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Una máquina cumple con su objetivo cuando realiza el trabajo para el que fue
creada y es segura. Las máquinas deben diseñarse de manera que el operario no
tengan ningún tipo de contacto con las partes que significan riesgo: engranajes,
elementos cortantes, proyección de materiales, etc.
El diseño de equipos manufactureros con dispositivos de seguridad e interruptores
de la energía incorporados, es de directa importancia para la industria, estas
protecciones (conocidas como resguardos) deben suministrar una protección
positiva, no ocasionar molestias al operador, no interferir con la producción, resistir
al uso normal, prevenir todo acceso a la zona de peligro, no constituir un peligro por
sí mismos y funcionar con un mínimo esfuerzo.
Si un equipo no posee estos resguardos, la probabilidad de que se ocasione un
accidente es muy alta, debido a que muchas veces los operarios creen que son
capaces de realizar su trabajo hasta con los ojos cerrados y sin este tipo de
protecciones, el riesgo que corren es alto.
También es importante darle mantenimiento a esos dispositivos de seguridad, ya
que no se puede tener a los operarios bajo una "falsa seguridad" que solamente
traerá situaciones negativas a la producción de la empresa.
Riesgos de trabajo, identificación, evaluación y
control
La definición de Riesgo de Trabajo, es teoría pura tradicional, en materia del
derecho del trabajo, surgiendo en la historia de la humanidad, en Francia con la
primera Ley de Accidentes de Trabajo, promulgada en 1878, sin embargo, en
nuestro país, la definición legal, quedo plasmada en la Constitución Política de los
Estados Unidos Mexicanos de 1917, misma que por el estado de derecho mexicano,
fue trasladado a las respectivas leyes correspondientes, para encontrarla en dos
artículos, en primer lugar, el artículo 473 de la Ley Federal del Trabajo, así como en
la Ley del Seguro Social en su artículo 41, en ambos casos, se puede definir como
Riesgos de Trabajo:
“Los accidentes y enfermedades a que están expuestos los trabajadores en ejercicio
o con motivo del trabajo”
Sin embargo es preciso, entender el concepto fundamental de los Riesgos de
trabajo, el cual, debido a diferentes autores de la teoría del derecho podemos definir
como lo siguiente:
Un Riesgo de trabajo es aquella probabilidad de ante un determinado peligro se
produzca un cierto daño, pudiendo ser cuantificable, de acuerdo a los siguientes
factores:
Factores o condiciones de Seguridad del trabajo
Factores de origen físico, químico y biológico
Factores derivados de las características del trabajo
Factores de la organización del trabajo
Factores de la organización del tiempo laboral
Factores dependientes de las tareas laborales
El derecho del trabajo, es muy contundente, al afirmar que el patrón siempre será
responsable de los riesgos de trabajo, de acuerdo a diferentes responsabilidades,
que van desde el tipo de contrato laboral, la culpabilidad del propio trabajador, las
actividades laborales que tenga el colaborador, entre otras, sin embargo depende
de la espontaneidad o de la cotidianidad del riesgo, es la clasificación que se puede
tener de los riesgos de trabajo
¿En qué consiste la evaluación de riesgos?
Se entiende por evaluación de riesgos el proceso dirigido a estimar la magnitud de
aquellos riesgos que no hayan podido evitarse. La evaluación consiste en un
examen sistemático de todos los aspectos del trabajo para determinar:
Qué puede causar daño o lesión;
Si los riesgos pueden eliminarse y, si no es el caso,
Qué medidas preventivas o de protección se han adoptado o deben
adoptarse para controlar los riesgos.
Las empresas tienen el deber general de garantizar la seguridad y la salud de sus
trabajadores en todos los aspectos relacionados con el trabajo y de llevar a cabo
evaluaciones de riesgos.
¿Cómo evaluar los riesgos?
Para la mayoría de las empresas, un enfoque sencillo de la evaluación de riesgos
en cinco pasos debería dar buenos resultados. No obstante, hay otros métodos
igualmente válidos, sobre todo si existen riesgos y circunstancias de mayor
complejidad.
