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Facultad de Medicina

Veterinaria y Zootecnia

Notas de curso de la asignatura:


³3UiFWLFDV&OtQLFDV en animales de granja ´

Principios de la investigación clínica en


bovinos.

Junio 2012.

1
A U T O R ES:

M en C. EDUARDO M. SIERRA LIRA


M en C. JOSÉ A. ERALES VILLAMIL
M en C. JORGE L. PUERTO NÁJERA
MSc. ROGER I. RODRÍGUEZ VIVAS
MSc. FRANCISCO J. ARANDA CIREROL
M en C. DELFINA ZAPATA VILLALOBOS
M en C. MARCO A. TORRES LEÓN
MSc. ROSA M. RAMÍREZ PORRAS

2
ÍNDI C E
,1752'8&&,Ï1«««««««««««««««««««««««««««

C A PÍ T U L O I. M anejo y sujeción««««««««««««««««««««
I.1) Restricción física
I.2.) Restricción química

C A PÍ T U L O I I. Signos clínicos generales««««««««««««««««. 11


II.1) Fiebre y la regulación de la temperatura corporal.
II.2) Vómito y diarrea, equilibrio ácido-básico e hidro-mineral.
II.3) Anemia, disnea y fallo valvular cardiaco, hematopoyesis.
II.4) Ictericia y ascitis, función hepática.
II.5) Respuesta inmune.

C A PÍ T U L O I I I. M etodología de la investigación clínica««««««««««


Diagnóstico presuntivo.
III.1) El proceso Salud-Enfermedad
III.2) Historia Clínica.
III.2.1) Obtención de datos básicos
III.2.2) La historia clínica como protocolo de trabajo
- Datos generales del propietario y sitio de origen
- Datos del paciente
- Examen físico.
a) Técnicas propedéuticas como herramientas de la exploración física.
b) Examen Físico General.
c) Pruebas básicas de laboratorio clínico
- Biometría hemática (BH)
- Coproparasitoscópico (CPC)
- Examen general de orina (EGO)
III.3) Obtención de muestras biológicas para examen de laboratorio
a) Sangre
b) Fecales
c) Orina

C A PÍ T U L O I V . E xamen físico especial. Pruebas complementarias«««««..70


Plan inicial.
IV.1) Examen especial por aparatos y sistemas.

C A PÍ T U L O V . Diagnóstico definitivo«««««««««««««««««91
Diagnóstico diferencial y Pronóstico.
V.1) Pruebas complementarias (patología clínica).
V.2) Exámenes de gabinete. Rayos X, ultrasonido y endoscopía.

C A PÍ T U L O V I. E xamen anatomo-patológico«««««««««««««104
VI.1) Necropsia.
a) Identificación de cambios post mortem.
b) Tipos de exudados y trastornos circulatorios en órganos
c) Trastornos celulares en órganos.

3
d) Reporte de necropsia

A NE X O.
- Glosario de términos médicos«««««««««««««««««««

R E F E R E N C I AS««««««««««««««««««««««««««

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Introducción:
La Universidad Autónoma de Yucatán ha propuesto un nuevo modelo educativo
basado en la teoría de conocer para hacer (MEFI, UADY, 2011), con el objeto de mejorar
el nivel de conocimientos y habilidades de los alumnos para el ejercicio profesional. El
modelo educativo propuesto, ha adoptado muchos de los principios del constructivismo,
fundamentado en teorías que señalan que el aprendizaje se debe enfocar a la resolución de
problemas, con un fuerte compromiso social y ecológico. Frente a esta perspectiva, la labor
académica pretende orientarse hacia la facilitación de las experiencias educativas que
estimulen al estudiante a aprender haciendo. Basándose en esto, hemos decidido ofrecer
este manual de propedéutica clínica a estudiantes de la carrera de medicina veterinaria y
zootecnia y a los profesionistas que inician su ejercicio un documento sencillo donde
puedan encontrar información resumida de utilidad práctica para orientar el diagnostico de
las enfermedades en sus pacientes.

La misión del Médico Veterinario Zootecnista, es mantener la salud animal y su


productividad, colaborando con esto a proteger la salud pública. Para ello, precisa obtener
información clínica verídica y confiable, que le permita proporcionar al paciente atención
médica oportuna. El conocer que causa una enfermedad, como se desarrolla y que hacer
para combatirla y prevenirla de la manera más adecuada, se convierten entonces en
motivos de la " investigación clínica " , la cual incluye para lograr tal fin, tres aspectos
básicos del caso: su historia natural, condiciones del ambiente circundante y las
manifestaciones de la respuesta orgánica a la agresión o alteración presente.

Considerar solo la información más evidente para fundamentar un diagnóstico y la


toma de decisiones, puede conducir a errores, aún con el examen físico detallado y un
interrogatorio cuidadoso, por si mismos, pueden ser insuficientes, si no se complementa la
investigación con el laboratorio clínico o las pruebas de gabinete. Los conocimientos
acumulados al estudiar cada caso, si son producto de una investigación metódica y
rigurosa, permitirán desarrollar en el quehacer cotidiano, experiencia y habilidades
(competencias profesionales), con bases científicas. Por último, es necesario considerar
que la producción, productividad y rentabilidad, son solo consecuencias de preservar el
bienestar de los animales (salud física, mental y el balance con el ecosistema).

Eduardo M. Sierra Lira.

5
C A PÍ T U L O I

M A N E J O Y SUJ E C I Ó N
M en C. Jorge L uís Puerto Nájera
M en C. José A. E rales V illamil

La atención de los problemas de salud animal, tanto a nivel individual, como


poblacional, reviste especial importancia en todas las sociedades, por ser un medio para
asegurar la producción sustentable y el bienestar de los animales destinados a proveer
bienes de salud a la población humana. Las enfermedades de los animales se consideran
como uno de los mayores obstáculos para la producción eficiente y el bienestar animal.
El propósito del examen clínico es identificar las anormalidades clínicas presentes y
los factores de riesgo que determinan la presentación de la enfermedad en el animal o en
las poblaciones animales. A partir de esta información se puede determinar la causa
probable de enfermedad, así como los órganos y sistemas involucrados, localización,
tipo de lesión presente y proceso fisiopatológico. La severidad de la enfermedad puede
ser deducida de la información obtenida durante el examen clínico. Sin el examen
clínico adecuado y un diagnóstico acertado, es improbable lograr el control y determinar
el pronóstico de la enfermedad, ni proporcionar el bienestar animal óptimo (Jackson y
Cockcroft, 2002).
Para apoyar o confirmar nuestro diagnóstico es necesario tomar muestras,
identificarlas, preservarlas, enviarlas al laboratorio en cuestión, solicitar los análisis
pertinentes e interpretar los resultados adecuadamente.
Para poder realizar el examen clínico, la toma de muestras, administración de
fármacos, biológicos y fluidos, sea cual fuere la vía, es imprescindible contener
físicamente al animal, mediante el manejo, sujeción y en algunas ocasiones el derribo,
esta contención deberá realizarse en donde lo requieran los animales, ya sea en una
clínica o en el lugar donde se encuentren alojados éstos, ese lugar puede contar o no con
instalaciones, como potreros, callejones, corrales de diferentes tamaños, embudos,
mangas de manejo, báscula y prensa, en otras ocasiones podemos vernos en la
necesidad de trabajar en ranchos donde solo tengan un corral grande con un bramadero
en el centro, pero de cualquier manera debemos preservar la integridad humana y la del
animal.
Existen una gran variedad de métodos a seguir para lograr la contención física de los
animales y lograr nuestros objetivos, procurando siempre el bienestar animal.
No existe un solo método de contención que sea igualmente efectivo en cada caso,
porque los animales reaccionan individualmente de diferentes maneras a los diferentes
métodos. Animales bien entrenados pueden ser muy fáciles de manejar y examinar.
Otros pueden ser de temperamento sanguíneo, irritables, ansiosos o miedosos con
respecto al clínico, (aun cuando sean examinados en su propio ambiente),
hiperexcitables al ser llevados a la clínica y en algunos casos muy peligrosos de manejar
por el daño que pudieran causarse y causarnos. Por lo tanto uno debería siempre tener a
la mano tantos métodos de contención como sea necesario para obtener el efecto
deseado (Radostits et al ., 2000).
En este capítulo se considerarán datos útiles básicos, que van desde la forma de
aproximarse, al animal, tipos de reatas a usar, como lazar, amarrar, derribar, administrar
fármacos, biológicos y fluidos, tomar muestras y por último liberar al animal de forma
segura, tanto para el MVZ., como para el animal.

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Antes de empezar a trabajar con los animales es necesario revisar que es Etología y
sentar las bases de como se relaciona ésta con el manejo de los animales.

C O N C E P T O Y C A M P O D E EST U D I O D E L A E T O L O G Í A

El concepto de Etología se utiliza para referirse a la observación y descripción


detallada del comportamiento animal con el fin de conocer la manera en que los
mecanismos biológicos funcionan. Aborda el estudio de la conducta espontánea tal y
como la emite un individuo íntegro en su medio ambiente natural. Pretende describir la
conducta natural, explicar cómo se produce (sus causas próximas), que función
adaptativa cumple (su para qué) y su filogenia (su porqué) o evolución. En otras
palabras, el objetivo de la Etología es describir el repertorio de conductas características
de la especie y, para cada una de las conductas descritas, explicar la causalidad, la
ontogenia, el valor adaptativo y la evolución (Fraser y Broom, 1997; Galindo, 2004;
Rodero, 2004).
La etología es la precursora del manejo adecuado de los animales, al hablar de
etología nos referimos al estudio biológico del comportamiento de los animales y al
hablar de manejo animal nos referimos a la aplicación de estos conocimientos
biológicos para lograr la mejor manera de arrear a los animales ³0XFKDFKRVHOVHFUHWR
de arrear ganado es que la manada nunca se dé cuenta de que se le está obligando. Que
todo lo que el ganado haga, sea hecho YROXQWDULDPHQWH´ $GDPV  y conducirlos
desde los potreros hasta los corrales, aproximarnos, lazar, sujetar, derribar y manipular a
los animales, según sea el caso.

O BSE R V A C I Ó N D E L A N I M A L A D IST A N C I A

Antes de acercarse al bovino, el clínico debe realizar una observación del animal a
distancia. Idealmente este procedimiento debe ser realizado con el paciente en su medio
ambiente natural, esto nos permite monitorear su comportamiento natural, sin sujetar ni
alterar al animal.
El comportamiento que manifieste el paciente, debe ser comparado con el patrón de
comportamiento de otros miembros del grupo, los animales enfermos tienden a
separarse del hato. En el manejo del rancho, generalmente al animal que presenta alguna
conducta anormal se le separa del grupo y se espera la llegada del clínico para su
evaluación. Las observaciones, se hacen con mayor frecuencia en estas condiciones, y
deben incluir; comer, beber, orinar, defecar y respuestas a estímulos externos.
Al paciente, si está echado, se debe hacer que se levante y camine, para poder
observar su postura cuadripestación y forma de caminar para detectar anormalidades
clínicas, lo cual nos proporciona información valiosa y deberá realizarse con calma y sin
prisa (Jackson y Cockcroft 2002).

A PR O X I M A C I Ó N

Si se cuenta con un vaquero o cuidador, que son las personas que generalmente
manejan el ganado, le debemos pedir amablemente que sujete al animal. Si este manejo
tiene que hacerlo el clínico, lo primero que debe hacer es preguntar cual es el
temperamento del animal, observar y tomar precauciones. Dada la condición de
animales de presa de los bovinos, lo primero que hacen es tratar de huir, pero si están en
corral, al verse impedidos para escapar, pueden tornarse agresivos sobre todo cuando
están separados del grupo o en el caso particular de las hembras que tienen becerro al

7
pie. Es importante hablarle al animal para reducir su nivel de estrés al advertir nuestra
presencia como persona desconocida.
8QDSUHJXQWDLPSRUWDQWHHV³7RGDODJHQWHVHYHLJXDO para los animales o puede un
DQLPDO QRWDU OD GLIHUHQFLD HQWUH ODV SHUVRQDV´ OD UHVSXHVWD HV GHILQLWLYDPHQWH Vt HO
ganado bovino reconoce a las personas por sus caras o el color de su ropa y su altura,
ésta última característica la utiliza para discriminar entre gente. Houpt A. Catherine.
(2005)

R EST R I C C I Ó N F ÍSI C A

T ipos de reatas a usar.


Es muy importante conocer las herramientas (reatas) con las que podemos contar y
poder decidir cual utilizar en determinado momento, de acuerdo a las características del
animal que vayamos a manejar, clima, características mismas de las reatas y sus
diferentes tipos, en cuanto a los materiales utilizados para su fabricación, tipo de
corchado, longitud, resistencia, dureza, maleabilidad, etc.
Reata. Sinonimias (rope en inglés, cuerda, soga, lechuguilla, pita, mecate, lazo, lía)

Tipos:
Vaqueras o Charras (henequén, ixtle, seda, cuero crudo, nylon y pabilo o algodón)
se usan mayormente para lazar.
Industriales o de trabajo (henequén, seda, nylon y algodón) Se usan para lazar y
amarrar. Fig. 1

Figura 1.- Algunos tipos de reatas.

Charra de Ixtle Vaquera de Seda Vaquera y Charra de Algodón

8
Partes de la reata (rozadera, ojo o hembrilla, botón, guía, lazada, aros y punta. Fig.
2
Figura 2.- Partes de la reata.

Punta o mota. Aros. Lazada. Guía. Botón. Ojo o hembrilla. Rozadera.

C A R A C T E R ÍST I C AS D E D I F E R E N T ES T IP OS D E R E A T AS

Las reatas hechas de nylon y seda tienen las ventajas de que no se ponen duras
cuando se mojan y si se enlodan, se pueden lavar y seguir trabajando con ellas pero
tienen las desventajas de que no pesan y por lo tanto no se puede lazar de lejos y los
nudos que se hacen con ellas no son seguros, en cualquier momento pueden
desanudarse y soltarse los animales, sin nosotros desearlo.
Por otra parte las reatas hechas de henequén, ixtle, algodón, pabilo y cuero crudo
tienen las desventajas de que no se pueden mojar o enlodar, ni lavar pues se pudren y
quedan inservibles, porque en cualquier momento se pueden romper y poner nuestra
vida en riesgo si es que tenemos lazado a un bovino bravo, pero tiene la ventaja de que
se puede lazar a grandes distancias porque tienen muy buen peso. Las mejores reatas
para amarrar son las de henequén que no sean vaqueras o sea que tengan el corchado
flojo.

LA ZAR

Existen básicamente dos formas vaqueras para lazar; remolineando y sin


remolinear, dentro de cada una hay muchas variantes, cada persona debe usar o adoptar
la que le funcione de acuerdo a la circunstancia y posición del bovino.

A M ARRAR

Después de lazar al bovino debemos pegarlo al bramadero y entablarlo (amarrarlo


del cuello pegado al bramadero) o solo sujetarlo para que con otra reata le hagamos los
nudos y amarres para poder derribarlo.

D ERRIB A R

Una vez derribado el bovino procedemos a amarrarle uno, dos, tres o los cuatro
miembros (aborregarlo) en decúbito lateral izquierdo, derecho, dorsal o esternal, según

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sea el caso para la labor médica que necesitemos realizar, utilizando básicamente el
nudo conocido como ballestrinca (cochinero)
Una vez completada esta faena ya está el bovino en condiciones adecuadas para la
toma de muestras, aplicación de fármacos, biológicos y fluidos.
Cuando trabajamos en ranchos con instalaciones, utilizamos corrales, corraletas de
manejo, embudos, mangas y prensa en combinación con nudos y amarres necesarios
según se requiera.

Fig. Restricción física

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C A PÍ T U L O I I

SI G N OS C L Í N I C OS G E N E R A L ES

M V Z. Esp. Cert. E duardo M . Sierra Lira, M en C.

I I.I) F I E B R E Y R E G U L A C I Ó N T É R M I C A.
El calor corporal es un subproducto de las múltiples reacciones bioquímicas
metabólicas de las células y tejidos de la economía interna, contribuye a mantener la
estabilidad biológica y sobrevivencia de los animales homeotermos. La pérdida y la
ganancia de calor, son productos de la dinámica actividad orgánica, alternándose
delicadamente para lograr bienestar, gracias a los centros térmicos reguladores situados
en el sistema nerviosos central. En condiciones patológicas la temperatura corporal se
mueve fuera de los límites fisiológicos permitidos para su equilibrio ambiental interno y
externo, convirtiéndose en una condición de defensa o de reacción a una agresión
extraordinaria.
La fieb re es un signo clínico común en las enfermedades provocadas por
microorganismos patógenos, sus toxinas o productos de la degradación de los tejidos
dañados del paciente, sirviendo como una alarma inmunológica o mecanismo físico
limitante de la reproducción microbial. En estudios recientes, se ha encontrado que aún
de exudados inflamatorios estériles, se puede extraer un material capaz de inducir fiebre
(pirógeno) al inocularlo a otro animal, por ser reconocido por el organismo receptor
como material extraño. El estudio fisiopatológico de la termorregulación, utilizando los
métodos y las herramientas clínicas físicas y bioquímicas, permite entender e interpretar
los mecanismos patológicos sobre los que se basa el diagnóstico de las diversas
enfermedades de los animales domésticos y la toma racional de decisiones terapéuticas
para su resolución (Ford, 1992).

F isiología de la termor regulación


La termorregulación se activa en forma emergente durante la fiebre, por medio
de un mecanismo termostático que reside en la parte anterior del hipotálamo, conectado
al exterior por los receptores nerviosos periféricos e interpretado a nivel central. Al
cambiar la temperatura corporal, los receptores cutáneos e internos envían información
al termostato situado en el cerebro (hipotálamo), el cual efectúa ajustes adecuados a lo
largo de las vías aferentes, modificando así la generación o disipación del calor
(Ruckebush et al ., 1994).
Estos mensajes sirven, no sólo para informar al individuo de la temperatura
externa, con lo que puede realizar acciones voluntarias, sino que también desencadena
una serie de acontecimientos que se oponen al cambio peligroso de la temperatura
interna y de este modo, la mantienen constante (Langley, 1969; Hafez, 1972). Puede
variar mucho a pesar de los mecanismos homeostáticos que tratan de mantenerla dentro
de los límites fisiológicos de cada especie animal (promedio de 38º C), en el límite
inferior se conoce como hipotermia y en el superior hipertermia (Ruckebush et al .,
1994). En cambio, durante la fieb re parece haber un desplazamiento hacia arriba del
punto regulador (hipertermia), de manera que el cuerpo activa diversos mecanismos de
disipación del exceso del calor, realizándose fisiológicamente por medio de la
vasomoción, sudoración, jadeo, escalofríos y búsqueda de refugio (Ford, 1992). El
ascenso de la temperatura es regulado por mecanismos de ret roalimentación negativa,
de modo que raras veces la fiebre supera 41º C, pero en ciertos estados hipertérmicos

11
(febriles), como golpe de calor o hipertermia maligna por anestesia, el mecanismo de
control central deja de funcionar y la temperatura puede alcanzar niveles letales (Blood
et al ., 1988).

Pérdida de calor.
El cuerpo pierde calor por ir radiación, conducción y convección:
-La i r radiación es un fenómeno electromagnético, que difunde al ambiente en forma de
ondas de disipación.
-La conducción difunde por contacto con otras superficies, cediendo calor por
diferencia de temperaturas (de mayor a menor).
-La convección disipa por movimiento de aire o agua sobre la superficie corporal (piel y
pelo), considerando que mientras más rápido sea el movimiento del aire o agua más
calor se pierde.

Otro importante mecanismo es, la ci rculación de la sangre que fluye a todos los
órganos del cuerpo, distribuyendo el calor metabólico y manteniendo constante la
temperatura, recoge el exceso y lo lleva a la superficie para su eliminación o
redistribución, previniendo la pérdida indebida (Ruckebush et al ., 1994). Los vasos
sanguíneos se encuentran a diferentes profundidades de los tejidos, las arterias son más
profundas que las venas, recubiertas por músculo y grasa, siendo las arteriolas o
capilares los sitios donde se realiza el intercambio de nutrientes. Las arteriolas
funcionan como válvulas que se abren (vasodilatación) o se cierran (vasoconst ricción)
variando su diámetro (vasomoción), de acuerdo a las necesidades de los tejidos
irrigados, regulando no solo el flujo de sangre, sino que también el acarreo del calor
metabólico. Existe un interesante mecanismo que sirve para volver a calentar la sangre a
medida que se enfría en su paso por las venas de las extremidades y la superficie
corporal, denominado contracorriente, que consiste en el intercambio de calor entre dos
corrientes que se mueven en direcciones opuestas (Langley, 1969).
En los animales homeotérmos, hay órganos como la glándula suprarrenal,
regulada por el sistema nervioso que segrega adrenalina, esta hormona es transportada
por la sangre a todas partes del cuerpo incrementando el metabolismo basal y por
consiguiente liberación del calor. En ambiente frío se incrementa también el apetito y en
ambiente cálido se inhibe, combinando en ciertas condiciones los mecanismos
mencionados con la humectación de la piel y la evaporación (Palmer, 1969; Green,
1972). Existen otras glándulas que se activan cuando hay clima frío, en particular la
tiroides, la cual provoca una elevación general, marcada y prolongada de la velocidad
del metabolismo, generando más calor. Es necesario mencionar el importante papel de
colaboración que juega la disipación del calor por vía renal a través de la eliminación de
orina y las heces fecales (Ruckebush, 1994).

F isiopatología de la termor regulación.

El hipotálamo cumple una función primordial en la detección de las


modificaciones de la temperatura corporal profunda y en la iniciación de las respuestas
de regulación apropiadas. Todavía no se conoce bien la manera en que el hipotálamo
recibe y transmite la información necesaria para regular la temperatura dentro de los
estrechos límites prescritos por la salud. Los experimentos de destrucción y
estimulación del hipotálamo, revelan que la temperatura normal requiere dos porciones
hipotalámicas distintas: un á rea anterior que controla la disipación del calor corporal

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por vasodilatación, sudoración y jadeo, y un á rea posterior que controla la generación
y conservación del calor por vasoconstricción y escalofrío (Palmer, 1969).
La temperatura varía en las distintas regiones del cuerpo, la central es más alta
periférica o cutánea es más baja. En el hombre existe una variación circadiana que
asciende a 1.1º C., varía de acuerdo a ciertos estados fisiológicos conocidos como el
embarazo, ciclo menstrual y edad avanzada, así como también la variación por reposo y
durante la digestión de los alimentos, en la gente sana. En el terreno de lo anormal o
patológico, se conoce de la existencia de numerosas sustancias llamadas ³SLUyJHQRV´
como pueden ser: virus, bacterias Gram positivas, endotoxinas de bacterias Gram
negativas, hongos patógenos, complejos antígeno-anticuerpo, así como antígenos que
producen estados de hipersensibilidad y ciertas sustancias inorgánicas productoras de
fiebre.
Cada pirógeno exógeno es capaz de liberar un mediador aparentemente común
OODPDGR³SLUyJHQRHQGyJHQR´ 3(), que es una proteína producida por los leucocitos
del huésped, que sería idéntica a la interleucina 1 (cofactor esencial en la iniciación de
las respuestas inmunes). Algunos investigadores pensaron que los PE, provenía de los
granulocitos, pero se ha comprobado que la producción de los PE que los monocitos son
también importante fuente (Ford, 1992). En animales con hipersensibilidad reta rdada
para ciertos antígenos, los linfocitos liberan unas sustancias llamadas linfocinas, que
son causa de la síntesis y de la liberación de los PE a partir de los macrófagos. Ciertas
líneas de células tumorales que son fagocíticas y derivan de neoplasias histiocísticas,
mielomonocíticas y lifomatosas, pueden producir espontáneamente los pirógenos
endógenos. No se conoce todavía el papel que juegan las p rostaglandinas en la fiebre,
se sabe que es mediadora en las células neuronales de los centros termorreguladores
hipotalámicos, funcionando como un transmisor central en la iniciación de la fiebre, sin
ser un elemento constante (Tyzard, 1995).

F ieb re como mecanismo de defensa.

En condiciones naturales de infección es improbable que el aumento de


temperatura corporal por sí misma, influya de manera directa sobre el microorganismo
invasor. La fiebre puede iniciarse por una inflamación que obedezca a causas
desconocidas, la mayoría de los casos clínicos pueden caracterizarse por la anamnesis,
el examen físico y el juicio clínico de rutina. En la práctica clínica, ciertos sistemas
orgánicos se asocian de manera característica con signos vagos o poco precisos entre
ellos figuran cáncer, autoinmunidad e inflamación. La fiebre se manifiesta en
mamíferos, peces, reptiles, anfibios y aves, por lo tanto se ha considerado que surgió
temprano en la evolución de las especies y se mantuvo en todas las clases de
vertebrados, como un fenómeno de adaptación y defensa (Amstutz, 1980).

C lasificación clínica de la temperatu ra corporal:


- Temperatu ra normal: dentro de los límites fisiológicos del animal sano (rango)
según la especie, edad, estado fisiológico, hora del día y dinámica de ejercicio.
- H ipotérmia: Por debajo del límite de la temperatura normal (se considera estado
patológico).
- H ipertérmia: En el límite superior de los valores fisiológicos (se considera estado
fisiológico).
- F ieb re: Rebasado el límite máximo superior de los valores fisiológicos, se puede
interpretar como leve, moderada y alta (se considera francamente patológico).
- H iperpiréxia: Fiebre en límites letales para el paciente.

13
(MacBryde, 1975)

T ipo de fiebres por su duración.


- Intermitente: Cuando la fiebre baja a límites normales y vuelve a subir a ciertos
intervalos de tiempo.
- Remitente: La fiebre varía del punto crítico (máximo de fiebre) a niveles inferiores
todos los días durante el curso de la enfermedad, pero siempre de con la permanencia de
fiebre.
- Recidivante: Es la que presenta breves períodos febriles intercalados con temperatura
normal, con uno o más días de intervalo.
(Ford, 1992)

I I.2) V Ó M I T O , D I A R R E A Y D ISN E A , E Q U I L I B R I O Á C I D O±B ÁSI C O E


H IDR O M IN ER A L.
MVZ. Esp. Cert. Eduardo M. Sierra lira, M en C.

La regulación del contenido ácido-básico del organismo animal, cuenta con la


participación integral de los sistemas respiratorio, renal y sanguíneo. Esta actividad
conjunta entre los tres sistemas, permite que el contenido de ácidos y álcalis que son
vertidos al organismo, sean regulados de manera muy precisa, evitando así que el pH
orgánico sea alterado de manera considerable.

Est ructura y función de los sistemas respi ratorio, renal y sanguíneo:


El sistema respiratorio está constituido por las vías respiratorias altas que
involucran a las fosas nasales, senos aéreos, naso-faringe y tráquea, así como las vías
respiratorias bajas que están formadas a partir de la tráquea por un árbol bronquial
(bronquios y bronquíolos), conducto alveolar, saco alveolar y alvéolos. Su función en el
equilibrio ácido-básico, es la de regular ya sea la expulsión o la retención de ácido
FDUEyQLFR VHJ~Q ODV ³QHFHVLGDGHV´ GH S+ RUJiQLFR El sistema renal está formado
macroscópicamente por los riñones, los uréteres, la vejiga, la uretra y el meato urinario.
En los riñones encontramos la unidad funcional del filtrado sanguíneo que es la nefrona,
así como con los túbulos contorneados proximales, distales, el asa de Henle (lugar
donde se realiza la mayoría de las resorciones y excreciones) y los túbulos colectores.
La función renal de manera muy general en la regulación ácido ± básica es la de
excretar o reabsorber iones hidrógeno, sodio, moléculas de agua y iones bicarbonato y
fosfato (Burton, 1977).
Para el caso del sistema sanguíneo, este está formado por el corazón con cuatro
cavidades (dos aurículas y dos ventrículos), así como por el circuito para la circulación
mayor y pata la circulación menor. Ambos circuitos están integrados por una seria de
vasos sanguíneos representados por las arterias, arteriolas, capilares arteriales, venas,
vénulas y capilares venosos. Cabe recordar que en el circuito menor, las arterias
conducen sangre venosa y las venas sangre arterial. La función de la sangre en el
equilibro ácido-base, es la de transportar los ácidos o bases a los pulmones o a los
riñones, así como participar en una función tampón a partir de las proteínas plasmáticas
y la hemoglobina del eritrocito (Ford, 1992).

F isiología del sistema respi ratorio y sanguíneo en la regulación ácido-básica:

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Esta regulación por parte del sistema respiratorio, depende en parte de actividad
del sistema nervioso, como son los quimiorreceptores centrales que se localizan
alrededor de la parte media del bulbo raquídeo. Este tipo especial de neuronas responde
a un alto contenido de ácidos en la sangre por medio de la estimulación al aumento de la
respiración, mientras que una presencia de un alto contenido de álcalis hace que estos
receptores depriman la frecuencia respiratoria. El aumento en la respiración favorece la
eliminación del bióxido de carbono de los alvéolos, lo que a su vez permite la
eliminación de ácido carbónico de la sangre. También disminuye la formación de iones
hidrógeno debido a la disociación del propio ácido carbónico que como ya se mencionó
se formó por la hidratación catalítica del CO2. Es necesario decir que en cuanto a
mecanismos ácido ± básicos, el dióxido de carbono forma pro hidratación el ácido
carbónico que posteriormente se separa en ión bicarbonato y ión hidrógeno. Aumentos
en la concentración de CO2 a nivel de la sangre, elevan la tensión de este mismo
elemento a nivel de liquido intersticial del bulbo y del líquido cefalorraquídeo, en
ambos este CO2 reacciona con el agua para formar iones hidrógeno, lo que puede bajar
el pH de la sangre una vez que estos llegan a ella (Cunningham, 1999).
Así mismo un aumento de la concentración de CO 2 en la sangre, con la
consecuente elevación de la producción de ácido carbónico, provoca una notable
elevación de la ventilación pulmonar. La concentración de dióxido de carbono, que
como se sabe es un producto final no realmente dañino del metabolismo celular, afectan
en gran medida las reacciones químicas de las células y el pH tisular. Los estados
anormales del pH orgánico relacionados con la función respiratoria son: un pH muy
bajo (acidemia) después de hipercapnia (Hipoventilación) y un pH elevado (alcalemia)
posterior a hipocapnia (Hiperventilación). De manera generalizada se puede también
señalar que el pH sanguíneo por debajo de 7.45 también denota un estado de acidosis
donde la proporción de ácidos no volátiles a volátiles está por debajo de 20 a 1. Un pH
sanguíneo mayor de 7.45 conduce a un estado de alcalosis, la proporción de ácidos no
volátiles a volátiles es superior de 20 a 1. Durante la satisfacción normal de los
requerimientos de oxigeno por parte de los tejidos y la posterior expulsión del CO 2 a
través del aire espirado, no existe mucha variación del pH orgánico, debido a la eficacia
de los mecanismos de amortiguación que poseen los sistemas corporales en el animal,
estos mecanismos están representados por el de ácidos orgánicos o sistema hemoglobina
reducida ± oxihemoglobina y el de ácido carbónico ± bicarbonato (Burton, 1977).
Los cambios en el componente respiratorio o ácidos volátiles, se puede medir a
través de la concentración de ácido carbónico. Los defectos primarios en la ventilación
de los alvéolos con tensión de dióxido de carbono aumentada o disminuida, son los
procesos denominados de manera respectiva: acidosis respiratoria y alcalosis
respiratoria. La cantidad total de base amortiguadora en sangre completa es de casi 48
mmol por litro. Cerca de la mitad de estos son por lo general iones bicarbonato (25
mmol/L) en plasma y la otra mitad es hemoglobina. Siempre que la porción de
bicarbonato de la base amortiguadora o componente metabólico, es mayor que lo
normal, hay alcalosis metabólica y hay acidosis metabólica cuando es menor de lo
normal. Las alteraciones primarias en el componente metabólico tienden a compensarse
por medio de cambios rápidos en el componente respiratorio para reajustar la
proporción bicarbonato ± dióxido de carbono a 20. De manera inversa las alteraciones
primarias en el componente respiratorio dan como resultado ajustes metabólicos que se
establecen menos rápido mediante el aparato urinario (Burton, 1977).

F isiología del sistema renal en la regulación ácido-básica:

15
El sistema renal, juntamente con el respiratorio, constituyen un sistema
amortiguador fisiológico capaz de donar o captar iones hidrógeno. Los pulmones
excretan ácidos débiles con rapidez como el CO2. A su vez, los riñones regulan con un
paso lento los índices de excreción de bases (Moléculas o iones que captan iones de
hidrógeno) y la resorción selectiva de cationes e iones. La función renal es entonces
conservar el equilibrio ácido ± básico para evitar mayores cambios en el pH por ajuste
de la concentración de bicarbonato de los líquidos extracelulares. En animales normales,
la cantidad de bicarbonato en el filtrado glomerular conforme entra en el túbulo
proximal es de casi 24 mmol/L. Esto refleja un GAP aniónico relacionados con los
aniones residuales o no medidos en el plasma, entre los que se incluyen fosfatos,
sulfatos, ácidos orgánicos aniónes proteínicos. Debido a que en este GAP aniónico no se
incluye generalmente al potasio, el valor de esta brecha es de 11 mmol/L. Una brecha
aniónica mayor indica la presencia de aniones no identificados, los cuales corresponden
a un ácido (ácido láctico o cuerpos cetónicos), lo que produce acidosis. La mayor parte
de este bicarbonato filtrado se reabsorbe de manera pasiva en el túbulo proximal por un
SURFHVRGH³FDUUXVHO´TXHLQFOX\HWDPELpQODDEVRUFLyQGHLRQHVVRGLR\ODVHFUHFLyQGH
iones hidrógeno. En otras palabras, la recuperación de bicarbonato sódico del filtrado
tubular se acopla a una acidificación oculta que no cambia el pH tubular.
En el filtrado el bicarbonato sódico se disocia en iones sodio y aniones
bicarbonato. Un anión bicarbonato se une a un ión hidrógeno secretado de manera
activa hacia el lumen tubular para formar ácido carbónico inestable, el cual se convierte
de inmediato en agua y dióxido de carbono. El CO2 penetra pasivamente la membrana
celular luminal y se reúne con agua como ácido carbónico que se disocia en bicarbonato
e iones hidrógeno. Este bicarbonato formado de nuevo se difunde al líquido peritubular
y el ion hidrógeno se bombea fuera de la célula para iniciar un nuevo ciclo de
recuperación de bicarbonato (Eckert et al., 1998).

F isiopatología del vomito.


El vómito es la expulsión forzada del contenido gástrico por la boca. Representa
un reflejo protector para la expulsión de materiales dañinos desde el aparato digestivo,
aunque puede ser el signo de debut de numerosos trastornos sistémicos no digestivos y
efecto secundario de numerosos fármacos.

D I A G N ÓST I C O D I F E R E N C I A L .
En una definición precisa los vómitos deben diferenciarse de:
x Regurgitación, propia de algunas enfermedades esofágicas (estenosis benignas o
malignas, diverticulos, acalasia, etc.), se define como la expulsión retrógrada de
alimentos no digeridos.
x Rumia, es propia de los poligástricos, se trata de una forma de regurgitación
después de cada comida, siendo los alimentos parcialmente procesados,
requiriendo una segunda masticación y el resto normalmente deglutido.

Otros conceptos que conviene delimitar son:


x Nauseas: Se trata de una sensación física y psíquica desagradable que alude al
inevitable deseo de vomitar, sin que necesariamente se consiga.
x Arcadas: Se definen como contracciones rítmicas y violentas de la musculatura
respiratoria que suelen anticipar al vómito.

F ISI O PA T O L O G I A D E L V O M I T O .

16
El mecanismo que a nivel central dirige el vómito se constituye por dos
unidades:
- Centro del vómito: Se encuentra en la porción dorsal de la formación reticular, lateral
al tronco cerebral. Se excita directamente a partir de los impulsos viscerales aferentes
iniciados en tracto gastrointestinal.
- La zona gatillo quimiorreceptora: Se localiza en el suelo del cuarto ventrículo. Para
causar el vómito esta zona requiere la que el centro del vómito esté intacto.

El centro del vomito es el protagonista del vómito, iniciando y coordinando


dicho acto, la zona gatillo es una estructura que modula ciertos impulsos dirigidos al
centro del vómito. Tradicionalmente se ha considerado que la dopamina sea el
neurotransmisor de la zona gatillo quimiorreceptora, así los agonistas dopaminérgicos
(L-dopa, apomorfina, bromocriptina) pueden desencadenarlos mientras que los agentes
antidopaminérgicos (metoclopramida, clebopride, haloperidol o domperidona) tienen
poder antiemético (Borrow, 1976).
Las vías eferentes que parten del centro del vómito son principalmente somáticas
ejerciendo su acción a través de tres vías:
1. Los nervios frénicos
2. Los nervios raquídeos que inervan a músculos intercostales y abdominales.
3. Fibras eferentes del nervio vago dirigidas a la faringe, la laringe, estómago e
intestino.
La causa más frecuente de alcalosis metabólica es el vómito, durante el cual se
pierde el contenido gástrico rico en H3. En los rumiantes, la torsión y dilatación del
abomaso provoca también alcalosis, ya que los H + quedan atrapados en el. La alcalosis
metabólica puede ser secundaria a depleción de potasio (K+), ya que bajos niveles de
K+ en sangre (hipopotasemia) originan un aumento en la excreción de H + por el riñón.
La perdida de H+ del cuerpo produce amortiguadores, así, aumenta la concentración
plasmática de (HCO5) y la base tampón total. También aumenta el exceso de base y el
pH, lo que causa la reducción de ventilación (disnea).

