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CAPÍTULO I. METODOLOGÍA DE LA INVESTIGACIÓN.

1
1.1 PROBLEMA DE LA INVESTIGACIÓN

1.1.1 Planteamiento del problema

El presente trabajo trae a la mesa a discusión y análisis la situación que


enfrentan las mujeres encarceladas y de los hijos e hijas que acompañan a su
progenitora encarcelada; en ese sentido, se toma una serie de ingredientes que aborda
y exploran los diferentes elementos del tema.

El que una madre sea encarcelada conlleva aspectos particulares y plantea retos
especiales a familias, legisladores y autoridades penitenciarias por igual, entre otras, la
cuestión de los bebés e infantes viviendo en la cárcel con su madre. De cualquier
manera, el encarcelamiento de un progenitor (trátese de la madre o del padre) afecta a
sus hijos/as. Algunas de las formas en que se ven afectados quizá sean las mismas, o
similares, independientemente de si es la madre o el padre quien ha sido encarcelado;
pero otras pueden ser completamente diferentes dependiendo del género del
progenitor. En el presente trabajo se centra principalmente en los efectos del
encarcelamiento materno con hijos/as que los acompañan en las celdas enfocándose
en tres ámbitos de afectación: salud, educación y esparcimiento.

El encarcelamiento de un progenitor impacta fuertemente a la niñez; por ello,


debe darse mayor atención a los derechos, necesidades y bienestar de los niños y
niñas dentro del sistema de justicia penal, en sus políticas y prácticas. Debido a una
serie de razones (por ejemplo: Que la madre es por lo general única o principal
cuidadora de sus hijos/as); lo complicado que es arreglar quién cuide a los/as niños/as;
la probabilidad de que una mujer encarcelada quede a gran distancia de su hogar,
implica una serie de dificultades que debe sortear para visitar a su progenitora en la
cárcel; entre otros factores. Por tales circunstancias, en algunos casos se opta que sus
hijos los acompañen en la prisión. El encarcelamiento de una madre puede ser más
dañino para los niños y niñas que el encarcelamiento de su padre. No obstante, es
importante no subestimar el daño que el encarcelamiento del padre puede tener sobre
sus hijos/as.
2
Existen grandes lagunas en la investigación de las necesidades de los hijos e
hijas de padres encarcelados. No solamente faltan estadísticas sobre el número de
niños y niñas afectados por el encarcelamiento de su padre o madre, sino que también
falta información sobre: Cómo mantener una relación sana con su progenitor en prisión,
programas de fortalecimiento familiar y de apoyo a la niñez.

En la Convención sobre los Derechos de la Niñez, de las Naciones Unidas, se


subraya la necesidad de proteger a niños y niñas de toda forma de discriminación o
castigo por causa de la condición o las actividades de sus progenitores y que el interés
superior del niño o niña habrá de ser una consideración.

Para una mayor abundancia se realizará una investigación de campo en el


Centro de Readaptación Social de Coatzacoalcos área femenil, para constatar de cerca
lo que muchos que no han pisado una prisión, suponen se vive al interior de los
CERESOS. El presente trabajo trae a la mesa a discusión y análisis la situación que
enfrentan las mujeres encarceladas y de los hijos e hijas que acompañan a su
progenitora encarcelada; en ese sentido, se toma una serie de ingredientes que aborda
y exploran los diferentes elementos del tema.

El que una madre sea encarcelada conlleva aspectos particulares y plantea retos
especiales a familias, legisladores y autoridades penitenciarias por igual, entre otras, la
cuestión de los bebés e infantes viviendo en la cárcel con su madre. De cualquier
manera, el encarcelamiento de un progenitor (trátese de la madre o del padre) afecta a
sus hijos/as. Algunas de las formas en que se ven afectados quizá sean las mismas, o
similares, independientemente de si es la madre o el padre quien ha sido encarcelado;
pero otras pueden ser completamente diferentes dependiendo del género del
progenitor. En el presente trabajo se centra principalmente en los efectos del
encarcelamiento materno con hijos/as que los acompañan en las celdas enfocándose
en tres ámbitos de afectación: salud, educación y esparcimiento.
El encarcelamiento de un progenitor impacta fuertemente a la niñez; por ello,
debe darse mayor atención a los derechos, necesidades y bienestar de los niños y

3
niñas dentro del sistema de justicia penal, en sus políticas y prácticas. Debido a una
serie de razones (por ejemplo: Que la madre es por lo general única o principal
cuidadora de sus hijos/as); lo complicado que es arreglar quién cuide a los/as niños/as;
la probabilidad de que una mujer encarcelada quede a gran distancia de su hogar,
implica una serie de dificultades que debe sortear para visitar a su progenitora en la
cárcel; entre otros factores. Por tales circunstancias, en algunos casos se opta que sus
hijos los acompañen en la prisión. El encarcelamiento de una madre puede ser más
dañino para los niños y niñas que el encarcelamiento de su padre. No obstante, es
importante no subestimar el daño que el encarcelamiento del padre puede tener sobre
sus hijos/as.

Existen grandes lagunas en la investigación de las necesidades de los hijos e


hijas de padres encarcelados. No solamente faltan estadísticas sobre el número de
niños y niñas afectados por el encarcelamiento de su padre o madre, sino que también
falta información sobre: Cómo mantener una relación sana con su progenitor en prisión,
programas de fortalecimiento familiar y de apoyo a la niñez.

En la Convención sobre los Derechos de la Niñez, de las Naciones Unidas, se


subraya la necesidad de proteger a niños y niñas de toda forma de discriminación o
castigo por causa de la condición o las actividades de sus progenitores y que el interés
superior del niño o niña habrá de ser una consideración.

Para una mayor abundancia se realizará una investigación de campo en el


Centro de Readaptación Social de Coatzacoalcos área femenil, para constatar de cerca
lo que muchos que no han pisado una prisión, suponen se vive al interior de los
CERESOS.

1.1.2 Formulación del problema

4
¿Cómo se ven afectados los niños y niñas que viven con madres reclusas en la
ciudad de Coatzacoalcos, Veracruz, en cuanto a salud, educación y esparcimiento?

1.1.3 Justificación de la investigación

La protección de los derechos humanos de la víctima de un delito, debe


visualizarse como un derecho importante en un Estado respetuoso de los mismos,
correspondiente a cada ser humano, por lo que el objetivo del tema a estudiar estriba
en crear conciencia hacia una cultura de protección y ayuda a las víctimas de un
derecho criminológico, amparado con un Estado de Derecho.

La victimología se visualiza como un fenómeno social, que se venía estudiando


en forma aislada, pero con el pasar de los tiempos, se ve en la necesidad de
comprenderla y estudiarla en forma conjunta todas las ciencias sociales, persiguiendo
de forma mancomunadas un bien común, para la impartición de justicia, ante un hecho
delictivo determinado, dando resultados que de ella derivan en forma real y sus posibles
soluciones al problema. La protección de los derechos humanos de la víctima de un
delito, debe visualizarse como un derecho importante en un Estado respetuoso de los
mismos, correspondiente a cada ser humano, por lo que el objetivo del tema a estudiar
estriba en crear conciencia hacia una cultura de protección y ayuda a las víctimas de un
derecho criminológico, amparado con un Estado de Derecho.

La victimología se visualiza como un fenómeno social, que se venía estudiando


en forma aislada, pero con el pasar de los tiempos, se ve en la necesidad de
comprenderla y estudiarla en forma conjunta todas las ciencias sociales, persiguiendo
de forma mancomunadas un bien común, para la impartición de justicia, ante un hecho
delictivo determinado, dando resultados que de ella derivan en forma real y sus posibles
soluciones al problema.

1.1.4 Limitaciones

5
Algunos obstáculos que se presentaron en la realización de la tesina y la
aplicación del instrumento fue la poca disponibilidad de las algunas personas al
desconfiar del por qué del cuestionamiento o temática. A parte de que las inclemencias
del tiempo también fue un factor que impedía trabajar con mayor rapidez en el
desarrollo del mismo.

