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UNIVERSIDAD ALAS PERUANAS

ESCUELA PROFESIONAL DE ESTOMATOLOGÍA

PRIMEROS AUXILIOS

INFARTO DE MIOCARDIO Y ANGINA DE PECHO

SAMUEL SANCHEZ HUAYNACHO

NAHOMY MELENDEZ YTO

EWIN ROQUE INCAHUANACO

DIKENSON ALIAGA VERA

BRIGIDA VARGAS MAMANI

JULIACA, PUNO, PERÚ

2017
Se dedica este trabajo a:

A Dios que nos ha dado la vida y

fortaleza para terminar esta

monografía.

Al Doctor por darnos un buen

ejemplo.

1
Se agradece por su contribución a este

trabajo a:

Agradecemos de manera muy especial al Dr.

Alberto Suca quien nos incentivó para la

realización de este trabajo.

Agradecemos a la escuela académico

profesional de estomatología por habernos

brindado el lugar de estudios.

Agradecemos a nuestros padres y familia por

todo el apoyo y compresión brindada.

2
INDICE

TEMA PAGINA
I. Dedicatoria 1
II. Agradecimiento 2
III. Índice 3
IV. Resumen Y Palabras Claves 4
V. Introducción 6
VI. Marco Teórico 8
1. Infarto de Miocardio 8
1.1.Definición 8
1.1.1. Incidencia 8
1.1.2. ¿Cómo se produce un infarto cardiaco? 9
1.1.3 Tipos 10
1.2.Causas 11
1.3.Síntomas 12
1.3.1. Síntomas en la mujer 13
1.4.Diagnostico 14
1.4.1. Diagnostico Enzimático 14
1.4.2. Indicios de factores de riesgo 15
1.5.Tratamiento 16
1.5.1 Primeros Auxilios 17
1.5.2. Medidas de Urgencia 18
1.5.3. Otras Medidas 19
1.6. Evolución 20
1.6.1. Pronostico 20
1.6.2. Complicaciones 21
1.6.3. Tratamiento a largo plazo 22
1.7. Prevención 24
2. Angina de Pecho 26
2.1.Aterosclerosis Coronaria 26
2.2.Síntomas y Signos 29
2.3.La Angina Estable 32
2.4.La Angina Inestable 32
2.5.Causas 33
2.6.Tratamiento 34
2.7.Medicamentos 35
2.8.Cirugía 35
VII. Referencias Bibliográficas 37

3
RESUMEN Y PALABRAS CLAVES

El infarto cardiaco (infarto de miocardio) es una de las causas de mortalidad más frecuentes

en los países desarrollados. Sin embargo, puede prevenirse mediante unos hábitos de vida

saludables. Por este motivo, es recomendable evitar posibles factores de riesgo como el

tabaquismo o el sobrepeso, y buscar el tratamiento adecuado para las patologías

predisponentes como la hipertensión arterial.

El infarto cardiaco se desarrolla debido a la obstrucción de un vaso sanguíneo del corazón

(arteria coronaria o de una rama de estas). Estos vasos suministran oxígeno y nutrientes al

corazón. En un infarto de miocardio, un trombo tapona uno de los vasos de modo que la

sangre no puede circular a través de él, con lo que el corazón no recibe un aporte suficiente de

oxígeno y nutrientes. Esto provoca daños en el tejido miocárdico (se produce la muerte de

parte de este tejido).

Si la irrigación del miocardio se ve alterada a causa de un estrechamiento o una obstrucción

de las arterias coronarias, se produce una cardiopatía isquémica (CI). Determinados factores

de riesgo, como el exceso de lípidos en sangre, la diabetes mellitus, el tabaco, el sobrepeso, la

hipertensión o el estrés propician la aparición de un infarto cardiaco y se consideran causa de

arteriosclerosis.

El infarto cardiaco o infarto de miocardio manifiesta en muchos casos síntomas inequívocos.

Resulta característico un dolor en el pecho fuerte y continuado, opresivo, que puede irradiar al

brazo izquierdo. Sin embargo, también es posible que estos signos tengan menor intensidad o

no aparezcan (infarto de miocardio silente). La ausencia de los síntomas típicos es más

habitual en las mujeres. El 40% de los ataques al corazón tienen lugar por la mañana, entre las

seis y las doce, lo que está relacionado con el aumento de la actividad de coagulación durante

4
dichas horas. En lo que respecta a las perspectivas de curación, resulta decisivo avisar de

inmediato a un servicio de urgencias y trasladar al paciente al hospital cuanto antes.

En las primeras horas tras el infarto cardiaco (ataque al corazón) existen dos opciones para

evitar la muerte de las células del miocardio debido a la falta de riego sanguíneo: dilatar el

vaso obstruido por medio de un catéter cardiaco o disolver el trombo mediante fármacos para

restablecer el flujo sanguíneo (tratamiento farmacológico de la trombosis: fibrinolisis). Las 48

primeras horas son especialmente críticas en el infarto de miocardio.

Un electrocardiograma (ECG) registra la curva de actividad eléctrica del corazón y permite a

los especialistas saber si se ha producido un infarto y en qué momento. Además, el tejido

miocárdico necrótico libera a la sangre determinadas proteínas (llamadas enzimas cardiacas),

cuya presencia se constata mediante una analítica.

Dada la posibilidad de que surjan complicaciones tras un infarto cardiaco (por ejemplo,

arritmias, insuficiencia cardiaca izquierda o choque cardiogénico), es necesario supervisar al

paciente en la unidad de vigilancia intensiva.

Palabras Claves: Infarto; miocardio; cardiaco; corazón; paciente.

5
INTRODUCCION

Las enfermedades cardiovasculares son la primera causa de muerte en el mundo, sobre todo

en aquellos países con elevado desarrollo socio-económico. Según informes de la

Organización Mundial de la Salud más del 75% de estas muertes de origen cardiovascular

corresponden a la cardiopatía isquémica, la cual cada día se presenta en edades más tempranas

de la vida, precisamente en momentos en que el individuo es más útil a la sociedad.

El Infarto Agudo del Miocardio obedece a diversas causas, pero se reconoce que los factores

de riesgo tienen una importancia decisiva en su aparición y/o empeoramiento una vez que

acontece el evento cardiovascular. La mayor probabilidad para seguir disminuyendo su

incidencia descansa justamente en la prevención de los factores que originan la presentación

clínica de la enfermedad y el proceso ateroesclerótico ello convoca a la modificación de

actitudes y estilos de vida de riesgo para el padecimiento cardiovascular y la interiorización

de conductas de autocuidados de salud. Es preciso lograr que el individuo reconozca su

responsabilidad para cuidarse, para cumplir tratamientos y para buscar alternativas que le

ayuden a mejorar la calidad de la vida. El vivir más sabiamente no representa un costo y es

asequible a todos.

