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La violencia doméstica contra el varón o violencia intrafamiliar contra los hombres es un

concepto utilizado para referirse a la violencia ejercida en el terreno de la convivencia familiar


o asimilada por parte de la pareja del varón; comprende todos aquellos actos violentos, desde
el empleo de la fuerza física, hasta el hostigamiento, acoso psicológico o la intimidación.
Se han realizado relativamente pocos esfuerzos para alentar a las víctimas masculinas a
informar. Los hombres que denuncian violencia doméstica pueden enfrentar el estigma social
con respecto a su percepción de falta de machismo y otras denigraciones de su
masculinidad.12 Además, la violencia de la pareja íntima (VPI, o IPV en inglés) contra los
hombres generalmente es menos reconocida por la sociedad que la violencia contra las
mujeres, lo que puede actuar como un bloqueo adicional para los hombres que informan sobre
su situación.13
La prevalencia relativa de la VPI contra los hombres con respecto a la de las mujeres es muy
controvertida entre los diferentes estudios, y algunos países no tienen datos en absoluto.
Tanto para hombres como para mujeres, la violencia doméstica es uno de los delitos menos
denunciados en todo el mundo.456
El IPV contra hombres es un área de investigación controvertida, con términos como la
simetría de género, el síndrome del marido maltratado y el IPV bidireccional que provocan un
gran debate

Por otro lado, muchos hombres abusivos adoptan fácilmente una identidad de víctima. Por
ejemplo, O. J. Simpson a menudo se refería a sí mismo como un "marido maltratado".15 En
casos como este, reportar la victimización de IPV puede llevar a exponerse a sí mismos como
abusadores.16 Las víctimas masculinas pueden temer a las personas asumiendo que la mujer
es la verdadera víctima, y deben haber estado actuando en defensa propia o tomando
represalias por el abuso.
Algunos investigadores sugieren que las estadísticas de violencia contra los hombres son
poco concluyentes o contradictorias17 mientras que otros señalan que se producen ataques
femeninos contra el hombre en igual medida que contra las mujeres;18 luego, los registros
policiales y judiciales indican que el porcentaje de violencia masculina contra la mujer es
significativamente superior, aunque puede deberse a la mencionada ausencia de denuncias y
casos observables.19
En este contexto, varios estudios realizados principalmente en Estados Unidos muestran una
prevalencia que oscila entre de 0,2 a 1,4 por mil hombres,20 o que en 2005 aproximadamente
un 19,1% de los varones casados son víctimas —donde se incluyen 8,3 puntos porcentuales
correspondientes a violencia doméstica cruzada— y 16,9% de los varones en relaciones no
maritales son víctimas —donde se incluyen 8,1 puntos porcentuales correspondientes a
violencia cruzada—;21 en 2010, de acuerdo a la National Crime Victimization Survey del total
de víctimas de violencia de pareja un 19,9% fueron varones;22 comparado con los datos de la
National Crime Victimization Survey en 1977, donde sólo 3% de los actos de violencia dentro
de la pareja implicaban actos perpetrados por mujeres y 97% a los varones,23 se observaría
un crecimiento significativo en los reportes de prevalencia. Respecto a
los asesinatos perpetrados por mujeres entre 1976 y 1987 en dicho país, se estima que un
31,4% fueron realizados contra su pareja o ex-pareja —aunque aquí debiera incluirse el
porcentaje de asesinatos provocados en la llamada «legítima defensa», en los cuales
generalmente suelen haber casos de violencia contra la mujer—.24
De acuerdo a los resultados de un estudio en Australia en 2005, el 0,9% de los encuestados
varones habría recibido violencia de su pareja actual —versus 2,1% de las mujeres
encuestadas—, mientras que un 4,9% adujo haberla recibido de sus ex parejas —versus 15%
de las encuestadas—.25 Otro estudio del mismo país que se realizó en 1999 estimó que 12,1%
de los hombres reportó abuso físico o emocional por parte de su actual o ex pareja.

Hechos y cifras: Acabar con la violencia


contra mujeres y niñas
Varias formas de violencia
 Se estima que el 35 por ciento de las mujeres de todo el mundo han sufrido violencia
física y/o sexual por parte de su compañero sentimental o violencia sexual por parte de
una persona distinta a su compañero sentimental en algún momento de su vida. Sin
embargo, algunos estudios nacionales demuestran que hasta el 70 por ciento de las
mujeres han experimentado violencia física y/o sexual por parte de un compañero
sentimental durante su vida [1].

