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bsCOMPENDIO DE NOTICIAS

COMUNIDAD DE NACIONES SUDAMERICANAS – UNASUR 2001/20015

ALCSA

Reunión de funcionarios argentinos y


brasileños
Los funcionarios analizarán el conflicto planteado por la política de incentivos
especiales y exenciones fiscales que Brasil puso en marcha para atraer a las industrias
automotrices hacia el centro, norte y nordeste del país.
MARTES 07 DE ENERO DE 1997

El secretario de Industria, Comercio y Minería, Alieto Guadagni, se


reunirá mañana con el ministro brasileño de Industria, Francisco
Dornelles.

El funcionario argentino viaja con una propuesta concreta para hacer


frente a la medida, que pone en desventaja al resto de los integrantes
del Mercosur: que el mercado común considere a los automóviles que
se fabriquen en las terminales que se ubiquen en las zonas de trato
preferencial del Brasil como si provinieran desde afuera del bloque
regional.

En consecuencia, esas unidades no podrían ser comercializadas en el


Mercosur sin el pago previo de aranceles de alrededor de un 20 por
ciento.

Otros temas
Pero el tema automotriz, si bien está a la cabeza de las cuentas
pendientes de Guadagni en cuanto al Mercosur, no es el único que le
preocupa.

En petróleo y gas, Brasil está analizando una nueva ley de


hidrocarburos con el objetivo de regular y fiscalizar las actividades del
sector. Pero se le otorga a la estatal Petrobrás la prioridad en igualdad
de ofertas presentadas por otras empresas en licitaciones públicas.

En cuanto a los servicios, también se privilegia a las empresas


brasileñas. En bancos, no se pueden instalar bancos extranjeros ni
abrir nuevas sucursales sin la autorización previa del gobierno.
En telecomunicaciones recién comenzó una lenta desregulación.
Pasado mañana, la Compañía Riograndense de Telecomunicaciones
(CRT) pasará a manos privadas: Telefónica de España, Telefónica de
Argentina y otros socios locales.

Pero la estatal Telebrás continúa manteniendo el monopolio en el resto


del país.

Posición de al UIA
En este momento de turbulencias en cuento a la relación comercial
entre la Argentina y Brasil, la Unión Industrial Argentina (UIA) tomó
posiciones. La entidad consideró esencial la armonización de las
políticas macroeconómicas de los países para afianzar el Mercosur. En
cuanto a las disputas sobre el régimen automotriz, las consideró como
"inevitables".

"Brasil mantiene sus políticas activas en industria y comercio,


mientras que nuestro país las ha dejado de lado y las reemplazó por
una política económica de apertura y desregulación", comentó Jorge
Zorroaguieta, titular del Departamento Mercosur de la UIA.

Según el empresario, el otro tema esencial es lo que podría


denominarse como agenda externa del Mercosur, que apunta a definir
qué países o regiones, y en qué condiciones, deben unirse al bloque.

"En este proceso de integración no hay que caer en una apertura


indiscriminada, permitiendo el ingreso de productos subsidiados de
países que mantienen medidas proteccionistas o que pagan salarios de
miseria", explicó Zorroaguieta.

El integrante de la UIA dejó en claro que estas restricciones "no


implican que el Mercosur sea una fortaleza para evitar el ingreso de
productos extra zona, sino evaluar cuáles serán las condiciones del
intercambio".

Zorroaguieta también opinó sobre el conflicto por la producción


subsidiada de azúcar. "Va a ser difícil que se alcance algún acuerdo si
Brasil, que mantiene subsidios directos e indirectos a la producción,
no cambia radicalmente esta posición."
Desde Chile
El ministro de Hacienda chileno, Eduardo Aninat, negó que Chile sea
un socio de segunda clase del Mercosur, y añadió que "el gran desafío
es hacer que el acuerdo funcione en la práctica".

El coordinador brasileño del bloque regional, embajador José


Botafogo, afirmó hace pocos días que Chile verá limitada su
participación por no ser miembro pleno del bloque.

"Somos un socio que no ha querido voluntariamente adherir a las


características del Mercosur", afirmó. No obstante, no descartó que
"en algún momento, mucho más adelante, podamos hacerlo".

Chile se integró oficialmente como miembro asociado del Mercosur


en octubre último.

Posición norteamericana
BELO HORIZONTE, BRASIL (EFE).- El III Encuentro de los 34
ministros de Comercio de las Américas enfrentará en la ciudad
brasileña de Belo Horizonte esta primavera a los Estados Unidos, que
defiende la liberación inmediata del comercio, y a los miembros de
Mercosur, que prefieren un proceso gradual.

Tras las reuniones de Denver (EE.UU.) en 1995 y Cartagena


(Colombia), en 1996, en las que hubo unanimidad en la urgente
necesidad de integrarse en la Area de Libre Comercio de las Américas
(ALCA), el tercer encuentro, previsto para mayo próximo, despierta
ya las primeras divergencias entre los futuros socios.

De acuerdo con un análisis publicado este domingo por el diario


"Jornal do Brasil", a un lado de la mesa se situará el gobierno de los
los Estados Unidos, que defiende un ritmo más acelerado de las
negociaciones y la total liberación del comercio entre Alaska y Tierra
del Fuego en el año 2005.

Al otro lado de la mesa se sentará Brasil, que cuenta con el apoyo de


sus socios en Mercosur, es decir con la Argentina, Paraguay y
Uruguay, para avanzar en forma más gradual hacia el libre comercio
en todo el continente.
El gobierno brasileño defiende la tesis de que la integración
económica de toda América debe estar precedida por un proceso de
fortalecimiento de las asociaciones regionales, como el Mercosur y el
Grupo Andino, y por la gradual integración entre estos bloques.

En otras palabras, las dos potencias de Suramérica, Brasil y la


Argentina, prefieren integrarse inicialmente a un Area de Libre
Comercio Suramericana (Alcsa) para después, cuando las industrias
latinoamericanas estén listas para competir con las de Estados Unidos
y Canadá, asociarse al ALCA.

En el centro y el Caribe
La propuesta de los Estados Unidos ya ha ganado el respaldo de la
mayoría de pequeños países de América Central y del Caribe, que no
quieren esperar más tiempo para que sus productos ganen libre acceso
al mercado norteamericano.

De acuerdo con el ex ministro brasileño Jao Camilo Penna, asesor del


grupo empresarial que está preparando el encuentro de Belo
Horizonte, la controversia obedece a la redacción ambigua de la
declaración final de la Cumbre de las Américas, que se celebró en
diciembre de 1994 en Miami.

En la declaración, todos los países se comprometen a establecer la


zona de libre comercio continental en el año 2005.

Para Brasil y los países que defienden el proceso de integración


gradual, es en ese año en que el proceso de liberación comercial debe
iniciarse. Para los Estados Unidos, en cambio, el Alca debe estar
concluida en el 2005.

Esa divergencia deberá ser resuelta en la reunión de ministros de


Comercio en Belo Horizonte, que se celebrará en la segunda semana
de mayo, debido a que el acta de Cartagena, según el secretario
ejecutivo del estado brasileño de Minas Gerais -cuya capital es Belo
Horizonte- para la reunión, Reginaldo Acuri, "recomienda que en el
III Encuentro se avance en la definición de la agenda para la
construcción del Alca".

Una primera demostración del enfrentamiento que deberá registrarse


en Belo Horizonte entre los dos bloques de países se registró en el
encuentro preparatorio, celebrado hace dos meses en la ciudad
brasileña de Florianópolis (hay otras dos reuniones preparatorias
programadas para el próximo mes en Recife y para abril en Río de
Janeiro).

Las posiciones irreconciliables entre el Mercosur y los Estados Unidos


comenzaron a sentirse efectivamente en la reunión de viceministros
americanos de Comercio en Florianópolis, donde el gobierno
argentino, al contrario de lo que se esperaba, demostró su total apoyo
a la tesis de su socio Brasil.

El III Encuentro de las Américas reunirá en la capital de Minas Gerais,


además de los 34 ministros de Comercio del continente, al presidente
brasileño, Fernando Henrique Cardoso -que dará cierre oficial a la
reunión-, a unos 2.000 empresarios de toda América, 600 periodistas y
700 miembros de delegaciones oficiales.

Confianza
RIO DE JANEIRO (EFE).- Los inversores europeos consideran que,
entre los cuatro países miembros del Mercado Común del Sur
(Mercosur), Argentina es el que tendrá el mejor desempeño
macroeconómico en 1997.

Así se desprende de las afirmaciones de varios analistas financieros


consultados por el semanario "Gazeta Mercantil Latinoamericana".

Los consultores prevén que el próximo año traerá buenos resultados


para todo el bloque económico -integrado también por Paraguay,
Brasil y Uruguay-, pero aclara que los inversionistas confían más en el
proceso de recuperación de la economía argentina que en la dinámica
de la economía brasileña.

"Existe un sentimiento generalizado en el mercado de que Argentina


está definitivamente dentro de un proceso de recuperación y hay
confianza en ese sentido, a pesar de los altos índices de desempleo y
de las implicaciones políticas que pueda tener el grave factor social",
asegura Peter West, director del Departamento de Inversiones para
América Latina del West Mechant Bank de Londres.

"En Brasil, en cambio, las expectativas son en torno al proceso de


privatizaciones y a la posibilidad de reelección del presidente
Fernando Henrique Cardoso. Pero lo cierto es que, a corto plazo, hay
más confianza en Argentina que en Brasil", agregó West.
La recesión, atrás
"Los inversionistas compran bonos de Argentina porque creen o
confían en que la economía del país está saliendo de la recesión",
aseguró, por su parte, el economista encargado de Latinoamérica en el
ING Baring, Stephen Tabur.

En cuanto a Brasil, agrega Tabur, "existen ciertas preocupaciones por


la posible reelección de Cardoso y por la posibilidad de que no se
produzca la privatización de Vale do Río Doce (la mayor empresa
minera de Latinoamérica)".

El economista Fernando de Núñez y Lugones, analista del Banco de


Japón en Europa, considera que la mayor confianza en la Argentina
que en Brasil es un "pronóstico generalizado" en toda Europa.

De acuerdo con Núñez y Lugones, los inversionistas europeos están


preocupados con la demora en las reformas económicas prometidas
por el gobierno brasileño, con el alto índice de la tasa de intereses y
con el crecimiento de la deuda interna del mayor país latinoamericano.

Será ampliada la autopista del Mercosur


Puntapié: el ministro de Transportes de Brasil, Alcides Saldanha,
firmó las órdenes para el comienzo de las obras, que buscan aliviar el
tránsito.

RIO DE JANEIRO (EFE).- La llamada Autopista del Mercosur, que


comunica a la ciudad de San Pablo con el extremo sur del Brasil, en
las fronteras con Argentina y Uruguay, será ampliada.

Las obras se realizarán en seis puntos del tramo que une las ciudades
de San Paulo y Florianópolis, para aligerar el tráfico de mercancías
que sale de San Pablo, el mayor polo industrial latinoamericano, hacia
el sur.

El ministro brasileño de Transportes, Alcides Saldanha, ya firmó las


órdenes que permiten el comienzo de los trabajos de ampliación.

La estrechez de la carretera entre ambas ciudades y la cantidad de


accidentes que se registran diariamente han hecho merecedora a esta
vía del nombre de "Autopista de la Muerte".
Entre enero y noviembre del año último, por ejemplo, se registraron
2516 accidentes con 145 muertos en el trecho que cruza el estado de
Paraná.

"Estas obras representan la conexión de Brasil con los países del


Mercosur (Argentina, Paraguay y Uruguay) y le demuestran a nuestros
socios que Brasil está realizando las obras que, a pesar de costosas,
son necesarias para que el mercado común sea una realidad", aseguró
Saldanha al firmar las órdenes.

Inversión
En la ampliación de 461 kilómetros de carreteras, según las órdenes
firmadas por el ministro, serán invertidos un total de 1283 millones de
dólares.

La ampliación de esos 461 kilómetros convertirá a la carretera entre


Sao Paulo y Florianópolis, que tiene una extensión de 693 kilómetros,
en una autopista de doble vía.

Saldanha afirmó que las obras de ampliación, consideradas como la


mayor obra vial realizada por Brasil en los últimos 30 años, podrán
estar concluidas en dos años.

"Los recursos están garantizados. El Banco Interamericano de


Desarrollo (BID) aprobó un crédito por 450 millones de dólares, el
Eximbank de Japón otro por 450 millones de dólares y la Unión
(federación brasileña) un desembolso por 283 millones de dólares. Los
100 millones de dólares restantes serán aportados por la iniciativa
privada", explicó.

Las empresas privadas, a cambio de su inversión en las obras, tendrá


una concesión de 22 años para administrar la nueva autopista y el
derecho a cobrar peaje por su uso.

El Mercosur se amplía
Hay más mercados con los acuerdos de libre comercio
MARTES 14 DE ABRIL DE 1998
Por Vicente G. Arnaud (Para La Nación)
El martes último, Menem, presidente pro tempore del Mercosur,
anunció que antes de la Cumbre de Santiago el Mercosur firmará
acuerdos marcos con la Comunidad Andina y los países
centroamericanos. Buena noticia.

La calidad del Mercosur como polo de atracción es innegable. Para


aprovechar la misma, debe desarrollarse una política de
fortalecimiento que incluya su ampliación, también necesaria para sus
negociaciones con Estados Unidos, para el ALCA; con la Unión
Europea a efectos de un eventual acuerdo de zona de libre comercio;
con las agrupaciones del Asia-Pacífico, y con otras.

En su momento se habló de una iniciativa del Brasil dirigida a formar


un Area de Libre Comercio de América del Sur (Alcsa) y últimamente
la prensa brasileña ha hecho referencia a un Amercosur, "el Mercosur
expandido a toda América del Sur". El presidente Eduardo Frei, de
Chile, por su parte señaló la posibilidad de crear una zona de libre
comercio en América latina. El Parlamento Latinoamericano ha
propuesto una Comunidad Latinoamericana de Naciones-CLAN.

No sólo consideramos que el Mercosur es prioridad para la Argentina


y que debe profundizarse y consolidarse con un sentido de sociedad,
sino que también siempre hemos sido partidarios de una zona de libre
comercio de los 19 países de América latina y los acuerdos marcos
que el Mercosur convenga con la Comunidad Andina y con el
Mercado Común Centroamericano constituirán una etapa promisoria.
Se trata de acuerdos marcos, para negociar, previos a convenir un
acuerdo de complementación económica, como en los casos de Chile
y Bolivia.

Ampliación
El Mercosur virtual de 6 países tiene una población de
aproximadamente 227 millones de habitantes. Si sumamos el aporte
de la Comunidad Andina (Colombia, Ecuador, Perú y Venezuela)
tendremos 10 países con 321 millones de habitantes.

El 111/4 país de la Aladi es México, con el cual el Mercosur está en


un avanzado proceso de negociación para posiblemente conformar un
acuerdo de avance parcial de complementación económica. La
Argentina, Brasil y México son las principales economías de América
latina, con un producto bruto conjunto del orden de los US$ 1200
millones anuales y un mercado de cerca de 300 millones de habitantes.

Al sumarse un acuerdo Mercosur-Mercado Común Centroamericano


(Costa Rica, Guatemala, Honduras, Nicaragua, Panamá y El Salvador)
a un acuerdo Mercosur-Comunidad Andina significará una asociación
de 16 países y 350 millones de habitantes.

El Mercosur y sus negociaciones de asociación externa son posibles


por la voluntad política de sus gobiernos. Se señalan las dificultades
en sus progresos de consolidación y en las negociaciones externas en
América por las asimetrías entre los países latinoamericanos, pero no
olvidemos que la Unión Europea está integrada y se propone ampliar
con países que presentan grandes asimetrías entre sí: diferencias de
desarrollo económico, idioma, sistemas jurídicos, religión, etcétera,
que por medio de compromisos resultantes de un interés nacional que
converge en un interés común acuerdan una integración en función de
la globalización. Lo mismo ocurre en el Nafta entre México y sus
socios del Norte.

Para completar el panorama latinoamericano faltarían la República


Dominicana y Cuba. Este último país dio su espalda a América latina,
pero hoy expresa el deseo de comenzar un diálogo con el Mercosur en
vistas de asociarse al mismo y creemos, que no debe ser rechazada.

El autor es embajador y director del Centro de Estudios


Internacionales de la Universidad de Belgrano.
El ALCA marcha a paso firme
La cumbre de Santiago demostró que el proceso de integración continental no se detiene
MARTES 05 DE MAYO DE 1998

Por Carlos Restaino (Para Nación)


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Por encima del anecdotario, y dejando atrás las frivolidades


televisivas, resulta apropiado cumplir con una de las importantes
decisiones adoptadas por los 34 presidentes y jefes de Estado de las
Américas que se recunieron en Chile: comprometerse a la difusión
pública de las acciones que se desarrollen para conformar una unión
americana, instruyendo, por ejemplo, a los ministros responsables del
comercio para que las negociaciones del ALCA se realicen
asegurando un amplio respaldo y comprensión pública.

El hecho de que los gobernantes de las Américas se reúnan en 1998


para afianzar los lazos continentales y expresar mancomunadamente el
sostenido apoyo político a la orientación de los emprendimientos en
marcha en camino hacia el 2005 será probablemente recordado como
uno de los hitos históricos de este siglo. La agenda propuesta para esta
reunión concentró la atención en cuatro temas vitales para los pueblos
americanos, y fue cubierta por los mandatarios en forma exhaustiva,
concluyendo con dos documentos de interés más que fundamental
para las próximas etapas: I "Declaración de Santiago" y el "Plan de
Acción de la II Cumbre de las Américas".

Los temas abordados fueron: l Educación, ratificando que la inversion


en la "gente" es una de las claves del progreso. A tal fin se
desarrollarán políticas educativas para garantizar que en el 2010 todos
los Estados americanos cumplan con la educación primaria básica y
no menos del 75% con la secundaria. Para ese efecto se
comprometieron recursos por un monto de US$ 8300 millones en tres
años.

l Fortalecimiento de las democracias, la justicia y los derechos


humanos, de manera tal de promover las reformas regionales y lo que
respondan a las necesidades de los pueblos, y alienten a una sociedad
civil firme y activa.
l Erradicación de la pobreza y la discriminación, dado que continúan
siendo dos temas que afligen seriamente a la familia americana,
impidiendo su potencial y efectiva contribución al progreso de las
naciones. Varias iniciativas fueron acordadas para cumplir con las
metas propuestas, con la expectativa de que facilitarán la
incorporación de todos los habitantes a la transformación económica y
democrática del hemisferio.

l Integración económica y libre comercio mediante la conformación


del Area de Libre Comercio de las Américas (ALCA), para lo cual se
instruyó a los ministros responsables del comercio para que inicien las
negociaciones de inmediato y conforme a lo acordado en la
Declaración Ministerial de San José de marzo de 1998.

Calidad de vida Además de lo anterior, existieron otras decisiones de


relevancia, destacándose aquella por la que el BID coloca a
disposición de la región US$ 40.000 millones en un plazo de cinco
años para mejorar la calidad de vida de los americanos, disponiéndose
que el 50% sea dedicado a inversiones vinculadas con la salud,
educación, reducción del nivel de pobreza, entre otros conceptos
prioritarios.

La conservación energética y la preservación ambiental, así como la


corrupción, el terrorismo y narcotráfico también resultaron temas de
análisis, incluyéndose las conclusiones referidas a acciones y objetivos
en los documentos citados.

En foma congruente se definieron medidas adicionales para


profundizar la integración económica, creando oportunidades para
lograr la plena participación de los países, incluyendo aquellos con
economías relativamente más pequeñas Otros sectores Los mercados
financieros, la ciencia y la tecnología, los transportes, las
telecomunicaciones, resultaron áreas destacadas y a las cuales se les
brindó especial atención, lo que es recogido en los documentos
oficiales.

Con respecto al punto d) se destaca que, si bien el presidente Clinton


no pudo aportar el "fast track", reiteró el compromiso de su país con la
conformación del ALCA, lo que representa "un ineludible deber".

Los mandatarios exigieron a sus ministros que se aseguren de alcanzar


en las negociaciones avances concretos para el año 2000, instándolos a
acordar medidas específicas de facilitación de negocios para que sean
adoptadas antes del fin de siglo. La imagen y actitud del Mercosur
resultó de una solidez destacable, fundada en los niveles de comercio
alcanzados en 1997, que lo ubican como cuarto bloque económico en
el plano mundial, y en la concreción en días previos a la Cumbre, del
Acuerdo Marco con la Comunidad Andina, que permite visualizar una
ansiada Area de Libre Comercio de Sud América (Alcsa) para antes de
fin de año.

Esta síntesis intenta reflejar lo sustancial de un relevante paquete de


definiciones y acuerdos de estudio obligado para los habitantes de los
países miembros, y en particular para las empresas y empresarios que
intentan planificar adecuadamente sus negocios en un plazo medio con
un horizonte ubicado en un lapso que no exceda los tres años.

La posición gubernamental expresada taxativamente en la Cumbre así


lo indica. Valga la pena recordar que con la aprobación de lo realizado
en Costa Rica un mes antes, reflejado en los documentos refrendados
por los ministros de Comercio, quedan establecidas las autoridades del
proceso negociador, los grupos de negociación, las fechas y hasta las
ciudades para las reuniones.

De hecho, la primera reunión del Comité de Negociaciones


Comerciales se desarrollará en Buenos Aires del 15 al 18 de junio, y
antes del 30 de septiembre ya deben estar diseñados los programas de
trabajo para que los Grupos de Negociación inicien sus tareas.

En el próximo siglo Un proceso como el que se halla en curso, cuya


trascendencia supera y traspone los umbrales del milenio y que
afectará sin dudas positivamente las historias de los pueblos del
continente merece ser valorado y considerado en su justa medida.

Somos actores, activos o pasivos, de acciones que nuestras


descendencias estudiarían en los libros de texto.

Las "estaciones" están marcadas y la próxima "parada" será a


mediados de junio en nuestra ciudad. Que nos encuentre preparados
para comenzar a afrontar el despegue hacia el próximo milenio.

El autor es presidente de la Comisión Mercosur/ALCA de la


Cámara de Importadores de la República Argentina (CIRA).
Hacia la integración del continente
El Mercosur y los demás bloques regionales son pasos fundamentales para la unión
americana
MARTES 14 DE NOVIEMBRE DE 2000

Las perspectivas del mapa de la integración americana pueden


focalizarse en cinco escenarios principales: el desarrollo del Area de
Libre Comercio Americana (ALCA), el relanzamiento del Mercosur,
las tratativas entre ese bloque y la UniónEuropea (UE), las acciones y
metas relacionadas con negociaciones en el nivel sudamericano y la
situación de determinados acuerdos bilaterales.

Después de la última reunión del Comité de Negociaciones


Comerciales (CNC) del ALCA, en Barbados, a mediados de
septiembre último, se despejan las dudas acerca de lo que podría
suceder con el bloque entre 2001 y 2004, ya que se ratificó la
vocación negociadora.

Las expectativas de que la nueva administración de los Estados


Unidos mantenga y fortalezca su apoyo a la aprobación legislativa de
un renovado proyecto de fast-track se visualiza sin dificultades.

Los borradores para el documento final -que deberá ser presentado a


los ministros responsables del Comercio de los 34 países participantes
en la Reunión Ministerial que se hará en Buenos Aires el 6 y 7 de abril
de 2001- se encuentran en su última etapa de elaboración.
Posteriormente, deberá ser aprobado en la Cumbre de Presidentes, que
se realizará también en abril del año próximo, en Quebec, Canadá.

En este encuentro se tomarán decisiones consensuadas respecto de,


entre otros temas, la ampliación del número de medidas de facilitación
de negocios, y pautas y orientaciones principales para implementar de
inmediato el proceso negociador que, según algunas opiniones, podría
completarse antes del año 2005. También resulta de importancia la
convocatoria al VI Foro Empresarial del ALCA, que se hará el 5 y 6
de abril de 2001 en Buenos Aires.

En cuanto al relanzamiento del Mercosur, las decisiones de junio


último adoptadas por el consejo del bloque se destacan aquellas
relacionadas con la armonización de las políticas macroeconómicas y
la revisión de los mecanismos operativos de admisión temporaria y la
situación de las zonas francas.
El Grupo Mercado Común (GMC) y la Comisión de Comercio
deberán presentar sus recomendaciones para que sean implementadas
el año próximo.

En tanto, los responsables oficiales y los delegados del Mercosur-


Europa Business Forum (MEBF) mantienen el calendario de
reuniones programadas y los temas fundamentales de las agendas.
Entre ellos, las medidas europeas de promoción a las exportaciones y
los subsidios del sector alimentario y las restricciones arancelarias y
no arancelarias a las importaciones originarias del Mercosur.

Por otra parte, en la última Cumbre de Presidentes de América del Sur


se instaló la orientación consensuada para el desarrollo del espacio
común en la región. Colaboran para este objetivo los dos acuerdos ya
efectivamente instrumentados por la Argentina y Brasil con la
Comunidad Andina de Naciones (CAN).

Los grupos negociadores están analizando los mecanismos apropiados


para que la decisión política sea técnicamente implementada en el
corto plazo, cumpliendo un viejo anhelo: el Area de Libre Comercio
de Sud América (Alcsa).

Preocupación
Algunas decisiones, adoptadas en 1994, referidas a los acuerdos AAP
-ACE Nº 1 (ex Cauce) y AAP-ACE Nº 2 (ex PEC)- crean
preocupaciones interpretativas. No debería vincularse su efectiva
aplicación con riesgos potenciales de las corrientes comerciales, sino
con la necesidad de que todos los acuerdos se fundan en el AAP-ACE
Nº 18, que instaló el Mercosur y hacia el que todos los demás deberían
converger.

En el caso de los acuerdos citados, se trata de que finalicen la etapa de


adecuación de los mecanismos originales (como el régimen de origen
y el tratamiento de las mercaderías originarias o procedentes de las
zonas francas), y sea aplicada la normativa del Mercosur, como se fijó
en 1994. Esto no debería generar preocupaciones, dado que existió un
período de seis años para las necesarias adecuaciones. Podría preverse
que los países involucrados iniciarán conversaciones o negociaciones
tendientes a defender los reales intereses en juego, evitando perjuicios
al desarrollo de los procesos globales.

De ello se destaca que los ACE 1 y 2 contenían un tratamiento


igualitario para las mercaderías originarias o provenientes de las zonas
francas, lo que no es reconocido en el ACE 18; que el régimen de
origen exige un 50 por ciento máximo de contenido de valor
extrazona, en tanto que en el Mercosur ese límite es de un 40 por
ciento, y que existen diferencias en la aplicación de ciertos
mecanismos, como el de admisión temporaria. De hecho, Brasil habría
hecho llegar la nota oficial a la Secretaría General de la Asociación
Latinoamericana de Integración (Aladi) anunciando su propósito de no
extender automáticamente la validez del ACE 2.

Estos procesos obligan a replantear la posición de las empresas que


mantienen operaciones activas en los mercados americanos. Deben
contemplar no sólo el perfeccionamiento de las condiciones que
permitan mantener sin dificultades las actividades comerciales, sino
también el diseño de procedimientos de última generación para
adaptarse a los nuevos escenarios en el corto y mediano plazo.

No existen recetas mágicas , profetas ni gurúes a quienes recurrir en


busca de una única verdad. En este sentido, las recomendaciones
deben fundamentarse principalmente en los siguientes conceptos:

Desarrollo de una estrategia global por aplicar en los procesos.

Diseño de una planificación dinámica.

Identificación concreta de alternativas factibles y realistas.

Objetivos claros y concretos.

Estudio de escenarios posibles y sus previsibles efectos.

Análisis de decisiones y potenciales resultados.

Instalación del concepto de actuar por anticipación y no por reacción .

Establecimiento de la función de una coordinación general o regional.

Eso debe ser complementado con la experiencia profesional en los


procesos de desarrollo reconocida en el orden local e internacional,
pues las improvisaciones dejan secuelas de compleja cicatrización.

El autor es presidente de la Comisión de Integración Económica de la


Cámara de Importadores de la República Argentina (CIRA).
Por Carlos Restaino Para La Nación
Arma contra el desempleo
Por V. Guillermo Arnaud Para LA NACION

MARTES 23 DE OCTUBRE DE 2001

Los procesos de integración no son un fin en sí mismo sino un medio


para lograr el objetivo que es el desarrollo de los países y el bienestar
de su población. Si no logran ese propósito, no tienen razón de ser.

Una zona de libre comercio es un proceso económico-comercial


regional en el que se eliminan los derechos aduaneros y obstáculos
que gravan los intercambios entre los Estados del grupo, pero en el
cual cada miembro conserva su propia política comercial y arancel
aduanero externo.

En una unión aduanera también se eliminan las tarifas aduaneras entre


los Estados miembros, pero su diferencia fundamental con la zona de
libre comercio es el establecimiento de una tarifa uniforme, arancel
externo común, sobre las importaciones del exterior de la unión y se
renuncia a tener una política comercial externa individual, debiendo
subordinarse sus partes a negociaciones en bloque. Las uniones
aduaneras son proteccionistas de las industrias locales al sustituir
importaciones en razón de un bajo o cero arancel intrarregional y la
protección de un elevado arancel externo común. En defensa de la
unión aduanera se dice que sin arancel externo común los sectores
ineficaces presionarían para obtener aranceles externos
proteccionistas, pero es de buena política desalentar la no
competitividad.

Más notas para entender este tema

Un chocolate, un merco

Por el Tratado de Asunción se constituyó el Mercosur como mercado


común, es decir, una unión aduanera más amplia que comprende la
libre circulación de mercancías, de personas y de capitales y la libre
prestación de servicios. El Protocolo de Ouro Preto puso en vigencia
el arancel externo común.

Después de diez años, el Mercosur, que tuvo su momento de ilusión,


en su forma actual se halla en crisis letal, pero es imprescindible, por
el interés nacional y común de sus Estados partes y asociados, la
existencia y viabilidad del Mercosur, y debe descartarse totalmente su
disolución o suspensión.
El problema del Mercosur no es sólo la devaluación de las monedas de
sus socios ni sus distintos regímenes cambiarios. Tampoco las
perforaciones inconsultas de sus miembros al arancel externo común,
ni las múltiples asimetrías entre sus socios, ni las diferentes
disposiciones constitucionales.

El arancel externo común

La dificultad del Mercosur, a más de ausencia de animus societatis , es


su arancel externo común, que lo hace asfixiante, que ha provocado en
la Argentina la desindustrialización de sectores, con sensible pérdida
de empleo, y la desnacionalización de la economía. Fue
responsabilidad de la Argentina no comprender que en un mercado
común que incluyera a Brasil, con sectores en que la economía de
escala del Estado hegemónico es decisiva para definir costos, perdería
sectores de producción que cerrarían o se trasladarían al mercado
mayor (que además para eso ofrece facilidades), lo cual provocaría
creciente desocupación. El arancel externo común es esencialmente
proteccionista, y en el Mercosur promedia un 22 por ciento. La
Argentina y Brasil intercambian productos industrializados no
competitivos en el resto del mundo, protegidos por el arancel externo
común.

Es el momento de decisión, de determinar qué Mercosur queremos


conforme a nuestras posibilidades e intereses, de que los gobiernos
reconozcan la necesidad de cambiar de proyecto, de rever los
acuerdos, retroceder a esquemas más modestos pero viables, y el
indicado es la zona de libre comercio. Como lo es el Nafta, como lo
son los acuerdos de México con treinta y dos países y de Chile con
más de quince socios, de Estados Unidos con Israel y Jordania y los
que negocia con Singapur, Chile, Costa Rica y China, como lo son los
proyectos ALCA, 4 + 1, Mercosur-CAN, Mercosur-Unión Europea,
Alcsa y de un mercado transatlántico Estados Unidos-Unión Europea.
No será fácil, pues Brasil se opone. En cambio Chile, socio
indispensable, accedería como miembro pleno a un Mercosur zona de
libre comercio.

Ha sido y es un error tomar como modelo a la Comunidad Europea,


con historia y singularidad propias. En una zona de libre comercio, los
miembros del Mercosur mantendrían entre sí sus preferencias
arancelarias, incluso tarifa cero, y, socios estratégicos, por interés
común acordarían negociar en bloque para el ALCA, con la Unión
Europea y en la Organización Mundial del Comercio, sin renunciar a
su propia política comercial y de inserción en el mundo por medio de
acuerdos bilaterales de libre comercio y determinando su propio
arancel externo. Asimismo es indispensable un sistema efectivo de
solución de controversias con acceso del sector privado.

El caso de las devaluaciones técnico-competitivas de sus miembros


puede ser compensado mediante un flexible arancel interno vis-ˆ-
vis cada país, que se altere de acuerdo con las devaluaciones o fijando
en cada caso un tipo de cambio preferencial.

La Argentina debe reafirmar su tradición de world trader y, con la


acción impulsora de un Estado con mentalidad mercantil, no debe
demorar en llevar adelante una agresiva política de penetración en los
mercados del mundo, sin distinción, con mayor razón luego del 11 de
septiembre y por las políticas proteccionistas que mantendrán la Unión
Europea, Estados Unidos y Japón. Por medio de la producción y
exportación competitiva, sin a taduras, debemos disminuir el
infortunio del desempleo y lograr los medios de pago necesarios.

El embajador V. Guillermo Arnaud es autor de Mercosur, Unión


Europea, Nafta y los procesos de integración regional . Fue
subsecretario de Paz y Seguridad Internacionales.
Se suma al bloque la Comunidad Andina
La Argentina, beneficiada con el acuerdo
MARTES 16 DE DICIEMBRE DE 2003

MONTEVIDEO.- La Argentina logró un incremento de su potencial


exportador de 3500 millones de dólares anuales gracias al acuerdo al
que se arribó ayer entre el Mercosur y la Comunidad Andina, a la vez
que obtuvo el aval para seguir importando sin impuestos máquinas y
equipos de informática y telecomunicaciones.

Así lo confirmó anoche a LA NACION el secretario de Comercio y


Relaciones Económicas de la cancillería argentina, Martín Redrado.

Agregó que los acuerdos alcanzados en el bloque regional durante la


XXV Cumbre del Consejo Mercado Común significan "una tercera
buena noticia" para los empresarios argentinos: ahora podrán
presentarse en licitaciones por compras gubernamentales en Brasil (y
en los otros países del bloque regional del Sur) en las mismas
condiciones en que lo hace un proveedor local.

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Crucial encuentro de Kirchner y Lula

Kirchner no aceptará presiones en el pago de la deuda

Duhalde asumió la presidencia de la Comisión Permanente del Mercosur

Estos acuerdos se elaboraron durante una reunión que el canciller


brasileño, Celso Amorim, calificó de "verdaderamente histórica"
porque, a su juicio, "cambia la geografía económica de la región".

Durante una conferencia de prensa de los cancilleres del Mercosur,


Amorim tomó el micrófono y se preocupó por destacar el alcance
geopolítico de la alianza con la Comunidad Andina.

Lo que Brasil había intentado durante el gobierno de Fernando


Henrique Cardoso -impulsar antes que el ALCA con América del
Norte un bloque sudamericano, el viejo proyecto del Alcsa- se estaría
configurando a partir de hoy, cuando los presidentes de la Argentina,
Néstor Kirchner; de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva; de Paraguay,
Nicanor Costa, y de Uruguay, Jorge Batlle, pongan su firma para
avalar el acuerdo con los países andinos.

El canciller uruguayo, Didier Operti, informó que el Mercosur aceptó


el pedido de Perú de incorporarse como Estado asociado al bloque y
que a Bolivia se le asignará el mismo rango jurídico que tiene Chile.

Kirchner destacó el alcance político de la cumbre. "La construcción de


estos espacios es la construcción de una voz de América del Sur; todos
los espacios que abrimos son muy importantes para la región", dijo el
presidente argentino, que ratificó su voluntad de "profundizar los
acuerdos del Mercosur".

Respecto de la presidencia pro témpore del bloque, que recibirá hoy


de Batlle, Kirchner dijo que se propone avanzar en "una alternativa
superadora" de un tiempo que, a su entender, "se cumplió, pero (que)
es fundamental darle otra fortaleza, otra institucionalidad, otra
potencialidad política y otro marco de integración".

De esta forma, a partir de que los documentos que se suscribirán hoy


sean protocolizados, América del Sur quedará como una zona de libre
comercio (en formación), y el Mercosur se mantendrá como unión
aduanera (además del arancel cero para el comercio regional hay
impuestos comunes para productos extrazona).

La canciller paraguaya, Leila Rachid, agradeció a la Argentina y a


Brasil "la solidaridad" para reconocer los problemas de los países
chicos del bloque.

Por otra parte, a Paraguay se le exigirá que sus bienes, para ser
considerados de origen nacional, tengan el 40 por ciento de
componentes locales, en lugar del 60 por ciento.

Por Nelson Fernández Corresponsal en Uruguay


Duhalde quiere constituir "una comunidad
sudamericana"
El ex presidente adelantó que en febrero o marzo visitará "todos los países
sudamericanos"; se reunirá con el presidente Kirchner en Madrid
LUNES 26 DE ENERO DE 2004 • 13:01

El ex presidente Eduardo Duhalde se manifestó hoy en favor de


constituir la "comunidad sudamericana" de naciones y con ese fin
adelantó que "en febrero o marzo" visitará todos los países del
subcontinente.

Duhalde, quien se encuentra en Nueva Delhi, India, donde representa


al Mercosur en el Acuerdo de Preferencias Fijas firmado con ese país
asiático, calificó de "muy importante" ese convenio de cara a un futuro
entendimiento de libre comercio.

El acuerdo, que reduce en forma recíproca los aranceles para un grupo


de productos de ambos mercados, fue rubricado ayer por el presidente
Lula Da Silva, del Brasil, y el primer ministro indio, Atal Bihari
Vajpayee.

Al subrayar, precisamente, la importancia del tratado, recordó que la


India tiene "300 millones de habitantes más que todo el continente
americano" y destacó que existe un "gran entusiasmo en los
empresarios".

Reiteró que éste es "el paso previo" a un acuerdo de libre comercio


"que se estará firmando para julio", según dijo a radio Continental.

En otro orden, Duhalde confirmó que se sumará a la comitiva


presidencial que participará de la inauguración de la Feria
Internacional de Turismo (Fitur), en Madrid, a cargo del rey Juan
Carlos. "Después, nos volvemos [a la Argentina]", dijo.

Al ser consultado si estaba al tanto de que Kirchner pudiera tratar, con


las autoridades españolas, el problema de los argentinos
indocumentados, Duhalde respondió: "no conozco la agenda del
presidente", aunque admitió que "es un tema que mediáticamente ha
tenido trascendencia en los últimos días".

Finalmente, dijo que su mayor expectativa es "lograr la unidad


sudamericana" y al respecto enfatizó que estar "trabajando para eso".
Adelantó que "en febrero o marzo estaré visitando todos los países
sudamericanos" y recordó "el avance grande hecho en diciembre, en
Montevideo".

Además, manifestó sus esperanzas de "que se constituya, sobre la base


del Mercosur, la comunidad sudamericana entre todos los países del
Cono Sur; el Mercosur más el Pacto Andino", indicó.

Admitió que existen "dificultades con Bolivia y Chile", por el reclamo


del primero de una salida al mar, "que habrá que ir superando -dijo-,
como en algún momento lo hicieron los europeos".

Fuente: DyN
América hace cumbre
La Comunidad Andina de Naciones (CAN) será un socio estratégico en la región
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Emiliano Galli
LA NACION

MARTES 03 DE FEBRERO DE 2004

Mientras toma fuerza la idea de un Area de Libre Comercio de las


Américas (ALCA) "a la carta", el asado, la feijoada, el cebiche, el
pabellón y el ajiaco se van imponiendo en el menú de América del
Sur.

Es que en diciembre último finalizaron las negociaciones que darán


origen a un fuerte bloque sudamericano de libre comercio integrado
por la Comunidad Andina de Naciones (CAN, formado por Perú,
Ecuador, Colombia, Venezuela y Bolivia, un mercado de 109 millones
de habitantes con importaciones por 40.000 millones de dólares) y el
Mercosur, que entrará en vigor a partir del 1° de julio.

Según las proyecciones de la Comisión Económica para América


Latina y el Caribe (Cepal) para este año, la economía regional se
incrementará un 3,5%; "por primera vez desde 1997 no se proyecta un
crecimiento negativo en ninguna economía latinoamericana", añade el
organismo.

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"Un paso comercial con alto impacto político"

En 2003, "el intercambio subió un 1,3% y los precios de los productos


básicos de la región aumentaron un 15,9%, aunque la variación del
índice de precios de las exportaciones totales, incluidas las
manufacturas, es menor (2,8%). En la Comunidad Andina, las ventas
al exterior aumentaron un 5% y en el caso del Mercosur ascendieron a
tasas del 17,9%. También el comercio intrarregional se recuperó
parcialmente: la combinación de volumen y precios convirtió a 2003
en un año récord de superávit comercial (41.000 millones de dólares)",
agrega la Cepal.
Con buenas perspectivas y reafirmada voluntad política, 2004 promete
ser un año de consolidación comercial entre países latinoamericanos a
la luz del flamante acuerdo.

Sinergia productiva
"Se abren muchas oportunidades para la Argentina, sobre todo si se
considera la demanda de importaciones de la CAN y nuestra oferta
exportable: si abasteciéramos esa demanda existe un aumento
potencial fuerte de 3500 millones de dólares de exportaciones.
Acaparando sólo un 30% de ese mercado, se generaría un aumento
real de 1000 millones de dólares, sobre todo en productos industriales,
compras interindustriales y algunos alimentos", señaló a LA NACION
el secretario de Relaciones Económicas Internacionales, Martín
Redrado.

El funcionario explicó que el tratado prevé un cronograma de


desgravación arancelaria para el 80% de los productos en 10 años, a
un ritmo de entre el 10 y el 15% por año hasta llegar a cero. Para
productos delicados, el programa es a 15 años, agregó.

Consultado sobre si cambia la configuración de los actores que


negocian en el ALCA a partir del nuevo bloque sudamericano,
Redrado descartó modificaciones: "La estrategia de política comercial
que estamos llevando adelante evita la falsa disyuntiva Mercosur
versus ALCA. Continuamos con el concepto de multipolaridad y
negociaciones simultáneas".

El hecho de mayor trascendencia que Redrado rescató, al margen de


las posibilidades comerciales, "la nueva sintonía que se crea en
América latina; el acuerdo sentará las bases para la integración
productiva en sectores como los minerales, industria química,
alimentos y bebidas, tabaco, aceites, productos vegetales, pasta de
madera y papel, y textiles". Según el estudio "Oportunidades y
amenazas de un acuerdo Mercosur-Comunidad Andina" elaborado por
el Centro de Economía Internacional (CEI) de la Cancillería, la "CAN
participa con el 7% de las exportaciones que realiza la Argentina, pero
en plásticos y caucho, industria química, máquinas y aparatos, metales
comunes y sus manufacturas, el mercado andino concentra entre el
14% y el 17% de las ventas argentinas fuera del Mercosur (360
millones de dólares)".
El trabajo del CEI indica que, de eliminarse las barreras comerciales,
reducirse los aranceles y potenciarse la complementariedad en los
negocios a partir del tratado de libre comercio, "el potencial para la
Argentina alcanzaría a los 9800 millones de dólares (3500 millones de
dólares por oportunidades fuertes, es decir, sin mayor competencia de
Brasil, por ejemplo)". Un 27% de ese valor correspondería a
manufacturas de origen agropecuario (MOA) como lácteos, alimentos
y residuos de la industria alimentaria y productos primarios como
cereales, aunque también participan algunas manufacturas
industriales.

Las oportunidades para Brasil serían mayores a los 10.000 millones de


dólares si se consideran las perspectivas para los sectores de vehículos
y autopartes, caucho y sus manufacturas, manufacturas de fundición y
plásticos. Para el CEI, el PBI argentino se incrementaría en un 0,5% y
sus ventas, en un 2,2%, en cuanto se liberalice el comercio con las
naciones andinas.

"Es importante señalar -agrega el estudio- que el 53% del monto total
de las importaciones andinas con mayor potencial está afectado por el
sistema de franjas de precios" aplicado por la CAN.

Trabas
Este mecanismo de aranceles variables afecta a un grupo de productos
agropecuarios básicos (carne de cerdo, trozos de pollo, leche entera,
trigo, cebada, maíz, soja, aceite de soja y de palma y azúcar, entre
otros) y apunta a estabilizar los precios de importación de estos bienes
que se caracterizan por una alta volatilidad en el mercado mundial:
cuando el precio internacional está por debajo del piso de la franja el
arancel aumenta, y viceversa. Estas franjas tienen una vigencia anual y
el precio de los commodities lo calcula la Secretaría General de la
CAN.

Desde Lima, Perú, el gerente de proyecto de negociaciones


comerciales con el Mercosur de la CAN, Iván Larrazábal, dijo que el
acuerdo de libre comercio "es muy bueno para el intercambio
comercial, pero su valor agregado es que a partir de ahora se
fortalecerá la integración física, la complementación productiva y la
cooperación financiera en América del Sur. Es un paso inicial para
que los sudamericanos consolidemos un espacio ampliado con
identidad propia a partir del cual avanzar".

El interés de la CAN en el Mercosur, en opinión de Rocío Boza, del


proyecto de promoción comercial andina, se expresa en una serie de
productos identificados como "prioritarios y con mayores
oportunidades de negocios para colocar en los países del Mercosur:
impresos y publicaciones, plásticos, servicios, pesca y acuicultura,
biocomercio, metalmecánica, confecciones, frutas y hortalizas, y
químicos".

"Durante la década del 90, más del 50% de las exportaciones andinas
al Mercosur se concentró en combustibles (petróleo y derivados)",
indicó Boza, al tiempo que dijo: "este acuerdo beneficiará la
diversificación de las ventas andinas".

Mercado para pymes


Los envíos desde la Comunidad Andina a los países del Mercosur
consisten, sobre todo, en aceite de petróleo y sus derivados, gas
natural, bananas, plata en bruto y minerales de zinc, y en menor
medida por cátodos de cobre, hulla bituminosa, plomo refinado y
máquinas de sondeo. En tanto, las ventas del Mercosur incluyen
vehículos varios, aceite y porotos de soja, maíz duro, medicamentos,
trigo, nafta, tubos, aparatos en general y neumáticos, entre otros.

El coordinador del área de Comercio Exterior de la Secretaría de


Producción, Turismo y Desarrollo Sustentable del Gobierno de la
Ciudad de de Buenos Aires, Enrique Avogadro, destacó que los países
de la CAN "son buenos primeros mercados para las pymes por una
cuestión de escala; toda América latina es una buena plataforma de
expansión".

Desde el gobierno porteño se impulsaron en 2003 misiones a Perú,


Ecuador y Venezuela, y este año se viajará nuevamente a Perú y por
primera vez a Colombia. En opinión de Avogadro, son varias las
características que hacen a estos mercados más que atractivos para las
pymes: "el idioma, la idiosincrasia, una interesante relación costo de
viaje y beneficios; nuestros precios son muy competitivos y, además,
en la gran mayoría de estos países la Argentina es muy reconocida por
la calidad de sus productos. Pero lo más importante es viajar. Son
mercados muy accesibles y en una semana se puede tener una idea
bastante acabada de cómo funcionan. Son absolutamente abarcables y
flexibles en cuanto a la escala".

Junto con la Fundación ExportAr (que promueve las exportaciones en


el exterior), en el gobierno porteño funciona la Red de Exportadores,
un grupo de trabajo de pymes de la capital que organiza misiones
comerciales a varios mercados; entre ellos, los latinoamericanos.
Informes: 4326-4257; en Internet: www.redexport.mercadoba.gov.ar
Energía
LIMA (AFP).- Los ministros de Energía, Electricidad, Hidrocarburos
y Minas de la Comunidad Andina (CAN) se reunieron la semana
última para impulsar la integración energética de la subregión. La
secretaría comunitaria destacó el potencial energético de la CAN, que
posee cuatro veces las reservas de petróleo de Estados Unidos y ocho
veces las del Mercosur.
Ante el Presidente, Duhalde intentó calmar la
puja del PJ
Mazzón mediará ante los gobernadores
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Mariano Obarrio
LA NACION

MIÉRCOLES 24 DE MARZO DE 2004

El ex presidente Eduardo Duhalde visitó ayer la Casa Rosada para


hablar con el presidente Kirchner de la situación del Mercosur y para
apaciguar el creciente conflicto entre el Gobierno y los gobernadores
del PJ, descontentos por lo que consideran serios desplantes del
Presidente a la tradicional corporación de mandatarios provinciales del
peronismo.

Esa tensión hizo temer por momentos que tambaleara el congreso


nacional del PJ, que pasado mañana, en Parque Norte, elegirá como
presidente del partido al gobernador de Jujuy, Eduardo Fellner, el
candidato de Kirchner y de Duhalde.

Luego de la incursión de Duhalde en la Casa Rosada se disipó ese


temor. En primer término, Kirchner recibió a Duhalde y lo alentó a
acelerar la integración de la Comunidad Sudamericana de Naciones,
que integrarán los países del Mercosur y de la Comunidad Andina
(CAN).

Los diputados del PJ Urtubey, Baladrón y Díaz Bancalari defendieron su proyecto en el recinto. Foto: Fabián Marelli

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También le pidió que apurara para octubre próximo el acuerdo de


comercio y cooperación previsto para diciembre entre el Mercosur y la
Unión Europea.
Según las fuentes consultadas, Duhalde no habló en profundidad de
política partidaria con Kirchner. El acuerdo era que lo hiciera minutos
después, con Juan Carlos Mazzón, titular de la Unidad Presidente y
operador clave del PJ. Y así fue. Lo visitó en el despacho que Mazzón
tiene en el mismo piso que el primer mandatario, en Balcarce 50.

Repasaron la tensa situación del PJ, en la que los jefes provinciales de


ese partido, como José Manuel de la Sota (Córdoba) y Jorge Obeid
(Santa Fe), entre muchos otros, manifestaron su profundo malestar por
el armado político transversal de Kirchner, con figuras ajenas al PJ, y
la impugnación de organismos de derechos humanos a gobernadores,
avalada por la Casa Rosada, lo que les impedirá asistir hoy al acto en
la ESMA.

Duhalde le pidió a Mazzón que hiciera "la tarea de contención a los


gobernadores que están enojados", aseguraron en la Casa Rosada.

Incluso, en Balcarce 50 consideran que el ex presidente integrará el


consejo nacional del PJ, por cuanto dirigirá la futura Escuela Superior
de Conducción del peronismo. Más allá de ser un ente que formará
cuadros políticos -viejo deseo de Duhalde-, ello le permitirá al
caudillo hacer pie en el partido.

Gesto
Otro signo de conciliación será la presencia casi segura de Kirchner en
Parque Norte. "Si el congreso sale bien y va el Presidente, se acaba la
transversalidad", arriesgó un hombre que conoce las negociaciones.

"De la Sota y Obeid no se pueden poner nerviosos por los organismos


de derechos humanos. O porque Carlos Kunkel o José María Salvini
visiten sus provincias y hablen de la transversalidad. Los votos en esas
provincias los tiene el PJ", aseguró a LA NACION una alta fuente
peronista.

Kunkel y Salvini son dos funcionarios de segunda línea leales a


ultranza al Presidente, que fogonean el armado transversal de
Kirchner.

La visita de Duhalde calmó en parte los ánimos dentro del PJ.


Duhalde y Mazzón convinieron en que el congreso de Parque Norte,
pasado mañana, tendrá asistencia perfecta. Van a estar todos, incluso
los más cuestionados, como Luis Barrionuevo. "Será todo un mensaje
al Presidente: los peronistas estamos al lado de él y nos bancamos sus
desaires", dijeron a LA NACION altas fuentes del PJ.
El destino común sudamericano
La Unión Europea es el paradigma a seguir por nuestros países
DOMINGO 25 DE ABRIL DE 2004

En un tiempo relativamente breve, los modos de relacionamiento


comercial y político de los países entre sí han sufrido un cambio
notable. A los tradicionales vínculos bilaterales se han sumado las
negociaciones en bloque, que tienden a tener cada vez mayor peso. El
paradigma de este fenómeno de integración regional es la Unión
Europea, que en un proceso de medio siglo ha constituido una unidad
sólida entre quince naciones y se apresta a recibir a otros diez nuevos
miembros. En este caso, a los temas económicos y comerciales se han
sumado cuestiones de orden politico, social y cultural hasta conformar
una verdadera entidad supranacional.

En ese camino marchan los países sudamericanos.

En efecto, mientras la Argentina, Brasil, Uruguay y Paraguay avanzan


en la consolidación del Mercosur, junto con Chile, Bolivia y Perú
como países asociados, la Comunidad Andina de Naciones también
fortalece los lazos entre sus integrantes. El desafío inmediato, luego de
haber trazado los lineamientos de intercambio comercial entre ambos
bloques, es alcanzar verdadera unión política que permita al
subcontinente sostener posturas afines ante los otros bloques y foros.
Esta Unión Sudamericana es el objetivo mayor planteado en la última
cumbre presidencial del Mercosur celebrada en Montevideo,
oportunidad en que se firmó el tratado de libre comercio con la
Comunidad Andina.

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La pregunta que toda la prensa se formuló fue: ¿Esta unidad


subcontinental se busca para hacer frente a las negociaciones por el
ALCA? La respuesta correcta es: la búsqueda de unión de nuestras
naciones es el fruto de una comprensión fundamental de las
democracias sudamericanas: no hay salida ni futuro en soledad.
Nuestra suerte está jugada a la realización de aquella idea tan vigente
que Simón Bolivar denominaba "una Nación de repúblicas".

Nuestros países aislados difícilmente puedan hacerse escuchar por la


mayor potencia mundial. Los Estados Unidos de América, a fuerza de
ser y sentirse la mayor nación del planeta, han ignorado siempre a sus
vecinos continentales. El secretario de Estado, Collin Powell, definió
con total claridad el espíritu que anima a su país: "Nuestro objetivo
con el ALCA es garantizar para las empresas norteamericanas el
control de un territorio que va del Polo Artico hasta la Antártica y
libre acceso, sin ningún obstáculo o dificultad, a nuestros productos,
servicios, tecnología y capital en todo el hemisferio".

La manera evidente de terminar con esta ausencia de diálogo es que


mostremos posiciones y voluntades comunes. Queremos el ALCA,
pero no el que define Powell.

El ALCA representa una de las negociaciones más grandes y


complejas que enfrenta el Mercosur porque, paralelamente, muchas
fuerzas actúan de manera simultánea y se deben coordinar los
intereses y anhelos de 34 países. Por ello aún no se ha logrado un
consenso sobre un "núcleo de derechos y obligaciones" comunes a
todas las partes, ni se han definido los procedimientos aplicables a la
negociación de acuerdos plurilaterales. En cada negociación, y esta no
será la excepción, es imprescindible alcanzar un equilibrio general
satisfactorio donde se verifique la reciprocidad de compromisos.

A la par, mientras el ALCA se demora por estas y otras razones,


nuestra voluntad integradora avanza en las negociaciones con la UE.

En este caso, la complejidad no es menor que con el ALCA, aunque el


proceso se encuentra más avanzado y los contenidos de las ofertas que
manejan ambos bloques prometen ser muy beneficiosos para las dos
partes. El futuro acuerdo, que prevemos firmar en octubre próximo, se
constituirá en el mayor tratado internacional firmado entre regiones y
será también un pilar en la inserción del Mercosur en el mundo. En
consonancia con la voluntad de las autoridades de nuestros países, este
mercado integrado con la UE tendrá por finalidad, a su vez, la
constitución de una asociación política, económica y de cooperación
entre ambos bloques. Con este panorama prometedor, el Mercosur
tiene ante sí un camino de posibilidades infinitas que le permitirá
explotar toda su potencialidad. Pero los beneficios del proceso de
integración deben proyectarse al conjunto de la sociedad de los
Estados Partes, porque el Mercosur es una "empresa común" y, como
tal, debe ser "sentida" por toda la población de la región. Solo de esta
forma podremos concretar el destino manifiesto que motiva nuestra
asociación.

El autor es Presidente de la Comisión de Representantes Permanentes


del Mercosur.

Por Eduardo Duhalde


Duhalde busca la unidad política de América
latina en el corto plazo
Sostuvo que viajará a Venezuela y Colombia para concretar ese proyecto
MARTES 27 DE ABRIL DE 2004 • 16:02

ASUNCIÓN.- El ex gobernante argentino y actual presidente de la


Comisión Permanente de Mercosur, Eduardo Duhalde, reclamó hoy
una integración de Latinoamérica a corto plazo para evitar que esta
región quede desplazada en el nuevo mapa global.

Duhalde manifestó en Asunción, donde ayer asistió al II Encuentro de


Presidentes de los Parlamentos de los países miembros del Mercosur,
su esperanza de que incluso este mismo año se pueda constituir una
"unidad política" en Sudamérica para avanzar en la integración
regional.

"Soy un convencido de que si no logramos esa unidad en tiempos


relativamente cortos en el momento en que se diseñen las políticas
globales definitivas o el nuevo mapa comercial del mundo no vamos a
tener incidencia o vamos a tener poca incidencia [en ese diseño]", dijo
Duhalde, durante un seminario sobre la Comisión Parlamentaria
Conjunta de Mercosur y el Parlamento de Mercosur.

El representante permanente de Mercosur anunció que viajará a


Colombia y Venezuela para tratar de encontrar caminos hacia la
integración.

"Con la idea de que este año, si es posible, podamos constituir una


unidad política la comunidad sudamericana, pero en avance
indiscutible a que todos los países que constituimos una gran nación
podamos definitivamente reencontrarnos", explicó.

Duhalde subrayó que "500 millones de latinoamericanos" tienen la


fuerza para ser escuchados en los foros internacionales.

"Si 500 millones de latinoamericanos que vivimos en este continente


de 800 millones somos capaces de darnos una integración en una
comunidad que defienda sus intereses no digo que vayamos a estar
sentados en la cabecera pero vamos a ser escuchados", dijo.

En ese sentido, el ex jefe de Estado afirmó que en cuestiones de


integración hay "opiniones divididas" y "dificultades que tienen que
ver básicamente con las asimetrías, asimetrías de tamaño, de
desarrollo".

"Pero ese es el trabajo, el desafío esas dificultades están para ser


superadas", puntualizó en alusión a uno de los grandes reclamos de
Paraguay, que, junto a Uruguay, exige medidas para paliar las
descompensaciones en el marco de Mercosur.

Fuente : EFE
La nueva relación de Kirchner y Duhalde
No dialogan, pero iniciaron una tregua con la promesa del ex presidente de dedicarse
sólo al Mercosur
SÁBADO 10 DE JULIO DE 2004

Al menos por los próximos 15 días, Néstor Kirchner y Eduardo


Duhalde sostendrán la fría tregua que iniciaron esta semana ante la
inminencia de su primer encuentro en tres meses y medio, en la
cumbre del Mercosur celebrada en Iguazú.

A ninguno de los dos se le pasó el fastidio con el otro: la relación


personal parece quebrada, según reconocen colaboradores de los dos
líderes peronistas. Bastó verlos moverse incómodos por los pasillos y
los salones del hotel donde se reunió la convención para comprobarlo.

Pero tanto en el Gobierno como cerca de Duhalde garantizaron que se


alcanzó un "acuerdo tácito" para desactivar la pelea de poder y al
menos intentar desplazar de la agenda pública la crisis en el
oficialismo.

Eduardo Duhalde y Néstor Kirchner. Caricatura: Huadi


El ex presidente ha difundido por medio de sus habituales voceros que
no volverá a referirse a la política interna en el corto plazo y que se
dedicará de lleno a articular el proyecto de la comunidad
sudamericana de naciones.

Pasará desde hoy al menos dos semanas de vacaciones en Montevideo


junto con su esposa, Hilda González, y avisó que no mantendrá ningún
tipo de reunión partidaria en ese tiempo.

El jefe de Gabinete, Alberto Fernández, escuchó esa promesa de


neutralidad en las últimas charlas telefónicas que mantuvo con el ex
presidente.

Distancia prudencial

El supuesto confinamiento de Duhalde en su papel de coordinador del


Mercosur sabe a gloria entre los hombres del Gobierno, aunque
descreen de que el líder bonaerense vaya a desaparecer por mucho rato
de la escena política.
Kirchner rechazó reunirse con Duhalde el lunes último, pese a que
Fernández y el ex presidente habían hablado sobre esa posibilidad el
fin de semana anterior.

Tampoco quiso prestarle más atención que la formal en la cumbre


presidencial de Iguazú: hubiera parecido una sobreactuación y hasta
podría haber opacado el significado de la reunión del Mercosur,
explicó un influyente ministro.

"La relación es correcta, respetuosa", respondió el Presidente varias


veces durante los últimos tres días, refiriéndose a su aliado más
poderoso. Antes y durante la cumbre, Kirchner destacó el "buen
trabajo" de Duhalde en el bloque comercial. "El está haciendo bien las
cosas en el Mercosur. Yo no me peleo con él; mi misión es gobernar",
enfatizó al regresar de Misiones. Una y otra vez, la teoría del
confinamiento.

Los elogios ante los principales líderes de América latina fueron el


gesto más grato de Kirchner a Duhalde en muchísimo tiempo. Fue
particularmente efusivo el tono del Presidente durante el desayuno
ofrecido a los invitados internacionales, el único acto que no fue
público.

Paralelamente, en los dos días juntos apenas compartieron frases


entrecortadas sobre fútbol y comida, siempre con algún testigo
extranjero en el medio.

Para el Presidente era importante que la discusión por el poder no se


notara entre los líderes extranjeros.

Todavía no digirió aquellas declaraciones de Duhalde cuando dijo que


la Argentina "no es un país confiable", hace tres meses, en medio de la
negociación con el Fondo Monetario Internacional (FMI).

Duhalde también sigue dolido: cree que Kirchner lo maltrató con


varias réplicas furibundas a raíz de sus diferencias acerca de la política
con los piqueteros y del reparto de fondos entre las provincias.

No se espera ninguna reunión a solas en los próximos días, respondió


el jefe de Gabinete, ante una consulta de LA NACION. "La actitud de
los dos en la cumbre ayuda a bajar la tensión y mostrar que, pese a sus
diferencias, no proponen rupturas que afecten la gobernabilidad",
amplió.
Otro gesto de distensión valorado en el Gobierno fue el reencuentro -
con abrazos y chistes- entre Duhalde y el ministro del Interior, Aníbal
Fernández, que en sus habituales reportes en las radios había
zarandeado a su ex referente político.

Intentos de acercamiento
El jefe de Gabinete habló varias veces con Duhalde en las últimas
semanas y no les escapó a dos abrazos afectuosos del ex presidente en
Iguazú. Actuó como nexo con Kirchner.

"Usted debe hablar con él. Tienen que tener un diálogo directo para
que no vuelvan a pasar estas cosas", le dijo Fernández a Duhalde en
una de esas charlas, según fuentes que conocen a los dos
interlocutores.

El ex presidente aseguró tanto ante el funcionario como en diálogo


con periodistas durante la cumbre que son "los de abajo", en referencia
a la tropa duhaldista, los que "inventan" la pelea con Kirchner.

"Cállelo a Atanasof, Eduardo", le dijo Fernández en una reciente


charla. El diputado Alfredo Atanasof figura al tope de la lista de
duhaldistas que despiertan las sospechas de Kirchner. Lo acusan de
avivar el enfrentamiento sin el consentimiento de su jefe político. "Lo
que diga Atanasof no es lo que yo pienso", respondió el ex presidente.

Como trasfondo sigue latente la batalla por las listas electorales del
año que viene en Buenos Aires, donde Duhalde ha mandado durante
una década.

De uno y otro lado aseguran que esa discusión quedará enterrada en el


corto plazo y que el Presidente y su antecesor mantendrán "mientras se
pueda" la nueva forma de convivir en el poder: cada uno en el papel
que le concede su cargo.

Por Martín Rodríguez YebraDe la Redacción de LA NACION

Duhalde: "Lula es el principal líder del


Mercosur"
El ex jefe del Estado señaló que "las cuestiones internacionales no ocupan un espacio
importante en la agenda de Kirchner"
DOMINGO 11 DE JULIO DE 2004 • 15:40

El ex presidente Eduardo Duhalde deslizó otra hoy otra crítica a la


gestión de su sucesor, Néstor Kirchner, al asegurar que "las cuestiones
internacionales no ocupan un espacio importante en su agenda", y
consideró que "el principal líder" del Mercosur "es Brasil" y su jefe de
Estado, Luiz Lula da Silva, "por su personalidad y capacidad".

"Kirchner es un tractor, un hombre de mucha fuerza, pero que está


siendo absorbido por las cuestiones internas. A él no le gusta mucho
salir del país, prefiere dedicar el día entero a los problemas
domésticos. Las cuestiones internacionales no ocupan un espacio
importante en la agenda de Kirchner", indicó.

En declaraciones al periódico brasileño O Globo, Duhalde aseveró que


"el principal líder que tenemos es Brasil, y el presidente Lula por su
personalidad y su capacidad de decisión. Hoy precisamos reforzar
alianzas con países que tienen fronteras con Brasil, como Venezuela y
eso da más vigor todavía al liderazgo de Lula. Brasil es la mayor
economía de la región y eso sumado a la vocación de Lula constituye
un liderazgo".
En relación con las expectativas puestas en el Mercosur, Duhalde dijo
que "queremos impulsar el nacimiento de la mayor comunidad del
mundo. Estamos hablando de 17 millones de kilómetros cuadrados.
Somos la tercera economía del mundo y podemos ser mucho más.
Tenemos 30 por ciento de las reservas de agua del mundo, tenemos
petróleo y gas, somos muy poderosos".

Asimismo, el ex presidente declaró al periódico brasileño que


"estamos caminando para la unidad continental, pero no para el
Acuerdo del Libre Comercio para las Américas (ALCA)".

"Nosotros queremos un acuerdo que incluya a todos los países del


continente, pero no el ALCA propuesto por los Estados Unidos, y
mucho menos en el 2005. Primero es necesario la integración de los
países sudamericanos, porque somos una gran nación", afirmó
Duhalde.

"Yo imagino una integración con todos que tenga como fin un proceso
más profundo. Es evidente que la concepción de los EE.UU. no nos
conviene porque se trata de una ruta de mano única. El área de libre
comercio de América del norte fue concebida como un proyecto
destinado a facilitar la vida a las empresas americanas", opinó.
Duhalde además anticipó que realizará "un viaje a los países de
América Central para conversar con las autoridades y evaluar las
posibilidades de negociar el entendimiento con el Mercosur.
Comenzaremos a conversar. Precisamos aliados para, en el futuro,
negociar un acuerdo continental".

Brasil es la mayor economía de la región y eso sumado a la vocación


de Lula constituye un liderazgo".

Ante la pregunta de si Lula, Kirchner y el presidente de Venezuela,


Hugo Chávez, podrán trabajar conjuntamente sin problemas, Duhalde
contesto que "es mayor la fuerza que los une que las diferencias que
puedan separarlos".

En relación con los presidentes argentino y brasileño, dijo que "son


personas muy diferentes. Lula y Kirchner pueden tener divergencias
pero en las cuestiones centrales existe el acuerdo".

Duhalde también opinó sobre la reciente crisis por la restricción de


importaciones brasileñas en la Argentina: "Son problemas que surgen
con el crecimiento de las economías, por eso tenemos que crear
instituciones como un tribunal de soluciones de controversia".

"En todos los países -prosiguió- los empresarios buscan obtener


beneficios y, cuando existen desequilibrios, son necesarias normas que
regulen el comercio. Precisamos un sistema que evite este tipo de
conflicto. Hasta que tengamos una moneda única será necesario
compensar este tipo de asimetría".

Duhalde contestó sobre si es posible tener una moneda única en el


Mercosur: "Sí. Aunque primero tendremos una moneda única limitada
al comercio y al turismo. Una especie de test. En una segunda etapa
tendríamos una moneda única con el modelo del proceso seguido por
la Unión Europea con el Euro".

Fuente: DyN
Hacia los Estados Unidos de Sudamérica
Por Eduardo Duhalde Para LA NACION
MARTES 13 DE JULIO DE 2004

10
La reciente cumbre del Mercosur en Puerto Iguazú acaba de dar un
paso decisivo en la constitución de los Estados Unidos de Sudamérica,
Comunidad o Unión Sudamericana, con su resolución de avanzar en
las negociaciones con la Comunidad Andina de Naciones y Chile. Por
su parte, los países de la Comunidad Andina, con cuyos presidentes
hablé en extenso sobre este tema, tienen la convicción de que la unión
es tan inexorable como deseable y necesaria para el futuro de la
región.

Esta unión es la apuesta a un futuro esperanzador, más igualitario y


con desarrollo pleno para nuestras repúblicas. Imaginemos, por un
instante, esta gran "Nación de Repúblicas", como la soñaba Simón
Bolívar:

Sería la región más grande del mundo, con una superficie de 17,3
millones de kilómetros cuadrados. Con su población de 380 millones
de habitantes sería la tercera nación del planeta, después de China y la
India.

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Juntos poseemos 8 millones de kilómetros cuadrados de bosques en un


mundo cada vez más empobrecido ecológicamente.

Juntos atesoramos el 27 por ciento del agua dulce del mundo.


Tenemos enormes reservas de minerales, de petróleo, de energía.

Unidos somos los mayores productores y exportadores de alimentos.


Poseemos los más extensos litorales marítimos sobre los dos grandes
océanos. Somos, en fin, el tercer bloque económico del mundo,
después de la Unión Europea (UE) y el Nafta.
***

Nunca ha sido fácil para nuestro subcontinente avanzar por el camino


de la integración. Cada vez que una iniciativa se ponía en marcha
tropezábamos con enormes dificultades y con fuerzas económicas y
políticas que no querían nuestra unión.

A fines del siglo XVIII y comienzos del XIX la gesta emancipadora


que se extendió por todo el continente enarboló una idea
predominante: "La Patria es América", como sostenía José de San
Martín.

Sin embargo, los primeros doscientos años de vida independiente en la


región nos muestran la realidad de la desunión.

Nuestros jóvenes países ignoraron las tradiciones comunes, la


contigüidad territorial, las identidades culturales y hasta la existencia
de dos idiomas derivados de la misma lengua latina.

Nos faltaron voluntad y grandeza, y resultamos así -al decir del


escritor uruguayo Eduardo Galeano- "un archipiélago de países
desconectados entre sí como consecuencia de la frustración de nuestra
unidad nacional".

En los últimos tiempos, felizmente, esa larga historia del desencuentro


está dando paso a la hora de la integración.

Comenzamos a desandar el largo camino del pasado de desunión y a


transitar el del futuro, que es el de la integración plena de nuestras
repúblicas.

***

Sin duda, la solución a los graves problemas que las repúblicas


sudamericanas atraviesan surgirá de nuestra capacidad para lograr ese
objetivo superior.

En términos inversos, podríamos decir que muchos de estos problemas


que padecemos no existirían o serían menos dolorosos si el comienzo
de este nuevo siglo nos hubiese encontrado unidos y no desintegrados.

Los Estados Unidos de Sudamérica, o cualquiera sea el nombre que se


les dé, mejorarían sustancialmente las condiciones de negociación
comercial ante los grandes foros y naciones del planeta y constituirían
una fuerza considerable a la hora de enfrentar las restricciones que
desde los países centrales se imponen a nuestra oferta agroalimentaria.

Sería, en la voluntad integradora de los presidentes de la región, el


primer paso hacia integraciones mayores: la unión de América latina,
primero, y de todo el continente americano, después.

En este sentido, las asociaciones de México y Venezuela al Mercosur


concretadas la semana pasada en Puerto Iguazú constituyen un hecho
más que auspicioso.

Esa idea de avanzar en el proceso de la integración ha madurado


rápidamente en los últimos años, hasta tal punto que hoy estamos muy
próximos a lograrla.

Tenemos, a punto de entrar en vigor, un Tratado de Libre Comercio


que nos tomó varios años de negociaciones entre el Mercosur, la
Comunidad Andina y Chile, y contamos ahora con la férrea voluntad
política de los presidentes, decididos a forjar una comunidad en la que
los aspectos comerciales se sostengan en valores éticos, ideales
políticos y raíces culturales comunes.

Si queremos cambiar un orden internacional injusto, signado por la


exclusión y la violencia, debemos unirnos, aunar nuestras voces,
reclamar juntos y mostrarle al mundo que estamos en condiciones de
aportar una visión humanista en la construcción de una sociedad
planetaria justa e igualitaria.

El autor fue presidente de la Nación y dirige la Comisión de


Representantes Permanentes del Mercosur (CRPM)
Un frente privilegiado: la diplomacia cultural
JUEVES 15 DE JULIO DE 2004

Con gran satisfacción celebramos la inauguración de la exposición


"Portinari", en la Fundación Proa. Esta muestra, el seminario "El
sentido social del arte" y el proyecto educativo "El Brasil de
Portinari", que juntos conforman el proyecto "Centenario Portinari",
expresan en el campo cultural la excelencia de las relaciones Brasil-
Argentina, al subrayar el papel fundamental que la cultura ocupa en la
aproximación entre nuestros pueblos.

Por haber desempeñado una parte significativa de mi carrera


diplomática en funciones vinculadas con la cultura, veo con alegría
que la diplomacia cultural se constituya hoy en un frente privilegiado
para el desarrollo de las relaciones entre Brasil y la Argentina. En el
caso brasileño, el valor de la cultura como instrumento de expresión
de la identidad nacional cobró fuerza con la asunción del presidente
Luiz Inacio Lula da Silva. Al valorizar nuestras raíces y nuestra
diversidad cultural contribuimos, ante todo, a nuestra propia
afirmación como sociedad. Visto desde otro ángulo, el fortalecimiento
de nuestra singularidad nos prepara también para una interacción
estimulante, fértil y sin hegemonías con otras tradiciones y culturas.
Estoy convencido de que, cuanto más anclados estemos en lo local, lo
regional, mejores condiciones tendremos de desarrollar expresiones
culturales de alcance verdaderamente universal.

En el caso específico de las relaciones Brasil-Argentina existe una


creciente sintonía en el campo cultural. El interés por el intercambio
cultural entre nuestras sociedades es causa y efecto de nuestra
aproximación; para profundizar este círculo virtuoso, los presidentes
Lula y Kirchner encomendaron la creación del Premio Binacional de
las Artes y la Cultura a las cancillerías y órganos nacionales de
Cultura de ambos países. El premio, en su primera edición, se
entregará el 30 de noviembre próximo, fecha en que se celebra la
Amistad Argentino-Brasileña.

Esta comunión se consolidó en un firme y amplio programa de


cooperación cultural firmado entre nuestras cancillerías en diciembre
pasado, que abarca las más diversas áreas de expresión: artes visuales,
música, teatro, audiovisuales, literatura, programas de intercambio
sociocultural y de artistas, mecanismos de incentivo a la cultura,
patrimonio cultural, entre otras. El documento pauta las acciones
conjuntas de las cancillerías para el trienio 2004-2007, en el cual se
incluye la muestra Portinari.

El proyecto "Centenario Portinari" ilustra la solidez del puente


intelectual establecido entre Brasil y la Argentina, al reconstruir la
primera exposición del artista en Buenos Aires, en el Pabellón Peuser,
en 1947. Más que el impacto que tuvo entre la crítica y los artistas
locales, destaco el hecho de que Portinari, entonces obligado a buscar
exilio por cuestiones políticas de la época, optó por instalarse en el
Plata, alternando entre Buenos Aires y Montevideo. La acogida
afectuosa que se le brindó refleja la importancia que las artes asumen
en la historia común de nuestros países como vehículo de amistad e
integración. Hoy, Brasil y la Argentina multiplican sus lazos culturales
en un contexto en que toma ímpetu el proyecto de constitución de una
Comunidad Sudamericana de Naciones. La cultura adquiere así un
significado nuevo y de peso en el entorno geográfico e histórico del
que forman parte la Argentina y Brasil.

Canciller brasileño

Por Celso Amorim


Duhalde se reunió con Lula en Brasil
Definen la unión regional
VIERNES 06 DE AGOSTO DE 2004

SAN PABLO.- Comunidad Sudamericana o Estados Unidos de


Sudamérica. Según el presidente de la Comisión de Representantes del
Mercosur, Eduardo Duhalde, uno de esos dos puede ser el nombre que
antes de fin de año adopte el bloque que uniría a todos los países de
América del Sur.

"Queremos hacer algo con el mismo modelo de la Comunidad


Económica Europea, que será aún mayor que la propia Unión
Europea", le dijo a LA NACION el ex presidente Duhalde, después de
una reunión con el presidente de Brasil, Luiz Inacio Lula da Silva.

Duhalde y Lula cenaron anteanoche en Río de Janeiro. Los acompañó


el presidente electo de Panamá, Martín Torrijos, quien estaba de gira
por Brasil.

Duhalde y Lula mantienen una relación estrecha, que se profundizó en


el viaje a Medio Oriente del mandatario brasileño, en diciembre, al
que invitó al ex presidente argentino.

"Queremos lanzar la unión sudamericana durante la presidencia pro


témpore de Lula en el Mercosur", comentó ayer Duhalde, alineado con
las aspiraciones brasileñas de liderar la región. La presidencia pro
témpore brasileña se extiende hasta diciembre.

La semana última, Duhalde, como virtual coordinador de las acciones


del bloque, se reunió con el ministro de Hacienda de Brasil, Antonio
Palocci, en la ciudad del interior paulista de Ribeirao Preto. "Con él
discutimos la creación de un fondo estructural para auxiliar a las
economías menores", explicó.

La idea sería que los países del Mercosur aportaran un uno por mil de
los réditos obtenidos por las exportaciones, para crear un fondo de
auxilio en el modelo realizado décadas atrás por Alemania y Francia
con las economías más débiles, como Grecia, España y Portugal.
Paraguay y Uruguay serían los primeros beneficiados de ese fondo
"con plata fresca", como lo calificó Duhalde. Sería una especie de
"tasa de integración".
La mayor comunidad
Según el dirigente, sumando los cuatro países del Mercosur -
Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay-, más los miembros asociados
como Chile, más la Comunidad Andina de Naciones -Bolivia,
Colombia, Perú, Ecuador y Venezuela-, se tendrá "geográficamente, la
mayor comunidad económica del mundo, con 17 millones de
kilómetros cuadrados, producción de alimentos, energía y recursos
naturales abundantes".

El lanzamiento sería en diciembre, en la ciudad de Ouro Preto (Minas


Gerais), con un "Tratado de Ouro Preto 2". Diez años atrás, en Ouro
Preto, fue creada la estructura del Mercosur como se la conoce hoy.

La idea sería lanzar una nueva estructura, que incorporaría a los


nuevos socios.

-¿Y el Area de Libre Comercio de las Américas?, preguntó LA


NACION a Duhalde.

-El ALCA podrá salir y será, en todo caso, una integración de libre
comercio con los Estados Unidos. Pero lo que estamos intentando
crear es una comunidad, que es algo que va más allá políticamente.

Las ambiciones son del tamaño del continente. Se pretende crear


instituciones financieras unificadas, un banco central para todos los
países de la región y la unificación energética de todos los países del
"mega-bloque". La estructura, en realidad, sería una "flexibilización"
de las reglas del Mercosur.

Por Luis Esnal Corresponsal en Brasil


En la Casa Rosada optan por el silencio
Kirchner ve beneficios en que gane el No
VIERNES 13 DE AGOSTO DE 2004

El presidente argentino Néstor Kirchner se sorprendió ayer al ver las


imágenes de un afiche de campaña en las calles de Caracas, en el que
se lo ve con su par de Venezuela, Hugo Chávez, y con el presidente
del Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva. Sin embargo, el Gobierno
informó durante la tarde de ayer que no iba a formular comentarios.

"No va a haber declaraciones sobre el tema", dijo un vocero


presidencial. El silencio oficial se debe a que Kirchner no quiere que
ninguna declaración oficial sea interpretada como una intromisión en
el proceso electoral venezolano.

Los hombres de Kirchner aseguraron que la fotografía del afiche de


campaña pudo ser la misma que se tomaron juntos durante el último
viaje del Presidente a Caracas, en marzo, cuando se reunieron los tres
líderes.

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Si bien Kirchner se cuidó de expresarse públicamente sobre el


referéndum revocatorio del mandato de Chávez, diversos voceros
calificados del gobierno argentino dejaron trascender que la Casa
Rosada prefiere un triunfo del líder venezolano.

Sucede que el gobierno de Kirchner diseñó y procura poner en marcha


diversos proyectos estratégicos junto a Chávez. Entre ellos, se destaca
la alianza de la empresa petrolera venezolana Pdvsa con la futura
contraparte argentina, Enarsa, para conformar Petrosur.

Por otra parte, Kirchner y Chávez resolvieron que Pdvsa contratará a


astilleros argentinos para la construcción de buques tanqueros, y los
canales de televisión oficial lanzaron diversos convenios de
cooperación, entre otros acuerdos en materia comercial.
El Banco del Sur

En lo que se refiere a la propuesta lanzada por Chávez para la creación


de un Banco del Sur (ver aparte), en el Gobierno aseguraron ayer que
es una idea embrionaria del mandatario venezolano, que no está
avanzada por ahora.

"La idea es tender hacia un banco de desarrollo sudamericano, pero no


limitado a tres países, sino a América latina, es decir, a la suma del
Mercosur y la Comunidad Andina de Naciones. Pero todavía es muy
incipiente", dijo un funcionario argentino que monitorea la situación
del territorio sudamericano.

Por otra parte, distintas organizaciones piqueteras y partidos políticos


de izquierda marcharán hoy al Congreso y a la embajada venezolana
para expresar su apoyo a Chávez y a la "revolución bolivariana".

Washington alerta
WASHINGTON (AFP).- El Departamento de Estado norteamericano
alertó ayer a sus ciudadanos sobre la posibilidad de hechos de
violencia en Venezuela a raíz del referéndum que se hará pasado
mañana y en las posibles elecciones presidenciales que se realizarán
30 días después si Chávez es derrotado. Les pidió "evitar todas las
manifestaciones callejeras" y recordó "el aumento en la retórica
antiestadounidense".
Una coordinación muy necesaria
Félix Peña, especialista en Relaciones Económicas Internacionales
MARTES 07 DE SEPTIEMBRE DE 2004

El crecimiento sustentable del comercio exterior es hoy un desafío


para nuestro país. Implica un continuo esfuerzo de incorporación de
progreso técnico, de desarrollo de inteligencia competitiva y de tejido
de una densa red de conectividad mundial. Hay sectores en los que tal
esfuerzo se viene haciendo desde hace años y los frutos son hoy
visibles. Es el caso, por ejemplo, de la industria de los alimentos.

Implica también una sistemática coordinación en el plano externo.


Esta es una función de nuestra Cancillería. Es mucho lo que se está
haciendo al respecto. Pero requiere de una activa participación
profesional del conjunto del sector empresarial. Dos ejemplos ilustran
lo que en países socios del nuestro está ocurriendo al respecto. Ellos
son el papel activo que en Brasil tiene la Coalición Empresaria -que
refleja la posición del empresariado-, y el hecho de que se hubiera
propuesto a uno de los más experimentados diplomáticos de Brasil -
Rubens Barbosa, quien ha culminado recientemente su carrera en
Washington y fue negociador del Mercosur- como asesor
internacional de la poderosa Federación de Industrias del Estado de
San Pablo (Fiesp).

La coordinación público-privada será necesaria para encarar la agenda


de relaciones económicas internacionales del último trimestre del año.
Ella contiene cuestiones fundamentales para la creación de un entorno
externo favorable al desarrollo del comercio exterior argentino. Tres
se destacan. La primera es la finalización del Acuerdo de Textiles y
Vestimentas en la OMC, que tendrá consecuencias significativas en la
evolución futura del comercio internacional en el sector. La segunda
es el resultado de las actuales negociaciones del Mercosur con la
Unión Europea. El panorama al respecto es aún incierto. La tercera es
la preparación de la Cumbre Mercosur de Ouro Preto, en diciembre.

A su vez, tres ejes espaciales dominarán la agenda de esta Cumbre. El


del espacio sudamericano (la idea de una comunidad sudamericana de
naciones, con significativos componentes en el plano político, en el de
la energía y en el de la infraestructura física); el del espacio del
Mercosur, con fuertes demandas de previsibilidad y flexibilidad de sus
reglas de juego, y el espacio bilateral de nuestro país, en particular con
Brasil (sigue rigiendo el tratado bilateral de integración de 1988), pero
también con Chile, país que contribuye a establecer un saludable
equilibrio en nuestro sur americano.
Esta columna se realiza con la colaboración del Instituto de Comercio
Internacional de la Fundación BankBoston. E-
mail: fpena@fbkb.com.ar. Internet: www.fpena.fbkb.com.ar .
Lula, en favor de una relación estratégica con
la Argentina
El primer mandatario brasileño instó a los organismos multilaterales a "proveer
soluciones" en lugar de convertirse "en parte del problema"; exigió una reforma en el
Consejo de Seguridad
MARTES 21 DE SEPTIEMBRE DE 2004 • 13:12

El presidente brasileño, Luiz Inacio Lula Da Silva, afirmó hoy que su


país se ha comprometido a establecer una política estable, próspera y
unida en Sudamérica, a través del fortalecimiento del Mercosur y su
relación estratégica con Argentina ante el plenario de la apertura de la
59 Asamblea General de la ONU en Nueva York.

"El surgimiento de una verdadera Comunidad Sudamericana de


Naciones ya no es un sueño distante gracias a la acción decidida en lo
que se refiere a la integración física, económica, comercial, social y
cultural", dijo Lula.

El mandatario brasileño pidió además que los organismos


multilaterales, como el FMI, busquen soluciones y no creen problemas
para impulsar un desarrollo sostenido y justo: "tales organismos
fueron creados para proveer soluciones, pero a veces, por excesiva
rigidez, se convierten en parte del problema", señaló.

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Audio: Discurso de Luiz Inacio "Lula" Da Silva en la ONU


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Kirchner renovó sus críticas al FMI

"El Fondo Monetario Internacional debería proveer la garantía y la


liquidez necesarias para las inversiones productivas, especialmente en
infraestructura, vivienda y salud, que también pueden restaurar la
capacidad de pago de los países pobres", agregó Lula en su discurso.

En su segunda aparición ante la asamblea de las Naciones Unidas de


Nueva York, Lula dijo que el tema es ajustar el foco de estos
organismos al desarrollo, "rescatando su objetivo original".
Brasil es el principal prestatario del FMI, que en el 2002 le aprobó la
mayor ayuda en la historia de ese organismo, más de 40.000 millones
de dólares.

Lula también se refirió en su discurso al combate a la pobreza, luego


de que ayer 110 países adhirieran a una declaración para buscar
mecanismos que permitan reunir los recursos para reducir la miseria
en el mundo, como el establecimiento de impuestos a las transacciones
financieras internacionales y al tráfico de armas.

"Creo firmemente que el proceso lanzado elevará el nivel de la lucha


contra la pobreza", aseguró Lula pese a que la propuesta no fue
respaldada por Estados Unidos, que consideró que gravar las
transacciones y la venta de armas es algo "imposible de implementar".

La declaración "Acciones sobre acciones Contra el Hambre y la


Pobreza" buscará las vías para acelerar la reducción de la pobreza
mundial a la mitad para el 2015. Según los organismos
internacionales, hay más de 1.000 millones de personas que viven en
pobreza crítica en el mundo en la actualidad.

Reformas en el Consejo de Seguridad

Lula destacó el papel del Consejo de Seguridad de las Naciones


Unidas "como la única fuente de acción legítima en el campo de la paz
y la seguridad internacional".

Sin embargo, dijo que se necesita una reforma que refleje la realidad
actual.

"Cualquier reforma que se limite una nueva vestimenta para la actual


estructura -sin aumentar el número de miembros permanentes- es con
certeza, insuficiente", afirmó Lula.

Brasil es uno de los países que busca una silla permanente en el


Consejo de Seguridad, que desde el final de la segunda guerra mundial
tiene los mismos cinco miembros permanentes: Estados Unidos,
Rusia, China, Francia y Gran Bretaña.

Los otros 10 son electos por un período rotativo de dos años.


El martes, los líderes de Brasil, Japón, India y el ministro de
relaciones exteriores de Alemania se reunirán para discutir su
campaña por un puesto permanente en el Consejo.
La esperanza de un poder nacional y regional
SEGUIR

Abel Posse
PARA LA NACION

DOMINGO 26 DE SEPTIEMBRE DE 2004

Este fragmento forma parte de "Realidad y posibilidades del


Mercosur", incluido en Siete escenarios para el siglo XXI
(Sudamericana), de próxima aparición.

Estamos viviendo una etapa decisiva. Después de la aniquiladora


ilusión globalizante y de economicismo sumiso, la Argentina vira
hacia la realidad nacional y sus intereses. Somos la presa herida que
va recobrando sus fuerzas recónditas, para empezar las de la dignidad.
Volvimos a nuestra moneda, a la producción de lo que sabemos hacer,
a desarrollar nuestra creatividad. El mundo se sorprende de una
recuperación que ningún autor del totalitarismo economicista hubiese
atinado a prever. Y lo que es más importante: los argentinos van
recuperando su autoestima. Pero sin consolidación de poder regional
un país como el nuestro queda expuesto a las dependencias y tensiones
como las que vivimos, sea con el FMI, con el Banco Mundial o con
los tenedores de bonos de nuestra descomunal deuda pública.

Más allá de la integración y de los beneficios de crear zonas de libre


comercio, hoy los pactos regionales son realmente pactos de
existencia ante la aplanadora del poder financiero mundial
desmadrado. Sin una zona fuerte en apoyo a los Estados nacionales
débiles, no hay posibilidad de resistencia.

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El destino de un país azaroso

Adónde va la democracia

Ni política, ni económica, ni culturalmente, que es lo más importante.


(La realidad de la dependencia económica se corresponde con el
ingreso de un esquema de trasnculturización y de decadencia moral -
que no sabemos o queremos cuantificar).

El Mercosur nos convoca a diseñar un polo de poder mundial. Una


unidad política múltiple y funcionante. Hay que tender puentes,
caminos, trenes de alta velocidad; unificar formas jurídicas, unir
empresarios, fundar una estrategia militar defensiva y disuasoria,
institucionalizar las formas de conducción de la gran nación de
naciones que tenemos entre manos. Tarea homérica, supremo desafío.
El de nacer.

No interesa ya el Mercosur como un mero campo para el


mercantilismo mundializado.Debemos vivirlo con la pasión de una
realidad fundadora, de un renacimiento. Significa la recuperación de
nuestro anémico sentido de soberanía y la posibilidad de recuperar un
puesto mundial que está en la base del orgullo de la genial ocurrencia
fundacional de la Argentina.

Un Mercosur aliado de la Comunidad Andina sería el camino hacia


esa Unión Sudamericana que parecería el bolivariano destino
manifiesto de nuestros países, y sobre todo de esa gran cultura
euroamericana que vivimos todavía de pantalón corto, sin saber
darnos formas civilizatorias propias. Somos los retrasados, los eternos
nonatos, del octeto de culturas que Huntington imagina como
protagonistas del futuro de este mundo donde el todopoderoso
Occidente entró en su etapa decadente, implosiva.

En efecto, el siglo XXI se abrió desde el agotamiento de los grandes


programas decimonónicos. Estamos ocultando la esencia de dos
imposibilidades, de dos caminos gastados:

1) El capitalismo liberal entró en el mercantilismo y financierismo


terminal. Enfrenta el límite ecológico y cultural. El futuro de
expansión de consumismo feliz y democracia para todos ya es
ilusorio: se sabe que se engendran pobreza y miseria, que se
consolidan mínimos islotes de opulencia y continentes de
postergación.

2) Por otra parte, se evidenció en el último ventenio que ninguno de


los socialismos, desde el soviético a los de China, Sudamérica o
Africa, ni las socialdemocracias europeas, lograron consolidar un
camino de vida distinto, alternativo, libre de la fuerza de atracción del
liberal-capitalismo que termina por fagocitar los sueños de libertad,
igualdad, fraternidad. No pudieron hacer prevalecer lo social sin
recaer en lo esencial del capitalismo.

Esto sugiere que estamos ante una laguna de reación renovadora a


escala mundial, disimulada por el statu quo y la repetición de lo
fracasado. Los dioses han muerto y no sabemos pensar otros, los que
necesitamos para dar sentido a contenidos de vida que abran un nuevo
horizonte y estilo.
El momento es crucial: hay que pensar nuevas formas económicas que
no signifiquen una trasnochada dialéctica entre fuertes y explotados,
opulentos y condenados de la Tierra.
América del Sur será toda una zona de libre
comercio
Ayer se firmó el acuerdo entre el Mercosur y los países andinos
MARTES 19 DE OCTUBRE DE 2004

MONTEVIDEO.- El Mercosur y la Comunidad Andina de Naciones


(CAN) sellaron ayer un acuerdo para conformar un área de libre
comercio entre los nueve países que integran ambos bloques, idea que
había comenzado a delinearse en julio pasado. El nuevo bloque será
un mercado de 350 millones de habitantes, lo que lo transforma en el
quinto espacio económico del mundo.

El anuncio, que se formalizó ayer, al final de la XIII Reunión de la


Asociación Latinoamericana de Integración (Aladi), había sido
firmado en julio pasado, pero las diferencias de criterio entre varios de
los países respecto de ciertas desgravaciones arancelarias retrasaron la
oficialización.

Las diferencias habían surgido entre Paraguay, Ecuador, Colombia y


Venezuela respecto de la liberalización del comercio de soja, mientras
que Perú y Uruguay no habían llegado a un acuerdo sobre una lista de
productos agrícolas. El canciller brasileño, Celso Amorim, que ejerce
la presidencia pro témpore del Mercosur (la Argentina, Brasil,
Uruguay y Paraguay), fue contundente a la hora de definir el alcance
de la medida: "La firma de este convenio es un claro paso hacia la
Comunidad Sudamericana de Naciones", dijo.

Celso Amorim (Brasil), Didier Opertti (Uruguay) y Manuel Rodríguez (Perú), tres firmantes del acuerdo. Foto: EFE

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Respaldo por el canje

Cuando a las dos de la tarde Eduardo Duhalde, presidente de la


comisión de representantes permanentes del Mercosur, llegó al
edificio que la Aladi tiene frente a la rambla de Montevideo, hacía un
rato que el canciller uruguayo, Didier Opertti, había sido elegido
nuevo secretario del organismo.

Pobreza y delitos
"El momento es ahora. En el mundo no hay lugar para los países
solitarios", dijo Duhalde, que luego estimó: "Vivimos en la zona del
mundo con mayores desigualdades. Es una vergüenza cómo avanzó la
pobreza y crecieron los registros de delitos que aterrorizan a los
ciudadanos".

El canciller peruano, Manuel Rodríguez Cuadros, presidente pro


témpore de la CAN (Bolivia, Ecuador, Colombia, Perú y Venezuela),
expresó que el acuerdo "constituye un paso concreto y auspicioso para
construir el espacio económico sudamericano".

Durante el discurso que pronunció ante sus pares, el canciller


argentino, Rafael Bielsa, sostuvo que el Gobierno no concibe la
integración regional "como la conformación de una fortaleza
amurallada de carácter proteccionista, sino, por el contrario, desde una
perspectiva de regionalismo abierto que nos permite continuar creando
comercio y mejorar la competitividad de nuestras economías".

La Aladi es un organismo intergubernamental que asocia a doce países


de América latina: Argentina, Bolivia, Brasil, Chile, Colombia, Cuba,
Ecuador México, Paraguay, Perú, Uruguay y Venezuela. Abarca un
territorio de casi 20 millones de kilómetros cuadrados y a más de 430
millones de habitantes, y sus países miembros constituyeron en los
últimos años el destino de más del 40% de las exportaciones
argentinas.

La reunión de ayer sirvió para designar las nuevas autoridades del


organismo para los próximos tres años. Opertti, propuesto por la
Argentina, fue elegido por unanimidad y hasta contó con el voto de
Cuba, país con el que Uruguay suspendió sus relaciones diplomáticas
hace dos años. Opertti reemplazará a partir de marzo próximo al
embajador venezolano Juan Francisco Rojas, quien completará dos
períodos de tres años al frente de la Aladi.

Por Florencia Carbone Enviada especial


Duhalde, optimista con la creación de la
Comunidad Sudamericana
El ex mandatario visitó hoy la Casa Rosada y se reunió con el presidente Néstor
Kirchner, a quien le anunció la inminencia de la conformación del bloque regional
JUEVES 21 DE OCTUBRE DE 2004 • 12:36

El titular de la Comisión de Representantes Permanentes del


Mercosur, Eduardo Duhalde, le anunció hoy al presidente Néstor
Kirchner la inminencia de la creación de un bloque de unidad de las
diez naciones sudamericanas.

"Estamos en vísperas de lograr el sueño de los libertadores de América


de tener una Sudamérica unida", afirmó Duhalde, luego del encuentro
de alrededor de 40 minutos que mantuvo con Kirchner en Casa
Rosada.

El ex mandatario afirmó que la conformación del bloque se realizará


"en cuestión de meses" y remarcó que el objetivo central es tener "una
sola voz de la región frente a los foros internacionales", incluido
organismos como el FMI.

Duhalde junto con Kirchner, en el despacho presidencial. Foto: LA NACION / Luis Paz
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Audio: Conferencia de prensa de Eduardo Duhalde

"Tenemos una concepción común en la región de que el futuro no es


para solitarios", enfatizó Duhalde, durante una conferencia de prensa,
que brindó junto con el jefe de Gabinete, Alberto Fernández, y su
asesor Eduardo Amadeo.

Dijo que se tomará como ejemplo para su conformación a la Unión


Europea e, incluso, no descartó que en el futuro pueda haber una
moneda común.

Voceros de la Casa Rosada se ocuparon de aclarar que el tema central


del encuentro entre Kirchner y Duhalde fue el Mercosur y la
integración regional, mientras que el ex mandatario y dirigente
bonaerense se excusó de hablar sobre política con la prensa.

Ante los periodistas, Duhalde resaltó la importancia estratégica de


lograr un bloque integrado por la Argentina, Brasil, Uruguay,
Paraguay, Chile, Perú, Bolivia, Venezuela, Colombia y Ecuador
porque representaría "el espacio integrado más grande del planeta".

"La región tiene un producto bruto de 800 mil millones de dólares,


circundado por dos océanos, con el 30 por ciento de reserva de agua
dulce y 100 años de reserva de petróleo, gas, grandes bosques,
caudalosos ríos y es el mayor productor de alimentos del mundo",
destacó.

Sin embargo, Duhalde reconoció que Sudamérica tiene como mayor


problema la pobreza y la marginación de una gran porción de su
población, así como un alto nivel de inseguridad.

Sobre este último punto, el ex mandatario confirmó que el presidente


brasileño, Inacio Lula Da Silva, como titular pro-témpore del
Mercosur, está organizando una reunión del bloque para tratar el
problema de la seguridad posiblemente para fin de año.

Fuente: DyN
El sueño de los "Estados Unidos de
Sudamérica"
Andrés OppenheimerLA NACION

SEGUIR

MARTES 26 DE OCTUBRE DE 2004

LIMA, Perú.- Nueve países latinoamericanos -incluidos Brasil, la


Argentina, Perú, Colombia y Venezuela-, noticia que pasó casi
inadvertida, firmaron un acuerdo de integración que para algunos de
sus líderes es el primer paso para crear los Estados Unidos de
Sudamérica´.

Antes de analizar si se trata de un proyecto viable, veamos los hechos.


Según el acuerdo firmado el 18 de octubre por los cancilleres de los
nueve países en Montevideo, Uruguay, los cuatro miembros del
Mercosur -Brasil, la Argentina, Paraguay y Uruguay- y los cinco
miembros de la Comunidad Andina de Naciones -Bolivia, Ecuador,
Colombia, Venezuela y Perú- acordaron unir los dos bloques
económicos en un área de libre comercio común.

"La firma de este convenio es un claro paso hacia la Comunidad


Sudamericana de Naciones", proclamó el canciller brasileño Celso
Amorim, hablando en nombre del Mercosur.

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Resignado, el Partido Colorado se prepara para su mayor derrota

Batlle: "No hay que temer a la alternancia"

El canciller peruano Manuel Rodríguez Cuadros, en representación de


los países andinos, describió el evento como "un paso concreto y
auspicioso para construir el espacio económico sudamericano".

El ex presidente argentino Eduardo Duhalde, que dirige la Comisión


del Mercosur, pronosticó que la nueva unidad sentará las bases de lo
que llamó los "Estados Unidos de Sudamérica".
Según Duhalde, "en cuestión de meses", los nueve países, a los que se
sumaría Chile, podrán "lograr el sueño de los libertadores de América
de tener una Sudamérica unida".

Enormes obstáculos

El planeado bloque sudamericano tendría un producto bruto conjunto


de US$ 800 millones anuales, el 30 por ciento de las reservas de agua
del planeta, y reservas de petróleo y gas para los próximos 100 años.

Sin embargo, por lo que escuché durante una visita de cuatro días a
Perú la semana pasada, el plan de integración sudamericana deberá
enfrentar enormes obstáculos.

En primer lugar, el acuerdo de Montevideo fue firmado por


cancilleres, que a menudo no actúan de común acuerdo con sus
ministros de Economía o de Comercio Exterior. En muchos países,
estos últimos son los encargados de negociar y firmar acuerdos de
libre comercio, y piensan que sus colegas cancilleres no entienden
mucho de estos temas.

En segundo lugar, algunos países sudamericanos, como Bolivia y


Chile, tienen disputas territoriales tan aguerridas que ni siquiera tienen
relaciones diplomáticas. Y las tensiones entre ambos países están
creciendo tras la demanda boliviana la semana pasada de reabrir un
tratado internacional de 1904 por el cual se concedió el territorio
disputado a Chile.

En tercer lugar, mientras Brasil y la Argentina quieren crear un


mercado común sudamericano, la idea despierta poco entusiasmo en
Chile, Perú, Ecuador, Colombia y otros países que ya tienen acuerdos
de libre comercio con Estados Unidos, o están por tenerlos.

Chile, la economía más sólida de América latina, tiene una tarifa


externa de un promedio del 6 por ciento, menos de la mitad de las de
Brasil y la Argentina. Y el presidente chileno Ricardo Lagos reiteró el
jueves en un discurso ante empresarios peruanos que su país no va a
subir sus aranceles al resto del mundo para acoplarse al Mercosur.
Chile perdería mucho más de lo que ganaría haciéndolo, según dijo.
De la misma manera, Perú, que tiene una tarifa externa de alrededor
del 10 por ciento, no está dispuesto a aumentar su tarifa externa, como
lo piden Brasil y la Argentina.

"No voy a sacrificar el mercado del resto del mundo para satisfacer los
requerimientos del Mercosur [de adoptar un arancel externo común]",
me dijo el ministro de Comercio Exterior peruano, Alfredo Ferrero, en
una entrevista. "Es una cuestión de suma y resta", explicó.

Para un país como Perú, sería bueno tener un mayor acceso a los
mercados de Brasil o la Argentina. Sin embargo, la economía de
Brasil es apenas un poco más grande que la del estado de Nueva York.
La de la Argentina ni siquiera alcanza a la de Florida y la de Uruguay
no llega a la de la ciudad de Miami. En su conjunto, las economías de
todos los países de Sudamérica, en un buen año, equivalen al 20 por
ciento del producto bruto de Estados Unidos.

Mi conclusión: el planeado bloque comercial sudamericano es una


buena idea, si se lo piensa como un mecanismo político para negociar
en conjunto con Estados Unidos y Europa.

Y también es una buena idea si lleva a acuerdos de coordinación


económica que, por ejemplo, eviten que un país devalúe abruptamente
su moneda, en perjuicio de las exportaciones de sus vecinos.

Pero pensar en unos "Estados Unidos de Sudamérica" como una


alternativa económica a la firma de acuerdos de libre comercio con
Estados Unidos, Europa o Asia, los mercados más grandes del mundo,
no es realista. Tal como señaló el ministro de Comercio Exterior
peruano, los números no cierran.
Duhalde impulsa la creación del banco de
fomento sudamericano
Cree que será uno de los pilares para sostener la Unión Sudamericana de Naciones
MARTES 26 DE OCTUBRE DE 2004

Eduardo Duhalde sueña con festejar su primer cumpleaños como


presidente de la Comisión de Representantes Permanentes del
Mercosur con la puesta en marcha de un banco exclusivo para la
región.

Duhalde cree que un nuevo banco regional de fomento es uno de los


pilares fundamentales para la construcción de la Unión Sudamericana
de Naciones. La idea, que les propuso a los jefes de Estado de la
Argentina, Brasil, Uruguay y Paraguay hace tres meses, durante la
cumbre de Iguazú, fue aceptada y se encuentra ahora en una etapa de
análisis instrumental.

En la actualidad hay dos grandes bancos regionales de ese tipo: el


Banco Interamericano de Desarrollo (BID) y la Corporación Andina
de Fomento (CAF). Lo que ahora discute el Mercosur, según explicó
Eduardo Amadeo, jefe de Gabinete durante la gestión de Duhalde, es
si el nuevo banco nacerá a partir de la capitalización de la entidad
creada por la Comunidad Andina de Naciones (Bolivia, Colombia,
Ecuador, Perú y Venezuela) o sobre la base de Fonplata (Fondo
Financiero para el Desarrollo de la Cuenca del Plata), integrado por el
Mercosur y Bolivia.

Duhalde asumió que ahora tiene más tiempo que cuando era presidente para ocuparse del Mercosur.
Durante una entrevista con LA NACION, Duhalde juró una y otra vez
que su etapa en cargos políticos institucionales o partidarios está
cerrada y dijo que le gusta más su actual tarea que la política nacional
que practicó durante toda su vida.

-¿Volverá a la política local?

-No voy a ocupar ningún cargo, ninguno, tal como lo prometí.

-¿Ni la presidencia del PJ bonaerense?

-No. Es un compromiso y los compromisos son para ser cumplidos.


No me creyeron cuando dije que no me presentaría [como candidato
presidencial el año pasado], que entregaría el poder. Es un
compromiso que tiene que ver con mi convicción de que hay que
abrirle el espacio a la nueva generación. Pero si, como ahora, me dicen
que si me presento evito que haya varios candidatos, lo haré y el día
que asuman las autoridades renunciaré.

-¿La hipotética candidatura de su mujer forma parte de la


apertura a las nuevas generaciones?

-No, le cuento. Hace dos meses la vi a "Chiche" en televisión, que


siempre hay que verla porque después me pregunta cómo estuvo -
acota entre risas-, y un colega suyo le preguntó si iba a ser candidata.
Ella le dijo que le hacía pasar vergüenza porque a la gente le debe caer
muy mal que, con los problemas que tenemos, los políticos estemos
pensando qué vamos a hacer dentro de un año. Pienso como ella.

-¿Qué diferencias hay entre la política que practicó siempre y lo


que hace ahora?

-Desde el punto de vista histórico, es el desafío más grande que me


han encargado. Se trata de los sueños de los libertadores. Es otra
dimensión: una es la de la aldea, la otra, la de la patria grande.

-¿Cuál le gusta más?

-¡Esta! La verdad, hay mucha gente de diferentes partidos políticos


que se desarrolló en su vida política pensando en el proceso de
integración latinoamericana, aunque eso es sólo un paso. Algún día
todos los países de origen iberoamericano estarán constituyendo una
comunidad.

-¿Cómo le gustaría que lo recordara la historia?

-Como al hombre que en un momento muy difícil de la Argentina le


encargaron una misión extremadamente difícil, que cumplió, y que
después le encargaron otra más importante en el nivel continental y
pudo sentar las bases de una América del Sur integrada que siga los
pasos de lo que ocurrió en Europa.

-A casi un año de asumir el cargo, ¿qué cree que le aportó al


Mercosur?

-Lo más importante es que por la función que ocupo tengo tiempo, los
presidentes no. Cuando era presidente no tenía tiempo de ocuparme
del Mercosur. No soy yo, es un equipo que trabaja en las ideas de
integración todos los días. Si no se armaba esto, todo hubiera sido
mucho más lento
-¿Cómo es el mecanismo que analizan para financiar la estructura
del Mercosur?

-El año que viene empezamos con el primer fondo estructural de 80


millones de dólares, que debe servir para apalancar créditos de fondos
mucho mayores para ayudar a las economías menos desarrolladas y
para mejorar la integración física: vamos a llegar con dos ferrocarriles
a Chile, a arreglar todas las vías de los grandes ríos y el puente Buenos
Aires-Colonia, entre otras cosas. Propuse avanzar en la integración en
tres planos: físico, energético y financiero.

-¿De dónde surgirán los US$ 80 millones para el fondo


estructural?

-Básicamente, de una decisión de los presidentes de la Argentina y


Brasil, que ponen la parte más grande. Lo que aún no está definido es
si habrá un impuesto o una tasa de integración.

-¿Cómo será la integración financiera?

-La CAN tiene la Corporación Andina de Fomento, sobre esa


estructura pensamos armar la Unión Financiera Sudamericana, un
banco sudamericano de fomento en vez del BID. Bueno, el BID y
además un banco sudamericano de fomento que ayude a la integración
física con las grandes obras de infraestructura que hay que hacer.

"Aterrizaje suave" para la despedida


El ex presidente Eduardo Duhalde replicó ayer a quienes lo critican
por no cumplir con su promesa de dar finalmente un paso al costado
en la política, al advertir que se está alejando de la forma en que,
según dijo, debe hacerlo: con un "aterrizaje suave".

Tras reunirse anteayer con el presidente venezolano, Hugo Chávez,


Duhalde habló ayer con varias radios. En declaraciones a La Red,
sostuvo: "Me estoy alejando de la forma en que debo hacerlo: con un
aterrizaje suave. Les digo a los dirigentes que son ellos los que tienen
que decidir, yo no elijo a nadie; estoy en otro tema".

Además, agregó que "en la Argentina hay un problema muy serio: la


oposición no muestra energía para reorganizarse, no se muestra
capacitada para armar estructuras. Y entonces, como no pueden
armarlas, las estructuras parecen pecaminosas".
"Es como la [fábula de la] zorra y las uvas: como no lo pueden hacer,
critican a un partido que, con las miserias y las virtudes, tratamos de
organizarnos cada día mejor", añadió.

Por Florencia Carbone De la Redacción de LA NACION


Kirchner no viaja a Brasil
El Presidente debía participar de la cumbre del Grupo Río pero a último momento
decidió no asistir; Duhalde, que se encuentra en la reunión, ratificó la creación de la
Comunidad Sudamericana
JUEVES 04 DE NOVIEMBRE DE 2004 • 14:30

El presidente Néstor Kirchner decidió no viajar hoy a Brasil para


participar en la reunión plenaria de jefes de Estado del Grupo Río.

Así lo consignó una fuente de la Casa de Gobierno, que precisó que el


jefe del Estado se mantiene en contacto con el canciller Rafael Bielsa,
quien sí se encuentra en Río de Janeiro.

Bielsa participó junto a los cancilleres de los 19 países de América


Latina y el Caribe que integran el Grupo Río, en la elaboración del
documento que analizarán y firmarán mañana los presidentes en Río
de Janeiro.

Más notas para entender este tema

Estaba previsto que Kirchner arribara esta tarde a Río para participar
de las deliberaciones finales que se llevarán a cabo en el Hotel Sofitel,
y que concluirán mañana.

Comunidad Sudamericana

En un encuentro de trabajo con los cancilleres de los países que


integran el Grupo Río, el ex presidente Eduardo Duhalde ratificó hoy
su entusiasmo por la "unión de Sudamérica" que, dijo, "estamos a
punto de lograr", y reiteró que el ALCA "se constituirá algún día, pero
de una manera equilibrada" para la región.

Mientras el presidente Néstor Kirchner decidía por estas horas si


finalmente viaja a la ciudad brasileña de Río de Janeiro para participar
de la cumbre del Grupo Río, Duhalde mantuvo esta mañana un
desayuno de trabajo con los ministros de Relaciones Exteriores de las
naciones miembros de ese bloque.

"Estamos a un paso de lograr la unión de Sudamérica, pero además, la


adhesión muy importante de los países centroamericanos y del
Caribe", subrayó en ese marco el titular de la Comisión de
Representantes Permanentes del Mercosur.

Duhalde confirmó que el 8 de diciembre próximo se firmará "el


Tratado de Libre Comercio de Sudamérica y, al día siguiente, el Acta
Fundacional de la Unión Sudamericana o Comunidad Sudamericana".

La cumbre

La cumbre del Grupo Río emitirá un pronunciamiento de respaldo a


las acciones desplegadas en Haití y reclamará reformas en los
organismos multilaterales como la Organización de las Naciones
Unidas (ONU).

Estos puntos están contenidos en el documento que afinaron ayer los


cancilleres de los 19 países de América latina y el Caribe que integran
el Grupo Río y que el viernes firmarán los presidentes.

Además de la discusión sobre temas regionales, se plantearán


pronunciamientos específicos de los países miembros; Ecuador, por
ejemplo, pidió la actuación de la Argentina y del Grupo frente al
pedido de juicio político al presidente Lucio Gutiérrez presentado por
la oposición.

Según trascendió, uno de los temas centrales del documento final de la


cumbre será la situación en Haití con el reclamo de acciones civiles
además de la presencia militar en la isla caribeña.

La implementación de mecanismos financieros innovadores para


realizar obras de infraestructura regionales y el reclamo ante el Fondo
Monetario Internacional para que las inversiones de ese tipo no sean
consideradas como gastos, son otros aspectos que se incluirán en el
texto final que estará a la firma de los jefes de Estado.

Los primeros

Los presidentes de los países miembro comenzaron a llegar ayer a Río


de Janeiro y el primero en arribar fue el venezolano Hugo Chávez,
mientras que se confirmó que el ecuatoriano Gutiérrez no tomará parte
del cónclave.

Kirchner, en tanto, está previsto que participe de las deliberaciones


finales que se realizarán en el hotel Sofitel, y que concluirán el viernes
al mediodía.
Fuente: Télam
Bielsa cree que el resultado es paradójico
Criticó a los norteamericanos
VIERNES 05 DE NOVIEMBRE DE 2004

Rafael Bielsa cree que el resultado de los comicios presidenciales de


los Estados Unidos encierra una gran paradoja: "La primera elección
planetaria -porque todo el mundo estuvo pendiente de lo que pasaba-
fue resuelta por una población a la que los asuntos del mundo le
interesan muy poco", dijo.

En declaraciones a Radio Mitre, el canciller consideró "positivo" que,


a diferencia de lo que ocurrió hace cuatro años, en esta ocasión el
resultado se haya conocido "relativamente rápido y no haya sido
puesto en entredicho durante más de un mes".

Bielsa señaló durante el diálogo una segunda paradoja. "Dentro de esa


población a la que los asuntos del mundo le interesan relativamente
poco, el índice de votantes también es un índice relativamente escaso.
Me sorprendió leer unas estadísticas que establecían que entre la
franja de 18 a 29 años sólo votó el 17% de la población. De modo que
tenemos como realidad que una pequeña parte de la gente que habita
el planeta mantuvo en vilo y tendrá una importancia decisiva lo que
sucederá con el planeta en los próximos años", comentó desde Río de
Janeiro, donde está participando de la XVIII cumbre del Grupo de
Río.

Sin Kirchner
Con la presencia de una docena de jefes de Estado, la cumbre discutirá
hasta hoy una agenda preparada por los cancilleres que incluye la
misión de estabilización en Haití, los conflictos institucionales de
Ecuador y Nicaragua y la reforma de la carta fundacional de las
Naciones Unidas (ONU), entre otros temas.

"Algunos ciudadanos de América latina están perdiendo la fe en la


democracia. Cuando hay pobreza, cuando hay hambre, se corre el
riesgo de que los esfuerzos para fortalecerla no sean suficientes", dijo
el presidente peruano, Alejandro Toledo, ayer, en la cumbre.

Según el presidente brasileño, Luiz Inacio Lula da Silva, los


mandatarios latinoamericanos "aceptan su responsabilidad".
"Tenemos el imperativo de construir una región más próspera y
democrática", añadió. Lula da Silva y Toledo son dos de los tres
miembros de la secretaría pro tempore del Grupo de Río. El tercer
integrante de la conducción temporal es el presidente Néstor Kirchner,
que no asistió a la apertura de la cumbre y hasta anoche no se había
informado oficialmente si llegaría a Río de Janeiro.

Uno de los temas centrales de la reunión de cancilleres fue el acuerdo


para dar nacimiento a la Comunidad Sudamericana de Naciones, el 8
de diciembre próximo, en Perú.

Las bases fueron acordadas durante un desayuno de los ministros de


Relaciones Exteriores de la región, que analizaron el documento
preparatorio.
Negociaciones comerciales demoradas
SÁBADO 13 DE NOVIEMBRE DE 2004

El cúmulo de negociaciones internacionales en curso se encuentra


demorado por una u otra razón. La más importante, la novena ronda
de la Organización Mundial del Comercio, la Rueda del Desarrollo de
Doha, lanzada en noviembre de 2001, debía finalizar a fines del
presente año. Sin embargo, la realidad indica que para entonces sólo
estará a mitad de camino. Las sucesivas dificultades para lograr
acuerdos entre las 148 naciones llevan a pensar que el cierre de la
negociación sólo se concretaría a fines de 2005, fecha de la nueva
reunión ministerial de Hong Kong o quizá más tarde aún. La
organización logró recomponer el tropiezo de Cancún en julio último,
en Ginebra, mediante un llamado "acuerdo marco", en el cual se
negoció de manera tan general que se necesitarán aportes y
precisiones para que semejante número de naciones se decida a
estampar su firma.

La Asociación de Libre Comercio de las Américas (ALCA) no


cumplirá tampoco su propósito de culminar en un acuerdo a fines de
2005 para iniciar su aplicación en 2006, no obstante haberse iniciado
hace 10 años. En pos de facilitar un pacto entre 34 naciones, se optó
por una norma que enmarcara al conjunto para generar luego acuerdos
por grupos más homogéneos. Sin embargo, persistieron
incompatibilidades en el comercio de productos agrícolas, por una
parte, y de servicios y otras áreas por otra. En tanto, la proximidad de
la elección del presidente de los Estados Unidos influyó para que se
postergaran los acuerdos. Conocido el resultado de la elección, se
esperan nuevos pasos.

En otro orden, la negociación del Mercosur-Unión Europea en pos de


una zona de libre comercio, también de larga tramitación, no culminó
el 31 de octubre. Hubo discrepancias por la negativa de la Unión
Europea a abrir sus fronteras agrícolas al mero ofrecimiento de cuotas
de menor cuantía, de imposible aceptación. La disconformidad
europea está referida, por su parte, a cuestiones de servicios e
inversiones y a otros temas. Las tratativas continuarán con la nueva
Comisión Europea, que ahora tropieza con la controversia suscitada
por su composición.

Mejor suerte parece correr la negociación entre las naciones del


Mercosur y la Comunidad Andina (CAN), aunque faltan logros
finales. Cada nación del Mercosur ha hecho su propio acuerdo con
cada país de la CAN. Se alcanzaría la liberalización comercial
completa al final del período de aplicación, en 10 y 15 años, según los
productos. El acuerdo con la CAN, aunque tiene en el corto plazo una
dimensión comercial menor, se proyecta en el largo plazo hacia un
espacio sudamericano de sustancial interés, tanto político como
económico. A lo mencionado, debe agregarse la siempre pendiente
agenda del Mercosur, que sigue su curso con más dialécticas que
realidades. También continúan tratativas con México y la India.

El ALCA tanto como el acuerdo con la Unión Europea son


trascendentes, por lo que resulta conveniente su pronta concreción,
sobre bases, claro está, que contengan la conciliación de intereses,
hasta ahora lejos de estar alcanzada. Al respecto habrá que tener
también presente que mientras estos acuerdos se demoran,
particularmente los Estados Unidos, pero también la Unión Europea,
van atando acuerdos regionales con otras naciones, los cuales implican
preferencias comerciales entre terceros que tienden a erosionar la
competencia de nuestros productos en esos mercados, así como
también la inserción de las naciones del Mercosur en las corrientes de
inversión y tecnología del mundo. Razones de política interna y
exterior aconsejan una decidida inserción del país en el mundo.
Uruguay y Chile son cautelosos y escépticos
Lagos prefiere los proyectos concretos
DOMINGO 14 DE NOVIEMBRE DE 2004

Los gobiernos de Chile y de Uruguay observan con recelo,


escepticismo y cautela el proyecto de crear una Unión Sudamericana
de Naciones.

El presidente chileno, Ricardo Lagos, considera que más que crear una
nueva institucionalidad hay que establecer proyectos concretos de
integración en la región.

"Chile lo ve como un proyecto interesante", dijo, diplomáticamente, a


LA NACION un asesor presidencial. Pero luego precisó que "a eso
hay que ponerle proyectos concretos que lo articulen, en el campo
energético y también en la ejecución de los proyectos que ya están
identificados en infraestructura, de carreteras, corredores bioceánicos
y todo lo que falta por hacer en ese orden".

Más notas para entender este tema

Para Lula, la Unión Sudamericana tiene sabor a revancha

Con un alto contenido político

Pampuro, en una gestión decisiva

Apuntó que "todo lo que contribuya a la integración bienvenido sea,


pero hay que darle contenidos precisos, metas concretas, como la
energía, la infraestructura".

El asesor señaló que ya existe un Grupo de Río, una Cumbre


Iberoamericana, el Mercosur, la Comunidad Andina de Naciones, y
cada una tiene sus respectivas reuniones.

En Uruguay
En Uruguay, en tanto, hay poco entusiasmo, mucha cautela, aunque en
medio de una transición política, Uruguay concurrirá a la Cumbre de
Cusco. La idea no ha recogido elogios ni expresiones de aliento en
público.

Pese a eso, no se considera que Uruguay vaya a quedar fuera del


proyecto. Sin embargo, no hay que pasar por alto que el gobierno de
Jorge Batlle buscó por todas las vías posibles algún tipo de acuerdo
comercial con EE.UU., sin preocuparse por si eso implicaba "perforar"
acuerdos del Mercosur.

Lo novedoso es el estilo cauto del presidente electo, Tabaré Vázquez,


respecto de la Unión Sudamericana. Dijo ante Duhalde que le parecía
"muy interesante", pero que prefería contar con mayor información de
lo que se firmará en Perú. Vázquez, que le da al Mercosur una
prioridad que Batlle no le asignaba, respondió con frialdad, en tanto
que el Partido Nacional se expresó públicamente contra el proyecto.

Ayacucho
El general José María Córdoba quería arengar a su tropa. "A paso de
vencedores", les dijo. Fue hace más de 180 años, durante la Batalla de
Ayacucho. El 9 del mes próximo, en ese mismo lugar, muy cerca de
Cusco, Perú, todos los presidentes de América del Sur suscribirán el
preámbulo de la Unión Sudamericana, que será el acta fundacional del
bloque regional. El lugar fue elegido porque se quiere dar el sentido de
revancha.

Informe de los corresponsales en Chile y en Uruguay


Para Lula, la Unión Sudamericana tiene sabor
a revancha
Es el proyecto trunco de su antecesor
DOMINGO 14 DE NOVIEMBRE DE 2004

SAN PABLO - ¿Estados Unidos de Sudamérica o Comunidad


Sudamericana? El presidente Luiz Inacio Lula da Silva y el ex
presidente Eduardo Duhalde suelen discutir en tono de broma cuál
será el nombre ideal para el conglomerado de países que quedará
atado por el proyecto de integración regional que expandirá el
Mercosur a todo el subcontinente.

Lula tiene una relación especial con Duhalde no sólo debido a la


complicidad conquistada en las centenas de horas de vuelo
compartidas en el avión presidencial brasileño, durante las giras en las
que el líder del Partido de los Trabajadores llevó al líder del
justicialismo bonaerense para "prestigiar" al Mercosur.

El presidente de Brasil tiene siempre las puertas abiertas para Duhalde


-tanto que le asignó una oficina propia en el Palacio de Itamaraty-
porque sabe que, al final, será él quien se llevará casi todos los réditos
de las gestiones del ex presidente argentino para agrupar a los países
de la región.

Kirchner y Lula estarán desde diciembre mucho más unidos. Foto: Archivo

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Uruguay y Chile son cautelosos y escépticos

Con un alto contenido político

Pampuro, en una gestión decisiva

Para Lula, el lanzamiento de la Unión Sudamericana tiene, además, un


gusto de revancha política e intelectual. Durante años, Lula fue
desmerecido frente a Fernando Henrique Cardoso debido a la obvia
disparidad cultural de ambos (el primero no terminó la escuela, el
segundo es un políglota profesor de La Sorbonne).
¿Cómo Lula podría ejercer la diplomacia presidencial, si no habla ni
inglés?, era el comentario común de sus adversarios.

Cardoso, sin embargo, se quedó a mitad de camino en su intento de


realizar la unión sudamericana que pretendía. En 1999 convocó a una
reunión de presidentes de América del Sur en Brasilia, pero le fue
imposible llegar a nada concreto.

Los acuerdos de libre comercio con la Comunidad Andina de


Naciones estaban parados, Colombia demostraba que su aliado
estratégico era Estados Unidos y Chile no mostraba mucho interés en
asociarse a un bloque en eternas crisis.

Para dificultar más la situación, las crisis locales e internacionales


impedían profundizar el esfuerzo.

Menos de dos años después de su victoria, Lula se prepara para


anunciar con orgullo que él logró hacer lo que Cardoso no pudo
durante sus ocho años de mandato.

Con mínimas concesiones a los vecinos sudamericanos y con bastante


carisma personal, favorecido por una construcción mediática casi
mítica de su figura en el exterior, Lula logró arrebañar a los países del
continente en torno de la idea de una integración de libre comercio
sudamericano.

Simbólico
En concreto, se alcanzó apenas lo simbólico. Si después de más de
diez años de gestiones el Mercosur todavía continúa sin aprobar
asuntos básicos como la libre residencia de sus habitantes, la
integración macroeconómica es un sueño distante o las equivalencias
de los títulos profesionales están lejos de ser permitidas, ni hace falta
decir cuánto de concreto puede haber en una supuesta "integración"
con un país como, por ejemplo, Ecuador.

Sin embargo, para Lula eso es lo de menos. Podrá ratificar frente al


mundo su posición de "líder de la región", jefe de Estado del quinto
país más grande y más poblado del mundo, que ahora, como dijo
durante su discurso de asunción, el 1° de enero de 2002, decidió
"ejercer el liderazgo que durante años se negó a ejercer".
Por Luis Esnal Corresponsal en Brasil
La comunidad sudamericana provoca dudas en
especialistas
Escudé, Castro y Tokatlián creen que la iniciativa favorecerá, sobre todo, a Brasil
DOMINGO 14 DE NOVIEMBRE DE 2004

Dos definiciones predominan entre los expertos en política


internacional frente a la comunidad sudamericana de naciones: una
buena cuota de escepticismo y la sensación de que el proyecto es
absolutamente funcional a los intereses brasileños.

En una cosa coinciden de modo inequívoco: el acuerdo que se firmará


el mes que viene en Perú poco y nada tiene que ver con su musa
inspiradora, la Unión Europea.

Juan Gabriel Tokatlián comenta: "Son dos procesos absolutamente


distintos. A una unión se llega tras un proceso de construcción; nunca
puede ser un punto de partida".

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Para Lula, la Unión Sudamericana tiene sabor a revancha

Uruguay y Chile son cautelosos y escépticos

Con un alto contenido político

Para el director de Ciencia Política y Relaciones Internacionales de la


Universidad de San Andrés, la firma de un acuerdo como el de la
Unión Sudamericana en el contexto actual no es más que una mera
"expresión de deseos".

¿Qué define como "contexto actual"? El "muy pobre" grado de


desarrollo de los mecanismos que permiten llegar a una unión. Y
alimenta su afirmación con un ejemplo. "La CAN [Comunidad Andina
de Naciones] es el mecanismo más longevo de la región y sin embargo
tiene claras divisiones entre sus miembros: mientras Venezuela
funciona sola, Colombia, Ecuador y Perú negocian un acuerdo
comercial con los Estados Unidos, y Bolivia mira cada vez más al
Mercosur."
Tras hacer un detallado análisis de las diferencias políticas,
económicas e institucionales entre los países de América del Sur,
Tokatlián afirma: "Desde hace décadas, Brasil tiene la política
sudamericana más coherente, y por su peso específico busca el
liderazgo regional de cara al mundo. Esto [por la unión sudamericana]
aumenta su capacidad para concertar acuerdos y atraer la atención de
Estados Unidos. Simultáneamente, la Argentina lleva décadas sin
resolver su problema de identidad: somos autárticos, sudamericanos,
latinoamericanistas o creemos que América del Sur es un barrio y que
nosotros estamos a punto de llegar al Primer Mundo".

"Diplomacia narcisista"

Tokatlián cree, sin embargo, que llegó la hora de "dejar de practicar la


diplomacia narcisista", ya que el carácter errático y la ambigüedad
producen frustración. Por eso, estima, si al nuevo espacio que se
generará "se le dan visos de realismo", podría servir para que la
Argentina tenga un "liderazgo conceptual" y se fijen de modo serio las
posturas de la región frente a los temas trascendentes del mundo.

Carlos Escudé es categórico: "Esto representa la devaluación de un


proyecto de integración". El director del Centro de Estudios
Internacionales de la Universidad del CEMA no acepta una
comparación de la iniciativa con la UE. "Los procesos de integración
como el de la UE son terriblemente trabajosos; se trata de una
contraposición de intereses muy fuertes y no son fruto, precisamente,
del mero voluntarismo."

Fracaso
Escudé señala que el Mercosur no ha logrado transformarse en un
bloque realmente unificado. "Sólo se cumplen el 30 por ciento de los
acuerdos firmados, ni siquiera logramos ser una imperfecta unión
aduanera. Si esto, en pequeño, no funcionó, ¿qué podemos esperar de
un acuerdo mayor?", se pregunta. Califica el proyecto de modo
tajante: "Es retórica para entusiasmar a las masas".

Jorge Castro es, tal vez, el que mayor expectativa de éxito ve en la


idea. "Es una iniciativa importante que se da en el marco de
negociaciones internacionales en las que el eje es un claro liderazgo de
Brasil", dice.
El director del Instituto de Planeamiento Estratégico comenta que "el
reciente viaje de Colin Powell [el secretario de Estado
norteamericano] a Brasil fue para reconocer y alentar el liderazgo
brasileño en América del Sur y adelantar el voto positivo de su país
para que aquél se transforme en miembro permanente del Consejo de
Seguridad de la ONU".

Según Castro, la Unión Sudamericana tendrá un efecto concreto: "Es


fundamental para el liderazgo que Brasil quiere confirmar en la región
para ser el interlocutor ante el mundo".

Precisamente porque la mayoría de los países que formarán la Unión


Sudamericana ya tienen un acuerdo comercial con Estados Unidos -o
lo negocian-, y es este país el que apoya de modo "decisivo" el
liderazgo brasileño en la región, Castro considera que la iniciativa es
"viable" desde el punto de vista político.

Palabra de expertos

JUAN G. TOKATLIAN Director de


Ciencia Política y Relaciones
Internacionales de la Universidad de San
Andrés
"La Unión Europea y la Sudamericana son dos procesos
absolutamente distintos. A la unión se llega tras un proceso de
construcción, nunca puede ser un punto de partida [...] La firma del
acuerdo hoy no es más que una mera expresión de deseos"

CARLOS ESCUDE Director del Centro


de Estudios Internacionales de la
Universidad del CEMA
"Esto, en realidad, representa la devaluación de un proyecto de
integración [...] si el Mercosur no funcionó, ¿qué podemos esperar de
un acuerdo mayor como el que se nos plantea? Los procesos de
integración como el de la UE son terriblemente trabajosos"

JORGE CASTRO Director del Instituto


de Planeamiento Estratégico
"La Unión Sudamericana es una iniciativa importante que se da en el
marco de negociaciones internacionales en las que el eje es un claro
liderazgo de Brasil. También es fundamental para el liderazgo que
Brasil quiere confirmar en la región para ser interlocutor ante el
mundo"

Por Florencia Carbone De la Redacción de LA NACION


http://buscar.lanacion.com.ar/COMUNIDAD%20DE%20NACIONES%20SUDAMERI
CANAS/date-20010101,20160707/sort-old/page-17
Tras arduas negociaciones lanzan la Unión
Sudamericana
Diez presidentes firmarán en 25 días un acta fundacional en Perú
DOMINGO 14 DE NOVIEMBRE DE 2004

Ya está redactado el preámbulo que será su acta fundacional. Ya están


confirmadas las presencias de los diez presidentes de América del Sur.
El 9 del mes próximo nacerá en Perú la Unión Sudamericana, el
bloque regional que unirá al Mercosur y sus estados asociados con la
Comunidad Andina. Será un hecho histórico, aunque el
funcionamiento real y concreto del bloque regional demandará varios
años de arduas negociaciones.

El objetivo de la integración de América del Sur es seguir los pasos de


la Unión Europea y constituirse en un bloque similar que pueda
enfrentar política y económicamente al resto del mundo desde esa
unión. Por ahora, es un gesto político de importancia que aún tiene
todo por definir.

La Unión Sudamericana será el producto de la integración del


Mercosur (la Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay) más Chile y la
Comunidad Andina (Bolivia, Perú, Ecuador, Colombia y Venezuela),
que ya tiene firmados acuerdos de libre comercio que potencian la
relación.

Más notas para entender este tema

Para Lula, la Unión Sudamericana tiene sabor a revancha

Uruguay y Chile son cautelosos y escépticos

Con un alto contenido político

Dentro de seis meses se realizará una nueva cumbre entre todos los
presidentes de América del Sur para definir la forma de gobierno del
bloque, el funcionamiento y las herramientas comunes, entre otros
puntos. Esto es para acelerar los procesos; a la Unión Europea le llevó
40 años constituirse y funcionar como tal.

Después de la Unión Europea y del Nafta, la Unión Sudamericana


sería el tercer bloque económico mundial con enormes reservas de
minerales, petróleo y recursos energéticos. Pero sería, además , el
primer productor y exportador mundial de alimentos.

Según contó a LA NACION Eduardo Duhalde, que es uno de los que


trabajan en este proyecto, en la última cumbre del Grupo Río se
evidenció un gran entusiasmo por parte de los presidentes de las
Guyanas, Panamá e, incluso de Vicente Fox (México), quien no
descartó ir al acto en Perú.

Hace más de cuatro años que los presidentes trabajan en la


conformación de esta alianza político-comercial. En una cumbre
presidencial realizada en Brasilia, el 30 de agosto y el 1° de
septiembre de 2000, los presidentes de América del Sur decidieron
estimular la organización de un espacio sudamericano por la
proximidad geográfica, la identidad cultural y los valores compartidos
entre los países.

El presidente de Venezuela, Hugo Chávez, es uno de los grandes


impulsores de la comunidad de las naciones del Sur. Su papel fue
clave porque, pese a las diferencias ideológicas, tiene un gran
ascendiente en Ecuador, Colombia y los países de América central y el
Caribe.

El preámbulo de la Unión Sudamericana se firmará en Pampa de


Quinua, en Perú, el mismo día y en el mismo sitio donde hace 180
años se libró la Batalla de Ayacucho, el último gran combate contra
los ejércitos realistas españoles. Un día antes se reunirán los
presidentes de los países que integran la Comunidad Andina en Cusco
(con ese, como escriben los peruanos y como deriva de la voz inca) y
al otro día se trasladarán a Ayacucho para la firma del acta.

El planteo central que da motivo para la conformación de la Unión


Sudamericana es unir voces, fortalecerse como bloque para luchar
contra "la desigualdad, la exclusión social, el hambre, la pobreza y la
inseguridad", como sostiene su preámbulo.

Se pretende, básicamente, que América del Sur sea una región más
competitiva y desarrollar un espacio común. Implica, a largo plazo,
definir desde una moneda común (como una meta ambiciosa) hasta
cómo será el intercambio comercial, el intercambio energético y de
telecomunicación entre los países, además del tránsito de personas y
de bienes que implican aspectos jurídicos, políticos y económicos.

Todavía se está definiendo si el nombre que le quedará finalmente a la


integración de los países de América del Sur será Unión
Sudamericana. Se habían analizado Unión del Sur y Estados Unidos
de Sudamérica.

Duhalde, como presidente de la Comisión de Representantes


Permanentes del Mercosur, está al frente de las negociaciones para la
formación de la Unión Sudamericana, con el apoyo del canciller
Rafael Bielsa y su par de Brasil, Celso Amorim.

Es el proyecto que más entusiasma a Duhalde y que considera


trascendental a largo plazo para la región.

Habló varias veces del tema con Néstor Kirchner, que, según contó el
ex presidente a LA NACION, le dijo: "Metele para adelante".

Kirchner le dijo a Duhalde que va a asistir a la cumbre en Cusco, y


hasta Tabaré Vázquez, el presidente electo de Uruguay, aseguró la
semana última que quiere asistir al nacimiento de la Unión
Sudamericana.

Duhalde no descarta sumar a los presidentes de las Guyanas al


acuerdo. Casi todo su tiempo lo dedica a definir el pacto de América
del Sur, a tal punto que en lo que va del año el ex presidente ha
recorrido dos veces América del Sur. La última gira la hizo con
Chávez, que es el otro gran ideólogo del proyecto.

En el proceso a largo plazo que significará la Unión Sudamericana ya


está definida la agenda de la integración:

La integración física.

La integración energética.

La integración financiera.

La integración cultural y comunicacional.

Buscar soluciones comunes a problemas comunes, como son la


pobreza, la exclusión, la indigencia y la inseguridad.

El fortalecimiento institucional (Parlamento, políticas


macroeconómicas y moneda).

La relación con otros bloques y naciones.


Se trata de una gran apuesta política que nacerá el 9 del mes próximo,
con diez presidentes en la misma tierra donde hace 180 años luchaban
todos unidos. Esa batalla la ganaron.

Por Paola Juárez De la Redacción de LA NACION


El texto del preámbulo por firmarse
DOMINGO 14 DE NOVIEMBRE DE 2004

"Los americanos del Sur, millones de hombres y mujeres conscientes


de su esencial unidad, responden al imperativo de la hora y dan
resueltos un paso decisivo hacia su integración [...] Esta comunidad
sudamericana de naciones está por detrás y por delante de nosotros
mismos: es nuestra historia y, a la vez, nuestro futuro. Es hora, pues,
de construir la Patria Grande."

Así comienza el "Preámbulo para la Unión Sudamericana", que será


firmado por todos los presidentes de América del sur el 9 del mes
próximo en Pampa de Quinua, Perú, y al que tuvo acceso LA
NACION.

Si bien hasta esa fecha puede producirse algún cambio, ya que el texto
final será revisado hasta último momento por los presidentes, la base
que dará nacimiento a la Unión Sudamérica ya está redactada.

Más notas para entender este tema

Para Lula, la Unión Sudamericana tiene sabor a revancha

Uruguay y Chile son cautelosos y escépticos

Con un alto contenido político

Es un texto breve, en el que se hace referencia a la cultura mestiza, a


las características geográficas de América del Sur y a la necesidad de
"aspirar a una existencia más digna, justa y libre".

"Desde la unidad se deciden a dar una batalla definitiva para eliminar


el hambre, la pobreza, la exclusión social, la inseguridad y otras
inequidades que oscurecen nuestros presentes", dice el texto.

Además, en el texto consensuado se expresa que la Unión


Sudamericana da presencia política y protagonismo económico y que
apunta a contribuir "unidos al entendimiento y la convivencia que
desde siempre estuvieron cifrados en la utopía de América".

 LA NACION
 Política
El contenedor
MARTES 16 DE NOVIEMBRE DE 2004

Horizonte latinoamericano. El 7 del mes próximo, los presidentes de


los países del Mercosur, la Comunidad Andina y Chile firmarán el
acta inaugural de la Comunidad o Unión Sudamericana -el nombre
aún está por definirse-, un bloque económico y político que intentará
concretar el sueño de los próceres de la Independencia. Con este
acuerdo, las naciones de la región (entre ellas Bolivia, en la foto)
vuelven sus políticas exteriores hacia el interior del Cono Sur.

"Las universidades chinas muestran un gran interes por comprender


otras culturas y ser comprendidos ellos mismos; por eso el idioma es
un puente vital"Héctor Quijano Decano de la Universidad de
Formosa

Semanas argentinas: la Fundación ExportAr desarrolló este


programa para difundir y promocionar los productos locales en
supermercados del exterior. La semana pasada su director, Marcelo
Elizondo, estuvo reunido en Londres con representantes de varias
tiendas y acordó con los de Marks & Spencer recibirlos en febrero
próximo (están interesados en un proveedor de carne argentino); con
los de Waitrose, coordinar reuniones con exportadores de frutas y con
lo de Harrods, buscar proveedores de carne, manufacturas de cuero y
textiles. En Self Bridge demostraron interés por el diseño textil
argentino.