En el contexto de la atención médica el autocuidado ha tomado ímpetu. Las enfermedades

crónicas son las principales causas de morbilidad y mortalidad en muchas sociedades y está

estrechamente vinculadas con conductas individuales y estilos de vida.

Lo anterior presupone modificar actitudes ante diversos aspectos de la vida, logra alcanzarse

cuando varios componentes o factores confluyen y dinamizan la conducta para propiciar el

cambio.

6
Las actitudes tienen tres componentes, el afectivo que le da el carácter emocional , el

cognoscitivo que son los conocimientos que se poseen del objeto de la actitud y el conativo,

referido a la conducta, es decir a la forma de actuar.

El conocimiento y la necesidad están indisolublemente vinculadas indisoluble en la regulación

motivacional humana, la necesidad impulsa al hombre a conocer, a fundamentar sus

diferentes conductas, y el conocimiento se convierte a su vez en una fuente inagotable de las

necesidades, pues el proceso de asimilación del conocimiento y la reflexión no siempre son

expresiones cognitivas de la personalidad, ya que provocan vivencias que son de vital

importancia tanto para la formación de nuevas necesidades, como para el reforzamiento de las

existentes.

Sabiendo que cuando el conocimiento es capaz de movilizar la conducta a la fundamentación

personal de lo conocido, a la crítica, a la elaboración creativa de sus contenidos, trascendiendo

la simple actualización y reproducción de lo conocido, podemos asegurar que comienza a

expresar tendencias activas de la personalidad, sustentadas por su sistema de necesidades y

motivos. Este fundamento y los referentes a los que favorecen la aparición de la cardiopatía

isquémica han llevado al desarrollo de este estudio, en el cual se pretende responder a las

siguientes aserciones: ¿Tienen los individuos de la muestra el nivel de conocimientos

necesarios para la prevención primaria y secundaria del Infarto Agudo de Miocardio? ¿Tienen

una adecuada percepción de los autocuidados de salud? ¿Puede el género de pertenencia

determinar diferencias en cuanto a los aspectos estudiados? En la medida que se respondan

estas interrogantes se dará cumplimiento a los objetivos del estudio y se contribuirá a la labor

de prevención de la enfermedad cardiovascular (IMA).

7
MARCO TEORICO

1. INFARTO DE MIOCARDIO

1.1 DEFINICION

El infarto cardiaco, también llamado infarto de miocardio o ataque al corazón, hace

referencia a la muerte (infarto) de parte del músculo cardiaco (miocardio).

Esto se produce debido a una obstrucción en al menos uno de los grandes vasos

(arterias coronarias) o una rama arterial de las mismas, que suministran nutrientes y

oxígeno al corazón.

Esta obstrucción provoca que el tejido miocárdico no reciba una irrigación suficiente y

muera.

Si existe la sospecha de un infarto cardiaco (infarto de miocardio), debe administrarse

un tratamiento a la mayor brevedad, ya que, de lo contrario, se genera un daño

irreversible en la región cardiaca que no obtiene suficiente sangre.(1)

1.1.1 INCIDENCIA

El infarto cardiaco (infarto de miocardio) muestra una incidencia variable en los

diferentes países. Mientras en Japón se registran menos de 100 pacientes

infartados por cada 100.000 habitantes, en el norte de Europa la prevalencia es de

aproximadamente 300 casos por cada 100.000 habitantes. En España encontramos

tasas de 200 y 50 casos nuevos por cada 100.000 varones y mujeres

respectivamente. Las tasas de incidencia y mortalidad en mayores de 65 años son

mucho mayores que en la población menor de 65 años.(3)

8
La incidencia del infarto cardiaco también difiere según el sexo; en los hombres

es más frecuente que en las mujeres. Los varones no solo muestran una mayor

morbilidad, sino que, además, lo padecen a una edad considerablemente más

temprana. Por el contrario, las mujeres presentan un riesgo más elevado de morir

debido a las consecuencias de un infarto cardiaco. El motivo no es solo la edad

más avanzada de las pacientes. En una comparativa entre personas de la misma

edad de ambos sexos, la mortalidad es superior en las mujeres. Es probable que

esto se deba a que los síntomas que se manifiestan en las mujeres suelen ser

atípicos: es habitual que aparezcan, por ejemplo, dolor abdominal, náuseas y

vómitos. En muchos casos tanto las afectadas como los médicos interpretan

erróneamente los indicios y reconocen el infarto cardiaco demasiado tarde.

El infarto cardiaco es una de las causas de mortalidad más comunes en los países

occidentales industrializados.(2)

1.1.2. ¿CÓMO SE PRODUCE UN INFARTO CARDIACO?

Para poder dar respuesta a esta pregunta resulta útil conocer la anatomía del

corazón: el corazón humano está compuesto por dos mitades, la derecha y la

izquierda. Ambas se dividen en dos cámaras, aurícula y ventrículo. El corazón

funciona como una bomba que impulsa la sangre; mantiene la circulación

sanguínea en marcha y abastece así a todo el organismo (órganos, tejidos y

células) de sangre oxigenada. Para llevar a cabo esta tarea el corazón también

necesita un aporte suficiente de oxígeno. De este suministro se ocupan

determinados vasos sanguíneos que rodean el corazón a modo de corona y le

proporcionan sangre oxigenada: las arterias coronarias. La arteria coronaria

9
izquierda irriga la parte anterior del corazón, mientras que la arteria coronaria

derecha lleva la sangre a la parte posterior.

Al igual que todas las demás arterias, las coronarias se dividen y ramifican hasta

formar los segmentos vasculares más pequeños (capilares). Estos se extienden por

el miocardio y lo abastecen de nutrientes y oxígeno. Además contribuyen a

transportar la sangre utilizada (desoxigenada) y otros productos del metabolismo.

Cuando no hay irrigación en algún segmento de las arterias coronarias y se

detiene, por tanto, el aporte de oxígeno, se produce la muerte del tejido

miocárdico afectado: tiene lugar un infarto cardiaco.

