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MARCO TEÓRICO-CONCEPTUAL
VIOLENCIA DE ESTADO
1 Heinz Dieterich ha señalado que el carácter represivo de un sistema social de clase se ejerce
básicamente en tres niveles: primero, a través de la estructura socioeconómica; segundo, por
medio de la represión ordinaria del Estado; y tercero, a través de la represión de Estado en
violación a las normas de derecho nacional e internacional. Esta última forma la ha identificado
como terrorismo de Estado (Dieterich Heinz, 1988).
No pretendemos diluir con esto, las innegables diferencias en la estructura
“Ese olvido […] que requiere una masiva renegación del inconsciente […] por la
cual algo que es evidente puede perfectamente percibirse por los sentidos,
pero al mismo tiempo borrarse como huella mnémica.” (Grüner, 1997 pág. 48).
latente. Esto es, la resolución pactada –no libre de alguna forma de coacción
por una de las partes sobre la otra– tanto como, la imposición por la fuerza; en
social”, como violencia “desde afuera” que debe ser contenida por la
reguladores fallan, es que estos, como el Estado mismo que los pone en
2 “Todas las sociedades históricas se dotan de mecanismos reguladores del conflicto que
establecen pautas, reglas, aparatos para conseguir síntesis entre antagonismos […] cuando
por alguna razón estos mecanismos no funcionan […] aparece la resolución no pactada, a esa
situación específicamente debe llamarse violencia”. Según esta noción del liberalismo clásico
presentada por Arostegui, la violencia sucede en tanto el conflicto social no puede ser resuelto
por la negociación; omitiendo el análisis de aquella violencia primera que origina el conflicto y
sobre la que se levantan aquellos “mecanismos reguladores” y el Estado mismo. (Arostegui,
1994 pág. 30).
3 Recuperando a grandes clásicos como Platón, Hobbes, Maquiavelo, Marx, Weber, Carl
Schmitt, Foucault, Hegel, Sartre y los pensadores de la Escuela de Frankfurt; Eduardo Gruner
da cuenta en un corto ensayo de la capacidad explicativa del binomio “violencia-política” para la
cabal comprensión del funcionamiento del Estado moderno (Grüner, 1997).
La política como continuación de la guerra
represión.” (Foucault, 2002 pág. 27). Segunda hipótesis: “El poder [es]
la guerra; podemos alcanzar una guía para la inteligibilidad histórica del Estado
moderno.4
Clausewitz quien invierte en su obra una tesis muy anterior a él, que dataría de
impugnación popular y luego burguesa contra el poder real reconoció que la ley
4 De su corpus teórico en torno al poder nos interesa sólo aquel que se ocupa del carácter
violento sobre el que se funda y opera el Estado moderno; y no, de su “microfísica del poder”:
esto es de las relaciones de poder que se reproducen en cadena desde la base, de las técnicas
locales de dominación, del poder en sus extremos, de los súbditos en sus relaciones
reciprocas.
5 Nos referimos a la tesis de “la guerra como continuación de la política por otros medios”,
principio que expondría el carácter y fin eminentemente político presente en toda guerra.
(Clausewitz, 1976).
no es pacificación, que “[…] la guerra es el motor de las instituciones y el
constituirían más tarde el cuerpo básico de su teoría del poder, para él: “Las
guerra y por la guerra […] el papel del poder político seria reinscribir
en el lenguaje, hasta en los cuerpos de unos y otros […].” (Foucault, 2002 pág.
29).
54-55).
