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Hipertensión intracraneal los tres casi incompresibles, un cambio de

uno de ellos tendrá que ser compensado


por el resto de los componentes. Es decir:
R. García de Sola
Servicio de Neurocirugía. Hospital de la Princesa. Universidad Autónoma de Madrid. Vcerebral + Vsangre + VLCR = Vtotal intracraneal

Los mecanismos de compensación de ac-


ción rápida descansarán fundamental-
mente en el LCR y en la circulación cere-
factores responsables del mantenimiento bral. Un aumento en el volumen total
Introducción
de una PIC normal aún se desconocen. puede ser compensado por el LCR expul-
Este trabajo se va a dividir en cuatro apar- sado fuera del cráneo hacia el raquis, en
tados. El primero es una introducción di- donde a su vez este volumen de líquido
Relación de la presión intracraneal
rigida a resaltar los conceptos de presión es equilibrado por expulsión de sangre de
con la circulación cerebral
intracraneal y fisiopatología de la hiper- los plexos venosos extradurales; o reab-
tensión intracraneal. En un segundo blo- Davson en 1967 expuso la relación que sorción a nivel de los senos, mediante un
que se revisarán las hidrocefalias, dete- existe entre la presión del LCR y las pre- mecanismo presión-dependiente. Además,
niéndonos más especialmente en la siones intravasculares. Esquematiza el sis- la sangre venosa cerebral puede ser ex-
hidrocefalia “normotensiva del adulto” en tema craneoespinal como un recipiente de pedida del cráneo con cierta rapidez. La
un tercer apartado. Finalmente, en el cuar- paredes semirrígidas, en el que se encuen- disminución del volumen sanguíneo circu-
to se expondrá de forma esquemática el tra el lecho vascular arterial y venoso. lante intracraneal mediante una vaso-
manejo clínico, diagnóstico y terapéutico, Las cubiertas del sistema craneoespinal constricción es otra posibilidad de com-
de la hipertensión intracraneal. son distensibles (sobre todo las raquídeas) pensación de aumentos bruscos del
y el LCR puede escapar de la cámara a tra- volumen intracraneal.
vés de su reabsorción a nivel de los se- El parénquima cerebral, a través del aumento
Bases fisiopatológicas nos venosos, mediante un sistema valvu- o disminución de su espacio extracelular, va
de la hipertensión lar unidireccional presión-dependiente. Por a ser un mecanismo lento de compensación.
intracraneal consiguiente, la expansión rítmica arterial
es posible y se equilibra por la propia ten-
Fisiopatología
sión elástica de la pared arterial y por el
Concepto de presión de la hipertensión intracraneal
escape rítmico de LCR. La PIC tiene, por
intracraneal tanto, su origen en la presión arterial (PA)
Génesis de la hipertensión
y la expansión vascular arterial, viéndo-
El cerebro es el sistema más altamente di- intracraneal
se al mismo tiempo su valor muy deter-
ferenciado del organismo humano, pre-
minado por la efectividad del “sistema de El fracaso o no de la capacidad compen-
senta unas condiciones físicas (consisten-
escape” constituido por los mecanismos de satoria del volumen intracraneal depende
cia visco-elástica) que exigen un máximo
reabsorción de LCR en el cráneo y raquis. del volumen patológico sobreañadido, de
de protección, por lo que se encuentra en-
Hay un tercer factor fundamental en el la mayor o menor velocidad con que se
vuelto por una estructura ósea inextensi-
amortiguamiento de la PIC: el sistema ve- produzca el aumento de volumen y del es-
ble e inmerso en un fluido, el líquido ce-
noso. Sus paredes son muy compresibles tado previo del volumen total intracraneal
falorraquídeo (LCR). Éste constituye un
y dilatables, y las arterias podrán expan- y de sus mecanismos de compensación.
sistema hidrostático que mantiene una pre-
dirse gracias al colapso parcial del siste- Las causas principales que van a des-
sión positiva por encima de la presión at-
ma venoso, lo que producirá una expul- compensar el volumen intracraneal total
mosférica. Esta presión del LCR a la que
sión rítmica de sangre venosa. pueden referirse fundamentalmente a una
va a estar sometido todo el parénquima
Todo este complejo crea las oscilaciones lesión expansiva de las más diversas etio-
cerebral se considera como presión intra-
pulsátiles de la PIC que pueden observar- logías (contusiones, tumores, abscesos,
craneal (PIC), admitiéndose como valores
se en los registros continuos de la misma. etc.) junto a mayor o menor grado de ede-
normales, en un sujeto en decúbito supi-
Su amplitud está en relación, como hemos ma cerebral que coexista con ella, a las
no, entre 10-15 mmHg.
visto, con el estado del tono vasomotor alteraciones de la circulación del LCR (hi-
Langfitt, en 1964, ya explicó que el sis-
cerebral, grado de dilatación venosa y re- drocefalia, síndrome de hipertensión in-
tema craneoespinal es un recipiente de
sistencia del LCR a la absorción. tracraneal [HIC] benigna), y a las de la
paredes rígidas semiabierto a la presión
Esta situación se mantiene muy estable, circulación cerebral. Estas últimas son las
atmosférica a través de la circulación san-
de ahí que la PIC pueda ser considerada que están peor comprendidas. La PIC en
guínea, responsable de que dicha PIC sea
una constante vital. Y se explica gracias estos casos puede aumentar por proble-
superior a la atmosférica. Muchos de los
a la teoría de Monro-Kellie, modificada por mas que ocasionen vasodilatación cerebral
Burrow que se puede resumir diciendo: el o por obstrucción en el drenaje venoso.
contenido intracraneal está compuesto por Durante la expansión gradual de una masa
tres elementos: masa encefálica, sangre intracraneal el volumen desplazado pue-
Medicine 1998; 7(92): 4291-4300 del lecho vascular cerebral y LCR. Al ser de ser LCR, sangre o líquido extracelular