Foto: AP

Berries: el ingreso de divisas por exportaciones de frutillas, arándanos


y frambuesas se incrementó un 90% entre enero y septiembre pasado,
según el Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria
(Senasa). Las ventas sumaron 2,9 millones de dólares contra 1,5
millón del mismo período de 2003. El principal producto exportado
fue la frutilla con envíos de 2309 toneladas por un valor de 2,5
millones de dólares. Los arándanos sumaron 80 toneladas (US$
470.000) y las frambuesas 55 toneladas (US$ 81.000).

CON ACENTO AUSTRIACO: Michael Halstrick, titular de la


Bodega Norton, fue distinguido con el premio LA NACION a la
excelencia agropecuaria en la categoría "Mejor bodeguero". Nacido en
Alemania y criado en Austria, Halstrick se dedicó a desarrollar y
modernizar una de las más antiguas bodegas mendocinas y la llevó a
ocupar el primer puesto como exportadora de vinos finos con marca
propia. China, la nueva estrella del comercio mundial, figura en la
expansión de Norton. La empresa argentina inauguró el año pasado
una bodega de 300 hectáreas a 250 kilómetros de Pekín.
Agasajo: el presidente del grupo Multimar, Patrick Campbell,
flanqueado por Hiroshi Kawamura (izquierda), senior chartering
manager de NYK Reefers Limited, y Mike Ryan, presidente de Plate
Brokers, en el cocktail ofrecido a bordo del barco Galileo con motivo
del cierre de la temporada de exportación de frutas. A fines de este
año, Plate Brokers habrá movilizado desde el puerto de San Pedro
unos 25 barcos con un total de 88.000 pallets de fruta y 5500
toneladas de carne congelada, lo que representa un aumento del 55%
respecto de lo registrado en 2003. Los cargamentos, despachados en
los buques de NYK, tienen como destino el mar Báltico.

Sitio web : www.apec2004.cl Cumbre: la agenda de la reunión del


Foro de Cooperación Económica de Asia-Pacífico, que reunirá el
sábado y domingo próximos a mandatarios de 21 países en Santiago
de Chile, se puede seguir desde esta página. También incluye
información turística, cultural y comercial del país trasandino.

La nota de la Aduana 227/04


Con esta medida, la Aduana no tendrá en cuenta, a la hora de fiscalizar
los certificados de origen de bienes del sector automotor, la diferencia
entre piezas, conjuntos y subconjuntos, según un comunicado del
Grupo Brasil. La entidad indicó que esta diferenciación estaba
paralizando las importaciones de autopartes brasileñas y derivando en
multas y gastos administrativos para los importadores que tuviesen un
criterio de declaración diferente al de los verificadores de la Aduana.

 LA NACION
 Comercio exterior
La Unión Sudamericana
SEGUIR

Natalio Botana
LA NACION

JUEVES 18 DE NOVIEMBRE DE 2004

La próxima reunión de presidentes en Ayacucho, para rubricar el


proyecto de establecer una Unión Sudamericana tiene, por lo menos,
doble lectura. Por un lado, es una idea -más bien, una promesa- que se
dispara hacia un futuro a todas luces incierto; por otro, es un paso más
que se intenta en un contexto en el que las palabras y las buenas
intenciones suelen chocar con el duro condicionamiento de la realidad.

Si la primera lectura mira de frente al porvenir, la segunda arraiga en


un pasado y un presente plagados de frustraciones. Siempre en
América del Sur, aun en los momentos álgidos en que se constituían
Estados soberanos, no faltaron visionarios empeñados en forjar una
comunidad más vasta e inclusiva. Jamás, sin embargo, esos propósitos
lograron plasmarse en instituciones eficientes y legítimas a escala
continental. Lo que hemos logrado hasta el momento, con grandes
dificultades, es poner en marcha pactos subregionales, como el
Mercosur o la Comunidad Andina.

Es evidente, pues, que, con estos antecedentes a la vista, los gobiernos


sudamericanos avizoran un ambicioso cambio de escala. Y ya se sabe
que, cuando se trata de cambiar la escala de pertenencia de los
ciudadanos con relación a las unidades políticas, los obstáculos son
equivalentes a la voluntad de llevar a cabo tal empresa.

Caricatura: Huadi

En todo caso (la experiencia europea es reveladora al respecto), se


trata, como advirtió Jean Monnet, de una empresa de larga duración.
Ello exige poner en práctica un conjunto de virtudes que escasean
entre nosotros: un sobrio ejercicio de la deliberación y el consenso
democráticos y la energía de la continuidad y la constancia.

La legitimidad -decía Benjamin Constant- es, ante todo, la duración.


¿Sería exagerado recordar que, en América del Sur, los pactos
políticos sufren habitualmente los embates de aquellas fuerzas que
rechazan los beneficios de una ley común? Por debajo de los avances
en el terreno de la integración, seguimos actuando como si las
promesas fueran palabras que se lleva el viento de los intereses reales.
Esta fractura entre el plano del discurso y el plano de las realidades
debe ser reparada merced a una paciente tarea de entendimiento. No
necesitamos fabricantes o escribidores de frases encendidas (en las
que no suele faltar el condimento populista), sino constructores de
instituciones. Acabamos de citar a Jean Monnet: sus escritos son un
ejemplo de sobriedad, casi a ras del suelo; sus proyectos
institucionales enfilaron hacia una altura que parecía animada por la
vocación de un viejo constructor de catedrales.

Esta actitud constructiva viene a cuento porque si los sudamericanos


pretenden recorrer un trayecto análogo al de los europeos (la
denominación "Unión Sudamericana" así lo insinúa) no deberían mirar
tanto el escenario de lo que ahora ocurre en la Unión Europea
ampliada con nuevos miembros, sino observar con atención el período
en que se inscribió el punto de partida de aquel ambicioso designio.
Tocqueville decía que las circunstancias que acompañan el nacimiento
de las comunidades políticas influyen después en el resto de su
carrera. El punto de partida de Europa tuvo una triple dimensión: la
"paz perpetua", como expresión externa de regímenes democráticos
decididos a superar siglos teñidos por el flagelo de la guerra; el
gradualismo entendido como método basado en pactos sucesivos cuyo
acatamiento es obligatorio para las partes intervinientes, y, por fin, la
incorporación de nuevos miembros a un núcleo originario de
integración.

Esa fue, en sus grandes líneas, la configuración de la Europa


fundadora de seis miembros que contenía el eje francoalemán y la
experiencia adquirida en materia de integración por los tres países del
Benelux: Bélgica, Holanda y Luxemburgo. Estos principios conservan
para nosotros una vigencia indudable. No puede, en efecto, haber
Unión Sudamericana si los ideales de paz se escurren arrastrados por
conflictos internos a nuestras naciones y por herencias de un pasado
en el que campean nacionalismos de viejo cuño y populismos de más
reciente factura. Los dos, de más está decirlo, hicieron una faena tan
negativa como estéril.

La paz continental es, por consiguiente, el proyecto por instaurar más


necesario en un mundo incapaz, por ahora, de abolir la guerra. No
obstante, esa matriz del buen gobierno republicano no puede
convertirse en cartabón común para un conjunto de naciones si falla el
método gradualista de la deliberación democrática y no se atiende a la
necesidad de armar instituciones confiables.

En este sentido, tenemos pendiente un trabajo crucial. ¿Cómo avanzar


hacia el ámbito más grande y extenso -la Unión Sudamericana-
cuando todavía no hemos consolidado suficientemente el régimen
institucional del Mercosur? ¿Es, acaso, posible edificar los pisos
superiores cuando nos falta reforzar los cimientos?

Teniendo en cuenta estos supuestos, que pueden condicionar


severamente el punto de partida, sería tal vez conveniente ser flexibles
en el vértice de la Unión Sudamericana para no incurrir en pactos de
difícil cumplimiento. La posición de Brasil con respecto a estos
interrogantes es, sin duda, decisiva. En el punto de partida de la
integración europea hubo más simetría que en el punto de partida de la
integración sudamericana. La posición de Brasil, su peso relativo en
cuanto a población y renta nacional, lo distingue del resto de nuestros
países.

Pero, además, hay otro actor en este proceso que sería ridículo
soslayar: los Estados Unidos, potencia hegemónica del planeta que,
después del 11S, está comprometida con una guerra global contra el
terrorismo. La ciudadanía norteamericana ha ratificado en las urnas,
con su voto mayoritario, este designio que no mereció, de parte del
resto del mundo, un apoyo semejante. Para los países sudamericanos,
el "qué hacer" con los Estados Unidos es tan decisivo como el qué
hacer con nosotros mismos. El riesgo frente a esta exigencia es que en
América del Sur los caminos se bifurquen. Pensar una integración
abierta al mundo y a la negociación franca y madura con los Estados
Unidos es muy diferente a una pretendida unión concebida como un
ámbito apto para acelerar el espíritu de confrontación.

Si llegase a prevalecer este último temperamento, correríamos peligro


de enredarnos una vez más con los fantasmas del pasado. Una de
nuestras peores confusiones consiste en creer que ya somos fuertes
cuando, al contrario, el itinerario de la Unión Sudamericana debería
tener el objetivo de crear la condiciones para atraer todas las fuentes
de inversión y de comercio que nos permitan ser fuertes en el futuro.
La fortaleza no se construye con ilusiones ni con palabras
rimbombantes. Lo importante para nosotros no es la geopolítica
clásica del poder, sino la geopolítica innovadora para vencer la
pobreza y las desigualdades. Con tal propósito, deberíamos ser, como
apuntó Juan Bautista Alberdi en El crimen de la guerra, un "pueblo
mundo" abierto y tolerante y no un pueblo faccioso herido por el
resentimiento.

Ese pensamiento tiene plena actualidad en nuestra circunstancia. En


los procesos políticos, internos y externos, tras las palabras que
convocan a la unión suelen agitarse voluntades diversas y, en algunos
casos, incompatibles. Nosotros no marcamos, en este aspecto, ninguna
excepción. Los gobiernos se congregan y mantienen, felizmente, una
intensa interacción diplomática. Es un primer tiempo alentador. El
segundo tiempo es, en cambio, otra cosa, porque aún escasean la
voluntad y la inteligencia institucional para implementar las
decisiones. La navegación, entonces, no será fácil, pero esto no
significa que no haya que levantar amarras y echar velas al viento.

Por Natalio R. Botana Para LA NACION


La estrategia de la descalificación
Por Rafael A. Bielsa Para LA NACION

VIERNES 26 DE NOVIEMBRE DE 2004

En el artículo "Por estricto orden alfabético", firmado por Emilio


Cárdenas y publicado en LA NACION el 18 del actual, el autor
sostiene que considero que la Argentina ha obtenido reconocimiento
internacional porque presidirá el Consejo de Seguridad de las
Naciones Unidas a partir de enero de 2005.

Es cierto que la Argentina ocupará la presidencia del Consejo de


Seguridad durante enero de 2005, tiempo en que el órgano renovará su
composición por la salida de cinco de sus diez miembros no
permanentes -Angola, Chile, Alemania, Paquistán y España- y la
incorporación, en su lugar, por dos años, de nuestro país y de
Dinamarca, Grecia, Japón y Tanzania. Y también, dado que la
prelación se determina por orden alfabético, que si entre los Estados
por incorporarse se hubiesen contado, por ejemplo, Afganistán,
Albania, Andorra y Antigua y Barbuda, la Argentina habría ocupado
la presidencia sólo en mayo de 2005.

Lo importante, lo que quise destacar en declaraciones periodísticas, y


que Cárdenas no entendió, fue que de los 191 Estados que conforman
la ONU 189 votaron para que la Argentina integrara, en 2005 y 2006,
el Consejo de Seguridad, y, por ende, para que lo presidiera.

No es necesario ser canciller para saberlo ni tampoco haber sido


embajador político para derramar cientos de palabras informando
sobre la "novedad". Basta con ingresar en la página oficial de la
Organización de las Naciones Unidas a través de Internet para
encontrar, en cuestión de segundos y ampliada, la información que
esforzadamente transmite el artículo al que nos estamos refiriendo.

Por cierto que nada tiene de objetable que se porfíe con información
como aquélla, aunque debería suponérsela ampliamente conocida,
porque la ONU ha funcionado durante más de medio siglo, porque
nuestro país es miembro desde hace otro tanto y ha ocupado en siete
períodos bianuales un asiento en el Consejo de Seguridad y porque el
tema del derecho de veto de los cinco miembros permanentes ha
tenido espacios preponderantes en los medios informativos. La era de
la información no comenzó con Internet. Pero desde que existe
Internet no cualquiera logra parecer original y despabilado sin correr
el riesgo de que le arranquen el antifaz.
Lo que, definitivamente, no me parece idóneo del tratamiento que el
articulista hace de la información es que, como profesional del
derecho, él sabe que el análisis de un argumento es casi
inevitablemente deficitario si se lo realiza en función de una
parcialidad, pues todo lo jurídico es, por naturaleza, sistémico.

Ignorando conocimientos tan básicos, la nota da a entender, sin


vergüenza, que esa decisión virtualmente plenaria nada predica acerca
de una cierta presencia argentina en el mundo. Creo que es una visión
errada. La Argentina ha hecho y seguirá haciendo esfuerzos para
ocupar, en la comunidad internacional, un lugar ponderado, predecible
y digno.

Ha resignificado el vínculo con los Estados Unidos, poniendo fin, de


manera no traumática, a la política de "relaciones carnales" y de
"alineamiento automático". Ha asumido un papel protagónico con
relación a algunos de los temas más conflictivos de la región, decisivo
en casos como los de Bolivia, Venezuela y Haití. Esto se enmarca en
el concepto más amplio de "la región para los de la región": sólo el
protagonismo de los países involucrados puede desalentar con
argumentos todo intento intervencionista desde afuera.

La relación con Brasil, nuestro mayor socio estratégico regional, ha


pasado también por el tamiz que caracteriza a toda la gestión. El
sistema de relacionamiento es de suyo complejo y requiere un trabajo
profesional, artesanal, arduo y delicado. La vocación de liderazgo de
Brasil no ha convertido a nuestro país en un convidado de piedra, sino
en un interlocutor privilegiado de nuestro vecino en la totalidad de los
foros internacionales.

Respecto de las islas Malvinas, aunque el Reino Unido sostenga que


se ha adoptado una actitud hostil hacia las islas y los isleños, nuestro
país, sin afectar la relación bilateral en el plano estructural, ha
planteado dos cuestiones fundamentales para los intereses de la
Nación: un principio de dignidad, que termina con una etapa
gratuitamente aflictiva, conocida vulgarmente como "política de
seducción", y firmeza en el sostenimiento de una posición que
favorezca cualquier negociación que contemple nuestra posición. La
discusión sobre la necesidad de restablecer vuelos entre la Argentina
continental y la Argentina insular se ha transformado en una cuestión
que ubica en el lugar preciso el tema de los intereses económicos
recíprocos.

La próxima Cumbre de las Américas, que se realizará en Buenos


Aires, discutirá sobre trabajo y pobreza, los dos problemas que más
afligen y oprimen a nuestros pueblos. La decisión política de la
Argentina, de Brasil y de otros países sudamericanos logró confinar a
su verdadera dimensión el problema de la corrupción, sin ignorar su
carácter de genuino flagelo, pero reafirmando el carácter prioritario de
atender a las necesidades de los pueblos de la región.

La política comercial ha apuntado a la diversificación de productos,


especialmente en sectores no tradicionales, como la informática y la
biotecnología, y, en especial, a la búsqueda de nuevos mercados.
China es el ejemplo más claro en este sentido. Nuestra gestión invirtió
recursos, horas-hombre y mucho esfuerzo en traslados y acción sin
pausa en el nivel diplomático, cuyos frutos podrían verse muy pronto
si persistimos en el sacrificio. Dos veces el canciller y una vez el
Presidente viajaron hasta allí, lo que simboliza un enorme trabajo
volcado en una apuesta por una relación estratégica con la economía
mas dinámica del mundo. Además, hemos comenzado a abrir las
puertas en muchos otros puntos del planeta que sería largo enumerar,
pero que los sectores activos de la economía conocen. Además del
récord de exportaciones que se verificará este año, el dato más
importante es la incorporación de aproximadamente 2500 nuevas
empresas en el mercado internacional.

Hay una estrategia, si no aborigen, fuertemente enraizada en los


ámbitos periféricos de nuestra política partidaria, consistente en llamar
la atención por medio de la crítica aparentemente técnica y despojada
de todo ideologismo, apuntando, en realidad, a obtener algún cargo o
posición de influencia, a cambio de discontinuarla o variar su
intensidad. Algunos la practicaron con éxito hace una década, poco
más o menos. Pero esta es otra época, y el gobierno no sólo es otro:
tratamos de que sea otra cosa. Nada extraordinario, nada
especialmente brillante, pero definitivamente distinto.

Todos estamos más viejos que hace una década. Nuestros hijos leen lo
que escribimos y lo que se escribe de nosotros. Nuestra peripecia
personal deja de ser importante y la dicha de aquéllos es lo que más
nos importa.

Cárdenas bien podría hacer el esfuerzo de convencerse de que ya le


tocó, que su tiempo ya pasó y que hay que dejar lugar a los que
vienen. Luego nos sucederá a nosotros lo mismo y, a su tiempo, será
la historia la que dará su veredicto. ¿No es razonable aceptarlo de una
vez?

El autor es ministro de Relaciones Exteriores de la República


Argentina.
Balance militar para sudamericanos
Por Daniel Reimundes Para LA NACION

MARTES 30 DE NOVIEMBRE DE 2004

Cualquier reflexión sobre la defensa nacional es una reflexión sobre el


Estado. Todo país tiene en su dimensión militar un núcleo duro, tal
vez el único elemento químicamente puro entre los que componen lo
estatal, dado que hace a su misma existencia y, por lo tanto, no puede
ser delegado ni confiado a un tercero. Por eso, resulta relevante
investigar la situación en materia militar de un país, ya que su política
de defensa refleja la idea que tiene de sí y del mundo en el que debe
interactuar.

La historia y la actualidad internacional nos demuestran que ningún


país ha sido más confiable por desarticular su sistema de defensa. Por
el contrario, la incapacidad para controlar el propio territorio
constituye uno de los principales signos de debilidad. Los países que
nos sirven de modelo poseen sistemas de defensa acordes con su
potencial nacional.

Hoy es un reclamo social que el Estado vuelva a tener un papel más


activo que el que lo caracterizó en las últimas décadas. Los países de
la región deben adecuar sus instituciones a las exigencias de los
tiempos y deben reflexionar sobre su futuro, en la convicción de que
no se encontrarán las soluciones a los problemas del siglo XXI con las
recetas de los años 40, por más eficaces que hayan sido en su
momento. Reconstruir el Estado implica, necesariamente, reconstruir
sus instituciones.

Las sociedades sudamericanas demandan políticas estatales y, para


ello, es condición necesaria profundizar la capacidad de pensar con
sentido estratégico, adoptar un estilo de pensamiento operativo,
destinado a gobernar la acción para transformar la realidad. Esta
manera metódica de razonar es la esencia de la política arquitectónica
que prevé y proyecta el futuro. Así, el pensamiento estratégico, en
función de un sólido diagnóstico de la realidad, fija objetivos y asigna
o desarrolla los medios necesarios para su logro.

Hace pocos días, el Centro de Estudios Nueva Mayoría presentó


"Balance militar de América del Sur", un estudio que he dirigido y que
expone aspectos militares comparados de nuestra región.

Los documentos de análisis militar no despertaron mayor interés en


los ámbitos especializados en los últimos tiempos, tal vez por la
distensión que trajo el fin de la Guerra Fría. Sin embargo, no podemos
ignorar que las cuestiones de seguridad y el conflicto han vuelto a ser
prioritarios en la agenda mundial. Por ello, esta información adquiere
renovada importancia ya que establece conexiones de sentido entre lo
que indican la teoría y la realidad, aportando sólidos elementos de
juicio.

Se analizan las estructuras militares y los presupuestos que ellas


demandan a través de herramientas objetivas e intentando que la
realidad se refleje por sí misma. Se estudian detalladamente los
medios y las capacidades de los países.

La obra examina otras acciones, tales como la cooperación, la


asistencia, las misiones de paz y la contribución que las fuerzas
militares pueden realizar a la integración regional y a su inserción
internacional. El libro repasa también el estado de las relaciones
civiles y militares y, por la actualidad del fenómeno y su incidencia
directa en el mundo de hoy, se expone una reflexión sobre el impacto
del terrorismo en la región.

En el balance se compara el gasto militar de 1985 con el del 2002, a


nivel mundial. Hubo una reducción del 28,05%. Pasó de representar el
5,4% del PBI mundial al 2,6%. En América latina, en el mismo
período, ha disminuido del 3,1% de su PBI al 1,6%. Se trata de la
región del mundo que menor porcentaje asigna para su defensa. En
cuanto a los presupuestos 2004, podemos señalar que Brasil representa
el 52,4% del consolidado de defensa de América del Sur, seguido por
Chile con el 11,12% y Colombia con el 10,33%. El resto de los países
participa con menos del 10% cada uno.

En cuanto a los efectivos de personal, la región dispone de 1.006.500


militares. Brasil tiene el 31%, Colombia el 21%, Perú el 11%, Chile el
8%. Esto representa un promedio de 14 soldados cada mil habitantes y
cinco cada 100 kilómetros cuadrados. Estos militares son, en
promedio, 69% de los ejércitos, 18% de las armadas y 13 de las
fuerzas aéreas. El 10% son oficiales, el 30% suboficiales y el 60%
soldados.

La fortaleza de las relaciones entre los estados radica en el


reconocimiento de la naturaleza del poder y, por ende, del vínculo
entre actores internacionales que se desenvuelven en un mundo donde
existen principios, pero no normas que rijan pautas de
comportamiento. En ese mundo que no ha logrado institucionalizar ni
regular totalmente los conflictos, más que el poder desmesurado, ha
sido el balance de poder, que incluye el equilibrio militar, el que ha
permitido sostener períodos de paz y el que ha señalado el sendero por
el cual los estados parecen transitar, toda vez que les resulta posible,
hacia un sistema que constituye una legítima aspiración de la
comunidad internacional.

El equilibrio puede entenderse como una forma de mantenimiento del


sistema interestatal que impide la hegemonía, asegura la estabilidad y
la seguridad y refuerza la paz, ya que el propio sistema priva a la
agresión de legitimidad.

Es necesario recordar que, en los últimos veinte años, América del Sur
ha avanzado significativamente en el campo de la seguridad
internacional. Es una de las zonas de relativa paz en el planeta. Esta
tendencia histórica se ha reforzado por la homogeneidad de gobiernos
democráticos que impulsaron medidas de fomento de confianza,
cooperación militar, no proliferación de armas nucleares, químicas y
biológicas y la destrucción de minas antipersonales. No obstante, las
llamadas "nuevas amenazas", como la guerrilla, el narcotráfico, el
terrorismo y el crimen organizado, se convirtieron en una realidad
tangible en diversos estados de la región. También existe consenso en
que estos problemas encontrarán solución sólo a través de acciones
comunes, fruto de la cooperación de las sociedades democráticas en
un ámbito multilateral.

El desarrollo humano y el mejoramiento de la calidad de vida de la


población constituyen objetivos fundamentales para Sudamérica. La
imposibilidad del mercado de financiarlos con recursos propios hace
vital la captación de capitales externos para satisfacerlos. Este logro
sólo será posible si se dan en la región condiciones de equilibrio,
estabilidad y previsibilidad.

Hace 180 años, el 9 de diciembre de 1824, un ejército sudamericano


concluyó en los campos de Ayacucho la gesta de la emancipación
americana. Hoy, nuestra región, por historia y por necesidad
estratégica, es un espacio que evidencia una natural predisposición a
desarrollar una política común que nos permita superar los
condicionamientos que la realidad nos impone. Esta requiere,
necesariamente, equilibrio y cooperación militar como paso previo
para mayores niveles de integración.

En una extraordinaria novela de principios del siglo XX que expone


los defectos de la sinrazón, el teniente Giovanni Drogo pasa treinta
años de su vida encerrado en la fortaleza Bastiani, repitiendo
tradiciones y rutinas sin sentido, preparándose para enfrentar a los
tártaros, que no vienen ni vendrán nunca. Los problemas de la defensa
nacional constituyen un aspecto de importancia para la Nación y su
discusión no debería quedar fuera de la agenda de los especialistas, y
tampoco del conocimiento de los ciudadanos.
El autor es general retirado.
Sur, tratado, y después...
Los nuevos desafíos de la región: constituir la Unión Sudamericana e impulsar el libre
comercio del Mercosur y los países andinos
MARTES 30 DE NOVIEMBRE DE 2004

Serán dos nuevos pasos hacia una meta largamente deseada y todavía
lejana. Para algunos -los más entusiastas-, es el despertar de un sueño
hecho realidad; para otros -los escépticos-, más dialéctica sin futuro.

El mes próximo, los presidentes de diez países sudamericanos se


reunirán en Cuzco, Perú, para avanzar en la construcción de un bloque
económico y político único.

El 8 de diciembre se firmará el Tratado de Libre Comercio Mercosur-


Comunidad Andina y, 24 horas más tarde, los mandatarios pondrán su
firma en el acta inaugural de la Comunidad o Unión Sudamericana de
Naciones -el nombre sigue pendiente-.

Foto: AP

Así, empezará a concretarse el histórico deseo de San Martín y


Bolívar: la gran nación de repúblicas. Curiosamente, ese sueño todavía
trunco tiene ahora como principal impulsor a Brasil, la América
portuguesa que siguió una evolución histórica distinta y estuvo
ausente en la visión de los próceres.

En los hechos, la Comunidad Sudamericana, que quiere verse en el


espejo de la Unión Europea, será apenas un montón de temas por
resolver, algunos de ellos urgentes, como la integración física y
energética.

Los números del futuro bloque son fuertes: un producto bruto interno
(PBI) de US$ 1185 mil millones, exportaciones por US$ 188.000
millones y más de 350 millones de consumidores. La zona tendrá 17
millones de kilómetros cuadrados, y grandes recursos naturales:
reservas de gas, petróleo y minerales para más de un siglo, el 27% del
agua dulce del mundo, 8 millones de km2 de bosques, acceso a dos
océanos y el liderazgo mundial en la producción y exportación de
alimentos.

Pero más allá de cierta euforia, las expectativas no son las mismas en
todos los países. Mientras en Brasil, la Argentina y Venezuela, se
respira triunfalismo, Chile demuestra cierta precaución y los países
andinos consideran a este acuerdo como un paso previo hacia una
integración continental que incluya a América del Norte.
Eso sí: la firma del acuerdo se produce justo en momentos en que
todas las negociaciones comerciales de los países sudamericanos se
encuentran demoradas. El Area de Libre Comercio de las Américas
(ALCA) está definitivamente congelada, las conversaciones UE-
Mercosur no prosperan, y hasta lo que parecía más inmediato, el
tratado de libre comercio de Estados Unidos con Colombia, Perú y
Ecuador, no se cerraría antes de 2006. Tal vez por eso, América del
Sur vuelve a mirarse al espejo y busca en su interior la unidad que
nunca tuvo.

"Nada nos gustaría más que marchar en esta dirección pero lo peor
que podemos hacer es pedirle a un niño, apenas preparado
atléticamente, que corra un maratón. Podemos plantearnos tareas
superiores pero creo que no es un buen negocio", dijo a La Nacion el
director de Relaciones Económicas Internacionales de Chile, Osvaldo
Rosales. No obstante, el funcionario trasandino, uno de los principales
negociadores de su país, confirmó la asistencia del presidente Ricardo
Lagos en la cumbre peruana.

La reflexión contrasta con las recientes declaraciones del presidente de


la Comisión de Representantes Permanentes del Mercosur (CRPM),
Eduardo Duhalde: "Tras las dos giras que realicé, todos los países han
acordado constituir la Comunidad Sudamericana de Naciones, es
decir, avanzamos con el Mercosur, la Comunidad Andina y Chile en la
constitución de una unidad política y económica".

Por su parte, la ministra de Comercio de Ecuador, Ivonne Baki,


sostuvo: "Este es el sueño de todos nuestros países, la idea es que la
unidad sea de toda Latinoamérica, e incluso de toda América".

En Perú, los presidentes se reunirán en Pampa de Quinua, el día del


180° aniversario de la batalla de Ayacucho, la última de la
independencia americana. Allí estarán para firmar el acta los
presidentes de los cuatro países del Mercosur (Argentina, Brasil,
Paraguay y Uruguay), los cinco de la Comunidad Andina de Naciones
(Bolivia, Colombia, Ecuador, Perú y Venezuela), y Chile.

Además, podrían asistir el presidente electo de Uruguay, Tabaré


Vazquez; y los mandatarios de México, Vicente Fox, y de las
Guayanas, territorios del norte del subcontinente históricamente
ligados a las naciones del Caribe. Si esto último se concreta, la cumbre
de Cuzco dará un fuerte mensaje político al mundo.

De hecho, el jefe de gabinete de la CRPM, Eduardo Amadeo,


describió al acta inaugural de la Comunidad Sudamericana como "una
clara expresión de la voluntad de los presidentes de avanzar en esta
dirección".
Actualmente, en la región se superponen y potencian múltiples
esfuerzos integradores. El Mercosur, por ejemplo, confirmaría el
ingreso al bloque de Venezuela como país asociado, mientras México
sigue esperando y Panamá anunciaría su interés en ese status en la
próxima cumbre, el 17 del mes próximo. A esto se suman las ya
mencionadas negociaciones de los países andinos y Estados Unidos, y
las tratativas bilaterales entre varios mercados.

"La creciente convergencia de estos acuerdos eso es lo único que nos


va a permitir un poder de negociación compatible con los pactos que
se vienen tras la aproximación estratégica de China, Japón y Corea",
afirmó Rosales.

Para algunos expertos, la llave del éxito del nuevo bloque la tiene
Brasil, que asomaría como el líder de la región. "La cuestión concreta
es qué grado de institucionalización querrá darle el vecino país al
proyecto", opinó Rosendo Fraga, director del Centro de Estudios
Unión para la Nueva Mayoría.

"Si el acceso al mercado brasileño está realmente garantizado y no


queda expuesto a restricciones unilaterales o a comportamiento
discriminatorio, entonces sí creo que el espacio sudamericano puede
adquirir gran dinamismo", explicó Félix Peña, de la Fundación
BankBoston.

El tratado de libre comercio Mercosur-CAN, que se firmará un día


antes del acta inaugural de la Comunidad Sudamericana, será la
columna vertebral del bloque subregional.

Para la Argentina, este acuerdo podría representar nuevos mercados


por 10.000 millones de dólares, según datos del Centro de Economía
Internacional.

Argentina podría capitalizar estas oportunidades en detrimento, en


gran medida, de los productos norteamericanos y europeos. Por otro
lado, el riesgo de una invasión de mercaderías del exterior es mucho
menor que el previsto para los potenciales tratados con la UE y el
ALCA.

En la actualidad, el intercambio entre los países andinos y el Cono Sur


no representa altos porcentajes de la balanza comercial total. Casi el 4
por ciento de las exportaciones del Mercosur tienen como destino la
CAN, y el sólo 2,6% de las importaciones del extremo sur llegan
desde las naciones andinas. En cambio, el 8,3 % de las importaciones
de la CAN provienen del Mercosur, bloque al que los andinos destinan
el 3,8 de sus exportaciones.
Desde la entrada en vigor de este tratado, los aranceles externos para
todos los productos se reducirán a cero en un plazo máximo de 15
años. En una primera etapa, que durará una década, se eliminarán los
gravámenes del 80% de las mercaderías, y en los cinco años
siguientes, se completará el resto.

El acuerdo Mercosur-CAN es el final feliz de una negociación que


comenzó en agosto de 2003, se prolongó más de lo previsto y estuvo
al borde del fracaso por diferencias puntuales entre los países más
chicos. El tratado terminó de cerrarse el 18 de octubre último, cuando
se firmó un primer documento para establecer una zona de libre
comercio en el marco de la XIII reunión de la Asociación
Latinoamericana de Intercambio (Aladi).

El libre comercio entre los nueve países que suman ambos acuerdos es
el primer paso serio hacia una integración económica y política mayor
en América del Sur.

De hecho, al término de ese encuentro de la Aladi, el canciller


brasileño, Celso Amorín, calificó al acuerdo como "un claro paso
hacia la Comunidad Sudamericana de Naciones", y su par de Perú,
Manuel Rodríguez Cuadros, lo definió como "un paso concreto y
auspicioso para constituir un espacio económico sudamericano".

Pero, más allá del mero intercambio, lograr la unidad no parece


sencillo. La integración física es una necesidad urgente de la región y
una de las principales tareas pendientes de sus gobiernos.

Para Osvaldo Rosales, de Chile, "es evidente que hay un tremendo


desafío de infraestructura. Todo lo que hemos venido hablando en
décadas, los corredores bioceánicos, es ahora algo acuciante ante las
oportunidades que se están abriendo en Asia, a la que se llega por el
Pacífico". Para la ministra Baki, "la infraestructura es importantísima,
pero también hay que pensar mucho en el desarrollo social, la
estabilidad económica y lograr democracias más sólidas, en el tema de
la educación, cómo mejorar la calidad de vida y de desarrollo de
nuestros pueblos; y el combate contra la corrupción".

En tanto, el canciller brasileño, Celso Amorín, cree que la diferencia


entre el norte y el sur de América pasa en gran medida por la
infraestructura. "América del Norte es desde el siglo XIX un
continente integrado; nosotros recién lo estamos haciendo ahora. Esa
diferencia Atlántico-Pacífico, que para América del Norte no existe,
para nosotros existe de una manera mucho más dramática porque
debemos atravesar los Andes o el Amazonas".
La otra gran prioridad de la integración debe ser la energía, por lo que
Bolivia podría jugar un rol central. "Perece natural y urgente que
energía e infraestructura tengan una expresión clara en este acuerdo,
es el ABC de la competitividad de nuestra región", agregó Rosales.

La mayor de las ventajas de una comunidad de naciones es la voluntad


política de todos los gobiernos en alcanzarla y el peor obstáculo, las
asimetrías macroeconómicas: las tremendas diferencias entre los
países chicos, los más grandes y el único gigante, Brasil, que es la
mitad de la subregión en términos de PBI, territorio y población.

Para Roberto Bouzas, de la Universidad de San Andrés y la Facultad


Latinoamericana de Ciencias Sociales, "es prácticamente imposible
hacer caminar procesos de integración entre países sujetos a gran
inestabilidad macroeconómica y regímenes divergentes de política".

Sin embargo, la sintonía expresada en política exterior, sobre todo a


partir de la oposición a la guerra en Irak y en la coincidencia en los
foros internacionales en cuanto a la eliminación de los subsidios
agrícolas, también cuenta entre los pros.

"Nos estamos acercando a escala sudamericana a una combinación


entre el esquema de regionalismo multipolar del Asia y el modelo
europeo de un núcleo duro en continuo y simultáneo proceso de
profundización y expansión", insistió Peña

Pero conviene tener en cuenta el consejo de Chile -el país de la zona


que más sabe de integración-. "Hay que ir despacio, no es eficaz
autoimponernos metas difíciles de alcanzar. Creo que es posible ir
marchando hacia la Comunidad Sudamericana, pero eso supone
abordar una serie de políticas con continuidad", concluyó Osvaldo
Rosales.

Por José Crettaz De la Redacción de LA NACION

En Internet
- Oportunidades y amenazas de un acuerdo Mercosur-CAN para
Argentina y Brasil, preparado por el Centro de Economía
Internacionalhttp://cei.mrecic.gov.ar/pdf/mercocan.pdf
- Mercosur http://www.mercosur.org.uy
- Comunidad Andina http://www.comunidadandina.org
USA
La elección del nombre del nuevo bloque no será sencilla. Conviene
tener en cuenta que, si se impone el de Unión Sudamericana, esas
palabras en portugués forman -paradójicamente- la sigla USA, União
Sul-Americana.

 LA NACION
 Comercio exterior
La soberanía ampliada
Por Mario Casalla Para LA NACION

MIÉRCOLES 01 DE DICIEMBRE DE 2004

Siempre se ha señalado que el fenómeno de la globalización ponía en


jaque el concepto tradicional de soberanía, aunque a esta
comprobación (harto sencilla, por lo demás) no la siguiera un debate
decidido y profundo sobre el tema. En cambio, lo que proliferaron
fueron los extremos: globalizadores versus soberanistas.

Para los primeros, las soberanías estaban prácticamente liquidadas y


de lo que se trataba era de enterrarlas más o menos indoloramente;
para los segundos, las soberanías nacionales serían los núcleos duros
de resistencia a esa globalización impertinente y domiciliaria. La falta
de matices y las respectivas estrategias políticas y económicas que
cada una de estas posturas encierra impiden ver dos cuestiones de
fondo y simultáneas: que la mundialización es un fenómeno
irreversible de nuestra civilización (de la cual el fenómeno
globalizador es sólo un modo y un momento) y que, sin embargo, ese
proceso creciente de universalización se hace, a su vez, desde
localizaciones espaciotemporales persistentes que, en general, tienen
la forma y la historia de Estados nacionales.

Es cierto que cada vez más aspiramos a ser ciudadanos cosmopolitas,


o bien tecnológicos navegantes de "la nave espacial Tierra", pero
también lo es que cada uno de esos sueños y de esas aspiraciones los
tenemos desde un lugar siempre concreto y específico: la ventana de
nuestra casa, el barrio, el país, el norte o el sur de tal o cual continente,
etcétera.

La primera situacionalidad la da nuestro propio cuerpo físico (no


somos ángeles ni almas desencarnadas) y el resto lo aporta ese cuerpo
social y cultural que llevamos adherido como segunda e intangible
piel y que el lenguaje inaugura de manera rotunda e inapelable. Quien
quiera, en consecuencia, pensar lo que viene (anunciado ya en el
presente) deberá atender ambos procesos a la vez: el de lo universal y
el de la parte, el de la comarca provinciana y el del mundo inevitable,
el del ciudadano idealmente cosmopolita y el del esperanzado viajero
que -sólo con el indispensable pasaporte a cuestas- traspondrá
(legalmente) la puerta que media entre ese "no lugar" que es cualquier
aeropuerto y la primera vereda del "otro país". Y si intentara hacerlo
de otra manera, ya se encargarán rápidamente de comunicarle que
todavía la "ciudadanía del mundo" no se encuentra en vigencia, aun
cuando nos la prometan día tras día. El reciente film La terminal es
sumamente expresivo al respecto.
La clave está, entonces, en pensar ambos procesos en paralelo: la
mundialización y la localidad. La primera sin la segunda es abstracta
(imposible e inhumana); la segunda, cerrada sobre sí misma, también.
En vísperas de constituirse una cierta comunidad latinoamericana de
naciones, el problema vuelve a repetirse, ahora en términos de nación
versus región. Bien vista la cosa, esta última no es sino el nuevo
nombre de la otra, en su larga marcha hacia el mundo. Me parece aquí
de utilidad introducir un concepto filosófico específico y nuevo: el de
soberanía ampliada.

Del yo al nosotros

Lo primero será comprender que el modelo de nación soberana del


siglo XXI no podrá ser el del nacionalismo del siglo XIX. Lo que está
agotado y resulta inviable no es, entonces, el concepto mismo de
soberanía, sino ese otro, el de una soberanía autárquica, autosuficiente
y expansiva, con una concepción esencialmente egoísta (yo) y
rentística de la vida, siempre a la defensiva (del otro que amenaza sus
fronteras), siempre presta para la guerra y esencialmente insolidaria.

Por el contrario, un proyecto actualizado y viable de soberanía, tanto


personal como social y nacional, requiere la superación convencida de
tal egoísmo y su reemplazo por un modelo integrador y dialogante,
donde lo propio se realiza también con lo otro (y no contra él) y donde
unidades menores van posibilitando integraciones mayores que las
fortalecen y no las absorben.

Se trata, entonces, de construir un nuevo imaginario latinoamericano,


en el sentido positivo y afirmador del término "imaginario", y aquí
esta categoría de soberanía ampliada nos parece útil para fundamentar
la posibilidad de una auténtica integración regional. Entendemos por
tal aquella que realiza y completa su voluntad autonómica y su deseo
de libertad, base de todo tipo de soberanía, más allá de la esfera
exclusiva del yo o del sí mismo.

Esto es: un proyecto de libertad y autonomía que si bien parte como


reclamo y llamada del yo, no se queda en él, a la manera del egoísmo
moderno, sino que requiere al otro como contrapartida inexcusable de
la libertad propia. En consecuencia, la libertad personal no termina
donde empieza la libertad del otro, sino que allí apenas comienza a
madurar ese proyecto en común donde el yo y el tú devienen en
nosotros.

Proyecto, por cierto, lleno de contradicciones, tensiones y dificultades,


pero inexcusable para la realización auténtica y sostenible) de todo yo
y de todo tú.
Así, en este pasaje de la autonomía (imperial) del yo a la heteronomía
del nosotros aquel yo inicial se amplía (no se reduce ni se limita, como
pregonan el contractualismo o el pactismo tradicionales) y en esa
misma ampliación fortalece y gesta, en comunidad con el otro, un
espacio y un tiempo cualitativamente distintos: el del nosotros, una
"región" por completo diferente y, sin embargo, encarnada, que
contiene y, a la vez, supera los respectivos puntos individuales de
partida.

Así es como -a nuestro entender- este concepto de soberanía ampliada


resulta una buena matriz teórica para pensar, más allá del pacto o de la
invasión del yo al otro, la creación de un "nosotros" cultural sobre el
cual hacer descansar, por acción de la solidaridad y la justicia antes
que por la guerra o la conveniencia circunstancial, una nueva realidad:
la región común, la comunidad de destino y no sólo de origen, la
soberanía regional, en fin.

Se trata de un concepto político y cultural de primer orden, ya que


cuando falta o ni siquiera se lo esboza, lo económico, lo comercial y
hasta lo diplomático se encuentran enormemente dificultados.

A punto de subir los presidentes nuevamente a las alturas del Cusco y


a la brava pampa de Ayacucho para la reunión de la comunidad
sudamericana de naciones, si miramos hacia nuestra historia
continental más reciente (siglos XIX y XX) lo primero que salta a la
vista es la fragmentación del territorio sudamericano y de su política
en común a favor de nacionalidades débiles y muchas veces
enfrentadas entre sí. Algo que fue alejando cada vez más a la región
de aquel "nosotros" que enfrentó con éxito, en su momento, al
ocupante.

Es cierto que las injerencias externas contribuyeron en mucho a ello,


pero también lo es la responsabilidad que les cabe a sus clases
dirigentes en el debilitamiento de ese imprescindible "nosotros"
regional. Si éste no impera, no rige o se encuentra fuertemente
debilitado. Todo se complica.

Es entonces cuando un arancel de importación, un cupo de


exportación o el discurso inoportuno de un funcionario o de un
empresario pueden más que quinientos años de historia, de sueños y
hasta de rivalidades compartidas.

Pasar del Mercado Común del Sur a una comunidad latinoamericana


de naciones, si esta vez va en serio, implicará volver a poner sobre la
mesa esta noción de soberanía ampliada, para superar así tanto el mero
reflejo defensivo frente al poderoso de turno como el oportunismo
económico frente a las tentadoras góndolas globales. Y si no es ahora,
¿cuándo?

El autor es filósofo, docente e investigador; su último libro publicado


es América Latina en perspectiva (Altamira, Buenos Aires, 2003).
Por recomendación médica, Kirchner no
viajará a Perú
El Presidente tenía previsto asistir al lanzamiento de la Unión Sudamericana en la
ciudad de Cuzco el jueves próximo
MIÉRCOLES 01 DE DICIEMBRE DE 2004 • 14:39

El presidente Néstor Kirchner canceló hoy su viaje a Perú para asistir


a la III Cumbre Sudamericana, del 8 y 9 de diciembre, y en su
reemplazo participará el vicepresidente Daniel Scioli, se informó
oficialmente.

Kirchner suspendió su visita a las ciudades de Cuzco y Ayacucho,


donde se desarrollará el encuentro, por recomendación de su médico
personal, Luis Buonomo, en virtud de la altura sobre el mar en que se
encuentra ambas localidades, explicaron a LA NACION
LINE voceros oficiales.

La representación argentina en la cumbre donde se formalizarán las


bases para el nacimiento de la Comunidad Sudamericana de Naciones,
impulsada por el ex presidente Eduardo Duhalde, estará a cargo de
Scioli y del canciller Rafael Bielsa.

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La Casa Rosada confirmó, sin embargo, el viaje de Kirchner a la


ciudad brasileña de Ouro Preto para participar de la Cumbre del
Mercosur que se celebrará el 16 de diciembre para acordar una
reforma institucional para el bloque del sur.
La III Cumbre Sudamericana reunirá a los representantes de
Argentina, Brasil, Paraguay, Uruguay, Chile, Venezuela, Perú,
Bolivia, Colombia y Ecuador que firmarán un acuerdo de unidad
política y comercial para un subcontinente que alberga a unos 361
millones de personas.

La unidad surgirá de la alianza de los bloques comerciales del


Mercosur y de la Comunidad Andina.

Además de los mandatarios de las naciones sudamericanas, se espera


la presencia de los presidentes de México, Vicente Fox, y de Panamá,
Martín Torrijos, interesados en cerrar acuerdos comerciales con el
Mercosur.

 LA NACION
 Política
Kirchner faltará a una cumbre histórica
El Presidente se reunió con Duhalde, promotor del nuevo bloque, y le dijo que no podrá
ir por "recomendaciones médicas"
SEGUIR

Mariano Obarrio
LA NACION

JUEVES 02 DE DICIEMBRE DE 2004

El presidente Néstor Kirchner se reunió ayer a solas con su antecesor


Eduardo Duhalde en la Casa Rosada para informarle en forma oficial
que había resuelto cancelar por "recomendación médica" su viaje a
Cuzco, Perú, donde el 8 y el 9 del actual tenía previsto participar de la
III Cumbre Presidencial Sudamericana, en la que quedará constituida
la Unión Sudamericana de Naciones.

En un principio se temió una nueva recaída en la salud del Presidente.


Pero la Casa Rosada aclaró que la suspensión del viaje es una medida
"preventiva" por el "cansancio" y el "estrés" que padece Kirchner
debido a su recargada agenda.

El médico presidencial, Luis Buonomo, dijo al Presidente que en ese


estado "no era aconsejable" ir a una ciudad donde hace 40 grados de
temperatura, ubicada a 3740 metros de altura sobre el nivel del mar.

El presidente Kirchner recibió a su antecesor, Eduardo Duhalde, para explicarle las razones de su ausencia en la cumbre de Cuzco. Foto: Presidencia de
la Nación

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Duhalde defendió la Unión Sudamericana

En su función de presidente de la Comisión de Representantes


Permanentes del Mercosur, Duhalde es el mayor promotor del
lanzamiento del nuevo bloque sudamericano, que integrará a todos los
países de América latina. Por ese motivo, en la Casa Rosada temieron
en un principio que la ausencia de Kirchner fuera tomada como un
desaire al ex presidente, el organizador de la cumbre.

Pero, según sus allegados, Duhalde comprendió "sin problemas" las


razones del Presidente. "El mismo Duhalde le aconsejó infinidad de
veces que frenara el nivel de actividad", señalaron en el entorno del
jefe del PJ bonaerense. Kirchner, dicen en Balcarce 50, quería
mantener el viaje hasta último momento para respetar el compromiso
con su aliado político.

Según un vocero de Kirchner, la reunión entre ambos, que no estaba


prevista, se desarrolló en el despacho presidencial y duró desde las
18.15 hasta las 19.15. Se analizó allí un borrador que llevará como
propuesta la Argentina con el título de "Declaración de Cuzco sobre la
Unión Sudamericana de Naciones" y que, según se acordó, suscribirán
en Perú todos los presidentes. El texto fue aprobado por Kirchner.

En lugar del Presidente viajarán a Cuzco el vicepresidente Daniel


Scioli y el canciller Rafael Bielsa.

La salud
Los allegados a Kirchner aseguraron que el Presidente sufrió en estos
días un estado gripal y que, pese a ello, viajó anteayer a San Juan,
donde sufrió un calor de 40 grados que lo dejó extenuado, junto con
toda su comitiva. "No tiene problemas de salud. Fue una medida
preventiva para no someterlo a un trajín que se podría agravar por la
altura de Cuzco, lo que no sería recomendable", dijo un vocero.

En el entorno presidencial confiaron a LA NACION que Buonomo


recomendó que "Cuzco no es como para hacer un viaje relámpago sin
una previa ambientación". Según el médico, el Presidente transita por
una situación de "intenso estrés, cansancio y agotamiento" y que ello
podría causarle desvanecimientos o malestares.

"No frena un minuto y tiene una sobrecarga de actividad", evaluó el


médico de Kirchner, según se informó.

De todos modos se aclaró que este diagnóstico preventivo no tiene


ninguna vinculación con la gastritis hemorrágica que sufrió el
Presidente el verano último. Buonomo le prohibió entonces a Kirchner
ir a La Paz, Bolivia, porque consideró que la escasez de glóbulos rojos
en su sangre y la falta de oxígeno "eran una combinación prohibitiva".
Pero esta situación es diferente: "Tiene una agenda maratónica y sus
condiciones físicas no potenciarían la falta de oxígeno, pero no es
recomendable", dijo un vocero, que conoce el parte médico.

Buonomo recomendó incluso reacomodar toda la agenda presidencial


para evitar que los actos de campaña que encabeza Kirchner en las
provincias y en el conurbano bonaerense sean al mediodía, la hora de
mayor calor. "Pero ése es el horario que le permite cumplir con la
agenda matutina y luego retomar la actividad a la tarde", dijo a LA
NACION un vocero. El tema está en análisis, pero, por lo pronto, hoy
irá a Moreno a las 13.

Con Duhalde
Kirchner se lamentó ante Duhalde de no poder viajar a Cuzco. Pero
Duhalde lo tranquilizó y le agradeció el "impulso que la Cancillería y
el Gobierno le dieron al lanzamiento de la Unión Sudamericana de
Naciones". El documento que analizaron juntos señala que el nuevo
bloque concertará las políticas que afirmen a la región como "un factor
diferenciado y dinámico en sus relaciones externas".

Profundizará la convergencia entre el Mercosur, la Comunidad Andina


y Chile. Y promoverá la integración física, energética, financiera, en
infraestructura y en comunicaciones entre todos los países
sudamericanos.

La unidad sudamericana es un emprendimiento que Duhalde encaró


con un fuerte énfasis y para el cual contó, como su mejor aliado, con
el presidente Lula da Silva. De hecho, la próxima cumbre se hará en
Brasil en el primer semestre de 2005.

Duhalde aspira a convertir al nuevo bloque en una herramienta


fundamental en la lucha contra la inseguridad, la pobreza, por la
generación de empleo y el acceso a la salud y la educación.
Los analistas otorgan relevancia al encuentro
Destacan la dimensión política del acuerdo y evalúan los alcances que tendrá la
ausencia presidencial
VIERNES 03 DE DICIEMBRE DE 2004

Aunque difieran en sus interpretaciones de las razones presidenciales


para no asistir a la III Cumbre Presidencial Sudamericana que se
realizará en Perú, los analistas internacionales muestran absoluta
coincidencia en un punto: la importancia del lanzamiento de la Unión
Sudamericana, que tendrá lugar allí, como hito en la historia de la
región.

Así, con distintas valoraciones sobre los motivos de salud esgrimidos


por allegados al presidente Néstor Kirchner para no ir a la cumbre, y
con disímiles opiniones de la conducta en materia internacional que
debería seguir el jefe del Estado, los especialistas consultados por LA
NACION coincidieron en señalar que la iniciativa de la unión regional
será el hecho político más importante de los últimos tiempos para los
países involucrados, más allá del Mercosur.

"La reunión es importantísima, es el establecimiento de la voluntad, en


los países de América del Sur, de avanzar políticamente juntos", opinó
Raúl Alconada Sempé, vicecanciller durante el gobierno de Raúl
Alfonsín.

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Kirchner admite que sólo concurre a las cumbres que juzga "importantes"

Duhalde, comprensivo

Acuerdan un formato más limitado de la Unión Sudamericana

En su opinión, se trata de la dimensión política "que nunca tuvieron ni


el Mercosur y ni la Comunidad Andina", dijo. Sobre los motivos de
salud que mantendrán a Kirchner en la Argentina, Alconada Sempé
consideró que lo más importante es salvaguardar la integridad del
Presidente y que sería entendible que la altura trajera inconvenientes
no deseados al mandatario.

"Lo que no sería razonable es que Kirchner aparezca el mismo día


paseando en el glaciar Perito Moreno, sobre todo como gesto ante los
otros presidentes", agregó, sin embargo, el experto en política
internacional.

Por su parte, Diego Guelar, que fue embajador argentino en los


Estados Unidos durante los años 90, fue mucho más crítico con la
ausencia de Kirchner en Perú y atacó lo que consideró una constante
en su conducta.

"Es un gravísimo error esta actitud del Presidente de marcar una suerte
de inutilidad de las reuniones multilaterales", dijo, y explicó que estas
oportunidades de encuentro son muy importantes, no sólo por la
reunión en sí, sino fundamentalmente "como instancias de contacto
entre mandatarios".

Sobre esta cumbre en particular, coincidió con Alconada Sempé al


considerar que "más allá de ser un hecho simbólico, estará grabada en
la memoria de todos como el nacimiento de un proceso de integración
sudamericana muy importante, que tiene una impronta muy argentina,
porque su impulsor fue Eduardo Duhalde".

También el especialista en política latinoamericana Gabriel Vitullio


marcó la importancia de la reunión, más allá de que el acuerdo se
limite a la firma de un documento. "Su alcance real lo sabremos en
unos meses, pero el Mercosur también empezó con la firma de papeles
y una foto", indicó.

En comunicación telefónica desde Porto Alegre, donde se desempeña


como profesor en la Universidad de Santa Cruz do Sul, Vitullio indicó
a LA NACION que con la presencia del vicepresidente Daniel Scioli,
el canciller Rafael Bielsa y Duhalde, el país estará representado por
figuras importantes.

En cuanto al estilo presidencial en materia de encuentros


multilaterales, Vitullio restó importancia al tema.

"No me preocupa demasiado la cuestión de las formas, sino el


contenido de las decisiones", dijo.

En su opinión, "no es grave que [Kirchner] adopte un estilo poco


formal, mientras las decisiones favorezcan la situación de la Argentina
en el mundo", expresó el analista internacional.
"Nuestro espejo será la Unión Europea"
Duhalde vislumbra una moneda común
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Mariano Obarrio
LA NACION

DOMINGO 05 DE DICIEMBRE DE 2004

El presidente de la Comisión de Representantes Permanentes del


Mercosur, Eduardo Duhalde, explicó ayer a LA NACION que el
miércoles próximo "será la fundación de la Comunidad Sudamericana,
tal su nombre definitivo", y que "nuestro espejo será la Unión
Europea, con todas sus instituciones", con lo cual "tienden a fundirse
allí tanto el Mercosur, la Comunidad Andina de Naciones (CAN), más
Chile".

Duhalde dijo que, en los hechos, estarán en la nueva comunidad los


miembros del Mercosur, Argentina, Brasil, Uruguay y Paraguay, más
sus asociados, Chile, Bolivia, Perú y Venezuela, y sólo se
incorporarán Colombia, Ecuador, Surinam y Guyana.

"Bien podría llamarse Mercosur, pero decidimos cambiarle el


nombre", comentó el ex presidente.

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Se pone en marcha la unión continental

-¿Qué instituciones le darán cuerpo a la nueva comunidad?

-En principio se va a ordenar que las secretarías de Mercosur y la


CAN y los tribunales arbitrales de los bloques comiencen un trabajo
tendiente a crear una sola secretaría y un solo tribunal. Pero en marzo
o abril se hará otra reunión para definir la institucionalidad, que
todavía no está acordada. Hay cosas que llevarán más tiempo: no
menos de una década para tener un parlamento.

-¿Se prevé, como en la Unión Europea, una moneda única?


-Sí, claro. Pero eso llevará más tiempo. Dependerá de que haya
estabilidad democrática en todos los países, que la va a haber, y de que
no haya grandes diferencias macroeconómicas.

-Entonces, el modelo es la Unión Europea (UE)...

-Nuestro espejo es la UE. El miércoles firmamos la integración física,


con más de 36 obras de infraestructura, la integración energética,
inspirada en la carta energética de la UE, la integración cultural,
comunicacional y financiera, sobre la base de la Comunidad Andina
de Fomento (CAF), que funciona muy bien. También en Defensa y
Salud.

-Entonces, no existirá más el Mercosur o la CAN.

-Tienden a fundirse esos bloques más Chile en la nueva comunidad.

-¿Las complicaciones con la deuda externa de la Argentina


dificultan la integración?

-No. Por eso hablamos de integración financiera y no económica


todavía. Para la integración económica hay más dificultades y
asimetrías entre todos los países. Pero en dos años debe haber una
zona de libre comercio en toda América latina.

-¿Eso no será mal visto por los EE.UU., que quieren el ALCA?

-No, porque sería un primer paso para la integración. Nuestro país no


puede entrar en el ALCA hasta que EE.UU. y Europa no hagan un
plan de rebaja de subsidios para los productos con los que
competimos.
Se pone en marcha la unión continental
Los presidentes acordaron que el proceso no será rápido; la nueva comunidad nacerá en
Cuzco cargada de incertidumbres
DOMINGO 05 DE DICIEMBRE DE 2004

Los arquitectos de la naciente unión sudamericana de naciones, cuyo


nombre definitivo sería Comunidad Sudamericana, terminan de pulir,
cuando faltan apenas horas de la fecha histórica de la fundación, una
estrategia para regular los tiempos: la integración no puede ser tan
rápida como para que los presidentes se asusten ni tan lenta para que
quede condenada al fracaso.

Ese fino equilibrio carga de incertidumbre el verdadero destino que


espera al mayor proyecto de convergencia política y comercial en
América latina; un bosquejo de bloque en el que conviven intereses
económicos de lo más dispares y países enfrentados desde hace
décadas.

Presidentes y ministros de los 12 países sudamericanos -incluidos


Guyana y Surinam- firmarán el miércoles próximo en la ciudad
imperial de Cuzco, Perú, el acta de nacimiento de la unión.

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"Nuestro espejo será la Unión Europea"

Pese a que será un gesto político de alta significación, los


negociadores de la mayoría de los países se fijaron unos objetivos
bastante módicos para la primera etapa: la entidad regional no tendrá
instituciones ni presupuesto propios y promoverá la confluencia del
Mercosur y de la Comunidad Andina de Naciones (CAN).

"Estaríamos creando una criatura con pies de barro si primero no


solucionamos los conflictos y profundizamos la integración en los
bloques que ya existen", sostuvo Darío Alessandro, el funcionario de
la Cancillería que participó de las discusiones previas en nombre de la
Argentina.

Brasil fue uno de los países que mayor relevancia intentaron darle a la
creación de la unión sudamericana. El presidente Luiz Inacio Lula da
Silva dijo la semana pasada que el proyecto simboliza "el
fortalecimiento de toda la región".
Cuando la idea de una integración del subcontinente parecía apenas
una consigna romántica, Lula desplegó una fuerte gestión diplomática
para completar cuanto antes los primeros pasos del plan. En la
práctica, lo imagina como una plataforma más alta para el liderazgo
regional brasileño.

Acuerdo de Kirchner
Lula encontró rápido eco en los países que comparten su sintonía
política, como la Argentina, Chile y Venezuela. "La diplomacia
presidencial fue fundamental para que podamos iniciar este proceso",
indicó Eduardo Amadeo, principal asesor del ex presidente Eduardo
Duhalde en la coordinación del Mercosur. Duhalde se embanderó con
el proyecto desde el vamos. Y tuvo especial cuidado de consultar con
el presidente Néstor Kirchner antes de dar cada paso.

Al suspender su participación en la cumbre de Cuzco, por


recomendación médica, Kirchner alimentó dudas sobre la importancia
que le otorga a la integración. En la Cancillería aseguran que el
Presidente considera prioritario crear un bloque regional de mayor
peso y que le fastidia no poder viajar. También reconocen que en
general detesta las cumbres y que duda de la validez de esos
encuentros. Para la Argentina, el objetivo central consiste en dotar de
contenido el futuro conglomerado de naciones, explicó Alessandro.

La integración física y energética constituye uno de los objetivos


básicos de la futura comunidad. Pero parte con problemas de origen:
por ejemplo, los gobiernos evitaron mencionar la posibilidad de
acuerdos de energía para no complicar a los presidentes de Chile y de
Bolivia, dos países enfrascados en una disputa centenaria por el
territorio y la explotación de los recursos naturales.

Tal vez el mayor desafío de los presidentes radique en los tratados de


libre comercio. Ni siquiera el Mercosur logró eliminar los conflictos
arancelarios en más de una década de funcionamiento. Sin
escepticismo, el presidente de la CAN, Allan Wagner, calculó ayer
que llevará 15 años concretar una comunidad económica
sudamericana.

La reunión de Cuzco, de todos modos, servirá para presentar un


paquete de acuerdos arancelarios entre cada uno de los países
integrantes del bloque. En la Cancillería argentina consideran que el
flujo de comercio dentro del continente se multiplicará en forma
exponencial en los próximos meses.

Aun así, la posibilidad de un verdadero acuerdo aduanero pasa por la


confluencia entre el Mercosur y la CAN, iniciada hace tres años. Algo
similar ocurre con las instituciones: el bloque que integran la
Argentina, Brasil, Uruguay y Paraguay mantiene su plan de crear un
parlamento y aún es muy nuevo el tribunal de resolución de
diferendos, al que podrían sumarse posteriormente los otros países
sudamericanos.

En Cuzco sólo se nominará una comisión de vicecancilleres encargada


de organizar otra cumbre de aquí a seis meses. Entonces se analizará
con más detalle el alcance de la integración. Hasta tanto, la
Comunidad Sudamericana sólo se mirará en el espejo de la Unión
Europea: será un nombre, un gesto político y un cúmulo de
incertidumbre y expectativas.

Por Martín Rodríguez Yebra De la Redacción de LA NACION


Unión Sudamericana: errores evitables
Por Daniel Roiter Para LA NACION
DOMINGO 05 DE DICIEMBRE DE 2004

La Unión Sudamericana debe evitar los errores del Mercosur.

La próxima formación de la Unión Sudamericana (US) a partir de la


asociación entre Mercosur más Chile y la Comunidad Andina debería
evitar algunos defectos de los acuerdos del Mercosur que impidieron
el éxito del bloque.

Los datos hablan por sí solos: mientras que en los bloques comerciales
de Asia-Pacífico, la Unión Europea y el Nafta las exportaciones entre
socios superan el 50 % de las exportaciones totales de éstos, en el
Mercosur se mantienen en el 11%, igual que dos décadas atrás.

Por su parte, el Caricom -bloque de países del Caribe- alcanza al 12%,


pero 20 años atrás sólo llegaba al 5%; el Grupo Andino alcanza al 9%,
pero el comercio creció más del doble en relación con 1980 y cinco
veces respecto de 1970.

Las cifras demuestran que el Mercosur sencillamente no está


funcionando. Si bien la inestabilidad macroeconómica puede explicar
los flujos comerciales globales, cuando se mira el comercio por
productos se observan vaivenes tan disímiles y pronunciados que sólo
se pueden adjudicar a serios defectos de los acuerdos regionales. Los
daños sectoriales que se produjeron terminaron en acciones urgentes
que generaron incertidumbre y perpetuaron el estancamiento del
bloque.

Si una vez más los gobiernos desconocen el problema, ya podría


decirse que el posible fracaso del Mercosur no augura el éxito del
nuevo bloque.

Para recuperar el Mercosur se requiere una reformulación de los


convenios regionales, de modo que, como en los demás bloques
comerciales (NAFTA, UE, etc.), haya dispositivos que garanticen que
las alteraciones del comercio producirán el menor daño posible en las
industrias de los países socios. Se mencionan a continuación algunos
de los temas que se deben revisar:

Financiamiento de exportaciones intrazona: la utilización de


regímenes especiales para la financiación de las exportaciones entre
países del Mercosur genera asimetrías entre las condiciones de crédito
comercial que pueden ofrecer los productores de cada país y los
exportadores de otro; las ventas intrazona no deben considerarse
exportaciones y debe prohibirse, para esos casos, la utilización de
líneas de crédito de exportación.

Medidas especiales de ajuste: cuando un aumento significativo de las


importaciones intrazona causa daños a los fabricantes de un producto
y pérdidas de empleos, hay que dar tiempo a estos últimos para
aumentar su competitividad o para redirigir sus actividades; también
es necesario establecer líneas de financiamiento especiales para la
reestructuración de esas actividades.

En consecuencia, hacen falta mecanismos automáticos para estabilizar


las importaciones que causan daño a través de límites de cantidades
que, una vez sobrepasadas, impliquen el pago de aranceles de
importación sobre el exceso.

Instituciones y reglas: la solución de los problemas comerciales y de


inversiones requiere la constitución de instituciones con atribuciones y
competencias que aumenten la previsibilidad y transparencia de las
políticas que se adopten. También debería acordarse la plena
aplicación intrazona de los mecanismos de la Organización Mundial
del Comercio contra la competencia desleal.

Trato nacional: cuando una persona de uno de los países desea


invertir en otro país, está sujeta al trato que se otorga a los ciudadanos
del resto del mundo; muchas actividades de complementación
quedarían facilitadas si se acuerda que, para las inversiones, los
ciudadanos de los países socios recibirán igual trato que los nativos en
cada país.

Incentivos a la inversión y a la producción: se deben armonizar los


criterios de incentivos eliminando las asimetrías, para prevenir daños
sectoriales y para no competir irracionalmente entre socios por las
localizaciones industriales.

Régimen de importaciones temporarias: la utilización del régimen de


importación temporaria intrazona debe mantenerse sólo cuando no
haya oposición de los sectores productores de la región; ante la sola
oposición de un solo país para un producto, el régimen se debe
prohibir para ese producto.

Zonas francas: la importación desde zonas francas trae problemas; se


requiere una revisión del régimen de estas zonas, orientándolas
exclusivamente a la exportación hacia terceros mercados.
Reglas de origen: los criterios para determinar si un producto es
originario de la región fallan en tantos casos que se requiere una
reformulación general.

Administración aduanera: unificación de los procedimientos


administrativos para la clasificación y valoración aduanera.

Negociaciones externas: debe mejorarse el planeamiento y


reglamentarse los mecanismos para las negociaciones con otros
bloques comerciales y para el diseño de políticas comerciales comunes
para algunos casos especiales.

Las revisiones propuestas son una condición indispensable para evitar


la disolución gradual del Mercosur y para encarar con éxito la nueva
Unión Sudamericana, entendiendo que de otra manera se estaría
disimulando un problema tapándolo con otro más grande.

El autor es economista del Centro de Estudios Económicos


Industriales e Internacionales.
Una insistente lucha contra el desarrollo
Por James Neilson De la Redacción de LA NACION
MIÉRCOLES 08 DE DICIEMBRE DE 2004

Eduardo Duhalde no tiene dudas. Su criatura, la Unión Sudamericana,


mejor dicho, la Comunidad Sudamericana, será grandiosa: mucha
gente, economías de escala, integración continental, una voz más
potente en los asuntos internacionales, una convergencia cultural que
les permitirá a los países miembros defender su identidad contra los
decididos a robarla y así largamente por el estilo.

Suena esperanzador, pero por desgracia no se dan motivos para creer


que esta nueva iniciativa bolivariana ayude a los pueblos
sudamericanos a romper con el atraso que es una de las cosas que
tienen en común. Antes bien, por basarse forzosamente en el
consenso, si evoluciona lo hará al ritmo preferido por los más
letárgicos.

En Cuzco, el gobierno chileno firmará los papeles porque no le


conviene desentonar, pero esto no quiere decir que esté por abandonar
su propio proyecto, que, si bien lo expresaría de otro modo, consiste
en alejarse cuanto antes de las tradiciones económicas sudamericanas
porque aspira a convertirse en un país avanzado.

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Se unen 12 países con intereses dispares

Una nueva zona de libre comercio

A juicio de algunos, la actitud de la clase dirigente chilena refleja su


falta de solidaridad con los vecinos.

Se equivocan. Si por fin un país latinoamericano logra entrar en el


Primer Mundo, los responsables de tamaña proeza habrán hecho
incomparablemente más por la región que todos los revolucionarios,
los luchadores sociales, los defensores de lo nuestro contra lo ajeno,
los clérigos solidarios, los nacionalistas, los intelectuales teóricos de la
dependencia y los políticos en guerra con el neoliberalismo nacidos y
por nacer.

***
En América latina pocos sienten demasiado entusiasmo por lo que
están haciendo los chilenos, pero sucede que siempre fue patente que
si un país determinado consiguiera avanzar con rapidez en términos
económicos, sociales e institucionales lo lograría rompiendo filas con
sus vecinos.

Mal que les pese a los ilusionados por la idea de la integración, que
desde hace casi dos siglos todos los países de la región sufran los
mismos problemas y las mismas lacras supone que las causas
fundamentales del subdesarrollo han de consistir en algo que todos
comparten.

He aquí una razón por la que sería asombroso que lograra mucho que
resulte útil una organización conformada por una veintena de líderes
nacionales deseosos de hacer gala de su armonía y de celebrar lo que a
su entender los une.

Dijo Duhalde a LA NACION que la Unión Europea será "nuestro


espejo". Como muchos otros, da por descontado que la UE ha sido un
éxito rotundo, evidencia, cuando no, de que las grandes uniones
continentales benefician a todos sus integrantes. Sin embargo, los
países europeos más prósperos, Suiza y Noruega, han optado por
quedarse afuera, mientras que el Reino Unido y Suecia, que no forman
parte de la eurozona, andan mucho mejor que sus socios.

Puede que hayan exagerado quienes opinan que el resto de la UE esté


moribundo por motivos demográficos y porque sus gobiernos parecen
ser incapaces de llevar a cabo reformas estructurales que son
claramente necesarias, pero por ahora sus perspectivas no son muy
brillantes.

***

De por sí, el tamaño no garantiza nada. Con tal que los gobernantes
obren con inteligencia y realismo, en un lapso de una sola generación
un país pequeño sin recursos materiales como Singapur, o una colonia
como era Hong Kong, puede transformarse de un lugar tan soñoliento
y paupérrimo como cualquiera en América latina en una dínamo
opulenta.

Fue luego de mirar con repugnancia durante décadas lo que hacían sus
vecinos diminutos que los gobernantes chinos optaron por la estrategia
bolcheneoliberal que tan bien les está sirviendo. Si en los próximos
años los chilenos logran emular a los singapurenses y a la gente de
Hong Kong, otros latinoamericanos se olvidarán de sus prejuicios para
entonces tomar el mismo camino.

Es de esperar que los encargados de gobernar los distintos países de la


región no lo demoren tanto como los comunistas chinos, aunque es de
prever que muchos sigan luchando contra el desarrollo por años más.
Una nueva zona de libre comercio
El año próximo debería entrar en vigor el acuerdo Mercosur-Comunidad Andina
SEGUIR

Alejandro Rebossio
LA NACION

MIÉRCOLES 08 DE DICIEMBRE DE 2004

El año próximo debería entrar en vigor lo más concreto del proyecto


de la Unión Sudamericana: la zona de libre comercio entre el
Mercosur y la Comunidad Andina de Naciones (CAN), cuya
negociación demoró años y finalizó en octubre pasado. Sólo resta que
finalice el trámite de "protocolización" que se desarrolla en la
Asociación Latinoamericana de Integración (Aladi) y que Uruguay
termine de negociar la desgravación de aranceles a la importación con
Ecuador.

Entre los funcionarios del Palacio San Martín acusan al gobierno del
colorado Jorge Batlle de poner obstáculos a diversas iniciativas de la
Argentina y de Brasil en el Mercosur, tanto en cuanto a las reformas
internas como en los acuerdos externos. Y así esperan que actúe hasta
que lo reemplace el izquierdista Tabaré Vázquez.

Con 350 millones de habitantes, esta zona de libre comercio será la


quinta más grande del mundo. La Argentina exportó en los primeros
nueve meses del año a los cinco países de la CAN (Bolivia, Perú,
Ecuador, Colombia y Venezuela) por US$ 1204 millones, un cuarto de
lo que fue a la Unión Europea, un tercio de lo que se envió a Brasil o
al Area de Libre Comercio de América del Norte (Nafta, según sus
siglas en inglés), o la mitad de lo que se vendió a China.

Más notas para entender este tema

Se unen 12 países con intereses dispares

Una insistente lucha contra el desarrollo

Sin embargo, constituyó el destino que más aumentó sus compras:


44,7 por ciento. Las importaciones desde la CAN representaron
apenas US$ 221 millones, aunque con una suba del 221,2 por ciento.

Bolivia ya está asociado al Mercosur y mantiene un acuerdo de libre


comercio con el bloque, en la misma condición que Chile. Perú es
asociado, pero el tratado comercial sólo entrará en vigor cuando
termine de protocolizarse el pacto birregional. Cuando finalice ese
trámite, Venezuela también se incorporará al Mercosur en esa misma
condición. Los únicos socios plenos, miembros de la unión aduanera,
seguirán siendo la Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay.

Un informe del Centro de Economía Internacional (CEI) de la


Cancillería destaca fuertes oportunidades de exportación para la
Argentina en la CAN en cereales, frutas, productos lácteos,
preparaciones alimenticias, papel y cartón, bebidas alcohólicas y
artículos de perfumería. También observa grandes posibilidades de
vender, aunque con competencia de los otros socios del Mercosur,
manufacturas de fundición, azúcar, harina de soja, grasas y aceites
vegetales, acero, algodón y productos cerámicos. En total, el CEI
calcula que la Argentina puede elevar hasta casi US$ 10.000 millones
sus exportaciones cuando finalice el proceso de diez años de
desgravación arancelaria entre los dos bloques.

El libre acceso de los productos de la CAN a Brasil puede desplazar


exportaciones argentinas al gigante sudamericano, según el CEI.
Existen amenazas fuertes a las ventas de plástico y sus manufacturas,
medicinas, filamentos sintéticos, neumáticos, cereales, material
eléctrico, artefactos mecánicos, extractos curtientes, papel y cartón. En
total, podrían perderse unos US$ 750 millones que se consiguen de la
exportación a Brasil, un 20% del total. El centro de la Cancillería no
analizó el impacto del ingreso de productos andinos en el mercado
local.

El país de la CAN que más le compra a la Argentina es Perú, con US$


363 millones en los primeros nueve meses del año y un crecimiento
del 15,9 por ciento. Lo sigue Venezuela, que después del pacto de fuel
oil por alimentos y acero firmado este año por los gobiernos de
Chávez y Kirchner adquirió un 324,2% más, hasta 297 millones. A
Colombia se le exportó por 215 millones, a Bolivia por 181 millones y
a Ecuador, por 148 millones.

Se unen 12 países con intereses dispares


Sin la presencia de Kirchner, las naciones de la región abren un proceso de integración
con más incertidumbres que certezas
MIÉRCOLES 08 DE DICIEMBRE DE 2004

Los 12 países de América del Sur pondrán la firma hoy en el acta


fundacional de un bloque regional que destaca tanto por su tamaño
monumental como por las dudas sobre su alcance y la disparidad de
intereses entre los integrantes.
Un monasterio colonial construido sobre un templo inca en Cuzco,
Perú, servirá de sede para el bautismo de la Comunidad Sudamericana
de Naciones. Se buscó un lugar simbólico, explicaron los
organizadores. Curiosamente, en el edificio funciona ahora un hotel de
lujo perteneciente a una cadena norteamericana.

En su primera etapa, la naciente unión continental carecerá de


instituciones y presupuesto propios y eludirá compromisos de libre
comercio fuera de los ya aprobados.

El presidente Toledo (Perú) fue testigo, en Cuzco, del acercamiento entre sus pares Mesa (Bolivia) y Lagos (Chile). Foto: AP

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Una insistente lucha contra el desarrollo

Una nueva zona de libre comercio

Apuntará, en cambio, a garantizar el impulso de 31 proyectos de


conexión física entre los países que ya tienen financiación y a elaborar
en el corto plazo posiciones comunes para las intervenciones en los
foros internacionales y los organismos de crédito.

Las negociaciones entre cancillerías sirvieron de base para un acuerdo


módico, que no asusta a ningún miembro y permite a cada país
mantener la línea política y comercial de sus actuales
administraciones. El documento que se firmará hoy promoverá la
paulatina fusión del Mercosur con la Comunidad Andina de Naciones
(CAN), más Chile, Surinam y Guyana.

Tras la decisión del presidente Néstor Kirchner de faltar a la cumbre,


por consejo médico, la delegación argentina estará encabezada por el
vicepresidente Daniel Scioli y por el canciller Rafael Bielsa. Los dos
volarán hacia Cuzco en el Tango 10, junto con Eduardo Duhalde, en
su calidad representante diplomático del Mercosur.

La posición de la Argentina apunta a que el acuerdo avance a paso


moderado y que con el tiempo se dote de contenido real, según la
Cancillería.

Más énfasis ha dedicado Brasil. El presidente Luiz Inacio Lula da


Silva -firme promotor de la idea junto con Duhalde- aspira a crear un
bloque de verdadero peso mundial que potencie el liderazgo de su
país. Si bien en un principio Itamaraty promovía lanzar la comunidad
con instituciones y presupuesto, en las últimas semanas se acercó a la
posición mayoritaria: la integración física y energética será la
prioridad, dijo ayer Lula.

El presidente de Perú, Alejandro Toledo, empezó ayer a dialogar con


sus pares de la CAN y se mostró entusiasmado con el proyecto: "Es
una decisión histórica que no tiene vuelta atrás", anunció en Cuzco.

Como anfitrión fue testigo del acercamiento entre sus colegas Carlos
Mesa (Bolivia) y Ricardo Lagos (Chile), enfrentados por la tensión
histórica entre sus países. Esa difícil relación complica cualquier
proyecto de unidad energética. Mesa jamás firmaría hoy un acuerdo
que implique el suministro de gas boliviano a Chile.

El papel de EE.UU.
Lagos, además, va a la cumbre casi como un observador. Su país ya
firmó un tratado de libre comercio con los Estados Unidos y ha
conseguido un desarrollo económico muy superior a la media del
subcontinente.

El colombiano Alvaro Uribe también hace equilibrio entre su interés


en la unión regional y su alineamiento con Washington. Ratificó ayer
las dos ideas antes de volar a Cuzco.

Siempre polémico, el venezolano Hugo Chávez mide sus sueños


bolivarianos con el pragmatismo. "El problema de nuestros países es
político. Vamos a insistir en que la integración sea verdadera",
enfatizó.

Los presidentes de Uruguay, Paraguay y Ecuador agrandan la lista de


ausentes. Los dos últimos, por problemas en sus países; el primero,
por falta de convencimiento acerca del proyecto.

Entonces serán ocho los jefes de Estado que saldrán en la foto que
puede ser histórica si alguna vez prospera el bloque con 360 millones
de habitantes, un producto bruto de 800 mil millones de dólares, la
mayor producción mundial de alimentos y las reservas más cuantiosas
de agua.
El mal de la altura
El miedo a los 3400 metros de altura de Cuzco marcó desde antes de
empezar la cumbre donde nacerá la Comunidad Sudamericana. Al
faltazo del presidente Néstor Kirchner por recomendación médica se
suma la decisión de la mayoría de los demás jefes de Estado de llegar
a la reunión unas horas antes de su inicio y retirarse poco después.
Muy pocos gobernantes estarán en la segunda parte de la cumbre, el
jueves, en Ayacucho. Los organizadores, de todos modos, restan
dramatismo: el monasterio convertido en hotel donde se alojarán los
presidentes y donde se realizarán los debates está acondicionado con
un sistema de inyección de oxígeno que previene los riesgos de
enfermarse.

 LA NACION
 Política
Se creó la Comunidad Sudamericana
En un histórico gesto político de integración, los mandatarios de 12 países firmaron esta
noche el acta fundacional en Cuzco, Perú; sin la presencia de Kirchner, la comitiva
argentina estuvo integrada por Scioli, Bielsa y Duhalde
MIÉRCOLES 08 DE DICIEMBRE DE 2004 • 20:30

CUZCO, Perú.- Los mandatarios de 12 países, entre ellos la


Argentina, firmaron esta noche la Declaración de Cuzco que dio
nacimiento formal a la Unión Sudamericana de Naciones, cuyas
prioridades son la conformación de un bloque regional integrado
físicamente a través de obras de infraestructura básicas, el desarrollo y
explotación de los recursos naturales, energéticos y las
comunicaciones.

Así lo establecen los 31 acuerdos marco firmados por los


representantes de los gobiernos sudamericanos, pese a la ausencia de
Néstor Kirchner, que, tras una larga jornada de deliberaciones,
sellaron la declaración como primer paso para conformar un bloque
político y económico subcontinental.

El capítulo del documento al que más relevancia le dieron los


mandatarios sudamericanos es el que impulsa la "Integración de la
Infraestructura Regional Sudamericana (IIRSA)".

Lula, con la clásica vestimenta de Cuzco; ausencia de Kirchner. Foto: AP

Documentos relacionados

Audio: Reportaje a Pedro Brieger, analista de política internacional


Audio: La opinión de Carlos Escudé, analista de política internacional

Audio: La opinión de Jorge Elías, columnista de política internacional de LA NACION

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Ficha técnica

"En el actual contexto de globalización, el desafío principal para la


primera década de este milenio es lograr un más elevado ritmo de
crecimiento sostenido, que se derive de procesos productivos basados
en la tecnología y el conocimiento, y cada vez menos en la
dependencia de la explotación de recursos naturales", dice el texto.
En este acuerdo, los gobiernos sudamericanos plantean "un
ordenamiento y desarrollo real del espacio sudamericano" y dividen a
la región en "10 ejes territoriales" en los cuales se llevarán a cabo los
proyectos de desarrollo conjuntos en materia de transportes, energía,
telecomunicaciones y marcos regulatorios para el comercio
internacional e interregional.

La Declaración de Cuzco es el primer paso para avanzar en estos


acuerdos que contemplan una planificación del desarrollo para los
próximos 20 años y tienen por horizonte, una región sudamericana
desarrollada, con descenso de los índices de pobreza e indigencia y
que pueda competir de igual a igual con los mercados desarrollados.

"Esta dinámica -señala el documento- facilitará el acceso a zonas de


alto potencial productivo que se encuentran actualmente relativamente
aisladas o subutilizadas debido a la deficiente provisión de servicios
básicos de infraestructura".

"Duro trabajo"
En declaraciones a la prensa en Cuzco, el titular de la Comisión de
Representantes del Mercosur, Eduardo Duhalde, dijo que a la
Comunidad Sudamericana le "espera un duro trabajo por delante" y
agregó que uno de los objetivos es "tener el 25 por ciento de las
economías comunes liberadas en dos años".

Duhalde informó que el nuevo bloque regional tendrá como


prioridades en materia institucional la creación de un Parlamento y de
un Poder Judicial.

Por otro lado, atribuyó la ausencia de tres de los cuatro presidentes del
Mercosur -entre ellos Néstor Kirchner- a las "dificultades" internas
que tienen a partir de "sus crisis".

Por otra parte, el ex primer mandatario negó que el presidente de


Chile, Ricardo Lagos, haya desalentado la creación de la Comunidad
Sudamericana.

"Al contrario, el presidente Lagos es el mandatario que más pidió la


integración política", dijo Duhalde sobre la postura del mandatario
chileno que se encuentra junto a él en Cusco, donde se lanza el bloque
de América del Sur.
"Integración o intrascendencia"
En tanto, el vicepresidente Daniel Scioli afirmó que la Argentina
"respalda totalmente" el proceso de integración de los países del
Mercosur y de la Comunidad Andina y destacó "la voluntad política"
de los gobiernos que integrarán la Unión Sudamericana.

"Es un momento que hay voluntad política en los liderazgos de


nuestros países", remarcó el vicepresidente, quien opinó que "el
objetivo es integración o intrascendencia".

En declaraciones a la prensa tras la ceremonia de inauguración, Scioli


consideró que "las obras de infraestructura son lo más concreto" del
acuerdo que sellarán esta tarde las 12 naciones de la región.

Primer encuentro

Por su parte, los cancilleres de las naciones sudamericanas reunidas en


Cuzco propusieron que la primera reunión cumbre de la Comunidad
Sudamericana de Naciones se realice en Brasil.

La comitiva argentina es encabezada por el vicepresidente Daniel


Scioli, el canciller Rafael Bielsa y el ex presidente Eduardo Duhalde,
debido a que el jefe de Estado, Néstor Kirchner, no viajó por
recomendación médica, ante el temor de sufrir problemas de salud por
la altura en que está ubicada la incaica ciudad peruana, a más de 3 mil
metros por sobre el nivel del mar.

También viajaron la esposa de Duhalde, la diputada Hilda "Chiche"


González, el presidente de las comisiones exteriores de Diputados,
Jorge Argüello, el colaborador de Duhalde en Mercosur, Eduardo
Amadeo, el senador Antonio Cafiero, y el sindicalista Julio Piumato,
en representación de la CGT.

De la cumbre participan presidentes, ministros y funcionarios de los


12 países que integran el Mercosur (La Argentina, Brasil, Uruguay,
Paraguay), de la Comunidad Andina de Naciones-CAN (Bolivia, Perú,
Ecuador, Colombia y Venezuela) y Chile, que lo hará como miembro
asociado del Mercosur, a los que se sumarán Guyana y Surinam.
Renace la tensión con Brasil por el comercio y
la inversión
Según un diario brasileño, Lula negará protección al país; desmentida de ambos
gobiernos
JUEVES 09 DE DICIEMBRE DE 2004

Una semana antes del inicio de la cumbre del Mercosur en la ciudad


de Ouro Preto, en el estado de Minas Gerais, trascendió ayer en un
medio brasileño la supuesta respuesta negativa de Brasil a los pedidos
del gobierno de Néstor Kirchner para que autolimite exportaciones y
facilite la reconstrucción del parque industrial argentino.

La versión provocó un nuevo pico de tensión en la relación bilateral, a


tal punto que ayer funcionarios brasileños y argentinos tuvieron que
desmentir -desde Cuzco, Perú, donde se está lanzando la Comunidad
Sudamericana de Naciones- una nueva crisis.

"En las negociaciones no se dice no; se dice vamos a ver. Estamos


dispuestos a discutir con la Argentina fórmulas creativas de pensar de
una forma que se tengan en cuenta los problemas que la Argentina
está viviendo", dijo el canciller de Brasil, Celso Amorim. Por su parte,
el vicepresidente, Daniel Scioli, afirmó que "el Mercosur se está
fortaleciendo y está creciendo".

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Reconocen que hay límites en la relación

En septiembre pasado, en una visita a Brasilia, el ministro Roberto


Lavagna había llegado con una carpeta que contenía tres pedidos: la
aplicación de salvaguardias para proteger a sectores amenazados por
la competencia brasileña; reglas de "buen comportamiento" para
captar inversiones en forma equitativa dentro del Mercosur, evitando
que todos los capitales se vayan al mercado mayor, en este caso
Brasil, y reglas claras para la eliminación de subsidios que
distorsionan los valores de mercado de los productos que circulan
dentro del bloque.

El diario O Estado de S. Paulo publicó ayer como título principal


"Brasil le da su primer «no» a la Argentina". Según el periódico, "la
decisión final fue del propio presidente Luiz Inacio Lula da Silva. El
discutió la propuesta, ayer (por el martes), con los ministros de
Relaciones Exteriores, Celso Amorim; de Hacienda, Antonio Palocci,
y de Agricultura, Roberto Rodrigues, y con el jefe de Gabinete, José
Dirceu; el secretario ejecutivo de Desarrollo, Marcio Fortes, y el
asesor especial de la Presidencia, Marco Aurelio García".

Según el diario, la propuesta "fue rechazada por ser contraria a la


integración comercial, base del Mercosur, y también porque ya existe
una alternativa que para el gobierno brasileño funciona bien: la
comisión bilateral (de seguimiento económico), que viene negociando
y atando acuerdos por sector, como es el caso del cuero, la leche y las
heladeras".

Pero las versiones fueron dadas por ciertas por la Asociación Nacional
de Fabricantes de Productores Electroelectrónicos (Eletros), que envió
una carta a Lula repleta de elogios. "Al tomar esa decisión, el gobierno
brasileño asume una posición correcta de defensa de la industria
brasileña y contra las ofensivas proteccionistas de la Argentina",
afirmó en la misiva el presidente de Eletros, Paulo Saab.

Lula actúa presionado por un clima poco favorable a cualquier tipo de


concesión a la Argentina. La posición del gobierno argentino, que no
apoyó la campaña de Brasil para convertirse en miembro permanente
del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas y se alió con
adversarios de Brasilia, despertó una indisimulada indignación en
medios diplomáticos brasileños.

En su visita aquí, Lavagna había aseverado: "Lo que nosotros


necesitamos es tiempo para poder llevar adelante el programa de
reindustrialización de la Argentina". Pero el Ejecutivo brasileño viene
siendo acusado en forma constante por los sectores industriales
locales, así como por columnistas formadores de opinión y por
economistas, de ceder siempre a los pedidos argentinos. "Para atraer a
Buenos Aires, Brasil viene aceptando todas las restricciones y
exigencias argentinas. Y el Mercosur corre el riesgo de convertirse en
una obra de ficción", escribió el columnista Tales Alvarenga, de la
influyente revista Veja, el último fin de semana.

Molestia con Kirchner


El gobierno brasileño también viene demostrando desde hace meses
cierta impaciencia con Buenos Aires. Molestó la ausencia del
presidente Néstor Kirchner en la reunión del Grupo Río y volvió a
molestar, más aún, su nueva ausencia en el lanzamiento de la
Comunidad Sudamericana de Naciones, en Perú. Fue visto como un
intento de darle la espalda a la pretensión de liderazgo regional que
procura Lula.

Una década atrás, el encuentro del Mercosur en la ciudad colonial de


Ouro Preto marcó el inicio de una nueva era, con el establecimiento de
un marco organizativo que supuestamente iba a conducir al bloque a
una integración plena. La idea era lanzar la próxima semana un "Ouro
Preto II" que modernizara el funcionamiento del Mercosur. Pero antes
habrá que superar este nuevo test.

Mañana, funcionarios de ambos países se reunirán en Buenos Aires


para discutir sobre los pedidos transmitidos por Lavagna y el
Gobierno espera la respuesta de Brasil.

Con la colaboración de Luis Esnal, corresponsal en Brasil

Entusiasma más el mensaje político


SEGUIR

Jorge Elías
LA NACION

JUEVES 09 DE DICIEMBRE DE 2004

Mientras promediaba la Asamblea General de las Naciones Unidas, el


canciller brasileño, Celso Amorim, armó con sus pares de Alemania,
India y Japón un grupo de choque en procura de una banca
permanente en el Consejo de Seguridad. En él quedaba excluida la
Argentina, partidaria de una banca rotativa para la región. Poco
después, el secretario de Estado norteamericano, Colin Powell,
bendijo en Brasilia la firme intención del gobierno de Lula, heredada
de Fernando Henrique Cardoso.

De Cardoso heredó también Lula una prerrogativa: que su país fuera el


líder de América del Sur. Lo es, a los ojos del exterior, pero los
avances de Chile, así como la competencia con la Argentina, por más
que hayan fundado el Mercosur, han obrado en su contra. A tal punto
que las cumbres del subcontinente organizadas por Brasil desde 2000
no han podido fraguar esa condición.

La unión hace la fuerza, pero, al mismo tiempo, debilita. Sobre todo,


porque ningún gobierno actúa en bloque en contra de sus convicciones
o de sus intereses. Lula ve en la Comunidad Sudamericana un paso
más hacia el liderazgo; Néstor Kirchner, más allá de las
especulaciones domésticas por un eventual espaldarazo a su antecesor
Eduardo Duhalde, padre de la idea, no ve en ella el beneficio, más
allá, también, de su fastidio en las cumbres presidenciales.
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Se puso en marcha en Cuzco la Comunidad Sudamericana

Lula habló y provocó inquietud

Escenografía impactante con muy poco oxígeno

Fue, con su par ecuatoriano Lucio Gutiérrez, el único presidente


sudamericano ausente en Cuzco. En calidad de observador había sido
invitado su par mexicano Vicente Fox: cualquier excusa era buena, en
su caso, para no asistir. En especial, porque aceptó en su momento,
como presidente electo, la oferta de Cardoso de dominar el eje Puebla-
Panamá y, una vez resuelto, unirse al bloque sudamericano.

Si alguna vez se consolida: son usuales los desencuentros dentro del


Mercosur (la Argentina, Brasil, Uruguay y Paraguay, más los
miembros asociados) y dentro de la Comunidad Andina de Naciones
(Bolivia, Colombia, Ecuador, Perú y Venezuela), así como entre
ambos, por disputas sectoriales, en algunos casos, y políticas, en otros.
O fronterizas, como entre Chile y Bolivia, Perú y Ecuador, Colombia
y Venezuela, y, sofocado el riesgo de una guerra, la Argentina y Chile.

***

En el Consejo de Seguridad, Chile y México rechazaron con idéntico


vigor que Francia y Alemania la guerra contra Irak, pero no emplearon
los mismos argumentos. Colombia (atada a su guerra interna contra el
narcoterrorismo con ayuda de los Estados Unidos) y América Central
(atada a la firma casi coincidente del acuerdo de libre comercio con
los Estados Unidos) contribuyeron con tropas a la coalición armada
por George W. Bush, Tony Blair y José María Aznar. Entre nosotros,
¿de qué unión hablamos?

Si de mayor integración política se trata, un Parlamento común ya


existe. Es la Organización de Estados Americanos (OEA): dispone de
herramientas tan vitales como la Carta Democrática, rubricada en
2001, por la cual, al igual que el Mercosur con su cláusula
democrática, gobiernos endebles no han derivado en dictaduras. Si de
moneda común se trata, cada bloque (el Mercosur y la CAN) tiene
como norte crearla desde hace años.
Chile es, lejos, la economía más competitiva de América latina, según
el Foro Económico Mundial: subió del puesto 28 al 22 en la tabla que
encabezan Finlandia, los EE.UU. y Suecia. Brasil, la principal
economía de la región, cayó tres lugares hasta el puesto 57 y México,
la segunda en importancia, bajó un lugar hasta el puesto 48. La
Argentina, tras la crisis, subió del puesto 74 al 78. En algo coincide la
mayoría de los países: inestabilidad política, burocracia ineficiente y
corrupción.

Si cada uno atendiera con mayor énfasis esos ítem, así como la
inequidad en el ingreso y en la distribución de la riqueza, y la
debilidad de las instituciones, quizá sea más fácil vislumbrar el acero
y el carbón, como la Unión Europea, para fraguar un bloque único de
12, émulo de los 25, en el cual nos entendamos los unos a los otros.
Primero, dentro de nuestros países. Después, entre socios regionales.
Y sólo después entre todos. Mientras tanto, el mensaje político
entusiasma más que los problemas reales.
Se puso en marcha en Cuzco la Comunidad
Sudamericana
Es el mayor gesto político de los doce países sudamericanos en 200 años; Kirchner no
asistió
JUEVES 09 DE DICIEMBRE DE 2004

CUZCO, Perú.- Un paso delante de los restos del mayor templo inca,
los gobernantes de los doce países sudamericanos llevaron a escena
ayer el más grande gesto político de unidad regional en casi 200 años
de historia independiente.

El documento que creó la Comunidad Sudamericana de Naciones


propone nada menos que integrar a largo plazo la economía, el
comercio, la diplomacia, el sistema financiero y la infraestructura en
el subcontinente.

Antes de cumplir semejante proyecto, "los 12" -como algunos se


llaman en referencia a la Unión Europea- llegaron a esta ciudad con
objetivos módicos, pero realistas: acordaron impulsar 31 obras
internacionales de conexión vial, ferroviaria y energética, y poner en
práctica tratados existentes para ampliar las ventas entre ellos.

Representantes de bloques y países. Entre ellos Duhalde (Mercosur), Hierro (Uruguay), Mesa (Bolivia), Uribe (Colombia), Chávez (Venezuela),
Toledo (Perú), Lula da Silva (Brasil) y Lagos (Chile). Foto: AP

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Doce horas de actividad permitieron a ocho presidentes debatir cómo


será el futuro de la región, sin esconder nunca la disparidad de
intereses que marca su relación. La ausencia más notoria, la de Néstor
Kirchner, despertó curiosidad y suspicacias entre reunión y reunión.
La cancillería argentina tuvo que aclarar cientos de veces aquí que el
faltazo se debió a un consejo médico.
Algunos leyeron alguna puntada crítica al presidente argentino en el
discurso del brasileño Luiz Inacio Lula da Silva. Juró que estaba
dispuesto a hacer "todos los viajes que fueran necesarios" para cumplir
"el sueño de la integración".

La delegación argentina estuvo encabezada por el vicepresidente


Daniel Scioli y por el canciller Rafael Bielsa.

El ex presidente Eduardo Duhalde se sentó en un extremo de la mesa


de jefes de Estado en su papel de delegado diplomático del Mercosur
y ferviente operador de la Comunidad Sudamericana.

"Estamos aquí para pagar la deuda con nuestros próceres. Tenemos un


nuevo país con 361 millones de habitantes", enunció el presidente de
Perú, Alejandro Toledo, al abrir la cumbre. Una falla de sonido
después de la palabra deuda despabiló a los presidentes que resistían el
sol, la falta de oxígeno y el tono engolado del anfitrión.

Los líderes regionales compartían una mesa larga en el patio barroco


del convento de Santo Domingo, edificado por los conquistadores
sobre las ruinas de Koricancha: el recinto de oro, donde los incas
adoraban al sol.

El boliviano Carlos Mesa dio cátedra de oratoria en el siguiente


discurso, antes de que se firmaran las declaraciones de la cumbre.

"Nuestros países aprendieron que la ortodoxia no es el mejor camino.


Pero hay elementos de todos los modelos que pueden ser usados con
heterodoxia. La integración es el único camino posible", dijo, tras 10
minutos de hilar ideas sin leer una palabra.

Liderazgo de Brasil
A Lula le tocó hablar en último turno y no dudó en ratificar que
volcará sus mayores esfuerzos diplomáticos a la unión regional. "Esto
no es un mero ejercicio de retórica. Estamos expresando la madurez
política del continente", enfatizó.

La Comunidad Sudamericana representa para Brasil un proyecto


estratégico para afianzar sus sueños de liderazgo internacional.
Ningún otro presidente se mostró más efusivo en las reuniones. Hasta
llegó a discutir en tono duro con Hugo Chávez durante la reunión
privada de los gobernantes porque el venezolano deslizó comentarios
escépticos sobre la verdadera voluntad política de los gobiernos.

Se pusieron de acuerdo unas horas después, cuando quedó plasmado


en la declaración que los países del bloque buscarán unificar la
posición diplomática ante los organismos internacionales.

Al final de las deliberaciones, los representantes de los países del


Mercosur (Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay) y de la Comunidad
Andina de Naciones (Bolivia, Colombia, Ecuador, Perú y Venezuela),
más Chile, Guyana y Surinam firmaron en Koricancha dos
documentos históricos que marcan el nacimiento del bloque.

Hubo acuerdo en que todavía no se creará más burocracia ni se


destinará un presupuesto especial para el proyecto.

"Dentro de seis meses los presidentes volverán a reunirse para definir


qué tipo de instituciones quieren designar. Queremos tener el 25 por
ciento de las economías comunes liberadas en dos meses; será un duro
trabajo", explicó al mediodía Duhalde, en un hilo de voz y al borde del
desmayo.

Lo aquejaban el doble instinto de hablar con la prensa para exaltar una


criatura que considera propia y la necesidad de eludir a todos para
alcanzar el mate de coca que le ofrecía el diputado Alfredo Atanasof
para paliar el implacable mal de la altura.

El vicepresidente Scioli se encargó de exponer la posición argentina.


Se había reunido con Kirchner la noche anterior para acordar qué diría
en el foro.

"Es un momento en el que coinciden las voluntades políticas y las


conciencias de nuestros países", dijo a LA NACION. Y coincidió con
la mayoría de los jefes de Estado en que lo más destacado del acuerdo
de ayer fueron los avances en planes de integración física.

Los presidentes firmaron al caer la noche un paquete de 31 obras que


significarán una inversión total de 4300 millones de dólares en cinco
años. Es parte de un trabajo iniciado hace tres años por el Instituto
para la Integración Regional de Sudamérica (IRSA).
También ratificaron los acuerdos comerciales entre el Mercosur y la
CAN, que podrían aumentar hasta en un 40 por ciento el comercio
continental en el corto plazo, según cálculos de la Cancillería.

Cerca de la medianoche, los presidentes seguían de ceremonia en


ceremonia para prometerse hasta el último momento que esta vez sí
asumirán el reto de construir la patria grande que soñó Bolívar.

Por Martín Rodríguez Yebra Enviado especial

El acuerdo
Impulsar la concertación y coordinación política y diplomática "que
afirme a la región como un factor diferenciado y dinámico en sus
relaciones externas".

Profundizar la convergencia entre el Mercosur, la Comunidad Andina


y Chile. Los gobiernos de Surinam y Guyana se asociarán a este
proceso.

Promover "la integración física, energética y de comunicaciones en


América del Sur sobre la base de la profundización de las experiencias
bilaterales, regionales y subregionales existentes, con la consideración
de mecanismos financieros innovadores".

Se aprueba el impulso a 31 obras de infraestructura. Involucran a la


Argentina el tren trasandino Cristo Redentor, el ensanche de la ruta
14, el gasoducto del Norte y el puente Salvador Mazza-Yacuiba.

"La Comunidad Sudamericana de Naciones establecerá e


implementará progresivamente sus niveles y ámbitos de acción
conjunta, promoviendo la convergencia y sobre la base de la
institucionalidad existente, evitando la duplicación y superposición de
esfuerzos y sin que implique nuevos gastos financieros."

La Comunidad Sudamericana de Naciones se conforma teniendo en


cuenta la historia compartida y solidaria de las naciones; el
pensamiento político y filosófico nacido de su tradición, y "la
convergencia de sus intereses políticos, económicos, sociales,
culturales y de seguridad".
Declara su "compromiso esencial" con la lucha contra la pobreza, la
eliminación del hambre, la generación de empleo decente y el acceso
de todos a la salud.

Destaca su identificación con los valores de la paz y la seguridad


internacionales, a partir de la afirmación del multilateralismo.
Mejor, una propuesta modesta
Por Juan Gabriel Tokatlian Para LA NACION

JUEVES 09 DE DICIEMBRE DE 2004

EL estado de la unidad política, económica y diplomática en América


latina, en general, y en América del Sur, en particular, ha sido, y es,
lamentable. En términos históricos, la experiencia fue frustrante: la
Comisión Especial de Coordinación Latinoamericana (Cecla),
concebida como un mecanismo diplomático de articulación regional,
tuvo vida efímera; los dos pilares de la integración comercial -la
Asociación Latinoamericana de Libre Comercio (Alalc) y la
Asociación Latinoamericana de Integración (Aladi)- están difuntos de
facto , mientras que el importante espacio de consulta y cooperación
económica -el Sistema Económico Latinoamericano (SELA)- colapsó.

En la actualidad, la Comunidad Andina de Naciones (CAN) se


encuentra en su peor momento de fragmentación: Colombia, Ecuador
y Perú intentan negociar, de forma tripartita, un acuerdo comercial con
Estados Unidos; Bolivia prefiere inclinarse más hacia el Cono Sur, y
Venezuela ambiciona encabezar un proyecto de distanciamiento
efectivo respecto de Washington. Paralelamente, el Mercado Común
del Sur (Mercosur) vive su hora más inmóvil, sin avanzar hacia una
unión aduanera perfecta ni procurar una mínima institucionalización.

Al preocupante estado de los mecanismos regionales mencionados


puede sumarse el de ámbitos hemisféricos e internacionales de
habitual significación para el área: al tiempo que la Organización de
Estados Americanos (OEA) vuelve a empañar su legitimidad con la
renuncia de su último secretario general, la Comisión Económica para
América Latina (Cepal) ha dejado de ser un referente innovador para
procesar y proponer un modelo alternativo de crecimiento interno o un
esquema audaz de inserción externa.

En cuanto a las experiencias informales de convergencia y acción, el


balance es variopinto. Por una parte, está el caso exitoso del Grupo de
Contadora (y su Grupo de Apoyo) por su aporte diplomático a una
salida menos cruenta a la crisis centroamericana durante los años 80.
Por otra parte, está el fracaso del Consenso de Cartagena, de mediados
de los 80, que no alcanzó a articular una postura regional en relación
con el tema de la deuda externa. El Grupo de Río (GR), heredero de
ambos ensayos y convertido desde fines de los 80 en el principal
espacio de concertación política en el área, entró en parálisis casi
perpetua.
En este contexto, nace la Unión Sudamericana. Si ésta se concibe
como una suerte de fuga hacia adelante ante el estancamiento de los
procesos de integración existentes, se estará dando un salto hacia el
vacío. Por ello, quizá resulte más realista una perspectiva minimalista.
En esa dirección, una propuesta modesta, de una unión acotada,
resulta prudente.

En esencia, se podría pensar esa unión como un foro político con un


número limitado de prioridades. Por ejemplo, una prioridad estratégica
sería acordar políticas preservadoras y sustentables para el medio
ambiente. Cabe recordar que, dada su enorme biodiversidad, América
del Sur es una superpotencia ambiental, lo cual le otorga, en ese
ámbito, un poder negociador inigualable.

Una prioridad estructural podría ser la configuración de un esquema


diplomático que facilite una salida política al conflicto armado en
Colombia. Si América del Sur no aporta autónomamente a la solución
del caso colombiano, Washington impondrá -más temprano que tarde-
su estrategia político-militar en Colombia, en particular, y en el
mundo andino, en general.

Una prioridad coyuntural puede consistir en retomar el diálogo


político y civil con Estados Unidos. Hoy, el Comando Sur en Miami, y
no el Departamento de Estado en Washington, es el principal
interlocutor con nuestra región. Casi resignadamente, los gobiernos
latinoamericanos han asumido que el vocero de la política
interamericana de Estados Unidos es el Southern Command. América
del Sur debería propiciar un cambio en este sentido: las relaciones
entre Washington y América del Sur no pueden estar sujetas a los
imperativos burocráticos y presupuestarios de las fuerzas armadas
estadounidenses. Pero esto no se modificará si la región no coordina
una vocería congruente y sólida con los responsables civiles de la
política exterior de Estados Unidos.

La eventual Unión Sudamericana es un punto de llegada, no de


partida. Concretar gradualmente avances de una propuesta modesta
puede ser la vía para arribar a la unidad.

El autor es director de los programas de Ciencia Política y Relaciones


Internacionales de la Universidad de San Andrés.
Lula habló y provocó inquietud
Dijo que está dispuesto a hacer todos los viajes que sean necesarios por la integración
JUEVES 09 DE DICIEMBRE DE 2004

CUZCO, Perú.- Había rumores de que al presidente de Brasil, Luiz


Inacio Lula da Silva, le fastidió que su colega Néstor Kirchner faltara
a la reunión donde se lanzaría el más ambicioso proyecto de
integración regional.

Cuando le tocó el turno de hablar, algo fatigado por la falta de


oxígeno, Lula quiso dejar en claro cuánto le importaba la Comunidad
Sudamericana y usó una frase que puso en guardia a la delegación
argentina.

"Estamos dispuestos a poner todo el esfuerzo que esté a nuestro


alcance y hacer todos los viajes que sean necesarios para que la
integración se concrete en los próximos años", resaltó.

Lula es saludado por el gobernador de Cuzco, Carlos Cuaresma. Foto: AP

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Se puso en marcha en Cuzco la Comunidad Sudamericana

Escenografía impactante con muy poco oxígeno

Entusiasma más el mensaje político

Los periodistas brasileños, los más preocupados por la ausencia de


Kirchner, de inmediato interpretaron en sus reportes que se trató de
una indirecta para el presidente argentino, ya famoso por su desprecio
a las cumbres.

Lula siguió con su retórica tajante: "Brasil no es un país rico y también


tiene problemas muy graves, pero sabe de la importancia que tiene su
participación política en este proceso de integración". Sus exégetas
creían ver una crítica a otros presidentes que eludieron la cita: el
paraguayo Nicanor Duarte Frutos, el uruguayo Jorge Batlle y el
ecuatoriano Lucio Gutiérrez.
Tras el discurso, el principal asesor internacional del presidente
brasileño, Marco Aurelio García, respondió a LA NACION: "No
opinamos sobre situaciones de otros jefes de Estado. El gobierno
argentino ha explicado claramente la situación". Eduardo Duhalde, en
su doble papel de operador del Mercosur y aliado de Kirchner, esbozó
una explicación geográfica ante la insistencia de la prensa brasileña.

"Es un hombre de los llanos del sur, a quien la altura le podía hacer
mucho daño según su médico. Tenía toda la intención de venir y hasta
nos pidió que intentáramos trasladar la cumbre a Lima, pero no pudo
ser", dijo.

Un miembro de la delegación argentina bromeaba anoche: Duhalde se


preocupó tanto por justificar a Kirchner que terminó por sufrir en
carne propia el mal de altura.

"Estoy asorochado", alcanzó a decir al mediodía ante un grupo de


periodistas antes de irse a descansar a su hotel. Tuvo mareos, dolor de
cabeza y de estómago. También su mujer, Hilda González, sufrió los
efectos de la altura.

Golpeado y todo, Duhalde soportó un jugoso debate privado entre


presidentes, en el que se discutió la validez de organizar tantas
cumbres. Justamente Kirchner se queja a diario de la carga que
significa la sobrecarga de reuniones protocolares.

Aspero debate
El colombiano Alvaro Uribe abrió la discusión, según relataron
miembros de la delegación argentina que participaron del encuentro.
Propuso reducir el número de cumbres regionales (hubo cuatro en un
mes) y avanzar en propuestas concretas.

Aunque en las antípodas ideológicas, el venezolano Hugo Chávez


coincidió. "En 200 años de historia no hemos hecho nada por la
integración. Es hora de que definamos si realmente queremos unirnos
y enfrentemos los desafíos sociales", sostuvo.

Entonces reaccionó Lula. "Es mentira que no hicimos nada. En los


últimos tres años hemos avanzado muchísimo y este acuerdo es la
prueba", dijo.
Hubo tensión en la sala. "Antes los presidentes sólo sobrevolaban
América del Sur para ir a Washington. Yo prefiero pagar el costo
interno de viajar cuantas veces sea para lograr una integración que
beneficie a los pueblos", dijo, siempre según las fuentes.

Conciliador, el chileno Ricardo Lagos reconoció el papel integrador


del Brasil de Lula y destacó que avanzar en obras de infraestructura y
unificar la voz de la región en el mundo redundarán en claros
beneficios sociales. "Por ejemplo, cuando sea la próxima asamblea del
Fondo Monetario deberíamos llevar una posición común", propuso.
Fue la única mención a las negociaciones financieras en toda la
cumbre.

Sobre el final, después de un almuerzo y otras tres reuniones, hubo


muestras de acercamiento. Pero las diferencias de criterio sobrevivirán
hasta la próxima cumbre de la comunidad, en la que Lula será el
anfitrión.

Por Martín Rodríguez Yebra Enviado especial


Duhalde y Scioli negaron que la ausencia de
Kirchner haya generado críticas
Ambos integrantes de la comitiva oficial destacaron que no hubo quejas y que el resto
de los participantes preguntaron por el Presidente "con afecto"
JUEVES 09 DE DICIEMBRE DE 2004 • 11:06

El vicepresidente Daniel Scioli negó hoy que la ausencia del


presidente Néstor Kirchner en el lanzamiento de la Comunidad
Sudamericana de Naciones haya generado críticas entre los países de
la región, y aseguró que, "por el contrario", todos los participantes de
la cumbre de Cuzco preguntaron por el mandatario argentino "con
mucho afecto".

"Me han preguntado por el presidente Kirchner con mucho afecto, con
mucho reconocimiento al esfuerzo que hoy está haciendo para
reconstruir la Argentina desde lo institucional, lo económico y lo
social", afirmó Scioli y justificó la inasistencia de Kirchner a la
cumbre al aludir a los problemas de salud que pudo haber tenido por la
altura.

En diálogo con radio Rivadavia, y tras destacar la enorme importancia


de la creación de la Comunidad de Naciones de América del Sur, de la
que participan 12 países del Mercosur y la Comunidad Andina, Scioli
sostuvo que el "médico" de Kirchner, Luis Buonomo, "estuvo muy
acertado" en desaconsejar el viaje presidencial a Cuzco.

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"He visto muchos casos de colegas suyos, de políticos, de empresarios


que han tenido problemas aquí con la altura", señaló el vicepresidente,
y subrayó que la "posición argentina", desde lo institucional, "estuvo
muy representada" en la histórica cumbre desarrollada en Perú.

En este mismo sentido se expresó el titular de la Comisión de


Representantes del Mercosur, Eduardo Duhalde quien reconoció que
la ausencia del presidente Néstor Kirchner al encuentro en Cuzco
generó "alguna preocupación", aunque consignó que él explicó que
"esta vez fue razones de salud" y que el mandatario "estaba deseoso de
venir porque es un impulsor de la unión".

Sin embargo, aclaró que "en los actos públicos" de la cumbre no hubo
quejas de Brasil por la ausencia de Kirchner, tal como relataron hoy
algunas crónicas periodísticas.

El regreso

En tanto, la comitiva argentina emprendió antes del mediodía su


regreso a la Argentina y no participará de la última actividad prevista
en la agenda, un acto en conmemoración del 180° aniversario de la
batalla de Ayacucho, que derivó en la independencia sudamericana del
imperio español.

A esa ceremonia asistirá el jefe del Estado peruano, Alejandro Toledo,


presidente protémpore de la Unión Sudamericana hasta que en 2005
pase a manos de Brasil.

Ayer, los presidentes y funcionarios de 12 gobiernos del Mercosur y


de la Comunidad Andina, a los que se sumaron Chile, Guyana y
Surinam, firmaron un documento que prevé la integración política,
económica y física de la región, que le dará la posibilidad de competir
en mejores condiciones con otros bloques como la UE y el ALCA.

Fuente: DyN
La Comunidad Sudamericana
VIERNES 10 DE DICIEMBRE DE 2004

Con la realización de la III Cumbre de Presidentes de América del


Sur, celebrada en Cuzco, Perú, se ha puesto en marcha una etapa más
del múltiple proceso de integración regional. Con este esfuerzo se
aspira a concretar la convergencia de los dos grandes bloques de la
subregión: el Mercosur, integrado por la Argentina, Brasil, Uruguay y
Paraguay, y la Comunidad Andina de Naciones, a la que pertenecen
Venezuela, Colombia, Ecuador, Perú y Bolivia. A esta última
agrupación deberán incorporarse en su momento Chile, Guyana y
Surinam.

De esta manera, se creará un mercado de 360 millones de habitantes.


Será el tercer bloque de naciones más importante del mundo. Sus
exportaciones anuales superarán los 180.000 millones de dólares.

La iniciativa que acaba de impulsarse surgió como fruto de la primera


reunión bienal de presidentes celebrada en Brasil en 2000, que fue
ratificada dos años más tarde en Ecuador con motivo del segundo
encuentro de los presidentes de la región.

El proyecto servirá para profundizar la concertación regional política y


diplomática y para impulsar emprendimientos regionales de
integración física y energética. Los firmantes se comprometieron a
garantizar para 2007 la liberación del 90% del comercio intrarregional
y a poner en marcha un proceso de desgravaciones adicionales que se
espera habrá de culminar quince años después con la desgravación
total de ese intercambio.

A la reunión, que fue motorizada por el presidente de la Comisión de


Representantes del Mercosur, Eduardo Duhalde, y por el presidente de
Brasil, Luiz Inacio Lula da Silva, no concurrieron tres mandatarios.
Uno de los ausentes fue el presidente Néstor Kirchner, de la
Argentina, que personalmente explicó que sólo concurre a reuniones
protocolares que juzga "importantes para el país". Tampoco asistieron
los presidentes de Ecuador, Lucio Gutiérrez, y Uruguay, Jorge Batlle,
quienes adujeron razones de política interna para justificar sus
respectivas ausencias.

Hace más de cuatro décadas, con la firma del Tratado de Montevideo,


que creó la Alalc, América latina puso en marcha un proceso de
integración lento que se fue perfeccionando en sucesivas etapas, pero
que todavía tiene pendiente la materialización de una estructura
institucional de alcance regional. Sólo cuando ese paso se concrete
existirá el instrumento adecuado para que la voz y los intereses del
conjunto regional sean oídos y respetados en el mundo, como ocurre,
por ejemplo, en la Unión Europea.

A lo largo del proceso de integración en marcha, los países de la


región, conscientes de su pertenencia a un destino común, han
intensificado sus relaciones económicas, comerciales y financieras y
han comenzado a defender conjuntamente sus intereses en el escenario
mundial. Además, se han acercado significativamente en el plano
cultural.

En reiteradas oportunidades hemos sostenido que se debe evitar la


creación de nuevas burocracias que se sumen a las ya existentes. Pero
es indudable que la nueva etapa integradora, por su trascendencia
político-institucional, merece ser apoyada plenamente.
La Argentina sigue con cautela la unidad
regional
En Cuzco se cristalizó la apuesta de Brasil por el liderazgo
VIERNES 10 DE DICIEMBRE DE 2004

Ninguna excusa impedirá que la semana próxima los presidentes


Néstor Kirchner y Luiz Inacio Lula Da Silva se sienten a discutir cuál
será el verdadero alcance de la unidad política y económica de la
región.

Para el gobierno argentino, la cumbre del Mercosur convocada en


Ouro Preto, Brasil, aparece como el escenario adecuado para hablar de
integración; mucho más que la reunión de Cuzco donde anteayer se
fundó la Comunidad Sudamericana de Naciones.

Ese ambicioso proyecto que aspira a recrear aquí una suerte de Unión
Europea fue ideado, operado y ejecutado por Brasil.

Más notas para entender este tema

Duras críticas a Kirchner en Brasil

Los delegados argentinos ratificaron en Cuzco la apuesta por la unión


sudamericana pero expusieron sin palabrerío que el gobierno de
Kirchner espera un proceso cauteloso, alimentado de contenidos
concretos.

Con su ausencia en la capital del imperio inca, Kirchner envió un


mensaje a sus colegas. Aun si fuera cierto que su médico le prohibió
viajar a una ciudad situada a 3400 metros, la Argentina quedó al
margen de las primeras discusiones ideológicas del nuevo bloque.
Tiene, de hecho, otras prioridades.

"Ahora es fundamental avanzar en la institucionalización del


Mercosur", dijo antes de salir de Perú el canciller Rafael Bielsa.

Unión por pasos


El bloque comercial que encabezan Brasil y la Argentina atraviesa uno
de sus constantes momentos de tensión. En más de 10 años, la unión
aduanera no ha logrado fortalecerse con instituciones legales
aplicables en los cuatro países miembros.

Brasil resiste la incorporación a su legislación de los tratados


regionales en materia comercial.

La cumbre de Ouro Preto enfrentará a los presidentes a un camino sin


lugar para el protocolo vacío. La Cancillería supone que Lula hará un
gesto claro -ya no sólo retórico- para fortalecer el Mercosur.

"Negociaremos tan duramente con Brasil como lo hemos hecho con


Chile, como con la Unión Europea, como con el ALCA", afirmó ayer
Bielsa, tras un intento por negar que Kirchner haya desairado a Lula
con su faltazo a Perú.

La prensa brasileña fue especialmente dura con el presidente argentino


por su supuesta falta de apoyo a la Comunidad Sudamericana.

También los líderes de Uruguay y de Paraguay evitaron viajar a


Cuzco, de modo que Lula fue el único representante del Mercosur.

El desafío será ahora demostrar qué grado de compromiso tienen los


12 países del subcontinente en crear una comunidad. Además de la
cumbre de Ouro Preto, donde se debería delinear el futuro del
Mercosur, los cancilleres de América del Sur prevén presentar en
mayo el proyecto de ingeniería institucional del bloque fundado
anteayer.

Ideas sobran: se habla de formar un banco regional, de un organismo


contra la pobreza y hasta de un fondo monetario sudamericano, como
propuso el venezolano Hugo Chávez.

Pero la pelea por el liderazgo será central. En Cuzco, se vivió un


contrapunto de inusual rispidez entre Lula y Chávez, que también
recela del posicionamiento de Brasil.

"Si la integración no toma en cuenta lo social, no sirve. Tenemos que


hablar de distribución de la riqueza", dijo Chávez. El presidente
brasileño respondió que prefiere apostar al crecimiento primero, para
después soñar con una distribución más justa. La discusión, con
matices variados, se reprodujo durante todo el día que duró la cumbre.
Los discursos de Lula en Perú transmitieron otro mensaje: se mostró
dispuesto a sacrificar intereses de su país en favor del bienestar
regional.

La imagen de un líder generoso -que Kirchner no termina de creer- se


vislumbra como una condición ineludible para que tantas naciones
golpeadas por la desigualdad puedan algún día funcionar como una
sola.

Por Martín Rodríguez YebraDe la Redacción de LA NACION

Carrió: "Kirchner es una enorme mentira"


SÁBADO 11 DE DICIEMBRE DE 2004 • 15:47

La titular del ARI, Elisa Carrió, definió hoy al presidente Néstor


Kirchner como una "enorme mentira" de un "narcisismo descomunal",
y advirtió que su postura frente a algunos temas de la región causará
graves "consecuencias para el Mercosur" y un "daño a la Unión
Sudamericana" recientemente constituida.

En sus renovadas críticas al gobierno nacional, Carrió incluyó un


dardo contra el vicepresidente Daniel Scioli, a quien calificó como un
"buen chico" que "llegó" a número dos de la Casa Rosada "por ser
motonauta".

Al volver a cuestionar la ausencia de Kirchner en la cumbre de Cusco


donde se lanzó la Comunidad Sudamericana de Naciones, impulsada
por el ex presidente Eduardo Duhalde, la ex diputada insistió en
acusar al primer mandatario de tener incontrolables "celos políticos"
respecto de su antecesor.

"En el acuerdo histórico del siglo no está el Presidente, pero está un


chico que es vicepresidente y que llegó a la vicepresidencia por ser
motonauta", disparó Carrió, en declaraciones a radio Mitre.

En ese sentido, la dirigente reflexionó que la presencia de Scioli en la


cumbre de Perú en representación de la Argentina fue "lo mismo que
nada". Carrió denunció que el país está "gobernado por cuatro
personas que llegaron de Santa Cruz", e insistió en que la inasistencia
de Kirchner a Cusco "desde el punto de vista internacional es lo más
grave que hemos hecho".

"Y las consecuencias serán para el Mercosur. La Argentina, con su


imprevisibilidad, está causando un daño a la Unión Sudamericana y
eso por un problema de celos", deslizó.
La dirigente opositora insistió en su arremetida: "Que un motonauta
firme ese acuerdo es bastante fuerte para nosotros como país",
descalificó.

Fuente: DyN
Bielsa puso más tensión en la relación con
Brasil
Dijo que la Argentina no cederá en la defensa de su industria
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Mariano Obarrio
LA NACION

DOMINGO 12 DE DICIEMBRE DE 2004

El canciller, Rafael Bielsa, admitió ayer que la relación entre la


Argentina y Brasil se encuentra en un punto de máxima tensión, luego
del fracaso de las últimas negociaciones de funcionarios de ambos
países, anteayer en Buenos Aires, y sostuvo que el Gobierno no cederá
en la búsqueda de protección contra la importación desmedida de
productos brasileños.

"Durante muchos años hemos cedido sin beneficios. Esto se terminó,


tenemos una obligación que es mantener la recuperación económica,
porque significa crear trabajo e inclusión" social, dijo Bielsa.

Funcionarios de las cancillerías y de los ministerios de Economía de


ambos países discutieron anteayer sobre comercio bilateral y no
llegaron a un acuerdo. Las partes acordaron reanudar las
conversaciones dentro de un mes. Un allegado al canciller admitió a
LA NACION que "la relación entre la Argentina y Brasil pasa por un
momento de extrema frialdad".

Es éste el contexto en el que el presidente Néstor Kirchner deberá


viajar el jueves próximo a Ouro Preto, Brasil, donde se celebrará una
cumbre de presidentes del Mercosur con el propósito, precisamente,
de relanzar el bloque regional, signado por las dificultades originadas
en las asimetrías entre los países miembros.

Ouro Preto es un lugar simbólico. Hace diez años, en 1994, se firmó


allí la unión aduanera del Mercosur. Previamente, en 1991, se había
suscripto el tratado de Asunción, acta fundacional del bloque por el
cual se creó una zona de libre comercio, lo que implicó que se
eliminaron todos los aranceles de importación entre los países
miembros -la Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay.

La unión aduanera, en rigor, es un paso más: supone que todos los


países del bloque establecen un mismo arancel para las importaciones
provenientes desde fuera del bloque. A raíz de las recientes
divergencias entre funcionarios argentinos y brasileños, una fuente de
la Cancillería reveló que, aunque de manera informal, el Gobierno
estuvo a punto de denunciar el incumplimiento del Tratado de
Asunción. "Ello hubiera significado el fin del Mercosur", dijo un
allegado a Bielsa.

Qué se discute
Brasil y la Argentina discuten por el comercio bilateral de varios
productos, principalmente electrodomésticos, calzados, textiles y
autos. Los industriales argentinos acusan una "invasión" de productos
brasileños.

En declaraciones a Radio Mitre, Bielsa dijo ayer que el ministro de


Economía, Roberto Lavagna, "planteó instrumentos para el reajuste
estructural, la armonización de políticas en el aspecto financiero e
impositivo y el desarrollo integrado para 20 cadenas de valor, que son
los productos de la línea blanca, textiles , etcétera". Y agregó que
"hasta ayer (por el viernes) no hubo respuesta de Brasil".

El Gobierno le había planteado a las autoridades brasileñas que fijará


salvaguardias contra las importaciones dañinas de ese origen, reclamó
a Brasilia que elimine subsidios a sus exportaciones y exigió la
aplicación de medidas para evitar que las inversiones se radiquen
masivamente en ese país.

En este contexto, además, existen otros dos antecedentes de


distanciamiento. Kirchner resolvió hace un mes no asistir a la Cumbre
del Grupo Río, en Río de Janeiro, lo que fue leído como un desaire al
presidente de Brasil, Luiz Inacio Lula da Silva. Además, tampoco
asistió la semana última a la Cumbre de Cuzco, Perú, donde se lanzó
la Comunidad Sudamericana de Naciones, cuyos impulsores
principales son Lula y Eduardo Duhalde, como presidente de la
Comisión de Representantes del Mercosur.

"Pero el malestar real entre ambos países obedece a intereses


concretos; no al faltazo de Kirchner a una cumbre como la de Cuzco
por razones de salud", confió un allegado a Bielsa, que pronosticó que
en la próxima cumbre de Ouro Preto el clima estará enrarecido.

En rigor, Kirchner busca así tensar la cuerda antes de verse con Lula.
Por eso Bielsa defendió ayer el "fortalecimiento de la industria" y
pidió a su contraparte brasileña "no perder la calma ni enojarse".
El canciller agregó que la Argentina "está en el camino correcto y va a
mantener en forma irreductible los límites impuestos al ingreso de
productos brasileños". También buscó desdramatizar la situación, al
decir que "los sectores industriales de ambos países avanzan en la
coordinación bilateral y los gobiernos tienen que acompañar con
madurez para llegar a una conclusión aceptable".

Extrema dureza
"Durante muchos años hemos cedido sin beneficios. Esto se terminó,
tenemos que mantener la recuperación económica."

"No hay que preocuparse porque una reunión sea a cara de perro.
Estamos defendiendo intereses, no es cuestión de caerle simpático al
interlocutor."

"La Argentina se mantendrá irreductible en los límites al ingreso de


productos brasileños."
No se esperan avances en la cumbre del
Mercosur
Está pendiente la discusión sobre comercio e inversiones
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Alejandro Rebossio
LA NACION

LUNES 13 DE DICIEMBRE DE 2004

Los presidentes Néstor Kirchner y Luiz Inácio Lula da Silva, de


Brasil, deberán afrontar una vez más la discusión política sobre los
conflictos comerciales entre ambos países en la cumbre del Mercosur,
que comenzará pasado mañana en Belo Horizonte y finalizará en la
vecina ciudad de Ouro Preto.

Sin embargo, quedará para el mes próximo el debate técnico sobre las
reformas del bloque que propone la Argentina: la creación de la figura
de salvaguardias para limitar importaciones que dañen la industria
local, la equiparación de las ayudas públicas a la producción y una
política común para atraer inversiones multinacionales.

Brasil pretendía que, a 10 años del tratado de Ouro Preto, que hizo
pasar al Mercosur de una zona de libre comercio a una unión
aduanera, se firmara un Ouro Preto II basado en la creación de
instituciones del bloque, una de las carencias para su consolidación.
Pero el nuevo pacto se pospondrá porque la Argentina instaló el
debate respecto de las reformas que hacen al comercio y la inversión.

Los presidentes Lula da Silva y Kirchner, con enfoques diferentes. Foto: Archivo

En la colonial Ouro Preto sólo se tomará la llamada "foto de familia"


de los presidentes y la cumbre en sí se celebrará en Belo Horizonte,
con más capacidad hotelera para albergar una reunión con
representantes de 11 países. Estarán los presidentes de los otros dos
socios plenos, el paraguayo Nicanor Duarte y el uruguayo Jorge
Batlle, en su despedida, dado que en marzo próximo deja el poder.
También asistirá el vicepresidente electo de Uruguay, Rodolfo Nin
Novoa, y los jefes del Estado de los tres países asociados (que no
integran la unión aduanera): Bolivia, Chile y Perú.

Interesados en asociarse
El presidente de Venezuela, Hugo Chávez, asistirá a la cumbre para
formalizar su incorporación como asociado al bloque, según el
subsecretario brasileño de América del Sur, Luiz Filipe de Macedo
Soares. La asociación de Venezuela depende de la protocolización del
tratado de libre comercio (TLC) entre Mercosur y la Comunidad
Andina de Naciones (CAN, que agrupa a Bolivia, Perú, Ecuador,
Colombia y Venezuela), proceso que comenzó hace dos meses, pero
aún no finalizó.

Otro país pedirá sumarse al bloque como socio: Ecuador. Por eso
asistirá su presidente, Lucio Gutiérrez. Por lo tanto, Colombia será el
único país sin intención de integrarse en el Mercosur, la estructura
concreta sobre la que podría desarrollarse el nuevo proyecto de
Comunidad Sudamericana de Naciones (CSN).

El presidente de Panamá, Martín Torrijos, también viajará a Brasil


para expresar su intención de sumarse al Mercosur. En junio pasado lo
hizo México, que es candidato a asociarse, pero primero debe negociar
un TLC con el bloque.

Macedo Soares dijo que el Mercosur y el país de América del Norte


podrían comenzar a conversar el año próximo sobre ese pacto. A la
cumbre de esta semana comparecerá el canciller mexicano, Luis
Ernesto Derbez, que compite con el ministro del Interior chileno,
Miguel Insulza, por la conducción de la Organización de Estados
Americanos (OEA).

En la cumbre, el Mercosur concluirá la negociación del acuerdo con


India y la unión aduanera de Africa del Sur (Sudáfrica, Botsuana,
Lesoto, Namibia y Suazilandia), según Macedo Soares. Sin embargo,
el subsecretario de Integración Económica, Eduardo Sigal, admitió en
las últimas horas que el pacto con India podría volver a posponerse,
después del primer fallido intento de junio pasado.

Sigal confió, en cambio, en que se firme un acuerdo para eliminar


progresivamente la doble cobranza del arancel externo común (AEC)
a productos que entren en el bloque por un país socio y después pasen
a otro. Esta es una condición indispensable para que exista una
verdadera unión aduanera y además constituye una de las exigencias
de la Unión Europea (UE) para establecer una zona libre comercio con
el Mercosur.

En la cumbre se analizarán las perspectivas de la reunión ministerial


birregional de marzo próximo para reanudar la negociación de un
acuerdo que debía haberse cerrado este año. Kirchner, Lula, Duarte y
Batlle, sus cancilleres y ministros de Economía, discutirán la
conformación de un fondo de US$ 80 millones anuales para financiar,
a partir de 2006, las instituciones del bloque y el desarrollo de las
zonas deprimidas, entre otras cuestiones.

 LA NACION
 Economía
Rosario Green: "La unión sudamericana es
sólo una quimera"
La visión de la embajadora de México
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Jorge Elías
LA NACION

MIÉRCOLES 15 DE DICIEMBRE DE 2004

Poco antes de comenzar dos años sabáticos en la St. Edward's


University, de Austin, Texas, la embajadora de México en la
Argentina, Rosario Green, no ha ocultado su malestar por la cumbre
presidencial realizada en Ayacucho, donde nació la Comunidad
Sudamericana de Naciones.

No ha ocultado su malestar, en especial, con sus pares de la región:


"Les dije que estaba muy irritada porque ese tipo de encuentros,
excluyentes y fragmentarios, balcaniza la unidad que buscamos los
latinoamericanos", afirmó.

Como única dama en ese ámbito, Green ha logrado ganarse "el respeto
y la caballerosidad" de los otros embajadores, pero ello no impidió
que, frente a la exclusión de la cumbre de "México, América Central y
el Caribe de habla hispana" haya expresado su disgusto, tanto por la
idea de Brasil de erigirse en líder de América del Sur como por el
impacto que podría tener el acuerdo alcanzado. A sus ojos, es "una
idea, una quimera, un sueño".

"Estamos vinculados por las mismas dificultades y defectos. Tenemos que tender puentes", dice Green. Foto: Emiliano Lasalvia

Green lleva casi cuatro años en la Argentina, después de haber sido la


última secretaria de Relaciones Exteriores del último gobierno del
Partido Revolucionario Institucional (PRI) tras 71 años en el poder, y
de haber sido la última embajadora de su país en la República
Democrática de Alemania (RDA) antes de la caída del Muro de
Berlín.

"Mis amigos dicen que me especializo en países en crisis y que la


próxima vez que me manden a otro les avise con tiempo", bromeó en
el salón de la residencia, con las cajas casi listas para la mudanza. Es
licenciada en Relaciones Internacionales por la Universidad
Autónoma de México y tiene maestrías en Economía de El Colegio de
México y de la Universidad de Columbia, Nueva York. Ha escrito una
decena de libros y más de cien artículos sobre México y América
latina. Fue senadora por el PRI después de haber sido subsecretaria
general de las Naciones Unidas, entre 1994 y 1997. Y fue una de las
pioneras en la región en el estudio de un tema ahora vital: la deuda
externa.

"Les comentaba a los embajadores que, releyendo a Bolívar, desde su


carta de La Habana hasta su convocatoria al Congreso de Panamá, da
la impresión de que él pensaba en una patria grande que no excluía ni
aun a los Estados Unidos, cuyo sur era prácticamente mexicano -
señaló Green-. Les decía yo que la idea de fragmentar América latina
con un mero argumento geográfico era muy precaria. ¿Qué estamos
haciendo?"

-¿Tenemos una identidad común los latinoamericanos?

-No la tenemos. Ni siquiera se ha logrado resolver la identidad


"mercosureña": todavía hoy los arquitectos del Mercosur no saben
hacia dónde debería inclinarse. ¿Será efectivamente un mercado y, por
lo tanto, tendrá que pasar por la unión aduanera y establecer un
arancel externo común? ¿O tendrá que contentarse con ser una zona de
libre comercio? Ni siquiera el Mercosur tiene una identidad clara, más
allá del deseo de hacer de la geografía una ventaja, como hicimos
nosotros con los Estados Unidos y Canadá. Políticamente, la
Comunidad Sudamericana está compuesta por fracciones. Tiene una
irresuelta disputa, y muy antigua por cierto, entre Chile y Bolivia por
la salida al mar; una herida muy fresca, siempre a punto de volverse a
abrir, entre Perú y Ecuador. Aun cuando Su Santidad resolvió el
problema entre Chile y la Argentina, cuando uno va a la Patagonia,
¡cuidado!, porque las relaciones entre particulares de un lado y del
otro no son siempre gentiles y amables. Hay un poco de resentimiento.
Entre Colombia y Venezuela, la fragilidad es bárbara.

-¿Qué es, en definitiva, la Comunidad Sudamericana?

-Es una idea, una quimera, un sueño. Hay que plantear un camino.
Tiene que ser una posibilidad no sólo sudamericana, sino
latinoamericana. No veo por qué sacar a Mesoamérica. No entiendo
por qué América Central, México y el Caribe de habla hispana tienen
que estar afuera.

-En 2000, cuando el ex presidente brasileño Fernando Henrique


Cardoso organizó la Cumbre Sudamericana, le propuso al
presidente Fox el eje Puebla-Panamá.

-Sí; yo era canciller y me peleé muchísimo con mi par Lampreia. Fox


aún era presidente electo. Cuando se anunció la Cumbre
Sudamericana, varios de mis colegas de América del Sur me
advirtieron que no estábamos invitados y que nos iban a excluir. Yo
conversé mucho con el presidente Zedillo. Y me dijo: "Ve a ver qué
hay, pero no te pelees". Lo que fuera, siempre debía ser resuelto por la
vía pacífica. Hablé mucho con Lampreia y me quejé amargamente.
Era insólito que México y Brasil siguieran tan separados. Era insólito
que nos separaran cuestiones casi protocolares, absurdas.

-No sólo México objeta el liderazgo de Brasil.

-A algunos sudamericanos, y no voy dar nombres, no les gusta la idea.


Tienen miedo del predominio brasileño. Brasil tiene razón, ya que
comparte la frontera con prácticamente todos los países de América
del Sur, en hacer propuestas sobre la interconexión de la zona. Todo
eso me parece muy importante, pero no estoy de acuerdo con la
escisión y con el argumento que muchas veces hicieron público:
ustedes ya escogieron. Como si uno escogiera dónde nace, dónde se da
la confluencia de las corrientes que ubican a su país. Los accidentes
geográficos deben ser considerados accidentes geográficos y la
vecindad debe ser analizada para utilizar las ventajas y minimizar las
desventajas. No tienen que ser un credo, una fe, una religión, porque
eso convertiría al mundo en un conjunto de fortalezas.

-Es más fácil la voluntad política que el acuerdo económico.

-Me parece que la cumbre sudamericana pasará a ser un lindo gesto


político. Como gesto político, vale. Yo creo que hay que hacer un
análisis económico de costo-beneficio. ¿Qué requiere la conexión
fluvial, terrestre y aérea de los países sudamericanos? Recursos que no
tenemos ni estarán disponibles desde el exterior para ser concentrados
en eso. Pero aun si los hubiera, ¿los volúmenes de comercio y de
personas que movemos entre nosotros son de tal magnitud que
justifiquen que esa sea la prioridad en lugar de dar de comer, educar,
curar o dar empleo?

-Usted fue testigo de la crisis argentina.

-Fui a la RDA justo cuando se cayó el Muro de Berlín y llegué a la


Argentina justo cuando esto estaba por acontecer. Lo que vi fue lo más
cercano a lo que puede llegar a pasar en el resto de nuestros países. Vi
a un pueblo y a un Estado de espaldas el uno con el otro. Un Estado
autista, que no oía, no veía y no decía, y una población resignada al
autoabastecimiento, a recurrir al trueque, a agrandar el sector informal,
con una serie de manifestaciones callejeras que hicieron lo suyo, que
derrocaron a un gobierno, ante el enorme desconcierto de los vecinos
y de los no tan vecinos, porque los golpes antes solían ser militares.
Para derrocamientos civiles no estábamos preparados. Lo que pasó en
Bolivia, lo que pasó aquí... Se vio una especie de resignación de unos
y de otros. La resignación de un Estado no participativo, de
instituciones que no funcionaban y no querían funcionar. Era la
resignación de una sociedad que se las arreglaba como podía.

-La gente pedía que se fueran todos...

-El "que se vayan todos" era el grito que finalmente quería despertar a
la gente. Lamentablemente, no llegó a crear nuevos liderazgos. Al
final se quedaron todos. Nos volvimos a encontrar con los mismos
personajes. No hubo tiempo de crear un liderazgo nuevo. La
Argentina está a tiempo de hacerlo.

-¿La crisis argentina de 2001 sirve de advertencia para otros


países?

