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Realidad y perspectivas
en Colombia
Ligia Echeverri Angel, nacida en
Medellin, socióloga y antropóloga de
la Universidad Nacional de Colom
bia, es Profesora Titular y Maestra
Universitaria de la misma. Especiali
zada en Vivienda y Planeamiento
Urbano y Regional y en Derecho de
Familia, temas en los cuales ha reali
zado múltiples investigaciones y pu
blicaciones, entre las que se destacan
recientemente: La Fam ilia ante la Ley ;
La F a m ilia de H e ch o en C o lo m bia y
A n tro p o lo g ía y F a m ilia . También ha
sido profesora investigadora del
CINVA (O EA) y de la Universidad de
Notre Dame (USA).
Su experiencia académico-adminis
trativa ha sido fundamentalmente en
la Universidad Nacional de Colom
bia, donde se ha desempeñado como
Directora del Departamento de An
tropología; Decana de la Facultad de
Ciencias Humanas; Vicerrectora de
Bienestar Universitario y Asesora de
Rectoría en dos ocasiones. N o obs
tante, también ha ejercido la cátedra
de postgrado en otras universidades:
Andes, Externado, Javeriana, Ponti
ficia Bolivariana de Medellin, Univer
sidad del Valle y Universidad de
Cartagena.
FAMILIA Y VEJEZ
SEGUNDA EDICIÓN
Investigación Financiada por
C olcien cias y U n iv e rsid a d Nacional de C olom bia
© L ig ia Echeverri A n g e l, Prof. Titular ti. N.
Diseño de Carátula
Ed icion es del Com ún
Diagram ación y Revisión de Textos
M ultiletras Ed itores Ltda.
Impresión 2a. edición
Tercer M u n d o Editores
Santafé de Bogotá, Colombia, junio 1994
A Virginia G utiérrez de Pineda,
mi m aestra y cóm plice en el cam ino d e la vida.
INTRODUCCION
¿ C u á n d o c o m ie n z a la v e je z e n lo s in d iv id u o s ?
Resulta difícil establecer exactam ente en qué m om ento com ienza la vejez.
1 Marroquin, 1980.
9
va de la co n c ien c ia , p lu rip atologia, cron icidad, caq u exia , m a rasm o y ba
beo.
E n v e je c im ie n t o d e m o g r á fi c o
10
Tercera fase: descenso de la fecundidad que reduce el ritmo del increm ento
dem ográfico, tendiendo a estabilizarlo.
E n v e je c im ie n t o d e m o g r á fi c o en A m é r ic a L a t in a
P R O P O R C IO N D E P O B L A C I O N D E 6 0 A N O S Y M A S P A R A E L A Ñ O 2 0 0 0
(p o r 1 .000 h a b it a n te s )
R e g ió n y p a ís A ñ o 2.000
M u n d ia l 94
R e g io n e s m á s d e s a r r o lla d a s ( a ) 182
R e g io n e s m e n o s d e s a r r o lla d a s ( b ) 71
E u rop a 181
E u r o p a N o rte 194
D inam arca 196
Finlandia 180
N oru e g a 185
Suecia 208
R eino U nido e Irlanda 199
E u r o p a O c c id e n t a l 203
B élgica 192
Francia 187
E u r o p a O rie n ta l 182
S u r d e E u ro p a 161
A m é r ic a d e l N o rte 160
E stados U nidos 161
A m é riq a L a tin a 68
A m é r ic a d e l S u r 73
A rgen tin a 144
Bolivia 58
Brasil 67
Chile 99
C olom b ia 60
U ruguay 162
a ) Inclu ye A m é rica del N orte, Japón , Europa, Australia, N ueva Zelanda y Ex-URSS.
b) Incluye A frica , A m é rica Latina, China, Este del Asia, Sur del Asia, M elanesia y
Polinesia.
F ue nte: N a c io n e s U n idas. C e n tre fo r S o c ia l D e v e lo p m e n t and H u m a n ita ria n A ffa irs. B u lle tin O n A g ig , Vol. VI, N.
1, 1981.
12
fértil. Tal tendencia acercará a algunos países a su nivel de reem plazo en m a
teria de reproducción y determinará su potencial crecimiento (Argentina y Uru
guay), mostrando mayores transformaciones en sus estructuras de edades y
poblaciones más envejecidas.
13
suele limitarse a personas de estratos socioeconómicos altos, exigirá a corto plazo
recursos y personal especializado para atender la incidencia y la prevalencia cre
cientes de enfermedades crónicas y de otras que demandan largos períodos de
hospitalización, especialistas en geriatria, equipo y tecnología modernos para tra
tamiento y diagnóstico y una infraestructura que actualmente no tienen los paí
ses de la región.
E n v e je c im ie n t o d e m o g r á f i c o en C o lo m b ia
La estructura por edad y sexo de la población colom biana muestra que un poco
más del 41% en 1980 correspondía a la población menor de 15 años, confirmando
la tendencia general de América Latina hacia la disminución relativa de estos gru
pos de edad, por el descenso de la fecundidad que comienza a compensarse con
el incremento de la población mayor de 60 años. También muestra que la distribu
ción por sexo obedece a la tendencia histórica observada en otras sociedades,
donde los primeros grupos de edad cuentan con una prevalencia masculina,
que va desap arecien do lentam ente hasta alcanzar una mayoría femenina a
partir de los 15 años, asociada con una mayor mortalidad masculina.6
14
El núm ero estim ado y proyectado de habitantes de 60 y más años por grupos
de edad en C olom bia es de 2’ 589.000 para el año 2000 y de 6 ’606.000 para
el año 2025 (N acion es Unidas).
Teniendo en cuenta la evolución general del pais en los distintos censos, las
variaciones del periodo y las tasas de crecimiento geográfico por 1.000 habi
tantes se aprecian en el Cuadro 3.
CUADRO 3
A b s o lu t a % crecim ien to
F ue nte: D A N E , 1988, p .5 5
CUADRO 4
C O L O M B IA ; E S P E R A N Z A DE VID A A L N A C E R S E G U N S E X O PA R A L O S A Ñ O S
C E N S A L E S 196 4 Y 197 3 Y P R O Y E C C I O N E S P A R A 198 2 Y 199 0
Otro a specto importante del análisis es el que se refiere a las diferencias de nivel
educativo y su relación con las tasas de participación laboral. A m ayor nivel
educativo, m ayores tasas de participación laboral.
16
CUADRO 5
G R U P O D E T E R C E R A E D A D E C O N O M IC A M E N T E A C T IV O S E IN A C T IV O S
Y T A S A S D E A C T IV ID A D S E G U N S E X O Y G R U P O S D E E D A D .
C O L O M B IA : 197 8 y 1985
C L A S I F I C A C I O N D E A C T IV ID A D
1978
AM BOS SEXOS
50-59 893652 412359 481293 46.14
HOM BRES
50-59 4270 99 333114 98985 77.99
M UJERES
50-59 466553 79 14 5 387308 16.96
1985
AM BOS SEXOS
45-59 2614250 1486951 1059622 67677 56.88
HOMBRES
45-59 1293590 1080892 175959 36 73 9 83.56
M UJERES
45-59 1322594 40 60 60 885596 30938 30.70
17
Para com plem entar el análisis de la evolución dem ográfica de la población co
lombiana, se tuvo en cuenta el estado civil de las personas m ayores de 50 años,
por cuanto a través de estos datos se pueden inferir algunos cam bios en las
relaciones familiares, tamaño y com posición del hogar y las consecuencias
sociales y psicológicas para este grupo etario.
CÜADRO 6
1951 - 1985
CONV (1 ) (2 ) (3 ) (1 ) (2 ) (3 ) (1 ) (2 ) (3 ) (1 ) (2 ) (3 )
T otal 100.0 48.8 5 1.3 100.0 48.6 51.4 100.0 48.6 51.4 100.0 49.6 51.0
Sol. 18.6 35.0 6 5.0 16.9 37.3 62.8 14.2 37.9 62.2 10.5 17.2 82.8
Cas. 48.5 63.7 3 6.3 52.6 61.7 38.4 54.5 60.8 39.2 52.9 78.8 2 1.2
Viud. 23.5 23.8 7 6.2 21.2 22.2 77.9 20.6 21.7 78.4 19.8 16.7 83.3
U.L. 6.8 67.3 3 2.8 7.1 59.5 4 0.5 7.8 58.6 41.4 10.6 28.1 71.9
S ep . 2.7 44.6 55.4 2.3 43.5 56.6 2.9 26.4 6 3.6 6.0 8.1 9 1.9
( 1 ) T o ta l.
( 2 ) H om b res.
( 3 ) M u je re s .
T = Total.
S o l = Solteros.
C a s = C asadas.
Viud = V iudos
(J.L. = U n ión libre. S ep . = S ep arad os.
En Colom bia se observa un proceso de cam bio familiar caracterizado por una
tendencia creciente de las uniones de hecho frente al m atrim onio1', con aumen
to del porcentaje de separados mayores de 50 años del 6.8% al 7.8% entre 1973
y 1985. Tam bién se observa una reducción en la proporción de viudos que se
explica por la disminución de la mortalidad, especialm ente femenina.
El análisis del estado civil de las personas mayores de 50 años tiene incidencias
sobre el tipo de program as de bienestar social por cuanto puede mostrar algún
grado de dependencia del viejo frente a otros miembros de la familia e indicar
18
de alguna manera el grado de “ soledad afectiva" del viejo, aunque el m ero dato
estadístico no es suficiente para analizar la situación de abandono familiar.
Del análisis de los datos se concluye que entre 1938 y 1951 se mantiene cons
tante la estructura poblacional por edades, con tasas de mortalidad y de fecun
didad relativamente estables; a partir de 1951 las medidas de salubridad pública
reducen las tasas de mortalidad y se aumentan las tasas de fecundidad, lo cual
determina el paso del predominio de una población adulta a la conform ación
de una tendencia hacia una población joven. Después del año 1964 los cam bios
en la fecundidad (generalización de la planificación familiar), com pensan los
cambios en la mortalidad, tendiendo de nuevo a una estructura de población
adulta. El efecto dem ográfico de tales cam bios es lo que se denom ina tra n si
ción dem ográ fica .
CUADRO 7
P O B L A C IO N M A Y O R D E 50 A Ñ O S , P O R S E X O (1 9 3 8 A 2 0 2 5 ) C O L O M B IA
19
2
M o d e lo s d e a te n c ió n a la v e je z
Ante este fenóm eno surgen problemas sociales, econ óm icos y políticos. En
primer lugar la dependencia potencial de un sector pasivo creciente, sostenido
por la población económ icam ente activa (15-45 años); luego, la necesidad de
servicios de salud especializados en geriatría y los cam bios en la estructura y
funcionamiento de la familia (de extensa a nuclear), constituyen problem as que
exigen políticas y programas gubernamentales dirigidos a los viejos.
21
Aunque algunas disposiciones de protección social a la vejez aparecieron desde
el siglo pasado en Alem ania (1883) y luego en otros países europeos, las polí
ticas sobre vejez son relativamente recientes. La estrategia inicial para afrontar
los problem as de la vejez estaba constituida por un conjunto de acciones de
caridad porque consideraba a los viejos en la misma categoría de otros grupos
etarios pobres.
Este ejem plo francés nos permite precisar el concepto de política sobre vejez,
descrita com o el conjunto de acciones, disposiciones y prácticas planificadas
e implem entadas por las autoridades estatales y municipales con el objeto de
responder a las necesidades de las personas mayores de 50 años. N o excluye
las acciones privadas o religiosas, pero las involucra en la planificación estatal
o municipal.
22
En países que no cuentan con leyes de seguridad social hay dos modalidades:
Cajas de previsión administradas por el Estado; y leyes sobre responsabilidad
del empleador.
P r o g r a m a s d e s e g u r o s o c ia l
P r o g r a m a s d e a s is t e n c ia s o c ia l
P r o g r a m a d e s e r v ic io p ú b lic o
C a ja s d e p r e v is ió n e s t a t a le s
L e y e s s o b r e r e s p o n s a b i li d a d e s d e l e m p le a d o r
Hacen parte de los códigos laborales y obligan a que los em pleadores asuman
los gastos de seguridad social y/o pensiones de sus trabajadores.
En 1967, 70 de 92 países con regím enes de pensiones tenían planes con base
en el Seguro Social (N.CL, 1975), pero muchos países combinaban las anterio
res modalidades com o se señala enseguida:
b) Francia, Bélgica, Gran Bretaña y Estados Unidos tienen regím enes de Se
guro Social y presentan program as com plem entarios de asistencia.
En Francia hay dos regím enes de jubilación: uno para trabajadores asalariados
y otro para los no asalariados. Para los primeros, hay una serie de sistemas
básicos y com plem entarios según se trate de asalariados de la industria, el
com ercio, el agro o de los regímenes especíales (militares, mineros, etc.). Para
los no asalariados, la reglamentación exige haber ejercido 15 años actividades
liberales, haber aportado regularmente al Seguro de Vejez y tener más de 65
años. Estos regím enes previsionales basados en el Seguro Social, se com ple
mentan con program as de asistencia para quienes no tienen derecho a las
prestaciones de seguridad social.
24
Y en Estados Unidos hay un sistema único de protección de Seguro Social y
adem ás sistem as privados de pen siones. Según John son, E. y W illiam son
(1 9 8 0 )13 el programa de seguridad social estadounidense es esencialm ente un
programa de transferencia, en el cual las contribuciones actuales del em pleado
financian los actuales beneficios de los viejos. En esto, difiere de los sistemas
de Seguro Social.
Entre los econom istas hay un debate con respecto al costo-beneficio del seguro
social. Para algunos, depender de este sistema equivale a limitar el crecim iento
económ ico y a agravar los futuros problemas de sostener a una población vieja
creciente. Por tanto, proponen propiciar el ahorro privado y los seguros priva
dos. Otros, por el contrario, creen que el sistema de pensiones privadas lleva a
las em presas a convertirse en agencias sociales privadas, reduciendo su capa
cidad de crecimiento, lo cual perjudica al conjunto de la econom ía y disminuye
la creación de nuevos empleos para gentes jóvenes, proponiendo el seguro social.
Veamos también las políticas sociales de algunos países en desarrollo:
C o s t a R ica
Cuba
13 C r o w in g O ld . The S o c ia l P ro b le m s o f A g in g , 1980.
25
P e rú
Cuenta con el Consejo Nacional del Anciano y programas del Instituto Peruano
de Seguridad Social que incluyen: pasajes gratuitos en la em presa de transporte
urbano de Lima; program as turísticos especiales y económ icos; clubes de jubi
lados; centros de prom oción socio-cultural y entrega de cheques de pensión a
domicilio.
P r o b l e m a s r e la c io n a d o s c o n u n a p o lít ic a g e r o n t o ló g i c a
26
Las dos primeras alternativas conllevan altos costos sociales, econ óm icos y
politicos y la elevación de la edad tiene m enores costos económ icos, pero altos
costos sociales y políticos. Las jubilaciones parciales son una m edida interme
dia (con un número fijo de aportes) no muy bien aceptada por la población.
P o lític a s d e s a lu d y b i e n e s t a r s o c ia l
27
2. V ivien da individual y servicios com partidos
3. Instituciones m édico-asistenciales
Esta polítíca ha sido adoptada últimamente por los países más desarrollados,
después de evaluar los resultados del internado. Su principal característica es
el apoyo financiero a la vivienda particular de la familia con viejos y el suminis-
28
tro de servicios domiciliarios (comida, lavandería, terapias), así co m o la ayuda
en los quehaceres domésticos.
7. Educación
29
previos y tam poco se expiden diplomas, pero se quiere satisfacer las inquietu
des intelectuales de la población vieja. En países menos desarrollados co m o la
China, había 70 Universidades para la Tercera Edad en 1981.
8. C lu b e s y centros culturales
9. T raba jo
Lo m ostrado aquí, permite concluir que en todos los países se proponen accio
nes y políticas gerontológicas, aunque su desarrollo, evolución y financiación
varía entre países y entre éstos, según la evaluación que periódicam ente reali
zan los gobiernos.
30
de la acción familiar que com o com plem ento de la misma, co m o sucede en
Suecia y quizás en Noruega y en Dinamarca, planteamiento distinto al de Bél
gica, Gran Bretaña y España, donde se incentiva la acción familiar a través de
grupos religiosos, parroquiales y voluntarios con un m odelo de participación
comunitario.
31
3
Políticas de internalización
en Colom bia
Estos datos muestran el predominio del sector privado, 214 instituciones sobre
un total de 310, especialm ente ubicadas en las grandes ciudades o en las capi
tales de departamento.
En el año 1989, según datos del Ministerio de Salud había 2.096.640 de perso
nas mayores de 55 años no cubiertas por algún régimen de Seguridad Social,
y 3.000 personas m ayores de 55 años que viven en la calle de la caridad pública
en Bogotá, Medellin, Cali, Barranquilla y Bucaramanga. Solam ente un 0.85% de
los senescentes mayores de 55 años está en alguna institución.16
16 CFr. Plan N acion a l de Política Integral para la Población de la Tercera E dad en C olom b ia . Min-
salud, 1989.
33
Por ende, una política social destinada a la población no beneficiaría del Siste
ma de Seguridad Social (el 81.9% de la población), debería contem plar el esta
blecim ien to de m edidas com pensatorias en subsidios a los familiares que
atienden un viejo, y de vivienda, recreación, educación, transporte y salud para
la población vieja sin recursos, co m o mecanism os para evitar la demanda por
el internamiento en establecimientos públicos de alto costo unitario y m edio
cres resultados en cuanto a calidad de vida.
L a s in s t it u c io n e s p a r a v ie jo s en C o lo m b ia
17 Ta m bién se tuvieron en cuenta los trabajos realizados por los estudiantes Julio Hernán Pérez,
A lfred o C arretero y H éctor Arias quienes en su calidad de Auxiliares de Investigación ela bora
ron sus T rabajos de Grado en A n tro p o lo g ía so b re esta tem ática.
34
jan fabricando escobas y en panadería, pero muy pocas instituciones cuentan
con actividades que mejoren la autoestima o aumenten el nivel educativo, cul
tural e intelectual de esta población. La inactividad es la norma y la participa
ción en actividades sociales, recreativas y culturales es la excepción. Debido a
la falta de estímulos para superarse co m o personas, los viejos internos son
propensos al pesimismo, la depresión y el aislamiento.
Hay más población femenina que masculina con variantes regionales; la m ayo
ría de las mujeres son viudas, madres solteras o abandonadas, mientras que la
mayoría de hombres son solteros o viudos.
(Jn 90% de los viejos en las instituciones oficiales tiene algún pariente: hijos,
hermanos o sobrinos, dato que se obtiene después del ingreso, mediante inves
tigación de las trabajadoras sociales, ya que la mayoría de los viejos niegan
tener familia o dicen “no saber dónde está” para poder acceder a los servicios,
porque casi todas las instituciones prefieren recibir gente sola o abandonada.
35
Algunas entidades oficiales exigen responsabilidad de los parientes y todas las
entidades privadas exigen algún pago y la asistencia periódica de familiares a
ciertas reuniones, so pena de sancionar al viejo, quitándole algún privilegio o
permiso, según el reglamento.
In s t it u c io n e s d e s a lu d
En Colom bia sólo existe un hospital geriátrico en Manizales, por lo cual la aten
ción gerontológica se da en los hospitales generales y en centros de salud no
especializados.
18 P a pesch i, 1978.
36
cas de salud para la vejez no contemplan un plan amplio en este cam p o o no
se desarrollan las normas establecidas por Ley.20
S is t e m a s a lt e r n a t iv o s
37
4
Estructura familiar,
tipología y dinámica
Las transformaciones sociales, económ icas y políticas de las últimas tres déca
das han repercutido sobre la estructura, tipología y funciones de la familia co
lombiana, así com o de otras instituciones que buscan la adaptación a nuevas
exigencias y condiciones de vida.