El modo exacto en que se desarrolla un infarto cardiaco o infarto de miocardio

varía según el caso. Por lo general, la obstrucción arterialP desencadenante es

atribuible a un estrechamiento pronunciado del vaso (estenosis) y a la aparición de

una trombosis: la trombosis consiste en la obstrucción de un vaso sanguíneo por

medio de un coágulo (trombo). Los trombos se originan normalmente debido a

una arteriosclerosis que ha generado daños en las paredes vasculares. En las zonas

dañadas se acumulan plaquetas, que finalmente forman un coágulo. Este tapona el

vaso, de modo que se interrumpe el flujo sanguíneo y se detiene el suministro de

oxígeno a una parte del miocardio. La consecuencia es un infarto agudo de

miocardio.(1)

1.1.3. TIPOS

La obstrucción arterial causante del infarto cardiaco (infarto de miocardio) puede

afectar a cualquier segmento de los vasos sanguíneos que abastecen el corazón de

sangre oxigenada (arterias coronarias). En función del lugar en el que se

10
interrumpe el suministro de sangre al corazón, cabe diferenciar los siguientes tipos

de infarto cardiaco:

 Infarto de la pared anterior

 Infarto de la pared posterior y lateral

 Infarto del tabique (infarto septal)

 Infarto inferior

 Infarto combinado (que afecta a más de una zona)

En la mayoría de casos, el infarto cardiaco afecta a la musculatura del ventrículo

izquierdo.

Existen otras clasificaciones atendiendo a la presentación clínica del infarto

(síntomas y alteraciones en el electrocardiograma).(3)

1.2. CAUSAS

La arteriosclerosis es una de las causas más frecuentes del infarto cardiaco (infarto de

miocardio). Debido a la acumulación de sustancias en las paredes de los vasos que

suministran sangre y oxígeno al miocardio (arterias), el flujo sanguíneo no es

suficiente para garantizar la irrigación cardiaca. Este trastorno circulatorio del corazón

recibe el nombre de cardiopatía isquémica. Si el vaso se encuentra totalmente

obstruido, se interrumpe el abastecimiento de oxígeno al corazón (tiene lugar un

infarto cardiaco, en el que se produce la muerte de parte del tejido miocárdico). La

arteriosclerosis se ve favorecida por diversas circunstancias.

Además de las causas directamente responsables del infarto cardiaco, existen una serie

de factores que elevan el riesgo de padecerlo y que coinciden con los de la cardiopatía

coronaria (2)

 Edad avanzada

11
 Tabaquismo

 Colesterol elevado en sangre

 Hipertensión arterial

 Diabetes mellitus

 Sobrepeso, obesidad

 Estrés

 Falta de ejercicio físico

 Factores hereditarios

1.3. SINTOMAS

Los síntomas típicos de un infarto cardiaco agudo (infarto de miocardio) son:

 Dolor intenso de más de veinte minutos de duración descrito como profunda

opresión en el pecho, que puede irradiar al hombro, brazo, maxilar inferior o

región del epigastrio

 Dolor más intenso que el de la angina de pecho, o que no mejora tras la

administración de un spray de nitroglicerina (distinción importante respecto de

un ataque anginoso)

 Desde sensación de intranquilidad hasta miedo a la muerte

 Sudores fríos y palidez

 Náuseas, vómito, mareo

 Disnea

Por lo general, los infartos de miocardio se dan por la mañana a horas tempranas y

están precedidos por los siguientes síntomas:

 Sensación opresiva en el pecho

12
 Dolor en el hombro y brazo izquierdos

 Dolor en el cuello hasta el maxilar inferior

 En ocasiones, dolor abdominal y/o náuseas o indisposición

 Sensación de debilidad, miedo

 Puede aparecer presión arterial baja

En ocasiones el infarto cardiaco o infarto de miocardio constituye una manifestación

precoz de la enfermedad coronaria. Otras veces los pacientes infartados ya estaban en

tratamiento debido a las molestias o se hallaban bajo supervisión médica antes de

sufrir el infarto. En muchos casos el paciente había sido objeto de dilataciones

arteriales (dilataciones por cateterismo cardiaco) o intervenciones para revascularizar

una arteria coronaria estrechada u obstruida mediante un injerto de una vena o arteria

del cuerpo del propio paciente (cirugía de bypass). Sin embargo, también las personas

a las que no se ha diagnosticado una cardiopatía isquémica pueden sufrir un infarto de

miocardio. En, aproximadamente, el 20% de los pacientes, por lo común pacientes de

edad avanzada o diabéticos, tiene lugar un infarto cardiaco silente o asintomático, lo

que quiere decir que este pasa inadvertido. (3)

1.3.1. SINTOMAS EN LA MUJER

Es habitual que las mujeres no presenten los síntomas considerados característicos

del infarto cardiaco. Por ello, cuando una mujer sufre un infarto agudo de

miocardio, tanto la afectada como los médicos responsables interpretan los

indicios de manera diferente que en el caso de los hombres. (3)

Un infarto agudo de miocardio puede manifestarse en la mujer con los siguientes

síntomas (que con frecuencia son los únicos indicativos del ataque al corazón):

13
 Náuseas

 Vómito frecuente

 Dolor en la región del hombro

 Dolor en la mandíbula

 Dolor en la zona del epigastrio

 Disnea

1.4. DIAGNOSTICO

El diagnóstico del infarto cardiaco (infarto de miocardio) se establece, en primer lugar,

en base a los síntomas que presenta el paciente.

Sin embargo, este puede sobrevenir sin los síntomas típicos, sobre todo en el caso de

la mujer.

El ECG (electrocardiograma), que registra la curva de actividad eléctrica del corazón,

tiene una importancia decisiva en el diagnóstico del infarto cardiaco.

El ECG aporta información sobre la localización del infarto.

Por ejemplo, el electrocardiograma permite saber si el infarto se ha producido en la

pared anterior, la pared posterior o la pared inferior y ofrece la posibilidad de saber si

es reciente o si se ha producido tiempo atrás. (4)

1.4.1. DIAGNÓSTICO ENZIMÁTICO

El denominado diagnóstico enzimático también contribuye a identificar un infarto

cardiaco (infarto de miocardio). El tejido necrótico del miocardio libera proteínas

(enzimas) cuya presencia puede detectarse en la sangre. Una de estas enzimas es

una isoforma de la creatinina cinasa (CK). La creatinina cinasa se encuentra

fundamentalmente en los músculos y el cerebro En el miocardio se halla un tipo

14
especial, la enzima CK-MB. Cuando se produce la muerte de células miocárdicas

tras un infarto, hay una concentración superior de la enzima cardiaca CK-MB en

sangre debido a que el miocardio la libera en mayor cantidad. Se eleva entre las 6

y las 8 horas tras el infarto y se normaliza entre 24 y 48 horas después.

Otras proteínas miocárdicas que posibilitan el diagnóstico del infarto son la

troponina I y la troponina T. Estas enzimas son las más adecuadas para realizar

una prueba rápida y diagnosticar un infarto de miocardio tras pocas horas por

medio del estudio enzimático. En caso de daños del tejido miocárdico, se detectan

valores elevados de estas enzimas en sangre a las pocas horas, alcanzando su

concentración máxima entre las 12 y las 48 horas, permaneciendo elevadas hasta

los 7 a 10 días.

