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El aparato circulatorio puede constituir uno de los ejemplos más claros y más asombrosos de
sistemas de flujo por tuberías que se puede encontrar ya sea hecho por la naturaleza o por el
hombre.
Cada una de sus partes representa un objeto que ya ha sido estudiado por la mecánica de
fluidos y por la hidráulica, a lo largo de la historia; tales objetos son bombas, válvulas, tuberías
de diámetros constantes, cambios de diámetros en tuberías, la viscosidad en el fluido, la
presión en una tubería, la velocidad del flujo, el caudal y el volumen total.
Se pretende dar una breve descripción de dicho aparato, enfocándolo desde la mecánica de
fluidos y la hidráulica para ayudar a afianzar ciertos conceptos que tal vez se pueden
comprender con mayor claridad cuando se tiene un ejemplo tan presente y tan real como es,
en este caso, el aparato circulatorio.
EL SISTEMA
Esta ecuación nos dice que si duplicamos el radio del tubo dejando
iguales los otros parámetros, el gasto aumenta 16 veces; esto es
muy importante aun cuando es sólo una aproximación en el caso
del flujo sanguíneo, ya que la ecuación es válida para el caso de
tubos rígidos y las arterias tienen paredes elásticas las cuales se
expanden ligeramente con cada pulso cardiaco, además, la
viscosidad de la sangre cambia ligeramente con la velocidad del
flujo.
Las células que constituyen el cuerpo de todos los animales, excepto el de los
multicelulares viven en un "mar interior" de líquido extracelular (LEC)
encerrado dentro de los tegumentos del animal. En los animales que poseen un
sistema vascular cerrado, el LEC está dividido en dos compartimientos: el
líquido intersticial y el plasma sanguíneo circulante. El plasma y los
elementos celulares de la sangre, principalmente eritrocitos, llenan el sistema
vascular y, en conjunto, constituyen el volumen sanguíneo total. El líquido
intersticial es la porción del LEC que baña a las células y queda fuera de los
vasos. Aproximadamente 1/3 del agua corporal total (ACT) es extracelular,
siendo intracelulares los 2/3 restantes.
Desde luego, la sangre fluye de las áreas de mayor presión a las de menor
presión, excepto en ciertos casos cuando la inercia. La relación entre el flujo
medio, la presión media y la resistencia en los vasos sanguíneos es análoga, en
general, a la relación entre corriente, la fuerza electromotriz y la resistencia en
un circuito eléctrico expresada por la ley de Ohm:
El flujo sanguíneo puede ser medido canulando un vaso; sin embargo, esto
tiene limitaciones obvias. Varios dispositivos se han desarrollado para medir
el flujo en los vasos sanguíneos sin abrirlos. Los flujómetros
electromagnéticos se basan en el principio de que el voltaje se genera en un
conductor que se mueve a través de un campo magnético y la magnitud del
voltaje es proporcional a la velocidad del movimiento. Debido a que la sangre
es un conductor, se coloca un imán alrededor del vaso, y el voltaje, que es
proporcional al volumen del flujo, se mide con un electrodo adecuadamente
colocado sobre la superficie del vaso. La velocidad del flujo sanguíneo puede
medirse con los flujómetros Doppler. Se envían ondas ultrasónicas al interior
del vaso diagonalmente desde un cristal, y las ondas reflejadas de los
eritrocitos y leucocitos son recogidas por un segundo cristal abajo del flujo.
La frecuencia de las ondas reflejadas es más elevada por una cantidad que es
proporcional a la velocidad del flujo hacia el segundo cristal debido al efecto
Doppler.
Flujo laminar
El flujo de la sangre en los vasos, como el de los líquidos en los tubos rígidos
y estrechos, normalmente es laminar. Dentro de un vaso sanguíneo, una capa
infinitamente delgada de sangre en contacto con la pared del vaso no se
mueve. La siguiente capa hacia adentro tiene una velocidad pequeña, l
siguiente una velocidad mayor, etc., hasta que la velocidad es máxima en el
centro de la corriente. El flujo laminar ocurre hasta que se alcanza una cierta
velocidad crítica. A esta velocidad, o por arriba de ella, el flujo es turbulento.
El flujo laminar es silencioso, pero el turbulento genera ruidos; son ejemplos
los soplos que se escuchan sobre las arterias constreñidas y los sonidos que se
oyen cuando se mide la presión arterial.
Velocidad media
Viscosidad y resistencia
Circulación sanguínea
Pulso arterial
La sangre impulsada hacia la aorta no sólo mueve a la sangra hacia delante,
sino también se establece una onda de presión que viaja por las arterias. La
onda de presión expande las paredes arteriales al viajar y la expansión es
palpable en forma de pulso. La velocidad a la que viaja la onda, que es
independiente de y mucho más rápida que la velocidad del flujo sanguíneo, es
de aproximadamente 4 m/seg en la aorta, 8 m/seg en las grandes arterias y 16
m/seg en las arterias pequeñas de adultos jóvenes. Consecuentemente, el pulso
se siente en la arteria radial en la muñeca cerca de 0.1 seg después del máximo
de expulsión sistólica en la aorta. Con la edad creciente, las arterias se vuelven
más rígidas y la onda del pulso se mueve más aprisa.
Efecto de la gravedad
Condición o factor
No cambia con Sueño
Comida (30%)
Embarazo
Adrenalina
Disminuye con Sentarse o levantarse de la posición supina (20 – 30%)
Arritmias rápidas
Enfermedades cardiacas
ALGUNOS DATOS: