se
pueden clasificar a estos últimos en bilaterales y unilaterales.16

Los contratos son unilaterales cuando se forman con la voluntad de un solo


centro de intereses; y son bilaterales cuando requieren el consentimiento
unánime de dos o más centros de intereses. Por lo tanto, los contratos son
siempre negocios bilaterales y no se tienen en cuenta el número de centros,
sino los efectos del contrato.

En referencia al contrato bilateral, es menester que concurran dos


características: que ambas partes estén obligadas, y que dichas obligaciones
sean recíprocas, es decir: obligaciones principales, interdependientes y que se
expliquen mutuamente. Así, será unilateral aquel contrato en el que una sola
de las partes se obliga hacia la otra, sin que esta otra quede obligada, y cuando,
existiendo obligaciones a cargo de ambas partes, faltara la reciprocidad.

16 Art. 966 Código Civil y Comercial de la Nación Argentina.

1
Son ejemplos de contratos bilaterales: compraventa, permuta,
cesión onerosa, mandato oneroso, locación de cosa, obra o servicio.
Y de contratos unilaterales: donación, fianza, mandato gratuito,
mutuo, comodato, depósito.

Contratos a título oneroso y a título gratuito


Según el costo de las ventajas, es decir, si al momento de celebrase traen
aparejadas ventajas para una o para las dos partes, los contratos se clasifican
en onerosos o gratuitos.17 A su vez, los contratos onerosos se dividen en
conmutativos y aleatorios.18

En la vida de relación son más comunes los contratos onerosos. En éstos, cada
una de las partes se somete a un sacrifico y cuyos extremos son equivalentes.

En los contratos gratuitos, una sola de las partes efectúa el sacrificio, y la otra
sólo es destinataria de una ventaja.

Son un ejemplo de contrato oneroso la compraventa o locación de


cosas. Y de contratos gratuitos: donación, comodato, etc.

Contratos conmutativos y aleatorios


Según la determinación de las ventajas, los contratos pueden ser conmutativos
o aleatorios.

Cuando las ventajas para todos los contratantes son ciertas, entonces el
contrato se denomina conmutativo.

Y cuando no es posible apreciar dicha relación inicialmente o ab-initio, dado


que las ventajas o las pérdidas para uno de ellos, o para todos, dependen de un
acontecimiento incierto (es decir, cuando no se sabe si acaecerá o se ignora el
momento en el cual se verificará), se dice que el contrato es aleatorio.19

17 Art. 967 Código Civil y Comercial de la Nación Argentina.


18 Art. 968 Código Civil y Comercial de la Nación Argentina.
19 Art. 968 Código Civil y Comercial de la Nación Argentina.

2
Ejemplos de contratos conmutativos: la mayoría; compraventa,
locación, cesión. Ejemplos de contratos aleatorios: juego, apuesta
de lotería, contrato oneroso de renta vitalicia. Es dable destacar que
estos contratos aleatorios mencionados se encuentran regulados en
la ley, pero hay otros que pueden convertirse en aleatorios por
voluntad de las partes, en virtud de cláusulas agregadas.

Contratos formales
Según la exigencia de forma para su validez, los contratos pueden clasificarse
en formales o no formales.20

Son formales aquellos para los cuales la ley exige una forma para su validez, por
lo que son nulos si la solemnidad no ha sido satisfecha. Cuando la forma es
requerida solo para que el contrato produzca sus efectos propios, pero sin
sanción de nulidad, no quedan concluidos como tales mientras no se otorgue el
instrumento previsto, pero sí valen como contratos en los que las partes se
obligaron a cumplir con determinada formalidad.

Por el contrario, son no formales cuando la ley no dispone una forma


determinada para su celebración, en cuyo caso la forma asumida sólo
constituye un medio de prueba del contrato, pero no afecta su validez.

