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Iglesia gentil. Para lograr esta comprensión más profunda, es necesario considerar la
Escritura como figura del misterio (secundum mysticam formam) y comprender que to-
das estas realidades son misterios (intelligimus haec omnia sacramenta esse). Valién-
dose de la interpretación espiritual, Orígenes reconoce, en una serie de episodios bíbli-
cos, el mismo misterio, a saber, la economía divina respecto de los judíos y los gentiles:
en diversos relatos históricos, Orígenes percibe la presencia del misterio que se expresa
en la Carta a los Romanos. En una homilía, luego de relatar cuando Josué (= Jesús)
concede el descanso a los que habían sido instruidos por Moisés, Orígenes exclama:
"Me parece que aquí se indica este misterio" (4), refiriéndose a la salvación de Israel,
una vez que la totalidad de las naciones hayan entrado.
Esta situación es frecuente: en una buena cantidad de relatos bíblicos, el Ale-
jandrino ve reflejado el misterio que se expresa en la Carta a los Romanos: la esposa
del Cántico. que es llamada entre dos heredades, es la Iglesia gentil, llamada entre la
primera vocación de Israel y su salvación (5); los egipcios que se vuelven como pie-
dras. mientras se salva el pueblo santo, son los judíos rechazados provisoriamente por
Dios, hasta que entre la plenitud de las naciones (6); la descendencia de las hijas de
Lol, son los israelitas que no entrarán en este siglo en la asamblea de Dios, sino sólo al
final (7); Agar, que muere de sed junto al pozo, representa a Israel que no bebe de la
Escritura, y que sólo al final accederá a su sentido espiritual (8); Yael, que vence al
enemigo antes que Baraq, representa a la Iglesia gentil, que logra la victoria antes que
Israel, y permite que este participe, al final, de la victoria (9); la sangre del sacrificio,
que se derrama en la base del altar, es la salvación de Cristo que, al final, llega hasta los
judíos (10); la hermana de Moisés, que se vuelve leprosa y es expulsada del campamen-
to por una semana, simboliza a los judíos que padecen la lepra de la observancia, hasta
que pase la semana de este mundo y sean salvados (11); Balaám, que bendecirá a Israel,
indica a los fariseos que, al final de los tiempos, bendecirán a la Iglesia (12); la infiel
mujer de Oseas, que vuelve, por fin, a su primer marido, es símbolo de los judíos que
regresan a Dios (13).
El mismo misterio está presente en algunos relatos evangélicos: la segunda vi-
sita de Jesús a Caná, simboliza la segunda venida de Cristo, en que sanará totalmente
a los hijos de Abraham (14); la hija de Jairo, que es atendida por Jesús, después de la
hemorroísa, indica la sinagoga judía que adquiere la vida sólo después de la curación de
las naciones (15); Jesús, que predica y hace milagros primero en Cafarnaum y sólo
después en Nazaret, representa al Salvador, que se dedica primero a los gentiles y sólo
Sin embargo, este borde del manto nos sana y nos hace oír de labios de Jesús:
"Hija, tu fe te ha salvado", Y cuando seamos sanados, también resucitará la hija
del jefe de la sinagoga: Dice, en efecto, "cuando entre la plenitud de los gentiles,
entonces todo Israel será salvado" (23).
En el cántico de Moisés, se lee: "Vuélvanse como piedra, Seiior, hasta (jue pase
tu pueblo; hasta que pase el pueblo que te has adquirido" (Ex 15, 16). Orígenes se vale
de este texto para criticar las doctrinas gnósticas y marcionitas, y luego lo relaciona con
el pasaje de la Carta a los Romanos:
Volverse como piedra no es ser piedra por naturaleza (... ) Decimos esto por
aquellos que dicen que el Faraón o los egipcios eran de mala naturaleza, y que
no llegaron a esta situación por el ejercicio de su lihre alhedrío; pero tamhién por
los que acusan de crueldad al Dios Creador, porque transforma los homhres en
piedras (24).
