Sunteți pe pagina 1din 4

¿ES LITERAL EL RELATO DE RICO Y LÁZARO DE LUCAS 16:19-31?

Introducción
El relato de Lucas 16:19-31 cuenta como un mendigo llamado Lázaro y un rico mueren. El mendigo
es llevado al “Seno de Abraham” y el rico al “Hades”, donde es atormentado. Es ultimo ve a Lázaro
y a Abraham desde lejos y los llama. Luego ruega clemencia por el mismo, y luego pide que su familia
sea avisada de los tormentos de la otra vida. Abraham rechaza ambos pedidos en clara
amonestación a los judíos.
Este relato ha sido considerado como literal por quienes creen en la inmortalidad del alma. Pero
quienes niegan esta doctrina lo han considerado como una alegoría o una parábola. A continuación
analizaremos este controvertido pasaje bíblico.

Las incoherencias de este relato


Al leer detenidamente este relato nos damos cuenta que es muy difícil tomarlo como un relato
literal. Por ejemplo, el rico le pide a Abraham que lo alivie de su tormento haciendo que Lázaro moje
con la punta de su dedo su lengua (Lucas 16:24). ¿Cómo puede esa insignificante cantidad de agua
aliviar a alguien? También vemos que el rico pudo ver y hablar con Lázaro y Abraham sin ningún
problema. ¿Es que el paraíso y el Hades están tan cerca? También notamos que tanto el rico como
Lázaro están muertos por lo tanto se ha interpretado que son almas o espíritus. Sin embargo ellos
tiene dedos y lenguas (Lucas 16:26) por lo que no pueden ser espíritus, ya que Jesucristo dijo:
“Mirad mis manos y mis pies, que yo mismo soy; palpad, y ved; porque un espíritu no tiene carne ni
huesos, como veis que yo tengo” (Lucas 24:39)
Además según la tradición los espíritus pueden moverse libremente por el aire. Cosa que ni el rico
ni el Lázaro podían hacer:
“Además de todo esto, una gran sima está puesta entre nosotros y vosotros, de manera que los
que quisieren pasar de aquí a vosotros, no pueden, ni de allá pasar acá.” (Lucas 16:26)
Estos “espíritus de muertos” no podían ni siquiera atravesar una sima (no confundir con “cima”, que
es la cúspide de una montaña, una sima es un abismo o profundidad), aunque se supone que las
almas son libres de trasladarse por el aire.
En fin, este relato es demasiado ilógico e incoherente como para tomarlo por literal.

Las contradicciones de este relato


Además de las incoherencias, este relato contradice repetidamente a la Biblia. Por ejemplo, el rico
está siendo atormentado en el Hades, pero la Biblia dice que los injustos no serán atormentados
sino hasta el día del juicio:
“sabe el Señor librar de tentación a los piadosos, y reservar a los injustos para ser castigados en el
día del juicio;” (2 Pedro 2:9)
Además la Biblia dice repetidas veces que los muertos no sienten dolor, ni preocupación ni ninguna
clase de sentimiento o pensamiento como el rico sentía:
“Porque los que viven saben que han de morir; pero los muertos nada saben, ni tienen más paga;
porque su memoria es puesta en olvido.
También su amor y su odio y su envidia fenecieron ya; y nunca más tendrán parte en todo lo que
se hace debajo del sol.” (Eclesiastés 9:5-6)
“Pues sale su aliento, y vuelve a la tierra; En ese mismo día perecen sus pensamientos.” (Salmos
146:4)

1
También debemos recordar que la Biblia dice que Abraham no fue al paraíso. Pues en Hebreos 11
se lo enumera junto con otros patriarcas que “no recibieron lo prometido” (Heb. 11:39)

