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DIOS NOS HABLA POR MEDIO DE LA NATURALEZA

Dios nos habla por medio de la naturaleza. Escuchamos su


voz al contemplar la belleza y la riqueza del mundo
natural. Vemos su gloria en las hermosuras trazadas por su
mano. Dios nos ha dado estas cosas, para que al
contemplar las obras de sus manos podamos conocerle a
él.

LA MEJOR FORMA DE INICIAR LA ORACIÓN


A veces no sabemos lo que tenemos que pedir, nos
podemos sentir confusos, desanimados, llenos de mil
preocupaciones: no importa. Siempre podemos acudir al
Espíritu Santo.
PADRE ENVIAMOS AL ESPÍRITU SANTO

Dios Padre, en nombre de Cristo y de la Virgen María;


enviamos a tu Espíritu Santo.
Espíritu Santo, damos Tu Santo Amor.
Espíritu Santo, conviértenos.
Espíritu Santo, disipa nuestra ignorancia.
Espíritu Santo, ilumina nuestras mentes.
Espíritu Santo, renuévanos.
Espíritu Santo, permanece siempre en nosotros.
Ven Espíritu Santo y llena nuestro pobre corazón:
Purifícalo, santifícalo, hazlo todo tuyo. Amén.

CAMINAR EN EL ESPÍRITU
Espíritu Santo, eres viento: llévanos donde quieras;
Espíritu Santo, eres fuerza: levántanos del suelo;
Espíritu Santo, eres vida: danos pasión por la vida;
Espíritu Santo, eres luz: ilumínanos con tus rayos;
Espíritu Santo, eres calor: calienta nuestra existencia;
Espíritu Santo, eres libertad: haznos libres;
Espíritu Santo, eres agua viva: danos de beber;
Espíritu Santo, eres respuesta: danos fuerza para decir sí
al Padre, al Hijo y a ti, Espíritu Santo. Amén.

BENDECID AL SEÑOR
Ángeles del Señor, bendecid al Señor;
cielos, bendecid al Señor.
Sol y luna, bendecid al Señor;
astros del cielo, bendecid al Señor.
Lluvia y rocío, bendecid al Señor;
vientos todos, bendecid al Señor.
Fuego y calor, bendecid al Señor;
fríos y heladas, bendecid al Señor.
Luz y tinieblas, bendecid al Señor;
rayos y nubes, bendecid al Señor.
Montes y cumbres, bendecid al Señor.
(1)
YA NO TEMO, SEÑOR, LA TRISTEZA
Ya no temo, Señor, la tristeza,
ya no temo, Señor, la soledad;
porque tú eres, Señor, mi alegría,
tengo siempre tu amistad.

Ya no temo, Señor, a la noche,


ya no temo, Señor, la oscuridad;
porque brilla tu luz en las sombras.

Ya no temo, Señor, los fracasos,


ya no temo, Señor, la ingratitud;
porque el triunfo, Señor, tú lo das.

Amén.
(2)
HIMNO A DIOS CREADOR
Eres digno, Señor Dios nuestro, de recibir la gloria,
el honor y el poder,
porque tú has creado el universo;
porque por tu voluntad lo que no existía fue creado.

(3)
HIMNO DE ADORACIÓN

Grandes y maravillosas son tus obras,


Señor, Dios omnipotente,
justos y verdaderos tus caminos,
¡oh Rey de los siglos!

(4)
TE BUSCO A TI SEÑOR
Como busca la cierva
corrientes de agua,
así mi alma te busca
a ti, Dios mío;
tiene sed de Dios,
del Dios vivo.
(5)
SEÑOR TÚ HAS CREADO
Tú has creado mis entrañas,
me has tejido en el seno materno.
Te doy gracias,
porque me has formado portentosamente,
porque son admirables tus obras;
conocías hasta el fondo de mi alma,
no desconocías mis huesos.

(6)
TU SEÑOR ESTAS CONMIGO
El Señor es mi luz y mi salvación,
¿a quién temeré?
El Señor es la defensa de mi vida,
¿quién me hará temblar?
(7)
ORACIÓN AL ÁNGEL DE LA GUARDA

Ángel de mi guarda, tú eres el compañero de mi vida, tú


nunca me abandonas, ni de noche ni de día.
Ángel de mi guarda, aunque eres un espíritu invisible, sé
que te hallas en mi lado, escuchas mis oraciones y cuentas
todos mis pasos.
Ángel de mi guarda, que yo siempre escuche tu mensaje.
Ángel de mi guarda, gracias por tu fiel custodia, gracias
por tu compañía. Amén.

(8)
SEÑOR GRACIAS POR ESTE DÍA
Señor Gracias por este día que concluye. Gracias por
nuestras familias, porque no me ha faltado el pan, porque
tenemos donde recostar nuestra cabeza, por nuestra salud,
por nuestra vida, por tu amor y por todas las bendiciones
que cada día nos das.
Amén.
(9)
ORACIÓN DE LA NOCHE
Antes de cerrar los ojos,
los labios y el corazón,
al final del este día,
¡Buenas noches!, Padre Dios,
¡Buenas noches!, Cristo Jesús,
¡Buenas noches!, Espíritu Santo,
¡Buenas noches!, Virgen María.
Amén.

ESCUCHANOS SEÑOR

Escucha, Señor, nuestras súplicas y protégenos durante el


día y durante la noche: tú que eres siempre inmutable, da
firmeza a los que vivimos sujetos a la sucesión de los
tiempos y de las horas. Por nuestro Señor Jesucristo.
Amén.

Dios te salve María

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