Es así com o em pezam os a ver que cuando hay ruptura conyugal o m adresol
terismo, debido a que ei hombre o la mujer quedan a cargo de los hijos general
mente en precarias condiciones económ icas y/o afectivas, buscan a la familia de
origen para que les sirva de soporte económ ico/afectivo temporal, o conform an
una estructura familiar extensa permanente con varias generaciones, vivienda
39
y gastos com partidos. Si la ruptura se hace a edades tempranas o medianas
(antes de los 45 años), es probable que la mujer y especialm ente el hombre,
conform en otra u otras uniones y salgan de la familia extensa (tem poral o de
finitivamente).
40
más restricciones en las regiones Paisa, Valle del Cauca, Risaralda y los Santan-
deres y m ayor permisividad en las demás.
Aparece com o significativo que, a pesar del aumento en las rupturas matrim o
niales, los estratos altos y medios eligen el m atrim onio (especialm en te el cató
lico) para su primera unión, la cual si fracasa se recom pone mediante diversas
form as legales o de hecho que pueden implicar o no cohabitación de la pareja.
Igualmente importante es la tendencia a mostrar m ás mujeres s e p a ra d a s que
hombres separados. Rubiano y Zamudio explican esta situación anotando que
la mayoría de las mujeres se queda a cargo de los hijos de la unión precedente,
no son autosuficientes económ icam ente, viven solas o dependen de su familia
exten sa, porque muchas mujeres separadas tienen que entrar a com petir con
mujeres jóvenes, sin hijos y con m ayor capacitación laboral, condiciones que
no afectan a la mayoría de los varones.
Esta realidad es más evidente en los estratos m edios y bajos, puesto que en
ellos es más precaria la autovalidación femenina. En los estratos altos la sepa
ración se reparte equitativamente entre los sexos, al igual que las recom posi
ciones posteriores.
41
F a c t o r e s e s t r u c t u r a le s d e la e c o n o m ía e n lo s c a m b io s
f a m il ia r e s y el e s t a t u s d e l v ie jo
42
L o r u r a l y lo u r b a n o : in c id e n c ia fa m ilia r
Las diferencias entre “lo rural” y “lo urbano” se observan analizando algunos
factores valorativos que inciden en la visión del mundo y en las características
estructurales y funcionales de la familia. Entre ellos se destacan:
43
hay una m ayor separación entre las funciones erótico-afectivas y reproduc
tivas y un sentido de la com pañía co m o algo transitorio y funcional
D in á m ic a d e la p a r t ic ip a c ió n d e l v ie jo e n la fa m ilia
Cuando Colom bia era un país rural prevalecía la familia patriarcal25, en la que
los viejos desem peñaban roles separados y concretos que les permitía perm a
necer activos y útiles dentro de la estructura familiar. Este status-rol del viejo se
mantiene aún en las áreas rurales del país, con variaciones respecto a la mayor
o m enor autoridad fem enina o masculina, según regiones y estratos so cioeco
nóm icos. Mayor autoridad del a b u elo en las regiones de los Santanderes, Cun-
diboyacense y Caucano-Nariñense y en parte de los estratos altos de las regiones
del Valle del Cauca y Risaralda, Paisa, Tolima Grande y Caribe, y m ayor autori
dad de la a b u e la en las 4 últimas regiones.
Pero las transform aciones familiares que están ocurriendo especialm ente en las
áreas urbanas (70% ) del país han producido una tendencia hacia el aumento
de la desintegración de la familia tradicional que incide sobre las diferentes
realidades de vida, status y rol de la población vieja.
Paralelam ente las transformaciones ocurridas en las dos últimas décadas han
determ inado que los hijos(as) busquen el apoyo de los viejos (familia extensa)
en los m om entos de ruptura conyugal y mientras establecen nuevas uniones,
con lo cual, el abuelo o la abuela entran de nuevo a cumplir el papel de cuida
dores de los nietos y de la vivienda de los hijos separados o deben asumir
nuevas funciones econ óm icas y de ayuda doméstica, especialm ente en los es
tratos m edios y bajos. Esta situación puede ser transitoria y/o reincidente, gene
rando antagonismos y conflictos por la diferencia de valores (éticos, familiares,
sociales), por el sentido de explotación económ ica o laboral o por desavenen
cias entre nietos de diferentes padres o madres.
CIna situación común en los estratos bajos urbanos es la pobreza que afecta a
las familias múltiples, lo cual convierte al viejo en una carga económ ica por su
44
inutilidad en un sentido productivo, porque generalm ente los viejos que
viven en la ciudad y pertenecen a estos estratos son inmigrantes cam pesinos y
carecen de la habilitación técnica necesaria para la producción urbana, a lo cual
se suman los achaques de la edad y, en muchos casos, la invalidez o deterioro
físico debido al tipo de trabajo anterior (cam pesinos).
El 70% de los hom bres m ayores de 50 años y el 75% de las mujeres son viudos,
separados o solteros. De ellos sólo un 14% tiene algún tipo de apoyo econ óm ico
(pensión, ingreso o trabajo) lo cual coloca a un alto porcentaje de viejos en una
situación de dependencia familiar o social. La soledad, carencia de familia o
abandono de la misma explican también el estado civil de los usuarios de las
instituciones públicas o privadas (ancianatos): solteros (20% ); viudos (50% ); y
abandonados (5% ). Estos últimos deambulaban por las calles y fueron “ recogi
dos” por la policía.
45
status impuestos sobre él, tanto por su sociedad, o por mala suerte o delibera
dam ente aceptados por é l”. Asi el criterio sociocultural de “edad” puede ser un
auténtico grado de desarrollo o un status asignado por la sociedad para dar o
quitar espacios sociales a las personas que llegan a cierta edad cronológica.
Aunque las variaciones biológicas que se presentan con la edad son similares
entre sociedades, la jerarquía, la atención, el tratamiento y el papel asignado a
los viejos varía entre sociedades y en éstas, entre regiones, épocas, áreas y
estratos sociales. Esto significa que cada sociedad-cultura tiene una orientación
cronológica y en esa medida los viejos, los adultos o los jóvenes reciben mayor
o m enor atención.
En Colom bia podem os afirmar que, en veinte años, pasamos de una sociedad
tradicional-agrícola donde se consideraban importantes el saber y el poder de los
viejo s - lo cual les garantizaba autoridad y resp eto -, a ser una sociedad en
transición hacia lo moderno-urbano, en la cual se da más valor social al tra
bajo, a la productividad y al d esarro llo tecnológico, lo cual garantiza el
poder, la autoridad y el respeto a los adu ltos jóvenes.
Sin em bargo, la situación de los viejos es muy variada dentro del país:
46
unión. De una manera transitoria mientras efectúan otra u otras uniones, o
definitivam ente cuando la ruptura es perm anente sin recom posición. Y aquí
cabe un interrogante que se despejará en capítulos posteriores: ¿están los viejos
(abuelos-padres sustitutos), satisfechos con ese papel? ¿Pueden desem peñar
lo? ¿Lo hacen voluntariamente? ¿Estas familias reconocen las dificultades y
limitaciones de los viejos en el nuevo status que se les im pone?
F a c t o r e s s o c io c u lt u r a ie s y v e je z
• La pobreza que afecta especialm ente a los estratos bajos y m edios urba
nos lleva al abandono familiar de muchos viejos, lo cual determina su indi
gencia y mendicidad com o alternativas de sobrevivencia;
47
pendientes para el caso de los varones y entre mujeres realizadas en su
maternidad, que cuentan con recursos económ icos y con el afecto familiar;
F a m ilia
La fam ilia definida por la sociedad y el Estado colom bianos co m o “la unidad
estable en la cual, las relaciones entre las generaciones se rigen por la costum
bre y donde los viejos tienen garantizada su seguridad económ ica y afectiva” ,
se considera co m o el m ejor sitio para satisfacer las necesidades de los viejos
porque en ella ocupan un status importante y tienen un papel que cumplir
c o m o educadores, abuelos, jefes y orientadores. Sin em bargo, hem os visto que
en el país no hay un solo tipo de familia y que la anterior definición corresponde
m ás a un ideal tradicional que a la realidad dinámica y cambiante que estamos
viviendo. Tal definición se acerca a la familia extensa o nuclear estable, patriar
cal y con roles definidos por edad y sexo, la cual, aunque subsiste en muchas
regiones del país, muestra una tendencia a decrecer, especialm ente en las áreas
metropolitanas.
48
tado; la mujer es el centro de la afectividad del grupo extenso; y am bos
com o abuelos desempeñan un papel socializador.
2. Las familias rotas o que por condiciones socioeconóm icas deben buscar
la institucionalización del viejo, pero conservan lazos afectivos y de res
ponsabilidad económ ica con ese m iem bro familiar.
5. Las familias rotas que explotan afectiva y económ icam ente a los viejos,
volviendo transitoriamente a la casa paterna mientras reestructuran nuevas
uniones conyugales. En algunos casos, los viejos asumen las funciones de
padres sustitutos con poder y autoridad; en otros, no obstante ser provee
dores económ icos, tienen un status subordinado y dependiente.
49
Ahora bien. Los gerontólogos entrevistados y consultados recomiendan la per
m anencia de los viejos en su propio domicilio, porque dicen que renunciar a los
hábitos y a su m edio ambiente familiar equivale a una pérdida de identidad y
de sus pertenencias (econ óm icas y espirituales). Sin em bargo, en la mayoría
de sociedades industrializadas y modernas, los viejos van quedando aislados
de la familia, bien porque ésta se reduce y rompe, o porque se los considera un
e sto rb o y una carga económ ica y física, especialm ente cuando la sociedad
está orientada hacia la producción. Y eso está ocurriendo en las grandes urbes
colom bianas, paralelam ente con la utilización temporal del viejo en algunas
etapas de los procesos de ruptura conyugal y de recom posición familiar seña
ladas anteriormente. La familia en transición que aparece en las metrópolis no
es vista por los viejos com o la m ejor alternativa. Pero sólo es una entre dos: vivir
con ese tipo de familia o som eterse al intemamiento (ancianato). Aún así pre
fieren vivir con la familia que en una institución.
T r a b a j o y J u b ila c ió n
Se ha dicho que una ocupación permite al hom bre sostener una calidad de vida
adecuada en los aspectos biopsicosociales. Sin em bargo, con el envejecimiento
y en distintas edades cronológicas, la mayoría de sociedades establece la lla
mada pensión de jubilación. Para algunos analistas, ésta es una recom pensa
m erecida a largos años de servicio y sacrificio, mientras para otros es “una
virtual eutanasia social” , período de transición de la separación al aislamiento
(A sam blea Mundial del Envejecim iento).
Sin tratar de discutir aquí si la jubilación es una com pensación o un castigo para
el trabajador, porque para la mayoría de los viejos colom bianos ella es una
“n ecesidad” sentida y una gratificación a toda una vida de esfuerzos, y porque
sólo un 10% de los entrevistados está percibiendo una pensión, querem os ex
poner lo que dicen y sienten los viejos jubilados, ante el retiro laboral, porque
confirm a los tem ores a la pérdida de status social, a la soledad, a la descone
xión con el m edio comunitario y al creciente sentido de inutilidad.
50
• Incapacidad para dar afecto y cariño, angustia por un sentido de pérdida
del respeto al dejar de ser “útil” (léase productivo-activo) (25% ).
51
los viejos deben continuar ejerciendo la jefatura económ ica o colaborando en
la manutención de algunos parientes, debido a la in estabilid ad de la fam ilia
u rb a n a d e hoy.
Por eso, tanto los jóvenes com o los viejos consideran que el Estado debería
tener una legislación integral sobre Seguridad Social, en la cual haya diferentes
alternativas de jubilación y la posibilidad real de generar o dar continuidad labo
ral a personas viejas, quienes además de las responsabilidades familiares nuevas,
poseen serenidad de juicio, experiencia y capacidad de trabajo que podrían ser
aprovechadas y les permitiría sentirse útiles a la familia y a la sociedad, con lo
cual, se da un sentido vital a esta etapa de la vida.
S a lu d
E s t ilo d e v id a :
27 Cfr. bibliografía
52
beber, ingerir alimentos condimentados con productos químicos, alimentos en
vasados y con preservativos, fumar tabaco con alquitrán, el “ stress” que produ
cen los horarios, el tráfico urbano, la falta de ejercicio y el sedentarismo, etc.
F a c to re s p s ic o ló g ic o s :
F a c t o r e s s o c io e c o n ó m ic o s :
La pobreza de las familias de los estratos bajos urbanos y rurales del país de
termina que estos grupos tengan un bajo nivel de vida que se expresa en ca
rencias cuali y cuantitativas de vivienda y de servicio públicos, desnutrición,
baja escolaridad y malas condiciones de salud, todo lo cual influye en la preva-
lencia de enferm edades carenciales y en un mayor índice de le ta lid a d por
ausencia de atención médica adecuada y oportuna y por la carencia de recur
sos para atender necesidades más allá de la mera subsistencia.
28 Cfr. bibliografía.
53
les resta de vida y un 30% debe producir ingresos para sí o para otros, más por
necesidad que com o realización personal.
F a c t o r e s e d u c a t iv o s :
En los estratos con mayor nivel educativo (secundaria: 10% o universitaria 1%),
la mayoría de viejos tiene una pensión de jubilación precaria (esta condición se
ha m ejorado desde 1989 cuando se decretó el reajuste automático de las pen
siones). De ellos sólo un 0.5% continúa trabajando en nuevas tareas económ i
cas o intelectuales, tiene autonomía y requiere solamente el apoyo afectivo de
su familia. Sin em bargo la mayoría de ellos también carece de conocim ientos
acerca del proceso de envejecim iento y de las conductas, hábitos y com porta
mientos “norm ales” para su edad o tendientes a fomentar su autocuidado. El
85% acude a prácticas populares para mantener la vitalidad y evitar el enveje
cim iento o tiene una serie de mitos y tabúes acerca del envejecim iento y la
longevidad. Sólo 2 viejos habían acudido a geriatras o gerontólogos para apren
der a entender el proceso que viven y para adaptarse a su realidad vital.
De todos m odos, es importante anotar que para los viejos es una gran necesi
dad y satisfacción aprender cosas nuevas dentro del sistema educativo formal
o fuera de él (radio, por ejem plo) pero temen “ hacer el ridículo" frente a los
jóvenes. Por eso ocupan su tiem po oyendo programas educativos, médicos,
psicológicos en la radio, leyendo sobre temas relativos a la sexualidad en la
vejez, sobre las actividades que pueden desarrollar o com entando con sus con
tem poráneos sobre las enferm edades y los achaques de la vejez.
54
Analizando la educación form al del país en colegios, escuelas y universidades
se observa que en los curricula hay ausencia total de contenidos acerca del
proceso de envejecimiento y sus efectos reales, lo cual permite suponer que la
desinform ación sobre el proceso y sus características se repetirá en los viejos
del mañana (los jóvenes de hoy). Y c o m o ya se dijo, a nivel universitario sólo
había (1991) una especíalización en geriatría (Manizales), con una prom oción
de 2 egresados cada 4 años.
F a c t o r e s a m b ie n t a le s
Los puntos anteriores señalan que el ambiente físico, cultural, social y afectivo
de los viejos del país es de bajas especificaciones. En tales condiciones, las
políticas y los planes de vivienda de interés social son insuficientes para la pobla
ción en general, pero son nulos para el caso de la población vieja.
Otro factor relacionado con el ambiente que rodea al viejo es el que se refiere
al sitio para guardar sus recuerdos, alumbrar sus santos o a la huerta para
sembrar sus yerbas y tener sus animalitos, espacios que se reducen o se elim i
nan en las ciudades. Igualm ente el clima, la altura y el saneam iento am bien
tal son factores que alteran el proceso de envejecim iento y agravan procesos
patológicos, cardiovasculares y pulmonares.
55
dan buscar otra orientación a las políticas sobre vejez, proponiendo una ayuda
a las familias que cuidan a sus viejos, para que éstas encuentren un incentivo
real a sus obligaciones. La segregación, dicen los psicólogos, produce trastor
nos en la personalidad por el aislamiento de la familia y de la sociedad, y deter
mina sentimientos de soledad que tienen consecuencias afectivo-em ocionales
con repercusiones físicas. En un capítulo posterior se hará una presentación
más detallada de los problemas de la institucíonalización del viejo vistos por
ellos m ism os, para com plem entar lo señalado aquí.
56
5
S o cializació n y vejez
La socialización definida com o “el proceso por m edio del cual el pequeño ser
humano adquiere los valores y el conocim iento de su grupo y aprende las fun-
ir 29
ciones sociales propias de su posición él” , se inicia desde la concepción y
termina con la muerte. Tiene relación con la internalización de la realidad, con
la internalización de normas, creencias y valores, con la constitución de visio
nes del mundo y con la identificación con agentes y figuras socializadoras.30
57
S o c ia liz a c ió n p r im a r ia y e s t e r e o t ip o s d e l v ie jo
58
gente joven una visión estereotipada del viejo inútil y entre la gente vieja la idea
estereotipada de que es un “estorbo” .
Muchos resultados coincidieron con nuestros datos, especialm ente los que se
refieren a la insistencia de las entrevistadas acerca de que los ancianos “deben
mantener una actividad y sociabilidad en la vejez” , “no ponerle pereque a los
dem ás” para evitar que se conviertan en “una carga y un estorbo para su fam i
lia” . Es decir, que la imagen estereotipada que tiene la juventud acerca del viejo
es la de que éste es inútil e improductivo. Dulcey y Ardila afirman adem ás que
aquellas jóvenes que tuvieron contacto con sus abuelos en la infancia, tienen
unas ideas más “objetivas” que quienes construyeron las im ágenes de los viejos
sin esa experiencia directa.
S o c ia liz a c ió n s e c u n d a r ia
36 D u lcey y Ardila (1 9 7 6 ).
37 Parra, 1983.
38 B erger (1 9 7 8 ).
59
F a c to re s que inciden en la so cializació n del viejo
60
familia o de la vivienda hasta una edad avanzada en la ciudad. En el ca m p o no
hay límite de edad para que la mujer cumpla sus roles tradicionales.
Lo anterior muestra que en las familias donde el viejo, hom bre o mujer, con
serva un rol productivo, su status es de poder y autoridad y las relaciones
intergeneracionales se caracterizan por el respeto, la obediencia y el acatam ien
to a los mayores y por consiguiente, la autoimagen del viejo es positiva, cum
pliendo los roles de abuelo (co m o socializador directo o indirecto) y los roles
sociales (com o partícipe de las actividades cívicas, comunales, políticas, reli
giosas y recreativas).
A su vez, la familia extensa puede subsistir en el cam po porque todos sus m iem
bros se requieren entre sí. El viejo para no estar solo o contar con ayuda en
las labores del agro, y los dem ás parientes porqu e encuentran en esta situa
ción la mejor form a de tener un ingreso y la posibilidad de cumplir con el deber
m oral de cuidar a los padres viejos, valor internalizado en el p ro ce so de
socialización.
61
familia, que exigían ser acatados y respetados. Hoy estos viejos (especialm ente
de los estratos m edios y bajos), son migrantes, han perdido su rol productivo y
viven en la casa de un pariente. No tienen un espacio propio y tam poco un
status definido de autoridad en la familia o en la comunidad urbana.
Para ellos la vivienda tiene significados que no se limitan al m ero abrigo. Tiene
una connotación psicológica arraigada en el concepto de “ hogar” que, com o
tal, está relacionado con una amplia guía de identidades y significados perso
nales, y con la necesidad de mantener la continuidad de estas relaciones e
identidades39.
Es por esto que cuando los viejos citadinos disponen de un “espacio propio”
en el cual puedan conservar sus pertenencias y objetos, manifiestan conform i
dad; si no, se sienten com o “un estorbo” y sus relaciones con las generaciones
más jóven es se tornan tensas, reduciendo a su mínima expresión los roles de
abuelo y social.
Otro factor que incide sobre el status del viejo es el número de generaciones
que viven con él. En las áreas rurales es frecuente encontrar jefes de hogar
(hom bres y mujeres) mayores de 50 años que viven con sus padres mayores
de 70 años. Esa misma persona puede tener hijos adultos que a su vez tienen
hijos. En estos casos, el envejecim iento y la vejez misma no son fenóm enos
extraños y todas las generaciones aceptan naturalmente el proceso de enveje
cim iento sin que se afecte el sistema de autoridad familiar en el caso de la
familia extensa com pleta. Cuando desaparece la pareja (por viudez, separación
o abandono), el hom bre o la mujer continúan viviendo con los hijos y nietos,
com partiendo la autoridad con el hijo mayor o con quien provea los ingresos,
pero las decisiones se com parten y lo que opinen los mayores es tenido en
cuenta por las generaciones menores.
En las ciudades grandes, la persona vieja generalmente convive con una hija
soltera, separada o viuda y sus hijos (40% ). En este caso, los viejos cumplen
un rol específico: cuidar la casa y los nietos, mientras la hija trabaja fuera del
hogar. Sin em bargo la precariedad y el reducido tamaño de la vivienda, espe
cialm ente en los estratos bajos (tugurios e inquilinatos), obligan a la familia a
desplazar al viejo al peor sitio y a dejarlo a un lado en la toma de decisiones, lo
cual causa perm anentes conflictos intergeneracionales que a su vez distorsio
nan la im agen del viejo y de la vejez, entre las generaciones jóvenes.
39 N a c io n e s ü n id a s. A s a m b le a M u n d ia l s o b r e E n u e je c im ie n to , 1986.
62
Esto muestra que el viejo (a ) que vive en una familia extensa cam pesina goza
de prestigio y ejerce autoridad sobre los jóvenes, mientras que el viejo (a ) que
vive en una familia extensa urbana pierde prestigio y autoridad sobre las nuevas
generaciones. Veam os otra variable interviniente en este proceso.
Desde el punto de vista educativo, el prestigio del hom bre cam pesino se respal
da en sus conocim ientos y habilidades para el manejo ambiental, la predicción
del tiempo, la.compra y venta de productos agropecuarios, mientras el prestigio
de la mujer campesina se sustenta en sus conocim ientos y habilidades en cuan
to a la medicina tradicional, la elaboración artesanal, el cultivo de la huerta, la
producción y preparación de alimentos y vestuario. Adicionalm ente, los viejos
cam pesinos ejercen un cierto control sobre las oportunidades laborales de los
jóvenes al proveerles desde niños una enseñanza directa para sus futuras ocu
paciones o porque proveen la tierra de la cual ellos van a derivar su sustento en
la edad adulta.
Ahora bien. En el cam po, hombres y mujeres ejercen el rol de padres y abuelos
mediante su contribución en el proceso educativo y social de hijos y nietos, a
través del afecto, el temor, el rechazo, el castigo o la represión, m ecanism os
em pleados para lograr la internalización de una ideología y de una escala de
valores. Allí los roles fem eninos y masculinos están drásticam ente diferencia
dos y el patriarcalism o se hace m ás evidente. Los abuelos influyen directa o
indirectamente en la form ación de los valores relativos al trabajo, dando más
importancia al trabajo que a la instrucción, a la honradez que al lucro y a la
diferenciación de roles masculinos y fem eninos que a la igualdad. También
influyen sobre el alto valor social de la hospitalidad y la ayuda mutua, versus el
aislamiento y la competencia.
63
que la autoim agen de estos viejos sea negativa, percepción que se agudiza
cuando adem ás de viejos están enferm os y requieren tratamientos y cuidados
especiales que ni la familia, ni el Estado proveen.
Por tanto concluim os que el tipo de familia, el área, el sexo y las condiciones
socioecon óm icas y de vivienda determinan los estereotipos que la población
tiene de los viejos y de la vejez e inciden en la im agen que los viejos tienen de
sí m ism os y de su rol familiar y social, factores que a su vez determinan el tipo
de socialización del viejo y de las nuevas generaciones frente a la vejez.
64
□ Región Cundiboyacense 1; I Región de los Santanderes
Región Paisa ES Región Caucano Nariñense
LAS REGIONES MAPA
E 3 Región Caribe jg g j Región del Tolima Grande
COLOMBIANAS No. 1
(S. Bernal) Región Valle del Cauca y Límite departamental
Risaralda Límite regional
6
Las ideas sobre la vejez que tiene una sociedad se transmiten desde el hogar y
las instituciones educativas, sociales y políticas y pueden tener bases científicas
(acordes con el proceso biopsicológico) o ser estereotipadas positiva o negati
vamente. Lo cierto es que no hay una definición exacta y universal sobre la
vejez. Lo que hay son aproximaciones desde diversos puntos de vista: cronoló
gico, anatómico, bioquímico, psicológico, em ocional-afectivo, moral o legal. Y
es a partir de estos criterios que se evalúa, se juzga, se gradúa y se define la
vejez en una sociedad y en una época dadas.
67
CUADRO 8
C R IT E R IO S P A R A D E F IN IR L A V E J E Z
R E G IO N C A R IB E
a. C r o n o ló g ic o 5 5 4 3
b. C o n d .d e Salud 1 3 1 4
c. A ctiv. Laboral 3 1 3 5
d. A s p e c t o exterior 4 4 5 2
e. A ctitu d es 2 2 2 1
R E G IO N P A I S A
a. C r o n o ló g ic o 3 5 4 2
b. C ond. de Salud 4 4 2 5
c. A ctiv. Laboral 1 1 1 1
d. A s p e c t o exterior 5 2 5 3
e. A ctitu des 2 3 3 4
R E G IO N D E L O S S A N T A N D E R E S
a. C ro n o ló g ic o 4 4 3 2
b. C on d ic. de Salud 1 1 1 3
c. A ctiv. Laboral 3 2 2 5
d. A s p e c to exterior 5 5 5 1
e, A ctitu d es 2 3 4 4
R E G IO N C U N D I B O Y A C E N S E
a. C r o n o ló g ic o 4 4 4 4
b. C ondic. d e Salud 1 2 2 1
c. A ctiv. Laboral 2 1 1 5
d. A s p e c to exterior 5 3 5 2
e. A ctitu des 3 5 3 3
68
R E G IO N D E L T O L IM A G R A N D E
a. C ro n o ló g ic o 3 2 3 3
b. C on d ic. de salud 1 1 I 2
c. Activid. Laborales 2 3 2 5
d. A s p e c to exterior 5 5 5 1
e. Actitu des 4 4 4 4
R E G IO N V A L L E D E L C A U C A -R I S A R A L D A
a. C ro n o ló g ic o 3 3 4 3
b. C ondic. de salud 2 2 2 1
c. Activid. laborales 1 1 1 5
d. A s p e c to externo 5 4 5 2
e. Actitu des 4 5 3 4
R E G IO N C A U C A N O -N A R 1 Ñ E N S E
a. C ro n o ló g ic o 4 3 4 3
b. C ondic. de salud 2 1 2 1
c. Activ. laborales 1 2 1 5
d. A s p e c to exterior 5 5 5 2
e Actitu des 3 4 3 4
69
entre los hombres; en Cundiboyacá en el área rural y entre las mujeres; y en
Cauca Nariño en áreas urbanas y entre las mujeres. Por contraste sólo en las
regiones Paisa y Valle del Cauca-Risaralda, el principal criterio es el referido al
m antenim iento de actividades laborales, con la única diferencia de que en la
región Paisa este es también el principal criterio para hombres y para mujeres,
mientras en Valle del Cauca-Risaralda, sólo lo es para los hombres. La región
Caucano-Nariñense com parte este criterio en el área rural y entre los varones.El
aspecto exterior ocupa en todas las regiones un lugar secundario en las dis
tintas áreas y especialm ente para los varones, pero ocupa el primero o segundo
lugar para las mujeres de las regiones Caribe, Santanderes, Cundiboyacá, To-
lima Grande, Valle del Cauca-Risaralda y Caucano-Nariñense. La m ayor dis
persión regional y por género, se encuentra respecto a las actitudes ya que
ocupan desde los primeros hasta los últimos lugares. Se destaca el segundo
lugar generalizado que se les da en la región Caribe, frente al penúltimo lugar
generalizado en la región del Tolima Grande.
Al tratar de examinar globalm ente los criterios culturales para definir la vejez,
encontram os que la actividad la b o ra l aparece en un primer lugar en las re
giones y en el área urbana; las condiciones de sa lu d son las más importantes
en el área rural y entre los varones. A l analizar este dato y com pararlo con los
diarios de cam po, se encuentra una asociación entre las condiciones de salud
que invocan los hom bres cam pesinos con la posibilidad real de mantenerse
laboralm ente activos. Para las mujeres, el a sp ecto e x te rio r figura co m o el
principal criterio para definir la vejez en la mayoría de las regiones.
CUADRO 9
VEJEZ Y GENERO
M A Y O R E S D E 50 A N O S M E N O R E S DE 50 A N O S
Am bos grupos generacionales consideran que la vejez es más difícil para los
hombres, pero los grupos jóvenes son más radicales en definir que no hay
igualdad. Las razones aludidas por uno y otro grupo sobre el por qué es más
difícil la vejez masculina son:
70
C U A D R O 10
L A V E J E Z M A S C U L IN A E S PEO R POR
RAZONES M A Y O R E S D E 50 M E N O R E S DE 50
Pérdida de salud 20 20
Pérdida de ocu p ación 40 50
Pérdida de funciones fam iliares 25 30
P rob lem as sexuales 10 —
O tros 5 —
De nuevo, el criterio laboral y la pérdida del rol productivo son los factores
determinantes en la visión pesimista sobre la vejez masculina, seguidos de una
idea de pérdida en las funciones familiares, que se refiere al papel de proveedo
res del grupo doméstico.
C U A D R O 11
ID E A S A C E R C A D E L A V E J E Z
M A Y O R E S D E 50 M E N O R E S D E 50
M iedo al deterioro 40 25
(fís ico o m en ta l) 20
T e m o r a las en ferm ed ad es 30
T e m o r a la so led a d y aban don o 20.6 —
71
un 64.9% carece de rentas propias o de alguna fuente de ingresos, por lo cual
consideran que la familia tiene la obligación de “velar por ellos” . Sin em bargo
un 50% de las personas m enores de 50 años piensa que no puede cumplir esta
obligación debido a los bajos ingresos familiares que apenas si alcanzan para
satisfacer las necesidades del grupo nuclear. Ellos creen que es deber del
Estado colaborar con las personas mayores. El 50% que considera una obli
gación m oral el cuidado de sus mayores, informa que dicha atención es pre
caria también por razones económ icas. Para ellos, la acción del Estado debe
dirigirse al grupo familiar com o un todo y no a personas (niños, mujeres, vie
jo s), con el fin de incentivar el mantenimiento de la integración del grupo.
Para com prender m ejor las actitudes ante el envejecimiento, veam os las res
puestas por grupos de edad y por género frente a una serie de preguntas.
C U A D R O 12
¿ S E S IE N T E V IE J O ?
SI NO SI NO
50-55 años 20 80 60 40
56-60 30 70 70 30
61-65 36 64 80 20
66-70 70 30 90 10
m ás de 70 70 30 100 -
72
Del cuadro anterior se deduce que la mayoría de los hom bres aceptan la vejez
a partir de los 66 años, edad que coincide con el retiro laboral forzoso, mientras
que las mujeres se sienten viejas a partir de los 50 años, edad que coincide con
la menopausia. Llama la atención que un 30% de hom bres no acepta ser viejo
después de los 70 años, y declaran que es la sociedad quien los margina y los
hace sentir inútiles. De nuevo aparece la diferencia por género que asigna a la
actividad laboral la definición y la actitud ante la vejez y el envejecim iento m as
culino, mientras las características externas son importantes para la definición
cultural del envejecimiento femenino.
Veam os las razones que dan los entrevistados para sentirse viejos.
C U A D R O 13
¿ P O R Q U E L A G E N T E S E S IE N T E V IE J A ?
M E N O R E S D E 50 A N O S M A Y O R E S D E 50 A N O S
H M H M
73
rio, se busca cambiar de actividad y dedicar más tiem po a actividades sociales,
políticas, recreativas y familiares.
ün 80.4% de las personas mayores de 50 años dijo no hacer nada para evitar
el envejecim iento. El 19.6% que aceptó hacerlo se refirió a las siguientes activi
dades: cuidado en la dieta, tratamientos m édicos y estéticos(incluyendo ciru
gías plásticas), ejercicio físico, mantenerse actualizados para poder participar
en la vida social, religiosa, política o intelectual, evitar la soledad y el margina-
miento y aumentar el cuidado del arreglo personal.
Entre las personas m enores de 50 años sólo un 13.3% dijo hacer algo para
evitar el envejecim iento, haciendo referencia a la prevención del deterioro físico
y mental. Son personas que consideran que el envejecimiento se evita llevando
una “vida sana” que implica no tener vicios (beber, fumar, mujerear), tener una
alimentación sana y balanceada y evitar los excesos de trabajo o de stress.
Quienes m ás se preocupan por hacer algo que evite el envejecim iento son las
mujeres de los estratos m edios y altos para quienes la apariencia física es im
portante aun en el cam p o laboral. Sin em bargo muchos hombres aceptaron que
siguen tratamientos para evitar la calvicie, hacen dieta para mantenerse en form a
y tom an m edicam entos para conservar la potencia sexual. La mayoría de ellos
iniciaron estas actividades a partir de los 40 años y muchos confesaron la rela
ción entre estas prácticas y una “conquista fem enina” fuera de la relación de
pareja.
74
En el punto siguiente verem os algunos perfiles de viejos que nos permitirán
entender mejor las diferencias de actitudes a nivel regional, de área y por género.
1) En las regiones Caribe y Paisa y en menor escala en las regiones del Valle
del Cauca-Risaralda y Tolima Grande, se idealiza más la figura femenina. La
abuela paterna tiene un status más importante para los grupos dom ésticos
familiares que el abuelo, aunque en las regiones Paisa y Valle del Cauca-
Risaralda, el abuelo paterno debe cumplir unas funciones econ óm icas im
portantes dentro de la familia extensa tanto en el área rural c o m o en la
urbana. En la región del Tolima Grande estos roles son más importantes en
el área rural, mientras en la región Caribe lo son en el área urbana.
Esa idealización ratifica las im ágenes masculinas y fem eninas descritas por
Gutiérrez de Pineda (1963) en los com plejos culturales analizados por ella. No
obstante, si cruzamos los datos según áreas encontram os una serie de matices
a saber:
- En las áreas rurales del país hay una mayor tendencia a idealizar la figura
senescente varonil, mientras en las ciudades hay una tendencia a equiparar
las figuras femenina y masculina.
75
entre sí. Es decir, que el status-rol y la im agen de hombres y mujeres viejos
se parecen m ás entre sí en estas ciudades que a las respectivas regiones
de las que son epicentro.
Hombres y mujeres idealizan más la figura del abuelo que la de la abuela en las
regiones de los Santanderes, Caucano-Nariñense y Cundiboyacá, especialm en
te en el área rural;
Hombres y mujeres idealizan más la figura de la abuela que la del abuelo en las
regiones Caribe, Paisa, Valle del Cauca-Risaralda y Tolima Grande, vistas glo
balmente;
Hombres y mujeres idealizan por igual las figuras del abuelo y de la abuela en
las ciudades de Bogotá, Medellin, Cali y Barranquilla;
Las mujeres de las áreas urbanas de más de 500.000 habitantes idealizan más
al abuelo paterno, mientras que los hombres de estas poblaciones idealizan
más al abuelo paterno en los estratos altos. En los estratos medios hay un
equiparamiento de las dos figuras y en los estratos bajos se idealiza más la
figura de la abuela materna.
Con esta diferenciación de matices, podem os abordar las visiones de las perso
nas de distinta generación acerca de la vejez y del “ viejo ideal”.
Un 58% de las personas m enores de 50 años creen que ios viejos poseen expe
riencia y sabiduría; un 3.2%, poder; un 5.1% tranquilidad; para el 9.5% es la
época del descanso y para el 15.2% es la época más díficil de la vida, caracte
rizada por la soledad y las enfermedades.
76
De los mayores de 50 años sólo un 37.4% valora la experiencia un 10.4% acepta
que la edad da sabiduría, mientras el 52.2% no ha encontrado en su vida coti
diana alguna ventaja por ser personas mayores. De éstos últimos, sólo el 28.7%
acepta la vejez con resignación ante las pérdidas en lo económ ico, lo afectivo, la
salud y la independencia. Entre ellos se observa un m ayor sentido religioso y
espiritual relacionado con la aceptación de la muerte c o m o una realidad cada
vez más próxima. El 23.5% restante sólo encuentra desventajas en la vejez. Para
tener una mejor idea sobre la visión idealizada y la vivencia actual de los viejos,
veam os algunos perfiles tom ados de las biografías de algunos viejos represen
tativos de cada categoría.
PEDRO, cam pesino nariñense de 75 años dice: “ ...cuando yo era joven trabajé
para criar 10 hijos que tuve. Me levantaba a las 4 a.m. para ir a la finca del patrón
a ordeñar y sacar a la vera la leche, luego m e iba a revisar la em palizada y la
huerta hasta las 10 de la mañana cuando mi mujer o una de mis hijas m e
llevaba el avío. Más después iba a desmontar los sem brados de papa y haba y
a darle alimento y limpiar las jaulas de los cuyes. Después de almorzar desen-
gusanaba las reses y encerraba. A las 6 de la tarde iba a la casa y a las 7 ya m e
dormía del cansancio... Sólo vivieron 4 hijos. Siem pre pensaba que cuando ya
no pudiera trabajar los hijos m e apoyarían. Pero ellos se casaron o se fueron
uno a uno. Sólo se quedó mi hija que quedó con un crío sin taita... Cuando mi
mujer se puso grave y aunque se hizo lo que se pudo, se murió a los 62 años y
yo no tenía ni con qué hacerle su entierro y novenario. Dos hijos que viven en
Cali pagaron las deudas y un hijo que vivía en Ipiales m e llevó a vivir con él
porque yo ya no tenía ni c óm o trabajar. Entonces mi hija se fue a Pasto y trabajó
en una casa. Pero yo estaba enfermo y m e aburría y entonces busqué a otro
hijo que tenía una tierrita porque eso era lo que a mí m e daba la salud. Allí
estuve 5 m eses pero tuve malentendidos con la mujer de mi hijo que era muy
dominadora y entonces m e volví donde mi otro hijo. Pero él ya se había disgus
tado con su señora y habían muchos problemas.... Fui a donde otros parientes
míos y encontré a un sobrino que también tiene una tierrita y m e recibió a
condición de administrarla porque él tiene su tienda en el pueblo. Y aquí estoy.
Sigo trabajando aunque ya casi no veo y estoy m edio sordo. Yo nunca he tenido
ayuda del gobierno, y poca de mis hijos. Hace un año que no volví a saber de
ellos.
“Ah. A mi padre nosotros que éramos 7 hijos, 3 del primer matrim onio y 4 del
segundo, le ayudamos hasta que se murió. El murió en su propia tierra y siendo
el dueño y con la com pañía de todos. Murió de 72 años y fue muy obedecido.
Todo lo que dijera era la ley. N o com o ahora que buscan miles de cosas para
decir que no pueden ayudar a uno. Que esto que aquello...
77
“Yo lo único que pienso es haber dado todo y no dejar nada para esta edad. Sí,
porque si no trabajo no com o. ¿Al m édico? No he ido sino 2 veces, pero es que
soy fuerte y la alimentación es sana y sin vicios. Aquí hay señores que saben
m ás que los m édicos y son baratos y se cura con alimentos y yerbas y rezos.
