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CURSO: e-Lenguaje

U7M3

Narrativa 1: Elementos básicos de la narración. Formas


narrativas orales, escritas y audiovisuales.

1. Elementos básicos de la narración literaria

¿Por qué necesitas contar lo que te pasa? Recordar o informar da vida y orden a tu
experiencia, permite que la comprendas mejor, viéndola desde otras perspectivas;
cuando te enfrentas a la experiencia de otros, puedes identificarte con lo que les
pasa e iluminar tu propia experiencia. Cuando relatas algo, realizas un texto
narrativo.

Los textos narrativos, tanto literarios como no literarios, comparten formas y


elementos básicos comunes:

CONTEXTO DE PRODUCCIÓN (3)


CONTEXTO DE RECEPCIÓN (4)

MUNDO POSIBLE (9)

Espacio (7)
Narrador (5)

Narratario (6)
Narratario
Narrador

Emisor Acciones realizadas Receptor


(autor) (1) por personajes (8) (lector real) (2)
(1) Emisor: quien crea el mensaje y tiene la intención de comunicar. En los
medios de comunicación y en la literatura, el autor se corresponde con el
destinador, quien posee la intención, y el narrador con el emisor, quien
cuenta la historia. La intención del autor es representar la realidad a partir del
relato, por lo que el mensaje literario (la narración), significa en múltiples
planos: el acontecer y el discurso que éste construye.

(2) Receptor: quien recibe el mensaje. El lector proyecta sus expectativas en el


texto literario (entretención, formación moral, contemplación estética, etc.) y
juzga según ellas.

(3) Contexto de producción: el momento y el lugar en el que se produce


una obra literaria es importante pues es precisamente lo que la obra busca
representar (aunque las obras clásicas universales tienen la propiedad de
trascender a su época y representar la condición humana general, haciendo
válido su punto de vista para cada época posterior). El contexto de
producción aporta la ideología o visión de mundo imperante en una
realidad local y temporal, cómo el autor vincula su propia ideología o visión de
mundo en ésta, los valores estéticos propios del período y la forma de
concebir los géneros literarios.

(4) Contexto de recepción: el punto de vista particular del lector que recibe
la obra, según su cultura, edad, ideología particular, etc. (incluso su
estado de ánimo). La época del lector también será importante en el circuito
de comunicación literaria. Si aquél es contemporáneo a la producción de la
obra, buscará ver reflejados su realidad y visión de mundo. En el caso de no
serlo, cotejará el contexto de producción de la obra con el suyo, buscando qué
ha trascendido, qué puede aprender de épocas anteriores, o comparando
distintas visiones de mundo, por ejemplo.

(5) Narrador: el narrador es el personaje o la “conciencia” que mediatiza entre el


mundo narrado y el lector, el encargado de contar la historia.

(6) Narratario: el narrador se dirige a alguien en particular, el narratario, quien


funciona como un “personaje receptor” del relato. En muchos casos se apela a
éste como lector, para generar diversos efectos de verosimilitud o de juegos
literarios, como el famoso “desocupado lector” cervantino.

(7) Espacio: el lugar en que existen los personajes que actúan en la obra
narrativa se conoce como espacio. Éste se refiere tanto al espacio físico como
al cultural y sicológico.

(8) Personajes: los personajes son personas posibles que interactúan entre ellas
o con su medio. En el caso de ser animales o cosas personificadas,
representan seres humanos, con todas las dimensiones que ello implica:
sociales, personales, sicológicas, morales, etc.

(9) Mundo posible: el espacio en que los personajes actúan implica cierta
“lógica” de realidad. Así como nuestro mundo físico está gobernado por ciertas
leyes, los textos narrativos generan mundos donde se aplican leyes según el

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tipo de realidad que representan. Se dividen en mundos parecidos al real y
mundos no reales.

2. Formas de narración: oralidad, escritura, cine y cómic

Oralidad. Las formas literarias orales se remontan hacia los tiempos en que el hombre
comenzó a construir su memoria e identidad. En el caso de la narrativa, están
directamente relacionadas con la construcción histórica y moral, y el reforzamiento de
la identidad a partir de héroes o dioses. Los relatos orales tienen en común una
organización muy simple, y tendencia a la repetición e imitación de episodios,
estructuras y enunciados, para facilitar su memorización. En muchos casos,
cuentacuentos, juglares, trovadores, Minnesingers y otros narradores orales tenían la
posibilidad de interactuar con su público, modificando la historia según sus
necesidades. Ejemplos de literatura oral son los mitos, las leyendas, los romances y los
cuentos infantiles.

Escritura. Una vez que el hombre fija sus relatos en textos, se abren nuevas
potencialidades para éstos. Ya no solo tiene que ver con recordar y reconocerse, el
texto permite una permanencia de lo dicho y abre la posibilidad para la contemplación:
reflexionar sobre las acciones, las connotaciones, los matices, las estructuras. Cuanto
pierde el relato oral en interacción o agilidad, lo gana en profundización,
experimentación formal y detalle iluminador.

Cine. El cine es una forma de narración audiovisual. Utiliza distintos códigos para
generar el relato (proxémicos, kinésicos, paralingüísticos, verbales, icónicos,
musicales, etc.), pero en términos de los elementos básicos, funciona como cualquier
narración: un emisor (la cámara) nos muestra una secuencia de acciones realizadas
por personajes en un mundo, que conforman una historia y en la que vemos reflejados
la condición humana y un contexto determinado. El cine utiliza la visualidad como un
lenguaje en sí mismo, con sus propios códigos; la música, para apoyar sus propósitos
estéticos, y el lenguaje verbal no solo como una forma de interacción, sino también
como generador de discursos.

Cómic. El cómic es una secuencia de imágenes y texto que relatan una historia. A
medio camino entre el cine y la narrativa, busca que el lector complete las secuencias
a partir de los indicios entre una escena y otra. Cuenta con un narrador que completa
la información entre una imagen y otra, o entrega perspectivas, comentarios sobre lo
narrado, apelaciones al lector, etc.

3. Diferencia entre historia y relato

Los relatos literarios apuntan a una narración que no solo informe sobre lo que ocurre,
como pasa con el periodismo, sino que lo haga de forma estética. De ahí que la
disposición de los hechos sea tanto o más importante que el acontecer en sí.

En la narrativa se distingue entre dos planos: el relato y la historia.

3.1. Relato: el relato es la disposición de los hechos, según un criterio artístico:


aquello que el lector lee. Un orden cronológico hace que los acontecimientos se
vuelvan predecibles o poco interesantes, por lo que los autores disponen la trama de
manera tal de mantener el interés del lector, o de enfatizar ciertos acontecimientos en
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virtud de otros.

3.2. Historia: se entiende por plano de la historia la serie de acontecimientos


cronológicamente ordenados, desde el origen de éstos hasta el final, siguiendo un
criterio temporal y causal. El lector se enfrenta al relato y ordena los hechos,
configurando en su mente la historia lineal.
Ejemplo:

Cuando despertó, el dinosaurio todavía estaba ahí.


Augusto Monterroso, El dinosaurio

La disposición de la historia plantea el inicio del relato en el medio de la situación: en


un tiempo anterior el protagonista está durmiendo, y coexiste con un dinosaurio, ya en
el mundo del sueño, ya en su realidad. Una vez que despierta, éste se encuentra aún
ahí, proponiéndose un final abierto donde algo ocurrirá entre ambos. La incógnita
sobre la situación anterior al sueño y la culminación de la historia le dan su encanto al
cuento. Si se completaran dichos espacios cronológicamente, se perdería el efecto del
relato.

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