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ENFERMEDADES DEL SISTEMA NERVIOSO (III)

del parénquima cerebral. La finalidad es


C=
DV Métodos de medida
intentar mantener constante el volumen DP de la presión intracraneal
intracraneal, de forma que se cumpla:
El inverso de la C es la E, sinónimo de ri- Por PIC se entiende la presión medida en
Vcerebral + Vsangre + VLCR + Vlesión = Vtotal = Kl gidez de un sistema: cualquier localización del eje cráneo-espi-
nal, siendo por tanto el término más am-
Relación presión/volumen DP plio, menos específico y más utilizado en
E=
DV el lenguaje clínico.
En el momento que esto no se cumple, se
Presión del LCR es la presión medida en
inicia el desarrollo de una HIC más o me-
Una situación de HIC puede llegar a co- el espacio subaracnoideo lumbar o a nivel
nos severa, que estará en función de la
lapsar vasos de drenaje venoso e incluso craneal. Siempre que no exista una obs-
relación presión/volumen (P/V) en un mo-
el propio lecho arterial. Esto se debe a que trucción entre ventrículos y espacio suba-
mento determinado, cuya mejor descrip-
ante el aumento de la presión extravascu- racnoideo, la presión del LCR será igual a
ción corresponde a Langfitt (1964), quien
lar el primer mecanismo puesto en mar- la presión intraventricular (PIV).
la obtuvo inyectando pequeñas unidades
cha, suponiendo la PA constante para La presión subdural (PSD) es la medida
de volumen siempre constantes (1 ml/h)
mantener una correcta homeostasis, es en el espacio entre la duramadre y la mem-
en monos, utilizando un balón extradural.
producir una vasodilatación cerebral, con brana aracnoidea o el mismo cerebro. La
La curva es asintótica (fig. 1). Su prime-
disminución de la resistencia vascular ce- presión epidural (PED) es la medida en el
ra parte horizontal corresponde a la fase
rebral (RVC). Si tenemos en cuenta la fór- espacio entre la duramadre y la cara in-
de compensación, que traduce cómo se va
mula: terna del cráneo. Finalmente, la presión
acomodando el volumen del balón extra-
tisular cerebral es la presión del líquido
dural mediante el escape del LCR del sis- PA – PIC
FSC = extracelular del parénquima cerebral.
tema. Sin embargo, en la parte final ver- RVC
Es obvio que existen diferencias entre las
tical de la curva se evidencia cómo
presiones medidas en los diferentes espa-
pequeños incrementos de volumen en el El flujo sanguíneo cerebral (FSC) se man-
cios intracraneales, estando condicionados
balón producen incrementos muy inten- tiene constante (fig. 2). Esta vasodilata-
los errores por el sistema de medida utili-
sos de la PIC. Esto, a nivel clínico, expli- ción cerebral incrementa la tensión de la
zado y las diferentes situaciones patoló-
ca cómo cuando un proceso expansivo ha pared arterial (al aumentar su radio, se-
gicas. Por esta razón es importante espe-
agotado prácticamente la capacidad com- gún la ley de Laplace), lo que permite so-
cificar la localización y la metodología
pensatoria del volumen intracraneal, pe- portar mayor PIC o extramural. Cuando se
empleada en la medición de la PIC.
queños cambios en el volumen sanguíneo llega a la mayor capacidad de vasodilata-
Muy brevemente expondremos los dife-
cerebral o del contenido de agua del pa- ción compensadora se producirá un co-
rentes métodos de medida de la PIC:
rénquima pueden determinar elevaciones lapso vascular, excepto si aumenta la PA.
catastróficas de la PIC. Pero si el aumento de la PA no es sufi-
Punción lumbar
Para valorar el mejor significado de esta ciente, comenzará a disminuir el FSC por
curva es necesario conocer los términos colapso vascular, produciéndose un efec- Se utiliza para medidas momentáneas o
“compliance” (C) y “elastancia” (E). La C to isquémico que agrava el proceso. Va- para realización de prueba de infusión
o flexibilidad es un índice de distensibili- rios estudios en el hombre indican que el (Nelson, 1970), con la finalidad de estu-
dad volumétrica y equivaldría al incre- efecto Cushing de hipertensión arterial no diar la capacidad de reabsorción de LCR
mento de la PIC obtenido al añadir una ocurre hasta que la PIC alcanza niveles de en hidrocefalias arreabsortivas.
unidad de volumen, según la fórmula: 40-60 mmHg.
Intraventricular
Mediante colocación de un catéter en el
ventrículo lateral, conectado a un trans-
P
ductor de presión (Lundberg, 1960).

Presión subdural
DP
Medida tras la colocación en el espacio
subdural de cápsulas metálicas (Vries et
al, 1975), conectadas mediante un caté-
ter a un transductor de presión.
DP
Presión epidural
Obtenida a través de la colocación sobre
V
la duramadre de diveros transductores
(Dorsch et al 1975, Gobiet et al, 1974) o
DV DV sistemas similares a los descritos en el
Fig. 1. Curva presión/volu-
men. apartado anterior.

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HIPERTENSIÓN INTRACRANEAL

alteran su estabilidad y que siempre que


Amp
existen indican patología.
5
La PIC en un trazado de HIC varía desde
15 mmHg hasta el valor de la tensión ar-
4
terial media existente en el momento en
Fig. 2. Relación entre la am-
plitud de la onda pulsátil de
el que se produce un colapso circulatorio
3 cerebral.
la presión intracraneal PIC
(PIC) y el valor medio de la PIC
PIC
T
PIC
A medida que aumenta la PIC y se van
PIC. Hay una fase entre 2 T T afectando los mecanismos de compensa-
T
aproximadamente 20 y 60 + + r + r + r
PA
r
PA ción cambian las características de la onda
mmHg, que es lineal y re- PA PA