 Violencia en contra de la mujer



De acuerdo a la legislación vigente en Guatemala, el Instituto Nacional de
Estadística, es el responsable de dar cumplimiento a lo establecido en el
Artículo 20 de la Ley contra el femicidio y otras formas de violencia
contra la mujer (Decreto 22-2008), en el cual se norma que “El Instituto
Nacional de Estadística -INE- está obligado a generar, con la información
que deben remitirle (…) indicadores e información estadística, debiendo
crear un Sistema Nacional de Información sobre Violencia contra la
Mujer”. Según Artículo 3, inciso j) de la Ley en mención, Violencia contra
la mujer se entiende como “Toda acción u omisión basada en la
pertenencia al sexo femenino que tenga como resultado el daño inmediato
o ulterior, sufrimiento físico, sexual, económico o psicológico para la
mujer, así como las amenazas de tales actos, la coacción o la privación
arbitraria de la libertad, tanto si se produce en el ámbito público como en
el ámbito privado”.

Violencia conyugal

Los aspectos esenciales de la Violencia conyugal quedan al descubierto cuando se


define a la violencia como una presión psíquica o el uso de la fuerza ejercida contra una
persona con el propósito de obtener fines contra la voluntad de la víctima, produciendo
daños que pueden ser físicos, psicológicos o sexuales.

Ejemplos de violencia doméstica y conyugal

 Pegar, golpear, abofetear, quemar, apuñalear o disparar.


 Insultar a alguien, tratarla sin respeto o avergonzarla, culparle sin razón, amenazar.
 Forzar a una mujer a tener relaciones sexuales, mirar o participar en actividades
sexuales en contra de su voluntad.
 No permitirle a una mujer salir o visitar a su familia y amistades, enterarse a todos los
lugares a donde va, no dejarla trabajar fuera de la casa.
 Amenazarla con retirarle el apoyo emocional o financiero, malgastar el dinero cuando
la familia lo necesita.
 Forzar a alguien a trabajar y quitarle el salario.
 Alimentar a la mujer con menos comida que al resto de la familia.
En qué consiste el alquiler de vientre?
Comúnmente se denomina así al hecho de “rentar el útero” de una mujer para que
lleve adelante un embarazo deseado por otra pareja, cuyo integrante femenino no
está en condiciones físicas de hacerlo. DEFINICIÓN DE

ALQUILER DE VIENTRE

La noción de alquiler de vientre se asocia a conceptos como alquiler de útero,


madre de alquiler, madre gestante y otras ideas que refieren al acto que realiza una
mujer cuando acepta llevar en su cuerpo un embrión que fue engendrado, a través
de la técnica de fecundación in vitro, por otra persona.

Cuando una pareja no logra concebir un hijo de manera natural, puede apelar a
diferentes métodos. Entre ellos, existe la posibilidad de recurrir al alquiler de
vientre. De este modo, puede establecer un contrato con una mujer que se
compromete a llevar en su útero un embrión para que se desarrolle. Así, la madre
gestante cursa el embarazo y, cuando el niño nace, lo entrega a la pareja en
cuestión.

Es posible que, en dicha pareja, el hombre aporte los espermatozoides y la mujer,


los ovocitos. La fecundación se desarrolla en un laboratorio y luego el embrión se
instala en el útero de la madre de alquiler.

El alquiler de vientre implica diversos aspectos legales y éticos. En algunos casos,


se trata de una decisión solidaria de la mujer que aporta su cuerpo para que el
embarazo se lleve a cabo. En otros, existe una compensación económica de parte de
la pareja que se quedará con el niño hacia la mujer que alquila su vientre. Por lo
general se firma un contrato donde se establecen las responsabilidades y
obligaciones de todas las partes, tanto durante el embarazo como tras el parto.

Quienes defienden al vientre de alquiler lo hacen porque permite ser padres a


quienes por determinadas circunstancias no pueden serlo de manera natural. No
obstante, quienes están en contra exponen que supone realizar un gran desembolso
económico que no todo el mundo se puede permitir porque, entre otras cosas, solo
está legalizado en determinados lugares del planeta.

Sea como sea, lo cierto es que, en los últimos años, ha cobrado especial relevancia y
ha propiciado que incluso ya haya partidos políticos que abogan por permitirlo.
El chantaje emocional es una forma de control que recurre a la culpa, la obligación
o el miedo. El objetivo es conseguir que otra persona actúe de acuerdo a unos
intereses que van en favor de quien hace el chantaje.

Es una manera de manipular la voluntad ajena que se basa en provocar


sentimientos negativos de los que la persona chantajeada no parece poder salir,
salvo que haga aquello que quiere el “chantajeador”.

El chantaje emocional está infiltrado en nuestras relaciones por lo que, en ocasiones, es


complicado determinar cuándo somos chantajeados o cuando ejercemos de chantajistas. Suele
hacerse de manera inconsciente y esto hace más difícil detectar la manipulación.

Frases como “tú sabrás lo que haces”, “allá tú con tu decisión” o “si me quisieras no harías eso”
son un ejemplo de manipulación. A veces, mensajes que a priori parecen inofensivos pueden llevar
una carga de intencionalidad, buscan meter miedo a la otra persona si no cumple con los deseos
del chantajista.

