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Teoría General del Derecho – Unidad 1

El lenguaje es la herramienta mas importante que ha elaborado el hombre en su proceso evolutivo ya que permite la
comunicación con sus pares, mediante él, los seres se relacionan, socializan, expresan sus sentimientos, etc. La
comunicación permite que los hombres se constituyan realmente como seres humanos y accedan al mundo de la cultura
alejándose de la naturaleza.

La comunicación

En rasgos generales, cualquier acto de comunicación adopta la siguiente forma. Si “Juan mediante un acto de habla
ordenara a Pedro cerrar la puerta”:

1- Emisor: persona que pretende transmitir o comunicar (Juan)


2- Mensaje: aquello que el emisor pretende transmitir o comunicar (orden de cerrar la puerta)
3- Destinatario: persona o personas a las que se dirige el mensaje (Pedro)
4- Medio: instrumento utilizado para transmitirlo (la palabra hablada)
5- Código: manera en la que se transmite el mensaje (castellano)

A partir de esta simple esquematización de un acto de comunicación surgen diversos problemas (el tiempo y espacio de
la transmisión, los medios de transmisión que no son a palabra hablada como la palabra escrita, el lenguaje corporal, las
notaciones musicales, la percepción a través de pantallas, etc) de comprensión e interpretación en los que no se
resuelven ni agotan los problemas.

Finalmente llegamos a la temática referida al código, para la cual debemos tener claro el concepto de signo. Según
Saussure es una totalidad psíquica compuesta por el significado y el significante, y C. Peirce lo define como algo que esta
en lugar de otra cosa para alguien en ciertos aspectos o capacidades. Pero se ha desarrollado una ciencia que se ocupa
de los mismos, la semiótica.

El lenguaje

Es la lingüística, la ciencia que estudia en lenguaje. Los lenguajes naturales son los mejores y más usuales códigos de
comunicación entre los hombres (son los que hablamos cotidianamente para satisfacer nuestras necesidades de
comunicación). Los lenguajes artificiales engloban los lenguajes técnicos (aquellos utilizados por los profesionales para
referirse a cuestiones propias de su oficio) y los lenguajes formales (utilizados en temas en los que es necesario hacer
uso de gran precisión, utilizando referencias simbólicas; el álgebra y la lógica por ejemplo).

Convencionalismo y realismo: En cuanto a la relación entre las palabras y las cosas, o el lenguaje y la realidad existen dos
posturas: a)la realista que sostiene que a cada palabra le corresponde necesariamente una cosa y a la inversa; y b) la
nominalista que sostiene que las palabras son un constructo humano y que no es necesaria la correlación con una cosa,
sino el acuerdo entre los miembros de una comunidad de comunicación. La postura realista trae aparejas muchas
dificultades partiendo de la base de que hay muchas más cosas y hechos que palabras que se puedan utilizar para
designarlos, por lo que la más aceptada es la nominalista diciendo que no es necesaria la relación del lenguaje con la
realidad ya que el lenguaje refiere a ésta según cada forma de vida.

Lingüística y derecho: El estudio de la lingüística permita hacer diferentes distinciones tales como entre la lengua (el
castellano) y el habla (cuando hacemos uso de la lengua); o entre estudios sincrónicos (el estudio de la lengua sin
atender a su evolución y diacrónicos (estudios que tienen en cuenta la evolución de la lengua); o distinguir también que
las palabras tienen una doble función: denotar (la extensión de todos los objetos que la voz en cuestión nombra) y
designar (las particularidades que un objeto debe tener para ser nombrado por la palabra). Hay palabras sin denotación,
pero todas tienen designación.
Las definiciones: Ofrecen los significados de las palabras y son arbitrarias. Existen informativas, estipulativas, ostensivas,
pero nunca las habrá reales.

Vaguedad, ambigüedad y textura abierta del lenguaje: Encontramos estos conceptos dentro de los inconvenientes que
se presentan en los lenguajes naturales, que muchas veces impiden total o parcialmente que la comunicación sea eficaz.

La ambigüedad refiere al problema que nace de lo limitado del número de las palabras que tenemos a nuestra
disposición y que provoca que una misma expresión tenga más de un significado. (por ej, banco).

La vaguedad, en cambio, hace mención a la falta de claridad en los contornos y límites que una palabra de clase posee
respecto de su aplicación. Las palabras de clase son aquellas utilizadas para poner cierto orden en los conjuntos
desordenados. (si se pide casificar entre rubios y morochos, algunos van a entrar en dudad de que lado estar).

La textura abierta del lenguaje nos permite decir que todas las palabras son potencialmente vagas y muy especialmente
cuando la tecnología a cada momento nos introduce en conocimientos de relaciones que se ignoraban hasta ayer. La
existencia de estos episodios capaces de complicar la comunicación se puede evitar dando una observación atenta al
contexto en el que se está dando.

Niveles del lenguaje: encontramos en primer lugar al lenguaje objeto, que nos habla la cantidad de palabras orales o
escritas para dar cuenta de algo (refiere al mundo); y en segundo lugar el lenguaje metalingüístico en el que el lenguaje
habla del lenguaje. Dentro de este metalenguaje tenemos el descriptivo (se da cuando uno habla de lo que otro
describió, como lo que hacen los juristas cuando comentan un código; y el prescriptivo (es aquel que no importa ya
describir, sino dar una orden, como por ejemplo en el titulo preliminar del Código de Comercio que dice que para todas
las cuestiones no contempladas se estará a las disposiciones contenidas en el Código Civil; aquí una norma manda a otra
norma).