Lo que los eruditos opinan


Muchos eruditos y expertos católicos y protestantes que creen en la inmortalidad del alma han
reconocido que este relato es una alegoría y no debe ser tomada en forma literal. Por ejemplo, el
ministro bautista y profesor de teología George E. Ladd declaro:
“La parábola del rico y Lázaro (Le. 16:19-31) se ha entendido a menudo como un pasaje didáctico
que enseña explícitamente la situación de los muertos. Esto, sin embargo, no está tan claro, porque
si éste es un texto didáctico, propone algo contrario al resto de las enseñanzas de Jesús, a saber,
que la riqueza merece el Hades y la pobreza se recompensa per se con el paraíso, La parábola no es
un comentario sobre el contexto social de la época, ni tampoco pretende proporcionar
determinadas enseñanzas sobre el más allá. En realidad no se trata de un relato sobre el rico y
Lázaro, sino de los cinco hermanos. Jesús utilizó un determinado material de su época para enseñar
que si las personas no escuchaban la palabra de Dios, ni siquiera un milagro como la resurrección
podría convencerles." (George E. Ladd, Teología del Nuevo Testamento, Pág. 253)
Son muchos los eruditos que, a partir de las evidencias históricas, reconocen que Jesús cito una
leyenda judía del Talmud babilónico que, a su vez, provino de un mito egipcio:
“Algunas de las razones dadas para la comprensión de esta parábola, tanto en sus detalles como en
su conjunto, es esencial ver que en su primera parte se refiere a una historia conocida, que tenía
como tema el cambio
de suerte en el más allá. Se trata del cuento egipcio del viaje de Si-Osiris y de su padre Seton
Chaemwese al imperio de los muertos… Judíos de Alejandría habían traído esta narración a Palestina
y allí fue muy apreciada como la historia del pobre escriba y del rico publicano Bar Ma'jan. Que Jesús
se sirve de esta narración se confirma porque la ha empleado igualmente en la parábola de la gran
cena. […] Jesús no quiere tomar posición frente al problema de ricos y pobres, tampoco quiere dar
una enseñanza sobre la vida después de la muerte. Sino que narra la parábola para advertir de la
catástrofe inminente a hombres que se parecen al rico y a sus hermanos.” (Joachim Jeremias, Las
Parábolas de Jesús Pág. 216-223).

El respetado teólogo anglicano E. W. Bullinger declaró:


“Esta no es una parábola debido a que cita un notable ejemplo de la tradición de los Fariseos la cual
fue traída desde Babilonia”. (Companion Bible, p.1488)

Pero además de este descubrimiento, los teólogos han reconocidos que este relato es alegórico por
las mismas evidencias internas del Evangelio de Lucas:
"Hay poderosas razones para aceptar a esta historia como parabólica... La misma forma de la
historia es típicamente parabólica: (1) Hay una situación indicada, cuyo relato comienza con una
frase estereotipada en la literatura parabólica: "Cierto hombre..." (v. 19). (2) La historia (no se usa
el vocablo "parábola" en el contexto) se incluye en una sección del Evangelio de Lucas que está
repleto de parábolas. Parece que este es uno de los casos donde Lucas, muy intencionalmente,
agrupa un buen número de parábolas. El que se halle la historia dentro de esta colección habla
poderosamente de su naturaleza parabólica. Por lo menos así lo consideraba Lucas"
(Roberto Fricke ,Las Parábolas de Jesús: una aplicación para hoy, Pág. 83)

También las evidencias históricas prueban el mismo punto:


“Es una gran inquietud entre los intérpretes, si esta narración concerniente al hombre rico y Lázaro
es una parábola, o una historia, o una mezcla de ambos. Pero esta no es una historia, el parecido

2
entre esta y otras parábolas de nuestro Señor fácilmente convencerá a cualquier hombre que no
sea contencioso; además que, en algunas antiguas copias, se introducía con el prefacio: “Y el habló
una parábola a sus discípulos: Cierto hombre rico…”
(Works of Dr. John Tillotson, Vol 06, Pág. 189)

Las evidencias históricas y literarias son tantas que incluso el teólogo y profesor evangélico Ernesto
Trenchard admitió:
"Pocos concuerdan con la historicidad del relato del Rico y Lázaro." (Ernesto Trenchard ,
Introducción a los Cuatro Evangelios, Pág. 342)