presenta la relación elastan- 1 pulsátil cerebral. Ello se debe fundamen-


cia cerebral/presión intra- talmente a que se va generando progresi-
craneal. Se explica la vamente una alta elastancia cerebral. El
respuesta vasomotora y de
10 20 30 40 50 60 70 80 90 100
mismo volumen sanguíneo que entra en
PA a medida que aumenta
la PIC, hasta llegar al incio mmHg P la cavidad craneal bombeado por el cora-
del colapso vascular (véase zón, o que sale favorecido por la dismi-
texto). nución de la presión venosa central, va a
ocasionar unos cambios de la PIC más acu-
sados y que se traducen en un aumento
Presión intraparenquimatosa morfología es intermedia entre la de la PA
de la amplitud de dichas ondas pulsátiles
y la onda de presión venosa central. El
Mediante la colocación de dispositivos en cardíaca y respirtoria, o incluso cambios
componente respiratorio de la onda pul-
el parénquima cerebral que permiten me- en su morfología.
sátil de la PIC traduce una depresión ins-
dir la presión tisular en esa zona (Crutch- Pero es que, además, en esta situación de
piratoria y una elevación espiratoria (lo
field et al, 1990). alta elastancia cerebral con los mecanis-
contrario sucede con respiración asistida).
mos de compensación alterados, se pro-
Estas oscilaciones están provocadas por
Presión en fontanela ducen de manera espontánea ondas pato-
los cambios de presión intratorácica e in-
lógicas típicas. Actualmente se reconocen
Utilizado como método no invasivo de mo- traabdominal, que se transmiten a la ca-
las siguientes.
nitorización en recién nacidos (López-Ibor vidad intracraneal a través de las venas
et al, 1982). yugulares y plexos raquídeos respectiva-
Ondas “A” de Lundberg. También lla-
mente.
madas ondas en meseta. Son elevaciones
Las circunstancias fisiológicas que conlle-
Semiología de la presión bruscas y episódicas de la PIC a valores
van una maniobra de Valsalva (tos, es-
intracraneal de 50 a 100 mmHg y duración superior a
tornudo, defecación, llanto) producen
cinco minutos. Por lo general están su-
variaciones rápidas de la presión intra-
Valores normales perpuestas en una línea basal de PIC ele-
ventricular, de amplitud variable que pue-
vada. Se admite que son ocasionadas por
La presión a nivel del III ventrículo en un de incluso llegar a 60-80 mmHg. Estos
un mecanismo de isquemia-vasodilatación
sujeto sano en decúbito supino oscila nor- aumentos de presión fisiológicos son prác-
y aumento consiguiente del volumen san-
malmente alrededor de los 10 mmHg (136 tiamente instantáneos y se reparten por
guíneo intracraneal y posterior vasocons-
mmH 2O). Cuando la PIC supera los 15 igual tanto al LCR como al sistema circu-
tricción. Se acompañan de signos clínicos
mmHg estamos ante una situación de HIC. latorio. La estructura noble cerebral no su-
indicativos de sufrimiento de tronco.
Cifras entre los 11 y 15 mmHg son de du- fre ya que por todas partes se ve someti-
dosa significación. da a la misma presión.
Ondas “B” de Lundberg. Son de menor
Los cambios de posición de la cabeza y Así mismo los cambios de posición del su-
amplitud y duración que las anteriores,
del cuerpo modifican la PIC, y esta modi- jeto determinan artefactos en el trazado
consistiendo en oscilaciones a una fre-
ficación siempre es menor a la desnivela- que, en ocasiones, pueden ser difíciles de
cuencia de 1/2 a 2 por minuto, en tandas
ción hidrostática, ya que como sabemos identificar si el enfermo no ha sido ade-
de duración variable. Clínicamente son me-
la cavidad craneorraquídea no es del todo cuadamente vigilado desde el punto de vis-
nos significativas pero su aparición de for-
rígida, y además se comunica y compen- ta clínico.
ma periódica suele ir asociada con una de-
sa con el exterior mediante el sistema cir- En un trazado lento y de larga duración
presión de la conciencia, trastornos
culatorio. de la PIC se observa una característia esen-
respiratorios, y a menudo preceden a la
cial de la PIV: la estabilidad de su valor
aparición de una onda en plateau.
Registro de la presión intracraneal: medio.
oscilaciones normales
Ondas en rampa de Brock (fig. 3). Corres-
Curvas patológicas
En un registro continuo de la PIC se pue- ponden a una elevación gradual de la PIC
de presión intracraneal
den objetivar una serie de variaciones de- de duración variable, pero no superior a
bidas a las ondas de pulso cardíaco y los En una situación de HIC, la PIC media está dos-tres minutos, con caída brusca. Al
ciclos respiratorios. La onda pulsátil car- elevada, pero además se pueden objetivar igual que las ondas B pueden aparecer en
díaca mide 1-5 mmHg. La amplitud y su una serie de variaciones en el trazado que tandas de duración variable. La disminu-

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ENFERMEDADES DEL SISTEMA NERVIOSO (III)

aproximado de 0,3 cc/min, mediante un


proceso activo que gasta energía y que no
es presión-dependiente. Esto explica el he-
cho clínico de las hidrocefalias hiperten-
sivas, que pueden llegar a ocasionar la
muerte del paciente por HIC.
El LCR circula por el sistema ventricular
(ventrículos laterales - agujero de Monro -
Fig. 3. Ejemplo de ondas en rampa, en una monitorización de la PIC en una paciente con hidrocefalia comunicante III ventrículo - acueducto de Sylvio - IV
arreabsortiva. ventrículo) y sale al espacio subaracnoideo
por los agujeros de Luschka y Magendie.
ción brusca de la PIC que sigue está en re- la respuesta de presión (DP) ante esta in-
Circula hacia la convexidad y se reabsor-
lación con un mecanismo rápido de com- yección de volumen (fig. 1). En este su-
be en gran parte a nivel de los grandes se-
pensación, gracias a una reabsorción rá- puesto, el valor de la elastancia cerebral
nos venosos durales. La reabsorción a ni-
pida de LCR dado el gradiente de presión sería si las variaciones en el volumen san-
vel de los senos venosos durales se realiza
que se ha producido. guíneo cerebral se mantuvieran constan-
mediante un mecanismo pasivo presión-
Estas ondas en rampa se observan con tes:
dependiente, a través de sistemas valvula-
frecuencia en la monitorización de hidro-
res unidireccionales como los corpúsculos
cefalias comunicantes por dificultad de re- DP
E= = k · DP = k’ · Amp de Paccioni. La capacidad de reabsorción
absorción del LCR. DV
puede llegar a ser incluso diez veces su-
perior a la producción. Esto constituye, por
Ondas en meseta abortivas. Son de me- es decir, la amplitud de la onda pulsátil ce-
tanto, uno de los mecanismos de homeos-
nor intensidad y duración que las ondas rebral, como manifestación de una varia-
tasis más importante para el mantenimiento
“A” y como en las anteriores podríamos ción homogénea y cíclica del volumen de
de niveles de PIC normales.
decir que reflejan un grado leve de des- sangre intracraneal está en relación direc-
No obstante, el LCR forma parte del es-
compensación cerebral. ta con la elastancia cerebral. Si se estudia-
pacio extracelular cerebral y en cierta pro-
ra la relación entre la AmP y los diferentes
porción se produce y reabsorbe en el pro-
Elastancia cerebral niveles de PIC, se obtendría una curva se-
pio parénquima cerebral. Esto explica el
mejante a la relación E/PIC (fig. 2).
La forma clínica de averiguar en qué pun- fallo de las intervenciones de extirpación
to de la curva P/V se encuentra un pa- de los plexos coroides para tratar las hi-
ciente en un momento determinado fue Clínica drocefalias.
propuesta por Miller et al (1974), me-
Es clásica la tríada de cefalea, vómitos y
diante la prueba VPR: infusión intraven-
edema de papila. A esto hay que añadir Clasificación
tricular rápida de 1 cc de suero y registro
la afectación de paredes craneales. En con- de las hidrocefalias
de la variación de la PIC. Tiene el incon-
creto el VI, aunque no es localizador del
veniente de que se pueden producir in- Las hidrocefalias se han clasificado de
proceso expansivo; y el III par, que se pre-
crementos graves de la PIC, que sólo co- múltiples formas, lo que ha llevado a con-
senta en los últimos estadios y localiza el
nocemos la elastancia de ese momeno, fusión. Con la idea de aclarar conceptos y
hemisferio cerebral donde se encuentra el
aparte del riesgo de infección. Marmorou facilitar su comprensión vamos a conti-
proceso expansivo.
et al (1978), mediante su índice presión- nuación a dar esquemáticamente un re-
A esto hay que añadir uno de los datos
volumen (PVI) obtenido tras infundir o ex- corrido por las diferentes clasificaciones
clínicos más importantes y que nos pue-
traer rápidamente un volumen de LCR del usadas aún hoy día.
den medir la intensidad y evolución de la
ventrículo, obtienen la pendiente de la rec- Si atendemos a su etiología, se diferencian
HIC: el nivel de conciencia. Su descenso
ta que es expresión logarítmica de la re- las hidrocefalias de estirpe congénita (es-
progresivo, desde la normalidad hasta el
lación exponencial V/P. Dicho PVI indica- tenosis de acueducto y enfermedad de
coma, pasando por la bradipsiquia, deso-
ría el volumen necesario para aumentar Dandy-Walker) o por patologías adquiri-
rientación témporo-espacial y el estupor,
diez veces la PIC inicial. das (tumoral, vascular, infecciosa, u otras
nos indicará un deterioro del paciente por
Para obviar los riesgos de inyección in- causas).
incremento de la PIC.
traventricular e incluso hacer posible el es- En cuanto a los fenómenos patogénicos
tudio en monitorizaciones de la PIC con puestos en marcha, se pueden diferenciar,
sistemas no intraventriculares, varios gru- al menos en teoría, tres tipos:
pos de investigadores propusieron utilizar
Hidrocefalia 1. Hipersecretoras. Son excepcionales y
la relación de la amplitud de la onda pul- Se entiende por hidrocefalia el aumento sólo se consideran dentro de este grupo
sátil de la PIC (AmP) con la propia PIC del volumen de LCR intraventricular. y por algunos autores, las hidrocefalias
(relación AmP/PIC) (Avezaat et al, 1979). producidas por papilomas de plexos co-
La base teórica supone que el cambio en roideos, aunque en la realidad hay siem-
Fisiología del LCR
el volumen sanguíneo cerebral por cada pre un factor obstructivo asociado.
ciclo cardíaco (DV) es el volumen inyec- El LCR se produce fundamentalmente a 2. Obstructivas, cuando hay alguna cau-
tado a la cavidad craneal. La AmP sería nivel de los plexos coroideos, a un ritmo sa congénita o adquirida que bloquea las