De conformidad con el artículo número 1.552 del Código, el


contrato de donación de cosas inmuebles debe ser formalizado
mediante escritura pública, aunque la mayoría de los contratos no
requieren una forma específica, como el contrato de locación que es
un ejemplo de mandato.21

Contratos nominados e innominados


Según la reglamentación legal, es decir, según la ley los regule especialmente o
no, los contratos se clasifican en nominados e innominados.22

Los contratos innominados están regidos en el siguiente orden por:

20 Art. 969 Código Civil y Comercial de la Nación Argentina.


21 Art. 1.552 Código Civil y Comercial de la Nación Argentina.
22 Art. 970 Código Civil y Comercial de la Nación Argentina.

3
a) la voluntad de las partes,
b) las normas generales sobre contratos y obligaciones;
c) los usos y prácticas del lugar de celebración, [y]
d) las disposiciones correspondientes a los contratos
nominados afines que son compatibles y se adecuan a su
finalidad.23

Es de destacar la importancia que reviste la existencia de contratos


innominados desde el punto de vista social, ya que presupone la libertad
contractual y de configuración del contenido del contrato reconocida por la ley
a las partes, lo que significa encontrar instrumentos idóneos para la satisfacción
de los intereses de ellas en medio de una realidad totalmente en proceso de
cambio y evolución.

Otros criterios clasificatorios


Además del criterio de clasificación contemplado por el Código, es posible
añadir otros criterios que, aunque ni han sido contemplados específicamente,
han sido desarrollados por la doctrina largamente.

Contratos de cambio y asociativos


Según la finalidad, los contratos puede ser de cambio o asociativos. Los
contratos de cambio son aquellos que suponen una atribución de ventajas o
prestaciones que hacen las partes entre sí.

Los contratos asociativos son aquellos en los que las partes convergen; unen
sus esfuerzos y prestaciones para el desarrollo de una actividad conjunta en
vistas a un fin común. Por ende, cada contratante satisface su interés de
participación en el resultado útil obtenido de esa asociación de prestaciones y
actividad común. El Código ha incorporado este criterio, regulando a los
contratos asociativos en el Capítulo 16 del Título II, especificando en el art.
1.442 que las disposiciones de los artículos 1.442 al 1.478 “se aplican a todo
contrato de colaboración, de organización o participativo, con comunidad de
fin, que no sea sociedad”.24

23 Art. 970 Código Civil y Comercial de la Nación Argentina.


24 Art. 1.442 Código Civil y Comercial de la Nación Argentina.

4
Se pueden citar variados ejemplos de contratos de cambio, ya que
permanentemente estamos ante ellos: cuando un sujeto paga un
alquiler por el uso de una cosa, contrata un servicio por un precio, o
paga un precio por la propiedad de una cosa mueble o inmueble,
etc. Cada parte recibe una prestación de la otra, en recompensa de
la propia. En cuanto a contratos asociativos, el Código regula los
negocios en participación, las agrupaciones de colaboración, las
uniones transitorias y los consorcios de cooperación.

Contratos de consumo. Importancias de las


normas constitucionales
La incorporación de los contratos de consumo fue uno de los aspectos más
discutidos en el marco de la reforma del Código. Este aspecto será desarrollado
con mayor profundidad en la Lectura Nº 2, al referirnos detalladamente a los
contratos de consumo y su regulación en el Código.

En los “Fundamentos del Anteproyecto de Código Civil y Comercial de la


Nación” (2012), se sostuvo la necesidad de considerar el rango constitucional
de los derechos del consumidor en nuestro régimen legal, la amplia aplicación
de estas normas en los casos judiciales y la opinión de la mayoría de la doctrina.
Siguiendo estos lineamientos, se incentivó la necesidad de también incorporar
a los contratos de consumo en el marco de la regulación del Código Civil y
Comercial. En definitiva, y tal como surge de tales fundamentos, se dispuso la
regulación de los contratos de consumo atendiendo a que no son un tipo
especial más como, por ejemplo, la compraventa, sino una fragmentación del
tipo general de contratos que influye sobre los tipos especiales (por ejemplo:
compraventa de consumo). Y de allí la necesidad de incorporar su regulación en
la parte general. Se consideró que esta solución era consistente con la
Constitución Nacional, la cual considera al consumidor como un sujeto de
derechos fundamentales, como así también con la legislación especial y la
voluminosa jurisprudencia y doctrina existentes en la materia. (Sobre este
respecto, se recomienda profundizar con la lectura de los fundamentos al
anteproyecto).

