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CAP I - LA POSIBILIDAD DE CONOCIMIENTO

DOGMATISMO

Término que proviene del griego Dogma y significa "doctrina fija". Es aquella postura
epistemológica en la cual aún no se presenta el problema del conocimiento. El dogmatismo
mantiene una actitud de confianza en lograr el conocimiento por medio de la razón, que no es
debilitada por la duda. Supone que el sujeto cognoscente tiene una absoluta posibilidad de
contacto entre el objeto y él o sea de aprehender el objeto.

Para el dogmatismo el conocimiento no es un problema debido a su desconocimiento de la


esencia del conocimiento, el hecho de que exista una relación entre sujeto y objeto. Considera
que los objetos del conocimiento nos son dados absolutamente y no a través de la función del
conocimiento, ya que esta no existe para el dogmático.

Tanto los objetos de la percepción como los del pensamiento nos son dados en su
corporeidad dejando de lado con esto la propia percepción y el pensamiento. Respecto a los
valores ocurre lo mismo, el dogmatismo plantea que existen pero no considera una conciencia
valorante.

Se omite pensar en el sujeto y su función.

Tipos de dogmatismo: teórico, ético y religioso.

Teórico: Se refiere al conocimiento teórico.

Ético: Se refiere al conocimiento moral.

Religioso: Se refiere al conocimiento religioso.

El dogmatismo, al ser la actividad propia del hombre ingenuo, es la más antigua y primigenia
posición tanto en el sentido sicológico como en el histórico. En el período originario de la
filosofía griega domina de un modo casi general."

Las reflexiones epistemológicas no aparecen entre los presocráticos (los filósofos jonios de la
naturaleza, los eléatas, los pitagóricos). Ellos son principalmente teóricos del mundo natural, lo
que escriben entra en la designación genérica sobre la naturaleza. Estos pensadores se hallan
animados todavía por una confianza ingenua de la capacidad de la razón humana.

Para ellos el conocimiento no presenta ningún problema, están imbuidos en el ser y


absorbidos por la naturaleza. Ella es la realidad que existe por debajo de todas las "cosas", y
que, aunque es común a todas, se distingue de ellas. En cambio las "cosas" múltiples, más que
realidades, son apariencias mudables, inestables y de duración limitada: "Esta naturaleza la
entienden los presocráticos en un doble sentido: como ‘substratum’ inmudable del ser, por
debajo de todas las mutaciones y de las cosas, y, también, como fuerza que hace llegar las
cosas a ser, como una fuente inagotable de seres."
TALES

Tales cree encontrar el principio básico (arjé), señalando al agua como principio de todas las
cosas. Pero este principio no es sólo el fundamento de las cosas sino el principio de la vitalidad,
de todo lo viviente.

Tales plantea el concepto de principio originario de todo ser, concepto que fue él el primero en
haber definido.

ANAXIMANDRO

El primer principio según Anaximandro es el "Ápeiron", lo indeterminado, ilimitado, lo


indefinido. No es una algo en abstracto, sino una materia primordial, inmutable, incorruptible
generadora de todos los seres y a la cual todos retornan:

"Viene a ser una especie de nebulosa, o materia plástica proteiforme, equivalente a caos de las
antiguas cosmogonías, que no es ni agua, ni tierra, ni aire, ni fuego, sino anterior a todas las
determinaciones y a todos los contrarios." Aristóteles la interpreta como una mezcla confusa
de elementos, los cuales se van separando después por el movimiento.

ANAXÍMENES

Es claro pues, que su principio es el aire, del cual por condensación y enrarecimiento ha salido
todo. fuego, viento, nubes, agua, tierra, piedra, etc. El aire aparece aquí como algo vivo y
divino en la misma línea de Tales y Anaximandro.

PITÁGORAS

Consideraba a los números como origen de todo.

Con ello se pone el principio de los seres, no en la materia, como hasta ahora, sino en la forma.
El número es lo que da forma, lo que hace de lo indeterminado algo determinado

DEMÓCRITO

El último gran presocrático, Demócrito, argumentó la existencia de átomos, o partículas


diversas que ni se crean ni se destruyen y que al agruparse construyen todo lo que conocemos.

Los primeros en plantear el problema del conocimiento fueron los sofistas, dejando al
dogmatismo fuera de la filosofía.

Kant vuelve a utilizar el término dogmatismo, definiéndolo como la posición propia de la


metafísica sin considerar anteriormente la razón humana. Sin embargo la posición de Kant no
desconoce el problema del conocimiento, por lo tanto no es un dogmatismo fundamental sino
“especial”. No es un dogmatismo “lógico” sino “metafísico”·
ESCEPTICISMO

1 Según esta corriente el sujeto no puede aprehender el objeto, por lo tanto no se pueden
realizar juicios porque es imposible lograr el conocimiento como aprehensión del objeto.

2 El dogmatismo generalmente desconoce el sujeto, el escepticismo por su parte,


generalmente desconoce el objeto. Se centra tanto en el sujeto que ignora la significación del
objeto. Presta atención a los factores subjetivos del conocimiento humano, observando como
todo conocimiento está influido por las características del sujeto y sus órganos de
conocimiento así como por circunstancias exteriores (medio, cultura, etc)

Deja de lado el objeto, necesario para lograr el conocimiento, ya que este, es una relación
entre objeto y sujeto.

3 Igual que el dogmatismo, el escepticismo se puede referir a la posibilidad de conocimiento


en general, o de un conocimiento específico.

El primero es llamado escepticismo “lógico” o también “absoluto” o “radical”.

Se llama escepticismo “metafísico” al que se da sobre el conocimiento metafísico, “ético” al


referido a los valores y también existe el “religioso”.

En el escepticismo ético se plantea que es imposible el conocimiento moral, mientras que en


el religioso es imposible el conocimiento en este aspecto.

También existen el escepticismo “metódico” el cual refiere a un método mediante el cual se


pone en duda todo lo que en la conciencia se posee como cierto para eliminar lo falso y
alcanzar un saber seguro, y el escepticismo “sistemático” referido a una posición de principio.

El fundador del escepticismo es Pirrón de Elis, quien plantea que no existe contacto entre
sujeto y objeto, ya que la conciencia cognoscente no alcanza a aprehender su objeto, por lo
tanto no se llega al conocimiento.

Dados dos juicios contradictorios, cada uno es tan verdadero como el otro, con lo cual se niega
el principio de contradicción. Como no hay un conocimiento ni juicio verdadero, Pirrón
recomienda la abstención de todo juicio.

Existe una posición moderada llamada escepticismo “medio” o “académico”, el cual no es tan
radical como el pirrónico.

Según esta corriente, no se puede alcanzar un conocimiento riguroso, o sea que los juicios
coincidan con la realidad, pero si podemos afirmar que sea probable tener certeza.

El escepticismo moderno ya no es radical y absoluto sino que por ejemplo Montaigne plantea
un escepticismo ético y Hume, el metafísico. Bayle plantea un escepticismo medio y Descartes
el metódico.

El escepticismo radical se contradice al proponer como conocimiento, que es imposible el


conocimiento. Esta corriente siempre plantea cierta posibilidad de que exista el conocimiento
y a la vez se niega a si misma. La única forma de escapar a la contradicción es abstenerse de
juzgar.

Nuestra conciencia de los valores morales, rechaza el escepticismo ya que le es inherente la


aspiración a la verdad.

En la posición media, donde se maneja el concepto de probabilidad, también existe una


contradicción ya que la probabilidad lleva implícito el concepto de verdad, al cual en principio
se pretende renunciar.

Por estos argumentos determinamos que el escepticismo absoluto es una posición imposible.

El escepticismo metafísico, sin embargo, no posee ninguna contradicción, al igual que el


religioso o el ético.

El escepticismo metafísico generalmente es llamado “positivismo” y fue propuesto por


Augusto Comte, quien propone atenerse a los datos obtenidos de la experiencia dejando de
lado las especulaciones metafísicas. El único conocimiento es el de las ciencias especiales y no
existe un conocimiento filosófico-metafísico.

El escepticismo religioso también es llamado “agnosticismo” y fue fundado por Spencer.

En cuanto al escepticismo ético, la principal corriente es el “relativismo”.

El escepticismo reviste cierta importancia para el desarrollo espiritual del individuo y la


humanidad, que nos impulsa a la continua comprobación de nuestros juicios.

4 El escepticismo se opone al dogmatismo, ya que en este último se brinda una excesiva


confianza en la capacidad de la razón humana, mientras que en el escepticismo se mantiene
un constante sentido de los problemas.

5 El escepticismo lleva al filósofo a no conformarse con las soluciones brindadas a los


problemas sino que lo alienta a luchar por nuevas y más profundas soluciones.
6 COMPARACIÓN DOGMATISMO – ESCEPTICISMO

El dogmatismo considera la posibilidad de un contacto entre el sujeto y el objeto como algo


comprensible de suyo mientras que el escepticismo dice que el sujeto no puede aprehender al
objeto. Mientras que el dogmatismo desconoce en cierto modo el sujeto el escepticismo no ve
el objeto, su vista se fija exclusivamente el sujeto.

El dogmatismo es aquella corriente filosófica contrapuesta al escepticismo y al idealismo, que


haciendo derivar el pensamiento del ser presupone la supremacía del objeto respecto al
sujeto, de la realidad delas ideas, de la naturaleza del espíritu

De modo general, el dogmatismo es una especie de fundamentalismo intelectual. Los dogmas


expresan verdades ciertas, indudables que no son sujetas a cualquier tipo de revisión o crítica.
Dogmatismo es una actitud natural y espontánea que tenemos desde que somos niños. Y
nuestra creencia de que el mundo que existe es exactamente de la forma que lo percibimos.

El escepticismo es una corriente filosófica basada en la duda. A diferencia de los cínicos, su


doctrina está basada en la negación de la existencia de un saber objetivo, necesario y
universal. Los escépticos creían que todo es tan subjetivo que sólo es posible emitir opiniones.

El dogmatismo es aquella posición epistemológica para la cual no existe el problema del


conocimiento. El dogmatismo considera la posibilidad de una relación entre el sujeto y el
objeto.

Por lo que se refiere al escepticismo afirma que no hay verdad ni certeza, pero sí probabilidad
(lo que supone el de verdad, lo probable es lo que acerca a lo verdadero). El escepticismo:
afirma que el sujeto no puede aprehender al objeto, por lo tanto el conocimiento considerado
como la aprehensión real de un objeto, es imposible. El dogmatismo en cierta forma ignora al
sujeto, el escepticismo desconoce al objeto.

SUBJETIVISMO Y RELATIVISMO

El escepticismo sostiene que no hay verdad alguna. El subjetivismo y el relativismo no son tan
radicales. Con ellos se afirma que si existe una verdad, pero la misma tiene una validez
limitada. El subjetivismo, como su nombre lo indica, limita la validez de la verdad al sujeto que
conoce y juzga. El relativismo afirma que no existe ninguna verdad universalmente válida.

La validez de la verdad se limita al sujeto ya sea individual o general (género humano). En el


subjetivismo individual la validez de un juicio solo corresponderá a un sujeto individual. En el
subjetivismo general hay verdades que se extienden más allá de un solo individuo pero no
llegan a ser universalmente válidas, corresponden por ejemplo, solamente al género humano
pudiendo ser distinto para otras especies

El relativismo está relacionado con el subjetivismo, para el no existen verdades absolutas, toda
verdad tiene una validez limitada.
La diferencia es que el subjetivismo plantea que el conocimiento humano depende de factores
propios del sujeto cognoscente, y para el relativismo el conocimiento humano depende de
factores externos como ser el medio, el círculo cultural, etc.

El subjetivismo y el relativismo se originan en la antigüedad. Los precursores del subjetivismo


son los sofistas y su tesis fundamental fue formulada por Protágoras “el hombre es la medida
de todas las cosas” (homo mensura) el cual plantea un subjetivismo individual.

Dentro de los autores más destacados del relativismo se encuentra Spengler quien plantea que
las realidades solamente se aplican a determinadas humanidades.

La validez de las verdades se aplica solo al círculo cultural y temporal del cual proceden sus
defensores.

Las verdades de la filosofía, matemáticas, ciencias naturales, etc solo son válidas dentro del
círculo cultural al que pertenecen, no existe una versión universalmente válida de estos
saberes.

Al igual que en el escepticismo, donde se observa la contradicción al proponer como verdad


que no hay ninguna verdad, en el subjetivismo y relativismo también se incurre en la misma
contradicción al proponer que no hay ninguna verdad universalmente válida.

La verdad significa la concordancia del juicio con la realidad objetiva, y si esta concordancia
existe no tiene sentido que se limite a un número de individuos. O el juicio es falso para todos
o es universalmente válido.

7 En el fondo el subjetivismo y el relativismo también son escepticismo porque niegan la


verdad atacando su validez universal.

El subjetivismo se contradice al proponer una validez más que subjetiva al juicio “toda verdad
es subjetiva”, otorgando a esta teoría una validez universal opuesta a su propósito.