Paso 1: Identificación de los riesgos y de los trabajadores expuestos
He aquí algunos consejos que ayudan a identificar cuáles son los riesgos:
Recorrer el lugar de trabajo y examinar lo que podría causar daños;
Consultar a los trabajadores y a sus representantes sobre los problemas con
que se han encontrado;
Considerar los riesgos para la salud a largo plazo, como los niveles elevados
de ruido o la exposición a sustancias nocivas, así como otros más complejos
o menos obvios, como los factores psicosociales o los riesgos asociados a la
organización del trabajo;
Examinar el historial de accidentes y enfermedades de la empresa;
Recabar información de otras fuentes, como:
— manuales de instrucciones y fichas técnicas de fabricantes y
proveedores;
— sitios web sobre seguridad y salud en el trabajo;
— organismos nacionales, asociaciones empresariales o sindicales;
— reglamentos jurídicos y normas técnicas.
Para cada riesgo es importante aclarar quién puede resultar dañado; así será más
fácil establecer la mejor manera de hacerle frente. No se trata de elaborar un listado
con todos los miembros de la plantilla, sino de establecer grupos, como el de las
personas que trabajan en el almacén o el de los transeúntes. Limpiadores,
contratistas o terceros no pertenecientes a la empresa pueden encontrarse
asimismo en situación de riesgo.
Ha de prestarse especial atención a las cuestiones de género, a los grupos de
trabajadores expuestos a un mayor riesgo o que presenten características
especiales. En cada caso, es importante determinar qué daño pueden sufrir, es
decir, qué tipo de lesión o enfermedad puede afectarles.
Trabajadores que pueden verse expuestos a un mayor riesgo
Trabajadores con discapacidades
Trabajadores migrantes
Trabajadores jóvenes y de edad avanzada
Mujeres embarazadas y en períodos de lactancia
Personal sin formación o experiencia
Trabajadores de mantenimiento
Trabajadores inmunodeprimidos
Trabajadores que ya sufren alguna enfermedad, como bronquitis
Trabajadores que toman medicamentos que pueden aumentar su
vulnerabilidad a los daños.
Normas inexistentes.
Normas inadecuadas.
Desgaste normal de maquinarias e instalaciones causadas por el uso.
Diseño, fabricación e instalación defectuosa de maquinaria.
Uso anormal de maquinarias e instalaciones.
Acción de terceros.
Control de accidentes
El desarrollo de la Seguridad Industrial ha permitido implementar una serie de
herramientas que ayudan a prevención de los accidentes y/o enfermedades de tipo
ocupacional. Estos instrumentos de control están insertos en una serie de decretos
de nuestra legislación con el fin de hacer obligatorios su cumplimiento.
Departamento de prevención de riesgos
De acuerdo a lo indicado por el Decreto 40 de 1969 Ministerio del Trabajo y
Previsión Social, toda empresa con más de 100 trabajadores debe formar un
Departamento de Prevención de riesgos, dirigido por un experto en la materia,
profesional o técnico. La contratación del experto será a tiempo completo o parcial,
lo que se definirá de acuerdo a los límites establecidos en el respectivo decreto, art.
10 y 11. Este departamento deberá planificar, organizar, asesorar, ejecutar,
supervisar y promover acciones permanentes para evitar accidentes del trabajo y
enfermedades profesionales.
Además están obligados a llevar las estadísticas completas de accidentes y de
enfermedades profesionales, tales como tasa mensual de frecuencia, tasa
semestral de gravedad y tasa anual de riesgos.
Reglamento interno
De acuerdo a lo indicado por el Decreto 40 de 1969 Ministerio del Trabajo y
Previsión Social, toda empresa o entidad estará obligada a establecer y mantener
al día un reglamento interno de seguridad e higiene en el trabajo, cuyo cumplimiento
será obligatorio para los trabajadores. La empresa deberá entregar gratuitamente
un ejemplar del reglamento a cada trabajador.
Si la empresa o entidad ocupa normalmente 25 o más trabajadores deberá
confeccionar un reglamento interno de orden, higiene y seguridad (art. 149 de la ley
18.620), que contenga las obligaciones y prohibiciones a que deben sujetarse los
trabajadores en relación a sus labores en la empresa o establecimiento.
El procedimiento y contenidos de este reglamento están indicado por el DS.54 de
1969 del Ministerio del Trabajo y Previsión Social.
