Documente Academic
Documente Profesional
Documente Cultură
El sabio dirige estas palabras al indolente: “Ve a la hormiga, oh perezoso, mira sus caminos, y
sé sabio; la cual no teniendo capitán, ni gobernador, ni señor, prepara en el verano su comida, y
recoge en el tiempo de la siega su mantenimiento”. Proverbios 6:6-8. Las habitaciones que las
hormigas se construyen, demuestran habilidad y perseverancia. Pueden manejar un solo granito
a la vez, pero por la diligencia y la perseverancia realizan maravillas. { CM 181.3; CT.190.1 }
182
Salomón señala la laboriosidad de la hormiga como un reproche para los que malgastan horas
en la ociosidad y las prácticas que corrompen el alma y el cuerpo. La hormiga hace provisión
para las estaciones futuras; pero muchos seres dotados de facultades de raciocinio no se
preparan para la vida futura inmortal. { Consejos Maestros 182.1; CT.190.2 }
Página 1 de 4
Se requiere vigoroso nervio espiritual para introducir la religión en el taller y la oficina,
santificando los detalles de la vida diaria, y ordenando toda transacción de acuerdo con la norma
de la Palabra de Dios. Pero esto es lo que el Señor requiere. { MJ 150.5; MYP.215.3 }
El apóstol Pablo consideraba la ociosidad como un pecado. Aprendió el oficio de hacer tiendas
en todos sus detalles, importantes o insignificantes, y durante su ministerio trabajaba a menudo
en ese oficio para mantenerse a sí mismo y a los demás. Pablo no consideraba como tiempo
perdido el que pasaba así. Mientras trabajaba, el apóstol tenía acceso a una clase de personas a
quienes no podría haber alcanzado de otra manera. Mostraba a sus asociados que la habilidad en
las artes comunes es un don de Dios. Enseñaba que aun en el trabajo de cada día se ha de honrar
a Dios. Sus manos encallecidas por el trabajo no restaban fuerza a sus llamados patéticos como
ministro cristiano. { MJ 151.1; MYP.216.1 }
Dios quiere que todos trabajen. La atareada bestia de carga responde mejor a los propósitos de
su creación que el hombre indolente. Dios trabaja constantemente. Los ángeles trabajan; son
ministros de Dios para los hijos de los hombres. Los que esperan un cielo de inactividad
quedarán chasqueados; porque en el plan del cielo no hay lugar para la satisfacción de la
indolencia. Pero se promete descanso a los cansados y cargados. El siervo fiel es el que recibirá
la bienvenida al pasar de sus labores al gozo de su Señor. Depondrá su armadura con regocijo, y
olvidará el fragor de la batalla en el glorioso descanso preparado para los que venzan por la cruz
del Calvario.—Consejos para los Maestros Padres y Alumnos acerca de la Educación Cristiana,
262-267. { Mensajes Jovenes 151.2; MYP.216.2 }
Página 2 de 4
Los cónyuges trabajando juntos
Los esposos se pueden unir en el trabajo—Hay mujeres que debieran trabajar en el ministerio
evangélico. En muchos sentidos harían mayor bien que los ministros que no visitan la grey de
Dios como deberían. El esposo y la esposa pueden unirse en este trabajo, y deben hacerlo,
siempre que sea posible. El camino está abierto para las mujeres consagradas.—Manuscript
Releases 5:325, 326. { Ministerio Pastoral 88.3; PaM.76.2 }
Siempre que sea posible, permitid que el ministro y su esposa trabajen juntos—El ministro y su
esposa deben salir juntos cuando esto sea posible. La esposa, con frecuencia puede trabajar
junto a su marido cumpliendo una tarea noble. Puede visitar los hogares y ayudar a las dueñas
de casa en una forma como su esposo no podría hacerlo.—El Evangelismo, 358. { MPa 89.2;
PaM.77.1 }
La esposa puede alcanzar a algunas almas, especialmente entre las de su mismo sexo, que el
ministro no puede alcanzar—La esposa del predicador puede hacer mucho bien si quiere. Si
posee el espíritu de renunciamiento, y siente amor por las almas, puede hacer a su lado casi
tanto bien como él. Una obrera en la causa de la verdad puede comprender y alcanzar,
especialmente entre las hermanas, ciertos casos que el predicador no puede alcanzar.
—Obreros Evangélicos, 213. { MPa 89.3; PaM.77.2 }
Página 3 de 4
Cultive la autoestima
No es la voluntad de su Padre celestial que continuamente estén bajo tribulación y tinieblas.
Debieran cultivar la autoestima, viviendo de tal modo que sean aprobados por su propia
conciencia, y delante de los hombres y los ángeles [...]. Tienen el privilegio de ir a Jesús y de ser
limpiados, y de estar delante de la ley sin vergüenza y remordimiento. “Ahora, pues, ninguna
condenación hay para los que están en Cristo Jesús, los que no andan conforme a la carne, sino
conforme al espíritu”. Romanos 8:1. Aunque no debemos pensar
262
en nosotros mismos más de lo debido, la Palabra de Dios no condena un debido respeto propio.
Como hijos e hijas de Dios, debiéramos tener una consciente dignidad de carácter, en la cual el
orgullo y la importancia de sí mismos no tienen parte.—The Review and Herald, 27 de marzo
de 1888; Nuestra Elavada Vocacion, 145. { 1MCP 261.4; 1MCP.260.1 }
Página 4 de 4