En el relativismo también se incurre en otra contradicción que se observa en la teoría que


propone Spengler de que “solo hay verdades en relación a una humanidad determinada”,
donde se plantea una tesis objetiva y válida para todos los sujetos pensantes, yendo contra los
principios del relativismo.
PRAGMATISMO

Fundada por William James, esta corriente , al igual que el escepticismo, desconoce el
concepto de “verdad” en el sentido de concordancia entre el pensamiento y el ser, pero
plantea un nuevo concepto de verdad.

Para el pragmatismo es verdadero aquello que es útil, valioso, etc. Esto se debe a que posee
una concepción del hombre, el cual no es un ser teórico, sino un ser de acción y su intelecto
está al servicio de su acción. El intelecto no le sirve al hombre para conocer la verdad, sino
para manejarse en la realidad. La verdad de los conocimientos consiste en que estos resulten
útiles para la conducta práctica del hombre.

Para Nietzsche, adepto al pragmatismo, la verdad no es un valor teórico sino una expresión de
utilidad y la falsedad de un juicio no se demuestra mediante objeciones sino valorando su
utilidad para fines mayores.

Partiendo de los propios conceptos de los términos se puede definir que “verdadero” y “útil”
no son idénticos como propone el pragmatismo ya que tienen un sentido completamente
distinto.

El error del pragmatismo es desconocer el valor propio del pensamiento humano y definir al
conocimiento como carente de autonomía y como una mera función, el acierto de esta
corriente es el hecho de observar la relación entre conocimiento y la vida.

8 Tanto en el pragmatismo como en el escepticismo observamos que se valen del hecho de


falsear el concepto de “verdad” (pragmatismo) o la negación de la existencia de una verdad
(escepticismo).

CRITICISMO

Subjetivismo, relativismo y pragmatismo son el fondo, escepticismo y su antítesis es el


dogmatismo. El criticismo (del griego krino, examinar) es una posición intermedia entre ambas.

9 El criticismo comparte con el dogmatismo la confianza en la razón humana y propone que si


existe una verdad y que es posible el conocimiento.

10 Esta confianza en la razón humana lleva al dogmatismo a aceptar todas las afirmaciones
propuestas por la razón, mientras que en el criticismo, más cercano al escepticismo, une
confianza en el conocimiento humano general a la desconfianza en determinados
conocimientos.

El criticismo examina las afirmaciones pero no las acepta despreocupadamente sino que es
reflexivo y crítico, más que dogmático o escéptico.

El fundador del criticismo es Immanuel Kant, quien llega a esta posición luego de pasar por el
dogmatismo y escepticismo. Para Kant el dogmatismo tenía una confianza ciega en la razón
humana y el escepticismo, una desconfianza sin previa crítica.
Kant propone que el criticismo es un método que consiste en investigar las fuentes de las
afirmaciones y objeciones y las razones de las mismas, método que da esperanza de alcanzar la
certeza.

Plantea una evolución de la razón donde en primera instancia es dogmática, luego mediante la
experiencia modela el juicio volviéndolo escéptico, y debe existir una tercera etapa de juicio
maduro, el criticismo.

El término criticismo presenta una doble acepción para Kant, como método opuesto al
dogmático y al escéptico, y como sistema o sea el resultado al que se llega con el método.

Reconocer el criticismo, significa reconocer a la teoría del conocimiento como una disciplina
filosófica independiente y fundamental.

Como objeción a esta teoría se ha planteado que la misma pretende fundamentar el


conocimiento partiendo de un conocimiento (la propia teoría ya es conocimiento), lo cual sería
una contradicción.

Esta contradicción existiría si la teoría afirmara carecer de supuestos para llegar a probar que
existe la posibilidad del conocimiento. En ese caso ya estaría partiendo de un conocimiento
para fundamentar que se puede conocer.

Pero la teoría del conocimiento si posee un supuesto, que el conocimiento es posible y en


base al mismo examina las bases del conocimiento humano.

CAP.II - ORIGEN DEL CONOCIMIENTO

RACIONALISMO

La fuente del conocimiento humano es la razón, y solo llega a ser conocimiento lo que es
lógicamente necesario y universalmente válido. Nos encontramos frente a un verdadero
conocimiento cuando la razón juzga que una cosa tiene que ser de una forma y no puede ser
de otra porque la razón no lo admite, y porque eso solo puede ser de esa forma, lo es en todas
partes. Sólo cuando un juicio cumple las condiciones de tener una necesidad lógica y una
validez universal rigurosa, nos encontramos ante un verdadero conocimiento, en opinión del
racionalismo.
El conocimiento matemático ha servido como modelo para la corriente del racionalismo que
observa que los conceptos y axiomas operan independientemente de la experiencia. Por estas
características del conocimiento matemático, se da que la mayor parte de los representantes
del racionalismo proceden de la matemática.

Platón, uno de los primeros racionalistas, propone que la experiencia se encuentra en


permanente cambio por lo tanto no puede proveer un verdadero saber. Para Platón además
del mundo sensible de la experiencia, existe un mundo suprasensible de las ideas. Las cosas y
los conceptos que usamos para conocerlas parten del mundo de las ideas, ya que (como
explica en su teoría de la anamnesis) el alma en una existencia preterrena ya ha contemplado
las cosas, creando así ese mundo de las ideas. Este tipo de racionalismo es llamado
“racionalismo trascendental”.

En el “racionalismo teológico” impulsado por Plotino y San Agustín, el concepto del mundo de
las ideas es reemplazado por el espíritu cósmico (Plotino) y Dios (San Agustín), fuentes de
donde nacen los conceptos y las verdades.

Con el racionalismo inmanente propio de la Edad Moderna donde Descartes y su


continuador, Leibniz plantean la teoría de las ideas innatas, en la cual se supone que existe un
conjunto de conceptos fundamentales del conocimiento los cuales son originarios de la razón y
no de la experiencia.

En el siglo XIX surge el racionalismo lógico para el cual el pensamiento sigue siendo la única
fuente de conocimiento y se origina en un conjunto de supuestos o principios supremos que
no se ven influenciados por la experiencia, sino que esta es descifrada a partir de estos
principios.

El acierto del racionalismo consiste en señalar la importancia de la razón en el proceso del


conocimiento humano, pero plantea que este conocimiento proviene exclusivamente de la
razón teoría que semeja a la forma matemática de conocimiento. Otro error que se puede
observar en el racionalismo, demuestra la influencia del dogmatismo y consiste en suponer
conocimientos en base a conceptos (a partir del concepto de Dios supone su existencia, etc.)
A raíz de esta influencia del dogmatismo es que se opone con su antípoda, el empirismo.

