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Fabiola,

la mujer que atentó


contra Pinochet
EMEEQUIS | 16 de febrero de 2015

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En septiembre de 1986, en una casa de Cajón del
Maipo, una veintena de combatientes del Frente
Patriótico Manuel Rodríguez (FPMR) se prepara para
morir. Están a punto de atentar contra la comitiva del
dictador chileno Augusto Pinochet y tienen la certeza
de que no saldrán con vida. Sólo uno de ellos es mujer;
utiliza el nombre de guerra de Fabiola. La emboscada
fracasa, pero la joven logra huir, evadiendo por años
a la justicia. Su huella fue seguida por el periodista
Juan Cristóbal Peña, autor de Los fusileros, la más
completa investigación publicada sobre el
atentado y sus protagonistas. Esta es
la historia de esa búsqueda. En la
emboscada a Pinochet se inspiró
parte del octavo capítulo de la
serie Los archivos del cardenal 2.

EMEEQUIS | 16 de febrero de 2015

Por Juan Cristóbal Peña*


ILUSTRACIÓN: JOSÉ QUINTERO
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L
Esa noche de septiembre de 2006, a 20 años de lo que
el FPMR llamó tiranicidio, Fabiola subirá a un pequeño
escenario y saludará a los presentes diciendo hermanos,
compañeros, la lucha continúa, aunque de otro modo y
en otro frente. Luego subirá un muchacho con una gui-
tarra eléctrica para interpretar una versión metalera del
himno del FPMR. Esto es: una versión subversiva de un
grupo subversivo. Entonces Fabiola volverá al escenario
y presentará lo que todos han venido a ver: un documen-
tal del atentado producido por los autores del atentado.
La sala se ensombrece y la pantalla proyecta el emble-
ma del FPMR. Por cinco, 10, 15 minutos. Se escuchan
tímidas rechiflas, algunas bromas. El público se inquie-
ta, comienza a levantarse de sus asientos. Entonces al-
guien sube al escenario y explica que si bien, por proble-
mas técnicos, no se podrá exhibir la película, quedan
todos invitados a un vino de honor. La fecha para un
Las cosas ocurren en los patios de la antigua Peña de los nuevo estreno será anunciada en los próximos días.
Parra. Calle Carmen, entre Marín y Santa Victoria. Es Lo que ha ocurrido es un dèja vu. Una cruel relación
de noche, es comienzos de septiembre de 2006 y en de hechos desafortunados. Como hace 20 años, el
minutos comenzará un acto de homenaje por los 20 años estreno de una película documental sobre el atentado
transcurridos desde el atentado al general Augusto Pi- falla por impericia de sus autores.
nochet. En ese entonces, cuando el Frente Patriótico
Manuel Rodríguez (FPMR) estuvo a punto de matar a
Pinochet, muchos de los presentes en este patio bordea- ***
L
ban los 20 años y eran muchachos y muchachas dispues- a primera vez que contacté a Fabiola fue por correo
tos a dar la vida. Más todavía en el caso de quienes se electrónico. Le conté que preparaba un libro sobre
ofrecieron a participar de una acción que —se les dijo— el atentado a Pinochet y que quería hablar con ella
cambiaría la historia de Chile, pero en la que había un sobre el tema. Le dije que había estado en Francia y Bél-
uno por ciento de posibilidades de salir vivos. Todos los gica hablando con algunos de los 21 fusileros y que la idea
fusileros salieron con vida de esa acción, pero en el ca- era contar sus vidas, quiénes eran antes de esa acción y
mino varios fueron perdiéndola. Por las balas, por las qué había sido de ellos —y de ella— después. Le escribí un
torturas, por el cáncer y por accidentes de tránsito. largo y cuidado correo electrónico y de vuelta recibí uno
Más que héroes, los fusileros que quedan vivos para corto y seco.
septiembre de 2006 son sobrevivientes, y algunos de “Gracias, no me interesa”.
ellos —y ella— rondan por los patios de la antigua Peña Para entonces, por testimonios de ex frentistas, sabía
de los Parra. algo de ella. Había pertenecido a las fuerzas especiales
Ella es Fabiola, o La Negra Fabiola, la única mujer que del FPMR, encargadas de realizar las acciones más con-
esa tarde del domingo 7 de septiembre de 1986 dispa- notadas y audaces, acciones de propaganda armada que
ró a la caravana en que viajaba el dictador. La única de pretendían apoyar el levantamiento popular al que apos-
entre 20 hombres. taba la organización militar, apoyada por el Partido Co-
Fabiola pertenece a la categoría de los fusileros que fue munista, del que dependía.
identificado pero jamás detenido. Jamás hasta que un he- En su diseño original, el FPMR no buscaba derrotar por
