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Juan Pablo Silva Contreras Introducción a la Psicología Educativa

Carné: 201744602 Licenciada Sara Morales


4to Semestre en Psicología 12 de julio del 2018

SÍNDROME DE RETRACCIÓN GENITAL

Conocido como síndrome de Koro tiene su origen en el sudeste de Asia, pero la


prescripción se ha revelado en el Manual de Diagnóstico y Estadístico de los
Trastornos Mentales (DSM); un problema que afecta comúnmente a personas que
consideran que su pene se está reduciendo de manera continua hasta
introducirse en la parte baja del abdomen hasta causar la muerte.

Pánico agudo o reacción de ansiedad que implica miedo a la retracción de los


genitales. En casos graves, los varones están convencidos de que el pene se les
retraerá bruscamente dentro del abdomen, y las mujeres tienen la sensación de
que sus mamas, sus labios genitales o su vulva se retraerán. Las víctimas presienten
que esto les acarreará fatales consecuencias. Los estudios citan, como factores
predisponentes a ciertas enfermedades, exposición al frío o coito excesivo, pero
los conflictos interpersonales y las presiones socioculturales ejercen una gran
influencia en la aparición de este síndrome. La presentación es rápida, intensa e
inesperada. Las respuestas varían, incluyendo sujeción de los genitales por la
víctima o por algún familiar, aplicación de férulas o artilugios para prevenir la
retracción, remedios de herboristería, masaje o felación.

En países europeos y en Estados Unidos esta enfermedad se le reconoce con el


nombre de “síndrome genital” y que los hombres que la padecen tienen síntomas
de sufrir ansiedad, esquizofrenia, anomalía corporal y ataques de pánico entre
otros síntomas por lo que deben buscar la intervención de un tratamiento
psicólogo.

Otros pacientes que sufren el síndrome de Koro aseguran que se da cuando el


hombre ha tenido contacto con una persona que trató de despojarlo de su
órgano genital por medio de la brujería por lo que su pene se reduce.

Investigadores de la Universidad de Alemania afirman que es muy difícil registrar


esta patología, ya que hay hombres que evitan conversar sobre su trastorno, y
que al contrario deberían acudir a un profesional de la salud para evitar
obsesionarse por un trastorno delirante. Además, los científicos manifiestan que
una educación sexual adecuada para menores debe considerarse en colegios y
escuelas para mitigar estos problemas en su vida adulta.

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