EMPIRISMO

11 El empirismo se opone a la tesis fundamental del racionalismo (la razón es la verdadera


fuente del conocimiento), planteando que la única forma del conocimiento humano es la
experiencia. El espíritu humano es una “tabla rasa” donde la razón no tiene ningún patrimonio
y esa tabla va siendo escrita por la experiencia, incluso los conceptos más básicos y
fundamentales.

12 El racionalismo muestra un ideal de conocimiento mientras que el empirismo parte de los


hechos concretos. La justificación a su teoría refiere a la evolución del conocimiento humano
donde para esta corriente, se ve la alta importancia de la experiencia. Esta justificación plantea
que el niño en base a sus percepciones concretas va formando representaciones y creando
conceptos, estos no existen en el espíritu con independencia de la experiencia.

13 Los racionalistas son en su mayoría provenientes de las matemáticas, en cambio los


empiristas provienen mayormente de las ciencias naturales, lo cual es explicable ya que en las
mismas el investigador se preocupa por comprobar los hechos mediante la observación y por
trabajar con este método es natural que anteponga lo empírico a lo racional.
El filósofo de orientación matemática tenderá a considerar su pensamiento como origen del
conocimiento, mientras que el filósofo procedente de las ciencias naturales tomará a la
experiencia como base de todo el conocimiento humano.

Si vemos a la experiencia como un proceso interno y externo, podemos decir que en el primer
caso se tomará en cuenta la percepción de uno mismo, mientras que en el segundo caso , las
percepciones de los sentidos, por lo cual esta última es llamada “sensualismo” (sensus-
sentidos”

En la antigüedad sofistas y luego estoicos y epicúreos, ya mostraban ideas empiristas, siendo


los estoicos quienes propusieron la idea del alma como una “tabla rasa” que perdura hasta hoy
en día. El fundador del empirismo, formalmente, será John Locke quien se opone a la teoría de
las ideas innatas y apoya la idea del “papel blanco” como metáfora del alma, y plantea la
dualidad de la experiencia (externa-sensation; interna-reflexión). Para Locke los contenidos de
la experiencia se forman con ideas simples (cualidades sensibles) y complejas (conjunto de
simples), y la experiencia no aporta conocimiento sino que simplemente relaciona datos de la
experiencia.

Aunque para Locke todos los contenidos del conocimiento provienen de la experiencia, su
valor lógico no siempre se prueba mediante la experiencia, como es el caso de las
matemáticas, con esto infringe el principio empirista, reconociendo así que existen verdades
independientes de la experiencia y universalmente válidas.

Hume fue un continuador de Locke, quien dividió el concepto de percepciones de este último,
en ideas e impresiones (ver, oír, tocar, etc) planteando que hay impresiones de la sensación y
de la reflexión. Define como “ideas” a las representaciones de la memoria, las cuales surgen de
las impresiones siendo esta su idea fundamental, aunque al igual que Locke plantea la
particularidad de los conocimientos matemáticos.

En el siglo XIX empiristas llegarían a proponer que incluso el conocimiento matemático


provenía de la experiencia.

14 Como los racionalistas se encuentran cercanos a un dogmatismo metafísico, los empiristas


se acercan a un escepticismo metafísico debido a que como el conocimiento humano está
comprendido dentro del mundo empírico, es imposible el conocimiento más allá de los
sentidos.

15 La relevancia histórica del empirismo acerca del problema del conocimiento, radica en la
importancia que se le otorga a la experiencia frente a la insignificancia que tiene para el
racionalismo, aunque los racionalistas se van al otro extremo y presentan contradicciones
como las que muestra la posición de Locke y Hume frente al conocimiento matemático, la cual
va contra los principios del empirismo.
INTELECTUALISMO

Dado el antagonismo que existe entre el racionalismo y el empirismo surge una posición
16 mediadora llamada intelectualismo. El intelectualismo propone que tanto la razón como la
experiencia tienen parte en la producción de conocimiento. Esta corriente toma del
racionalismo la teoría de que existen juicios lógicos necesarios y universalmente válidos tanto
acerca de objetos ideales (compartido por empiristas como en el caso de las matemáticas)
como también sobre los objetos reales, pero que los mismos derivan de la experiencia y no de
la razón.

El intelectualismo (intus legere =leer en el interior) plantea que la conciencia cognoscente lee
la experiencia y saca sus conceptos. Para esta corriente el intelecto no está vacío como plantea
el empirismo, sino que contiene conceptos que están genéticamente relacionados con la
experiencia, por ello su teoría fundamental es que la experiencia y el pensamiento son la base
del conocimiento humano.

17 El fundador de esta corriente es Aristóteles quien realiza la síntesis de las dos teorías
opuestas, las cuales recibe por un lado de su mentor Platón (racionalista) y por otra parte del
naturalismo que practicaba (empirismo). Aristóteles funde ambas teorías planteando que las
ideas están dentro del mundo de las cosas y que mediante la experiencia se las extrae,
utilizando para ello, el entendimiento real. Este ilumina la esencia de las cosas y su imagen es
percibida por el entendimiento posible, generándose el conocimiento.

Santo Tomás de Aquino desarrollaría este proceso más adelante, planteando que se percibe la
imagen, el intelecto real extrae la esencia general, el intelecto posible realiza juicios sobre la
misma y mediante operaciones de pensamiento se llega a conceptos supremos, observándose
así la relación que tienen estos con la experiencia inicial.

APRIORISMO

18 Existe un segundo intento de mediación entre racionalismo y empirismo aparte del


intelectualismo, llamado apriorismo, donde también se considera que tanto la experiencia
como el pensamiento son fuentes del conocimiento, pero se muestra en una forma distinta su
relación.

Al igual que el racionalismo, el apriorismo propone que existen conocimientos que existen
independientemente de la experiencia pero a diferencia del racionalismo señala que no son
contenidos propiamente dichos sino formas de conocer las cuales reciben contenidos de la
experiencia, como si fueran recipientes vacíos que son rellenados.

19 El intelectualismo planteaba que se llegaba a los conceptos a raíz de la experiencia que los
originaba, mientras que el apriorismo propone que la razón imprime formas a la materia
empírica formando los objetos de conocimiento. El pensamiento no es pasivo frente a la
experiencia sino que es activo.
El fundador de esta corriente es Kant quien se constituye en un mediador entre el racionalismo
y el empirismo, enunciando que la materia del conocimiento proviene de la experiencia y la
forma de conocer, de la razón.

Para Kant la conciencia cognoscente ordena el caos de sensaciones recibidas en el tiempo y


espacio y establece relaciones llamadas categorías como por ejemplo la causalidad. Vemos
como toma como base la experiencia y edifica encima el conocimiento a partir de las leyes
inmanentes del pensamiento, funciones que a priori contiene la conciencia.

