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KASPAROV Ensefia Ajedrez LAS LECCIONES BASICAS DEL CAMPEON DEL MUNDO ene SAYROLS EL MAESTRO DEL TABLERO REVELA LOS PRINCIPIOS Dea SNe, Garri Kaspdrov, gran maestro en ajedrez desde los 17 afos y campedn mundial a los 22, es particularmente reconocido por su dedicaci6n al estudio del juego-ciencia. En esta serie de 24 lecciones, Kasparov explora los aspectos mas importantes de toda partida, tales como apertura, balance material, métodos de ataque y defensa, sacrificio de piezas, importancia del centro, finales y muchos mas. EI campedn habla desde la perspectiva tinica que le concede el andlisis de los cientos de combates sostenidos contra los mejores maestros del mundo. UNA OBRA INDISPENSABLE PARA EL AJEDRECISTA MODERNO Fs 4 a adualidad editorial cS COMUNICACION PARA VIVIR MEJOR MIER Y PESADO 130, 03100 MEXICO, D. F. TELS.:543-70-16/687-46-99 TELEX: 1771403 DSAYME KASPAROV Ensenia Ajedrez KASPAROV Ensefia Ajedrez SELECT! On aduclidad edite KASPAROV ENSENA AJEDREZ 24 Uroka G. Kasparova D.R. © 1986, Compafifa General de Ediciones, S.A. de C.V, Mier y Pesado 128, 03100 México, D.F. Edicién al cuidado de: Jorge Leon Traduccién directa del ruso: Eduardo Popok Fotografia de la portada: Agencia de Prensa Novosti Formacién: Armando Garcia Portada: Ascensién Navidad Esta edicién se publicé mediante acuerdo con la Agencia de !a URSS para Derechos de Autor ISBN (espaol): 968—403—236-6 Primera edicién: Septiembre de 1987 Segunda edicion: Febrero de 1988 Cuarta edicién: Marzo de 1989 Quinta Recimpresién: Jullo de 1989 Caracter(sticas tipogrdficas aseguradas conforme a la ley. Prohibida la reproduccién parcial o total de esta obra sin autorizacién escrita de los editores. Impreso y encuadernado en México, Printed and bound in Me- xico, INDICE la Leccion ¢POR QUE ESTUDIAR AJEDREZ? / 13 2a Leccion VARIEDAD DE TECNICAS /18 3a, Leccion VALOR DE LAS PIEZAS / 25 4a, Leccion DOMINE EL CENTRO Y TRIUNFE / 34 5a Leccion COMO GANAR ESPACIO /45 6: Leceion TRASCENDENCIA Y MUERTE DE LOS PEONES / 54 7a, Leccion ACCION CONJUNTA DE LAS PIEZAS / 65 8a Leccion PARA UNA BUENA APERTURA / 74 9a Leccion éQUE SACRIFICIOS ACEPTAR? / 83 10a, Leccion POR QUE LAS PRIMERAS JUGADAS / 94 lla Leccién PRINCIPALES APERTURAS / 105 12a Leccion EL ARTE DE PLANEAR / 120 13a Leccion EL SACRIFICIO DE LA DAMA /131 14a Leccion CUANDO NO HAY ELECCION /137 15a Leccion TACTICAS DE JUGADA EFICACES / 147 16a Leccion FINAL, UN CAMPO PARA LA FANTASIA / 157 17a Leccion CUANDO EL OBJETIVO JUSTIFICA LOS MEDIOS / 168 18a Leccion BUEN ESCUDO NO TEME ESPADA /179 19a Leccién EL CONTRATAQUE / 187 20a Leccién REYES EN OPOSICION / 195 21a Leccion ATAQUE EN LA FASE FINAL / 204 22a Leccion CONSTRUYA FORTALEZAS / 213 23a Leccion CITA CON EL ARTE / 226 24a Leccion NO ESCATIME EL TIEMPO / 236 En el curso de dos anos, la revista El deporte en la URSS publicé una serie de 24 lecciones de ajedrez con objeto de ofrecer a los aficionados al juego-cien- cia los consejos del gran maestro internacional Gérri Kasparov, en un lenguaje sencillo y claro. La presente obra constituye una recopilacion de esa serie de articulos destinada a difundir en forma de libro las enserianzas del gran ajedrecista. Garri Kaspérov nacié en Baku, Unidn Soviética, el 13 de abril de 1963. Ha sido campeon mundial juve- nil en 1980, campedén de la Olimpiada Mundial en 1982, campeon europeo en 1980 y 1983, campeon nacional en 1982, ganador del torneo interzonal de Mosc y premio Oscar al mejor ajedrecista del orbe en 1982. En esta obra, Kasparov explicard las tacticas y es- trategias para la apertura, el medio juego y el final y las ejemplificara con partidas disputadas por los mejo- res exponentes del juego-ciencia. Esperamos que las recomendaciones del notable gran maestro contribuyan a ampliar los horizontes de los aficionados y a elevar su calificacion. Los editores SIMBOLOGIA Aunque posiblemente el lector esté familiarizado con la simbologia comtinmente usada en los libros y ma- nuales de ajedrez que, por cierto, es muy sencilla, haremos algunas indicaciones sobre el sistema de no- tacion empleado en la presente obra, llamado notacién algebraica. Las 64 casillas del tablero de ajedrez se designan por una letra mindscula y un numero consecutivo, a ma- nera de coordenadas rectangulares. Teniendo el tablero a nuestra vista, como si jugaramos con las blancas, las ocho columnas o filas (verticales) se nombran de iz- quierda a derecha con las letras de la a alah. Los ocho renglones (horizontales) se numeran de abajo hacia arriba (o sea, empezando desde el campo de las blan- cas), del 7 al 8. Cada casilla es la interseccién de una columna y un renglon y, como tal, se nombra unien- do la letra de la columna y el numero del renglén. Z dr abcdefgh Las diferentes piezas del ajedrez se simbolizan con la inicial de su nombre, excepto los peones, los cuales son descritos inicamente con la clave de su casilla o bien de su fila. Tenemos asi, que: torre caballo alfil rey = dama I OR ran " Normalmente, las jugadas se indican sefialando el nu- mero de movimiento, la inicial del nombre de la pieza y la clave de la casilla a la que se desplaza. Unicamente en la 2a. Lecci6n, para ayudar a entender facilmen :e a quienes lo requieran, se describen las jugadas sefialando primero la clave de la casilla de la que parte la pieza y luego la casilla a la que se mueve. A partir de la 3a. Leccién sélo se indica la casilla de destino. Si los dos caballos o las dos torres del mismo juga- dor pudieran moverse en la misma jugada a la misma casilla, antes de ésta se escribe la fila de la que parte la pieza, para identificar cual de las dos se debe mover. Cuando comen los dos peones, la jugada se especifica sefialando la fila donde esta y la fila a la que pasa al ganar la pieza contraria. El resto de la simbologia em- pleada es el siguiente: 0-0 0-0-0 ++ '" a8D Movimiento de los dos jugadores, o bien, mo- vimiento de blancas Movimiento de negras Cambio de pieza Enroque corto Enroque largo Jaque Mate Buena jugada Muy buena jugada Mala jugada Coronacién de peén (ejemplo) la. Leccion {POR QUE ESTUDIAR AJEDREZ? La propuesta que me hizo la revista El deporte en la URSS de dar clases a sus lectores fue para mi algo ines- perada, porque yo todavia sigo estudiando el arte del ajedrez. Pero después de pensarlo decid{ que el relato de cémo comprendo e interpreto el juego-ciencia seria también provechoso para mi. Amo mucho el ajedrez, lo amo desde hace tiempo y tal vez para toda Ja vida. Estudio ajedrez continua y minuciosamente. Sin embargo, de vez en cuando, al valorar lo aprendido y planear lo que debo hacer en un futuro préximo, me asombro de la inagotabilidad del juego. Juzguen ustedes mismos. Se han jugado millones de partidas, escrito miles de obras y analiza- do diferentes aspectos del juego, pero hasta ahora no existe formula universal del ajedrez ni método que garantice el triunfo, no hay criterios matematicos rigurosos de valoraci6n ni siquiera de una jugada, ya sin hablar de posiciones. Los entendidos en ajedrez no — que en la mayoria de posiciones hay no una, sino varias continuaciones aproximadamente equiva- lentes y cada cual elige la suya, la mejor, guidndose por su experiencia propia, gusto, capacidad de calculo y hasta cardcter. El intento de recurrir a ordenadoras no ha dado los resultados apetecidos, porque no se ha hallado el algoritmo del juego de ajedrez ni el progra- ma que indique la salida justa de situaciones compli- cadas. ¢Pero para qué hablar de detalles, situaciones 14 Kasparov ensefia ajedrez y fases de la partida, cuando hasta el momento no hay respuesta a la pregunta: “Qué es el juego de ajedrez? ¢Deporte? ¢Ciencia? ¢Arte?” “Los ajedrecistas juegan en torneos, luchan por la victoria, por el resultado. Entonces, el ajedrez es depor- te, que forja la voluntad y permite autoafirmarse”’, dicen unos, Otros se admiran de la belleza de sus combinaciones y de la logica de las ideas ajedrecisticas. El sacrificio elegante de la dama, incluso en partida perdida, les re- porta placer, mientras que la victoria aburrida los deja indiferentes. Para ellos el ajedrez es arte que dona ale- gria y hace ameno el descanso. Al mismo tiempo, hay muchos aficionados al aje- drez que se pueden pasar fardes enteras buscando respuesta a preguntas como: “¢Por qué aqui las negras movieron la torre a d8 y no el caballo a c6? éPor qué las negras estan mejor en cierta posicién?” Para ellos, el ajedrez es fundamentalmente ciencia, una ciencia de pensamiento légico. Por su cardcter multifacético amo todavia mas el ajedrez. Precisamente con la belleza, con el brillo de sus golpes tacticos, el ajedrez me fascind desde la temprana infancia. Al principio admiracién de la be- lleza, después busqueda de ella en mis ideas, luego aspiracién de jugar partidas bellas: tales son las etapas de mi formacién cautivado por el arte ajedrecistico. Pero llegd el momento de competir con otros, de par- ticipar en torneos. Y eso significé que inicié la senda del deporte ajedrecistico. Hoy como antes, me gusta jugar partidas bellas, pero no me es indiferente qué puesto ocuparé en la tabla. Quiero vencer, derrotar a todos, pero estoy obligado la, Leccién 15 a hacerlo con esplendor y en lucha deportiva honesta. El ex campe6n mundial Mijail Botvinnik, a quien con- sidero mi maestro, fue un verdadero académico del tablero; gracias asus obras empez6 a hablarse del aspec- to cientifico del ajedrez. Fue él quien me infundié el amor por el estudio del juego-ciencia y por la solucién de innumerables problemas. En mi preparacién para las competencias, durante el analisis de mis juegos e inicios, un difa me sorprendi a mi mismo tratando de estudiarlos cuidadosa y metédicamente, con la persis- tencia tipica de un investigador. Ahora estoy convenci- do de que mi interés por todos los aspectos del ajedrez contribuird a preservar mi amor por él durante el resto de mi vida. Mis padres me ensefiaron los movimientos de las piezas cuando tenia apenas cinco afios y —segun recuerdo— esa ensefianza me fascind. Un afio mas tarde me inscribieron en el Club de Jévenes Pioneros de Baku, donde me senti como en un reino de juga- dores del ajedrez. Nuestro instructor, en su afan por convencer a los novicios acerca del caracter paraddjico del juego-ciencia, en una de las primeras sesiones colo- cé las piezas en el tablero como sigue: 16 Kaspérov ensefia ajedrez Esta posicion, en la que los pequefios peones resul- tan vencedores sobre el enemigo, era tan sorprendente que parecia un cuento de hadas y me hizo tomar la trascendente resolucién de considerar el ajedrez como parte indispensable de mi vida. Desde entonces mi ad- miracion por ese arreglo no ha variado un pice. Desde nifio me gust6 atacar. Ain me agrada jugar ala ofensiva pero me ha llevado mucho tiempo estudiar los principios bdsicos, que parecen no tener ningun efec- to sobre el juego en si. Estoy convencido de que ese estudio resulta necesario tanto para el gran maestro como para el aficionado que deseen mejorar su juego y disfrutar mas plenamente los torneos. Para lograr ese alto nivel de juego, el gran maestro ha debido pasar miles de horas estudiando cientos de juegos. Su talen to no podria haberse desarrollado sin esa cantidad de horas de trabajo. Si a usted le gusta el ajedrez pero carece del tiempo necesario para su estudio tedrico y desea vencer a sus amigos, tendra que pasar gran can- tidad de horas frente al tablero. la. Leccion 17 En esta serie de articulos intento explicar mi vi- sion de los principios del ajedrez en un lenguaje claro para todos y hablar sobre algunas sutilezas necesa- rias para los verdaderos entusiastas del juego. Garri Kasparov 2a. Leccion VARIEDAD DE TECNICAS Antes de empezar a estudiar las nociones basicas del juego de ajedrez quiero darles a conocer un fragmen- to de una partida relativamente sencilla, acompafando- la de comentarios para simples aficionados. G. KASPAROV (URSS) - F. GHEORGHIU (Rumania) Moscu, 1982* 1, d2-d4 Los ajedrecistas expertos saben que esta jugada, asi como la jugada con el peén rey (1. e2-e4), son las mas légicas, y mejores en la posicién inicial. A esta conclu- sién puede llegar cada uno de ustedes luego de estudiar durante 2 0 3 horas los principios generales que deben observarse en la primera fase de la partida: poner rapi- do en accion las piezas propias y controlar el centro del tablero. *Esta leccién es la tnica en que, para indicar las jugadas, se sefialan tanto la casilla de donde parte cada pieza como la casi- Ila a la que se dirige. En lo sucesivo se mencionard solamente la casilla de Hegada. 2a. Leccién 19 LS Cg8-£6 Es una de las mejores respuestas a la jugada blanca. Las negras ponen en accién su pieza y no permiten al adversario que saque al pedén rey y fortalezca todavia mas el dominio en el centro. 2. c2-c4 Ahora las blancas impiden el movimiento libre del peon 2... d7-d5, pues en este caso, después de 3, c4:d5, las negras deben elegir entre 3... Dd8:d5 y 4. Cb1-c3, cuan- do las blancas ponen en juego al caballo y las negras se ven obligadas a mover dos veces seguidas la dama, © sea, a no poner en accion sus piezas, a detenerse en el desarrollo. Si las negras capturan al peon con el ca- ballo 3... Cf6:d5, permiten la jugada 4. e2-e4, dan a las blancas fuerte pareja de peones en el centro, ame- nazando atacar todas las posiciones avanzadas impor- tantes del bando negro (casillas c5, d5, e5, £5). Volvamos a los primeros renglones de nuestro ana- lisis, la jugada 2. c2-c4 “‘Las blancas impiden. . .” Este es el inicio de un conflicto consciente en la partida de ajedrez. Surge la lucha de ideas y empieza la partida de ajedrez propiamente dicha. Cuanto mayores capa- cidades y conocimientos posea el jugador tanto mejor vera los micro-conflictos que surjan, innumerables en cada partida, evaluara mas correctamente sus con- secuencias y adoptard soluciones mas correctas. a e7-e6 Las negras abren camino al alfil y como queriendo recuperar lo perdido se disponen a mover el peon dama a la casilla d5. 20 Kasparov enseria ajedrez 3. Cgl-f3 Las blancas tienen amplia eleccién de buenas conti- nuaciones, como 3. Cb1-c3 y hasta 3. Acl-g5 o bien 3. Ac1-f4. En la apertura tiene suma importancia de- sarrollar con rapidez las piezas propias. oe b7-b6 Las negras se preocupan del alfil en c8, asegurando su salida a la posicién principal de combate b7 0 ala de reserva a6. 4. a2-a3 Para hacer esta jugada, a primera vista pasiva, hay que comprender profundamente el papel de la profilaxis en el ajedrez. La modesta-jugada del peén blanco no permite al alfil negro ocupar posicién activa en b4 y al mismo tiempo asegura al caballo blanco salida ala casilla c3, donde podra desempefar importante papel en la lucha por el centro. 4 Ac8-b7 5. Cbl1-c3 Ambos bandos se apuran a poner en accion las piezas, para reforzar al maximo su influencia en el desarrollo del combate que se perfila en el centro del tablero. ss d7-d5 Las negras fortalecen radicalmente sus posiciones en el centro. Pero en esta situacién, adelantar el pe6n a d5 tiene de malo que obstruye la diagonal al alfil en b7. 2a. Leccién 21 6. c4:d5 Cf6:d5 Después de 6... e6:d5, el alfil en b7 tropezarfa con su propio peon y arriesgaria estar cierto tiempo inactivo. Aunque esta sola peculiaridad de la posicion de las negras no puede predeterminar el éxito de las blancas, la acumulacién metédica de pequefias ventajas permi- tira al experto gran maestro cambiar inexorablemente el giro de la lucha a su favor. 7. Ddl-c2 En la escena ajedrecistica surge nuevo micro-conflicto, en torno a la jugada 7. e2-e4, que permitirfa a las blan- cas ocupar el centro. Al elegir la jugada, las blancas tuvieron en cuenta que después de 7. €2-e4? Cd5:c3 8. b2:c3 Ab7:e4, las negras quedarfan con pedn de mas. fs c7-c5 Las negras podian impedir el plan de las blancas ju- gando 7... f7-£5, pero a alto precio. En su bando aparecerian el pedn atrasado c6 y el punto débil ¢5. 