-Está pasando, de hecho. En Bolivia, poco después, sucedió


prácticamente lo mismo. La gente gritaba en la calle por lo que se
quería hacer con el gas. En la Argentina no hay componente indígena,
pero hay un condimento: los cacerolazos y los piqueteros. Y hay un
lema impresionante: "Piquete, cacerola, la lucha es una sola". Los
cacerolazos eran de la clase media pauperizada: los de Belgrano, los
de Palermo. Esos eran los que estaban en la calle. Y los piqueteros
eran estos rudos con garrote, tambores y slogans muy agresivos: los
desocupados. Esa unidad entre los dos extremos se repite en varios
países. En Venezuela hay desde un sector popular hasta el más elitista
en contra de Chávez. Bueno: Chávez tiene un gran apoyo popular y de
las Fuerzas Armadas. Con un poquito menos de fuerza, se hubiera
quedado afuera.

-En el interior de nuestros países el Estado siempre ha sido un


gran ausente.

-Aun si lo ve uno desde el punto de vista urbano o desde el punto de


vista rural, la gran pregunta es por qué no ha aparecido el Estado.
Independientemente de que no haya sabido cumplir con su obligación,
los ciudadanos tampoco han sabido cumplir con la suya. Porque el
ciudadano se acostumbró a la ausencia del Estado, a sobrevivir por sus
propios medios. Se acostumbró a que el Estado sacara, pero no
metiera. Le sacaba el impuesto, pero no le construía la escuela.

-¿Fue necesario el comandante Marcos para saber qué sucedía en


Chiapas?

-No creo que fuera necesario. Había conciencia de que el problema de


Chiapas venía de tiempo atrás, porque no había tenido los mejores
gobernantes y no se le había canalizado asistencia financiera. Fue un
detonador muy importante para que la comunidad internacional
levantara la ceja. Para nosotros, Marcos y Chiapas llevaron a que el
convenio entre México y la Unión Europea fuera sui generis. Nos
exigieron una cláusula democrática y una cláusula de derechos
humanos. En ese sentido, pues sí, Marcos, a pesar de que existió más
en la fantasía, sirvió para que la mirada internacional se posara en una
zona y fuera un poquito más que el folklore.

-Lo mismo ocurre en regiones apartadas de otros países.

-Por eso decía que estamos muy vinculados por el mismo tipo de
dificultades, de defectos, y también por el destino común que no
queremos: el caos, la desorganización y el apartamiento del Estado y
la sociedad. Creo que tenemos que tender puentes. Y a mí me parece
que quizá uno de los impactos más importantes de este autismo
estatal, por un lado, y de esta indiferencia ciudadana, por el otro, sea la
construcción de redes ciudadanas que vayan más allá de la autoayuda
y planteen demandas concretas.

-Si crecen las redes ciudadanas decrecen los partidos políticos.

-Ese es el peligro. La sociedad civil debe no solamente construir redes,


sino tratar de integrarse en partidos políticos. Sin ellos no hay
democracia. Las ONG están más allá de todo escrutinio. Lo único que
permite ser escrutado es el partido político para ver quién lo financia,
quien lo maneja, quién pretende manipularlo, quiénes son los
candidatos, qué tan reales son esos candidatos. Por eso, como
ciudadanos debemos tener militancias en partidos políticos, al margen
de que pertenezcamos a distintos movimientos o de convertir los
movimientos ciudadanos en partidos políticos. A mí no me enoja que
la gente marche, pero estoy en contra de la democracia de la calle. La
democracia callejera, si no es inmediatamente traducida en acciones
parlamentarias, en acciones electorales, acaba siendo tan caótica como
puede ser el autoritarismo que encarcela a la gente y la desaparece.

-¿Es un síntoma de la impotencia de los intelectuales que la


mayoría se haya opuesto a la reelección de Bush y que, sin
embargo, haya sido reelegido?

-En los Estados Unidos ganó el miedo. Cuando uno tiene tanto temor,
el lamentable video de este personaje, Osama ben Laden, tres días
antes de las elecciones, fue un detonador adicional.

-¿Como los atentados de Atocha?


-Aunque no cobró víctimas de sangre como la gran tragedia de
Atocha, de alguna manera le dio un último empujón al presidente
Bush. Kerry tampoco era un candidato muy convincente. Era un
candidato tieso. Como quiera que sea, el presidente Bush es
justamente lo contrario. Es gente más canchera, como dirían ustedes.
Es gente que representa más al pueblo. Puede uno estar de acuerdo o
en desacuerdo con él, pero tiene un cierto carisma, porque es más
populachero.

-Más común y corriente.

-Más común y corriente, en efecto. El senador Kerry, aunque tuviera


propuestas interesantes, era muy severo, muy distante de la gente. Su
aspecto físico no lo ayuda, amén de que en política exterior no
plantearon prácticamente ninguna diferencia. Los latinoamericanos no
estamos, no contamos. ¿Para quién contamos? Un buen día contamos
para el padre de Bush, que inventó la Iniciativa de las Américas,
madre del ALCA (Area de Libre Comercio de las Américas). De ella
no salió nada, por esa famosa Guerra del Golfo. Después, Clinton
compró el paquete de Bush padre a pesar de que no era el más pro
tratado de libre comercio. Y llegó Bush, el hijo, y dijo que se definía
como el presidente que miraba al sur. Pero vino el 11 de septiembre.
Salió entonces la política de seguridad de la Casa Blanca. Quedaron al
margen de cualquier tipo de apoyo global de Europa y de América
latina y hoy tienen que reconstruir lazos. Con lo único que cuenta
Bush para reconstruir lazos con América latina es con la estabilización
del ALCA.

-¿Necesita Bush esos lazos?

-Le convienen. Ni el imperio puede vivir en total soledad. Es un poder


omnímodo y tiene esta soberbia para despreciar el sentir de las
Naciones Unidas y de los grandes países europeos, pero al final de
cuentas acaba buscando el apoyo, el sostén para algunas de sus
políticas. Los imperios en soledad acaban siendo sus propios
detractores.
Intentan bajar la tensión antes de la cumbre del
Mercosur
Un funcionario brasileño negó represalias por el freno argentino a sus productos
MIÉRCOLES 15 DE DICIEMBRE DE 2004

SAN PABLO.- Altos funcionarios de Brasil y la Argentina, que


preparaban ayer en Belo Horizonte la cumbre del Mercosur que
comienza hoy, intentaron sofocar la mayor tensión que existe entre los
gobiernos de Néstor Kirchner y Luiz Inacio Lula da Silva después de
un inicio de relaciones más que amistoso hace un año y medio.

El subsecretario brasileño para América del Sur, Luiz Felipe de


Macedo Soares, negó que su país vaya a retrucar las barreras que
impuso la Argentina durante este año a diversos productos de su país.

"No hay necesidad de decisiones apresuradas o de amenazas en la


relación bilateral", dijo Macedo Soares un día después que el
presidente de la entidad estatal brasileña Cámara de Comercio
Exterior (Camex), Mario Mugnaini, había amenazado con limitar el
ingreso de trigo, arroz, vino, ajo y cebolla argentinos.

Lula, durante la apertura de la villa olímpica ayer en Manaos; mañana recibirá a Kirchner. Foto: AFP
Mugnaini, a su vez, reaccionó a la advertencia que el viernes pasado
dejaron trascender en el Ministerio de Economía argentino de que
ampliarían, si fuera necesario, las licencias no automáticas o aranceles
a otros sectores.

El subsecretario de Integración Económica argentino, Eduardo Sigal,


declaró en Belo Horizonte que las soluciones se irán encontrando en
las discusiones dentro del Mercosur. "Si no lo interpreto mal,
Mugnaini le da la razón a la Argentina. Hay líneas productivas de uno
u otro país que se ven afectados por determinada coyuntura.

Hace falta disponer de mecanismos de carácter excepcional y


temporario para evitar estos problemas", expresó el funcionario del
gobierno de Kirchner, que propone la creación de la figura de
salvaguardias en el Mercosur para frenar importaciones que puedan
resultar dañinas para la industria local.

En una entrevista con la agencia Reuters, el ministro de Economía,


Roberto Lavagna, que viajará mañana a Brasil junto con el presidente
Néstor Kirchner, ratificó que "en tanto no exista la coordinación
macroeconómica", que establecía el tratado de Asunción -que creó el
Mercosur en 1991-, "se trata de incorporar salvaguardias y acuerdos
sectoriales para limitar el comercio".

Un alto funcionario de ese ministerio mantuvo el interrogante sobre si


la Argentina calentará el clima de la cumbre con nuevas medidas de
protección, como en la anterior reunión de junio en Puerto Iguazú:
"No creo que haya, pero tampoco se pueden descartar. En el mundo
hay poco empleo y nosotros tenemos que defender el nuestro".

Este funcionario, que prefirió guardar el anonimato, admitió que hasta


ahora el gobierno de Brasil había tenido paciencia con las trabas a sus
calzados, textiles y electrodomésticos, pero reconoció que el clima
bilateral se había enrarecido por la actitud beligerante de Kirchner.

El Presidente faltó la semana pasada al nacimiento de la Comunidad


Sudamericana de Naciones, un proyecto que impulsa Lula. La 27°
cumbre del Mercosur, que se celebrará en Belo Horizonte y Ouro
Preto, es heredera de una breve historia pródiga en roces y tensiones -
el punto máximo fue alcanzado en el final del gobierno de Carlos
Menem-, pero nunca antes esas crispaciones habían sido acompañadas
tan claramente por un desencanto general sobre el bloque, ya no sólo
del lado argentino sino también del brasileño.

Informe de Luis Esnal, corresponsal en Brasil


Kirchner, a la cumbre
JUEVES 16 DE DICIEMBRE DE 2004

El presidente Néstor Kirchner y su antecesor Eduardo Duhalde


viajarán juntos hoy a la ciudad de Belo Horizonte, Brasil, donde
participarán de la Cumbre de Presidentes del Mercosur, que comenzó
ayer en esa ciudad y terminará mañana en Ouro Preto y que promete
un condimento de duras discusiones políticas y comerciales por las
discrepancias entre la Argentina y Brasil.

En los hechos será el primer encuentro entre Kirchner y su par de


Brasil, Luiz Inacio Lula da Silva, luego de los desencuentros recientes
entre ambos. Por un lado, la Argentina y Brasil no pudieron aún
superar el conflicto comercial por la exigencia de nuestro país de
establecer salvaguardias para proteger a la producción nacional.

Por el otro, el gobierno brasileño mantiene un solapado malestar con


Kirchner, que evitó asistir a la Cumbre del Grupo Río, hace casi dos
meses, donde Lula era el anfitrión.

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Aceptaría Brasil limitar exportaciones

Sellan un pacto con la India

Además, el Presidente también faltó a la Cumbre de Cuzco, la semana


última, donde Lula y Duhalde aparecían como los principales
promotores del lanzamiento de la Comunidad Sudamericana de
Naciones (CSN).

En ese contexto, y con ese clima, hoy se encontrarán Kirchner, Lula,


Duhalde y Lavagna.
Sellan un pacto con la India
Quedó casi terminado otro acuerdo con Africa del Sur
JUEVES 16 DE DICIEMBRE DE 2004

BELO HORIZONTE.- Los países del Mercosur concluyeron ayer las


negociaciones para firmar acuerdos comerciales con la India y la
unión aduanera de Africa Austral, que tiene a Sudáfrica como
miembro principal. Así lo anunció el canciller de Brasil, Celso
Amorim.

En el caso del pacto con la nación asiática, llamado de preferencias


tarifarias fijas, el Mercosur rebajará aranceles para 450 productos
indios y obtendrá descuentos similares para otros 450 que venda allá.
El bloque también finalizó sus negociaciones para un convenio con la
unión aduanera integrada por Sudáfrica, Swazilandia, Lesotho,
Botswana y Namibia.

No obstante, los acuerdos entrarán en vigor una vez que sean


"ultimados entendimientos internos dentro del Mercosur", admitió
Amorim. Un negociador del bloque que pidió reserva de identidad
explicó los dichos del canciller: "El memorándum que fija las reglas
del intercambio con la India está terminado, en tanto estamos
examinando aún en el interior del bloque los aspectos del acuerdo con
los sudafricanos".

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Con relación al acuerdo Mercosur-India, "los productos que más se


beneficiarán del lado del Mercosur son los químicos, metalmecánicos,
lanas y algunas productos de cuero", explicó el principal negociador
argentino ante la India, Alfredo Alcorta. El segmento agropecuario, el
más competitivo del bloque sudamericano, no obtendrá grandes
beneficios por el convenio, reconoció otro funcionario, por la política
proteccionista de la India en su sector rural.
Pero Alcorta indicó que el entendimiento constituye un "primer paso"
para un acuerdo comercial más amplio, "un avance importante por la
magnitud del mercado de la India". Las negociaciones fueron
concluidas en el marco de la reunión semestral del Mercosur, que
comenzó ayer en Belo Horizonte.

Más allá de los conflictos internos del Mercosur, Amorim anunció que
está "prácticamente decidido" el ingreso como asociados de
Venezuela, Colombia y Ecuador, la misma categoría que ya tienen
Chile, Bolivia y Perú, que no implica la adhesión plena a la unión
aduanera integrada por la Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay. Se
trata de la concreción de la Comunidad Sudamericana de Naciones
(CSN).

Agencias Reuters y AFP


Kirchner se reuniría con Lula
Se mantiene un clima de tensión
SEGUIR

Mariano Obarrio
LA NACION

VIERNES 17 DE DICIEMBRE DE 2004

BELO HORIZONTE.- El presidente Néstor Kirchner llegó anoche a


esta ciudad con cara de pocos amigos, mal humor y muy cansado, para
participar de la cumbre de presidentes del Mercosur. El clima de
frialdad hacia su par, Luiz Inacio Lula da Silva, fue graficado por
fuentes de la Cancillería, que deslizaron que "si no se profundiza el
Mercosur no tiene sentido marchar hacia la Comunidad Sudamericana
de Naciones". Como se sabe, el proyecto de unión latinoamericana es
principalmente promocionado por Lula y por el presidente de la
Comisión de Representantes Permanentes del Mercosur, Eduardo
Duhalde.

Cierta distensión en la relación comercial con Brasil la marcaron las


declaraciones del canciller local, Celso Amorim (ver aparte).

Kirchner dejó traslucir su pésimo estado de ánimo. ¿Cómo está la


relación con Brasil, Presidente?, preguntó LA NACION. "Mucho
mejor que con LA NACION", contestó secamente, y se retiró. Más
tarde, el vocero presidencial, Miguel Núñez, llamó a la Redacción
para aclarar que había sido una humorada.

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Medidas de protección contra China

En la comitiva viajaron Duhalde, el ministro de Economía, Roberto


Lavagna, y los secretarios legal y técnico, Carlos Zannini; de
Derechos Humanos, Eduardo Luis Duhalde, y de Inteligencia, Héctor
Icazuriaga. El canciller Rafael Bielsa había llegado por la mañana,
procedente de Alemania.

No se descartaba que a última hora de anoche o en las primeras horas


de hoy Kirchner se encuentre con Lula para conversar sobre la
conflictiva relación bilateral en lo comercial y sobre los desplantes del
Presidente a su par brasileño. Al cierre de esta edición, Kirchner
participaba de una comida en el Museo de Artes y Oficios con el resto
de los mandatarios de países miembros y asociados al Mercosur.

"Hay voluntad de Itamaraty de dar respuestas a los reclamos


comerciales de la Argentina, pero necesitamos respuestas concretas y
en el corto plazo. En 30 días volveremos a negociar", dijo el
subsecretario de Integración de la Cancillería, Eduardo Sigal.

Nuevos instrumentos
Entre tanto, el Gobierno destacó que ayer se resolvió en esta ciudad
dotar al bloque de nuevos elementos: se suprimió el doble arancel
externo dentro del Mercosur; se resolvió constituir un fondo de
convergencia estructural para desarrollo de economías regionales que
se conformará con aportes de los tesoros de los países, y se fijó el 31
de diciembre de 2006 como fecha para un parlamento del Mercosur.

Duhalde presentó oficialmente su balance de gestión al frente del


Mercosur. Reclamó allí mayor celeridad en la institucionalización del
Mercosur y criticó las demoras en la creación de un fondo estructural
de asimetrías, la libre circulación de bienes, la eliminación del doble
cobro del arancel externo común y normas sanitarias "que no registran
suficientes adelantos", y la falta de un parlamento común. Con las
resoluciones de ayer, los presidentes parecen haberlo escuchado.
Kirchner criticó con dureza a Brasil y al
Mercosur
Instó a respetar los pactos fundacionales del bloque; puso en duda la Comunidad
Sudamericana
SEGUIR

Mariano Obarrio
LA NACION

SÁBADO 18 DE DICIEMBRE DE 2004

OURO PRETO, Minas Gerais.- El presidente Néstor Kirchner trajo


ayer su estilo punzante y agresivo a esta ciudad colonial: criticó, en un
duro discurso, a su par brasileño, Luiz Inacio Lula Da Silva, y se
diferenció del resto de los mandatarios de los países del Mercosur al
asegurar que si no se respetan los acuerdos macroeconómicos
fundacionales del bloque, de 1991, no habrá Mercosur, ni
institucionalización y habrá que olvidarse de la Comunidad
Sudamericana de Naciones.

"Hay que rescatar el Tratado de Asunción de entre los papeles del


archivo y ponerlo en plena vigencia. No servirá avanzar en otras
cuestiones institucionales si la base misma del acuerdo no es
revalorizada", dijo, con gesto adusto y su habitual tono aleccionador.

El gobierno de Kirchner concurrió a la conferencia de presidentes del


Mercosur, celebrada en la maravillosa Ouro Preto -ayer lucía soleada
y cálida-, con la idea de exhortar a Lula a eliminar las asimetrías entre
Brasil y la Argentina e insistir en establecer salvaguardias que
protejan a la producción nacional de las exportaciones brasileñas. "Es
como si se hubiera dejado al mercado la posible integración, relegando
la labor proactiva que los Estados deben asumir", disparó.

Kirchner y Lula, ayer, durante un momento de la cumbre en Ouro Preto. Foto: Reuters

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Por ahora, Brasil prefiere evitar la polémica


Duhalde: hacia la integración

Pese a todo, la Cumbre dejó algunos acuerdos

Por la naturaleza del encuentro, los presidentes de los demás países,


Brasil, Uruguay, Paraguay, Chile, Bolivia, Perú, Venezuela, Ecuador,
Panamá y Colombia, habían ido en verdad a reivindicar el
compromiso de integración global de toda América del Sur, en la
Comunidad Sudamericana.

Kirchner no pudo reunirse a solas con Lula, más allá de una fría
conversación durante una comida, anteanoche, con los demás
presidentes en el Museo de Artes y Oficios, en Belo Horizonte. No
avanzaron en la resolución del conflicto, pese a que Itamaraty emitió
buenas señales y anticipó que a mediados de enero se llegará a un
acuerdo. "Fue una actitud adolescente. Kirchner introdujo la cuestión
bilateral de los aranceles, mientras todos vinieron a proponerse
superar las dificultades para la integración", se lamentó un fino
observador de la comitiva argentina.

La clara intención de Kirchner fue diferenciarse de Lula y de Eduardo


Duhalde, presidente de la Comisión de Representantes Permanentes
del Mercosur. Ambos habían privilegiado la defensa de la unidad
sudamericana, sin dejar de reconocer demoras y dificultades.

Los allegados a Duhalde, que viajó aquí junto al Presidente,


procuraron minimizar el evidente resquebrajamiento: "Es realidad,
hablaron de lo mismo. Ambos reconocen que hay dificultades de
integración, en resolver las asimetrías, y que hay que superarlas". Era
sólo una parte de la verdad. Quedó la sensación de que en este ámbito,
más allá de la bienintencionada defensa de la producción nacional, no
correspondía que Kirchner mencionara el conflicto doméstico de
aranceles, sino más bien aspectos de la integración global.

En la comitiva se rescató al presidente de Chile, Ricardo Lagos, que


envió un mensaje a Kirchner y a Lula para dejar de hablar de
conflictos comerciales y anteponer allí la integración física, política,
energética y cultural. Coincide en ello Lula y también Duhalde, al que
los presidentes reconocieron en sus discursos como el promotor
infatigable de la Comunidad Sudamericana.

Más allá de que Duhalde no quiere evidenciar sus discrepancias, es


obvio que hablan dos idiomas diferentes: para Kirchner, no se puede
avanzar en la unión americana global si antes no se consolidan los
acuerdos comerciales entre la Argentina y Brasil, y si no le gana la
pulseada a Lula para proteger a nuestros electrodomésticos, calzados y
productos textiles.

"Debemos tener absolutamente claro que lo importante son los


objetivos, no los instrumentos", reclamó Kirchner, en referencia a los
acuerdos, como el de Asunción o el de Cuzco, donde se lanzó la unión
sudamericana. "El Mercosur es nuestro bloque de pertenencia
regional, pero los beneficios no pueden tener una sola dirección",
agregó el Presidente.

En ese sentido, criticó al resto de los presidentes por "el compromiso


que manifiesta en cada cumbre, que no se condice con los avances
posteriores". Y lo atribuyó a "los problemas coyunturales locales por
sobre la perspectiva estratégica".

Kirchner dijo, en referencia a Brasil, que "ninguno de nuestros países


es por sí mismo tan grande ni tan fuerte como para prescindir del
destino regional". Una fuente diplomática argentina dijo a La Nacion
que Kirchner fue realista y "fijó nuestra posición". Los aplausos del
resto fueron tenues.

Celso Amorim: "No tenemos que actuar de


manera imperialista"
Artífice de la política exterior del gobierno de Lula, el canciller Celso Amorim explica
por qué Brasil quiere que América del Sur actúe como un bloque en el escenario
internacional
DOMINGO 19 DE DICIEMBRE DE 2004

BRASILIA Principal artífice de la política externa del gobierno de Lula


y férreo defensor de la integración latinoamericana, el ministro de
Relaciones Exteriores, Celso Amorim, rechaza las críticas de que
Brasil pueda tener costos políticos al asumir un mayor protagonismo
en las relaciones con los países del hemisferio Sur y defiende una
"diplomacia de generosidad": "No avanzamos nada al pelear para
ganar todo, en cada detalle. Vamos a ganar en conjunto", dijo.

De buen humor, durante una hora y 30 minutos de conversación, el


ministro, que es amigo personal de Lula, habló sobre las relaciones
con Argentina, sobre la proyección de Brasil en el mundo y sobre la
codiciada silla como miembro permanente en el Consejo de Seguridad
de las Naciones Unidas.

-¿Brasil quiere aún ser líder de América del Sur?


Amorim explica los alcances del protagonismo brasileño. Foto: Renzo Gostoli / AP
-Yo no creo que Brasil necesite pelearse por un liderazgo en América
latina. Brasil desea que América del Sur actúe unida en el escenario
internacional. Claro que sabemos que va a haber desacuerdos, pero
eso existe hasta en Europa.

-Pero es innegable que Brasil ha mostrado un cierto


protagonismo. ¿Se han pagado costos políticos por ello?

-Yo primero miraría los beneficios, no sólo para nosotros, sino para
toda América del Sur. Por ejemplo: conseguimos concluir, en pocos
meses, una cosa que parecía un sueño, que es un área de libre
comercio en América del Sur. Hicimos eso con una cierta dosis de
visión de futuro, sin buscar obtener todas las ventajas a corto plazo y
reconociendo las asimetrías. Eso fue fundamental. El liderazgo se
ejerce de esa manera, con una cierta dosis de generosidad. Sabiendo
que, por su propio tamaño, por las propias características de su
industria, de su agricultura, usted va a acabar beneficiándose más. O
sea, no avanzamos nada al pelear para ganar todo, en cada detalle.
Vamos a ganar en conjunto.

-¿Y hay costos?


-No veo que, hasta hoy, haya habido grandes costos. Hay países que,
inicialmente, se resistían un poco a la idea de esos acuerdos entre
América del Sur y la Comunidad Andina. Pero poco a poco esas
resistencias fueron desapareciendo, porque los países fueron viendo
que era de su propio interés. Claro que si Brasil estuviera luchando
para ser el líder en todo, el escogido en todo, eso podría tener costo.
Pero no es lo que estamos haciendo.

-¿Y en relación con la Argentina? El gobierno argentino no parce


sentirse cómodo con el protagonismo de Brasil. Un ejemplo es que
no apoya la candidatura brasileña para el Consejo de Seguridad.
¿Eso no puede generar algún tipo de roce?

-Yo no diría roce, ni creo que el hecho de que la Argentina no apoye


la candidatura brasileña al Consejo sea un costo. Lamentamos que la
Argentina discrepe con Brasil en relación con ese asunto.
Preferiríamos que vieran que la presencia de Brasil en el Consejo
nunca le haría mal a ellos. Por el contrarío, sería un beneficio. No
consigo vislumbrar un asunto en que Brasil pueda votar contrariando
un interés central de la Argentina. Pero quienes tienen que juzgar eso
son ellos.
-¿Por qué es tan importante para Brasil ganar un puesto
permanente en El Consejo de Seguridad?

-¿Por qué los empresarios quieren formar parte del directorio de la


Federación de Industrias del Estado de Sao Paulo (Fiesp)? Quieren eso
porque, al formar parte de la Fiesp, tienen una influencia mayor en la
política económica del país, y eso se refleja en su propia actividad.
Brasil es un país grande, va a tener cada vez más participación en el
comercio internacional, más participación en el tránsito de personas. Y
es importante que estemos presentes para contribuir en ese ambiente,
para ayudar a que las normas internacionales sean respetadas, a que el
derecho de los países en desarrollo sea respetado.

-Algunas críticas señalan que la política exterior del gobierno de


Lula es tercermundista y antinorteamericana. Recientemente, el
ex presidente Fernando Henrique Cardoso dijo que Brasil aún no
sabe qué rumbo tomar. ¿Cuál es su opinión al respecto?

-Yo no sé sobre qué esta hablando Cardoso, sabemos muy bien para
dónde estamos yendo y cómo estamos trabajando, e inclusive eso tiene
resultados. Si vemos las exportaciones, por ejemplo, aumentaron
enormemente en los últimos dos años. Estamos exportando para países
árabes, para países africanos, para China y para América del Sur de
manera notable. Hoy América del Sur representa un 25% de nuestras
exportaciones. Entonces, ¿cómo se puede decir que nuestra política no
está dando resultados, que no tiene rumbo? Otro ejemplo: estamos
hablando de la integración sudamericana (se refiere a la Cumbre de los
presidentes de América del Sur, en Cuzco). ¿Cómo que no tenemos
rumbo? Entiendo que pueda no gustarle el rumbo, pero eso es otra
cosa. Si usted cree que su rumbo es sólo negociar el Acuerdo de Libre
Comercio de las Américas (ALCA) a cualquier costo, eso es diferente.
No estamos contra el ALCA, sino a favor de él, y no somos
antinorteamericanos tampoco. El ex secretario de Estado de los
Estados Unidos, Colin Powell, estuvo aquí y expresó elogios sobre la
política externa brasileña. Casi me sonrojé, hasta me pareció que fue
demasiado. Nuestra gestión no tiene nada de antinorteamericanismo.

-¿Brasil puede ser la puerta de entrada en América del Sur de


nuevos mercados?

-Eso de puerta de entrada y puerta de salida son imágenes que se


suelen utilizar pero que son confusas. Brasil, a causa del peso que
tiene, de su protagonismo, de su actividad diplomática y de la
presencia del presidente Lula en el mundo, tiene un poder de atracción
muy grande. Entonces, tomamos una iniciativa que, si se concreta
bien, va a resultar en una relación más intensa entre Sudamérica y los
países árabes. Ahora, si ellos van a hacer negocios a través de Brasil o
directo con Argentina, o con Colombia, eso para nosotros no es
problema. Brasil también tiene que entender que no tiene que actuar
de manera imperialista, pero sí de manera solidaria, atendiendo a los
intereses de los otros países.

-Brasil ha invertido en las relaciones bilaterales, pero, hasta


ahora, tanto el acuerdo del ALCA como el de la Unión Europea
(UE) no salen del papel. ¿Cree que esos acuerdos serán suscritos
durante este gobierno?

-No tengo la bola de cristal, pero mi previsión general es que hay tres
acuerdos que tienen que caminar paralelamente: el de la Organización
Mundial de Comercio (OMC), el del ALCA y el de la UE. El más
importante es el de la OMC, ya que va a dictar un poco el ritmo de los
otros. Esos acuerdos de libre comercio, si se hacen con prisa, generan
hipotecas muy graves.

-Y en cuanto al Mercosur, ¿Brasil no ha sido demasiado flexible


en relación con la Argentina?

-Se suele ser flexible con los Estados Unidos y con la Unión Europea.
Ahora, si usted tiene un vecino que está pasando por una situación de
crisis y que es un aliado estratégico, ¿ahí no se puede ser flexible? El
país no existe fuera de su región.

-¿Brasil no va a tener entonces una postura más dura con


Argentina, por ejemplo, como predican algunos sectores de la
industria?

-Lo que tenemos que buscar son soluciones para los problemas. Y
claro que la solución no es necesariamente aquella que desea la
Argentina. Es por eso que hemos hecho reuniones empresariales de
alto nivel, para que miremos hacia adelante. O sea, en vez de
quedarnos mirando residuos de una pequeña disputa de mercado que
no es significativa, sobre todo del lado brasileño, vamos a intentar
trabajar juntos, pensando en el futuro. Ellos también necesitan hacer
eso. Y tiene que haber un cambio cultural. Si queremos una
integración -y yo creo que para Brasil la integración es vital-, hay que
mirar el interés a largo plazo por encima del interés a corto plazo. El
interés de Brasil a largo plazo es tener un bloque fuerte en América
del Sur, pues el mundo se organiza en bloques. América del Sur tiene
oportunidad, también, de ser un bloque, de negociar en conjunto. Y
será en beneficio de todos.

-Cuando habla de los objetivos de la política exterior del Brasil,


usted repite a menudo esta frase: "eso puede parecer
pretencioso". ¿Hasta dónde va esa pretensión brasileña?
-Brasil es un país que tiene peso. Yo diría que, hoy en día, no estamos
teniendo una actuación que exceda la expectativa que existe sobre el
país. Por ejemplo: sería pretencioso pensar que Brasil podría resolver
el problema del Oriente Medio. Sin embargo, partió de esa zona,
específicamente de Palestina, la indicación de que Brasil debería tener
un papel mayor en esta crisis. Y tengo otros varios ejemplos. Es claro
que no vamos a envolvernos en todo tipo de conflicto. Pero creo que
hay una percepción en el mundo de que Brasil puede ayudar.

-¿Cree que Lula influye en esa percepción de que Brasil debe


tener un papel más activo?

-El es fundamental, tiene una presencia importantísima. Por su vida,


por su fidelidad a sus orígenes, por su trayectoria, por su capacidad de
tener en cuenta las necesidades pragmáticas. El es una gran atracción.
Y hay una gran diferencia con otros gobernantes que tuvimos, porque
el prestigio de Lula se transfiere al Brasil mientras que, en el caso de
otros gobernantes, el prestigio era individual, no le llegaba al país
entero.

Por Klecio Santos y Leticia Sander Zero Hora y LA NACION


Con excesivo afán de liderazgo
La estrategia sudamericana de Brasil apunta al Consejo de Seguridad
DOMINGO 19 DE DICIEMBRE DE 2004

El 8 de diciembre último, en la reunión cumbre celebrada en la ciudad


de Cuzco, doce países firmaron la declaración fundacional de la
llamada Comunidad Sudamericana de Naciones, con la significativa
ausencia de tres presidentes del Mercosur y el de Ecuador. El texto,
como es de imaginar, fue redactado para tratar de complacer a todos y
no molestar a ninguno. En él se invocan antecedentes de todo tipo para
impulsar la integración regional. Pero más allá de los buenos
propósitos, que siempre abundan en estos documentos, lo cierto es que
hasta el día de hoy la opinión pública argentina no sabe con exactitud
cuáles son los verdaderos alcances de esa decisión conjunta. No ha
habido en la Argentina un debate apropiado para esclarecer
debidamente qué se persigue con esta adición a las varias estructuras
ya existentes y, sobre todo, en qué medida ella consulta el interés
nacional.

De admitir que el verdadero trasfondo es de carácter económico,


habría que preguntarse si antes de lanzarse a la formación de una
nueva entidad no hubiera sido más acertado solucionar previamente
los serios problemas que existen tanto en el Mercosur como en la
Comunidad Andina y procurar compatibilizar las diferentes
orientaciones económicas, que van desde el exitoso enfoque chileno -
que tiene acuerdos de libre comercio con Estados Unidos y México-
hasta el cerrado nacionalismo venezolano.

En el plano político la pregunta es si le conviene a la Argentina dar


preferencia a un marco estrictamente sudamericano abandonando una
tradicional política de Estado. ¿Por qué no continuar pensando y
actuando en función de la América latina? La concepción
latinoamericana abarca a todos. No excluye a nadie. ¿Y no estaríamos
yendo a contramano, reduciendo el núcleo de nuestras repúblicas, en
momentos en que la Unión Europea se ha ampliado a veinticinco
miembros y ya proyecta incorporar a Ucrania después de las
elecciones y a Turquía en un futuro cercano?

¿Por qué excluir al resto de América latina?. Foto: Rickey Roger / Reuters
La generalidad de la prensa extranjera que se ha ocupado del tema ha
interpretado que la creación de la Comunidad Sudamericana responde
al afán del Brasil de convertirse en el líder de ese ámbito regional,
conjugándolo con su pretensión de ocupar una banca permanente en el
Consejo de Seguridad. Es obvio que nadie puede negar el derecho que
le cabe a nuestro vecino de perseguir esas metas, pero bueno es
señalar que los liderazgos se ganan y respetan por el reconocimiento
que dispensan los demás y no en razón de actitudes excluyentes.
La ampliación de dicho Consejo, que tiene la responsabilidad por el
mantenimiento de la paz y la seguridad internacionales, está ahora
sobre el tapete. El panel de 16 personas eminentes al que el Secretario
General de las Naciones Unidas le confió la preparación de un informe
sobre las reformas que deben introducirse en la organización para
hacerla más efectiva y adaptada a las necesidades de la realidad actual,
se ha expedido al respecto. La parte dedicada al Consejo de Seguridad
presenta dos alternativas muy claras. En la primera de ellas propone la
creación de seis nuevos sitios permanentes sin derecho a veto y tres no
permanentes renovables cada dos años. La segunda opción
comportaría la creación de una nueva categoría de ocho miembros
elegidos por cuatro años, cuyos mandatos podrían ser renovados por
igual lapso, y de otro miembro no permanente. En ambos casos el
Consejo quedaría integrado por 24 miembros en vez de 15 como
ahora.

Esta segunda opción es la que la Argentina ha favorecido


resueltamente a través de sucesivos gobiernos. En rigor, prácticamente
se trataría de bancas semipermanentes que otorgarían a los países que
las obtuvieran la posibilidad de continuar hasta ocho años en esa
función, siempre y cuando recibieran el apoyo y los votos de sus pares
en cada región.

Nuestro país ha propiciado y sigue apoyando este criterio porque no es


excluyente, ya que les permitiría a distintas naciones acceder a tal
distinción. Eliminaría la enojosa situación que se podría producirse si
alguna se sintiese superior o con mejores derechos que otras para
consagrarse en perjuicio de los títulos y aspiraciones de las demás.
Qué bien vienen aquí las palabras de ese gran mexicano que fue
Benito Juárez: "La paz es el respeto al derecho ajeno".

En sus recomendaciones el panel establece pautas bien claras. En


primer lugar, como queda dicho, que debe primar el proceso de
selección realizado en los grupos regionales. Además que, dentro de
sus respectivas regiones, los postulantes figuren entre los tres
principales contribuyentes al presupuesto de la ONU, o en materia de
contribuciones voluntarias, o que más hayan participado en
operaciones para el mantenimiento de la paz.

Es importante dejar bien en claro que, si nuestra cancillería respalda


esa alternativa, como lo está haciendo con justificado vigor, no es para
oponernos al Brasil porque no somos sus amigos, como ha escrito un
diario de San Pablo. Muy por el contrario, la Argentina considera que
así el Brasil puede tener la oportunidad de lograr una de esas bancas.
Pero también la tendrían la Argentina, México, Chile y otros. Sin dejar
de lado a nadie. Es decir, es una posición de profundo sentido y
espíritu latinoamericano.
El autor fue embajador argentino en las Naciones Unidas, Gran
Bretaña, Francia y los Estados Unidos.

Por Carlos Ortiz de Rozas Para LA NACION


Unión Sudamericana: ser o no ser
Por Abel Posse Para LA NACION

MARTES 21 DE DICIEMBRE DE 2004

"...El general Belgrano arengó al pueblo con mucha vehemencia


prometiéndole el establecimiento de un gran imperio en la América
meridional..."

(Tucumán 25 de julio de 1816)

EL 9 de diciembre de 2004. Una fecha que podría ser histórica si los


argentinos y los latinoamericanos pudiésemos tener la fuerza, el coraje
y la persistencia para salir del margen de la historia y asumir el destino
que nos señala la evidencia de nuestro factor cultural.

Después de muchos desengaños, dependencias y sueños declarativos


alcanzamos la posibilidad de darnos este paso esencial y fundador: la
Unión Sudamericana, epicentro político que, con el tiempo,
determinará la consolidación de todos los pueblos latinoamericanos.
Escribía Spengler en 1920 que el destino de toda cultura son formas
de civilización creativas y originales. Hasta ahora nuestra cultura
iberoamericana no se concretó en una política y en una economía
adecuada a nuestra idiosincrasia, a nuestra particular calidad de vida y
a nuestra espiritualidad. Hemos sido necesariamente imitadores.

El mundo entró en un ciclo imperial. Es tiempo de imperios. Las


naciones deben crear integraciones culturales o regionales o inclinarse
ante las superpotencias: los anglosajones, Europa, la Rusia
euroasiática, China, Japón, India, el poder islámico. América latina
tiene que definirse en su imperio cultural de cuatrocientos millones de
personas o conformarse a un trágico destino de postergación, como
pasa con Africa negra.

Algunos pensadores, como Baudrillard, sospechan que los


latinoamericanos en realidad no queremos nacer y que "nos gustaría
seguir en el marsupio colonial cien años más".

Para la nueva instancia imperial a la cual el mundo nos obliga, con la


Unión Sudamericana estamos definiendo políticamente lo que todavía
no logramos plasmar en el plano económico del Mercosur y de la
Comunidad Andina. La crisis acosa. La violencia financiera y las
políticas crudamente militares nos obligan a un pensamiento y a una
conducta estratégica comprometida. La Argentina moderna, por
ejemplo, surgió como reacción ante la crisis. También puede
impulsarnos: tal fue el caso en 1890, y el surgimiento, justamente, de
la "generación del 90". Hay crisis que propician el nacimiento o el
renacimiento. Antes de ese proceso fundacional del fin del siglo XIX,
la crisis anárquica, a partir de 1820, propició la lenta unión de los
Estados provinciales, con el resultado final de la Organización
Nacional.

La desmoralizada Argentina de hoy, en quiebra, con una política de


patio, inerme, sin Estado conductor ni poder disciplinario, con una
democracia pervertida que sólo garantiza el poder de los capitanejos,
en una anarquía triste que nos descuelga de nuestra cultura tradicional
de la educación y de la justicia, tiene, sin embargo, la posibilidad de
alcanzar su ineludible reorganización en la Gran Política de la
construcción de la patria grande continental, en la Unión
Sudamericana. Solamente en esa nueva realidad de poder, la
Argentina podrá reencontrar el respeto y la voz perdida en la esfera
mundial.

Por eso, el 9 de diciembre de 2004 puede ser un día histórico, pese a


nuestra falta de aventura y de misticismo patrio y americanista.

(Tal vez el Presidente lamente su ausencia, como aquel diputado


Corro, que se perdió el 9 de Julio de 1816 y la firma del acta de la
Independencia, alegando "ausencia con aviso" y un paralizante dolor
de muelas en la travesía de Santa Fe.)

Poder y autonomía
Brasil, la Argentina y la eventual Unión Latinoamérica se disponen a
consolidar con urgencia un poder regional de importancia mundial. Es
la primera potencia del hemisferio sur, el hemisferio preservado de la
destrucción ecológica y la cuarta región de mayor potencial global.
Los primeros proveedores mundiales de alimentos, con expansión y
presencialidad bioceánica.

Ante ciertos ejercicios de geopolítica fácil, corresponde decir que esta


Unión Sudamericana (o eventualmente latinoamericana) no surge
contra Estados Unidos o el ALCA, del mismo modo que Estados
Unidos o la Unión Europea no surgieron históricamente para
confrontarse, sino para consolidar sus culturas en nuevas formas
políticas y civilizatorias.

La Unión Sudamericana es una realidad cultural de Occidente mismo.


Como comentara alguna vez el ex presidente Aznar, Occidente no
puede interpretarse o estabilizarse excluyendo algún factor de su
trípode unificador: la actual proa o motor de poder anglosajón, el
centro o matriz cultural europea y nuestra América latina, objetivo y
destino esencial de Occidente desde el Descubrimiento y el
Renacimiento.

Tendremos la tarea de pensarnos un destino continental


revolucionariamente conservador y preservador de valores ecológicos,
de una calidad de vida liberada del lastre subculturizador y con el
retorno a una relación válida entre hombre y naturaleza.

Detrás del programa político, en esta etapa imperial del mundo,


tendremos la oportunidad de lo más difícil: de creer en nuestros
valores y de rescatarlos en una espiritualidad. Sin esta dimensión
superior, solamente nos quedaría acompañar al escepticismo de
Borges cuando citaba "un imperio más, una estupidez más".

Parece increíble en este tiempo argentino de politiqueros escudados en


su seudodemocracia amurallada que, de algún modo, el ideario de una
política grande y generosa haya madurado desde nuestra caída y haya
sido revalorizada, por impulso argentino, como bandera continental.
"Allá donde crece el peligro crece lo que salva." Hölderlin.

El autor es escritor y diplomático.


olívar quería otra cosa
Por Tomás Eloy Martínez Para LA NACION

VIERNES 31 DE DICIEMBRE DE 2004

HIGHLAND PARK, N. J.

Quién sabe ya cuántas veces se ha hablado de la unidad de las


naciones sudamericanas -y aun de toda América latina-, sin que se
llegue a parte alguna. El proyecto de establecer una Comunidad -
lanzado en Cuzco, Perú, la segunda semana de diciembre- parece, de
lejos, el más serio, aunque hayan faltado a la reunión inicial cuatro
presidentes del conjunto de doce países que integran el área.

Tanto Luiz Inácio Lula da Silva, de Brasil, como Hugo Chávez, de


Venezuela, invocaron con insistencia el sueño bolivariano de unidad.
En Chávez no es novedoso: el legado de Simón Bolívar es hasta tal
punto su obsesión que en otros tiempos solía dejar libres los asientos
que estaban a su derecha para que allí se instalara el espíritu del
libertador venezolano. En Lula, la mención pareció sólo otro paso en
su batalla por la supremacía dentro de la región.

En la reunión de Cuzco, el presidente del Perú, Alejandro Toledo, y los mandatarios de Venezuela, Hugo Chavez, y de Brasil, Luiz
Inacio Lula da Silva. Foto: Reuters
Pocas veces los discursos políticos desentrañan qué quiso decir
Bolívar cuando hablaba de unidad, en una época en que la geografía
del hemisferio era todavía un magma y en que las naciones europeas
sobrellevaban una historia de tantas enemistades que nadie podría
haber vislumbrado siquiera la alianza que comparten ahora.

El reclamo de unión más explícito que hizo Bolívar es el que aparece


en una proclama de 1818, dirigida desde Angostura a los "habitantes
del Río de la Plata". En ella anuncia que cuando Venezuela "haya
extinguido a los últimos tiranos que profanan su suelo, entonces os
convidará a una sola sociedad, para que nuestra divisa seaUnidad en la
América Meridional".

Pero la reflexión más extensa y matizada sobre el tema data de tres


años antes, cuando escribió en Kingston uno de sus documentos
célebres, la Carta de Jamaica , antes de emprender la fase decisiva de
su campaña libertadora. Allí Bolívar profetiza que México oscilará
entre una república representativa y una monarquía constitucional al
principio y absoluta después, que los países situados entre Guatemala
y el istmo de Panamá "formarán quizás una asociación", y que la
actual Colombia se unirá con Venezuela, con Maracaibo como capital.
Pero su visión está llena de reservas.

Admite que la idea del vínculo único entre todas las naciones del
Nuevo Mundo es "grandiosa" y hasta previsible, porque las enlazan
"un origen, una lengua, unas costumbres y una religión". Pero, a la
vez, supone que la división es inevitable, porque hay "climas remotos,
situaciones diversas, intereses opuestos, caracteres desemejantes". En
las últimas páginas de la carta da rienda suelta a sus sueños. "¡Qué
bello sería...!", exclama; o bien: "Ojalá que algún día tengamos la
fortuna...", pero a la vez remite la idea de unidad a una época remota y
utópica, en la que el continente estaría ya "regenerado". Cualquier
"otra esperanza es infundada", explica, equivocándose ahora:
"Semejante a la del abate Saint Pierre, que concibió el laudable delirio
de reunir un congreso europeo para decidir la suerte y los intereses de
aquellas naciones". Bolívar aspiraba a la unidad, entonces, pero la
creía difícil, cuando no imposible. La independencia sería conquistada
plenamente sólo después de la unión, dijo, "mas esta unión no vendrá
por prodigios divinos, sino por esfuerzos sensibles".

La meta que se propone la Comunidad Sudamericana de Naciones


parte de una certeza de unidad, no de la duda bolivariana. Es posible
que los presidentes hayan analizado en Cuzco, sin embargo, que no
hay unidad sin estabilidad, y la región no es un modelo en ese sentido.
A largo plazo -quince años, tal vez menos- deberían definirse las
instituciones supranacionales -el Parlamento Sudamericano, para
empezar-, y los caminos que se irán siguiendo hasta tener una moneda
común, demoler las aduanas y permitir el libre tránsito y el derecho al
trabajo de todos los habitantes en cualquier país del área. Si la
Comunidad Europea sigue teniendo dolores de cabeza en varios de
esos puntos, es posible imaginarse lo difícil que será salir adelante en
este lado del mundo.

Por de pronto, hay muchos orgullos nacionales en juego. Lula querrá


tener la voz cantante y ejercer el liderazgo del grupo, y Chávez se
esforzará por hacerse notar en todas las ocasiones. El éxito del
proyecto que por ahora es la Comunidad Sudamericana depende no
sólo de lo que pase dentro de ella, sino también de las respuestas que
recibirá desde afuera.

La estabilidad institucional es un problema. La corrupción es otro no


menos grave. Los Estados Unidos, que perdieron de vista a sus
vecinos del Sur por interesarse demasiado en las reservas petroleras de
Irak e Irán, de pronto parecen sorprendidos por esta inesperada salida
de cauce. Un bloque sudamericano fuerte podría comerciar
ventajosamente con Europa y con los gigantes asiáticos. ¿De qué
puede servir la enorme fuerza militar de los Estados Unidos si su
economía sigue debilitándose?
A pesar de que los gobiernos de centroizquierda, que ahora son
mayoría en el subcontinente, se han abierto, sin excepción, hacia la
libertad de mercado, a Washington le cuesta entender que esa libertad
vaya de la mano del socialismo. Con el chileno Ricardo Lagos han
entrado en razón, porque Lagos actúa con extrema inteligencia
política, midiendo cada uno de sus pasos y acentuando la prosperidad
que ha heredado. Pero todavía desconfían de Kirchner y de Lula, por
no hablar de Hugo Chávez y de la incógnita llamada Tabaré Vázquez,
que se parecen en muy poco.

Chávez ha violentado todas las reglas de la convivencia democrática


al enardecerse contra los medios opositores, que son mayoría en
Venezuela, impulsando la firma de una ley mordaza que prohíbe el
ejercicio libre de la información.

Algunas empresas de televisión han anunciado que no están dispuestas


a autocensurarse y que se expresarán como siempre. Todavía no ha
sucedido el primer incidente, pero sucederá. En cambio, todos los
pasos que dio Tabaré Vázquez aun desde antes de su triunfo indican
que Uruguay se inclinará también por la libertad de mercado, pero que
seguirá los pasos de Kirchner en el terreno de los derechos humanos y
en la limpieza de la justicia.

Aparte de Chávez, por lo tanto, no hay señales de que en América del


Sur renazca un populismo al viejo estilo. Los últimos vestigios
demagógicos aparecieron durante los gobiernos del argentino Carlos
Menem y del brasileño Fernando Collor de Melo, pero ambos
aceptaban sin discusión la primacía de los Estados Unidos.

Por ahora, la Comunidad Sudamericana no es una amenaza para los


países hegemónicos, porque la verdadera unión no se avizora en el
horizonte. Dos políticas antagónicas han comenzado a esbozarse.
Chávez, que está repartiendo en su país las caudalosas ganancias
petroleras de los últimos años sin crear obras de infraestructura, insiste
en que la distribución de la riqueza es el punto central del debate. Más
cauto, Lula postula que se debe acentuar el crecimiento antes de soñar
con el reparto.

Hace ciento noventa años, Simón Bolívar conjeturó que los pueblos de
esta parte del mundo "se profesan un afecto fraternal recíproco" y que
las divisiones nacen, en verdad, "de la ambición particular de algunos
hombres". Quizá los hechos no sean hoy distintos. La diferencia está
en que, para Bolívar, la unidad era el paso último de un proceso de
regeneración moral. Y para los creadores de la Comunidad
Sudamericana la regeneración moral no figura todavía en la lista de
prioridades.
Lula y Kirchner intentan distender el conflicto bilateral

Se comprometen a mejorar el bloque


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Alejandro Rebossio
LA NACION

VIERNES 31 DE DICIEMBRE DE 2004

Las fiestas de fin de año suelen ser ocasión de peleas y


reconciliaciones. En el caso del presidente brasileño, Luiz Inácio Lula
da Silva, optó por lo segundo y lo llamó ayer a su par argentino,
Néstor Kirchner, para desearle un feliz 2005, intercambiarse elogios y
bromas y comprometerse a mejorar el Mercosur, pese a las recientes
disputas que hicieron olvidar la buena sintonía que prevalecía entre
ambos.

El subsecretario de Integración Económica, Eduardo Sigal, reconoció


que la apreciación de la moneda de Brasil -donde el dólar se cotiza a
2,65 reales, contra los 3 pesos en Buenos Aires- "ha llevado a que
empiece a equilibrarse el comercio bilateral", deficitario para la
Argentina por segundo año consecutivo, pero advirtió que el Gobierno
"va más allá de la coyuntura" y quiere aprovechar que "no hay ningún
problema particularmente grave" para abordar sin tensiones la
creación de la figura de la salvaguardia en el Mercosur, que serviría
para frenar importaciones que dañen la producción local. El 25 o 26
del mes próximo se reunirán en Brasil funcionarios de ambos países
para discutir ésta y otras reformas para una política industrial común,
que propuso la Argentina hace tres meses.

Si el socio mayor del Mercosur las rechaza, "existe la posibilidad


desgraciada y lamentable de la unilateralidad", dijo Sigal. Así se
refirió a las licencias no automáticas que están aplicándose para
alfombras y lavarropas, así como al arancel para televisores.

En una conversación de 10 minutos, Kirchner y Lula ratificaron el


compromiso de fortalecer el Mercosur, según una fuente de la Casa
Rosada. El presidente brasileño comenzó el diálogo saludándolo por
las fiestas y agradeciéndole por los corderos patagónicos que el líder
santacruceño le había enviado para fin de año.

"Esta vez llegaron", bromeó Lula, al recordar que un año atrás


Kirchner se los envió por intermedio del presidente de la Comisión de
Representantes Permanentes del Mercosur, Eduardo Duhalde, y nunca
llegaron a destino. "Me llegaron por no haber usado a Duhalde de
correo", soltó Lula.
El de Kirchner fue un gesto de cortesía que se opuso al duro discurso
que pronunció en la reciente cumbre del Mercosur en Ouro Preto,
donde pidió que se respetara la recuperación industrial argentina.
"Ninguno de nuestros países es por sí mismo ni tan grande ni tan
fuerte como para prescindir del destino regional", declaró aquella vez.
Además había faltado a principios de mes al acto de nacimiento de la
Comunidad Sudamericana de Naciones (CSN) en Cuzco, un proyecto
impulsado por Lula.

Ambos presidentes coincidieron ayer en respaldar el "proyecto de


unidad latinoamericana", según un vocero de la Rosada. El término
latinoamericano y no sudamericano, como la CSN, no es inocente:
incluye a México, la mayor economía del subcontinente, un país que
puede contrabalancear el poder de Brasil.

No obstante, el vocero mencionó el respaldo de los dos líderes a la


CSN, cuya estructura de base será el propio Mercosur. Agregó que la
conversación fue "amable y muy cordial".

La Argentina espera que en la reunión técnica del mes próximo Brasil


"eleve una propuesta por escrito" a partir de las reformas promovidas
por la Argentina. En cuanto a las salvaguardias, abolidas en 1994 al
crearse la unión aduanera, Sigal admitió que el Gobierno prefiere
arreglar los desequilibrios entre los países mediante la coordinación
macroeconómica, pero "mientras que no se consiga se necesitan
mecanismos que preserven la producción". Recordó que la Argentina
propuso el año pasado la instauración de un instituto monetario del
Mercosur, que apuntalaría la coordinación con miras a una unificación
de la moneda en el largo plazo, pero no obtuvo respuesta.

Sigal manifestó que el déficit con Brasil de por sí no lo inquieta. "Si el


déficit fuera producto de más comercio intrazona, en sustitución del de
extrazona, o de incorporación de bienes de capital, no me preocuparía.
Sí me preocupa si deja miles de desocupados."
¿Integración comercial sin integración física?
MARTES 11 DE ENERO DE 2005

Durante largo tiempo los analistas latinoamericanos aceptaron una


especie de brecha conceptual entre las cuestiones de integración
comercial y las de integración física. Tal deslinde tuvo cierta
justificación, pero en nuestros días obstaculiza la comprensión de los
problemas regionales, en especial si se considera que la
profundización de la integración latinoamericana parece depender, lisa
y llanamente, de una mayor integración física.

Desde la perspectiva comercialista, estamos desbordados por la


contradicción entre el ensalzamiento de la integración y los regateos y
conflictos comerciales que protagonizan los mismos gobiernos que
enarbolan aquellas verborrágicas proclamas.

Entretanto, van prosperando las negociaciones y la suscripción de


acuerdos de libre comercio entre países de la región y los países más
poderosos del planeta. ¿Cómo explicarlo? ¿Acaso la integración
latinoamericana ya fue barrida por la globalización y sólo persiste una
rémora discursiva?

Las apariencias refuerzan esta conjetura dada la disparidad de criterios


para negociar acuerdos comerciales: las tratativas entre países
latinoamericanos están plagadas de fórmulas destinadas a escamotear
el acceso a los mercados, en tanto las negociaciones con países
industrializados llegan a las instancias definitorias con llamativa
ligereza.

Los ideales de integración latinoamericana están en pie. Pero bajo las


condiciones actuales, las preferencias comerciales requieren una
integración física que las sustente. La economía globalizada desarrolla
redes de comunicación instantánea, así como de procesamiento y
transporte de bienes (procedimientos, vehículos, vías e instalaciones)
que conectan a las sociedades centrales, a éstas con las periféricas, y
por último y de manera muy limitada a las periféricas entre sí.

Sin sentido
Las insuficiencias estructurales que aislan a cada país en desarrollo de
sus vecinos, y la simultánea internacionalización de algunos
segmentos de mercado en todos ellos coinciden para que muchas
preferencias comerciales intralatinoamericanas pierdan sentido. En
efecto, las preferencias no interesan porque no pueden ser
aprovechadas, o bien las carencias de infraestructura facilitan
triangulaciones comerciales de muy difícil verificación y
neutralización.

Ha pasado el tiempo de los emprendimientos gigantescos que ignoran


las necesidades y posibilidades de los mercados. Asistimos a una
nueva concepción, motorizada por la llamada "Iniciativa para la
integración de la infraestructura regional sudamericana" (Iirsa) surgida
del consenso entre doce Estados sudamericanos. El territorio regional
se organizó desde una visión de ejes de integración y desarrollo que
permite vincular los proyectos con la funcionalidad logística de las
inversiones.

Cuatro de esas líneas de trabajo tienen directa ingerencia sobre la


inserción regional de la Argentina: los ejes Mercosur-Chile, de la
hidrovía Paraná-Paraguay, de Capricornio y del Sur.
Coincidentemente, al firmar un mapa en el que se identifican 31
proyectos de integración física y suscribir la Declaración de Cuzco el
8 de diciembre pasado, los presidentes llamaron a la conformación de
la Comunidad Sudamericana de Naciones, entendida como una
convergencia de integración física y económica. ¿Sabremos aceptar
semejante desafío?

EL AUTOR: investigador del Instituto de Integración


Latinoamericana de la Universidad Nacional de la Plata.

Por Marcelo Halperin


En medio de la disputa en el PJ bonaerense, se
reunieron Kirchner y Duhalde
Oficialmente se informó que el Presidente y su antecesor analizaron el lanzamiento del
canje de la deuda
VIERNES 14 DE ENERO DE 2005 • 12:47

El presidente Néstor Kirchner y el ex mandatario Eduardo Duhalde se


reunieron hoy, durante una hora, en la Casa de Gobierno.

Del encuentro, que se desarrolló en el despacho presidencial,


participaron además el ministro de Planificación, Julio De Vido; el
jefe de Gabinete, Alberto Fernández, y el presidente del bloque de
diputados nacionales del PJ, José María Díaz Bancalari.

Según dijeron fuentes oficiales consultadas por LA NACION


LINE, Kirchner y Duhalde se reunieron para analizar en detalle el
lanzamiento del canje de la deuda en default y el viaje que el ex
presidente realizará el lunes próximo a Venezuela para estudiar con el
presidente Hugo Chávez la conformación de la Unión Sudamericana

El encuentro producido en la Casa Rosada se prolongó por el término de una hora.

Sin embargo, el encuentro se desarrolló en medio de la feroz disputa


interna del justicialismo bonaerense que enfrenta al duhaldismo con el
sector que lidera el gobernador Felipe Solá.

El conflicto se profundizó en los últimos días a partir de la aprobación


del presupuesto provincial para 2005 que recorta algunas facultades al
mandatario bonaerense como la capacidad para reasignar partidas.

Ambos sectores entrecruzaron duras acusaciones: el felipismo acusó al


duhaldismo de crear "una caja negra" para encarar el año electoral,
mientras que el sector que responde al ex mandatario acusó al
gobernador de "presionar" a intendentes para que se sumen a su línea
interna del partido.

Ayer, Kirchner encabezó un acto en la localidad de José C. Paz con


Solá, en lo que se interpretó como una muestra de respaldo a pesar de
que no hubo referencias explícitas sobre la pelea justicialista en el
mayor distrito electoral del país. Hoy recibió a la otra parte del
conflicto, Eduardo Duhalde, en la Casa de Gobierno.
No trascendió qué espació tuvo durante el encuentro el análisis de la
pelea entre el sector que responde al ex presidente y el gobernador
bonaerense.

La última vez

El último encuentro entre Kirchner y Duhalde se había producido a


fines de noviembre, también en Casa de Gobierno, donde el ex
presidente llegó en carácter de titular de la Comisión de
Representantes Permanentes del Mercosur.

En aquella reunión, Kirchner y su antecesor analizaron la propuesta


que llevó Argentina a la reunión de mandatarios que se realizó en la
ciudad peruana de Cuzco, donde se dio el primer paso hacia la
conformación de la Comunidad Sudamericana de Naciones.

Kirchner mantuvo al menos una quincena de encuentros con Duhalde


desde que asumió como Presidente y si bien en la mayoría de ellos se
abordaron temas relacionados con el Mercosur y la integración
regional, otros sirvieron para enfriar versiones que daban cuenta de
supuestas fisuras en la relación entre ambos.
Kirchner y Duhalde ratifican su alianza
Los dos líderes se mostraron en la misma sintonía para no debilitar las opciones de éxito
del canje de la deuda en default
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Mariano Obarrio
LA NACION

SÁBADO 15 DE ENERO DE 2005

El presidente Néstor Kirchner recibió ayer sorpresivamente a su


antecesor, Eduardo Duhalde, para mostrar hacia el mundo una imagen
de fuerte consolidación de la alianza peronista que ejerce el poder en
pleno proceso del canje de la deuda externa y para enviar hacia
adentro del PJ la señal de que ambos líderes se propusieron enfriar la
pelea interna en la provincia de Buenos Aires entre el gobernador
Felipe Solá y los dirigentes duhaldistas.

También, Kirchner le confió al jefe del PJ bonaerense que cree que la


adhesión al canje de la deuda será mucho mayor al 50%, piso con el
cual el Gobierno considera superado el default, según había dicho
anteayer el ministro de Economía, Roberto Lavagna.

"La cuestión central fue cerrar filas para demostrar que la alianza entre
Kirchner y Duhalde está más fuerte que nunca. Quieren mostrar una
imagen de unidad para salir del default, tema que más preocupa hoy al
Gobierno", consignó a LA NACION una alta fuente de la Casa
Rosada.

Kirchner recibió a Duhalde acompañado por los ministros De Vido y Fernández y por el diputado José María Díaz Bancalari. Foto: Presidencia de la
Nación

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Acuerdan un temario para el Congreso


Duhalde le adelantó que pasado mañana viajará a Venezuela para
entrevistarse con el presidente de ese país, Hugo Chávez, como
puntapié inicial de una gira por todos los países sudamericanos.

Repasaron así la agenda del Mercosur y de la Comunidad


Sudamericana. Según fuentes de ambos sectores, Kirchner lo alentó a
Duhalde a "avanzar fuertemente con ese tema".

De la reunión en el despacho presidencial, que duró más de una hora,


participaron el jefe del Gabinete, Alberto Fernández, el ministro de
Planificación Federal, Julio De Vido, y el jefe del bloque de diputados
del PJ, José María Díaz Bancalari.

La pelea interna en el PJ bonaerense entre duhaldistas y felipistas se


llevó una parte del diálogo, aunque acordaron negarlo ante la prensa.

"Se trató el tema, se hicieron algunas bromas", dijo uno de los


participantes. Kirchner se había mostrado anteayer al lado de Solá en
un acto en la localidad bonaerense de José C. Paz, aunque evitó
pronunciarse en público sobre la contienda.

Denuncias cruzadas
El felipismo y el duhaldismo bonaerenses vienen cruzando denuncias
sobre el manejo de recursos públicos de la administración bonaerense,
pelea que nació cuando Solá lanzó su corriente interna y Duhalde
replicó con la creación de su sector Lealtad, con miras a las elecciones
de octubre.

Los diputados de Duhalde sancionaron en la Legislatura un


presupuesto diferente del que pedía Solá; los felipistas contestaron
denunciando un aumento del presupuesto para los legisladores, y el
duhaldismo acusó al gobernador de extorsionar con fondos públicos a
los intendentes para que se sumaran al felipismo.

En este contexto, tanto la Casa Rosada como el duhaldismo se


pusieron de acuerdo en que sus voceros dijeran que "no se habló de la
pelea interna del PJ".

Pero lo cierto es que Duhalde estaba muy molesto con el cariz que
tomaron las cosas y llegó a Balcarce 50 con la intención de
transmitirle a Kirchner que se encargaría de frenar a los dirigentes más
exaltados de uno y otro bando.
Solá no descartaba ayer tener una reunión con Duhalde en breve. En la
Casa Rosada dijeron que Kirchner "le hizo un gesto a Solá al recibir a
Duhalde", para que la sangre no llegue al río y no peligre la
estabilidad del gobernador ni la integridad del peronismo. "No habrá
ruptura y el conflicto se irá apagando", agregaron.

Las fuentes explicaron que durante el canje de la deuda no debe haber


sobresaltos en la política doméstica.

De Vido y Fernández dieron a Duhalde una carpeta reservada que


contenía la información confidencial sobre la estrategia argentina
sobre el canje de deuda, de modo que el ex presidente podrá explicar
ese proceso en el exterior.

Convenio con La Rioja


El presidente Néstor Kirchner y el gobernador de La Rioja, Angel
Maza, firmaron ayer un convenio de financiamiento por 20 millones
de pesos para paliar los daños ocasionados por la sequía sufrida el año
pasado en esa provincia. El gobernador riojano, que durante muchos
años respondió al ex presidente Carlos Menem, mantiene en la
actualidad una fluida relación con Kirchner. En el despacho
presidencial de la Casa Rosada, Maza obsequió al Presidente una fusta
"para que la use para gobernar". Luego de agradecer el regalo,
Kirchner le respondió, con ironía, que iba a guardar la fusta "para
cuando visite La Rioja".
Duhalde se reunió con Chávez en Caracas
Pasaron revista a la agenda regional
VIERNES 21 DE ENERO DE 2005

Eduardo Duhalde, presidente de la Comisión de Representantes


Permanentes del Mercosur, y el jefe de Estado de Venezuela, Hugo
Chávez, se reunieron ayer en Caracas para ultimar los detalles de la
agenda de integración de la recientemente constituida Comunidad
Sudamericana.

Durante un almuerzo fuera del protocolo, discutieron sobre los futuros


pasos para poner en marcha las instituciones comunes del flamante
bloque regional, lanzado en Perú en diciembre último.

Además, Duhalde y Chávez habrían dialogado informalmente sobre


posibles caminos para solucionar la tensión que envuelve a los
gobiernos venezolano y colombiano por la captura del líder guerrillero
de las Fuerzas Armadas Revolucionarias (FARC) Rodrigo Granda, en
Caracas.

Como consecuencia de la crisis entre Chávez y el presidente de


Colombia, Alvaro Uribe, el mandatario venezolano había recibido
anteayer a su par brasileño, Luiz Inacio Lula da Silva, en la ciudad de
Leticia, que también habría ofrecido sus oficios para mediar entre
ambos países.

Sin embargo, el encuentro entre Chávez y Duhalde, precisaron fuentes


cercanas al ex mandatario, tuvo como eje principal los pasos que se
darán para definir las características del bloque regional.

Durante el mes próximo, Duhalde tiene previsto reunirse con cada uno
de los presidentes de los países miembros, ronda que comenzó hace
una semana con la reunión que mantuvo, en la Casa Rosada, con
Néstor Kirchner.

Además se analizaron los lineamientos político-estratégicos para


avanzar en la integración sin descuidar los órdenes económicos
existentes en las naciones del bloque.

Duhalde anunció que en marzo próximo se hará la primera reunión


significativa sobre el proyecto de institucionalización de la
Comunidad Sudamericana, de la que participarán los cancilleres de los
países firmantes.
El ex presidente informó además que el 31 del actual viajará a Brasilia
para tener reuniones con el canciller Celso Amorim y con el ministro
de Hacienda Antonio Palocci, que serán preparatorias del encuentro
con Lula da Silva.

Luego visitará al primer mandatario paraguayo, Nicanor Duarte


Frutos, en Asunción.
Un emisario de Lula llega a Caracas
El presidente brasileño quiere transmitirle a Chávez "ideas" para resolver la crisis
SÁBADO 22 DE ENERO DE 2005

SAN PABLO.- Un emisario del gobierno de Brasil llega hoy a


Venezuela para transmitirle al presidente Hugo Chávez "unas ideas"
del presidente Luiz Inacio Lula da Silva para contener la crisis con
Colombia.

"¿Cómo vamos a tener una Comunidad Sudamericana de Naciones si


apenas lanzamos la iniciativa ya tenemos un momento de tensión
como éste? -se preguntó el secretario de Asuntos Internacionales de
Brasil, Marco Aurelio García, en diálogo con LA NACION, minutos
antes de partir rumbo a Caracas-. Un episodio de este tipo conspira
contra la integración sudamericana."

Según García, el conflicto generado entre Colombia y Venezuela


"conspira contra el intento de fortalecer América del Sur. Por eso les
estamos diciendo a los presidentes de ambos países: traten de
solucionar el problema".

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Chávez sube la apuesta y acusa a Uribe de refugiar a terroristas

El emisario del presidente brasileño llega hoy a Caracas para mantener


un encuentro con el mandatario venezolano y transmitirle "algunas
posibles soluciones que el presidente Lula ideó para salir de esta
situación. El presidente le transmitió personalmente estas ideas al
presidente Alvaro Uribe en Leticia (ciudad de frontera de Colombia
con Brasil) a comienzos de esta semana, que fueron escuchadas con
bastante receptividad".

El funcionario se excusó de revelar cuáles son las ideas de Lula para


contener la crisis.

Según García, "no se puede decir que Brasil esté haciendo


exactamente el papel de mediador, porque las comunicaciones entre
los gobiernos de Colombia y Venezuela no están interrumpidas como
para necesitarlo".
El término exacto para el papel que está ejerciendo Brasil "sería el de
«facilitador» de las conversaciones", explicó el historiador, amigo de
Lula desde hace más de tres décadas.

García participó de la comunicación telefónica que el presidente Lula


mantuvo durante la noche de anteayer con Chávez, una llamada hecha
por iniciativa de Lula.

"Nuestra perspectiva es que hay buenas posibilidades para que el


conflicto se resuelva pronto, porque vimos en Chávez una voluntad
muy fuerte de resolver este problema cuanto antes", dijo el
funcionario.

Según García, no es cierto que las relaciones entre Lula y Chávez se


hayan enfriado en los últimos tiempos. "La conversación que tuvieron
por teléfono fue calurosísima", dijo el hombre, que le "traduce" al
presidente brasileño la situación internacional.

El conflicto entre Colombia y Venezuela conspira, también, contra el


ideal de la diplomacia brasileña de mostrar un espacio integrado con
capacidad de comunicarse frente al mundo con un discurso alineado.

Al ser consultado sobre los riesgos para Brasil de interceder en un


conflicto con el grado de complejidad y gravedad que alcanzó el
episodio, el funcionario de Lula minimizó la situación.

"Estamos en una situación cómoda, porque los dos presidentes dijeron


que agradecen la ayuda que Brasil pueda dar. Y porque el presidente
Lula mantiene excelentes relaciones con ambos mandatarios."

Por Luis EsnalCorresponsal en Brasil


Kirchner amplió su alianza con Chávez
Venezuela garantiza 8 millones de barriles de fuel oil a cambio de productos argentinos;
coinciden en la integración regional
MIÉRCOLES 02 DE FEBRERO DE 2005

Los presidentes Néstor Kirchner y Hugo Chávez ampliaron ayer el


acuerdo comercial y político entre los gobiernos de la Argentina y
Venezuela, como un impulso concreto -según recalcaron- para el
proyecto de integración política en América del Sur.

Siempre sonriente y con un poder de improvisación a toda prueba,


Chávez pasó más de tres horas en la Casa Rosada, recorrió medio
Buenos Aires para escenificar los convenios firmados y enfatizó cada
vez que pudo que lo une a Kirchner "una alianza política estratégica".

Las muestras de cariño se sostienen en una base sólida: el petróleo, la


gran arma de la economía venezolana.

Kirchner miró la hora, con una sonrisa que Chávez interpretó como una broma por sus extensos discursos. Foto: Aníbal Greco

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Chávez y Kirchner ratificaron el plan de abastecimiento energético


que el año pasado ayudó a que la Argentina soportara mejor la crisis
energética. Venezuela enviará al país este año 8 millones de barriles
de fuel oil y 1 millón de gas oil. A cambio, recibirá productos
argentinos.
Ayer mismo Chávez bendijo el embarque de 900 vacas Holando
Argentino, parte de una serie de envíos que se repetirán en los
próximos meses. También recibirá ascensores para hospitales,
construidos aquí.

La alianza comercial incluye un proyecto de inversión multimillonaria


de la petrolera estatal Pdvesa en la Argentina. Según anunció Chávez,
analiza abrir 600 estaciones de servicio durante 2005. Quiere comprar
negocios de Shell, incluida una refinería, dijo. Como gesto, ayer
inauguró la primera sede, en Núñez.

Para Kirchner resulta una apuesta de alta importancia, ya que el


ingreso de Pdvesa en el país estará atado a la entrada en el mercado de
la estatal Enarsa, creada por su gobierno el año pasado. La unión
alcanzará a la exploración, explotación y transporte de combustibles,
de acuerdo con otro de los protocolos firmados ayer.

"Marchamos a una relación bilateral que nos abre un sendero de


cooperación latinoamericana", dijo Kirchner en el Salón Blanco de la
Casa de Gobierno, tras reunirse con su invitado. "El Mercosur, la
Comunidad Andina y la Comunidad Sudamericana son la única salida
a nuestros males", añadió. Chávez sonreía y aplaudía.

Unidad sudamericana
Durante los 90 minutos que los dos conversaron en el despacho
presidencial habían destacado la importancia del gesto político que
encierran los acuerdos económicos firmados ayer.

No es novedad en la retórica del presidente venezolano la apelación a


la integración regional, el "sueño de Bolívar" al que siempre recurre.
Esta vez encontró un fuerte eco en Kirchner, que en los últimos meses
había tomado cierta distancia de los proyectos de integración.

Coincidieron en que iniciativas como la Comunidad Sudamericana (a


cuya creación Kirchner faltó) no sirven de nada "sin actitudes
solidarias" y renuncias a pelear por el liderazgo, relataron testigos de
la reunión. Chávez argumentó que su idea de mover inversiones
petroleras de los Estados Unidos a la Argentina es una muestra clara
de esa actitud.

Fue un diálogo cordial y sin rigidez protocolar. Se conocen bien: se


veían por décima vez en 20 meses. Kirchner, igual que las otras tres
ocasiones en que recibió a Chávez, cedió el protagonismo al invitado
sin involucrarse del todo en la retórica que lo caracteriza.

A su turno de hablar en la Casa Rosada, el líder venezolano vio de


reojo el gesto que le hacía Kirchner: lo miró y golpeó su reloj con el
índice derecho. "Para ganar tiempo, no voy a leer todo esto", dijo
Chávez, señalando el discurso que le habían preparado. Improvisó
sólo 40 minutos.

Como Kirchner, acusó a los organismos de crédito por las crisis de


América latina y bregó por la integración política. "Pertenezco a esta
banda de argentinos y venezolanos que nos hemos reencontrado",
destacó.

Atacó de inmediato a los Estados Unidos: "El imperialismo salvaje ha


resucitado con toda su furia". Atronaron los aplausos en el salón.
Kirchner lo miraba quieto. En su discurso había sido más diplomático:
reclamó "seguir los signos del multilateralismo".

El acuerdo incluyó el ingreso argentino en Telesur, la cadena


televisiva de noticias soñada por Chávez. El país tendrá el 20 por
ciento de las acciones y promete aportar 100 horas de producción al
mes, recursos humanos y enlaces con Caracas.

"Hoy la CNN les cuenta a los argentinos lo que quiere que sepan de
Venezuela", dijo Chávez. Y plantó una sonrisa pícara: "Por eso,
cuando vengo aquí tengo que hablar tanto, Néstor...". A la media hora,
los dos presidentes pasaron a almorzar antes de despedirse con un
"hasta pronto".

Por Martín Rodríguez Yebra De la Redacción de LA NACION


Maresca: "Este gobierno no tiene visión
estratégica"
Crítica mirada del filósofo peronista
SÁBADO 05 DE FEBRERO DE 2005

"La función del Estado no es salvar a las personas. No hay que pedirle
al Estado y a la política más de lo que pueden dar, ni depositar en ellos
esperanzas de redención." Cuando mira la Argentina, el filósofo Silvio
Maresca ve un país que privilegia esta función salvadora del Estado,
sin mucha inclinación por los hábitos republicanos, con una identidad
cultural débil y que tiende peligrosamente a aplaudir las actitudes
autoritarias.

Especializado en el pensamiento de Friedrich Nietzsche sabe, como


todos los que atraviesan el estereotipo y se atreven a las ideas
originales del pensador alemán, que el actual estado de disolución de
valores tiene en sí mismo el germen de lo nuevo, que Maresca ve
surgir, por ejemplo, en que "las personas comunes quieren hacer su
propia experiencia y buscar sus propios valores".

Graduado en la Universidad de Buenos Aires (UBA), docente


universitario, director de proyectos de investigación en el Conicet,
Maresca tiene, además, experiencia en la función pública: su último
cargo fue como director de la Biblioteca Nacional durante la
presidencia de Eduardo Duhalde, entre marzo de 2002 y junio de
2003. Preocupado por "formular una perspectiva argentina para el
pensamiento sin copiar modelos", Maresca cree que la política cultural
para el país debería hoy combinar la construcción de una identidad
nacional con un imaginario colectivo sudamericano.

"El desinterés absoluto por la cultura es una constante de los sucesivos gobiernos, más allá del signo político", afirma Maresca.
Foto: Fernanda Corbani
Autor de nueve libros -entre ellos, "Nietzsche: verdad y tragedia"
(1997), "Verdad y cultura: las consideraciones intempestivas de
Nietzsche" (2001) y "Nietzsche y la Ilustración" (2004)-, ensaya una
mirada original sobre el peronismo, al que pertenece, un auténtico
producto argentino, al que define como "un movimiento de afirmación
nacional, plebeyo, con un elemento oportunista y pragmático", cuya
hegemonía hace impensable un sistema de partidos en el país.

Crítico con el gobierno de Néstor Kirchner -"va a los tumbos, no tiene


visión estratégica"-, Maresca confía en las energías sociales
movilizadas desde diciembre de 2001, pero suelta una preocupación:
"Mi temor es que la ilusión neoliberal haya sido reemplazada por la
ilusión progresista".

-Se acaba de anunciar un aumento presupuestario para la


Biblioteca Nacional del 60%, que llevará sus recursos a 11, 7
millones de pesos. ¿Qué opina?

-Creo que es un aumento insuficiente, que en el mejor de los casos


permitirá hacer un inventario, pero de todas maneras no alcanza para
las cuestiones fundamentales que hay que resolver. Hace falta comprar
los aparatos que permitan que los depósitos de libros tengan la
temperatura y la humedad convenientes y constantes; hay que
informatizar todo el material anterior a 1992; es necesario mejorar la
seguridad, aumentar el número de bibliotecarios y tener personal
idóneo, lo que es muy difícil por la presión de los gremios; y hay que
adquirir un sistema informático que permita vincularse con las
bibliotecas del mundo. La Biblioteca Nacional es una de las más
precarias de Sudamérica. Al menos, hay que duplicar el presupuesto.

-¿Qué dice esto de nuestra política cultural?

-Que el desinterés absoluto por la cultura es una constante de los


sucesivos gobiernos, más allá del signo político.

-Sin embargo, hay un discurso de reconocimiento del valor de la


cultura.

-Puede haber un reconocimiento verbal, pero en los hechos no es así.


Yo me manejé con un presupuesto de 7 millones de pesos, que apenas
alcanzaba para pagar el mantenimiento. Creo que la política cultural
en nuestro país no interesa, por eso pudimos tener un secretario de
Cultura como Torcuato Di Tella, un verdadero disparate, que
disimulaba su enorme ineptitud en este campo con sus chistes de
dudoso gusto. Y con esa idea de que si hay un chico que tiene hambre
en Santiago del Estero, eso es prioritario y la política cultural no
interesa. Cuando es exactamente al revés, porque probablemente deje
de haber chicos con hambre en el país cuando prioricemos la cultura,
la educación y la ciencia y la tecnología. No se ve que este Gobierno
lo esté haciendo, tampoco los anteriores.
-¿A qué llama usted cultura?

-La cultura no reside en los festivales y recitales, y no es sólo una


cuestión de presupuesto lo que está en juego. Tiene que ver con la
construcción de una identidad cultural, lo cual implica un trabajo
conjunto entre los organismos de cultura y los de educación. Eso
incluye la formación ética y la formación en una cultura política, que
no tiene que ver con el partidismo y las adhesiones ideológicas.
También le doy importancia a la cuestión religiosa. No creo que tenga
que haber una educación confesional, por lo menos en las escuelas
públicas, pero sí es imprescindible un conocimiento de la historia de
las religiones.

-Si estuviera en sus manos definir la política cultural en la


Argentina, ¿cuáles serían sus prioridades?

-Apuntaría a la construcción de una identidad cultural, vinculada a la


construcción de un imaginario colectivo sudamericano, ante todo por
razones de estricta supervivencia. Que hoy se plantee la Comunidad
Sudamericana de Naciones me parece un proyecto magnífico. En el
mundo globalizado, países como la Argentina e incluso como Brasil,
solos y aislados, no tienen destino alguno. Pero esa inserción tiene que
darse manteniendo un rasgo propio. Allí hay una tarea interesante para
los intelectuales sudamericanos, que pueden obrar de puente entre el
proyecto político y económico y la conciencia de las personas.

-Usted ha hablado de una crisis espiritual en la civilización


occidental. ¿Cree que la crisis argentina puede leerse dentro de
ese estado de cosas?

-Nietzsche afirma que la civilización occidental está pasando por una


etapa nihilista. El nihilismo consiste en la devaluación de todos los
valores que rigieron la civilización occidental por lo menos desde la
imposición del cristianismo hasta nuestros días, valores como verdad,
justicia, bien, belleza. Cuando él enuncia a fines del siglo XIX la
muerte de Dios no se está refiriendo a un problema religioso. Dios de
alguna manera sintetiza ese conjunto de valores. "Dios ha muerto"
marca la devaluación de los más altos valores, un proceso parecido a
la devaluación del dinero: el billete no desaparece, pero ya no vale.
Por eso hoy se siguen invocando esos viejos valores, porque todavía
no hemos sabido construir otros, o reciclar esos mismos bajo una
nueva experiencia. En general, cuando un conjunto de valores
civilizatorios se devalúa, las conductas tienden a retrotraerse al
egoísmo más elemental. En este desfase entre el egoísmo de las
conductas y la impotencia de los valores está la esencia de la
corrupción.
-Durante el siglo XX, hubo ideologías que buscaron reemplazar
esos valores.

-Sí, las ideologías totalitarias intentaron reemplazar a Dios.


Fundamentalmente, el nacionalsocialismo y el bolchevismo
funcionaron como desmentida, como negación de la muerte de Dios.
Fueron un intento de instalar el paraíso en este mundo. Eso fue terrible
porque llevó a liquidar definitivamente a Dios y a los viejos valores, y
derivó en la criminalidad más brutal, que fue el elemento fundamental
del siglo XX. Las ideologías fueron catastróficas y por suerte
caducaron, aunque hoy hay retoños e intentos restitutivos de índole
religiosa. La guerra entre el mundo islámico y Estados Unidos tiene
un fuerte componente religioso, aunque se suele poner el acento en sus
aspectos económicos.

-Con Dios en proceso de morir y las ideologías fracasadas, ¿qué


viene en el siglo XXI?

-No todo lo que está pasando es malo; en el nihilismo no hay una


visión apocalíptica, sino la posibilidad de la emergencia de lo nuevo,
de lo inédito, de lo insólito, lo cual incluye también el reciclamiento
de viejos valores. En ese sentido, veo un proceso muy interesante en
medio de este horizonte de disolución de lo viejo, que es la
individuación de lo que hasta ahora era la masa. De las grandes masas
que dominaron el panorama del siglo XX van emergiendo individuos
neófitos, que intentan hacer su propia experiencia, no ya en relación
con exigencias de tipo trascendente ni normas absolutas. Es algo muy
simple: las personas comunes quieren construir sus propios valores, su
propia existencia. Esto no es un fenómeno puro, porque coexiste con
adhesiones masivas a circunstancias o figuras, pero hay una tendencia
cada vez más acusada y altamente positiva.

-¿Cómo se refleja este proceso en la política, que tiene que ver con
la construcción de valores comunes?

-La política debería hacer un gran espacio a este proceso. En


diciembre de 2001 estalló la ilusión neoliberal, que gobernó a la
sociedad argentina o a grandes sectores de ella durante doce años.
Adherimos de un modo tan fanático al neoliberalismo por la debilidad
de nuestra identidad cultural. Lo curioso es que al estallar el modelo
empezó a surgir una energía en la sociedad argentina que es la que hoy
está haciendo que nuestra situación esté claramente mejor. Sin
embargo, mi temor es que la ilusión neoliberal haya sido reemplazada
por la ilusión progresista.

-¿Cómo es esa nueva ilusión?


-El progresismo es un fenómeno difícil de definir. Es, por un lado, una
confusión que consiste en ver cada nuevo paso en la decadencia como
si fuera un avance. El fenómeno de la legalización del aborto, de los
matrimonios gays y la apología del transexualismo son fenómenos
propios del nihilismo. No creo que representen la emergencia de
valores nuevos, sino la profundización de la disolución de los viejos
valores. El progresismo ve esto como un proceso de emancipación del
hombre. Es también lo que quedó del marxismo tras su fracaso
político, social y económico. Es un marxismo que no pretende, por lo
menos explícitamente, transformar la estructura económico-social
pero, refugiado en lo cultural, desvaloriza cualquier intento de mejorar
las instituciones. El progresismo tiende también a la hipercrítica: todo
está mal porque en el fondo lo no confesado es el odio al capitalismo,
que ganó la partida, por lo menos por ahora. Y tiene un terrible
prejuicio: la creencia rousseauniana de que el hombre es bueno y la
sociedad lo corrompe.

-¿Percibe usted la distancia entre las preocupaciones de la gente y


las de los dirigentes, que parecen más encerrados en las disputas
de poder?

-Da mucho esa impresión. Pero allí hay que reflexionar sobre el papel
del Estado. Durante la modernidad, el Estado era lo que reemplazaba a
la Iglesia y se lo concebía como un instituto de salvación. Creo que la
función del Estado no es salvar a las personas, que no hay que pedirles
al Estado y a la política más de lo que pueden dar, ni depositar en ellos
esperanzas de redención. En la tragedia de Cromagnon quedaron
claros los aspectos en los que el Estado sí debe intervenir y no lo hace:
sus funciones de control y ordenamiento de la sociedad, de
administración de hombres y cosas.

-El gobierno de Kirchner se dice progresista. ¿Qué tiene de


peronista?

-Para responder a eso hay que tratar de entender el peronismo. Creo


que el peronismo es un movimiento de tipo gregario. En general
nuestra política, desde la Independencia hacia adelante, siempre tuvo
ese carácter. También los unitarios y los federales, y todas las
vertientes que se fueron construyendo, como el roquismo, que fue
fundamental para la construcción del Estado moderno argentino,
tenían ese carácter movimientista. Por eso me parece un poco utópico
cuando se plantea que aquí se debería constituir un partido de derecha
y otro de izquierda y alternarse en el poder, al estilo de los Estados
Unidos o algunos países europeos. Esos planteos siempre especulan
con la fractura del peronismo, y el peronismo no se fractura. Es cierto
que algunos grupos quedan al margen cuando hay un viraje de
perspectiva, pero el grueso se encolumna detrás del que gana. Mi
teoría de las máscaras plantea que el peronismo es un movimiento de
afirmación nacional, plebeyo, la contracara complementaria del 80,
que fue el momento de la construcción patricia de la Argentina
moderna. Y va adoptando las ideologías de moda en el mundo: en los
70, el socialismo; en los 80, la socialdemocracia; en los 90, el
neoliberalismo, y hoy, el progresismo. El peronismo es un
movimiento político que no puede terminar de formularse con
claridad, pero la sociedad argentina tampoco puede terminar de
hacerlo como debería.

-El objetivo parece ser siempre mantenerse en el ejercicio del


poder.

-Sí. Maquiavelo decía que el arte de la política es conquistar el poder


y mantenerlo. Hay un elemento maquiavélico, oportunista y
pragmático, lo cual no tiene que ser mala palabra. Dentro del
peronismo, se van alternando los grupos dominantes, pero el grueso se
mantiene detrás.

-¿Cómo ve al gobierno de Kirchner?

-En el área económica, me parece que está trabajando bastante bien.


Reapareció un elemento de dignidad cultural: tenemos una deuda,
pero vamos a negociarla dentro de nuestras posibilidades. También me
parece bien que haya una intención de reinsertarse en el mundo. Por
otro lado, el proyecto más importante, que es la Comunidad
Sudamericana de Naciones, al gobierno de Kirchner no le interesa. Es
un gobierno que no tiene un proyecto, que va a los tumbos, no tiene
visión estratégica. La propensión de volver a los 70 que tiene gran
parte de este gobierno me parece nefasta, y su política cultural y
educativa es un desastre. No hay un respeto por la división de poderes
y la renuncia del Poder Legislativo a sus derechos es escandalosa.

-¿Qué cosas le preocuparían a Nietzsche en la Argentina?

-Lo que él propone es una filosofía experimental, algo que vale mucho
para la Argentina. El final de una civilización no implica el fin del
mundo, que es lo que lleva a las posiciones cínicas, escépticas y
hedonistas. Nietzsche en la Argentina propondría: prueben,
experimenten, busquen caminos no transitados. En lo colectivo y en lo
personal, hay que tener el coraje de hacer experiencias, buscar
caminos de autoafirmación. Darnos cuenta de que estamos a la
intemperie y no buscar que ningún otro resuelva los problemas, ni el
Estado, ni la pareja, ni los amigos, ni la empresa. Estamos solos y
tenemos que construirnos.

Por Raquel San Martín De la Redacción de LA NACION


l Mercosur y las negociaciones internacionales,
metas que no se cumplieron
SEGUIR

Carlos R. Restaino
PARA LA NACION

MARTES 08 DE FEBRERO DE 2005

De realizar un balance objetivo de los tres últimos años de


negociaciones comerciales internacionales, seguramente el resultado
no nos dejará satisfechos. No se alcanzaron los objetivos previstos -
más allá de los esfuerzos desarrollados por los sectores oficial y
privado- asumiendo que la responsabilidad por los magros resultados
debe ser compartida con las contrapartes, que no pusieron tampoco la
energía necesaria. Revisando solamente los ámbitos considerados
relevantes, la situación dista mucho de alcanzar las mínimas
expectativas abiertas a comienzos de 2002.

El Area de Libre Comercio de las Américas (ALCA) se encuentra en


un estado de virtual hibernación, aunque algunos abrigamos
esperanzas de que las negociaciones se reabran para completarlas
antes de fines de año.

La situación con la Unión Europea (UE) ha sido suficientemente


difundida, y la expectativa se centra en que con nuevos players
(jugadores) se generen ideas creativas para hallar una salida coherente
a este juego.

En el caso de México, las idas y venidas producen cierto agotamiento


intelectual en el sector privado, pues no se llegan a interpretar las
intenciones reales de la Argentina y México.

Respecto de las negociaciones entre el Mercosur y la Comunidad


Andina de Naciones (CAN), nos limitamos a mencionar que, a nuestro
juicio, no existe ningún acuerdo Mercosur-CAN, sino la futura
vigencia de tres acuerdos que operarían simultáneamente. De ellos,
hasta hace pocos días sólo se identificaba el ACE 36 (acuerdo de
complementación económica) con Bolivia, pues los publicitados con
Perú, Venezuela, Colombia y Ecuador no se lograban ubicar, a pesar
de los anuncios de que se habían firmado durante la XIII Reunión del
Consejo de Ministros de Relaciones Exteriores de la Asociación
Latinoamericana de Integración (Aladi), realizada en Montevideo el
18 de octubre de 2004. Esto lleva a preguntarse qué es lo que se firmó
en Montevideo.
Sin brújula
Por otra parte, interpretar la cantidad de planillas y listas junto con las
diferentes normativas que contendrían estos acuerdos obligará a los
operadores a encontrar alguna brújula orientativa para poder
decodificar y aplicar sus contenidos, pero cabe aclarar que la
publicitada zona de libre comercio entre ambos bloques es una
voluntariosa expresión de deseo, pues podría originarse concluido el
período de transición de más diez años.

Por último, las negociaciones de la ronda de Doha siguen sus propios


ritmos, pero sin avizorar resultados en el corto plazo.

En este escenario se produce el lanzamiento de la Comunidad


Sudamericana de Naciones cuando subsisten en la región demasiadas
asignaturas pendientes, proyectos demorados o conflictos no resueltos,
además de las disputas industriales permanentes entre los socios
mayoritarios del Mercosur, las demoradas aclaraciones sobre
cuestiones fundamentales como el doble cobro del arancel externo
común (AEC) y la armonización del tema del origen entre el aplicado
en el Mercosur y el presuntamente determinado en los acuerdos con
países de la CAN.

Ciertas opiniones señalan que este lanzamiento transita por


andariveles diferentes a aquellos referidos a las negociaciones
comerciales. De aceptarse esta definición, se originarían las siguientes
preguntas: ¿No se estará politizando en extremos las cuestiones sobre
la integración, provocando desvíos de las recursos disponibles, hacia
cuestiones que no resuelven ni las situaciones de conflicto ni los temas
pendientes?, ¿No estaremos navegando en aguas que se suponen
convergentes pero que fluyen por cursos diferentes que nos desvían
del destino al que pretendemos llegar?

Las respuestas efectivas quedan a cargo de aquellos responsables de


demostrar con hechos concretos que ambos cursos están convergiendo
hacia el gran objetivo en común, situación sobre la que existen, en esta
región sudamericana, dudas más que razonables.

El autor es presidente de la Comisión de Integración Económica y


Comercial de la Cámara de Importadores de la República Argentina
(CIRA).

 LA NACION
 Comercio exterior
Brasil y Venezuela lanzan una ambiciosa
alianza estratégica
Incluye más inversiones y cooperación
MARTES 15 DE FEBRERO DE 2005

SAN PABLO.- En un nuevo paso de Brasil para aumentar su


influencia sobre sus vecinos sudamericanos, el presidente Luiz Inácio
Lula da Silva lanzó ayer en Caracas su alianza pragmática con
Venezuela.

En su decimosexto encuentro personal con el presidente Hugo Chávez


-ocho reuniones bilaterales y otros ocho contactos en foros
multilaterales- desde que asumió la presidencia de Brasil, hace dos
años, Lula llegó a Venezuela con más de veinte acuerdos de
cooperación e inversiones, que incluyen desde la venta de aviones
militares hasta créditos para el subte de Caracas.

"Venezuela se viste de gala", dijo Chávez, con la pompa de


costumbre, en relación con el recibimiento de Lula. Este, que había
llegado anteayer en pantalones de jean y campera, intentó evitar que el
encuentro fuera marcado por manifestaciones retóricas de desafío a los
Estados Unidos, actitud a la que ya no es afecto. Pidió incluso que los
discursos fueran breves.

Lula visitó a Chávez en el Palacio Miraflores, donde pidió que los discursos fueran breves y que se evitaran los desafíos a EE.UU.. Foto: Reuters

Más notas para entender este tema

Afianzado, Chávez mira ahora hacia afuera

Al tomar la palabra, Chávez dijo que había percibido que la indirecta


era para él y habló durante más de una hora, aprovechando para
proclamar: "La solución de los problemas no está en el Norte".
Por su parte, Lula aludió a la necesidad de hacer de la alianza
estratégica con Venezuela un pilar de la integración sudamericana.

"Si tenemos conciencia y actuamos con osadía, tendremos condiciones


de transformar el siglo XXI en el siglo de Venezuela, el siglo de
Brasil, el siglo de América del Sur, el siglo de América latina", dijo
Lula en su discurso.

"Soplan buenos vientos en la región", se enfervorizó Chávez.

Intentando al mismo tiempo evitar el discurso ideológico, pero agradar


a Chávez, Lula elogió la realización del referéndum del año pasado en
Venezuela y la "sabiduría" con que el presidente venezolano actuó en
el conflicto todavía en curso con Colombia. Un conflicto en el que
Brasil, al enviar a su asesor en asuntos internacionales, Marco Aurelio
García, se convirtió en uno de los principales operadores para que la
sangre no llegara al río.

En apenas dos años de gobierno, Lula logró convertirse en un


interlocutor obligado en casi cualquier asunto importante de la región,
invirtiendo de esa manera la estrategia de Fernando Henrique
Cardoso, que consideraba que entrar en conflictos ajenos era un riesgo
que no valía la pena correr.

La relación entre Lula y Chávez es buena, pero muestra rajaduras que


la diplomacia brasileña, impulsora del proyecto de liderazgo de Brasil
en América del Sur, intenta contener. El contacto entre Lula y Chávez
se inició apenas el presidente brasileño asumió: Chávez enfrentaba el
paro de los petroleros y Lula le envió un barco de combustible como
auxilio.

Inmediatamente después, tras una reunión en Washington con el


presidente George W. Bush, Lula asumió el papel de "contenedor" de
Chávez en América del Sur. Creó el Grupo de Amigos de Venezuela,
que medió entre la oposición y el gobierno venezolano para salir de la
impasse evitando la desestabilización de la región. Fue en ese contexto
como surgieron los primeros roces entre Lula y Chávez.

Lula, según trascendió en el Palacio del Planalto, comenzó a cansarse


de la grandilocuencia de las declaraciones de Chávez. El presidente
brasileño, conciliador y moderado, se quejó públicamente de la
"ansiedad" de Chávez en el encuentro en que se lanzó la Comunidad
Sudamericana de Naciones, en Cuzco. El mandatario venezolano le
respondió que, en todo caso, él estaría "dándole voz" a la ansiedad de
los más necesitados. No por nada la secretaria de Estado
norteamericana, Condoleezza Rice, elogió a Brasil y a Lula como "un
buen aliado" y calificó a Chávez de "fuerza negativa".

Cuestión de estilo
Consciente de que Lula no quiere quedar pegado a su estilo, Chávez
dio una estocada al brasileño en un encuentro reciente: le agradeció el
apoyo público y "a veces no tan público", según dijo.

En noviembre, Chávez llegó a criticar públicamente, en la reunión del


Grupo de Río, la participación de tropas latinoamericanas en la misión
de las Naciones Unidas en Haití. Justamente cuando esa misión es
liderada por Brasil y es uno de los mayores orgullos de la diplomacia
brasileña.

Las diferencias de estilo, sin embargo, han quedado siempre debajo


del "paraguas" mayor que es la intención brasileña de aumentar la
relación comercial y política con los países de América del Sur y así
consolidar un área de influencia que le permita a Brasil negociar en
mejores condiciones las futuras disputas comerciales -principalmente
el Area de Libre Comercio de las Américas (ALCA) y el libre
comercio con la Unión Europea-. Brasil intenta en forma simultánea
obtener un asiento permanente en el Consejo de Seguridad de la ONU,
la presidencia de la Organización Mundial de Comercio y una mayor
influencia en el FMI. Fue en ese contexto como anteayer llegó
elpresidente Lula a Caracas.

Los acuerdos firmados


SAN PABLO (De nuestro corresponsal).- Lula apuesta a consolidar la
relación entre Brasil y Venezuela con una serie de acuerdos que
incluyen la duplicación del comercio entre ambos países (que el año
pasado fue de US$ 1600 millones y podría llegar a US$ 3000 millones
este año), un crédito de 234 millones que se invertirá en parte en el
subte de Caracas y una usina hidroeléctrica; la transferencia de
tecnología militar a Venezuela y 14 acuerdos entre la estatal
petrolífera Pdvsa y su par brasileña Petrobras, que incluyen desde la
construcción de una refinería en Brasil hasta la búsqueda de petróleo
en Venezuela.

Por Luis Esnal Corresponsal en Brasil


 LA NACION
 El Mundo
"Fue un tremendo desacierto romper las
relaciones con Cuba"
Entrevista con Reinaldo Gargano, el próximo cancilller
LUNES 28 DE FEBRERO DE 2005

MONTEVIDEO (De un enviado especial).- Para Reinaldo Gargano


existe en la actualidad un "arco virtuoso" en América del Sur, que
parte de Chile, recorre la Argentina y Brasil y va hasta Venezuela.

Con el ascenso de un gobierno de izquierda en Montevideo, a este


arco se suma ahora Uruguay, porque de lo que se trata, según el futuro
canciller uruguayo, es del surgimiento de una "comunidad ideológica"
que los líderes de la región deben consolidar mediante la integración y
el desarrollo, con el Mercosur como principal plataforma de despegue.

Cuidadoso en la elección de sus palabras, en una entrevista exclusiva


con LA NACION el actual senador y presidente del Partido Socialista
uruguayo afirmó, además, que el restablecimiento de las relaciones
con Cuba, que se hará efectivo mañana tras la toma de posesión de
Tabaré Vázquez, no debe ser interpretado por Estados Unidos como
un gesto desafiante.

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"Quiero mejores relaciones [con Washington]", dijo Gargano. Sin


embargo, no ocultó su rechazo al unilateralismo en las relaciones
internacionales y al papel de "portaestandarte" de la política
norteamericana que -opinó- desempeñó respecto de Cuba el gobierno
del saliente Jorge Batlle.

-¿Cuáles van a ser las prioridades del nuevo gobierno y de qué


manera representan un giro respecto de la actual política
exterior?
-La política de integración es uno de los cinco ejes de la plataforma
programática que ofrecimos a la ciudadanía y con la cual triunfamos
de manera absoluta. Esto es: el fortalecimiento del Mercosur, en lo
institucional y en la complementariedad económica, y su expansión a
otros países de América del Sur, con una política real de apertura
económica y emprendimientos complementarios en el plano
productivo y no sólo en materia comercial.

-El Mercosur es entonces una prioridad muy clara...

-Sin duda, pero como palanca para ir más allá del Mercosur, hacia un
objetivo que parece muy distante que es la Comunidad Sudamericana
de Naciones. Integración es para nosotros posibilidades de desarrollo
sustentable y sostenido. El hambre en el continente sudamericano es
un insulto y ese insulto hay que destruirlo. Todo esto es claramente
muy distinto de lo que piensa el gobierno saliente.

-¿La coincidencia ideológica de casi todos los presidentes de la


región favorece esta integración?

-Si por coincidencias se entiende algo más que una visión doctrinaria,
una común idea de cuáles son los caminos para resolver los problemas
del desarrollo productivo, de defensa del medio ambiente y de crear
condiciones de vida dignas, estoy de acuerdo en que hay una
comunidad ideológica. Creo que existe lo que llamo un arco virtuoso,
que arranca en Chile, pasa por la Argentina, atraviesa Uruguay, va por
Brasil y llega hasta Venezuela. Este arco tiene que consolidarse
mediante una política de desarrollo, porque ninguno resuelve sus
problemas de fondo si no resuelven los problemas de desarrollo
económico con una visión hacia el afuera inmediato, que es el
continente sudamericano.

-¿Qué tratamiento se les va a dar a las inversiones argentinas?


-Aquí rige una ley de inversiones que es sumamente permisiva. Eso no
va a tener variaciones. Todo aquel que quiera poner un peso acá va a
ser bienvenido, siempre que sean inversiones productivas. Después de
Haití, Uruguay es el país que tiene la menor tasa de inversión externa
en América latina. Va a haber libertad para llevarse las ganancias,
pero también la obligación de pagar los impuestos.

-¿Por qué la determinación de hacer del restablecimiento de las


relaciones con Cuba uno de los primeros actos de gobierno?

-Porque fue un tremendo desacierto romper relaciones con Cuba.


Uruguay cumplió un papel desgraciado de ser portaestandarte de la
política exterior de Estados Unidos con respecto a Cuba. Esto llevó a
reacciones destempladas, un intercambio de insultos y el rompimiento
de las relaciones. La política del nuevo gobierno es mantener
relaciones con todos los Estados. Universalismo en materia de
relaciones, fundamentado en la autodeterminación de los pueblos y
una política exterior de no agresión en un mundo donde prime el
multilateralismo y no el unilateralismo.

-¿No cree que esto podría ser interpretado en Estados Unidos


como contrario a sus intereses?

-Yo creo que no. Al contrario: yo quiero mejores relaciones con


Estados Unidos. Les estamos vendiendo 400 millones de dólares en
carne y quiero venderle 800. Y quiero que vengan acá e inviertan.

 LA NACION
 El Mundo
Reunión cumbre de Kirchner, Lula y Chávez
en Uruguay
El Mercosur, la reestructuración de la deuda y la relación con EE.UU., en la agenda
SEGUIR

Mariano Obarrio
LA NACION

MIÉRCOLES 02 DE MARZO DE 2005

MONTEVIDEO.- El presidente Néstor Kirchner trasladó hasta el otro


lado del Río de la Plata su aire triunfal por el éxito en la renegociación
de la deuda externa y la salida del default: pudo exhibir ese logro ante
media docena de presidentes latinoamericanos y ser felicitado por
ellos, mientras todos asistían a la ceremonia de asunción del nuevo
presidente del Uruguay, Tabaré Vázquez.

Pero el plato fuerte de la visita de Kirchner a Montevideo será la


cumbre que mantendrá hoy, a las 10.10, con sus pares del Brasil, Luiz
Inacio Lula da Silva, y de Venezuela, Hugo Chávez. Se realizará en el
hotel Radisson, donde se alojan los tres mandatarios.

Ayer, el jefe del Estado, además, lagrimeó de emoción por el


recambio presidencial en Uruguay. Cree haber ganado para su causa
en la región un aliado como Vázquez, progresista moderado, y
despidió -de lejos y sin saludarlo, eso sí- a un adversario liberal como
Jorge Batlle, al que consideraba la oveja negra del Mercosur.

Los presidentes Lula da Silva, Tabaré Vázquez, Hugo Chávez y Néstor Kirchner. Foto: Huadi

No hay que olvidar que Kirchner hizo campaña en favor de Tabaré


antes de las elecciones del 31 de octubre último y que la Casa Rosada
colaboró para que miles de uruguayos concurrieran a votar desde
Buenos Aires.

El primer país que visitó Vázquez tras su triunfo fue la Argentina. Y


Kirchner será uno de los primeros presidentes a los que recibirá el
mandatario oriental. Ocurrirá hoy, a las 9.30, en la sede de gobierno
Edificio Independencia, donde ambos firmarán documentos de
cooperación.

La agenda del encuentro de hoy estará dominada por la integración del


Mercosur y de la Comunidad Sudamericana. Se hablará de un nuevo
anillo energético de la región que integre las redes para evitar un
colapso, del nuevo contexto regional durante la segunda presidencia
de George W. Bush en los Estados Unidos y de la integración del
Uruguay en la nueva etapa del gobierno del Frente Amplio.

Se conversará también sobre la intención de los tres presidentes de


integrar a Venezuela como miembro pleno -no asociado, como ahora-
del Mercosur y de una futura cumbre del bloque con la Liga Arabe.

No se prevén anuncios rimbombantes. "Pero estos tres juntos son


dinamita, cualquier cosa puede ocurrir", dijo a LA NACION un
allegado al canciller Rafael Bielsa.

Kirchner llegó ayer al mediodía con su esposa, Cristina, que se dio el


gusto de abrazar y besar al escritor uruguayo Mario Benedetti, a quien
admira.

Trajo en el avión al jefe de Gabinete, Alberto Fernández; al ministro


de Trabajo, Carlos Tomada, y a los jefes de gobierno de Mendoza,
Julio Cobos, y de la Ciudad de Buenos Aires, Aníbal Ibarra. Bielsa
había arribado a Montevideo el día previo.

Caminata
Luego de asistir a las ceremonias de asunción de Tabaré Vázquez en
el Palacio Legislativo y en el Edificio Independencia, Kirchner no se
privó de caminar entre la gente por la plaza Independencia como si
estuviera en uno de los frecuentes actos políticos que encabeza en La
Matanza o en el interior argentino.

Y mal no le fue. Lo abrazaron, lo vivaron, lo apretujaron y lo besaron.


Escuchó a cientos de simpatizantes del Frente Amplio que lo vivaron
al grito de "fuerza" y "no afloje", referidos a la negociación por la
deuda ante los acreedores externos. Y hasta un adolescente le gritó:
"Dale Pappo".

"No esperaba este recibimiento, me conmovieron y me hicieron


lagrimear. Es el renacimiento de una hermandad", se confesó
Kirchner.

Luego, una lectura más política. "Por primera vez en muchos años,
tenemos la posibilidad de generar una alternativa para generar
políticas para una América latina distinta, que trabaje con un proyecto
de distribución y terminar contra la claudicación permanente", dijo.
"Ni un paso atrás", agregó.

Luego, los anuncios: "Vamos a trabajar muy fuerte con Uruguay.


Estamos trabajando en temas muy importantes, donde a través de
Bolivia va a llegar gas para la Argentina y a través de la Argentina va
a llegar gas al Uruguay", adelantó a los uruguayos.

Kirchner vivía una situación casi ideal: no había a la vista demasiados


periodistas argentinos, excepto el cronista de LA NACION, a quien no
le contestó preguntas. Pero con los cronistas uruguayos fue generoso y
se permitió el humor: "El sol va a salir para esta región. Uruguay
tendrá la solidaridad permanente, salvo cuando juegue Racing".

Destacó ante ellos el éxito del canje de la deuda externa y dijo que
"tiene una adhesión de alrededor del 75%". Previamente, en lo
referente a la salida del default, había recibido las felicitaciones, en
breves diálogos con los presidentes de la región, como Lula; Chávez;
el chileno, Ricardo Lagos; el paraguayo, Nicanor Duarte Frutos, y el
peruano, Alejandro Toledo, que llegaron aquí.

También Bielsa recibió calurosos elogios de sus pares de Brasil, Celso


Amorim; de Paraguay, Leyla Rachid; de Chile, Ignacio Walker, y de
Perú, Manuel Rodríguez Cuadros.

Era ésa la música que el gobierno de Kirchner ayer quería escuchar.


Acuerdan negociar en bloque con el FMI
Los presidentes de Venezuela, Brasil y la Argentina decidieron unificar sus reclamos
ante los organismos de crédito
SEGUIR

Mariano Obarrio
LA NACION

JUEVES 03 DE MARZO DE 2005

MONTEVIDEO.- El presidente Néstor Kirchner participó ayer, aquí,


de una cumbre con sus pares de Brasil y de Venezuela, en la que se
resolvió fortalecer a la recientemente creada Comunidad
Sudamericana, sin abandonar el objetivo de perfeccionar el Mercosur,
y formular los principios comunes para que los países de la región
reformulen sus negociaciones con los organismos multilaterales de
crédito.

"Se van a unificar con los países de la región los principios comunes
para negociar con el Fondo Monetario Internacional y los demás
organismos", dijo a LA NACION el canciller Rafael Bielsa, luego de
la reunión.

Se trata de algo así como el segundo paso del acta de Copacabana, en


la que Brasil y la Argentina se habían comprometido a negociar con el
FMI bajo parámetros comunes.

Los presidentes Hugo Chávez, Lula da Silva y Néstor Kirchner compartieron un encuentro en Uruguay. Foto: Reuters

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Apostillas

"Exactamente, es un paso ulterior a la expresión retórica de


Copacabana", señaló una fuente cercana a Kirchner.

En la comitiva presidencial, luego del éxito del canje de la deuda


externa argentina y la salida del default, analizan que el FMI "ha
dejado de ser un corral y ahora se escapan los animalitos". Se trata,
dicen, de una situación por aprovechar.

La cumbre había sido convocada y organizada previamente por el


presidente de Brasil, Luiz Inacio Lula da Silva, para ajustar detalles
sobre el nacimiento de la unión sudamericana en el nuevo contexto
mundial, bajo el segundo mandato del presidente de los Estados
Unidos, George W. Bush.

Bielsa relató luego que el canciller brasileño, Celso Amorin, propuso


una nueva sigla para la Comunidad Sudamericana: CASA. Y al
parecer no tuvo objeciones.

Durante el encuentro, realizado en el hotel Radisson, donde se


alojaban los tres, el primer mandatario venezolano, el comandante
Hugo Chávez, planteó el problema de su deuda con el FMI.

Previamente, Kirchner se había reunido con el nuevo presidente del


Uruguay, Tabaré Vázquez, en el Edificio Independencia (la Casa de
Gobierno), tal como se informa por separado.

El acuerdo alcanzado implicaría, según la Casa Rosada, que Lula


retomó el camino original del acta de Copacabana, luego de un
distanciamiento respecto de nuestro país. "Nunca podría decir que
Brasil intentó despegarse de la Argentina. Es una imagen que creó la
prensa. En términos objetivos, Brasil eligió un modo de relación y la
Argentina otro con el FMI. Pero la Argentina antagonizó con el Fondo
no con Brasil", dijo Bielsa.

Los tres presidentes acordaron también un cronograma de 40 días, aún


sin fechas definidas, durante los cuales habrá tres reuniones
ministeriales en Brasilia, Buenos Aires y Caracas, para debatir la
integración social, energética y económico-financiera. Irían los
ministros de esas áreas de todos los países de la Comunidad
Sudamericana y harían informes que los presidentes evaluarán en la
cumbre del bloque, en mayo próximo, en Brasilia.
"Será complicado, vamos a tratar de compatibilizar rapidez y
representatividad. Que vaya el mayor número posible de ministros",
explicó el canciller Bielsa.

Durante el encuentro, agregó el ministro, se deslizó que "algunos


países de la región con excedentes en divisas adquieran bonos de
deuda de otros países. Concretamente, Venezuela respecto de la
Argentina". De ese modo, Venezuela sería un comprador institucional,
aunque no se habló de montos.

En forma simultánea, la Argentina y Brasil proveerían insumos a la


explotación petrolera venezolana, los que ahora Caracas les compra a
los Estados Unidos. "La Argentina y Brasil tienen precios y calidad
competitiva como para que Venezuela compre intrazona y no
extrazona", dijo Bielsa.

Señaló también, respecto de Washington, que en la cumbre los tres


mandatarios ratificaron la intención de negociar el Acuerdo de Libre
Comercio de las Américas (ALCA) en forma regional, en bloque, y no
de manera bilateral. Esto también fue leído como un mensaje a los
Estados Unidos, el máximo promotor del ALCA.

Luego del encuentro, Bielsa ratificó que la salida del default "fue el
tema excluyente" en las charlas de Kirchner y del canciller con sus
pares extranjeros. "Es mucho más noticia en los medios
internacionales que en los medios argentinos", interpretó.

Sin euforia
"Esto no es para ninguna euforia, sino que marca un piso sobre el cual
la Argentina tiene que seguir haciendo muchos esfuerzos, equitativos",
dijo para restar exitismo. Aunque no se privó de opinar que el canje
"marcó una nueva manera de enfocar las cosas en la relación con los
organismos multilaterales de crédito, fundamentalmente con el FMI".

Kirchner, Lula y Chávez establecieron bases para fortalecer la


industria naval, la aeronavegación espacial y el desarrollo nuclear.

Pero lo más concreto, en materia productiva, fue el acuerdo para la


creación del "anillo energético", entre Chile, Bolivia, Brasil,
Venezuela, la Argentina, Paraguay y Uruguay, que permitirá que
países con excedentes en energía puedan superar los baches y evitar
colapsos energéticos.
Se trata, básicamente, de obras de infraestructura.

Durante la hora y media que duró el encuentro en el piso 25 del hotel,


hubo un tiempo para conversar de la futura petrolera regional, Petrosur
(unión entre la Argentina Enarsa y la venezolana Pdvsa), a la que no
se descarta se podría sumar la brasileña Petrobras.

Kirchner planteó que abraza con fuerza la idea de fundar la


Comunidad Sudamericana pero reiteró, según Bielsa, que para la
Argentina "el Mercosur es una unión aduanera imperfecta".

Según el canciller, en esto tuvo el consentimiento de Lula y de


Chávez. Una señal de integración fue el pedido formal de Chávez para
que Venezuela pase a ser socio pleno del Mercosur (ahora es miembro
asociado), a lo que Lula y Kirchner no pusieron reparos.
Kirchner habló con Mesa y lo respaldó
La Argentina, Uruguay y Brasil negocian una estrategia conjunta de ayuda
MARTES 08 DE MARZO DE 2005

La situación de inestabilidad política de Bolivia preocupa por demás a


la Casa Rosada, que teme por un eventual conflicto en las
exportaciones de gas de ese país a la Argentina.

Aunque mantiene una buena relación con el líder cocalero Evo


Morales, el presidente Néstor Kirchner ofreció ayer su respaldo a la
gestión del presidente boliviano, Carlos Mesa, durante una
conversación telefónica que mantuvo con el mandatario.

Además, por medio del vicecanciller, Jorge Taiana -ya que el canciller
Rafael Bielsa se encuentra de viaje en China-, el gobierno nacional
dispuso la articulación de una estrategia de asistencia conjunta con
Brasil y Uruguay para colaborar en la recuperación institucional del
vecino país.

En el sexto día de protestas, miles de manifestantes se concentraron en la ruta que une La Paz con El Alto, en un cabildo abierto para discutir la crisis.
Foto: AFP

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Claves de un conflicto con peligro de soluciones pasajeras

Fuentes del Ministerio de Relaciones Exteriores confirmaron ayer a


LA NACION que Taiana mantuvo un diálogo en este sentido con el
asesor de relaciones internacionales de Lula da Silva, Marco Aurelio
García, y con el canciller uruguayo, Reynaldo Gargano, para
coordinar una acción de los tres países frente a la crisis. "Se acordó
trabajar conjuntamente para asistir en la recuperación del equilibrio
democrático, pero se empezará con las medidas una vez que el
Congreso boliviano se exprese", explicaron las fuentes del Palacio San
Martín.

"La crisis puede contribuir al fortalecimiento de Mesa", agregó, por su


parte, uno de los diplomáticos que conducen el diálogo con el
gobierno boliviano.

García, que visitará Buenos Aires el viernes, dio los lineamientos


generales de lo conversado. "Nos pusimos de acuerdo en que tenemos
que poner en marcha una serie de acciones para lograr lo más rápido
posible el regreso de la normalidad al país", afirmó.

De la conversación que mantuvo Kirchner con Mesa por la mañana


sólo se informó que el Presidente le brindó su apoyo a su par
boliviano. En cualquier caso, la comunicación fue más trascendente
que lo divulgado, a punto tal que obligó a Kirchner a suspender un
viaje que tenía previsto realizar a Formosa para inaugurar el ciclo
lectivo.

La preocupación principal de la Casa Rosada es una eventual


complicación en el suministro de gas desde Bolivia hacia la Argentina
para afrontar las demandas tanto industriales como residenciales de
ese combustible (ver aparte).

En el Gobierno, sin embargo, procuraron minimizar la situación.


"¿Peligra el suministro de gas a la Argentina?", preguntó LA
NACION al ministro de Planificación Federal, Julio de Vido, en
Clorinda, donde se encontraba en representación de Kirchner.

"Entiendo que no. No vemos por ahí el problema, para nosotros el


problema es que haya estabilidad en Bolivia, en la región. Hoy
estamos importando gas normalmente, es una importación importante,
estratégica, fundamentalmente porque nos permite desarrollar nuestros
propios yacimientos en otros tiempos. La Argentina tiene reservas
estratégicas como para no estar preocupada", respondió.

Justamente el ministro De Vido es uno de los principales


interlocutores del líder cocalero y diputado Evo Morales. De hecho,
ambos se reunieron en la Casa Rosada el miércoles último, junto con
el secretario general de la Presidencia, Oscar Parilli, en un cónclave
que el Gobierno manejó con un hermetismo absoluto.

Morales tienen fuertes vínculos con la Casa Rosada. Durante una


visita que hizo a Bolivia en 2004, Kirchner mantuvo un encuentro a
solas con el dirigente social, en el que ambos se prodigaron elogios.
El principal fogonero del vínculo entre el Gobierno y el líder cocalero
es el piquetero oficialista de la Federación Tierra y Vivienda (FTV),
Luis D´Elía. De hecho, fue D´Elía quien organizó el encuentro con
Morales en Bolivia y quien le abrió las puertas para su desembarco en
la Casa Rosada la semana última.

Llamativamente, el piquetero manifestó ayer una postura diferente de


la que el Gobierno hizo trascender. En un comunicado que lleva su
firma D´Elía manifestó su respaldo a Morales. "Morales es el principal
defensor de la democracia en Bolivia y es candidato a presidente en
2007, por lo que es el menos interesado en la renuncia de Mesa", dice
el texto.

Movilización en la región
LIMA (Reuters).- No sólo Estados Unidos, la Argentina, Brasil y
Uruguay ofrecieron ayer su apoyo al presidente boliviano, Carlos
Mesa. La Comunidad Sudamericana de Naciones, conformada por 12
países de la región, también dio su "más firme respaldo" al
mandatario. En una declaración conjunta, el bloque regional dijo que
respalda a Mesa "en el objetivo de mantener y consolidar la
institucionalidad democrática en Bolivia y encontrar una solución a la
crisis que vive este hermano país que marque el inicio de la
conciliación nacional". La Comunidad Sudamericana de Naciones,
que nació en diciembre en la ciudad peruana de Cuzco, está
conformada por Brasil, la Argentina, Venezuela, Colombia, Perú,
Chile, Ecuador, Bolivia, Paraguay, Uruguay, Surinam y Guyana.

Por Lucas ColonnaDe la Redacción de LA NACION


Rechazaron en Bolivia la renuncia del
presidente
El Congreso ratificó a Mesa por unanimidad, pero Evo Morales amenaza con más paros
MIÉRCOLES 09 DE MARZO DE 2005

LA PAZ.- En un clima de tensión que mantuvo a Bolivia en vilo


durante todo el día, el Congreso rechazó anoche por unanimidad la
renuncia del presidente Carlos Mesa, quien accedió a permanecer en
su cargo y llamó a un diálogo a todas las fuerzas políticas. El pacto de
gobernabilidad se alcanzó tras febriles negociaciones con la mayoría
de los bloques parlamentarios.

"Quiero decirle a Bolivia que no vamos a poder lograr los resultados


que esperamos si no trabajamos juntos", afirmó Mesa ante el
Congreso.

Los 157 legisladores que integran el Parlamento aprobaron la


continuidad del presidente, que inició su gestión hace 17 meses, tras la
renuncia, en medio de una convulsión social, del entonces gobernante,
Gonzalo Sánchez de Lozada.

Rodeado por varios de sus ministros, Mesa llegó anoche, al Congreso, poco después de haber sido ratificado en su cargo. Foto: AP

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Dichos y hechos

Bielsa reiteró su respaldo a Mesa

El Movimiento al Socialismo (MAS), del líder cocalero Evo Morales,


se negó a suscribir el denominado "Acuerdo ante la Nación", al igual
que el Movimiento Indígena Pachakuti. El rechazo de Morales, quien
amenazó con seguir alentando las protestas y los bloqueos de rutas que
provocaron la presentación de la renuncia de Mesa, abre un serio
interrogante sobre un definitivo desenlace de la crisis que vive el país.

Tras convocar al diálogo a Morales, el mandatario llamó "a Bolivia" a


salir el próximo jueves (por mañana) a las calles "para expresar
nuestra oposición militante y radical en contra de los bloqueos".

El acuerdo alcanzado anoche iba a ser ratificado en una sesión


extraordinaria del Congreso que se celebraba al cierre de esta edición.
El pacto político peligró hasta último momento por la negativa del
MAS, la segunda fuerza parlamentaria, a suscribir el documento que
buscaba asegurar las condiciones de estabilidad necesarias para que
Mesa continuara en su cargo, luego de haber presentado anteayer su
renuncia a consideración del Parlamento.

A pesar del rechazo del MAS, responsable de la mayoría de los


bloqueos, Mesa acató la decisión de los legisladores. En plaza Murillo,
frente a la cual se encuentran el Congreso Nacional y la sede del
gobierno, miles de manifestantes que comenzaron a llegar desde
temprano para apoyar al presidente Mesa desencadenaron una
verdadera fiesta al confirmarse la continuidad del mandatario. Había
una fuerte presencia policial en toda la zona y el Parlamento estaba
acordonado.

El comienzo de la sesión extraordinaria se retrasó por más de cinco


horas debido a las negociaciones que el Ejecutivo y los diferentes
bloques realizaron durante todo el día para intentar acordar un pacto
de cuatro puntos que garantizara la gobernabilidad. A través del
ministro de la Presidencia, José Galindo, el jefe de Estado había
amenazado con presentar su renuncia irrevocable en caso de que todas
las bancadas parlamentarias no firmaran el acuerdo.

Este documento buscaba un consenso sobre la ley de hidrocarburos, la


elección de gobernadores, un referéndum sobre las autonomías y la
Asamblea Constituyente. El MAS no estaba dispuesto a ceder en sus
reclamos de sancionar una ley de hidrocarburos que estableciera el
pago del 50% de regalías por parte de las empresas.
En las calles de La Paz y la vecina localidad de El Alto reinaron la
tensión y la incertidumbre durante todo el día. Los habitantes del lugar
se mostraban preocupados por el desenlace de la crisis política,
aunque la actividad de la ciudad se desarrolló en forma normal,
especialmente luego de que los bloqueos y las protestas que habían
causado serios inconvenientes durante la última semana
desaparecieran casi por completo ayer.

Con banderas, carteles y cánticos, los simpatizantes del presidente


fueron copando la plaza Murillo. Un grupo de unos cincuenta
comerciantes de El Alto, a 12 kilómetros de La Paz, se instaló desde
temprano en el lugar.

"Quiero que Mesa se quede, que no nos deje. Es un hombre racional,


el único que nos puede sacar de esta crisis", dijo Francisca, una chola
de 53 años que integraba el grupo. Sin embargo, también circulaban
por la plaza personas que opinaban lo contrario. "Quiero que se vaya,
que venga un presidente joven. Mesa no tiene la capacidad para
arreglar los problemas", dijo Osvaldo, un comerciante de 60 años.

Acorralado
Mesa presentó su renuncia en momentos en que se encontraba
acorralado por diversas demandas sociales, que ahogaban su
capacidad de gobernar el país. Una de las más fuertes era la protesta
del movimiento de los cocaleros, cuyos cortes de ruta han provocado
serios trastornos a las comunicaciones en todo el país, para presionar
por la ley de hidrocarburos. "No vamos a aceptar la renuncia del
presidente, su chantaje", había dicho más temprano el diputado Evo
Morales, líder del movimiento cocalero, durante una conferencia de
prensa con medios extranjeros. El líder del MAS se mostró inflexible.
"Sólo se va a pacificar el país en la medida en que el Congreso
apruebe la ley de hidrocarburos. Si no, puede haber huelgas y
movilizaciones, y la situación puede empeorar", advirtió.

Otro importante reclamo es de la Federación de Juntas Vecinales


(Fejuve) de El Alto, la ciudad vecina a La Paz, para exigir la salida de
la empresa Aguas del Illimani, filial de la francesa Suez Lyonnaise des
Eaux. Sin embargo, el Fejuve rechazó la renuncia de Mesa. Al igual
que el de La Paz, el centro de El Alto, punto nodal de caminos que se
dirigen a distintos puntos del país y que suele ser el blanco favorito de
los bloqueos, registró ayer un alto nivel de actividad.

Los puestos callejeros inundaban las veredas y el empedrado de la


avenida Tiguanaco, formando casi un mercado, en el que se vendían
verduras, frutas, carne, lácteos y legumbres. Otro sector que había
anunciado que rechazaba la renuncia de Mesa era el de los
empresarios y la cúpula económica del país que tiene sede en la
ciudad de Santa Cruz de la Sierra, al igual que los principales partidos
políticos tradicionales.

Mesa también recibió un claro respaldo internacional. Le manifestaron


su apoyo sus pares de la Argentina, Brasil, Perú y Uruguay, así como
la Comunidad Andina y la Comunidad Sudamericana de Naciones.
También se solidarizaron con el mandatario boliviano Estados Unidos
y México, en nombre del Grupo de Apoyo a Bolivia, compuesto por
más de 15 países de América y Europa. Mesa llegó al poder en
octubre de 2003 para completar hasta 2007 el mandato del entonces
presidente Gonzalo Sánchez de Lozada, que renunció en medio de
violentas protestas que dejaron unos 70 muertos y cientos de heridos,
y que tuvieron como epicentro a la ciudad de El Alto. En los últimos
dos meses, se vio arrinconado por protestas que se iniciaron en enero
cuando se anunció un aumento de los combustibles. También debió
enfrentar un reclamo de autonomía de la región de Santa Cruz de la
Sierra.

La cuarta renuncia
LA PAZ (ANSA).- La renuncia que presentó Carlos Mesa es la cuarta
de un gobernante desde octubre de 1982, cuando se restableció la
democracia. Su antecesor, Gonzalo Sánchez de Lozada, renunció en
octubre de 2003, en tanto que en abril de 2000 dimitió el entonces
presidente, Hugo Banzer, aquejado de cáncer. El primero en dar un
paso al costado había sido Hernán Siles Zuazo, en 1985, en medio de
una grave crisis económica.

Por Pilar Conci Enviada especial


Valores que crean lazos
JUEVES 17 DE MARZO DE 2005

El lunes último, un artículo titulado "Los nietos oscuros", de Carlos


Franz -el flamante ganador del Premio de Novela LA NACION-
Sudamericana 2004-2005-, apareció en El País, de Madrid,
alumbrando la edición de ese día. Con palabras precisas y honda
sensibilidad, Franz narra la situación de miles de inmigrantes ilegales
que sobreviven "en los márgenes de la sociedad española, cuidando
ancianos solitarios que la misma sociedad ha arrojado a su márgenes".
Y da cifras: en Madrid hay 135.985 abuelos que viven solos, alejados
del amor y la atención de sus familiares. Cada día un viejo muere solo
en la capital de España. "Y si su soledad no es más grande -dice el
autor de «El desierto», la novela premiada el lunes último- es porque
un 70% de los casi 800.000 extranjeros empadronados en la
Comunidad madrileña proveen servicios, como el cuidado de
ancianos."

La riqueza del artículo de Franz -que se lee con el corazón


sobrecogido y un nudo en la garganta- radica en la "altitud vital",
como lo definiera Ortega y Gasset, para reflexionar sobre un asunto
que revela una de las peores caras de la cultura de la modernidad del
Primer Mundo. "Si el grado de civilización de una sociedad se mide
por el trato que da a los más débiles, hay que decir que España ha
dejado en manos de la despreciada casta de los inmigrantes la
responsabilidad de ser civilizada", reflexiona.

Del artículo puede inferirse que la memoria, las tradiciones, los


valores culturales y religiosos, los pequeños ritos cotidianos y los
sueños de toda una generación de españoles son trasvasados a esos
"nietos oscuros" llegados de América latina, con sus maletas
desvencijadas y su propia memoria, sus propias tradiciones y valores
culturales, su religión, sus ritos y sus sueños.

Del lazo creado entre el anciano que se extingue y el inmigrante que


lucha por sobrevivir se alumbra una nueva expresión de la cultura. Lo
sabe Franz cuando dice: "Si la vejez es la hora de recapitular y de
contar la vida, el momento cuando en la vieja tribu los ancianos
traspasaban lo que sabían a los jóvenes, en España esa sabiduría
desechada por su modernidad rampante está pasando a estos nietos de
la miseria, que han huido de la premodernidad política, económica y
social de sus países".

Quizá lo mejor de ese trasvasamiento cultural entre esas dos soledades


de las que habla Franz esté del lado de los inmigrantes. La cultura de
la solidaridad, tal y como la practican, es una rara avis cuando no se
hace para descargar impuestos. Es la cultura que reconoce al otro
como prójimo. O "próximo", como decía Nicolás Guillén.
Por Susana Reinoso sreinoso@lanacion.com.ar
Llegó Rumsfeld y se reúne con Pampuro
El secretario de Defensa de EE.UU. adelantó que hablará de la misión de paz en Haití;
el tema radarización no está en agenda
MARTES 22 DE MARZO DE 2005

El secretario de Defensa norteamericano, Donald Rumsfeld, llegó


ayer, pasadas las 19, a la Argentina. Los periodistas de agencias
internacionales de noticias que viajaron con el más importante
funcionario del Pentágono ratificaron que, como adelantó LA
NACION, la compleja situación en Haití será el eje de la conversación
que sostendrá hoy con el ministro de Defensa, José Pampuro.

En esa reunión, que se realizará a las 10 en el Edificio Libertador, no


se tocará la cuestión de la radarización nacional, según anticiparon
importantes fuentes del Ministerio de Defensa. Será el tercer
encuentro personal entre Pampuro y Rumsfeld, desde la visita del
ministro argentino al Pentágono en diciembre de 2003.

La preocupación por Haití aumentó el fin de semana último, cuando


dos cascos azules de la ONU (uno de Nepal y otro de Sri Lanka)
murieron en enfrentamientos con milicianos del desarticulado ejército
haitiano. Se presume que en las próximas horas se producirán más
incidentes en ese país, aunque no serían en la zona de Gonaives,
donde están acantonadas las tropas argentinas.

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Una visita que generó protestas

Pampuro tenía previsto plantear las urgencias que tienen los


integrantes de la misión internacional en Haití, encabezada por países
sudamericanos, para que las Naciones Unidas destraben los fondos
económicos que se requieren para reconstruir esa nación. Rumsfeld
sintonizó la idea del ministro argentino y así se lo relató a los
periodistas que lo acompañaron en el viaje desde Washington.

"Las fuerzas en Haití han hecho en general un buen trabajo y hay


algunas preguntas mientras se avanza hacia las elecciones, ya que
puede haber gente que quiera dar pasos para impedir que sean
exitosas, como hemos visto en otros lugares del mundo", dijo
Rumsfeld durante el vuelo que lo trajo anoche a Buenos Aires, según
consignó la agencia AFP.
"Queremos hablar sobre qué podemos hacer para asegurarnos de que
las elecciones [en Haití] sean un éxito", señaló un funcionario del
Pentágono, y añadió que los Estados Unidos esperan que la
comunidad internacional cumpla con su promesa de dar al país
caribeño ayuda por 1200 millones de dólares.

Esa fuente norteamericana agregó: "Como aprendimos en Irak, es


importante hacer muchos deberes de antemano, no sólo en seguridad,
sino desarrollo y otros temas, para asegurarnos de que las elecciones
salgan bien y que el país tiene estabilidad".

La seguridad regional también estará en la agenda del encuentro


bilateral, con un sorpresivo tema incluido por los norteamericanos: el
control del tráfico de misiles antiaéreos.

A los Estados Unidos les preocupa la desaparición de arsenales de


Nicaragua que varios misiles antiaéreos portátiles, arma que en manos
terroristas podría usarse para derribar aviones comerciales. Y
Rumsfeld dará con Pampuro los primeros pasos tendientes a conseguir
un acuerdo regional para el control del tráfico de misiles.

"Anticipo que discutiremos el tema de los misiles, que es una


preocupación importante que tenemos en el mundo", dijo Rumsfeld.

"Para terroristas que están ansiosos por matar gente, un misil tierra-
aire es un arma muy atractiva", añadió.

La seguridad de Bush
En su corta visita a la Argentina, Rumsfeld también conversará con el
ministro Pampuro sobre la seguridad que se dará al presidente George
W. Bush durante la Cumbre de las Américas, que se desarrollará en
noviembre próximo en Mar del Plata. Las agencias internacionales de
noticias detallan que los Estados Unidos tienen intención de ubicar
algún buque de guerra en la zona marplatense para colaborar con la
seguridad militar del mandatario norteamericano. Esa situación
debería contar con el aval del Congreso.

Luego de la reunión con el ministro argentino, Rumsfeld tendrá un


contacto con la prensa local.

Se estima que en aquel momento, el secretario de Defensa de los


Estados Unidos hará públicos elogios sobre la colaboración argentina
en misiones de paz. Así lo dejó entrever un funcionario del Pentágono
que aseguró a la agencia DPA: "La Argentina es un líder en las
operaciones globales de mantenimiento de la paz, y es el único país
latinoamericano que ha sido nombrado aliado extra-OTAN".

Rumsfeld dejará la Argentina por la tarde de hoy, para viajar a Brasil,


donde se reunirá con el ministro de Defensa de ese país, José Alencar,
vicepresidente brasileño. La agenda prevista en la reunión en Brasilia
tiene puntos similares a la que se desarrollará en la Argentina, por lo
que pueden marcarse los principales temas de interés militar
norteamericano en la región.

"Los estadounidenses propusieron cuatro temas, y nosotros los


aceptamos: aplicación de la ley de derribo, operación de las Naciones
Unidas en Haití, narcotráfico y lucha contra el terrorismo y posición
de Brasil sobre el concepto de seguridad colectiva en América del
Sur", dijeron fuentes del Ministerio de Defensa a la agencia AFP.
Buscan frenar importaciones brasileñas
El Gobierno acelera un entendimiento privado para reducir el ingreso de calzado
JUEVES 21 DE ABRIL DE 2005

El Gobierno se propone redoblar la presión para frenar las


importaciones brasileñas con la firma de nuevos acuerdos de
regulación entre empresarios de ambos países. En la lista de
prioridades, la primera corresponde al sector del calzado, que contaba
con un acuerdo hasta el año pasado que, de todas formas, fue
incumplido por Brasil.

Calificadas fuentes del Palacio de Hacienda indicaron a LA NACION


que, luego de los acuerdos alcanzados en 2004 para restringir el
ingreso de electrodomésticos y televisores, se buscará acelerar la firma
de convenios en calzados, cilindros de gas, baterías y maderas. "El
más sensible es el de calzados", admitieron en despachos oficiales.

En la Cámara Argentina de la Industria del Calzado advirtieron ayer


que las importaciones aumentaron un 15% en el primer trimestre de
este año y consideraron que "a pesar de los esfuerzos realizados por el
gobierno nacional, la incertidumbre sigue siendo la vedette del sector;
esta falta de resolución se traslada a toda la industria, sean inversiones,
incorporación de personal y compra de insumos".

Ante sindicalistas, Lula pidió ayer profundizar el Mercosur. Foto: AFP


"Los industriales brasileños, encabezados por Abicalcados, no sólo
han incumplido su compromiso de limitación de exportaciones hacia
la Argentina en un 28% en 2004, sino que pretenden exportar este año
hacia nuestro país 18 millones de pares, lo que es totalmente
incompatible con el adecuado desarrollo del sector industrial de
calzado", denunciaron los empresarios. El acuerdo preveía para este
año el ingreso de 10 millones de pares.
Por otro lado, se logró cerrar un acuerdo para los lácteos y renovar los
compromisos para tejidos de algodón, acrílicos y toallas, entre otros.

"Se van sumando sectores según la coyuntura, aunque con la intención


de largo plazo de reducir la participación de Brasil en el mercado local
para fortalecer a la producción nacional", sostuvo un funcionario.
Estas medidas se encuadran en una estrategia de endurecimiento por
parte del Gobierno, con medidas unilaterales y un replanteo de fondo
respecto del Mercosur, tal como lo planteó, en 2004, el ministro de
Economía, Roberto Lavagna.

El funcionario comentó que este cambio de posición de la Argentina


respecto de la actitud mantenida en los años 90, "primero provocó
problemas verbales con Brasil, pero ahora ha sido más digerida y
todos entienden que el bloque está en una etapa de decisiones".
Ambos gobiernos discutirán el estado de situación antes de fines de
mes en la comisión bilateral que cobró fuerza a partir del cambio de
mando en la Secretaría de Industria, ahora a cargo de Miguel Peirano,
que, junto con el secretario ejecutivo del Ministerio de Desarrollo del
Brasil, Marcio Fortes, encabezarán esas discusiones, con otros
funcionarios y representantes del sector privado.

Pedido de Lula
Frente a estas divergencias, el presidente brasileño, Luiz Inacio Lula
da Silva, sostuvo ayer que "es necesario terminar con las disputas
entre Brasil y la Argentina, saber quién es más bonito, quién es más
inteligente". En un congreso internacional de organizaciones
sindicales, dijo que "Brasil necesita de la Argentina y la Argentina
necesita de Brasil y los dos necesitan ayudar a desarrollarse a Uruguay
y Paraguay".

Según la agencia ANSA, el mandatario admitió que las discusiones


sobre la creación del Area de Libre Comercio de las Américas
(ALCA), están paralizadas. "Hace dos años que no se discute más el
ALCA. Sacamos al ALCA de la agenda y estamos fortaleciendo el
Mercosur y la comunidad sudamericana", concluyó.

Martín Kanenguiser
Una misión de la OEA investigará cómo fue el
desplazamiento de Gutiérrez
El organismo interamericano evitó pronunciarse sobre un reconocimiento a Palacio
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Hugo Alconada Mon


LA NACION

SÁBADO 23 DE ABRIL DE 2005

WASHINGTON.- Tras varias horas de debate, la Organización de los Estados


Americanos (OEA) aprobó ayer el envío de una misión de observadores a
Quito como paso previo a determinar si reconoce a Alfredo Palacio como
presidente constitucional de Ecuador.

El Consejo Permanente de la OEA concluyó que la situación en ese país dio pie
a la aplicación de la Carta Democrática Interamericana, que habilita a una
misión diplomática ante "situaciones que pudieran afectar el desarrollo del
proceso político institucional democrático o el legítimo ejercicio del poder" en
un país de la región, según su artículo 18.

No obstante, la resolución se aprobó en términos tan ambiguos que conformó a


la delegación ecuatoriana, que bregó por el reconocimiento internacional, y a
los delegados de Estados Unidos, la Argentina, Perú y Venezuela, entre otros,
que querían postergar esa decisión sin que tampoco se tomara como un rechazo
definitivo.

