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HISTORIA DE NUESTRO DISTRITO LURIN

La historia del distrito de Lurín está relacionada con el pasado del valle Sagrado de Lurín,
al tener un desarrollo compartido y al hecho de constituir en el tiempo una unidad
geográfica, económica y política.
Los restos más antiguos del ser humano en el valle de Lurín han sido encontrados en los
cementerios de la Tablada de Lurín con hasta 7,000 a.C. de la Época Lítica. Pero la
formación cultural de una organización estamental data de desde el 200 a.C. y con la
construcción de dos templos grandes de contornos ovalados en el hoy Santuario del Dios
Pachacámac. Un segundo momento de apogeo en el Santuario se dio en el horizonte
medio (700 d.C. a 1200 d.C.) con la presencia masiva de pirámides con rampa y la
influencia Wari. Un tercer momento se da con la formación del señorío de Ychsma (1000
-1470 d.C.) que fue la precedente a la ocupación cuzqueña (1470-1532 a.C.). Lo mas
celebre de toda esta etapa fue la importancia del oráculo del templo, al cual llegaban de
todas las naciones en peregrinación, para formular sus consultas y escuchar sus
predicciones.
La ciudad sagrada mas famosa de toda la costa peruana fue saqueada a la llegada de los
españoles en 1533. Durante la conquista española, el valle de Lurín sufre un traumático
cambio estructural. Se recomponen los espacios de ocupación territorial y atraviesa una
depresión demográfica. Un cronista de la época aseguraba que a la llegada de los
españoles (1533) había 25,000 habitantes en el valle y cuarenta años después (1574) había
desminuido en unos 2,000. En 1573 el valle es visitado por Rodrigo Cantos de Andrade,
quien realiza las famosas reducciones de indios en este lugar, y busca realizar algunas
obras de uso público como fue la reconstrucción del antiguo puente.
Durante este periodo de cambios, las tierras agrícolas y los naturales residentes en este
lugar son dados en encomienda a los conquistadores, para que los puedan evangelizar.
Los encomenderos del siglo XVI fueron Miguel de Estete, Juan de Maldonado, Francisco
Gonzáles, Juan de Villafuerte, entre otros. Estas encomiendas se fueron trasformando en
el siglo XVII, con el protagonismo de nuevos personajes, formándose las haciendas
tradicionales de Lurín: San Pedro, Buena Vista, Villena y Las Palmas.
Este valle tenia un puerto llamado Quilcay, que se había formado alrededor de 1570. Este
se encontraba ubicada junto a la playa de San Pedro, y su actividad económica principal
era la pesca. Quilcay fue el antecedente del posterior pueblo viejo de San Pedro de Lurín.
El pueblo de Quilcay se encontraba frente a las Islas de Cavillaca, tenia una plaza y una
iglesia, desde donde se comenzó a evangelizar a los pescadores del pueblo. En 1598 se
forma la Cofradía de San Pedro con la autorización de Santo Toribio de Mogravejo. Y
con el tiempo el pueblo adopta a aquel santo como su patrón, denominándose
primeramente San Pedro de Quilcay y posteriormente San Pedro de Lurín.
Este pueblo, cuando corría el año 1687, sufre una tragedia, al producirse un maremoto,
que destruye el pueblo. Sobreviven 160 pescadores, que deciden trasladarse a otro lugar.
El espacio elegido se encontraba en la hacienda Chacra Grande (San Pedro), dentro del
mismo valle agrícola, y frente al cerro Centinela que los ayudaría como refugio ante
posibles desastres naturales.
En este nuevo lugar el pueblo comienza a denominarse San Pedro de Lurín. A sus
pobladores se les da tierras agrícolas para que las trabajen, produciéndose con este hecho
una transformación económica y cultural de sus habitantes. Alrededor del año 1700 se
comienza a construir la iglesia San Pedro, y es posible que el protagonista de esta obra
fuera el cura Toribio de Luxan, quien mando construir la pila bautismal en 1734.
Durante el siglo XVIII, la ubicación del pueblo de Lurín, asentado en el cruce de dos