22 Kasp4rov enseiia ajedrez 8. e2-e4 Cd5:c3 9. b2:c3 Af8-e7 Este es nuevo logro de las blancas, que obtienen en el centro fuerte grupo de peones para luchar fructuosa- mente por dominar las casillas de la quinta fila del tablero, es decir, ya en el territorio enemigo. Los aje- drecistas definen esta situacién con el término “‘su- premactia de espacio”. 10. Afl-b5+ Ab7-c6 11. Ab5-d3 En ajedrez, la linea recta no siempre es la distancia mas corta entre dos puntos. Al poner el alfil en d3 en dos jugadas, las blancas obtuvieron mayor ventaja que si hubiesen ido a d3 de golpe. Porque la ligazén, por ejemplo 10. Afl-b5+Cb8-c6 11. Cf3-e5 Ta8-c8 12. De2-a4 Dd8-c7 13. Da4:a7 Tc8-a8? 14. Ab5:c6+con ganancia de blancas, impedia a las negras protegerse del jaque del modo mas natural, con el caballo. Mientras que el alfil negro ocupa en c6 mal sitio y sdlo molesta a sus piezas. Los ajedrecistas en tal caso hablan de mala posicién de las piezas y mala coordinacién de acciones. He: Cb8-d7 El torpe alfil obligé al caballo a ocupar posicién pasi- va, en lugar de activa c6, donde atacaria a las blancas por el centro. Tal vez, las negras no querfan dar al rival ventaja de dos alfiles después de 11... 0-0 12. Cf3-e5, pero eso seria el menor de los males en tal situacién, ya que ahora el rey negro queda en el centro. Sin em- bargo, es mas sensato para los principiantes preocu- parse ante todo de la seguridad de su rey, tratando de sacarlo cuanto antes del centro. 2a. Leccién 23 12. 0-0 Por cuanto el rey negro tarda claramente en ocupar sitio seguro, las blancas deben abrir a toda costa el centro (limpiar de peones las verticales centrales). Por eso, preventivamente su rey huye del sitio peligroso y cede su lugar a la torre. 123. h7-h6 Esto, igual que 4. a2-a3, es jugada profilactica. Encontrar el momento exacto para tal o cual ope- racién es importante elemento de juego del ajedrecista. El gran maestro Florian Gheorghiu escoge momento inoportuno para profilaxis. 13. Tfl-dl Las blancas previendo apertura de la linea d, ponen ahi a la torre. Dd8-c7 Ahora es tarde para que enroquen las negras. Porque después de 13... 0-0 14. d4-d5 e6:d5 (sacrificio de peén) (esta mal 14... Ac6-b7? 15, d5:e6 f7:e6 16. Ad3-b5! y arruina a las negras el caballo varado en d7) 15. e4: d5 Ac6-b7 16. c3-c4 Ae7-f6 17. Acl-b2, las blancas obtienen fuerte peén pasado en el centro del tablero. 14, d4-d5 24 Kasparov ensefia ajedrez “El que tiene supremacia esta obligado a actuar enérgi- camente”, tal es uno de los preceptos del gran pensador ajedrecistico Wilhelm Steinitz (1836-1900), primer campeén mundial, quien formulé las. leyes basicas de la estrategia ajedrecistica. Estudiar la herencia clasica que dejaron corifeos de afios pasados, es provechoso para todos los aficionados al ajedrez y absolutamente indispensable para quienes procuran enriquecer y for- talecer su juego. Las blancas, en la partida citada sacrifican sdlo peén, pero logran todo lo que aspiraban: abren las verticales centrales, atan a las piezas negras por la linea d y dejan al rey adversario en el centro. Ellas ganaron a todas luces la apertura, primera fase de la partida, gracias a un plan de accién mas consecuente. Ahora, para con- solidar y aumentar su ventaja deben operar con energia y precision. Los acontecimientos posteriores serviran de ilustracién a uno de los temas siguientes de nues- tros encuentros. Entonces podran ver el final de esta partida. 3a. Leccion VALOR DE LAS PIEZAS Para valorar bien la correlacién de fuerzas en el table- ro escaqueado, ante todo hay que saber la escala de valores comparativos de cada pieza de ajedrez. En esa escala, el rey ocupa lugar especial. Es inapreciable. No se lo puede cambiar y cualquier amenaza a su existen- cia debe eliminarse sin falta, pues en caso contrario acabara la partida. La pieza mas fuerte de ajedrez es la dama, que en general es un alfil y un peén y medio mas fuerte que la torre. La torre es un pedn y me- dio mas fuerte que el alfil o el caballo. Y, por fin, el alfil o el caballo equivalen, aproximadamente, a tres peones. Pero ademas del valor nominal de cada pieza existe el valor real, que cambia en el transcurso del juego. Este concepto, mas sutil y significativo, refleja la im- portancia de cada figura segtn el trabajo que desempe- fia en un momento dado (0 en determinada jugada), las perspectivas dictadas por la posicién en el tablero y el plan de juego. La valoracién correcta de la fuerza real de cada pieza en cada jugada determina en mucho el potencial ajedrecistico del jugador. Para caracterizar la desigualdad de fuerzas en el aje- drez existe el concepto de ventaja material. Si uno de los bandos obtiene ventaja material procura acrecentar- la para quebrar la resistencia del rival 0, conservando esa ventaja, cambia mas piezas y pasa a la fase final. 26 Kaspérov ensefia ajedrez Pero a menudo ocurre que uno de los adversarios acce- de conscientemente a pérdida material. A mi, por ejemplo, me gusta mucho atacar la posicién del rey ene- migo y para destruir su fortaleza no me detengo ante sacrificios de mis piezas por peones que protegen directamente al rey contrario. Asi disputé hace poco la partida con el gran maestro hangaro Lajos Portisch. Después de 16 jugadas se creé la siguiente posicién. Si quitamos mentalmente del tablero el peén d4 notaremos que los alfiles blancos tienen apuntados a los dos peones negros que custodian al rey. Otros defen- sores por ahora él no tiene. Estas circunstancias dan motivo para efectuar rapido ataque donde el objetivo —privar al rey contrario de los ultimos defensores— justifica los medios —pérdida de peén y dos temibles alfiles blancos. Al principio se abre camino al alfil b2. 3a, Leccion 27 17. dd! ed 18. cd A:d5 Después se reduce el nimero de custodios del rey ne- gro. 19. A:h7+ R:h7 20. T:d5 Rg8 Cuando el rey vuelve a esconderse detrds del pedn, el alfil blanco al precio de su propia vida aniquila el ulti- mo bastién del rey adversario. 21. A:g7! Rig? Pas6 el torbellino combinatorio y dejé al rey en sole- dad ante la amenaza de ataque blanco, en primer tér- mino por la dama. 22. Ce5! Td8 23. Dg4+ Rf8 24. Df £6 28 Kasparov ensefia ajedrez 25. Cd7+ = T:d7 26. T:d7 Dec5 27. Dh7 Tc7 En el tablero hay igualdad material aproximada. La torre y el peén blancos se oponen al alfil y el caballo negros. Pero las piezas negras ocupan posiciones desa- fortunadas, sobre todo el rey. Al mismo tiempo, las dos piezas blancas mas temibles irrumpieron en la sép- tima horizontal y el desenlace de la lucha esta cerca. Todo dependera de cuan rapido las blancas alcanzaran con una de sus torres la casilla g3. Sin embargo, la ul- tima jugada negra contiene picara trampa para juga- dores presurosos. 28. Dh8+ Si las blancas jugaran en el acto 28.Td3, trazando el itinerario Td3-g3-g8x, se llevarfan un chasco después del impresionante sacrificio de la dama 28... D:f2!! 29. R:f2 Ac5+ y luego T:h7. Todavia peor irfan sus 3a. Leccién 29 asuntos si 29. T:f2? Tcl+ 30. Tfl Ac5+ ! 31. Rhi T:flx! 28. Rf7 29. Td3 Cc4 30. Tfdl Siempre es Util poner en juego esta reserva. 30, Ced 31. Dh7+ Re6 No se puede retroceder de vuelta 31.., R£8 debido a nuevo sacrificio 32. Td8+ ! A:d8 33. T:d8x. Hay que ir al centro del tablero y eso en el 99 por ciento de los casos equivale a la derrota. 32. Dg8+ RES 33. g4t+ Rf4 34, Td4+ Rf3 35. Db3+ Las negras se rindieron. Naturalmente, todos los ajedrecistas deben conocer y respetar los principios ajedrecisticos fundamentales, incluida la escala de valores comparativos de las pie- zas. Pero uno de los atractivos del ajedrez consiste precisamente en las numerosas excepciones de las re- glas, que con frecuencia conducen a situaciones y co- rrelaciones no tipicas, donde el camino justo es mu- chas veces sugerido por la intuicién y la experiencia acumulada. Como parte de esa experiencia guardo en mi memoria un fragmento de la partida Mijail Tal - Oscar Panno, disputada en 1958. 30 Kasparov ensefia ajedrez Sin haber terminado de desarrollar las piezas, los contrincantes emprendieron renida lid, donde la corre- lacién material pasa a segundo plano y ademas se hace absolutamente atipica. Lo fundamental ahora es va- lorar con exactitud la actividad de las piezas que par- ticipan directamente en la lucha. 18... C:b3 19. Cc6! Con esta jugada, las blancas quieren ganar dama a gran costo material. 19o C:al 20. C:d8 Af5! 21. D£3 Ta:d8 22. T:e7 = A:bl 23. A:f4 T:d4 3a. Leccién 31 a a En 5 jugadas, la posici6n se hizo irreconocible. Dos ca- ballos y una torre no valen menos que la dama. Ademas, el alfil blanco no puede encontrar de ningin modo su lugar en el juego. Por lo visto, el desenlace de la con- tienda depende de la actividad de la dama blanca. 24, 25. 26. 27. Dg4! Ag6 De6+ Af7 Df5 C2 b3 Ag6 Tal temia mas el contrataque de las negras después de 27... Tdl+ 28. Rf2 Cd2. Las negras hacen sdélida mo- vida obligando a las blancas a embrollar todavia mas el juego. 28. 29. 30. 31. T:g7+ R:g7 Ah6+ = R:h6 D:f8+ Regd be be 32 Kasparov ensefia ajedrez no . mate CF y Wa a Vaype De nuevo cambié bruscamente la posicién, Las blan- cas tienen en el ataque sdlo a la dama y a algunos peo- nes. * 32. g3 Ae4 33. h4t Rg4 34. Rh2 Af5! Las negras se defienden magn/ficamente. Entregando una pieza (35. {8+R:f3 36. D:f5 Re3!) irrumpen con el rey en el flanco dama. Por eso, las blancas buscan la manera de mantener al rey negro en el flanco derecho, donde hay peones blancos. 35. Df6 h6 36. Ded Te4 37. Dg7+ R&B 38. Dc3+ Ce3 A tablas mas simples conducfa 38...R:f2 39.D:c2+Rf3. 39. Rgl Ag4 3a. Leccién 33 40. fe hd 41. Del T:e3 A tablas conducia 41... Te6 42. e4 c3, después de lo cual las piezas negras se protegian mutuamente y el rey blanco quedaba enjaulado. 42. Dfl+ Re4 43, D:c4+ Rf3 44, Dfl+ Re4 45. D:a6 Ahora, la dama blanca tiene ayudante, el peén pasado a2, que a fin de cuentas decidiria el resultado de la lu- cha. Pero eso ya es tema de otra leccién. 4a. Leccion DOMINE EL CENTRO Y TRIUNFE Las casillas del centro del tablero —e4, d4, e5, d5— son muy importantes, como una altura desde la que se ve bien todo el campo de la batalla ajedrecistica y desde la que es mas facil asestar el golpe de gracia a cualquier objetivo del tablero. Conceptos como “lucha por el centro”, “dominio en el centro”, “ruptura del centro”, también reflejan los momentos mas importantes del duelo y son bien conocidos por cualquier ajcdrecista experimentado. La lucha por el centro empieza ya desde las primeras jugadas. El bando que logra la superioridad en el cen- tro del tablero (o que ocupa el centro), generalmente 4a. Leccién 35 tiene posibilidad de trasladar con mas facilidad sus piezas de un sector del tablero a otro, creando supe- rioridad de fuerzas ahi donde empieza el combate. Un siglo atrds, la lucha por el centro era mas despreo- cupada y franca. Las blancas de inmediato procura- ban ocupar el centro con peones, sin detenerse ante sacrificios materiales. A la saz6n estaban de moda los gambitos, es decir, comienzo de partida con sacrificio obligatorio. 1. e4 e5 2. £4! ef En nuestros tiempos, con mayor frecuencia se emplea el contragambito 2...d5 3. ed e4! y la lucha por el centro es més sutil. 3. Cf3 Al primer campeén mundial oficial Wilhelm Steinitz le gustaba jugar 3. d4, admitiendo 3.., Dh4+ 4. Re2. El estimaba que la supremacia en el centro es mas importante que un buen refugio para el rey. ooo g5 4. Act gt 5. 0-0! gf 6. D:f3 Df6é 7. d3 Ah6 8. Cc3 Ce7 9. A:f4 d6 10. A:h6 D:h6 11. D:f7+ Rd8 12. Tf Dg 13. Tafl 36 Kasparov ensejia ajedrez of” "gaa AY 7 "0 au 4, | YU mene Woe a m Asi se prolongé una de las partidas del gran ajedre- cista ruso Mijail Chigorin, disputada en 1878. Las blancas sacrificaron una pieza y obtuvieron fuerte ataque, con la particularidad de que su ventaja en el centro desempené papel decisivo. La estrategia blanca en el centro se vio con mayor nitidez en una de las partidas del eminente ajedrecista norteamericano Paul Morphy (1837-1884). P. MORPHY - J.A. RIVIERE Paris, 1863 1. e4 e}5 25 Go Cc6 3. Act Ac5 4. b4 A:b4 5. 3 Ac5 4a. Leccién 37 6. 0-0 dé 7. d4& ed 8. cd Ab6 9. Cc3 Esta posicién interesantisima, fue por aquella época no menos popular que actualmente la partida espafio- la. Al precio de un pedn, las blancas obtuvieron clara superioridad en el centro. No se puede jugar 9... Cf6 debido al impetuoso ataque 10. e5! de 11. Aa3! A: d4 12. Db3! Ac6 13. A:e6 fe 14. D:e6+Ce7 15. C:d4 ed 16. Tfel! 38 Kasparov ensefia ajedrez La mejor respuesta negra se considera 9...Ag4 y si 10. Ab5 se puede elegir 10... Ad7 0 10... Rf8. J.A. Rivié- re hizo la jugada natural, pero adversa, que permitié a las blancas aprovechar otra ventaja de la pareja central de piezas, a saber, su movilidad y dinamismo. oe Df6 10. Cd5 Dg ll. Cf4! Df6é 12. e5! E] peén central avanzé y creé en el acto una situacién donde las negras en lugar de desarrollar tranquilamente las piezas deben proteger al rey de zmenazas concretas, cosa que es dificil hacer aqui porque la mayoria de las piezas negras se estancé en puntos iniciales. Ahora, aprovechando su ventaja en cantidad de piezas pues- tas en juego, las blancas efectuan una operacién tipica; abren el centro (lo limpian de peones propios y ajenos), para dar campo de accién a sus piezas. Con el centro abierto, la actividad de las piezas crece mucho y la 4a. Leccién 39 buena ubicaci6n 0, por el contrario, la mala ubicacién de algunas piezas tiene primerfsima importancia para valorar la situacién en el tablero, pues indicara quién tiene la ventaja. 12... de 13. de Df5 Claro, no se puede tomar el pedn 13...C:e5? porque 14. C:e5 D:e5? 15, Tel ganando dama. Pero el peén e vuelve a avanzar. a _ wel 4... £6 También estaba mal para las negras si 14...fe 15. C: 6. A:e6 16. A:e6! Df6 17. Dd7+ Rf8 18. Ab2! (es por eso que el peén debia salir de e5) D:b2 19. Df7x. Ahora, el pedn e6 corta la posicién de las negras en dos partes y tiene tanto valor como una pieza. Las blancas aqui solamente tienen que impedir la huida del rey negro al flanco. 40 Kasparov ensefia ajedrez 15. Ch4 Dc5 16. Ae3! Dg5 17. Cf3 Dad 18. A:b6 D:b6 19. Cd5 Dad 20. Cd2! Ahora, las negras no pueden protegerse contra la ame- naza de perder la torre en a8 después de 21. Cb3 y 22. C:c7+y contra la no menor amenaza Dh5+. El fin es inminente. 20... Cd4 21. Cb3 C:b3 22. ab Dc5 23. Dh5+ Rd8& Después de 23...g6 24. C:f6+ se pierde la dama. 24. Tadl 4a. Leccion 41 Ahora no hay salvacién contra las terribles consecuen- cias del jaque (25. Cb6+, el caballo sale de la linead y el rey negro cae bajo jaque de la torre blanca) y por eso las negras se rindieron. Indudablemente, cada bando tiene que preocuparse por todos los medios de defender sus peones centra- les, para conservarlos en cantidad necesaria y ocupar con ellos posiciones ventajosas. A veces, en el centro queda sdlo un peén por ban- do. Entonces surgen nuevos problemas, en particular, el de cémo apoderarse del puesto avanzado en el centro que con mayor frecuencia permita operar activamente las piezas y obtener supremacia sobre el rival. TIGRAN PETROSIAN (URSS) - JULIUS KOZMA (Checoslovaquia) Munich, 1958 1. Cf3 cf6é 2. d4 e6 3. Agd c5 4, 3 b6?! El método sencillo de apertura blanca disminuyé la atencién de las negras, y éstas, con jugada que parece natural, permiten al adversario tomar el puesto avan- zado del centro. 5. d5! ed 6. Cc3 Ab7 42 Kasparov ensena ajedrez 7. C:d5! A:d5 8. A:f6 D:f6 9. Las blancas se apoderaron sdélidamente del punto 45, pues las negras en un tiempo proximo no podran expul- sar a la dama de su poderosa posicién. Al mismo tiem- po, las debilidades negras en la lfnea d son constantes y pueden ser bastante dolorosas. Los ajedrecistas experimentados nunca inician ope- raciones serias en los flancos antes de asegurar sus posiciones en el centro. En el siguiente diagrama, las blancas, sin haber hecho previamente la jugada necesaria Cc3, iniciaron la ofensi- va de peones en el flanco rey. De por si, esto no es muy peligroso, pero en el duelo Hans Neegord (Dinamarca) - Vladimir Simagin (URSS) (partida por corresponden- cia, 1964), las negras demostraron su extraordinaria peligrosidad en la respuesta a ese tipo de ataque de blancas, débil y sin apoyo, y lo hicieron de forma muy convincente. 