1.2 DELIMITACIÓN DE LOS OBJETIVOS

1.2.1 Objetivo general

Crear conciencia de los daños que les son causados a estos infantes desde el
momento que se les mantiene en prisión y al momento de incorporarlos a la sociedad.

1.2.2 Objetivos específicos

Expresar la importancia que tienen las áreas adecuadas para su esparcimiento.

Exponer ante la autoridad competente más y mejores servicios médicos dentro


del reclusorio de Coatzacoalcos.

Asociar educación digna tanto a madres reclusas como a hijos que las
acompañan.

1.3 FORMULACIÓN DE LA HIPÓTESIS

1.3.1 Enunciación de la hipótesis

Hi: A mayores implementos de salud, educación y esparcimiento dentro del


reclusorio mayor calidad de vida para los internos.

1.3.2 Determinación de las variables

1.3.2.1 Variable independiente

6
V.I.: Implementos de salud, educación y esparcimiento dentro del reclusorio.

1.3.2.2 Variable dependiente

V.D.: Calidad de vida de los internos.

1.4 MARCO METODOLÓGICO

1.4.1 Nivel de investigación

La tesina se fundamenta en una investigación de índole descriptiva ya que busca


conocer y explicar las ventajas y desventajas de la problemática en estudio, hasta
detallar su panorama real.

1.4.2 Diseño de investigación

Se apoya en la investigación documental y experimental, pues permite apoyarse


en referentes bibliográficos y opiniones de las partes que están inmersos directamente
en el fenómeno.

1.4.3 Población

La población a estudiar es Centro de Readaptación Social de Coatzacoalcos,


Veracruz.

1.4.4 Selección de la muestra

Madres reclusas, visitantes y personalidades encargadas del Centro de


Readaptación Social de Coatzacoalcos, Veracruz.

1.4.5 Tipo de muestreo

7
El tipo de muestreo fue al azar simple pues en el estudio todos tenían la misma
posibilidad de ser elegidos en la encuesta así como en sus estudios descriptivos de
casos particulares.

8
CAPÍTULO II. MARCO TEÓRICO

2.1 Historia general de la penitenciaria.

La prisión, es y ha sido una institución utilizada desde tiempos remotos, para


cumplir con la función de asegurar a los delincuentes de tal manera que éstos no
eludan las consecuencias jurídicas de sus acciones antisociales. Así como una forma
de castigo para lograr la corrección y el arrepentimiento de los delincuentes.
9
Es muy frecuente el utilizar los términos de cárcel y prisión como sinónimos, pero
debemos decir que la cárcel, es tan sólo el lugar destinado a la custodia de los
delincuentes por el tiempo que dure el proceso para determinar su posible
responsabilidad penal, y por otro lado la prisión es el lugar destinado para el
cumplimiento de una condena otorgada a través de una sentencia condenatoria dictada
por el órgano judicial correspondiente.

2.1.1 La prisión en la historia.

Muy brevemente, se podrá mencionar que la prisión ha convivido con el hombre


asociado con otros hombres, desde las primeras etapas de la sociedad organizada y se
manifestó por mucho tiempo como una instancia de retención en tanto que el grupo al
que pertenecía el detenido, decidía de qué forma ejecutarlo, por considerar que había
dañado de forma grave a su comunidad y sus dioses protectores.

Así los más fuertes o representantes del poder embrionario de estas sociedades
primitivas, retenían a sus violadores de las normas de supervivencia que ponían en
peligro la tribu nómada o la agrupación más estable ya asentada en algún lugar, para lo
cual utilizaban cualquier sitio que pudiera impedir la escapatoria del individuo, así,
colgado o amarrado en árboles, enterrado en la arena, encerrado en un pozo en fin,
utilizando primero los lugares que la naturaleza misma proveía y luego construyendo
algunos lugares seguros para esta retención en tanto se decidía como castigarlo.

Han de pasar muchos siglos para que en cierto momento se piense en que las
penas aplicadas a los ya entonces considerados delincuentes, no producían el efecto
esperado y a pesar de la crueldad de su ejecución, las amputaciones, ojos extraídos,
lenguas arrancadas, despellejamientos y la enorme variedad de formas de matar que
se practicaban, hacían cada vez más inútiles y peligrosos a estos delincuentes y no los
obligaban a abandonar su vida delictiva.

10
Un pequeño aprecio por la vida humana parece orientar la decisión de
abandonar estas salvajes medidas y sustituirlas por aquella que se usaba sólo como
precaución y aseguramiento, durante un ya mejor estructurado proceso para decidir la
sanción aplicable al acusado, utilizando la privación de la libertad ya como sanción.

El ideal copiado de las prisiones monásticas, construidas para el aislamiento


individual y la reconciliación con Dios, mediante la oración y el sufrimiento físico auto
infringido, no llega a realizarse en las prisiones seglares que desde sus inicios sufren
del cáncer que hasta la fecha las hace disfuncionales totalmente: la sobrepoblación.

Sin embargo, la esperanza de mejorarlas y alcanzar la meta de limitar o inclusive


suprimir el delito, sigue por siglos intentando mejorarlas, reglamentarlas, ordenarlas y
hacerlas que funcionen. La función que se les asigna va casi siempre de acuerdo con
los fines de la pena en general, de la pena de prisión en especial y del pensamiento
político del poder que las rige en los distintos momentos y países.

2.1.2 La prisión en la edad media.

Durante la segunda mitad del siglo XVIII se realizaron grandes protestas por
parte de filósofos y teóricos del derecho; respecto a los actos sanguinarios de los que
se valía la autoridad para aplicar justicia y los cuales se convirtieron en un tipo de circo
para la población de la época.

En la Edad Media no existió la pena privativa de la libertad, ya que en ese


momento se encontraban vigentes las penas corporales como los azotes, amputaciones
de los miembros del cuerpo. Además existían las penas infamantes y las penas
pecuniarias, así como la prisión como medio de custodia o resguardo hasta la
celebración del juicio, dicha custodia o resguardo se llevaba a cabo en castillos,
torreones y calabozos.

Después de este periodo sangriento, a causa de la expansión cultural y


económica además del humanismo que se vivía a mediados del siglo XVIII, surgieron

11
en Europa las “casas de trabajo”, a causa de la necesidad de mano de obra barata, una
de las casas de trabajo más importantes fue la de Ámsterdam en Holanda.

Pero no es sino hasta finales del siglo XVIII en que culmina la evolución de la
prisión y se generaliza su utilidad como sanción, su buena aceptación se debió a que
además de no ser tan cruel como la pena de muerte o las penas corporales puede
servir para retribuir, por esto se llegó a pensar que la prisión fue el gran invento social
de la época.

2.1.3 La prisión en México. Pueblo Azteca.

Los diversos reinos y señoríos prehispánicos tuvieron sus propias legislaciones.