“¿El futuro? Ja. Ja. Pues lo que Dios disponga. A El m e entrego y que sea lo
que quiera. Ya ni quiero con ocer a los nietos que tengo porque si uno no tiene
para darles algo, ni se los presentan” .
“A los 4 años de estar aquí m e casé con una caleña. Tuve que suspender la
ayuda en mi casa. Pero entonces otro hermano ya era profesional y soltero y él
siguió ayudando.
“Yo sí creía que mi vejez iba a ser com o la de mi viejo o la de mi abuelo. Con
los hijos pendientes y sin penurias económ icas, aunque fíjese que ninguno de
ellos era jubilado. Hoy no. Uno de viejo tiene que mantenerse y ayudarle a los
demás. Claro que los otros se acuerdan en navidad y van con uno que otro
78
regalito o m e ayudan con mercado. Pero no es suficiente. Gracias a Dios yo soy
muy sano y al menos tengo seguro lo de mi entierro...”.
“¿Mi papá? Eso él era ganadero y rico, casado con otra señora, pero que nos
ayudó y nos dio vacas. Yo lo veía a veces y era muy cariñoso, pero después se
fue para Bogotá y hasta el sol de hoy no volvim os a saber noticias. Mi m am á
tuvo después otro marido y otros hijos con quienes siem pre nos entendem os
muy bien.
“ ¿Mis nietas? Son com o mis hijas. Yo las cuido igual y todo lo que tengo se los
doy porque ellas son muy cariñosas y m e respetan.” .
“Mi familia era gente muy bien y de dinero y por eso yo tuve todo. Mi papá murió
de úlcera a los 48 años y mi m am á vivía con una hermana de ella viuda (le
mataron al marido en la violencia). Mi m am á se murió a los 60 años. Fuimos 8
hermanos y muy unidos velando por ella hasta que murió. Yo sí tengo algunos
pesitos ahorrados que guardo por si una enferm edad para que no les toque tan
duro a los hijos... El hijo separado vive ahora solo y sus hijos están con la m am á
de ellos que vive con sus padres. Yo le he dicho a mi hijo que se venga para acá
que hay espacio, pero él quiere ser independiente. A mí m e da mucho pesar
79
porque él es muy inútil y a veces voy a su apartamento a arreglarle la ropita y
le llevo una em pleada para que le organice sus cosas... Mi hija soltera es muy
buena, pero es muy brava. A ella no le gusta que yo traiga gente o que salga
sola y m e regaña. Pobrecita. Ella cree que si algo m e pasa los hermanos le
echan la culpa.
“Yo ya estoy muy vieja y muy enferma. Tengo cistitis y m e dan muchos males,
pero le cuento p o co a mi hija porque ella dice que son chocheras y que tengo
hipocondría. Pero no. Hace p o co fui a un m édico y sí tengo muchos males.
“ Los hijos casados mandan a los nietos para que m e visiten y de vez en cuando
vienen todos a comer. Mire, los nietos son muy lindos, pero son muy necios y
hacen mucho bochinche y yo ya no estoy para esos trotes. Pero en fin es la
propia sangre. Mire, yo no viviría en la casa de los hijos casados. Quiero mucho
a sus mujeres, pero tenem os otra manera de ver las cosas. Ellas trabajan y no
tienen tiem po para educar a esos niños, ni para atender bien a sus maridos. Yo
le digo a mi hija que cuando vea que m e estoy volviendo una carga m e lleve a
un ancianato, pero que no m e lleve a la casa de los hijos.
“Mi hija no sé por qué se quedó soltera, ella vive bien pero es muy malgeniada.
Le doy gracias a Dios que se haya quedado soltera porque así yo tengo com
pañía. La vejez es muy dura y uno vive muy solo. A mí no m e dejan hacer nada
y tam poco tengo salud para buscar alguna ocupación. Rezo mucho, voy a misa
cuando puedo, veo T.V y cam ino por la manzana, pero nada más.
“La vida en este país ha cam biado mucho. Ya no es com o antes el respeto por
los padres y los abuelos co m o en mi época. Delante de ellos uno no podía ni
siquiera estar mal vestido, nunca discutía sus órdenes y era muy obediente. Hoy
cualquier muchachito de 8 años le dice a uno que así no son las cosas, la
com ida no les gusta y no tienen orden y si uno les cuenta historias, se duermen
o se ríen por anticuadas. Claro que hoy los jóvenes saben más que uno, pero
al m enos deberían respetar a los mayores y hacerles caso. ¿Cierto?” .
80
dependientes de los hijos en el mejor de los casos. La mayoría debe continuar
atendiendo a su familia, especialmente cuando hay hijos solteros, viudos o se
parados. Muy pocas personas (10% de los entrevistados) tienen alguna pensión
que no alcanza para cubrir las nuevas obligaciones familiares, lo cual las obliga
a buscar una ocupación remunerada para mantener el status de padres susti
tutos (de los nietos ).
De los 4 casos, 3 viejos: 2 hombres y una mujer siguen trabajando para sobre
vivir y una mujer cuenta con el apoyo de su familia. El único pensionado, debe
mantenerse él y mantener al hijo y al nieto, para lo cual tuvo que buscarse una
nueva ocupación remunerada. Tres viejos, un hombre y dos mujeres viven con
su familia, dos com o jefes de hogar y uno com o dependiente. El viejo ca m p e
sino tuvo que acudir a un pariente de la familia extensa (el sobrino), para que
le proporcionara vivienda y trabajo, ya que la inestabilidad afectiva de sus hijos,
no le permite compartir con ellos la vejez. La diferencia en la escala de valores
lleva a este viejo cam pesino a la marginación de los nietos, algunos de los
cuales no conoce, ni quiere conocer.
Solamente una mujer vieja afirma que prefiere vivir en un ancianato que en casa
de sus hijos varones. La razón que da es la diferencia de actitudes y com porta
mientos de las nuevas generaciones (nietos) y de la nueras.
La mujer costeña, quien siempre ha vivido con m iem bros fem eninos de su fa
milia extensa, se siente satisfecha con la actitud de las hijas y nietas y no
resiente las diferencias generacionales. Todos los dem ás viejos resaltan la
existencia de conflictos generacionales y las diferencias de valores
En este punto verem os el régimen de vida de los viejos del país en cuanto a
dieta, ejercicio y descanso, así com o las labores económ icas realizadas por
hombres y mujeres mayores, de acuerdo con el estrato social y las regiones; las
actividades en el tiempo de descanso y la ocupación del tiem po libre y otras
actividades realizadas por grupos minoritarios de viejos en el cam p o intelectual,
profesional, político, religioso y ceremonial. Con esta descripción se pueden
conocer los intereses y necesidades de este grupo etario y en consecuencia,
buscar la adecuación de los planes y program as gubernamentales, privados y
comunitarios a las realidades sentidas y reales de la población involucrada.
Un 72.4% de la población mayor de 50 años del país, no sigue una dieta espe
cial, dando com o razones sentirse bien (2.4%) y carecer de recursos econ óm i
cos para determinar cuál es la dieta apropiada y seguirla (70%). Paralelamente
un 24.7% de las personas menores de 50 años consideran necesario que los
81
viejos tengan un régimen alimentario adecuado a sus condiciones biológicas y
m édicas y preventivo de enferm edades relacionadas con la alimentación. Este
grupo de personas m enores considera que hay dos factores que inciden en la
indiferencia de la población vieja hacia los cuidados dietéticos, a saber: a) la
ignorancia acerca de la importancia de la prevención de enferm edades origina
das en la alimentación inadecuada: y b) la carencia de recursos económ icos
para acced er a una evaluación de expertos (dietistas, nutricionistas, m édicos)
y para pagar una dieta balanceada.
Adicionalm ente muchos viejos de los estratos m edios y bajos de todas las re
giones y áreas, carecen de dentadura o tienen “cajas de dientes” deterioradas
o mal elaboradas, lo cual Ies impide una masticación y degustación correcta
de m uchos alim entos y esa es la razón para preferir el consum o de líquidos
y especies de com potas (agua de panela y sopas). A lo anterior se suma la
existencia de una serie de ideas y creencias acerca de los alimentos nutritivos
o perjudiciales para las personas de edad, que no siempre coinciden con los
requerimientos m édicos (véase anexo sobre ideas y creencias respecto a los
alimentos).
82
carencia de agua potable y las dificultades para la preparación y cocción de los
alimentos, por la falta de luz y el costo de los combustibles m ás em pleados
(cocinol, gasolina y gas). Por esta razón, las mujeres prefieren hacer un solo
plato, generalmente unas sopas cuyo contenido varía, pero con alto contenido
de carbohidratos, grasas y “sustancia de hueso” .
El 26.4% de los viejos que informaron tener una dieta especial, lo hacen por
prescripción médica o por razones estéticas. De este porcentaje, el 18.6% co
rresponde a personas de los estratos altos y medios. En estos casos las dietas
consisten en la supresión de algunos alimentos (carnes, conservas, enlatados,
grasas y lácteos), en la disminución de condim entos (pimienta, com inos, ají y
otras especies), en la disminución o supresión de bebidas (alcohol, café, té) o
en la ingestión de suplementos vitamínicos (com plejos vitam ínicos) o minera
les (calcio), reconstituyentes del sistema nervioso o revitalízadores sexuales en
el caso masculino (fárm acos o tradicionales com o: sangre de toro, criadillas,
miel de abejas, sesos de res, hígado de res, etc.).
Quienes afirman seguir una dieta especial son personas que iniciaron esta cos
tumbre desde los 45 años aproximadamente y un 5% afirm ó haberlo hecho
para mantenerse atractivos. Después de los 60 años, las razones para mantener
una dieta aparecen com o estrictamente médicas.
83
algún pariente, com o proveedores o com o dependientes. Una vez solucionado
ese que es el verdadero impedimento para una buena dieta, son posibles, ne
cesarios y operativos los program as educativos sobre nutrición, según edad y
género. Reducir el problema a las cam pañas educativas exclusivamente, pro
duce m ayor insatisfacción entre los m iem bros de las familias pobres que saben
la necesidad de una buena alimentación, pero sólo pueden comprar lo minimo
para la supervivencia.
Por el contrario, especialm ente en las grandes ciudades, la mayoría de los viejos
varones son sedentarios y las mujeres sólo desarrollan una actividad físíca re
lacionada con los oficios dom ésticos o trabajos artesanales.
84
razones estéticas (mantenerse bien). Estas actividades se refieren a un deporte,
la asistencia a un gim nasio o centro de rehabilitación o a la “caminada diaria” .
Paralelamente, las mujeres viejas de las áreas rurales realizan hasta muy avan
zada edad las mismas actividades físicas que realizaron en la edad adulta, vin
culadas con labores domésticas, ayuda en las tareas agropecuarias (especies
menores, horticultura) o actividades artesanales (diferentes según regiones).
N o se encontró algún caso de ejercicio físico fem enino diferente a la actividad
laboral o doméstica, pero sí la actividad permanente.
85
las privadas), por desinterés, cansancio y falta de motivación por parte de las
recreacionistas o por problem as médicos.
86
Al preguntarle a los entrevistados mayores de 50 años, en qué actividades ocu
pan su tiem po libre, respondieron:
Ninguna 5.1%
Visitar parientes y am igos 11.4%
Pasear, viajar 7.1%
Trabajar 10.0 %
Ver T.V., oír radío, leer 43.6%
Hacer oficios caseros 19.6%
Practicar deportesO.6%
Actividades religiosas 2.5%
100. 0 %
De las anteriores respuestas se desprende que ni los jóven es ni los viejos dan
valor e importancia al em pleo del tiem po libre en recreación activa y que para
am bos grupos generacionales, la actividad principal es ver T.V. y oír radio, es
decir, recreación pasiva que hoy en día es la más cóm oda (en la propia casa)
y la más económ ica. En las entrevistas profundas se detectó que los jóven es
propician esta actividad en los viejos, co m o una manera de aislarlos del resto
de la familia para evitar los conflictos generacionales o para evitarse gastos y
dificultades tratando de buscar programas adecuados para la población vieja.
También llama la atención el alto porcentaje de jóvenes que creen que los viejos
deben ocupar el tiempo libre en oficios dom ésticos o productivos. Esta percep
ción se da especialmente en los estratos bajos y/o donde los hijos han efectua
do sucesivas uniones y rupturas conyugales y requieren del apoyo econ óm ico
de los padres viejos o el cuidado de los hijos por parte de las madres viejas,
mientras ellos trabajan.
87
Cuando las personas mayores dicen hacer deporte (6%), más de la mitad se
refiere a asistir en calidad de espectadores a un espectáculo deportivo y de ellos
las tres cuartas partes son varones.
Para com pletar esta parte se indagó acerca de las actividades realizadas por los
viejos en los días de fiesta y la opinión de los jóvenes sobre lo que los mayores
deben hacer en estas fechas, con las siguientes respuestas:
C U A D R O 14
M A Y O R E S D E 50 A N O S M E N O R E S D E 50 A N O S
Las personas m ayores de 50 años dan prioridad a hacer nada, actividades reli
giosas, ver T.V. y oír radio, hacer o recibir visitas o desem peñar un oficio, mien
tras las personas jóven es creen que los viejos deberían tener más vida social
con sus contem poráneos, trabajar en oficios remunerados, ver T.V. o descansar.
A m bos grupos generacionales ven prioritarias las actividades pasivas, muchas
de las cuales pueden ser nocivas para la salud de las personas viejas (ver T.V.
por ejem plo). Quienes mencionan las actividades religiosas en los días de fiesta
son mujeres o se refieren a actividades de las mujeres viejas, ya que sólo un 1%
corresponde a actividades masculinas o a respuestas de hom bres jóvenes. Se
gún las entrevistas, en la medida en que se avanza en la edad, las mujeres y los
hom bres sienten m ás necesidad de un apoyo espiritual, el cual se incrementa
ante la presencia de un deterioro en la salud. Para esta población esta actividad
reem plaza las carencias en los dem ás órdenes de la vida cotidiana y llegan a
ser en muchos casos la única actividad gratificante. Sin em bargo la gran m ayo
ría se queja de las dificultades para asistir al culto (misas, trisagíos, oraciones
y celebraciones en las iglesias), por las dificultades de movilización y las distan
cias de las iglesias o santuarios. Por ello es frecuente encontrar en las habita
ciones de las personas viejas (especialm ente de las mujeres) altares caseros,
perm anentem ente alumbrados.
Los jóven es han percibido esta necesidad de sus parientes viejos y consideran
que aunque tales actividades no ayudan a solucionar los problemas, si dan una
tranquilidad y resignación que hace rrjás fácil la vida familiar.
88
A ctivid ad es de la vida cotid ian a d e lo s v iejo s
Actividades religiosas
El 86.8% de los viejos dice realizar en su vida diaria alguna actividad religiosa
o espiritual, especificada así:
C Ü A D R O 15
A C T IV ID A D HOMBRES M UJERES
Ir a Misa 5% 13%
Rezar el rosario en casa 6% 14%
Asistir a g ru p os de oración 1% 9%
Rezar n oven as (e n c a s a ) 5% 40%
P erten ecer a a gru pacion es
religiosas católicas o evangélicas) 1% 6%
N o obstante, hay algunas regiones donde los viejos plantean la puesta en mar
cha de program as religiosos, com o una de las acciones necesarias. Ellas son
la región Paisa y la del Valle del Cauca-Risaralda. En ellas las personas m ayores
reclaman más colaboración de la Iglesia, los sacerdotes y las monjas y prefieren
los programas dirigidos por ellos a los program as dirigidos por funcionarios
particulares oficiales o privados. Donde m enos se obtuvo esta respuesta fue en
la región Caribe y los Santanderes. En la primera hay una m ezcla entre lo espi
ritual y lo pagano (fiestas patronales seguidas de actividades recreativas) y en
la segunda el nivel religioso-espiritual es “ de puertas para adentro” y fem enino.
89
En los estratos bajos rurales y urbanos se observa una mayor participación en
las “ prom esas” a santos y a la Virgen (en distintas versiones), para pedir favores
o milagros, Y es también donde las peregrinaciones y “m andas” se cumplen de
una manera m ás estricta, con apoyo y compañía de otros miembros de la fa
milia, quienes aprovechan estas ocasiones para organizar paseos, para “pagar
las prom esas” . De los diarios de cam po se obtuvo la información de 3 incendios
de la vivienda en estratos bajos a causa del alumbrado de los altares de las
personas mayores.
A ctiv id ad e s co m u n itarias
El 35.6% de las personas viejas del país participa en actividades comunitarias,
sin diferencias significativas a nivel regional y referidas a la veredas rurales o a
los barrios urbanos. La participación de los viejos en las actividades de la es
cuela y las juntas veredales de las áreas rurales es más alta que la de los adultos.
Los prim eros hacen parte de las directivas de las juntas, organizan bazares y
colaboran activam ente en la organización de obras que redunden en beneficio
de la vereda. A este nivel, la participación en cargos directivos corresponde a
los hom bres en las regiones de los Santanderes, Cundiboyacá y Cauca-Mariño
o a hom bres o mujeres (sin distinción) en las dem ás regiones. Sin em bargo en
todas las áreas rurales de las distintas regiones, las mujeres viejas son las en
cargadas de preparar los alimentos, elaborar las artesanías que se van a expo
ner o a vender y a enseñar a las adultas jóvenes su papel en estas actividades.
En las áreas urbanas, especialm ente en las ciudades de Bogotá, Medellin, Cali
y Barranquilla, la participación de los viejos y viejas en actividades comunita
rias, es m ayor en los estratos bajos y dentro de éstos en los barrios de invasión
o recientem ente legalizados. La razón es que muchos de ellos fueron los líderes
en la form ación del barrio, conocen la historia de los mismos y tienen un gran
ascendiente entre la población joven. En otras ocasiones, los jóvenes “usan” a
los viejos y a los niños para evitar los lanzamientos y la acción de la ley. En
estos barrios la comunidad tiene co m o meta luchar por la legalización, dotación
90
de servicios y mejora de los mismos, basada en las luchas de sus antecesores.
En el 90% de las juntas comunales de estos barrios hay personas m ayores de
50 años y ellos son quienes más apoyan program as c o m o los de autoconstruc
ción de vivienda y servicios, porque ven en ellos un programa de vida y no
sim plemente la obtención de un techo. Un viejo decía que así toda la familia se
integraba alrededor de una meta: construir una vivienda adecuada a sus n ece
sidades y gustos, dedicando las horas libres a esta tarea y no a la bebida, que
causa la desintegración del grupo. Son las personas que más se oponen a los
programas oficiales de vivienda porque consideran que no sólo los costos son
inaccesibles, sino que se dispersa la comunidad y se desintegra la familia, de
bido a la estrechez y al diseño inadecuado de las viviendas.
A ctivid ad es p olíticas
El 74.1% de la población m ayor de 50 años del país dijo no participar activa
mente en actividades políticas, diferentes al voto eventual en algunas épocas
electorales (el 40%). Las razones para esta indiferencia son:
Ya no hay diferencias entre los partidos políticos 50%
91
Los políticos no hacen nada por la gente 26%
Las votaciones son una farsa, ya se sabe el ganador 13%
Los políticos no dan participación a los viejos 11%
Total 100 %
Sin em bargo, hay un 12% de los no participantes que sí quisiera hacerlo, porque
tienen tiem po y creen tener experiencias que recordar para evitar luchas infruc
tuosas, por eso critican los programas de la mayoría de los políticos actuales
que sólo quieren reclutar gente joven y excluyen de sus planes y program as a
los viejos.
Llama la atención conocer el dato siguiente: el prom edio de edad de los dirigen
tes políticos nacionales es de 65 años y varios de ellos superan los 70. El pro
m edio de edad de los dirigentes regionales es de 62 años y varios de ellos
superan los 65 y el prom edio de edad de los dirigentes locales (municipio, ba
rrio, comuna o vereda) es de 45 años y varios de ellos superan los 55 años. (El
Tiem po, agosto de 1988). Estos datos muestran que el liderazgo político se ejerce
desde edades tempranas y sólo se pierde con la muerte. Sin em bargo en los
últimos 8 años se ha observado la tendencia a nombrar en los cargos públicos
personas jóvenes con una alta preparación técnica y universitaria, co m o una
92
reacción a la falta de modernización de las instituciones dirigidas por los políti
cos tradicionales.
93
Si son dueños de n egocios en grandes ciudades, optan por retirarse en una
edad cercana a los 65 años, delegando en un miembro de la familia el manejo,
pero m anteniendo un cierto control (corresponden al 0.5% de la población en
trevistada de mayores de 50 años). Si son em pleados o intermediarios, se en
cuentran en la población pensionada a los 50, 55 o 60 años, edades en las
cuales buscan un oficio propio similar al anteriormente ejercido (una pequeña
tienda, por ejem plo), y corresponden al 1% de la población entrevistada.
El 30% de la población total vieja del país reside en el cam po y trabaja en sus
labores agropecuarias o artesanales hasta edades muy avanzadas o hasta que
están físicam ente impedidos. De ellos, un 12% ha involucrado nuevas tecnolo
gías a su proceso productivo (creación, adopción o adaptación) y de comerciali
zación con ayuda de los gremios respectivos (cafeteros, ganaderos, agricultores,
avícolas, floricultores, arroceros,etc.). Para estos empresarios, el trabajo es más
de tipo administrativo y program ático que físico y en un alto porcentaje después
de los 55 años delegan el trabajo en parientes o socios más jóvenes, pero man
tienen el control. Los demás trabajadores del agro no cambian fácilmente su téc
nica, ni el tipo de cultivo y se mantienen laboralmente activos con ayuda de
parientes y en pocos casos pagando jornaleros en algunos períodos estacionales.
94
Solamente un porcentaje pequeño (0.5%) de las personas entrevistadas m ayo
res de 50 años, correspondió a hombres y a unas pocas mujeres intelectuales,
artistas, escritores, parlamentarios, militares, jerarcas de la Iglesia, expresiden
tes y grandes empresarios. Se trata de un grupo de personas m ayores que dirigen
los destinos del país en diferentes sectores y que piensan mantenerse activos
hasta la muerte. Son el único grupo adaptado y particípativo en todas y cada
una de las actividades del país. Su trabajo no tiene horario, ni sitio de ubicación
para desarrollarlo; tienen temporadas de descanso, ayuda médica y muchas motiva
ciones psicológicas y económicas
La existencia de estos datos, nos llevó a indagar en los grem ios y organizacio
nes religiosas, intelectuales y políticas acerca de la edad de los dirigentes de los
principales sectores del país, con los siguientes resultados, para 1989.
C U A D R O 16
E D A D P R O M E D IO “/ .M A Y O R E S D E 5 0
1. S E C T O R P R O D U C T IV O
Manufacturero 48 30%
A grop ecu a rio-forestal 40 12%
E n ergético 42 15%
M inero 45 10%
Recu rsos m arinos 43 6%
2. S E C T O R S E R V IC IO S
Salud 44 30%
E ducación 45 6%
C om u n ica ción e inform át. 38 5%
C om ercio , Trans., A dm ón. 48 40%
3. S E C T O R R E L IG IO S O
Jerarquía eclesiástica 56 90%
C om u n idades m asculinas 52 92%
C om u n idades fem eninas 56 60%
4 . S E C T O R P O L IT IC O
D irigentes nacion ales 65 75%
Dirigentes regionales 46 25%
C o n g re s o de la República 48 35%
5. S E C T O R A C A D E M IC O
A c a d é m ic o s , docen tes 50 65%
Escritores y artistas 50 45%
95
Los datos anteriores -co n los sesgos que puedan tener por la dificultad de
a cceder a los m ism o s- muestra que en Colom bia la mayoría de los líderes y
dirigentes de los diversos sectores son personas mayores de 50 años y que sus
opiniones son tenidas en cuenta para la definición de políticas, acciones y pro
gram as gubernam entales o de la esfera privada en sus distintos cam pos. Por
eso m ism o llama la atención observar el poco interés de estas personas para
entender la realidad de sus contem poráneos de estratos medios y bajos y la
poca iniciativa para estudiar y resolver las necesidades de la población mayor
y proponer planes y program as adecuados a ellas. Cabe aclarar que en los
sectores productivo, político y a ca d ém ico el m ayor porcentaje de personas
dirigentes m ayores de 50 años, corresponde a varones, mientras que en el
sector servicios y religioso hay mayor participación femenina (30%)
Para com prender m ejor las necesidades de la población vieja, se indagó a los
m ayores y m enores de 50 años, con los siguientes resultados:
C Ü A D R O 17
N E C E S I D A D E S D E L A P O B L A C I O N V IE J A
M A Y O R E S D E 50 A Ñ O S M E N O R E S D E 50 A Ñ O S
A p ren d er las nu evas tecn o lo g ía s 16.1% A prender nuevos oficios rem unerados 17.1%
M ejorar relacion es con la fam ilia 6.9% M ejorar relaciones fam iliares 1 1.4%
N inguna 10.9%
Las respuestas anteriores muestran el gran interés por aprender nuevos oficios,
tecnologías, así c o m o por actualizarse y mejorar las relaciones con la familia,
entre las personas mayores de 50 años, com o una necesidad sentida para afrontar
las nuevas obligaciones familiares, adaptarse a los cam bios de valores y sentir
se “ útiles” . Solam ente un 10.9% de los entrevistados no tiene alguna necesidad
o ha perdido las esperanzas en el futuro, se ha resignado y está esperando la
muerte liberadora. Paralelamente los jóven es creen que las mayores necesida
96
des de los viejos están en el terreno de nuevos aprendizajes para aceptar los
cam bios de vida y las diferencias generacionales o para seguir activos en el terreno
económico.
Para com plem entar esta percepción se preguntó a viejos y jóven es su opinión
acerca de si los primeros son una carga o un problema para la familia, con las
siguientes respuestas:
C U A D R O 18
¿ E L V IE J O E S U N A C A R G A P A R A L A F A M IL IA ?
M A Y O R E S D E 50 A Ñ O S M E N O R E S D E 50 A Ñ O S
Si 17.8% Sí 59.5%
No 3 9 .0 ”,» No 40.5%
A veces 30.5%
N o sabe 5.2%
97
Del cuadro anterior se desprende que aunque hay una aproximación general
entre am bos segm entos generacionales, los menores de 50 años son más radi
cales en afirmar que los viejos sí son un problema, dando co m o razones:
Total 100 . 0 %
Por su parte, los viejos son m enos radicales en sus respuestas, ün 39.0% cree
que no son algún problem a para la familia y un 30.5% cree que “a vec es” si lo
son. Al indagar esta respuesta se encontró que los hijos y parientes se preocu
pan por su salud y por no darles algo m ejor o se apenan al “ ponerle nuevas
o bligaciones” . Sin em bargo ellos creen que no es suficiente motivo para sentir
se mal en familia y sienten que “es una obligación m oral” de sus hijos velar por
ellos. El 5.2% dice no saber si son o no problema para la familia, respuesta
evasiva que en la entrevista aparecía com o una manera de no afrontar la reali
dad de su insatisfacción con el trato en la familia; y del 3.5% que dijo no tener
familia, solam ente el 0.5% desconocía la existencia de algún pariente. Los otros
son conscientes de su existencia pero también de su rechazo o abandono. De
ellos un 2.5% corresponde a hombres que en su adultez abandonaron el hogar
y hoy los hijos les niegan sus derechos. Los mayores de 50 años que dijeron
aceptar que son un problema para su familia, dieron las siguientes razones:
Total 100.0%
98
En este punto hem os visto las actitudes sociales y culturales ante el envejeci
miento y la vejez, desde una perspectiva comparativa por generaciones en cuanto
a la definición de la vejez, las características de viejos y viejas “ ideales” y la
actitud ante las actividades desarrolladas por las personas m ayores de 50 años,
para terminar con la visión de las necesidades y problemas sentidos por esta
población. En el siguiente punto se profundizará en el tratamiento sociocultural
que la familia, la sociedad y el Estado dan a la población mayor de 50 años,
para señalar en los vacíos y contradicciones.
99
7
101
CUADRO 19
¿ C R E E Ü D Q U E H A Y R E S P E T O P O R L O S V IE J O S ?
M A Y O R E S D E 50 A Ñ O S M E N O R E S D E 50 A Ñ O S
S O C IE D A D F A M IL IA S O C IE D A D F A M IL IA
De estas respuestas se infiere que los mayores de 50 años creen que hay más
respeto por parte de su propia familia que de la sociedad en general, aunque
un 60% de ellos siente que sus parientes no los respeta. Por el contrario el 94.6%
de los m enores de 50 años creen que si hay respeto de la familia hacia sus
viejos, pero que un 90% de la sociedad no lo tiene.
¿Qué entienden por respeto los viejos y los jóvenes?, fue la siguiente pregunta
con el fin de captar el significado cultural de la respuesta anterior.
Para los m enores de 50 años, respeto es, dejar que los viejos piensen y crean
co m o a ellos les parezca sin contradecirlos grosera o burlonamente (lo que no
significa acatarlos); tratar de proteger a los viejos en la medida de sus posibili
dades (esta protección se refiere a darles albergue sí los viejos carecen de él,
darles satisfacciones materiales para que no padezcan carencias; evitarles ac
cidentes o en ferm edades proporcionándoles ayuda o con sejo que les perm i
ta adaptarse a las condiciones “ m od ern a s” de vida); evitarles disgustos (no
informarlos sobre lo que pueda molestarlos o preocuparlos); no agredirlos física
o verbalm ente aunque se pongan “chochos” ; aceptar sus creencias o prácticas
religiosas, culinarias, m édicas o políticas y protegerlos de la agresión física c
verbal de vecinos, am igos o parientes.
102
Estas respuestas muestran diferencias en el significado del respeto familiar visto
intergeneracionalmente.
Sin em bargo, tanto para los mayores de 50 años, co m o para los m enores de
esta edad, la sociedad colom biana no respeta a los viejos porque les niega la
posibilidad de trabajar, de aprender nuevos oficios, de ejercer em pleos o cargos
públicos para los cuales los viejos están bien preparados, prefiriendo a los jó ve
nes (muchas veces menos preparados); porque no los tienen en cuenta para
programas políticos o comunitarios; porque les niega (la sociedad) el derecho
a créditos y a programas de vivienda; porque los m edios de com unicación sólo
exaltan lo m oderno y lo joven, mostrando a los viejos com o “ atrasados” o “an
ticuados”; porque la sociedad no valora la figura del viejo (el arte, la literatura,
etc.); porque la sociedad solamente da protección a los viejos pobres y sin
familia a través de los ancianatos que son sitios inhóspitos y sin suficiente ca
pacidad para el número de viejos de esta categoría; y finalmente, porque la
sociedad en sus distintos niveles no se preocupa por las necesidades y derechos
del viejo: no hay viviendas, ni calles, ni medios de transporte, ni vestuario, ni
program as recreativos, ni objetos especiales para la población vieja, c o m o sí
los hay para la población de niños, jóven es o adultos. Es decir que las gentes
entrevistadas de todas las regiones, áreas, estratos, género o generación perci
ben que la sociedad privilegia a la juventud, aunque en algunas épocas realiza
“cam pañas” a favor de niños, mujeres o viejos, las cuales se limitan a fechas de
vacunación, temporadas de educación nutricional, o a declaraciones form ales
sobre el día, el mes o el año, del niño, de la mujer o del viejo.
C U A D R O 20
¿ Q U IE N C R E E U D . Q U E D E B E C U ID A R A L O S V I E J O S ?
M A Y O R E S D E 50 A Ñ O S M E N O R E S D E 50 A Ñ O S
T o ta l 100.0% 100.0%
103
Esta respuesta coincide con lo anotado por Ordóñez Plaja et al. (1990), cuando
afirman que “la Constitución Política de Colom bia en su artículo 19, consagra
la asistencia pública com o función del Estado, que deberá prestarse cuando se
reúnan las siguientes condiciones:
Sin em bargo, co m o bien lo dicen Ordóñez Plaja et al. (1990), si bien la intención
de regular las obligaciones entre los miembros de la familia es sana, “lo impor
tante es que haya un régimen legal que proteja en su integridad física y m oral
al envejecim iento, cuan d o las relaciones fa m iliares y eco n ó m ic a s no
p u e d e n a s e g u r a rle la aten ción n e c e sa ria para continuar su vida con
d ig n id a d ”4' (el subrayado es m ío). Y eso es precisamente lo que no ocurre en
el país, donde el régimen de seguridad social tiene com o meta proteger al tra-
41 Ibíd.
104
bajador a sa la ria d o y no a la población en general, ni en particular a la pobla
ción más necesitada y desprotegida; los viejos.
C U A D R O 21
¿ L E S G U S T A R I A VIVIR E N U N A N C I A N A T O ?
M A Y O R E S D E 50 A N O S M E N O R E S D E 50 A Ñ O S
Sí 28.7% 50.6%
No 57.5% 49.4
Tal vez 13.8% -
T o ta l 100.0% 100.0%
¿POR Q U E N O ?
RAZONES M A Y O R E S D E 50 A Ñ O S M E N O R E S D E 50 A Ñ O S
N o necesita 8.0% —
Son inhum anos 4.0% —
¿ P O R Q U E S I?
RAZONES M A Y O R E S D E 50 A N O S M E N O R E S D E 50 A N O S
42 La reform a a la Segu ridad Social (1 9 9 3 ) tuvo en cuenta este prob lem a y plantea a p o y o e c o
n ó m ic o para los indigentes.
105
C om o se observa, sólo un 28.7% de los viejos, de los cuales el 20.7% pertenece
a los estratos bajos de las áreas urbanas, estaría dispuesto a vivir en un ancia-
nato, bien sea porque tiene conflictos con sus parientes o porque éstos no
tienen capacidad para albergarlos y sostenerlos. Entre los viejos que responden
“tal vez” , la totalidad corresponde a personas de estratos m edios urbanos que
han roto los vínculos familiares en su adultez, a solteros sin hijos o a personas
que cuentan con una pensión o renta propia, situaciones que los pone a dudar
sobre las ventajas de la dependencia familiar, una mayor independencia o se
guridad institucional.
La actual población vieja del país muestra bajos niveles de escolaridad, lo cual
incide en la concepción de la vejez, su autonomía y el conocim iento de sus
derechos y deberes.
C U A D R O 22
N IV E L E S D E E S C O L A R I D A D D E L A P O B L A C I O N V IE J A
G R U PO S DE EDAD P R IM A R IA S E C U N D A R IA U N IV E R S IT A R IA
106
ticipación de los jóvenes de entonces -viejo s de h o y - en em pleos o trabajos
form ales estables que les permitiera más tarde el a cceso al sistema de seguri
dad social. Con excepción de algunas instituciones sectoriales de previsión
social establecidas entre 1912 y 1985, sólo en 1968 se consagraron las presta
ciones sociales para el sector oficial m ediante el decreto 3135, que favorece
a la población vieja mediante la pensión de ju bilación , la pen sión d e retiro
por vejez, la sustitución pensiona!, los auxilios fu n erarios y la asistencia
m édica, farm acéutica, quirúrgica y hospitalaria.
T am poco la gente joven conoce sus deberes para con los viejos (el 80% dijo no
conocerlos) y quienes sí los conocen carecen de capacidad económ ica para sa
tisfacerlos o si la tienen, responden que los asumen más co m o “ un deber m o
ral” que com o un “deber legal” .
107
Si recordam os la tipología y dinámica de la familia urbana actual y la com pa
ram os con la definición que se desprende de la Constitución vigente y de las
leyes colom bianas, verem os que hay una inconsistencia grave. La legislación
existente se refiere a una familia que aunque todavía existe (la familia extensa),
está en franco proceso de extinción, al m enos com o tradicionalmente se la ha
concebido, mientras que nuevas modalidades: nuclear com pleta, nuclear in
com pleta, diada materna o paterna, familia nuclear rota y/o recom puesta por
las vías legales o de hecho, tienden a expandirse y a producir un nuevo tipo de
familia extensa m odificada en sus versiones perm anente o transitoria. Para
todas estas m odalidades la aplicación de la ley vigente es prácticamente im po
sible, porque ahora los abuelos son quienes deben p roteger a las segundas y
terceras generaciones pero las normas laborales y las políticas de vivienda,
salud, y recreación prácticam ente excluyen a las personas mayores de 55 años.
O b e d i e n c i a a lo s v ie jo s
C U A D R O 23
¿ L A G E N T E J O V E N O B E D E C E A L O S V IE J O S ?
M A Y O R E S D E 50 A Ñ O S M E N O R E S D E 50 A Ñ O S
SI NO SI NO TOTAL
Los hom bres mayores de 50 años respondieron que no son obedecidos por la
población joven en una mayor proporción que las mujeres mayores. Las razo
nes dadas por los varones señalan q u e“ al dejar de proveer ingresos para el
hogar, la mujer, ¡os hijos y los nietos ya no atienden sus consejos, pero mucho
m enos acatan sus órdenes” . Esta falta de obediencia a los varones viejos se
observó en las áreas urbanas y en los estratos bajos de la población.
Por el contrario, los hom bres viejos de las regiones de Santander, Cauca-Nariño
y Cundinamarca que viven en áreas rurales o que viviendo en áreas urbanas
pertenecen a los estratos altos y medios, responden que sí son obed e c id o s por
los parientes jóvenes.
108
Aquí se muestra un matiz por género. Las mujeres viejas afirman que a medida
que avanzan en edad, adquieren más respeto y obediencia y que, los hijos(as)
casados o unidos las tratan mejor que cuando son solteros(as). Por el contrario,
los hombres viejos afirman que pierden autoridad en el hogar en la m edida que
avanzan en años o cuando los hijos(as) organizan sus propias familias (h oga
res). Un viejo entrevistado decía:“ ..lo que ocurre es que cuando ellos (los hijos)
eran jóvenes, yo fui muy estricto y hacía im poner co m o fuera mis órdenes.
Ahora mis hijos dicen que ya no m e tienen miedo y que no m e necesitan. En
cam bio eso, mi esposa siempre fue muy alcahueta y los defendía y hasta se m e
enfrentaba para protegerlos. Por eso a ella la quieren más y la ven c o m o una
mujer sufrida mientras a mí m e ven co m o un tirano". Este relato muestra los
conflictos generacionales del patriarcalismo
E x p lo t a c ió n d e lo s v ie jo s
C U A D R O 24
¿ U D . C R E E Q U E L A F A M IL IA E X P L O T A A L O S V I E J O S ?
M A Y O R E S D E 50 A Ñ O S M E N O R E S D E 50 A Ñ O S
¿ Q U IE N E S D IC E N S I, C O M O L A F A M IL IA E X P L O T A A L O S V I E J O S ?
M A Y O R E S D E 50 A Ñ O S M E N O R E S D E 50 A Ñ O S
109
D e estas respuestas se infiere que solam ente el 39.3% de los viejos se siente
bien y gratificado con su familia, lo cual contrasta con la respuesta del 95%
de los jó ven es que no creen que haya ningún tipo de explotación a los viejos
por parte de la familia. Las razones dadas por el porcentaje de cada genera
ción que cree que sí hay explotación familiar a los viejos, son principalmente
de ca rá cter econ óm ico, laboral o afectivo. Y aunque el a b a n d o n o m aterial
del viejo por parte de los parientes hasta el 4o. grado de consanguinidad,
constituye un delito, sancionado con prisión de 2 a 6 años, se observa que en
la realidad nacional sin distingos de region es o áreas, en los estratos m edios
y bajos ocurre lo contrario: es el viejo quien tiene que cuidar y atender
m aterial y afectivam ente a los parientes m ás jóvenes, trabajando en la vivien
da o fuera de ella, o com partiendo con ellos los ingresos, la pensión o los
ahorros. Y en los estratos altos, la situación no es muy diferente. En ellos,
los viejos son presionados por la familia para que repartan en vida sus bie
nes, so pena de perder el “a fe c to ” o ser humillados “ por ta ca ñ o s” . Esta últi
m a situación se tipifica en la ley diciendo que “ la n egación del afecto, las
hum illaciones perm anentes y aun las am enazas físicas, pueden conducir a
la fo rm ación del delito de tortura moral, que está penado con 1 a 3 años de
prisión"(C.P.P.).