Enfrentando el intelectualismo con el apriorismo, relacionadas con las posiciones que


pretenden mediar, veremos que el intelectualismo se acerca al empirismo mientras que el
apriorismo se acerca al racionalismo.

POSICIÓN PROPIA

Las posiciones del racionalismo y empirismo como respuestas al origen del conocimiento
humano han resultado ser falsas. En el caso del empirismo, la psicología del pensamiento ha
demostrado que su teoría de que todo conocimiento procede de la experiencia es falsa por
existir contenidos de la conciencia tanto provenientes de los sentidos como otros no intuitivos,
y mostrando además que ya en las percepciones más simples existen pensamientos que
forman parte de las mismas.

Por su parte la psicología también refuta al racionalismo al no proponer nada acerca de


conceptos inmanentes, sino que por el contrario relaciona la creación de todos los conceptos
con la conjunción de experiencia y pensamiento.

Por esto las posiciones extremas del racionalismo presentando como origen de todo al
pensamiento, como la del empirismo centrándose en la experiencia, han sido refutadas por los
descubrimientos de la psicología que ha demostrado la confluencia de los factores racionales y
empíricos.

Observando las posiciones racionalistas y empiristas desde la lógica como respuestas a la


cuestión de la validez del conocimiento humano vemos que también sus proposiciones son
falsas. Los orígenes de ambas posiciones están ligados a distintas ciencias, el racionalismo a la
matemática y el empirismo a las ciencias naturales, ciencias para las cuales los planteamientos
de cada corriente asociada, son totalmente válidos. Basta analizar proposiciones propias de la
matemática y veremos que son independientes de la experimentación por lo cual concuerdan
con el racionalismo, y en el caso de las ciencias de la naturaleza sus juicios procederán de la
experimentación concordando así con el empirismo.

Si consideramos las dos posiciones intermedias (intelectualismo y apriorismo) desde el punto


de vista psicológico, vemos que han sido demostradas sus teorías de que tanto la razón como
la experiencia tienen parte en la producción del conocimiento.

Desde el punto de vista lógico, ambas teorías proponen que no solo hay juicios de rigurosa
necesidad lógica y validez universal acerca de los objetos ideales sino también de los objetos
reales, lo cual concuerda con la teoría del racionalismo, pero la fundamentación en cada caso
es distinta.

Para sustentar la validez de sus juicios sobre objetos reales, el racionalismo debe admitir una
relación amónica entre las ideas innatas y la realidad. En el intelectualismo esto es más natural
ya que propone una relación genética entre la realidad empírica y la conciencia cognoscente la
cual se basa en la primera para obtener los conceptos. En relación a esto el intelectualismo
también tiene su propia teoría de que en la realidad existen núcleos esenciales y racionales los
cuales se extraen y se insertan en la conciencia.

En estos aspectos vemos como el apriorismo se destaca por brindar una mejor solución
evitando la suposición metafísica mencionada y además se distingue por señalar
acertadamente que el conocimiento de las ciencias reales presenta factores a priori. Estos
factores a priori no son como los que podríamos encontrar en la lógica o la matemática, sino
que son supuestos generales que permiten el conocimiento de la realidad empírica, como por
ejemplo el de la causalidad, el cual permite alcanzar conocimiento en las ciencias reales. La
necesidad de estos supuestos generales nos permite establecer leyes generales en la ciencia
de la naturaleza.

CAP III LA ESENCIA DEL CONOCIMIENTO


El conocimiento representa una relación entre sujeto y objeto, por lo tanto el problema del
conocimiento es esta misma relación, pero cual prima en esta.

Si para conocer cual de los dos es determinante omitimos el aspecto ontológico, se dice que
estamos frente a una posición premetafísica de la cuestión donde surgen dos posiciones, una a
favor del objeto (objetivismo) y otra a favor del sujeto (subjetivismo).

Si se toma en cuenta el aspecto ontológico del objeto, se obtienen dos posibles caminos, uno
en el cual se admite que los objetos poseen un ser ideal (idealismo), y el otro, en el que se
afirma que además del ser ideal existe el objeto real, independientemente del pensamiento.

Una tercera posición para el problema sujeto-objeto parte desde lo absoluto para determinar
la relación pensamiento - ser, esta es la solución teológica que puede ser tanto monista y
panteísta, como dualista y teísta
SOLUCIONES PREMETAFISICAS
OBJETIVISMO

Para esta corriente el objeto prima sobre el sujeto en la relación cognoscitiva. Los objetos
poseen estructuras definidas que se le imponen a la conciencia cognoscente y esta
solamente las reproduce.

El primero en definir de esta forma el objetivismo fue Platón, quien en su teoría de las ideas
propone los fundamentos del objetivismo. Para el las ideas son realidades objetivas que
forman un reino objetivo.

Para Platón existe una correspondencia entre los campos de estudio de la metafísica y la
epistemología, basada en la división del mundo en lo sensible y lo inteligible. Al mundo de lo
sensible corresponde el criterio de la “doxa” relacionado a lo engañoso, y al mundo de las
ideas corresponde la episteme.

Platón plantea una contraposición entre el mundo sensible, donde los objetos se descubren a
través de la percepción, y el mundo supransensible donde la intuición de las ideas es el
método para descubrir.

Las ideas básicas de la teoría de Platón se continuaron en la fenomenología fundada por


Edmundo Husserl. Este también reconoce la existencia de una intuición sensible, enfocada
hacia las cosas concretas, y la intuición no sensible que tiene por objeto las esencias generales
de las cosas. Lo que Platón denomina idea (designación del objeto) para Husserl será, esencia
(abstracción que representa a la idea).

Una coincidencia entre ambos pensadores es que las ideas para Platón forman un mundo
propio, así como Husserl propone que las esencias forman un reino independiente. Para el
acceso a este mundo no intervienen los sentidos, sino la intuición de las ideas para Platón o la
intuición de las esencias para Husserl (también llamada “ideación”).

A pesar de existir coincidencias entre los principios básicos de las teorías de Platón y Husserl,
se diferencian en la mecánica que proponen. Para Husserl el reino de las esencias ideales es lo
último, sin embargo Platón profundiza llegando a definir a las ideas como entidades
metafísicas

Husserl concentra su objetivismo fenomenológico con el idealismo epistemológico, y niega la


existencia de elementos “reales” que sustenten las esencias, por ejemplo la esencia “rojo” no
posee un elemento real independiente del pensamiento. Por esto se puede afirmar que la
solución objetivista es una solución premetafísica.
SUBJETIVISMO

21 Para el objetivismo el conocimiento tiene como piedra fundamental al objeto , el reino


objetivo de las ideas es la base del conocimiento. El subjetivismo por el contrario propone que
lo central en el conocimiento es el sujeto, y ubica al mundo de las ideas en un sujeto. Por esto
se podría decir que la verdad del conocimiento depende del sujeto, pero se debe tener en
cuenta que el sujeto que considera el subjetivismo es uno superior, trascendente.