Concretamente, el Código regula, en el Título III, la relación de consumo


(capítulo 1), la formación del consentimiento (capítulo 2), las modalidades
especiales (capítulo 3), y las cláusulas abusivas (Capítulo 4). Tal regulación está
comprendida en los arts. 1.092 al 1.122 del Código. Además, esta regulación se

5
complementa con la ley Nº 24.240 (Ley de Defensa del consumidor)25; ésta es
una ley especial que continúa vigente con sus correspondientes modificaciones
parciales (leyes número 24.56826, 24.78727, 24.99928 y 26.36129).

Contratos atípicos
Como ya vimos en el punto 2.1.5., el art. 970 del Código diferencia a los
contratos nominados de los innominados según si la ley los regule
especialmente o no. La sanción del Código ha venido a incorporar contratos
que antes denominábamos atípicos, fundamentalmente vinculados con los
contratos comerciales modernos, tales como la franquicia, el factoraje, la
agencia, la concesión, etc., que en la práctica comercial se utilizaban con mucha
frecuencia, pero que no tenían una regulación legal. Claramente, la realidad
negocial es inagotable, por lo que es propio que, con el transcurso del tiempo y
el desarrollo de la tecnología, la gama de contratos atípicos se amplíe. El
Código, previendo esto, dispone pautas específicas sobre las cuales deben
regirse los contratos innominados, las que están especificadas en el art. 970.30

Autocontrato. Subcontrato y conexidad.


Generalidades

Autocontrato

Cuando nos referimos al autocontrato, o contrato “consigo mismo”, aludimos a


la posibilidad de que una parte celebre un contrato actuando por sí y en
representación de otra parte, o, según el caso, actuando en representación de
dos o más partes.

Como señala Alterini (2012), en los casos aludidos (cuando hay una parte que
celebra un contrato actuando por sí y en representación de otra parte, o
actuando en representación de dos o más partes), la bilateralidad del contrato
no está afectada, por aplicación de la teoría de la representación, según la cual
el único celebrante del acto actúa a) en nombre de terceros, representándolos,

25 Ley 24.240 del 22 de septiembre de 1993. Defensa del consumidor. Régimen legal. Honorable
Congreso de la Nación Argentina.
26 Ley 24.568 del 27 de septiembre de 1995. Defensa del consumidor. Servicios. Facturación -

modificación. Honorable Congreso de la Nación Argentina.


27 Ley 24.787 del 05 de marzo de 1997. Defensa del consumidor. Compras telefónicas.

Honorable Congreso de la Nación Argentina.


28 Ley 24.999 del 01 de julio de 1998. Defensa del consumidor. Modificación parcial ley 24.240.

Honorable Congreso de la Nación Argentina.


29 Ley 26.361 del 12 de marzo de 2008. Defensa del consumidor. Ley N° 24.240 - modificación.

Honorable Congreso de la Nación Argentina.


30 Art. 970 Código Civil y Comercial de la Nación Argentina.

6
o b) por sí y representando a un tercero. Por ejemplo, cuando una persona
compra para sí, con autorización de su mandante, una cosa que éste le solicitó
vender.

Subcontrato

El Código establece una regulación expresa para el subcontrato, lo cual


constituye una novedad. Específicamente, el art. 1.069 lo define como un
nuevo contrato, “a través del cual el subcontratante crea a favor del
subcontratado una nueva posición contractual derivada de la que aquél tiene
en el contrato principal [o base].31 Reconocemos, entonces, la existencia de un
contrato principal que sirve de base, pero que es independiente del
subcontrato, que tiene autonomía. Y las partes se denominan: subcontratante y
subcontratado.