Generalmente asociamos la manipulación con personas maquiavélicas, retorcidas y egoístas. Pero


en la práctica, todos recurrimos alguna vez algún tipo de chantaje emocional. Uno ejerce el papel
de manipulador siempre y cuando se intenta controlar lo que dice o hace otra persona, se exige y
no se da alternativa de elección o se dinamita la autoestima ajena.

Cómo es un manipulador emocional?

Ya hemos señalado que puede ser complicado identificar el chantaje emocional. Sin embargo, las
personas que tienen tendencia a manipular comparten una serie de rasgos característicos.
En primer lugar, se trata de personas capaces de detectar las debilidades del otro. Y no solo las
identifican, sino que no tienen reparo en aprovecharse de ello para utilizarlas en su contra.
Además, suelen ser personas muy controladoras.

El manipulador, además, es tenaz. No para hasta conseguir lo que busca cualquier medio. Los hay
que usan una cierta agresividad, otros el desprestigio o el victimismo y muchos son capaces de
reinterpretar cualquier palabra o gesto de la otra persona en su propio beneficio.

OBLIGACIONES DEL TRABAJADOR

 Cumplir las órdenes e instrucciones del empresario en el ejercicio regular de


sus funciones directivas. Es el deber de obediencia del trabajador que queda
sometido al poder disciplinario del empresario en el caso de incumplimientos
de aquél y siempre que las órdenes o instrucciones no sean abusivas o
ilegítimas.
 Cumplir con las obligaciones concretas de su puesto de trabajo, de
conformidad a las reglas de la buena fe y diligencia. La empresa podrá verificar
las faltas al trabajo por motivos de salud, y el trabajador deberá permitir su
revisión médica. De lo contrario, perderá sus derechos económicos que estén
a cargo del empresario.

 Contribuir a la mejora de la productividad. Al igual que el anterior supone, en


este caso, una concreción del deber general de realizar la prestación laboral
con la diligencia debida.

 No desarrollar actividades concurrentes con la empresa. Aunque tratado en la


ley de manera específica no es más que una concreción del deber general de
buena fe, su finalidad es la evitación de un perjuicio en la persona del
empleador.

 Cumplir las medidas de seguridad e higiene que se adopten, tema relacionado
con la seguridad y salud en el trabajo, y con las medidas de prevención de
riesgos laborales por lo que se refiere a las obligaciones de los trabajadores.

A. Desempeñar el servicio contratado bajo la dirección del patrono o de su representante, a cuya


autoridad quedan sujetos en todo lo concerniente al trabajo.

b) Ejecutar el trabajo con la eficiencia, cuidado y esmero apropiados y en la forma, tiempo y lugar
convenidos.
c) Restituir al patrono los materiales no usados y conservar en buen estado los instrumentos y útiles
que se les faciliten para el trabajo. Es entendido que no son responsables por el deterioro normal ni
por el que se ocasione por caso fortuito, fuerza mayor, mala calidad o defectuosa construcción.

d) Observar buenas costumbres durante el trabajo.

e) Prestar los auxilios necesarios en caso de siniestro o riesgo inminente en que las personas o
intereses del patrono o de algún compañero de trabajo estén en peligro, sin derecho a remuneración
adicional.
f) Someterse a reconocimiento médico, sea al solicitar su ingreso al trabajo o durante éste a solicitud
del patrono, para comprobar que no padecen alguna incapacidad permanente o alguna enfermedad
profesional, contagiosa o incurable; o a petición del Instituto Guatemalteco de Seguridad Social, con
cualquier motivo.

g) Guardar los secretos técnicos, comerciales o de fabricación de los productos a cuya elaboración
concurran directa o indirectamente, con tanta más fidelidad cuanto más alto sea el cargo del
trabajador o la responsabilidad que tenga de guardarlos por razón de la ocupación que desempeña, así
como los asuntos administrativos reservados, cuya divulgación pueda causar perjuicio a la empresa.

h) Observar rigurosamente las medidas preventivas que acuerden las autoridades competentes y las
que indiquen los patronos, para seguridad y protección personal de ellos o de sus compañeros de
labores, o de los lugares donde trabajan; e

i) Desocupar dentro de un término de treinta días, contados desde la fecha en que se termine el
contrato de trabajo, la vivienda que les hayan facilitado los patronos, sin necesidad de los trámites del
juicio de desahucio. Pasado dicho término, el juez, a requerimiento de estos últimos, ordenará el
lanzamiento, debiéndose tramitar el asunto en forma de incidente. Sin embargo, si el trabajador
consigue nuevo trabajo antes del vencimiento del plazo estipulado en este inciso, el juez de trabajo,
en la forma indicada, ordenará el lanzamiento.