“En ellas se prevenía un sinnúmero de delitos con sus correspondientes sanciones.
Historiadores indígenas, españoles y los estudiosos de documentos de aquella época,
reseñan este aspecto de la vida en Mesoamérica, ya que a dichos antepasados se les
castigaba cuando atentaban en contra de la vida, integridad física, libertad personal,
patrimonio y honor de alguna persona de esa sociedad”. 1

También cuidaban con rigor la defensa de valores de la vida familiar, así como el
respeto y diferencia que los jóvenes deberían tener hacia sus mayores “reyes, jefes,
sacerdotes, ancianos”. Igualmente crearon normas penales para preservar usos,
costumbres, creencias y prácticas pagano−religiosas como “casamientos” con sus
requisitos y formalidades.2

Los sistemas penales de esa época contenían disposiciones sobre la aplicación


de la “Pena de Muerte”. Existieron también otras sanciones, como los castigos
corporales, esclavitud, destierro, confiscación de bienes y privación de la libertad. Se
sabe que estas penas existieron entre los pueblos de Mesoamérica, pero en particular
en el pueblo Azteca, que contaba con tres reclusorios:

1
Malo Camacho, Gustavo. “Historia de las cárceles en México”. INACIPE, México 1988.

2
Ídem.
12
A).- PETLACALLI: “para culpables de faltas leves”.
B).- TEILPILOYAN: “para deudores y reos a salvo de la pena de muerte”.
C.- CAUHCALLI: para responsables de delitos graves (lesiones, homicidio)
“condenados a morir”.3

¿Qué ha sido de ese Derecho Penal antiguo? La pregunta puede extenderse


hasta inquirir por la supervivencia del orden jurídico prehispánico. El “Derecho Colonial”
puso fin a buena parte de la antigua regulación penal prehispánica, 4 este hecho fue
natural y sucedió, ya que los españoles en la dominación aplicaron las máximas de
derecho punitivo de España. “Con particular elocuencia e intensidad sobre ciertas
“costumbres culturales” de las cuales nacían los valores fundamentales que organizaba
y protegían al sistema penal histórico, según sus propias convicciones, traduciéndose
las creencias en prácticas sociales, de las cuales nació la interrelación entre el Estado,
y la sociedad e individuos. Algunos historiadores reconocen que no fue fácil dejar
intacto el sistema penal anterior, porque la cultura Europea se sobrepuso a la del
pueblo Azteca en forma antagónica”.5

No obstante, los pueblos indígenas han conservado algunas de sus tradiciones


penales, en ellas perduran determinados conceptos sobre el crimen y prácticas más o
menos constantes sobre la aplicación de los castigos. Los modos de ordenarlos y
ejecutarlos subsisten con o sin la anuencia del “Derecho Moderno”. En muchos casos
es inequitativa y represiva la aplicación que se le hace al indígena, o habitante natural
de una región determinada de nuestra República, la observancia obligatoria del
Derecho procesal y penal y del ejecutivo carcelario, ajenos a su cultura y costumbres
históricas.6

Es sabido que entre los indígenas son legítimos algunos comportamientos lícitos
para ellos, pero no para el resto de los mexicanos. Como sucede con el consumo de
algunas sustancias psicotrópicas y naturales vinculadas con las alucinógenas en
3
Malo Camacho, Gustavo. “Historia de las cárceles en México”. INACIPE, México 1988.
4
Ídem.
5
Ídem.
6
Mendoza Bremauntz Emma. “La institucionalización de delincuentes en México”.
Derecho Penitenciario, México.
13
ceremonias ancestrales. En lo que atañe a la sanción que no se aplica en contra de
miembros de estos grupos étnicos, actualmente este tipo de actividades prevalecen de
manera oculta, existiendo así cierta tolerancia que convierte a dichos casos en un acto
de excepción con respecto a la sociedad ancestral; sin embargo, estos compatriotas
nuestros tienen la misma calidad de ciudadanos mexicanos. Por lo tanto son entes con
derechos y obligaciones de observancia general hacia la Constitución Federal de los
Estados Unidos Mexicanos y demás ordenamientos jurídicos penales de aplicación y
observancia general.7

Es importante señalar que no puede establecerse un sistema legal completo de


excepción de carácter nacional; ya que el Derecho Moderno no acepta muchas de las
prácticas antiguas de las etnias indígenas existentes, que actualmente viven en el país.

2.1.4 Dominación Española.

Durante la Colonia −etapa de tres siglos de dominación española− de la “Nueva


España”, en lo que ahora es nuestro México, fueron utilizadas normas dictadas
exclusivamente para las metrópolis y ciudades; como fueron: Las Leyes de las Siete
Partidas, iniciadas en Europa en el año 1255, la Nueva Recopilación 1530 y la
Novísima Recopilación 1680, respectivamente. De igual modo estuvieron vigentes
ordenamientos expedidos particularmente para los territorios españoles de “ultramar” de
la “Nueva España”. Como lo fue la Recopilación de las “Leyes de los Reinos de las
Indias de 1530”, en donde se describen los delitos, la fijación de las penas que se les
debían aplicar a los habitantes que incurrían en omisiones de carácter penal dentro de
los territorios conquistados por “Don Hernán Cortés Pizarro” y su ejército Español.

En la época de la Colonia existió y se aplicó un “Sistema de Fueros”, estos eran


ordenamientos jurisdiccionales específicamente dispuestos y creados para ciertos
grupos que detentaban el poder, y que los transformaron en costumbres o canonjías
propias de ellos y estos eran aplicados por las clases privilegiadas en su beneficio en
contra de los naturales por: terratenientes, hacendados, encomenderos de origen

7
Gaceta jurídica de Derecho penal. “Escuela libre de Derecho”. 1965
14
español, europeos, dueños de minas, militares y en particular la Iglesia a través de los
clérigos, monjes de las Órdenes religiosas, y funcionarios del Gobierno de la “Santa
Inquisición” realizaban labores muy particulares de enriquecimiento ilícito e inhumano,
por los malos tratos dados a los indígenas por medio de la esclavitud y explotación. 8
“Los fueros” se aplicaban por tribunales “Sui generis”, manejados de acuerdo a
intereses personales de los poderosos, quienes eran los que proporcionaban riquezas a
la corona española por impuestos, que cobraban al pueblo indígena y a los demás por
lo tanto tenían la protección de los Reyes que gobernaban a España.

Es importante señalar que quienes aplicaban los “fueros” tenían sus cárceles
particulares en las haciendas centros de trabajo. En dichos sitios existían las llamadas
“Tiendas de Raya”, que servían para proporcionar mercancía (satisfactores) a los
empleados para medio vivir. Nunca un sueldo en moneda de la época.9 9

A la Nueva España llegaron algunas propuestas penales del “Viejo Mundo”. Fue
el caso de las infracciones contra la “fe, religión y las buenas costumbres”, cuya
aplicación se encomendaba en España, el Tribunal del Santo Oficio con el apoyo de las
autoridades y pudientes de la elite social de esa época. En México se instituyo el
ejercicio de la Santa Inquisición desde el siglo XIV hasta el siglo XVIII, 300 años de
dominación española y termina justo en la época cercana al movimiento libertario de
1810. Estos principios penales se aplicaron en contra de criollos hijos de españoles
nacidos en México, mestizos, indígenas naturales y esclavos traídos de África, todos los
mencionados eran la mayoría de la población de la “Nueva España”.

Fue en la recopilación “Leyes de Indias de 1530”, en donde se citó por primera


vez en México la privación de la libertad como Pena. Mencionada en los “IX libros”
divididos en títulos integrados por una buena cantidad de disposiciones jurídicas en
cada uno. El título VI del libro VII con 24 leyes, denominado “De las cárceles y

8
Calon Cuello Eugenio. “La moderna penalogía represión del delito y tratamiento de los delincuentes, Penas y medidas”. Bosch,
Barcelona, España. 1958.