Un resultado negativo de los marcadores enzimáticos realizado a las 12 horas del

inicio de los síntomas excluye el infarto de miocardio.(3)

1.4.2. INDICIOS DE FACTORES DE RIESGO

A la hora de efectuar un diagnóstico de infarto cardiaco (infarto de miocardio),

son importantes los indicios de posibles factores de riesgo.

Dichos factores se determinan por medio de otros valores sanguíneos, por

ejemplo, el nivel de colesterol.

Actualmente el procedimiento de referencia para la visualización de las arterias

coronarias epicárdicas y la identificación de las lesiones que ocasionan reducción

de su calibre sigue siendo la coronariografía con inyección de contraste

intracoronario.

De forma adicional, puede combinarse con otras técnicas, como la ecocardiografía

intracoronaria, el Doppler o las guías de presión, que ofrecen información

15
complementaria acerca de la anatomía y composición de las lesiones, así como de

su repercusión funcional. Sin embargo, se trata de procedimientos invasivos

costosos y no exentos de riesgos. De ahí los esfuerzos por desarrollar nuevas

modalidades diagnósticas que posibiliten la visualización no invasiva de las

arterias coronarias con la suficiente exactitud diagnóstica como para permitir su

uso sistemático en la práctica clínica. Dos técnicas de imagen se postulan como

firmes candidatas para lograr este objetivo: la resonancia magnética (RM) y la

tomografía computarizada (TC). La tomografía permite la visualización de las

arterias coronarias principales en toda su extensión, en un corto tiempo de

exploración y, además, posibilita la caracterización de la placa responsable de la

estenosis de forma sencilla en el mismo examen. Entre las dos modalidades de

TC, la elección se inclinaría actualmente por la TC multicorte, cuyas aplicaciones

en otros campos de la medicina hacen que esté disponible en un gran número de

centros, mientras que la TC de haz de electrones suele estar limitada a grupos de

investigación. (2)

1.5. TRATAMIENTO

En el caso del infarto cardiaco agudo (infarto de miocardio), se aplica la regla de que

cuanto antes se administra el tratamiento correspondiente, mejores son las

perspectivas de curación. Las primeras horas tras el infarto son especialmente

decisivas. En estos casos, el tratamiento se basa, en primer lugar, en medidas de

urgencia que han de tomarse de inmediato. Durante las primeras horas posteriores al

infarto la probabilidad de restablecer la irrigación miocárdica por medio de

medicamentos o de la dilatación de las arterias coronarias obstruidas es máxima.

16
Posteriormente se llevan a cabo otras medidas en el curso de la asistencia médica al

afectado en un centro sanitario. (2)

1.5.1. PRIMEROS AUXILIOS

En función de las repercusiones del infarto cardiaco (infarto de miocardio), puede

ser necesario aplicar diversas medidas de primeros auxilios antes del tratamiento

médico. En ocasiones el infarto cardiaco evoluciona prácticamente inadvertido;

sin embargo, en los casos más graves, puede provocar un paro cardiaco inmediato.

Independientemente de si se trata de un infarto leve o grave, si existe la sospecha

de un infarto de miocardio, es muy importante alertar enseguida a un servicio de

urgencias (112 o número local de emergencias). Hasta que lleguen los servicios de

emergencias, se ha de proceder como se indica a continuación: (1)

 Compruebe si el afectado está consciente y respira. Si hay parada

cardiorrespiratoria, se requiere una reanimación cardiopulmonar

inmediata.

 Si el afectado está consciente, es aconsejable colocarlo en una posición

cómoda en la que pueda respirar correctamente (tumbado o sentado).

Quítele también la ropa que le pueda apretar (por ejemplo, aflójele la

corbata o desabróchele la parte superior de la camisa).

 Proteja al paciente y evite a toda costa intranquilizarlo, alterarlo o

cansarlo.

 Observe con atención al afectado hasta que llegue el médico de urgencia:

¿sigue consciente?, ¿respira y reacciona?

17
1.5.2. MEDIDAS DE URGENCIA

Tras sufrir un infarto cardiaco (infarto de miocardio) es importante administrar un

tratamiento médico con rapidez. En la primera hora posterior al infarto hay mayor

probabilidad de que las medidas de urgencia adecuadas consigan restablecer la

irrigación del miocardio por medio de medicamentos o de la dilatación de las

arterias coronarias obstruidas.

Las primeras medidas inmediatas tras el infarto cardiaco corren a cargo del

médico de urgencia. Este puede detectar enseguida arritmias peligrosas y

administrar el tratamiento oportuno. Los analgésicos potentes mitigan el dolor

asociado al infarto. Los fármacos anticoagulantes evitan que crezca el trombo o

que surja uno nuevo en otro lugar. Una vez en el hospital, se supervisa al paciente

al menos durante dos o tres días en la unidad de vigilancia intensiva. Durante ese

tiempo se coloca un dispositivo de acceso al sistema vascular (catéter venoso

central, CVC) para continuar el tratamiento, y unas “gafas nasales” para la

administración de oxígeno. A través del catéter venoso central el paciente recibe

fármacos anticoagulantes (heparina). Entre las medidas de urgencia que se llevan

a cabo inicialmente se incluye, asimismo, la monitorización constante de la

presión arterial y su regulación en caso necesario; a ello contribuye el uso de

nitroglicerina; los nitratos (disminuyen el trabajo del corazón) no han demostrado

eficacia en la fase aguda y actualmente no se recomiendan.

En la fase temprana de un infarto de miocardio la dilatación con balón y la

trombólisis (es decir, la disolución del trombo causante —fibrinolisis—) son las

dos principales medidas de urgencia en el tratamiento del infarto cardiaco. En la

dilatación con balón el médico introduce un tubo plástico fino, normalmente

dotado de un balón plegado, a través de un vaso sanguíneo de la ingle y lo

18
desplaza hasta la arteria coronaria que presenta la estenosis. Por medio de una

presión elevada rellena el balón de una mezcla de medio de contraste y sal. El

balón ensanchado dilata el vaso sanguíneo. El medio de contraste hace que se

pueda visualizar correctamente el balón en una radiografía.

Con el fin de evitar que vuelva a producirse un estrechamiento vascular tras un

infarto cardiaco, el facultativo introduce por medio del catéter con balón un stent,

es decir, un soporte vascular de acero inoxidable que se expande contra la pared

del vaso. El stent puede ir recubierto de fármacos cuyo objetivo es evitar una

nueva obstrucción y, por tanto, otro infarto de miocardio.