6 Para Foucault se han conculcado “falsas paternidades” a este discurso, a saber: Maquiavelo
y Hobbes. En realidad –nos dice el autor– aquel discurso responde en su origen a las
“pulsiones míticas” y “revanchas populares” del pueblo y la aristocracia francesa e inglesa de
los siglos xvii y xviii, reivindicado por sus intelectuales contemporáneos como Edward Coke,
Selden y John Liburne en Inglaterra; H.de Boulainvilliers, N. Freret y Buat-Nancay, E.J. Sieyes,
F.Buonarroti, Augustin Thierry y Courtet en Francia.
acción por la cual, el poder pudo establecerse como tal, pero también y sobre
una parte, los derechos legítimos de soberanía y, por la otra, la obligación legal
más aún, como sustancia del ejercicio del poder; como dominación oculta
entre “iguales”. Finalmente, podemos decir junto con Eduardo Gruner que “la
juricidad estatal.” (Grüner, 1997 págs. 31-32); y porque ésta, una vez inscrita
todo el cuerpo social por una minoría poseedora y la subordinación del interés
sociedad civil.
porque son extremos reales. Por lo demás no necesitan mediación, ya que son
de naturaleza contraria.” (Marx, 1968 pág. 110). Si para Hegel las clases
sociales son la síntesis entre el Estado y la sociedad civil; para Marx “las
(Marx, 1968 pág. 86). En su Crítica a la Filosofía del Estado en Hegel, Marx
como órganos de mediación: “[las clases en Hegel] son una parte del gobierno
contra el pueblo, pero de tal manera que al mismo tiempo tiene el significado
de ser el pueblo contra el gobierno […]. Las clases tienen con respecto al
gobierno [pero] no se nos ha dicho como deben arreglárselas las clases para
conciliación, sino solo como “apariencia”, esto es, como función ideológica de
(Marx, 1968 pág. 105). Roger Bartra comentando a Marx, nos dice: “El Estado
constituyente como una ilusión y un sueño romántico del Estado: como una
Ahora bien, esa mediación aún como ideología existe y esta históricamente
(Bartra, 1978 pág. 14). Mediación que “parece conciliar opuestos, pero en
realidad hay solo una ilusión de oposición, pues se trata de un aparato político
que tiene un solo lado.” (Bartra, 1978 pág. 16). Dicho de otro modo: “La
explica: “Las relaciones jurídicas, así como las formas de Estado, no pueden
[…]”. (Marx, 1970 pág. 11). Desde este punto de vista el Estado capitalista y las
primer tomo de El Capital, Marx afirma que el poder del Estado es “la más
sociedad.” (Marx, 1999 págs. 638-639). Marx no desarrollara sin embargo, una
recogidos más tarde por su colaborador y amigo Friedrich Engels y luego por V.
I. U. Lenin.
En un esfuerzo intelectual por dar continuidad a la obra de Marx, Engels
con Eugene Dühring. Para Engels hay siempre, en todo momento, una
del Estado capitalista y las tareas del proletariado en la revolución, a partir del
examen acucioso y puesta al día de los escritos más importantes que sobre el
torno al Estado como “órgano de dominación de clase […] el orden que legaliza
y afianza esta opresión, amortiguando los choques entre las clases.” (Lenin,
fundamentales de la fuerza del Poder del Estado.” (Lenin, 1979 pág. 8). Esta
que estos antagonismos, estas clases con intereses económicos en pugna, no se devoren así
mismas y no devoren a la sociedad en una lucha estéril, para eso se hizo necesario un poder
situado, aparentemente, por encima de la sociedad y llamado a amortiguar el conflicto, a
mantenerlo dentro de los límites del orden. Y este poder, que brota de la sociedad, pero que se
coloca por encima de ella y que se divorcia cada mas de ella, es el Estado.”(Lenin, 1979 pág.
6).
