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AUTONOMIA CURRICULAR: NIVELACIÓN ACADEMICA.

ESCUELA: SECUNDARIA GENERAL “ANTONIO CUADRINI D PALMA” GRADO: 1, 2, 3. GRUPOS: A-J


PROF: FECHA:
PRIMER TRIMESTRE MODULO 1:
SECUEN CIA DIDÁCTICA

NUMERO CONTENIDO SESIONES


 PALABRAS SECRETAS
9 y 10 2/2

APRENDIZAJE ESPERADO: FORMA DE EVALUACIÓN ESTRATEGIA


ALUMNO DOCENTE

Lista de Cotejo SECUENCIA


DIDÁCTICA

PROCEDIMIENTO METODOLÓGICO ACTIVIDADES MEDIOS

APERTURA Orales
15 min INICIO Escritos
Visuales
El docente da la bienvenida al grupo y explica en que consiste la
actividad, describiendo que se trata de disfrutar la lectuta de varios
textos.

El alumno contestara en su cuaderno las siguientes preguntas :


¿Les gusta leer?
¿Cuales son sus tipos de lecturas favoritos?
¿Para que nos sirve leer?
¿Recuerdan alguna lectura que les haya gustado mucho?
¿Es divertido leer, es facil o es dificil?
DESARROLLO OBSERVACIONES

DESARROLLO
El alumno realizara la lectura de un fragmento de un texto y luego
50 min
escribira 1 0 2 frases que lo resuman. ( Anexo 1 )

Redactar el inicio o el final de un cuento segun corresponda .


( Anexo 2)

Completar un texto en el que partes esenciales de este han sido


omitidas. ( Anexo 3 )
CIERRE

El grupo realizara una retroalimentacion sobre la actividad


comentando que les ha parecido.
CIERRE

10 min
Vo. Bo. Carmen Adriana Ruiz Escamilla Vo. Bo. Fidel Cruz Isidro
Subdirector Turno Matutino Subdirector Turno Vespertino
ANEXO 1

EL INGENIOSO HIDALGO DON QUIJOTE DE LA MANCHA

En un lugar de la Mancha, de cuyo nombre no quiero acordarme, no ha mucho tiempo que


vivía un hidalgo de los de lanza en astillero, adarga antigua, rocín flaco y galgo corredor. Una
olla de algo más vaca que carnero, salpicón las más noches, duelos y quebrantos los sábados,
lantejas los viernes, algún palomino de añadidura los domingos, consumían las tres cuartas
partes de su hacienda. El resto della concluían sayo de velarte, calzas de velludo para las
fiestas, con sus pantuflos de lo mesmo, y los días de entresemana se honraba con su vellorí
de lo más fino. Tenía en su casa una ama que pasaba de los cuarenta, y una sobrina que no
llegaba a los veinte, y un mozo de campo y plaza, que así ensillaba el rocín como tomaba la
podadera. Frisaba la edad de nuestro hidalgo con los cincuenta años; era de complexión recia,
seco de carnes, enjuto de rostro, gran madrugador y amigo de la caza. Quieren decir que
tenía el sobrenombre de Quijada, o Quesada, que en esto hay alguna diferencia en los
autores que deste caso escriben; aunque, por conjeturas verosímiles, se deja entender que se
llamaba Quejana. Pero esto importa poco a nuestro cuento; basta que en la narración dél no
se salga un punto de la verdad.

ANXO 2

CUENTO:
Nati, Seba, Nico, Camila y Fede, eran muy buenos amigos. Vivían en las
afueras de la capital. Todas las tardes, después de regresar del colegio,
se reunían para jugar a los aventureros. La naturaleza les ofrecía
grandes maravillas y hasta habían construido una pequeña choza en lo
alto de un árbol. El famoso bosque de eucaliptos guardaba en su interior
grandes misterios, según Camila. Una tarde estaban decididos a
investigar un extraño círculo que se hallaba cerca de la laguna, era
bastante grande y había dejado huellas sobre el pasto, huellas que
parecían haber sido realizadas por un fuego escapado de alguna nave
espacial.