Por cierto, antes de blasfemar, consideren con sumo detenimiento lo que está
escrito. En efecto, no se dice sin más: vuélvanse como piedra, sino que se estahle-
ce el tiempo y se determina la medida de la condenación. Se dice, en efecto: hasta
que pase tu pueblo, lo que quiere decir que después del paso del puehlo ya no son
como piedra. Creo que en esta expresión se esconde algo profético. Veo en efecto
que el primer pueblo, el que existió antes que nosotros, fue hecho como piedra,
María, dijimos, era figura del primer pueblo. Moisés, es decir, la ley del Señor,
se casó con aquella etíope (la que fue congregada de entre las naciones). Este
Moisés, es decir, la Ley espiritual, tomó esposa, y por este hecho María, la que
ahora es la sinagoga, se indignó y se separó juntamente con Aarón, es decir,
con los sacerdotes y fariseos ( ... ) y María se vuelve leprosa ( ... ) Sin embargo,
esta lepra no permanece para siempre, sino que cuando se cumpla la semana del
mundo, será nuevamente llamada al campamento. Al fin del mundo, cuando la
plenitud de las naciones haya entrado, entonces también todo Israel será salvado
(Rom 11,25-26); es entonces cuando cesará la lepra del rostro de María (28).
las palabras del Rey: "Vengan, benditos de mi Padre, reciban la herencia del reino", y
luego continúa:
A los otros, en cambio, dice: "Vayan al fuego eterno, que preparó Dios para el
diablo y sus ángeles ", hasta que procurará a toda alma el remedio, que El mismo
conoce, entonces "todo Israel será salvado" (32).
La condenación tiene un final. Después de que Dios aplique los remedios a los
impíos, remedios que sólo El conoce, entonces todos participarán de la salvación. Estos
remedios no niegan el libre albedrío. La providencia de Dios, por múltiples caminos,
en diálogo con los racionales, respetando siempre la libertad de elección, logrará
reconducir a todos hasta Dios. Sólo entonces" todo Israel será salvado" (Rom I 1, 26).
Orígenes no conoce el determinismo, ni siquiera a la sal vación. Tal como Josué, en otro
tiempo, el Señor incluso está dispuesto a alargar el día para posibilitar la derrota de las
potencias adversas. El día se alarga, el crepúsculo es diferido, el sol no se pone, para
permitir que entren todas las naciones, y entonces, finalmente, todo Israel será salvado.
Algo semejante sucede con la predicación de Jesús en Nazaret, su patria: si bien el
pasaje evangélico no habla de la conversión de los conciudadanos de Jesús, Orígenes la
supone, a partir del texto paulino (33).
Lucas agrega algo que no dice Mateo: la hija del jefe de la sinagoga tenía doce
años y la hemorroísa padecía hemorragias hacía doce años. Y bien, al momento
que nace la [niña], la otra [comienza] a padecer hemorragias. Ella permanece en
la incredulidad, por el mismo tiempo en que vive la sinagoga. Y el mismo instan-
te de la muerte de la [niña], es también [el momento] del inicio de la salvación de
la otra. Una muere a los doce años, la otra, que ha padecido doce años, creyendo
es sanada (34).
Relaciones como esta, si bien menos explícitas, son frecuentes y permiten re-
construir las etapas del proceso que se corona con la salvación tanto de las naciones
como de Israel. La interpretación de cada episodio bíblico tiene sus particularidades,
pero son evidentes los puntos de contacto. Las diversas etapas se pueden esquematizar
como sigue:
(33) Le. Hom XXXIII. 2. Jesús primero predica y hace milagros en Cafarnaum. no por ello descuida a
los habitantes de Nazaret, sus conciudadanos, que pedirán a Jesús que realice los prodigios que ha
efectuado afuera, entre las naciones. también en su patria, entonces recibirán la salvación al final.
cuando haya entrado la plenitud de las naciones.
(34) LlI<'. Cm fr cxxv. 1-35 (CCS, IX 278-279).
220 SAMUEL FERNANDEZ EYZAGUIRRE
Israel se constituye como pueblo cuando Baraq sube al monte y recibe los pre-
ceptos divinos, es decir, cuando el pueblo recibe la ley en el Sinaí. Se trata del naci-
miento de la sinagoga. Este momento coincide con el comienzo de la enfermedad de
las naciones (= la hemorroísa), es decir, comienza el tiempo de la incredulidad de los
gentiles.
Se trata del tiempo de la ceguera de Israel; el pueblo según la carne yace junto
a las Escrituras, pero no es capaz de beber del sentido espiritual de ellas (= Agar ciega,
que muere de sed junto al pozo); la sinagoga padece la lepra de la observancia de la
Ley según la letra (= María); Israel está próximo a morir, enfermo en el culto (= el hijo
del basilikós). Es el tiempo en que Yael goza de la victoria, pero Baraq aún no participa
de ella. Es el tiempo en que los israelitas se vuelven duros como piedras, y la oscuridad
se cierne sobre Judea, mientras el sol brilla sobre las naciones. Se trata del tiempo en
que los habitantes de Cafarnaum acogen a Jesús, mientras lo rechazan los de su patria.