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HIPERTENSIÓN INTRACRANEAL

vías de circulación del LCR dentro del es- El proceso diagnóstico es fácil, dado que tos que por su simplicidad tienen la ven-
pacio ventricular. la tomografía axial computarizada (TAC) taja de ser didácticos y la desventaja de
3. Arreabsortivas, cuando la dificultad de y, aún mejor, la resonancia magnética no ser totalmente exactos (García de Sola,
salida del LCR del cráneo está a nivel (RM) nos ofrecen imágenes de alta cali- 1989).
de los espacios subaracnoideos. dad de los diferentes tipos de hidrocefalia. Se pueden distinguir tres estadios:
Si se tiene en cuenta el período de la vida Sin embargo, la mal llamada hidrocefalia
en que aparecen, se distinguen dos tipos: normotensiva del adulto genera confusión Puesta en marcha
a) del niño, son obviamente más fre- ya desde su concepto y terminología, ade- El bloqueo parcial de los canales de reab-
cuentes las de causa congénita que ad- más de presentar una especial dificultad sorción del LCR tras una meningitis, he-
quirida, y b) del adulto, en el que sucede desde el punto de vista fisiopatológico y morragia subaracnoidea o cualquier otro
al contrario que en el grupo anterior. de manejo, por lo que a continuación nos proceso a este nivel, provoca un aumen-
Dandy en 1914, a través de experiencias vamos a extender en su exposición. to del LCR, transmitida por vía retrógrada
en animales y observaciones clínicas hace al espacio intra-ventricular, lo que produ-
una observación de paso de un colorante ce su aumento de tamaño.
desde los ventrículos al espacio subarac- Hidrocefalia comunicante
Esta fase probablemente precise una si-
noideo lumbar cuando existe comuni- arreabsortiva tuación de PIC elevada que fracasa en su
cación en todo el sistema ventricular-sub- intento de forzar los sistemas de reabsor-
aracnoideo. Les llama hidrocefalias
Introducción ción de LCR.
comunicantes. Sin embargo, cuando el co-
lorante no se podía recoger a nivel lum- Nos vamos a centrar en las hidrocefalias Mantenimiento
bar, por obstrucción en el sistema ventri- normotensivas del adulto (Ojeman et al,
cular, les denomina hidrocefalias no 1969) descritas por primera vez por Adams A nivel ventricular se producen varios fe-
comunicantes. y Hakim (1964, 1965). La causa de estas nómenos.
Si se midiera la PIC, las hidrocefalias se hidrocefalias está en un desajuste entre la El incremento de la PIC, por la ley de La-
podrían clasificar en hipertensivas, nor- formación y la reabsorción del LCR, por place (la tensión que soporta la pared de
motensivas o de baja presión. dificultad en esta última, que ocasiona un recipiente es proporcional a la presión
Hay una cierta correspondencia entre las una acumulación de LCR en el espacio ven- del líquido contenido y al radio), aumen-
diferentes clasificaciones expuestas. Así, tricular. ta la tensión a nivel de la pared ependi-
las hidrocefalias congénitas se suelen No siempre son de presión normal o baja, maria.
presentar en niños, son obstructivas, no ni sólo se presentan en el adulto (Carrillo Se producen microrroturas de ésta, favo-
comunicantes e hipertensivas. Las hidro- et al, 1982), ni todas las comunicantes reciéndose la reabsorción del LCR. Aun-
cefalias causadas por tumores, hemato- son arreabsortivas, dado que las hidroce- que el edema periependimario producido
mas o abscesos serían hidrocefalias ad- falias ex vacuo (cuyo componente princi- dificulta las funciones de las estructuras
quiridas, por lo general más frecuentes pal es una atrofia cerebral primaria) son involucradas en procesos intelectivos o au-
en el adulto, son no comunicantes e hi- también comunicantes, de acuerdo con el tomáticos, lo que explica la aparición de
pertensivas. Las hidrocefalias arreabsor- concepto dado por Dandy (1914). Inclu- la tríada clásica de síntomas.
tivas son de etiología no congénita, se so hay autores (Bradley et al, 1991) que Si se compensa en parte la reabsorción de
suelen presentar en el adulto, son comu- postulan una relación etiopatogénica en- LCR, la PIC desciende pero la tensión a ni-
nicantes y, por lo general, no hiperten- tre los infartos en sustancia blanca pro- vel de la pared ventricular se mantiene,
sivas. funda, como los observados en la encefa- dado que se ha producido un aumento del
Al tener en mente estos diferentes tipos lopatía arterioesclerótica subcortical y este radio.
de hidrocefalia se puede facilitar su com- tipo de hidrocefalias, que se pondrían en
Progreso
prensión y el manejo diagnóstico y tera- marcha al disminuir dichos infartos las
péutico. fuerzas tensiles de la pared ventricular. El proceso puede no ser reversible, dado
Desde el punto de vista clínico, las hidro- Por esta razón, sería mejor catalogarlas que dicho aumento del radio puede incre-
cefalias van a expresarse en el niño o en como hidrocefalias comunicantes arreab- mentar la tensión de la pared de igual o
la vida adulta de acuerdo con el nivel de sortivas (HICA), en contraposición con las mayor forma que el aumento de la PIC.
hipertensión intracraneal que provoquen hidrocefalias ex vacuo (HIEV), con las que Por otro lado, el edema transependimario
y concomitante a la causa que las produ- hay que hacer el diagnóstico diferencial, hace que ésta sea más débil.
ce. No es la finalidad de este trabajo ha- dado que las alteraciones clínicas produ- Aparece además otro factor: el acerca-
cer una revisión en este apartado. Sólo de- cidas por la primera son reversibles tras miento del manto cerebral a la convexi-
cir que si son hipertensivas, en el lactante la colocación de una derivación ventrícu- dad, dificultando la circulación de LCR.
van a producir un aumento del cráneo, al lo-peritoneal. El proceso se hace pues lentamente pro-
estar abiertas las suturas. En el niño y en gresivo e irreversible, con tendencia al in-
el adulto, sin embargo, las hidrocefalias cremento gradual del tamaño ventricular
Etiopatogenia
hipertensivas amenazan la vida del pa- y lesión concomitante de las estructuras
ciente y requieren en ocasiones actuacio- Los mecanismos de puesta en marcha y periventriculares por su estiramiento. La
nes urgentes que posteriormente se ex- mantenimiento están aún en discusión. A única solución, por tanto, es la derivación
pondrán. continuación se exponen algunos concep- del LCR.