Estas medidas inmediatas son adecuadas para restablecer el flujo sanguíneo del

vaso afectado en las primeras horas tras el infarto cardiaco. (1)

1.5.3. OTRAS MEDIDAS

Si el infarto cardiaco (infarto de miocardio) evoluciona sin complicaciones, el

paciente permanece en el hospital durante 7 a 14 días para el tratamiento

estacionario. Tras la estancia hospitalaria se llevan a cabo medidas adicionales en

una clínica de rehabilitación o un centro médico ambulatorio. Entre estas se

incluyen la actividad física progresiva, la estabilización psicológica y la

formación sobre hábitos de vida saludables (por ejemplo, la alimentación correcta

tras un infarto, las modalidades deportivas adecuadas, la eliminación del estrés,

los controles de peso).

Tras un infarto se establece, asimismo, un tratamiento farmacológico continuado.

Este tratamiento de larga duración se compone principalmente de:

 Ácido acetilsalicílico para inhibir la agregación plaquetaria,

 Betabloqueantes

19
 Medicamentos reductores del colesterol (estatinas)

 Fármacos para disminuir la presión arterial (inhibidores ECA o antagonistas

de los receptores de la angiotensina ARA II).

El tratamiento medicamentoso a largo plazo después de un infarto de miocardio

coincide con el prescrito en caso de cardiopatía isquémica (CI). Los fármacos

empleados reducen el riesgo de sufrir un nuevo infarto. Otras medidas

recomendables para los pacientes que han sobrevivido a un ataque al corazón

consisten en acudir periódicamente al internista o cardiólogo para someterse a

reconocimientos y evitar los factores de riesgo como el sobrepeso o el

tabaquismo. (1)

1.6. EVOLUCION

1.6.1. PRONÓSTICO

En caso de infarto cardiaco (infarto de miocardio) la administración temprana de

un tratamiento resulta decisiva para la evolución y el pronóstico. Las medidas

inmediatas de aplicación directa tratan de restablecer el flujo sanguíneo en el vaso

obstruido en las primeras horas después de acontecido el infarto. Si no se logra, se

produce un daño irreparable en la región cardiaca que no recibe suficiente

irrigación. Tras un infarto de miocardio el tejido lesionado del músculo cardiaco

se convierte en tejido conectivo y cicatriza. Este tejido no es capaz de contraerse y

moverse de manera activa, por lo que la capacidad de bombeo del corazón queda

alterada, disminuida. No es posible transformarlo nuevamente en tejido muscular

funcional por medio de ningún tratamiento; el daño es, por tanto, crónico

(irreversible). Más del 40% de las muertes causadas por un infarto de miocardio

se producen antes del ingreso hospitalario (muerte súbita cardiaca).

20
Las personas infartadas que sobreviven a los primeros días pueden contar con una

evolución favorable. Un año después del infarto la tasa de supervivencia es de al

menos el 80%. El pronóstico es mejor cuantos menos factores de riesgo existan

para la aparición de un infarto (tabaquismo, sobrepeso, edad avanzada, etc.). Los

pacientes que aúnan varios factores de riesgo se enfrentan a un peor pronóstico.

En las mujeres, el pronóstico del infarto agudo de miocardio es menos benigno

que en el caso de los hombres. Dado que tanto las afectadas como los médicos

responsables suelen interpretar de manera diferente los síntomas del infarto

cardiaco, es habitual que las medidas médicas para salvar su vida no se lleven a

cabo de forma suficientemente temprana. (1)

1.6.2. COMPLICACIONES

En un infarto cardiaco (infarto de miocardio) pueden surgir diversas

complicaciones posteriores.

Los impulsos eléctricos del cuerpo hacen que el corazón se contraiga y bombee la

sangre al sistema circulatorio. En caso de infarto cardiaco puede haber desde

alteraciones de la transmisión del impulso eléctrico en el área afectada hasta

arritmias graves. Además cabe la posibilidad de que se desarrollen en las regiones

dañadas dilataciones con forma de huso o de bolsa o saco (aneurismas) que en

ocasiones tienen consecuencias mortales: la ruptura del miocardio o la formación

de trombos.

Entre las personas que no sobreviven a un infarto cardiaco, la mayoría mueren en

una fase temprana a causa de una arritmia repentina (fibrilación ventricular), que

puede provocar un paro cardiaco. En caso de paro cardiaco un primer

interviniente ha de comenzar de inmediato con la reanimación cardiopulmonar. Si

21
en un plazo de entre tres y cinco minutos se efectúa un masaje cardiaco y

respiración artificial, existe la posibilidad de reanimar al paciente, de modo que

tenga opciones de sobrevivir. Por ello es fundamental que los familiares de

personas con un elevado riesgo de infarto cardiaco reciban formación sobre

reanimación cardiopulmonar, con el fin de que en caso de emergencia no se pierda

un tiempo muy valioso. (3)

1.6.3. TRATAMIENTO A LARGO PLAZO

Tras el tratamiento hospitalario y la posterior asistencia en una clínica de

rehabilitación o centro médico ambulatorio, el infarto cardiaco (infarto de

miocardio) requiere un seguimiento continuado. Los pacientes que han

sobrevivido a un infarto suelen requerir medicación durante toda su vida. Durante

este tratamiento a largo plazo se emplean fundamentalmente los siguientes

fármacos (siempre que no existan contraindicaciones para su administración):

 Ácido acetilsalicílico, para inhibir la agregación plaquetaria

 Betabloqueantes, con el objetivo de reducir el trabajo del corazón

 Medicamentos reductores del colesterol (estatinas), para disminuir el nivel

de colesterol

 Inhibidores ECA o antagonistas de los receptores de la angiotensina (ARA

II), que reducen la presión arterial

Entre las medidas posteriores a un infarto cardiaco también es importante tratar la

hiperglucemia. El tratamiento medicamentoso tras un infarto de miocardio se

corresponde con el administrado en caso de cardiopatía isquémica (CI). Debido a

los posibles efectos adversos de los fármacos empleados se recomienda someterse

a una revisión médica periódica (por parte de internistas o cardiólogos) con el

22
objetivo de detectar de manera temprana repercusiones no deseadas del

tratamiento continuo y tomar las medidas necesarias para evitarlas. (3)

Además de este tratamiento médico, el cambio de los hábitos de vida ocupa un

lugar clave tras un infarto de miocardio, ya que, a largo plazo, el pronóstico no

solo depende de la eliminación de los factores de riesgo para la aparición de un

nuevo infarto por medio de las medidas terapéuticas correspondientes, sino que

también es fundamental que el paciente siga unas pautas de vida saludables. Los

pacientes pueden contribuir a mejorar su estado siguiendo estas recomendaciones:

 Renunciar a la nicotina

 Alimentarse de manera saludable:

 Ingerir pocas grasas animales

 Tomar pocos alimentos que contengan azúcar

 Comer abundantes frutas y verduras

 Optar por la comida casera en vez de la comida rápida

 Practicar ejercicio con regularidad (por ejemplo, paseos diarios de al

menos 30 minutos)

 Hacer deporte idóneamente un deporte de resistencia aeróbica un mínimo

de tres veces a la semana)

 Vivir con el menor estrés posible

 Reducir el sobrepeso o controlar el peso

 Beber suficiente líquido (entre 1,5 y 2 litros diarios de agua)

23
1.7. PREVENCION

Usted puede prevenir un infarto cardiaco (infarto de miocardio) cuidando su corazón y

evitando los factores de riesgo que propician la aparición de arteriosclerosis. Para ello,

siga estas pautas:

 Prescinda de la nicotina.