cho casual ocurrido mucho después del atentado la llevó las armas al ejército de Pinochet. Eso habría sido un de-
a pasar unos pocos días en prisión, sin que se acreditara lirio. Más bien el FPMR era el puntal que impulsaría a las
su autoría en el hecho por el que tenía orden de captura. masas a alzarse contra el dictador en tiempos en que el
Vivió en la clandestinidad por muchos años. Incluso descontento popular campeaba. De ahí se entiende que
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hasta después del fin de la dictadura. La prensa y la po- además de organizar asaltos para financiarse y acciones
licía de los años ochenta la llamaron “una peligrosa de hostigamiento contra cuarteles de la CNI (Central Na-
terrorista” y la describieron como “morena y de estatu- cional de Informaciones), la organización realizara apa-
ra baja”. Esa misma policía, y la que vino después en gones, secuestros de figuras del régimen, robos a camio-
democracia, la supuso participando en hechos subver- nes de pollos que eran repartidos en poblaciones y tomas
sivos de relieve. Ella misma corroboró esto último en de medios de comunicación para la difusión de proclamas.
una entrevista en Punto Final —la única que ha dado—, Fabiola fue la mujer —la única, otra vez— que participó
en la que dijo que esa tarde del domingo 7 de septiem- de la toma de Radio Minería, en junio de 1984. El FPMR
bre, en la cuesta de Las Achupallas del Cajón del Maipo, cumplía seis meses de vida y sus fuerzas especiales llega-
“las fuerzas de élite de la comitiva del tirano no dispa- ron hasta los estudios de Providencia esquina Tobalaba
raron un solo tiro” y “se lanzaron como conejos al ba- para realizar la que fue considerada la acción más audaz
rranco que da al río Maipo”. y efectiva que se le conociera hasta entonces. Técnicos y
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SIN ÉXITO.
periodistas fueron encerrados en un casino mientras en y Deportivo Orompello. Era muy cercano a otros dos Fabiola huyó de
Las Achupallas
La Florida un segundo grupo se ocupaba de neutralizar a jugadores del mismo club del conurbano entre Viña del dejando cinco
los custodios de la antena transmisora. A esas horas de la Mar y Valparaíso que participarán del atentado a Pino- escoltas
noche, quienes escuchaban al locutor deportivo que rela- chet y harán fama en el FPMR: Mauricio Hernández muertos y nueve
taba un partido de futbol en directo desde el Estadio Na- Norambuena y Mauricio Arenas Bejas. Como todos y gravemente
heridos tras
cional se encontraron con la grabación en caset de una todas en esta y en cualquier otra organización subver-
de sí.
voz gangosa y enérgica que dijo: siva, y también en algunas de fachada legal como la
Atención, pueblo de Chile. La dirección del Frente Patrió- misma CNI, sus integrantes usaban apodos para evitar
tico Manuel Rodríguez se dirige al país. Hermanos, la pacien- ser identificados. Larenas era Salomón y así lo conocían
cia de los chilenos se está agotando. ¿Hasta cuándo vamos a Fabiola y otros combatientes que formaban parte de
seguir soportando esta miseria a la cual se nos pretende con- las fuerzas especiales.
denar? ¿Hasta cuándo tanta hambre, tanta cesantía y tanta Por testimonios y archivos judiciales supe que Salo-
pobreza? ¿Hasta cuándo tendremos que vivir así, mientras món no sólo tenía a cargo un grupo de élite sino también
unos pocos se apropian de los bienes nacionales? (…) ¿Hasta que era uno de los que seleccionaba combatientes para
cuándo habrá que soportar tanta injusticia? ¿Tanto atrope- enviarlos a instruirse militarmente en Cuba. Selecciona-
llo a nuestra dignidad? ¿Tanto crimen de la siniestra CNI? ba y daba instrucciones y dinero y mensajes cifrados en
¿Tanta persecución y tanto abuso? ¿Hasta cuándo? (…) Sólo clave que solían ir embutidos al interior de un tubo de pas-
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cabe luchar con renovada fuerza, empleando todos los medios ta dental. Salomón solía citar a sus subordinados en el
que podamos, incluidas las armas. Parque O’Higgins o en un restaurante chino cercano al
Dos días después de la difusión de esta proclama, el Paradero 9 de la Gran Avenida José Miguel Carrera lla-
diario La Tercera del 8 de junio informaba que “el grupo, mado Sayonara. A sitios como éste, que eran sitios de
en el que aparentemente participaba una mujer, perma- encuentros regulares, el FPMR los llamaba “la oficina”.
neció alrededor de cinco minutos en las oficinas de radio Es probable que Fabiola haya sido citada a ésta o a al-