También el fundador del Metodismo, John Wesley, quien creía en la inmortalidad del alma y en la
literalidad de este relato, debió admitir:
“¿Pero es la subsiguiente relato simplemente una parábola o una historia real? Ha sido creído por
muchos, y rotundamente asegurado, que es una simple parábola, debido a que hay una o dos
circunstancias allí que no son fáciles de explicar. En particular, es difícil de concebir como una
persona en el infierno puede mantener una conversación con una del paraíso”
(Sermons on Several Occasions, John Wesley, Sermon CXII)

Como el relato del rico y Lázaro es alegórico, no se puede probar una doctrina a partir de esta. El
teólogo protestante y creyente de la inmortalidad del alma, Alfred Edersheim, declaro:
“Por otra parte, es necesario mantener en mente que en la interpretación de esta parábola (la del
rico y lázaro), los detalles parabólicos no necesitan ser explotados, ni doctrinas de ninguna clase
deben ser derivadas de ellos, tampoco de los personajes del otro mundo, ni la pregunta de la
duración del castigo futuro o la posible mejora moral de aquellos que están en el Gehinom. Todas
estas cosas son ajenas a la parábola, que solo planea ser una clase de ejemplificación o ilustración
de lo que intenta ser enseñado.”
(Life and Time of Jesus the Messiah, Pag. 278-279)

Son tantas las evidencias en contra de quienes defienden a este relato como literal, que el brillante
expositor John Lighfoot se burlo de ellos diciendo:

“Cualquiera que crea que esto no es una parábola sino un relato real, deberían creer también en
aquellos frailes que comercian mostrando los monumentos en Jerusalén a los peregrinos, y señalan
el lugar exacto donde la casa del “rico glotón” estuvo. ¡Muy buenos conservadores de antigüedades
efectivamente! Quienes, después de muchos cientos de años, tantos derrocamientos de Jerusalén,
tantas devastaciones y cambios, puedan sacar a relucir de la basura el lugar de una casa, que nunca
tuvo ningún tipo existencia, sino simplemente en parábola.. Y que es una parábola, no solo el
consenso de todos los expositores puede asegurárnoslo, sino que las mismas cosas hablan por sí
mismas. (John Lightfoot, From Talmud and Hebraica, Vol. III, Pag. 165).

Respuesta a objeciones.
Quienes defienden la literalidad de Lucas 16:19-31 esgrimen algunos argumentos bastantes débiles.
Por ejemplo, suelen decir que Cristo nunca utilizo nombres propios (como el de Lázaro) para los
personajes de sus parábolas. Sin embargo este argumento no tiene en cuenta que el relato del rico
y Lázaro no es una parábola sino una versión libre de un mito muy popular entre los judíos.
Otros suelen decir que Jesús no podría haber utilizado un cuento egipcio pagano para enseñar. Este
argumento es aun mas débil. El apóstol Pablo citó a poetas paganos para probar sus aciertos ante
los filósofos griegos:

3
“Porque en él vivimos, y nos movemos, y somos; como algunos de vuestros propios poetas también
han dicho: Porque linaje suyo somos.” (Hechos 17:28)
Este apóstol también citó al pagano Epiménides en una de sus cartas (Tito 1:12). La cita que Pablo
utilizó proviene de un himno a Zeus. Sin embargo ni Pablo ni sus lectores vieron esto como algo
malo.
El apóstol Judas citó a un libro apócrifo llamado 1 Enoc para apoyar sus declaraciones (Judas 1:14).
Aunque este libro enseña, entre otras cosas, que los ángeles fornicaron con mujeres y engendraron
gigantes caníbales. También San Pedro utilizó ideas de este cuestionable libro en el tercer capítulo
de su segunda epístola. Incluso en el Apocalipsis hay varias citas de libros extrabíblicos.

Conclusión
El relato de Lucas 16:19-31 debe ser considerado como una alegoría, no como una historia literal.
Hay argumentos bíblicos, teológicos e históricos para negar la literalidad de este pasaje. La misma
lógica nos señala lo ridículo de considerarla como una historia real. El objetivo de este relato es
didáctico, y no tiene la intención de enseñar que sucede al morir.

S-ar putea să vă placă și