Derecho a Saber
El D.S.50 de 1988, del Ministerio del Trabajo y Previsión Social estableció la
obligación de los empleadores de informar oportuna y convenientemente a todos
sus trabajadores acerca de los riesgos a que están expuestos en sus labores, de
las medidas preventivas y del procedimiento correcto de trabajo. Esta obligación
puede estar inserta como un capítulo más dentro del reglamento interno de higiene
y seguridad de la empresa.
Costos de los accidentes de trabajo
Los accidentes de trabajo representan costos tanto humanos como económicos. El
accidentado y la empresa deben afrontar las consecuencias del hecho según la
responsabilidad que a cada uno le competa en la relación de dependencia.
Existen costos y consecuencias que deberá afrontar el accidentado, mientras que
la empresa tendrá también que responder según le corresponda. A continuación
detallamos algunas de las cuestiones que se deben tener en cuenta para un
correcto funcionamiento organizacional:
COSTO PARA EL ACCIDENTADO
Para el accidentado es para quien el accidente representa el mayor costo. Él es el
primero e indiscutible perjudicado por las consecuencias del accidente ya que es
quien padece, en primer término, el sufrimiento de Ia lesión física. Ahora bien,
cuando se trata el concepto del costo del accidente para el trabajador, hay que
diferenciar más que nunca el costo humano del costo económico ya que el primero
tiene una importancia enorme. El costo humano del accidente para el trabajador
accidentado lo constituyen, fundamentalmente, el dolor y sufrimiento físico y
psíquico que producen la lesión y los tratamientos médicos necesarios para
mejorarla.
Este sufrimiento que ocasionan las lesiones habitualmente no es apreciado en su
verdadera magnitud. Parece como si no tuviera importancia, pero el hecho es que
a la mayoría de las personas les horrorizaría sólo el imaginar que a ellas les pudiera
ocurrir cualquiera de las lesiones consecuencia de los accidentes más corrientes.
Sea, por ejemplo, el caso de las amputaciones de un dedo, de varios, o de la mano
entera que causan, con elevada frecuencia, maquinas que se utilizan en carpintera,
como la sierra circular. A pesar de ello, es habitual contemplar cómo se realizan
trabajos en máquinas peligrosas sin temor las debidas precauciones.
Otro accidente extremadamente frecuente es la caída de altura que, cuando no
resulta mortal, produce lesiones permanentes que pueden afectar a cualquier parte
del cuerpo y especialmente a las piernas. Hay que imaginar el drama personal del
trabajador condenado de por vida a una silla de ruedas. Todos estos daños,
lógicamente, no se pueden valorar con dinero. Estos sufrimientos no tienen precio
porque alteran sustancialmente la calidad de vida de una persona.
Dentro del campo del costo humano existen otros capítulos que tampoco se pueden
valorar económicamente: la pérdida de la capacidad de trabajo -sea temporal o
permanente-, la pérdida para desarrollar la profesión del trabajador con la necesidad
de buscar otra, a una edad y coyuntura de empleo en las que es difícil cambiar y
más con la tara de una mutilación incapacitante. El sufrimiento de la familia, a causal
de todas estas desgracias, las formas de rechazo social hacia los disminuidos
físicos, de los que el accidentado pasa a formar parte si la lesión tiene
consecuencias permanentes y otras muchas que resultaría largo enumerar.
El costo económico del accidente para el trabajador es también muy importante. Se
ha dicho que para el trabajador su salario constituye habitualmente la fuente
principal o única de ingresos. El accidente supone una pérdida parcial o total do
esos ingresos bien durante un tiempo que puede ser el que transcurra hasta la
curación o bien para el resto de su vida si la lesión produce incapacidades
permanentes.
COSTO PARA LA EMPRESA
En muchas ocasiones las empresas no son conscientes de que los accidentes de
trabajo les representan un costo importante, pero la realidad es que efectivamente
es así. Un costo para la empresa derivado de los accidentes esta constituido por la
pérdida de los recursos humanos que se produce cuando los trabajadores son
apartados del proceso productivo por causa de los accidentes de trabajo, bien sea
temporal o definitivamente. Los conocimientos y experiencia de un trabajador en
parte, son sustituibles para la empresa, pero en parte no lo son porque estén ligados
a las propias características y potencialidades de la persona.