9 Según Lenin, “Tenemos derecho de hablar de destacamentos especiales de hombres
armados, pues el Poder público propio de todo Estado, no coincide directamente con la
población armada, con su organización armada espontanea”. (Lenin, 1979 pág. 9)
HEGEMONIA, CRISIS Y RESOLUCIÓN POLITICA
Estado capitalista; así como la adopción del paradigma terrorista como forma
reforzada por la coerción.” (Gramsci, 1971 pág. 178). Tenemos que distinguir
sociedad civil, “[…] la escuela como función educativa positiva y los tribunales
como función educativa represiva y negativa […].” (Gramsci, 1971 pág. 176).
autoritaria privilegia las soluciones de fuerza –dominio– pero sin renunciar por
Crisis de hegemonía
explicita; es entonces cuando el lugar del Estado como poder público que se
Resolución política
En contraste con los centros del sistema, en las regiones donde el desarrollo
separación completa del Estado para con su sociedad elevándose por encima
de lo que Bartra denomina “el poder despótico burgués”. Aquel poder, donde el
TERRORISMO DE ESTADO
Estado no está dado por la cantidad y magnitud de sus actos, sino por la
sus opositores políticos y los efectos expansivos que ello genera hasta
imponerse una situación de miedo social ampliado. No hay por tanto, una
terrorista de un Estado.
dominio
sentido: “La única consistencia del terrorismo viene dada por una actitud social:
una violencia tan incierta como cercana.” (Escalante Gonzalbo, 1991 pág. 137).
pág. 168).
que, la impotencia del individuo y lo inviable que resulta para éste, pensar si
11 Para conocer del concepto “dominio sin hegemonía”, véase (Guha, 2002).
La “estrategia de terror para las masas” derivaría en última instancia, en la
crítica respecto de los otros. Indiferentes a “la cosa pública”, su vida privada
adquiere preeminencia, ella les ofrece el último lugar de seguridad pues toda
relación, toda asociación se advierte como sospechosa; es por ello que Hana
que se concretiza para algunos, pero que es efectiva para todos. O como lo
sociedad y el Estado que la conduce como referente único del orden frente al
caos.
abandonada.
13 Coacción física y psíquica de poder que penetra la conciencia de cada uno de los miembros
de la sociedad y que tiene influencia en todas las instancias de la vida cotidiana, marcada por
el terror que degenera en retraimiento e indiferencia hacia los demás.
14(La Historia y los discursos: una contribución al debate sobre el realismo histórico, 2008 pág.
63).
o cuando el poder advierta la imposibilidad de continuar su ocultamiento;
acciones por encima del derecho. Al respecto, Gonzalbo Escalante explica: “La
lógica militar del Estado como terrorista lo lleva a expresar su relación con la
torno a la fuerza, sino precisamente por ello.” (Escalante Gonzalbo, 1991 pág.
170). Dos ideas serán recurrentes en la trama discursiva del terror: la razón de
Estado –el fin que justifica los medios– y la transitoriedad del recurso a la
fuerza. “La razón de Estado es el parapeto moral del terror […] pretende el
como axioma ético […].” (Escalante Gonzalbo, 1991 pág. 141). A la razón de
justifique cualquier acción violenta por parte del Estado. “Esgrimir la amenaza
del caos es […] un argumento muy sugestivo con que cuenta el discurso del
capital, obligando a las clases dominantes a replantear una y otra vez, tanto
y los tiempos en que debe ser sustituida por alguna forma de consenso más o
su principio de funcionamiento.
carácter, [de] prestarle forma definitiva a lo social, no sin diluirse, sin proponer
de las formas de dominio burgués, hay en el caso del terrorismo una condición
inquietud persisten, por más drásticas que sea la eliminación de sus formas
realidad. Dicho de otra forma, se pasa de los individuos inciertos y sin conflicto
Como lo explica Escalante Gonzalbo: “[el terror] es una política que se calcula
ha despertado las fuerzas sociales que dormían bajo la ilusión del velo
democrático.
en el mundo subdesarrollado
Para James Petras: “El significado de la acción terrorista del Estado, no puede
ser entendido como un acto público autónomo. Por el contrario [debe ser]
deja de ser así, una fórmula política de esta o aquella burguesía local, un
fenómeno nacional o aún regional; para revelarse como una forma de dominio
2000. 84-206-2950-2 .
pág. 136.
pág. 57.
289. 968-16-6458-2.
9505811780.
Progreso, 1977.
Marx, Karl. 1968. Critica a la filosofia del estado y del derecho de hegel.