J No abandonar el trabajo en horas de labor sin causa justificada o sin licencia


del patrono o de sus jefes inmediatos;
k. No trabajar en estado de embriaguez o bajo la influencia de drogas
estupefacientes o en cualquier otra condición anormal análoga;

l. no portar armas de cualquier clase durante las horas de labor o dentro del
establecimiento, excepto en los casos especiales autorizados debidamente por
las leyes, o cuando se trate de instrumentos cortantes o punzocortantes, que
formen parte de las herramientas o útiles propios del trabajo;

m. no a la violación de normas de trabajo, que constituyan actos manifiestos


de sabotaje contra la producción normal de la empresa.
DERECHOS DE LOS TRABAJADORE

Derechos y deberes laborales básicos de los trabajadores


Dentro de los derechos y deberes laborales básicos de los trabajadores podemos
distinguir:
 Derecho al trabajo y a la libre elección de profesión u oficio.

 Derecho a la libre sindicación. Se refiere a la posibilidad de fundar sindicatos, a


la libre afiliación, y al derecho de los propios sindicatos a fundar


 confederaciones y organizaciones sindicales internacionales y el derecho a
afiliarse a las mismas. Se trata de un derecho que puede ser limitado para
ciertos colectivos (Cuerpos e Institutos Militares).

 Derecho a la negociación colectiva, para los representantes de trabajadores y


empresarios, y cuya principal manifestación es la conclusión de Convenios
Colectivos, normas de primera magnitud en la relación laboral.

 Derecho a la adopción de medidas de conflicto colectivo en defensa de los


intereses colectivos de los trabajadores y empresarios.

 Derecho a la huelga de los trabajadores en defensa de sus intereses.


 Derecho de reunión. Es un derecho que se ejercita dentro de la empresa o
centro de trabajo y se manifiesta en las Asambleas de trabajadores y en la de
los miembros de secciones sindicales.


 Derecho de información, consulta y participación en la empresa.

 Derecho a la ocupación efectiva durante la jornada de trabajo. Este derecho


supone la obligación por parte del empresario de proporcionar al trabajador un
trabajo de modo real y adecuado.
 Derecho a la promoción y formación en el trabajo, esto es, la facultad de
acceder a un trabajo más cualificado, mejor remunerado, o de mejores
expectativas en función de la experiencia y del mérito profesional, y el derecho
a obtener permisos para asistir a cursos de formación y perfeccionamiento.


 Derecho a no ser discriminados directa o indirectamente para el empleo, o una
vez empleados, por razones de sexo, estado civil, edad dentro de los límites
marcados por esta ley, origen racial o étnico, condición social, religión o
convicciones, ideas políticas, orientación sexual, afiliación o no a un sindicato,
así como por razón de lengua, dentro del Estado español. Tampoco podrán ser
discriminados por razón de discapacidad, siempre que se hallasen en
condiciones de aptitud para desempeñar el trabajo o empleo de que se trate.


 Derecho a su integridad física y a una adecuada política de seguridad e higiene
en el trabajo. Con ello nos referimos a las políticas de prevención de riesgos
laborales, es decir, al conjunto de facultades o medidas adoptadas o previstas
en todas las fases de la actividad de la empresa con el fin de evitar o disminuir
los riesgos derivados del trabajo. En caso de riesgo grave e inminente para la
vida o su salud, derecho a interrumpir su actividad laboral, pudiendo también
interrumpirse, de modo total o parcial, la actividad empresarial por esa causa,
en virtud de acuerdo mayoritario de los representantes de los trabajadores, o
por acuerdo mayoritario de los delegados de prevención cuando no sea posible
reunir con urgencia a aquellos.

 Derecho al respeto de su intimidad y a la consideración debida a su dignidad,


incluida la protección frente al acoso por razón de origen racial o étnico,
religión o convicciones, discapacidad, edad u orientación sexual, y frente al
acoso sexual y al acoso por razón de sexo.

 Derecho a la percepción puntual de la remuneración pactada o legalmente


establecida. Es el derecho al salario, que deberá abonarse en la fecha y lugar
convenidos.
 Derecho al ejercicio individual de acciones derivadas de su contrato de trabajo,
esto es, derecho a acudir a los tribunales en defensa de sus derechos e
intereses.

 Matrimonio
El trabajador puede ausentarse del trabajo durante un periodo de 15 días naturales.

Maternidad
 . No se trata propiamente de un permiso sino de una causa de incapacidad
temporal.
 Vacaciones
El periodo de vacaciones anuales retribuidas será el pactado en Convenio Colectivo o
contrato individual. En ningún caso la duración será inferior a 30 días naturales (en su
cómputo se incluyen los domingos y festivos).

lactancia del hijo menor de 9 meses


Dará derecho a disfrutar de una hora de ausencia al trabajo que podrá dividirse en dos
fracciones de media hora.

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