Ecuatorianos protestan frente a la embajada de Brasil en Quito por el otorgamiento de asilo a Gutiérrez. Foto: AP

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La Unión Europea (UE) tampoco definió ayer si reconocía a Palacio o pedía el
restablecimiento del depuesto Lucio Gutiérrez, sino que optó por pedirle a
Ecuador "un retorno rápido a la normalidad constitucional" y exhortó "a los
gobernantes y a las fuerzas políticas para que lleguen a una solución pacífica y
consensuada de la crisis actual".

La misión que enviará la OEA -en la que podría participar el embajador


argentino Rodolfo Gil- intentará determinar justamente si el Congreso
ecuatoriano respetó el procedimiento constitucional para desplazar a Gutiérrez,
aunque las fechas de partida y de regreso de los diplomáticos eran anoche una
incógnita. Además de fechas precisas, los embajadores ante la OEA también
optaron por evitar aquellas palabras que pudieran ser interpretadas como una
inclinación mínima para cualquier posición, lo que a su vez también fue
tomado por cada parte como un reconocimiento de su posición.

La OEA aludió así a la "República de Ecuador", pero no a su "gobierno" -lo


que se hubiera interpretado como un apoyo tácito a Palacio-, pero también
bregó por el "compromiso de los valores democráticos", aunque sin marcar
irregularidades en el proceso de destitución, lo que se hubiera tomado como un
aval implícito para Lucio Gutiérrez, según una copia preliminar de la
resolución aprobada a la que tuvo acceso LA NACION. Así, la resolución,
negociada por los países de los grupos Aladi (América del Sur y México) y de
la Comunidad del Caribe (Caricom), fue suficiente para aliviar al ex embajador
de Ecuador ante la OEA, Blasco Peñaherrera, quien fue enviado por Palacio a
Washington para solicitar que se enviara una misión de observadores
internacionales.

"La OEA hizo un reconocimiento tácito al gobierno de Ecuador al afirmar que


acepta la invitación de la delegación ecuatoriana para viajar al país. No somos
una anarquía, y a nuestra delegación la envió quien está a cargo del gobierno
ecuatoriano, el presidente Alfredo Palacio", dijo Peñaherrera a LA NACION,
satisfecho.

Pero a sólo dos metros del delegado ecuatoriano, el embajador venezolano


Jorge Valero dijo lo contrario a LA NACION apenas cinco minutos después.
"Hablar de invitación de la delegación ecuatoriana es una sutileza ante una
situación compleja. Cada vez que aceptó un pedido para enviar una misión, la
OEA aludió al pedido del gobierno solicitante, lo que no ocurrió esta vez",
explicó.

Entretanto, varios delegados recriminaron en reserva a la Casa Blanca por su


aparente desinterés en la crisis política y social de Ecuador, aunque su
delegado, John Maisto, fue quien impulsó la cita explícita, por primera vez, del
artículo 18 de la Carta Democrática Interamericana en una resolución de la
OEA. "Estamos observando lo que ocurre y trabajando con algunos socios
sudamericanos, como Brasil y Bolivia, para mantener una senda constitucional
en esta situación muy sensible", comentó a LA NACION un funcionario del
Departamento de Estado.

Pero el aparente desinterés del presidente George W. Bush le valió ayer una
nueva crítica editorial del influyente diario The Washington Post. "El gobierno
de Bush sigue sin tener una estrategia para contener la primavera tormentosa de
América latina", afirmó, mientras "un creciente número de países [de la región]
necesita desesperadamente asistencia para apuntalar sus instituciones
democráticas".

Un día antes -y a diferencia de lo ocurrido durante la aparente caída del


presidente venezolano Hugo Chávez-, la Casa Blanca evitó reconocer a Palacio
como presidente. Según el vocero de Bush, Scott McClellan, porque "la
situación sigue siendo muy incierta" y sólo pidió que " la estabilidad
constitucional y el respeto de la ley prevalezcan en Ecuador".
Ecuador: en medio de las protestas, se reunió el
Congreso
Inició la "depuración" entre sus filas
MIÉRCOLES 27 DE ABRIL DE 2005

QUITO.- Aunque en un ambiente de mayor calma después de la destitución del presidente Lucio
Gutiérrez, el miércoles pasado, los ecuatorianos salieron ayer nuevamente a las calles para insistir en
su reclamo de "que se vayan todos". Los "forajidos" -nombre con el que Gutiérrez bautizó a los
manifestantes que lo derrocaron y que ellos adoptaron como un grito de lucha- aprovecharon la
primera sesión del Congreso desde la asunción de Alfredo Palacio para pedir cambios en el
Parlamento.

Reunidos en la plaza Simón Bolívar, en el parque Alameda, los manifestantes exhibieron carteles en
los que reclamaron la disolución del Congreso. "Fuera corruptos", gritaron en medio de los bocinazos
de los autos que pasaban por la avenida Guayaquil y adherían a la protesta. "Queremos convocar una
asamblea constituyente para que sea la gente la que decida. No nos vamos a detener. El pueblo de
Ecuador es un pueblo luchador, como el de la Argentina", dijo a LA NACION Diego Guarderas, un
estudiante de derecho de 22 años que protestaba en la plaza rodeado de vendedores de sandías y
ceviche.

Las exigencias de los quiteños van desde una disolución del Congreso y un llamado urgente a
elecciones anticipadas hasta una "autodepuración" del Parlamento que deje afuera a quienes
apoyaron las políticas "dictatoriales" del depuesto presidente. Después de todo, fue la mayoría
oficialista del Congreso la que, con la venia de Gutiérrez, disolvió la Corte Suprema de Justicia en
diciembre pasado, luego de hacer lo mismo con el Tribunal Constitucional, lo que desencadenó la
furia de vastos sectores de la sociedad ecuatoriana.

El mismo clima de tensión se sentía dentro del antiguo edificio del Banco Central, sede del
Congreso, rodeado como una fortaleza por cientos de policías con máscaras antigás y camiones
antimotines. Los diputados todavía tienen presente la cólera de los quiteños que el miércoles pasado
los atacaron con palos y piedras y los obligaron a esconderse en baños y hasta debajo de sus
escritorios.

Conscientes de este malestar, y después de agrias discusiones sobre la constitucionalidad o no de la


destitución de Gutiérrez, los legisladores procedieron a iniciar la "depuración" y echaron de sus
bancas a por lo menos once diputados que, siendo opositores, se habían pasado a las filas del
oficialismo. Además, eligieron nuevo presidente de la cámara a Wilfrido Lucero, diputado del
partido Izquierda Democrática (ID, socialdemócrata).

El otro gran desafío que enfrenta ahora el Congreso es poner fin a la grave crisis judicial que vive el
país y delinear un mecanismo para la elección de los nuevos magistrados de la Corte Suprema que
impida la injerencia política. Después tendrán que reorganizar los tribunales constitucional y
electoral, en este momento acéfalos.

Escepticismo
Sin embargo, muchos aquí son escépticos y recuerdan que tras las otras dos rupturas institucionales
de la última década -la que sacó del poder a Abdalá Bucaram, en 1997, y la que terminó con el
gobierno de Jamil Mahuad, en 2000- el Congreso no cambió. En su lugar dejó pasar la tormenta y
retomó sus viejos vicios, como el de intervenir en el Poder Judicial. "Va a ser bien difícil que la
gente del Congreso cambie. Les va a doler dejar de robar al país", dijo René Palma, un taxista de 28
años, mientras manejaba a toda velocidad por las callecitas del centro histórico quiteño.

Sin embargo, esta vez, tanto el Congreso como el gobierno de Palacio están bajo el escrutinio
internacional. Hoy está prevista la llegada al país de una misión de la Organización de Estados
Americanos (OEA) -organismo que aún no ha reconocido a las nuevas autoridades- que evaluará la
legalidad de la abrupta salida de Gutiérrez del poder. Se prevé que esta misión no recibirá la mejor de
las bienvenidas por parte de las nuevas autoridades, después de las declaraciones del canciller
Antonio Parra Gil, que dijo que "la OEA no tiene competencia para llamar la atención a Ecuador en
nada".

También para esta semana está prevista la visita de una delegación de la Comunidad Sudamericana
de Naciones (CSN), que estará integrada por el canciller argentino, Rafael Bielsa, y sus pares de
Brasil, Bolivia y Perú. Según medios brasileños, la delegación de ese país propondría la celebración
de elecciones anticipadas en un plazo de entre cuatro a seis meses, algo que el gobierno de Palacio ha
descartado de plano.

Bucaram, en Panamá
PANAMA (AP).- Luego de permanecer durante cuatro días oculto en Perú, y tras un infructuoso
intento de establecerse en Ecuador, donde su presencia contribuyó a una ola de protestas populares,
el ex presidente ecuatoriano Abdalá Bucaram regresó ayer a Panamá y solicitó por cuarta vez asilo a
ese país. El ex mandatario formuló su solicitud anteayer en la embajada de Panamá en Perú y la
reiteró una vez que llegó a suelo panameño, informó la cancillería. Bucaram, destituido en 1997 por
"incapacidad mental", regresó a Ecuador el 2 del actual tras haber vivido durante ocho años con asilo
político en Panamá.

Por Dolores Tereso Enviada especial


La fragilidad democrática en la región
Autoridades españolas y de América latina, con excepción de nuestro país, analizaron las ventajas y desventajas del
hemisferio
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Joaquín Morales Solá

LA NACION

MIÉRCOLES 27 DE ABRIL DE 2005

La desigualdad social, la fragilidad del sistema de partidos y la impotencia del Estado son las
mayores causas de la pérdida de calidad de la democracia en América latina. Tales fueron, a grandes
rasgos, las principales conclusiones del segundo Encuentro de Sevilla, que se realizó 22 años después
del primero y que congregó a políticos, intelectuales, economistas y periodistas de España, Portugal
y de toda América latina. En 1983, cuando sucedió el primer encuentro, la democracia sólo
comenzaba en España y apenas se insinuaba en América latina.

El seminario fue convocado para darles mayor contenido a las cumbres iberoamericanas, que se
realizan anualmente por iniciativa del rey Juan Carlos y del gobierno español. La próxima cumbre
será en Salamanca, en octubre próximo, y allí podría aprobarse un plan más sólido y de realización
permanente para esas reuniones cimeras. Se crearía, incluso, el cargo de secretario ejecutivo
permanente de la comunidad iberoamericana, función que recaería en el presidente del BID, Enrique
Iglesias.

Iglesias, que participó del Encuentro de Sevilla, fue tratado en todo momento como el futuro titular
de ese cargo, que no se formalizó aún. El jefe del BID, que tiene mandato en este organismo hasta
2008, habló siempre en nombre del banco interamericano, aunque deslizó en conversaciones
reservadas que estaría dispuesto a aceptar ese nuevo desafío. El discurso de Iglesias, en el acto de
clausura del seminario, fue el más aplaudido de todos y provocó casi una ovación.

Fue notorio el contraste de la delegación oficial argentina, que virtualmente no existió. El jefe de
Gabinete, Alberto Fernández; el canciller, Rafael Bielsa, y Eduardo Duhalde, como presidente de la
Comisión del Mercosur, desistieron de participar pocos días antes del evento. Las delegaciones de
los otros países estuvieron integradas por ex presidentes, cancilleres o destacados funcionarios, como
Marco Aurelio García, asesor especial del presidente Lula.

En los corrillos del seminario se comentó con frecuencia la existencia de cierto disgusto del gobierno
de José Luis Rodríguez Zapatero con el de Néstor Kirchner por la indefinición sobre las empresas de
servicios públicos. "Rodríguez Zapatero defendió a Kirchner dentro y fuera de España, pero no ha
recibido ningún gesto de reciprocidad. El tiempo se agota", dijo un importante funcionario español.

***

El ex presidente del gobierno español Felipe González, que tuvo una participación activa y franca en
el seminario, señaló que "en América latina no fracasó la democracia. Fracasaron algunos gobiernos,
que no es lo mismo". Pidió también que no se entienda a la democracia como una "ideología". "La
democracia por sí sola no crea buenos gobiernos. Sólo permite que la sociedad pueda remover a los
malos gobiernos", indicó.

El secretario ejecutivo de la Cepal, José Luis Machinea, que formuló una lúcida descripción de la
economía latinoamericana en la sesión inicial, puntualizó que en el año último América latina
registró el crecimiento más alto de los últimos 25 años. Pero señaló que otras regiones habían crecido
mucho más, y advirtió sobre la permanencia de la desigualdad social y la escasa inversión en
infraestructura.

Enrique Iglesias coincidió con Machinea, aunque puntualizó que las condiciones internacionales que
hicieron posible el crecimiento de América latina en el último año podían cambiar en algún
momento. Reclamó, en tal sentido, políticas de fondo que aseguren el crecimiento más allá de los
vaivenes internacionales. "La redistribución del ingreso en América latina está atada definitivamente
a la educación", subrayó.
Iglesias rescató también la idea de crear una escuela de administración pública en la comunidad
iberoamericana, destinada a forjar a las nuevas generaciones de políticos. Esa propuesta se había
formulado durante el seminario; se advirtió entonces que en muchos países de la región los políticos
llegan al gobierno con un profundo desconocimiento de la economía moderna, de las corrientes
internacionales y de la administración de los recursos públicos.

El seminario se realizó bajo las alarmantes noticias de Ecuador. La conclusión política fue que a la
región aún le falta fortalecer el Estado de Derecho, crear una "cultura de la legalidad" y mejorar el
funcionamiento de las instituciones políticas. En tal sentido, se propuso la confección de un "código
de buena conducta democrática" en la región, que uniera un mismo concepto sobre la democracia, la
libertad y los derechos humanos.

***

Se concluyó también que el hecho de que la democracia existiera en casi todos los países
latinoamericanos permitía mejores perspectivas para la integración económica y comercial. La
integración fue considerada una buena receta para el crecimiento. En este punto surgió uno de los
momentos más interesantes. Fue cuando el delegado peruano Allan Wagner recordó la reciente
creación de la Comunidad Sudamericana de Naciones. Se advirtió entonces que ese proyecto podía
esconder la idea política de excluir a México de América latina.

La mexicana Beatriz Paredes, de la priista Fundación Colosio, le pidió a Brasil que "no intentara
crear dos Américas". A su vez, el ex presidente uruguayo Luis Alberto Lacalle adelantó que su país
nunca respaldará un parlamento común del Mercosur, porque significaría ceder las decisiones a
Brasil y la Argentina.

Felipe González aconsejó no hablar de "cesión de soberanía", sino de "soberanía compartida" para
los procesos de integración. Pero puso especial énfasis en los problemas energéticos. "En América
latina no falta energía. Lo que falta es inversión en energía", dijo, directo y preciso.

El Encuentro de Sevilla fue abierto y clausurado por el canciller español, Miguel Angel Moratinos, y
se realizó en el Monasterio de La Cartuja, donde -según contó el presidente de la Junta de Andalucía,
Manuel Chávez- solía rezar Cristóbal Colón. Moratinos destacó en su discurso de clausura que la
idea del seminario fue de Iglesias. "Queremos un futuro con ambición para las cumbres
iberoamericanas", estampó Moratinos en el momento del adiós.
Bielsa dijo que esperan respuestas de Brasil
LUNES 02 DE MAYO DE 2005 • 14:46

(Télam).- El canciller Rafael Bielsa dijo hoy que hay "capital histérico de por medio", al manifestar
que las propuestas planteadas por la Argentina el año pasado para evitar asimetrías económicas entre
ambos países "hasta el día de hoy no han recibido una respuesta favorable".

En este sentido, el canciller indicó que la Argentina insistirá en el ámbito del Mercosur para que se
resuelvan "las asimetrías económicas, como lo indica el tratado de Asunción", que dio origen al
bloque, y para que los países se atengan "a la normativa vigente".

Incluso, Bielsa supeditó la posibilidad de avanzar en la institucionalización de la Comunidad


Sudamericana de Naciones a la resolución del "déficit institucional en el Mercosur", al señalar que
"el más absoluto sentido común" indica que no se puede "saltar dos metros diez cuando no se llegó a
saltar un metro cuarenta".

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Brasil minimizó la existencia de roces con la Argentina

De hecho, en declaraciones formuladas esta mañana a radio Del Plata, indicó que "la tarea prioritaria
que tiene en su agenda la República Argentina es hacer que el Mercosur sea lo que es, esto implica
resolver las asimetrías económicas, como lo indica el tratado de Asunción, y atenernos a la normativa
vigente".

De este modo, en diálogo desde Washington, Bielsa advirtió que el documento que "el ministro (de
Economía, Roberto) Lavagna presentó hacia fin del año pasado" a Brasil "hasta el día de hoy no ha
recibido una respuesta satisfactoria".

En este punto, el canciller hizo referencia a un escrito entregado en septiembre pasado por el titular
del Palacio de Hacienda al gobierno de Brasil, que proponía mecanismos de salvaguarda, entre otras
sugerencias, para paliar los desequilibrios en el desarrollo industrial bilateral.

De hecho, la propuesta había sido elaborada luego de que el aumento de importaciones brasileñas de
artículos de la línea blanca derivara en la decisión del gobierno argentino de aplicar restricciones
para la entrada de estos productos, una medida que tensó la relación bilateral.
"Nosotros vamos a seguir insistiendo, aunque lo que estamos pidiendo no es más ni menos que el
cumplimiento de una norma", aseveró Bielsa, quien opinó que, "siempre en la relación entre dos
vecinos, cuando hay tanto capital histérico de por medio, hay idas y venidas".

"Esto es una venida, pero sin lugar a dudas que, si trabajamos con firmeza, va a haber avenida",
indicó en las declaraciones formuladas desde Wahisngton, donde hoy participaba de la asamblea de
la OEA que eligió al ministro del Interior chileno, José Miguel Insulza, como su titular.

Por otro lado, Bielsa reafirmó la diferencia de postura de Argentina respecto de Brasil en relación a
la crisis en Ecuador al señalar que "la posición óptima era que los tres agrupamientos, el Grupo Río,
Comunidad Sudamericana de Naciones, y la OEA hicieran un comunicado conjunto en los mismos
términos".

"Nosotros preferimos de una manera profesional salirnos del medio de la discusión de quién decía
qué cosa e ir al ámbito regional por antonomasia, que es la OEA", indicó Bielsa.
Bielsa admitió diferencias con Brasil
Dijo que "existe un déficit institucional en el Mercosur"; críticas al país vecino por priorizar la Unión Sudamericana
MARTES 03 DE MAYO DE 2005

Rafael Bielsa admitió ayer, en tono más que diplomático, las diferencias que agitan la relación
bilateral entre la Argentina y Brasil.

Casi al mismo tiempo que en declaraciones a Radio del Plata el canciller argentino defendía la
prioridad que el Mercosur tiene para la Argentina -a diferencia de Brasil, que privilegia la Unión
Sudamericana de Naciones-, el presidente de Brasil, Luis Inacio Lula da Silva, insistía con
promocionar el liderazgo regional de su país (sobre lo que se informa por separado).

El canciller admitió además que ante la falta de una "respuesta satisfactoria", la administración de
Néstor Kirchner insistirá ante el gobierno de Brasil para que conteste un documento que el ministro
de Economía, Roberto Lavagna, le envió en septiembre último. Allí se reclamaban ventajas
comerciales para productos argentinos que ingresen en Brasil.

El presidente Lula da Silva, Pelé, Maradona y Néstor Kirchner. Foto: Alfredo Sabat

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Peleas recurrentes

"La tarea prioritaria que tiene en su agenda la Argentina es hacer que el Mercosur sea lo que es, y eso
implica resolver las asignaturas macroeconómicas, como lo indica el Tratado de Asunción. Siempre
va habrá relación entres dos vecinos, y cuando hay tanto capital histórico de por medio, hay idas y
venidas. Esta es una venida, pero sin ningún lugar a dudas si trabajamos con firmeza y con
profesionalismo, va a volver a haber ida", dijo Bielsa al ser consultado si realmente se tensó la
relación con Brasil.

"Tenemos un déficit institucional en el Mercosur, que nos parece que está primero en tiempo para
solucionar, antes que darle instituciones a la Comunidad Sudamericana (de Naciones)", dijo el
canciller, quien evaluó que la diferencia de postura frente a la crisis ecuatoriana como una de las
diferencias en la relación bilateral.

"En el episodio de Ecuador, la Argentina rápidamente adoptó la posición de que lo importante era
Ecuador, no era quién se pronunciaba primero. La posición óptima era que los tres agrupamientos -el
Grupo de Río, la Comunidad Sudamericana de Naciones y la OEA-, hicieran un comunicado. Al
mismo tiempo corría la crisis con la fluidez que todos conocen, de modo tal que preferimos de una
manera profesional salirnos del medio de la discusión de quién decía qué cosa e ir al ámbito regional
por antonomasia, que es la OEA", narró el canciller.
Fuentes oficiales del Palacio San Martín insistieron ayer en que la reunión que Bielsa mantuvo en
Washington durante el fin de semana con un grupo de embajadores argentinos "no fue en absoluto
convocada para tratar el tema Brasil", aunque admitieron que ése fue uno de los temas analizados. El
embajador argentino en los EE.UU., José Octavio Bordón, y el vocero del canciller, Oscar Feito,
dijeron ayer que "el tiempo dedicado a analizar la relación con Brasil no ocupó más del veinte por
ciento de la reunión. Se habló de Malvinas, de Europa, de EE.UU. y del Mercosur".

A su turno, el jefe de Gabinete de la Comisión de Representantes Permanentes del Mercosur,


Eduardo Amadeo, reconoció que hay "falta de diálogo" entre la Argentina y Brasil, pero consideró
que la reunión entre Bielsa y un grupo de embajadores en Washington fue "el preludio de un diálogo
profundo y estratégico" entre ambos países. "Miraría a la reunión como el preludio de un diálogo
profundo y estratégico que permita ordenar esta relación que hoy en día está, por lo menos,
desordenada", dijo Amadeo.

La visión de los expertos


La relación con Brasil aparece al tope de los temas que deberían ser prioritarios en la agenda exterior
de la Argentina posdefault según la visión de los expertos en política internacional consultados por
LA NACION.

Juan Gabriel Tokatlian, director de Relaciones Internacionales de la Universidad de San Andrés,


dijo: "La renegociación de la deuda fue un componente bastante irritativo con Brasil. Tras el canje se
abre la posibilidad de definir si lo que queremos es una sociedad estratégica real con Brasil o
seguimos en esta situación de recurrentes fricciones y oscilaciones que pueden debilitar no sólo la
relación bilateral sino al Mercosur. De todos modos, no podemos seguir pensando que nuestra
relación es un matrimonio perfecto o un divorcio irreconciliable. Creo que necesitamos una sociedad
estratégica muy fuerte con Brasil".

El ex vicecanciller de Carlos Menem, Andrés Cisneros, sostuvo: "El tema más importante de la
nueva agenda de política exterior es la relación con Brasil, nuestro principal aliado y amigo en el
mundo. Debe definirse con claridad si seguiremos siendo socios en igualdad de condiciones o si
Brasil va a continuar con su política de hegemonía regional y, en casos como el del Consejo de
Seguridad, con desequilibrios regionales irreversibles que tornarían imposible la culminación exitosa
de la integración y como vinimos construyéndolo desde el nacimiento del Mercosur".

Aníbal Jozami, rector de la Universidad Nacional Tres de Febrero. "La Argentina no puede jugar
políticamente el protagonismo con Brasil. Tenemos que fijar una clara política de asociación a la par
de Brasil, no haciendo seguidismo. Ellos tienen un peso económico y político en el mundo que
nosotros no tenemos."
Peleas recurrentes
Por Florencia Carbone De la Redacción de LA NACION
MARTES 03 DE MAYO DE 2005

Lejos de ser novedosas, las diferencias entre la Argentina y Brasil son casi históricas. La supuesta
sintonía ideológica entre los gobiernos de Néstor Kirchner y Luiz Inácio Lula da Silva no ha logrado
limar esas asperezas. Y la postura que Brasil asumió durante el conflicto político en Ecuador parece
haberse transformado en la gota que llenó el vaso de quejas y desacuerdos que la Argentina almacena
desde hace meses contra su socio en la región.

La posición frente a la reforma del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas -donde Brasil pretende
ocupar un asiento permanente y nuestro país brega por una banca rotativa para la región- o los
repetidos conflictos comerciales en el Mercosur resultan puntos recurrentes en la agenda bilateral.

La reacción ante la crisis ecuatoriana no hizo más que poner blanco sobre negro el proyecto de
liderazgo regional que Brasil se propone consolidar.

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Bielsa admitió diferencias con Brasil

Amorín buscó bajar la disputa

Según la visión de un integrante de la administración de Kirchner, "Brasil está poniendo demasiado


el pie en el acelerador" respecto de la Unión Sudamericana y en desmedro del Mercosur.

Por eso, aunque ayer fue particularmente cauto, Bielsa dejó en claro públicamente, y una vez más,
que la prioridad para la Argentina es el Mercosur. Una manera elegante de diferenciarse del país
vecino.

"Uno no se plantea saltar 2,10 metros cuando no llegó a saltar 1,40. Esto lo indica el más absoluto
sentido común", graficó el ministro. "Tenemos un déficit institucional en el Mercosur que nos parece
que está primero en el tiempo para solucionar, antes que darle instituciones a la Comunidad
Sudamericana de Naciones", agregó, en clara referencia a lo que ha sido la política central de Brasil.

Las últimas reuniones de negociación comercial del Mercosur son, según funcionarios de la
Cancillería, el fiel reflejo de la relación actual: "Muchas vueltas, oposición a cuestiones casi
formales, trabas continuas", dijo una fuente del Palacio San Martín. Ese parece ser el camino que la
Argentina eligió para llamar la atención de los brasileños.

En el tira y afloja cotidiano, las señales que ayer llegaron de Brasil también reflejan el estado actual
de las relaciones: ambigüedad.

Mientras que el canciller Celso Amorim, desde Francia, dijo que las relaciones entre ambos países
son "muy buenas" y algunos de sus colaboradores más cercanos se esforzaron por desestimar los
supuestos cortocircuitos, las extensas declaraciones del presidente Lula da Silva durante su programa
radial despertaron cierto resquemor en Buenos Aires. Más allá de la ausencia total de alguna
referencia al Mercosur, en el discurso presidencial, Lula defiende el papel de su país como custodio y
promotor del bienestar de la región. De hecho, lo que irrita de modo particular a Kirchner es que la
Comunidad Sudamericana de Naciones sea usada por Brasil como una de las patas fundamentales de
su proyecto de liderazgo regional.

Por ahora, la tensión bilateral parece moverse en los carriles habituales. Tal vez haya un escenario
que servirá para comprobar el verdadero grado de tirantez que hay entre la Argentina y Brasil: la
cumbre América del Sur-Liga Arabe que la semana próxima se hará en el vecino país.
Si se tiene en cuenta que Kirchner no es demasiado afecto a las cumbres internacionales -ya estuvo
ausente en el lanzamiento de la Comunidad Sudamericana su asistencia a ese encuentro medirá si es
que existe voluntad política de las partes para superar las diferencias.
"Uruguay alienta la inversión extranjera"
El mandatario oriental dijo que busca atraer capitales que vayan "a generar empleos y a respetar la normativa del
país"
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Jorge Elías

LA NACION

MIÉRCOLES 04 DE MAYO DE 2005

No cree en los motes ni en las etiquetas: "Los tiempos del llamado pensamiento único y de la
adjetivación fácil ya pasaron?, ya fueron", dice. Con ello, el presidente de Uruguay, Tabaré Vázquez,
procura desvirtuar los motes y las etiquetas de izquierdistas y populistas asignados a algunos
gobiernos de la región. Con ello, también, pretende dar un matiz más económico que político a la
primera visita que hará a la Argentina desde que asumió el cargo.

Vázquez se reunirá mañana con su par Néstor Kirchner. Poco antes participará de un almuerzo
organizado por los presidentes de la Cámara de Comercio Argentino-Uruguaya, Juan Carlos López
Mena, y del Consejo Interamericano de Comercio y Producción, Julio Werthein; en él disertará sobre
"Uruguay, las inversiones en un proyecto nacional de desarrollo".

El título mismo de su presentación, sugiere Vázquez en un cuestionario respondido por escrito a LA


NACION, refleja "la primera de una serie de iniciativas para promover inversiones en nuestro país. Y
empezamos por la Argentina".

Vázquez, el primer presidente que no responde al tradicional bipartidismo, sale de la sede del Frente Amplio.

Síntesis, en principio, del papel que concede al país en su agenda y del propósito de la visita en sí:
"Continuar cultivando la política de fortalecimiento del Mercosur y de la Comunidad Sudamericana
de Naciones -dice-. Y, en el plano bilateral, desarrollar y profundizar más aún nuestra tradicional
hermandad con la República Argentina y los acuerdos logrados con el presidente Kirchner".

Después de dos intentos fallidos en 1994 y 1999, Vázquez se ha convertido desde el 1° de marzo en
el primer presidente en 174 años de historia uruguaya que no responde al tradicional bipartidismo
entre blancos y colorados.

La primera visita a la Argentina coincidirá con los crecientes reclamos de ambas márgenes del río
Uruguay por la instalación en el territorio uruguayo, frente a la costa de la provincia de Entre Ríos,
de dos plantas de procesamiento de pasta de celulosa que podrían ocasionar daños ecológicos. Ante
ello, Vázquez dice que dispuso "los controles correspondientes para que el funcionamiento de ese
importante emprendimiento se ajuste a las normas medioambientales vigentes".
Sobre la agenda bilateral con la Argentina, los temas son "varios y de diverso orden: desde los
derechos humanos hasta la promoción de las inversiones y el comercio, pasando por el apoyo mutuo
en la instrumentación de programas sociales, la cooperación científica, tecnológica, cultural y
educativa; la integración energética, nuestro común compromiso con «más y mejor Mercosur»".
Advierte, empero, que el objetivo de la visita estará centrado en un punto: "Promover inversiones en
nuestro país".

-¿En qué se identifica con Kirchner, más allá de la política de derechos humanos, y en qué
medida acepta el mote de izquierdistas y de populistas que reciben a menudo los gobiernos de
la región?

-Con Kirchner tenemos preocupaciones comunes en torno del Mercosur, a la reconstrucción de un


diálogo justo tanto con la Unión Europea como con los Estados Unidos y a la reivindicación de
nuevos modelos de desarrollo que pongan centro en la gente, en mejorar la calidad de vida de
nuestros pueblos. En cuanto a los motes, no creo que el ser izquierdista pueda serlo, si miramos a los
gobiernos de la región. La época de las dictaduras autoritarias de derecha ha pasado, aunque algunos
no se hayan percatado. Y lo de populistas es una demostración más de que algunos usan palabras sin
tener la menor idea de su significado. Los tiempos del llamado pensamiento único y de la
adjetivación fácil ya pasaron..., ya fueron.

-¿Cuáles son las áreas en las que hay coincidencias y en las que se avanzará en forma
inmediata, y en cuáles sucede lo contrario?

-Yo creo que estamos avanzando en todas, lo cual no quiere decir que los efectos sean inmediatos y
milagrosos. A nadie escapa que los intereses nacionales suelen trascender las afinidades de los
gobernantes. Pero percibo que hay buen clima de diálogo.

-¿Por qué viajó antes a Brasil?

-¿Y por qué, ya elegido presidente de la República, vine antes a la Argentina y después fui a Brasil?
A veces, la realidad es bastante más simple que ciertas interpretaciones.

-A propósito, ¿apoya que Brasil tenga una banca permanente en el Consejo de Seguridad de la
ONU o prefiere una banca regional rotativa, como propone la Argentina?

-Antes de responder esa pregunta hay que responder al desafío ya planteado de reformar las Naciones
Unidas. Una vez resuelto ese punto y aprobada la ampliación del Consejo de Seguridad, el gobierno
uruguayo adoptará una posición consistente con su relación histórica con la Argentina y Brasil, y con
sus intereses integracionistas. Pero primero lo primero...

-¿Hugo Chávez une o divide?

-El presidente de Venezuela ha sido elegido democráticamente, y se ha sometido al veredicto de las


urnas varias veces; no veo por qué no habría que respaldarlo, en el marco del respeto absoluto por su
derecho a tomar las decisiones que crea convenientes.

-¿Cómo ve la actitud de los Estados Unidos frente a Venezuela?

-Desde un firme compromiso latinoamericanista. Confiamos en que el diálogo político contribuya a


solucionar los diferendos.

-¿Aceptaría firmar con los Estados Unidos un acuerdo de libre comercio, como Chile?

-Cada país es soberano en cuanto a los caminos que recorre para su inserción en el mundo. Nosotros
tenemos un firme compromiso con el Mercosur. Por otra parte, nuestras relaciones con los Estados
Unidos son muy buenas y tenemos varias iniciativas a consideración para mejorarlas aún más.

-El ex candidato del Partido Nacional Jorge Larrañaga lo comparó con Kirchner y dijo que
prefiere "estar solo". ¿Es así?
-Resulta por lo menos curioso hablar de la soledad del presidente de los uruguayos luego del
pronunciamiento ciudadano del 31 de octubre pasado. También parece un tanto insólito que se me
acuse de querer gobernar en soledad cuando yo mismo, apenas confirmado como presidente electo,
convoqué al Partido Nacional, al Partido Colorado y al Partido Independiente a integrar el gabinete
de gobierno, los organismos de contralor del Estado y los directorios de las empresas públicas y entes
autónomos. La respuesta de cada partido a tal convocatoria fue, obviamente, una decisión soberana
sobre la cual no me corresponde opinar. Nuestro gobierno dialoga y dialogará sistemáticamente con
la sociedad civil y, por supuesto, con todos los actores políticos. Ninguna diferencia con la oposición
nos hará renunciar a nuestra voluntad y compromiso de diálogo, ningún diálogo se romperá por
iniciativa nuestra.

-También ha habido expresiones de protesta, dentro del Frente Amplio, por el rechazo a sus
banderas tradicionales, como el no pago de la deuda externa y el no, a secas, al FMI. ¿Cómo
piensa manejarlas?

-Las banderas tradicionales del Encuentro Progresista/Frente Amplio/Nueva Mayoría (la fuerza
política responsable del gobierno nacional) son sus principios fundacionales, sus acuerdos
programáticos y sus compromisos de gobierno. Todos ellos debidamente aprobados en las instancias
orgánicas correspondientes. Estamos gobernando estrictamente de acuerdo con esos antecedentes.

-En coincidencia con su viaje, organizaciones ambientalistas protestan por la instalación de dos
plantas de celulosa. ¿Piensa rever la autorización otorgada por el gobierno de Jorge Batlle?

-Nuestro proyecto de país productivo apunta a un desarrollo sustentable, y en ese marco referencial
el gobierno alienta la inversión extranjera que venga a generar empleos y a respetar la normativa del
país; entre otras, la referida a la temática medioambiental. Luego de analizar detenidamente el tema y
de consultar especialistas en la materia, hemos dispuesto los controles correspondientes para que el
funcionamiento de ese importante emprendimiento se ajuste a las normas medioambientales
vigentes.

-¿Carlos Gardel es uruguayo?

-Más allá del lugar donde nació, Carlos Gardel es uno de los tantos lazos que unen a argentinos y
uruguayos. Y ahora, por favor, no me pregunte sobre fútbol...
En plena crisis, Kirchner y Lula tienen una cita en
la agenda
Se verán en Brasilia durante una cumbre con países árabes
MIÉRCOLES 04 DE MAYO DE 2005

Un compromiso agendado hace meses forzará la semana próxima que los presidentes Néstor
Kirchner y Luiz Inacio Lula da Silva se topen cara a cara en medio de los severos desacuerdos
diplomáticos y comerciales entre la Argentina y Brasil que salieron a la superficie en los últimos
días.

La cancillería argentina organiza por estas horas la visita presidencial a Brasilia para participar de la
primera cumbre de jefes de Estado de América del Sur y de los Países Arabes. Consultado antes de
un acto en Cipolletti, el propio Presidente desestimó anoche versiones que ponían en duda el viaje.
"Obvio que voy a estar", dijo.

La reunión multinacional, acordada con el objetivo de incrementar el comercio, transcurrirá el martes


y el miércoles próximos en la capital de Brasil: fue una iniciativa principalmente de Lula, pero no
faltaron gestiones diplomáticas argentinas.

Kirchner y Lula no tienen previsto por el momento un espacio en su agenda para reunirse a solas. En
realidad, suelen improvisar o acordar sobre la marcha sus encuentros bilaterales cuando coinciden en
una cumbre.

La tensión entre la Argentina y Brasil estalló -al menos ante la opinión pública- cuando el canciller
Rafael Bielsa planteó quejas ante la prensa sobre la política del gobierno de Lula ante los últimos
conflictos regionales y sobre la falta de respuesta a varios reclamos comerciales de la Argentina.

Bielsa reconoció que el gobierno de Kirchner considera prioritario fortalecer las instituciones del
Mercosur antes que impulsar la Comunidad Sudamericana de Naciones (CSN), considerada por la
Argentina como un instrumento para fortalecer el liderazgo de Brasil en la región.

Esas diferencias de criterio se evidenciaron durante la reciente revuelta en Ecuador, que terminó con
la destitución del presidente Lucio Gutiérrez: Brasil actuó como garante institucional sin consultar a
sus socios y eso irritó a las autoridades argentinas.

Señales cruzadas
Por medio de su canciller, Celso Amorim, Brasil intentó desestimar que existiese una crisis bilateral,
cuando el tema ya dominaba las portadas de los diarios de su país.

Marco Aurelio Garcia, principal asesor internacional de Lula, llamó ayer al jefe de Gabinete, Alberto
Fernández. El diálogo -en el nivel político inmediatamente inferior a los presidentes- ayudó a la
distensión.

Aun así, hubo señales diplomáticas argentinas que podrían repercutir en la relación con Brasil. Por
ejemplo, el anuncio de un plan para aumentar el comercio con los Estados Unidos realizado en
Washington por el embajador José Bordón.

Las diferencias comerciales configuran, en la práctica, el nudo del conflicto bilateral. Las últimas tres
veces que se vieron, Kirchner y Lula decidieron ratificar su "alianza estratégica" y dejar esas
cuestiones en manos de sus asesores técnicos. Pero -nuevamente- la supuesta voluntad política de
unidad resultó insuficiente.

Bielsa recordó que el ministro de Economía, Roberto Lavagna, había presentado a Brasil, en
septiembre, un documento con propuestas para regular el comercio bilateral. Aclaró que nunca hubo
respuesta. Ese proyecto preveía mecanismos para compensar el comercio ante desequilibrios
macroeconómicos y la posible invasión de productos de un país en el otro.

Kirchner tuvo reuniones recientes con empresarios de varios sectores, en las que lo alertaron por la
supuesta invasión de exportaciones brasileñas. Ayer, el secretario de Industria, Miguel Peirano,
advirtió que la Argentina podría tomar medidas unilaterales para regular el ingreso de mercadería
brasileña.

Ese contexto parecía ideal para justificar un faltazo de Kirchner a la cumbre de Brasilia, como hizo
en anteriores citas internacionales cuya convocatoria se atribuye a Lula, por ejemplo, la reunión en la
que nació la CSN (hace cinco meses, en Cuzco).

Pero el Presidente se encargó de despejar cualquier duda. Además de ver a Lula, ir a Brasilia le
permitirá encontrarse con al menos otros seis colegas sudamericanos y con mandatarios árabes que
quieren hacer negocios en la región.

"Nueva etapa"
(Télam).- El canciller Rafael Bielsa y el embajador argentino en Washington, José Octavio Bordón,
anunciaron ayer el inicio de "una nueva etapa de la política exterior" con los Estados Unidos, que
estará marcada por un fuerte impulso del comercio con cada uno de los 50 estados norteamericanos.
Fue tras una reunión de una hora con el gobernador de Florida, Jeb Bush, hermano del presidente
George W. Bush.

Por Martín Rodríguez YebraDe la Redacción de LA NACION


Otro intento por frenar la pelea con la Argentina
En Brasil rescatan la vieja amistad
MIÉRCOLES 04 DE MAYO DE 2005

SAN PABLO.- El vicepresidente brasileño, José Alencar, también entró ayer en la polémica para
intentar bajar la tensión con la Argentina.

El dueño de Coteminas -una de las mayores empresas textiles de América latina, que tiene una planta
en Santiago del Estero- dijo, con su estilo de hombre del interior brasileño, que la Argentina "tiene
que entender que Brasil es un país amigo", y que Lula quiere apenas "el desarrollo de toda América
del Sur".

Para Alencar, "el pueblo argentino no debe estar de acuerdo" con la supuesta idea del presidente
Néstor Kirchner de endurecer su relación con Brasil. "Cualquier persona con sentido común sabe que
América del Sur unida será más fuerte."

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El canciller Celso Amorim, en tanto, insinuó que las quejas del gobierno argentino son hechas por
medio de la prensa y no en las reuniones bilaterales. "En general, esa idea de que hay que darle más
énfasis al Mercosur la he escuchado más a través de la prensa que personalmente", dijo en tono
irónico.

Y discordó de la idea del canciller argentino, Rafael Bielsa, de que es necesario consolidar el
Mercosur antes de pretender la integración de toda América del Sur, como se busca mediante la
Comunidad Sudamericana de Naciones. "Nosotros no creemos que las dos cosas sean
contradictorias; tienen que caminar juntas", afirmó Amorim a periodistas en París, donde cumple una
misión diplomática.

En respuesta a las afirmaciones que llegan desde el Palacio San Martín sobre la necesidad de pagar
un precio -en forma de apoyo económico, comercial y político- cuando se desea tener ascendencia
sobre otro país, Amorim acusó recibo del mensaje.

"Sí, lo que deberíamos hacer con la Argentina es comprarle más petróleo, más trigo, hacer más
compras gubernamentales, e invertir más en la Argentina. Deberíamos tener una política industrial en
que el Bndes [el banco de fomento brasileño] pudiera ser usado para financiar inversiones en la
Argentina", expresó. Y, en tono de "mea culpa", dijo: "Brasil debería hacer más por la Argentina de
lo que ha hecho".

"Reindustrialización"
Desde la asunción de Lula, sin embargo, la balanza comercial permanece superavitaria en favor de
Brasil, que en la mesa de las negociaciones comerciales no admite ningún tipo de concesión hacia
sectores argentinos que buscan su "reindustrialización".

El triple pedido hecho por el ministro de Economía, Roberto Lavagna -política común de captación
de inversiones, eliminación de subsidios y la creación de salvaguardias para sectores específicos-
permanece sin respuesta de parte de Brasil hace más de ocho meses.
Amorim volvió a afirmar ayer que "es normal que dos países importantes como Brasil y la Argentina
puedan tener algún punto de divergencia; eso es normal en cualquier lugar del mundo, entre Estados
Unidos y Canadá, entre Alemania y Francia".

Marcando la posición del gobierno Lula, Amorim ratificó la política de buscar una integración con
todo el subcontinente. "Brasil tiene fronteras con diez países en América del Sur y necesita tener una
política para el conjunto de América del Sur. Eso es natural y ésa es nuestra visión."

Al tiempo que Amorim intentaba explicar el porqué del liderazgo de su país, el embajador
norteamericano en Brasilia, John Danilovich, dijo que "escuchó hablar" de la tensión diplomática
entre Brasil y la Argentina, pero que él no tiene dudas: "El liderazgo brasileño es un hecho, una
realidad en la región y en el mundo".

El diplomático se alineó de manera contundente, con la posición planteada en Washington por sus
jefes políticos, la secretaria de Estado, Condoleezza Rice, y el subsecretario para Asuntos
Latinoamericanos, Roger Noriega.

Por Luis EsnalCorresponsal en Brasil


Los desafiantes objetivos de Brasil
Lula avanza sin exceso de retórica hacia el liderazgo regional, pese al enojo del gobierno de Kirchner

Joaquín Morales SoláLA NACION

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JUEVES 05 DE MAYO DE 2005

Brasil se ha propuesto ser en los próximos años unos de los países más importantes del mundo. Sus
movimientos internacionales están conducidos, todos, hacia ese objetivo. Los Estados Unidos acaban
de darle la bienvenida como potencial miembro de ese selecto club. Lo ha hecho Condoleezza Rice
durante la semana última, y lo repitió Roger Noriega anteayer. ¿Le gusta eso a la Argentina?
Seguramente no.

El disgusto se entronca con la historia. Durante gran parte del siglo que terminó, era la Argentina la
que se sentía dueña de ese destino, que hoy Brasil enarbola con más realismo y menos retórica. La
Argentina no tuvo el destino que imaginó. No es culpa de ningún extraño. De todos modos, la
política tiene poca relación con los gustos o los disgustos personales.

En los últimos días se han exhibido argumentos de distinta calidad para explicar la tensión con
Brasil. A algunos no vale la pena prestarles atención. ¿Quién llegó primero a la crisis de Ecuador?
¿Hizo bien Brasil en concederle asilo político al ex presidente ecuatoriano Lucio Gutiérrez antes de
consultarlo con la Argentina? Las respuestas, cualesquiera que fueran, son poco relevantes.

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Lula se refirió a los "celos de los vecinos"

Pedido de Kirchner a la Justicia

Hay otras cuestiones que son particularmente significativas. Y la primera de ellas es el Mercosur.
Hace un buen rato que Brasil y la Argentina no discuten más que de los desequilibrios de la balanza
comercial. Un argentino aseguraría que el país no puede tolerar por mucho más tiempo un resultado
negativo de la balanza, como sucede desde hace casi 20 meses. Un brasileño replicaría que esa
balanza tuvo superávit para la Argentina durante gran parte de los años 90.

La discusión revela, en todo caso, que la experiencia del Mercosur (el más avanzado proyecto de
integración de América latina) se agotó en los términos en que está. Necesita de un paso al frente o
se convertirá, tarde o temprano, en una módica unión aduanera. Kirchner no carece de razón cuando
recela de la Comunidad Sudamericana de Naciones. No es por la presencia de Duhalde en ese
proyecto meramente declarativo. En todo caso, lo advierte a Duhalde como un instrumento de la
política exterior brasileña, lejano de la estrategia argentina.
Kirchner no fue a la inauguración de esa Comunidad, no porque le sienten mal las alturas, como
pretextó, sino porque le sienta mal el proyecto. Podría licuar al Mercosur y resulta perfecto para la
estrategia brasileña de crear una América latina sin México. Un vocero brasileño señaló que una
comunidad tan vasta de naciones descarta cualquier intención de liderazgo de Brasil: "¿Cómo se
gobierna semejante cantidad de países?", preguntó. La dificultad es cierta. Pero en Brasilia siguen
hablando de Sudamérica y no de América latina.

***

La Argentina sabe que no quiere una rápida y fácil Comunidad Sudamericana de Naciones, y está
más segura de que no le conviene tener a Brasil sentado para siempre en el Consejo de Seguridad de
las Naciones Unidas. En las próximas horas, el Gobierno recibirá un mensaje de Brasil de que está
dispuesto a usar ese eventual sillón como una representación de la región y no sólo para satisfacer
sus proyectos nacionales. Brasil está convencido de que ya cuenta con los votos necesarios en la
asamblea de las Naciones Unidas para cumplir con ese objetivo.

A todo esto, ¿cómo sigue el Mercosur? Brasil habla poco y nada del Mercosur. ¿Por qué negarlo?
Pero la Argentina podría insistir para discutir con Brasil la integración energética y de
infraestructura, un acuerdo previsible sobre el intercambio comercial y pactar emprendimientos
comunes sobre las industrias nuclear y misilística. Podría retomar la idea de un parlamento común
del Mercosur y plantear la necesidad de la "soberanía compartida" que requiere todo proyecto de
integración. ¿No es eso, acaso, lo que le dio vida definitiva a la Unión Europea?

Pero, antes, debería preguntarles a sus socios del Mercosur por qué Chile no es miembro pleno,
cuando lo es naturalmente, y por qué nadie le respondió todavía a México el pedido de incorporación
al Mercosur que el presidente Vicente Fox hizo personalmente hace casi un año.

Chile no quiere ser miembro pleno porque nadie habla de cosas serias en el Mercosur. Y Brasil -es
cierto-no quiere a México en el barrio. Es la Argentina la que necesita a Chile y a México para
equilibrar la balanza política.

Washington pudo haberle dado la bienvenida a Brasil al Consejo de Seguridad de la ONU con sus
últimas declaraciones. O pudo, en cambio, haberlo alentado en sus ambiciones nacionales porque
sabe que no podrá ayudarlo a ingresar en el club más selecto de la política internacional.

Sea como fuere, Brasil se ha reinstalado como el interlocutor privilegiado de Washington en la


región. Es cierto también que Brasil cumple sus promesas. Prometió contenerlo al populista Hugo
Chávez y lo hizo. Desde que habló el presidente Lula sobre el bullanguero Chávez, éste se calló. El
gobierno argentino se comprometió a una evanescente contención de Chávez, que nunca se concretó
en realidades palpables.

¿Cómo negarles a los Estados Unidos el derecho de elegir a sus aliados más eficientes? ¿Cómo
negarle a Brasil el derecho de imaginarse con una presencia internacional protagónica? ¿Cómo,
cuando es la Argentina la que se ausenta del mundo y se encierra en sí misma? En el mundo de hoy
se está o no se está, y no hay pataleta que reemplace luego a las injustificadas ausencias del escenario
internacional.

Un país puede hacer muchas cosas. Pero no puede darse el lujo de remedar la rebeldía juvenil de
mayo de 1968, que sólo sabía lo que no quería.
Ratificó el gobierno de Uruguay que no levantará
el secreto bancario
Tras reunirse con Kirchner, Vázquez aclaró que sólo la justicia de su país puede hacerlo
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Mariano Obarrio

LA NACION

VIERNES 06 DE MAYO DE 2005

Después de la visita a Néstor Kirchner en la Casa Rosada, el presidente de Uruguay, Tabaré


Vázquez, afirmó ayer que "no está planteado el levantamiento del secreto bancario" en su país y
señaló que sólo "por la vía de la Justicia se puede levantar", aunque circunscribió esa posibilidad al
propósito de hallar a los deudores crónicos, sin voluntad de pago, que existen en Uruguay con fondos
en las bancas pública y privada.

Previamente lo había aclarado su ministro de Economía, Danilo Astori, durante un almuerzo con
unos 500 empresarios en el hotel Sheraton. "No está previsto que haya ninguna modificación a la
norma actual que protege los depósitos bancarios", había afirmado, en uno de los párrafos que
arrancó los más sonoros aplausos del auditorio.

Tabaré, Astori y el canciller uruguayo, Reynaldo Gárgano, entre otros funcionarios, habían disertado
en el almuerzo organizado por el Consenso Interamericano de Comercio y Producción y por la
Cámara de Comercio Argentino-Uruguaya. De ese encuentro multitudinario participaron el
vicepresidente, Daniel Scioli; el jefe de Gabinete, Alberto Fernández; el gobernador bonaerense,
Felipe Solá, y el jefe del gobierno porteño, Aníbal Ibarra.

Los presidentes de Uruguay y de la Argentina se saludan en la Casa de Gobierno, ayer a la tarde. Foto: Presidencia de la Nación

En su discurso, Tabaré Vázquez había arrancado calurosos aplausos cuando les pidió a los
empresarios que invirtieran en su país y les reclamó que "si en mi gobierno saben de un pedido de
coimas, me lo hagan saber, porque tomaré las medidas preventivas y punitivas que sean necesarias".

Luego de reunirse con Kirchner, Vázquez afirmó que Astori estudia levantar el secreto bancario sólo
para "que se conozca un grupo de deudores crónicos, que se escudó en refinanciaciones y que nunca
mostró voluntad de pago". Esos deudores, dijo, están en la banca pública y privada.

Señaló que ello se hacía para defender a "quienes se endeudaron para trabajar o para comprar algún
bien", y para proteger la salud del sistema financiero.

Consultado por LA NACION al salir de la sala de conferencias sobre si existían ciudadanos


argentinos entre esos deudores, Vázquez señaló: "No lo sabemos; en principio, nos referimos a
deudores uruguayos". El secreto bancario está resguardado en el Uruguay mediante la ley 15.322.
"No está planteado el levantamiento; en Uruguay existe hasta que la Justicia lo solicita. Si lo pide la
Justicia se puede levantar", sostuvo Vázquez. De la reunión entre Kirchner y Vázquez participaron
Alberto Fernández, el canciller, Rafael Bielsa, y los embajadores Francisco Bustillo Bonasso, de
Uruguay, y Hernán Patiño Mayer, de la Argentina.
En sintonía con la posición argentina en su disputa con Brasil, el presidente uruguayo señaló que su
"prioridad absoluta es fortalecer el Mercosur como paso previo a cualquier otro vínculo, y a partir de
allí lograr acuerdos con otros países". La frase cobró significado porque Kirchner objeta la idea de su
par brasileño, Luiz Inacio Lula da Silva, de privilegiar la constitución de la Comunidad
Sudamericana de Naciones. Incluso dijo que desde el Mercosur "hay que abrirse a otros bloques y al
mundo" para hacer acuerdos de intercambio comercial y cultural.

Además, defendió la profundización de la integración del bloque para lograr que la Unión Europea y
los Estados Unidos derriben las barreras arancelarias y los subsidios a productos agropecuarios.

Sobre el conflicto abierto entre la Argentina y Brasil por las asimetrías comerciales, Vázquez dijo
que "no hay que dramatizar; desencuentros hay en las mejores familias".

En el comienzo de la rueda de prensa, en la que el mandatario uruguayo se mostró muy atento con el
periodismo, Alberto Fernández anunció que la Argentina se comprometió a condonarle al Uruguay la
deuda por US$ 80 millones que tenía la petrolera estatal Ancap con la AFIP. A cambio, Vázquez
aceptó la conformación de una comisión mixta que estudiará los riesgos de contaminación ambiental
por la instalación de la planta papelera de capitales finlandeses sobre el río Uruguay, en la ciudad
uruguaya de Fray Bentos. "El proceso de instalación de la planta va a continuar", dijo Vázquez. Sin
embargo, aclaró que "se tomarán todas las medidas para minimizar los riesgos de contaminación", y
que la planta es de última generación y contempla todos los requisitos de la legislación europea. El
planteo había sido formulado por Kirchner y por el gobernador de Entre Ríos, Jorge Busti, que
participó del último tramo del encuentro, porque la provincia sería la principal damnificada. Por
último, Kirchner le garantizó a Vázquez que la Argentina hará "todos los esfuerzos" para proveer al
Uruguay de la energía necesaria, especialmente en gas, en los próximos meses.

Errores y actos fallidos en la Rosada


La conferencia en la Casa Rosada estuvo plagada de equívocos. El jefe del Gabinete, Alberto
Fernández, se refirió al ilustre visitante como "nuestro querido presidente del Uruguay, Tabaré
Areas", en lugar de Tabaré Vázquez. No sólo una vez: en la primera, hubo una carcajada general de
los periodistas; en la segunda, el visitante se acercó y le dijo al oído: "Tabaré Vázquez".
"¡Perdónenme! -se disculpó Fernández-. Siempre me confundo. Es un gran periodista", dijo, respecto
del fallecido ex periodista del diario Clarín y de la agencia Télam. Vázquez no se quedó atrás y
aportó lo suyo con un acto fallido: "Defendemos la contaminación ambiental...", cuando quiso decir
"defendemos el medio ambiente".
Con fuertes reclamos hacia Lula, Kirchner partirá
hoy a Brasil
El Mercosur y el comercio, en la agenda
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Mariano Obarrio

LA NACION

LUNES 09 DE MAYO DE 2005

El presidente Néstor Kirchner viajará hoy a Brasilia con la intención de plantearle a su par de Brasil,
Luiz Inacio Lula da Silva, un fuerte reclamo para solucionar los desequilibrios comerciales, que
causan una invasión de productos brasileños a la Argentina, y para avanzar en la profundización del
Mercosur, previamente a la conformación de la Comunidad Sudamericana de Naciones (CSN).

"Desde septiembre de 2004, venimos con ese reclamo. El tiempo se terminó. Tiene que haber una
respuesta a corto plazo", dijo a LA NACION el canciller Rafael Bielsa. Confirmó de ese modo las
especulaciones de otras fuentes de la Casa Rosada en cuanto a que la reunión bilateral de mañana,
entre Kirchner y Lula, puede resultar tensa.

El contexto será, en rigor, la cumbre de presidentes de América del Sur y de países árabes, que se
hará en Brasilia, desde hoy y hasta pasado mañana. En el Gobierno se ilusionan con que puede haber
una respuesta satisfactoria por parte de Lula. Fundamentan su optimismo en que el presidente
brasileño e Itamaraty bajaron los decibeles del conflicto desatado por Bielsa la semana última y en
que la prensa brasileña criticó la falta de atención de Lula a los requerimientos de la Argentina.

En Brasilia, preparaban un gran operativo de seguridad para la cumbre. Foto: AP

Todos estos conflictos, además de otros concernientes a la región, comenzarán a tratarse hoy a la
noche, en una cumbre tripartita entre Kirchner, Lula y el presidente de Venezuela, Hugo Chávez.
Nuestro país, además, llevará a Brasilia una importante comitiva industrial. Un interés prioritario de
la Cancillería para esta cumbre será promover el intercambio comercial con los países árabes.

Desistió de viajar Eduardo Duhalde en su condición de presidente de la Comisión de Representantes


del Mercosur. Se explicó en su entorno que la cumbre de Brasilia abundaría en conversaciones
bilaterales entre todos los países, en las que no haría falta su presencia. Pero otro posible motivo de
su ausencia es que Kirchner procurará bajar las expectativas por la conformación de la Comunidad
Sudamericana, un emprendimiento que sí promueven Lula y Duhalde.

El Presidente aspira a cambiar el eje de esa pulseada en su encuentro con Lula. "Para nosotros, lo
importante es dejar en claro que no se puede pasar a una etapa ulterior, como la CSN, sin antes
perfeccionar la etapa anterior, el Mercosur", dijo Bielsa.

"No sólo queremos moderar las asimetrías comerciales, sino que hace falta una coordinación
macroeconómica", agregó el canciller.

En buen romance, el Gobierno no quiere únicamente discutir con Lula la invasión al mercado local
de productos industriales brasileños, como zapatos, textiles y electrodomésticos de la línea blanca.
Busca, además, poner sobre la mesa una negociación amplia sobre mecanismos para frenar los
incentivos de Brasil a la radicación de inversiones en su país y los subsidios fiscales y financieros a
las exportaciones brasileñas.

La agenda
En síntesis, la agenda de Kirchner está compuesta por las asimetrías comerciales, los desequilibrios
macroeconómicos y la profundización del Mercosur.

"Puede haber una respuesta satisfactoria", aseguraron a LA NACION en la Casa Rosada. Se verá.
Kirchner y Bielsa se quejan de que Brasil no respondió a una propuesta del ministro de Economía,
Roberto Lavagna, de septiembre de 2004, que sugería solucionar las asimetrías comerciales y acordar
buenas prácticas para las inversiones.

En rigor, hubo una respuesta, pero no fue satisfactoria para la Casa Rosada: Brasil sólo habló del
segundo punto, pero nada dijo del primero. Lavagna y Bielsa redactaron una contrapropuesta; está
escrita. Podrían dejarla en la mesa de Lula luego de la reunión de mañana.

En Balcarce 50 aseguran que Kirchner y su canciller planificaron de mutuo acuerdo la escalada del
conflicto que desató Bielsa la semana última, cuando se quejó de la falta de respuestas brasileñas. El
objetivo era llegar a la reunión con Lula con mayor margen de negociación.

Un motivo del optimismo de Kirchner radica ahora en la distensión que planteó Lula cuando dijo que
será una crisis "pasajera". Pero en medio de los chisporroteos, el gobierno de los Estados Unidos
intervino y reconoció a Brasil como "el líder de la región".

No obstante, la Casa Rosada tomó también con muy buen ánimo la actitud conciliadora de Marco
Aurelio Garcia, asesor en relaciones exteriores de Lula; del canciller brasileño, Celso Amorin, y de
su vicecanciller, Samuel Guimaraes.

Otros temas de la agenda abierta entre Kirchner-Lula serían el intercambio comercial general entre
ambos países; la nueva conducción del secretario general de la OEA, el chileno Miguel Insulza; la
crisis en Ecuador, y la soberanía argentina sobre las islas Malvinas luego de que se conoció la
postura probritánica de la Constitución de la Unión Europea.

El Gobierno presiente que Lula pedirá apoyo argentino para que Brasil obtenga una banca
permanente dentro de la futura ampliación del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas (ONU),
una idea que es resistida por Buenos Aires.
Lula dijo que nuestro país tiene "celos" porque impulsa que la banca en ese órgano sea rotativa. "No
aceptaremos la banca permanente ni por todo el oro del mundo. Nos quedaríamos afuera del mundo",
responden en el Gobierno.
Amorim: "La Argentina es nuestra prioridad"
El canciller brasileño negó un conflicto
LUNES 09 DE MAYO DE 2005

PARIS.- El canciller brasileño Celso Amorim intentó nuevamente poner punto final a las tensiones
que atraviesan Brasil y la Argentina, y defendió con vehemencia en París la Comunidad
Sudamericana de Naciones, creada en diciembre pasado en Cuzco.

En declaraciones a LA NACION, al margen de la pequeña conferencia de ministros de unos 30


países de la Organización Mundial de Comercio, que se desarrolló en la embajada de Australia en
París, Amorim redobló sus esfuerzos por disminuir las tensiones que existen con la Argentina
calificándolas de "ruido" que atribuyó a la prensa y no a "declaraciones oficiales" de Buenos Aires.

"La Argentina es absolutamente prioritaria en nuestras relaciones exteriores. Lo dije dentro del
gobierno brasileño en la reunión de ministros. Así queremos que sea y así va a ser", afirmó Amorim.

"No estoy hablando de retórica -continuó-; estoy hablando de lo que dije dentro del gobierno: para
nosotros, la Argentina es absolutamente prioritaria. Quizá pueda haber algún problema de
percepción; nadie es perfecto, pero incluso el presidente Lula está convencido de que la relación con
Buenos Aires es prioritaria."

Tanto Brasil como la Argentina admitieron tensiones y diferencias que llevaron a altos funcionarios
de los dos países a elevar el tono de sus declaraciones.

La cancillería argentina criticó a Brasil por la falta de respuesta a una propuesta argentina para
equilibrar el comercio y superar las asimetrías entre los dos países y por el deseo de Buenos Aires de
compensar el déficit institucional del Mercosur antes de impulsar el protagonismo de otros
organismos intergubernamentales, en referencia a la crisis ecuatoriana y la acción de los diferentes
organismos regionales, la Comunidad Andina de Naciones, la Unión Sudamericana y el Grupo de
Río.

"Brasil tiene frontera con otros nueve países. No podemos abandonarlos", dijo, sin embargo,
Amorim.

"No es una cuestión ni de liderazgo regional, ni de hegemonía, ni mucho menos. Creo que es del
interés de todos mostrarnos juntos", indicó en referencia a la Unión Sudamericana.

Además, defendió la acción de la Unión Sudamericana como organismo intergubernamental para el


subcontinente y afirmó que "no es incompatible con el Mercosur".

"En negociaciones de la OMC, negociaciones con la UE y con el ALCA estamos juntos a través del
Mercosur. Es una gran cosa y lo hemos logrado. Pero si fuera toda América del Sur, tendríamos más
peso; es una cosa muy fácil de entender. Si estamos integrados como continente, sería mucho más
fácil", explicó.

"Lo que estamos haciendo al proponer la Comunidad Sudamericana no es algo anormal, es corregir
una anomalía, y siempre tuvimos el apoyo de la Argentina para hacerlo", añadió.

Amorim afirmó que el Mercosur y la Unión Sudamericana no son proyectos políticos y económicos
contradictorios. "Son realidades que se suman y en el caso de Brasil, como dije, no podemos dividir
el país a la mitad y hacer que una parte sea del Mercosur y otra del Merconorte", ironizó.

El canciller de Brasil, cuando surgió la crisis, se preguntó si había hecho algo mal. "A lo mejor sí. No
lo sé", continuó, a modo de respuesta a su pregunta. "No soy perfecto. En cada caso tengo siempre la
preocupación de consultar. Quizás hubiera sido mejor consultar dos o tres veces y confirmar la
consulta? No lo sé", finalizó Amorim.

El ministro de Economía argentino, Roberto Lavagna, que también participó en París de la reunión
de la OMC, instó, por su parte, a "no hacer un conflicto" de las diferencias entre los dos países
vecinos. "No hay ningún conflicto", aseguró Lavagna.

Por Patricio Arana Para LA NACION


La indefinición de un liderazgo regional
condiciona al Mercosur
Los principales problemas que afrontan Brasil y la Argentina
MARTES 10 DE MAYO DE 2005

SAN PABLO.- Nunca antes los problemas entre Brasil y la Argentina habían podido ser resumidos
tan fácil a una simple cuenta matemática: la sustracción entre las aspiraciones de liderazgo regional
de Brasil y sus posibilidades reales de pagar el costo de ese liderazgo.

Dentro de esa ecuación puede agruparse cada uno de los cortocircuitos que vienen siendo la regla en
los últimos dos años de las relaciones entre el Brasil de Luiz Inacio Lula da Silva y la Argentina de
Néstor Kirchner.

l Comunidad Sudamericana de Naciones: la búsqueda del liderazgo regional motivó a Brasil a crear
un espacio específico para ejercer ese liderazgo. Eso generó uno de los primeros resquemores en el
gobierno argentino, que vio que las atenciones de Brasil dejaban de concentrarse en el Mercosur para
extenderse a toda América del Sur. A partir de ese momento, los avances concretos en el bloque
comenzaron a ralear.

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Una cumbre para abrir mercados

l Conflictos comerciales: cuando se dice que el liderazgo implica un costo, se habla casi
exclusivamente del costo comercial de hacer que el vecino apoye al líder porque le conviene, y no
por pura adhesión política. Sin embargo, desde la asunción de Lula, Brasil viene teniendo superávit
comerciales sobre la Argentina, creando la sensación de una "invasión brasileña" que, si bien no
tiene nada de irregular y muestra la dinámica de la industria brasileña, no ayuda a crear una simpatía
hacia el "líder". Como Brasil depende de su superávit para pagar la deuda externa y mantener la
sobredimensionada máquina del Estado, no puede permitirse ser "generoso" con la Argentina
abriéndole su mercado.

l Política conjunta: el ministro Roberto Lavagna presentó hace ocho meses una carpeta con
propuestas para equilibrar las relaciones económicas. Como Brasil tiene una deuda social gigantesca,
50 millones de pobres y necesita reducir la brecha social de alguna forma para facilitar la reelección
de Lula en 2006, una vez más se hace imposible que el "líder" reparta un pedazo de la torta.

l Consejo de Seguridad: integrar el órgano de las Naciones Unidas es un tema que desvela
personalmente a Lula y a su canciller, Celso Amorim. La Argentina prefiere un asiento rotativo para
la región. Sin disposición para repartir poder, Brasil puede quedarse sin el asiento permanente debido
a la simple falta de apoyo argentino, que reclama que un asiento para Brasil "desequilibraría la
región".
l Apoyo político: durante el canje de deuda argentino, el gobierno brasileño evitó de todas las formas
posibles quedar "pegado" al discurso de Kirchner. La necesidad de transmitirle al mundo una imagen
de "país responsable" distanció al gabinete brasileño de la Argentina.

l Liderazgo externo: la contradicción entre el discurso retórico de la "integración regional" generó


también una contradicción dentro del propio gobierno. Mientras Itamaraty busca protagonismo
político en la región y en el mundo, el sector más poderoso del gobierno se niega a dar cualquier tipo
de concesión a la Argentina.

La conquista de un liderazgo regional indiscutido podría parecer fácil para un país que es, como dijo
Lula, "la economía más grande, con la mayor población, y el de mayor potencial científico y
tecnológico". Pero eso puede no ser suficiente.

La UIA le bajó el tono a la disputa


La Unión Industrial Argentina (UIA) logró ayer un avance en su planteo para que Brasil reconozca la
necesidad de discutir las asimetrías comerciales en el Mercosur.

El presidente de la UIA, Héctor Méndez, dijo anoche que mantuvo encuentros "constructivos" con el
ministro de Desarrollo e Industria brasileño, Luiz Furlan, y con el canciller Celso Amorim, que
expresó una "clara posición pro Mercosur", según el nuevo titular de la UIA. "Me voy muy conforme
con los resultados obtenidos en ambas reuniones", dijo Méndez a la agencia Télam. De todos modos
advirtió que "si no se solucionan los conflictos cotidianos no se puede pensar en un proyecto de largo
plazo. Ambas cosas deben hacerse en forma simultánea".

Al mediodía, Méndez había acusado a Amorim de exhibir "falta de voluntad" para solucionar los
problemas comerciales entre los socios más importantes del Mercosur. "Tiene que haber una
voluntad de cambio. Si sigue así como está, el Mercosur no sobrevive. Este Mercosur tiene que ser
«aggiornado»", sostuvo.

Por Luis Esnal Corresponsal en Brasil


Las pugnas internas de América latina
Andrés OppenheimerLA NACION

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MARTES 10 DE MAYO DE 2005

MIAMI.- Ahora que China le acaba de ofrecer a Taiwan dos osos panda como gesto de buena
voluntad para mejorar las relaciones entre ambos países, es hora de que Brasil le regale un loro
amazónico a México y otro a la Argentina.

En serio. Brasil necesita hacer algo para reducir el creciente nerviosismo en la región por su
sobreactuación como superpotencia emergente. Brasil ha desplazado a México a los codazos de la
escena diplomática en América latina y está despertando recelo hasta entre sus aliados más cercanos,
como la Argentina.

La reciente elección del candidato respaldado por Brasil, el ministro del Interior chileno José Miguel
Insulza, como secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA) fue apenas la
última muestra del nuevo poder político brasileño en la región.

El rival de Insulza en la contienda, el secretario de Relaciones Exteriores de México, Luis Ernesto


Derbez, retiró su candidatura cuando se hizo claro que no tenía los votos para ganar. Cuando los
embajadores de casi todos los países miembros de la OEA se levantaron para aplaudir a Insulza
después de la votación, los delegados mexicanos se quedaron sentados en silencio, según me
contaron testigos.

México, que ya había perdido parte de su influencia en la región cuando se acabó su luna de miel con
el gobierno del presidente George W. Bush después de los ataques terroristas del 11 de septiembre,
quedó aún más marginado cuando Brasil creó, a fines del año pasado, la Comunidad Sudamericana
de Naciones. Este último grupo, por definición, excluye a México.

Eso fue un golpe duro para México. Mientras que en el pasado los países latinoamericanos solían
discutir sus problemas regionales en el seno del Grupo de Río, que abarca a toda América latina y en
el que México tiene un rol de liderazgo, Brasil ahora prefiere tratar los temas regionales en el seno de
la Comunidad Sudamericana. Más aún, México está furioso por las declaraciones de funcionarios
brasileños de que el término "América latina" es una abstracción, y que -especialmente después de
que México firmó el Tratado de Libre Comercio con Estados Unidos, en 1994- los únicos bloques
geográficos y políticos en la región son "América del Sur" y "América del Norte". Eso es una
construcción intelectual diseñada para marginar a México de los asuntos regionales, dicen
funcionarios mexicanos.
Incluso la Argentina, el aliado más cercano de Brasil, está mirando a este país con creciente
nerviosismo. "Si hay un lugar en la Organización Mundial de Comercio, Brasil lo quiere. Si hay un
espacio en las Naciones Unidas, Brasil lo quiere. Si hay un trabajo en la Organización de las
Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación, Brasil lo quiere. Hasta querían un papa
brasileño´´, se escuchó decir al presidente argentino, Néstor Kirchner, según el diario Clarín.

Brasil está buscando un asiento permanente en el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas y
altas posiciones en varias otras instituciones internacionales, incluyendo el Banco Interamericano de
Desarrollo. Antes de la elección de Benedicto XVI, funcionarios brasileños también habían
expresado su deseo de que el arzobispo de San Pablo, Claudio Hummes, fuera el nuevo papa.

La Argentina quiere un asiento compartido en el Consejo de Seguridad de la ONU para el Mercosur.

El Mercosur, primero
Los funcionarios argentinos dicen que Brasil debería fortalecer primero el Mercosur y dedicarse
después a construir la nueva Comunidad Sudamericana. Al gobierno argentino le cayó como un
balde de agua fría que durante la reciente destitución del ex presidente Lucio Gutiérrez, de Ecuador,
Brasil se adelantó a todos y emitió un comunicado en nombre de la Comunidad Sudamericana, sin
hacer las consultas suficientes con la Argentina.

El presidente de Brasil, Luiz Inacio Lula da Silva, ha minimizado las tensiones, diciendo que son
peleas de hermanos, creadas en buena parte por "celos" por la campaña de Brasil para obtener un
asiento en el Consejo de Seguridad. Estados Unidos, mientras tanto, está observando estas riñas de
cerca, para ver si Washington puede recuperar algo del territorio perdido en la región tejiendo nuevas
alianzas con algunos de los socios en disputa.

Mi conclusión: Brasil probablemente necesita ofrecer a sus vecinos loros amazónicos, y quizá mucho
más. De lo contrario, los políticos en países vecinos iniciarán una escalada retórica nacionalista que
puede encender el ánimo de los pueblos y hacer revivir viejas rivalidades. Eso sería una tragedia,
porque acabaría destruyendo uno de los principales logros de América latina desde el regreso de la
democracia, hace casi tres décadas: dejar atrás las tensiones regionales de antaño, que en el pasado
han llevado a carreras armamentistas sin sentido, conflictos fronterizos y aún mayor pobreza.
Brasil y la Argentina, entre el consenso político y
las discusiones comerciales
Lula dijo que "dos Estados no pueden ceder a la presión de un sector solamente"
JUEVES 12 DE MAYO DE 2005

SAN PABLO.- No hubo caso: las explicaciones dadas por los funcionarios argentinos sobre por qué
el presidente Néstor Kirchner anticipaba su regreso no fueron suficientes para evitar que todos los
medios brasileños interpretaran el gesto como un nuevo portazo del gobierno de la Argentina.

La cumbre América del Sur-Países Arabes, que terminó ayer en Brasilia y se transformó en el
escenario de una nueva discusión sobre el proyecto de integración que buscan la Argentina y Brasil,
dejó como saldo el sinceramiento de la relación y la confirmación de Brasil de su relación
"prioritaria" con nuestro país.

Pero, al mismo tiempo, el gobierno brasileño ratificó que no está dispuesto a ofrecer fácilmente
concesiones comerciales o económicas que permitan eliminar por completo las tensiones políticas.
Se lo impiden las presiones internas de su industria y de funcionarios clave del área económica que
se oponen a las concesiones.

Ayer, Lula y el ministro de Relaciones Exteriores de Bahrein, Sheikh Mohammed bin Mubarak al-Khalifa, se encontraron en el
cierre de la cumbre. Foto: Reuters
"Necesitamos construir un proceso para que no nos pasemos discutiendo al por menor por algún
sector que se siente perjudicado, porque eso vale para los dos lados", dijo ayer el presidente Luiz
Inacio Lula da Silva, dando a entender que no habrá preferencia para sectores argentinos en
problemas.

Puja por las salvaguardias


La tensión surgió porque la Argentina buscaba crear mecanismos de salvaguardia en el comercio con
Brasil para proteger su industria. Al respecto, Lula dijo que "dos Estados no pueden ceder a la
presión de un empresario o de un sector solamente", aunque, al mismo tiempo, admitió que "la
Argentina muchas veces reclama y muchas veces tiene razón".

El encuentro de los representantes de sendos países dejó como resultado una serie de futuras
reuniones para seguir discutiendo soluciones entre funcionarios de alta jerarquía: los ministros de
Economía se encontrarán el 10 del mes próximo en Buenos Aires, y también viajará a la Argentina
en junio el ministro de Desarrollo, Luiz Fernando Furlan.
Como empresario -es uno de los principales accionistas de la compañía alimentaria Sadia-, Furlan es
hoy el principal opositor a cualquier medida que, para favorecer a los sectores argentinos, les quite
un centímetro de mercado a los brasileños.

"Siempre fui duro en la vida. Duro, pero leal", dijo ayer, con relación a su posición con la Argentina.
"Las salvaguardias serán el fin del Mercosur", suele decir el ministro.

En el plano político, Brasil, como se esperaba, no retrocedió un centímetro en los asuntos que vienen
irritando a la Argentina: no abdicará de su idea de buscar un asiento permanente en el Consejo de
Seguridad de las Naciones Unidas y seguirá considerando a la Comunidad Sudamericana de
Naciones como su espacio de influencia.

Aunque, en lo concreto, su liderazgo ocurre a medias, simbólicamente hacia el mundo -y en la visión


de Estados Unidos- Brasil es el líder absoluto del subcontinente.

En el plano económico, el día después de la cumbre deja los mismos meollos de siempre:

Una nueva propuesta del ministro Roberto Lavagna, entregada al ministro de Hacienda, Antonio
Palocci, espera ahora una respuesta brasileña. Se trataría de una nueva versión del pedido hecho en
septiembre que consistía en tener una regla "de buen comportamiento" para que las inversiones
extranjeras no vayan todas a Brasil, una eliminación de los incentivos y subsidios, y la adopción de
salvaguardias para sectores que estén sufriendo los flujos de comercio del vecino.

Los sectores argentinos que continúan reclamando medidas contra sus pares brasileños son:
calzados, textiles, electrodomésticos de línea blanca, maquinaria agrícola, pollos y carne de cerdo,
entre otros. Del lado de los industriales brasileños argumentan que si se aplican protecciones, la
represalia será con trabas al arroz, la harina de trigo y los vinos de mesa.

Continúa pendiente la idea de integrar cadenas productivas, que sería básicamente tener una política
industrial en común. Hasta hoy, esa idea fue aplicada únicamente por las compañías fabricantes de
muebles.

Por Luis Esnal Corresponsal en Brasil


Fronteras calientes
Más allá de los recelos de la Argentina por el liderazgo de Brasil, la región está signada por enfrentamientos
bilaterales
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Jorge Elías

LA NACION

DOMINGO 15 DE MAYO DE 2005

En resumen, Lula no pudo monopolizar la cumbre de la cual era anfitrión por la actitud políticamente
incorrecta de Hugo Chávez y, a su vez, Néstor Kirchner se mostró tan sensible ante las palabras
emotivas de su par peruano, Alejandro Toledo, que, en medio de su discurso, prefirió atender una
llamada por teléfono celular mientras iba al baño en lugar de aprobar con aplausos el papel de líder
regional que había asignado a Brasil. Tan sensible se mostró, convengamos, que apuró el regreso a
Buenos Aires por estrictas razones de tedio, no de agenda.

La postal de la I Cumbre de Países de América del Sur y la Liga Arabe, realizada en Brasilia, exhibió
algo más que rencillas entre Lula y Kirchner. Exhibió rencillas múltiples entre varios presidentes de
la región, independientemente, en su mayoría, de los vínculos entre sus respectivos países. Y exhibió,
también, una ola de conflictos bilaterales, generados por heridas no cicatrizadas, como la disputa de
Bolivia con Chile por la salida al mar, o por afanes no asimilados, como el pretendido liderazgo
brasileño de la porción sur de la región ante los reparos de la Argentina, por un lado, y de México,
por el otro.

En su momento, Kirchner no ocultaba sus disidencias con el ex presidente uruguayo Jorge Batlle por
su renuencia a colaborar en la búsqueda de los restos de la nuera del poeta Juan Gelman. En Santa
Cruz de la Sierra, Bolivia, optó por reunirse con el líder del Movimiento al Socialismo (MAS), Evo
Morales, en desmedro del presidente de emergencia Carlos Mesa, sustituto del malogrado Gonzalo
Sánchez de Lozada. Después, como consecuencia de las sucesivas crisis de ese país, terminó
apuntalándolo y hasta aceptó que "ni una molécula" del gas que iba a adquirir la Argentina fuera a
parar a Chile. En Santiago, Ricardo Lagos acusaba, mientras tanto, el impacto político y económico
de los recortes en la provisión dispuestos en Buenos Aires.

Chávez: entre el petróleo y las armas, es el eje de la discordia. Caricatura: Huadi

En ese difícil entramado, resueltos los desencuentros con Lagos, la mera designación de un chileno
como secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA), llámese José Miguel
Insulza o Pablo Neruda, despertó los recelos de Bolivia y de Perú, y obligó a Vicente Fox a levantar
la candidatura de su canciller, Luis Derbez. Era, después de la frustrada intención de postular al ex
presidente salvadoreño Francisco Flores, el favorito del gobierno de George W. Bush.

¿Por qué tanto alboroto? Es un fenómeno cíclico: cada vez que los Estados Unidos desatienden la
región, como sucede desde los atentados del 11 de septiembre de 2001, surgen conflictos que ponen
al rojo vivo las fronteras. Chávez, de roces recurrentes con Bush, aprovechó la nominación de
Insulza para obrar de recaudador de votos en el Caribe, abastecido de petróleo venezolano. Ganó de
ese modo el favor de Lagos, habitualmente renuente a convalidar sus afanes bolivarianos.

Señal de alerta
Bush, empero, no se quedó atrás: encendió la señal de alerta por los encargos de armas que hizo
Chávez a España y, sobre todo, a Rusia. Fusiles AK-47, en ese caso: la causa por la cual cayó
Vladimiro Montesinos, monje negro de Alberto Fujimori, en su intento de desviar 10.000 unidades,
adquiridas en apariencia para el ejército peruano, hacia la zona de despeje que ocupaban las Fuerzas
Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) en las afueras de San Vicente del Caguán durante el
gobierno de Andrés Pastrana.

Chávez, Lula, José Luis Rodríguez Zapatero y Alvaro Uribe asistieron el 30 de marzo a una cumbre
en Ciudad Guyana, Venezuela, en la cual se firmaron los contratos, incluida la venta de aviones
brasileños. Quiso ser el fin del quiebre diplomático con Colombia por la captura de Ricardo Granda,
llamado canciller de las FARC, en territorio venezolano. Quiso serlo, no más.

Cuando la desconfianza entra por la puerta, el amor sale por la ventana. El mensaje implícito hacia
Bush provino de Lula, Rodríguez Zapatero y Uribe: le hicieron saber que iban a procurar contener a
Chávez en su presunto interés de exportar la revolución bolivariana, con su fuerte componente
castrista, hacia los países vecinos de la franja andina. Entre ellos, Colombia, desde luego. Por
motivos diferentes, no obstante ello, el presidente venezolano ya había despojado de todo signo de
enemistad a su par español, embarcado en el giro de la política exterior después del alineamiento
automático de José María Aznar en la guerra de Irak.

En ello, como en otros casos, influyó la chequera robusta de Chávez a raíz de los altos precios del
petróleo. Y la posibilidad de comprar afectos, más que voluntades, aun en países lejanos de la
revolución bolivariana. Lo notó el jefe del Pentágono, Donald Rumsfeld, en una fugaz visita a la
Argentina: condonen ustedes parte de la deuda, como hizo Chávez, y comenzamos a conversar.
Interpretación simultánea: adherimos al coro de protesta por la democracia escasa en Venezuela y los
peligros regionales, pero ello tiene un precio. Un precio que Bush nunca estuvo dispuesto a pagar.
Cash, al menos.

Lula, más allá de haber intervenido por su cuenta en la crisis de Ecuador y de haber creado con ello
algún recelo en el gobierno de Kirchner, tomó la iniciativa: dejó trascender que su jefe de Gabinete,
José Dirceu, y su principal asesor de política exterior, Marco Aurelio García, habían persuadido a
Chávez sobre sus provocaciones a Bush. Le dijeron que no ayudaban.

Sintonías desafinadas
Dirceu se convirtió en algo así como una rareza desde el momento en que se mostró convencido de
que existían las condiciones para retomar las negociaciones del Area de Libre Comercio de las
Américas (ALCA), la única carta de Bush en la región, en coincidencia con los mensajes de
extremaunción sobre la materia que emitieron varios gobiernos y en vísperas de la Cumbre de las
Américas, agendada para noviembre en Mar del Plata.

Por la carestía del combustible, Nicaragua y Guatemala tuvieron severos problemas internos;
reaccionaron los sectores más populares. Más allá del petróleo barato, sólo Cuba recibe varios
barriles diarios remitidos desde Venezuela con precios subvencionados. En lo político, el ideario
bolivariano de Chávez caló hondo en movimientos no siempre afectos a la democracia, como el
Frente Sandinista de Liberación Nacional, en Nicaragua, y el Frente Farabundo Martí, en El
Salvador. De ahí, la urgencia de contención expuesta, sin pelos en la lengua, por el gobierno de
Bush. De ahí y del riesgo de que la simpatía se traduzca en un apoyo concreto hacia grupos
marginales que, como las FARC, comulgan con el otro cáncer regional: el narcotráfico.

En Bolivia, con su intención descabellada de establecer la capital aymara en Cuzco, Perú, Morales
también vio el horizonte, o la veta, en la línea Chávez-Castro. Y no dudó en hacer tambalear al
gobierno de Mesa en tanto y en cuanto no fraguara una ley de hidrocarburos poco benévola con el
capital extranjero. En el tránsito surgieron las iras nunca agotadas por la salida al mar, cerrada por
Chile.

Un presidente involucrado en las negociaciones me confió que el gas vía México y California, causa
de la caída de Sánchez de Lozada, terminará saliendo por Brasil. Que merece por su magnitud tanto
la banca permanente en el Consejo de Seguridad como el consenso para ejercer el liderazgo de la
Comunidad Sudamericana de Naciones.

De su nacimiento no participó Kirchner, más sensible al Mercosur, centrada su gestión en un resolver


el problema de la deuda. Sobre su escritorio no faltan cada día, al atardecer, tres datos sin los cuales
no concilia el sueño: la reserva energética, la cotización del dólar en el Banco Central y el
movimiento de la Tesorería. Rasgos de una obsesión velada de celos en la postal de cada cumbre.
La pelea interna puede desatar otra crisis
Joaquín Morales SoláLA NACION

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DOMINGO 15 DE MAYO DE 2005

Kirchner sólo confía en Kirchner. En Néstor Kirchner, para ser más precisos. Manifiesta ese retaceo
de confianza cuando se hace cargo de las tensiones con Brasil o con Chile; cuando define un plan
energético en medio de una crisis tan anunciada o, sobre todo, cuando resuelve una versión sobre
presuntas prácticas corruptas de funcionarios de segunda línea de su administración. En este último
asunto, su pensamiento íntimo es menos tajante que su palabra pública.

Una crisis política podría suceder si algunos funcionarios no frenaran a tiempo la sobreactuación que
provocó aquella versión, publicada en esta columna hace una semana. Sucede que Roberto Lavagna
se vio metido de sopetón en medio del conflicto que provocó la publicación. Primero lo culparon de
la autoría de la versión. La información publicada dio ciertas pautas: los rumores merodeaban en
algunas embajadas de países centrales, no entre ministros.

Es imposible, por otro lado, que el ministro haya hablado con periodistas antes de que se publicara la
información, sencillamente porque regresó del exterior durante el fin de semana último. Sin
embargo, la lucha interna no se detiene en tales constataciones. Luego, lo vincularon a él mismo -y a
su propio hijo- con presuntas sospechas morales. Lo primero pudo ser obra del desorden intelectual
de algunos periodistas, pero lo segundo lo atribuyó a la acción encarnizada de una pelea interna.

Montó en cólera cuando escuchó y leyó esas argumentaciones. Paso quince horas por día trabajando,
a veces con anteojeras, para terminar acorralado por operaciones en las que nada tengo que ver. Este
es el límite. Se terminó la paciencia. Me voy del Gobierno si quieren que me vaya, explotó entre
íntimos cuando se aproximaba este fin de semana. Un Lavagna extrañamente desencajado apareció
entre sus colaboradores.

Hubo un llamativo exceso de trajín, que viajó también hacia otras direcciones. El Ministerio de
Planificación presionó fuertemente a las empresas de servicios públicos para que le enviaran cartas
con certificados de que sus funcionarios no les habían pedido compensaciones económicas.

Exigirles un certificado de buena conducta a las empresas pertenece ya al género literario del
realismo mágico. Las empresas comenzaron a fastidiarse por tanta inexplicable insistencia y cierto
malestar era perceptible en algunos diplomáticos relevantes. Los empresarios se habían quejado ante
ellos por la insoportable presión.

¿Quién mencionó a las empresas de servicios públicos? ¿En qué lugar de la información publicada
por LA NACION se nombró al Ministerio de Planificación? Si se trata de sentirse aludido, lo mismo
podría ocurrir con cualquier otra cartera del gabinete. Funcionarios de segunda línea hay en todas
partes.

Poner la mirada en las empresas de servicios públicos es perder el tiempo, con ganas de perderlo o
no. Sus conflictos son demasiado públicos, grandes y serios, como para que algunos pícaros anden
ofreciendo falsas influencias. ¿Alguien supone, por ejemplo, que una compensación económica
podría agilizar un aumento de tarifas? Imposible.
No hay sospechas prematuras contra nadie. Pero el Gobierno haría una gran contribución a la
transparencia si creara un sistema más abierto, controlado y controlable para manejar los ingentes
recursos de los fideicomisos. Son ahora más de 2000 millones de pesos, monto que aumenta todos
los meses.

Un reciente decreto, por acaso, acaba de poner en manos exclusivas del ministro Julio De Vido los
recursos necesarios para la construcción de los nuevos gasoductos. Es el decreto 465, publicado el
lunes último en el Boletín Oficial. ¿Por qué no una comisión interministerial? ¿Por qué no recurrir al
control parlamentario?

Kirchner reaccionó con rapidez. Contrastó con otros gobiernos, que dejaban las cosas en manos de la
lenta y laberíntica justicia argentina, y no defendió corporativamente a nadie. Está dispuesto a
despedir al primer funcionario sobre el que caiga la más mínima sospecha. Hasta correré el riesgo de
ser injusto, suele asegurar. Sabe que su gobierno se respalda en la credibilidad social, y que carece de
los márgenes más laxos que otros presidentes tuvieron sobre cuestiones de moral pública.

Otras voces merecen una correcta lectura. El embajador norteamericano, Lino Gutiérrez, debió
escuchar de sus colegas diplomáticos algunas de las mismas cosas que escuchó el periodista. Dijo
carecer de una "queja específica" por parte de empresas (una queja específica, por lo demás, lo
obligaría a una gestión diplomática oficial). Y agregó que "todos tenemos que luchar contra la
corrupción". Traslación al lenguaje de los simples mortales: no se lucha contra lo que no existe.

Existió, en cambio, el viaje de Kirchner a Brasil. ¿Cuál es, al fin y al cabo, la posición del
Presidente? La misma que la de Lavagna, responde Kirchner. La posición de presidente y ministro
es, entonces, la de llevarlo a Brasil a negociar la microeconomía, los puntuales conflictos
comerciales que existen y las asimetrías industriales. Luego podrá pasarse a la macroeconomía y,
mucho más tarde, a la Comunidad Sudamericana de Naciones. El propósito no es menor: Brasil suele
tirar la pelota al cielo cuando lo acorralan cerca del arco.

El viaje no fue inútil. Por fin, Lavagna pudo presentar su contrapropuesta sobre la integración, que
podría sintetizarse en la decisión nacional de perseverar un destino industrial para la Argentina. Su
primera propuesta viajó a Brasilia en septiembre último. La respuesta, que fue un elegante rechazo,
llegó sólo en enero. Lavagna escribió una segunda propuesta que nunca pudo ser entregada al
gobierno brasileño. Ahora la recibió el canciller Celso Amorim. Kirchner y Lavagna barruntan que
grupos del poder empresario de San Pablo petardean los acuerdos probables. Kirchner aspira a
acercar a México a la región. A Brasil no le gusta.

La conversación a solas más larga y distendida la tuvo, sin embargo, con el presidente chileno,
Ricardo Lagos. Algo extraño sucede con Chile: existen casi las mismas restricciones de gas argentino
al país trasandino que en el año último, pero no hay tensión política entre los dos gobiernos. ¿Por
qué? Periódicamente, un sobre sellado sale de las oficinas de Kirchner con la instrucción de ser
entregado en manos de Lagos. Ahí van las notificaciones, pormenorizadas, sobre las desventuras del
gas. Los dos presidentes comparten exactamente la misma información.

Kirchner escuchó además el pedido personal de Lagos para que Lan-Argentina pudiera aterrizar en el
país, como lo hará en las próximas semanas. Y la Argentina fue, también, consecuente con el apoyo
al prestigioso chileno José Miguel Insulza como secretario general de la OEA.

El otro hecho que sucedió en Brasilia fue la reunión de Kirchner y Lula con el populista venezolano
Hugo Chávez. Dicen los que vieron el encuentro que fue en ese lugar donde hubo más coincidencias
objetivas entre los líderes de Brasil y la Argentina. Dejaron hablar a Chávez cuando se trataban
problemas concretos entre los tres países. Pero Lula y Kirchner volvieron varias veces sus rostros
para conversar entre ellos cuando Chávez empezaba con el petardismo de sus palabras y de sus ideas.

La pregonada contención funcionó, al menos por una vez. Chávez volvió a Caracas convencido de
que los otros dos nunca serán sus aliados a cualquier precio.
Decidir exportar, tras la quiebra
Empresas que no sólo se mantuvieron en pie, sino que, gerenciadas por los trabajadores, venden su producción en el
exterior
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Paula Urien

LA NACION

MARTES 17 DE MAYO DE 2005

Cinco empresas que se fueron a la quiebra en su momento no sólo siguen funcionando sino que,
actualmente, gestionadas por sus operarios, están exportando parte de su producción. Son las
primeras, pero todo indica que no serán las únicas.

El fenómeno de las empresas recuperadas, que ha suscitado diversas polémicas, se mostró a pleno en
la Primera Exposición Nacional de Empresas y Fábricas Recuperadas, realizada recientemente por el
Ministerio de Trabajo, Empleo y Seguridad Social de la Nación. Allí, 89 cooperativas, que emplean a
6000 personas, se reunieron con el fin de formar parte de reuniones de negocios con empresarios
nacionales y extranjeros.

Caminar frente a los diversos stands es casi como pasar por el túnel del tiempo. Firmas en su
momento muy exitosas como Angelo Paolo, Cerámica Zanon, Aurora, Gatic, por nombrar algunas de
las presentes en la muestra, ofrecen su producción actual con los mismos productos de antaño pero
ahora con otro nombre, por una cuestión de "marca registrada". Y desean seguir los pasos de las
cinco pioneras que ya se desenvuelven y con éxito en el campo del comercio exterior.

Un lavadero de lana que trabaja con el exterior. Foto: Gentileza Lavalan

Una de ellas es Unión Saladeña, seguramente un nombre que no se reconoce fácilmente. Pero ¿qué
decir de Pindapoy? Sí, es una marca registrada íntimamente unida a los cítricos. La cooperativa se
formó en 1993, cuando los ex empleados de la empresa que habían sido despedidos recibieron como
parte de pago de la indemnización el sector empaque, situado en la localidad de Saladas, a 100
kilómetros de la ciudad de Corrientes. Asumieron, entonces, la actividad inherente al empaque de
frutas y hortalizas, prestación de servicios de cámara de frío y maduración, y la fabricación de
cajones y embalajes.

"El año pasado exportamos por 100.000 pesos, y este año, ya vamos por los 500.000 pesos en ventas
a Ucrania y Rusia", dice Rubén Acosta, presidente de la cooperativa. Esperan, el año que viene,
duplicar esta cifra, aunque para ello necesitan mejorar el empaque e invertir 500.000 pesos en
máquinas nuevas.

Por otro lado, la fábrica de tractores Pauny-Zanello va muy bien. Según las cifras difundidas por la
Asociación de Fabricantes Argentinos de Tractores, este año la firma saltó del quinto al segundo
lugar en ventas de tractores. Es mucho decir. Después de la quiebra de Zanello, en 2001, se formó
una cooperativa junto con la gente que trabajaba en las oficinas, los concesionarios y la
municipalidad. Fabián Bustos, director de la empresa por parte de la cooperativa de obreros, afirma
que actualmente producen alrededor de 800 tractores anuales, facturan unos 80 millones en bruto y,
durante 2004 y lo que va de este año exportaron 20 unidades a Holanda, Uruguay, Paraguay y
Colombia por un valor de dos millones de pesos.
Otro caso es el de Química del Sur. En octubre de 2001 la empresa Química Sudamericana quebró.
Hoy la cooperativa exporta, por unos 70.000 dólares por mes, óxidos de hierro que se usan como
pigmentos en las industrias de pinturas, plásticos, cerámicos, goma, etc. Los mercados son,
principalmente, Brasil -a donde envían unas 100 toneladas de producto por mes- y luego Chile,
Paraguay, Bolivia y El Salvador. La empresa, que era familiar y tenía unos 50 años, ya había
incursionado en mercados extranjeros. Una vez conformada la nueva sociedad, debieron empezar
otra vez a contactar a los clientes del exterior -que no les cerraron las puertas- y, además, atraer a
nuevos. Para que esto fuera posible, aprovecharon todos los planes del Estado de asistencia para
exportar.

Esfuerzo y espíritu
La cooperativa de trabajo Lavalan Ltda. fue, en su origen, el lavadero de lanas El Triunfo, fundado
en 1938. En 1988 llegaron a trabajar 75 obreros que tenían como beneficio, entre otras cosas, un
premio a la producción por el que se duplicaba el salario mensual. Después de la convertibilidad, no
solo los beneficios fueron suprimidos sino que finalmente la empresa quebró. "Las máquinas estaban
destruidas, pero con el esfuerzo y el espíritu que tenemos levantamos la fábrica. Ahora funciona un
80% de la maquinaria gracias a un par de cooperativas que nos ayudaron a arreglarlas", cuenta
Santiago Maldonado. Gregorio López, tesorero de la empresa, cree que la situación actual es
favorable. Ya hicieron su primer embarque a los Estados Unidos por un valor de 140.000 pesos.

Por último, el frigorífico Yaguané pasó a manos de la cooperativa en 1996. Actualmente, están
exportando a Rusia y a Angola. "La inspección veterinaria nos acaba de aprobar la cuota Hilton para
que exportemos también a la Comunidad Europea", afirma Rodolfo Gómez, síndico de la empresa.
Están trabajando a razón de un contenedor diario (25.000 kilos) para exportar a Rusia. Por ahora,
hasta que puedan tener animales propios, trabajan para terceros.

Son cinco historias de comercio exterior -y pueden ser muchas más- en esta sorprendente Argentina
actual donde todo puede suceder.

Para vender más: productos con valor agregado


Química del Sur no sólo se mantiene, sino que está generando ideas para capturar más y más el
cliente extranjero. Para Carlos Ortiz, gerente de ventas, el valor agregado es clave a la hora de las
ventas. La empresa, que normalmente fabrica pigmentos para las industrias, actualmente está
lanzando un producto en polvo para uso doméstico que ya comercializa en el exterior. Y formalizó
una venta a Paraguay por 4000 dólares; las proyecciones llegan a los 40.000 dólares más por mes.
Despega, último llamado para embarcar
Con su política exterior y comercial, Brasil está dando claras señales de que será potencia global. ¿Dónde se ubica la
Argentina ante esta estrategia?
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Emiliano Galli

LA NACION

MARTES 17 DE MAYO DE 2005

"Ladran, Sancho, señal de que cabalgamos." No fue el Quijote, no fue Cervantes. Aparentemente
Orson Welles, en una adaptación cinematográfica, creó este diálogo entre el ingenioso hidalgo y su
panzón compañero.

Los ladridos entre Brasil y la Argentina pueden ser señales de que se está avanzando. Pero también
pueden ser simplemente perros.

Lo cierto es que el principal socio del Mercosur está despegando y dejando su impronta en el
escenario internacional; y decidió utilizar como catapulta a la región que lo tiene como líder:
América del Sur.

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Documento: Variables de la economía brasileña

Brasil está cumpliendo con el destino de futura potencia para el que fue llamado y la Argentina no da
señales de estar acompañando a su vecino aún cuando, en opinión de distintos especialistas
consultados por LA NACION, ésa sea la mejor (tal vez única) opción.

Respecto de los últimos conflictos puntuales con Brasil, donde la Argentina reclamó que no se
dificulte su incipiente recuperación industrial, Dante Sica, presidente del Centro de Estudios
Bonaerense (CEB) y ex secretario nacional de Industria, fue contundente: "Estos mecanismos de
salvaguardia o de equilibración del comercio, sólo me dan un marco de certidumbre transitorio en el
mercado interno. Pero pensar que me va a ayudar a reconvertir un sector industrial es una mentira".

Según Sica, esas medidas nos estarían cuidando sólo de Brasil, que no es el único competidor dentro
del mercado: "En los sectores en los que hubo acuerdo comercial privado (textiles, electrodomésticos
y calzado) y en otros (como juguetes) China entra cada vez con mayor penetración. En calzado, las
importaciones interanuales de Brasil crecieron poco más del 30%, pero las de China lo hicieron en un
80%. Son valores bajos, pero importa la tendencia. Hoy la Argentina tiene un conflicto con Brasil,
mañana tendremos con Brasil un problema que será China".
Brasil, o mejor, sus empresas, están al tanto de esto. "Gradiente, líder brasileño en electrodomésticos,
antes de que productos con marca china desborden el mercado interno, comenzaron a fabricar en
China, y así mantienen su marca y su cadena de comercialización. Hering fabrica en China una línea
de productos en la que sabe que ya no podrá competir. Además, saben que China era sinónimo de
barato y malo, hoy es barato y bueno", amplió.

Además, hay diferencias estructurales muy fuertes con Brasil donde, por ejemplo, están instaladas
cuatro de las 18 multinacionales más importantes de electrodomésticos. "Un día de producción de
Whirlpool en Brasil equivalía a un mes de producción en San Luis, antes de irse", ejemplifica Sica, a
propósito de las escalas que tiene cada país, con lo que competir en el mismo rubro es una condena.
"Es como pretender competirles en ojotas".

Brasil puede ayudar en financiamiento, a través de su Banco Nacional de Desarrollo Económico y


Social (Bndes), pero nunca olvidando que, a pesar de todo, Brasil es un país en desarrollo: "Es
grande, pero no es rico. Imagínese un diputado del Mato Grosso aprobando el presupuesto de Lula
donde hay un subsidio para solventar la industria argentina, cuando el Mato Grosso tiene los mismos
problemas de desocupación que acá", agregó.

Proyección mundial
Respecto de la política exterior de Brasil, el subsecretario de Integración Económica Americana y
Mercosur de la Cancillería, Eduardo Sigal -que participó del reciente viaje a Brasilia junto con el
presidente Néstor Kirchner-, sostuvo que el principal socio del Mercosur "estableció alianzas con 10
de los 12 países de la región con los que tiene frontera para lograr la integración, estabilización y
desarrollo de América del Sur, que es lo que le permitirá tener garantías a la hora de proyectarse
como gran jugador mundial".

En este sentido, su desvelo continental es el desarrollo energético y de infraestructura, condiciones


sine qua non para sostener el crecimiento económico, por un lado, y lograr una mayor integración
entre el Atlántico y el Pacífico para atender la demanda asiática, por el otro. "Mi duda -advirtió
Sigal- es si está en condiciones de soportar los compromisos de transformarse en líder regional sin
poner en riesgo su base de sustentación. Por lo pronto, vimos que la relación con otro gran jugador
regional, como la Argentina, se ha mellado".

Junto con la China, India y Rusia, Brasil forma parte del despertar de las "grandes ballenas
dormidas" que emergen luego de estar marginadas de las principales corrientes de comercio y
competencia económica global, dándose cuenta de su capacidad de protagonismo. "Brasil está
saliendo a venderse." Así lo cree Félix Peña, especialista en temas del Mercosur y director del
Instituto de Comercio Internacional de al Fundación BankBoston. En esta etapa, "la Argentina perdió
[para Brasil] la relevancia que tenía hace 10 años, y ahora tiene que compartir esa valoración con
otros países tremendamente atractivos", señaló Peña.

La distancia, o frialdad, que la Argentina puede sentir de parte de su socio histórico puede estar
siendo causada por Brasil: "Nadie, en la gran dinámica de las relaciones internacionales actuales,
quiere verse perdiendo fuerza por la relación con otros socios, por más queridos que sean", expresó
Peña, luego de recordar que "antes de la devaluación del real, en el 92 o 93, era la Argentina la que
tenía la sensación de que Brasil nos hacía perder oportunidades". Si este diganóstico de "pérdida de
importancia relativa" es correcto, se impone una mirada hacia el futuro ("una característica casi
genética del brasileño, que no tenemos nosotros") para el Mercosur.

Sólo con una asociación basada en reglas de juego claras protegidas por expertos (como los
mecanismos de solución de controversia) y con instituciones con algún grado de independencia de
los gobiernos (como la Secretaría Técnica del Mercosur) se podrá lograr el objetivo político que
subyace en la integración del Mercosur: "La generación de empleo resultante de inversiones
productivas, donde un inversor que quiera instalar una fábrica de maquinaria agrícola en la
Argentina; de galletitas, en Uruguay; de muebles, en Paraguay o de zapatos, en Brasil, tenga la
seguridad de poder entrar tranquilo en el mercado del otro socio, y no que éste saque a última hora
una licencia automática para alguna de sus 3000 posiciones arancelarias, como puede hacer Brasil,
en 24 horas, porque su legislación lo permite".
"Brasil puso segunda y aceleró. Antes compartía las penas argentinas. Pero ahora está menos
preocupado por solucionar los problemas comerciales con la Argentina, y eso es lo que me preocupa,
porque quiere decir que están mirando para otro lado", dijo Diego Pérez Santisteban, presidente de la
Cámara de Importadores de la República Argentina (CIRA).

Atención. Esto no quiere decir en absoluto que el Mercosur se desintegra, o que dejó de interesarle.
Sigue siendo el sustento político que legitima sus deseos de posicionarse en el mundo. Pero si pierde
algo del mercado argentino por las restricciones, no le inquieta tanto.

"Como me dijo un fabricante de televisores de Manaos: «Si no quieren comprarnos, los vendemos en
otro lado. En la Argentina sólo vendemos el 5% del total», dijo. Ahora bien, de la comparación entre
el tipo de cambio, costos laborales y de producción y tarifas, la Argentina es más competitiva que
Brasil. "Pero mientras Brasil tiene políticas activas de promoción de la industria, la Argentina no las
tiene; mientras apoyan la producción industrial con créditos blandos y exenciones impositivas, la
Argentina no lo hace; mientras promueven las exportaciones con un ministro empresario [Luiz
Fernando Furlan, de Desarrollo, Industria y Comercio Exterior] la Argentina tiene derechos a las
exportaciones y una preocupación sólo por la deuda; y mientras Brasil usa los superávit fiscal y
comercial para propiciar nuevas industrias e inversiones que solucionarán su agenda social, en la
Argentina se utiliza el superávit para el asistencialismo social, y después verá cómo hace con las
empresas", indicó Santisteban.

Para Sigal, "a cualquiera que pretenda liderar un proceso de estas características le corresponde hacer
concesiones para que el socio liderado se sienta contenido, sobre todo si viene de una debacle" como
en el caso argentino.

Es como si Brasil le hubiera puesto ladrillos a las patas del metegol de manera tal de que la pelota
sistemáticamente se incline hacia nuestro arco. ¿Cuál es la postura argentina? Le pide que quite los
ladrillos. En cambio, Brasil responde que, para nivelar, la Argentina debe agregar ladrillos a las otras
patas. "Mientras ellos igualan hacia arriba, ofreciéndonos el Bndes para financiarnos, la Argentina
nivela hacia abajo al insistir en un comercio administrado", concluyó Santisteban.

Producción: Andrés Pérez Britez. Foto: Marcelo Gómez

Experiencias de la integración europea


Treinta años necesitó la Comunidad Económica Europea para poder tener un mercado interno
integrado. "No es que creamos que es posible, sabemos que lo es. Pero se necesita la autoridad
política para ello, no se logra sólo dejando a los mercados funcionar", explicó a LA NACION el
delegado de la Comisión Europea en la Argentina, Angelos Pagkratis.

"Nunca la Comisión Europea dijo que la liberalización soluciona todos los problemas. Hacen falta
pasos que consideren la sensibilidad social durante la apertura. Hoy todavía hay resistencias, por
ejemplo en la liberalización agrícola. Y toda liberación siempre encuentra resistencias proporcionales
al grado de protección", indicó Pagkratis.

El embajador de la UE explicó que "los beneficios económicos de un mercado único llegaron, pero
sólo después de que se estableció un sólido marco regulatorio jurídico único aceptado por todos los
miembros".

Miles de leyes y regulaciones conforman ese enjambre legal comunitario. "Pero es necesario que
exista una autoridad que las desarrolle, las implemente en forma inmediata sin que pase un año para
su ratificación; que esa autoridad monitoree el cumplimiento de las reglas y que tenga la flexibilidad
para cambiarlas si fuera necesario; y que exista un tribunal que se expida rápidamente en caso de
incumplimiento", añadió.

"No es una pérdida de soberanía, sino una soberanía compartida de un sistema jurídico con
coherencia interna, que brinda un marco estable y previsibilidad para las inversiones, y que garantiza
de forma unívoca la interpretación de las reglas", agregó.
Pagkratis remarcó que la Unión Europea -un bloque de 25 miembros, 12 de los cuales comparten una
misma moneda- nunca puso en duda la relevancia de la asociación estratégica con el Mercosur, aún
cuando las negociaciones birregionales están en un momento delicado y el bloque sudamericano no
logra consolidarse como un espacio donde exista un tratamiento único aduanero, libre circulación de
las mercaderías y reglas uniformes.

Este acuerdo no sólo es ambicioso por sus metas comerciales, "sino que es un instrumento para
fortalecer el Mercosur", concluyó.

La visión brasileña
La Nación también consultó a tres especialistas en relaciones económicas internacionales de Brasil
para que den su visión respecto de la relación con la Argentina, el presente y el futuro de la mayor
potencia sudamericana.

Al respecto, Helio Jaguaribe, director del Instituto de Estudios Políticos y Sociales, de Río de
Janeiro, desestimó la expresión de "potencial comercial" por considerarla "demasiado fuerte para un
país emergente como Brasil.

Según Jaguaribe, la agenda de la política externa brasileña tiene tres prioridades, en el siguiente
orden: "la consolidación de una alianza estratégica con Argentina, confiable y recíprocamente
ventajosa; a partir de esa alianza, consolidar el Mercosur y la Comunidad Sudamericana de
Naciones, para a partir de allí ampliar el multilateralismo en las relaciones internacionales".

Desde Alemania, el politólogo y profesor emérito de la Universidad de Brasilia, Luiz Alberto Moniz
Bandeira, señaló a La Nación que "Brasil es un global trader y busca aumentar cada vez más su
comercio exterior". La idea del principal socio del Mercosur, según Moniz Bandeira, es "integrar
toda América del Sur en una unidad política para tener mayor poder de negociación y mejor
inserción en escenario internacional, en que predominarán las grandes masas como China, India,
Estados Unidos y la Unión Europea".

"La primera prioridad de Brasil -continuó el académico- es fortalecer el Mercosur, y en ese proceso
la Argentina juega un papel fundamental. Pero no se puede permanecer solamente en los aspectos
económicos y mercantiles. El Mercosur debe también asumir un papel político, como núcleo básico
de una comunidad de naciones, buscando ampliar su alcance y evolucionar hacia algo similar a la
Unión Europea. Con la creación de la Comunidad Sudamericana de Naciones, Brasil tiene un
objetivo estratégico, que es transformar a América del Sur en una potencia mundial, tanto económica
como política, una grande masa capaz de competir internacionalmente con otras como Estados
Unidos, la Unión Europea, China e India".

Williams Gonçalves, doctor en Relaciones Internacionales y profesor invitado de la Universidad


Nacional de Rosario (brindó una serie de conferencias sobre política exterior de Brasil el viernes y
sábado último para alumnos de la maestría en relaciones internacionales de dicha universidad),
distingue dos tradiciones diferentes en la política externa brasileña, que se han bifurcado desde los
´60: la línea liberal, que encarnó Fernando Henrique Cardoso, y la nacionalista que personifica el
presidente Lula.

"La línea liberal entiende que las relaciones internacionales se basan en comercio, inversiones y
crédito. La nacionalista, en cambio, entiende que la política externa debe estar al servicio no sólo de
lo económico, sino de lo cultural y de la geopolítica, y para ella es muy importante el acercamiento
con América del Sur y la integración. Itamaraty encarna la política exterior, y hoy conviven allí las
dos tendencias", explicó Gonçalves.

En esta línea de pensamiento, el Area de Libre Comercio de las Américas (ALCA) es descartada en
pro de "hacer del Mercosur el centro de la Comunidad Sudamericana de Naciones, para contar con
una mayor autonomía. Por eso, el Mercosur es un emprendimiento eminentemente político. Y hemos
aprendido de los errores del pasado. Hoy sabemos que no hay verdadera integración sin integración
física, y la energía y la infraestructura son dos de los principales objetivos de la Comunidad
Sudamericana", explicó Gonçalves.
Con relación a las fricciones entre sectores empresarios de Brasil y la Argentina, Gonçalves indicó
que "no hay que poner en crisis la estructura del Mercosur porque la lógica empresaria no siempre
coincide con la lógica de los intereses de los Estados".

-¿Brasil está transformando a América del Sur en una base para su "imperio" de expansión
comercial?

-(Risas) Nada más alejado de ello. Brasil se opone a esa concepción. Es una cuestión que ha sido
ampliamente discutida en foros académicos, pero la idea de que nuestros vecinos vean que tenemos
un proyecto imperialista nos horroriza. Itamaraty fue muy cauteloso en esto. Tenemos que asumir el
liderazgo político, sí. Pero hay que diferenciar esto de una expansión comercial liberal.

Gonçalves sostuvo que "la economía interna [de Brasil] representa un desafío. Pero tenemos un
consenso firme sobre la necesidad de una política de desarrollo que no es de ahora. Tomamos
conciencia de la necesidad de consenso luego del colapso de 1929 y de la crisis de la economía del
café en la década del 30. Si bien en política externa hay diferencias marcadas, la política interna de
Brasil de hoy es una continuidad del gobierno anterior. Hay una importante preocupación por la alta
inflación, la necesidad de desarrollo, las altas tasas de interés [la tasa Sélic del Banco Central de
Brasil ronda el 19,5%], la falta de creación de empleo porque no alcanza el nivel de producción. En
2004 se creció [poco más del 5%] pero fue muy suave, no tuvo un impacto significativo. Somos
conscientes de que necesitamos tener la misma agresividad que tenemos en la política externa dentro
de Brasil".

Industrias binacionales
Consultado sobre si era posible pensar en una integración industrial virtuosa entre la Argentina y
Brasil, Jaguaribe expresó que puede conseguirse mediante "una política industrial común, con énfasis
en la formación de empresas binacionales y de una significativa contribución brasileña para la
reindustrialización de Argentina", al tiempo que ambos gobiernos debería pensar en "formular e
implementar una política externa conjugada".

Antes que nada, Moniz Bandeira advierte sobre la Argentina que "Brasil no fue responsable por su
desindustrialización. Fueron sus propios gobernantes, los destruyeron su parque industrial, a título de
"ventajas comparativas". A Brasil le interesa, sobre todo, una Argentina industrialmente desarrollada,
para que incluso pueda tener más mercado para sus propias manufacturas. Su recuperación industrial
depende en larga medida de que el gobierno argentino cree condiciones para atraer capitales e
instituciones, como hay en Brasil un Banco Nacional de Desarrollo Económico y Social (Bndes), que
abrió una línea de crédito de US$ 1.000.000 para beneficiar las exportaciones industriales argentinas,
dándole el mismo tratamiento que le da a los productos brasileños".

El académico de la Universidad de Brasilia entiende que "con el Mercosur, un mercado con cerca de
230 millones de habitantes, la Argentina pueda atraer muchas inversiones, lo que sería más difícil
que si lo hiciera de forma aislada, con un mercado de solamente 40 millones de habitantes, que no
permite una mayor escala de producción. Es cierto que hay oposición de ciertos sectores argentinos a
las importaciones de productos industriales brasileños, tanto como en Brasil hay oposición a la
importación de productos agrícolas argentinos. Los empresarios siempre quieren integración,
siempre que no sea en su sector. Nadie quiere competencia. Pero ese problema no puede ser resuelto
con más perforaciones en la Unión Aduanera o tensiones y fricciones. Que no se pierda la
perspectiva por causa de problemas sectoriales o de coyuntura", concluyó Moniz Bandeira, al tiempo
que confió en que "la diplomacia es el instrumento para dirimir controversias".

Gonçalves dijo que "la Fiesp [la federación que agrupa a los industriales de San Pablo] tiene un gran
peso a tal punto que todas las decisiones políticas importantes se gestan allí. En San Pablo están los
dos partidos políticos más importantes y los dos últimos gobiernos usaron cuadros de funcionarios
con gente de San Pablo. Brasil tiene una fragilidad muy importante, y es su opinión pública, que no
tiene conciencia de la profundidad que tienen estas cuestiones de política internacional. Lo que hay
en juego con el ALCA es mucho más que un tratado de libre comercio. Entran en juego cuestiones
como las compras gubernamentales, la protección de las inversiones y de la propiedad intelectual. La
opinión pública es muy liberal -alimentada por los paulistas-, y esto es peligroso para el Mercosur,
porque se dejan influir por el humor de los empresarios y por la coyuntura económica".
"No podemos pensar -reflexionó, sin embargo, Gonçalves- que en el Mercosur hay un mismo grado
de entendimiento que en la Unión Europea. Las diferencias existirán siempre pero Brasil, por ser la
mayor economía, deberá siempre hacer concesiones para fortalecer a sus vecinos y evitar un clima de
competencia".

-¿Cree usted en el Mercosur?

-Por supuesto. El Mercosur es una realidad. Claro que en Brasil, por una cuestión del gran tamaño
que tiene, no hay una visión homogénea: en Río de Janeiro la visión es más de teoría, más
intelectual; en San Pablo es meramente economicista, mientras que en el Sur de Brasil se lo ve más
como un proyecto societario. Aún así, nadie cree lo contrario respecto de que el Mercosur es una
realidad.

http://buscar.lanacion.com.ar/COMUNIDAD%20DE%20NACIONES
%20SUDAMERICANAS/date-20010101,20160707/sort-old/page-27
Prevén el relanzamiento
del Mercosur antes de
fines de año
La Argentina y Brasil fijarán una nueva agenda de trabajo
desde el 30 de noviembre
SÁBADO 21 DE MAYO DE 2005

SAN PABLO.- Relanzamiento. En el Mercosur la


palabra ya suena gastada, pero las autoridades de
Brasil y la Argentina dicen que ahora es de verdad:
el 30 de noviembre se "pasará en limpio" toda la
relación con el lanzamiento de protocolos que
resuciten la agenda muerta del bloque.

La iniciativa fue tomada por el gobierno argentino


como una forma de sincerar las relaciones con
Brasil, que vienen siendo afectadas por divergencias
en una serie de temas tanto políticos -Consejo de
Seguridad, integración regional- como económicos
y comerciales, por ejemplo, falta de una estrategia
de consenso para lidiar con sectores productivos
afectados por el vecino, para atraer inversiones o
para incentivar en forma equilibrada la producción
en cada país.

El canciller Rafael Bielsa, que llegó anteanoche a


Brasilia para recibir ayer la condecoración Ordem
Nacional do Cruzeiro do Sul (un gesto de distensión
en la relación bilateral luego de los últimos
enfrentamientos), aprovechó el viaje y llegó con una
carpeta de 50 carillas bajo el brazo. Dentro, un
documento que fue preparado durante todo el
último mes, con participación de varios de los
ministros de Néstor Kirchner, con un diagnóstico
de cada uno de los temas de la relación bilateral.

El informe, llamado "Acuerdo de Brasilia", tiene un


objetivo claro: listarle a Brasil todos los temas en
los que se puede avanzar, fundamentalmente con
buena predisposición, decisión política y fondos.

Frente a la apuesta de Lula por la Comunidad


Sudamericana de Naciones, el Gobierno quiere
volver a focalizar la atención de Brasil en la relación
con la Argentina. La carpeta tiene desde temas
relacionados con la cuestión comercial hasta la
integración de los planes nucleares o la cooperación
científica, militar y de control fronterizo.

Diagnóstico compartido

Con el documento en sus manos, el canciller


brasileño, Celso Amorim, se comprometió a
tomarlo como base para elaborar otro similar. A
partir de ese diagnóstico en común, se prepararían
protocolos de acción definida para cada uno de los
temas pendientes.

El gran anuncio de esos protocolos, que


virtualmente serían un "relanzamiento" del
Mercosur con objetivos renovados, sería hecho el
30 de noviembre, fecha en la que se conmemoran el
Día de la Amistad Argentino-Brasileña y los 20
años del anuncio público de los entonces
presidentes Raúl Alfonsín y José Sarney de iniciar
el proceso de integración que derivó luego en la
constitución del Mercosur.

A partir de la semana que viene se realizarán


reuniones bilaterales cada 15 días -en la Argentina o
Brasil- para ir discutiendo punto por punto del
documento.

Socio incómodo

En una conferencia dada por Bielsa y Amorim, el


ministro argentino afirmó: "Efectivamente, la
Argentina es un socio incómodo. Es un socio poco
confortable (para Brasil) en muchas oportunidades,
pero no por capricho, sino porque tiene necesidades
vinculadas a su gente. En su posición de defensa de
los intereses, no hay irracionalidad, sino
necesidad".
Amorim, en tanto, negó que existan conflictos.
"¿Tregua? Las treguas se necesitan cuando hay una
guerra, y nosotros no tenemos ninguna guerra con
la Argentina", dijo ante una pregunta durante la
conferencia de prensa. "No hay ni rivalidades; lo
que tenemos entre Brasil y la Argentina son
problemas comunes que tenemos que resolver con
esfuerzos comunes."

Según contó a LA NACION una fuente que participó


de la reunión cerrada que mantuvieron las
delegaciones de los dos países, Amorim insistió
varias veces para que la delegación argentina "no
pusiera en duda la continuidad del Mercosur antes
los medios". Según dijo a este diario la fuente, "esa
posición se compartía, pero no pudimos dejar de
decir que ese futuro del Mercosur, al cual Amorim
hizo referencia varias veces durante la reunión,
dependía de que se hiciera una puesta a punto de
los problemas y de la coyuntura".

La Ordem Nacional do Cruzeiro do Sul, la


condecoración ofrecida a Bielsa, es la de mayor
jerarquía que el Estado brasileño le otorga a
extranjeros. Después de recibirla y de conceder una
conferencia de prensa, Bielsa mantuvo una reunión
protocolar con el presidente Lula en el Palacio do
Planalto, la sede del gobierno brasileño.
Por Luis EsnalCorresponsal en Brasil
¿Eu? argentino"
Algunos con ideas innovadoras, otros con garra o con
suerte: entre rivalidades futbolísticas y alguna
desconfianza mutua incentivada políticamente de tanto en
tanto, todos lograron destacarse en Brasil. Ahora, a los
nativos les cuesta reconocerlos como argentinos. Y
quienes terminaron asimilados, lo hicieron con gratitud
genuina por el país que les permitió triunfar. En este nota,
un puñado de ellos
DOMINGO 22 DE MAYO DE 2005

No hay cifras exactas, pero los diplomáticos


calculan que los argentinos en Brasil son entre
200.000 y 300.000. A diferencia de algunas
corrientes migratorias –en busca de trabajo,
huyendo de dictadores, anhelando un pedazo de
tierra– los argentinos en Brasil parecen ser tantos
como sus motivos para haber dejado la tierra de
"los cuatro climas, el dulce de leche, Gardel y
Maradona" rumbo al país del "mais grande do
mundo, el optimismo, el carnaval y la playa".

Están aquellos que vinieron escapando de una vida


urbana, soñando con una posada al lado del mar.
Florianópolis, Porto Seguro, Búzios saben de eso.
Están los que quisieron innovar, y probaron suerte
instalándose en lugares diferentes, lejos de toda
argentinidad posible, en estados tales como
Alagoas, Minas Gerais o Paraná. O los profesionales
que apostaron a una San Pablo que en algunos
números hace que Buenos Aires parezca un lugar
chiquito en el mundo. Los que llegaron para pasar
un tiempo como empleados o ejecutivos de una
empresa y se quedaron. Los que conocieron una
brasileña o un brasileño en vacaciones. Los que
romantizaron la idea del país tropical, la bossa nova
y aquellas películas que los norteamericanos hacían
en los 70 con el Corcovado y el Pan de Azúcar de
fondo. Hay de todo y nunca de forma muy visible,
porque en general el argentino en Brasil no forma
colonias. Parece preferir un cierto anonimato, que
desaparece momentáneamente en alguna parrilla
de esas que matan las "saudades" de unas
empanaditas con una buena carne.

Y entre toda esta diversidad de historias


individuales, hay argentinos que sobresalieron en
esta tierra extranjera. Aquí, un puñado de casos
singulares.

Por Luis Esnal (corresponsal en Brasil)

Para saber
más: www.embarg.org.brhttp://www.argentinosenbrasil
.cjb.net
Fernando Meligeni

El "argento brazuca"

Cuando era un "garoto" y vivía en Brasil, su apodo


era "argento". Cuando, ya adolescente, pasó dos
años en Buenos Aires mejorando su tenis, aquí lo
llamaban "brazuca". Lo cierto es que Fernando
Meligeni, uno de los mayores tenistas brasileños de
todos los tiempos, nació en la Argentina.

En 1975, cuando Fernando tenía 4 años, su padre,


Oswaldo Meligeni, un fotógrafo publicitario
argentino, decidió instalarse en Brasil para
desarrollar su carrera. Cuando tenía 15 años, en
1989, Fernando fue para Buenos Aires para mejorar
su tenis en la escuela Barral Gattiker. "Hasta hoy, el
tenis argentino tiene una escuela, un estilo parecido
que se mantiene en todos los jugadores. En Brasil
eso todavía no se logró", analiza.

Pasó entonces dos años con la abuela, mientras


entrenaba sin parar. "Era duro quedarse lejos de
casa, de mis viejos. Había días en que ni las
chocolinas ni los ñoquis o los bifes de la abuela
ayudaban."
A pesar de las "saudades" de casa, Fernando volvió
con algo más que un lugarcito entre los diez
mejores de la Argentina. Ganó el Sudamericano, el
Banana Bowl, el Orange Bowl en Miami y fue
durante siete meses el juvenil número 1 del mundo
–en 1989 terminó 3° en el ranking mundial–.

Su apodo dejó hace tiempo de ser "argento" o


"brazuca". Es famoso como Fino, por sus menos de
70 kilos distribuidos en más de 1,80 de altura. Hace
seis años se nacionalizó brasileño y recientemente
fue elegido entrenador de la selección brasileña de
tenis para la Copa Davis.

Aunque la aparición de Gustavo Kuerten le quitó un


poco de protagonismo, Meligeni sigue ganando.
Actualmente es el 78° en el ranking de la ATP, pero
está participando en la mayor cantidad de torneos
posible para acumular puntos y ubicarse dentro de
los 50 primeros del mundo.

Finalmente, se pone serio y reflexiona: "Más allá de


las rivalidades deportivas, tienen que respetarse,
porque antes que todo son hermanos".

Luis Favre

El argentino del PT
Durante la campaña presidencial que llevó a Lula a
la victoria, si alguien hablaba de "el argentino" no
había duda: estaba hablando de Luis Favre. Su
historia es de película. Porteño del Abasto, su
nombre verdadero es Felipe Belisario Wermus. Es
hermano de Jorge Altamira, el dirigente del Partido
Obrero argentino.

Activista estudiantil, dejó la Argentina en 1970


temiendo por su vida. Emigró a Francia, donde
cambió su nombre. Se casó algunas veces, tuvo
cuatro hijos. Vivió en París durante 33 años y
continuó militando en grupos trotskistas.

Como miembro de la Cuarta Internacional, conocía


a dirigentes de la izquierda brasileña que formarían
el Partido de los Trabajadores. Uno de esos
dirigentes era Antonio Palocci –actual ministro de
Hacienda y segundo hombre más poderoso de
Brasil–. En cuanto Lula y otros lanzaron el PT, en
1980, lo nombraron su representante en Europa.

En el 2000, Favre participó en la campaña electoral


de Marta Suplicy, integrante de una familia de la
altísima burguesía paulista, los Smith de
Vasconcelos. Tres años después, Favre y Marta, ya
convertida en intendenta de San Pablo, se casaron.
Lula y la primera dama, Marisa Leticia, fueron los
padrinos.

Favre se convirtió en el pararrayos de las críticas a


la administración de su esposa –con un énfasis en
el hecho de ser argentino, lo que facilitaba la
detracción–. Favre no se preocupaba por parecer
simpático, siempre ostentando un look de operador
en las sombras. "Hacían chistes sobre la fama de los
argentinos, de arrogantes, pretenciosos. Pero la
mayoría de la población está contra esa idea, y la
relación entre argentinos y brasileños es fraternal",
pondera.

En 2002, Favre actuó como conexión entre el PT y


la agencia publicitaria que armó la campaña
electoral que llevó a Lula a la victoria.

De Brasil, le fascina el dinamismo, la vida cultural,


el clima. "El argentino en cambio es más
circunspecto, más distante –señala–, y eso ayuda a
crear el estereotipo de que uno es arrogante."

Juan Quirós

El hombre que "vende" Brasil


Es casi una ironía: el hombre que recorre el mundo
vendiendo y representando oficialmente los
productos brasileños... es nada menos que salteño.
Juan Quirós es el presidente de la Agencia de
Promoción de las Exportaciones (Apex), la "niña
bonita" del gobierno de Lula, la que viene abriendo
mercados en países a los que jamás había llegado
un producto brasileño. Quirós dejó Salta cuando
tenía 16 años.

"Parte de mi familia llegó a Brasil en 1959 para


instalar una industria de control de contaminación
ambiental que hoy es la mayor de América latina
(Grupo Veco)", cuenta el funcionario de Lula desde
su despacho en el Ministerio de Desarrollo,
Industria y Comercio, en Brasilia.

Quirós salió de Salta en 1979 y fue directamente a


los Estados Unidos a estudiar administración de
empresas. Al volver, aterrizó en San Pablo, donde
estudió en la Fundación Getúlio Vargas y comenzó a
trabajar en la industria familiar. De ascendencia
española y siria, Quirós recuerda lo que su abuelo
siempre decía: "Lo más fácil es nacer en la inercia
de la vida; lo más difícil es elegir un camino". Como
inmigrante, siempre sintió que tenía una doble
responsabilidad. "Para ganar un espacio es
necesario trabajar mucho más."
Hoy, Quirós, que se nacionalizó brasileño, apadrina
un hospital de cáncer infantil en Campinas, ciudad
a 80 kilómetros de San Pablo donde vive con su
esposa y dos hijos, brasileños, cuando no está
trabajando en Brasilia. Pero la verdad es que el
hombre vive literalmente en los aviones: en dos
años ya viajó a 60 países y 270 ciudades,
convirtiéndose en uno de los responsables de que
Brasil haya duplicado sus exportaciones en poco
más de cinco años.

Durante la crisis económica argentina de los


últimos años, dice que, a la distancia, "veía a la
Argentina sufrir y también sufría". Pero el hombre
confiesa que sabe por qué no vuelve a la Argentina:
"Te lo digo con sinceridad: yo amo Brasil. Es un
amor infinito. Brasil es la tierra prometida". No es
necesario ni escribir por quién hincha Quirós en un
clásico Argentina-Brasil, ¿no?

Oscar Quiroga

El señor de los astros

El Horangel brasileño es argentino: Oscar Quiroga,


el hombre de los horóscopos del prestigioso diario
O Estado de S. Paulo, es un porteño que estudió
Psicología en la UBA y que supo, en los "años de
plomo", lo que era ir preso por tener el pelo largo.
Emigró a Alemania, luego hizo vida de hippie
brasileño en las playas del Nordeste y finalmente
aterrizó en San Pablo. Los astros se ocuparon del
resto. "Vine a quedarme unos meses, y van 26
años."

Llegó en 1978, poco antes de la Copa del Mundo.


"Antes de salir de la Argentina veía como
desaparecían mis amigos. Uno por semana. Yo no
era activista político, pero tenía el pelo largo y
estaba harto de ir preso a la salida del cine."

Tenía 21 años cuando despegó de Ezeiza y aterrizó


en Alemania. No le gustó, pero allá se encontró con
otros argentinos que le recomendaron irse a Brasil.
"Acá hay algo, algún tipo de magia. Las mujeres son
simpáticas, cariñosas, y uno, que como argentino
está más acostumbrado a una cierta formalidad,
termina apasionándose."

Al volver de su experiencia hippie, mientras


estudiaba Psicología aprendió astrología para hacer
cartas astrológicas y ganar unos pesos. En 1986,
alguien lo recomendó para que firmara una
columna sobre el tema en O Estado de S. Paulo.
"Quería ser psicólogo, pero el éxito de la columna
fue tan grande que terminó arrastrándome con
ella." Ya escribió tres libros, y con análisis más
psicológicos que astrológicos elevó el nivel del
horóscopo brasileño.

¿Qué lo apasionó de Brasil? "La inocencia en la


mirada. Acá podés decir que en la esquina hay una
vaca volando y la gente va a fijarse, porque en el
fondo quiere ver una vaca volando. Los argentinos,
con lo racionales que somos, perdimos esa mirada
inocente de las cosas."

Cuando alguien se molesta con alguna previsión


astrológica, "argentino" es lo primero que le dicen,
en tono de insulto. "Pero nunca sufrí por ser
argentino... por más que cuando juega Argentina
contra Brasil, mejor que mantenga distancia. La
verdad es que ya hincho por los dos."

Jorge Werthein

El "tractor" de la Unesco

Ocho años atrás, cuando asumió la conducción de la


Unesco en Brasil, el argentino Jorge Werthein sabía
que no iba a pasar desapercibido. En pocos años
multiplicó por veinte los fondos recaudados para
proyectos de la institución y convirtió a la Unesco
brasileña en la mayor del mundo –mayor que la
propia sede central de París–. Las 14 personas que
trabajaban en la oficina se transformaron en 260,
que se suman a 600 consultores. No por nada la
revista Veja, la de mayor circulación de Brasil, tituló
así un perfil sobre él: "Un tractor al servicio de la
caridad".

Si se hace una lista de las diez personas más


influyentes de Brasil, Werthein probablemente es
amigo o tiene buena relación con nueve. La décima
persona más influyente sería, sin exagerar, él
mismo. No cualquiera levanta el teléfono y habla
con el presidente Luiz Inácio Lula da Silva; el
intendente de San Pablo, José Serra; el ex
presidente Fernando Henrique Cardoso; el canciller
Celso Amorim; el ministro de Cultura, Gilberto Gil,
o la familia Marinho, dueña del imperio de medios
Globo. Claro que algunos pueden hacer eso, pero no
llamándolos por el nombre de pila, como Werthein.

Llegó a Brasil en 1977, después de una temporada


en los Estados Unidos, donde estudió sociología en
Berkeley y se doctoró en Educación en la
Universidad de Stanford. Hijo de madre porteña y
padre pampeano, Werthein es sobrino de Julio
Werthein y primo de Adrián y Gerardo Werthein –
los dueños del grupo W SA, de la aseguradora La
Caja, de media Telecom y de Cachamay, entre
otras–. Llegó a Brasil contratado por el Instituto
Interamericano de Cooperación para la Agricultura
(IICA), para hacerse cargo de programas de
educación.

En el ’94 fue nombrado director de la Unesco en


Estados Unidos y en 1996 pidió ser trasladado a
Brasil, donde comenzó su segunda "etapa
brasileña", esta vez en Brasilia. Casado dos veces
con brasileñas, tiene cinco hijos nacidos en Brasil.
¿Un hobby? Plantar y cuidar bromelias en su casa,
frente al lago de Brasilia.

El año pasado, Werthein, a los 62 años, se convirtió


en el primer extranjero en recibir el premio de
educador del año por la Academia Brasileña de
Educación. Utiliza sus influencias para, por
ejemplo, llevar a la Argentina programas como el
que abre las escuelas los fines de semana –para
reducir la violencia– o para incentivar la
prohibición de armas de fuego, idea que sedujo al
presidente Néstor Kirchner.

"Argentinos y brasileños somos competitivos, pero


al mismo tiempo nos sentirnos atraídos por las
características de la otra cultura", considera
Werthein. "El hecho de ser argentino acá no me
separó, me unió. Soy un argentino que transmite el
amor que siente por Brasil. Quizá por eso siempre
me dicen que soy el más brasileño de los
argentinos", comenta entre risas.

"Una de las cosas que me hizo darme cuenta de


cómo quiero a Brasil es que el otro día me emocioné
escuchando el himno. Sonreí para mí. Ya son 17
años de construcción de una familia, amigos, de
disfrutar esta cultura y su música. Y, sin duda,
también el optimismo, del que uno, como
argentino, trata de que se le pegue un poco."

Domingo Alzugaray

De galán a empresario

Imaginemos un galán de cine de los años 50


protagonizando clásicos como "Sábado a la noche,
cine", de Fernando Ayala, con Gilda Lousek, Luis
Tasca y Aída Luz. Y después, imaginemos a un
poderoso empresario de medios de Brasil, dueño de
un imperio editorial que vende 40 millones de
ejemplares en revistas por año y emplea a casi 1400
personas. Lo difícil es imaginar que sea la misma
persona: Domingo Alzugaray.

Nació en 1932, en Entre Ríos, y a los 17 años partió


para Buenos Aires a estudiar Ciencias Económicas
en la UBA, pero la actividad que le tomaba el
tiempo era una compañía de teatro amateur. "Todo
en mi vida pareció ir ocurriendo por casualidad",
cuenta desde su oficina en un antiguo galpón de
fines del siglo XIX, que él convirtió en base para su
editorial. La compañía de teatro lo llevó a actuar en
la televisión y en el cine, en películas como Mis
amores en Río (de Carlos Hugo Christensen, de
1959, con Susana Freyre y Jardel Filho ).

La editorial Abril –que nació en la Argentina,


fundada por un italiano judío que huía del nazismo,
César Civita, y que terminó convirtiéndose en un
imperio de medios de Brasil– lo contrató para
dirigir y actuar en las fotonovelas de la empresa."En
1957 me pidieron que viniera a dar un
asesoramiento en Brasil, donde la editorial Abril
estaba formándose. Iba a venir por seis meses y me
quedé hasta hoy", cuenta.

En 1972 decidió que se había quedado demasiado


tiempo en Abril, que ya era una empresa gigantesca.
Ganaba el mayor salario de la editorial: "Ni
haciendo tu propia empresa vas a ganar tanto como
ganás acá", le dijo Vitor Civita. "Usted ya construyó
su palacio. Yo quiero construir mi propia cabaña",
respondió Alzugaray. La "cabaña" se llama Editora
Tres, que edita tres revistas semanales, entre ellas
la conocida IstoE.

Hoy su vida es Brasil –esposa carioca, hijos


paulistas–, por más que vuelva siempre a visitar el
haras que tiene en Luján. Boquense, en casi 50 años
de vida en Brasil nunca logró hacerse hincha de
otro equipo. "De los brasileños rescato esa energía
para enfrentar los problemas sin hacer mucho
drama", dice.

Carmen Lent

La "importadora" de psicólogos

Nosotros dimos vuelta la psicología brasileña."


Quien conoce a Carmen Lent sabe que no hay
presunción en sus palabras, sino un simple registro
de algo que, de forma medio alocada, realmente
ocurrió. Carmen era licenciada en Psicología por la
UBA cuando, en 1966, con un clima académico que
sin duda no era de los más estimulantes (plena
"noche de los bastones largos"), partió para los
Estados Unidos. Hizo un posdoctorado en
Psicología Comunitaria en Berkeley, California,
donde conoció a quien luego sería su marido, el
brasileño Simón Swartzman, ex presidente del
respetado IBGE, el "Indec brasileño".
A comienzos de los 70 ya estaban instalados en Río
y Carmen había creado una cátedra de Intervención
en Crisis. A partir de 1973, la situación política en la
Argentina se volvió más grave y comenzaron a
llegar algunos psicólogos, esta vez para quedarse.
"Yo los presentaba para que fueran tomados como
profesores. Había una buena receptividad, porque
la psicología argentina estaba mucho más avanzada
que la brasileña. Después del golpe militar, llegaba
a ir hasta dos veces por día al aeropuerto a buscar
gente."

"Un día Eduardo Tato Pavlovsky estaba en una


sesión de grupo cuando le avisaron que la policía
estaba llegando. Subió a la terraza, se escapó, y
aterrizó en mi casa dos días después."