Minería”. Y que “una vez que la proclama comenzó a ser guna otra “oficina” frecuentada por Salomón. Y que fuera
difundida, los desconocidos se retiraron” con rumbo des- el mismo Salomón quien le diera la noticia de que seguiría
conocido. un curso de instrucción militar en Cuba. Aunque también
Las fuerzas especiales de ese entonces estaban a cargo es probable que la noticia se la diera Benito, el jefe que
de Fernando Larenas Seguel, El Loco Larenas, ex estu- reemplazó a Salomón al frente de las fuerzas especiales,
diante de Ingeniería y recordado arquero del Club Social una vez que en octubre de 1984 éste quedó fuera de com-
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bate. El hecho seguro es que en algún momento de su la misma persona que tiempo atrás te escribió un correo
carrera subversiva Fabiola viajó a Cuba para aprender electrónico. Quise presentarme personalmente y expli-
aspectos básicos de guerrilla urbana. Y que cuatro meses carte lo que estoy haciendo: un libro sobre quiénes eran
después del asalto a Radio Minería, mientras caminaba y qué fue de los autores del atentado. Mi idea es dignificar
por las cercanías del Sayonara, Salomón fue emboscado esa historia. Me parece que esa historia ha sido muy mal
por la CNI. tratada por la prensa conservadora, me parece que hay
Como correspondía a un combatiente de su talla y una historia humana y política que no se ha contado como
experiencia, Salomón acostumbraba andar armado y de- se debe.
cía, como decían muchos en el FPMR, que un combatien- Como la primera vez, hablé largo, midiendo mis pala-
te jamás se entrega, que antes es mejor resistir a tiros que bras. Ella escuchó atenta, sin un asomo de empatía, y
caer en manos de “los chanchos”. Eso fue precisamente cuando terminé, como la primera vez, respondió corto
lo que hizo Salomón: se enfrentó a balazos, pero así y todo, y seco:
tras recibir un tiro en la cabeza que lo dejó muy mal heri- —Gracias, pero ya te dije no te voy a hablar.
do, cayó en manos de la CNI. Fabiola había hablado y su respuesta no dejaba lugar a
la persistencia. Así y todo, guiado más por el orgullo
del momento que por la curiosidad, pregunté:
Ella fue leal a otra máxima que pronunció —¿Por qué que no quieres hablar conmigo?
—Esa historia es nuestra. Esa historia la vamos a
contar nosotros.
el jefe de jefes de la organización: el “dolor
no nos detiene a llorar (...) el dolor y la rabia ***
U
n fusilero del atentado a Pinochet me dijo que
no se transforman en llanto, sino en más la idea fue de Tamara, Cecilia Magni Camino,
egresada del colegio Grange y quien llegaría
fuerza y empuje para salir adelante”. a ser comandante y pareja del líder del FPMR. Tama-
ra siempre se quejaba de que las mujeres no tenían el
mismo lugar que los hombres en el FPMR, de que ha-
bía mucho machismo para ser un grupo revoluciona-
Ocho meses después, en junio de 1985, sus compañe- rio. Por eso insistió ante la jefatura en que Fabiola tenía
ros lo rescataron a balazos desde una clínica y lo sacaron tantas o más condiciones que varios de los hombres se-
del país. Salomón nunca más volvió a ser el de antes. La leccionados para participar del atentado al dictador.
bala en la cabeza lo dejó con un daño neurológico irrepa- Gracias a Tamara, Fabiola estuvo desde el comienzo.
rable. Desde que la dirección del FPMR decidió que la mejor
Fabiola debió sentir el golpe, luego también el consue- manera de terminar con Pinochet era con un atentado
lo de saber liberado a Salomón. Pero ella fue leal a otra dinamitero al paso de su comitiva, de la misma forma en
máxima que alguna vez pronunció José Miguel, el jefe de que 13 años antes ETA había acabado con la vida de Luis
jefes de la organización, quien dijo que el “dolor no nos Carrero Blanco, el leal y más probable sucesor de Franco.
detiene a llorar (...) el dolor y la rabia —agregó— no se Para ello se escogió una amasandería a los pies de la ruta
transforman en llanto, sino en más fuerza y empuje para El Volcán, frente al autódromo de Las Vizcachas, que
salir adelante”. Eso fue precisamente lo que los jefes de Pinochet solía transitar cuando iba o volvía de su casa de
Fabiola vieron en ella: una mujer con arrojo y preparación descanso en El Melocotón. La amasandería era la fachada
militar. Más capaz y preparada que varios de los hombres desde la cual nacería un túnel subterráneo cargado de
seleccionados para actuar en esa acción que debía cam- explosivos, y quien estaba a cargo de atender ese negocio
biar la historia de Chile. de pan amasado, empanadas y bebidas era Fabiola, La
Negra Fabiola.