 Siga una dieta adecuada.

 Practique ejercicio con regularidad (por ejemplo, paseos diarios de al menos 30

minutos).

 Haga deporte de manera controlada. Las actividades más aconsejables para

prevenir un ataque al corazón son:

 Esquí de fondo

 Footing

 Ciclismo

 Natación

 Trate de llevar una vida libre de estrés.

 Reduzca el sobrepeso si lo padece, o controle su peso.

 Asegúrese de beber suficiente líquido (ingiera cada día entre 1,5 y 2 litros de

agua).

 Acuda a las revisiones periódicas que le indiquen para realizar, por ejemplo, un

ECG de esfuerzo.

 Siga un tratamiento adecuado para la diabetes mellitus, la hipertensión arterial

o el exceso de colesterol.

 Si desea prevenir un infarto cardiaco es importante que consuma pocas grasas

animales y pocos alimentos con azúcar. En su lugar son muy recomendables

las frutas y las verduras. En vez de limonada azucarada, opte por zumos de

24
fruta o verdura rebajados con agua. También es conveniente que renuncie a la

comida rápida por el bien de su corazón.

 Si pertenece a un grupo de riesgo del infarto cardiaco (por ejemplo, fumadores,

diabéticos, hupertensos, obesos o personas con exceso de colesterol), visite a

su médico con regularidad. Todas estas medidas preventivas también son

aconsejables tras sufrir un infarto de miocardio para evitar que vuelva a

producirse. (2)

25
2. ANGINA DE PECHO

La angina de pecho es la consecuencia del aporte insuficiente de oxígeno al corazón,

necesario para satisfacer sus requerimientos en un momento determinado. Puede

manifestarse con unos síntomas concretos (lo más frecuente), aunque también puede

cursar de una forma completamente asintomática (denominada silente). En ambos tipos de

angina se produce una isquemia o falta de aporte sanguíneo al miocardio. (1)

Así como al referirse al infarto se utiliza el término necrosis para expresar la zona del

corazón que ha sufrido muerte por ausencia mantenida de riego durante un mínimo de tiempo

(generalmente más de 10 minutos), en la angina de pecho el acontecimiento fundamental es

la isquemia, que hace referencia a un aporte de oxígeno insuficiente, pero no absoluto

(como en el infarto), de tal forma que, aunque el tejido que se encuentra soportando la

isquemia no vea satisfecha por completo su demanda, dicho aporte representa al menos el

mínimo imprescindible para que el territorio afecto por la isquemia permanezca con vida, a

pesar de que no pueda ser funcionante al cien por cien.

También, a diferencia del infarto, la isquemia puede ser reversible espontáneamente, y el

territorio que se ha visto afectado puede recuperarse y volver a funcionar con normalidad.

Como ya se ha comentado, la enfermedad que afecta a las arterias coronarias, y que es

responsable tanto de la angina como del infarto, es la aterosclerosis. (3)

2.1. ATEROSCLEROSIS CORONARIA

Las arterias del organismo están constituidas por tres capas. La zona de la capa más

interna, en contacto directo con la sangre circulante, se denomina endotelio. La lesión

inicial que caracteriza a la aterosclerosis es el depósito de grasa en el endotelio de las

arterias coronarias; constituye las llamadas estrías grasas, consistentes en pequeños

depósitos grasos que se asientan preferentemente en zonas de bifurcación de las


26
arterias. Las estrías grasas pueden observarse en las coronarias de autopsias de

pacientes por encima de los 15 años de edad. Son completamente asintomáticas y no

representan ningún riesgo. (2)

Con el paso del tiempo, y en presencia de los factores de riesgo cardiovascular (riesgo

de tener alguna de las complicaciones de la aterosclerosis, ya sea en las coronarias o

en cualquier otro territorio arterial), pueden acumularse de forma progresiva sobre

esas estrías grasas cantidades mayores de grasa (fundamentalmente, colesterol),

células inflamatorias y calcio, produciendo la placa de ateroma. Al mismo tiempo,

aumenta la rigidez de la pared arterial y disminuyen su elasticidad y su capacidad de

poder dilatarse ante situaciones que requieran un mayor aporte de sangre al corazón

(por ejemplo, subir escaleras). Conforme crece el tamaño de la placa, el diámetro de la

luz de la arteria va disminuyendo al ser ocupada por la propia placa de ateroma. (4)

En un momento concreto, el crecimiento de esta placa puede detenerse y mantenerse

estable de manera indefinida sin llegar a causar nunca síntoma alguno. Es probable

que esta evolución favorable de la lesión obstructiva esté en relación con la corrección

de los factores de riesgo cardiovascular que contribuyeron a su desarrollo (colesterol

elevado, hipertensión, diabetes, tabaquismo, obesidad y sedentarismo). también

puede ocurrir que, a partir de un determinado grado de obstrucción causado por la

lesión aterosclerótica en una arteria coronaria, la persona comience a presentar

síntomas de angina relacionados con una mayor exigencia en el aporte de sangre al

corazón (por ejemplo, ante un determinado nivel de esfuerzo físico), pero sin que

llegue a producirse nunca una situación de amenaza vital en relación con una

afectación del riego al corazón. En este caso, estaríamos ante una situación

denominada angina estable. (1)

27
Desgraciadamente, la aterosclerosis coronaria también puede evolucionar hacia

situaciones clínicas más comprometidas, como los síndromes coronarios agudos.

Bajo esta denominación se incluyen la angina inestable y el infarto agudo de

miocardio, en los cuales la placa de ate- roma no permanece estable, sino que sufre un

proceso en el cual se rompe o fractura y se desprende total o parcial- mente de la pared

de la arteria coronaria.

Al fracturarse la placa, se produce una disminución del flujo sanguíneo a través de la

arteria; asimismo, queda expuesto a la luz, y por tanto a la sangre circulante, el

material que contiene la placa de ateroma. El contenido de la placa resulta ser un

potente imán que atrae hacia esa zona sustancias que presentan un gran poder para

formar un trombo o coágulo; está constituido fundamentalmente por plaquetas, si bien

también puede haber otras células implicadas en la inflamación y factores

procoagulantes.(3)

El trombo puede ocluir por completo la arteria (sería el contexto del infarto de

miocardio), o aumentar de forma muy significativa el porcentaje de estenosis que

presentaba el vaso cuando la placa aún no se había roto, pero sin llega a ocluirlo por

completo (se produciría entonces la situación clínica denominada angina inestable).

