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INTRODUCCIÓN

Las matemáticas son una herramienta de razonamiento lógico que estudia las propiedades y

relaciones entre entidades abstractas.

Las matemáticas se utilizan para hacer relaciones cuantitativas y estructuras mediante el cual

se buscan nuevas conjeturas e intentan alcanzar la verdad matemática mediante rigurosas

deducciones.

La ingeniería es una base de conocimientos y técnicas adquiriendo así perfeccionamiento e

implementando estructuras, buscando una innovación y desarrollo para así dar mejores

resultados a problemas cotidianos que afectan muchos sectores de la sociedad.

En la ingieneria ambiental esta da soluciones a problemas integrales, que abarca dimensiones

ambientales , ecológicas, sociales con el objetivo de mantener el desarrollo sostenible, para la

prevención, el control y remedio de problemas de degradación ambientales, para el desarrollo

del uso sustentable de recursos naturales en procesos productivos y de consumo. Teniendo

siempre como prioridad la excelente calidad de vida en nuestro entorno.

La función que tienen las matemáticas es un objetivo en desarrollar cualquier tipo de

problema buscando así una solución exacta.

Entonces concluyendo las matemáticas son una herramienta primordial para el

funcionamiento y desarrollo del pensamiento para la vida.

Un ingeniero tiene un campo laboral muy abierto dentro de los cuales: participa en la

resolución de problemas , planifica, organiza, programa , dirige y controla.


Ya que un ingeniero va en busca de nuevos conocimientos y técnicas de estudio y en el

campo laboral.

La relación que tienen las matemáticas y la ingeniería ambiental van apoyadas una a la otra ,

ya que las matemáticas dependen de la ingeniería y la ingeniería de las matemáticas.

El cual ambas buscan desarrollar y buscar soluciones exactas a problemas, con el fin de que

el hombre mire sus capacidades y sea investigativo para así buscar nuevas formas de

desarrollo . Pero esto se logra gracias a la matemática ya que esta hace que desarrolle el

pensamiento y la ingeniería aplicada.


ÁREAS Y PERÍMETROS DE REGIONES
PLANAS.
ÁREAS SOMBREADAS

MATEMÁTICAS EN LA NATURALEZA

Las Matemáticas no la han inventado los matemáticos. Las Matemáticas son el lenguaje con

que la Naturaleza se expresa, se comunica y ordena el engranaje de cada una de sus partes, ya

sea un átomo o una galaxia. Basta con solo mirar a nuestro entorno para encontrarnos con el

lenguaje armonioso de las Matemáticas.

HEXAGONOMANÍA

​“Las abejas, en virtud de cierta intuición geométrica, saben que el hexágono es mayor que

el cuadrado y que el triángulo, y que podrá contener más miel con el mismo gasto de

material.”

Pappus de Alejandría. Siglo IV a.C.

Observemos, cómo hicieron los antiguos griegos, las celdillas de un panal de abejas. Estos

laboriosos insectos no tienen regla y compás para realizar sus labores de construcción, pero

elaboran preciosos mosaicos hexagonales (6 lados) con la misma perfección de un geómetra.

Esta misma ordenación también la encontramos en otros muchos lugares: en el caparazón de


una tortuga, en los pólipos coralinos, en las panochas de maíz o en las agrupaciones de

percebes. Pero no sólo existen ejemplos dentro de la materia viva y sorprende encontrar los

inevitables hexágonos en una placa de barro fragmentado al secarse o en las bellas estructuras

que forma el basalto volcánico. Definitivamente, el hexágono es una figura recurrente en la

Naturaleza. ¿Por qué esta manía por construir hexágonos? La Naturaleza no construye uno u

otro diseño por mero capricho, sino por necesidad, ateniéndose a unas pocas leyes básicas.

Para demostrarlo hagamos el siguiente experimento: extendamos un montón de canicas en el

suelo e intentemos agruparlas de manera compacta. Después del caos inicial veremos como

cada canica se hace rodear de otras seis, formando una retícula que sorprende por su simetría.

No ha sido necesario colocarlas una por una, sino que obedientemente han ocupado cada una

su lugar. Si las canicas tuvieran paredes blandas, los pequeños huecos que quedan entre las

canicas se rellenarían formando finalmente un mosaico hexagonal, similar al del panal de

abejas. Por eso observamos esta estructura tan a menudo: cualquier agrupación de unidades

produce automáticamente retículas hexagonales.

En la Naturaleza ningún animal trabaja en balde e impera la ley del mínimo esfuerzo. Ni

siquiera las laboriosas abejas se escapan a esta norma universal. Por eso sus panales son

estructuras hexagonales, porque suponen el máximo almacenaje de miel con el mínimo gasto

de cera. Este hecho no pasó desapercibido a los geómetras griegos de la antigüedad, que ya

sabían bastante de hexágonos y otras muchas figuras geométricas.

Más muestras de esta “hexagonomanía” natural las encontramos en los frutos del ciprés, en

las escamas de la corteza de muchos árboles o en los copos de nieve. La misma admiración

que uno siente cuando ve por primera vez el mar es la que produce el acercarse a un diminuto

copo de nieve y observar la forma perfecta de un hexágono: seis líneas rad.


Cualquier estudiante de Geometría sabe que sólo existen tres tipos de mosaicos formados por

elementos regulares e idénticos que pueden extenderse indefinidamente. Efectivamente, los

hexágonos son uno de ellos, como ya hemos comentado anteriormente, pero no son los

únicos polígonos que tiene esta característica. También se forman mosaicos con triángulos

equiláteros y con cuadrados. Y no hay más. Es inútil buscar otros polígonos con los que

llenar una superficie sin que queden huecos entre medias. Si quisiéramos pavimentar el suelo

de nuestra casa podríamos hacerlo únicamente con estos tres polígonos sin que quedaran

intersticios entre baldosa y baldosa.

Estas tres figuras se encuentran en numerosas estructuras naturales, sobre todo cristalinas,

como la pirita, y explica la ausencia de otros polígonos en los cristales. De hecho, ninguna

forma inanimada muestra, por ejemplo, una simetría pentagonal (5 lados) y sólo la materia

viva ha generado formas pentagonales en su estructura. La mayor parte de las pequeñas

florecillas que podemos observar en una excursión por el campo contienen curiosamente 5

pétalos y, entre otras cosas, nuestras manos tienen 5 dedos, lo que ha hecho que contemos los

números con un sistema en base 10, esto es, con unidades, decenas, centenas, millares, etc. Si

hubiéramos tenido 7 dedos en cada mano en la Humanidad se habría impuesto un sistema en

base 14.

PASIÓN POR FIBONACCI

El número de pétalos de las flores depara muchas sorpresas. Una buena actividad de fin de

semana sería contar los pétalos de las flores que encontramos por el camino. Además de

darnos cuenta que la mayor parte de ellas contienen 5 pétalos, observaremos que, sorpresa de
las sorpresas, casi siempre coinciden con los números de la siguiente serie: 1, 2, 3, 5, 8, 13,

21,… Se trata de la serie de Fibonacci, donde cada término se genera sumando los dos

anteriores (por ejemplo, 3 es 2+1, 5 es 2+3, 8 es 5+3, etc.).

Esta serie se originó al resolver el siguiente problema: ¿cuántos pares de conejos se pueden

producir a partir de un solo par, si cada par produce un nuevo par cada mes, sólo los conejos

de más de un mes de edad pueden reproducirse y ninguno se muere? Analicemos el

problema: al principio hay un par de conejos, al mes sigue habiendo el mismo par, pero al

segundo mes hay dos pares. Una de esas parejas puede reproducirse, pero la otra no, de tal

forma que al tercer mes hay tres parejas. Dos de ellas se reproducen y a los cuatro meses hay

cinco pares de conejos. La secuencia que vamos obteniendo es la siguiente: 1,1,2,3,5 y los

siguientes números son el resultado de sumar los dos términos precedentes. La serie obtenida

es 1,1,2,3,5,8,13,21,34,55,89…, o sea, la serie de Fibonacci.