9
Idem.
15
carceleros”, y el título VII con 17 leyes “De las visitas de cárcel”. El título VIII, con 28
leyes se denomina “De los delitos y penas y su aplicación”. 10

Con los ordenamientos jurídicos, mencionados en anteriores párrafos, se puede


observar que las Leyes de Indias ordenaban que cada Ciudad o Pueblo debería tener
su propia cárcel, para el castigo que se les debía imponer a los delincuentes, por los
diferentes delitos que hubiesen cometido en contra de la sociedad. Estos sitios tenían
que contar con la autorización de las autoridades del centro, ubicadas en la Ciudad de
México, a través de la persona del Virrey; por este hecho se instrumentaron tres
presidios en la capital: La Real Cárcel de la Corte de la Nueva España, ubicada
actualmente donde se encuentra el “Palacio del Gobierno Federal de los Estados
Unidos Mexicanos”; “La Cárcel menor de la Ciudad” para faltas leves y la “Cárcel de
Santiago Tlatelolco” para delincuentes especiales y peligrosos. 11

Cabe mencionar que en todo el mundo donde existieron reinados y principados


gobernados por grupos recalcitrantes que profesaban y enseñaban la religión católica,
estos, utilizaron los conventos como prisiones, en particular las Órdenes o grupos de
Frailes de la Nueva España, que edificaron diversos recintos como el faustoso “castillo
de Chapultepec” también fue utilizado como prisión, mansión lugar donde residieron
altos personajes de la época como el Emperador Maximiliano de Habsburgo y la
emperatriz Carlota, personajes de origen Austriaco, posteriormente al castillo se usó
como escuela militar y actualmente como Museo histórico del Distrito Federal. Algunos
ejemplos de estos son el Convento de Tlaxcala, fundado en 1524, 12 el Convento de San
Francisco, fundado y construido por los “Monjes Franciscanos”, en nuestra Ciudad de
Pachuca Hidalgo; y que posteriormente fue la “Penitenciaria del Estado o Cárcel del
Estado” y parte de este también, “Cuartel Del Ejercito del 44 batallón de Infantería” y
actualmente alberga las instalaciones del Archivo Histórico, de la Fototeca Nacional,
Escuela de Bellas Artes del Estado y salones de exposiciones culturales, del centro
cultural Hidalgo.

10
Calon Cuello Eugenio. “La moderna penalogía represión del delito y tratamiento de los delincuentes, Penas y medidas”. Bosch,
Barcelona, España. 1958.
11
Idem.
12
García Ramírez. “Manual de prisiones”. Ed. Bota, México, 1970
16
La fortaleza de “San Juan de Ulúa” en el Puerto de Veracruz, representa un caso
muy particular dentro de la historia penitenciaria mexicana. Situada en un Islote
construido alrededor del año 1582 y concebida en un principio para defender al “Puerto”
de probables invasiones que pudiesen realizar naciones extranjeras de conquista, fue
construida con argamasa de calicanto y grandes rocas que forman gruesas paredes
amuralladas. Ese sitio tiene figura geométrica de un “paralelogramo irregular”; con dos
torres de defensa ubicadas al oriente y poniente; una más grande que otra, con sala de
artillería y cuenta con escotillas o boquetes para los cañones.

“Al haber sido utilizada como prisión este se ha hecho famosa en la historia de
México por haber albergado a celebres personajes, entre los que cabe mencionar al
ilustre “Don Benito Pablo Juárez García”, Benemérito de las Américas, mandatario
Constitucional de la República Mexicana. Así como al novelesco personaje de la época
de la Colonia; Jesús Arriaga alías “Chucho El roto”, filántropo benefactor de los
pobres”.13

Estos dos hombres de personalidades opuestas tuvieron la desgracia de pasar


algún tiempo recluidos en “San Juan de Ulúa”. Sitio célebre por sus desperfectos de
construcción por ejemplo: sus techos y paredes agrietadas que filtraban agua
putrefacta. Existían mazmorras con una gota de agua continua que producía un ruido
infernal que golpeteaba la cabeza de los presos y este hecho los trastornaba. Los
calabozos eran pequeñas celdas en las que los reos únicamente cabían parados y en
forma irónica llevaban los nombres del “purgatorio”, hecho cierto; porque en vida se
purgaba el castigo impuesto. “El limbo”, y “El potro” (sala de tortura donde existía una
rueda donde se sujetaba al condenado con unas correas atadas a sus manos, las
cuales se apretaban dándole vuelta a la polea para que confesara) ya estado agónico
soñaban que llegaban “al cielo”.14

“Como hemos podido observar, en la “época de la Colonia”, los edificios


utilizados como “cárceles” no eran construidos exprofesamente para funcionar como

13
Chavero Alfredo. “México a través de los siglos”. México 1967. Ed Cumbres, Tomo II.

14
Chavero Alfredo. “México a través de los siglos”. México 1967. Ed Cumbres, Tomo II.
17
tales; aunque estuvieran de acuerdo a los lineamientos en su construcción, siendo una
copia de los edificados en España; ya que estos eran específicamente construidos para
cuarteles militares, fortalezas y conventos religiosos”.15

2.1.5 Época Republicana Constitucional.

En 1823 habiendo transcurrido dos años después de la consumación de la


guerra de Independencia, Don José Joaquín Fernández de Lizardi, presenta un
proyecto sobre el manejo de las prisiones de la época, el documento no sólo contenía
normas para el mejoramiento de las prisiones, sino que también directrices para la
organización del “trabajo penal”. En ella aparecen los principios para la enseñanza de
algunos oficios, y actividades manuales artísticas.

Ya en plena efervescencia del México independiente, en 1826, aparece el trabajo


de “carácter obligatorio” como norma dentro de las cárceles. 16 Y para no violentar las
garantías individuales de los encarcelados se empiezan a valorar los principios
constitucionales de los mismos,17 posteriormente en 1843, se actualiza dentro de la
norma jurídica que debían de existir dos tipos de cárceles: Se crea la “cárcel de la
Ciudad”para individuos que estaban sujetos a proceso penal y la de “Santiago
Tlatelolco” para los reos que tenían sentencia firme, a estos se les destinaba a trabajar
en obras públicas.18

Hacia 1848 el Congreso General ordenó que se construyeran lugares de


detención preventiva y reclusión, así como una correccional que atendiera a la juventud
de esa época, también se creó un asilo para ancianos liberados, sin readaptación social
esta no se manejaba ya que no estaba contemplada en el Reglamento de Prisiones de
esa época.19

15
Idem.
16
Mendoza Bremaunts Emma. “Justicia en la prisión del sur”. México. Instituto Nacional de Ciencias Penales, 1991.
17
Mendoza Bremaunts Emma. “Justicia en la prisión del sur”. México. Instituto Nacional de Ciencias Penales, 1991.
18
Carranca y Rivas Raúl. “Derecho Penitenciario”. pp. 118
19
Idem.
18
Las prisiones tanto en México como en el mundo entero siempre han sido
lugares dantescos por el horror, sufrimiento y las constantes violaciones a los Derechos
Humanos de los encarcelados. En Europa ya existía una costumbre que era el destierro
y deportación de presos a lugares alejados de la sociedad. En México se instituyó este
sistema a partir de 1860 donde se acordó el traslado al penal a delincuentes, ladrones,
vagos y mal vivientes a un lugar de Yucatán. También surge la deportación a Valle
Nacional de Oaxaca.20

Por un decreto de carácter Constitucional que promulgó el Presidente José


Fernando Porfirio Díaz, a partir del año de 1905 se autorizó la creación de la “Colonia
Penitenciaria en las Islas Marías”, siendo la Secretaría de Gobernación Federal quién
declaró legal el régimen de la Colonia Penal mencionada. Este primer reglamento
empezó a aplicarse por el personal que administraba dicho penal.

Así transcurrieron las primeras dos décadas de la penitenciaría de la Ciudad de


México, por los vicios antes mencionados y por la situación imperante de las cárceles
del país en la Constitución del año 1917, se dieron los lineamientos prácticos a seguir
para en la creación de un sistema penitenciario moderno; en su operación aparece la
“prisión preventiva”. Dentro de las directrices trazadas se contempla el procedimiento
por delitos que merecían pena corporal o alternativa de carácter pecuniario y así mismo
los de aseguramiento personal, en esta cárcel ya se ordenaba la separación entre
procesados y sentenciados, creándose una categorización para evitar la
sobrepoblación. De tal manera que toda pena de más de dos años de reclusión efectiva
esto se compurgaría y llevaría a cabo en colonias Penales o Presidios que estaban bajo
la Jurisdicción del Gobierno Federal, estos centros se encontrarían ubicados fuera del
territorio del Distrito Federal, debiendo pagar los Estados a la Federación los gastos
correspondientes originados por el traslado de estos; también los gobiernos estatales
debían cubrir a la federación la manutención personal de los encarcelados. 21

20
Kenneth Turner John. “México barbaro. Ensayo sociopolítico”. B. Costa Amic Editor, México 1974.

21
Cárdenas Gregorio. “Adiós Lecumberri”. 4ta reimpresión, México, 1982

19
En el año de 1958 se puso en operación la penitenciaría de Santa Martha Acatitla
cárcel de mujeres. Once años más adelante, en 1969, un grupo de expertos
encabezados por Sergio García Ramírez, llevan a cabo la reforma penitenciaria,
construyendo CEFERESOS y CERESOS, como el de Almoloya de Juárez, Estado de
México.