*** En rigor, poco antes de Fabiola estuvo Claudia, una


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mujer joven y menuda que hacía un pan amasado delicio-

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a segunda vez fue en directo, en septiembre de so. Su problema era otro. En confianza, Claudia se mos-
2006, en los patios de la antigua Peña de los Parra. traba temerosa y dubitativa con los alcances de la misión.
Había llegado a ver el estreno del documental so- “Y si nos pillan, ¿qué nos puede pasar?”, le decía a uno de
bre el atentado, pero sobre todo a hablar con Fabiola. los dos hombres a cargo de cavar el túnel bajo la ruta, y
Sabía que no era una mujer fácil de abordar para un des- ese hombre no tardó en alertar a sus superiores del peligro.
conocido, más todavía para un desconocido que oficiaba Entonces Tamara pensó en Fabiola, esa mujer resuelta,
de periodista. A Fabiola no le gustan los periodistas, me de un carácter opuesto al de Claudia, formada en las fuer-
advirtió un ex combatiente. zas especiales de Salomón.
La abordé diciéndole algo similar a lo que le había dicho Veinte años después, en la entrevista a Punto Final,
unos meses atrás por correo electrónico: hola, mi nombre Fabiola recordó que fue Tamara quien la citó a un punto
es tal y preparo un libro sobre el atentado a Pinochet. Soy en un café de Santiago para decirle que preparara un bol-
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so con ropa porque “estarás fuera por un tiempo”. Tam- gozaban otros combatientes de su rango. Compartía una
bién le dijo que ese mismo día se reuniría con “un com- pieza junto a un grupo de tres hombres asignados a la
pañero al que [yo] había conocido en el exterior”, quien Unidad 502, que se situaría en la ladera del cerro, frente
le explicaría detalles de la misión. Ese día de mayo de a los primeros autos de la caravana, pero a diferencia de
1986 todo fue precipitado para Fabiola: al mediodía re- sus compañeros de cuarto, era la única que podía entrar
cogió su bolso, a la tarde se reunió con el hombre al que y salir sin autorización de algún superior. Eso habla de
probablemente había conocido en Cuba, y a la noche ya una jerarquía por sobre los otros.
estaba instalada en la amasandería. Fabiola tenía más experiencia militar que los tres hom-
En un comienzo Fabiola debía amasar y preparar al- bres de ese cuarto, especialmente que Juan y Óscar. Este
muerzo para ella y los dos encargados de cavar el túnel, último, que es Lenin Fidel Peralta Véliz, declaró en el
además de llevar la marcha del negocio. Pero el trabajo proceso del caso Atentado que en esos días de encierro
era tan demandante que al tiempo no quedó otra que en la casa de La Obra fue Fabiola quien lo
comprar pan y empanadas en un local cercano para ven- ayudó a “practicar en seco (con un fusil),
derlo como si fuera de elaboración propia. La amasande- haciendo puntería a la llama de una vela
ría recibía clientes, y Fabiola y los dos hombres debían en la pieza a oscuras”. También declaró,
guardar las apariencias. También, cuando las obras ya después de ser apremiado de muy malas
estaban avanzadas, guardaban armas y explosivos. El plan maneras por la policía, que antes del Ca-
debía ser ejecutado en septiembre de 1986, a más tardar, jón del Maipo jamás había disparado un
pero por alguna razón fue abortado de manera repentina. fusil ni menos había estado en Cuba.
Si bien el diputado comunista y entonces jefe militar Cuando más —agregó ante la sorpresa de