Ya hemos visto que muchas flores tienen 5 pétalos (las malvas, las prímulas, el rosal

silvestre…), pero lo que resulta sorprendente es que la típica margarita de campo y también la

flor de la caléndula tengan 13 pétalos. Ni 12 ni 14. Justamente 13 pétalos. ¿Curioso? Pues ya

sabes, si has de deshojar una margarita para preguntarle por tu amor en duda debes empezar

por el “me quiere”, para que así obtengas un resultado positivo en el último pétalo.

Muchas flores tiene un número de pétalos coincidente con la serie de Fibonacci: lila (3),

ranúnculo (5), espuela (8), caléndula (13), aster (21) y varios tipos de margaritas (13, 21, 34,

55, etc.). Es difícil encontrar otro número de pétalos que no sean los de la serie, lo cual nos

indica la importancia que tienen estos números en la Naturaleza. Lo que pareciera un

razonamiento puramente abstracto de un matemático italiano del siglo XII tiene su reflejo en

la sencilla estructura de una flor.


Pero ahí no terminan las coincidencias. La serie de Fibonacci también se encuentra de

manera precisa en las espirales que forma la flor del girasol en su interior o en la piña de un

pino. Solo hay que contarlas para darse cuenta que coinciden con algún número de la mágica

serie. Las plantas no tienen ni idea de lo que son estas series de números, pero su sistema de

crecimiento y los genes implicados en él determinan esta disposición que tanto nos asombra

por su simetría.

​HELICOIDES, ESPIRALES Y SECCIÓN ÁUREA

​“La espiral es un círculo espiritualizado. En la forma espiral, el círculo, desenrollado,

devanado, ha dejado de ser vicioso; ha sido liberado”.

“​Habla, memoria”. Vladimir Nabokov.

La observación de las ramificaciones de los árboles constituye una nueva lección de

Geometría. Las ramificaciones siguen modelos que difieren según el tipo de planta. Así,

algunas plantas les crece de cada brote otros dos brotes iguales. Este es un modelo

dicotómico. Si las ramas duplicadas crecen de forma desigual, una más grande que la otra, se

genera un modelo en zigzag. Otras disposiciones son las de ramas en abanico, como el caso

del lirio, o brotando a intervalos sucesivos a lo largo de un tallo central, como el de las

coníferas.

Un nuevo modelo surge cuando las ramas utilizan la tercera dimensión para crecer de forma

helicoidal a lo largo del tallo. Muchas especies vegetales utilizan este sistema, pero las

palmeras constituyen el ejemplo más notable, presentando una simetría rigurosa que carecen

otras especies de árboles. Cuando una nueva hoja surge en lo alto de la palmera, una vieja
muere y cae, dejando una cicatriz en el tronco que se va sumando a las anteriores. De esta

manera, una misma palmera mantiene constante su número de hojas. En el cocotero, por

ejemplo, es de unas 30. Por término medio, el cocotero se desprende de una hoja al mes, por

lo que a cada hoja le llega su otoño a los 30 meses de nacer.

Este modelo helicoidal también lo encontramos en los zarcillos de todas las plantas

trepadoras o en el tronco de los castaños, que va retorciéndose en sentido contrario a las

agujas del reloj a medida que asciende hacia lo alto.

Un extraño número que se encuentra entre los favoritos de la Naturaleza es el Número de

Oro. Este equivale a 1,618 aproximadamente y designa la proporción que tiene que tener el

segmento AB con respecto a BC para que sea igual a la proporción entre AB y AC.

Desde la antigüedad ha recibido muchos nombres, como La Divina Proporción o Sección

Aúrea, todos denotando la fascinación producida por este número tan recurrente en la

Naturaleza, el Arte o la Anatomía. Por ejemplo, se sabe que distintas partes del cuerpo

humano guardan esta proporción, entre ellas la primera falange del dedo con la segunda y

esta con la tercera. En 1850, Zeysing descubrió que el ombligo divide la altura del cuerpo en

la proporción aúrea. Hoy en día, algunos cirujanos plásticos han encontrado en esta razón

matemática el secreto del rostro perfecto. Curiosamente, algunos de los rostros más atractivos

del mundo, como los de Robert Redford, Marlon Brando y Elizabeth Taylor coinciden a la

perfección con la Divina Proporción, mientras que otros, como la Mona Lisa, no.