Sin em bargo, la explotación de los viejos llega en algunos casos a que los
parientes, los declaren interdictos para apoderarse de sus bienes (si los tie
nen) o para internarlos forzosam ente en un ancianato o establecimiento de
salud mental. De esta realidad encontram os 3 casos en la muestra, ubicados
en los estratos alto y m edio de las ciudades de Bogotá y Medellin.
1 in
regionales dejan de ser significativas, para acentuar más las diferencias entre
área rural y urbana, entre estratos sociales (tipo de explotación) y género, c o m o
se ve enseguida.
C U A D R O 25
¿ U D . C R E E Q U E S E E X P L O T A A L O S V IE J O S ?
M A Y O R E S D E 50 A Ñ O S M E N O R E S D E 50 A N O S
SI NO SI NO
¿ U D . C R E E Q U E S E E X P L O T A A L O S V IE J O S ?
M A Y O R E S D E 50 A Ñ O S M E N O R E S D E 50 A Ñ O S
SI NO SI NO
En relación con la visión de los estratos sociales se observa una m ayor explo
tación en los estratos bajos y medios, aunque un 22.8% de la población joven
cree que hay m ayor explotación en los estratos altos, representada en exigencia
de dinero, ayuda económ ica y legación herencial en vida de los viejos.
Para obtener una visión más refinada de las expectativas de las poblaciones
viejas y jóvenes se les preguntó acerca de sus preferencias de vida con los
siguientes resultados.
111
C U A D R O 26
¿ C O M O L E S G U S T A R I A VIV IR L A V E J E Z ?
AÑOS M A Y O R E S D E 50 A Ñ O S M E N O R E S D E 50 A Ñ O S
C on un c o m p a ñ e r o (a ) 6.8% -
C on a m ig o s d e su edad 33.8% 25.0%
S o lo s (in d ep e n d ie n tes) 11.5% 22.2%
T ra b a jan d o 5.1% 9.0%
En el c a m p o 10.3% 15.8%
C on la fam ilia 20.7% 28.0%
T otal 100.0% 100 .0 %
Las respuestas muestran que quienes aspiran a una m ayor independencia, au
tosuficiencia y compartir con gentes contem poráneas más que con su familia
son las personas m ayores de 50 años, aunque hay una tendencia en ambas
generaciones a preferir la autonomía e independencia de la familia o de las
instituciones. Las razones de estas respuestas parecen ser la propia experiencia
vivida por los viejos de hoy e intuida por los viejos del mañana. También se
observa que nadie quiere vivir en un ancianato, pero que altos porcentajes
quisieran pasar su vejez en el cam po. En este punto es mayor aún el interés de
la población joven.
Pero estas preferencias se contrastan con la opinión sobre el interés del Gobier
no en la población vieja.
C U A D R O 27
¿ U D . C R E E Q U E E L G O B IE R N O S E IN T E R E S A P O R L O S V I E J O S ?
M A Y O R E S D E 50 A Ñ O S M E N O R E S D E 50 A Ñ O S
Sí 11.3% 1.9%
No 52.9% 98.1%
A v e ce s 20.9% -
N o sa b e 14.3% -
112
El ab a n d o n o de person as definido com o la inasistencia al incapaz por causa
de edad o enfermedad, a quien se está obligado a mantener, cuidar o dar asis
tencia material, es un delito establecido en la ley, que implica sanciones a quien
lo com ete (C.P.P.). Sin em bargo es una realidad social y familiar que se vive
cotidianamente, cuando lo cometen los parientes hasta el 4o. grado de consan
guinidad con sus viejos o cuando el Estado lo com ete frente a los viejos indi
gentes y/o sin familia a quienes él está obligado a proteger. Es bien sabido que
el número de ancianatos oficiales y gratuitos es insuficiente para el tam año de
la población indigente y/o sin familia, y que, los existentes, son generalm ente
inadecuados por carencia de recursos e inexistencia de una política universal
de seguridad social- y específicam ente de una política gerontológica.
S o s t e n im ie n t o d e lo s v ie jo s
Los viejos del país se encuentran en distintas situaciones, pero hay unos grupos
especialm ente vulnerables com o lo señala el estudio de Ordóñez et al. (1990).
Ellos son:
Los indigentes: carentes por com pleto de medios de subsistencia, sin familia
y que generalmente deambulan por la calle, en busca de sustento, pidiendo
limosna o desarrollando una actividad poco remunerativa dentro del sector in
formal para poder sobrevivir.
D epen dien tes o inválidos: viejos que por carecer de autonomía funcional,
requieren la ayuda de otras personas para desem peñar las actividades del “dia
rio vivir".
113
En la investigación representan el 5% de la muestra y se trata de personas viejas
de estratos sociales medios y altos (3% ) o bajos(2% ), mayores de 80 años.
114
8
C U A D R O 28
T IP O S D E T R A B A J O Y R A Z O N E S P A R A N E G A R L A J U B I L A C I O N
T IP O D E T R A B A J O RAZONES %
T o ta l 1 0 0 .0 %
115
prestación del seguro de riesgo por vejez, estaban marginados de ella por cuan
to no había oficinas del ISS en la mayoría de municipios y áreas rurales. Y hasta
1989 otros trabajadores dependientes carecían del servicio por haber tenido
varios patronos, lo cual rompía la continuidad del tiempo necesaria para acce
der -hasta en ton ces- a tal beneficio.
Para com plem entar lo dicho en un punto anterior, veam os lo que piensan los
jóven es y los viejos sobre el trabajo en la vejez.
C Ü A D R O 29
¿ Q U E L E S G U S T A R IA H AC ER EN L A V E J E Z ?
MAYORES DE 5 0 AÑO S M E N O R E S D E 50 A Ñ O S
Al preguntar a los m ayores de 50 años por qué no hacen lo que les gustaría
respondieron:
116
yor realice sus aspiraciones. Sin em b a rgo estas respuestas se contradicen con
las siguientes sobre la visión de las desventajas de las personas viejas.
C U A D R O 30
¿ C U A L E S S O N L A S D E S V E N T A J A S D E L O S V IE J O S ?
MAYORES DE 50 AÑOS M E N O R E S D E 50 A N O S
Analizando las cifras vem os que el 48.9% de las personas m ayores de 50 años,
ven en la falta de trabajo e “ inutilidad” (léase improductividad), las m ayores
desventajas de la vejez, mientras el 37.4% de los menores de 50 años, aunque
se refieren a estas mismas razones de una manera implícita, no lo explícita sino
en el 24.1%. A m bos grupos etarios dan gran importancia a las malas condicio
nes de salud y a la falta de conocimientos, aspectos no m encionados en la
respuesta anterior.
C U A D R O 31
¿ C U A L E S C R E E Q U E S O N L A S P R O H IB IC IO N E S
Q U E L A S O C IE D A D H A C E A L A S P E R S O N A S V IE J A S ?
MAYORES DE 50 AÑOS M E N O R E S D E 50 A Ñ O S
En esta respuesta los m enores de 50 son más enfáticos en anotar que la socie
dad prohíbe o impide el trabajo a los viejos o realizar actividades económ icas,
así com o desem peñarse en la vida sexual, ratificando ideas estereotipadas acer
117
ca de las actividades “norm ales" en la vejez. Pero am bos grupos muestran las
restricciones laborales de las personas viejas y sus consecuencias (p.ej. no
poder tom ar decisiones). Al explicar las razones de tales respuestas se anotaron
algunas de ley, co m o el retiro forzoso a los 65 años y los requisitos para solicitar
créditos, tom ar seguros o adquirir vivienda; y otras socioculturales com o “ los
viejos ya no rinden”; “ los viejos no saben los oficios nuevos” , etc.
C U A D R O 32
¿ C U A L E S C R E E Q U E S O N L O S P R IV IL E G IO S D E L O S V IE J O S ?
M A Y O R E S DE 50 A Ñ O S M E N O R E S D E 50 A Ñ O S
S ólo el 4.6% de los viejos vincula los privilegios de la vejez con el bienestar
econ óm ico o las prestaciones relacionadas con el trabajo, pero apenas el 3.2%
de los m enores de 50 años considera que en la vejez hay una tranquilidad
económ ica. La gran mayoría de los dos grupos etarios no ve algún privilegio o
beneficio especial para las personas viejas, lo cual nos llevó a indagar sobre qué
esperan lograr las personas que llegan a viejas, con las siguientes respuestas:
C U A D R O 33
¿ Q U E E S P E R A D E L A V ID A E N L A V E J E Z ?
M A Y O R E S DE 50 A Ñ O S M E N O R E S D E 50 A Ñ O S
118
Llama la atención que el 42.3% de las personas m enores de 50 años tiene en
el trabajo, el bienestar econ óm ico y la independencia económ ica, las mayores
esperanzas, mientras sólo un 18.4% de las personas m ayores de 50 años pone
sus esperanzas en este aspecto, mostrando una actitud pasiva y resignada ante
la vida, de la cual sólo esperan tranquilidad, disfrutar la vida familiar o la muerte,
actitud bastante pesimista que es com partida por una buena parte de la pobla
ción joven. Si tenem os en cuenta que en la actualidad un 85% de las personas
viejas no está protegida por algún sistema de previsión social y que para su
subsistencia depende de la ayuda familiar o de sus precarios ahorros, entende
m os por qué se ve obligada a extender su permanencia en el m ercado laboral
-en el sector inform al- o a dedicarse a la mendicidad.
Religión y Vejez
En este aparte se tendrán en cuenta especialm ente los datos cualitativos obte
nidos en la observación y las entrevistas, más que la información cuantitativa,
parte de la cual se presentó en puntos anteriores.
119
Las d iferen cia s re g io n a les y aun lo ca les, son notorias deb ido a la exis
tencia de diversos Patronos religiosos locales, gremiales o de oficios (choferes,
agricultores, por ejem plo). N o se presenta el detalle de estos hallazgos por cuanto
lo m ás importante es saber que este grupo etario considera fundamental tener
una creencia religiosa y participar en los ritos. Cuando no pueden hacerlo en
los esp acios públicos adecuados (iglesias, p.e.), por razones de impedimento
físico o dificultades de movilización, construyen sus propios altares y espacios religio
sos. La mayoría de las personas mayores ve la esperanza de su futuro sólo en
función de la fe religiosa a la que se apega cada vez más, o “espera una vida mejor,
después de la muerte” .
Para muchas personas mayores, los problemas actuales del país, entre otros el
de la violencia de la naturaleza o de las personas son “castigos divinos" “casti
gos del cielo” por la pérdida de la fe y de las sanas costumbres. Es decir, que
para estas generaciones la vida, la muerte, la salud y la enferm edad pertenecen
a Dios y sólo El puede disponerlas.
120
en la resurrección de los muertos, en el juicio final, m ezcladas con creencias en
demonios, fantasmas y objetos que traen buena o mala suerte, salud o enfer
medad. Estos últimos, son amuletos (d e ajo, de semillas) o de objetos santifi
cados (ram os del D om ingo de Ramos, Cruz de M ayo), números de suerte sobre
dias propicios o peligrosos (martes, viernes, día 13), objetos o sím bolos para
evitar accidentes y lesiones.
Es decir, que para las personas mayores de 50 años, las prácticas religiosas
producen un sentimiento confortante de seguridad, de conform idad o de resig
nación con la voluntad divina, así com o una convicción de que los males: en
fermedad, pobreza y muerte son castigos de Dios o que El, en su infinita justicia
y sabiduría, devolverá con premios en la otra vida, los sufrimientos padecidos
en ésta. Muchos entrevistados hacían evidente su abnegada aceptación de la
situación que viven, diciendo: “así lo quiere Dios... por algo será” .
Paralelamente, las personas mayores de 50 años creen que los jóven es de hoy
irrespetan la religión, debido a que no asisten a las prácticas religiosas o no
elevan plegarias al cielo, ni hacen sacrificios propiciatorios (prom esas, votos,
donaciones, alabanzas o plegarias), para obtener la gracia de Dios. Estas gen e
raciones mayores se mantienen fieles a la ¡dea de pecado y a las form as de
liberarse, a través de las confesiones, la contrición y la penitencia impuesta por
un Ministro de Dios (el Sacerdote). Esta figura y las de los religiosos en general,
son altam ente respetadas y valoradas socialmente por las personas mayores,
especialm ente cuando conservan su apariencia exterior (uso de hábitos) y las
prácticas ascéticas (votos de castidad, pobreza, ayuno, etc.)
121
Durante las entrevistas era frecuente observar que las personas m ayores em
plean gestos sim bólicos co m o persignarse después de cada frase o recitar fra
ses co m o “ Santo Dios Bendito” , “ánima purísima” , “ Dios m e libre” , “Dios me
perdone” , “Si mi Dios lo dispone” , etc., pequeños rituales que com plem entados
con la inform ación acerca de sus actividades religiosas en días especiales: asis
tencia a procesiones, peregrinaciones, etc., señalan la importancia que dan a
los aspectos religiosos y espirituales.
En las áreas urbanas (especialm ente en las cuatro grandes ciudades), se en
contró un alto número de personas mayores pertenecientes a los estratos m e
dios y altos, creyentes de la astrología, la adivinación, los horóscopos, las cartas
y el tarot, co m o m ecanism os com plem en tarios de las creencias religiosas.
Tam bién se encontró una creciente participación de personas m ayores en con
gregacion es o sectas diferentes a la religión católica.
Para las personas mayores, la religión y las actividades espirituales son funcio
nales, puesto que permiten tener una actitud resignada ante la vida, delegando
en la acción Divina o en las fuerzas ciegas del Destino, la solución de todos sus
problemas. Esta resignación y pasividad, se proyectan en los cam pos laboral,
de salud y económ ico, ya que lo que ocurra en ellos es “voluntad divina” y es
Dios quien da soluciones y premios en la “otra vida” . Esta actitud es más evi
dente en las áreas rurales y en las regiones Cundiboyacense, Caucano-Nariñen-
se y del Tolima Grande, y entre las mujeres del cam po y los estratos bajos y
m edios de las ciudades de m enos de 500.000 habitantes, lo cual confirma lo
encontrado por Virginia Gutiérrez de Pineda (1963).
En la región Paisa (excluidas las com arcas mineras, tlrabá y costas del Pacífi
c o ), las personas mayores de 50 años se identifican con el culto y la moral
católica y participan activamente en las organizaciones y congregaciones de
acción cristiana y social, así com o con el culto religioso(m isa y sacram entos).
122
Para este grupo etario de todos los estratos, las prácticas religiosas y las accio
nes de justicia social, determinan los premios y castigos en “ésta” y “ en la otra
vida". Varios entrevistados con recursos económ icos, manifestaron su voluntad
de “ legar” parte de sus bienes a la Iglesia o a fundaciones cristianas de ayuda
a los pobres, com o un m ecanism o para “ ganarse el cielo” . Para ellos, los pro
blemas actuales de Antioquia se deben en gran parte a una pérdida del lideraz
go de la Iglesia y a los cam bios en las normas éticas de la religión católica.
Simultáneamente, varios entrevistados de los estratos bajos de esta región co
mentaron que algunos “capos” tienen el apoyo de la comunidad y hasta de
Dios, porque com parten con ellos los beneficios económ icos.
P o lític a y V e je z
123
Igualmente se plantearon distintas Políticas extranjeras de Bienestar Social y de
atención a la Vejez para señalar alternativas posibles, y los datos cuantitativos
sobre participación en la vida política de las personas mayores de 50 años se
expusieron en el punto correspondiente a la participación de este grupo etario
en diversas actividades de la vida social.
124
Por ejem plo, el cam bio del principio de Asistencia Social por el de Seguridad
Social, conlleva un alto costo económ ico, si de ella se va a encargar el Estado,
en form a exclusiva. Pero estos costos se reducen si hay alternativas para su
manejo, com o las propuestas sobre reform a de la seguridad social (1993), su
privatización o contratación de servicios, los cam bios en el m anejo administra
tivo y financiero de los recursos destinados al riesgo IVM (Invalidez, Vejez y
Muerte), la Reforma Laboral, etc., todo lo cual debe enm arcarse dentro de la
política de descentralización, para adecuar las soluciones a las características
socioculturales del país.
Lo anterior se com plem enta con el análisis de los procedim ientos instituciona
lizados y de los agentes autorizados por la comunidad para determinar las vio
laciones a la ley y para imponer los castigos, aspectos que tienen relación con
la existencia de Tribunales, Jurisdicciones y Jueces especializados (en Familia,
Menores, Ancianos, etc.), establecidos recientemente.
125
indigente o“tien e problem as de convivencia con la familia. N o obstante, en las
instituciones para viejos, el papel de la familia, visto por los funcionarios es de:
C U A D R O 34
¿ Q U IE N O C O M O L L E G A N L O S V I E J O S A L A E N T ID A D ?
Interesaba con ocer las razones dadas por el 50% que cree que la institucionali-
zación no es una solución adecuada, las cuales en su orden fueron: no hay
program as adecuados a las necesidades reales y culturales de la población
atendida ; no hay una política gerontológica integral en el país y, por tanto, los
program as de institucionalización son de tipo asistencial-remedial y parciales;
y la desconexión con la parentela y m iem bros de otras generaciones produce
sentimientos de depresión y soledad entre los viejos, volviéndolos pasivos y
apáticos ante cualquier programa. Estos funcionarios que evalúan negativa
m ente el trabajo desarrollado en instituciones para viejos, proponen:
126
Según los entrevistados, estas propuestas deben ser ejecutadas por el Gobierno
(43.3%); por la propia comunidad (participación activa) (23.1%); por la familia
con ayuda del Estado (23.6%); por las asociaciones religiosas y el voluntariado
(10.0%). En estas respuestas se plantean vías alternativas y/o com plem en ta
rias a las accion es estatales o familiares. En las entrevistas profundas se
anotaba la necesidad de una guía y coordinación estatal para desarrollar pro
gramas de participación com unitaria en la definición y desarrollo de solu
ciones locales para y con las personas mayores.
N o obstante, del 53.3% que afirma dar atención integral, sólo el 9.3% lo hace
en la realidad y tal porcentaje corresponde a centros privados o con apoyo de
la em presa privada.
127
donaciones privadas (26.6%). Otro problem a financiero es el que se refiere a
las ap rop ia cion es de cada partida, las cuales dem oran y dificultan el desa
rrollo de los programas.
Las m otivaciones que dan los usuarios para ingresar a tales entidades son:
- Pobreza 30.0%
- A bandono familiar 46.7%
- Prob.Salud-Limitac.Físicas 16.7%
- Soledad (solteros, p.e.) 6.6%
Total 100.0%
De acuerdo con las entrevistas, las dos primeras motivaciones se podrían eli
minar con una política gerontológica integral que buscara apoyar a la familia
del viejo y tuviera en cuenta políticas laborales, recreativas, de salud, vivienda
y educación que integren el viejo a la comunidad, evitando la institucionaliza-
ción, al m enos para un alto porcentaje de personas que pueden desenvolverse
en su m edio social y familiar.