del FPMR Guillermo Teillier ha sostenido que la acción sus torturadores— había hecho tiro al
fue descartada porque se determinó que podía morir gen- blanco en los patitos de los juegos diana.
te inocente, no se explica por qué no se pensó en eso antes A diferencia de una de las piezas con-
de que el túnel de 18 metros de largo por seis de ancho tiguas, donde se escuchaban risas y has-
estuviera concluido. El mismo razonamiento debilita la ta chistes, en el cuarto de Fabiola había
explicación planteada por “un alto jefe del FPMR” en el silencio, si es que no tristeza. Sobre todo
libro Operación Siglo XX (1990), de Carmen Hertz y Pa- después de que la acción fue postergada
tricia Verdugo, según la cual “el estudio final de esa ope- por una semana y en ese inter la jefatura
ración determinó que la velocidad de los vehículos era decidió que Tamara no entraría en com-
muy alta, sólo fracciones de segundos sobre el túnel, lo bate en la cuesta Las Achupallas. El ar-
que impedía asegurar que cayeran los dos o tres autos gumento esgrimido por los jefes fue que
claves de la comitiva y así asegurar la eliminación de Pi- Tamara era comandante y resultaba
nochet”. necesaria para la etapa que se abriría en
Un hombre que tuvo rango e influencia en la jefatura Chile una vez que el dictador fuera ajus-
del FPMR me confió que lo que echó por tierra el atenta- ticiado. Tamara era demasiado impor-
PLAN B.
do explosivo fue el hallazgo de los arsenales de Carrizal tante para exponerla en una acción en la que de El atentado
Bajo, ocurrido en agosto de 1986, en los días en que el seguro resultaría muerta, se dijo. explosivo
plan estaba próximo a ser ejecutado. Algunos de los que estuvieron cerca de ella en esos días contra la
Entre las 50 toneladas de arsenales incautadas por la me contaron que se resistió a la orden, orden que de se- comitiva de
Pinochet fue
policía de Pinochet había más de mil 200 kilos de explo- guro tomó el mismo José Miguel, el jefe de jefes, que era
remplazado
sivos de TNT y T-4. Una décima parte de esa cantidad fue su pareja y tenía el nombre de Raúl Pellegrin Friedman. por una
suficiente para que el auto de Carrero Blanco volara has- Dicen que Tamara protestó, que hizo amago de rebelarse, emboscada de
ta 35 metros y quedara tendido sobre la azotea de un pero a fin de cuentas, porque el FPMR era una organiza- aniquilamiento.
edificio. Pero según el mismo frentista al que consulté, el ción militar y no un club de amigos, terminó acatando.
descalabro por la pérdida de arsenales fue de tal magnitud En su reemplazo llegó Guido, alias de Julio Guerra Oli-
que obligó a cambiar los planes. vares, que se convirtió en el nuevo jefe de la Unidad 502.
Quizás confluyeron varias cosas. Errores de cálculo, Tamara estuvo hasta el último día en la casa del pobla-
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dispersión de arsenales, detenciones masivas. El hecho do La Obra. Alentó a sus compañeros, repasó los planes
es que un día de agosto de 1986, cuando el túnel estuvo con ellos y consoló a Fabiola. Fue un sustento moral para
concluido, Tamara llegó a la amasandería para dar la no- el grupo de fusileros, además de fungir ante los vecinos
ticia. El atentado explosivo sería reemplazado por una de dueña de casa convencional, a quien la política la tenía
emboscada de aniquilamiento. Y entonces, otra vez, Ta- sin cuidado. Su lugar en esta historia quedó representado
mara pensó en Fabiola. esa mañana de domingo 7 de septiembre, cuando llamó
a los combatientes a formar filas en el living de la casa, y,