¿Coincidencia?

Pero es en el mundo de las artes donde la Sección Áurea ha cautivado a pintores, arquitectos

o escultores de todos los tiempos. Esta proporción causa una agradable impresión de armonía

y belleza en las obras. Así, el Partenón de Atenas está construido con esta proporción,
también Las Hilanderas de Velázquez o La Sagrada Familia de Miguel Ángel. Tuvo una gran

influencia sobre Leonardo da Vinci en sus empeños para cuantificar y encontrar bases

matemáticas de diseños plásticos y arquitectónicos.

En la Naturaleza este número aparece en los lugares más insospechados, como en la

genealogía del zángano, en la forma de crecimiento de algunas plantas o en las espirales de

algunos caracoles.

El diseño en espirales es común en la Naturaleza. Además de la concha de los caracoles, se

encuentra en los remolinos de agua, en las turbulencias del humo de una chimenea, en los

cuernos de una cabra montés o en la ordenación de la materia de las galaxias. Este fenómeno

es independiente del tejido o material que esté implicado en el proceso. Sin duda es uno de

los favoritos.

PLANETAS Y ARÁNDANOS

Pero si hay un objeto sinónimo de perfección, ese es la esfera. Muchos de los frutos que

encontramos en el campo son esféricos (arándanos, madroños, naranjas, cerezas,…) o se

asemejan en gran parte a una esfera. Y no es casualidad: la esfera es la figura que menos

superficie tiene en relación con su volumen. Si los árboles generaran frutos llenos de

recovecos, entrantes y salientes, estos se encontrarán más expuestos a los cambios de

temperatura, con el consiguiente riesgo de pérdida del mismo y de sus semillas.

Otros muchos ejemplos de esferas podemos encontrar en la Naturaleza. Los planetas también

son esféricos o casi esféricos, pero no porque se puedan poner “pochos” como les pasaba a

los frutos, sino por el resultado de la fuerza de la gravedad que atrae su materia hacia el
centro del planeta. Para entender esto imaginemos una melé de rugby. Todos los jugadores

empujan hacia el centro y, sin querer, forman una aglomeración circular. Lo mismo, pero a

nivel tridimensional, ocurre con los planetas.

Las gotas de agua también son esféricas cuando no están sometidas a ninguna fuerza.

Mantiene esta forma debido a su tensión superficial, la misma que hace que las arañas de

agua puedan caminar por la superficie del agua sin hundirse. Pero la gota de agua cambia su

forma esférica por otra ovalada cuando la encontramos en forma de rocío sobre una hoja,

resultado del equilibrio entre su tensión superficial y la gravedad que la aplasta ligeramente a

la hoja.

Esferas, espirales, hexágonos,etc, son sólo algunas muestras de las formas que es capaz de

crear la Naturaleza sin necesitar ni regla, ni compás, ni calculadora para hacer ningún cálculo.

PROBLEMAS:

1. En un terreno rectangular se construyen dos fuentes circulares, como se muestra en la

figura, y se planta césped en el terreno restante. ¿Qué superficie ocupa el césped?

El radio de las fuentes es de 5 m, porque vemos que su diámetro coincide con la altura

del rectángulo.
AT=30x10=300 m2 ;

AF= 3.1416x25=78,54 m2

El espacio sobre el que se planta el césped es de 300 -2( 78,54)=142,92 m2 .

2. Sea O el circuncentro de un triángulo ABC. La bisectriz que parte de A corta al

lado opuesto en P. Probar que se cumple: AP2 + OA2 − OP2 = bc.

c b = AM

AP = (AP + PM)AP,

descomponiendo AM = AP + PM = AP2 + PM AP = AP2 + (OA2 − OP2 ),

por ser PM AP potencia de P respecto de la circunferencia = AP2 + OA2 − OP2 .

