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El Banco Central del Paraguay (BCP), por mandato legal, es la autoridad económica en el
país encargada de diseñar la política monetaria. De acuerdo a la ley nº 489 “Carta
Orgánica” son objetivos fundamentales del Banco Central del Paraguay preservar y velar
por la estabilidad del valor de la moneda y promover la eficacia y estabilidad del sistema
financiero.
Para cumplir con los objetivos asignados, el BCP instrumenta la política monetaria en dos
frentes: por un lado, controlando la tasa de interés o el costo del dinero, en una perspectiva
de corto plazo; y por otro, controlando la oferta o la disponibilidad monetaria, con visión de
mediano plazo. Estas estrategias tienen como propósitos influir en el desempeño de un
conjunto de variables intermedias, para finalmente ejercer influencia sobre la trayectoria de
la inflación, que a su vez deberá servir de marco para lograr el crecimiento con estabilidad
de la economía a largo plazo.
Sin embargo, los múltiples choques que han afectado a la inflación generaron también
inestabilidad en la demanda de dinero, y, siendo esta un prerrequisito fundamental para la
optimización de la política monetaria con control de agregados, la misma ha jugado un rol
negativo para que los resultados fueran óptimos y de hecho se ha traducido en una mayor
volatilidad de la inflación. Por otro lado, el incipiente desarrollo del mercado de dinero, así
como un pobre desarrollo del mercado secundario de títulos públicos, dificulta al BCP
implementar otro esquema de política monetaria, abandonando el control de agregados y
tomando a la tasa de interés como meta intermedia.
Segundo, se han regularizado los informes de análisis y reuniones periódicas del comité de
operaciones de mercado abierto. Asimismo, se ha mejorado la comunicación pública, se
fortalecieron las capacidades técnicas de las áreas involucradas, las disposiciones
normativas para el mercado financiero y monetario y se está procediendo a la
modernización legal y tecnológica del sistema de pagos. Todos estos esfuerzos apuntan a
una optimización de la política monetaria del BCP.
Desde mayo del 2011, el Banco Central del Paraguay (BCP) adoptó un nuevo enfoque de
política monetaria denominado “metas de inflación”, a través del cual asumió un
compromiso público de controlar la inflación como su objetivo primordial dentro de un
marco de transparencia y rendición de cuentas.
Las operaciones de facilidades de liquidez otorgadas por el Banco Central a las entidades
financieras desempeñaban la función de prestamista de última instancia y a tal efecto, las
entidades garantizaban estas operaciones con:
a) Títulos Valores emitidos por el Tesoro Nacional y el BCP, cuyos vencimientos tenían un
plazo mayor a noventa (90) días contados a partir de la fecha de presentación de la solicitud
de préstamo.
A partir del mes de enero de 2016, el BCP ha introducido un nuevo instrumento para la
administración de liquidez de corto plazo denominado ADLCP. Estas operaciones, también
denominadas de sintonía fina, se realizan de forma tal que el Banco Central pueda proveer
o retirar liquidez frente a situaciones de exceso o déficit de liquidez mediante subastas de
depósitos o bien mediante operaciones de reporto. La contracción de liquidez se realiza vía
subasta de depósitos a corto plazo a una tasa máxima de 5pb por encima de la TPM y la
inyección de liquidez se realiza vía subasta de operaciones de reporto a una tasa mínima de
5pb por debajo de la TPM.
Cuando un banco necesita recursos en efectivo tiene dos opciones: solicitar un préstamo a
otro banco o al banco central. Si la tasa que paga en cualquiera de las dos opciones es la
misma, debería ser indiferente a quién pide prestado el dinero. Se acostumbra pronosticar
las reservas disponibles de los bancos y estimar el superávit o déficit de liquidez de manera
a suplir, según sea el caso, la necesidad a través de los instrumentos disponibles en el banco
central.
En este sentido, bajo un escenario de exceso de liquidez, los motivos que incentivan a que
los bancos mantengan una mayor cantidad de reserva voluntaria serían: precaución,
incertidumbre, decisiones de la tesorería por disposición interna de la matriz extranjera de
la institución financiera o simplemente por el estigma que significa no contar con los
recursos suficientes en el momento de su requerimiento, lo cual hace que en su conjunto, el
sistema bancario mantenga un colchón sustancialmente superior al requerimiento ideal.
El BC estudia las variables que inciden sobre el nivel de la liquidez, diseñando un esquema
estructural sobre los componentes autónomos y exógenos que inciden sobre la misma. La
sumatoria de cada uno de los componentes da como resultado un monto que representa la
proyección esperada de la liquidez del Sistema Financiero en el periodo T+1.
La demanda y oferta de liquidez puede ser derivada desde el balance de un BC. Así, la
estructura simplificada del balance de un BC puede ser vista de la siguiente forma:
Los elementos que el BCP necesita indefectiblemente pronosticar son los factores
autónomos: efectivo en poder del público, saldos netos del gobierno, utilización de la
cuenta de Encaje Legal.
El efectivo en circulación tiene una estrecha relación con el impacto de las operaciones de
contracción o expansión de la moneda dado que diariamente se calculan las variaciones que
tuvieron cada uno de estos rubros y el resultado neto es lo que finalmente está circulando en
la economía.
El segundo horizonte temporal a considerar es el tiempo que transcurre entre el primer día y
el último del mes para el periodo de mantenimiento del encaje legal promedio. el BCP
modifica el reglamento de encaje de moneda nacional y extranjera por medio del cual se
establece un encaje legal promedio mensual cuyo saldo integrado puede ser utilizado hasta
el 10% en forma diaria..
Si bien esta situación hace que para el BC sea muy difícil conocer con exactitud el
momento en que las tesorerías decidirán utilizar este instrumento, y más aún el monto
exacto de reposición, es considerado como un recurso más de fondeo de las operaciones en
caso de necesidad.
Sin duda, el excedente estructural de liquidez que se mantiene en nuestro país debilita el
mecanismo de transmisión de la tasa de interés a la política monetaria, por este motivo,
tanto la proyección como la gestión de esa liquidez forman parte de la meta del BCP para
estabilizar el valor de la moneda, evaluando apropiadamente las necesidades del mercado
en términos de OMA.
La mayoría de los BC sostienen que las operaciones netas del gobierno son las más difíciles
de pronosticar y el caso de Paraguay no es la excepción. El Ministerio de Hacienda
transfiere a la banca comercial (ya sea estatal o privada), porciones importantes de sus
transacciones netas, así también recibe gran parte de las recaudaciones de impuestos a
través de ellas. Es por ello que es justificable el esfuerzo de obtener datos precisos acerca
de sus erogaciones con al menos un día de anticipación. Esta práctica no solo contribuiría a
estabilizar las tasas de interés de corto plazo y promover el desarrollo del mercado
financiero, sino que traerá beneficios colaterales para el gobierno.
Los modelos económicos pueden ayudar a pronosticar los flujos del gobierno sobre una
base anual, pero no permiten obtener datos proyectados de flujo de caja de corto plazo que
se necesita para la gestión de liquidez. En términos generales, es más fácil pronosticar el
gasto que los ingresos debido a que los gastos son más dependientes de las decisiones
oficiales mientras que los ingresos dependen de comportamientos individuales y calendario
de vencimientos de pago de impuestos.
En nuestro país, el circulante aumenta en la tercera o cuarta semana de cada mes cuando el
MH transfiere el efectivo a la red de bancos, además de pago a proveedores, el desembolso
de sueldos a funcionarios y pensiones a los jubilados, luego el circulante cae radicalmente a
un mismo punto en la siguiente semana.
En las ilustraciones siguientes se muestran las transferencias del MH a los bancos para el
pago de sus egresos así como las recaudaciones que recibe por medio del sistema
financiero, para el periodo 2016 agrupados en forma semanal.
La demanda de dinero
Fundamentos teóricos y revisión de literatura
La primera está sustentada en los fundamentos de la teoría económica, la cual sostiene que
la moneda tiene un efecto neutral en el largo plazo; por lo tanto, la homogeneidad entre
cantidad de dinero y precios debería cumplirse en ese contexto. La segunda razón está
directamente relacionada con el aspecto econométrico. En este sentido, numerosas
investigaciones econométricas encuentran que tanto el stock nominal de dinero como el
nivel de precios son integradas de orden I(2); por lo tanto, en línea con este argumento, se
esperaría que la demanda de saldos reales mostrase un orden de integración I(1), con el cual
se minimizaría la dificultad econométrica propia de la estimación.
Asimismo, la teoría económica sugiere diferentes motivos para mantener dinero, pero las
principales razones descansan en la idea de mantener dinero por motivos de transacciones y
en la decisión de los agentes económicos en su proceso de selección del portafolio óptimo,
es decir, por motivo de especulación. En este sentido, en aplicaciones empíricas, la tenencia
de dinero es modelada en función al Producto Interno Bruto como proxy de volumen de
transacciones, una variable tecnológica y la tasa de interés. La última es utilizada como
variable para capturar el costo de oportunidad del dinero. Sin embargo, no son pocos los
estudios que utilizan además variables como tipo de cambio y la tasa de inflación como
aproximaciones del costo de oportunidad del dinero.
Mt/Pt = k Yηte-αre-δT
La ecuación así formulada pretende representar la relación de largo plazo entre la demanda
de saldos reales y sus fundamentos. En general se espera que la demanda de saldos reales
reaccione positivamente ante aumentos en el nivel de transacciones, reflejando así la
necesidad de contar con medios de pagos por motivos de transacciones, y que además
reaccione negativamente a los incrementos en el costo de oportunidad de mantener dinero
en efectivo. También se espera que la tenencia de dinero disminuya cuando la tecnología
financiera mejore.
La magnitud de los coeficientes estimados para estas variables, como hemos mencionado,
es sensible al método de estimación empleado y a las variables utilizadas en la estimación.
Una rápida revisión de algunos trabajos empíricos estimados para algunos países podría
proporcionar una idea de la magnitud de estos coeficientes.
Así, por ejemplo, Adam (2000), utilizando un modelo corregido de la Demanda de Ajuste
Parcial estimado para la economía chilena, encuentra que la elasticidad del agregado M1
con respecto al ingreso está en torno al 0,93. Asimismo, encuentra que la elasticidad con
respecto a la tasa de interés está en torno al -0,22.
Por otro lado, Bucacos y Licandro (2003), estimando la demanda de dinero en Uruguay con
datos trimestrales desde 1980 al 2002, obtienen una elasticidad de ingreso del 0,8 para el
agregado M1 y una elasticidad con respecto a la tasa de interés del -0,46 mediante el
enfoque de Cointegración propuesto por Engle-Granger. Asimismo, Escobar y Posadas
(2003), utilizando un modelo de Structural Vector Error Correction (SVEC) con datos
trimestrales para la economía colombiana, encuentran una elasticidad unitaria con respecto
al ingreso y una elasticidad del -0,36 para la tasa de interés. En otro estudio para Chile,
Soto y Tapia (2000), utilizando un modelo de Cointegración Estacional, encuentran un
coeficiente de elasticidad de ingreso del 0,96, una elasticidad con respecto a la tasa de
interés doméstica del -0,12 y -1,51 para la tasa de interés externa.
En otro trabajo para Colombia, Gómez González (1999), después de aplicar pruebas de
exogeneidad, encuentra que la elasticidad de la base monetaria ajustada con respecto al
ingreso es de 1 y la elasticidad de la base monetaria con respecto a la tasa de interés y de la
innovación financiera es de -0,77 y de -0,55 respectivamente. Para Costa Rica, Monge y
Jiménez, utilizando datos mensuales de la emisión monetaria entre los años 90 y 95,
estiman una demanda de saldos reales con una elasticidad de 1,09 con respecto al ingreso y
de -0,0038 con respecto a la tasa de interés. Bucacos (2005), utilizando un enfoque de
cointegración estacional, encuentra una elasticidad del 0,95, -0,14 y -0.02 para el ingreso, la
tasa de interés y el factor tecnológico respectivamente para el modelo de 0 frecuencia, y
una elasticidad del 0,59 con respecto al ingreso con frecuencias bianuales.
Finalmente, cabe mencionar, por una parte, el trabajo de Ramoni y Orlandoni, quienes
utilizaron datos anuales para el periodo comprendido entre 1968 y 1996 para estimar la
demanda de dinero M2, cuya elasticidad con respecto a la renta es del 1,28, con respecto a
la tasa de interés es del -0,56 y con respecto a la tasa de depreciación obtienen un
coeficiente del -3,62. Por otro lado, en lo que respecta a estudios hechos para Paraguay, se
puede mencionar el trabajo de Colmán, quien usando el enfoque de Engle y Granger estima
una función de demanda para el M1 en frecuencia trimestral para el periodo comprendido
entre 1991 y 2003. Colmán encuentra una elasticidad de 0,40 para el ingreso y una
semielasticidad del -0,75 para la tasa de interés.
Mt/Pt = k Yηte-αre-δT
Dónde:
La ecuación así formulada pretende representar la relación de largo plazo entre la demanda
de saldos reales y sus fundamentos. En general se espera que la demanda de saldos reales
reaccione positivamente ante aumentos en el nivel de transacciones, reflejando así la
necesidad de contar con medios de pagos por motivos de transacciones, y que además
reaccione negativamente a los incrementos en el costo de oportunidad de mantener dinero
en efectivo. También se espera que la tenencia de dinero disminuya cuando la tecnología
financiera mejore.
1. Agregados monetarios
El Banco Central de Paraguay estableció una meta de inflación del 5%, con un margen de
variación de 2,5 puntos porcentuales en ambas direcciones. Sin embargo, al cierre de 2017
se registró una tasa de inflación interanual del 9,9% y un promedio anual del 6,8%.
Dado este crecimiento de los precios, el banco central subió en 2018 las tasas de interés de
los instrumentos de regulación monetaria de corto plazo, mientras que los de largo plazo
sufrieron menores variaciones, lo que se traduje en un aplanamiento de la curva de
rendimientos de dichos instrumentos. Así, el rendimiento medio ponderado de los
instrumentos de regulación monetaria fue del 4,1%. Simultáneamente, aumento de manera
significativa la colocación de estos títulos, que alcanzo un promedio mensual de 820 mil
millones de guaraníes en 2017. Hasta mayo de 2018 se verifico un promedio de 1479 mil
millones de guaraníes, lo que representa un 58% del M0 (billetes y monedas en
circulación). En 2018, los instrumentos de regulación monetaria fueron el principal factor
de contracción de este agregado monetario.
No obstante, los agregados monetarios crecieron por encima del 15% en 2017, con
excepción de la base monetaria (4,4% interanual) y del M3 (8,3% interanual). El M0 se
incrementó un 17,6% en términos interanuales, el M1 un 20,6% y el M2 un 16,3%. Sin
embargo, durante los primeros meses del 2018 se observa una desaceleración del
crecimiento interanual y hasta mayo se registran tasas de un 13,8%, un 13,3%, un 10,3% y
un 6,5% para los agregados M0, M1, M2 y M3 respectivamente.
Dado el comportamiento de las tasas de interés, tanto los depósitos como los créditos al
sector privado experimentaron un crecimiento más moderado en 2017. En cuanto a los
depósitos, estos crecieron un 5,7%. Los depósitos en moneda nacional aumentaron un
14,5%, mientras que los depósitos en moneda extranjera registraron una baja de un 1%.
Esta disminución se explica en parte por la apreciación del guaraní respecto del dólar,
puesto que los depósitos en moneda extranjera expresados en dólares crecieron un 1,2%.
A fines de 2017, la apreciación del guaraní respecto del dólar fue del 1,2% en términos
nominales (una apreciación real del 4,9%). Sin embargo, en promedio, el guaraní se
deprecio un 3,4% nominal (0,8% real) con respecto a la moneda estadounidense. Este
comportamiento de depreciación obedece al déficit en cuenta corriente de Paraguay y al
diferencial de las tasas de inflación entre los dos países.