E TIO L O G IA D E L V O M I T O.
Resulta complicado establecer una clasificación de las causas del vómito desde
un punto de vista patogénico, la dificultad radica en el hecho que no en todas las
ocasiones podemos precisar lo que lo desencadena. En la relación de causas, hay que
incluir no sólo aquellas provenientes del aparato digestivo, sino las de casi todos los
órganos de la economía, sistema nervioso vegetativo y las alteraciones de carácter
funcional o psicógeno (Ford, 1992).
A continuación establecemos un listado de condiciones que frecuentemente se
asocian a los vómitos:

1) Trastornos del SNC 2) Fármacos y sustancias químicas


a) Por aumento de presión a) Etanol
intracraneal b) Morfina
Neoplasia c) Teofilina
Hidrocefalia d) Quimioterápicos
Meningitis 3) Procesos abdominales quirúrgicos:
Encefalitis a) Oclusión intestinal
b) Por trastornos laberínticos: b) Peritonitis
Laberintitis aguda c) Colecistitis aguda y crónica
Enfermedad de Meniére. d) Apendicitis agudas.

17
a) Sepsis
4) Procesos abdominales no quirúrgicos 8) Trastornos urológicos
a) Gastroenteritis a) Cólicos nefríticos
b) Ulceras gástricas y duodenales b) Obstrucción de la vía urinaria
c) Hepatitis aguda 9) Trastornos cardiológicos
d) Pancreatitis aguda a) IAM
5) Trastornos psicógenos b) Insuficiencia cardiaca congestiva
a) Anorexia nerviosa 10) Trastornos metabólicos o endocrinos
b) Bulimia a) Uremia
6) Embarazo b) Insuficiencia adrenal
a) Hiperemesis gravídica c) Hipertiroidismo
b) Eclampsia d) Cetoacidosis diabética.
c) Emésis gravídica banal 11) Intoxicaciones etílicas o
7) Enfermedades infecciosas medicamentosas

F isiopatología de la diar rea.

La digestión normal de los nutrientes comienza en el estómago y continúa en la


primera porción del intestino delgado, mediante las enzimas pancreáticas, la bilis y las
enzimas proteolíticas presentes en las células de la mucosa intestinal. En la segunda y
tercera porciones del intestino delgado y en el intestino grueso se lleva a cabo la
absorción del agua presente en el material que está siendo digerido y como resultado se
forma la materia fecal. La diarrea es un aumento en la cantidad de agua en la materia
fecal, acompañado de una mayor frecuencia y mayor volumen de las heces. A su vez la
diarrea puede ser aguda o crónica. La más común es la aguda, en general requiere solo
tratamiento sintomático y se resuelve sola. Cuando este tratamiento no es suficiente, el
problema persiste y se transforma en crónico. En estos casos es necesario hacer un
diagnóstico más preciso para poder instaurar el tratamiento específico (Kelman, 1982).

1) Diarrea aguda: tiene un comienzo repentino y puede estar acompañada por vómitos,
dolor abdominal, depresión, fiebre, falta de apetito y deshidratación.

Las causas pueden ser:


- Infecciosa: provocada por virus, como el Parvovirus (es muy severa, con
abundante sangre y vómitos), o parásitos. Esta última puede ser más o menos
grave según qué parásito la provoque (coccidios, giardias, gusanos redondos o
planos), la edad del paciente y su estado sanitario.
- Tóxica o metabólica: en estos casos la diarrea suele ser solo uno de los signos
clínicos que se observan. Los demás síntomas dependen del tóxico o de la
enfermedad que padezca el animal.
- Alimentaria: es la más común. Puede ser provocada por una cantidad excesiva
de comida, por comer algo en mal estado, por un cambio brusco en la dieta o por
sensibilidad del animal a algo que ingirió.

Los casos leves de diarrea aguda en general se resuelven con ayuno de 24 hs y dieta
estricta. Los más severos requieren un tratamiento de sostén como administrar suero,
antibióticos y reguladores del tránsito intestinal, entre otros.

18
Diarrea crónica: es cuando una diarrea se prolonga por más de dos o tres semanas.
Siempre se debe hacer un examen completo y una historia clínica exhaustiva. A veces
son necesarios diversos análisis y estudios funcionales.
Casi siempre se observa pérdida de peso (pero no siempre), pelo opaco, apetito
variable, vómitos. La diarrea puede ser continua o intermitente.

Las causas pueden ser una enfermedad inflamatoria del intestino, un síndrome de
mala absorción, desórdenes funcionales del intestino, alteraciones metabólicas o
tumores. Sería muy largo incluir la descripción de cada tipo, pues algunas diferencias
son pequeñas y difíciles de comprender sin un conocimiento profundo de la fisiología
de la digestión. En todos los casos de diarrea, una parte importante del tratamiento es
una dieta fácilmente digerible parDTXHORVLQWHVWLQRV³GHVFDQVHQ´ (Kelman, 1982).

F isiopatología de la disnea.

Es el síntoma respiratorio más frecuente y, muchas veces, es la única señal


clínica de múltiples enfermedades cardio respiratoria. Puede ser definida como la
necesidad consciente o no, de aumentar el trabajo respiratorio, resultando en un esfuerzo
muscular mayor del normalmente necesario para producir ventilación e intercambio
gaseoso satisfactorio. En condiciones normales, el mecanismo ventilatorio no es
percibido, a no ser cuando, voluntariamente, eO ³SDWUyQ LQGLYLGXDO´ GH UHVSLUDFLyQ
(frecuencia, amplitud y ritmo) sería, pues, una función involuntaria. El conocimiento
clínico de la dificultad respiratoria es condición básica en la definición de disnea
subjetiva. Individuos normales, después de grandes esfuerzos, aumentan la frecuencia y
la amplitud respiratorias, llegando a utilizar todo el volumen de reserva inspiratoria, sin
que se quejen de disnea. En estos casos la sensación correspondiente al esfuerzo
muscular aumentado no llega a ser percibida como incapacidad de ventilar
satisfactoriamente. Evidentemente ello está relacionado con la costumbre de someter a
esfuerzos de determinada intensidad (Ganong, 1990).
Por otro lado, la disnea implica insuficiencia respiratoria, persistiendo la
necesidad de aumentar el esfuerzo después de cada movimiento inspiratorio. Se han
formulado múltiples teorías en el intento de explicar el defecto fisiológico responsable
de la sensación incómoda. Campbell cree que es la desproporción entre el esfuerzo
muscular realizado y el nivel de ventilación efectivamente producido. Otros llegan a
postular que debe atribuirse a las alteraciones del tono muscular de los músculos
respiratorios; la desproporción entre tensión muscular requerida y la longitud de las
ILEUDVVHUtD ODUHVSRQVDEOHGH ODVHQVDFLyQGH ³QRVDFLHGDG´ YHQWLODWRULD :LGGLFRPEH
HVWXGLDQGRUHFHSWRUHVSXOPRQDUHVFUHHTXHVHUtDOD³LUULWDFLyQ´GHHVWRVUHFHSWRUHVTXH
por un mecanismo reflejo, produciría hiperpnea y broncoconstricción, responsable de la
disnea. Sin duda persistimos en el terreno hipotético y el mecanismo básico es aún
desconocido y no ha sido explicado (Slauson y Cooper, 2002).
Como la sensación de disnea es función cortical, también es posible de ser
influida por múltiples factores individuales y ambientales. Una de las causas más
frecuentes del síntoma es la ansiedad, responsable de un tipo especial de disnea
inspiratoria, con suspiros, vinculada con perturbaciones neuróticas, motivo por el cual
se le denomina psicogénica o ³QHXURJpQLFD´ Las pruebas de la función respiratoria

19
adquieren gran importancia para la evaluación del compromiso de la misma causado por
la enfermedad en estudio y relacionado con el grado de disnea. Se deben evaluar: la
ventilación, distribución, perfusión, relación ventilación-perfusión y difusión. Los
índices de velocidad espiratoria forzada, ventilación máxima voluntaria (MBC) y los
estudios funcionales durante el esfuerzo y después del mismo revisten especial interés.
En el caso de que las pruebas funcionales resulten normales, la disnea debe estar
relacionada con uno o vario de los siguientes factores:
- Ansiedad.
- Debilidad muscular.
- Sensibilidad anormal de los receptores pulmonares.

Algunas veces la disnea es un mecanismo compensatorio de alteraciones de


trasporte de gases en la sangre o de desequilibrios acido-básicos:
- Hipoxia, generalmente relacionada con anemia.
- Acidosis metabólica.

Cuando está relacionada con enfermedad orgánica, corresponde a uno de los


siguientes tipos:
- Enfermedades ventilatorias: síndromes obstructivos o restrictivos.
- Enfermedades de perfusión, incluyendo estasis pulmonar.
- Enfermedades de desequilibrio ventilación/perfusión.
- Enfermedades de la difusión.
(Kelman, 1982).

E quilib rio hidro-mineral.

Distribución y composición de fluidos corporales.


El total del agua corporal se encuentra contenida en dos grandes compartimientos:
Fluido intracelular (FIC) y fluido extracelular (FEC). Este último a su vez se divide en
fluido intravascular, el cual es el plasma, fluido intersticial, el cual es el fluido fuera de
los vasos y entre las células de los tejidos corporales y fluidos trans celulares, que son
fluidos especializados formados por procesos de transporte activo más que una trans
sudación pasiva desde le plasma como el caso del fluido intersticial. Los fluidos trans
celulares incluyen fluidos como de las glándulas salivares, páncreas, hígado, árbol
biliar, glándula tiroides, piel, gónadas, membranas mucosas del tracto respiratorio y
digestivo, riñones, así como líquido cerebroespinal, fluidos del ojo y contenidos del
tracto gastrointestinal. Se han realizado muchas investigaciones para determinar el
volumen de los fluidos en los diferentes compartimientos corporales, a pesar de que
existen diferencias debido al método utilizado se pueden hacer algunas observaciones
generales:
x Cuando se expresa como porcentaje del peso corporal, la distribución relativa
del fluido en los compartimientos es similar para todas las especies animales
domesticas y el hombre.
x El total de agua corporal es mucho mayor en animales jóvenes que en adultos, y
x Mucha de la diferencia en el total de agua corporal entre animales de la misma
especie se debe a variaciones en la grasa corporal, debido a que la grasa es un
tejido pobre en grasa, grandes cantidades de grasa reducen la proporción de peso
corporal que es agua, esto también ayuda a explicar las diferencias entre
animales jóvenes y adultos (Slauson y Cooper, 2002).

20
Composición de los fluidos corporales.

La composición de los fluidos corporales puede observarse en el cuadro 1, los


valores se obtuvieron de estudios en humanos, sin embargo pueden aplicarse de manera
general a la concentración de solutos real, encontrada en muchos animales. Estos
valores varían de una parte del cuerpo a otra, de un día a otro, y entre individuos,
también existen diferencias significativas entre especies, algunas de las cuales son
aparentes desde el punto de vista de los valores de la química del suero en las pruebas
del laboratorio clínico. Los principales iones del FEC son el sodio, cloruro y
bicarbonato. En contraste los principales iones en el FIC son el potasio, magnesio,
fosfato y proteína. Aunque la célula es permeable al sodio y potasio la marcada
diferencia en la concentración de estos cationes que se encuentra en la mayoría de las
células se debe a la bomba de sodio-potasio, la cual elimina sodio dentro de las células
y concentra el potasio en su interior.

Cuadro 1. Composición de electrolitos de los fluidos corporales.

Suero fluido intersticial fluido intracelular (músculo)


Constituyente (mEq/l) (mEq/l) (mEq/l)
Cationes
Sodio 142.0 145.1 12.0
Potasio 4.3 4.4 150.0
Calcio 5.5 2.4 4.0
Magnesio 1.1 1.1 34.0
_____ _____ _____
Total 149.9 153.0 200.0

Aniones
Cloro 104.0 117.4 4.0
Bicarbonato 24.0 27.1 12.0
Fosfato 2.0 2.3 40.0
Proteína 14.0 0 54.0
Otros 5.9 6.2 90.0
_____ _____ _____
Total 149.9 153.0 200.0
Tomado de Rose (1977).

A bsorción de agua.

El ingreso de agua al organismo depende de la condiciones ambientales


(humedad ambiental, temperatura atmosférica), edad de los animales, composición de la
dieta, volumen de producción láctea y condiciones generales de vida (ejercicio y
metabolismo general). Además en el organismo del animal el agua se origina al oxidarse
el hidrógeno de los alimentos

Distribución de agua.

El agua se absorbe rápidamente en el intestino delgado lo cual provoca una


dilución temporal de la sangre. En especies como los rumiantes, el rumen constituye un
reservorio de liquido lo cual hace que la excreción de agua sea bastante más dificultosa
que en los monogástricos. A partir de la sangre el agua penetra a los diferentes
compartimientos del organismo (Ganong, 1990).

21
E xcreción de agua.

La eliminación de agua se realiza desde los pulmones con el aire expirado, por la
piel con el sudor, por el intestino con las heces y por los riñones con la orina, además en
hembras lactantes también se pierde agua con la leche. Los movimientos de agua y otras
moléculas entre los diversos compartimientos corporales dependen de los procesos de
difusión, filtración, osmosis, presión hidrostática y transporte activo (Dukes y Swenson,
1978).

F uerzas osmóticas.

Dentro de los procesos mencionados anteriormente, las fuerzas osmóticas


determinan en gran medida el volumen de líquido dentro del organismo y la distribución
del mismo en los diferentes compartimientos corporales. Debido a que las barreras
existentes entre los diferentes compartimientos son en casi todas las instancias,
totalmente permeables al agua, es la distribución de solutos la que determina la
distribución del agua. La cantidad de agua corporal es un reflejo de la cantidad total de
solutos en el cuerpo que retiene el agua. La absorción de agua en el intestino y en los
túbulos renales es un proceso pasivo determinado por la existencia de gradientes
osmóticos. En el animal normal, el sodio extracelular y el potasio intracelular son los
determinantes principales del volumen de fluido contenido en dichos espacios
respectivamente. A su vez el sodio es el esponsable de la cantidad total de agua en el
cuerpo. El confinamiento de las proteínas plasmáticas al interior de los vasos
sanguíneos resulta en una fuerza osmótica pequeña la cual atrae agua al interior de los
vasos, esto se compensa con las fuerzas hidrostáticas en los vasos las cuales tienden a
impulsar agua en la dirección opuesta (Macbryde y Black, 1975).

F isiopatología de la presión osmótica.

El centro regulador de la osmolaridad está localizado en el núcleo supraóptico


del hipotálamo. Los cuerpos celulares nerviosos responden a cambios en la osmolalidad
efectiva de la sangre por medio de cambios en la secreción de la hormona
adrenocorticoide (ADH). Esto es probablemente ocasionado por cambios en el volumen
del FIC, por ejemplo, cuando la osmolalidad del plasma es elevada, el agua es extraída
de las células receptoras y el volumen intracelular se reduce, la osmolalidad intracelular
se incrementa y se libera la ADH, lo contrario ocurre cuando la osmolalidad esta
reducida. Debido a que la ADH regula la excreción de agua por el riñón una secuencia
beneficiosa de eventos ocurre. El centro hipotalámico es el regulador de la sed y estos
centros también son estimulados por las fluctuaciones osmolares, por lo que cuando ésta
se eleva en el plasma, resulta un incremento de la sed (Duke s y Swenson, 1978).
Deshidratación.

La deshidratación es un estado patológico resultante de la reducción clínica


significativa del total de agua corporal. Los riesgos de deshidratación seria ocurren
cuando el acceso al agua está restringido, o cuando el sistema nervioso central está
deprimido resultando en que el animal no beba agua o exista incapacidad para beber o
tragar, estos procesos usualmente son compensados por las funciones del riñón e
22
intestino los cuales disminuyen la excreción de agua. Más grave causa de deshidratación
es la pérdida incontrolable de agua del cuerpo. El vomito y la diarrea, poliuria,
sudoración excesiva, e incluso la polipnea son causas de una gran pérdida de agua. Es
importante distinguir entre deshidratación, hipovolemia y shock. Hipovolemia es la
reducción anormal del volumen de sangre y el shock es un síndrome clínico resultante
de la perfusión capilar inadecuada. Las tres condiciones pueden coexistir pero no son
sinónimos. Contraria a la deshidratación tenemos la sobrehidratación la cual
normalmente ocurre por la excesiva administración de fluidos (iatrogénica), esta puede
ocasionar una hipervolemia la que desencadenaría en stress cardiovascular, edema
pulmonar y perturbaciones nerviosas.

E dema.

Clínicamente se dice que hay edema cuando el volumen del líquido intersticial
se expande en más del 10% de su volumen normal. El edema debe ocurrir cuando la
presión intracapilar se eleva, cuando se reduce la concentración plasmática de proteínas,
cuando hay obstrucción del drenaje linfático, cuando la permeabilidad capilar es
aumentada por inflamación o alergia y cuando hay una expansión generalizada del
líquido extracelular, consecutiva a la retención de sodio (Macbryde y Black, 1975).

23
A N E M I A , D ISN E A Y F A L L O V A L V U L A R C A R D I A C O ,
H E M A T O P O Y ESIS.
MVZ. Esp. Cert. Eduardo M. Sierra Lira, M en C.
MVZ. Francisco J. Aranda Cirerol, MSC.

La hematopoyesis, o producción de sangre, es un proceso que se da en el saco


vitelino del feto. Posteriormente el proceso se lleva a cabo por otros órganos, como el
hígado fetal, la médula ósea, e inclusive el bazo, los nódulos linfáticos y el timo.
Finalmente cuando llega a término el desarrollo del feto, la hematopoyesis se restringe,
prácticamente, a la médula ósea roja. En la médula ósea, a partir de una célula
precursora pluripotente, se originan células hematopoyéticas y linfopoyéticas
multipotentes de distintas líneas celulares, las que darán origen a eritrocitos,
granulocitos, no granulocitos y plaquetas. Parte de los linfocitos se forman también en
la médula ósea, mientras que el resto se origina en los tejidos y órganos linfoides
(nódulos linfáticos, timo y bazo), que también son órganos hematopoyéticos. Los
órganos hematopoyéticos están compuestos por un estroma de tejido conectivo reticular
(el timo contiene además componentes epiteliales), es decir, una red de células y fibras
reticulares; además se encuentran gran número de células libres, principalmente las
células sanguíneas y sus precursores, junto a vasos sanguíneos, linfáticos y nervios.
La formación de los eritrocitos y los granulocitos implica una importante
diferenciación de los precursores más primitivos, mientras que la transformación
citológica relacionada con la formación de los linfocitos y los monocitos es menos
notable. Las células maduras son liberadas al torrente sanguíneo y circulan luego por los
vasos sanguíneos. Los leucocitos abandonan el torrente sanguíneo puesto que
fundamentalmente ejercen su acción en el tejido conectivo donde eventualmente, luego
de la transformación a otros tipos de células sanguíneas se reutilizan en la producción de
nuevas células, principalmente el contenido de hierro de los eritrocitos, que fácilmente
puede faltar en el organismo. Otro de los componentes celulares de la sangre son las
plaquetas, que en los mamíferos normalmente se les conoce como trombocitos y tienen
mucha importancia en la hemostasia, en la detención de la hemorragia y en la retracción
del coágulo. Cabe señalar que la diferenciación de las distintas células sanguíneas a
partir del hemocitoblasto, es irreversible, es decir, una vez tomado el compromiso hacia
un "destino celular" determinado, no se puede regresar al origen ni se puede cambiar
por otro camino distinto de diferenciación celular (Macbryde y Black, 1975).
F ases de la hematopoyesis.

La primera fase de la hemopoyesis o hematopoyesis en el embrión se produce en


ORV³LVORWHVVDQJXtQHRV´GHODSDUHGGHOVDFRYLWHOLQR(QODVHJXQGDIDVHRIDVHKHSiWLFD
todavía en los comienzos del desarrollo, aparecen centros hematopoyéticos en el hígado,
que durante cierto tiempo es el principal órgano productor de elementos formes de la
sangre fetal, y en los tejidos linfoides. La tercera fase de hemopoyesis fetal tiene lugar en
la médula ósea y en otros tejidos linfoides. Después del nacimiento la hemopoyesis se
produce en la médula roja de los huesos y en los órganos linfoides. Los eritrocitos y los
leucocitos se forman en la médula ósea; los linfocitos se desarrollan en los otros órganos
linfoides.

V ida media y lugares alternativos de producción de las células sanguíneas.

24
Las células sanguíneas tienen una vida media finita, pero en animales sanos el
número de células en circulación se mantiene a un nivel constante, esto se conserva
mediante la producción de células desde la médula ósea, en lugares medulares. Cuando
existe una mayor demanda, la producción puede realizarse en el bazo, el hígado y los
nódulos linfáticos, conocidos como lugares extramedulares  (Andrews, et al . 2004).

Leucocitopoyesis.

Los leucocitos son células típicas que poseen núcleo, citoplasma y otros orgánulos
celulares y todos son móviles en cierto grado. Mientras que los glóbulos rojos realizan su
función principal en la sangre, los glóbulos blancos la abandonan y se desplazan al interior
de los tejidos para realizar sus funciones. El número total de leucocitos es bastante menor
que el de los eritrocitos y varía en las diferentes especies animales; los cinco diferentes
tipos identificables de leucocitos se clasifican en dos grupos principales, tomando como
base la presencia o ausencia de gránulos citoplásmicos específicos. Los que contienen
gránulos citoplásmicos específicos son los granulocitos y los que carecen de ellos son los
agranulocitos. Una valoración significativa de la sangre comprende un recuento
diferencial, en el que se determina el porcentaje de cada uno de los cinco diferentes tipos
de células (Schalm, 2006).

G ranulopoyesis.

Es la producción de granulocitos, que incluye células de las series de neutrófilos,


basófilos y eosinófilos. Las células de la línea de los neutrófilos son el tipo
predominante de granulocitos presentes. El primer precursor del granulocito reconocible
en la médula ósea es el mieloblasto, que se divide para formar dos promielocitos o
gránulos primarios. Los promielocitos se dividen para producir mielocitos; en esta fase
dejan de producirse gránulos primarios y se forman gránulos secundarios, que son más
grandes que los gránulos primarios. El mielocito sufre dos divisiones y la progenie
resultante madura y se transforma en metamielocitos, a partir de esta fase las células ya
no se dividen. Los metamielocitos se transforman en neutrófilos en banda, que son
redondos y más pequeños que los metamielocitos. El neutrófilo en banda madurará y se
convertirá en un neutrófilo segmentado. Los eosinófilos y los basófilos maduros, así
como sus precursores, aparecen en poca cantidad en la médula ósea normal. Su
desarrollo es igual al de los neutrófilos, hasta la fase de mielocito, que es cuando los
mielocitos eosinófilos y basófilos pueden distinguirse de los mielocitos neutrófilos por
el color de los gránulos secundarios de color rojizo en los eosinófilos y azul purpúreo en
los basófilos. La última fase del desarrollo es el eosinófilo y el basófilo maduros
(Schalm, 2006).

Agranulocitos.

Los dos tipos distintos de agranulocitos, el linfocito y el monocito, carecen de


granulaciones citoplásmicas específicas, aunque con frecuencia contienen gránulos
azurófilos inespecíficos. Los agranulocitos se caracterizan además porque tienen un núcleo
esférico, oval o dentado, pero no es lobulado.

Linfocitos.

25
Son los agranulocitos más abundantes, el porcentaje de linfocitos en la sangre
depende de la especie; del 20 al 40% en el perro, gato y caballo; del 60 al 70% en los
rumiantes, y del 50 al 60% en el cerdo. Se caracterizan por un alto índice
núcleo/citoplásmico; el núcleo suele ser redondo y de una densidad suficiente para
obscurecer al nucléolo. El citoplasma es claro, basófilo y puede contener algunos
gránulos inespecíficos azurófilos, sin embargo su presencia es variable. Por lo general el
núcleo está delineado por un área de heterocromatina condensada que produce una
difracción de la luz a través del citoplasma(Andrews, et al . 2004).

Monocitos.

El citoplasma de los monocitos es bastante más abundante que el de los linfocitos y


es de color azul grisáceo pálido, con IUHFXHQFLD FRQ XQ DVSHFWR³JUDQXORVR´(Q PXFKRV
casos hay presentes gránulos azurófilos pulverulentos. El núcleo puede ser oval, en forma
de riñón o de herradura. La cromatina nuclear se tiñe más débilmente que en el linfocito.
Existen uno o más nucléolos, pero no son visibles en las extensiones teñidas.

M egacaricitopoyesis o producción de plaquetas.

La megacariocitopoyesis es única comparada con el desarrollo de las células


sanguíneas restantes. Los megacarioblastos son los primeros precursores
morfológicamente reconocibles, de la línea de los megacariocitos en la médula ósea. El
megacarioblasto se diferencia en promegacariocito, que es más grande que el
megacarioblasto. Del promegacariocito surge el megacariocito y en el citoplasma de
estos se forman las plaquetas partir de una estructura conocida como proplaqueta, esta
se fragmenta en varias plaquetas, que son células pequeñas con forma discoidal que no
tienen núcleos y tienen un citoplasma rosa pálido que algunas veces, contienen gránulos
inconfundibles de color púrpura.

E ritrocitos.

Los glóbulos rojos de los mamíferos, que normalmente solo se producen en la


médula ósea por medio de un factor humoral, la eritropoyetina, presentan el aspecto de un
disco circular bicóncavo y carecen de núcleo. Ciertos estados patológicos pueden estimular
la eritrogénesis en el hígado, bazo y ganglios linfáticos. Otras de las características de los
eritrocitos es que no contienen ADN ni ARN, no sintetizan hemoglobina y se componen
de 65% de agua, 33 % de hemoglobina y contienen enzimas, coenzimas, carbohidratos, P,
S, Zn, Cu, k, Sr, Mn, Al, Ag, U, Na, Ca, Mg, Co, HCO3 -, PO4 ---, ADP, ATP, vitaminas,
urea, ácido úrico, creatinina y creatina. El eritrocito adulto a perdido su capacidad de
sintetizar proteínas su limitado metabolismo es apenas suficiente para sustentarlo durante
los cuatro meses que dura su vida en la circulación.
Los eritrocitos transportan oxigeno y dióxido de carbono y esta función está
relacionada con la hemoglobina, que también es la sustancia que le da su característico
color rojo, debido a la falta de organelos los eritrocitos pierden la capacidad de sintetizar
nuevas membranas, por lo que al perder parte de su plasmalema en la circulación,
especialmente durante el pasaje por el bazo, se modifica su forma hasta hacerse casi
esférica, esto implica que no son capaces de soportar grandes deformaciones y se hacen
más frágiles (Schalm, 2006).

H ematopeyesis y eritropoyetina.

26
La eritropoyetina se deriva de un factor conocido como globulina-beta2,
sintetizado en el hígado y que se transporta al riñón. En el racimo glomerular, el
profactor se convierte en eritropoyetina activa por una enzima renal, el factor
eritropoyético renal. La secreción de eritropoyetina se estimula por la altitud, los
andrógenos, las sales de cobalto, la hipoxia renal y las hemorragias. Los estrógenos
inhiben la producción de eritropoyetina. La vida media de la eritropoyetina es de casi
cinco horas. El hígado inactiva la eritropoyetina, que también se encuentra en la orina.

A N E M IA.

C ambios orgánicos en la anemia.


La anemia puede considerarse como una expresión de: 1) lisis de los eritrocitos
(anemia hemolítica); 2) pérdida de sangre por hemorragia o por la acción de parásitos
hematófagos; 3) falla en la producción adecuada de eritrocitos por una deficiencia
nutricional o por disminución en la eritrogénesis. Por otra parte, pueden darse varias
definiciones para el término anemia, como las siguientes: Disminución por debajo del
número de la cantidad normal de eritrocitos por microlitro, del valor de la Hb y del
volumen del paquete celular (VPC), disminución en la masa total de eritrocitos
circulantes por debajo de los valores normales en un animal, disminución en el número
de los eritrocitos circulantes o de la concentración de Hb, deficiencia de eritrocitos. Sin
embargo, debe considerarse que la anemia no es una enfermedad y tampoco un
diagnóstico per se, sino un signo de enfermedad subyacente (Reagan, et al . 1999).

C lasificación de las anemias.

-Anemias Responsivas o Regenerativas:


Para clasificar una anemia como responsiva o no responsiva el clínico debe basarse
en el dato eritrocítico obtenido con un recuento hematológico completo (RHC), en
particular el extendido de sangre periférica. El signo más relevante de las anemias
responsivas, es la presencia de cantidades aumentadas de eritrocitos jóvenes no nucleados
en la circulación.

-Anemia posthemorrágica.
Los cuadros anémicos, posthemorrágicos están provocados generalmente por
traumatismos inducidos por agentes físicos o biológicos. Estos procesos tienden a ser
normocíticos y normocrómicos, y el valor del hematócrito es normal.
El grado y desarrollo del cuadro anémico depende fundamentalmente de la naturaleza de la
hemorragia, por lo que se distinguen dos tipos: posthemorrágico agudo y crónico.

-Anemia hemolítica.
La abundante destrucción de glóbulos rojos es causa corriente de anemia
regenerativa en el animal adulto. La destrucción de hematíes tiene lugar por fagocitosis a
cargo del sistema de fagocitosis mononucleares (Hemólisis extravascular). En algunos
trastornos, sin embargo, la destrucción de eritrocitos acontece principalmente en el sistema
vascular sanguíneo (hemólisis intravascular). La respuesta regenerativa a la anemia
hemolítica es por lo común más intensa que la respuesta estimulada por la pérdida de
sangre, ya que el hierro procedente de los hematíes hemolizados es eficazmente reciclados
para la eritropoyesis. La superior actividad de la médula ósea puede provocar una elevada
granulopoyesis. Puede producirse un desvío a la izquierda de carácter regenerativo similar
al que se observa en las enfermedades infecciosas. Esta respuesta se observa con más

27
frecuencia en la anemia hemolítica auto inmunitaria. La respuesta regenerativa viene
indicada por una acusada reticulocitosis (o policromasia), anisocitosis aumentada y
presencia de unos pocos hematíes nucleados. Al valorar la magnitud de la respuesta
regenerativa a la anemia deben tenerse presente varios factores. Los reticulocitos o células
policromatófilas son los principales indicadores de la respuesta regenerativa. Hacen falta
varios días para observar en la sangre una repuesta regenerativa; la repuesta más acusada
tiene lugar en el lapso aproximado de una semana. Cuanto más grave es una anemia,
mayor será la repuesta regenerativa (Schalm, 2006).

-Anemia por déficit de hierro.


En los animales domésticos es raro que la anemia ocasionada por deficiencia
nutricional se presente como enfermedad primaria. Lo más común es que acompañe a
padecimientos que producen anorexia, debilitamiento, o alteraciones metabólicas, y que
afecte a la digestión o a la absorción de los nutrientes

-A nemias no regenerativas.
Normalmente se destruyen miles de millones de eritrocitos cada hora y a menos
que la eritropoyesis no pueda responder a este ritmo, se produce una anemia. Las
anemias por disminución de la eritropoyesis (insuficiencia medular) son las más
frecuentes en los animales domésticos.

-A nemias debidas a enfermedades crónicas.


Son las más comunes, ya que pueden incluir cualquier estado inflamatorio
crónico de origen infeccioso y no infeccioso, las nefropatías crónicas y las hepatopatías.
El mecanismo subyacente es multifactorial. Se presenta un componente hemolítico con
acortamiento de la vida media de los eritrocitos, trastornos de la liberación del hierro
almacenado, respuesta inadecuada de precursores eritroides de la médula ósea a la
eritropoyetina y aumento inadecuado de eritropoyetina como respuesta a la anemia. La
hemólisis puede guardar relación con la estimulación inespecífica de las células. La
ferramina y la capacidad total para fijar y transportar hierro están disminuidas y la
saturación de éste tiende a ser baja. El hierro almacenado en los macrófagos está
aumentado, en tanto que está disminuido en las células eritroides. La longevidad de los
eritrocitos también está disminuida. Las hepatopatías tóxicas, infecciosas o algunas
cirrosis se acompañan a menudo, de una anemia que se atribuye a insuficiencia de la
médula ósea (Schalm, 2006).

-A nemias debidas a deficiencias nutricionales:


Son poco frecuentes en los animales domésticos. La deficiencia de hierro es lo
más común y puede deberse a dietas con cantidades inadecuadas de este metal,
trastornos de la absorción intestinal de éste y pérdida de hierro por hemorragia o
hemólisis intravascular, entre otras. Los lechones, por lo regular, son deficientes en
hierro debido al bajo suministro del metal durante la lactancia. Estos animales se
vuelven anémicos y débiles con retraso del crecimiento, disnea y letargo alrededor de
las tres semanas de edad, si no se les administra hierro.
En otras especies, la deficiencia de hierro se debe principalmente a hemorragias
crónicas, como las causadas por parásitos hematófagos, sangrado crónico del tubo
digestivo o del aparato urinario. En estos casos, el frotis de sangre periférica muestra
eritrocitos microcíticos e hipocrómicos. La deficiencia de vitamina B12 y ácido fólico
es rara en los animales. Sin embargo, entre las causas que se han podido descubrir,
figuran diversos fármacos y sustancias químicas mielotóxicas (benceno, cloranfenicol,

28
vincristina, fenilbutazona, estreptomicina, etc.), radiaciones ionizantes, ciertas
infecciones virales, lesión inmunológica de células precursoras, de la médula ósea. La
insuficiencia aislada de las células precursoras eritroides se llama aplasia eritrocítica
pura, la cual también cursa con anemia secundaria pero sin leucopenia ni
trombocitopenia. La anemia hemolítica es tan grave que causa hemoglobinuria y puede
ocasionar una nefrosis hemoglobinúrica y depresión de la función renal. La anemia
aplásica causada por toxinas, derivadas de un proceso supurativo, por ser una
manifestación secundaria, mejora con la supresión de la causa, al igual que las anemias
debidas a deficiencias nutricionales (Reagan, et al . 1999).
Las respuestas primarias ala hipoxia tisular, causada por anemia, son un aumento
del gasto cardiaco debido al aumento del volumen sistólico y de la frecuencia cardiaca y
el descenso del tiempo de circulación. También se produce la desviación de la sangre
periférica hacia el tejido esplénico. En los estados terminales, en los que la hipoxia de
los tejidos es muy intensa, puede existir un aumento moderado de la actividad
respiratoria. Finalmente, si la actividad de la médula ósea no está afectada, la
eritropoyesis es estimulada por la baja tensión de oxígeno en los tejidos.

F A L L O V A L V U L A R C ARDIA C O.
MVZ. Esp. Cert. Eduardo M. Sierra Lira, M en C.

El corazón tiene cuatro válvulas: tricúspide, pulmonar, mitral y aórtica. Dichas


válvulas aseguran que la sangre fluya a través del corazón y sus pulmones en una sola
dirección. Cada válvula cardiaca consiste en dos o tres valvas o velos (cúspides)
relativamente finas, flexibles, que abren y cierran para regular el flujo sanguíneo.  Las
valvulopatías o enfermedades de las válvulas cardiacas pueden resultar de una gran
variedad de circunstancias como: infecciones, calcificaciones, anomalías congénitas y
traumas. Suelen ocurrir más a menudo en la válvula mitral o en la aórtica.

Fig. Anatomía del corazón.

29
Fig. Válvulas cardíacas.

La enfermedad valvular aórtica habitualmente resulta a causa de la acumulación


de los depósitos de calcio (calcificación) en una válvula que ha estado ligeramente
deformada desde el nacimiento. El calcio es un mineral transportado en su sangre. A
medida que el calcio va acumulándose en la válvula, ésta va haciéndose más gruesa y
rígida. Cuando la válvula se queda completamente rígida y pierde su movilidad ya no
abre completamente, reduciendo el flujo sanguíneo. A esto se le llama estenosis aórtica.
Pero las válvulas cardiacas pueden asimismo dilatarse y sus velos flotar, perdiendo su
habilidad para cerrar completamente y coaptar (insuficiencia). Cuando esto ocurre, la
sangre refluye hacia atrás, a través de la válvula en dirección errónea (Rosenberger, et
al . 1979).
El diagnóstico preliminar de una valvulopatía se hace en base a unos síntomas
comunes, como:
x Disnea (asfixia) durante la noche o con esfuerzos moderados.
x Hinchazón de las patas anteriores y posteriores.
x Mareos.
x Palpitaciones

Durante la exploración física el médico puede encontrar un sonido anormal en el


corazón (soplo), así como una silueta cardiaca aumentada de tamaño en la radiografía de
tórax. Con la ecocardiografía, eco/doppler color, se obtiene una información precisa del
estado y funcionamiento de las válvulas y cámaras cardiacas o sea, el diagnóstico se
puede confirmar por audición de los sonidos cardiacos o imagen. Esto último mostrará
qué válvula o válvulas están funcionando mal, si son estenóticas o insuficientes, cómo
funciona el músculo cardiaco y si las arterias coronarias son normales (Jackson y
Cockcoft, 2002).

