Sunteți pe pagina 1din 2

SEDE ORINOQUIA

CURSO LIBRE DE LECTURA Y ESCRITURA

Taller secuencias discursivas II

Nombre de los estudiantes: Sebastian Fernando López Melo y óscar Manuel Marroquín

En el siguiente texto, identifiquen (en grupo de dos) las secuencias descriptivas, explicativas, narrativas y
argumentativas que haya.

Señale en cada párrafo rasgos que las caractericen, como por ejemplo el tiempo pasado en los verbos, los marcadores
de tiempo y lugar para la narración; los verbos conjugados en presente, abundancia de adjetivos y enumeraciones
para la descripción; ejemplificaciones para la explicación; hecho problemático, toma de posición del autor, contraste
de posiciones, razones para adherirse a una idea y conectores lógicos para la argumentación.

Ya están enumerados los párrafos para facilitar el análisis.

MARTE ROJO, VERDE Y AZUL

InSitu (julio 2013)


Ángela Posada-Swafford
twitter@swaforini
1. descriptivo
§1 El omnipresente color naranja-rojizo-óxido está en cada uno de sus picos, cráteres, dunas, cañones y valles, y
hasta en el polvillo eternamente suspendido en la atmósfera, visible sobre la curvatura del planeta. Sus atardeceres
están rebosantes de una luz sublime y hay algo decididamente extraterrestre en el ángulo de inclinación de las
sombras. Marte es rojo, seco y frío; lleno de una pétrea vitalidad que anuncia su esencia: este es un mundo mineral.
2. narrativo
§2 Desde siempre hemos querido saber si hubo allí una generación espontánea de vida animal. O vegetal. O incluso
viral. Parafraseando al autor Kim Stanley Robinson, lo que sea que dé inicio a la vida –una espora proveniente del
espacio (o de la Tierra), un caldo de cultivo en los manantiales de azufre caliente, la mano de un dios– no sabemos
si eso sucedió en Marte.
3. Narrativo
§3 Pero sí podría haber sucedido...
4. Explicativo
§4 En algún momento temprano de su evolución -el planeta se formó hace 15 millones de generaciones humanas,
junto con el resto del Sistema Solar-, Marte tuvo mares, ríos, lagos, nubes, lluvia, nieve, glaciares, costas y canales.
Pero todo eso desapareció. La esfera de roca es demasiado pequeña, está demasiado lejos del sol, y su núcleo de
níquel y hierro -que ya no gira dentro de la corteza- es como una batería apagada. Por su culpa la atmósfera se
congeló y cayó al suelo. El dióxido de carbono se sublimó y formó una nueva y delgadísima atmósfera, mientras que
el oxígeno se pegó a las rocas, tornándolas rojas. El agua se solidificó bajo la tierra en forma de permafrost, y en
otros lugares se filtró kilómetros hacia el subsuelo, eventualmente formando mares subterráneos, cuya suerte se
desconoce. Y sólo los dos polos, cubiertos de hielos de agua y dióxido de carbono, muestran otro color diferente del
rojo.
5. Descriptivo
§5 Ahora queremos hacer nuestra esta bola congelada de roca oxidada -donde no hay prácticamente oxígeno, ni
capa de ozono, ni campo magnético; donde la temperatura mínima es de -90 grados C y la presión atmosférica no
pasa de los 10 milibares (al nivel del mar en la Tierra hay 1,013). Un lugar donde el viento levanta velocidades de
200 kph transportando tormentas de polvo y arena que pueden durar años; donde un adulto pesaría lo mismo que
SEDE ORINOQUIA
CURSO LIBRE DE LECTURA Y ESCRITURA

una maleta, y sobre cuya superficie las cosas están expuestas a 15 rems de radiación al año. Quisiéramos tomar
esta gran desolación y convertirla en campiñas inglesas mezcladas con selva amazónica.
6. Argumentativo
§6 Parada al lado del magnífico robot Curiosity en el clean room del Centro Espacial Kennedy, unos días antes de su
lanzamiento, me maravillo ante el laboratorio más sofisticado, inteligente y grande que hayamos enviado a otro
planeta. Y me pregunto: ¿Podemos devolverle el pulso a Marte? ¿Cómo hacerlo? y, ¿Deberíamos?
7. Explicativo
§7 La receta para revivir un planeta congelado en el tiempo es calentarlo, crearle una atmósfera, regarlo con agua y
protegerlo de todas las inclemencias; así como hacía El Principito con su rosa vanidosa. Pero una cosa es hacer un
planeta apto para la vida, y otra, muy distinta, hacerlo apto para la vida humana.
8. Descriptivo
§8 El oxígeno de la Tierra demoró cientos de miles de años en formarse. En cambio, lo que sí podemos hacer a corto
plazo es calentar a Marte (proceso que conocemos bien), hacerlo habitable a las plantas, que respiran CO2, y
restaurar su gruesa atmósfera de ese gas.
9. Argumentativo
§9 Yo estoy a medio camino entre el ácido debate de los “rojos” y los “verdes” –aquellos que quieren conservar a
Marte tal como está, hasta que se descubra si el planeta tuvo o no vida. Y aquellos que quieren comenzar el trabajo
de restauración y reverdecimiento tan pronto lleguemos, importando de la Tierra toda clase de organismos
extremófilos naturales y sintéticos.
10. Argumentativo
§10 Pienso que sí habría que crear una biósfera en Marte, pero esos genes deben ser marcianos. No terrícolas.
Debemos hallar reliquias de esa vida –congelada o muerta– que sin duda hubo. Y reconstruirla, o mejor aún, hallarla
viva en algún refugio bajo la superficie, y dejarla que nuevamente controle los ciclos biogeoquímicos de ese planeta.
Marte lleno de marcianos es mucho más interesante que Marte lleno de terrícolas.
11. Explicativo
§11 Suponiendo que no haya vida, entonces sí habría que proceder a partir de una roca pelada. Cuando la presión y
la atmósfera lo permitan, la biomasa importada entrará en acción. Habrá que fabricar toneladas de microbios,
cianobacterias, líquenes y hongos resistentes al frío, la deshidratación, la radiación ultravioleta y el exceso de sal. Y
que usen poco oxígeno.
12. Descriptivo
§12 Si bien todos los originales genéticos de esta nueva biota serían terráqueos, el terreno es marciano. Y el terreno
es un ingeniero genético poderoso, que determina qué vive y qué muere, empujando la evolución de nuevas especies.
Y a medida que pasan las generaciones, todos los miembros de la biosfera evolucionan juntos, adaptándose a su
terreno en una compleja respuesta comunitaria. Este proceso, no importa cuánto intervengamos en él, está fuera de
nuestro control. Los genes mutan, las criaturas evolucionan, una nueva biosfera emerge y con esta, una nueva
noósfera (esfera del pensamiento humano).Y eventualmente, las mentes de los diseñadores, junto con todo lo demás,
habrán cambiado para siempre también.

S-ar putea să vă placă și