Pensamos en los contratos base en que existen prestaciones pendientes a


cargo de una o de ambas partes. En esos casos, el art. 1.070 dispone que esas
prestaciones pendientes puedan ser subcontratadas, en todo o en parte, dando
lugar a la formación del subcontrato. Lógicamente, esto es posible en la medida
en que esas prestaciones no constituyan obligaciones que deban ser cumplidas
personalmente por una de las partes, en cuyo caso la subcontratación no sería
posible.32

Acciones del subcontratado. A la parte subcontratada se le conceden:

 “las acciones emergentes del subcontrato, contra el subcontratante”.33


Esto es evidente, en tanto el subcontrato está conformado por esas dos
partes; y

 las acciones contra la otra parte del contrato principal, en la medida en


que “esté pendiente el cumplimiento de las obligaciones de éste respecto
del subcontratante”.34

Acciones de quien no celebró el subcontrato:

 esta parte mantiene contra el subcontratante (que es la parte con quien


contrató en el contrato principal) todas las acciones derivadas del
contrato base;35

 “dispone también de las acciones que le corresponden al subcontratante


contra el subcontratado, y puede ejercerlas en nombre e interés
propio”.36

31 Art. 1.069 Código Civil y Comercial de la Nación Argentina.


32 Art. 1.070 Código Civil y Comercial de la Nación Argentina.
33 Art. 1.071 Código Civil y Comercial de la Nación Argentina.
34 Art. 1.071 Código Civil y Comercial de la Nación Argentina.
35 Art. 1.072 Código Civil y Comercial de la Nación Argentina.
36 Art. 1.072 Código Civil y Comercial de la Nación Argentina.

7
Conexidad contractual

El nuevo Código, a diferencia del anterior, se encarga de regular la


problemática de la conexidad contractual, y lo hace en el Capítulo 12 del Título
II (“Contratos en general”). En los “Fundamentos del Anteproyecto de Código
Civil y Comercial de la Nación” (2012), y en relación a la redacción del capítulo
12, se consideró la necesidad de brindar una definición normativa, a saber:

a.- Hay conexidad cuando dos o más contratos autónomos se


hallan vinculados entre sí. El primer elemento es que existan dos
o más contratos, es decir, no se trata de un fenómeno que
ocurre dentro de cada contrato, sino que es exterior e involucra
a varios.
b.- Una finalidad económica común. La idea de negocio
económico hace que se utilicen varios contratos para concretarlo
o para hacerlo más eficaz. Es una finalidad supracontractual.
c.- Previamente establecida. No se trata de cualquier finalidad
económica común, sino de un diseño previo. Es muy habitual
que los vínculos queden conectados de múltiples maneras, pero
lo que se toma en cuenta es una finalidad previa.
d.- De modo que uno de ellos ha sido determinante del otro para
el logro del resultado perseguido. La decisión de vincular
contratos es decisiva para el logro del resultado; lo importante
es el negocio económico y el contrato es un instrumento.
De esta manera quedan comprendidas las redes contractuales
que constituyen un importante sector de la actividad económica.
(Comisión para la elaboración del proyecto de Ley de reforma,
actualización y unificación de los Códigos Civil y Comercial de la
Nación, 2012, p. 130, recuperado de http://goo.gl/ZTwfYu).

 Definición: el art. 1.073 del Código nos da una definición de la conexidad


contractual al disponer que esta se da “cuando dos o más contratos
autónomos se vinculan entre sí por una finalidad económica común
previamente establecida”.37 En ese sentido, uno de los contratos, en
razón de la conexidad, ha sido determinante del otro para el logro del
resultado buscado. El artículo aclara que esa finalidad común puede ser
establecida por la ley, convenida por las partes, o derivada de la
interpretación.38

 Regla de interpretación de los contratos conexos: la regla de


interpretación de los contratos conexos es sumamente relevante, y se
encuentra fijada por el art. 1.074 del Código. Se dispone que los contratos

37 Art. 1.073 Código Civil y Comercial de la Nación Argentina.


38 Art. 1.073 Código Civil y Comercial de la Nación Argentina.

8
conexos deben interpretarse los unos a través de los otros, asignándoles
el sentido apropiado que surge del grupo de contratos, es decir, no
considerados individualmente sino en conjunto, de acuerdo con la
función económica y con el resultado perseguido.39