30
I C T E R I C I A Y ASC I T IS, H I G A D O .
MVZ. Esp. Cert. Eduardo M. Sierra Lira, M en C.

El hígado juega, pues, un papel muy importante en los mecanismos de defensa


del organismo (barrera inmunológica, detoxificante de numerosas sustancias), así como
en la homeostasis metabólica. Tiene una enorme capacidad de reserva, de manera que la
disfunción hepática solamente se manifiesta tras una pérdida grave de masa celular
hepática. El hígado también tiene la capacidad de regenerarse tras la pérdida de
hepatocitos, proceso regulado por los factores de crecimiento como insulina, glucagón y
factor de crecimiento de los hepatocitos.
Consta de dos lóbulos principales (derecho e izquierdo) que están divididos por
un ligamento llamado falciforme, y un tercer lóbulo más pequeño llamado cuadrado. El
hígado es uno de los dos órganos, junto con los pulmones, que reciben aporte de sangre
de dos vías. Recibe la mayor de esta sangre (85 %) por la vena porta que drena casi toda
la sangre del intestino. Esto asegura que todos los nutrientes absorbidos vayan
directamente al hígado donde pueden ser almacenados para su utilización cuando sea
necesario. El hígado recibe el otro 15 % de la sangre de las arterias hepáticas. Este
segundo suministro también es importante porque la sangre arterial está muy oxigenada,
a diferencia de la sangre venosa que llega a través de la porta (Rosenberger, et al . 1979).

x Las funciones del hígado son:


x Producción de bilis
x Metabolismo de los hidratos de carbono
x Metabolismo de lípidos
x Síntesis de proteínas plasmáticas
x Eliminación de hormonas
x Transformación de amonio en urea (la urea es el principal producto de desecho
proveniente del metabolismo de las proteínas. Muy rica en nitrógeno, se forma
en el hígado y se elimina por la orina).
x Formación de factores coagulantes
x Deposito de glucosa, hierro y vitamina B12
x Detoxificación de la sangre (medicamentos)

Toda la bilis producida por el hígado es recolectada en los conductos hepáticos


derecho e izquierdo. Ambos conductos se unen en un conducto hepático común, que
al unirse al conducto cístico de la vesícula biliar se denomina conducto colédoco. El
colédoco desemboca junto al conducto pancreático en el duodeno. Ambos conductos
se funden y forman la llamada ampolla de Vater. Alrededor de esta ampolla esta el
esfínter de Oddi, que regula el tránsito de la bilis y jugo pancreático al duodeno. El
esfínter de Oddi es un complejo de fibras musculares lisas que atraviesan las paredes
del duodeno.
En el lapso entre comidas, el esfínter esta contraído, con lo que previene el
reflujo del duodeno hacia el conducto Colédoco. Cuando el quimo ingresa al
duodeno, el esfínter se relaja permitiendo el paso de bilis y enzimas pancreáticas
(Kaneko, 1989). La disfunción hepática puede ser primaria, pero con frecuencia el
hígado se ve afectado de forma secundaria por desórdenes de otros sistemas
orgánicos, ya que el hígado interviene en muchos procesos metabólicos y
detoxificantes. Puesto que los síntomas de enfermedad hepática (ya sea primaria o
secundaria) son inespecíficos, cuando se detecta la enfermedad ya es en estadios

31
avanzados. Para seguir la evolución de la enfermedad hepática suele ser necesario
determinar los parámetros de laboratorio.
L a ictericia consiste en el color amarillento de la piel, las membranas mucosas y
la esclerótica (parte blanca) del ojo que se produce debido a una alta concentración en
sangre de una sustancia denominada bilirrubina, un subproducto de los glóbulos rojos
viejos. Aparece en muy diversas enfermedades. El color de la piel depende del nivel de
bilirrubina. Si está moderadamente elevado, el color es amarillento, mientras que
cuando el nivel es alto, tiende a adquirir un color marrón.

¿Cómo se origina la bili r rubina?

La bilirrubina procede principalmente de la destrucción de la hemoglobina que


se encuentra en los glóbulos rojos. Esto se produce cuando los glóbulos rojos envejecen
y son destruidos en el hígado, bazo y médula ósea. Desde su lugar de origen, la
bilirrubina pasa a la sangre, donde circula transportada por una proteína llamada
albúmina. Después es captada por las células del hígado y penetra en su interior. Allí se
transforma en bilirrubina conjugada mediante su unión con ácido glucurónico y luego es
eliminada mediante la bilis formada por el hígado.
De este modo, siguiendo las vías biliares pasa al intestino, donde es
transformada en urobilinógeno por las bacterias intestinales y eliminada con las heces,
dándoles su color característico. Una pequeña parte del urobilinógeno es reabsorbido en
el intestino y eliminado por el riñón con la orina. Por tanto tenemos dos tipos de
bilirrubina: la conjugada y la no conjugada (Trigo, 1993; Smith, 2002).

Fig. Formación de la bilirrubina.

32
C ausas de la ictericia.
x Altas concentraciones de bilirrubina en sangre imposibilitando el poder
eliminarla, por ejemplo, en casos de anemia hemolítica, en la que los glóbulos
rojos se destruyen con rapidez, liberándose grandes cantidades de bilirrubina
(anaplasmosis, piroplasmosis, leptospirosis, entre otras).
x Daño en el parénquima hepático que impide que la bilirrubina sea eliminada de
la sangre y transformada en bilirrubina conjugada acumulándose en el
organismo.
x Obstrucción de los conductos biliares que disminuye el flujo de bilirrubina a
través de ellos, desde el hígado hasta los intestinos. Esta obstrucción puede ser
debida a cáncer, cálculos biliares o inflamación de los conductos biliares.

La disminución de la conjugación, secreción o flujo de la bilirrubina por los


conductos biliares recibe el nombre de colestasis. No obstante, la colestasis no siempre
da lugar a ictericia.

H epatitis crónica activa (H C A).


La causa más frecuente de ascitis, es la Cirrosis, produciéndose por la
incapacidad de los vasos que se encuentran dentro del parénquima hepático de
distenderse por el endurecimiento del tejido, entorpeciendo su flujo e incrementando la
presión hidrostática, causando la extravasación plasmática, formando el acumulo en la
cavidad o ascitis. Los principales signos que se presentan son: apatía, disminución del
apetito, vómitos, disminución de la resistencia, polidipsia, ascitis ocasional, ictericia
ocasional, diarrea y pérdida de peso. Para el diagnóstico diferencial, los signos suelen
ser bastante inespecíficos, de forma que debe tenerse en cuenta un amplio abanico de
posibles causas diferenciales. Diagnóstico La polidipsia se observa con una frecuencia
notable (cerca del 75% de los casos). El examen físico no suele mostrar hallazgos
específicos. Todos los enzimas hepáticos están más o menos aumentados. Normalmente
existe hipoalbuminemia (Kaneko, 1989).
El diagnóstico solamente se puede hacer mediante biopsia hepática. Es
importante evaluar la respuesta al tratamiento mediante biopsias hepáticas (ej. cada 6
semanas). El tratamiento debe mantenerse hasta que no exista duda alguna sobre el cese
de la hepatitis, ya que si el tratamiento se deja demasiado temprano, la hepatitis se
volverá a presentar. El tratamiento suele durar algunos meses, en ocasiones durante más
de medio año. Si no existe tratamiento, la CAH evoluciona hacia la cirrosis.

C ir rosis.
Los síntomas más frecuentes son apatía, disminución de la resistencia,
disminución del apetito, vómitos, diarrea, pérdida de peso y ascitis. Aunque la cirrosis
se puede presentar a cualquier edad, suele afectar a animales jóvenes (promedio de 2
años de edad). La presencia de ascitis clara, incolora en ausencia de pérdida de proteínas
a través del intestino (diarrea) u orina permite pensar en una cirrosis. Los enzimas
hepáticas suelen estar moderadamente elevados, pero en ocasiones la elevación es muy
ligera. Existe hipoalbuminemia, en ocasiones hiperbilirrubinemia (conjugada), el test de
tolerancia al amoníaco está alterado, como suele estarlo también la coagulación
sanguínea. La desventaja de una biopsia hepática percutánea es la dificultad a la hora de
puncionar un hígado duro y fibrótico, mientras que la biopsia ciega de un nódulo
hiperplásico puede mostrar un cuadro histológico bastante normal. El diagnóstico puede
hacerse macroscópicamente durante la laparoscopia, y una biopsia guiada por
33
laparoscopia nos lo puede confirmar. Diagnóstico diferencial de la ascitis: congestión
portal, hipoproteinemia, tumores, peritonitis (bilis, orina, quilo normalmente tras un
traumatismo), fibrosis portal, hepatitis neonatal y encefalopatía. El pronóstico último es
desfavorable, pero con un buen tratamiento sintomático es posible alargar la vida del
animal durante un período bastante prolongado (Benjamín, 1988; Trigo, 1993).

34
F ISI O L O G I A D E L A R ESPU ES T A I N M U N E
Q.F.B. Delfina de las M. Zapata Villalobos

La función fisiológica de todas las respuestas inmunitarias específicas es la


eliminación de los antígenos extraños. Los mecanismos en virtud de los cuáles
linfocitos específicos reconocen y responden a antígenos extraños, involucran las fases
de reconocimiento y la activación de las respuestas inmunitarias. Las fases iniciales de
las respuestas inmunitarias específicas son el reconocimiento del antígeno por parte de
los linfocitos y las respuestas de éstos a los antígenos. Se inicia con la participación de
los anticuerpos, que son los receptores para el antígeno y las moléculas efectoras de los
linfocitos B. Intervienen la estructura y expresión de los genes de los anticuerpos, la
generación de la diversidad de los anticuerpos y el desarrollo de las células B.
Interviene también el reconocimiento del antígeno por la célula T, los aspectos
bioquímicos y genéticos del complejo principal de histocompatibilidad (MHC) cuyos
productos son los componentes integrales de los ligandos que las células T reconocen
específicamente. La estructura del receptor para el antígeno de la célula T, el
desarrollo de los linfocitos T maduros en el timo, la respuesta de los linfocitos B ante el
antígeno el desarrollo de las respuestas inmunitarias a nivel de órganos y las
características especiales de las respuestas inmunitarias en las diferentes localizaciones
anatómicas, son algunos de los eventos importantes en el perfecto funcionamiento de las
respuestas inmunes.
Los mecanismos efectores que son reclutados y estimulados por el sistema
inmunitario innato y por los linfocitos activados por el antígeno involucran la función
de las citoquinas, producidas por los linfocitos T y por algunas células no linfoides.
Estas moléculas son mediadores solubles de la inmunidad innata y de la inmunidad
específica. El sistema inmunitario es un sistema de defensa sumamente complejo, es
decir puede reconocer y responder a invasores extraños, y aprender de la experiencia de
manera que el cuerpo responda con mayor rapidez y eficacia cuando se exponga al
invasor en una segunda ocasión. Sin embargo una de las razones de la enorme
complejidad del sistema inmunitario es que debe realizar un esfuerzo considerable para
garantizar que solo ataque a los tejidos extraños o anormales y que sea tolerante con los
propios o normales del cuerpo. Hay varios mecanismos distintos que aseguran el
establecimiento de la autotolerancia. Además las respuestas inmunitarias deben
regularse minuciosamente para garantizar que su cantidad y calidad sea la apropiada.
Desde el punto de vista fisiológico, esta tolerancia (falta de respuesta específica de un
individuo contra un antígeno) va dirigida contra los antígenos de tejidos normales
(Tizard, 1998).

A utoinmunidad fisiológica

Aunque el control del sistema inmunitario requiere que se suprima la mayor


parte de las células autorreactivas, no debe suponerse que todas las respuestas
autoinmunitarias sean malas y produzcan enfermedad. Algunas respuestas inmunitarias
contra autoantígenos tienen actividades fisiológicas importantes, que incluyen la
formación de anticuerpos por medio del reconocimiento de los idiotipos propios del
cuerpo y la eliminación de células viejas. Los sitios de unión de antígenos de las
moléculas de inmunoglobulina pueden funcionar como epitopos (idiotipos) y provocar
la producción de autoanticuerpos (Roitt, et al.1985).

35
Inducción a la autoinmunidad.

En las enfermedades inmunitarias no se conocen los mecanismos precisos de


debilitamiento de la autotolerancia. Estas enfermedades parecen desarrollarse en forma
espontánea y aleatoria. Es raro que las causas predisponentes sean tan obvias. Sin
embargo, es probable que participen varios elementos clave, como por ejemplo, La
célula T no tolerante puede ser influenciada por el antígeno, como es el caso del
antígeno de síntesis reciente, del antígeno liberado en algún punto intracelular, del
antígeno bien transformado, del antígeno de reacción cruzada etc., y al ocurrir esto se
desarrolla una respuesta autoinmunitaria. También hay pérdida del control de las células
T por parte de otros factores como ocurre por una infección viral, por defectos
genéticos y algunas veces por neoplasias. Queda claro que los mecanismos que
normalmente previenen el desarrollo de células T tolerantes no funcionan. Muchos
factores ambientales y genes diferentes contribuyen a esta falla, la cual no siempre es
completa.

E xposición de antígenos ocultos.

La principal hipótesis acerca del desarrollo de la autoinmunidad sugiere que se


inicia cuando las células T no tolerantes encuentran autoantígenos que antes estaban
ocultos. La tolerancia de las células T solo puede desarrollarse si éstas se exponen a
cantidades suficientes de antígenos para que sean reconocidos por las células T que se
someten a selección negativa en el timo o que presentan anergia en otros tejidos.

A ntígenos ocultos en células o tejidos.

Muchos autoantígenos se encuentran en sitios donde no se pueden encontrar


linfocitos circulantes. Por ejemplo, tal vez estén ocultos en el sistema nervioso central o
en los testículos, sitios en los que normalmente no visitan los linfocitos. Cuando estos
epítopos escondidos se revelan, pueden desencadenar un ataque inmunitario. En el caso
de los testículos durante la pubertad se desarrollan nuevos antígenos, mucho después de
que se formó el sistema de células T y adquirió tolerancia a los autoantígenos.

A ntígenos producidos por cambios molecula res.

La producción de algunos autoanticuerpos puede desencadenarse por el


desarrollo de epítopos nuevos en proteínas normales. Dos ejemplos de autoanticuerpos
producidos de ésta manera son los factores reumatoides y las inmunoconglutininas. Los
factores reumatoides son anticuerpos que se dirigen contra epítopos de otras
inmunoglobulinas. Las inmunoconglutininas son autoanticuerpos dirigidos contra los
componentes del complemento, en especial C2 y C4.

A ntígenos producidos por mimetismo molecula r.

Es la situación que se presenta cuando un agente infeccioso o parásito tiene


epitopos en común con su huésped. Cuando esto sucede, los anticuerpos o células T
dirigidos contra el organismo pueden reaccionar con los antígenos normales, y así
desencadenar la autoinmunidad. En condiciones normales, las células T mantienen la
tolerancia ante un epítopo específico. Aunque no son tolerantes las células B no
responderán a un epítopo si no hay células T auxiliares funcionales. Sin embargo, las

36
células B autorreactivas pueden unirse a algún autoantígeno unido a un antígeno extraño
y reciben el estímulo de la célula T específica para el antígeno extraño. Ejemplos de
mimetismo molecular se observan en casos de Tripanosoma cruzy que contiene
antígenos que tienen reacción cruzada con las neuronas y miocardio del mamífero
(Sumtion, 1991).

A lteraciones en la transformación de antígenos.

Una célula T puede no desarrollar tolerancia hacía un antígeno por el solo hecho
de que éste no se haya transformado en forma eficiente. Si ocurre un fenómeno que
mejore el proceso, podrá iniciarse una respuesta autoinmunitaria. Por ejemplo, algunas
células transformadoras de antígenos son mucho más eficaces que otras. La
transformación (procesamiento) de antígenos puede iniciarse en sitios de inflamación, y
los anticuerpos modifican este proceso al igual que las citocinas. Por lo tanto, una vez
que se desencadena una respuesta, podrá sostenerse por sí misma conforme la reacción
inmunitaria se vuelva cada vez más eficiente, como debe ser su destino. Aunque muchas
respuestas autoinmunitarias se desencadenan por respuestas de las células T ante
epítopos ocultos, se requiere una actividad sostenida para que se desarrolle la
enfermedad. La causa más probable de una falla de los mecanismos normales de control
del sistema inmunitario (Roitt, et al.1985).

Bases genéticas de las enfermedades autoinmunitarias.

Aunque virus u otros agentes infecciosos pueden desencadenar respuestas


inmunitarias, queda claro que no todos los individuos infectados desarrollan las
enfermedades autoinmunitarias. Esto depende principalmente de factores genéticos del
individuo. Los genes más importantes en la regulación de la autoinmunidad son los que
están dentro del complejo de histocompatibilidad mayor (MHC). Los estudios en
poblaciones, sobre todo en humanos, han demostrado que casi todas las enfermedades
autoinmunitarias guardan relación con la presencia de ciertos genes del MHC clase II.
Se supone que es un prerrequisito esencial para cualquier enfermedad autoinmunitaria
que el autoantígeno se transforme y se presente en forma adecuada en una molécula de
MHC. Por lo tanto, la estructura del surco de unión al antígeno de clase II determinará
si un autoantígeno específico desencadenará una reacción inmunitaria.

M ecanismos de daño hístico en la autoinmunidad.


H ipersensibilidad tipo I.
Se conoce como hipersensibilidad tipo I a las reacciones inflamatorias agudas
mediadas por moléculas de IgE , las cuáles se unen a las células cebadas y basófilos .
Las reacciones se deben a la liberación de moléculas farmacológicamente activas,
originada por dicha célula. Parecería ser que no existe algún beneficio cante éstas
reacciones, pero el caso es que ciertas características de este tipo de hipersensibilidad
indican que cumple con una función útil desde el punto de vista biológico.

x Es probable que la reacción inflamatoria aguda que se produce en estos


trastornos desempeñe una función importante en la eliminación de los antígenos.

37
x Este tipo de hipersensibilidad suele vincularse con los antígenos de los
helmintos y parece contribuir de manera importante a la resistencia a dichos
parásitos. .

La hipersensibilidad tipo I tiene como mediadores a los anticuerpos tipo IgE. Los
antígenos que inducen la formación de dichos anticuerpos, casi siempre llegan a través
de mucosas y piel. Aunque la hipersensibilidad .tipo I puede ser beneficiosa ante los
parásitos, una respuesta inapropiada de IgE puede ocasionar problemas clínicos
importantes (Tizard, 1998).
La IgE es una inmunoglobulina termolábil, con estructura convencional de 4
cadenas ( los ligeras y dos pesadas). Posee dos tipos de receptores, uno de alta afinidad
(Fc epsilon RI) y otro de baja afinidad ( Fc epsilon RII) también se conoce como CD23.
Del primero existen hasta 10 a l 5ª potencia por célula, el primero tiene mucha afinidad
por la IgE. Las células cebadas y los basófilos son células que poseen un citoplasma
rico en gránulos que contienen diversos tipos de enzimas. Las células cebadas del tejido
conectivo son ricas en heparina e histamina, en contraste con las células cebadas de las
superficies mucosas que son ricas en sulfato de condroitina, en lugar de heparina, tiene
poca histamina y producen diferentes leucotrienos y prostaglandinas.

Respuesta de las células cebadas a los antígenos.

Cuando se une la IgE al receptor FceRI de la célula cebada, a causa de la


presencia del antígeno, se establece un enlace y se desencadenan una serie de reacciones
que culminan con el desplazamiento de los gránulos a la superficie celular y la
liberación de sus gránulos a los tejidos circundantes. También se inicia la producción de
muchos factores mediadores de la inflamación así como citocinas diferentes. Se activan
varias cinasas de tirosina, luego se activa a la fosfolipasa C lo que conduce a la
producción de diacilglicerol y trifosfato de inocitol. Se aumentan los niveles de calcio y
se activan varias cinasas de proteína.
La alergia a la leche del ganado bovino es un trastorno autoinmunitario en el
cuál la caseína alfa de la leche, que en condiciones normales sólo se encuentra en la
ubre, llega a la circulación general y estimula una reacción inmunitaria. Esto sucede
cuando se retrasa la lactación y la presión intramamaria impulsa a las proteínas de la
leche a la circulación, Por algún motivo, la reacción inmunitaria estimulada por la
caseína alfa la median células Th2 y se producen anticuerpos IgE.

H ipersensibilidad tipo I I.

Los eritrocitos al igual que las células nucleadas tienen antígenos característicos
en la superficie celular. Sin embargo a diferencia de los antígenos de
histocompatibilidad, los de la superficie de los eritrocitos no participan en la
transformación antigénica, aún cuando si influyen en los trasplantes y rechazo de
injertos. Los autoanticuerpos dirigidos contra antígenos de la superficie celular pueden
producir lisis con ayuda del complemento o de las células citotóxicas. Si los
autoanticuerpos se orientan hacía los eritrocitos, entonces puede producirse anemia
hemolítica autoimunitaria. Si atacan a las plaquetas, se producirá una trombocitopenia,
si atacan a las células tiroideas, tiroiditis. En una de las formas de esta reacción en seres
humanos con tirotoxicoides, los autoanticuerpos contra los receptores para TSH
estimulan la actividad tiroidea en lugar de ser mediadores en su destrucción. Los
receptores son un blanco de ataque autoinmunitario común. Además del receptor TSH

38
los anticuerpos también atacan al receptor de acetilcolina en la miastenia grave y al
receptor de insulina en algunas formas de diabetes (Roitt et al. 1985).
En los casos de hipersensibilidad a los fármacos los eritrocitos pueden destruirse
por tres mecanismos. En el primero, el fármaco y el anticuerpo pueden combinarse de
manera directa y activar el sistema del complemento. Los eritrocitos serán destruidos en
un efecto circunstancial de proximidad, a medida que los componentes activados del
complemento se unan a las células vecinas. En segundo, algunos fármacos pueden
unirse firmemente a las células, en especial a las de la sangre. Por ejemplo, la penicilina,
quinina, L-dopa. Ácido amino salicílico y fenacetina pueden adsorberse sobre la
pequeña superficie de los eritrocitos. Una vez modificadas éstas células, pueden ser
reconocidas como exógenas y eliminadas por una respuesta inmunitaria, la cual
favorece la aparición de una anemia hemolítica. No es rara la anemia hemolítica
secundaria en caballos.
Así como los fármacos pueden adsorberse a los eritrocitos y hacer que parezcan
inmunitariamente exógenos, también pueden hacerlo antígenos bacterianos, como los
lipopolisacáridos, virus como los de la anemia infecciosa equina, ricketsias del tipo de
anaplasma y protozoarios como tripanosomas y babesias. Estos eritrocitos alterados que
se consideran como exógenos son lisados por los anticuerpos y el complemento.

H ipersensibilidad I I I.

Aquí los autoanticuerpos forman complejos inmunitarios cuando se unen a los


antígenos, y dichos complejos pueden participar en reacciones de hipersensibilidad de
tipo III. Por ejemplo, sucede en lupus eritematoso sistémico del perro, enfermedad en la
cual se produce una amplia variedad de autoanticuerpos, de los cuáles los más
importantes atacan los ácidos nucléicos y proteínas relacionadas. En los animales
afectados se forman complejos de DNA y anticuerpos que se depositan en los
glomérulos donde provocan glomerulonefritis. De manera similar en la artritis
reumatoide, los complejos inmunitarios que se forman entre el factor reumatoide (el
anticuerpo) y la IgG (el antígeno) se depositan en las articulaciones y al fijar el
complemento contribuyen a la reacción inflamatoria local.

H ipersensibilidad I V.

En las enfermedades autoinmunitarias, muchas de las lesiones están


intensamente infiltradas de células mononucleares y es probable que los linfocitos t
autosensibilizados contribuyan a la patogenia de enfermedades de este tipo .Aunque las
células T citotóxicas pueden producir daño hístico en forma directa, la producción de
citocinas por estas células dentro de una lesión también puede contribuir en gran medida
al daño hísitco. Un ejemplo es la producción de IL-1 en los macrófagos de los islotes en
ratones diabéticos. A su vez la IL-1 estimula la síntesis de óxido nítrico, el cual
contribuye al proceso citotóxico. El factor de necrosis tumoral alfa que liberan estas
células eleva las moléculas de adhesión celular, como las selectinas y así facilita la
migración de neutrófilos hacía los tejidos. Las citocinas pueden contribuir de manera
directa al daño de los tejidos y el patrón de citosina que producen las células Th1, las
citocinas, las IL-2 e interferón gama que producen tenderán a fomentar los efectos
citotóxicos y a los macrófagos activados. Por el contrario, si se desencadena una
respuesta Th2, habrá tendencia a la síntesis de anticuerpos y al desarrollo de IgE o una
alergia (Roitt et al . 1985).

39
C A PÍ T U L O I I I

M E T O D O L O G Í A D E L A I N V EST I G A C I Ó N C L Í N I C A
MVZ. Esp. Cert. Eduardo M. Sierra Lira, M en C.
MVZ. Cert. José A. Erales Villamill, M en C.
MVZ. Esp. Alfredo F.J. Dájer Abimheri, Mphill.

E l proceso Salud-Enfermedad: un enfoque fisiológico.

Antes de comenzar una investigación clínica, es necesario que comprendamos, lo


más claro posible, el siJQLILFDGR GH ORV WpUPLQRV ³VDQR \ HQIHUPR´ \ HVWHPRV seguros
sobre lo que queremos decir con ellos. Para presentar un punto de partida en el estudio de
la salud, se propone a manera de marco conceptual la siguiente reflexión académica:
Salud podríamos entenderla, como el resultado del equilibrio orgánico, producto de
innumerables procesos físicos y químicos que se realizan y coexisten en la intimidad de las
células, tejidos y sistemas corporales, organizados en plena armonía anatomo-funcional
que responda a las exigencias de un ambiente exterior cambiante. Para mantener el
equilibrio, existen numerosos mecanismos fisiológicos de autorregulación que permiten
amortiguar los efectos de los diversos estímulos del medio circundante, condicionantes de
la armonía psíquica y física de los individuos. Genéticamente, los animales nacen con
patrones de conducta predeterminados (instinto), sin embargo, también aprenden y
acumulan experiencia durante la vida (adquirida), necesaria para la sobrevivencia y
adaptación a condiciones concretas. En otras palabras, su conducta instintiva es
enriquecida por la experiencia, generándose ésta por la interacción con el ambiente, la cual
conserva y transmite de generación en generación por la herencia. La capacidad de ajuste
de las funciones orgánicas y conductas, la denominamos adaptación; ésta se mueve entre
límites biológicos flexibles, característicos de cada especie animal (parámetros),
dependiendo de la relación que tenga con los factores del ambiente biológico, físico y
tecnológico. Condicionado a la vez, por los esquemas social, económico, político y
cultural del sector poblacional en que se desarrolla el sistema de producción animal (Sierra
y Oplistil, 1992).
El daño orgánico o las alteraciones patológicas, pueden manifestarse con diversos grados
de severidad, provocando en algunos casos, la incapacidad del organismo de responder
eficientemente a la agresión de una noxa (agente), con el consecuente deterioro de su
estado físico (enfermedad), mismo que lo conduciría a la reducción de su productividad y
pérdidas económicas, de acuerdo al curso de la enfermedad y su convalecencia. Por lo
tanto, el fenómeno enfermedad lo podríamos considerar, como la incapacidad orgánica
para mantener su equilibrio anatomo-funcional. En este marco debemos considerar, que la
investigación se podría realizar en un individuo o población, aún sin manifestar signos
aparentes de alteración morbosa, pero con indicadores variables del nivel de producción.
Entonces podríamos entender, que la salud es un proceso dinámico, tan cambiante
como todos los elementos que constituyen el ambiente exterior de los seres vivos y que en
la lucha por conservar el balance entre los sistemas internos, se suceden constantemente
estados alternos de salud y enfermedad. Los límites entre lo normal (fisiológico) y lo
anormal (patológico) son tan tenues y confusos, que es conveniente un planteamiento
integral que observe un enfoque conceptual, para diferenciar en la práctica, las diversas
formas de alteración de la salud. No olvidando, que debe ser evaluado en un contexto
integral de los posibles factores condicionantes (biológico, social, cultural, económico y
tecnológico) que permita guiar eficientemente las investigaciones sobre el estado clínico-

40
productivo de las poblaciones animales y las repercusiones que esto pudiera tener para el
hombre (Smith, 2002).

Entre el animal considerado clínicamente sano, el animal en transición de lo sano a


lo enfermo o viceversa y el animal clínicamente enfermo, se conjugan una serie de
elementos a considerar durante la investigación, que hace indispensable apoyarse en una
metodología que nos lleve a un diagnóstico, como la opción más sólida para opinar sobre
la alteración del estado de salud, tanto individual como de hato. Para tal fin se proponen los
siguientes modelos conceptuales, generados con propósitos académicos para apoyar la
integración de los conocimientos en los estudiantes que empiezan su educación profesional
(Sierra y Oplistil, 1992).

1- Animal adaptado o clínicamente sano


2- Animal en proceso de adaptación (subclínico o convaleciente)
3- Animal no adaptado o clínicamente enfermo

1- Animal adaptado: Es aquel capaz de conservar el equilibrio orgánico en relación con él


mismo y su medio externo y expresar eficientemente su potencial productivo
(clínicamente sano).

Fig.1. Clínicamente sanos

2- Animal en proceso de adaptación: Es el individuo en proceso de recuperación del


equilibrio, después de haber sido alterado por un agente nocivo (convaleciente); o, el
individuo que se encuentra reaccionando a una agresión presente sin signos observables
(período prepatente); y por último, el individuo que pudiera estar controlando de manera
no visible la enfermedad (enfermo subclínico).

Fig.2. Enfermos subclínicos (deficiencia de proteína)

3- Animal no adaptado: Es el individuo cuyo balance orgánico ha sido alterado de


manera temporal o definitiva, manifestando cambios en su conducta y productividad

41
normal (período patente), con la aparición de signos clínicos observables de manera directa
o indirecta (enfermo clínico).
El desarrollo progresivo de la enfermedad sin recuperación espontánea del
equilibrio anatomo-funcional o psíquico, pudiera poner en riesgo la vida, si no es auxiliado
el paciente terapéuticamente con oportunidad, conduciéndolo ocasionalmente a la muerte
(Sierra y Oplistil, 1992).

Fig.3. Animal con parálisis del tren posterior Fig.4. Hembra con metritis

Hoja clínica (protocolo de trabajo).

La hoja clínica es la herramienta fundamental del diagnóstico, esta formada por la


recopilación ordenada y secuenciada de la información referente al estado de salud de un
individuo, plasmada en un protocolo que registra los datos pasados, presentes y del
desenlace final de un caso clínico, o sea, la historia de su evolución. Es decir, toda la
información que sea recopilada durante la investigación deberá ser registrada por escrito en
el protocolo de trabajo denominado ³Hoja clínica o +LVWRULD&OtQLFD´, y si se considera
necesario, deberá ser acompañada de diagramas, dibujos, fotografías, gráficas, etc., en
orden por aparato o sistema orgánico, al igual que todos los datos clínicos relevantes y los
resultados obtenidos de las pruebas diagnósticas realizadas (físicas, instrumentales o de
laboratorio), así como el plan terapéutico y los resultados de la aplicación de éste hasta su
total restablecimiento, muerte, sacrificio o desecho (Radostitis, et al ., 2002) .

Fig.5. Examen físico de un bovino

Debe iniciar por el registro de los datos del propietario del animal, rancho o
empresa (reseña del propietario), seguido por la identificación de todas las
características naturales o adquiridas propias del paciente (reseña del paciente), para
hacerlo inconfundible en medio del rebaño o grupo al que pertenece. Es bien conocida y

42
documentada la influencia que tiene la raza a la que pertenece un animal sobre su
predisposición a ciertas enfermedades, o algunos padecimientos articulares, originados
por su naturaleza genética. Así como la influencia que pudieran tener el sexo, la edad o
la función zootécnica, que marcan momentos de especial susceptibilidad en la vida de
los animales para adquirir un padecimiento. Es por esta razón que es tan importante,
relacionar las condiciones del medio en que vive (reseña del ambiente) y las
circunstancias particulares de la aparición de cierto evento morboso en un momento
especial de existencia (anamnesis). Estos datos permiten orientar la investigación dando
base a un diagnóstico primario o presuntivo, el cual usamos como un marco referencial
para el examen físico general y para interpretar las pruebas básicas. Con esta
información, podemos elaborar una lista de problemas, en la cual organizamos los
signos presentes en el paciente, y de aquí, elaborar una segunda lista o maestra, para
discernir el grado de riesgo a la vida que representan esos signos (Smith, 2002).
A continuación, se diseña un plan de comprobación diagnóstica o inicial, donde
se plasma la estrategia metodológica para buscar más información por medio de
exámenes físicos especiales, pruebas de laboratorio o gabinete más precisas, cirugías
exploratorias, que permitan confirmar la hipótesis de trabajo (diagnóstico presuntivo), y
como consecuencia, tendremos la oportunidad de elaborar el plan terapéutico y las notas
de progreso.

Obtención de datos básicos.


a) Reseña del propietario.
Domicilio del propietario y empresa pecuaria (dirección):
- Datos del propietario (nombre, dirección particular, teléfono, fax, celular, correo
electrónico, etc.)
- Datos del predio (dirección, municipio, nombre de la granja o rancho; giro comercial,
tipo de explotación, tipo de tenencia de la tierra, extensión territorial, extensión de las
instalaciones utilizadas, fuentes de agua, etc.).

b) Reseña del ambiente.


Geografía y C lima (macroclima y microclima.
- Tipo(s) de suelos, de acuerdo a su textura, contenido orgánico, pH, drenaje, presencia de
cuevas u otras oquedades.
- Agua, fuente de obtención (cenotes, aguadas, ríos, pozos u otros cuerpos de agua dulce) y
calidad sanitaria.
- Vegetación, nativa e inducida.
- Pastizales, cantidad en relación al número de unidades animales en alimentación, tipo de
control de malezas y plagas, tipo y fuente de fertilización de los suelos, etc.
- Sitios y forma de desecho, tratamiento de excretas y cadáveres.
- Clima de la región (Temperatura media, humedad, dirección de los vientos dominantes,
etc.).
- Clima dentro de las instalaciones (Temperatura, humedad, ventilación, dirección de los
vientos dominantes, drenaje, dimensión de las sombras, espacio vital, luminosidad,
acumulo de materia orgánica, etc.).
- Construcciones, materiales, diseño de las instalaciones, capacidades, durabilidad,
mantenimiento, etc.
- Almacenaje de alimentos, concentrados, piensos, premezclas e ingredientes para
elaboración in situ de alimentos y de alimentos adquiridos fuera de la empresa.
- Cercanía de otras unidades de producción, ranchos, granjas, patios, corrales de tránsito,
cuarentenas (Rosenberger, et al. 1979).

43
c) Reseña del paciente:
- Datos de identidad del Paciente (Nombre, número de registro, marca o fierro, señas
físicas particulares, especie, raza, sexo, edad, función zootécnica, etc.).

Identificación:
Nombre y/o número.
Para diferenciación entre los animales de un propietario o empresa pecuaria, se
utilizan variadas estrategias de identificación, desde los nombres hasta los tatuajes. En
ocasiones no es suficiente o posible, usar determinadas técnicas de marcaje, por cuestiones
del tamaño del hato, económicas, de cultura, capacitación, entre otras, y se diferencian los
animales por señas naturales como: color del pelaje, manchas en cara o cuerpo, cuernos o
ausencia de ellos, defectos físicos o por marcas adquiridas, como tatuajes, marcas a fuego
o frío, aretes, perforaciones, cortes en lugares específicos, pinturas, etc.

Señas naturales.
En cada raza existen una serie de condiciones que las asociaciones criadores
nacionales e internacionales imponen a los animales para ser juzgados y calificados en
exposiciones ganaderas, por lo tanto, los colores, su combinación, posición, tamaño de
las manchas, largo de las orejas, estatura, forma de la cabeza y cuerpo, aplomo y peso a
determinada edad, son algunos de los atributos que pueden identificar y diferenciar a un
animal de otro, cuando se trata de individuos de raza pura. Sin embargo, la mayoría de
los animales que encontramos en el campo son animales híbridos, pues los criadores
buscan mejorar sus rendimientos de producción con las cruzas de razas, propiciando que
aparezca una amplia gama de combinación de colores, tamaños y formas corporales,
que tenemos que caracterizar con el fin de realizar un registro inconfundible en la
historia clínica. Para efectos clínicos lo importante de la genética de un paciente, es su
predisposición genética a padecer alguna patología, por ejemplo: Por el color, padecer
carcinoma del párpado en animales con borde palpebral despigmentado (Smith, 2002).

Fig.1.Vacas con cuernos cortos y sin cuernos Fig.2.Vaca con cuernos largos

Fig.3. Vaca color blanco con negro Fig.4. Becerro Café oscuro con estrella
en la frente.

44
M arcas adquiridas (F ier ros, tatuajes, aretes, colla res).

Generalmente son las que el propietario determina que son útiles para identificar
a sus animales, como marcas inferidas por quemadura de la piel con hierros candentes,
tatuajes en las orejas o mucosa oral, aretado o collares, entre otros, utilizando números,
letras o combinados. Además existe las marcas que surgen de los accidentes o manejos
a los que los animales hayan sido expuestos durante su vida, como las cicatrices,
mutilaciones o deformidades corporales (Radostitis, et al., 2002).

Fig.1.Identificación por arete Fig.2. Identificación con fierro a calor

Fig.3.Identificación con collar Fig.4. Identificación por tatuaje

   

Identificación con marca temporal

45
Raza:

Bos indicus.
Son las razas tipo cebuínas, provenientes del continente asiático, se caracterizan
por su joroba, orejas largas y colores claros, aunque estos son rasgos variables de
acuerdo a la raza y su pureza. Son animales muy frecuentes en climas cálidos y
templados por su rusticidad y mayor resistencia a enfermedades transmitidas por las
garrapatas que los individuos de razas europeas.

Brahman Nelore Indobrasil

Guzerat Sardo negro Gyr

Bos taurus.
Son las razas provenientes del continente europeo, se caracterizan por su no
tener joroba y orejas largas, en colores predominan los obscuros pero no son raros los
claros, aunque estos son rasgos variables de acuerdo a la raza y su pureza. Son animales
muy frecuentes en climas fríos, templados y menos frecuentes en cálidos por su poca
resistencia al calor y humedad extrema y a enfermedades transmitidas por las
garrapatas. Sin embargo, son muy apreciados en los climas cálidos para mezclar con
razas cebuínas, con el objeto de aumentar la productividad en carne y leche, pues la
mayoría de ellas son razas especializadas y de alto rendimiento, lo que las hace muy
exigentes en sus necesidades de vida (Smith, 2002).