*** fusil en ristre, sin mediar palabra, los hizo escuchar el


último discurso del presidente Allende.

E
n la casa del poblado de La Obra, donde se acuar- Tamara estuvo hasta el último, hasta minutos después
teló el comando que emboscó a la comitiva de de que el teléfono de la casa sonara para alertar que la
Pinochet, Fabiola tenía privilegios de los que no comitiva del dictador se había puesto en marcha. En-
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Un instante.
De siete a nueve
minutos duró la
emboscada al
dictador.

tonces Tamara y Lidia, la cocinera de la casa, se despi- ciente, pero esa tarde de domingo, cuando bajó del To-
dieron con abrazos del resto de los combatientes y abor- yota tras sortear la barrera policial y comenzó a caminar
daron un auto rumbo a Santiago. por una calle de Puente Alto, se topó con uno de los
El dolor no nos detiene a llorar, dirá José Miguel, el fusileros de más baja estatura, le tomó la mano y le dijo:
líder del FPMR. Pero esa tarde de domingo 7, cuando “Vámonos juntos, chico, como pololos (novios)”.
se despidió de Tamara, Fabiola la vio llorar. Entonces Fabiola y Rodrigo, de la mano, como novios
ensimismados en sus asuntos, subieron a una micro

*** cualquiera que se dirigía al centro de Santiago.


Veinte años después, en la entrevista de Punto Final,

C
uando me acerqué a Fabiola, quería saber cómo Fabiola habló del atentado pero no contó mucho de esa
fue que ella vivió esos siete a nueve minutos que acción ni menos de sí misma. Tengo la impresión de que
duró la emboscada. Qué ocurrió con el lanzaco- esa entrevista a rostro cubierto, sin identidad verdade-
hetes LAW que tenía a su cargo, si logró dispararlo y dio ra, ayudó a alimentar el mito de Fabiola. Especialmen-
en algún blanco o bien, como ocurrió esa tarde con otros te cuando recordó el modo en que José Valenzuela Levi,
combatientes, si se encontró con un lanzacohetes en mal el jefe de la emboscada, murió en manos de la CNI —
estado. Si vació los tres cargadores de su M-16, si efec- amarrado, de rodillas, de un balazo en la cabeza— y lo
tivamente vio cómo las fuerzas de elite del dictador se relacionó con “el momento de la retirada, cuando (el
lanzaban como conejos al barranco que da al río Maipo. mismo Valenzuela Levi) ordenó no rematar a los escol-
Sabía algunas pocas cosas de ella y quería saber mu- tas heridos”.
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chas más, entender lo que no terminaba de calzar en Después de leer y releer esa parte de la entrevista, me
relatos de terceros. Fabiola era descrita como una mujer quedó rondando una duda: qué hubiera hecho ella en
dura, demasiado autoritaria a gusto de algunos, pero esa caso de no haber recibido esa orden. O bien, qué hubiera
misma mujer, cuando escapaba de la cuesta Las Achu- hecho si Valenzuela Levi hubiera ordenado lo contrario.
pallas a bordo de un Toyota Land Cruiser, dejando cinco
escoltas muertos y nueve gravemente heridos, creyendo
que había tenido éxito pero sin saber si lograría sortear ***
E
la barrera de un control policial en Las Vizcachas, esa n diciembre de 1986, a cinco días de Navidad,
misma mujer de rostro severo que viaja en un auto rum- la prensa oficialista anunció que la Policía de
bo a la muerte, fue la que le pidió matrimonio a viva voz Investigaciones había identificado a dos mujeres
a uno de sus compañeros que venía sentado a su lado. protagonistas del atentado. Una de ellas era Fabiola, que
Fabiola guardaba las distancias y parecía autosufi- según la información oficial se llamaba Adriana del
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NO SOY.
Adriana
Mendoza negó
Carmen Mendoza Candia, chilena, soltera, de 28 años. linfoma que la obligaba a someterse a un tratamien- ser Fabiola,
No había más datos de ella ni pistas para ubicarla. to de radioterapia. haber
Esa mujer que la policía chilena suponía Fabiola había pertenecido al
abandonado el país a fines de septiembre de 1986.
***
FPMR o conocer
a alguna
Desde entonces, y hasta el año 2000, Adriana Men-

E
Tamara. Todo.
doza tuvo orden de detención pendiente. Es probable n estos días he vuelto a buscar a Fabiola. Pien-
que ya nadie la buscara. Es probable que la misma so que puede haber cambiado de opinión tras
Adriana Mendoza pensara que esa orden de detención leer mi libro sobre el atentado a Pinochet [Los
que se dictó en 1986 había perdido vigencia 14 años fusileros, 2007]. Pienso, quiero pensar, que ha cam-
después. De lo contrario no se explica que en diciembre biado su parecer sobre el oficio con que me gano la
de 2000 haya llegado a un cuartel de la Policía de vida. Me dan un par de números de teléfono fijo dónde
Investigaciones para interponer una denuncia por robo contactarla pero están fuera de servicio. Me prometen
y, para su sorpresa, quedara detenida. que la ubicarán y le darán mi recado. Pasan días, sema-
En el expediente del caso Atentado, que aún sigue nas, y Fabiola no acusa recibo. Vuelvo a llamar a uno
abierto, Adriana Mendoza negó ser Fabiola. Negó todo de mis contactos y le pregunto cómo le ha ido con mi
lo que le imputaban: haber participado del atentado a encargo. Me dice que bien y mal. Mi contacto ubicó a un
Pinochet, haber estado en el FPMR y conocido a una amigo de un amigo de Fabiola que se comprometió a
tal Tamara. De todas formas, pese a su negativa, y al preguntarle si esta vez hablaría conmigo. Pero el amigo
tiempo transcurrido desde que ocurrieron los hechos, de ese amigo sabe que Fabiola es una mujer discreta, que
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el juez a cargo de la causa mantuvo detenida a esa mu- guarda distancias, especialmente con los periodistas.
jer de profesión comerciante, con domicilio en Ñuñoa, Al otro lado de la línea telefónica mi contacto prome-
nacida en diciembre de 1958. te que seguirá insistiendo, pero me advierte de que no
Adriana Mendoza permaneció detenida hasta el 4 me haga muchas ilusiones.
de enero de 2001. Casi dos semanas. Sus abogados “Tú sabes cómo es Fabiola”, dice.
lograron su libertad condicional después de que pre-
sentaran un escrito en el que argumentaban que las
declaraciones de algunos de los fusileros que la reco-
nocieron en fotografías habían sido obtenidas bajo * Este reportaje forma parte del libro Los archivos del car-
tortura. denal 2. Casos reales, publicado en noviembre de 2014
Ese escrito también formulaba razones humanita- por el sello Catalonia-Periodismo UDP, Santiago de Chile.
rias: Adriana del Carmen Mendoza Candia sufría un Se reproduce con el permiso de la editorial y del autor.
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