22 La transición del objetivismo al subjetivismo tiene como uno de sus orígenes cuando San
Agustín, quien consideraba que la percepción del mundo exterior podía llevar al error y por
ello el camino a la certeza era la interioridad en la que se encontraría a Dios, define a las ideas
esenciales como pensamientos de Dios por lo cual la verdad ya no depende de realidades
suprasensibles sino de la conciencia de un sujeto.

23 El conocimiento no consistirá entonces en el análisis del mundo objetivo sino en la


recepción de los contenidos (principios, conceptos generales) brindados por ese ser supremo.

En la filosofía moderna el neokantismo mantiene la idea central antigua y la misma será


defendida por la Escuela de Marburgo. Estos continuadores remueven de la teoría algunos
aspectos metafísicos y psicológicos proponiendo que el sujeto final no es metafísico sino
puramente lógico.

Este ser lógico es definido como una “conciencia en general” que contiene las leyes y
conceptos supremos de nuestro conocimiento mediante los cuales la conciencia define los
objetos. Por esto decimos que para el subjetivismo no hay objetos independientes de la
conciencia, sino que todos son producidos por ella. Como en San Agustín un objeto
correspondía al producto del conocimiento generados mediante las normas y conceptos
supremos, en la Escuela de Marburgo el concepto y el ser real coinciden ya que este último es
mental, no es independiente del pensamiento.

Comparando la posición antigua con la moderna vemos que en el primero existe una síntesis
entre subjetivismo y realismo al aceptar el objeto como una realidad, mientras que los
neokantianos se asemejan al idealismo por rechazar esta realidad, por eso decimos que el
subjetivismo es una solución premetafísica ya que se debate entre lo real y lo ideal,
involucrando a sujeto y objeto.

REALISMO

El realismo entiende que existen cosas reales independientes de la conciencia.

La forma más primitiva es el realismo ingenuo: Todavía no existen reflexiones críticas sobre el
conocimiento y el problema de sujeto y objeto todavía no existen. No distingue entre el objeto
propiamente dicho y las percepciones del mismo, sino que propone que las cosas son
exactamente como las percibimos (ej: los colores que percibimos son cualidades objetivas). Las
propiedades que percibimos (olor, sabor, dureza, etc) le pertenecen a las cosas
independientemente de la conciencia cognoscente.
La segunda forma es el realismo natural: en el si existen reflexiones críticas sobre el
conocimiento, diferenciando el contenido de la percepción del objeto, pero planteando que
los objetos responden a los contenidos de la percepción. El color, sabor, dureza, etc son
propiedades objetivas de las cosas.

La tercera forma es el realismo crítico: este se basa en suposiciones críticas del conocimiento.
Para el realismo crítico no todas las percepciones se corresponden con el objeto sino que estas
percepciones se encuentran en nuestra conciencia y determinados estímulos externos actúan
sobre nuestros órganos de los sentidos, por esto son subjetivos.

Las tres posiciones ya existían en la filosofía antigua correspondiendo el realismo ingenuo al


primer período del pensamiento griego. Será Demócrito quien como atomista representante
del realismo crítico, propone que estos solo poseen propiedades cuantitativas y que las
cualitativas son adiciones subjetivas de los sentidos. Esta corriente no se logra imponer.

Aristóteles como representante del realismo natural, al contrario que Demócrito, propone que
las propiedades percibidas corresponden al objeto, independientemente de la conciencia
cognoscente. Esta teoría predominó hasta la edad moderna.

Galileo por su parte retomo la corriente que proponía que la materia solo posee propiedades
espacio-temporales y cuantitativas siendo todo lo demás subjetividades. Jhon Locke, empirista,
difundió el realismo crítico, planteando una división de las cualidades sensibles en primarias
(para las que se utilizan varios sentidos: tamaño, forma, movimiento, etc) que son objetivas y
secundarias (las que se perciben mediante un solo sentido: colores, sonidos, sabores, etc) que
son de carácter subjetivo.

El realismo crítico define estas cualidades secundarias a partir de las influencias


proporcionadas por las ciencias naturales:

Física: El realismo toma su concepción acerca de las cualidades secundarias de ciencias como la
física, la cual no da lugar a lo cualitativo en su mundo, planteando que estas cualidades
secundarias son causadas por procesos objetivos.

Fisiología: Le brinda más fundamentos al realismo crítico al mostrar que los complejos
procesos sensitivos y nerviosos que ocurren en el cuerpo y que trasmiten a la corteza cerebral
estas señales, poco tienen que ver con el estímulo original que los causó.

Psicología: Muestra que la representación mental no se realiza únicamente en base a las


sensaciones percibidas sino que a estos estímulos se le suman conceptos presentes en nuestra
conciencia. Ej: Al tomar un objeto de yeso no solo percibiremos las sensaciones de color, peso,
etc sino que nuestra conciencia agregará los conceptos de cosa y propiedad. Con estos
argumentos se opone al realismo ingenuo que plantea que la conciencia refleja las cosas
exteriores.

Defensa del realismo crítico de su tesis fundamental que propone que hay objetos que
existen más allá de nuestra conciencia, o sea que son independientes de esta.

Existen 3 argumentos para fundamentar esta teoría:


1) Existe una diferencia fundamental entre las percepciones y representaciones, ya que la
primera refiere a que los objetos pueden ser percibidos por diferentes sujetos,
mientras que las representaciones solo son perceptibles para quien las posee. Ej: un
objeto puede ser percibido por muchos sujetos, mientras que un paisaje tendrá una
representación única para cada sujeto que lo recuerde. Se reafirma lo propuesto por el
realismo crítico de que existen objetos reales que provocan percepciones distintas en
los sujetos.
2) Independencia de las percepciones con respecto a la voluntad. Las representaciones
pueden ser modificadas mientras que las percepciones no debido a que son causadas
por objetos que existen independientemente del sujeto percipiente.
3) Independencia de los objetos de la percepción respecto a nuestras percepciones. En la
percepción encontramos objetos que existen independientemente de nosotros,
poseen un ser real. Es más notorio cuando estos objetos inclusive se transforman sin
necesidad de nuestra presencia, por ej: paisaje de invierno a paisaje verano.

A pesar de que mediante los mencionados argumentos el racionalismo crítico intenta


fundamentar la realidad, para algunos representantes del realismo es insuficiente. Para ellos el
acto de percibir es el que da la certeza de la existencia de los objetos exteriores a la conciencia.