Holstein Frisan Romagnola Salers

46
Hereford Charolaise Tropicarne

Belgian Blue Santa Gertrudis Brangus

Angus Beef master Pied montés

Suizo Chiniana Limousine

Sexo:
Existen algunas patologías que se manifiestan de acuerdo a la función que los
individuos realizan por su sexo (hembra o macho) en los centros de producción, como
producción de leche, vientre, semental o engorda. Hay que considerar que existen
gérmenes que tienen predilección por algún en particular como los órganos sexuales,
por ejemplo la bacteria del género Brucella infecta el útero de hembras gestantes y en
los machos los testículos. Otras enfermedades no infecciosas como la paresis puerperal se
presentan en las hembras inmediatamente después del parto, caracterizándose como una
reducción de los niveles orgánicos disponibles de calcio, fósforo y magnesio
principalmente, lo cual conduce a flacidez de la musculatura de las extremidades
posteriores y por lo tanto postración del animal, entre otros signos clínicos.

47
Hembra Macho
E dad:
La dentadura tiene en especial varios aspectos de interés para el veterinario, pues
no solo es sitio de diagnóstico para enfermedades relacionadas con la nutrición mineral,
trastornos mecánicos de la digestión gastrointestinal, entre otros, es además buen indicador
de la edad de los animales. La presencia, aparición, tiempo de cambio y su desgaste son
quizá, los aspectos más relevantes en su evaluación, por ejemplo: en el becerro recién
nacido los dientes frontales de leche o temporales se encuentran, pero están cubiertos por
la mucosa oral, en las semanas siguientes emergerán mostrándose las piezas dentales que
deben ser de color blanco nacarado. El cambio de los dientes temporales empieza
alrededor de los 21 meses (dos años), siendo los primeros en mudar los centrales, los
siguientes son mediales a los 30 meses y posteriormente los laterales a los 39 meses o
cuatro años de edad.
Con el objeto de hacerlo más gráfico abajo se presenta la siguiente secuencia de
imágenes dentales de los bovinos, considerando que estas fotografías son de ganado Bos
taurus de raza lechera y con una alimentación balanceada parta cubrir sus necesidades
nutricionales, con esto se quiere decir que existen cambios en la dentadura que es necesario
considerar con criterio cuando se haga la evaluación de animales que han tenido una pobre
nutrición por períodos prolongados de su vida, así como en bovinos con diferentes
funciones zootécnicas, como es el caso de los alimentados para engorda intensiva, pues la
dietas muy altas en carbohidratos propician el deterioro temprano de la dentadura (Jackson
y Cockcoft, 2002).
También en el caso de toros de Lidia, o destinados a la fiesta brava, el reglamento
mexicano que regula este evento, menciona que los toros deben ser animales no menores
de cuatro años de edad, provocando sanción al criador el vender animales con menos edad.
Hay que ser cuidadosos por que las formas de alimentación y las mejoras genéticas han
influido notablemente en la velocidad de su crecimiento, por lo tanto, animales con pesos
estándar de acuerdo a las normas legales de la fiesta brava, pueden no tener la edad
reglamentaria (4 años).

Toros de Lidia

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Determinación de la edad en toros de Lidia por el desarrollo de la dentición:

Animal de aprox. 4 años de edad.

Determinación de la edad por el desarrollo de la dentición:


(Tomado de: Rosenberger et al., 1979)

Dentición del recién nacido. Dentición a los 5 meses.

Dentición de aproximadamente 2 Dentición de 6 años.


años.

49
Dentición de 16 años. Dentición sobre los 18 años.

F unción zootécnica:

La raza de los bovinos no solo los identifica con el producto que nos pueden
brindar como, leche o carne, sino también con algunas patologías que se presentan con
mayor frecuencia en ellos por predisposición genética o por el manejo especial que
reciben de acuerdo a su función productiva. Por ejemplo, en el ganado especializado en
producción lechera es más común encontrar mastitis o infección de la glándula
mamaria, en cambio en ganado de raza cárnica como el Hereford, es más común el
carcinoma orbital (ojo rosado o pink eye), debido a la frecuente despigmentación del
borde cutáneo de los párpados. Así mismo, el tipo de alimentación que se utilice para el
sistema de manejo zootécnico elegido, pastoreo, dieta intensiva (concentrado de granos)
o mixtas donde inclusive se pudieran usar desechos de la cosecha, rastro o de otras
especies animales, son elementos relacionados con patologías.

Ganado productor de carne Ganado productor de leche

E xamen físico.

Existen diferentes métodos para realizar el examen clínico de un paciente, no


importa como se llame, lo fundamental es que sea un método lógico, de pasos
secuenciados, con orden en la recolección de la información, que las técnicas para la
recolección de los datos sean pertinentes al evento, para que permitan orientar nuestro
diagnóstico presuntivo, diferencial y confirmativo, el pronóstico, recomendar una terapia
racional y diseñar un plan de medicina preventiva efectivo.
Es recomendable seguir los pasos del método científico, 1) observar, 2) recolectar
información, 3) analizar la información y 4) concluir. En la fase de observación, se
pretende apropiarse de toda la información que permita caracterizar el suceso o sujeto a
conocer, sin intervenir en él, pero con orden y lógica, aprovechando el bagaje de
información previa. En cambio en la fase de recolección, hay que elaborar una estrategia
metodológica que permita generar información suficiente contenida en los elementos
investigados que marquen los indicios de interés clínico para sustentar un diagnóstico
presuntivo (hipótesis de trabajo). En la fase tres, se pretende relacionar la información
obtenida de manera lógica, con la nueva (complementaria), de tal forma que se pueda
construir un mapa que ubique los elementos participantes en el evento y su interrelación,

50
con el objeto de sustentar, un diagnóstico diferencial, considerando: sistemas, órganos,
tejidos, células, vías de ingreso y eliminación, respuesta orgánica específica e inespecífica,
interrelación entre sistemas y por último la relación con los componentes climáticos,
geográficos, sociales, culturales, económicos y biológicos del ecosistema. La fase cuatro,
pretende definir el diagnóstico (confirmativo) para diseñar razonablemente un plan que
integre las medidas de control (tratamiento individual y/o grupal) y prevención.
El examen clínico orientado a problemas o ECOP, realiza los pasos del examen
clínico orientado desde el principio, al diagnóstico diferencial, o sea, que la secuencia de la
investigación va descartando posibles problemas, enfocándose de esta manera a los
eventos de mayor riesgo para la vida del paciente. El ECOP, esta formado por cuatro
etapas: primera recolección de datos básico (reseñas, anamnesis, examen general y pruebas
básicas); segunda, elaboración de la lista de problemas y la lista maestra (recopilación y
ordenamiento de los datos clínicos importantes de acuerdo a su impacto y trascendencia en
el bienestar y la vida del paciente); tercera el establecimiento del plan inicial, en el cual se
elabora la estrategia para obtener la información que consolide el diagnóstico definitivo
(exámenes y pruebas especiales ) y cuarta, las notas de progreso del paciente (información
de la evolución del paciente ante el tratamiento elegido), esto nos permite confrontar
nuestro diagnóstico definitivo, y en caso de no ser satisfactorio, reconsiderarlo y cambiar o
modificar nuestro tratamiento (Jackson y Cockcoft, 2002).
En resumen, cualquier método elegido es bueno, mientras considere los pasos
necesarios para obtener información suficiente para basar nuestro criterio diagnóstico
(anamnesis, exámenes físicos general y especial, laboratorio clínico y gabinete), y tomar
decisiones inteligentes y razonables para la resolución del problema.

a) Anamnesis (información previa).


Reseña histórica de todos los datos clínicos del rancho y del caso, anteriores a
nuestra visita o presencia ante el paciente(s) (como, cuando, donde empezó el problema,
sistema de manejo zootécnico, factores asociados a su aparición, programa de ventas,
fuente de alimentos, programa de alimentación, vacunas recibidas, enfermedades
anteriores, datos del último parto, fecha del último manejo, cambios en la dieta, fecha y
lugar de nacimiento, lugar de procedencia, fecha de ingreso o incorporación al hato,
indicadores de producción, parámetros del rancho, etc.).

- Curso la enfermedad: Es el tiempo transcurrido desde la aparición de los primeros


signos del cuadro hasta el desenlace, de acuerdo al tiempo de establecido un padecimiento
y su desarrollo, podríamos clasificarlos en:
- Sobreagudos: De unas horas hasta dos días.
- Agudos: De tres a catorce días.
- Subagudos: De dos a cuatro semanas.
- Crónicos: Más de cuatro semanas.

La clasificación nos ayuda a establecer la dinámica de evolución y la severidad de


la enfermedad, colabora al diagnóstico diferencial, al excluir algunas enfermedades de la
lista de maestra, a considerar el riesgo epidemiológico para su difusión temporal y
territorial, y a estimar las oportunidades del paciente ante su problema (pronóstico).

- Naturaleza y asociación de circunstancias que acompañan a la enfermedad:


Información que nos permite asociar datos o factores de riesgo con los hechos
reales, contrastado con la literatura consultada y a nuestra experiencia, sobre la posible
causa, sitio y grado de la alteración, por ejemplo: herida punzo-cortante o cirugía reciente

51
+ infección focal de la herida + espasmos musculares + protrusión del tercer párpado +
tenesmo + rigidez de la locomoción anterior y posterior = Probable Tétanos.

- Probable origen del padecimiento:


Información que permiten orientar hacia la probable causa del cuadro clínico, por
ejemplo:
- Alimentación : cantidad, tiempo de recibirlo, composición de la ración, calidad de los
ingredientes, origen, cambios en la ración, horario de alimentación, lugar donde se
proporciona el alimento, higiene del proceso y de la administración del alimento, etc.
- Manejo general : higiene ambiental e individual, especialización del personal asignado
para el manejo, diseño y material de las instalaciones, organización del rebaño o grupos,
traumatismos, etc.
- Manejo especializado por función zootécnica: leche, cría, carne, doble propósito, etc.
- Tratamientos previos: tipos de medicamentos, vías de aplicación, dosis, intervalos entre
aplicaciones, duración del tratamiento, cirugías, biopsias, etc.
- Programa de inmunizaciones: vacunas recibidas.
- Donde apareció por primera vez el padecimiento: casa, corral, potrero, paridero, etc.
- Coincidió con inseminación, monta natural, destete, vacunación, marcaje, transporte,
parto, cirugía, cambio de pastizal, cambio climático, cambio de dieta, ingreso al hato;
aplicación de desinfectantes, insecticidas, fertilizantes, pinturas, etc.
- Es la primera vez que el paciente presenta el o los signos (recurrente o no).
- Apareció en uno o más animales al mismo tiempo o en un período de tiempo
(epizootico, enzoótico, panzoótico, esporádico, aislado, etc.).
- Etc.
(Jackson y Cockcoft, 2002)

b) Técnicas propedéuticas:
Son las formas ordenadas y metódicas de recoger información clínica primaria, a
través de nuestros sentidos para recopilar datos que ayuden a caracterizar la patología
presente. Para ello podemos usar o no, instrumentos que mejoren nuestra percepción de los
signos evidentes como el termómetro clínico, el estetoscopio, martillo, plesímetro y
lámpara. Las apreciaciones de nuestros sentidos en el momento de ser aplicadas en forma
metódica y ordenada se constituyen en técnicas propedéuticas y fuentes confiables de
información para fundamentar una opinión diagnóstica presuntiva.
Las técnicas de mayor utilidad clínica son:
-Inspección
-Palpación
-Percusión
-Auscultación
-Olfación

- Inspección:
Este método comprende todo lo que se observa a simple vista o con la ayuda de
algún instrumento que magnifique nuestra visión (con luz y/o lentes de aumento), se
realiza en dos formas: directa e indirecta. La primera utiliza solo la vista y la segunda, se
apoya en aparatos o instrumentos que optimizan la percepción de los sentidos, como lupas,
lámparas, espéculos, etc. Se realiza generalmente de cabeza a cola, observando la
integridad física y motriz, coloración, condición corporal, simetría, conformación, piel,
pelo, mucosas, orificios naturales, estructuras óseas, locomoción, comportamiento

52
individual y posturas corporales. Se debe asociar el olfato para identificar aromas, en
secreciones y excreciones, que caracterizan la piel, pelo, mucosas u orificios naturales.
Fig. Inspección de la conformación anatómica externa.

- Palpación:
La palpación es la sensación recibida por el tacto, informa de anomalías
proyectadas a la superficie del cuerpo. Se puede dividir en superficial y profunda, en
directa e indirecta. La técnica en la forma directa, indica que se deben apoyar las yemas
de los dedos ligeramente doblados y, si es necesario, hacerlo por varios segundos o
minutos, utilizar la mano o los nudillos. La temperatura cutánea también se puede percibir,
aplicando el dorso de la mano, comparando con otras áreas de la piel circunvecinas, para
evitar errores en la interpretación. En caso de utilizar guantes, se considera indirecta, como
se puede realizar en las cavidades bucal, vaginal o rectal. Se puede palpar consistencia,
sensibilidad, extensión, situación, forma, movilidad, temperatura, así como los cambios de
resistencia: blando, pastoso, firme, duro, fluctuante, o crepitante. Se puede presionar la
superficie corporal con la mano extendida o con el puño, con el fin de realizar contacto
profundo con órganos o estructuras más internas (palpación profunda) e inclusive
provocar movimientos bruscos de pendulación de órganos móviles como los abdominales
con el objeto de investigar su contenido, consistencia, tamaño o sensibilidad (sucución)
(Jackson y Cockcoft, 2002).

Fig. Palpación de ubre

53
- Percusión:
Con esta técnica se hace vibrar una región corporal por medio de golpes
producidos con la punta de los dedos (forma directa) o con el auxilio de un martillo clínico
y un plesímetro (forma indirecta). La calidad del sonido de rebote indica la consistencia,
dimensión e integridad anatómica estructura del órgano explorado. Existe una variante que
se usa frecuentemente en grandes especies (particularmente en bovinos), que consiste en
aplicar golpes cuidadosos y firmes con la ayuda de un martillo de cabeza grande de hule,
sobre regiones específicas del abdomen, evitando agresividad, con la intención de evaluar
la sensibilidad profunda de órganos adyacentes a la pared abdominal. Se recomienda
realizarla de preferencia en un lugar silencioso y considerar la fuerza y gentileza de la
percusión aplicada de acuerdo a la región corporal y al temperamento del paciente, con el
objeto de evitar daño o incomodidad al paciente y con esto mejorar su colaboración al
procedimiento de la investigación física. Sonidos a la percusión:

- Mate: De intensidad escasa y corta duración, producido al percutir porciones sólidas,


compactas y sin aire, como por ejemplo músculo cardíaco.
- Timpánico: Se produce en órganos huecos, provistos de gas con presión en sus paredes,
similar al que se escucha en un tambor y puede dar la impresión de sonido metálico
cuando la presión es muy intensa.
- Claro: Se produce en órganos huecos, con gas, pero a diferencia del anterior, no existe
presión variable, normalmente es constante. También le llaman resonante o como el caso
de los pulmones, se denomina sonido pulmonar.

Entre los sonidos mencionados se puede encontrar algunas variantes de su


significado diagnóstico, generalmente son mezclas y con facilidad por falta de experiencia
se pueden confundir, tales como: submate (las zonas de un estómago lleno de alimento
sólido) o subtimpánico (sonido de pequeñas cavidades de llenas aire como los alvéolos
pulmonares).

Fig. Percusión con martillo y plesímetro clínico.


- Auscultación:
Consiste en escuchar los sonidos producidos por la actividad normal de un
órgano, a fin de apreciar la calidad de su estado anatomo-funcional. Se puede realizar de
una forma directa o indirecta: en la primera se aplica el oído a la pared del cuerpo,
teniendo cuidado de si se trata de un animal sucio o con enfermedades de la piel, aplicar
un paño limpio antes de apoyar nuestra cabeza. Tiene la ventaja de que se puede usar en
cualquier momento, pero la desventaja de un acercamiento excesivo con los animales que
puede ser riesgoso para nuestra integridad física. El segundo o indirecto, utiliza el
estetoscopio o fonendoscopio, con su auxilio aislamos el sonido de una región específica,
no tenemos un contacto físico muy estrecho con los pacientes y podemos prácticamente
aplicarlo en cualquier sitio del cuerpo que deseemos, amplificando los sonidos.

54
Sonidos a la auscultación:

E xternos.
- Estertores: Sonido producido por una breve pero poderosa espiración a través de la nariz,
generalmente se asocia a inflamación de la mucosa nasal, irritación, acumulo de
secreciones (catarla o rinitis fibrinosa) o presencia de cuerpos extraños.
- Estornudos: Producido por una breve respiración y una violenta expulsión de aire que
arroja moco acuoso o denso, esto ocurre generalmente por irritación de la mucosa nasal,
acumulación de secreciones bronquiales o introducción de cuerpos extraños en la nariz.
- Tos: Expulsión violenta de aire por la apertura repentina de la glotis, se pueden presentar
una o más veces consecutivas o ataques paroxísticos, dependiendo de la causa (secreciones
bronquiales, polvo, cuerpos extraños, golpes en la tráquea, ejercicio exhaustivo, inhalación
de humo, inflamación pulmonar por infección o parasitismo, acompañados por enfisema o
pleuritis.
- Estenosis: Producido por constricción de las vías respiratorias anteriores (tráquea y
bronquios) durante la inspiración y espiración forzada, su resonancia varía de acuerdo al
sitio de localización y al tipo de secreción (seroso, fibrinoso, mucoso, purulento).
- Estenosis nasal: Producido por obstrucción mecánica del orificio nasal (moco, coagulo,
cuerpo extraño, parásitos, inflamación o tumor), lo cual provoca una inspiración y
espiración forzada, pudiendo ser uni o bilateral, acompañada de boqueo, disnea, con
respiración predominantemente abdominal.
- Estenosis faríngea: Produce sonidos vibratorios como estertores por constricción de la
faringe, acompañado frecuente mente con incremento de tamaño de los nódulos linfáticos
retrofaríngeos, cuerpos extraños, abscesos en la pared muscular o nódulos, parálisis
muscular faríngea y coma.
- Estenosis laríngea: Produce sonidos vibratorios en el cuello como gruñidos o rugidos,
puede ser causado por secreciones membranosas, inflamación, procesos necrótico
purulentos, edema de la mucosa laríngea, compresión por abscesos de tuberculosis o
actinomicosis.
- Estertores traqueales: Los sonidos se escuchan como ronroneo, lo cual se puede
provocar o incrementar al presionar la tráquea en la parte anterior o percusión con el
mango del martillo clínico, puede ser producido por inflamación de la mucosa o colapso de
anillos cartilaginosos traqueales.
- Gemido: Generalmente se presentan durante la espiración en animales con procesos
pulmonares inflamatorios, acompañados con enfisema, neumotórax, trauma de la pared
torácica o por dolor abdominal (timpanismo, reticulitis o reticulopericarditis traumática) y
también en forma normal se pueden escuchar en hembras durante la labor de parto
eutócico o distócico (Rosenberger, 1979).

Internos.
- Vesicular: Es el sonido normal del parénquima pulmonar en la parte más ancha del
órgano (porción dorsal), en el resto del campo se escuchan sonidos mixtos vesiculares y
bronquiales,
- Bronquial: El sonido normal, es de flujo tubular cavitario, que debe de ser claro, limpio y
sin arrastres.
- Murmullo: Sonido normal que se presenta generalmente por ligeras irritaciones de
bronquiolos por efecto de ambientes polvosos, muy fríos o muy calientes, sin una
patología específica presente, no considerándose de interés clínico.
- Crepitante: Sonido áspero de carácter patológico, que se escucha como roces
burbujeantes en enfisemas (similar a frote de papel celofán).

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- Roce: Sonido de carácter patológico, pueden ser secos o húmedos que se escucha como
frote de papel lija, burbujeo o arrastre de arena, común en pleuritis o pleura neumonías.
- Húmedo: Sonido de carácter patológico, que se escucha como efervescencia en los
bronquios por arrastre de contenido de secreciones acuosas o exudados fibrinosos,
generalmente asociado a edemas pulmonares, hemorragias recientes con sangre líquida,
bronconeumonía catarral incipiente o neumonía por aspiración.
- Sibilancia: Sonido de carácter patológico, que se escucha como un silbido generalmente
asociado a la espiración, por la estenosis de la luz bronquial con salida forzada del aire. Es
necesario evitar durante el apoyo del estetoscopio en la superficie corporal, arrastrar el
tambor por la piel, pues el pelo produce sonidos accesorios indeseables que interfieren con
la audibilidad de los sonidos de interés clínico.

Fig. Auscultación con estetoscopio.


- Olfación:
El registro de información por los órganos de los sentidos constituye un conjunto
indisoluble, durante la inspección, la palpación o la auscultación tenemos un contacto tan
estrecho con el paciente que resulta imposible evitar percibir diversos aromas u olores de
significado clínica. De una forma directa podemos identificar por la olfación a una hembra
de cualquier especie con metritis o piómetra abierta, en el brete durante la ordeña a una
vaca con aliento cetónico, diferenciar una diarrea infecciosa de una no infecciosa, un
alimento en descomposición o con alguna sustancia aromática indeseable. Esto nos indica,
como en el caso de todos los demás métodos propedéuticos que se necesita entrenar la
percepción para hacerla confiable y con la experiencia diferenciar lo normal de lo anormal
y guiar nuestro examen físico.

c) E xamen físico general (estado presente).


Iniciamos con la evaluación de la conducta del animal, postura, simetría corporal y
condición corporal. El examinamos el exterior corporal del paciente por medio de la
inspección, evaluando la condición de piel, pelo, faneras, orificios naturales, secreciones,
excreciones, nódulos linfáticos, postura, conducta individual y social, condición corporal,
simetría corporal muscular y esquelética. Se puede asociar la olfacción a la inspección para
mejorar la percepción de las anomalías que pudieran alterar la integridad anatomo-
funcional de los epitelios y cavidades corporales. Posteriormente continuamos con el
Trias, que incluye 1) frecuencia respiratoria, 2) pulso y 3) temperatura corporal), en
poligástricos podemos realizar además, la medición de la frecuencia ruminal (Rosenberger,
1979).

- Conductas individual y social:


La inspección nos brinda información esencial sobre la percepción y coordinación
sensorial y motriz del paciente, manifestaciones de cada individuo como una expresión del

56
bienestar orgánico y relación con su entorno. Podemos observar la conducta de descanso,
consumo de alimentos y agua, ante el clima prevalente en el momento del examen, la
reacción ante la presencia de personas u objetos diversos (huida y defensa), sexual, etc.,
considerando su temperamento habitual (agresivo, flemático o hiperactivo), para definir y
dimensionar los cambios patológicos como: apatía, excitabilidad, depresión, dolor,
incoordinación, parálisis, entre otras. Con respecto a la conducta social, observar su
reacción y tolerancia a individuos de su misma especie u otra diferente, incluyendo al ser
humano, al manejo cotidiano al que se le somete y a las instalaciones donde se le aloja. Es
importante señalar que, la observación del paciente se debe iniciar lo más lejos posible
para evitar que nuestra presencia modifique su conducta y después, debemos acercarnos
para evaluar las reacciones a nuestra presencia.

Fig. Conducta individual en consumo de Fig. Conducta social en pastoreo (grupo).


alimento.

- Postura:
Al igual que la observación de la conducta, es un examen que se realiza
inicialmente a distancia y después, dentro del área de percepción del animal. Cada especie
tiene una conducta postural definida que la característica, por ejemplo para caminar,
defecar u orinar, de cortejo para el apareamiento, comer, tomar agua, pararse, echarse,
equilibrio corporal, respirar, retozar y rumiar, entre otras. Las posturas no habituales o
diferentes, pueden indicar alteraciones de interés clínico, por ejemplo: encorvar la espalda
podría estar relacionada con dolor abdominal, tenesmo, anuria; abrir los codos, con
reticulitis traumática, pleuritis; extremidades abiertas, dificultad para mantener el
equilibrio; extremidades anteriores o posteriores ubicadas hacia el centro del cuerpo, dolor
en alguna pata. etc. En este momento se puede observar también la simetría corporal, o sea,
la morfología músculo esquelética y órganos pares del animal, calificando por
comparación consigo mismo o con otros animales del mismo grupo. Imaginariamente
dividimos el cuerpo del paciente por líneas sagital y transversal, para comprobar que cada
órgano es simétrico con su homólogo, el lado izquierdo con el derecho, la parte anterior
con la posterior (Blood y Henderson, 1986).

Fig. Apoyo en tres extremidades.

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- Condición corporal (estado nutricional).
El estado corporal de un animal varía de acuerdo a su especie, edad, sexo, preñes,
raza y función zootécnica, tiene un patrón zootécnico y médico considerado normal o
ideal, de este aspecto se determina lo que llamamos condición corporal, la cual
calificamos con la ayuda de una tabla que facilita y uniformiza el criterio de evaluación. Es
un criterio que trata de establecer una calificación del desarrollo muscular de un individuo,
en relación a la calidad y cantidad de la dieta que recibe. Para tal efecto, se observan las
masas más evidentes como son: cuello, hombros, espalda y piernas, nos podemos apoyar
en estándares de la especie, de acuerdo a su edad, sexo, estado fisiológico y función
zootécnica. Existen varias clasificaciones publicadas, pero para efectos de prácticos y
homogenizar criterios, se pueden utilizar cinco grados, como se muestra a continuación:

1) M ala. Animal con severa depresión de la musculatura de la base de la cola (grupa), muy
pobre masa muscular de cuello, hombros, costillar, espalda, cadera y piernas.

2) Regular. Animal con depresión de la musculatura de la base de la cola (grupa),


reducida masa muscular de cuello, hombros, costillar, espalda, cadera y piernas.

3) Buena. Animal de cuerpo anguloso, con mínima depresión de la musculatura de la base


de la cola (grupa), masa muscular suficiente para cubrir los huesos de cuello, hombros,
costillar, espalda, cadera y piernas.

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4) M uy Buena. Animal con la musculatura turgente de la base de la cola (grupa), masa
muscular de cuello, hombros, costillar, espalda, cadera y piernas muy bien desarrollada.
Cuerpo con aspecto redondo.

5) Obeso. Animal con la musculatura de la base de la cola (grupa) exuberante, excesiva


acumulación de grasa corporal, exuberante masa muscular de cuello, hombros, costillar,
espalda, cadera y piernas. Cuerpo con excesivo acumulo de grasa corporal.

- Simetría corporal.
De la misma forma, la simetría del cuerpo de los animales tiene un patrón
característico que debemos conocer para evaluar y reconocer los cambios que pudieran
asociarse a una patología determinada. Por ejemplo, la circunferencia del vientre de un
bovino adulto es ovalada con ligera protuberancia más evidente del lado izquierdo, debido
a la presencia del rumen, sin embargo, esta forma varía de manera normal debido al nivel
de repleción del órgano y más todavía cuando se produce una acumulación patológica de
gases o líquidos (timpanismo gaseoso o espumoso) o dislocación de alguna de las
cavidades gástricas. De igual manera hay que considerar que variará en una hembra
normal durante la gestación debido al crecimiento del feto y el incremento de líquidos en
las membranas fetales.
Pero también, por ejemplo, habrá cambios visibles entre otros casos, por fractura de
costillas, ruptura de la pared muscular del tórax (hernia), donde el paciente puede mostrar
una anormal depresión o protuberancia en su superficie. De igual manera, por la presencia
de un absceso situado en piel, tejido celular subcutáneo o en masa muscular superficial en
cualquier región corporal visible, mostraría una protuberancia anormal, hallazgos que nos
pudieran señalar la posible causa o efecto de un traumatismo, infección o penetración de
un cuerpo extraño, entre otras agresiones (Blood y Henderson, 1986).

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Fig. Abdomen prominente del lado
derecho por gestación.

-T rías (signos vitales):


Se recomienda sea el primer contacto físico con el paciente para evitar dentro de lo
posible alterar la conducta y los signos vitales, conservando la confiabilidad de los datos
obtenidos. La medición de los valores fisiológicos de la Frecuencia Respiratoria (FR), el
Pulso (P) y la Temperatura Rectal (TR), se utilizan con el objeto de hacer una evaluación
muy general del equilibrio orgánico del paciente. Son valores vitales, por lo tanto su
modificación puede indicar la presencia de un esfuerzo extremo o una patología por
ejemplo: en un corral sin sombra, los animales están expuestos a la radiación solar en las
horas críticas del día, por lo tanto el cuerpo incrementa su temperatura (hipertermia) por
absorción ambiental de excesiva radiación calórica.
Para conservar la homeostasis, el sistema termorregulador, activa los mecanismos
de pérdida de calor emergentes, para enviar el calor excesivo, que la sangre ha recogido del
cuerpo, hacia los pulmones para eliminarlo al medio externo, induciendo un incremento de
la presión sanguínea, el pulso y la frecuencia respiratoria. Esta reacción también la vamos
a encontrar en presencia de una infección, los gérmenes pirógenos (causantes de fiebre)
generalmente induce la elevación de la temperatura corporal, como un mecanismo
defensivo, con el objeto de dificultar la vida y reproducción de los gérmenes dentro del
organismo, provocando de la misma manera que el caso anterior, alteración del pulso y la
frecuencia respiratoria (Amstutz, 1980).

1) F recuencia respiratoria:
Los movimientos respiratorios en un animal sano o enfermo se pueden observar a
distancia, sin alterar su conducta o comportamiento, inspeccionado principalmente los
flancos o costillares. La frecuencia de los movimientos respiratorios (FR), se registra por el
número de inspiraciones o espiraciones por minuto. También nos podemos apoyar en el
estetoscopio, auscultando la pared torácica, o con un espejo colocado frente a los ollares
del paciente, donde se verá el sombra de vapor que deja el aire espirado cada vez que se
repite el ciclo respiratorio (inspiración-pausa-espiración). En general se consideran como
valores referenciales normales en bovinos adultos una frecuencia de 15 a 35 movimientos
por minuto y en becerros, de 20 a 50 por minuto. Hay que considerara con mucha atención,
que la frecuencia puede variar por muchas causas, por ejemplo hora del día, gestación,
reciente consumo de alimentos, temperatura o humedad ambiente o deshidratación.

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Fig. Medición de la FR. por Fig. Medición de la frecuencia respiratoria por
auscultación. exhalación.

El incremento o reducción de la frecuencia (polipnea u oligopnea), ritmo o


intensidad de los movimientos respiratorios puede indicar un proceso patológico que se
debe investigar con detenimiento para deducir si es producto de una alteración primaria del
tracto respiratorio o es reflejo de una alteración en un órgano o sistema ajeno, sin olvidar
que no existe ningún cambio en el medio interno del cuerpo que se pueda aislar, o sea,
todos tiene relación anatómica o funcional.

2) Pulso:
A la onda de expansión de la pared arterial provocada por el paso de un volumen
determinado de sangre, se le denomina pulso (P). Con motivo del examen físico, se
prefiere medir y evaluar la calidad del pulso en las arterias más superficiales del cuerpo,
como, la rama mandibular interna o externa de la arteria facial, la medial en la porción
frontal del brazo, la femoral en la cara interna superior del muslo o la coccígea en la cara
inferior de la cola en el tercio superior. La medición la efectuamos por palpación,
apoyando la punta del dedo medio o índice sobre la pared superficial del vaso. En general,
se consideran como valores referenciales normales en toros adultos pesados una frecuencia
de 60 a 70 pulsaciones por minuto, en vacas adultas 60 a 90, en novillos 70 a 90, en
vaquillas (primer parto) 65 a 80 y becerros no destetados 90 a110.
El pulso al igual que la respiración puede variar por diversas causas como por
ejemplo, gestación, calor o frío, altitud, repleción estomacal, deshidratación, anemia,
ejercicio o estado de alarma, entre otras. Generalmente la frecuencia del pulso y la
frecuencia del latido cardíaco son la misma, sin embargo pueden ocurrir diferencias como
pulso lento en presencia de contracción ventricular débil, insuficiencia cardiaca o en
extrasístole. Cualquier desviación notable de la frecuencia del pulso implica una alteración
de la salud del paciente, haciendo indispensable un examen especial minucioso del sistema
cardiovascular. Para su evaluación se puede usar la palabra nemotécnica FIRDA, que está
formada por las letras iniciales de los elementos a examinar: frecuencia, intensidad, ritmo,
delimitación y amplitud.

Fig. Medición del pulso en arteria facial.

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3) Temperatura rectal:
Se evalúa con la ayuda del termómetro clínico, que para medicina veterinaria
tienen una escala de 42 a 43 grados centígrados (°), la temperatura corporal se mide por
vía rectal (TR) en todas las especies animales, teniendo la precaución de colocar la
punta que contiene el mercurio hacia un lado para permitir que entre en contacto con la
pared intestinal y no quede atrapado en el bolo fecal, pues esto provocaría error en la
lectura, ya que se reduciría aproximadamente en medio grado (Amstutz, 1980).

Fig. Medición de la temperatura rectal.

Investigación clínica de la F ieb re:

a) E xamen clínico.
El primer paso para investigar fiebre de origen desconocido, es hacer una reseña
completa de los antecedentes históricos (anamnesis) y detallar el examen físico
minucioso, iniciando por las trias y continuando por cada órgano y sistema corporal.
Cuando los signos son vagos, no se debe pasar por alto ningún sistema, intentando
localizar áreas o zonas de dolor (inflamación o lesión), cambio de temperatura,
volumen, aspecto, alteración motriz o de la sensibilidad (Amstutz, 1980).

b) E xamen generales de laboratorio.


Pruebas en sangre:
- Hemograma (formulas roja y blanca)
- Proteínas séricas (Fibrinógeno, albúmina, globulinas y su relación)
- General de orina
- Perfiles hepático y renal (enzimas).

La fieb re es un signo clínico constantemente encontrado en las enfermedades


provocadas por microorganismos patógenos, ya que es causada por las toxinas o los
productos de la degradación de los tejidos dañados del paciente, por lo tanto, el proceso
febril, actúa como una alarma inmunológica o mecanismo físico limitante de la
reproducción microbial. El ascenso de la temperatura se regula por medio de
mecanismos de retroalimentación negativa, de modo que raras veces la fiebre supera 41º
C, pero en ciertos estados hipertérmicos (febriles), como serían el golpe de calor o la
hipertermia maligna por anestesia, el mecanismo de control central deja de funcionar y
la temperatura puede alcanzar niveles letales. En estudios recientes, se ha encontrado
que incluso de los exudados inflamatorios estériles, se puede extraer material capaz de
inducir fiebre (pirógeno) al inocularlo a otro animal, por ser reconocido por el
organismo receptor como material extraño al mismo. El estudio fisiopatológico de la
termorregulación, utilizando los métodos y las herramientas clínicas físicas y
bioquímicas, permite entender e interpretar los mecanismos patológicos sobre los que se

62
basa el diagnóstico de las diversas enfermedades de los animales domésticos y la toma
racional de decisiones terapéuticas para su resolución (Smith, 2002).

- E xploración de piel, pelo, mucosas, orificios naturales y linfonodos.


a) Piel:
En la piel se superponen dos capas: una cubierta superficial de tejido escamoso
estratificado (epidermis) y una capa más profunda de tejido conectivo denso, de
conformación irregular (dermis o corion). En la dermis se encuentran arterias, venas,
capilares, linfáticos, fibras nerviosas, folículos pilosos, glándulas sudoríparas y sebáceas,
así como los músculos erectores. La hipodermis se encuentra bajo la dermis, la que permite
el deslizamiento de la piel. Las funciones principales de la piel son: protección o limitación
de la pérdida de agua, protección mecánica contra agentes nocivos físicos y químicos,
participación en los mecanismos termorreguladores, sensibilidad, secreción de sudor y
sebo. Aquí se deben considerar la exploración de los orificios naturales de nariz, ojos,
boca, oídos externos, prepucio, vagina y de las faneras o partes córneas de la piel como:
cuernos, pezuñas, cascos y espejuelos en el equino. Se evalúa su consistencia, integridad,
color, aroma, forma y su desarrollo por edad.

Fig. Lesión necrótica en la piel de la ubre. Fig. Erosión de la piel.

b) Pelo:
Se debe considerar la especie, raza, nutrición, clima y los cuidados de limpieza e
higiene que se proporcionen al animal. En condiciones normales el pelo debe ser liso y
aplanado sobre la superficie de la piel, brillante y elástico. Con los cambios de estación
durante el año se produce fisiológicamente muda de pelo (primavera e invierno). El
erizamiento transitorio del pelo es una reacción nerviosa propia de los estados emocionales
de alarma ligada a la liberación de adrenalina (excitación, miedo, cólera, etc.),
presentándose durante procesos espasmódicos (escalofríos), fiebre y urticarias.

Fig. 3. Aspecto de la condición de piel y pelo Fig. 4. Aspecto de la lesión de piel y pelo

63
La despigmentación del pelo en ciertas zonas puede deberse a: deficiencias
nutricionales, parasitismo, deficiencias de cobre en la dieta o exceso de molibdeno. El pelo
hirsuto se aprecia áspero, de color mate y seco, principalmente por deficiencias
nutricionales y parasitismo. En ocasiones, el pelo se aprecia frágil (tricorrexis), o pequeñas
hinchazones irregulares (tricorrexis nudosa), donde generalmente tiende a romperse, esto
puede deberse a trastornos metabólicos o tóxicos.

c) M ucosas visibles:
En los animales saludables la mucosa palpebral (párpados), membrana nictitante
(tercer párpado), del hocico, orificios nasales, boca, lengua, anal, vagina y prepucio, se
deben notar a la inspección brillantes, turgentes, húmedas, suaves, íntegras y de color
rosado pálido. Los cambios de color como por ejemplo: amarillo (ictérico) por trastornos
hepáticos o por intensa destrucción de glóbulos rojos; azul (cianótico) por trastornos de
ventilación pulmonar; rojo azuloso (congestión) por intoxicación que interfieren en la
unión del oxígeno con la hemoglobina y blanco (anémico) por reducción de la cuenta total
de eritrocitos. Con respecto a su integridad se inspecciona la presencia de úlceras, pústulas,
heridas, erosiones, costras, cicatrices o hemorragias (Smith, 2002).

Fig. 5. Mucosa palpebral Fig. 6. Mucosas labios y encías.

d) Linfonodos:
Se procede a comprobar su elasticidad (grado de hidratación) e integridad
(edemas, hematomas, nodulaciones o enfisemas), palpando además, las estructuras anexas
como son los vasos sanguíneos superficiales y especialmente los ganglios linfáticos. Los
principales ganglios externos palpables son: en cabeza submaxilar, parotídeos y retro
faríngeos; cuello y tórax preescapulares (en pequeñas especies los axilares); abdomen los
subilíacos o precrurales; en testículos los escrotales y en ubre los supramamários o
retromamários (especies pequeñas los poplíteos). Por palpación rectal en grandes especies
los mesentéricos y en la bifurcación de la aorta los ilíacos internos (Fig. 1).

Se evalúa a la palpación de ganglios: tamaño, movilidad, textura, conformación,


sensibilidad y temperatura.

1 2 4
2

64
Fig. 4. Principales nódulos linfáticos del bovino para la exploración clínica.
1) Parotídeo, 2) Retrofaríngeo, 3) Mandibular, 4) Pre escapular, 5) Sub Ilíaco, 6) Supramamario,
7) Poplíteo.

Fig. Palpación de los linfonódulos Fig. Palpación de linfonódulos Fig. . Palpación de linfonódulos
Parotídeos. Preescapulares. Subilíacos.

PR U E B AS B ÁSI C AS D E L A B O R A T O R I O C L Í N I C O .

Sangre:
- O btención, conservación, envío de muestras y examen.
Los bovinos tienen aproximadamente un volumen sanguíneo del 7% del peso corporal, en
recién nacidos es relativamente más alto (115 ml/kg) que incluye un volumen plasmático
de 35 a 45 ml/kg.

Sitios para venopunción:


- Bovinos: vena yugular, vena caudal, vena mamaria, vena auricular.
- Equinos: venas yugular y digital
- Ovinos y caprinos: venas yugular, caudal, auricular.
- Porcinos: venas yugular, caudal, auricular, cava anterior.
- Caninos y felinos: venas yugular, safena, radial, cava anterior.
- Aves: venas radial, digital, cava anterior, punción de crestas y barbillas.
- Animales de laboratorio: venas caudal, seno conjuntival, cava anterior y corazón.
(Benjamin, 1988).

Se deben tomar las siguientes precauciones para evitar la hemólisis de las muestras
de sangre:

- Evitar agujas y/o jeringas húmedas


- Evitar vaciar bruscamente la muestra a través de la jeringa
- Evitar el calentamiento de la muestra. Las muestras de sangre deberán conservarse
siempre en refrigeración (4 a 7° C) y evitar el manejo brusco para impedir la hemólisis de
la muestra.

65
Fig. 8. Venopunción yugular en bovino Fig. 9. Venopunción coccígea en bovino.

Fig. 10. Equipo Vacutainer para venopunción

- Biometría hemática.
Pueden ocurrir cambios en diversas circunstancias, por ejemplo: cuando hay
hemorragias agudas o crónicas, deshidratación, reacciones alérgicas o infecciones
(bacterianas, virales o parasitarias). La detección de muchos cambios patológicos, así
como el estudio de la función normal del organismo a través de la sangre, es posible
realizarlo con la caracterización y cuantificación de sus componentes celulares y
bioquímicos. La biometría hemática nos permite evaluar: oxigenación celular, actividad
de las defensas celulares y humorales, hidratación, intoxicaciones y la función de los
órganos hematopoyéticos, entre otros.
Para hacer el estudio se elabora un frotis de sangre, en el cual se coloca en un
extremo del portaobjetos una pequeña gota de sangre. Se lleva un portaobjetos extensor en
un ángulo aproximado de 30 grados hasta que entre en contacto con la gota de sangre e
inmediatamente se corre este portaobjetos extensor en dirección contraria, lo que permitirá
así la extensión del frotis. Se debe procurar no realizar un frotis de sangre demasiado
grueso y este no debe tocar los extremos del portaobjetos, ya que en caso contrario se
dificultará su examen. En los eritrocitos hay que observar el tamaño, la forma, la reacción
a la coloración, las inclusiones intracitoplasmáticas y si existe o no la presencia de núcleo,
sobre todo cuando se estudian los eritrocitos de mamíferos.
En los leucocitos se examina el tipo de madurez y se estudia todas las
anormalidades del núcleo y del citoplasma. En general se localizan cinco tipos diferentes
de leucocitos en la sangre, esto son los del grupo de los granulocitos y los del grupo de los
agranulocitos. En el primer grupo tenemos a: los neutrófilos, los eosinófilos y los basófilos,
en el segundo grupo están los linfocitos y los monocitos. Los neutrófilos poseen una vida
máxima de 14 días en la circulación general y participan en la fagocitosis de bacterias
principalmente. El citoplasma de los neutrófilos es incoloro o se tiñe de un rosa muy pálido
y muestra una serie de gránulos dispersos en esta estructura. Su núcleo se tiñe de azul o
violeta oscuro y se encuentra dividido en lóbulos, generalmente hasta cinco.

66
Para contar los eritrocitos o los leucocitos, se utiliza un hemocitómetro o cámara
de Neubawer, en esta cámara encontramos un área rayada que esta diseñada para
facilitar el conteo de los dos tipos de glóbulos sanguíneos. Cabe mencionar que la
profundidad de esta cámara una vez armada es de 0.1 mm. En la actualidad existen
equipos automatizados que pueden hacer este conteo de células sanguíneas en un tiempo
muy corto y con resultados confiables. Para el caso de los eritrocitos, su valor nos indica
patrones de policitemia que pueden relacionarse con algún proceso que involucra la
deshidratación del animal y por otro lado nos acusa la presencia de anemia. La cifra
normal de referencia para eritrocitos en el ganado bovino es de 5 a 10 millones de
eritrocitos por mm3. Conocer el número de leucocitos en el paciente nos refiere a
situaciones en las cuales el animal presenta algún problema de inmunosupresión, que es
el caso para las leucopenias, que están asociadas a las enfermedades virales, o en otro
caso a algún tipo de infección, como sucede en las leucocitosis. Estas últimas pueden
ser originadas por bacterias o parásitos. La cifra de referencia para el caso de los
bovinos es de 4 mil a 12 mil leucocitos por mm3 (Shalm, 2006).

Fig. Fig.

Valores de referencia para ganado adulto:


x No. de eritrocitos 5 a 8 millones/mm3
x Hemoglobina (Hb) 8 a 12 g/100 ml
x Hematocrito (Ht) 30 a 40%
x Volumen globular medio (VGM) DȝP
x Concentración media de
Hemoglobina globular (CMHG) 26 a 34%

x No. de Leucocitos 5 a 10 mil/mm3


x Linfocitos
x Eosinófilos
x Basófilos
x Neutrófilos segmentados
x Neutrófilos no segmentados

67
E xcremento (coproparasitoscópico).

- Obtención, conservación, envío de muestras y examen.


Las muestras deberán estar libres de contaminantes físicos, empleando siempre que
sea posible la toma de muestras frescas directamente del recto del animal; se deben evitar
muestras de materia fecal vieja que presente deshidratación pues ello dificulta la
suspensión en los líquidos de diagnóstico, cambiando además la estructura propia o fase
evolutiva del huevecillo e interfiriendo en el diagnóstico (Rodríguez et al., 1994). El
número de animales a muestrear varía de acuerdo a las características de la población y al
tipo de estudio a realizar. Con las variables controladas se determina estadísticamente el
tamaño de muestra, conociéndose de antemano las pruebas estadísticas para su análisis,
sobre todo cuando se intente hacer estudios epidemiológicos. Para el diagnóstico
parasitario de un grupo de animales se recomienda obtener una muestra representativa de
la población, considerando los distintos estratos en que se divide dicho grupo de animales,
como es la edad, estado reproductivo, tipo de explotación, etc.
Las muestras deberán ser enviadas en frascos de vidrio o bolsas de polietileno
selladas y debidamente identificadas; procurar refrigerar las muestras o agregar una
solución de formaldehído al 5% (4 partes de heces por 1 de formol), para evitar su
descomposición cuando no vayan a ser analizadas en corto tiempo (Rodríguez, et al .,
1994).

Fig.9. colección de materia fecal directo del recto.

O rina (examen general).

- O btención, conservación, envío de muestras y examen.


Un bovino puede orinar 5 o 6 veces al día, eliminando un volumen aproximado
de 6 a 12 litros, considerando que debería ser un promedio de 1 ml./kg./hr. Se puede
colectar en el momento espontáneo de orinar, en forma inducida por estimulación de
vulva, perineo, prepucio o por masaje rectal, sin embargo, muchas muestras pueden
contaminarse y no servir para algunos exámenes como por ejemplo bacteriológicos,
consecuentemente, se deberán tomar por cateterización o por punción vesical, previo
lavado y desinfección vaginal para no provocar problemas colaterales. A la orina se le
deben hacer evaluaciones físicas, químicas y microscópicas, es conveniente contar con
un especulo vaginal, para facilitar la cateterización y no lastimar al paciente, pues esto
puede introducir contaminantes como sangre que conduciría a una interpretación
errónea de los resultados del análisis.

68
Fig. 10. Colección de orina por estimulación manual
en el macho bovino.

En el examen físico se evalúa, el color, el aroma, la viscosidad y la transparencia


de la orina, la cual debe tener normalmente una densidad de 1.020 a 1.040 y un pH
(concentración de iones hidrógeno) de 7.0 a 8.0, los cambios por debajo de estos valores
pueden indicar infección bacteriana y por encima, trastornos alimentarios por ejemplo
exceso de proteínas en la dieta o metabólicos como acumulación de cuerpos cetónicos o
acidosis láctica del rumen. En el químico, esto puede requerir en algunas ocasiones de
recolección de la orina hasta por 24 hrs. dependiendo de cual elemento se quiera medir.
Los componentes que normalmente se evalúan son presencia de proteínas,
hemoglobina, mioglobina, cuerpos cetónicos, pigmentos biliares, minerales, glucosa y
tóxicos. Por último en el examen microscópico, se buscan sedimentos, células del
propio tracto, leucocitos, eritrocitos, bacterias y cristales de diversas sales (fosfatos,
ácido úrico, carbonato de calcio, etc.). En campo, es muy útil analizar la orina con la
ayuda de tiras reactivas elaboradas para este fin, las cuales pueden medir diferentes
componentes de la orina (Benjamín, 1988).

69
C A PÍ T U L O I V
PL A N I N I C I A L
MVZ. Esp. Cert. Eduardo M. Sierra Lira, M en C.

E xamen físico por órgano, aparato y sistema.

a). Examen del sistema nervioso.


El sistema nervioso, involucra a todos los órganos de la economía corporal, se
encuentra dividido en dos grandes secciones: sistema nervioso central y sistema periférico.
El primero, incluye el encéfalo y médula espinal, están recubiertos por el cráneo y la
columna vertebral, e internamente por las meninges, por lo que no es fácil el acceso para
un examen clínico directo. El segundo sistema incluye los nervios craneales y espinales,
sus ganglios y órganos terminales. Desde el punto de vista funcional se divide en nervioso
autónomo y nervioso voluntario (relación de la vida); el autónomo (visceral) a su vez se
divide en sistema simpático (toracolumbar) y sistema parasimpático (cráneo sacro) y su
función es mantener el medio interno orgánico dentro de límites bien definidos. No se trata
de dos sistemas de inervación distintos, al contrario el sistema nervioso autónomo y el
voluntario se unen en su porción central y se dividen en la periferia por sus funciones. Por
lo tanto es indispensable una observación minuciosa del comportamiento y de la postura
del paciente, donde podemos encontrar alteraciones por disminución, incremento o
anormalidad del sensorio o de la motricidad (Green, 1972).

- Comportamiento normal:
El mundo interno del animal, sentimientos y pensamientos, no son desconocidos.
Se sabe que manifiestan malestar o bienestar, juega, elige, medita, y muchos sentimientos
humanos como miedo, alegría, cariño, etc., no le son del todo extraños. El componente
psíquico del animal, contrario a lo que ocurre en el hombre, se forma de manera muy
simple, limitándose a aquellas sensaciones que aseguran el normal desarrollo de una
mínima capacidad de discernimiento (juicio por cuyo medio se percibe y declara la
diferencia entre las cosas). Si los animales se comportan bajo diferentes condiciones de
vida en forma adecuada, se debe, por una parte, a la acción de los hábitos e inclinaciones
(por excitaciones externas o internas, secreciones internas, catabolitos, hambre, celo y
estímulos nerviosos) y, por otra parte, a los instintos, que son la capacidad de efectuar
determinados movimientos con la ayuda de mecanismos heredados, aun sin intervención
de la conciencia y sin necesidad de aprendizaje, cuando las condiciones externas son
adecuadas.

- Comportamiento anormal:
Los trastornos se manifiestan por reacciones anormales del animal frente a
circunstancias ambientales corrientes como comida, bebida, ordeño, cepillado, echar la
cama, comportamiento del personal, compañeros del establo o de pastoreo, frente a las
moscas, etc. Las variaciones de la conducta se expresan porque el paciente reacciona con
mayor o menor intensidad ante estos fenómenos. La excitación (aumento de la
irritabilidad) se caracteriza por agitación, intranquilidad, miedo, agresividad, incremento
de los movimientos de defensa, motilidad más vigorosa de ojos y orejas, y en casos graves
por vocalizaciones, ataques de furia, espasmos por causas insignificantes o hasta sin
motivo visible. La depresión (irritabilidad disminuida) se manifiesta por desgano en los
movimientos, aislamiento, inapetencia, permanencia en pie o echado con la cabeza caída y

70
la mirada fija sin brillo, sin mover las orejas o sin defenderse de las moscas, y según el
grado de signos, puede distinguirse apatía, somnolencia o coma (todas las funciones
abolidas excepto la respiración y circulación) (Ford, 1992).

- Postura:
Es el resultado de la acción conjunta de huesos, articulaciones, músculos,
ligamentos, tendones, vasos sanguíneos y nervios. El sistema nervioso posee a nivel
central y en el oído medio dispositivos que le permiten al animal la percepción espacial de
su cuerpo, o sea, en que posición se encuentra de acuerdo al terreno que ocupa. Las
extremidades están provistas de sensores que se denominan propioceptores, los cuales
informan al cerebro de la postura y la fatiga de los tejidos blandos que soportan la
suspensión ósea. El oído medio, informa del equilibrio del cuerpo con respecto al
horizonte visual del animal, es decir si el apoyo es simétrico, si se encuentra de pie o de
cabeza, postrado en su costado derecho o izquierdo. La inspección de la postura se realiza
con el animal parado, caminando, echado e incorporándose, nos permite detectar una
posición corporal anormal, es decir, si apoya más una extremidad que otra, si cambia el
perfil del dorso por modificación de la posición de cabeza, cuello, columna vertebral,
hombros o cadera. Los animales cuadrúpedos deben apoyar en el suelo uniformemente las
cuatro extremidades, manteniendo una abertura entre las patas, suficiente para equilibrar su
apoyo; la cabeza, cuello, columna vertebral, hombros y cadera deben estar alineados con
respecto a un eje longitudinal cráneo caudal y por último, se debe inspeccionar el aplomo
de las extremidades.
Por ejemplo podemos identificar como posturas anormales: cabeza y cuello girados
hacia un costado, tal como sucede en hipocalcemia de la vaca lechera; cabeza y cuello
extendidos hacia delante con protrusión de la lengua, tal y como sucede en
pleuroneumonías; extremidad anterior posicionada hacia dentro del eje longitudinal del
cuerpo descansando el peso corporal en cruzada sobre la otra extremidad, por fractura de la
tercera falange; Columna vertebral encorvada (xifosi o lordosis) por dolor abdominal por
reticulitis traumática; codos abiertos para aliviar la presión torácica en casos de
reticulopericarditis traumática; animales sentados con las extremidades posteriores abiertas
hacia los lados, por lesión de columna lumbar o sacra. También son patológicos los
arqueamientos hacia adentro o fuera de los huesos largos de las extremidades, así como el
abultamiento de las articulaciones, ambos casos producen acortamiento de la longitud y
por lo tanto el cuerpo adopta una postura de anormal (Rosenberger, 1979).

- E xploración ósea.
C ráneo:
Se realiza la inspección de la forma y volumen del conjunto, debiéndose comparar
con el lado opuesto (simetría); en la palpación, la temperatura de la piel, presencia de de
líquidos acumulados (sangre, pus o plasma), pérdida de la integridad de los huesos del
cráneo o presencia de masas tumorales; en la percusión, sensibilidad (dolor) e integridad
de los órganos tubulares o cavidades incluidas en su estructura, al cambiar los sonidos
normales (timpánicos) por sonidos de diversa tonalidad dependiendo de la patología (mate,
semi mate, semi timpánico, etc.)

Columna vertebral:
Se inspecciona con el animal en pie, iniciando por la región cervical, considerando
su conformación, alineación latero-lateral (simetría) y ventro-dorsal, continuando en tórax
y lumbares (lordosis, xifosis o escoliosis); en la palpación, se revisan las apófisis
espinosas, transversas, cuerpos vertebrales, su movilidad y sensibilidad. Las regiones

71
sacras y lumbar, se pueden explorar por vía rectal, palpando si hay separaciones óseas
(dislocaciones), abultamientos y dolor, además se pueden investigar la presencia de
crepitaciones óseas (fracturas), rigidez de la columna (osificaciones, calcificación de los
discos, protrusión de discos intervertebrales), flacidez o espasmo muscular espinal,
espondilitis y tétanos, entre otros.

Tórax y cadera:
Se debe inspeccionar y palpar la integridad de la pared torácica, considerando
costillas, sus articulaciones y músculos intercostales, con lo cual podemos identificar
hernias, fracturas expuestas y no expuestas, cuidando observar heridas con relación a
neumotórax abierto o cerrado, deformaciones debidas a deficiencias nutricionales o
alteraciones genéticas. Es un complemento a la exploración de los órganos respiratorios,
cardiovasculares y digestivos.
Con respecto a la cadera, hay que evaluar la integridad y simetría del cinturón pélvico y las
crestas coxales, donde es común encontrar fracturas por traumatismos, cuando el daño se
encuentra en las ramas del íleon generalmente produce deformación del canal del parto lo
cual de acuerdo a su severidad, podría incapacitar a una hembra para el parto eutócico.
Pero si el daño se encuentra en las tuberosidades coxales, no afectan el canal óseo, pero se
evidencia una asimetría en la grupa del animal Jackson y Cockcroft, 2002).

- Sensibilidad al dolor.
La sensibilidad de la piel al dolor varía según las regiones, son muy sensibles:
labios, nariz, dedos, piel del espacio interdigital, axila, cara interna del muslo, ano,
párpados, glándula mamaria y prepucio.

La exploración de la sensibilidad superficial y profunda, se realiza después de


taparle los ojos, picando con un con un objeto de extremo romo o agudo (alfiler, pluma,
lápiz, etc.) o por palpación con presión moderada, percutiendo, comprimiendo. Se
consideran signos de reacciones dolorosas los sonidos como los gemidos, gruñidos y
quejidos o los movimientos acompañados de mirada hacia el lado doloroso, cuando no se
cubren los ojos. El dolor más intenso se acompaña de reacciones de defensa y ataque como
huida, mordidas o patadas. Las reacciones dolorosas muy intensas se manifiestan
incomodidad extremas acompañadas por polipnea, taquicardia, sudoración, dilatación
pupilar.

Sensibilidad térmica:
Tiene escasa significancia, porque los animales responden a los estímulos térmicos
como a los dolorosos. Se explora aplicando primero objetos calientes y luego fríos,
respondiendo a estímulos muy dolorosos, cuidando que no dañe al animal la temperatura
de los instrumentos.

Sensibilidad táctil:
Los animales no reaccionan a estímulos de contacto si no hay dolor, aunque
dependiendo de la zona del contacto y del temperamento característico, pues de manera
normal ellos pueden producir movimientos vibratorios de la piel (paniculación) como
respuesta al tacto (Cunningham, 1999).

72
Reflejos:
Un reflejo es la actividad inmediata e involuntaria inducida en un músculo o
glándula, en respuesta a un estímulo. La actividad puede estar ausente, disminuida o
exagerada. Un reflejo está disminuido o ausente cuando el órgano efector está dañado. Los
reflejos están exagerados cuando no actúa la acción inhibidora del cerebro o del
hipotálamo, o cuando está excitado el arco reflejo o su centro. Los reflejos pueden
dividirse en tres grupos: reflejos superficiales, relacionados principalmente con la
protección de las superficies corporales; reflejos profundos, localizados en tendones,
músculos y articulaciones que intervienen en la mecánica del equilibrio y locomoción;
reflejos orgánicos, relacionados con las funciones fisiológicas de la nutrición, cuya
detección no es posible desde un punto de vista clínico.

Reflejos superficiales:
1. Reflejo corneal: Al tocar con suavidad y de improviso la córnea, se produce una
protusión de la membrana nictitante y oclusión enérgica de los párpados. Los
nervios que lo generan son las fibras sensoriales de la rama oftálmica del quinto par
craneal y de las fibras sensoriales
2. Reflejo pupilar: Es la dilatación o contracción de la pupila mediante un estímulo
luminoso. Los nervios interesados son el segundo y el tercer par craneal.
3. Reflejo del dorso: Consiste en una flexión del dorso cuando se pellizca la piel
(pruebe de la cruz).
4. Reflejo perineal : Es una contracción de la musculatura perineal, producido al
pellizcar los pliegues cutáneos de esa región.

Reflejos profundos:
1. Reflejo patelar: Sólo es posible si el animal está echado y se investiga al golpear el
tendón rotuliano.
2. Reflejo tarsiano: Con el animal echado y flexionado del miembro, al golpear el
tendón de Aquiles se produce la contracción vigorosa del músculo gastrocnemio
(Macbryde y Black, 1975).

- E xploración neurológica:
La exploración neurológica sistemática descrita a continuación, se basa en la
investigación de la actividad refleja, es decir, en las respuestas obligadas. Dicha actividad
depende de la integridad de conducción del estímulo en las vías aferente y eferente del arco
reflejo, y de las neuronas internunciales.

Síndrome de nervio cerebral:

I. O lfatório. En su afección faltan los movimientos de defensa al soplar humo en la nariz o


al exponer la nariz a olores fuertes o irritantes.

I I. Nervio óptico. La ceguera es el signo más importante. Se atrae la atención del animal
moviendo un objeto blanco como un pañuelo o dejando caer pequeños trozos de algodón
delante del paciente. El campo visual derecho está representado en la corteza cerebral del
hemisferio izquierdo y viceversa.

I II. Nervio oculomotor. Inerva tres grupos principales de músculos: a) inervación del
músculo elevador del párpado, su parálisis produce una ptosis (incapacidad para elevar el
párpado); b) debido a que inerva los músculos externos del ojo su parálisis restringe los

73
movimientos del ojo hacia abajo y hacia afuera; c) su parálisis afecta a la contracción
pupilar, la prueba se realiza mediante el reflejo luminoso: se tapa el ojo algún tiempo y se
ve la contracción al destaparlo.

I V. Nervio patético. Este nervio lleva los impulsos al músculo oblicuo superior del ojo; su
parálisis imposibilita los movimientos del globo ocular hacia abajo, con lo cual el ojo es
desviado hacia adentro y hacia arriba.

V. Nervio trigémino. Está formado por la rama oftálmica (transmite estímulos a: globo
ocular, membrana nictitante, glándulas lagrimales, párpado superior y piel de las regiones
temporal y frontal), rama maxilar (estímulos a párpado inferior, mucosa nasal, paladar duro
y blando y dientes de la mandíbula superior) y rama mandibular (músculos bucinadores,
linguales y masticatorios). La parálisis de las tres ramas del quinto par craneal, ocasiona
pérdida de la sensibilidad en todos los órganos y tejidos citados.

V I. Nervio motor ocular lateral o abducen. Además de inervar al músculo recto lateral
del ojo, el nervio abducen participa con el oculomotor en la inervación del músculo
retractor ocular. Cuando se toca la córnea se desencadena un reflejo de contracción del
retractor ocular y de los músculos rectos, que motiva la retracción del ojo dentro de la
órbita al desplazarse la almohadilla grasa retro ocular, que a su vez determina el
movimiento del tercer párpado o membrana nictitante. Esta acción se denomina reflejo
nictitante. Hay que complementar el examen neurológico con el examen oftalmológico,
auxiliándose con el oftalmoscopio.

V I I. Nervio facial. Su principal función es conducir los estímulos motores a los músculos
de la cara, labios, mejillas, nariz y oído externo. Se llama nervio de la expresión, porque
mantienen el tono de los músculos faciales que caracterizan la fisonomía del individuo. La
parálisis del nervio facial origina una expresión típica. El pabellón auricular aparece caído,
el ojo abierto, el labio superior desviado hacia un lado, mientras que el inferior cuelga, la
saliva gotea de la boca y hay una manifiesta dificultad para deglutir los alimentos.

V I I I. Nervio auditivo. Se divide en dos ramas: nervio auditivo (sentido del oído) y nervio
vestibular (mantenimiento del equilibrio). La parálisis bilateral del primero produce
sordera. La parálisis unilateral del segundo determina oblicuidad de la cabeza,
movimientos incoordinados y el animal suele caer hacia el lado enfermo. Hay que
complementar el examen neurológico, auxiliándose con el otoscopio.

I X. Nervio glosofaríngeo. Su disfunción se traduce en dificultad para deglutir y bramar.

X. Nervio vago. Su disfunción provoca trastornos de la deglución, ruido estenótico


laríngeo, falta del reflejo de la tos, neumonía, aceleración del pulso, atonía ruminal y
abomasal.

X I. Nervio espinal o accesorio. Inerva los músculos trapecio, esternocéfalico y


braquiocefálico. Sus lesiones van seguidas de la afección de dichos músculos.

X I I. Nervio hipogloso. El signo más característico de su lesión es la parálisis de la lengua,


se atrofia, disminuye de tamaño, el epitelio se arruga y con frecuencia la lengua cuelga
fuera de la boca (Macbryde y Black, 1975.

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Hay que complementar el examen neurológico con el examen de la cavidad oral,
auxiliándose con el laringoscopio y si es necesario, con sondas naso esofágicas, esofágicas
o endoscopio.

Movilidad:
Los músculos se encuentran bajo la influencia del sistema nervioso, ya que reciben
inervación que actúa sobre el sarcoplasma que les da tono, pudiendo encontrar ausencia de
reflejo, hipo reflexia o hiper reflexia. Entre los principales trastornos están los siguientes:

x Parálisis: Indica pérdida de la función de los nervios motores o sensitivos.


x Paraplejia: Parálisis de las extremidades posteriores, parcial o total.
x Hemiplejia: Parálisis de las extremidades del mismo lado.
x Cuadriplejia: Parálisis de las cuatro extremidades del paciente.
x Ataxia: Incoordinación muscular o de marcha, con desviaciones en la dirección,
rapidez, uniformidad y fuerza.
x Tetania: Estado generalizado en el que existe un espasmo muscular tónico, excitación
y jadeo; no debe confundirse con el tétanos.
x Paresia: Parálisis parcial, indica que el músculo o músculos son incapaces de
contraerse de manera normal, la contracción se debilita. Puede ser local o general.
x Vértigo: Hay un desequilibrio causado por la sensación de movimientos y
desubicación, generalmente acompañado por incoordinación.

- Movimientos involuntarios: Los movimientos circulares, de manecilla de reloj y


movimientos de empuje son los más comunes y se presentan en una gran variedad de
enfermedades que directa o indirectamente afectan al sistema nervioso del animal
((Macbryde y Black, 1975).

Fig. 5. Paraplejia en bovino (rabia paralítica bovina).

Investigación de las alteraciones involuntarias:

- Estudio del líquido cefalorraquídeo.


Se toma una muestra del líquido cuando hay evidencia de signos nerviosos en el
animal, sospecha de meningitis, encefalitis y cuando los signos clínicos tengan menos de
tres meses de duración (si tienen más tiempo es difícil encontrar evidencia química y
biológica). Para obtener líquido cefalorraquídeo se rasura un área de 5 cm. de alrededor del
punto donde se puncionará. Después de la antisepsia, se introduce una aguja de calibre 18
ó 20 por 5 pulgadas de largo en forma perpendicular en el espacio existente entre el Atlas y

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el Axis, o entre el Axis y la primera vértebra cervical, atravesando las capas de la
duramadre y aracnoides hasta llegar al espacio subaracnoideo, sitio donde se extrae el
líquido cefalorraquídeo. La cantidad a extraer es de 2 a 5 ml., mediante una jeringa estéril,
depositándolo en un tubo Vacutainer sin anticoagulante. Los estudios que se realizan son :
Examen físico (color, aspecto turbidez, densidad, coagulación - normalmente no coagula)
,químico (globulinas, proteínas, glucosa y otras), citológico (tipo de células existentes)y
bacteriológico. Es importante el uso de guantes de hule/ látex / plástico (Palmer, 1969).

b). Examen físico del sistema locomotor.


El aparato locomotor está constituido por músculos, ligamentos, tendones, huesos,
nervios y vasos sanguíneos. Se encuentra estructurado en uniones articulares óseas y
musculares, como sucede con las extremidades anteriores que se encuentran sujetas al
tórax por músculos y ligamentos y en el caso de las extremidades posteriores, que se
encuentran unidas de hueso a hueso (articulación coxo femoral). El examen de este sistema
se realiza con el animal parado y en recumbencia lateral. Esto nos permite examinar al
paciente estático, en movimiento durante la locomoción y realizar movimientos pasivos
involuntarios forzados, para comprobar el tono de los músculos, ligamentos,
articulaciones, la integridad nerviosa (sensibilidad y motricidad) y alimentación vascular.
Durante la marcha se pueden identificar tres tiempos: acomodamiento y flexión de la
extremidad; extensión del miembro y apoyo del peso corporal; y por último, propulsión.
Las articulaciones funcionan como amortiguadores y ejes de rotación, evitando las
torsiones y las concusiones excesivas durante las diversas etapas de la marcha.

Inspección:
Se observa la posición de cabeza, cuello, columna vertebral, miembros y cola, así
como la coordinación, ritmo, estabilidad y comodidad durante la locomoción. Calificamos
los movimientos voluntarios, la postura y la simetría. El examen se debe realizar en dos
etapas: dinámica y estática.

Fig.6. Exploración de extremidades

Palpación:
Se comprueba la integridad de los tejidos duros y blandos, su sensibilidad, reflejos
y desplazamiento.

Auscultación:
Este método nos auxilia tanto en forma directa como indirecta (con o sin
estetoscopio), captando los sonidos característicos que se pueden presentar durante las
luxaciones o dislocaciones de dos o más huesos como se puede apreciar en la rodilla,
cadera y estructuras digitales. Por lo general, las claudicaciones de aparición súbita están
en relación con un traumatismo (paso en falso, accidentes, heridas de otro origen), fisuras o
fracturas, desgarre de tendones, ligamentos o músculos (tendón de Aquiles, ligamento

76
cruzado lateral de la rodilla, músculo gastrocnemio), esguince o luxación de una
articulación o una parálisis nerviosa (hemiplejía o paraplejía). Las claudicaciones de
aparición paulatina señalan un proceso patológico de incremento lento (inflamación,
degeneración, tumor, etc.). En vacas viejas de alta producción y sementales se observan
procesos de descalcificación y neuritis (parálisis espástica), que también producen
alteraciones en la locomoción.

Fig. 7. Tejidos blandos y duros de la


extremidad anterior del bovino.

C lasificación de las claudicaciones (cojeras):


- Cojera de soporte:
Involucra estructuras primarias de soporte de las extremidades con disminución del
tiempo de duración del contacto pezuña-suelo.

Fig.8. Crecimiento excesivo de las pezuñas


con pérdida del aplomo.

- Cojera de movimiento oscilatorio:


Involucra principalmente una articulación o un ligamento, resulta de la tendencia a
reducir la severidad del dolor, zancada alterada.
- Cojera mecánica:
Producida por ruptura muscular, ligamentosa o daño a un cordón nervioso, es
involuntaria.
- Cojera mixta:
Combinación de los tipos anteriores, desafortunadamente es la más frecuente
(Rosenberger, 1979).

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E xamen radiológico.
Los rayos X son radiaciones electromagnéticas de alta energía y ondas de baja
amplitud, los cuales producen un fenómeno de luz visible capaz de penetrar materia
sólida, lo que permite una imagen fotográfica en negativo útil para investigación clínica
de estructuras corporales internas. Se utiliza cuando se sospechan alteraciones
esqueléticas como fracturas, luxaciones, espondilitis, hernia del disco intervertebral,
calcificación de discos, osificación de meninges, problemas de articulaciones y órganos
blandos tratados con medios de contraste radiográfico (bario, yodo radioactivo, aire,
etc.). Las imágenes que se observan son sombras en matices que van de negro absoluto
a blanco, con una gama intermedia de tonalidades de gris. Los equipos de radiología
emiten rayos X, por un tubo de cristal al alto vacío que contiene dos electrodos sellados, el
cátodo (-) y el ánodo (+), por donde pasan partículas de corriente de alto voltaje (medidos
en kilovolts) produciendo los rayos X y generando gran cantidad de calor residual. Existen
tres tipos de aparatos de radiología: portátil, móvil y fijo, que varían en a su kilo voltaje,
mili amperaje y tamaño. El primero es útil para el examen animales pequeños o para las
extremidades de los grandes, el segundo permite explorar la cabeza, el cuello y las
extremidades de los animales grandes y el tercero, se usa para estudios de todas las partes
del cuerpo, incluyendo tórax y cavidad abdominal (Han et al, 1997).
La mielografía o introducción de sustancias radio opacas en el espacio
subaracnoideo de la médula espinal, es útil para localizar tumores o cuando hay hernia del
disco intervertebral. Para aplicar el examen radiológico es importante conocer las
posiciones radiográficas (consultar libro especializado), pues las posiciones imprecisas
pueden generar interpretaciones erróneas (Douglas y Williamson, 1980).

Fig. 9. Exposición radiológica lateral de


la extremidad anterior en bovino.

E xamen por ultrasonido.

La ecografía se utiliza en medicina para obtener imágenes de los tejidos blandos


en forma no invasiva, el equipo (transductor) emite ondas sonoras de alta frecuencia y
baja intensidad, dirigidas a un área específica del paciente, donde interaccionan con las
interfases del tejido. Algunas ondas rebotan hacia el transductor (eco) y otras penetran
más profundamente, las ondas eco son analizadas por el ordenador y convertidas en
imagen en una escala de grises o color. Es una excelente herramienta diagnóstica
asociada a la radiología, pues nos permiten la visualización y exploración médica del
interior del organismo a investigar. Para describir los hallazgos del estudio con
ultrasonido, se utiliza una terminología muy sencilla, como por ejemplo: ecogénico o
ecoico, significa que el sonido es bien reflejado hacia el transductor, las áreas
ecogénicas se perciben de color blanco en la pantalla. Sonolúcido, nos indica que la

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mayor parte del sonido penetró a tejidos más profundo, o sea que atravesó el área
estudiada, y se percibe en la pantalla de color gris oscuro. El término anecócico, se
emplea para describir el tejido que transmite todo el sonido hacia áreas más profundas,
no reflejando nada hacia el transductor, se ven en pantalla de color negro y suelen
corresponder a estructuras llenas de líquidos (Han et al., 1997).

Colores característicos en la imagen del ultrasonido.

Ecogénico o ecoico

Sonolúcido

Anecoico

b). Examen físico del sistema cardiovascular.


El corazón es el órgano central encargado del movimiento de la sangre y se divide
en dos cuerpos perfectamente coordinados, corazón derecho e izquierdo. La porción
derecha o venosa, está formada por las aurículas y las venas cavas, se comunica con el
ventrículo por medio de la válvula tricúspide, que impide el reflujo hacia la aurícula. De
aquí surge la arteria pulmonar, formada en su origen por las válvula semilunares. El
corazón izquierdo, posee una aurícula a la cual desembocan las venas pulmonares, una
válvula aurículo ventricular (bicúspide o mitral), un ventrículo con músculos más
poderosos que los del lado derecho y una arteria aorta con tres pliegues en su inicio,
llamadas válvulas semilunares aórticas. El corazón no es un órgano de actividad
ininterrumpida, descansa en forma periódica y regular. Su trabajo consiste en: contracción
auricular, contracción ventricular, descanso auricular y descanso ventricular, donde todo el
corazón está inactivo, en seguida la aurícula inicia otro ciclo (Smith, 2002).

Fig. 1. Cavidades y estructuras internas del corazón.

La exploración del corazón es vital, se sabe que los trastornos en su


funcionamiento pueden ser de origen reflejo, como ocurre en una neumonía. En estas
afecciones el corazón se ve sometido a un esfuerzo extra progresivo para vencer la natural
resistencia del pulmón. Por otra parte, las toxemias y las septicemias pueden ocasionar
alteraciones del músculo cardiaco, de los vasos sanguíneos y del centro vasomotor. La
anemia y los procesos cardiovasculares como el mal de las alturas, corpulmonare,

79
fasciolasis y nefritis tienen también un efecto directo sobre el corazón hipertrofiándolo (en
pequeñas especies podemos mencionar también microfilarias).