3. En la figura, AD = BC; BD = CD y el 4CDR es equilatero. Hallar x.


Trazamos primero BR: Utilizando la información suministrada se puede obtener lo

siguiente: \BCR = 40 ya que el ángulo DCR mide 60 por pertenecer a un triángulo

equilátero. El \DBC = 20 por ser el triángulo BCD es isósceles.

Por tanto, el \BDR = 80 porque la suma de los ángulos internos de un triángulo es

180: De esta forma, el \ADB = 40. Ahora aplicando el postulado LAL el triángulo

BRC es congruente al triángulo ABD ya que AD = BC;BD = RC y \ADB = \BCR.

Entonces obtenemos que x = : Como el triángulo BDR es isósceles, el \BDR = 20+ .

Por ello, 2(20+)+80 = 180 entonces = 30; y por tanto, x = 30:

4. En la figura AB = BC; AE = CD y ∠BED ∼= ∠BDE. Halle el valor de x.

Solución: Observando los segmentos que son congruentes se tiene que 4ABC es

isósceles, por tanto, \ACB = \BAC = 3x. Por otro lado, que \BED = \BDE nos dice

que 4BED es isósceles por lo que EB = DB.


Entonces, dado que AB = BC;AE = CD y EB = DB, por el postulado LLL se tiene

que 4BCD=ABE.

Como consecuencia se tiene que \BCD = \BAE = 5x: Observando lo que ocurre en el

ángulo C se tiene que \BCD es par lineal de \ACB entonces, 3x + 5x = 180 de donde

se obtiene que

x = 22;5

5. En un triángulo ABC se trazan la bisectriz interior BM y la ceviana CT , las cuales

se intersecan en R. Si m–MRC = 2m–RCM y m–RCB = m–BAC, entonces la

m–RCM es

· Δ MRC : por ángulo exterior 2 β = α + φ ………(1)

· Δ A​BC : α + 2φ + α + β = 180° fi2(φ​ + α) + β = 180° ……(2)

· (1) en (2): 2(2β) + β = 180° Por lo tanto β = 36°

6. En el interior de un triángulo isósceles ABC(AB = BC), se ubica el punto I tal que

m–AIB = 90 y BC = 2(IN). Si N es el punto medio de AC y la prolongación de NI

intersecta a BC en M, entonces la m–NMC es


Resolución

· Δ AIB IQ mediana fiIQ = AQ = QB = a

· Δ ABC QN Base Media fi QN = a y QN // BC

· Δ IQN equilátero fi m–QNI = 60 · QN // BC → x = 60

7. En el exterior de un triángulo ABC y relativo AC se ubica el punto . Si AB = AD,

m–BAC = 50°, m–CAD = 10° y m–ACB = 30°, entonces la m –ACD es.

Resolución

· AHB notable (30° y 60°) fiAC = 2 AH = 2ª

· AHB ARD (LAL) fi m–ARD = 90° · Teorema de la Mediatriz AD = DC

· Δ ADC isósceles x = 10°


8. En el interior de un triángulo ABC se ubica el punto D, tal que AB = BC = AD,

mÐABC = 2ÐBAD y mÐBCD = 2 mÐCAD . Entonces la mÐDAC es

Resolución

· De la figura Δ ABC isósceles : mÐACD = α β

· Δ AMC por ángulo exterior : mÐBMC = 2α

· ΔBCM isósceles : MC = BC →MH = HB = a

· Δ ADC por ángulo exterior : mÐADM = α Þ Δ AMD isósceles Þ DC = MB = 2a Þ

ALB Δ CHB ( v ALA) DL = BH = a

· DLC notable (30°) Þ αβ = 30°……….(1)

· ΔBHC : 2α + β = 90°…………(2)

· De (1) y (2) : β = 10°

9. En la Figura, AH = FH;\AHB = \FHB: Probar que \HAB = \HFB.


Solución: Como todo segmento es congruente consigo mismo HB = HB. Por hipótesis

se sabe AH = FH;\AHB = \FHB por tanto, por el postulado LAL se tiene que 4AHB =

4FHB y por ello, \HAB = \HFB

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