caminos (el camino costero y el camino del valle) hacen que tome importancia y se
convierta en la “capital del valle”.
Durante la colonia la producción agrícola de las haciendas tradicionales de Lurín eran de
pan llevar y frutales. Una hacienda importante, por su extensión, era el de San Pedro,
propiedad de la Congregación San Felipe Neri, que abarcaba casi toda la ribera de la playa
hasta varios kilómetros adentro. Las otras fueron Buena Vista y Villena propiedad de
Francisco Lastres, Mamacona de Pedro Canoli y las Palmas.
Iniciada la vida republicana las haciendas pasan por una etapa de modernización. Un
ejemplo de esto fue la hacienda San Pedro, su administración pasa de manos religiosas a
laicas.
Inicialmente esta es asumida por los militares, durante la primera mitad del siglo XIX:
Agustín Gamarra, Francisca Zubiaga, José Rufino Echenique, J. M. Egusquiza. Durante
esta etapa llega el primer trapiche a vapor del país a San Pedro. Durante la segunda mitad
del siglo XIX comienza a ser administrada por manos civiles: Pablo Elguera y finalmente
Vicente Silva, quien la compra en 1879. Durante esta etapa comienzan a llegar cientos de
chinos coolis, como mano de obra, a la hacienda.
Durante este régimen republicano se establece el distrito de Lurín, existiendo inicialmente
como la única autoridad local el gobernador de Lurín. Pero es mediante ley del 2 de enero
de 1857 que se crea la municipalidad de Lurín, para administrar este espacio distrital que
se había venido configurando durante mucho tiempo. El primer alcalde fue Ignacio Pasión
Soliz, quien juramento en abril de 1857 en la Casa Consistorial del pueblo.
Una obra importante del siglo XIX fue la construcción del Puente de Lurín, sobre el río
del mismo nombre, que fue el primer puente colgante de metal del país. Esta estructura
fue mandada adquirir por el presidente Ramón Castilla en Inglaterra el año de 1850, pero
debido a que las piezas llegaran a finales de su gobierno, el armado y construcción se
termino de hacer a comienzos del gobierno de José Rufino Echenique, quien fue el que la
inauguro en 1851. Este puente tiene su importancia en ser una de las primeras obras de
ingeniería en metal hechas en el país, además fue la que propicio la formación del pueblo
Puente Lurín (Julio C. Tello).
Un hecho importante en la vida agrícola de Lurín, en este periodo, fue la desmembración
de la enorme hacienda San Pedro. En 1901 el dueño de la hacienda, Vicente Silva, divide
su predio para dárselo en herencia a sus hijos, formándose las haciendas: Mamacona,
Santa Rosa, San Pedro, San Vicente, Huarangal, Cacica y el Olivar.
Durante la década del veinte del siglo pasado, el valle de Lurín atraviesa un periodo de
cambio, gracias a la llegada de nuevos medios de comunicación. El ferrocarril Lima Lurín
llega al pueblo de Lurín en 1918, y la carretera Chorrillos- Lurín la manda a construir el
dueño de la hacienda las Salinas en 1923. Estos hechos marcan un antes y un después en
Lurín. Aparecen nuevos hacendados, un ejemplo de ello es Federico Salinas. Las tierras
comienzan a tener un nuevo valor, aparecen denuncios agrícolas, mineros, de agua, etc.
Se establece una comisión técnica agrícola en el valle de Lurín, y se construyen nuevos
canales de irrigación. Las comunicaciones con Lima son más fluidas, y se produce un
repunte comercial. En el pueblo de Lurín llega la luz eléctrica en 1925, cinema en 1924,
y se construye la plaza principal con glorieta, bancas y jardín en 1925 dándosele el
nombre de Plaza Leguia.
En la actualidad el distrito está conformada por cinco zonas (Villa Alejandro, Julio C.
Tello, Huertos de Lurín, Lurín cercado y Km.40) con una extensión de 200 km2 y una
población estimada de 96,331 habitantes.
Lurín, Santuario Histórico
Posted on October 15, 2012 by Lurín es Chillin'
Hablar de Lurín es hablar de su historia. En principio, porque conocer la historia de un
pueblo es conocer los caminos que lo fueron llevando y lo fueron convirtiendo en su