 Efectos: el art. 1.075 dispone que, probada la conexidad contractual, “un


contratante puede oponer las excepciones de incumplimiento total,
parcial o defectuoso, aún frente a la inejecución de obligaciones ajenas a
su contrato”.40 Esto es trascendente, pues constituye una excepción al
efecto relativo de los contratos previsto como regla general en el art.
1.021.41 Igual regla se aplica “cuando la extinción de uno de los contratos
produce la frustración de la finalidad económica común”.42

Contratos preliminares
El Código titula “Contratos preliminares” a la sección 4 del título II, del Libro
Tercero. Están regulados como un género de contratos, que tienen diversos
supuestos de aplicación.

Concepto
Los contratos preliminares suponen un compromiso entre las partes, en cuanto
se obligan a celebrar un contrato futuro y definitivo. Esto implica una conexión
entre esos contratos (el preliminar y el futuro), aunque cada uno de ellos tiene
autonomía.

La celebración de contratos preliminares resulta de utilidad en supuestos tales


como:

a) Imposibilidad de celebrar actualmente el contrato (dificultades


materiales o jurídicas: no se puede escriturar, la cosa no está disponible
en ese momento).

b) Falta de voluntad exacta (hay una parte que duda, pero quiere
asegurarse la posibilidad), gastos, etc.

c) Negocios que se desenvuelven en fases sucesivas.

39 Art. 1.074 Código Civil y Comercial de la Nación Argentina.


40 Art. 1.075 Código Civil y Comercial de la Nación Argentina.
41 Art. 1.021 Código Civil y Comercial de la Nación Argentina.
42 Art. 1.075 Código Civil y Comercial de la Nación Argentina.

9
Además, siguiendo a Alterini (2012), los contratos preliminares deben contener:

a) un acuerdo sobre los elementos esenciales particulares que


identifiquen el futuro contrato;
b) un plazo de vigencia de las promesas de contratación (para
no ligar indefinidamente a las partes);
c) una obligación irrevocable del oferente. [Esto se ve reflejado
en el art. 994 del Código, que establece las disposiciones
generales de los contratos preliminares43]. (2012, p. 306).

Como dijimos, deben contener un plazo de vigencia de las promesas. El Código


dispone el plazo de un año, excepto que las partes fijen uno menor. Esto es
coherente con la necesidad de que, quienes comienzan a negociar sobre la
posibilidad de llegar a un acuerdo futuro, no permanezcan atados
perpetuamente a ello. Pero aun así, si el plazo de un año no fuera suficiente, la
ley contempla expresamente la facultad de las partes de renovar el plazo una
vez operado su vencimiento. En cuanto a los efectos, generan una obligación de
hacer (contratar), que puede ser exigida.

La promesa de celebrar un contrato


La promesa de contrato es el contrato “preliminar” que obliga a las partes a
celebrar un contrato futuro y definitivo. La promesa de contrato sienta las
bases del contrato futuro y obliga a colaborar para que este se concrete.

El art. 995 del Código contempla expresamente esta figura, disponiendo que
“las partes pueden pactar la obligación de celebrar un contrato futuro”.44

Esta norma puede relacionarse con el art. 1.018 del Código que, en materia de
forma, dispone que “el otorgamiento pendiente de un instrumento constituye
una obligación de hacer”.45 Y, de conformidad con lo establecido en el artículo
que regula la promesa de celebrar un contrato, establece que “el futuro
contrato no requiera una forma bajo sanción de nulidad”.46

Es que el art. 995 deja establecidas dos reglas:

a) el contrato futuro sobre el cual versa la promesa no puede consistir en


un contrato de aquellos en los que se exige una forma determinada bajo
sanción de nulidad;

43 Art. 994 Código Civil y Comercial de la Nación Argentina.


44 Art. 995 Código Civil y Comercial de la Nación Argentina.
45 Art. 1.018 Código Civil y Comercial de la Nación Argentina.
46 Art. 1.018 Código Civil y Comercial de la Nación Argentina.

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b) se les aplica el régimen previsto para las obligaciones de hacer (sección
2, capítulo 3, Título I del Libro III, arts. 773 a 778 del Código).

Esto implica que el incumplimiento de la promesa de celebración del contrato


deja a la otra parte en la situación de poder, de conformidad con el art. 777 del
Código, para exigir el cumplimiento específico y/o reclamar los daños y
perjuicios derivados del incumplimiento.47

Contrato de opción
El contrato de opción es un contrato preliminar que obliga a una o ambas
partes (unilateral o bilateral, respectivamente) a celebrar un contrato futuro y
definitivo, si lo requiere la otra.

En este contrato se otorga al beneficiario el derecho irrevocable de aceptarlo.


Es decir, el beneficiario puede requerir, a su libre arbitrio, que el contrato
definitivo sea concluido. Quien tiene la opción puede ejercerla libremente, y la
otra parte debe mantenerse firme en su declaración.

A diferencia del régimen anterior, el nuevo Código regula al contrato de opción


disponiendo que el contrato pueda ser oneroso o gratuito y que no sea
transmisible a terceros, excepto que las partes así lo hayan estipulado. En
cuanto a los efectos del ejercicio de la opción:

a) Se rige por los principios de la aceptación de contrato (arts. 978 y


siguientes del Código).

b) La opción puede ser autónoma (no acoplada a una cláusula de un


contrato definitivo), en cuyo caso debe celebrarse el contrato
preliminar, pues no queda automáticamente celebrado (Mosset
Iturraspe, 1995).

c) Cuando es autónoma, el contrato debe observar la forma exigida para el


contrato definitivo.

d) En los casos en que no es autónoma, basta con la sola manifestación de


la voluntad del beneficiario de la opción, para que se forme el contrato
definitivo. Como ejemplos, en el caso de contratos financieros, es
común la utilización de cláusulas, establecidas como opciones,
denominadas “call” (opción de compra) y “put” (opción de venta). En el
primer caso, se le otorga al portador del derecho la posibilidad de
adquirir cierta cantidad de activos a un precio fijado con antelación,
dentro de un período determinado. Por el contrario, la opción de venta,

47 Art. 777 Código Civil y Comercial de la Nación Argentina.

11
o “put”, es la que permite al poseedor vender activos financieros dentro
de un período determinado.

Pacto de preferencia y contrato


sujeto a conformidad
Pacto de preferencia

A través de este instrumento, y para el caso que llegara a decidirse a celebrar un


contrato futuro, una de las partes se obliga frente a la otra a preferirla respecto de
otros eventuales interesados en la contratación. El Código lo establece del
siguiente modo: “el pacto de preferencia genera una obligación de hacer a cargo
de una de las partes, quien si decide celebrar un futuro contrato, debe hacerlo
con la otra o las otras partes”.48

No se genera un derecho perfecto, sino condicionado a que la otra parte decida


celebrar el contrato futuro. En éste se diferencia de la opción, por medio de la
cual se acuerda a su titular un derecho irrevocable de aceptar un contrato
definitivo.

Cuando se utiliza esta figura, la otra parte tiene libertad para concluir el contrato
definitivo, sin condicionamientos. Pero, si lo hace, entonces tiene a su cargo una
obligación de hacer: debe darle prelación al beneficiario en virtud del pacto de
preferencia al que se sujetaron.

Efectos:49

a) El art. 998 del Código estipula que el otorgante de la preferencia debe


dirigir a su, o sus beneficiarios, una declaración que contenga los
requisitos de la oferta, haciéndoles saber la decisión de celebrar un nuevo
contrato. Si el beneficiario o los beneficiarios aceptan (de conformidad con
las reglas de la aceptación previstas en el art. 978 y siguientes del Código),
entonces queda concluido el contrato.

b) El pacto de preferencia genera una obligación de hacer a cargo de una de


las partes, por lo que son aplicables, en lo pertinente, los arts. 773 y
siguientes del Código.

c) Los derechos y obligaciones que surjan del pacto de preferencia pueden


ser transmitidos a terceros.