128
CUADRO 35
A S P E C T O S P O S IT IV O S A S P E C T O S N E G A T IV O S
R e c r e a c ió n y V e je z
Las personas m ayores de 50 años son reservadas para tratar m uchos tem as
y para hablar con extraños, pero en algunos temas son bastante “ locu aces”
(anécdotas o historias sobre épocas pasadas). De las observaciones y los dia
rios de cam po se deduce que entre personas de la misma generación y los
am igos, los temas de conversación favoritos se refieren a la salud, la muerte,
las enfermedades, los problemas con los hijos y las relaciones con vecinos.43
43 Se realizaron 3 trabajos de grado en Antropología sobre el humor de y sobre la vejez y los viejos (Víctor
Rodríguez y Jaim e Acosta); Cuentos tradicionales y vejez en dos regiones del país (Javier R o d ríg u e z)
y so b re la recreación, el ju e g o y el cu erp o (Ma. C onstanza M arulanda) q u e profundizan en estos
aspectos.
129
Conviene señalar que la ocupación del tiem po libre de las personas mayores
de 50 años, cuantificada en un capítulo anterior, muestra la inexistencia de
pasatiem pos y aficiones individuales y la baja presencia de juegos especiales
para las personas mayores, así com o de organizadores y ocasiones para desa
rrollarlos.
En contraste con lo anterior, se observó en todas las regiones que las personas
m ayores son las más entusiastas cuando se trata de celebrar los días festivos
religiosos o conm em orativos de fechas patrióticas y, en este sentido, son quie
nes m ás se preocupan por la adecuada preparación de las actividades (rituales,
izada de la bandera), guardar el descanso religioso y las dietas especiales, (en
Sem ana Santa, por ejem plo).
Muy pocas personas mayores de 50 años realizan viajes de placer, pero casi
todas manifiestan su interés y deseo de hacerlos con grupos de la misma edad
y otros, la mayoría, añoran volver a su terruño (hay que recordar que un alto
porcentaje es migrante), actividades que deben reemplazar por dificultades econó
micas, con las visitas a parientes y/o am igos en la misma ciudad o vereda o a
organizar “ p aseos” para cumplir prom esas de tipo religioso a los santuarios.
Sobre la visión de los viejos y de la vejez en la literatura colom biana contem po
ránea Stella Pardo muestra,desde la literatura, los estereotipos regionales sobre
130
esta etapa del ciclo vital, en aspectos co m o el trabajo, la jubilación, el am or y
la sexualidad.44
- M u ch a g e n te (h a c in a m ie n to ) 10.0%
- N o h ay trab ajo 3 0 .0 %
- A b u rrim ie n to p o r e n c ie rro 2 8 .0 %
Total 100.0%
Y la s p r o p u e s t a s q u e s u g ie r e n s o n :
— T ra b a jo rem u n e ra d o 3 0 .0 %
- P ro g ra m a s d e salud 2 0 .0 %
- R e c re a c ió n a d e c u a d a 3 0 .0 %
Total 100.0%
C om o se observa, las personas mayores de 50 años que viven en instituciones,
sienten la necesidad de una ocupación, bien sea remunerada o recreativa. Sin
44 S te lla Pardo. T ra b a jo de g ra d o de A n tr o p o lo g ía . 1 9 9 2
131
em bargo, ninguno fue capaz de explicar qué tipo de programas recreativos
quisiera y en las instituciones donde existen program as recreativos, la partici
pación de los viejos es muy baja. Los analistas del tema de la recreación con
sideran que el problem a es la falta de motivación de los organizadores y la
carencia de una program ación adecuada al tipo de personas y a las edades de
las mismas. Existe una tendencia a “copiar” los program as recreativos que se
hacen para niños o para adolescentes, lo que hace que muchos viejos lúcidos
digan que se sienten “ ridiculizados".
C o m o se deduce, hay poca información y form ación acerca del uso del tiempo
libre entre personas mayores y sobre todo, acerca de los tipos de recreación
adecuados a este grupo etario, el tipo de espacios y objetos necesarios, etc. (a
este respecto se deberían efectuar investigaciones con participación de recrea-
cionistas, terapistas, arquitectos y diseñadores).
C o m u n ic a c ió n y V e je z
S ólo el 10% de esta población afirm ó leer periódicos y revistas para informarse
de las noticias ( lectura que no es diaria). Las razones dadas reflejan el bajo
nivel de escolaridad y la escasez de recursos económ icos para adquirir estos
m edios de comunicación.
Para com unicarse con parientes y am igos que viven fuera del sitio de residencia
de la persona mayor, em plean el correo y ansian recibir cartas. Muy pocos
utilizan el teléfono para comunicarse “a larga distancia” por considerar que este
servicio es muy costoso y sólo debe em plearse en casos de urgencia. Este dato
es importante si tenem os en cuenta que el 65% de los viejos son migrantes.
El uso frecuente de la radio y la T.V. por parte de esta población permite pensar
en la posibilidad de diseñar programas amenos pero científicos sobre la vejez,
132
los problem as de los viejos y las alternativas en salud, vivienda, educación, re
creación, trabajo, etc.; así com o para informarlos sobre sus derechos y los proce
dimientos para reclamarlos ante quien corresponda.
S a l u d y V e je z
133
Estos tem ores se agregan a los altos costos y a la baja cobertura de la Seguri
dad Social en el cam po de salud, razones por las cuales, las personas viejas
tratan las enferm edades con terapias farm acológicas o naturistas autorreceta-
das o con terapias mágico-religiosas ( con excepción de las personas de estra
tos altos, los jubilados, con servicio m édico y un porcentaje de viejos que reside
en áreas urbanas).
— D ro g u e ría 20%
— H o m e ó p a ta s -Y e rb a t 20%
— S o b a n d e ro s -C u ra n d e ro s 25%
— R e m e d io s c a s e r o s 3 5%
Total 100%
45 V é a se T ra b a jo d e G ra d o en A n tr o p o lo g ía d e F ra n c is c o H e rn á n d e z y A y d é e O je d a . 1 99 0
134
Las siguientes preguntas ilustrarán mejor la visión cultural de la enferm edad y
su tratamiento.
- A la edad 40%
— Al clima 20%
- Al trabajo 25%
— Castigo de Dios, hechicerías. 15%
Total 100%
Total 100.0%
- Gripa 40.0%
- Nervios 15.0%
- Urinarios(vejiga) riñones 12.0%
- Estóm ago 13.0%
- Varios 10.0%
Total 100.o%
135
¿CO M O SE TRATAN LAS ENFERM EDADES EN LA IN STITUC IO N?
SEGUN LOS FUNCIONARIO S
T o ta l 1 0 0 .0 %
T o ta l 1 0 0 .0 %
T o ta l 1 0 0 .0 %
136
R E Q U IS IT O S D E S A L U D M E N T A L
Ser lúcido 50.0%
Poder controlar la enfermedad 30.0%
Ninguno 15.0%
Otros sin especificar 5.0%
Total 1 0 0 .0 %
Sin em bargo, el 43.3% de los funcionarios cree que los exám enes que se prac
tican al ingreso no son garantía de un buen estado de salud, ni lo suficientem en
te profundos para detectar exactamente la enfermedad del usuario. Ellos mismos
creen que la mayoría de las personas no debería estar “encerrada” en las insti
tuciones porque tiene familia, puede trabajar y tiene un estado normal o al
m enos aceptable de salud. N o obstante creen que se encuentran allí por el aban
dono de la familia, los conflictos con los parientes y especialmente porque nadie les
da una ocupación remunerada.
Si a los datos anteriores les agregam os el hecho de que en el país sólo hay una
veintena de geriatras y una centena de gerontólogos,46 podremos entender por qué
muchas personas mayores no se sienten bien con el m édico, no encuentran
tratamiento adecuado a sus enferm edades y sobre todo sienten que los profe
sionales les dan un trato impersonal, utilizan un lenguaje sofisticado y carecen
de paciencia para oír y entender los síntomas y problemas de sus pacientes. Esta
es una razón más para el rechazo a la medicina científica y al personal de salud.
Las personas viejas piensan y hablan mucho sobre las enferm edades y la muer
te. Para ellas la muerte es algo temido y al m ismo tiem po esperado y deseado.
137
Tam bién se constató que las personas viejas asisten con frecuencia a los fune
rales de parientes y amigos, pero también que lo hacen a las cerem onias de
vecinos y aun de desconocidos, com o un m ecanism o preparatorio para su pro
pia muerte. Su participación se da en los ritos funerarios y el “ luto” de largos
períodos (vestidos oscuros, actitud reservada, etc), y luego en la visita a la
tumba de los muertos a quienes llevan flores en determinadas ocasiones. Al
hablar sobre estos temas, es difícil precisar si para esta población esta partici
pación es un tipo de ocupación del tiem po libre, una preparación para su propia
muerte o una señal para la parentela, acerca de sus deseos de ser recordados
después de muertos. También se encontraron casos acerca de la relación que
hacían algunos entrevistados, entre cierto tipo de enferm edades y la asistencia
a velorios o funerales ( “ hielo de muerto” ).
C o m u n i d a d y V e je z
En todas las áreas rurales del país se observó el liderazgo familiar y comunitario
de las personas viejas, de acuerdo con el alto nivel de participación en la toma
de decisiones familiares y en las asociaciones veredales. Los varones participan
en las reuniones para definir las obras comunales (vías, acueductos), la escuela
o las cam pañas políticas, mientras que las mujeres viejas asesoran y aconsejan
a las mujeres jóvenes, tratan y curan las enfermedades, enseñan la preparación
de ciertos alimentos y remedios caseros y transmiten las habilidades artesana
les, según la región y la localidad.
138
En las ciudades pequeñas, las personas viejas mantienen un ascendiente sobre
la población m enor y tienen el respeto de la población y de la familia. Varios
líderes locales (sacerdotes, alcaldes, personeros, concejales y líderes comunita
rios son personas mayores de 50 años).
- Buenas 50.6%
- N o los ve casi nunca 16.1%
- R eg u la r 2 0 .0 %
Mal 13.3%
Total 1 0 0 .0 %
Las razones por las cuales hay regulares o malas relaciones son:
Irrespeto 40.0%
Falta de afecto 20 .0 %
Indiferencia 20.0%
Mal genio 20 .0 %
Total 1 0 0 .0 %
139
Esta falta de entendimiento se percibió más en las observaciones que en la
entrevista y se da especialm ente cuando los viejos viven en casa de los hijos
quienes les asignan la función de cuidar a los nietos, o cuando a la vivienda de
los viejos llegan los hijos(as) separados(as), viudos(as) o madresolteras con
sus hijos con la esperanza de tener un hogar, un apoyo econ óm ico y un apoyo
afectivo, convirtiendo a los viejos en pad res sustitutos, funciones que ellos
no pueden o no desean asumir y causa de muchos conflictos generacionales.
Total 100.0%
Total 100.0%
Esta visión de la comunidad y de la sociedad sobre la vejez y el envejecimiento
ha justificado la existencia de políticas asistencialistas e incapacitantes hacia
los viejos y la vejez.
140
9
Reflexiones y sugerencias
E l p r o b le m a d e m o g r á fic o
Si hasta ahora estos hechos no se habían tenido en cuenta para las políticas
sociales, ahora tal decisión es inminente, porque los cam bios dem ográficos
alteran la situación financiera de la Seguridad Social y exigen análisis a d u a n a
les para plantear nuevas prestaciones o la ampliación de la cobertura.
C a r a c t e r ís t ic a s d e la p o b la c ió n v ie ja c o lo m b ia n a
141
d) La distribución espacial muestra que el 72% de la población vieja vive en
áreas urbanas y el 28% en el área rural. Los departam entos de m ayor con
centración de población vieja son: Antioquia, Valle y la ciudad de Bogotá
(con el 49.2% de los viejos del país);
e) Solam ente el 15% del total de población vieja tiene algún tipo de Seguridad
Social o capacidad personal de sostenimiento; pero de ellos el 90% percibe
sólo el salario mínimo;
142
veedor de la prole y los nietos. En el cam po, el viejo conserva la jefatura
familiar y mantiene un status-rol de autoridad en la familia;
T ip o s d e v ie jo s en C o lo m b ia
A grandes rasgos podríam os decir que hay seis categorías de viejos, según su
relación con la familia. Ellas son: indigentes, sin familia, sin recursos econ óm i
cos; abandonados, personas con familia pero sin contacto con ella; dependien
tes e inválidos, personas que carecen de autonomía funcional; proveedores de
la prole y los nietos (padres sustitutos); e integrados a la familia, con un status
de autoridad.
L e g is la c ió n s o b r e s e g u r i d a d s o c ia l
La ley colom biana establece que la Asistencia Pública es función del Estado y
que se prestará a quienes carecen de m edios de subsistencia y de familia, o a
quienes estén físicamente incapacitados. El papel del Estado es su b sid iario
porque no hay derecho y acceso u niversal a la salud, a la educación y al
trabajo.
143
relativas a la atención nutricional de los ancianos y la ley sobre seguridad social
expedida en 1993.
En cuanto a la legislación civil, hay una serie de normas que regulan las obli
gacion es alimentarias para con los parientes (incluidos los viejos), el régimen
econ óm ico matrimonial y el derecho herencial. Las obligaciones alimentarias
se extienden hasta el 4o. grado de consanguinidad y se reglamenta lo relativo
a la cuantía: n ecesarios (sustento a la vida) y con gru os (para subsistir); lo
relativo a la cesación de las obligaciones alimentarias, así com o las sanciones
por incumplim iento (sanciones civiles y penales).
Se establecen claramente los delitos contra los viejos, entre ellos: la tortura
m oral (falta de afecto y humillaciones), con prisión de 1 a 3 años; el aban d on o
m aterial (falta de cuidado y atención), con prisión de 2 a 6 años y el interna-
miento fraudulento (recluirlos en hospital o ancianato sin su consentimiento),
con prisión de 6 meses a 2 años y se plantean los beneficios de excarcelación a
los procesados m ayores de 65 años.
A pesar del cam bio en la seguridad social (1993) el sistema aún es atomizado,
desarticulado y carente de toda coordinación, planeación y financiación de lar
go plazo. La cobertura es mínima ya que sólo cobija entre un 46% y un 56% de
la población trabajadora del sector form al de la econom ía y sólo entre el 15%
y el 23% de los trabajadores del sector informal. Esta realidad obliga a pensar
en serio sobre los m ecanism os financieros para su provisión, así co m o sobre
las reform as laborales necesarias para reducir las cargas sobre las generacio
nes jóvenes. Para mostrar este último punto conviene dar las cifras sobre la
relación Cotizantes-Pensionados en la actualidad y sus proyecciones futuras:
C U A D R O 35
AÑO C O T IZ A N T E S P E N S IO N A D O S COT1Z/
P E N S IO N A D O
19 8 8 2.495.321 182.076 13
2000 3.861.066 973.392 4
2010 5.555.091 3.935.356 1
144
ción, que se traduce en mayor número de beneficiarios y m enor núm ero de
cotizantes. Este hecho puede corregirse con la Reforma a la Seguridad Social
aprobada en 1993.
145
señalada en el estudio y que muestra cóm o, cada vez más, los viejos deben
recibir a sus hijos(as) y nietos para sostenerlos económ ica y afectivamente.
Según los viejos entrevistados, la sa lu d debe ser un servicio para todos los
ciudadanos y no solamente para los trabajadores del sector form al y su finan
ciación debería ser diferencial, es decir, que el Estado debe subsidiar a los gru
pos más pobres de la población y aceptar la cotización particular, según la
capacidad econ óm ica de la misma, en distintos planes de salud prepagada. A
su vez, las fórmulas que ofrecen los expertos van desde la privatización del
sistema, pasando por la contratación de servicios administrada por el ISS para
los trabajadores privados y por la Caja Nacional de Previsión para los trabaja
dores públicos, hasta la estatización total del sistema.
Sin em bargo, estudios econ óm icos y actuariales serios en este cam po, deben
señalar las p o sib le s altern ativas, sus costos y ben eficios sociales y eco
nómicos. La costumbre de copiar sin crítica modelos empleados en otros países
puede llevar a graves consecuencias, lo cual exige un análisis socio-económ ico
y político de los m ism os o la construcción de un m odelo específico para nuestra
realidad.
En fin, una serie de situaciones reseñadas a lo largo del trabajo muestran que
se carece de una política gerontológíca, dentro de la cual no sólo participe el
146
Estado, sino la Iglesia, los particulares y el Voluntariado si se quiere lograr un
mínimo sentido de equidad y justicia social.
En consecuencia, los dirigentes del país deben asumir el liderazgo de esta causa
y todos los ciudadanos deben apoyar la cruzada por una m ejor y más prolon
gada existencia.
S a n ta fé d e B o g o tá , D.C.
M a y o 9 d e 1994
147
Anexo 1
M etodología
48 Briones, M e to d o lo g ía . 1988
149
lación. Esta última consiste en el uso de múltiples fuentes, métodos y auxiliares
de investigación, para luego hacer una jerarquización de fuentes y limpieza de
datos en térm inos de una m ayor confiabilidad. Para la validez, el uso de méto
dos estadísticos y dem ográficos, históricos, documentales y de terreno con el
fin de contrastar los hallazgos del análisis cualitativo.
P r o c e s o d e In v e s t ig a c ió n
T a m a ñ o y c o m p o s ic ió n d e la p o b la c ió n m a y o r d e 5 0 a ñ o s
Con base en los Censos de Población de 1951, 1964, 1973, 1985 se proyectaron
los datos hasta el año 2010 (por décadas). El análisis d em ográfico se inició con
el estudio de la evolución general de la población del país, lo que conduce a
entender que los m ovim ientos dem ográficos no son hom ogéneos debido a d¡-
150
ferentes procesos socioeconóm icos, políticos y culturales, por lo cual se optó
por hacer un análisis de tipo re g io n a l. Para tal efecto, se tom aron c o m o base
los trabajos del antropólogo Segundo Bernal (1969, 1986 y 1987) y del geógrafo
Ernesto Guhl (1980) y, con la asesoría del primero, se establecieron 7 regiones
y se excluyeron los Territorios Nacionales, por cuanto desde el punto de vista
cuantitativo sólo albergan el 0.3% de la población estudiada y, desde el punto
de vista cultural, las múltiples comunidades indígenas, de colonos tradicionales,
de “nuevos" colonos, la presencia de entidades multinacionales y de grupos
religiosos implican otro tipo de estrategia conceptual y m etodológica que supe
raba los límites temporales y econ óm icos de esta investigación.
T a m a ñ o y u b ic a c ió n d e la m u e s t r a
151
Las entrevistas para viejos y parientes de viejos se diseñaron para conocer las
ideas, creencias, costumbres, valores, actitudes y actividades de la población
acerca de la senectud y el com ienzo de la vejez, así com o para conocer los
preparativos (econ óm icos y de otro tipo) para la vejez, el status y tratamiento
de y a los viejos y los problem as conexos (salud, vivienda, educación, trabajo,
recreación, etc.).
152
Y co m o el envejecimiento es un fenóm eno de iniciación espontánea, sin la m e
diación de trastorno específico y debido a que existe una asincronía en el desa
rrollo de las manifestaciones del envejecim iento entre sí, y entre los distintos
órganos, resulta imposible fijar e l c o m ie n z o d e e s te p ro c e s o . Por consiguien
te, se asumió la hipótesis de que el envejecim iento existe desde el m om ento
que hay vida celular, pero que es práctico postular su iniciación cuando el or
ganism o alcanza el grado óptim o de vitalidad, lo que ocurre aproxim adam ente
a los 50 años de edad.50
A s p e c t o s p o lític o s y ju r íd ic o s
Para com prender m ejor los aspectos institucionales, políticos y jurídicos inmer
sos en el tema familia-vejez y seguridad social, se hizo una minuciosa revisión
bibliográfica referente a las legislaciones sobre el mismo, así co m o sobre las
Políticas de Bienestar y Seguridad Social (nacionales, departam entales, muni
cipales y em presariales), los sistemas pensiónales y las instituciones de previ
sión social. Esta información se agrega a la de otros países, para hacer una
com paración crítica de diferentes sistemas y concepciones y presentar datos
que permitieran tener una idea acerca de las características y cobertura del
sistema de seguridad social colombiano.