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ENFERMEDADES DEL SISTEMA NERVIOSO (III)

Clínica cer qué grado de demencia irreversible Neuroimagen


puede tener un paciente con HICA y qué
La tríada clásica de demencia, alteracio- grado de HICA (en el sentido de proceso En la TAC se valora el tamaño ventricu-
nes de la marcha e incontinencia de es- activo de aumento de radio ventricular, lar mediante el índice de Evans (relación
fínteres presenta una serie de caracterís- tras la atrofia cerebral y aumento progre- entre distancia máxima de ambas astas
ticas que vale la pena destacar: sivo de la tensión en la pared ependima- frontales y el diámetro máximo del crá-
1. Antecedentes de meningitis, hemorra- ria) pueda tener una HIEV. Hay que tener neo), (fig. 4), presencia o ausencia de sur-
gia subaracnoidea (HSA), traumatismo en cuenta que hay HICA con componen- cos corticales aumentados y la presencia
craneoencefálico (TCE), hematoma sub- te de atrofia (¿demencia no reversible?) e o ausencia de edema transependimario. De
dural (HSD) o intervenciones quirúrgicas, HIEV que podrían tener un componente de éstos, la presencia de surcos aumentados
incluso años antes del establecimiento del dilatación ventricular lesivo. es índice de mal pronóstico quirúrgico (Ca-
cuadro clínico, aunque hay un grupo de En este último sentido aboga el hecho clí- pilla et al, 1990).
etiología desconocida, en el que se aduce nico de reversibilidad temporal de los sín- En el momento actual, sin embargo, la RM
una esclerosis de los puntos de reabsor- tomas (no superior a seis meses) tras la es la prueba de elección, sustituyendo am-
ción del LCR. colocación de la derivación de LCR en pa- pliamente la información que aporta la
La existencia de un claro antecedente es cientes con demencia e hidrocefalia, o me- TAC. Es la única prueba que nos puede
de buen pronóstico en cuanto al resulta- joría transitoria clínica tras evacuación de dar información de la situación del pa-
do quirúrgico (Capilla et al, 1989). LCR mediante punción lumbar, que des- rénquima cerebral (grado de atrofia con-
2. La instauración es insidiosa y lenta- pués no se corresponde con mejoría esta- comitante, afectación microvascular mul-
mente progresiva. ble y duradera tras el tratamiento quirúr- tiinfarto, etc.) en pacientes con HICA, en
3. Fluctuación en la intensidad de los sín- gico. orden a valorar la reversibilidad de la de-
tomas. Por estas razones, el tratamiento quirúr- mencia en un paciente determinado, ade-
Los tres síntomas presentan algunas ca- gico no debe estar basado sólo en prue- más de que es más sensible en la detec-
racterísticas especiales, relacionados tam- bas de neuroimagen y pruebas clínicas ción del edema periependimario (fig. 5).
bién con su capacidad de revertir tras el sencillas como la referida de evacuación Pero hay que tener precaución en la va-
tratamiento quirúrgico (Salmon, 1978). de LCR mediante punción lumbar. Apar- loración de la hiperintensidad periependi-
La alteración en la marcha se denomina te de que esto último, que se realiza con maria, ya que en cierto grado este signo
también apraxia de la marcha, y consiste extraordinaria frecuencia, podría tener el puede presentarse hasta en un 93,5% de
en caminar a pequeños pasos, con míni- problema de que altera durante mucho pacientes (Zimmerman et al, 1986), lo que
mos movimientos de los pies, como si es- tiempo la dinámica intracraneal de LCR, hace que su presencia no sea patogno-
tuvieran imantados al suelo. Esta altera- lo que enmascarará los resultados de los mónica de HICA, aunque es más mani-
ción es la inicial en el cuadro clínico y la estudios que pudieran llevarse a cabo en
que más fácilmente revierte tras la colo- este sentido posteriormente.
cación de la derivación de LCR. DiChiro et al, en 1964, introdujeron la téc-
La demencia, sin embargo, responde peor nica de exploración denominada cisterno-
al tratamiento quirúrgico (Capilla et al, grafía isotópica. El radioisótopo introduci-
1989), dependiendo de la edad, tiempo do mediante punción cisternal o lumbar
de evolución y posible coexistencia de en el espacio subaracnoideo típicamente
atrofia cortical. Igual sucede con la in- se acumulaba, precoz y tardíamente, en el
continencia de esfínteres, síntoma tardío espacio ventricular, en vez de ir hacia la
en la evolución de la hidrocefalia, que convexidad cerebral. Esta prueba que fue
completa la tríada y es de peor pronós- propuesta como la mejor prueba de HICA
tico. y base de la recomendación del trata-
En cuanto a la edad, este proceso se pre- miento quirúrgico, sin embargo no ha aca- Fig. 4. Tomografía axial computarizada en un pacien-
senta más frecuentemente a partir de los bado demostrando una buena correlación te con hidrocefalia comunicante arreabsortiva. Medi-
50 a 70 años, aunque no se puede des- y que sea una buena prueba predictiva. ción del Índice de Evans.

cartar en otras edades, incluso en niños Incluso muchos pacientes con resultados
(Carrillo et al, 1982). La diferencia fun- negativos han respondido bien al trata-
damental es que, por lo general, en eda- miento quirúrgico (Epstein et al, 1995),
des más tempranas la etiología del cuadro por lo que hoy día se pueden considerar
(meningitis, HSA o TCE) está siempre pre- obsoletas la cisternografía isotópica o prue-
sente. bas similares basadas en estudios de cir-
culación de LCR, como la TAC con metri-
zamida.
Diagnóstico
Las pruebas diagnósticas a nuestro alcance
Tras los avances en la neuroimagen, hoy han de realizarse con una secuencia lógi-
día sólo se plantea el diagnóstico diferen- ca, que en nuestro caso ha sido TAC y úl- Fig. 5. Imagen de hipertensión intracraneal en la reso-
cial con la HIEV, como ya hemos referido timamente RM, monitorización de la PIC nancia magnética. Obsérvese la mejor visualización
anteriormente. Pero aún es difícil recono- y/o prueba de infusión. del edema transependimario.

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HIPERTENSIÓN INTRACRANEAL

fiesto en este tipo de pacientes que en los


que presentan HIEV (Jack et al, 1987).
Parece ser, sin embargo, que la existencia
de un signo de vacío a nivel del acueducto
de Sylvio, ocasionado por un alto flujo de
LCR es más manifiesto y típico en pa-
cientes con HICA que en los que padecen
HIEV (Sherman et al, 1986).

Prueba de infusión

Se han propuesto múltiples tipos de prue-


bas por muy diversos autores. Todas ellas
consisten fundamentalmente en la inyec-
ción continua o brusca de una determina-
da cantidad de volumen en el espacio sub-
aracnoideo o ventricular. Dado que el
mecanismo principal que ponemos en mar-
cha para compensar el aumento de volu-
men de LCR es la capacidad amortigua-
dora del sistema, se puede decir que las
pruebas de infusión nos dan información
no sólo de la situación de elastancia ce-
rebral de un determinado paciente, sino
de su capacidad de reabsorción de LCR.
Algunas de estas pruebas son realmente
complejas de realizar, pueden llevar a con-
fusión o requieren invadir el espacio ven-
Fig. 6. Realización de la
tricular, lo que de entrada significa alte- prueba de infusión.
rar la situación dinámica intracraneal antes
de realizar la prueba, además de exponer
al paciente a un cierto riesgo de infección.
Entre las pruebas de infusión rápida y que
Prueba de Infusión
precisan una vía de entrada intraventri-
cular destacan las propuestas por Mar- mmHg Normal mmHg Dudoso
marou et al (1975). Y entre las pruebas 50 60
de infusión continua a nivel lumbar po- 40 50
demos decir que su pionero fue Katzman 40
30
en 1970. Como regla, cualquier prueba es 30
aceptable. Lo importante es conocerla, ad- 20
20
quirir experiencia y utilizar la misma siem- 10 10
pre en la valoración del paciente con hi- 0 0
drocefalia comunicante. 1 3 5 7 9 11 13 1 3 5 7 9 11 13
Nuestra propuesta (García de Sola, 1989), Basal Minutos A Basal Minutos B
por lo sencilla, es llevar a cabo la prueba
siguiendo la técnica de Nelson (1971), que
mejora la de Katzman, con infusión con-
mmHg Patológico mmHg Muy
tinua de 1,7 a 1,9 cc/min en el espacio patológico
50 60
subaracnoideo lumbar durante diez minu-
40 50
tos, midiendo la PIC mediante la coloca-
40
ción de un captor de presión en el circui- 30
30
to cerrado desde la bomba de infusión al 20
20
espacio subaracnoideo lumbar (fig. 6). A 10 10
continuación se detiene la bomba de in-
0 0
fusión y se continúa midiendo la presión
1 3 5 7 9 11 13 1 3 5 7 9 11 13
de LCR en el espacio subaracnoideo lum- Basal Minutos C Basal Minutos D
bar durante tres minutos más (fig. 6). Nel-
son diferenciaba un comportamiento nor-
mal de uno patológico cuando la PIC basal Fig. 7. Tipos de curvas en las pruebas de infusión (véase texto).

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ENFERMEDADES DEL SISTEMA NERVIOSO (III)

una mayor probabilidad de respuesta po-


sitiva a la derivación de LCR (Martin,
1978).
Un dato a tener en cuenta por aquellos
equipos que decidan valorar a los pacien-
tes preoperatoriamente mediante moni-
torización de la PIC es la utilización de
captores epidurales. Aunque son menos
fiables que la monitorización intraven-
Fig. 8. Ejemplo de prueba de tricular presentan, sin embargo, dos he-
infusión muy patológica. Se chos a su favor: el menor riesgo de in-
ha tenido que detener la in-
fección, sobre todo en este tipo de pa-
fusión a los 6 min, por su-
perarse los 50 mmHg de cientes, en que su nivel intelectual puede
PIC. Obsérvese cómo la PIC bajar la capacidad de colaboración del pa-
desciende a valores norma- ciente; y evitar salidas de LCR, durante la
les de forma muy lenta.
implantación y posteriormente (mediante
un efecto peritubo), que pueden dar cifras
no reales de PIC o incluso valorar como
aumentaba por encima de 2 mmHg/min, mente el aumento de la pCO 2 favorece la normal una situación previa patológica.
y no descendía a valores basales a los tres aparición de ondas patológicas y, en se- En nuestro protocolo de estudio (García de
minutos de detener la infusión. gundo lugar, porque se consigue un re- Sola, 1989) de estos pacientes se moni-
En nuestros pacientes de forma rutinaria gistro sin artefacto y su mejor discrimina- toriza la PIC epidural y se procesa la se-
se realiza dicha prueba y hemos podido ción. ñal con un monitor de PIC de propio di-
diferenciar varios tipos de respuesta (Ca- El tipo de ondas patológicas más frecuen- seño (González, García de Sola et al, 1992,
pilla et al, 1989) (fig. 7). temente observadas son las ondas B de 1994). Tras la monitorización de la PIC,
1. Prueba normal (la PIC sube a un ritmo Lundberg y las ondas en rampa de Brock durante un mínimo de 24 h, se realiza la
inferior a 2 mmHg/min por encima de la (fig. 3). Su aparición está relacionada con prueba de infusión, utilizando el propio
basal y desciende a valores normales a los
3 minutos de detener la infusión), así
como un grupo de pacientes con prueba
dudosa.
2. Prueba patológica (ritmo de ascenso de
la PIC superior a 2 mmHg/min y valores
de PIC claramente por encima de la basal
a los 3 min de detener la infusión.
3. Prueba muy patológica (cuando hay
que detener la prueba por superar la PIC
los 50 mmHg) (fig. 8).
Estos diferentes grupos presentan un au-
mento lineal de la PIC progresivamente
mayor. La respuesta clínica a la deriva-
ción ventrículo-peritoneal es claramente
diferente en los pacientes con pruebas pa-
tológicas o muy patológicas, con un alto
grado de reversibilidad de los síntomas
(superior al 80%), frente a los que tenían
pruebas normales o dudosas. Fig. 9. Ejemplo de monitori-
zación de la PIC en un pa-
ciente con HICA. El gráfico
Monitorización de la presión superior es la relación
intracraneal PIC/tiempo, en las últimas 24
horas. El gráfico intermedio
Clásicamente se dice que este tipo de hi- es el histograma de la PIC;
este paciente tenía unos va-
drocefalias tiene una presión intracraneal
lores de PIC más frecuentes
normal, pero su monitorización continua por debajo de 10 mmHg, pero
muestra todo lo contrario (Lamas et al, durante el sueño presentaba
1980). subidas incluso por encima
de 20 mmHg. El gráfico infe-
Se debe mantener la monitorización al
rior muestra la relación
menos 24 h, con un registro durante el AmP/PIC, con pendiente
sueño. En primer lugar porque probable- anormalmente alta.