4a. Leccién 43 1 bbl! 2. cb d5!! 3. ed e4! 4. D:e4 Si 4. fe obtenia 4... Ce5!, pero también asi las blancas se las ven duras. co A:g4 5. Df4 Ah5 6. Rf2 Ce5 7. Ag2 Ad6 8. Da4 Tc8! 9. Td2 Df6é 44 Kasparov ensefia ajedrez En pocas jugadas, los reductos blancos, que parecian fuertes, se desmoronaron tras ese contragolpe oportu- no en el centro. En conclusién, iluchen por los escaques centrales, cuiden el centro, valoren el centro! 5a. Leccion COMO GANAR ESPACIO Por cuanto el juego de ajedrez tiene lugar en un area limitada —los 64 escaques del tablero—, el espacio, es decir, la cantidad de casillas en la que cada bando puede ubicar sin obstaculos.sus fuerzas, habitualmente influ- ye mucho en el curso de la contienda. Antes de empe- zar la partida, blancas y negras controlan igual espacio. Pero por lo general cualquier jugada de apertura persi- gue controlar la mayor cantidad posible de casillas del tablero, sobre todo en territorio ajeno. El papel prin- cipal en la conquista de espacio corresponde a los peones, que desplazan a las piezas rivales y propor- cionan a las suyas libertad de maniobra. Pero el avance de los peones debe acompajiarse, sin falta, de apoyo de las piezas. En caso contrario, el ejército de peones perecerd con rapidez. El ajedrecista experto procura ante todo obtener dominio en el sector central del tablero, limitado por las verticales c y f, pues ahi estan las mejores posiciones para las piezas. A fin de que nuestra conversacion sea mas concreta probemos analizar dos partidas. La primera se disputé a fines del siglo pasado. 46 Kasparov ensefia ajedrez SIEGBERT TARRASCH - RUDOLF CHAROUSEK Nuremberg, 1896 Apenas fueron hechas cinco jugadas y ya las blancas conquistaron gran espacio, tres peones suyos contro- lan importantisimas casillas de la quinta horizontal, en territorio enemigo. Con apoyo de sus piezas ellos podran seguir adelante, aislando, como si fueran una cerca, nuevos sectores de terreno contrario, para sus propias piezas. En el ajedrez contemporaneo, un método estratégico 5a. Leccion 47 eficaz de lucha contra tales cadenas de peones se con- sidera que es el contrataque opuesto de peones (con mayor frecuencia apoyado por piezas), para impedir el avance de la cadena. Después de eso se trata de romper la cadena en eslabones 0, como dicen los ajedrecistas, islitas. La variante 6... c5! 7. d5 e6 8. 0-0 ed 9. ed caracteriza del mejor modo semejante método. Charousek, dicho sea de paso, uno de los mejores ajedrecistas de aquella época, también intenta detener la cadena de peones blancos, pero lo hace con poca fortuna. El impide la libertad de movimiento de sus piezas y, lo mas importante, no logra la ruptura del centro blanco de peones. La situacién de las negras al cabo de tres jugadas se agrava extremadamente. 6 d5? 48 Kaspérov ensefia ajedrez Bajo proteccion del tridente de peones d4 — e5 — f4, las piezas blancas tienen muchas casillas para manio- brar y pueden ser trasladadas con facilidad a cualquier sector del tablero. El gran ajedrecista aleman Tarrasch resuelve muy facilmente el problema de materializa- cién de Ja supremacia. El inicia un ataque raudo de peones por el flanco rey. Sus peones deben abrir lineas para las piezas mayores, mientras que las piezas negras, apretadas en las dos ultimas horizontales, sdlo se mo- lestaran unas a otras y no podran organizar la defensa. 9. h4! Una de las reglas principales de la lucha ajedrecistica reza: La ofensiva en el flanco es mejor detenerla me- diante contrataque en el centro. Desgraciadamente, las negras con su jugada 6... d5 se privaron a si mis- mas de esa posibilidad y su derrota esta predetermi- nada. oo Cc6 10. 5 Ce7 ll. g4 £5 12. hg C:g6 13. Ad3 6 14. g5 Rh7 15. De2 Th8 16. Dg2 c5 17. gh 5a. Leccién 49 Las negras se rindieron por la inevitabilidad de gran- des pérdidas. La segunda partida puede servir como ilustracion de métodos modernos de lucha por el espacio. Para mi, esta partida es particularmente memorable, como mi primera victoria conseguida al estilo posicional puro, en importante competicion y sobre un fuerte adversario. GARRI KASPAROV - TAMAZ GUEORGADZE Minsk, 1979 1. e4 e}) 2. Cf3 d6 3. Ac4 Ae7 4. d3 Cf6é 5. c3 0-0 50 Kasparov ensefia ajedrez 6. 0-0 c6 7. Ab3 Ae6 8. Ac2 h6 9. Tel Cd7 10. Cd2 Dc7 Ambos bandos maniobran sin apresurarse y da la impresién de que sus logros son idénticos. Pero sélo a primera vista. Las blancas empiezan a conquistar espacio. ll. d4! Tfe8 12. h3! Limitar las posibilidades del rival (ahora el alfil negro no se colocara en g4) también es conquistar espacio. 12. cfs 13. c4! Cg6 14. d5 Ad7 15. Cbl! Af8 5a. Leccion 51 16. Cc3 5? 17. Aa&t En tal situacién apretada, cualquier cambio es conve- niente a las negras excepto ese. Su alfil de casilla blanca defiende importantes escaques y tiene la mayor liber- tad de maniobra. Tee a6 18. A:d7 9 C:d7 19. g3 Ae7 20. hd! Las blancas resolvieron por ahora como estrategia limitar el movimiento de las piezas negras en el flan- co del rey y preparan la ofensiva principal en el flanco dama. 20... Cf6é 21. Ch2 Dd7 22. a4 Dh3 23. Df3 Dd7 24. a5! Las blancas cruzaron la frontera también en el flanco dama apretando todavia mas a las negras. Su plan préximo esta claro para ambos bandos, pero las ne- gras ya no pueden hacer nada. Maniobrar sus reservas en poco espacio es practicamente imposible. oa cfs 25. Ad2 TB 26. Cfl Cet 27. Ca4 —-Ad8 28. Tcl ‘Tb8 29. b4! cb 52 Kasparov ensefia ajedrez 30. A:b4 h5 31. Cbé6! A primera vista continuacién ildgica, pues por la linea b se podia acentuar la presion. Pero las blancas se pro- pusieron abrir la linea c, y en tal caso es muy impor- tante para ellas tener una casilla de irrupcion en esa linea. La casilla c7 es la mejor plaza para el desembar- co blanco. 31. A:b6 32. ab De7 33. Da3 Td8 La ultima posibilidad de resistencia consistia en fre- nar el avance del peon c, sacrificando torre por alfil (33... Tc5! 34, A:c5 dc). La marcha de los aconteci- mientos, es verdad, se haria mas lenta, pero aun asi las blancas conservarfan todas las posibilidades de vencer; en lugar de ello, la ofensiva blanca se desarro- lla con rapidez y conforme al plan. 5a. Leccién 53 34. £3 Ch6é 35. 5! dc 36. A:c5 Df6 37. Rg2 Te8 38. Ae3 Cd7 39. Tabl De7 Las negras perdieron por tiempo, al no completar sus 40 movidas en las dos horas y media asignadas. De cualquier manera, luego de 40. D:e7 T:e7 41. Tc7 la posicion de las negras ya no tenia esperanza. De modo que valoren el espacio; procuren ganarlo, pero no pierdan la cabeza. Pues la cadena de peones muy adelantada puede ser detenida y destruida, y por la brecha formada irrumpiran piezas contrarias. 6a. Leccion TRASCENDENCIA Y MUERTE DE LOS PEONES Aunque los peones son las piezas mas débiles de la lid ajedrecistica, precisamente ellos determinan su mar- cha y desenlace. Si uno de los bandos tiene dos o tres peones mas, eso a menudo basta para la victoria. El asunto se complica cuando hay igual cantidad de peo- nes. Entonces, la valoracion de la posicién sera deter- minada, en gran parte, por la ubicacién de los peones de cada bando. Al principio de la partida, los peones adversarios se alinean en dos filas, formando cadena. Avanzan apo- yandose mutuamente y entorpeciendo la actividad de las piezas rivales. Los ajedrecistas expertos, a fin de ob- tener una fila movil y flexible de peones que se defien- dan mutuamente, con frecuencia acceden incluso a sacrificios materiales. 6a, Leccion 55 TIGRAN PETROSIAN (URSS) - HELMUT PFLEGER (RFA) 1960 2. cd Ahora, justo dos peones —d5 y e5— resuelven la lucha. 2.8 Dc8 56 Kasparov ensefia ajedrez 3. e6! 0-0 4. Dc3 £6 5. d6 Ca4 (No se puede 5... D:e6 por pérdida de la dama en 6. Ac4) 6. D:c8 = Tf:c8 7. Aal Tc2 8. de T:e2 9. Td8+ Rg7 10. Tcl (Serfa equivocado poner en el acto 10. e8D, porque 10... T:g2+ !! 11. Rhl Tg3+ y las blancas, inespera- damente, reciben mate). 6a. Leccion 57 10... T:e6 11. Tc7 (Amenaza12. e8D+) i Rh6 12. A:f6 Las negras se rindieron. <¢Como oponerse a esta temible cadena de peones? El método radical —y también el mas logico— es el evi- dente: aniquilar toda la cadena o por lo menos su esla- bén central. En otras palabras, romper la cadena en pequefios islotes, imposibilitados de ayudarse mutua- mente. Pero con frecuencia, el método mas eficaz de lucha contra la cadena movil de peones es limitar su movili- dad, es decir, bloquearla, digamos, teniendo bajo fue- go las casillas que estan delante de los peones. Por ejemplo, a la cadena de peones negros c4, d5 y e6 es capaz de contenerla el alfil blanco ubicado en la dia- gonal al-h8. 58 Kasparov ensefia ajedrez sa io man. o in a” .. Pero si aunque sea el caballo negro de casilla c6 apoya la ofensiva de los citados peones, el alfil blanco solo, no estara en condiciones de oponerse al avance de la cadena de peones. El mejor método de bloqueo es detener alos peones con peones. Si en vez de amenazar a los peones ne- gros c4, d5 y e6 con el alfil ponemos tres peones blan- cos en los escaques c3, d4 y e5, alzaremos una barrera infranqueable. 6a. Leccién . Y/) c ae - “yy Vv tm a0 tin “man a a Vi, i : 7s! a a En las partidas contemporaneas de ajedrez, los ban- dos adversarios procuran limitar la movilidad de las cadenas de peones desde el comienzo del juego. Como, por ejemplo, en este sistema de apertura: 1. d4 i 2, c4 7 3. Cc3 nod 4. 3 At aid anoad 6. C£3 purr 7. be d6 8. c4 7 % 45 Ce7~ 60 Kasparov ensefia ajedrez Como ven, ante el trio de peones c4, d5, e4, las negras oponen el dio c5, e5, defendido por el peén d6. Y esto resulta suficiente para estabilizar la situacién en el centro. Pero no todos los ajedrecistas procuran li- mitar hasta tal grado la movilidad de los peones con- trarios. E] dinamismo de la cadena de peones ofrece ricas posibilidades para el juego combinatorio, y esto es igualmente peligroso y atractivo, maxime si los ri- vales prefieren el juego abierto. Por el contrario, la cadena de peones inmovil, en funcion de bloqueo, a menudo predetermina el desarrollo lento y mondtono de la partida. Los lectores, seguramente habran tropezado en la literatura ajedrecistica o en comentarios de partidas, con los términos “pedén débil”, “pedn aislado”, etc. Cada uno de ellos testimonia el defecto en la cadena de peones que limita su movilidad y aumenta la vul- nerabilidad. Aqui esta un ejemplo simple. 6a, Leccién 61 ct *o 6 @ (oo oe A nme a . JY] JZ A pesar de la amenaza por parte del rey negro, las blancas jugando correctamente pueden defender al peon y hasta coronarlo. Pero basta trasladar al rey blanco hacia las filas del lado contrario, para que el peon se haga débil, porque cae facilmente ante el ata- que del rey negro. Otro defecto corriente de las cadenas de peones consiste en tener dos o tres de ellos en la misma ver- tical. Voluntariamente pocas veces se colocan uno tras otro porque es dificil defenderlos, sobre todo al final de la partida, donde originan grandes problemas. Pero no hay regla sin excepcion, maxime en ajedrez. Vean este bello final de la partida de ajedrecistas polacos Tulkowski y Wojciewski, jugada en Poznan hace unos 55 afios. 62 Kasparov ensefia ajedrez eects “oo man. A wo 0, Yj a i a an iam Después de las jugadas evidentes i. Ta2 2. Ca4 en el tablero empiezan a ocurrir milagros. a T:b2 Los defectos de la estructura de peones (vean los peo- nes negros) resulta que pueden ser compensados con juego ingenioso. Las negras entregan torre sin razon aparente. 3. C:b2 3 Después de 4. Cd3 c4+ entra en accién el alfil negro dormido y eso resuelve el enigma. Sigue 5. T:b6 cd! 6. Rf2 c2 7. Tc6 d2 y el pedn se corona. 6a. Leccion 63 4. T:b6 Si 4... ab, sigue 5. Cd3 y las blancas quedarfan con pieza de mas. Pero las negras asestan el golpe Cs c4! Ahora quitan al caballo la casilla d3 y luego de 5. C:c4 el peén c se transforma en dama. ¢Acaso dos piezas no pueden arreglarselas con dos peones invadlidos que se arrastran por la linea c? 5. Tb4 Parece que ahora las blancas venceran, porque contra la amenaza 6. T:c4 no se ve defensa. c a5!! Este es un verdadero himno a los peones. E] peén olvi- dado, que antes no captur6 a la torre, resuelve la lucha con un salto a primera vista inverosimil. Ahora, si 6. T:c4, sigue 6... cb, después de lo cual, la casilla b4 se hace inaccesible para la torre, y el pedn se corona por 64 Kasparov ensejia ajedrez la linea b. Pero si 6. C:c4, sigue 6... c2, y el pedn de todos modos se convierte en dama. iUn final asom- brosamente bello! 7a. Leccion ACCION CONJUNTA DE LAS PIEZAS Las leyes del combate en la partida de ajedrez se ase- mejan a las leyes del combate en cualquier deporte y en la vida en general. Triunfa el mas activo, habil y ex- perto en la utilizacion de los recursos disponibles. éQué es actividad en el juego de ajedrez? A mi mo- do de ver es la aspiracion de fortalecer con cada ju- gada la posicion de sus piezas y crear amenazas a las piezas rivales. Pero para que las jugadas activas pue- dan garantizar éxito deben corresponder a las leyes generales del juego de ajedrez y asentarse en sdlida base estratégica. El ajedrecista que tiene reputacion de jugador acti- vo, como regla procuraimponer al adversario su tactica de lucha ya desde los primeros movimientos, obligan- dole desde el inicio a resolver problemas de diferente complejidad. Para que los lectores comprendan mejor los princi- pios de actividad y cooperacién de las piezas analizare- mos una partida del campeén mundial Anatoli Karpov, que en este sentido puede considerarse ejemplar. 66 Kasparov ensefia ajedrez ANATOLI KARPOV - IOSIF DORFMAN Mosca, 1976 1. e4 c5 2 Glo d6 3. d4 cd 4. C:d4 Cf6 5. Cec3 e6 6. g4 Ae7 7. gd Cfd7 8. h4 Saquemos las primeras conclusiones de la apertura. Las blancas con su actividad en el flanco rey desplaza- ron a las piezas rivales a las dos ultimas horizontales, con el caballo de la casilla d7 obstruyendo el camino al alfil en c8 y hasta cierto punto también a la dama. s Cc6 9. Ae3 a6 10. De2!? 7a. Leccion 67 Muy interesante y activo es el plan que contribuye al desarrollo armonioso de las piezas. Karpov coloca a la dama en la linea e, donde no molestara a la torre dl y creara amenazas combinatorias. La dama tampoco obstaculiza al alfil £1, que se propone salir a la casilla h3 para amenazar con la eventual jugada de sacrificio A:e6. Como vemos, cada jugada blanca es enérgica e intensifica su potencial ofensivo. 10... Dc7 11. 0-0-0 b5 La actividad contraria tiene cardcter de obligada. Las negras estan arrinconadas y tratan de realizar un con- trajuego capaz de distraer a las blancas de la prepa- racion del ataque decisivo. Pero estan visiblemente atrasadas en su desarrollo. Por eso, en su Ultima mo- vida hay mas desesperacién que accién planeada. 12. C:c6 D:c6 13. Ad4! b4 68 Kasparov enseiia ajedrez Las negras procuran con esta jugada quitarle al caballo blanco el control del escaque d5 para asi mover des- pués a e5. Ellas son consecuentes en el intento de for- mar su linea ofensiva, pero por desgracia tienen débil base estratégica: sus piezas estan mal desarrolladas, y ubicadas desafortunadamente. éComo aprovechar esas insuficiencias? 14, Cd5! La jugada mas activa. Ahora adquiere fuerza temible el alfil d4 e inesperadamente (para las negras) entra en accion la dama blanca. 14... ed 15. A:g7 Tg8 16. ed Dc7 17. Af6 Las blancas obtuvieron por el caballo dos peones y buenas perspectivas de ataque al rey atascado en el centro. Ta. Leccién 69 7. Ce5! Unica posibilidad de mantener la posicién. Por cuanto amenaza 18... Ag4, las blancas no tienen tiempo para 18. f4. Hay que debilitar el potencial ofensivo del contrario. 