A n á li s i s h is t ó r ic o e in s titu c io n a l
C o m o com plem ento del punto anterior y para observar en detalle la manera
c o m o la sociedad y el estado han asumido el cuidado de los viejos, se hizo una
revisión bibliográfica de la historia del tratamiento científico a la problemática
de la vejez en Colombia, una revisión de los archivos del lcfes, de las sociedades
T ra b a jo d e C a m p o
b) Recon ocer el significado que otorgan a la vejez, los viejos, la familia de los
viejos, los funcionarios y los usuarios de las instituciones asistenciales (an-
cianatos);
c) Caracterizar las particularidades del com portam iento de y con los viejos en
los distintos contextos (regional, local y familiar) y las diferencias por sexo
y generación en dicho com portam iento.
51 Cfr. bibliografía
154
Para lograr estos objetivos cada m iembro del equipo efectuó los registros en un
diario de cam po durante el período del trabajo de cam po y llenó los form atos
de las entrevistas a viejos, parientes de viejos entre 15-50 años, a funcionarios
y a usuarios, según instrucciones previas.
S is t e m a t iz a c ió n d e lo s d a t o s
A n á lis is e in t e r p r e t a c ió n d e lo s d a t o s
155
Anexo 2
52
M e n ú s d i a r io s p o r r e g io n e s
REGION CC1ND1BOYACENSE
D esayuno
M e d ia s n u e v e s
A lm u e rz o
- Sopa (cuchuco, colí, cebada, trigo, papa, arroz u otra similar) o ajiaco
con arroz y aguacate
- Papas, arroz, carne, pan, a veces con:
- Habas, hibias, arvejas, pepinos
- Gaseosa o jugo.
O n ces
52 Los m ás pudientes incluyen entrada o principio (verdu ras o fru tas), sopa s con ca rn e o pollo y
s e c o . L o s m á s p o b r e s h a c e n d iv ersa s s o p a s y c o m o s e c o in c lu y en s ie m p r e p a p a s y,
esporá dicam en te, carne.
157
*L o s m ás ricos incluyen galletas y toman café con leche o masato.
C o m id a
- Similar al almuerzo, o
- S eco sin sopa y aguadepanela, o café o gaseosa.
*L os m ás ricos varían e incluyen carne o pollo. Los más pobres sólo esporádi
cam ente com en carnes en el almuerzo.
C o m id as E sp eciales
REGION PAISA
D esayu n o
M edia m añ an a
- Fruta: banano, mandarina, m ango, o
- Avena con leche
- Café o aguadepanela con arepa.
158
A lm u e r z o
- Sopa de: plátano, yuca, arracacha,arroz, colí, etc., con o sin carne
- Arroz, plátano maduro o verde fritos, carne de cerdo o res, o
- Fríjoles, arroz, plátano maduro con chicharrón de cerdo o molida, cocida
o asada. “ Pezuña” de cerdo, o
- Sancocho: papa, plátano verde y yuca con carnes(según el estrato) de po
llo, cerdo o res o una sola, o
- Mondongo: sopa de menudos de res
- Dulces de fruta o bocadillos o mazamorra (de maíz entero) o claro con le
che, (agua del cocim iento del maíz) con panela.
A lg o
C o m id as especiales
D esayu n o
M ed ias nueves
159
A lm u e r z o
O n ces
- Segundilla
- Aguadepanela o chocolate con bizcochos o arepa
- o C acao con bizcochos.
C om id a
C o m id as e speciales
- Tam ales
- Embutidos (rellenas o morcillas)
- Chorizos o chanfaina (visceras de cordero)
- Envueltos
- Lechona (cerdo tierno relleno)
- Viudo de capaz y bagre a la criolla (con cebolla y tom ate).
- Cuchuco de maíz huilense, el caldo de cuchas y la sopa de cuajadas.
- El Juan Valerio, elaborado con plátano verde y chicharrón
- Insulsos (arepa de engrudo. Masa de arroz endulzada, con canela y en
vuelta en hojas, asadas. Pueden ser de sal o de dulce.
- Postres: torrejos (em panadas de harina de trigo, con arroz, carne papa y
huevo; buñuelos de mazorca, yuca y cuajada; dulces de frutas; masato;
panelitas (leche, panela y arroz); bocadillos de frutas, natillas y buñuelos
de maíz. El “ boxeador” preparado con leche, papaya y remolacha; se
tom a candil y mistela de mejorana.
160
REG IO NES DEL VALLE DEL C AU CA -RISARALDA
Y CAUCANO-NARIÑENSE
- A ellas se adicionan los “cham pús” que lleva maíz, arroz, clavos y hierbas
aromáticas, sobre una base de jugo de lulo
- Las tortas de zapallo y ullucos, los envueltos de choclo, las cucas del Cau
ca, el pandebono, los panderos, las em panadas de pipián y del de Cam-
bray del Valle, son los amasijos más conocidos
- Entre las sopas, el zango del Cauca y Nariño que contiene birimbí y jugo
de naranja agria, maíz amarillo, ullucos y fríjol verde
- El picante es común. Se prepara ají de aguacate, de maní y de queso, ser
vidos co m o com pañeros del muchacho relleno y las em panadas
- En Nariño los curies y los lapingachos o pastelitos de papa y el lom o de
cerdo con mora o lulos
- Entre los postres las caspiroletas y el desam argado hecho de limones, bre
vas y toronjas verdes y rosadas.
161
R E G IO N C A R IB E
- Cada ciudad tiene sus platos típicos, así: Cartagena, arroz con co co o titote;
en Barranquilla las carimañolas, en Santa Marta, la ensalada de pulpo y el
rondón de las islas que se hierve en grandes calderos. Sucre es fam oso por
sus calam ares rellenos y el arroz con chipi chipi
COSTA PACIFICA
Hay su com ida ha sido llevada al Valle, especialm ente el fresco de borojó, gui
neo y naidí;
C a r a c t e r í s t ic a s d e la a lim e n t a c ió n
162
según áreas (rural-urbana) y estratos sociales (capacidad de com pra de la
canasta familiar y variación en los hábitos alimenticios);
8. Después del maíz, los alimentos más consumidos son el plátano y la yuca,
la papa, el ñame, el trigo, la ahuyama;
9. El com plem ento de las comidas es el arroz, que no falta en ningún estrato
social, así com o el café y en menor grado el chocolate;
10. Si bien los cam pesinos producen leche, huevos, queso, mantequilla, frutas
y verduras, prefieren vender estos productos para el consum o de algunos
sectores medios y altos de las áreas urbanas.
163
para quitar la gripa; sirve para limpiar el estóm ago (B oyacá); sirve para
hacer guarapo (áreas rurales) y éste sirve para los pies cansados (Boyacá).
5. Café: el tinto adelgaza (Tolima y B ogotá); quita el sueño (Tolim a); quita la
borrachera (casi todo el país); en polvo sobre una herida detiene la hemo
rragia (Tolima, Norte de Santander, Cundinamarca); com er las pepas ma
duras produce anemia (Tolim a).
164
(Caldas, Huila, Tolima, Cundinamarca); caldo de pata o gelatina es recons
tituyente (Antioquia, Caldas, Valle, Tolima, Cundinamarca); caldo de paja
rilla es fortalecedor y estimulante sexual (B ogotá); la pepitoria o asaduras
es constituyente y afrodisíaco (Santanderes); el pescado, la tortuga, los
huevos y cabeza de pescado son alimenticios afrodisíacos y sirven contra
la esterilidad (Caribe, Pacífico, Valle, Meta, Tolima.
N ota: Esta inform ación se obtu vo de los diarios de c a m p o y de algu nas respu estas detalladas dadas
p o r los en trevistad os en cada región . Los v ie jo s son las p e rs o n a s q u e m ás c o n o c e n la dieta
tradicional y su preparación, aunque su alim ento s e s o m e te a las ca p a cid a d es e c o n ó m ic a s o a la
disponibilidad de tiem po y hábitos del pariente c o n quien viven o de la institución d o n d e se alojan.
N o obstante, la m ayoría de los viejos tiene prob lem a s dentarios q u e les im p id e co n su m ir m u ch os
alim entos, aunque estén disponibles. La m ayoria desech a la sal y los co n d im en tos p o r p rescrip ción
m éd ica , h om eop á tica o radial y m uchos lo hacen c o m o precau ción para evitar p ro b lem a s d e tensión
arterial.
165
ALG UNOS REFRANES O BTENIDOS D EL D IA R IO DE CAMPO Y QUE SON
CONSTANTEMENTE REFERIDO S POR LA POBLACION VIEJA
“A buen h a m b re n o h ay m a l p a n "
“A c a b a llo re g a la d o n o se le m ira el d ie n te ”
“A d ó n d e irá el b uey q u e n o are y la m uía q u e n o c a r g u e "
“A la m a n o d e D ios y a la p ata del D ia b lo ”
“A la m u jer c a s ta su m a rid o le b a s ta ”
“A la vejez... v iru e la s ”
“A l cura o írle la m is a y s a c a rle el c u e r p o ”
“A l q u e al c ie lo e s c u p e en la cara le c a e ”
“A l q u e fe o a m a , b o n ito le p a r e c e ”
“A m a l qu e no tie n e cura, h a cerle la cara d u ra”
“A m o r d e m a d re, q u e to d o lo d e m á s e s a ire ”
“A n te s q u e te c a ses, m ira lo q u e h a c e s ”
“A ñ o b isiesto, p ascu a m a rcial, a ñ o fata l”
“ C a d a a lc a ld e jo d e en su a ñ o ”
“ C a rn e sola n o es b a s tim e n to ”
“ C a s a r y c o m p a d ra r c a d a cual c o n su ig u a l”
“ C o n tig o pan y c e b o lla ”
“ C o n los tu yos, c o n razón o sin e lla "
“ C u a n d o la p ata se hincha, la sepultura relin ch a ”
“ C u a n d o p e le a n las c o m a d re s , s e c o n o c e n las v e rd a d e s ”
“ D el e n e m ig o , el c o n s e jo ”
“ El c a b a llo y la mujer, buen o jo han d e te n e r ”
“ El ladrón ju z g a p o r su c o n d ic ió n ”
"E l p e re z o s o trab aja d o b le "
“ El p e c a d o a c o b a rd a ”
“ El qu e a lg o q u iere, a lg o le d e b e c o s ta r”
“ El qu e c on lo a je n o s e viste en la c a lle lo d e s v is te n ”
“ El qu e da lo q u e tie n e a p ed ir s e e n s e ñ a ”
“ El qu e d ic e la verd a d n o p e c a , ni e s e m b u s te ro ”
“ El qu e n o v iv e c o m o p ien sa a c a b a d e p e n s a r c o m o v iv e ”
“ El qu e qu iere dar, n o o fr e c e "
“ El qu e v iv e d e esperar, m u ere d e h a m b re ”
“ E xcu sa no p ed id a , a c u s a c ió n m a n ifie sta ”
“ G a to c o n gu a n te s n o c a za ra to n es ”
“ La a m b ic ió n ro m p e el s a c o ”
“ La c a lle del d e s p u é s lleva a la p laza del n u n c a ”
“ L as p en a s c o n v e r s a d a s su elen s er a liv ia d a s ”
“ La m u jer h o n rad a la pata qu eb ra d a y en c a s a s e n ta d a ”
167
“ L a p rim e ra m u jer e s c o b a y la s eg u n d a s e ñ o ra "
“ L o m e jo r e n e m ig o d e lo b u e n o ”
“M ad rastra el n o m b r e le b a s ta ”
“M á s h a c e ei q u e q u iere q u e el qu e p u e d e ”
“M á s v a le s a b e r q u e h a c e r”
“ N a d a es q u erid o , si an tes n o es c o n o c id o ”
“ N o o jo en carta, ni m a n o en p la ta ”
“ N o e n s u c ie el a g u a q u e ha d e b e b e r”
“ N o h a y m ie l sin h iel”
“ N o h a y n a d a q u e d é m á s v a lo r q u e e l m ie d o ”
“ N o h a y p e o r s o r d o q u e el qu e n o q u iere o ír”
“ N o h a y p la z o q u e n o s e c u m p la , ni c u en ta qu e n o se p a g u e ”
“ N u n c a s e g u n d a s p a rtes fu e ro n b u e n a s ”
“ P ara v e rd a d e s el tie m p o y para ju sticia D io s ”
“ P ien s a m a l y a c e rta rá s ”
“ P or el d e s a y u n o s e s a b e lo q u e va a s er el a lm u e rzo ”
“ P u e rta a b ie rta al s a n to tie n ta ”
“ Q u ie n a m a el p e lig r o en el p e r e c e ”
“ Q u ie n c a n ta sus m a le s e s p a n ta ”
“ Q u ie n c o n m u c h a c h o s e a c u e s ta , c a g a d o a m a n e c e ”
“ Q u ie n e n tre la m iel an d a a lg o s e le ha d e p e g a r ”
“ Q u ie n h a c e lo q u e q u iere, n o h a c e lo qu e d e b e ”
“ Q u ie n m á s tie n e m á s q u ie r e ”
“ Q u ie n n o te c o n o z c a q u e te c o m p r e "
“ T a n to tie n e s ta n to v a le s ”
“ T ra s lad rón , b u fó n "
“ T ra s la te m p e s ta d , v ie n e la c a lm a ”
“ CJn c la v o s a c a o tro c la v o o lo a c a b a d e h un dir”
“ V e r la p aja en el o jo a je n o y n o la v ig a en el p ro p io ”
168
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171
IN T R O D U C C IO N
1. A S P E C T O S E S T A D IS T IC O S Y D E M O G R A F IC O S
DE L A V E J E Z EN C O L O M B IA ..................................................... 9
¿Cuándo com ienza la vejez en los individuos?............................... 9
Envejecimiento d em o g rá fico ............................................................ 10
Envejecimiento dem ográfico en Am érica Latina............................ 11
Envejecimiento dem ográfico en C o lo m b ia ..................................... 14
Evolución general de la población co lom b ia n a .............................. 15
2. P O L IT IC A S S O C IA L E S P A R A L A V E J E Z .................................. 21
Modelos de atención a la v e je z ......................................................... 21
Problemas relacionados con una política gerontológica................ 26
Políticas de salud y bienestar so cia l................................................. 27
3. P O L IT IC A S D E IN T E R N A L IZ A C IO N EN C O L O M B IA .............. 33
Las instituciones para viejos en C o lo m b ia ...................................... 34
Instituciones de salu d........................................................................ 36
Sistemas alternativos......................................................................... 37
4. E S T R U C T U R A F A M IL IA R , T IP O L O G IA Y D IN A M IC A ............ 39
Factores estructurales de la econom ía en los cam bios
familiares y el estatus del v ie jo ......................................................... 42
Lo rural y lo urbano: incidencia fam iliar...................................... 43
Dinámica de la participación del viejo en la fam ilia 44
Factores socioculturales y v e je z ....................................................... 47
Familia................................................................................................ 48
Trabajo y Ju bilación........................................ ;................................ 50
S alu d .................................................................................................. 52
Estilo de Vida...................................................................................... 52
Factores p sic o ló gico s........................................................................ 53
Factores socioeconóm icos................................................................ 53
Factores edu cativos........................................................................... 54
Factores am bientales......................................................................... 55
173
5. S O C IA L IZ A C IO N Y V E J E Z ............................................................ 57
Socialización primaria y estereotipos del v ie jo ................................ 58
Socialización secundaria................................................................... 59
Factores que inciden en la socialización del v ie jo ........................... 60
6. A C T IT U D E S S O C IA L E S , E C O N O M IC A S Y C U L T U R A L E S
A N T E E L E N V E J E C IM IE N T O ........................................................ 67
Definición cultural de la vejez y del com ienzo de la senectud 67
Criterio cultural de la vejez en C o lo m b ia ......................................... 67
Actitudes ante el envejecim iento...................................................... 72
Características ideales de la vejez en C o lo m b ia .............................. 75
Actividades de los viejos en C o lo m b ia ............................................ 81
Actividades de la vida cotidiana de los viejo s.................................. 89
7. T R A T A M IE N T O S O C IO C U L T U R A L
A L O S V IE J O S EN C O L O M B IA ................................................... 101
Respeto a los viejos en la familia y en la sociedad.......................... 101
Cuidado del viejo en la familia y en la sociedad .............................. 103
Obediencia a los viejos...................................................................... 108
Explotación de los viejos................................................................... 109
Sostenim iento de los v ie jo s .............................................................. 113
8. R E L A C IO N S O C IE D A D , C U L T U R A Y V E J E Z ............................ 115
Trabajo y V ejez................................................................................... 115
Religión y V e je z .................................................................................. 119
Política y V ejez.................................................................................... 123
Recreación y V ejez............................................................................. 129
Com unicación y V e je z ....................................................................... 132
Salud y V e je z ...................................................................................... 133
Comunidad y V e je z ............................................................................ 138
9. R E F L E X IO N E S Y S U G E R E N C IA S ............................................... 141
El problem a d e m o g rá fic o ................................................................. 141
Características de la población vieja co lo m b ia n a ........................... 141
Tipos de viejos en Colom bia............................................................. 143
Legislación sobre seguridad s o c ia l................................................. 143
Propuestas para una política geron tológica.................................... 145
A N E X O 1. M E T O D O L O G IA .......................................................... 149
A N E X O 2. A L G U N O S M O D E L O S A L IM E N T A R IO S ................ 157
Algunos refranes constantemente referidos por la población vieja 167
B IB L IO G R A F IA ................................................................................ 169
174
Fam ilia y Vejez es la segunda edición
fusionada y revisada de las publica
ciones tituladas: F am ilia y Vejez en
C o lo m b ia , P e rs p e c tiv a s a ñ o 2 .0 0 0
(1990) y Aspectos Socioculturales de la
Vejez en C olom bia (1991), resultado
de la investigación que sobre el tema
fue financiada p o r Colciencias y la
Universidad Nacional. En dicha inves
tigación, participaron en calidad de
auxiliares los estudiantes de últim o
semestre de la carrera de antropolo
gía durante dos promociones. Varios
de ellos elaboraron su tesis de grado
sobre aspectos diferentes relaciona
dos con esta temática.
Com o asesora de Colciencias duran
te 1990, la autora dirigió la investiga
ción publicada p o r esta entidad con
el título: Ciencias Sociales en C olom
bia 1991.
Por tales motivos, la autora hace es
pecial reconocimiento a Colciencias,
así com o a las directivas, colegas y
estudiantes del D e p a rta m en to de
A ntropología de la Universidad Na
cional durante ese período.
I
F a m ilia y Vejez es el resultado de una investi
gación para exam inar la m agnitud del cam bio
dem ográfico colom biano y sus implicaciones
para la política social y para el sistem a de se
guridad social del país.
En él se describen y analizan los cam bios en la
estructura poblacional, su evolución y sus efec
tos sobre las políticas sociales y sobre el siste
m a de seguridad social, y se presentan algu
nas políticas sociales relacionadas con la po
blación vieja para tener un punto de referen
cia internacional.
El an álisis d e las p o lític a s d e in stitu c io -
nalización de las personas viejas en C o lom bia
da parám etros para su evaluación, con el fin
de adecuarlas a las nuevas realidades familia
res y sociales del pais y a las expectativas de
una población envejeciente que reclam a m a
yor autonom ía, pero que requiere una aten
ción especializada.
Tam bién se enuncian los cam bios en la estruc
tura familiar colom biana, las nuevas tipologías
fam liares y su dinámica, para entender las m o
dificaciones op eradas en la responsabilidad
del cuidado de los viejos por p a rte de las nue
vas generaciones y en el papel que la nueva
famlia asigna a los abuelos. Esto significa que
en este libro, el análisis de la transform ación
fam iliar es esencial para com pren der la reali
dad de la vejez de hoy y del futuro.
FAMILIA
¥ VEJEZ