Fig. 2. Campo de auscultación, palpación y percusión cardiaca, delimitada detrás del brazo
por la segunda línea del campo pulmonar y la línea correspondiente al sexto espacio intercostal.

La delimitación del campo de auscultación, percusión y palpación, se encuentra


entre las costillas tercera y sexta o sea, entre el segundo y quinto espacio intercostal. Por
detrás del codo izquierdo y debajo del campo pulmonar del mismo lado (Rosenberger,
1979).

E xamen:
- Exploración del corazón, el examen físico del corazón puede realizarse mediante
inspección, palpación, auscultación y percusión.

- Inspección.
En la inspección la región cardiaca se observa detrás del codo izquierdo
(articulación escapulo-humeral). No hay aquí evidencia visible de la función cardiaca, a
menos que el choque de punta del corazón sea tan exagerado que produzca tremor de la
pared torácica, lo que solo sucede en casos excepcionales.

- Palpación.
En la palpación la palma de la mano se coloca sobre el área cardiaca de cada lado.
Es útil combinar la palpación con la inspección ya que los datos clínico combinados
ayudan al diagnóstico. La palpación permite valorar la fuerza y extensión del impulso
cardiaco. En la hipertrofia cardiaca acompañada de insuficiencia, aumenta el área en la que
se percibe el máximo impacto (punta máxima), desplazándose el corazón, hacia la parte
posterior como puede ser en los casos de ascitis, hepatomegalia y distensión del rumen,
hacia la parte posterior. Cuando el corazón se ha dislocado alejándose de la pared torácica
(pericarditis, hidropericardio, hidrotórax, neoplasia mediastínica o pulmonar) en forma
unilateral, el latido de punta puede desaparecer en un lado e intensificarse en el otro.

- Auscultación.
Sus fines son: determinar el volumen e intensidad de los tonos cardiacos, su ritmo y
carácter o calidad y, secundariamente, la existencia de ruidos anómalos producidos por el
latido o asociados a éste.

80
- Sonidos cardiacos normales: Los ruidos cardiacos se producen en momentos distintos,
los sonidos sistólicos (egreso de sangre del corazón) coincide con la contracción muscular
ventricular y el cierre de las válvulas atrio ventricular (sonido músculo-valvular); es un
sonido profundo y fuerte. El segundo sonido o diastólico es un sonido más corto, claro y
débil, es producido por el cierre de las válvulas semilunares (sonido valvular). El primer
sonido cardiaco se ausculta mejor sobre los ventrículos y el segundo sobre el base del
corazón. Para la auscultación de las válvulas del corazón se trazan tres líneas imaginarias
en sentido horizontal: una a la altura de la articulación del hombro (escapulo humeral), otra
en la punta de la articulación del hombro (olécranon) y la última a la mitad de estas dos.
De esta forma se escuchan, de lado izquierdo, el sonido mitral en el quinto espacio
intercostal a la altura de la línea del codo; el aórtico en el cuarto espacio intercostal sobre la
línea media; la válvula pulmonar en el tercer espacio a la mitad entre la líneas media y
línea de la articulación del codo y del lado derecho, el sonido de la tricúspide en el tercer
espacio intercostal a la mitad entre las líneas media y línea de la articulación del codo.

-Sonidos cardiacos anormales: Todo sonido que se escucha durante la auscultación, fuera
de los sonidos de sístole y diástole, debe considerarse anormal. El punto de localización
debe indicarnos la estructura alterada y si es endo o exógeno el sonido anormal.

-Sonidos endógenos: Los endocárdicos se denominan comúnmente soplos y suelen


deberse a lesiones valvulares y trastornos funcionales del corazón que dificulta el paso de
la sangre y su salida a los grandes vasos. Los soplos se pueden clasificar en: pre sistólico,
sistólico y diastólico.

-Sonidos exógenos: Son producidos por alteraciones estructurales o funcionales extra


cardiacas como pericarditis traumática, leucosis, ruptura del diafragma con entrada de
vísceras al tórax, etc. (Smith, 2002).

c). Examen físico del sistema respiratorio.


El aparato respiratorio de los mamíferos consta de vías aéreas anteriores (fosas
nasales, cornetes, orofarínge, laringe, tráquea), vías posteriores (bronquios, bronquiolos,
bronquiolos capilares y alvéolos), pleura parietal y visceral, caja torácica, músculos
intercostales, diafragma, arteria y vena pulmonar, nervios aferentes y eferentes; ganglios
mandibulares, parotídeos, cervicales, preescapulares, mediastínicos y axilares. El ciclo
respiratorio consta de inspiración, pausa y espiración. La respiración incluye todos los
procesos químicos y físicos mediante los cuales un organismo intercambia gases con el
ambiente. Este intercambio es principalmente oxígeno, bióxido carbónico, agua (vapor) y
calor. El intercambio entre el aire alveolar y la sangre se denominan, respiración externa y
el intercambio entre la sangre y los tejidos, respiración interna.
El acto de captar aire hacia el interior de los pulmones se denomina, ventilación. El
desarrollo de enfermedades del sistema respiratorio en los animales domésticos, es un
proceso multifactorial, donde se mezclan los elementos medio ambiente físico y
microbiológico; higiene; nutrición; edad y raza; sistema de manejo y confort, como
algunos de los factores principales que pueden interactuar en el huésped produciendo el
complejo circulo estrés-infección-respuesta inmune, que caracterizan el comportamiento
clínico y epidemiológico de las diversas enfermedades que afectan individuos o grupos. En
animales de granja, como el cerdo, la tendencia en los sistemas de manejo comercial
actuales, es la de formar grupos lo más compactos posible para optimizar el uso de las
instalaciones (corrales o potreros), facilitar el manejo e intensificar de esta manera la
producción. Este tipo de condiciones ambientales, aún en granjas tecnificadas y con un

81
buen nivel sanitario, son favorables para el desarrollo de las enfermedades respiratorias de
origen infeccioso, produciendo los denominados Complejos Respiratorios (Smith, 2002).
Es común la asociación de agentes morbosos como sucede con las bacterias, virus
y hongos, donde unos abren la puerta de acceso al organismo facilitando la invasión,
colonización y la manifestación del potencial patógeno de otros, siendo el resultado final
de esta interacción, el desarrollo de afecciones clínicas con impacto negativo de diversos
grados en los índices de producción. En el mismo sentido, los daños inferidos a los tejidos
provocan la reducción del intercambio gaseoso, tanto en la respiración externa como en la
interna, conduciendo a cambios en la conducta normal de los animales enfermos. Los
cuadros clínicos se pueden manifestar con curso agudos o crónicos con signos de disnea,
edema, taquicardia, adinamia, fiebre, anorexia, emaciación progresiva, deshidratación,
cianosis, postración y eventualmente la muerte, dependiendo en gran medida de la
patogenicidad y virulencia de los agentes y de la resistencia de los individuos.
El edema y la congestión pulmonar son trastornos hemodinámicos, sucesos
terminales de una amplia variedad de enfermedades; en los casos crónicos es un hallazgo
frecuente por disfunción del hemicardio izquierdo, en el cual la aurícula y el ventrículo
izquierdo no pueden bombear de forma eficiente sangre que proviene de los pulmones. Por
otra parte la causa de muerte en una insuficiencia respiratoria aguda, con hipoxia tisular
grave es el fallo del corazón derecho . Por razones clínicas, las causas del edema pulmonar
puede dividirse en: cardiogénico, con un incremento de la presión sanguínea auricular
izquierda y el no cardiogénico, con una presión pulmonar venosa normal (Smith, 2002).

Fig. 1. Bronquios pulmonares y vasos


sanguíneos para intercambio gaseoso.

Delimitación del campo de auscultación y percusión pulmonar:

El campo pulmonar en bovinos esta delimitado dorsalmente por el borde lateral del
músculo dorsal; cranealmente por la escápula, húmero y músculos del hombro;
caudalmente (por el lado izquierdo) las costillas 11, 10, 9, 7; por el lado derecho (por la
presencia del hígado) 10, 10, 9, 7. El campo pulmonar preescapular en los animales gordos
se encuentra por encima y delante de la articulación escapulohumeral, con un ancho de 3 a
9 cm. sin llegar más allá de la mitad de la escápula, en los animales delgados es más fácil
de acceder.

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11
10

9
7

Fig. 2. Referencias anatómicas para delimitar el campo izquierdo de auscultación, percusión y palpación
pulmonar. Líneas negras horizontales indican los puntos de corte de los espacios intercostales del lado
izquierdo y referencia de linfonódulos, diferenciando el derecho cuya fórmula será 10, 10, 9, 7. Líneas
rojas referencias óseas, línea ovalada guinda el rumen, línea ovalada negra el nódulo linfático sub iliaco.
En azul se presentan las líneas que unen los espacios intercostales correspondientes que delimitan la
frontera del campo pulmonar con el digestivo.

El sonido normal a la auscultación se puede considerar de dos tipos: el murmullo


vesicular (pulmonar) y el respiratorio bronquial o mixto. Los sonidos anormales son,
estertores húmedos, estertores secos, estertores crepitantes, roce pleural, fluctuante o de
ola (en presencia de líquidos). La metodología que se sigue para percutir y auscultar en los
espacios intercostales es, de borde dorsal del campo hacia el codo (arriba a bajo) y de
dirección craneal a caudal (de adelante hacia atrás). Se utiliza el martillo clínico y el
plesímetro, se aplican de dos a tres golpes, apoyando firmemente el plesímetro sobre la
piel del animal y sujetando el martillo con los dedos índice, medio y pulgar, permitiendo
un movimiento de balanceo, con el brazo en alto apuntando con el codo hacia el paciente,
evitando pegar con la palma de la mano sobre la piel, para no producir ruidos accesorios
que oculten la acústica. El estetoscopio, se usa con la misma metodología direccional,
tratando de concentrarse para eliminar (en nuestra mente) los sonidos accesorios que se
escuchan de aparato digestivo y corazón ( Radostitis, et al., 2002).

Tipos de respiración:
- Costo-abdominal : Normal, sin embargo, el componente abdominal es dominante.
- Costal : Anormal cuando está debilitada la acción del diafragma, por ejemplo parálisis,
hernias, abscesos, presión visceral, líquidos o neoplasias en cavidad abdominal y
peritonitis.
- Abdominal: Anormal, se presenta principalmente cuando hay dolor intenso en tórax por
ejemplo: pleuritis, miositis intercostal, fractura costal, pericarditis, neumonías y parálisis
de los músculos intercostales.

Se califica:
- Ritmo: Duración y regularidad de los componentes del ciclo respiratorio.
- F recuencia : Número de ciclos.
- Intensidad: Profundidad o amplitud.
- Particularidades de la respiración : Eupnea, disnea, hiperpnea, bradipnea, apnea y
respiración sincopal.
- Simetría: Relación entre los dos orificios nasales.

83
d). Examen físico del sistema digestivo.
La función primordial del tracto digestivo es realizar la digestión y absorción de los
nutrientes y la eliminación de los productos residuales. Aunque las funciones bioquímicas
y mecánicas son similares en las diversas especies animales existen diferencias anatómicas
y fisiológicas que deben considerarse en el momento de realizar el examen clínico especial
de este sistema orgánico. El estómago de los rumiantes y el ciego en los herbívoros es una
modificación del tracto digestivo que permite a los animales utilizar eficientemente la
celulosa gracias a la acción fermentativa microbial. Este aparato padece de afecciones
patológicas directas e indirectas. Entre las directas podemos mencionar las alteraciones de
tipo digestivo o indigestiones como por ejemplo: timpanismos gaseosos o espumosos,
flatulencias, putrefacción del contenido gástrico, acidosis gástrica, alcalosis gástrica, entre
otras. De tipo indirectas, como en las parasitosis gastrointestinales, cuerpos extraños,
tumores, intususcepciones, vólvulos, torsiones, desplazamientos, etc.

Inspección:
Se inspecciona la integridad de las estructuras de la cavidad bucal: los dientes (tipo,
desgaste, deformidades), las encías, la lengua, orofarínge, glotis, esófago hasta la entrada
del tórax, conformación del abdomen y el ano. Se califica el aroma del aliento, la humedad
de las mucosas, el comportamiento de acuerdo a la especie, posturas características y el
bolo fecal.

Palpación:
Realizamos la palpación de estructuras de la boca, de la glotis, esófago, pared
abdominal y órganos adyacentes (estómago, hígado, intestinos) y recto. Nos podemos
apoyar con la sonda esofágica para complementar el examen y extraer muestras de
contenidos que nos permita más exactitud de las interpretaciones, al igual en movimientos
vigorosos que podemos provocar al mover violenta, pero gentilmente, la pared abdominal
para sacudir el contenido ruminal o líquidos extra viscerales acumulados en la cavidad
abdominal. En los bovinos empleamos técnicas complementarias como la prueba de la
vara para comprobar la sensibilidad por la lesión o presencia de cuerpos extraños
traumáticos, perforantes, en algún compartimiento estomacal. Esta prueba se basa en la
aplicación de un vara fuerte y lo suficientemente larga para cruzar por debajo y de lado a
lado al paciente, a la altura del cartílago xifoides, sujeta en cada extremo por una persona y
levantándose la vara para presionar vigorosamente al animal y posteriormente y de manera
repentina, dejar de presionar el pecho del bovino, con el objeto de percibir su reacción al
movimiento de pendulación que se provoca en las vísceras abdominales.

Auscultación:
Escuchamos los sonidos gástricos, en especial en animales poligástricos, donde es
posible identificar el sonido de cascada de la contracción de las curvaturas mayor y menor
del rumen y el desplazamiento del contenido alimentario (sonido largo, pausa y sonido
corto); también se puede escuchar los movimientos intestinales y en las hembras gestantes,
sonidos fetales, en etapas específicas de la gestación.

Percusión:
Se pretende diferenciar las estructuras abdominales sólidas (hígado por ejemplo) de
las cavitarias con gas o líquido de diversas densidades (compartimientos estomacales en
poligástricos), la sensibilidad, localización y dimensión de la zona percutida. Generalmente
nos apoyamos en martillos de cabeza de goma pesada, con el fin de impactar, pero sin
lastimar los tejidos del paciente. Se tiene que analizar el líquido ruminal o estomacal y las

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heces fecales, para contar con información complementaria suficiente sobre las
características anatómicas y funcionales del sistema. Así también se debe considerar la
posibilidad de realizar una paracentesis (punción abdominal) durante la exploración
(Rosenberger, 1979).

Fig.1. Aplicación de la sonda gástrica por vía nasal en bovino.

Métodos de exploración complementarios:


En muchas ocasiones es indispensable recurrir a técnicas de investigación más o
menos invasivas, como punción, biopsia o endoscopia, con el objeto de ser más exactos en
nuestro examen y tener elementos de juicio con calidad para sustentar un diagnóstico
(Trigo, 1993).

- Punción (centesis):
La abdominocentesis consiste en perforar la pared de una cavidad corporal o un
órgano interno mediante una aguja hueca o cánula y jeringa, con el objeto de extraer una
muestra biológica (sangre, exudado o trasudado), liberar algún contenido indeseable o
aplicar un fármaco. Las muestras se analizan por medios de laboratorio químicos, físicos,
microscópicos o microbiológicos. Se denomina la técnica iniciando con el nombre de la
región anatómica y añadiendo la terminación centésis, por ejemplo: de tórax,
toracocentesis; de ciego, cecocentesis; de abdomen, abdominocentesis; de vena,
venopunción o venocentesis, etc.

- Biopsia:
Se utiliza cuando se requiere diagnóstico del daño histológico rápido y preciso, lo
cual se puede relacionar con una causa o agente probable. La combinación de la biopsia,
los hallazgos de laboratorio, anamnesis y el examen físico, permiten un diagnóstico
integral más concreto. Los instrumentos para realizar una biopsia se clasifican en dos
tipos: de aspiración y de perforación. Los de aspiración están diseñados para tomar una
porción del tejido por vacío o succión y los de perforación, para quitar un fragmento del
tejido por corte o sección (Trigo, 1993).

- Endoscopía:
Es la inspección de una cavidad mediante un visor, llamado endoscopio, el cual
tiene una fuente de luz blanca y fría, un ocular (lente de aumento) y una bomba que insufla
gas (CO2, óxido nitroso, aire, etc.) o líquidos estériles, dependiendo de la cavidad donde se
requiera el trabajo (laparoscopia, broncoscopía, artroscopia, etc.). Esta técnica se considera
de mínima invasión y lesión a tejidos, en comparación con las técnicas quirúrgicas
tradicionales y es en la actualidad de invaluable utilidad para diagnóstico, como para
tratamiento.
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- Ultrasonido:
Se aplica en vecindad directa con el órgano que se pretende estudiar o dentro del
mismo (útero, recto, extremidad, tubos respiratorios, etc.). Este bombardeo de ondas de
baja frecuencia, visualiza en una pantalla de video los contornos y la masa tisular del
órgano en estudio (órganos tubulares, parenquimatosos, ligamentos, etc.) (Smith, 2002).

e) E xamen físico del sistema u rinario.


El examen de la orina y de los órganos responsables de la formación y excreción
de esta, encierran un gran valor diagnostico para el medico veterinario zootecnista; pues
sirven para identificar enfermedades y desordenes funcionales en órganos tales como
riñones, uréteres, vejiga y uretra. La inspección del aparato urinario se basa en la
palpación de las partes de la uretra que son accesibles desde el exterior, también se
evalúa por palpación rectal, vaginal, endoscopia y laparoscopia. Las enfermedades del
sistema urinario en los animales pueden ser identificados en base a signos tan simples
como los son las anormalidades en la micción y las alteraciones en el aspecto de la
orina, es indispensable observar estos puntos para lograr un buen diagnostico. La
ingesta de líquidos por el animal debe ser observada para encontrar si existen excesos en
la ingesta (polidipsia), una disminución (oligodipsia) o ausencia (adipsia) (Rosenberger,
1979). Las características de la micción también deben de ser registradas, cuando la
frecuencia de micción esta aumentada se habla de una poliuria, oliguria cuando esta
disminuida y anuria cuando la micción esta ausente. El estado general del animal debe
de tomarse en cuenta, la cavidad oral debe ser revisada por si existen olores anormales
que podrían relacionarse con patologías del aparato urinario, como el olor a amoniaco
en una insuficiencia renal aguda. Por su proximidad con el sistema urinario, el aparato
genital también debe de ser evaluado, aunque sobre este punto se hablara
posteriormente (Slauson y Cooper, 2002).

En bovinos, los riñones pueden ser evaluados por palpación rectal, aunque el
riñón izquierdo es más fácil de localizar, deben se evaluarse diferencias en tamaño,
consistencia, adherencias y sensibilidad. Una laparotomía exploratoria o una
laparoscopia son herramientas valiosas en el examen de los riñones. Los uréteres son
difíciles de evaluar por vía rectal, la experiencia es indispensable para lograr esto de
manera fácil. La vejiga también puede ser examinada por vía rectal y ocasionalmente
por la vagina, y se evalúa el tamaño (se podría comparar el tamaño normal con un balón
de voleibol, y el tamaño anormal con un balón de fútbol o mas grande), adherencias (la
vejiga no debe tener ninguna estructura adherida a su superficie), sensibilidad, posición
(se consideran posiciones anormales la invaginación, el prolapso y la torsión de la
vejiga) y consistencia (pared delgadas cuando esta vacía y fluctuante cuando esta llena).
Una inspección mas precisa puede realizarse con la ayuda de un endoscopio insertado
por la uretra (cistoscopia).
El orificio uretral de la hembra bovina puede ser visto con la ayuda de un
especulo vaginal, en el macho bovino se puede realizar una palpación indirecta a través
de recto (porción pélvica) o usando una sonda. La orina debe observarse para llegar a un
diagnostico acertado, la apariencia de la orina fresca o recién colectada es dato
importante, el examen de la orina debe realizarse bajo tres aspectos: físico, químico y
microscópico. Las hembras bovinas orinan de 5 a 8 veces al día, el volumen diario
puede ser de 6 a 12 litros o mas de orina (1 ml. de orina por kilogramo de peso vivo)
Los machos bovinos orinan con menos frecuencia que las hembras (Radostitis et al .,
2002).

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Dificultad y anormalidades en la micción.

Pueden ser resumidos como un conjunto de afecciones que provocan dolor o


incomodidad durante la micción. Los animales pueden presentar posturas anormales en
el acto de orinar cuando cursan por una disuria, por ejemplo, los machos bovinos estiran
los miembros posteriores, y con dolor y contracciones abdominales orinan gota a gota.
La disuria esta asociada principalmente a problemas en la uretra, en rumiantes machos,
especialmente en carneros la causa mas común de disuria es la obstrucción del tracto
urinario por cálculos o urolitiasis obstructiva (Tasker, 1980).

Colecta de la orina.
Para obtener la orina en las hembras se recomienda la cistocentesis y la
utilización de sondas uretrales, no se deben sondear animales con infecciones vaginales
o uterinas, y en los machos se utiliza la estimulación sobre el prepucio con un mano
para lograr una micción espontánea.

A pariencia general de la orina.


x V iscosidad. la orina fresca tiene un gran parecido con el agua en cuanto a
consistencia, si la consistencia cambia y se vuelve gelatinosa o viscosa se
relaciona con pielonefritis, si se encuentran burbujas persistentes en la orina y
estas tiene un tono amarillo-verdoso se relaciona con problemas en el hígado.

x Color. Normalmente la orina es de color amarillo oscuro, aunque se aceptan


tonos paja o ambarinos, colores diferentes a estos están relacionados con
patologías.
- Amarillo claro/ sin color + poliuria = insuficiencia renal
- Amarillo intenso/ muy oscuro + oliguria = desordenes generalizados, cuadros
febriles.
- Café claro/ café rojizo = pigmentos biliares (desordenes en hígado)
- Rojo/ café rojizo/ café intenso = excreción renal de los pigmentos sanguíneos
(hemoglobinuria) o de los pigmentos musculares (mioglobinuria) debido a una
hemólisis intravascular masiva
- Rojo turbio + Sangre = eritrocitos (hematuria)
(Stockhan y Scott, 2002).

x T ranspa rencia y cuerpos ext raños. La orina normal es clara y transparente,


con un cariz brillante; cuando sales indisolubles (orgánicas e inorgánicas) o
elementos corpusculares (proteínas, eritrocitos, células epiteliales, cristales de
sales) se encuentran presentes en la orina, esta se torna oscura y hasta cierto
punto turbia, es importante evaluar el cambio de apariencia, es muy evidente
cuando la orina cambia de clara y transparente a opalescente y lechosa.

x O lor. El olor de la orina no encierra un gran valor diagnostico, aunque algunas


desviaciones del olor normal pueden orientarnos hacia alguna patología, como
en la cetosis y en la infecciones del tracto urinario, por ejemplo (Slauson y
Cooper, 2002).

Propiedades físicas de la orina.


La orina es una solución acuosa de muchos metabolitos de desecho como
creatinina y urea en gran cantidad, fármacos, hormonas inactivas o activas, etc. El

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aspecto dependerá entre otros factores de la presencia o ausencia de células, de los
metabolitos de la bilirrubina y de la dieta. Las propiedades físicas de la orina son la
osmolaridad, la gravedad especifica y la concentración de iones hidrógeno (pH).

Propiedades químicas de la orina.


El examen químico de la orina es utilizado para determinar y cuantificar las
sustancias que el organismo desecha normal o anormalmente. La orina normalmente es
un liquido claro amarillento cuyo pigmento se llama urozantina, ligeramente ácido y
tiene un olor débil. Es un liquido formado por el riñón que al pasar la sangre por éste, la
filtra en una proporción del 99% y el resto, o sea el 1%, lo deja pasar como orina, hacia
la vejiga, esto quiere decir que la orina es tan sólo un filtrado de los componentes
químicos del suero (Kaneko, 1989).

f). E xamen especial de piel.

El examen de la piel es muy importante para el diagnóstico, ya que su apariencia


puede ayudar a conocer el estado de salud o de enfermedad, porque no sólo se modifica su
aspecto en el curso de sus propios trastornos, sino también como consecuencia de
enfermedades sistémicas o de otros órganos. La piel se examina por inspección y
palpación. La inspección se realiza por observación directa o indirecta, y en ocasiones se
recurre a procedimientos de laboratorio como histopatología, examen microscópico de
elementos parasitarios y micóticos y cultivos de agentes infecciosos. La palpación se
realiza pasando las yemas de los dedos sobre al superficie de la piel, con la exploración y
palpación se encuentra un gran número de lesiones que es importante reconocer y
diferenciar, ya que pueden tener un origen primario o secundario. Las de origen primario
son la reflexión directa o el resultado de una enfermedad. Las lesiones secundarias son
cambios evolutivos en la piel dictados por el curso de las mismas lesiones primarias y
modificadas por infecciones secundarias, traumatismos y terapia de drogas. Estas últimas
lesiones pocas veces dan un diagnóstico específico (Coles, 1986).

1). Lesiones primarias.


- M ácula. Área circunscrita igual o menor a 1 cm. con cambio de color.
- Pápula. Elevación sólida circunscrita de la piel que varía de menos de 0.1 cm. a 1 cm.
de diámetro.
- Placa. Lesión macular de más de 1 cm. de diámetro.
- Vesícula. Es una pequeña elevación del epitelio superficial de la piel, cuyo interior está
ocupado por trasudado o linfa.
- Pústula. Vesícula llena de liquido, no denota necesariamente una infección bacteriana,
y puede desarrollarse en una secuencia natural a partir de una vesícula.
- Ampolla. Lesión similar a la vesícula pero más grande.
- Nódulo. Pápula grande, por lo general dura, se palpa en la dermis profunda o tejido
subcutáneo.
- E ritema (ronchas). Hinchazón localizada, causada por infiltración serosa cuyo signo
es un puntilleo rojizo, como en la urticaria.
- Absceso. Inflamación supurativa, por lo general rodeada por una cápsula de tejido
conjuntivo, conocida como membrana piógena.
- F legmón. Infiltración purulenta no circunscrita en la piel y tejido subcutáneo. Al tacto
se siente caliente y de consistencia dura y puede abarcar una zona amplia.
- Neoplasia. Proliferación descontrolada de tejido sin función útil.
- Vitíligo. Despigmentación por secreciones persistentes, generalmente en nariz y ojos.

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- Enfisema. Aumento de volumen por acumulación de aire u otros gases en tejido
subcutáneo. Con la mano se comprime la piel y debajo de ella se desplazan como
almohadillas gaseosas que producen un sonido crepitante. Pueden ser de origen
exógeno o aspiratorio como el que es se produce en heridas, y endógeno o séptico
como en las clostridiasis por efecto de las toxinas.
- Higroma. Acumulación subcutánea de trasudado en la región dorsal de la articulación
del carpo (Jubb, et al ., 1993).

Fig. 1. Absceso provocado por inyección.

2). Lesiones secundarias.


- A lopecia. Pérdida de pelo en una o varias zonas de piel afectada.
- Escama. Hojuela, como de salvado, de la capa superficial de la epidermis
imperfectamente cornificada que cae con facilidad.
- Costra. Masa firme, compuesta por exudado inflamatorio seco y restos epiteliales o de
sangre.
- E rosión. Pérdida de capas celulares superficiales, pero las capas celulares permanecen
intactas.
- Ulcera. Falta de tejido que se extiende con más profundidad que las erosiones y
alcanza la dermis.
- Fisuras. Defectos lineales que alcanzan la dermis con frecuencia.
- Cicatriz. Proliferación de tejido conjuntivo fibroso en el lugar de una lesión que
destruyó el corion de la piel.
- Liquenificación. Engrosamiento de la piel con exageración del rayado normal, por
lo general producida por irritaciones crónicas.
- Acantosis. Aumento de la cantidad de melanina dentro de la piel, asociada con
hiperqueratosis.
- Hiperqueratosis. Engrosamiento excesivo del estrato córneo debido a la proliferación
de células queratinizadas, asociada al contacto constante con superficies ásperas,
sustancias químicas, por deficiencias o excesos alimentarios.
- Paraqueratosis. Queratinización incompleta de las células de la epidermis
caracterizada por la retención del núcleo. Las células se encuentran poco adheridas
- Edema. El edema cutáneo es un aumento de volumen causado por difusión de un
trasudado en los espacios tisulares. A la palpación muestra una consistencia pastosa y al
presionar con el dedo la huella permanece algún tiempo (signo de Godete).

89
Fig. 1. Úlcera en piel. Fig. 2. Costra

Por otro lado, en un examen clínico es conveniente revisar otra serie de términos y
pruebas necesarias:

- E lasticidad. La elasticidad de la piel se comprueba levantándola y soltándola para que


forme un pliegue. Esto se realiza en la región del cuello, espalda y costillas. En
condiciones normales la piel regresa de inmediato. La reducción de su elasticidad puede
deberse a vejez, deshidratación, mala nutrición, etc.
- Prurito. Puede ser generalizado o localizado. Para diagnosticarlo basta ver los
frotamientos del animal y dónde se lame. Además, para dar evidencias de éste, se rasca
ligeramente la piel sensación recibida se revela por manifestación de bienestar.
- Calor. Se percibe colocando el dorso de la mano sobre la piel; revela la distribución de la
sangre en casos de problemas locales, además puede dar un indicio de la temperatura
interna del cuerpo, si no se tiene un termómetro a la mano.
- Actividad de las glándulas sebáceas. Los animales deben tener un pelo brillante y
lustroso por la apariencia de la grasa cutánea (sebo), que proporciona características
repelentes a la humedad. La secreción puede disminuir o aumentar, en este último caso se
sentirá un aroma rancio y algunas veces penetrante. La reducción de la secreción puede
indica deficiencias nutricionales, infestaciones parasitarias, enfermedades crónicas, estados
febriles, dando al pelo una apariencia opaca, sin brillo y con aspecto de sucio.
- Sudor. La humedad de la piel se puede mantener gracias a la secreción de las glándulas
sudoríparas o sebáceas (dependiendo de la especie animal y su tipo de transpiración).
- H iperhidrosis. Es el aumento de la secreción de sudor, puede deberse a polipnea,
intoxicaciones, metabolismo de algunos elementos dietéticos, manifestaciones de dolor
o respuesta fisiológica a cambios ambientales o ejercicio.
- A nhidrosis. Es la escasa o nula sudoración y se observa en la fiebre prolongada y
diarreas intensas (deshidratación). La secreción cutánea puede tener olor amoniacal,
como consecuencia de una uremia (Trigo, 1993).

90
C APÍ T U L O V
D I A G N ÓST I C O D E F I N I T I V O
MVZ. Esp. Cert. Eduardo m. Sierra Lira, M en C.
MSc. Francisco J. Aranda Cirerol
M en C. Delfina de las M. Zapata Villalobos
MSc. Rosa Ramírez Porras
Dr. Roger I. Rodríguez Vivas

Pruebas confirmatorias.

El laboratorio clínico puede ser usado para determinar algunos indicadores del
estado de homeostasis del paciente animal que nos permitan arribar al diagnóstico de una
patología o asumir el buen curso de las intervenciones quirúrgicas en nuestros pacientes.
Este uso del laboratorio, debe de encaminarse a la solicitud de pruebas que nos muestren el
estado de salud del paciente. Este empleo del laboratorio se hace a través de la unidad
operativa que se debe de establecer entre el médico tratante o cirujano y el laboratorio
mismo. Es necesario recordar que es muy importante que el laboratorio con que se trabaje
cuente con experiencia, proporcione datos fidedignos y que use un calendario de control de
calidad lo que nos asegura el nivel del laboratorio que se emplea. En el caso muy particular
del laboratorio clínico indicadores de salud que pueden ser utilizados como información
general o preoperatorio del paciente son: Número total de eritrocitos o porcentaje de
eritrocitos, Número total de leucocitos, Hematocrito, Número total de plaquetas,
Determinación de fibrinógeno, y Determinación de la concentración de proteínas
plasmáticas (Duncan, 1994).
Todas las muestras deberán ser enviadas al laboratorio en contenedores individuales
perfectamente sellados e identificados, siempre se conservaran en refrigeración a 4qC
hasta su llegada al laboratorio. Es importante incluir con la muestra la siguiente
información:

x Especie.
x Fecha
x Tipo de muestra.
x Tiempo de haber tomado la muestra.
x Conservación.
x Si se aplicó algún tratamiento previo a los animales.
x Signos que presentó el animal.
x Si hubo casos anteriores con la misma signología clínica.
x Hallazgos a la necropsia.
x Diagnóstico presuntivo.

Disciplinas médicas y tipos de muestras que pueden examinar.

-Patología clínica (sangre, orina, leche, líquido ruminal, líquido cefalorraquídeo, tejidos,
secreciones).

- Selección y obtención de la muestra.


La sangre arterial también puede utilizarse para fines diagnósticos, como es el
caso en los bovinos que aquí nos ocupa. Se deben tomar en cuenta algunas

91
consideraciones, como son: a).- Cuando la muestra está hemolizada, los datos no son
confiables, b).- Si la muestra presenta coágulos, por muy pequeños que estos sean es de
esperar que interfieran con los resultados y c).- En el caso de muestras obtenidas de
animales que fueron sometidos a un manejo intenso, los resultados diferirán de aquellos
obtenidos en muestras de animales que se muestrearon en reposo.

- E l hematocrito o volumen globular aglomerado.


Esta prueba se refiere a la obtención en porcentaje de la columna de glóbulos
rojos aglomerados. Para este resultado se puede utilizar el método del tubo de Wintrobe
o como se describirá a continuación el microhematocrito, el cual produce una buena
aglomeración de las células hemáticas en todas las especies animales, es de rápida
ejecución y requiere poca cantidad de sangre. Esta determinación, al igual que la del
conteo de los glóbulos rojos, nos deja saber que tan adecuadamente podemos esperar la
oxigenación de los tejidos durante el acto quirúrgico. El valor de referencia para los
bovinos es de 24 a 46 por ciento.

Fig.1. Hematocrito
- Plaquetas y fibrinógeno.
Como indicadores de los procesos de coagulación podemos solicitar al
laboratorio clínico la determinación de la concentración de fibrinógeno plasmático y el
número total de trombocitos o plaquetas. Podemos señalar también que el tiempo de
sangrado es otro indicador que podemos emplear antes de comenzar la cirugía. Este
tiempo debe caes en el rango de 1 a 5 minutos como máximo. En el caso del fibrinógeno,
es una proteína globular que en los bovinos presenta una reacción febril, esto es, cuando
existe algún tipo de infección en los vacunos este componente sanguíneo se eleva, lo que
puede ser usado junto con el conteo de leucocitos como indicador de la presencia de
alguna infección. El fibrinógeno participa en la producción de fibrina para la formación del
coagulo y evitar hemorragias cuando los tejido son seccionados.
El valor de referencia para los bovinos es de 200 a 500 miligramos por decilitro
de fibrinógeno plasmático. En el caso de las plaquetas, estas son el resultado de la
fragmentación de una célula madre conocida como megacariocito. Estos fragmentos,
también llamados trombocitos, participan en los procesos de coagulación, cuando algún
vaso sanguíneo es seccionado como sucede en la cirugía. Los trombocitos deben activarse
para poder cumplir con su cometido, ésto se hace cuando lanzan proyecciones conocidas
FRPR ³SURFHVRV´ /D FLIUD de referencia para el caso de bovinos es de 250 a 500 mil
trombocitos por mm cúbico.

92
Fig.2. Agregación plaquetarìa

- Proteínas plasmáticas o séricas totales.


Las proteínas sanguíneas (ya sea plasmática o sérica), pueden determinarse por
refractometría o por colorimetría. En el primer caso se usa un aparato conocido como
refractómetro de Goldberg, que puede ser incluso usado a nivel de campo. El otro método
requiere de enviar la muestra al laboratorio para su procesamiento. Las proteínas en sangre
pueden ser usadas para referirlas al nivel de nutrición del animal, la integridad del trabajo
hepático, los procesos de coagulación, el estado inmunológico y la deficiente función
hepática o renal. El valor de referencia para los bovinos es de 6.74 a 7.46 gramos por
decilitro (Zeile, 1984).
La medición de los elementos químicos que componen los diferentes líquidos del
organismo es una parte integral del examen que se realiza para conocer la naturaleza de las
enfermedades. Estos análisis junto con los procedimientos de laboratorio, el examen físico
completo y la historia clínica del paciente ayudan al veterinario a llegar al diagnóstico
definitivo, en emitir un pronóstico y valorar la eficiencia del tratamiento. La precisión y
utilidad de los resultados del análisis químico dependen del cuidado para recolectar la
muestra y efectuar las determinaciones.

- Química sanguínea.
Las determinaciones de química sanguínea se realizan midiendo la cantidad de
energía radiante absorbida por una solución con la ayuda de un espectrofotómetro. Para
trabajar con la química clínica con fines de diagnóstico, es necesario separar la porción
líquida del tejido sanguíneo, esto es, en caso de utilizar sangre con anticoagulante, se
deberá centrifugar la muestra para obtener el plasma. En el caso de sangre sin
anticoagulante, se deberá esperar a la formación del coágulo y permitir su retracción para
poder separar el suero de esta muestra. Cabe hacer mención que una vez separadas las
partes líquidas, estas podrán ser congeladas para su posterior procesamiento.

E xamen general de orina.