Realismo volitivo: Si fuésemos seres puramente intelectuales no tendríamos conciencia de la


realidad, las cosas se presentan ante nuestra voluntad por eso vemos que son reales. Uno de
sus representantes es Max Scheler, impulsor de la fenomenología quien define como
características esenciales del hombre: la libertad, objetividad y autoconciencia; las cuales
diferencian al hombre de las demás formas de vida.

Resumiendo las diversas formas de realismo existentes podemos decir que todas se apoyan en
la misma tesis: hay objetos reales independientes de la conciencia, en lo cual rivalizará con su
antítesis, el idealismo.

IDEALISMO

A pesar de que el término idealismo tiene varias acepciones, epistemológicamente refiere a la


teoría de que no hay cosas reales, independientes de la conciencia. El idealismo solo considera
dos tipos de objetos dentro de los cuales ubica a los presuntos objetos reales: los de la
conciencia tratados por el idealismo subjetivo o psicológico (representaciones, sentimientos,
etc) y los ideales tratados por el idealismo objetivo o lógico (objetos de la lógica y matemática).

Idealismo subjetivo o psicológico: Los objetos no son más que contenidos de la conciencia y
tan pronto como dejan de ser percibidos, dejan de existir. Nuestra conciencia es lo único real y
los objetos no existen más allá de la misma.
El principal representante de esta posición es Berkeley para quien el ser de las cosas consiste
en su ser percibido, o sea que un objeto no es más que un conjunto de sensaciones y no hay
nada más allá de lo percibido. La teoría de Berkeley tenía un fundamento metafísico y
teológico argumentando que Dios era la causa de la aparición de las percepciones. Este
fundamento teológico desaparece más adelante con posiciones como el empiriocentrismo
para el que no existen más que las sensaciones, y la filosofía de la inmanencia para la cual todo
está contenido en la conciencia.

Idealismo objetivo o lógico: Se diferencia del idealismo subjetivo en que no se basa en la


conciencia del sujeto individual, sino en la conciencia objetiva de la ciencia formada no por
procesos psicológicos propios de un sujeto, sino por la suma de pensamientos.
Explicar la realidad mediante esta conciencia ideal no consiste en crear contenidos de
conciencia sino elementos lógicos. Las cosas no se reducen solamente a lo percibido pero
tampoco propone que el objeto percibido tenga referencia con la percepción, sino que se
propone definir lógicamente lo percibido y transformarlo en objeto del conocimiento.

24 Mientras que el realismo plantea que el objeto existe independientemente de la conciencia,


y el idealismo subjetivo afirma que el objeto de conocimiento es algo psicológico, el idealismo
objetivo propone que en realidad los objetos son productos del pensamiento.

25 Diferenciación entre realismo, idealismo subjetivo y objetivo


Ejemplo: Tomar un trozo de yeso
Para el realista el yeso existe fuera e independientemente de la conciencia. El ser se
corresponde a lo percibido.
Para el idealista subjetivo el yeso solo existe en nuestra conciencia y su ser consiste en lo que
percibimos.
Para el idealista objetivo el yeso no existe ni en nosotros ni fuera de nosotros, no existe en
forma pura sino que necesita ser engendrado mediante el pensamiento. El yeso no es ni una
cosa real ni un contenido de la conciencia sino un concepto.

Entre los continuadores del idealismo lógico podemos encontrar al neokantismo, siendo Cohen
uno de sus impulsores que propone que “el ser no descansa en si mismo sino que el
pensamiento lo hace surgir”. Pero recién Hegel llega a definir al principio de esta corriente,
donde la realidad es vista como una idea lógica

26 A pesar de las diferencias que marcan estos 2 tipos de idealismos, poseen una concepción
fundamental en común de que el objeto de conocimiento no es real sino ideal. El “argumento
de la inmanencia” es aquel fundamento en el que se basan esta concepciones, y dice que
cuando pensamos en un objeto lo convertimos en un contenido de la conciencia y sería
contradictorio decir que simultáneamente el objeto existe fuera de la conciencia. Por eso se
dice que no existen objetos reales fuera de la conciencia sino que la realidad se encuentra
encerrada en la conciencia.

27 Mediante el “argumento de inmanencia” se opone el idealismo al realismo mostrando que


su tesis es absurda.
Si bien se puede decir que mediante el pensamiento hacemos del objeto un contenido de la
conciencia, en realidad el objeto seguirá siendo independiente de la conciencia y la
representación mental solamente nos hará presente el objeto. La contradicción planteada en
el argumento fundamental del idealismo no es tal ya que el “ser” pensado es un contenido de
la conciencia mientras que el objeto real es independiente del pensamiento.
FENOMENALISMO

28 En referencia al origen del conocimiento se contraponen fuertemente el racionalismo y el


empirismo, en referencia a la esencia del conocimiento, el realismo y el idealismo.

Kant ha propuesto posiciones intermedias en los dos casos, en el primero formulando el


apriorismo o trascendentalismo y en el segundo caso proponiendo el fenomenalismo.

El fenomenalismo plantea que los objetos existen pero no las conocemos como son sino como
nos aparecen, es decir, no llegamos a conocer su esencia.

29 Coincide con el realismo en que los objetos son reales, pero coincide con el idealismo en
que el conocimiento está limitado a la conciencia.

En comparación con el realismo crítico podemos decir que este también plantea que las cosas
no son como las percibimos, según esta corriente las cualidades secundarias no son propias de
los objetos sino que surgen de la conciencia. El fenomenalismo profundiza esto, negando
también las cualidades primarias (forma, extensión, etc) ya que estas también pertenecen a la
conciencia. Para Kant el espacio y tiempo son parte de nuestra intuición, elementos
sensoriales. Las propiedades conceptuales y no solamente las intuitivas proceden de la
conciencia.

El mundo que conocemos es formado por nuestra conciencia, no podemos conocer como es
prescindiendo de nuestra conciencia y sus formas a priori. Cuando intentamos conocer las
introducimos en las estructuras de la conciencia y ya no tenemos el objeto en si, sino como nos
aparece, o sea el fenómeno

Su contenido esencial puede resumirse en tres proposiciones: 1. La cosa en sí es incognoscible.


2. Nuestro conocimiento permanece limitado al mundo fenoménico. 3.Este surge en nuestra
conciencia porque ordenamos y elaboramos el material sensible con arreglo a las formas a
priori de la intuición y del entendimiento.
CRÍTICA Y POSICIÓN PROPIA

De acuerdo a lo observado el idealismo no llega a demostrar que la posición realista sea


contradictoria y por lo tanto imposible, pero tampoco logra lo mismo el realismo acerca del
idealismo. Mediante el método racional no se logra probar o refutar las teorías del idealismo o
realismo.