18. A:ze5 de 19. f4 Al ataque de piezas sigue el asalto de peones. Las ne- gras no pueden impedir la formacién de poderosa pa- reja de peones blancos, porque si 17... e4, seguiria 18. d6 A:d6 19. D:e4, etcétera. 19. Af5 20. Ah3 La aspiracién de limitar al maximo el contrajuego del adversario es muy tipica del estilo del campeon mun- dial. Las blancas podian llevar a cabo de inmediato 20. fe, sin temer 20... Tc8 debido a 21. Th2 Da5 22. 70 Kaspérov ensefia ajedrez D:a6 D:a6 23. A:a6. Karpov accede al cambio de su ultima pieza menor, pero anula asi la amenaza al pun- to c2 por parte de las negras. 20... A:h3 21. T:h3 Tc8 22. fe Dc4! Las negras ponen la dama en posici6n activa y la ba- lanza empieza a oscilar. 23. Tdd3 Las maniobras con torre en la tercera horizontal son uno de los métodos estratégicos predilectos del cam- peon mundial. Aqui esta jugada no sdlo previene el cambio de damas, sino que también sirve para mejo- rar la cooperaci6n de las piezas blancas. La coopera- cién entre las piezas es un factor muy importante que nos ensefia la fuerza de un ajedrecista. Saber coordinar las jugadas de cada pieza, de cada peon, para que ac- tuen mancomunadamente en la ejecucién de cualquier plan integral y de paso se protejan entre si es un gran arte, indicio de alto nivel. También aqui ambas torres de la tercera fila estan listas para apoyar el movimiento de la pareja central de peones, mientras que la dama defiende el punto c2 y esta dispuesta a ayudar a las torres. El duo de peones (d5, e5), defendido por sus piezas, representa temible fuerza. Generalmente tales lineas pueden empujar las piezas enemigas a las Ultimas horizontales y desorgani- zar por completo sus acciones. 23. Df4+ Ta, Leccién vet La mejor respuesta. 24, Rbl Tc4! 25. d6 Ted! 26. The3 Hay que cambiar otra pareja de piezas abandonando todas las esperanzas de explotar la posicién desafor- tunada del rey y torre negros. 26... T:e3 27. T:e3 D:h4 28. Df3! La cufia de pedn blanco rompio la posicién de las ne- gras en dos partes y ahora nada puede impedir la irrup- cién de la damaac6 0 bien a8. El pedn bien afirmado que penetra en el campo adversario o la pieza también afirmada allf, a veces pueden desorganizar por comple- to las acciones de las fuerzas contrarias, y dividir su ejército en dos grupos aislados y por lo tanto débiles. 72 Kasparov enseiia ajedrez 28. D:g5 29. Tel Dg2?! 30. Df5 Tg6 31. Tfl Dd5 32. de R:e7 33. Df4! Las blancas recuperaron pieza y conservaron el ata- que. La poca cantidad de piezas restantes sdlo aumen- ta un poco las posibilidades de salvacién de las negras. Con esas unidades combativas que siguen en la lucha todo lo decidira la calidad de las fortalezas en que se hallan los reyes. Pues bien, el rey negro practicamente no la tiene, y de las blancas se requiere slo precision en la ofensiva, la que el campe6n mundial realiza de forma ejemplar. . Oo. a5 34, Dh4+ Re8 35. D:h7 Df3 36. Dh8+ Re7 7a. Leccién 73 37. Dh4+ Re8 38. Dc4! Db7 39. b3 Te6 40. Tfl! Tie5 41. Tg8t+ Re7 42. Dh4 Rd7 43. Df6! Te7 44. Df5+ Rd6 45. D:a5 Ted 46. Dd8+ Re6 47. Rb2! £6 48. Tf8 Dg? 49. Dc8+ Rdb5 50. De4+ Las negras se rindieron. De modo que, sea activg en la lid ajedrecistica. En- tonces recibira verdadero placer del juego. Deje que sus piezas sean amigas y se ayuden mutuamente. Asi experimentara mas a menudo la alegria de la victoria que la amargura de la derrota. 8a. Leccion PARA UNA BUENA APERTURA Apenas conoce los principios basicos del juego, cada aficionado al ajedrez nota que las acciones al comien- zo de la partida, cuando en el tablero se conservan casi todas las piezas, con mucha frecuencia predeterminan el desarrollo de la lucha y a veces el resultado del due- lo. En ocasiones, el ajedrecista se ve obligado a pasar toda la partida en apurada labor defensiva tratando vanamente de tapar las-brechas de su posicidn, abier- tas al comienzo de] juego. Esto ocurre por desconoci- miento de la teoria de ape¥turas, y por falta de ciertas habilidades necesarias en la primera fase de la part'da. La lid ajedrecistica hasta cierto punto se parece a las acciones militares, donde, como sabemos, mucho decide no sélo la preparacion técnica y el equipamien- to de las tropas, sino también la capacidad que tiene el jefe militar para prever el caracter de la proxima ba- talla y de acuerdo a eso ubicar correctamente las tropas, ponerlas en combate a tiempo y en la mejor sucesiOn. Por eso, cada ajedrecista que dirige las acciones de su ejército de madera, si quiere salir victorioso debe co- nocer los principios basicos del juego en el comienzo de la partida. Cualquier partida de ajedrez puede conservarse para la historia porque se puede registrar mediante una no- tacién especial. Durante la existencia del ajedrez fue- ron anotadas innumerables partidas, y a través de su andlisis se ha podido elaborar la estrategia del juego 8a. Leccién 75 en la apertura, con todos sus matices, a la que se suele llamar la teoria de aperturas. No me propongo ofrecer a los lectores todas las aperturas ahora conocidas y sus particularidades. Eso seria imposible dada la profusién de material. Me li- mitaré a examinar algunos principios generales de la lucha en la apertura, y a explicar como se pueden evi- tar los desastres en ella en las siguientes lecciones. PRINCIPIO BASICO DE APERTURA: Gana la lucha de apertura quien pone en juego mds rapido sus fuer- zas principales. Esta regla es cardinal y tiene suma importancia uti- lizarla correctamente. Tomemos un ejemplo simplisimo. et) e5 2. Ac4 Cc6 3. Df3 Ac5 4. D:f7x 76 Kaspdrov ensefia ajedrez Parece que las blancas hicieron todo como se debe, pusieron en combate de golpe dos piezas y dieron ma- te. Sin embargo, su juego merece rigurosa critica. El primer movimiento fue desafortunado. En una de las lecciones anteriores sefialé lo importante que es ocu- par con los peones el centro del tablero, A eso debe aspirarse justamente en la apertura, para colocar las piezas en las mejores posiciones. Por eso, la jugada e4 sin lugar a dudas es mas fuerte y logica que la timida e3, Vuelvo a subrayar, procure ganar espacio con sus peones y ante todo las casillas centrales. La segunda movida de las blancas (2. Ac4) resulta mucho mas complicada de refutar, aunque su calidad es baja por dos razones. La experiencia de generacio- nes anteriores sugiere la mejor forma de sacar las pie- zas: primero salen los peones al centro, después entran en juego caballos y alfiles, y sdlo entonces las piezas mayores, © sea, torres y damas. Aqui, el alfil salté a po- sicion temible olvidando la posible réplica de las negras 2... d5. Estas tendrian poderoso centro de peones y 8a. Leccion 77 el alfil blanco quedaria desplazado a los escaques poco promisorios d3 o bien e2. El ajedrez es un juego légico y la combinacion de la timida 1. e3 con la agresiva 2. Ac4 carece de logica. Por eso debe ser castigada. Las negras en respuesta movie- ron 2... Cc6, que debe estimarse continuacién normal, aunque no la mas fuerte en tal situacién. En efecto, la jugada 2... Cc6 responde al principio de desarrollo mas rapido de las piezas, pero no alza ante las blancas ta- reas dificultosas, que si surgirian en caso de 2... d5! La tercera jugada blanca 3. Df3 parece mas eficaz, pero el ajedrecista experto no la hubiera hecho y ni siquiera pensado. Porque si las negras reaccionaran correctamente 3... Cf6! el ataque de la dama seria es- téril. Por si fuera poco, la dama en £3 quité cémodo escaque al caballo de rey de modo que a éste no le quedaba otra cosa que ocupar posici6n pasiva en la casi- Ila e2 o hallandose en la casilla h3, apartarse demasiado de los sucesos en el centro. La dama, la pieza mas poderosa del ajedrez, no debe apresurar su salida a la arena de combate, pues en caso contrario las piezas menores del enemigo podran lanzarse a la caza de la dama. La contestacion de las negras 3... Ac5?? es 16- gica sdlo desde el punto de vista de la légica formal (sacan la segunda pieza en la sucesiOn debida) pero pierden en el acto la partida, porque no tuvieron en cuenta la amenaza concreta del adversario. Todo esto nos revela el andlisis atento de una partida muy corta, pero llena de errores de una y otra partes. Ilustraremos el principio basico de apertura —poner en juego las piezas lo mas rapido posible— utilizando una partida jugada hace mas de un siglo. 78 Kasparov enseiia ajedrez E. SCHULTEN - P. MORPHY Nueva York, 1857 1. e4 a) 2. £4 Con este inicio antiguo y romantico que recibié el bello nombre de gambito de rey, la rapida puesta en accion de las piezas resuelve a menudo el desenlace de la pugna. La teoria moderna estima que la mejor defen- sa de las negras aqui es el contrataque. Esto lo de- muestra claramente el genial ajedrecista norteameri- cano Paul Morphy. 2G d5! 3. ed e4! Capturar cualquier pe6n seria pusilanimidad. Las ne- gras procuran mejor aventajar al contrincante en el desarrollo, pues cualquiera de sus piezas tiene buenas perspectivas de espacio. 4. Cc3 cfé 5. d3 Ab4 6. Ad2 Después de 6. de C:e4 7, Dd4 De7 8. Ae2 0-0 9. Ad2 C:d2 10. D:d2 Ag4, a las blancas no les seria facil ac- tivar sus piezas. o e3! 8a. Leccién 79 Osado sacrificio de pen con largo objetivo. Después de enrocar, la torre negra ocupara la linea e. 7. A:e3 0-0 8. Ad2 A:c3 9. be Te8+ 10. Ae2 Ag4t ll. c4? Podemos afirmar con certeza que esa fue la jugada fa- tal de las blancas. Ellas podrian haberse sacudido la amenaza latente de la linea e, preferentemente con 11. Rf2. iPero querjan tanto conservar un peon cen- tral de mas! i c6! 12. dc?! Todavia no era tarde para jugar 12. Rf2 o bien 12. h3. Aun teniendo supremacia material, las blancas permiten al adversario poner eficazmente en accién al 80 Kasparov ensefia ajedrez caballo b8; después de eso, la ventaja de las negras en el sector determinante del tablero se hace aplastante. 13. Rfl Es dificil dar buen consejo a las blancas. Si 13. Ac3 Cd4 14, A:d4 D:d4 15. g3, sigue 15... T:e2+ 16.C:e2 Te8 con ataque decisivo. Por lo visto, luego de 12. dc, la posicién blanca era indefendible. 15) T:e2! 14, C:e2 Cd4 8a. Leccion 81 Los acontecimientos principales se avecinaban, y la li- nea e, como conducto de la mayor amenaza, debia ju- gar un papel fundamental. Asi ocurrié en efecto. Pre- cisamente las amenazas por la linea e obligaron a las blancas a perder otro tiempo para conjurarlas, y retrasa- ron la huida del rey de esa aciaga linea. Pero entonces siguid una pequefia combinacién que transformé la amenaza vertical en diagonal, atin mas funesta para las blancas. 15. Dbl — Aze2+ 16. Rf2 Cg 17. Rgl Y A L Ye maa a 82 Kasparov ensefia ajedrez El rey se agita desesperado en su campo presintiendo la catastrofe. A quienes deseen perfeccionarse en el arte de atacar les aconsejo dejar a un lado este libro y encontrar por su cuenta la victoria forzada de las negras. Al cabo de 20 o 30 minutos comparen su solucién con la que es- cogié Paul Morphy. 17 18. 19. 20. 21. 22. 23. ef Rg2 Rh3 Rh4 Thgl Rgd Cf3! Dd4 Df2+ D:f3+ Ce3 Cf5+ Dh5x Continuaremos el estudio de los principios del juego en la apertura. 9a. Leccion (QUE SACRIFICIOS ACEPTAR? En la leccién anterior nos convencimos de que el do- minio en el centro y el rapido desarrollo de las piezas determina en gran medida el resultado de la lucha de apertura, sobre todo en partidas de ajedrecistas exper- tos. Antes de seguir adelante, y de profundizar en la teorfa de aperturas, analizaremos los principales erro- res de la fase inicial del juego que cometen a menudo los aficionados al ajedrez con poca experiencia. Ante todo vale la pena recordar que los puntos mas vulnerables en el sistema defensivo de fortaleza del rey son aquellos defendidos sélo por éste. En la posicién inicial se trata de los peones f2 y £7, y con enroque corto, de los peones h2 y g2, h7 y g7. De la seguridad de estas casillas hay que preocuparse en primer térmi- no. La practica muestra que precisamente en ellas ocurren normalmente las catastrofes, no importa el sistema de apertura que se emplee. Veamos la posicién que surge en la partida italiana, antigua y Ilena de romanticismo, 1. e4 e) 2. Cf£3 Cc6 3. Ac4 Ac5 4. c3 Cf6 5. d4 ed 6. cd Ab4+ 7. Cc3! 84 Kasparov ensefia ajedrez En lugar de la prudente 7. Ad2, las blancas para ace- lerar el desarrollo de sus piezas sacrifican peones y piezas, método tipico de ajedrecistas de estilo ofen- sivo. Los métodos modernos de lucha de apertura, basados en la experiencia de las generaciones prece- dentes, condenan el juego siguiente de las negras, pero tengamos en cuenta que asi se jugaba 100 aiios atras, cuando el principio que decfa ‘‘cl sacrificio debe acep- tarse sin falta” no se discutia. ee C:e4 8. 0-0 C:c3 9. be A:c3? ma U2) mE Las negras aniquilaron a dos peones enemigos pero se atrasaron mucho en el desarrollo de sus piezas. El cas- tigo por semejante violacién de los fundamentos de apertura por lo comun es inminente y severo. Este viejo andlisis muestra bien las consecuencias nefastas de la avidez a comienzos del juego. Pero no piensen 9a. Leccion 85 que esto tiene sdlo importancia histérica. [sta posi- cin es muy frecuente en partidas simultaneas hoy en dia. No se apasionen capturando peones adversarios en la apertura pues eso ira en perjuicio de la movili- zacion de sus fuerzas. 10. Db3 A:al Las negras son consecuentes en su aspiracion de cap- turar la maxima cantidad posible de piezas y pierden la Ultima oportunidad de sacar a su rey del centro. Te- nian esa oportunidad: 10... d5 11. A:d5 0-0. 11. A:f7+ RES 12. Agb Ce7 13. Ce! Llego la rapida condena por haber menospreciado el desarrollo de las piezas y por la codicia en la apertura. Y fijense, la catastrofe ocurrié precisamente en el es- caque f7. Las negras ahora, por mas que se defiendan, pierden. 86 Kasparov ensefia ajedrez Por ejemplo: 13...A:d4 14. Ag6 d5 15. Df3+Af5 16. A:f5 A:e5 17. Ae6+ Af6 18. A:f6 gf 19. D:f6+Re8 20. Df7x (iel escaque f7!). O bien 13...d5 14. Df3! Af5 15. Ae6 g6 16. Ah6 +Re8 17, Af7x (ide nuevo el escaque f7!). Ademas de la caza de peones, muchos aficionados al ajedrez cometen otro error tipico, se demoran en evacuar al rey del centro. En la practica de los maes- tros existen partidas donde los reyes de ambos bandos quedan en el mismo centro de la lucha y no perecen. Pero esa es una excepcidn de la regla, excepcién basa- da en el conocimiento profundo de la situacién creada y en una técnica elevada de defensa. A los ajedrecistas noveles, as{ como a quienes no tienen suficiente expe- riencia les conviene enrocar en la primera oportunidad que se les presente. Si el rey se queda en la posicion inicial, mediante sacrificios se lo puede atraer al mismo centro del tablero y entonces la desgracia sera inmi- nente. Vean una partida instructiva en este sentido. EVGUENI VASIUKOV - BORIS LEBEDEV Mosca, 1960 1. e4 e5 2. Cf3 d6 3. d4 Cd7 Una distribucion de piezas negras tan ingenua es fre- cuenfe’en partidas de aficionados. 9a, Leccién 87 4. Ac4 h6 Esta ya es una decision dudosa. En lugar de desarrollar las piezas (digamos 4...Ae7), las negras, queriendo poner su caballo en f6 pierden tiempo al tratar de con- jurar la incursién del caballo blanco en g5. Pero para demostrar que la estrategia de apertura de las negras es errénea se necesitd el juego excepcionalmente in- teligente y enérgico de las blancas. 5. de de Después de 5...C:e5 6. C:e5 de 7. A:f7! la posicion de las negras era desesperada. 6. A:f7+! El primer golpe se asesta al lugar mas vulnerable. 6. R:f7 7, C:e5+ Rf6 Cualquier otra jugada Ilevaria al fin todavia mas ra- pido. 8. Cc3! 