El proceso más importante que ocurre en el riñón es la formación de la orina,


comienza cuando la arteria renal penetra en el riñón por la pelvis renal. Su sangre lleva
las sustancias de desecho que recoge por el cuerpo. La arteria se ramifica y se dirige
hacia la zona de la corteza renal. Allí da lugar a multitud de glomérulos, que son una
especie de «grumos» formados por capilares. Parte del plasma sanguíneo sale del
glomérulo y penetra en la nefrona. El plasma va recorriendo todos los túbulos que
forman la nefrona, a fin de que las sustancias útiles que han pasado a su interior sean
devueltas a la sangre. Las sustancias de desecho, en cambio, quedan en el interior de la
nefrona y dan lugar a la orina. La orina de cada nefrona llega al túbulo colector y se
dirige a la pelvis renal, de donde sale a través del uréter hacia la vejiga y hacia el
93
exterior. La mayor parte de la orina es agua. Además, contiene diversas sales minerales,
sobre todo cloruro sódico, y urea, una sustancia que se produce durante el metabolismo
de las proteínas y que constituye nuestro principal producto de excreción.
El riñón es capaz de controlar la concentración de la orina. De este modo, regula
la concentración de los líquidos internos. Cuando el organismo está bien hidratado, la
orina que se produce es bastante diluida, contiene mucha agua. En cambio, cuando el
organismo dispone de poca agua, la orina está muy concentrada, pues la nefrona
devuelve a la sangre buena parte del agua que entra en su interior, para no perderla. No
obstante, la orina no se puede concentrar indefinidamente; por ejemplo, no puede ser
más concentrada que el agua de mar. Es por ello por lo que no podemos beber esta agua,
pues para poder expulsar la sal que contiene, perderíamos por la orina más agua de la
que hubiéramos tomado (Zeile, 1984).
El examen general de orina (EGO) es una prueba de gran importancia para el
clínico, sin embargo esta prueba, al igual que la coprologica, son vistas con cierto
recelo, debido al tipo de muestra que se analizan. Para algunos, no pasa de ser una
simple rutina engorrosa, donde lo único que se puede realizar es la lectura de tiras
reactivas y la vista al microscopio, pero el uro análisis es algo más que la simple
impregnación de la tira y la observación del sedimento, es la aplicación de todos
nuestros conocimientos y el empleo de todos nuestros recursos dentro del laboratorio
para proporcionar al médico y al paciente resultados de y con calidad. Este trabajo no
pretende abarcar todas las pruebas alternativas, solamente aquellas que debido a su
importancia es preciso confirmar o descartar por un método más especifico, así mismo,
se piensa que los reactivos aquí empleados se tienen en todos los laboratorios. Claro que
en cada laboratorio se pueden implementar otras técnicas de acuerdo a sus recursos y
necesidades.
Tabla  1.  Principales  constituyentes  de  la  orina.  

Constituyente Valor

Albúmina < 15-30 mg/l


Calcio 100-240 mg/24h

Creatinina 1.2-1.8 mg/24h


Glucosa <300 mg/l

Cetonas <50 mg/l

Osmolaridad >600 mOsm/l

Fósforo 0.9-1.3 g/24h


Potasio 30-100 mEq/24h

pH 4.7-7.8

Sodio 85-250 mEq/24h

Gravedad específica 1.005-1.030


Bilirrubina total No detectada

Proteinas totales <150 mg/24h

Nitrógeno ureico 7-16 g/24h


Acido úrico 300-800 mg/24h

Urobilinógeno <1 mg/l

94
En la actualidad, se practican tres tipos de exámenes de orina:
x Análisis de orina por tira húmeda, empleado generalmente por los médicos en
sus consultorios o en el campo, es un ensayo de primera etapa para la detección
y monitoreo de pacientes con anormalidades químicas.   Las tiras reactivas para
uro análisis son bases plásticas en las que hay adheridas diversas áreas reactivas
para determinar Glucosa, Bilirrubina, Acetona, Densidad, Sangre, pH, Proteínas,
Urobilinógeno, Nitritos y Leucocitos. Los resultados obtenidos por las tiras
reactivas proporcionan información referente al metabolismo de carbohidratos,
función hepática y renal, balance ácido-base e infecciones del tracto urinario.
Las tiras reactivas están listas para utilizarse y son desechables, estas pueden ser
leídas visualmente aunque existen presentaciones que pueden ser leídas
instrumentalmente empleando auto analizadores. Las instrucciones deben
seguirse correctamente, considerando los tiempos de espera para cada parámetro
así como los procedimientos de almacenaje y utilización.
Este procedimiento se compone de dos partes:
1. Un análisis macroscópico, en el cual se determinan las características
fisicoquímicas (apariencia, gravedad específica y la medición de los
constituyentes químicos por medio de la tira) y
2. Un examen microscópico del sedimento, en campo claro o contraste de
fases, para verificar hematuria, piuria, cilindruria, cristaluria, y otros signos.

Por medio de este simple examen de orina, un uromicroscopista experimentado


puede detectar y monitorear muchas entidades que afectan al riñón y al tracto
urinario inferior.

x Tamizaje de análisis húmedo de la orina, comúnmente llamado análisis básico o


rutinario de orina.
x Citodiagnóstico de la orina, que es una evaluación citológica especializada del
sedimento urinario que correlaciona con los análisis realizados por medio de la
tira reactiva.

- E nzimas de valor diagnóstico.


C reatinina.
Formación: La creatinina se forma del metabolismo de la creatina muscular y la
fosfocreatina. No se afecta por las proteínas de la dieta, el catabolismo proteico, la edad, el
sexo o el ejercicio.

Excreción: Después de haber sido filtrada por los glomérulos se excreta en la orina. a)
Como no se excreta ni se absorbe por los túbulos renales, puede usarse como un índice
burdo del ritmo de filtración glomerular. b) La cantidad excretada depende del músculo
esquelético y del funcionamiento renal.

Muestra: Suero o plasma, Orina: diluida 1:50 con agua destilada

Interpretación:
1. Los valores normales varían de 1 a 2 mg/dl.
2. Los valores bajos no tienen importancia.
3. Valores aumentados.

95
a) El ritmo de filtración glomerular se reduce cuando la creatinina es mayor
de 2 mg/dl.
b) Al igual que en el NUS, sólo existe una correlación burda entre el grado de
elevación y el de trastorno renal.
1) Existe una tendencia de la creatinina a elevarse después del NUS, a medida
que progresa la enfermedad renal generalizada.
c) Además de la elevación en la enfermedad renal primaria, la creatinina
también se eleva en la uremia prerrenal y postrenal.
1) Trastorno en el flujo sanguíneo.
2) Obstrucción del aparato urinario.
d) Para fines de pronóstico es mejor hacer determinaciones seriadas que una
sola prueba.
e) Al principio de la enfermedad o insuficiencia renal, ni la creatinina ni el
NUS son sensibles.
f) Escasos factores renales influyen en la creatinina como lo hacen en el NUS
pero la prueba de la creatinina es técnicamente más difícil de realizar.
(Zeile, 1984)

Nitrógeno ureico (NUS).


Formación:
La urea es el principal producto terminal del catabolismo de las proteínas que se forman en
el hígado.

E xcreción de U rea:
Filtrada por los glomérulos, posteriormente entre el 25 y 40%. Se reabsorbe en los túbulos.

M aterial de Prueba:
Suero, Plasma con EDTA Orina

Interpretación:
1. Los valores normales verían de 10 a 30 mg/dl.
2. Valores bajos.
a) Mal nutrición proteica.
b) Insuficiencia hepática: la capacidad de las células hepáticas para formar urea es
una de las últimas funciones que falla cuando hay daño hepatocelular extenso.
c) Errores técnicos al realizar la prueba.
(Benjamín, 1999)

Valores elevados.
a) Causas prer renales: las elevaciones rara vez son mayores de 100 mg/dl.
Disminución del flujo sanguíneo renal: insuficiencia cardiaca congestiva
b) Choque: hipotensión más desviación de la sangre de los riñones.
Factores que reducen la presión de filtración neta en los glomérulos:

(a) Hipotensión.
(b) Choque.
(c) Insuficiencia suprarrenal.
(d) Insuficiencia cardiaca: algunos tipos.
(e) Aumento de la presión osmótica de las proteínas.

96
(f) Deshidratación (severa): las proteínas ejercen una gran fuerza para evitar que el
líquido salga de los capilares glomerulares.
(g) Aumento de proteínas en la dieta: transitoria.

Enfermedad renal: La elevación del NUS se observará cuando aproximadamente del


70% de las nefronas están afectadas.
1) La correlación entre el nivel del NUS y la severidad de la enfermedad renal por
lo general es bastante buena si se considera la duración del padecimiento

U remia post renal.


1) Perforación del aparato urinario que permite que la orina escape.
2) Obstrucción del aparato urinario: la obstrucción de uno solo de los uréteres no
producirá uremia a menos que esté dañado el riñón opuesto.

Coproparasitoscópico (heces fecales).

Es un estudio prescrito bajo sospecha de presencia parasitaria, larvas, o huevos de


diferentes familias de helmintos, amebas, tenias y protozoos. El médico veterinario
ordena este estudio cuando el paciente presenta:

x Diarrea
x Gases
x Dolores o cólicos, etc.

Cuando los parásitos se alojan en el aparato digestivo, una proporción de ellos, las
larvas o los huevos son eliminados con las heces. Como la cantidad que se elimina en
cada defecación puede ser variable, y si hay poco número de parásitos en el intestino,
lógicamente también serán escasos en las muestras que se tomen, no siempre que una
muestra sale negativa se puede descartar la infección. Por eso, normalmente se toman
tres muestras de heces, en tres días distintos. De esta forma se confirma la infección.

Pruebas complementarias.
Perfiles hepático y renal (enzimas):
La glucosa disminuye en sangre como resultado de: 1) Liberación normal de
glucosa hepática y aumento de los tejidos periféricos. 2) Disminución de la
gluconeogénesis hepática combinada con utilización normal de la glucosa en los tejidos
periféricos. 3) Combinación de ambos mecanismos. Algunas enfermedades hepáticas
también producen hipoglucemia, los trastornos funcionales del hígado, producidos por
deficiencias circulatorias o por cirrosis, reducen la glucemia. La retención patológica de
glucógeno, caracterizada por aumento del glucógeno hepático, también produce
hipoglucemia.

Cultivo de larvas en heces fecales.


Las muestras para coprocultivo de nemátodos gastrointestinales no deben contener
ningún conservador químico ya que de ellas se pretende obtener el desarrollo de huevo al
estado larval proceso que se vería impedido. Se recomienda usar como conservador una
solución de dicromato de potasio al 2%, y enviar una cantidad suficiente de materia fecal:
bovinos de 80 a100 gramos. La obtención y estudio de larvas se puede también efectuar en
pastos de los potreros.

97
Parásitos de sangre (hemoparásitos).
El examen de las muestras de sangre en el laboratorio de Parasitología tiene como
objetivo diagnosticar la presencia de parásitos intra o extra eritrocíticos. La colecta de las
muestras de sangre se realiza por punción utilizando tubos vacutainer con anticoagulante,
o jeringa hipodérmica y depositando luego la sangre en tubos de vidrio estériles
conteniendo anticoagulante si se realizará el examen en sangre total o plasma; si el examen
se realizara en suero, se utilizará tubos sin anticoagulante. La muestra debe tomarse
preferentemente durante los accesos febriles, la muestra se tomará en bovinos
principalmente de: vena yugular, vena auricular, vena mamaria, arteria coccígea.

Pa rásitos de piel (ectoparásitos).


En todos los casos en los que se sospeche infestación por ácaros, debe cortarse y
desecharse el pelo de la zona, salvo que se precise para investigar la presencia de
piojos. La zona escogida debe ser la parte más húmeda del borde de la lesión, ya que la
mayoría de los ácaros pueden encontrarse en la zona periférica de las lesiones activas.
Por lo general no se hallan ácaros vivos en los gruesos exudados serosos desecados. En
la sarna sarcóptica es preferible recoger el raspado del borde del área depilada y en
otro punto de la piel sana donde se presenten granos pequeños. Resulta de mucha
utilidad humedecer la piel con glicerina para que los ácaros se adhieran al bisturí y no
se pierdan. En los animales que se sospeche sarna coreóptica o psoróptica, debe
utilizarse un bisturí afilado, raspando profundamente la parte externa de la epidermis,
junto con las raíces de los pelos; la profundidad del raspado será dada por el inicio del
brote de la sangre. La muestra debe recogerse directamente a un pequeño tubo que
pueda cerrarse herméticamente. En los animales que se sospeche sarna sarcóptica o
notoédrica también debe cortarse el pelo. Estos ácaros se hallan muy profundos en la
piel por lo que deben hacerse raspados profundos. Cuando se sospeche sarna de la oreja
de perros, gatos y conejos, es suficiente desprender el material escamoso del oído
externo con un trocito de algodón sujetado con unas pinzas. En casos dolorosos de
sarna de la oreja, puede ser conveniente dar un poco de anestesia general para recoger
las escamas de la zona mas profunda del oído externo (Quiroz, 1988).
Para recolectar garrapatas es necesario tener presente los hábitos de las diferentes
especies y grupos. Debe procurarse en cuanto sea posible recolectarlas en distintos estados
de evolución. Las hembras llenas pueden separarse para ponerlas en cría. Es conveniente
matarlas antes de que mueran contraídas. En el grupo de Ixódidos, algunas especies como
Boophilus microplus, que exigen un solo hospedero para su evolución, permiten recolectar
a la vez larvas, ninfas y adultos de ambos sexos, en otros casos es necesario recolectarlas
separadamente. Otobius megnini o garrapata espinosa de los oídos, vive en estado de larva
y ninfa en el conducto auditivo externo del caballo y del bovino mientras que los adultos
habitan en el suelo, de modo que es necesario tener en cuenta este hecho para recolectar
ejemplares. Al hacer la recolección de garrapatas se tendrá especial cuidado en hacer una
inspección de todas las regiones del cuerpo del animal o la persona, y separar en frascos
distintos las especies que sean diferentes. También se tendrá cuidado de no arrancar
bruscamente las garrapatas que se encuentran fijadas fuertemente a la piel, pues con
frecuencia se rompen las piezas bucales, se quedan fijadas y separadas del resto del
cuerpo, o se desprenden con un fragmento de piel. En todos estos casos, los ejemplares
recolectados resultan defectuosos e impropios para su estudio. Los ejemplares pueden
matarse colocándolos en alcohol de 70% caliente para que mueran en extensión y
conservarlos en ese mismo líquido. Varios autores recomiendan matar las garrapatas en
una mezcla de 97 partes de alcohol al 20% y 3 partes de éter sulfúrico, en esta mezcla

98
mueren estiradas. Después, para conservarlas se separan del líquido alcohol-éter y se dejan
sumergidas indefinidamente en el líquido conservador formado de alcohol de 75%, 9
partes y glicerina 1 parte. No es recomendable conservar los ejemplares en solución de
formol porque endurece mucho el tegumento (Rodríguez et al., 1992).

Patología anatómica (lesiones macroscópicas y microscópicas).

- Biopsia:
Se utiliza cuando se requiere diagnóstico citológico rápido y preciso. La
combinación de la biopsia, los hallazgos de laboratorio, anamnesis y el examen físico,
permiten un diagnóstico integral más concreto. Los instrumentos para realizar una biopsia
se clasifican en dos tipos: de aspiración y de perforación. Los de aspiración están
diseñados para tomar una porción del tejido por vacío o succión y los de perforación, para
quitar un fragmento del tejido por corte o sección.

Inmunología (suero, líquido cefalorraquídeo).

- Selección y obtención de la muestra:


La sangre se obtiene para fines diagnósticos, de punción venosa o arterial, en un tubo de
cristal seco, sin anticoagulante y de preferencia estéril o en su defecto muy limpio,
posteriormente separar el suero y depositarlo en tubos de cristal o plástico, para su
almacenamiento en congelación. Para garantizar la calidad y viabilidad de la muestra se
deben considerar algunos aspectos como: a). La hemólisis puede afectar los resultados
de las pruebas diagnósticas, por la interferencia de la hemoglobina libre, los datos no
son confiables, b). Sen debe permitir la formación del coagulo coágulo completo para
obtener la máxima cantidad de suero posible, cantidades pequeñas nos pueden limitar en
la repetición de las pruebas en caso de error o la necesidad de efectuar otro
procedimiento y c). Se debe contar con una anamnesis lo más completa posible, para
evaluar correctamente los resultados de las pruebas realizadas, pues los anticuerpos o
los antígenos no solo pueden ser por exposición a la enfermedad de campo, sino
también por aplicación de vacuna o inmunógenos, lo cual dificultaría el diagnóstico.

Bacteriología y V irología (tejidos, secreciones, exudados, sangre, suero, orina, leche,


líquido ruminal y líquido cefalorraquídeo) (Zeile, 1984).

Patología anatómica.

- Ó rganos.
Los órganos sanos generalmente están libres de bacterias, por lo que hay que evitar su
contaminación con exudados o contenidos intestinales, lo que haría prácticamente
imposible una interpretación correcta de los hallazgos bacteriológicos. En el caso de
órganos, tomar pedazos grandes (300 g. aprox.) de la parte afectada o con lesiones
características del agente causal del que se sospeche y colocarlos en una bolsa de
plástico estéril o limpia. No mezclar órganos en una sola bolsa. Conservar a 4qC.

- Tomar únicamente muestras lo mas frescas posible.


- No considerar para el muestreo animales que ya presenten cambios post-mortem.
- Tomar las muestras para bacteriología al inicio de la necropsia.
- Mantener un buen nivel de asepsia a todo momento.

99
-Tomar muestras de aquellos animales que presenten las lesiones características del
problema.
- Las muestras para bacteriología deberán de ser colectadas en recipientes estériles
herméticamente cerrados
- Acompañar las muestras con una historia clínica completa donde se incluya especie
afectada, características del caso, si se ha aplicado algún tratamiento, tipo de muestra,
tiempo de haber tomado la muestra, conservación, así como un diagnóstico presuntivo.
- Las muestras para bacteriología se conservaran en refrigeración a 4qC, (no
congelación), por un máximo de 48 horas

Secreciones y exudados (hisopos).


Los hisopos pueden ser usados en algunos casos para las heces fecales, muestras de
oídos, conjuntiva, de pústulas de piel recientemente rotas y muestras de heridas
profundas.

-Nasales: Limpiar la superficie externa de la nariz con una gasa estéril o algodón
limpio, tomar un hisopo de algodón estéril e introducirlo al conducto, evitando tocar la
superficie externa del mismo, colocar el hisopo en un tubo estéril con solución salina
fisiológica estéril, no romper el hisopo al colocarlo dentro del tubo para facilitar su
manejo en el laboratorio. Mantener en refrigeración a 4qC.

-Ó ticos: Limpiar la superficie externa del oído con un algodón impregnado en alcohol
al 70% y dejar secar. Tomar un hisopo de algodón estéril e introducirlo al oído medio
evitando tocar la superficie externa del mismo, colocar el hisopo en un tubo estéril con
solución salina fisiológica estéril, no romper el hisopo al colocarlo dentro del tubo para
facilitar su manejo en el laboratorio. Mantener en refrigeración a 4qC

-O cula res: Generalmente se obtienen muestras de raspado de conjuntiva por medio de


un hisopo. Estas muestras deberán ser transportadas inmediatamente al laboratorio ya
que es común encontrar una gran cantidad de bacterias comensales que fácilmente
proliferan en la muestra. Colocar el hisopo en un tubo estéril con solución salina
fisiológica estéril, no romper el hisopo al colocarlo dentro del tubo para facilitar su
manejo en el laboratorio. Mantener en refrigeración a 4qC.

-O rofa ríngeos: Generalmente se obtienen tomando la muestra directamente del fondo


de la cavidad oral, sin aplicar procedimientos de desinfección, solo debemos de ser
cuidadosos de tomar la muestra del sitio de interés.

-Prepuciales o vaginales: Cuando la superficie de la cavidad se encuentre muy sucia se


recomienda lavarla con agua y jabón y secarla. Desinfectar los bordes del conducto con
un algodón impregnado de alcohol al 70%, dejar secar, para evitar que el mismo
químico afecte la viabilidad de los gérmenes de la muestra.

-L íquidos aspirados: Líquido pleural, peritoneal, sinovial, heridas, sangre, abscesos o


infecciones profundas. Estos pueden ser aspirados con jeringas y transportados en la
misma jeringa o en un tubo estéril. Cuando las muestras son obtenidas por aspiración, el
riesgo de contaminación es mínimo y se obtienen mayores volúmenes de muestra para
su cultivo. En el caso del líquido ruminal, la muestra se toma con la ayuda de una sonda
esofágica, directamente del rumen, y debe ser transportada en un frasco de cristal limpio

100
y seco, cubierto con papel aluminio para protegerlo del sol y en refrigeración, para
evitar la muerte de los microorganismos (protozoarios y bacterias).

-O rina: Obtener la muestra por cistocentesis, catéter o micción voluntaria. Las


mejores muestras son las obtenidas por cistocentesis. La cistocentesis es la técnica
preferida para obtener muestras de orina sin contaminar. Se rasura el área de punción y
se desinfecta la piel, el animal se coloca en posición decúbito lateral o en decúbito
dorsal. Se recomienda utilizar una aguja calibre 25 de 1.9 a 3.8 cm de longitud.
Transportar la muestra al laboratorio en una jeringa o frasco estéril. Conservar en
refrigeración a 4q C no más de 24 horas.

-H eces: Se tomarán de 1 a 2 gr. de heces directamente del recto. En el caso de grandes


especies se utiliza un guante de palpación que sirve al mismo tiempo de bolsa para
colectar la muestra. Otro método es la utilización de asas de plástico estériles. En
animales pequeños puede utilizarse hisopos de punta de algodón los cuales se
introducen en el recto lo mas profundo posible haciendo un pequeño giro, se saca el
hisopo y se coloca en un tubo estéril con solución salina o bien como en el caso del
aislamiento de Salmonella spp se puede utilizar un medio de pre-enriquecimiento
directamente.

-Piel: Desinfectar la superficie con al alcohol al 70% dejar que seque y con un bisturí
hacer un raspado de la piel y colocar en una caja de petri estéril, Conservar en
refrigeración a 4qC.

-Pústulas: Desinfectar la superficie con alcohol al 70%, dejar que seque y aspirar el
material con una jeringa estéril. Conservar a 4qC.

-Leche: Cuando la ubre se encuentre muy sucia se recomienda limpiarla y secarla.


Desinfectar el orificio del pezón con un algodón impregnado de alcohol al 70%, dejar
secar, primeramente en los pezones traseros y posteriormente en los delanteros para
evitar contaminación. Para la toma de la muestra se procederá primero con los pezones
delanteros y posteriormente los traseros. Desechar los primeros chorros de leche y
tomar en un frasco estéril con tapa de rosca 10 ml. de leche aproximadamente y
conservar a 4qC hasta su llegada al laboratorio.

-Fetos abortados: Llevar al laboratorio un feto completo, contenido abomasal fetal


(rumiantes), pulmón, hígado, placenta o cotiledones. Es importante colectar las
muestras lo más asépticamente posible, de otra forma el patógeno relevante sería
enmascarado por bacterias contaminantes. Las muestras siempre deberán ser colectadas
antes de la administración de cualquier forma de tratamiento. Muestras provenientes de
animales recientemente tratados son de poco valor para el diagnóstico bacteriológico.

Fig. 1. Feto abortado de bovino

101
SE L E C C I Ó N D E T EJI D OS P A R A EST U DI O B A C T E R I O L Ó G I C O.
ENFERMEDAD AGENTE CAUSAL TEJIDO A REMITIR
Infecciones por Arcanobacterium* Arcanobacterium pyogenes Contenido de abscesos.
(Actinomyces pyogenes).
Artritis. Streptococcus spp En animales pequeños:
A. pyogenes articulación completa.
Haemophilus spp En animales grandes:
Erysipelothrix spp Hisopos de articulación
Mycoplasma spp Fluido articular en una jeringa
estéril.
Rinitis atrófica del cerdo Bordetella bronchiseptica, Pasteurella Hisopos nasales en animales
multocida vivos.
Cornetes completos en animales
muertos.
Neumonía en caballos jóvenes Rhodococcus equi Tejido pulmonar
Cistitis Eschericia coli Orina fresca en una jeringa
Proteus spp estéril
Colifor mes
Streptococcus spp
Dermatitis Staphylococcus hycus Hisopo de lesión
Staphylococcus aureus, Sección de piel.
Staphylococcus inter medius,
Pseudomona spp., Streptococcus spp.
Enfermedades entéricas Escherichia coli Asa ligada de intestino
Sal monella spp Hisopo rectal
Campylobacter jejuni Heces
Erisipela Erysipelothrix rhusiopathiae Forma aguda: sangre de corazón,
porción de riñón, bazo e hígado.
Forma cardiaca y artrítica:
Hisopos de articulación y tejidos
afectados, válvulas cardíacas.
Epidermitis exudativa Staphylococcus hyicus Raspado de piel.
Enfermedad de Glasser Haemophilus parasuis Preferible mandar cerdos vivos
que presenten signos de la
enfermedad.
Queratoconjuntivitis infecciosa Moraxella bovis Hisopos de conjuntiva
bovina
Infecciones por Haemophilus en Haemophilus somnus Encéfalo
ganado bovino
Listeriosis Listeria monocytogenes Forma neural: Tallo encefálico
(fresco y formolinizado para
H.P)
Forma Visceral: Hígado (fresco
y formolinizado para H.P.).
Linfadenitis Corynebacterium pseudotuberculosis, Ganglios linfáticos lesionados
Streptococcus spp
Mastitis Staphylococcus spp 10 ml aprox. de leche previa
Streptococcus spp limpieza y desinfección del
y otras bacteria pezón.
Meningitis Streptococcus spp Encéfalo
Streptococcus suis Líquido cerebroespinal
Haemophilus somnus
Otitis externa Proteus spp Hisopos óticos
Pseudomona spp
Staphylococcus spp
Streptococcus spp
Pasteurelosis Pasteurella multocida Hisopos nasales
Mannhei mia haemolytica Pulmón lesionado
Pleuroneumonia porcina Actinobacillus pleuropneumoniae Pulmón lesionado.
Pielonefritis bovina Corynebacterium renale Orina, porción de riñón
afectado, uréter vejiga o uretra.
Salmonelosis Salmonella spp. Animales vivos: Hisopos
rectales, heces.
Animales muertos: Intestino,
hígado, bazo, pulmón, ganglios.

102
Toxicología (tejidos, líquidos corporales, alimentos, plantas).

Nutrición (análisis bromatológico de granos, pastos, balance de las dietas, minerales,


aditivos).

103
C APÍ T U L O V I

E xamen anatomo-patológico.
MVZ. Esp. Cert. Marco Antonio Torres León, M en C.

E xamen del cadáver y toma de muestras para el laboratorio.


La Patología debe de ser una herramienta cotidiana para los Médicos Veterinarios
Zootecnistas en el ejercicio de su profesión. Esto es, deben de ser capaces de realizar una
necropsia y de identificar las principales lesiones macroscópicas presentes en las
enfermedades más comunes en la zona geográfica donde ejerce. Esta habilidad profesional,
aparentemente sencilla, requiere de conocimientos implícitos de anatomía, cambios post
mortem, los mecanismos generales de enfermedad, etc. Y por supuesto, las diferentes
técnicas para realizar una necropsia en los animales domésticos. En estas notas se pretende
proporcionar la información básica para utilizar la Patología Veterinaria como una
herramienta más para el diagnóstico. Debemos recordar que el diagnóstico profesional
requiere la participación de otras herramientas auxiliares, muchas de ellas en los
laboratorios, por lo tanto, la toma de muestras es importante en nuestro ejercicio cotidiano,
y el de todos aquellos relacionados con la producción pecuaria (Ministry of Agriculture
Fisheries and Food, 1984).

Necropsia.
- Fundamentos de la técnica.
La finalidad de una necropsia es comprobar un diagnóstico clínico o explicar la
causa de la muerte. Para alcanzar este objetivo es necesario efectuar un estudio
macroscópico minucioso y utilizar los recursos que proporcionan los laboratorios. El
trabajo del Médico Veterinario Zootecnista, y profesionistas afines en su caso, con fines de
diagnóstico en animales muertos, es siempre un peligro potencial pata él y sus
colaboradores, razón por la cual es esencial observar reglas de limpieza y de seguridad
para evitar accidentes y contaminaciones. Debe haberse revisado detenidamente la historia
clínica que acompaña al caso, para decidir sobre lo que conviene hacer, con el fin de
confirmar un diagnóstico o bien para encontrar la causa de la muerte. La necropsia es el
estudio post mortem sistemático, ordenado y lógico. La finalidad es el diagnóstico; No
siempre es posible el diagnóstico únicamente con la observación del cadáver, por lo que
los servicios auxiliares para el diagnóstico (laboratorio), son necesarios en la mayoría de
los casos.

- ¿C uando realizar una necropsia? Este privilegio se debe de ejercer de manera


rutinaria, no exclusivamente cuando se eleva la mortalidad "normal" de las explotaciones
pecuarias.

- ¿Dónde realizar una necropsia? Es utópico pensar que en el campo existen


instalaciones adecuadas para el estudio post-mortem, sin embargo, se puede localizar un
lugar aislado del tránsito de animales y personas (no olvidar la fuente de contaminación
que representa abrir un cadáver); que tenga cerca una fuente de agua, para el lavado y
desinfección del lugar y que este protegido de los rayos solares, para comodidad del
profesional.

- ¿Qué instrumentos necesito para realizar una necropsia? Un buen cuchillo, piedra
SDUD DILODU \ WLMHUD HQ SRUFLQRV OD ³VHJXHWD´ HV LQGLVSHQVDEOH SDUD OD H[WUDFFLyQ GHO

104
encéfalo). Este instrumental es el mínimo para realizar una necropsia. Asimismo es
importante recordar el material para toma de muestras: Frascos con formol al 10%, bolsas
de polietileno limpias para muestras de microbiología, nevera de nieve seca para el
transporte de las muestras, etc. Es útil contar siempre con papel y bolsas vacías de alimento
para no colocar directamente en el piso el cadáver, esto lo protege contra la contaminación
y facilita la eliminación de despojos.

- ¿Que animales son aptos para la necropsia? Por las condiciones ambientales de la
región, los cadáveres deben ser evaluados antes de la necropsia. Los cambios post-mortem
se presentan sumamente rápido y están influenciados por diversos factores (temperatura
ambiente, estado fisiológico, grado nutricional, etc.), esto dificulta la objetividad en la
observación de las lesiones. Algunos cambios autolíticos (la flatulencia, imbibición,
congestión hipostática) se confunden fácilmente con lesiones. Por lo tanto, es importante
conocer la hora de la muerte del animal, desafortunadamente esta se da en horas impropias
o fin de semana, cuando el MVZ o encargado de la explotación pecuaria, está ausente, para
evitar lo anterior es necesario y útil sacrificar aquellos animales que clínicamente y a
nuestro juicio, perecerán sin remedio en poco tiempo.

- ¿Cómo sacrificar a los animales para el estudio post-mortem? Los métodos


eutanásicos generalmente son caros y es difícil contar con ellos en nuestras granjas (quizás
las aves sean la excepción). Sin embargo, por cuestiones éticas es necesario realizar el
esfuerzo por contar con ellos. La utilización de la corriente eléctrica por medio de un cable
con dos pinzas es útil, aunque no es eutanásico, pues los animales nunca pierden la
conciencia. Este método es aceptado por algunos autores como eutanásico en las aves. Los
métodos de sacrificio tradicionales como el desangrado y la" puntilla" nunca deben de ser
utilizados. En realidad no existen grandes obstáculos para ejercer el privilegio de la
necropsia en nuestras explotaciones, sin embargo (Jub et al., 1993).

Técnica de la necropsia.

Existen varias técnicas descritas por diferentes autores. Por lo tanto, aquí no
describiremos en detalle ninguno, brevemente describiremos la utilizada en rumiantes.
Cada profesional tiene predilección por una u otra. Es importante tener presente que cada
caso necesitará de ciertas modificaciones tomando en cuenta el diagnóstico previo, sin
embargo es aconsejable que como regla general se trabaje siguiendo una rutina establecida.
Por la diversidad de animales que en medicina veterinaria se tienen que entender que los
procedimientos cambian ligeramente de acuerdo a las particularidades anatómicas de cada
especie. Los cadáveres pueden conservarse en refrigeración para su estudio, de esta manera
se prolonga la rigidez cadavérica; es importante recordar que en cadáveres donde no haya
rigor mortis porque este ya haya pasado, será difícil establecer la causa de la muerte y más
aun para realizar estudios complementarios de laboratorio.

1.- Posición del cadáver.


- Rumiantes adultos; decúbito lateral izquierdo.
- Equinos; decúbito lateral derecho.
- Porcinos; decúbito dorsal.

2.- Inspección externa.


$QWHV GH SURFHGHU D OD DSHUWXUD GHO FDGiYHU HV QHFHVDULR ³UHYLVDUOR´ SRU IXHUD SDUD
identificar la presencia de algunas modificaciones en piel, cavidades nasal, oral, etc.

105
3.- Incisión primaria.
La piel se corta a lo largo de la línea media, desde el maxilar inferior hasta el ano.
La piel se retira únicamente en el lado superior. Se examinan cuidadosamente la piel, los
músculos y los ganglios linfáticos explorables. Por comodidad es importante desarticular la
articulación coxofemoral del lado superior. Se examinan las características del hueso y del
líquido articular.

4.- Incisión secundaria.


Cuando es necesario tomar muestras, esta incisión se realiza en la cavidad en donde
se encuentra el órgano o líquido a muestreo, esto para minimizar la contaminación. Las
cavidades articulares se inspeccionan preferentemente antes de abrir las demás cavidades y
previa incisión de la piel. La cavidad bucal se inspecciona mediante cortes paralelos al
PD[LODU LQIHULRU ³MDODQGR´ OD lengua en dirección al cuello, continuando el corte hasta
PDQHMDUHO³SDTXHWHOHQJXDWUiTXHD\HVyIDJRKDVWDOD³HQWUDGDGHDOFDYLGDGWRUiFLFD/D
cavidad abdominal se inspecciona mediante una incisión de la línea media de la apófisis
xifoides hasta la sínfisis pubiana. Posteriormente se cortan los músculos abdominales
paralelos al borde de la costilla, se observan la posición de las vísceras, el peritoneo, y el
OtTXLGR SHULWRQHDO  /D FDYLGDG WRUiFLFD H ³DEUH´ WUD]DQGR XQD OtQHD GH OD ~OWLPD D OD
primera costilla, lo más cerca de la columna vertebral. Cuando no se dispone del
costotomo para cortar las costillas se puede realizar uno por uno con un cuchillo y
romperse a nivel de la articulación costocondral. Una vez cortadas las costillas, con hacha
se elimina el esternón.
Cavidad craneana y extracción de encéfalo, se desprende la cabeza a nivel de la
articulación occipitoatlantoidea y se separan piel y músculos de la cabeza para cortar los
huesos con mayor facilidad. En bovinos, los cortes se dirigen de los límites laterales del
agujero occipital hasta la cara interna de las apófisis cornéales y de allí a los agujeros
supraorbitarios, uniendo los dos por otro corte a través del hueso frontal. Después de los
FRUWHVVHOHYDQWDOD³WDSD´FUDQHDQD\VHHOLmina la duramadre para extraer el encéfalo. Se
recomienda extremar precauciones durante la extracción del encéfalo. Inspección de las
vísceras abdominales y torácicas; se realiza posterior a la toma de muestras y además del
³ILOHWHR´ HV QHFHVDULR XQD REVHUvación cuidadosa de cada órgano tomando en
consideración sus características anatómicas normales. En el caso de las vísceras tubulares
es indispensable inspeccionar las mucosas y el contenido del órgano.

- Protocolo de la necropsia.
Debe registrar adecuadamente todas las observaciones hechas durante el examen
post-mortem. La memoria es poco fiable y el olvido frecuente. La necropsia debe
efectuarse con orden con el objeto de que las lesiones no pasen inadvertidas. Todos los
tejidos y órganos deben incluirse en el protocolo, ya sea que hayan sido examinados o
no; si un órgano no ha sido examinado, debe registrarse, los órganos que carecen de
cualquier anormalidad también deben ser anotados. Los órganos que contienen lesiones
deben describirse cuidadosa y objetivamente; debe usarse una terminología descriptiva
incluyendo cualquier observación aplicable acerca del tamaño, posición, forma, peso,
color, consistencia, olor, contenido, etc., más que una terminología médica.

- Cambios post-mortem.
Muerto el animal, se establece en un tiempo más o menos corto, lo que se conoce
como rigidez cadavérica o rigor mortis. La presencia de este cambio puede dar
información importante sobre el tiempo que transcurrió desde el momento de la muerte. Se
caracteriza por un endurecimiento y una determinada contracción de la musculatura.

106
Afecta primero a los músculos de mayor actividad. Externamente se presenta primero en la
cabeza y después en el cuello, tronco y en las extremidades anteriores, por último en las
posteriores. Se establece en nuestro medio, entre 2-8 horas después de haber ocurrido la
muerte y desaparece en el mismo orden entre 14 y 24 horas, dependiendo de factores
diversos.
Si se constata por lo tanto rigidez en los músculos de la cabeza y del cuello, puede
deducirse que la muerte ocurrió hace pocas horas, en cambio si los miembros posteriores
están rígidos y existe cierta flacidez en los músculos de la cabeza y del cuello, es indicio de
que el rigor mortis ya empieza a desaparecer. No existen datos confiables y sistemáticos
en relación a la presencia o ausencia del rigor mortis en el ambiente tropical, sin embargo,
es una realidad que la descomposición del cadáver se da en pocas horas cuando el animal
está expuesto a los rayos solares. En conclusión la autolisis post-mortem se presenta
sumamente rápido en nuestras condiciones ambientales, por lo que el cadáver debe de ser
sometido a una rigurosa inspección antes de proceder a realizar la necropsia.