Con Carmen como "importadora" principal de


colegas, profesores y catedráticos psicólogos, se
formó un pequeño movimiento en Brasil de
"pichonianos", discípulos de Pichon Rivière. A
medida que los años pasaban, se dio cuenta de que
muchos asilados llegaban "rayados", y decidió
inventar el Banco de Horas, "en que una media
docena de terapeutas cedía horas de su tiempo para
atender a esa gente".
Cuando, a comienzos de los 90, aparecen en Río de
Janeiro los primeros contaminados de HIV,
Carmen decidió empezar de nuevo. "Me acordé del
Banco de Horas y pensé hacer algo así para quienes
tenían sida", recuerda. En 1994, el Banco de Horas
( www.bancodehoras.org.br ) ya tenía 40 psicólogos, y
en el ’95 ya eran 200. El Ministerio de Salud
comenzó a patrocinar la idea, que sigue creciendo,
ganando premios y obteniendo apoyo hasta de la
Elton John Aids Foundation. Gracias a su idea, el
Programa Nacional de Sida creó una unidad de
salud mental.
"Yo soy muy argentina... pero dejar Río es difícil.
¡Esto es tan lindo!", dice. Recuerda, sin embargo,
que en un principio le costó relacionarse. "Hasta
hoy, sigo convencida de que las relaciones de
amistad porteñas son únicas." Creo, en definitiva,
que si pusiéramos a un carioca y un porteño en una
licuadora saldría el ciudadano perfecto", dice, a las
risas.

Frances Reynolds

Echale la culpa a Río

Difícil imaginarla con las típicas hojotas hawaianas


brasileñas, caminando hacia la playa como una
carioca más. Pero Frances Reynolds asegura que sí,
que aunque no parezca, se "abrasileñó".

Quienes conocen el nombre de Frances en Brasil no


podrían asegurar de dónde es esa mujer de aire
ejecutivo, bastante agitada, interesada en el arte y la
beneficencia. Con ese nombre, de familia inglesa y
francesa, y look europeo, pocos podrían adivinar
que Frances Reynolds es argentina. Pero fue con su
segundo apellido, el obtenido después de casada,
que se convirtió en una figurita repetida de las
revistas de actualidad brasileñas: Marinho.

Frances vivía en Nueva York trabajando en un cargo


ejecutivo en Orion Pictures, de la Warner Bros., con
la misión de ocuparse de los negocios de la
distribuidora de cine en América latina. En una de
sus visitas de rutina a Brasil, en 1991, estaba en una
oficina firmando un contrato con un representante
cuando entró José Roberto Marinho, uno de los
herederos del imperio Globo de medios de
comunicación –el quinto mayor del mundo–. El
flechazo fue inmediato: se casaron y Frances se
mudó a Río de Janeiro –donde nacieron sus dos
chicos, Isabela e Ignacio–.

Frances comenzó a representar a Disney en Brasil y


luego montó Megafilmes, que se transformó en la
principal distribuidora brasileña de cine
independiente.

Frances y Marinho se separaron recientemente.


"Entonces decidí reformular mi misión de vida y
creé Arte Viva, una fundación que concentra en sí
misma todo lo que yo aprecio, que es la vida y el
arte." Hoy es miembro del consejo internacional del
Museum of Modern Art (MoMA) de Nueva York y
de la Tate Gallery de Londres.

Con alguna persistencia logró traer la muestra del


Malba a San Pablo y, desde el Comité de
Democratización de la Informática, ayudó a que los
chicos de 350 favelas brasileñas pudieran tener
acceso a Internet. El Programa Patrimonio
Argentino, uno de los tantos de Arte Viva, fue
implementado en San Ignacio Miní, provincia de
Misiones, y hoy beneficia a más de 180 miembros
de la comunidad.

Actualmente la fundación Arte Viva está en Brasil,


Argentina y España. Se dedica a desarrollar
programas educativos, exposiciones, e intentar
crear un corredor cultural entre Europa y América
latina. Por caso, recientemente llevó al colectivo de
arte argentino Mondongo a Madrid. En 1999,
cuando presentó en el Centro Cultural Recoleta una
exposición del brasileño Tunga, ganó el premio
como Mejor Muestra Extranjera, otorgado por la
Asociación de Críticos de Arte de la Argentina.

Mientras se dedica a la fundación, Frances ha


vuelto a la televisión y lanzó una productora
llamada Isabela Produções, dedicada a crear
contenidos interactivos y productos para nuevas
tecnologías.

"Además de darme dos hijos, Brasil me enseñó a


valorizar el juego de cintura –dice Frances–. En la
vida uno tiene saber saltar los obstáculos, seguir
adelante cuando surgen los problemas, hasta llegar
al objetivo. Brasil transmite mucho ese
sentimiento."
Preocupación en los
EE.UU. y en la región
Washington alertó sobre la inconveniencia de viajar a
Bolivia; temor en la Comunidad Andina
VIERNES 03 DE JUNIO DE 2005

WASHINGTON.- Estados Unidos alertó ayer a sus


ciudadanos sobre la inconveniencia de viajar a
Bolivia, al tiempo que crecía la preocupación en
toda la región ante la convulsión social que sacude
al país andino.

"No podemos permanecer indiferentes frente al


riesgo de un retroceso democrático en el corazón de
nuestro continente. Lo que sucede hoy en Bolivia a
todos nos interesa y también nos afecta", subrayó el
secretario general de la Comunidad Andina, el
peruano Allan Wagner, y agregó que "Bolivia es un
país central en el proceso de integración andino y
sudamericano".

En tanto, el Departamento de Estado alertó a los


ciudadanos norteamericanos sobre los continuos
disturbios en Bolivia y pidió a quienes residen o
viajan a ese país que estén atentos, ya que sus
planes pueden verse perturbados por los bloqueos y
las manifestaciones.
"Los ciudadanos estadounidenses que viajen o
residan en Bolivia deben estar al tanto de que varios
grupos dentro de ese país han realizado marchas,
manifestaciones y bloqueos desde el 16 de mayo
para protestar por la política de hidrocarburos" del
gobierno, señaló el comunicado del Departamento
de Estado.

El gobierno boliviano, por su parte, consideró


"lamentable" pero "comprensible" el consejo de
Washington. "Ellos tienen la obligación de velar por
la seguridad y las vidas de sus ciudadanos, y si ellos
temen que aquí haya conflictos que puedan tener
consecuencias para sus ciudadanos, están en el
derecho de hacer el llamado que les parezca", dijo el
canciller Juan Ignacio Siles.

Asimismo, el ministro consideró que los informes


de caos social y vandalismo callejero que
transmiten medios internacionales sobre la crisis
boliviana contribuyeron a ahondar en el exterior la
imagen que exporta estos días el país andino.

"Se ven actos de vandalismo que no tienen nada que


ver con un espíritu democrático de solidaridad. Eso
afecta la imagen gubernamental en otros países",
lamentó.
En cualquier caso, destacó que "las marchas en
general han sido pacíficas y eso ha permitido
mantener la calma y el orden en el país".

En el resto de la región, en tanto, el gremio de


camioneros de Chile expresó su preocupación por la
situación de unos 300 conductores que se
encuentran bloqueados con sus vehículos en Bolivia
debido a las protestas en ese país.

"En algunas ciudades como El Alto los


transportistas han sido amenazados con explosivos
por mineros exaltados", advirtió el presidente de la
Confederación Nacional de Dueños de Camiones,
Mauricio Cordaro.

A su vez, el consulado argentino puso a disposición


de los residentes en Bolivia un número telefónico al
cual comunicarse en caso de urgencia.

Y el presidente de Perú, Alejandro Toledo -que


actualmente visita China-, manifestó ayer su apoyo
a su homólogo Carlos Mesa y dijo que intentará
apoyar la solución de la crisis boliviana desde las
presidencias de la Comunidad Sudamericana de
Naciones y la Comunidad Andina, cargos que ejerce
durante este año.
El plan de evacuación argentino

El plan para una posible evacuación de argentinos


de Bolivia sigue adelante, a tal punto que tres
aviones de transporte Hércules y un Boeing 707
están en alerta de dos horas, lo cual significa que
pueden despegar prácticamente en el momento de
recibir la orden.

Esa decisión corresponde a la Cancillería, cuyos


voceros buscaron en los últimos días minimizar los
problemas que se viven en Bolivia.

Incluso, el comunicado que difundió la Cancillería


la semana última sólo se refirió a los inconvenientes
que podrían encontrar los turistas en Bolivia, pero
no desaconsejó viajar a ese país como sí lo hizo ayer
Estados Unidos.

La intención de la Cancillería, comentada por sus


voceros políticos, es no sumar trastornos al
presidente Carlos Mesa con gestos argentinos que
muestren intranquilidad por el conflicto en
aumento.

Por eso, los primeros argentinos que pidieron


asistencia en la región norteña de Copacabana
recibieron la sugerencia de trasladarse a Perú. Si
cae Mesa, la posición oficial será diferente.

Agencias AFP, EFE y DPA


Un país desgarrado
Por María Sáenz Quesada Para LA NACION
MIÉRCOLES 08 DE JUNIO DE 2005

La información cotidiana presenta a la República de


Bolivia desgarrada por fuerzas opuestas. ¿Qué se
disputan? ¿Un gobierno o una nación? Cada grupo
habla en su nombre y en su lengua desde posturas
inconciliables: jefaturas étnicas contra jefaturas
institucionales, tierras altas contra tierras bajas. En
suma: cuestiones concretas y problemas candentes
que atentan contra la idea racional de una
ciudadanía y de una nación en busca de soluciones
y de consensos.

El no improbable desmembramiento de la nación


andina remite a la imagen histórica del suplicio de
Andrés Apasa Túpac Catari, el jefe de la rebelión
indígena del altiplano que asedió durante 109 días a
la ciudad de La Paz con cuarenta mil hombres.
Tropas venidas del virreinato de Buenos Aires
derrotaron a Catari. Este fue condenado a ser
descuartizado por cuatro caballos. Seis mil muertos,
muchos de ellos vecinos del Tucumán, fue el
doloroso saldo del levantamiento ocurrido en 1781.
En los tiempos en que el Alto Perú era una de las
regiones más ricas y pobladas del imperio español,
gracias a los yacimientos de plata, hubo otras
sublevaciones. Hacia 1650, se enfrentaron en
guerras civiles los europeos del Potosí, divididos en
“naciones”: vascos contra andaluces, extremeños y
criollos.

Más atrás en la historia, pueden rastrearse las


luchas entre los pueblos indígenas que explican el
mosaico de lenguas aborígenes que se hablan en la
actualidad. El altiplano, un territorio con
desarrollos culturales propios, fue conquistado por
el ejército del inca Huayna Cápac, que ocupó las
regiones de La Paz, Cochabamba y Oruro. Los incas
sometieron a las naciones de lengua aymara y
aplicaron su política de trasladar al territorio
dominado a los pueblos quechuas pacificados y a
los rebeldes guaraníes de las zonas tropicales.

Tales antecedentes demoraron la construcción de la


Bolivia moderna. La emancipación de España se
concretó sólo en 1825, pese a que en la Universidad
de San Francisco Javier (Charcas) se difundieron
las ideas de la Independencia y a que hubo un 25 de
mayo de 1809 de carácter revolucionario en la
ciudad de La Plata (Sucre).
Asimismo, resultó difícil implantar las nuevas
doctrinas liberales que exaltaban al individuo. Este
es el caso de la supresión del tributo, un impuesto
particular que afectaba a los indígenas y que fue
abolido por el delegado de la Junta de Buenos
Aires, Juan José Castelli ( 1811), y por el libertador
Bolívar (1825). Pero el tributo se reimplantó y duró
sesenta años más, porque el Estado no encontraba
mejor solución para sus maltrechas finanzas que la
de hacer pagar más a los más pobres.

En las comunidades indígenas de campesinos,


descendientes de los ayllus prehispánicos, se
procedía de acuerdo con pautas ancestrales.
Sobrevivía la autoridad del curaca, jefe étnico
reconocido por los conquistadores incas tanto como
por los españoles y, después, por la República.
Todavía en 1950, el censo agrícola señaló la
existencia de 3779 comunidades que trabajaban el
26% de las tierras cultivadas.

Entre tanto, el poder pasaba de un caudillo a otro


caudillo, en un proceso similar al que atravesaban
las otras repúblicas sudamericanas, pero con
mayores inconvenientes para encontrar consensos
mínimos que permitieran construir la nación. En
ese sentido, la derrota sufrida por Bolivia a manos
de Chile en la Guerra del Pacífico (1879), que le
significó la pérdida de su litoral marítimo, y otra
pérdida significativa que benefició a Brasil (la
campaña del Acre, 1902), llevarían a la formación
de partidos liberales y conservadores que
expresaron los intereses de los grandes hacendados
y de los nuevos empresarios mineros. Por esa
época, los problemas crónicos de la sociedad fueron
atribuidos a la escasez de descendientes de
europeos. Ese es el argumento de Pueblo enfermo
(1909), obra en la que Alcides Arguedas expresó el
prejuicio racial del blanco contra el mestizo.

Cuando la plata dejó de ser rentable, comenzó el


ciclo del estaño, “el metal del diablo”, como lo
denominó Augusto Céspedes en una novela en la
que denunció una masacre ocurrida en las minas de
Simón Patiño. Por entonces, los millonarios
exportadores de dicho metal, Aramayo, Patiño y
Hochschild, eran también los referentes de la clase
política.

Esa etapa concluyó cuando la derrota de Bolivia en


la Guerra del Chaco (1932-1935) conmovió al país.
La reacción no se hizo esperar. Hubo un
resurgimiento del sentimiento nacionalista,
mezclado con ideologías internacionales, el
fascismo en el Movimiento Nacionalista
Revolucionario –fundado, entre otros, por Víctor
Paz Estenssoro– y el marxismo en otras corrientes.
Se nacionalizó el petróleo y la nueva consigna fue
“Tierra al indio, minas al Estado”.

En la posguerra mundial, en Bolivia se sucedieron


las luchas cada vez más dramáticas, en las que el
factor militar inclinaba la balanza. Pero ya existía
un nuevo factor, los sindicatos mineros, entre ellos
los muy combativos de Catavi y Siglo XX. El
legendario líder de la Central Obrera Boliviana,
Juan Lechín Oquendo, comenzó a practicar
acciones de movilización directa de las masas.

En 1946, una pueblada sin precedentes terminó con


la vida del presidente militar Gualberto Villarroel,
asesinado y colgado en la plaza Murillo (en el
mismo escenario de las actuales protestas). Seis
años más tarde, el ejército profesional fue derrotado
por las milicias de mineros armados y el presidente
Paz Estenssoro pudo sancionar una serie de
innovaciones revolucionarias: el voto universal, que
reemplazó al voto calificado, vigente hasta
entonces; la estatización del estaño (no la del
petróleo, que volvió ser explotado por compañías
privadas) y la reforma agraria, impulsada desde las
mismas comunidades indígenas. Por fin
desaparecía la arcaica institución del pongo, que
obligaba al campesino a servir periódicamente en la
casa del dueño de la hacienda.

¿Había ocurrido en Bolivia la primera revolución


proletaria de América? Sin embargo, dicha
revolución perdió combatividad y los gobiernos
terminaron recibiendo el apoyo financiero y técnico
de Estados Unidos. Asimismo, las fuerzas armadas
más conservadoras recuperaron espacio y poder. El
relato de este proceso lo hizo Liborio Justo
(Quebracho) en su obra Bolivia, la revolución
derrotada (1971). En este país, el más politizado del
continente, se dan más violentamente también las
contradicciones que agitan a todos los demás,
observó Justo.

De hecho, más de un centenar de golpes de Estado y


varias revoluciones no han logrado todavía asegurar
la estabilidad y el bienestar en Bolivia. Ni las
privatizaciones ni la apertura al capital extranjero
de las empresas estatales en la década de 1990,
cuando el MNR volvió al poder, impidieron que los
reclamos fueran cada vez más violentos. Sin duda
que hay muchas, demasiadas cuestiones urgentes
para resolver. Principalmente, problemas sociales,
como el analfabetismo y la extrema pobreza. A esto
se suman las presiones de Estados Unidos para
suprimir los cultivos de coca y la dificultad de
aplicar una política económica y de distribución en
torno de la explotación de los hidrocarburos. Por
otra parte, la desaparición de dirigentes históricos,
como Paz Estenssoro, Lechín y Hugo Banzer,
fallecidos hacia 2001, ha dado lugar a nuevos
liderazgos.

Por todo eso, lo que está ocurriendo en ese corazón


áspero del continente preocupa, angustia,
conmueve. Un país cada vez más aislado y
desgarrado, enfrentado todavía en términos
pacíficos, y en el que probablemente, si no se logran
soluciones mínimas en el corto plazo, la violencia
ocupe finalmente todo el escenario.

María Sáenz Quesada es historiadora. Su último


libro se titula Isabel Perón. La Argentina en los
años de María Estela Martínez .
¿Y dónde está el piloto?
La resolución transitoria del conflicto no da certezas sobre el
futuro, acosado por el fantasma de la ingobernabilidad
DOMINGO 12 DE JUNIO DE 2005

Jorge Elías
SEGUIR

LA NACION

Más allá de su petróleo, Hugo Chávez puso énfasis


desde el comienzo de su gestión en un rasgo común
con vastos sectores de Venezuela y de la franja
andina: ser mestizo. Decía que no lo toleraban por
ello. Era un toque distintivo, casi folklórico,
respecto de otros presidentes, gracias al cual,
repartiendo arepa y compartiendo penurias, iba
ganándose la simpatía de quienes se identificaban
con él. Ser mestizo era, en definitiva, como ser
indígena; algo así como ser marginado a pesar de
haber heredado los títulos de propiedad de las
naciones originales.

En el discurso de Chávez abrevaron varios líderes


de movimientos indígenas de Bolivia, Perú y
Ecuador, así como aquellos que, al filo de los
noventa, empezaron a resumir el estigma de la
década en un enemigo común: el neoliberalismo,
pregonado por los Estados Unidos. Apareció entre
ellos un tal Evo Morales, líder cocalero que, a
diferencia del presidente peruano Alejandro Toledo,
de tez tan cobriza como la suya, no se había
contaminado en universidades norteamericanas ni
en organismos internacionales de crédito.

En la frontera de México con Guatemala, países con


gran presencia indígena, ya había irrumpido
Marcos con sus reivindicaciones. Justas, pero,
dentro del esquema formal, políticamente
incorrectas. En otro tiempo, Morales también pudo
haber desdeñado el sistema. Sobre todo, después de
haber perdido las elecciones presidenciales frente al
último candidato de los partidos tradicionales de
Bolivia: Gonzalo Sánchez de Lozada, depuesto en
octubre de 2003. Fuera de la democracia, sin
embargo, su Movimiento al Socialismo (MAS) no
hubiera sido más que un grupo minoritario y, en
cierto modo, extraño. O paria, incapaz de apuntalar
desde el Congreso al presidente siguiente, Carlos
Mesa.

Cerrado otro ciclo con la caída de Mesa y del


tándem legislativo de la sucesión hasta el
presidente de la Corte Suprema, Eduardo
Rodríguez, vanos fueron los esfuerzos del gobierno
de George W. Bush de convencer a los cancilleres
que asistieron a la asamblea general de la
Organización de Estados Americanos (OEA) sobre
la influencia de Chávez en la crisis de Bolivia. No
tenía evidencias, como sobre las armas de
destrucción masiva en Irak. Y no logró consenso.

La crisis de Bolivia coincidió con la elección del


nuevo secretario general de la OEA, José Miguel
Insulza, urgido por las cuotas atrasadas de los
países miembros, así como con los renovados bríos
de Brasil en pos de declararse líder de América del
Sur y de acceder a una banca permanente en el
Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas en
tanto prosperen las reformas encaradas por Kofi
Annan.

Cuotas de poder

Una, la OEA, se vio inhibida de actuar por la


nacionalidad chilena de Insulza (Mesa y Morales
pidieron que no metiera las narices en su país); el
otro, Lula, se vio en la necesidad de asegurarse la
provisión de gas boliviano, en peligro por las
huelgas y las ocupaciones. Las otras burocracias,
como la imprecisa Comunidad Sudamericana de
Naciones, no hicieron más que expresar
preocupación frente al fantasma de una guerra civil.

La muerte de un minero bajo el fuego de la policía


militar aceleró el desenlace: ni Mesa ni el Congreso,
impedido de reunirse en Sucre por falta de
garantías en La Paz, querían hacerse cargo de otra
represión después de las 56 vidas que costó la salida
de Sánchez de Lozada. Querían evitarla, pero,
envueltos en la telaraña de un modelo tan
mezquino como dañino, no supieron cómo.
Tampoco supieron prever el fondo del asunto: el
llamado indigenismo militante, atizado con
consignas antinorteamericanas (en contra de las
multinacionales, en general) y con demandas de
autonomías políticas y territoriales.

Frente a ello, con cuotas de poder en disputa en un


vecindario no exento de grupos armados, la
desigualdad como correlato de la pésima
distribución del ingreso recreó, en cierto modo, los
resentimientos contra la oligarquía y los
terratenientes. Si no, el gobierno de Bush no
hubiera temido que la pobreza y la
ingobernabilidad, así como la discriminación y el
desempleo, iban a alimentar el populismo, la
demagogia y la inseguridad (física y jurídica) en
medio de una globalización que, en principio,
benefició a las minorías.

En Bolivia y en Perú, poco y nada recibieron los


indígenas de la sustitución de los cultivos de coca,
emprendida por los Estados Unidos con la venia de
sus gobiernos, y poco y nada recibieron de las
reformas económicas, emprendidas por sus
gobiernos con la venia de los Estados Unidos. En
las crisis posteriores, la democracia resultó
fortalecida. Formalmente, digamos.

Una discriminación a la inversa, impulsada por


líderes como Morales o Antauro Humala (el militar
peruano que exigió la renuncia de Toledo, como
Chávez en 1992 y Lucio Gutiérrez en 2000), forjó el
proyecto de crear un Estado quechua y aymara en el
norte de Bolivia y el sur de Perú bajo el nombre
incaico de Collasuyo. En Ecuador, el Movimiento
Indigenista Pachacutik acompañó y abandonó a
otro presidente depuesto, Gutiérrez.

De armas tomar

¿Qué tal si Chávez, ávido de invertir las ganancias


de barriles de crudo cinco veces más caros que en
1999, cuando asumió la presidencia, tuviera
intenciones de propagar su revolución bolivariana
en la franja andina por medio de la explotación de
sus recursos naturales?, como dejó entrever Roger
Noriega, encargado de asuntos hemisféricos del
Departamento de Estado. En ese caso, Morales
sería la llave en Bolivia, así como en Perú y en
Ecuador, tanto por el predicamento de su
movimiento (más social que político) como por los
problemas que atraviesan.

Evidencias, empero, no tuvo el gobierno de Bush


para demostrarlo en la OEA, más allá de las
sospechas sobre la compra de fusiles a Rusia que
puedan terminar en manos extrañas, como las
Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia
(FARC), o en las unidades populares de defensa,
bajo el mando directo de Chávez ante una
hipotética amenaza exterior que, después del
conato de golpe de 2002, bien podría ser interna.

En la relación entre la tez oscura (indígena, mestiza


o negra) y la pobreza halló el Banco Mundial el
sinónimo del potencial revolucionario, o
bolivariano, que pudo haber hallado Chávez,
asesorado por Fidel Castro, de modo de inflamar
nacionalismos más sutiles que los corrientes. Con
una salvaguarda, al menos: la ruptura del ciclo de
golpes militares como consecuencia de los fracasos
civiles.

En el paradigma de la democracia latinoamericana,


la protesta popular (sea el corte de ruta, sea el
cacerolazo) suplió el llamado a los cuarteles tanto
en Bolivia como en otros países en trances severos
(la Argentina, incluida).

Frente a ello, la Carta Democrática de la OEA, con


su requisito de democracia, mucho no ha hecho en
Ecuador, por ejemplo: el gobierno de Alfredo
Palacio, consecuencia de la caída de Gutiérrez,
terminó siendo legitimado. Ni mucho ha hecho en
Bolivia, paralizada por la multiplicación de
reclamos en donde más duele a las multinacionales:
desde incrementar los impuestos hasta nacionalizar
los recursos.

Más allá de la angustia o de la necesidad de los


vecinos de Bolivia, la OEA no pudo actuar por la
falla de fábrica de Insulza (ser chileno), Brasil
privilegió su interés nacional en desmedro de su
pretendido liderazgo regional, la Comunidad
Sudamericana de Naciones expresó tanta
preocupación como por la limpieza étnica en
Kosovo y los Estados Unidos, vedada su
intervención directa, procuraron demostrar, más o
menos, que Chávez tenía armas de destrucción
masiva y Morales iba a usarlas. Cierto o no, frente a
la creciente crisis de gobernabilidad de América
latina, seré curioso: ¿dónde está el piloto?
América latina, luces y
sombras
LUNES 13 DE JUNIO DE 2005

América latina y el Caribe ostentan el triste


galardón de tener la peor distribución del ingreso,
con 224 millones de pobres y 100 millones de
personas en la miseria total, según el informe
"Contexto social de América latina", elaborado por
la Comisión Económica para América Latina y el
Caribe (Cepal). La excepción es Chile, a punto tal
que los expertos en desarrollo regional consideran
que ha dejado de pertenecer al Tercer Mundo y que
en los últimos cinco años avanzó al mundo
desarrollado, circunstancia que demuestra que los
países en vías de desarrollo pueden prosperar,
crecer y brindar bienestar a la población cuando se
gobierna con honestidad, eficacia y verdaderas y
sostenidas políticas de Estado.

Por otra parte, en el Panorama Laboral de América


Latina y el Caribe 2004, preparado por la
Organización Internacional del Trabajo (OIT), se
concluye que la economía mundial está en vías de
franca recuperación, pero sin repercutir en un
mejoramiento de la situación laboral en los países
latinoamericanos y, mucho menos, disminuir la
pobreza. La OIT sostiene que más de un 47 por
ciento de los empleos existentes en América latina
ya corresponden al sector informal, al igual que el
60 por ciento de los nuevos empleos que se
generan, y que sólo el 20 por ciento de quienes
trabajan en la informalidad aportan al sistema de
seguridad social.

El desempleo en los países desarrollados es inferior


al 5 por ciento mientras que en la región
latinoamericana supera el 16 por ciento. Lo más
grave es que el desempleo juvenil supera el doble de
este porcentaje, produce frustraciones en quienes se
han preparado y no encuentra actividad económica
estable ni bien remunerada. Su refugio o sus sitios
de trabajo son las calles y la informalidad.

La contracara de este desolador panorama está


dada en el mismo análisis de la Cepal, que brinda
cifras que asombran: América latina tiene un
producto bruto interno (PBI) de más de un billón
de dólares, exporta 188.000 millones de dólares,
tiene reservas naturales incalculables de gas,
petróleo, oro, cobre, plata y otros metales. Tiene el
privilegio de tener en toda su extensión territorial el
27 por ciento del agua del planeta. Los océanos
Pacífico y Atlántico son importantes fuentes de
alimento y vida, de transporte, de reservas
pesqueras. La Amazonia guarda reservas que
podrían abastecer sin dificultades a buena parte de
la población mundial.

Si se aprovecharan todas sus posibilidades, América


latina podría llegar a constituirse en un polo de
poder económico y político tanto o más importante
que el continente europeo o asiático. Para ello
deberían dejarse de lado las declaraciones
altisonantes o manifestaciones de deseos -que sólo
ocupan espacio en los medios, pero no solucionan
los problemas de fondo- y, en su lugar, poner en
práctica de manera efectiva lo acordado en la
reunión de los presidentes de los países que
fundaron en Perú la Comunidad Sudamericana de
Naciones, promoviendo una real política
integradora entre todos ellos.

Es imprescindible impulsar el crecimiento


mediante políticas que propicien un clima de
inversión adecuado para el sector privado en el que
también se impongan metas exigentes en materia
de generación de empleo, porque si bien es cierto
que en la mayoría de los países hay gobiernos
democráticos la libertad política sin bienestar no es
garantía de tranquilidad y paz.

El conflicto social, como se ha visto en los últimos


días en Bolivia y recientemente en Ecuador, es un
detonante listo para estallar y poner en riesgo o,
incluso, destruir la vida institucional de los países.
Un problema histórico no resuelto, como es la
cuestión indígena, sumada a las presiones por la
política energética y de explotación de
hidrocarburos, ha colocado a nuestro hermano país
de Bolivia al borde de la desintegración y la guerra
civil. Hoy vive una tregua muy débil, que se puede
quebrar si no se comienzan a resolver los problemas
de fondo.

Hay un aspecto que debe ocupar un lugar de


privilegio en la consideración de los gobernantes de
la región: la educación como instrumento de
integración y motor del desarrollo económico y
social de los países.

La educación representa la posibilidad de intervenir


simultáneamente en la equidad y el desarrollo y,
por lo tanto, resulta crucial para superar la
reproducción intergeneracional de la pobreza y la
desigualdad.
Pensar en la unión de América
del Sur
Por Cristina Calvo Para LA NACION
MARTES 14 DE JUNIO DE 2005

Construir la región es la gran tarea política del


inicio del siglo XXI para las naciones del Mercosur
y del espacio sudamericano. Se abre una
oportunidad, pero también existen amenazas:
cuanto más se tarde en constituir el núcleo duro del
vínculo institucional y político –y no sólo el
económico y comercial de la integración– más
difícil será que podamos pasar de una situación de
pérdida de identidad y de creciente dependencia a
otra con mayor capacidad de control sobre nuestros
propios destinos.

Recogiendo este desafío, Caritas Argentina y


Pastoral Social, con la adhesión de la Secretaría de
Política Económica, la Subsecretaría de Política
Latinoamericana, la Comisión Parlamentaria
Conjunta del Mercosur - Sección Argentina, el
Consejo Consultivo de la Sociedad Civil de
Cancillería, la Facultad de Ciencias Económicas de
la UBA y la Universidad Católica Argentina, lanzan
un foro-debate titulado Argentina: estrategia país
en el marco de la integración regional y el mundo
globalizado (ver: www.caritas.org.ar ), abierto a
personas y entidades capaces de ofrecer con lealtad
sus puntos de vista. Se inaugurará hoy, a las 18.15,
en el Palacio San Martín.
La idea no debería quedar subsumida en la
deliberación sobre el ALCA o los distintos tratados
de libre comercio. Su propuesta plantea la
necesidad de cambiar los ejes hacia una dimensión
más sustantiva: en términos de valores, identidad,
ciudadanía, equidad e inclusión, para conformar
“una comunidad de naciones”.

El momento actual es de notable importancia.


Nuestro espacio sudamericano es rico por la
sabiduría milenaria de los pueblos autóctonos;
nuestras riquezas naturales y, sobre todo,
culturales, son inmensas. Pero, por la crisis de
gobernabilidad y la exclusión social, están
amenazados los mismos fundamentos de la
democracia. Es la ocasión de interrogarnos sobre
qué tipo de comunidad política somos, qué actitud
queremos asumir en relación con quienes no tienen
fuerza o voz para ser escuchados en sus derechos.

¿Vamos a seguir sacrificando a una parte de la


humanidad para que la otra parte siga viviendo en
niveles de consumo exorbitantes? Es una pregunta
para la que no podemos seguir esquivando una
respuesta. Y este desafío interesa a todos.

Nos ponemos frente a la necesidad de construir la


integración del cuerpo social, sabiendo que
entramos en aspectos referidos a nuestras
conductas, a la ética y la política. No podemos
soslayar que, entre nosotros, se dan signos de
debilidad, de fractura. La política es el lugar donde
todas las divisiones llegan para ser recompuestas,
pero muchas veces, en la práctica, se verifica lo
contrario. Frente a determinados temas el resultado
no es “la armonía de lo diverso” sino la
profundización de las divisiones. Queremos
transitar un camino distinto. Humildemente,
deseamos que el foro-debate contribuya a dar un
salto de calidad en el modo con el cual leemos la
realidad, nos escuchamos y aceptamos,
precisamente por tener visiones distintas.

¿Cuál es la meta? Que cada uno, a través del


diálogo, pueda encontrar la parte de verdad dentro
de su propio patrimonio y comprender la parte de
verdad que aportan los demás, para la construcción
de un destino común como país.

Si es nuestra convicción vivir este estilo de diálogo,


el foro-debate habrá cosechado una victoria.
Victoria en el sentido de elevar la calidad de nuestro
“vivir juntos” y en aceptar las diferencias que
existen entre nosotros.

Es la misma democracia la que se sostiene teniendo


como base este principio: la unidad nunca es
monolítica, es siempre construida desde un
proyecto político compartido, en un pluralismo que
encuentra siempre nuevas expresiones basadas en
el respeto mutuo, con la meta de llegar a una
fraternidad capaz de conducirnos al pleno
desarrollo de cada habitante de nuestra tierra, de la
región y de la entera humanidad.

La autora es coordinadora del foro-debate y


coordinadora institucional de Caritas Argentina.
Brasil quiere consolidar el
Mercosur
Scioli se reunió hoy con su par del país vecino; descartaron
roces
JUEVES 16 DE JUNIO DE 2005 • 16:29

BRASILIA (DyN).- El vicepresidente de Brasil, José


Alencar Gomes Da Silva, sostuvo hoy que para su
país "el Mercosur es el primer paso" en materia de
política regional y apuntó que el trabajo en
conjunto con la Argentina "redundará en beneficio
de ambos países".

Gomes Da Silva, quien además es ministro de


Defensa, opinó que "cada país tiene sus
características propias y condiciones determinadas
para producir determinadas cosas", cuando se le
consultó acerca de cuáles son las trabas económicas
que existen actualmente entre los principales socios
del Mercosur.

En ese sentido, explicó que, a su entender, "hay que


administrar cada día que pasa las dificultades que
vayan surgiendo" y puso como ejemplo de ello a la
Unión Europea a lo largo del tiempo hasta su
conformación actual.
El vicepresidente brasileño hizo estas declaraciones
a la prensa argentina al término de una reunión que
mantuvo hoy con su par argentino, Daniel Scioli, en
el Palacio del Planalto (sede del gobierno local).

"El Mercosur es el primer paso. Hay que consolidar


el Mercosur y llegar a un estado que represente un
ejemplo por el cual los otros países (del continente)
quieran participar", respondió el funcionario
brasileño al ser consultado sobre el grado de
importancia que tienen para su país el Mercado
Común del Sur y la Comunidad Sudamericana de
Naciones.

En cuanto a la declaraciones atribuidas por medios


locales al presidente Luiz Inácio Lula Da Silva
respecto a lo problemático que es para Brasil
negociar con la Argentina, declaró: "Al contrario. Lo
que nosotros queremos es que toda nuestra región
trabaje unida".

Scioli estuvo acompañado por los vicepresidentes


de las cámaras de Senadores y de Diputados,
Marcelo López Arias y Eduardo Arnold, el jefe del
bloque de senadores radicales, Mario Losada, y el
senador y presidente del Partido Socialista, Rubén
Giustiniani.
Bolivia pide ayuda a la
Comunidad Andina para las
elecciones
El presidente boliviano, Eduardo Rodríguez, solicitó
colaboración para conducir su gobierno de transición de seis
meses en el que deben convocarse y realizarse los comicios
generales
VIERNES 17 DE JUNIO DE 2005 • 16:24

LA PAZ (AFP).- El nuevo gobierno de Bolivia pidió


la colaboración de la Comunidad Andina de
Naciones (CAN) para llevar a buen puerto a fin de
año la celebración de elecciones generales, reveló el
secretario general del ente subrregional, el peruano
Alan Wagner.
Durante una reunión en el palacio Quemado de La
Paz, el presidente boliviano, Eduardo Rodríguez,
"ha solicitado una colaboración en distintas tareas
de la transición, en los que son aspectos centrales
de la tarea que tiene por delante", dijo Wagner.

Rodríguez, que sucedió el 9 de junio al presidente


Carlos Mesa, que renunció en medio de una
convulsión social, pidió ayuda para conducir su
gobierno de transición de seis meses, lapso en que
debe convocarse y llevarse a cabo elecciones para
presidente y vicepresidente y, si el Congreso lo
facilita, la remoción plena de la asamblea.

"En los próximos días vamos a trabajar los detalles


de lo que será esta colaboración de la Comunidad
Andina en la tareas fundamentales democráticas"
en Bolivia, comprometió Wagner.

El presidente del Legislativo boliviano, Hormando


Vaca Díez, con quien Wagner prevé entrevistarse,
advirtió que la verificación de elecciones generales
en el país sudamericano está en manos del
Congreso, que no garantiza el recorte del mandato
de sus legisladores, previsto hasta 2007.

Rodríguez, ex titular de la Suprema Corte de


Justicia, está legalmente facultado sólo para llamar
a elecciones para presidente y vicepresidente.

Amplios sectores populares, promotores de la


reciente crisis boliviana, reclaman la renovación del
plenario legislativo, algunos de cuyos miembros se
resisten a renunciar a sus mandatos.
Los superpresidentes y la
democracia en América latina
Por Héctor E. Schamis Para LA NACION
LUNES 20 DE JUNIO DE 2005

WASHINGTON

En América latina, la democracia está en problemas


y, hay que decirlo, en problemas graves. Hoy le toca
a Bolivia, tanto como ayer fue Ecuador, y
anteriormente la Argentina, Perú, Venezuela o
Brasil. Desde las transiciones de los años ochenta,
de hecho, dieciséis presidentes abandonaron el
poder sin terminar sus períodos constitucionales y
en medio de profundas convulsiones políticas.

Así, algunos de ellos tuvieron que anticipar la


transferencia del poder al presidente electo, como
Alfonsín, en 1989. Otros se vieron forzados a
adelantar las elecciones, como Siles Suazo, en 1985.
Otros sucumbieron ante la humillación del juicio
político por corrupción, como Collor de Melo, en
1992, y Carlos Andrés Pérez, en 1993. Otros, en
cambio, renunciaron ante violentas protestas
sociales, como Sánchez de Lozada, en 2003, y Lucio
Gutiérrez, hace apenas unos meses.
Ocasionalmente, esas renuncias fueron seguidas
por inusitados niveles de incertidumbre, como hoy
en Bolivia o como en aquellos días desde la
renuncia de De la Rúa hasta que Duhalde asumió la
presidencia el 1º de enero de 2002.

No obstante las particularidades de cada caso, por


lo menos dos rasgos son comunes a todas estas
crisis. El primero es que todos estos presidentes
renunciaron luego de un prolongado deterioro
económico. El otro rasgo ha sido la incapacidad, si
no el desinterés, de esos mismos presidentes en
gobernar por medio de acuerdos destinados a
fortalecer la institucionalidad democrática.
Continúa prevaleciendo en la región un estilo de
gobierno basado en la discrecionalidad del
superpresidente, un liderazgo providencial bajo el
cual la gestión presidencial termina reforzando los
propios efectos de la inestabilidad económica,
acortando drásticamente los horizontes temporales
y alimentando tanto la incertidumbre del inversor
como el descontento del ciudadano común. En
realidad, muchos de estos gobiernos cayeron menos
por los efectos de la crisis económica o por estar en
minoría parlamentaria que por hallarse en la más
absoluta soledad política, sin apoyos sociales para
hacer frente a una realidad que, paradójicamente,
ellos mismos contribuyeron a crear.
En un clima político marcado por un fuerte
personalismo, ello se ha traducido en el
desprestigio de la democracia y el deterioro de sus
instituciones fundamentales. De hecho, los
superupresidentes basan su gestión en las
encuestas de opinión. Cuando son populares, el
hecho más banal y rutinario es tomado como una
buena oportunidad plebiscitaria, y se lo utiliza para
avasallar a las demás instituciones.
Desgraciadamente, cuando las encuestas
descienden -lo cual es inevitable en el mediano o
largo plazo-, las instituciones, cuya función es
garantizar la estabilidad, ya están fracturadas y
desacreditadas. El descontento se vuelve protesta, y
sin partidos políticos capaces de mediar y negociar,
la movilización popular se transforma en explosión
social desorganizada. Bolivia hoy es sólo el último
ejemplo de una larga lista de casos similares.

En este contexto, el gran desafío es cómo lograr que


el superpresidencialismo, esa enfermedad
congénita de la democracia latinoamericana, no
continúe haciendo estragos institucionales. La
metáfora sirve, ya que, eventualmente, una de esas
democracias, en terapia intensiva con demasiada
frecuencia, podría no salir con vida de su
hospitalización. ¿Cómo inmunizar a las
democracias de la región, entonces, contra ese
flagelo que destruye sus cimientos, mina la
confianza de la sociedad y exacerba los conflictos?
En otras palabras: ¿es posible prevenir estas crisis?

Sin duda, pero hay bastante por hacer y con


urgencia. Instancias como la Carta Democrática de
la OEA, que establece la intervención para mediar
en conflictos en defensa de un orden político
democrático, deben reproducirse y fortalecerse,
pero a nivel de bloques regionales. La OEA está
muy lejos, muy burocratizada y muy ensimismada
en sus propios dilemas políticos internos. Y si bien
la Carta Democrática fue utilizada para mediar en la
crisis venezolana en 2003, la realidad es que la OEA
ha estado ausente en las más recientes crisis, tanto
en Bolivia como anteriormente en Ecuador.

Los bloques regionales, Mercosur y Pacto Andino,


deben acelerar el proyecto de la Comunidad
Sudamericana de Naciones, dejando las cuestiones
comerciales de lado, por lo menos por ahora, y
enfatizando la integración política y la creación de
mecanismos de intervención para fortalecer la
democracia a nivel regional. Obviando las
pomposas declaraciones de unidad del pasado, la
integración política de las naciones sudamericanas
tiene objetivos comunes muy concretos por delante:
la defensa de la democracia, el fortalecimiento de la
seguridad jurídica, así como también enfrentarse a
los problemas compartidos, por ejemplo, el tráfico
de drogas, el tráfico de personas, el crimen
organizado y la degradación ambiental, entre otros.

Como sucede en el campo de la ayuda humanitaria,


tal cual la practican las Naciones Unidas, la Unión
Europea, Suecia, Noruega y Canadá, entre otras
naciones, la lógica de la diplomacia preventiva no es
muy distinta de la de la medicina preventiva. Las
epidemias ignoran fronteras; lo mismo sucede con
el hambre, el conflicto étnico y, a menudo, las
violaciones de los derechos humanos. En el caso
particular de América latina, lo mismo parece
ocurrir con el superpresidencialismo y sus secuelas.
Como en la salud pública, la intervención
preventiva se basa en el diagnóstico y la terapia
tempranos como mecanismos eficaces para mediar
entre facciones rivales antes que se produzca la
explosión social, la perdida de vidas y, a la postre, el
colapso de las instituciones.

Hay que comenzar a intervenir. Hay que entender


que las democracias de la región enfrentan
problemas y amenazas comunes. Las antiguas
nociones de soberanía tal vez deban flexibilizarse.
El menú de intervención debe ampliarse, del nivel
multilateral al regional, y de éste a la esfera
bilateral, creando más y mejores instancias de
cooperación entre estos múltiples ámbitos.

Además, si la intervención no surge desde el sur


mismo, bien podría comenzar a originarse en el
Norte, y no hace falta hacer mucha memoria para
saber que ese escenario debe evitarse por todos los
medios.

El autor es profesor en American University, de


Washington DC.
Adónde va América latina
Natalio Botana, Carlos Alberto Montaner y Jorge Castro, y el
diputado Jorge Argüello, reunidos por LA NACION, debatieron
sobre la realidad de un continente en estado de ebullición tras la
crisis boliviana
DOMINGO 26 DE JUNIO DE 2005

Jorge Elías
SEGUIR

LA NACION

Es América del Sur una suerte de volcán en


erupción? Si no lo es, ¿por qué tantos presidentes
democráticos han caído en poco tiempo y, a su vez,
por qué sobrevive el régimen de Fidel Castro? En
algo coincidieron, después de la reciente crisis de
Bolivia, Carlos Alberto Montaner, Natalio Botana,
Jorge Castro y Jorge Argüello: en la existencia de
una crisis generalizada de gobernabilidad, en la
necesidad de que Brasil supere el escándalo de
corrupción que azota al gobierno de Luiz Inacio
Lula da Silva, y en que tanto Brasil como la
Argentina deberían tener un mayor papel en la
solución de los conflictos regionales, dado el escaso
interés que despierta la región en los Estados
Unidos.

En su libro reciente La libertad y sus enemigos


(Sudamericana) -presentado la semana última en
Buenos Aires-, el ensayista y periodista cubano
Montaner plantea una duda. O, acaso, arroja la
primera piedra: "¿Por qué América latina es la
porción más pobre, convulsa y subdesarrollada de
Occidente? Si hay algo que siempre resulta
incómodo es encontrar responsables. ¿Hay
culpables directos de nuestro fracaso relativo?".

La duda, sin ser planteada, surgió en forma


espontánea durante una mesa redonda, organizada
por LA NACION, en la cual participaron Montaner;
conocedores agudos de la política internacional
como Botana y Castro, y el presidente de la
Comisión de Relaciones Exteriores y Culto de la
Cámara de Diputados de la Nación, Argüello,
también interventor del Partido Justicialista de
Santiago del Estero.

Más notas para entender este tema


"La mentalidad revolucionaria nos llevó al suicidio"
Abrió el fuego Castro, director del Instituto de
Planeamiento Estratégico: "Con la renuncia de
Carlos Mesa a la presidencia de Bolivia -dijo-, ya
son 13 los mandatarios constitucionales que en
América del Sur han tenido que renunciar en forma
anticipada desde 1989. La cuestión es la crisis de
gobernabilidad. Es decir, el poder político
democrático no está en condiciones de ejercer el
poder frente a situaciones de crisis. Las excepciones
han sido Chile, Uruguay y Colombia".

Por regla general, entonces, los presidentes


democráticos de América del Sur corren el riesgo de
no terminar sus mandatos. Bolivia, según Castro,
"no es un caso aislado". Convalidó la afirmación
Montaner, presidente de la Unión Liberal Cubana,
vicepresidente de la Internacional Liberal y autor y
coautor de obras en la cuales ha expuesto el
problema, como Manual del perfecto idiota
latinoamericano, Fabricantes de miseria y Las
raíces torcidas de América Latina, entre otros.
"Forma parte de un mal endémico latinoamericano
que afecta prácticamente a todo el continente y que
tiene una característica gravísima -dijo-. Lo que
está en crisis es el consenso nacional sobre la forma
de gobierno, sobre la república."

No menos crítico, Botana, columnista de LA


NACION y profesor universitario que se define a sí
mismo como miembro de "la raza pascaliana, por el
pesimismo de la inteligencia y el optimismo de la
voluntad", observó: "América latina tiene un
problema que hace referencia a los temas básicos de
la teoría política. Antes de plantear el tema
republicano, ¿qué tenemos en este momento? Ha
habido un paso importante que la historia medirá:
es la instauración de una suerte de democracia
electoral".

Poco antes, Argüello había señalado que el caso


boliviano no es un reflejo de la región, sino del país.
Es decir, un caso aislado: "Nos está proyectando
una visión exacerbada del drama latinoamericano -
dijo-. No es de ninguna manera el promedio.
Exacerbada, además, por un conjunto de
circunstancias que se están dando en este tiempo y
en ese lugar de modo concomitante".

-Pero coincide con crisis similares en otros


países.

-Castro: Lo que yo sugiero es que Bolivia no es un


caso aislado. No es ni siquiera una forma extrema
de esta crisis de gobernabilidad, aunque sí ha
habido una mutación, en el caso boliviano, de la
crisis de gobernabilidad que recorre la región. Esa
mutación consiste en que la crisis ya no afecta
simplemente el sistema político; golpea
directamente las bases del Estado-nación boliviano
con el fenómeno de la autonomía, la secesión, la
fragmentación en el oriente boliviano y la
conversión de las juntas vecinales de El Alto en
organismos de autogobierno, transformados en una
asamblea popular, que desconocen al Estado
boliviano.

-Montaner: En el arco político boliviano hay dos


sectores: un sector indigenista, que acaba por
complicar las cosas de una manera terrible, y el
sector de Evo Morales, que es de un radicalismo
político marxista-leninista muy elemental, pero
marxista-leninista al fin, que también niega la
esencia del Estado boliviano. Y hay una
revitalización de algo que parecía superado: el
comunismo. En 1989 parecía que el comunismo
estaba enterrado, pero el primer síntoma de que no
era así me lo contó un amigo que fue a dar una
conferencia a La Paz. Lo esperaban con un letrero
que decía: "El comunismo ha muerto, viva Trotsky".
La familia populista es muy extensa, tiene diversos
rostros, conspira contra la eficacia de nuestras
repúblicas y se une a esta contestación creciente
contra las formas republicanas de gobierno, contra
la separación de los poderes, la idea de que el
Parlamento debe ser el sitio donde se dirimen los
conflictos del país y la existencia de partidos
políticos plurales. Todo lo que conforma la esencia
de nuestro estado de derecho está en crisis y a mí
me parece que lo de Bolivia es un síntoma
gravísimo de lo que puede suceder en otros países
con otras variantes de acuerdo con su composición
étnica.

-Botana: En América latina tenemos democracias


electorales con insuficiencia institucional. Es lo que
otros autores llaman anomia institucional. Como
quiera que sea, es muy claro que las instituciones
no responden. Esto toca el nivel de los gobiernos, el
nivel de los regímenes y, en última instancia, puede
tocar también el nivel de los Estados. En América
latina se vota. Antes no se lo hacía o se lo hacía mal.
De eso no hay ninguna duda, a tal punto que la
posibilidad de un pronto llamado a elecciones
descomprime la situación en Bolivia.

-Argüello: Un analista boliviano usó un concepto


fortísimo: se refería a las dos partes en las que está
dividido Bolivia. No a propósito de la secesión, sino
del corte social. Más de la mitad de la población es
indigenista y las dos terceras partes de la población
están bajo la línea de pobreza. Por un lado, ve la
existencia de una mayoría que es capaz de poner en
jaque al país, de sitiarlo y paralizarlo pero no de
imponerse, y por otro, la de una minoría que
controla el Estado pero, a la vez, es capaz de
imponerse sobre la otra parte. A esto lo llama
empate catastrófico. Es verdad que hay otros
comunes denominadores compartidos con países de
la región, pero Bolivia, en sí mismo, está
expresando una gravedad singular y también una
posibilidad.

-¿Cómo evalúan la respuesta ante las crisis


de los países de la región?

-Argüello: El presidente Mesa ha sido muy


ayudado por el presidente Lula, el presidente
Kirchner y el presidente Chávez. En los últimos días
de su gestión, Mesa mandó tres cartas. Debió haber
mandado cuatro; no mandó la cuarta porque el
secretario general de la Organización de Estados
Americanos (OEA), José Miguel Insulza, es chileno.
Le mandó una carta a Kofi Annan, otra a Lula y otra
a Kirchner. Y la verdad es que, a diferencia de lo
que antes ocurría, tanto Brasil como la Argentina
acudieron a respaldar la institucionalidad en
Bolivia. A diferencia de lo que Carlos (Montaner)
planteaba, no creo que haya una crisis de régimen
político, sino una crisis de gobierno. El régimen
político, democrático y republicano, a la manera de
ser de América latina, sobrevive.

-Botana: No es lo mismo la situación de México, ni


aun de América Central, que la situación de
Venezuela o del mundo andino. En Brasil hubo
crisis. El punto de partida fue Collor de Melo; luego
vino Fernando Henrique Cardoso. La estabilización
de Brasil es decisiva para América latina.

-Montaner: Claro... y la moderación.

-Botana: Estabilización en el sentido de la


moderación republicana de Brasil. Digo que es
decisiva porque en América del Sur, sobre todo, no
tenemos simetría. La simetría que fue el punto de
partida de la integración europea, hoy en crisis, no
existe. Esta es la pura y santa verdad. La Argentina
era simétrica a Brasil en 1937, por señalar una fecha
arquetípica en la cual nuestra renta per cápita era
cuatro veces superior a la de Brasil, pero esa
historia pasó. Ahora, la asimetría es muy grande y
quiero insistir mucho en Brasil. Un Brasil
moderado, republicanamente hablando, es esencial
para la región.

-Castro: Precisamente por eso tiene tanta


importancia la crisis actual de Brasil, que ha llevado
a la renuncia al ministro José Dirceu. Brasil cumple
un papel intransferible en América del Sur, con el
agregado de que se da en un contexto en que la
presencia norteamericana no ocupa un papel de
primera línea.

-Ese es otro punto: ¿por qué Mesa no le


escribió también a Bush?
-Montaner: Terminada la Guerra Fría, desaparece
la voluntad norteamericana de intervenir en los
asuntos latinoamericanos o se debilita mucho. Lo
que piensan los Estados Unidos es que Bolivia es un
problema de Brasil y de la Argentina, no de
Washington. La cocaína que se produce en Bolivia
va a parar a San Pablo, no a Nueva York. Ahora es el
momento en que los países latinoamericanos tienen
que aplicar una política internacional para
enfrentar ese problema que les afecta porque es
prácticamente imposible esperar una solución o un
desenlace provocado por Washington. No va a
venir. No tiene interés primordial. Desapareció.

-Castro: Sobre todo porque, a partir del 11 de


septiembre de 2001, los Estados Unidos
redefinieron sus prioridades estratégicas. Y la
última región del mundo hoy es América del Sur.

-Montaner: Con una excepción: que el caos


genere territorios sin ley en donde se puedan
insertar grupos terroristas o narcotraficantes que
afecten a los Estados Unidos. Colombia es un caso o
esa extraña región entre Paraguay, Brasil y la
Argentina, en donde parece que no hay?

-Argüello: Allí hay una intensa presencia y


colaboración de los Estados Unidos con los tres
países. Todo esto tiene un costado bueno, me
parece a mí. Y vuelvo a Mesa. Tengo la impresión de
que los países de la región colaboraron en la
inmediatez del tema boliviano de gobernabilidad.

-Montaner: ¿Por qué Mesa no le escribió a


Chávez?

-Argüello: No sé por qué no le escribió a Chávez,


pero sí sé que jugó un rol muy importante en la
salida institucional de Bolivia. Está la presencia de
Evo Morales, por ejemplo, que pudo haber hecho lo
que algunos preveían: instar a la guerra
revolucionaria o al levantamiento cocalero. Y no
hizo eso. Fue precisamente Evo Morales quien
indicó, en el primer momento, una salida
institucional. Y Evo Morales no debe de expresar
más de un 30 o un 40 por ciento del electorado. Se
da la paradoja ahora de que Mesa está
reposicionándose en las encuestas. Analicemos los
otros casos de presidentes que tuvieron que irse por
renuncias, por convocatoria de elecciones
anticipadas, por abandono del gobierno, por juicio
político, por corrupción; ninguno reflotó su
posición ante la opinión pública.
-La reflotó Mesa en las zonas urbanas. No, al
parecer, en las zonas duras de los cocaleros
y los mineros.

-Castro: Mesa tuvo un alto respaldo en sus 19


meses de gobierno. En la semana que tuvo que
renunciar a la presidencia tuvo más de un 60 por
ciento de respaldo de la opinión pública. No parece
haber una correlación directa entre respaldo de la
opinión pública y poder político efectivo.

-Botana: Cuando hablábamos de los Estados


Unidos recordé una anécdota de un académico
amigo en Europa. Dejemos de lado los problemas
de ahora de la Unión Europea. Veamos el otro lado,
el éxito fabuloso como núcleo de incorporación de
países atrasados, como España, Portugal, Grecia,
Irlanda y ahora los del Este europeo. Decía mi
amigo que Europa fue protegida por dos potencias
regionales y el problema que ustedes tienen en
América latina es que el agente protector no es una
potencia regional, sino una potencia imperial con
vocación universal. Son los Estados Unidos. Puede
no cumplir con su papel de protector porque sus
intereses están en otro lado. Creo que uno de los
temas teórico-prácticos de América latina, y sobre
todo de América del Sur, es cómo configurar un
núcleo de incorporación propio. Lo podrá hacer
Brasil o Brasil con la Argentina.

-¿Cuál sería el núcleo?

-Botana: En América del Sur atraviesa el Cono


Sur. Va de Brasil a Chile, pasando por Uruguay y la
Argentina. Y ver en qué medida se puede sostener,
porque el problema andino es muy serio. Hay
diferencias de naturaleza étnica que acá no existen.
En Brasil tampoco. Son más típicas de Europa del
siglo XIX: pobres y ricos.

-Montaner: No hay memoria africana.

-Botana: Muy bien dicho.

-Montaner: Pero hay otro elemento. Cuando se


constituye primero la Comunidad Económica
Europea hay cosas muy claras: para pertenecer
tienen que ser democracias. El elemento clave para
que España transitara de un régimen
semitotalitario, pero sin duda autoritario, a una
democracia, era Europa. Para integrarse había que
hacer las cosas de cierto modo. El problema de
América latina es que no están claras las reglas de
juego.
-Argüello: Se están gestando. Hace poco, en la
reunión de los presidentes del Mercosur, ha habido
dos tipos de declaraciones: una que tiende al
resguardo institucional por medio de una cláusula
democrática y otra que consiste en la creación de un
fondo estratégico en el cual los países, por orden de
importancia, van a empezar a hacer aportes a un
fondo común que va a ser invertido, a su vez, según
las prioridades. El que menos pone es el que más
recibe y así la idea es llegar a 2010 con un fondo de
2500 millones de dólares.

-El Mercosur tiene una cláusula


democrática, la OEA tiene la Carta
Democrática y, ahora, acordaron otra
cláusula democrática. ¿Por qué tanto énfasis
en ello cuando no hay consenso para otro
gobierno que no sea civil?

-Argüello: ¿Y si al rengo lo vemos caminando? En


la crisis casi terminal de Bolivia, más allá de las
reglas, las convenciones y los acuerdos
internacionales, la acción decidida de los
presidentes de la Argentina y Brasil contribuyó a
que la salida fuera lo menos traumática posible.

-Montaner: ¿Cómo se conjuga la cláusula


democrática del Mercosur con la invitación al
gobierno cubano, una dictadura estalinista, a que
forme parte de él? Es una dictadura y todo el
mundo sabe que se violan los derechos humanos,
¿por qué no se la condena?

-Botana: Yo no invitaría a Cuba si hay una


cláusula democrática en serio. Fue la cláusula
democrática en serio, según me dijo Willy Brandt,
la que obligó a democratizarse a los países europeos
que no lo eran. Llevar adelante una política de
compromiso diplomático con Cuba puede ser
interesante en otros niveles. No en un proceso de
unión como el del Cono Sur, que tiene que estar
basado sobre un consenso democrático muy fuerte,
porque, si no, la cosa nos puede saltar por la
ventana. Lo han hecho muy bien Kirchner y Lula;
estamos estabilizando Bolivia.

-¿Cómo ven las relaciones con Venezuela?


Chávez pudo haber participado en el final
del conflicto en Bolivia, pero se sospecha
que también influyó en el comienzo.

-Montaner: En tumbar a Sánchez de Lozada. Por


lo menos, es lo que dice Sánchez de Lozada.

-Argüello: El nivel de defraudación de ese


presidente fue aterrador y la incapacidad de
manejar el conflicto también. Pondría como
positiva la intervención de Chávez en la situación
boliviana. Lo formal es esencial a la democracia. No
me imagino un sistema democrático funcionando
sin que estuvieran presentes las formas. Pero
nuestros países han tenido dificultades en generar
en democracia esa riqueza social que les permita
insertarse en las múltiples redes del mundo
globalizado. Esa dificultad alimenta los procesos de
concentración económica, desigualdad social, de
inviabilidad de vastas regiones? Eso que yo defino
como riqueza social, estar a la altura de la evolución
del mundo.

-Castro: En América del Sur, el desafío de la


democracia como régimen político no consiste en
una opción sistémica, como era la vigencia de la
revolución comunista en la Guerra Fría, ni en un
retroceso hacia los golpes militares. El desafío son
estos movimientos de carácter insurreccional
surgidos de la sociedad civil que se generalizan y
llegan a derrocar presidentes constitucionales en
situaciones de crisis. Tiene dimensiones sociales y
económicas surgidas de la pobreza y de la
marginación, pero es, esencialmente, un fenómeno
político. Han sido la clase media y la clase media
alta de Quito las que derrocaron al presidente Lucio
Gutiérrez. Es la clase media y la clase media alta de
Venezuela la que enfrenta, incluso con medios
violentos, a Chávez. El año 2004, en el cual se
generaliza y se profundiza la crisis de
gobernabilidad, es el de mayor crecimiento de
América del Sur en 26 años. En Perú, hoy, el
presidente Alejandro Toledo tiene un siete por
ciento de respaldo de la opinión pública y el
crecimiento económico es de los más altos de los
últimos 10 años.

-Esa es la paradoja: ¿nos vendieron mal el


modelo o el crecimiento no siempre está
emparentado con la prosperidad?

-Botana: Cada vez es más claro, por lo menos para


mí, que la marca de la insuficiencia institucional es
la insuficiencia de la representación política.
Cuando nosotros entramos en ese estado agónico
del verano de 2002 teníamos la convergencia de
tres crisis que estallaron al mismo tiempo: una
crisis de representación, una crisis fiscal y una crisis
monetaria. Con los gobiernos de Duhalde y
Kirchner, más o menos, hemos campeado la crisis
monetaria y creo que se ha campeado la crisis fiscal,
aun cuando podemos discutir si hay raíces sólidas
en esto. Pero en la Argentina persiste la crisis de
representación. No tanto por el lado del partido del
gobierno. Uno ve el panorama de la oposición y es
un archipiélago de fracciones.
-Castro: Aun cuando en Chile participan las
fuerzas armadas, el gobierno del presidente
socialista Ricardo Lagos actúa, funciona y ejerce el
poder a partir de la constitución sancionada por el
gobierno militar.

-Botana: Nosotros, los argentinos, nos hemos


intoxicado de alternancia. Chile salió de Pinochet y
no ha alternado. Y si me atengo a las encuestas, la
próxima presidenta pertenecerá a la Concertación.

-¿Vislumbran un estadio posterior a la era


de los partidos políticos?

-Botana: ¿Qué quiere que le diga? No lo veo, pero


todos los intelectuales dicen que sí, porque ven en
esta era países que sufren dificultades con sus
partidos, pero resulta que los países que han tenido
partidos estables desde el siglo XIX no la sufren
tanto.

-Argüello: Los partidos políticos nunca mueren de


muerte natural; los mata la realidad. Estamos en
una etapa de transición no sólo en la Argentina,
sino en toda la región, en la cual se reconvierten los
partidos. El otro día leía un trabajo sobre el
concepto anglosajón de liberal, que combate el statu
quo y trata de resolver los dramas sociales. En
cambio, nuestro concepto de liberal -que tiene un
recetario todo terreno aplicable en cualquier país y
en todas las circunstancias- tiene que ver con la
venta de los activos estatales, la desregulación, esto
que muchas veces de modo ligero se asocia con la
globalización. Ricardo Lagos dijo que la
globalización es un viento que recorre todo el
mundo, pero tiene que encontrarse con árboles que
tengan sólidas raíces y que puedan resistirlo y
convivir con él. De lo contrario, el viento se lleva
todo. El drama de América latina de los últimos 15
años tiene mucho que ver con este recetario todo
terreno, aplicado en países de distintas coyunturas.
Esta mala aplicación ha agudizado la carencia de
solidez institucional que padecen nuestros países.

-Montaner: Eso es la mala aplicación. Cuando la


aplicación es buena, tenemos el caso de Chile.
Cuando la aplicación es regular, como en los países
de Europa del Este, nos encontramos con que los 10
que ingresan en la Unión Europea tienen un ingreso
per cápita más alto que el de América latina. ¿A qué
conclusión nos lleva esto? ¿Que esas fórmulas
funcionan cuando las usan los eslavos, los pueblos
germánicos o los pueblos de origen hispano como
España o Chile? La aritmética es universal. Si tengo
un modo de gobierno que ha demostrado su
factibilidad cuando funciona bien, como en Irlanda
o en Singapur, quiere decir que si hacemos las cosas
mal, los resultados van a ser malos.
De Lunes a Viernes
DOMINGO 31 DE JULIO DE 2005

Las claves de lo que viene

Visita. Pasado mañana estará en Buenos Aires el


subsecretario adjunto de Comercio para América
latina de Estados Unidos, Walter Bastian, para
reunirse con funcionarios y empresarios. No se
difundió su agenda, pero en la última visita de su
colega para políticas de acceso a mercados, William
Lash, se discutió sobre la estabilidad en las reglas
de juego, el clima de negocios y las oportunidades
de inversión en telecomunicaciones, TV satelital,
alta tecnología y gas natural. Otros temas son la
Cumbre de las Américas de noviembre próximo en
Mar del Plata, en la que los países latinoamericanos
quieren hablar del combate a la pobreza, pero
Estados Unidos prefiere que se debatan políticas
específicas y las paralizadas negociaciones del Area
de Libre Comercio de las Américas (ALCA).

Integración. Pasado mañana, en Guayaquil, se


realizará la II Reunión de Ministros de Relaciones
Exteriores de Sudamérica. Los representantes de la
Comunidad Sudamericana de Naciones analizarán
la Iniciativa para la Integración de la
Infraestructura Regional Sudamericana, adoptada
en 2000, que incluye 162 proyectos de energía,
transporte y telecomunicaciones.

Fábricas. El grupo de técnicos argentinos y


uruguayos, que analizará en forma conjunta el
impacto ambiental de las dos fábricas de pasta de
celulosa que se instalarán en Fray Bentos, se
reunirá el miércoles en Montevideo. Los dos
intentos anteriores fueron infructuosos, ya que las
autoridades uruguayas decidieron no concurrir,
molestas por la presentación que la Argentina hizo
ante organismos de crédito internacional para
condicionar el financiamiento de las dos plantas de
capitales españoles y finlandeses a los estudios de
impacto ambiental.

Propuestas. La Universidad de Buenos Aires


relanzará pasado mañana el proyecto estratégico
denominado Plan Fénix, con un debate abierto que
se extenderá hasta el viernes. El acto de apertura, al
que comprometió su presencia el presidente Néstor
Kirchner, estará a cargo del rector de la Universidad
de Buenos Aires, Guillermo Jaim Etcheverry; y del
decano de la Facultad de Ciencias Económicas,
Carlos Degrossi. También asistirán el ministro de
Economía, Roberto Lavagna, y sus pares de Trabajo
y Educación, Carlos Tomada y Daniel Filmus,
respectivamente. Durante el seminario se
analizarán 140 documentos de trabajo, que incluyen
propuestas macroeconómicas y sectoriales.

Pagos. El Gobierno abonará el jueves US$ 1580


millones que corresponden a la primera cuota de
amortización del Boden 2012. Ese bono se entregó a
los ahorristas que canjearon sus depósitos en plena
crisis y que también recibieron los bancos como
compensación por la pesificación asimétrica de
depósitos y préstamos. El Banco Central, por otra
parte, licitará desde pasado mañana Lebac en
dólares liquidables en la misma moneda. El nuevo
producto estará reservado a inversores residentes,
lo que deberá ser verificado por las entidades
financieras al momento de formular sus propuestas.

Protagonistas

Resultados. Itecsa facturó 2 millones de dólares


por las ventas de las soluciones IBM en el segundo
trimestre, cifra que refleja un crecimiento del 39
por ciento en la comparación interanual. En los
primeros seis meses de 2005, la compañía
incrementó su cadena de distribución en un 29 por
ciento, a partir de la incorporación de nuevos
canales de venta. Itecsa es uno de los principales
distribuidores mayoristas de productos IBM y el
único que comercializa hardware y software. La
firma forma parte del grupo Itautec Philco, una
compañía que pertenece al Holding Itaúsa. Opera
en el país desde 2001.

Producto. NeuralSoft invirtió $ 100.000 en el


desarrollo de su plataforma tecnológica Presea, que
permitirá a más de 50 empresas clientes conectar a
sus empleados móviles. El nuevo desarrollo, que
trabaja tanto bajo sistema operativo Windows CE
como Palm, permite que todo el rango de
soluciones de la plataforma funcione en cualquier
dispositivo móvil, con las mismas características
que la computadora de la oficina. Según Gustavo
Viceconti, presidente de la empresa, con este nuevo
desarrollo, los equipos de ventas, los repositores de
stock y los promotores pueden acceder a los
procesos de negocio de la empresa.

Cajeros. BankBoston relanzó el servicio de


adelantos en efectivo por cajeros automáticos para
clientes del banco. A través de las redes Banelco o
Link, los clientes podrán realizar esta transacción
utilizando la tarjeta de crédito Visa y los adelantos
se podrán pagar en 18 cuotas. BankBoston opera en
la Argentina desde 1917 y forma parte de Bank of
America Corporation.
Expansión. Meya, empresa proveedora de
soluciones ERP, anunció un plan de expansión que
contempla el inicio de operaciones en México y
Perú. La compañía, que opera en Brasil y Chile,
crecerá este año un 20% y facturará 2.880.000
pesos. Para 2006, la firma, que está celebrando su
15° aniversario, proyecta un crecimiento del 30 por
ciento.

Visto y oído

"Así como nosotros decimos que el Gobierno no


debería intervenir en la cuestión de los salarios,
creemos que tampoco tiene que intervenir en los
precios. Nos parece lógico que el Poder Ejecutivo
haga uso de sus herramientas. Pero nosotros,
como empresarios, estamos en favor del libre
comercio." Héctor Méndez, presidente de la
UIA

"Hay muchas formas técnicas para hacerlo


[resolver la situación de los hold outs] sin reabrir
el canje de deuda. Creo que le corresponde a la
Argentina decidir y, por supuesto, nosotros
haremos un juicio de valor sobre su
decisión." Rodrigo de Rato, director gerente
del FMI
"Crecer en la Argentina es como un castigo. Los
empresarios grandes no somos más valorados. Yo
estaba mucho más tranquilo hace veinte años,
cuando tenía una red de carnicerías, y no hoy que
tengo una empresa que da trabajo a casi 20.000
personas. No somos los formadores de precios,
sino el último eslabón de la cadena." Alfredo
Coto, presidente de la Asociación de
Supermercados Unidos

La semana que pasó

Lunes

La Unión Industrial Argentina y los supermercados


criticaron las dos iniciativas tomadas por el
Gobierno para contener la inflación: el aumento de
las retenciones a las exportaciones y la firma de
convenios sectoriales para fijar precios.

En tanto, el Gobierno firmó con la industria avícola


la prórroga, por un plazo no inferior a los 90 días,
de un acuerdo para mantener en $ 2,70 más IVA los
valores mayoristas del pollo eviscerado.

Con el objetivo de frenar expectativas


inflacionarias, el Ministerio de Economía anunció
que no habrá nuevas emisiones de bonos ajustados
por CER y que las próximas colocaciones, de
realizarse, serán en dólares.

Martes

El Gobierno obtuvo el compromiso verbal de parte


de las principales cadenas de supermercados de que
reforzarán su política de ofertas con el objetivo de
evitar nuevos aumentos en los principales
productos de la canasta básica.

La secretaría dispuso la mayor sanción de la


historia doméstica por violación de la competencia
leal: multó con $ 309,2 millones a las cuatro
productoras nacionales de cemento por considerar
que acordaron el reparto de la participación de
mercado.

El Banco Central se plegó al cambio de estrategia


para la emisión de deuda anunciado por el
Ministerio de Economía al realizar el llamado a la
licitación semanal para la colocación de sus títulos,
pero sin ofrecer ningún instrumento que ajuste su
capital por inflación.

Los accionistas franceses de Aguas Argentinas


hicieron valer una cláusula del contrato para
recordarle al Gobierno que, si en 30 días no se
resuelve la situación económica de la concesión,
podría pedir la rescisión del contrato, al argumentar
que la culpa es del Estado nacional.

Miércoles

El Ministerio de Economía emitió un duro


comunicado de prensa en el que comentó que
Roberto Lavagna recibió una carta de Héctor
Méndez en la que se desdice de sus
pronunciamientos en contra de la política
antiinflacionista del Gobierno.

En junio, la actividad de la construcción creció un


12,8% interanual y un 1,7% respecto de mayo
pasado, según informó el Indec. El período
abril/junio cerró con un alza del 13,2 por ciento.

El presidente Néstor Kirchner se quejó por la falta


de agua corriente y cloacas en gran parte del
conurbano bonaerense y advirtió que tomará
medidas si Aguas Argentinas no cumple con el
servicio requerido.

El embajador de Colombia en Estados Unidos, Luis


Alberto Moreno, fue elegido presidente del Banco
Interamericano de Desarrollo, con el apoyo del
gobierno del presidente George W. Bush y apenas
dos votos de países sudamericanos.

Jueves

Los empresarios del sector supermercadista


volvieron a negar que sean los culpables del rebrote
inflacionario y apuntaron sus críticas a los
aumentos de salarios y a la falta de inversiones
como las principales causas de la aceleración de los
precios.

El presidente Néstor Kirchner defendió la política


de reducción neta de la deuda con el FMI y sostuvo
que el "desendeudamiento paso a paso" permitirá
que el país adopte "políticas independientes".

El sostenido aumento de las importaciones llevó a


que la Argentina tuviera en junio pasado el menor
superávit comercial desde octubre de 2001: 692
millones de dólares, un 23,8% menos que el mismo
mes del año anterior, según el Indec.

Viernes

En junio, el consumo de servicios públicos creció un


1,9% frente a mayo y un 24,3% en comparación con
igual mes de 2004, informó el Indec. El sector que
más creció fue el de telefonía (4,5%), mientras que
la mayor baja la registró el transporte de cargas,
con una merma de un 2,7 por ciento.

El ministro de Agricultura y Ganadería de


Paraguay, Gustavo Ruiz Díaz, confirmó que fueron
levantadas las restricciones que impedían el ingreso
del ganado de su país en territorio nacional.

Los precios del petróleo subieron por el incendio en


una refinería en Estados Unidos y por el recorte en
la producción en el Mar del Norte, lo que avivó los
temores sobre la falta de capacidad mundial de
refinación y de producción de crudo. El barril de
WTI subió 63 centavos a US$ 60,57.

Caída. La inflación hizo frenar la tímida


recuperación del consumo que parecía haberse
iniciado en mayo pasado: en junio, las ventas de
supermercados cayeron un 1,9% respecto del mes
anterior, según informó el jueves el Indec.
Acuerdos entre Tabaré
Vázquez y Chávez
El presidentre uruguayo y su par venezolano se reunieron hoy
en Montevideo; acordaron realizar inversiones conjuntas
MIÉRCOLES 10 DE AGOSTO DE 2005 • 20:03

MONTEVIDEO (ANSA).- Los presidentes de


Uruguay, Tabaré Vázquez y de Venezuela, Hugo
Chávez, firmaron hoy acuerdos de cooperación en
los sectores del petróleo, cementos, alcoholes y de la
navegación aérea, durante la visita de 24 horas del
mandatario venezolano al país.

Simultáneamente con el encuentro, se reunieron en


la sede de la Cancillería autoridades de las
secretarías del Mercosur y de la Comunidad Andina
de Naciones (CAN), cuyas presidencias pro-
témpore ejercen Vázquez y Chávez,
respectivamente.

Vázquez afirmó, tras el encuentro que mantuvo con


Chávez, que conversaron "largamente" sobre la
integración y anunció que se trabajará para la
conformación de una comunidad de naciones del
sur del continente, que centraría su trabajo en las
políticas sociales.
"Debemos lograr una integración real de los países
de la región, pero sin ese berenjenal de
organizaciones que complican el camino", añadió.

Convenio. El mandatario uruguayo, en rueda de


prensa conjunta, confirmó la rúbrica de un
convenio que apunta a la asociación de las
petroleras estatales ANCAP, de Uruguay y PDVSA,
de Venezuela, que permitirá ampliar y utilizar la
capacidad ociosa de la refinería de Montevideo para
el procesamiento de crudo y la posterior venta a
países de la zona. También, realizar trabajos
conjuntos de prospección y explotación en territorio
venezolano.

Para Uruguay, que importa un millón de barriles


por mes, o sea la totalidad del petróleo que utiliza,
el acuerdo constituye "un paso importante", dijeron
técnicos de ANCAP.

Chávez señaló que se encararán reformas para


utilizar al máximo la capacidad de la refinería y se
estudiará la posibilidad de duplicarla para procesar
hasta 100 mil barriles diarios.

Inversiones conjuntas. Vázquez informó que


acordó con Chávez realizar inversiones conjuntas
para la producción y comercialización de cemento
portland y para la instalación de una planta
destiladora de alcohol carburante en Bella Unión, a
601 kilómetros al norte de Montevideo, en la
frontera con Brasil.

Vázquez señaló además que "se está avanzando en


un eventual acuerdo" para una asociación entre la
aerolínea estatal uruguaya Pluna y la venezolana
Conviasa.

"Estos anuncios abren un camino de esperanza para


mejorar la calidad de vida de nuestros ciudadanos y
para mejorar la hermandad entre los pueblos
latinoamericanos", indicó.

Por su parte, Chávez calificó como "muy


productiva" la reunión con Vázquez y agregó que
más allá de los acuerdos puntuales "se ha enfocado
la necesidad suprema de la unidad sudamericana".
Chávez denunció una
conspiración
Dijo que se planificó el "ataque" a Lula
SÁBADO 13 DE AGOSTO DE 2005

BRASIL (EFE).- El presidente venezolano, Hugo


Chávez, denunció ayer que en Brasil existe un
"ataque a mansalva" contra su homólogo Luiz
Inacio Lula da Silva, "que tiene que venir de algún
centro de planificación, del propio país o del
exterior".

Tras una prolongada cena con Lula, Chávez dijo


ayer a periodistas que las serias dificultades que
enfrenta el presidente brasileño por la ola de
denuncias de corrupción son fruto de una
"conspiración" que, a su juicio, nace en sectores de
derecha.

El líder venezolano afirmó que "había pasado


mucho tiempo sin que hubiera un ataque tan
cerrado contra Lula", a quien calificó como "un
hombre honesto y serio".

Más notas para entender este tema


Un aliado apunta al presidente
Dichos y hechos
Debido a graves acusaciones contra su Partido de
los Trabajadores (PT) y firmes sospechas de
irregularidades en la financiación de la campaña
electoral que lo llevó al poder, Lula está bajo
amenaza de ser sometido a un proceso de
destitución, cuya conveniencia era analizada ayer
por partidos opositores.

Chávez consideró que actualmente en Brasil existe


una situación similar a la que se vivió en Venezuela
en los meses previos a abril de 2002, cuando se
produjo un golpe de Estado que lo alejó del poder
durante dos días.

"En cierto sentido hay una situación similar, porque


hay un empeño de la derecha tradicional en este
ataque", insistió. Pese a la grave situación, Chávez
dijo que vio a Lula "feliz, con ganas de trabajar y
muy duro".

Expresó que le trajo un mensaje de apoyo, pero


también de trabajo y que durante su breve reunión
trataron diversos asuntos de integración que tanto
Venezuela como Brasil están impulsando en
América del Sur, junto con la Argentina y Uruguay,
los otros dos países incluidos en su gira.
Entre esos proyectos, mencionó algunos relativos a
las áreas de energía y de integración física. Chávez
también confirmó de antemano su asistencia a la I
Cumbre de la Comunidad Sudamericana de
Naciones, que tendrá lugar en Brasilia los días 28 y
29 de septiembre.

El presidente venezolano fue acusado ayer por el


candidato presidencial boliviano Hugo Quiroga de
entrometerse en la campaña electoral del país
andino para promocionar al candidato izquierdista
Evo Morales, que actualmente está de visita en
Venezuela. Quiroga cuestionó el apoyo de
Venezuela al Movimiento al Socialismo (MAS), de
Morales, y pidió a Chávez que "no meta mano ni
engañe al país".

"Estamos a meses de las elecciones generales. Todo


el mundo sabe que desde allá [Venezuela] se trabaja
y se apoya decididamente el proyecto del MAS",
advirtió Quiroga.
En Brasil no se habla del
complot
La interna del PJ, en el Mercosur
SÁBADO 27 DE AGOSTO DE 2005

SAN PABLO.- Envuelto en una crisis política grave,


el gobierno de Luiz Inacio Lula da Silva no ha
dedicado una gran atención a conflictos políticos
ajenos como el que viven los ex aliados Néstor
Kirchner y Eduardo Duhalde.

"Esa es una clásica situación en la cual, metiéndose


en la pelea, no se gana nada y se puede perder
mucho", le dijo una fuente diplomática del gobierno
brasileño a LA NACION.

Según la fuente, "desde un comienzo el gobierno


brasileño sabía que tener un presidente de la
Comisión de Representantes del Mercosur como
Duhalde significaba tener que convivir con una
interna política argentina. Pero era imposible decir
que no a su nombre porque era un pedido del
gobierno argentino".

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Alfonsín: existe sólo un "fuerte disenso"
Cristina Kirchner volvió a unir a Duhalde y a Menem
El Grupo Río, preocupado por la situación de Haití y de Colombia
No sólo por eso. El Palacio del Planalto, es decir, el
presidente Lula y sus asesores directos, nutrían
desde el comienzo una simpatía por Duhalde,
simpatía que fue alimentada por el propio Duhalde,
que varias veces enalteció a Lula como "un líder
regional", como un tiro por elevación a los celos de
Kirchner por el protagonismo de Lula o,
específicamente, de un Lula que adoptó políticas
más conservadoras que las que Kirchner esperaba.

La acción rápida de Duhalde para la conformación


de la Comunidad Sudamericana de Naciones,
concepto de integración criticado por Kirchner, fue
el punto máximo de distanciamiento entre ambos
dirigentes peronistas en lo que hace a asuntos de
política externa y Mercosur.

Con ese papel, Duhalde se convirtió en un


interlocutor de confianza para el gobierno de Lula,
que le llegó a asignar una oficina propia dentro del
Palacio de Itamaraty en Brasilia, sede de la
cancillería brasileña.

"Estamos tratando el tema de las luchas políticas


internas de la Argentina de forma serena", dijo la
fuente de Itamaraty ante la pregunta sobre la
incomodidad que significaría tener un encuentro de
Mercosur en el que el presidente argentino no
aceptaría compartir el palco con Duhalde.

"Preferimos alegar nuestra no interferencia en


asuntos externos y no entrar en esa pelea. Por ahora
el tema no nos afecta directamente", dijo la fuente.

Por Luis EsnalCorresponsal en Brasil


Gesto de Kirchner a Lula
El Presidente firmó acuerdos petroleros con Chávez y esta
noche participa de la cena de inauguración de la Cumbre
Sudamericana de Naciones, en Brasil
JUEVES 29 DE SEPTIEMBRE DE 2005 • 21:40

BRASILIA.- El presidente Néstor Kirchner ya está


en tierra vecina. Arribó a las 19.15 a esta ciudad,
para participar de la cena de inauguración de la
Primera Cumbre de Presidentes de la Comunidad
Sudamericana de Naciones (CNS).

Previo al agasajo Kirchner y su par venezolano


Hugo Chávez firmaron un acuerdo marco en temas
petroleros. Así lo informaron en una conferencia de
prensa ambos mandatarios, tras el encuentro
bilateral que mantuvieron por espacio de 20
minutos esta ciudad, en un aparte de la cumbre
presidencial de la Comunidad Sudamericana de
Naciones.

Kirchner y Chávez estuvieron acompañados por el


ministro de Planificación, Julio de Vido, y el
canciller Rafael Bielsa y sus pares venezolanos
Rafael Ramírez y Alí Rodríguez, respectivamente.
La interna peronista se
trasladó a Brasil
Kirchner y Duhalde arreglaron sus agendas para no cruzarse en
la cumbre de presidentes sudamericanos
VIERNES 30 DE SEPTIEMBRE DE 2005

BRASILIA.- La política interna argentina parece


condenada a ser un tema recurrente, casi una
comidilla para otros países, fuera de los confines
nacionales.

La primera cumbre de presidentes de la Comunidad


Sudamericana, que desde ayer se desarrolla en esta
ciudad, funcionó como una caja de resonancia del
enfrentamiento que mantienen Néstor Kirchner y
Eduardo Duhalde por las elecciones de octubre
próximo.

En un gesto por demás elocuente, el Presidente y su


antecesor trasladaron a este encuentro
internacional sus acaloradas diferencias
proselitistas: para evitar verse cara a cara, Kirchner
y Duhalde acortaron y escalonaron sus estadas aquí
de manera de evitarse para no dialogar siquiera por
un instante.

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Dura crítica del Gobierno a la oposición
Crece la tensión en el bloque peronista
Excesos y relaciones peligrosas
Casi contra su voluntad, y luego de intensas
gestiones de Itamaraty para convencerlo, el jefe del
Estado llegó ayer, cerca de las 20, para participar de
una cena de recepción que el presidente brasileño,
Luiz Inacio Lula da Silva, ofrecía a los ocho
mandatarios que asistieron al cónclave. Esa fue su
única actividad de agenda por fuera de algunos
breves contactos personales con otros presidentes,
como el venezolano Hugo Chávez y el anfitrión del
encuentro, Lula da Silva (ver aparte).

Incluso el Presidente llegó tarde a esta cita, pues


hizo una escala de campaña en la provincia de
Jujuy, donde además se reunió con su par chileno,
Ricardo Lagos.

Hasta últimas horas de anoche, estaba confirmado


que Kirchner partiría de regreso temprano por la
mañana para retomar la campaña con un acto en
Córdoba, y se descontaba que no estaría en el
encuentro de los presidentes y en el cierre formal
del cónclave.

Duhalde, en su carácter de presidente de la


Comisión de Representantes del Mercosur, decidió
posponer su viaje a Brasilia un día y llegará hoy
para asistir, justamente, a la clausura de la cumbre,
que será después del mediodía con una ceremonia
de estricto protocolo. Claro: eso sucederá una vez
que Kirchner haya regresado a la Argentina.

Duhalde tenía previsto llegar ayer temprano, según


reconocieron a LA NACION en su entorno. A último
momento, en sintonía con el sorpresivo anuncio de
que Kirchner viajaría, suspendió el plan original e
hizo los arreglos necesarios para llegar un día
después.

"Gesto valorado"

"Aunque Kirchner decida quedarse menos de lo


esperado, el gesto de haber venido en medio de la
campaña y cuando Brasil atraviesa un momento
delicado en términos políticos es muy valorado por
Itamaraty", evaluó en diálogo con LA NACION el
secretario de Integración Económica de la
Cancillería, Eduardo Sigal, que encabezó las
reuniones previas a la llegada de Kirchner.

"Igual, para Kirchner no ha sido un tema


problemático si Duhalde estaba o no aquí: si
Duhalde lo tuvo en cuenta, es un problema suyo",
desafió el funcionario.
"Duhalde no vino hoy [por ayer] por cuestiones de
agenda y si estaba dentro de sus posibilidades lo
haría hoy", se limitó a responder a LA NACION el
diputado duhaldista y presidente de la comisión
parlamentaria mixta de Mercosur, Alfredo
Atanasof.

La situación fue minimizada tanto por la comitiva


oficial como por los dirigentes duhaldistas, pero, en
rigor, no hizo justicia al principio de fomentar y
priorizar la cooperación exterior, justamente, uno
de los ejes rectores del cónclave sudamericano
inaugurado ayer.

Sin ánimos beligerantes, pero con elocuente


picardía, altas fuentes de la diplomacia brasileña
interpretaron ayer ante LA NACION que la
expresión de las internas políticas de la Argentina
en las cumbres comunes era una situación que
Itamaraty descontaba desde el momento mismo en
que Kirchner y Duhalde rompieron lanzas.

"Sabíamos desde el principio que la situación iba a


ser así, pero nosotros optamos por no interferir en
los asuntos internos de otros países. No ganamos
nada con eso", dijo un encumbrado funcionario de
la diplomacia brasileña.
Kirchner accedió a viajar a esta ciudad a último
momento. No figuraba en ninguno de sus planes, ni
estaba en el borrador de su siempre volátil e
imprevisible agenda de actividades cotidianas.

Aceptó acudir para no desairar por completo al jefe


del Estado brasileño en un momento político
complicado, en el que las denuncias de corrupción
sacuden al Planalto y al partido gobernante.

El Presidente llegó a Brasilia junto con el canciller,


Rafael Bielsa, y con los ministros del Interior,
Aníbal Fernández, y de Planificación Federal, Julio
De Vido, quienes también lo acompañaron en su
visita a Jujuy, donde se reunió con Lagos.

Fue la jornada de ayer, signada por las escalas y los


encuentros fugaces, uno de los pocos momentos
que dedicó en lo que va del año a la política
exterior.

Por Lucas Colonna Enviado especial


Una cumbre "a media
máquina"
No harán anuncios de integración
VIERNES 30 DE SEPTIEMBRE DE 2005

BRASILIA (De nuestro corresponsal).- Con la


presencia a desgano del presidente Néstor
Kirchner, la ausencia de los presidentes Tabaré
Vázquez, de Uruguay, y Alvaro Uribe, de Colombia,
más la falta de grandes anuncios que muestren un
avance concreto en la integración del
subcontinente, comenzó la 1» Reunión de Jefes de
Estado de la Comunidad Sudamericana de Naciones
(CSN).

Apenas la frenética negociación del canciller Rafael


Bielsa ante el Palacio de Itamaraty, que terminó
convenciendo a Kirchner de la necesidad de no
realizarle un nuevo desplante a Brasil, evitó un
vaciamiento total de la "reunión cumbre". Pero
fueron vanos los intentos de la diplomacia de Lula
con Uribe, Vázquez y los mandatarios de Suriname
y Guyana.

También resultó evidente que la figura de Lula ya


no despierta el deslumbramiento de casi tres años
atrás. A 15 meses del fin de su gestión, y en medio
de una crisis política profunda que le carcomió la
mitad de su popularidad, decayó el clima de
novedad que inspiraba su figura. "Déjeme pensar.
¿Qué se podría rescatar de todo esto?", respondió a
LA NACION un funcionario de la delegación
argentina, en un intento de encontrar algún avance
trascendente para el proceso de integración.

Más notas para entender este tema


Firman un acuerdo petrolero
"Imagínese, si tenemos dificultades en el Mercosur,
en esto que es mucho más complejo todavía y con
intereses tan variados...", justificó.

La nueva discusión en el seno de la CSN es si el


proceso debe ser conducido por una troika -el
presidente pro témpore pasado, el actual y el
siguiente- o si deben tener también una
participación protagónica en esa conducción el
propio Mercosur y la Comunidad Andina de
Naciones. Será tema de discusión para el futuro.

En el contexto del encuentro se anunciarán algunos


acuerdos petroleros entre Venezuela y la Argentina.
Venezuela suscribirá pacto renovable anualmente
de compra de maquinaria agrícola argentina por
100 millones de dólares, y técnicos argentinos
ayudarán en la modernización del sistema
productivo venezolano.
Guiño de Brasil tras la corta
visita de Kirchner
El principal asesor de Lula destacó que el Presidente hubiera
viajado en plena campaña; el jefe del Estado volvió al país antes
del inicio de la Cumbre Sudamericana
VIERNES 30 DE SEPTIEMBRE DE 2005 • 12:38

(BRASILIA).– La ausencia del presidente Néstor


Kirchner en la Cumbre Sudamericana de Naciones
(CSN) que se realiza en Brasil "no tiene ninguna
relevancia política" y "no significa que la Argentina
no está comprometida con el proyecto" afirmó hoy
el principal asesor de la presidencia brasileña,
Marco Aurelio García.

"Mi interpretación es que [Kirchner] está en


campaña electoral. Hizo un enorme gesto al venir
en campaña", aseguró García, al tiempo que agregó
que la Argentina "está suscribiendo la Comunidad
Sudamericana de Naciones".

García restó así dramatismo a la corta estada del


mandatario argentino en la reunión de presidentes
de la región.
Más notas para entender este tema
Se agrava la disputa entre Kirchner y el Congreso
Kirchner viajó ayer a Brasil, donde firmó
conveniospetroleros y agrícolas con su par de
Venezuela Hugo Chávez y participó de la cena de
presidentes de los 12 países de la CSN.
Con De la Sota. El Presidente retornó al país está
mañana, antes del inicio de la Cumbre, para
participar de un acto en la provincia de Córdoba
junto al gobernador local Juan Manuel de la Sota.

Ausencia repetida. Kirchner tampoco participó


hace casi un año, en diciembre pasado, de la
cumbre presidencial que se realizó en Cuzco, Perú y
en la que fue creada oficialmente la CSN.
Lula fue irónico con Kirchner
El líder brasileño apuntó a los que se van antes de los
encuentros; elogió a Duhalde
SÁBADO 01 DE OCTUBRE DE 2005

BRASILIA.- La 1° Cumbre de Presidentes de la


Comunidad Sudamericana de Naciones terminó con
una estocada indirecta del presidente Luiz Inacio
Lula da Silva a Néstor Kirchner, al mencionar a los
presidentes que dejan las reuniones antes de su fin,
y con una discusión inesperada entre el presidente
Hugo Chávez y los demás mandatarios.

Ayer, apenas Kirchner dejó Brasilia, los medios on


line brasileños comenzaron a anunciar: "Kirchner
deja Brasilia sin participar de la cúpula" (Folha de
S. Paulo) o "Kirchner vuelve a la Argentina sin
participar de la cúpula" (O Estado de S. Paulo).
Noticieros de televisión llegaron a calificar el
encuentro como "un fiasco".

El presidente argentino participó anoche, pero


partió temprano a la mañana antes de la reunión
presidencial, para evitar encontrarse con el
presidente de la Comisión de Representantes del
Mercosur, Eduardo Duhalde.
Cuando la declaración final de la cumbre estaba a
punto de ser aprobada por los presidentes, Chávez,
sorprendió a todos: "Venezuela no la da como
aprobada. Ni siquiera se debatió la estructura
institucional de la comunidad. No aceptamos que se
diga que hay una estructura aprobada".

En un texto escrito en conjunto con el presidente


uruguayo, Tabaré Vázquez, Chávez había defendido
esta semana la creación de una Comisión Sur, que
se encargaría "de estudiar y proponer un Plan
Estratégico 2005-2010 para la verdadera
integración sudamericana". Según Chávez, si no se
adopta un modelo de integración diferente del
modelo del Mercosur o de la Comunidad Andina de
Naciones, que calificó como "neoliberal", la
integración de América del Sur puede fracasar.

La arremetida de Chávez al final de la reunión,


amenazando no firmar la declaración, dejó a los
presidentes entre estupefactos y molestos. "No
siempre podemos hacer un debate político porque
empezamos la reunión con doce presidentes y
terminamos con cuatro", intervino Lula, en una
crítica directa a Kirchner. Y entró incluso en la
interna argentina con un elogio a Duhalde que
parecía estar destinado a los oídos de Kirchner.
"Pocas veces vi un dirigente político tan
desinteresado, con ganas de hacer las cosas sin
preguntar por qué o para qué. Mis más sinceras
felicitaciones [a Duhalde] por los servicios
prestados a la Argentina y al Mercosur", dijo.

Según le comentaron a LA NACION fuentes de la


delegación de legisladores argentinos que
participaron de la reunión cumbre, el presidente del
Senado de Brasil, Renán Calheiros, llegó a quejarse:
"Menos mal que Kirchner vino, pero es la segunda
vez que hace eso de venir, quedarse un poquito e
irse".

El canciller brasileño, Celso Amorim, intervino en


la discusión generada por Chávez pidiéndole por
favor que firmara el acuerdo y que confiara en
Brasil, lo que elevó el tono de la discusión. "Yo no
dije que no confío en Brasil, pero no puedo aprobar.
Creo que estamos comenzando muy mal.
Repetimos esquemas fracasados."

En ese momento, intervino el presidente peruano,


Hugo Toledo, pidiéndole al "amigo Hugo" que
firmara la declaración y que evitara la
confrontación, pedido al que se sumó Lula. Chávez
terminó aceptando firmar.

Por Luis EsnalCorresponsal en Brasil


Venden maquinaria agrícola
Caracas importará equipos argentinos por US$ 100 millones
SÁBADO 01 DE OCTUBRE DE 2005

Después de haber adquirido los 74 equipos


valuados en un millón de dólares que el último fin
de semana estuvieron en una exposición realizada
en el estado de Barinas, Venezuela comprará ahora
maquinaria agrícola por 100 millones de dólares.

La operación formará parte del entendimiento


alcanzando anteayer en Brasilia, durante la cumbre
de la Comunidad Sudamericana de Naciones, entre
el presidente Néstor Kirchner y su par venezolano
Hugo Chávez por inversiones petroleras de ese país
en estaciones de servicio de la Argentina.

Venezuela demandará en los próximos doce meses,


según informó ayer la Secretaría de Agricultura de
la Nación, 1000 tractores, 500 electrificadores, 400
sembradoras, 320 pulverizadoras, 300
fertilizadoras, cabezales, tolvas, rastras,
embolsadoras, balanzas, secadoras y molinos, entre
otros implementos.

Más notas para entender este tema


Pdvsa tendría un 2,8% de las estaciones de servicio del país
Venezuela compró más Boden 2012
"Además, habría ventas por unas 260
cosechadoras", expresó a LA NACION Jorge
Médica, presidente de la Cámara Argentina de
Fabricantes de Maquinaria Agrícola (Cafma),
entidad que participó de la feria agroindustrial
realizada hace una semana.

Ventas

La Argentina también proveerá de capacitación


técnica a Venezuela y le suministrará repuestos y
servicios de posventa.

El acuerdo por 100 millones de dólares de ventas a


ese mercado representa cinco veces más de lo que
hoy exporta la Argentina en materia de maquinaria
agrícola, principalmente a países limítrofes.

"Esto viene a superar nuestras expectativas; todavía


no hemos realizado proyecciones sobre el impacto
[del convenio]. Esto les va a cambiar a los
fabricantes la manera de considerar ese mercado",
indicó Médica.

Según el dirigente, a partir de este acuerdo es


posible esperar mayores inversiones por parte de
los fabricantes de maquinaria agrícola en el país.
"Esto va a traer más fuentes de trabajo e
inversiones. Además, habría ventas a Venezuela por
otros 100 millones de dólares por año de aquí a
2010", dijo el presidente de Cafma.
"La Iglesia no debe tapar sus
problemas", sostiene
Carriquiry
Habla un laico que gravita en el Vaticano
MIÉRCOLES 05 DE OCTUBRE DE 2005

El uruguayo Guzmán Carriquiry es –después del


vocero del Papa– el hombre que, sin ser sacerdote,
ocupa en el Vaticano el cargo de mayor jerarquía.
Es subsecretario del Consejo Pontificio de Laicos de
la Santa Sede y conferencista habitual en las
asambleas de obispos latinoamericanos.

En diálogo con LA NACION, Carriquiry admitió la


existencia de una “subcultura gay” en los
seminarios estadounidenses y dijo que “tapar este
tipo de situaciones” es un error de las autoridades
de la Iglesia y no una estrategia. Afirmó, además,
que en América latina está en juego el destino de
toda la catolicidad.

Autor de varios ensayos sobre la historia


latinoamericana, Carriquiry afirma que su
interpretación de la realidad es “indiscutiblemente
católica”. Pero aclara: “Católico en el sentido del
que todo lo abraza y valoriza dentro de un amplio
horizonte de sentido”.
El funcionario del Vaticano se define como “un
mercosureño latinoamericano que tiene la suerte de
trabajar en el centro mundial de la catolicidad
desde hace más de 30 años”. Visitó el país para
participar de la Semana de Pastoral Social, en La
Plata, y presentar junto al ministro Roberto
Lavagna y al arzobispo de Buenos Aires, Jorge
Bergoglio, el último libro de Carriquiry, "Una
apuesta por América Latina".

Carriquiry propone repensar la situación y el futuro


de América latina después de que una serie de
esquemas de lectura, como la sociología de la
modernización, la teoría de la dependencia y la
teología de la liberación, "demostraron su
inadecuación y parcialidad".

Advierte que su hipótesis de investigación es que la


fe en Cristo genera criterios de lectura realistas y
razonables para comprender mejor la realidad
latinoamericana. "Rechazar esta hipótesis a priori
sería irracional, sería ideológico, porque toda
hipótesis tiene que ser criticada según sus
resultados", aseveró.

-En su libro, admite que en los seminarios


de Estados Unidos anidó una subcultura
gay. ¿Qué consecuencias tiene esto?
-Trato el tema de los Estados Unidos porque se
transformó en una situación dramática, de
imprevisibles consecuencias, que explotó en los
años 90, cuando el catolicismo norteamericano
daba muchas muestras de gran vitalidad. Más allá
de los graves errores de gestión eclesiástica en estos
temas.

-¿Qué tipo de errores?

-Haber tratado de tapar estas situaciones en forma


muy pragmática y muy indebida. Esto se vive en los
Estados Unidos como resaca de los años 70. En esa
época, la Iglesia era llamada a nacionalizarse -una
iglesia que durante mucho tiempo fue considerada
ajena a la tradición nacional estadounidense-
cuando estallaban la cultura hippie, la liberación
sexual y los movimientos feministas radicales. La
Iglesia quedó conmovida por ese impacto
impresionante y muchos sectores eclesiásticos se
dejaron asimilar por él. En medio de la confusión
de esa cultura neoburguesa, libertina, una
subcultura gay anidó en los seminarios, con los
resultados que después hemos visto en la evolución
del catolicismo en los Estados Unidos. Sobre esto
no faltan los fariseos que se rasgan las vestiduras.
Muchas veces se trata de propugnadores de la
cultura pansexualista ultraliberal, pero se rasgan las
vestiduras sin considerar que en la Iglesia llevamos
el más precioso tesoro en vasijas de barro, que lo
ensucian. Somos todos pobres pecadores
reconciliados por la gracia de Dios. Pero hay
quienes se aprovechan de situaciones para
manifestar el odio contra la Iglesia. En los Estados
Unidos, las consecuencias fueron sumamente serias
y graves: quiebras de diócesis enteras y también
una exigente purificación en el seno de la iglesia.

-¿Por qué se refiere sólo a EE. UU.? ¿No hay


casos similares en América latina?

-¡Pero si vamos a hacer una búsqueda ansiosa de


nuestros pecados, podríamos hacer elencos muy
grandes! Estos problemas se plantean en forma
mucho más minoritaria y marginal dentro de la
Iglesia Católica de lo que se dan en otros ámbitos de
la convivencia social. De todas maneras, en la
Iglesia hemos aprendido a sufrir el mal, a sufrir por
nuestros pecados y miserias. Pero no nos
escandalizamos: eso sí sería farisaico. Estamos
siempre necesitados de conversión y por eso en
toda celebración eucarística empezamos por el "yo
pecador" y pidiendo piedad al Señor.
-¿Por qué considera crucial el momento
actual de América latina?

-La situación de América latina es crucial, porque


tiene que redefinir sus paradigmas de desarrollo.
Modelos y estrategias seguidos demostraron sus
límites y fracasos. Se agotaron los modelos
estatistas y se resquebrajaron las alternativas
neoliberales a ultranza. Junto con ello, se plantea lo
que Perón llamaba la continentalización o
regionalización y Henry Kissinger llama la
configuración de los Estados continentales. Se
plantea, como exigencia ineludible, la integración
regional a través de la reconstitución del Mercosur
y la necesaria configuración de la Unión
Sudamericana. Esto exige que América latina
enfrente los dinamismos actuales de
mundialización y globalización para renegociar su
lugar con los grandes megamercados y poderes de
este mundo, como los Estados Unidos y la Unión
Europea. Se deben intensificar, además, los
vínculos Sur-Sur y las negociaciones multilaterales
en el seno de la Organización Mundial del
Comercio.

-¿Vislumbra riegos de volver a la violencia


en los países latinoamericanos?
-O América latina sigue nuevos paradigmas de
desarrollo o corremos el riesgo de vivir sólo de
modernizaciones reflejas, periódicamente
sobresaltadas por ciclos de depresión y de violencia.
Los nuevos paradigmas de desarrollo deben
asegurar un crecimiento autosostenido de más del
cinco por ciento anual. Hay que incorporar a la
educación y a la vida pública de las naciones a
vastos sectores marginales y combatir la pobreza, el
desempleo y la desigualdad social. Tenemos en este
continente el triste récord de registrar las mayores
desigualdades sociales del mundo. Esta es la
alternativa crucial que se plantea para América
latina. Puede darse un camino virtuoso o un
despeñadero hacia el abismo. Puede crecer e
insertarse en el mundo que emerge a inicios de siglo
o puede quedar cada vez más marginal y enredada
en sus círculos viciosos... Nada está totalmente
adquirido en este continente. Está todo en juego.

-¿Estamos más cerca de una opción o de


otra?

-Los latinoamericanos muchas veces nos


presentamos con un gran elenco de denuncias y de
lamentos, pero sobre eso no se construye, sino que
se suscitan sólo desahogos miserables.
-En el libro usted dice: ni denuncias ni
utopías.

-Efectivamente. Tampoco utopías, porque


desembocan en infiernos reales o en charlatanerías.

-¿Qué es lo positivo sobre lo que se debe


construir?

-Que, no obstante la crisis que se vivió en América


latina entre 1997 y 2002, sus países parecen haber
reemprendido el camino con una fuerte persistencia
de su tejido democrático. Crisis no tan devastadoras
en otros tiempos hacían que el tejido democrático
de América latina diera lugar a momentos
tumultuosos de difícil definición. Por otra parte,
América latina ha reemprendido un camino de
crecimiento -está arriba del cinco por ciento anual,
que tiene que ser persistente para generar frutos- y
todo parece indicar que continuará así. También
hay conciencia de que ese crecimiento, por sí solo,
no logra responder a las necesidades de vastos
sectores empobrecidos de nuestros pueblos y de que
no basta confiar sólo en las políticas del Estado o en
las dinámicas del mercado. Se requieren nuevas
sinergias entre Estado, mercado y sociedad civil.
Otro aspecto positivo es el de la integración
regional. Por más que el eje fundamental de
desarrollo e integración, el eje argentino-brasileño,
se encuentre bloqueado, sabemos que no hay
alternativa que no sea la reconstrucción política,
institucional y macroeconómica del Mercosur.
Todos estos signos prometedores son los que hay
que profundizar.

-¿Cómo describe el nuevo orden religioso


que mencionó antes?

-Basta con mirar lo que está sucediendo en el nivel


mundial. En los años 60 y 70 del siglo pasado, la
tradición iluminista sostenía que la modernización
y el progreso de las naciones iban a llevar a una
disminución de la influencia de lo religioso en la
vida de las personas. Eso ha sido totalmente
desmentido en los hechos. La crisis de la
modernidad iluminista y racionalista y de sus
utopías de ateísmo mesiánico han dejado un
enorme vacío. La dimensión religiosa de las
personas y los pueblos ha emergido a través de
manifestaciones variadísimas. Por una parte, hay
movimientos de revitalización dentro de la grandes
tradiciones religiosas, y también tentaciones
fundamentalistas y sectarias. Por otro lado,
emergen diversas formas de irracionalidad de lo
religioso a través del resurgimiento de formas
ocultistas, neognósticas, esotéricas, como
complemento de alma de un cientismo... una
tecnología que pretende guiarse por los simples
criterios de factibilidad y no por el bien de lo
humano. Juan Pablo II decía que cuanto más toca a
fondo el proceso de secularización de los pueblos,
más emerge en el corazón de las personas y pueblos
el sentido religioso. Es decir, los anhelos y
exigencias irreprimibles de verdad, de sentido de la
vida, de significado de la realidad, de felicidad, de
justicia, de belleza y, en última instancia, de amor
que constituyen el corazón del hombre y la
auténtica cultura de los pueblos.

-En los años 60 y 70 la Iglesia impulsó el


compromiso de los laicos en la política.
¿Cuál es hoy su responsabilidad?

-La misión de los laicos pasa por su condición de


constructores de la sociedad. Este es un tema
capital. Pero es inútil poner la carreta delante de los
bueyes. Es inútil sacar las consecuencias morales,
sociales y políticas de la fe presuponiendo esa fe en
forma descontada y, a veces, irreal. Lo fundamental
es recomenzar siempre desde lo que es el capital: el
corazón de la persona. Quizás un cierto repliegue de
los laicos fue provocado por la crisis de muchos
sectores que se comprometieron en el nivel político,
sindical o popular y que fueron, de alguna manera,
arrastrados por las altas mareas ideológicas de
hiperpolitización de los años 70. Eran momentos en
los que muchas certezas dentro de la Iglesia
parecían tambalear, con crisis de identidad y tantas
tragedias. Como reacción, se concentraron en
actividades de servicio de las comunidades
cristianas. Para la Iglesia es un desafío acompañar a
nuevas generaciones de cristianos laicos. El
sustantivo es "cristiano". "Laico" es una modalidad
de vivir el cristianismo en el mundo. Impresiona un
cierto ausentismo por parte de muchos de los que
se confiesan cristianos y están comprometidos en la
vida política y para los cuales el cristianismo
profesado parece que no aportara nada a los
compromisos asumidos.

-¿La fe no incide en la vida?

-Sí. El testimonio de los cristianos es comunicar el


encuentro con Jesucristo, que les cambia la vida en
alegría, en humanidad.

-Entonces, ¿por un lado hay un


resurgimiento religioso y, por el otro, los
cristianos no viven según la fe que profesan?

-El resurgimiento religioso es evidente, pero no está


dicho que esto lleve necesariamente a un
resurgimiento cristiano, católico. Esta nueva
demanda religiosa tiene que encontrar testigos de
Cristo que demuestren con la propia vida una nueva
inteligencia de los problemas que plantea la
realidad. Ese es el camino por donde el sentimiento
religioso encuentra el rostro de Dios y la verdadera
libertad y dignidad de lo humano. Esta es la tarea
capital. De alguna manera, el destino de nuestros
pueblos y el de la Iglesia Católica están
profundamente imbricados, al menos para las
próximas décadas. Si la tradición católica, a través
de un intenso proceso de educación en la fe, no se
transforma cada vez más en un auténtico
crecimiento en la humanidad de nuestra gente, apto
para enfrentar las grandes tareas históricas,
perderán nuestros pueblos y se perderá lo católico
en nuestros pueblos. Hay una responsabilidad
católica enorme respecto del destino de nuestros
pueblos. El hecho de que el 50% de los católicos
esté en América latina implica que está en juego, en
cierta medida, el destino de la catolicidad entera.
Esa responsabilidad exige que la Iglesia ponga su
total confianza ante todo en la gracia de Cristo,
porque son tareas históricas que parecen desbordar
totalmente las posibilidades de cualquier tipo de
acción. Hay que volver siempre a comenzar por
rehacer la vida de los cristianos desde la gracia de
Cristo.
Por Silvina Premat De la Redacción de LA NACION
De Lunes a Viernes
Las claves de lo que viene
DOMINGO 16 DE OCTUBRE DE 2005

Debate. Representantes del Mercosur, la


Comunidad Andina, la Comunidad del Caribe y
miembros de las cancillerías de los países
sudamericanos se reunirán en La Paz para analizar
los grados de desarrollo de los países de la región.
También participarán en el debate la Comisión
Económica para América Latina, el Sistema
Económico Latinoamericano y la Organización del
Tratado de Cooperación Amazónica.

Microempresas. El secretario de Industria,


Comercio y Pyme, Miguel Peirano, y la presidenta
del Banco de la Nación Argentina, Felisa Miceli,
inaugurarán mañana la Muestra Federal de
Microempresas en el Palacio San Miguel. La
exposición reunirá a un centenar de
microemprendedores de distintos sectores. Durante
la muestra, que se extenderá hasta el martes, se
realizarán rondas de negocios, talleres y
conferencias. Entre los expositores figuran Griselda
Fernández, responsable de pymes del Banco
Nación; Federico Sánchez, del Banco Ciudad; Lelio
Mármora, coordinador ejecutivo del Programa de
Apoyo a la Reestructuración Empresarial; y
Reinaldo Ostroff, presidente del Fomicro.

Negocios. Una misión comercial integrada por


empresarios de la industria maderera llegará a
Nueva York para participar en la Feria
Internacional High Poin, que reunirá desde pasado
mañana a los principales fabricantes, proveedores y
diseñadores de muebles. La misión fue organizada
por la Federación Argentina de la Industria
Maderera y Afines y cuenta con el apoyo del
Consejo Federal de Inversiones.

Comercio. Los ministros de Agricultura de la


Unión Europea, Estados Unidos, Brasil, India y
Australia se reunirán, el miércoles en Ginebra, para
avanzar en las negociaciones del sector para la
Ronda de Doha. La UE ya cedió algo de terreno en
lo que respecta a los aranceles, pero para Estados
Unidos y los países en desarrollo la propuesta está
muy lejos de lo que se necesita. La Organización
Mundial del Comercio debe acordar en Hong Kong
en diciembre un marco para la etapa final de la
Ronda de Doha.

Factura. La Administración Federal de Ingresos


Públicos (AFIP) publicará en el Boletín Oficial el
Régimen de Factura Electrónica que promoverá el
ahorro entre las grandes empresas que tienen
facturación dispersa.

Industria. Pasado mañana se conocerá el anticipo


del Estimador Mensual Industrial (EMI) de
septiembre y los economistas, que participan del
Relevamiento de Expectativas de Mercado del
Banco Central, esperan que arroje un incremento
interanual del 7,2 por ciento.

Presupuesto. El gobierno de la Ciudad de Buenos


Aires presentará en la Legislatura porteña el
proyecto de ley de presupuesto 2006, que
ascenderá 7466 millones de pesos. El área para la
cual se pedirá el monto mayor es la de Educación
(1.873.652.900 pesos). El incremento más
importante en porcentaje (87%) en relación con
2004, lo recibiría la Secretaría de Seguridad, para la
cual se pedirán 214.604.596 pesos.

Herederos entrenados

SANTIAGO (El Mercurio).- Así como los


deportistas se entrenan para las competencias, los
herederos de grandes fortunas se entrenan para
asumir la conducción de las empresas que fundaron
sus antepasados. Su preparación incluye estudios
en las mejores universidades de Chile y el
extranjero, adquirir experiencia laboral,
interiorización en el negocio y roce con los círculos
de poder.

El símil con un deportista no es antojadizo. A estos


programas de formación se les conoce como
coaching y como coach al profesional que traza el
camino que debe seguir el futuro padre de la
familia. Existen al menos tres chilenos que
reconocen que están entrenando a los sucesores de
algunas familias empresarias. Son sus consejos y los
de algunos de sus colegas estadounidenses,
contratados por los grandes grupos, los que están
detrás de los viajes de algunos hijos pródigos a
trabajar en el extranjero o de que otros partan
"desde abajo" su carrera dentro del conglomerado
que son llamados a encabezar.

La familia Von Appen fue una adelantada en estas


materias. Sven y Wolf hicieron labores como juniors
en Gildemeister y otras empresas ajenas al grupo
familiar, trabajaron en navieras extranjeras y,
cuando por fin ingresaron a Ultramar, lo hicieron
como empleados de la agencia de Punta Arenas.
Ahora son sus hijos Dag y Richard quienes siguen
sus mismos pasos y ya integran el directorio.
Otros herederos que en su formación siguen las
recomendaciones de los expertos son los dos hijos
mayores de Andrónico Luksic Craig, Davor y
Nicolás. Tras titularse de ingenieros y realizar
posgrados en Babson, trabajaron en empresas que
no pertenecen a su familia. Soledad Saieh hizo un
MBA en el MIT y se desempeñó en los bancos
Concepción, Santander, Osorno antes de entrar a
Corp Group. Sandro Solari, pese a que su padre es
socio y presidente de Falabella, fue vendedor del
local de Ahumada antes de viajar a EE.UU. a cursar
un posgrado.

Oferta

La empresa Suez y Aguas de Barcelona informaron


el viernes que analizan una oferta de un grupo
empresarial apoyado por fondos de inversión para
adquirir el capital mayoritario de Aguas Argentinas
por dos años.

La semana que pasó

Lunes
La Cámara de Comercio de Estados Unidos
comunicó que las empresas de ese país se tomarán
un tiempo más para evaluar si es "confiable" volver
a invertir en la Argentina.

La Real Academia Sueca de Ciencias otorgó en


Estocolmo el premio Noble de Economía 2005 al
israelí Robert Aumann y al estadounidense Thomas
Schelling. Ambos diseñaron la teoría del juego, que
permite entender situaciones de conflicto.

Brasil anunció la detección de un foco de fiebre


aftosa en 153 vacunos de un establecimiento rural
del municipio Eldorado, en el estado de Mato
Grosso do Sul.

El Gobierno insistió en la posibilidad de investigar a


los supermercados para determinar si existen
maniobras cartelizadas que influyan en el aumento
del costo de vida.

Martes

El ministro de Economía, Roberto Lavagna, rechazó


la baja del IVA en los alimentos básicos, que había
propuesto la Asociación de Supermercadistas
Unidos.
El Grupo de los 20, que agrupa a países en
desarrollo que son fuertes productores agrícolas,
consideró insuficientes las nuevas propuestas de la
Unión Europea y Estados Unidos sobre reducción
de sus subsidios agrícolas.

La deuda pública se redujo en US$ 63.434 millones


por la operación de canje, aunque todavía a
asciende a US$ 149.847 millones, según informó el
Ministerio de Economía.

Por la aftosa en Brasil, la Unión Europea anunció la


prohibición de ingreso en su territorio de carne
tanto de Mato Grosso do Sul como de los Estados
de Paraná y San Pablo. Israel y Africa del Sur
imitaron la medida al tiempo que la Argentina
reforzó los controles sanitarios en la frontera norte
del país.

Los conflictos laborales le costaron a la industria


pesquera unos US$ 100 millones, según informaron
las cámaras del sector.

Miércoles

El jefe de Gabinete, Alberto Fernández, se mostró


confiado en que después de las elecciones
legislativas del 23 del actual no se desatará una puja
desenfrenada por los sueldos.

El Fondo Monetario Internacional aconsejó a la


Argentina vigilar la inflación como parte de su
programa económico, dados los recientes aumentos
de precios.

Se resolvió el conflicto pesquero que mantuvo


paralizado al puerto de Mar del Plata durante 74
días. Más del 80% de la flota volvió a operar y se
espera que en los próximos diez días se normalicen
el mercado y los precios.

Los precios de los bonos y las acciones más


representativos del riesgo emergente retrocedieron
hasta un 4%, afectados por una nueva ola de ventas
concretadas por inversores que optaron por
ponerse a resguardo, ante la suba que mostró el
rendimiento del bono del tesoro de los Estados
Unidos a 10 años, que alcanzó su mayor nivel en
seis meses.

La Corte Suprema suspendió por segunda vez el


remate de una vivienda que iba a ser subastada el
mes próximo para saldar una deuda por US$
15.900, pesificada en el contexto de la emergencia
económica y social de 2002.
Jueves

El precio del dólar escaló, por segundo día


consecutivo, otros dos centavos y cerró en $ 2,99 a
nivel minorista, su mayor cotización en lo que va
del año. En esta oportunidad, no intervino el Banco
Central.

El sindicato de camioneros y los empresarios del


sector bebidas firmaron un acuerdo salarial que
logró resolver el conflicto que los enfrentaba y que
había ocasionado problemas de abastecimiento. El
acuerdo incluye un adicional del 20% para los
choferes, que tienen un básico de $ 904, y del 16%
para los peones.

El secretario de Agricultura, Miguel Campos, dijo


que la producción tabacalera debe iniciar un
proceso de reconversión hacia otros cultivos
después de la adhesión del país al convenio marco
de la Organización Mundial de la Salud.

Viernes

El dólar cerró la semana a $ 2,95 para la compra y a


$ 2,99 para la venta, con lo que mantuvo el mayor
valor alcanzado en lo que va del año en las
principales casas de cambio y bancos porteños.

El Bank of America anunció que está en


negociaciones para la potencial venta de los activos
de BankBoston Argentina a un consorcio liderado
por el Standard Bank Group, de Sudáfrica, y las
familias Werthein y Sielecki de la Argentina.

Visto y oído

"Tenemos comprada una tasa de inflación del 12%


para el año que viene; mi impresión es que la
discusión de salarios en marzo de 2006 va a ser
salvaje. Podría esperarse un descalabro [a menos
que se deje de expandir el gasto]."

Abel Viglione, economista

"Hoy en día las necesidades de financiamiento son


realmente bajas. Faltan para cerrar el programa
financiero US$ 2000 millones y una parte de ellos
los tiene en caja. Con US$ 1300 millones que logre
captar, sobra. El tema es que hay que ver cómo se
va a hacer y que instrumentos se utilizarán."

Miguel Kiguel, ex secretario de Finanzas


"Somos conscientes de los últimos datos sobre la
inflación, así como de la continuación del
crecimiento robusto. Es importante que
mantengan [las autoridades argentinas] la
atención en la inflación, además de otros
indicadores. Hemos mantenido conversaciones y
la decisión sobre el siguiente paso es
fundamentalmente de ellas."

Thomas Dawson, vocero del FMI


"Tenemos un lema fuerte
para producir un debate
fuerte"
El canciller Bielsa defendió la elección de la creación de
empleo como tema central de la reunión
SÁBADO 29 DE OCTUBRE DE 2005

Rafael Bielsa mueve los brazos y muestra las


palmas de las manos. Se lo nota entusiasmado al
canciller con la elección del tema central de la IV
Cumbre de las Américas. Se esperanza con que la
generación de trabajo provoque un debate tan
fuerte e intenso que no deje tiempo para
enfrentamientos personales entre presidentes con
personalidades explosivas y visiones opuestas del
mundo.

En el fondo, el temor de que George W. Bush y


Hugo Chávez acaparen la atención en Mar del Plata
no deja de teñir de incertidumbre a los funcionarios
del Gobierno, anfitriones y organizadores de este
encuentro continental.

Se jacta Bielsa de la decisión de imponer un tema


que no es abstracto ni retórico. Y se pregunta sin
esperar respuesta: "¿Tiene sentido discutir sobre
corrupción u otras cosas en un país donde el 37 por
ciento de los compatriotas tiene problemas
económicos?"

La luz del día de a poco se apaga y oscurece el


despacho del ministro en el piso 13 de la Cancillería.
Bielsa evita definiciones políticas sobre las actitudes
de los presidentes invitados, pero no rehúye los
temas calientes como la seguridad o la diferencia de
enfoques con Estados Unidos y Canadá sobre cómo
generar empleo decente.

"Después de mucho tiempo estamos discutiendo


una etiqueta que tiene que ver con la agenda de hoy
de la región: crear trabajo decente para aumentar la
riqueza mejorando la gobernabilidad democrática.
Lo fuerte es el paradigma porque el Consenso de
Washington no acepta que el trabajo decente sea lo
que genera riqueza y que este binomio permita que
haga que haya mejor gobernabilidad democrática",
dice tajante.

"El modo de crear trabajo y generar riqueza de los


países centrales no es el que se discutirá en la
Argentina. Lo que tenemos es un lema fuerte para
producir un debate fuerte", agrega recostado en el
sillón que ocupará hasta el 10 del mes próximo.

Fiel a su costumbre, el canciller no ahorra citas


literarias para reforzar sus conceptos. "¿Cuál era el
tema alternativo? Corrupción. Siempre es un tema
importante, pero ¿qué podemos decir sobre eso que
no se haya escrito? El trababajo está primero,
después vienen otros temas combinados, como
seguridad, educación..."

-Pobreza.

-Es extraordinario, pero la gente nunca se queja de


la pobreza. De cada cien pedidos que recibís,
noventa te piden laburo. Ese es el problema central
de la Argentina de hoy: trabajo. Y el trabajo articula
todo. Tenés trabajo, parás la olla y eso rearticula la
autoridad familiar. El marido en vez de esconderse
en un bar para que los chicos no lo vean no laburar,
vuelve a la familia y eso vuelve a la educación. Los
chicos dejan de tomar a la escuela como el comedor
y la empiezan a tomar como el método natural de
permeabilidad social ascendente. El trabajo
reestructura toda la sociedad. Si bien es cierto que
este gobierno creó 2.200.000 puestos de trabajo,
sólo el 60 por ciento es trabajo decente, el resto es
en negro. Y en algunos lugares como la Ciudad de
Buenos Aires hay más creación de trabajo en negro
que decente. Hay una temática muy rica para
discutir. Por supuesto, van a venir tipos que tienen
reyertas de otra naturaleza: Bush-Chávez. Así como
en Monterrey la cumbre se la llevó la pelea entre
ellos, acá podemos tener otro Monterrey. Eso uno
nunca lo puede descartar. Nunca se sabe, siempre
las cumbres son cajas de sorpresa.

-¿Pensaron cómo evitar que las reyertas


personales ocupen el centro de la cumbre?

-Tiene mucho que ver el olfato que tiene cada


político para ver si está más o menos cerca. A veces
los políticos hacen su show personal cuando ven
que lo importante está lejos. Una manera de
lograrlo es que la meta que te fijes no sea
inalcanzable; la otra es hablar con los
interlocutores: mirá, yo soy tu anfitrión, vos mi
huésped, no me metas la pata arriba del pastel.

-¿Cuál es la voluntad de Estados Unidos para


aceptar lo que propone la Argentina y evitar
que la declaración sea una enumeración de
generalidades?

-(Sonriendo) Y ... estamos en esa pelea. Se han


mostrado cooperativos.

-Con una negociación complicada como la


actual y los diferentes enfoques sobre la
manera en la que se puede generar trabajo,
¿existe la posibilidad de tener un plan de
acción concreto o se corre el riesgo de una
declaración lavada para contentar a las
partes?

-Si estando de por medio la reforma del organismo,


la meta del milenio y la financiación para el
desarrollo la declaración del 60º aniversario de la
ONU fue tan decepcionante, ¡y sí!, es posible que
ésta también lo sea. Uno nunca puede descartarlo.
Se sabe cuál es el mecanismo diplomático: cuando
no hay acuerdo en lo específico te vas a lo genérico
y tenés un documento. No descarto eso, pero pienso
que tenemos un buen punto de partida.

Cuando hicimos la cumbre de la Comunidad


Sudamericana en Brasilia sabíamos que
empezaríamos 12 presidentes y al día siguiente
habría cuatro. Y así fue.

-¿Quiénes cree que serán los grandes


protagonistas de la reunión de Mar del
Plata?

-No podría decirlo... Kirchner va a tener un


protagonismo importante, no sólo por ser el
anfitrión sino porque el tema le es muy caro, le
importa mucho. Después hay que ver cómo viene
cada uno.
-Si el protagonismo está dado por el tema,
¿la contraparte será Estados Unidos?

-Es posible. Pero cuidado que en el mundo de hoy


con los países con los que estás en paz tampoco
podés decir... Cuando tenés tu fuerza bélica
colocada totalmente fuera de tu país y 700.000
millones de dólares de déficit operativo y estás
pidiendo 18.000 millones de dólares más de
refuerzo al Congreso, tampoco podés decir
cualquier cosa en temas que tienen que ver con la
paz, el crecimiento, el desarrollo, el trabajo. Es
difícil.

-¿Qué debería pasar para que el Gobierno


considere exitosa la cumbre?

-Lograr un documento sustantivo, no debería haber


ningún incidente como el de Cancún, cuando murió
un surcoreano; no debería caracterizarse por las
reyertas personales entre presidentes y debería
dejar un activo físico muy importante a la ciudad.

-¿Cuánto va a costar la reunión de Mar del


Plata?

-No tengo las cuentas finales, pero alrededor de 107


millones de pesos.
-Según el plan original, ésta sería la cumbre
del ALCA, cosa que hoy parece
prácticamente imposible…

-No. Imposible. Que hoy se cierre el ALCA es


imposible. Lo que pasa es que la ventaja y
desventaja simultáneas de las negociaciones
multilaterales en las que enfrentás posiciones
arancelarias contra una batería de medidas
distorsivas que van desde subsidios a la producción,
subsidios domésticos, a la exportación y
encubiertos, es que llega un momento en que eso se
transforma en un guarismo. Entonces, decís: llevo
negociando 12 años, como Chile con el TLC
[Tratado de Libre Comercio]. Si se dan una serie de
condiciones que dependen de mí –una inflación
determinada, tal superávit fiscal, tal matriz
energética y cierto pronóstico de crecimiento–, el
comercio bilateral se va a incrementar en favor de
Chile en 1700 millones de dólares. ¿Es negocio? Sí.
Entonces lo firmás. El ejemplo de México es
distinto. Triplicó sus exportaciones desde la firma
del Nafta [el acuerdo de libre comercio con Estados
Unidos y Canadá], pero incrementó su pobreza
porque muchas empresas norteamericanas que
maquilaban en México entonces generaban trabajo
competitivo en condiciones desfavorables para los
trabajadores americanos, pero a la hora de liquidar
ganancias las liquidaban a las casas matrices. Todo
depende del modelo de país que quieras. Uno puede
decir México exporta hoy 1700 millones de dólares,
casi una potencia, casi duplica a Brasil. Es cierto,
pero ¿la gente vive mejor? Algunos viven
extraordinariamente mejor, pero muchos más
extraordinariamente peor.

Por Florencia Carbone y Alejandro Di Lázzaro De la


Redacción de LA NACION
América latina: una apuesta a
la esperanza
Ni el optimismo ligero de los políticos ni la inclemencia de los
informes internacionales. En Cuentos chinos, Andrés
Oppenheimer propone una mirada esperanzadora sobre el futuro
del continente
DOMINGO 30 DE OCTUBRE DE 2005

A mediados de la primera década del siglo XXI, dos


estudios de procedencia muy diferente -uno del
centro de estudios a largo plazo de la CIA, y el otro
de uno de los principales expertos en América latina
del Parlamento Europeo, el socialista Rolf Linkohr-,
estremecieron a los pocos latinoamericanos que
tuvieron acceso a ellos. Ambos contradecían
frontalmente la visión presentada por la mayoría de
los gobiernos de América latina, en el sentido de
que la región estaba gozando de una recuperación
económica y se encaminaba hacia un futuro mejor.
El primer estudio era del Consejo Nacional de
Inteligencia de los Estados Unidos (CNI), el
instituto de estudios a largo plazo de la CIA. El
segundo, casi simultáneo, había sido escrito por el
eurodiputado socialista alemán Linkohr en su
condición de presidente de la Comisión de
Relaciones con Sudamérica del Parlamento
Europeo. Ambos estudios analizaban el futuro de
América latina en los próximos veinte años y
llegaban a la misma conclusión: la región se ha
vuelto irrelevante en el contexto mundial y, de
seguir así, lo será cada vez más.

El informe Linkohr comenzaba diciendo: "La


influencia de América latina en el acontecer
mundial está decreciendo. La participación de la
región en el comercio y la economía mundiales es
pequeña y, cada vez menor, a medida que crecen las
economías de Asia". Linkohr, que sintetizaba en su
informe sus observaciones tras veinticinco años de
viajes a casi todos los países de la región, agregaba:
"Es sorprendente que, a pesar de todos los cambios
que han ocurrido (en el mundo) y, que América
latina también ha experimentado, poco ha
cambiado en este panorama algo deprimente del
continente? Aunque existe una calma relativa en
América latina en el presente, la situación podría
deteriorarse en el futuro".

El estudio del CNI, la central de estudios a largo


plazo de la CIA y todas las demás agencias de
inteligencia de los Estados Unidos, con sede en el
edificio de la CIA, en Langley, Virginia, era un
informe de 119 páginas que contenía los pronósticos
de los principales "futurólogos" del mundo
académico, empresarial y gubernamental
norteamericanos sobre cómo será el mundo en el
2020. Y decía prácticamente lo mismo, aunque
menos explícitamente. En su gráfico inicial, titulado
"El Paisaje Global en el 2020", el CNI pintaba un
mapa político-económico del mundo a fines de la
segunda década del siglo XXI, en el que América
latina no aparecía ni pintada.

El avance de China

En la visión de los futurólogos convocados por el


centro de inteligencia a largo plazo de los Estados
Unidos, el mundo del 2020 será bastante diferente
del actual. Estados Unidos seguirá siendo la
primera potencia mundial, pero menos poderoso
que ahora. La globalización económica seguirá su
curso, la economía mundial crecerá
significativamente y el promedio del ingreso per
cápita mundial será un 50 por ciento mayor que el
actual, pero el mundo será menos "americanizado"
y más "asiático". China será la segunda potencia
mundial en 2020, seguida de cerca por la India y
Europa, quizás en ese orden. Las corporaciones
multinacionales, en su afán de conquistar los
inmensos mercados vírgenes de China y la India -
cuya población conjunta abarca casi la mitad de la
humanidad- cambiarán su cultura y producirán sus
bienes para satisfacer los gustos y exigencias de la
creciente clase media asiática. "Para el 2020 la
globalización ya no será asociada en el imaginario
colectivo con los Estados Unidos, sino con Asia",
dice el estudio del instituto de inteligencia
norteamericano. "Viviremos en un mundo un poco
menos occidental y un poco más oriental", afirma.

Y, al mismo tiempo, la política mundial tendrá cada


vez menos que ver con ideologías y cada vez más
con identidades religiosas y étnicas, según el
pronóstico del CNI. El islam seguirá creciendo en
todo el mundo, aglutinando a sectores de diferentes
países y culturas y, quizá, creando una entidad
central multinacional. Podría surgir un califato, que
abarcaría gran parte de Africa, Medio Oriente y Asia
Central. Y en Asia podría surgir un "modelo chino
de democracia", que permitiría elecciones libres
para funcionarios locales y miembros de un
organismo consultivo a nivel nacional, mientras que
un partido único mantendría el control sobre el
gobierno central, especula el informe.

¿Dónde quedará parada América latina en el nuevo


contexto mundial? El estudio del CNI le dedica sólo
un breve recuadro a América latina, casi al final.
Aunque el estudio considera factible que Brasil se
convierta en un país importante y ve a Chile como
un posible oasis de progreso, su visión de la región
es lúgubre. El CNI ve un continente dividido entre
los países del Norte -México y Centroamérica-
atados a la economía de los Estados Unidos, y los
del Sur, más atados a Asia y Europa. Pero lejos de
tener bloques comerciales exitosos que aseguren el
progreso económico y social, los "futurólogos"
convocados por el centro de estudios de la CIA
auguran que la región estará "dividida
internamente", jaqueada por la "ineficiencia de sus
gobiernos", amenazada por la criminalidad y sujeta
al "creciente peligro de que surjan nuevos líderes
carismáticos populistas, históricamente comunes
en la región, que explotarían a su beneficio la
preocupación de la sociedad por la brecha entre
ricos y pobres" para consolidar regímenes
totalitarios.

Pero el informe mundial del CNI apenas tocaba la


superficie en lo que hace a América latina. Había
otro estudio de ese organismo, más específico,
titulado "América latina en 2020", que resumía las
conclusiones de varios académicos, empresarios y
políticos latinoamericanos y norteamericanos que
habían participado en una conferencia académica
organizada por el CNI para aportar conclusiones al
informe mundial. La conferencia se había realizado
en Santiago de Chile con la participación de ex
funcionarios y políticos de varios países, incluyendo
al norteamericano-chileno Arturo Valenzuela, ex
jefe de Asuntos Latinoamericanos de la Casa
Blanca, durante el gobierno de Bill Clinton; el
argentino Rosendo Fraga, director del Centro de
Estudios Nueva Mayoría; la mexicana Beatriz
Paredes, senadora del Partido de la Revolución
Institucional de México y ex embajadora en Cuba;
el ex presidente peruano Valentín Paniagua, y el ex
ministro de Defensa colombiano Rafael Pardo. El
informe final de la conferencia auguraba que "pocos
países (de la región) podrán sacar ventaja a las
oportunidades del desarrollo y América latina como
región verá crecer la brecha que la separa de los
países más avanzados del planeta". Agregaba que
"las proyecciones económicas indican que América
latina verá caer su participación en la economía
global como resultado de los bajos niveles de
crecimiento (de los últimos años) y el ?efecto
arrastre´ que éstos tendrán en la productividad y la
capacidad instalada de los países". En otras
palabras, la región se ha quedado atrás y será difícil
que recupere el terreno perdido.

Y en el mundo de la economía del conocimiento, en


que los servicios se cotizan mucho más que las
materias primas, "casi ninguno de los países
latinoamericanos podrá invertir sus escasos
recursos en desarrollar grandes proyectos de
investigación y desarrollo", decía el informe
regional. "La brecha entre las capacidades
tecnológicas de la región y los países avanzados
aumentará. Ningún proyecto tecnológico amplio a
nivel latinoamericano de relevancia que permita la
creación de una capacidad exportadora como la de
los países asiáticos, será desarrollado en los
próximos quince años", decía el estudio, aunque
agregaba que puede haber excepciones aisladas,
como la inversión de Intel en Costa Rica, o
programas estatales de la industria de defensa en
Brasil.

Cuando leí ambos estudios, con una diferencia de


pocas semanas, no pude evitar sorprenderme por
sus conclusiones. El estudio del CNI y el informe
Linkohr llegaban a conclusiones diametralmente
opuestas a las que se escuchaban a diario en boca
de los gobernantes de América latina y de
instituciones como la Comisión Económica para
América latina y el Caribe de las Naciones Unidas
(CEPAL), que presentaban un panorama mucho
más optimista de la región. Por primera vez en
muchos años había un "escenario positivo" en la
región, decían estos últimos. Los países
latinoamericanos estaban volviendo a crecer a tasas
del 4 por ciento anual luego de varios años de
crecimiento cero, y las inversiones en la región
habían subido por primera vez en seis años, a
56.400 millones de dólares. En Sudamérica los
presidentes habían firmado, en 2004, un convenio
para la creación de la "Comunidad de América del
Sur" o "los Estados Unidos de Sudamérica" que,
según proclamaban algunos, sería el prólogo de un
futuro más auspicioso para la región. El ex
presidente argentino Eduardo Duhalde, uno de los
arquitectos de la Comunidad de América del Sur,
pronosticaba que los países sudamericanos
lograrían "el sueño de los libertadores de América
de tener una Sudamérica unida", que llevaría a un
mañana mucho más auspicioso. [...]

¿Quién estaba más cerca de la realidad? ¿El CNI y el


Informe Linkohr con sus oscuras predicciones? ¿O
los jefes de Estado latinoamericanos y la CEPAL
con sus discursos optimistas? Había motivos para
desconfiar de ambos bandos. ¿Acaso los estudios
del CNI y el Informe Linkohr no estaban sesgados
por el enamoramiento de los países ricos con el
boom asiático, el milagro irlandés y el despertar de
la ex Europa del Este? Y, por el otro lado, ¿no había
un propósito claro de contagiar el optimismo en los
discursos de los líderes latinoamericanos, desde el
mesiánico presidente venezolano Hugo Chávez
hasta sus colegas más pragmáticos, como Fox? ¿A
quién creerle? ¿Quién estaba presentando un
panorama realista y quién estaba contando cuentos
chinos?

Mi propósito, al escribir este libro, fue contestarme


a mí mismo estas preguntas. Durante los tres años
previos a su publicación, entrevisté a los actores
más relevantes del futuro de América latina, desde
el secretario de Defensa de los Estados Unidos,
Donald Rumsfeld y el encargado de América latina
del Departamento de Estado, Roger Noriega, hasta
el diputado cocalero boliviano Evo Morales,
pasando por figuras como el ex presidente brasileño
Fernando Enrique Cardoso, el ex presidente
español Felipe González, y los presidentes de
México, la Argentina, Perú, Colombia y Chile. Y
viajé a países tan disímiles como China, Irlanda,
Polonia, la República Checa y Venezuela para ver de
cerca qué están haciendo los países que avanzan y
qué están haciendo los que retroceden. En todas
mis entrevistas y viajes quise descubrir cuál será el
mejor camino a seguir para América latina en las
próximas dos décadas. Y, curiosamente, lejos de
terminar resignado a un permanente rezago de
América latina, como lo hacían los informes del CNI
y el Informe Linkohr, me encontré con que estos
estudios son más acertados como diagnósticos del
presente que como augurios del futuro. Tanto en
mis entrevistas con líderes mundiales como en mis
viajes, una de las cosas que más me sorprendió fue
la rapidez con que los países pueden pasar de la
pobreza y la desesperanza a la riqueza y el
dinamismo. Como veremos a lo largo de este libro,
mucho de lo que descubrí me hizo cambiar viejos
prejuicios y me hace ver el futuro con más
esperanza que antes.
Un abanico de acuerdos en el
continente
Estados Unidos es el país que cerró más tratados de libre
comercio, mientras que el Mercosur se concentró en América
del Sur
DOMINGO 30 DE OCTUBRE DE 2005

Alejandro Rebossio
SEGUIR

LA NACION

Antes de diciembre próximo debía entrar en vigor el


Area de Libre Comercio de las Américas (ALCA),
pero pese a que las negociaciones fracasaron a
principios de 2004 en el continente siguió
tejiéndose una telaraña de acuerdos bilaterales y
regionales. En la IV Cumbre de las Américas, el
viernes y el sábado próximos en Mar del Plata, se
discutirá si debe resucitarse ese proyecto impulsado
por Estados Unidos, mientras tanto la
superpotencia continuará armando tratados de
libre comercio (TLC), con los que se elimina un
90% de los aranceles a la importación.

