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Características del desarrollo del vocabulario

Las teorías sobre el desarrollo del vocabulario coinciden en que el conocimiento de


una palabra se adquiere de manera incremental. En consecuencia, en un principio este
conocimiento de la palabra es inestable y parcial (Frishkoff, Perfetti & Collins-Thompson,
2011). Además, reconocen que el desarrollo involucra varias dimensiones: la familiaridad
de la representación fonológica, las diferentes dimensiones del significado, la exposición de
la palabra en distintos contextos lingüísticos y la calidad de la asociación entre el significado
y la representación fonológica de la palabra (Frishkoff et al., 2011). La gradualidad de
adquisición de nuevas palabras también se advierte en que existe un continuo que va desde
tener un conocimiento muy parcial del significado hasta lograr un conocimiento completo
del significado (Coyne, McCoach, Loftus, Zipoli & Kapp, 2009).
La amplitud y la profundidad del vocabulario se adquieren paulatinamente a través
del tiempo. En cuanto a la amplitud, los niños van precisando la representación fonológica,
lo que significa que los niños pasan de una representación fonológica incompleta a una
completa (Belinchon, Igoa & Riviere, 1994). Un ejemplo de representación fonológica
incompleta es la palabra kottero (helicóptero). En la palabra se advierte que no están
presentes todas las sílabas y tampoco todos los fonemas. El grado de dificultad para
completar la representación fonológica de una palabra dependerá de su complejidad
fonológica. Así, un niño logrará una representación fonológica finalizada de la palabra papa
con mayor facilidad que la palabra bicicleta. En tal sentido, el desarrollo de la amplitud
depende de las características fonológicas de las palabras.
Al igual que en la amplitud, los niños adquieren la profundidad de la palabra
paulatinamente porque van precisando y completando su significado (Bermeosolo, 2001).
Esto significa que los niños no manejan el mismo significado que poseen los adultos de las
palabras. Por ejemplo, para un niño de 6 años el significado de silla es “algo que sirve para
sentarse”. Evidentemente este significado es correcto pero impreciso e incompleto. Para
precisarlo y completarlo se debe agregar la siguiente información: mueble, con respaldo,
de uso individual. Esta información el niño logrará incluirla en el significado en la medida en
que la palabra aparezca en diversos contextos lingüísticos que le entregue claves para poder
incluir en el significado dicha información.

La influencia de los diferentes contextos o experiencias comunicativas en el desarrollo


del vocabulario
La conversación oral es la primera fuente que utilizan los niños para aprender nuevas
palabra que aluden a situaciones cotidianas. Cuando los niños ingresan a la escolaridad, la
conversación impacta menos en el desarrollo del vocabulario porque el contexto escolar
provee al niño de palabras más especializadas través de los textos escolares y del discurso
del profesor (Beck & McKeown, 2007). En consecuencia, el desarrollo del vocabulario está
influido por los diferentes contextos en que el niño se desenvuelve. Al respecto, se puede
afirmar que las conversaciones cotidianas son una fuente muy importante en la etapa pre-
escolar. Por su parte, en la etapa escolar los textos escolares y el discurso académico del
profesor se convierten en fuentes muy relevantes de adquisición de nuevas palabras.
El modelo Experiencia de la Palabra propuesto por Reichle y Perfetti (2003) postula
que el aprendizaje de una palabra implica una serie de experiencias comunicativas donde
se escucha o lee una palabra. En estas experiencias se distingue información de tipo focal y
de tipo lingüístico contextual. La información de tipo focal es la referida a la representación
fonológica y al significado de la palabra. A su vez, la información contextual alude al tipo de
oración en que se escuchó o leyó la palabra. Cada experiencia provee una oportunidad para
codificar la representación fonológica y el significado de la palabra, originando trazas en la
memoria sobre estos aspectos.
Es importante destacar que la calidad de las experiencias comunicativas o contextos
puede ser distinta. Al respecto, se propone que una experiencia de buena calidad es aquella
que le permite al niño extraer con mayor facilidad el significado de una palabra. Por
ejemplo, Frishkoff et al. (2011) entregan el siguiente ejemplo para ilustrar una buena
calidad del contexto: Aire fresco, ejercicios y una buena alimentación son parte de un estilo
de vida saludable. Este contexto entrega varias claves para inferir el significado de saludable
(es el estado del organismo que le permite ejercer todas sus funciones, Diccionario de la
Lengua Española, Edición del tricentenario)
Por lo tanto, una mayor cantidad de estas experiencias será recomendable para un
buen aprendizaje de una determinada palabra.
Referencias

Beck I. & McKeown, M. (2007). Increasing Young Low-Income Children’s Oral Vocabulary
Repertoires through Rich and Focused Instruction. The Elementary School Journal,
107 (3), 251-271.
Belinchón, M.; Igoa, J. y Riviere, A. (1994) Psicología del lenguaje. Investigación y teoría. Madrid,
Trotta.
Bermeosolo, J. (2001). Psicología del Lenguaje. Fundamentos para educadores y estudiantes de
pedagogía. Santiago, Ediciones Universidad Católica de Chile.
Coyne, M.; McCoach, B.; Loftus, S.; Zipoli, R. & Kapp, S. (2009). Direct Vocabulary Instruction in
Kindergarten: Teaching for Breadth versus Depth. The Elementary School Journal, 110 (1),
1-18.

Frishkoff, G.; Perfetti, Ch & Collins-Thompson, K. (2011). Predicting Robust Vocabulary Growth
from Measures of Incremental Learning. Scientific studies of reading, 15(1): 71–91.

Reichle, E. & Perfetti, Ch (2003). Morphology in Word Identification: A Word-Experience Model


That Accounts for Morpheme Frequency Effects. Scientific studies of reading, 7(3), 219–
237.

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