88 Kasparov ensefia ajedrez Para obligar al rey negro a efectuar el paseo, las blancas sacrifican el caballo. Las amenazas 9. Cd5+ y 9. Dd4 pueden rechazarse solo de un modo, porque las otras variantes no salvan, Por ejemplo 8...c6 9, Df3+ R:e5 10. Df5+Rd6 11. Af4t+Ce5 12. D:e5+Rd7 13. Td1+! o bien 8... Ac5 9. Df3+ R:e5 10. Df5 Rd6 11. Af4+Re7 12.Cd5+ Re8 13.C:c7! y si 8... De89.Cd5+ R:e5 10. Af4+ Rc6 11. Cc7+, las negras pierden en el acto. oo R:e5 Corto resulté el camino desde la casilla e8 hasta la ca- silla e5, pero igualmente corto puede resultar el camino de vuelta. Por eso, las blancas deben atacar impetuo- samente. 9. Dh5+ gd 10. A:g5! 89 Golpe brillante. Si 10...D:g5, conduce a la victoria con 11. f4+! R:f4 12. 0-0+ Red (12...Re3 13. Tadl! D:h5 14. Td3x) 13. T£5+ D:f5 14. D:f5+ Rd6 15. Tdl+ Re7 16. Cd5+ Rd8 17. Cb6! cb 18, D:f8+ Re7 19. Dg7. Ahora, las negras intentan “‘pagar rescate” con una torre. 10 11. 12. 13. 14. 15. 16. 17. fat! f5+ Cd5+ D:h8 0-0-0 Thel Cb4+ hg Re6 Re7 Rd6 Cgfé Rc6 b6 A:b4! En dificil situacion, las negras encuentran ingeniosa posibilidad de complicar la lucha sacrificando dama. Si 17...Rb7 le contestarian 18. e5. 90 Kasparov ensefia ajedrez 18. D:d8 Ab7! iDiabélico plan! La dama blanca cayé en la trampa y debe perecer. Pero el ajedrez es un juego légico y no puede ser que las blancas jugando bien y Ilevando la ventaja, de repente se hallen al borde de la derrota. Hay que buscar otra movida, pues sin duda tienen recursos, 19. T:d7! C:d7 A final ventajoso para las blancas conduciria 19 ...T:d8 20. T:d8 A:el 21. e5! Cg4 22. e6 Ab4 23. Td4. 20. D:g5 A:el 21. De3! 9a. Leccién 91 Ahora, la situacién se aclara definitivamente. E] alfil negro esta condenado a perecer, porque si 21...Ab4 o bien 21...Aa5 sigue 22. Dd4! ol Ah4 22. Dh6+ Af6é 23. e5 Tf8 24. ef T:£6 En realidad, la lucha con esto termino. La falange de peones blancos en el flanco rey, apoyada por la dama, es imposible de contener. 25. Df4 — Ac8 26. g4 Cc5 27. b4 Cb7 28. De4+ Rd? 29. Dd4+ Td6 30. Dg7+ Rc6 31. £6 Cd8 32. £7 C:£7 92 Kasparov enseiia ajedrez 33. D:f7 Ac6 34, De8+ Rd5 35. Da8t+t Red 36. D:a7 Tc6 37. Da4 Tce4 38. Db5+ Rf4 39. gd <6 40. D:b6 Las negyas se rindieron. Como confirmacién de las tesis basicas enunciadas arriba quiero ‘ofrecer a los lectores, para su analisis in- dividual, una partida muy bella e instructiva, jugada 100 afios atras. MIJAIL CHIGORIN - SEMION ALAPIN San Petersburgo, 1883 1. e4 e5 2. C3 Cc6 3. Ac4 Ac5 4. b4 A:b4 5. c3 Aad 6. 0-0 Cf6 7. d4 0-0 8. de C:e4 9. Ad5! A:a3 10. A:e4 Aral 9a, Leccion 93 11. A:h7+! Sacrificio de alfil y de nuevo golpe al punto mas vul- nerable. Como ven, en g8 el rey naturalmente esta mejor que en e8, pero pese a ello no hay seguridad. ll Rh8& En caso de 11...R:h7, las blancas ganan ast: 12. Cg5 +Rg6 13. Dg4 £5 14. ef Ce5 15. Dg3! R:f6 16. f4 Re7 17. Tel d6 18. Cc3! 12. 13. 14. 15. Cg5 Dg4 Dh4 Ce6+ Dh6+ A:g6+ Dh4+! Aa3+! Dh7+ Dh8+ Dg7+ D:£7x g6 A:e5 Rg7 fe Rf7 Re7 Tf6 d6 Rf8 Re7 Tf7 10a. Leccion POR QUE LAS PRIMERAS JUGADAS Las dos lecciones anteriores fueron dedicadas a los errores mas tipicos que cometen los ajedrecistas poco avezados en la fase inicial de la partida. Ahora, con- vencidos con ejemplos practicos de como no hay que jugar en la apertura, procuraremos aclarar qué convie- ne hacer para obtener buena posicién desde el mismo comienzo, Practicamente, todas las indicaciones al respecto se han dado ‘en la leccién octava, donde se expuso el prin- cipio basico de conduccién de la lucha en la apertura. Este principio determina los puntos de referencia prin- cipales, que son ciertos en cualquier construccién de apertura. Cabe recordar que la puesta en accion de las piezas debe reportar algin provecho concreto, mayor © menor, precisamente a mitad de la partida, cuando se desarrollan los acontecimientos fundamentales. Tiene mucha importancia, sobre todo para los ajedre- cistas con poca practica, que al desplegar sus fuerzas observen armonia, es decir, dejen en su campo espacio para maniobra de las piezas y eviten su amontona- miento. Al mismo tiempo hay que dificultar al adver- sario el cumplimiento de la misma tarea. Independientemente del caracter de la apertura, las mejores jugadas de ambos bandos siempre estan su- bordinadas a un objetivo: la lucha por ganar el centro. Claro que existe la particularidad de que las blancas, teniendo la ventaja de la primera jugada, tienen posi- 10a. Leccién 95 bilidad de lograr mas rapido ese objetivo, mientras que las negras haran lo posible para impedirlo. Vea- mos como ejemplo, las primeras jugadas de dos com-. plicadisimos sistemas de la teorfa contemporanea, la partida espafiola (1. e4 e5 2. Cf3 Cc6 3. Ab5) y la defensa Nimzowitsch (1. d4 Cf6 2. c4 e6 3. Cc3 Ab4). 96 Kasparov ensefia ajedrez ai ai : Esta claro que la lucha desde el mismo comienzo se entabla en torno a las casillas centrales e5 y e4. Fso es natural. La supremacia en el centro del tablero (que no solo significa ocupar con peones las casillas centra- les, sino también controlarlas con las piezas) permite crear cabeza de puente para efectuar operaciones ac- tivas hacia la mitad del juego. Procuraremos ilustrar lo dicho con un ejemplo bas- tante simple. 1. e4 e}5 2. £4 Cc6 3. Cf3 ef 4. d6 d5 5. A:f4 Cf6 6. Cc3 Ae7 7. Aco, 0-0 8. 0-0. 10a. Leccién 97 Ast, dicho sea de paso, empiezan a menudo las parti- das entre novatos o las de sesiones simultaneas. Am- bos bandos trataron de desarrollar las piezas en igual medida, pero las blancas consiguieron mucho mas; tienen fuerte pareja de peones en el centro y sus pie- zas disponen de espacio operativo. Claro, la posicién de las negras esta lejos de ser perdedora pero, éporqué desde el mismo comienzo condenarse voluntariamen- te a la pasividad? Entre los objetivos de mi exposicién no esta el dar recomendaciones concretas respecto a tal o cual aper- tura, pero teniendo en cuenta la enorme popularidad del gambito de rey entre ajedrecistas poco expertos puedo aconsejar estos métodos de juego. 1, e4 e5 2. f4 ef 3. Cf3 d6 4. d4 g5 5. Ac4 Ag7 6. 0-0 h6. 98 Kasparov ensejia ajedrez Este intento de pasar al contrataque entrafa bas- tante peligro para ambos bandos, y exige el buen co- nocimiento de multiples variantes. Ahora, con un ejemplo tomado de la practica de grandes maestros veremos como el menosprecio de los 10a. Leccién 99 principios del desarrollo en la apertura condujo a las blancas a rapida catastrofe. EFIM BOGOLIUBOV - MIJAIL BOTVINNIK Nottingham, 1936 1. d4 cf6é 2. Cf3 b6 32 eo En esencia, las blancas renuncian a pelear por dominar el centro. Los intentos de obtener supremacia en la apertura usualmente estan vinculados con las movidas c4 o bien Cc3 (ver, por ejemplo, la partida Kasparov - Gheorghiu de la segunda leccién). 3 Ab7 4. c4 c5 5. Cc3 cd 6. ed e6 7. Ad3 Ae7 8. 0-0 0-0? Si las negras jugaran 8... d5, hubiesen resuelto los pro- blemas de apertura. 9. b3? 100 Kasparov ensejia ajedrez £7) 2a ae am BEV] Momento significativo. Las blancas se apasionaron por el desarrollo de sus-piezas, sin pensar en las con- secuencias, y no advirtieron la buena jugada 9. d5!, que harfa imposible el desarrollo armonioso de las piezas adversarias. La variante 9... ed 10. cd C:d5 11. C:d5 A:d5 12. A:h7+ ! R:h7 13. D:d5 es claramente ventajosa para las blancas, porque las negras tendrian que resignarse a la existencia del peon en d5, que obs- taculiza su posicién. oS d5 10. Ae3? Diremos con franqueza que esta fue una jugada confor- me al principio de ‘“‘después veremos”’. Colocar el alfil en e3 ha sido una maniobra muy torpe, porque ubicado ally estorba a sus propias piezas y les impide controlar la importante casilla e4, donde pronto se acomodara el caballo negro solidamente. La logica del juego que Ievaban las blancas indica- ba las jugadas Ab2 y De2, para después, segtin el plan 10a. Leccién 101 trazado, seguir con Tacl+ y Tfdl, o bien Tad1+ y Tfel. En este caso, las blancas tendrian juego mas li- bre y podrian mirar con seguridad el futuro. 10... Ce4 11. Tacl Cd7 12. De2 Continuacién del mismo juego despreocupado que permitié a las negras reforzar sin obstaculos su posi- cién. Ahora, las blancas pierden la Gltima oportunidad de disputar a las negras el dominio del centro, que es- taba en la jugada 12. cd ed. 1 Tc8 Ahora, el cambio cd ya es imposible. 13:2 tid fs 102 Kaspérov ensefia ajedrez Las negras fortalecieron al caballo ubicado en el cen- tro. Ahora es evidente que las blancas estan en serias dificultades. En primer lugar, las negras dominan en el centro. En segundo lugar, empieza a manifestarse el debilitamiento de las casillas negras en el flanco dama. Recordemos que todo eso se podia haber evitado po- niendo el alfil en b2, iel lugar mas natural para él en esta situacién! Con este ejemplo uno se convence en la practica como la ubicacién incorrecta de una pieza puede afectar a la solidez de toda la posicién. 14. Af4? Las blancas demasiado tarde ( iy en momento inopor- tuno!) intentan controlar la casilla e5, Era mas razo- nable pasar a la defensiva,-con la jugada 14. Cb1, para luego jugar cd y T:c8, procurando asi por medio de intercambios de piezas, aliviar algo su situaci6n. 14... g5! Bajo abrigo del poderoso puesto avanzado central Ce4, las negras se lanzan a una ofensiva resuelta sin tur- barles lo mas minimo el debilitamiento de la posicién de su rey. 15. Aed gt 16. Cel C:e5 17. A:e4— de 18. de Dc7 10a. Leccién 103 La suerte de la partida estaba decidida. El pedn e5 perece y el vigoroso pufo de las negras en el centro, apoyado por dos alfiles de largo alcance, debe obligar a las blancas a capitular en breve. 19. Cb5 D:e5 20. Td7 Ag5! Un ultimo esfuerzo. El alfil escapa rapidamente al golpe. 21. Tedl 21... Ac6 22. T:a7 Tcd8 Para completar su gran dominio, las negras se apode- ran de la linea d, E! final de la partida fue: 23. h4 T:dl 24. D:dl Td8 25. Dc2 Ad2 Las blancas abandonaron. Pienso que aqui valdria la pena citar la observacién 104 Kasparov ensefia ajedrez de Mijail Botvinnik a otra partida suya, jugada contra el maestro Alexandr Sokolski en la semifinal del cam- peonato nacional de la URSS en 1938: “...y el control de las casillas centrales pasa a las negras. Se aclara pau- latinamente que las blancas no tienen plan de juego y estan ocupadas s6lo en desarrollar las piezas. Tal vez era admisible jugar asi a comienzos del siglo, pero en nuestra época, cuando cada maestro aproximadamente desde la sexta u octava jugadas traza el plan de medio juego, no hay ‘mejor’ forma de caer en posici6n in- comoda que aspirar al simple desarrollo”. Esta observacién critica del ex campeén mundial puede considerarse axioma ajedrecistico, es decir, re- gla vigente para todos los que juegan al ajedrez. lla. Leccion PRINCIPALES APERTURAS Después de estudiar las lecciones anteriores, usted ha colocado las piezas y piensa con qué jugada empezar. No se apresure a tomar el manual de apertura, quiza solo se confundira. Probemos hacer juntos la eleccién. Ante todo recuerde, en la posici6n inicial no existe ju- gada mejor ni mds fuerte. Hay varias jugadas corres- pondientes a los distintos principios del desarrollo de las piezas en la apertura y entre ellas debe elegir con- forme a sus gustos, conocimientos y experiencia aje- drecistica. Yo le propondria iniciar la partida moviendo dos casillas uno de los peones centrales. Mientras no era gran maestro, me gustaba mucho empezar la partida con la jugada del pedn rey 1. e2-e4! Esa jugada refle- jaba osadia caballeresca y disposicién a entrar en com- bate inmediatamente, de golpe. El peon blanco en la casilla e4 tiene bajo fuego el importante escaque d5 y espera refuerzo en d4. Como ven, los objetivos de las blancas son bien claros, abiertos, y no por casualidad todas las aperturas que empiezan con la jugada 1. e4 corresponden a la clase de abiertas o semiabiertas. De modo que las blancas jugaron 1. e4. ¢Cual sera la mejor respuesta de las negras? Aunque parezca ex- trafio, ellas tienen bastantes opciones para elegir. La respuesta cardinal, sin duda, es el contrataque con el mismo peon del rey negro 1... e5. 106 Kaspérov enseiia ajedrez Todas las aperturas que empiezan 1. e4 e5 consti- tuyen la clase de aperturas abiertas, con la historia y practica mas ricas. Gambito de rey. 1. e4 e5 2. f4 ef 3. C£3 d5 4. d4. Esta magnifica apertura ahora desaparecié de la prac- tica seria de torneos, en gran parte debido a las ideas de contragambito de las negras, que les permiten lu- char exitosamente por la iniciativa mediante 2... d5! 3. ed e4! o bien 2... ef 3. Cf3 d5 4. ed Cf6. Otro intento de quitar en el acto al pedn del centro, 2. d4 ed 3. D:d4, encontré muchos menos partidarios. Con el paseo de la dama blanca 3... Cc6 4. De3 Cf6, 11a. Leccién 107 las negras tienen oportunidad de poner en juego a los dos caballos y obtienen de golpe posibilidades iguales que las blancas en la lucha inminente. Partida italiana. 2. Cf£3 Cc6 3. Ac4 Ac5. La idea de este comienzo es apoderarse del centro y atacar el pun- to £7. Esta, una de las aperturas mas antiguas del aje- drez, resulté extraordinariamente miultiple. Aqui, las tentativas de apoderarse en el acto del centro, sin parar en sacrificios (4. b4 A:b4 5. c3 Ac5 6. d4 o bien 4. c3 Cf6 5. d4 ed 6. 0-0) 108 Kasparov ensefia ajedrez i, 2 Oh 8 hh 7) bi ia se combinan con métodos modernos de desarrollo no presuroso de las fuerzas combativas después de 4. d3 d6 5. c3 Cf6 6. 0-0 0-0 7. Ags. La Partida esparola corona la clase de aperturas abiertas. 2. Cf3 Cc6 3. Ab5. Apertura profunda por su contenido estratégico y tactico. Los mejores gran- 11a, Leccién 109 des maestros del orbe consideran medida de la fuerza ajedrecistica saber jugar con blancas y negras posicio- nes espanolas. Este comienzo satisface cualquier gusto. Aqui se pueden escoger los esquemas de Variante de Cambio, relativamente no complicado para la com- prension (3... a6 4. A:c6 dc), lucha por el centro, de fuerza y precision, en la Va- riante Abierta (3... a6 4. Aa4 Cf6 5. 0-0 C:e4 6. d4 b5 7. Ab3 d5 8. de Ae6), 110 Kasparov ensefia ajedrez el famoso Contrataque Marshall (3... a6 4. Aa4 Cf6 5. 0-0 Ae7 6. Tel b5 7. Ab3 0-0 8. c3 d5! 9. ed C:d5 o incluso 9... e4), y, por fin, el esquema de Variante Cldsica, excepcio- nalmente rico en contenido, que pueden aplicar en forma correcta sdlo ajedrecistas expertos y eruditos lia. Leccién 111 (3... a6 4. Aa4 Cf6 5. 0-0 Ae7 6. Tel b5 7. Ab3 0-0 8.c3 d6 9. h3 Ca5 o bien 9... Cb8 10. d4). Volvamos a la posicion después de la primera movida blanca. Ademas de la rectilinea 1... e5, las negras pue- den empezar el juego siguiendo otros esquemas, cuya estrategia de apertura no esta delineada con tal preci- sion como en la partida espariola. No en vano todas las aperturas donde a 1. e4 las negras responden con una jugada diferente de 1... e5, constituyen la clase de aperturas semiabiertas. La apertura mas simple por el delineamiento de la lucha es la Ilamada Defensa Escandinava: 1. e4 d5 2. ed D:d5 3. Cc3 Da5. Al costo de la pérdida de un tiem- po para retroceder a la dama, las negras hacen menos tensa la situacién en el centro y esperan desarrollar las piezas de este modo: 4. d4 Cf6 5. Cf3 Ag4 6. Ac4 e6 7. 0-0 Cc6 112 Kasparov ensejia ajedrez con el posterior enroque largo. Este comienzo no es popular entre los ajedrecistas expertos (no nos gusta perder el tiempo en vano), pero para la masa funda- mental de ajedrecistas es una apertura bastante acep- table. La apertura de esta clase empleada mas a menudo es la Defensa Siciliana, que surge luego de 1... c5. Las negras impiden formar fuerte pareja de peones y des- pués de 2. Cf3 Cc6 3. d4 cd 4. C:d4, muy a menudo surgen posiciones donde se entabla una lucha muy complicada por controlar las casillas centrales, y los ajedrecistas tienen abundancia de posibilidades tacti- cas. Yo aconsejaria iniciar el estudio de la defensa siciliana por algunas partidas conocidas, jugadas e1. la Variante del Dragon, 4... Cf6 5. Cc3 d6 6. Ae3 g6 7. £3 (0 bien 7, Ae2) 11a. Leccion 113 Ae3 6. i a eam aoa Js Dos aperturas —la Defensa Caro-Kann (1. e4 c6 2. d4 d5) y la Defensa Francesa (1. e4 e6 2. d4 d5)— se asemejan por sus ideas estratégicas fundamentales. Las negras no impiden crear el centro ideal de piezas, pero 114 Kasparov ensefia ajedrez limitan resueltamente su movilidad, alzando un pues- to avanzado bien fortalecido en d5. Entre las posicio- nes mas actuales en la defensa Caro-Kann pueden considerarse las siguientes: Primera 1. e4 c6 2. d4 d5 3. e5 Af5 4. Cc3 e6. Segunda 1. e4 c6 2. d4 d5 3. Cc3 de 4. C:e4 Af5 5. Cg3 Ag6. Las blancas mantienen pequefia supremacia de acuerdo con el espacio controlado, pero en las posi- ciones de las negras no hay debilidades y sus piezas se desarrollan sin obstaculos. En la defensa francesa, la variante basica 1. e4 e6 2. d4 d5 3. Cc3 Ab4 4.e5c5 lla. Leccién 115 conduce a la posicién en que la pareja de peones blo- queada d4-e5 se halla continuamente bajo amenaza. Ambas aperturas se estiman bastante eficaces y Mevan a complicada lucha de maniobras. A quienes aman el trabajo meticuloso en el tablero de ajedrez y estan dispuestos a esperar pacientes su turno puedo recomendarles que estudien una de estas aperturas. Me gusta mas la defensa Caro-Kann. Ahi nada impide desarrollar las piezas negras, mientras que en la defen- sa francesa el alfil en c8 por largo tiempo no puede entrar en accion. 116 Kasparov ensefia ajedrez Mucho mas despacio transcurren los acontecimien- tos en el tablero de ajedrez si las blancas con su pri- mera movida adelantan en lugar del pedn rey el peon dama 1. d2-d4. Aqui, en los primeros momentos, los planes de los dos bandos son completamente ininteli- gibles, estan ocultos del adversario. Y por ello todas las aperturas con la primera movida 1. d4 forman la clase de aperturas cerradas. Para jugarlas correctamen- te hay que tener habitos posicionales y cierta expe- riencia. Por eso, yo aconsejo al principio emplear du- rante un ano aperturas abiertas y solo después de esto practicar las cerradas. Como en el caso 1. e4, la respuesta cardinal a 1. d4 es 1... d5. Luego de 2. c4 surgen diferentes esquemas de gambito de dama. Respondiendo 2... c6 o bien 2... e6, las negras procuran mantener cl puesto avanzado de peones en d5, mientras las blancas bus- can ir creando metddicamente condiciones propicias para que el pedn del rey llegue a e4. 11a. Leccion 117 En nuestro siglo se han elaborado otros métodos de desarrollo, en los cuales las negras luchan por el cen- tro de forma no tan rectilinea. Asif nacieron la Defensa Nimzowitsch (1. d4 Cf6 2. c4 e6 3. Cc3 Ab4), hhh ‘Baws “a man i a" A, UW irae my MARAE a Bein VG 7 O7OUT 118 Kasparov ensefia ajedrez donde las negras tratan de luchar por el control de la casilla e4, En la Defensa Antigua India (1. d4 Cf6 2. c4 g6 3. Cc3 Ag? 4, e4 d6) y en la Defensa Griinfeld (1. d4 Cf6 2. c4 g6 3. Cc3 d5 4. cd C:d5 5, e4), 11a. Leccion 119 las negras, al contrario, permiten que el enemigo forme un poderoso centro de peones y sdlo después tratan de socavarlo. Aqui terminamos nuestra breve familiarizacion con las principales aperturas. 12a. Leccion EL ARTE DE PLANEAR Casi cada persona antes de iniciar cualquier tarea ana- liza qué acciones debe realizar para lograr el objetivo propuesto y después calcula en qué orden las debe hacer. Estoy firmemente convencido de que el ajedrez hasta cierto punto es un modelo de la vida, por lo cual en este juego también tiene importancia saber planear. éQué es el plan en la partida de ajedrez? Un orden meditado de acciones para lograr determinado objeti- vo, que considera la situacién real en el tablero y que se debe corregir permanentemente de acuerdo con el proceder del adversario, a lo largo del juego. La partida generalmente se distingue por la aplica- cién de varios planes. Al principio, desarrollo de la apertura segin determinado esquema, poniendo en juego las piezas con el propdsito de obtener supre- macia en algun sector del tablero. Después, gradual aumento de la presién para lograr ventajas concretas posicionales o materiales en medio juego. Por ultimo, materializacién bien reflexionada de la superioridad en la fase final del juego, para alcanzar tal correlacion de fuerzas que la resistencia de uno de los bandos sea inutil. El defensor tampoco construye su defensa es- pontaneamente; lo hace de acuerdo a un plan que toma en cuenta el peligro real de la amenaza enemiga 12a. Leccién 121 y las debilidades propias, que deben superarse en pri- mer término. El] plan de juego se define en base a la estimacién de la situacion concreta y sus particularidades. Por eso es tan importante saber analizar correctamente el esta- do del ejército propio y el del contrario, y conocer todas las sutilezas de la situaci6n creada. La posibilidad de trazar el plan de juego y aplicarlo sin interrupciones en el tablero constituye uno de los aspectos atractivos de la lid ajedrecistica y a menudo reporta tanta satis- faccidn como, digamos, un ataque directo al rey. Si tenemos en cuenta que los rivales no sdlo ocultan uno al otro sus intenciones, sino en ocasiones disimulan minuciosamente la zona calculada del futuro ataque realizando ingeniosas maniobras distractivas, se torna claro que jugar conforme al plan adoptado es un gran arte. Indudablemente, el aficionado no puede aprender de golpe a calcular correctamente sus acciones. Es légico que habra errores que destruiran lo proyecta- do, asf como pequefios descuidos. Pero, en mi opinién, es preferible aprender a planear partiendo de los erro- res cometidos, que prescindir por completo de un plan. Para confirmarlo citaré dos ejemplos. ALEXEI SUETIN - IGOR BONDAREVSKI Mosca, 1963 _ e4 eb 2. Cf3 Cc6 3. Ab5 a6 122 Kasparov enseiia ajedrez 4, Aa4 d6 j VA. YiDF Y y eS a GY En el tablero vemos una de las viejas ramificaciones de la partida espafiola. Al concluir la primera mitad del plan de desarrollo en la apertura (evacuacién del rey del centro), las blancas empiezan a crear el centro de peones con las jugadas c3 y d4, intensificando la pre- sion sobre el pedn e5. Las negras generalmente tratan de mantener el puesto avanzado en e5 trasladando el caballo por el itinerario Cg8-e7-g6, con la posterior Ae7. O intentan erigir otra fortaleza: Ce7, pedn g6 y Ag7. Ambos bandos estan preparados para una lu- cha de maniobras relativamente lenta en busca de po- sicion. Pero inesperadamente las negras hacen un brusco ataque antiposicional: i g5?! 6. d4! Las acciones enérgicas en el centro son la mejor reac- 12a. Leccién 123 cién a tan prematuro ataque rival en el flanco. Justa- mente al abrir el centro se deja sentir mas claramente la demora de las negras en el desarrollo. La sexta juga- da de las blancas es un buen ejemplo de inmediata correccién del plan antes trazado, para afrontar las acciones arriesgadas del bando opuesto. 6. gt 7. Azc6+ be 8. Cel ed?! Otra concesién posicional. Estimando que la ventaja de dos alfiles les da derecho a abrir el juego, las ne- gras ceden sus posiciones en el centro, atrasandose en el desarrollo. 9. D:d4 Df6 10. Da4 Ce7 11. Cc3 Otra enmienda al plan de apertura. La situacin crea- da no exige de las blancas que desplacen el peén a c3. El caballo ocupa esa casilla y se incorpora en el acto ala lucha por el centro, donde ahora ocurren los acon- tecimientos decisivos. 1: Ad7 12. Dad! De nuevo las blancas modifican su plan de juego. Por cuanto el peén c7 quedé debilitado, las blancas impi- den al rey adversario que enroque, anulando de ese modo las intenciones enemigas de movilizar sus piezas. La pérdida de un tiempo de las blancas es bien com- pensada con la desorganizacién en que han cafdo las piezas negras. 124 Kasparov ensejia ajedrez 12. Rd8 13. Cd3 Ad7 14. e5! Con esta jugada, las blancas empiezan a aplicar su se- gundo plan, que consiste en organizar el ataque al rey que se halla estancado en el centro. El camino mas corto hacia esa meta es limpiar las lineas del centro del tablero, privando al rey contrario de su cobertu- ra de peones. 14... Df5 Luego de 14... de 15. Cc5 no se ve defensa contra la amenaza Tdl. 15. Tel d5 La unica forma de salvar la posicién es evitar la aper- tura de la linea d, pero de cualquier forma las casillas indefensas del bando negro decidiran el desenlace del combate. 12a. Leccion 125 16. Ce2 Cg6 17. Cg3 De6 18. Ag5+ Rc8 19. Cc5! De8& 20. Ch5! Los caballos blancos destrozaron por completo la posi- cién de las negras. La fase culminante del plan ofensivo de las blancas es conseguir ventaja material genuina. 20... Tg8 21. C:g7 = T:g7 22. C:a6 Ta7 23, Ae3 T:a6 24, D:a6 y pronto las negras se rindieron. Aqui tenemos el otro ejemplo. Final de la partida Svetozar Gligoric vs. Vasili Smislov. 126 Kasparov enseiia ajedrez En la situaciOn creada, la ventaja principal de las negras consiste no tanto’en el peén de mas, puesto que solo podra aprovecharse al final, sino en el con- trol de muchas casillas del centro: d4, d5, c5, f4, £5. Las blancas tienen también sus ventajas: supremacia de peones en el flanco dama y la linea d. iCuantas partidas semejantes terminaron en tablas por juego impreciso! Pero Smislov juega este tipo de finales con mucha pericia. El divide su plan para lograr la victoria en las partes siguientes: Primero, cambiar inmediatamente una de sus torres para asegurarse contra la amenaza de incursion por la linea d. Las negras tienen que dejar la otra torre para la posible lucha contra los peones blancos del flanco dama. 20... Td8 21. Tdl T:d2 22. T:d2 Rf& 23. £3 Re7 12a. Leccién 127 La segunda parte del plan esta vinculada con la ame- naza de colocar un peon pasado en la linea h. Para impedirlo, la torre blanca debe abandonar la linea d, dejandola a disposicién de la torre negra. 24, Rf2 h5 25. Re3 go! 26. Th2 Td8 27. Thi 128 W oo N D> ss N Kaspdrov ensena ajedrez NY \ i L, mo N Os RoR be . WAT sy SV ~ No N re WX 220 gt 28. fg C:g4+ 29. Re2 Ccf6 30. Re3 Td4 12a. Leccion 129 Ahora, cuando las piezas blancas estan comprometi- das en defender al pedn e4, entra en accién el rey ne- gro, buscando dirigirse a la casilla g4. 31. Tfl €g4+ 32. Re2 EB 33. Tf3 Rg7 34. Td3 REG peu, 0 AW Va, ie, ARATZAaZ TAR DREZ a 5 oe Wa Zi 7 Correccién necesaria del plan. El itinerario del rey g7- g6-g5-g4 fue trazado bajo la condicién de conservar las torres. Ahora, las blancas quieren hallar salvacién en un final con caballos, y por eso, el rey negro debe cuidarse manteniéndose mas cerca del centro. 35. T:d4 ed 36. Cb5 —Re5! 37, C:a7 R:e4 38. Cc8 d3+ (Claro, no puede ser 38... e€5?? porque entonces 39. Cd6X!) 130 Kaspdrov ensefia ajedrez 39. Rd2 Rd4 40. 5 be 41. Cd6 Ce5 Las blancas abandonaron. éComo aprender a trazar correctamente el plan de un combate ajedrecistico? Mejor que todo, analizan- do los comentarios de los grandes maestros a partidas jugadas, y prestando atencidn especial a la secuencia de las acciones ejecutadas para lograr el objetivo final. Los comentarios hechos a sus propias partidas por ajedrecistas altamente calificados prestaran gran ayuda a cada aficionado que desee elevar su nivel de juego. 13a. Leccion EL SACRIFICIO DE LA DAMA Para la mayoria de los aficionados, el ajedrez es ante todo un juego que se distingue por sus ataques verti- ginosos y sus combinaciones sin fin. A todos les gusta atacar y hacer bellas combinacicnes, pero no todos ven la belleza auténtica que existe en las sutiles maniobras con las piezas y en los planes estratégicos profundos. Ei arte del juego de posiciones normalmente no es muy apreciadc por los simples aficionados, como lo es el ataque de combinaciones; sin embargo, el ataque combinatorio eficaz surge con mayor frecuencia no por casualidad, sino a resultas de una preparacién légica, que es el juego de posiciones, y que se basa en la observancia de las leyes de la estrategia ajedrecis- tica. Por eso, quien desea obtener éxito en el ajedrez no debe menospreciar el estudio de esas leyes. El juego combinatorio y el posicional no tienen que oponerse, sino mas bien complementarse. Me gusta mucho atacar y sacrificar. Sin embargo, estoy firmemente convenci- do de que el juego posicional es la base del ajedrez. Justo en él se refleja la logica interna de la lucha ajedrecistica, y obliga a combatir en rigurosa corres- pondencia con Jas posibilidades de los bandos, tenien- do también en cuenta las peculiaridades de las situa- ciones que se dan en el tablero. La base del juego posicional es el plan, al que nos re- ferimos detalladamente en la leccién anterior. Trazar un plan profundo y eficaz (correcto) requiere a ve- 132 Kasparov ensefia ajedrez ces tanta imaginacion y habilidad como calcular una dificil combinacion. Si se tiene la idea de una combi- nacién, calcular las jugadas que la componen es cues- tion de técnica y tiempo. Las jugadas de tal combi- nacion frecuentemente tienen caracter forzado y son reales y concretas. En cambio, al trazar el plan de juego uno debe apo- yarse en la posiciOn que puede surgir después de algunas jugadas. El calculo concreto de variantes es seguido a menudo de razonamientos semiabstractos, suposicio- nes y prevision de las posiciones finales mas probables del plan elaborado. La habilidad para jugar “‘posicional- mente” es importante en situaciones complicadas que no se someten a calculo concreto, cuando el objetivo del ataque no esta claro, y en consecuencia es preci- so maniobrar para reforzar la posicién de las propias piezas y a la vez encontrar el punto débil en el campo adversario. Cuando se habla del genial ajedrecista norteamerica- no del siglo XIX Paul Morphy, muchos aficionados recuerdan sdlo sus brillantes combinaciones ofensi- vas, pero pocos saben que la base de ellas eran prin- cipios estratégicos profundos, tales como buscar la maxima centralizacion de las piezas propias, suprema- cia en el desarrollo y apertura de verticales en el centro. Morphy comprendié intuitivamente las leyes de la estrategia del ajedrez y gracias a ello obtuvo muchas victorias notables. Wilhelm Steinitz, gran pensador ajedrecistico de fi- nes del siglo XIX y primer campeon mundial oficial, formuldé por primera vez las leyes fundamentales del juego posicional. El demostré que el plan no puede nacer de la fantasia del ajedrecista sino que debe apo- 13a. Leccion 133 yarse en algo concreto, pero aparentemente oculto en el tablero, en algin momento particular. También de- mostro que cada posicién del tablero se caracteriza por ciertos detalles que deben valorarse primero por separado y después juntos, a fin de comprender bien la situaci6n creada, y sdlo entonces trazar el plan con- siderando las posibilidades reales de ambos bandos. La apreciacién correcta de la situacién en cualquier momento de la partida es un factor que determina en gran medida la fuerza de un jugador. Veamos un ejemplo de cémo valorar la posicién. ISAAC BOLESLAVSKI - ALEXANDR KOTOV Zurich, 1953 aun a ns a Ss a BAB A primera vista, las posibilidades de los bandos no estan claras. Las blancas tienen un peon mas, pero los peones de su flanco dama son débiles, mientras que los alfiles negros de largo alcance en la posicion abier- ta que tienen, ofrecen opciones de contrajuego sufi- cientes para igualar. 134 Kaspérov ensefia ajedrez 20. Af4! A:f3 21. T:d6 T:d6 22. D:d6 D:d6 23. A:d6 Te8 24. T:e8+ C:e8 25. Ae5! Ac6 26. b4! h5 27. oS oo LZ a * a. YW Ws a ) “ot a mA ey Si las negras lograran cambiar caballos, incluso dejan- do pasar al rey blanco al centro y entregando el peon a6, el empate serfa evidente. Pero eso es irreal. No cuesta trabajo convencerse de que el alfil blanco esta listo para capturar al caballo negro apenas éste se mue- va. El rey blanco penetrara en el flanco dama por el camino mas corto, después de lo cual perecerdn los peones negros ahi ubicados, Este sencillo ejemplo basta para comprender que las blancas plasmaron con tal facilidad su ventaja porque entre numerosas posi- ciones verosimiles de medio juego vieron la éptima, 13a. Leccion 135 que surgia luego de 25. Ae5! y 26. b4!, y después de la cual el calculo de variantes resulté cosa facil. Para apreciar correctamente la posicion hay que aprender a sopesar la importancia de la ubicacion de las piezas propias y contrarias, su centralizacién, la calidad de la estructura de peones y su movilidad, la existencia de lineas abiertas, y la correlacion ma- terial. La profundidad y sutileza de la apreciacién ge- neral de una posicién, depende de las valoraciones particulares de cada uno de los factores citados en la posicién dada. Por ejemplo, todos sabemos que la to- rre es mas fuerte que el caballo, pero si el caballo esta en el centro del tablero en posicién bien reforzada, mientras la torre se halla en el extremo y no puede participar en la lucha, es evidente que el caballo es ahora mas importante y fuerte que la torre. En el final de una partida, la existencia de peones pasados y la centralizacién del rey son factores muy importantes en la apreciacién de la posicién. En el me- dio juego, en cambio, el rey debe estar alejado del centro, El ajedrecista experto respeta el arte del juego posicional pues comprende el provecho de acumular sistematicamente ‘‘gajitos” de terreno ocupado o con- trolado, que dan a fin de cuentas la llamada ventaja posicional. Quien tiene la supremacia posicional ma- neja la situacién. De improviso descubre abundantes posibilidades para sus piezas y buena eleccién de con- tinuaciones de la lucha, tanto de combinaciones como de posicion. Si usted toma una decena de bellas combinaciones ofensivas de grandes maestros y trata de valorar las po- siciones en que empezaron, vera que todas esas com- 136 Kaspdrov ensefia ajedrez binaciones partieron de una supremacia posicional, expresa, por ejemplo, en el mejor desarrollo o mayor movilidad de las piezas. La teoria del juego posicional, a lo largo de los cien afios de su existencia ha revelado muchos de sus secretos y continua revelandolos a los investigadores profundos y avidos de saber. Los prin- cipios basicos de la estrategia ajedrecistica, formu- lados por el gran Steinitz, han permanecido inmutables, pero hoy se dedica mas atencién al analisis de facto- res tales como la dinamica de la posicién, ola compen- sacién de ciertos defectos de la posicién con ciertas ventajas. Ahora se concede mayor importancia a la coordinacién de las acciones de las piezas, pues con acciones bien coordinadas, es decir, subordinadas a un mismo objetivo, dos o tres piezas pueden vencer a un ejército enemigo numéricamente superior pero cor. menos movilidad. Por fin, si 150 afios atras las combinaciones tenian como meta tomar la fortaleza del rey, hoy en dia, al progresar el arte defensivo, con frecuencia se empren- den combinaciones muy complejas con el fin de obte- ner ganancias posicionales. El ‘“‘sacrificio posicional” de material ajedrecistico paso a ser uno de los métodos mas eficaces en la lucha por conseguir ventajas posi- cionales significativas (aunque no sean decisivas). Para terminar, quiero aconsejar a los aficionados que estudien con mayor perseverancia el arte del jue- go posicional. iLes aseguro que no lo lamentaran! 14a. Leccion CUANDO NO HAY ELECCION Mientras la partida de ajedrez se desarrolla tranquila- mente obedeciendo a las leyes de la estrategia, en el tablero se mantiene la valoraci6n jerarquica tradicional de las piezas de ajedrez. Claro, se puede discutir qué es mas fuerte, por ejemplo, un alfil con pareja de peo- nes, o una torre, segtin la posicion que ocupen. Pero a veces sucede que inesperadamente las piezas de un bando adquieren cierta fuerza sobrenatural y empie- zan a hacer milagros. Entonces se desmoronan catas- troficamente las nociones habituales; por ejemplo, el pedn se hace mas fuerte que la torre o incluso que la dama. Asi ocurre a menudo cuando se aplica unacom- binacién planeada de antemano. Sabemos que el juego combinatorio atrae sobre todo a los jugadores poco expertos. ¢Por qué? Ante todo por su belleza, sorpresividad y la infalibilidad de su légica, pues los rivales durante la tormenta combinatoria con mayor frecuencia hacen jugadas obligadas. Esta es una de las paradojas asombrosas del ajedrez. Cuando en el tablero se sostiene la lucha estratégica, cada bando tie- ne variantes de continuacion de la partida. Pero si de pronto surgen complicaciones combinatorias que al- teran la correlacién de valores acostumbrada, entonces el curso de la partida de inmediato se limita a un cau- ce estrecho y, lo principal, no se deja con ella mucha eleccién de jugadas al adversario. Kasparov ensefia ajedrez 138 Veamos, por ejemplo, la partida entre Eduard Las- ker y George Thomas, del afio de 1911. wo one ~ aot wo 29 L2Godcaeaad wo + aa oO 2 Oty 88 wOOCotHtveoato Al principio hay un desarrollo tranquilo: \ <8 EBs yr Ss. Ss wn che NaN Wy as Aqui parecio sonar la sefial de ataque: De7 10. Dh5! Las negras se niegan a cambiar, 10... A:e5, estimando gf. iSi supie- que si 11. C:f6+, se salvarian con 11... ran lo que les espera! D:h7+!! 11. 14a. Leccién 139 Sacrificio impresionante. Las blancas entregan]a dama slo por un peén pero obligan al rey negro a escapar al extremo opuesto del tablero, donde le espera des- honroso fin. ll... R:h7 12. C:f6+ Rh6 Si retrocediera al rincén (h8), el desenlace seria inme- diato con 13. Cg6x. 13. Ceg4+ Rgd 14, h4t+ Rf4 15. g3+ Rf3 16. Ae2+ Rg2 17 the Rel Esta casilla por lo comin es buen refugio, pero sdlo para el rey blanco. Al negro ahi le espera la muerte. 18. Rd2x! cBello? iSi! éSubito? iSi! éForzado? iSi! éPero por 140 Kasparov enseiia ajedrez qué asi de pronto? éCémo prever y encontrar la solu- cién combinatoria? El jugador experto sabe que la combinacién no nace de la nada. Para que nazca se requiere que exista ventaja posicional de uno de los bandos, y ésta se fragua paulatinamente, jugada tras jugada. El proceso de su acumulacién, claro es, puede ser acelerado por los errores del contrario. ¢Por qué fue posible la combinacién con sacrificio de dama en la partida que acabamos de ver? Las blan- cas no tenian supremacia en el desarrollo, pero sus cuatro piezas menores apuntaron a la posici6n del rey negro, en la que estaba particularmente mal defendi- do el punto h7. La ausencia de peén negro en el esca- que £7 creé las condiciones para la posicion de mate: los caballos blancos ocupaban los puntos f6 y g6; el rey enemigo, la casilla h8, y el peén, g7. Esta es una posicién tipica de mate —entre otras muchas— que conviene reconocer desde que se insinua, para evitar caer en ella. Analicemos el final de la partida Grigori Rotlevi - Akiba Rubinstein, jugada en 1908. 14a. Leccion 141 22 T:c3!! 23. No se puede 23. A:c3 porque 23... A:e4+ 24. Died D:h2x. 235 Td2!! La dama esta Ilena de preocupaciones acuciantes: de- fender el punto h2, vitalmente importante, y el alfil en e4. Pero la ultima jugada negra hace su tarea ya imposible. 24. D:d2 A:e4+ 25. Dg2 Th3!! 142 Kasparov enseiia ajedrez iBrillante! La dama, atada, no puede proteger de nin- gun modo al rey de mate en la casilla h2 (26. D:e4 T:h2x) y las torres tampoco: Semejantes combinacio- nes se recuerdan toda la vida. éCémo surgen? ¢Cual es su esencia? Para responder a estas preguntas consagraremos varias lecciones. Aho- ra solo especificaremos qué condiciones se requieren para efectuar las combinaciones. La combinacién —ya dijimos— no ocurre en algun momento previamente escogido de la partida. La idea de realizarla puede surgir en la mente del ajedrecista cuando la situacién en el tablero se caracterice por determinadas peculiaridades. Ellas sugieren el motivo y el momento de la explosién combinatoria. Entre dichas peculiaridades de 1a posicién se halla, por ejemplo, la debilidad de Ja primera (para las blan- cas) u octava (para las negras) horizontales, que ofre- ce a las piezas adversarias la posibilidad de penetrar en la zona de abrigo del rey. Si eso ocurre, por lo ge- neral el bando a la defensiva para evitar el mate sufre 14a. Leccion 143 grandes pérdidas materiales, tras de lo cual la lucha pierde sentido. Ejemplo clasico del juego de combinaciones ¢s este fragmento del choque entre Edward Adams y Carlos Torre en 1920. 1. Dg4!! Db5 MT) a. aaa so will G ‘ WU... W480, ao Be WS OBIS A AY YY y=q iy 144 Kasparov enseiia ajedrez 2. Dc4!! Dd7 ] X71e mal wa aga U3 e J ue ‘All vi 2 au fom Bi Mize: YW 3. De7! Db5! Este fantastico autosacrificio de la dama es bello, pero aparentemente inutil. ¢Qué lograron las blancas? Si seguimos en el mismo estilo, 4. D:b7, luego 4... D:e2! 5. T:e2 Tcl+ 6. Cel T:e1+! 7. T:el T:el, imate por debilidad de la primera horizontal recibirfan las blan- cas! Por eso hay que sacar a la dama negra del control de la casilla e8 de modo mas astuto. Ahi entra el jue- go combinatorio. 14a, Leccién 145 5. Te4!! iBrillante golpe noqueador! Las negras no tienen tiem- po de abrir la ventanilla: 5... h6 6. D:c8! T:c8 7. T:e4 con ganancia de torre por las blancas. Tampoco pue- den jugar 5... D:e4, porque 6. T:e4, después de lo cual la dama blanca se haria inmune. Sdlo queda el retro- ceso de su dama. 5 Db5 4, D:b7!! 146 Kasparov ensefia ajedrez Este sacrificio lleva el pleito al desenlace. La dama ne- gra no tiene posibilidad de-permanecer mas tiempo en la diagonal a4—e8; una de dos, perece, o después de aniquilar al ofensor, crea peligro mortal a su rey. Por eso, las negras se ven obligadas a reconocer la derrota. En la préxima leccién seguiremos estudiando las condiciones de aparicién de combinaciones ofensi- vas durante la partida. 15a. Leccion TACTICAS DE JUGADA EFICACES En laleccién anterior explicamos cémo y porqué nacen las combinaciones en la partida de ajedrez y examina- mos variantes de ataques combinatorios basados en la utilizacién de la primera (u octava) horizontal. Esta vez analizaremos otras situaciones especificas que permi- ten realizar la ofensiva de combinacidn. Primeramente analizaremos la debilidad de la segun- da (o séptima) horizontal. La debilidad de la segunda o séptima horizontal a menudo entrafia amenaza de aniquilamiento de los peones que protegen al rey, una vez consumada la cual, es facil obtener la victoria. En la leccién 14 vimos un fragmento de la partida de Gri- gori Rotlevi contra Akiba Rubinstein, donde las blan- cas fueron derrotadas por la debilidad de su segunda horizontal, cuando una u otra de las torres negras ame- nazaban el escaque h2. Ofrecemos una situacion ana- loga del choque entre Carlos Torre y Emanuel Lasker (Mosc, 1925). 148 Kasp4rov ensefia ajedrez Parece que las negras pueden estar satisfechas de su posicién, mas inesperadamente una jugada brillan- te del alfil blanco cambia de golpe la situacién en el tablero y permite aplicar un recurso técnico que en la terminologya ajedrecistica se llama “molino”. 1. Af6!!) D:h5 2. T:g7+ Rh8 3. T:f7+ Rg8 4. Tg7+ Rh8 5. T:b7+ Rg8 6. Tg7+ Rh8 7. Tg5!+ 15a. Leccion 149 Con reiterados jaques, la torre “molid” todo el ejérci- to negro ubicado en la séptima horizontal y después llegé hasta la dama en la quinta horizontal. Luego de ee Rh7 8. T:h5 Rg6 9. Th3 R:f6 10. T:h6+ las blancas, con dos peones de mas, ganaron facilmente. Como indica la practica, el método mas eficaz para aprovechar la debilidad de la segunda (0 séptima) ho- rizontal es introducir en ella al mismo tiempo dos pie- zas mayores. Todos saben lo dificil que es atacar al rey enemi- go cuando esta resguardado por una cadena sdlida de peones. Pero otra cosa sucede cuando en la defensa de peones hay brechas, como sucedioé en la partida de Kaesias vs. Vukovic, en 1940. 1. e4 e5 2. C3 Cc6 150 Kasparov ensefia ajedrez 3. Ac4 Ccf6 4. d4 ed 5. 0-0 Ac5 6. e5 d5 ta el de 8. Telt+ En esta posicion, las negras deberian entregar el peén tratando de movilizar sus piezas, por ejemplo 8... Ae6 9. fg Tg8 10. Ag5 Dd5. Pero ellas resolvieron conser- var el peon y luego de 8... Rf8? 9. Agd gf 10. Ah6+ Rg8 los peones f7, f6 y h7, mas bien le hicieron al rey una trampa que una fortaleza. Fl alfil blanco en h6 cum- ple el papel de guardian que impide la huida del rey. Solo falta traer la pieza que dard mate. ¢Quién desem- pefiara ese papel? El caballo blanco si llega a la casilla £6, la torre en e8 o la dama en g4. Es curioso que en 15a. Leccion 151 esta partida podian darse varias situaciones, en las que el golpe de gracia era capaz de asestarlo cualquiera de las piezas citadas. 11. Cc3! = Ag4 12. Ce4 b6 13. ¢3 Ce5? 14. C:e5 Amenaza 15. D:g4x. éPor qué no capturar ala temible dama? "a wae a a i WY, Vd Ma MAB Nea vee BTA 15. Cd7!! Ae7 Las negras parecen haberse protegido de mate en f6. Pero sigue una nueva serie de sacrificios y contra ello no hay defensa. 16. Ce:f6+!! A:f6 152 Kasparov enseiia ajedrez 17, Te8+!! = Dre8 18. Cf6!x Por cuanto una buena cadena de peones cumple im- portantisima funcién defensiva, existen varias combi- naciones tipicas en que los atacantes sirviéndose de sacrificios destruyen a los defensores del rey enemigo. Veamos un ejemplo caracteristico de aniquilamiento de la defensa de peones con ayuda de sacrificios. EMANUEL LASKER - J.H.BAUER 1889 Y/ eG), ae Wilda Aawaan iy Ma, 4 yy MA, a a AT 2 Vd AZ] & awe 4 a Y 4 Después de la natural 1. Dh5 £5, no es facil demostrar la superioridad de las blancas. Pero basta dejar al rey negro sin los peones g7 y h7 para que la incursién de la torre desde fl a f3 traiga a las negras grandes infor- tunios. 1. A:h7+! R:h7 15a. Leccién 153 2. D:h5+ Rg8 3. A:g7! R:g7 4. Dg4+ Rh7 Claro, no 4... R£6? porque 5. Dg5x. 5. T£3 e5 Las negras deben entregar su dama. 6. Th3+ Dh6 7. T:h6 = R:h6 Parece que las negras reciben buen material equivalen- te por la dama, pero desgraciadamente sdlo por una jugada. 8. Dd7 Las blancas debieron prever esta maniobra desde que empezaron la combinacién con el sacrificio de alfiles. Lasker con la jugada siguiente gana un alfil negro y se enfila hacia una victoria rapida. Para terminar esta leccién veremos el ejemplo clasico de brillante juego combinatorio utilizando la “‘distrac- cién”. A menudo durante el ataque hay que suprimir alguna pieza adversaria que protege uno 0 varios pun- tos. El método mas simple —captura o cambio— no siempre es posible. Entonces surge la idea: éno se puede distraer a la pieza enemiga con algun regalo? Cien afios atras Johannes Zukertort era famoso por su gran arte de juego combinatorio. El cred esta magnifica minia- tura jugando con blancas contra Joseph Blackburn. 154 Kasparov ensefia ajedrez Las negras rehusaron capturar el peén f5 y pusie- ron la torre en c8, con la que amenazan incursionar hasta c2. Las blancas, a su vez, tienen posibilidad de atacar como: 1. d5 Tc2 2. Dd4, lo que de hecho obli- garta a las negras a capturar el alfil en b2. No obstante, eligieron un método mas complicado pero mas bello de solucionar el conflicto. 1 ig! Tc2 Las negras no tienen elecciOn, pues si 1... hg, la defen- sa del rey negro se hara tan débil que las blancas para vencer no necesitaran acudir a recursos muy enérgicos. 2. ght Rh8! Método rudo pero muy eficaz de defensa. El rey se oculta de las amenazas por la linea h tras el peon ene- migo. Las blancas no pueden capturar a su propio peon y por ello deben obligar a que lo hagan las negras, pues en caso contrario el ataque fracasara. 15a. Leccion 155 3. d5+ eb 4. Db4!! Este es, en rigor, el inicio de la combinacién. Conca- tenacion légica de razonamientos: si desaparece el peon h7, las dos torres y el alfil daran mate al rey; no se puede obligar al rey a que coma al peon enve- nenado mientras el pen negro e5 permanezca en su sitio y lo proteja la dama desde e7. A ella hay que apartarla de la casilla e5 y del rey lo mas posible. Si las negras aceptan tan generoso regalo reciben mate en seis jugadas: 4... D:b4 5. A:e5+ R:h7 6. Th3+ Rg6 7. Tg3+ Rh7 8. T£7+Rh6 9. Af4+ Rh5 10. Th7x. Al descubrir la pérfida treta, las negras defienden a la dama, tratando a toda costa de conservar el peon e5. Pero aprovechando el debilitamiento de la octava ho- rizontal, las blancas asestan un nuevo golpe distractivo: 4. T8c5 5. T8+!! 156 Kasparov ensefia ajedrez Este regalo no se puede aceptar con la jugada 5... D:f8, porque seguird 6. A:e5+ R:h7 7. D:e4+ y el mate es inevitable. Does R:h7 6. D:e4+ Rg7 7. Aze5+! R:f8 Un poquito mas y las negras lograran llevar a su rey al flanco dama. Pero viene el ultimo golpe combinatorio: 8. Ag7+! I we y W Zig J ea aoe co oe 2x Bs Ahora, en caso de 8... D:g7, la dama negra tapa al rey el camino de repliegue y seguira mate en la casilla e8. Por eso, las negras se rindieron. En la siguiente leccion terminaremos de estudiar los principios del juego combinatorio. 16a. Leccion FINAL, UN CAMPO PARA LA FANTASIA Muchos aficionados al ajedrez estiman que la parte final, la ultima fase de la partida es bastante aburrida y no requiere arte combinatorio. Cuando hablemos mas adelante de las leyes que rigen el desarrollo del final, podran convencerse de cudn complicada y rica en contenido es esta fase. En esta leccién procurare- mos demostrar que la capacidad de un ajedrecista para el juego combinatorio es de suma importancia para al- canzar el éxito en la parte final del encuentro. Al realizar combinaciones en medio juego y tan- to mas en la apertura, la mayoria de las piezas y los peones estén parados, como simples observadores, mientras que en la combinacién del final de la parti- da participan casi todas las piezas que quedaron en el tablero, y una de las unidades de combate mas acti- vas con frecuencia viene a ser el rey. Veamos un ejemplo simple. 158 Kaspérov enseiia ajedrez Va, a i ” ti oe a tat an a Ui. Mueven las blancas, y el impulso ldgico es adelan- tar en seguida el peén que esta en h6, Sdlo que des- pués de 1. h7 e4! no hay perspectivas para avanzar con el peén blanco, ya que todas las casillas de la gran diagonal estan @ontroladas por el alfil negro. O sea que para avanzar con el peén hay que sacar al alfil de la gran diagonal o impedir el movimiento del peon e. Probemos el primer camino. 1. Aa7! Motivo combinatorio muy claro de distraccién. No se puede capturar al alfil porque entonces el pedn h se promociona, y si 1... Rg5 sigue 2. h7, y luego de 2... e4 el alfil blanco pasa a d4. Sdlo queda una respuesta: tT Ac3 2. Re2 Las negras no tienen eleccién. 2 Aal 16a. Leccién 159 an ee {a oats i af a a aa em acm me A primera vista, las blancas extrajeron de la posicién todo lo que podifan. Sin embargo, no lograron impedir el movimiento del peon e5 salvador para las negras. Pero resulta que el sacrificio del alfil blanco en la pri- mera jugada no es un truco casual € ingenuo sino el comienzo de una bella combinacidon. 3. Ad4!! Golpe pasmoso por lo inesperado. Ahora no es dificil ver que en caso de 3... ed sigue 4, Rd3! y las blancas impiden asi el avance del peén d. El alfil negro colo- cado en al es incapaz de impedir la aparicién de la dama blanca en h8. Pero se puede capturar al alfil con el alfil: : 3. A:d4 4. Rd3! Todo se pone claro. El peén e5 se ve obligado a que- darse en su sitio defendiendo al alfil. Pero si 160 Kasparov ensefia ajedrez ae Ab2 sigue 5. Red! EI rey vuelve a bloquear al peén e5 y el pedn blanco del escaque h6 se corona sin dificultad. éLindo espectaculo, no es cierto? Hay apenas seis artistas, pero todos actian al maximo de sus posibili- dades. No menos sutil es el desempefio de los artistas del pequefio elenco en la vieja posicién clasica de F. Saavedra (1895). 1. c7 La primera jugada blanca es obvia. Después de ella, las negras tienen dos posibilidades: permitir la coronacién del pedn blanco o dar jaque, que parece muy peligroso. 1 Td6+ Pero no es tan simple esta jugada. Resulta que si 2. Rb7 sigue 2... Td7. Y si 2. Rc5 se obtiene tablas en el acto con 2... Tdl 3, Rb6 Tcl. 16a. Leccién 161 2. Rb5! Td5+ 3. Rb4 Td4+ 4, Rb3 Td3+ 5. Re2l! Terminaron los jaques ya que la casilla cl es inaccesi- ble para la torre. Pero la contienda no termin6 aun: 5 Td4! iPérfida trampa! Ahora, si 6. c8D sigue una combina- cién no complicada: 6... Tc4+! 7. D:c4 iAhogado! ¢Tablas, sera posible? 6. c8T! Las blancas realizan un ataque de mate incomparable con las minimas fuerzas posibles y la participacién ac- tivisima del rey. 6 7. Rb3! Ahora si se acabo. Las negras, para salvarse del mate deben entregar la torre, pero aun asi el rey esta sen- tenciado. Este ejemplo ilustra claramente las peculiaridades principales de las combinaciones de final, a saber: par- ticipacién activa de los-reyes, y mucho mayor valor de los peones pasados. Aqui tenemos otro ejemplo: Ta4 162 Kasp4rov enseiia ajedrez ee mats N Le iam SS A Y \ UA, aga a Np La situacion de las blancas no es facil, porque resulta dificil defender al peén a5. El sacrificio de peén que traman se parece mas a un gesto de desesperacion. 1. c6 be Ahora, en respuesta al repliegue légico de la torre, di- gamos 2. Tc5, puede seguir 2... Rd7, después de lo cual la torre en a4 pasa a b5 a través de b4 y las blancas se ven en situacién grave. éNo es posible impedir que la torre negra mantenga bajo su dominio al pe6n pasado b6? 2. Tb5!! ab 3. b7 iCuan radicalmente cambié la situacién en el tablero! Ahora las negras estan al borde del abismo, porque la aparicion de la dama blanca es inevitable. oS. T:a5 4. b8D+ Rd7 16a. Leccién 163 5. Dh8& Las negras pierden el peén h6 y con él la dltima espe- ranza de salvacion. Si en el tablero no estuvieran el peon negro f7 y el blanco g2, las negras podrian sal- varse construyendo una posicién en la que serfa im- posible plasmar la ventaja material decisiva. Tal forta- leza resultaria después de 1. c6 be 2. Tb5! cb! 3. b7 Td4 4. b8D+ Rf7. ]__ Be, i, Yi, asda bs Ve, Con la jugada siguiente la torre negra ocupa el esca- que d6, para de alli poder desplazarse entre las casillas d6 y f6, para adelante y para atras. Usted podra poner las piezas blancas en cualquier posicién y cada vez se convencera de que es imposible tomar la fortaleza. Conociendo esta otra asombrosa peculiaridad de la etapa final de las partidas de ajedrez, podemos tratar de encontrar la salvacién a la siguiente situacion com- prometida para las negras. 164 Kasparov enseiia ajedrez TSIURI KOBAIDZE - MZIA TSERETELI Tbilisi, 1970 Blancas: Rb3, Ag4, Ad8, a4, c4, d5. Negras: Rf7, Ab4, Cb6, a5, c5, dé. En caso de 1... Ca8 2. Ad7, y con la siguiente 3. Ac6, la derrota de las negras parece inevitable. Pero después de 1... Re8! 2. A:b6 Re7! se torna claro que la fortaleza de las negras, alzada sobre las casillas ne- gras, no sera capaz de destruirla el alfil b6 encerrado, ni el alfil g4, que es completamente initil en la situa- cién dada. Ya que hablamos de las fortalezas construidas hacia la fase final del juego y que reportan tablas, cabe men- cionar otras combinaciones, en particular, aquellas que conducen la partida a la posicion de ahogado. 16a. Leccién 165 La situacion de las negras parece peligrosa. Por ejem- plo 1... Tcl 2. Rd6 Rc8 3. c7 T:c7! 4. Ag4+ ! (pero no 4. be que lleva a iahogado!). Sin embargo, la posi- cion de ahogado resulta aqui la dnica idea salvadora para las negras. 1... Td7!! 2. Add Tb7!! Ahora, las blancas tienen eleccién. Hacer tablas ‘so- sas” luego de 3. Rd6 T:b6 4. Ae6 Ta6, u obtener enorme ventaja material y también sdlo medio pun- to, ya que después de 3. cb en el tablero aparece la posicion de ahogado. Pero no siempre la posicién de ahogado garantiza la salvacion al bando mas débil. Muchas veces resulta la emboscada en la que perece el rey, como sucede en el siguiente caso. os 2 AA de Zi “4 aime Ct momen 166 Kasparov ensefia ajedrez A pesar de la supremacia material, las blancas deben tener cuidado. Si el peén h2 se transforma en dama, las negras ganan. Pero a las blancas se les ocurre la idea de atraer al rey negro a la casilla de ahogado, se- duciéndolo con rico botin. 1. Af3+ Rgl 2. Ahi! R:hl 3. Rfl! iPosicién asombrosa! Las negras tienen dos peones de mas, pero su rey, después de capturar al alfil, se condeno a la inmovilidad y en este momento sdlo pueden mover uno de sus tres peones. oe do 4. ed e4 5. d6 e3 6. d7 e2t+ Por fin las negras consiguieron liberar a su rey. 7. R:e2 Rg2 8. d8D h1D Las negras hicieron todo lo posible, pero ahora las mata la posicién pasiva de la dama, que no le permite ayudar a su rey. 9. Dg5+ Rh3 10. Dh5+ Rg2 11. Dg4+ Rh2 12. Rf2! Las negras deben rendirse, pues no hay defensa contra el jaque de la dama blanca desde las casillas h4 0 h5. Asi han podido convencerse de que el final, que en 16a. Leccién 167 opinion de muchos aficionados es la fase mas aburrida de la partida, ofrece un vasto campo para la creacién combinatoria. 17a. Leccion CUANDO EL OBJETIVO JUSTIFICA LOS MEDIOS Cada ajedrecista, ya sea maestro o simple aficionado, siente arrebato cuando en el tablero surge una posicién en la que puede iniciar el ataque, sobre todo si el ob- jetivo es el rey enemigo. Pero para organizar el ataque hay que poseer habitos de juego posicional, y saber asestar golpes combinatorios, como los que estudia- mos en las lecciones anteriores. En la mayoria de las partidas, uno de los bandos, mediante una gradual acumulacién de “puntos a fa- vor” que representan colocaciones convenientes de sus piezas en el tablero y dominio o control de esca- ques, obtiene lo que se Ilama ventaja posicional, la que tiene que convertir en un momento dado en algo real y concreto, esto es, en una ventaja material. Para rea- lizar esto, el juego de maniobras, planeado y tranquilo, cede su lugar al juego ofensivo y abierto, que se carac- teriza por la ejecucion de acciones directas, esponta- neas y abundantes en golpes tacticos. Este método, que forma parte de la estrategia del ajedrez, se llama ataque. Existen varios tipos de ataque, por ejemplo, los relampagueantes, que se consuman en dos o tres movidas, y los de varios pasos, lentos y prolongados, que requieren a veces hasta 10 o mas movidas. Normalmente, el objetivo del ataque es el rey enemigo. Las piezas atacantes intentan llegar a él y destruirlo, por distintos caminos, sin reparar en las 17a. Leccion 169 pérdidas materiales. En este caso, como se suele decir, el fin justifica los medios. Quisiera explicar los tipos de ataque analizando dos partidas. Primero miremos un ejemplo de mi practica. ELMAR MAGUERRAMOV - GARRI KASPAROV Baku, 1977 Al principio, nada presagiaba la tormenta. ee oe ea Cf3 d4 c4 Cc3 Ag5 Ah4 e3 Db3 A:f6 cd Tdl dc c6 Cd4? T:d4 Ddl Td2 cf6 e6 d5 Ae7 h6é 0-0 b6 Ab7 A:f6 ed cS Cd7 A:c6 A:d4! Cc5 Ce6 170 Kaspé4rov ensefia ajedrez y ‘a mai YW i om one | one El traslado erréneo del caballo a d4 provocé que el rey blanco se atorara en el.centro y sus piezas del flan- co rey no entraran en juego. Por eso, la primera fase del ataque es el sacrificio del peon, con ayuda del cual se abre la gran diagonal para el alfil y la vertical cen- tral para la torre. Li d4! 18. ed Te8 19. £3 Las blancas encontraron un plan interesante de defen- sa. Si 19... C:d4+ , contestan 20. Rf2!. Sin embargo, su plan tiene el defecto sustancial de que se estan rc- trasando en el desarrollo. LO A:f3!! Golpe combinatorio oportuno y sobre todo eficaz. Ya que no se puede 20. D:f3 debido a 20... C:d4+ , las negras destruyen por completo el abrigo de peones del 17a. Leccién 171 rey blanco y lo retienen largo tiempo en el centro. Ademas, se altera la coordinacién de acciones de las piezas blancas. Todo esto representa suficiente com- pensacion por la pieza sacrificada, pero tendra todavia mas provecho si mantiene su ataque enérgico y agre- sivo en las fases siguientes. 20. ef Dh4+ 2h rte Con 21. Re2 Cf4x perdian de golpe las blancas. 1 C:d4+ 22. Ae2 — C:f3+ 23. Rfl _Dh3+ 24. Tg2 Ch4 25. Thgl Tad8! Concluy6 otra fase del ataque, cuyo resultado es que las negras han puesto en combate a todas sus piezas e inmovilizaron al maximo a las piezas adversarias. Ya 172 Kasparov enseiia ajedrez desde ahora podrian restablecer el equilibrio material capturando a la torre con el caballo. Pero no se apresu- ran a hacerlo, estimando correctamente que las piezas blancas reunidas en torno a su rey solo le impiden salir de la emboscada. 26. Del? El deseo natural de colocar a la dama mas cerca del sector decisivo de combate arruina a las blancas, por- que su rey pierde la posibilidad de maniobrar. El unico recurso de defensa consiste en trasladar en dos juga- das la dama a la casilla g4. Sdlo 26. Da4! permitfa evitar la derrota inmediata, aunque de todos modos, luego de 26... C:g2 27. T:g2 Te5 28. Dg4 D:g4 29. A:g4 £5 30. Af3 g5, a las blancas les aguardaba una posicion dificil de resistir. Después de 26. Del? sobre la posicion de las blan- cas inesperadamente cae una nueva ola de ataques, con la particularidad de que su objetivo ahora es no solo el rey, sino también la dama. 260 Td3! No pueden tomar las blancas torre, porque luego de 27. A:d3 T:el+ 28. R:el el rey se verfa obligado a abandonar la torre a su suerte en la casilla g2. 27. Df2 Amenazaba 27... T£3+! 2 Cf3! Ahora, las blancas no tienen posibilidad de hacer juga- das ya no digamos activas, sino algo provechosas. Asi, de nuevo no pueden capturar a la torre porque 28... 17a. Leccién 173 C:h2x! También amenaza mate en caso de cualquier repliegue del caballo, por ejemplo: 28. Cbl Tdl+ ! 29. A:dl C:h2x! Igualmente infructuoso seria el in- tento de hacer activa a la dama: 28. Dg3 Cd2+. Que- dan sdlo los desplazamientos obligados de la torre a los escaques g] y hl. 28. Thl Tde3 29. Thgl Rh8& 30. Thl b5! Luego de la evidente 31. a3 a5! no hay defensa contra el avance decisivo del peén b5-b4 y por eso las blan- cas se rindieron. No siempre el ataque termina con la derrota de las fuerzas enemigas. A veces se tejen finos encajes de amenazas combinatorias bdsicamente para obtener ventajas materiales, no muy visibles pero si sustancia- les. Ejemplo brillante de acciones ofensivas es la si- guiente partida del eminente gran maestro ruso Ale- xandr Aliojin (Alekhine). ALEXANDR ALIOJIN - AKIBA RUBINSTEIN Carlsbad, 1923 1. d4 d5 2. ct e6 3. Cf3 cf6 4. Cc3 Ae7 5. Agd Cbd7 6. e3 0-0 qe c6 174 Kasparov ensefia ajedrez 8. Dc2 a6 9. a4 Te8 10. Ad3 dc 11. A:zc4 Cd5 12. Af4 C:f4 13. ef c5 14, de Dc7 15. 0-0 D:f4 La supremacia posicional de las blancas esta determi- nada por su predominio de peones en el flanco dama, y lo fundamental, por el desarrollo insuficiente del flanco rey de las negras, que permite el ataque de pie- zas al rey. Pero antes de atacar es necesario debilitar la defensa enemiga. Vean con qué arte lo hace Aliojin. 16. Ce4! C:c5 Las negras podian haber asumido una defensa pasiva con otra captura de pedn, de acuerdo a 16... A:c5 17. 17a, Leccién 175 Ceg5! g6 (17... Cf8 18. Ad3! con golpes a los puntos h7 y c5) 18. Tfel Cf8 19. g3 Df6, aunque ésta era po- siblemente la mejor forma de defensa en esta situacién. 17. Cre5 A:c5 18. Ad3! b6 19. A:h7+ Rh8& 20. Ae4 Ast lograron las blancas su primer objetivo. En la ca- dena de peones que defiende al rey negro se abrié una brecha al desaparecer el pe6n h7 y las blancas obtuvie- ron la posibilidad de trasladar las piezas mayores a la linea h. Pero deben actuar rapidamente y con energia, pues en caso contrario en dos jugadas mas, el alfil ne- gro ocupara la casilla b7 y el ataque blanco sera neu- tralizado. 20... Ta7? mata eam Maal Ui a A 176 Kasparov ensefia ajedrez 21. b4! Comienzo de una maniobra muy eficaz de distraccion que persigue quitar libertad de maniobra a las piezas negras para obtener supremacia en el flanco rey. at. Af8 No se puede 21... A:b4? porque 22. D:c8! 22. Dc6! Td7 23. g3 Db8 Si 23... Dd6, Aliojin prevefa como solucién mas sim- ple ganar material a través de 24. Dc4! De7 (o bien 24... Rg8 25. Ac6 Tc7 26. Tfdl De7 27. Dd3!) 25. Ce5 Td6 26. Ag6! Sacando la dama a b8 (para defen- der al pedn b6), las negras dejan practicamente sin proteccién a su rey, que era precisamente lo que per- seguia Aliojin. Ahora él crea en el acto amenaza:. di- rectas al rey. El efecto del ataque esta claro. Las piezas blancas se trasladan en un santiamén de una mitad del tablero a la otra. 24, Cgb! Ted8 Amenazaba 25. C:f7+T:f7 26. D:e8.

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