- Será hoy, hoy mismo sabremos de qué se trata – dijo la más osada de
los cinco, Nati.
- Tendremos que armarnos de nuestras herramientas – dijo Seba – muy
compenetrado con el hecho
- Yo llevaré los binoculares de mi padre, la lupa y un telescopio que mi
abuelo me regaló en mi cumpleaños – dijo Nico
Fede propuso llevar un metro para medir la circunferencia del famoso
círculo y Camila, preparó una cesta con merienda para todos, los demás
llevaban cuerdas y varas para abrirse camino.

Con el permiso de sus padres, marcharon rumbo a la laguna armados


hasta los dientes. Para llegar hasta allí debían cruzar el monte de
eucaliptos, podría ser peligroso, siempre supieron que los viejos
chacareros hablaban de un lobo blanco que habitaba el monte. Aún así
siguieron caminando y caminando hasta llegar a la laguna. La tarde
estaba cálida y transparente, no escucharon los alaridos del lobo, en
realidad ellos no creían en esos cuentos, imaginaban que los chacareros
lo contaban para asustar a los chicos y lograr detenerlos por miedo a
que algo les sucediera. El monte era espeso y árido, pero estaban
preparados para atravesarlos. Por fin llegaron a destino.

- Hemos llegado, muchachos – dijo Seba.


Allí estaba aquel grandioso círculo. A los ojos pequeños de nuestros
amigos era gigantesco, tan grande que era imposible de medir. Seba
sacó su lupa y comenzó a mirar las líneas minuciosamente, de pronto un
ruido inesperado se escuchó entre las ramas del bosque.
- ¿Qué es eso? – ¡Escuchen! - dijo Camila muy asustada – debemos
regresar y abandonar esto, estoy algo cansada y tengo miedo, además
tenemos que apurarnos porque el sol se va a ocultar y nuestros padres
se pondrán preocupados si no llegamos de día. Ahora díganme. . .
¿Ustedes creen que es realmente una nave espacial la que dejó esta
huella?
- Es más – dijo Nati – Estoy segura que fue una nave y tal vez sus
habitantes estén ocultos en el bosque, esos ruidos difusos que se oyen,
podrían ser de ellos.

- Y si los encontramos y nos llevan a pasear en su nave – dijo riéndose


Fede.
- Estás loco, muy loco, - dijo Nico – nos vamos ya ¿De acuerdo?
ANEXO 3

El muñeco de nieve

Érase una vez un (1) en las altas montañas de los Pirineos.


Como había dejado de(2) , después de varios días de una
terrible(3) todos los niños, ansiosos de libertad, salieron de sus(4)
y empezaron a corretear por la blanca y mullida alfombra recién(5)
.
Nuria, la hija única del herrero del pueblo, tomando puñados de nieve
con sus manitas hábiles, se entregó a la tarea de moldearla.
--Haré un(6) como el hermanito que hubiera deseado
tener --se dijo.
Le salió un niñito precioso, redondo, con ojos de(7) y un
botón rojo por boca. La pequeña estaba entusiasmada con su obra y
convirtió al muñeco en su inseparable(8) durante los
tristes días de aquel(9) . Le hablaba, le mimaba...
Pero pronto los días empezaron a ser más largos y los(10)
de sol más cálidos... Y el muñeco se fundió sin dejar más rastro de su
existencia que un(11) de agua con dos carbones y un
botón rojo. La niña(12) con desconsuelo al descubrirlo. Un(13)
, que buscaba en el sol tibieza para su invierno, le dijo dulcemente:
--Seca tus lágrimas, bonita, porque acabas de recibir una gran lección:
ahora ya sabes que no debe ponerse el(14) en las cosas
breves o que desaparecen.

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