Estados Unidos negocia un TLC con Colombia,


Ecuador y Perú para antes de fin de año. Los
presidentes colombiano, Alvaro Uribe, ecuatoriano,
Alfredo Palacio, y peruano, Alejandro Toledo,
esperan encontrarse con su par norteamericano,
George W. Bush, en Mar del Plata. Los otros
miembros de la Comunidad Andina de Naciones
(CAN) están fuera de discusión: Bolivia, en plena
transición política, y la Venezuela de Hugo Chávez,
que propone la antítesis del ALCA: la Alternativa
Bolivariana para la América (ALBA), que se define
por "la lucha contra la pobreza y la exclusión
social".

El continente se divide en cinco bloques con


diferentes niveles de integración: el TLC de América
del Norte (Nafta, según sus siglas en inglés), el
Mercado Común Centroamericano (MCCA), la
Comunidad del Caribe (Caricom, según sus siglas
en ingles), la CAN y la unión aduanera del
Mercosur, a la que están asociados -con TLC- la
CAN y Chile. En 2004 se creó la Comunidad
Sudamericana de Naciones, que prevé integrar al
Mercosur, la CAN, Chile, Guyana y Surinam.

Más notas para entender este tema


Empresarios norteamericanos pedirán más impulso al ALCA
Habrá al menos tres movilizaciones de protestas y reclamos
Lagos, el líder con mejor imagen entre las elites latinoamericanas
En 1994, Estados Unidos impulsó en la I Cumbre de
las Américas, en Miami, el ALCA, pero no se quedó
esperando a que se concretara esa ambiciosa
iniciativa entre 34 países (todos los americanos,
menos Cuba). En 2003, Estados Unidos firmó el
TLC con Chile y un año después rubricó con el
MCCA y República Dominicana el TLC de América
Central (Cafta, según sus siglas en inglés).

El Mercosur no se opone al ALCA, pero plantea que


primero debe definirse la ronda de Doha de la
Organización Mundial del Comercio (OMC), en la
que se discuten los subsidios agrícolas con los que
se protege Estados Unidos. Mientras, el congreso de
Uruguay debe ratificar un tratado bilateral de
protección de inversiones con Washington, que
mantiene uno similar con la Argentina desde los 90.
El gobierno de Paraguay amenazó hace poco con
que podía negociar un TLC con Estados Unidos,
mientras que funcionarios argentinos y brasileños,
pese a sus diferencias dentro del bloque, dicen que
se mantienen unidos en la negociación externa.

Washington quiere que en Mar del Plata se


convoque para una fecha concreta del año próximo
a una reunión de ministros de Comercio en la que
se resucite el ALCA. No está solo, según fuentes
argentinas. Lo acompañan Chile, Canadá y México,
que ven como Estados Unidos va ganándoles
mercados en el continente.
Chile mantiene TLC con Canadá y el MCCA.
Canadá, con Costa Rica. México, que negocia a fin
de año ampliar el pacto parcial con la Argentina,
comercia libremente con el bloque
centroamericano, Colombia y Venezuela. El
Caricom acaba de cerrar un TLC con Costa Rica,
que se suma al que tiene con Dominicana. El MCCA
está integrado por Panamá y Dominicana. En
paralelo surgieron planes de integración energética:
el anillo energético, de gas, entre la Argentina,
Bolivia, Brasil, Chile, Paraguay, Perú y Uruguay, y
las alianzas petroleras de Venezuela con países
caribeños, andinos, la Argentina, Brasil y Uruguay.
Crisis de integración
Por V. Guillermo Arnaud Para LA NACION
MIÉRCOLES 02 DE NOVIEMBRE DE 2005

La Unión Europea estalló en crisis al no ratificar


Francia y Holanda su Constitución y al posponer su
decisión al respecto Gran Bretaña, Dinamarca,
Portugal, Suecia, Finlandia, Irlanda, la República
Checa y Polonia.

Once países ratificación la Constitución europea.


Sagazmente, Alemania logró la aprobación
parlamentaria, consultando a los políticos y no a la
ciudadanía.

¿Qué hizo cambiar la decisión de la ciudadanía


europea? El elevado desempleo, encarnado en la
figura del “plomero polaco”, el lento crecimiento de
la economía, el rechazo a la inmigración, el temor
por el futuro del Estado de bienestar y, en el caso de
Francia, la oposición a Chirac. Y un desencuentro
de los ciudadanos con la burocracia comunitaria.

Tampoco se aprobó el presupuesto. Gran Bretaña se


negó a renunciar al reintegro de aproximadamente
cinco mil millones de euros anuales sobre su cuota
a la Unión. Señaló que el desajuste en el
presupuesto se debe a los subsidios agrícolas de la
política agrícola común, que favorecen a Francia y
al agricultor francés, sin ningún beneficio para los
otros países aportantes.

La expansión apresurada de la Unión Europea –se


prevé la incorporación de Bulgaria y Rumania en
2007 y, eventualmente, de Turquía, que la sociedad
europea teme y rechaza– también ha sido motivo de
preocupación. Las incorporaciones de países de
menor desarrollo relativo harán que se redistribuya
el Fondo de Cohesión, del que hoy gozan España,
Portugal, Grecia e Irlanda.

El euro –lanzado inoportunamente el 1° de enero de


1999– tiene sus adeptos. Ellos opinan que eliminó
la volatilidad de las monedas y los recargos por
tasas de cambio. Sus enemigos sostienen que anuló
la posibilidad de devaluación de las monedas
locales, que permitía hacer más competitivas las
exportaciones, con la consecuente disminución del
desempleo. Sólo doce países adoptaron el euro. No
lo hicieron Gran Bretaña, Dinamarca ni Suecia.

Fue un error de la Unión no tener en cuenta que la


moneda única sí corresponde en los procesos de
integración, pero en la etapa final, al término de un
largo, complejo y completo desarrollo, y no en un
proceso de expansión y debilidad de la cohesión
política, sin contar con una Constitución aprobada.

Gran Bretaña, aliada y punta de lanza de Estados


Unidos en Europa, ha asumido la presidencia
rotativa de la institución. Tony Blair trata de llevar
a cabo su proyecto de una Europa abierta al mundo
y capaz de encaminarse a una nueva relación entre
capital y trabajo. Mientras, la Unión Europea se
halla en un período de reflexión: sigue los
acontecimientos en Irak y observa la situación
política en Alemania.

El error de la Unión de anticiparse con la creación


de la moneda única y apresurarse en su expansión,
sin consolidación política, ocurre también en los
procesos de integración en América, donde la crisis
es mucho más aguda.

La IV Cumbre de las Américas, que se realizará en


Mar del Plata, estaba programada para que en ella
se firmara el Area de Libre Comercio de las
Américas (ALCA).

Ello no ocurrirá. El ALCA está moribundo. Misión


imposible. Proyecto ambicioso en extremo, porque
no se pueden conciliar los intereses y acordar reglas
comunes para los treinta y cuatro países, con
asimetrías insalvables.
Indiferente a las necesidades y a los problemas de
los pueblos americanos, Estados Unidos pretende
con el ALCA promover un mayor mercado para sus
productos. Hoy lo reemplaza por acuerdos de
“libre” comercio, lo que perjudica al Mercosur.

Para llenar el vacío que sufrirá la cumbre con el


ALCA, habrá propuestas de Estados Unidos en
cuanto a la lucha contra el terrorismo y la
corrupción, y de América latina, que prioriza
combatir la pobreza, fomentar la educación y la
gobernabilidad democrática.

El Mercosur, luego de catorce años de ser polo de


atracción internacional, se encuentra agonizante,
esperando su necesaria refundación como zona de
libre comercio. No ha cumplido con el objetivo de
su existencia como medio para el desarrollo de sus
países miembros y el bienestar de su población;
salvo para Brasil, el país predominante.

La Argentina se ha desindustrializado y
desnacionalizado. El Mercosur actual, proyecto de
unión aduanera con arancel externo común,
esclaviza a sus miembros y hace que Chile,
indispensable en una integración del Cono Sur, no
sea socio pleno.
El Mercosur y los procesos de integración
sudamericana no gozan de la bendición de Estados
Unidos. En tanto, la Comunidad Sudamericana de
Naciones (CSN) cuenta con el impulso de Brasil,
pero, al igual que la Comunidad Andina, esta
entidad es afectada por las crisis políticas y sociales
de sus países.

La primera reunión de jefes de Estado de la CSN,


realizada en Brasilia el 29 y el 30 de septiembre, fue
anodina. Con la presencia de siete de los doce
mandatarios, se aprobó que la Comunidad fuera
una zona de libre comercio, lo que es un buen punto
de partida. Su realización significaría el reemplazo
del Mercosur, que pasaría a ser lo que debió haber
sido: un Nafta sudamericano.

El Mercosur es del mayor interés de los países


sudamericanos. Como tal o como incipiente
Comunidad Sudamericana, debe desarrollar de
inmediato políticas comunes para temas de
consideración urgente: 1) de acción preventiva para
la preservación continental de la calidad del
ambiente; 2) transparencia en la Triple Frontera; 3)
acción de los cuatro países titulares para el estudio
y la administración conjunta del acuífero guaraní;
4) finalización de la hidrovía Paraná-Paraguay, y 5)
obras internacionales de infraestructura (caminos,
puentes, corredores bioceánicos).

Se trata de acciones indispensables para el


desarrollo de los países: que el proceso de
integración en el Cono Sur no siga siendo una
costosa distracción, mientras el mundo sigue
avanzando sin esperarnos.

Una integración sudamericana debe tener en cuenta


que sus habitantes no pueden esperar más.
Hambre, indigencia, desocupación, enfermedades,
corrupción, manipulación política, desesperanza los
aquejan. El primer objetivo del hombre es la
libertad, y donde hay pobreza no hay libertad.

En el mundo, y en América latina, no falta plata


para el desarrollo. Es indispensable brindar
seguridad jurídica para que haya inversiones y para
crear, así, trabajo.

Sin educación, trabajo, justicia y orden


institucional, no habrá integración, y tampoco hay
ni habrá democracia. Las solas elecciones son una
ficción de democracia, una burla al ciudadano y al
contribuyente.
El autor es embajador. Su último libro es Mercosur,
Unión Europea, Nafta y los procesos de
integración regional .
Con fuertes críticas al Fondo,
Kirchner inauguró la cumbre
El Presidente calificó la actitud del FMI como "perversa"
porque le niega a la Argentina la refinanciación de la deuda;
dijo que la única integración posible es la que "reconozca las
diversidades" de los países
VIERNES 04 DE NOVIEMBRE DE 2005 • 22:48

MAR DEL PLATA.- El presidente Néstor Kirchner


realizó hoy una fuerte crítica a los organismos
multilaterales de crédito ante los mandatarios de
todo el continente americano y calificó la actitud del
Fondo Monetario Internacional (FMI) como
"perversa" porque "le niega a la Argentina la
refinanciación de la deuda".

En su discurso de apertura de la IV Cumbre de las


Américas, Kirchner destacó la mejora de los índices
económicos en el país y reclamó a los organismos
multilaterales de crédito que asuman su
responsabilidad en las crisis que viven los países de
la región.

El Presidente criticó las recetas aplicadas a partir


del denominado "Consenso de Washington" y
enfatizó que la Argentina es una muestra "trágica"
de las consecuencias negativas de la "teoría del
derrame".

Documentos relacionados
Audio: Discurso de Kirchner en la inauguración de la Cumbre

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Llegó Bush y empieza la cumbre
Rice se ocupó en persona de las negociaciones por el ALCA
Agenda
Kirchner planteó que la dirigencia argentina tuvo
parte de la responsabilidad en la implementación
de esas políticas en el pasado, y reclamó que
"también la asuman quienes contribuyeron,
alentaron" y llevaron al aumento de la deuda.

Al Fondo. El Presidente dijo que el FMI "le dio


fondos a los que no pagaban" en la Argentina,
mientras que ahora "se nos niega la refinanciación
de nuestras deudas si no aceptamos determinadas
condicionalidades".

El jefe del Estado señaló que "lamentablemente en


el proceso de transformación [de la Argentina] no
contamos con la ayuda del FMI, que sí apoyó y
financió en el orden de 9000 millones de dólares,
hasta semanas antes del colapso el régimen de
convertibilidad y endeudamiento".
Se quejó entonces porque "se le dieron fondos
frescos a los que no pagaban y seguían gastando, y
hoy lo que se le niega a la Argentina no son fondos
nuevos o préstamos que no solicitamos y no
pensamos hacerlo. Es algo mucho peor: se nos
niega la refinanciación si no aceptamos
determinadas condicionalidades, que son las
mismas políticas que nos condujeron hacia el
default".

Integración. El primer mandatario manifestó que


"no nos servirá cualquier integración", sino aquella
que "reconozca las diversidades" de los países de
América, en referencia al ALCA.

"Un acuerdo no puede ser un camino de una sola


vía, de prosperidad en una sola dirección", remarcó
Kirchner al hablar en el acto de apertura de la IV
Cumbre de las Américas, y pidió que un futuro
acuerdo de integración "contemple salvaguardas y
compensaciones para las naciones que sufren
atrasos".

“Nuestra pertenencia al Mercosur y a la comunidad


sudamericana es primordial”, enfatizó.

Trabajo. Kirchner expresó la necesidad de "crear


trabajo para enfrentar la pobreza" y de "defender a
ultranza los derechos humanos, el sostenimiento de
la paz y la lucha contra la delincuencia y el lavado
de dinero".

Terrorismo. Por otra parte, se refirió a la "lucha


contra el terrorrismo" y en ese sentido dijo que "la
Argentina considera los ataques terroristas como
injustificables".

Kirchner formuló estos conceptos durante la


apertura oficial de la IV Cumbre de las Américas,
que se realizó en el Teatro Auditorium del Hotel
Provincial de Mar del Plata.

Las palabras del mandatario argentino estuvieron


precedidas por las del primer ministro de Canadá,
Paul Martin; el secretario general de la OEA, José
Miguel Insulza, y el director general del Banco
Interamericano de Desarrollo (BID), Luis Alberto
Moreno.

Sin documento. Las deliberaciones a nivel de


jefes de Estado y Gobierno de la IV Cumbre de las
Américas comenzaron esta tarde con el condimento
de la falta de acuerdo sobre la inclusión del
proyecto del Area de Libre Comercio de las
Américas (ALCA) en el documento final.

La ceremonia de apertura de la cumbre se realizó -


con la presencia de los mandatarios del continente
que participan del cónclave- en el auditorio de la
ciudad de Mar del Plata.
Reunión clave. La apertura tuvo lugar horas
después del encuentro bilateral entre Kirchner y su
par de los Estados Unidos George W. Bush.
La advertencia de Fox. Se produce además luego
de que el mexicano Vicente Foxlanzara una
advertencia sobre la posibilidad de avanzar en un
acuerdo de libre comercio sin los países que se
oponen al proyecto, entre los que se encuentran los
del Mercosur, que en los últimos días endurecieron
su rechazo a la iniciativa que promueven los
Estados Unidos.

La cena de honor

El presidente Néstor Kirchner resaltó esta noche el


trabajo que los presidentes del hemisferio están
desarrollando en el marco de la IV Cumbre de las
Américas para alcanzar "un continente más justo,
equitativo y libre para todos" al agasajar a los
mandatarios visitantes en una Cena de Honor.

El presidente Kirchner y su esposa Cristina


Fernández eran esta noche anfitriones de los
mandatarios y esposas en una cena que se ofrecía
en el Casino Central de Mar del Plata.
En un breve discurso, Kirchner planteó a tono con
el lema de la Cumbre que "el trabajo es el medio
insustituible para la reducción de la pobreza y la
mejora de la democracia", y en ese sentido
agradeció el esfuerzo por trabajar por "un
continente más justo, equitativo y libre para todos".

Al momento de hacer un brindis con los presentes,


Kirchner expresó su agradecimiento a los
presidentes llegados a la Argentina por "esta
posibilidad de que entre todos hagamos un
verdadero acto de democracia",
Políticamente, un fracaso de
todos

Joaquín Morales Solá


SEGUIR

LA NACION

DOMINGO 06 DE NOVIEMBRE DE 2005

Si la democracia es también una aritmética de


mayorías y minorías –aunque, desde ya, no es sólo
eso–, debe convenirse que los Estados Unidos se
llevaron a casi toda América desde Mar del Plata,
que Venezuela quedó como un monobloque aislado
y que el Mercosur tiene el tamaño de un partido
vecinal.

La extrema ideologización de ambos bloques (en


favor y en contra del ALCA) y cierta ineptitud
diplomática consiguieron darle a George W. Bush
una conquista internacional en mucho tiempo,
después de varias derrotas recientes en
Washington.
En cambio, si Mar del Plata se observa desde la
política, el fracaso ha sido de todos, incluida la Casa
Blanca, que estuvo demasiado tiempo ausente del
resto de América. Un documento desdoblado en dos
es un resultado ciertamente pobre.

Más notas para entender este tema


Divergencia entre los analistas internacionales por la cumbre
Duras críticas de la oposición
Bronca e impotencia de los marplatenses por los destrozos
Kirchner había prometido ser un anfitrión amable y
aséptico de la cumbre. Cargaría con el éxito o con el
fracaso de la reunión. Hubo, al final, más de lo
último que de lo primero, a pesar del esfuerzo para
exhibir un resultado mejor. Pero cambió en el
camino y perdió la neutralidad ya en el discurso
inaugural. Como un argentino de manual (que es lo
que es Kirchner), pecó de ombliguismo. Gastó gran
parte de su discurso de dueño de casa en hablar de
las urgencias argentinas y de sus desventuras con el
Fondo Monetario Internacional. Pudo, en cambio,
poner la mirada sobre los conflictos comunes de
América latina. Es la zona del planeta con mayor
desigualdad social. Registró, en los últimos
tiempos, progresos y retrocesos, tanto en la
economía como en la calidad de su democracia. Y
hay conceptos y alternativas diferentes en la región
para cambiar las cosas. Una pieza consensual es lo
que se esperaba de un anfitrión acogedor.

Tal vez no le gustó que Bush eludiera


comprometerse frontalmente con sus posiciones en
el Fondo Monetario; ese apoyo norteamericano era
la obsesión de Kirchner hasta el momento que le
dio la mano a Bush. Quizá le gustó menos que el
jefe de la Casa Blanca hiciera suyos los planteos de
otros líderes extranjeros y de muchos inversores
sobre la necesidad de seguridad jurídica y de reglas
de juego claras en el país. Y seguramente lo
petrificó de estupor que Bush expresara ante los
periodistas la necesidad de luchar contra la
corrupción. Esa palabra no se nombra en la
Argentina de Kirchner.

Pero ya desde antes las cosas no venían bien. Hubo


casi treinta países, con diferencias de matices y de
trazas, en favor de un acuerdo de libre comercio
hemisférico. Otros cuatro fijaron posiciones
intransigentes y uno estuvo velando un muerto que
no ha muerto. La suma y la resta decantan una
relación de fuerzas que se parece demasiado a una
derrota para la minoría.

Faltó diplomacia, aun cuando es razonable el


argumento de que deben analizarse con cuidado las
condiciones de la integración. No hay situaciones
idénticas en América latina. Pero cuidar el
contenido no significa abstraerse del diálogo
indispensable, que es lo que no sucedió durante los
últimos años.

El Mercosur se durmió con sus convicciones y


Washington con las suyas. A pesar de todo, la
diplomacia eficiente tiene siempre fórmulas para
vestir las divergencias. Esas diagonales posibles
fueron la gran carencia de Mar del Plata.

Brasil también ha sufrido un serio traspié: sus


esfuerzos para crear una Comunidad Sudamericana
de Naciones se redujeron a una sucesión de
fotografías. Con Bush sentado a la mesa, aquel
proyecto se convirtió en partículas del aire. Salvo
las cuatro naciones del Mercosur, donde está el
liderazgo natural de Brasil, todo el resto estuvo más
cerca de Washington.

Seguramente no hubo adhesión política a Bush por


parte de la mayoría de los líderes latinoamericanos,
sino una visión distinta de las soluciones
nacionales. ¿Por qué no respetarlas? ¿Por qué no
encontraron las palabras que comprendieran los
intereses de unos y otros?
Venezuela es un caso aparte, desde ya. Pero ¿qué
queda de las ambiciones bolivarianas de Hugo
Chávez cuando su discurso sólo penetra en un club
de alborotados militantes y ningún país de la región
está dispuesto a seguirlo? Quedan su petróleo y sus
petrodólares. Sin ellos, Chávez sería menos
insignificante de lo que ya es en América latina.

Kirchner y Lula no podrán seguir arropándolo sin


condiciones por mucho tiempo más; corren el
riesgo de contagiarse del aislamiento del
venezolano. La contención de Chávez, prometida
por Kirchner, no funcionó en Mar del Plata: el líder
populista venezolano vociferó y agravió sin límites
ni medidas muy cerca de los presidentes clásicos y
correctos.

¿El Mercosur es uno solo? Aparentemente, sí. Pero


las apariencias no muestran todas las cosas. Hay en
Uruguay cierto cansancio por las eternas peleas
entre argentinos y brasileños en el Mercosur.
Además -todo hay que decirlo-, Tabaré Vázquez
decepcionó a Brasilia y a Buenos Aires por sus aires
de independencia. Y Paraguay entabló su propia
relación con Washington, sobre todo en asuntos de
Defensa.
En Mar del Plata, hubo una pelea de fondo que no
comprometía ni a Kirchner ni a Bush. La
protagonizaban México y Brasil, los dos países más
poderosos de América latina. México tuvo, debe
reconocerse, más eco que Brasil entre los
presidentes latinoamericanos. La Argentina no
trató bien a México, país con el que tiene
importantes convenios comerciales, esenciales para
su economía. Es cierto que Kirchner no podía
ofrecer reuniones bilaterales a más de 30
presidentes, pero México no está en el montón: es
la primera economía de América latina. Kirchner
encontró tiempo para reunirse a solas, otra vez, con
Chávez: ¿por qué no para escuchar a Vicente Fox?

Fox pidió hace más de un año, en la ciudad


argentina de Iguazú, la incorporación de su país al
Mercosur. Nadie le respondió nada, nunca. En
aquella reunión del Mercosur ampliado, Fox vio el
primer ingreso de Venezuela en la alianza
comercial, propuesto por Lula. Venezuela será, en
diciembre, socio pleno del Mercosur. Fox reclamó,
desde las gestiones iniciales de la cumbre de Mar
del Plata, la atención regional para el problema de
las migraciones, que es una prioridad de su
gobierno. No le dedicaron ni un minuto de reflexión
a esa cuestión.
Resulta, además, un prejuicio sin fundamento
suponer que Fox y el chileno Ricardo Lagos actúan
como portavoces de Washington. Fox y Lagos le
propinaron a Bush una notable derrota en el
Consejo de Seguridad cuando Washington intentó
darle cobertura internacional a la guerra en Irak.
Han tenido más firmeza, en la realidad de los
hechos, que la retórica de Kirchner o que la
verborrea de Chávez.

El equilibrio permanente entre la ideología, la


historia y la práctica llevó a que los principales
protagonistas de Mar del Plata ignoraran el hecho
más grave que acaba de suceder en América latina:
la inexplicable decisión del presidente peruano
Alejandro Toledo de ampliar la soberanía de su país
sobre el mar, que afecta directamente la seguridad
de Chile. No se hace eso a Chile sin consecuencias.
Toledo, con índices de popularidad que rozan el
zócalo de las mediciones, remedó a Galtieri cuando
éste manoteó las islas Malvinas para darle oxígeno a
una dictadura ya impopular. La crisis entre Chile y
Perú pone en riesgo la paz en la América hispana y
obtura cualquier solución para la salida al mar de
Bolivia, que José Miguel Insulza venía madurando,
primero desde Chile y ahora desde la OEA. Insulza
podría recurrir a los buenos oficios de otra cabeza
inteligente de América latina, Enrique Iglesias,
ahora secretario ejecutivo de las cumbres
iberoamericanas.

Bolivia puede ser la solución de muchos problemas


latinoamericanos, porque tiene reservas de energía
en una región famélica de energía. Pero podría
mostrar también, si sucediera su desestabilización o
su secesión, el espectro trágico de una paz rota en el
sur de América. La diplomacia argentina tiene
mucho por hacer, si abandonara su cómoda
posición de no hacer nada, en Bolivia, en Perú y en
Chile.

Para eso, la política exterior argentina deberá


deshacerse del ombliguismo. El mundo no es un
error ni un exceso geográfico, y América latina no
carece de soluciones. Carece, sí, de líderes del porte
de Insulza y de Iglesias, dispuestos a aceptar que no
es lo mismo poner las cosas en su sitio que
reconocer el sitio de las cosas.
Una apuesta al pragmatismo
total
LUNES 07 DE NOVIEMBRE DE 2005

SAN PABLO (De nuestro corresponsal).- Un


edificio público famoso de Brasilia amaneció el
viernes con una pintada que decía: "Fuera Bush".
Una tira humorística del diario Folha de S. Paulo
dibujó a Lula al encontrar la solución perfecta:
agregarle una "z", para que quedara "Fuerza Bush".

El chiste vale más que mil palabras. Si el presidente


Luiz Inacio Lula da Silva pasó casi inadvertido en la
cumbre de Mar del Plata era porque quería evitar
de todas las formas posibles quedar vinculado a un
tono de crítica y protesta que pasó a retiro el día
que asumió la presidencia.

El tono caluroso y hasta afectuoso adoptado ayer


por Lula para recibir a Bush graficó mejor la
estrategia brasileña. O, como él mismo dijo cuando
partía de Mar del Plata rumbo a Brasilia: "Si
permitimos que la pierna izquierda se choque con la
derecha, nos caemos. Lo que queremos es dar pasos
importantes". Lula apuesta al pragmatismo total
como único camino en la negociación con Estados
Unidos.
Más notas para entender este tema
Destacó Bush el liderazgo de Brasil en la región
De hecho, tanto las expresiones que se dedicaron
uno a otro como el clima de cordialidad que se hizo
evidente en todo momento, contrastaron
notablemente con las escenas de violencia en la
Argentina y las claras diferencias con algunos de los
mandatarios presentes.

Con el fracaso por la negociación del ALCA relegado


a un segundo lugar, la atención se concentró ayer
en ratificar la relación y pasar en limpio los
intereses de cada uno. Brasil y Estados Unidos
terminaron el día con un balance que cualquiera de
los dos lados calificaría de positivo.

Bush quería confirmar que cuenta con Brasil para


contener arengas antinorteamericanas y posiciones
de confrontación. Lula respondió con elogios y
repitió dos o tres veces que el diálogo bilateral hoy
es "sin sobresaltos ni confrontación".

Lula quería ver su liderazgo en América del Sur


confirmado personalmente por Bush, por más que
la Comunidad Sudamericana de Naciones, el
espacio creado por Brasil como su área de
influencia, tropieza en las divergencias. Bush, sin
embargo, no ahorró loas: elogió el liderazgo de Lula
"en el mundo entero y en el hemisferio", y dijo que
Estados Unidos y Brasil "son las dos mayores
democracias del mundo".

Celso Amorim, el canciller brasileño, estaba


eufórico: "El presidente Bush volvió a decir que
Brasil es un interlocutor importante, y dijo que eso
es algo útil para la democracia de la región."

En su tercer año de mandato, y a punto de lanzarse


como candidato a la reelección, Lula pretende
mantener un canal estrecho de colaboración con
Estados Unidos. Fueron en parte las buenas
relaciones con el gobierno norteamericano las que
facilitaron las relaciones de Brasil con FMI en los
momentos clave.

Brasil pretende también un apoyo concreto de


Estados Unidos en su búsqueda ansiosa de un
asiento en el Consejo de Seguridad de la
Organización de las Naciones Unidas (ONU).

Ayer Bush no dio un apoyo claro, pero resaltó la


necesidad de ampliar y modernizar ese organismo.
Y, aunque sin revelar detalles de la conversación en
privado, el canciller Amorim festejó: "Lo que él
[Bush] nos dijo sobre el Consejo de Seguridad es
alentador."
Una decisión política

La confirmación de una relación de alianza


estratégica le facilita a Brasil hasta negociaciones
menores, pero de extrema importancia para la
industria local. Brasil exporta a Estados Unidos
2500 millones de dólares en productos libres de
impuestos, por integrar el Sistema General de
Preferencias (SGP).

Para eso, el país tiene que demostrar que está


combatiendo la piratería y la violación de derechos
intelectuales. El veredicto es, también, una decisión
política, y después del encuentro de ayer
difícilmente Brasil sea retirado del SGP.

Contar con Lula como aliado le permite a Bush


reducir sus preocupaciones por Venezuela y un
recrudecimiento regional del
antinorteamericanismo. Sin Brasil, manifestaciones
duras o críticas ideológicas fuertes de algún otro
país de la región son soportables; con Brasil,
formarían para Estados Unidos un bloque
preocupante.

Pero la capacidad de contención y moderación del


discurso sudamericano de Lula existe en la medida
en que Brasil tenga capacidad de influencia
económica en la región. Y se llega entonces al
corazón de la relación bilateral actual de Brasil y
Estados Unidos: Lula le dice a Bush que si quiere
un aliado influyente, Brasil necesita ser fuerte y
desarrollado. Es decir, ocupar un lugar en el
Consejo de Seguridad y aumentar el desarrollo
económico con la eliminación de barreras al
comercio.

Es la estrategia a la que Lula apuesta no sólo su


futuro político inmediato, sino su lugar en los libros
de historia.
La integración, según la
Constitución
Por Alberto García Lema Para LA NACION
SÁBADO 12 DE NOVIEMBRE DE 2005

El debate abierto en la cumbre de Mar del Plata,


acerca de dos modelos en curso para la integración
de los países del continente, ha instalado un análisis
conceptual del que no deberían ser excluidos los
principios establecidos en nuestra Constitución,
reformada en 1994, cuyo texto final fue aprobado
por la totalidad de las fuerzas políticas
representadas en la Convención.

***

Como en toda Constitución, las reglas sentadas son


concisas y permiten percibir la presencia de una
política de Estado, a desarrollarse por sucesivos
gobiernos.

Dichas reglas son: a) los tratados de integración


exigen "condiciones de reciprocidad e igualdad, y
que respeten el orden democrático y los derechos
humanos"; b) con tal marco, pueden delegarse
competencias y jurisdicción en organizaciones
supraestatales, teniendo las normas dictadas por
ellas un rango superior a las leyes; c) media una
preferencia para la aprobación de los "tratados con
Estados de América latina", que exige una mayoría
absoluta de la totalidad de los miembros de cada
una de las cámaras, en una sola intervención del
Congreso; d) pero no están excluidos "los tratados
con otros Estados", en cuyo caso se requiere una
doble aprobación del Congreso, realizada en un
plazo no menor a ciento veinte días entre ambas; e)
una vez vigentes tratados de este tipo, no pueden
ser denunciados por el Ejecutivo sin la previa
conformidad del Congreso, con iguales mayorías a
las señaladas.

***

La Argentina ha preparado su Constitución para los


procesos de integración de un modo que no se
prevé, en general, en las constituciones de otros
países de América, pues se ha inspirado en el
modelo que condujo a la Unión Europea.

La primera exigencia, la "reciprocidad e igualdad"


entre Estados, implica una defensa de los intereses
económicos y sociales del país, ya que las
concesiones que otorgue a los miembros asociados
tienen que ser equivalentes a las que éstos realicen.

Es perfectamente legítima la acción del Gobierno


dirigida a lograr un sistema recíproco de
concesiones que sea conveniente, y que conduzca
"al desarrollo humano, al progreso económico con
justicia social", finalidad que enuncia otra norma
central de la Constitución nacional.

La segunda regla es que el proceso de integración se


realice en ciertas condiciones políticas: el respeto al
orden democrático y los derechos humanos.

Por lo tanto, la Argentina debe procurar que los


Estados con los que se asocie, en un proceso de esa
naturaleza, mantengan y fortalezcan sus
instituciones democráticas, evitando que
involucionen hacia formas autoritarias o
degradantes de tales instituciones.

De similar modo, se pretende un proceso de


integración que instrumente nuevas instituciones
políticas, circunstancia que lo lleva a trascender a
los objetivos más limitados de los tratados de
"comercio preferencial".

Si la matriz de la actual Unión Europea fue la


comunidad del carbón y del acero, constituida luego
de la Segunda Guerra Mundial para conciliar los
intereses industriales de Francia y Alemania, no
sería imposible concebir, por ejemplo, que una
mayor institucionalización del Mercosur avanzara
creando una organización supraestatal que
centralizara las políticas energéticas, esenciales
para el desarrollo industrial de la región.

***

La cláusula constitucional ha cuidado las palabras.


Los procedimientos simplificados fueron previstos
para la integración latinoamericana, que excede
conceptualmente al más reducido ámbito
sudamericano. Más allá de dificultades
coyunturales, la finalidad de la integración
postulada en nuestra Constitución se previó
también para los países de América Central y el
Caribe de raíz latinoamericana.

Pero esa preferencia no impide que el proceso de


integración se extienda a otros estados, más allá de
la región latinoamericana, aunque deban seguirse
procedimientos parlamentarios más complejos. De
allí que no cabe afirmar, en términos de nuestra
Constitución, que "ha muerto" un proceso de
integración, como el Area de Libre Comercio de las
Américas (ALCA), ni tampoco de otros que
trasciendan a aquella región.

El programa de integración supranacional de la


reforma de 1994, que nos rige, es abierto hacia el
futuro, pero marca preferencias y caminos para
lograrlo, que en definitiva pueden conciliarse en
diversas etapas por transitar.

Ex convencional constituyente en 1994. Miembro


de la Comisión Redactora y de Coincidencias
Básicas.
Venezuela, problema para el
Mercosur
Por Elvio Baldinelli Para LA NACION
MIÉRCOLES 16 DE NOVIEMBRE DE 2005

Todo parece indicar que Venezuela ingresará en el


Mercosur como miembro pleno, con lo que se
estaría dando un paso hacia la formación de un área
de integración económica entre todos los países de
América del Sur, tal como propicia Brasil. Sin
embargo, la soledad en que el Mercosur y Venezuela
han quedado respecto del tema del ALCA al
cerrarse la reunión cumbre de Mar del Plata aleja
esta posibilidad.

Los motivos que llevaron a que la Argentina, a fines


de los años 80, planteara a Brasil el proyecto de
formar el Mercosur fueron muy claros, ya que
aspiraba a tener libre acceso a un mercado que,
entonces, tenía 160 millones de consumidores. Más
complejos fueron los del gobierno de Brasil. Este
resolvió, hacia 1970, dejar la fracasada Alalc en un
segundo plano para concentrar sus esfuerzos en la
conquista de mercados en países industrializados.

Sin embargo, frente al pedido de la Argentina,


resolvió modificar su política, fijándose como
objetivo la formación de un área de preferencias
comerciales con los demás países sudamericanos.
La convicción de que para alcanzar este propósito
era importante contar con la Argentina lo llevó a
aceptar embarcarse en el proyecto Mercosur. Para
Paraguay y Uruguay era muy importante ingresar
en un esquema de comercio creado por sus dos
socios comerciales más importantes, así es que de
inmediato pidieron sumarse.

Durante los primeros años de funcionamiento del


Mercosur hubo violaciones al tratado, pero como
fueron relativamente pocas prevaleció entre
funcionarios, economistas y empresarios la idea de
que el mercado común se iría perfeccionado. La
consecuencia fue un fuerte aumento del comercio;
pero luego en los gobiernos se instaló la equivocada
idea de que se podía combinar estos resultados
positivos con un creciente desconocimiento de los
compromisos contraídos en el tratado.

En vez de someter cada violación al juicio de los


paneles previstos, se aceptó postergar
indefinidamente su solución. Junto con el olvido de
lo pactado llegó el escepticismo entre los
empresarios sobre la firmeza de los propósitos de
los gobiernos, y con ello cayeron las inversiones y
los intercambios comerciales.
Las generalizadas violaciones de los compromisos
asumidos en el Tratado de Asunción se expresaron
en hechos tan graves como el mantenimiento de las
restricciones cuantitativas al comercio; la no
armonización de las normas técnicas, sanitarias,
fitosanitarias y de inversiones; las reiteradas
perforaciones al Arancel Externo Común; el
mantenimiento del draw back, de la admisión
temporaria y de las normas de origen; la no
supresión de la doble imposición sobre bienes
importados desde terceras naciones; la vigencia de
los estímulos fiscales y financieros a las
exportaciones e inversiones, y otros que sería largo
detallar.

Lo sucedido con el Tratado de Montevideo de 1960,


que dio lugar a la Alalc, demuestra la importancia
de evitar que los gobiernos violen impunemente las
disposiciones de los tratados sobre comercio e
integración. El fracaso de este intento resultó de
que, por aquellos años, no hubo sanción alguna
para el primer país que dejó de cumplir con el
tratado. Visto este antecedente, otros siguieron el
mismo camino y, finalmente, como no hubo otra
manera de castigar a quienes iniciaron la carrera de
las violaciones que imitar su conducta, en pocos
años el tratado fue letra muerta.
No fue muy diferente la experiencia en el Grupo
Andino. Uno de sus dirigentes de la primera hora,
Germánico Salgado, la relata de la siguiente
manera: "Los tropiezos comenzaron a partir de
1974. La frecuencia de incumplimientos se aceleró y
pronto se trató de un fenómeno masivo, alimentado
por una cadena de represalias imposible de detener
debido la ausencia de un órgano jurisdiccional y de
un sistema efectivo de solución de controversias. El
comercio, hasta entonces en expansión rápida,
comenzó a estancarse".

Es verdad que años después el Grupo Andino contó


con un tribunal de justicia instalado en Lima, pero
para entonces ya no fue posible restablecer la
disciplina perdida, pues el número de violaciones
acumuladas superaba las cinco mil.

En el Tratado de Montevideo, que en 1980 dio lugar


a la Aladi, se estableció la intervención obligatoria
del Comité de Representantes en caso de
inobservancias de los principios y normas del
tratado, pero esta norma prácticamente no ha
tenido aplicación. En el Mercosur fue creado un
sistema de paneles para el tratamiento de
violaciones al tratado, pero los gobiernos fueron
renuentes a utilizarlo. Por ello, los problemas que
enfrenta no son muy diferentes de los que tuvieron
la Alalc, la Aladi y el Grupo Andino.

En los primeros años de funcionamiento del


Mercosur pareció que se cumplía la esperanza
argentina de que Brasil se convirtiera en un gran
mercado para sus productos, pero luego de ese
comienzo exitoso sus exportaciones entre 1997 y
2004 disminuyeron en US$ 2575 millones,
mientras que las dirigidas al resto del mundo
aumentaban en US$ 10.604 millones.

Para 1990, o sea el año anterior a la puesta en


marcha del Mercosur, la Argentina exportaba a
Brasil el 12% del total de sus ventas al exterior. En
1997, esta relación había subido nada menos que al
31%, pero en 2004 estaba en sólo el 16%, en tanto
que este año no superará el 15%, muy cerca del 12%
del comienzo. Tampoco le faltan motivos de
frustración a Brasil, pues no ha conseguido que se
respetara la preferencia arancelaria pactada para
bienes de capital y soporta la presión de la
Argentina para que se acepte el establecimiento de
salvaguardias para algunas de sus exportaciones,
algo que contraría la esencia misma de un mercado
común.
Sigue en pie, en cambio, su objetivo principal:
lograr una zona de preferencias arancelarias para
todos los países de América del Sur.

Son varias las alternativas que tanto los gobiernos


como los sectores privados barajan para que el
Mercosur pueda recuperar su eficacia. Una de ellas
consiste en restablecer a rajatablas el respeto por lo
establecido en el Tratado de Asunción, pero está
claro que no existe en los países voluntad política
para hacerlo.

No faltan quienes propician la eliminación del


Arancel Externo Común, con lo que la proyectada
Unión Aduanera pasaría a ser una Zona de Libre
Comercio. Es verdad que con su eliminación
desaparecerían las perforaciones, pero no por ello
tendríamos una Zona de Libre Comercio perfecta,
ya que continuarían sin resolverse las restricciones
cuantitativas al comercio, la falta de armonización
de las normas técnicas, sanitarias y fitosanitarias y
se seguirían otorgando subsidios fiscales y
financieros a las inversiones y exportaciones.

Los cuatro gobiernos no dejan de insistir en su


vocación asociativa y con frecuencia aprueban
medidas para evitar el colapso, pero como no
atacan las causas de la decadencia ésta no se
revierte. Son algunas de ellas la creación de un
tribunal de alzada para la solución de controversias,
ampliar las funciones de un Parlamento Mercosur,
la adopción de una moneda común, la
armonización de las políticas macroeconómicas,
proyectos todos muy ambiciosos, pero que o son de
imposible cumplimiento o no hacen al fondo del
problema.

Si nada efectivo se hace para que el Mercosur salga


de la decadencia en la que está, su final puede llegar
como sucedió con la Alalc, luego de una larga
agonía, lo que no sería bueno, o bien por una
muerte súbita, debido a una crisis mayor entre los
socios, lo que sería peor.

En octubre último, el presidente de Venezuela


anunció que su país pasaría a ser miembro pleno
del Mercosur a más tardar en diciembre de 2005.
Pero este país enfrenta algunos problemas para
concretar su propósito, como que, al ser miembro
de la Comunidad Andina de Naciones (CAN), ha
adoptado su Arancel Externo Común, y dado que en
el Mercosur existe otro, y de estructura diferente,
tendría que abandonar la CAN para cumplir su
propósito.
Es por esto que Roger Figuera, el viceministro de
Comercio Exterior de Venezuela, afirmó días
pasados que "Venezuela no tiene la misma realidad
arancelaria de los países del Mercosur y por ello la
entrada del país se hará en condiciones especiales y
bajo el marco de un acuerdo de complementación".

En los primeros tiempos de funcionamiento del


Mercosur se adoptó la política de no aceptar el
ingreso de otros países latinoamericanos. El motivo
fue evitar que un número excesivo de participantes
entorpeciera su funcionamiento, tal como sucedió
en la Alalc y la Aladi. Pero en los últimos años, por
iniciativa de Brasil, esta actitud ha cambiado y
ahora se busca incorporar al esquema a todos los
países en una Comunidad Sudamericana de
Naciones (CSN). Los doce Estados que la formarían
son la Argentina, Bolivia, Brasil, Colombia, Chile,
Ecuador, Guyana, Paraguay, Perú, Surinam,
Uruguay y Venezuela.

El ingreso de Venezuela vendría a entorpecer más la


ya comprometida situación del Mercosur, pues al
hacerse en condiciones especiales se cometería una
nueva y gruesa violación al tratado. Por otra parte,
dejando de lado consideraciones políticas, en razón
de que las importaciones en este país no sólo
dependen de los aranceles, sino que, además, las
empresas compradoras deben obtener del Banco
Central las divisas necesarias para realizar los
pagos, se está frente a un sistema ajeno a una
economía de mercado. Si los países del Mercosur
aceptaran el mantenimiento de esta norma,
Venezuela contaría con un instrumento para limitar
las importaciones más eficaz que las
"salvaguardias" que la Argentina viene reclamando
todavía sin éxito.

El ingreso de Venezuela en condiciones "especiales"


creará un precedente que podría abrir las puertas al
ingreso de otros países miembros de la CAN, como
Bolivia, Colombia, Ecuador y Perú. La ventaja de
esta última alternativa sería que con esto el
Mercosur evitaría el reconocimiento del fracaso al
transformarse en la Comunidad Sudamericana de
Naciones.

Que esto podría suceder lo confirman las


declaraciones de Celso Amorim, canciller de Brasil,
que dijo: "Eso será perfectamente posible. Chávez
ya manifestó el deseo de que Venezuela se integre al
Mercosur. No creo que haya problemas por ninguno
de los lados. Queremos integrar toda América del
Sur". Sin embargo, el desenlace que ha tenido en
Mar del Plata el tema del ALCA parece indicar que,
frente a la opción de responder a los llamados de
Brasil o de EE.UU., la mayor parte de los países del
continente opta por el segundo, o sea que con el
ingreso de Venezuela el Mercosur solo cosecharía
los problemas.

El autor es vicepresidente de la Cámara de


Exportadores de la República Argentina.
Kirchner, hacia un eje con
Chávez
Se impulsa una mayor integración
LUNES 21 DE NOVIEMBRE DE 2005

CARACAS.– Cuando Néstor Kirchner aterrizó


anoche, a las 23, en la ciudad de Puerto Ordaz (a
500 kilómetros de esta capital), comenzó a
materializar una de sus más controvertidas
incursiones en materia de política exterior desde
que llegó al poder. Hoy y mañana expondrá, a los
ojos de la comunidad internacional, una alianza
estratégica con Hugo Chávez, en momentos en que
los gobiernos de Buenos Aires y de Caracas
coinciden en sus diferencias (enfrentamiento, en el
caso de Chávez) con Estados Unidos y México.

Chávez dijo ayer por TV que quiere crear “un nuevo


eje en América del Sur”, cuya espina dorsal sean
Caracas, Buenos Aires y Brasilia. “Hay que mirar al
Sur y no tanto al Norte, porque el Norte trae
perturbaciones”, dijo en “¡Aló Presidente!”, el
programa de radio y TV que conduce una vez por
semana.

Frente a este escenario, y conscientes de las


innegables connotaciones políticas de la gira, altas
fuentes de la comitiva oficial dijeron a LA NACION
que se priorizará una agenda de trabajo económica.
De hecho, el Gobierno procura presentar el viaje
como una misión de negocios, con la que se buscará
generar nuevas oportunidades comerciales para el
país.

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Un nuevo round en la pelea con México
Expectativa en la prensa local
Un vínculo económico basado en la política
“Este es un viaje netamente económico: todos sus
objetivos son los de desarrollar oportunidades de
negocios y mejorar las perspectivas nacionales, por
ejemplo en materia de provisión energética”, dijo
un funcionario que goza de la confianza
presidencial y que acompañó a Kirchner en el vuelo.

“La relación con Venezuela es la mejor y ése es el


único contexto político que se tuvo en cuenta para
la concreción del viaje. Sobre todo lo demás hay
demasiadas especulaciones”, agregó.

En Venezuela, si bien se asume este enfoque, la


prioridad está puesta en la cuestión de la
integración. “La expectativa es fomentar y afianzar
la unidad latinoamericana”, afirmó a LA NACION el
ministro de Información y Comunicación de
Chávez, Yuri Pimentel. En los dos días que durará la
visita oficial a este país, Kirchner tiene previsto
mantener un encuentro con Chávez, participar de
reuniones con autoridades argentinas y locales para
el desarrollo de nuevos entendimientos comerciales
y manifestar su aval al ingreso de Venezuela como
miembro pleno del Mercosur.

Además, pretende fomentar el desarrollo de un


ambicioso proyecto energético para el tendido de
un gasoducto de 4000 kilómetros que permita
nutrir de ese combustible a la Argentina, pasando
por Brasil y Uruguay.

Sin embargo, según lo admiten los propios


funcionarios, lo que desvela a las autoridades
argentinas es, en verdad, la posibilidad de lograr un
nuevo compromiso de Venezuela en la asistencia
financiera de la Argentina mediante la compra de
bonos.

Ayuda financiera

El gobierno de Chávez ya adquirió 950 millones de


dólares en títulos nacionales: 650 millones
corresponden a la serie Boden 2012 y 300 millones
a la de Boden 2015. Pero Kirchner espera más
ayuda de parte de Venezuela. Para mejorar la
negociación con el FMI el presidente argentino
quiere que Chávez se comprometa con la compra de
300 millones de dólares más en bonos de la deuda.

La necesidad de la Argentina surge del hecho de


que tiene suspendido su acuerdo con el Fondo
Monetario Internacional (FMI) desde septiembre
del año pasado y debe afrontar vencimientos del
orden de los 5000 millones de dólares el año que
viene. De ese total, unos 1700 millones son
impostergables y necesitan financiación.

De hecho, en el entorno del presidente reconocen


que el tema forma parte de la agenda de asuntos
medulares por desarrollar en la visita.

"La cuestión de la asistencia financiera está en la


agenda. El gobierno venezolano ya nos compró casi
1000 millones en bonos. Esperamos que profundice
ese interés", dijo a LA NACIÓN un alto funcionario
de Kirchner.

Nadie quiere, sin embargo, arriesgar las cifras que


se espera que Venezuela comprometa desembolsar
en el corto plazo.

"Es una negociación, y en una negociación, cuanto


más se habla, más se pierde. Si uno fijara un
número y no se llegara a alcanzar, parecería que la
negociación no satisfizo las expectativas, cuando en
realidad toda la asistencia que se pueda conseguir
será beneficiosa y positiva", explicó la fuente.

La decisión política de hacer el viaje a Venezuela


provocó, en los días previos a la partida, posiciones
encontradas en la Casa Rosada.

Existían dudas respecto de cómo esta gira situaría


al país en sus relaciones con Washington y con
México.

Además, hubo alusiones a que con el viaje se


desatendería el frente interno, signado por la
apertura del juicio político al jefe de gobierno
porteño, Aníbal Ibarra, y por los aún no anunciados
cambios de gabinete.

De todos modos, más allá de las cavilaciones,


Kirchner dejó los problemas políticos internos para
visitar a Chávez en el corazón del Orinoco.

El Presidente llegó a una Venezuela movilizada. Su


arribo coincidió con el agudo conflicto que Chávez
mantiene con el presidente de México, Vicente Fox,
y con la escalada en la tensión con los Estados
Unidos, que llegó a su punto máximo luego de que
el mandatario caribeño calificara a George W. Bush
de "asesino, genocida y loco" (ver recuadro).
Es más: el chavismo hizo anteayer en Caracas una
demostración de apoyo popular al presidente
venezolano en su disputa con Fox y con Bush, y
convocó a una marcha que, a su vez, funcionó como
una bienvenida a Kirchner.

Ocurre que los venezolanos partidarios de Chávez


valoran el cruce de Kirchner con Fox y su oposición
al relanzamiento del ALCA, junto con el resto de los
países del Mercosur, en la IV Cumbre de las
Américas celebrada en Mar del Plata a comienzos
de mes.

"Aló, Presidente"

Como un anticipo del clima político y de las


expectativas que Venezuela pone en su relación con
Kirchner, el presidente venezolano lanzó ayer en su
programa radiotelevisado frases dirigidas a seducir
a su par argentino para conformar un "eje Caracas-
Buenos Aires".

En ese sentido, dijo que la industria pesada


venezolana "es pieza clave del nuevo eje
sudamericano que va de Caracas a Buenos Aires y
que implica otros ejes periféricos". En ese sentido,
dijo que ese eje "se divide en dos partes: el eje
Caracas-Buenos Aires y Brasilia-Buenos Aires".
Por último, Chávez justificó su encuentro con
Kirchner en Guayana en la necesidad de que esa
"región mágica alimente la fe y la voluntad que
recogemos de los pueblos argentinos y venezolano
para construir la nueva América del Sur".

Por Lucas Colonna Enviado especial


Expectativa en la prensa local
Los diarios venezolanos destacan la gestión por el Mercosur
LUNES 21 DE NOVIEMBRE DE 2005

PUERTO ORDAZ, Venezuela (Télam).- Los diarios


venezolanos reflejaron ayer con expectativa la visita
del presidente Néstor Kirchner, con especial
atención en la eventual incorporación de Venezuela
al Mercosur, actualmente integrado por la
Argentina, Brasil, Uruguay y Paraguay.

El matutino El Nacional señaló desde su portada:


"Kirchner viene a respaldar el ingreso de Venezuela
al Mercosur".

"Chávez y Kirchner analizarán el ingreso de


Venezuela al Mercosur", indicó el diario caraqueño
en la página 13, y mencionó además la posibilidad
de construir un gasoducto de 12 mil kilómetros
entre ambos países, como lo señaló anteayer en
Buenos Aires el ministro de Planificación Federal,
Julio De Vido.

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Kirchner, hacia un eje con Chávez
Un nuevo round en la pelea con México
Un vínculo económico basado en la política
"El presidente argentino, Néstor Kirchner, llegará
hoy [anoche] a Venezuela, en una visita de dos días
en la que firmará convenios, reflotará un proyecto
de construir un gasoducto entre ambos países e
impulsará el ingreso de Caracas al Mercosur,
mientras espera una colaboración financiera del
gobierno de Hugo Chávez", dice El Nacional en su
edición de ayer.

Seguridad

Para El Universal, el foco está puesto en la


"reforzada seguridad" para la cumbre entre Hugo
Chávez y Néstor Kirchner en Puerto Ordaz.

"Con una agenda fundamentalmente económica,


pero de inevitables implicaciones políticas, el
presidente Néstor Kirchner se entrevistará mañana,
lunes, con su colega Hugo Chávez, tenaz
contradictor del mandatario estadounidense George
W. Bush y de su política exterior", dice El Universal.

Chávez llegó antes del mediodía de ayer a esta


ciudad para realizar su programa "Aló Presidente",
a orillas del río Orinoco, y aguardar la llegada de
Kirchner, con quien firmará acuerdos comerciales.

El tema del Mercosur es tomado también por El


Diario, de Caracas, que enfatizó el respaldo de la
Comunidad Andina de Naciones (CAN) a la
incorporación de Venezuela al Mercosur.

Para ello destacó las declaraciones del secretario


general de la CAN, Allan Wagner Tizón, luego de
una reunión que mantuvo con el vicepresidente
venezolano, José Vicente Rangel.

"Damos la bienvenida a este deseo de Venezuela de


avanzar políticamente en una mayor relación con el
Mercosur y todos juntos construir la nueva
Comunidad Sudamericana de Naciones", celebró
Wagner Tizón.
"La visita tiene una gran
trascendencia"
Alí Rodríguez, canciller de Venezuela, elogió el viaje de
Kirchner tras la cumbre
MARTES 22 DE NOVIEMBRE DE 2005

PUERTO ORDAZ, Venezuela (De un enviado


especial).- Alí Rodríguez tiene hoy el título de
canciller. Pero es, en verdad, mucho más que el
funcionario que conduce las nada sencillas
relaciones exteriores del jefe de Estado venezolano.
Es, por cierto, uno de los principales ideólogos del
gobierno de Hugo Chávez, a quien acompaña desde
su desembarco en el poder, en 1999.

Fue guerrillero en los años 70 y vivió en la


clandestinidad. Con la llegada de Chávez, ocupó su
primer cargo en el Poder Ejecutivo como ministro
de Energía. Pasó por la OPEP y fue presidente de
Pdvsa, la empresa de petróleo estatal, en la crisis de
2002 y 2003, que provocó un fuerte sismo en la
administración chavista.

Fue esa circunstancia la que lo catapultó como uno


de los principales hombres de consulta de Chávez, a
tal punto que éste luego le confirió las relaciones
exteriores de su administración.
Más notas para entender este tema
Preocupa en EE.UU. la profundización del eje Buenos Aires-
Caracas
Brasil buscó no sumarse a la postal de Puerto Ordaz
Chávez prometió a Kirchner que comprará más bonos argentinos
En una entrevista con varios medios, entre ellos LA
NACION, en un aparte de la cumbre, definió los
objetivos políticos de Venezuela en la integración
con el Mercosur y dio cuenta de los porqué y los
cómo al impulso de su administración en la relación
con la Argentina.

"La asociación con la Argentina responde a la


asociación económica, a la complementación entre
una potencia agroexportadora y una potencia
energética, a cómo dos países hermanos, sin
necesariamente competir entre ellos, avanzan
mucho más rápido", dijo.

"Hace poco más de un año hubo un crecimiento


exponencial del intercambio comercial. Nos
estamos acercando a los 1000 millones de dólares
anuales, después de estar en los 100 millones
durante años. Y el año que viene estaremos pasando
largamente la frontera de los 1000 millones",
agregó.

-¿Qué evaluación política hace de la visita de


Kirchner?
-La visita de Kirchner es de una gran trascendencia
política, porque ocurre después del evento de Mar
del Plata, que, como saben, tuvo un impacto muy
importante en la región.

-¿Por qué a Venezuela le interesa sumarse al


Mercosur? ¿Cuál es el interés estratégico?

-Porque es un paso muy importante hacia la


conformación de la Comunidad Sudamericana de
Naciones y porque responde a los principios de
cooperación, complementación, solidaridad y
respeto a la soberanía por los que se rige la política
exterior de Venezuela. En condiciones prácticas
puedo dar muchos ejemplos. Por ejemplo, en
materia agrícola: con la asistencia argentina
podemos potenciar el aprovechamiento de nuestras
tierras, en un país que tiene más de 45 millones de
hectáreas aptas para la agricultura muy poco
explotadas.

-¿Existe además una valoración política en


esta decisión?

-Sí, por supuesto. Mirando hacia el Sur es posible


desarrollar una estrategia propia, porque se abre
una senda para conformar un amplio mercado
interno; en este caso, sudamericano. No hay dudas
de que si seguimos en este camino, otros países
vendrán a agruparse en esta integración.

-¿Implica esta asociación complicaciones


hacia el interior de la Comunidad Andina de
Naciones por la incorporación de otras
normas, en este caso, las del Mercosur?

-Va a haber reuniones por estos temas. Hay que ver


el impacto que producen en la Comunidad Andina y
entre ésta y el Mercosur. Tenemos la tarea de ver
cómo se compatibilizan las normas.

"Payaso"

MEXICO (Télam-SNI).- El escritor mexicano


Carlos Fuentes calificó ayer de "payaso" al
presidente venezolano Hugo Chávez y consideró
una "pérdida de tiempo" la polémica entre los
gobiernos de México y Venezuela. Fuentes
cuestionó también al presidente mexicano Vicente
Fox por involucrarse en una disputa con Chávez, ya
que según su punto de vista el mandatario
venezolano utiliza un lenguaje "de peleonero de
callejón". El escritor mexicano, premio Príncipe de
Asturias 1994, opinó que la crisis diplomática entre
México y Venezuela "es una muestra más de los
presidentes por personalizar la política exterior". Y
sostuvo que responderle a Chávez es una "pérdida
de tiempo, una equivocación".
Gesto de Lula hacia Duhalde
Recibió en Brasilia al ex presidente, que en 15 días dejará su
cargo en el Mercosur
MIÉRCOLES 23 DE NOVIEMBRE DE 2005

Como quien se encuentra con un viejo amigo, el


presidente de Brasil, Luiz Inacio Lula da Silva,
recibió ayer en su despacho a Eduardo Duhalde,
que en dos semanas terminará su mandato como
jefe diplomático del Mercosur.

Fue una reunión informal -de hecho no figura en la


agenda presidencial que publica la presidencia
brasileña-, pero que el duhaldismo se encargó de
difundir junto con la foto correspondiente.

La media hora de charla entre Lula y Duhalde versó


sobre los avances en la conformación de la
denominada Comunidad Sudamericana de
Naciones -una iniciativa que ambos fogonearon con
especial interés- y sobre los planes inmediatos del
Mercosur.

Pero, por sobre todas las cosas, fue un gesto de


despedida del presidente de Brasil para con
Duhalde, a quien conoció cuando éste todavía
gobernaba la Argentina.
Los dos afianzaron su amistad en los últimos años.
Eso coincidió con la ruptura política entre Duhalde
y el presidente Néstor Kirchner y con el
enfriamiento de las relaciones entre Brasilia y
Buenos Aires debido a las asimetrías comerciales en
el bloque regional.

Por ese conflicto, Kirchner y Lula no han tenido


reuniones bilaterales este año. La primera será la
semana próxima, en Puerto Iguazú, con el fin de
levantar el nivel de diálogo.

Agenda de integración

Lula recibió a Duhalde en el Palacio de Planalto -


sede del gobierno-, acompañado por su asesor en
política exterior Marco Aurelio García.

Según consignó un comunicado de la oficina de


prensa de la Comisión de Representantes
Permanentes del Mercosur, Lula y Duhalde
coincidieron en la necesidad de darles mayor
difusión a las ideas sobre la integración continental.

En ese sentido, Brasil promoverá la creación de un


sello editorial regional, que se encargará de editar
obras de pensadores sudamericanos. Esa propuesta
será formalizada por Lula durante la Cumbre del
Mercosur, que se realizará los días 8 y 9 del mes
próximo, en Montevideo.

Justamente en esa cita se hará efectiva la salida de


Duhalde de la presidencia de la Comisión de
Representantes Permanentes. Su mandato era por
dos años y, pese a que existe una opción para que se
quede una temporada más, su pelea con Kirchner lo
forzó a resignarse a dejar el cargo. Salvo que alguno
de los dos falte, Duhalde y Kirchner deberían
cruzarse en Uruguay por primera vez desde que
desarmaron su alianza.

El ex presidente estaba en la capital brasileña con


motivo del Foro de Cortes Supremas de Justicia del
Mercosur y Países Asociados, que terminó anteayer.

Lula, según fuentes del PJ bonaerense, felicitó a


Duhalde por su gestión en el Mercosur y reiteró que
lo considera un amigo.

La última vez que se habían visto, con motivo de la I


Cumbre de la Comunidad Sudamericana, el líder
brasileño había saludado con palabras altamente
elogiosas al ex presidente. "Quiero agradecer al
compañero Duhalde por su dedicación, durante
todo este tiempo, a la dirección del Mercosur. Pocas
veces he visto un dirigente político más generoso,
con voluntad de hacer las cosas sin preguntar para
qué o para quién."

Encuentro por la amistad

El presidente Néstor Kirchner se reunirá el


miércoles próximo en Puerto Iguazú con su par del
Brasil, Luiz Inacio Lula da Silva, para consolidar la
relación bilateral y fortalecer al Mercosur, firmar
unos 20 protocolos y acuerdos bilaterales, resolver
las asimetrías comerciales entre ambos países con
una Cláusula de Adaptación Competitiva, para
proteger la producción de ambos países. El motivo
formal será celebrar los 20 años del Día de la
Amistad Argentino-Brasileña, que evoca los
acuerdos entre Raúl Alfonsín y José Sarney, que
estarán presentes durante los festejos.
El conflicto dominó la
relación
Kirchner y Lula, del amor al rencor
DOMINGO 27 DE NOVIEMBRE DE 2005

La relación entre Néstor Kirchner y Luiz Inacio Lula


da Silva pasó por todos los ánimos: el idilio, la
desconfianza y el rencor. Ahora, los presidentes de
la Argentina y Brasil quieren recomponer la alianza.
Previo a asumir, en mayo de 2003, Kirchner viajó a
Brasilia y trató a Lula como a su mejor amigo. Se
habló allí de fundar una "alianza estratégica".

Luego, la relación cayó en el desencanto. Lula no


apoyó a la Argentina en su negociación con el FMI,
hasta que en agosto de 2003 se llegó a un acuerdo
de renegociación. Kirchner valoró la colaboración
de Chile y México.

En septiembre, Lula y Kirchner se reunieron en


Nueva York, durante la asamblea anual de las
Naciones Unidas y distendieron la relación.

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Hay trabas para el acuerdo comercial entre Kirchner y Lula
Brasil quiere ofrecer un gesto de amistad
Empresarios presentarán mañana sus quejas
En julio de 2004, en una XXVI Cumbre del
Mercosur en Puerto Iguazú, Kirchner dijo que el
Mercosur "no sirve" si no es para desarrollo
equitativo de las industrias. Había entonces una
queja de Brasil por medidas proteccionistas: luego
se reunieron y descomprimieron la situación.

El noviembre de ese año, Kirchner resolvió no ir a la


cumbre del Grupo de Río y en diciembre faltó a
Cuzco, donde se lanzó la Comunidad Sudamericana
de Naciones, liderada por Lula.

Pero en diciembre le bajaron el tono a la disputa


bilateral, luego de que Kirchner había criticado a
Brasil en la cumbre del Mercosur en Ouro Preto,
unos meses antes. En marzo último, se reunieron
en Montevideo para acordar estrategias comunes
con el FMI.

En mayo, Kirchner se volvió de Brasil antes del


término de la Cumbre América del Sur-Países
Arabes, siempre por las asperezas comerciales con
el vecino país.
Gestos de acercamiento entre
Kirchner y Lula
El presidente argentino destacó la importancia de lograr
mayor integración económica; el brasileño ratificó su apoyo a
las negociaciones del país con el FMI
MIÉRCOLES 30 DE NOVIEMBRE DE 2005 • 13:45

PUERTO IGUAZU.- Los presidentes de la


Argentina, Néstor Kirchner, y de Brasil, Luiz
Inácio Lula Da Silva intercambiaron hoy gestos de
acercamiento durante los festejos por los 20 años
de la firma del acuerdo que sirvió de base al
Mercosur.

Durante una conferencia de prensa que


compartieron tras firmar una serie de acuerdos
bilaterales, los presidentes intercambiaron elogios
y se expresaron en favor de reforzar la alianza
estratégica entre ambos países.

Mientras que el mandatario argentino juzgó de


"imprescindible" la integración de ambas
economías, Da Silva ratificó el apoyo brasileño a
las negociaciónes argentinas con el Fondo
Monetario Internacional (FMI) y aseguró que
ambas naciones "forman una alianza entre
iguales".
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Documento: el discurso completo de Kirchner

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El Gobierno se endureció y dejó a la CGT con las manos vacías
La Bolsa y los bonos siguieron en caída
Pesimismo en Washington por los cambios
Principios políticos. "Integrar nuestras
economías y fortalecer nuestro comercio es
imprescindible; los altibajos y los períodos de
incertidumbre nos recuerdan el sentido primario
de un proyecto integrador y nuestros gobiernos
recuperaron el valor de los principios políticos",
aseguró Kirchner durante la conferencia de
prensa.

No obstante, el Presidente destacó que la


integración debe implicar una apertura a "todos
los sectores" para que "puedan complementarse".

En medio de un clima de distensión, Kirchner


remarcó: "la comunidad internacional reconoce
nuestra voluntad por la paz. Argentina y Brasil
comparten el mérito de ser una zona de paz".
Refuerzo. Da Silva, por su parte, reafirmó el
apoyo brasileño a las negociaciones argentinas
con el Fondo.

"Apoyamos a la Argentina en su negociación con


el FMI para preservar su crecimiento industrial y
económico", afirmó Lula.

Países fuertes. En este sentido, el mandatario


brasileño aseguró que la Argentina" tiene que
reforzar su industria más que nadie, y recuperar
su capacidad productiva".

"Cuanto más fuerte sea Argentina, más fuerte será


Brasil, y cuanto más fuerte será Brasil, más fuerte
será Argentina" y el resto de los países del
Mercosur, enfatizó.

Además, aseguró que ambas naciones "forman


una alianza entre iguales" y marcó como prioridad
"reforzar el Mercosur y consolidar la Comunidad
Sudamericana de Naciones".

De la conferencia de prensa participaron los ex


presidentes Alfonsín y Sarney y los gobernadores
de Misiones, Carlos Rovira y de Córdoba, Juan
Manuel de la Sota.
Taiana y Miceli, presentes. Por el lado
argentino estuvieron la designada ministra de
Economía, Felisa Miceli; el canciller saliente y su
sucesor, Rafael Bielsa y Jorge Taiana,
respectivamente; los ministros de Salud, Ginés
González García; de Educación, Daniel Filmus, y
de Trabajo, Carlos Tomada, así como el jefe de
Gabinete, Alberto Fernández.

Barreras comerciales. En tanto, el tema de


las asimetrías comerciales , una de las mayores
trabas en la relación bilateral, quedó fuera del
encuentro entre Kirchner y Lula.
Pese a la buena voluntad política de ambos países,
diferencias técnicas y el reemplazo de Roberto
Lavagna por Miceli al frente del Ministerio de
Economía argentino llevaron a que se acordara
excluir la creación de salvaguardias a la
importación -reformuladas bajo el nombre de
cláusula de adaptación competitiva (CAC)- de la
veintena de protocolos por firmarse.
Carlos Alvarez volverá a la
política para ser el referente
del Mercosur
Dijo tener "sintonía clara con el Gobierno"
JUEVES 01 DE DICIEMBRE DE 2005

Mariano Obarrio
SEGUIR

LA NACION

PUERTO IGUAZU.- Carlos "Chacho" Alvarez llegó


al hotel con carpetas en la mano y sin saber nada -
al menos, eso dijo- sobre su futuro. Su presencia
desató expectativas, versiones y rumores. El
presidente Néstor Kirchner lo llamó a su
habitación; luego pasaron a la del mandatario
brasileño, Luiz Inacio Lula da Silva; hubo saludos,
felicitaciones y deseos de suerte: quedó así
ratificado como presidente de la Comisión de
Representantes Permanentes del Mercosur.

Sucederá así al ex presidente Eduardo Duhalde,


que había cultivado una intensa relación con Lula,
al tiempo que por motivos de política interna cayó
en desgracia ante Kirchner.
Alvarez asumirá su cargo al frente del Mercosur
en la próxima reunión de presidentes del bloque,
el 8 y el 9 del mes actual en Montevideo.

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Kirchner y Lula reforzaron su alianza
Se firmaron 23 pactos de cooperación
Apostillas
Hasta ahí, el aspecto formal. Pero en sí misma su
llegada es todo un dato político. En primer
término, confirma el giro de Kirchner hacia
posturas progresistas y subraya la tendencia de
sumar a ex figuras del Frepaso a los primeros
planos de su gestión. En segundo lugar, la llegada
del ex líder frepasista marca el retiro de Duhalde
de la escena regional y despeja un obstáculo en la
relación con Lula.

El Presidente recelaba de su par brasileño cuando


éste le daba tanto juego a Duhalde en iniciativas
como la Comunidad Sudamericana de Naciones, a
tal punto que Kirchner faltó a algunas cumbres
clave para Lula.

El presidente argentino entendía que ese


emprendimiento era imposible si Brasil no
aceptaba negociar salvaguardias comerciales para
proteger y fortalecer la industria argentina, algo
que ayer se acordó instituir a más tardar el 31 de
enero próximo.

En ese contexto, la presencia de Alvarez en el


Iguazú Grand Hotel, sede de la cumbre, ayer, fue
bienvenida.

Venía de Foz de Iguazú, donde había participado


de un seminario sobre el futuro de la relación
bilateral, que al igual que la cumbre Kirchner-Lula
sirvió para celebrar los 20 años del Día de la
Amistad entre ambos países. Cuando Alvarez llegó
a la habitación de Kirchner, el Presidente le
preguntó si aceptaba el cargo en el Mercosur, ante
lo que respondió que sí.

Kirchner se comunicó entonces por teléfono con


los presidentes de Paraguay, Nicanor Duarte
Frutos, y de Uruguay, Tabaré Vazquez, a los que
pidió su respaldo para nombrar al ex
vicepresidente, algo previamente conversado
entre las cancillerías.

Con esa aprobación, Kirchner llevó a Alvarez ante


Lula, que también ya lo había aprobado.

Un nuevo aliado
Alvarez dijo luego a LA NACION que procura
avanzar con un fuerte impulso a la integración
regional, algo que trabaja desde 2002, cuando
fundó el Centro de Estudios Políticos, Economicos
y Sociales (Cepes).

-¿De este modo usted se suma al gobierno


de Kirchner?

-Representaré a cuatro gobiernos. Y eso significa


desde ya que tengo una sintonía clara con el
gobierno de Kirchner, porque de lo contrario no
podría cumplir esa función.

-¿Cómo ve la incorporación de Venezuela


en el Mercosur?

-En un proceso de integración como éste se trata


de profundizar y ampliar el Mercosur. No hay que
confundir integración con ideología.

-¿Con esto vuelve a la política?

-No a la política de la lucha partidaria ni a la lucha


por el poder. No a la política coyuntural. Sigo
desarrollando la línea iniciada en el Cepes.

-¿Por qué cree que lo llamaron?


-Desde 2002 siempre hemos abordado en el Cepes
la integración regional y la estrategia a largo plazo
para el país. Es la continuidad de una línea.

-Pero su nombre es muy significativo,


demuestra que Kirchner tiene una línea
emparentada con lo que fue el Frepaso.

-Con una crisis de partidos tan grande, el papel de


la sociedad civil es muy importante y desde allí
también se puede trabajar.

-¿Es tan sencilla la integración, como


sugieren hoy con discursos elogiosos
Kirchner y Lula?

-Es muy difícil un proceso de integración cuando


nuestros países cada cinco años tienen crisis
internas profundas y cuando arrastran profundas
asimetrías. Son procesos largos, de avances y
retrocesos.

-¿Vale la pena esa pelea?

-Sí. El Mercosur es una de las pocas políticas de


Estado que tiene el país. Todos los presidentes
defendieron el Mercosur; no es un dato menor.
-¿Cómo vio el último cambio de gabinete y
la salida de Lavagna?

-No quiero opinar de nombres. Me parece positivo


que si hay tensiones entre un presidente y un
ministro de Economía, se resuelvan cuando el país
está creciendo. Y sofocarlas cuanto antes porque
siempre que se produjeron tensiones, no fueron
buenas.
De Lunes a Viernes
Las claves de lo que viene
DOMINGO 04 DE DICIEMBRE DE 2005

Cumbre. El jueves, en Montevideo, comenzará la


Cumbre del Mercosur, que reunirá a los presidentes
de los países miembros de la unión aduanera.
Néstor Kirchner tiene previsto viajar el jueves y
regresar el viernes; se encontrará con el resto de los
jefes de Estado de los países miembros y asociados
del bloque regional y recibirá, de manos del
uruguayo Tabaré Vázquez, la presidencia rotativa,
que ejercerá por los próximos seis meses. Durante
la cumbre, se tratará la incorporación de Venezuela
al bloque y los países firmarán sendos acuerdos de
comercio. En tanto, el viernes se reunirá la
Comunidad Sudamericana de Naciones,
conformada por el Mercosur y la Comunidad
Andina.

Precios. Mañana se conocerá el dato de inflación


de noviembre y los pronósticos privados anticipan
un número elevado, con un piso del 1 por ciento. En
tanto, a mediados de la semana comenzará a regir
el acuerdo de precios firmado por los
supermercados y el Gobierno para aplicar una baja
del 15% en más de 200 productos de la canasta
básica. El Indec también difundirá el índice de
costo de la construcción y el sistema de índices de
precios mayoristas.

Promoción. El ministro de Planificación Federal,


Julio De Vido, viajará a Nueva York con
empresarios argentinos para participar en el
encuentro del Council of the Americas. En ese
encuentro, que comenzará pasado mañana, los
empresarios se reunirán con inversores de Estados
Unidos para promocionar sus negocios. Asistirán,
entre otros, Jorge Brito (Macro Bansud); Ernesto
Gutiérrez (Aeropuertos Argentina 2000); Marcelo
Mindlin (Dolphin); Luis Ribaya (Banco Galicia) y
Alejandro McFarlane (Edenor).

Energía. Los ministros de Energía y Planificación


de la Argentina, Brasil y Venezuela se reunirán,
mañana en Caracas, para evaluar un proyecto de
construcción de un gasoducto que una a los tres
países. La Argentina estará representada por el
ministro de Planificación, Julio De Vido y el
secretario de Energía, Daniel Cameron.

Competitividad. El secretario de Industria,


Miguel Peirano, y su par brasileño de Comercio
Exterior, Ivan Ramalho, se reunirán mañana en
Brasil para discutir sobre la Cláusula de Adaptación
Competitiva. Se trata de una herramienta que
serviría para frenar importaciones de dentro del
Mercosur que dañen industrias locales, con la
condiciona de que éstas se reconviertan.

Liga. Intendentes bonaerenses y funcionarios de la


subsecretaría de Defensa del Consumidor se
reunirán mañana para coordinar el accionar de la
Liga de Seguimiento de Precios creada por el
presidente Néstor Kirchner para controlar el
aumento de precios. Tratarán los criterios para
relevar, fiscalizar y difundir precios de productos de
consumo masivo. También se reunirán con
intendentes de las provincias.
Venezuela será miembro
pleno del Mercosur
Lo definieron los cancilleres reunidos hoy en Montevideo;
mañana comienza la cumbre del grupo regional; esta noche
llegó Kirchner
JUEVES 08 DE DICIEMBRE DE 2005 • 20:45

MONTEVIDEO.- Venezuela ingresará mañana


como miembro pleno del Mercosur.

Los presidentes Néstor Kirchner, de la Argentina;


Luiz Lula da Silva, de Brasil; Nicanor Duarte, de
Paraguay, y Tabaré Vázquez, de Uruguay, como
países fundadores, firmarán mañana el documento
que permitirá la incorporación del país gobernado
por Hugo Chávez.

Además de autorizar el ingreso de Venezuela, los


presidentes firmarán el Protocolo Constitutivo del
Parlamento del bloque, según lo acordó la Comisión
Parlamentaria Conjunta (CPC), reunida hoy en
Montevideo.

La incorporación de Venezuela será rubricada


mañana, pero en la práctica se demorará por lo
menos dos años mientras el gobierno de Caracas
procesa los aspectos legales y administrativos de su
adhesión al Tratado de Asunción, que dio origen al
Mercosur.

Venezuela además deberá aceptar los protocolos de


Ouro Preto (Brasil) y de Olivos (Argentina), que
dieron creación a las estructuras institucionales y
los mecanismos para solución de controversias en el
grupo regional.

La llegada de Kirchner. El Presidente aseguró


esta noche que Venezuela "es una gran nación" y
"debe ser miembro pleno del Mercosur".

Al arribar al hotel donde se hospeda en esta ciudad,


y al ser consultado sobre la solicitud de ingreso al
bloque regional, hecha por el presidente Hugo
Chavez, Kirchner respondió: "Creo que Venezuela
es una gran nación, un gran país y debe ser
miembro pleno del Mercosur".

Por otra parte, el Jefe de Estado no asistirá


finalmente a la Gala de Honor que el presidente de
Uruguay, Tabaré Vázquez encabeza en el Teatro
Solís de Montevideo, aunque sí asistirá a la cena
ofrecida por el mandatario uruguayo a los
visitantes.

Gala. De acuerdo con lo previsto, esta noche se


realizará la Gala de Honor de las delegaciones
oficiales en el Teatro Solís, tras lo cual el presidente
uruguayo, Tabaré Vázquez, ofrecerá una recepción
a los asistentes a la cumbre en el Hotel del Prado de
la ciudad de Montevideo.

El resto de la agenda. La inauguración de la


Cumbre del Mercosur se realizará mañana a las 9 y
estará a cargo del jefe de Estado anfitrión, Tabaré
Vázquez.

Según la agenda oficial del encuentro, a las 13 de


mañana será la clausura formal de la cumbre, tras
lo cual ofrecerán una conferencia de prensa de los
presidentes Néstor Kirchner y Tabaré Vázquez, en
su calidad de presidentes pro-témpore entrante y
saliente.

En tanto, a las 14.30, se celebrará la sesión


extraordinaria de la Cumbre de Jefes de Estado de
la Comunidad Sudamericana de Naciones, en el
Salón de los Plenarios del Edificio Mercosur,
encuentro que finalizará cerca de las 18.

También se formalizará mañana la designación del


ex vicepresidente argentino Carlos ´Chacho´
Alvarez como nuevo titular de la Comisión de
Representantes Permanentes del Mercosur, en
reemplazo del ex mandatario Eduardo Duhalde,
quien ayer dejó el cargo.
No debemos buscar rivales,
sino socios”, dice Juan
Tokatlian
Según el sociólogo, el país debe evitar ser un dolor de cabeza
para los EE.UU.
SÁBADO 10 DE DICIEMBRE DE 2005

“Necesitamos construir una sociedad estratégica


con Brasil que nos coloque con una voz más audible
en el escenario internacional”, dice Juan Gabriel
Tokatlian, moviendo las manos sobre su escritorio
como un estratego que planea una batalla sobre un
mapa desplegado. Clava su índice en un ángulo de
su mesa de trabajo y agrega: “Frente a los Estados
Unidos tenemos que combinar, en el plano
multilateral y regional, una estrategia muy compleja
de resistencia y otra de colaboración”, y cierra
lamano como para atrapar el concepto expresado.

Enérgico y, a la vez, preciso, sólo se pone grave al


afirmar: “No hay ningún caso exitoso de un país que
haya ganado influencia internacional a través de
políticas de hostilidad y confrontación”, y se echa
hacia atrás para dar aire a esa advertencia.

Tokatlian nació en 1954 en Buenos Aires. Se graduó


de sociólogo en la Universidad de Belgrano e hizo
su doctorado en la Universidad Johns Hopkins, de
Washington. Durante 18 años trabajó como
investigador y docente en Colombia. Fue profesor
en la UBA y en Flacso, y, actualmente, es director de
Ciencia Política y Relaciones Internacionales de la
Universidad de San Andrés. Es autor de numerosos
libros, ensayos y artículos sobre política exterior, de
Colombia a la Argentina, sobre las relaciones entre
Estados Unidos y América latina y sobre el sistema
global contemporáneo. Entre sus obras, se destacan
"Hacia una nueva estrategia internacional" e
"Imperio, Estados e instituciones", escrito en
colaboración con tres expertos en política
internacional.

-En su visita a Venezuela, el presidente


Néstor Kirchner realizó acuerdos
comerciales con su par venezolano, Hugo
Chávez. ¿Cree que esta alianza otorga
independencia política y económica a ambos
países, fortaleciéndolos frente al poder
estadounidense?

-No creo que esta visita haya sellado ninguna


alianza específica. Venezuela es el país que más
bonos argentinos compra; el país con la estructura
energética más poderosa de América latina, y
además es un país en el que la Argentina tiene el
segundo nivel de inversiones en todo el hemisferio.
Por lo tanto, creo que esta última visita habría que
leerla en código comercial, aunque es casi inevitable
que sea leída en términos políticos, y en este
sentido el contexto quizás ha sido poco apropiado.

-¿Por lo que sucedió en Mar del Plata?

-Sí, pero sobre todo porque Hugo Chávez, además


de haber retirado de México a su embajador y de
estar en malas relaciones con Colombia, lo acusó a
Bush de genocida. Y es muy delicado que la
Argentina fortalezca sus vínculos con un país que
enfrenta abiertamente a los Estados Unidos. El
desafío de la Argentina es evitar que sus acuerdos
con Venezuela sean vistos como una confrontación
con los Estados Unidos y, a la vez, dejar abierto un
espacio válido de interlocución con Chávez.

-¿A qué punto de gravedad cree que llegarán


las diferencias entre Estados Unidos y
Venezuela?

-Para vislumbrar lo que podría suceder entre


Estados Unidos y Venezuela, hay que recordar lo
que sucedió entre Estados Unidos y Cuba. El
conflicto entre Washington y Caracas es tal que nos
encaminamos gradualmente hacia una especie de
retorno de la Guerra Fría. Piense que cuando
apareció el comunismo en Cuba, Estados Unidos
buscó que el conjunto del continente rodeara y
aislara a ese país. Todos los países, salvo México,
rompieron con Cuba, y de ahí en más la Guerra Fría
afectó a cada uno de nuestros países. La primera
cuestión que se plantea ahora es si la Argentina
pretende ser para Venezuela lo que fue México para
Cuba. Y la segunda cuestión es que si hubiera un
regreso de la Guerra Fría, el enemigo ya no sería el
comunismo internacional, sino el populismo
nacional. Cabe destacar que la categoría "populismo
nacional" sólo la utiliza Estados Unidos para
América latina y no para Asia, Africa u Oriente. La
cuestión es, entonces, determinar de qué modo la
Argentina no quedaría inscripta dentro de esa
categorización.

-Así como se cuenta que en la antigüedad


algunos senadores romanos no querían
destruir Cartago porque Roma necesitaba
contar con un enemigo que le exigiera
mantener en movimiento su maquinaria
bélica y justificara sus conquistas e
invasiones, ¿no necesita también Estados
Unidos de los enemigos que dice rechazar?

-La construcción del enemigo ha sido vital para la


formulación de la política exterior de los Estados
Unidos durante buena parte del siglo XX, y ha sido
una construcción fundamental para que Estados
Unidos tuviera una política consistente. Cuando
careció de enemigos, se dispersó y tuvo políticas
erráticas. Con el colapso de la Unión Soviética,
hubo un gran vaciamiento de esta figura del
enemigo, que se fue llenando con otros elementos,
como las crisis humanitarias, el crimen organizado,
la proliferación nuclear y el narcotráfico. Pero estas
piezas no conjugan una totalidad en términos de
enemigo. En cambio, Ben Laden, o bien el
terrorismo transnacional de alcance global,
configura, sí, esta imagen del enemigo de una
manera mucho más clara. Lo mismo ocurre con el
populismo de América latina.

-¿Quiere decir que los grandes enemigos de


Estados Unidos son hoy el islam y los
movimientos populistas de América latina?

-En cierto modo, sí. Y fíjese, además, que el


populismo tiene un toque de semejanza con el
islam, en el siguiente sentido: durante buena parte
de la Guerra Fría, la parte más militante del islam
fue respaldada por los Estados Unidos, por ser
anticomunista. El ejemplo emblemático es
Afganistán. El islam tenía el poder de contener a ese
otro gran rival que era la Unión Soviética. Pero el
islam, después del 11 de septiembre, se convirtió en
el gran enemigo de los Estados Unidos. Asimismo,
el populismo latinoamericano de los años 50 y 60, y
aun el de los 70, fue bienvenido como una
contención del comunismo en la región. Hoy,
paradójicamente, el populismo radical se convirtió
en un objeto de peligro. Por lo tanto, en este
proceso de inevitable construcción de enemigos por
parte de Estados Unidos, lo más importante para
nosotros como país es no convertirnos en un dolor
de cabeza para esa potencia. Tenemos que evitar
convertirnos en una periferia molesta, turbulenta e
inestable y, a la vez, no tolerar que Estados Unidos
intervenga en la solución de problemas que nos
competen sólo a nosotros.

-¿Confía en que Kirchner y Chávez poseen


sentimientos patrióticos y altruistas o
considera que se trata de líderes peligrosos
que manipulan a las masas con discursos
populistas para acrecentar su poder
individual?

-Yo diría que son dos estilos distintos de liderazgo,


y que no hay muchos puntos de sintonía efectiva
entre Kirchner y Chávez, aunque en algunos puntos
estén cerca, sobre todo en la tendencia tan
latinoamericana hacia el personalismo. En la
política, es muy importante lograr un equilibrio
entre el imperativo doméstico y la responsabilidad
internacional. El imperativo doméstico consiste,
entre otras cosas, en asegurar un orden interno
armonioso, y la responsabilidad internacional
consiste en resolver pacíficamente controversias,
cumplir con los acuerdos pactados, etcétera. Lo que
tienen en común Chávez y Kirchner, y también
Uribe, es que el imperativo doméstico prevalece
sobre la responsabilidad internacional, y esto hace
que adquiera una importancia excesiva el
protagonismo de esos líderes y, en consecuencia,
que las cancillerías apenas cumplan roles
secundarios en el diseño y la práctica de la política
exterior.

-¿Es justificado el recelo de la Argentina, por


su endeudamiento millonario con el FMI?

-Bueno, al hacer el balance de nuestros debes y


haberes, nuestros fracasos y desastres, tenemos que
mirarnos en primer lugar a nosotros mismos. Pero
es verdad que hubo actores, estatales y no estatales
(el FMI es un actor no estatal), que tuvieron algún
grado de responsabilidad en nuestros fracasos
socioeconómicos. Esta es la razón de que en
América latina el rencor hacia el FMI sea cada vez
más marcado, a tal punto que si en los años 60 se
atacaba a la CIA para atacar a los Estados Unidos, a
partir de los 90 se ataca al Fondo Monetario
Internacional.

-Los libertadores de América soñaron


alguna vez con la unión sudamericana.
¿Cree factible la realización de ese sueño o
habrá que considerarlo una simple utopía?

-La unión sudamericana se encuentra hoy en una


situación de difícil concreción. En gran medida, lo
que hoy caracteriza a la región es la fractura. Uno
observa a México, América Central y el Caribe
insertos en la economía y la dinámica
norteamericanas, y no por una cuestión de
vocación, sino porque se fue dando así en virtud de
la consolidación de lazos económicos, financieros,
políticos, militares y culturales con los Estados
Unidos. Si hacemos un corte en términos de
opciones estratégicas, encontramos una América
del Sur, la del Pacífico, que mira cada vez más hacia
los Estados Unidos (Chile hizo un acuerdo de libre
comercio con Estados Unidos, y Colombia, Ecuador
y Perú están tratando de hacer algo semejante) y,
por otro lado, una América del Sur, la del Atlántico
(Venezuela, Brasil, Uruguay y la Argentina), que
busca políticas de diversificación, que mira más
hacia la Unión Europea, que intenta jugar otras
cartas con China y con la India, y que es refractaria
a firmar un ALCA en cualquier condición. Y si
hacemos otro corte considerando el papel de las
fuerzas armadas en la política interna, encontramos
que, salvo la Argentina, Brasil, Chile y Uruguay,
donde está muy claro que los regímenes
democráticos quieren la defensa externa en manos
de las fuerzas armadas y la seguridad interna, en
manos de los cuerpos policiales, en el resto de la
región hay un entramado muy complejo. Es alto el
nivel de dispersión, de desagregación, de fractura,
en el que está sumido el continente. Por lo tanto, yo
siempre interpreté muy positivamente la idea de
gestar una comunidad sudamericana de naciones
como un intento de evitar más fracturas, y no tanto
como un modo de alcanzar una unidad que está
muy lejos de lograrse.

-¿Cree que el mundo será cada vez más


asiático y menos norteamericano?

-Para que China llegue a superar en su producto


bruto interno a los Estados Unidos necesitará
crecer tres puntos por arriba de la economía de los
Estados Unidos durante 74 años. Y el segundo dato
tiene que ver con lo militar. En estos momentos, en
términos de armas nucleares disponibles, Estados
Unidos tiene un arsenal de unas 10.300 ojivas
nucleares; Rusia tiene un arsenal de unas 8600
ojivas; Inglaterra tiene entre 250 y 300; Francia
tiene unas 300; Israel tiene unas 200; la India
puede tener entre 40 y 60, y Paquistán puede tener
entre 40 y 50, mientras que China tiene 400 ojivas
nucleares. Entonces, cuando se analiza el lugar de
China en el futuro, hay que entender que estamos
en un largo proceso, en el cual esta mutación hacia
el mundo asiático es evidente en términos
económicos y de dinámicas tecnológicas, pero en
cuanto a los componentes duros de poder,
intervienen otros factores. Y aquí surge una
cuestión interesante, y es que el hecho de que la
Argentina haya decidido no proliferar en términos
militares y nucleares la convierte en una
protagonista más incisiva para buscar la no
proliferación nuclear.

-¿Dónde está hoy la gran oportunidad de


crecimiento para la Argentina?

-Necesitamos construir una sociedad estratégica


con Brasil que nos coloque con una voz más audible
en el escenario internacional. Creo que frente a los
Estados Unidos necesitamos combinar, en el plano
multilateral y regional, una estrategia muy compleja
de resistencia y colaboración. Resistencia a lo que
no queremos ni deseamos y colaboración sobre lo
que necesitamos y podemos. Creo que debemos
volver a colocar los acentos en América del Sur, que
es nuestro espacio natural. En términos
comerciales, creo que debemos mirar muy
activamente a China, a la India, a Asia, y buscar la
mayor diversificación posible de nuestra inserción,
sabiendo, sin embargo, que los parámetros básicos
están en este continente. Por último, hay que tener
en cuenta que no hay ningún caso en la historia
reciente de un país decaído (y es el caso de la
Argentina) que haya logrado resurgir sin un fuerte
consenso social y político interno. Tampoco hay
ningún caso exitoso de un país que haya ganado
influencia internacional a través de políticas de
hostilidad y confrontación. Es buscando socios,
amigos, compañeros, como los países resurgen.
Nuestra vulnerabilidad es tan grande y tan frágil
nuestro leve repunte reciente que todo se puede
malograr si se insiste en llevar a cabo prácticas
divisivas y se descuida el delicado ámbito de las
relaciones internacionales.

Por Sebastián Dozo Moreno Para LA NACION


Integrados, no amurallados
Por Eduardo Duhalde Para LA NACION
SÁBADO 17 DE DICIEMBRE DE 2005

En los albores de este siglo XXI, cuando la


economía y las comunicaciones se han globalizado y
observamos una disputa por las hegemonías,
incluso a pesar de la preeminencia norteamericana,
se nos plantea la cuestión esencial de cómo
reaccionaremos ante los nuevos desafíos.

El interrogante nos lleva directamente a un


fenómeno que es, parafraseando a Ortega y Gasset,
el tema de estos tiempos: el pasaje de la etapa de las
nacionalidades a la de los regionalismos, pues en
cada región del mundo los países tienden a
organizarse en grandes bloques para actuar
orgánicamente.

Este proceso de agrupamiento de las repúblicas


sudamericanas no es una forma defensiva ante los
grandes países o bloques. Es la manera que
encuentran nuestros pueblos para cabalgar esta
historia.

Por esta razón, no adhiero a las miradas


ideologizadas acerca de la globalización y los
regionalismos. Esas posturas, muchas de ellas
anacrónicas, volvieron a aflorar con fuerza luego de
la elogiable actitud adoptada por los presidentes del
Mercosur en la última Cumbre de las Américas,
celebrada en Mar del Plata.

Allí se pretendió plantear como una opción de


hierro que o entramos mansamente en el ALCA o
perdemos el tren de la historia. Esos planteos no
hacen sino confundir los términos e ignorar la
naturaleza de lo que está realmente en debate.

Nuestros gobernantes deben, y de hecho lo están


haciendo, decidir de qué manera van a hacer frente
a estos nuevos desafíos. Y aquí es donde debería
darse, a mi juicio, un debate esclarecedor.

Estamos ante dos modelos de naturaleza muy


diferente. Por una parte está el modelo de la
integración, cuyo desarrollo más avanzado se ve en
la Unión Europea. En él, los países constituyen una
comunidad política, económica, social y cultural y
actúan en conjunto ante los grandes foros
internacionales. Para integrarse, los europeos
superaron viejos conflictos y suturaron sus heridas
de guerras y enfrentamientos centenarios, en un
proceso que lleva más de cinco décadas.
Por otra parte está el modelo del asociacionismo,
como es el Nafta, por ejemplo, o la iniciativa del
ALCA, que agrupa a países en tratados de libre
comercio, sin proponerse otra cosa más que eso:
comercio.

Un ejemplo actual nos sirve para ilustrar la


diferencia de estos dos modelos. Hace unos días
leíamos que los Estados Unidos rediscuten su
política de seguridad fronteriza, y nos
informábamos de que los legisladores republicanos
Duncan Hunter, de California, y Virgil Goode, de
Virginia, presentaron un proyecto de ley para
construir un muro de 3200 kilómetros de longitud a
lo largo de la frontera entre EE. UU. y México. La
propuesta tiene por objeto crear una valla de
seguridad fronteriza desde el océano Pacífico hasta
el Golfo de México.

Sabemos que México es socio de los Estados Unidos


en el Nafta. Como se ve, la idea de la integración no
está en el pensamiento de los dirigentes y del
pueblo norteamericano, ya que pueden proponer
levantarle un muro a un socio y vecino.

Por el contrario, la integración comunitaria, como


es el caso europeo, posibilitó la demolición del
Muro de Berlín y la reunificación alemana.
Los argentinos optamos hace catorce años por el
modelo de la integración y comenzamos la
progresiva construcción del Mercosur, que ya es
más que una unión aduanera: tiene organismos
comunitarios, un tribunal común para la solución
de controversias y actúa en conjunto ante otros
países y organismos multilaterales. Sus
resoluciones son incorporadas por las legislaciones
nacionales, etcétera. Además, acaba de crear sus
primeros fondos estructurales para el tratamiento
de las asimetrías en el interior del bloque y un
programa comunitario para la lucha contra la fiebre
aftosa.

Desde mi perspectiva, las posibilidades de


asociarnos al ALCA constituyen una negociación
que sólo debe hacerse desde el Mercosur. No deberá
imperar una cuestión ideológica, porque lo que se
pone en juego es el comercio. De lo que se trata,
pues, es de una estricta cuestión de conveniencia.

Nuestras economías y la norteamericana son


francamente competitivas. Los ejemplos ayudan a
comprender: nuestros países producen el 45% del
total mundial de soja y Estados Unidos el 35%.
Ambos somos exportadores de alimentos. Con sus
subsidios agrícolas, domésticos y a la exportación,
EE.UU. impide, de hecho, la práctica del libre
comercio que preconiza y deprime los precios de
nuestros productos en el nivel internacional. No
ocurre lo mismo con la Unión Europea y Japón, que
a pesar de mantener subsidios más altos que los
norteamericanos no son competencia para
nosotros. En el ejemplo que mostrábamos de la
soja, Europa unida apenas si llega a producir un
millón de toneladas al año. Es decir, un 0,5% del
total mundial. Y en otros cereales y granos, su
subsidiada producción no compite con nosotros de
la manera en que sí lo hacen los Estados Unidos.

Nuestro debate no debería ser, pues, ideológico.


Nosotros trabajamos para integrarnos, no para
amurallarnos. Y, en el aspecto comercial, si los
Estados Unidos se comprometen con el Mercosur a
disminuir progresivamente sus subsidios, se
encaminarían las negociaciones. Lo mismo ocurre
con las que se llevan adelante con la Unión
Europea. Todo depende de que estos países que
dominan el comercio mundial abandonen su
actitud de hablar de libre comercio mientras
practican un proteccionismo perjudicial para las
economías en desarrollo.

El autor fue presidente de la Nación y representante


argentino ante el Mercosur.
Lluvia de halagos de líderes a
Morales
El presidente electo de Bolivia recibió felicitaciones de la UE y
los gobiernos de España, Brasil, Chile, Venezuela, Perú, El
Salvador y Nicaragua
MARTES 20 DE DICIEMBRE DE 2005 • 12:32

A dos días del contundente triunfo del líder


cocalero Evo Morales en los comicios de Bolivia,
líderes de varios países felicitarion al presidente
electo.

España ofrece apoyo. El gobierno español


felicitó a Morales por la "contundencia de su
victoria".

"El gobierno español felicita al presidente electo de


Bolivia, Evo Morales, por la contundencia de su
victoria que le convierte en el mandatario boliviano
elegido con el mayor porcentaje en votos de los
últimos tiempos", indicó un comunicado difundido
por el ministerio de Asuntos Exteriores.

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Triunfante, Morales modera su discurso
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El ejecutivo socialista español se congratula del
"clima pacífico y de normalidad democrática" en el
que transcurrieron las elecciones y reitera su "más
absoluta disposición" para colaborar con las
autoridades bolivianas para "fortalecer la
estabilidad política, económica y social de Bolivia"
como así también para "intensificar las relaciones
bilaterales".

La UE da su respaldo a Morales. Por su parte,


el representante europeo de política exterior y
seguridad, Javier Solana, saludó hoy la elección
realizada por Evo Morales en Bolivia.

"Para Bolivia se abre una nueva era, en la que el


país podrá contar siempre con el apoyo decisivo de
la Unión Europa", aseguró Solana.

Solana se congratuló por el clima de "normalidad


democrática" en el que se desarrollaron los
comicios y elogió la "madurez política del pueblo
boliviano y sus aspiraciones a una convivencia
pacífica y democrática".

Lula, contento. El presidente brasileño Luiz


Ignacio Lula da Silva se regocijó con la victoria el
diputado indígena y líder cocalero Evo Morales en
las elecciones celebradas el domingo en Bolivia,
comunicó la cancillería brasileña.

El presidente brasileño anunció que hablará con


Morales "en las próximas horas para desearle éxito
y reafirmar la disposición de Brasil de intensificar
aún más las relaciones con Bolivia, en pro del
desarrollo económico y social de ambos países".

Lula, añadió la nota oficial, "enfatizará lo que dijo


anteriormente a Evo Morales: la cooperación es el
camino natural para profundizar nuestro diálogo
político, ampliar nuestras sociedades económicas y
construir un Mercosur y una Comunidad
Sudamericana de Naciones prósperos y justos".

Para Lagos, el triunfo es esperanzador. El


mandatario chileno de centroizquierda Ricardo
Lagos saludó el triunfo de Morales calificándolo
como un "camino de esperanzas".

"Creo que el candidato Morales ha hecho un


planteamiento respecto a los temas que tienen que
ver con Chile; me parece que, si se continúa en la
forma que hasta ahora lo hemos hecho, podemos
tener un resultado adecuado", declaró Lagos.

Satisfacción en Venezuela. Mientras el


vicepresidente venezolano José Vicente Rangel
aseguró que el gobierno del presidente Hugo
Chávez está "muy satisfecho" con la victoria de
Morales, pero aclaró que no se va involucrar en la
política boliviana.

"Nosotros no pretendemos manipular ni a Evo


Morales ni a ninguna otra persona que de alguna
forma esté ubicada en el campo político, y de las
ideas que nosotros mantenemos en este país",
agregó.

Felicitaciones de Toledo. El presidente


Alejandro Toledo felicitó al boliviano Evo Morales
por su "virtual" triunfo electoral, informó un
comunicado de la presidencia.

"El presidente se comunicó telefónicamente con el


virtual presidente boliviano Evo Morales para
felicitarlo por su triunfo electoral", agregó el
comunicado oficial.

Indicó que Toledo, en su diálogo ayer a la tarde con


Morales, "destacó el carácter democrático de su
elección señalando la necesidad de fortalecer las
instituciones republicanas en la región, como medio
para obtener la paz social y el desarrollo".

Optimismo en El Salvador. El ex rebelde e


izquierdista Frente Farabundo Martí para la
Liberación Nacional (FMLN), de El Salvador,
manifestó hoy su alegría y optimismo por el triunfo
el domingo en las urnas del líder indígena Evo
Morales, de Bolivia, mientras que el gobierno de
Antonio Saca saludó el proceso electoral
desarrollado.

"Ha sido una gran victoria del pueblo indígena; ha


sido una gran victoria popular. Se termina en
Bolivia la discriminación contra los indígenas y de
los sectores populares despúes de una lucha larga
por alcanzar el poder", dijo a dpa el líder del FMLN,
Schafik Handal.

Un amigo de nicaragua. El líder del opositor


Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN,
izquierda) de Nicaragua, Daniel Ortega, conversó y
felicitó al presidente electo de Bolivia, Evo Morales.

El ex presidente Ortega, que aspira regresar al


poder en las elecciones de noviembre del 2006,
conversó por teléfono con "su amigo, el líder
socialista boliviano" Evo Morales, informó una
fuente partidaria.

"Ambos dirigentes conversaron celebrando el


triunfo del pueblo boliviano en las elecciones
presidenciales, donde Evo, hombre humilde,
indígena y pobre como la inmensa mayoría de su
pueblo, alcanzó, en una histórica victoria, más del
50% de los votos nacionales", señaló el el
comunicado del FSLN.

Agencias AFP y ANSA


Balance y perspectivas para
2006
Por Jorge Weskamp Para LA NACION
SÁBADO 31 DE DICIEMBRE DE 2005

Finalizamos un año en el que el sector agropecuario


nuevamente desempeñó un rol fundamental en la
economía argentina. Desde la Bolsa de Comercio de
Rosario, como principal centro de la
comercialización de cereales y oleaginosos nacional,
se impulsó el trabajo en conjunto con las restantes
bolsas de comercio y de cereales y la participación
en foros, cadenas y consejos empresariales con el
objetivo de desarrollar y propiciar proyectos en
favor de las actividades productivas, industriales y
comerciales del país y la región.

La Bolsa continuó reclamando la concreción de


diversas obras públicas impostergables para el
mejoramiento de la productividad, la estructura de
costos de las empresas y el bienestar de la
población. Su prédica halló eco favorable en las
autoridades nacionales en varios casos. Por
ejemplo, en el Proyecto Circunvalar se logró activar
el proceso de la licitación para la selección de la
firma consultora que llevará a cabo los estudios
técnicos y económicos y que preparará las bases
para la ejecución de los trabajos.

También se acordó con Hidrovía SA para concretar


la profundización de la vía navegable troncal a 34
pies hasta Puerto San Martín y 25 hasta Santa Fe,
para los primeros meses del año próximo, y a partir
de allí se aprobará la metodología para llegar a 36 y
28 pies, respectivamente. La expectativa de la Bolsa
es poder alcanzar mayores profundidades, hasta
donde la ecuación costo-beneficio lo haga factible,
para aprovechar a pleno la capacidad de bodegas de
los buques y lograr mayores economías en los fletes
marítimos.

Búsqueda de consensos

Para 2006, continuaremos transitando por el


camino trazado estos años en busca de consensos
con los gobiernos municipal, provincial y nacional
que redunden en beneficios para la población y la
economía toda.

Continuaremos promoviendo el accionar de los


mercados correspondientes para que los mismos se
sigan proyectando como referentes; en materia de
futuros y opciones en el país y el de valores como el
principal del interior de la Argentina.
En lo que respecta a la proyección internacional, se
dedicará particular atención al desarrollo de las
relaciones con los pares vinculados con nuestros
intereses tanto con la Bolsa de San Pablo como la de
Dalian, en la República Popular China, con el
objetivo de concretar el proyecto del Contrato de
Soja Sudamericana. En materia de capacitación,
también la entidad profundizará su accionar en
distintas direcciones, en aras de brindar un mayor y
mejor aporte a la comunidad educativa de la región.

El autor es presidente de la Bolsa de


Comercio de Rosario.
Gestos políticos de Kirchner a
la región
Se reunirá con Evo Morales, Lula da Silva y Chávez; Mercosur,
Comunidad Sudamericana y gas subsidiado, en la agenda
LUNES 16 DE ENERO DE 2006

El rumbo del Mercosur, el gasoducto continental y


el gas subsidiado de Bolivia, la creación de la
Comunidad Sudamericana, los inmigrantes
bolivianos, las cláusulas para equilibrar la balanza
de la unión comercial regional y la asunción de Evo
Morales recargarán esta semana la agenda
internacional del presidente Néstor Kirchner. Serán
éstos, por lo tanto, días en los que la Argentina
enviará fuertes gestos políticos al resto del
continente.

Kirchner recibirá mañana a Evo Morales, con quien


almorzará en la Casa Rosada. Pasado mañana
viajará a Brasilia, donde primero se reunirá a solas
con Luiz Inacio Lula da Silva y luego, el jueves,
mantendrá otro encuentro con el presidente
brasileño más el venezolano, Hugo Chávez. El
domingo, finalmente, asistirá a la asunción de
Morales.
Más que definiciones se esperan gestos o
compromisos. Por ejemplo: la confirmación de que
a la Argentina le interesa la Comunidad
Sudamericana. Este tema aparecería en el discurso
que Kirchner ofrecerá ante el Congreso brasileño,
según confirmaron a LA NACION integrantes de la
delegación argentina que durante la última semana
ajustó en Brasilia el temario de las reuniones
bilaterales y trilaterales.

Más notas para entender este tema


Elogios de Morales al Presidente
La Comunidad Sudamericana marcó en los últimos
tiempos un punto de fricción entre la Argentina y
Brasil. En grandes trazos, para los brasileños habría
que avanzar rápidamente en la conformación de un
bloque continental, mientras que para los
argentinos el crecimiento hacia una unión
comercial amplia debería apoyarse sobre el
Mercosur. Por eso resulta importante el discurso de
Kirchner.

El martes, Evo Morales. Cronológicamente, sin


embargo, antes que las charlas sobre el Mercosur y
la Comunidad Sudamericana aparece la visita de
Evo Morales a la Argentina. Esto se producirá
mañana.
El viaje del presidente electo de Bolivia tendrá un
matiz claramente político. Tras ganar las elecciones,
Morales incluyó en su itinerario a Cuba, Venezuela,
España, Francia, Holanda, Bélgica, China, Sudáfrica
y Brasil. La Argentina, originalmente, no aparecía
en el plan de vuelo. Finalmente, las gestiones
diplomáticas entre ambos países modificaron la
agenda y, así, Morales se dispuso a seguir sumando
millas: suspendió un acto en Santa Cruz de la Sierra
y, a cambio, reservó un pasaje para Buenos Aires.

Kirchner lo recibirá mañana para conversar más


generalidades que particularidades. Morales afirmó
en su país que, por encima, tratarán la inmigración
boliviana en la Argentina, la posible inclusión de
Bolivia como socio pleno del Mercosur y,
principalmente, los cimientos de un nuevo acuerdo
por el gas que nuestro país le compra a Bolivia.
Kirchner anticipó que pretende aumentar el flujo de
gas, pero Morales declaró que habrá un aumento en
el precio.

Sólo para escuchar

"El viaje no es para negociar ni firmar acuerdos,


sino para escuchar a Kirchner", dijo Morales (de lo
que se informa por separado). En la cancillería
argentina lo confirmaron: "No hay que esperar
definiciones".

El miércoles, Lula da Silva. Tras su encuentro con


Evo Morales, Kirchner abordará el avión
presidencial para trasladarse a Brasilia, donde lo
esperará el primer mandatario brasileño, Luiz
Inacio Lula da Silva.

Con su par de Brasil, Kirchner conversará sobre el


rumbo general del Mercosur -las quejas de Uruguay
y Paraguay, la inclusión de Bolivia, las asimetrías
económicas- y, en particular, acerca de una cláusula
que evite desequilibrios en la balanza comercial. Se
la llama Cláusula de Adaptación Competitiva (CAC)
y supone la introducción de aranceles para el
comercio bilateral en los casos en los que la
industria de un país amenace la del otro. Por
ejemplo: actualmente, la "industria blanca"
brasileña -heladeras, lavarropas- representa un
riesgo para la argentina. Para evitarlo, la Argentina
fijaría un arancel al ingreso de esos productos.

En la capital de Brasil, además, Kirchner


pronunciará un discurso ante el Congreso. Se
espera que subraye el apoyo argentino a la
Comunidad Sudamericana. Esto representaría un
fuerte gesto de confianza política hacia la
integración regional.

El jueves, Chávez y Lula II. En el segundo día de su


estada en Brasilia, Kirchner repetirá por cuarta vez
una reunión trilateral que se hace costumbre: se
verá con Lula y con el presidente venezolano, Hugo
Chávez.

Como tema central aparece el gasoducto


continental de 8000 km que enlazará nueve países,
desde Venezuela hasta la Argentina. Así lo
admitieron tanto el canciller brasileño, Celso
Amorim, como funcionarios del Gobierno. Aquí,
otra vez, no se espera la firma de un acuerdo, sino
una conversación sobre la marcha del proyecto.

El domingo, Evo II. El último aeropuerto que esta


semana visitará el Presidente será el de La Paz,
donde el domingo asumirá como primer
mandatario Evo Morales. Como el líder cocalero
boliviano no es casado, el protocolo no pide que los
invitados lleguen acompañados. Kirchner, por lo
tanto, viajaría solo al acto, al que también asistirán,
entre otros, el cubano Fidel Castro y el príncipe de
Asturias, Felipe de Borbón.

Resultará una semana agitada para Kirchner. Con


reuniones bilaterales y trilaterales, viajes,
recepciones y, sobre todo, más compromisos
políticos que acuerdos económicos.

La política exterior del


presidente

Néstor Kirchner

Kirchner recibirá mañana en la Casa Rosada al


presidente electo de Bolivia, Evo Morales. Pasado
mañana viajará a Brasilia, donde se reunirá con
Lula da Silva y el jueves, mantendrá otro encuentro
con su par venezolano, Hugo Chávez, en Brasil.

Más que definiciones se esperan gestos o


compromisos. Por ejemplo: la confirmación de que
a la Argentina le interesa la Comunidad
Sudamericana.

El rumbo del Mercosur, las asimetrías económicas


con Brasil, el acuerdo de Uruguay con los Estados
Unidos y el gasoducto continental estarán en la
agenda.

Evo Morales
El presidente electo de Bolivia elogió a Kirchner y
llegará a Buenos Aires pocos días antes de asumir.
El gas será el tema predominante.

Lula da Silva

El presidente de Brasil quiere definir con Kirchner


la agenda del Mercosur y de la Comunidad
Sudamericana. Habrá acuerdos comerciales.

Por José Ignacio Lladós De la Redacción de LA


NACION
Fuerte gesto de Kirchner y
Lula hacia el Mercosur y el
equilibrio comercial
El Presidente pidió avanzar hacia un bloque regional "industrial
y equilibrado"; el brasileño expresó su interés en buscar
soluciones a las asimetrías; ambos coincidieron en la necesidad
de atender los reclamos de Uruguay y Paraguay
MIÉRCOLES 18 DE ENERO DE 2006 • 16:33

En medio de la crisis del Mercosur,el presidente


Néstor Kirchner y su par brasileño Luiz Inácio Lula
da Silva intercambiaron hoy gestos en favor del
fortalecimiento del bloque regional y compromisos
para avanzar en la eliminación de las asimetrías
comerciales entre sus socios.

Finalizada esa primera audiencia afirmó que "la


tarea actual de los gobiernos de la Argentina y
Brasil es crear las condiciones para el desarrollo de
un Mercosur industrial, con equilibrios sectoriales y
con fuerte generación de empleo".

Por su parte, Lula expresó el interés de ese país de


encontrar una solución para que las asimetrías
entre los principales socios del Mercosur "no se
tornen estructurales".
Documentos relacionados
Audio: Discurso de Néstor Kirchner

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Firman convenios para avanzar en la integración energética
Ratifican el plazo para salvaguardas
"No es interés de Brasil y la Argentina que las
asimetrías entre ambos países se tornen
estructurales; por eso expresé al presidente
Kirchner la realización de medidas que ayuden a
profundizar el desarrollo industrial argentino",
señaló Lula durante una conferencia conjunta entre
ambos mandatarios.

En este sentido, el mandatario brasileño consideró


que "la mejor respuesta para resolver las asimetrías
está en la aceleración de la integración de nuestras
cadenas productivas".

Soidaridad con los pequeños. Sobre el futuro


del Mercosur, el mandatario brasileño señaló que la
Argentina y Brasil seguirán actuando para
consolidar el bloque regional y consideró que
ambos países deben ser "generosos" con las
naciones más pequeñas de la región.

En sentido similar, Kirchner consideró instó a


atender los reclamos de Paraguay y Uruguay sobre
desequilibrios entre los socios del bloque.
"En Paraguay y Uruguay se fortalecen posturas
críticas al Mercosur a partir de los reclamos por las
asimetrías; es necesario que nos agotemos en un
ejercicio conjunto para atender esos reclamos,
manteniendo una actitud solidaria", aseguró.

Lula y Kirchner hicieron estas declaraciones en


medio de la controversia por la posibilidad de que
Uruguay inicie una negociación de libre comercio
con los Estados Unidos.

Venezuela, presente. Por otra parte, Kirchner


estimó que "la atención de estos reclamos, la suma
de nuevos miembros como Venezuela y la
construcción de una adecuada infraestructura
común, signará la consolidación del Mercosur".

El presidente venezolano Hugo Chávez llegará


mañana a Brasilia para unirse a Kirchner y Lula,
con quienes discutirá la construcción de un
gasoducto continental que beneficiaría a nueve
países.

Ni patio trasero, ni Cenicienta. Kirchner


insistió con sus definiciones en favor de fortalecer el
Mercosur por la tarde ante el Parlamento brasileño,
segunda parada de su agenda en Brasilia.
Ante los legisladores aseguró que los países
sudamericanos no quieren ser más "el patio
trasero" del mundo y que para ello, existe la
"obligación de consolidar el Mercosur" para
"levantar una voz, un proyecto" ante "otros bloques
del mundo".

"Se terminó la idea de una América del Sur


cenicienta del mundo. No queremos ser mas el
patio trasero", afirmó Kirchner en su discurso.

Acompañado. Como una señal de la importancia


política que le asigna a este viaje, Kirchner llegó
anoche a Brasilia acompañado por una nutrida
comitiva.

Invitó a los ministros de Economía, Felisa Miceli;


de Relaciones Exteriores, Jorge Taiana; de
Planificación, Julio De Vido, y de Salud, Ginés
González García; al presidente de la Cámara de
Diputados, Alberto Balestrini; a los jefes de los
bloques oficialistas de la Cámara baja, Agustín
Rossi, y del Senado, Miguel Angel Pichetto; al
senador José Pampuro; al gobernador de Misiones,
Carlos Rovira, y al secretario legal y técnico, Carlos
Zannini.

Más definiciones
Kirchner

A Chile y Bolivia. "No puedo dejar de enfatizar la


satisfacción que todos sentimos cuando vemos
como nuestra querida Bolivia pudo resolver la crisis
con una salida institucional a partir del triunfo de
Evo Morales. El Mercosur aguarda la incorporación
plena de Bolivia" al bloque. Además, celebró "el
triunfo de la amiga Michelle Bachelet que traerá el
perfume de mujer al Mercosur".

Agradecido. "Quiero agradecer profundamente la


invitación y el gesto de Brasil hacia la Argentina en
los momentos más graves de nuestra crisis; allí
estuvieron nuestros hermanos brasileños y el
presidente Lula con una actitud de solidaridad
permanente, preguntando cómo podría ayudar y
acompañándonos en todos los foros".

Lula

Juntos es mejor. "Separados, lo que podemos


hacer es relativamente poco" y agregó que ambos
gobiernos seguirán "esforzándose en la
colaboración" frente a los organismos financieros
internacionales.

Homenaje. Tras pedir un "especial homenaje al


liderazgo" de Kirchner, Lula enumeró: "Su
Gobierno reestructuró una deuda externa
asfixiante, restauró la presencia argentina en el
tradicional lugar destacado que ocupaba en la
comunidad internacional, devolvió el orgullo y la
esperanza a una nación rica en historia y por eso es
un motivo de orgullo para mi gobierno su visita de
Estado".

Contra el escepticismo. "Tenemos mucho por


hacer, pero ya hicimos mucho en este tiempo;
mucho más de lo que los escépticos esperaban que
hiciéramos".
"El Mercosur tiene un
potencial enorme"
El politicólogo Günter Verheugen analiza la importancia de los
bloques regionales
MIÉRCOLES 08 DE FEBRERO DE 2006

BERLIN.– En su reciente libro “Europa en crisis”,


el politicólogo alemán Günter Verheugen,
considerado el arquitecto de la ampliación de la
Unión Europea (UE), traza un diagnóstico de la
actual situación en el Viejo Continente después del
rechazo de la Constitución en los referéndum de
Francia y Holanda y de los disturbios ocasionados
por hijos de inmigrantes en territorio francés.

Verheugen establece prioridades para la


refundación del proyecto común europeo, de cara a
los desafíos del siglo XXI. Entre otras propuestas
plantea la importancia de que Alemania y Francia
estén unidas para constituirse en el núcleo de una
correcta integración política; la necesidad urgente
de unificar la política exterior y la de seguridad para
conseguir una voz europea representativa en el
contexto mundial; el desafío de aumentar la
competitividad por medio del perfeccionamiento
constante como única alternativa para sostener el
nivel de vida europeo, y de profundizar la
unificación como proyecto cultural para asegurar su
continuidad y eficiencia.

También destaca la importancia política y


económica que el Mercosur tiene para la UE.
Verheugen se desempeña desde 2004 como
vicepresidente de la Comisión Europea y comisario
de Empresa e Industria, luego de cinco años a cargo
del proyecto de ampliación de la UE hacia el Este.
Comenzó su carrera política en el FDP (partido
liberal alemán), del cual llegó a ser secretario
general de 1978 a 1982, año en que se pasó a la filas
de la socialdemocracia (partido SPD, de Gerhard
Schröder). Fue miembro del Parlamento alemán
durante muchos años y de la comisión interna para
la UE. Desde los años 70 ha participado en temas de
política exterior, seguridad y desarrollo, durante
distintos períodos y bajo diferentes cargos, entre
ellos el de ministro de Estado en el Ministerio de
Relaciones Exteriores. Nació en 1944, en la ciudad
de Bad Kreuznach, y se graduó en ciencias políticas,
historia y sociología.

-¿Qué define lo que usted llama "crisis de


confianza" en Europa?

-La integración europea fue durante varias décadas


algo natural para la mayoría de los países
integrantes porque la gente todavía sufría los
efectos de la Segunda Guerra Mundial y veía esa
integración como un gran proyecto de paz. Pero el
mundo cambia demasiado rápido y en muchos de
los países miembros han crecido dudas acerca de si
la integración europea es lo correcto para afrontar
los desafíos del futuro.

Resulta necesario replantearse qué Europa


queremos; cuánta integración deseamos y
necesitamos en el continente; qué tan grande
queremos la UE y dónde quedan sus fronteras; qué
rol va a jugar Europa en el mundo del mañana y
cuál será su papel en la globalización; cómo
mantenemos el bienestar, la seguridad social y la
calidad de vida frente a los desafíos económicos, y
cómo logramos que esta unión sea un proyecto de
los propios ciudadanos europeos.

-No por parte de los gobiernos, pero sí de los


ciudadanos, tal como afirma en su libro que
"en Alemania, Francia y Holanda existe
culturalmente un profundo desagrado
frente al extranjero". ¿Subsiste el temor de
la gente de ser considerada racista?

-Creo que no es un tema tabú. La preocupación de


mucha gente respecto de la inmigración, es
conocida desde hace mucho tiempo y es por eso que
la inmigración puede traer problemas a la
población europea, que no son sencillos de
solucionar. Europa no es una clásica región de
inmigración, como sí lo son muchas otras, sino, por
el contrario, es una clásica región de emigración.
Las naciones europeas no pueden ser comparadas
con Estados Unidos u otros países de inmigración,
por el hecho de que Europa no es un crisol. En estos
pueblos existe una historia común muy antigua, con
sus tradiciones, cultura, lengua. De allí que la
capacidad y la voluntad de integración por parte de
los pueblos europeos tiene sus limitaciones.

-Los grupos que se manifiestan


abiertamente en contra del extranjero,
como los neonazis en Alemania, ¿deben ser
tomados en serio?

-Ningún grupo dispuesto a la violencia puede ser


tratado como inofensivo. Además, la extrema
derecha presenta sus candidatos políticos y éstos
son votados en las elecciones. El tema debe ser
tomado siempre en serio. No existe, de todas
maneras, ningún peligro para la democracia en
Alemania y en el resto de Europa, pero tratándose
de Alemania toda forma de neonazismo debe ser
combatida desde el inicio y del modo más decidido.
Frente a la historia alemana, las experiencias de
este tipo no pueden repetirse.

-¿Cómo son evaluadas en la Comisión


Europea estas inmigraciones conflictivas
frente al rechazo de las poblaciones?

-Hay dos respuestas. La primera y más importante


es la prevención. La UE debe trabajar en la lucha
contra la pobreza, pero en los países de origen de la
inmigración. Este aspecto debe fortificarse mucho
más de lo que se ha venido haciendo hasta el
momento. La otra respuesta es que las personas
encuentren mejores perspectivas de vida en el lugar
donde se sienten en casa, porque nadie se convierte
en inmigrante sin tener un motivo para serlo. La
gente se va de sus países porque en ellos no
encuentra la manera de sostener a sus familias. La
lucha contra la pobreza y la ayuda para el desarrollo
son temas centrales para nosotros y debemos
intensificar el trabajo en ellos. También es
necesario trabajar para un mundo más justo y
pacífico, que reconozca los conflictos más
rápidamente y que los solucione mejor.

-¿De qué manera concreta?


-En las rondas de comercio, tratamos de que los
países más poderosos consideren los intereses
económicos de los más pobres. Esa política
preventiva es la más importante en la actualidad,
tanto para la inmigración que tenemos como para la
que recibiremos en el futuro.

-Otro tema que trajo la ampliación de la UE


es el temor de los ciudadanos de los países
más poderosos a una mayor pérdida de
puestos de trabajo.

-En el plano económico, la ampliación de la UE


significó un incremento del mercado europeo.
Hemos aumentado el mercado interno para lograr
una región con altas tasas de crecimiento y en los
nuevos países miembros este aumento es enorme,
de manera que la consecuencia inmediata fue un
fuerte impulso para Europa, con efectos positivos
también para los antiguos miembros. Los mercados
de Europa Central y del Este generan gran demanda
de bienes de industria y de consumo producidos en
Alemania, Francia e Italia. Eso se lee con claridad
en las estadísticas de comercio e inversión.

-En la convivencia cotidiana, sin embargo,


ciudadanos e inmigrantes se perciben
mutuamente como una amenaza. ¿Está
Europa en camino de formar una sociedad
de guetos?

-Dentro del territorio europeo se producen


situaciones muy diversas y la imagen es mucho más
diferenciada de lo que aparenta en este momento.
Diría que en Alemania -el caso que mejor conozco-
la gran mayoría de los extranjeros está integrada a
la sociedad. Existen zonas de conflicto en diferentes
países y pienso que hay dos puntos por considerar.
Por un lado, debe encontrarse una solución política
para mejorar sustancialmente las oportunidades de
vida, sobre todo de los inmigrantes más jóvenes, a
través de una formación que les permita insertarse
en la sociedad. Por otro lado, necesitamos de
manera urgente establecer una clara política de
inmigración: debemos decidir cuántos inmigrantes
queremos y bajo qué criterios permitiremos la
inmigración en Europa.

-Desde un punto de vista social, ¿el proyecto


de paz de la UE no está convirtiéndose en
una utopía?

-Todo lo contrario. Una parte del problema que


tenemos en Europa es el hecho de que somos
víctimas de nuestro propio éxito. Lo que la
integración europea debía alcanzar -paz y
estabilidad en el continente- lo ha logrado por
completo. Y el último paso del proyecto de
ampliación (la incorporación de los nuevos
miembros), que también consistía en exportar la
seguridad de paz y estabilidad a una zona de
Europa que había sufrido bajo diferentes
dominaciones, también se ha logrado. Estas
conquistas no están en peligro.

-Con el cambio de dirección política que ha


asumido Alemania luego de las recientes
elecciones, ¿cómo ve a su país en el contexto
de la UE?

-Nadie duda de que Alemania se mantendrá dentro


del curso europeo, como lo viene haciendo. Todas
las fuerzas democráticas del país están fuertemente
ligadas a una política dentro del sistema de
integración. Este es el aprendizaje fundamental
para la política alemana, a raíz de su particular
historia. Podrá haber diferencias de enfoques en
aspectos específicos, pero no en la gran dirección
del proyecto europeo. Los miembros de la
Comunidad pueden confiar en eso.

-Pero, en su libro, usted parece


decepcionado de la clase política.
-Considero necesario establecer con nitidez un
vínculo más directo entre las políticas nacionales y
las europeas. Es un error comprender la política
europea como algo que transcurre en Bruselas o
Francfort. Debemos entenderla también en Berlín.
A cada ciudad y a cada país miembro le
corresponde la misma responsabilidad política; ésa
debe ser la manera de comprender la integración.

-¿Qué desafíos le plantea a Europa la


globalización?

-Los efectos económicos y sociales de la


globalización están siendo percibidos por las
personas en un nivel individual; la gente toma
conciencia de que está frente a una competencia
directa con trabajadores de otras partes del mundo.
En ese marco, la solución para que Europa ingrese
en los mercados de esas otras regiones es clara:
imponernos internacionalmente como líderes de la
más alta calidad, el más alto rendimiento y la mejor
tecnología.

-¿Eso es lo que usted llama definir el futuro


de Europa como una "sociedad del
conocimiento"?

-Sí. Aquella posición sólo puede alcanzarse


mediante el desarrollo de una capacidad para
innovar, de la cual resulte una renovación
constante. Para lograr este objetivo nos
concentramos en el perfeccionamiento a través de
la educación, en la calificación y, sobre todo y
mucho más intensivamente de lo que ya hemos
venido haciendo hasta ahora, en la investigación.

-Cuando usted menciona el "síndrome del


salvador" de la política alemana e insiste en
que la única vía es la competitividad, ¿está
criticando la política de subvenciones?

-Me dirijo contra todo proteccionismo e


intervención estatal. Los políticos alemanes, gracias
a Dios no todos, padecen de eso que llamo el
"síndrome del salvador", por el cual creen que
cuando alguna empresa no es eficiente, el Estado
debe hacerse responsable de resolver esas
dificultades. Eso no es correcto. El Estado debe
estar sólo para crear aquellas condiciones que luego
deben valer para todos por igual y permitir a las
empresas un desarrollo positivo. En la Comisión
estamos a favor de una política que esté dirigida a
crear mayor crecimiento y ocupación, pero sin
proteccionismos y sin una economía
subvencionada.
-Si existe tal convicción, ¿por qué Europa no
renuncia a la protección de la producción
agraria que afecta sensiblemente a
economías en desarrollo como la argentina
y la del Mercosur?

-Nosotros ya hemos reformado la política agraria


europea y seguimos haciendo esfuerzos para
continuar con la reforma. No se puede olvidar que
de esto depende el funcionamiento de una
economía agraria en Europa y que dejarla sola
tampoco solucionaría el problema. Tampoco
podemos dejar de pensar en la enorme cantidad de
trabajadores de ese sector, el más grande de la
industria europea. No es la industria automotriz, ni
la química, ni la metalúrgica la más fuerte de
Europa, sino la producción de alimentos. La idea de
renunciar a ella es equivocada. Lo que debemos
hacer es organizarla de manera que pueda resistir la
competencia. Estamos encaminándonos en ese
sentido.

-¿Cómo sigue la Comisión Europea el


proceso de integración sudamericana en el
Mercosur?

-Para nosotros es muy importante. No


consideramos la UE como un artículo de
exportación, pero creemos que en otras regiones
donde se producen proyectos de integración pueden
aprender bastante de nuestra experiencia.
Consideramos que el efecto es siempre fructífero
porque la integración produce crecimiento y crea
poder económico. Nos interesa que haya regiones
fuertes en el mundo, porque de ese modo se
convierten potencialmente en socios importantes
para nuestro comercio. Creo que el Mercosur es una
región con un potencial enorme y que, mientras
todo el mundo habla de China, sigo pensando que
es necesario tratar el tema de América latina porque
todos los signos hablan de una zona de crecimiento
rápido y desarrollo bastante atractivo. Por supuesto
que la UE tiene interés en una cooperación lo más
estrecha posible con mercados importantes que se
desarrollan rápidamente y por eso seguimos con
atención y alta prioridad política los cambios que se
producen en los países de la región Mercosur.

-¿Qué puede aprender el Mercosur de la


experiencia europea?

-Lo más importante es que la anulación de las


trabas aduaneras y comerciales propicia
crecimiento e instala competitividad, que es
beneficiosa para todos.
Por Cecilia Scalisi Para LA NACION
Brasil y Chile reclaman más
apoyo
Piden que la comunidad internacional siga ayudando a Haití
VIERNES 17 DE FEBRERO DE 2006

BRASILIA.- Los gobiernos de Brasil y de Chile


manifestaron ayer su satisfacción por la solución de
la crisis política en Haití tras el conflicto electoral,
pero señalaron la necesidad de continuar con el
apoyo internacional al país caribeño para asegurar
su estabilidad.

El acuerdo alcanzado por las autoridades haitianas


para proclamar vencedor a René Préval, "es un paso
importante; es un paso fundamental en el proceso
de democratización de Haití", según dijo el canciller
brasileño Celso Amorim. Sin embargo, advirtió: "El
proceso no terminó, sino que acaba de iniciarse. De
ahí la necesidad del apoyo de la comunidad
internacional".

Para Amorim, el apoyo económico y financiero de la


comunidad internacional es vital para la
reconstrucción de las instituciones y una mejora en
el nivel de vida de los habitantes del empobrecido
país.

Más notas para entender este tema


Acuerdo en Haití: proclaman a Préval
Un regreso con desafíos conocidos
"Estamos listos para ayudar a Haití", dijo Amorim,
y anunció que aprovechando la próxima reunión del
Banco Mundial en Washington, la embajada de
Brasil en esa ciudad será anfitriona de una cena con
países donantes -como Estados Unidos, Canadá y
Francia- "para estimular la cooperación económica
y financiera".

Amorim no ofreció otros detalles de ese encuentro o


si aspiraban alcanzar un compromiso concreto de
los asistentes sobre una cantidad determinada de
dinero a desembolsar.

Tras la conferencia de prensa, el canciller se


comunicó telefónicamente con Préval para
felicitarlo por la resolución pacífica del caso. El
mandatario electo agradeció el apoyo brasileño y
manifestó su interés en visitar Brasil, incluso antes
de su toma de posesión, prevista para el 29 de
marzo.

El funcionario resaltó, además, que la actuación de


las fuerzas militares brasileñas "fue absolutamente
impecable". Desde 2004, Brasil está al frente de la
Minustah, fuerza multinacional de paz de la ONU
en Haití, una misión integrada por más de 7000
militares y policías de más de 50 países. El mandato
de esa misión fue extendido esta semana por otros
seis meses en una decisión unánime del Consejo de
Seguridad de las Naciones Unidas.

Temprano, Amorim dijo que había mantenido


contactos telefónicos con el ex canciller chileno
Juan Gabriel Valdés, jefe de la misión de la ONU en
Haití, y con José Miguel Insulza, secretario general
de la Organización de los Estados Americanos
(OEA), así como con el general del ejército
brasileño José Elito Carvalho Siqueira, comandante
de la fuerza de la ONU.

Horas antes, el Ministerio de Relaciones Exteriores


chileno había emitido un comunicado en el que pide
apoyo de la comunidad internacional para lograr
estabilizar la situación en Haití.

Por su parte, Insulza, dijo: "A todos los países que


están participando en esto, Chile, la Argentina,
Brasil, Perú, Uruguay, Guatemala [...], lo que les
estamos pidiendo es que se mantengan en Haití".
Agregó: "Hay que mantener un esfuerzo sostenido.
Creo que sería desperdiciar lo que los soldados
sudamericanos, latinoamericanos, han hecho en
Haití, el decir que ahora se van a su casa para que
dentro de poco tiempo este país tenga nuevamente
problemas de estabilidad".
Recientemente el asesor de política exterior de la
presidencia de Brasil, Marco Aurelio García, dijo
que la permanencia de las tropas latinoamericanas
en Haití debe ser analizada "con tiempos políticos,
no cronológicos".

Agencias AP y EFE
Del conflicto inútil al diálogo
Por Abel Posse Para LA NACION
SÁBADO 18 DE FEBRERO DE 2006

El arte de la diplomacia consiste en la habilidad de


sustituir el conflicto por el diálogo. Los argentinos
nos hemos manejado sustituyendo a los
diplomáticos profesionales por los de afición. Las
consecuencias están a la vista. No tenemos una
política exterior que supere las ocurrencias. No
infundimos respeto en el exterior. Basta un
ejemplo: en lo que va del gobierno de Alfonsín al de
Menem, pasamos del tercermundismo proclamado
en Harare a las famosas relaciones carnales.

Recientemente hemos creado situaciones


conflictivas con los países vecinos, con Estados
Unidos, con el Fondo Monetario, Francia, el
Vaticano, los bonistas extranjeros, etcétera.
Hacemos al revés de lo que se dice en la primera
frase: sustituimos la posibilidad del diálogo para
zambullirnos alegremente en el conflicto. (El
Gobierno ha creado una esfera de autoritarismo tal
que las alternativas técnicas de la Cancillería no
serían escuchadas. Hay que obedecer o irse.) El
tema de las papeleras sobre el río Uruguay, que
afectarán el medio ambiente en ambas orillas, ya se
está desviando según la nefasta proclividad de vivir
en conflicto y de buscar la situación extrema del que
siempre tiende a creerse dueño de la razón final.
Corremos ingenuamente el riesgo de quedar
desautorizados mañana por los jueces o árbitros
que creemos capaces de beneficiarnos hoy.

Ahora estamos a punto de proponer la intervención


del Tribunal Internacional de La Haya, como
instancia suprema –y única– para dirimir el tema.
Nos pasarán desilusiones como las vividas por el
laudo arbitral y el diferendo con Chile.

Supongamos que el Tribunal de La Haya pueda


aceptar el caso, más allá de lo dispuesto por el
Estatuto del Río Uruguay y los principios
fundacionales y procesales del Mercosur. ¿Qué
esperan los argentinos? ¿Que cuando se falle,
después de años de laborioso pleito y con las
papeleras funcionando como el mayor
emprendimiento industrial uruguayo, los jueces
ordenen su demolición?

El interés que protege la Argentina es el del


balneario de Gualeguaychú. El interés uruguayo
defiende en las papeleras una política de Estado que
arrancó hace veinte años con planes de forestación
intensiva y del cual las papeleras son su
culminación. El complejo de Fray Bentos es la
máxima apuesta uruguaya para, como ellos dicen,
“despertar del sueño y transformarse en un país
industrializado.” Será uno de los centros
productores de celulosa más grandes del mundo.

Cuanto más, el Tribunal de La Haya podrá vigilar


que se cumplan las condiciones mínimas que se
exigen en Europa e internacionalmente para este
tipo de establecimiento y exigir reformas parciales.
La Argentina, como contendiente, no puede
pretender que los uruguayos no hagan en su
territorio lo que los argentinos hacen en el suyo, en
materia de cuidado del medio ambiente. Cualquier
negociador uruguayo que muestre la delicadeza de
los argentinos en temas medioambientales,
señalando el Paraná abajo, desde Rosario, y, de
yapa, el Riachuelo, nos dejará sin autoridad de
opinión en cualquier ámbito internacional.

¿Quién del Gobierno se atrevería a firmar hoy el


éxito futuro de la posición argentina en La Haya?
¿Creen que lograrán la demolición por orden de la
ONU? ¿Quiénes y cómo evaluaron las posibilidades
reales? Esto es apostar a ciegas. ¿Creen que podrían
lograr medidas precautorias para paralizar las obras
antes de que se produzca una real contaminación,
con las fábricas terminadas? Lo de La Haya
significaría años de pura confrontación, conflicto,
alejamiento rencoroso con Uruguay. El Mercosur
peligra: ese litigio sería su lápida. Queda el camino
normal entre hermanos, que es el diálogo. Buscar
soluciones, controles, alternativas por medio de la
Comisión Administrativa del Río Uruguay, crear en
el ámbito del Mercosur un sistema conjunto de
trabajo y negociar con apertura, bilateralmente.

Se trataría de investigar otra posible localización


geográfica para los establecimientos antes de que se
edificaran, en algún punto adecuado de la cuenca
hídrica uruguaya. A sesenta kilómetros de Fray
Bentos está el embalse de Paso del Palmar, donde
comienza la cuenca hídrica del Río Negro. Además,
sobre el mismo río Uruguay, más al Sur, se podría
ubicar otro lugar donde no se dañara un balneario
como el de Gualeguaychú, sobre todo con el fétido
olor de este tipo de fábricas.

Habría que analizar de buena fe la opción de los


técnicos más adecuados para el tratamiento y
blanqueo de la pasta. Desde ya, el primitivo e ilegal
corte de puentes y carreteras debe cesar. No es
posible reclamar legalidad desde la extorsión ilegal.
El problema internacional no puede estar
determinado por conductas piqueteras. Si el
gobernador no tiene carácter para desprenderse de
la habitual demagogia y aplicar la Constitución y los
acuerdos internacionales, liberando la circulación,
el Poder Ejecutivo, por su parte, no puede
esconderse como si se tratase de un problema de
pago chico. (La Constitución argentina establece
que el pueblo no delibera ni gobierna sino a través
de sus representantes y tiene como derecho y
principio básico la libertad de circulación. El
Gobierno recibe a los piqueteros de Gualeguaychú
que cortan vías internacionales de circulación… Con
esta conducta, el Estado protege delitos y apaña
delincuentes.)

El Mercosur no puede quedar en una retórica vacía,


sin vigencia ante el primer encontronazo. La
Argentina parece desconocer que se trata de un
instrumento esencial, junto con la naciente
Comunidad Sudamericana, para consolidar su
deteriorada presencia ante un mundo de grandes
espacios y verdaderos imperios. Procede en el tema
de las papeleras sin pensar en la “soberanía
multinacional” del Mercosur político. Todavía
estamos a tiempo de evitar otro error estratégico.

En realidad, remitirnos al Tribunal de La Haya es


entregar a Uruguay, sin posibilidad de realizar
modificaciones y mejoras, el tiempo que necesita
para afirmar su proyecto.
La Argentina, con la alegría de los aficionados
entusiastas, está a punto de cometer otra
barrabasada diplomática. Todavía estamos a tiempo
de no agregarnos otro papelón.

El autor fue embajador en la República Checa,


Dinamarca, Perú, la Unesco y España.
De Lunes a Viernes
Las claves de lo que viene
DOMINGO 09 DE ABRIL DE 2006

Chilecito. El presidente Néstor Kirchner


concretará pasado mañana la visita a Chilecito (La
Rioja). En un principio estaba previsto que
Kirchner viajara en la última semana de marzo,
pero finalmente ese viaje se postergó.

Acuerdo. El Sindicato de Trabajadores de


industrias de la Alimentación (STIA), que conduce
Rodolfo Daer, y los directivos de las cámaras
patronales acordaron un cuarto intermedio en las
negociaciones hasta mañana, cuando se alcanzaría
el entendimiento que ponga fin al conflicto. Si esa
reunión fracasa se convocará al Congreso Nacional
de delegados luego de Semana Santa para decidir
un paro general.