No se comprende muy bien por qué unas placas se rompen y otras no; asimismo, no

necesariamente las placas más grandes que provocan una obstrucción mayor en la luz

del vaso son las que se rompen con más frecuencia. De hecho, en muchas ocasiones,

placas de ateroma que no superan el 50% de la luz son las que pue- den fracturarse y

generar el proceso trombótico inestable.

Conviene hacer una breve mención al hecho de que, aunque en la gran mayoría de los

casos de infarto o angina de pecho está presente la aterosclerosis coronaria, también

28
puede ocurrir un accidente coronario en situaciones de anemia grave (en la que se ve

afectada la oxigenación del organismo en general, incluido el corazón), y cuando se

produce hipotensión marcada y sostenida (el descenso importante y brusco de la

tensión arterial ocasiona una mala perfusión coronaria). Atención especial merece la

denominada angina vasoespástica, en la cual, como su nombre indica, se pro- duce un

espasmo (estrechamiento súbito de la arteria coronaria ante determinados estímulos),

que primero producirá angina de pecho y que, si se mantiene el tiempo suficiente,

puede terminar provocando un infarto. (1)

2.2.SÍNTOMAS Y SIGNOS

El concepto de síntoma es conocido para el público en general. Hace referencia a

una queja o molestia que la persona identifica y expresa de manera subjetiva, y

que la lleva a consultar al médico al entender que puede estar relacionada con alguna

alteración en el funcionamiento normal de su organismo. (2)

Los signos son mucho más objetivos. El paciente no los describe, sino que es el

médico quien los observa en la exploración o los provoca mediante determinadas

maniobras. Así, por ejemplo, en una persona sana, al iluminar sus pupilas con una luz

adaptada para la exploración oftalmológica, éstas se contraen (disminuyen de tamaño)

frente al estímulo luminoso. Si esa misma persona sufriera un infarto cerebral, es

posible que alguna de las pupilas perdiera su respuesta contráctil normal y

permaneciera inalterable frente a la exposición a la luz. Este fenómeno constituye un

signo: el médico lo detecta en la exploración, pero el paciente no es consciente de

esta alteración y no lo comenta cuando el médico le pregunta sobre sus dolencias.

En ocasiones, los signos suponen una información privilegiada cuando el enfermo

está inconsciente, dada la orientación clínica que pueden representar. En la

29
enfermedad coronaria o cardiopatía isquémica, los síntomas y signos pueden presentar

un espectro variado entre distintos pacientes, aunque existen unas manifestaciones

clínicas características que orientan sobre su diagnóstico. (2)

La angina de pecho y el infarto de miocardio tienen una génesis común y no es

posible diferenciar ni separar de manera estricta la sintomatología existente entre

ambos. De hecho, el infarto es un diagnóstico y uno de sus síntomas es la angina. Pero

ésta, en sí misma, de ninguna manera es un diagnóstico, sino un síntoma que está

presente en la mayor parte de los cuadros de infarto.

Es posible clasificar los diferentes tipos de angina con mayor precisión según la

progresión de los síntomas en el paso de estable a inestable; asimismo, se puede

describir el cuadro clínico (signos y síntomas), generalmente impactante y angustioso,

que típicamente se produce en el paciente que está sufriendo un infarto. Cuando los

síntomas son típicos, orientan con facilidad al diagnóstico, incluso despiertan alarma

en personas no relacionadas con el ámbito sanitario. La angina se percibe no tanto

en forma de dolor, sino como sensación de opresión en el centro del tórax. El

paciente suele describirla como una losa o pila de ladrillos que le comprime el

pecho, y que en mayor o menor medida se acompaña de sensación de dificultad

respiratoria. (1)

El dolor tiene unas zonas de irradiación definidas, y muy frecuentemente se

desplaza hacia el hombro, el brazo y el antebrazo izquierdos (especialmente por la

cara interna), así como hacia el cuello y la zona mandibular izquierda, incluso a la

arcada dental inferior. También es típico que el dolor se irradie hacia la zona central

de la espalda. En otras ocasiones, el enfermo percibe una sensación de hormigueo o

30
acorchamiento del brazo izquierdo más que dolor franco en la zona, lo que puede

confundirse con una patología de las vértebras cervicales.

La sintomatología descrita hace referencia a la angina denominada típica, pues

representa su forma de aparición más frecuente y obliga a pensar en una isquemia

coronaria como primer diagnóstico. La angina típica se des- encadena por el esfuerzo,

las emociones o el frío, y cede con el reposo o la nitroglicerina sublingual, pero es

posible que la angina se esté produciendo y no se manifieste bajo ningún síntoma. En

este caso se habla de angina silente y, más específicamente, de isquemia silente. La

forma más habitual de detectarla es a través de una ergometría o prueba de esfuerzo,

o bien mediante un electrocardiograma Holter. En ambos casos, en el

electrocardiograma que se registra en dichas pruebas aparecen alteraciones que son

compatibles con un aporte insuficiente de oxígeno al músculo cardíaco, aunque el

paciente no refiera ningún síntoma. (3)

Los síntomas de la angina son:

 Dolor de pecho opresivo muy intenso que da la sensación de estrangulamiento

 Dolor que se inicia en el pecho y se transmite a la garganta, los brazos (en

general

 El brazo izquierdo), la mandíbula y entre los omóplatos; el dolor también se

puede transmitir al estómago y puede hacerlo sentir como si tuviera una úlcera

o indigestión.

 Una sensación de opresión o pesadez en el pecho sin sentir dolor

 Náuseas

 Sudoración fría

 Falta de aire.

31
2.3.LA ANGINA ESTABLE

La angina estable aparece con un patrón fijo ante determinadas situaciones que

generalmente el paciente puede prever —por ejemplo, al subir un determinado

número de pisos o ante circunstancias emocionales impactantes o el frío—. Se

clasifica en cuatro grados en orden decreciente según su gravedad (desde el grado IV

al I) en función del esfuerzo necesario para provocar su aparición. Así, la angina

estable de grado IV aparece ante grandes esfuerzos (subir más de cuatro pisos); en el

otro extremo estaría la angina estable de grado I, que surge ante esfuerzos mínimos

(hacer la cama, tender la ropa o peinarse). La frontera entre la angina de mínimos

esfuerzos (angina estable de grado IV) y la angina inestable resulta a veces muy sutil.