Mediante la vía irracional es posible un análisis más profundo para el cual no podemos valer
del idealismo volitivo, el cual se diferencia del idealismo que propone un ser puramente
intelectual, mostrando al hombre como un ser de voluntad y acción y como tal al presentarse
una resistencia a su deseo, experimenta la realidad. Por este motivo es que determinamos que
la convicción del mundo exterior no se basa en un razonamiento lógico, sino en la
experimentación mediante la voluntad.

En esto vemos el fracaso de la teoría idealista, el cual también se demuestra a partir del
problema de la existencia del yo que plantea, problema que es refutado debido a la
autointuición inmediata que nos da la certeza de la existencia. Esto fue analizado por múltiples
autores como San Agustín, Descartes, Maine de Biram y otros , todos los cuales coincidían en
su pensamiento en la certeza inmediata de la existencia de nuestro propio yo.

Solucionada la cuestión de la existencia de los objetos debemos pasar a analizar la posibilidad


de conocerlos, ya sea su esencia o el propio objeto en si (Kant).

En referencia a esto existen dos posiciones opuestas muy marcadas, una es la de Aristóteles
que propone que los objetos tienen una esencia y que la misma es reproducida por la
conciencia cognoscente, y la otra posición es la de Kant que plantea que no existen los objetos
del conocimiento sino que estos son producidos en nuestra conciencia. Para Aristóteles refleja
el orden de las cosas y el conocimiento es una función receptiva y pasiva, mientras que para
Kant la conciencia crea el orden ve al conocimiento como una función activa y productiva.

Algunas críticas se pueden realizar de la teoría aristotélica radican en que esta posición tenía
origen en la estructura del pensamiento griego de su época que influida por el sentido estético
de los mismos que concebía al conocimiento como una representación de lo recibido. Otra
observación radica en la doble existencia de los objetos para esta corriente, tanto fuera como
dentro de la conciencia, lo cual hace más difícil el entendimiento del conocimiento.

La tercera crítica que podemos realizar al modelo aristotélico apunta a que este se basa en la
hipótesis metafísica no demostrada de que la realidad posee una estructura racional, siendo
este un punto débil de la teoría frente a otras. Kant critíca al realismo el hecho de que se base
en una opinión preconcebida sobre la estructura metafísica de la realidad, hipótesis de la que
Kant se abstiene.

Por otra parte a la teoría de Kant también le caben críticas como puede ser el hecho de
considerar a la conciencia como un mecanismo para poner orden al caos de las sensaciones,
siendo así imposible la aplicación a este caos, de las categorías ideadas por Kant. Se debe
reconocer que existe en lo percibido cierto fundamento que nos lleva a a usar determinadas
categorías, por lo tanto no carece de toda determinación como propiedad objetiva del objeto,
independiente de las formas mentales.

A modo de conclusión, vemos que en ambas posiciones antagónicas existen hay reflexiones
muy profundas pero igualmente es difícil llegar a una posición sencilla que contemple todos los
aspectos, decimos entonces que la antítesis del sujeto y objeto se encuentra en el límite del
conocimiento humano y no llegamos a brindar una solución definitiva a este problema.

SOLUCIONES TEOLÓGICAS
LA SOLUCIÓN MONISTA Y PANTEÍSTA

Otra alternativa para brindar una solución al problema sujeto-objeto es remitirse a lo absoluto
como punto de partida para una explicación. Si se concibe lo absoluto como inmanente será
una solución monista y panteísta, y si se lo concibe como trascendente al mundo será dualista
y teísta.

Mientras el idealismo niega a uno de los dos miembros de la relación del conocimiento (sujeto)
y el realismo plantea que ambos conviven, para el monismo los dos conforman una unidad. El
sujeto y el objeto son dos aspectos de una sola unidad.

Uno de sus representantes es Spinoza quien maneja el concepto de “sustancia” la cual se


conforma por el pensamiento que representa al mundo de la conciencia; y la extensión que
representa al mundo material. Como ambos son atributos de la sustancia, necesariamente
tienen que concordar plenamente.

Otro de los representantes de esta corriente es Schelling quien propone que la unidad es la
naturaleza y espíritu, donde se funden objeto y sujeto dependiendo del punto de vista del
observador.

Al plantear estas teorías que objeto y sujeto son idénticos ya no existe problema entre ambos,
pero estas soluciones son metafísicas renunciando a obtener una solución científica del
problema del conocimiento.
SOLUCIÓN DUALISTA Y TEÍSTA

Esta solución plantea la teoría de que a pesar de que en un principio si existe una dualidad
marcada entre objeto y sujeto, pero en el final ambos van a parar a un principio común el cual
plantea que es Dios, quien ha coordinado que concuerden pensamiento y ser. Por lo tanto Dios
es el origen común dl pensamiento y el ser.

Sus principales representantes son Santo Tomás de Aquino y San Agustín, y tiene
continuadores como Leibniz quien plantea que el universo está formado por diversas cosas
entre las cuales existe una armonía dada por Dios, quien también hace concordar pensamiento
y ser.

EMPIRISMO Y ESCEPTICISMO:

Podría pensarse que las afirmaciones del empirismo podrían llevar a conclusiones similares a
las del escepticismo. La filosofía de Hume termina por disolver todo conocimiento y toda
realidad en meras impresiones. Sin embargo, vemos en Hume que esto no conduce
necesariamente a un escepticismo absoluto (como el sostenido por Pirrón). La refutación del
escepticismo extremo la ofrece el natural deseo de vivir. Si bien podemos ser teóricamente
escépticos, no podemos ser escépticos en nuestra vida práctica. Para vivir necesitamos creer.

El escepticismo absoluto nos llevaría a eliminar toda acción y todo pensamiento. Pero eso es
imposible: el instinto, la naturaleza, no pueden ser escépticos. Los pensamientos, por más
escépticos que sean, son vencidos siempre por la vida. Y la vida diaria nos exige creer en esas
verdades.

El pirronismo es destruído una y otra vez por la acción y las ocupaciones de la vida diaria.
Necesitamos creer en la verdad de la causalidad, en el hecho de que unos fenómenos son
efectos de otros( que son sus causas).

Así es la condición humana: necesita creer en verdades que garantizan la posibilidad misma de
la existencia, pero al indagar estas verdades cae necesariamente en la duda. Hume sostiene un
escepticismo moderado, que despierte el sentido crítico y se oponga al fanatismo. Pero se
opone a todo escepticismo que sólo tenga como fin dejarnos sumergidos en la duda y en la
inacción.

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