Deuda. Mañana el Banco Central presenta el


informe sobre la deuda externa que mantenía el
sector privado local al tercer trimestre de 2005.

Bachelet. La presidenta chilena, Michelle


Bachelet, viajará mañana a Brasil, en una visita de
dos días en la que propondrá reforzar y renovar la
alianza estratégica entre las dos naciones. En su
segundo viaje al exterior, tras visitar el mes pasado
la Argentina y Uruguay, Bachelet se reunirá con su
homólogo brasileño, Luiz Inacio Lula da Silva, para
tratar una agenda que afinaron en Santiago, en
marzo pasado, los cancilleres de Chile, Alejandro
Foxley, y de Brasil, Celso Amorim. La agenda entre
Bachelet y Lula se centrará, además de en lo
bilateral, en asuntos regionales como la Comunidad
Sudamericana de Naciones, el Mercado Común del
Sur (Mercosur) y la situación en Haití. En el ámbito
multilateral, los presidentes dialogarán sobre la
reforma del Consejo de Seguridad de las Naciones
Unidas, la iniciativa contra el Hambre y la Pobreza
y la Ronda de Doha de la Organización Mundial de
Comercio (OMC).

Nueva York. El grupo de aluminio Alcoa


anunciará mañana sus resultados, inaugurando así
la temporada de publicaciones trimestrales de la
bolsa de Nueva York. Marc Prado, analista de
Cantor Fitzgerald, destacó que la Bolsa tiene
tendencia a recuperarse cuando se acerca la
temporada de resultados trimestrales de las
empresas.

Soja. Mañana se difundirá el informe mensual de


oferta y demanda mundial de granos del
Departamento de Agricultura de Estados Unidos
(USDA). Las abundantes reservas de soja son un
factor desalentador clave para los futuros, según
consideran operadores y analistas.

Seminario. Con motivo de la presentación de la


Cámara de Empresarios de la Energía (Ceade),
pasado mañana se realizará un seminario de 8.30 a
12 en el Salón Versailles del Alvear Palace Hotel.
Julio De Vido, ministro de Planificación Federal,
Inversión Pública y Servicios; Marcelo Mindlin,
presidente de la Ceade, y Daniel Cameron,
secretario de Energía de la Nación, serán los
principales oradores.
El retiro de Venezuela desata
una crisis en la Comunidad
Andina
Le piden que reconsidere su decisión
VIERNES 21 DE ABRIL DE 2006

BOGOTA.- El anuncio del presidente de Venezuela,


Hugo Chávez, de que retirará a su país de la
Comunidad Andina de Naciones (CAN), desató ayer
una crisis de proporciones en el bloque regional y
expresiones de desconcierto de parte de los otros
socios del grupo.

Alarmados por el anuncio, sectores políticos y


empresariales de Perú, Colombia y Venezuela -que
conforman junto con Bolivia y Ecuador el pacto,
creado en 1969- manifestaron su esperanza de que
las declaraciones de Chávez hayan sido sólo una
amenaza, y que no se concreten. Sin embargo, el
vicecanciller venezolano, Pavel Rondón, confirmó
ayer la decisión de su país de abandonar el bloque
comercial más antiguo del hemisferio.

Chávez anunció anteayer que su país abandonaría


la CAN, a la que consideró "muerta", y justificó su
decisión en los tratados de libre comercio firmados
por Colombia y Perú con Estados Unidos en las
últimas semanas.

"La Comunidad Andina de Naciones está herida de


muerte y hoy puedo decir que está muerta. La
mataron. No existe. Venezuela se sale de la
Comunidad Andina", dijo Chávez.

Ante la crisis desatada por el anuncio, el secretario


general de la CAN, Allan Wagner, planteó la
posibilidad de convocar una cumbre de presidentes
de los países miembros del bloque.

Desde Lima, el presidente peruano, Alejandro


Toledo, llamó a su homólogo venezolano a
reconsiderar su decisión. "Invoco al presidente
Chávez a que pueda recapacitar, reconsiderar lo que
dijo (...)", indicó Toledo. Incluso el candidato
presidencial Ollanta Humala, ganador de la primera
vuelta electoral y vinculado con Chávez, lamentó el
eventual retiro de Venezuela de la CAN y dijo que se
oponía a una posible desintegración del bloque.

Sin embargo, entre los miembros del bloque,


Colombia fue el país donde la decisión de Chávez
provocó más preocupación. Venezuela es el
segundo destino de las exportaciones colombianas,
después de Estados Unidos. En 2005, las
exportaciones a Venezuela representaron el 10 por
ciento del total de ventas externas de ese país.

El presidente de la Asociación Colombiana de


Industriales (ANDI), Luis Carlos Villegas, confió en
que las declaraciones del mandatario "sean de
intención política y no una realidad". Por su parte,
el presidente Alvaro Uribe pidió que el asunto fuera
tratado "muy tranquilamente".

Entre los otros miembros del bloque comercial,


Bolivia pareció compartir el sentimiento de Chávez.
"Siento que la CAN ha muerto", coincidió el
presidente Evo Morales.

También en Venezuela hubo expresiones de


preocupación. La Confederación Venezolana de
Industriales (Conindustria) afirmó que la decisión
de Chávez tendrá consecuencias negativas para la
economía local, ya que provocará "una caída de la
actividad y la pérdida de empleos".

No obstante, el anuncio no sorprendió a los


empresarios venezolanos. "Desde que Venezuela
anunció su intención de formar parte como
miembro pleno del Mercosur, era una consecuencia
inevitable que se retirara del pacto andino", dijo el
presidente de Conindustria, Ismael Pérez Vigil.
En medio de la alarma generalizada, algunas voces
intentaron calmar las aguas. "Chávez ya ha dicho en
el pasado que la CAN estaba muerta y también dijo
que el Mercosur estaba muerto", recordó el
economista venezolano Orlando Ochoa.

La CAN ya había pasado por dos momentos críticos


a lo largo de su historia. En 1974, tras el golpe de
Estado de Augusto Pinochet, Chile -país fundador
del bloque- se retiró de la CAN. El otro momento de
crisis ocurrió en 1994, cuando el entonces
presidente peruano, Alberto Fujimori, anunció que
su país dejaba el bloque, lo cual finalmente no se
concretó.

La CAN representa la tercera parte del comercio


sudamericano y en 2005 alcanzó exportaciones
intrarregionales por casi 9000 millones de dólares.

Agencias AFP, ANSA y EFE


Kirchner y Lula redefinen el
Mercosur
El conflicto por las papeleras y las críticas de Uruguay estarán
hoy en la agenda; mañana se les sumará Hugo Chávez
MARTES 25 DE ABRIL DE 2006

SAN PABLO.- El presidente Néstor Kirchner llegará


hoy a Brasil para encontrarse con Luiz Inacio Lula
da Silva, en una reunión agendada telefónicamente
por ambos la semana pasada, en medio del
recrudecimiento del conflicto de las papeleras cuyos
efectos sobre el Mercosur comienzan a preocupar a
los dos socios mayores del bloque.

"Lula y Kirchner hablaron por teléfono y decidieron


ellos mismos organizar este encuentro", le confió a
LA NACION una fuente diplomática del Palacio San
Martín que participó en la organización de la
reunión, que se realizará en San Pablo.

La reunión bilateral, que se convertirá en trilateral


mañana al sumarse el presidente Hugo Chávez, se
realiza en medio de un clima enrarecido justamente
con el mandatario venezolano.

Más notas para entender este tema


Posponen el informe al Congreso
Acelera Uruguay un acuerdo con EE.UU.
"Hay una sensación de que Chávez está «bajando»
demasiado al Sur. Se está metiendo en temas que
les corresponde manejar a Brasil o a la Argentina.
Hasta con Uruguay se está metiendo", dijo la
fuente, demostrando la molestia del gobierno
argentino con el encuentro de Chávez y el
mandatario uruguayo, Tabaré Vázquez, la semana
pasada, en Asunción.

El diplomático también se refería al nuevo


gasoducto propuesto por Chávez, que uniría Bolivía,
Paraguay y Uruguay, idea lanzada por el venezolano
en la capital paraguaya. "Esa idea fue vista con
cierto resquemor, cierta susceptibilidad, porque es
como que Chávez pasa a tener más influencia de la
que debería. A la Argentina empieza a incomodarle
y a Lula, que era quien supuestamente iba a jugar
ese papel de «coordinación» de la región, le
incomoda más todavía", reveló la fuente, con
tránsito directo entre la alta cúpula del gobierno
brasileño.

Las papeleras

El encuentro bilateral entre Lula y Kirchner tiene


un tema protagónico por excelencia: el deterioro del
Mercosur, con un Uruguay que comenzó a
amenazar continuamente con su salida del bloque y
un Paraguay que dice que los socios mayores no
ayudan a los menores. También estará presente en
la agenda la decisión de Montevideo de acelerar un
acuerdo de libre comercio con los Estados Unidos
(de lo que se informa por separado).

Al mismo tiempo, Brasil y la Argentina ya no logran


generar entusiasmo o avances que demuestren las
ventajas del Mercosur. Del lado argentino,
fundamentalmente porque Brasil cada vez le vende
más productos al país, sin que la Argentina logre
avanzar sobre el mercado brasileño -ya son 35
meses consecutivos de superávit comercial de Brasil
sobre la Argentina-. Fuera de lo comercial, en los
últimos tiempos los avances fueron tímidos.

Pero funcionarios argentinos que participan en las


negociaciones comerciales dicen haberse quedado
sin argumentos sobre el acceso al mercado
brasileño. Ni la supervalorización del real -un dólar
vale 2,15 reales actualmente- les hizo ganar
mercados a los productos argentinos, a pesar de que
en los últimos dos años se volvieron más de un 30
por ciento más baratos para el comprador
brasileño.
Después de que el ministro de Desarrollo de Brasil,
Luiz Furlan, le dijo a LA NACION que los
empresarios argentinos "tienen que venir a Brasil a
vender", dos semanas atrás, la cancillería argentina
aceleró las misiones comerciales en este país.

La visita de trabajo de Kirchner se iniciará hoy al


final de la tarde en un hotel de San Pablo cercano al
parque de Ibirapuera -el "pulmón" verde de la
ciudad-. Después de una reunión de trabajo, ambos
cenarán juntos, en principio en el mismo hotel.

Mañana, a las 9, Lula y Kirchner recibirán a Chávez,


con quien el principal asunto para tratar es quién va
a pagar la cuenta del gasoducto del Cono Sur, el
proyecto de 9700 kilómetros que transportaría gas
venezolano hasta la Argentina y que podría costar
23.000 millones de dólares.

Chávez trae, entretanto, el pedido de apoyo para


ocupar el asiento de miembro no permanente en el
Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, que
la Argentina deja este año.

Presión norteamericana

"Las presiones de los Estados Unidos, tanto en la


Argentina como en Brasil, para impedir que Chávez
ocupe ese asiento son muy fuertes. Pero con todos
los negocios que está proponiendo y ofreciéndose a
financiar Chávez, nadie está dispuesto a decirle que
no", resumió con una mezcla de ironía y
pragmatismo el diplomático argentino desde
Buenos Aires.

Mientras el valor del barril de petróleo continúe en


las alturas, el avance de Chávez en la región
continuará aumentando, y eso es lo que comienza a
incomodar a Brasil y a la Argentina.

Kirchner encuentra hoy a un Lula de agenda llena.


Al mediodía, el brasileño almorzará con el
presidente de Colombia, Alvaro Uribe, que llegará a
Brasilia acompañado por la canciller Carolina
Barco. Lula y Uribe discutirán el avance de la
Comunidad Sudamericana de Naciones y temas
relacionados con la seguridad en la frontera que
ambos países comparten en la región amazónica,
que continúa siendo ruta de paso para armas y
drogas.

Cristina Kirchner

Luego de más de un mes con escasa participación


en actos protocolares y casi ausente de la actividad
parlamentaria, la senadora Cristina Fernández de
Kirchner reaparecerá públicamente hoy, cuando se
convierta en la oradora principal de un acto por el
Día del Holocausto, en el Teatro Colón, a las 19.30.
La acompañarán el embajador de Israel, Rafael
Eldad, y el presidente de la DAIA, Jorge
Kirszenbaum, entre otros.

Por Luis Esnal Corresponsal en Brasil


Brasil teme una "guerra fría"
regional
El asesor de Lula para Asuntos Internacionales expresó el
rechazo de su país a la política antinorteamericana de Chávez
LUNES 08 DE MAYO DE 2006

"No queremos un clima de «guerra fría» en


América latina. La «guerra fría» ya terminó."

Apenas una semana de emociones fuertes como la


última explica el peso de dramatismo de la frase de
Marco Aurelio Garcia, asesor especial del
presidente Luiz Inacio Lula da Silva para Asuntos
Internacionales.

En entrevista con el diario Folha de São Paulo,


Garcia advirtió que existe una diferencia clara y
concreta entre la forma en que Brasil percibe la
geopolítica y cómo lo hacen los presidentes Hugo
Chávez y Evo Morales.

Más notas para entender este tema


El balance militar de América del Sur, cada vez más amenazado
Menos gastos en la Argentina
"Matarán a la gallina"
"La política exterior de Brasil para América del Sur
y para el resto del mundo no está basada en el
prefijo «anti». Nosotros no somos «antinadie».
Somos «pro»", dijo Garcia, en referencia a la carga
de oposición ideológica del discurso chavista a los
Estados Unidos.

Cada vez con menos disimulo, Brasil viene


diferenciando su estrategia de la de Chávez e
incluso planteando críticas directas a su estilo y a
sus medidas. En los últimos meses el crecimiento
de la influencia del presidente venezolano en
América del Sur, área teóricamente destinada a ser
el espacio de liderazgo de Brasil, comenzó a irritar a
Lula.

"Lula está indignado con Chávez", llegó a decirle a


este corresponsal un diplomático argentino después
de reunirse con el presidente brasileño. El
venezolano acababa de visitar Asunción y, al
reunirse con los presidentes de Paraguay, Nicanor
Duarte Frutos, y de Uruguay, Tabaré Vázquez,
había llegado a proponer: "Si como la CAN
[Comunidad Andina de Naciones], el Mercosur
tiene que morir para que nazca una nueva
integración, pues, como dijo Jesús, dejad que los
muertos entierren a sus muertos".

En la entrevista con Folha de São Paulo, Garcia dejó


clara, en tono diplomático, la molestia brasileña. "Si
me preguntan si estoy de acuerdo con la retórica de
Chávez, diré que en muchos aspectos no.
Determinadas intervenciones que Chávez hace en
determinados momentos no me parecen las más
adecuadas", expresó.

En la reunión cuatripartita de Puerto Iguazú del


jueves pasado, Lula hizo un planteo serio a Chávez y
a Morales. A Chávez le pidió que fuera coherente en
su discurso de integración: no puede apoyar
reacciones desestabilizadoras de Bolivia, como hizo,
y al mismo tiempo apoyar la integración del Cono
Sur.

A Morales Lula le hizo una recriminación todavía


más directa, según trascendió en los medios
brasileños. Le preguntó cómo pudo tomar con el
ejército las plantas de Petrobras en Bolivia después
de que él declarara su apoyo en las elecciones y le
ofreciera ayuda desde un principio.

"Ese comportamiento no se corresponde con el


nivel de relación que Brasil mantiene en América
latina, en especial con Bolivia. No se justificaba",
dijo Garcia, que anteanoche estuvo en la Feria del
Libro, en Buenos Aires, para escuchar la exposición
de la senadora Cristina Fernández de Kirchner.

Como en el desenlace desenfrenado de una película,


al cumplir su último año de mandato, Lula ve sus
aspiraciones de liderazgo en América del Sur
escurrírsele entre las manos. "Brasil no puede
esquivar el papel de liderazgo regional del que
siempre rehuyó", había dicho Lula al asumir, el 1°
de enero de 2003.

Irónicamente, cuando Lula ya era presidente electo,


el entonces presidente en ejercicio, Fernando
Henrique Cardoso, le preguntó si debía enviarle un
barco de Petrobras con nafta a Chávez, que pasaba
por un momento crítico debido a la huelga de los
petroleros. Lula dio el visto bueno. La semana
pasada Morales anunció LA NACIONalización del
gas tomando una planta de Petrobras después de
reunirse con Chávez y Fidel Castro.

La situación para Lula en el terreno de la política


exterior no puede ser peor: se siente traicionado por
Chávez y Morales, a los que apoyó cuando lo
necesitaban; Estados Unidos conquista uno por uno
a países de América del Sur con sus tratados de
libre comercio y promesas de acceso a su mercado,
y hasta los socios chicos del Mercosur, Paraguay y
Uruguay, acusan a Brasil de omisión en su papel de
"hermano mayor". El gigante sudamericano quedó
acorralado.
Cuatro años después del episodio, la figura de
Chávez se convirtió en un factor de influencia
regional, respaldada por las inversiones
millonarias, posibles por el precio récord del crudo.

La CAN está en plena implosión debido al


abandono de Chávez, que deja el conglomerado por
la decisión de Colombia y Perú de firmar acuerdos
de libre comercio con Estados Unidos. Convencido
por Chávez, Morales ya anunció que será el
próximo. En el Mercosur, Uruguay ya dejó claro que
no responde más a los socios mayores del bloque.

Por Luis Esnal Corresponsal en Brasil


Las grietas abiertas de
América latina
Pocas veces han sido tantas y tan sonoras las disputas entre los
presidentes de la región. Si se pensaba que la sintonía
ideológica iba a favorecer la unión, aquí están las pruebas de
que no será sencillo
DOMINGO 14 DE MAYO DE 2006

Francisco Seminario
SEGUIR

LA NACION

Nunca tan cerca y nunca tan lejos. Pocas veces


como en los últimos tiempos ha sido tan publicitada
la afinidad ideológica de la gran mayoría de los
presidentes de la región -algo que supuestamente
haría fértil el terreno a una mayor sintonía en sus
políticas y sus decisiones estratégicas-, pero pocas
veces como ahora, también, han sido tantas y tan
sonoras sus disputas y sus acusaciones mutuas.

"Contrariamente a la creencia generalizada de que


hay un tsunami izquierdista en América latina que
se está levantando en bloque contra Washington y
el libre mercado, lo que estamos viendo en la región
es un enfrentamiento muy diferente: la izquierda
contra la izquierda", escribió esta semana el
columnista Andrés Oppenheimer en LA NACION.
La temperatura que alcanzó la disputa por el gas
boliviano, las quejas de los socios menores del
Mercosur y la incomodidad de Brasil por las
continuas intromisiones de Hugo Chávez en países
vecinos ilustran un fenómeno que no deja de
sorprender a los observadores.

Tan mal están las cosas en el vecindario, de hecho,


que esta semana el asesor especial de Luiz Inacio
Lula da Silva en Asuntos Internacionales, Marco
Aurelio García, agitó el temor a que se instale un
"clima de Guerra Fría" en la región. Y aunque el
canciller argentino Jorge Taiana licuó el temor que
despierta esa referencia histórica -en rigor, explicó
que el brasileño sólo había querido advertir sobre la
necesidad de tener una posición pragmática, sin
preconceptos ideológicos-, lo cierto es que la
cuestión de la izquierda vuelve a cobrar
protagonismo.

Más notas para entender este tema


Hacia una peligrosa desintegración
Cómo se ve desde EE.UU.
Marco Aurelio García se refería a la situación
general del continente, es verdad, pero sobre todo
buscó marcar diferencias con la Venezuela chavista
y sus aliados potenciales o reales: trazó una línea
clara entre los "anti" y los "pro" y colocó a Brasil
entre estos últimos. Del otro lado quedaron los anti
Estados Unidos, los anti libre mercado y los anti
inversiones extranjeras. Dos modelos de izquierda,
en definitiva, quedaron claramente expuestos, y el
choque entre estas dos visiones pocas veces fue tan
evidente -y virulento- como ahora.

Estos dos modelos de izquierda, ¿se enfrentan


también desde ambas orillas del río Uruguay? La
voluntad del presidente Tabaré Vázquez de crear un
ámbito propicio para las inversiones extranjeras,
frente al deseo de Kirchner de nacionalizar una
causa que no se defiende a menos que medie la
movilización popular, sugiere una lectura de este
tipo. Pero a diferencia de Vázquez, que con criterio
pragmático principalmente busca no poner en
riesgo la mayor inversión en la historia de su país -
por 1800 millones de dólares-, el presidente
argentino sigue planteando acertijos. A veces es
"pro" y a veces "anti", según la tribuna y según la
circunstancia. Así y todo, Kirchner y Tabaré no
dejan de ser dos líderes de fuerte afinidad
ideológica que no aciertan a superar diferencias que
nadie imaginó que podían existir. Como ocurre en
buena parte de América latina. "No hace falta más
que mirar el mapa para ver que en la región todos
están peleados con todos", observó Jorge Lavope,
profesor universitario y experto en procesos de
integración regional. A la hora de ensayar
explicaciones, Lavope enumeró: "Los proyectos
comunes han fracasado, las izquierdas regionales
han evolucionado de distinta manera, hacia
izquierdas tradicionales o modernas, pero han
compartido una incapacidad o falta de voluntad
para dar fuerza institucional a los acuerdos
supranacionales, y vemos que acá y allá los países
van firmando acuerdos bilaterales de libre comercio
con Estados Unidos". De pronto, añadió, "ahora
estalla todo".

Espacios de influencia

En breve e incompleto resumen, la relación


bilateral entre la Argentina y Uruguay pasa por su
peor punto en décadas. Evo Morales se asesoró en
Venezuela y adoptó una decisión que disgustó a
Brasil: nacionalizó el gas que abastece en un 80% al
área industrial de San Pablo y -gesto que no pasó
inadvertido- apostó soldados ante una planta de
Petrobrás. Cansados de no ser tenidos en cuenta,
los socios menores del Mercosur, Paraguay y
Uruguay, expresaron días atrás su malestar a los
socios mayores y comenzaron a coquetear con
Estados Unidos porque, como dijo Tabaré, "el
Mercosur así no sirve". Hugo Chávez rompió con la
Comunidad Andina de Naciones (CAN) por los
acuerdos comerciales que negocian Perú y
Colombia en Washington y, tras enterrar el ALCA
en Mar del Plata el año pasado, se mostró dispuesto
a dar muerte también al Mercosur... Lula y Kirchner
debieron pedirle moderación.

En línea con lo señalado por Lavope, también otros


observadores ven en estas disputas algo más que las
diferencias entre dos modelos de izquierda. A la
grave crisis que atraviesan los procesos de
integración -que incluye ingredientes políticos pero
también económicos y comerciales-, se añade una
competencia cada vez mayor por espacios de
influencia política regional. "Se trata de dos
fenómenos que se dan en forma simultánea y que
muestran, por ejemplo, un doble fracaso de Brasil,
que no ha logrado mantener la cohesión dentro del
Mercosur y no consigue afirmar su ambición en el
plano sudamericano", señaló a LA NACION
Roberto Bouzas, director de la maestría en
relaciones y negociaciones internacionales de la
Universidad de San Andrés y la Facultad
Latinoamericana de Ciencias Sociales (Flacso).

Esta combinación de elementos permite que otros


actores ganen margen de juego, según coinciden los
analistas. A modo de ejemplo, si Uruguay se acerca
a Estados Unidos, con las fricciones que esto
provocó en el Mercosur, en parte se debe a que el
bloque nunca pasó de una unión aduanera
imperfecta. Y así como Brasil y la Argentina ceden
espacios de liderazgo regional, Venezuela tiene la
voluntad y los recursos como para ocuparlos
mediante una agresiva "diplomacia del petróleo" en
momentos en que escasean en el mundo los
hidrocarburos. "Si alguien tiene algo para ganar de
estas disputas en América latina, ése es Hugo
Chávez: él está en mejor situación para sacarles
provecho y ganar más influencia", afirmó a LA
NACION Peter Hakim, presidente del Diálogo
Interamericano, un centro de análisis de
Washington.

De hecho, la influencia de los petrodólares


venezolanos ha llegado ya a las puertas de los
Estados Unidos: en México respaldó con fondos la
candidatura del opositor Andrés Manuel López
Obrador, de izquierda, y cada vez que puede
polemiza con el presidente Vicente Fox, aliado clave
de los Estados Unidos. Y en estos días, además, una
clara batalla se está librando en Perú, donde la
segunda vuelta de las elecciones presidenciales se
dirimirá el 4 de junio próximo entre Ollanta
Humala y Alan García. El primero cuenta con la
bendición de Chávez, tiene declarada afinidad con
el mandatario venezolano y protagonizó, como él,
un alzamiento militar antes de volcarse a la política.
El segundo ha dicho que se propone gobernar a la
manera de Lula, al frente de una izquierda moderna
y moderada, y cuenta, a falta de alternativas, con el
respaldo norteamericano.

¿Con la crisis de los procesos de integración


regional gana también Estados Unidos? Según
Lavope, que además de profesor universitario es
director del Comité de Estudios de Asuntos
Latinoamericanos del CARI, el Consejo Argentino
para las Relaciones Internacionales, no hay dudas
al respecto. Al gobierno de Washington, observó, no
le hizo falta mandar misiles a la región: "Con saber
dónde tocar, ha logrado desarticular prácticamente
a toda América del Sur", dijo en alusión a las crisis
del Mercosur y la CAN.

Todo se remonta al fracaso del ALCA, el Area de


Libre Comercio de las Américas que Chávez enterró
en Mar del Plata y que nadie se preocupó por
resucitar. Después de una década de negociaciones
infructuosas, este fracaso, según Bouzas, "legitimó
la estrategia norteamericana de avanzar con
acuerdos bilaterales de libre comercio con los países
dispuestos a hacerlo". Esto muestra la manera en
que los Estados Unidos promueven su agenda en la
región y el mundo, una agenda que, a su juicio,
tiene que ver más con objetivos comerciales que
políticos. Es que, excluido México, que forma parte
del Nafta, los Estados Unidos tuvieron el año
pasado con América latina un déficit comercial de
50.691 millones de dólares, más de la mitad,
paradójicamente, con Venezuela (27.556 millones
de dólares). Y este desequilibrio comercial se
incrementa año tras año: en 2004 fue de 37.183
millones y en 2003 de 26.882 millones. Desde 1998
es más lo que los Estados Unidos compran a la
región que lo que le venden.

Pero no se acaban allí las maneras de explicar las


grietas que se abren en el paisaje latinoamericano.
El analista político Rosendo Fraga, director del
Centro de Estudios Nueva Mayoría, añade como
factor "una revitalización de los nacionalismos" que
asoma bajo reivindicaciones indígenas largamente
postergadas y que ahora surgen con fuerza, detrás
de un neopopulismo que muchas veces busca
legitimarse desde el atril.

El nacionalismo, que en las primeras décadas del


siglo XX era patrimonio de la derecha, explica
Fraga, ha cambiado de signo y de la mano de una
izquierda que propicia un estado fuerte se
manifiesta ahora de muchas maneras: en la disputa
por las papeleras uruguayas y en el reciente triunfo
de Humala en la primera vuelta en Perú; en las
recurrentes tensiones fronterizas entre Venezuela y
Colombia, en los planteos de Bolivia a Chile por la
salida al mar y en los reclamos de Paraguay y
Uruguay a los socios mayores del Mercosur. Esta
variedad de formas de expresarse, señaló el
analista, "confirma que este nuevo nacionalismo se
antepone a las afinidades político-ideológicas".

Algo de esto se entrevió la semana pasada en la


improvisada cumbre de Puerto Iguazú. Lula no
pudo disimular su malestar con Morales por la
sorpresiva nacionalización del gas, sector en el que
Brasil es el principal inversor externo, y con Chávez,
por hacer suya la causa boliviana. Sólo cuando
Morales precisó los alcances de la nacionalización y
puso en caja los temores de Lula y de Kirchner
pudieron los cuatro mandatarios volver a soñar con
la integración regional -aunque ésta sólo sea
energética- y comenzar a negociar un nuevo precio
del gas. Brasil paga ya 1000 millones de dólares
anuales y no está dispuesto a pagar mucho más o a
aceptar condiciones desventajosas en un año
electoral. Para la Argentina, un aumento del 65 por
ciento, a 5,50 dólares el millón de BTU (la unidad
de medida), tal como pretende Bolivia,
representaría el pago de alrededor de 100 millones
de dólares adicionales. Y tal vez un alza en el precio
del GNC.

Hasta aquí, el estado de cosas en la región no


augura más que nuevos desencuentros en el futuro.
Además de la fractura de los bloques hay, para el
economista Diego Estévez, muchos países de
América latina que no logran todavía encontrar su
identidad y posicionarse ante el mundo. Pero esto
puede cambiar. "Brasil, Chile, Colombia y México
están haciendo punta: tienen economías modernas
y están a favor de las inversiones sin ser
necesariamente de corte liberal", dijo.

Lavope, en cambio, cree que los procesos de


integración pueden reformularse, algo que ofrecería
una posible salida a la situación. "Si queda un poco
de inteligencia, se podría avanzar hacia un tipo de
integración más flexible, que no se rompa".

De esa flexibilidad, seguramente, dependen en este


momento la suerte de los acuerdos vigentes y el
futuro de la convivencia latinoamericana.

Escalada discursiva

"Así como está, el Mercosur no sirve". De


Tabaré Vázquez en la cumbre de Asunción, que
compartió con los mandatarios Nicanor Duarte
Frutos (Paraguay), Hugo Chávez (Venezuela) y Evo
Morales (Bolivia) ". (19/4)

"Un tratado de libre comercio con Estados


Unidos no estaba en la agenda, pero
tampoco estaba en la agenda el conflicto con
la Argentina". De Tabaré Vázquez a LA NACION
en Washington. (2/5)

"Soy un apasionado de la integración para


caminar juntos y conquistar mercados. Pero
una cosa es la integración y otra es la
intervención". De Alejandro Toledo en alusión a
la injerencia de Chávez en las elecciones peruanas.
(10/5)

"Las demandas nacionales son muy fuertes


y las políticas de integración no son una
caravana de alegría". De Carlos Alvarez, en
alusión a las tensiones en el Mercosur. (10/5)

"Se acabó la comunidad, ¿y cuándo se


acabó? Cuando el imperio firma un TLC con
Colombia y otro TLC con Perú, tratados de
libre comercio que desmoronan lo que
habíamos logrado". De Hugo Chávez al referirse
a la decisión de Venezuela de abandonar el acuerdo.
(11/5)
"No queremos un clima de guerra fría" en
América latina. La ´guerra fría ya
terminó". De Marco Aurelio Garcia, asesor
especial de Lula da Silva para Asuntos
Internacionales. (7/5)

"Es un infantilismo sumarse a un planteo de


chicos contra grandes. Sobre todo cuando
Brasil y la Argentina estamos trabajando
para superar las asimetrías". De Néstor
Kirchner a Hugo Chávez en San Pablo. (27/04)
"Brasil no pretende ser el
líder de la región"
La mano derecha de Lula destacó el papel de la Argentina
DOMINGO 04 DE JUNIO DE 2006

Jorge Elías
SEGUIR

LA NACION

Hay una dependencia recíproca: Brasil necesita el


gas boliviano y Bolivia necesita nuestro mercado.
Esto nos lleva a negociar

Marco Aurelio García En Puerto Iguazú, durante la


cumbre convocada de urgencia a raíz de la decisión
de Bolivia de nacionalizar los hidrocarburos, Luiz
Inacio Lula da Silva no pudo arrancarle a Evo
Morales un compromiso: que la compañía
Petrobras no tenga más sobresaltos. Al menos,
hasta las elecciones presidenciales de Brasil, en
octubre.

Frente a Néstor Kirchner y Hugo Chávez, ambos


procuraron limar las asperezas que se habían
suscitado en forma súbita, por más que la medida
estuviera prevista desde la presidencia de Carlos
Mesa por medio de un referéndum y de una ley.
"Bolivia está haciendo con su gas lo que nosotros
hicimos con nuestro petróleo", concluyó Marco
Aurelio García. Con idéntica calma y tono seguro, el
principal asesor en política exterior del presidente
brasileño dijo en una entrevista con LA NACION
que, a pesar de organizar las cumbres
sudamericanas y de haber impulsado la Comunidad
Sudamericana de Naciones, "Brasil no tiene la
aspiración de ser el líder de la región"; que "el eje de
la integración regional pasa también por la
Argentina", y que, de ser necesario, Lula estaría
dispuesto a mediar entre Chávez y George W. Bush,
de modo de recomponer las relaciones bilaterales.

García, emisario de Lula en la mayoría de las crisis


que se desataron en los últimos años en América del
Sur, participó en Buenos Aires de la conferencia
internacional "Los poderes emergentes y la
seguridad regional: el caso IBSA (India, Brasil,
Sudáfrica)", organizada por la Universidad de San
Andrés y Le Monde Diplomatique. Venía de
Caracas.

En un salón del Palacio Pereda, residencia del


embajador brasileño, Mauro Vieira dijo que confía
en que los gobiernos de Kirchner y de Tabaré
Vázquez arreglarán en la Corte de La Haya el
conflicto por las papeleras y admitió que "el
Mercosur no resuelve una serie de problemas de la
región".

Dejó entrever, a su vez, que Uruguay no podría


continuar en el bloque si firmara un tratado de libre
comercio con los Estados Unidos. "Nos gustaría que
se quede, pero imagínese si mañana España o Italia
firmara un tratado similar; no podría seguir como
miembro pleno de la Unión Europea", advirtió.

-¿Cómo ve el diferendo entre la Argentina y


Uruguay?

-Hubo una preocupación constante en relación con


ese episodio, pero concluimos que también existiría
si no hubiera Mercosur. A pesar de ello, la verdad es
que puso en evidencia la fragilidad de las
instituciones del Mercosur. Nos vimos impedidos
de ir más allá y ahora esperamos que se resuelva en
La Haya.

-¿Sin intromisión?

-Por supuesto.

-Cada vez que hay una crisis, la región mira


a Brasil, ya que se supone que tiene afán de
liderazgo.
-Brasil no tiene la aspiración de ser el líder de la
región.

-Era el espíritu de las cumbres de América


del Sur, creadas por el ex presidente
Cardoso en 2000...

-No quiero asumir la herencia de Fernando


Henrique. Nos dejó otras.

-En Brasil hubo críticas contra Lula por la


forma en que manejó el conflicto con
Morales.

-En Puerto Iguazú, Lula y Kirchner plantearon la


necesidad de crear un clima de confianza entre las
partes. En Brasil, después del anuncio de Morales,
Petrobras actuó con mucha celeridad, pero también
hubo reacciones histéricas de ciertos sectores.
Reaccionamos con serenidad ante la situación, que
estuvo un poco caliente. Hay una dependencia
recíproca: Brasil necesita el gas boliviano y Bolivia
necesita nuestro mercado. De todas maneras, Brasil
empezó a tomar medidas para garantizar su
autosuficiencia energética, cosa que los gobiernos
que construyeron el gasoducto no pensaron.
-¿Cómo puede seguir operando en Bolivia
una compañía que aduce falta de seguridad
jurídica?

-Nos parece fundamental. Las inversiones de


Petrobras se harán en Bolivia con la seguridad
jurídica establecida. Si no, no se harán.

-Brasil y la Argentina procuraron contener a


Chávez, pero ¿hicieron algo por acercarlo a
Bush?

-Brasil, sí. Siempre conversamos con Chávez y con


Bush, y con las autoridades de los dos gobiernos.
Brasil y la Argentina tienen buenas relaciones con
los Estados Unidos. Las variables internacionales
son muy erráticas. Creo que se presta una atención
exagerada a Venezuela.

-Chávez dice que nunca perdonará a Bush la


presunta participación en el golpe de 2002...

-Nada es irreversible. En los últimos 20 años hemos


visto situaciones que parecían imposibles. Ahora se
discute un acercamiento entre Irán y los Estados
Unidos. Eso podría ocurrir aquí, y es deseable.

-A propósito, ¿ayuda a Lula el Mundial de


fútbol?
-Va a encapsular la campaña. Espero que sea lo
máximo posible, que lleguemos a la final y
ganemos.
Cristina Kirchner, en
Montevideo
Se reunió con Gonzalo Fernández, mano derecha del presidente
Tabaré Vázquez
SÁBADO 17 DE JUNIO DE 2006

MONTEVIDEO.- Era una reunión preparatoria de


la cumbre sudamericana de Bolivia, a la que ni un
periodista hubiera prestado atención. Pero la
entrada del Palacio Santos estaba repleta de
cámaras, micrófonos y grabadores, cuando la
senadora Cristina Fernández de Kirchner ingresó
en la Cancillería uruguaya para participar de la
reunión.

La expectativa estaba puesta en la generación de un


clima de acercamiento entre los gobiernos de
Uruguay y la Argentina para lograr una solución
política al diferendo por las plantas de celulosa.

La esposa del presidente Néstor Kirchner trabajó en


la reunión de la Comunidad Sudamericana de
Naciones, pero la atención se centró en un breve
encuentro privado de poco más de 10 minutos.

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Mujica propone que Entre Ríos instale dos fábricas papeleras
"A nosotros nos cayeron encima decisiones"
Venezuela se sumará formalmente el 4 de julio al Mercosur
La legisladora entró en la Cancillería por la avenida
18 de Julio, mientras por la puerta de la calle
Colonia, en los fondos del ministerio, lo hizo el
secretario de la presidencia uruguaya, Gonzalo
Fernández, mano derecha del presidente Tabaré
Vázquez.

"Es relevante; la reunión marca un hito en este


proceso de construcción colectiva que los países
estamos llevando adelante; valoramos como muy
positiva tanto la reunión de trabajo como la
presencia de Cristina Kirchner", declaró el asesor
presidencial Ariel Bergamino.

Los periodistas no pudieron registrar el encuentro,


pero la secretaría de prensa de Vázquez publicó en
su página web una foto de ambos Fernández, la
primera dama argentina y el funcionario uruguayo,
cuyo cargo es similar al de Alberto Fernández. Los
dos habían sido los negociadores de la fórmula
política sobre control ambiental compartido del
impacto de las plantas que se construyen en Fray
Bentos. Dicha negociación se frustró cuando la
empresa Botnia no aceptó parar su obra, requisito
reclamado por la Argentina.
En el entorno político de Vázquez se dijo a LA
NACION que tanto la llegada de Cristina Kirchner
como la reunión con el operador político del
presidente uruguayo fueron "valoradas muy
positivamente" porque todo confluye para que
"efectivamente haya una solución amigable". Pero
advirtieron que el presidente oriental ha dado
instrucciones de que las conversaciones "estén
sujetas al fallo de la Corte de La Haya", lo que no
impide que "se produzcan acercamientos para
facilitar el camino".

Sobre el encuentro de ayer en la Cancillería, la


versión dijo que fue "protocolar", que duró "apenas
unos doce minutos" y que el secretario de
presidencia fue a "saludar" a Cristina Kirchner y a
"transmitirle respetos y cariño" de Vázquez.

El gobierno uruguayo confía en que la Corte


Internacional niegue a la Argentina el reclamo de
medidas cautelares para frenar las obras, pero al
entusiasmo surgido en la audiencia lo contrapone
con lo sucedido en el trámite en el Banco Mundial
por el crédito a las plantas. "Allí, el lobby argentino
dio resultado, aunque uno no creía que el
organismo fuera permeable a las presiones para
trabar los préstamos", recordó una alta fuente del
gobierno uruguayo, para explicar por qué se
recomienda cautela sobre el fallo de La Haya.

Para Uruguay, la reacción argentina tras las


audiencias en la Corte indican que no se espera
éxito en el reclamo para frenar las obras, pero se
advierte que "hay que tener precaución sobre lo que
pueda pasar".

Vázquez ya había dicho que Uruguay iba a realizar


"un gran esfuerzo" para encontrar una salida de
diálogo con la Argentina. Las miradas apuntan a un
encuentro con Kirchner en la cumbre del Mercosur
de Córdoba, a fines del mes próximo, pero el
presidente uruguayo dice que, antes de que eso
ocurra, prefiere tener un fallo favorable de La Haya.

Por Nelson FernándezCorresponsal en Uruguay


Más señales de distensión en
la relación con Uruguay
El presidente de la Comisión Permanente del Mercosur, Carlos
"Chacho" Alvarez, destacó el buen clima en el encuentro de
cancilleres realizado en Buenos Aires; satisfacción del vecino
país por la visita de Cristina Kirchner
SÁBADO 17 DE JUNIO DE 2006 • 10:25

El presidente de la Comisión Permanente del


Mercosur, Carlos "Chacho" Alvarez, aseguró que la
relación entre la Argentina y Uruguay "está mucho
más distendida" respecto al conflicto por la
construcción de dos pasteras y señaló que esa
situación se reflejó durante la reunión de cancilleres
del grupo regional.

Luego de una semana en la que Uruguay expresó su


predisposición para recuperar los caminos del
diálogo, Alvarez sostuvo: "El clima está mucho más
distendido y se vio ayer en el encuentro de
cancilleres" del bloque que se realizó en Buenos
Aires.

Si bien en la reunión de ayer para acordar los temas


de la cumbre de presidentes del bloque que será en
Córdoba, el canciller uruguayo Reinaldo
Gargano renovó el reclamo por los cortes de
ruta, Alvarez resaltó el buen clima.
En este sentido, destacó: "Lo que está mucho mejor
es la vocación por la integración de nuestros países
tanto el fortalecimiento del Mercosur como el tema
de reflexionar cómo se constituye la Comunidad
Sudamericana de Naciones".

"Esto indirectamente se refleja en la relación entre


la Argentina y Uruguay porque los dos países son
protagónicos en este proceso de integración",
indicó.

En este marco, Alvarez enfatizó la participación de


la senadora Cristina Fernández de Kirchner en la
reunión constitutiva de la Comisión Estratégica de
Reflexión sobre integración Sudamericana, que
deliberó ayer en la ciudad de Montevideo por
primera vez, para elaborar propuestas para la
región.

Satisfacción por la visita. El embajador


argentino en Uruguay, Hernán Patiño Mayer, fue
consultado sobre la visita de la senadora Kirchner a
Montevideo, y si el saludo con el secretario general
de la Presidencia uruguaya, Gonzalo Fernández,
podría interpretarse como un acercamiento entre
ambos países.
"Hubo una decisión del gobierno uruguayo, del
presidente Tabaré Vázquez, de transmitirle a la
senadora, a través de su secretario general, la
satisfacción que tenía el gobierno por la presencia
de la Argentina", se limitó a responder el
embajador.

Solución diplomática. En tanto, el ex canciller y


actual diputado nacional Rafael Bielsa afirmó hoy
que tiene el "pálpito" de que el conflicto entre
Argentina y Uruguay "tendrá una solución
diplomática" antes de que se expida la Corte
Internacional de Justicia de La Haya.
La integración regional está
en crisis, dijo el canciller
Foxley
Le preocupan el conflicto por el gas, la CAN y el Mercosur
LUNES 19 DE JUNIO DE 2006

SANTIAGO, Chile.- El canciller chileno, Alejandro


Foxley, sostuvo que la integración de la región "está
en crisis", calificó como "estimulantes" las
expresiones del electo presidente peruano Alan
García hacia Chile y afirmó que el gas que su país
está importando "no es boliviano, sino argentino".

En una entrevista publicada ayer por el diario El


Mercurio, el canciller afirmó que la integración
latinoamericana "está en crisis" porque "no
funcionan bien ni la CAN [Comunidad Andina de
Naciones] ni el Mercosur, y Venezuela plantea un
eje en contraposición al ALCA [Area de Libre
Comercio de las Américas]".

"Estamos preparando un nuevo enfoque para la


integración, a través de la Comunidad
Sudamericana de Naciones", declaró Foxley.

"Como América latina es un continente todavía muy


inestable desde el punto de vista político, Chile debe
apostar a algunos anclajes fundamentales que van
más allá de la región: uno es una relación
privilegiada con Estados Unidos; el otro es
profundizar el acuerdo de cooperación y
complementación económica con Europa, y
finalmente, acercarse a Asia", resumió.

Foxley expresó satisfacción por la visita del


presidente electo de Perú, Alan García, a Chile,
prevista para el próximo jueves, y sostuvo "la
necesidad" de impulsar una alianza entre Chile y
Perú "para hacer negocios con Asia".

Según Foxley, "el proyecto político, económico y


social que ha planteado Alan García es muy cercano
a lo que hemos estado haciendo en la Concertación
y, por lo tanto, creo que será fácil entenderse".

El canciller chileno aseveró, asimismo, que "el


gobierno boliviano tiene tanto interés como
nosotros en que las relaciones bilaterales tengan un
impulso con la agenda amplia sin exclusiones que
hemos definido. Ellos tendrán que darse cuenta de
que si introducen elementos hostiles hacia Chile,
ese diálogo se va a hacer más difícil", advirtió,
respecto de la exigencia del gobierno de Evo
Morales a su par argentino para que no venda gas a
Chile.
-Usted dijo que el suministro de gas a Chile
no estaría sujeto a ninguna restricción
impuesta por un tercer país. Pero ¿cómo se
puede asegurar eso si la Argentina y Bolivia
ya llegaron a un acuerdo que afecta a Chile?

-Todavía no hemos visto en qué consiste el acuerdo.


Por ahora tenemos que atenernos a lo que nos dijo
el ministro de Planificación argentino, Julio De
Vido, cuando vino a Santiago, quien nos dio
seguridades de que el abastecimiento de gas de la
Argentina a Chile este año va a ser similar al del año
pasado en volumen. Y eso para nosotros es una
palabra que esperamos que se cumpla.

-¿Y sin que una molécula de ese gas sea


boliviano?

-Yo pienso que el gobierno boliviano tiene tanto


interés como nosotros en que las relaciones
bilaterales tengan un impulso con la agenda amplia
sin exclusiones que hemos definido. Y ellos tendrán
que darse cuenta de que si introducen elementos
hostiles hacia Chile, ese diálogo se va a hacer más
difícil.

-¿Se hizo algún tipo de reclamo formal por


esta actitud de Bolivia?
-En Bolivia y en Chile hay democracia... La gente
tiene derecho a expresar opiniones. Cuando exista
una posición oficial de Bolivia nos pronunciaremos.

-¿Pero no es oficial que el presidente Evo


Morales le pida al presidente Néstor
Kirchner que no le venda gas boliviano a
Chile?

-No va a ser oficial mientras no veamos los


contratos. En todo caso, debo insistir: el gas que
compra Chile es argentino, no boliviano.
Venezuela ingresa
formalmente en el Mercosur
Tras la ceremonia de los presidentes del bloque en Caracas
quedó oficializada la adhesión del país caribeño; en su discurso
de bienvenida, Kirchner admitió que existen "dificultades" en el
bloque; antes, en un encuentro a solas con Chávez anunció la
creación del "bono del Sur", un título público conjunto entre
ambos países
MARTES 04 DE JULIO DE 2006 • 20:50

Cuando la noche caía en Caracas quedaba


formalizado el ingreso de Venezuela al Mercosur.
Fue a través de una ceremonia durante la reunión
extraordinaria del bloque regional, que le dio
oficialmente la bienvenida a Hugo Chávez.

El acto, que comenzó a las 20.30, se realizó en el


Teatro Teresa Carreño, el principal centro cultural
de Caracas, y participaron los presidentes de la
Argentina, Néstor Kirchner, de Brasil, Luiz Inácio
Lula Da Silva, de Uruguay, Tabaré Vázquez, de
Paraguay, Nicanor Duarte Frutos (Paraguay).

También asiste el presidente de Bolivia, Evo


Morales, invitado especialmente al encuentro.

Más notas para entender este tema


Kirchner y Vázquez se cruzarán en Caracas
Kirchner afianza en Caracas su relación estratégica con Chávez
Las palabras de bienvenida tuvieron a Kirchner
como protagonista. Sucede que la Argentina tiene la
presidencia pro témpore del grupo regional, y -
como tal- fue la encarga de encabezar el discurso.

"No ocultamos la dificultades del Mercosur, pero


trabajamos denodadamente para superarlas",
afirmó el Presidente esta noche.

A contramano de la crisis que hace unos meses


quedó al descubierto entre los países miembro del
grupo, Kirchner destacó que el ingreso de
Venezuela "es una muestra de vitalidad".

Destacó, además, que "los países de América del


Sur han alcanzado una elevada conciencia política"
y defendió el desarrollo regional con "inclusión".
"Sabemos que es muy importante liberar el
comercio en condiciones dignas", afirmó Kirchner,
pero aclaró que esto sólo "no garantiza el desarrollo
con inclusión",

Opinó que "la integración es mucho más que


liberalizar el comercio, necesita de una comunidad
política" y dijo que la actual situación "demanda la
independencia de cada una de las naciones" y
acuñar "un nuevo concepto de soberanía".
Bono del Sur. Más temprano, y en un nuevo hito
de la alianza estratégica entre el gobierno argentino
y el venezolano, Kirchner anunció la creación de un
bono de deuda binacional que podría ver la luz en
los próximos tres meses.

"Estamos empezando a trabajar en la idea (...) de la


creación del bono del sur, un bono conjunto
trabajado por nuestras áreas respectivas, para en un
tiempo prudencial de 60 a 90 días generar una
fuente de ingresos muy importantes para consolidar
procesos estratégicos de inversión", dijo Kirchner.

Además, mencionó la creación del título público


como un primer paso hacia la creación de un
"banco del sur" que sirva "para dar financiamiento
y las respuestas que nuestras sociedades están
esperando".

A su vez, el presidente venezolano Hugo Chavez


afirmó: "Ahora está la idea maravillosa, que vino de
allá, el bono del sur, un bono binacional para seguir
impulsando inversiones, para seguir sosteniendo el
crecimiento económico".

Hasta el momento, Venezuela fue una de las


principales fuentes de financiamiento del gobierno
de Kirchner: desde mediados de 2005, ha
comprado bonos argentinos por un valor nominal
de unos 3240 millones de dólares.

Este año las compras suman unos 1450 millones de


dólares. Pero ahora la novedad surge por la
creación de este instrumento conjunto, del cual los
mandatarios no brindaron mayores precisiones
sobre el monto y el destino final.

A solas. Antes de que se concrete formalmente el


ingreso de Venezuela en el Mercosur, Kirchner y
Chávez dieron hoy claras señales de su intención de
seguir produndizando la alianza estratégica entre
ambos países.

Fue luego de compartir un encuentro de más de dos


horas a puertas cerradas en el Palacio de Miraflores,
sede del gobierno local.

Eje Caracas-Buenios Aires. A su turno, también


Chávez destacó el ingreso de su país en el Mercosur.
Aseguró que con la incorporación "comienza una
nueva etapa de la historia sudamericana" y
agradeció el fuerte "apoyo" del gobierno argentino
para concretar la asociación plena de Venezuela.

En este contexto, instó a “seguir apuntalando el eje


Caracas-Buenos Aires y los proyectos de integración
bilateral”, entre los que mencionó el de
construcción de embarcaciones en los astilleros Río
Santiago.
El debate del Mercosur

Natalio Botana
SEGUIR

LA NACION

JUEVES 20 DE JULIO DE 2006

Hay un debate en el seno del Mercosur que sería


ilusorio desconocer. Pero el hecho de que tal debate
exista no representa, necesariamente, un signo de
atonía. Cuando a partir de este día se reúnan en
Córdoba diez jefes de Estado en la Cumbre de
Presidentes del Mercosur (los Estados miembros
del bloque, sumando a Venezuela, más los Estados
asociados y otros invitados, entre ellos Fidel
Castro), estas nuevas señales abrirán un nuevo
capítulo en un proceso que ya tiene sobre sus
espaldas una larga experiencia.

Uno de los problemas que se derivan de esa


apertura está ligado a la incertidumbre que depara
la incorporación de Venezuela. En el momento en
que se pactaron los documentos liminares del
Mercosur había en perspectiva una región
configurada por los países miembros y asociados
ubicados en el cono sur del continente.

La irrupción de Venezuela (sin desconocer la


asociación de países al norte de Bolivia, como Perú,
Ecuador y Colombia) ha cambiado el eje de la
discusión por dos motivos principales. Primero,
porque Venezuela es hoy una potencia petrolera
cuya gravitación depende del meteórico ascenso de
los precios de esa materia estratégica. Mientras la
tragedia de la guerra siga envolviendo a Medio
Oriente, el poder del petróleo sudamericano
(sumado a los recursos de gas) seguirá creciendo en
forma proporcional.

Esta formidable renta ha permitido a Venezuela


representar un polémico papel político y ejercer
influencia financiera (véase si no la compra
sostenida de bonos de la Argentina) que se engarza
con un segundo motivo. ¿Implica acaso la presencia
de Venezuela en el Mercosur una modificación de
las exigencias que impone a sus miembros la
llamada cláusula democrática? Este es un punto
crucial, porque el Mercosur tiene una vocación
política que trasciende los imprescindibles arreglos
comerciales y financieros. El Mercosur quiere
forjar, por la voluntad común de sus miembros, un
espacio de libertad política en el que florezcan los
ideales de justicia y desarrollo de una “paz
perpetua”, a la medida de nuestros pueblos.

Este aspecto de la dimensión transnacional de


nuestra circunstancia no es un recurso retórico,
construido a fuerza de palabras poco compatibles
con la realidad de las cosas. Si lo que queremos es
integración con democracia, bueno es darse cuenta
de que, con respecto al segundo término de esta
ecuación, todavía nos falta un largo trecho por
recorrer. Si, por ejemplo, medimos la democracia
no sólo por el resorte vital de la soberanía del
pueblo, sino también por la calidad republicana de
sus instituciones y por la supremacía del gobierno
de la ley sobre el gobierno ocasional de las
personas, comprobaremos que este dilema no está
para nada resuelto en Venezuela y ha entrado a
circular en la Argentina en un terreno por demás
controversial.

La historia de las integraciones que se efectúan


entre países democráticos nos muestra que éstas
son exitosas cuando se convierten en un proyecto
compartido por gobiernos y oposiciones. El
desenvolvimiento de la “república bolivariana” en
Venezuela es una muestra palpable de que la
oposición tiene allí muy poco que hacer: no
participa en elecciones, formando parte así de un
sistema político polarizado donde el elemento
popular es tan fuerte como el factor hegemónico.
De estos principados militares, América latina, con
Fidel Castro a la cabeza, tiene sobrado
conocimiento.

La segunda cuestión está vinculada con la


capacidad disponible en un esquema de integración
para absorber y morigerar conflictos bilaterales.
Duele reconocerlo: frente a la disputa entre
Uruguay y la Argentina, ocasionada por la
instalación de dos fábricas de pasta de papel, el
Mercosur no ha hecho nada hasta el momento. De
aquí la importancia que tendrá el próximo fallo de
un tribunal arbitral del Mercosur sobre la base de
un recurso que ha presentado al Uruguay. En todo
esto hubo una suerte de consenso negativo, en
virtud del cual se pretendió extraer esta disputa de
la región para acantonarla en una clásica
confrontación internacional con Corte de La Haya
incluida. No es recomendable insistir en esta
tesitura antirregional justo cuando estamos en
vísperas de un nuevo fallo.

Vista desde este ángulo, tal situación no deja de


provocar sentimientos encontrados. Porque, a fin
de cuentas, si lo que se quiere con la mejor de las
intenciones posibles es recrear en América del Sur
una comunidad de naciones basada en el diálogo,
en la deliberación pacífica y en el valor de los pactos
democráticos, ¿cómo es posible que con relación a
un proyecto de desarrollo industrial con riesgos de
contaminación no haya prevalecido hasta el día de
hoy el ánimo propio de una conversación razonable
entre países amigos? ¿Dónde ha quedado esa gran
reserva de sabiduría práctica que se resume en el
concepto de amistad cívica?

Esta indisposición hacia el diálogo tiene mucho que


ver con el modo en que se están constituyendo
nuestras democracias. Cuesta trabajo imaginar qué
deriva hubiese tenido el conflicto sobre el río
Uruguay de no mediar la acción directa de los
vecinos de Gualeguaychú.

En la Argentina, el rol de los “grupos de veto” es un


componente básico de la democracia. No hay por
qué negar ese factor con el ánimo reactivo de un
intolerante, pero el problema no se dilucida
siguiendo la estela de esa reacción; requiere, al
contrario, desplazar el cuadrante de la discusión y
volver a sentarse en una mesa común: dialogar, en
suma, con objeto de discernir cuál es el método
comunitario más conveniente para controlar efectos
contaminantes y, sobre todo, levantar el perfil de
nuestra región como espacio propicio para atraer
inversiones de todo el mundo.

Se impone este cambio de óptica porque nuestro


destino no debe ser el de una potencia rentística en
uso de una materia estratégica abundante, sino que
debe brotar de un conjunto de naciones capaces de
crear el hogar propicio de una civilización del
trabajo. Este viejo ideal no ha perdido un ápice de
actualidad, aunque se lo pretenda tapar con
diatribas ideológicas y consignas de ocasión. Si
queremos ese tipo de civilización no hay que hacer
oídos sordos al esfuerzo en que está empeñado
Uruguay para modificar la estructura productiva de
su sociedad. No se trata de desconocer los controles
necesarios del medio ambiente. Se trata, en
realidad, de levantar la mirada y de pensar con
generosidad.

Una gran región donde tendrían cabida el


desarrollo forestal y sus industrias derivadas es un
proyecto mucho más apetecible que el sentimiento
hosco de aquellos que sólo saben reaccionar y decir
que no. Además hay otra razón. Durante décadas
hemos tenido que soportar la cantinela de la
declinación de una Argentina a la cual, por ejemplo,
luego de estar en posiciones parejas de ingreso,
Canadá superó holgadamente. Valdría la pena
percatarse de que esos países que saben cuidar el
medio ambiente mucho mejor que nosotros (el
Informe de la Corporación Financiera Internacional
ha sido efectuado por técnicos canadienses) han
desarrollado esas industrias y muchas más. Al
poner en suspenso el desarrollo regional se ponen
también en suspenso los criterios de equidad de la
integración regional. Y esto, obvio es señalarlo, no
se resuelve con la puesta en marcha de un eje
dominante Brasil-Argentina apuntalado por
Venezuela. En este sentido, hoy el Mercosur sufre
de un déficit de generosidad.

Estos días de conversaciones podrían quizá


contribuir a disipar la atmósfera, tanto para
reforzar nuestras democracias como para reabrir las
puertas del diálogo. No es buena terapia reemplazar
la conversación por el grito destemplado de la
tribuna.

Por Natalio R. Botana Para LA NACION


Insólito tributo a un dictador
MARTES 25 DE JULIO DE 2006

Cuesta entender que el Mercosur, que tiene una


cláusula que impide que países ajenos a la
democracia participen del bloque regional, reciba
casi con honores a quien encabeza un gobierno
dictatorial que viola elementales derechos humanos
desde hace más de cuarenta años.

"¿Cómo es posible que un país democrático reciba a


un dictador?" Esta pregunta se la hizo Hilda
Molina, la neurocirujana cubana de 62 años
imposibilitada de visitar a sus dos nietos
argentinos, de 5 y 11 años, porque el régimen de
Fidel Castro no la deja salir de Cuba. "Me retienen
como rehén. Dicen que soy una científica
importante y que mi cerebro es patrimonio del
país", expresó.

Frente a una circunstancia como la descripta, que


no es más que un ejemplo de las tantas atrocidades
del régimen castrista, es difícil entender que haya
argentinos que le rindan un tributo al dictador
cubano. No menos difícil resulta comprender el
motivo por el cual organizaciones de derechos
humanos de nuestro país le dispensan honores a
Castro, como si en Cuba se respetaran los derechos
humanos y las libertades de expresión y de prensa,
como si allí no se hubiera fusilado a numerosos
opositores al régimen y como si éste no hubiese
bloqueado, en 1979, una condena de la Comisión de
Derechos Humanos de las Naciones Unidas al
gobierno militar argentino.

Mucho menos sencillo es entender los motivos de


los gobernantes democráticos de América del Sur,
reunidos en la ciudad de Córdoba por la XXX
Cumbre del Mercosur, para acoger al dictador
caribeño. Sorprende que ninguna de las autoridades
de la comunidad democrática sudamericana haya
cuestionado públicamente las violaciones a las
libertades individuales que a diario se suceden en
Cuba. Por el contrario, la sola participación de
Castro en la reciente cumbre puede considerarse
como un implícito respaldo a sus tropelías por parte
de los países de la región.

Una de las razones por las cuales en Cuba, desde


hace décadas, se multiplican los presos por motivos
políticos y no se respetan elementales libertades
guarda relación, precisamente, con la falta de una
condena al régimen por parte de las naciones libres
de América latina.

Y, lamentablemente, el dictador cubano se hizo


notar durante su visita a la Argentina. Cuando un
periodista cubano le preguntó si iba a dejar salir de
su país a la médica Hilda Molina, el longevo
gobernante le respondió: "¿Y a ti quién te paga para
preguntar esas cosas?". Posteriormente, cuando un
periodista de un medio argentino le formuló una
pregunta similar, aclarándole que nadie le pagó
dinero por hacérsela, Castro volvió a eludir una
respuesta.

La doctora Molina agradeció el gesto del presidente


Néstor Kirchner de entregarle a Castro una carta
solicitando que deje a la médica cubana visitar a sus
parientes en la Argentina por razones humanitarias.
La actitud del primer mandatario argentino, sin
embargo, es lo menos que puede esperarse de un
gobernante que está obligado a defender los
intereses y derechos de los habitantes de su país.
Lamentablemente, el presidente de nuestro país
desperdició una excelente oportunidad para
demostrar su compromiso con los derechos
humanos, reclamándole al dictador de Cuba,
delante de los restantes jefes de Estado
latinoamericanos, que respete las libertades propias
de una democracia.

La visita de Castro a la Argentina, en síntesis, sólo


dejó interrogantes sin respuesta y profundas dudas
sobre la verdadera vocación democrática de quienes
lo apañaron o le rindieron honores más que
inmerecidos. Sólo cabe esperar que las naciones
democráticas del Mercosur no repitan el error que
cometieron cuando decidieron incorporar a
Venezuela como miembro pleno, pese a los rasgos
autoritarios de su gobierno.
La carrera por el respaldo de
Bachelet
Chile aún no decidió a quién apoyará
DOMINGO 17 DE SEPTIEMBRE DE 2006

SANTIAGO, Chile.- La secretaria de Estado


norteamericana, Condoleezza Rice, se reunirá esta
semana en Nueva York con la presidenta de Chile,
Michelle Bachelet, con la intención de solicitarle su
apoyo para frustrar las aspiraciones de Venezuela
de integrar el Consejo de Seguridad de las Naciones
Unidas (ONU), según reveló ayer el diario La
Tercera.

De acuerdo con fuentes diplomáticas citadas por el


periódico chileno, la reunión fue confirmada por
Bachelet y se realizará el miércoles o el jueves
próximos, en el marco de la Asamblea General de la
ONU que comenzará pasado mañana en Nueva
York.

En medio de la pelea desatada entre Caracas y


Guatemala -país que es apoyado por Estados
Unidos- por obtener el asiento no permanente que
abandonará la Argentina a fin de año, también el
presidente venezolano, Hugo Chávez, y su colega
guatemalteco, Oscar Berger, pidieron reunirse con
Bachelet. Ambos mandatarios harán esta semana
sus últimos intentos por obtener la mayor cantidad
de adhesiones a sus respectivas candidaturas.

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"No somos títeres de Washington"
Fuentes gubernamentales chilenas indicaron que
Bachelet pretende mantenerse al margen de este
debate hasta la fecha de la votación, el 16 del mes
próximo, cuando se elegirá el país que integrará el
Consejo de Seguridad por dos años, a partir del 1°
de enero de 2007.

El vocero de La Moneda -sede del gobierno chileno-


, Ricardo Lagos Weber, salió anteayer a desmentir
los rumores que aseguraban el apoyo de Chile a
Venezuela y reiteró que quien conduce la política
exterior del país es Bachelet, y que ella tomará la
decisión "cuando corresponda".

La votación de Chile ha generado discrepancias


dentro del arco político de ese país e incluso en el
interior del propio oficialismo.

El presidente del Senado y ex presidente de la


república Eduardo Frei rechazó la semana pasada
un eventual apoyo de Chile a Venezuela y criticó a
Chávez. "Chile no gana nada apoyando al gobierno
del presidente Chávez. Por el contrario, apoyando a
Venezuela, Chile pierde en coherencia y seriedad
ante la comunidad internacional y ante América
latina", sostuvo.

El ex mandatario reflejó de ese modo la postura de


su partido, la Democracia Cristiana -socio del
socialismo en la oficialista Concertación-, que el
último martes llamó al gobierno a votar por una
candidatura de consenso "que no sea Venezuela".
También en sectores del oficialista Partido Por la
Democracia (PPD) hubo una explícita
desaprobación a Caracas.

Pese a todo esto, la prensa local señaló que Bachelet


había mantenido un encuentro con senadores
oficialistas la semana pasada, en el que les anticipó
que sería difícil no votar por un país sudamericano,
porque eso significaría dar la espalda a la región. La
Tercera indica que la jefa del Estado aprovechará la
reunión con Rice para testear personalmente a la
jefa de la diplomacia norteamericana y evaluar qué
tan dura sigue la posición de Estados Unidos ante
Chávez.

Agencias ANSA y DPA


Balance y posibilidades
Por José Maurício Domingues
DOMINGO 24 DE SEPTIEMBRE DE 2006

Lula asumió el gobierno en medio de una crisis


económica, fruto en gran medida del terrorismo
impuesto por el capital financiero al país. Se
comprometió a no cambiar de manera brusca la
política económica. Tras estabilizar la economía,
siguió la ortodoxia neoliberal. Por una parte, tuvo
éxito: la estabilización sobrevino, el país creció –
aunque a tasas mediocres–, los salarios subieron, la
deuda externa –pero no la interna– fue domada.

Mirando con más cuidado, se puede ver que el


crecimiento no es uniforme, que las commodities
son centrales para la exportación y que el desarrollo
del país se ve limitado, por su retraso tecnológico, a
una tasa de interés todavía absurda y a un mercado
interno en extremo reducido. Sea como fuere, no
hay crisis, la economía camina en forma organizada
hace más de un par de años y las expectativas son
que siga en ritmo tranquilo, aprovechando el
ambiente internacional favorable.

Tanto o más relevante que eso es el impacto de las


políticas sociales. El programa “Beca familia”
alcanza hoy a 11 millones de hogares, lo que le dio a
Lula un reconocimiento inamovible entre los más
pobres. Pese a que se trata, hasta cierto punto, de
un novedoso “clientelismo burocrático”, la
población percibe de modo concreto que la
desigualdad cayó, en parte por influencia de este
programa.

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El Brasil de Lula: la hora de las urnas
En cierto sentido, la posición cómoda de Lula hoy
deriva de su desplazamiento hacia el centro del
espectro político, en torno al cual gira desde hace
un largo rato la política brasileña. Es posible pensar
el segundo gobierno Lula como simple repetición
del primero, sin cambio económico y solamente con
una ampliación de los programas sociales. Pero
puede ocurrir una inflexión más fuerte. Es posible
que bajen las tasas de interés y que los gastos
públicos crezcan. Algunos programas sociales
pueden ser impulsados de manera sistemática, para
la vivienda y la educación, así como los aspectos
más “estructurantes” del Programa Hambre cero.

Seguramente, se buscará el crecimiento del empleo


y del mercado interno de forma más contundente.
Lo que no es muy probable es que se implante un
nuevo modelo de desarrollo: no se ha intentado
todavía un nuevo modelo de desarrollo que
sustituya el nacional- desarrollismo y vaya más allá
de la alternativa fracasada del neoliberalismo. El
retraso científico y tecnológico (a pesar de los
avances en el financiamiento a la investigación), el
rol de la exportación de commodities, incluso
primarias, y la posición de Brasil en una situación
de dependencia renovada en la economía mundial
no cambiarán.

Una cuestión delicada se plantea para Lula: cómo


lidiar con una oposición que promete ser
implacable y que alberga tendencias golpistas. La
denuncia rabiosa y no calificada de la corrupción y
la falta de un programa alternativo van de la mano
con la lucha para sacar a Lula del poder. Ya se
dibujan para este segundo mandato alianzas, sobre
todo con el fluido Partido do Movimento
Democrático Brasileiro (PMDB). Si hubiera
aceptado esas alianzas al comienzo de estos cuatro
años que ahora terminan, tal vez no hubiera pasado
lo que pasó. La relación con el Congreso, haya o no
una reforma política, será decisiva para la
tranquilidad de su gobierno. Su éxito, sin embargo,
dependerá de su capacidad para neutralizar a la
oposición, avanzar en algunas áreas del gobierno y
mantener su popularidad personal.
En lo que hace a América latina, Lula tendrá que
trabajar duro. Al reto de liderazgo de Chávez se
suman las tensiones con Bolivia, la crisis del
Mercosur y la necesidad de definir para qué sirve la
Comunidad Sudamericana de Naciones.

La alianza con Argentina seguirá entre las


prioridades de Lula: la reinserción conjunta de los
dos países en el orden internacioanl es vista como
crucial para Brasil y para Latinoamérica. Cómo
cambiar la posición nuevamente dependiente de
nuestros países en el contexto de la globalización es,
sin embargo, un interrogante que todavía no se
planteó debidamente ni en Brasilia ni en Buenos
Aires.

El autor es director Ejecutivo del Instituto


Universitario de Pesquisas do Rio de
Janeiro y profesor del Centro de Estudios
Latinoamericanos de la Universidad de San
martín.
"La oposición tiene una visión
golpista"
Lo afirmó el jefe de campaña del PT, Marco Aurelio García,
para quien las elites brasileñas "también son un poco «gorilas»"
JUEVES 28 DE SEPTIEMBRE DE 2006

SAN PABLO.- "Los argentinos pueden entender


bien por qué las elites quieren sacarlo a Lula [del
poder]. Es que las elites brasileñas también son un
poco «gorilas»."

Marco Aurelio García, jefe de la campaña de Luiz


Inacio Lula da Silva y ladero histórico del
presidente brasileño, respondió así, riéndose de su
propia ironía, cuando LA NACION le preguntó
sobre la supuesta saña de las "elites brasileñas" con
el gobierno del Partido de los Trabajadores (PT). En
la visión del oficialismo, las elites no serían los
capitanes de la industria ni los banqueros, sino los
dirigentes de la oposición socialdemócrata y del
Partido de Frente Liberal (derecha), que
gobernaron el país en diferentes mandatos hasta la
llegada del PT.

Historiador y pensador histórico del PT, García se


convirtió en los últimos años en el interlocutor de
mayor confianza de Lula dentro del Palacio del
Planalto. Se pasa el día caminando los 40 metros de
alfombra que separan su oficina de la del
presidente.

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Ordenan el arresto de seis asesores de Lula
El hombre clave del presidente
El pueblo del presidente, fiel a su hijo pródigo
Cuando dos semanas atrás estalló el escándalo
deldossier -un documento comprado por miembros
del PT para perjudicar a la oposición-, García tuvo
que asumir a las apuradas la jefatura de la campaña
de Lula. Pero no dejó el cargo de asesor especial de
la Presidencia para Asuntos Internacionales, puesto
que lo convierte en una especie de canciller en las
sombras.

Durante una entrevista con LA NACION, afirmó


que el próximo domingo Lula ganará en primera
vuelta "porque el conjunto de la sociedad y las
clases trabajadoras en particular reconocieron la
obra del gobierno [...]".

Si la campaña de 2002 tenía como objetivo máximo


seducir a las elites, en esta campaña, que lleva el
lema "Lula de nuevo, con la fuerza del pueblo", el
PT hace una ostentación de la popularidad
conseguida en los sectores de bajos recursos
conquistados con los planes asistenciales (que
llegan hoy a 11,5 millones de familias).

En ese recorrido de 2002 a 2006, en sus momentos


de crisis o acusaciones de corrupción, el gobierno
adoptó como defensa la tesis de que las elites
quieren quitarle el poder a Lula a toda costa. Ayer,
García dijo que sospecha que "la oposición tiene
una visión golpista del proceso político, y quiere
perjudicar un segundo mandato del presidente".

-¿Cuál es el análisis que usted hace del


favoritismo hacia Lula mostrado en las
encuestas?

-Yo creo que se debe a que el conjunto de la


sociedad y las clases trabajadoras en particular
reconocieron la obra del gobierno, que supo
equilibrar la recuperación de la economía con una
política de distribución de ingresos. Esto fue
ampliamente reconocido por los institutos de
estudios, y creo que ahora se crean las condiciones
para tener una etapa de crecimiento mayor.

-¿Son planes de asistencia o


planes asistencialistas?
-Son planes de transferencia de ingresos hacia los
más pobres. Es un instrumento moderno de
bienestar social. Europa lo pudo hacer de una
forma, aquí en Brasil, por las condiciones, lo
tenemos que hacer de otra. Aquí en Brasil, incluso
en las épocas en que tuvimos un crecimiento
económico muy fuerte, la gente no sentía que
ocurriera una distribución de ingresos.

-¿No hubo una conformidad en atacar


apenas lo urgente?

-El gobierno de Lula, además de paliar la miseria


más urgente, logró resultados inmediatos en la
economía de una forma casi keynesiana, porque
generó crecimiento aumentando un mercado de
consumo de masas. Y por eso, aunque debimos
aplicar una política económica ortodoxa, tuvimos
un crecimiento en la economía. No fue espectacular,
pero fue crecimiento al fin.

-Cuando Lula o usted se quejan de que las


elites quieren derribar al gobierno, no
queda claro a quiénes se refieren. Porque,
como dijo el propio presidente días atrás,
las elites ganaron mucho dinero con su
gestión.
-Me refiero a los que perdieron el control del
Estado. Tuvieron el poder de Brasil en sus manos
durante mucho tiempo, y no lo tienen más. Son
ellos, la oposición. Los argentinos pueden entender
bien por qué las elites quieren bajarlo a Lula. Es que
las elites brasileñas también son un poco "gorilas"
[risas]. Hay una "incompatibilidad estética", porque
al "gorilismo" no le gustan ciertas manifestaciones
populares.

-¿Cómo explica la serie de casos de


corrupción que surgieron durante el
gobierno de Lula?

-Una de las explicaciones es la capacidad de


investigación que el Estado tiene ahora. No olvide
que gran parte de esas irregularidades descubiertas
comenzaron con investigaciones de la Policía
Federal (dependiente del Ministerio de Justicia) o
de la Fiscalía General de la República. En gobiernos
pasados el fiscal del Estado archivaba todas las
denuncias.

-¿El PT se va a recuperar de la pérdida de


prestigio?

-Yo creo que sí. El año pasado habían firmado el


certificado de defunción del PT y se dieron cuenta
de que la cosa era más complicada. Vamos a tener
que hacer un análisis más profundo de todo lo que
ocurrió, porque no es posible que por las prácticas
de alguna que otra persona se condene a toda una
fuerza política.

-¿Cuál va a ser el foco de la política exterior


en el próximo mandato?

-Fundamentalmente vamos a intentar profundizar


el proceso de integración sudamericana y combatir
las asimetrías económicas dentro del Mercosur.
También continuaremos mejorando nuestra
relación con los Estados Unidos y la Unión
Europea, y en el ámbito multilateral trataremos de
avanzar más con la Ronda de Doha.

-¿El escenario sudamericano no fue más


complicado de lo que ustedes esperaban
cuando llegaron al poder?

-¡Por supuesto que lo fue! Yo no niego la realidad.


Trato de cambiarla.

-En el Mercosur, ¿va a haber algún tipo


acción en particular?

-Lo que vamos a intentar es reducir aquellas trabas


de la burocracia brasileña que dificulten los
procesos de integración. Y también apostamos
mucho a crear un buen mecanismo de financiación
dentro de la Comunidad Sudamericana de
Naciones, que puede llegar a cambiar la cara de la
región.

Por Luis Esnal Corresponsal en Brasil


Duhalde y un brindis con
Lavagna en el sur francés
Insiste en su retiro, pero no reniega de sus amigos políticos
SÁBADO 07 DE OCTUBRE DE 2006

BIARRITZ, Francia.- Eduardo Duhalde está


definitivamente alejado, por lo menos en público,
de la política nacional. Pero esto no impide que siga
de cerca lo que pasa en el país y se mantenga cerca
de los "muchos amigos" que, según él destaca, lo
ayudaron durante su presidencia, cuando la
Argentina atravesaba la peor crisis de su historia.
Entre ellos está Roberto Lavagna. Con él festejó sus
65 años, anteanoche, en esta ciudad del sudoeste
francés.

Además de cantarle el "Feliz cumpleaños",


asistentes al ágape contaron a LA NACION que los
cuatro participantes del festejo hablaron sobre
política internacional. ¿Nada de política nacional o
del apoyo a una posible candidatura de Lavagna? La
respuesta fue intrigante: "No haremos
comentarios".

Duhalde y Lavagna coincidieron aquí por su


participación en el 7° Foro de Biarritz. En ese
contexto, LA NACION pidió una entrevista al ex
presidente, a lo que accedió con una condición:
"Podés preguntarme lo que quieras, pero de política
nacional no voy a hablar. Dije que no me iba a
dedicar más al tema político y la mejor forma de
hacerlo es no hablar de política".

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Otro round con el obispo Piña
Con su nueva pelea, la UCR se queda sin estrategia para 2007
"No tenemos que hablar de politiquería"
Incluso durante la mesa redonda que presidió aquí
en Biarritz evitó hacer referencia en todo momento
a la situación actual del país.

En cambio, se mostró apasionado al hablar de su


visión sobre los sistemas políticos de América
latina. Está enojado con los sistemas
presidencialistas, "uno de los males de la región",
que genera siempre un "hiperpresidencialismo
capaz de avanzar sobre los demás poderes".

Sin mencionar a Kirchner

Aboga por un sistema parlamentarista más


adecuado para evitar los "humores del presidente
de turno". Nunca relacionó esa opinión con el
presidente Néstor Kirchner.
"El sistema presidencialista no genera regímenes
estables. Sólo funciona en los Estados Unidos.
Fuera de allí, es el peor de los sistemas
institucionales. En el mundo ya no se discute; es un
sistema anacrónico", afirmó Duhalde.

Por eso, para el ex presidente el proceso de


integración latinoamericano encuentra varios
obstáculos, que podrían solucionarse si
incorporaran progresivamente un sistema
parlamentarista.

"Los sistemas presidencialistas son muy variables


de acuerdo con el pensamiento de cada presidente",
insistió Duhalde, que este mes presentará su
libro Comunidad sudamericana: logros y desafíos
de la integración (Editorial Planeta), y que está
terminando las últimas correcciones de otro libro
centrado en sus primeros meses como presidente.

Durante el foro que reunió durante dos días a varios


ex presidentes latinoamericanos, Duhalde se paseó
con una copia de su libro. Finalmente se lo regaló a
Lavagna, su ex ministro de Economía, y uno de los
participantes del evento con los que más tiempo
pasó.

La sospecha de que Duhalde pudiera estar detrás


del eventual proyecto presidencial de Lavagna
había sido una de las chispas que encendieron la
crisis en la UCR, cuyo presidente, Roberto Iglesias,
sugirió que el partido buscará un candidato propio
para 2007.

Pero Duhalde insistió en que él está retirado. Su


obsesión es el proceso integrador de América latina,
según dijo.

En ese sentido, se refirió al acceso de Venezuela al


Mercosur y a la figura del presidente Hugo Chávez.

¿Piensa, como muchos analistas, que es un


elemento desintegrador del bloque? "Cualquier
presidente puede ser desintegrador del proceso. El
presidente de Venezuela, el de la Argentina o el de
Perú van a estar cuatro, seis, ocho o diez años en el
poder, pero éste es un proceso de integración que
los supera; es a largo plazo", aseveró Duhalde, en
diálogo con LA NACION.

Por Patricio Arana Para LA NACION


Proponen un fondo para
abastecer agua
Kirchner reclamó el fin de los subsidios
DOMINGO 05 DE NOVIEMBRE DE 2006

MONTEVIDEO (De nuestros enviados especiales).-


El presidente del gobierno de España, José Luis
Rodríguez Zapatero, fue quizá quien anunció la
medida más novedosa en la XVI Cumbre
Iberoamericana: propuso un Fondo Iberoamericano
para el abastecimiento de agua y saneamiento para
las comunidades de la región, a las que aspira a
liderar su país en materia de desarrollo.

El presidente Néstor Kirchner respaldó la idea y


reclamó el fin de los subsidios y las barreras
arancelarias de los países desarrollados.

El comentario generalizado en Montevideo era que


Uruguay y España lamentan las ausencias de
presidentes, como el de Brasil y el de Venezuela, en
esta última edición de la cumbre.

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Acuerdo para pagar la deuda a España
El rey de España terciará en la crisis por las papeleras
Un árbitro que no tiene enemigos
En la comitiva argentina comentaron que se trata
de un foro que perdió fuerza porque no define
cuestiones concretas, como, por ejemplo, las del
Mercosur.

En ese sentido, Brasil recela de España, impulsor de


esta cumbre, porque apuntaría a convertirse en un
líder para la región latinoamericana. El gobierno de
Luiz Inacio Lula da Silva, que se excusó de venir por
la reciente campaña electoral, apunta en cambio a
liderar la Comunidad Sudamericana.

"La cumbre se iba a hacer el fin de semana pasado y


se postergó porque había elecciones en Brasil y
querían que viniera Lula", comentó a LA NACION
un observador de la política uruguaya, que consignó
el malestar que su ausencia causó en el entorno del
presidente oriental, Tabaré Vázquez.

La ausencia de Hugo Chávez, en cambio, obedeció a


conflictos internos en el gobierno de Venezuela, que
el 3 de diciembre próximo deberá afrontar
elecciones y registró algún descenso en las
encuestas de intención de voto.
En ese contexto, Rodríguez Zapatero propuso crear
un Fondo Iberoamericano para obras de
saneamiento y abastecimiento de agua. "España
está dispuesta a comprometerse activamente en la
financiación de estos planes, además de trabajar
para atacar la pobreza y la falta de alfabetización",
agregó el español.

Tabaré inauguró la sesión sobre Inmigración y


Desarrollo con otra propuesta. "Estamos aquí para
buscar acuerdos, asumir compromisos y coordinar
políticas que nos permitan gobernar juntos un
asunto que es de todos", dijo.

Vázquez saludó a sus pares Michelle Bachelet, de


Chile, a Kirchner y estrechó la mano del rey Juan
Carlos de Borbón. El secretario general de la
Comunidad Iberoamericana, Enrique Iglesias, dijo
que "la ausencia de algunos mandatarios no
empaña la cumbre" y que estaban representados
todos los países, aunque no estuvieran presentes los
22 presidentes.

Rodríguez Zapatero presentó el Plan Erasmus, un


proyecto de intercambio de estudiantes entre los
países de Iberoamérica, y exhibió otro programa de
alianzas entre empresas españolas, portuguesas y
latinoamericanas.
Uruguay propuso un plan de apoyo a las pymes y
Ecuador otro de desarrollo de la energía biológica.
La Argentina presentó el plan Patria Grande, de
regularización de todos los inmigrantes de los
países del Mercosur y los asociados.
Lula y el Mercosur
Por Félix Peña
MARTES 07 DE NOVIEMBRE DE 2006

Lula fue reelegido. Tiene ahora cuatro años de


mandato, legitimidad democrática y experiencia.
Tiene, sobre todo, una oportunidad de marcar con
su liderazgo la construcción del Mercosur.

Tres pueden ser sus tentaciones. La primera es


imaginar que el Mercosur es Brasil. Esto es, que lo
que conviene a su país conviene al Mercosur y que
su país interpreta y refleja el interés común de sus
socios. La segunda tentación es imaginar un
Mercosur de utilería, un proceso en el que las
apariencias mediáticas sean más importantes que
las realidades. Y la tercera es reproducir en el plano
sudamericano lo que es la estrategia comercial
americana en el hemisferio: una red de acuerdos
bilaterales preferenciales con epicentro en un caso
en Brasil; en el otro, en Estados Unidos.

Al menos tres son las posibilidades de marcar con


su presidencia la construcción de un espacio
sudamericano de integración. La primera es
plantear, en vísperas de la cumbre de diciembre y
aprovechando su presidencia pro témpore,
iniciativas fuertes y concretas con respecto al
Mercosur. Ellas podrían referirse a la transparencia
en las iniciativas que se debaten entre los socios, a
una institucionalización basada en el modelo de la
Dirección General de la Organización Mundial del
Comercio (OMC), y a la aceptación por los dos
socios mayores de efectivas disciplinas colectivas,
tanto en materia de acceso a sus mercados como de
sus políticas públicas que inciden en la competencia
intrarregional.

La segunda posibilidad es plantear iniciativas que


permitan construir una relación funcional entre el
Mercosur y la idea, un poco más difusa, de una
Comunidad Sudamericana de Naciones, sin que una
licue la otra. Y la tercera es generar un debate
profundo sobre la integración energética en
América del Sur, con reglas de juego que aseguren
condiciones de inversiones y de abastecimiento
entre los socios. El Tratado de la Carta de Energía
puede ser un precedente.

Pero lo fundamental será lograr articular un


liderazgo colectivo, que permita transformar el
hecho ineludible de un espacio geográfico
sudamericano en un espacio de integración.
Significa reconocer que ningún país es
suficientemente grande como para ejercer un
liderazgo individual y que una competencia por el
liderazgo regional puede ser la antesala para
convertir tal hecho geográfico en una realidad de
fragmentación y conflictos.

El autor es especialista en relaciones económicas


internacionales. E-mail: fpena@fbkb.com.ar. En
Internet: www.felixpena.com.ar
Duhalde: "Uruguay tiene que
retroceder"
Planteó la necesidad de que Botnia sea relocalizada
MIÉRCOLES 08 DE NOVIEMBRE DE 2006

Mariano Obarrio
SEGUIR

LA NACION

El ex presidente Eduardo Duhalde irrumpió en el


conflicto por las papeleras tras largos meses de
ostracismo. Opinó que el gobierno de Tabaré
Vázquez, de Uruguay, debería "retroceder" y
propuso que el gobierno de Néstor Kirchner le
ofrezca financiar la relocalización de la planta
finlandesa Botnia, que se construye en Fray Bentos,
en parte con créditos del Banco Mundial.

Como ex titular de la Comisión de Representantes


Permanentes del Mercosur, Duhalde dijo que ese
diferendo "no tiene entidad para entorpecer un
proceso de integración de la Comunidad
Sudamericana (CS), que es irreversible". Y elogió
también la gestión del rey Juan Carlos I, de España,
para facilitar el diálogo; consideró "un acierto" ese
pedido de Kirchner. Pero fue cauto: "No sé qué
disposición tiene Uruguay para retroceder, porque
es el que debe hacerlo".
En una entrevista con LA NACION, Duhalde
explicó el contenido de su nuevo libro:Comunidad
Sudamericana, logros y desafíos de la integración ,
de Editorial Planeta, con el cual se dedicará a
"difundir ese proyecto continental".

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-¿Qué opina de la gestión del rey de España
para facilitar un acuerdo entre la Argentina
y Uruguay por el pleito de las papeleras?

-Es una de las personalidades más conocidas. El


Presidente eligió muy positivamente. Lo que no sé
es qué disposición pueda tener Uruguay para
retroceder, porque es el que debe retroceder. No
hay otra forma.

-¿Uruguay debería relocalizar a


Botnia?

-No me gusta nada la ubicación. Más allá de su


incidencia ecológica. Desde el punto de vista de la
polución visual es un desastre.
-¿Cómo se podría solucionar?

-Siempre creí que la Argentina podría ofrecer el


financiamiento del traslado. No sé si estamos a
tiempo. Cayó muy bien en Uruguay cuando
Kirchner planteó pagar los salarios caídos si
paraban las obras.

-¿No sería demasiado caro con


las obras avanzadas?

-No sé cuál es el costo. Lo que sé es que el Banco


Mundial tiene préstamos para la relocalización.
Creo que es una posibilidad. Aunque no sé si el rey
explorará ese camino.

-¿Puede dañar este conflicto o el del gas con


Chile la integración sudamericana?

-No, para nada. No tienen entidad. En el mismo


momento que discutimos, el Congreso vota fondos
estructurales para Uruguay y Paraguay. La
integración es indetenible.

-¿De qué trata su libro sobre la Comunidad


Sudamericana?
-Ante el bombardeo informativo, no se percibe qué
pasa en el proceso de integración. Mi tarea será una
cátedra itinerante en Europa, con pensadores, para
comenzar la difusión de la importancia de ese
proceso.

-¿Cómo lo ve a Carlos Alvarez al frente del


Mercosur, gestionando un tema que usted
comenzó?

-No tengo muchas noticias. Le tocó un momento


malo; justo vino el tema de las papeleras. Y como
está en Montevideo, no es el mejor momento. Y está
vedado a participar.

-¿Por dónde pasa la integración, algo que


parece a veces difuso y lento?

-Es un proceso dinámico. En el libro yo relato cómo


se logra: la integración física, la financiera, sobre la
base de la Corporación Andina de Fomento (CAF),
que anda bien; la cultural; la energética (con el
"anillo energético"), pasamos por la misma fase que
la Unión Europea (UE).

-¿Quién es el líder de la CS: el Brasil


desarrollado o la Venezuela petrolera?
-Por peso específico, aparece Brasil como motor.
Seguido de la Argentina por historia. Venezuela es
un país importante, como Colombia. Pero no de la
magnitud de aquéllos.

-Pero Chávez es hoy un centro de


atención.

-Pero en el Sur no tiene liderazgos. Su liderazgo es


más evidente en Colombia, en Ecuador, pero no en
Brasil, la Argentina ni Chile.

-¿Los conflictos que plantea Venezuela con


EE.UU. generan integración o dividen la
región?

-Las características de personalidad pueden generar


algún inconveniente, pero en el proceso no influye.
En el libro planteo lo perverso del sistema
presidencialista que tenemos en la región. Es un
mal sistema.

-¿Y qué propone, entonces?

-Los sistemas parlamentarios tienen más


estabilidad. En los países hiperpresidencialistas no
hay tanta estabilidad: se depende de una sola
persona.

-¿La Argentina debe alinearse con


Venezuela y Bolivia o con Brasil, Chile o
Uruguay?

-En el Mercosur, el eje más importante es Brasil y la


Argentina.
Duhalde quiere que Macri y
Lavagna se unan contra
Kirchner
Pero duda de que sepan cómo gobernar
JUEVES 09 DE NOVIEMBRE DE 2006

Mariano Obarrio
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LA NACION

El ex presidente Eduardo Duhalde no habla de


política local. Ni quiere involucrarse en el juego
electoral de 2007, pero su deseo es que Roberto
Lavagna y Mauricio Macri articulen un frente
común para poder competir contra el presidente
Néstor Kirchner, aunque guarda serias dudas sobre
la capacidad de ambos para dialogar y para
gobernar.

"Si no tienen capacidad de dialogar, no tienen


capacidad para gobernar", lo oyeron decir a
Duhalde varios dirigentes peronistas que lo visitan
a diario en sus oficinas de Hipólito Yrigoyen al
1600.

"No voy a jugar por ahora. Pero si hay que dar una
mano, la voy a dar", comentó a sus interlocutores
del PJ no kirchnerista, reveló uno de ellos a LA
NACION. Sin embargo, su principal objetivo es
ahora otro: ayudar a la integración de la
Comunidad Sudamericana.

Más notas para entender este tema


La oposición bonaerense ata su futuro a un acuerdo nacional
La pelea en el oficialismo
Kunkel ya postuló a Cristina Kirchner
Sin embargo, sigue muy de cerca la política local. Y
siempre cultivó excelentes relaciones con Macri y
con Lavagna.

En otro orden, recibió infinidad de llamadas de


viejos intendentes del conurbano bonaerense, antes
aliados, preocupados porque ahora Kirchner
promueve en sus distritos a candidatos de
organizaciones sociales y piqueteras. "Los
intendentes K, ex duhaldistas, están enfurecidos
porque saben que Kirchner va por ellos", señalan
cerca de Duhalde.

Hay que escuchar a quienes dialogan con el ex


presidente. "Para Duhalde, Lavagna y Macri tienen
que juntarse como sea. Pero duda de que Lavagna
tenga capacidad para hacerlo. Cree que Macri es
mejor candidato, porque sube en las encuestas.
Pero siente que Lavagna tiene más claro el modelo
económico productivo y tiene mayor experiencia de
gestión."
"Al «cartonero» -así llama a Macri en privado- lo
veo con más decisión como candidato. Y tiene más
popularidad en la provincia", señaló Duhalde en
charlas reservadas. Por ahora, sólo se trata de una
opinión, basada en las encuestas, que no equivale
aún a una decisión de apoyar su candidatura
presidencial. Los sondeos que recibió indican que
Macri crece en intención de voto, mientras que
Lavagna luce estancado.

Efecto Rovira

Duhalde conversa con dirigentes peronistas aliados


al líder de Pro. Pero también lo hace con viejos
compañeros de ruta que militan en el proyecto de
su ex ministro de Economía.

El ex presidente piensa que en Misiones se


demostró que los frentes electorales pueden vencer
al poder hegemónico del kirchnerismo.

Con ese telón de fondo, Duhalde bendijo la


propuesta de viejos dirigentes del PJ no
kirchnerista, denominada Peronismo de Pie, que
apunta a aglutinar a los justicialistas disconformes
con el Presidente. Ramón Puerta y Miguel Angel
Toma coordinan esa iniciativa. El 1° de diciembre
harán un acto en el que firmarán un documento
sobre algunos puntos de consenso: la defensa de las
instituciones, políticas sociales y productivas,
libertad de prensa y seguridad ciudadana, entre
otros.

El paso siguiente es conformar un frente electoral,


que agrupe a los peronistas y a Macri, Lavagna y
Jorge Sobisch. Puerta podría sumarse como un
cuarto negociador, según adelantaron en ese sector.
"Conformado el frente, deberá acordarse el
candidato a presidente; no antes", confiaron a LA
NACION esos peronistas. "Si definimos antes, los
demás no querrán estar en la nueva coalición",
confió un viejo operador del PJ.

Los allegados a Lavagna, en tanto, aseguran que


éste rescata a Duhalde y puede dialogar con Macri.
Pero no aceptaría que le impongan condiciones.
¿Duhalde avala al Peronismo de Pie? "Nos dijo que
avancemos; que es lo que hay que hacer. El
apadrina el proyecto, por ahora desde afuera",
señaló un dirigente del PJ.

Rechazo de los gobernadores K

Los cinco gobernadores radicales K rechazaron la


intervención dispuesta por el comité nacional
partidario a la UCR de Mendoza y ratificaron su
adhesión a la concertación impulsada por el
Gobierno. Julio Cobos (Mendoza), Arturo Colombi
(Corrientes), Gerardo Zamora (Santiago del Estero)
y Miguel Saiz (Río Negro), a los que se sumó el
catamarqueño Eduardo Brizuela del Moral,
suscribieron un comunicado. "Este accionar de la
cúpula nacional de la UCR demuestra la
desconexión entre los altos dirigentes y la necesidad
de la población que desea participar en la
preselección de sus representantes", dice.
Brasil en el Consejo de
Seguridad de las Naciones
Por Miguel Angel Espeche Gil Para LA NACION
VIERNES 10 DE NOVIEMBRE DE 2006

¿Con qué argumentos se le niega aquí razonabilidad


a la pretensión de Brasil de integrar el Consejo de
Seguridad con una banca permanente: un país de
las dimensiones, población, posición estratégica,
potencial económico y antecedentes de conducta
internacional como los que tiene ese país, el más
importante del subcontinente y, además, la mayor
nación de cultura latina? La misma aspiración la
tienen Alemania, Japón, la India e Indonesia.

Aunque la situación no es propicia para una


modificación de la Carta de las Naciones Unidas
que aumente el número de miembros permanentes
del Consejo –preocupaciones más apremiantes
ocupan la agenda mundial–, el contexto
internacional es distinto del que en 1945 privilegió,
con la potestad de veto en el Consejo de Seguridad,
a Estados Unidos, Gran Bretaña, la Unión Soviética,
China y Francia, los aliados victoriosos en la
Segunda Guerra Mundial. Es difícil ver una
solución para admitir nuevos miembros que no
contemple algún tipo de modificación al derecho de
veto.

La resistencia al ingreso de Brasil en el grupo de los


“grandes” obedece a motivos declarados y otros no.
Cuando en 1580 el rey Felipe II de España asumió
el trono de Portugal, unió los dos reinos de la
península ibérica y también sus posesiones
sudamericanas. En 1640, Portugal se independizó
de España, con lo que los territorios en América del
Sur volvieron a separarse. Esta desgracia histórica
es el origen de la rivalidad atávica entre ambas
subregiones; con la partición de 1640 se dio fin a un
progreso que se compartió durante sesenta años y
que se dio gracias a haber tenido economía,
legislación y sistema defensivo comunes. Es cierto
que la separación de 1640 favoreció a la parte
lusoparlante. El dominio portugués se consolidó
hacia el oeste del límite del Tratado de Tordesillas,
con lo ganado por los bandeirantes protobrasileños;
avances y asentamientos que fueron lícitos durante
los años de la unión iberoamericana. Las
desavenencias entre la Argentina y Brasil tienen su
origen en aquella partición, artificial para América
del Sur porque fue causada por problemas políticos
ibéricos ajenos a los intereses regionales.
Hasta mediados del siglo pasado, el peso
internacional de la Argentina era mayor que el de
Brasil, después fue semejante y ahora es inferior.

La antigua suficiencia y sensación de superioridad


que era común advertir en los argentinos, apoyadas
en las que fueron nuestras admirables movilidad
social y educación pública, ha cedido a una suerte
de perplejidad, a casi un no confesado complejo de
inferioridad. Es posible que éste sea un componente
inconsciente de la negativa a que Brasil pueda
ocupar un sitial permanente en el Consejo de
Seguridad.

Hay que reconocer que la reticencia argentina al


proyecto brasileño también se afinque en la
preocupación de que nuestro vecino principal sume,
a su gran potencial, la potestad jurídica del veto que
viene junto con la condición de miembro
permanente, y que es la que permite impedir la
aplicación de sanciones, en caso de violaciones a la
paz y seguridad internacionales. Se comprende la
trascendencia de ese derecho, frente a una situación
hipotética de enfrentamiento entre ambos países de
la que fuere responsable Brasil y que determinase la
aplicación de una sanción por parte del Consejo, a
la que Brasil interpondría su veto.
El planeamiento de la política exterior demanda un
constante repensar de sus supuestos, objetivos y
empleo de medios. Por coherencia con nuestra
tradición diplomática, deberíamos ajustar el
legítimo orgullo nacional a la necesidad de remover
obstáculos a la buena relación con Brasil. Esto es
indispensable para la integración en la Comunidad
Sudamericana de Naciones, acordada en Cuzco, que
fuera la intención fundacional de nuestros próceres.
Las uniones regionales, de las que Europa es
modelo, se basan en la necesidad de enfrentar
conjuntamente las consecuencias negativas de la
globalización y potenciar sus ventajas.

Se impone conciliar la aspiración de Brasil con el


interés de asegurar la eficacia de nuestra defensa
nacional. Ella solamente es posible con la defensa
regional colectiva. La común pertenencia a la OTAN
hace que el veto francés no le quite el sueño a
Alemania.

El núcleo de nuestra defensa es una alianza


estratégica argentino-brasileña que fortalezca
jurídicamente la integración de América del Sur
como zona de paz libre de armas nucleares. Los
argentinos no olvidamos la firme solidaridad de
Brasil en el conflicto de las Malvinas. Puede haber
llegado el momento de retribuir el gesto con un
cambio de actitud hacia su mayor anhelo.

Una vía hacia la armonización de los intereses de


ambos países podría ser la negociación del apoyo
argentino para que Brasil se incorpore como
miembro permanente al Consejo de Seguridad y,
como contrapartida –de lograr el sitial–, que Brasil
resigne el ejercicio de la potestad de veto en
situaciones en las que, eventualmente, se viese
involucrado con nuestro país. En la historia de la
relación bilateral, las conductas de Mitre y don
Pedro II; de Roca, Campos Salles y Río Branco; de
Justo y Vargas; de Perón y Vargas; de Frondizi,
Kubitschek, Janio Quadros y Goulart; de Illia y
Goulart; de los cancilleres Zavala Ortiz y Vasco
Leitão da Cunha, y de Alfonsín y Sarney revelan la
voluntad de destino común que Roque Sáenz Peña
proclamó en su frase célebre: “Todo nos une, nada
nos separa”.

Las etapas recurrentes de antagonismo entre la


Argentina y Brasil, que en el siglo XX tuvieron sus
peores momentos en los años 40 y en la década del
70, terminaron siendo superadas por la convicción
de que a los intereses nacionales respectivos les
sirve mejor ser consecuentes con el destino de
unión.
La historia de las relaciones internacionales enseña
que las acciones de los Estados, en política exterior,
no sólo tienen consecuencias inmediatas, sino que
suelen dar frutos muy tardíos, pero no por ello
menos reales. Los gobiernos pasan y a veces los
efectos de sus actos se concretan en venganzas o
gratitudes que terminan cayendo en los sucesores
de quienes los produjeron.

No parece sensato perpetuar una situación que


puede ser percibida por nuestro vecino como una
muestra de mezquindad. Además, alimenta
intereses adversos a la integración regional, que se
manifiestan por medio de críticas a la propia
concepción del Mercosur y al emprendimiento
subsiguiente de la Comunidad Sudamericana,
tildándolos de inconvenientes o ilusorios,
desconociendo no sólo la historia de nuestra región
sino las enseñanzas y resultados de la Unión
Europea, cuya integración ha aumentado
exponencialmente las potencialidades de sus
miembros.

Es sintomático que esas objeciones vengan


acompañadas, generalmente, de un apoyo a las
propuestas del ALCA, olvidando mencionar la
calidad del trato que Estados Unidos da a su socio
privilegiado, con la construcción de un muro en su
frontera con México.

La Argentina y Brasil se necesitan mutuamente. Es


necesario afianzar sistemas conjuntos eficaces de
defensa militar, de seguridad, sanitarios, etcétera,
como en aquella remota época de unidad política.
Debemos conjurar los riesgos que se avizoran para
la Patagonia argentina y la Amazonia brasileña y
desalentar la codicia que suscita el valor
excepcional del Acuífero Guaraní. El accionar
internacional, concertado bilateralmente en pos de
objetivos compartidos, ha demostrado dar mejores
resultados que las acciones emprendidas
separadamente.

Juntos debemos combatir al terrorismo, al


narcotráfico, a la corrupción y al lavado de dinero;
prevenir las dificultades de la provisión de energía,
las consecuencias de los actuales y previsibles
conflictos extracontinentales y enfrentar la
perspectiva ominosa de nuestras respectivas deudas
externas, cuyos montos crecientes pueden dar lugar
a nuevas crisis financieras.

La situación mundial no da señales esperanzadas.


Es mejor, entonces, sembrar actos positivos que
rispideces; sabemos que ambos son semillas de
bienes o de males futuros.

El autor es diplomático.
Relaciones "tersas" con
Chávez
La situación de Capella y un proyecto de Pinedo
SÁBADO 25 DE NOVIEMBRE DE 2006

Jorge Elías
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LA NACION

Sin alteración. "Las relaciones entre Kirchner y


Chávez son unas relaciones tersas, llenas de gran
compromiso político como jefes de Estado, donde
no se percibe ningún tipo de alteración de las
mismas". Lo dijo ayer el vicepresidente de
Venezuela, José Vicente Rangel, al finalizar una
semana de alta tensión por la "diplomacia activa"
del embajador de ese país en Buenos Aires, Roger
Capella. En tal sentido, Rangel desmintió que
Kirchner se quejara ante Chávez por actitudes
asumidas por su embajador. "Es una información
completamente falsa; no ha habido ninguna
protesta", afirmó. De paso, dijo que Capella es "una
persona responsable y respetuosa de las relaciones
entre los dos países". Y negó un retiro de Capella de
Buenos Aires.

***
Puntería. Dispuesto a elevar el debate en medio
del conflicto con Uruguay por las pasteras, el
diputado Federico Pinedo (Compromiso para el
Cambio) reflotó un proyecto de su autoría, y
presentado junto con su colega Jorge Vanossi, por
el cual propone la creación de una nación única
integrada por la Argentina, Uruguay y Chile, en una
primera etapa, y por Paraguay, Bolivia y Perú, en la
segunda. La Confederación Andina y del Río de la
Plata, su nombre tentativo, tendría una relación
especial con Brasil y, si no aceptara ser miembro,
con Chile. "La idea no es hacer la integración bajo la
égida de los Estados Unidos, Brasil o Chávez, sino
de los intereses nacionales de la Argentina -dijo
Pinedo a LA NACION-. Estamos proponiendo la
integración sobre bases igualitarias, de modo de
preservar la soberanía de cada Estado." A diferencia
de la Unión Europea, la confederación convocaría a
un congreso general constituyente en el cual
debería debatirse su Constitución. Mientras tanto,
bloques como el Mercosur, la Comunidad Andina
de Naciones (CAN) y la Comunidad Sudamericana
de Naciones seguirían existiendo.

***

Sucursal. Miembros del Observatorio


Parlamentario Cuestión Malvinas firmaron con
legisladores de Tierra del Fuego un convenio de
cooperación para realizar actividades académicas y
de investigación sobre los aspectos jurídicos e
históricos del reclamo argentino sobre la soberanía
de las islas del Atlántico Sur. Acordaron, en
principio, emprender "acciones de concientización",
de modo de promover el debate y el análisis del
diferendo.

***

Populista, no. En respuesta al Financial Times, el


embajador argentino en Londres, Federico Mirré,
dejó entrever su malestar por un editorial en el cual
decía que la recuperación de la economía argentina
se debe a una situación externa favorable y al
"populismo intervencionista" del gobierno de
Kirchner. En la carta de lectores, Mirré recordó la
victoria oficialista en las elecciones de 2005 y
expuso una "saludable" situación macroeconómica,
basada en la reducción del desempleo y el
crecimiento de la economía, entre otras señales.
Sin visa por doce países
El acuerdo fue suscripto en el marco de la tercera reunión de
cancilleres de la Comunidad Sudamericana de Naciones
DOMINGO 26 DE NOVIEMBRE DE 2006

Los países que integran la Comunidad


Sudamericana de Naciones firmaron un acuerdo, el
viernes último en Chile, para eliminar la exigencia
de visas entre turistas de esas mismas naciones,
como una medida para favorecer el turismo
regional.

El acuerdo fue suscripto en el marco de la tercera


reunión de cancilleres de la Comunidad
Sudamericana de Naciones por los gobiernos de la
Argentina, Bolivia, Brasil, Chile, Colombia,
Ecuador, Guyana, Paraguay, Perú, Surinam,
Uruguay y Venezuela. El mismo implica que los
viajeros, sin necesidad de visa o pasaporte y con la
sola presentación del documento de identificación
vigente en su país de origen, pueden traspasar las
fronteras como turistas, por 90 días, prorrogables
según las disposiciones internas de cada país.

La exención de visa no autoriza a quienes viajen a


otra nación a ejercer una actividad o profesión de
carácter remunerado. La eliminación de la visa
tampoco implica que las personas que se movilicen
quedan exentas de cumplir con las normas
sanitarias, aduaneras y tributarias del país que las
recibe.
Bachelet pide al país un
mayor cumplimiento
Crítica implícita de la presidenta chilena
MARTES 28 DE NOVIEMBRE DE 2006

SANTIAGO, Chile (De un enviado especial).- La


presidenta de Chile, Michelle Bachelet, sembró ayer
críticas implícitas contra la Argentina. En el cierre
del I Encuentro Empresarial Latinoamericano, que
entre otras entidades organizó el Grupo Diarios
América (GDA, al que pertenece LA NACION),
llamó a mejorar la integración regional:
"Terminemos con la retórica. Valoramos los
esfuerzos integracionistas como la Comunidad
Andina, al que nos estamos incorporando como
asociados, el Mercosur o la Comunidad
Sudamericana de Naciones, pero valoramos más
cuando se terminan las disputas o se cumplen los
compromisos sin vacilación".

Bachelet puntualizó la necesidad de proyectos de


integración energética. "La conclusión de esta
propuesta mejorará nuestras economías, atraerá
inversiones y tecnología. Nuestra integración
regional debe servirnos para proyectarnos en Asia
Pacífico", dijo la presidenta de Chile, que ya firmó
tratados de libre comercio (TLC) con China, Corea
del Sur y Japón, y está comenzando a negociar
nuevos acuerdos con Australia, Vietnam y Malasia.

Con tono tranquilo, Bachelet, cuestionada


internamente por la crisis de la educación y la
corrupción del oficialismo en gobiernos anteriores,
afirmó que América latina debe mejorar no sólo la
integración, sino también la justicia social. En
cambio, admitió progresos en la democracia y en la
estabilidad económica.

Relación sin gasificar

En la apertura del encuentro América Latina y Asia


Pacífico: Oportunidades y Tareas Pendientes, que
contó con paneles interesantes, aunque faltó la
presencia china, el canciller chileno, Alejandro
Foxley, prefirió evitar referirse a la crisis energética
con la Argentina, cuando lo interrogó LA NACION.
"Ese es un tema de nuestra ministra de Minas y
Energía [Karen Poniachik]", respondió.

"Nunca hemos sido partícipes de que la relación


bilateral se defina por el gas", dijo Foxley. "Ese es
un problema para los dos. El estado de relaciones
quedará reflejado el próximo lunes, cuando viaje
con nuestra ministra de Defensa a Buenos Aires a
participar de un encuentro con nuestros pares de la
Argentina. Nos hace falta colaborar más en política
internacional. Una cosa obvia son las misiones de
paz, pero queremos dialogar sobre los temas que
preocupan a la comunidad internacional", enfatizó
el canciller chileno.

Foxley destacó que Chile mantiene TLC con 57


países, pero prefirió no opinar si el Mercosur
debería seguir esa senda de apertura. "Cada uno a
su tiempo, pero en paralelo. Esperamos que la
negociación del Mercosur con la Unión Europea sea
lo más rápida posible", sostuvo.
La hoja de ruta de Chávez
DOMINGO 03 DE DICIEMBRE DE 2006

CARACAS (De un enviado especial).- Tres


elementos apuntalaron al gobierno de Hugo
Chávez: el fortalecimiento político interno, la
bonanza petrolera y el descrédito de los Estados
Unidos. Sobre ellos, según Edmundo González
Urrutia, embajador de Venezuela en la Argentina
durante siete años, construyó su base de
sustentación y cambió en forma radical, entre otras
cosas, la política exterior del país.

"El país está partido en dos, pero nadie se atreve a


vaticinar que Manuel Rosales puede ganar las
elecciones -advirtió González Urrutia en una
entrevista con LA NACION-. La base partidaria del
presidente está fundada en su carisma. Es algo
místico, de carácter casi religioso, gracias a sus
herramientas de seducción y de oratoria. Si se
añaden la bonanza petrolera y el control de los
poderes del Estado, bueno, la mesa está servida."

Según Urrutia, que en 2004 se alejó de la cancillería


venezolana, la política exterior de Chávez pasó por
dos etapas: "En los primeros años mantuvo algunas
de las líneas básicas de los gobiernos anteriores,
sobre todo la búsqueda de un mayor equilibrio
internacional y el impulso a la integración regional -
dijo-. Después, en coincidencia con su victoria en el
referéndum revocatorio y con el aumento del precio
del barril, inauguró la fase del socialismo del siglo
XXI, con grandes componentes ideológicos y
antinorteamericanos".

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Chavismo o antichavismo, el voto de hoy en Venezuela
Los comicios más observados en la historia venezolana
Hugo Chávez se proclamó vencedor
"Se trata de un mapa de ruta que rompió con los
principios tradicionales de la política exterior
venezolana y que definió 10 objetivos estratégicos",
agregó. Entre ellos, el retiro de la Comunidad
Andina de Naciones (CAN); el ingreso en el
Mercosur; la retórica antinorteamericana; el
impulso a proyectos como Telesur y el Banco del
Sur; la compra de armamentos a Rusia y China, y la
creación de una especie de OTAN sudamericana.

"Hasta ahora, los cumplió paso a paso", señaló


González Urrutia, no convencido del rumbo ni del
desenlace.
El lazo con Kirchner, inmune
a las diferencias
Caracas minimiza las discrepancias
MARTES 05 DE DICIEMBRE DE 2006

CARACAS.- "Nos vemos en Cochabamba", se


despidió Hugo Chávez. Había concluido el último
diálogo telefónico con Néstor Kirchner antes de los
comicios. En él, el presidente bolivariano agradeció
a su par argentino el aliento que había expresado un
día antes a su candidatura a la reelección, seguro de
que la relación bilateral, fortalecida por la empatía
entre ambos, se mantiene inmune a las
"discrepancias eventuales", como llaman en la
cancillería venezolana a las diferencias que se
puedan presentar.

En Cochabamba, centro de Bolivia, se realizará


entre el viernes y el sábado la II Cumbre de la
Comunidad Sudamericana de Naciones (CSN).
Están convocados 12 jefes de Estado. Chávez no
sabía si Kirchner, reacio a ese tipo de encuentros,
iba a asistir, pero, igualmente, pensó que no podía
faltar.

Anteanoche, en el Balcón del Pueblo, no vaciló en


agradecerles en primer término a él y a su mujer, la
senadora Cristina Fernández, las felicitaciones
prodigadas por teléfono. "Desde el megagasoducto
hasta los acuerdos bilaterales, cada vez más
importantes, así como la membresía de Venezuela
en el Mercosur, gravitan más en la relación bilateral
que las discrepancias eventuales", confió a LA
NACION una fuente gubernamental venezolana.

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Reelección ilimitada, el objetivo de Chávez
Dichos y hechos
El año en que América latina confirmó su giro a la izquierda
Con ello quiso descafeinar el regreso del embajador
Roger Capella, aún no resuelto, después de haber
sido convocado por Chávez como correlato de la
salida del gobierno argentino del ex subsecretario
Luis D Elía por sus juicios acerca del papel de los
Estados Unidos y de Israel en la causa AMIA. En
ella está involucrado el gobierno de Irán, socio de
Venezuela, adversario de los Estados Unidos, en
defensa de ex funcionarios imputados.

"El presidente Chávez respeta la política exterior de


los otros gobiernos, incluidos sus socios -dijo la
fuente-. Con la Argentina vamos a seguir
profundizando nuestra excelente relación."

En el gobierno, nadie se apresuró a señalar ayer que


comenzaba una nueva etapa ni nada por el estilo.
Prefirieron hablar de "profundización de las
relaciones" con los países de América latina en aras
de su proyecto de integración.

Con Bolivia, la construcción de puestos de vigías en


las fronteras con Perú y Paraguay, lo cual no cayó
bien en ninguno de los dos gobiernos. Con la
Argentina, una mayor participación de la compañía
estatal Enarsa en negocios gasíferos.

Más allá de los grandes proyectos de integración,


Chávez no deja de mencionar la posibilidad de ser
atacado por los Estados Unidos. Con ello justificó la
compra de armas a Rusia. Y con ello justificó,
también, su amplia apertura hacia el gobierno de
Evo Morales, cual reserva "si Mr. Danger confunde
a Venezuela con Irak".

Sin hacer alarde, agregó la fuente, Chávez "sacó del


pozo" a compañías de Uruguay y, sin privilegiarlo
públicamente, insiste en que el eje Caracas-Buenos
Aires "es fundamental" para la integración. De ahí,
en recíproca, su prematuro aliento a Kirchner para
las presidenciales argentinas de 2007: "Néstor,
ahora te toca a ti".

Lula, "satisfecho"
BRASILIA (DPA).- El presidente de Brasil, Luiz
Inacio Lula da Silva, consideró que los comicios de
anteayer en Venezuela, en los que el presidente
Hugo Chávez fue reelecto, "contribuirán a la
consolidación de la democracia en la región" porque
"transcurrieron en orden y paz". Así lo informó su
vocero, André Singer, quien aseguró que Lula
"demostró su satisfacción por la normalidad" de los
comicios.
Relevó Chávez al polémico
embajador en la Argentina
Capella era resistido por el Gobierno por su estrecha
vinculación con el piquetero D’Elía
MIÉRCOLES 06 DE DICIEMBRE DE 2006

Mariano Obarrio
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LA NACION

Con renovado capital político por su reelección el


domingo, el presidente de Venezuela, Hugo Chávez,
visitará mañana la Argentina en forma sorpresiva
“para tomarse unos vinos” con el presidente Néstor
Kirchner y traerle la noticia del retiro definitivo del
embajador Roger Capella, que había causado
cortocircuitos con la Casa Rosada por su estrecha
vinculación con Luis D’Elía, dirigente piquetero que
debió dejar el Gobierno después de haber
manifestado su respaldo a Irán en el caso del
atentado contra la AMIA.

Chávez no vendrá con las manos vacías: confirmó


que traerá una oferta de aporte de capital de 80
millones de dólares para la cooperativa SanCor y
evitar así que sea vendida a manos extranjeras.
Como contrapartida, Venezuela recibirá leche en
polvo y tecnología para la producción.
El gobierno de Kirchner consideró que la llegada de
Chávez servirá para suavizar los encontronazos que
se produjeron en las últimas semanas debido a la
actividad diplomática de Capella.

Más notas para entender este tema


Kirchner no va a Bolivia
Capella: "Hubo una manipulación"
Venezuela ofreció un crédito para SanCor
“Capella había cometido una injerencia interna y no
se podía sostener más su situación”, dijo a LA
NACION una fuente cercana al canciller Jorge
Taiana.

Si bien hasta anoche no se había informado sobre la


agenda de Chávez –cuya presencia no reviste el
grado de visita oficial–, trascendió que será recibido
por Kirchner. El presidente venezolano se
entrevistará hoy en Brasilia con su colega Luiz
Inacio Lula da Silva y pasado mañana viajará a
Bolivia para participar de la II Cumbre
Sudamericana de Naciones, que se hará en
Cochabamba. Kirchner no estará en ese encuentro;
representará a la Argentina el canciller Taiana.

Chávez promocionó ayer su gira -también podría


recalar unas horas del jueves en Montevideo- como
la construcción de un "eje sudamericano Caracas-
Brasilia-Buenos Aires-Montevideo".
El presidente venezolano aseguró ayer durante una
conferencia de presna en Caracas que busca
avanzar en "el tema del gran Gasoducto del Sur" y
adelantó que se reunirá con Kirchner "celebrando
con una copa de buen vino que tiene allá". Deslizó
también, con tono amistoso: "Posiblemente
pasemos por Montevideo a saludar a Tabaré".

Señales

Por el lado argentino, en el gobierno de Kirchner


aseguran que el Presidente busca enviar señales de
acercamiento a los Estados Unidos, aunque
también intenta preservar los lazos económicos y
estratégicos con Venezuela. "Queremos cuidar la
relación de negocios", señalan en la Casa Rosada.

Con Washington, el Presidente busca garantizar


una convivencia razonable y la afluencia de
inversiones. De allí que accediera a los reclamos del
gobierno de George W. Bush y de la comunidad
judía para apoyar el avance en la causa del atentado
contra la AMIA.

Expresó así su respaldo hace un mes cuando el juez


federal Rodolfo Canicoba Corral pidió la captura
por esa causa de nueve ex funcionarios de Irán,
incluido el ex presidente Akbar Rafsanjani. Hace
tres semanas Luis D´Elía, entonces subsecretario
de Tierra y Hábitat, se dirigió a la embajada de Irán
a expresar su solidaridad con ese país, aliado de
Venezuela.

Se supo luego que D´Elía lo había acordado con


Capella y que Kirchner había intentado disuadirlo,
sin éxito. Con ello, D´Elía contradijo la política
exterior de la Casa Rosada.

Se conocieron también actividades de Capella que


implican una injerencia en asuntos internos:
distribución de ayuda social en barrios, apoyo
económico a partidos políticos y organizaciones
piqueteras y formación de brigadistas para trabajar
en Venezuela.

Trascendió luego que Kirchner le había pedido a


Chávez el retiro de Capella, a lo que el presidente
venezolano había accedido; lo hizo luego de las
elecciones del domingo último, cuando obtuvo su
reelección con el 62 por ciento de los votos.

Si bien el gobierno de Estados Unidos celebró la


medida y los gestos de Kirchner, en círculos de
poder norteamericano aún desconfían. Creen que
Kirchner mantiene vínculos con Venezuela y con su
aliado Irán. Entre estos dos países existen negocios
vinculados a la energía nuclear, condenados por
Washington.

La visita de mañana fue acordada entre Kirchner y


Chávez en su última conversación, el domingo
último, cuando el presidente argentino felicitó al
venezolano por su reelección.

D´Elía consideró esto como triunfo suyo. "Es un


éxito político rotundo contra Alberto Fernández",
aseguró a LA NACION.

El ex líder piquetero le había reclamado a Kirchner,


hace una semana, que afianzará su alianza con
Caracas, en lugar de hacerlo con Washington. Y
acusó al jefe del Gabinete de encarnar a la "derecha
recalcitrante" e impulsar la alianza con la Casa
Blanca.

Cerca de Alberto Fernández aseguraron ayer que


toman las críticas del ex piquetero "como una
alabanza" y que éste "sangra por la herida" por su
expulsión y por el retiro de Capella.

Chávez confirmó que Capella "no regresa a Buenos


Aires", porque hizo "cosas que provocaron malestar
en el gobierno argentino".
En su primera rueda de prensa desde su reelección,
agregó que mañana anunciará aquí el nombre del
reemplazante. El presidente de Venezuela aseguró
que Kirchner no le había reclamado el retiro del
embajador.

"No me pidió nada Néstor, porque tenemos una


relación franca y respetuosa, pero esto es como con
el embajador en Chile, que cometió un error",
señaló en referencia Víctor Delgado, cuyo retiro fue
pedido hace algunos meses por el gobierno de
Michelle Bachelet por una injerencia en asuntos
internos.

"Son buenos funcionarios, pero están sometidos a


mucha presión y son muy observados ", dijo
Chávez.
Chávez: "No tienen gas
porque nunca invirtieron"
Se reunió con Kirchner para impulsar el Gasoducto del Sur;
ratificó un crédito para SanCor
VIERNES 08 DE DICIEMBRE DE 2006

Mariano Obarrio
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LA NACION

El presidente Néstor Kirchner y su par de


Venezuela, Hugo Chávez, retomaron anoche en
Olivos las negociaciones para avanzar en el
proyecto del Gasoducto del Sur entre Caracas y
Buenos Aires, cuyo costo se estima en unos 23.000
millones de dólares. Pero el líder de la revolución
bolivariana llegó ayer aquí con una advertencia:
“Ustedes no tienen gas; no tienen reservas porque
nunca invirtieron, y eso pone en riesgo el futuro, el
desarrollo de la Argentina”.

El mensaje se completó: “Afortunadamente,


Venezuela tiene una de las mayores reservas de gas
del mundo”.

Se interpretó como una sutil advertencia a


Kirchner, que tomó distancia de Caracas en los
últimos tiempos y se acercó, en un giro de su
política exterior, al gobierno de los Estados Unidos.

Más notas para entender este tema


Finalmente, SanCor tomaría el crédito que ofreció Chávez
Un show de buen humor en medio del caos
Ante la prensa, Chávez subrayó: “Nuestras
relaciones bilaterales son excelentes”, aunque al
llegar a la base militar del aeroparque Jorge
Newbery, poco antes de las 18, había admitido:
“Vengo a dar un nuevo impulso a las relaciones
bilaterales”.

Como se esperaba, el líder bolivariano confirmó la


aprobación, por parte de Venezuela, de un crédito
de 80 millones de dólares para salvar la deuda de la
cooperativa SanCor. Y trajo otra novedad
importante: “Si hiciera falta un segundo tramo,
podemos darlo”.

Consultado por LA NACION sobre la crisis entre la


Argentina e Irán por la causa judicial del atentado
contra la AMIA, Chávez se negó a responder: "Son
temas internos y no voy a opinar; eso es sagrado
para mí". No obstante, confirmó: "Pronto habrá
nuevo embajador de Venezuela en la Argentina".
Pero todavía no anunció quién será el elegido.
La tensión escaló en los últimos días entre la
Argentina y Venezuela por el retiro del embajador
Roger Capella, a quien se acusó de injerencia en
asuntos internos. Capella había alentado al
entonces funcionario Luis D Elía a solidarizarse con
la embajada de Irán cuando la justicia argentina
acusó a ex funcionarios de ese país de haber
organizado el atentado a la AMIA en 1994.

Esa actitud de D Elía terminó con su renuncia.


Ocurre que contradijo en forma abierta la política
exterior de Kirchner, que había apoyado la
investigación judicial, luego de sucesivos reclamos
del gobierno de los Estados Unidos y de la
comunidad judía internacional.

En ese contexto arribó ayer Chávez, y a las 21.30


llegó a la residencia presidencial de Olivos. Luego
de caminar por los jardines con Kirchner, éste le
ofreció una comida junto con la primera dama,
Cristina Kirchner. El tema que dominó la charla fue
el Gasoducto del Sur, según fuentes oficiales,
aunque el encuentro continuaba al cierre de esta
edición.

Chávez confirmó que hoy, después de las 9, partirá


hacia Montevideo para reunirse con el presidente
de Uruguay, Tabaré Vázquez, y luego seguirá viaje
hacia Bolivia para participar en la II Cumbre
Sudamericana, en Cochabamba.

La sorpresa de Chávez, a todas luces, fue la


advertencia que formuló, de manera indirecta, al
gobierno de Kirchner. "Esto que voy a decir es
importante para las nuevas generaciones", les dijo a
los periodistas en el Aeroparque.

Quienes conocen la comidilla política bolivariana


aseguraron a LA NACION que Chávez "le envía
mensajes a Kirchner con ese tema: el gas". Procura
así subrayarle que a Venezuela le sobra la energía
que a la Argentina le falta para sostener su
desarrollo económico y que ni en Estados Unidos
podría encontrar.

El riesgo argentino

"Nosotros le vendemos por día 1,5 millones de


barriles de petróleo a Estados Unidos", deslizó
como al pasar ayer el presidente venezolano. "Eso
sí, lo pagan a precio internacional", aclaró. Y
enfatizó en ese contexto que "la Argentina no tiene
gas". Y agregó que "afortunadamente, en Venezuela
hay una de las reservas más grandes de gas del
mundo".
Señaló Chávez que las gestiones por el Gasoducto
del Sur pasaron a un segundo plano durante su
campaña electoral porque "había que ganar las
elecciones".

Por ello, insistió: "Ahora venimos a trabajar


rapidito para traer el gas desde Venezuela a Buenos
Aires y garantizar el desarrollo futuro de la gran
patria argentina y sudamericana".

No se escandalizó por las señales de Kirchner a


Washington. "Todos nosotros tenemos relaciones
con los Estados Unidos. Hasta Cuba, que está
bloqueada. En Cuba, Fidel [Castro] me invitó a
comer pollo. Y era de Estados Unidos", relató,
siempre sonriente. E insistió en que Venezuela le
vende a ese país el petróleo.

Pero pasó su mensaje: "En Estados Unidos, lo que


más ha crecido es la pobreza. Nosotros le llevamos
petróleo. La Argentina y Venezuela somos
campeones en la reducción de la pobreza y los
países que más han crecido. Y de eso vamos a
hablar con Kirchner".

Mientras el Presidente recibía a Chávez, en el salón


Martín Fierro del hotel Sheraton Retiro, donde se
aloja el presidente venezolano, se realizó una
comida paralela. Estaban todos los ministros
visitantes con algunos argentinos, como Felisa
Miceli, de Economía; Nilda Garré, de Defensa, y
Oscar Parrilli, secretario general de la Presidencia,
entre otros funcionarios.

Chávez dejó en claro que las relaciones bilaterales


están intactas y precisó que una delegación de
técnicos de SanCor está en Caracas con el comité
directivo del Banco de Desarrollo Económico y
Social (Bandes) para acordar los detalles del crédito
de 80 millones de dólares para "aliviar el peso" de
la deuda y "reflotar" a la cooperativa.

"Y si hiciera falta un segundo tramo del crédito,


podemos darlo", señaló, casi como si fuera un
anuncio de Navidad.

"No vine a mediar"

El presidente de Venezuela, Hugo Chávez,


desestimó al llegar a Buenos Aires que fuera a
intentar algún tipo de gestión mediadora entre la
Argentina y Uruguay por el conflicto de las
papeleras. "No tengo nada que decir al respecto;
ésos son asuntos internos", dijo en el aeropuerto
metropolitano Jorge Newbery. Las especulaciones
surgieron porque Chávez, después de pasar varias
horas en Olivos con el presidente Néstor Kirchner,
viajará hoy a Montevideo para reunirse con su par
uruguayo, Tabaré Vázquez. "No vine a mediar;
vinimos a fortalecer nuestros nexos", enfatizó el
líder bolivariano.
Relación estratégica
De visitas, despedidas y elecciones
SÁBADO 09 DE DICIEMBRE DE 2006

Jorge Elías
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LA NACION

Fortalecimiento. Reelegido Luiz Inacio Lula da


Silva, y ausente Néstor Kirchner en la Cumbre de la
Comunidad Sudamericana que se realiza en
Cochabamba, el canciller Celso Amorim tratará el
martes con su par Jorge Taiana, en Buenos Aires,
algunos de los puntos de la agenda que, a los ojos
argentinos, fortifican la "relación estratégica" entre
ambos gobiernos. En el Palacio San Martín, un
vocero confió a LA NACION que el paso de Hugo
Chávez por ambos países, después ser reelegido, a
su vez, también dejó "tela para cortar" sobre los
proyectos de integración. Amorim y Taiana se
reunirán bajo el alero de los acuerdos
presidenciales rubricados en cumbres y
declaraciones. Debatirán, por ejemplo, el acuerdo
de residencia del Mercosur para ciudadanos de
ambos países, en coincidencia con el 15º aniversario
de la Agencia Brasileño-Argentina de Contabilidad
y Control (Abbac).

***
Despedida. Sin saco ni corbata, y al ritmo de
batucada y música de lo más variada, Rodrigo
Baena Soares, consejero de la embajada de Brasil, y
su mujer, Luciana, organizaron anteanoche en su
casa una simpática despedida para otro diplomático
brasileño, Julio Bitelli, próximo a trasladarse a La
Paz. En ella no faltaron comentarios ni
conclusiones sobre la reelección de Chávez y su
proyecto de reforma constitucional con mandato
indefinido, interpretadas por diplomáticos de
Portugal y de Italia, entre otros.

***

Mensaje. Tras 25 años como diplomática, la


nueva secretaria de Relaciones Exteriores de
México, embajadora Patricia Espinosa Cantellano,
interpretó como un reconocimiento del presidente
Felipe Calderón al Servicio Exterior Mexicano
(SEM) haber sido designada para el cargo. A su
asunción asistieron embajadores eméritos y
eminentes, como Francisco Cuevas Cancino,
Antonio de Icaza González, Sergio González Gálvez,
Miguel Marín Bosch, Raúl Valdés Aguilar y Aída
González Martínez.
El Cono Sur, sin certezas en
energía
Poco tratamiento en una cumbre
SÁBADO 09 DE DICIEMBRE DE 2006

COCHABAMBA (Reuters).- América del Sur avanza


hacia una zona de libre comercio, pero titubea en
los grandes proyectos energéticos. Esa es la
impresión de fuentes diplomáticas que participan
desde ayer en la II Cumbre de la Comunidad
Sudamericana de Naciones, que reúne a la mayoría
de los presidentes de la región y que cuenta con la
participación del vicepresidente, Daniel Scioli,
como representante de la Argentina.

En el proyecto de declaración presidencial las


menciones específicas se centran en acuerdos ya
alcanzados entre la Comunidad Andina de Naciones
(CAN), integrada por Bolivia, Perú, Colombia y
Ecuador, y el Mercosur. Sin embargo, no están
nombrados los proyectos de integración energética
de la región, como el Gasoducto del Sur.

En el documento de la cumbre apenas está explícita


la intención de una "integración energética para el
bienestar de todos", un augurio en el que no se
explaya la declaración a pesar de las reservas
petroleras y gasíferas de la región.

El Gasoducto del Sur fue el motivo de las visitas que


el presidente venezolano, Hugo Chávez, realizó a
Brasil y la Argentina, de donde partió ayer. Con su
par Néstor Kirchner retomó las negociaciones para
avanzar en el proyecto, que pretende unir
energéticamente Caracas y Buenos Aires y costará
unos US$ 23.000 millones.

Antes había estado en Brasil. Sin embargo, con Lula


sólo pudo sellar un "preacuerdo" para continuar
negociando la construcción conjunta de una
refinería. El venezolano no logró que Lula aprobara
la propuesta para construir el gasoducto.

Integración comercial

Por otro lado, la posibilidad de avanzar hacia una


zona de libre comercio "está bastante avanzada",
según aseguró una fuente diplomática que participó
en las reuniones previas a la cumbre. "Hay acuerdos
entre la CAN y el Mercosur que tienen que
converger en el 2013. Para esa época, casi el 90 por
ciento del comercio del continente va a estar
liberado", agregó.
Bolivia analiza ingresar al
Mercosur en 2007
En un encuentro que mantuvo con Scioli y con Taiana, Evo
Morales anticipó que su país estudia entrar al bloque como
miembro pleno
SÁBADO 09 DE DICIEMBRE DE 2006 • 15:54

COCHABAMBA.- El presidente de Bolivia, Evo


Morales, anticipó hoy que su país analiza su
incorporación al Mercosur como miembro pleno el
año próximo, durante un encuentro que mantuvo
con el vicepresidente Daniel Scioli y el canciller
Jorge Taiana, en el marco de la Cumbre
Sudamericana de Naciones.

En la reunión, Morales adelantó que Bolivia,


actualmente miembro asociado del Mercosur,
estudia su incorporación al bloque en carácter de
socio pleno el año venidero.

El presidente boliviano tenía reparos porque su


incorporación plena al Mercosur lo obligaría a
salirse de la Comunidad Andina de Naciones
(CAN), la unión aduanera que integra con
Colombia, Perú y Ecuador, y a la que este año
renunció Venezuela.
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Compromiso de integración en la Cumbre Sudamericana
Apoyo al reclamo por Malvinas
A ese encuentro, al que luego se sumó el titular de
la Comisión de Representantes Permanentes del
Mercosur, Carlos "Chacho" Alvarez, participaron
también el subsecretario de América latina, Agustín
Colombo Sierra, y el embajador argentino en La
Paz, Horacio Macedo.

Scioli llegó a suelo boliviano en nombre del


presidente Néstor Kirchner, quien decidió no
concurrir al encuentro y viajar con la primera
dama, la senadora Cristina Fernández, a Santa
Cruz, su provincia natal, en una jornada de
descanso por el fin de semana largo.
Cerró la cumbre con un
pedido de unidad
Pero no hubo acuerdo sobre cómo lograrla
DOMINGO 10 DE DICIEMBRE DE 2006

COCHABAMBA.- La II Cumbre Sudamericana


finalizó ayer en Bolivia con una declaración que
insta a reforzar la integración de la región, aunque
no se llegó a acuerdo alguno sobre cómo lograr la
tan mentada unidad.

La cita presidencial planteó el establecimiento de


un nuevo modelo de integración "con identidad
propia, pluralista, en medio de la diversidad y las
diferencias, reconociendo las distintas concepciones
políticas e ideológicas".

Los mandatarios presentes destacaron, con diverso


énfasis, los renovados impulsos por alcanzar la
unidad, aunque efectuaron también autocríticas por
el poco impulso que mereció en el pasado el proceso
de integración.

Más notas para entender este tema


Bolivia: frontal desafío de la oposición
Dichos y hechos
El presidente venezolano, Hugo Chávez, resumió la
situación al proclamar que la región necesita "un
Viagra político" para llevar adelante la integración.

"El hecho de que los presidentes queramos más no


nos obliga a negar los avances [que se han
alcanzado hasta ahora]", estimó el mandatario
brasileño Luiz Inacio Lula da Silva.

"Reconozco la inquietud que todos tenemos en el


desarrollo y que nos causa angustia, pero hemos
avanzado", añadió.

Acercamiento

La mandataria chilena, Michelle Bachelet, había


advertido por la mañana sobre el peligro de que la
integración se desprestigie ante la falta de avances y
el incumplimiento de muchos de los acuerdos.

Sin embargo, al cierre del encuentro, Bachelet


señaló que así como "el desarrollo social con
inclusión es central, no hay desarrollo social sin
crecimiento económico, porque la mala noticia es
que tenemos que hacer las dos cosas; ojalá
pudiéramos escoger por una nomás, pero no
podemos".

La mandataria aprovechó también la oportunidad


para alentar el acercamiento de Chile con Bolivia,
históricamente enfrentados por la falta de salida al
mar del país anfitrión.

"Tenemos un destino común; hemos estado


trabajando desde marzo con el presidente Morales
en profundizar un diálogo entre nuestros países y
nuestros pueblos; lo claro es que tenemos que
perseverar, continuar avanzando en este
acercamiento", señaló

En tanto, Chávez rechazó la invitación de su aliado


Morales de regresar a la Comunidad Andina de
Naciones (CAN) y además auguró el fin del
Mercosur si no cambia su estrategia de integración
(ver sección Política).

Chávez dijo que la CAN "no sirve" y manifestó a sus


colegas: "¡Cuántas reuniones, cuántas cumbres!
Pero no tenemos claro hacia dónde vamos", y
agregó que "ahora no hay proyecto", comentarios
con los que coincidió el uruguayo Tabaré Vázquez.

A esta cumbre asistieron ocho de los doce


presidentes que forman la organización, pero
cuatro de ellos, Vázquez, el peruano Alan García, la
chilena Michelle Bachelet y el brasileño Luiz Inacio
Lula da Silva, la abandonaron antes de su clausura.

La cumbre regional del año próximo se celebrará en


la ciudad colombiana de Cartagena de Indias.

Agencias AFP y EFE


Brasil quiere diálogo
MIÉRCOLES 13 DE DICIEMBRE DE 2006

Jorge Elías
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LA NACION

Sin tomar distancia del diferendo entre la Argentina


y Uruguay por las plantas de celulosa, el canciller de
Brasil, Celso Amorim, dijo, durante una entrevista
con La Nacion, que su presidente, Luiz Inacio Lula
da Silva, “está dispuesto” a fomentar un
acercamiento entre sus pares Néstor Kirchner y
Tabaré Vázquez, pero advirtió que “ambos deberían
pedírselo”. También señaló que la actitud de su
gobierno en el diferendo “nunca fue de omisión ni
de intromisión”, y abogó por el éxito de la gestión
del embajador Juan Antonio Yáñez, designado por
el rey Juan Carlos de España

para facilitar el diálogo. "Si no dialogan, no van a


solucionarlo", resumió, cual mensaje hacia ambas
márgenes del Río de la Plata.

Poco antes de reunirse anoche con Kirchner en la


Casa Rosada, Amorim no tenía expectativa alguna
sobre la posibilidad de que Brasil asumiera un
papel activo en el diferendo. "Al menos, en esta
etapa", dijo, respetuoso de la gestión de Yáñez y de
la convocatoria a ambas partes de la Corte
Internacional de Justicia de La Haya, prevista para
el lunes y el martes próximos.

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ENCE se instalará en el Río de la Plata
Como en la ruta, pero frente a Kirchner
Reforzarán el operativo de seguridad en Botnia
En el Palacio Pereda, residencia del embajador
Mauro Vieira, Amorim dijo: "Es un tema que ambos
presidentes deben conversar y que sólo puede ser
resuelto por medio del diálogo. Si en algo podemos
ser útiles, bien. Pero tienen que pedirnos que
intervengamos. Y eso no ha sucedido".

Por la mañana, Amorim firmó con su par Jorge


Taiana una declaración conjunta en coincidencia
con el 15° aniversario de la creación de la Agencia
Brasileño Argentina de Contabilidad y Control
(Abacc), creada para salvaguardar el respeto a la no
proliferación de armas nucleares, el desarme y la
promoción de los usos pacíficos de la energía
nuclear.

Alianza estratégica

A la reunión entre ambos, de una hora de duración,


se sumaron los ministros de Planificación Federal,
Julio De Vido; de Defensa, Nilda Garré, y del
Interior, Aníbal Fernández.

Allí, dijo Amorim: "Decidimos impulsar temas de


desarrollo nuclear, espacial y de defensa. Nosotros
no tenemos el poder de Francia y Alemania, pero
nos planteamos una alianza estratégica. No estamos
para hacer el Airbus. Por algo se empieza. En este
caso, por la cooperación en la industria de la
defensa".

Destacó después, con tono diplomático y tacto


político, que "no existen problemas serios" en la
relación bilateral. "Hace dos años no se hablaba
más que de las diferencias por las heladeras",
agregó.

Dijo, en otro momento, que debería reunirse más a


menudo con Taiana, "acaso los fines de semana",
aventuró, "para reflexionar en conjunto".

-¿Perjudica al Mercosur que la Argentina y


Uruguay no puedan resolver el diferendo y
recurran a tribunales internacionales y
mediadores, como el rey de España?

-Es un derecho recurrir a todas las instancias que


crean convenientes. Sería mejor que el diferendo no
existiera, desde luego, pero deseamos que se
resuelva rápidamente. En esta situación, no se
puede imponer nada. En la tarea de facilitar el
diálogo no puede haber posibilidad de dar lugar a
suspicacias sobre la cercanía a uno o al otro. Si no
dialogan, no van a llegar a una solución.

-Uruguay siempre quiso que se dirimiera en


el Mercosur.

-Y un tribunal trató el caso. Puede acudir al


Mercosur cuantas veces sea necesario.

-Chávez dijo que el Mercosur, al igual que la


Comunidad Andina de Naciones (CAN), ha
muerto.

-La incorporación de Venezuela al Mercosur debe


pasar por el Congreso de Brasil. Deberá
interpretarla como una expresión de impaciencia.
El Mercosur tiene una agenda de realizaciones que
es impresionante en derechos humanos,
democracia y otras cuestiones.

-¿Incorporó el Mercosur la
política exterior de Venezuela?

-Más bien, Venezuela debe adaptarse al Mercosur.


Chávez tiene todo el derecho de expresar su
opinión. En poco tiempo hemos visto un gran
empuje. A diferencia del Area de Libre Comercio de
las Américas (ALCA), que no empezó, el Mercosur
es una realidad. Venezuela le da al bloque la
posibilidad de tener un perfil geográfico más
importante, como si fuera una vértebra
sudamericana, y aporta el tema de la energía.

Las asimetrías existen

Simpático y dispuesto al diálogo, Amorim no miró


en ningún momento el reloj ni atendió llamadas
telefónicas. En una hora bebió un café y un vaso de
agua. A su derecha, dos armaduras flanqueaban el
escritorio principal de la biblioteca del Palacio
Pereda, recientemente remozado.

"En el Mercosur hay que hacer algo sin lesionar a


los otros socios", señaló después de un breve
silencio. Se refería a las asimetrías denunciadas por
Uruguay y Paraguay. Luego agregó: "El Mercosur
debe ser más equilibrado".

- ¿Mejoró la relación de Brasil con Bolivia


después de la decisión de Evo Morales de
nacionalizar los hidrocarburos?
-Está más distendida. No desaparecieron los
problemas, pero no hay señales de confrontación.
Está resuelto lo más sensible: el contrato de
exploración del gas. El objetivo es exportar el gas de
Bolivia a Brasil. Yo creo que se puede hablar de
inversiones sin hablar del precio.

-¿Es contraproducente que algunos países,


como Perú y Colombia, negocien acuerdos
de libre comercio con los Estados Unidos?

-Cada país tiene el derecho de buscar el camino que


crea conveniente. En eso se basa el pluralismo. Yo
no estoy en contra de un acuerdo entre el Mercosur
y los Estados Unidos, por ejemplo. Podemos no
compartir el objetivo, pero no sería inaceptable en
momentos en que vemos una progresiva unión de
América del Sur.

-¿Vislumbra algún cambio en la región con


mayoría de número demócrata en el
Congreso de los Estados Unidos?

-Si estuviéramos negociando un acuerdo con los


Estados Unidos, estaría preocupado. Nuestro gran
tema es el agrícola, que se debate en la Ronda de
Doha. Lo que importa no es el partido que domine
el Congreso, sino los Estados de los cuales
provienen los legisladores.
-¿Qué hacen, mientras tanto, Brasil y la
Argentina para seducir a sus vecinos?

-Eso, la seducción, es lo que ejercen los demócratas.

-¿Qué significa ser la cara de su país en el


exterior?

-Yo tengo que ser su abogado.

-¿En qué quedó el escándalo del Partido de


los Trabajadores (PT)?

-Todo fue alimentado por el combustible de las


elecciones. Fue desproporcionado. Se impuso
finalmente el liderazgo personal del presidente
Lula, lo que ha hecho por los pobres. En lo
personal, tengo una gran afinidad con el proyecto
de reforma social.

-Si tuviera que limpiar de conflictos la


estantería de la relación con la Argentina,
¿por cuál empezaría?

-Por el fútbol.
Polémica en La Paz por el
embajador venezolano
Dijo que su ejército podría intervenir
JUEVES 14 DE DICIEMBRE DE 2006

LA PAZ.- En medio de una tensión creciente por el


conflicto entre el gobierno y cuatro de las nueve
provincias bolivianas, que exigen autonomías
regionales, el embajador venezolano en Bolivia,
Julio Montes, provocó un sismo al abrir la
posibilidad de que Venezuela interviniera
militarmente en el conflicto de esta nación andina.

En una entrevista con el diario La Razón, Montes


dijo que, según un acuerdo bilateral en materia de
defensa, las fuerzas armadas de su país podrían
incursionar en Bolivia si se viera amenazado el
proceso de cambio que lleva adelante el gobierno de
Evo Morales.

"Nosotros hacemos lo que Bolivia solicite. Y si nos


lo pide, entonces pues sí, se considera", señaló el
embajador cuando se le preguntó si el convenio
militar, suscripto por ambos países y aprobado hace
dos semanas por el Congreso boliviano, implicaría
una eventual intervención militar para sofocar la
creciente oposición al presidente Morales.
Sus declaraciones provocaron duras críticas de
oficialistas y opositores. El ex presidente
conservador Jorge Quiroga (2000-2001) y el
presidente de la Comisión de Defensa de la Cámara
de Diputados y militante del gubernamental
Movimiento Al Socialismo (MAS), Javier Zavaleta,
cuestionaron, por separado, las palabras del
diplomático.

"Fuera de lugar, absolutamente fuera de lugar",


afirmó Quiroga, líder de la agrupación derechista
Podemos. "Sería lapidario y deleznable que
Venezuela siguiera sintiendo que tiene derecho a
tutelar Bolivia. Eso pone en riesgo nuestra
democracia, eso daña nuestra soberanía e
independencia", agregó.

Por su parte, Zavaleta dijo que las palabras de


Montes son "desafortunadas en este momento,
porque el país vive momentos críticos y no es
conveniente echar más leña al fuego". El diputado
aclaró que el convenio militar boliviano-venezolano
sólo se circunscribe al ámbito académico, en
materia de conflictos, y al intercambio de
uniformados de los dos países en este campo.

Al cierre de esta edición, la embajada de Venezuela


en La Paz no había hecho ningún comentario y sólo
informó que Montes viajó a Caracas el martes,
cuando se publicó la entrevista.

El 5 del actual, Chávez retiró a su embajador en la


Argentina, Roger Capella, pues, según el
mandatario bolivariano, algunas actuaciones del
diplomático dieron "argumentos a la oposición" en
contra del presidente Néstor Kirchner. A Capella se
le atribuye haber alentado al piquetero Luis D Elía a
apoyar a Irán tras los pedidos de captura en la
causa por el atentado a la AMIA contra nueve
funcionarios iraníes.

Pero no todas las noticias para la diplomacia


venezolana son negativas. El vicepresidente
venezolano, José Vicente Rangel, confirmó anteayer
que las cancillerías de Venezuela y de Perú trabajan
para normalizar las relaciones entre ambos países,
tras la reconciliación de los mandatarios Hugo
Chávez y Alan García,

"Yo hablé con el canciller [de Venezuela, Nicolás]


Maduro en el consejo de ministros y me dijo que
estaba en contacto con la cancillería peruana para
normalizar la relación y, por supuesto, para
designar embajadores tanto en Lima como en
Caracas", dijo Rangel. "El presidente Chávez dijo
que había dado la vuelta a la página", agregó.
Chávez y García dialogaron durante la II Cumbre de
la Comunidad Sudamericana de Naciones (CSN)
que se realizó en Cochabamba la semana pasada,
tras una impasse que se agudizó entre abril y mayo
pasado y que incluyó el retiro de sus embajadores,
en plena campaña electoral peruana.

Agencias AFP, AP y Reuters


"Yo debía evitar una guerra
civil"
El ex presidente rompió el silencio y dijo a LA NACION, en
una entrevista exclusiva, que De la Rúa cayó en diciembre de
2001 "porque hubo 20 muertos y por su incapacidad para
decretar el estado de sitio cuando debió hacerlo". Afirmó,
además, que fue el único que cumplió con el "que se vayan
todos", y que, en iguales circunstancias, hoy volvería a elegir a
Kirchner como sucesor
DOMINGO 17 DE DICIEMBRE DE 2006

"Yo ya no pertenezco a la corporación política y le


aseguro que me siento mucho mejor así. De aquel
´que se vayan todos , el único que se fue fui yo.
Todos los demás siguen donde estaban o, tal vez,
más encumbrados aún", sintetiza el ex presidente
Eduardo Duhalde, que recibió a LA NACION en una
entrevista exclusiva después de mucho tiempo de
mutismo. Un mutismo, en realidad, que inició poco
después de su estruendoso divorcio político con
Néstor Kirchner.

Claro que en este diciembre de 2006, a cinco años


de las trágicas jornadas del 19 y 20, Duhalde está en
un punto muy distinto de aquél en que estaba
entonces, cuando se puso al frente de un país que se
debatía en un coma profundo. Es que 2006 fue para
él un año sabático. En los últimos meses, según
cuenta, se dedicó a leer, escribir -acaba de publicar
un libro sobre la Comunidad Sudamericana y
prepara otro para febrero, con las memorias de su
paso por la presidencia- y pasar más tiempo con sus
nietos y con su esposa, Chiche. Está algo tostado y
se lo ve moverse relajado en una de las oficinas de
la fundación que tiene su mujer, a dos cuadras del
Congreso.

Físicamente, es casi el mismo Duhalde de hace


cinco años atrás. Pero cuando habla lo hace, por
momentos, como si no fuera Duhalde; es decir,
como si no hubiera sido gobernador bonaerense o
vicepresidente de Menem en los 90, ni Presidente
en 2002. En varios tramos de la entrevista se
referirá a los temas del poder como si los hubiera
estado mirando siempre desde afuera. Y él
simplemente fuera un observador más, un vecino o
un tío en la sobremesa familiar.

***

- ¿Cómo se siente cuando se dice que el PJ


bonaerense alentó los saqueos previos a la
caída de De la Rúa?

-Pero, la verdad, la verdad ¿Sabe cuál es?


- No; por eso se lo pregunto .

-La única verdad es la realidad. Y la realidad es que


De la Rúa no se fue por los saqueos, sino porque
hubo 20 muertos y por su incapacidad para
decretar el estado de sitio cuando debió hacerlo.
Los que se movilizaban no eran guerrilleros de la
selva sino familias con chicos en los brazos,
desesperados.

- ¿Y qué nos puede decir del papel de los


intendentes duhaldistas del Conurbano, que
amenazaban con avanzar hacia la Capital?

-En la Provincia, yo no sabía lo que hacían porque


ya no era gobernador. Pero, digo... menos mal que
hicieron lo que hicieron. Movilizaron a la policía,
hubo récord de gente detenida, pero por lo menos
no mataron a nadie. Además, a ver Vamos a
suponer que algunos intendentes hayan pensado
que tenían que hacer eso porque la situación en
lugares como Merlo, Moreno o José C. Paz era
desesperante. Movilizarse está dentro de los
esquemas políticos que la democracia debe aceptar.

- ¿Y por qué cree que la Policía bonaerense


hizo la vista gorda ante los saqueos y dejó
hacer incrementando el caos? ¿Cree que
también ellos buscaban defender a los más
pobres?

-Bueno, después que eso pasó, llegó a mis manos un


informe que hizo Juanjo Alvarez y que desmentía lo
que usted dice. La policía hizo lo posible por
controlar la situación. Pero, además, éste es un
tema que no me atañe. Y ya hacía dos años que no
era gobernador.

- La pregunta es quizá más amplia: en buena


parte del imaginario colectivo está instalada
la idea de que sólo el justicialismo puede
gobernar la Argentina y que, cuando eso no
sucede, su partido presiona desde las
sombras para poder volver al poder. Por
eso, verdadera o falsa, la historia del PJ
echándole nafta a la crisis de 2001 con el fin
de desestabilizar al presidente radical
resulta, para muchos, verosímil.

-Y no tan en las sombras: lo ha hecho abiertamente.

- ¿Qué cosa ha hecho


abiertamente el peronismo?
¿Conspirar?
-Sí. Cuando Alfonsín estaba gobernando, vinieron a
proponerme un golpe militares que estaban
conspirando con gente de mi partido. Es cierto: eso
sucedió y es parte de la historia.

- Pero nunca lo había contado, ¿o


sí?

-No, creo que no. Pero en el libro que estoy


preparando lo cuento y con detalles, ¿eh? Y le digo
más: así nos conocimos con Alfonsín. Es que, le
explico, lo que usted plantea tiene que ver con la
historia del peronismo, un partido que estuvo
proscripto por 18 años.

- Disculpe, pero no entiendo la


conexión.

-A ver Esa historia de proscripción parió un


peronismo de resistencia; construyó líderes duros,
que no tenían reflejos democráticos, precisamente
porque no les permitieron vivir la democracia.

- ¿Rescata algo del el rol de Chacho Alvarez?


Digo, ¿pudo haber evitado algo si se
quedaba?
-Chacho tendría que haber sido presidente Pero
también es cierto que él cometió un grave error
porque su ministro, Flamarique, que además era su
íntimo amigo, era el más comprometido en la
maniobra que él estaba denunciando (NdR: el
affaire de los sobornos en el Senado). Pero no
importa: si él estaba convencido de que no tenía
nada que ver y el que sí estaba implicado era De la
Rúa, debió llevarlo a juicio político.

- ¿Y eso hubiera evitado el 19 y el 20?

-Es posible Me parece que era un hombre con más


condiciones que De la Rúa.

***

- ¿Cree que su actuación evitó


una guerra civil?

-Nosotros asumimos en medio del mayor caos. La


TV mostraba escenas dantescas: calles tomadas,
columnas de fuego y humo y un estado de violencia
latente que podía estallar en cualquier momento.
Yo era consciente de que mi tarea consistía,
precisamente, en evitar la guerra civil y en
garantizar la sucesión institucional de la República.
Creo que cumplí.

- ¿Por qué cree que la clase política lo eligió


a usted como piloto de tormentas?

-Por varias razones, pero básicamente porque yo


tenía un equipo entrenado y fogueado para
enfrentar la crisis, luego de ocho años de gobierno
en la provincia de Buenos Aires, cosa que no tenía
Rodríguez Saá y por eso no pudo ser presidente. Y
tan bueno fue mi equipo que, la verdad, hoy
gobierna el 70 por ciento de lo que dejé. Fue una
decisión inteligente de Kirchner.

- Por qué no nos cuenta cómo fue el día que


decidió ocupar el vacío de poder. ¿Cómo
vivió ese momento y por qué decidió aceptar
aquel desafío histórico?

-La renuncia de De la Rúa planteaba el tema de la


sucesión y yo pensaba que alguien de la Alianza
debía asumirla. Pero nadie quiso y el peronismo
debió hacerse cargo. En el momento en que lo
decidí, hablé primero de todo con mi familia. Una
de mis hijas me lo recriminó. Chiche me preguntó
qué posibilidades veía de sacar el país adelante y yo
le dije la verdad: un diez por ciento. Tenía apenas
unas pocas horas para formar gabinete; me costó
armarlo porque había que ser muy valiente para
aceptar un cargo en semejante momento.

- ¿En que condiciones encontró


al país apenas asumió?

-Le voy a decir algo: nadie sabía realmente en qué


condiciones estaba el Estado.

- ¿No?

-Hasta 48 o 72 horas después de asumir, nosotros


no supimos cuál era realmente la magnitud del
déficit. Lisandro Barry, colaborador de Jorge
Remes, recibió de un funcionario de segunda línea
del Ministerio de Economía una carpeta, que entre
nosotros se llamó la "carpeta negra". Allí adentro
estaba la verdad de la historia que hasta ese
momento habían ocultado: el endeudamiento real,
el déficit cierto y, en la caja, cero pesos.

- ¿Y alguna vez, subido arriba de ese volcán,


sintió que el país le estallaba en las manos?

-(Piensa unos segundos) No La verdad, nunca sentí


que las cosas se me fueran de las manos. Viví
coyunturas difíciles, como cuando la Corte
Suprema, con un fallo, amenazó nuestro programa
económico. Y también soporté críticas que, a la
distancia, hasta se pueden ver como
desestabilizadoras.

- Nos gustaría reconstruir qué pasó


realmente el día en que se encontró con los
cadáveres de Maximiliano Kosteki y Darío
Santillán. ¿Cómo se enteró de esas muertes?
¿Fueron realmente esos crímenes el punto
de inflexión de su presidencia y del llamado
anticipado a elecciones?

-Le cuento en detalle: cuando había movilizaciones,


yo no me podía desprender de la televisión y hasta
que no se iba el último piquetero de la plaza no me
iba a dormir. No podía. En Capital habíamos tenido
unas 700 movilizaciones y jamás había habido un
muerto. Por eso, ese día, cuando vi la placa roja de
Crónica y vi que habían muerto Kosteki y Santillán,
no podía creerlo. Veníamos de cuatro meses de
crecimiento y pacificación y justo estos degenerados
-porque son degenerados- producen este crimen
horrendo (NdR: se refiere al ex comisario Alfredo
Fanchiotti, al frente de la represión policial de junio
de 2002, y al ex cabo Alejandro Acosta, condenados
a prisión). Inmediatamente entonces hablé con la
SIDE para que me informaran qué había pasado.
Comenzamos a analizar las fotos de los diarios y en
pocas horas estuvo claro lo que había pasado, pero,
mientras tanto, el asesino se hacía la víctima por
televisión, porque la primera teoría periodística fue,
incluso, que habían muerto por las propias balas de
los manifestantes. Entonces, justo en el momento
en que ese comisario, el asesino, estaba dando una
conferencia de prensa en la gobernación
bonaerense, lo llamo a Felipe [Solá] para alertarlo:
"Tené cuidado con ese jefe policial que está
apareciendo ahora mismo en la tele, porque es ése,
precisamente, el principal sospechoso".

- Su análisis actual coincide, entonces, con el


que hizo en aquel momento.

-Sí, claro. En mi discurso de asunción anuncié que


los tres objetivos esenciales que guiarían mi
gobierno hasta la entrega del poder serían
reconstruir la autoridad política e institucional de la
Argentina, garantizar la paz y sentar las bases para
el cambio de modelo económico y social. Con los
crímenes de Kosteki y Santillán corríamos el riesgo
de retroceder en el camino de la pacificación. Y a
mí, la verdad, no me interesaba si entregaba el
poder cuatro meses antes o cuatro meses después;
llamar a elecciones iba a cambiar el eje de la
discusión. Y así fue. Además, los políticos, que son
los que siempre joroban, iban a tomar ese hecho
como caballito de batalla

- Pero, a ver, algo no queda claro: de no


haber ocurrido aquellos crímenes, ¿sí
hubiera querido quedarse?

-No (se ofusca). Yo no quería quedarme, como


tampoco quería subir. Eso ya no era para mí.
Imagínese que si yo hubiera querido quedarme
cuatro años me hubiera presentado como candidato
en elecciones porque, después de la renuncia de
(Adolfo) Rodríguez Saá, yo era el único que podía
ganarlas. En octubre de 2001 había ganado las
elecciones en mi provincia con la misma cantidad
de votos que el gobierno de la Alianza en todo el
país. Pero ya en el 99 había regalado todas mis
corbatas. Me había quedado sólo con tres; con ellas
pensaba ir al Senado.

- ¿Cuándo empezó a sentir que el país salía


del estado de coma y por qué cree que se
pudo despegar?

-En marzo de 2002 se detuvo la caída y, al mes


siguiente, se registró el primer crecimiento, que ya
no se ha detenido hasta hoy. Las bases para
despegar fueron la devaluación, que devolvió
competitividad al campo y a la industria, y la
pesificación de la economía, que impidió que el
sector financiero se quedara con los activos
empresariales del agro y la industria. Esa
pesificación fue asimétrica y gracias a eso tuvo éxito
el programa, aunque todavía hoy hay muchos que
no lo entienden. A eso sumamos la pesificación y la
desindexación de las tarifas de los servicios
públicos.

- Muchos sostienen que la devaluación fue el


peor golpe al bolsillo popular y que, en
contrapartida, sólo benefició a los grandes
capitales que, en muchos casos, recibieron
una "ayuda" extraordinaria del Gobierno
nacional. ¿Cómo lo ve usted?

-La convertibilidad era el gran dilema. LA NACION


había publicado en los días previos una encuesta
que mostraba que más del 70% de la población no
quería salir de la convertibilidad. Era la verdad; los
dirigentes no se animaban a ir en contra de esa
opinión. Era un error. Claro, la devaluación golpeó
a los sectores populares, que siempre son los que
más sufren. Por eso mi obsesión de aquellos días
era la distribución equitativa de los costos. También
hay que sopesar qué hubiera sucedido si no
hubiésemos dado un giro de 180 grados en la
economía.

- ¿Y por qué cree que se fue usted solo?

-Bueno, fue sólo un comentario

- Pero un comentario muy cargado de


significado político, ¿no cree?

-Es la realidad; yo me había autoexcluido de la


competencia electoral en 2003 cuando asumí, en
diciembre de 2001. Abrí un registro para el "que se
vayan todos" y me inscribí yo solo. Bueno, no sé si
se habrá anotado algún otro creo que no. Pero,
volviendo a su pregunta sobre los crímenes de
Kosteki y Santillán: para mí hubiera sido muy fácil
tirarle el fardo a Solá; hubiera sido fácil dejarlo
solo; retarlo públicamente. Pero también hubiera
sido injusto y yo no hago esas cosas.

- ¿Cómo le gustaría ser


recordado?

-Como el presidente que puso en marcha un nuevo


rumbo, que deparó al país medio siglo de
crecimiento y de ascenso en el nivel de vida del
conjunto de la sociedad.
- Y, dígame, ¿está conforme hoy con haberlo
elegido a Kirchner como su sucesor?

-En la misma situación, volvería a hacer lo mismo.


Naturalmente, no estoy de acuerdo con todas las
cosas que hace, como él tampoco está de acuerdo
conmigo. Pero creo que la historia va a decir si me
equivoqué o no.

- Y en lo personal, ¿qué cree?

-Bueno, creo que hasta ahora la historia y la gente


dicen que no me equivoqué, ¿no cree?

Por Laura Di Marco

"La sociedad aún espera una


renovación"

En un momento de la entrevista con LA NACION,


Duhalde estimó que los planes Jefas y Jefes, así
como el programa de medicamentos genéricos que
implementó durante su presidencia, fueron piezas
fundamentales para la salida de la emergencia
porque llevaron alivio a los más pobres. Fue
entonces cuando cuestionó: "En aquel momento, la
asignación fue de 150 pesos porque respondía al
umbral de la indigencia, que era de 110. Hoy ese
umbral ha pasado los 400 pesos y aquel subsidio
que implementamos ha quedado desactualizado.
Habría que reparar eso", juzgó.

Otro cuestionamiento que lanzó el ex presidente


toma como blanco a la dirigencia política argentina:
"Es obvio que tenemos una dirigencia de una
mediocridad enorme, que no apunta a nuevos
liderazgos, y que hay un ejercicio de hipocresía
permanente. Pero también digo que es razonable
que sea así: al no haber tomado el Estado medidas
de recuperación ética dirigidas hacia la sociedad y
al propio Estado y, en el marco de semejante crisis
económica, aquí están las consecuencias. La
Argentina no se hundía porque tenía una avería
como el Titanic; se hundía porque estaba toda
picada. La sociedad sigue esperando una
renovación seria y profunda".

-Se dice que en la crisis siempre hay un


principio de oportunidad. ¿Cree que
desaprovechamos, entonces, la oportunidad
de cambio que, de algún modo, nos brindó el
2001?
-Es que todavía estamos en crisis; en eso coincido
con el pensamiento oficial: estamos saliendo
penosamente y falta mucho tiempo, años, para salir
definitivamente, siempre que no nos equivoquemos
y sigamos en un camino virtuoso.

-¿Y estamos siguiendo ese


camino?

-Sí , bueno (duda sobre cómo responder), yo ya lo


expliqué: creo que para mantener el crecimiento e ir
hacia un más justo reparto de la riqueza, cosa que
es esencial, hay que generar órganos vinculados con
la Producción. Por eso creé el Ministerio de la
Producción, y aquel gobierno de emergencia debe
de ser de los pocos de la historia que tuvo un plan
productivo nacional, confeccionado conjuntamente
con los ministros de la producción de todas las
provincias. Fíjese que el desarrollo de las economías
regionales fue también decisivo en la recuperación.

- ¿Y por qué cree que hoy no tenemos un


Ministerio de la Producción?

-No me explico Es una tara de la dirigencia


argentina. La Argentina es el único país de la región
que no tiene esa herramienta. Creo que, en ese
sentido, tenemos que seguir el ejemplo de Brasil
que, a mediados del siglo pasado, tenía el mismo
PBI que nosotros y hoy nos duplica. Por otra parte,
por primera vez, Uruguay exporta más carne que
nosotros, porque hay un sector específico que se
ocupa del tema.
Los protagonistas de la crisis
de 2001, lejos del poder y sin
planes políticos
Los principales hombres de la Alianza volvieron a la actividad
privada; sólo resisten los del peronismo
MIÉRCOLES 20 DE DICIEMBRE DE 2006

Los protagonistas de la crisis de 2001 no


consiguieron, cinco años después, acercarse otra
vez al poder. La mayoría de los que estuvieron en
los últimos momentos del gobierno de Fernando de
la Rúa viven hoy bien lejos de la política.

Desde que renunció a la presidencia, De la Rúa vive


obsesionado por demostrar que hubo un complot
para desalojarlo de la Casa Rosada. Escribió un
extenso libro y su hipótesis llegó a la Justicia. No
hay aún elementos que prueben esa teoría, según
indican fuentes judiciales.

El ex presidente declaró anteayer ante el juez


Daniel Rafecas por la causa de las coimas en el
Senado para sacar la ley de reforma laboral. El juez
debe ahora resolver si lo procesa o no.

Más notas para entender este tema


El fracaso de la seguridad
De la Rúa ya tiene un procesamiento por la causa
del megacanje de la deuda pública, igual que su
ministro de Economía Domingo Cavallo.

El único de los ministros que volvió a medirse en las


urnas luego de su paso por el gobierno que terminó
de la peor manera el 20 de diciembre de 2001 fue
Ricardo López Murphy, aunque había renunciado al
Ministerio de Defensa meses antes de la caída.

López Murphy fue candidato a presidente en 2003 y


a senador nacional por la provincia de Buenos Aires
en 2005. Es socio fundador con Mauricio Macri de
Propuesta Republicana y el año próximo podría ser
candidato a diputado nacional.

Cavallo pasa la mayor parte de sus días en Estados


Unidos, donde vive su familia. Se fue después del
caos del corralito creado por él y comenzó tiempo
después a dar conferencias en Boston. Hoy tiene
una consultora.

Tuvo un amargo intento de volver a la política hace


más de un año, cuando anunció que iba a
presentarse como candidato a diputado con su
esposa Sonia en la misma lista. La reacción de la
gente fue tan mala que se arrepintió antes de que le
armaran la primera protesta en sus narices. Las
encuestas habían reflejado una casi inexistente
intención de voto.

Si bien no estaba ya en la vicepresidencia cuando


De la Rúa renunció, Carlos "Chacho" Alvarez
meditó más de cuatro años su regreso a la política.
Néstor Kirchner siempre pensó en que el ex
vicepresidente debía volver, que no era lo mismo
que De la Rúa.

Después de un largo silencio, Alvarez hizo un


programa en la televisión por cable de debates
académicos, que luego abandonó. Al final aceptó
suceder a Eduardo Duhalde al frente del Mercosur
cuando el ex caudillo bonaerense se peleó con
Kirchner. Alvarez tiene hoy en ese cargo un perfil
bajo y hasta ahora no tiene ningún plan político
personal.

El entonces jefe de Gabinete Crystian Colombo, uno


de los últimos en irse de la Casa Rosada el día en
que se fue De la Rúa y asumió Ramón Puerta, se
dedica hoy a los negocios. Es socio de un fondo de
inversión.

Adalberto Rodríguez Giavarini, ex canciller,


tampoco volvió a la política y preside la sede en la
Argentina de la Fundación Carolina
El grupo "sushi", que lideraba Antonio de la Rúa y
que tuvo una influencia importante en el entorno
presidencial, se reconvirtió bien lejos de la política.
Darío Lopérfido vive en España, asesorando a un
grupo de medios. Y varios de los integrantes, como
Lautaro García Batallán, siguieron a Antonio de la
Rúa en su nueva vida: forman parte del equipo que
trabaja con la cantante colombiana Shakira, la
novia-estrella del hijo del ex presidente. A ese grupo
se sumó el otro hijo de De la Rúa, Aíto.

Nicolás Gallo, que fue secretario general de la


Presidencia y era amigo de De la Rúa, se ocupa de la
producción agropecuaria, inició un negocio de
potabilización de agua y tiene negocios
inmobiliarios en Punta Indio.

Héctor Lombardo, ex ministro de Salud, volvió a su


profesión: vende remedios para una droguería. Una
de sus frases más recordadas fue cuando dijo que
De la Rúa tenía artereoesclerosis. "Los que nos
fuimos después del golpe en el que derrocaron a De
la Rúa volvimos a nuestros trabajos", dijo
Lombardo a LA NACION.

PJ dividido
Hace cinco años, el peronismo regresaba al poder y
los dirigentes que tuvieron una participación clave
en los agitados días de diciembre de 2001 y
comienzos de 2002 están casi todos fuera de la
estructura de poder que maneja el presidente
Néstor Kirchner.

Kirchner fue hace cinco años, cuando era


gobernador de Santa Cruz, uno de los que quedaron
relegados durante el armado del plan que siguió a la
caída de De la Rúa. Kirchner quería elecciones lo
más rápido posible. Pero el peronismo optó,
después del paso de Adolfo Rodríguez Saá por la
presidencia durante una semana, por elegir en
Asamblea Legislativa a Eduardo Duhalde para
completar el fallido mandato aliancista.

La muerte de los piqueteros Maximiliano Kosteky y


Darío Santillán en la represión del puente
Avellaneda, en junio de 2002, hizo que Duhalde
llamara a elecciones anticipadas.

Al final, Kirchner ganó las elecciones de 2003,


luego rompió su relación con Duhalde y se
encamina hoy a pelear la continuación de su
proyecto político el año próximo.

Puerta, el político que sucedió a De la Rúa el 20 de


diciembre de 2001 por ser en ese momento
presidente provisional del Senado, intenta hoy, por
ahora sin demasiado éxito, sumar al peronismo
disidente de Kirchner a Macri y a Roberto Lavagna.
Quiere consolidar un frente antikirchnerista.

Por ahora, Lavagna rechazó esa alianza después de


que Puerta se sacó una foto con Raúl Padró, Julio
César Aráoz y Miguel Angel Toma en el lanzamiento
del Peronismo de Pie, el sector anti-K. Si no
prospera un acuerdo con Macri, Puerta pretende
lanzar desde el PJ opositor un candidato a
presidente para 2007.

De presidente a senador

Adolfo Rodríguez Saá, el presidente de los siete


días, está hoy también lejos del poder y no alineado
con la estructura kirchnerista. Sigue en su banca del
Senado y su objetivo político, además de conservar
el poder en San Luis, es dar la pelea por la
normalización del PJ. Detrás de esa meta está
también el gobernador de Salta, Juan Carlos
Romero.

Duhalde, tras abandonar su cargo en el Mercosur y


pelearse con "su" candidato, se regodea diciendo
que está alejado de la política de primera línea y
que sólo se dedica a construir la Comunidad
Sudamericana de Naciones. Muchos no le creen.

Algunos lo señalan como uno de los que apuestan a


la candidatura de Lavagna, que también fue su
ministro de Economía. Pero el dice que no.
Anteayer apareció en una reunión del PJ
bonaerense como un "simple afiliado", algo muy
difícil de creer en un hombre que manejó ese sector
hasta que Kirchner decidió desalojarlo de la
hegemonía política que el ex presidente ejerció
durante años en la provincia de Buenos Aires.

Fuentes que conocen a Duhalde aseguran que con la


candidatura del vicepresidente Daniel Scioli en el
distrito bonaerense comienza "el regreso" del ex
presidente.

Carlos Ruckauf, que en 2001 era el poderoso


gobernador bonaerense, cumple el papel de
diputado "raso" y se convirtió en comentarista en
un canal de televisión.

El gobernador de Córdoba, José Manuel de la Sota,


que tuvo su protagonismo en la crisis, hoy busca
que uno de los suyos se quede en la provincia.
Carlos Reutemann, gobernador de Santa Fe en
2001, se negó a volver a pelear la gobernación,
sigue en su banca del Senado, niega que pueda ser
algo más que senador el año próximo y está ahora
de luna de miel.

La mayoría de los dirigentes del PJ que estuvieron


hace cinco años en la Casa Rosada todavía no
pueden creer todo lo que pasó desde que De la Rúa
subió al helicóptero con la renuncia in péctore.

Por Paola Juárez De la Redacción de LA NACION

Con la colaboración de:Laura Capriata


"Brasil y la Argentina no
deben dejar solo al presidente
Chávez"
Lo afirma el sociólogo Helio Jaguaribe
MIÉRCOLES 27 DE DICIEMBRE DE 2006

Jorge Elías
SEGUIR

LA NACION

“La Argentina y Brasil no deben dejar solo al


presidente Hugo Chávez. Necesitan entenderse con
él”, sostuvo el abogado y sociólogo brasileño Helio
Jaguaribe.

Añadió: “Lo que hay que hacer, desde América del


Sur en general y desde la Argentina y Brasil en
particular, es decirle: «Mire, señor Chávez, usted
puede ser el caudillo de una pequeña porción de
América latina y crearse un liderazgo microscópico,
o reunirse con nosotros –es decir, con Kirchner y
Lula– para un gran liderazgo latinoamericano».
Chávez no se resistiría”.

Lejos de criticarlo, Jaguaribe sostuvo que Chávez,


que acaba de ser reelegido, vive permanentemente
sometido a los sufragios, y que no ejerce una
dictadura, sino un “autoritarismo plebiscitario”.
Más realista que optimista, según se definió a sí
mismo, Jaguaribe juzgó de equivocada la estrategia
que aplica el gobierno de Néstor Kirchner en el
conflicto con Uruguay por las plantas de celulosa.

“La posición argentina no tiene sustancia –dijo el


intelectual brasileño en una entrevista concedida a
LA NACION–. Es emotiva y, además, un poquito
electoralista. No se puede subordinar un asunto tan
importante de la política exterior, como la relación
entre dos países hermanos, a las demandas
histéricas de un micropueblo. Eso se ve superado
por la racionalidad."

Jaguaribe fue cofundador del Instituto Brasileiro de


Economia, Sociología e Política (Ibesp), en 1952.
Fue profesor de las universidades de Harvard y de
Stanford, y del Massachusetts Institute of
Technology (MIT). Es doctor honoris causa de
varias universidades (entre ellas, la de Buenos
Aires) y miembro de la Academia Brasileña de
Letras desde 2005. Recibió el premio Konex
Mercosur en Buenos Aires.

"El presidente Kirchner heredó una situación


delicadísima después de la crisis de 2001 -evaluó-.
Con admirable capacidad de recuperación, está
elevando las tasas anuales de crecimiento del país al
ocho o el nuevo por ciento, y está recuperando
aceleradamente el terreno perdido. El resultado no
podría ser mejor."

Sereno, punzante, a menudo ocurrente, Jaguaribe,


de 83 años, no se mostró escéptico sobre América
latina, más allá de las frecuentes tensiones
bilaterales en la región. "No tienen ninguna
importancia -dijo-. Esa es la verdad. Son problemas
coyunturales que hay que superar con decisiones
conjuntas."

Sobre Chile, algo así como el reverso de la moneda,


señaló: "Logró unificar sus posiciones desde un
neoliberalismo crítico, no desde un neoliberalismo
estúpido, lo que le permitió sacar ventajas en el
corto y en el mediano plazo. A largo plazo, creo yo,
tiene que cambiar de posición. No puede ser
permanentemente exportador de frutas, salmón y
cobre. Tiene que ser parte de América del Sur. Eso
significa adherirse al Mercosur".

-¿Le pareció positiva la incorporación de


Venezuela al Mercosur?

-Fue extremadamente positiva. Le dio una


proyección de sostenimiento y, además, apunta a
hacer del Mercosur el núcleo duro de la
consolidación de la Comunidad Sudamericana de
Naciones, de modo que deje de ser una entidad
declarativa y se convierta en una entidad operativa.

-¿Chávez pasó a ser la primera


voz?

-Chávez habla con vigor, pero hay que invitarlo para


que, en lugar de ser el caudillo de una subregión
andina, se convierta en un líder de la formación de
un gran sistema sudamericano en compañía de
Kirchner y Lula.

-¿Cómo ve a Lula?

-Es uno de los hombres más inteligentes que han


llegado a la presidencia de la república brasileña. Su
gran inteligencia le permite compensar sus enormes
deficiencias de formación y de educación. En Lula
hay un gran conflicto entre su inteligencia y su
personalidad.

-¿Perdieron peso los Estados


Unidos en la región?
-Los Estados Unidos no disponen de condiciones
para el ejercicio unilateral de una hegemonía. Una
hegemonía en las condiciones complejas del mundo
contemporáneo tiene que ser por medio de
proyectos que sean de interés común. No hay sitio
para que un país imponga su voluntad soberana
sobre los demás sin pagar un alto costo por ese
intento.

-El único proyecto para la región que se


mantuvo después de 2001 fue el Area de
Libre Comercio de las Américas (ALCA).

-Y es muy negativo. Los Estados Unidos han estado


viviendo un momento desfavorable en sus
relaciones internacionales, pero me parece sensato
hacer una distinción entre el gran pueblo
norteamericano y el lamentable liderazgo de Bush.
Bush, como presidente de turno, es muy negativo y
muy incompetente. Es importante ver más allá de
Bush.

-¿Cambiará algo cuando asuma la mayoría


demócrata en el Capitolio?

-Con eso cambiará un poco, pero cambiará mucho


con la sucesión de Bush, en 2008. La sucesión
tendrá un sentido muy distinto de lo que ha sido su
lamentable gestión.
-¿Cómo resuelve América latina, mientras
tanto, sus problemas internos?

-Los latinoamericanos tienen que ser conscientes de


que su destino es propio. Claro que una
superpotencia como los Estados Unidos puede ser
positiva o negativa. La agenda latinoamericana no
depende de la agenda norteamericana, sino de sus
decisiones. Los latinoamericanos tienen proyectos
que son independientes del capricho ocasional de
los Estados Unidos. Los problemas que tenemos no
son fatales; son solubles.

-Es optimista, entonces.

-Soy realista. No veo condiciones de antagonismo


irremediable en América latina.

-¿Y el conflicto entre la Argentina


y Uruguay?

-El éxito de Kirchner es más considerable


domésticamente que internacionalmente. Veo con
bastante lástima que las relaciones con Uruguay
estén empeorando. Me causa mucha preocupación.
-¿Vislumbra alguna salida?

-El conflicto es artificial. Simplemente, hay que


deshacerlo.

-¿Por qué dice que es artificial?

-Porque Uruguay está decidido a instalar las


pasteras, que tienen todos los sistemas modernos
para no contaminar el río. Lo que se podría
considerar negativo, desde el punto de vista del
vecino, no lo tienen. Un pueblito local reclama. La
respuesta argentina a las pasteras uruguayas es
totalmente equivocada.

-¿Qué debería hacer Kirchner


con Gualeguaychú?

-¿Por qué el pueblito tiene que ser un escenario de


conflicto permanente? Esas cosas no son legítimas.

-¿Puede servir la intervención del rey Juan


Carlos de España?

-Eso espero. Es un hombre sabio.


-¿Podría hacer algo el gobierno
de Brasil?

-No está involucrado, pero ve con mucha lástima


que las relaciones entre la Argentina y Uruguay se
vean perjudicadas por cuestiones que no son
razonables. Espera que encuentren una solución
conveniente lo más pronto posible.

-Uruguay apela en forma constante al


Mercosur y, en forma indirecta, a Lula.

-Brasil tiene una profunda amistad con la Argentina


y una decisión de mantener una alianza estratégica,
pero eso no significa que vaya a aceptar todas las
cosas que haga la Argentina cuando no está
procediendo con racionalidad. No es racional la
conducta de la Argentina con Uruguay.
Lula promete un Brasil con
crecimiento
El reelegido mandatario dijo que su gobierno será "popular"
pero no "populista" y que profundizará la inclusión social
MARTES 02 DE ENERO DE 2007

BRASILIA.- En una ceremonia de asunción que no


contó con el fervor popular de hace cuatro años,
Luiz Inacio Lula da Silva comenzó ayer su segundo
mandato como presidente de Brasil y prometió
llevar a cabo un gobierno "popular", pero no
"populista", e impulsar el crecimiento, en un país
cuyas tasas de evolución son de las más bajas de la
región.

El reelegido mandatario pronunció un discurso ante


los legisladores, en el que repasó los logros de su
primer gobierno en materia económica y social, y
planteó los desafíos para su segundo mandato,
basado en tres palabras: "Acelerar, crecer, incluir".

"Hoy estoy de regreso ante este Congreso en el


mismo 1° de enero, casi a la misma hora. Todo es
muy parecido, pero todo es profundamente
diferente", dijo Lula, cuando leía su discurso de 35
minutos, interrumpido 15 veces por aplausos de
parlamentarios y de seguidores que asistían desde
los palcos a la ceremonia.

Más notas para entender este tema


Un plan económico sin sorpresas y con indefiniciones
El gabinete, con varias incógnitas
Una "dura" respuesta a la violencia
El ex líder sindical ganó el 29 de octubre en la
segunda vuelta de las elecciones presidenciales,
pese a una serie de escándalos de corrupción que
involucraron a su Partido de los Trabajadores (PT)
en los últimos dos años, a las críticas a la ortodoxia
de su política económica y a un triunfo moderado
en primera vuelta.

Para recuperar el terreno perdido en la campaña


por la primera vuelta, Lula advirtió, en la contienda
por el ballottage, que su adversario, el conservador
Gerardo Alckmin, privatizaría las empresas
públicas y reduciría los servicios sociales. Esa
táctica lo llevó a una abrumadora victoria.

Ayer Lula, se defendió de críticas derivadas de su


advertencia sobre Alckmin. "Nuestro gobierno no
fue ni es populista. Este gobierno fue, es y será
popular", aseguró Lula, quien esbozó las
prioridades de su nueva gestión: crecimiento
económico, reducción de las desigualdades sociales
y mejor educación.
"[Cuando asumí mi primer mandato], dije que el
verbo «cambiar» iba a regir nuestro gobierno. Y
Brasil cambió. Hoy digo que los verbos «acelerar»,
«crecer» e «incluir» van a regir a Brasil en estos
próximos cuatro años. Los efectos de los cambios
tienen que sentirse rápida y ampliamente", agregó
el mandatario en su discurso.

Lula recordó que, durante su primer mandato, se


logró controlar la inflación, crear millones de
empleos y poner en marcha planes sociales que
llegan a millones de pobres.

Sin embargo, la tasa de crecimiento de la economía


de Brasil, por debajo del 3%, está entre las más
lentas de la región, por lo que una de las incógnitas
ante el nuevo gobierno es cómo logrará hacer
despegar ese crecimiento.

"Vamos a destrabar a Brasil para crecer e incluir de


forma más acelerada", afirmó, sin dejar en claro
cuáles serán sus primeras medidas.

"Brasil no puede continuar como una fiera presa en


una red de acero invisible, debatiéndose,
agitándose, sin ver las redes que lo aprisionan. Es
preciso desatar algunos nudos", dijo.
Lula ya ha dicho que en las próximas semanas
anunciará un paquete de medidas económicas y
proyectos de desarrollo de infraestructura.

El presidente ratificó además su compromiso con la


responsabilidad fiscal y una política económica que
ha permitido al país mantener la estabilidad y la
baja inflación, así como reducir la vulnerabilidad
externa.

Esa rígida política económica es criticada por la


izquierda, que cree que esa estrategia no es
compatible con el desarrollismo que Lula busca
imponer en su segundo mandato.

Serio, pero sin que le saltaran las lágrimas como


hace cuatro años, Lula se sumergió, después de su
discurso, entre los abrazos y saludos de decenas de
congresistas -incluso opositores-, mientras que
otros le sacaban fotos con sus teléfonos celulares.

Su alocución terminó con una suerte de plegaria, en


la que afirmó que Dios había sido muy generoso con
él. A la salida del Congreso, se dirigió en auto al
palacio presidencial.

Pocos invitados
La lluvia que cayó sobre Brasilia durante toda la
mañana cedió en las primeras horas de la tarde y
permitió que Lula hiciera el tradicional recorrido de
los presidentes brasileños: un desplazamiento
desde la catedral hasta la sede del Congreso a bordo
de un Roll-Royce negro descapotable.

Sin embargo, fue esa lluvia la que pareció


desanimar a muchos seguidores del mandatario
para reunirse frente al palacio de gobierno, donde
se observaban cientos de personas y no la
desbordante masa de 200.000 brasileños de la
primera ceremonia de toma de juramento, el 1° de
enero de 2003.

La austeridad de la ceremonia se vio marcada


también por la ausencia de mandatarios
extranjeros, pero en este caso fue por pedido
expreso de Lula. Según fuentes oficiales, el
presidente no quiso "causar molestias a nadie" un
1° de enero.

Esto también contrastó con la primera ceremonia


de asunción, cuando dignatarios de todo el mundo
llegaron a Brasil para celebrar la asunción del
primer presidente de origen obrero.

En el plano internacional, valoró la política exterior


que impuso en los últimos cuatro años, con la
búsqueda de nuevos mercados y ratificó su apuesta
en la integración sudamericana.

"Brasil asocia su destino económico, político y


social al del continente, al del Mercosur y al de la
Comunidad Sudamericana de Naciones", afirmó.

Agencias AP, AFP, EFE y Reuters


Visita del ex presidente a
Brasil
MIÉRCOLES 24 DE ENERO DE 2007

Eduardo Duhalde se reunió ayer en el Palacio del


Planalto con el presidente de Brasil, Luiz Inacio
Lula da Silva, para darle detalles de la versión en
portugués de su libro sobre la Comunidad
Sudamericana de Naciones; el ex presidente dijo
además que la Argentina y Brasil deben auxiliar a
los socios más chicos del bloque sudamericano.
Kirchner y Chávez volvieron
a mostrar su alianza
estratégica
Firmaron convenios en Olivos; destacaron la creación del
Banco del Sur y del gasoducto que unirá la región
VIERNES 09 DE MARZO DE 2007 • 12:55

Néstor Kirchner y Hugo Chávez se reunieron hoy en


la quinta de Olivos para firmar convenios en
materia energética y, tal como estaba previsto, para
dar una nueva muestra de que su alianza
estratégica, por lo menos en materia económica,
sigue intacta.

El día elegido para el cónclave en Buenos Aires no


es inocente. Coincide con el comienzo de la gira del
presidente de los Estados Unidos, George W. Bush,
a la región, una visita que arrancó en Brasil, seguirá
en Uruguay, y no incluirá ni la Argentina ni
Venezuela.

En sus discursos, tanto Kirchner como Chávez


coincidieron en describir la firma de los acuerdos
como muestras de "avance" de la relación bilateral
entre ambos y en destacar la creación del Bono del
Sur y del faraónico gasoducto que unirá la
Argentina, Brasil y Venezuela.

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Vital. Con un discurso inusualmente breve y
visualmente congestionado, Chávez defendió su
alianza con Kirchner.

"Estos convenios confirman la misma nación que


somos la Argentina y Venezuela. Estamos siendo
consecuentes con la palabra, con la idea de acelerar
nuestro intercambio. Lo que estamos haciendo es
vital", arrancó sentado a la derecha de Kirchner.

Tras referirse a Kirchner como "amigo y hermano",


Chávez afirmó que los convenios permitirán
avanzar en su objetivo de convertir a Venezuela en
un país "con soberanía energética" y superar la
condición de "sultanato petrolero" que, según dijo,
tuvo en el pasado.
En este contexto, añadió que la Argentina y su país
son dos naciones que "se complementan
perfectamente".

Sumisión. A su turno, Kirchner insistió en la idea


de que la Argentina –y América latina- no pueden
volver a seguir el camino de “sumisión” que, según
consideró, se recorrió durante la década pasada.

Además, visiblemente distendido y sonriente, volvió


a destacar el apoyo de Venezuela durante sus
primeros años en la presidencia: “En los momentos
más difíciles la república bolivariana de Venezuela
estuvo presente y está permanentemente
colaborando”.

Infraestructura. Por otra parte, el Presidente


reconoció las falencias de la infraestructura de la
economía argentina, pese al fuerte incremento de
los fondos destinados a la obra pública. “El
crecimiento choca con una infraestructura que está
para otra potencialidad y de ahí la importancia de la
inversión pública”, dijo.

En este sentido, se mostró esperanzado respecto del


aporte que pueda entregar el último proyecto
conjunto con Venezuela: la creación del Banco del
Sur.
Del encuentro en Olivos, participaron además, la
senadora y primera dama, Cristina Fernández, y el
jefe de Gabinete, Alberto Fernández.

Mercosur. Pocas horas antes de encontrarse con


Kirchner, Chávez instó a fortalecer el Mercosur para
evitar que desaparezca.

"O lo transformamos o va a morir como murió la


CAN", advirtió el líder bolivariano en una entrevista
con Canal 7.

Su frase buscó comparar la situación de crisis que


atraviesa el bloque regional con la reciente
disolución de la Comunidad Sudamericana de
Naciones (CAN), de la que Venezuela formaba
parte.

En este contexto, llamó a trabajar para construir un


“nuevo Mercosur” en el que, según aseguró, “no
pueden repetirse las cosas que se le critican al
ALCA”.

Asimetrías. En esta diferenciación con el Area de


Libre Comercio de las Americas (ALCA), la unión
que promueven con los Estados Unidos y de la que
la Argentina y Venezuela tomaron clara distancia en
la cumbre de Mar del Plata en 2005, llamó a “tomar
en cuenta las asimetrías” que existen dentro del
Mercosur.

Y sin vueltas instó “a los países más grandes” a


hacerse cargo de ellas. “Brasil y la Argentina están
llamados a oír a los más pequeños a los que tienen
más dificultades y garantizar la colocación de los
productos [de los países más chicos] sin trabas”.

Para ejemplificar su pedido, citó el caso de Uruguay


que, según contó, por “no poder venderle su arroz a
Brasil debió vendérselo a Irán”.

Contra Bush por el etanol. “Vamos a producir


alimentos para los vehículos de los señores del
Norte, qué cosa tan loca. Ese es el plan de Bush”,
indicó Chávez sobre la idea del presidente
estadounidense de crear una OPEP del biódiesel.
“Quieren sustituir la producción de alimentos para
darle sustento al American Way of Life”

Para producir un millón de barriles de etanol, en un


año, se requería sembrar de maíz 20 millones de
hectáreas, estimó Chávez. “Andan buscando países
con grandes extensiones agrícolas y con agua”,
denunció.

Petróleo. En tanto, sobre las exportaciones de


crudo venezolano a los Estados Unidos, Chávez dijo
que Venezuela ya no está entre los tres primeros
exportadores de petróleo. La venta de crudo a los
Estados Unidos “seguirá disminuyendo, porque
EE.UU. nos saqueó y ahora somos libres”, sostuvo.

“Estamos reduciendo el nivel de caudal de envíos a


Estados Unidos y nos estamos diversificando”,
informó el mandatario venezolano quien confió que
están diversificando sus envíos e incorporando a
India y China como compradores.

Libertad de expresión y derecho


del Estado

Sobre las acusaciones que recibió por los ataques a la


libertad de prensa por no renovar la licencia de Radio
Caracas Televisión (RCTV), Chávez fue tajante: “No tiene
nada que ver con la libertad de expresión”. “Es un derecho,
una prerrogativa del Estado renovarle o no una concesión a
una empresa. Si se limita la libertad de expresión, es en
canales como ese”, indicó el venezolano. “Yo he tenido
motivos legales para cerrar canales como ese”, arremetió
Chávez, quien denunció a ese medio por incrustar
“imágenes de sangre” en publicidades infantiles.
Lula, por el Mercosur
MARTES 13 DE MARZO DE 2007

BRASILIA (Reuters).- El presidente de Brasil, Luiz


Inacio Lula da Silva, defendió ayer el acercamiento
de su país con Estados Unidos, con el que fabricará
biocombustibles, pero indicó que eso no significa
renunciar al debilitado Mercosur, al que declaró
"prioritario".

Lula, que recibió el viernes último en San Pablo al


presidente estadounidense George W. Bush y firmó
con él un acuerdo de cooperación para producir
biocombustibles, dijo en su programa de radio
semanal, Desayuno con el presidente, que el
Mercosur es el "compromiso mayor" para Brasil.

"Estados Unidos continúa siendo nuestro principal


socio individual, desde el punto de vista del
comercio, y es el mayor inversor individual en
Brasil. Por lo tanto, nosotros tenemos una relación
histórica [con Washington]", indicó Lula.

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"Queremos mantenerla; queremos mejorarla; eso,
sin que abdiquemos a nuestro compromiso mayor,
que es todo el proceso de fortalecimiento del
Mercosur, la constitución de la Comunidad
Sudamericana de Naciones y el proceso de
integración que estamos haciendo", agregó.

El acuerdo de cooperación entre Brasil y Estados


Unidos busca incentivar el uso y producción de los
biocombustibles, especialmente del etanol, del que
ambos países son los mayores productores
mundiales, con vistas a reducir la dependencia del
petróleo.
Los financiamientos
regionales son ¿un castillo de
arena?
La idea de generar un sistema de integración financiera deja a la
vista las carencias que enfrenta la región para asegurar su
crecimiento y el rol que Venezuela, Brasil y la Argentina -
imaginan en ese proceso; las trabas y las diferencias
DOMINGO 25 DE MARZO DE 2007

Javier Blanco
SEGUIR

LA NACION

Si los profusos pronunciamientos de las últimas


semanas se cumplen y las agitadas reuniones que se
realizan por estas horas progresan, algunos países
de la región podrían convivir próximamente en
nuevas estructuras financieras de carácter
multilateral y alcance regional, un objetivo
ambicioso y –tal vez por lo mismo– difícil de
conseguir.

Las ideas en danza, por el momento, son dos y se


discuten separadamente:

La conformación de un banco de desarrollo, para


financiar obras que mejoren la infraestructura de la
región y faciliten una más intensa interrelación
entre los países.

La generación de una suerte de “fondito” que


replique las premisas que, alguna vez, dieron forma
al Fondo Monetario Internacional (FMI), una
institución hoy ausente y –detalle revelador– de la
que rehúyen por igual gobiernos de impronta y
objetivos en el tablero político internacional tan
disímiles como los de la Argentina y Uruguay, por
dar un ejemplo.

La primera, con fuerte empuje político, ya fue


bautizada Banco del Sur, denominación que
oficializaron los presidentes Néstor Kirchner y
Hugo Chávez al suscribir el 21 de febrero último en
Puerto Ordaz, Venezuela, un convenio que dispone
la conformación de una comisión que realice los
estudios y lleve adelante las negociaciones
pertinentes para su creación.

Su nombre remite al Gasoducto del Sur, el


faraónico proyecto (un ducto de entre 8000 y
12.000 kilómetros de extensión, según la traza)
esbozado por Chávez al fin del 2005, acaso porque
el Banco del Sur parece ser hijo de la necesidad de
encontrarle viabilidad financiera a una megaobra a
la que el gobierno de Kirchner se aferra como una
opción para librarse de las amenazas que las
actuales restricciones energéticas suponen para el
futuro de una economía que necesita crecer para
cerrar las heridas sociales que las últimas crisis
potenciaron.

A la segunda se la menciona en los papeles de la


comisión de integración financiera de la
Comunidad Sudamericana de Naciones (CSN) –una
de las tres áreas de reunión generadas en ese
ámbito– como Fondo de Estabilización Regional o
Fer, como más coloquialmente la nombran algunos
de los miembros de esa comisión.

Lo curioso del caso es que la otras comisiones de


estudio generadas en el ámbito de la CAN (un grupo
de reflexión impulsado por los ex mandatarios
Fernando Henrique Cardozo y Eduardo Duhalde,
oficializado en 2004 en una reunión de presidentes
de la región celebrada en Cuzco (Perú) y que
mantuvo vida por empeño de las distintas
cancillerías sudamericanas) se destinan a analizar
cuestiones de energía e infraestructura, lo que
revela la existencia de por lo menos dos espacios de
discusión (que ocupan a funcionarios de distintas
áreas de gobierno en cada país) cuyas
preocupaciones son las mismas...
La que, a los fines de esta crónica, podría
denominarse “iniciativa uno” (aunque comenzó
más tarde), es un proyecto by Chávez al que se
acopló Kirchner por razones económicas y políticas.
Al fin y al cabo, la Argentina es uno de los pocos
países de la región que no tienen banco de
desarrollo y necesita fuerte inversión en
infraestructura, pero al mismo tiempo procura no
quedar a merced del liderazgo de Brasil, según
explican en Gobierno.

De hecho, como el puntapié inicial fue de sólo dos,


con cierta cuota de egoísmo (contradictorio con el
llamado a “todos los Estados sudamericanos”
plasmado en el punto siete del acuerdo original)
hasta se repartieron las sedes del Banco del Sur: la
casa matriz en Caracas y una subsede en Buenos
Aires, según el inciso uno.

La “iniciativa dos”, en cambio, tiene en Brasil a su


mayor impulsor, como quedó demostrado con la
presencia esta semana en Buenos Aires (durante la
reunión en el Banco Nación del Grupo de
Integración Financiera) de Marco Aurelio García, el
influyente asesor de política externa del presidente
Lula da Silva, junto a representantes de la
Corporación Andina de Fomento.
Pero en los documentos del gobierno de Venezuela
sobre el tema, todo es parte del sistema de
integración financiera articulado en derredor del
"Banco del Sur", una entidad a la que imaginan
simultáneamente cumpliendo roles de "banco de
inversión, banco de desarrollo y fomento, banco de
pagos, fondo de garantías y prestamista de última
instancia", según pudo corroborar LA NACION.

Lo que subyace en ambos proyectos es la voluntad


de generar una arquitectura financiera que otorgue
a la región mayor autonomía del mercado
internacional de capitales. "Romper con el círculo
vicioso en el financiamiento a la región que supone
poner nuestras reservas en bancos del Norte a tasas
de interés que son inferiores a las que nos cobran
mediante los organismos que manejan a la hora de
prestarnos", reza el documento base del Banco del
Sur que alude así críticamente a la acción del FMI,
el Banco Mundial y el BID.

Por eso, desde la óptica venezolana, la idea de


generar un nuevo banco de desarrollo o BID en la
región responde a evitar el "control" que Estados
Unidos tiene de ese organismo (ver aparte),
mientras que Brasil y la Argentina plantean una
visión más complementaria. "Esto no es contra el
BID", repite la ministra de Economía, Felisa Miceli,
que hoy comanda las negociaciones del lado
argentino.

De allí que los objetivos sean más ambiciosos en


realidad que la conformación de un banco sino que
incluyen la intención de ir hacia la generación de
una plaza regional de capitales (lo que parece un
anhelo lejano) y reemplazar al dólar como moneda
de intercambio comercial entre los países para
favorecer las operaciones pactadas entre empresas
de menor envergadura (aliviándoles el costo del
pase de moneda), algo en lo que la Argentina y
Brasil dieron un paso adelante ya que está previsto
en julio se pone en marcha el plan piloto para que
las operaciones se liquiden en reales o pesos.

Los planes a hoy muestran diferencias importantes


entre las partes. Venezuela pretende generar
instituciones nuevas; Brasil apoyarse sobre algunas
de las ya existentes, como la Corporación Andina de
Fomento (CAF); el Fondo Financiero para el
Desarrollo de la Cuenca del Plata (FonPlata); el
Fondo Latinoamericano de Reservas (FLAR) o el
Banco Latinoamericano de Exportaciones (Bladex)
y la Argentina deja a abiertas ambas posibilidades.

Sin embargo, el calendario de reuniones se


dinamizó a partir de la tarea "militante" que
funcionarios de Venezuela y la Argentina
desarrollaron en las últimas semanas. El viernes
tuvo lugar en el Ministerio de Economía un
encuentro al que asistieron representantes de seis
países (se sumaron funcionarios de Ecuador,
Paraguay y Bolivia) que prosigue hasta el martes y
en el que se busca avanzar "sobre las cuestiones
jurídicas que hacen al gobierno y la creación del
banco, que podría avalada por el convenio
internacional", dijeron en esa dependencia.

Y para el próximo viernes está previsto un nuevo


encuentro de este tipo en Caracas porque la
intención es "tener el borrador del proyecto
constitutivo del banco para llevar a la reunión del
Mercosur prevista para la segunda quincena de
abril", destacan.

Más allá de este horizonte, todas son dudas. No está


claro cómo se juntarán los recursos para capitalizar
el banco (las ideas iniciales hablan de la afectación
de un porcentaje de las reservas bajo
administración de los bancos centrales, algo que, en
el caso argentino, puede abrir la puerta a embargos
de los fondos que litigan contra el país por el
default), la moneda en que actuará o la forma en
que obtendrá recursos para prestar (el BM y el BID
logran del mercado préstamos baratos porque
suelen contar con garantías cruzadas de Estados
Unidos -que para el mundo financiero es el pagador
más confiable- y otros Estados).

Tampoco hay respuesta cuando se consulta a los


negociadores sobre cómo se podría financiar de
manera sustentable al banco tomando en cuenta
que la mayoría de los gobiernos de la región vive
una época de bonanza sostenidos en los buenos
precios que hoy tienen los commodities (Chávez por
el petróleo, Brasil y la Argentina por los cereales y
sus derivados agroindustriales) que podrían
licuarse si el boom global se desinfla. Ocurre que
debe considerarse además que, por la propia
naturaleza de este tipo de bancos creados para
prestar a largo plazo, tienen un descalce mayor
entre la concesión de los créditos y su recupero que
obliga a inyectarle fondos sostenidamente, al menos
en sus comienzos.

"El Banco sólo puede ser viable si hay una fuente de


recursos estable", advierte Claudio Loser, el
economista argentino que más alto llegó en la
jerarquía del FMI. "Y aunque habría una tentación
de fijar los préstamos en monedas locales, ninguna
de ellas es suficientemente estable como para poder
ser utilizada el ancla", agregó ante una consulta de
LA NACION.
"En el caso del Banco del Sur, las sospechas serán
que es un organismo de objetivos políticos, por lo
que solamente tendrá el rating de sus países
miembros. Y aunque en este momento cuentan con
buen concepto, esto puede cambiar limitando la
chance de obtener dinero nuevo", insistió Loser.

Pero para estos planteos, lo que no abundan hoy


son respuestas.
Unión Europea: ¿modelo
para América latina?
DOMINGO 25 DE MARZO DE 2007 • 19:08

Hace 50 años, Europa iniciaba un proceso de


integración que logró consolidar la estabilidad y la
prosperidad en un continente que había sido
devastado por dos guerras mundiales.

La firma del Tratado de Roma -que dio nacimiento


a la Comunidad Económica Europea (CEE), madre
de la actual Unión Europea- serviría luego para
inspirar a otros procesos de integración regional.

"El modelo de integración europeo ha estado


siempre en el subconsciente colectivo
sudamericano, pero siendo realistas, las diferencias
institucionales son tan marcadas que se hace difícil
plantear dicho modelo como un objetivo a medio
plazo" le dijo a BBC Mundo Osvaldo Rosales,
director de la división de comercio internacional e
integración de la Comisión Económica para
América latina y el Caribe (CEPAL).

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La UE aprobó la Declaración de Berlín
Día histórico para Europa

Región diversa

La diversidad es la característica principal de


Latinoamérica, tanto por el tamaño y población de
los países que la componen, como por sus
diferentes estructuras económicas e institucionales
y sus niveles de desarrollo.

Esta diversidad se refleja también en la manera en


que las naciones latinoamericanas han entendido
los procesos de integración regional.

Desde los proyectos de los precursores de la


independencia del continente, como Simón Bolívar
o José Artigas, hasta la creación en las últimas
décadas de organismos como Mercosur o la
Comunidad Andina de Naciones (CAN), han habido
muchos proyectos de integración en Latinoamérica,
aunque en ocasiones, o no han acabado de
concretarse, o simplemente han fracasado.

En el caso de Europa, se tenía claro desde un


principio que el proceso de integración, pese a
basarse inicialmente en una unión económica, no
podía descuidar los aspectos políticos y culturales.
En América latina, por el contrario, en ocasiones se
ha impuesto el aspecto político sobre el económico
y el cultural, creando procesos sin viabilidad
financiera, y en otras se han privilegiado los
acuerdos económicos o comerciales, sin una base
político-institucional estable.

Nuevo regionalismo

Como sucedió en Europa, en los procesos de


integración llevados a cabo en América latina tras la
Segunda Guerra Mundial se privilegiaron los
acuerdos de tipo económico-comercial.

Así, a partir de los años 60, se crearon multitud de


organismos de integración económica y política en
la región, como la Asociación Latinoamericana de
Libre Comercio (ALALC), la Comunidad Andina de
Naciones, la Asociación Latinoamericana de
Integración (ALADI), el MERCOSUR o Sistema de
Integración Centroamericana (SICA).

Más recientemente, verían la luz organizaciones


como la Comunidad Sudamericana de Naciones
(CSN), creada en diciembre de 2004 sobre la base
de la confluencia de la Comunidad Andina de
Naciones (CAN) y el Mercosur, o la Alternativa
Bolivariana para América latina y el Caribe (ALBA),
iniciativa impulsada por Venezuela.
Lula viene al país en otra
señal de sintonía con Kirchner
Llegará el jueves 26, con la integración energética como
cuestión principal
SÁBADO 14 DE ABRIL DE 2007

Desde hace dos años hay una definición casi


unánime en los despachos del Gobierno: el
brasileño Luiz Inacio Lula da Silva es el presidente
que tiene mejor relación personal con Néstor
Kirchner.

Las próximas dos semanas servirán como prueba de


esa sintonía política, primero con una reunión
bilateral agendada durante la Cumbre Energética
Sudamericana, el martes en Venezuela, y después
con una visita de Lula a Buenos Aires que empezará
el jueves 26 y terminará el día siguiente.

El viaje del presidente brasileño, que incluirá una


escala en Chile, fue confirmado ayer por Itamaraty
(la cancillería de ese país). Se aclaró que de esa
manera Lula responde a "una invitación de
Kirchner" para reunirse con el fin de examinar "las
principales iniciativas en curso para profundizar la
integración política, económica y social entre los
dos países".
Esa invitación la había cursado el presidente
argentino en enero, durante la Cumbre del
Mercosur organizada en Río de Janeiro. El objetivo
central -según se había dicho en aquel momento-
consistía en avanzar en los proyectos de unión
energética, en especial el megagasoducto con el que
la Argentina, Brasil, Venezuela y Bolivia aspiran a
unir América del Sur de punta a punta.

Justamente ése será uno de los puntos centrales de


la cita regional que empieza el lunes por la noche en
la isla Margarita, con el venezolano Hugo Chávez
como anfitrión.

Llamado a la inversión

Todos los presidentes sudamericanos -salvo el


uruguayo Tabaré Vázquez- confirmaron a Chávez su
presencia en una reunión pensado como el
lanzamiento de un plan para "promover la
autonomía energética" de la región, según
sintetizaron fuentes del gobierno argentino.

Cerca de los presidentes estarán los ejecutivos de


muchas de las principales petroleras del mundo y se
espera una fuerte convocatoria a invertir. La
presencia de Lula en la isla caribeña -confirmada
ayer de manera oficial- terminó de potenciar la
cumbre. El líder brasileño se había reunido el mes
último dos veces con el presidente de los Estados
Unidos, George W. Bush, para discutir una alianza
energética basada en el desarrollo de
biocombustibles, como alternativa de futuro.

Ese plan irrita a Chávez, a quien Washington ansía


debilitar reduciendo la incidencia del petróleo
venezolano en la economía continental. "Quieren
dividirnos", dijo el líder bolivariano.

Pero Lula ejerce de equilibrista. Y, sin pelearse con


los Estados Unidos, dejó en claro que está
comprometido con la integración energética
sudamericana. Que, en la práctica, él mismo
empezó a fogonear cuando impulsó la creación de la
Comunidad Sudamericana de Naciones. Kirchner
nunca se mostró entusiasmado con esa creación y
hasta ahora nunca había ido a sus reuniones.

En el gobierno argentino -tan ligado al de Chávez en


los últimos meses- le reconocen a Lula una "actitud
coherente". Y aseguran que las reuniones con Bush
no cambiaron en nada el concepto de Kirchner
sobre la relación con Brasil.

Después de dos años de permanentes conflictos


comerciales que derivaban en tensión política,
Kirchner y Lula sellaron una alianza en enero de
2005, en Brasilia, a partir de la cual se propusieron
dar un impulso nuevo al Mercosur, con mayor
énfasis en los proyectos energéticos y de integración
física. Se terminaron los celos, al menos en público.

Los dos se mostraron unidos especialmente cuando


tuvieron que enfrentar decisiones delicadas para la
región, como las nacionalizaciones dispuestas en
Bolivia por Evo Morales, o ante algunas
extravagancias de Chávez.

Tanto en la isla Margarita como en Buenos Aires,


Lula y Kirchner analizarán el estado de los recursos
de petróleo, gas y biocombustibles (como el etanol),
con la integración y la autonomía energética como
meta, según fuentes brasileñas.

Por Martín Rodríguez Yebra De la Redacción de LA


NACION
Pdvsa y Enarsa podrían
comprar la empresa Sol
Kirchner y Chávez analizarán adquirir la firma uruguaya
DOMINGO 15 DE ABRIL DE 2007

Mariano Obarrio
SEGUIR

LA NACION

El presidente Néstor Kirchner viajará mañana


nuevamente a Venezuela para participar de la I
Cumbre Energética de la Comunidad Sudamericana
de Naciones. Una prioridad en la agenda de
Kirchner y de su colega venezolano, Hugo Chávez,
será la alianza entre Enarsa y Pdvsa, las empresas
petroleras estatales de ambos países. Se reflotó un
viejo proyecto de ambas firmas para comprar Sol
Petróleo, que opera estaciones de servicio en la
Argentina propiedad de Ancap, la empresa
petrolera de Uruguay.

"La idea se habló hace un año. Pero ahora se trata


de una ecuación posible, y de eso se hablará en
Venezuela", dijo ayer a LA NACION una fuente
vinculada al ministro de Planificación, Julio De
Vido, que acompañará a Kirchner a la cumbre
energética, que se realizará en el hotel Hilton de la
isla Margarita.
Por otra parte, Kirchner y Chávez, tratarán de limar
diferencias con el presidente de Brasil, Luiz Inacio
Lula da Silva, que discrepa del modo de creación
del Banco del Sur como lo plantean Kirchner y
Chávez.

Brasil sostiene que esa entidad debe fundarse sobre


la base de otras existentes en la región: el Fondo
Financiero para el Desarrollo de la Cuenca del Plata
(Fonplata) y la Corporación Andina de Fomento
(CAF).

Pero Kirchner y Chávez opinan otra cosa. Imaginan


un banco nuevo, financiado con fondos de las
reservas de los países miembros, y fantasean con
que en el futuro reemplace en la región al Banco
Interamericano de Desarrollo (BID), en el fomento
a proyectos productivos, pero sin el fuerte influjo de
los Estados Unidos.

El Presidente saldrá mañana, a las 8, hacia la isla


Margarita, adonde llegará a las 16; se estima que
regresará pasado mañana por la tarde.

Durante su estada compartirá un foro de trabajo


con varios presidentes de la región, que discutirán
sobre la integración energética entre sus países.
Chávez los agasajará con una cena de honor
mañana a la noche, y con un almuerzo, el martes.
Se hablará también en Venezuela de la creación del
Gasoducto del Sur, proyecto alentado por Kirchner
y Chávez que no prosperó aún.

La intención de comprar Sol todavía se encuentra


en el plano de las intenciones políticas y no bajó a la
negociación concreta con la empresa. De todos
modos, implica que el Gobierno descartó las
versiones de recompra de acciones de YPF, en
manos de la española Repsol.

Muy cerca de De Vido aseguran que en las últimas


horas su cartera les transmitió a altos directivos del
sector de hidrocarburos el mensaje de que
"Kirchner no quiere recomprar YPF". El Presidente,
explicaron, quiere recuperar reservas de crudo,
para lo cual reclama inversiones privadas en
exploración y explotación.

Idas y venidas

La mayor sintonía entre Kirchner y Lula consiste en


la convicción mutua de avanzar en la integración
energética, tal como informó ayer LA NACION.
Para hablar de ello, Lula vendrá a la Argentina el 26
y 27 del mes actual, tras su paso por Chile. Pero las
diferencias sobre el Banco del Sur podrían
abordarse en la conversación, tanto en Buenos
Aires como en la isla Margarita.

El Banco del Sur se convirtió ayer en un tema


inesperado en la reunión de gobernadores del
Fondo Monetario Internacional y del BID, que se
realiza en Washington.

Y el ministro de Hacienda de Brasil, Guido


Mantega, dio señales de que podría haber un
acuerdo: se trata, dijo, de un "banco de desarrollo"
y no de un "banco de financiamiento" para que sea
"más fácil crearlo". Sin embargo, aún restan limar
algunos detalles entre Venezuela, la Argentina,
Brasil, Ecuador y Bolivia.

Sucede que en recientes reuniones reservadas entre


diplomáticos, la Cancillería argentina recibió
señales de disconformidad de Itamaraty, su par
brasileña. Según confió a LA NACION una fuente
diplomática, Brasil sostiene que el nuevo banco
debe fundarse sobre el Fonplata y a la CAF e
Itamaraty se molestó porque la Argentina y
Venezuela avanzaron en el tema sin consultar a
Brasil.

Por ello, será crucial la reunión entre Kirchner, Lula


y Chávez. El Banco del Sur tampoco entusiasma a
Paraguay y a Uruguay; en cambio, sí a Bolivia y a
Ecuador.

Un dato significativo es que el presidente de


Uruguay, Tabaré Vázquez, no irá a Venezuela. Ello
servirá para que no se enfrente con Kirchner por el
conflicto de las papeleras, pero además les
permitirá a Kirchner y a Chávez conversar sin oídos
indiscretos del proyecto aún en borrador de
adquirir Sol, lo que afectaría a la uruguaya Ancap.
Kirchner busca cumplir su sueño de una petrolera
propia, con un discurso electoral sobre la
reivindicación de la soberanía energética.

Cita con Morales

LA PAZ (EFE).- El presidente de Bolivia, Evo


Morales, anunció ayer que se reunirá con su colega
argentino, Néstor Kirchner, el próximo 2 de mayo
en la región del Chaco boliviano para iniciar la
construcción del Gasoducto del Noreste Argentino
(GNA) y de una planta petrolera. La obra, que
todavía no fue licitada, servirá para transportar 27,7
millones de metros cúbicos diarios de gas boliviano
a territorio argentino.
La cumbre estará signada por
las reuniones reservadas
Roces entre Chávez y Bachelet antes de la inauguración
LUNES 16 DE ABRIL DE 2007

ISLA DE MARGARITA, Venezuela (De un enviado


especial).- Más allá de las reuniones que se
desarrollaron ayer, centradas en la Comunidad
Sudamericana de Naciones y en las que participó la
embajadora argentina en Caracas, Alicia Castro, la
de hoy será una jornada repleta de encuentros
multilaterales y reuniones reservadas de alto nivel.

Para las 10 está prevista una reunión de los


ministros de Energía, de la que tomará parte el
ministro de Planificación, Julio De Vido; a las 14.30
se reunirán los jefes de Estado de los 12 países
participantes, con la excepción de Uruguay, que
estará representado por su vicepresidente (ver
aparte).

De manera simultánea, los cancilleres se reunirán


en otro de los amplios salones que sirven de sede
para el encuentro.

Más notas para entender este tema


Kirchner hará equilibrio en el Mercosur
Una isla que se volvió una fortaleza
Una crisis que no es una conspiración
Mañana, a partir de las 9, llegarán la foto oficial y la
cumbre, en la que -según fuentes del gobierno
argentino- se firmaría un documento final que hará
eje en la necesidad de autonomía de la región en
materia energética.

Más allá de las reuniones que el presidente Néstor


Kirchner tiene pautadas con sus pares de Venezuela
y de Brasil, y la posibilidad de otros encuentros que
aún se manejan de forma reservada, hay expectativa
por conocer cómo se desarrollarán otras relaciones
conflictivas.

La más llamativa se deriva del enfrentamiento


verbal entre Chávez y la presidenta de Chile,
Michelle Bachelet, luego de que el Senado de ese
país aprobara una resolución para condenar la
cancelación de la concesión a la cadena Radio
Caracas Televisión, anunciada por el propio
presidente venezolano.

La tensión entre ambos pareciera ir subiendo:


primero fue Chávez quien calificó de "fascista" al
Senado chileno; anteayer, el canciller de ese país,
Alejandro Foxley, afirmó que las declaraciones de
Chávez "introducen una dificultad" en la visita de
Bachelet.

Ayer, en una de sus tantas apariciones mediáticas,


Chávez volvió a subir la apuesta. Afirmó que su
conflicto era con el Senado y que no tenía "ningún
problema ni con el gobierno ni con el pueblo
chileno".

"Lamento mucho, señora presidenta y amiga, si (...)


mis declaraciones le crean a usted dificultades. Pido
perdón, pero Venezuela es Venezuela y Chávez es
Chávez, y yo estoy obligado a defender la soberanía
de Venezuela", dijo Chávez en el programa de
televisión Aló presidente .

De todos modos, advirtió que "si se está buscando


una excusa para que alguien no venga a Venezuela,
que no utilicen" estos hechos.

Romance con Evo

Los que sí se llevan de maravillas, según parece, son


los mandatarios de Venezuela y Bolivia. Primero
participaron juntos de Aló, presidente , esta vez
desde el estado de Zulia, en el oeste del país.
Allí inauguraron una planta productora de leche,
construida gracias a un convenio del mandatario
venezolano con el polémico presidente iraní,
Mahmoud Ahmadinejad.

Por la noche, Morales acompañó a Chávez a la


inauguración de la denominada Escuela
Latinoamericana de Medicina, en Filas de Mariche,
en las afueras de Caracas.

Además de los dos mandatarios, hablaron


representantes del gobierno cubano y el propio
Morales pidió y obtuvo un largo aplauso para el
presidente Fidel Castro, que se repone de una
enfermedad.

"Cuba y Venezuela son una gran esperanza para


América latina de cambio en democracia", afirmó
Morales, sin pronunciar la palabra socialismo.

Gesto uruguayo

ISLA DE MARGARITA.- Más allá de los


"problemas de agenda" que impidieron al
presidente Tabaré Vázquez participar de la cumbre,
el vicepresidente uruguayo, Rodolfo Nin Novoa,
expresó ayer aquí su deseo de "retomar una etapa
de diálogo" con la Argentina. Dijo que su país
"ofrecerá todas las garantías de que las plantas no
van a contaminar" en la reunión que ambas
naciones sostendrán en España.
Kirchner se reunió con
Chávez
Llegó a Venezuela para participar de la cumbre energética; se
encontrará con Lula; los biocombustibles serán eje del debate;
Tabaré envió a su vice
LUNES 16 DE ABRIL DE 2007 • 21:57

El presidente Néstor Kirchner llegó esta tarde a


Venezuela para asistir a la cumbre energética que
organiza Hugo Chávez y de la que participarán el
resto de los mandatarios del Mercosur, con la
excepción de Tabaré Vázquez, entre otros jefes de
Estado de la región.

El presidente de Venezuela se reunió con Kirchner


en un encuentro bilateral en el que conversaron
sobre la creación de la Organización de Países
Productores y Exportadores de Gas del Sur
(Oppegasur), que también conforma Bolivia.

Asimismo, hablaron sobre las expectativas en torno


a la cumbre. Se esperaba que las conversaciones se
amplíen y se sumen Morales y Lula.

Más notas para entender este tema


Kirchner hará equilibrio en el Mercosur
La cumbre estará signada por las reuniones reservadas
Una isla que se volvió una fortaleza
Acompaña a Kirchner el canciller Jorge Taiana. En
Venezuela también se encuentra el ministro de
Planificación, Julio De Vido, y se les sumó su par de
Economía, Felisa Miceli, que viajó desde
Washington donde participó de la Asamblea Anual
del Fondo Monetario Internacional (FMI) y el
Banco Mundial.

Equilibrio. Kirchner llegó a Margarita con un


objetivo difícil: hacer equilibrio entre los vínculos
comerciales y políticos que lo unen con el
venezolano y su relación con el presidente de Brasil,
Luis Inacio Lula Da Silva.

Es que el brasileño impulsa el desarrollo del etanol,


un combustible derivado del maíz y la caña de
azúcar, y reducir su dependencia del petróleo, el
elemento que ha convertido a Chávez en un
protagonista de las ligas mayores de la política
regional y mundial.

En este contexto deberá manejarse Kirchner


durante el encuentro de presidentes, cuya actividad
más fuerte comenzará mañana.
Aunque no hay detalle de la agenda del jefe del
Estado, se espera que se reúna tanto con Chávez
como con Lula por separado.

Primeras reuniones. La primera actividad tuvo


lugar en el hotel Milton de Margarita y fue el
encuentro de ministros de Energía de la Comunidad
Sudamericana de la que participó De Vido.

Taiana, por su parte, participará de la reunión de


ministros de Relaciones Exteriores de la
Comunidad Sudamericana de Naciones.

Por la noche, Chávez brindará una cena de honor a


los mandatarios que participan de la cumbre.

Conclusiones energéticas. En declaraciones


efectuadas a la agencia estatal Télam, De Vido
anticipó que el documento final del encuentro
estará centrado en la cuestión de la conectividad -
tanto en materia de gas como eléctrica-, el
desarrollo de energías alternativas y la continuidad
de los emprendimientos de mediano y largo plazo.

Con respecto a los biocombustibles, un tema que en


las últimas semanas generó cortocircuitos entre
Brasil y Venezuela, De Vido recordó la ley
promulgada por el Gobierno para reemplazar con
biodiesel el 5 por ciento de la producción de
combustible en el país en forma gradual.

Además de Chávez, Kirchner y Lula, se encuentran


en Venezuela los presidentes de Bolivia, Evo
Morales; de Chile, Michelle Bachelet; de Colombia,
Alvaro Uribe; de Ecuador, Rafael Correa; de
Guyana, Bharrat Jagdeo; de Paraguay, Nicanor
Duarte Frutos; de Perú, Alan García, y de Surinam,
Ronald Venetiaan.

Tabaré mandó a su vice. El único mandatario de


la región que no será de la partida es Tabaré
Vázquez. En su reemplazo estará el vicepresidente ,
Rodolfo Nin Novoa.

Agenda. Mañana las 9, según la agenda tentativa


distribuida por el gobierno venezolano, los
presidentes posarán para la foto oficial. A las 10
está prevista la reunión conjunta de mandatarios,
en la que firmarían acuerdos en materia energética.

El regreso a de los mandatarios comenzará después


de las 16, luego de la despedida formal que
encabezará el presidente Chávez.
Impulsan la creación de la
OPEP del gas
Se trata de un acuerdo para dar autonomía energética; Kirchner
y Chávez avanzaron en los planes por el Gasoducto del Sur
MARTES 17 DE ABRIL DE 2007

Jaime Rosemberg
SEGUIR

LA NACION

ISLA MARGARITA, Venezuela.- Más allá de las


innumerables reuniones, los encuentros reservados
y las presentaciones de rigor, la economía y la
búsqueda de soluciones para aumentar la
producción y el acceso a fuentes energéticas como el
gas fueron los temas centrales en la jornada de
apertura de la Primera Cumbre Energética
Sudamericana que se desarrolla en esta paradisíaca
isla, con la presencia de delegaciones de doce países
del continente.

La creación de una "OPEP del gas" a nivel


continental y los avances en la construcción del
Gasoducto del Sur que irá desde Venezuela hasta la
Argentina, pasando por Bolivia, fueron los
principales temas que abordaron ayer por la
mañana los ministros de Energía, con la venia del
presidente Néstor Kirchner y su par venezolano
Hugo Chávez, quienes se reunieron a solas a media
tarde para avanzar en estas iniciativas y en otras,
como el Banco del Sur, que estarán en la agenda de
mandatarios y ministros durante la cena oficial que
se desarrollaba anoche, y que seguramente lo estará
en la jornada de hoy, cuando finalice el encuentro
multilateral.

En una reunión a puerta cerrada, Kirchner, Chávez,


el presidente de Bolivia, Evo Morales, y el
mandatario brasileño, Luiz Inacio Lula da Silva,
repasaban al cierre de esta edición los puntos
finales del documento del encuentro, que
seguramente hará menciones de la necesidad de
"autonomía energética" del continente.

Más notas para entender este tema


Acercamiento de Ecuador
Debate en Venezuela por el cierre de un canal de TV
Caracas cerró once acuerdos con Irán
El Gasoducto del Sur, ambicioso proyecto que
consiste en unir al continente por medio de 12.500
kilómetros de tubería y abastecer así de gas a
distintos países, fue el tema básico del diálogo que
sostuvieron el ministro de Planificación, Julio De
Vido, con su par de Venezuela, Rafael Ramírez, y el
resto de los ministros del área. Ramírez explicó que
la primera etapa del gasoducto, que cubre el tramo
Güiria, en Venezuela, con Recife, Brasil, con casi
cinco mil kilómetros de extensión, empezará a
construirse en 2009 y terminará en 2013.

Según fuentes del Ministerio de Planificación, De


Vido explicó junto a su par de Bolivia, Carlos
Villegas, los avances del proyecto para distribuir gas
a las provincias del nordeste argentino, cuyo
proceso de licitación comenzará en junio próximo.
"Estamos viendo en hechos concretos la integración
energética continental, que es una decisión
inquebrantable de la región", afirmó De Vido, según
asistentes al encuentro.

Apoyo de Brasil

El segundo tema en el que hubo avances fue la


creación de la Organización de Países Productores,
Exportadores de Gas del Sur (Oppegasur), en la
continuidad de un acuerdo suscripto por Kirchner y
Chávez, en marzo último. La idea, impulsada por
Venezuela, la Argentina y Bolivia, fue recibida "con
mucho agrado" por Brasil, afirmaron cerca de De
Vido.

Según varios testigos del encuentro, la utilización


del etanol, combustible derivado de la caña de
azúcar y el maíz, no formó parte de las
conversaciones. Era éste, precisamente, un motivo
de rispidez entre Chávez y Lula, luego de que el
mandatario brasileño firmara con el presidente
norteamericano, George W. Bush, un acuerdo para
impulsar la producción de este combustible en
reemplazo del petróleo, elemento que ha convertido
a Chávez en referente obligado de la política
mundial en la última década.

El asesor de Lula, Marco Aurelio Garcia, afirmó a


distintos medios de prensa que "en realidad no hay
problemas. Lo que el presidente Lula quiere hacer
es dar soluciones, que complementan lo ya
existente". Desde el chavismo, y tratando de bajar el
tono del conflicto, el presidente de la Comisión de
Energía y Petróleo de la Asamblea Nacional
(Congreso), Angel Rodríguez, afirmó a LA NACION
que "históricamente Estados Unidos ha tratado de
destruir la unidad de nuestros pueblos, y ésta es
una manera de generar conflictos entre las partes".
Para Rodríguez, "esperemos que todo se resuelva a
favor de la Comunidad Sudamericana y en contra
de la iniciativa de Bush".

Fuentes del Ministerio de Economía confirmaron a


LA NACION que el proyecto de creación del Banco
del Sur, que cuenta ahora con la aprobación de
Brasil, será debatido hoy en una reunión conjunta.
La titular de Economía, Felisa Miceli, y los
responsables económicos de Venezuela, en tanto,
darán forma a una nueva emisión del Bono del Sur.

Kirchner bajó del avión en la isla a las 13.50,


acompañado por su canciller, Jorge Taiana. Fue
recibido por el vicepresidente Jorge Rodríguez. Lo
acompañaron la ministra Miceli; el presidente de la
Comisión de Representantes del Mercosur, Carlos
Alvarez ("Chacho") y el gobernador de Chubut,
Mario das Neves.
El Banco del Sur y el etanol,
las disidencias que mostró la
cumbre
Hay acuerdos en temas de gas y políticos
MIÉRCOLES 18 DE ABRIL DE 2007

Jaime Rosemberg
SEGUIR

LA NACION

ISLA DE MARGARITA, Venezuela.- "A ver,


tráiganle un café al presidente Kirchner", dijo Hugo
Chávez, y miró con una media sonrisa hacia donde
estaba, con cara de pocos amigos, el presidente
argentino, que una hora después de ese episodio
abandonaba de manera abrupta las deliberaciones
finales de la Primera Cumbre Energética rumbo al
aeropuerto.

Más allá del optimismo de voceros de la delegación


argentina, que calificaron la reunión de presidentes
de "muy positiva", lo cierto es que, luego de dos días
de deliberaciones, hubo pocas cosas para festejar y
divergencias en temas centrales, como la utilización
de combustibles vegetales como el etanol y el
proyecto de creación del Banco del Sur. Proyectos
que quedaron para una próxima oportunidad.
El texto final, firmado por los mandatarios de diez
países (faltaron el uruguayo, Tabaré Vázquez, y el
peruano, Alan García), sólo decidió, por consenso y
a pedido de Chávez, la creación de la Unión de
Naciones Sudamericanas, en reemplazo de la actual
y fallida Comunidad Sudamericana de Naciones.

Más notas para entender este tema


"La energía nuclear no es prioritaria"
También se acordó, a pedido del presidente
boliviano, Evo Morales, la conformación del
Consejo Energético que analizará la propuesta de
Chávez para firmar un tratado energético
continental, en temas como el gas, el petróleo, las
energías alternativas y el ahorro de energía.

Para el canciller Jorge Taiana, que acompañó a


Kirchner, quedó, al menos, un premio consuelo: los
presidentes firmaron una declaración conjunta de
apoyo al reclamo argentino de soberanía de las islas
Malvinas y a la resolución del 27 de marzo, en la
que Argentina dio por finalizado el acuerdo para
explotación y exploración de hidrocarburos que
tenía vigente con Gran Bretaña desde el gobierno
del ex presidente Carlos Menem.

Luego de la extensa reunión de presidentes de


anteayer, que duró casi cuatro horas, Kirchner se
dejó ver poco y nada. Por la mañana, llegó tarde a la
tradicional "foto de familia", por lo que recibió un
aplauso irónico de Luiz Inacio Lula da Silva y un
reto simpático y ampuloso de Chávez.

El presidente pareció aprovechar un corte en la


transmisión televisiva por circuito cerrado y partió
rumbo a Buenos Aires. Fuentes del Gobierno
aclararon que su partida "ya estaba prevista" y
evitaron la palabra fracaso. "Está muy contento por
cómo se dieron las reuniones", afirmaron.

La declaración conjunta abordó de manera general


los problemas energéticos del continente. Ratificó la
"integración energética regional como herramienta
para promover el desarrollo social, económico y la
erradicación de la pobreza". También habla de
promover la inversión e impulsar el desarrollo de
infraestructura energética de los países más pobres.

Un punto esencial fue el etanol, combustible que


Lula quiere impulsar tras un acuerdo con Bush,
resistido en público y en privado por Chávez.

Los presidentes acordaron expresar, en la


declaración consensuada, "su reconocimiento al
potencial de los biocombustibles para diversificar la
matriz energética sudamericana".
Un caso similar ocurrió con el proyecto para crear
un Banco del Sur que permita financiar proyectos e
inversiones de petróleo y gas. Más allá del
optimismo de los funcionarios de Economía,
encabezados por su titular, Felisa Miceli, Brasil
aclaró que no adheriría al proyecto, ideado y
"cocinado" por Kirchner y por Chávez.

Sí se avanzó en las reuniones de ministros de


Energía: cobraron protagonismo el local Rafael
Ramírez y Julio De Vido. La futura creación de la
organización de países productores y exportadores
de petróleo, una especie de OPEP del gas, y la
aceleración del Gasoducto del Sur fueron los
avances más significativos.

Demasiado poco para una cumbre y suficiente para


terminar con la paciencia del presidente argentino.
Cumbre energética infructuosa
JUEVES 19 DE ABRIL DE 2007

La Primera Cumbre Energética realizada en


Venezuela mostró una vez más las significativas
diferencias de visión que existen entre los
principales países del área, no sólo en lo
relacionado con la energía, sino básicamente
respecto del papel que deben cumplir las
instituciones indispensables para promover el
desarrollo de las naciones.

En este tipo de encuentros, los mandatarios tienen


la oportunidad de dialogar y debatir cara a cara
políticas conjuntas de largo plazo. Y es allí donde
quedan reflejadas con mayor nitidez las
coincidencias y los diferentes objetivos perseguidos
por los jefes de Estado, muchas veces hermanados
en proyectos populistas de difícil concreción y que
sólo persiguen réditos políticos de corto plazo.

La declaración final conjunta, acordada por los diez


presidentes -estuvieron ausentes los de Perú y
Uruguay-, abordó de manera muy general los
problemas energéticos del continente y ratificó la
integración energética regional como herramienta
para promover el desarrollo social y económico, y la
erradicación de la pobreza. En el contexto de un
enfrentamiento de posiciones entre el presidente de
Venezuela y anfitrión de la cumbre, Hugo Chávez, y
el mandatario de Brasil, Luiz Inacio Lula da Silva,
respecto del desarrollo del etanol como combustible
en sustitución del petróleo, los presidentes
acordaron una declaración sin definiciones tajantes,
aunque reconociendo que es una opción viable para
la matriz energética regional.

Sólo hubo anuncios respecto de dos acuerdos, muy


pobre conclusión si se tienen en cuenta los objetivos
ambiciosos que perseguía la convocatoria de la
reunión. El primero fue el cambio de nombre de la
Comunidad Sudamericana de Naciones, ente que ha
pasado prácticamente inadvertido desde que fue
lanzado, en agosto de 2004 en Cuzco, Perú. Ahora
se denominará, por pedido de Chávez, Unión de
Naciones Sudamericanas. El segundo acuerdo fue la
decisión de crear un consejo energético regional.

No hubo acuerdo, en cambio, sobre la creación del


Banco del Sur, que impulsa Chávez y a la que
adhiere el presidente Néstor Kirchner. La razón fue
la resistencia de Brasil, que no considera necesario
fundar un organismo con una función que ya
cumplen otros entes multilaterales, como el Banco
Interamericano de Desarrollo y la Corporación
Andina de Fomento.
Una de las inquietudes fundamentales frente a esta
iniciativa es que si se el banco regional se estructura
con parte de las reservas de los bancos centrales de
los países miembros, éstas podrían perder su
inmunidad, desde que las actividades del Banco del
Sur serían claramente comerciales. Cuando los
acreedores de la Argentina que aún reclaman por la
deuda en default impiden, de hecho, el acceso a los
mercados internacionales de capital, éste podría ser
un error sumamente serio y costoso. En los
tribunales de Nueva York se sustancian juicios en
contra de la Argentina, y los fondos que se
aportasen para el Banco del Sur podrían ser
embargados.

Tampoco hubo entendimiento sobre el cartel


regional de países exportadores de gas, que
Venezuela creó en marzo último -y ya integran la
Argentina y Bolivia, además de la propia Venezuela-
y que ahora pretendía ampliar.

Es fácil coincidir con la opinión del experimentado


canciller brasileño, Celso Amorin, para quien esta
iniciativa va directamente en contra de la
integración de nuestros países y, por ello, lejos de
unir a la región la desune conformando dos grupos
antagónicos: el de los exportadores y el de los
consumidores de gas natural.
La cumbre terminó sin definiciones sobre los temas
centrales de la reunión, que son los que
verdaderamente importan. Muy poco para una
cumbre con pretensiones fundacionales.
No cede la tensión entre Lula
y Chávez por el cierre de un
canal
El presidente venezolano calificó de "grosero" el comunicado
del Congreso brasileño
LUNES 04 DE JUNIO DE 2007

CARACAS.- Los cruces verbales entre el presidente


de Venezuela, Hugo Chávez, y el gobierno brasileño
en relación con el cierre del canal de televisión
venezolano RCTV se agudizaron ayer, cuando el
mandatario de Brasil, Luiz Inacio Lula da Silva,
volvió a defender al Congreso de su país, que a su
vez recibió nuevas críticas de Caracas.

"El Congreso de Brasil emitió un comunicado


grosero y nos obligó a responder", había afirmado
anteanoche el líder venezolano, en referencia a una
declaración del Senado brasileño, que le pedía que
reconsiderara la decisión de no renovar la
concesión a la televisora Radio Caracas Televisión
(RCTV), que salió del aire el domingo pasado.

"El Congreso no fue grosero, porque es una nota [la


del Senado brasileño a favor de RCTV] que apenas
pide la comprensión" del gobierno venezolano, dijo
Lula a un grupo periodistas brasileños en la India,
donde se encuentra en una visita oficial. "Voy a
hablar con Chávez cuando vuelva a Brasil", agregó
el mandatario, que no ha querido opinar sobre
RCTV por considerarlo un tema interno de Caracas.

La tensión entre Brasil y Venezuela comenzó el


jueves pasado con una declaración del Senado
brasileño que le pedía a Chávez la reapertura de
RCTV. El presidente venezolano respondió que "el
Congreso de Brasil debería preocuparse por los
problemas de Brasil" y lo acusó de ser un "loro que
repite lo que dice Estados Unidos".

Lula reaccionó el viernes desde Londres, al afirmar


que "Chávez tiene que ocuparse de Venezuela" y no
de Brasil, y convocó al embajador venezolano en
Brasilia, Julio García Montoya, para que diera
explicaciones.

Además, en un comunicado de la cancillería, Lula


expresó su "repudio" a las declaraciones de su
colega. Y el canciller Celso Amorim dijo que las
relaciones están en un momento que podría ser de
"incomodidad o preocupación".

En su discurso de anteanoche, Chávez advirtió


también que no tolerará "injerencias externas" en el
caso de RCTV, por el que recibió una ola de críticas
en todo el mundo, que continuaron ayer.
Además, afirmó que no le importa que las grandes
cadenas de televisión y periódicos lo llamen Hitler o
Mussolini. "Que digan de mí lo que les venga en
gana; que se vayan largo al carajo los
representantes de la burguesía internacional",
señaló Chávez.

En tanto, el asesor de Asuntos Exteriores de Lula,


Marco Aurélio Garcia, acusó ayer al presidente
venezolano de usar un tono "inadecuado" al
referirse al Congreso de Brasil, y pidió dejar atrás lo
que calificó de "incidente".

"El tono [de Chávez] fue inadecuado. Pero estamos


interesados en mantener las relaciones desde el
punto de vista político y económico con Venezuela",
dijo Garcia desde la India, donde acompaña la gira
de Lula. "La posición del presidente Lula es no
opinar sobre nuestros vecinos latinoamericanos.
Tenemos que preservar las relaciones con todos los
países de la región porque estamos en el proceso del
Mercosur y en la Comunidad Sudamericana de
Naciones", dijo, y agregó que "para Brasil este
incidente se queda ahí".

En tanto, la polémica por el cierre de RCTV


amenaza con trasladarse a la Asamblea General de
la Organización de los Estados Americanos (OEA) y
al Parlamento del Mercosur. El secretario general
de la OEA, José Miguel Insulza, dejó a decisión de
los cancilleres si se sigue o no en la 37a Asamblea
General del organismo, que comenzó ayer en
Panamá, la cuestión de RCTV. En enero pasado,
este tema había desencadenado un enfrentamiento
entre el funcionario chileno y Chávez.

Los cancilleres que deliberan en Panamá tendrán


que enfrentar la presión de trabajadores de RCTV,
que se encuentran en el país con la aspiración de
que la situación de la emisora sea incluida en la
agenda de la asamblea.

También en el Mercosur

Además de amenazar con complicar la agenda de la


OEA, la polémica por el cierre de la emisora amaga
con instalarse en el Mercosur, al que Venezuela
aspira a integrar como miembro pleno tras cumplir
su actual proceso de adhesión al bloque. El
diputado del Partido Nacional de Uruguay Jorge
Gandini informó ayer que pedirá al Parlamento del
Mercosur que analice y condene la decisión
venezolana.

Por otro lado, miles de manifestantes opositores


marcharon ayer hasta el centro de Caracas para
exigir garantías a la libertad de expresión, en una
protesta por la no renovación de la concesión de
RCTV. La manifestación salió del este de la ciudad
hasta la sede de la Defensoría del Pueblo, en el
centro, donde entregaron un documento en el que
pidieron a la institución que defendiera los
derechos civiles.

Los manifestantes llevaron pancartas y banderas


con los símbolos de RCTV, canal que operó 53 años
y que fue acusado por el gobierno de ser "golpista" y
de imponer una tiranía mediática.

Nuevo partido socialista

CARACAS (EFE).- La inscripción de aspirantes a


militantes del Partido Socialista Unido de
Venezuela (PSUV), que finalizó ayer, superó con
creces las previsiones al alcanzar los cinco millones
de registrados, dijeron representantes del grupo
impulsado por el presidente Hugo Chávez. "Vamos
a constituir el partido socialista más grande de
América latina", dijo el dirigente del PSUV y alcalde
de Libertador de Caracas, Freddy Bernal. Chávez ha
planteado que en el PSUV deben integrarse todos
los grupos que lo han apoyado, que suman una
veintena, pero tres de ellos se han mostrado
reticentes a la idea.

Agencias AFP, ANSA, DPA y AP


Integración y energía: ¿una
llama que se apaga o una
llama que se enciende?
MARTES 17 DE JULIO DE 2007

Marcelo Halperín
SEGUIR

PARA LA NACION

El objetivo de alcanzar la integración


latinoamericana parecía más lejano que nunca.
El revival cultural (invocación a los pueblos
originarios, protección de los conocimientos
ancestrales ) ya se nos estaba presentando como
una muestra de anacronismo político.

En efecto, desde la estampida de los años ochenta


(marcada, entre otros hechos, por aquella
transfiguración de la Asociación Latinoamericana
de Libre Comercio -Alalc- en Asociación
Latinoamericana de Integración -Aladi-), los
gobiernos latinoamericanos han venido escapando
a la asunción de compromisos comerciales y
económicos que impliquen, en la práctica,
reconocerse mayores preferencias recíprocas que
las negociadas con terceros países y mercados.
Esta renuencia a una integración profunda es
consistente con la internacionalización de nuestros
propios mercados internos por eso las metas
inspiradoras de procesos tradicionales y ambiciosos
como la Comunidad Andina y el Mercosur tienden a
degradarse rápidamente.

De ahí la dificultad afrontada por una comisión de


reflexión constituida por representantes personales
de los presidentes que, en el marco de la
Comunidad Sudamericana de Naciones, procuraron
reformular, una vez más, el sentido de la
integración regional.

Al hacer el inventario de tanta tarea pendiente, los


expertos dieron su respuesta en un documento
denominado "Un Nuevo Modelo de Integración de
América del Sur. Hacia la Unión Sudamericana de
Naciones", presentado a fines del año pasado en la
Cumbre de Cochabamba. Allí convinieron en que la
integración latinoamericana debe asociarse
inexcusablemente al desarrollo económico, pero a
su vez advirtieron que éste último constituye una
responsabilidad propia e indelegable de cada uno
de los Estados nacionales. Pero en estas
condiciones: ¿cómo habremos de encontrar puntos
de articulación entre imperativos que suponemos
enfrentados, como serían los de la integración
regional y del desarrollo interno? Sin embargo, no
hubo que mirar muy lejos para detectar la llama
encendida en el horizonte. Se trata de una
necesidad coincidente: asegurar las fuentes y la
provisión de energía.

Fuera de sintonía

Lo que hoy se discute es si unos u otros


emprendimientos son viables o convenientes para
el suministro energético de cada país. Pero este
debate todavía no está en sintonía con la
integración económica y comercial. Así lo han
reconocido recientemente los presidentes de
Colombia, México y los países centroamericanos
bajo la órbita del Plan Puebla-Panamá, al impulsar
una mayor articulación entre el plan y el sistema de
integración centroamericana.

Simultáneamente, en la última Cumbre de la


Alternativa Bolivariana para las Américas (ALBA)
se firmaron acuerdos energéticos bilaterales
(Venezuela-Bolivia, Venezuela-Nicaragua) que -
aunque su cumplimiento está explícitamente
supeditado a la voluntad unilateral de Venezuela-
intentan atar el suministro de energía a programas
de desarrollo y comercio a ser financiados con una
parte de los pagos devengados por esas mismas
operaciones.

Las figuras convencionales son todavía


rudimentarias y se prestan a la discrecionalidad y al
manejo de influencias políticas, lo que limita sus
alcances. Por eso debe darse más adecuada
respuesta a tantos y tan relevantes requerimientos
de cooperación y complementación.

En síntesis, el desafío para los países del cono sur


consiste en evitar que las negociaciones de
integración física se ciñan a unas agendas muchas
veces en la penumbra y paralelas a las disciplinas de
integración ya establecidas. Así podrían evitarse
situaciones conflictivas, como son las que se
plantean cuando, por ejemplo, un país pretende
pagar con concesiones comerciales dentro de un
esquema plurilateral de integración los beneficios
energéticos que obtiene fuera de ese mismo
esquema.

Todo el acervo normativo e institucional forjado


durante años en los esquemas de integración
económica y comercial que vinculan a nuestros
países debería entonces ser aprovechado para
construir, con ingenio y transparencia, los
fundamentos de un renovado regionalismo.
El autor es docente e investigador del
Instituto de Integración Latinoamericana de
la Universidad Nacional de La Plata
Para Lula, la visita no pasa
inadvertida
Lula quiere retener el liderazgo regional
DOMINGO 29 DE JULIO DE 2007

SAN PABLO.- "Parece una cosa de kiss and tell. " El


diplomático del Palacio del Planalto apela a la
ironía de esta forma, en inglés. Es su visión "fuera
de micrófono" de lo que puede buscar el presidente
Néstor Kirchner al profundizar las relaciones con el
mexicano Felipe Calderón: besar ( kiss ) a la chica y
salir a contarlo ( tell ).

Como dio a entender el funcionario del gobierno de


Luiz Inacio Lula da Silva en una conversación con
LA NACION, ninguna iniciativa de aproximación de
un país de América del Sur a México le pasa
inadvertida a Brasil. Siempre va a ser el
acercamiento con un adversario de él en la
búsqueda del liderazgo latinoamericano.

La frialdad entre los cuerpos diplomáticos -y las


instituciones en general- de Brasil y México es algo
conocido en el escenario de las relaciones exteriores
del continente americano. Si bien muestran buenas
relaciones pour la galerie , en el fondo, además de
disputar el liderazgo latinoamericano, luchan por la
atención especial de los Estados Unidos.

Más notas para entender este tema


Los Kirchner, mucho más cerca de México
No por nada, en 2000, cuando el entonces
presidente Fernando Henrique Cardoso organizó
un encuentro de países latinoamericanos, lo llamó
Encuentro de Países de América del Sur. Sin
México, que no fue invitado al encuentro ni como
observador.

"Hay agendas diferentes. La agenda mexicana es


muy diferente de la nuestra, por varias cosas,
incluyendo la geografía. Entonces es muy difícil que
tengamos mucha más intimidad, más allá de que se
tenga buena voluntad", dijo hace dos años a LA
NACION el ex canciller Luiz Felipe Lampreia.

El momento más distante de las relaciones con el


Mercosur, pero principalmente con Brasil, fue en
noviembre de 2005, cuando el presidente Vicente
Fox afirmó que el Area de Libre Comercio de las
Américas (ALCA) saldría "con o sin el Mercosur".

"Es muy rara [la posición mexicana]. Por un lado


piden el ingreso en el Mercosur y después hacen
una propuesta como ésa", le comentó a este
corresponsal Marco Aurelio García, el secretario de
Asuntos Internacionales del gobierno de Lula da
Silva.

Felipe Calderón no es Fox y en los últimos tiempos


parece decidido a crear relaciones al sur de su
territorio. Quizás, en vista de una presidencia
demócrata en los Estados Unidos que ya llegaría,
aparentemente más dispuesta a profundizar
relaciones con América latina.

Cuando los Estados Unidos vuelvan a observar el


Sur después de este período de guerra necesitarán
un interlocutor principal. Lula parecía dispuesto a
ocupar ese lugar desde antes de asumir, cuando a
fines de 2002 fue a visitar a George W. Bush como
presidente electo.

Escenario difícil

Pero, casi cinco años después, el escenario


latinoamericano se le reveló más difícil de lo que
parecía. Uruguay y Paraguay no simpatizan con la
política externa brasileña; Chile juega su papel
independiente; Venezuela y Bolivia desafían a
Brasil continuamente, y Ecuador es próximo de ese
grupo; Colombia tiene una relación mucho más
próxima a México y a los Estados Unidos que a
Brasil. ¿Y la Argentina? Se muestra como aliada de
Brasil, pero le da señales a Lula con este viaje de
que no está dispuesta a poner todos los huevos en la
misma canasta.

Brasil, con la apática Comunidad Sudamericana de


Naciones, intentó adjudicarse un liderazgo regional
sin competencia. Si México entra en el juego de la
seducción sudamericana, la geopolítica regional
puede ganar en densidad (y capitales). Como dicen
los mexicanos sobre su propio país: "México,
México, tan lejos de Dios y tan cerca de los Estados
Unidos".

Por Luis Esnal Corresponsal en Brasil


Lula busca una alianza con
México
Se reunirá hoy con Calderón, en momentos en que el presidente
mexicano intenta ampliar su influencia en América del Sur
LUNES 06 DE AGOSTO DE 2007

CIUDAD DE MEXICO.- En una visita que promete


abrir un nuevo capítulo en las relaciones recíprocas
entre las dos principales economías de América
latina, el presidente brasileño, Luiz Inacio Lula da
Silva, llegó anoche a México para reunirse hoy con
su par mexicano, Felipe Calderón, y reforzar los
vínculos comerciales entre ambos países.

La visita de Lula, que apunta a descomprimir las


relaciones bilaterales después del distanciamiento
producido durante el gobierno de Vicente Fox, tiene
un fuerte carácter político, ya que ocurre en medio
de una silenciosa disputa entre las dos potencias
económicas por el liderazgo en la región.

Según los analistas, Lula, que no está dispuesto a


que se ponga en duda su supremacía en América del
Sur, busca aliarse con Calderón para contrarrestar
su creciente influencia en el Cono Sur.
Más notas para entender este tema
La discreta disputa por el liderazgo regional
Para el Mercosur, el desafío de encontrar una sola voz
Dichos y hechos
Desde que llegó al gobierno, en diciembre pasado,
Calderón intentó dar un nuevo impulso a las
relaciones con América latina y, especialmente,
reforzar la integración con los países del sur del
continente, objetivo para el cual encontró en la
Argentina a un importante socio. La visita de Lula,
de hecho, se produce una semana después de la del
presidente Néstor Kirchner, durante la cual el
mandatario argentino promovió públicamente el
ingreso de México al Mercosur.

En ese sentido, el canciller brasileño, Celso


Amorim, afirmó ayer, pocas horas antes de
embarcarse con Lula rumbo a México, que no es el
momento de que el país azteca se incorpore al
bloque sudamericano.

Lula, que llegó anoche a México acompañado por


una comitiva de 50 empresarios, se reunirá hoy con
Calderón. Mañana partirá a Honduras, segunda
escala de una gira de seis días que incluirá
Nicaragua, Jamaica y Panamá, y tendrá como
objetivo potenciar las relaciones comerciales de
Brasil y buscar socios para producir
biocombustibles.
"Regreso a México con la esperanza de que estemos
entrando en un nuevo momento de nuestras
relaciones [...], para dar un nuevo rumbo a nuestro
continente", dijo Lula, en una columna publicada
ayer en los diarios O Globo , de Brasil, y El
Universal , de México.

"Mi visita será una excelente oportunidad para


consolidar la asociación entre dos países que
ocupan un lugar importante en el continente",
agregó el mandatario. "La comunidad internacional
ve cada vez más a nuestros países como
interlocutores fundamentales en un escenario
global de creciente complejidad e incertidumbre."

Brasil y México, las mayores economías de América


latina, conforman un mercado de más de 300
millones de personas y representan, en conjunto,
cerca de dos tercios del producto bruto de la región,
según datos del Fondo Monetario Internacional.

Según la opinión de diplomáticos brasileños, este


viaje puede abrir un nuevo capítulo en las
relaciones con México, deterioradas durante el
mandato de Fox. El vínculo bilateral cayó a su
punto más bajo en noviembre de 2005, cuando el ex
mandatario mexicano afirmó que el Area de Libre
Comercio de las Américas (ALCA) sería relanzada
"con el Mercosur o sin él".

Justamente, un factor que contribuye a la buena


disposición de Brasil hacia Calderón es que el
gobierno de Lula no lo ve como un líder interesado
en defender el proyecto del ALCA. No obstante, los
dos países mantienen sus discrepancias en temas
como las aspiraciones de ambos a ocupar un lugar
permanente en el Consejo de Seguridad de las
Naciones Unidas.

Desde el punto de vista comercial, el principal


objetivo de Lula será reforzar el intercambio con
México, que el año pasado alcanzó un volumen
récord de 5750 millones de dólares, cifra que ambos
países están decididos a duplicar para 2010. Con
este incremento, México se convirtió en el séptimo
socio comercial de Brasil y en el quinto importador
de bienes brasileños.

Lula y Calderón firmarán acuerdos de cooperación


en el área de biocombustibles, sobre todo respecto
del etanol, y en el de la exploración petrolera.

Etanol
Brasil, principal exportador mundial de etanol, ha
convertido a ese carburante en la punta de lanza de
su política exterior. En cada escala que hará esta
semana, el presidente brasileño firmará convenios
de cooperación en esa área.

Además, Brasil, que no cuenta con reservas


petrolíferas abundantes, está interesado en
incrementar su participación en la extracción de
crudo mexicano.

Por otro lado, y al igual que Kirchner, Lula ya


aprovechó la visita a México para hacer una velada
crítica al muro que Estados Unidos está
construyendo en su frontera. "En nuestro
continente no necesitamos muros. Necesitamos
rutas, puentes, gasoductos y líneas de transmisión
eléctrica", dijo Lula.

Durante su visita de la semana pasada, el


presidente argentino había calificado al muro de
"indigno".

El encuentro entre Calderón y Lula será el quinto


entre ambos. El primero fue en Brasil, cuando
Calderón aún era presidente electo; después, se
encontraron en otras tres ocasiones en el marco de
distintos foros internacionales.
Agencias ANSA, AP, Reuters, DPA y EFE
El regreso de quien nunca se
fue
MIÉRCOLES 12 DE SEPTIEMBRE DE 2007

Carlos Pagni
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LA NACION

28

Eduardo Duhalde anunció ayer, en la sección Cartas


de lectores de LA NACION, su reincorporación a la
política el 10 de diciembre próximo, cuando
comience el nuevo período presidencial.

El anuncio es, en sí mismo, un hecho político. Pero,


en rigor, es la tercera vez que regresa. Otras tantas
se alejó. La primera salida se produjo cuando
perdió la batalla presidencial con Fernando de la
Rúa. La crisis de 2001 obligó a quebrar aquel
propósito y nada menos que para completar el
turno de quien lo había vencido.

Agotado antes de tiempo el mandato de la


Asamblea Legislativa, se produjo la segunda
retirada. El 25 de mayo de 2003, con la satisfacción
de dejar el bastón de mando y la banda a su ahijado
Néstor Kirchner, Duhalde se propuso por segunda
vez dejar el oficio.
Más notas para entender este tema
Desconcierto y malestar entre antiguos aliados de Duhalde
El texto de la carta
Duhalde quiere liderar el PJ y la oposición al kirchnerismo
En 2005 la carrera de su esposa, Hilda "Chiche"
González, hacia la senaduría bonaerense lo repuso
en escena. El ex presidente se convirtió en el jefe de
campaña en las sombras. Armó las listas, negoció y
rompió con Kirchner. Al final, perdió frente al
gobierno que él mismo había engendrado. Fue la
oportunidad para abandonar la pelea por tercera
vez. Se refugió en Uruguay mientras su mujer
explicaba a los caídos que debían darse otra
conducción, colegiada, y no buscar un jefe. La
mayoría, con José María Díaz Bancalari a la cabeza,
no le hizo caso: se sometió a Kirchner.

La victoria bonaerense de Cristina no fue un


episodio más de la política reciente. Con ella se
produjo una sustitución de liderazgo. El ex
presidente fue reemplazado por Kirchner en la
jefatura política del distrito. El santacruceño es un
discípulo aplicado: entendió como nadie una forma
de dominio nacional basada en el control del
conurbano bonaerense. Es lo que está en juego con
este regreso por correspondencia.

Lo que él anunció para el 10 de diciembre es la


salida a superficie de un ejercicio que lo encuentra
muy atareado desde hace meses. Sobre todo a partir
de que Daniel Scioli se convirtió en candidato a la
gobernación por el oficialismo.

Es difícil transitar por la vida pública sin dejar


rastros. Pocos días después de la postulación de
Scioli, Duhalde recibió al hermano del
vicepresidente, José, en su refugio del San Juan
Tenis Club. Era una tarde de sábado y "Pepe" Scioli
concurría al encuentro por delegación de su
hermano, que era el invitado. La charla fue breve y
contundente, al menos según el informe que más
tarde los Scioli le presentaron a Kirchner. "Decile a
Daniel -se confesó Duhalde- que debe decidir en
qué vereda se pone. Si se pone en la del Gobierno,
lo vamos a impugnar." Cuesta conocer la dimensión
de ese nosotros: la postulación de Scioli fue
objetada en la Justicia por muchos dirigentes
políticos. Entre ellos por Roberto Lavagna y Jorge
Sarghini, los candidatos oficiales del duhaldismo.

Más allá de esa entrevista, la cotidianidad de


Duhalde transcurrió en la penumbra. Quienes
querían verlo debían pasar por el sauna del San
Juan o intentar que lo invitaran al asado de los
jueves en la casa de un amigo de toda la vida, donde
la sobremesa se prolonga en silenciosas partidas de
póquer. Esa fue la rutina hasta que apareció un
Duhalde desconocido. Ahora había que buscarlo en
las bibliotecas. En pocos meses escribió y publicó
dos libros. Uno sobre la Comunidad Sudamericana
de Naciones y otro sobre su experiencia en el
gobierno nacional, intitulado Memorias del
incendio .

Con esta última obra comenzó a desentumecer sus


músculos de político. Para acercarle un ejemplar,
por ejemplo, visitó a la jueza federal electoral María
Servini de Cubría, con la que charló de dos
inquietudes comprensibles en un dirigente de su
trayectoria: la normalización del PJ, que la
magistrada mantiene intervenido, y la causa en la
que se investiga si fue o no un complot bonaerense
el proceso que terminó con el gobierno de De la
Rúa.

***

Fue como fumar un primer cigarrillo para aquel que


se había prometido abandonar el vicio. Después
viene otro, y otro más. Alguien que lo conoce tanto
como Raúl Alfonsín, por ejemplo, aventuró que
"está detrás de Scioli". Sin embargo, cabe también
decir que Duhalde está detrás de Lavagna, de
Francisco de Narváez, de Alieto Guadagni y de
Teresa González Fernández, que integraron su
gobierno y ahora representan a los Rodríguez Saá
en la provincia. El duhaldismo es hoy un monstruo
de siete cabezas. Siempre bonaerense, es cierto.

En todos lados se narran conversaciones con


Duhalde. Narváez, por ejemplo, refirió a sus
íntimos una en la que el ex presidente trató de
inducirlo a celebrar un acuerdo con Lavagna.
Fracasó. También hubo charlas con Mauricio Macri,
que permitieron a Gustavo Ferri, el yerno del ex
mandatario, postularse como primer candidato a
diputado por Pro en la provincia de Buenos Aires.
Ferri, diputado nacional por el PJ, aspira a
representar a la cuarta sección electoral, con
cabecera en Junín. Pero vive en Lomas de Zamora.

LA NACION dio cuenta de estos contactos en su


edición del lunes pasado y ése fue el motivo de la
Carta de lectores. Allí, el jefe bonaerense confesó su
intención de trabajar para "la reconstrucción del
justicialismo". La última vez que esa fuerza se
reunió fue en Parque Norte, ocasión en la cual
Cristina Kirchner y Chiche Duhalde protagonizaron
lo que Aníbal Fernández, en un alarde de
machismo, calificó como "un debate de alta
peluquería".
La pretensión de Duhalde abrirá una discusión
inevitable: hay muchos dirigentes del partido que le
imputan a él haber sido uno de los artífices de su
destrucción desde que prohibió las internas
presidenciales en 2003 para facilitar la llegada de
Kirchner al poder. La medida fue adoptada en el
Congreso de Lanús y avalada por Servini de Cubría,
la jueza a la que ahora le reclaman la composición
de aquel espejo roto.

Mejor abandonar la historia y mirar lo que está por


venir. Es lo que hacen numerosos dirigentes
peronistas, hasta ayer enemistados entre sí. Desde
Adolfo Rodríguez Saá, que fue visitado por Duhalde
en la primera semana de julio, hasta José Manuel
de la Sota, desde Jorge Busti hasta Juan Carlos
Romero. Bastó que Kirchner postulara a su esposa a
la presidencia para que todos se propusieran la
resurrección del partido. La contradicción entre
ambos hechos ya está en el aire.
Juntos, por la integración
regional
Provincias e intendencias de la Argentina, Chile, Bolivia,
Paraguay y Brasil tejen vasos comunicantes comerciales para
crecer
MARTES 16 DE OCTUBRE DE 2007

Lo que en el siglo XVIII fue el Virreinato de Río de


la Plata, el Alto Perú y el Reino de Portugal, hoy son
territorios libres y democráticos. Acuerdos como el
Mercosur y la Comunidad Andina de Naciones
(CAN) son algunos ejemplos de cooperación
regional para el libre comercio. Pero hay algo más
que consolida este predominio con dirección Sur-
Sur.

A principios de este mes, como parte de Expo


Emprender 2007, se hizo la primera reunión del
Comité Coordinador de Autoridades de Zicosur
(Zona de Integración del Centro Oeste
Sudamericano), organizada por el grupo editorial
salteño que publica la revista Emprender , que
promueve las tendencias y posibilidades de
inversión en el norte argentino.
Zicosur es una cooperación intergubernamental
conformada por las provincias del Norte Grande -
Jujuy, Tucumán, Salta, Catamarca, Santiago del
Estero, Chaco, Formosa, Misiones y Corrientes-,
sumadas a los departamentos e intendencias de
Antofagasta y Tarapacá (Chile); Chuquisaca, Potosí,
Santa Cruz, Tarija, Oruro y Cochabamba (Bolivia);
la totalidad de los departamentos del Paraguay y
Mato Grosso do Sul (Brasil).

Desde 1997, su objetivo es desarrollar el comercio


exterior con los mercados internacionales mediante
la articulación de los ejes de comunicación,
facilitando los contactos entre productores y
comercializadores con potenciales compradores.
"Trabaja por optimizar los pasos fronterizos,
desburocratizando y agilizando los organismos de
control", explicó Marcela Hernando Pérez,
intendenta de la región de Antofagasta y futura
presidenta del plenario de la Zicosur, que promueve
la integración de esta franja habitada por más de 30
millones de personas.

Redes de infraestructura

"Estamos construyendo una red de conectividad


terrestre, hídrica y aérea. Lo que potenciamos es el
desarrollo y el progreso de todos los pueblos
involucrados. Zicosur es una estrategia y queremos
que en el exterior nos reconozcan como un
producto latinoamericano conjunto", enfatizó.

Entre las metas alcanzadas por Zicosur figuran la


primera terminal del Complejo Portuario de
Mejillones, en Chile; la construcción de dos
gasoductos en el noroeste argentino y el norte de
Chile, y la pavimentación del Paso de Jama, que
conecta Jujuy con la provincia chilena de
Antofagasta, que le permitirá acceder a los
principales puertos del océano Pacífico.

En 2006, el Paso de Jama aumentó su volumen


operativo con un tránsito anual de 40.000
vehículos y más de 120.000 personas. En tanto, las
empresas jujeñas exportadoras de cítricos fueron
habilitadas para utilizar las cámaras de frío de los
depósitos en el puerto de Antofagasta. Asimismo, y
mediante un convenio entre Tucumán y el Puerto
Angamos (Chile), le otorgó un espacio de
almacenamiento libre de cobros para productos
provenientes de la provincia.

"Zicosur es un desafío para consolidar la


integración, la que se consigue a través de la
conectividad: el resultado es el desarrollo
sustentable", expresó Mario Acuña Villalobos,
presidente de la Comisión de Sustentabilidad y
Relaciones Internacionales del Consejo Regional de
Antofagasta. "La región de Antofagasta tiene una
ubicación geográfica de privilegio para este
cometido y posee una moderna política portuaria",
agregó.

Por otro lado, para Salta resultó trascendente el


avance logrado en su zona franca, territorio
extraaduanero para las empresas exportadoras. Allí,
ahora es posible reducir el impacto tributario de las
operaciones de comercio exterior y sumar valor
agregado a la producción local para comercializarla
en el mundo con ventajas impositivas y aduaneras.
El maní y los porotos son productos salteños que
habitualmente se exportan desde el puerto de
Antofagasta. En los primeros siete meses del año, la
exportación de legumbres en el país aumentó un
11% con respecto a igual período de 2006, cuando
Salta recaudó 877 millones de dólares en
exportaciones.

Por Oriana Padello Para LA NACION


Optimismo y elogios en el
gobierno brasileño
MARTES 30 DE OCTUBRE DE 2007

SAN PABLO.- Buscar un lugar en el mundo. En la


cúpula del gobierno de Brasil, eso es lo que se cree
que la Argentina hará con la senadora Cristina
Kirchner, convertida en presidenta del país, tras
una gestión de Néstor Kirchner, signada por la
recuperación de la crisis interna.

"Y eso es muy bueno para Brasil. Si la Argentina


sale en busca de capitales e inversiones, eso va a
significar un aumento de la presencia política de la
Argentina en el mundo, que va a ser algo muy
bueno porque nos va a permitir compartir
iniciativas e ideas", le dijo a LA NACION el
secretario de Asuntos Internacionales del gobierno
de Luiz Inacio Lula da Silva, Marco Aurelio García.

García se dijo "afortunado" por haber trabajado en


equipo con la senadora durante la creación de la
Comunidad Sudamericana de Naciones (cada uno
era el enviado personal de los presidentes de la
Argentina y Brasil). "Ella es una persona muy
ubicada en relación con los temas de la política
internacional. Me quedé muy bien impresionado",
dijo García.

Más notas para entender este tema


Cautela entre los invitados extranjeros
En Estados Unidos esperan señales de Cristina Kirchner
Felicitaciones de Zapatero
Para Lula, que construyó con Kirchner una relación
después de un inicio frío, la victoria de Cristina fue
un alivio -el alivio que trae una continuidad cuando
las relaciones están bien-. Pero, además, puede
tener hasta consecuencias en la sucesión de Lula,
que anda particularmente seducido por la idea de
ser sucedido por una mujer, su jefa de gabinete,
Dilma Rousseff.

Si dentro de dos años Cristina Kirchner estuviera


haciendo un buen gobierno, sería un empujoncito
más para la candidatura de una mujer en Brasil. Lo
opuesto también puede tener un efecto contrario.

"¿Una ola de mujeres presidentas?", le preguntó LA


NACION a García. "A lo mejor. En Brasil también
hay condiciones para que eso ocurra", dijo el
funcionario, dirigente de peso dentro del Partido de
los Trabajadores, donde Rousseff tendrá que luchar
para imponer su candidatura.

Por Luis Esnal Corresponsal en Brasil


Nosotros, que nos queremos
tanto
Nunca hubo mejores condiciones para la integración regional y,
a la vez, nunca hubo tantos enconos capaces de trabarla
DOMINGO 11 DE NOVIEMBRE DE 2007

Jorge Elías
SEGUIR

LA NACION

13

Dos amigos observan a una mujer. Dice uno: "Tú la


ves descansando sobre el brazo de aquel hombre.
Sólo que ayer descansaba así sobre el mío". Replica
el otro: "Y mañana se posará sobre el mío". Dice
uno: "Mírala sentada junto a él. Fue sólo ayer que se
sentaba junto a mí". Replica el otro: "Mañana se
sentará a mi lado". Y así, mientras la mujer bebe de
la copa de su pareja, contempla su rostro y susurra
a sus oídos, uno memora el pasado y el otro
vislumbra el futuro con ella. Hasta que uno
concluye que esa mujer es extraña. Replica
entonces el otro: "Ella es como la vida, poseída por
todos los hombres; y como la muerte, conquista a
todos los hombres; y como la eternidad, envuelve a
todos los hombres".
¿Es América latina como la mujer descripta por
Gibrán Jalil Gibrán en el cuento Ayer, hoy y
mañana ? Es, al menos, como la vida y la
globalización, poseída por todos los hombres y
todos los países. Es una mujer extraña, sin
embargo. Una mujer golpeada. No por su pareja
pretérita ni por la actual. Es una mujer golpeada a
sí misma mientras uno, los Estados Unidos,
recuerda los mimos de ayer y el otro, España,
imagina la dicha de mañana. De ahí, después de la
XVII Cumbre Iberoamericana, el afán de consolidar
una identidad. ¿Una identidad iberoamericana en la
cual no existan fronteras ni diferencias con España
y Portugal, puertas de entrada en Europa?

En los dos siglos de independencia de algunos de


sus países, América latina nunca supo fraguar
vínculos perennes. Ni adentro ni afuera. Todos los
intentos de integración regional, más allá de los
avances que pudo haber en la materia, siempre
quedaron a expensas de los gobiernos de turno,
fueran democráticos o dictatoriales. El espejo de la
Unión Europea distorsiona, sobre todo si uno
pretende compararse con ella.

¿Cómo formó un club de 27 países, quizá más


desiguales y diferentes que los latinoamericanos, a
partir de la producción común de acero y carbón
entre Francia y Alemania? ¿Cómo lo hicieron,
primero entre seis países sin siquiera una lengua en
común y otra no muy diferente, valores agregados
de América latina? ¿Cómo lo hicieron en poco más
de 50 años después de los estragos humanos y
materiales provocados en su territorio por la
Segunda Guerra Mundial?

En América latina hubo regímenes autoritarios,


guerras civiles, pobreza y hambrunas. La
democracia, recuperada en forma paulatina en las
últimas dos décadas del siglo XX, emparejó a la
mayoría de los países, al menos sus códigos de
convivencia. En los noventa hubo una tendencia,
seguida a rajatabla por casi todos, hacia la reforma
de la economía, la venta de capitales estatales
ociosos y la exaltación del libre comercio. Las crisis
interrumpieron políticas y tumbaron gobiernos,
pero no modificaron sustancialmente la mentalidad
de la gente y sus dirigentes, inmersos en la
globalización.

El club de la pelea

Creció la desigualdad, no obstante ello. Creció en


todo el mundo, en realidad. En América latina,
empero, hubo un aumento fenomenal de la
economía. Ese factor, sumado a una democracia
cada vez más cotidiana más allá de que en algunos
países sea pura rutina electoral, debió fomentar la
integración. Y no. No la fomentó ni la presunta
afinidad ideológica de muchos presidentes.

Pocas veces, como desde la IV Cumbre de las


Américas, realizada en noviembre de 2005 en Mar
del Plata, tantos presidentes estuvieron peleados
entre sí. Peleados y, en determinados casos, al
borde de la ruptura de las relaciones bilaterales.

Es curioso: están más peleados los presidentes de


países que comparten fronteras, como la Argentina
y Uruguay, que otros que se encuentran más lejos,
como la Argentina y Venezuela. La cercanía
geográfica y los códigos compartidos no
favorecieron la integración. Entre países vecinos
hubo más roces que entre países distantes. Entre la
Argentina y Uruguay, por las pasteras; entre Chile y
Perú, por los límites; entre otros, por las
migraciones como causantes de la pobreza y la
desigualdad.

Cien años de soledad depararon a América latina


una visión distante y desconfiada de sí misma y de
otras regiones. Que los Estados Unidos tengan mala
imagen no es nuevo: sólo en América Central
cosecharon adeptos incondicionales. En el resto del
continente, como sucede en otras latitudes,
primaron siempre reparos ante la posibilidad de ir
detrás de la zanahoria. Ni Francia, liberada por
ellos de la ocupación nazi en la Segunda Guerra
Mundial, mantuvo un alineamiento automático por
gratitud o sumisión.

En pasado y en futuro, dos amigos pueden observar


a una mujer con diferentes ojos. O pueden apreciar
en ella aquello que uno añora y el otro espera sin
certeza alguna de que ella sea la misma de ayer ni
vaya a ser la misma mañana. Con las mujeres nunca
se sabe, por cierto. Con América latina, tampoco.

Solos en la madrugada

¿Quién iba a pensar que, con un barril de petróleo a


casi 100 dólares, Hugo Chávez, al cual el rey Juan
Carlos de España dio un puñetazo en el estómago
cuando se conocieron porque "a ti te gustan los
golpes, ¿no?", iba a convertirse en un factor de
desunión permanente tanto por sus desplantes
hacia afuera como por su política doméstica?

La tendencia general de los gobiernos


latinoamericanos apunta al ensimismamiento y la
individualidad. El principio de no intromisión rigió
durante décadas las relaciones entre sus países. Si
no, no hubiéramos tenido dictaduras militares en el
Cono Sur ni Cuba hubiera sido un régimen
comunista absurdamente marginado por los
Estados Unidos con su bloqueo comercial. Si no,
Chávez no hubiera sido víctima de un golpe de
Estado, celebrado con silencios por los Estados
Unidos de George W. Bush y la España de José
María Aznar, ni la Argentina hubiera sufrido sin
anestesia la peor crisis política, económica e
institucional de su historia. Si no, Brasil, en lugar
del rey Juan Carlos de España, hubiera terciado por
el diferendo entre la Argentina y Uruguay por las
pasteras.

¿Qué identidad iberoamericana pueden tener países


que no asumen, a diferencia de los europeos, su
propia identidad regional? En algún momento
confiamos en uniones aduaneras que iban a sellar
bloques económicos y políticos de magnitud.

El Mercosur, dividido entre grandes y chicos en su


seno, lejos estuvo de intervenir en los diferendos
entre sus miembros. La Comunidad Andina de
Naciones (CAN) quedó a merced de los humores de
Chávez: que me voy, que me quedo, que no sé. Y
otras expresiones regionales como la Unión de
Naciones Sudamericanas, precoz sucesora de la
Comunidad Sudamericana de Naciones, volaron tan
alto en sus propósitos que no alcanzaron a despegar
los pies del suelo.

Dos amigos que observan a una mujer nunca verán


a la misma mujer, sobre todo si uno memora los
mimos de ayer y el otro vislumbra la dicha de
mañana. Ayer, hoy y mañana, como en el cuento de
Gibrán, nunca son iguales. Tampoco la mujer. Esa
mujer que, por respeto al género, merece pintarse a
sí misma en lugar de estar sujeta a las miradas y las
expectativas ajenas.
Libre o protegido, ésa es la
cuestión
¿Cuál de las dos visiones sobre el comercio mejora la
competitividad de las industrias? Aquí, algunas reflexiones al
respecto
MARTES 22 DE ENERO DE 2008

El economista Ja-Hoon Chang deja clara su


posición en contra de la postura actual de Estados
Unidos sobre libre comercio.

Según el profesor, Estados Unidos tuvo la tasa


arancelaria más alta del mundo entre mediados del
siglo XIX y la Segunda Guerra Mundial. Por
entonces, Estados Unidos estaba tratando de
alcanzar a Gran Bretaña y sabía que si abría sus
mercados, la poderosa industria británica
demolería a su incipiente industria.

Chang da otros interesantes conceptos sobre


proteccionismo. El cree que el proteccionismo no
hace a las industrias automáticamente
competitivas. Y lo compara con la educación de un
niño. El niño no solamente por el paso del tiempo
cambia y mejora sus aptitudes sino que se educa, se
alimenta, entrena, etc. Lo mismo se exige a esas
empresas que están protegidas: invertir en
infraestructura, conocimiento, educación, etc.

El general Ulises Grant decía: "Los ingleses nos


dicen que practiquemos el libre comercio. Por
supuesto que lo haremos, sólo que 200 años más
adelante, cuando seamos tan ricos como ellos".

El premio Nobel de Economía, Joseph Stiglitz, en


su libro El malestar en la globalización dice: " La
apertura del comercio internacional ayudó a
numerosos países a crecer mucho mas rápidamente
de lo que habrían podido en caso contrario. El
comercio exterior fomenta el desarrollo cuando las
exportaciones del país lo impulsan; el crecimiento
propiciado por las exportaciones fue la clave de la
política industrial que enriqueció a Asia y mejoró la
suerte de millones de personas".

Después es categórico cuando afirma: "Es verdad


que el proteccionismo generalizado a menudo no ha
funcionado en los países que lo han aplicado, pero
tampoco lo ha hecho una rápida liberalización
comercial".

Audaz o con cautela


El investigador chino Jiang Shixue, en su
investigación Globalización y América
latinarealizada dentro del Instituto Chino de
estudios sobre nuestra región, dice: "América latina
hizo su integración a la economía mundial en forma
audaz y vertiginosa, China lo había hecho
gradualmente y con cautela".

Otra diferencia entre los procesos de apertura chino


y el de América latina es que China hizo primero
sus reformas económicas, buscando ser competitivo
a nivel global y recién después inició su apertura
externa. América latina, en cambio, emprendió las
reformas económicas y la apertura en forma
simultánea.

Otro economista, Friedrich List, decía que cuando


los británicos hablaban en contra del
proteccionismo, estos querían patear la escalera que
ellos utilizaron para subir.

Tanto Japón, Corea y Estados Unidos protegieron


las industrias, siendo conscientes de que este
sistema no puede extenderse indeterminadamente
y se debe ir mejorando el perfil de las
exportaciones.

En cuanto a las reformas internas que ayudarían a


superar los problemas, no creo que haya una receta
única -no nos fue bien con el Consenso de
Washington- sino que cada país debe generar sus
soluciones y determinar su estrategia para el
desarrollo.

Hay dos preguntas importantes por responder:


¿Qué tareas deben realizarse para la mejora de la
competitividad? Y ¿qué tiempo deberá protegerse a
una industria hasta que esté lista para competir?

Las reformas internas deberían apuntar a:

Generar una educación de excelencia y una mano


de obra más calificada

Realizar inversiones en infraestructura y soluciones


logísticas ya que los grandes mercados están lejos

Ser previsibles, dar seguridad jurídica y mejorar el


clima de inversión, sabiendo que competimos con
Asia en el reparto de las inversiones mundiales

Un sistema fiscal (gasto e ingresos) más justo que


permita un financiamiento del desarrollo y una más
justa distribución de la riqueza

Crear un mercado integrado con países con un


nivel similar de competitividad. En esto, la
Comunidad Sudamericana de Naciones sería muy
positivo, ya que mejoraría las economías de escala

En cuanto al tiempo, en América latina no estamos


acostumbrados a planes de mediano y largo plazo, y
2015 o 2020 quedan muy lejos. Un análisis por
sector debería fijar los plazos para la liberación
gradual. Las industrias más competitivas se
abrirían en 5 años y las menos eficientes en un
plazo mayor, incluso hasta 2020.

Régimen ineficiente

La experiencia en la Argentina muestra en la


práctica las afirmaciones de los especialistas que
analizamos. Nuestro país instrumentó el régimen
de sustitución de importaciones y generó un amplio
retroceso en la industria, que no competía contra
productos importados y tampoco exportaba,
demostrando que no mejoraron la competitividad a
pesar de la gran protección.

En la apertura de los comienzos de los ochenta la


industria nacional sufrió la competencia y se
generaron innumerables cierres y quiebras de
empresas. En la apertura "discriminada" de los
noventa, algunas industrias fueron ampliamente
protegidas como la automotriz y otras como las
textiles y calzados fueron golpeadas por las
importaciones asiáticas y brasileñas, mucho más
competitivas a nivel global.

¿En qué situación estamos hoy?

Desde hace más de 10 años, el nivel arancelario se


fija a nivel Mercosur, por lo que la política en este
sentido es más difícil de cambiar, ya que se debe
consensuar con los demás socios del acuerdo de
integración.

El autor es docente de la Universidad


Nacional de Córdoba.

Por Gustavo Scarpetta Para LA NACION

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