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Gabriela Cristina Rodriguez Madariaga

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La Escuela Austríaca en la ciencia económica

Carl Menger fue el fundador de la Escuela Austríaca de economía, una de las menos divulgadas entre las que provocaron la
revolución marginalista a finales del siglo XIX. Su primer libro, Gründsätze der Volkswirtschaftslehre (Principios de
Enseñanza de Economía Política) hace importantes críticas a la economía clásica, pues presenta una teoría del valor
antagónica a la corriente de pensamiento predominante. De acuerdo a esta visión son los precios de los bienes los que
determinan los costos de producción y no al contrario. Carl Menger realizó también una profunda investigación sobre la
moneda, donde explora la evolución histórica del dinero, así como una teoría del valor monetario que sirvió de partida a
otros pensadores de esta escuela, como Wieser y Von Mises.

Uno de los exponentes de la Escuela Austríaca, Ludwig von Mises comenzó a dictar clases en la Universidad de Nueva York
en 1948, después que la persecución nazi obligase a abandonar Viena a la mayor parte de los investigadores de esta
corriente, apagándose la escuela en Austria y renaciendo en Estados Unidos. Entre los aportes más importantes de von
Mises a la ciencia económica se encuentra una teoría del ciclo económico basada en causas monetarias y estructurales;
además de la demostración científica de la imposibilidad de cuantificar la eficiencia económica en el modelo socialista.
Esta imposibilidad deviene del contraste con el concepto austriaco de eficiencia dinámica, impulsada por la innovación, el
emprendimiento y la competencia en el sistema, mientras que en socialismo los controles y la planificación centralizada
hacen inviable la adecuada asignación de recursos. En el caso específico de Venezuela podemos verificar la tesis de Ludwig
von Mises, pues eficiencia y modelo económico socialista aparecen como términos disociados.

Para la Escuela Austriaca la utilidad marginal, específicamente la ley de utilidad marginal decreciente, explica por qué el
consumidor obtiene una satisfacción subjetiva menor cada vez que consume unidades adicionales de un bien, y puede
explicar por sí misma la formación de precios sin incluir los costos de producción. Es decir, que a partir del principio de la
utilidad marginal, la Escuela Austriaca llegó a la conclusión de que no son los costos los que determinan los precios, sino al
contrario, son los precios de los bienes y servicios finales los que determinan los costos de producción.

Pero la diferencia primordial que distancia a la Escuela Austriaca de otras escuelas del pensamiento económico es la teoría
del valor. Las escuelas clásica y neoclásica afirman que los precios están determinados por los costos de producción y las
leyes de comportamiento del consumidor sólo complementan esta formación de precios, no obstante las conclusiones de
los austriacos fueron completamente diferentes.

Para la Escuela Austriaca la utilidad marginal, específicamente la ley de utilidad marginal decreciente, explica por qué el
consumidor obtiene una satisfacción subjetiva menor cada vez que consume unidades adicionales de un bien, y puede
explicar por sí misma la formación de precios sin incluir los costos de producción. Es decir, que a partir del principio de la
utilidad marginal, la Escuela Austriaca llegó a la conclusión de que no son los costos los que determinan los precios, sino al
contrario, son los precios de los bienes y servicios finales los que determinan los costos de producción.
De acuerdo a la teoría de valor de la Escuela Austriaca, ninguna empresa estará dispuesta a pagar por los factores de
producción un precio superior al que los consumidores pagarían por el bien final. Las empresas están dispuestas a pagar
los precios de los factores productivos, porque los consumidores están dispuestos a pagar los precios finales, de donde se
concluye que los costos son el resultado de la existencia de precios esperados de bienes y servicios y no al revés.

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