Para 1971, la reforma que fue impulsada por el Gobierno del Lic. Luis Echeverría
Álvarez, se edificaron en las capitales de los estados, reclusorios entre ellos el
CERESO de Pachuca, que inicio a funcionar en 1975. En el mes de junio del año 1976
se cerró Lecumberri, entrando en operaciones tres reclusorios: Norte, Oriente y el del
Sur, este último dos años después en 1978 destinados a la rehabilitación de los
delincuentes del Distrito Federal.

2.2 DE LOS CENTROS DE READAPTACIÓN SOCIAL.

Este análisis tiene la intención de provocar una discusión de los propósitos de las
prisiones, del respeto y el reconocimiento que se hacen de los Derechos Humanos al
interior de los centros penitenciarios del país; por lo que hay dos opciones: continuar
con las políticas criminales y penitenciarias de los últimos años, o detenerse a
recapitular sobre el uso que se le ha dado a las prisiones y sus consecuencias.

Las prisiones mexicanas en su condición actual son espacios propicios al


contagio criminógeno. No sólo por el hacinamiento que muchas registran, sino también
por la convivencia entre internos de distinta peligrosidad. Las prisiones mexicanas en la
actualidad no reinsertan ni rehabilitan, más bien arruinan vidas. El paso por la prisión,
aunque breve, marca de por vida. Y en esa condición de estancia está más del 60 por
ciento de la población en reclusión, que purga penas menores a tres años por delitos no
graves ni violentos, pero que ameritaron la respuesta más contundente y dura del
Estado mexicano.

2.2.1 Objetivos de la prisión.

20
De acuerdo con Jeremy Bentham (1780), la prisión cumple con al menos tres
funciones: incapacitar, rehabilitar y disuadir. La incapacitación se refiere a quitarle al
sentenciado la posibilidad de cometer más delitos. La rehabilitación se centra en la
eliminación del deseo de delinquir. La disuasión busca causarle temor, tanto al
sentenciado como a la población en general, de violar la ley y ser sancionado por ese
motivo.

2.2.2 Concepción de la prisión.

En México, la justificación constitucional de la prisión ha cambiado a lo largo de


la historia. “Entre 1917 y 1965 el objetivo fue la “regeneración” de la persona que
delinque; entre 1965 y 2008 fue la “readaptación social del delincuente”, mientras que a
partir de la reforma de junio de 2008 al artículo 18 el propósito es buscar la “reinserción
social del sentenciado”, de manera que quienes salen de prisión pierdan el deseo de
volver a delinquir. Asimismo, desde la reforma de junio de 2011 se incorporó el respeto
a los derechos humanos como la base del sistema penitenciario”. 22

El propósito de la prisión en México, tal como lo define el artículo 18


Constitucional es: “lograr la reinserción del sentenciado a la sociedad y procurar que no
vuelva a delinquir, observando los beneficios que para él prevé la ley. Las mujeres
compurgarán sus penas en lugares separados de los destinados a los hombres”. 23 Esto
se debe lograr con base al respeto de los derechos humanos, el trabajo, la capacitación
para el mismo, la educación, la salud y el deporte. Sin embargo, lejos de ser un castigo
exclusivo para quienes realmente han cometido un delito y deben purgar una sentencia;
en lugar de ser un espacio para promover la reinserción a la sociedad de quienes violan
la ley, las prisiones mexicanas son espacios hacinados, donde los derechos humanos
no son respetados y la violencia prevalece.

Efectivamente, el aumento significativo en los niveles de violencia e inseguridad


en los últimos años ha exigido una respuesta firme a favor de la justicia y la paz social;
22
Padilla Arroyo, Antonio, “De Belem a Lecumberri. Pensamiento social y penal del México decimonónico,” Archivo General de la
Nación, México, 2001.
23
Congreso de la Unión, Cámara de diputado, Leyes, Texto original CPEUM 1917, [en línea], México, Párrafo reformado DOF 10-
06-2011 Formato PDF, Disponible en: http://www.diputados.gob.mx.
21
ante el aumento del fenómeno criminal en el país junto con casos emblemáticos de
personajes destacados (hombres y mujeres) del crimen organizado y de la política que
sugieren situaciones de impunidad, la tentación de optar por la prisión como un
instrumento de venganza es mayúscula y hasta cierto punto entendible en el imaginario
social; sin embargo, el deseo de justicia retributiva se aleja de los propósitos ideales de
la prisión, así como de las prioridades colectivas. Ante la situación tan precaria de las
prisiones mexicanas, es fundamental preguntarse si cumplen con su labor de
reinserción y si conviene que la privación de la libertad sea la sanción preeminente para
prácticamente todos los delitos que se cometen en México, independientemente de su
tipo o gravedad.

2.2.3 Reforma al sistema penitenciario.

El 18 de junio de 2008 entró en vigor la reforma constitucional en materia de


justicia penal, encaminada a construir un nuevo sistema nacional penitenciario. De
dicha reforma se desprende la obligación de cada entidad federativa de promulgar en
un lapso de tres años una legislación secundaria sobre el nuevo sistema de reinserción,
así como el régimen de modificación de las penas.

“En la actualidad todas las entidades federativas han publicado su respectiva ley,
sin embargo, presentan graves deficiencias, tales como el sometimiento de los nuevos
jueces de ejecución”24 a que prioricen en sus resoluciones, criterios discrecionales
técnico-médicos (expediente técnico progresivo individualizado), emitidos por las
autoridades penitenciarias, quebrantando derechos como la presunción de normalidad y
socavando la función que constitucionalmente ha sido reasignada a los jueces para
determinar la duración de la sanción. Por ende, la duración efectiva de la sanción penal
sigue condicionada por la administración y el personal técnico.

2.2.4 Condiciones carcelarias.

24
El Juez de Ejecución penal es un órgano judicial con funciones de vigilancia, decisorias y consultivas, encargado de la ejecución
de las penas y medidas de seguridad y determinación de la duración y modalidad de la sanción; de acuerdo al principio de legalidad
y del control de la actividad penitenciaria, garantizando los derechos de los internos y corrigiendo los abusos y desviaciones que
puedan producirse por parte de la Administración Penitenciaria.
22
Es indudable que la administración (2006–2012) realizó un esfuerzo sin
precedentes para ampliar la capacidad instalada en los centros federales de
readaptación social.
“Al inicio de la administración se contaba con 6 centros federales y al final
existían 14 y 3 más se encontraban en construcción. Sin embargo, este cambio de
infraestructura no ha erradicado el problema de fondo ya que la población penitenciaria
actualmente (2013) es de 242,754 internos, ocupando el sexto lugar a nivel mundial”; 25
las cárceles tienen capacidad para 194,118 personas lo que significa que hacen falta
espacios físicos para 48,636 reclusos.

“De los 418 centros de reclusión que hay en el país, 220 presentan un problema
de sobrepoblación, el cual afectan al sistema penitenciario mexicano con una tasa de
ocupación penitenciaria del 126.33%, e incluso existen estados de la República cuya
tasa rebasa el 170% de ocupación penitenciaria, como el Distrito Federal con 181% y
Jalisco con 176.4%”.26 En tan sólo 7 estados se concentra el 48.5% de la población
penitenciaria, lo cual sugiere que es necesaria una mejor distribución de la misma.