Pueden ser importantes los problemas y molestias que se derivan para el personal
de la empresa. De ellos, los más significativos son los procesos y condenas
judiciales a que son sometidas aquellas personas que el tribunal considera
responsables del accidente. Es una situación humanamente muy desagradable la
de la persona que se ve procesada por la muerte o lesiones de un” compañero o
subordinado uniendo, a la presión psicológica que ello supone, Ia incertidumbre o
la condena derivadas de un proceso judicial. Tales costos tienen una componente
humana y sobre todo una componente económica.
El costo económico que a la empresa le suponen los accidentes de trabajo es un
aspecto, importante ya que incide negativamente en lo que constituye el objeto
principal de las empresas, esto es, el beneficio económico. Quizá por ello el cálculo
de los costos de los accidentes ha sido una materia que ha interesado a muchos
profesionales en prevención de siniestros y existen varios métodos para realizarlo.
La ‘mayoría de ellos tienen en común el diferenciar los costos que se pueden
cuantificar con facilidad, como los costos asegurables, de aquellos otros que en
principio aparecen más o menos ocultos, pero que son muy cuantiosos en la
mayoría de los casos. Entre estos “costos ocultos” se pueden señalar los que se
relacionan a continuación:
Costo del tiempo perdido por otros compañeros del accidentado que
interrumpen su trabajo para ayudarle, por solidaridad, o por curiosidad, etc.
Costo del tiempo perdido por los mandos del accidentado asistiéndolo,
investigando las causas del accidente, organizando el trabajo que hacía para
que lo continúen otros trabajadores, seleccionando, entrenando o
introduciendo a nuevos empleados para reemplazar al accidentado
preparando informes del accidente, atendiendo a las autoridades de la
Administración Publica, etc.
Costo de los primaros auxilios y atención médica no cubierta por el seguro.
Costo de los daños sufridos por la maquinaria, herramientas, equipo y
materiales como consecuencia del accidente.
Costos debidos a las interferencias de producción, fallos en el suministro,
penalizaciones por retrasos, etc.
Costo de la parte de salario abonada al trabajador accidentado y no
trabajada, ni cubierta por el seguro.
Costo de la pérdida de productividad que genera el malestar ocasionado por
el accidente.
Costos fijos de energía, alquileres, etc. que continúan mientras el
accidentado sigue improductivo.
A todos estos costos habría que añadir otros que pueden ser muy importantes en el
caso de accidentes graves o mortales y también en el caso de accidentes
denominados mayores que puedan afectar gravemente a ciudadanos, al medio
ambiente o a bienes públicos.
Entre estos costos están los derivados de sanciones económicas, sobre la base de
los distintos ámbitos de la responsabilidad empresarial en materia de seguridad e
higiene en el trabajo: responsabilidad civil por los daños y perjuicios que pueden
derivar del incumplimiento de las obligaciones de prevención por parte del
empleador establecidas en los artículos 8 y 9 de ley de 19587 ;responsabilidad
administrativa, regulada de forma detallada en el Anexo II Capítulo 2 del Pacto
Federal del Trabajo Ley 25.212 cuyo importe, depende de la significación de la
infracción, pudiendo variar del veinticinco por ciento (25%) por una infracción leve
en su grado mínimo, al dos mil por ciento (2.000%) por la muy grave en su grado
máximo, del valor mensual del Salario Mínimo, Vital y Móvil vigente al momento de
la constatación de la infracción, por cada trabajador afectado.
Asimismo hay que tener en cuenta que el accidentado o sus herederos pueden
demandar a la empresa por responsabilidades derivadas de los accidentes mortales
o con lesiones incapacitantes y que dada la precariedad preventiva. En que pueden
encontrarse algunas instalaciones industriales es relativamente fácil demostrar la
existencia de falta de medidas de seguridad. Ante ello las empresas suelen preferir
llegar a un acuerdo económico con los perjudicados para que el proceso no prosiga.
Otros costes que pueden tener importancia son los derivados de conflictos laborales
que se pueden originar como protesta por los accidentes (con la pérdida de horas
de trabajo que esto representa), etc.
También hay que mencionar entre otros posibles costos importantes, que incluso
pueden llegar a ser irreparables, los debidos a una pérdida de imagen de la empresa
y a una pérdida de mercado a raíz de un accidente muy grave.