2.4.LA ANGINA INESTABLE

La angina inestable es la que se presenta por vez primera en un paciente, o bien

aquella que va progresando en frecuencia, intensidad y duración desde una situación

de angina estable (por ejemplo, la angina que va apareciendo ante esfuerzos cada vez

menores), hasta poder llegar a presentarse durante el reposo. De hecho, la angina que

aparece durante el reposo es, por definición, angina inestable, siempre y cuando no se

esté desarrollando un infarto de miocardio, ya que en el infarto también existe angina

en reposo (aunque suele ser más intensa y se acompaña de otras alteraciones que se

verán más adelante). (4)

Normalmente, la angina de reposo que no se corresponde con un infarto suele

desaparecer con nitro- glicerina sublingual, a diferencia del infarto, en el cual no

mejora o lo hace sólo parcialmente. Todo cuadro de angina que se presente en reposo,

y que no mejore tras la administración de nitroglicerina sublingual en cinco minutos,

es motivo ineludible de consulta urgente. Ello se debe a que la sintomatología de la

32
angina de reposo es la que más se solapa con el infarto (en el caso de que no estemos

ante un verdadero infarto).

En la angina inestable, el patrón anginoso que presenta un paciente concreto varía.

Este cambio, que inicial- mente puede no alarmar en exceso, tiene un elevado valor

cuando es recogido por el médico en la historia clínica.

2.5.CAUSAS

La angina de pecho puede ser causada por cualquier condición que afecte el flujo de

sangre al corazón, como por ejemplo:

 Enfermedad de las arterias que llevan sangre al corazón (arterias coronarias):

Sus paredes van acumulando depósitos de grasa (Aterosclerosis). Esto restringe

la circulación de sangre y menos oxígeno puede llegar al músculo del corazón.

Ésta es la causa más común de la angina de pecho.

 Espasmo de una arteria coronaria: Un estrechamiento temporal de la arteria

coronaria hace que la sangre deje de circular, o circule más lentamente por

dicha arteria. Cuando el espasmo pasa, la arteria y la circulación de sangre

vuelven a la normalidad. (5)

 Funcionamiento anormal de las válvulas del corazón (Valvulopatías).

 Arritmias cardíacas. Si bien algunas veces las arritmias no son de gravedad, en

ocasiones originan dolor por angina de pecho. Esto puede deberse a una

frecuencia cardíaca extremadamente baja o alta.

 Anemia: El número de glóbulos rojos (las células de la sangre que transportan

el oxígeno) es muy bajo. Al no llegar la cantidad necesaria de oxígeno al

corazón (sobre todo cuando éste se acelera por algún ejercicio físico) se

desencadena la angina de pecho.

33
 Policitemia: La sangre tiene demasiados glóbulos rojos, lo que causa que se

ponga espesa y circule con dificultad por los vasos sanguíneos de pequeño

calibre. A los fines prácticos, como en la anemia, tampoco llega el suficiente

oxígeno al músculo cardíaco.

 Patología de la Tiroides, en especial cuando dicha glándula funciona en exceso

(Hipertiroidismo).

Es más probable que el dolor de la angina de pecho aparezca cuando el corazón está

trabajando más, por ejemplo:

 Mientras está haciendo ejercicio, como por ejemplo caminando, transportando

algo pesado, teniendo relaciones sexuales, subiendo escaleras, etc.

 Está enojado o nervioso.

 Está en un ambiente con aire frío.

 Está digiriendo una comida abundante.

Sin embargo, también puede tener angina de pecho cuando está descansando o

durmiendo.

2.6.TRATAMIENTO

Estilo de vida:

Cuando la angina de pecho es causada por la enfermedad de las arterias coronarias,

muchas veces el tratamiento consiste en mejorar su estilo de vida. Es posible que deba:

 Dejar de fumar

 Perder peso

 Hacer ejercicios en forma más regular, de acuerdo a las indicaciones de su

médico
34
 Bajar su presión arterial (si es alta)

 Reducir el colesterol (si tiene un nivel alto)

 Reducir la cantidad de azúcar en sangre (si tiene diabetes).

2.7.MEDICAMENTOS:

Con frecuencia los síntomas de la angina de pecho se pueden controlar con

medicamentos. Los nitratos, como la nitroglicerina, aumentan el flujo de sangre al

corazón. Reducen la carga sobre el corazón dilatando (ensanchando) los vasos

sanguíneos coronarios y bajando un poco la presión sanguínea. También son efectivas

las drogas llamadas beta-bloqueantes y los bloqueantes de los canales de calcio. Su

médico también le puede recetar otros medicamentos como inhibidores de la ECA

(enzima de conversión de la angiotensina), aspirina y medicamentos para bajar el nivel

de colesterol. Su médico decidirá qué tipo de medicamento es el adecuado en su caso

en función de los resultados de los análisis y cualquier otro problema médico que

pueda llegar a tener. (6)

2.8.CIRUGÍA:

La angina de pecho causada por un bloqueo de las arterias se puede tratar con dos

tipos de procedimiento: angioplastia o cirugía de derivación (by-pass) coronario.(5)

La angioplastia es un procedimiento más simple que la cirugía de by-pass coronario.

Se le coloca un tubo en la arteria que tiene un balón en la punta. El balón se infla en el

lugar donde la arteria está bloqueada. Esto expande la arteria lo suficiente como para

que la sangre vuelva a circular normalmente. En la mayoría de los casos también se

inserta un stent (una especie de resorte) como parte de este procedimiento para

mantener la arteria abierta. Cuando se coloca un stent, el riesgo de que la arteria se

vuelva a bloquear es sólo del 10% al 15%. Después el balón se desinfla y se saca de la

35
arteria junto con el tubo. Si a usted le deben hacer este procedimiento, es posible que

se tenga que quedar en el hospital sólo un día o dos. (5)

En la cirugía de by-pass coronario, se quitan vasos sanguíneos de otra parte del cuerpo

y se conectan a las arterias coronarias del otro lado del bloqueo. De esta manera se

permite que la sangre se desvíe (by-pass en inglés) alrededor del bloqueo. Para este

procedimiento tendrá que quedarse internado por lo menos 1 semana, seguido de

varias semanas para recuperarse. (6)

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REFERENCIAS BIBLIOGRAFICAS

(1) Anthony Fauci, McGraw-Hill. Harrison: Principios de Medicina Interna. 17° Edición.

México. Interamericana. 2008.

(2) Farreras, Rozman. Tratado de Medicina Interna; 16° Edición. 2008.

(3) Onmeda International

(4) Fundación española del corazón. «La angina de pecho». Disponible en: http://www.

fundaciondelcorazon.com/enfermedades_angina.htm.

(5) H, B. J. Libro del corazón. Guía de la Clínica Mayo. Alcalá de guadaira: Editorial

MAD, 2001.

(6) MedlinePlus. Enciclopedia médica en español. «Ataque cardiaco». Disponible en :

http://www.nlm.nih.gov/medlineplus/encyclopedia.html.

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