La sobrepoblación ha generado una grave situación de autogobierno, corrupción


y altos grados de violencia e incidentes que pone en riesgo la vida y seguridad de las
personas privadas de libertad que están bajo la responsabilidad del Estado. El
problema del autogobierno se ha agravado debido al aumento de internos vinculados
con la delincuencia organizada, recluidos en centros estatales y municipales, quienes
controlan a la población penitenciaria, sometiéndola a un régimen personal de favores y
privilegios, generalmente mediante el pago de cuotas, situación que es tolerada por
algunas autoridades. Es del conocimiento público la existencia de diversas actividades
delictivas, los cuales corrompen a las autoridades a fin de obtener toda clase de
facilidades para organizar o seguir cometiendo delitos graves desde los centros de
reinserción social.

2.2.5 Sistema penitenciario femenil.

25
World Prison Brief by the International Centre of Prison Studies, Ver: http://www.prisonstudies.org.
26
Secretaría de Seguridad Pública, Estadísticas del Sistema Penitenciario Federal, Enero 2013.Ver:http://www.ssp.gob.mx.
23
En lo que respecta a las mujeres internas, ellas, enfrentan desde su detención,
una rutina de abusos, violencia y corrupción. Las prisiones mixtas son un factor de
riesgo para las mujeres, de los 418 centros penitenciarios sólo existen 10 centros
femeniles. En los centros mixtos se ha identificado que las mujeres comparten diversos
espacios con la población masculina como talleres, tiendas de abarrotes y patios de
visita en donde existen espacios improvisados como casitas o cabañas en las que se
genera prostitución forzada.

La complejidad de esta problemática obliga a los legisladores, a la comunidad


jurídica en general, y a la defensa pública en particular, a reflexionar sobre los
argumentos a desarrollar a favor de la concesión y creación de medidas alternativas al
encierro en la prisión femenil o crear instalaciones adecuadas para un buen desarrollo e
integración familiar en el caso de las mujeres embarazadas o con hijas o hijos de corta
edad.

El sistema penitenciario mexicano está en crisis y, sin embargo, ésta no se


aborda y mucho menos se resuelve, ningún ciudadano realmente interesado se mueve
de su postura; a pesar de lo anterior el ambiente de opinión sigue inclinándose por
incrementar penas, encarcelar a más gente, ni la evidencia de lo que ocurre en los
penales, ni los sucesos en las calles son suficientes para provocar un cambio de
opinión.

2.3 NIÑOS QUE CONVIVEN CON MADRES RECLUSAS.

A menudo se describe a los hijos de madres/padres encarcelados como las


víctimas olvidadas de la justicia, cuando una madre o padre va a la cárcel, sus hijos se
ven afectados, de forma directa y negativa. No obstante, estos efectos rara vez son
considerados en los procesos de justicia penal, durante los cuales la atención se enfoca
en determinar la culpabilidad o inocencia de una persona y en castigar a quienes

24
infringen la ley. Al no tomar en cuenta a los hijos de las madres y los padres
encarcelados ni hablar con ellos a lo largo de todas las etapas del proceso de justicia
penal se están ignorando, los derechos, necesidades y el interés superior del niño o
niña.

2.3.1 Mujeres embarazadas privadas de la libertad.

Como se ha mencionado anteriormente, la población penitenciaria femenina;


atraviesa una situación difícil y complicada, por las carencias y padecimiento que viven,
sobre todo las mujeres embarazadas o con hijas o hijos que los acompañan; es del
conocimiento público que la provisión de servicios básicos dentro de las prisiones, el
mantenimiento de la higiene y la seguridad, así como los programas de rehabilitación se
encuentran en un estado de profundo deterioro. Es por ello el interés del presente
trabajo de investigación, pues es, todo un tema que requiere una mayor atención y un
tratamiento especial.

2.3.2 Incremento en la población penitenciaria femenil.

El número de mujeres recluidas en prisión está creciendo a un ritmo


preocupante, “las estadísticas del servicio Penitenciario Federal demuestran que en
nuestro país, las mujeres privadas de la libertad ocupan el 5% en promedio del total de
la población penitenciaria; para Veracruz significa poco más del 6%”. 27 Las cárceles de
mujeres son una especie de anexo o añadido a las de los hombres y los niños pasan a
ser una especie de anexo o añadido a las de mujeres.

2.3.3 Niños y niñas presos de las circunstancias.

Más allá del impacto diferencial del encierro en la población penitenciaria


femenina, la situación de las mujeres embarazadas o con hijas o hijos merece ocupar
más atención.

27
Instituto Veracruzano de las Mujeres. Gobierno del Estado de Veracruz. México 2008

25
En cuanto a las primeras, la cárcel es un lugar inadecuado para garantizar el
acceso a los recursos y la atención especializada con relación a dieta, ejercicios, ropa,
medicamentos y cuidados médicos. A ello se suma que el alumbramiento en situación
de encierro y los niveles de ansiedad y estrés tienen directa incidencia en la mayor o
menor salud física y emocional del niño. En cuanto a las mujeres con hijas o hijos
pequeños, el tiempo en prisión produce la ruptura del grupo familiar y el aislamiento de
las detenidas de sus afectos más primarios, hecho que aumenta sensiblemente los
efectos del encarcelamiento. Un escenario especialmente difícil se da cuando las niñas
o niños que acompañan a su madre en prisión, y con el tiempo cumplen la edad límite
para la permanencia en el establecimiento penitenciario, en ese momento, deben
afrontar la separación de su progenitora y la inserción en ámbitos desconocidos.

“Si bien es cierto que la posibilidad de llevar a sus hijas o hijos a prisión puede
reducir las consecuencias negativas de la separación, no es menos acertado que el
encierro conforma un factor de riesgo adicional para el grupo familiar. Sobre el impacto
de la separación, un informe de la organización Quaker United Nations Office” 28 ha
señalado que las niñas y niños experimentan una gran cantidad de problemas
psicosociales: depresión, hiperactividad, comportamiento agresivo o dependiente,
retraimiento, regresión, problemas de alimentación, entre otros. El encarcelamiento de
la madre generalmente obliga a que sus hijas o hijos deban mudarse disgregadamente
con parientes, amistades o vecinos; todos éstos arreglos alternativos reportan
situaciones de abuso, sin embargo, permanecer con sus madres en la cárcel no parece
ser una mejor opción. En el ámbito carcelario, las niñas y niños deben enfrentar las
mismas dificultades que sus madres en cuanto al aseguramiento de sus derechos en
materia de educación, salud y vínculos con el exterior, pero con un mayor grado de
vulnerabilidad.

Los niños que crecen en la cárcel no tienen garantizados sus derechos y son una
población altamente vulnerable; no se ha dotado a las prisiones de los recursos
específicos para que estos infantes puedan estar en condiciones dignas y se les hagan

28
Rachel Taylor (2004) Mujeres en la cárcel e hijos de madres encarceladas: investigación preliminar (QUNO).
26
efectivos, entre otros, sus derechos a la salud, la alimentación, la educación, la
recreación y la convivencia en un ambiente sano e higiénico.

En una entrevista realizada a la doctora en Antropología Social y Psicoanalista,


Elena Azaola Garrido, del Centro de Investigaciones y Estudios Superiores en
Antropología Social (CIESAS) y también miembro de la Academia Mexicana de
Ciencias (AMC), expreso: “No tenemos datos precisos de cuántos niños viven en las
prisiones porque no hay quien registre este dato, habría que ir a cada cárcel del país
para conocer este dato”; aseguró.

2.3.4 Impacto educativo, psicológico y social, en niños con madres reclusas.

Los niños que no acompañan a su madre en prisión, probablemente tendrán que


asumir nuevos papeles en el hogar a fin de apoyar en las labores domésticas y en lo
económico a otros miembros de la familia. La relación con su madre encarcelada o/y las
relaciones con otras personas de su entorno se verán por lo general afectadas, tal vez
tengan que mudarse de colonia, de casa o de escuela.

En general, el sistemas de justicia mexicano aún no reconoce estos impactos,


muchos de ellos no registran la información sobre los hijos de los presos, a veces ni
siquiera en relación a si la persona encarcelada tiene o no hijos. Las autoridades
respectivas no han hecho los esfuerzos necesarios por compensar estas fallas
principalmente a nivel local, más que hacer cambios en los procedimientos y
estructuras oficiales, deberían colocar como prioritarios el interés superior de los niños
en el centro de todas aquellas cuestiones que del contexto carcelario les afecta.

2.4 CONDICIONES DE OPERACIÓN DEL CENTRO DE


READAPTACIÓN SOCIAL FEMENIL DE COATZACOALCOS.

Como resultado del trabajo de investigación realizado en el Centro de


Readaptación Social de Coatzacoalcos, logre constatar las condiciones tan precarias en
las que se encuentran las mujeres privadas de la libertad y de las internas que tienen
27
niñas o niños con ellas; observe que existen hechos que contravienen normas
nacionales e internacionales sobre los Derechos Humanos, relativos a la reinserción
social, a la igualdad, al trato digno, a la protección de la salud, a la legalidad y
seguridad jurídica. A pesar de las dificultades que existe para lograr una entrevista con
las internas, debido al temor (Lo cual es notorio) a represalias por proporcionar
información comprometedora, logre entablar una conversación con alguna de ellas; fue
una conversación corta que me arrojo información suficiente para lograr el motivo de la
visita, como a continuación se expone.

2.4.1 Alimentación.

De los múltiples problemas que padecen las internas es la mala alimentación, los
alimentos que les proporcionan están en mal estado y en muchos de los casos echados
a perder, en pocas palabras, la comida es escasa, de mala calidad y preparadas con
poca higiene, además, en algunas ocasiones, no logran consumir las tres comidas al
día ni les proporcionan los utensilios necesarios, lo mismo padecen los hijos que
conviven con ellas.

2.4.2 Servicio médico.

En relación al tema de salud, el traslado a un hospital implica que las mujeres


sean llevadas con medidas de seguridad desproporcionadas como el uso de esposas.
Las mujeres embarazadas son altamente discriminadas al no otorgarles los servicios
médicos adecuados a sus necesidades. En los centros de reinserción no existen
médicos especializados en ginecología y obstetricia. Ni atención pediátrica para los
menores que acompañan a sus madres.

2.4.3 Espacios recreativos.

En el Centro de Readaptación Social de Coatzacoalcos, en el área femenil, no


cuenta con instalaciones ni espacios para que las internas y las que tienen niños,

28
puedan disfrutar de actividades deportivas, talleres, laborales y recreativas; por el
contrario están relegadas a espacios físicos muy reducidos.

2.4.4 Ingobernabilidad.

Las internas refieren que las formas de violencia más comunes son: Cobro por
estancias o planchas para dormir, áreas de privilegio, correctivos disciplinarios,
tocamientos, palabras obscenas, hostigamiento, acoso sexual, prostitución y favores
sexuales que condicionan sus derechos; en algunos casos son sometidas a métodos de
anticoncepción forzada, para que no renuncien a su derecho a la visita íntima, sin
valorar si el método es adecuado y compatible con su cuerpo, sin brindarles información
y sobre todo sin importar que otorguen su consentimiento.

2.4.5 De las instalaciones en general.

La estructura física del Centro de Readaptación Social de Coatzacoalcos, no son


las apropiadas para ningún ser humano; el deterioro de sus instalaciones; aparte de la
cantidad y calidad de los alimentos y el agua para beber, escasez de artículos de uso
diario, mala calidad de la atención médica, poca comunicación de las internas con sus
familiares, también; faltan espacios para la práctica de actividades educativas,
deportivas, recreativas y laborales, para ellas y sus hijos; así como también se percibe
un alto porcentaje de sentimiento de inseguridad al interior de las celdas, porque
carecen de personal adecuado de seguridad y custodia. Si estas circunstancias son
adversas para las internas, por lo consiguiente, no es un lugar adecuado para el menor
que se ve obligado a acompañar a su mamá en prisión.

El abandono del sistema penitenciario ha generado las condiciones que hoy en


día se vislumbra derivado de la falta de inversión, atención, equipamiento y
capacitación del personal. Así, muy difícilmente se alcanzara el propósito del artículo 18
Constitucional, lograr la “reinserción social del sentenciado.”

29
CAPÍTULO III. ANÁLISIS E INTERPRETACIÓN DE LA
INVESTIGACIÓN

3.1 TÉCNICAS E INSTRUMENTOS DE RECOLECCIÓN DE DATOS

La técnica de recolección de datos que se empleó en la tesina es el cuestionario


mismo que aparece en el apartado de anexos de este trabajo, el cual fue aplicado a 25
personas elegidas azarosamente en el Centro de Readaptación Social de
Coatzacoalcos, Veracruz.

30
3.2 TÉCNICAS DE PROCESAMIENTO Y ANÁLISIS DE DATOS

1. ¿Tiene el reclusorio Duport Ostión instalaciones médicas porcentaje


adecuadas para brindar servicios médicos a sus internos?

2. Si 30%
3. NO 45%
4. SE DESCONOCE 25%

1.- ¿Tiene el reclusorio Duport Ostión instalaciones médicas adecuadas para

brindar servicios médicos a sus internos?

Fuente: Centro de Readaptación Social de Coatzacoalcos, Veracruz.

Autor: Juan Carlos Rojas Nolasco.

2.- ¿Cuenta con el personal capacitado para brindar esos servicios porcentaje
médicos?

1. Sí 30%
2. No 45%
3. Se desconoce 25%
2.- ¿Cuenta con el personal capacitado para brindar esos servicios médicos?

Fuente: Centro de Readaptación Social de Coatzacoalcos, Veracruz.

Autor: Juan Carlos Rojas Nolasco.

31
3.- ¿Existe el equipo necesario básico para una consulta médica? porcentaje

1. Sí 38%
2. No 29%
3. Se desconoce 33%

3.- ¿Existe el equipo necesario básico para una consulta médica?

Fuente: Centro de Readaptación Social de Coatzacoalcos, Veracruz.


Autor: Juan Carlos Rojas Nolasco.

4.- ¿Se imparten consultas psicológicas para infantes con madres porcentaje
reclusas?
1. Si 5%
2. No 40 %
3. Se desconoce 55%

4.- ¿Se imparten consultas psicológicas para infantes con madres reclusas?

Fuente: Centro de Readaptación Social de Coatzacoalcos, Veracruz.


Autor: Juan Carlos Rojas Nolasco.

5.- ¿Existen aulas para impartir educación básica para los niños porcentaje
que viven con madres reclusas?
1.Si 3%
2.No 7%
3.Se desconoce 90%

32
5.- ¿Existen aulas para impartir educación básica para los niños que viven con
madres reclusas?

Fuente: Centro de Readaptación Social de Coatzacoalcos, Veracruz.


Autor: Juan Carlos Rojas Nolasco.

6.- ¿Tienen material didáctico adecuado? porcentaje


1.Si 15%
2.No 30%
3. Se desconoce 55%

6.-¿Tienen material didáctico adecuado?

Fuente: Centro de Readaptación Social de Coatzacoalcos, Veracruz.


Autor: Juan Carlos Rojas Nolasco.

7.- ¿Quién imparte estas clases? porcentaje


1.Personal externo 20%
2.Los mismos reclusos 0%
3.Se desconoce 80%

7.- ¿Quién imparte estas clases?

33
Fuente: Centro de Readaptación Social de Coatzacoalcos, Veracruz.
Autor: Juan Carlos Rojas Nolasco.

8.- ¿Tienen validez oficial? porcentaje


1.Si 2%
2.No 0%
3.Se desconoce 98%

8.- ¿Tienen validez oficial?

Fuente: Centro de Readaptación Social de Coatzacoalcos, Veracruz.


Autor: Juan Carlos Rojas Nolasco.

9.- ¿Cuenta con área de esparcimiento? porcentaje


1.Si 35%
2.No 42%
3.Se desconoce 23%

9.- ¿Cuenta con área de esparcimiento?