48 Art. 997 Código Civil y Comercial de la Nación Argentina.


49 Art. 777 Código Civil y Comercial de la Nación Argentina.

12
En el contrato de compraventa, por ejemplo, el pacto de preferencia está
regulado específicamente en el art. 1.165 del Código. Es el caso en el que el
vendedor tiene derecho a recuperar la cosa con prelación a cualquier otro
adquirente, aplicándose reglas especiales en función del tipo particular de
contrato (el derecho no puede cederse; hay reglas que habilitan el ejercicio del
derecho de preferencia y plazos para su ejercicio). Así lo determina el Código:

(…) aquel por el cual el vendedor tiene derecho a recuperar la cosa


con prelación a cualquier otro adquirente si el comprador decide
enajenarla. El derecho que otorga es personal y no puede cederse
ni pasa a los herederos.
El comprador debe comunicar oportunamente al vendedor su
decisión de enajenar la cosa y todas las particularidades de la
operación proyectada o, en su caso, el lugar y tiempo en que debe
celebrarse la subasta.
Excepto que otro plazo resulte de la convención, los usos o las
circunstancias del caso, el vendedor debe ejercer su derecho de
preferencia dentro de los diez días de recibida dicha comunicación.
Se aplican las reglas de la compraventa bajo condición
resolutoria.50

Contrato sujeto a conformidad

Es el contrato cuya celebración está supeditada a un acontecimiento futuro. Se


trata de un contrato incompleto. Al referirse a éste, Alterini (2012) manifiesta,
que en los casos en que el contrato es sometido a condición, su existencia
depende del acaecimiento de un hecho futuro e incierto (hecho condicionante).

El Código lo define expresamente como “el contrato cuyo perfeccionamiento


depende de una conformidad o de una autorización”.51 Establece que este
contrato queda sujeto a las reglas de la condición suspensiva. La condición,
como una modalidad de los actos jurídicos, está regulada en los arts. 343 y
siguientes del Código. La conformidad o autorización a la que está supeditada la
celebración del contrato constituye una condición suspensiva, y, como tal, no
puede tratarse de una condición a) imposible, b) contraria a la moral y a las
buenas costumbres, c) prohibida por el ordenamiento jurídico, d) meramente
potestativa, es decir, que dependa exclusivamente de la voluntad del obligado,
pues esas condiciones invalidan la obligación, de conformidad con el art. 344
del Código.52

50 Art. 1.165 Código Civil y Comercial de la Nación Argentina.


51 Art. 999 Código Civil y Comercial de la Nación Argentina.
52 Art. 343, 344 Código Civil y Comercial de la Nación Argentina.

13
Efectos

Cumplida la condición, que está circunscripta en el art. 999 del Código como
una autorización o conformidad, el contrato queda perfeccionado. Esto implica
que se producen los efectos correspondientes a la naturaleza del contrato
celebrado, a sus fines y objeto (argumento conf. art. 348 del Código53).

Por el contrario, si la condición no se cumple, el contrato entonces no se llega a


perfeccionar. Y, en consecuencia, las reglas previstas y acordadas por las partes
no tienen efectos ni generan consecuencias jurídicas para ellas, resultando
aplicable la solución contenida en el art. 349 del Código, para el caso de que las
partes hubieran ejecutado actos vinculados con el contrato, antes del
cumplimiento de la condición (esto es, la restitución de las prestaciones con sus
accesorios pero no los frutos percibidos).54

53 Art. 348 Código Civil y Comercial de la Nación Argentina.


54 Art. 349 Código Civil y Comercial de la Nación Argentina.

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Bibliografías de referencia

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B.O. 19/12/2014. Honorable Congreso de la Nación Argentina.

Esper, M. (2015). Libro III: Derechos personales, Título IV: Contratos en particular,
Capítulo 1: Compraventa. En J. Rivera, y G. Medina (dir.), Código Civil y Comercial de la
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Ley 23.091. (1984/09/20). Locaciones urbanas. Beneficios impositivos. Honorable


Congreso de la Nación Argentina.

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Lorenzetti, R. (2010). Tratado de los contratos (2a ed.). Santa Fe: Rubinzal - Culzoni.

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