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HIPERTENSIÓN INTRACRANEAL

Lo importante y probablemente dañino son


las elevaciones episódicas de la PIC y no
habría que descender la PIC a presiones
mucho más bajas que las basales del pa-
ciente.
Otro punto controvertido es la utilización
de sistemas antisifón en las derivacio-
nes de LCR, para evitar un exceso de dre-
naje de éste. Algunas veces, los diseños
más sencillos son los más eficaces, por es-
tar sometidos a menores posibilidades de
fracaso en su funcionamiento a largo
plazo.
Nuestra postura es, por tanto, seleccionar
una derivación ventrículo-peritoneal tipo
PUDENZ, con presiones de apertura adap-
tadas a la PIC basal del paciente, más que
Fig. 10. Control de TAC implantar complejos y novedosos sistemas
post-derivación, en el mismo teóricamente perfectos.
paciente que la figura. 4. Otra complicación importante y frecuente
es la infección del implante. Esto ocurre
con una frecuencia variable entre el 2%-
captor epidural y el monitor para el regis- diar la situación de elastancia cerebral, 8% y no necesariamente es detectada en
tro de la PIC. disminuyendo invasividad y probable- el inmediato postoperatorio, sino incluso
Cuando se presentan curvas patológicas mente errores de interpretación en un fu- meses después de la intervención (Choux
(ondas B de Lundberg u ondas en ram- turo próximo. Hay que pensar en la posi- et al, 1992). Puede dar un cuadro de me-
pa de Brock) el porcentaje de reversibili- bilidad de abrir paso a otro tipo de ningitis franca, pero, por lo general, se li-
dad de los síntomas supera el 90% (Capi- semiología (observación de las variacio- mita a la oclusión del extremo distal pe-
lla et al, 1989). nes de la morfología de la onda pulsátil ritoneal (Epstein et al, 1995). Esto hay
Pero la monitorización de la PIC, dispo- cerebral ) que ayude a comprender la si- que tenerlo en cuenta a la hora de solven-
niendo de un equipo que procese adecua- tuación del manto cerebral y las capaci- tar dichos problemas, dado que la repara-
damente la señal, tiene también otras ven- dades de reversibilidad de los síntomas. ción quirúrgica aislada de dicho extremo
tajas (fig. 9): puede no solucionarlos. Ya que estos pa-
1. El conocimiento de la PIC basal me- cientes no tienen una situación previa de
Tratamiento quirúrgico
diante un histograma de frecuencias per- hipertensión intracraneal, en caso de sos-
mite asegurar si la hidrocefalia es real- Una vez diagnosticada correctamente una pecha de infección de la derivación es
mente de presión normal, baja o, por el HICA, el tratamiento de elección es el qui- aconsejable retirar todo el sistema, tratar
contrario, de presión alta. Necesario para rúrgico, como el de cualquier otro tipo de hi- adecuadamente con antibióticos y reim-
una mejor adaptación del tipo de válvula drocefalia. Consiste en la colocación de una plantar posteriormente uno totalmente
del sistema de derivación ventrículo-peri- derivación ventrículo-peritoneal (fig.10). nuevo, en otra localización diferente.
toneal que se elija. Hay que tener precaución en aceptar el Desde el punto de vista pronóstico se pue-
2. Se pueden llevar a cabo estudios de elas- concepto de hidrocefalia de presión nor- den analizar los resultados quirúrgicos, in-
tancia cerebral, si se correlaciona la am- mal dado a este síndrome. Esto lleva en tentando destacar aquellos factores pre-
plitud de la onda pulsátil cerebral (AmP) ocasiones a interpretar que su tratamien- dictivos que nos puedan ayudar a tomar
con la PIC media (García de Sola, 1989). to adecuado es utilizar sistemas que dre- la decisión correcta. En este sentido, con
Esta relación, mientras se mantenga una nen LCR a presiones más bajas. relación a la clínica, la reversibilidad de
estabilidad hemodinámica (como es habi- La complicación más seria en estos pa- los síntomas puede oscilar entre el 60%
tual en el paciente con este tipo de hidro- cientes sigue siendo el hematoma subdu- de los casos cuando se presentaba la tría-
cefalia), es similar a la correlación elas- ral (Samuelson et al, 1972), por exceso da completa en personas de edad avan-
tancia cerebral/PIC, y es una relación lineal. de funcionamiento de la derivación y el zada, hasta el 100% del síntoma de alte-
La obtención de dicha correlación (datos hecho de que estos pacientes, de edad ración de la marcha cuando se presenta
no publicados), permite observar que, por avanzada por lo general, presentan un como síntoma aislado en personas más jó-
ejemplo, en pacientes con prueba de infu- manto cerebral más rígido y con menores venes. Cuando existe una etiología cono-
sión normal la relación Amp/PIC era pla- posibilidades de expansión tras la dismi- cida (HSA, HSD, meningitis o TCE) se ob-
na o con pruebas más patológicas, la co- nución de tamaño ventricular. tienen buenos resultados prácticamente en
rrelación aumentaba su pendiente. Por las razones referidas, es aconsejable el 100% de los casos. Sin embargo, cuan-
El análisis de la propia señal de la PIC, por que la presión de apertura de la válvu- do la HICA es idiopática, los buenos re-
tanto, podría ser suficiente e incluso me- la que se implante se elija tras el conoci- sultados se reducen al 50%-60% de los
jor que las pruebas de infusión para estu- miento de la PIC basal de cada paciente. casos. Cuando la TAC o la RM es positi-

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ENFERMEDADES DEL SISTEMA NERVIOSO (III)

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