Así concibe el Alejandrino la situación de los judíos, sus contemporáneos.
d. Restauración final
Pero "cuando haya entrado la plenitud de las naciones, entonces todo Israel
será salvado" (Rm 11, 25-26). Al final de la semana del mundo, el Salvador viene por
segunda vez para sanar a la totalidad de Israel (= el hijo del basilikós, la hija de Jairo,
Agar y María). Es el momento de la restauración final, cuando Yael invita a Baraq a
compartir su victoria; cuando la sangre del sacrificio llega a las bases del altar, es decir,
la pasión de Cristo toca a Israel. En el momento final, la esposa infieL Israel, volverá a
su primer Marido. Cuando después de este siglo, Israel, la higuera que no ha dado
frutos en este siglo, dará frutos para el Señor.
Orígenes concibe la Biblia como un todo orgánico, como un cuerpo umco, por
ello puede iluminar y relacionar diversos textos bíblicos que, en su lectura literal, no
parecen tener relación. El texto paulino permite relacionar una serie de episodios narra-
ISRAEL Y LAS NACIONES 221
dos por la Escritura: la historia de Baraq y Yael; de Esaú y Jacob; de la hija de Jairo y
la hemorroísa; de los egipcios y los israelitas; de los habitantes de Cafarnaum y los
de Nazaret, etc., son expresiones del mismo misterio revelado por Pablo. En distintos
relatos bíblicos, Orígenes ve múltiples proyecciones de la única economía divina. Las
vicisitudes de Israel y las naciones, que san Pablo expresa de modo conceptual (Rm 11,
25-26), encuentran una expresión simbólica en las diversas narraciones. En la exégesis
origeniana. que es preferentemente individualista, también hay espacio para una cohe-
rente interpretación colectiva. La economía es única, pero sus proyecciones son múlti-
ples. Los distintos episodios bíblicos. en su interpretación colectiva, son manifestacio-
nes sensibles de la única economía di vina que se realiza en el mundo y que tiende a la
liberación de todos.
El aspecto que hemos estudiado permite comprender un poco más el fascinante
modo cómo Orígenes concibe a Dios. Este Dios, siempre bueno, que nunca atropella el
libre albedrío de los racionales, y que siempre, por múltiples medios, sin forzar a las
creaturas, adaptándose a cada situación, busca, en definitiva, la salvación de todos.
RESUMEN
Orígenes concibe la Biblia como un todo orgánico, como un cuerpo único, por ello ilumina
y relaciona diversos textos bíblicos que, en su primera lectura, no parecen tener relación. El
texto paulino de Rom 11, 25-26 permite relacionar una serie de episodios narrados por la
Escritura: la historia de Baraq y Yael: de Esaú y Jacob; de la hija de Jairo y la hemorroísa; de los
egipcios y los israelitas: de los habitantes de Cafarnaum y los de Nazaret, etc. En distintos
relatos bíblicos, Orígenes ve múltiples proyecciones de la única economía divina. Las vicisitudes
de Israel y las naciones, que san Pablo expresa de modo conceptual (Rm 11, 25-26), encuentran
una expresión simbólica en las diversas narraciones. En la exégesis origeniana, que es prefe-
rentemente individualista, también hay espacio para una coherente interpretación colectiva.
La economía es única, pero sus proyecciones son múltiples. Los textos estudiados permiten
reconstruir la historia de la salvación tal y como Orígenes la concibe, y cuyos personajes son el
Salvador, el pueblo de Israel y la Iglesia de los gentiles.
ABSTRACT
Origen conceives the Scriptures as an organic whole, a complete body, and therefore can
explain and relate different biblical texts which, in their literal reading, do not seem to be related.
The Pauline text of Romans 11, 25-26: "until the full number of the Gentiles come in or by the,
and so all Israel will be saved", permits the relating of a series of episodes narrated by the
Scripture: the story of Barac and Yael; of Esau and Jacob: Jairo's daughter and the woman with
the flow of blood, etc. In various biblical stories, Origen se es multiple projections of the one and
only Divine Economy. The vicissitudes of Israel and the nations, conceptually expressed by SI.
Paul in Romans 11, 25-26, find symbolic expression in these narrations. In Origen's exegesis,
preferentially individualistic, there is al so room for a coherent collective interpretation. It is
possible to reconstruct the history 01 salvation protagonized by Israel, the Gentiles and the
Savior, on the basis 01 the biblical stories which are illuminated by the Pauline text 01 Romans 11,
25-26. There is but one economy, with, however, multiple projections. The various biblical
episodes, in their collective interpretation, are appreciable manilestations 01 the one Divine
Economy carried out in the world and which tends towards the liberation 01 all.