Fig. Necropsia en bovino

- Factores que influyen en el desarrollo de la rigidez cadavérica.

a) L a temperatura del medio ambiente. Temperaturas altas la aceleran, las bajas la


retardan.
b) E l estado de salud del animal. En animales muertos o sacrificados en estado febril, de
caquexia, desnutrición o después de enfermedades crónicas, el rigor mortis es poco
aparente.
c) E l grado de actividad muscular antes de la muerte. La rigidez aparecerá más
rápidamente en animales que tuvieron actividad muscular intensa antes de morir.

- Cambios post-mortem que suelen presentarse.


a) L a flatulencia: La fermentación en estómago e intestino causa gran distensión, sobre
todo en los herbívoros, la presión desarrollada en la cavidad abdominal provoca a menudo
pseudo prolapso del recto, presencia de espuma sanguinolenta en los ollares, ruptura del
estómago o del diafragma, cuando un timpanismo en vida fue la causa de la muerte, los
signos de asfixia acompañan el cuadro. En el rumen, retículo y omaso, un signo notorio de
la descomposición cadavérica es la descamación de los epitelios en un tiempo
extremadamente corto.

b) La imbibición post-mortem: Es una indicación importante de procesos autolíticos, se


debe a la hemólisis dentro de vasos sanguíneos. La hemoglobina liberada queda en
solución en el plasma, al mismo tiempo las paredes vasculares se hacen más permeables a
los líquidos. Por consiguiente, el plasma rojizo es absorbido por lo tejidos vecinos y se
forma una franja rojiza-oscura a lo largo de cada vaso. La imbibición con bilis se debe a un

107
fenómeno semejante. A través de la pared en vías de autolisis de la vesícula biliar pasa este
líquido y tiñe las estructuras adyacentes de un color verduzco.

c) Congestión: Es uno de los cambios post-mortem de mayor relevancia, recordemos que


la congestión es un trastorno circulatorio, dentro de los mecanismos generales de
enfermedad y por lo tanto, no debemos de confundir el cambio post-mortem con el proceso
patológico. Una inspección cuidadosa del cadáver es suficiente para diferenciar una
entidad de la otra. La congestión hipostática es fácilmente identificable por su localización
unilateral, aunque no debemos olvidar que el proceso congestivo "post-mortem" en
condiciones ambientales tropicales rápidamente involucra la totalidad del órgano. Los
pulmones, el hígado, los riñones y la serosa intestinal son las zonas anatómicas
comúnmente protagonistas de la congestión. La putrefacción es el cambio que se
identifica con mayor facilidad. La decisión de realizar o no la necropsia en este tipo de
cadáveres, depende de la causa probable de muerte. La mayoría de las muestras
convencionales para apoyar nuestro diagnóstico (Histopatología, Microbiología), no es
recomendable tomarlas en este tipo de cadáveres.

Reporte de los resultados del estudio post-mortem y su interpretación.


La culminación al esfuerzo realizado en el estudio post-mortem, está en gran
parte dado por nuestra habilidad para emitir un diagnóstico adecuado, que se acerque lo
más posible a lo realmente observado en el cadáver. Para llegar a lo anterior hay que
tomar en cuenta:1) las características que poseen los órganos normales; 2) los cambios
provocados por el período agónico, principalmente de tipo hemorrágico; 3) las
alteraciones post-mortem; 4) los cambios provocados por el método de sacrificio
eutanásico o no, utilizado en caso de sacrificio del animal, y que son principalmente de
tipo congestivo y hemorrágico. En la práctica profesional los MMVVZZ reportan sus
necropsias según sus necesidades e interpretan los resultados del laboratorio con base a los
conocimientos adquiridos. Existen reglas generales para describir las lesiones, así como
para emitir un diagnóstico post-mortem. Es importante conocerlas para de ser posible
adaptarlas a nuestras necesidades prácticas y por otro lado entender un resultado de
laboratorio.

Reglas generales para describir las lesiones.


Antes de interpretar las lesiones observadas en un cadáver, se debe describir los
hallazgos con la mayor precisión, sobre todo si tenemos problemas para su
interpretación. Los criterios a tomar en consideración son los siguientes:

Objetividad: Describir lo más exacto posible las características de los cambios y lesiones
observadas.
O rden: Seguir una secuencia lógica en el examen del cadáver, así como de cada sistema y
órgano explorado.
Ó rganos no lesionados: No anotar nada o utilizar las siglas SCPA (Sin Cambios
Patológicos Aparentes): Cuando un órgano no está lesionado y clínicamente se sospecha
de él, es indispensable reportarlo.
Anatomía: Es útil la realización de esquemas para ubicar las lesiones. Conforme
describamos con regularidad, nuestras interpretaciones mejorarán, y es importante que el
describir no interpretamos al mismo tiempo.

- Reporte de la necropsia y el diagnostico anatomopatológico.

108
En el reporte de la necropsia es importante anotar las muestras que se remiten al
laboratorio y el protocolo puede ser tan extenso como lo requiera la capacidad del
ejecutante del estudio post-mortem. El reporte puede estructurarse en base a la práctica
profesional, las exigencias del cliente o siguiendo lineamentos oficiales.

El reporte consta básicamente de 2 partes:

1.- La identificación del caso: Aquí se anota la identificación del animal, su dueño y la
hora y el día de realizado el estudio post-mortem.
2.- La descripción de los hallazgos a la necropsia: De acuerdo a lo ya comentado y
dividiéndola en Inspección externa e Interna. Puede ser amplia y detallada o sintetizada,
dependiendo de la persona a la que será dirigido el informe y a la experiencia del prosector
responsable de la necropsia.

- Diagnóstico anatomo-patológico.
La necropsia se fundamenta en el aspecto morfológico macroscópico que presentan
los órganos lesionados, y por si solos generalmente no son suficientes para el diagnóstico
etiológico, puesto que las lesiones macroscópicas no se consideran patonogmónicas
(algunos Patólogos consideran que sí existen). Por lo anterior se deben de tomar las
muestras necesarias para estudios complementarios de manera oportuna y correcta.
Cuando hacemos lo anterior el diagnóstico de la necropsia es preliminar, pues el
definitivo se dará cuando contemos con los resultados de todos los estudios
complementarios realizados. Debemos recordar al interpretar las lesiones los mecanismos
generales de enfermedad más comunes en los animales domésticos y decidir si estamos
ante un trastorno de tipo circulatorio, degenerativo y necrótico, neoplásico o inflamatorio.
La terminología a utilizar debe de ser la médico-patológica y podría basarse en el
desarrollo del proceso inflamatorio, es importante que siga el mismo orden a saber:

x Lesión: Degenerativo, neoplásica, inflamatoria, etc.


x Tipo: Purulenta, licuefactiva, metastásico, etc.
x Curso: Agudo, subagudo, crónico, etc.
x Distribución: Focal, multifocal, difusa.
x G rado: Severo, moderado, leve.
x Etiología: Infeccioso, química, traumática, etc.

-Inspección interna (extracción de vísceras, inspección de tejidos, órganos tubulares y


parenquimatosos
-Detección y descripción de lesiones. La descripción de las lesiones se basa en las
siguientes especificaciones, que se pueden tomar como guía cuando lo necesitamos a nivel
de campo.

- Localización: Recordar la anatomía normal.


- Relación: Cuando hay cambios anatómicos por ejemplo; desplazamientos, etc.
- Número y extensión: Por ejemplo múltiples hemorragias
- Tamaño y peso: Cuando tenemos instrumentos para realizarlo.
- Forma: Por ejemplo: redondeado, ovalado, etc.
- Color: Recordar la anatomía normal.
- Consistencia: Recordar la anatomía normal.
- Superfície de corte: Erosionado, deprimido, etc.
- Contenido de la luz de los órganos tubulares: Hemorragias, fibrinoso, etc.

109
-Tipos de exudados inflamatorios. Serosos, fibrinosos, catarral, caseoso, mixto,
granulomatoso y linfoproliferatívo.

T rastorno circulatorio.
- H iperemia. Incremento en el aporte sanguíneo arterial de un órgano o tejido. Es un
proceso activo y agudo, un estado pasajero de corta duración.
- Congestión. Exceso de sangre en los vasos venosos que no puede salir de la zona
afectada, es un fenómeno pasivo debido a un obstáculo en la circulación venosa.
- E dema. Aumento de volumen causado por la difusión de un trasudado a los espacios
tisulares.
- T rombo. Coágulo que se forman en la sangre circulante, el cual siempre está adherido
al endotelio vascular.
- C hoque. Síndrome caracterizado por una reducción repentina de la perfusión y
presión sanguínea arterial a un tejido, hemoconcentración e hipoxia.
- H emor ragia. Salida repentina de sangre desde un vaso roto, ya sea al exterior del
cuerpo, a una cavidad orgánica o a los tejidos adyacentes de un órgano o vaso.
- E mbolia. Proceso circulatorio obstructivo producido por cuerpo extraño que viaja
libremente en la sangre, el cual pueden ser de naturaleza sólida, líquida o gaseosa.

Tipos de lesiones celulares y tisulares.- degeneración tisular y necrosis: hidrópica, grasa,


de Zenker, coagulativa, licuefactiva, caseosa e infarto.

Tipos de trastornos del crecimiento celular y tisular.


a) Agenesia o A plasia. Falta de desarrollo de un órgano o parte de él durante la
embriogénesis.
b) Hipoplasia. Fenómeno por el que los órganos, tejidos o células dejan de alcanzar su
tamaño normal quedando éste reducido.
c) Atrofia. Disminución del tamaño o número de las células que han alcanzado ya todo
su desarrollo.
d) Hiperplasia. Aumento anormal del número de células de un tejido.
f) Hipertrofia. Se aplica a los tejidos y órganos que han aumentado de tamaño sin
incrementarse el número de sus células.
g) Neoplasia. Crecimiento celular que prolifera en forma continua sin control, guarda
una considerable semejanza con las células sanas de las cuales se originó y pierde el
ordenamiento estructural del tejido, son agresivas al huésped y no se conocen sus causas
con exactitud.

Es común encontrar en un cadáver varias lesiones, por lo que al reportarlas es


necesario priorizarlas de la siguiente manera:

a) Lesión principal. La que a criterio del prosector causó directamente la enfermedad o


muerte del animal.
b) L esiones concomitantes. Estas tienen relación directa con la lesión principal, es una
consecuencia de ella.
c) Lesiones independiente. Son todas las lesiones adicionales encontradas, de las cuales
se considera que no tienen relación alguna con la lesión principal, ni con las
concomitantes.
Por ejemplo:

110
Dx. Lesión inflamatoria. Hepatitis abscedativa crónica multifocal severa por
bacterias piógenas.
Dx. Lesión neoplásica. Adenocarcinoma de glándula mamaria diseminado.

Es valioso hacer comentarios de lo reportado a la necropsia, sobre todo cuando las


probabilidades de conocer la etiología del problema son mínimas, por ejemplo: en nuestro
medio, las etiologías virales y múltiples intoxicaciones. Es válido cuando en realidad es
difícil llegar a la causa exacta de la lesión utilizar el término compatible con un agente
etiológico dado. Es muy importante para lo anterior una buena historia clínica. El
diagnóstico final se dicta una vez conocidos los resultados de los análisis de laboratorio,
tomando en cuenta al mismo tiempo la historia clínica, los hallazgos a la necropsia, la
consulta bibliográfica indispensable y la opinión de otros médicos especializados en el área
que nos interesa. En muchas ocasiones, a pesar de seguir todas las recomendaciones
anteriores, no podremos llegar al diagnóstico etiológico, sobre todo si para ello se
necesitan pruebas específicas de virología y toxicología, sólo realizables en laboratorios
desarrollados, lejanos a nuestro centro de trabajo, lo cual dificulta el envío de las muestras
adecuadas (Jubb, et al ., 1993).

111
G L OSA R I O D E T É R M IN OS F R E C U E N T ES E N L A
PR Á C T I C A M É D I C A.

A B D U C C I Ó N.- Movimiento por el cual se aleja un miembro del plano medio del
cuerpo.

A BSC ESO .- Inflamación supurativa, por lo general rodeada por una pared.

A C A N T OSIS.- Aumento de la cantidad de la melanina dentro de la piel, asociado con


la hiperqueratosis que sufre esta. Cualquier condición anormal de la capa espinosa de la
piel, en particular hipertrofia.

A D IPSI A .- Ausencia de sed. Disminución de la sed hasta su total extinción.

A D U C C I Ó N.- Movimiento por el cual se acerca una parte del cuerpo al eje de éste.

A D E N I T IS.- Inflamación de una glándula, ganglio o grupo ganglionar

A G E N ESI A O A PL ASI A .- Falta de desarrollo de un órgano o parte de él durante la


embriogénesis,

A L O P E C I A . - Ausencia parcial o completa de pelo donde normalmente esta presente.

A M P O L L A .- Lesión similar a la de la vesícula, pero mayor.

A N A M N ESIS.- Conjunto de antecedentes del enfermo que en medicina veterinaria solo


se puede obtener por medio del interrogatorio al dueño o encargado de los animales.

A N A PL ASI A .- Proceso íntimamente ligado con las neoplasias donde las células
malignas sufren una regresión hacia las células primitivas poco diferenciadas.

A N ASA R C A .- Edema generalizado.

A N E M I A .- Reducción de la masa de eritrocitos que redunda en una entrega insuficiente


de oxígeno a los tejidos.

A N H I D R OSIS.- Sudoración escasa o nula. Se observa en la fiebre prolongada y


diarreas intensas.

A N I M A L E N F E R M O .- Aquel animal que por causa (s) específica (s) o inespecífica


(s) pierde de manera sostenida su homeocinesis, lo cual sería detectable por sus
características propias y que pudiera afectar negativamente la expresión de su potencial
productivo o poner en riesgo su integridad física o la vida misma.

A N I M A L SA N O .- Aquel animal que es capaz de conservar su homeocinesis de manera


sostenida y es capaz de expresar su potencial productivo.
A N ISO C O R I A.- Pupilas desiguales o asimétricas.

A N O F T A L M I A O A N O F T A L M OS.- Anomalía del desarrollo fetal caracterizada por


la ausencia completa de uno o ambos ojos o por la presencia de ojos rudimentarios.
112
A N O R E X I A .- Falla para ingerir alimentos incluso en presencia de una depleción de
nutrientes evidente.

A N U R I A .- Falta total de emisión de orina.

A PN E A . - Paro respiratorio.

A R R I T M I A .- Desvío del ritmo o frecuencia cardiaca normal, del sitio de origen del
impulso cardíaco o de la secuencia de activación de las aurículas y ventrículos.

ASC I T IS.- Acumulación de líquido en el interior de la cavidad peritoneal

AST E A T OSIS.- Baja producción de sebo.

A T A X I A .- Incoordinación muscular o de marcha, produciéndose desviaciones en la


dirección, rapidez, uniformidad y fuerza.

A T E L E C T ASI A .- Falta de expansión o dilatación, o bien expansión imperfecta de los


pulmones.

A T O N Í A V ESI C A L.- Ausencia de tono del músculo detrusor y la función contráctil de


la vejiga.

A T R O F I A .- Disminución del tamaño o número de las células que han alcanzado ya


todo su desarrollo.

A Z O T E M I A .- Incremento en sangre de productos de desecho que contienen nitrógeno.

B A B E O .- Deriva de la hiper producción salival (Tialismo, sialorrea) o falla para


deglutir la saliva producida en cantidades normales. Es una respuesta habitual del perro
ante la inminencia de la ingesta o en ambientes calurosos. En el gato suele asociarse con
el ronroneo.

B A C T E R E M I A .- Presencia de bacterias en sangre

B E Z O A R I OS.- Cuerpos extraños en el tracto gastrointestinal de origen endógeno.

B L E F A R O ESPASM O .- Espasmos del párpado.

B O R B O R I G M OS.- Ruidos sordos y prolongados causados por la propulsión de gas a


través del conducto gastro entérico.

B R A D I C A R D I A .- Frecuencia del pulso, disminuido por abajo del límite normal.

B R A D IPN E A .- Disminución o retraso de la frecuencia respiratoria, se le llama también


oligopnea.

C A Q U E X I A .- Sinónimo de emaciación

113
C I A N OSIS.- Coloración azul de la piel y mucosas, en especial la debida a una cantidad
elevada de hemoglobina reducida en la sangre que circula por tales áreas.

C I C A T R I Z.- Proliferación del tejido conectivo fibroso en el lugar de una lesión que ha
destruido el corion de la piel.

C L A U D I C A C I Ó N.- Desorden estructural o funcional en uno o más miembros el cual


altera la calidad de movimientos durante la progresión

C L Í N I C A PR O PE D É U T I C A .- Parte de la medicina que estudia las técnicas y los


procedimientos médicos, quirúrgicos, físicos, químicos y biológicos, necesarios para
explorar a los sujetos de todas las especies.

C Ó L I C O .- Dolor abdominal.

C O M P O R T A M I E N T O : Apariencia general de paciente desde el punto de vista


sensorial y motor, manifestado esto por variaciones normales o patológicas en
reacciones a situaciones de la vida.

C O N D I C I Ó N F ÍSI C A : Apariencia externa general de paciente desde el punto de vista


clínico.

C O N G EST I Ó N.- Exceso de sangre en la circulación venosa que no puede salir de la


zona afectada, es un fenómeno pasivo debido a un obstáculo en la circulación venosa.

C O NST IPA C I Ó N O EST R E Ñ I M I E N T O .- Estado caracterizado por movimientos


intestinales infrecuentes o incompletos.

C OST R A.- Masa firme compuesta por exudado inflamatorio seco y restos epiteliales o
de sangre.

C O N V U LSI Ó N O C R ISIS.- Disturbio paroxístico involuntario del cerebro


generalmente manifestado como una actividad muscular incontrolada.

C U A D R IPL E J I A .- Parálisis de las cuatro extremidades del paciente.

C H O Q U E.- Síndrome que se define como una hipoperfusión tisular caracterizada por
una disminución de volumen de la sangre circulante, hemoconcentración y por un
retardo de la velocidad de la corriente sanguínea.

D E PR ESI Ó N.- Irritabilidad disminuida, se manifiesta por desgano en los movimientos,


aislamiento, inapetencia, permanencia en pie o echado con la cabeza caída y la mirada
fija sin brillo.

D E R M A T I T IS.- Inflamación de la piel.


D I A G N ÓST I C O .- Arte de reconocer una enfermedad y distinguirla de otra, es la base
para seleccionar el tratamiento.

D I A G N ÓST I C O A N A T O M O P A T O L Ó G I C O .- Es aquel que se realiza al hacer la


necropsia y se obtiene el análisis de las lesiones observadas del cual parte generalmente

114
la toma de muestras y la orientación adecuada para realizar el diagnóstico de
laboratorio.

D I A G N ÓST I C O C L Í N I C O .- Es aquel que se basa en aplicar los procedimientos


propedéuticos para determinar una serie de signos y poder realizar una evaluación
individual o grupal y llegar a sospechar de una serie de causas probables de la afección.

D I A G N ÓST I C O PR ESU N T I V O .- Es aquel que se realiza a partir de los datos


recabados del diagnóstico clínico y en ocasiones de los datos obtenidos por otras
pruebas y evaluaciones.

D I A R R E A O E N T E R O R R E A- Incremento en el volumen y frecuencia de la emisión


de heces fecales acuosas. Clínicamente se manifiesta como un incremento en la
frecuencia y/o volumen de los movimientos intestinales

D I ÁST O L E.- Periodo de dilatación del corazón, permite la repleción de las cavidades.

D ISF A G I A .- Dificultad para deglutir y por lo general se debe a dolor, obstrucción o


alteración de la motilidad faríngea o esofágica.

D ISN E A .- Respiración laboriosa, difícil o dolorosa que se le reconoce como


anormalmente incómoda. Puede ser de esfuerzo, paroxística o continua.

D ISP L ASI A .- Anormalidad del desarrollo.

D ISU R I A .- Se define como toda anormalidad relacionada con la micción e incluye


aumento de la frecuencia (Polaquiuria o sicnuria), urgencia, irresolución y dificultad en
la eliminación de la orina (estranguria).

D O L O R.- Conocimiento o percepción de un estímulo nocivo que es potencialmente


dañino para los tejidos

E C T ASIS.- Dilatación, extensión o expansión de una parte u órgano.

E C T R O PI Ó N.- Eversión de los párpados.

E D E M A .- Aumento de volumen causado por la difusión de un trasudado en los


espacios tisulares.

E M B O L O.- Cuerpo extraño que circula libremente en la sangre. Pueden ser de


naturaleza sólida, líquida o gaseosa.

E N F IS E M A SU B C U T Á N E O .- Aumento de volumen por acumulación de aire u otros


gases en el tejido subcutáneo.

E N O F T A L M I A .- Hundimiento del globo ocular dentro de la órbita.

E N T R O PI Ó N.- Inversión de los párpados.

E PÍ F O R A .- Flujo lagrimal continúo.

115
E PIST A X IS.- Salida de sangre por las fosas nasales.

E Q U I M OSIS.- Pequeños focos hemorrágicos circulares de mayor tamaño y de borde


más difusos que las petequias.

E R I T E M A.- Hinchazón localizada causada por la infiltración serosa y puntilleo rojizo,


como en la urticaria.

E R OSI Ó N.- Pérdida de capas celulares basales en tegumentos o mucosas.

E R U C T O.- Eliminación de gas producido durante el proceso de la fermentación.

ESC A M A.- Hojuelas como las del salvado, de la capa superficial de la epidermis
imperfectamente cornificada, que se cae con facilidad.

ESC O L I OSIS.- Curvatura lateral del dorso.

ESG U I N C E.- Torcedura o distensión violenta de una articulación sin luxación.

EST E N OSIS.- Estrechez patológica congénita o accidental de un orificio o conducto.

EST E R T O R ES.- Sonidos que indican la presencia de secreciones y fluidos en los


bronquios y bronquiolos (exudado, trasudado, sangre y líquidos aspirados).

EST O R N U D O.- Liberación explosiva de aire de los pulmones a través de la cavidad


nasal y la boca. Es un reflejo protectivo para expeler irritantes de la cavidad nasal.

EST R A B ISM O.- Desvío del eje visual normal que puede ser divergente o convergente.

E UPN E A.- Respiración normal y calmada.

E V A G I N A C I Ó N.- Protrusión de una parte a través de una vaina.

E X C I T A C I Ó N.- Aumento de la irritabilidad se caracteriza por agitación,


intranquilidad, miedo, agresividad, incremento de los movimientos de defensa, etc.

E X O F T A L M I A.- El globo ocular sale más de lo normal por el espacio palpebral.

E X U D A D O .- Acumulo de líquidos y células procedentes del torrente sanguíneo, en el


sitio de la inflamación

E X U D A D O C A T A R R A L.- Exudado cuyo componente característico es el moco que


proviene de las membranas mucosas debido a la presencia de glándulas y células
caliciformes. Se compone principalmente de mucopolisacaridos, material necrótico,
anticuerpos fibrina y neutrófilos.

E X U D A D O C ASE OSO O G R A N U L O M A T OSO .- Este tipo de exudado es


característico de la inflamación crónica. Las células predominantes son los macrófagos,
aunque también coexisten linfocitos y otras células como neutrófilos y eosinófilos

116
E X U D A D O E OSI N O F Í L I C O.- Este exudado solo es visible microscópicamente. La
respuesta inflamatoria está constituida por eosinófilos y se relaciona con parasitismo o
reacciones de hipersensibilidad tipo I.

E X U D A D O F I B R IN OSO .- La presencia de este exudado indica daño vascular severo


con la consiguiente salida de fibrinógeno. El componente más importante es la fibrina
con una apariencia gelatinosa, adherente y con una coloración blanquecina o
amarillenta.

E X U D A D O H E M O R R Á G I C O.- Su principal característica es la gran cantidad de


eritrocitos que se encuentran en el área afectada que han salido del torrente circulatorio
por diapédesis.

E X U D A D O L I N F O C I T A R I O .- Este exudado solo es visible microscópicamente y


también se le denomina proceso no supurativo, se caracteriza por la acumulación de
linfocitos alrededor de vasos sanguíneos o en el estroma de órganos parenquimatosos.

E X U D A D O PU R U L E N T O.- Se caracteriza por la presencia de pus. Lo componen


principalmente neutrófilos atraídos por el fenómeno de quimiotáxis y material
necrótico.

E X U D A D O SE R OSO.- Este exudado está compuesto principalmente por agua y


proteínas, se produce en respuesta a daños leves o en el inicio del proceso inflamatorio
especialmente en membranas serosas y mucosas

F I E B R E.- Estado patológico de incremento en la producción de calor.

F I M OSIS.- Estrechez natural, congénita o accidental de la abertura del prepucio, de la


que resalta la imposibilidad de descubrir el glande.

F ISU R AS.- Defectos lineales que alcanzan la dermis con frecuencia.

F L A T U L E N C I A.- Presencia de gases en el tracto digestivo.

F L E C M Ó N.- Infiltraciones purulentas no circunscritas en la piel y tejido subcutáneo, al


tacto se siente caliente y de consistencia dura, pudiendo abarcar una zona amplia.

F R A C T U R A.- Ruptura de un hueso.

F R E C U E N C I A C A R D Í A C A.- Número de ciclos cardíacos por minuto.

F R E C U E N C I A R ESPI R A T O R I A.- Número de ciclos respiratorios por minuto

G A N G R E N A.- Es un proceso que tiene una fase de necrosis previa con posterior
invasión de gérmenes saprofíticos, en ocasiones puede formar gas y en las áreas de
necrosis hay burbujas.

G I N G I V I T IS.- Inflamación de la encía que rodea los dientes

117
G L A U C O M A.- Acumulación de fluidos en el ojo causando incremento en la presión
dolor y ceguera.

H E M A T O M A.- Infiltración circunscrita de sangre en el tejido celular

H A L I T OSIS.- Aliento con olor desagradable

H E M A T E M ESIS Sangre procedente de vómito.

H E M A T O C E L E.- Presencia de sangre en la túnica vaginal del testículo.

H E M A T O Q U E Z I A.- Sangre fresca en las heces

H E M A T U R I A (hematuresis o hemuresis).- Presencia de sangre mezclada con orina.

H E M IP L E J I A .- Parálisis de dos extremidades del mismo lado.

H E M O G L O B I N U R I A.- Presencia de pigmentos hemáticos (hemoglobina) en la orina.

H E M O L A C T I A.- Sangre en la leche.

H E M O L ISIS.- Ruptura de eritrocitos.

H E M O P E R I C A R D I O.- Presencia de sangre en el saco pericárdico.

H E M O P E R I T O N E O.- Presencia de sangre en la cavidad peritoneal.

H E M O P T ISIS.- Expulsión de sangre procedente del pulmón.

H E M O R R A G I A .- Salida de sangre desde un vaso, ya sea al exterior, a una cavidad


orgánica o a los tejidos adyacentes.

H E M OSA L PI N X.- Derrame sanguíneo en el oviducto.

H E M O T Ó R A X.- Presencia de sangre en la cavidad torácica.

H E PA T O M E G A L I A.- Aumento de volumen del hígado.

H I D R OSA L PI N X.- Edema en el oviducto.

H I D R O P E R I C A R D I O .- Edema en el saco pericárdico.

H I D R O P E R I T O N E O.- Edema en la cavidad peritoneal

H I D R O T O R A X.- Edema en la cavidad torácica.

H I G R O M A .- Saco o quiste lleno de líquido, por lo general en el tejido subcutáneo de


las articulaciones.

118
H IPE R E M I A.- Aumento en el aporte sanguíneo en un órgano o tejido de origen
arterial. Es un proceso activo y agudo, un estado pasajero de corta duración

H IPE R H I D R OSIS.- Aumento en la secreción de sudor. Puede deberse a polipnea,


intoxicaciones, metabolismo de algunos elementos dietéticos.

H IPE R M AST I A.- Hipertrofia de la glándula mamaria

H IPE R PL ASI A.- Aumento anormal del número de células de un tejido.

H IPE R N E A.- Aumento de la frecuencia respiratoria, también se denomina taquipnea o


polipnea.

H IPE R Q U E R A T OSIS.- Engrosamiento excesivo del estrato córneo debido al aumento


del número de células queratinizadas, asociado al contacto con ciertas sustancias
químicas o a su ingestión.

H IPE R T E NSI Ó N.- Incremento en la presión sanguínea.

H IPE R T E R M I A .- Elevación de la temperatura corporal por encima del rango normal.

H IPE R T R O F I A.- Se aplica a los tejidos y órganos que han aumentado de tamaño sin
incrementarse el número de sus células.

H IPO P L ASI A.- Fenómeno por el que los órganos, tejidos o células dejan de alcanzar
su tamaño normal quedando este reducido.

H IPO T E R M I A: Disminución patológica de la temperatura corporal debida a una


disminución de la producción de calor.

I C T E R I C I A.- Estado clínico en el cual la hiperbilirrubinemia es detectable como una


discromía amarillenta del plasma o tejidos, como mucosas, escleróticas y piel.

I D E O P Á T I C A.- Enfermedad de origen desconocido.

I N C O N T I N E N C I A U R I N A R I A.- Se refiere a la falta de control voluntario sobre el


flujo de orina desde el cuerpo.

I N F A R T O.- Es un área de necrosis coagulativa ocasionada por isquemia aguda y cuya


causa es la obstrucción de un vaso sanguíneo.

I N F L A M A C I Ó N.- Proceso dinámico de tipo vascular y celular que se da en los tejidos


de un individuo vivo como respuesta a una agresión local. Es una serie de eventos
escalonados, complejos, continuos que involucran al sistema circulatorio y al tejido
conectivo., tendiente a eliminar el agente irritante y reparar y reparar el daño causada.
I N V A G I N A C I Ó N.- Penetración de una porción de intestino en otra adyacente o en sí
misma.

ISC U R I A.- Retención de la orina cuya consecuencia más notable es la distensión


anormal de la vejiga. La orina sale constantemente a gotas.

119
L I Q U I N I F I C A C I Ó N.- Engrosamiento de la piel con exageración del rayado normal,
por lo general producida por irritaciones crónicas.

L O R D OSIS.- Hundimiento del dorso.

L U X A C I Ó N.- Dislocación de una parte, en especial de las superficies articulares de los


huesos.

M Á C U L A.- Área circunscrita con cambio de color igual o menor de 1 cm.

M E L E N A: Sangre en las heces.

M E T A PL ASI A.- Aparición de un tipo celular en un tejido en el que no está presente en


condiciones normales.

M I C C I Ó N Expulsión de orina contenida en la vejiga.

M I D R I ASIS.- Dilatación pupilar.

M I O PÍ A.- Cortedad de la vista, defecto visual debido a la mayor refracción del ojo, en
el que los rayos luminosos procedentes de objetos situados a distancia forman el foco
antes de llegar a la retina.

M I OSIS.- Contracción pupilar.

M I X O R R E A.- Aumento anormal en la producción del moco que acompaña a las heces.

M U R M U L L O.- Sonido anormal del corazón asociado a un flujo anormal de sangre,

N E C R OSIS.- Muerte celular dentro de un organismo vivo.

N E O P L ASI A.- Crecimiento celular que prolifera en forma continua sin control, guarda
una considerable semejanza con las células sanas de las cuales se originó y pierde el
ordenamiento estructural del tejido no cumple alguna función, son agresivas al huésped
y no se conocen sus causas con exactitud..

N E U M O T Ó R A X.- Acumulación de aire o gas en la cavidad pleural.

N E U M O P E R I T O N E O.- Presencia de aire en la cavidad abdominal.

N IST A G M US.- Movimiento constante e involuntario del ojo generalmente hacia los
lados.

N Ó D U L O.- Pápula grande, por lo general dura que se palpa en la dermis profunda o
tejido subcutáneo.

O L I G U R I A.- Disminución de la cantidad de orina emitida sin obstáculos a la


permeabilidad de las vías urinarias.

120
O T O R R E A.- Secreción anormal que escurre por el oído.
PA N US.- Depósito de tejido de granulación vascularizada en la córnea.

PÁ PU L A.- Elevación sólida circunscrita de la piel que varía de menos de 0.1 cm. a 1
cm. en diámetro.

PA R A F I M OSIS.- Constricción del glande por un anillo formado por el prepucio y que
evita que el pene sea retraído totalmente.

PA R Á L ISIS.- Pérdida de la función de los nervios motores o sensitivos.

PA R A P L E J Í A .- Parálisis de las extremidades posteriores, parcial o total.

PA R A Q U E R A T OSIS.- Queratinización incompleta de las células de la epidermis


caracterizada por la retención del núcleo. Las células se encuentran poco adheridas.

PA R ESI A .- Parálisis parcial. Indica que el músculo o los músculos son incapaces de
contraerse de manera normal, la contracción es más débil, puede ser local o general.

P E R I T O N I T IS.- Proceso inflamatorio que interesa toda la cavidad peritoneal o parte


de ella.

P E T E Q U I AS.- Puntos pequeños hemorrágicos hasta del tamaño de una cabeza de


alfiler de 2 mm. de diámetro.

PI C A.- Apetito anormal hacia objetos extraños e indica trastornos metabólicos o


enfermedades carenciales.

PI OSA L PI N X.- Acumulación de pus en el oviducto.

PI O T Ó R A X.- Acumulación de pus en la pleura.

P O L I D IPSI A,- Aumento en la ingestión de agua.

P O L I F A G I A.- Consumo excesivo de alimento.

P O L I U R I A.- Emisión frecuente de orina con grandes cantidades emitidas.

P O L I C I T E M I A.- Síndrome caracterizado por aumento en el recuento eritrocitario y


sus parámetros asociados ( Concentración de hemoglobina y hematocrito).

P OST U R A: Apariencia general del paciente desde el punto de vista anatómico.

PR ESI Ó N SA N G U Í N E A.- Se refiere a la fuerza ejercida contra las paredes de los


vasos sanguíneos. Suele expresarse en milímetros de mercurio (mm. Hg.)

PR U R I T O. Sensación particular que incita a rascarse.

P T I A L ISM O.- Salivación profusa.

121
PU LSO .- Onda de expansión, elevación y descenso de las paredes arteriales producida
por variaciones en la presión arterial durante cada latido cardíaco. Se mide su ritmo,
calidad, tamaño y duración.

PÚST U L A.- Vesícula llena de un exudado que no denota necesariamente una infección
bacteriana, y puede desarrollarse en secuencia natural a partir de una vesícula.

R E G U R G I T A C I Ó N.- Movimiento retrógrado pasivo del material ingerido, por lo


general antes de que el mismo pueda alcanzar la luz estomacal

R E T E N C I Ó N U R I N A R I A (U R OSQ U ESIS).- Se refiere a la acumulación


inapropiada de orina dentro de la vejiga

SE B O R R E A.- Alta producción de sebo.

SI A L O R R E A .- Salivación profusa de consistencia mucosa.

SI G N O.- Señal o evidencia objetiva de una enfermedad o estado que el médico


reconoce o provoca.

SÍ N C O P E O D ESM A Y O.- Pérdida súbita y transitoria de la conciencia debida a la


privación de los substratos energéticos ya sea oxígeno o glucosa que deteriora
fugazmente el metabolismo cerebral.

SÍ N T O M A.- Manifestación de una alteración orgánica o funcional apreciable por el


enfermo. En Medicina Veterinaria no se puede hablar de síntomas ya que los animales
no pueden hablar y expresar lo que sienten.

SÍST O L E.- Período de contracción cardiaca.

SO P L O C A R D Í A C O.- Sonido prolongado que se produce durante un intervalo,


normalmente silencioso, del ciclo cardíaco. Los soplos son generados por vibraciones
en las válvulas cardíacas, paredes arteriales y otras estructuras del corazón.

ST R ESS.- Estado de tensión nerviosa.

SU F USI Ó N.- Sangre derramada en tejido conectivo laxo ( epicardio, endocardio,


peritoneo) en forma de capas o brochas.

T A Q U I C A R D I A.- Aumento en el número de latidos cardíacos.

T A Q U IPN E A O P O L IPN E A.- Se refiere a una frecuencia respiratoria incrementada.

T E N ESM O .- Deseo continuo, doloroso e ineficaz de orinar o defecar, que se


manifiesta por pujos.

T E T A N I A.- Estado generalizado en el que existe un espasmo muscular tónico,


excitación y jadeo.

T O R T Í C O L IS.- Torsión constante e involuntaria del cuello por contracción muscular.

122
T OS.- Esfuerzo espiratorio que produce una expulsión brusca y ruidosa de aire desde
los pulmones, generalmente en el intento de librar a estos de material extraño.

T R ASU D A D O .- Líquido que ha atravesado mecánicamente una membrana sin


fenómenos inflamatorios.

T R E M O R O T E M B L O R.- Movimiento involuntario, regular, oscilatorio de una parte


o sectores corporales

T R I C O R R E X IS.- Fragilidad anormal del pelo, tendiendo a romperse.

T R I Q U I ASIS.- Dirección anormal de las pestañas.

T R O M B O.- Coágulos que se forman en la sangre circulante los cuales siempre están
adheridos al endotelio vascular

U L C E R A.- Falta de tejido que se extiende con más profundidad que las erosiones y
alcanza la dermis.

U R I N A C I Ó N O M I C C I Ó N.- Acto normal del vaciamiento de la vejiga mediante la


salida de la orina a través de la uretra.

V ESÍ C U L A .- Pequeña elevación del epitelio superficial de la piel, cuyo interior está
ocupado por trasudado o linfa

V I T I L I G I O .- Despigmentaciones debidas a secreciones persistentes por lo general en


nariz y ojos.

V Ó M I T O .- Expulsión enérgica de material (comida, agua, saliva), del estomago y a


veces del intestino delgado proximal, a través de la boca.

X E R OST O M Í A.- Sequedad bucal.

X I F OSIS.- Curvaturas convexas del dorso.

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R E F E R E N C I AS.

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