modelo actual. Es hablar de su origen.


También de su ubicación, pues se halla en el centro del Valle de Lurín. Pero es el origen
y su proceso de formación en lo cual nos enfocaremos para conseguir envolvernos en su
crecimiento, en su línea de tiempo, su legado.
Para ello debemos remontarnos a muchos siglos atrás. Si bien es cierto, el 2 de enero de
1857 se funda el distrito de Lurín, esta historia se iría formando por medio de diversos
sucesos.
Los antecedes históricos se vinculan directamente con el Valle Sagrado de Lurín. Aquel
valle que se cree tuvo un punto de partida en la Época Lítica, hace aproximadamente
7,000 A.C. (Esto por el hecho de hallarse restos humanos con dicha antigüedad en dicha
ubicación).
No obstante, el hecho de hallar restos no implica la formación cultural en el Valle Sagrado
de Lurín. Fueron dándose una serie de hechos que desencadenaron esa formación.
Una aproximación casi exacta a la época en que data esta formación cultural y estatal, se
refiere a 200 A.C. con la construcción de dos templos ovalados que se ubican actualmente
en el Santuario del Dios Pachacámac.

Aquella representaría en primera instancia el punto


de partida hacia un concepto organizacional que se iría germinando en dicho valle.
Pero los hechos continuarían dándose para la estructuración. Es así que el segundo suceso
a tomar en cuenta se refiere a 700 D.C. – 1200 D.C. cuando se comenzaron a construir
pirámides con rampa que se influenciaban de la cultura Wari. Estas construcciones se
convirtieron en una práctica muy común.
Aquello constituiría el segundo momento importante en aquella línea de tiempo de
formación.
Y continuando su proceso evolutivo, se concretó una nueva etapa en la cual se formaría
el Señorío de Ychsma (Se basó en su influencia religiosa) de 1000 D.C. – 1470 D.C.
Esto sería un precedente a la conquista cuzqueña que data de 1470 D.C. – 1532 D.C.
Pero sin saltearnos esta importante etapa, enfatizaremos el aspecto religioso que
trascendió en dicho Señorío, donde el oráculo del templo se convirtió en el guía espiritual,
pues era el encargado de dirigir el bien y el mal. Miles de peregrinos de diversas naciones
llegaban al oráculo, en busca de consultas, y las predicciones que determinarían su
destino.
Como mencionamos líneas arriba, la conquista del imperio cuzqueño influenciaría en
gran término en esta ciudad, que era la más famosa en la costa peruana.

Esta influencia sería opaca por la llegada invasiva de los españoles, allá por el año 1533.
Esta nueva conquista de parte de los europeos determinó una variación considerable en
todo aspecto estructural en que se destacaba el Valle de Lurín. El cambio fue abrupto y
esto se hace notar en un análisis hecho por un cronista de aquella época, quien informó la
desaparición de casi 23,000 habitantes del valle (Eran 25,000 hasta antes de la llegada de
los españoles, convirtiéndose en 2,000 tras 40 años de dicha conquista).
Esta exterminación se atribuye a Rodrigo Cantos de Andrade, quien tras la llegada a dicho
valle se encargó de las reducciones de indios. Además se encargó de reconstrucciones y
nuevas formas de constitución.
Los conquistadores se hacen de las tierras y diversas maravillas culturales que ofrecía la
naturaleza del valle, encargándose además de evangelizar.
Tomarían protagonismo los encomenderos del siglo XVI (Miguel de Estete, Juan de
Maldonado, Francisco Gonzáles, Juan de Villafuerte, etc.) pero hacia el siglo XVII se
hacen presente nuevas personalidades que permiten la formación de haciendas que se
irían ubicando en Lurín, como lo son: San Pedro, Buena Vista, Villena y Las Palmas.
En el valle también se ubicó el puerto Quilcay, que se fue formando en el año 1570

aproximadamente. Se encontraba cerca a la


playa de San Pedro donde destacaba la actividad pesquera.
Los españoles se encargarían de evangelizar a sus pobladores y pescadores. Este pueblo
sufriría una tragedia con el impacto de un maremoto que se encargó de devastarlo en el
año 1687. La supervivencia de sus pocos pescadores (alrededor de 160) les permitió la
idea de empezar de cero, refugiándose en la hacienda Chacra Grande (San Pedro) donde
formaría su nueva comunidad valiéndose de las tierras agrícolas para trabajarlas y
transformarse económica y culturalmente.
El tiempo transcurría y por el año 1700 se construye la iglesia San Pedro, de quien se cree
es obra del cura Toribio de Luxan.
Las haciendas se convirtieron en el punto de abastecimiento para la nueva forma
comunitaria que se iría desarrollando en Lurín a partir de los años 1700 hacia adelante.
La hacienda de San Pedro era muy importante donde se destaca su extensión y variedad
de frutales. Esta hacienda era propiedad de una Congregación la cual se llamaba San
Felipe Neri, encargada de hacerse de casi toda la costa, las playas y sus cientos de
kilómetros a los cuales se adentraba hacia el mar. Otras haciendas importantes eran las de
Buena Vista y Villena, declaradas propiedades de Francisco Lastres, Las Palmas y

Mamacona de Pedro Canoli.


Lurín se acercaba a una etapa republicana en la cual hubo un énfasis en la modernización
a las cuales debía someterse a las haciendas destacadas en dicha población. Es así que la
hacienda de San Pedro cambiaría de propietario, pues del poder religioso pasa al poder
laico, es decir, un estado que no consideraba la religión como parte del rol protagónico al
momento de decidir en el aspecto económico y político al que se enfocaba la comunidad
de Lurín. Esto no sería únicamente en Lurín, sino en diversas partes del Perú.
Al asumir el estado laico aparece la mano militar. Esto repercute en la hacienda de San
Pedro. Todo ello se va desarrollando en la primera mitad del siglo XIX, donde personajes
como Agustín Gamarra, Francisca Zubiaga, etc.
El dominio militar desaparecería en la segunda mitad del siglo XIX, donde la
administración de San Pedro de Lurín cae en manos civiles: Pablo Elguera en un
comienzo, y Vicente Silva posteriormente se hizo cargo de la hacienda.
Fue así que en este marco político se establece el distrito de Lurín. En un principio, la
única ley era el gobernador, pero aparecería una ley el 2 de enero de 1857, donde se decide
crear la municipalidad de Lurín. Su primer alcalde sería Don Manuel Pasión Solis,
juramentando en abril de 1857.
El crecimiento en Lurín se vería materializado en la construcción de un puente: El Puente
de Lurín, que fuese ubicado sobre el rio de Lurín. Este sería el primer puente colgante
fabricado en el Perú.
Se había ideado fabricar este puente en el gobierno del presidente Ramón Castilla. Es
más, se mandaron adquirir las piezas en Inglaterra en el año 1850, pero estas no llegaron
sino hasta el final del mandato de Castilla, siendo en el gobierno de José Rufino
Echenique donde se inauguraría dicho puente (1851 para ser exactos)
Tiempo después se daría un hecho importante en el aspecto agrícola en Lurín. Y es que
la hacienda San Pedro, en 1901, como pertenencia de Vicente Silva, este decide dividirla
y entregarlas como herencia a sus hijos. Es así que se forman las siguientes haciendas:
Mamacona, San Pedro, San Vicente, Huarangal, El Olivar, Santa Rosa y Cacica.
Con la llegada de los medios de comunicación, por los años 20 del siglo pasado, Lurín
tendría un periodo de cambio. Llegaría el ferrocarril Lima Lurín en 1918 y se construiría
la carretera Chorrillos-Lurín. Es así que Lurín se va enlazando con la capital, tratando de
mantener los flujos de comunicación y participación del distrito.
Se hace un trabajo complejo en las tierras agrícolas, desarrollándose nuevas técnicas y
nuevos canales de irrigación en el Valle de Lurín.
Fue en 1925 en que llegaría la luz eléctrica por primera vez. Se construye en ese mismo
año la primera plaza en el distrito, dándose el nombre de Plaza Leguía.
En el presente, el distrito se encuentra dividido en 5
zonas, las cuales son: Villa Alejandro, Lurín cercado, Huertos de Lurín, Julio C. Tello y
Km. 40.
Su extensión es de aproximadamente 200km2 y posee 96,331 habitantes.
En el aspecto de educación y sociedad, Este distrito cuenta con uno de los mejores
institutos de la región, como es el Instituto Diocesano Tecnológico Superior “San José
del Sur” en el cual se les da la oportunidad a los alumnos de estudiar y trabajar en el
mismo establecimiento.
El actual orden político de Lurín se distribuye con el alcalde de Lurín: El Sr. Juan Jorge
Marticorena Cuba, del partido aprista peruano (APRA). Los regidores son: Luis Antonio
Cuya Silva (APRA), José Severo Zavala Manco (APRA), Rosa Amelia Justiniano de
Pineda (APRA), Mario Carrasco Béjar (APRA), Amelia Lachos Samamé (APRA), Rosa
Julia Huapaya Alvarado (APRA), Williams Omar Fuentes Padilla (PPC), Ángel Fidel
Díaz Huayanca (PPC) y Segundo Manuel Pedemonte Saavedra (PPC). El obispo del
distrito de Lurín es: Carlos García Camader (2006 – Actualidad).

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