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20 Deja que el mundo exterior entre en el aula

plemente de lo que se oye. Es preciso animarlos a seleccionar, rechazar, clasifi-


car, implicarse, crear, desarrollar y sintetizar estos sonidos. Es preciso animarlos
a centrarse en los detalles. Como Shirley BRICE-HEATH observa:

… la atención [de los niños] a los detalles se opone a las nociones esperadas y esta-
blecidas del período de atención de los niños muy pequeños. Los cambios en sus
dibujos de antes y después …avalan la buena disposición de los niños para mirar una
y otra vez si se les anima y …se les da la oportunidad.
(2004, pág. 44.)

Quizá deberíamos darnos a nosotros mismos también la oportunidad de vol-


ver a mirar. A continuación proponemos unas tareas que pretenden estimular el
interés y la conciencia del entorno. Aunque funcionarán con toda seguridad con
los niños, usted mismo puede disfrutar igualmente haciéndolas solo, con colegas
o con su familia. Una de las mayores alegrías de enseñar es la de ser un apren-
diz durante toda la vida y estar abierto a momentos de descubrimiento inespera-
dos y no planeados. ¡Redescubra su enorme inquisitividad infantil y no la pierda
de vista nunca!

Sonidos
Deje que los niños experimenten los sonidos de un lugar. Los espacios
inusuales pueden ser sitios interesantes para escuchar. Anime a los niños a
explorar las cualidades sonoras de los materiales disponibles: golpear cubos,
pasar un palo a lo largo de una valla, golpear un poste de metal con diferentes
tipos de materiales de la vida diaria. Intente tamborilear, chasquear y dar golpe-
citos con los dedos. Explore los sonidos gritando por una tubería y tamborilean-
do a diferentes alturas de la tubería de desagüe. Más importante todavía, haga
preguntas a los niños sobre los ruidos que hacen. Consiga que utilicen un len-
guaje apropiado para definir lo que han oído. Hable sobre el timbre: la manera en
la que suenan diferentes objetos. Explore para qué efectos serían buenos los
sonidos. Hable sobre el tono: que algunos sonidos son más altos que otros.
Hágales notar la conexión entre el tamaño y el tono. Cree frases rítmicas.
Practique juegos de eco y ejercicios de preguntas y respuestas. Haga que los
niños exploren sonidos de volumen alto y bajo. Piense en sonidos que se despla-
zan y sonidos que son difíciles de oír. Cree mapas de un paseo sonoro a través
del espacio o represente sonidos en un plano de distribución espacial como el
que aparece a continuación.
Muchos artistas usan estos sonidos para crear paisajes sonoros que
hacen pensar en la naturaleza de un lugar o una idea. Los sonidos se pueden
recoger en una simple cinta de audio o, lo que resulta más interesante, en un
aparato de grabación digital. Se pueden analizar y describir en función de sus
rasgos principales y los niños pueden disfrutar adivinando qué sonidos son.
Se les puede invitar a producir una partitura que muestre los sonidos según
vayan apareciendo, como una pieza de música. Los alumnos mayores pueden
continuar manipulando estos sonidos con programas simples de ordenador,
como el “grabador de sonidos” de Windows. Pueden hacer bucles con los soni-

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