Las partes de la semiótica

La sintaxis: es el estudio puro de los símbolos y especifica la manera en que deben formarse las oraciones para que las
consideremos oraciones bien formadas (en castellano por ej, sujeto+verbo+predicado).

La semántica: Se ocupa de relacionar los signos con los objetos que designan, la relación de las palabras con las cosas.
Son los problemas semánticos los que hacen a la vaguedad, ambigüedad o textura abierta. La semántica es el espacio
del diccionario de cada lengua, el lugar donde cada palabra asume la significación que el uso le ha dado en cada forma
de vida específica.

La pragmática: Se encarga de relacionar los signos con sus usuarios. Los distintos usos de la lengua tales como: en
sentido descriptivo o informativo cuando queremos dar a conocer una descripción o brindar información de un
fenómeno de manera “objetiva” (un testigo relatando un hecho). Para expresar nuestro sentimiento y dar cuenta
nuestro estado de ánimo. Para dirigir o prescribir a otros las conductas que pretendemos (¡cuerpo a tierra! En un
ejército). Para producirse cambios en la realidad aunque tal vez no sean constatables de forma empírica (los declaro
marido y mujer, pasan de estar solteros a estar casados. Además existen palabras que producen en quienes las leen o
escuchan un sentimiento emocional de aceptación o rechazo, así como sucede con libertad, o democracia, o dictadura, o
corrupción; por lo que se considera ser cuidadoso con el uso de las palabras en ciertos discursos.

Semiótica y Derecho

El Derecho es también comunicación; a través del mismo se comunica el poder existente en una sociedad determinada.
El derecho como objeto semiótico: Es posible analizar al derecho como un objeto semiótico. A través de normas o reglas
jurídicas, los emisores (legisladores) emiten mensajes destinados a los ciudadanos, habitualmente mediante la palabra
escrita con ciertas formalidades (leyes, decretos, contratos).

Una de las preocupaciones semióticas que se dan en el derecho se refiere al tiempo y el derecho en lo que hace a la
emisión y recepción de las normas; habitualmente las mismas rigen para el futuro salvo excepciones como el art2 del
Cód Penal. Pero la preocupación mayor se da al momento de interpretar las normas, de cómo hacerlo, de pensarlas
según la época en las que fueron redactadas o según la actualidad, etc. Respecto de la compresión de las normas por
parte de los ciudadanos se han elaborado en la dogmática penal interesantes cuestiones que se estudian bajo el rótulo
del error argumentando acerca de la imposibilidad de compresión por la mayor parte de los ciudadanos, con lo que
aumenta su marginalidad y por consiguiente los incumplimientos que tal incomprensión provoca y que apareja las
sanciones pertinentes. Detrás de esta imposibilidad de compresión aparece la cuestión del tipo del lenguaje con el que
se habla el derecho, que en su origen usa un lenguaje natural pero que a través de la complejidad creciente de las
tecnologías, las instituciones y de la propia teoría jurídica, se ha ido perfilando un lenguaje técnico específico de
abogados, juristas y jueces que muchas veces no es de fácil acceso.

Los desacuerdos entre juristas: Los desacuerdos entre juristas, jueces y abogados, son conflictos podrían evitarse
utilizando adecuadamente el lenguaje y teniendo en claro unas pocas nociones elementales.

La primera y más grave disputa se da frente a la adopción de una postura realista o nominalista respecto a la relación del
lenguaje con la realidad. No se comprometen en ello ni creencias dogmáticas ni ideologías variopintas, sino que
simplemente se trata de elegir lo mejor y más fácil. Tanto los problemas referidos a la naturaleza jurídica, como a las
clasificaciones y a las definiciones son igualmente susceptibles de un mejor tratamiento si se adoptan posturas
nominalistas que consideren al lenguaje como un instrumento que convencionalmente se adapta a las necesidades de la
comunicación.

La otra fuente de desacuerdos en la que pueden caer fácilmente los operadores del derecho refiere puramente a las
dificultades comunes que ofrece el lenguaje natural; su vaguedad y ambigüedad, aún dentro del lenguaje técnico. Para
solucionarlos será menester referirse al contexto de la oración en la que se encuentre la palabra o clarificar las
definiciones que se emplean en cada uno de los casos.

No tan frecuentemente como suele creerse, aparecen las discrepancias, se trata de diferencias verdaderas que no
tienen solución posible.

Sintaxis, semántica y pragmática del derecho: Una sintaxis del derecho se ocupa de las relaciones formales que existen
entre las normas y del sistema que forman en conjunto (pertenecen a este campo la estructura de las normas, los
conceptos jurídicos fundamentales, etc).

La semántica del derecho es el contenido concreto de las normas, la conducta que las mismas modalizan, lo que
prescriben, lo que permiten, lo que prohíben en cada situación específica (forman parte de este estudio, siempre
ubicándolos temporal y espacialmente, los contenidos de la legislación positiva en todas sus ramas).

La pragmática es la aplicación concreta del derecho, el uso que se hace del mismo, la decisión jurídica, su racionalidad y
su justicia. (forman parte de este estudio la interpretación de las normas, la valoración del derecho, etc).
En la evolución del derecho podemos encontrar dos etapas:

Etapa precientífica (hasta fines del siglo XVIII) en la cual se encontraban las escuelas del Derecho natural
(teológico) muy abstractas y alejadas de la realidad; y la Glosa, que se trataba de un movimiento pragmático donde los
glosadores tomaban los textos del derecho romano y los completaban o acomodaban a circunstancias actuales.

Etapa científica en la que importa darle al Derecho el estatus de ciencia, y se da tanto en el siglo XIX como en el
XX con numerosas escuelas.

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