34
Fuente: Centro de Readaptación Social de Coatzacoalcos, Veracruz.
Autor: Juan Carlos Rojas Nolasco

10 ¿Tiene áreas recreativas para estos infantes? porcentaje


1.Si 40%
2.No 53%
3.Se desconoce 7%

10. ¿Tiene áreas recreativas para estos infantes?

Fuente: Centro de Readaptación Social de Coatzacoalcos, Veracruz.


Autor: Juan Carlos Rojas Nolasco

Interpretación de datos.

Los resultados que se pueden ver en los porcentajes expuestos en las gráficas
demuestran que falta mucho en materia de calidad y atención en materia de salud,
educación y educación de las madres reclusas y sus hijas que conviven con ellas. Falta
mucho por construir como instalaciones especiales para el tratamiento de las reclusas
embarazadas, para una adecuada asistencia médica prenatal o posnatal del recién
nacido y de la madre.

Instalar o contar también con todos los instrumentos necesarios una 'sala cuna', que se
encargue de un programa socioeducativo del niño.

35
Crear programas de atención para las niñas y niños que permanecen con sus madres,
atendiendo sus necesidades de salud, educación, actividades deportivas, con el
propósito de respetar los derechos fundamentales de la niñez.

Para llevar a cabo dichos programas, además de lo expuesto en los puntos 2 y 3; se


deberá insertar en la legislación correspondiente el mandato de construcción de todas
aquellas condiciones que permitan una adaptación plena en la calidad y transformación
no solo de la reclusa sino de sus menores.

CAPÍTULO IV. RECURSOS NECESARIOS

36
4.1 RECURSOS HUMANOS Y MATERIALES

Recursos materiales:

Hojas, impresiones, lápiz, lapicero, internet, computadora, memoria USB, libreta,


carpetas, transporte, alimentos.

Recursos humanos:

Docente del curso, departamento de titulación, coordinadora de personal,


docente asesor, compañeros de curso de titulación.

Recursos financieros:

Costo del curso $12,500


Impresiones: $650.00
Gasolina: $1200.00
Internet: $400.00

37
4.2 CRONOGRAMA

Cronograma de Actividades Semanal

Actividades Agosto Septiembre Octubre Noviembre

1 2 3 4 5 1 2 3 4 5 1 2 3 4 5 1 2 3 4 5

Selección del tema.

Definición del problema.

Justificación del tema.

Establecimiento de los objetivos

Construcción del marco teórico.

Formulación de hipótesis.

Determinación de las variables.

Definición variables teórica y


opera.

Diseño de la metodología de la
investigación

Determinación del tipo de


estudio.

Procedimiento de Recopilar
información.

Procesamiento de información.

Interpretación de los resultados.

Conclusiones y
recomendaciones.

Presentación impresa.

Presupuesto.

Cronograma de actividades.

Bibliografía.

Anexos.

CONCLUSIONES Y RECOMENDACIONES

38
Del estudio y análisis de la información recabada, así como del resultado de la
visita y entrevista realizada en el Centro de Readaptación Social de Coatzacoalcos área
femenil; concluí que los centros penitenciarios, no contemplan de manera específica y
clara, la situación de las mujeres recluidas y de sus menores hijos, que les garantice
una estancia digna, salud, educación, esparcimiento, legalidad y reinserción social; tal y
como lo establece los preceptos de la Constitución Política de los Estados Unidos
Mexicanos.

La infraestructura de los centros de readaptación social donde se encuentran


recluidas las madres con hijos, carecen de equipamiento y condiciones propias para la
atención de sus necesidades en términos de respeto e igualdad; con una clara violación
de sus derechos humanos y una grave afectación al interés superior del niño.

ANEXOS

39
CUESTIONARIO.

1.- ¿Tiene el reclusorio Duport Ostión instalaciones médicas adecuadas para brindar
servicios médicos a sus internos?
Sí.
No.
Se desconoce.

2.- ¿Cuenta con el personal capacitado para brindar esos servicios médicos?
Sí.
No.
Se desconoce.

3.- ¿Existe el equipo necesario básico para una consulta médica?


Sí.
No.
Se desconoce.

4.- ¿Se imparten consultas psicológicas para infantes con madres reclusas?
Sí.
No.
Se desconoce.

5.- ¿Existen aulas para impartir educación básica para los niños que viven con madres
reclusas?
Sí.
No.
40
Se desconoce.

6.- ¿Tienen material didáctico adecuado?


Sí.
No.
Se desconoce.

7.- ¿Quién imparte estas clases?


Personal externo.
Los mismos reclusos.
Se desconoce.

8.- ¿Tienen validez oficial?


Sí.
No.
Se desconoce.

9.- ¿Cuenta con área de esparcimiento?


Sí.
No.
Se desconoce.

10.- ¿Tiene áreas recreativas para estos infantes?


Sí.
No.
Se desconoce.

GLOSARIO

41
A:

Acusado: Persona imputada de delito contra quien se ha presentado ya una


acusación. Mientras la acusación no se haya presentado se le debe llamar imputado.
En caso de delito menos grave, tan pronto se determina la existencia de causa probable
para arrestar, la denuncia sirve como pliego acusatorio; pero si el delito es grave, tiene
que haber una vista preliminar para determinar causa probable para acusar. Es sólo
después de ésta que el fiscal puede presentar la acusación.

C:

Culpabilidad (sujeto culpable): Cualidad del agente en la medida en que se le


imputa a título de reproche (como culpable) un hecho típicamente antijurídico.

P:

Penitenciaría: Establecimiento penitenciario en el que los penados sufren


condenas superiores al arresto impuestas por los tribunales.

R:

Readaptación: Acción de hacer que una persona o cosa se adapte de nuevo a


algo la readaptación de especies a medios salvajes.

Reclusorio: La prisión o cárcel por lo común es una institución autorizada por el


gobierno. Es el lugar donde son encarcelados los internos y forma parte del sistema de
justicia de un país o nación. Pueden ser instalaciones en las que se encarcele a los
prisioneros de guerra. Forman parte del sistema penitenciario, que es el conjunto de
prisiones y la organización respectiva que las administra.

BIBLIOGRAFÍA
42
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de los delincuentes, Penas y medidas. Bosch, Barcelona, España. 1958.

Chavero Alfredo. "México a través de los siglos". México 1967. Ed Cumbres,


Tomo II.

Carranca y Rivas Raúl. "Derecho Penitenciario". pp. 118

Cárdenas Gregorio. "Adiós Lecumberri". 4ta reimpresión, México, 1982

Congreso de la Unión, Cámara de diputado, Leyes, Texto original CPEUM 1917,


[en línea], México, Párrafo reformado DOF 10-06-2011 Formato PDF, Disponible en:
http://www.diputados.gob.mx

Gaceta jurídica de Derecho penal. "Escuela libre de Derecho". 1965

García Ramírez. "Manual de prisiones". Ed. Bota, México, 1970

Instituto Veracruzano de las Mujeres. Gobierno del Estado de Veracruz. México


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Kenneth Turner John. "México barbaro. Ensayo sociopolítico". B. Costa Amic


Editor, México 1974.

Malo Camacho Gustavo. "Historia de las cárceles en México". Inacipe, México


1988.

Mendoza Bremauntz Emma. "La institucionalización de delincuentes en México".


Derecho penitenciario, México.

43
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Nacional de Ciencias Penales, 1991.

Padilla Arroyo, Antonio, "De Belem a Lecumberri. Pensamiento social y penal del
México decimonónico," Archivo General de la Nación, México, 2001

Rachel Taylor (2004) Mujeres en la cárcel e hijos de madres encarceladas:


investigación preliminar (QUNO).

Secretaría de Seguridad Pública, Estadísticas del Sistema Penitenciario Federal,


enero 2013.Ver: http://www.ssp.gob.mx

World Prison Brief by the International Centre of Prison Studies, Ver:


http://www.prisonstudies.org.

44

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