La relación de todos estos costes da una idea de la cuantía que para la empresa
puede suponer. A pesar de su importancia, muchas empresas no estén
mentalizadas para evitarlos, generalmente porque no aplican con rigor un análisis
de los costos de los riesgos que consciente o inconscientemente asumen.
Equipo de seguridad
Se entiende por EPI, cualquier equipo destinado a ser llevado o sujetado por el
trabajador para que lo proteja de uno o más riesgos que puedan amenazar su
seguridad y/o su salud, así como cualquier complemento destinado al mismo fin.
Los EPI son pues elementos de protección individuales del trabajador, muy
extendidos y utilizados en cualquier tipo de trabajo y cuya eficacia depende, en gran
parte, de su correcta elección y de un mantenimiento adecuado del mismo.
Se excluyen de esta definición:
La ropa de trabajo corriente y los uniformes que no estén
específicamente destinados a proteger la salud o la integridad
física del trabajador.
Los equipos de los servicios de socorro y salvamento.
Los equipos de protección individual de los militares, de los
policías y de las personas de los servicios de mantenimiento
del orden.
Los equipos de protección individual de los medios de
transporte por carretera.
El material de deporte.
El material de defensa o de disuasión.
Los aparatos portátiles para la detección o señalización de los
riesgos y de los factores de molestia.
Según la definición y para tener la condición de EPI es necesario hacer las
siguientes consideraciones:
El EPI no tiene por finalidad realizar una tarea o actividad sino protegernos de los
riesgos que presentan la tarea o actividad. Por tanto, no tendrán la consideración
de EPI, las herramientas o útiles aunque los mismos estén diseñados para proteger
contra un determinado riesgo (herramientas eléctricas aislantes, etc.).
El EPI debe ser llevado o sujetado por el trabajador y utilizado de la forma prevista
por el fabricante.
El EPI debe ser elemento de protección para el que lo utiliza, no para la protección
de productos o personas ajenas.
Lista indicativa y no exhaustiva de equipos de protección individual
PROTECTORES DE LA CABEZA
Cascos de seguridad (obras públicas y construcción, minas e
industrias diversas).
Cascos de protección contra choques e impactos.
Prendas de protección para la cabeza (gorros, gorras,
sombreros, etc., de tejido, de tejido recubierto, etc.).
Cascos para usos especiales (fuego, productos químicos, etc.).
PROTECTORES DEL OÍDO
Protectores auditivos tipo “tapones”.
Protectores auditivos desechables o reutilizables.
Protectores auditivos tipo “orejeras”, con arnés de cabeza, bajo
la barbilla o la nuca.
Cascos anti ruido.
Protectores auditivos acoplables a los cascos de protección
para la industria.
Protectores auditivos dependientes del nivel.
Protectores auditivos con aparatos de intercomunicación.
Contaminación
Impurezas naturales
Impurezas inorgánicas
Los contenidos en el agua pueden alcanzar valores que no permiten un uso como
agua potable o que limitan el uso del agua para algunas aplicaciones.
Impurezas orgánicas
Existen sustancias que son peligrosas para el medio acuático, otros causan
problemas predominantemente para los microorganismos del suelo, otros son
nocivos para animales y el hombre.
En forma general se puede concluir:
Contaminantes físicos
Por varias razones el contaminante físico que más que otros está relacionado con
la geología ambiental es la radiactividad (natural o artificial).
Contaminantes biológicos
En general: todos los agentes representados por organismos vivos (la mayoría
suelen que ser microorganismos como bacterias, virus, hongos etcétera). Se puede
imaginar por ejemplo la existencia de un microclima dentro de una mina subterránea
que favorece el crecimiento de hongos. Falta de higiene alrededor de una mina /
plata puede favorecer la presencia de parásitos u otros portadores de enfermedades
como ratas - seguramente un problema más frecuente en la minería artesanal que
en la gran minería).
Contaminantes químicos
Gaseoso
Líquido
Todo tipo de sustancia liquida que puede causar danos para la salud incluyendo por
ejemplo todo tipo de combustible que puede destruir ecosistemas o recursos
hídricos en general y que pueden afectar finalmente también el ser humano. Los
líquidos pueden ser liberados al medio ambiente en forma controlada / intencional
o en forma incontrolada.
Forma incontrolada: