Sunteți pe pagina 1din 10

Volumen 58 - Nº 3

Buenos Aires - Septiembre 2012


ISSN: 0001 - 6896

Editorial

145 La ciencia transparente


HUGO R. MANCUSO

Originales [trabajos completos]

149 Efectos de la capacitación en


prevención del riesgo suicida
ALEJANDRO GÓMEZ, CARLOS NÚÑEZ, CAROLINA IBÁÑEZ,
ESTEBAN GÓMEZ

157 Riesgo de trastornos alimentarios en


adolescentes de contexto rural:
insatisfacción corporal y déficits en
habilidades sociales
ANA B. LACUNZA , SILVINA V. CABALLERO , JOSEFINA
FILGUEIRA BLANCHE , JAVIER SAL , RAMIRO SALAZAR BURGOS

164 Estudio sobre juego y regulación


afectiva en la infancia: su relación
con el funcionamiento reflexivo
parental
MARÍA JIMENA ESTEVE, JULIANA OELSNER, MARÍA PÍA
VERNENGO, VANINA HUERIN, CLARA SCHEJTMAN

173 Distribución de frecuencias de los


tipos de actos del habla en el
algoritmo David Liberman
DAVID MALDAVSKY, JUAN CARLOS ARGIBAY, LUJÁN DE SIMONE,
SILVINA PEREZ ZAMBÓN, JULIETA OTÁLORA

Original [comunicación preliminar]

184 Percepción del paciente con


diagnóstico de trastorno bipolar
hacia las actitudes de su entorno
INGRID VARGAS-HUICOCHEA, SHOSHANA BERENZON-GORN

Revisión

192 Una revisión narrativa de las


enfermedades y terapéuticas en la
medicina tradicional
ALEJANDRO CHÁVEZ RODRÍGUEZ, SERGIO J. VILLASEÑOR
BAYARDO
Historia

201 Terapia Familiar y Teoría de la


Comunicación Humana en Acta
Psiquiátrica y Psicológica de
América Latina
FLORENCIA ADRIANA MACCHIOLI

Nota
Volumen 58 - Nº 3
Buenos Aires - Septiembre 2012 210 El fenómeno de la negación no
ISSN: 0001 - 6896 psicótica del embarazo
THOMÁS GOMES GONÇALVES, MÔNICA MEDEIROS KOTHER
MACEDO

Informaciones

216 XXVII Congreso APAL;


20º Congreso Internacional de
Psiquiatría;
IV Congreso Internacional de
Investigación y Práctica Profesional
en Psicología

Fondo para la Salud Mental


Entidad de bien público sin fines de lucro
Personería Jurídica Nº 4863/66
Inscripta en el Ministerio de Salud Pública y
Acción Social con el Nº 1.777

CONSEJO DE ADMINISTRACIÓN

Sede Social: Marcelo T. de Alvear 2202, piso 3º - C1122AAJ - Ciudad de Buenos Aires, R. Argentina
Tel.: (54 11) 4966 -1454
Administración/suscripciones: CC 170, Suc. 25 - C1425WAD - Ciudad de Buenos Aires, R. Argentina
(54 11) 4897 – 7272 int.: 100 - fuacta@acta.org.ar - www.acta.org.ar

Este número se terminó de imprimir en septiembre 2012


Acta Psiquiátr Psicol Am Lat. 2012; 58(3): 149-156

Original

Efectos de la capacitación en prevención del riesgo suicida

ALEJANDRO GÓMEZ, CARLOS NÚÑEZ, CAROLINA IBAÑEZ, ESTEBAN GÓMEZ

ALEJANDRO GÓMEZ El objetivo en este trabajo fue investigar el cambio de actitudes hacia
Profesor asociado. el suicidio en un grupo de profesionales de la atención primaria que
Departamento de Psquiatría y participó en un entrenamiento en detección temprana y prevención
Salud Mental, Campus Sur, del riesgo suicida. Ochenta y nueve profesionales de la salud de las
Facultad de Medicina, Regiones IV y VI de Chile fueron evaluados en forma anónima, antes
Universidad de Chile. y después de la intervención, mediante el Cuestionario de actitudes
Santiago de Chile. sobre la conducta suicida, el Cuestionario de creencias actitudinales
sobre el comportamiento suicida y un instrumento diseñado ad hoc
CARLOS NÚÑEZ
basado en viñetas clínicas. La participación en el estudio fue volunta-
Profesor asistente.
ria. Hubo cambios significativos en todas las subescalas, con mayo-
Departamento de Psquiatría y
Salud Mental, Campus Sur,
res tamaños de efecto en dimensión moral del suicidio y derecho al
Facultad de Medicina,
suicidio (d = .78 y .74 respectivamente), seguidas por suicidio en
Universidad de Chile. pacientes terminales (d = .58), capacidad profesional (d = -.43), el pro-
Santiago de Chile. pio suicidio (d = .28) y sentimientos (negativos) hacia el paciente (d =
.26). La asociación percibida entre enfermedad mental y suicidio se
CAROLINA IBAÑEZ incrementó. Tras la capacitación en detección y prevención del riesgo
Instructora. suicida los participantes evidencian cambios actitudinales positivos,
Departamento de Psquiatría y principalmente una menor aceptación del «derecho al suicidio» y ate-
Salud Mental, Campus Sur, nuación de las actitudes de rechazo moral a los pacientes; disminu-
Facultad de Medicina, yen los sentimientos negativos hacia el paciente y se incrementa la
Universidad de Chile. percepción de capacidad profesional. Tales cambios pueden contri-
Santiago de Chile. buir de modo importante al manejo de pacientes con riesgo suicida.

ESTEBAN GÓMEZ Palabras clave: Suicidio – Prevención – Actitudes.


Ayudante.
Departamento de Psquiatría y Effects of Training in Suicide Risk Prevention
Salud Mental, Campus Sur, The objective of this study was to investigate changes in attitudes
Facultad de Medicina, toward suicide among a group of primary health care professionals
Universidad de Chile. that attended a training program in early detection and prevention of
Santiago de Chile. suicide risk. Eighty-nine frontline health professionals from the IV and
VI regions of Chile were assessed anonymously, immediately before
and at the end of the course, by means of the Suicide Behavior
Financiamiento: este estudio
Attitudes Questionnaire, the Attitudinal Beliefs on Suicidal Behavior
fue completamente financiado
Questionnaire and an instrument designed ad hoc, based on clinical
por el Departamento.
No hubo fuentes externas
vignettes. Participation was voluntary. Significant changes were evi-
de financiamiento.
denced on all subscales. Larger effect sizes were obtained in sub-
Declaramos la no existencia scales moral dimension of suicide, and the right to suicide (d =.78 and
de conflictos de intereses. .74), followed by suicide in terminal patients (d = .58), one´s own sui-
cide (d =.28) and negative feelings toward the patient (d = .26) There
was an increase on the perceived association of mental illness and sui-
cide. After training in suicide risk detection and prevention, participants
experience positive attitudinal changes, mainly less acceptance of the
“right to suicide”, and lessening of moral rejection to suicidal patients;
CORRESPONDENCIA a decrease of negative feelings toward the patient and an increase in
Dr. Alejandro Gómez. Gran the perception of professional competence. Such changes may con-
Avenida 3100, San tribute significantly to the management of patients with suicidal risk
Miguel, Santiago, Chile;
algomezcham@gmail.com Key words: Suicide – Prevention – Attitudes.
150 ALEJANDRO GÓMEZ, CARLOS NÚÑEZ, CAROLINA IBAÑEZ, ESTEBAN GÓMEZ

Introducción consultó a profesionales de la salud en el período


La Organización Mundial de la Salud estima que anterior al suicidio [3, 23]. Entre el 38 y el 80%
alrededor de un millón de personas se suicida estaba en tratamiento médico o había consultado
cada año, lo que equivale a una tasa global de 16 en el mes previo al deceso, presentando indicado-
suicidios por 100.000 habitantes. En los últimos res de riesgo, tales como intentos previos, enfer-
cuarenta y cinco años las tasas se han incremen- medad psiquiátrica (especialmente grave y no tra-
tado en un 60%, constituyendo hoy una de las tres tada), y estrés vital severo [17, 23]. Una amplia
primeras causas de muerte en el grupo de 15-44 revisión encontró que tres cuartas partes de los
años, y la segunda entre los 10 y 24. Los grupos fallecidos contactaron profesionales de atención
más vulnerables han pasado a ser los más jóve- primaria en el año anterior a la muerte, y la mitad
nes (33-45 años e incluso de 15-25 años) [40]. lo hizo en el último mes [21]. Por otra parte, se ha
comprobado una relación entre conducta suicida
En Chile, entre 1997 y 2008 la tasa de suicidio se (fatal y no fatal) y enfermedad psiquiátrica. Se han
elevó de 6.2 a 12.9 por 100.000 habitantes. Los identificado trastornos mentales en alrededor del
segmentos de 10-19 años y 20-39 años presenta- 90% de las víctimas [1] y en el 80% de quienes
ron incrementos superiores al 100%. En el mismo han intentado suicidarse [27]. Estos datos señalan
período las mujeres experimentaron un alza de que los sujetos en riesgo suicida son potenciales
1.8 a 5.0 por 100.000. Actualmente, en Chile el consultantes y presentan factores de riesgo modi-
suicidio es la primera causa de muerte entre los ficables.
15 y 19 años [25].
El impacto de los programas de entrenamiento en
Diversas estrategias se han utilizado con el fin de prevención del riesgo suicida en profesionales de
reducir las tasas, incluyendo: programas educati- la salud ha sido estudiado. En general, se observa
vos para mejorar el reconocimiento del riesgo suici- una mejoría en las habilidades y un incremento de
da y sus factores incidentes, capacitación a profe- la percepción de competencia y confianza [24, 28].
sionales en el manejo de pacientes en riesgo, edu-
cación a «centinelas» (gatekeepers), por ejemplo La capacitación en manejo del riesgo suicida abar-
clérigos, policías, profesores y orientadores que por ca aspectos factuales (conocimientos), conductua-
su posición o rol pueden detectar y referir posibles les (habilidades y destrezas) y actitudinales. Las
casos; tamizaje a grupos vulnerables, intervencio- actitudes de rechazo, hostilidad o devaluación de
nes terapéuticas (farmacológicas y psicoterapéuti- los esfuerzos preventivos, pueden traducirse en
cas), cuidados continuos a intentadores, restricción desinterés, evitación o conductas antiterapéuticas.
de medios suicidas, y cambios en la cobertura del Actitudes permisivas o legtimadoras del suicidio
suicidio por parte de la prensa [22]. pueden manifestarse como indiferencia o pasivi-
dad ante el riesgo. Neimeyer et al. encontraron que
En 1999 la OMS difundió la iniciativa SUPRE, diri- los profesionales que consideraban que el suicidio
gida a reducir la morbilidad y mortalidad debida a es moralmente aceptable y un derecho personal,
conductas suicidas. Ésta propone el tratamiento y tenían respuestas menos apropiadas frente a
apoyo de grupos de riesgo, la limitación al acceso pacientes con amenazas de suicidio. Lo inverso
a medios suicidas, el apoyo a sobrevivientes, y la observaron en quienes consideraban que el suici-
capacitación de trabajadores de la salud y otros dio era una opción inaceptable [26].
sectores. En el mismo sentido la Comunidad
Europea ha puesto en marcha el proyecto OSPI, Tanto en enfermeras como médicos se han encon-
que pretende implementar en diversas regiones trado actitudes ambivalentes hacia pacientes que
del continente intervenciones a preventivas a múl- han intentado suicidarse [29], que son más negati-
tiples niveles [18]. vas en el personal de urgencias [15, 37]. Actitudes
más desfavorables se presentan hacia repetidores
En Chile, la Unidad de Salud Mental del Ministerio de intentos o cuando la conducta suicida es interpre-
de Salud Pública inició en el año 2007 el Plan tada como manipulación [2]. Comparativamente, los
Nacional de Prevención del Suicidio, que incluye psiquiatras muestran más empatía que otros médi-
la capacitación del personal de salud, especial- cos al abordar pacientes suicidas [36]. En cuanto a
mente de atención primaria, en la detección y las actitudes frente a la prevención del suicidio, tam-
manejo del riesgo suicida. bién se han informado actitudes negativas en el per-
sonal de salud [11, 34].
Diversos datos apoyan el papel de los profesiona-
les de la salud en la prevención del suicidio. Por Algunos autores han investigado el efecto del
una parte, una proporción importante de víctimas entrenamiento en prevención del suicidio en las

Acta Psiquiátr Psicol Am Lat. 2012; 58(3): 149-156


EFECTOS DE LA CAPACITACIÓN EN PREVENCIÓN DEL RIESGO SUICIDA 151

actitudes de los profesionales. Tras la participa- Tabla 1. Características de los participantes


ción en un programa de prevención del suicidio, en la capacitación (n=89)
se ha observado incrementos en empatía, com- Variable N (%)
prensión y disposición a hacerse cargo de pacien- Género
tes suicidas, así como una mayor capacidad pre- Mujeres 63 (70.8)
dictiva de riesgo [32]. En otros estudios se ha Varones 26 (29.2)
encontrado que los efectos favorables tienden a Profesiones
persistir tras seis meses de seguimiento [13]. Psicólogo 52 (58.4)
Asistente Social 12 (13.5)
Médico 12 (13.5)
Botega et al. [5] elaboraron el Cuestionario de Trabajador Social 5 (5.6)
actitudes hacia la conducta suicida (Suicide Enfermero 3 (3.4)
Behavior Attitudes Questionnaire, SBAQ), que Técnico en Rehabilitación 1 (1.1)
evalúa las actitudes del personal de salud hacia Técnico Paramédico 1 (1.1)
el trabajo con pacientes suicidas en sus compo- Terapeuta Ocupacional 1 (1.1)
nentes cognitivos, afectivos y conductuales. Tres Psiquiatra 1 (1.1)
factores fueron identificados: sentimientos hacia el Capacitación previa 16 (18)
paciente, capacidad profesional y derecho al suici-
dio. Tras un entrenamiento en prevención del sui- conceptualización cognitivo-conductual y técnicas
cidio los participantes mostraron cambios positi- de intervención. Los métodos didácticos incluyeron
vos en las primeras dos subescalas, que se man- presentaciones expositivas, análisis de viñetas clí-
tuvieron en un seguimiento a los seis meses [6]. nicas, discusión en pequeños grupos y entrena-
miento mediante técnicas de dramatización.
El presente estudio tuvo por objetivo investigar el
cambio actitudinal en un grupo de profesionales Al inicio del programa y al final de la capacitación
de atención primaria participante en un programa los participantes respondieron en forma anónima
de entrenamiento en detección temprana y pre- un protocolo para la evaluación de actitudes hacia
vención del riesgo suicida. Se emplearon dos el suicidio. Además se les solicitó información per-
escalas: la primera evalúa las actitudes de los pro- sonal como sexo, edad, profesión, años de ejer-
fesionales hacia el trabajo con pacientes suicidas cicio profesional y asistencia previa a actividades
y la segunda investiga actitudes generales frente de capacitación. La participación en el estudio fue
al comportamiento suicida. Además se exploró si voluntaria. El diseño correspondió a una evalua-
el cambio actitudinal se transfería a situaciones ción pre y post capacitación en que los participan-
clínicas, mediante viñetas de pacientes reales. tes actuaron como sus propios controles.
Metodología El estudio adhirió a las normas éticas de Helsinki,
Sujetos cautelándose tanto la voluntariedad de la participa-
El grupo estudiado estuvo constituido por 89 pro- ción como el anonimato. Para ello, cada participan-
fesionales de la salud de las regiones de te identificó su pre y post protocolo con un código
Coquimbo y del Libertador General Bernardo personal autogenerado mediante la combinación de
O´Higgins que participaron en un programa de los dos primeros dígitos de su documento de identi-
capacitación en detección temprana y prevención dad y las dos últimas letras de su nombre.
del riesgo suicida. Los participantes fueron 63
mujeres y 26 hombres. El promedio de edad fue Instrumentos
31.7 años (DE= 6.6). La mayoría de los profesio- Los participantes fueron evaluados mediante: a) el
nales fue psicólogos, trabajadores sociales y Cuestionario de actitudes frente al comportamien-
médicos generales. Dieciséis habían recibido to suicida (SBAQ) [5]; b) el Cuestionario de creen-
entrenamiento previo en prevención de suicidio. cias actitudinales sobre el comportamiento suicida
En promedio, los participantes tenían 5.1 (CCCS-18) [31], y c) un instrumento diseñado ad
(DE=4.9) años de práctica profesional (tabla 1). hoc consistente en viñetas clínicas.
El programa se desarrolló en 2 días consecutivos. El Cuestionario de actitudes frente al comporta-
Los tópicos cubiertos fueron: suicidalidad, factores miento suicida (SBAQ) ha sido empleado en estu-
de riesgo y protectores, indicadores de crisis suici- dios anteriores y evalúa las actitudes de profesiona-
da, suicidio y ciclo vital, técnicas de entrevista a les de la salud hacia el suicidio, en sus componen-
pacientes suicidas, evaluación de las ideas e inten- tes cognitivos, afectivos y conductuales. Es un ins-
tos suicidas, encuadre terapéutico, manejo del trumento autoadministrado, consistente en 21 afir-
riesgo, alianza terapéutica, trabajo con la familia, maciones seguidas por escalas visuales análogas

Acta Psiquiátr Psicol Am Lat. 2012; 58(3): 149-156


152 ALEJANDRO GÓMEZ, CARLOS NÚÑEZ, CAROLINA IBAÑEZ, ESTEBAN GÓMEZ

(línea de 100 mm. que señala un rango desde tajes obtenidos !antes y después de la capacita-
«fuertemente en desacuerdo» a «fuertemente de ción! con las afirmaciones sobre sentimientos
acuerdo»). A los participantes se les solicitó indicar hacia el paciente, capacidad profesional y derecho
un punto en cada línea que mejor reflejara sus opi- al suicidio. Se estableció un nivel de significación
niones, sentimientos o reacciones. El instrumento de p< .05. Los datos fueron analizados mediante
fue sometido a traducción directa e inversa, obte- el programa SPSS.
niéndose la versión utilizada en este trabajo.
La magnitud de los cambios fue evaluada median-
Tres subescalas conforman el SBAQ: sentimien- te tamaños de efecto (d de Cohen), obtenidos divi-
tos hacia el paciente (seis ítems), capacidad pro- diendo la diferencia de medias por la desviación
fesional (cuatro ítems) y derecho al suicidio (cinco estándar de la muestra. De acuerdo con Cohen [8],
ítems). En el estudio original se encontraron los tamaños de efecto de 0.2 se consideraron peque-
siguientes coeficientes de Cronbach: .5, .6 y .7 ños; de 0.5 medianos y de 0.8 grandes.
para cada una de las subescalas. En conjunto las
escalas dieron cuenta del 43% de la varianza Resultados
total. Cinco ítems no formaron parte de las subes- Tras la capacitación la mayor parte de los ítems del
calas mencionadas. SBAQ mostraron cambios en la dirección espera-
da, doce de los cuales fueron significativos (tabla
El CCCS-18 investiga actitudes generales frente 2). Los participantes aceptaban menos el suicidio,
al comportamiento suicida. Lo componen 18 ítems «aún en personas que están sufriendo mucho por
organizados en cuatro factores: legitimación del una enfermedad» (p = .003), asignaban mayor
suicidio (seis ítems), suicidio en enfermos termina- riesgo a los intentos suicidas (p = .000), experi-
les (cuatro ítems), dimensión moral del suicidio mentaban menos temor a indagar por ideas suici-
(tres ítems) y el propio suicidio (cuatro ítems) Los das (p = .048), se sentían más capaces de ayudar
participantes deben evaluar su grado de acuer- a quienes han efectuado una tentativa (p = .013),
do/desacuerdo en una escala tipo Likert de 7 nive- más hábiles para manejar pacientes en riesgo (p =
les, desde 7 («totalmente de acuerdo») a 1 («total- .000), más competentes para percibir situaciones
mente en desacuerdo»). Los autores del CCCS- de riesgo (p = .000), y más seguros al hacerse
18 reportaron coeficientes de Cronbach para las cargo de pacientes suicidas (p = .002). Estaban
subescalas de .84, .82, .78 y .73, respectivamen- más dispuestos a persuadir a otras personas de no
te. En conjunto, las cuatro escalas dieron cuenta suicidarse (p =.001) y valoraban en mayor medida
del 60.74% de la varianza. el potencial preventivo de la intervención (p =
.000). Al término de la actividad hubo una mayor
Por último, los participantes recibieron tres viñetas valoración del poder preventivo de la adhesión reli-
clínicas, que representaban pacientes en riesgo giosa (p = .014) y se incrementó la asociación per-
suicida. A continuación de cada viñeta se encontra- cibida entre suicido y enfermedad mental (p =
ban cinco afirmaciones referentes a sentimientos .000). El rol causal de factores externos («razones
hacia el paciente, capacidad profesional y derecho poderosas») en el suicidio se debilitó (p =.05).
al suicidio. Los participantes debían seleccionar la
alternativa que mejor reflejara su grado de des- Globalmente, las tres subescalas del SBAQ eviden-
acuerdo/acuerdo en una escala tipo Likert de cinco ciaron cambios significativos. Hubo una disminu-
niveles. Una de las viñetas representaba a un ción de los puntajes en la subescala sentimientos
paciente varón con ideas suicidas y las otras dos a hacia el paciente (p = .003), un aumento en capaci-
mujeres que habían efectuado intentos suicidas.1 dad profesional (p = .000) y una reducción en dere-
cho al suicidio (p = .000). Los mayores tamaños de
Procesamiento estadístico efecto se verificaron en la subescala derecho al sui-
Los puntajes obtenidos antes y después de la cidio, (d = .74), seguida por capacidad profesional
capacitación en las escalas CCCS-18 y SBAQ (d = -.43) y sentimientos hacia el paciente (d = .26).
fueron comparados mediante t de student de dos
colas para muestras relacionadas. En el primer Las respuestas en las viñetas clínicas mostraron
caso se utilizaron los valores señalados en la una reducción en sentimientos hacia el paciente
escala Likert y en el segundo el número de milí- (p = .05), un aumento en capacidad profesional (p
metros en la Escala Visual Análoga. = .000) y una disminución en derecho al suicidio
(p = .015).
Para las viñetas clínicas, se compararon los pun-
Respectivamente, los tamaños de efecto fueron:
1 Este instrumento puede ser solicitado al autor principal. d = .26, d = -.47 y d = .25.

Acta Psiquiátr Psicol Am Lat. 2012; 58(3): 149-156


EFECTOS DE LA CAPACITACIÓN EN PREVENCIÓN DEL RIESGO SUICIDA 153

Tabla 2. Promedios, desviaciones estándar y tamaños de efecto (d) en el SBAQ, antes y


después de la capacitación (n=89)
1 2 3
Subescalas e ítems del SBAQ X (DE) X (DE) TE t P
Subescala 1 Sentimientos hacia el paciente 35.5(23,7) 29.9 (14.5) .26 2.15 .003
1.Sinceramente, prefiero no involucrarme con pacientes 24.7 (27.7) 21.3 (25.6) 1.05 .296
que han tratado de suicidarse
2. Uno se siente impotente frente a una persona que 38.7 (10.7) 35.7 (27.3) .27 .787
quiere matarse
3. Aquellos que avisan, por lo general no se matan 29.7 (34.7) 16.0 (25.5) 2.8 .006
4. Algunas veces me enojo, porque hay tantas personas 35.9 (31.4) 33.4 (29.4) 78 .436
que quieren vivir, y este paciente quiere morirse
5. La persona que de verdad quiere cometer suicidio, no 56.6 (36.8) 40.8 (38.6) 4.07 .000
se queda en el intento
6. Tengo temor de preguntar por ideas suicidas, y terminar 19.4 (19.9) 14.7 (23.6) 2.54 .048
induciendo al paciente a hacerlo
7. Pienso que en el caso de personas que están sufriendo 39.2 (32.0) 29.1 (27.5) 3.08 .003
mucho, por una enfermedad, la idea del suicidio es más
aceptable
Subescala 2. Capacidad profesional 54.7 (18.0) 61.8 (15.5) -.43 -5.42 .000
8. Me siento capaz de ayudar a una persona que ha 65.1 (30.7) 74.6 (24.1) -2.55 .013
tratado de suicidarse
9.Tengo habilidades profesionales para manejar pacientes 57.3 (27.9) 79 (20.6) -4.90 .000
en riesgo suicida
10. Me siento capaz de percibir cuando un paciente está 59.0 (26.7) 74.1 (19.0) -4.7 .000
en riesgo de suicidio
11. Me siento inseguro de poder hacerme cargo de 57.7 (30.6) 45.6 (27.5) 3.27 .002
pacientes en riesgo suicida
Subescala 3. Derecho al suicidio 69.6 (14.9) 56.7 (20.1) .74 5.01 .000
12.La vida es un regalo de Dios, por lo que sólo El puede 50.4 (34.8) 52.8 (33.4) -.88 .382
quitarla
13. Pienso que si una persona se quiere matar, a pesar de 47.7 (32.3) 52.9 (35.1) -1.54 .128
todo, tiene el derecho a hacerlo.
14. Cuando una persona habla de suicidarse, trato de que 72.0 (28.9) 79.8 (23.6) -3.34 .001
cambie de opinión.
15. Frente a un suicidio, pienso que si alguien le hubiera 67.6 (27.8) 79.7 (18.9) -3.97 .000
hablado, esa persona habría encontrado otro camino.
16. Quien tiene a Dios en su corazón, no tratará de 36.0 (31.6) 43.8 (30.5) -2.50 .014
cometer suicidio.
Ítems no incluidos en las subescalas
17. En general, las víctimas por suicidio tienen una 47.9 (34.7) 64.0 (33.1) -4.49 .000
enfermedad mental.
18. Pienso que se necesita coraje para cometer suicidio 49.6 (36.0) 50.8 (33.2) -.33 .743
19. Si sugiero una interconsulta para un paciente que ha 73.2 /28.2) 75.6 (25.6) -.77 .442
hablado de suicidarse, pienso que esa sugerencia será
bien aceptada por el médico
20. Los pacientes hospitalizados raramente se matan si no 39.3 (31.4) 32.1 (30.4) 1.98 .050
tienen una razón poderosa para hacerlo
21. He pasado situaciones que me han hecho pensar en 25.6 (30.9) 22.7 (29.1) .9 .371
suicidarme
Ref.: (1): Precapacitación. (2) Postcapacitación. (3) Tamaño de efecto «d» de Cohen

Se obtuvieron cambios significativos en las cuatro suicidio (d = .28) (tabla 3).


subescalas del CCCS-18, con reducciones en
legitimación del suicidio (p = .001), suicidio en Respecto a la subescala legitimación del suici-
enfermos terminales (p = .000), dimensión moral dio, disminuyó el grado de acuerdo con «ciertas
del suicidio (p = .000) y el propio suicidio (p = formas de suicidio» (p = .013), así como con «el
.000). Los mayores tamaños de efecto se obser- suicidio en personas mayores» (p = .011). Se
varon en dimensión moral del suicidio (d = .78), redujo el apoyo a la noción del suicidio como una
seguido por suicidio en enfermos terminales (d = «forma legítima de morir» (p = .000), y a «la exis-
.58), legitimación del suicidio (d = .34) y el propio tencia de clínicas para que los suicidas puedan

Acta Psiquiátr Psicol Am Lat. 2012; 58(3): 149-156


154 ALEJANDRO GÓMEZ, CARLOS NÚÑEZ, CAROLINA IBAÑEZ, ESTEBAN GÓMEZ

quitarse la vida de manera privada y con menos dio porque es un asesinato» (p = .049). En los
sufrimiento» (p = .049). Hubo un menor apoyo a ítems «el suicidio va contra la moral» y «el suici-
la afirmación «el suicidio sería una cosa normal dio es un acto inmoral» no hubo diferencias pre-
en una sociedad ideal» (p = .072). No hubo cam- post. En la subescala el propio suicidio, el ítem
bio en el ítem «si alguien quiere intentar suicidar- «algunas veces el suicidio es la única vía de
se, es asunto suyo y no deberíamos intervenir» escape ante los problemas de la vida» redujo su
(p= .932). En la subescala «suicido en enfermos apoyo significativamente (p = .031). Las otras
terminales» todos los ítems disminuyeron su afirmaciones: «es posible que me suicidara si me
puntaje significativamente (p = .000). Se obser- encontrara en una situación extrema», «bajo nin-
varon reducciones significativas en los ítems «los gún concepto me suicidaría», y «si me sintiese
suicidas son personas que atentan contra la muy solo y deprimido intentaría suicidarme», no
moral» (p = .000) y «se debería prohibir el suici- alcanzaron cambios significativos.

Tabla 3. Promedios, desviaciones estándar y tamaños de efecto (d) en el


CCCS-18, antes y después de la capacitación (n=89).
1 2 3
Subescalas del CCCS18 X(DE) X (DE) TE t P
1: Legitimación del suicido 1.9 (1.0) 1.6 (0.7) 0.34 3.30 .001
2: Suicidio en enfermos terminales 3.1 (1.7) 2.2 (1.4) 0.58 5.96 .000
3: Dimensión moral del suicidio 5.3 (1.2) 4.4 (1.1) 0.78 6.61 .000
4: El propio suicidio 2.5 (1.1) 2.2 (1.1) 0.28 2.95 .000
Ref.: (1): Precapacitación. (2) Postcapacitación. (3) Tamaño de efecto «d» de Cohen

Discusión ción se redujo la legitimidad del suicidio como acto


Tras una capacitación en detección precoz y y a la vez las actitudes de rechazo moral a los
manejo del riesgo suicida los participantes experi- pacientes suicidas. Esto sugiere que el entrena-
mentaron cambios importantes en sus actitudes miento contribuye al desarrollo de una «brecha»
hacia el suicidio. Éstos se produjeron en cuatro en las actitudes: por un lado, incrementando el
áreas actitudinales: sentimientos negativos hacia rechazo al suicidio como «solución», y por otro
el paciente suicida, capacidad profesional, dere- disminuyendo el repudio moral hacia los pacien-
cho al suicidio y dimensión moral del suicidio. tes. Así, enfrentado a un paciente con riesgo sui-
cida, el clínico operará con mayor eficacia si man-
Los asistentes atenuaron sus sentimientos negati- tiene por un lado un claro rechazo a la conducta
vos hacia los pacientes suicidas. Se sintieron más suicida y al mismo tiempo es capaz de «suspen-
cómodos indagando ideas suicidas y menos der» actitudes de condena moral al paciente.
temerosos de «inducir» el suicidio. Además esta-
ban más dispuestos a considerar seriamente a Las actitudes de rechazo moral pueden ejercer
pacientes con ideas e intentos suicidas. efectos deletéreos sobre la relación con el pacien-
te, dificultando la emergencia de sentimientos de
En segundo lugar, se percibieron a si mismos más empatía y la formación de la alianza terapéutica
capaces y seguros de «ayudar», «manejar», «perci- [16]. La anticipación o percepción de ser etiquetado
bir» o «hacerse cargo» de pacientes en riesgo. como «irresponsable», «débil», «inmaduro» o
«manipulador» puede conducir al paciente a evitar
Tercero, aceptaron menos el suicidio, aún en con- consultar en caso de crisis o abandonar precoz-
diciones que podrían justificarlo (quienes «están mente el tratamiento [34, 12]. Lo dicho puede ser
sufriendo mucho», los «enfermos terminales» o especialmente crítico en pacientes desesperanza-
que tienen «razones poderosas para hacerlo»). Al dos o que idean suicidarse, quienes tienden a ser
aumentar su rechazo a la existencia de un «dere- renuentes o indiferentes a solicitar ayuda [39]. De
cho al suicidio», estuvieron más dispuestos a hecho, diversos estudios informan discontinuidades
intervenir e influir sobre los pacientes, consideran- notorias en el cuidado psiquiátrico de este grupo,
do tales acciones como beneficiosas. que se evidencian en un seguimiento insuficiente o
totalmente ausente de los casos, en comparación
En cuarto lugar, se atenuaron las actitudes de recha- con controles no suicidas [38].
zo moral a los suicidas. Justamente, la subescala
dimensión moral del suicidio mostró los mayores cam- Las actitudes de rechazo moral hacia el suicidio
bios, alcanzando un tamaño de efecto considerable. están enraizadas en los valores judeocristianos
Este resultado fue inesperado. Tras la capacita- prevalentes [9]. Sin duda ellas pueden tener un rol

Acta Psiquiátr Psicol Am Lat. 2012; 58(3): 149-156


EFECTOS DE LA CAPACITACIÓN EN PREVENCIÓN DEL RIESGO SUICIDA 155

disuasivo hacia la conducta suicida. Sin embargo, pacientes.


una vez producido un intento suicida, pueden
investir con una fuerte carga negativa tanto a la Este es el primer estudio que se realiza en Chile
conducta como al intentador, lo que Goffman ha acerca de las actitudes hacia el suicidio en el per-
denominado estigmatización [14]. sonal de la salud y sus hallazgos deben ser consi-
derados exploratorios. Sus limitaciones se refieren
Los datos obtenidos pueden explicarse por la orien- al tamaño muestral y a la ausencia de un grupo
tación del programa. Conceptualizaciones que deri- control. Por otra parte, si bien la muestra fue hete-
van la suicidalidad de un «dolor psiquico intolerable» rogénea, es representativa de los equipos de
[33] o de patrones de pensamiento y conducta que salud mental comunitaria. En estudios siguientes,
conducen a una percepción de insolubilidad de los tendría interés comparar distintos grupos profesio-
problemas [30, 7], pueden contribuir a una visión no nales (por ejemplo, médicos y psicólogos). La
estigmatizadora de los pacientes suicidas, a la vez mejoría observada puede indicar que la capacita-
que guiar en forma práctica la intervención. ción cubre un déficit real en la formación de psicó-
Justamente, la orientación del programa es la solu- logos y otros profesionales, como ha sido señala-
ción de problemas. La asociación percibida entre do por algunos autores [10, 35].
enfermedad mental y suicidio se incrementó, lo que
es importante puesto que alude a un factor de riesgo Una serie de preguntas debieran ser abordadas en
modificable [20]. Esto puede deberse a que los efec- siguientes estudios. Una de ellas apunta a la dura-
tos no estigmatizantes de la intervención dan mayor bilidad de los cambios observados. La segunda se
espacio a explicaciones moralmente neutras. refiere a sus efectos en la práctica clínica (por
ejemplo, tasa de abandono, continuidad de los tra-
Los resultados de este estudio pueden ser compa- tamientos, tipos de pensamientos automáticos y
rados con otras investigaciones. Empleando el sentimientos experimentados al tratar con estos
SBAQ, Botega et al. [6] y Berlim et al. [4] encon- pacientes). Tendría asimismo interés investigar la
traron cambios actitudinales positivos en las percepción de empatía (percibida por el terapeuta
subescalas sentimientos hacia el paciente y capa- y por el paciente) antes y después de la capacita-
cidad profesional. En cambio, nuestros datos ción. Una próxima reevaluación tras un período
revelan mayores efectos en derecho al suicidio, apropiado (por ejemplo, de seis meses a un año)
seguido por capacidad profesional y por último permitiría confirmar la persistencia de los resulta-
sentimientos hacia el paciente. La razón para tal dos, como lo sugiere la investigación.
diferencia no está clara, pero puede relacionarse
con características muestrales o la propia inter- Por último, queda por determinar cuál es el con-
vención. En cuanto al CCCS-18, no hay datos en junto de actitudes más apropiadas para el trabajo
la literatura que permitan compararlos. con sujetos en riesgo, de modo de fomentarlas
directamente. Avances en el conocimiento de este
Los hallazgos obtenidos con las viñetas clínicas tema pueden representar un aporte significativo
sugieren que los cambios actitudinales observa- para la capacitación de profesionales en la pre-
dos pueden transferirse a situaciones reales con vención de suicidio.

Referencias

1. Arsenault-Lapierre G, Kim D, Turecki G. Psychiatric Rapeli CB, Mauro MLF, et al. Nursing personnel atti
diagnoses in 3275 suicides: a meta-analysis. BMC tudes towards suicide: the development of a meas-
Psychiatry. 2004 [cited 2012 Aug 1]; 4:37. Available ure scale. Rev Bras Psiquiatr. 2005; 27:315-18.
from: www.biomedcentral.com/244X/4/37 6. Botega N, Silva SV, Reginato DG, Rapeli CB,
2. Bailey S, Skrimshire A. Attitudes towards self-poi- Casi CFS, Mauro MLF, et al. Maintained attitudi-
soning among physicians and nurses in a gener- nal changes in nursing personnel after a brief
al hospital. Br J Psychiatry 1975; 127:257-64. training on suicide prevention. Suicide and Life-
3. Barraclough B, Bunch J, Nelson B, Sainsbury P. A Threat Behav. 2007; 37:145-53.
hundred cases of suicide: clinical aspects. Br J 7. Chiles JA, Strosahl KD. The Suicidal Patient.
Psychiatry 1974; 125:355-73. Washington, DC: American Psychiatric Press,
4. Berlim MT, Perizzolo J, Lejderman F, Fleck MP, Inc; 1995.
Joiner TE. Does a brief training on suicide pre- 8. Cohen J. Statistical power analysis for the behav-
vention among general hospital personnel impact ioral sciences (2° ed.) New Jersey: Lawrence
their baseline attitudes towards suicidal behav- Erlbaum; 1988.
ior? J Affect Disord. 2007; 100:233-39. 9. Colucci E, Martin G. Religion and spirituality
5. Botega NJ, Reginato DG, Silva SV, Cais CFS, along the suicidal path. Suicide and Life-Threat

Acta Psiquiátr Psicol Am Lat. 2012; 58(3): 149-156


156 ALEJANDRO GÓMEZ, CARLOS NÚÑEZ, CAROLINA IBAÑEZ, ESTEBAN GÓMEZ

Behav. 2008; 38: 229-44. Salud. [Internet] Mortalidad por lesiones autoinflingi-
10. Dexter-Mazza ET, Freeman KA. Graduate train- das intencionalmente, según grupo de edad y sexo,
ing and the treatment of suicidal clients: the stu- Chile 1990-2008. [citado 1 de agosto
dent´s perspective. Suicide and Life-Threat 2012];Disponible en: http://deis.minsal.cl/Página.htm
Behav. 2003; 33:211-18. 26. Neimeyer RA, Fortner B, Melby D. Personal and pro-
11. Duberstein PR, Conwell Y, Cox C. Attitudes fessional factors and suicide intervention skills.
towards self-determined death: a survey of pri- Suicide and Life-Threat Behav. 2001; 31:71-82.
mary care physicians. J Am Ger Soc. 1995; 27. Nock MK, Hwang I, Sampson NA, Kessler RC.
43:395-400. Mental disorders, comorbidity and suicidal behav-
12. Eagles JM, Carson DP, Begg A, Naji SA. Suicide ior: results from the National Comorbidity Survey
prevention. A study of patient´s view. Br J Replication. Molecular Psychiatry 2010; 15: 868-76.
Psychiatry 2003; 182:261-65. 28. Oordt MS, Jobes DA, Fonseca VP, Schmidt SM.
13. Gask L, Lever-Green G, Hays R. Dissemination Training mental health professionals to assess
and implementation of suicide prevention in one and manage suicidal behavior: can provider con-
Scottish region. BMC Health Services Research fidence and practice be altered? Suicide and Life-
2008 [cited 2012 Aug 1]; 8: 246. Available Threat Behav. 2009; 39:21-32.
from:www.biomedcental.com/142-6963/8/246 29. Ramon S, Bancroft J, Skrimshire A. Attitudes
14. Goffman E. Stigma: notes on the management of towards self-poisoning among physicians and
spoiled identity. New York: Simon and Schuster, nurses in a general hospital. Br J Psychiatry
Inc; 1963. 1975; 17:257-64.
15. Goldney R, Botrill A. Attitudes to patients who 30. Rudd MD, Joiner TE, Rajab MS, Eds. Treating
attempted suicide. Med J Aust. 1980; 2:717-20. Suicidal Behavior: an effective, time-limited
16. Hankammer WA, Snyder BA, Hankammer CC. approach. New York: Guilford Press; 2001.
Empathy as the primary means in suicide assess- 31. Ruiz JA, Navarro-Ruiz JM, Torrente G, Rodríguez
ment. Journal for the Professional Counselor. A. Construcción de un cuestionario de creencias
2006;5-16. actitudinales sobre el comportamiento suicida: el
17. Haste F, Charlton J, Jenkins R. Potential for sui- CCCS-18. Psychothema. 2005; 17:684-90.
cide prevention in primary care? An analysis of 32. Samuelsson M, Asberg M. Training program in
factors associated with suicide. Br J Gen Pract. suicide prevention for psychiatric nursing person-
1998; 48:1759-63. nel enhance attitudes to attempted suicide
18. Hegerl U, Wittenburg L, Arensman E, Van patients. Int J Nurs Stud. 2002; 39:115-21.
Audenhove C, Coyne JC, Mc Daid D, et al. 33. Schneidman E. The Suicidal Mind. Oxford; Oxford
Optimizing suicide prevention programs and their University Press; 1996. XXX
implementation in Europe (OSPI Europe): an evi- 34. Sidley G, Renton J. General nurse´s attitudes to
dence-based multilevel approach. BMC Public patients who self-harm. Nurs Stand. 1996; 10:32-6.
Health. 2009 [cited 2012 Aug 1]; 9:428. Available 35. Sudak D, Roy A, Sudak H, Lipschitz A,
from: http://www.biomedventral.com/1471- Maltzberger J, Hendin H. Deficiencies in suicide
2458/9/428 training in primary care specialties: a survey of
19. Hulten A, Wasserman D. Lack of continuity- a training directors. Academic Psychiatry. 2007;
problem in the care of young suicides. Acta 31:345-49.
Psychiatr Scand. 1998; 98:326-33. 36. Suokas D. Health worker´s attitudes to parasuicide
20. Lönnqvist JK, Henriksson MM, Isometsa ET, in two different treatment settings. In: Diekstra R
Marttunen MJ, Heikkinen ME, Aro HM, et al. Mental Maris R, Platt S, Schmidtke A, Sonneck G. Suicide
disorders and suicide prevention. Psychiatry Clin and its prevention: the role of attitudes and imita-
Neurosci. 1995; 49(suppl):S111-S116. tion: Leiden: EJ Brill, 1989. pp. 211-26.
21. Luoma JB, Martin CE, Pearson JL. Contact with 37. Suokas J, Lönnqvist J. Work stress has negative
mental health and primary care providers before effects on the attitudes of emergency personnel
suicide: a review of the evidence. Am J Psychiatry towards patients who attempt suicide. Acta
2002; 159:909-16. Psychiatr Scand. 1989; 79:474-80.
22. Mann JJ, Apter A, Bertolote J, Beautrais A, Currier D,
38. Trautman PD, Stewart N, Morishima A. Are sui-
Haas A, et al. Suicide prevention strategies: a sys-
cide attempters noncompliant with outpatient
tematic review. JAMA 2005; Oct 26; 294:2064-74.
23. Matthews K, Milne S, Aschcroft GW. Role of doc- care? J Am Acad Child Adolesc Psychiatry. 1993;
tors in the prevention of suicide: the final consul- 32:89-94.
tation. Br J Gen Pract. 1994; 44:345-48. 39. Wilson CJ, Deane FP. Help-negation and suicidal
24. Mc Niel DE, Fordwood SR, Weaver CM, ideation: the role of depression, anxiety, and hope-
Chamberlain JR, Hall SE, Binder RL. Effects of lessness. J Youth Adolesc. 2010; 39:291-310.
training on suicide assessment. Psychiatric 40. World Health Organization 2008. Suicide prevention
Services 2008; 59:1462-65. (SUPRE). Available from: http://www.who.int/men-
25. Ministerio de Salud. Gobierno de Chile. tal_health/prevention/suicide/suicideprevent/en/inde
Departamento de Estadísticas e Información de x.html

Acta Psiquiátr Psicol Am Lat. 2012; 58(3): 149-156

S-ar putea să vă placă și